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Revista del Seminario de Géneros Literarios

Escritor invitado: Leonel Pérez Mozqueda

Ángel, amor de mi vida un cuento de Sandra Moreno

Universo en el subtérraneo una crónica de Rebeca Mora

Número 2 - Febrero 2016


ÍNDICE

Cuento Crónica
Presentación
Historia de la marsopa que
bailaba charleston Leonel
Pérez Mozqueda
3 Adoptando a Dana/Helga
Valentina Hayashi Chávez 36
Cuento Crónica La revista Zaguán Literario nació originalmente por y para el Semi-
Ángel, amor de mi vida
Sandra Moreno Zamudio
7 Un alemán amante de Siria en
Dinamarca Roberto Candiani
41 nario de Géneros, sin embargo cada nuevo número busca ampliar
la riqueza de sus contenidos y extender la difusión del proyecto.
Cuento Ensayo Por eso se invita a toda la Escuela de Comunicación a conocer e
Los engrananos César García
Ibarra
14 ¿La vida sin cultura o la
cultura sin vida? Sandra
45 incorporarse a esta iniciativa, con la finalidad de elevar la cultura
Moreno Zamudio literaria de la comunidad estudiantil.
Cuento Ensayo
La isla sin retorno Tania
Cortés Campoy
17 Mártires en* la crisis moderna
Melissa Juárez Mora
48 Este segundo número incluye la colaboración de Leonel Pérez
Mozqueda, escritor radicado en el Estado de México con más de
Crónica Ensayo una década de trayectoria. Se trata de una nueva sección que busca
Universo en el subterráneo
Rebeca Mora Aguirre
25 Proyector de Vidas Mónica
González Urruchua
53 generar un espacio de interacción entre los alumnos y autores con
experiencia en el medio literario.
Crónica Minificciones
El reino de un león Paola
Mangino Fernández del Valle
29 El inútil botón aquel
Una mala influencia
57 La portada muestra el zaguán de Campana nº 73, que es parte del
Pulso claustro de la Universidad Panamericana. Este inmueble fue, en
Pareja ideal
Crónica otro tiempo, la casa donde José Fernández de Lizardi escribió la
Voltée la cabeza y tosa
Enrique Guerrero Bárcenas
33 ¿Qué es la felicidad?
novela costumbrista El periquillo Sarniento, según explica la Direc-
ción de Monumentos Coloniales.

Diseño basado en la plantilla: “RED Borders LLC”, usada bajo licencia Creative Commons.

Zaguán Literario es una publicación digital de carácter semestral, elaborada a partir de los trabajos de
los alumnos del Seminario de Géneros Literarios, que es parte del plan de estudios de la carrera de Co- SANTIAGO URÍA & EDGAR RODRÍGUEZ
municación de la Universidad Panamericana. Esta publicación es un proyecto de difusión cultural sin
fines de lucro. PROFESORES DEL SEMINARIO DE GÉNEROS LITERARIOS
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cia Creative Commons y fueron tomadas de la página www.pixabay.com; excepto la foto de portada,
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riamente la posición de los editores y/o la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana.

Editores responsables: Santiago Uría, Edgar Rodríguez y José Luis López


Corrección de estilo: Melissa Juárez Mora
Historia de la marsopa que ta, hola Grieta. Recojo una flor, una piedra; puede ser cualquier piedra.

CUENTO
CUENTO

Qué mejor si es redonda. Entonces toco la piedra, le cambio el nombre, le

bailaba charleston llamo Dios o Inspiración o Moneda, entonces tomo por asalto un teléfono
público, lo convierto en altar. Ahí coloco esa piedra que ya no es piedra
sino Dios, Inspiración y Moneda; y le rezo, como a un dios olvidado y per-
Un tema claro en su estructura evitará meses
LEONEL PÉREZ sonal. Rezo pues, de pie, aunque llueva, hasta que alguien detrás mío dice
de trabajo disperso. MOZQUEDA
oye, muévete, que necesito hacer una llamada.
Escribir es un arte, más amigo de la ciencia que
Abandono el altar telefónico. Tomo mi piedra que ya no es Piedra ni Dios
del arte mismo.
y le llamo Moneda. Me echo la moneda al pantalón y voy a comprar ci-
En la ciencia, como en la literatura, la búsqueda
garrillos. La chica del autoservicio me da los cigarrillos. Coloco la moneda
no es error sino esencia del método.
en su mano, miro a la chica y espero mi cambio, el vuelto, la diferencia...
La literatura es más amiga del boxeo que del
¡Esto es una piedra! dice la chica, yo digo que es una moneda, ella insiste
arte mismo.
que es una piedra, yo insisto que es una moneda, el gerente dice que es
«¿Y dónde dejas la inspiración?» Preguntan los (Michoacán, 1979) Miembro
una piedra, yo insisto que es una moneda, el policía insiste que es una
escritores, de esos que uno envidia sin quererlo, fundador del Grupo Cultural
piedra, yo insisto que es una moneda. La fila de gente furiosa grita que es
porque dicen conocer la inspiración. Aseguran la Iguana, con el cual obtuvo

que es una cosa más bien divina, como Dios. en tres ocasiones la beca del

Yo nací averiado del músculo de la inspiración. Fondo de Cultura del Estado

Quiero decir que no conozco la inspiración. de México (FOCAEM). Fue

Tampoco he conocido a Dios. miembro de la Asociación

Pero tengo fe. de Escritores del Estado de

Fe en la posibilidad de que escribir suceda. México (AEEMAC). Concluyó

A diferencia de aquellos que escriben en esta- en 2013 el Diplomado en

do de trance, seducidos por la musa y el estro, Creación Literaria del Insti-

yo debo encontrar el arte en la observación, y tuto Nacional de Bellas Artes

para que la observación suceda tengo que dar (INBA). En 2014, con el apoyo

un paseo. del FOCAEM, teminó el libro

Camino por horas. Entre calles cuento el tiem- El Infierno Vacío, actualmente

po y los pasos del tiempo. Descubro en la pared en proceso de edición.

una grieta, la acaricio con el dedo y digo Grie-

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una piedra, yo les grito que es una moneda, el policía grita que agache muy concentrado en convencerte de pagar la fianza, pero sueltas una car-
la cabeza para entrar en la patrulla, que agache la cabeza para salir de cajada y dices ¿pagar la fianza? Jajajá, estás pero si bien loquito, sabes que

CUENTO
CUENTO

la patrulla, que levante la cabeza para tomarme la foto, que agache la no puedo hacer eso ¿Por qué no puedes? Te pregunto, pues porque soy tu
cabeza para que escriba mi nombre en el acta, pero escríbelo bien, me conciencia, me dices, y las conciencias no usamos dinero. Ah… te digo.
exige, ¡el verdadero nombre! exige, o no tendrá derecho a su llamada, ¡ah! Pues ah… me dices.
tengo derecho a una llamada; devuélvame entonces mi moneda ¿Cuál Entonces una marsopa marina salta por la ventana, devora al policía, lue-
moneda? La que usted me quitó. El policía se consterna, ¡Ah! Querrás go al Comandante No Sé Qué, que por estar muy gordo, se le atora en la
decir tu piedra, yo insisto que es una moneda, él insiste que es una pie- garganta. Pobre marsopita, pienso, y me apresuro a patear al Comandan-
dra, yo insisto que es una moneda, él insiste que es una piedra, yo insisto te en el culo hasta que la marsopa logra tragarlo y guardo mi piedra, un
que es una moneda, él ya no insiste en nada: me entrega de mala gana poco ensangrentada, en el bolsillo de la camisa, junto al corazón. Saco mi
la moneda y se coloca detrás de mí cruzando los brazos cuando estoy a armónica en Si bemol y tomados del brazo, la marsopa marina y yo, sali-
punto de insertar la moneda en la ranura hasta que… Disculpe, le digo, mos del ministerio público, bailando charleston, muy contentos.
¿Me podría dejar solo para hacer mi llamada? Sólo solo, no necesito más; Tengo hambre.
y el policía dice que no, que quiere ver cómo introduzco mi piedra en el
teléfono. Discutimos de nuevo, a los gritos. Los gritos despiertan a un tal
Comandante No Sé Qué. El Comandante le dice al policía que me deje
hacer la llamada a solas. Sólo a solas, le digo, no necesito más. El policía le
explica al Comandante No Sé Qué lo de la moneda-piedra, el Comandan-
te se limpia las legañas, gruñe, me arrebata la moneda, achica los ojos,
examina mi moneda y dice: ¡Esto es una piedra! entonces me toma del
brazo bien fuerte y dice: Quiero ver que metas esta chingadera de piedra
en el teléfono, y si no lo haces te voy a dar una putiza, por burlarte de la
autoridá. Querrá decir de-lau-to-ri-dad, mi Comandante, le corrijo, pero
no me hace caso, me entrega la moneda y me empuja hacia el teléfono y
yo pienso que el mundo se ha vuelto loco loco loco. No importa, tomo la
moneda, introduzco la moneda en el teléfono, marco tu número y te digo
hola, oye qué crees, fíjate que estoy detenido… tú suspiras fastidiada di-
ciendo déjame adivinar: otra vez tu pinche piedra ¿verdad? Los policías
se miran abriendo enormísimamente los ojos diciendo ¿Cómo lo hizo,
cómo lo hizo? Y los dejo que se revuelquen en la sorpresa, porque estoy

5 6
Ángel, amor de mi Lo vi ahí parado, cuba y cigarro en mano. Le quitó un poco el atractivo,

