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Ignacio J.

Previgliano

NEUROINTENSIVISMO
basado en la evidencia
No está permitida la reproducción total o parcial
de esta obra, ni su tratamiento o transmisión
por cualquier medio o método, sin autorización
escrita de la Editorial.

Previgliano, Ignacio J.
Neurointensivismo basado en la evidencia - 1ª ed. - Rosario : Corpus Editorial y Distribuidora, 2007.
604 p. : il. ; 26x18 cm.

ISBN: 978-950-9030-42-8

1. Cuidados Intensivos. 2. Neurointensivismo. I. Título


CDD 616.028

DERECHOS RESERVADOS
© 2007 Corpus Editorial y Distribuidora
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iprevigliano@corpuslibros.com.ar
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(S2002LRK) Rosario - Argentina

Editor: Esteban Oscar Mestre

NOTA

La medicina es una ciencia en constante desarrollo. Conforme surjan nuevos conocimientos, se requerirán
cambios. El (los) autor (es) y los editores se han esforzado para que los cuadros sean precisos y acordes
con lo establecido en la fecha de publicación. Sin embargo, ante los posibles errores humanos y cambios
en la medicina, ni los editores, ni cualquier otra persona que haya participado en la preparación de la obra
garantizan que la información contenida en ella sea precisa o completa; tampoco son responsables de errores u
omisiones, ni de los resultados que con dicha información se obtengan. Convendría recurrir a otras fuentes de
datos, por ejemplo, y de manera particular, para tener certeza de que la información de esta obra es precisa.

Se terminó de imprimir en mayo de 2007


Tirada: 1000 ejemplares

Rosario - Argentina
Autor

Ignacio José Previgliano


Médico egresado de la Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires, Argentina
Especialista en Terapia Intensiva y en Neurología
Premios
Diploma de Honor UBA, Argentina.
19923UHPLR³'U-XDQ'HPRQWH´DOPHMRUWUDEDMRFLHQWt¿FR9,,
Congreso Argentino de Terapia Intensiva: “Diferencia arteriovenosa de
oxígeno y lactato: su relación con la injuria neurológica cerebral”.
1995- Premio XXXVII Jornadas Anuales de Neurocirugía, Sociedad de Neurocirugía
de la Provincia de Buenos Aires, Neurointensivismo: “Valor diagnóstico y
pronóstico de la Tomografía Computada en el Traumatismo Encéfalo craneano”.
1997- Premio II Congreso Sudamericano de Broncología:
³+HPRGLQDPLDFHUHEUDOGXUDQWHOD¿EUREURQFRVFRStD´
2000- Premio 25º Congreso Argentino de Neurociencias: “Utilidad
de una Unidad de Ataque Cerebral: un estudio de cohorte”.
20020HQFLyQ(VSHFLDO9&RQJUHVR$UJHQWLQRGH7UDXPD³3UR¿OD[LV
de la trombosis venosa profunda y de la embolia pulmonar en los
pacientes quemados graves: ¿heparina sódica o de bajo peso?”.
2005- Argentinian Critical Care Society Award. 9th Congress of the World Federation
of Societies of Intensive and Critical Care Medicine: “Glasgow 7 Surveillance
Program: Epidemiology and Outcome in Argentinean Intensive Care Units”.
2005- Premio Mejor Trabajo Presentación Oral, 3er Congreso Argentino, Asociación
Argentina de Procuración de Órganos y Tejidos para Trasplante. Mar del Plata, 2005:
“Medicina Basada en la Evidencia: Utilidad del Doppler Transcraneano para
el Diagnóstico de Muerte Encefálica en Pacientes en Coma Barbitúrico”.
Trabajos presentados en congresos: 105
Trabajos publicados en revistas con referato: 29 (9 internacionales; 5 indexadas)
Capítulos en libros: 14 (dos de ellos en libros internacionales)
Docencia:
Profesor Asociado de Medicina I y II - Universidad Maimónides, Argentina
Director Curso Superior de Especialista en Medicina Crítica y Terapia Intensiva,
Universidad Maimónides - Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Argentina.
Profesor Adjunto Cátedra de Fisiopatología - Universidad
del Salvador (hasta 2000), Argentina
Colaboradores

Alberto A. Marangoni: Jefe del Servicio de Director de la Carrera de Posgrado de Terapia


Diagnóstico por Imágenes, Sanatorio Allende, Intensiva, Facultad de Medicina Universidad
Córdoba. Director de la Carrera de Posgrado en Nacional de Córdoba. Coordinador Docente,
Diagnóstico por Imágenes, Facultad de Medicina, Facultad de Medicina, Universidad Católica de
Universidad Nacional de Córdoba. Coordinador Córdoba, Argentina
Docente, Facultad de Medicina, Universidad Cecilia Barrios: Fellow Neurointensivismo. Servicio
Católica de Córdoba, Argentina Terapia Intensiva. Hospital Italiano de Buenos
Alberto Biestro: Prof. Agregado de Medicina Aires, Argentina
Intensiva, CTI del Hospital de Clínicas, Mon- Christian Compagnone: Médico Unidad de
tevideo, Uruguay Anestesia y Rehabilitación, Hospital Buffalini,
Alberto M. Surur: Jefe del Departamento de Cecena, Italia
Neurorradiología. Miembro del Departamento Claudio García Alfaro: Facultativo Especialista
Ecografía Doppler Color. Instructor Docente del de la Unidad Clínica de Cuidados Críticos y
Área de Diagnóstico por Imágenes Sanatorio Urgencias. Hospitales Universitarios Virgen del
Allende, Córdoba Rocío, Sevilla, España
Alejandro Hlavnicka: Especialista en Terapia In- &ULVWLQD$¿RQHJefe División Radiología, Hospital
tensiva. Coordinador Unidad de Terapia Intensiva, Fernández, Buenos Aires, Argentina
FLENI, Argentina Damián Lerman: Unidad de Terapia Intensiva,
Alejandro Rodríguez: Especialista en Medicina Hospital Fernández, Buenos Aires, Argentina
Intensiva. Coordinador de Investigación del Servicio Daniel H. Ceraso: Especialista en Terapia Inten-
de Medicina Intensiva del Hospital Universitario siva. Instructor FCCS, ATLS, ACLS, FDM.
de Tarragona Joan XXIII, España Fellow Society of Critical Care Medicine. Ex
Ana Canale: Asistente de Medicina Intensiva, Presidente Sociedad Argentina de Terapia In-
CTI del Hospital de Clínicas, Montevideo, tensiva. Director Curso Superior de Especialista
Uruguay en Medicina Crítica y Terapia Intensiva, Uni-
Andrea Lautre: Especialista en Neurología. Sección versidad de Buenos Aires, Sociedad Argentina
enfermedades Neuromusculares del Hospital de Terapia Intensiva. Jefe Unidad de Terapia
Francés, Buenos Aires, Argentina Intensiva Hospital Fernández, Buenos Aires,
Andrew I. R. Maas: Especialista en Neurocirugía. Argentina
Departamento de Neurocirugía Erasmus MC, Daniel H. González: Especialista en Terapia In-
Rotterdam, Holanda tensiva, Unidad de Terapia Intensiva, Hospital
Ángel Ferrario: Equipo de Neurocirugía Endo- Fernández, Buenos Aires, Argentina
vascular y Radiología Intervencionista, ENERI- Daryl R. Gress: NeuroCritical Care and Stroke.
FLENI, Argentina Lynchburg General Hospital, Lynchburg, Vir-
Anna Vilalta: Unidad de Investigación de Neuro- ginia, EE.UU.
traumatología y Neurocirugía (UNINN), Hos- Federico Mensa: Infectólogo. Sección Infectología
pital Universitario Vall d’Hebron. Universidad Hospital Fernández, Buenos Aires, Argentina
Autónoma de Barcelona Fernando D. Goldenberg: Assistant Professor,
Carlos Miranda: Equipo de Neurocirugía Endo- Department of Neurology and Surgery (Neuro-
vascular y Radiología Intervencionista, ENERI- surgery), University of Chicago, EE.UU.
FLENI, Argentina Fernando R. Galíndez: Médico Neumonólogo.
Carlos Tajer: Jefe de Cardiología del Instituto Hospital Respiratorio María Ferrer, Buenos Ai-
Alexander Fleming; Director del GEDIC, Bue- res, Argentina
nos Aires, Argentina Francisco Marcelo Tamagnone: Servicio de
Cayetano G. Galletti: Jefe de la Unidad de Cuidados Terapia Intensiva Instituto Argentino de Diag-
Intensivos, Sanatorio Allende, Córdoba. Director nóstico y Tratamiento (IADT), Servicio de Te-
de la Carrera de Posgrado en Medicina Interna; rapia Intensiva Sanatorio Colegiales; Servicio
de Terapia Intensiva Hospital Militar Central, gencias, Hospitales Universitarios Virgen del
Buenos Aires, Argentina Rocío, Sevilla, España
Francisco Murillo Cabezas: Director de la Unidad Juan Cirio: Médico Neurólogo. Encargado Sec-
Clínica de Cuidados Críticos y Urgencias. Prof. ción Enfermedades Cerebrovasculares, Hospi-
Asociado de Medicina. Hospitales Universitarios tal Fernández, Argentina. Director Consejo de
Virgen del Rocío, Sevilla, España Enfermedades Cerebrovasculares, Sociedad
Franco Servadei: Director Centro Colaborador de Argentina de Cardiología
la OMS. Jefe de Neurocirugía, Hospital Buffalini, Juan M. Politei: Especialista en Neurología.
Cecena, Italia Encargado de la sección Enfermedades Neu-
Guillermo Rey Kelly: Infectólogo. Sección In- romusculares, Hospital Fernández, Buenos
fectología Hospital Fernández, Buenos Aires, Aires, Argentina
Argentina Juan Manuel Maradey: Bioingeniero, Bioscience S.A.
Gustavo A. Moviglia: Especialista en Inmunología Juan Sahuquillo: Especialista en Neurocirugía. Hos-
y Oncología. Director Instituto Regina Mater, pital Universitario Vall d’Hebron, Barcelona
Buenos Aires, Argentina Juana Mª Barrera Chacón: Facultativo Espe-
Hernán Doval: Médico de la División de Cardiología cialista de la Unidad Clínica de Rehabilitación,
del Hospital Italiano de Buenos Aires. Director Hospitales Universitarios Virgen del Rocío,
del GEDIC, Buenos Aires, Argentina Sevilla, España
Jorge de Los Ríos: Unidad de Investigación de Julio Palomino: Equipo de Neurocirugía Endo-
Neurotraumatología y Neurocirugía (UNINN), vascular y Radiología Intervencionista ENERI-
Hospital Universitario Vall d’Hebron. Universidad FLENI, Argentina
Autónoma de Barcelona, Barcelona, España Leandro Moraes: Residente de Medicina Inten-
Javier Goland: Especialista Universitario en Neuro- siva, CTI del Hospital de Clínicas, Montevideo,
cirugía, Universidad de Buenos Aires. Médico de Uruguay
Planta del Servicio de Neurocirugía del Hospital Luis Alberto Camputaro: Director Programa Neu-
de Clínicas de Buenos Aires. Docente Adscripto rointensivismo. Servicio de Terapia Intensiva,
a la Cátedra de Neurocirugía, UBA. Miembro Hospital Italiano de Buenos Aires, Argentina
del Colegio Argentino de Neurocirujanos y Aso- Luis Lemme Plaghos: Profesor Adscripto de
ciación Argentina de Neurocirugía Neurocirugía, Universidad de Buenos Aires.
Jeffrey I. Frank: Professor, Department of Neu- Especialista en Neurocirugía. Miembro del Co-
rology and Surgery (Neurosurgery), University legio Argentino de Neurocirujanos. Miembro
of Chicago, Chicago, EE.UU. Titular del Colegio Argentino de Neurorradiología
Jordi Rello: Especialista en Medicina Intensiva. Jefe Intervencionista. Consultor Grupo de Trabajo
del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Neurocirugía Endovascular, Hospital Fernán-
Universitario de Tarragona Joan XXIII. Profesor dez. Director Centro Endovascular Neurológico
asociado del Departamento de Medicina y Cirugía Buenos Aires, Argentina
de la Universidad Rovira & Virgili de Tarragona Marcela A. Soto: Neuropsicóloga MAPFRE ART.
Jorge A. Neira: FCCM. Fellow Critical Care Medi- Grupo de Trabajo de Neurotrauma, Hospital
cine. Jefe Unidad de Terapia Intensiva Sanatorio Fernández, Buenos Aires, Argentina
de la Trinidad. Director Curso Superior de Me- Marcelo Rugiero: Especialista en Neurología,
dicina Crítica, Universidad Católica Argentina. Hospital Italiano de Buenos Aires, Argentina
Instructor cursos ATLS, ACLS, FCCS y FDM. Ex María Antonia Poca: Especialista en Neuroci-
Presidente de la Sociedad Argentina de Terapia rugía. Hospital Universitario Vall d’Hebron,
Intensiva. Ex Presidente de la Sociedad Argentina Barcelona
de Medicina y Cirugía del Trauma. Académico María de los Ángeles Muñoz Sánchez: Jefe
Academia Nacional de Medicina, Argentina de Sección de la Unidad Clínica de Cuidados
Jorge N. Mercado: Médico Internista. Coordinador Críticos y Urgencias. Prof. Asociado de Me-
de la carrera de Emergentología de la Asociación dicina, Hospitales Universitarios Virgen del
Médica Argentina, AMA. FACP Rocío, Sevilla, España
José Luis Bustos: Director Médico INCUCAI, María Fernanda Tagliaferri: Médico Unidad
Argentina de Anestesia y Rehabilitación, Hospital Bu-
José Mª Domínguez Roldán: Jefe de Sección de ffalini, Cecena, Italia
la Unidad Clínica de Cuidados Críticos y Ur- María Inés Previgliano: Neuropsicóloga. Grupo
de Trabajo de Neurotrauma, Hospital Fernández, Roberto Reussi: Médico Internista. Presidente
Buenos Aires, Argentina del Congreso Mundial de Medicina Interna
Mariano Socolovsky: Especialista Universitario 2008. Presidente de la Fundación Reussi, Ar-
en Neurocirugía, UBA. Médico de Planta del gentina
Servicio de Neurocirugía del Hospital de Clí- Rolando Gimbernat: Especialista en Terapia
nicas y el Hospital Británico de Buenos Aires. Intensiva. Instructor FCCS. Director Curso
Docente Adscripto a la Cátedra de Neurociru- Superior de Especialista en Terapia Intensiva,
gía, UBA. Miembro del Colegio Argentino de Universidad Católica de San Juan, Argentina
Neurocirujanos y de la Asociación Argentina Romina P. Quercia: Especialista en Enfermedades
de Neurocirugía Infecciosas y Tropicales; PhD en Virología y
Marina V. D’Errico: Médica Anestesióloga Hospital Resistencia: Unité d’INSERM, Hôpital Bichat-
de Clínicas, Buenos Aires, Argentina Claude Bernard, París, Francia
Martín J. Previgliano: Licenciado Kinesiólogo Rosana Ceratto: Equipo de Neurocirugía Endo-
Fisiatra. Fundación Lucha contra las Enfer- vascular y Radiología Intervencionista, ENERI-
medades Neurológicas en la Infancia, FLENI. FLENI, Buenos Aires, Argentina
Instituto de Investigaciones Neurológicas “Raúl Santiago González Abbati: Jefe de Residentes
Carrea”, Buenos Aires, Argentina del Servicio de Neurocirugía del Hospital de
Mónica I. Quinteros: Especialista en Terapia In- Clínicas de Buenos Aires. Docente Cátedra de
tensiva. Coordinadora Unidad de Terapia Inten- Neurocirugía, UBA. Miembro de la Asociación
siva, Sanatorio San Lucas. Médica Unidad de Argentina de Neurocirugía
Terapia Intensiva, Hospital Fernández, Buenos Sergio D. Blejman: Jefe Terapia Intensiva, Sa-
Aires, Argentina natorio Colegiales, Buenos Aires, Argentina.
Mónica Mejía-Acosta: Neurology Resident. Uni- Presidente Grupo Argentino de Estudio, Difusión
versity of Chicago, Chicago, EE.UU. e Investigación de la Sepsis (GAEDI)
Oscar Alejandro Arenillas: Especialista en Clínica Silvia A. Esterkin: Especialista en Terapia Inten-
Médica. Médico de planta de Terapia Intensiva, siva, Hospital Interzonal de Agudos J. Penna,
Hospital Fernández, Buenos Aires, Argentina. Bahía Blanca, Argentina. Secretaria Comité
Osvaldo Fustinoni: Profesor Adjunto de Neu- de Neurointensivismo, Sociedad Bahiense de
rología, Facultad de Medicina, UBA. Jefe de Terapia Intensiva
Área Enfermedades Cerebrovasculares, Instituto Silvia Garbugino: Especialista en Neurocirugía.
Neurológico, Buenos Aires, Argentina Miembro Titular Colegio Argentino de Neuro-
Pablo I. Ripoll: Especialista en Terapia Intensiva. rradiología Intervencionista. Grupo de Trabajo
Médico Unidad de Terapia Intensiva Hospital Neurocirugía Endovascular, Hospital Fernández.
Fernández, Buenos Aires, Argentina Staff Centro Endovascular Neurológico Buenos
Pablo Jalón: Médico de Planta del Servicio de Aires, Argentina
Neurocirugía del Hospital de Clínicas de Bue- Viviana Cabezas: Especialista en Terapia Inten-
nos Aires. Docente Cátedra de Neurocirugía, siva. Coordinadora Programa: Buenos Aires
UBA. Miembro de la Asociación Argentina de Transplante, Gobierno de la Ciudad de Buenos
Neurocirugía Aires, Argentina
Patricia S. Marchio: Especialista en Terapia In- Walter Casagrande: Auxiliar Docente de Neu-
tensiva. Unidad de Emergentología, Hospital rocirugía, UBA. Especialista en Neurocirugía.
Fernández, Buenos Aires, Argentina Miembro del Colegio Argentino de Neurociruja-
Pedro Lylyk: Equipo de Neurocirugía Endovascular nos. Miembro Adherente del Colegio Argentino
y Radiología Intervencionista, ENERI-FLENI. de Neurorradiología Intervencionista. Jefe del
Profesor Titular Cátedra Radiología Vascular, Grupo de Trabajo de Neurocirugía Endovascular,
Universidad del Salvador, Argentina Hospital Fernández. Staff Centro Endovascular
Per-Olof Grände: Departamento de Anestesiología Neurológico Buenos Aires, Argentina
y Cuidados Intensivos, Universidad y Hospital Wesley Ely: Associate Professor of Medicine.
Universitario de Lund, Suecia Pulmonary and Critical Care. Health Services
Rafael García Dávila: Médico Neurólogo. Sec- Research. Director of Aging Research, VA-
ción Enfermedades Cerebrovasculares, Hospital GRECC. Vanderbilt University. Nashville,
Fernández, Buenos Aires, Argentina TN, EE.UU.
Dedicatoria
$&KULVWLDQH-XDQ,JQDFLR/XMiQ
\)DEULFLRTXHSRUDPRUPHSHUGRQDQ
el tiempo de abandono dedicado a esta obra.
$ODPHPRULDGHPLDEXHOR)UDQFLVFR
cuya guía atraviesa la muerte y el tiempo.

Agradecimientos
A todos y cada uno de los colaboradores que
han aportado su experiencia y su capacidad de
investigación en forma desinteresada.
Al doctor Damián Lerman por su
incondicional y permanente ayuda.
Al doctor Carlos Dillon por el arte de tapa y
JUDQSDUWHGHOPDWHULDOIRWRJUi¿FRGHODREUD
fruto de su infatigable labor en el banco de
datos de la Unidad de Terapia Intensiva del
Hospital Fernández.
$OJUXSRHGLWRULDO&RUSXVSRUODFRQ¿DQ]D
depositada y la paciencia para lograr
el mejor libro.
$PLIDPLOLDSRUORVGtDVQRFKHV\PDGUXJDGDV
que les he robado en pos de esta obra.
Editorial Corpus dedica esta edición
a la memoria de Catalina Gutiérrez Solís
GHOD(PSUHVD/LPHUtQGH(FXDGRUTXLHQ
con su simpatía y sencillez supo ganarse
nuestros corazones
Índice
$WDTXHFHUHEUDOLVTXpPLFR 54
(QFHIDORSDWtD+LSy[LFR,VTXpPLFD
Capítulo 1 (+, 57
Definiciones 5 +HPRUUDJLDQRWUDXPiWLFD 57
1.3.8. Encefalopatía tóxica 63
1.1 Evidencias en Medicina 5 1.3.9. Conclusiones 64
1.1.1 Introducción 5
1.1.2. Fuente de evidencia 6 1.4 Imagen por resonancia magnética (IRM)
1.1.3 Bases racionales para la adopción normal y patológica en el encéfalo 64
de conductas médicas 6 1.4.1. Introducción 64
1.1.3.1 Criterio de autoridad 6 1.4.2. Fuente de evidencia 65
&ULWHULR¿VLRSDWROyJLFR 7 /LEURV 65
&ULWHULRHPStULFR 8 $UWtFXORV 65
&ULWHULREDVDGRHQHQVD\RVFOtQLFRV 8 3iJLQDV:HE 67
1.1.4. Bases para interpretar ensayos clínicos 1.4.3. Resonancia magnética nuclear normal 67
aleatorizados y controlados 9 6HFXHQFLD7 68
&ODYHVEiVLFDVSDUDLQWHUSUHWDUXQ 6HFXHQFLD7 68
PHWDDQiOLVLV 14 6HFXHQFLDV,567,5)/$,5 69
1.1.5. Medicina basada en la evidencia 16 6HFXHQFLD*5( *UDGLHQWHGH(FR 69
(OFDPELRGHOSDUDGLJPD 16 6HFXHQFLDGHGLIXVLyQ 70
2EMHWLYRVGHODPHGLFLQD 6HFXHQFLDGHSHUIXVLyQ 71
EDVDGDHQODHYLGHQFLD 16 (VSHFWURVFRStD 71
9HQWDMDV\SHOLJURVGH $QJLRJUDItDSRUUHVRQDQFLD
ODPHGLFLQDEDVDGDHQODHYLGHQFLD 17 PDJQpWLFD 72
1.4.4. IRM y enfermedad cerebrovascular 72
1.2 Búsqueda de la Evidencia 19 )XQGDPHQWRV 72
1.2.1. Introducción 19 $WDTXHLVTXpPLFRWUDQVLWRULR 73
1.2.2. Fuentes de evidencia 19 $WDTXHFHUHEURYDVFXODULVTXpPLFR
'H¿QLFLyQ\IXHQWHVGHHYLGHQFLD 20 ,50\HYLGHQFLDV 74
1.2.4. Un estilo de búsqueda 21 5ROGHOD,50HQ
1.3 Tomografía Computada en SNC 30 ODHYDOXDFLyQGHO$&9 75
1.3.1. Introducción 30 ,GHQWL¿FDFLyQGHFDQGLGDWRV
1.3.2. Fuente de evidencia 30 ySWLPRVSDUDHOWUDWDPLHQWRWURPEROtWLFR 76
1.3.3. Tomografía computada 31 1.4.5. IRM y hemorragia cerebral 77
)XQGDPHQWRVWHyULFRV\ +HPRUUDJLDLQWUDSDUHQTXLPDWRVD
WHFQRORJtDGLVSRQLEOH 31 +,3 77
7pFQLFDVHVSHFLDOHV 31 +HPRUUDJLDVXEDUDFQRLGHD 80
1.3.4. Tomografía normal 35 1.4.6. Aneurismas y malformaciones vasculares
7pFQLFD 35 intracraneales 83
8VRGHPHGLRVGHFRQWUDVWH $QHXULVPDV 83
HQGRYHQRVRV 36 0DOIRUPDFLRQHVYDVFXODUHV
,GHQWL¿FDFLyQGHHVWUXFWXUDV FHUHEUDOHV 84
QRUPDOHV 36 1.4.7. IRM y trauma 86
,GHQWL¿FDFLyQGHSDUiPHWURVGH 1.4.8. Conclusiones 88
PHGLFLyQ 40 1.5. Angiografía cerebral y medular 89
(QIHUPHGDGHVLQÀDPDWRULDVH 1.5.1. Introducción 89
infecciosas 41 1.5.2. Fuente de evidencia 90
,QIHFFLRQHVSDUHQTXLPDWRVDV 42 1.5.3. Sistema carotídeo 91
,QIHFFLRQHV([WUDD[LDOHV 44 $UWHULDFDUyWLGDFRP~Q $&& 91
1.3.6. Lesiones traumáticas 44 $UWHULDFDUyWLGDH[WHUQD $&( 91
7UDXPDWLVPRVUDTXLPHGXODUHV 51 $UWHULDFDUyWLGDLQWHUQD $&, 96
1.3.7. Ataque cerebral 54 1.5.4. Sistema vértebro-basilar 105
ËQGLFH FRQWLQXDFLyQ

$UWHULDYHUWHEUDO $9 105 &ODVL¿FDFLyQWRPRJUi¿FD


$UWHULDFHUHEHORVDSyVWHURLQIHULRU del Traumatic Coma Data Bank 124
3,&$ 106 )XHQWHGHHYLGHQFLD 125
$UWHULDEDVLODU 106 8WLOLGDGFRPRIDFWRUSURQyVWLFR 125
$UWHULDFHUHEHORVDiQWHURLQIHULRU &ODVL¿FDFLyQWRPRJUi¿FDGH)LVKHU
$,&$  106 de la hemorragia subaracnoidea en relación
$UWHULDFHUHEHORVD al desarrollo de vasoespasmo 127
VXSHULRU $&6 107 )XHQWHGHHYLGHQFLD 128
$UWHULDFHUHEUDOSRVWHULRU $&3 107 1.6.13. Conclusiones 129
1.5.5. Circulación venosa senos durales 108
6HQRORQJLWXGLQDORVDJLWDO
VXSHULRU 6/6R666  108 Capítulo 2
6HQRORQJLWXGLQDORVDJLWDO Traumatismo de cráneo 141
LQIHULRU 109
6HQRUHFWR 109 2.1 Epidemiología del Traumatismo
6HQRWUDQVYHUVRVLJPRLGH Encéfalocraneano 141
RODWHUDO 676R6/  109 2.1.1 Generalidades 141
6HQRRFFLSLWDO 109 2.1.2 Fuente de evidencia 142
6HQRVFDYHUQRVRV 109 2.1.3. Epidemiología en
6HQRVHVIHQRSDODWLQRV 110 los diferentes continentes 143
6HQRVLQWHUFDYHUQRVRV (XURSD 143
VHQRFLUFXODU 110 $VLD 145
6HQRSHWURVRVXSHULRU 110 ÈIULFD 145
6HQRSHWURVRLQIHULRU 110 2FHDQtD 145
3OH[REDVLODU 110 $PpULFD 146
1.5.6. Anatomía vascular de la médula 110 2.1.4. Conclusiones 149
$UWHULDHVSLQDODQWHULRU 110
2.2 Guías para evaluación y tratamiento
$UWHULDVHVSLQDOHVSRVWHULRUHV 112
del traumatismo encéfalocraneano leve 149
(VFDODVFOtQLFDV\WRPRJUi¿FDV 2.2.1. Introducción 149
en neurointensivismo 113 2.2.2. Medicina Basada en la Evidencia y
1.6.1 Introducción 113 traumatismo encéfalocraneano leve 150
1.6.2. Escala de Coma de Glasgow 113 )XHQWHGHHYLGHQFLD 150
)XHQWHGHHYLGHQFLD 114 $QiOLVLVGHODHYLGHQFLD 151
0HGLFLyQ 114 2.2.3. Evaluación del traumatismo
/LPLWDFLRQHV 115 encéfalocraneano leve 153
8WLOLGDG 115 )DFWRUHVGHULHVJR 153
&RQ¿DELOLGDG 115 6LJQRV\VtQWRPDV 154
1.6.3. Escala de Ataque Cerebral ([DPHQQHXUROyJLFR 155
del Instituto Nacional de la Salud 115 0pWRGRVGLDJQyVWLFRV 155
)XHQWHGHHYLGHQFLD 116 2.2.4. Recomendaciones para su manejo 156
)XHQWHGHHYLGHQFLD 118 3URWRFRORGH7(&OHYH
1.6.4 Escala de Hunt y Hess 118 PRGL¿FDGRGHODVJXtDVGH
1.6.5. Escala de la World Federation OD6RFLHGDG,WDOLDQDGH1HXURFLUXJtD 158
of Neurologic Surgeons 118 2.2.5. Conclusión 161
)XHQWHGHHYLGHQFLD 118
2.3 Guías para evaluación, tratamiento
1.6.6. Escala de hemorragia intracerebral 118
y pronóstico del Traumatismo
)XHQWHGHHYLGHQFLD 120
de Cráneo Grave Cerrado 162
1.6.7. Escala de Glasgow de recuperación 120
2.3.1. Introducción 162
)XHQWHGHHYLGHQFLD 121
2.3.2. Fuente de evidencia 162
1.6.8. Escala de Glasgow de Recuperación
2.3.3. Análisis de la evidencia médica
Extendida 122
en las guías de práctica clínica de
1.6.9. Índice de Barthel 122
la Brain Trauma Foundation 163
)XHQWHGHHYLGHQFLD 124
(VWiQGDUHVGHODV*XtDV
1.6.10. Escala de Rankin 124
GHOD%7) 163
)XHQWHGHHYLGHQFLD 124
ËQGLFH FRQWLQXDFLyQ

*XtDVGHOD%7) 164 2.6.2. Evidencia en las indicaciones quirúrgicas


2SFLRQHVGHODV*XtDVGHOD%7) 165 del traumatismo de cráneo 194
)DFWRUHVSURQyVWLFRV 166 2.6.3. Indicaciones quirúrgicas de
2.3.4. Resultados comparativos de las lesiones secundarias al TEC 196
la aplicación de las guías en dos ciudades: +HPDWRPDH[WUDGXUDO 196
Buenos Aires (Argentina) y Novara (Italia) 169 +HPDWRPDVXEGXUDO 197
2.3.5. Conclusiones 170 )UDFWXUDKXQGLPLHQWRGHFUiQHR 197
2.4. Traumatismo de cráneo grave: /HVLRQHVLQWUDSDUHQTXLPDWRVDV 198
The Lund Therapy 171 6LWXDFLRQHVFRQÀLFWLYDV 199
2.4.1. Introducción 171 ¢'HEHRSHUDUVHDXQSDFLHQWHFRQ
2.4.2. Fuente de evidencia 171 VRVSHFKDGHKHPDWRPDH[WUDGXUDODQLVRFRULD
([SHULPHQWDO 171 \DXVHQFLDGHUHVSXHVWDDKLSHUYHQWLODFLyQ\
&OtQLFD 171 PDQLWROVLQ7&SUHYLD" 199
2.4.3. Fisiopatología 172 ¢&XiQGRHVWiLQGLFDGRHOGUHQDMHGH
5HJXODFLyQGHOYROXPHQFHUHEUDO 172 XQKHPDWRPDVXEGXUDOPHGLDQWHWUH¿QD" 199
(IHFWRGHODVYDULDFLRQHVGH ¢&XiOHVVRQODVFRQWUDLQGLFDFLRQHV
ODSUHVLyQDUWHULDO\GHODRQFyWLFD SDUDODFRORFDFLyQGHXQFDWpWHU
VREUHOD3,& 174 LQWUDYHQWULFXODUSDUDHYDFXDFLyQ
$GDSWDFLyQFOtQLFDDOD¿VLRORJtD 174 GHOtTXLGRFHIDORUUDTXtGHR\PHGLFLyQ
&RQGXFWDVVREUHODVSUHVLRQHV GHSUHVLyQLQWUDFUDQHDO" 199
DUWHULDORQFyWLFD\GHSHUIXVLyQFHUHEUDO 174 2.6.5. Conclusiones 200
(OHYDFLyQGHODFDEHFHUD\3((3 175
2.7. Craniectomía descompresiva en
&UDQLHFWRPtDGHVFRPSUHVLYD
el trauma de cráneo grave 200
\RWUDVPHGLGDVTXLU~UJLFDV 175
2.7.1. Introducción 200
7HUDSpXWLFDKLSHURVPyWLFD 177
(YLGHQFLDFLHQWt¿FD 201
2SWLPL]DFLyQGHODPLFURFLUFXODFLyQ
)XHQWHGHHYLGHQFLD 201
DOUHGHGRUGHODVFRQWXVLRQHV 177
2.7.3. Técnicas quirúrgicas 202
2.4.5. Conclusiones 179
2.7.4. Efectos de la descompresión 203
2.5. Alternativas terapéuticas 2.7.5. Estado actual de la utilización de la CD 203
más allá de las Guías 180 2.7.6. Conclusiones 205
2.5.1. Introducción 180
2.8. Medicinas alternativas y complementarias 205
2.5.2. Indometacina 180
'H¿QLFLyQ 205
(YLGHQFLD 180
2.8.2. Fuente de evidencia 205
0HFDQLVPR 181
&ODVL¿FDFLyQ 206
6HJXULGDG 184
2.8.4. Utilización de la medicina
$SOLFDFLyQSUiFWLFD 184
integradora 206
2.5.3. Trometamina (THAM) 185
2.8.5. Problemas relativos a la utilización
,QWURGXFFLyQ 185
de la medicina integradora 206
(YLGHQFLD 185
3XEOLFDFLRQHVFLHQWt¿FDV 206
3URSLHGDGHVIDUPDFROyJLFDV 185
)XHQWHVGH¿QDQFLDPLHQWR 207
0HFDQLVPRGHDFFLyQ 187
2.8.6. Práctica de la medicina integradora 207
$VSHFWRV3UiFWLFRV 187
&RQFOXVLyQ 188
2.5.4. Hipotermia terapéutica 188 Capítulo 3
,PSRUWDQFLD 188
(YLGHQFLD 188
Ataque cerebral 209
,QGLFDFLRQHV 190
3.1 Guías para la evaluación
7HFQRORJtDGLVSRQLEOH 190
prehospitalaria del ataque cerebral 209
0HWRGRORJtD 191
3.1.1. Introducción 209
(IHFWRVVLVWpPLFRV 191
3.1.2. Fuente de evidencia 210
&RQFOXVLyQ\IXWXUR 193
3.1.3. Objetivos en el control agudo
2.6. Indicaciones quirúrgicas de la enfermedad cerebrovascular 211
del traumatismo de cráneo 194 3.1.4. Reconocimiento del ataque
2.6.1. Introducción 194 cerebrovascular agudo 211
ËQGLFH FRQWLQXDFLyQ

3.1.5. Activación del Sistema de 5HSHUIXVLyQGHOFHUHEUR


Emergencias Médicas 214 LVTXpPLFR 237
,GHQWL¿FDFLyQGHOGp¿FLW 215 3URWHFFLyQGHODVFpOXODV
3.1.7. Transporte 217 FHUHEUDOHVLVTXpPLFDV 238
9tDDpUHD 218 ,QFUHPHQWRGHOÀXMRVDQJXtQHR
5HVSLUDFLyQ 218 FHUHEUDO 238
&LUFXODFLyQ 218 3.3.7. Prevención del ACV isquémico
+LSHUWHQVLyQDUWHULDO 218 recurrente precoz 239
&RQWUROGHODJOXFHPLD 219 7HUDSLDDQWLSODTXHWDULD 239
3.1.8. Conclusiones 219 +HSDULQD 239
3URFHGLPLHQWRVGH
3.2 Centros de excelencia para la atención
UHYDVFXODUL]DFLyQ 239
del ataque cerebrovascular 220
3.3.8. Prevención de las complicaciones 239
3.2.1. Introducción 220
&RPSOLFDFLRQHVPpGLFDV 240
3.2.2. Fuente de evidencia 220
&RPSOLFDFLRQHVQHXUROyJLFDV 240
3.2.3. Recomendaciones para el establecimiento
3.3.9 Conclusión 241
de centros primarios de ACV 221
(O$&9HVXQD 3.4 Tratamiento endovascular
HPHUJHQFLDPpGLFD 221 del ataque cerebral 243
ÈUHDGHFXLGDGRGHOSDFLHQWH 221 3.4.1. Introducción 243
6HUYLFLRVGH$SR\R 222 3.4.2. Fuente de evidencia 244
%HQH¿FLRVHVSHUDEOHV )LEULQROLVLVLQWUDDUWHULDO 244
GHOHVWDEOHFLPLHQWRGHXQ $QJLRSODVWtD\FRORFDFLyQ
&HQWUR3ULPDULRGH$&9 223 GHVWHQWVLQWUDFUDQHDQRV 245
3.2.4. Recomendaciones para el establecimiento $QJLRSODVWtD\FRORFDFLyQ
de centros completos de ACV 224 GHVWHQWVFDURWtGHRV 245
3HUVRQDO 224 ([FOXVLyQGHODQHXULVPD 245
'LDJQyVWLFRSRULPiJHQHV 225 $QJLRSODVWtDGHOYDVRHVSDVPR 246
,QIUDHVWUXFWXUD 227 0DOIRUPDFLRQHVDUWHULRYHQRVDV 247
(GXFDFLyQ\6HUYLFLRV 3.4.3. Ataque cerebral isquémico 247
DODFRPXQLGDG 230 )LEULQROLVLVLQWUDDUWHULDO 247
3.2.5. Unidad de ataque cerebral: $QJLRSODVWtD\FRORFDFLyQ
experiencia argentina 230 GHVWHQWVLQWUDFUDQHDQRV 247
3.2.6. Conclusiones 231 $QJLRSODVWtD\FRORFDFLyQ
GHVWHQWVFDURWtGHRV 248
3.3 Guías para la evaluación y tratamiento
3.4.4. Ataque cerebral hemorrágico 250
del ataque cerebrovascular isquémico 232
+HPRUUDJLDVXEDUDFQRLGHD 250
3.3.1. Introducción 232
0DOIRUPDFLRQHV
3.3.2. Medicina Basada en la Evidencia
DUWHULRYHQRVDV 252
y ACV isquémico 232
3.4.5. Conclusiones 253
)XHQWHGH(YLGHQFLD 233
3.3.3. Diagnóstico 233 3.5 Alternativas terapéuticas en hematoma
(YDOXDFLyQLQLFLDO 233 intracerebral espontáneo 253
,PiJHQHV 234 3.5.1 Introducción 253
3.3.4. Unidad de ataque cerebral 3.5.2 Fuente de evidencia 253
o de VWURNH 235 3.5.3 Incidencia 255
3.3.5. Cuidado general para mantener 3.5.4 Fisiopatología 256
ODKRPHRVWDVLV¿VLROyJLFD 235 0HFDQLVPRV¿VLRSDWROyJLFRV 256
3URWHFFLyQGHODYtDDpUHD 9ROXPHQGHOKHPDWRPD 256
\IXQFLyQSXOPRQDU 235 3.5.5. Guías de práctica clínica 258
&XLGDGRVFDUGtDFRV 235 'LDJQyVWLFR 258
0DQHMRGHODSUHVLyQDUWHULDO 236 7UDWDPLHQWR0pGLFR 258
7HPSHUDWXUDFRUSRUDO 236 7UDWDPLHQWRTXLU~UJLFR 260
*OXFHPLD 236 3.5.6. Agentes hemostáticos 263
)OXLGRV\HOHFWUROLWRV 236 5D]RQHVSDUDXWLOL]DUDJHQWHV
7UDWDPLHQWRHVSHFt¿FRGHOACV KHPRVWiWLFRV 263
isquémico agudo 237
ËQGLFH FRQWLQXDFLyQ

ÈFLGRVDPLQRFDSURLFR\ 4.1.4. Sitios y tecnología disponible


WUDQH[iPLFR 263 para la monitorización invasiva de la PIC 295
$SURWLQLQD 264 4.1.5. Evaluar las complicaciones
)DFWRU9,,UHFRPELQDQWH del método 298
DFWLYDGR 264 ,QIHFFLyQ 298
3.5.7. Conclusiones 267 +HPRUUDJLD 298
7pFQLFDV 298
3.6 Hemorragia subaracnoidea 267
4.1.6. Evaluar la información del método 299
3.6.1. Introducción 267
4.1.7. Alternativas no invasivas para la
3.6.2. Fuente de evidencia 268
monitorización de la PIC y PPC 299
3.6.3. Epidemiología 268
'RSSOHU7UDQVFUDQHDQR 299
3.6.4. Presentación clínica 269
(PLVLRQHVRWRDF~VWLFDV 300
&ODVL¿FDFLyQ 269
4.1.8. Conclusiones 301
3.6.6. Control inicial 270
3.6.7. Tratamiento del aneurisma 272 4.2 Doppler transcraneano 302
3.6.8. Complicaciones 274 4.2.1. Introducción 302
9DVRHVSDVPR 274 4.2.2. Evidencias que fundamentan
&DUGtDFDV 276 el empleo del DTC 302
+LGURFHIDOLD 276 4.2.3. Metodología disponible y
+LSRQDWUHPLD 277 técnica de realización del DTC 304
3.6.8.5 Fiebre 277 0pWRGRVGLVSRQLEOHV 304
&RQWUROGHOGRORU 277 7pFQLFDGHUHDOL]DFLyQGHO'7& 305
1XWULFLyQ 278 4.2.4. Valoración de la información
&RPSOLFDFLRQHVFRPXQHV proporcionada por el DTC 305
HQ87, 278 9HORFLGDGHVGHÀXMRHtQGLFHV
3.6.9. Conclusiones 278 KHPRGLQiPLFRV 305
9HORFLGDGHVHQ'7&\ÀXMR
3.7 Infarto Hemisférico 279
VDQJXtQHRFHUHEUDO )6& 307
3.7.1. Introducción 279
(VWXGLRVGHDXWRUUHJXODFLyQ\
3.7.2. Fuente de evidencia 279
YDVRUUHDFWLYLGDG 307
3UHGLFFLyQGHOHGHPD 281
(VFROORV\GL¿FXOWDGHV
+LSHUWHQVLyQHQGRFUDQHDQD 281
GHOPpWRGR 309
3.7.4. Tratamiento 282
4.2.5. Evaluación de las indicaciones
7UDWDPLHQWRPpGLFRGHSDFLHQWHV
del DTC en neurointensivismo 310
FRQ3,&HOHYDGD 282
3UHVLyQLQWUDFUDQHDO 3,&
7UDWDPLHQWRTXLU~UJLFR 286
\SUHVLyQGHSHUIXVLyQFHUHEUDO 33& 310
3.7.5. Conclusión 288
0XHUWHHQFHIiOLFD 311
3.8 Anticoagulación en la fase aguda 7UDXPDWLVPRFUDQHRHQFHIiOLFR 312
del infarto cerebral 289 +HPRUUDJLDVXEDUDFQRLGHD 312
3.8.1. Introducción 289 ,FWXVDJXGRLVTXpPLFR 314
3.8.2. Fuente de evidencia 289 0RQLWRUL]DFLyQGHpPERORV 314
3.8.3 Análisis de la evidencia 289 4.2.6. Conclusiones 315
3.8.4. Conclusiones 290
4.3 Limitaciones de la monitorización
3.8.5. Recomendaciones 290
de la saturación yugular de oxígeno 315
4.3.1. Introducción 315
Capítulo 4 4.3.2. Fuente de evidencia 316
4.3.3. Limitaciones metodológicas 318
Monitorización 293
(UURUHVHQODDSOLFDFLyQ
GHODVIyUPXODV 318
4.1 Monitorización de
6HQVLELOLGDG\HVSHFL¿FLGDG 319
la presión intracraneana 293
(OHFFLyQGHOODGRDPRQLWRUL]DU 319
4.1.1. Introducción 293
'H¿QLFLyQGHOXPEUDO
4.1.2. Evidencia para la monitorización
GHLVTXHPLD 319
de la PIC 293
,QWHUSUHWDFLyQGHVDWXUDFLRQHV
4.1.3. Indicaciones para la monitorización
\XJXODUHVHOHYDGDV 320
de la PIC 294
4.3.4. Limitaciones materiales 320
ËQGLFH FRQWLQXDFLyQ

&DWpWHUHV 320 4.6.5. Tecnologías disponibles 340


&RORFDFLyQGHOFDWpWHU 321 4.6.6. Conclusiones 340
4.3.5. Limitaciones clínicas 321 &RQÀLFWRGHLQWHUpV 340
9HORFLGDGGHH[WUDFFLyQGHODVDQJUH 321
&RPSOLFDFLRQHV 321
4.3.6. Limitaciones por coste-efectividad 322 Capítulo 5
4.3.7. Conclusiones 323 Traumatismo raquimedular 343
4.4 Monitorización de la presión parcial de
5.1. Guías para la evaluación y tratamiento
oxígeno en el parénquima cerebral 324
del traumatismo raquimedular:
4.4.1. Introducción 324
aspectos médicos 343
4.4.2. Fuente de evidencia 324
5.1.1 Introducción 343
4.4.3. Características de los catéteres 325
5.1.2. Fuente de evidencia 344
4.4.4. Colocación del catéter 325
*XtDVGH3UiFWLFD&OtQLFD 344
4.4.5. PTIO2 en el traumatismo de cráneo 325
/HFWXUDVUHFRPHQGDGDV 344
&RQVLGHUDFLRQHV¿QDOHV 326
5.1.3. Etiología y epidemiología 345
4.5 Microdiálisis cerebral en 5.1.4. Fisiopatología 346
la monitorización del paciente neurocrítico 327 5.1.5. Evaluación prehospitalaria 347
4.5.1. Introducción 327 5.1.6. Control hospitalario 348
4.5.2. Fuente de evidencia 327 7UDWDPLHQWRIDUPDFROyJLFR 354
4.5.3. Monitorización neuroquímica (YLGHQFLDSDUDODLQGLFDFLyQGH
del encéfalo 328 FLUXJtDWHPSUDQD 356
4.5.4. Aspectos metodológicos de (QODXQLGDGGHDWHQFLyQGH¿QLWLYD 357
la microdiálisis cerebral 329 5.1.8. Conclusiones 359
$QDOLWRVGHLQWHUpVFOtQLFR\ (VWiQGDUHV 359
PDUFDGRUHVGHOHVLyQWLVXODU 330 *XtDV 360
¢'yQGHGHEHFRORFDUVHHO 2SFLRQHV 360
FDWpWHUGHPLFURGLiOLVLVFHUHEUDO" 331
5.2. Guías para la evaluación y tratamiento
&RQWUROHVUDGLROyJLFRV
del traumatismo raquimedular:
¢'yQGHVHHQFXHQWUDXELFDGD
aspectos quirúrgicos 362
ODPHPEUDQDGLDOL]DQWH" 332
&ODVL¿FDFLyQGHODVOHVLRQHV
,QGLFDFLRQHV\UHFRPHQGDFLRQHV
raquimedulares 363
GHOD&RQIHUHQFLDGH&RQVHQVRGH
5.2.4. Diagnóstico y tratamiento de
(VWRFROPR 332
las lesiones raquimedulares 363
4.5.5. Limitaciones y complicaciones de
/HVLRQHVFHUYLFDOHV
la microdiálisis cerebral 333
OLJDPHQWDULDV\yVHDV 363
4.5.6. Conclusiones 334
/HVLyQFHUYLFDOYDVFXODU 372
0RQLWRUL]DFLyQHOHFWURHQFHIDORJUi¿FD 6&,:25$ 6SLQDO&RUG,QMXU\
en la unidad de terapia intensiva 335 :LWKRXW5DGLRJUDSKLF$EQRUPDOLW\ 373
4.6.1. Introducción 335 )UDFWXUDGHODFROXPQD
4.6.2. Fuente de evidencia 335 WRUiFLFD\OXPEDU 373
4.6.3. Aplicaciones clínicas 336 )UDFWXUDVGHOVDFUR 374
6XSUHVLyQGHSDUR[LVPRV 336 5.2.5. Conclusiones 378
0RQLWRUGHIXQFLyQFHUHEUDO 336
5.3. Uso de células madre para
'HWHFFLyQDXWRPiWLFD
reparar lesiones traumáticas
GHHYHQWRV 338
del sistema nervioso central 378
$QiOLVLVGHGHQVLGDGHVSHFWUDO 338
5.3.2. Fuente de evidencia 380
4.6.4. Características técnicas 338
5.3.3. Antecedentes de una
&DUDFWHUtVWLFDV
terapia reparadora de la lesión
GHODPSOL¿FDGRU 338
de médula espinal 381
,QWHUIDVHFRQHOXVXDULR 339
5.3.4. Desarrollo de la Terapéutica médica 383
&DUDFWHUtVWLFDVItVLFDV 339
5.3.5. Casos clínicos 384
&RQHFWLYLWDG 339
5.3.6. Conclusión 387
5HJLVWURGHYLGHR 339
5.3.7 Agradecimientos 390
+HUUDPLHQWDVGHGHWHFFLyQ 340
ËQGLFH FRQWLQXDFLyQ

6.3. Sedación y analgesia del paciente


Capítulo 6 neurológico crítico 408
6.3.1. Introducción 408
Complicaciones posoperatorias 6.3.2. Fuente de evidencia 408
de neurocirugía 391 6.3.3. Guías de práctica clínica
para el uso de sedantes y analgésicos 410
6.1. Complicaciones pos neuroquirúrgicas 391 $QDOJHVLD 410
6.1.1. Introducción 391 6HGDFLyQ 412
6.1.3. Complicaciones 6.3.4. Análisis de drogas útiles para
Generales más frecuentes 393 el paciente neurológico crítico 413
6.1.4. Complicaciones Hemorrágicas 393 0LGD]RODP 414
)DFWRUHVGHULHVJR 393 3URSRIRO 414
7LSRGHVDQJUDGR 393 5HPLIHQWDQLOR 415
&DXVDV 394 'H[PHGHWRPLGLQD 417
+HPRUUDJLDFHUHEHORVDUHPRWD 395 6.3.5. Conclusiones 418
&RPSOLFDFLRQHVKHPRUUiJLFDV
GHUDGLRFLUXJtD 395
+HPDWRPDLQWUDFHUHEUDO Capítulo 7
SRVRSHUDWRULRVHFXQGDULRDOD Infecciones 421
HYDFXDFLyQGHKHPDWRPD
VXEGXUDOFUyQLFR 396 7.1. Meningitis bacteriana: diagnóstico y
6.1.5. Complicaciones de la posición de tratamiento basado en la evidencia 421
sentado en neurocirugía 396 7.1.1. Introducción 421
&DPELRV¿VLROyJLFRV 397 7.1.2. Fuente de evidencia 421
&RPSOLFDFLRQHV 397 7.1.3. Manejo inicial de la meningitis
&RQWUDLQGLFDFLRQHVSDUD bacteriana 422
ODSRVLFLyQGHVHQWDGR 399 ,QGLFDFLRQHVGH7$&SUHYLR
6.1.6. Convulsiones 399 DODSXQFLyQOXPEDU 423
6.2. Control de la glucemia en 7HVWVGLDJQyVWLFRVGH01%
el paciente neurocrítico 400 DQLYHOGHO/&5 424
6.2.1. Introducción 400 8WLOLGDGGHWHVWVSDUD
6.2.2. Fuente de evidencia 400 HOGLDJQyVWLFRGLIHUHQFLDOHQWUH
6.2.3. Fisiopatología 401 OD01%\OD0HQLQJLWLV9LUDO 425
0HFDQLVPRGHKLSHUJOXFHPLD\ 7LPPLQJGHWUDWDPLHQWR
UHVLVWHQFLDDODLQVXOLQD 401 DQWLPLFURELDQR 426
(IHFWRVWy[LFRVGH 7.1.4. Tratamiento de la meningitis
ODKLSHUJOXFHPLD 402 bacteriana 427
$FFLRQHVGHODLQVXOLQDHIHFWRV 7UDWDPLHQWRDQWLPLFURELDQR 427
PHWDEyOLFRV\QRPHWDEyOLFRV 402 $QWLELyWLFRV³FODYH´ 428
+LSHUJOXFHPLD\ 'H[DPHWDVRQD 433
VLVWHPDQHUYLRVR 403 $GPLQLVWUDFLyQLQWUDYHQWULFXODU
6.2.4. Ensayos clínicos 403 GHDQWLELRWLFRV 434
+LSHUJOXFHPLD\UHVXOWDGRV 7.1.5. Evaluación y seguimiento 435
HQSDFLHQWHVFUtWLFRV 403 ¢&XiQGRKD\TXHUHSHWLUOD3/
+LSHUJOXFHPLDHQSDFLHQWHV HQHOSDFLHQWHFRQ01%" 435
GH87,TXLU~UJLFD 404 'XUDFLyQGHOWUDWDPLHQWR
+LSHUJOXFHPLDHQSDFLHQWHV DQWLPLFURELDQR 435
GH87,PpGLFD 405 7.1.6. Indicación de tratamiento ambulatorio
+LSHUJOXFHPLDHQSDFLHQWHV en la meningitis bacteriana 435
QHXUROyJLFRVFUtWLFRV 405 7.1.7. Conclusiones 436
+LSHUJOXFHPLDFRPRPDUFDGRU 7.2. Drotrecogin alfa activado en la unidad
SURQyVWLFRHQWUDXPDWLVPR de neurointensivismo 437
GHFUiQHRJUDYH 406 7.2.1. Introducción 437
$QiOLVLVGHFRVWHV 406 7.2.2. Fuente de evidencia 437
6.2.5. Conclusiones 406 7.2.3. Mecanismo de acción 438
ËQGLFH FRQWLQXDFLyQ

$FWLYLGDG$QWLWURPEyWLFD 438 (VWXGLRVFODVH, 460


$FWLYLGDG3UR¿EULQROtWLFD 438 (VWXGLRVFODVH,, 460
$FWLYLGDG$QWLDSRSWyWLFD 438 7.4.3. Factores de riesgo para NAV 461
5HGXFFLyQHQODH[SUHVLyQ 7.4.4. Epidemiología 463
GHPROpFXODVGHDGKHVLyQ 438 7.4.5. Prevención 465
'LVPLQX\HODSHUPHDELOLGDG 7.4.6. Tratamiento 466
YDVFXODUSRUHVWDELOL]DFLyQGHO 7.4.7. Conclusiones 469
FLWRHVTXHOHWRGHODVFpOXODVHQGRWHOLDOHV 438
7.2.4. Indicación 439
7.2.5. El estudio PROWESS 439 Capítulo 8
5HVXOWDGRV 440 Patología neuromuscular 471
(YHQWRVDGYHUVRV 441
7.2.6. El estudio ENHANCE 442 8.1. Síndrome de Guillan Barré:
7.2.7. El estudio MERCURY 442 tratamiento médico 471
7.2.8. El estudio ADDRESS 443 8.1.1. Introducción 471
7.2.9. Contraindicaciones 443 8.1.2. Fuente de evidencia 472
7.2.10. Drotrecogin alfa activado 8.1.3. Manifestaciones clínicas 472
en meningitis 444 6tQGURPHGH*XLOODLQ%DUUp
7.2.11. Drotrecogin alfa activado FOiVLFRR$,'3 472
y heparina 444 $0$1\$06$1 473
7.2.12. Conclusiones 445 6tQGURPHGH0LOOHU)LVKHU 473
8.1.4. Tratamiento 473
7.3. Meningitis asociada a
3ODVPDIpUHVLV 473
procedimientos neuroquirúrgicos 445
,QPXQRJOREXOLQD 473
7.3.1. Introducción 445
8.1.5. Conclusión 474
7.3.2. Fuente de evidencia 446
7.3.3. Epidemiología 447 8.2. Crisis miasténica en la unidad
7.3.4. Etiología 447 de terapia intensiva 475
7.3.4. Factores de riesgo 449 8.2.1. Introducción 475
7.3.5. Signos y síntomas 451 8.2.2. Fuente de evidencia 476
7.3.6. Diagnóstico de Meningitis 8.2.3. Manifestaciones clínicas 476
asociada a neurocirugía 451 8.2.4. Tratamiento 477
'H¿QLFLyQGHFDVR\ 3ODVPDIpUHVLV 478
FULWHULRVGLDJQyVWLFRV 452 ,QPXQRJOREXOLQDHQGRYHQRVD 478
$VSHFWRVUHODFLRQDGRV 8.2.5. Conclusiones 480
FRQODSXQFLyQOXPEDU 453 ,QGLFDFLRQHVGHOD3)\OD,J(9
'LDJQyVWLFRGLIHUHQFLDOHQWUH HQOD0* 480
PHQLQJLWLVEDFWHULDQD\TXtPLFD 454
8.3. Ventilación mecánica en Guillain Barré
7.3.7. Tratamiento y control inicial 454
y miastenia gravis 480
&DUDFWHUtVWLFDVIDUPDFROyJLFDV
8.3.1. Introducción 480
GHOWUDWDPLHQWRDQWLPLFURELDQR
8.3.2. Fuente de evidencia 480
HQLQIHFFLRQHVGHO61& 454
8.3.3. Criterios para el inicio de
7UDWDPLHQWRHPStULFRLQLFLDO 455
la ventilación mecánica 481
5HFRPHQGDFLRQHVSDUDHOXVR
8.3.4. Modalidades ventilatorias 482
GHFRUWLFRLGHVHQSDFLHQWHVDGXOWRV
8.3.5. Destete de la VM 483
FRQPHQLQJLWLVSRVQHXURTXLU~UJLFD 456
8.3.6. Conclusiones 483
7UDWDPLHQWR,QWUDWHFDO 456
3ULQFLSLRVGHOWUDWDPLHQWRGH 8.4. Neuropatía del paciente crítico 484
ODPHQLQJLWLVVHFXQGDULDDODFRORFDFLyQ 8.4.1. Introducción 484
GHVKXQW 457 8.4.2. Fuente de evidencia 484
7.3.8. Conclusiones 458 'H¿QLFLRQHV*HQHUDOHV 485
8.4.4. Epidemiología 485
7.4. Neumonía asociada al ventilador
8.4.5. Inicio de los síntomas 485
en el paciente neurocrítico 459
8.4.6. Diagnóstico 485
7.4.1. Introducción 459
3UHVHQWDFLyQFOtQLFD 485
7.4.2. Fuente de evidencia 460
3DUiPHWURVGHODERUDWRULR 486
ËQGLFH FRQWLQXDFLyQ

