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MECANISMOS DE ACCIÓN DE LAS TOXINAS Y SUS EFECTOS EN LA SALUD

HUMANA

Presentado por:

Julián Andrés Ramírez Salcedo

Docente:

Adalucy Álvarez Aldana

Materia:

Microbiología

Microbiología IV semestre

Facultad de Ciencias de la Salud

Universidad Libre seccional Pereira

Febrero del 2018


Toxina botulínica:

La toxina botulínica es una proteína producida por la bacteria Clostridium


botulinum de la que se conocen actualmente 8 variantes antigénicas diferentes
(denominadas de la A a la G), que comparten características estructurales
similares(1).

 Mecanismo de acción:
Esta molécula tiene la propiedad de bloquear la liberación de acetilcolina de
las vesículas sinápticas en la unión neuromuscular. La toxina no impide la
síntesis de la acetilcolina o su almacenamiento; lo que hace es impedir la
liberación de acetilcolina de las vesículas presinápticas(2).

 Efectos en la salud humana:


La acción principal de la toxina botulínica es la relajación del músculo
esquelético disminuyendo la actividad de las fibras musculares y logrando
afectar la inhibición reciproca de los reflejos espinales. El efecto de la toxina
es reversible y se pierde por dos mecanismos: eliminación de la terminal
sináptica, o la generación de nuevos botones sinápticos neuromusculares
libres de toxina (reinervación)(3).

Toxina tetánica.

La toxina tetánica o tetanospasmina es una haloproteína producida por la espora


vegetativa de la bacteria Clostridium tetani(4).

 Mecanismo de acción:
La toxina de tétano es una metaloproteasa zinc-dependiente, cuya diana
molecular es una proteína llamada sinaptobrevina o VAMP (del inglés
vesicle-associated membrane protein), la cual es necesaria para la
liberación de neurotransmisores inhibitorios a través de la membrana
neuronal. Una vez dentro de la las terminales de las neuronas inhibitorias
gabaérgicas o glicinérgicas, la tetanoespasmina genera proteólisis de la
VAMP e inhibe la liberación de neurotransmisores como la glicina y el ácido
gamma-aminobutírico (GABA)(5).

 Efectos en la salud humana:


La desinhibición de los arcorrefejos espinales genera un incremento en las
descargas de las neuronas alfa y por lo tanto una rigidez sin oposición. La
pérdida de la inhibición puede también afectar a los ganglios presinápticos
simpáticos, lo que produce una hiperactividad de este sistema y altos
niveles de catecolaminas. Como consecuencia de esto, aparece una
peligrosa hiperactividad en los músculos, sensibles al más mínimo estímulo.
Se produce un fallo de los reflejos motores por estimulación sensorial, como
resultado de esto aparecen contracciones generalizadas de músculos
agonistas y antagonistas, produciéndose espasmos conocidos como
espamos tetánicos. La contracción de los músculos extensores de la
espalda genera una postura de arco denominada opistótonos, que puede
ser lo bastante severa como para producir fracturas de huesos largos(4,5).

Toxina diftérica:

La toxina diftérica es una exotoxina formada por dos subunidades (A y B) que


están enlazadas por un puente disulfuro. Esta es secretada por Corynebacterium
diphtheriae, y es causante de una enfermedad conocida como difteria(6).

 Mecanismo de acción:
La toxina diftérica penetra al interior celular mediante endocitosis mediada
por receptor. Tras penetrar en la membrana de la vesícula endocítica la
subunidad A es liberada al citoplasma, en donde va a catalizar la ADP-
ribosilación de un residuo de diftamida del factor de elongación 2 (EF-2).
Tal modificación covalente va a suponer la activación del EF-2. De esta
forma, la toxina diftérica actúa como un inhibidor de la traducción de
ARN(7).

 Efectos en la salud humana:


La parálisis del paladar y la hipofaringe es un efecto local temprano de la
toxina diftérica. La absorción de la toxina puede dar lugar a manifestaciones
sistémicas tales como necrosis de los túbulos renales, trombocitopenia
(disminución de la cantidad de plaquetas en el torrente sanguíneo),
miocardiopatía y/o desmielinización (daño a las capas de la mielina de las
células nerviosas). En general, el principal efecto de esta toxina es necrosis
tisular local(6,8).

Neurotoxina de Shigella

Las toxinas provenientes de S. dysenteriae, también conocidas como toxinas


Shiga son una familia de toxinas termolabiles que comprende dos grupos: Shiga
tipo 1 (Stx1) y tipo 2 (Stx2), que a su vez están constituidas por una subunidad A y
cinco monómeros de subunidad B que forman una estructura pentamérica(9).