CUENTO
CUENTO

SANDRA MORENO pero no me importó y comenzamos a platicar. Nuestros temas principales

vida
ZAMUDIO
de la noche fueron: las corridas de toros, la Fórmula 1 y el fútbol.
Me di cuenta de que él estaba dejándose llevar igual que yo, así que final-
mente le dije a una amiga, Livy, que de verdad Ángel me gustaba. Ella le
dijo a Dany y él le dijo a Ángel. Fue muy sencillo. Entre ellos dos se las
13 de abril de 2013. Sábado. Una fiesta arreglaron para dejarnos solos en la sala. Me besó.
de cumpleaños. Todo parecía perfecto. Justo en ese momento llegaron por mí y lo único que dijo fue: “¿Cuándo
Comenzamos a beber y el ambiente se relajó. te voy a ver otra vez? Dame tu número.” Pasaron muchas cosas por mi
Entonces, llegó. Él cruzó la puerta y todo cam- cabeza, no sabía si esto era lo que quería. ¿Y si solo había sido eso? O sea,
Nació en la Ciudad de Méxi-
bió; al menos para mí. Saludó a todos como si un beso en una fiesta un sábado por la noche. ¿Y si no? ¡Qué tal que estaba
co el 29 de junio de 1995. Hoy,
nos conociéramos desde hace años y después, dejando ir al amor de mi vida! Comencé a dictarle el número y al llegar al
estudia Comunicación en la
pasó a la cocina y se quedó ahí platicando con último dígito pensé en cambiarlo. Tal vez no era para mi. O tal vez sí.
Universidad Panamericana
el dueño de la casa, que era uno de mis me- En fin, le di el correcto.
y espera dedicarse a escribir
jores amigos. Tenía que encontrar una buena
guiones para televisión y cine
excusa para pasar y conocerlo. Hasta ahora, 15 de abril. Lunes. Escuela. Las cosas marchan bien.
en un futuro no muy lejano.
solo sabía que se llamaba Ángel. Él no había llamado aún y yo ya no podía con las ansias. Por más que
Desde secundaria descubrió
Había algo sobre él que me llamaba la atención, trataba de convencerme de que solo había sido un beso de sábado por la
su gusto por la lectura cuan-
así que mientras en la mesa del comedor ju- noche, no podía. Lo busqué en Facebook, encontré su perfil y su foto me
do tuvo en sus manos una
gaban cartas, yo pensaba en una entrada. Me llamó la atención. Salía abrazando a una niña y asumí que era su hermana
novela de su autora favorita,
rendí, me paré y simplemente pasé diciendo: por el parecido.
Jane Austen.
“Oye Dany, ¿tienes algo de comer? Me estoy Llegué a mi casa como a las 3 de la tarde y conecté mi celular. Antes de
muriendo de hambre.” Extrañados los dos sentarme a comer vi un mensaje nuevo: “¿Ya te puedo hablar o prefieres
Lo que escribe son recuerdos
niños me voltearon a ver y Dany me ofreció seguir haciéndote la difícil?” Era de Ángel. Contesté sutilmente: “Sí, jaja.
y sus pensamientos, esos que
una manzana. La tomé y justo iba entrando Ya.” Esos primeros mensajes cambian todo.
no quiere dejar sin voz.
su mamá. Ella comenzó a preguntarme por Nuestras pláticas cada vez duraban más y más. Me estaba gustando de-
mi familia y nos quedamos platicando mien- masiado. Me agregó en Facebook y ya tenía otra foto, pero no le puse
tras Ángel y Dany salían al balcón. Apresuré atención a eso. Él quería salir el viernes, pero yo ya tenía plan con unos
la plática y salí con la excusa de que las cartas amigos, así que lo invité. Pasó por mi y no podía ni verlo porque me
nunca me habían gustado tanto. daba pena, de verdad me volvía loca. Ese día comimos pizza y helado en

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semanas nada más y que ella había salido muy lastimada. Me mostró su
foto. Sí, era la niña de la foto anterior de su perfil de Facebook. Reí.

CUENTO
CUENTO

No tenía sentido, pero no me molestaba. Me daba igual si me odiaban o no.


Yo estaba con él y él me hacía igual de feliz. Realmente no ponía atención
a esos detalles, no era importante ya.
En el cumpleaños de Livy hicimos una fiesta en grande. Sus padres lo
fueron a dejar y solo los pude saludar de lejos, él dijo que todavía no era
momento para presentarlos. La pasamos muy bien y conoció a todos mis
amigos, a quienes él llamaba “seres extraños”. Nos sentamos en el pasto y
me dijo: “Creo que eres el amor de mi vida. Te amo.”
No supe qué hacer y lloré porque jamás había sentido algo así. Era recípro-
co. Se rió y me abrazó. Llegó la hora de la despedida y me dijo que me
quedara ahí, que no saliera. Me dio igual y me despedí.
Coyoacán. Para ser la primera cita todo salió muy bien. Sin duda era la
Él salía con sus amigos los fines de semana y yo hacía tareas o estudiaba.
mejor que había tenido.
Nos veíamos por las tardes, me ayudaba con los exámenes y él estaba por
Nos despedimos y no dejé de pensar en él en todo el fin de semana. Era
acabar la prepa. Lamentablemente se fue a extraordinarios y lo castigaron.
oficial, estábamos saliendo. Los días pasaron, las semanas mejoraron.
El castigo específico era: “No ver a Paola por dos semanas.” Me parecía
Todo era perfecto. Corrección, parecía perfecto.
muy extraño porque él me había dicho que sus padres estaban encantados
con la idea de que tuviera novia y más si esa persona era yo. Él solo dijo:
Mediados de mayo. Cualquier día. Cada día éramos más y más.
“Son conservadores, recuerda. Te veré en dos semanas, se pasan rápido.”
Él tenía problemas en casa con su padre y eso a veces alteraba su ánimo.
En este punto yo ya tenía una foto juntos como foto de perfil en Facebook.
Pasamos tardes enteras simplemente hablando de lo que queríamos hac-
Esto era serio.
er y cómo lo queríamos hacer. Soñábamos con que él sería ingeniero de
Y pasaron los días.
la Fórmula 1 para el equipo de Ferrari, y como yo no había definido mi
Y pasaron las semanas.
carrera, simplemente estaría apoyándolo en los pits como buena mujer,
Y no sabía mucho de él.
porque claro, la boda era segura.
Lo único que sabía es que el viernes por la noche había ido a cenar con
Me contaba historias de cuando era pequeño, de su abuelo, que había
Jos y Mariana a Central de Pizzas y eso porque Mariana había subido una
fallecido hace poco. Me contaba de sus mejores amigos, Jos y Mariana.
foto y lo había etiquetado. Pensé en darle like, pero no. ¿Para qué? Eso sería
Ella me odiaba, o eso decía. No tenía por qué hacerlo, pensaba yo, si lo
mostrar mis celos y ahora Mariana sí tendría razones para odiarme.
estaba haciendo feliz. Él dijo que solo estaba celosa porque en algún mo-
mento habían intentado tener una relación, pero que habían durado tres

9 10
29 de junio. Sábado. Llegó mi cumpleaños. por el parque.” Así fue, caminamos y hablamos, hablamos y caminamos.
Wú-ju, por fin 18. Ya era legal. Yo solo quería saber qué pasaba y ahí todo se derrumbó.

CUENTO
CUENTO

No, la verdad no estaba emocionada. No sabía nada de mi novio desde “No puedo tenerte como novia por ahora, pero no quiero soltarte, pode-
hacía muchos días y si lograba encontrarlo por teléfono estaba muy frío y mos ser mejores amigos. Te estás aferrando porque piensas que soy tu
solo decía que no podía hablar en ese momento o que estaba estudiando último tren, Pao.” “De verdad que sí te amo, que sí te quiero y que eres el
para sus exámenes. amor de mi vida, pero no podemos estar juntos, por lo menos no ahorita.”
En este punto yo ya estaba mal. La noche de mi cumpleaños la pasé llo- “No, no llores, mira, esto va a pasar. Yo le diré a alguien más cómo hacerte
rando junto a Livy, que me había hecho un pastel delicioso. feliz.” “No, en serio Mariana no tiene nada que ver, es asunto mío.” BLA
Pasada la una de la mañana Ángel me mandó un mensaje: BLA BLA BLA...
“Feliz cumpleaños, me quito el bombín. Me dejó ir.
Con todo respeto te deseo a ti. Soltó mi mano, me dejó en mi coche y se fue. Ese día llovió más que nun-
Nunca nadie podrá festejarte jamás ca. Llegué a mi casa y Livy ya estaba esperándome en la sala. Charlamos
como yo lo haría acá.” horas y horas. Ella me dijo que todo estaría bien.
Una canción de Panda. ¿De verdad? Bueno, no importaba. ¡Era él! Le dije Los días volvieron a pasar, los meses empeoraban. Bueno, algunos mejo-
que lo extrañaba, que lo amaba y me desbordé de palabras de amor. raban.
Él dejó de responder. Todo había cambiado.
No recuerdo la fecha. Ni el día, pero fue triste.
10 de julio. Miércoles por la tarde. Llovió, también en mi corazón. Un buen día no aguanté más y le hablé con la excusa de que quería saber
Lo vi parado junto a un árbol. Ni siquiera me sonrió y dijo: “Caminemos cómo estaba. Abrí Facebook y ¡sorpresa! Me había eliminado y además
tenía la foto con Mariana de nuevo. Sentí un nudo en la garganta y cómo
los ojos se me llenaban de lágrimas. Tal vez habían decidido darse otra
oportunidad. Le mandé un inbox y sí, lo que esperaba. Estaban juntos otra
vez y más decididos que nunca. Estaban enamorados. Cerré el chat y lloré
por horas. ¿Cómo había podido hacerme esto?
Pasaron los días una y otra vez, yo le seguía dando vueltas a las cosas. En
fin, pasó un año.

Tampoco recuerdo la fecha. Mucho menos el día. Lo odié.


Un día me llamó, me tomó por sorpresa. Me dijo que era hora de que su-
piera la verdad.

11 12
Así que... Mariana era su novia desde hacía dos años y se habían dado
un tiempo justo el día que me conoció, pero no podían cortar porque sus Los Engrananos

CUENTO
CUENTO

padres la amaban.
Nos adentramos al universo del Gran Ben, en donde el tiempo es pacien-
¿Pero qué sus padres no sabían de mi? No. ¡Eran puras mentiras! Pero...
cia y la comunidad de los “engrananos” debe apoyarse mutuamente sin
¿Entonces ella tampoco sabía y no me odiaba? No, tampoco. ¿Y Jos? ¡Ni
importar las circunstancias, esto por el bien de la humanidad. Sean bien-
siquiera existe!
venidos al día de trabajo del engranano Rodri.
¿Cómo? No tiene sentido. No estaba entendiendo nada.
Suena el despertador, el chillante y repetitivo tintineo hace que Rodri
Los recuerdos y las charlas pasaban por mi cabeza como remolinos y me
abra sus ojos para ver qué sucede en el mundo real.
estaba volviendo loca. ¿Con quién carajos había estado todos esos meses?
—¡Por Dios! Este sueño sí que me ha entretenido más que la película del
¿Quién era?
domingo.
Él solo respondió: “Lo lamento, Pao. Creí que podía con esto y tenía que
De un salto se para de la cama y llega hasta el vestidor en donde coge su
hacer que te la creyeras. Pero tranquila, los sentimientos y los sueños
uniforme. “Engrananos Inc.” se lee en su espalda. Baja como un rayo al
eran reales.”
mismo tiempo que se acomoda su gorra en la cabeza. Su esposa le tiene
Mi mente se paró.
el desayuno listo, pero Rodri sólo toma una pieza de alimento del plato y
Recordé cómo aquel día quise cambiar mi último dígito, cómo ignoré
besa a su amada Romina sin bajar la velocidad, dirigiéndose a las afueras
su foto de perfil, cómo ignoré que no quisiera presentarme a sus padres,
de su residencia.
cómo pasé por alto que Mariana me odiaba cuando no tenía sentido. Me
—Mi querido Rodri, pero ¿qué haces? ¡Con paciencia, recuerda! —Le grita
dio rabia pensar que le pude haber dado like a esa foto de las pizzas y
su esposa con cara de confusión.
todo su teatrito se hubiera venido abajo en cuanto ella viera mi foto de
Ya en el tráfico, Rodri desespera, la falta de proteínas y concentración ha-
perfil con él.
cen que sude litros y que no piense claramente.
No supe qué contestar, así que puse “Está bien, jaja.” Borré su número.
—Esta vez sí no me la perdonan. ¿Cómo pude quedarme dormido?