(VWXGLRVHOHFWUR¿VLROyJLFRV 486 9DOLGDFLyQGHHVFDODV 503


%LRSVLDVQHUYLR\P~VFXOR 486 'H¿QLFLRQHV\HWLRORJtD 504
8.4.7. Diagnósticos diferenciales 488 'H¿QLFLyQ 504
8.4.8.Factores de riesgo 488 (WLRORJtDHKLSyWHVLV
6,56\VHSVLV 488 ¿VLRSDWROyJLFDV 505
(VWHURLGHV 488 3UHYDOHQFLD\UHOHYDQFLDFOtQLFD 506
$JHQWHVEORTXHDQWHV 9.2.4. Evaluación del delirium 507
QHXURPXVFXODUHV $%1 489 3UHJXQWDVIUHFXHQWHV 511
$QWLELyWLFRVDPLQRJOXFyVLGRV 489 9.2.5. Tratamiento del delirium 514
1XWULFLyQSDUHQWHUDO 489 7UDWDPLHQWRQRIDUPDFROyJLFR 514
'URJDVYDVRDFWLYDV 489 7UDWDPLHQWRIDUPDFROyJLFR 514
0HFDQLVPRVLQPXQHV 489 9.2.6. Deterioro cognitivo posterior
'DxRQHXUROyJLFR 489 al GHOLULXP 515
7UDQVSODQWHUHQDO 489 9.2.7. Conclusiones 515
$OE~PLQD\JOXFRVD 489 9.3. Estado de mal epiléptico 516
8.4.9. Tratamiento 489 9.3.1. Introducción 516
8.4.10. Pronóstico 489 9.3.2. Fuente de evidencia 516
9.3.3. Fisiopatología 516
Capítulo 9 'H¿QLFLRQHV 517
9.3.5. Diagnóstico 519
Alteraciones de la conciencia 491 9.3.6. Tratamiento 520
9.3.7. Conclusiones 523
9.1. Coma basado en la evidencia 491
9.1.1. Introducción 491 9.4. Muerte bajo criterios neurológicos 524
9.1.2. Fuente de evidencia 491 9.4.1. Introducción 524
/LEURV 491 &ULWHULRVQHXUROyJLFRVGHPXHUWH 525
0HWDDQiOLVLV 491 9.4.2. Fuente de evidencia 526
(VWXGLRVSURVSHFWLYRV &RQFHSWRV\GH¿QLFLRQHVGHPXHUWH
DOHDWRUL]DGRV\FRQWURODGRV 492 encefálica 527
'H¿QLFLRQHV 492 )RUPXODFLyQGHPXHUWHEDVDGDHQOD
&RQFLHQFLD 492 PXHUWHGHOWURQFRGHOHQFpIDORREUDLQVWHP
$OWHUDFLRQHVJOREDOHVGH IRUPXODWLRQRIGHDWK 527
ODFRQFLHQFLD&RPD 493 )RUPXODFLyQGHPXHUWHEDVDGDHQOD
(VWDGRVSRVFRPDWRVRV 493 PXHUWHQHRFRUWLFDORPXHUWHWHOHQFHIiOLFDR
9.1.4. Programa de calidad para el proceso KLJKHUEUDLQIRUPXODWLRQRIGHDWK 527
de donación - trasplante 495 )RUPXODFLyQGHPXHUWHEDVDGDHQ
,QWURGXFFLyQ 495 ODPXHUWHHQFHIiOLFDJOREDORZKROHEUDLQ
0DWHULDO\PpWRGR 495 IRUPXODWLRQ 528
5HVXOWDGRV 496 9.4.4. Diagnóstico de muerte bajo criterios
'LVFXVLyQ\FRQFOXVLRQHV 497 neurológicos 529
9.1.5. Coma posparo cardiorrespiratorio 498 3UHFRQGLFLRQHVSDUDHOGLDJQyVWLFR
9.1.6. Costes 498 GHPXHUWHEDMRFULWHULRVQHXUROyJLFRV 529
9.1.7. Factores pronósticos 499 ([DPHQFOtQLFRSDUDHOGLDJQyVWLFR
(WLRORJtD 499 GHPXHUWHEDMRFULWHULRVQHXUROyJLFRV 530
6LJQRVFOtQLFRV 499 /LPLWDFLRQHVGHOHPSOHRH[FOXVLYR
(VWXGLRVQHXUR¿VLROyJLFRV 499 GHOGLDJQyVWLFRFOtQLFRSDUDHOGLDJQyVWLFR
1HXURLPiJHQHV 500 GHPXHUWHEDMRFULWHULRVQHXUROyJLFRV 531
'RSSOHU7UDQVFUDQHDQR 500 ([DPHQLQVWUXPHQWDOSDUDHO
0DUFDGRUHVELRTXtPLFRV 500 GLDJQyVWLFRGHPXHUWHEDMRFULWHULRV
9.1.8. Conclusiones 500 QHXURORJLFRV 532
9.4.5. Inconsistencias actuales en el diagnóstico
9.2. Delirium en Terapia Intensiva 502 de muerte bajo criterios neurológicos 535
9.2.1. Introducción 502 ¢4XpGH¿QLFLyQGHPXHUWHGHEH
9.2.2. Fuente de evidencia 502 XWLOL]DUVH" 535
5HYLVLRQHV 502 ¢&XiQWDVH[SORUDFLRQHVKD\TXH
,QYHVWLJDFLRQHVRULJLQDOHV 503 UHDOL]DU" 535
ËQGLFH FRQWLQXDFLyQ

¢4XpWLHPSRGHREVHUYDFLyQFOtQLFD $VLVWHQFLD\RULHQWDFLyQDORV
HLQVWUXPHQWDOGHEHREVHUYDUVH" 536 IDPLOLDUHV 554
¢&XiQWRVPpGLFRVWLHQHQTXH 10.2.5. Resultados 554
LQWHUYHQLUHQHOGLDJQyVWLFR" 536 10.2.6. Conclusiones 555
9.4.6. Conclusiones 536
9.4.7. Anexo: Protocolo de diagnóstico
de muerte bajo criterios neurológicos Capítulo 11
del Instituto Nacional Central Único Aspectos éticos 557
Coordinador de Ablación e Implante
(INCUCAI) de la República Argentina 537 11.1. Entrevista familiar: Aplicación
3UHUUHTXLVLWRV 537 de técnicas de comunicación 557
([DPHQQHXUROyJLFR 537 11.1.1. Introducción 557
(VWXGLRVFRPSOHPHQWDULRV 538 11.1.2. Fuente de la evidencia 558
5HSHWLFLyQGHOH[DPHQ 11.1.3. Teoría de la comunicacion 558
QHXUROyJLFR 539 /DFRPXQLFDFLyQFRPR
SURFHVRLQWHUDFWLYR 558
11.1.4. Habilidades de comunicación 559
Capítulo 10 &RPSRQHQWHVUHODFLRQDGRV
Rehabilitación 541 FRQHOHQWUHYLVWDGRU 559
5HODFLyQGHD\XGD 559
10.1. Rehabilitación Neurológica 541 /HQJXDMHQRYHUEDO 560
10.1.1. Introducción 541 11.1.5. La entrevista 561
10.1.2. Fuente de evidencia 541 11.1.6. El papel asistencial de
10.1.3. Cuidados en terapia intensiva 541 los profesionales de salud: la importancia
$VLVWHQFLD.LQpVLFD de poder responder a las necesidades de
5HVSLUDWRULD $.5 542 los familiares 562
(YDOXDFLyQ\WUDWDPLHQWRGH 11.1.7. Todo bien, todo mal: Relato de
ODGHJOXFLyQ 542 una entrevista real 563
&XLGDGRGHSRVLFLRQHV 542 (OFRPLHQ]R WRGRPDO 563
0RYLOL]DFLyQSDVLYD\ /DSULPHUHQWUHYLVWD ¢WRGRPDO" 565
DFWLYDDVLVWLGD 543 /DVHJXQGDHQWUHYLVWD ¢WRGRELHQ" 566
10.1.4. Cuidados en la sala general 543 7HUFHUHQWUHYLVWD WRGRPDO 567
10.1.5. Técnicas de rehabilitación 543 &XDUWDHQWUHYLVWD ¢WRGRPDO" 567
0pWRGR%UXQQVWURP 543 4XLQWDHQWUHYLVWD WRGRELHQ 568
0pWRGR.DEDW 543 6H[WDHQWUHYLVWD WRGRELHQ 568
&RQFHSWR%REDWK 543 6pSWLPDHQWUHYLVWD WRGRELHQ 569
5HKDELOLWDFLyQ9HVWLEXODU 544 2FWDYDHQWUHYLVWD WRGRELHQ 569
+LGURWHUDSLD 544 )LQDO 569
3UHYHQFLyQGHODVFDtGDV 544
11.2. La ética como ciencia
10.1.6. Escalas de evaluación 547
en neurointensivismo 570
10.1.7. Conclusión 547
11.2.1. Introducción 570
10.2. Rehabilitación Neuropsicológica en 11.2.2. Fuente de evidencia 571
el traumatismo de cráneo 547 11.2.3. El proceso de toma de decisiones
10.2.1. Introducción 547 en ética médica 571
10.2.2. Fuente de evidencia 547 3ULQFLSLRVpWLFRV 571
10.2.3. Evaluación 548 'HVDUUROORGHOSURFHVRpWLFR 573
(YDOXDFLyQLQLFLDO 548 11.2.4. Un caso real 573
(YDOXDFLyQFRPSOHWD 550 5HÀH[LRQHV 575
$OWHUDFLRQHVFRJQLWLYDV &RQGXFWDVDO¿QDOGHODYLGDHXWDQDVLD
UHOHYDQWHVSRVWUDXPDWLVPR distanasia, ortotanasia 576
HQFpIDORFUDQHDQRVHJ~QVXJUDGR 551
10.2.4. Rehabilitación 552
Índice alfabético 579
Prólogo
Prof. Dr. Armando Basso
'LUHFWRU,QVWLWXWRGH1HXURFLHQFLDV
)DFXOWDGGH0HGLFLQD8%$
([3UHVLGHQWHGHOD)HGHUDFLyQ0XQGLDO
GH6RFLHGDGHVGH1HXURFLUXJtD :)16

1HXURLQWHQVLYLVPR¢8QDQXHYDHVSHFLDOLGDGTXHVHRFXSDGHO
SDFLHQWHQHXUROyJLFRHQHVWDGRFUtWLFR"¢8QPDQHMRFOtQLFRIDU
PDFROyJLFRGHWDOODGRPLQXFLRVRSURIXQGREDVDGRHQHOFR
QRFLPLHQWRGHOD¿VLRSDWRORJtDGHODVGLIHUHQWHVSDWRORJtDVTXH
DIHFWDQDOVLVWHPDQHUYLRVR"
(OGHOLFDGRPDQHMRGHOSDFLHQWHFUtWLFR¢6HGHEHEDVDUVROD
PHQWHHQHOFRQRFLPLHQWRDGTXLULGRRHQODHYLGHQFLDIUXWRGH
ODH[SHULHQFLD"
3RGUtDPRVUHVXPLUHVWRVFRQFHSWRVHQXQRVROR\OODPDUOR1HX
URLQWHQVLYLVPR%DVDGRHQOD(YLGHQFLD
(VWDVXEHVSHFLDOLGDGWDQLPSRUWDQWHSDUDORVQHXUyORJRV\QHX
URFLUXMDQRVWLHQHD~QSRFRVDxRVGHYLGD\QRPXFKRVFXOWRUHV
(QHIHFWRQRVRQPXFKRVORVPpGLFRVGHFLGLGRVDDERUGDUHVWH
GHVDItRFXDOHVHOSDFLHQWHQHXUROyJLFRRQHXURTXLU~UJLFRHQHV
WDGRFUtWLFR3DUDHOORVHQHFHVLWDDGHQWUDUVHHQFLHQFLDVEiVLFDV
FRPRODDQDWRPtD\¿VLRORJtDGHOVLVWHPDQHUYLRVRODSDWRORJtD
OD¿VLRSDWRORJtD\IXQGDPHQWDOPHQWHFRPRVLHVRIXHUDSRFRHQ
HOYDVWRPXQGRGHODFOtQLFDPpGLFDHQWRGRVVXVDVSHFWRV
,JQDFLR3UHYLJOLDQRDTXLHQGHVFXEUt\DKDFHPXFKRVDxRVHQXQ
&RQJUHVR,QWHUQDFLRQDOIXHUDGHOD$UJHQWLQDHQSOHQDGLVFXVLyQ
FRQORVPHMRUHVHVSHFLDOLVWDVGHOPXQGRHQ1HXURLQWHQVLYLVPR
GHVSHUWyLQPHGLDWDPHQWHHQPtSULPHURFXULRVLGDG\OXHJRDGPL
UDFLyQ6LQGXGDHVODSHUVRQDLQGLFDGDSDUDOOHYDUDGHODQWHXQD
WDUHDFRPRORHVODSXEOLFDFLyQGHHVWHOLEURLQGLVSHQVDEOH
+DVDELGRURGHDUVHGHORVPHMRUHVSDUDGDUDOX]XQDREUDTXH
VLQGXGDUHSUHVHQWDHQLGLRPDHVSDxROXQKLWRTXHFRPELQDORV
FRQRFLPLHQWRVPiVPRGHUQRVFRQODHYLGHQFLDFRPREDVDPHQWR
\GHVDUUROORDORODUJRGHORVGLIHUHQWHVFDStWXORV
(VWR\VHJXURTXHORVHVSHFLDOLVWDVHQWRGDVODVGLVFLSOLQDVUH
ODFLRQDGDVFRQODSDWRORJtDPpGLFDRTXLU~UJLFDGHOVLVWHPD
QHUYLRVR\SRUTXHQRORVFOtQLFRV\FLUXMDQRVHQJHQHUDOOH
GDUiQODPHMRUELHQYHQLGDDHVWHOLEURTXHOOHQDXQYDFtRHQOD
OLWHUDWXUDPpGLFDHQQXHVWURLGLRPD
Introducción
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

(QXQDFRQIHUHQFLDGHOD'UD%HYHUO\:DOWHUVXQDGHODV¿OPLQDVPRVWUDEDXQ0RLVpVFRQODV
Tablas de la Ley donde se leía “es así porque lo dice el jefe”, en la siguiente el mismo Moisés
tenía las mismas tablas, pero se leía “es así porque lo dice un trabajo aleatorizado, placebo con-
trolado”. Creo que esa fue la génesis de este libro al igual que los consejos y el aliento del Dr.
Carlos Tajer y la insistencia de algunos compañeros de ruta como los Dres. Alejandro Arenillas
y Pablo Ripoll.
El desafío de este libro es poder establecer las bases para una práctica del neurointensivismo a
partir de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE).
/DPHMRUGH¿QLFLyQGH0%(HVDPLJXVWRODGH'DYLG6DFNHWWTXLHQGLFHTXHHV³/DLQWHJUD-
ción de la mejor evidencia de la investigación médica con la experiencia clínica y las preferen-
cias del paciente”.
Por ODPHMRUHYLGHQFLDGHLQYHVWLJDFLyQ se entiende la de mayor utilidad clínica: la que analiza
la precisión de los tests diagnósticos (incluyendo el examen clínico), los marcadores pronósticos
\ODH¿FDFLD\VHJXULGDGGHWUDWDPLHQWRVFOtQLFRVTXLU~UJLFRVGHUHKDELOLWDFLyQ\GHSUHYHQFLyQ
Las evidencias nuevas pueden invalidar a las anteriores, siempre y cuando demuestren ser más
FHUWHUDVH¿FDFHV\VHJXUDV
Por H[SHULHQFLDFOtQLFD se entiende la habilidad para utilizar nuestra destreza clínica y expe-
ULHQFLDSDVDGDSDUDLGHQWL¿FDUHOHVWDGRGHVDOXGGHQXHVWURVHQIHUPRVHIHFWXDUXQGLDJQyVWLFR
HYDOXDUORVULHVJRV\EHQH¿FLRVGHQXHVWUDVLQWHUYHQFLRQHVFOtQLFDVRTXLU~UJLFDV\HQWHQGHUODV
preferencias y expectativas de cada paciente.
Por las SUHIHUHQFLDVGHOSDFLHQWH se entiende la expectativa y las dudas que éste pone en la relación
médico-paciente y cómo éstas deben se integradas en el proceso de diagnóstico y tratamiento.
Si bien parece algo de última moda, los orígenes de la MBE deben buscarse en la China de
Confusio con el concepto de “Kaozheng” (investigación sobre evidencia práctica) y en los mé-
dicos de París pos revolución, que enfrentaron las órdenes de la autoridad sanitaria pues éstas se
contradecían con los datos obtenidos de la observación sistemática del paciente.
El crecimiento de los artículos basados en la evidencia en la literatura médica indexada ha
sido exponencial desde 1992, donde aparecen los dos primeros trabajos de Gordon Guyatt
hasta la fecha, en que se encuentran más de 6 000 artículos anuales. Se suman a éstos cientos
GHOLEURVGHWH[WRUHYLVWDVHVSHFt¿FDVFRPRACP -RXUQDO&OXE, (YLGHQFH%DVHG0HGLFLQH,
-RXUQDORI(YLGHQFH%DVHG+HDOWK&DUH, (YLGHQFH%DVHG&DUGLRYDVFXODU0HGLFLQH, (YLGHQ
FH%DVHG0HQWDO+HDOWK, (YLGHQFH%DVHG1XUVLQJ, entre otras y las secciones de MBE de las
revistas más importantes.
Es importante resaltar que una práctica basada en la evidencia consiste en usar la mejor evi-
dencia disponible para guiar la asistencia; es una manera de estar actualizado y mejorar conti-
QXDPHQWH\FRQVWLWX\HXQD¿ORVRItDÀH[LEOH\SURDFWLYDGHHQFDUDUODSUiFWLFDDVLVWHQFLDO
1RHVXQRSXHVWRDODH[SHULHQFLDFOtQLFDQLXQLPSHGLPHQWRSDUDODSUiFWLFDH¿FLHQWHQLXQD
rígida dependencia de los estudios aleatorizados.
1HXURLQWHQVLYLVPRHVXQQHRORJLVPR\DVXYH]ODGH¿QLFLyQGHXQDQXHYDVXEHVSHFLDOLGDG
dentro de la Terapia Intensiva: el cuidado crítico del paciente con trastornos del sistema ner-
vioso central y periférico, ya sean de causa neurológica o neuroquirúrgica.
Las primeras unidades dedicadas a la neurología crítica se desarrollaron a comienzos de la
década del 80 en Boston, de la mano del Prof. Alan Ropper, y en Sevilla, a instancias del Prof.
Albert Lasierra, con el Prof. Francisco Murillo-Cabezas.
En Argentina he tenido el honor de ser el pionero en esta subespecialidad gracias a la gene-
rosidad del Prof. Raúl Matera, quien me contactó con la escuela de Sevilla y subvencionó mi
entrenamiento allí en el año 1986.
Desde ese entonces hasta ahora el Neurointensivismo ha crecido exponencialmente den-
tro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), teniendo uno de los Comités más
DFWLYRVGHpVWDFRQUDPL¿FDFLRQHVPXOWLVRFLHWDULDVFRPRHO*UXSRGH7UDEDMRGH3DFLHQWHV
Neurocríticos (GTN) y el /DWLQ$PHULFDQ%UDLQ,QMXU\&RQVRUWLXP (LABIC). Desde el punto
de vista académico el Comité de Neurointensivismo ha producido trabajos multicéntricos,
guías de práctica clínica, encuestas sobre la actividad de la especialidad en el país, un curso
anual, un proyecto de manual y ha marcado las pautas de enseñanza e invitaciones de líderes
de opinión a los últimos congresos de la Sociedad.
A diferencia de otros, éste es un libro de autor, que parte de una idea madre de conjugar MBE
y Neurointensivismo, y en el que los diversos capítulos han sido escritos con la inestimable
ayuda de amigos y discípulos consustanciados con el desafío, sin mediar presiones para in-
cluir tal o cual autor o representante de corriente de opinión.
El esquema de los capítulos es sencillo: luego de una breve introducción se citan las fuentes
de evidencia, que han sido seleccionadas de acuerdo a la relevancia que le otorgan los autores,
y luego se discuten los puntos principales de cada tema. Las citas no se repiten en el texto pues
ORVDXWRUHVVRQH[SHUWRVHQHOWHPD\FRQVLGHUpTXHHUDVX¿FLHQWHODIXQGDPHQWDFLyQFLHQWt¿FD
inicial. He tratado de incluir la mayor parte de las guías de práctica clínica de la especialidad
publicadas, con una visión crítica. En los capítulos en los que se puede, se desarrollan algorit-
mos de práctica clínica basados en la evidencia.
(OtQGLFHLQFOX\HXQSULPHUFDStWXORFRQGH¿QLFLRQHVUDGLRORJtDQRUPDO\HVFDODVFOtQLFDV
\WRPRJUi¿FDVSDUDODHYDOXDFLyQGHOSDFLHQWHQHXURFUtWLFR/XHJRVHGHVDUUROODQVXFHVLYD-
mente traumatismo de cráneo, traumatismo raquimedular, ataque cerebral, monitorización,
complicaciones posoperatorias de neurocirugía, infecciones, patología neuromuscular, altera-
ciones de la conciencia, rehabilitación y aspectos éticos.
En este último capítulo se hace hincapié en la relación con los familiares del paciente, dando
las bases para la relación de ayuda, y en los dilemas éticos y morales acerca del estado vegeta-
WLYR\HO¿QGHODYLGD6LJXLHQGRD3HGUR/DtQ(QWUDOJRSRGUtDPRVFRQVLGHUDUTXHODUHODFLyQ
médico-paciente en el contexto del neurointensivismo es la de mayor mendicidad, en la cual
el paciente es el más desposeído, condición que se traslada a sus familiares.
Creo haber logrado una obra uniforme, dirigida fundamentalmente a los médicos en etapa
de aprendizaje de las especialidades de Terapia Intensiva, Medicina Interna, Emergentología,
Neurología, Neurocirugía y Anestesiología, y a todos los colegas que, al igual que yo, consi-
GHUDQTXHODHWDSDGHDSUHQGL]DMHQR¿QDOL]DQXQFD
Ustedes tendrán la última palabra.
Capítulo 1
DEFINICIONES

1.1 Evidencias en Medicina


Carlos Tajer
Hernán Doval

1.1.1 Introducción
epidemiología clínica, que analiza la prác-
La medicina es un arte complejo. A la par tica médica para conocer qué efecto tienen
de una mirada humanística, solidaria y com- las intervenciones médicas en el mundo real
prensiva, en su ejercicio se requiere de con- sobre la salud de los pacientes; expresado
ceptos formativos sólidos y una actualización en otros términos, qué es lo que los médicos
permanente. En particular en el área de los hacen realmente y qué resultados obtienen.
cuidados intensivos, en nuestro entorno geo- En su desarrollo ha surgido una batalla en-
JUi¿FR\FRQWHPSRUiQHRIUHFXHQWHPHQWHVX tre dos ilusiones igualmente inconsistentes
práctica se desarrolla en condiciones adver- que resumimos en forma esquemática:
sas y con diferentes fuentes de tensión.
En los últimos años se ha consolidado un a. La HQWXVLDVWD del médico joven que se
nuevo paradigma, el desarrollo de una 0H aferra a los manuales de evidencia o siste-
GLFLQD%DVDGDHQOD(YLGHQFLD (MBE), que máticas, porque necesita una base rápida
algunos traducen por medicina basada en para sus acciones y supone que la medici-
datos o en pruebas. na puede desarrollarse adecuadamente si
Este nuevo enfoque nos enseña a analizar conoce bien los últimos datos. Sabemos
nuestra tarea profesional para reconocer de la importancia para el médico joven
cuáles de las conductas orientadas a nues- de contar con UHFHWDV o sistemáticas que
tros pacientes están basadas en información disminuyan su tensión frente a la toma
FLHQWt¿FD LQFXHVWLRQDEOH \ D VX YH] TXp de decisiones en la compleja y exigente
otras conductas que no adoptamos también realidad clínica, pero con el tiempo y la
podrían contribuir a mejorar su calidad de maduración de la experiencia queda claro
vida y sobrevida. Ha surgido en forma para- que esto constituye sólo una parte de los
lela al desarrollo de una nueva disciplina, la recursos del arte médico.
6‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

b. La DQWDJyQLFD, del médico experimenta- VLFDSDUDODPHGLFLQDFOtQLFD. 2a ed. Médica


do, que idealizando la práctica artística y Panamericana, Buenos Aires, 1998.
humana de la medicina, considera exage- Lonn E.M., Yusuf S. “Evidence based cardio-
rada la exigencia de mantener un nivel logy: emerging approaches in preventing cardio-
de información “al día” y siente disgusto vascular disease.” %0-. 1999;318:1337-1341.
ante la posibilidad de que se cuestionen Oxman A.D., Sackett D.L., Guyatt G.H.
GHVGHEDVHVELEOLRJUi¿FDVVXVFRQGXFWDV “Users’ guides to the medical literature I.
Es clara la falta de sustento de estas ilusio- How to get started.” En: -$0$ 1993;270(17):
nes: la medicina no puede practicarse sólo con 2093-2095.
la “información adecuada”, como así tampoco Sackett D.L., Straus S., Richardson S. HWDO.
careciendo absolutamente de ella. (YLGHQFH%DVHG0HGLFLQH+RZWRSUDFWLFHDQG
Por supuesto que detrás de esta invocación WRWHDFK(%0 2a ed., Ch. Livingstone, 2000.
de basar la práctica médica en la mejor infor- Greenhalgh T. “How to read a paper. The
mación disponible han cabalgado los admi- basics of evidence based medicine.” En:
nistradores de la salud aunque con objetivos %0- 1997; 315:891.
diferentes, en un intento por restringir o bien Rushton J. The burden of evidence. BMJ
de imponer determinadas conductas por ra- 2001; 323:349.
zones económicas fundamentadas en la evi-
dencia. No obstante, y debemos ser sinceros,
1.1.3 Bases racionales
aún en los países ricos con una medicina apo-
para la adopción de
yada en mejores recursos que la nuestra, los
conductas médicas
médicos van tomando conciencia de la ne-
cesidad de no sobrecargar al sistema, ante el La explosión de ensayos clínicos y el fácil
temor de poner en riesgo en el mediano plazo acceso a la LQIRUPDFLyQ ELEOLRJUi¿FD KDQ
sus propias condiciones de subsistencia. Un PRGL¿FDGR SURIXQGDPHQWH ODV EDVHV HQ ODV
nuevo concepto epidemiológico del médico que se fundamenta la toma de decisiones
que atraviesa toda la práctica cotidiana. PpGLFDV$SRFRGHUHÀH[LRQDUVREUHFXiOHV
son los criterios que utilizamos en nuestra
práctica cotidiana para decidir si indicamos
1.1.2. Fuente de evidencia
un estudio diagnóstico o una terapéutica, nos
Pocock S.J. &OLQLFDO WULDOV D SUDFWLFDO damos cuenta de que nuestras convicciones
DSSURDFK. Wiley, Chichester, 1983. y decisiones contienen una mezcla de condi-
Israel L. /DGHFLVLyQPpGLFD. EMECÉ, Bs. mentos heredados de nuestra historia médica
As., 1983. y preferencias.
Guyatt G.H. “Evidence-based medicine.” En la 7DEOD enumeramos algunos criterios
En: $&3-&OXE 1991; 112(supl. 2):A-16. de aplicación cotidiana, los cuales analizare-
Evidence-Based Medicine Working Group. mos a continuación.
“Evidence-based medicine. A new approach
to teaching the practice of medicine.” En: 1.1.3.1 Criterio de autoridad
-$0$ 1992; 268:2420-25. La opinión de los profesionales considera-
Sackett D.L., Rosenberg W.M. “The need dos referentes de su especialidad fue en su
for evidence-based medicine.” En: - 5 6RF momento el mejor criterio de selección de
0HG 1995; 88: 620-4. FRQGXFWDVGHELGRDODGL¿FXOWDGHQHODFFHVR
The Evidence-Based Medicine Working a la información médica y a la pronunciada
Group. En: -$0$1993; 270:2093-5. GLVWDQFLDWpFQLFRFLHQWt¿FDHQWUHORVFHQWURV
Jadad A. 5DQGRPLVHGFRQWUROOHGWULDOV. Bri- académicos y el médico práctico. Era común
tish Medical Books, 1998. años atrás escuchar que el Dr. "X" o el hospi-
Sackett D.L., Haynes B., Guyatt G., Tu- tal "X" tratan este problema de esta manera y
gwell P. (SLGHPLRORJtDFOtQLFD&LHQFLDEi que en su experiencia “funciona bien".
'H¿QLFLRQHV‡ 7

Criterios De autoridad - Colega de mayor experiencia, servicio jerarquizado


- Consensos
Fisiopatológico 'URJDRHVWUDWHJLDTXHUHVXHOYHOD¿VLRSDWRORJtDDWULEXLGDDO
cuadro clínico que se enfrenta
Empírico “…en mi experiencia…”, “… en nuestra experiencia…”
Basado en ensayos - Pequeños
clínicos - Grandes dimensiones
0HWDDQiOLVLVGH¿QLWLYRV
Tabla 1: ¿Cuál es la base para la decisión de adoptar una terapéutica o estrategia médica?

De hecho, probablemente aún hoy no existe de nueva información que enriquece un cua-
ningún profesional que fundamente la totali- dro clínico.
dad de sus conductas en la lectura, y en mu- No son pocos los ejemplos en los cuales una
chos ámbitos el conocimiento y la toma de WHRUtDFRQIXHUWHVXVWHQWR¿VLRSDWROyJLFRFRQ-
decisiones se apoya o confía en dicha “opi- dujo a predicciones incorrectas acerca de, por
nión de expertos”. HMHPSORODH¿FDFLDGHFLHUWRWUDWDPLHQWR
Es un criterio débil, ante la subjetividad de En ocasiones escuchamos que se hace un
la observación y el arte médico, y quizá su ³WUDWDPLHQWR ¿VLRSDWROyJLFR´ (VWR HV IUH-
mejor lugar hoy es la consulta para la adop- cuente en Cuidados Intensivos, donde pode-
FLyQ GH HVWUDWHJLDV DQWH WHPDV FRQÀLFWLYRV mos ajustar conductas efectuando mediciones
puntuales. constantes para evaluar la respuesta (oxime-
Este criterio de autoridad ha sido reempla- tría, volumen minuto, frecuencia y ritmo car-
zado en algunos casos por los “consensos” o díacos, presión intracraneana, etc.), pero aún
“recomendaciones de paneles de expertos”: en ese contexto es un criterio blando.
sin restarles valor, debemos distinguir entre Contamos en el curso de formación de in-
las conclusiones basadas en la evidencia de YHVWLJDGRUHVFOtQLFRVXQDDQpFGRWD¿FWLFLD
HQVD\RV GH¿QLWLYRV \ ODV VLPSOHV RSLQLRQHV
8QGRFHQWHGHFDUGLRORJtDGLFHDVXVDOXP
de sentido común de un grupo de colegas,
QRV TXH OD QLIHGLSLQD UHGXFH OD PRUWDOLGDG
que tienen un valor limitado. Recientemen-
GHOLQIDUWRDJXGRGHPLRFDUGLR\OHVSUHJXQ
te comenzó a exigirse que en cada consenso
WDDFHUFDGHODLQWHUSUHWDFLyQ¿VLRSDWROyJL
se exprese el nivel de evidencia que se tiene
FD /RV DOXPQRV UHVSRQGHQ TXH HV OyJLFR
SDUDFDGDD¿UPDFLyQ
OD QLIHGLSLQD EDMD OD SUHVLyQ DUWHULDO GLV
PLQX\HHOFRQVXPRGHR[tJHQR \HVXQYD
1.1.3.2 Criterio fisiopatológico
VRGLODWDGRUFRURQDULRSUR[LPDO\GLVWDOTXH
Sin duda alguna una conducta médica ad-
SXHGHWHQHUHIHFWRVREUHODYDVRFRQVWULFFLyQ
quiere una extraordinaria fuerza de convic-
DJXGD DQWDJRQL]DHOHVSDVPRFRURQDULR (O
ción cuando al resultado de un ensayo clínico
GRFHQWHDFODUDHQWRQFHVTXHKDFRPHWLGRXQ
DSURSLDGRVHVXPDXQDH[SOLFDFLyQ¿VLRSDWR-
HUURUSLGLHQGRGLVFXOSDV(QUHDOLGDGGLFH
lógica sólida de los mecanismos por los cua-
ODQLIHGLSLQDDXPHQWDODPRUWDOLGDGGHOLQ
les actúa; un ejemplo es el uso de trombolí-
IDUWR DJXGR /RV DOXPQRV D~Q PiV UiSLGR
ticos en el infarto, que reduce la mortalidad
UHVSRQGHQ TXH HV WRWDOPHQWH OyJLFR GDGR
al inducir la lisis del trombo oclusivo en las
TXHDOEDMDUODSUHVLyQDUWHULDOVHJHQHUDKL
SULPHUDVKRUDVUHVWLWX\HQGRÀXMR
SRSHUIXVLyQ DQWHUyJUDGD FRURQDULD \ FDtGD
1RREVWDQWHHOFULWHULR¿VLRSDWROyJLFRDLV-
GHOÀXMRFRODWHUDO\SRUVXHIHFWRYDVRGLODWD
ODGRHQDXVHQFLDGHHQVD\RVFRQSXQWRV¿QD-
GRUFRURQDULRVLQROLEHUDODRFOXVLyQSXHGH
les clínicos (mortalidad, morbilidad) es muy
LQGXFLUURERSRUYDVRGLODWDFLyQGLVWDO
débil, dado que una lectura histórica reciente
muestra la dinámica y cambiante compren- En resumen: no existe forma de predecir la
VLyQGHOD¿VLRSDWRORJtD\ODVXPDLQFHVDQWH respuesta a ninguna intervención en patologías
8‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

FRPSOHMDVVREUHODEDVHGHXQDVSHFWR¿VLRSD- la mutilante mastectomía radical ampliada era


tológico aislado, debiendo descender al llano la cirugía indicada para los tumores de mama,
trabajoso del ensayo clínico aleatorizado. y en ensayos clínicos controlados se demostró
que no tenía ventajas respecto de la mastec-
1.1.3.3 Criterio empírico tomía simple, con la oposición aun a que se
Es imprescindible que un médico práctico se efectuaran esos ensayos por parte de cirujanos
base en su experiencia, pero es crucial en ese con "criterio oncológico". El ensayo clínico
sentido que adopte una mirada crítica sobre controlado es, sin duda, la mejor herramienta
ella e intente guardar la información en forma para comparar conductas en forma rigurosa.
rigurosa. Existen numerosos mecanismos de
distorsión en la interpretación de la experien- 1.1.3.4. Criterio basado
cia propia. La práctica del médico de consulto- en ensayos clínicos
rio está sesgada por varias razones: Los ensayos clínicos controlados y aleatori-
‡ /RV SDFLHQWHV FRQVXOWDQ HQ SHUtRGRV GH zados (ECA), que asignan los tratamientos en
agudeza de la enfermedad y por lo tanto forma aleatoria, constituyen la base más sólida
tienden a mejorar en forma espontánea o para juzgar la validez de estrategias terapéu-
con placebo. ticas. La metodología para desarrollar e inter-
‡ /RVTXHQRUHVSRQGHQDOWUDWDPLHQWRRHO pretar los resultados de ensayos clínicos se ha
mismo no les agrada, no vuelven. De tal perfeccionado y constituye una especialidad
manera que la sala de espera está habitada en sí misma, con un cierto grado de compleji-
en preferencia por los pacientes que andan dad. Sin embargo, el médico práctico no puede
bien o sobreviven. dejar de conocer algunos de los elementos bá-
‡ /D PHPRULD HV WUDLFLRQHUD \ WHQGHPRV D sicos de esa metodología para poder juzgar el
YHUQRV LQÀXLGRV SRU ODV H[SHULHQFLDV UH- valor de los resultados publicados. En forma
cientes. Lucien Israel ha explorado los cri- esquemática, el desarrollo de la investigación
terios prácticos que utilizamos los médi- de un tema pasa por un período inicial de en-
cos, mostrando que están atravesados por sayos con un número reducido de pacientes, y
una inmensa dosis de subjetividad. luego a estudios de grandes dimensiones con
El segundo componente de la experiencia, la FRQFOXVLRQHV GH¿QLWLYDV \ OD SRVLELOLGDG GH
casuística (“operamos un número de pacientes combinar todos los resultados en una revisión
con los siguientes resultados…”) constituye en sistemática de sus implicancias cualitativas y
realidad una forma de ensayo clínico observa- cuantitativas a través del metaanálisis.
cional con un valor limitado en la decisión de-
¿QLWLYDVREUHODXWLOLGDGGHOPpWRGRTXHOOHYD Ensayos clínicos pequeños
a posturas encontradas entre grupos. Una pe- La evidencia basada en ensayos clínicos de po-
queña diferencia en los criterios de inclusión cos pacientes es siempre débil:
puede explicar variaciones amplias en lo ob- ‡ (VWXGLRV QHJDWLYRV SHUR SUREDEOHPHQWH
servado. IDOVRV Los ensayos pequeños pueden
Debemos recordar que durante centurias y no detectar diferencias importantes desde
hasta mediados del siglo XIX, la sangría con- el punto de vista clínico por una falta de
taba con una inmensa popularidad y era la in- "poder".
tervención habitual del médico general, con un Cuando se diseña un ensayo, se establece
alivio marcado de los síntomas y cuadros clíni- el número de pacientes. El cálculo de la
cos. Bastó un ensayo controlado sencillo para muestra depende de una serie de factores
poner la semilla que dio por tierra con este mé- y uno de los determinantes es la decisión
todo inútil, y su autor debió soportar el embate del poder que tendrá el estudio, es decir,
de la medicina institucional y de los colegas la capacidad de detectar una diferencia si
que honestamente creían en su propia expe- ésta existe. En forma muy esquemática,
riencia en forma acrítica. Durante setenta años un poder del 50% es sólo utilizado para
'H¿QLFLRQHV‡ 9

ensayos piloto y el criterio habitual es el Ensayos clínicos de


GH VXSHUDU  3RGHU GHO  VLJQL¿- grandes dimensiones
ca que si efectuamos 100 estudios, en 80 Desde la década del 80 se han efectuado ensa-
HQFRQWUDUHPRV OD GLIHUHQFLD VLJQL¿FDWLYD yos clínicos de dimensiones gigantescas (hasta
que exploramos si ésta existe. En una 60 000 pacientes) para evaluar intervenciones
población con un 10% de mortalidad, de- FRQ HIHFWRV EHQH¿FLRVRV PRGHUDGRV HQ SD-
mostrar una caída del 20% llevándola a tologías de gran prevalencia. Éstos han dado
8%, con un poder del 95%, requiere un lugar a la posibilidad de tomar decisiones so-
número de 10 000 pacientes. Si efectua- bre el paciente individual con una información
mos un estudio con sólo 600 pacientes, minuciosa en relación a las virtudes y riesgos
el poder es menor del 10%, es decir, te- de cada tratamiento. A pesar del inmenso va-
nemos una chance del 90% de no detec- lor de estos ensayos no debemos olvidar sus
tar una diferencia aun cuando exista. El OLPLWDFLRQHVFRPRODGL¿FXOWDGHQUHFRQRFHU
estudio sería un falso negativo. En estas circunstancias individuales o "subgrupos", o
condiciones la "ausencia de evidencia" aspectos transculturales que pueden inducir a
GHEHQH¿FLRFRQODLQWHUYHQFLyQQRLQGLFD respuestas diferentes de las publicadas.
DXVHQFLDGHEHQH¿FLR El pensamiento de la MBE surge de la po-
‡ (VWXGLRV SRVLWLYRV SHUR FRQ UHVXOWDGRV sibilidad, por primera vez, de contar con evi-
SRFR SODXVLEOHV Es frecuente que cuan- dencias GH¿QLWLYDV H LUUHIXWDEOHV en algunas
do un estudio pequeño tiene un resultado patologías, y de tal manera poder reconocer
negativo, los autores tengan poco entu- también aquellos problemas en los cuales di-
siasmo en enviarlo a publicación y los cha información está ausente.
editores de las revistas no los acepten,
por el escaso poder de la muestra. Exis-
1.1.4. Bases para
te, por lo tanto, una mayor posibilidad de
interpretar ensayos clínicos
que los ensayos de pocos pacientes que se
aleatorizados y controlados
publiquen sean positivos. Como ejemplo
conceptual, si 10 instituciones evalúan Aclaraciones de Nomenclatura
una nueva terapéutica, es posible que se “Ensayos clínicos” (de intervención)
publique la experiencia de una de ellas Es toda investigación médica en la cual se ha
con resultado exageradamente positivo probado algún tipo de estrategia diagnóstica o
aunque en las otras 10 haya sido negativo terapéutica.
o contraproducente. Se publican así es-
tudios con reducción del 80% del riesgo “Controlado”
de muerte o infarto, un efecto sólo patri- El tratamiento se ha comparado con alguna
monio de intervenciones revolucionarias, otra estrategia o placebo. Lo contrario a es-
\TXHOXHJRQRHVFRQ¿UPDGRFXDQGRVH tudio controlado son las series de casos de
evalúa en un número mayor de pacientes. una patología determinada, que sirven a los
Este fenómeno debe ser tomado en cuenta ¿QHVHSLGHPLROyJLFRVSHURTXHGLItFLOPHQWH
ante la lectura de ensayos clínicos peque- constituyen evidencias sobre la bondad de
ños y aun el metaanálisis de los mismos. los tratamientos. La selección de los contro-
les es crucial: utilizar series de control his-
Esto no implica desvalorizar los esfuerzos tóricas o caso-control para estudios terapéu-
individuales de grupos médicos en la explo- ticos lleva a conclusiones poco sólidas. Por
ración de nuevas terapéuticas que colaboren HMHPSORSRGHPRVD¿UPDUTXHGHVGHTXHVH
criteriosamente en la mejoría de la atención. incorporó una práctica determinada no inves-
Por el contrario, ésta es la base del progreso tigada se redujo la mortalidad quirúrgica que
GHOSHQVDPLHQWRPpGLFRTXHGHEHVHU¿VLRSD- años atrás era del 10% a una actual del 5%.
tológico y aplicado al paciente individual. Pero no reconocemos que el paso de los años
10 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

SXHGDWHQHUXQDJUDQLQÀXHQFLDVREUHODHYR- histórico: con la intención de evaluar si agregar


lución de las enfermedades: diferentes crite- un vaso de leche diario en las escuelas primarias
rios de diagnóstico, entrenamiento del grupo, podía contribuir a la salud infantil, se efectuó
RWUDV PRGL¿FDFLRQHV HQ GURJDV DQHVWpVLFDV un estudio prospectivo en el cual diariamente
sistemas de control de enfermería, esteriliza- las maestras debían aportar un vaso de leche a
ción, etc., pueden atribuirse todo el mérito de la mitad de los alumnos y a la otra mitad no. La
la mejora que adjudicamos a la nueva prácti- selección debía hacerse por orden alfabético de
ca incorporada. El mejor diseño es el estudio acuerdo con la letra inicial del apellido (letra
prospectivo controlado, en el cual los pacien- A: leche; letra B: no, por ejemplo). Al concluir
tes con diagnóstico actual de un problema son el estudio se demostró que los que recibieron
asignados a diferentes grupos de tratamiento. el vaso de leche durante todo el año estaban
La asignación puede hacerse en forma abier- más delgados y peor nutridos que los otros.
ta, lo que introduce deformaciones en el aná- Cuando se investigó la causa, se observó que
lisis: por ejemplo, vamos derivando a cirugía ODVFDULWDWLYDVGRFHQWHVKDEtDQPRGL¿FDGRORV
a los pacientes que tienen menos problemas criterios de adjudicación (usando la letra del
generales y a tratamiento médico a los que no nombre, del apellido materno o cualquier otro
entusiasman para cirugía, y esto dará por re- truco) y distribuido con preferencia la leche
sultado una mejor evolución quirúrgica que hacia los chicos que provenían de hogares más
médica. Lo recomendado es la asignación humildes, lo cual sin duda era humanitariamente
aleatorizada. correcto, pero llevaba la investigación a con-
clusiones falsas. Esto se denomina sesgo de
“Randomizado” o “aleatorizado” adjudicación (existió un error en la asignación
Implica que los tratamientos aplicados son GHORVWUDWDPLHQWRVTXHLQÀX\HHQHOUHVXOWDGR
adjudicados al azar. Este sorteo (DOHDGDGR) \HQODLQWHUSUHWDFLyQ¿QDO 
habitualmente permite que los grupos de tra- Para seguir adelante tomaremos como ejemplo
tamiento sean similares y comparables. el análisis del estudio CURE que evaluó los
efectos de adicionar al tratamiento convencional
“Sesgos” de la angina inestable (heparina, betabloquean-
Son todos los aspectos metodológicos que res- tes, aspirina, nitroglicerina) una dosis inicial
tan valor a las conclusiones del trabajo. Se han de 300 mg de clopidogrel y luego 75 mg/día
descrito más de 30 sesgos diferentes, y para durante varios meses. Se trató de un estudio
entender el concepto relataremos un ejemplo de grandes dimensiones, con 12 562 pacien-

Clopidogrel Placebo
Número 6259 6303
N % N %
Infarto 324 5,2 419 6,7
Reducción del riesgo absoluto 1,5%
(RRA) (IC 95% 0,7 a 2,3)
Riesgo relativo (RR) 0,78
(IC 95% 0,7-0,9)
Reducción del riesgo relativo 22%
(RRR) (IC 95% 10-30%)
2GGVUDWLR (OR) 0,76
(IC 95% 0,66-0,88)
Número que es necesario 67
tratar (NNT) (43-154)
Nivel de p 0,006
Tabla 2: Resultados del estudio CURE sobre infarto de miocardio
'H¿QLFLRQHV‡ 11

tes incorporados, que demostró una reducción 3%, ahorraríamos sólo 0,3 vidas por cada 100
GHOSXQWR¿QDOFRPELQDGR PXHUWHLQIDUWRR pacientes, RRA 0,3. Ambas reducciones pueden
necesidad de revascularización de urgencia) VHUHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYDVVLHOQ~PHUR
del 11,3% en el grupo placebo al 9,3% en el GHSDFLHQWHVLQYHVWLJDGRVHVHOVX¿FLHQWHSHUR
grupo clopidogrel y de la incidencia de infarto la relevancia clínica está dada en gran parte por
del 6,7% al 5,2%. Los efectos del clopidogrel el efecto absoluto.
sobre la incidencia de infarto se resumen en
la 7DEOD. “,QWHUYDORVGHFRQ¿DQ]D´ ,&
En la 7DEODse expresan conceptos que son Es un concepto que no resulta fácil de incorporar
básicos para la MBE. Observamos que la inci- al lenguaje de los médicos prácticos, pero vale
dencia de infarto se redujo en los pacientes que la pena el esfuerzo. En forma sencilla, es la
recibieron clopidogrel. La primera pregunta que H[SUHVLyQHVWDGtVWLFDGHOJUDGRGHFRQ¿DELOLGDG
nos hacemos es si esa disminución pudo haber del dato que estamos informando.
sido por azar o si es atribuible a la intervención. Quizás el mejor ejemplo por lo popular es
La respuesta es que un resultado siempre puede referirse a una encuesta preelectoral. Cuando
ser atribuible al azar, pero con diferente convic- nos dicen que la intención de voto para un
ción con dependencia del número de pacientes candidato es del 40% y por el número de en-
incluidos y la diferencia observada entre los cuestados el error puede ser ± 2%, nos están
eventos. Aquí se nos informa que la p fue de LQIRUPDQGRHOLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DGHHVH
0,006, es decir, que la probabilidad de que la que se expresaría como IC 95%, es 38-42%.
diferencia observada fuera sólo por azar es de Si otro candidato tuviere el 38%, para la en-
6 en 1 000. Por convención se establece que cuesta existiría un empate técnico; no pueden
HVHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYRXQUHVXOWDGR asegurar que el verdadero porcentaje del primer
cuando la p es < 0,05 (posibilidad de que el candidato no sea también 38 con el error que
cambio sea por azar del 5% o 1/20) o en algunos están considerando.
casos más exigentes p < 0,01 (la posibilidad Tomemos un ejemplo médico. Comparamos
de que la diferencia observada sea por azar es dos series de 100 pacientes con tratamientos
menor del 1% o 1/100). No nos cabe duda en A y B. En el grupo A falleció un paciente y en
este caso de que es muy poco probable (6/1 000) el otro, dos. La mortalidad fue del 1% y del
que la diferencia haya surgido por azar. 2% respectivamente, y podríamos informar
/DVLJQL¿FDFLyQHVWDGtVWLFDQRVGLFHPX\SRFR que la mortalidad se redujo a la mitad con el
VREUHODVLJQL¿FDFLyQFOtQLFDGHORVUHVXOWDGRV WUDWDPLHQWR$1DGLHFRQ¿DUtDHQQXHVWURVUH-
y en los últimos años se ha propuesto que los sultados, dado que un paciente más fallecido en
resultados se expresen con una nomenclatura el grupo A hubiera implicado una paridad en el
diferente, más cercana a la práctica médica resultado, y una muerte más en el grupo B, una
que el nivel de p. reducción del 66% de la mortalidad (del 3% al
1%), todas variaciones lógicas de esperar por
“Reducción absoluta de riesgo” (RRA) azar en un estudio tan pequeño. Calculando la
Expresa la diferencia absoluta cada 100 pa- VLJQL¿FDFLyQHVWDGtVWLFDQRVGLFHTXHODSQR
cientes tratados en la incidencia del evento HVVLJQL¿FDWLYD3RGUtDPRVLQIRUPDUWDPELpQ
entre el grupo clopidogrel y el placebo. En que la reducción de riesgo absoluta fue del
este caso RRA = 6,7% - 5,2% = 1,5%. Por cada SHURHOLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DFDOFXODGRHQ
100 pacientes tratados ahorramos 1,5 infartos. este ejemplo va de -2,4% a 4,2%; quiere decir
Este concepto es muy relevante. Imaginemos TXHQRSRGHPRVDVHJXUDUFRQFRQ¿DELOLGDG
que un procedimiento reduce la mortalidad en que la droga A reduzca la mortalidad, dado
un 10% en una población cuya mortalidad es que bien pudo haber ahorrado 4,2 o aumenta-
del 30%. Ahorraríamos 3 vidas por cada 100 do 2,4 muertes. En el caso de la reducción de
pacientes tratados, RRA 3. Con el mismo por- riesgo absoluto del estudio CURE, que sí fue
FHQWDMHGHEHQH¿FLRVLODPRUWDOLGDGIXHUDGHO VLJQL¿FDWLYDHOLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DGHO
12 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

fue del 0,7% al 2,3%: observamos en forma tratamientos podemos calcular el riesgo relativo:
directa una reducción de 1,5 muerte cada 100 dividimos los riesgos de ambas poblaciones y
SDFLHQWHVWUDWDGRV\SRGHPRVD¿UPDUTXHOD obtenemos RR = 20% / 30% = 0,66 (o 33% de
reducción real pudo haber sido de 0,7 a 2,3 reducción de riesgo relativo, RRR). Lo mismo
muertes cada 100 pacientes tratados, con una puede efectuarse con las chances: RGGVUDWLR
FRQ¿DQ]DGHO(O,&GHOIXHHVWUHFKR = 25% / 43% = 0,58 (o 42% de reducción de
en este caso debido al gran número de pacientes la chance de morir). El concepto de RGGVUDWLR
incorporados. tiene su aplicación práctica en los estudios caso-
control y en los análisis de regresión logística,
“Riesgo relativo” (RR) pero no constituye una contribución en los en-
y “reducción de riesgo relativo” (RRR) sayos clínicos randomizados y es más difícil
Expresa el riesgo de sufrir un evento en el grupo de comprender que el riesgo relativo. El RGGV
clopidogrel respecto del placebo. Si se asigna siempre exagera los resultados del riesgo; en
al placebo un valor de 1, el riesgo relativo (RR) este caso vemos que el riesgo relativo RR fue
para los pacientes tratados con clopidogrel fue de 0,66 y el OR de 0,58; la reducción de riesgo
GH\HOLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DGHD relativo del 33% y de chance relativa del 42%.
Expresado en términos porcentuales, más fa- El mismo efecto parece mayor con el RGGV y
miliares para el médico, la reducción de riesgo probablemente por eso algunos autores lo han
relativo (RRR) fue del 22% (de 1 en el grupo preferido. En el caso del cuadro del estudio
placebo a 0,78 en el grupo clopidogrel) y el CURE, el OR fue cercano al riesgo relativo:
LQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DGHOIXHGHODO OR 0,76, IC 95%, 0,66-0,88.
30%. Para calcular la reducción de riesgo rela-
tivo se usa la sencilla fórmula de reducción de “Número que es necesario tratar” (NNT)
riesgo absoluto/incidencia en el grupo placebo. Responde a la pregunta: ¿Cuántos pacientes
En este caso 1,5/6,7 = 0,22 ó 22%. El intervalo tenemos que tratar para reducir un evento?, y se
GHFRQ¿DQ]DQRVGLFHDTXtTXHODUHGXFFLyQUHDO calcula sobre la base de una UHJODGHWUHVVLPSOH,
de la incidencia de infarto fue del 22%, pero conociendo la reducción de riesgo absoluta.
FRQ¿DPRVFRQXQGHVHJXULGDGTXHODUHDO En este caso, de cada 100 pacientes ahorramos
puede oscilar entre el 10% y el 30%. 1,5 infarto; el número que es necesario tratar
es 100/1,5 = 67 pacientes, con su intervalo de
“Odds ratio” (chance relativa) FRQ¿DQ]DUHVSHFWLYR(VXQDKHUUDPLHQWDPX\
Expresa el mismo concepto que el riesgo re- útil para el análisis de coste de las intervencio-
lativo (en inglés, ULVNUDWLR), pero relaciona nes. Por ejemplo, si el coste del clopidogrel
chances y no riesgos. Para aclarar este aspecto, durante la internación fuera de 50 dólares, el
tomemos un ejemplo de dados. ¿Qué riesgo coste de cada infarto evitado sería de 67 x 50,
tenemos de sacar un 6? Sin duda, 1 en 6. Pero es decir, 3 350 dólares.
ahora queremos apostar. Si apuesto al 6 y los
restantes participantes apuestan a los cinco nú- “Sensibilidad”
meros restantes, calcularemos que la chance Es la capacidad de un método para reconocer
del 6 respecto de los otros cinco números es de a los enfermos como tales, para evitar diag-
1/5: posibilidad de que salga el 6/ posibilidad nósticos falsos negativos. Por ejemplo, ante
que no salga. En un ejemplo médico, la morta- la sospecha de estenosis aórtica del anciano es
lidad con el tratamiento A fue de 20 pacientes casi constante la presencia de soplo sistólico. El
en 100 internados, el riesgo de muerte es del criterio SUHVHQFLDGHVRSOR es sensible, es muy
20% y el RGGV o chance de muerte es 20/80, es raro que exista estenosis aórtica del anciano sin
decir, 25%. Con el tratamiento B, la mortali- soplo, no tiene falsos negativos. La sensibili-
dad fue de 30 pacientes en 100 internados, el dad habitualmente se expresa en porcentajes y
riesgo de muerte del 30% y el RGGV o chance conceptualmente indica que si es del 80%, el
de 30/70 = 43%. Si deseamos comparar los 80% de las personas con la enfermedad tendrá
'H¿QLFLRQHV‡ 13

el test positivo. A la inversa, cuando el test poblacional (el 30% de adultos fuma) o aplicada
es negativo, sólo el 20% estará enfermo. Una a un contexto clínico muy preciso (la prevalencia
sensibilidad perfecta indicaría que ningún pa- de neumonía cuando el paciente se presenta con
ciente que tenga el test negativo estará enfermo. ¿HEUHH[SHFWRUDFLyQPXFRSXUXOHQWD\WLHQH
Como ejemplo, el centellograma de ventilación semiología de condensación, es del 80%). En
perfusión tiene una sensibilidad elevada para el consultorio clínico, la prevalencia es la pro-
detectar tromboembolia pulmonar, de manera babilidad que estimamos que tiene un paciente
tal que un resultado negativo conceptualmente de un diagnóstico determinado, en base a su
nos orienta a descartar el diagnóstico. Cuanto presentación clínica y la semiología. Esto es
más sensible es un método, mayor es su valor lo que se denomina técnicamente SRVLELOLGDG
predictivo cuando es negativo. SUHWHVW, previa a la aplicación de métodos diag-
nósticos más complejos. Cuando aplicamos un
“Valor predictivo negativo” método de VFUHHQLQJ nos basamos en conceptos
Porcentaje de pacientes que estarán sanos cuando epidemiológicos. Por ejemplo, sugerimos que es
el test sea negativo. Depende en gran medida conveniente en mujeres por sobre de determinada
de la sensibilidad. edad efectuar mamografías, porque sabemos que
la prevalencia de tumores malignos aumenta
“(VSHFL¿FLGDG´ notablemente en ese grupo etario. En el otro
Es la capacidad de un método de reconocer a extremo, tenemos la alta presunción clínica, por
los sanos como tales. Un método idealmente ejemplo solicitar un electrocardiograma ante
HVSHFt¿FRHVDTXHOTXHQRWLHQHIDOVRVSRVLWLYRV un paciente que consulta por dolor precordial
que siempre que el resultado fuera positivo prolongado.
el paciente estaría enfermo. En el ejemplo
de la estenosis aórtica del anciano habíamos “Likelihood ratio” (LR)
expresado que la presencia de soplo era muy positivo o negativo
sensible. Sin embargo, el soplo sistólico es muy La traducción literal de este concepto es “tasa de
común en el anciano y muchos pacientes sin probabilidad”, que en realidad expresa poco sobre
estenosis aórtica (sanos) tienen soplo. En ese su extraordinario valor en el razonamiento clínico.
FDVRHOFULWHULRVRSORWLHQHEDMDHVSHFL¿FLGDG Conceptualmente, el OLNHOLKRRGUDWLR de un test,
muchos falsos positivos. Un ejemplo de mé- que depende por supuesto de su sensibilidad y
WRGRPX\HVSHFt¿FRHVHOGRVDMHGHWURSRQLQD HVSHFL¿FLGDGHVODPXOWLSOLFDFLyQGHODSRVLELOLGDG
T ante la sospecha de un episodio coronario de estar enfermo cuando el test sea positivo y la
DJXGR6LHVWiHOHYDGDFRQ¿UPDHOGLDJQyVWLFR de estar sano cuando el resultado sea negativo.
con implicaciones de gravedad, no tiene falsos Por ejemplo, un test que tenga un OLNHOLKRRGUDWLR
positivos o son muy excepcionales. positivo de 3 nos dice que la chance sospechada
de que un paciente determinado esté enfermo se
“Valor predictivo positivo” multiplica tres veces. Un OLNHOLKRRGUDWLR negativo
Porcentaje de pacientes que estarán enfermos de 0,05 indica que la chance de estar enfermo se
cuando el test es positivo. Depende en gran reduce 20 veces cuando el test es negativo.
PHGLGDGHODHVSHFL¿FLGDG(QHOHMHPSORGHOD En la decisión de aplicar un método diag-
troponina T, si el dosaje está elevado (criterio nóstico en un paciente siempre consideramos
positivo), la posibilidad de evento coronario la prevalencia o posibilidad de estar enfermo
es cercana al 100%. previo al test, y en forma intuitiva, cuánto más
posibilidad tendrá de estar enfermo o sano, de
“Prevalencia” acuerdo con el resultado.
En epidemiología, es el cociente entre el número
de pacientes enfermos en un momento determi- Probabilidad “pretest” y “postest”
nado y el número total de personas contemplado La probabilidad pretest es la prevalencia del
para la comparación. La prevalencia puede ser problema de acuerdo con la epidemiología o la
14 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

presentación clínica, y la posibilidad postest es amiodarona fue del 10,9% y del grupo pla-
la prevalencia sospechada cuando el resultado cebo del 12,3%, el RGGVUDWLR de mortalidad
fuera positivo o negativo. fue de 0,84 (se redujo un 16% la chance de
muerte con la amiodarona) con un IC del 95%
1.1.4.1. Claves básicas para de 0,74-0,96, es decir, estadísticamente sig-
interpretar un metaanálisis QL¿FDWLYR(OFKLGHKHWHURJHQHLGDGHQHVWH
El metaanálisis es una técnica de investigación FDVRQRVLJQL¿FDWLYRUHÀHMDVLORVUHVXOWDGRV
que incorpora en forma sistemática todos los de los estudios son compatibles entre sí o si
estudios que han evaluado un problema en forma expresan una discrepancia importante (p. ej.,
controlada y efectúa un análisis por estudio y sería heterogéneo si 5 estudios observaron que
en forma global del efecto de esta intervención. ODLQWHUYHQFLyQUHGXFHVLJQL¿FDWLYDPHQWHOD
Lo habitual es que el resultado se exprese en mortalidad y 5 estudios que la aumenta). Es
FXDGURV\JUi¿FRVFRQGLVHxRVHVSHFLDOHV habitual que los resultados del metaanálisis se
Tomaremos el ejemplo de un metaanálisis de H[SUHVHQFRQJUD¿FDFLRQHVVLPLODUHVDODGHOD
amiodarona, que se resume en la 7DEOD. )LJXUDy es importante familiarizarse con su
interpretación.
En la tabla observamos el análisis de cada (OSULPHUHVWXGLRJUD¿FDGRHVHO(0,$79HPRV
uno de los estudios, el resultado en porcenta- SRUHOJUi¿FRTXHODPRUWDOLGDGIXHSUiFWLFDPHQWH
jes de mortalidad y el RGGV con su respectivo idéntica en los grupos amiodarona y placebo,
LQWHUYDORGHFRQ¿DQ]D$O¿QDOQRVLQGLFDTXH por lo que el riesgo relativo es 1. Si el riesgo en
tomada en conjunto, la mortalidad del grupo el grupo placebo es 1, el del grupo amiodarona

