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La idea y objetivo es dinamizar nuestras Fraternidades Locales, intentando dar un impulso a éstas,
simplemente viviendo nuestra Regla y Constituciones. Transformando nuestras Fraternidades en
Fraternidades VIVAS: Plataformas Evangelizadoras. Para este objetivo nos apoyaremos en el
PROYECTO DE VIDA DE FRATERNIDAD
Artículo 3,3 de las Constituciones Generales: La vocación a la OFS es una llamada a vivir el
Evangelio en comunión fraterna. Con este fin, los miembros de la OFS se reúnen en
comunidades eclesiales, que se llaman Fraternidades.
Mirando la vida de Francisco de Asís vemos que es la Fraternidad para él, observamos que
la fraternidad tiene su fundamento en la paternidad de Dios. Luego su origen es cuando
Francisco desnudo y delante del Obispo de Asís, exclama: Ahora puedo llamar a Dios: Padre
mío que estás en el cielo
La Fraternidad debe ser centro de nuestra vida, lugar donde vivir mi vocación. Sin mi
Fraternidad y sin mis hermanos no puedo desarrollar mi vocación: vivir en Evangelio en
comunión Fraterna.
Ser hermanos es compartir con confianza. Para ser hermano, el hombre debe cambiar su
instinto de dominador por el de servidor (ser menor). Desde la gloria, el honor y el poder no
se puede servir a nadie, y sí desde la pequeñez. Todos somos pobres, limitados, y por tanto,
tenemos necesidades. Por eso Dios-Padre nos regala la fraternidad. En la fraternidad debemos
compartir con confianza: Dar, Pedir y Recibir. Cualquiera de las tres son igual de importantes.
Que nunca exista paternalismo, pues destruye. Hemos de crecer en capacidad de escucha, esa
que poseía hermano Francisco, pues ser hermanos no es ser iguales. Es muy importante la
diversidad el y respeto a lo peculiar de otros hermanos en su seguimiento de Cristo.
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La fraternidad es el rostro de la Paz y el Perdón. Es Importante sentir la experiencia del
Perdón de Dios al recibir el sacramento de la Reconciliación, pues así se va adquiriendo
capacidad de perdón. Y perdonando se toma parte del don gratuito del amor de Dios. No hay
fraternidad sin la fuerza del perdón. El gran veneno de la fraternidad son los juicios y críticas
a espalda. La corrección fraterna pasa por la sinceridad y por el amor y el respeto al hermano
que se corrige.
Nos queda, y es muy importante, para conseguir estas dos grandes tareas crecer en:
Vivir nuestra Vocación: La vocación del franciscano seglar vivida con gozo es siempre noticia,
pero no se trata sólo de informar e iluminar, es de testimoniar y manifestar la belleza de la
entrega total de sí mismo a la causa del Evangelio. La Vocación es un Don que hemos recibido
individualmente pero para ser vivido en Fraternidad y ser manifestado como Fraternidad
2. LA FORMACIÓN Y ORACIÓN
¿Qué podemos entender por Formación Franciscana?
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huellas de Cristo pobre y crucificado, como discípulo suyo, bajo la acción del Espíritu
Santo.
la Formación es una ayuda a los hermanos para descubrir la novedad y la vitalidad en la
propia llamada como don del Espíritu en el seguimiento de Jesús al estilo de Francisco de
Asís.
La formación franciscana es un proceso continuo de crecimiento y de conversión que
compromete toda la vida de la persona, llamada a desarrollar la propia dimensión
humana, cristiana y franciscana, viviendo radicalmente el santo Evangelio: "pasando del
Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio", en espíritu de oración y devoción, en
fraternidad y minoridad.