Han pasado casi tres años y al día de hoy no está bien, porque para mí, CÉSAR GARCÍA IBARRA

hoy todavía vivo en nuestro “para siempre”. (7 de noviembre de 1994). Estudia la Licenciatura en Comunicación en

la Universidad Panamericana. Fanático de los deportes que busca ser

un revolucionario del pensamiento competitivo; hay que ver más allá

de ganar o perder y darle importancia a lo que te lleva a cualquiera de

esos dos resultados. Tu estilo y valores jamás deben ser subestimados

si buscas ser el más grande. Esta idea quiero transmitirla en un futuro

como periodista y locutor. Escribir me gusta, pensar no tanto.

13 14
Un engranano se acerca a su vehículo.
metros para volverse a topar con un tráfico estancado. Uno que avanza a
—¿Se lo lavo joven?

CUENTO
CUENTO

vuelta de rueda y sin posibilidad de rebasarse. Histérico, toca el claxon y


—¡No no no! ¡Llevo mucha prisa!
todos los demás engrananos lo voltean a ver con cara de interrogación.
Rodri da vuelta rápidamente en una calle para evitar el atascamiento, el
—Oye hermano, ¿qué pasa?, tranquilo, recuerda que esto es con paciencia.
engranano le grita:
—¡No me importa! Yo llevo prisa, no sé usted.
—¡Llévela leve hombre! ¡Con paciencia!
Le contesta al engranano que bajó el parabrisas para calmarlo, mientras
una vez más se desvía en la primera calle que tiene próxima.
Después de 20 desesperantes minutos y de avanzar un buen tramo por
una de las avenidas principales, Rodri está cabeceando contra su parabri-
sas. Sin tener conciencia, es despertado por unos golpes en la ventana de
su vehículo. Un engranano anciano que lleva consigo una cajita pequeña
con diversos productos lo ha despertado de su repentino sueño.
—¿Y ahora qué quiere este?
—¡Buenos días joven! Espero no lo esté molestando pero lo veo muy suda-
do. Aquí tengo agua para que se refresque.
—No señor. Para la otra mejor.
—Oiga pero si también lo veo medio distraído, tenga unos chicles para
que esté más alerta.
—No de verdad señor.
—Bueno, pues mínimo déjeme le doy una tacita de café para que despierte
porque, ¡¿cómo puede estar trabajando así?!
Rodri, desesperado, trata de encontrar un canal de radio en donde le in- —Si lo que quiero es llegar a trabajar primero señor, ¿¡que no ve el tráfico?!
diquen por qué la ciudad está fluyendo de manera tan lenta. Se escucha —Oiga, pero pues ¿qué le picó a usted?, ¿ya no se acuerda que lleva tra-
en el estéreo: bajando desde que salió de su casa y arrancó su vehículo? ¡Somos en-
—En otras noticias: ¡la ciudad fluye de manera perfecta! Tengan todos grananos, los que movemos al Gran Ben! Recuerde, todo fluido y con pa-
ustedes engrananos un excelente día, y recuerden ¡mucha paciencia! ciencia, aquí entre más sincronizados todos mejor.
Justo después de oír eso, Rodri apaga la radio. Rodri se miró al espejo y vio cómo su cara de engrane se ponía roja de la
—¿¡Cuál gran día!? ¿¡De manera perfecta!? ¡Todos estamos atascados! No vergüenza.
puedes estar más equivocado, ¡qué barbaridad! —Ja…perdone, ¿y entonces a cuanto dijo que me daba los chicles?
En cada calle que Rodri da vuelta, no le basta más que avanzar unos

15 16
Las horas de viaje a bordo del camión me parecieron eternas. Cuando
La isla sin retorno por fin bajé, me di cuenta que aún tendría que caminar unos 15 minu-

CUENTO
CUENTO

tos antes de llegar a mi pueblo. Tantos años y la única carretera que


Tania Cortés Campoy han construido en la zona solo llega a Pátzcuaro. Pero a Numarán, ni
quién lo fume.
Mientras andaba por el estrecho camino de terracería, rodeado de
maleza y al rayo del sol, el cual pegaba tan fuerte en la piel que hacía
a uno sentirse incómodo, me puse a recapitular todos los años que
pasé en Numarán. Los recuerdos comenzaron a caer como gotas de
lluvia, uno por uno y llegando cada vez con más fuerza y a mayor
cantidad. Recordé cómo jugábamos de niños fútbol sobre la tierra y
nos desgastábamos los zapatos de tanto derrapar sobre las piedras. A
esa edad poco te puede importar lo que traes puesto. También recordé
aquellos días de intensa competencia, cuando todos los morritos del
pueblo éramos más o menos de la edad, y corríamos de un extremo
del pueblo al otro; llegábamos bien rápido, y cómo no, si nuestro mu-
nicipio no debería haber medido más de 10 cuadras en total. Sí, era
chiquito, siempre lo fue, pero era mi hogar y con ese amor decidí re-
cordarlo durante todos esos años que estuve ausente.
Sin embargo, así como iba sonriente caminando en dirección a mi
antiguo hogar, los recuerdos felices de aquellos tiempos se vieron
opacados por los no tan felices. Sí, había habido varias razones por
las cuales decidí irme de ese lugar, y pasaron tantos años que olvidé
el por qué la vida me orilló a tomar esa decisión, pero entre más ca-
minaba, más me acordaba del pueblo, de su gente, de sus historias, y
“Conforme pasaron los años, la gente desarrolló un temor más se me revolvía el estómago.
ilógico al lago, tan fuerte, que paulatinamente se abandonó Resulta que en Michoacán no todo es miel sobre hojuelas. De hecho,
toda actividad que tuviera que ver con él.” hay cosas que a uno que viene de pueblo no le creen si las cuenta, en-
tonces uno mejor opta por callarse la boca y guardarse sus leyendas
de pueblerino para sí mismo. Pero lo que pasaba en Numarán era

17 18
CUENTO
CUENTO

MELISSA JUÁREZ
MORA

real, y nadie nos podía convencer de lo contrario. Creo que lo único palmadita en la espalda a la familia y se cruzaban de brazos. Y es que,
que nos unía como vecinos era el terrible temor al lago y, sobretodo, en realidad, nunca hubo mucho que hacer.
a la isla. En el famosísimo lago de Pátzcuaro hay más de ocho islitas Conforme pasaron los años, la gente desarrolló un temor ilógico al
que nadie da un peso por ellas. Hombre, ni las conocen los turistas lago, tan fuerte, que paulatinamente se abandonó toda actividad que
que llegan ahí; si con trabajo se enteran de nosotros, qué se van a tuviera que ver con él. Sin embargo, nunca dejaron de sacar agua de
andar aventurando a buscar pedazos de tierra en un lago de por ahí. ahí, pues se supone que había una planta de tratamiento, lo chistoso
Pero el hecho es que ahí están y para nosotros la isla más cercana es que nunca le daban mantenimiento. Mientras la mentada insta-
representaba el horror más grande del mundo. lación funcionara, nadie movía un dedo, nos daba pánico el agua.
Durante años, más de los que yo puedo contar en vida, ha habido Finalmente, después de 17 años, puse un pie en Numarán. De entra-
machos empedernidos que sufren de no temerle a nada y de querer da, todo se veía más o menos igual. El mismo letrero de bienvenida a
demostrar su valor a toda costa, para ganar el respeto de la gente. Si penas se mantenía en pie a un lado del arco del pueblo. Seguí avan-
anunciabas que ibas a cruzar a la isla y regresar, la gente se prepa- zando por las mismas calles, aunque muchas de las construcciones
raba para encomendarte a todos sus santos y casi casi te canoni- que habían en ese entonces ya no me recibieron de la misma forma;
zaban. ¿Y por qué tanta fiesta por un burdo nadador? Pues resulta noté las diversas remodelaciones que se habían hecho a las casas y a
que ninguno de esos machos logró jamás regresar de la isla. Es más, algunos locales. Incluso logré ver algo que jamás pensé en mis años de
ni siquiera se sabe si alguien pudo alguna vez llegar. A muchos se infancia: un edificio de cinco pisos. Claro que en la Ciudad de México
les vio ahogarse a los pocos metros de entrar al agua y nadie tuvo un edificio como este más bien luce pequeño al lado de las enormes
el valor de sacarlos. Las autoridades no tenían equipo moderno de obras arquitectónicas que conforman el cielo urbano, pero en este mu-
buceo para sumergirse y sacar los cuerpos, simplemente daban una nicipio, cinco pisos representan una obra de modernización increíble.