Amiodarona Placebo o control Odds IC 95%


Estudio evento/ % evento/ %
pacientes pacientes

EMIAT 103/1 260 8,2 102/1.258 8,1 1,04 0,75-1,34


CAMIAT 57/1 090 5,2 68/1.061 6,4 0,80 0,56-1,16
GEMICA 62/211 29,4 52/212 24,5 1,30 0,84-1,97
CEREMUSZ 21/290 7,2 33/284 11,6 0,60 0,34-1,05
NAVARRO 4/299 1,3 9/303 3,0 0,46 0,15-1,39
BASIS 5/94 5,3 15/105 14,3 0,37 0,15-0,94
HOCKINGS 16/156 10,3 11/188 5,9 1,83 0,83-4,03
CAIRNS 5/81 6,2 6/44 13,7 0,39 0,11-1,43
SINGH 122/716 17,1 132/731 18,1 0,93 0,71-1,22
DOVAL 87/307 28,3 106/263 40,4 0,59 0,41-0,83
EPAMSA 6/57 10,5 14/46 30,2 0,29 0,11-0,76
NICKLAS 12/48 25,0 9/51 17,7 1,54 0,59-4,02
HAMER 7/33 21,3 6/23 26,3 0,76 0,22-2,66

Total 507/4642 10,9 563/4565 12,3 0,84 0,74-0,96


p < 0,01
&KLGHKHWHURJHQHLGDG*/1RVLJQL¿FDWLYR
Tabla 3:(IHFWRVGHODDPLRGDURQDVREUHODPRUWDOLGDGHQSDFLHQWHVFRQLQVX¿FLHQFLDFDUGtDFD
disfunción ventricular, infarto o posinfarto
'H¿QLFLRQHV‡ 15

WDPELpQHV(QHOJUi¿FRTXHPXHVWUDORV de manera que la reducción de riesgo relativa


riesgos relativos, muy similares al RGGVUDWLR fue del 30%, y pudo haber sido del 22% al 44%.
del cuadro, nos informa que fue 1 y el intervalo 1RFDEHGXGDGHTXHHOHVWXGLRHVVLJQL¿FDWLYR
GHFRQ¿DQ]DD(OULHVJRUHODWLYRHVWi \VHJUD¿FDFRQXQFXDGUDGRPiVDOHMDGRGH
JUD¿FDGRFRQFXDGUDGRVQHJURVFX\RWDPDxR ODOtQHDGHO\ORVLQWHUYDORVGHFRQ¿DQ]D
depende del número de eventos observados; en por las líneas laterales que no cruzan en este
este caso vemos que es uno de los más grandes FDVRODOtQHDGHO(OURPER¿QDOH[SUHVDHO
GHOPHWDDQiOLVLV(OLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DHVWi resultado global del metaanálisis, en este caso
expresado por las líneas o brazos laterales que VLJQL¿FDWLYRHLQGLFDTXHODDPLRGDURQDUHGX-
surgen del cuadrado. Veamos ahora el segundo ce la mortalidad en estos cuadros en el 13%,
estudio, CAMIAT. La mortalidad se redujo de FRQXQLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DGHODO
6,4 a 5,2, una reducción del 18%. El riesgo riesgo relativo 0,87 (0,78-0,97). Siempre que
UHODWLYRHQHOJUi¿FRHVGH\HOLQWHUYDOR ORVLQWHUYDORVGHFRQ¿DQ]DQRFUXFHQHOHO
GHFRQ¿DQ]DGHDHVGHFLUHOHIHFWR UHVXOWDGRGHHVHHVWXGLRIXHVLJQL¿FDWLYRWDQWR
real pudo haber sido una disminución del 42% estén a la izquierda del 1 (lo cual indica que se
o un aumento del 15%, por lo que el resultado redujo el evento), como a la derecha del 1 (lo
QRHVVLJQL¿FDWLYR(QHOJUi¿FRHOFXDGUDGR cual indica un aumento del riesgo).
se aleja de la línea del 1 hacia la izquierda En la columna lateral se expresa el peso por-
porque hubo una reducción de eventos, pero centual, que indica qué porcentaje de los eventos
HOEUD]RGHOLQWHUYDORGHFRQ¿DQ]DFUX]DHVD totales del metaanálisis es aportado por el es-
OtQHDORFXDOH[SUHVDODIDOWDGHVLJQL¿FDFLyQ tudio. Por ejemplo, el EMIAT aportó el 17,8%
Para terminar, el estudio de Doval HWDO., en de las muertes, y el de Doval y col. el 19,9%.
el que la mortalidad bajó del 40% al 28%. El Este metaanálisis abarcó en total más de 9 000
riesgo relativo es de 0,70 (IC 95% 0,56-0,88), SDFLHQWHVGHPDQHUDTXHVXUHVXOWDGRHVFRQ¿DEOH

%STUDIO 2IESGORELATIVO

)# 0ESO

%MIAT      


#AMIAT      
'EMICA      
#EREMUSZ      
.AVARRO      
"ASIS      
(OCKINGS      
#AIRNS      
3INGH      
$OVAL      
%PAMSA      
.ICKLAS      
(AMER      

'LOBAL)#    


0,15 1 7
Riesgo relativo

Figura 1:(IHFWRVGHODDPLRGDURQDVREUHODPRUWDOLGDGHQSDFLHQWHVFRQLQVX¿FLHQFLDFDUGtDFDRSRVLQIDUWR
con disfunción ventricular
16 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

y aplicable a la práctica clínica. Si el metaaná- Como vimos antes, durante muchísimos años
lisis se efectúa sobre una cantidadde estudios la práctica de la medicina se ha apoyado en
pequeños, debe tomarse como una aproxima- algunos supuestos:
FLyQSHURQRFRPRXQDGHPRVWUDFLyQGH¿QLWLYD ‡ /DVREVHUYDFLRQHVTXHVHGHVSUHQGHQGHO
Como concepto, el metaanálisis no tiene valor conocimiento obtenido a partir de la expe-
sólido si la cantidad de pacientes total abarca- riencia clínica -no sistemática- tienen un
do por todos los estudios incluidos no equivale gran valor.
a la cantidad de pacientes necesarios para un ‡ /DH[SHULHQFLDGHORVPpGLFRVLQGLYLGXDOHV
estudio de grandes dimensiones bien diseñado y su "autoridad" académica constituyen la
HQWpUPLQRVHVWDGtVWLFRVFRQVX¿FLHQWHSRGHU  forma más válida para desarrollar y mantener
para aclarar el problema en cuestión. los conocimientos para el manejo clínico
de los pacientes.
‡ (OFRQRFLPLHQWRGHOD¿VLRSDWRORJtDHVVX-
1.1.5. Medicina basada
¿FLHQWHSDUDODSUiFWLFDGHODPHGLFLQD
en la evidencia
Una formación médica tradicional asociada
El desarrollo de los grandes ensayos clínicos con una cuota de sentido común, también ha
—comenzando a partir de la década del 50 con VLGRFRQVLGHUDGDVX¿FLHQWHSDUDHYDOXDUH[iPH-
el estudio fundacional de estreptomicina en nes y tratamientos nuevos. Por último, el YLHMR
la tuberculosis— nos ofrece la posibilidad de SDUDGLJPD sostiene que los conocimientos y la
contar con invaluable información respecto del H[SHULHQFLDFOtQLFDVRQVX¿FLHQWHVSDUDJHQHUDU
tratamiento de numerosas enfermedades y el guías para la práctica clínica.
análisis comparativo de diferentes estrategias Frente a estos supuestos (intuición, experiencia
(diagnósticas o terapéuticas). La mejora progre- FOtQLFDQRVLVWHPiWLFDPHGLFLQD¿VLRSDWROyJLFD 
siva en los diseños de los estudios (asignación al aparecen los postulados de la MBE, persiguiendo
azar, empleo del doble-ciego, representatividad fundamentar las conductas en la información
de las muestras respecto de la población) y el provista por la investigación contenida en los
desarrollo de la técnica metaanalítica, entre otros, ensayos clínicos. Si bien intuición y experiencia
han sido fundamentales en este sentido. Existe son necesarias para ser un médico competen-
a su vez una verdadera revolución en el campo WHQRVRQVX¿FLHQWHV(QHOPLVPRVHQWLGR
de la posibilidad de acumular y comunicar la el conocimiento profundo de los mecanismos
información entre profesionales: la creación, ¿VLRSDWROyJLFRVWLHQHJUDQLPSRUWDQFLDSDUDOD
proliferación y perfeccionamiento de las bases práctica correcta de la medicina, pero tampoco
de datos sobre la base de la informática, y el alcanza.
acceso RQOLQH a la bibliografía de la investi- La MBE pone el centro de su mirada en la
gación clínica reciente. Estos elementos han evaluación rigurosa de las consecuencias que
reorientado la mirada médica intentando basar comportan las acciones clínicas. Otorga un valor
las decisiones en conocimientos demostrados menor a la autoridad: para resolver problemas
FLHQWt¿FDPHQWH(QFLHUWDIRUPDHVWRSXHGH clínicos del día a día los médicos deben consultar
ser considerado un cambio en el paradigma regularmente la literatura original.
del criterio de verdad médica. Se necesita comprender algunas normas rela-
tivas a la evidencia, cómo consultar la literatura
1.1.5.1. El cambio y cómo utilizarla.
del paradigma
La incorporación de los nuevos conocimientos 1.1.5.2. Objetivos de
arriba mencionados ha llevado a una modi- la medicina basada
¿FDFLyQGHUDt]HQODIRUPDGHDSUR[LPDFLyQ en la evidencia
al conocimiento y la práctica de la medicina. /OHJDGRVDHVWHSXQWRSRGHPRVXWLOL]DUODGH¿QL-
¿Qué es todo esto del YLHMR y el QXHYR para- ción que diera uno de sus mentores. Para David
digma? Sackett la MBE es "La capacidad para acceder
'H¿QLFLRQHV‡ 17

DODHYLGHQFLDFLHQWt¿FDFUHFLHQWHHYDOXDUFUt- no sólo se aplica al razonamiento clínico sino


ticamente su validez y utilidad, e incorporarla también a las implicancias económicas del
dentro de nuestra práctica clínica". FRVWHEHQH¿FLRGHXQDLQWHUYHQFLyQHQVLVWH-
De esta forma, todo el proceso de la puesta mas de salud con problemas crecientes en su
en práctica de la MBE constituye un ejercicio ¿QDQFLDFLyQ.
de valoración crítica, que está compuesto por
los siguientes pasos: 1.1.5.3. Ventajas y
 'H¿QLUHOSUREOHPDGHOSDFLHQWH\TXpLQ- peligros de la medicina
formación se necesita para resolverlo: ¿qué basada en la evidencia
necesito conocer y qué no necesito conocer Es indudable que en la medida en que nos ale-
para tomar una decisión correcta? jamos de la etapa de capacitación en la carrera
 %XVFDU H¿FLHQWHPHQWH HQODOLWHUDWXUD\ y de la residencia médica, tanto nuestro cono-
seleccionar los estudios relevantes: ¿dónde cimiento como nuestro rendimiento clínico se
debería buscar la información que habitual- debilitan y pueden hacerse obsoletos. Una de las
mente me falta? formas de superación es la educación continua
3. Aplicar normas relativas a evidencia para de- y el enfoque de la MBE ha mostrado un rendi-
terminar la validez: ¿en qué medida puedo miento superior en esta etapa en la medida en
FRQ¿DUHQODLQIRUPDFLyQGHTXHGLVSRQJR" que ayuda al médico práctico a entrenarse en
4. Extraer el PHQVDMHFOtQLFR y aplicarlo al una sistemática de actualización de sus cono-
paciente. cimientos. La aplicación de la MBE requiere
El proceso consiste así en la búsqueda siste- un entrenamiento formal y una actualización
PiWLFDGHODELEOLRJUDItDFLHQWt¿FDSDUDHYDOXDU permanente y tiene, por lo tanto, un gran valor
la validez (cercanía a la verdad) y relevancia pedagógico.
(utilidad o aplicación clínica para cada caso en Podría plantearse que el médico, frente a una
particular) de la evidencia utilizando un proceso decisión sobre la que tiene dudas sobre un pa-
formal, estructurado y reproducible. ciente concreto, realice en cada caso según lo
Buscar la mejor opción para un paciente dado mencionado una búsqueda sistemática de la
sobre la base de la mejor evidencia disponible ELEOLRJUDItDFLHQWt¿FDSDUDHYDOXDUODYDOLGH]\
es el objetivo central de la MBE. Esto es, la relevancia de la evidencia. Sería más lógico que
consideración de la evidencia para la decisión en un esfuerzo comunitario, como el encarado
individualizada al paciente concreto; de este modo, en este libro, cada vez una mayor parte de la
QRHVODHYDOXDFLyQGHODHYLGHQFLDFLHQWt¿FDSX- actividad médica tenga ordenada su información
blicada, sino la detección y el uso de la evidencia con la evidencia claramente elaborada, para
más relevante y disponible, para "prestar a los facilitar la búsqueda de información frente al
pacientes una asistencia basada en los mejores DFWRPpGLFR\GHMDUODE~VTXHGDELEOLRJUi¿FD
datos disponibles en la actualidad". SDUDWHPDVSRFRIUHFXHQWHVRFRQÀLFWLYRV
Un aspecto técnico imprescindible ante la toma La medicina tiene aspectos universales, pero
GHGHFLVLRQHVHVODFXDQWL¿FDFLyQGHOHIHFWR la práctica médica está condicionada por las
HVSHUDGR1RHVVX¿FLHQWHFRQRFHUTXHXQD características de cada una de las sociedades y
WHUDSpXWLFDDSRUWDXQEHQH¿FLRVLQRHVWLPDU sectores sociales en los que se lleva a cabo y de
en cuánto reduce el riesgo. Por ejemplo, los tal manera, atravesada por aspectos culturales
inhibidores de la enzima convertidora reducen y económicos. Aun cuando una de nuestras
el riesgo de muerte en el infarto agudo en forma fuentes de información relevante son los aná-
VLJQL¿FDWLYDSHURHOSRUFHQWDMHGHUHGXFFLyQHV lisis de evidencias publicadas por la literatura
muy pequeño y la caída real de la mortalidad es norteamericana y europea, desarrollar un grupo
menor de 0,5 por cada 100 pacientes tratados, de médicos de nuestro medio cultural entrena-
o uno cada 200. Si a su vez esta intervención dos en esta temática que produzca información
induce algún riesgo, su aplicación en el caso permanente para la comunidad puede ayudar a
individual debe ser juzgada con cuidado. Esto poner los pies sobre la tierra en muchos aspec-
18 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

tos que no son trasladables en forma sencilla y la satisfacción de la carrera. Debemos desarro-
o ingenua. La evidencia disponible debe po- llar mejores métodos cualitativos para capturar
nerse en perspectiva de acuerdo con nuestras los aspectos humanísticos de brindar atención
realidades. PpGLFDTXHVRQWDQGLItFLOHVGHFXDQWL¿FDU´
En el análisis de las conductas prácticas en la Es muy difícil responder a estos interrogantes
actividad médica nos enfrentamos con frecuencia en una profesión que cambia día a día, pero
al "misterio" por el cual los médicos tomamos es importante resaltar que la evidencia clínica
o no los resultados de los ensayos clínicos y externa aportada por los ensayos clínicos puede
los aplicamos, decisiones que siempre están informar, pero nunca reemplazar, el nivel de
sesgadas por aspectos histórico-culturales de experiencia clínica individual. Es esa experiencia
nuestra formación. Una lectura del problema la que decide si la evidencia externa se aplica
desde una óptica más cercana a nuestra medicina al paciente individual y, en ese caso, cómo
seguramente facilitará la adopción de medidas debe integrarse dentro de la decisión clínica.
basadas en la evidencia. La relación médico-paciente adecuada tiene
Se han señalado peligros de la MBE. De he- un valor extraordinario, entre otras múltiples
cho, muchos médicos experimentados la miran razones, por dos motivos sencillos: facilita la
FRQDOJXQDGHVFRQ¿DQ]D(VWDGHVFRQ¿DQ]D posibilidad de consulta ante cualquier proble-
esquemáticamente surge de dos conceptos ma de salud (elimina los obstáculos naturales
básicos: de los sistemas sanitarios) y ayuda a que los
‡ /DPHGLFLQDQRSXHGHFRQGHQVDUVHHQXQ tratamientos se lleven a la práctica y no sólo
manual de recetas. se prescriban.
‡ ([LVWHXQULHVJRGHOLPLWDUODOLEHUWDGPpGLFD En su libro, Sackett aclara qué no es la
en la medida en que sólo se admitan con- MBE:
ductas basadas en evidencias estadísticas. 1. No es una medicina elitista, matemática,
Este tema se hace aún más peligroso si las ni imposible de practicar.
autoridades sanitarias o de los sistemas de 2. No es algo que surja espontáneamente si
cobertura deciden hacer propias algunas de no se lo propone.
ODVD¿UPDFLRQHVGHOD0%(SDUDVXSHUYLVDUD 3. No es una medicina de “libro de cocina” ni
sus profesionales sobre su cumplimiento. de manual de bolsillo.
En una publicación reciente, un experimentado Así resalta el concepto de que la evidencia
colega expresa su vivencia con claridad: "… en clínica externa aportada por los ensayos clí-
la búsqueda de estos logros, la carga de la MBE nicos puede informar pero nunca reemplazar
puede tener efectos indeseados sobre la relación al nivel de experiencia clínica individual y es
entre los pacientes y sus médicos, la satisfacción esa experiencia la que decide si la evidencia
personal y el componente artístico del ‘arte externa se aplica al paciente individual y, en
médico’ … tomarse tiempo con los pacientes, ese caso, cómo debe ser integrada dentro de
estrecharles la mano, explicar, confortar, prestar la decisión clínica. Asimismo, toda guía o re-
atención, brindar esperanza e interesarse en comendación externa debe ser integrada con
la vida del paciente están quedando fuera de la experiencia clínica individual en decidir si
moda en la revolución de la MBE… Me en- y cómo concuerda con el estado clínico del
cuentro luchando con cuestiones existenciales paciente, su predicamento y preferencia, y si
en mi vida profesional. Si no existe prueba de en ese caso debe ser aplicada.
que mis 30 minutos de consulta contribuyen En una relación médico-paciente adecuada, las
a la salud, ¿debo dejar de ver a mis pacientes conductas terapéuticas se elaboran en movimien-
FRQIUHFXHQFLD"¢3XHGRMXVWL¿FDUPLYDORUD tos consecutivos. Primero, con una consulta a la
mi sistema hospitalario y a los aseguradores fuente de información que implica un análisis
médicos? Creo que la ‘carga de la evidencia’ PHWRGROyJLFRGHVXVLJQL¿FDFLyQHVWDGtVWLFD
está amenazando nuestro profesionalismo, las en el paso siguiente se analiza la evidencia dispo-
interacciones entre los pacientes y sus doctores, QLEOHSDUDHYDOXDUODVLJQL¿FDFLyQFOtQLFDGHOD
'H¿QLFLRQHV‡ 19

PHGLGDTXHVHKDGHWRPDU ULHVJRFRVWHEHQH¿FLR  Cuanto más nos compenetremos con el pa-


y por último, pero no por ello menos importante, FLHQWH\VXPXQGRPiVH¿FD]VHUiHODSRUWH
cómo se aplica esta información a la situación y que la MBE debe facilitar en las primeras dos
la preferencia de cada paciente individual, que etapas, y mejor el resultado de nuestra práctica
SRGUtDOODPDUVHVLJQL¿FDFLyQSHUVRQDO médica.

1.2 Búsqueda de la Evidencia


,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

1.2.1. Introducción ,QWHUQHW \ODLGHQWL¿FDFLyQ\DSOLFDFLyQGH


estrategias que permiten aprender y mejorar
Uno de los grandes problemas del médico mo- nuestra perfomance clínica (aun con sólo treinta
derno es la falta de tiempo para estudiar, pese minutos semanales), nos permiten poner en
a la necesidad diaria de información válida práctica la MBE con herramientas sencillas:
para el diagnóstico, pronóstico, tratamiento y 1. Convertir nuestra necesidad de información
prevención. Las fuentes tradicionales de in- en una pregunta concreta
formación por lo habitual son inadecuadas, ya 2. Buscar la mejor evidencia que responda a
sea por su rápida desactualización (libros de nuestra pregunta
texto), por su gran margen de error (opiniones 3. Evaluación crítica de la misma en términos
de expertos) o por la variable validez para la de validez, impacto y aplicabilidad
aplicación práctica (revistas médicas). 4. Integrar la evaluación crítica con nuestra
Existe una disparidad entre la habilidad diagnóstica experiencia y las necesidades del paciente
y el juicio clínico, que mejoran con los años, y la  (YDOXDUQXHVWUDH¿FLHQFLD\HIHFWLYLGDGSDUD
capacidad de actualizarse, que disminuye. A esto realizar los puntos anteriores, y buscar la
se suma la imposibilidad de dedicarle tiempo a manera de mejorarlos la próxima vez
la elaboración de la evidencia de cada paciente Existen tantas estrategias de búsqueda de la
y de dedicar más de treinta minutos semanales información como investigadores, por lo que
para el estudio o lecturas generales. en este capítulo mostraré las que yo utilizo,
La Medicina Basada en la Evidencia (MBE) remitiendo al lector interesado a las fuentes
surge como una respuesta a estos dilemas me- de evidencia.
diante el desarrollo de estrategias para encontrar
y evaluar la evidencia (validez y relevancia),
la creación de revisiones sistemáticas y resú- 1.2.2. Fuentes de evidencia
menes concisos (&RFKUDQH&ROODERUDWLRQ) y The Cochrane Collaboration. Introductory
la creación de revistas basadas en la evidencia Brochure. Oxford: &RFKUDQH&ROODERUDWLRQ;
($&3-RXUQDO&OXE,(YLGHQFH%DVHG0HGLFLQH, 1993.
-RXUQDORI(YLGHQFH%DVHG+HDOWK&DUH,(YL Sacket D, Haynes B, Guyatt G y Tugwell P.
GHQFH%DVHG&DUGLRYDVFXODU0HGLFLQH,(YL (SLGHPLRORJtDFOtQLFD&LHQFLDEiVLFDSDUD
GHQFH%DVHG0HQWDO+HDOWK,(YLGHQFH%DVHG ODPHGLFLQDFOtQLFD 2ª ed. Médica Paname-
1XUVLQJ,%HVW(YLGHQFH'HSDUWPHQWVRI0DMRU ricana; 1998
-RXUQDOV, entre otras no tan relevantes). Sackett D, Straus S, Richardson S y col. (YLGHQFH
Por otra parte la creación de sistemas de in- %DVHG0HGLFLQH+RZWRSUDFWLFHDQGWRWHDFK
formación que permiten un acceso inmediato (%0 2ª ed. Churchill Livingstone; 2000.
20 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

PubMed® Online Training (<http://www.nlm. a los servicios de información, actualmente


nih.gov/bsd/disted/pubmed.html>) es de acceso libre. Indexa las citas de más
Luna D. Tutorial para la búsqueda en el ME- de 4300 publicaciones periódicas en treinta
DLINE desde el PubMed (<http://www.intra- idiomas, desde 1966 a la fecha. El 52% de las
medglobal.net>) mismas es original de EE.UU., el 86% está
EMBASE (<http://www.embase.com/home>) escrita en inglés y el 76% posee resúmenes
escritos por los autores o las editoriales. Se
actualiza en forma semanal, con el ingreso
1.2.3. Definición
de aproximadamente 8 000 referencias, que
y fuentes de evidencia
incluyen investigación biomédica básica y
La pregunta inicial es ¿Qué es la evidencia? La ciencias clínicas, enfermería, odontología,
respuesta es concreta: cualquier observación veterinaria, farmacia, salud pública y ciencias
puede ser evidencia. pre-clínicas.
Observaciones de un caso único, por lo ge- PubMed es una interface de acceso gratuito
neral excepcional y que motiva el desarrollo a diferentes bases de datos biomédicas, princi-
de investigaciones posteriores. palmente a MEDLINE. Es un sistema de recu-
([SHULHQFLDDFXPXODGD FODVL¿FDGDGRFX- peración de información basado en tecnología
mentada y, —preferentemente— escrita) de la :RUOG:LGH:HE(www), producido por el
2EVHUYDFLRQHVGLVHxDGDVFLHQWt¿FDPHQWH 1DWLRQDO&HQWHUIRU%LRWHFKQRORJ\,QIRUPDWLRQ
Experimentos 1&%, GH1/07LHQHOD¿QDOLGDGGHSRQHU
Lo importante es la CALIDAD de la obser- información biomédica de alto nivel académico
vación, y no la cantidad, los años de profesión al alcance tanto de profesionales de la salud
o la autoridad del observador. como del público en general.
6LJXLHQGRD6DFNHWWSRGHPRVFODVL¿FDUODV PubMed permite el enlace al texto completo
fuentes dónde encontrar la evidencia de la si- de algunos artículos, si el editor posee un si-
guiente manera: tio web donde ofrecer una versión completa
Almacenes técnicos en IXOOWH[W, algunas veces gratuita y otras no.
Textos clásicos impresos También da la posibilidad de acceder a libros
Sitios de texto en formato electrónico y sitios web
&RFKUDQH'DWDEDVHRI&OLQLFDO7ULDOV con información editorializada, relacionados
1DWLRQDO*XLGHOLQH&OHDULQJKRXVH con las citas.
%~VTXHGDELEOLRJUi¿FD Respecto de las búsquedas, se pueden reali-
0HGOLQH® 0('LFDO/LWHUDWXUH$QiOLVLVDQG zar en interfaces especiales para navegar por
5HWULHYDO6\VWHPRQOLQH los diferentes índices del MEDLINE, con o
(PEDVH® ([FHUSWD0pGLFD%DVH VLQ¿OWURVPHWRGROyJLFRV7LHQHODYHQWDMDGH
/DE~VTXHGDELEOLRJUi¿FDSXHGHUHDOL]DUVH mostrar los artículos relacionados, tanto en la
sobre fuentes primarias, la literatura publica- misma base como en otras.
da o sobre fuentes secundarias, metaanálisis, Los buscadores más populares de Internet
Guías basadas en la Evidencia, revisiones críticas (Google o Yahoo) derivan directamente hacia
(metodología Cochrane) y consensos. las citas de PubMed.
EMBASE es una herramienta que también
MEDLINE es la base de referencia biblio- brinda acceso a la literatura biomédica y far-
JUi¿FDPiVLPSRUWDQWHGHOPXQGR\SHUWHQHFH macológica. Tiene actualmente once millones
a la Biblioteca Nacional de Medicina de los de citas EMBASE desde 1974 al 2006 y siete
EE.UU. (1DWLRQDO/LEUDU\RI0HGLFLQH¶V1/0) millones de citas MEDLINE desde 1966 al
que contiene más de once millones de referen- 2006, y se indexa semanalmente. A diferencia
cias a artículos de publicaciones periódicas de de PubMed se requiere una subscripción paga.
todo el mundo en el ámbito de la biomedici- Puede lograrse una inscripción a prueba, gratis,
na. En un principio su uso estaba restringido por un mes.
'H¿QLFLRQHV‡ 21

1.2.4. Un estilo de búsqueda Entramos a la primera página de PubMed:


En este ejemplo aparecen las guías de la Socie-
Mi fuente de datos para búsquedas bibliográ- dad Argentina de Terapia Intensiva. A la derecha
¿FDVHV0('/,1( se resalta UHODWHGOLQNV que nos llevan a las
Lo primero es transformar mi inquietud en citas relacionadas. Si uno dispone de tiempo
una pregunta concreta, establecer la impor- y desea hacer una búsqueda exhaustiva puede
WDQFLDYHUL¿FDUTXHWHQJDUHVSXHVWD\TXHVHD hacer clic allí e ir seleccionando los artículos
HVSHFt¿FDHVFHQDULRFOtQLFRLQWHUYHQFLRQHV\R de acuerdo a los títulos y, —eventualmente— a
comparaciones, resultados mensurables. los resúmenes.
Una respuesta aproximada a la pregunta co- Como por lo general no tenemos ese tiempo,
rrecta es mejor que una respuesta exacta a una comenzamos a focalizar nuestra pregunta. Nos
pregunta equivocada. movemos hacia la solapa 3UHYLHZ,QGH[ allí
Buscar la respuesta: ¿Fue contestada por en el segmento Add Term, en el cuadro libre,
otros? escribimos nuestro término de búsqueda en
‡5HYLVLRQHVGHODOLWHUDWXUD inglés. En este caso, VXEDUDFKQRLGKHPRUUKD
– Medline JH hacemos clic en ,QGH[SDUDYHUL¿FDUTXHHO
– EMbase término exista, para lo cual debo estar seguro
‡5HV~PHQHV de haber escrito bien la palabra en inglés. Esta
– &RFKUDQH'DWD%DVH primera aproximación nos muestra que el tér-
±1DWLRQDO*XLGHOLQHV&OHDULQJ+RXVH mino buscado está en 14139 citas. Hacemos
–%DVHVGHGDWRVXRUJDQL]DFLRQHVFLHQWt¿FDV clic en $1' que es una aplicación del método
HVSHFt¿FDV EROHDQ o teoría de conjuntos, y nos aparece el
Vamos a poner como ejemplo la utilidad de la término en la barra de búsqueda. A la izquierda
nimodipina en la prevención del vasoespasmo se observa el término DOO¿HOGV que se puede
poshemorragia subaracnoidea. desplegar, y aparecen estrategias de búsqueda
La pregunta sería: ¿Es útil la nimodipina por autor, por revista, por tiempo de publicación,
para prevenir el vasoespasmo poshemorragia por título, etc. Este campo puede ser consultado
subaracnoidea? en cualquier momento.

Primera página de PubMed


22 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Sitio en el que se coloca la estrategia de búsqueda. Obsérvese el sitio de “lugares relacionados”


(UHODWHGOLQNV)

Página de vista previa e indexación de los términos


'H¿QLFLRQHV‡ 23

Repetimos la operación con el término vasospasm, que nos muestra 8 459 citas.

Página de vista previa e indexación de los términos. Estrategia de unión ($1')

Otra manera de nombrar al vasoespasmo es directamente como espasmo, entonces repeti-


mos la operación, donde vemos que hay 16 916 citas. Hacemos clic en OR, de manera tal
que la estrategia de búsqueda sea YDVRVSDVP OR VSDVP.

Página de vista previa e indexación de los términos. Estrategia de unión ($1') y ampliación del
subconjunto (25)
24 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Repetimos la operación con nimodipine, que arroja 2 995 citas y hacemos clic en AND para
agregar a nuestra búsqueda.

Página de vista previa e indexación de los términos. Estrategia de unión ($1')

Ahora tenemos nuestra estrategia completa con 14 139, 8 459, 16 916 y 2 995 citas para cada
uno de los términos. Hacemos clic en 3UHYLHZ y nos da como resultado 235 artículos. Son dema-
VLDGRVSDUDUHYLVDULQGLYLGXDOPHQWHSRUORTXHGHEHPRVUH¿QDUQXHVWUDE~VTXHGD&XDQWRPH-
nos citas aparezcan, mejor es la búsqueda, sobre todo para una pregunta concreta como ésta.

Página de vista previa e indexación de los términos. Vista previa con la estrategia de búsqueda
completa
'H¿QLFLRQHV‡ 25

Para hacer ésto nos vamos a la solapa /LPLWV, donde nos encontraremos con las opciones de
búsqueda por autor, por revista, por la presentación del texto completo, del DEVWUDFW o del texto
completo gratis, por fecha, género, sexo, idioma, grupos de revistas, tipo de artículo y edades.

Página de límites

En la pantalla Tipo de Artículos señalamos con un tilde “ensayos randomizados y controlados”, el


máximo nivel de evidencia.

Página de límites. Límite por tipo de artículo

1XHVWUDE~VTXHGDUH¿QDGDDUURMDFLWDVORTXHHVPXFKRPiVFRQWURODEOH3DUDUH¿QDUD~QPiV
nuestra respuesta, agregamos la palabra “PDJQHVLXP” y seleccionamos NOT, de manera tal que
nos quite todo lo que tenga que ver con ella.
26 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Así nuestra búsqueda se reduce a 18 citas.

Página de vista previa e indexación de los términos. Estrategia de exclusión (127)

Página de vista previa e indexación de los términos. Estrategia de exclusión (doble 127)
'H¿QLFLRQHV‡ 27

Tildamos los artículos que nos impresionan más relevantes, hacemos clic en VHQGWR, donde nos
aparecen diferentes opciones, de las cuales elegimos FOLSERDUG y los enviamos hacia allí. El FOLS
board es un sitio al que debemos imaginar como un corcho donde pegamos nuestros papeles de
tareas pendientes. En la pantalla, bajo el número de la cita aparece un dibujo que indica si la misma
tiene DEVWUDFWFXDQGRHVWHGLEXMRHVWiSLQWDGRGHYHUGHHQVXH[WUHPRVXSHULRUVLJQL¿FDTXHHO
texto está disponible completo en forma gratuita.

Página de vista de artículos. La solapa verde indica que está disponible gratis el texto completo

Allí seleccionamos en la casilla GLVSOD\ las distintas opciones para ver nuestros artículos. Hasta
ahora estaban en la forma de cita, elegiremos la forma resumen o DEVWUDFW, para evaluar la calidad
de nuestros artículos. Este es un camino posible.

Página de vista de artículos. La opción GLVSOD\ desplegada nos muestra las diferentes formas de ver
los señalados
28 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Otro camino es seleccionar en la pantalla /LPLWV, W\SHRIDUWLFOH, otro tipo de artículos. Para
nuestro ejemplo podríamos ver si hay algún metaanálisis que responda a nuestra pregunta.
Marcamos la segunda búsqueda que hicimos, lo ponemos en la barra de búsqueda y hacemos
clic en *R. Limitamos nuestra respuesta a 4 citas, dos de ellas de la base Cochrane: en reali-
dad es una de 2002 actualizada en 2005.

Página de vista de artículos. Limitado por PHWDDQiOLVLV, se observa la selección UHYLVLRQHV

Ahora bien, yo quiero exportar las citas hacia un documento que estoy escribiendo. Si yo señalo la
cita completa, la copio y la pego en mi documento, estoy llevando un OLQN de Internet que hará que
mi documento sea más pesado. Para evitar esto PubMed tiene soluciones. En el modo 6XPPDU\
selecciono los artículos y los envío a la casilla texto, donde lo copio y luego lo pego en mi docu-
mento, sin agregar ningún OLQN.

Página de vista de documentos seleccionados como texto, para exportar a un documento


'H¿QLFLRQHV‡ 29

Ahora bien, como yo soy un poco obsesivo y temo perder la información que tan bien he busca-
do, en el modo 6HQGWR elijo HPDLO y lo envío a mi correo.

Opción de HQYLDUSRU HPDLO


2WUDPDQHUDGHEXVFDUXWLOL]DQGRHVWDHVWUDWHJLDHVLGHQWL¿FDUORVDUWtFXORVOtGHUHVRDORVDX-
WRUHVOtGHUHVGHRSLQLyQ5HFRUGDUTXHFXDQWRPiVHVSHFt¿FDHVODSUHJXQWDPiVIRFDOL]DGDHV
la búsqueda y si no encuentro la respuesta, debo intentar múltiples estrategias de búsqueda.
La búsqueda a partir del 3UHYLHZ,QGH[ puede conducirme a un resultado correcto aun cuan-
do el término en inglés no esté del todo bien, pues son varios los artículos de “no angloparlan-
tes” que cometen la misma falta de ortografía que nosotros.
Una sugerencia práctica es constatar la palabra en inglés en la página central de Google,
herramientas del idioma, donde se despliega un diccionario automático.

Página de *RRJOH herramientas del idioma


30 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

1.2.5. CONCLUSIONES en el que cada uno y cada escuela, tiene su


propia estrategia. La sugerencia es que, si
'HFtD HO ER[HDGRU \ ¿OyVRIR XUEDQR 5LQJR tienen tiempo, lean los tutoriales de PubMed
Bonavena: “La experiencia es un peine que y MEDLINE, y creen su propia manera de
te dan cuando te quedaste pelado”. El objeti- buscar. Hasta entonces pueden utilizar la mía
vo fue trasmitir la mía en un tema complejo o la de alguien en quien Uds. confíen.

1.3 Tomografía Computada en SNC


&ULVWLQD$¿RQH

1.3.1. Introducción limitado por la imposibilidad de utilizar elementos


de soporte vital en fuertes campos magnéticos y
La TC cerebral es la exploración radiológica de por el tiempo de exploración más largo.
elección en el diagnóstico inicial de la mayoría de La aplicación de la RM se restringe a casos en
las entidades causantes de lesión cerebral aguda. que existan dudas diagnósticas luego de la TC
Se trata de una exploración rápida, precisa, no y a determinadas patologías, en que se la utiliza
invasiva y sensible, que permite el diagnóstico como primer o único método diagnóstico; es el
y seguimiento secuencial de las lesiones. Es la método de elección para diagnosticar lesiones no
prueba diagnóstica más importante para diferenciar hemorrágicas, sangrados subagudos y crónicos,
hemorragia de infarto y el método diagnóstico secuelas de traumatismo y lesiones de la fosa pos-
por excelencia en el ACV. (*UDGR$) terior, que en la TC pueden quedar enmascaradas
Carece de las limitaciones que el estado del por los artefactos producidos por el hueso.
enfermo impone a otros métodos de diagnóstico
por imágenes y se puede realizar en pacientes
1.3.2. Fuente de evidencia
gravemente comprometidos, debido a los bre-
ves tiempos de corte que logran los equipos de Marshall L., Marshall B.S., Klauber M., Clark
última generación. 0%³$QHZFODVVL¿FDWLRQRIKHDGLQMXU\EDVHG
Las desventajas son: utilización de radiación on computerized tomography.” En: -1HXURVXUJ
ionizante, sobre todo en niños y embarazadas; 1991; 75: 14-21.
la imposibilidad de administrar contraste iodado Orrison, W. 1HXURUUDGLRORJtD. 1ª ed. Madrid: Har-
(lo que disminuye su capacidad diagnóstica) en tcourt Brace, 2001;(1):884-916/1400-1440.
SDFLHQWHVFRQLQVX¿FLHQFLDUHQDO\UHDFFLRQHV Osborn, N. 1HXURUUDGLRORJtDGLDJQyVWLFD. 1/E
adversas conocidas al iodo; eventos durante Madrid: Mosby, 1996; 199-247/ 867-875.
el transporte a la sala de TC como episodios Rodríguez-Carvajal J., Palacios E., Figueroa.
de hipotensión o desaturación y disminución 5DGLRORJtDGHFDEH]D\FXHOOR. 1/E Philadel-
del índice cardíaco y de la PaO2, que han sido phia, Lippincott, 1999; 437-454.
reportados en un 14% y que deben ser mane- Ropper A.H. “Lateral displacement of the
jados con medidas estándar. brain and level of consciousness in patients
La TC y la RM son técnicas de gran sensibilidad with an acute hemispheral mass.” 1(QJO-
SDUDLGHQWL¿FDUSURFHVRVTXHDIHFWDQDO61&\HV 0HG 1986; 314:953-8.
difícil establecer cuál de ellas es más apropiada. Stark D., Bradley Jr. 5HVRQDQFLD0DJQpWLFD.
En los pacientes de UCI se debe comenzar la 3/E, Madrid, Harcourt, 2000; 1361-1378/1348-
evaluación con TC, ya que el uso de RM está muy 1358.
'H¿QLFLRQHV‡ 31

1.3.3. Tomografía computada /D7&KHOLFRLGDOPXOWLFRUWHVXUJHD¿QHVGH


los años ‘90 cuando los tiempos de exploración
1.3.3.1 Fundamentos teóricos ya se habían reducido a 0,5 segundos. Utiliza
y tecnología disponible Detectores Matriciales que permiten la adqui-
La Tomografía Computada convencional (TC) sición simultánea de cuatro cortes por giro. En
consiste básicamente en un detector y un tubo de la actualidad hay equipos que realizan 8 y 16
rayos X (Rx) que giran en forma conjunta alrededor cortes simultáneos y se están desarrollando
de una camilla detenida, obteniéndose imágenes equipos de 32 y 64 cortes por giro.
axiales seriadas y reconstrucciones coronales Las ventajas de la TC multicorte son: tiempo
que permiten una visión panorámica del sitio a de adquisición muy breve (0,4 segundos), re-
estudiar. El espesor de los cortes axiales, como construcciones MPR y 3D de excelente calidad,
así también la distancia entre los mismos, está perfeccionamiento de las técnicas de Angio
protocolizado para cada área a investigar. TC y aparición de nuevas técnicas como la
Con la TC se puede medir la densidad de los perfusión cerebral.
tejidos y determinar los valores de atenuación
o absorción de los Rx de cada uno, que corres- 1.3.3.2 Técnicas especiales
ponde al promedio de radiación absorbida. Se
PLGHHQXQLGDGHV+RXQV¿HOG 8+ 6HXWLOL]D Angiotomografía y reconstrucciones
XQDHVFDODGHYDORUHVFRQSXQWRV¿MRVGHDWH- tridimensionales (AngioTC-3D)
nuación: aire = -1000 UH y agua = 0 UH. Cada La angiografía por Tomografía Computada (ATC)
equipo tiene su escala y con ella se comparan se basa en la capacidad de obtener imágenes
las densidades tisulares medidas en un deter- WRPRJUi¿FDVUiSLGDVGHVSXpVGHDGPLQLVWUDU
minado punto del corte. Las densidades altas un bolo de sustancia de contraste endoveno-
corresponden a tejidos con mayor atenuación so. Esto se realiza mediante un tomógrafo con
(hiperdensos), por ejemplo el hueso, y las más técnica espiral o helicoidal con adquisición
bajas a los de menor atenuación (hipodensos), de cortes de 1 mm cada segundo (2 mm para
por ejemplo líquidos. la bifurcación carotídea). ()LJXUD) Dichos
Los tiempos de exploración eran en un principio cortes son analizados en forma individual y
de 4 a 5 segundos; se redujeron a mediados de pueden ser editados, en particular en lesiones
los años ‘80 a 1 segundo con la aparición de la FDOFL¿FDGDVSDUDOXHJRUHFRQVWUXLUODVLPiJHQHV
TC helicoidal. En ella, además del tubo, también en tres dimensiones.
la camilla está en movimiento y brinda mayor Permite estudiar la arquitectura vascular
cantidad de datos pues trabaja con volúmenes. cerebral y sus relaciones con las estructuras
Fue necesario incorporar computadoras más venosas y óseas, dando mayor conocimiento
veloces y con mayor capacidad, nuevos algorit- tridimensional de las mismas. ()LJXUD)
mos de reconstrucción multiplanar MPR (planos El valor de la angiografía por TC o RM reside
sagital, coronal y oblicuo) y la generación de en el diagnóstico de lesiones que pueden ser
imágenes tridimensionales. tratables por medios quirúrgicos o endovascula-
Las ventajas de la TC helicoidal son una mejor UHVRFX\RGLDJQyVWLFRLQÀX\DHQHOWUDWDPLHQWR
calidad de imágenes, tiempos de estudio más médico. Es de utilidad para evaluar pacientes
cortos, eliminación de artefactos debidos a la que se presentan con isquemia cerebral aguda.
respiración del paciente, mejor aprovechamiento La información que brinda puede ser adquiri-
del medio de contraste, posibilidad de MPR y da en solo unos pocos minutos más de lo que
mejoría de la calidad en las reconstrucciones lleva una tomografía cerebral convencional y
tridimensionales (3D). Además, ha permitido es útil para tomar la decisión de utilizar o no
nuevas aplicaciones como, por ejemplo, cál- trombolíticos.
FXORGHYRO~PHQHVRHVWXGLRVDQJLRJUi¿FRV Como desventajas de la ATC debe mencionarse
(Angio TC), que en muchos casos suplantan que los vasos de pequeño y mediano calibre
a la angiografía convencional. están por debajo de los límites de resolución de
32 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

la técnica y no son visualizados; la incapacidad


de estudiar segmentos arteriales largos con un
solo bolo (para evaluar la circulación extra e
intracraneal es necesario administrar dos dosis
de material de contraste); la dependencia de una
fracción de eyección cardíaca adecuada para
lograr concentraciones óptimas de contraste
intravascular y las potenciales complicaciones
renales y alérgicas por la administración de
sustancias iodadas.
La Angiografía Digital (AD) es el 3DWUyQ2UR
SDUDHOGLDJQyVWLFRWRSRJUi¿FRELSODQDUGHDQHX-
rismas intracraneanos, fístulas y malformaciones
Figura 1: cortes coronales angioTC donde se arteriovenosas, medición del grado de estenosis
evidencian múltiples aneurismas del circuito anterior carotídeas y de vasculitis del SNC. (*UDGR$)
Sin embargo en la actualidad, la angiografía
por TC también es una recomendación *UDGR
ASRUVXÀH[LELOLGDG\FHUWH]DGLDJQyVWLFD 
GHHVSHFL¿FLGDGGLDJQyVWLFDHQHVWHQRVLV
extracraneanas, 90-100% de sensibilidad para
aneurismas mayores de 7 mm), su disponibi-
lidad y su capacidad para reemplazar a la AD
y a la angiorresonancia. ()LJXUD) Requiere
personal especialmente dedicado a la patología
vascular cerebral.
Puede ser útil en el diagnóstico inmediato del
aneurisma cerebral como causa de hemorragia
subaracnoidea y en casos seleccionados puede
plantearse el tratamiento con microcirugía del
mismo, basándose solo en los datos aportados
por la angio-TC-3D. Esta posibilidad tecnoló-
gica presenta un futuro prometedor que evitará
recurrir al uso de exámenes invasivos.

Tomografía computada
con Xenón estable
En esta técnica el paciente debe inhalar una
mezcla de xenón y oxígeno al 26-33%. El xenón
es rápidamente tomado por la sangre, atraviesa
con facilidad la barrera hematoencefálica nor-
mal y se acumula en forma progresiva en el
cerebro. Esta característica lo convierte en un
DJHQWHH[FHOHQWHSDUDHVWXGLDUHOÀXMRVDQJXtQHR
cerebral. La acumulación progresiva de xenón
en el parénquima cerebral es proporcional al
ÀXMRFHUHEUDO3URGXFHFDPELRVHQODDWHQXD-
ción o contraste del parénquima cerebral en
Figura 2: reconstrucción 3D de angioTC del caso forma similar al yodo, que se pueden evaluar
anterior HQFRUWHVWRPRJUi¿FRVVHFXHQFLDOHV\REWHQHU
'H¿QLFLRQHV‡ 33

PHGLGDVFXDQWLWDWLYDVGHOÀXMRVDQJXtQHRGH tiempo disponible para la intervención depen-


un área determinada. ()LJXUDV\) derá de varios factores tales como temperatura,
La técnica carece de contraindicaciones o JOXFHPLDUHVLVWHQFLDQHXURQDOHVSHFt¿FDSHUR
efectos secundarios permanentes. El principal por sobre todo, del sistema de colaterales de
inconveniente es que el xenón en altas con- soporte de la zona isquémica. Flujos de menos
centraciones es un gas anestésico e induce de 10 cc/100 g/min producen muerte neuronal
confusión transitoria severa; en pacientes con en cuestión de minutos, por lo tanto es esencial
isquemia cerebral aguda esto puede representar GLIHUHQFLDUDTXHOODViUHDVFRQÀXMRVHQWUH
un problema insalvable. 20 cc/100 g/min (potencialmente salvables),
El estudio se realiza a continuación de la tomo- de aquellas con menos de 10 cc/100 g/min
grafía cerebral no contrastada y demora alrededor (inexorablemente dañadas).
de 20 minutos. La TC puede mostrar la ausencia de Es sabido que la reperfusión de tejido infartado
hemorragia o signos tempranos de infarto cerebral puede aumentar el riesgo de hemorragia cerebral
y logra revelar la extensión de la isquemia, por y la tomografía contrastada con xenón puede
reciente que sea, en una forma cuantitativa. ayudar en esta diferenciación. Asimismo puede
/RVPDSDVGHÀXMRFHUHEUDODVtIRUPDGRV ser útil en la selección de pacientes apropiados
podrían, en forma ideal, diferenciar tejido is- para terapia trombolítica.
quémico pero aún viable, del tejido infartado. Este método se puede combinar con la utiliza-
8QÀXMRFHUHEUDOGHDOUHGHGRUGHFFSRU ción de acetazolamida para evaluar la reserva
g de tejido por minuto produce lesión neuro- vascular en pacientes con enfermedad vascular
nal caracterizada por inactivación eléctrica. oclusiva.
Si este tejido no es reperfundido en un tiempo Es de esperar que los nuevos equipos de to-
determinado, inevitablemente se infartará. El mografía con xenón puedan evitar los incon-

Figura 3: reconstrucción 3D de angioTC con sustracción digital del caso anterior

Figura 4: Tomografía computada con xenón en con- Figura 5: Tomografía computada con xenón en cra-
WXVLyQIURQWDOVHHYLGHQFLDÀXMRGHSULPLGR*HQWLOH]D niectomía descompresiva post evacuación de hema-
'UHV&KLHULJDWR\&RPSDJQRQH WRPD VXEGXUDO DJXGR GHPXHVWUD KLSHUÀXMR FRQ DX-
mento de la PIC después del 4º día. *HQWLOH]D'UHV
&KLHULJDWR\&RPSDJQRQH
34 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

venientes mencionados (tal vez al utilizar con- oclusión de una arteria primaria, la caída en la
centraciones de xenón menores) y así permitir presión de perfusión se compensa parcialmen-
el uso masivo de un método simple, inocuo, te por un incremento en el VSCr. Ocurre una
económico y de gran exactitud en la evaluación UHGXFFLyQHQODUHVLVWHQFLDDOÀXMRVHFXQGDULD
GHOÀXMRFHUHEUDO a dilatación regional de las arteriolas.
La PET ha demostrado ser útil en el diagnóstico
Tomografía por Emisión de de isquemia cerebral aguda (5HFRPHQGDFLyQ
Positrones (PET) y Tomografía *UDGR& SHURQLQJ~QWUDEDMRKDUHÀHMDGR
Computarizada por Emisión su utilidad en el manejo o pronóstico de los
de Fotón único (SPECT) pacientes con ACV.
Son las únicas técnicas que pueden brindar una La SPECT se realiza administrando un trazador
información relativa a la actividad metabólica radiactivo que se distribuye a través del cerebro
del tejido neural. HQIRUPDSURSRUFLRQDODOÀXMR\SHUPDQHFHDOOt
Los estudios con PET han provisto una primera durante varias horas. El trazador puede ser inyec-
idea de la utilización de la glucosa del cerebro tado durante un evento agudo y adquirir la señal
y han demostrado la alta incidencia de hiper- de FSC. No es sencillo repetirlo para evaluar los
glucólisis en el cerebro lesionado en general y efectos de las maniobras terapéuticas.
alrededor de áreas regionales de lesión luego La amina macrocíclica hexametilpropileneami-
de un traumatismo encéfalocraneano. Permiten neoxima (HMPAO) es al igual que el xenón una
FXDQWL¿FDUHOGHVDFRSODPLHQWRGHOÀXMRVDQJXtQHR molécula lipofílica, que atraviesa con facilidad
cerebral (FSC) y metabolismo, que puede ocurrir la barrera hematoencefálica. Su distribución es
durante los episodios agudos de isquemia. WDPELpQSURSRUFLRQDODOÀXMRFHUHEUDOSHURUHDF-
Esta técnica no se utiliza ampliamente debido ciona con el glutatión intracelular y es atrapada
a razones económicas (instalación y manteni- dentro de las células, con escasa retrodifusión
miento caros) y por su larga duración. Su mayor hacia el compartimiento intravascular. Al marcar
XVRHVFRQ¿QHVGHLQYHVWLJDFLyQ el HMPAO con tecnecio, se puede detectar su
El uso de múltiples radiofármacos facilita distribución con una cámara de centelleo hasta
ODFXDQWL¿FDFLyQGHOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO varias horas después de administrado. Esto es
regional (FSCr), volumen sanguíneo cerebral una gran ventaja pues se puede inyectar a un
regional (VSCr), consumo de oxígeno regional paciente inestable y obtener las imágenes y
y metabolismo regional de glucosa. PDSDVGHÀXMRXQDYH]HVWDELOL]DGRHOHQIHUPR
En la etapa inicial de la isquemia la dismi- /DVLPiJHQHVUHÀHMDUiQHOÀXMRFHUHEUDOHQHO
nución del FSCr y el consumo de oxígeno momento de la inyección.
por debajo de 12 cc/100 g/min y 65 ml/100 Los dos problemas más importantes de esta
g/min, respectivamente, indican daño tisular técnica son su relativamente baja resolución
irreversible. No obstante en algunas regiones espacial comparada con otras técnicas, y su
puede ocurrir un incremento en la fracción de carácter cualitativo o semicuantitativo.
extracción de oxígeno regional (FEOr), pese Por medio de una técnica reciente que evalúa
a una ligera disminución en el consumo de las regiones de interés, se ha intentado seleccio-
oxígeno y una reducción dramática en el FSCr. nar candidatos para trombolisis. Se otorga un
(VWDGLVFRUGDQFLDHQWUHÀXMR\PHWDEROLVPR valor arbitrario al código de colores utilizado
representa una GHVYLDFLyQ FRPSHQVDWRULD y se comparan segmentos homólogos del he-
después de la reducción en la perfusión y se misferio isquémico y el sano. Observaciones
la llama SHUIXVLyQPLVHUDEOH. Estas áreas se preliminares indican que cuando la relación es
pueden recuperar si se restablece de manera mayor de 0,55, la trombolisis puede efectuarse
adecuada el FSCr. con bajo riesgo de hemorragia, no importando
Si durante un episodio isquémico agudo la el tiempo de isquemia. Esto sugiere viabilidad
FLUFXODFLyQFRODWHUDOHVVX¿FLHQWHSDUDSUHYH- de la penumbra isquémica mantenido por un
nir la muerte celular inmediata después de la buen sistema de colaterales. Cuando la relación
'H¿QLFLRQHV‡ 35

entre el hemisferio sano y el sintomático es (ya sea directa o transneural) y constituyen


menor de 0,35, la terapia trombolítica tiene una expresión imagenológica de varios tras-
una mayor posibilidad de producir hemorragia, tornos celulares que van desde la hipofunción
aun si es administrada minutos después del reversible hasta la degeneración walleriana o
comienzo de los síntomas y sugiere un pobre transináptica. Algunos de estos fenómenos son
sistema colateral e infarto temprano. funcionales y recuperables y pueden participar
Estas observaciones requieren validación por en la expresión aguda del accidente cerebro-
otros centros antes de que se pueda recomendar vascular y en su recuperación.
su uso general. Después de una lesión isquémica subcortical
Con técnicas de PET y SPECT también se la depresión cortical metabólica tiende a retro-
pueden observar reducciones en la perfusión gradar en los meses subsiguientes.
en reposo y en el metabolismo en estructuras
alejadas de la lesión. Los ejemplos más comu-
1.3.4. Tomografía normal
nes de estructuras afectadas de esta manera se
observan en el cerebelo cuando hay una lesión 1.3.4.1 Técnica
isquémica en el territorio de la arteria cerebral Todo examen se comienza con un VFRXWYLHZ
media contralateral y la corteza cerebral que (radiografía digital) que se asemeja a una ra-
se encuentra sobre estructuras profundas (gan- GLRJUDItDVLPSOHGHFUiQHRHQSHU¿OVREUHOD
glios basales o tálamo) por un infarto o una FXDOVHSODQL¿FDQORVFRUWHVDUHDOL]DU )LJXUD
hemorragia, estando además comprometida 6) La serie de imágenes se obtiene centrando el
aunque en menor grado, la corteza contralateral. plano axial en la línea órbito-meatal (desde el
Estos fenómenos se denominan de GLDVTXLVLV reborde externo de la órbita al conducto auditivo
y representan una depresión de la actividad externo). Este plano debe estar perpendicular
sináptica como resultado de la desconexión a la mesa del TC.