 Mecanismo de acción:
La unión de la toxina a las células del huésped ocurre a través del receptor
globotriaosilceramida (Gb3). Aún en ausencia de subunidad A, las
subunidades B forman un pentámero que se une al receptor Gb3. Una vez
que la toxina se une al receptor, se internaliza hacia los endosomas
siguiendo un transporte de sentido contrario al que utilizan las proteínas
secretorias. En el interior de la célula, la subunidad A inhibe la síntesis de
proteínas por inactivación de la subunidad ribosomal 60S y la subunidad B
puede estimular la apoptosis celular(10).

 Efectos en la salud humana:


La toxina de Shiga ha sido reportada como citotóxica, enterotóxica y
neurotóxica. Estos múltiples efectos tóxicos son probablemente debidos al
daño mediado por la toxina en los vasos sanguíneos en intestino, riñones y
sistema nervioso central. Puede exacerbar el daño colónico y ser
responsable de la diarrea acuosa que precede a la diarrea sanguinolenta
característica de la disentería, enfermedad comúnmente provocada por una
especie del género Shigella(11).

Enterotoxinas estafilocócicas:

Las enterotoxinas estafilocócicas constituyen un grupo heterogéneo de proteínas


hidrosolubles, termorresistentes. Estas toxinas estafilocócicas provienen de cepas
específicas de Staphyloccocus aureus. Estas enterotoxinas están asociadas a
intoxicaciones alimentarias. Se conocen 7 serotipos enterotoxigénicos diferentes:
A, B, C1, C2 C3, D y E(12).

 Mecanismo de acción:
El mecanismo de acción de estas toxinas no se ha precisado actualmente
pero se presume que estas actúan como superantígenos, ya que
reaccionan con moléculas MHC clase II en las células presentadoras de
antígenos con los receptores de las células T, formando un complejo
trimolecular. La formación de este complejo induce una intensa proliferación
de células T de una manera independiente de antígeno, lo que resulta en
una producción y liberación masiva de citosinas que favorecen el daño
epitelial(13).

 Efectos en la salud humana:


Se considera que la función primaria de estas toxinas se enfoca en debilitar
el sistema inmune del hospedero lo suficiente para que el patógeno pueda
propagarse y conducir a la progresión de la enfermedad. Principalmente
causa daños a nivel tisular de los tejidos del tracto digestivo, lo que
desencadena una serie de síntomas tales como presentan náuseas,
vómitos, calambres abdominales, ocasionalmente diarrea, malestar general
y dolor de cabeza. Dependiendo de la cantidad de esta enterotoxina
ingerida depende su grado de severidad, que en los peores casos puede
incluso causar la muerte(13).

Toxina del Síndrome de Shock Tóxico (TSST-1)

La toxina del síndrome de shock tóxico (TSST-1) es una toxina termoestable y


resistente a proteólisis que como su nombre lo indica, produce el síndrome de
shock tóxico al actuar como un superantígeno. Esta patología está mayormente
asociada con la infección de una herida por S. aureus(14).

 Mecanismo de acción:
El mecanismo de esta toxina consiste en activar los linfocitos T del huésped
en una manera anormal. Las propiedades superantigénicas de esta toxina
le permiten que pueda unirse a las moléculas del complejo mayor de
histocompatibilidad (MHC) tipo II y a la superficie lateral del receptor de
linfocitos T (TCR) sin procesamiento por células presentadoras de antígeno.
De esta manera, activa una proporción de linfocitos T CD4+ mucho mayor
que un antígeno convencional, induciendo la producción de una gran
cantidad de citocinas(15).

 Efectos en la salud humana:


La TSST-1 ataca al sistema inmune, haciendo que los monocitos, los
macrófagos, poilimorfonucleares y plaquetas actúen de manera anormal.
Esta toxina provoca que los monocitos liberen el factor de necrosis tumoral
a e interleukina-1(IL-1), interleukina-6 (IL-6) e interleukina-8 (IL-8).
Como resultado de la citoquinas y activación celular, las vías del
complemento y coagulación se activan, se metaboliza el ácido araquidónico
y se libera el factor plaquetario. Estos eventos, a su vez, causan fiebre,
hipotensión, extravasación capilar, coagulopatía intravascular diseminada,
depresión de la función miocárdica y disfunción multiorgánica lo cual en la
mayoría de los casos conduce a la muerte(16).
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