La oferta y la demanda, un decreto en Venezuela

“…Los economistas utilizan oferta y demanda para explicar los precios de mercado
y las cantidades de bienes y servicios producidas…” así pues, la oferta es la cantidad de un
bien o servicio que un vendedor pone a la venta y la demanda es la cantidad de un bien o
servicio que el comprador desea adquirir. Equivalentemente, si la oferta predice cuánto
producto será puesto a la venta para un determinado precio, la demanda predice qué
cantidad de productos comprarán los consumidores para un precio establecido. Es decir,
no se trata de una teoría sino de unos supuestos para poder predecir o comprender los
precios del mercado en una determinada economía.

Ahora bien, estos conceptos constituyen los elementos básicos de un modelo

económico sencillo, sin embargo, pareciera que no se aplican a la realidad venezolana,
dado que, en la misma se ha distorsionado este principio elemental de la Economía “La Ley
de la Oferta y la Demanda”. Situación que ha generado un desequilibrio en los precios de
la mayoría de los rubros que se ofertan en el mercado venezolano .Por ejemplo, en el
sector automotor, la demanda de vehículos excede la oferta, razón por lo cual el precio de
los vehículos tiende a aumentar. Lo ideal sería que la oferta fuese mayor que la demanda
para obligar a los precios a disminuir. La ley de la oferta nos indica que las variables oferta
y precio son directamente proporcionales y la Ley de la demanda señala que las variables
demanda y precio son inversamente proporcionales. Es decir, que un aumento en el precio
de los vehículos irrevocablemente disminuirá la demanda y acrecentará la oferta.

Aunque, hay que tener claro, que no siempre es así de sencillo, puesto que, “… la
demanda de una persona por un bien o servicio puede cambiar de un momento a otro,
dependiendo de las preferencias subjetivas de la persona, así como de otros factores”… he
allí que la demanda es una instantánea en el tiempo.

Pese a ello, al aplicar este sencillo análisis a nuestra economía, es fácil darse
cuenta, sin ser un gran conocedor de la ciencia económica, que el mal manejo de la oferta
y la demanda, es uno de los factores que ha generado la actual crisis económica que se
vive en Venezuela. De hecho, es el gobierno quien manipula la oferta y la demanda cuando
interviene los precios, por un lado aplicando altos impuestos que generan un menor
consumo de un bien en particular y por el otro protegiéndolos (precio justo) para tratar de
aumentar el consumo del mismo.

El gobierno recientemente implementó la Ley de precios justos una ley que

reglamenta los precios de venta de algunos productos de primera necesidad en el
territorio nacional. Pero, para que dicha ley tenga sentido es necesario estimular la oferta
y la demanda, estimular la producción nacional. No se pueden descuidar los bienes
complementarios que se consumen conjuntamente. En el caso de los vehículos hay que
revisar las ventas de repuestos y accesorios entre otros. Hay que tener cuidado con los
precios, si son muy bajos y los consumidores demandan más de lo que los productores
coloquen en el mercado, se va a incrementar la escasez (aunque en nuestra realidad
influye el factor de la escasa producción y otros factores que influyen en este apartado). Lo
ideal es que los precios del mercado adquieran un punto de equilibrio donde la demanda
iguale a la oferta, pero esto sería una fantasía.

En suma, la sana competencia y el equilibrio de la oferta/demanda no se puede

imponer por decreto, al menos no indefinidamente, sino que es el resultado de una tarea
constante de fomentar la inversión, las buenas políticas públicas, la seguridad jurídica, la
confianza, la transparencia de trámites y la lucha contra la corrupción, no solo la
administrativa sino también la judicial. Y, tristemente al país, le falta mucho camino para
alcanzar estos ideales.