La exploración se realiza en dos secuencias:


Región Incluye Espesor de corte Intervalo de corte
Fosa Posterior Desde agujero occipital hasta 5 mm 5 mm
¿QDOL]DUSHxDVFRV
Región supratentorial Desde límite superior de los 10 mm 10 mm
peñascos hasta el vértex

Área Extensión
Fosa Posterior Desde agujero occipital
KDVWD¿QDOL]DUSHxDVFRV
Ventricular baja Desde polígono de Willis
hasta tercer ventrículo
Ventricular alta Desde prolongación
frontal de ventrículos
laterales hasta
el cuerpo de los mismos
Supraventricular Por arriba del cuerpo de
los ventrículos laterales
hasta el vértex
Figura 6: 6FRXW YLHZ, las líneas corresponden a las Los cortes que se realizan se pueden dividir en cuatro
dos secuencias de cortes programados áreas, desde el foramen magno hasta el vértex
36 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

1.3.4.2 Uso de medios de A continuación se resumen las pautas de uso de


contraste endovenosos contraste EV según el diagnóstico presuntivo.
Los valores de absorción del tejido cerebral Sin contraste
normal y de los procesos patológicos aumentan a. Enfermedad cerebrovascular
con la inyección endovenosa de sustancias de b. Traumatismos
contraste. Este aumento de la concentración en c. Control de hidrocefalia no tumoral
determinadas áreas se explica por: Con contraste
1. Presencia de contraste en el espacio intra- a. Sospecha de tumor o malformación arterio-
vascular, que produce aumento de la den- venosa
sidad de los vasos normales, de las mal- b. Sospecha de hidrocefalia
formaciones vasculares o de los tumores c. Epilepsia tardía
hipervascularizados. d. Control posquirúrgico de tumores
2. Presencia de contraste en el espacio in- Sin y con contraste
tersticial, debido a procesos que rompen D 3URFHVRLQÀDPDWRULR
la barrera hematoencefálica y producen b. Enfermedad degenerativa
un aumento del espacio extravascular con
relación al tejido cerebral normal. 1.3.4.3 Identificación de
/DVPRGL¿FDFLRQHVGHODVOHVLRQHVFHUHEUDOHV estructuras normales
luego de la administración del contraste pueden En las siguientes imágenes se individualizarán
ser de dos tipos: a) morfológicas, de acuerdo las estructuras anatómicas principales en los
al patrón de realce (homogéneo, heterogéneo, FRUWHVWRPRJUi¿FRVD[LDOHVGHOFHUHEURQRUPDO
anular, etc.) o b) relacionadas con el tiempo que 6FRXW YLHZ ()LJXUD ), cortes incluidos en
demoran en aparecer los cambios. Esto permi- Fosa Posterior ()LJXUDV\), cortes inclui-
te adoptar diferentes criterios de inyección de dos en el área Ventricular baja ()LJXUDV
acuerdo a la sospecha clínica: infusión previa al \), cortes incluidos en el área Ventricular
estudio, bolo con estudio dinámico o perfusión alta ()LJXUDV\), cortes incluidos en el
con estudio retrasado. ()LJXUDV$\%) área Supraventricular. ()LJXUD$%\&)

Figura 7: A TC en Toxoplasmosis sin contraste extensa área hipodensa; B luego de la administración del contraste
EV se evidencia una lesión que capta en forma anular
'H¿QLFLRQHV‡ 37

Lóbulo temporal

Protuberancia

IV ventrículo
Cerebelo

Figura 8: Corte bajo en fosa posterior baja

Cisterna supraselar

Arteria basilar Dorso selar

Protuberancia
IV ventrículo
Vérmix

Figura 9: Corte alto en fosa posterior alta

Lóbulo frontal

Cisterna silviana
Cisterna supraselar
Asta temporal
de ventrículo lateral
Cisterna ambiens

Figura 10: Corte en el área ventricular baja


38 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Lóbulo temporal

Tronco
Tercer ventrículo
Vermis superior

Figura 11: Corte en el área ventricular baja

Cabeza n.caudado Brazo anterior cápsula interna


Núcleo lenticular Cápsula externa
Tálamo Brazo posterior cápsula interna
Pineal

Cisterna supravermiana

Figura 12: Corte en el área ventricular baja

Protuberancia frontal
Lóbulo frontal interna

Prolongación frontal de
ventrículo lateral Septum pellucidum

Pineal

Cisterna supraselar
Lóbulo occipital
Protuberancia occipital
interna

Figura 13: Corte en el área ventricular alta


'H¿QLFLRQHV‡ 39

Lóbulo frontal

Lóbulo parietal Cuerpo del ventrículo


lateral
Sustancia blanca
periventricular

Lóbulo occipital

Figura 14: Corte en el área ventricular alta

Corteza cerebral

Centros semiovales

Surcos de
la convexidad

Lóbulo frontal

Hoz del cerebro

Lóbulo parietal

B C
Figura 15 A, B y C Cortes en el área supraventricular
40 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

1.3.4.4. Identificación de la convexidad, y se consigna si hay mejoría, si


parámetros de medición no hay cambios o si empeora.
Para obtener mejores resultados es más im-
Medición del volumen de las lesiones portante la cercanía de la craniectomía a la
Es de importancia realizar la medición del base de cráneo, pues descomprime el tronco,
volumen de las lesiones intracerebrales sobre que su tamaño.
todo hematomas, ya que está demostrado que El volumen de la craniectomía se puede medir
a mayor volumen, el deterioro neurológico es por medio de fórmulas matemáticas, que equivale
mayor, como así también la mortalidad. a medir el volumen del encéfalo expandido a
Se puede emplear el comando Volumen del través de la misma: a mayor tamaño, mayor
VRIWZDUH del tomógrafo y dibujar sobre la imagen expansión.
con el lápiz electrónico el contorno completo Para ello en primer lugar se determina el área
de la hemorragia en cada uno de los cortes; los de la craniectomía promediando su diámetro,
datos matemáticos de esta medición obtienen medido en cada corte de TC y multiplicándolo
el volumen total en centímetros cúbicos de la por el espesor de corte = d y se aplica la si-
hemorragia. Esto es poco utilizado en la prác- guiente fórmula:
tica cotidiana.
Otra forma de medir con exactitud el volumen a= › X d2
del hematoma en cm3 es usando la fórmula: 4
Para determinar el volumen
Ax B x C se aplica la fórmula:
2
v = a X S (3r2 + S2)
A es el diámetro mayor de la hemorragia en 6
HOFRUWHWRPRJUi¿FRTXHODPXHVWUDGHPD\RU
tamaño; B es el mayor diámetro transversal de a es el área
la hemorragia medido perpendicular a la me- r es d/2
dición de A; C es el espesor de la hemorragia, p es la línea perpendicular a d, que corresponda
equivalente a la suma de los cortes que contienen a la mayor distancia de la horizontal al colgajo
hemorragia (teniendo en cuenta el grosor de de duramadre. ()LJXUD)
cada uno, que por lo general es de 1 cm).
Herniaciones cerebrales
Medición del volumen de Es el movimiento de estructuras encefálicas a
las craniectomías WUDYpVGHHOHPHQWRV¿MRVGHOFUiQHR
La utilidad de la craniectomía descompre- Las hernias que con mayor frecuencia se evi-
siva es discutida y no se ha demostrado que dencian por imágenes son las de la 7DEOD.
sea superior al tratamiento conservador en la
evolución del paciente con trauma de cráneo Medición de la línea media
JUDYH(VWDPDQLREUDSURGXFHXQDVLJQL¿FD- Cuando ocurre un desplazamiento de las estruc-
tiva disminución de la desviación de la línea turas de la línea media es necesario determinar
media que no siempre se traduce en una mejor el desvío (VKLIW), sobre todo en el TEC; la mag-
evolución, aunque en pacientes jóvenes y en nitud de la hernia subfacial es un parámetro
los sometidos a la descompresión temprana importante para determinar la gravedad.
es más efectiva. En la TC, en el corte que pasa por el cuerpo
La efectividad de una craniectomía se eva- de los ventrículos laterales, se traza una línea
lúa comparando en la TC previa y posterior al desde la protuberancia frontal interna a la
procedimiento la desviación de la línea media, occipital interna. Luego se mide la distancia
el tamaño de las cisternas mesencefálicas y la de esta línea hasta el VHSWXPSHOOXFLGXP y/o
morfología ventricular y de surcos y cisuras de la glándula pineal. Esta distancia en milí-
'H¿QLFLRQHV‡ 41

metros marca el desvío de la línea media. Estas enfermedades tienen tendencia a loca-
()LJXUD) lizarse en alguno de los compartimentos que
De acuerdo a Alan Ropper (1(QJO-0HG 1986; FRQFHSWXDO\¿VLROyJLFDPHQWHHVWiQOLPLWDGRV
314:953-8) la depresión de conciencia del paciente por las membranas que rodean al cerebro. Esta
se corresponde con el desplazamiento horizontal exposición se organizará siguiendo los mis-
del cerebro y no con la compresión del tronco se- mos, pero hay que recordar que tal división
cundaria a herniación transtentorial. (7DEOD) HVDUWL¿FLDO\HVIUHFXHQWHTXHORVSURFHVRV
infecciosos crucen desde las meninges hasta
el parénquima, y viceversa.
1.3.5. Enfermedades
inflamatorias e infecciosas Desplazamiento de línea Nivel de conciencia
media
El SNC puede ser afectado por innumerables
3 a 4 mm Confusión
HQIHUPHGDGHVLQÀDPDWRULDVHLQIHFFLRVDVTXH
6 a 8,5 mm Estupor
tienen un número limitado de presentaciones
en los distintos estudios por imágenes. Así, el 8 a 13 mm Coma
aspecto similar de muchos procesos hace en Tabla 2: Alteraciones de conciencia de acuerdo a la des-
ocasiones imposible establecer el diagnóstico viación de la línea media
diferencial, por ello adquieren una extrema im-
portancia la historia clínica, los estudios previos
y los de seguimiento ulterior.

Figura 17: Hernia subfacial con medición del desvío de


la línea media, donde A-B es la línea que une la protube-
rancia frontal interna con la occipital interna y C-D es la
Figura 16: Medición del volumen de una craniectomía distancia desde esa línea hasta el VHSWXPSHOOXFLGXP

Nombre Estructura Desplazamiento


Subfalcial Circunvolución cingulada Por línea media hacia el margen
inferior de la hoz
Transtentorial medial o uncal Uncus Por incisura tentorial
Transtentorial descendente Lóbulos temporales y tronco Por incisura tentorial
del encéfalo
Transtentorial ascendente Cerebelo Por incisura tentorial
Amigdalar Amígdalas cerebelosas Por agujero magno
Transesfenoidal ascendente Lóbulo temporal Sobre cresta esfenoidal
Tabla 1: Herniaciones cerebrales
42 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

1.3.5.1 Infecciones infarto cortical con forma de cuña. Como en


parenquimatosas todo infarto embólico puede haber hemorragia.
La presencia de un anillo de realce grueso e
Infección piógena irregular persistente en el área de infarto puede
6HSRQHGHPDQL¿HVWRHQOD7&FRPRXQDOHVLyQ sugerir el diagnóstico.
focal que puede ser única o múltiple.
El absceso cerebral es un proceso de necrosis Enfermedad inflamatoria no piógena
supurada dentro del parénquima cerebral ro- Se produce por infección:
deado por tejido de granulación y una cápsula a. Granulomatosa
¿EURVD b. Viral
Existen, desde el punto de vista anatomopa- c. Micótica
tológico, cuatro estadios en la evolución de un d. Parasitaria
absceso que se correlacionan con los hallazgos
en imágenes. a. Enfermedad granulomatosa: 7XEHUFXORVLV
- &HUHEULWLVSUHFR] en los primeros días de 7%&  La infección TBC se disemina desde
infección la zona afectada del cerebro está tur- los pulmones hacia el cerebro por vía hemató-
gente y edematosa. La TC puede ser normal o gena. La infección intracraneal suele adoptar
mostrar una zona de baja densidad, pudiendo dos formas que pueden coexistir o presentarse
haber un leve efecto de masa y áreas de realce aisladas: meningitis, la más frecuente, e in-
parcheado en el interior de la lesión. fección focal: tuberculoma. Los abscesos y la
- &HUHEULWLVWDUGtD ocurre entre la prime- cerebritis localizada en las circunvoluciones
ra y segunda semana de infección, hay más corticales son muy raros.
necrosis central. En la TC se observa realce 7XEHUFXORPD tiene predilección por edades
grosero e irregular de los bordes de la lesión, extremas (niños y ancianos). La mayoría de
existiendo frecuentemente edema vasogénico las lesiones en adultos son supratentoriales en
periférico. lóbulos frontal y parietal; en los niños el 60%
- &iSVXODSUHFR] se forma una cápsula de está en la fosa posterior. Son frecuentes las
FROiJHQR\UHWLFXOLQDHQHOPDUJHQLQÀDPDWRULR lesiones múltiples.
y vascular de la lesión, la TC muestra un anillo La TC sin contraste muestra masas iso o hi-
ELHQGH¿QLGR(QHOFHQWURKD\QHFURVLVTXHVH perdensas múltiples en el 50% de los casos.
PDQL¿HVWDSRUEDMDGHQVLGDGHQOD7&([LVWH Con contraste es común el refuerzo anular
importante edema vasogénico periférico. ancho. El centro del tuberculoma es más denso
- &iSVXODWDUGtD en TC el anillo de realce que el de los abscesos piógenos.
VHKDFHPiVGH¿QLGR\¿QRHVFRP~QODPXO- Las lesiones pequeñas pueden realzar en forma
tiloculación. La zona medial de la cápsula es homogénea. Las imágenes en diana, con un
FRQIUHFXHQFLDPiV¿QDTXHODSDUWHH[WHUQD FHQWURGHFDSWDFLyQRFDOFL¿FDFLyQ\XQDQLOOR
lo que predispone a rotura intraventricular con con realce periférico es poco frecuente, pero
producción de pioventriculitis y ependimitis, sugiere fuertemente el diagnóstico. Luego del
TXHVHPDQL¿HVWDHQODVLPiJHQHVSRUUHDOFHGH WUDWDPLHQWRODVOHVLRQHVSXHGHQFDOFL¿FDUVH
la pared del ventrículo. ()LJXUDV$\%) $EVFHVRWXEHUFXORVR se ve sobre todo en
El diagnóstico diferencial debe hacerse con pacientes inmunosuprimidos. Su imagen es
tumor, hematoma en resolución e infarto atípico; similar a la de los abscesos piógenos.
para ello se debe tener en cuenta la clínica, la
H[LVWHQFLDGHUHDOFHPiV¿QRHQOD]RQDPHGLDO b. Infecciones virales
el edema importante. +HUSHVVLPSOH produce encefalitis, con mayor
- (PEROLDVVpSWLFDV pueden tener el aspecto frecuencia en el neonato. En adultos puede pro-
típico de un absceso. De acuerdo al tamaño del ducir encefalitis o neuritis de pares craneanos,
émbolo se puede producir una pequeña zona generalmente por reactivación de un herpes
redondeada que realza con el contraste o un gran virus latente.
'H¿QLFLRQHV‡ 43

La RM es el método de elección ya que per- tosos y/o meningitis, son: Candidiasis, Crip-
mite un diagnóstico precoz, fundamental para tococosis, Coccidioidomicosis, Blastomicosis
iniciar el tratamiento. e Histoplasmosis. Nos ocuparemos de las dos
La TC puede ser de características norma- primeras por la frecuencia.
les o bien puede mostrar, alrededor del 5º día, &DQGLGLDVLV la vía de diseminación suele
áreas de disminución de la densidad en uno o ser la hematógena. Produce meningitis y en
ambos lóbulos temporales. Esto se debe a que ocasiones granulomas o pequeños abscesos.
el virus suele estar latente en el ganglio del En TC se observan masas únicas o múltiples
trigémino. Además pueden ser afectados los con grado variable de realce periférico y edema
lóbulos frontales, como así también la corteza variable, que tienden a localizarse en la base del
de la ínsula, pero el putamen está respetado. cráneo cerca de los senos durales. Las lesiones
Hay edema, efecto de masa y puede haber un pequeñas pueden tener realce nodular.
realce irregular de grado variable. En la TC después del contraste pueden verse
(QFHIDORPLHOLWLVDJXGDGLVHPLQDGD es una infartos, hemorragia intra o extra-axial y realce
enfermedad desmielinizante aguda que ocurre meníngeo.
tras una infección viral, vacunación o a veces &ULSWRFRFRVLV es la infección por hongos más
en forma espontánea. frecuente, sobre todo en pacientes con SIDA,
La RM en T2 es mucho más sensible que la aunque el 50% de los pacientes no tiene alte-
TC. En la encefalomielitis aguda hemorrágica ración de su sistema inmunológico.
se producen hemorragias pequeñas que no se La infección del SNC se produce por vía he-
LGHQWL¿FDQHQOD7& matógena desde los pulmones y la forma más
(QFHIDOLWLVYLUDO producida por Toga virus, virus común de afectación es la meningitis. Puede
de Epstein Barr, virus de las paperas, sarampión, haber granulomas que suelen ser múltiples; los
rubéola, enterovirus y micoplasma. Afecta un abscesos son menos comunes.
solo hemisferio, que en los estudios de imágenes Existe una lesión característica que es el seudo-
DSDUHFHDWUy¿FR(O3(7SXHGHGHPRVWUDUTXH quiste gelatinoso, lesión quística normalmente
el hemisferio es hipermetabólico. en los ganglios de la base que corresponde a los
espacios de Virchow-Robin dilatados y llenos
c. Infecciones micóticas de hongos. Se observan sólo en inmunodepri-
Las micosis que pueden desarrollar enfermedad midos y se ven como lesiones redondeadas
cerebral diseminada, granulomas parenquima- GHERUGHELHQGH¿QLGR\EDMDGHQVLGDGHQORV

Figura 18 A: TC de Absceso cerebral sin contraste. EV : imagen redondeada hipodensa con halo de densidad
aérea; B: luego del contraste. iodado se observa fuerte refuerzo periférico de la lesión
44 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

ganglios basales, que no captan el contraste. lo correlaciona con la forma severa y difusa de
/D7&HVSRUORJHQHUDOQRUPDOUHÀHMDQGRXQD la enfermedad con muerte precoz.
afectación meníngea leve. La TC y la RM son de mayor utilidad cuando hay
En el 10% de los casos se ven lesiones en for- sospecha de complicaciones como hidrocefalia
ma de masa. Los criptococomas son pequeños comunicante, cerebritis, absceso, ventriculitis,
nódulos múltiples, situados periféricamente en o infartos arteriales o venosos.
el parénquima y que realzan con patrón sólido. El infarto cerebral es relativamente frecuente
3XHGHKDEHUJUDQXORPDVFDOFL¿FDGRVTXHSXHGHQ (2-19%) en las meningitis bacterianas. Con fre-
realzar con patrón sólido o en anillo. cuencia es el resultado de una patología vascular
focal producida por la misma infección, aunque
d. Infecciones parasitarias la existencia de hipertensión endocraneana pude
La más frecuente es la 7R[RSODVPRVLV. Esta ser un factor precipitante de la reducción del
enfermedad puede ser congénita o adquirida, ÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO
sobre todo en pacientes inmunodeprimidos. 0HQLQJLWLVWXEHUFXORVD en TC y RM se ob-
En la forma congénita se produce microen- servan meninges engrosadas con realce, sobre
cefalia, coriorretinitis y retraso mental. La TC todo cerca de la base del cráneo. La hidrocefalia
PXHVWUDDWUR¿DFHUHEUDOGLODWDFLyQYHQWULFXODU comunicante es una complicación frecuente.
\FDOFL¿FDFLRQHVHQODVXVWDQFLDEODQFDSHUL- 0HQLQJLWLVYLUDOHV los estudios por imágenes
ventricular, ganglios basales y hemisferios son normales.
cerebrales.
En la forma adquirida la TC evidencia como Infecciones subdurales y epidurales
masa única o múltiple. Con contraste EV el Los abscesos epidurales pueden ser secundarios
SDWUyQGHLQWHQVL¿FDFLyQHQDQLOORHVWtSLFR a traumatismos penetrantes, cirugía, sinusitis,
aunque también se puede observar refuerzo más mastoiditis, infección orbitaria o más raramente
nodular. Las lesiones se visualizan mejor si se por diseminación hematógena.
administra una dosis doble de contraste; suele En TC se observa una colección biconvexa
existir edema adyacente. ()LJXUDV$\%) extraaxial con aumento de densidad con relación
En los pacientes con SIDA es necesario hacer al LCR. El borde interno realza con contraste.
el diagnóstico diferencial con linfoma, pues La RM es más sensible para demostrar estas
el aspecto de las imágenes puede ser indis- lesiones y lo hace en diferentes planos.
tinguible. Los empiemas subdurales tienen la misma etiología
que los epidurales. Tanto la TC como la RM son
útiles para demostrarlos. Suelen tener un margen
1.3.5.2 Infecciones Extra-axiales
externo e interno que realza con el contraste. La
Meningitis RM es más útil para demostrar pequeños infartos
0HQLQJLWLVEDFWHULDQDLa TC suele ser normal. y trombosis venosas asociados.
Un hallazgo precoz es la dilatación ventricular
y el aumento de los espacios subaracnoideos,
1.3.6. Lesiones traumáticas
por un incremento del volumen del LCR que es
máximo en el segundo día, con resolución en 1.3.6.1 Traumatismos Encéfalocra-
días a semanas en la mayoría de los pacientes. neanos (TEC)
En ocasiones muestra aumento de densidad en El TEC es una causa común de admisión hos-
el espacio subaracnoideo que a veces es más pitalaria, donde las neuroimágenes cumplen
pronunciado en los surcos periféricos que en XQSDSHOHVHQFLDOSDUDLGHQWL¿FDU\FDUDFWHUL]DU
las cisternas basales. Con contraste EV puede las lesiones producidas.
o no haber realce meníngeo. La TC es el método de elección para evaluar
La presencia de edema cerebral varía entre el al paciente con TEC agudo, sobre todo para
2 y el 60%, aunque en estudios recientes se ha la detección de lesiones que puedan requerir
demostrado una reducción en su incidencia. Se intervención quirúrgica inminente.
'H¿QLFLRQHV‡ 45

En los casos de TEC leve (GCS entre 14 y de los pacientes con TEC. El tipo más común de
15 puntos) la TC se debe realizar en todos los fractura es la lineal no desplazada, que puede
pacientes que presenten fractura de cráneo, VHUGLItFLOGHLGHQWL¿FDUHQOD7&VLODOtQHDGH
Gp¿FLWQHXUROyJLFRRFHIDOHDSURJUHVLYD fractura fuera paralela al plano de corte. Por esto,
La TC es muy sensible para diagnosticar se deben efectuar inicialmente, si el estado del
hemorragias agudas, fracturas deprimidas de paciente lo permite, Rx simples de cráneo en
cráneo y de base, lesiones del hueso temporal, SRVLFLRQHVGHSHU¿OHVWULFWRIUHQWH\7RZQH
macizo cráneofacial y órbita. Por TC es sencillo diagnosticar las fracturas de
La RM es menos usada en TEC agudo debido a base de cráneo, y las deprimidas o con hundi-
su menor sensibilidad para detectar hemorragia miento ()LJXUD) que se asocian con frecuencia
reciente. a contusión del cerebro; si involucran un seno se
Las fracturas de cráneo están presentes en 2/3 puede observar neumoencéfalo. ()LJXUD)
Es importante considerar las lesiones del cuero
cabelludo, por el riesgo de infección y hemo-
rragia debido a la abundante vascularización.
El hematoma subgaleal se debe a hemorragia
venosa por debajo de la galea aponeurótica. Se
localiza por lo general en región parietal y con
frecuencia se asocia a fractura subyacente.
Las lesiones encefálicas traumáticas pueden ser
primarias o secundarias, y según su localización
SXHGHQFODVL¿FDUVHHQH[WUDRLQWUDD[LDOHV
Lesiones primarias son las que se producen
en el momento del impacto inicial; lesiones
secundarias son las aplicaciones relacionadas
con la respuesta del tejido encefálico frente a la
agresión: infección, infarto ()LJXUD), edema,
herniación, hemorragia, dilatación ventricular.
Pueden ser de mayor magnitud que la lesión
primaria. Por lo general son intraaxiales. En
Figura 19: Fractura frontal múltiple con hundimiento la )LJXUD se observan las localizaciones y

Figura 20: Fractura de seno frontal que produce neu- Figura 21: TC en TEC: se observa fractura de cráneo
moencéfalo y extenso infarto en territorio de las arterias cerebral
anterior y media
46 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Hemorragia Hemorragia
Cuero cabelludo intracerebral subaracnoidea
Cráneo
Duramadre
Aracnoides

Espacio
subaracnoideo
Piamadre
Hemorragia en el Hemorragia en el
Cerebro
interior del cerebro espacio subaracnoideo

Hemorragia Hemorragia
subdural etradural

Hemorragia entre Hemorragia


aracnoides y la entre duramadre
duramadre y el cráneo
Figura 22: Esquema de localización de los hematomas intracraneales

mecanismos de producción de los hematomas +HUQLDFLyQ


cerebrales más frecuentes ‡'LODWDFLyQYHQWULFXODUSRVWUDXPiWLFD
‡/HVLRQHVFHUHEUDOHVSULPDULDV - Intraaxiales
-Extraaxiales 4XLVWHOHSWRPHQtQJHR
+HPDWRPDH[WUDGXUDO )XJDVGH/&5
+HPDWRPDVXEGXUDO )LJXUD +LGURFHIDOLD
+HPRUUDJLDVXEDUDFQRLGHD
+HPRUUDJLDLQWUDYHQWULFXODU Lesiones cerebrales
primarias extraaxiales
-Intraaxiales - +HPDWRPDH[WUDGXUDO +(' 
+HPDWRPDLQWUDSDUHQTXLPDWRVR Colección hemática localizada entre la dura-
&RQWXVLyQFRUWLFDO madre y la tabla interna del cráneo, cruza las
/HVLRQHVGHODVXVWDQFLDJULVFHUHEUDOSUR inserciones durales pero no las suturas, porque
IXQGD\WURQFR ODGXUDHVWi¿UPHPHQWHDGKHULGDDODWDEODLQ-
/HVLyQD[RQDOGLIXVDRSURIXQGD terna del cráneo.
El 95% es unilateral y la mayor parte supra-
‡/HVLRQHVFHUHEUDOHVVHFXQGDULDV tentorial.
- Extraaxiales En el 95% de los casos su origen es arterial,
,VTXHPLDHLQIDUWRFHUHEUDO debido a una fractura de cráneo que produce
+HPRUUDJLD lesión de la arteria meníngea media, pero en
(GHPDFHUHEUDO los localizados en vértex, fosa posterior o parte
'H¿QLFLRQHV‡ 47

más anterior de fosa media puede ser venoso puede permanecer asintomático durante días
por desgarro de un seno venoso dural. o incluso semanas.
En la TC el HED agudo se ve como una colec- En TC se presenta como una colección extraaxial
ción extraaxial de forma biconvexa o lenticular semilunar de alta densidad. Puede ser extenso
ELHQGH¿QLGD\GHDOWDGHQVLGDG6XHOHKDEHU \RFXSDUJUDQSDUWHGHODVXSHU¿FLHFRUWLFDO
efecto de masa con borramiento de los surcos y cerebral, debido a que la dura y la aracnoides
desplazamiento de la línea media. ()LJXUD) no están fuertemente unidas. ()LJXUD)
Aunque el HED suele alcanzar su tamaño La mayoría se localiza en la convexidad, pero
máximo con mucha rapidez, se han descrito también pueden verse a lo largo de la hoz y el
HED progresivos hasta dos semanas después tentorio.
del TEC. Esto produce en la TC un aspecto El HSD agudo es el que tiene menos de 7 días
hipodenso. de evolución, se ve como una región hiperdensa
En ocasiones puede ser heterogéneo, con zonas en relación con el encéfalo adyacente.
de mayor y menor atenuación, lo que implica El HSD agudo isodenso ()LJXUD6) se puede
sangrado activo. hallar en pacientes con anemia intensa o coa-
- +HPDWRPDVXEGXUDO +6'  gulopatía. Su densidad es similar a la del tejido
Colección localizada entre la duramadre y encefálico adyacente, por ello son difíciles de
la aracnoides. diagnosticar, sobre todo en los HSD isoden-
Más del 50% se debe a rotura de venas cerebra- sos bilaterales. En estos casos es importante
OHVVXSHU¿FLDOHVHQODFRQYH[LGDGORFDOL]DGDV reconocer los signos secundarios que incluyen
cerca de senos venosos. Un factor predisponente borramiento de surcos corticales adyacentes,
es el espacio subaracnoideo más amplio en pérdida de la interfase normal entre sustancia
SDFLHQWHVFRQDWUR¿DHQFHIiOLFD DOFRKyOLFRV gris y blanca y desviación de la línea media.
ancianos), quizás debido a la mayor tensión de Puede ser útil la inyección de contraste EV,
las venas tributarias de puente. En estos casos TXHPXHVWUDLQWHQVL¿FDFLyQGHORVPiUJHQHV
la hemorragia tiende a ser lenta y el paciente del hematoma.

Figura 23: TC en TEC: se observa del lado derecho HSD Figura 24: TC en TEC: Hematoma extradural agudo
SDULHWDO\+6$IURQWDO ÀHFKDVQHJUDV \+,3IURQWDO
ÀHFKDEODQFD \GHOODGRL]TXLHUGR+('SDULHWDO ÀHFKD
blanca)
48 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

El HSD subagudo tiene entre 7 y 21 días de Sus causas son: a) lesión de las pequeñas venas
evolución, presenta áreas de isodensidad. corticales de puente que atraviesan el espacio
El HSD crónico es el de más de 21 días de evo- subaracnoideo, b) laceración de venas y arte-
lución y se ve hipodenso en la TC. ()LJXUD) ULDVVXSHU¿FLDOHVF GLVHFFLyQGHXQKHPDWRPD
Es prácticamente imposible distinguir por parenquimatoso hacia el espacio subaracnoideo
TC entre HSD crónico e higroma subdural. o sistema ventricular, d) por rotura de vasos, y
Ambos tienen densidad líquida en TC, cau- e) rotura de adherencias causadas por movili-
san desplazamiento hacia adentro de las venas zación violenta del encéfalo.
corticales y son colecciones extraaxiales. El /DFRQ¿UPDFLyQGHOGLDJQyVWLFRGH+6$VH
verdadero higroma subdural se compone de hace con TC. Un tomógrafo de alta resolución
LCR y habitualmente se debe a desgarro de la puede determinar hasta en un 95% los signos
aracnoides que produce escape del LCR hacia compatibles con HSA en los pacientes examinados
el espacio subdural. durante las primeras 48 horas del cuadro.
(VLPSRUWDQWHUHDOL]DUXQFRQWUROWRPRJUi¿- En TC se ve como áreas hiperdensas en los
co luego de la evacuación del hematoma, ya surcos y cisuras de la convexidad y las cisternas
que la disminución del efecto de masa puede basales. ()LJXUD 28)
favorecer la formación de un hematoma ex- Es importante tener en cuenta que la in-
traaxial contralateral. El seguimiento también tensificación con contraste EV y el edema
puede ser útil para excluir hematoma residual, cerebral difuso o intenso pueden producir
hemorragia expansiva y nuevas áreas de he- una imagen similar (seudo hemorragia suba-
morragia o infarto. racnoidea).
Es posible que aparezca un HSD después de - +HPRUUDJLDLQWUDYHQWULFXODU +,9 
una cirugía de descompresión, de hipotensión Es un signo relativo de mal pronóstico, que por
intracraneal o de la recuperación después de un lo general acompaña a otro tipo de lesión.
episodio de colapso vascular periférico. Se debe a extensión de una hemorragia intra-
- +HPRUUDJLDVXEDUDFQRLGHD +6$  parenquimatosa, heridas penetrantes profundas,
3RUORJHQHUDOHVSRFRVLJQL¿FDWLYDSHURSXHGH desgarro de venas subependimarias o difusión
ser masiva. de una HSA.

Figura 25: TC en TEC: Hematoma subdural hiperden- Figura 26: TC en TEC: Hematoma subdural isodenso
so agudo agudo
'H¿QLFLRQHV‡ 49

Figura 27: TC en TEC: Hematoma subdural hipodenso Figura 28: TC en TEC: Hemorragia subaracnoidea
traumática

En TC se observa hiperdensidad dentro del La TC puede ser normal o con mínimas al-
sistema ventricular. ()LJXUD) teraciones, con frecuencia progresa con el
Puede conducir a hidrocefalia obstructiva, par- transcurso del tiempo en cuanto al tamaño,
ticularmente a nivel del acueducto de Silvio. número y cantidad de hemorragia dentro de
las contusiones y pueden hacerse evidentes
Lesiones cerebrales dentro de las 24 a 48 hs y aún después.
primarias intraaxiales La RM es mucho más sensible que la TC para
- +HPRUUDJLDLQWUDSDUHQTXLPDWRVD +,3  detectar contusiones corticales, en especial en
Se observa en casos de contusión cerebral, lesión el estadio subagudo.
axonal difusa, lesión del tronco encefálico, y - /HVLRQHVGHODVXVWDQFLDJULVFHUHEUDOSUR
lesión de arterias y venas cerebrales, como así IXQGD\GHOWURQFR
también en lesiones penetrantes por proyectiles Son menos frecuentes (5-10%) pero más gra-
de alta velocidad. YHV/DPD\RUtDGHORVSDFLHQWHVWLHQHGp¿FLW
En la TC se ve como un área de densidad neurológico profundo, Glasgow bajo y peor
aumentada que se convierte en isodensa entre pronóstico.
10 y 15 días; en ese momento con contraste - /HVLyQD[RQDOGLIXVDRSURIXQGD
(9SXHGHYHUVHLQWHQVL¿FDFLyQDOUHGHGRUGH Es una lesión por cizallamiento en la sustancia
la lesión. Con el paso del tiempo la lesión se blanca profunda.
transforma en hipodensa. Es causada por fuerzas de aceleración o desace-
- &RQWXVLyQFRUWLFDO es una lesión neuronal leración rápidas, muchas veces combinadas con
primaria focal, la segunda en frecuencia (45%). fuerzas de rotación o por actuación simultánea
Está constituida por áreas de microhemorragia de todas ellas sobre el encéfalo. Siempre hay
TXHSXHGHQFRQÀXLUSDUDIRUPDUIRFRVGHPD\RU pérdida de conciencia.
tamaño. ()LJXUD) Corresponde a casi el 50% de las lesiones
Se producen cuando el cerebro colisiona con traumáticas intraaxiales y es una causa impor-
una saliente de la duramadre o protuberancia WDQWHGHPRUELOLGDGVLJQL¿FDWLYDHQHO7(&
ósea. El 50% se observa en la región anterior Coexiste con frecuencia con otra lesión en-
de lóbulos temporales, el 30% en frontales y cefálica producida por traumatismo cerrado
el resto en polos occipitales. grave.
50 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Figura 29: Hemorragia intraventricular Figura 30: TC en TEC: múltiples contusiones corticales

Se produce por disrupción de vasos sanguíneos El edema difuso puede ser una de las formas
con predilección en la unión córticomedular de secundarias más graves de lesión encefálica
la región frontotemporal y en cápsula interna, traumática. Suele tardar de 24 a 48 hs en de-
sustancia gris profunda, tronco encefálico, parte sarrollarse por completo. ()LJXUD)
posterior del cuerpo y rodete del cuerpo callo- El edema puede ser de origen vasogénico o
so, núcleo caudado, tálamo, cápsula interna y citotóxico; independientemente de su origen, en
porción dorsolateral del tegmento. OD7&VHPDQL¿HVWDSRUERUUDPLHQWRGHVXUFRV\
7LHQGHDVHUGLIXVD\ELODWHUDO\VHPDQL¿HVWDSRU cisuras de la convexidad, cisternas peritroncales
numerosos y pequeños focos hemorrágicos. y, en casos severos, pérdida de diferenciación
La TC inicial puede ser normal en más del entre sustancia gris y blanca.
50% de los casos. Más tardíamente se observan - +HUQLDFLyQ como ya se ha dicho es el des-
cambios relacionados a la magnitud de la he- plazamiento de estructuras encefálicas a través
morragia y extensión del edema adyacente. GHHOHPHQWRV¿MRVGHOFUiQHR
- 'LODWDFLyQYHQWULFXODUSRVWUDXPiWLFD es
Lesiones cerebrales importante diferenciarla de la hidrocefalia
secundarias intraaxiales obstructiva. Se encuentra en pacientes con
- ,VTXHPLDHLQIDUWRFHUHEUDO con frecuencia son trastornos neurológicos graves, luego de 24 a
secundarios a efectos de masa importantes de 48 hs del trauma.
comienzo brusco. Se producen cuando la lesión
HQFHIiOLFDWUDXPiWLFDHVGHLQWHQVLGDGVX¿FLHQWH Lesiones cerebrales
para provocar oclusión arterial y las colaterales secundarias extraaxiales
no son adecuadas para suplir el territorio de los Dentro de éstas cabe mencionar el TXLVWH
vasos comprometidos. Las imágenes en TC son OHSWRPHQtQJHR, que es una masa de líquido
similares a infartos de otras etiologías. enquistado, sin comunicación con el espacio
- +HPRUUDJLD se produce dentro de un área subaracnoideo; se produce por la protrusión
de infarto que experimenta sangrado. de las leptomeninges a través de una fractura
- (GHPDFHUHEUDO aumento de volumen ence- de cráneo con desgarro de la dura. En TC se
fálico secundario a elevación de su contenido evidencia el defecto de la bóveda y el tejido
de agua. blando que sobresale a través de él.
'H¿QLFLRQHV‡ 51

Localización Arteria
Sector anterior de la cisura interhemisférica Comunicante anterior o cerebral anterior
Cisternas silvianas Cerebral media o comunicante anterior
Cisterna interpeduncular Comunicante anterior o posterior, o tronco basilar
Tercer y cuarto ventrículos Cerebelosa póstero-inferior
Ventrículos laterales Comunicante anterior, tronco basilar y pericallosa
Surcos laterales Carótida interna ipsilateral, comunicante posterior o
cerebral media
Tabla 3: Correlación entre la localización del hematoma y el aneurisma roto

Figura 31: TC en TEC: Fractura de cráneo e importante


edema: borramiento de surcos y cisuras de la convexidad,
cisternas peritroncales y pérdida de diferenciación entre
sustancia gris y blanca

Para el diagnóstico de TEC por TC es de suma rotura del ligamento longitudinal anterior y
utilidad el uso del escore de Marshall, ya que agrega subluxación.
HOIDFWRUSURQyVWLFRDODFODVL¿FDFLyQOHVLRQDO &DUJDD[LDO se debe a fuerzas compresivas y
verticales que producen fractura por estallido
1.3.6.2 Traumatismos del cuerpo vertebral y de elementos laterales.
raquimedulares Es frecuente el desplazamiento posterior del
Existen cuatro mecanismos de lesión de la cuerpo vertebral.
columna vertebral: 3RUWRUVLyQ raras veces se produce sola, en
)OH[LyQ produce acuñamiento anterior y JHQHUDOVHFRPELQDFRQODVGHÀH[LyQ\H[-
fracturas del cuerpo vertebral. Es frecuente tensión. Ocasiona fractura de masas laterales
en toda la columna. Si la fuerza es grande se y subluxación de carillas articulares.
pueden romper los ligamentos interespinosos
y longitudinal posterior, con separación de ca- Evaluación radiológica
rillas articulares y en caso de lesión importante &ROXPQDFHUYLFDO Radiografía lateral que abarque
subluxación ántero-posterior. base de cráneo, las siete vértebras cervicales
([WHQVLyQ más frecuente en la región cervical, y la primera dorsal. Para una mejor visuali-
produce fractura posterior de una vértebra. Si zación del sector inferior se deben traccionar
la hiperextensión es intensa, se puede producir los hombros hacia abajo o tomar la radiografía
52 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

en SRVLFLyQGHQDGDGRU3DUDHYDOXDUDSy¿VLV ‡ GLVPLQXFLyQGHDOWXUDYHUWHEUDOiQWHURSRV-
odontoides y articulación C1-C2 se debe obtener terior mayor de 3 mm
una radiografía con boca abierta. La proyección ‡ IUDFWXUDYHUWHEUDOHQJRWD
iQWHURSRVWHULRUHV~WLOSDUDLGHQWL¿FDUOX[DFLyQ ‡ WUD]RVOLQHDOHVDQLYHO&
por lesión facetaria unilateral. ‡ HVSDFLRSUHYHUWHEUDOPD\RUGHPPDOQLYHO
El hallazgo de fractura en región cervical de C3
obliga al rastreo radiológico completo de la La secuencia óptima ante un traumatismo
columna, ya que el 10% se asocia a una se- raquimedular consiste en realizar luego de la
gunda fractura. 5DGLRJUDItDXQD7&FRQFRUWHV¿QRVSDUDORFDOL]DU
Cuando la radiografía es normal pero el dolor fragmentos óseos, mostrar detalles del hueso
es persistente se deben realizar Radiografía y compromiso del canal. Las reconstrucciones
dinámica. Si es patológica o dudosa, se debe permiten visualizar fracturas horizontales del
indicar la TC. cuerpo vertebral y la extensión de las verticales.
En caso de existir signos neurológicos la RM ()LJXUD)
provee datos más exactos. La RM se realiza para evaluar lesiones de par-
&ROXPQDGRUVROXPEDU la proyección ántero- tes blandas paraespinales, hematoma epidural,
posterior debe ser hecha de rutina pues es la hernia traumática del disco intervertebral con
que brinda mayor información. compresión o contusión medular, o en casos
En la radiografía se debe evaluar: GHGp¿FLWQHXUROyJLFR$VLPLVPRVHUHFRQRFHQ
1. Alineación mejor con RM las secuelas de traumatismo
‡ GHFXHUSRVYHUWHEUDOHV como siringomielia traumática, mielomalacia
‡ GHOFDQDOUDTXtGHR y meningocele.
2. Estructura ósea
‡ IRUPDFRQWRUQR\DOWXUDGHOFXHUSRYHU- Se enumerarán a continuación las lesiones
tebral traumáticas más comunes:
‡ PDVDVODWHUDOHV SHGtFXORVIDFHWDVOi- &ROXPQDFHUYLFDO
PLQDVDSy¿VLVWUDQVYHUVDV Atlas: la luxación atlanto-axoidea es una lesión
‡ DSy¿VLVHVSLQRVDV infrecuente pero a menudo mortal. Una distancia
3. Cartílagos HQWUHODDSy¿VLVRGRQWRLGHV\HOEDVLRQVXSHULRU
‡ GLVFRVLQWHUYHUWHEUDOHV DORVPPHQOD5DGLRJUDItDGHSHU¿OGHEH
‡ DUWLFXODFLRQHVIDFHWDULDV sugerir esta lesión. La luxación atlanto-axoidea
4. Espacios (tejidos blandos) por torsión también es infrecuente. El atlas
‡ SUHYHUWHEUDO está rotado más de 45º y las carillas suelen
‡ LQWHUHVSLQRVR estar bloqueadas.
Signos indirectos de lesión: La fractura más frecuente de C1 es la de Jeffer-
‡ SpUGLGDGHDOLQHDFLyQFXHUSRVYHUWHEUDOHV son, que es vertical bilateral y afecta los arcos
‡ GHVSOD]DPLHQWRPD\RUPPHQHOFDQDO anterior y posterior. Puede haber inestabilidad
‡ DQJXODFLyQLQWHUYHUWHEUDOPD\RUGHPP HQORVPRYLPLHQWRVGHÀH[LyQ\H[WHQVLyQ

Escala de Fisher Sangre en TC Vasoespasmo clínico


1 No se detecta sangre a nivel 0
subaracnoideo
2 Sangre difusa o en cisternas 0
verticales < 1mm
3 Coágulo localizado y/o en cisternas 95%
YHUWLFDOHV•PP
4 Coágulo intracerebral o 0
intraventricular con sangrado difuso
o sin él
Tabla 4: Escala de Fisher para la predicción de vasoespasmo
'H¿QLFLRQHV‡ 53

Figura 32: TC en trauma raquimedular-Reconstrucción Figura 33: TC en trauma raquimedular: Fractura de


coronal de columna cervical: fractura longitudinal del EDVHGHDSy¿VLVRGRQWRLGHV
cuerpo de 4ª vértebra cervical

$[LVODIUDFWXUDGHODDSy¿VLVRGRQWRLGHVVH (LLA) con ensanchamiento de la cara anterior


produce generalmente en la base. ()LJXUD) GHOHVSDFLRLQWHUYHUWHEUDODIHFWDGR+D\LQÀD-
Si es horizontal suele ser difícil de ver en la mación de las partes blandas prevertebrales. Son
TC; en este caso son útiles las reconstrucciones frecuentes las fracturas por desprendimiento de
sagitales y coronales. la parte anterior de los cuerpos vertebrales y las
La fractura del ahorcado se produce por hi- fracturas por compresión de las carillas articu-
perextensión y tracción. Es inestable, grave y lares. Asimismo se puede producir compresión
afecta ambos pedículos de C2, suele acompa- de la raíz nerviosa y de la médula espinal, sin
ñarse de desplazamiento anterior del cuerpo de fractura-luxación evidente.
&FRQUHVSHFWRD&/DDSy¿VLVRGRQWRLGHV &ROXPQDGRUVDO
y sus ligamentos están intactos. Su afectación es menos frecuente que la de la
C3-C7: el tipo de fractura hallado en la TC columna cervical y lumbar. Las fracturas suelen
depende del mecanismo del trauma. ser estables debido a que la caja torácica actúa
6LODIUDFWXUDHVSRUÀH[LyQSURGXFHXQDOH- como fuerza estabilizadora, a menos que haya
sión en cuña de la parte anterior de uno o más múltiples fracturas costales y esternales. Pueden
cuerpos vertebrales. Si se lesiona el ligamento producirse fracturas por estallido a causa de
longitudinal posterior (LLP) o hay carga axial una carga axial intensa.
suele verse retropulsión del cuerpo vertebral. Si 8QLyQGRUVROXPEDU
VHSURGXFHKLSHUÀH[LyQHO//3\ORVOLJDPHQWRV La mayor parte de las fracturas se produce entre
interespinosos se rompen, la cara posterior del D12 y L2; cerca del 75% son por compresión,
espacio discal afectado se encuentra a menudo con acuñamiento anterior de uno o más cuer-
ensanchada. pos vertebrales, e indemnidad de los elementos
La fractura de cavador que consiste en la se- posteriores.
SDUDFLyQGHODVDSy¿VLVHVSLQRVDVGH&R& El 20% de las lesiones dorso-lumbares son
HVXQDOHVLyQSRUÀH[LyQ fracturas-luxación, en las que hay acuñamiento
En la lesión por zambullida la compresión o fractura por estallido del cuerpo vertebral,
vertical puede causar fracturas en estallido de combinada con una lesión de las carillas ar-
las porciones media e inferior de la columna ticulares. Éstas pueden estar fracturadas, su-
cervical. ()LJXUD) bluxadas, superpuestas, luxadas o bloqueadas.
En las lesiones por extensión, frecuentemente ()LJXUD)
se rompe el ligamento longitudinal anterior
54 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Figura 34: TC en trauma raquimedular: Fractura luxación Figura 35: TC en trauma raquimedular: Reconstrucción
C5C6, canal ocupado sagital de fractura aplastamiento de D5

1.3.7. Ataque cerebral 2. Técnicas de diagnóstico tisular (relacionadas


FRQHIHFWRVWLVXODUHVGHXQÀXMRVDQJXtQHR
1.3.7.1 Ataque disminuido)
cerebral isquémico a. Tomografía computada
Los términos ACV y VWURNHGHVLJQDQXQGp¿FLW b. Resonancia magnética
neurológico de comienzo súbito e implican un c. Resonancia magnética con espectroscopía
trastorno cerebrovascular subyacente. d. Espectroscopía infrarroja
El vaso afectado con mayor frecuencia en la e. Resonancia magnética con imágenes de
enfermedad embólica es la arteria cerebral media difusión
(ACM), seguida de la arteria cerebral posterior La introducción de tomógrafos de tipo heli-
(ACP). coidal, ahora con 16 hileras de detectores (ad-
El primer estudio a realizar para la evaluación quisición simultánea de 16 cortes) posibilita la
inicial del infarto cerebral es la TC, que permite evaluación de la perfusión encefálica después
FRQ¿UPDURH[FOXLUODKHPRUUDJLDLQWUDFUDQHDOH de la inyección en bolo del contraste iodado.
LGHQWL¿FDUODSUHVHQFLDGHOHVLRQHVHVWUXFWXUDOHV La computadora calcula el volumen sanguíneo
subyacentes como malformación vascular, tumor cerebral, tiempo promedio de pasaje y volumen
y hemorragia extraaxial. Estas lesiones pueden vascular cerebral.
imitar los síntomas del ACV en un 1-2% de los (OÀXMRFHUHEUDOQRUPDOHVGHFFJPLQ
casos. Muchos autores preconizan la realización y el tiempo promedio de pasaje (tiempo que
sólo de TC para ganar tiempo. tarda el bolo desde el sector arterial hasta el
sector venoso) es de 5 segundos.
Los estudios de diagnóstico por imágenes 8QDUHGXFFLyQGHOÀXMRPD\RUGHOHQ
útiles en el ACV isquémico son: relación con el hemisferio cerebral no afectado
 7pFQLFDVUHODFLRQDGDVFRQÀXMRVDQJXtQHR\ RXQYDORUGHÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDOHQWUH
perfusión tisular (Flujo sanguíneo local) 10-20 cc/100 g/min indica isquemia severa
a. Tomografía computada por emisión de que progresará al infarto si no es tratada con
fotón único terapia trombolítica.
b. Tomografía de emisión por positrones
c. Tomografía computada con xenón estable &RUUHODFLyQHQWUHOD¿VLRSDWRORJtDGHOLQIDUWR
d. Resonancia magnética con imágenes de cerebral y la TC convencional
perfusión )DVHDJXGD las alteraciones macroscópicas
e. Doppler transcraneal aparecen aproximadamente después de 6 horas.
'H¿QLFLRQHV‡ 55

Cuando las áreas dañadas se convierten en tu- )DVHVXEDJXGD el proceso reparador comienza
mefactas o blandas, se difumina la separación a las 24-48 horas. El tejido necrótico es eliminado
entre la sustancia gris y la blanca. por los macrófagos y la neovascularización. Los
La tumefacción focal alcanza su máximo al procesos de reabsorción y reparación son más
cabo de 24-48 horas y se atribuye a edema cito- marcados en la periferia del infarto y progresan
tóxico intracelular. También se observa edema en dirección central.
vascular extracelular asociado o superpuesto En la mayoría de los casos, la TC sin contraste
causado por edema endotelial y exudación de detecta cambios después de las 24 horas ini-
líquido extracelular y hematíes. ciales del infarto cerebral. El infarto aparece
La TC es normal en más del 50% de los casos como un área hipodensa en un territorio vas-
precoces de isquemia cerebral. Los signos pre- cular previsible.
coces de infarto cerebral, que pueden coexistir, (QOD7&FRQFRQWUDVWHVHREVHUYDLQWHQVL¿-
incluyen: cación de las circunvoluciones hacia el 3º ó
‡ +LSHUGHQVLGDGHVSRQWiQHDGHODDUWHULDVLO- 4º día, que puede persistir durante semanas,
viana del lado afectado ()LJXUD) debido a la alteración de la barrera hemato-
‡ %RUUDPLHQWROHQWLFXODU )LJXUD) encefálica. ()LJXUD) El efecto de masa y
‡ %RUUDPLHQWRLQVXODU )LJXUD) el edema son máximos al cabo de 7-10 días y
‡ %RUUDPLHQWRGHVXUFRVLQWHUFLVXUDOHVFRU- después disminuyen.
ticales ()LJXUD) El infarto localizado en el tronco y en la fosa
‡ %RUUDPLHQWRGHODLQWHUIDVHJULVEODQFDD posterior puede no verse en la TC, por ello la RM
lo largo de la corteza afectada es el método de elección en esa localización.
Si se ve alguno de estos signos y no abarca más El grado de infarto tras la oclusión arterial
de un tercio del territorio de la arteria cerebral guarda relación con la presencia y cuantía de
media y el evento lleva menos de seis horas de la circulación colateral anastomótica, así como
instalación, puede considerarse la indicación con la duración de la isquemia.
de trombolíticos. El área de infarto situada entre dos territorios
No se debe esperar a que se desarrolle un vasculares se conoce como infarto de la zona
infarto bien visible en la TC pues en ese caso limítrofe o en vertiente. Este infarto es más
ya es tarde para que recupere su funcionalidad. frecuente en la corteza parasagital irrigada por
()LJXUD) las ramas distales de la arteria cerebral anterior

Figura 36: Signos precoces de infarto cerebral: arteria Figura 37: Signos precoces de infarto cerebral: arteria
cerebral media densa FHUHEUDOPHGLDGHQVD ÀHFKDEODQFD \ERUUDPLHQWRGHO
Q~FOHROHQWLFXODU ÀHFKDQHJUD
56 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

y cerebral media, y los territorios de las arterias pálido, tálamo, núcleo caudado y protuberan-
cerebral media y cerebral posterior. cia. La mayoría no produce síntomas clínicos.
También presentan riesgo la región de unión ()LJXUD)
entre la arteria cerebelosa superior y la cerebe- El infarto cerebral inexplicado en un paciente
losa póstero-inferior, y la situada en el límite MRYHQVXHOHMXVWL¿FDUHOHVWXGLRFDURWtGHRSDUD
del territorio de las arterias lentículoestriadas, excluir la disección; en este caso la angio RM
incluyendo tálamos y ganglios basales. tiene una sensibilidad del 90-100% y especi-
Los infartos lacunares son responsables del ¿FLGDGGHO
15-25% de los ACV. Se deben a la oclusión de /DGLVSODVLD¿EURPXVFXODUUHSUHVHQWDXQD
los vasos cerebrales que irrigan las estructuras causa común de disección espontánea.
de la sustancia gris profunda, causada por ate- Pueden aparecer disecciones traumáticas en los
roesclerosis, hipertensión o microaneurismas. traumatismos cerrados o penetrantes, o como
Tales lesiones afectan con mayor frecuencia a consecuencia de la manipulación quiropráctica
las ramas lenticuloestriadas del putamen, globo cervical.

Figura 38: Signos precoces de infarto cerebral:


borramiento insular

Figura 39: Signos precoces de infarto cerebral: asimetría de surcos corticales


'H¿QLFLRQHV‡ 57

comprometidas son la región parieto-occipital


y los ganglios de la base.