19 20
Y efectivamente, el pueblo ya parecía menos rancho y parecía más, me dijo por teléfono una semana antes.
bueno… pueblo. No dejaría de ser un pueblo tan rápido, sin embargo “Fíjese que le voy a proponer un negocio,

CUENTO
CUENTO

se apreciaba más infraestructura, lo cual caía como anillo al dedo don Jacinto”, le respondí. “Me enteré que TANIA CORTÉS
CAMPOY
para el propósito de mi visita. hubo inversión en Numarán y toda esa
Una de las razones por las cuales dejé Michoacán, fue el sueño que zona, y tengo algo que podría dejarle dine-
tenía desde niño de estudiar en una de esas universidades grandes ro a la gente.”
de la capital. En mi pueblo sólo había una escuela con no más de Sin pensarlo, Jacinto me dio una cita y no
40 escuincles, lo cual hacía mi sueño uno muy difícil. Desde el mo- le platiqué más. Esperé hasta estar cara a
mento que se me ocurrió abrir la boca para pronunciar la palabra cara para proponerle un negociazo. O eso
“universidad”, los vecinos se me fueron a la yugular. Cosas como pensaba yo.
“¡Cómo es posible!”, “Ni que fueras tan inteligente”, o “¿Y de dónde Don Jacinto me recibió con abrazo y una
vas a sacar tú dinero para estudiar en México?”, entre risas y muecas gran sonrisa. Me ofreció un trago y nos
de desprecio fueron la respuesta de siempre. sentamos en su oficina, donde no tardamos
A pesar de esto, me mantuve firme y estudié. Porque pues, tampoco en hablar de negocios. Una vez que me
había mucho que hacer en el pueblo, aunque mi padre dijera lo con- fui del pueblo, hacía ya muchos años an-
trario. De mis padres tengo recuerdos vagos, eran personas traba- tes, emprendí mi viaje hacia la capital para
jadoras y honradas. Recuerdo bien la sonrisa incansable de mi amá buscar una buena chamba que me diera lo suficiente para una renta
y el ceño siempre fruncido de mi apá. Así se habían quedado en mi y comida, y logré entrar en la universidad. Siempre tuve arraigado
memoria, y qué bueno porque de un día para el otro ya no estaban. ese asunto del agua en Pátzcuaro, y trabajé duro para desarrollar una
¿Ese pinche lago? Sí, es correcto. Para una pareja que se dedica a la tecnología que nos permitiera sacar agua más fácil. Una comunidad
agricultura, el miedo a morirse de hambre es mayor que el miedo al asentada a la orilla de un lago tenía que tener un potencial grandísi-
agua. Salieron de noche y ya no regresaron jamás. Por más que los mo. Después de muchos años de dedicación, estudio y un muy buen
buscaron, no aparecieron, y con ellos se fueron mis ganas de que- billete de financiamiento, logré mi objetivo. Y qué mejor lugar para
darme en el pueblucho, pues yo ya tenía 16 años y podía irme a comenzar el proyecto de prueba que mi amadísimo pueblo. Esa era la
donde me diera la gana. razón principal de mi regreso.
Llegué por fin a la oficina de gobierno para hablar con el presidente Una vez que le comenté al presidente municipal mi proyecto, su ros-
municipal, Jacinto Díez. El señor había sido conocido de mis papás tro se fue tornando más y más serio y comprendí a la mitad de mi
en alguna época, por lo cual no fue difícil que me tomara la llamada explicación que, o no le estaba entendiendo, o no le interesaba.
desde México para agendar una cita. “Mira, mijo”, me dijo, “suena muy coqueto tu plantita esta que pro-
“¡Lucio, mijo! ¿A qué se debe ese milagro, en qué te puedo ayudar?”, pones, pero aquí nadie te va a apoyar. La gente ya ni habla del agua,

21 22
es un tema tabú aquí.” qué mejor que cruzar el mentado lago. Anuncié mi hazaña durante
A pesar de mis intentos por convencerlo y mis diversas explicaciones el resto de ese día, y me encargué de que hasta debajo de las piedras

CUENTO
CUENTO

del ofrecimiento, Don Jacinto se esmeró en interrumpir cada una de supieran quién era y por qué cruzaría. Esta era la única forma en
ellas para decirme, en pocas palabras, que no le interesaba y que es- que ganaría su respeto y lograría que me escucharan para instalar mi
taba loco. Salí de la oficina, cabizbajo y decepcionado, y me dirigí a planta de agua. Esta gente entendería de una buena vez.
mi hostal. Al día siguiente me levanté temprano. Desayuné ligero y me puse
Los días subsiguientes fueron una montaña rusa de emociones y re- unos pants y tenis deportivos. No importa mucho que uno no se bañe
cuerdos. No me cayó muy en gracia, pero resultó que la gente seguía si se va a meter al agua, es lo mismo, pues. Así que no me bañé y así
acordándose de mí como el loquito aquél que quería estudiar y que salí bien tempranito; a las siete de la mañana ya estaba bien instalado
se la vivía haciendo experimentos raritos. Los que no me conocieron en el muelle, que más que eso era un conjunto de pedazos carcomidos
de niño más bien se acordaban de mí por la terrible tragedia de per- de madera que reflejaban el largo abandono y el uso nulo que se le
der a mis padres, y no conforme con eso, pocos días después a mi había dado.
queridísimo maestro, Alfonso. Fue el único que me apoyó con eso
del estudio y de los proyectos, pero igual que la mitad del chingado
pueblo, se lo llevó el lago. Quién sabe qué fue a hacer el viejo a la
orilla del lago, pero el caso es que nunca lo volvieron a ver.
Después de tres días de tratar de convencer a la gente de que mi
proyecto le traería sustento a todos, no recibí una sola respuesta de
apoyo, sino rechazo, como el que siempre obtenía al abrir la boca de
niño. Me tiraron de loco y hasta se ofendieron.
“¿Nos quieres ahogar a todos, verdad?”
“¿Por qué no mejor te regresas a México a poner tus proyectitos allá?”
“Ni quién te vaya a apoyar, se te olvida que en Numarán no tocamos
el agua.”
“¡Qué rápido se te olvidó lo que les pasó a tus papás! ¡Chamaco
chiflado!”
Me dio tanto coraje que pensé en regresarme a México. “Pinche gen-
te, se van a morir de hambre si no progresan”, pensé. Finalmente,
decidí quedarme para demostrarle a la gente de una vez por todas
que yo valía y no estaba loco. Y ya si me iban a tirar de a loco, pues

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había enfermado. Mientras yo estaba parada
Universo en el subterráneo sosteniéndome con una mano, una joven de REBECA MORA
chamarra rosa se encontraba sentada y muy AGUIRRE

Rebeca Mora Aguirre tranquila se depilaba las cejas hasta dejarlas


casi inexistentes.
Como de costumbre me tocaron los típicos
vendedores del metro: “llévelo, llévelo 10
pesitos pa’ el niño, pa’ la niña, a solo 10 pe-
sitos” y también el que llega con sus bocinas
tipo fiesta en la mochila y te pone los 100 éxi-

CRÓNICA
CRÓNICA

tos de la “Ke buena”.


Nació en México, D.F. el 21 de
Cuando llegué a mi destino y después de va-
junio de 1996. Actualmente es-
rios empujones, logré bajar del vagón. Caminé
tudia su tercer semestre de Co-
hasta encontrar un policía que me indicara
municación en la Universidad
por dónde tenía que ir para llegar al “Museo
Panamericana.
Túnel de la Ciencia”. Nunca antes había pisa-
Gran amante del arte, el diseño
do la estación “La Raza”.
y la fotografía, lo cual se nota en
El “Museo Túnel de la Ciencia” es un pasi-
sus trabajos literarios. Una de
Bajé las escaleras sin prisa, algo me hacía desencajar de toda la multi- llo extremadamente largo, que conecta los an-
las actividades que más disfru-
tud que se movía desesperadamente para llegar a tiempo a los andenes. denes de la línea tres con los de la línea cinco.
ta es leer un buen libro, acom-
Después de unos minutos de esperar en la línea pude comprar mi boleto. Para que transbordar no sea tan pesado cuen-
pañada de música y una taza
Continúe caminando hasta que llegué a la línea amarilla de la estación ta con varias exposiciones. La primera se lla-
de té. Es admiradora de Jorge
“Eugenia” y esperé el arribo del metro dirección Indios Verdes. ma “El calendario de la Tierra” y explica cómo
Luis Borges. Su inspiración nace
Una vez dentro del vagón percibí ese olor tan característico del metro, la se creó la Tierra; hace la comparación de los
de lo que vive día a día y de las
combinación de una loción barata, el sudor del señor que no se ha bañado milenios que tardó en formarse a cómo se hu-
miles de historias recolectadas
(en al menos tres días), los cacahuates enchilados, el café y el olor a caño biera creado si hubiese sido en un año.
en su mente durante años.
o basura de ciertas estaciones. Mientras observaba la exposición un señor
Para llegar a mi destino “La Raza” recorrí nueve estaciones ahogán- de edad avanzada pasó a mi lado escuchan-
dome en un mar de gente, parada y apachurrada, escuchando conver- do “Bomba, bomba ella es... una bomba” con
saciones ajenas sobre los problemas del país o que el hijo de Mariana se paso veloz al igual que la mayoría. Sin fijarse

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en que tenían a la Tierra creándose a su lado. la vida”. Me detuve más tiempo en esta exposición no porque me pareciera
Al doblar en la esquina me encontré con otro pasillo al que no le veía fin, sumamente interesante, sino porque una niña estaba apuntando en una
principalmente porque hay demasiada gente como para alcanzar a ver pequeña libreta roja la información que se le presentaba. ¡Por fin alguien
más allá de dos metros. Conforme fui avanzando la exposición cambió y que aprecia la muestra! Aunque solo fuera por una tarea.
ahora era sobre la evolución de las especies “La evolución es un hecho”. De pronto me di cuenta de que había llegado a la consumación de este
Cuando al fin logré ver lo que yo creía era el final de la conexión, me di universo y regresaba al subterráneo de la Ciudad de México. Al universo
cuenta de que no lo era, era más bien una luz azul ultravioleta que indi- que realmente existe debajo de la acera, lleno de personas, vagones, malos
caba el comienzo de otra exposición. Ahora sobre el universo. olores, comida y prisa. Ya no hay más estrellas, ni planetas, las galaxias
El túnel comenzó a ponerse cada vez más oscuro hasta llegar a la “Bóve- han quedado atrás. La estación “La Raza” vuelve a ser sólo una conexión
entre líneas del metro.

CRÓNICA
CRÓNICA

da celeste”, que es una parte del techo pintada con todas las constela-
ciones (Aries, Capricornio, Cáncer, Osa Mayor), las cuales se realizaron
con una pintura verde fosforescente que sólo se logra ver conforme se va
avanzando por el túnel y con la luz ultravioleta. Es sorprendente cómo la
gente pasa tan aprisa que no es capaz de detenerse y admirar ese pedaci-
to de universo que se les está regalando.
Después de que mi nave espacial regresó a tierra, seguí caminando en-
tre gente apresurada. Parece que esta conexión entre líneas del metro no
tiene fin. En efecto a continuación hay otra exposición “Las estaciones de

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El reino de un león
Paola Mangino Fernández del Valle

El reloj marcaba las 6 y mi acompañante ya estaba listo en la puerta. Par-


timos una tarde, que parecía común y corriente, hacia el poniente de la
ciudad para llegar a Polanco. Los altos y lujosos edificios adornaban las
calles con gran elegancia; se alzaban el Museo Soumaya, el Museo Júmex
y la Plaza Antara. Justo entre aquellos gigantes de lujo se encuentra el

CRÓNICA
CRÓNICA

Teatro Telcel, hogar del rey de la selva y sus más de 40 súbditos.