La formación franciscana es un proceso dinámico de crecimiento que nos debe llevar al
seguimiento de Jesucristo, según la forma de san Francisco, lleva al franciscano seglar a
comprometerse con la Iglesia y con el Mundo. A ponerse al servicio de los hombres de
nuestro tiempo, como mensajeros de reconciliación y de paz. Esta Formación debe
recoger los contenidos esenciales del carisma franciscano, para encarnarlos cada vez con
mayor autenticidad en nuestro tiempo
ENCUENTROS DE ORACIÓN
El mundo necesita hombres y mujeres de oración. Sin vida de oración no hay evangelización,
ni catequesis, ni acción pastoral, ni militancia cristiana. Sin vida de oración no hay fe. La
característica fundamental del seguidor de Cristo es ser un hombre, una mujer de oración,
como dijo el mismo Jesús: «es necesario orar siempre, sin desfallecer» (Lc 18,1). Esto lo
practicaron celosamente nuestros padres Francisco y Clara. La oración continua fue la
constante de la comunidad cristiana primitiva. San Pablo define así la actitud del cristiano
según su relación con Dios: «Estad siempre alegres, orad en todo momento, dad gracias a Dios
por todo, pues esta es la voluntad de Dios con respecto a vosotros como cristianos» (1Tes
5,16-18).
Para Francisco la oración es mucho más que una meditación sobre Dios o una sucesión de
palabras; es un entretenerse amoroso con Dios, una conexión permanente con Él, un diálogo
de amistad en el que lo importante, lo realmente importante, es estar en la compañía del
Señor, dedicar tiempo a estar con Él, gustar de su presencia y de su mirada, mirarle y
sentirnos mirados continuamente por Él, como también fue la vida de Clara. Emanuela De
Nunzio, ex-Ministra General OFS, nos dijo a los Franciscanos Seglares y lo puedo haber dicho
a los frailes, hermanas y laicos franciscanos en general: «No podemos considerarnos
franciscanos seglares solo porque nos encontremos una vez al mes, o quizá cada quince días,
o incluso una vez a la semana. Estos encuentros sirven para vivir la fraternidad y para
fortalecer el sentido de pertenencia a la Orden, pero si queremos ser auténticos hijos de San
Francisco debemos aprender a orar siempre, sin cansarnos». Y continúa: «Para los
franciscanos seglares, el mandato de la oración ininterrumpida está contenido en el art. 14.5
de las CC.GG.: En cada lugar y en cada momento es posible al verdadero adorador del Padre
rendirle culto y orarle; en todos los lugares los hermanos busquen tiempo de silencio y de
recogimiento para dedicarlo exclusivamente a la oración ».
FORMACIÓN PERMANENTE
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La Formación Permanente dura todo el arco de la vida, con el fin de ofrecer a los
franciscanos seglares una vida espiritual siempre más rica e intensa y acompañarles en el
camino de la fe, para consolidarles en su discipulado franciscano, actualizarles
continuamente en las enseñanzas de la Iglesia y confrontarles con la sociedad en continua
evolución.
La formación permanente es un compromiso que el franciscano seglar asume para toda la
vida. Es una ayuda a la conversión de todos y cada uno al cumplimiento de la propia misión
en la Iglesia y en la sociedad. Los medios de formación señalados en las CC.GG. son: la
oración, la reflexión, la práctica de la caridad, los sacramentos, la lectura de la Palabra de
Dios y los escritos de San Francisco y de Santa Clara, además de los cursos de
profundización.
La Fraternidad local determinará la forma concreta de realizar los programas de formación
establecidos por los Consejos Nacional y Regional y utilizará los subsidios y las publicaciones
periódicas realizadas por los mismos que, además de ofrecer material formativo, representan
un eficaz medio de conexión entre las Fraternidades.
La Fraternidad local valore responsablemente las ocasiones y las iniciativas de formación
ofrecidas por el Consejo Nacional o por el Consejo Regional, así como por la Iglesia local.
Leer los artículos: 37.2, 44, 62 y 66 de las Constituciones Generales de la OFS, artículo 22 de los
Estatutos Nacional de la OFS de España
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La misión comienza con la oración, pues la conversión es obra de la Gracia. La oración
debe ser siempre condición indispensable de la actividad evangélica, del apostolado. Es
importante llevar nuestras inquietudes de apostolado a la oración.