1.3.7.3 Hemorragia no traumática


Los accidentes vasculares hemorrágicos repre-
sentan el 10-15% de todos los ACV. Si bien
tienen una incidencia menor que los accidentes
vasculares isquémicos, el porcentaje de com-
plicaciones es muy alto.
La hemorragia intracerebral (HIC) es una causa
frecuente de deterioro neurológico agudo y una
indicación habitual de diagnóstico por imagen
de urgencia. Suele ser de origen arterial; las
venas corticales y los senos de la duramadre
son fuentes menos frecuentes. Por lo general
se producen por la ruptura de un vaso cerebral
Figura 40: Extenso infarto frontoparietal derecho de profundo, la mayoría de las veces asociada a
origen carotídeo, obsérvese la desviación de la línea
media
HTA crónica.
El aspecto de las hemorragias no complica-
das en la TC es fácil de reconocer. Producen
La trombosis de los senos venosos es res- imágenes de densidad alta, variables en aspecto
ponsable de alrededor del 1% de los ACV. El según su localización y tiempo de evolución.
seno sagital superior es el que se trombosa con La hiperdensidad del hematoma agudo se debe
mayor frecuencia. al aumento del contenido proteico del coágulo
La TC con contraste EV muestra la duramadre y al elevado hematocrito asociado.
LQWHQVL¿FDGDDOUHGHGRUGHOWURPERKLSRGHQVR La sangre no coagulada tiene una densidad
en el seno dural o en las venas corticales. de 25 a 30 UH (hematocrito 45%) lo cual es
Los infartos venosos suelen ser bilaterales y similar al parénquima cerebral, ya que la den-
subcorticales. La hemorragia dentro del área sidad de la sustancia blanca se encuentra entre
afectada es frecuente. 25 y 35 UH y la densidad de la sustancia gris
El infarto hemorrágico o transformación hemo- entre 30 y 40 UH.
rrágica se produce entre 24 y 48 horas después El coágulo agudo, debido a su retracción, ten-
del evento isquémico, cuando las células dañadas drá un hematocrito mayor al 60-70%, lo que
son sometidas a elevada presión de perfusión. provoca una elevación en la densidad, que se
Es más frecuente en los ganglios basales. En TC encontrará entre 50 y 100 UH.
en el interior del área hipodensa se evidencia La habilidad de la TC para distinguir un hematoma
el sangrado como una hiperdensidad petequial puede llegar virtualmente el 100% de los casos.
RFRQÀXHQWH )LJXUD) Depende del tipo de estructura que lo rodea, de
parámetros de la imagen (ventanas y espesor de
1.3.7.2. Encefalopatía corte) y del volumen de la hemorragia.
Hipóxico-Isquémica (EHI) La importancia adicional de esta modalidad
Es el resultado de una lesión más global que diagnóstica es la demostración de ciertas carac-
focal del cerebro, y consecuencia de un trastorno terísticas de la HIC que tienen valor pronóstico,
de la perfusión o de la oxigenación. La mayoría éstas incluyen: el volumen del hematoma, pre-
se debe a trastornos de la perfusión global. sencia de efecto de masa con desviación de línea
En la EHI se ven dos patrones básicos: el media; presencia de extensión intraventricular
del infarto arterial o de la zona limítrofe, y el e hidrocefalia. Además, la TC puede sugerir
de la necrosis laminar cortical generalizada, el mecanismo de la HIC basado en ciertas ca-
que afecta las capas corticales. Las áreas más racterísticas del hematoma:
58 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

1. La presencia de un QLYHOOtTXLGRVDQJUH sangrado en un tumor (generalmente glioma), o


sugiere un trastorno de la coagulación (uso de localizaciones en las cisuras sugieren sangrado
anticoagulantes o trombolíticos), hemorragia secundario a ruptura de aneurisma arterial.
en una cavidad quística o una hemorragia de 3. El edema acentuado alrededor de una he-
comienzo muy reciente. morragia aguda es sugerente de lesión tumoral,
2. La localización atípica de la hemorragia, generalmente metastásica subyacente.
como por ejemplo en el cuerpo calloso, sugiere Las HIC pueden ser:
- Espontánea (también conocida como hi-
pertensiva)
- Secundaria a otra patología: malformaciones
vasculares, neoplasias, angiopatía amiloidea,
aneurismas, vasculitis, enfermedad de Moya
Moya, coagulopatías
- Asociada al uso de drogas: anticoagulantes,
anfetaminas, simpatomiméticas, etc.
- Iatrogénica: secundario a craniectomías,
pos endarterectomía carotídea, etc.

Hemorragia intracerebral espontánea


La TC es el método de elección para la detec-
ción de una hemorragia aguda parenquimatosa
por su alta sensibilidad, amplia disponibilidad
y velocidad.
Disminuye su precisión en las hemorragias
subagudas o crónicas (en estos casos es mejor
la RM).
Las localizaciones más frecuentes en el caso
Figura 41: TC con contraste EV que evidencia circulación de las hemorragias relacionadas con hiperten-
“de lujo” en un infarto silviano

Figura 42:,QIDUWRODFXQDUHQQ~FOHRVGHODEDVH ÀHFKD Figura 43: Infarto cerebral con transformación


hemorrágica
'H¿QLFLRQHV‡ 59

sión son: putamen y cápsula externa: 60-65%, UH) y su densidad aumenta paulatinamente hasta
tálamo: 15-25%, protuberancia anular: 5-10%, el tercer día, debido a la retracción del coágulo.
cerebelo: 2-5%. Encontraremos en estos casos una imagen hi-
En general los componentes de un hematoma perdensa bien delimitada, de bordes claramente
evolucionan y encontraremos distintos estadios GH¿QLGRVFRQXQKDORKLSRGHQVRFRUUHVSRQGLHQWH
dentro de una misma lesión. a edema y efecto de masa. ()LJXUDV\)
+,&KLSHUDJXGD DKRUDV  su diagnóstico La densidad que se observa en los hematomas
UHTXLHUHXQH[DPHQWRPRJUi¿FRPX\SUHFR] agudos puede estar disminuida en las siguientes
hecho que es poco frecuente. La TC muestra situaciones:
una lesión de densidad mixta, con áreas de ma- - Formación y/o retracción del coágulo alte-
yor densidad provocadas por coágulos y otras rada por una coagulopatía
hipodensas correspondientes al suero separado - Disminución del hematocrito del paciente
de los glóbulos rojos. La presencia de nivel - Dilución de los productos de degradación
líquido-líquido en un hematoma sugiere una de la sangre cuando hay una hemorragia
coagulopatía subyacente o hemorragia en una reciente dentro de una lesión preexistente
cavidad preexistente. +,&VXEDJXGD GtDVDPHVHV  tanto en
Se ha descrito realce en el interior del hema- la precoz, a los pocos días del inicio, como
toma con contraste EV, que indicaría sangrado en la tardía, entre 1 y 6 semanas después, las
activo. Para ponerlo en evidencia se requiere lesiones en TC van disminuyendo de densidad
de imágenes previas sin contraste. respecto al parénquima cerebral adyacente en
No es frecuente efectuar RM en este estadio ya una proporción de 1,5 UH por día, por lo que
que se la ha considerado menos sensible y espe- el coágulo se torna paulatinamente isodenso e
Ft¿FDTXHOD7&VLQHPEDUJRUHSRUWHVUHFLHQWHV KLSRGHQVRKDFLpQGRVHVXVOtPLWHVPDOGH¿QLGRV
dan cuenta de la gran sensibilidad que se puede y difíciles de determinar. Persiste el efecto de
alcanzar usando secuencias de susceptibilidad masa. (FiJXUD)
magnética (GRE y EPI-GRE T2). Si no contamos con exámenes previos y no
+,&DJXGD GHDKRUDVGHOFRPLHQ]R existe algún área espontáneamente hiperdensa en
GHOFXDGURFOtQLFR  los hematomas suelen ser el sector central del hematoma podemos confun-
hiperdensos respecto al cerebro (entre 50 y 100 dirlo con otra patología (tumor o absceso).

Figura 44: Hematoma intraparenquimatoso agudo, Figura 45: Hematoma agudo del tronco cerebral
por la localización, de probable etiología hipertensiva
60 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Presentan a veces un realce periférico tras la a. 0DOIRUPDFLyQDUWHULRYHQRVD 0$9 


administración de contraste debido a ruptura de Es la tercera causa de HIP después de los trau-
la barrera hematoencefálica en la cápsula vascu- PDWLVPRV\OD+7$(OVHPDQL¿HVWDQ
larizada que rodea al hematoma. En estos casos clínicamente por hemorragia.
al igual que en la HIC crónica, la TC disminuye Pueden ser piales (85%) o fístulas arteriove-
su precisión diagnóstica y es mejor la RM. nosas durales (15%). Son lesiones congénitas
+,&FUyQLFD VHPDQDVDxRV  en TC es hipo- en las que existen conexiones anormales entre
densa en comparación con el cerebro adyacente. arterias y venas unidas y dilatadas, sin lecho
Es típica la aparición de un realce en forma de capilar. Forman un nido de estructuras tubu-
anillo alrededor de un hematoma parenquima- lares dilatadas, de paredes delgadas, que se
toso en resolución que desaparece entre los 2 FRQHFWDUiQ¿QDOPHQWHFRQHOGUHQDMHYHQRVR
y los 6 meses. La hipodensidad progresa hasta que estará formado por una o más venas. La
adquirir aspecto quístico (encéfalomalacia o ubicación más frecuente es supratentorial (85%).
porencefalia), sin realce de sus márgenes con ()LJXUD)
el contraste. En este estadio su aspecto en TC 3RUVHUOHVLRQHVGHDOWRÀXMRSXHGHQSURYRFDU
es similar al de otras lesiones secuelares. alteraciones en el parénquima cerebral vecino,
Es importante tener en cuenta que un tercio SRUGLVPLQXFLyQRURERGHOÀXMRYDVFXODU
de los pacientes con HIC tienen evidencias de Por lo general son lesiones únicas y se ven
ACV previos. en pacientes jóvenes (20 a 40 años).
La hemorragia intraventricular se produce en Las imágenes múltiples se observan en enti-
cerca de la mitad de los casos de HIC hiper- dades como la telangiectasia hemorrágica he-
tensiva. ()LJXUD) reditaria (Síndrome de Rendú-Osler-Weber) y
el síndrome Wyburn-Mason (en el que existen
MAV faciales y retinianas).
Hemorragia intracerebral secundaria
b. 7HODQJLHFWDVLDVFDSLODUHV
Malformaciones arteriovenosas Son nidos de vasos dilatados de paredes delgadas,
Se reconocen cuatro tipos de malformaciones sin componente elástico y muscular, separados por
vasculares cerebrales mayores: tejido neural. Son frecuentes en la protuberancia,

Figura 46: Hematoma talámico en evolución Figura 47: Hematoma talámico con volcado hemo-
rrágico intraventricular
'H¿QLFLRQHV‡ 61

aunque pueden presentarse en otros sitios. Son otras entidades, ya que a través de los mismos
difíciles de diagnosticar con TC donde podemos se realiza el drenaje venoso del sector del pa-
encontrar tenue realce en imágenes con contraste. rénquima cerebral involucrado y su resección
En RM son sutilmente evidentes y es habitual puede provocar el infarto de esta zona.
que no se detecten por angiografía. Tanto en TC con contraste como en RM reco-
c. $QJLRPDVFDYHUQRVRV nocemos trayectos vasculares que convergen
Son colecciones rasemosas de estructuras vascu- hacia una vena colectora prominente. El sangrado
lares tapizadas de endotelio, separadas por septos es muy raro y puede deberse a la presencia de
¿EURVRV6XHOHHQFRQWUDUVHHQVXLQWHULRUVLJQRV un angioma cavernoso acompañante, ya que
de hemorragia en distintos grados. Existe una ambos coexisten en algunos casos.
seudo cápsula formada por gliosis y macrófagos
cargados de hemosiderina. Su tamaño puede Hemorragias Neoplásicas
variar de milímetros a varios centímetros. No Cerca del 10% de las HIC tienen origen en
se evidencian en la angiografía. una neoplasia, primaria o secundaria. El glio-
En TC se presentan como lesiones iso o leve- blastoma multiforme es el tumor primario que
mente hiperdensas, con moderado realce con presenta hemorragia con mayor frecuencia.
HOFRQWUDVWH(9DYHFHVFRQFDOFL¿FDFLRQHV Dentro de las metástasis las más frecuentes
Pueden ser supratentoriales (77%) o infraten- son coriocarcinoma, melanoma, carcinoma
toriales (23%). broncogénico y de células renales. ()LJXUD
d. $QJLRPDVYHQRVRV 49) Otro tumor, generalmente benigno, que
Son variantes normales del desarrollo venoso. presenta con frecuencia hemorragia es el ade-
Están formados por canales venosos ectásicos QRPDGHODKLSy¿VLVTXHSURGXFHHOFXDGUR
que convergen en forma radial hacia un colector de DSRSOHMtDSLWXLWDULD.
venoso. Sus paredes son delgadas, sin signos de /DKHPRUUDJLDSXHGHGL¿FXOWDUHOGLDJQyVWLFR
gliosis o hemosiderina. Pueden presentarse en de la lesión neoplásica subyacente.
cualquier sitio, pero son más frecuentes en lóbulos /RVDVSHFWRVWRPRJUi¿FRVTXHGHELHUDQKDFHU
frontales y cerebelo. Su tamaño es variable. Es sospechar un tumor en un paciente con HIC
importante reconocerlos y no confundirlos con incluyen:

Figura 48: Malformación arterio-venosa frontoparietal Figura 49: Múltiples metástasis hemorrágicas de me-
lanoma
62 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

a. Localización atípica de la hemorragia, en cerebelo y casi nunca genera hemorragias del


lugares como el cuerpo calloso (gliomas ma- tronco cerebral. Esta situación contrasta con
lignos). las localizaciones más frecuentes de las hemo-
b. HICs múltiples y simultáneas. rragias hipertensivas en los ganglios basales,
c. En TC sin contraste presencia de una hiper- tálamo, cerebelo y protuberancia.
densidad anular que rodea a un centro de baja
densidad; esto se debe al sangrado de vasos Infarto cerebral hemorrágico
tumorales en el margen entre el tumor y el La complicación hemorrágica es frecuente, princi-
tejido adyacente. palmente en los infartos embólicos, después de la
d. Edema de la sustancia blanca y efecto de lisis del coágulo y la reperfusión del parénquima
masa desproporcionado alrededor de una HIC dañado. Según una estadística, en la actualidad
aguda. Si bien el edema perilesional aparece y con el tratamiento de la HTA, las hemorragias
tanto en la hemorragia neoplásica como en la hipertensivas y las asociadas a infartos cerebrales
espontánea, en esta última suele ser de menor tienen una incidencia similar.
extensión y de resolución más rápida.
e. Refuerzo después del contraste EV en forma Hemorragia subaracnoidea
de nódulos en la periferia de la HIC aguda. Las causas más frecuentes son malformaciones
f. Evolución atípica. vasculares y aneurismas; otras causas a considerar
son infartos, HTA, tumores cerebrales prima-
Angiopatía cerebral amiloide o Congofílica ULRV\VHFXQGDULRVFRDJXORSDWtDV KHPR¿OLD
Esta angiopatía se relaciona con la edad avanzada, púrpura trombocitopénica, anticoagulación),
con un incremento lineal de su frecuencia con enfermedad de los pequeños vasos (vasculitis,
el avance de los años de manera que constituye arteritis, angiopatía amiloidea), abuso de dro-
una causa importante de HIC en ancianos. gas, trombosis venosas e infecciones (vasculitis
Afecta selectivamente a los vasos cerebrales, herpética, émbolos sépticos), anticonceptivos
sin compromiso de estructuras vasculares fue- orales, alcohol y tabaquismo.
UDGHOHQFpIDOR6HFDUDFWHUL]DSRULQ¿OWUDGRV Pese a la contribución de la RM, la TC sigue
amiloideos en las capas media y adventicia siendo el método de diagnóstico por imágenes
de arterias pequeñas y de mediano diámetro, de preferencia en la HSA aguda. ()LJXUD)
FRPRWDPELpQHQYHQDVGHODVXSHU¿FLHFRUWLFDO La densidad de la hemorragia subaracnoidea
y leptomeninges. depende de la importancia del sangrado, ya
Los vasos afectados son más frágiles, con que la sangre se diluye con el LCR. Si bien
rupturas frecuentes que provocan hemorragias se considera a la TC como un método muy
múltiples. El mecanismo de sangrado puede sensible (98% de sensibilidad en las primeras
estar en relación a la presencia concomitante de 12 hs y 95% en las primeras 24 hs), se debe
otras lesiones vasculares como microaneurismas tener en cuenta que el examen debe realizarse
o degeneración hialina de la pared vascular. dentro de los primeros cinco días para evitar
La HIC secundaria a ACA se localiza pre- los falsos negativos. Es importante destacar
ferentemente en regiones lobares debido a la que la TC negativa no descarta la posibilidad
ubicación cortical y leptomeníngea de la angio- de una HSA.
patía, lo que también condiciona una frecuente La localización del sangrado (7DEOD) nos
extensión al espacio subaracnoideo adyacente. ayuda a ubicar la lesión de origen. La más fre-
Las hemorragias son de tendencia recurrente, cuente es en cisternas basales, surcos laterales
a veces con episodios múltiples en períodos y cisura de Silvio, dado que la mayoría de los
de meses o años, un aspecto que la diferencia aneurismas surge en el polígono de Willis y la
de la HIC secundaria a hipertensión, que oca- bifurcación de la arteria cerebral media.
sionalmente es recurrente.
Es raro que afecte en forma primaria los nú- La KHPRUUDJLDSHULPHFHQFHIiOLFDHVLQHVSHFt¿-
cleos grises centrales, el cuerpo calloso o el ca, y escasa cantidad de sangre en las cisternas
'H¿QLFLRQHV‡ 63

prepontina o interpeduncular puede representar aracnoideas provocadas por los glóbulos rojos.
un cuadro conocido como KHPRUUDJLDSHULPH Más tardíamente puede estar provocada por
FHQFHIiOLFDQRDQHXULVPiWLFD. adherencias en las cisternas basales.
En ocasiones la ruptura de un aneurisma puede La posibilidad de vasoespasmo guarda relación
provocar un hematoma parenquimatoso, que con la magnitud de sangrado (Escala Fisher).
generalmente se asociará a hemorragia subarac-
noidea. Es importante la localización gangliobasal
1.3.8. Encefalopatía tóxica
del hematoma ya que puede ser confundido
con una hemorragia hipertensiva. Es producto de la acción de un compuesto quí-
Las HSA subagudas y crónicas son más di- mico sobre el encéfalo. Existe un gran número
fíciles de detectar en las TC. Como el 90% de de sustancias (alcohol, hidrocarburos y otros
la sangre extravasada se elimina del LCR en disolventes, ciclosporina, metotrexato) que son
una semana, solo la mitad de las HSA sigue potentes neurotoxinas y causan un trastorno tem-
siendo detectable en la TC. Una HSA visua- poral o permanente de la función encefálica.
lizada en TC más de una semana después de La hipoxia cerebral puede estar asimismo
la hemorragia inicial sugiere la existencia de FDXVDGDSRUSDURFDUGLRUUHVSLUDWRULRDV¿[LD
una nueva hemorragia. o intoxicación por monóxido de carbono.
Un aneurisma puede ser un hallazgo de TC La Mielinolisis Osmótica (MO) es la desmie-
sin que haya sangrado. ()LJXUD) linización tóxica que se presenta en adultos
&RPSOLFDFLRQHV entre el 60 y 80 % de los que padecen alcoholismo (75%), malnutrición,
pacientes con hemorragia subaracnoidea desa- corrección rápida de hiponatremia y también
rrolla algún grado de vasoespasmo; en un 30% se ha relatado en la hipernatremia.
pVWHVHUiORVX¿FLHQWHPHQWHLPSRUWDQWHFRPR Las imágenes están dadas por el mayor conte-
para provocar una lesión isquémica. (7DEOD) nido de agua en las áreas afectadas, que pueden
Se produce por lo general después del tercer día o no realzar con el contraste. La TC tiene menor
y dura aproximadamente dos semanas. sensibilidad que la RM para detectarlas.
Otra complicación probable es la hidrocefalia /RVVLJQRVWRPRJUi¿FRVSUHFRFHVVRQHIHF-
por disminución de la absorción o bloqueo del to de masa difuso con borramiento de surcos,
ÀXMRGH/&5SRUREVWUXFFLyQGHODVYHOORVLGDGHV cisuras de la convexidad y cisternas basales,

Figura 50: Hemorragia subaracnoidea y hemocister- Figura 51: Aneurisma de arteria basilar
na silviana
64 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

pudiendo existir pérdida de la diferenciación tar sangrado agudo. Es el método de elección


entre la sustancia gris y blanca. para diagnosticar lesiones no hemorrágicas,
La pérdida de mielina ocurre con más frecuencia sangrados subagudos y crónicos, secuelas de
en la parte central de la protuberancia; también traumatismo y lesiones de la fosa posterior que
se observa en núcleo caudado, putamen, mesen- en la TC quedan enmascaradas por los artefactos
céfalo, tálamo y sustancia blanca subcortical. producidos por el hueso.
La secuela del compromiso de estas estructuras Para el diagnóstico de TEC por TC el uso del
VHPDQL¿HVWDFRPROHVLRQHVKLSRGHQVDV escore de Marshall es muy útil, pues agrega el
IDFWRUSURQyVWLFRDODFODVL¿FDFLyQOHVLRQDO
En el traumatismo de raquis el primer estudio
1.3.9. Conclusiones a realizar es la Radiografía simple; en caso
La TC sigue siendo el método de elección para de dudas diagnósticas se complementará con
la evaluación inicial en el paciente gravemente TC. La RM se realiza para evaluar lesiones
comprometido. Esto tiene particular importancia de partes blandas paraespinales, hematoma
en situaciones de urgencia que requieren cono- HSLGXUDOKHUQLDGLVFDORHQFDVRVGHGp¿FLW
cer las características de la lesión, determinar neurológico.
tiempo aproximado de evolución, ubicación En la actualidad, la angiotomografía-3D reem-
y origen. plaza por su certeza diagnóstica a la angiografía
La detección precoz nos permite aplicar medi- convencional, incluso previamente a microcirugía
das para prolongar la ventana terapéutica o una de aneurismas.
intervención quirúrgica dentro de las primeras Las nuevas aplicaciones de los métodos de
horas después del comienzo del cuadro. diagnóstico por imágenes también permiten
El valor de la RM está limitado en la fase HYDOXDUHOÀXMRFHUHEUDOREULQGDUXQDLQIRUPD-
aguda debido a que es más lenta que la TC, ción relativa a la actividad metabólica del tejido
necesita equipo especializado para soporte y QHXUDOFRQHO¿QGHGLIHUHQFLDUWHMLGRLVTXpPLFR
YLJLODQFLD\WLHQHEDMDHVSHFL¿FLGDGSDUDGHWHF- pero aún viable del tejido infartado.

1.4 Imagen por resonancia


magnética (IRM) normal y
patológica en el encéfalo
Cayetano G. Galletti
Alberto A. Marangoni
Alberto M. Surur

1.4.1. Introducción diagnóstica y son menos agresivos, pero deter-


minan una mayor complejidad en la toma de
En la práctica médica actual se dispone de una decisiones. Por otra parte, la disponibilidad de
variedad de procedimientos de imágenes para diversas técnicas hace necesaria una secuencia
la evaluación del paciente con lesión cerebral de selección para optimizar el diagnóstico, re-
aguda o en riesgo de padecerla. Los nuevos ducir los riesgos para el paciente y limitar los
procedimientos han mejorado la sensibilidad costes. La técnica de imagen por resonancia
'H¿QLFLRQHV‡ 65

magnética (IRM) no escapa a esta premisa, por RI&HQWUDO1HUYRXV6\VWHP'LVHDVHV. Berlín:


eso su utilidad y oportunidad en las distintas Springer-Verlag, 1995.
OHVLRQHVFHUHEUDOHVHVWiEDVWDQWHELHQGH¿QLGD\
en muchos casos —como en relación al ataque 1.4.2.2 Artículos
cerebrovascular (ACV)— establecida clara- Fife T.D., Tusa R.J., Furman J.M., Zee D.S.,
mente con evidencias como las adoptadas por Frohman E., Baloh R.W., Hain T., Goebel J.,
el subcomité para la evaluación de terapéuticas Demer J., Eviatar L. “Assessment vestibular
y tecnologías de la Academia Norteamericana testing techniques in adults and children.”
de Neurología $PHULFDQ$FDGHP\ RI1HXUR Report of the Therapeutics and Technology
ORJ\7KHUDSHXWLFVDQG7HFKQRORJ\$VVHVVPHQW Assessment Subcommittee of the American
6XEFRPPLWWHH  (7DEOD), que son utilizadas Academy of 1HXURORJ\ 2000; 55:1431-1441.
para la confección de guías médicas. Price, R.R. “The AAPM/RSNA physics tu-
Otras veces, la utilidad del método o su prioridad torial for residents. Contrast mechanisms in
en relación a otro es discutible o depende de la gradient-echo imaging and an introduction to
experiencia del grupo de trabajo, debiéndose fast imaging.” En: 5DGLR*UDS 1995; (15):165-
decidir para cada circunstancia en particular. 178.
Es en este caso cuando el aporte de un grupo Schaefer P.W., Grant P.E., González R.G. “Di-
multidisciplinario favorece la toma de decisio- fusión-weighted MR Imaging of the Brain (State
nes y facilita interpretaciones diagnósticas, en of the Art).” En: 5DGLRO 2000; 217:331-345.
particular ante una técnica como la IRM, precisa Luypaert R., Boujraf S., Sourbron S., Osteaux
en lo anatómico pero además con grandes posi- M. “Diffusion and Perfusion MRI: basic phy-
bilidades de evaluación de la función cerebral. sics.” En: (XU-5DGLRO 2001; 38(1):19-27.
El desarrollo del presente capítulo se basa en Kwock, L. “Localized MR spectroscopy. Ba-
la rica bibliografía existente y en la experiencia sic principles.” En: 1HXURL&OLQ1$P 1998;
de los autores, que constituyen un grupo que 8:713-31.
trabaja muy estrechamente, lo que les ha per- Pfefferbaum A., Adalsteinsson E., Spielman D.,
mitido comprender que ésta es la única forma Sullivan E.V., Lim K.O. “In vivo spectroscopic
de abarcar los conocimientos dinámicos que la TXDQWL¿FDWLRQRIWKH1-acetyl moiety, creatine,
ciencia moderna pone a su alcance y de estrechar and choline from large volumes of brain gray
la brecha entre éstos y la aplicación práctica and white matter: Effects of normal aging.”
FRQFUHWDSDUDEHQH¿FLRGHORVSDFLHQWHV En: 0DJ5HV0HG 1999; 41:276-281.
Albers G.W., Hart R.G., Lutsep H.L., Newell
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1.4.2. Fuente de evidencia
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1.4.2.1 Libros attacks: a statement from the Ad Hoc Committee
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66 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

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[Consulta: 31 de marzo de 2007]. y )DVW SE.

Niveles de Evidencia

Clase A: Evidencia provista por un estudio prospectivo en una muestra grande de personas con la
condición sospechada, usando el JROGVWDQGDUG de referencia, con una evaluación ciega que permite una
valoración del método en cuanto a certeza diagnóstica
Clase B: Evidencia provista por un estudio prospectivo en una población menor con la condición
sospechada o por un estudio restrospectivo bien diseñado de una muestra mayor que presenta la condición
prevista (según el JROGVWDQGDUG) comparada con un grupo control grande, que permite una valoración del
método en cuanto a certeza diagnóstica
Clase C: La evidencia proviene de un estudio restrospectivo en el que la muestra con la condición
establecida o la muestra-control es reducida. El método es evaluado a ciegas
Clase D: Cualquier estudio en el que el método no es evaluado a ciegas o en el que la evidencia proviene
de opinión de expertos o en serie de casos descriptivos (sin controles)
Fuerza de Recomendación
Grado I: Establecido como útil o predictivo, o no útil o predictivo, para la condición determinada en una
SREODFLyQHVSHFt¿FD
Grado II: Probablemente útil o predictivo, o no útil o predictivo, para la condición determinada en una
SREODFLyQHVSHFt¿FD
Grado III: Posiblemente útil o predictivo, o no útil o predictivo, para la condición determinada en una
SREODFLyQHVSHFt¿FD
Grado IV: 'DWRVLQDGHFXDGRVRFRQÀLFWLYRV&RQORVFRQRFLPLHQWRVDFWXDOHVHOPpWRGRQRHV~WLO
Tabla 1: Valoración de la calidad de la evidencia para Métodos Radiológicos Diagnósticos del Subcomité de
Evaluación de Tecnología y Terapéutica de la Academia Americana de Neurología
68 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

La utilización de sustancia de contraste es ‡ /DPRYLOLGDGGHORVSURWRQHV ORVSURWRQHV


también necesaria en los estudios de IRM del hueso son mucho menos móviles que
encefálicos. El pertecnectato de gadolinio es los protones del agua)
el único medio de contraste aprobado hasta La sustancia gris tiene una intensidad ligeramente
el momento para el uso en este sistema. La inferior a la sustancia blanca en las secuencias
dosis que se utiliza corresponde a 0,1 mmol/ SE. En T1, el líquido cefalorraquídeo (LCR)
kg de peso corporal, inyectándose a un ritmo tiene una señal baja (hipointensa, oscura) y la
lento. En general, la administración de esta grasa se observa con alta señal (hiperintensa,
sustancia de contraste se aplica a las mismas EODQFD SXGLHQGRLGHQWL¿FDUVHHQFRQGLFLRQHV
indicaciones que para la tomografía computada normales a nivel del tejido celular subcutáneo.
(TC), estudio de lesiones focales, vasculares ()LJXUD) Las estructuras vasculares, debido
(exceptuando la hemorragia en el ictus agudo), DOÀXMRVDQJXtQHRSUHVHQWDQYDFtRGHVHxDO
neoplásicas, de la región selar y en la valora- (hipointensas, oscuras) pero el aspecto de los
ción de vasos del cuello (angiorresonancia de vasos puede variar si se aplica una técnica
vasos del cuello). HVSHFLDOSDUDHOHVWXGLRDQJLRJUi¿FR $QJLR
Resonancia Magnética- ARM), mostrándose
1.4.3.1 Secuencia T1 con hiperseñal en su interior.
Una de las secuencias para el estudio de reso-
nancia magnética del cerebro se denomina SE ¢3DUDTXpVLUYHHO7"
y se obtiene mediante la adquisición de señales ‡ 3DUDHYDOXDUODPRUIRORJtDGHOVLVWHPDQHU-
de acuerdo a un tiempo determinado de relaja- vioso central
ción de los protones de hidrógeno, luego de ser ‡ 3DUDHYLGHQFLDUORVGHWDOOHVDQDWyPLFRV
sometidos a un campo magnético intenso y de ‡ 3DUDGLIHUHQFLDUODVXVWDQFLDEODQFDGHOD
VHUPRGL¿FDGRVSRURQGDVGHUDGLRIUHFXHQFLD sustancia gris
primero de 90º, seguidas de otro pulso de 180º
(TR). Ese tiempo se describe con la letra T. Las 1.4.3.2 Secuencia T2
secuencias que ponderan o evalúan el llamado Las secuencias SE que ponderan o evalúan el
T1 de los tejidos tienen Tiempos de Repetición T2 de los tejidos tienen TR largos, mayores de
(TR) –de la onda de radiofrecuencia– cortos, 1 500 msegundos. Se produce por la pérdida
por debajo de 1 000 msegundos. La señal pro- de la magnetización transversal de los proto-
veniente de la medición del T1 de los tejidos se nes luego del impulso de radiofrecuencia. La
produce por la recuperación de la magnetización relajación T2 es un proceso más rápido que la
longitudinal de los protones luego del impulso del T1 y la adquisición de la señal, determinada
de radiofrecuencia aplicado. La variación de la SRUHOWLHPSRGHHFR 7( LQÀX\HHQODLPDJHQ
fuerza y el tiempo de repetición de los impulsos (QODVHFXHQFLD7ORVIDFWRUHVTXHLQÀX\HQ
de radiofrecuencia permiten minimizar o maxi- en la imagen, son:
mizar el contraste entre tejidos con propiedades ‡ /DVLQWHUDFFLRQHVPROHFXODUHVGHORVWHMLGRV
7GLIHUHQWHV/RVIDFWRUHVTXHLQÀX\HQHQHO ‡ /DIDOWDGHKRPRJHQHLGDGHVGHOFDPSR
valor T1 de un tejido son: magnético externo
‡ /DVXVWDQFLDTXtPLFDHVSHFt¿FD\VXHVWDGR ‡ /DIDOWDGHKRPRJHQHLGDGHVGHOWHMLGR
físico En las secuencias de T2, el LCR tiene una
‡ /DLQWHQVLGDGGHOFDPSRPDJQpWLFR 7 señal alta (hiperintensa, blanca) y los ganglios
aumenta con la intensidad del campo, por basales, núcleos dentados del cerebelo y núcleos
lo que la recuperación es más lenta) rojos del mesencéfalo presentan una señal baja
‡ /DWHPSHUDWXUD PD\RUWHPSHUDWXUDSDUD (hipointensa, oscura) debido a su contenido de
mayor T1) mineral. ()LJXUD) Las estructuras vascula-
‡ /DFDQWLGDG\FDUDFWHUtVWLFDVGHOOtTXLGRTXH res también presentan vacío de señal en esta
rodea a los protones secuencia.
'H¿QLFLRQHV‡ 69

¢3DUDTXpVLUYHHO7" la técnica de SE para proporcionar un realce


‡ 3DUDHYLGHQFLDUDOWHUDFLRQHVIXQFLRQDOHV, con contraste para muchos tipos de tejidos y
con aumento del contenido de agua en los enfermedades, al igual que el STIR. Permiten,
tejidos o en las lesiones, que aparecen con fundamentalmente, eliminar la señal de la gra-
alta señal (brillante) VD6RQXQDPRGL¿FDFLyQGHODDGTXLVLFLyQ7
‡ 3DUDHYLGHQFLDUWDPELpQORVGHWDOOHVDQD- para lograr una señal mejorada en edemas o
tómicos procesos que aumenten el T2, pero debido a
‡ 3DUDXQDPHMRUGLIHUHQFLDFLyQHQWUHODVXV- que el LCR tiene también una señal muy alta
tancia blanca y la sustancia gris en estas adquisiciones, no es posible evaluar
adecuadamente el tejido periventricular por la alta
1.4.3.3 Secuencias IR, STIR, FLAIR señal generada en el LCR. Por ello, la secuencia
Los ciclos de pulsos de estas secuencias co- )/$,5SDUDDWHQXDFLyQGHÀXLGRVKDDSRUWDGR
mienzan con una inversión de la magnetización una interesante opción para la evaluación del
longitudinal para su posterior recuperación encéfalo y su patología. En esta secuencia el
(,QYHUVLRQ5HFRYHU\/Inversión-Recuperación: T1 es de 2000 msegundos y, siendo el T1 del
IR), determinando la obtención de imágenes LCR de entre 2000 y 4000 msegundos, la señal
fuertemente ponderadas en T1 o en T2, pero del LCR se atenúa. ()LJXUD)
con la complicación de un tiempo de adquisi- ¢3DUDTXpVLUYHQHO,5HO67,5\HO)/$,5"
ción más largo. ‡ 3DUDPHMRUDUHOFRQWUDVWHGHWHMLGRVHQ7
La aplicación del pulso de inversión cuando (IR)
el vector de magnetización de un tejido está ‡ 3DUDHOLPLQDURDWHQXDUODVHxDOGHODJUDVD
pasando por cero, en el que su magnetización (STIR)
longitudinal equivale a cero, suprime la señal. ‡ 3DUD OD LGHQWL¿FDFLyQ GH OD KHPRUUDJLD
Esto es útil para eliminar la señal de algunos subaracnoidea (FLAIR)
tejidos con T1 corto, como por ejemplo, la ‡ 3DUDHOLPLQDURDWHQXDUODVHxDOGHOOtTXL-
grasa. Esta variante particular de la secuencia do cefalorraquídeo y posibilitar una mayor
IR se denomina STIR o inversión-recuperación discriminación de la interfase ventrículo/
con tiempo de inversión corto. Utilizando un parénquima (FLAIR)
T1 largo también se puede eliminar la señal
de tejidos con un T1 largo, como por ejemplo, 1.4.3.4 Secuencia GRE
el LCR. Esta secuencia se denomina FLAIR (Gradiente de Eco)
y forma parte de las secuencias de recupera- Básicamente, esta secuencia se origina sustituyendo
FLyQGHLQYHUVLyQ ,5 (VXQDPRGL¿FDFLyQGH el impulso de radiofrecuencia (RF) de reorien-

1- 2-

Figura 1: Corte sagital, secuencia SE T1 al nivel de Figura 2: Corte coronal, secuencia FSE T2 al nivel
la línea media del encéfalo de núcleolos basales y tronco encéfalico
70 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

tación de 180º del vuelta de eco por una o más ‡ 3DUDHIHFWXDULPiJHQHVYROXPpWULFDVWULGL-


inversiones aceleradas del gradiente de campo mensionales
magnético. Los ángulos de inclinación pueden ‡ 3DUDHOHVWXGLRGHODVKHPRUUDJLDVFHUHEUDOHV
variar entre menos de 20º y más de 45º, lo que ‡ 3DUDREWHQHUDQJLRUHVRQDQFLDV
incide en la calidad y el aspecto de las imágenes.
Pueden obtenerse secuencias de gradiente rápidas 1.4.3.5. Secuencia de difusión
con supresión (denominadas, por ejemplo, como Se obtiene mediante el uso de un pulso de se-
FLASH y GRASS) o sin supresión (denominadas cuencia de SE T2 con dos pulsos de gradiente
FAST, GRASS o FISP, según los fabricantes). extra, que son iguales en magnitud y opuestos
La secuencia GRE con ángulo de inclinación en dirección. Esta secuencia permite la me-
menor de 20º, con TE largo, determina imágenes dición del movimiento neto del agua en una
ponderadas en T2 donde el LCR se observa con dirección a un tiempo. Para medir el rango de
hiperintensidad de señal (brillante), la sustancia movimiento a lo largo de una dirección, por
gris con señal isointensa (gris) y la sustancia ejemplo en la dirección X, estos dos gradientes
blanca con hipointensidad (oscura). La secuencia extra son iguales en magnitud pero opuestos
GRE con ángulo mayor de 45º con TE corto, en dirección para todos los puntos en la misma
determina imágenes que ponderan T1, en la cual localización X. Sin embargo, la fuerza de estos
el LCR es hipointenso (oscuro), la sustancia dos gradientes se incrementa a lo largo de la
gris es isointensa (gris) y la sustancia blanca es dirección X. Entonces, si un voxel (unidad) de
hiperintensa (gris brillante). ()LJXUD) tejido contiene agua sin un movimiento neto en
La técnica ecoplanar es una secuencia eco de la dirección X, los dos gradientes balanceados
gradiente ultrarrápida usada para obtener una se cancelan uno con otro. La resultante es una
imagen completa en un solo intervalo TR, pro- intensidad de señal que en ese voxel es igual a
duciendo imágenes cercanas al tiempo real. la intensidad de señal en una imagen obtenida
con la misma secuencia sin el gradiente de di-
¢3DUDTXpVLUYHQODVVHFXHQFLDV*5(" fusión DWI ('LIIXVLRQ:HLJKWHG,PDJLQJ). Si
‡ 3DUDREWHQHULPiJHQHVFRQDOWDUHVROXFLyQ las moléculas de agua presentan un movimien-
en menor tiempo to neto en la dirección X (debido a difusión),
‡ 3DUDHOHVWXGLRGHOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO serán posicionadas en el primer gradiente de
con inyección de contraste pulso a una localización X dada y el segundo
‡ 3DUDSURGXFLULPiJHQHVIXQFLRQDOHVSRU pulso en una localización X diferente. Estos
activación de la corteza cerebral dos gradientes no son iguales en magnitud y el

3- 4-

Figura 3: Corte sagital, secuencia FLAIR al nivel de Figura 4: Corte axial, secuencia GRE T2 al nivel de
la línea media. Saturación de la señal del LCR ventrículos laterales y núcleos grises
'H¿QLFLRQHV‡ 71

movimiento neto del agua produce un desfase permeabilidad de membranas o el equilibrio


resultando una imagen —por los protones en intra/extracelular de agua, por ejemplo, la PWI
movimiento— igual a la intensidad de señal de hace uso de trazadores exógenos y endógenos
una imagen T2 pero con una intensidad relacio- para monitorear sus estados hemodinámicos.
nada con el rango de difusión. ()LJXUD) La combinación de ambas técnicas es extre-
La DWI es una nueva y única herramienta madamente promisoria para la detección tem-
no invasiva para la valoración o evaluación prana y la evaluación del ataque cerebral, la
de la orientación de la sustancia blanca. Esta caracterización de los tumores y la valoración
medición de la difusión aparente de los pro- de enfermedades neurovegetativas.
tones de agua ha mejorado enormemente la
comprensión y evaluación de las afecciones ¢3DUDTXpVLUYHODVHFXHQFLDGHSHUIXVLyQ"
desmielinizantes, infartos de la sustancia blanca ‡ 3DUDODHYDOXDFLyQGHODWDTXHFHUHEUDODJXGR OD
en forma precoz, neoplasias que afectan tractos perfusión determina el iUHDGHSHQXPEUD)
de sustancia blanca y el desarrollo del cerebro ‡ 3DUDODFDUDFWHUL]DFLyQGHWXPRUHV
y de la médula espinal en neonatos. ‡ 3DUDHOHVWXGLRGHHQIHUPHGDGHVQHXURYH-
getativas
¢3DUDTXpVLUYHODVHFXHQFLDGHGLIXVLyQ"
‡ 3DUDHOHVWXGLRGHOLQIDUWRFHUHEUDOHQWLHPSR 1.4.3.7 Espectroscopía
precoz (determina el iUHDGHLQIDUWR) A la espectroscopía por resonancia magné-
‡ 3DUDODHYDOXDFLyQGHODVXVWDQFLDEODQFD\ tica (ERM) se la denomina también Imagen
la enfermedad desmielinizante de Desplazamiento Químico (IDQ) o Imagen
‡ 3DUDHOHVWXGLRGHOGHVDUUROORGHODVHVWUXF- Espectroscópica (IE), en la cual la intensidad
turas encefálicas y de la médula espinal de señal de los metabolitos puede trasladarse
‡ (VRSFLRQDOSDUDHOHVWXGLRGHODVFDUDFWH- a un formato de imagen y superponerse a las
rísticas de los tumores anatómicas de la resonancia magnética, per-
5- mitiendo el análisis de la distribución cualita-
tiva o cuantitativa del metabolito en un área
determinada del encéfalo o bien exponerlo en
forma de un eje de coordenadas donde en el
eje X están representadas las partes por millón
(ppm) donde resuenan los metabolitos y en el
eje Y la amplitud del pico.
Las secuencias de pulso y gradiente utiliza-
das para la ERM son las mismas secuencias
de la resonancia magnética, con la excepción
de que se aplica un gradiente de lectura para
transformarlas en imágenes o se obtiene un
registro en forma de curvas y picos.
Figura 5: Corte axial, secuencia DWI al nivel de En los espectros de RM de protón con TE
núcleos grises y cápsula interna largo se valoran varios metabolitos importantes,
como N-acetil-aspartato (NAA), Colina (Col),
relación Creatinina/fosfocreatina (Cr) y Lactato
1.4.3.6 Secuencia de perfusión (Lac). Si se utilizan TE cortos, además de estos,
La técnica de imagen de perfusión (3HUIXVLRQ se pueden evaluar metabolitos como Glutamato
:HLJKWHG,PDJLQJ, PWI) es —junto con la de (Glu), Glutamina (Gln), Ácido Gamma-ami-
difusión— cada vez más usada en aplicacio- nobutírico (GABA), Alanina (Ala), Glucosa
nes neurovasculares clínicas. Mientras la DWI (Gc), lípidos, proteínas y Mio-Inositol/taurina
explota la movilidad de traslación de molé- (EscMI/Tau). Existen dos tipos de secuencias,
culas de agua para determinar la presencia y monovoxel y multivoxel. ()LJXUDV$\%)
72 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

¢3DUDTXpVLUYHODHVSHFWURVFRStD" estructuras arteriales y venosas, éstas últimas


‡ 3DUDD\XGDUDGHWHUPLQDUODGLIHUHQFLDHQWUH mediante el estudio con una técnica especial
procesos vasculares y tumorales denominada TOF 2D.
‡ 3DUDLGHQWL¿FDUFDPELRVSRVUDGLRWHUDSLD
encefálica
1.4.4. IRM y enfermedad
‡ 3DUDHOHVWXGLRGHHQIHUPHGDGHVGHJHQH-
cerebrovascular
rativas del sistema nervioso central
1.4.4.1 Fundamentos
1.4.3.8 Angiografía por Las imágenes del cerebro o de los vasos de
resonancia magnética pacientes con ataque cerebrovascular (ACV) se
En la actualidad, la técnica de angiografía por han constituido en una práctica clínica rutinaria.
resonancia magnética (ARM) se ha convertido De todas formas, si el método solicitado no es
en un estudio de primera necesidad. Se efectúa el adecuado o su interpretación es errónea, las
utilizando técnicas de GRE, posibilitando di- imágenes a evaluar pueden ser un obstáculo o
IHUHQFLDVGHFRQWUDVWHTXHSHUPLWHQLGHQWL¿FDU fuente de confusión, más que una ayuda para
en forma selectiva a los vasos sanguíneos. El la toma de decisiones.
contraste es la diferencia existente entre dos El médico, al solicitar estudios, debe consi-
tejidos y depende de las propiedades titulares derar dos posibilidades:
7\7VLHQGRHOÀXMRVDQJXtQHRXQDYDULDEOH ,PDJHQGHOSDUpQTXLPDFHUHEUDO, que ayuda
más del cálculo del contraste en resonancia a responder interrogantes en el momento de
magnética. A partir de esta combinación de formular diagnósticos, establecer un trata-
factores, se pueden obtener imágenes bi y tri- miento y adelantar un pronóstico:
dimensionales. Existen tres modalidades de D ,GHQWL¿FDUODOHVLyQ¢(VXQ$&9"
angioresonancia, el contraste de fase (3KDVH b. Determinar el tipo de ACV: ¿Isqué-
&RQWUDVW, PC), y el tiempo de vuelo (7LPHRI mico o hemorrágico?
)OLJKW, TOF) —que se emplean preferentemente c. Localización del ACV: ¿Dónde está
en el estudio de los vasos intracraneales sin ubicado?
inyección de contraste— y la Angioresonancia G &XDQWL¿FDUODOHVLyQ¢&XiQH[WHQVD
con inyección de gadolinio, que pueden utili- es?, ¿Es única?
zarse en el caso del estudio de vasos del cuello. e. Duración de la lesión: ¿Cuánto tiempo
()LJXUD &RQODV$50VHSXHGHQLGHQWL¿FDU de evolución?

6-A 6-B

Figura 6a: Corte axial, secuencia FLAIR al nivel de Figura 6b: Espectro de curvas utilizando secuencia
los hipocampos y mesencéfalo, con ROI de muestreo PRESS 36 (TE/TR: 36/1500) en ejes de coordenadas del
de 8 mm (2x2x2 mm) en la zona a explorar con es- mismo paciente que muestra un descenso del NAA (2,00
pectroscopía ppm) con incremento de la Col (3,2 ppm)
'H¿QLFLRQHV‡ 73

7- d. Existencia de otras lesiones vasculares:


¿Aneurisma, malformaciones, compre-
siones vasculares, trombosis venosa?

Muchas de las cuestiones enunciadas arriba


son resueltas por la TC, que continúa siendo el
primer estudio de imágenes a considerar en la
evaluación de la enfermedad cerebrovascular
aguda. Sin embargo, la IRM puede contribuir
en determinadas circunstancias y aún superar
a la TC.

1.4.4.2 Ataque
isquémico transitorio
Figura 7: ARM normal con inyección de gadolinio, El ataque isquémico transitorio (AIT) y su va-
secuencia EUHDWKKROG “respiración sostenida” al ni- riante, la ceguera monocular transitoria, deben
vel de los troncos supraaórticos, en modo MIP 3D ser considerados de riesgo, y promover una
(modalidad de reconstrucción de la imagen) activa y rápida repuesta. Ha sido claramente
establecido el riesgo de ACV en pacientes con
,PDJHQGHORVYDVRV, extracraneales e in- AIT previo. Uno de cada nueve pacientes tendrá
tracraneales. Puede contribuir a interpretar el un ACV dentro de los 90 días siguientes, la
mecanismo del ACV (trombótico, embólico, mitad de ellos en los dos primeros días. Esto
hemodinámico), el riesgo de futuros eventos ha promovido guías de consenso, todas con
y a la selección del tratamiento: un enfoque parecido pero sin poder dejar en
D ,GHQWL¿FDUODDUWHULDRFOXLGD¢/RHVWi claro aún cuál es el mejor estudio de imáge-
totalmente? nes inicial. En todas ellas se sugiere a la IRM
b. Localizar la oclusión: ¿Dónde y en como alternativa. Un análisis restrospectivo
qué territorio? de pacientes estudiados con IRM ponderando
F 'HWHUPLQDUOD¿VLRSDWRORJtD¢$WH- difusión dentro de los tres días del AIT, demostró
rosclerosis, disección, otra? anomalías en el 21% de los casos.

P TC-IRM
Circulación
Carotídea ATC
70% o más
V ARM de obstrucción
Ultrasonido
AIT
TC Angiografía
P
IRM
Circulación
Vertebrobasilar
V ARM Angiografía

Tabla 2: Algoritmo para el estudio inicial del AIT. Acrónimos: P: parénquima, V: vasos, ATC: angiografía por
TC, ARM: angiografía por IRM
74 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

En la 7DEOD se propone un algoritmo para AIT, 8-A 8-B


ubicando el lugar de las técnicas por IRM.
Debido a su mayor resolución y a la ausen-
cia de artefactos óseos, la IRM tiene ventajas
sobre la TC. Es más sensible para captar pe-
queños infartos, especialmente los corticales,
así como los de tronco cerebral y cerebelo.
Las lesiones en la sustancia blanca tienen una 8-C 8-D
prevalencia alta en la población general (13%),
especialmente en las personas de edad y con
riesgo de ACV. La IRM puede mostrar otras
alteraciones, como la ausencia del YDFtRGH
ÀXMR normal en la arteria carótida interna, in-
tra o extracraneal, o alteraciones compatibles
con disección arterial o estenosis, que hacen
Figura 8: (8A) TC sin contraste al nivel de la fosa
presumir la causa aterosclerótica, sugiriendo
posterior, con múltiples artefactos que imposibilitan
en cada caso el origen del AIT. valorar adecuadamente el tronco cerebral. (8B) IRM del
Ante la ausencia actual de evidencias cla- mismo paciente que presenta clínicamente un Síndrome
ras, la resonancia con ARM podría ser, como de Wallemberg; se aprecia una hiperseñal sugestiva
se observa en el algoritmo, el primer estudio de isquemia en bulbo raquídeo en la secuencia DWI.
(8C) Secuencia FSE ponderada en T2 normal en otro
cerebral en el AIT, ya que es abarcativo y per-
paciente con paresia braquial izquierda de reciente
mitiría un diagnóstico y tratamiento precoz. Es comienzo (menos de 6 hs). (8D) Secuencia DWI en
el procedimiento utilizado por los autores en mismo paciente, donde se observa una pequeña área
la mayoría de los casos, para el abordaje del GHLVTXHPLD ÀHFKDVHQ%\'
estudio cerebral y vascular del AIT.