Entre más nos acercábamos al “corazón de la selva”, más sonaban las
monedas en los bolsillos de las personas, era un evento selecto. Llegamos
temprano, aún quedaban un par de horas para la función. Pero como bien
se sabe, cuando se trata del teatro, hay que ser un poco más que puntual
para asegurarse disfrutar del espectáculo. Paseamos por el centro comer-
cial de enfrente, aparadores con ropa a la moda y nombres de diseñador
era lo que más abundaba. No faltó el Sanborns, puesto que es una de las
tiendas del dueño de muchos establecimientos en aquella zona; se refleja
su riqueza en su patrimonio. La vista desde las ventanas del piso de ar-
riba permitía saludar al brillante sol y la fresca tarde de un 9 de octubre
en sábado, un día perfecto destinado a salir a pasear y disfrutar de una
buena caminata para esperar la caída del sol y el alza del telón. Ya casi
llegaba el momento esperado.
El Teatro Telcel está diseñado como un cenote: hacia abajo. En la parte
superior hay una agradable cafetería donde se puede esperar a la función
o simplemente disfrutar de una buena comida de paso. Miraba el reloj
y aún quedaba una hora, pero no podía esperar más, era momento de
sumergirse. En el centro del mismo, unas escaleras eléctricas nos baja-
ron a una sala estilo lounge donde el flash de las cámaras nos dieron la
bienvenida. De nuestro lado había un pequeño escenario temático para

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retratarse y capturar el momento, un gasto más que se podía hacer o evi- Primera llamada. Las puertas para tomar
tar utilizando la cámara de nuestros celulares. Continuaba el despilfarro PAOLA MANGINO asiento estaban abiertas, así que llegamos di-
con unas pequeñas tiendas de souvenirs: chamarras, playeras, tazas, pelu- FERNÁNDEZ DEL VALLE rectamente a nuestros lugares, unas filas en
ches, calendarios, libros y mucho más trataba de conquistar al público frente se encontraba la actriz Susana Zabale-
para que se lo llevaran a sus casas a precios que uno no pagaría en otro ta con toda su familia. Segunda llamada. En
lado, pero sí en la casa de este rey. el panfleto destacan Shirley Hlahatse como
Rafiki, Flavio Medina como Scar, Jorge Lau
como Mufasa, Carlos Rivera como Simba,
Fela Domínguez como Nala y Ricardo Zár-
raga como Zazú. Tercera llamada. Se apaga-

CRÓNICA
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Soñadora, dulce y alegre. Paola ron las luces y a los lados del escenario se
nació hace 21 años en Veracruz escucharon las percusiones de instrumen-
y actualmente estudia Comu- tos africanos, voces cantando, y de un mo-
nicación en la Universidad Pan- mento a otro, la sala se inundó de un sinfín
americana. Uno de sus autores de grandiosos animales. Jirafas, elefantes,
favoritos es Lewis Carroll. Le aves, gacelas, leopardos, leones, antílopes y
gusta viajar a lugares nuevos y muchos más danzaron frente a nuestros ojos
en los libros también, especial- con el vestuario más ingenioso que he podi-
De nuevo a las escaleras eléctricas, entre más bajábamos más fuerte latía mente si tratan de amor o fan- do conocer. Cada movimiento fue realizado
mi corazón de la emoción, tenía más de un año que no iba al teatro y eso tasía. Su cabello huele a vainilla. a la perfección porque sus cuerpos dejaban
para mí era pecado. Esta creación que tiene más canas que nuestro país de ser humanos para darle vida a las criatu-
sigue vigente por la calidad de entretenimiento cultural que proporcio- ras de la sabana, un espectáculo impresionante y lleno de color. La obra
na. Con solo un poco de escenografía, vestuario, y los actores apropia- se llevó a cabo espléndidamente y sobrepasó los límites de la magia. Al
dos, uno se puede transportar a un centenar de diferentes universos y cerrarse el telón un estallido de aplausos sin cesar inundó la sala, el elenco
sentirse hipnotizado por la magia del escenario. Y no solo eso, la danza sabía que había hecho un gran trabajo.
y el canto son complementos magistrales para hacer catarsis y vivir una Sin querer levantarnos de nuestros asientos, partimos con la multitud que
experiencia que solo en libros podríamos encontrar. El teatro es un arte iba hacia afuera, todos muy satisfechos con lo que acababan de experimen-
muy complejo, pero puede llegar a ser elitista también. Musicales como tar, el teatro es un lugar místico. La salida se llenaba de gente y muchos
este lamentablemente no están disponibles para todo el público, porque más se aglomeraban en las tiendas de souvenirs para llevarse un pedazo
se tiene que sacrificar varios días de trabajo para disfrutar una noche ahí. de sabana a sus hogares.

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y tu piel se pone tensa cual tambor, y te dice que respires hondo y fuerte.
Voltée la cabeza y tosa Terminando de torturarte con sus instrumentos, se digna a introducir un
palo de paleta hasta la pared de tu garganta, a lo que solo puedes respon-
der agitadamente –¡GAAHH!– y esperar que todo termine rápido.
En una sala de espera, con el sonido de la respi-
Aún con tu cuerpo vulnerable ante esta persona titulada como “doctor”,
ración agitada y el tic–tac del reloj suizo que lle-
que simplemente es una nueva clase de verdugo inquisidor con buenas
ENRIQUE GUERRERO va más de 20 años en el mismo lugar, esperas a
BÁRCENAS intenciones, intentas mantener una sonrisa como si todo fuera a salir bien,
que la recepcionista te deje pasar a ver al médi-
aunque dentro de ti sabes que las noticias no serán tan agradables.
co. Cada segundo se vuelve más largo, mientras
los sonidos a tu alrededor se agravan, los olores a

CRÓNICA
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desinfectante y químicos médicos no pueden ser


ignorados.
La recepcionista, con cara de bulldog enojado, te
dice con voz gangosa –Pase por favor, el doctor lo
verá en un momento– mientras te levantas de las
sillas incómodas como de estadio de fútbol pero
con un colchón medio “cómodo”, vas pensando
en todo lo que le vas a decir al doctor, y en lo que
no le vas a decir.
Abres la puerta y sientes la hipocresía del doctor al saludarte y decirte lo
bien que te ves, cuando en realidad pareces un perro muerto de hambre
con la nariz roja como Rodolfo el reno. Desde ahí, todo empieza a des- Te levantas, solo para volver a ponerte la ropa, que ya más bien se siente
moronarse. El inicio de este fastidio empieza con la pregunta incómoda, como tu traje de entierro; te sientas otra vez en la silla frente al escritorio
indiferente y de rutina –Y… ¿cuáles son tus síntomas?– a lo que intentas y esperas. El doctor se toma su tiempo para escribirte una receta que fi-
responder algo más creativo que “Pues mire doctor, me estoy muriendo”. nalmente se tornará ilegible para los ojos de cualquier que no haya pasado
Después de las cuarenta preguntas rutinarias y el sentimiento más ator- doce años haciendo exámenes sobre cada parte del cuerpo humano.
mentador de querer saber qué rayos tienes y cómo van a sacar al demo- Te voltea a ver y te explica que tienes una infección de “no sé qué” en la
nio de tu cuerpo, el doctor atentamente te pide que te despojes de tu ropa garganta, junto con una úlcera gástrica, que seguro te surgió por el estrés
maloliente de enfermo. Al estar casi desnudo piensas que esta visita no de estar esperando al tipo fuera del consultorio y temer por tu muerte.
podría ser peor, pero ese es el preciso momento en el que este profesio- Finalmente te dice que vayas a la farmacia, que es el único lugar en el que
nista pone un instrumento extraño, frío como el hielo mismo, en tu pecho entenderán los mentados garabatos que el doctor te dio, y pidas unas gra-

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ciosas pildoritas que se llevarán todos los malestares de tu vida.
Te levantas, le das la mano al doctor, mientras te dice –¡Espero no vuelvas Adoptando a Dana/Helga
pronto! – el chiste que probablemente le ha contado a todos los pacientes
que ha tenido –Paga en la recepción por favor– agrega después de su mal Valentina Hayashi Chávez
chiste y cierra la puerta para bien. Te acercas a la recepción, después de
tener una de las experiencias comunes más incomodas que alguien pu-
“¿Quién decidió que la misión de Dana en esta vida era sim-
diera tener.
plemente ser pie de monta de perros con pedigree en un
De nuevo, frente a la recepcionista, la cual ahora tiene la cara más ho-
criadero? ”
rrible gracias a las horas que debe de estar ahí sentada viendo todo el
repertorio de telenovelas del canal dos, le preguntas –¿Cuánto fue de la

CRÓNICA
CRÓNICA

consulta señorita?– sí, te dignas a decirle señorita, aunque lo único que


tenga de señorita es que no está casada, a lo cual te responde con su mis-
ma voz gangosa y gris –Doscientos pesos joven.
Pagas, sin antes darte cuenta que acabas de pagar por sentirte horrible
una hora con una persona que no conoces y ha visto más partes tuyas
que cualquier mujer en los últimos meses. Finalmente sales de la puerta
del consultorio sin saber si te sientes aliviado o simplemente peor.

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Abrimos la puerta y sus patitas viejas dieron los primeros pasos por la do de la basura y con un miedo que, por lógica, un ser de su tamaño no
casa; se sintió una gran expectativa en el ambiente. ¿Qué pasaría?, ¿le debería tener, Dana vio venir una mano, esta mano sería su salvación; o
gustaría su nuevo hogar?, ¿podría convivir con un lechón/perro, un gato eso creía.
que se cree bebé y una gata que pide amor las 24 horas del día? La metieron en una jaula dentro de un coche. Este empezó a moverse. Es-
Ninguno en la familia sabíamos qué iba a pasar, pero estábamos seguros cuchaba ladridos y olía a otros perros. Llegaron a su destino y este lugar
que íbamos a esforzarnos por que lo que pasara fuera algo positivo para era el antirrábico.
Dana, que de ahora en adelante se llamaría Helga, aunque no creo que le Pensemos lo que es un antirrábico. Es un lugar lamentable, muy insalu-
importara el cambio de nombre, ni siquiera creo que sepa cómo se llama. bre, el cual lo único que hace es ocultar a los perros callejeros. Nosotros
Dana es una gran danés de 10 años, tiene unas patas kilométricas, una pensamos que no hay porque ya no los vemos en la calle, sin embargo
cara más grande que la mía, una mancha blanca en forma de corazón en estos lugares están llenos de mascotas que mágicamente desaparecieron