"Por esta señal reconocerán que sois discípulos míos: por el amor que os tengáis unos a
otros". La señal de la presencia del Señor entre nosotros es el amor. Francisco lo comprendió
e hizo de la vida fraterna el primer acto misionero. El mero hecho de vivir como hermanos es
ya un anuncio de la Buena Nueva.
El primer acto misionero es la Familia y la Fraternidad, eso es ser Franciscanos seglares
misioneros en lo pequeño. Para anunciar a Cristo Resucitado en nuestra Fraternidad no hace
falta palabras, hay que vivir nuestro carisma que no es otro que vivir el evangelio: ser
menores. Tenemos que empezar a descubrir que el fruto de ser menor es la Fraternidad.
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caminar, al menos de dos en dos, como Francisco envío a sus hermanos, siempre en nombre
de la Fraternidad)
Es muy importante no permitir que mal cicatrice el contorno de la muerte, eso es cultura de
la indiferencia, debemos volver a llevar nuestra ternura franciscana y nuestras obras de
misericordias allí, e intentar seguir haciéndolo lo que durante ocho siglos hemos hecho.
EL PROYECTO será:
Concreto y real. Actividades que estén claras. Ejemplo: Rezar en Fraternidad la Corona
Franciscana el primer sábado de mes y No poner como actividad descubrir el amor de
María.
Flexible.- Siempre se pueden cambiar las cosas, por supuesto que no sirva para crear
más normas.
Temporalidad. Debe ser trienal. A ser posible coincidir con la duración de un Consejo.
Evaluable y revisable. Siempre poder valorar y observar que hacemos, al menos una
vez al año.
Simple y sencillo. El proyecto no es para participar en un concurso es para vivirlo.
Consenso. Debe de hacerlo la Fraternidad en Asamblea, aunque le dé forma el
Consejo.
Global. Si hay proyecto de Zona usarlo como guía y ayuda.
VIDA DE FRATERNIDAD.-
Para estimular la comunión entre los miembros, el Consejo organice reuniones periódicas
y encuentros frecuentes, buscando actividades lúdicas que nos lleven a crecer como
Fraternidad, aumentando los lazos de amor.
Es importante establecer al menos tres grandes objetivos con sus actividades o
actuaciones concretas.
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Orden, 3ª Orden regular o Institutos Religiosos Franciscanos. (La Familia Franciscana no es
Misión es Vida). Es muy importante realizar Oración en Fraternidad
La Formación Permanente, mediante temarios formativos anuales, cursos, encuentros,
intercambio de experiencias, tiene como finalidad ayudar a todos los hermanos.
La Formación Iniciación e Inicial debe estar perfectamente establecida en este Proyecto y si
es posible seguir el ritmo establecido por la Fraternidad de Zona, Nacional e Internacional.
Es importante establecer, al menos, tres grandes objetivos con sus actividades o actuaciones
concretas.
VIDA DE MISIÓN
La idea de esta parte del proyecto es la siguiente: Cada Fraternidad se reunirá en
asamblea y elaborará su propio Proyecto de Vida de Misión, buscaremos realidades
muertas (tres zonas) para transformarlas en realidades vivas.
Podemos decir que este Proyecto tendrá tres zona o ambiente de actuación:
Nuestro entorno, nuestra Fraternidad.
Lo próximo, nuestra sociedad donde vivimos.
Lo alejado, el tercer mundo.
Para cada zona se elegirán, al menos, dos realidades muertas de actuación preferencial
con sus acciones concretas para cada zona, por supuesto las acciones deben evaluarse,
nunca como fin el éxito o fracaso, sino el crecimiento, es decir el ir caminando.
Grupo: Grupo:
Cálido Plataforma
Evangelizadora.
Grupo:
Burocrático.
Grupo: Grupo:
Quemado. Fáctico
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