1.4.4.3 Ataque 100%) para detectar la isquemia aguda precoz


cerebrovascular isquémico: (&ODVH%). Las IRM con técnicas de perfusión
IRM y evidencias (PWI) pueden permitir una evaluación relativa
Las secuencias estándar de IRM que ponderan del estado hemodinámico del área afectada. Los
el T1, DP y T2 de los tejidos, son relativamente volúmenes iniciales de la lesión observados
insensibles a los cambios tempranos del tejido en DWI y PWI se correlacionan bien con su
cerebral determinados por la isquemia aguda WDPDxR¿QDO(VWRVKDOOD]JRVVXJLHUHQTXHOD
dentro de las primeras horas del ACV. Estas DWI puede proveer información pronóstica
secuencias sólo muestran anomalías en un 50% (&ODVH&).
de los pacientes. (&ODVH$) No obstante, debido La SHQXPEUDLVTXpPLFDSXHGHGH¿QLUVHFRPR
a que esos cambios precoces determinan al- el área de alteración de la perfusión sin correlato
teraciones en la difusión del agua dentro del con la difusión (desbalance perfusión-difusión).
tejido cerebral isquémico, las IRM ponderadas Los cambios en la perfusión pueden ser even-
en difusión (DWI) permiten la visualización tualmente reversibles. Esto puede ser de utilidad
de la zona isquémica a los pocos minutos de FXDQGRVHHYDO~DODXWLOL]DFLyQGH¿EULQROtWLFRV
comenzados los síntomas, lo que es de gran en casos complejos, ya que la existencia de
utilidad para determinar precozmente el sitio, un área alterada en difusión superponible a la
el tamaño y el tiempo de evolución de la lesión, de perfusión expresan isquemia irreversible,
DVtFRPRSDUDLGHQWL¿FDUDTXHOODVSHTXHxDV mientras que la existencia de una penumbra
lesiones corticales o subcorticales, de tronco permite alentar la posibilidad de recanalización
o cerebelo, zonas pobremente visualizadas (&ODVH').
por la TC. ()LJXUDV$%&') Tiene una alta Las guías de tratamiento del ACV del año 2003
VHQVLELOLGDG D \HVSHFL¿FLGDG D dejaban dudas —a la luz de los conocimientos
'H¿QLFLRQHV‡ 75

de entonces— acerca de la capacidad de la IRM del paciente con ACV. La técnica está diseñada
SDUDLGHQWL¿FDUKHPRUUDJLD6LQHPEDUJRQXHYRV para captar los movimientos aleatorios de los
estudios, tal como queda registrado en las guías SURWRQHVGHDJXD(VWHPRYLPLHQWRGH¿QLGR
del año 2005, determinaron que la sensibili- como difusión, se ve rápidamente limitado en
dad y seguridad de la IRM es, en este sentido, el tejido isquémico. Esto ocurre porque durante
del 100%, no sólo permitiendo distinguir el el evento isquémico el agua intracelular au-
ACV isquémico del hemorrágico sino también PHQWDGHELGRDXQÀXMRGHDJXDHLRQHVGHVGH
LGHQWL¿FDUDSDFLHQWHVFRQOHVLyQLVTXpPLFD\ el espacio extracelular hacia el intracelular
microhemorragias que tienen un alto riesgo de (edema citotóxico), donde su movimiento
VDQJUDGRFRQ¿EULQROtWLFRV )LJXUDV$\%) HVWiVLJQL¿FDWLYDPHQWHUHGXFLGR/DVUHJLR-
No obstante, la potencial utilización de los nes del cerebro con movimiento de agua libre
recursos de la IRM no debe demorar el posible (alta tasa de difusión) se ven negras en DWI.
ingreso de pacientes seleccionados para trata- Por el contrario, las regiones con movimiento
PLHQWR¿EULQROtWLFR &ODVH%). de agua restringido (baja tasa de difusión), tal
como el tejido con isquemia aguda, aparecen en
1.4.4.4 Rol de la IRM en hiperseñal en DWI. Los protocolos de estudio
la evaluación del ACV generan imágenes valorativas de difusión con
La marcada sensibilidad de la IRM a los cambios múltiples valores de b.
del contenido de agua, permite una visualiza- Con altos valores b de DWI, el tejido isquémico
ción precoz del ACV en relación con la TC. La HVLGHQWL¿FDGRFRQIDFLOLGDGFRPRXQDUHJLyQ
tumefacción celular produce el borramiento de de intensidad brillante sobre un fondo oscuro
los surcos, que es mejor apreciado en imáge- de tejido cerebral normal. En un mapa de ADC
nes ponderadas en T1. La ruptura celular con PDSDGHFRH¿FLHQWHGHGLIXVLyQDSDUHQWH OD
liberación de líquidos al espacio extracelular isquemia aguda tiene una apariencia opuesta
PRGL¿FDODUHODMDFLyQGHSURWRQHVUHVXOWDQGR (área oscura). El mapa ADC puede utilizarse
en una señal hiperintensa en T2 y FLAIR, que para valorar de manera cuantitativa el grado de
no será visible hasta ocho horas después, con un restricción molecular del agua para una deter-
pico máximo a las 24 hs del episodio agudo. minada imagen. El valor para las regiones con
La DWI permite una rápida y segura identi- isquemia cerebral aguda típicamente oscila en
¿FDFLyQGH]RQDVGHLVTXHPLDSRUORTXHVH alrededor de 40% menos que el tejido contra-
está reposicionando en la evaluación inicial lateral normal. ()LJXUDV$%&)

9-A 9-B

Figura 9A: Secuencia DWI, paciente con extenso Figura 9B: ARM MIP que muestra signo de oclusión
LQIDUWRDJXGRGHOWHUULWRULRVXSHU¿FLDO\SURIXQGRGH del segmento M1 de la ACM derecha
la arteria cerebral media (ACM) derecha, con leve
hiposeñal del núcleo lenticular sugestivo de transfor-
mación hemorrágica
76 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

10-A 10-B

10-C Figura 10A: Secuencia DWI que pone en evidencia


un infarto profundo de la ACM izquierda

Figura 10B: En el mapa de ADC existe una fran-


FDGLVPLQXFLyQGHOFRH¿FLHQWHDSDUHQWHGHGLIXVLyQ
compatible con isquemia

Figura 10C: Secuencia PWI, donde se objetiva una


extensa área de penumbra o hipoperfusión en el he-
misferio cerebral izquierdo

La PWI es otra técnica de la IRM que comple- 1.4.4.5 Identificación de


menta a la DWI. Usando una inyección rápida candidatos óptimos para el
de un agente de contraste puede generarse un tratamiento trombolítico
mapa de la perfusión cerebral. Las regiones Utilizando ambas técnicas PWI y DWI, el patrón
KLSRSHUIXQGLGDVVRQLGHQWL¿FDGDVSRUHOUHWDUGR precoz usual es una mayor área de lesión eva-
de la llegada del contraste al lecho vascular. La luada por PWI en relación a DWI. Un 70% de
mayoría de los pacientes que no recibe trom- los pacientes evaluados dentro de las primeras
bolíticos tiene lesiones en PWI que persisten seis horas tiene este desbalance perfusión/di-
al menos por 24 horas y quienes los reciben, fusión y podría responder de forma adecuada
con éxito muestran una temprana reversión de a los trombolíticos aun cuando se administren
las lesiones. Las lesiones tempranas en PWI después de las tres horas de comenzado el evento
son típicamente mayores que lesiones en DWI; isquémico. Existen estudios en la actualidad
si no se experimenta reperfusión, esta última (DEFUSE) que arrojan claridad al respecto.
adquiere el volumen de la primera y éste se 2WURSDWUyQTXHSXHGHLGHQWL¿FDUVHHVXQD':,
FRUUHODFLRQDFRQHOGp¿FLWQHXUROyJLFR¿QDO mayor que PWI o aun con ausencia de ésta. Este
La ARM puede proveer una alta calidad de hallazgo puede corresponder a pequeños infartos.
imágenes de vasos intra y extra craneanos. Exis- (VWRVSDFLHQWHVQRVHEHQH¿FLDUiQFRQWURPEROtWL-
te una buena correlación con la arteriografía, cos. Por otra parte, aquellos pacientes con grandes
a excepción de los vasos intracraneales más áreas tanto en PWI como en DWI, tienen un alto
pequeños. riesgo de sangrado con este tratamiento.
'H¿QLFLRQHV‡ 77

La ARM puede ser otra técnica de gran ayuda El ACV es la patología neurológica aguda
para predecir pacientes que vayan a ser mejores más frecuente y se ha convertido en una urgen-
candidatos. Varios reportes ponen en eviden- cia terapéutica, lo mismo que el IAM. Es una
cia que la obstrucción en ARM de la carótida enfermedad de una alta morbimortalidad, con
interna distal no se acompaña de los mejores un alto coste social, siendo la primera causa de
resultados, mientras que aquellos con lesión invalidez y la tercera causa de muerte en adultos
de la arteria cerebral media son los mejores en los países desarrollados. Al ictus o ACV se le
candidatos para obtener reperfusión. SXHGHGH¿QLUFRPRXQGp¿FLWQHXUROyJLFRIRFDO
$GHPiVHQORVFDVRVHQORVTXHQRVHLGHQWL¿FDQ de instauración brusca, cuyo cuadro clínico se
lesiones en las arterias extra e intracraneales (o agrava con el transcurso de las horas. Dentro
bien hubo reperfusión espontánea o la lesión de esta patología se engloban:
se asienta en las arterias distales profundas), el a. Infarto cerebral de origen arterial
XVRGHORV¿EULQROtWLFRVHVFXHVWLRQDEOH b. Hematoma intracerebral
Es siempre un desafío poder determinar por c. Hemorragia subaracnoidea no traumática
medio de las imágenes (DWI, DWI/PWI y d. Trombosis venosas
$50 TXpSDFLHQWHVVHYHUiQEHQH¿FLDGRV
con el tratamiento de reperfusión. La HIP primaria constituye aproximadamente
el 15% de todos los ictus, su incidencia aproxi-
mada es de 15 x 100 000 habitantes y se cree
1.4.5. IRM y
que existe un mayor predominio en países sub-
hemorragia cerebral
desarrollados, por el mal control de la presión
Dentro de esta sección abarcaremos la hemorragia arterial.
intraparenquimatosa y la hemorragia subaracnoidea La HIP es responsable de un deterioro neu-
no traumática en el adulto. Serán analizadas desde rológico agudo, por lo tanto, es indispensable
el punto de vista radiológico, más precisamente la realización de estudios por imágenes como
por su comportamiento en las IRM. la TC y/o la IRM. Con el advenimiento de la
neuroimagen fue posible un diagnóstico más
1.4.5.1 Hemorragia precoz de esta patología, ya que su cuadro clínico
intraparenquimatosa (HIP) en muchas oportunidades puede parecerse al de
La HIP es producto de la extravasación del un ACV de origen isquémico, pero la evolución
ÀXMRVDQJXtQHRKDFLDHOSDUpQTXLPDFHUHEUDO y la terapéutica son completamente diferentes.
Puede ser primaria o secundaria a la existencia Así, la TC es el método de elección para hacer
de una patología subyacente, (7DEOD) producto esta disquisición diagnóstica de manera más
de una lesión de origen arterial o, menos fre- simple y por esto se la utiliza en primer lugar
cuentemente, secundaria a una lesión de origen durante el período hiperagudo o agudo de la
venoso. hemorragia. La TC es altamente sensible y es-
SHFt¿FDSDUDHOGLDJQyVWLFRGHOD+,3DJXGD
sin embargo, la IRM es la técnica de elección
para determinar la edad de la hemorragia, más
Causas de HIP aún si ésta es antigua.
Primaria Secundaria La hemorragia puede ser de origen arterial
Hipertensión arterial Aneurismas
o venoso. Más frecuentemente el origen del
sangrado es arterial y en los adultos está a
Angiopatía Malformaciones
amiloidea vasculares menudo relacionado a HTA. El sangrado de
origen venoso es menos frecuente y puede ser
Tumores
causado por una malformación venosa o trom-
Coagulopatías
bosis venosa cerebral que puede comprometer
Trombosis venosas DOVLVWHPDYHQRVRVXSHU¿FLDORSURIXQGR/RV
Tabla 3: Causas de hematoma intraparenquimatoso infartos venosos suelen presentar como com-
78 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

plicación una transformación hemorrágica en El átomo está conformado por un Q~FOHR que
un 15 a 50% de los casos. presenta una carga positiva y está rodeado por
Además de factores como la edad y el ante- HOHFWURQHV que tienen una carga negativa; la
cedente de hipertensión arterial del paciente, suma de la carga eléctrica de los electrones
la localización del hematoma en las imágenes equivale a la del núcleo, por eso decimos que
puede hacer sospechar el origen hipertensivo o existe QHXWUDOLGDGHOpFWULFD. Sabemos que los
no de una HIP. Así, los hematomas hipertensivos electrones pueden ser intercambiados entre los
se localizan preferentemente en el territorio de átomos de una molécula.
arterias perforantes de la arteria cerebral media Una de las propiedades físicas de la materia
y basilar. (7DEOD) Si en las imágenes de un es el PDJQHWLVPR conjuntamente con la masa y
adulto joven se observa la presencia de una la carga eléctrica. Todas las sustancias poseen
hemorragia cerebral espontánea de localización algún tipo de magnetismo y la intensidad de
lobar, se debe sospechar una causa secunda- este magnetismo depende de la VXVFHSWLELOLGDG
ria responsable de la hemorragia (MV, tumor, PDJQpWLFD(VWRVHUH¿HUHDTXHWRGDVXVWDQFLD
aneurismas, coagulopatías, etc.) mientras que o átomo que es expuesto a un campo magnéti-
en los ancianos la causa más frecuente es la co externo (resonador) responde generando su
angiopatía amiloidea. propio campo magnético (dipolo o momento
magnético), el cual tiene dos características,
Localización Porcentaje magnitud y vector. UnFDPSRPDJQpWLFR está
generado por una carga eléctrica en movimiento,
Cápsulo-putaminales 60-65%
y su fuerza está determinada por el tamaño y
Talámico 15-25%
por el momento angular. El campo magnético
Protuberancia 5-10%
de cada partícula es inversamente proporcional
Cerebelo 2-5% a su masa y la masa del núcleo es tres veces
Sustancia blanca 1-2% mayor que las de los electrones. Es por ello
subcortical TXHHOQ~FOHRLQÀX\HSRFRHQODVSURSLHGDGHV
Tabla 4: Localización de los hematomas hipertensivos magnéticas del átomo. Así, las propiedades
magnéticas de un tejido están determinadas
SRUODFRQ¿JXUDFLyQHOHFWUyQLFDGHVXViWRPRV
En la actualidad, con el desarrollo de la tera- y moléculas.
pia trombolítica, es oportuno luego de la TC De acuerdo a estas características de suscep-
emplear la IRM para el diagnóstico precoz del tibilidad magnética de las sustancias o de los
ACV con implicancias terapéuticas importantes, WHMLGRVELROyJLFRVSRGHPRVFODVL¿FDUDODVVXV-
más aún cuando a través de la IRM se pueden tancias en GLDPDJQpWLFDVSDUDPDJQpWLFDV\
visualizar áreas de transformación hemorrágica IHUURPDJQpWLFDVDe manera sencilla y práctica
del infarto dentro de las primeras horas, que en podemos decir que las sustancias GLDPDJQpWLFDV
OD7&SXHGHQQRVHULGHQWL¿FDGDV(OHPSOHR VRQDTXHOODVTXHDQWHODLQÀXHQFLDGHXQFDPSR
de técnicas como FLAIR y GRE T2 y DWI, magnético externo, el generado por ellas no
ha incrementado la sensibilidad de la IRM en afecta mucho la señal del tejido y más aun,
el diagnóstico de la HIP. crea un pequeño campo negativo que repele
el campo magnético externo. Un ejemplo de
Factores que influyen en la señal esto es el cobre, y es por ello que las jaulas
de la hemorragia en IRM en que se encuentran los resonadores son de
El comportamiento de la sangre en IRM sigue este material.
siendo un tema controvertido y complejo, que 3DUDPDJQpWLFDV son aquellos tipos de sustancias
requiere para su correcta interpretación un amplio TXHDQWHODLQÀXHQFLDGHXQFDPSRPDJQpWLFR
conocimiento multidisciplinario. Si bien esto externo crean un campo magnético positivo
excede los límites del capítulo, trataremos de de- y por lo tanto incrementan de manera local la
sarrollarlo de una manera simple y práctica. magnitud del campo magnético en esa zona,
'H¿QLFLRQHV‡ 79

provocando una alteración o un realce en la LVRLQWHQVRV JULVHV DODVXVWDQFLDJULVHQODV


señal. Un ejemplo es el gadolinio. LPiJHQHVSRQGHUDGDVHQ7HKLSHULQWHQVRV
)HUURPDJQpWLFDV el ferromagnetismo es pro- EODQFRV HQ7. Scott Atlas HWDO. mencionan
piedad de algunos materiales como el hierro, la existencia de un borde periférico e irregular
que hace que resulten intensamente imantados que en los hematomas en estadio hiperagudo se
cuando se sitúan en un campo magnético ex- comporta hipointenso (negro) en las secuencias
terno y que conserven parte de su imantación ponderadas en T2, menos marcado en T1 y
cuando desaparece dicho campo. Los objetos en las secuencias gradiente de eco (GRE) se
hechos de sustancias de este tipo pueden ser hace mucho más evidente. Este halo estaría
atraídos con fuerza cuando se someten a un determinado por una rápida desoxigenación
campo magnético externo. de la sangre a nivel de sus márgenes. ()LJXUDV
Toda esta explicación es necesaria para en- $\%)
tender el comportamiento de la evolución de +HPDWRPDDJXGR se extiende desde el primero
los hematomas en IRM. En IRM la señal de hasta el tercer día. La oxi-Hb pasa a desoxi-Hb
FRiJXORHVPX\FRPSOHMD\HVLQÀXHQFLDGD dentro de los eritrocitos intactos debido a la
por múltiples variables: IDFWRUHVH[WUtQVHFRV hipoxia del coágulo. La desoxi-Hb no afec-
(dependientes del resonador, como tipo de se- ta la relajación T1 del coágulo y por ello se
cuencias y parámetros empleados, fuerza del comportaLVRLQWHQVDDOSDUpQTXLPDFHUHEUDO
campo magnético), IDFWRUHVLQWUtQVHFRV(como (QFDPELRHVWiDIHFWDGDVLJQL¿FDWLYDPHQWH
tiempo de evolución, localización y tamaño la relajación T2, por ello la sangre se ve muy
del hematoma) y IDFWRUHVELROyJLFRV (como KLSRLQWHQVDen este período. La razón sigue
estructura del coágulo, PO2, origen arterial o siendo controvertida y su explicación física
venoso, pH del tejido, concentración de proteí- está por sobre los objetivos de este capítulo.
nas, integridad de la barrera hemato-encefálica ()LJXUDV$\%)
y condición del paciente). +HPDWRPDVXEDJXGRSUHFR] va desde el tercer
Dentro de los factores intrínsecos, algunos de al séptimo día. Existe retracción del coágulo y
ellos adquieren una importancia fundamental la desoxi-Hb es oxidada a meta-Hb. El hierro
en el comportamiento del hematoma en la IRM, del grupo heme dentro de los eritrocitos intactos
como la edad y la estructura del coágulo, y el se encuentra en este período en estado férrico
efecto de la oxigenación que va desde afuera y es fuertemente paramagnético. Por tal moti-
hacia adentro. vo, el coágulo se comporta KLSHULQWHQVRHQODV
De acuerdo al tiempo de evolución de la HIP VHFXHQFLDVSRQGHUDGDVHQ7HKLSRLQWHQVRHQ
SRGHPRVFODVL¿FDUODHQKLSHUDJXGD(pocas horas), T2. Es importante saber que la Hb dentro de
DJXGD (1-3 días), VXEDJXGDSUHFR](3-7 días), los coágulos sufre una oxidación progresiva.
VXEDJXGDWDUGtD (4-7 días a 1 mes) y FUyQLFD Habitualmente ésta procede desde la periferia
(1 mes a años). Si bien nosotros podemos en del hematoma al centro. La parte interior del
la teoría dividir la hemorragia de acuerdo a su coágulo es a menudo muy hipóxica, por lo
evolución en diferentes estadios, en la práctica tanto la señal del hematoma no es homogénea
diaria, estos estadios pueden ser variables y aún y suele ser más hiperintensa en la periferia que
coexistir, por ello no podemos ser tan estrictos en el centro en las secuencias ponderadas en
en cuanto al tiempo exacto. T1. ()LJXUDV$\%)
+HPDWRPDKLSHUDJXGR va desde los pocos +HPDWRPDVXEDJXGRWDUGtR se extiende hasta
minutos hasta varias horas. La oxihemoglobi- por un mes. Se produce la lisis de los eritrocitos
na (oxi-Hb) dentro de los eritrocitos intactos y la meta-Hb pasa del espacio intra al extra-
tiene hierro en estado ferroso, por lo tanto es celular. La meta-Hb en solución libre es muy
diamagnética y no afecta la relajación T1 y KLSHULQWHQVDHQODVVHFXHQFLDVSRQGHUDGDVHQ
T2 de los tejidos. La señal de los hematomas 7\7 ()LJXUDV$\%)
hiperagudos está determinada por su conteni- +HPDWRPDFUyQLFR la continua desnatura-
do de agua y proteínas, por ello se comportan lización oxidativa de la meta-Hb hace que se
80 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

transforme en ferritina y hemosiderina. Ambas radiológico de igual o superior sensibilidad a la


son formas cristalinas de almacenamiento del TC en el diagnóstico de la HIP y además, en el
hierro. En ambos casos el hierro se encuentra ACV isquémico, durante el período hiperagudo,
en estado férrico. La hemosiderina deriva de la permite detectar la presencia de sangre dentro
degradación de la ferritina y acorta intensamente de la lesión, que puede pasar por alto en la TC,
el T2 de los tejidos (hipointensa). En esta etapa siendo esto un punto de relevante importancia
un borde KLSRLQWHQVRDSDUHFHHQODSHULIHULD para contraindicar el uso de trombolíticos.
GHXQFHQWURKLSHULQWHQVR La hemosiderina
es fagocitada y depositada en el interior de los 1.4.5.2 Hemorragia
macrófagos que se encuentran en la periferia subaracnoidea
de la lesión, y así persiste por años una vez La hemorragia subaracnoidea (HSA) es la pre-
que el coágulo ha sido totalmente reabsorbido sencia de sangre en el espacio subaracnoideo,
y es indistinguible de los depósitos de calcio donde normalmente circula LCR. Excluyendo
en IRM. ()LJXUDV$\%) la HSA de origen traumático, la causa más
En conclusión, la IRM permite determinar frecuente es la ruptura de aneurisma (70-80%),
la edad aproximada de la HIP; es un método siendo otras causas:

11-A 11-B

Figura 11: (A y B) Comportamiento de señal en T1 y T2, respectivamente, de un extenso hematoma hiperagudo


con extensión intraventricular, en un paciente con antecedente de HTA

12-A 12-B

Figura 12: (A y B) Comportamiento de señal en T1 y FLAIR, respectivamente, de un hematoma en etapa aguda


localizado en núcleos grises derechos
'H¿QLFLRQHV‡ 81

‡ VHFXQGDULDDPDOIRUPDFLyQDUWHULR- secundarias a la ruptura de venas pontinas


venosa encefálica (MAV) o perimesencefálicas.
‡ DKHPDWRPDLQWUDSDUHQTXLPDWRVRFRQ Luego del examen clínico neurológico, el
extravasación al espacio subaracnoideo, se- estudio radiológico fundamental es la TC sin
cundario usualmente a HTA contraste. Si se hace dentro de las primeras 24
‡ &DXVDVPiVUDUDVGLVFUDVLDVVDQJXtQHDV hs, la sensibilidad es de aproximadamente del
tumores, MAV espinales 90%. Aunque otras técnicas de imágenes tales
‡ VRQLGLRSiWLFDVRYHQRVDV'HQWURGHHOODV como la IRM pueden detectar la HSA, la TC
podemos incluir a la HSA perimesencefálica permanece en la actualidad como el examen
no aneurismática. La sangre se localiza delante de elección. Cuando la TC es negativa y existe
del tronco cerebral, cisterna interpeduncular la sospecha clínica de HSA, se debe realizar
y cisterna ambiens. La angiografía es ne- punción lumbar, considerada como el método
gativa y la causa más probable es que sean 3DWUyQ2UR.

13-A 13-B

Figura 13: (A y B) Comportamiento de señal en T1 y T2, respectivamente, de un hematoma en etapa subaguda


SUHFR]ORFDOL]DGRHQSLVRGHOžYHQWUtFXOR ÀHFKDQHJUD 6HLGHQWL¿FDDGHPiVXQFDYHUQRPDHQODSDUWHPHGLD
GHOYHUPLVFHUHEHORVR ÀHFKDEODQFD
14-A 14-B

Figura 14: (A y B) Comportamiento de señal en T1 y T2, respectivamente, de un hematoma en etapa subaguda


tardía, localizado en núcleos grises izquierdos. Se visualiza en la periferia del hematoma un halo hipointenso
de ferritina en ambas secuencias. En T1, se aprecia como la meta Hb avanza desde la periferia hacia el centro
ÀHFKDHQ$
82 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

La HSA no traumática se asocia entre un 70- HSA aguda. Sin embargo, no se aconseja como
80% a la ruptura de aneurismas. El 3DWUyQ2UR método de VFUHHQLQJ debido a que no siempre
para el diagnóstico de aneurismas cerebrales es la se logra una buena saturación del LCR, espe-
angiografía con sustracción digital (ASD).. cialmente en las cisternas basales y de la fosa
La IRM cerebral ha sustituido a la TC en el posterior. Esta hiperseñal del espacio subarac-
estudio de la mayoría de las enfermedades neu- noideo en las secuencias FLAIR es secundaria
rológicas, salvo en la HSA y el trauma. En IRM DDUWHIDFWRVGHOÀXMRSXOViWLOGHO/&52WUDGH
el empleo de secuencias convencionales como ODVOLPLWDFLRQHVTXHKDFHQPHQRVHVSHFt¿FD
SE, Fast o Turbo SE (FSE o TSE) ponderadas a esta técnica es que no puede diferenciar la
en T1 y T2, son insensibles o negativas durante VDQJUHGHORVSURFHVRVLQÀDPDWRULRVRWXPR-
el período agudo o hiperagudo de la HSA, como rales que ocupen el espacio subaracnoideo, los
también lo son las secuencias GRE T2. Esta falta que también se verán hiperintensos en este tipo
de sensibilidad está dada por varios motivos; uno de secuencia. ()LJXUDV$%\&) La IRM
es el descenso del hematocrito al ser diluida la HVPiVVHQVLEOH\HVSHFt¿FDTXHOD7&SDUD
sangre en el LCR, otro es el movimiento pulsátil el diagnóstico de la HSA durante el período
del LCR, y por último, el factor más importante, VXEDJXGR\FUyQLFR KHPRVLGHURVLVVXSHU¿FLDO 
es la alta concentración de O2 del LCR, lo que donde la sangre en el espacio subaracnoideo
ORJUDUHWDUGDUGHPDQHUDVLJQL¿FDWLYDHOSDVR no puede ser visible por la TC; en cambio, la
de oxi-Hb a desoxi-Hb, por lo tanto la oxi-Hb presencia de desoxi-Hb o meta-Hb (período
QRDIHFWDRPRGL¿FDVLJQL¿FDWLYDPHQWHODVHxDO subagudo), en IRM hace que se vea una señal
del LCR en las secuencias convencionales. La diferente al LCR, hiperintensa en T1 e hipoin-
única secuencia capaz de visualizar la HSA es WHQVDHQ7/DKHPRVLGHURVLVVXSHU¿FLDOHVHO
el FLAIR aunque existen controversias sobre depósito de derivados del hierro de la sangre
este tema. La presencia de sangre en el espacio (hemosiderina) al nivel de las meninges. En TC
subaracnoideo con un alto contenido de proteínas este hallazgo pasa desapercibido mientras que
(globina) hace que el LCR se vea hiperintenso la IRM es el método de elección y se observa
en esta secuencia. Algunos reportes muestran a las meninges que contienen hemosiderina
a esta técnica con una sensibilidad igual (90%) con señal hipointensa en todas las secuencias,
o superior a la TC para el diagnóstico de la preferentemente en T2.

15-A 15-B

Figura 15: (A y B) Comportamiento de señal en GRE T2 y FLAIR, respectivamente, de un hematoma en


HWDSDFUyQLFDORFDOL]DGRDQLYHOGHODVXVWDQFLDEODQFDSHULYHQWULFXODUWpPSRURRFFLSLWDOGHUHFKD ÀHFKDV 6H
visualiza reducción del diámetro transversal típico de los hematomas en este período y en la periferia un halo
hipointenso de hemosiderina (imagen A)
'H¿QLFLRQHV‡ 83

1.4.6. Aneurismas y Los aneurismas no rotos generalmente son asin-


malformaciones vasculares tomáticos, o pueden dar síntomas de origen
intracraneales compresivo o secundario al efecto de masa
sobre los pares craneales.
1.4.6.1. Aneurismas La mayoría de los aneurismas saculares in-
/RVDQHXULVPDVLQWUDFUDQHDOHVVHSXHGHQGH¿QLU tracraneales son lesiones aisladas sin ningún
como dilataciones focales anormales del sistema factor predisponente (predisposición genética,
DUWHULDO'HDFXHUGRDVXPRUIRORJtDVHFODVL¿- enfermedad vascular del colágeno o MAV).
can en saculares y fusiformes. Los aneurismas Actualmente se piensa que la mayoría son se-
saculares pueden ser de origen degenerativo o cundarios a una lesión vascular degenerativa
del desarrollo, traumáticos, micóticos, neoplá- inducida por el estrés hemodinámico y es por
sicos, por vasculopatías y relacionados con el ello que se localizan en los puntos de bifurca-
ÀXMRVDQJXtQHRORVGHPRUIRORJtDIXVLIRUPH ción. Las enfermedades de la pared vascular y
son de origen ateroesclerótico. la HTA pueden ser consideradas como factores
El desarrollo de este capítulo está centralizado agravantes y no como responsables primarias
en el comportamiento en IRM y ARM de los en la génesis de los aneurismas.
aneurismas saculares y fusiformes. Más del 90% de los aneurismas saculares se
origina en las siguientes localizaciones:
Aneurismas saculares ‡  HQ OD XQLyQ GH OD ACA* con la
Su incidencia en la población es de, aproxi- ACoA*
madamente, entre 1 y 14% en los EE.UU. Los ‡ HQODACI* en la emergencia de la
aneurismas intracraneales representan la causa AcoP*
más frecuente de HSA no traumática (70-80%). ‡ HQODELIXUFDFLyQVLOYLDQD

16-A 16-B

16-C

Figura 16: (16-A) TC de cerebro sin evidencia de


HSA
(16-B) IRM secuencia SE T1 que no muestra alte-
ración de la señal del LCR
(16-C) En la secuencia FLAIR se evidencia ocu-
pación del espacio aracnoideo en la región tém-
porooccipital derecha por un líquido hiperintenso,
con alta concentración de proteínas, secundario a
+6$ ÀHFKDVHQ&
84 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

‡ HQODELIXUFDFLyQEDVLODU corte los 5 mm y hablan de una sensibilidad del


‡ HQODELIXUFDFLyQGHODACI* 86% de la ARM con secuencia 3D TOF más el
‡ FRUUHVSRQGHDORVDQHXULVPDVGHRWUDV análisis de los cortes nativos acompañado de las
localizaciones del polígono de Willis secuencias SE convencionales. Sin embargo los
mejores resultados sugieren que aproximada-
*ACA: Arteria Cerebral Anterior. ACoA: Arteria mente el 90% de los aneurismas mayores de 3
Comunicante Anterior. ACI: Arteria Carótida Interna.
ACoP: Arteria Comunicante Posterior
mm pueden ser diagnosticados con ARM, con
las modernas técnicas de adquisición 195-196.
No obstante, existen limitaciones del método
Se sostiene que el 90% de los aneurismas que pueden ser de origen técnico, debido a la
saculares se origina de la circulación anterior localización del aneurisma o en relación a su
del polígono de Willis, mientras que el 10% tamaño exacto. Una de las limitaciones más
restante corresponde al sistema vértebro-basi- importantes es determinar la morfología exacta
lar. Los aneurismas intracraneales pueden ser del aneurisma (dato que puede indicar la rup-
múltiples en el 15-20% de los casos, con mayor tura previa). Por estas limitaciones la ARM no
predominio en la mujer que en el hombre, con puede ser utilizada como único método para
una relación 5:1. Cuando los aneurismas son tomar decisiones terapéuticas y siempre se debe
bilaterales y simétricos se les conoce como recurrir a la ASD para lograr ese objetivo. Un
DQHXULVPDVHQHVSHMR. Los aneurismas cuyo HVWXGLRTXHFRPSDUDODH¿FDFLDGLDJQyVWLFD
diámetro excede los 2,5 cm se denominan de los aneurismas entre la ATC, la ARM y la
DQHXULVPDVJLJDQWHV. ASD (nivel de evidencia B), mostró que la
La edad de presentación por lo general es entre sensibilidad de los dos métodos no invasivos
los 40 a 60 años y el síntoma más frecuente es fue similar (90%) para los aneurismas mayores
secundario a la HSA. Otros síntomas son el GHPPDPEDVFRQGL¿FXOWDGSDUDHOGLDJQyV-
Gp¿FLWGHXQSDUFUDQHDOFHIDOHDVFRQYXOVLRQHV tico de aquellos menores de 5 mm. ()LJXUDV
TIA e infarto. $%\&)
Los aneurismas cerebrales se descubren de En el caso de aneurismas saculares gigantes
manera fortuita entre un 3-6% por año y el —y esto también es válido para los aneuris-
riesgo de ruptura de aneurismas asintomáticos mas fusiformes— el empleo de contraste en la
es 0,05% por año para aneurismas pequeños ARM mejora la relación señal-ruido y permite
(inferior a 10 mm) y del 0,5% para los vo- obtener mejor características morfológicas del
luminosos (mayores a 10 mm) según ISUIA saco aneurismático.
,QWHUQDWLRQDO6WXG\RI8QUXSWXUHV,QWUDFUDQLDO
$QHXU\VPV . 1.4.6.2 Malformaciones
Los aneurismas micóticos y los aneurismas vasculares cerebrales
neoplásicos presentan una morfología similar Comprende cuatro tipos de malformaciones,
a los aneurismas saculares, pero a diferencia de PDOIRUPDFLRQHVDUWHULRYHQRVDV (MAV), DQJLR
éstos, tienen una localización distal en el árbol PDVFDYHUQRVRV, DQJLRPDVYHQRVRV o anomalías
vascular del polígono de Willis y desde el análisis del desarrollo venoso, y WHODQJLHFWDVLDFDSLODU.
anátomo patológico son seudoaneurismas. De estas malformaciones, todas son factibles
Diversos estudios han demostrado el valor de de ser visualizadas en las IRM, pero las únicas
la ARM como excelente método de VFUHHQLQJ que pueden verse por ARM son la MAV y el
en el diagnóstico de aneurismas cerebrales. Se angioma venoso. ()LJXUDV$%$%)
han publicado múltiples artículos que comentan Los angiomas cavernosos son negativos en la
sobre la sensibilidad de la ARM en relación ASD. En este capítulo abarcaremos las MAV
al método considerado el 3DWUyQ2URy todos y los angiomas cavernosos.
ellos coinciden en que el tamaño del aneurisma Además de estas lesiones consideradas de origen
juega un rol relevante para su diagnóstico con congénito, existe otra malformación vascular
ARM. Algunos autores toman como tamaño de conocida como ItVWXODGXUDO, que corresponde
'H¿QLFLRQHV‡ 85

a una comunicación arterio-venosa adquirida, de las MAV. La información que puede aportar
generalmente de origen traumático, localizada es la de determinar el número, tamaño, loca-
en la dura o el tentorio, y que une de manera lización y relación con estructuras cerebrales
anómala ramas meníngeas de la arteria carótida elocuentes, presencia de hemorragia aguda,
externa, o interna o vértebro-basilar, con los subaguda o crónica. Eventualmente, también
senos venosos durales. puede, con ciertas limitaciones, determinar los
Las PDOIRUPDFLRQHVYDVFXODUHV se hacen general- aportes arteriales y los drenajes venosos de la
mente sintomáticas entre los 20 y los 40 años. MAV, y la existencia de una lesión vascular
Las MAV pueden encontrarse en cualquier asociada (aneurismas).
parte del SNC, pero tienen tendencia a loca- La IRM es superior a la TC en cuanto a su
lizarse a nivel supratentorial. Se encuentran capacidad para determinar la localización exacta
conformadas por un nido o conglomerado de y el tamaño del nido de la MAV, debido a su
vasos anómalos, donde las arterias se comuni- capacidad multiplanar. También es superior
can directamente con las venas, se encuentran para determinar la existencia de complicacio-
alimentadas por pedículos arteriales y presentan nes hemorrágicas, más aún cuando estas son
venas de drenaje, que suelen ser dilatados y VXEDJXGDVRFUyQLFDVSHURSDUDODSODQL¿FDFLyQ
WRUWXRVRVSRUHODOWRÀXMRTXHSUHVHQWDQ'H terapéutica de las MAV, la ASD sigue siendo el
acuerdo a su ubicación, las MAV pueden ser 3DWUyQ2UR, ya que delimita mejor los pedículos
parenquimatosas o piales. alimenticios arteriales y los drenajes venosos,
Se considera que la IRM con ARM es un la coexistencia de aneurismas y el estado de
excelente método no invasivo en el diagnóstico hemodinámica de la MAV.
El angioma cavernoso o FDYHUQRPD ()LJXUDV
$\%) se ve como una lesión heterogénea
17-A en IRM y corresponde a un conglomerado de
sinusoides tapizados por endotelio que contiene
coágulos de sangre en diferentes estadios, rodea-
dos por un halo de hemosiderina. Se comporta
como una lesión ocupante de espacio de aspecto
seudotumoral, se localiza preferentemente en
los hemisferios cerebrales y se estima que su

17-B

17-C

Figura 17: (A y B) ARM corte nativo y reconstruc-


ción MIP, que evidencia un aneurisma bilobulado de
la AcoP derecha. (17-C) ARM reconstrucción MIP,
TXHHYLGHQFLDXQDQHXULVPDGHOD$FR$ ÀHFKDV
86 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

incidencia es del 0,4% de la población gene- la TC durante la etapa inicial. Si bien la IRM
ral. En ocasiones son múltiples. El hallazgo en puede ser empleada para el estudio de lesiones
IRM de angioma cavernoso es característico traumáticas encefálicas, rutinariamente no se
y se considera diagnóstico de esta patología, le utiliza debido a varias limitaciones, entre
siendo la IRM más sensible que la TC a través ellas, que la IRM es muy sensible a los mo-
de secuencias SE convencionales y GRE. vimientos y que la obtención de las imágenes
En conclusión, ante un cuadro de hemorragia demora varios minutos, lo que da por resultado
cerebral de origen desconocido, el estudio no imágenes artefactadas de pobre valor diagnós-
invasivo de elección o que nos puede brindar tico en pacientes traumatizados excitados. En
mayor información desde el punto de vista la actualidad, con la aparición de secuencias
etiológico es la IRM con ARM. ultra rápidas como las EPI, se logran imágenes
muy rápidas en poco segundos, disminuyendo
los artefactos de movimiento, pero estas tie-
1.4.7. IRM y trauma
nen menor resolución espacial o son de menor
Por diferentes motivos la IRM no es el mé- calidad. Otra de las limitaciones importantes
todo de primera intención en el diagnóstico HVODSREUHVHQVLELOLGDG\HVSHFL¿FLGDGSDUD
del trauma cerebral, siendo de mayor utilidad LGHQWL¿FDUODVIUDFWXUDV 7DEOD)

18-A 18-B

Figura 18: (A y B) Secuencia GRE T1 con gadolinio y FSE T2. Presencia de una MAV en topografía talámica
L]TXLHUGDFRQDQHXULVPDGHODYHQDGH*DOHQR ÀHFKDHQ%

19-A 19-B

Figura 19: (19-A) ARM reconstrucción MIP, que evidencia un MAV en fosa posterior a derecha.
% $50UHFRQVWUXFFLyQ0,3TXHHYLGHQFLDXQDDQRPDOtDGHOGHVDUUROORYHQRVRHQIRVDSRVWHULRU ÀHFKD
'H¿QLFLRQHV‡ 87

La IRM, por otra parte, es el método de elec- Estas lesiones generalmente son difusas y
ción en el diagnóstico de la lesión axonal difusa bilaterales, su tamaño varía entre 5 y 15 mm,
(LAD) y de la disección vascular, por su mayor DIHFWDQODXQLyQFyUWLFRPHGXODU VXSHU¿FLDOHV 
VHQVLELOLGDG\HVSHFL¿FLGDGSHURGHEHUHDOL]DUVH el cuerpo calloso, la cápsula interna y el tronco
de manera diferida una vez estabilizado y sedado cerebral (profundas); el 80% no es hemorrá-
el paciente, para poder obtener imágenes de gica. De acuerdo a la severidad del trauma las
PD\RUFDOLGDG\¿DELOLGDGGLDJQyVWLFD lesiones son más numerosas y se hacen más
La LAD es el término aplicado a la lesión o profundas, de modo que se las puede dividir
destrucción de los tractos de sustancia blanca en grados: I (leve), afecta la unión córtico-
y es una de las formas más frecuentes de lesión medular de los lóbulos frontales y temporales;
primaria encontrada en pacientes con trauma- II (intermedia), se agrega el cuerpo calloso y
tismos craneoencefálicos severos. Constituye los demás lóbulos, y III (severa), las lesiones
el 48% de las lesiones primarias. Se asocia se extienden a la región dorsolateral del me-
al traumatismo craneoencefálico moderado o sencéfalo y protuberancia superior.
severo, y corresponde a una de las lesiones Aunque tanto la TC como la IRM pueden ser
traumáticas primarias producidas por la desace- utilizadas para el diagnóstico de la LAD, esta
leración repentina o brusca, que genera dentro última modalidad de imagen es considerada
de la bóveda craneana cerrada fuerzas lineales y PiVVHQVLEOH\HVSHFt¿FDVREUHWRGRSDUDODV
rotacionales secundarias a la carga inercial. Estas lesiones no hemorrágicas. En un estudio extenso
fuerzas provocan distensión y cizallamiento de se determinó que las secuencias potenciadas
las estructuras cerebrales con diferentes pesos en T2 son más sensibles para el diagnóstico
HVSHFt¿FRVSURYRFDQGRODGLVUXSFLyQD[RQDO de la LAD. Así, las secuencias en T2 detec-
que puede ser hemorrágica o no. taron el 93% de las lesiones no hemorrágicas

20-A 20-B

Figura 20: (A y B) Secuencia FSE T2 e IR T1 que muestra el comportamiento de señal típico de un angioma
cavernoso, proyectado en núcleos grises

TC IRM
Disponibilidad Menor disponibilidad
Rapidez Imágenes artefactadas por movimientos del paciente
0D\RUVHQVLELOLGDG\HVSHFL¿FLGDGHQODGHWHFFLyQ 0D\RUVHQVLELOLGDG\HVSHFL¿FLGDGHQODGHWHFFLyQGH
de fracturas lesiones pequeñas (LAD) y en el tronco cerebral
0D\RUHVSHFL¿FLGDGHQHOGLDJQyVWLFRGHOD 0D\RUVHQVLELOLGDG\HVSHFL¿FLGDGHQHOGLDJQyVWLFR
hemorragia intracraneana de lesiones vasculares asociadas
Tabla 5: Comparación de la utilidad de la TC y la IRM para el traumatismo encéfalocraneano
88 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

y el 93% de las hemorrágicas; las secuencias GHOÀXMRKDVWDODRFOXVLyQGHOYDVR6LHOIDOVR


ponderadas en T1, el 68 y 87%; y la TC el 18 y canal está permeable puede constituirse en un
97%, respectivamente. En la actualidad existen centro de émbolos o coágulos sanguíneos, que
técnicas más sensibles debido al desarrollo de pueden impactar en territorios cerebrales gene-
secuencias como el FLAIR, GRE T2 y aquellas rando fenómenos isquémicos. La disección puede
ponderadas en difusión (EPI). Hoy, entonces, se involucrar las arterias carótidas internas y/o ver-
recomienda que a todo paciente traumatizado tebrales, siendo el territorio carotídeo el afectado
se le realice una IRM y se empleen estas tres con más frecuencia. ()LJXUDV$\%)
últimas secuencias agregadas a las secuencias Según Scott Atlas, la IRM más la ARM pueden
convencionales. ()LJXUD) revelar con exactitud la mayoría de las lesio-
Una de las ventajas de la IRM sobre la TC es nes traumáticas de forma rápida y no invasiva,
la capacidad multiplanar, que permite una mejor mientras que la arteriografía puede ser útil para
caracterización anatómica de las lesiones. el diagnóstico de lesiones dudosas, sutiles o
En nuestra opinión, todos los pacientes con para el tratamiento endovascular.
traumatismo cráneo encefálico moderado o La FAV se produce por un desgarro completo
severo debe someterse a un estudio de IRM de la pared vascular en proximidad de un seno
en las siguientes dos semanas posteriores al venoso. Así, un lugar factible para su desarrollo
WUDXPDWLVPRFRQOD¿QDOLGDGGHGHWHUPLQDU es entre la arteria carótida interna y el seno
el grado de lesión cerebral existente. cavernoso, con dilatación de la vena oftálmica
Dentro de las lesiones vasculares traumáticas y proptosis. Este tipo de lesión es fácilmente
al nivel de los vasos del cuello y encéfalo, se demostrable por IRM.
describe la disección arterial y la fístula arterio-
venosa (FAV). La laceración de la íntima con
1.4.8. Conclusiones
disección de la capa media de la pared vascular
conlleva a la disección que puede generar un El mundo tradicional de la imagen neuroanató-
canal circulatorio secundario o falso, o bien la mica y su interpretación está siendo cambiado
sangre se puede coagular en su interior y gene- con rapidez por el avance de técnicas de imá-
rar un hematoma de pared, con el consiguiente JHQHVGHQHXURDQDWRPtDIXQFLRQDOVR¿VWLFDGDV
estrechamiento de la luz arterial y disminución Esto presenta desafíos únicos y oportunidades
apasionantes en la práctica médica.
Cada vez más serán necesarias interpretacio-
21-A nes combinadas de neuroanatomía tradicional
FRQODQHXUR¿VLRORJtDGLQiPLFDIXQFLRQDOTXH
PRGL¿FDRDOWHUDODDQDWRPtD
La IRM con sus posibilidades funcionales
abarca áreas diversas, tales como la física de
LPiJHQHVGHDOWDYHORFLGDGORVSULQFLSLRV¿VLR-
lógicos de los protones de agua, la oxigenación
de la sangre, la hemodinamia cerebral, algunos
senderos del metabolismo intracelular, la diná-
mica espacial y temporal de activación cortical
hasta el estudio de la vasculatura cerebral.
No obstante, es necesario hacer notar que no
hay ninguna disciplina o técnica en neurociencia
que sea absolutamente mejor que otra en el
Figura 21: Secuencia GRE T2, paciente con trauma- momento actual y que la selección oportuna
tismo cráneo-encefálico severo, donde se evidencian y precisa de cada método, según la condición
múltiples LAD a nivel de la sustancia blanca subcor-
tical, del cuerpo calloso y adyacente a los núcleos
clínica del paciente, continúa siendo el mayor
grises reto diagnóstico.
'H¿QLFLRQHV‡ 89

La IRM no escapa a estas premisas; sin embargo, de sus bondades y limitaciones puede ser de
creemos que con un adecuado entendimiento gran utilidad a la hora del evaluar al enfermo
neurológico y tomar decisiones críticas.

22-A 22-B

Figura 22: (A y B) Secuencia T1 Fat Sat (saturación grasa) y ARM reconstrucción modo MIP, que muestra
XQKHPDWRPDGLVHFDQWHHQODSDUHGGHODDUWHULDFDUyWLGDLQWHUQDGHUHFKDDOQLYHOSRVEXOEDU ÀHFKDHQ% FRQ
UHGXFFLyQGHOFDOLEUHGHODOX]YHUGDGHUD ÀHFKDHQ$

1.5. Angiografía cerebral y medular


Ceratto Rosana
3DORPLQR-XOLR
Miranda Carlos
Ferrario Angel
Lylyk Pedro

1.5.1. Introducción ORVWLHPSRVGHRSDFL¿FDFLyQHQHOOHFKRDUWHULDO


y drenaje venoso, ()LJXUD$\%), los cuales
La angiografía cerebral es un procedimiento de pueden estar alterados en múltiples patologías
gran valor diagnóstico que evalúa la vasculatura neurológicas y no neurológicas con afectación
cerebral de forma cuantitativa y cualitativa. del sistema nervioso central.
Morfológicamente, valora la presencia o ausencia Para la valoración morfológica es necesario
de vasos normales, embrionarios, patológicos y un conocimiento anatómico detallado de la
anastomosis, así como la alteración del calibre, vascularización intra y extracraneal, objeto
diámetro y presencia de dilataciones o tortuo- de esta sección.
sidades que sugieran una alteración en la pared
YDVFXODU'HVGHHOSXQWRGHYLVWD¿VLROyJLFRGD El circuito de aporte sanguíneo se origina en el
LQIRUPDFLyQFXDQWL\FXDOLWDWLYDGHOÀXMRFRQ ventrículo izquierdo, sale de la base del corazón
90 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

(aorta ascendente) y forma el arco aórtico, que


se sitúa anterior a la bifurcación de la tráquea,
a nivel de la cuarta vértebra torácica.

A la derecha de la línea media del arco aórtico
se origina la DUWHULDEUDTXLRFHIiOLFD, que recorre
una corta distancia rostral y lateralmente antes de

dividirse para formar la DUWHULDFDUyWLGDFRP~QGH
UHFKD (medial) y la DUWHULDVXEFODYLD (lateral).
Existen diversas variantes morfológicas de
arco aórtico y arterias carótidas comunes y 3Ź
vertebrales, que en general no tienen mayor
importancia clínica. La arteria carótida común
derecha puede originarse también independien- 4Ź
temente del cayado aórtico, y en este caso la
Figura 1A: Proyeccion AP con técnica de parenqui-
arteria subclavia derecha aberrante se origina
mografía. 1.Tiempo arterial temprano; 2.Tiempo ca-
del cayado aórtico en posición distal respecto pilar arterial temprano-tardío; 3.Tiempo capilar veno-
a la arteria subclavia izquierda. so temprano-tardío; 4.Tiempo venoso tardío
La DUWHULDFDUyWLGDLQWHUQDL]TXLHUGD se ori-
gina desde el cayado aórtico y en algunos casos
comparte su origen con el tronco braquiocefálico
derecho. ()LJXUD)
Luego de la emergencia de la arteria carótida
izquierda, el arco aórtico origina a la arteria Ż 1 Ż 2 Ż 3
subclavia izquierda.
Ambas DUWHULDVYHUWHEUDOHV, derecha e izquier-
da, se originan habitualmente en las arterias
subclavias, y son el principal aporte de sangre
a la médula cervical, tronco cerebral, cerebelo Ż 4 Ż 5 Ż 6
y lóbulos occipitales. Figura 1B: 1. Proyección AP ACI derecha, tiempo ar-
Las arterias vertebrales y las carótidas inter- terial temprano; 2. Proyección AP ACI, tiempo capilar
nas penetran al cráneo, y junto a los segmentos arterial; 3. Proyección AP ACI, tiempo venoso; 4. Pro-
iniciales de las arterias cerebrales anteriores y yección lateral ACI, derecha tiempo arterial temprano;
posteriores se comunican formando un sistema 5. Proyección lateral ACI, tiempo capilar arterial; 6.
Proyección lateral ACI, tiempo venoso
anastomótico denominado SROtJRQRGH:LOOLV.
A todos estos vasos, por su localización en
la base del encéfalo, se les denomina DUWHULDV
VXEDUDFQRLGHDVEDVDOHV 1.5.2. Fuente de evidencia
Posteriormente, al seguir su curso hacia la
VXSHU¿FLHGHOFHUHEURHVWRVYDVRVVHUDPL¿FDQ H Isoda, Y Takehara, S Isogai, H Takeda, M
dando lugar a las arterias subaracnoideas lobares Kaneko, A Nozaki, Y Sun, and TK Foo. “Te-
o leptomeníngeas; las DUWHULDVVXEDUDFQRLGHDV chnique for arterial-phase contrast-enhanced
EDVDOHV y OREDUHV originan las arterias perforantes three-dimensional MR angiography of the
basales y lobares respectivamente. carotid and vertebral arteries”. En: $-15
Las arterias perforantes basales irrigan los 1998; 19: 1241-1244.
núcleos de la base, el diencéfalo, la cápsula Rhoton AL Jr. “Microsurgical anatomy and
interna y el tallo cerebral. neurosurgical pathology”. En: &OLQ 1HXUR
Las arterias perforantes lobares irrigan la cor- VXUJ 2004; 51:11-25.
teza cerebral, y la sustancia blanca subcortical Rhoton AL Jr. “The cerebellar arteries”. En:
y periventricular. 1HXURVXUJ 47 (Suppl 1): S29-S68, 2000.
'H¿QLFLRQHV‡ 91

Shimizu S, Tanaka R, Rhoton AL Jr HWDO 1.5.3.2. Arteria carótida


“Anatomic dissection and classic three-di- externa (ACE)
mensional documentation: a unit of educa- 6HGLVWLQJXHDQDWyPLFD\DQJLRJUi¿FDPHQWH
tion for neurosurgical anatomy revisited.” de la arteria carótida interna (ACI) por emitir
En: 1HXURVXUJ2006; 58:E1000. ramas en el segmento cervical. ()LJXUD$%
\&) En orden ascendente son: arteria tiroidea
superior, faríngea ascendente, lingual, facial,
1.5.3. Sistema carotídeo
occipital, auricular posterior, temporal super-
1.5.3.1. Arteria carótida ¿FLDO\PD[LODULQWHUQD
común (ACC)
La ACC se deriva del tronco braquiocefálico La arteria tiroidea superior
en el lado derecho y del arco aórtico en el lado (ATiS) ()LJXUD$)
izquierdo, ligeramente a la izquierda de la lí- Primera rama de la ACE, se relaciona lateral-
nea media. Las DUWHULDVFDUyWLGDVFRPXQHV (o mente con los músculos infrahioideo, aponeu-
primitivas) GHUHFKDHL]TXLHUGD ascienden por rosis cervical media, músculo esternocleido-
HOFXHOORÀDQTXHDQGRDODWUiTXHD\FRPSDU- PDVWRLGHR\DSRQHXURVLVFHUYLFDOVXSHU¿FLDO
tiendo un recorrido común con la vena yugular Se dirige hacia delante, luego desciende hacia
interna y el nervio vago. A nivel del cartílago el lóbulo superior de la tiroides y termina en el
tiroideo (vértebra C5) y ángulo de la mandí- lóbulo lateral, dando unas ramas terminales.
bula, cada arteria carótida común se divide en De la ATiS se originan dos ramas, la arteria
DUWHULDVFDUyWLGDH[WHUQD e LQWHUQD. ()LJXUD HVWHUQRFOHLGRPDVWRLGHD —que irriga su vien-
\$%\&) tre medial— y la DUWHULDODUtQJHDVXSHULRU, la
cual pasa por debajo del músculo tirohioideo,
atraviesa la membrana tirohioidea e irriga los
músculos de la laringe y la mucosa del vestí-
bulo de la laringe. De la ATiS se originan tres
ramas terminales. 8QDUDPDLQWHUQD que se
dirige hacia adentro y se anastosoma con la
del lado contralateral y da origen a la arteria
ODUtQJHDLQIHULRU, ésta se dirige hacia adentro y
6
Ż se anastomosa con la opuesta, y vasculariza el
Ż 5 músculo cricotiroideo y la mucosa subglótica;
Ż 8 XQDUDPDH[WHUQD, que desciende sobre el borde
externo del lóbulo del cuerpo tiroideo; y XQD
UDPDSRVWHULRU que irriga la cara posterior del
Ż 7
lóbulo del cuerpo del tiroides.
Ż 4
Ż 3 La arteria faríngea ascendente o
faringomeníngea (AFA) )LJXUD$
Ż2
Segunda rama de la ACE en orden ascendente,
1
Ż primera rama posterior y la más pequeña; se
relaciona por dentro con la faringe, por fuera con
las carótidas y la yugular interna, neumogástrico,
Figura 2: Imagen proyección oblicua anterior iz- y por detrás con los músculo prevertebrales.
quierda (OAI) troncos supra aórticos. La AFA se origina desde la carótida externa a
1. Cayado aórtico; 2. Tronco braquicefálico; 3. Arte-
nivel de la arteria lingual y asciende verticalmente
ria subclavia izquierda ; 4. Arteria subclavia derecha;
5. Arteria vertebral derecha; 6. Arteria carótida co- sobre la faringe, y termina dando unas UDPDV
mún derecha; 7. Arteria carótida común izquierda; 8. LQWHUQDV que irrigan la faringe y la trompa de
Arteria vertebral izquierda Eustaquio por un ramo faríngeo inferior, unas
92 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

UDPDVSRVWHULRUHV para los músculos prever- lengua, el velo del paladar y la epiglotis. La
WHEUDOHV\ODFDYLGDGWLPSiQLFD¿QDOPHQWHOD $/¿QDOL]DHQGRVUDPDVWHUPLQDOHVODarteria
arteria meníngea posterior penetra en el cráneo VXEOLQJXDO, que se dirige hacia la glándula su-
por el agujero condíleo posterior e irriga la blingual a la que da ramos (también da origen
duramadre adyacente en la fosa posterior y los a la arteria del frenillo) y termina dividiéndose
pares craneanos bajos. La AFA posee un rico en un ramo mentoniano y otro mandibular, y
sistema anastomótico entre las arterias caró- ¿QDOPHQWHODDUWHULDUDQLQD, que recorre el
tidas y vertebrales, de importancia en caso de borde inferior del lingual inferior hasta la punta
UHTXHULPLHQWRGHÀXMRFRODWHUDO de la lengua y vasculariza a los músculos y la
mucosa de la lengua.
La arteria lingual (AL) ()LJXUD$)
Segunda rama anterior de la ACE, se origina La arteria facial (AF) ()LJXUD&)
desde la ACE por encima de la arteria tiroidea y También llamada DUWHULDPD[LODUH[WHUQD. Es
se dirige hacia el asta mayor del hueso hioides, la tercera rama anterior de la ACE, se relaciona
penetra en el piso de la boca por dentro del hio- en el cuello por fuera, con el vientre posterior
gloso, luego se dirige hacia delante y termina a del músculo digástrico y el estilóhioideo, por
nivel del borde anterior del hiogloso, dividién- dentro con la faringe, y en la fosa submaxilar
dose en sus dos ramas: el UDPRVXSUDKLRLGHR pasa por encima de la glándula submaxilar en
que recorre el borde superior del hueso hioides la cual labra un canal.
y se anastosoma con el del lado opuesto detrás En la cara se relaciona por dentro con los
del músculo genihioideo, y la DUWHULDGRUVDO músculos buccinador, canino y el elevador pro-
GHODOHQJXD la que nace al nivel del vientre fundo de labio superior y del ala de la nariz, y
posterior del digástrico, asciende lateral en la por fuera con el músculo cutáneo del cuello,
base de la lengua y vasculariza la base de la el triangular de los labios y los cigomáticos.