CRÓNICA
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el pecho y unos ojos verdes que transmiten mucho sufrimiento. de nuestra vista.
Ella nació para una misión, como todas las personas y animales que vie-
nen a este mundo, pero ¿quién decidió que la misión de Dana en esta
vida era simplemente ser pie de monta de perros con pedigree en un cria-
dero? Los cachorros serían vendidos a precios exorbitantes, solo porque
según ellos eran de sangre más pura que los otros, los criollos.
Esta perra estuvo 6 años teniendo innumerables partos cada vez que
podía, una tras otra, generándoles felicidad a familias las cuales estarían
encantadas de presumir cuánto gastaron en un perro de raza, el cual
cuando creciera mucho y les fuera aburrido y estorboso simplemente lo
echarían a la calle.
En algún punto de su vida, la gran danés de ojos tristes dejó de funcionar,
y por funcionar me refiero a que ya no tenía la misión que estas personas
decidieron que tendría toda su vida. Dana ya no podía tener cachorros.
Eran días y noches en la calle, acostumbrada a comer 3 veces al día, esta
perra no sabia cómo moverse. Dana no estaba educada para sobrevivir en
las banquetas. No sabía buscar comida por cuenta propia. El criadero que
había sido su hogar y las personas que habían sido su familia la echaron
simplemente porque dejó de servir, como cualquier otra máquina que
usaran día a día. Después de meses de deambular por las calles, comien-

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El nuevo destino de Dana no pintaba nada bien ya que en los antirrábi-
VALENTINA HAYASHI CHÁVEZ
cos, después de varios días, los perros que no fueron encontrados por sus
dueños o rescatados son puestos a dormir, o mejor dicho los sacrifican. Soy estudiante de Comunicación. Me gustan la fotografía, el

Precisamente eso iba a sucederle a esta gran danés, después de una vida periodismo y la producción televisiva. Quiero saber lo que el

de ser usada como máquina su destino era morir por la decisión de per- mundo piensa y que ellos sepan cómo pienso yo. Creo que hay

sonas que consideraban que era un estorbo. muchísimas formas de comunicación y que todas ellas tienen

Pero el destino de Dana no logró cumplirse, ya que la asociación “Cam- su encanto y por lo tanto hay que intentar usarlas todas para ex-

bia un Destino” lo evitó. presar nuestras ideas, emociones, pensamientos e inquietudes.

Rebeca Sánchez, cansada de la situación de estos animales, fue al anti-


rrábico y rescató a cada uno de ellos; entre estos a Dana. Como requisito para la adopción, teníamos que estar la familia entera jun-

CRÓNICA
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Llegó a un lugar donde los perros corrían libremente, comían 3 veces al ta en la veterinaria, lo cual demuestra el compromiso y el acuerdo de que
día y sorprendentemente eran amados no por lo que hacían sino por lo todos los integrantes quieren un perro nuevo, luego es la entrevista la
que eran. cual es aproximadamente de 30 preguntas acerca de nuestro interés y los
Después de dos semanas de vivir tranquila conviviendo con otros perros cuidados que le daremos a este perro.
y recuperando el peso que perdió en las calles Dana salió a pasear, todo Después de la entrevista es la hora de conocer a la perra y si después de
parecía habitual hasta que al llegar a la calle Tonalá, donde se encuentra conocerla te convence entonces se agenda una cita para entregarla a la
la veterinaria de “Cambia un Destino”, vio a una familia esperando por casa en intercambio de una donación para seguir ayudando a perros.
ella; junto a Dana venía Rita, una cruza de pitbull y criollo; era lógico El sábado llegó y mi papá llevaba desde la madrugada armando la casa de
que cualquiera en su sano juicio escogería a la pitbull la cual era activa, Helga, asi se llamaría ahora, ya teníamos todo preparado para la llegada
cabía en muchos lados y especialmente era joven, tan solo 3 años. de nuestro nuevo integrante.
La historia era la obvia, Dana se quedaría en su ahora casa y Rita viviría Ese día fue el primero de la vejez de Helga, cuando sintió lo que es un
una nueva vida. 10 manos se abalanzaron contra Dana. Siempre quisi- abrazo, una caricia, un bonche de besos, una cama caliente y muchas otras
mos un perro grande y cuando nos dijeron que tenían a una gran danés cosas que no llevan ninguna intención más que darle la bienvenida a una
en adopción no lo pensamos dos veces. Cuando llegó no pudimos de la verdadera familia.
emoción, todos nos fuimos contra ella, la abrazamos, le dimos besos, era
hermosa.
Nos explicaron que era una perra muy tranquila y que por lo tanto no
tendría problemas en convivir con gatos, eso era lo único que nos preocu-
paba pero ya con eso fuera estábamos cien por ciento seguros de que
queríamos a Dana como mascota.

39 40
contenía los horarios de los trenes y ahí fue cuando lo vi por primera vez.
Un alemán amante de Siria en Su cabello era blanco, grasoso y se encontraba descuidado. Tenía una go-
rra roja con palabras escritas en alemán. Sus botas eran enormes y pare-
Dinamarca cían tener una historia interesante que contar, estaban llenas de lodo y
manchas verdes. Al caminar un poco más cerca de él, pude percatarme de
Roberto Candiani Jiménez su hedor. El vodka parecía tener un papel trascendente en su vida diaria.
Un poco desconfiado, me alejé lentamente.
El tren se detuvo en la pequeña ciudad de Odense. Se abrieron las puer-
Cuando creí haberlo dejado atrás, una mano de gran tamaño y negra a
tas y cansado, con lágrimas en mi cara por despedirme de mis amigos,
causa de la suciedad me tocó el hombro y me hizo girar en mi propio
salté al pie de la estación. De manera recurrente, un dolor con fuerza
eje. Aquel señor que observé sentado en una banca hace pocos segundos,

CRÓNICA
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escalaba mis piernas. Mis brazos temblaban por el viento helado que
me preguntó si me encontraba perdido. Como manera de autodefensa, el
recorría la ciudad. Dinamarca siempre se encuentra vulnerable a tem-
sueño se fugó de mis ojos e inmediatamente le contesté que no. El señor,
peraturas bajas.
que parecía autoritario y atemorizante, encogió sus hombros y dijo:
Subí las escaleras eléctricas con dirección a la sala de espera. No había
–Bueno… si tú lo dices. — me contestó sonriendo.
dormido bien en días, por lo tanto mi cabeza se encontraba perdida entre
–Pues, en realidad no estoy seguro a qué anden debo de ir– dije con duda.
el mundo real y el de los sueños. Me detuve a observar la pantalla que
–¿Vas a Copenhague?
–Así es. ¿Cómo lo supiste?– afirmé mirándolo con extrañeza.
–Todo mundo aquí se dirige para allá. He estado en esta estación más de
cincuenta veces y siempre me preguntan por el mismo destino– suspiró el
extraño– es en el andén cuatro.
–Muy bien, gracias– exclamé con rapidez para alejarme lo más pronto
posible de él.
–Espera …¿tienes tiempo?– me preguntó el hombre.
En este punto, dudé en huir. Mi percepción sobre el señor cambió mucho.
De hecho, sí tenía tiempo, muchísimo. Pero él era un extraño que olía a
alcohol. Solamente por el concepto, no me daba confianza. Finalmente, es-
tábamos en una estación con mucha gente, hacerme daño no era tan fácil.
Así que decidí tomarle la palabra y nos sentamos a platicar.
–Y usted qué hace en esta ciudad tan poco conocida– le pregunté con sin-
ceridad.

41 42
–Vine a visitar a mis antiguos amigos. en una ciudad cercana. Salimos dos horas, no más– al terminar estas pa-
Tenía muchos años sin verlos. De hecho, labras, el hombre se quedó callado unos segundos.
la última vez peleamos juntos en Siria. –¿Y qué pasó?– pregunté casi seguro de la respuesta.
– me contestó con mucha naturalidad. –Latakia fue destruida. Esas dos horas de ausencia por parte de mi gente
–¿QUÉ? ¿SIRIA? ¡Wow, qué interesante! marcó el final de la vida de 70 personas. Estuve devastado, me sentí en-
¿Usted a qué se dedica?– dije con muchí- teramente culpable por la muerte de tanta gente. Sentí un vacío gigantesco.
sima emoción e intriga. Lloré por las cinco horas siguientes. Caminé entre los restos que había de-
–Fui soldado en Alemania. Mira esto. jado la explosión. Sin ánimos, me sentía rendido. Sin embargo todo cambió
– me acercó su muñeca que tenía un cuando la escuché. Un lloriqueo débil se asomaba entre dos paredes que
viejo reloj polvoriento– Es mi reloj de habían colapsado formando una especie de triángulo. Me acerqué rápida-

CRÓNICA
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la suerte. Lo tengo desde que fui a mi mente y vi su carita llena de polvo. La tomé en mis brazos y le limpié los
primera batalla. Me lo dio mi coman- ojos. Inmediatamente mi corazón sintió calidez, era amor a primera vista.
dante con la orden de romperlo en el Mi hija, aquel día adopté a Sunny, mi niña.
momento en el que esté a punto de dar Para este punto, me sentí completamente conmovido. Al mismo tiempo,
mi último suspiro. Así se sabrá con ex- mis gestos expresaban asombro, intriga, felicidad, tristeza y dolor. Jamás
actitud la hora de mi muerte. había experimentado tantas emociones en tan poco tiempo. Miré mi reloj
Mi cara no podía tener gestos de sorpresa más grandes. Estaba platican- y me sorprendió el paso del tiempo. Ya era hora de abordar mi tren hacia
do con un antiguo soldado de guerra. Lo único que no me agradaba era Copenhague.
que seguía empinándose la botella de vodka cada cierto tiempo. Incluso –Me tengo que ir. Gracias por la plática. Estoy contento que por lo menos
me ofreció más de dos veces. Conforme el tiempo pasaba, me recalcó que tuviste la oportunidad de encontrar el amor a raíz de esa horrible expe-
tenía un enorme amor por Siria: riencia– comenté.
–¿Sabes?– exclamó el soldado con un aire pensativo– no es el país en sí. –Gracias a ti por escuchar– me dijo el señor con una sonrisa.
Siria siempre se me ha hecho interesante. Pero gracias a aquel lugar, con-
seguí a mi hija. ROBERTO CANDIANI JIMÉNEZ
–¿Cómo?– dije con mucha curiosidad.
Tiene 20 años y nació el 20 de Marzo de 1995. Estudia comunicación en
–Lo que pasa es que me dieron la tarea de cuidar el pueblo de Latakia.
la Universidad Panamericana. Desde pequeño fue amante de la lectura,
Éramos un escuadrón de 20 soldados y yo estaba al mando. Nos man-
sus padres le inculcaron esa curiosidad de aprender más para ampliar
tuvimos conviviendo con la gente de Latakia por tres años, nunca hubo
su conocimiento. Busca especializarse en el ámbito cinematográfico.
ningún problema. El 13 de marzo de 1992 recibí un mensaje de mi co-
Le apasiona ver películas y analizar la parte técnica de cada escena.
mandante. Él necesitaba a mis hombres para movilizar un cargamento