A B C

Ż 6 6
Ż

Ż7
6
Ż
Ż 7

ź5

4Ź 4Ź


Ż 3

Ż 3
4Ź 3
Ż
2Ź 2Ź
Ż 1
Ż 1 5Ź Ż 1

Figura 3A: &DUyWLGD L]TXLHUGD SHU¿O $UWHULD FD- Figura 3B-C: Carótida izquierda lateral. 1. Arteria
rótida común; 2. Arteria carótida externa; 3. Arteria carótida común; 2. Arteria carótida externa; 3. Arteria
carótida interna (bulbo carotídeo); 4. Arteria tiroidea carótida interna (bulbo carotídeo); 4. Arteria facial; 5.
superior; 5. Arteria lingual; 6. Arteria occipital; 7. Ar- Arteria tiroidea; 6. Arteria occipital; 7. Arteria maxi-
teria maxilar; 8. Arteria faríngea ascendente. lar interna
'H¿QLFLRQHV‡ 93

La AF asciende verticalmente, luego penetra rasgado posterior, y una rama mastoidea que
en el compartimiento submaxilar por encima pasa a través del agujero mastoideo.
GHODJOiQGXODVHÀH[LRQDHQHOERUGHLQIHULRU De la AOcc se originan tres grupos de ramas:
del maxilar inferior y luego asciende por la (1)UDPDVPXVFXODUHV la arteria esternomas-
cara, por fuera de la comisura de los labios, toidea superior, la arteria cervical posterior,
hasta alcanzar el canal nasogeniano, tomando ésta desciende entre el esplenio y el comple-
el nombre de DQJXODU, anastomosándose con la jo mayor; (2) la DUWHULDHVWLORPDVWRLGHD que
arteria nasal, rama terminal de la arteria oftál- se introduce en el acueducto de Falopio y se
mica. De la AF se originan ocho ramas: (1) la relaciona con nervio el facial (VII par); (3)
DUWHULDSDODWLQDLQIHULRU o palatina ascendente, la DUWHULD PHQtQJHD SRVWHULRU que penetra
que nace a nivel de la curva faríngea, asciende por el agujero rasgado posterior; (4) UDPDV
sobre la pared de la faringe y se distribuye en WHUPLQDOHV una rama externa que atraviesa
el músculo estilogloso, dando un ramo a la la inserción del trapecio y se distribuye en el
amígdala y la arteria tonsilar; (2) las UDPDV cuero cabelludo y una rama interna que sigue
VXEPD[LODUHV para la glándula submaxilar; (3) hasta la protuberancia occipital, atraviesa el
la DUWHULDVXEPHQWDO que recorre la cara interna trapecio y de distribuye en el cuero cabelludo;
del borde del maxilar inferior dirigiéndose ha- ésta suele dar un ramo meníngeo parietal que
cia delante, vasculariza los músculos miohioi- penetra por el agujero parietal; todas estas ra-
deo y digástrico, la glándula submaxilar, y las mas irrigan las meninges de la fosa posterior y
partes blandas del mentón, anastomosándose la duramadre, y se anastomosan con la arteria
con ramos de la arteria dentaria inferior; (4) la meníngea media.
DUWHULDSWHULJRLGHD para el músculo pterigoi- En algunos casos se ha descrito por angiografía
deo interno; (5) la DUWHULDPDVHWHULQD para el una red anastomótica y circulación colateral
músculo masetero; (6) las DUWHULDVGHODFRPL entre la AOcc y la arteria vertebral V1-V2, las
VXUDLQIHULRU y FRPLVXUDVXSHULRU las cuales cuales cobran importancia funcional en casos
UHFRUUHQÀH[XRVDVHOERUGHGHORVODELRV\VH de oclusión de la ACI o de la porción proximal
anastomosan en la línea media con las del lado de la arteria vertebral de forma patológica o
opuesto; de la unión de las superiores origina posterior a procedimientos endovasculares que
la arteria del subtabique; (7) la DUWHULDGHODOD han afectado dicho territorio.
GHODQDUL] vasculariza el ala y el lóbulo de la
nariz, y como rama terminal la DUWHULDDQJXODU La arteria auricular posterior (AAP)
(8) que en el surco nasopalpebral se anastomosa ()LJXUD$\%)
con la nasal, rama terminal de la facial. Se origina de la ACE por encima del origen de
la AOcc. Se relaciona por detrás con el mús-
La arteria occipital (AOcc) ()LJXUD$\%) culo estilohioideo y con el vientre posterior
La AOcc se origina de la ACE justo en el punto del digástrico, y por fuera con la parótida;
opuesto al origen de la AF. Es la rama posterior se dirige posterior y superiormente hacia la
más grande. DSy¿VLVPDVWRLGHV\HQHOERUGHDQWHULRUVH
Antes de llegar al atlas, se relaciona por fuera divide en sus ramas terminales. De la AAP se
con el vientre posterior del digástrico y esterno- originan varias ramas: (1) UDPDVSDURWtGHDV
cleidomastoideo, por dentro con la vena yugular (2) la DUWHULDHVWLORPDVWRLGHD que si no se
interna, carótida interna y la faringe. En la nuca origina de la occipital, atraviesa el agujero
se relaciona por fuera con los músculos com- estilomastoideo para irrigar la cavidad timpá-
plejo menor y esplenio. La AOcc irriga el cuero nica, las celdillas mastoideas y los conductos
cabelludo, el músculo occipital subyacente en la semicirculares; (3) un UDPRDQWHULRURDXUL
región del occipucio y termina a nivel del borde FXODUque se dirige al pabellón, asciende a lo
externo del músculo esplenio. La AOcc cuenta largo del ángulo céfalo-auricular, y (4) XQD
con varias ramas meníngeas que atraviesan el UDPDSRVWHULRURPDVWRLGHDTXHVHUDPL¿FD
conducto del hipogloso y el agujero (yugular) en la región mastoidea.
94 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores



ź8 5Ź
ź4
ź4

6Ź ź 5
ź7 ź1 7
ź
1
ź
3Ź 3Ź

Figura 4A: Arteria carótida externa izquierda lateral. Figura 4B: Arteria carótida externa izquierda. 1.
1. Arteria occipital; 2. Arteria bucal; 3. Arteria maxilar Arteria occipital; 2. Arteria bucal; 3. Arteria maxi-
interna; 4. Arteria meníngea media; 5. Arteria tempo- lar interna; 4. Arteria meníngea media; 5. Arteria
UDOVXSHU¿FLDO$UWHULDWHPSRUDOSURIXQGDPHGLD WHPSRUDOVXSHU¿FLDO$UWHULDPHQtQJHDPHGLD
Arteria auricular posterior; arteria meníngea accesoria Arteria auricular posterior

La arteria temporal superficial (ATS) lugar a la UDPD]LJRPiWLFRRUELWDULD, que se


()LJXUD$\%) anastomosa con las ramas lagrimal y palpebral
Es la menor de las dos ramas terminales de la de la arteria oftálmica. Las ramas auriculares
ACE, esencialmente una arteria cutánea que se anteriores irrigan la porción anterior de la ore-
caracteriza por sus múltiples curvas. Se relaciona ja y se anastomosan con la arteria auricular
SRUGHWUiVFRQODYHQDWHPSRUDOVXSHU¿FLDO\ posterior; (4) una UDPDDQWHULRURIURQWDO se
luego con el nervio aurículotemporal. Se di- dirige hacia arriba y delante, y se distribuye en
rige hacia arriba, delante del trago y detrás de el cuero cabelludo; (5) una UDPDSRVWHULRUR
la articulación témporomaxilar, asciende a la SDULHWDO la cual se dirige hacia arriba y atrás, y
región temporal y termina en la región temporal se distribuye en el cuero cabelludo donde todas
(2-3 cm por encima del arco cigomático), divi- las arterias del cuero cabelludo se anastomosan
diéndose en dos ramas temporales. La arteria entre sí.
WHPSRUDOVXSHU¿FLDORULJLQDYDULDVUDPDVSDUD Las ramas más proximales de la arteria tem-
la parótida, el músculo masetero, la articulación SRUDOVXSHU¿FLDOLUULJDQHOFXHURFDEHOOXGRHO
témporomaxilar, el pabellón de la oreja y tres P~VFXORPDVHWHUR\ODSLHOPLHQWUDVTXH¿QDV
ramas importantes: (1) la DUWHULDWUDQVYHUVDO ramitas se anastomosan con ramas de la arteria
GHODFDUD que nace a nivel del cuello del cón- facial y maxilar interna.
dilo, se dirige hacia delante y se distribuye en
la mejilla; (2) la DUWHULDFLJRPDWRPDODU nace La arteria maxilar interna (AMI)
a nivel del arco cigomático, se distribuye en ()LJXUD$\%)
la parte externa del músculo orbicular de los Es la rama terminal mayor de la ACE, se origina
párpados; (3) la DUWHULDWHPSRUDOSURIXQGD detrás del cuello de la mandíbula y se dirige
PHGLD nace por arriba de la cigomatomalar anterior y medialmente a la fosa ptérigomaxilar,
y se distribuye en la parte media del músculo donde se relaciona por arriba con la vena maxilar
temporal después de atravesar la aponeurosis interna y luego con el nervio aurículotemporal,
temporal, y se anastomosa con la rama tempo- por delante con la tuberosidad maxilar y por
ral profunda de la arteria maxilar. También da arriba con el nervio maxilar inferior. La AMI
'H¿QLFLRQHV‡ 95

se dirige hacia arriba y delante, atraviesa el ojal laterales nacen antes de que la arteria penetre
retrocondíleo (comprendido entre el cuello del al conducto dentario inferior: la DUWHULDGHO
cóndilo y el ligamento esfenopalatino), penetra QHUYLROLQJXDO y la PLORKLRLGHD, que sigue el
la fosa ptérigomaxilar, pasando entre los haces canal milohioideo de la mandíbula. También
del músculo pterigoideo externo o por debajo da otros ramos óseos para la mandíbula y ra-
de él, y termina en el agujero esfenopalatino mos dentarios para los dientes, y da una ramas
donde toma el nombre de arteria esfenopalatina. terminales: la UDPDPHQWRQLDQD, que sale por
La arteria maxilar interna da origen a cinco el agujero mentoniano y se distribuye en las
grupos de ramas: partes blandas del mentón, y la UDPDLQFLVLYD,
que continúa con la dirección de la dentaria y
Ramas ascendentes: (1) la DUWHULDWLPSiQLFD, da ramos óseos y dentarios para los incisivos
que se dirige hacia arriba y penetra a la caja del y caninos; (2) la DUWHULDPDVHWHULQD se dirige
tímpano; (2) la DUWHULDPHQtQJHDPHGLD (AMM) hacia fuera, atraviesa la escotadura sigmoidea y
()LJXUD$\%), la mayor rama de la AMI y la vasculariza la parte pósterosuperior del masetero
más larga de todas las arterias meníngeas; se por su cara interna, (3) las DUWHULDVSWHULJRLGHDV
origina de la arteria maxilar, asciende y entra que se distribuyen en los dos músculos pteri-
al cráneo por el foramen espinoso (redondo goideos, (4) la DUWHULDEXFDO se dirige hacia el
mayor), se dirige hacia fuera y delante, y pos- músculo buccinador e irriga además las partes
teriormente se divide en dos ramas terminales, blandas de la mejilla, (5) la DUWHULDSDODWLQD
IURQWDO (anterior) y SDULHWDO (posterior). (a) La GHVFHQGHQWH o palatina superior, desciende en
UDPDDQWHULRU se dirige hacia delante y da la el conducto palatino posterior, recorre el velo
rama media, la cual discurre cerca de la sutura del paladar y se anastomosa en el conducto
frontoparietal e irriga la convexidad frontopa- palatino anterior con la rama terminal de la
rietal, la convexidad anterior y la duramadre esfenopalatina.
basal.()LJXUD$\%).(b) La UDPDSRVWHULRU
se dirige arriba y atrás sobre la escama del Ramas anteriores: (1) La DUWHULDDOYHRODU,
WHPSRUDOGRQGHVHUDPL¿FD )LJXUD$%). que desciende por la tuberosidad del maxilar,
Las fosas anterior y media están irrigadas por da ramos dentarios que se introducen en el
ODVDUWHULDVPHQLQJRKLSR¿VLDULDVPHQtQJHD seno maxilar y las raíces de los molares. (2)
anterior (ramas de la carótida cavernosa). Una La DUWHULDLQIUDRUELWDULD recorre el canal y el
arteria meníngea anterior se origina a partir de conducto supraorbitarios, sale por el agujero
la cara anterior del segmento cavernoso y pasa suborbitario y se divide en ramas para el pár-
sobre el vértice del ala menor del esfenoides pado inferior y la mejilla.
para irrigar la duramadre del suelo de la fosa
anterior (3). La DUWHULDPHQtQJHDDFFHVRULD o Ramas posteriores: (1) la DUWHULDYLGLDQD re-
menor ()LJXUD$) asciende pasando por detrás corre el conducto vidiano y se distribuye en la
del maxilar inferior, vascularizando el ganglio bóveda de la faringe; (2) la DUWHULDSWpULJRSD
de Gasser; (4) la DUWHULDWHPSRUDOSURIXQGD ODWLQD recorre el conducto ptérigopalatino y se
SRVWHULRU sube por la cara externa del pterigoi- distribuye en la bóveda de la faringe.
GHRH[WHUQR\VHUDPL¿FDHQODSDUWHSRVWHULRU
del músculo temporal; (5) la DUWHULDWHPSRUDO Ramas terminales: (1) la DUWHULDPD[LODULQWHUQD
SURIXQGDDQWHULRU asciende y se introduce a la se continúa con la arteria esfenopalatina a nivel
cara profunda en la parte anterior del músculo del agujero esfenopalatino; ésta penetra en la
WHPSRUDOGRQGHVHUDPL¿FD fosa nasal y se divide en dos ramas, la H[WHUQD
para la pared externa de las fosas nasales, y la
Ramas descendentes:(1) La DUWHULDGHQWDULD LQWHUQDRQDVRSDODWLQD para el tabique, cuya
LQIHULRU se dirige hacia abajo y delante, luego rama terminal se anastomosa con la palatina
penetra en el conducto dentario inferior, y se descendente a nivel del agujero incisivo o pa-
divide en dos ramas terminales. Las ramas co- latino anterior.
96 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

1.5.3.3. Arteria carótida dos ramas: la DUWHULDFDUyWLGRWLPSiQLFD, que


interna (ACI) irriga la cavidad timpánica, y la UDPDSWHULJRL
La ACI se origina de la arteria carótida común dea (vidiana), que pasa a través del conducto
a nivel de su bifurcación en el borde superior pterigoideo (vidiano) y normalmente se origina
del cartílago tiroides. ()LJXUD$%\&) Esta de la ACE, arterias que habitualmente no se
arteria se puede dividir en cuatro porciones o visualizan en la angiografía, pero pueden hacerse
segmentos anatómicos: ()LJXUD$\%) evidentes cuando se ocluye la ACI de forma
El VHJPHQWRFHUYLFDO (C1), ()LJXUD$\%) patológica o terapéutica, y posteriormente se
se extiende desde la carótida primitiva hasta origina anastomosis con la ACE.
HORUL¿FLRH[WHUQRGHOFDQDOFDURWtGHR6HFD- Cerca del vértice del peñasco la ACI penetra la
racteriza en la angiografía por no emitir rama porción posterior del agujero rasgado anterior,
alguna, asciende verticalmente por el cuello, donde asciende hasta adoptar una situación
posterior y ligeramente medial respecto a la yuxtasellar, perfora las capas durales del seno
arteria carótida externa. Se sitúa profundamente cavernoso y da origen al VHJPHQWRFDYHUQRVR
con relación al músculo esternocleidomastoideo, (C3). ()LJXUD$\%) En este segmento la ACI
la glándula parótida, y los músculos digástrico está cubierta por las membranas vasculares que
y estilóhioideo, y está separada de la porción revisten el seno, grasa, interconexiones veno-
superior de la arteria carótida externa por los sas del plexo cavernoso y nervios simpáticos
músculos estilogloso y estilofaríngeo. posganglionares. Lateralmente se relaciona
En la base del cráneo (hueso temporal), la ACI con el ganglio del trigémino, anteriormente
penetra por el foramen carotídeo del peñasco con los pares craneales III, IV, VI y primera
para dar origen al VHJPHQWRSHWURVR (C2) ()LJXUD rama del V; medialmente se relaciona con el
$\%); la ACI cursa entre el canal carotídeo seno esfenoidal y superiormente sigue luego
intrapetroso, asciende en una corta distancia y se un trayecto sinuoso, pasando anteriormente y
inclina anterior y medial para adoptar un trayecto luego superior y medial para salir medial a la
horizontal, anterior a la cavidad timpánica y al DSy¿VLVFOLQRLGHVDQWHULRUGRQGHDWUDYLHVDOD
caracol. En el segmento intrapetroso se emiten duramadre, penetra al espacio subaracnoideo

ź6
ź 7 5
ź
ź5 ź7 ź8
8Ź 6Ź Ż4

Ż2
Ż 3
ź 2

Ż1
Ż1

Figura 5A: Arteria carótida interna izquierda, pro- Figura 5B: Arteria carótida interna derecha proyec-
yeccion lateral, 1. ACI Segmento cervical; 2. ACI ción Ap. 1. ACI Segmento cervical; 2. ACI Segmento
Segmento petroso; 3. ACI Segmento cavernoso; 4. petroso; 3. ACI Segmento cavernoso; 4. ACI Supra-
ACI Supraclinoidea; 5. ACA Segmento A1; 6. ACM clinoidea; 5. ACA Segmento A1; 6. ACM Segmento
Segmento M1; 7. ACM Bifurcación carotídea; 8. Ar- M1; 7. Bifurcación carotídea; 8. ACM Bifurcación
teria oftálmica silviana segmento M2
'H¿QLFLRQHV‡ 97

y se convierte en el VHJPHQWRVXSUDFOLQRLGHR En la angiografía vista de perfil ()LJXUD$),


(intracraneal) de la ACI. En el segmento caver- el segmento cavernoso (C3) y el segmento
noso se emiten muchas ramas; las principales, el supraclinoideo (C4) opacifican varias curvas
WURQFRPHQLQJRKLSR¿VDULR, la DUWHULDPHQtQJHD que forman una “S”, conjunto denomina-
DQWHULRU y la DUWHULDFDYHUQRVDLQIHULRU. do VLIyQFDURWtGHR. La mitad inferior de la
El segmento supraclinoideo (C4) ()LJXUD$ S está formada predominantemente por el
\%) se inicia donde emerge la ACI de la dura- segmento intracavernoso, que es convexo
madre y entra al espacio subaracnoideo, medial anteriormente, y la mitad superior está for-
a la clinoides anterior, en situación algo poste- mada por la porción supraclinoidea, que es
rior y lateral para pasar entre los nervios motor convexa posteriormente. El punto medio de
ocular común (III) y óptico (II), hasta alcanzar unión de la convexidad anterior y posterior
el borde lateral del quiasma óptico y termina corresponde al lado medial del proceso cli-
inmediatamente debajo de la sustancia perforada noideo anterior.
anterior, donde se bifurca en DUWHULDFHUHEUDO El segmento C4 se puede dividir anatómica-
media (ACM) y DUWHULDFHUHEUDODQWHULRU (ACA) mente en tres subsegmentos, basado en el origen
HQHOH[WUHPRGHOD¿VXUDVLOYLDQD/DVUDPDV de sus arterias principales: la DUWHULDRIWiOPLFD,
del segmento supraclinoideo irrigan la porción DUWHULDFRPXQLFDQWHSRVWHULRU (AcoP), y arteria
supratentorial anterior del encéfalo. Las ramas FRURLGHDDQWHULRU (AcorA). El segmento oftálmico
prebifurcación del segmento C4 son la arteria se extiende desde el borde superior del seno
RIWiOPLFD, DUWHULDKLSR¿VLDULDVXSHULRU —la cual cavernoso y origen de la arteria oftálmica hasta
irriga el quiasma óptico, el lóbulo anterior de la el origen de la ACoP; el segmento comunicante
KLSy¿VLVHOWDOORKLSR¿VDULR²\VHDQDVWRPRVD se extiende desde el origen de la ACoP hasta
con su homóloga contralateral, luego da origen a la el origen de la ACorA; y el segmento coroideo
DUWHULDFRPXQLFDQWHSRVWHULRU (ACoP), FRURLGHD se extiende desde el origen de la ACorA a la
DQWHULRU (ACorA) y posteriormente se bifurca bifurcación de la ACI. El segmento oftálmico
formando las DUWHULDVFHUHEUDOPHGLD y FHUHEUDO es el más largo y el segmento comunicante es
DQWHULRU, consideradas ramas de la ACI. el más corto. En el segmento C4 se originan
ramas perforantes de forma casi constante en
un promedio de 8.

Segmento oftálmico:
arteria oftálmica (AO)
La AO es la primera rama del segmento C4,
YLVLEOHDQJLRJUi¿FDPHQWHGHIRUPDFDVLFRQVWDQWH
()LJXUD$%\&). Usualmente, en el segmento
supraclinoideo la AO se origina desde el tercio
medial de la cara superior de la ACI por encima
del borde superior del seno cavernoso, y pasa
anterior y lateralmente debajo del nervio óptico
para entrar al canal óptico y la órbita. En un
porcentaje escaso la AO se puede originar desde
la carótida cavernosa y muy rara vez desde la
cara medial de la ACI en la clinoides anterior
o como rama de la arteria meníngea media. El
segmento intracraneal de la AO es generalmen-
Figura 5C: Arteria carótida interna supraclinoidea (proyec-
te muy corto y entra inmediatamente al canal
ción lateral). 1. Arteria oftálmica; 2. Arteria comunicante
posterior (patrón fetal); 3. Arteria cerebral posterior; 4. óptico muy cerca de su origen. Distalmente la
Arteria basilar; 5. Arteria coroidea anterior; 6. Arteria AO tiene un segmento extracraneal para irrigar
cerebral anterior; 7. Arteria cerebral media la órbita y la retina.
98 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

3HUIRUDQWHVGHOVHJPHQWRRIWiOPLFR Un promedio Segmento comunicante posterior:


de cuatro arterias perforantes se origina de la parte arteria comunicante posterior (ACoP)
posterior y medial de este segmento. Estas ramas La ACoP usualmente se origina de la cara pos-
LUULJDQSULQFLSDOPHQWHDOLQIXQGtEXORKLSR¿VLD- terior y medial del segmento C4, se dirige hacia
rio, al quiasma óptico y menos frecuentemente atrás y medialmente debajo del túber cinereum
al nervio óptico, porción premamilar del tercer por encima de la silla turca, ligeramente por
ventrículo y tracto óptico. Unos pocos vasos encima y medial al III par, para unirse a la
terminan en la duramadre adyacente que cubre arteria cerebral posterior (ACP). ()LJXUD$
la clinoides anterior, silla turca y tubérculo sellar. \&) En el feto, la ACoP continúa como ACP,
A las arterias que se originan en este segmento y pero en el adulto esta última se anexa al sistema
SDVDQHOLQIXQGtEXORKLSR¿VLDULRVHOHVGHQRPLQD vértebrobasilar; cuando esta disposición persiste
DUWHULDVKLSR¿VLDULDVVXSHULRUHV. De forma poco en el adulto se le denomina ACoP con “patrón
frecuente la AO da origen a perforantes. fetal”. ()LJXUD&)
La DUWHULDSUHPDPLODU o tálamo perforante
Polígono de Willis (PW) anterior es la mayor rama que se origina de la
En su cara anterior, este polígono está constituido AcoP, entra al suelo del tercer ventrículo frente
por las bifurcaciones de las ACIs, las porciones a los cuerpos mamilares y medial al tracto óp-
proximales (horizontales) de las arterias cerebrales tico, suple al hipotálamo posterior, al tálamo
anteriores (ACAs), segmentos A1 y su unión en anterior, al brazo posterior de la cápsula interna
la línea media a través de la arteria comunicante y al subtálamo.
anterior (AcoA); lateralmente el polígono está 3HUIRUDQWHVGHOVHJPHQWRFRPXQLFDQWHSRV
formado por las arterias comunicantes posteriores terior: se reconoce un grupo anterior que irriga
(AcoPs), ramas de las ACIs y posteriormente el la sustancia perforada anterior, la fosa interpe-
polígono se cierra con el segmento P1 de las arterias GXQFXODUHOKLSRWiODPRHOWDOORKLSy¿VLDULR
cerebrales posteriores (ACPs), ramas terminales el quiasma óptico, el tálamo ventral, el tercio
del sistema vértebro-basilar. Este complejo anas- anterior del tracto óptico y el brazo posterior
tomótico, en conjunto con las arterias perforantes de la cápsula interna; un grupo posterior de
basales correspondientes, irriga completamente arterias perforantes irriga la sustancia perforada
la base del encéfalo. ()LJXUD) posterior y el subtálamo.

Segmento coroideo: arteria


coroidea anterior (ACorA)
La ACorA usualmente se origina del segmento
C4, entre el origen de la ACoP y la bifurcación
carotídea ()LJXUD$). En la mitad de los casos
se origina como una rama única; en su segmen-
to inicial (intracisternal), la ACorA se dirige
medial y posteriormente lateral al tracto óptico
hasta alcanzar el margen lateral del pedúnculo
cerebral. A nivel del cuerpo geniculado lateral
se hace más posterior y lateral en la cisterna
crural, para dirigirse en sentido superior y medial
KDFLDOD¿VXUDFRURLGHDGRQGHVHUDPL¿FDXQ
promedio de QXHYHUDPDV para entrar al plexo
coroideo dentro del asta temporal del ventrículo
ODWHUDO$QJLRJUi¿FDPHQWHHQODSRVLFLyQ$3VH
origina medial a la ACI con un diámetro similar
Figura 6: $501TXHPXHVWUDODFRQ¿JXUDFLyQDQD- al de la AO e inferior al de la ACoP. Cuando
tómica del polígono de Willis VXUDPL¿FDFLyQHQODFLVWHUQDHVSUHFR]pVWDV
'H¿QLFLRQHV‡ 99

irrigan al tracto óptico, al uncus, al pedúnculo Hay una marcada interposición de los campos
cerebral, al asta temporal, al cuerpo geniculado de suplencia arterial entre la ACorA, perfo-
lateral, al hipocampo, al giro dentado, al fórnix rantes del segmento C4, ACoP, ACM y ACP,
y aproximadamente en el 100 % de los casos que determina el tamaño de cada una de las
a la SPA (1/3 de las ramas a la cintilla lateral mismas de forma inversa. Una ACorA grande
y 2/3 de las ramas a la cintilla medial de los se asocia a una ACoP pequeña, y viceversa.
tractos olfatorios). Estas ramas —usualmente Este hecho hace que la oclusión de una arteria
las más posteriores— irrigan al tracto óptico, en este sector no produzca un cuadro similar
cuerpo geniculado lateral, dos tercios poste- de forma consistente.
riores del brazo posterior de la cápsula interna,
al globo pálido, al origen de las radiaciones Arteria cerebral anterior (ACA)
ópticas y tercio medial del pedúnculo cerebral. La DUWHULDFHUHEUDODQWHULRU es la rama terminal
En ocasiones, la ACorA se dirige hacia el atrio más delgada y medial de la ACI. La ACA es
dorsal y luego anteriormente, hasta alcanzar dividida por la AcoA en dos partes; una SDUWH
el foramen de Monro, e irriga la cabeza del SUR[LPDO o precomunicante, extendida desde
núcleo caudado, corteza piriforme, al uncus, la bifurcación carotídea hasta el origen de la
a la amígdala, sustancia negra, núcleos rojos, AcoA, denominada VHJPHQWR$, y una SDUWH
subtálamo y porción ventrolateral del tálamo. GLVWDO o poscomunicante, que se subdivide en
Posteriormente, la ACorA cursa medial al plexo subsegmentos; el VHJPHQWR$RLQIUDFDOOR
coroideo en estrecha relación y se anastomosa con VR, que se inicia en la AcoA, pasa frente a la
las arterias coroideas pósterolaterales (ACorPL) OiPLQDWHUPLQDO\¿QDOL]DHQODWUDQVLFLyQGHO
ramas de la ACP para irrigar el globo pálido, rostrum y rodilla del cuerpo calloso; el VHJPHQ
cola del núcleo caudado, tálamo, hipotálamo WR$RSUHFDOORVR, que se inicia en la rodilla
y el subtálamo. del cuerpo calloso y termina en el punto por

Ż 8
10
ź
Ż 8

Ż9
ź 6
Ż 8
ź5
4
Ż

Ż6

ź7
3
ź
ź 2 Ÿ 7 3
Ż

ź 1
Ÿ5 Ż 1 2Ź

Figura 6A: Arteria carótida interna izquierda proyec- Figura 6B: ACI - Arteria cerebral anterior proyec-
ción AP: 1. ACI supraclinoidea; 2. bifurcación carotí- ción lateral. 1. ACA segmento A1; 2. ACA segmento
dea; 3. ACM segmento M1; 4. ACA segmento A1; 5. comunicante; 3. ACA segmento A2; 4. ACA arteria
ACA segmento comunicante; 6. ACA segmento A2; pericallosa; 5. ACA arteria callosomarginal; 6. ACA
7. ACA arteria recurrente de Heubner; 8. ACA arteria arteria fronto polar; 7. ACA arteria fronto-orbitaria; 8.
pericallosa; 9. ACA arteria calloso-marginal; 10. te- ACA segmento A3
rritorio frontera ACA-ACM
100 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

encima de la rodilla donde la arteria se hace la del lado opuesto a través de la DUWHULDFR
posterior; el VHJPHQWR$RVXSUDFDOORVR, por PXQLFDQWHDQWHULRU (AcoA), por encima del
encima del cuerpo calloso; y el VHJPHQWR$ quiasma óptico o nervios ópticos. La AcoA
(SRVFDOORVR). es usualmente curvada y tortuosa, con un diá-
Las ramas corticales de la ACA suplen los metro inferior a 1,5 mm, el cual se relaciona
dos tercios anteriores de la corteza cerebral y la de forma inversa a la diferencia de diámetro
sustancia blanca adyacente desde el polo frontal entre los segmentos A1 derecho e izquierdo.
hasta el lóbulo parietal, territorio frontera que 6XYLVXDOL]DFLyQDQJLRJUi¿FDSXHGHVHUGLItFLO
comparte con las ramas corticales de la ACM si no está orientada en el plano transverso, ya
\$&3(QODVXSHU¿FLHEDVDOVXSOHODSDUWH que con frecuencia la ACA izquierda es más
medial del giro orbitario, giro recto, bulbo y anterior que la ACA derecha. Las proyecciones
tracto olfatorio, y en la convexidad suple al oblicuas son de gran ayuda para demostrarla.
giro frontal superior y la parte superior de los Con menor frecuencia puede no visualizarse
giros precentral, central y poscentral. una AcoA o por el contrario estar duplicada
*HQHUDOPHQWHVHLGHQWL¿FDQRFKRUDPDVFRUWL- u originarse una arteria ACA mediana desde
cales: DUWHULDVyUELWRIURQWDO, IURQWRSRODU, IURQWDO la AcoA. Frecuentemente la AcoA da origen
LQWHUQD, SDUDFHQWUDO, y DUWHULDSDULHWDO; el JUXSR DSHUIRUDQWHVEDVDOHVSDUDODVXSHU¿FLHVXSH-
IURQWDOLQWHUQR se subdivide en anterior, medio rior del quiasma óptico y por encima de éste
y posterior, y el JUXSRSDULHWDO se subdivide en al hipotálamo anterior, región septal, fórnix y
arteria parietal superior e inferior. región anterior del cíngulo.
En su segmento inicial (segmento A1), la ACA En el segmento poscomunicante la ACA es
cursa por encima del nervio óptico y por de- inicialmente convexa en sentido anterior, luego
bajo de la estría medial olfatoria, y da lugar cóncava también anteriormente en la cisterna
a UDPDVLQIHULRUHV y VXSHULRUHV. Las ramas de la lámina terminal (A2), de nuevo convexa
LQIHULRUHVLUULJDQODVXSHU¿FLHVXSHULRUGHORV anteriormente cuando pasa en torno a la rodilla
nervios ópticos y el quiasma adyacente. Las del cuerpo calloso y luego en dirección posterior
ramas superiores son perforantes basales que a traves de la cisterna pericallosa.
penetran la sustancia perforada anterior (SPA) Después del origen del segmento A2 se for-
e irrigan la parte anterior del hipotálamo, el man las DUWHULDVVXEDUDFQRLGHDVOREDUHV que
septum pellucidum, la porción medial de la se distribuyen a lo largo de la cara medial del
comisura blanca anterior, los pilares anteriores hemisferio:
del trígono y la parte ántero-inferior del núcleo La DUWHULDyUELWRIURQWDO es la primera rama
estriado. cortical de la ACA distal. Desde su origen se
En la transición del segmento A1 y A2 se dirige hacia abajo al piso de la fosa craneal an-
origina la DUWHULDUHFXUUHQWHGH+HXEQHU, la terior hasta alcanzar el plano esfenoidal y suplir
mayor de este segmento y única arteria que el giro recto, parte medial del giro orbitario, así
después de su origen se dirige hacia atrás con como el bulbo y la cintilla olfatoria.
respecto a su arteria madre; cursa por encima La DUWHULDIURQWRSRODU se origina a partir del
de la bifurcación carotídea y de la arteria ce- segmento A2 en la arteria pericallosa, o puede
rebral media en la parte medial de la cisura originarse separadamente lateral o de un tronco
silviana antes de penetrar a la SPA e irriga la común con la arteria órbitofrontal medial, la cual
porción ántero-inferior de la cabeza del núcleo se dirige medialmente y anterior para irrigar las
caudado, el tercio anterior del putamen, la parte porciones medial y lateral de la parte anterior
anterior-externa del globo pálido, la porción de la circunvolución frontal superior.
ántero-inferior del brazo anterior de cápsula Posteriormente, cerca de la rodilla del cuerpo
interna y menos frecuentemente el hipotálamo calloso, la ACA suele dividirse en las ramas
anterior. FDOORVRPDUJLQDO y SHULFDOORVD.
3RVWHULRUPHQWHOD$&$VHGLULJHDOD¿VXUD La arteria pericallosa comprende los segmentos
interhemisférica, donde se anastomosa con A2-A5 y en los casos en que la arteria calloso-
'H¿QLFLRQHV‡ 101

marginal está ausente, todas o alguna de sus suplir la corteza premotora, motora y soma-
ramas pueden originarse a partir de la arteria tosensorial.
pericallosa, la que discurre por la cisterna pe- Las DUWHULDVSDULHWDOHVVXSHULRU e LQIHULRU,
ricallosa en un surco situado entre el cuerpo se originan del segmento A5 antes de cursar
calloso y la circunvolución del cuerpo calloso; alrededor del esplenio del cuerpo calloso y
se continúa hasta rodear el esplenio del cuerpo suplir la parte póstero-inferior del precuneo y
calloso, cursar inferior al cuerpo calloso y ter- porción adyacente del cuneus. Esta arteria es
minar en el plexo coroideo del tercer ventrículo, la rama menos frecuente de la ACA.
o alcanzando el agujero de Monro en pocos
casos. La extensión o anastomosis de la arteria Arteria cerebral media (ACM)
pericallosa depende del tamaño y la suplencia La DUWHULDFHUHEUDOPHGLD es la rama terminal
de las arterias calloso-marginales y las arterias más gruesa de la ACI. Se origina en la bifurcación
esplénicas o rama pericallosa posterior ramas carotídea, lateral al quiasma óptico e inferior
de la ACP. La arteria pericallosa suple al cuerpo a la SPA, se dirige horizontal y lateralmente a
calloso por ramas perforantes o cortas arterias la cisura lateral (de Silvio) donde se divide y
callosas, que lo penetran y suplen también al penetra en la ínsula.
septum pellucidum, pilares anteriores del fórnix La ACM se divide anatómicamente en cuatro
y la comisura blanca anterior. segmentos, M1 (HVIHQRLGDO), M2 (LQVXODU), M3
Las DUWHULDVIURQWDOHVLQWHUQDVLQWHUKHPLV (RSHUFXODU) y M4 (FRUWLFDO).
IpULFDV anterior, media y posterior, originadas El segmento M1 empieza en el origen de la
del segmento A3 de la arteria pericallosa o de ACM y termina en la profundidad de la cisura
la calloso-marginal, suplen la cara medial y silviana, en el ángulo entre el compartimiento
lateral del giro frontal superior, hasta el lóbulo esfenoidal y la región opérculo-insular. A su
paracentral. La DUWHULDIURQWDOLQWHUQDDQWHULRU vez, este segmento se subdivide en una SRUFLyQ
usualmente se origina como una rama separada SUHELIXUFDFLyQ y SRVELIXUFDFLyQ. En el segmento
del segmento A2 o A3 y más frecuentemente M1 prebifurcación se originan arterias perfo-
de la arteria callosomarginal, para suplir la rantes basales para la SPA y ganglios basales,
porción anterior del giro frontal superior. La denominadas arterias OHQWtFXORHVWULDGDV me
DUWHULDIURQWDOLQWHUQDPHGLD se origina de la GLDOHV y ODWHUDOHV; las arterias mediales irrigan
pericallosa o de la calloso-marginal más fre- el segmento externo del globo pálido, la parte
cuentemente, cursa posteriormente por el giro superior del brazo anterior de la cápsula interna
cíngulo, antes de tomar una posición vertical y la parte ánterosuperior del núcleo caudado;
y atravesar el margen cortical superior en la las arterias lentículo-estriadas laterales irrigan
porción medial del giro frontal superior; ésta el putamen, la mitad superior de la cápsula
suple la porción media del giro frontal superior interna, la corona radiada adyacente, y gran
en la cara medial y lateral. La DUWHULDIURQWDO parte del cuerpo y cabeza del núcleo caudado;
LQWHUQDSRVWHULRU se origina del segmento A3 o DQJLRJUi¿FDPHQWHVHLGHQWL¿FDQHQODSUR\HF-
A4 o de la calloso-marginal, y cursa por encima ción ánteroposterior por mostrar una discreta
del giro cíngulo, se dirige posterior una corta convexidad lateral cuando ascienden hacia los
distancia antes de dirigirse arriba y terminar ganglios basales. ()LJXUD$)
en el límite del surco precentral para suplir el
tercio posterior del giro frontal superior, giro 3DWUyQGHUDPL¿FDFLyQGHOD$&0
cíngulo, y sus ramas alcanzan la porción más En este segmento M1 se origina la arteria
anterior del lóbulo paracentral. WHPSRUDODQWHULRU, la que se dirige anterior e
La DUWHULDSDUDFHQWUDO se origina del segmento inferiormente sin llegar a introducirse en la
A4 o de la arteria calloso-marginal, usualmente cisura lateral. La ACM en la proyección frontal
cursa por el giro cíngulo o se dirige al sur- se dirige lateral, horizontal y luego inferior
co paracentral antes de dirigirse vertical a la para penetrar en la cisura cerebral lateral o de
porción superior del lóbulo paracentral, para Silvio. ()LJXUD$%\&)
102 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

9
ź

8
Ż

Ż8 8
Ż

Ż8

7
Ż

Ż3
7Ź 4Ź
ź 3

ź1
ź2
ź 2
ź 1 Ż 6

5Ź 2Ź 2
Ÿ

Figura 7A: Arteria cerebral media, proyección AP. 1. Figura 7B: Arteria cerebral media, proyección AP: 1.
Bifurcación carotídea; 2. ACM Segmento M1; 3. Ar- Bifurcación carotídea; 2. ACM Segmento M1; 3. Arterias
terias lentículo-estriadas mediales; 4. Arterias lentí- lentículo-estriadas mediales; 4. Arterias lentículo-
culo-estriadas laterales; 5. ACM Rama temporal ante- estriadas laterales; 5. ACM Rama temporal anterior; 6.
rior; 6. Bifurcación silviana (Segmento M2); 7. ACM Bifurcación silviana (Segmento M2); 7. ACM Segmento
Segmento M3, ramas operculares; 8. ACM Segmento M3, ramas operculares; 8. ACM Segmento M4, ramas
M4, ramas corticales corticales; 9. Territorio frontera ACA-ACM

En este segmento la ACM emite UDPDVVXED Del WURQFRLQIHULRU se originan las DUWHULDV
UDFQRLGHDVOREDUHV (ramas tempranas) antes de WpPSRURSRODU, WpPSRURRFFLSLWDO, DQJXODU, y
alcanzar la rodilla y tomar un curso ascendente DUWHULDVWHPSRUDOSRVWHULRU, media e LQIHULRU,
(segmento M1 posbifurcación). Estas arterias se para irrigar desde las áreas temporales ante-
distribuyen en los lóbulos frontal o/y temporal, riores hasta el área angular. Cuando el tronco
supliendo las áreas prefrontales, órbito-frontales inferior es el dominante, éste suple los lóbulos
y áreas temporales anteriores. temporal y parietal, y presenta un tronco supe-
La ACM puede presentar varios tipos de rami- rior delgado que irriga todo o parte del lóbulo
¿FDFLyQXQD$&0TXHVHELIXUFD en un tronco frontal. La mayor área prefundida por el tronco
o división superior, y un tronco o división in- inferior incluye todo el territorio comprendido
ferior, morfología más común; una $&0TXH entre las áreas precentrales y las áreas témpo-
VHWULIXUFD en un tronco o división superior, ro-polares.
media e inferior, o -con menos frecuencia- una Del WURQFRVXSHULRU se originan las DUWHULDV
$&0TXHSUHVHQWDP~OWLSOHVGLYLVLRQHV o troncos yUELWRIURQWDO, SUHIURQWDO, SUHFHQWUDO y arte-
(cuatro o más). ria FHQWUDO. Las arterias parietales anterior y
'H¿QLFLRQHV‡ 103

Arterias troncales
Ż4
Las arterias troncales dan origen a las UDPDV
Ż 3 FRUWLFDOHVLQGLYLGXDOHV. Hay una considerable
variación en el número y tamaño del área suplida
por estas arterias, que comunmente pueden ser
Ż5
de ocho a once arterias. ()LJXUDV$%\&)
De cada arteria troncal se pueden originar de
una a cinco arterias corticales, pero el patrón
Ż2 más común es una para cada área cortical de las
doce áreas corticales descritas más adelante.
El VHJPHQWR0 se inicia con la salida de
las arterias corticales en la cisura de Silvio y
Ż6
su aparición en la convexidad lateral. En este
ź1 segmento se reconocen las DUWHULDVVXEDUDF
QRLGHDVOREDUHV, las que se distribuyen sobre
las convexidades frontal, parietal y occipital,
e inferiormente sobre la convexidad tempo-
ral. Las ramas para las convexidades cerebra-
les varían, pero las ramas WHPSRUDODQWHULRU,
Figura 7C: Arteria cerebral media, proyección late- IURQWDODVFHQGHQWH (candelabro), SUHFHQWUDO
ral: 1. ACM rama frontal anterior; 2. ACM rama fron- (prerrolándica) FHQWUDO (rolándica), SDULHWDO
tal posterior; 3. ACM rama pre-rolándica; 4. ACM DQWHULRU (posrolándica), SDULHWDOSRVWHULRU,
rama rolándica; 5. ACM rama parieto occipital; 6.
ACM rama angular.
DQJXODU y WHPSRUDOSRVWHULRU son las más co-
munes. ()LJXUDV$%\&)

Arterias corticales
posterior se originan desde cualquiera de los Las DUWHULDVFRUWLFDOHV se originan desde las
dos troncos y generalmente lo hacen desde el arterias troncales y suplen generalmente un área
tronco dominante, para irrigar desde las áreas cortical individual. Generalmente una arteria
órbito-frontales hasta las áreas parietales poste- para cada área y con menor frecuencia dos
riores. Cuando el tronco superior es dominante, arterias corticales suplen cada una de las doce
suple las regiones frontal, parietal y un tronco áreas corticales descritas más adelante.
inferior que solo irriga el lóbulo temporal. La Hay arterias corticales que son FRUWDV, las
mayor área perfundida por el tronco superior cuales se originan desde la parte anterior de la
dominante incluye el territorio comprendido cisura silviana para suplir áreas órbito-frontales,
entre la región órbito-frontal y las áreas tém- polo temporal anterior y parietal anterior, y las
poro-occipitales. arterias corticales más ODUJDV, que se originan
El VHJPHQWR0GHOD$&0 se inicia en la ro- desde la parte posterior de la cisura silviana,
dilla donde los vasos toman un curso ascendente suplen las áreas parietal posterior, temporal,
sobre la ínsula y termina en el surco circular de témporo-occipital y angular.
la ínsula; en este segmento las arterias cursan Se describe una relación inversa entre el ta-
anteriores a la ínsula y la suplen. maño y número de las arterias que suplen un
El VHJPHQWR0GHOD$&0 se origina en el área cortical. Las áreas témporo-occipitales
surco circular de la ínsula donde los vasos rea- tienen escaso número de arterias, pero éstas
lizan un giro en forma de horquilla, descienden son las más grandes; en contrapartida, las áreas
DODUJRGHODVXSHU¿FLHLQWHUQDGHORSpUFXOR pre-frontales tienen mayor número de arterias
originando ramas para los giros orbitarios ante- pero son las más cortas.
ULRUPHGLRHLQIHULRU\WHUPLQDHQODVXSHU¿FLH Las áreas corticales irrigadas por la ACM se pue-
de la cisura silviana. den dividir anatómicamente en doce áreas:
104 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

1. ÈUHDyUELWRIURQWDO. La porción orbitaria ODWHUDOGHODVXSHU¿FLHLQIHULRUGHOOyEXORWHP-


de los giros frontal medio e inferior, y la poral. La ACM no suple la convexidad superior
parte inferior de la pars orbitalis. que se extiende desde el polo frontal al parietal
2. ÈUHDSUHIURQWDO. La parte superior de la (territorio ACA) y la convexidad inferior que va
pars orbitalis, la pars triangularis, la parte del polo occipital al temporal (territorio ACP).
anterior de la pars opercularis y la mayor Las ramas terminales de la ACM se anastomosan
parte del giro frontal medio. en las convexidades con las ramas terminales de
3. ÈUHDSUHFHQWUDO. La parte posterior de la las ACA y ACP por medio de leptomeníngeas
pars opercularis, y el giro frontal medio o perforantes lobares, zonas reconocidas como
y las porciones inferior y medial del giro territorios frontera, de importancia clínica en
precentral. ODVRFOXVLRQHVYDVFXODUHVTXHLGHQWL¿FDGDVHQ
4. ÈUHDFHQWUDO. La parte superior del giro la angiografía se correlacionan muy bien con
pre-central y la mitad inferior del giro HOGp¿FLWQHXUROyJLFRGHOSDFLHQWH
poscentral.
5. ÈUHDSDULHWDODQWHULRU. La parte superior
del giro poscentral, la parte superior del
surco central, la parte anterior del lóbulo
parietal inferior y la parte ántero-inferior
del lóbulo parietal superior.

6. ÈUHDSDULHWDOSRVWHULRU. La parte posterior
de los lóbulos parietal superior e inferior,
incluyendo el giro supramarginal.
7. ÈUHDDQJXODU. La parte posterior del giro
temporal superior, porciones del giro angular
y supramarginal, y la parte superior del giro
occipital lateral (la arteria de esta área es
considerada la rama terminal de la ACM).
8. ÈUHDWpPSRURRFFLSLWDO. La mitad posterior
del giro temporal superior, el extremo pos-
terior del giro temporal inferior y medio, y 3Ź
la parte inferior del giro occipital lateral.
9. ÈUHDWHPSRUDOSRVWHULRU. La parte poste-
rior y media del giro temporal superior, el
tercio posterior del giro temporal medial,
y la parte posterior del giro temporal in-
ferior.
10. ÈUHDWHPSRUDOPHGLDO. El giro temporal
Ż2
superior adyacente a la pars triangularis
y a la pars opercularis, la parte medial del
Ż 1
giro temporal medial, y la parte posterior
y media del giro temporal inferior.
11. ÈUHDWHPSRUDODQWHULRU. La parte anterior de los
giros temporal superior, medio e inferior.
12. ÈUHDWpPSRURSRODU. El polo anterior de los
giros temporal superior, medio e inferior.
Todas estas áreas cubren la porción lateral del
KHPLVIHULRTXHLQFOX\HODVXSHU¿FLHRSHUFXODU Figura 8A: 1. Arteria subclavia izquierda; 2. Arteria
LQVXODUODSDUWHODWHUDOGHODVXSHU¿FLHRUELWDULD mamaria; 3. Arteria vertebral izquierda (V1); 4. Arte-
del lóbulo frontal, el polo temporal y la parte ria vertebral izquierda (V2)
'H¿QLFLRQHV‡ 105

1.5.4. Sistema vértebro-basilar segmento (FHUYLFDO9) la AV pasa a través de


los agujeros transversos de las primeras seis
1.5.4.1. Arteria vertebral (AV) vértebras cervicales, y posteriormente el tercer
Lo más frecuente es que la DUWHULDYHUWHEUDO se segmento (atlantoideo-V3) —que al salir del
origine a partir de la arteria subclavia, aunque agujero transverso del atlas—, se dirige hacia
en ocasiones la arteria vertebral izquierda se atrás sobre el surco del arco posterior del atlas
puede originarse desde el arco aórtico. y penetra en la cavidad craneal perforando la
La AV se puede dividir en cuatro segmentos membrana atlanta-occipital y la duramadre.
anatómicos. En el primer segmento (SUHYHUWHEUDO En el extremo superior de los segmentos se-
V1), la arteria asciende póstero-superior entre los gundo y tercero se originan ramas meníngeas.
músculos longus del cuello y escaleno anterior;
en este segmento cervical se originan múltiples
UDPDVPXVFXODUHV y HVSLQDOHV (radiculares); estas
últimas pasan a través de los agujeros interver-
tebrales para entrar en el conducto vertebral, 10ź
donde contribuyen a la irrigación de la porción
cervical de la médula espinal así como del pe-
riostio y los cuerpos vertebrales. En el segundo


8ź 11ź


Ż12

4Ź 5ź

Ż 3

Ż2

Ż1

Figura 8C: Arteria vertebral, proyección AP. 1. seg-


mento (V2); 2. segmento (V3); 3. segmento (V4) ar-
teria cerebelosa póstero-inferior (PICA); 4. arteria
basilar; 5. arteria cerebelosa ántero-inferior (Aica); 6.
arteria cerebelosa superior; 7. arteria cerebral posterior
Ż1 (P1); 8. arteria cerebral posterior (P2); 9. arteria cere-
bral posterior (P3);10. arteria cerebral posterior (P4);
Figura 8B: Arteria vertebral. 1. segmento (V1); 2. 11. arterias tálamo-perforantes ; 12. arteria comunican-
segmento (V2); 3. segmento (V3); 4. segmento (V4) te posterior
106 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

las astas anteriores y laterales, la sustancia gris


central, y los cordones anterior y lateral. Las
arterias espinales posteriores irrigan las astas
posteriores y los cordones posteriores.
9
Ż

10
Ż
1.5.4.2. Arteria cerebelosa
11Ź póstero-inferior (PICA)
Ż 9 Se origina desde la arteria vertebral en la ve-
cindad de la oliva inferior, y cursa rostral y
ź7 8
Ż ODWHUDOPHQWHVREUHODVXSHU¿FLHGHOEXOERHQ-
6Ź viando UDPDVSHUIRUDQWHVSHTXHxDV a la región
ź5 póstero-lateral. Al pasar entre el bulbo y las
4Ź amígdalas cerebelosas envía ramas al cuarto
ventrículo que terminan en el plexo coroideo.
/XHJRVHGLULJHKDFLDODVXSHU¿FLHFHUHEHORVD
Ż 3 y se divide en UDPDVODWHUDO y PHGLDO. Las ra-

PDVODWHUDOHVLUULJDQODDPtJGDOD\VXSHU¿FLH
ínfero-lateral del cerebelo. La rama medial
o DUWHULDYHUPLDQDVXSHULRU irriga al vermis
1
Ż
inferior, asciende a lo largo de la línea media
del vermis y se anastomosa con la arteria ver-
Figura 8D Arteria vertebral, proyección lateral. 1. miana superior de la arteria cerebelosa superior.
segmento (V2); 2. segmento (V3); 3. segmento (V4), ()LJXUD&\')
arteria cerebelosa póstero-inferior (Pica); 4. arteria
basilar; 5. arteria cerebelosa ántero-inferior (AICA); 1.5.4.3. Arteria basilar
6. arteria cerebral posterior (P1); 7. arteria cerebral
posterior (P2); 8. arteria cerebral posterior (P3); 9.
La DUWHULDEDVLODU se forma por la unión de
arteria cerebral posterior (P4); 10. arterias coroideas las dos AV a nivel del surco bulbo-protube-
posteriores; 11. arterias tálamo-perforantes rancial, cursa anterior a la protuberancia y se
bifurca en las DUWHULDVFHUHEUDOHVSRVWHULRUHV
en la fosa interpeduncular. La arteria basilar
Luego se inicia el cuarto segmento (LQWUDGXUDO emite múltiples UDPDVSHUIRUDQWHVEDVDOHVPH
RLQWUDFUDQHDO9). Este segmento asciende GLDQDV, SDUDPHGLDQDVODWHUDOHV y WHJPHQWDOHV
anterior y lateralmente en torno al bulbo para ODWHUDOHV. Las ramas medianas irrigan la parte
alcanzar la línea media a nivel de la unión bul- medial y se originan desde la parte posterior
bo-protuberancial, donde se une con la arteria de la arteria basilar. Las paramedianas laterales
vertebral del lado opuesto para dar lugar a la irrigan la parte ántero-lateral y provienen de
DUWHULDEDVLODU. ()LJXUD$%\&) las circunferenciales cortas que se originan de
En este último segmento, en la medida en que la basilar. Las tegmentales laterales provienen
cada AV asciende a lo largo de la cara ventro- de las tres arterias cerebelosas e irrigan la parte
lateral del bulbo, emite dos arterias, HVSLQDOHV póstero-lateral del puente. ()LJXUD&\')
DQWHULRU y SRVWHULRUHV. La arteria espinal anterior
constituye un ramo único descendente que cursa 1.5.4.4. Arteria cerebelosa
por el surco mediano anterior de la médula ántero-inferior (AICA)
espinal y las dos arterias espinales posteriores Se origina una $,&$DFDGDODGR de la porción
descienden por los surcos póstero-laterales. inferior de la arteria basilar; su origen más común
La arteria espinal anterior da origen a ramas es rostral a la unión de las arterias vertebrales.
mediales en la parte inferior del bulbo y a un Cada una cursa hacia abajo, inferior a los nervios
Q~PHURGHUDPDVVXUFDOHVTXHSHQHWUDQOD¿VXUD FUDQHDOHV9,,\9,,,DOFDQ]DDOÀyFXOR\EXVFD
mediana anterior de la médula espinal e irrigan ODVXSHU¿FLHDQWHULRUHLQIHULRUGHOFHUHEHOR/D
'H¿QLFLRQHV‡ 107

AICA irriga los pedúnculos cerebelosos inferior y El segmento inicial (3RSUHFRPXQLFDQWH)


PHGLRHOÀyFXORHOWXEpUFXORSRVWHULRU\SDUWHGH se extiende desde la bifurcación basilar hasta
ODVXSHU¿FLHLQIHULRUGHOFHUHEHOR\GDRULJHQDOD la unión con la arteria comunicante posterior.
DUWHULDDXGLWLYDLQWHUQD y a la DUWHULDODEHUtQWLFD, En este segmento la ACP da origen a las arte
que en un tercio de los casos se puede originar de ULDVWiODPRSHUIRUDQWHV, las cuales penetran
la basilar. La arteria laberíntica se dirige al poro la sustancia perforada posterior (SPP), y su-
del meato acústico interno acompañada de los plen la parte anterior y posterior del tálamo,
nervios craneales VII y VIII, y se distribuye en hipotálamo, subtálamo, mesencéfalo porción
el oído interno. ()LJXUD&\') medial, incluyendo sustancia negra, núcleos
rojos, núcleos óculo-motores, formación re-
1.5.4.5. Arteria cerebelosa ticular mesencefálica y porción posterior de
superior (ACS) la cápsula interna; en muy pocas ocasiones
Emerge una $&6DFDGDODGR de la arteria basilar la arteria cerebelosa superior puede originar-
cerca de su bifurcación, cursa por debajo del se desde este segmento y en estos casos, del
nervio óculomotor, rodea la cara ántero-lateral segmento inicial de la ACS se originan arterias
de la porción inferior del puente, emite UDPDV tálamo-perforantes.
SHUIRUDQWHVFLUFXQÀHMDV a los tubérculos cua- Embriológicamente, la ACP se origina de la
drigéminos inferiores, y se divide en una rama arteria carótida interna supraclinoidea, pero
ODWHUDO y en una PHGLDO. La rama lateral irriga después del nacimiento queda hipoplásica como
la cara superior del cerebelo. La rama medial arteria comunicante posterior (ACoP), que jun-
o YHUPLDQDVXSHULRU desciende a lo largo de to a la contralateral, ACPs y Tip de la basilar
la cara medial del vermis y se anastomosa con cierra la parte posterior del polígono de Willis.
la rama vermiana inferior de la PICA. Estas En el 30% de los casos se observa persistencia
ramas dan perforantes que se terminan en los DQJLRJUi¿FDGHXQSDWUyQIHWDOGHOD$&R3\HQ
núcleos cerebelosos profundos, el velo medular muy pocos casos de forma bilateral.
superior y parte del plexo coroideo del cuarto La ACP luego de recibir la ACoP se continúa
ventrículo. ()LJXUD&\') como VHJPHQWR3 alrededor de los pedúnculos
cerebrales hasta la parte posterior del pulvinar
1.5.4.6. Arteria cerebral donde se inicia como VHJPHQWR3.
posterior (ACP) La ACP en su segmento P2 da origen a las
Se origina una $&3SDUDFDGDODGR desde la arterias WiODPRJHQLFXODGDV (ATG) y las ar
bifurcación (Tip) basilar y éstas constituyen las WHULDVFRURLGHDVSRVWHULRUHVPHGLDOHV (ACor-
ramas terminales de la arteria basilar. En la fosa PM) y ODWHUDOHV (ACorPL). Las ATG irrigan la
interpeduncular cada ACP está separada de la mitad posterior del tálamo, subtálamo, brazo
ACS por el III par, rodea el mesencéfalo hacia posterior de la cápsula interna y tracto óptico.
atrás y atraviesa las cisternas crural, ambiens Las arterias coroideas posteriores terminan en
y cuadrigémina, para posteriormente irrigar los plexos coroideos del ventrículo lateral, las
los lóbulos occipitales. En su trayecto, antes ACorPM a través del techo del tercer ventrículo
de irrigar la parte posterior de los hemisferios, y el foramen de Monro e irrigan también los
irriga al tálamo, al mesencéfalo y a otras es- tubérculos cuadrigéminos superiores, la glán-
tructuras profundas como los plexos coroideos dula pineal en su trayecto inicial, y las ACorPL
y tercer ventrículo. TXHSDVDQDWUDYpVGHOD¿VXUDFRURLGHDSDUD
$QJLRJUi¿FDPHQWHHO7LSGHODDUWHULDEDVLODU suplir el plexo coroideo del ventrículo lateral
tiene un ensanchamiento frontal, que junto a (hasta temporal-atrio y se anastomosa con las
la salida en arco de las cerebrales posteriores ramas de la ACorA y ACorPM); también puede
le dan un aspecto de FREUD en la proyección suplir el pedúnculo cerebral, comisura blanca
lateral. posterior, fórnix, cuerpo geniculado lateral,
La ACP se divide anatómicamente en cuatro núcleo dorso-mediano del tálamo y cuerpo
segmentos: del núcleo caudado.
108 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

De este segmento P2 se originan arterias per- Arteria parieto-occipital


forantes: las DUWHULDVSHUIRUDQWHVSHGXQFXODUHV, &XUVDSRUOD¿VXUDSDULHWRRFFLSLWDOHLUULJD
que suplen el haz córtico-espinal y córtico-bulbar, por la cara medial el cúneo, pre-cúneo, giro
así como la sustancia negra, núcleos rojos y occipital lateral, y —ocasionalmente— el giro
otras estructuras del mesencéfalo; las DUWHULDV pre-central y lóbulo parietal superior.
FLUFXQÀHMDVFRUWDV y ODUJDV, que suplen los cuer-
pos geniculados mediales y laterales, núcleos Arteria calcarina
pulvinar y dorso mediano del tálamo. Es la rama terminal de la ACP, cursa por la
El segmento P3RFXDGULJHPLQDO se caracte- cisura calcarina hasta el polo occipital e irriga
riza por ser el segmento más próximo entre las la corteza visual.
$&3VHQODYLVWDIURQWDODQJLRJUi¿FD SXQWR La arteria esplénica irriga el esplenio del
cuadrigeminal o colicuar) y anatómicamen- cuerpo calloso y se anastomosa con ramas de
te va desde el borde libre del tentorio hasta la arteria pericallosa. La arteria esplénica tiene
el límite más anterior de la cisura calcarina, un origen variable y puede originarse de la
donde habitualmente se originan las arterias arteria parieto-occipital, la calcarina, ACorPL,
subaracnoideas lobares. temporal posterior o ACorPM.
Las arterias temporales inferiores se dividen
en DUWHULDKLSRFDPSDO que irriga al uncus del
1.5.5. Circulación venosa
hipocampo; ramas WHPSRUDODQWHULRU, media y
senos durales
SRVWHULRU, que irrigan el giro temporal inferior,
la base de los lóbulos temporal y occipital (gi- Las capas endosteica y meníngea de la duramadre
ros parahipocampal, fusiforme y lingual); y la están separadas en determinados lugares para
DUWHULDSDULHWRRFFLSLWDO, que irriga el cúneo, formar los VHQRVYHQRVRVGXUDOHV, los cuales
HOSUHF~QHR\SDUWHGHODVXSHU¿FLHSyVWHUR reciben sangre del encéfalo, meninges y diploe,
lateral del lóbulo occipital. que se anastomosa a través de los conductos
El segmento P4 incluye las ramas de la su- emisarios con las venas del exterior del cráneo,
SHU¿FLHFRUWLFDOGHOOyEXORWHPSRUDOEDVDO\ conformando todo un sistema venoso interco-
medial-basal del lóbulo occipital: DUWHULDVWHP municado.
SRUDOHVLQIHULRUHV, DUWHULDSDULHWRRFFLSLWDO, $QDWyPLFDPHQWH VH LGHQWL¿FDQ YDULDV HV-
DUWHULDFDOFDULQD y UDPDVHVSOpQLFDV. tructuras colectoras venosas, seis en la región
ántero-superior (VHQRORQJLWXGLQDOVXSHULRU,
Arterias temporales inferiores VHQRORQJLWXGLQDOLQIHULRU, VHQRUHFWR, dos VH
El grupo de arterias temporales inferiores in- QRVWUDQVYHUVRV, dos VHQRVVLJPRLGHV y VHQR
cluye la arteria hipocampal, la DUWHULDWHPSRUDO RFFLSLWDO) y cinco pares de senos en la región
FRP~Q, DQWHULRU, media y SRVWHULRU. ántero-inferior (dos VHQRVFDYHUQRVRV, dos VHQRV
La arteria hipocampal es la primera rama HVIHQRSDODWLQRV, dos VHQRVLQWHUFDYHUQRVRV, dos
cortical de la ACP; ésta irriga al uncus del hi- VHQRVSHWURVRVVXSHULRUHV y dos VHQRVSHWURVRV
pocampo, al giro parahipocampal, la formación LQIHULRUHV) y un SOH[RYHQRVREDVLODU.
hipocampal y al giro dentado.
La DUWHULDWHPSRUDODQWHULRU es la segunda 1.5.5.1. Seno longitudinal o
UDPDFRUWLFDOHLUULJDODVXSHU¿FLHiQWHURLQIHULRU sagital superior (SLS o SSS)
del lóbulo temporal. Se origina en la cresta de gallo, generalmente
/DDUWHULDWHPSRUDOPHGLDOLUULJDODVXSHU¿FLH desde una tributaria procedente de la cavidad
inferior del lóbulo temporal; es la más pequeña nasal y se dirige posteriormente incluido en el
y frecuentemente ausente. borde superior de la hoz del cerebro hacia la
La arteria temporal-posterior es el tronco más protuberancia occipital interna, donde se une
grueso, está siempre presente e irriga la super- con el seno recto y el seno lateral, para formar la
¿FLHWpPSRURRFFLSLWDOLQIHULRULQFOX\HQGRDO FRQÀXHQFLDGHORVVHQRVRWyUFXODGH+HUy¿OR
polo occipital y giro lingual. En su parte anterior es pequeño y cuando está
'H¿QLFLRQHV‡ 109

ausente es remplazado por dos venDVFHUHEUD cerebelo, del tallo cerebral y de la parte posterior
OHVVXSHULRUHV que se unen detrás de la sutura de los hemisferios cerebrales. También recibe
coronal. El SLS recibe el drenaje de las venas algunas venas diploicas y pequeñas venas del
FHUHEUDOHVVXSHU¿FLDOHV\GUHQDODPD\RUSDUWH oído medio. El STS derecho es con frecuencia
de la corteza cerebral. También recibe YHQDV más grande que el izquierdo.
GLSORLFDV que lo relacionan con venas del scalp
a través de venas emisarias. El SLS contiene 1.5.5.5. Seno occipital
la mayoría de las vellosidades y granulaciones De mayor tamaño en la edad infantil y gene-
aracnoideas donde se absorbe el LCR. ralmente ausente en los adultos, se sitúa en
el borde inferior de la hoz del cerebelo y está
1.5.5.2. Seno longitudinal constituido por pequeñas venas cerca del agujero
o sagital inferior RFFLSLWDOGUHQDWDPELpQKDFLDODFRQÀXHQFLD
Cursa a lo largo del borde inferior de la hoz del de los senos.
cerebro en sentido ántero-posterior y aumenta
de tamaño a medida que se desplaza hacia atrás 1.5.5.6. Senos cavernosos
para drenar al seno recto. Drena las venas de Se localizan a cada lado del hueso esfenoidal,
la hoz y pequeñas venas de la cara medial de son estructuras trabeculadas que comienzan en
los hemisferios cerebrales. la hendidura esfenoidal y se extienden hasta la
punta de los peñascos temporales; se forman
1.5.5.3. Seno recto por la separación de las capas de la duramadre
Se forma por la unión del VHQRVDJLWDOLQIHULRU laterales a la silla turca. Su interior es atravesado
y la YHQDFHUHEUDOPDJQD (gran vena de Ga- por el VI par y la ACI con su plexo simpático
leno), se dirige caudalmente entre el pliegue que la recubre. Por su pared lateral cursan los
de la unión de la hoz del cerebro y la tienda pares III, IV, y las ramas oftálmica y maxilar
GHOFHUHEHORSDUDGUHQDUHQODFRQÀXHQFLDGH del nervio trigémino. Los senos cavernosos
los senos a nivel de la protuberancia occipital drenan la sangre de las órbitas a través de las
interna. YHQDVRIWiOPLFDVVXSHULRU e LQIHULRU, y de la
parte anterior de la base del encéfalo por la
1.5.5.4. Seno transverso, YHQDFHUHEUDOPHGLDVXSHULRU, YHQDVFHUHEUDOHV
sigmoide o lateral (STS o SL)
6HH[WLHQGHGHVGHODFRQÀXHQFLDGHORVVHQRV
al bulbo de la yugular. Anatómicamente se di- Ż 1
vide en dos porciones, la SRUFLyQWUDQVYHUVD 1Ź
se curva en un surco sobre el hueso occipital

HQHOERUGH¿MDGRGHODWLHQGDGHOFHUHEHOR 6Ź

y se continúa con la SRUFLyQVLJPRLGH que
corre sobre la pared interna de la mastoides.
La porción transversa recibe drenaje del seno
4Ź Ż 3
occipital, de la vena anastomótica inferior o
de Labbé, de los senos petrosos superiores, 8Ź 5Ź
de las venas emisarias condileas y mastoideas,
GHODVYHQDVFHUHEHORVDV YHQDVGH¿MDFLyQ \
cerebrales inferiores, y de las venas diploicas.
La porción sigmoide recibe drenaje del seno
cavernoso a través del seno petroso inferior y Figura 9A: YHQDV VXSHU¿FLDOHV SUR\HFFLyQ ODWHUDO
abandona el cráneo por los agujeros rasgados 1. Seno longitudinal superior; 2. Vena anastomótica
de Trolard; 3. Vena anastomótica de Labbe; 4. Vena
posteriores para pasar a ser las venas yugulares cerebral media; 5. Seno transverso sigmoide; 6. Venas
internas, a través del foramen yugular como corticales occipitales; 7. Venas corticales frontales; 8.
vena yugular interna. El STS drena sangre del Venas corticales temporales
110 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

LQIHULRUHVy los VHQRVHVIHQRSDULHWDOHV. Los 1.5.5.10. Seno petroso inferior


senos cavernosos drenan principalmente a los Comienza en el seno cavernoso, pasa a través
senos SHWURVRVVXSHULRU e LQIHULRU, los cuales del agujero rasgado posterior y se une a la YHQD
se unen con los senos transversos-sigmoides \XJXODULQWHUQD. Recibe las YHQDVDXGLWLYDV
respectivamente y drenan también a través de (laberínticas) LQWHUQDV y YHQDVGHOEXOER, SUR
pequeñas venas emisarias a los plexos pteri- WXEHUDQFLD y FHUHEHOR.
goideos.
1.5.5.11. Plexo basilar
1.5.5.7. Senos esfeno-palatinos Se localiza sobre la porción basilar del hueso
Se localizan bajo las alas menores de los es- occipital. Consta de venas entrelazadas, comu-
fenoides y drenan la duramadre en los senos nica con los senos petrosos inferiores y drena
cavernosos. sangre de los plexos vertebrales anteriores.