43 44
¿La vida sin cultura o la
cultura sin vida?
Sandra Moreno Zamundio

“Nuestra sociedad está cayendo en picada, porque ya no se


lee, porque ya no sabemos leer”

Nuestra generación se ha caracterizado por ser de aquellas que no dejan


pasar oportunidades. Esos que gritan YOLO mientras manejan a 180 km
por hora en una avenida a las dos y media de la mañana. Sí, somos la era
de los que valoran el momento y no el ayer.
“La historia es una mentira escrita”, decía mi profesor de historia en pre-
femenina.
paratoria. Una mentira que, sin embargo, bases y fundamentos tenía en
Nuestra sociedad está cayendo en picada, porque ya no se lee, porque ya
nuestra formación. Gracias a los estudios previos es que hemos logrado
no sabemos leer. Dale un libro a un niño de 7 años y va a tomarle una foto

ENSAYO
consolidar lo que hoy llamamos sociedad y ahora resulta que no hay me-
ENSAYO

para ponerla en Facebook. Y no, pueblo mexicano, esta vez no podemos


jor herramienta de conocimiento que la vida misma. Esa supuesta vida
culpar al gobierno por esto, somos nosotros mismos los que estamos eli-
que se vive a través de los medios y las nuevas formas de comunicación
giendo el dejar la cultura escrita a un lado; claro, porque es más fácil ver
que tenemos al alcance de la mano, la vida tecnológica, algunas veces
que pensar, reflexionar y razonar. Somos nosotros los que elegimos esta
montada por los mismos actores. Es decir, creada o manipulada por no-
vida sin cultura y los que estamos dejando a la cultura sin vida.
sotros.
El ser humano contemporáneo ha olvidado que la esencia es su razón, que
He sido víctima de este tipo de vida, en el que importa más cuántos likes
lo que nos diferencia de las bestias es que somos capaces de crear cultura.
le dan a tu última foto en Instagram que el número de páginas leídas
SÍ GENTE, CULTURA. Somos capaces de crear un pensamiento y dar una
que lleves de Cien años de soledad. Con esto debo decir que me he sentido
opinión. Pero de nada nos sirve tener una opinión sobre las cejas de Cara
traicionada por el sistema educativo, político y social en el que vivo. ¿Por
Delevingne, si no podemos recomendar un libro para un sábado por la
qué? Porque nuestro presidente no es capaz de mencionar cuatro libros
tarde más allá del de Yordi Rosado, que va de la adolescencia y el amor de
que hayan marcado su vida en una entrevista, pero da el grito directa-
pubertos.
mente en Periscope; y porque Yuya ya sacó su segundo libro de belleza

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La cultura es lo que nos hace ser humanos, pero quede claro que con esto
no quiero decir que debamos dejar la tecnología a un lado, no; es solo que Mártires en la crisis moderna
debemos retomar los cánones de los cuales venimos y hacerlos nuestros.
Adaptarlos y no desecharlos como si no nos sirvieran, porque al final de Melissa Juárez Mora
ellos hemos nacido.
Uno es lo que lee, somos el reflejo de nuestro libro favorito, somos la
creación del Principito, los monstruos de Mary Shelly y el drama de Ana “la violencia mexicana no queda en un estado opresor ni en
Frank en cada página de su diario. Nosotros somos historia, somos cul- un sofisticado sistema de narcotráfico. Empieza conmigo, con
tura. nosotros, con todos.”
Somos esa cultura que estamos dejando sin vida.

El siglo pasado fue testigo de dos grandes guerras que hicieron ver las
batallas de Napoleón como un juego de niños. El daño no se quedó en las
trincheras, aun con “tratados de paz” y organizaciones mundiales que bus-
caran la diplomacia, el daño moral y psicológico que dejaron estas guerras
sigue manchando al hombre hasta nuestros días. De pronto la vergüenza,
apatía y melancolía de los sobrevivientes de los conflictos bélicos pasó a
las generaciones próximas, primero en la cultura y el arte, y luego en los

ENSAYO
sistemas político y económico ―con su egoísmo y desinterés hacia el bien
ENSAYO

o mal del otro―. “La Modernidad tiene una insaciable avidez de progreso
y de consumo y el fascismo es la violencia sin rostro humano, precedido
de la modernidad” (Benjamin, W.).
Fromm se pregunta si acaso no es cuerdo aquel inadaptado a la sociedad,
si esta no es una sociedad enferma. ¿No será posible que la masa se en-
cuentre inadaptada a la propia naturaleza humana?
“Muchos neuróticos graves creen que sus ritos compulsivos o sus ma-
nifestaciones histéricas son reacciones normales contra circunstancias un
tanto anormales. ¿Y qué es lo que sucede con nosotros? (…) No es mucho
más alentadora nuestra gestión en los asuntos económicos. Vivimos den-
tro de un régimen económico en el que una cosecha excepcionalmente
buena constituye muchas veces un desastre económico, y restringimos la

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no queda en un estado opresor ni en un perturbadoramente sofisticado
sistema de narcotráfico. Empieza conmigo, con nosotros, con todos. Con el
mexicano que vemos en el espejo.
Esto no es sorpresa cuando analizamos los factores que la OMS ha declara-
do que pueden influir para que surjan conflictos y los comparamos con
nuestra realidad: la ausencia de procesos democráticos y el acceso desigual
al poder. Las desigualdades sociales caracterizadas por grandes diferen-
cias en la distribución y el acceso a los recursos. Los cambios demográfi-
cos rápidos que desbordan la capacidad del Estado para ofrecer servicios
esenciales y oportunidades de trabajo. A lo que agregan:
Algunos de los factores de riesgo comunes a todas las formas de violencia
interpersonal son haber crecido en un hogar violento o roto, las toxico-
producción en algunos sectores agrícolas para “estabilizar el mercado”,
manías, el aislamiento social, la rigidez en los roles de los sexos, y la po-
aunque hay millones de personas que carecen de las mismas cosas cuya
breza y la desigualdad en los ingresos, así como características personales
producción limitamos, y que las necesitan mucho”
tales como un insuficiente control del comportamiento y la escasa autoes-
El mayor problema en torno a la violencia actual no se encuentra en cuán-
tima (OMS, Informe mundial sobre la violencia y la salud).
tos sean afectados ni qué tan intensa sea esta. El mayor perjuicio es que
Los factores mencionados son un esbozo de los problemas que aquejan a
se trata de una situación en la que la propia culpa se niega o se ignora, y

ENSAYO
una buena parte del país, y bajo estas condiciones el resultado es tensión
ENSAYO

ninguna ayuda se le puede dar al que no acepta que la necesita.


y miedo en la sociedad; lo cual influye en el individuo quien, a su vez, ex-
Esto no significa que sea un problema nimio: vivimos en una sociedad
acerbado y vacío busca venganza, o bien en el caso del perpetrador, busca
tan dañada, que la agresividad ni siquiera se percibe como una prisión de
reconocimiento y poder.
la cual librarse; el hombre ha tenido revoluciones ideológicas y políticas
Aunque el estado pueda influir en algunos de estos factores, es el pueblo
tan fuertes que creemos que nuestra libertad y equilibrio ético han sido
quien los acepta; mediante el sometimiento a las leyes que causan estos
ya conquistados. Mientras tanto, vituperamos las burkas y algunas so-
fenómenos, o una cultura que marca diferencias innecesarias entre clases,
ciedades orientales por ser “misóginas” mientras que aquí, el mexicano
acepta el egoísmo y avaricia como un instrumento que lleva al progreso
macho se manifiesta en la vida cotidiana; nuestra graciosa democracia se
o acepta actitudes y acciones de sometimiento y dominio. “Ser la víctima
vive en una incomodidad permanente, y si acaso se tiene la suerte de ser
es sencillo; reconocerse como victimario y perseguidor ―como hicieron
escuchado, no faltará la violenta oposición que no buscará dialogar, tan
Pedro y Pablo, por cierto― requiere una conversión” (De Haro, V., ¿De
sólo mostrar superioridad o satisfacer su berrinche de tener la última pa-
quién soy el victimario?). Somos nosotros mismos quienes debemos buscar
labra. Todo esto se resume en que, evidentemente, la violencia mexicana
una cultura de paz y solidaridad (sin perder la propia individualidad);

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buscar la conquista interna para ayudar al otro (pues si nosotros mismos de la responsabilidad al ceder su libertad y voluntad a convencionalis-
estamos turbados y no dominamos los impulsos violentos, somos parte mos sociales y rebajar su género para competir y sobresalir. La mujer que
del problema, alimentamos la violencia). quiera hacer un cambio positivo debe de reconciliarse con ella misma y
Un ejemplo es el de la mexicana inquisidora que maltrata a otra. En una buscar crear, ayudar a otras mujeres que corren peligro o, sencillamente,
cultura de machos, quizá teman perder los beneficios que el sexismo trae no volverse un obstáculo para las que la rodean.
consigo, o sea la cultura de hostilidad entre mujeres que han adquirido; En cuanto al desorden político que nos aqueja, el individuo que desee
de cualquier manera es desconcertante que las que pueden poner un alto participar en una verdadera democracia, y evitar que la intolerancia des-
a este tipo de violencia sean cómplices de la rigidez y a veces crueldad de emboque en violencia social y política, debe estar dispuesto a escuchar y
la que son víctimas. Viven en un acondicionamiento en el que la violen- a ser crítico y reflexivo incluso con sus propios ideales.
cia e inequidad son normales o quizá deseables. En estos y muchos de los problemas que nos afectan como sociedad sólo
“El machismo es una conducta que no tiene fronteras, pero la tendencia podemos encontrar soluciones al aceptar la parte que nos corresponde de
a no aceptarlo por parte de las mujeres en otros países define una gran la fractura. Sólo un hombre completo y realizado puede mirar al otro y
diferencia con la realidad cotidiana que se percibe ―en México―” (Fe- tender su mano. La educación es sólo una parte de la solución ya que, el
rrer Pérez, V. & Bosch Fiol, E., Violencia de género y misoginia) sujeto, además debe tener la voluntad de mejorar y la consciencia de la
De nuevo, solo la misma víctima puede generar un cambio, y carga parte necesidad de contribuir a la sociedad. Así la propensión a la agresión será
menor, o en su defecto, la agresividad se verá inhibida por otros valores y
enfocada a una solución positiva y creativa.
Finalmente, se debe buscar una reconciliación con la naturaleza y el próji-

ENSAYO
ENSAYO

mo, y sobre todo, confrontar nuestra responsabilidad y libertad emocional


y psíquica para construir una mejor sociedad; como un humano completo,
libre, independiente y creador. “En el acto de amor, yo soy uno con todo y,
sin embargo, soy yo mismo” (Fromm, E., El arte de amar).

MELISSA JUÁREZ MORA

Melissa Juárez Mora estudia el cuarto semestre de Comunicación

en la Universidad Panamericana. Le gustan el terror y la sátira;

su cuento favorito es Berenice de Allan Poe y le encanta la película

El hombre elefante. Prefiere usar su segundo apellido porque sue-

na al de Bianca Perez-Mora, diva y activista nicaguarense.

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puedes olvidarte de todo lo demás, son
Proyector de vidas
MÓNICA GONZÁLEZ
unas horas que disfrutas y que te alegran, URRUCHÚA

que te hacen experimentar un sentimien-


Cuando a alguien le pregunto si es to que nunca habías sentido, te despierta
posible vivir muchas vidas todos todo aquello que lo demás no hace y aún
me responden que no, ¿pero están así la gente sigue diciendo que no han
en lo cierto? vivido.
En mi opinión no, uno todos los Porque no estoy hablando de algo que
12 de agosto de 1995 en México, D. F.
días puede vivir muchas vidas, y sea extraño para alguien, creo que todos
Actualmente estudia la carrera de Comu-
eso no significa que dejen la suya. aquellos que lean lo han hecho, sólo que
nicación en la Universidad Panamericana
Mucha gente me tirará de loca y no se han dado cuenta, o a lo mejor no
en el Distrito Federal. Busca especializarse
dirá que estoy perdiendo todos los ven las cosas de la forma en la que yo las
en la rama de producción cinematográfica,
tornillos, pero lo que digo es cierto, veo y es completamente válido, pero no
al igual que en guionismo. En su tiempo
no cabe duda. me pueden decir que no han vivido otras
libre le gusta leer y escribir con música
Y es que puedo decir que como 3 vidas.
como compañía. No tiene un escritor fa-
veces al mes puedes vivir una nue- ¿No fuiste alguna vez un mago? ¿No
vorito, cada libro que ha leído ha sido una
va vida, puedes experimentarla de fuiste alguna vez poseído? ¿No fuiste
fuente de conocimiento por lo que cree que
una manera en la que nadie más lo una princesa en busca de tu príncipe?

ENSAYO
ENSAYO

cualquier cosa que se lea es buena. Ama las


permite. ¿No fuiste un agente tratando de comple-
películas (en especial las de superhéroes)
¿Que si es caro? Claro, es carísimo, tar una misión imposible?
le encantan las fotografías. Le gusta más
pero nadie más te da una oportuni- Si has contestado afirmativamente al
verlas que hacerlas, pero nunca se niega el
dad como esta y a mi parecer vale menos a una pregunta, temo informarte
gusto de poder retratar la realidad o bien
la pena, porque por un momento que sí has vivido más vidas de las que
hacer realidad su propia fantasía
crees.

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Eso es lo increíble del cine. amor por el cine el que me hace hablar a lo menso, pero no lo creo.
Puedes quedarte sentada experimentado todo aquello que pasa enfrente No creo que sea posible que alguien sea incapaz de sentir cosas al entrar
de tus ojos; algunas personas me tachan de loca, ¿pero estoy verdadera- a una sala, sentarse y ver diferentes perspectivas de la vida. Si un hombre
mente loca? pierde a su hijo, me gustaría pensar que todos en la sala llorarían o por lo
Si analizo el objetivo del cine voy a decir que nos trata de hacer sentir lo menos que mostraran algún signo de tristeza, algo… lo que sea.
que pasa, no por algo hay miles de películas que hablan del amor, de la Alguien que no reaccione a cualquier cosa que se proyecte no puede ser
guerra, del trabajo. El simple objetivo del cine es que por medio de una humano, pero volviendo a las palabras de Amara, todo es subjetivo; mi
pantalla y un reflector, puedas experimentar sentimientos, que puedas punto de vista es subjetivo.
emocionarte por todas esas cosas que pasan enfrente de tus ojos. Por ahora yo vuelvo a insistir que he vivido muchas vidas, que esas salas
De qué serviría hacer una película de drama si no logras identificarte por en las que me he sentado me han permitido entrar a un nuevo mundo el
lo menos en una cosa con el protagonista, o una comedia en la que no cual me permite soñar, el cual me permite vivir.
puedas reír de las ocurrencias del protagonista. Sé que vivir muchas vidas puede llegar a generar ciertos sentimientos no
Porque cuando ves una película eso es lo que pasa, a lo mejor no se dan gratos, y que en ciertas cosas puede ser muy abrumador, porque al termi-
cuenta, pero miles de veces han llorado, han reído, se han enojado con nar de vivir esta experiencia volvemos a caer en nuestra vida y ese es uno
alguna película, pero la realidad es que no están llorando por lo que está de los peores golpes. Los golpes de realidad.
pasando en su vida, sino porque quieran o no están viviendo una vida Porque a pesar de disfrutar por unas horas esa maravillosa experiencia,
que no es suya, se están logrando identificar con lo que está pasando; sigue siendo difícil ver que las vidas que desearías tener no son las que

ENSAYO
simplemente porque son humanos y porque aunque no queramos, tene- estás viviendo ahorita.
ENSAYO

mos la empatía pegada en nuestros huesos. Y aún así todos siguen yendo a las salas de cine para poder disfrutar de
Luis Amara diría ahorita que esa es mi experiencia, que estoy escribien- aquellas vidas que nunca vivirán, o que a lo mejor, si tienen la suerte nece-
do este ensayo por mi experiencia personal, que definitivamente todo saria, podrían llegar a vivirlas.
esto es subjetivo. ¿Pero lo es en realidad? ¿Soy la única que piensa esto? Todo esto viene de un proyector, que a mi parecer es el proyector de vidas.
Yo no lo creo, a lo mejor en serio estoy perdiendo los tornillos, y que es mi

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puso todo su esfuerzo en moverse unos cuantos centímetros y logró es-
conderse en una esquina. No lo encontró.
El suéter regresó a su lugar después de unos días. 3 hizo un esfuerzo por
El inútil botón aquel
Cecilia Garza Corres
Dentro del ropero de Lilia, entre los pantalones y las camisas, había un suéter de lana rosa pastel con 9 botones blanco aperlado. Dentro de estos se encontraba
el 3, y tal como su nombre lo dice, era el tercer botón. Así es, debajo del 2 y antes del 4.

Dentro del ropero de Lilia, entre los pantalones y las camisas, había un
suéter de lana rosa pastel con 9 botones blanco aperlado. Dentro de estos
se encontraba el 3, y tal como su nombre lo dice, era el tercer botón. Así
es, debajo del 2 y antes del 4.
3 quería ser el primero, quería ser el importante. Aparte a 1 nunca lo
abrochaban, y 3 odiaba que lo abrocharan; no le gustaba sentir la presión
que rodeaba su cuello y el esfuerzo que tenía que hacer para manten-
er cerrado el suéter, sentía que era completamente inútil por estar en el
tercer lugar. Llevaba ya 2 años en esa cálida prenda. No aguantaba ni un
segundo más, su suéter era el favorito de Lilia así que siempre lo usaba.
Decidido, comenzó a romper los hilos que lo ataban a ese suéter ―eran
muchos y tardó un rato. Los otros botones le dijeron que estaba loco, pero ver a sus amigos y de pronto, ¡sorpresa, un nuevo 3! Alguien había toma-
no escuchó. do su lugar y todos los botones se veían contentos.
Quedaba sólo un hilo, y antes de cortarlo se despidió de sus compañeros Nunca encontraron a 3, el original. Y en ese rincón, quedó el inútil botón
de vida, 2 y 4. Cortó el último hilo y saltó. aquel.
3 veía desde el fondo del ropero cada vez que Lilia buscaba ropa para
ponerse. A veces cuestionaba su sentido de la moda, pero no decía nada,
sólo reía en silencio. A veces extrañaba platicar con sus botones favoritos

MINIFICCIÓN
MINIFICCIÓN

pero no había forma de que lo escucharan, así es que ni lo intentaba. Se


comenzó a sentir solo.
Cuando la niña abrió el ropero para buscar su suéter favorito se encontró
con la sorpresa de que faltaba un botón. Buscó por todas partes, pero 3

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Una mala influencia ¿Qué es la felicidad?
César García Ibarra Mónica Regina

Llegamos pasado las tres a la casa. Empezamos a bailar sin música, pero Hace mucho tiempo un oso se hizo una pregunta: ¿Qué es la felicidad?
José Cuervo se me resbaló de las manos. Parece que quiere que nademos, Mientras pensaba en la respuesta cazaba peces; cuando estuvo satisfecho
entonces me quito los zapatos. La alberca es ahora de sangre y José Cuer- sintió algo en su estómago. Pensó que esa era la felicidad, pero el sen-
vo rompió más que las reglas. timiento fue tan efímero que lo descartó y
siguió caminando.
Pasaba por un sendero y vio a los ciervos

Pulso saltar, no parecían tener preocupa-


ciones: sólo saltaban como Dios se lo
permitía.
Enrique Guerrero
¿Acaso eso es la felicidad?, se preguntó.
Trató de ver si tenía algo de divertido saltar, pero
Con un corazón roto y sangre en los zapatos, el cirujano se dio cuenta de
cuando lo hizo se dio cuenta de que no lo hacía
que no podía hacer nada por su amada.
tan alto como ellos. Así que siguió su camino.
Al pasar por unos árboles altos vio a los changos
columpiándose en sus ramas, hacían sonidos ex-

Pareja ideal traños, el oso creía que eran risas.


¿Acaso eso es la felicidad?, se volvió a preguntar.
Trató de trepar, cuando llegó a la primera rama
Daniela Rodríguez
se sentó; al principio sintió emoción, pero al poco
tiempo se aburrió y se bajó.
Después de largos años de paciencia y una cansada búsqueda, Sarah dio
Casi llegando a su cueva se encontró con una jauría de lobos; trató de ver

MINIFICCIÓN
por fin con ese hombre único al que una mujer jamás debe dejar pasar.
MINIFICCIÓN

qué era lo que estaban haciendo y nunca se dio cuenta de que un lobo es-
Él tenía los colmillos largos y agudos: ella tenía la carne blanda y suave:
taba acechándolo desde los arbustos.
estaban hechos el uno para el otro.
Los lobos fácilmente encontraron la felicidad.

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Febrero 2016
Ciudad de México

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