1.5.5.8. Senos intercavernosos 1.5.6. Anatomía


(seno circular) vascular de la médula
Unen ambos senos cavernosos y forman un
FROODUYHQRVRHQWRUQRDOWDOORKLSR¿VLDULR La médula espinal está irrigada por la arteria
HVSLQDODQWHULRU y las dos DUWHULDVHVSLQDOHV
1.5.5.9. Seno petroso superior SRVWHULRUHV.
Conecta los senos cavernosos con los senos
transversos y discurre en el borde lateral de la 1.5.6.1. Arteria espinal anterior
tienda del cerebelo, cruzando el V par craneal. Está formada por la unión de las dos UDPDV
Recibe venas de la cavidad timpánica, cerebelo HVSLQDOHVDQWHULRUHV originadas del segmento
y partes inferiores del cerebro. V4 de cada arteria vertebral ()LJXUD$) y la

1
Ż 1Ź
Ż1

Ż2

8Ź 9ź
10ź
7Ź 12Ź
3
Ż

13Ź 11Ź

14Ź 15Ź 6Ź 8Ź
16Ź 5Ź

Ż3

17Ź


Figura 9B: Sistema venoso profundo, proyección
lateral. 1. Seno longitudinal superior; 2. Seno lon-
gitudinal inferior; 3. Seno recto; 4. Tórcula; 5. Seno 7Ź
transverso sigmoide; 6. Seno petroso superior; 7. Vena
cerebral anterior; 8. Vena tálamo-estriada; 9. Vena sep-
tal posterior; 10. Vena cerebral interna; 11. Vena basal Figura 9C: Sistema venoso, proyección frontal.
de Rosenthal; 12. Vena de Galeno; 13. Vena cerebral 1. Venas corticales; 2. Seno longitudinal superior; 3. Tórcula;
media; 14. Seno esfenopalatino; 15. senos cavernosos; 4. Seno transverso; 5. Seno sigmoide; 7. Vena yugular;
16. Plexo venoso basilar; 17. Vena ugular 8. Vena cerebral interna
'H¿QLFLRQHV‡ 111

anastomosis con múltiples arterias radiculares lado, y dan origen a las DUWHULDVUDGLFXODUHV
TXHVHUDPL¿FDQKDFLDDUULED\KDFLDDEDMR/D DQWHULRUHV y SRVWHULRUHV, formando ramas anas-
arteria espinal anterior suple los dos tercios tomóticas con las DUWHULDVHVSLQDOHVDQWHULRU
anteriores del parénquima de la médula espinal y SRVWHULRU, que acompañan la raíz motora y
a través de ramas centrales y ramas penetrantes sensitiva respectivamente en todos los segmen-
del plexo pial en toda su extension. tos espinales.
El número de las arterias radiculares es variable
Arterias radiculares y en la región dorsal media de la médula espinal
Los segmentos cervical y los dos primeros to- (D3 a D7) suele recibirse sólo una arteria radicular,
rácicos de la médula espinal son irrigados por que acompaña la raíz D4 o D5. En consecuencia,
DUWHULDVUDGLFXODUHV que se originan de ramas esta región de la médula se caracteriza por su mala
de la DUWHULDVXEFODYLD. Estas pueden pueden irrigación aferente, y la arteria espinal anterior
originarse del lado derecho o del izquierdo (en puede no ser continuada a ese nivel.
general de forma alternante) para unirse a la La porción dorsolumbar de la médula espinal
arteria espinal anterior en ángulo de 60º a 80º. (D8 hasta el cono medular) tiene su principal
Es frecuente que una rama radicular anterior aporte arterial de la DUWHULDGH$GDPNLHZLF]
se origine de la arteria vertebral y acompañe ()LJXUD%\&), que se origina en una arteria
la raíz nerviosa C3, que una rama se origine LQWHUFRVWDO (lumbar) del lado izquierdo en el
de la DUWHULDFHUYLFDOSURIXQGD y acompañe la 80 %. En el 85 % de los casos se origina entre
raíz C6, y que una rama se origine de la arteria D9-L2; en el 15 % de los casos se origina en-
LQWHUFRVWDOVXSHULRU y acompañe la raíz C8. tre D5-D8 y es suplementada por una arteria
En los segmentos inferiores del arco aórtico radicular que se origina más inferiormente. La
y la aorta descendente, se originan los vasos arteria de Adamkiewicz (la principal arteria
segmentarios correspondientes (FHUYLFDO, LQ
WHUFRVWDO, OXPEDU y VDFUR), los cuales pasan a
través del foramen intervertebral, uno a cada

ź 2

Ż 1

3
Ż
Ż3

Figura 10A: Arterias espinales cervicales, proyección


frontal (izquierda) – Proyección lateral (derecha). 1. Figura 10B: Arteria espinal anterior magna de Ada-
Arteria espinal anterior; 2. Arteria espinal posterior; mkiewicz AP. En este caso se origina del pedículo
3. Arteria vertebral radículomedular D9 izquierdo
112 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

radicular anterior) tiene una UDPDUDGLFXODU Ramas centrales de la


DQWHULRU de grueso calibre y otra SRVWHULRU. Al arteria espinal anterior
alcanzar la cara anterior de la médula espinal, En toda la extensión de la médula la arteria espinal
la rama radicular anterior asciende un breve anterior sobresale en el surco medio anterior e
trayecto y luego adquiere forma de horquilla irriga las porciones centrales del parénquima de
para emitir una SHTXHxDUDPDDVFHQGHQWH, la médula espinal a múltiples arterias centrales en
y una UDPDGHVFHQGHQWH de mayor volumen cada segmento. En la comisura anterior, las ramas
que desciende hasta el nivel del cono medular, giran alternativamente a derecha e izquierda,
donde forma un círculo anastomótico con las para irrigar las mitades correspondientes de la
ramas terminales de las dos DUWHULDVHVSLQDOHV médula, excepto en el engrosamiento lumbar
SRVWHULRUHV. en que se originan UDPDVL]TXLHUGD y GHUHFKD
La mayoría de las arterias radiculares no alcanza de un tronco común. Las UDPDVWHUPLQDOHV as-
la médula espinal e irriga principalmente las cienden y descienden de la médula, irrigando
raíces nerviosas. Sin embargo, algunas de las territorios superpuestos. Existen de cinco a seis
arterias de mayor calibre alcanzan la duramadre, arterias centrales por cada centímetro de lon-
donde dan lugar a pequeñas ramas meníngeas, gitud de médula espinal en la región cervical,
y luego se dividen en UDPDVDVFHQGHQWHV y de dos a seis en la región torácica y de cinco a
GHVFHQGHQWHV para formar las DUWHULDVHVSLQD doce en el área lumbosacra. Las arterias cen-
OHV. En el caso de arterias radiculares de mayor trales irrigan la comisura anterior y la sustancia
calibre, éstas irrigan tanto las raíces nerviosas blanca adyacente de las columnas anteriores,
como la médula espinal, y se les llama DUWHULDV astas anteriores, bases de las astas posteriores,
UDGtFXORPHGXODUHV para distinguirlas de las columnas de Clarke, haces córtico-espinales,
arterias radiculares que irrigan sólo las raíces tractos espino-talámicos, porciones ventrales
nerviosas. de los fascículos delgado y cuneiforme, y la
región que rodea el conducto central.
5DPDVSHQHWUDQWHVGHOSOH[R irrigan la par-
te externa del parénquima medular, siguen el
principal surco de la médula (el surco posterior
medio y el surco intermedio posterior) para al-
canzar las astas anterior y posterior. Las ramas
piales periféricas irrigan las porciones externas
de las astas posteriores, la mayor parte de las
columnas posteriores y la porción externa de
la sustancia blanca de la periferia de la médula
espinal.

1.5.6.2. Arterias
espinales posteriores
Se originan del segmento V4 de cada arteria
vertebral y reciben contribuciones de diez a
veintitrés DUWHULDVUDGLFXODUHVSRVWHULRUHV. Las
DUWHULDVHVSLQDOHVSRVWHULRUHV irrigan el tercio
posterior de sus respectivos lados de médula.
En la región cervicodorsal, la arteria espinal
posterior recibe una y a veces dos tributarias
por cada segmento. Bajo el nivel D4 o D5, una
rama radicular posterior por cada dos segmen-
Figura 10C: Arteria espinal anterior magna de Ada- tos, incluyendo la rama radicular posterior de
mkiewicz AP. En este caso se origina del pedículo la arteria de Adamkiewicz.
radículomedular D10 derecho
'H¿QLFLRQHV‡ 113

3OH[RDUWHULDOSLDO las arterias espinales originan tOLROXPEDU, y VDFUDVODWHUDO y media. Estas ramas
SHTXHxDVUDPDVSLDOHVTXHVHUDPL¿FDQHLQWHU- también ascienden para contribuir a formar el
FRQHFWDQVREUHODVXSHU¿FLHGHODPpGXOD círculo arterial anastomótico en torno al cono
La cola de caballo es acompañada e irrigada medular.
por una o dos ramas de las DUWHULDVOXPEDU,

1.6 Escalas clínicas y tomográficas


en neurointensivismo
Damián Lerman
Ignacio Previgliano

1.6.1 Introducción El objetivo del presente capítulo es presentar


ORVVLVWHPDVGHFODVL¿FDFLyQ\HVFDODVPiVFR-
La categorización clínica cumple un rol importante múnmente utilizadas en cuidados neurocríticos,
en la evaluación y manejo de los pacientes con con la evidencia que avale su uso.
lesión neurológica. Varios ejemplos de su utilidad
se aprecian en la Escala de Coma de Glasgow
1.6.2. Escala de
(CGS) para el trauma encéfalo-craneano (TEC),
Coma de Glasgow
el escore de Hunt-Hess de la :RUOG)HGHUDWLRQ
RI1HXURORJLFDO6XUJHRQV (WFNS) para la hemo- La Escala de Coma de Glasgow (GCS – *ODV
rragia subaracnoidea aneurismática, el 1DWLRQDO JRZ&RPD6FDOH) (7DEOD) fue introducida por
,QVWLWXWHRI+HDOWK6WURNH6FDOH (NIHSS) para Graham Teasdale y Bryan Jennett (Profesores
el VWURNH isquémico, Índice de Barthel para la de Neurología de la Universidad de Glasgow)
recuperación neurológica, entre otras. en 1974 para “Valorar el nivel de conciencia,
Estas escalas son utilizadas para pronóstico la profundidad y duración de las alteraciones
y selección de tratamiento en las patologías de la conciencia y el coma traumático”.
citadas, pero sobre todo ayuda a la comunica- (VODHVFDODPiVXWLOL]DGDSDUDFXDQWL¿FDUHO
ción de resultados en la comunidad médica. nivel de conciencia luego de un TEC y se uti-
La evaluación estandarizada de los pacientes liza en primer lugar porque es simple, tiene
HVWUDWL¿FyORVULHVJRVSDUDORVFXLGDGRVPpGLFRV un alto grado de correlación interobservador y
y para la selección de pacientes a incluir en correlaciona bien con los resultados. Esta escala
SURWRFRORVGHLQYHVWLJDFLyQFOtQLFD\HQGH¿- ayuda también a medir el impacto de una amplia
nitiva, aportan un idioma común a la práctica variedad de condiciones sobre el sistema nervioso
médica diaria. central, así como lesiones vasculares, trastornos
/RVHVFRUHVHVSHFt¿FRVFRPRORVDQWHVFLWDGRV metabólicos (fallo hepático o renal, hipoglucemia,
miden características individuales de un grupo cetoacidosis diabética, etc.) y otras patologías
de pacientes con una condición patológica par- neurológicas. Además, se utiliza como parte de
ticular, incluyendo elementos y características varios escores utilizados en UTI, como Apache
únicas de la enfermedad. II, SAPS II y SOFA, entre otros.
114 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Prueba Respuesta Puntuación


Apertura ocular (VSRQWiQHD 4
$ODYR] 3
$OGRORU 2
1LQJXQD 1
Respuesta verbal 2ULHQWDGD 5
)UDVHV 4
3DODEUDV 3
6RQLGRVLQFRPSUHQVLEOHV 2
1LQJXQD 1
Respuesta motora 2EHGHFHyUGHQHV 6
/RFDOL]D 5
5HWLUD 4
)OH[LyQ GHFRUWLFDFLyQ 3
([WHQVLyQ GHVFHUHEUDFLyQ 2
1LQJXQD 1
Tabla 1: Escala de Coma de Glasgow (Glasgow Coma Scale - GCS)
Valorar también la respuesta pupilar (tamaño, reactividad a la luz y simetría)

Es una manera objetiva de conocer el estado Juárez J., Lyons M. “Interrater reliability of
de un paciente por diferentes evaluadores y por the Glasgow Coma scale”.(Q-1HXURVFL1XUV
un mismo evaluador a través del tiempo. 1995;27:283-286.
La GCS evalúa tres respuestas independientes:
apertura ocular, respuesta verbal y motora. La 1.6.2.2. Medición
escala representa la suma del valor numérico El puntaje se obtiene a través de órdenes verbales
de cada una de las categorías. y —para aquellos pacientes que no respon-
den— aplicando un estímulo doloroso.
1.6.2.1. Fuente de evidencia Es conveniente documentar por separado
Teasdale G., Jennett B. “Assessment of coma cada uno de los tres componentes. Se debe
and impaired consciousness”. (Q 7KH/DQFHW registrar la MEJOR respuesta obtenida para
1974; 81-84 un estímulo. Si un componente no puede ser
Teasdale G., Jennett B. “Assessment and evaluado, los otros dos aún pueden registrarse
prognosis of coma after head injury”. En: $FWD de manera precisa.
1HXURFKLU1976; 34:45-55 Algunas consideraciones de cada categoría:
Teasdale G., Kril-Jones R., van der Sande ‡ $SHUWXUDRFXODU no se debe confundir la
J. “Observer variability in assessing impaired apertura ocular al llamado con el despertar
consciousness and coma”. (Q-1HXURO1HX del sueño (en ese caso, el valor es 4). El
URVXUJ3V\FK 1978; 41:603-610. estímulo doloroso se realiza comprimien-
Rowley G., Fielding K. “Reliability and ac- do el lecho ungueal con un objeto romo.
curacy of the Glasgow Coma Scale with ex- Si no responde, se puede intentar presión
perienced and inexperienced users”. (Q 7KH supraorbitaria o la subluxación de las arti-
/DQFHW 1991; 337:535-538. culaciones témporomandibulares (maniobra
Waxman K., Sundine M.J., Young R.F. “Is early de Foix).
prediction of outcome in severe head injury pos- ‡ 5HVSXHVWDYHUEDO para considerar a la res-
sible?” (Q $UFK6XUJ1991; 126:1237-1242. puesta como adecuada, se deben realizar
'H¿QLFLRQHV‡ 115

preguntas simples sobre situaciones habituales cuada resucitación. De todas maneras, se deben
(nombre, edad, año, mes, lugar donde se aclarar las condiciones en las cuales se realizó
encuentra, etc.) Si mantiene una conversa- la medición: admisión, posresuscitación, bajo
ción pero se evidencia desorientación, se efecto de sedación y/o analgesia, etc.
considera confuso. Las palabras inapropiadas
son habitualmente exclamaciones o palabras 1.6.2.4. Utilidad
desarticuladas, sin conversación. /D*&6HV~WLOSDUDHVWUDWL¿FDUODLQWHQVLGDG
‡ 5HVSXHVWDPRWRUD para los pacientes que no de la lesión cerebral de un individuo. Por lo
obedecen órdenes simples, la respuesta motora general, se considera que un puntaje de 14 a 15
es la mejor observada al realizarla con un representa lesión leve, de 9 a 13 lesión moderada
estímulo estandarizado como la compresión \XQSXQWDMH”OHVLRQHVJUDYH
del lecho ungueal con un objeto romo. La Se encontró que la respuesta motora de la
localización implica cruzar la línea media GCS es el elemento que mejor predice el re-
o superar la altura de la clavícula cuando sultado, y que la adición de la respuesta verbal
el estímulo es supraorbitario. Al retiro al y la apertura ocular prácticamente no agrega
HVWtPXORVHOHFRQRFHWDPELpQFRPRÀH[LyQ valor al poder predictor. Por otro lado, tanto la
DSURSLDGD(QODÀH[LyQLQDSURSLDGDVHDGRSWD respuesta verbal como la ocular no se podrían
SRVWXUDGHGHFRUWLFDFLyQÀH[LyQGHORV obtener en pacientes con lesiones graves.
PLHPEURVRÀH[LyQGH0066\H[WHQVLyQ En el ámbito prehospitalario, la GCS ha sido el
de MMII. La extensión al dolor (descere- único parámetro que ha mostrado una diferencia
bración) implica aducción, rotación interna estadística respecto a los pacientes que requerirán
del hombro y pronación del miembro. o no hospitalización con una puntuación en la
Se aconseja registrar tanto el puntaje total como GCS >14 (riesgo relativo para hospitalización:
el valor obtenido en cada uno de los ítems, por 2,24, IC: 95%, 1,86-2,70). Una puntuación <8
ejemplo, GCS 14/15 (O4 V4 M6). Si alguno en pacientes mayores de 55 años se asocia sig-
de los componentes no pudo ser evaluado, se QL¿FDWLYDPHQWHFRQPD\RUPRUWDOLGDG ULHVJR
registrará únicamente el valor obtenido en los relativo: 5,1, IC: 95%, 1,4-17,8). Los estudios
otros dos, por ejemplo, O3 M5. prehospitalarios y hospitalarios indicaron que
una puntuación en la GCS de 3 a 5 predice un
1.6.2.3. Limitaciones 70% de malos resultados.
La GCS posee ciertas limitaciones en algunas
de las respuestas evaluadas: 1.6.2.5. Confiabilidad
‡ (OFRPSRQHQWHYHUEDO, en los niños muy /D*&6HVPiVFRQ¿DEOHHQORVYDORUHVH[WUH-
pequeños (especialmente en menores de 36 mos. Aproximadamente el 20% de los pacientes
meses), en pacientes con capacidad lingüís- FRQODSHRUFDOL¿FDFLyQVREUHYLYLUi\GHODO
tica limitada o en pacientes intubados 10% tendrá una sobrevida funcional. También
‡ (OFRPSRQHQWHDSHUWXUDRFXODU, en pacientes se describe, por ejemplo, que un valor de 4 en la
con afección facial grave, en personas bajo GCS— de acuerdo con las escalas motora/verbal/
ODLQÀXHQFLDGHODOFRKRO\RGURJDV FRPR ocular— puede representar diversos estados con
la sedación) pronóstico diferente: 2/1/1 (sobrevida: 0,52), 1/2/1
‡ (OFRPSRQHQWHPRWRU, en pacientes hemi- (sobrevida: 0,73) y 1/1/2 (sobrevida: 0,81).
pléjicos con respuestas posturales o con
traumatismo raquimedular 1.6.3. Escala de Ataque
A su vez, la GCS puede ser afectada por factores Cerebral del Instituto
H[WUDQHXUROyJLFRVTXHPRGL¿FDQODUHVSXHVWD
Nacional de la Salud
neurológica, como por ejemplo la hipotensión
arterial y la hipoxemia, que pueden interferir La Escala de Ataque Cerebral del Instituto Na-
GHPDQHUDQHJDWLYDVREUHHOSXQWDMH¿QDO3RU cional de Salud de EE.UU. (NIHSS - 1DWLRQDO
ende, la GCS debe evaluarse luego de una ade- ,QVWLWXWHRI+HDOWK6WURNH6FDOH) fue desarrollada
116 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

en 1989 en la búsqueda de una herramienta que La NIHSS debe administrarse cuando el pa-
SHUPLWLHUDREMHWLYDUHOGp¿FLWQHXUROyJLFR(Q ciente llega a la sala de emergencias, se anota
la misma época se desarrollaron las escalas el puntaje en una grilla como la de la 7DEOD
canadiense y europea, que no lograron la acep- 2 y se adjunta a la historia clínica. Se debe
tación de la NIHSS. Su utilidad más importante repetir antes y después de la administración
KDVLGRODGHXQL¿FDU\HVWUDWL¿FDUHOH[DPHQ GH¿EULQROtWLFRV\DOPHQRVGRVYHFHVSRUGtD
neurológico, aun cuando éste sea hecho por no en la Unidad de ACV o en la UTI. Este segui-
especialistas, permitiendo desarrollar estrictos miento es importante pues se ha demostrado
criterios de inclusión para ensayos clínicos. El que la NIHSS tiene un valor pronóstico en los
mejor ejemplo de esto es el estudio de rTPA pacientes con ACV isquémico.
en el ACV isquémico.
Ha sido validada para su utilización en forma 1.6.3.1. Fuente de evidencia
prospectiva, tanto por neurólogos como por otros Brott T., Adams H.P. Jr, Olinger C.P. HWDO
especialistas, para la evaluación retrospectiva “Measurements of acute cerebral infarction:
de historias clínicas y para la evaluación remota a clinical examination scale”. En: 6WURNH 1989;
por telemedicina. 20:864-870.
Se han desarrollado videos educacionales Lyden P., Brott T., Tilley B. HWDO “Improved
que han demostrado mejorar la variabilidad reliability of the NIH Stroke Scale using video
entre los distintos observadores y, a la vez, han training”. NINDS TPA Stroke Study Group.
SHUPLWLGRFHUWL¿FDUDORVGLVWLQWRVHVSHFLDOLVWDV En: 6WURNH 1994;25:2220-2226.
en el uso de la escala. Muir .:, Weir C.J., Murray *', Povey C,
Existe el sitio en Internet <http://asatrainin- Lees .5. “Comparison of neurological scales
gcampus.net/uas/modules/treeswindex.aspx> and scoring systems for acute stroke prognosis”.
en el que se pueden observar estos vídeos y En: 6WURNH1996;27:1817-1820.
WDPELpQORJUDUODFHUWL¿FDFLyQHQHOXVRGHOD Goldstein L.B., Samsa G.P. “Reliability
escala mediante un examen RQOLQH of the National Institutes of Health Stroke
En la 7DEOD (ver pág. 159) se desarrolla la escala Scale. Extension to non-neurologists in the
FRQODVGH¿QLFLRQHV\ODVLQVWUXFFLRQHVSDUDOD context of a clinical trial”. En: 6WURNH 1997;
evaluación. Ha sido adaptada al español utilizando 28:307-310.
ORVJUi¿FRVGHOWHVWGH%RVWRQTXHIXHURQYDOL- Adams H.P. Jr, Davis P.H., Leira E.C. HWDO
dados oportunamente. La NIHSS en español fue “Baseline NIH Stroke Scale score strongly predicts
aprobada luego de ser testeada en 102 pacientes outcome after stroke: A report of the Trial of Org
con ACV en tres centros de Argentina. 10172 in Acute Stroke Treatment (TOAST)”.
Con un mínimo de entrenamiento se puede En: 1HXURORJ\ 1999;53:126-131.
realizar en menos de quince minutos, con un Kasner S.E., Chalela J.A., Luciano J.M. et
escaso margen de error. En general los ítems que DO “Reliability and validity of estimating the
tienen excelente concordancia entre distintos NIH stroke scale score from medical records”.
observadores son orientación, respuesta motora En: 6WURNH 1999;30:1534-1537.
de brazo y pierna, y la heminegligencia; los que Dewey H.M., Donnan G.A., Freeman E.J.
tienen buena concordancia son lenguaje, disar- HWDO “Interrater reliability of the National
tria, sensibilidad, campo visual, parálisis facial Institutes of Health Stroke Scale: rating by
y mirada; y los que tienen mala concordancia neurologists and nurses in a community-based
son la obediencia a órdenes y la ataxia. stroke incidence study”. En: &HUHEURYDVF'LV
Se sugiere una lectura detallada de la tabla 1999;9:323-327.
GRQGHVHLQGLFDQODVSRWHQFLDOHVGL¿FXOWDGHV Frankel M.R., Morgenstern L.B., Kwiatkowski
y complementar con la observación de vídeos, T. HWDO “Predicting prognosis after stroke: a
ya sea del sitio de Internet o del DVD que se placebo group analysis from the National Institute
puede adquirir en <http://www.ninds.nih.gov/ of Neurological Disorders and Stroke rt-PA Stroke
doctors/stroke_scale_training.htm>. Trial”. En: 1HXURORJ\ 2000;55:952-959.
'H¿QLFLRQHV‡ 117

Lyden P., Raman R., Liu L. HWDO “NIHSS training La escala de HH se divide en 5 categorías. Estas
DQGFHUWL¿FDWLRQXVLQJDQHZGLJLWDOYLGHRGLVN categorías se agrupan en forma dicotomizada
is reliable”. En: 6WURNH 2005;36:2446-2449. en %XHQJUDGR (grados I, II y III) y 0DOJUDGR
Domínguez R., Vila J.F., Augustovski F. HWDO (grados IV y V). La aplicación de ésta debe
“Spanish cross-cultural adaptation and validation hacerse al momento del ingreso del paciente
of the National Institutes of Health Stroke Scale al centro asistencial.
Mayo”. En: &OLQ3URF 2006;81:476-480. La variación interobservador es marcada y
<http://www.ninds.nih.gov/doctors/stroke_ muchas veces no permite diferenciar claramente
scale_training.htm> [Consulta: 3 de abril de entre grados.
2007]. Es de resaltar que ante la presencia de en-
<http://asa.trainingcampus.net/uas/modules/ fermedades sistemáticas como la hipertensión
trees/windex.aspx> [Consulta: 3 de abril de arterial, enfermedad pulmonar obstructiva cró-
2007]. nica, enfermedad coronaria, diabetes mellitus,
etc., empeora en un punto el grado clínico del
paciente según la escala de HH.
1.6.4. Escala de Hunt y Hess
Si bien en el trabajo original no se tuvo en
El sistema de graduación clínica descrito por cuenta la edad del paciente, es sabido que en
William Hunt y Robert Hess (HH) a partir de la los pacientes añosos aumentan los factores co-
escala de Botterel, (7DEOD) es el más utilizado mórbidos. Más aún, tanto la edad del paciente
para establecer la gravedad de un paciente con como el escore clínico son los predictores de
diagnóstico de hemorragia subaracnoidea (HSA) resultados más fuertes.
secundaria a ruptura aneurismática. Este esta- Por otro lado, es muy importante conocer el
blece un factor diagnóstico y pronóstico, ya que tiempo de evolución de la hemorragia. Hemos
UHVXOWDGH¿QLWLYDHQODGHFLVLyQWHUDSpXWLFD

Grado (HH) Mortalidad (%) Buena recuperación (%)


I 1 75-90
II 5
III 19 30-50
IV 42 5-15
V 77
Total 18

Grado Descripción
1 Asintomático o cefalea leve y rigidez de nuca mínima
2 Parálisis de pares craneales, cefalea moderada a intensa, rigidez de nuca
3 'p¿FLWIRFDOOHYHOHWDUJRRFRQIXVLyQSUHFR]
4 Estupor, hemiparesia moderada a grave, rigidez de descerebración
5 Coma profundo, rigidez de descerebración, estado agónico
0RGL¿FDFLyQ
Grado Descripción
0 Aneurisma intacto o no roto
$XVHQFLDGHUHDFFLyQPHQtQJHDRFHUHEUDOSHURSUHVHQFLDGHGp¿FLWQHXUROyJLFR
1
¿MR
Tabla 3: Escala de Hunt y Hess (HH)
Nota: debe agregarse un punto en caso de enfermedad generalizada grave (ejemplo: HTA, ateroesclerosisis
grave, neumopatia obstructiva crónica) o si se observa vasoespasmo grave en la angiografía
118 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

destacado que la escala de HH debe realizarse validez, sobre todo en lo referente a la com-
al inicio del sangrado, ya que si se evalúa varios posición de sus grupos y sus puntos de corte,
días después, es altamente probable que el estado y el hecho de que no incluya la edad del pa-
neurológico en ese momento esté determinado ciente, que es un factor pronóstico mayor. De
tanto por el daño inicial debido al sangrado acuerdo a algunos autores en pacientes > 60
(que es lo que busca evaluar la escala de HH) años el resultado es malo en un 60%. De todas
como también por complicaciones como el maneras, tanto la escala de HH como la de la
vasoespasmo. WFNS pueden utilizarse para la categorización
En cuanto al pronóstico de los pacientes evaluados clínica de la HSA.
PHGLDQWHHVWDHVFDODVHLGHQWL¿FDQORVSRUFHQWDMHV /DVHQVLELOLGDG\HVSHFL¿FLGDGGHHVWDHVFDOD
de mortalidad y buena recuperación según el grado para los diferentes grados es la siguiente: Grado
de la escala de HH citados en 7DEOD. I, 1 y 0; Grado II, 0,78 y 0,62; Grado III, 0,48
y 0,88; Grado IV 0,37 y 0,93, Grado V, 0,21 y
1.6.4.1. Fuente de evidencia 0,97, respectivamente.
Hunt W.E., Hess R.M. “Surgical risk as related
to time of intervention in the repair of intracranial 1.6.5.1. Fuente de evidencia
aneurysms”. En: -1HXURVXUJ 1968;14. Drake C.G., Hunt W.E., Sano K., Kassell N.F.,
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SAH grading scale: A proposal of a new simple
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1, July 1997, pp. 42-42(1).
Ante la falta de información sobre qué importancia Lagares, A., Alen, J. F., Gómez, P. A., Lobato,
revisten síntomas como la cefalea, la rigidez R. D. “Grading of Subarachnoid Hemorrhage:
GHQXFD\HOGp¿FLWQHXUROyJLFRIRFDOJUDYHOD 0RGL¿FDWLRQRIWKH:RUOG)HGHUDWLRQRI1HXUR-
Federación Mundial de Neurocirujanos (WFNS) surgical Societies Scale on the Basis of Data for
HODERUyXQDQXHYDFODVL¿FDFLyQGHQRPLQDGD a Large Series of Patients”. (Q 1HXURVXUJHU\
6LVWHPDGH&ODVL¿FDFLyQGHOD+6$GHOD:)16 April 2005; 56(4):E873.
(7DEOD (VWHVLVWHPDGHFODVL¿FDFLyQXWLOL]D
la GCS para establecer el estado de conciencia
1.6.6. Escala de hemorragia
DJUHJDGRDOJUDGRGHGp¿FLWQHXUROyJLFRIRFDO
intracerebral
grave, lo cual permite distinguir entre los grados
II y III de la escala HH. A pesar del desarrollo de modelos predictores
Esta escala posee también cinco grados y tam- en otras áreas de lesión neurológica, y la alta
bién se considera de EXHQJUDGR a los grados prevalencia y morbimortalidad del HIC, no existe
I, II y III, y PDOJUDGR a IV y V. XQDHVFDODGHWLSL¿FDFLyQHQXVRDFHSWDGD
La escala de la WFNS no fue aceptada com- Varios escores pronósticos se intentaron en
pletamente y algunos autores cuestionan su HIC. Todos encontraron algún aspecto en par-
'H¿QLFLRQHV‡ 119

ticular que aporta al pronóstico de sobrevida se evalúa en la primera TAC. Otros datos in-
y discapacidad. cluidos fuero sexo, edad, topografía del HIC,
El presente modelo de escore combina los probable etiología (en base a historia clínica
hallazgos previos con la ventaja de ser reali- previa del paciente o a la impresión diagnóstica
zado por personal no entrenado en neurología del médico tratante), y el primer registro de
o neurología crítica. glucemia al ingreso a sala de emergencias. Dos
En 2001 J. Claude Hemphill III HWDO desarro- parámetros relacionados al tratamiento intrahos-
llan un nuevo modelo de escore de predicción pitalario se registraron: colocación de drenaje
de mortalidad y discapacidad en el hematoma ventricular externo (por hidrocefalia) y si se
intracerebral (HIC), conocido como ,QWUDFHUHEUDO realizó evacuación quirúrgica del hematoma.
+HPRUUKDJH6FRUH(ICH Score). (7DEOD) Se recolectaron los datos completos de 152
Este escore se construyó con un diseño ob- pacientes, los que conformaron la población
servacional retrospectivo. Se incluyeron todos para el estudio.
los pacientes ingresados a los dos hospitales El resultado fue evaluado como mortalidad
del campus de la Universidad de California en a treinta días. Cuando este dato no se obtuvo
6DQ)UDQFLVFR 0RI¿WW/RQJ+RVSLWDO\6DQ del registro hospitalario (n:31), se realizó una
Francisco General Hospital), evaluados desde estimación en base al &DOLIRUQLD'HDWK5HFRUG
la Emergencia de dichos Hospitales. y 6RFLDO6HFXULW\'HDWK,QGH[. Los pacientes
Todas las variables utilizadas para desarrollar TXHQRVHSXGLHURQLGHQWL¿FDUHQQLQJXQRGH
el modelo fueron extraídas de la evaluación estos tres registros se asumieron como sobre-
inicial del paciente con HIC: pulso de presión vivientes a los 30 días.
GH¿QLGRFRPRODGLIHUHQFLDHQWUHSUHVLyQDUWHULDO Se realizó el análisis univariado. La edad
sistólica y diastólica), escala de Glasgow (GCS), fue un factor de mal pronóstico, pero solo
presencia de volcado ventricular y volumen del SDUDDTXHOORV•DxRV SDFLHQWHVDxRV
hematoma, ya que demostró previamente ser p = 0,41), por lo cual fue evaluada como va-
un factor relevante de pronóstico y ser de fácil riable categórica dicotómica con un punto de
evaluación por personal no experto. corte de 80 años.
Para tomar el pulso de presión fue considerado El modelo de resultado a treinta días fue de-
el primer registro de presión arterial al arribo sarrollado por una cohorte que incluyó todos
al hospital. La GCS se evaluó pos asistencia los pacientes con HIC con los correspondientes
en sala de emergencias al realizar el pase del subgrupos de HIC supra o infratentoriales.
paciente (a sala general, neurocirugía o cuida- La regresión logística múltiple se construyó
do intensivo). El volumen del hematoma fue inicialmente incluyendo todas las variables
medido sobre la tomografía axial computada potencialmente predictoras, utilizando una
(TAC) utilizando el método de ABC/2. La pre- selección automática de VWHSZLVH utilizando
sencia o no de volcado ventricular también para su primera eliminación p>0,10.

Grado de la WFNS
Puntaje GCS 'p¿FLW
Focal grave
0#
1 15
2 13-14 -
3 13-14 +
4 7-12 +/-
5 3-6 +/-
Tabla 4: Escala de la WFNS
Nota: afasia , hemiparesia, o hemiplejía ( + = presente, - = ausente); # = aneurisma no roto
120 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Las variables independientes evaluadas en el 1.6.6.1. Fuente de evidencia


análisis univariado y multivariado incluyeron Hemphill III J.C., Bonovich D.C., Lavrentios
GCS, volumen, presencia de volcado ventri- Besmertis, Manley G.T., Claiborne Johnston
FXODUSXOVRGHSUHVLyQHGDG•DxRVRULJHQ S. “The ICH Score. A simple, reliable grading
supra o infratentorial, sexo, y primer registro de scale for intracerebral hemorrhage”. En: 6WURNH
glucemia. Términos con interacción de primer 2001; 32:891-897.
RUGHQIXHURQHYDOXDGRVHQHOPRGHOR¿QDO Tuhrin S., Dambrosia J.M., Price T.R., Mohr J.P.,
El escore de riesgo de mortalidad se construyó Wolf P.A., Hier D.B., Kase C.S. “Intracerebral
utilizando todas las variables con mayor fuerza de hemorrhage: external validation and extension
asociación independiente a mortalidad a treinta of a model for prediction of 30-day survival”.
días en todos los pacientes analizados. En: $QQ1HXURO 1991;29:658-663.
La GCS fue el más fuerte predictor indepen- Kothari R.U., Brott T., Broderick J.P., Barsan
diente, por lo cual se le asignó el mayor puntaje W.G., Sauerbeck L.R., Zuccarello M., Khoury J.
HQHOHVFRUH\DVXYH]VHOHHVWUDWL¿FyHQWUHV “The ABCs of measuring intracerebral hemorrhage
categorías (GCS 3-4; 5-12; 13-15) para dar volumes”. En: 6WURNH1996;27:1304-1305.
mayor sensibilidad al modelo. Thurim S., Horowitz D.R., Sacher M., Go-
La mortalidad a los treinta días aumenta con- dbold J.H. “Validation and comparison of
forme aumenta el escore pronóstico: ningún models predicting survival following intrace-
paciente falleció con escore = 0; todos los rebral hemorrhage”. En: &LW&DUH0HG1995;
pacientes con escore = 5 fallecieron; ningún 23:950-954.
paciente de la muestra presentó escore = 6; de Juvela S. “Risk factors for impaired outcome
todas formas se puede inferir que presentarían after spontaneous intracerebral hemorrhage”.
una alta mortalidad. En: $UFK 1HXURO 1995; 52: 1193-1200.
Esta escala fue validada con buenos resulta- R. D. G., Jamora, E. M., Kishi-Generao Jr.,
dos en distintas poblaciones como Inglaterra y Bitanga E. S., Gan R.N., Apaga N. E. P., Ma.
Asia, incluso en el ámbito rural en Argentina, Cristina Z. San José M.C. “The ICH Score:
por Godoy. Todas estas evaluaciones fueron Predicting Mortality and Functional Outcome
realizadas en muestras retrospectivas y con in an Asian Population”. En: 6WURNH 2003; 34:
cantidad diferente de pacientes. 6-7.
6HKDQSURSXHVWRGLYHUVDVPRGL¿FDFLRQHVD Godoy D.A., Boccio A. “ICH Score in a Ru-
la escala, entre ellas la de Godoy, agregando ral Village in the Republic of Argentina”. En:
ODORFDOL]DFLyQGHOKHPDWRPDRPRGL¿FDQGR 6WURNH 2003; 34: 150e - 151. (Letter)
el punto de corte, ninguna de las cuales ha Fernández H., Gregson B.A., Shaid-Siddique
superado a la original. M., Medelow A.D. “Testing the ICH Score”.
Existen numerosas críticas a este escore, sobre En: 6WURNH2002; 33: 1455 - 1456. (Letter)
todo por la gran variabilidad en el puntaje de la Godoy D.A., Pinero G., Di Nápoli M. “Pre-
GCS y por la ausencia de trabajos prospectivos dicting mortality in spontaneous intracerebral
que lo validen. KHPRUUKDJHFDQPRGL¿FDWLRQWRRULJLQDOVFRUH
improve the prediction?” En: 6WURNH 2006;37:
1038-1044.
Descripción Puntaje
Edad > 80 1 1.6.7. Escala de Glasgow
Volumen > 30 cm 3
1 de recuperación
Origen infratentorial 1
La escala de recuperación de Glasgow (*ODVJRZ
Volcado ventricular 1
2XWFRPH6FDOH – GOS) (7DEOD) fue desarrollada
GCS 5 – 12 1 originalmente por Jennett y Bond como una
GCS 3 – 4 2 herramienta de medición de resultado social
Tabla 5: Escore de hemorragia intracerebral (ICHS) global luego del TEC a los seis meses, y ha sido
'H¿QLFLRQHV‡ 121

utilizada típicamente para evaluar resultados en también predictores independientes de peo-


estudios neuroquirúrgicos y ensayos clínicos res resultados a los doce meses (para todos,
con drogas para el manejo del TEC. p”0,047). El modelo logístico ajustado mostró
un gradiente de recuperación potencial a largo
La escala posee cinco categorías y el puntaje plazo dependiendo del GOS a los tres meses,
más alto corresponde al mejor resultado: con un rango que va desde 89% de chance de
1) 0XHUWH (no incluida en algunos estudios) malos resultados para pacientes con GOS 2,
2) (VWDGRYHJHWDWLYR pacientes sin evidencia hasta 0,11% de chance de malos resultados
de actividad cortical para aquellos con GOS 5.
3) 'LVFDSDFLGDGVHYHUDcaracterizada por una El uso adecuado de la escala GOS radica en
incapacidad para funcionar en forma inde- tener presentes tanto los puntos fuertes como
pendiente, además de requerir de cuidados en las limitaciones de la misma. Si bien brinda
el hogar o en la institución, como resultado una medida global de los cambios sociales que
del empeoramiento físico o intelectual presenta el paciente debido al TEC, no provee
4) 'LVFDSDFLGDGPRGHUDGD se asocia con la una evaluación detallada de la discapacidad.
capacidad de funcionar independientemen- Por otro lado, intenta describir el resultado de
te a un nivel reducido como resultado de un grupo de casos y tiene menos valor para un
diferencias físicas, intelectuales y/o de per- solo individuo.
sonalidad, comparado con el estado previo &RQUHVSHFWRDODFRQ¿DELOLGDG-HQQHWWUHSRUWy
a la injuria. Jennett describió a este grupo una correlación intraobservador e interobserva-
como independiente pero discapacitado dores del 95% en la aplicación en 150 pacientes,
5) %XHQDUHFXSHUDFLyQes aquella en la que el mientras que Maas halló resultados disímiles
individuo asume las actividades pre trauma en el acuerdo intra e interobservador, lo cual
FRQRVLQGp¿FLWQHXUROyJLFRVPtQLPRVR OHUHVWDFRQ¿DELOLGDGDHVWDHVFDOD
cambios aparentes en la personalidad En otros estudios se usaron versiones modi-
El GOS está validado en la literatura. Un ¿FDGDVGHO*26
modelo de regresión logística mostró que el
GOS a los tres meses fue el mejor predictor 1.6.7.1. Fuente de evidencia
de resultados (OR 15,22, p<0,001) luego del Jennett B., Bond M. “Assessment of outcome
TEC. La presencia de hipotensión prolongada, after severe brain damage”. (Q 7KH/DQFHW
OHVLyQD[RQDOGLIXVD /$' \SXSLODV¿MDV\ 1975 Mar 1;1(7905):480-4.
dilatadas al momento de la admisión, fueron

Puntaje Descripción
1 Muerte
Estado vegetativo
2
No hay evidencia de actividad cortical
Incapacidad severa
Conciente, pero discapacitado
3
Necesita asistencia para las tareas diarias por discapacidad mental y/o física. No cuidados
institucionales
Incapacidad moderada
Discapacitado, pero independiente
4 Puede hacer sus tareas diarias, pero no reintegrarse al trabajo o al estudio. Las
discapacidades incluyen distintos grados de disfasia, hemiparesia o ataxia, como así
también defícits de memoria, intelectuales y cambios de la personalidad
Buena recuperación
5 Se reintegra a su actividad previa
3XHGHSUHVHQWDUGp¿FLWQHXUROyJLFRVRSVLFROyJLFRVPHQRUHV
Tabla 6: Escala de Glasgow de Recuperación *ODVJRZ2XWFRPH6FDOH±*26 
122 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Jennett B., Snoek J., Bond M., Brooks N. “Di- Se mide a través de una entrevista estructurada,
sability after severe head injury: observations ORTXHOHFRQ¿HUHPiVFRQ¿DELOLGDGGHELGRD
on the use of the Glasgow Outcome Scale”. que elimina la “opinión personal”. Comparado
(Q-1HXURO1HXURVXUJ3V\FKLDW 1981;44: con la escala GOS, la escala GOS-E es más
285-293. sensible para los cambios que suceden en los
Jennett B. “Development of Glasgow Coma pacientes con TEC leve y moderado.
and Outcome Scales”. (Q 1HSDO-RI1HXURVFL
2005;2:24-28. 1.6.8.1. Fuente de evidencia
King J.T., Carlier P.M., Marion D. “Early Glas-
gow Outcome Scale Scores Predict Long-Term Wilson J.T., Edwards P., Fiddes H., Stewart E.,
Functional Outcome in Patients with Severe Teasdale G.M. “Reliability of postal question-
Traumatic Brain Injury”. (Q -1HXURWUDXPD naires for the Glasgow Outcome Scale”. En: J
Sep 2005, 22(9):947-954. 1HXURWUDXPD 2002 Sep;19(9):999-1005.
Levin H.S., Boake C., Song J., Mccauley S.,
HWDO “Validity and sensitivity to change of the
1.6.8. Escala de Glasgow
extended Glasgow Outcome Scale in mild to
de Recuperación Extendida
moderate traumatic brain injury”. En: -1HX
El GOS original no tenía una entrevista es- rotrauma 2001 Jun;18(6):575-84.
tructurada. Los examinadores, que podían ser van Baalen B., Odding E., van Woensel M.,
neurocirujanos, enfermeras o neuropsicólogos, van Kessel M., HWDO. “Reliability and sensitivity
podían dar un valor de GOS basado en toda la to change of measurement instruments used in
información disponible, incluyendo entrevis- a traumatic brain injury population. &OLQLFDO
tas con el paciente y su familia. Wilson HWDO 5HKDE Vol 20, No 8, 686-700.
desarrollaron una entrevista estructurada para Hudak A., Caesar R., Frol A., Krueger K.
PHMRUDUODFRQ¿DELOLGDGHQODYDORUDFLyQGHO “Functional Outcome Scales in Traumatic
GOS, así como la extensión en las categorías Brain Injury: A Comparison of the Glasgow
para que pudiera caracterizar mejor a los pa- Outcome Scale (Extended) and the Functional
cientes en diferentes niveles. Status Examination”. En: -1HXURWU 2005, Vol
La escala de Glasgow de Recuperación Exten- 22, 11:1319-1326.
dida (GOS-E) (7DEOD) amplía las categorías
originales del GOS de 5 a 8. Las ocho categorías
1.6.9. Índice de Barthel
son: muerte, estado vegetativo, discapacidad
inferior severa, discapacidad superior severa, En Salud Pública existe una tendencia crecien-
discapacidad inferior moderada, discapacidad te a valorar el impacto que los problemas de
superior moderada, buena recuperación inferior salud tienen tanto sobre la calidad de vida de
y buena recuperación superior. las personas como sobre el uso de servicios

GOS - E Puntaje Final


1- Muerto
2- Estado vegetativo (VS)
3- Discapacidad Severa Baja (Lower SD)
4- Discapacidad Severa Alta (Upper SD)
5- Discapacidad moderada Baja (Lower MD)
6- Discapacidad moderada Alta (Upper MD)
7- Buena recuperación Baja (Lower GR)
8- Buena recuperación Alta (Upper GR)
Tabla 7: Escala de Glasgow de Recuperación Extendida - (GOS-E)
'H¿QLFLRQHV‡ 123

sanitarios. En este sentido, la evaluación de la


discapacidad está adquiriendo una relevancia Actividad Categorías Pts.
cada vez mayor. El índice de Barthel (IB) (7DEOD
8) es un instrumento ampliamente utilizado 1. Alimentación ,QGHSHQGLHQWH 10
para este propósito y mide la capacidad de la 1HFHVLWDD\XGD 5
persona para la realización de actividades bá- 7RWDOPHQWHGHSHQGLHQWH 0
sicas de la vida diaria, obteniéndose una esti-
mación cuantitativa del grado de dependencia
del sujeto. El IB se ha venido utilizando desde 2.Baño ,QGHSHQGLHQWH 5

que fue propuesto en 1955 y ha dado lugar a 1HFHVLWDD\XGD 0


múltiples versiones, además de servir como
estándar para la comparación con otras esca- 3. Aseo personal ,QGHSHQGLHQWH 5
las. Es una medida fácil de aplicar, con alto
1HFHVLWDD\XGD 0
JUDGRGH¿DELOLGDG\YDOLGH]FDSD]GHGHWHFWDU
cambios, fácil de interpretar y cuya aplicación
no causa molestias. A pesar de tener algunas 4. Vestirse ,QGHSHQGLHQWH 10
limitaciones, el IB puede recomendarse como 1HFHVLWDD\XGD 5
un instrumento de elección para la medida de la 7RWDOPHQWHGHSHQGLHQWH 0
discapacidad física, tanto en la práctica clínica
como en la investigación epidemiológica y en
5. Control anal 6LQSUREOHPDV 10
Salud Pública.
(VWDHVFDODSXHGHVHUFRPSOHWDGDSRUXQ¿VLR- $OJ~QDFFLGHQWH 5

terapista y demanda treinta segundos hacerla. $FFLGHQWHVIUHFXHQWHV 0


Comprende nueve categorías: alimentación,
mobilidad desde la cama a la silla, higiene per- 6. Control vesical 6LQSUREOHPDV 10
sonal, entrar o salir del baño, ducharse, caminar
$OJ~QDFFLGHQWH 5
VREUHXQDVXSHU¿FLHDQLYHOOHYDQWDUVHED-
$FFLGHQWHVIUHFXHQWHV 0
jar escaleras, vestirse y continencia. El rango
global puede variar entre 0 (completamente
dependiente) y 100 puntos (completamente 7. Manejo en el ,QGHSHQGLHQWH 10
independiente). inodoro
1HFHVLWDD\XGD 5
/D¿DELOLGDGGHO,%QRIXHGHWHUPLQDGDFXDQ- 7RWDOPHQWHGHSHQGLHQWH 0
do se desarrolló originariamente. Loewen y
$QGHUVRQFRPSUREDURQOD¿DELOLGDGPHGLDQWH 8.Desplazamiento ,QGHSHQGLHQWH 10
pruebas de concordancia, evidenciando una silla/cama
1HFHVLWDD\XGD 5
EXHQD¿DELOLGDGLQWHUREVHUYDGRUFRQtQGLFHV 7RWDOPHQWHGHSHQGLHQWH 0
de Kappa entre 0,47 y 1,00, e intraobservador
con índices de Kappa entre 0,84 y 0,97.
9. Desplazamientos ,QGHSHQGLHQWH 15
Las puntuaciones del IB también se han re-
1HFHVLWDD\XGD 10
lacionado con la respuesta a los tratamientos
,QGHSHQGLHQWHHQVLOODGH
de rehabilitación en el ámbito hospitalario: UXHGDV
5
aquellos pacientes con mayores puntuaciones ,QFDSD]GHGHVSOD]DUVH 0
y por lo tanto con un supuesto menor grado de
discapacidad, presentaban una mejor respuesta
10. Subir ,QGHSHQGLHQWH 10
a la rehabilitación que aquellos con menores escaleras
1HFHVLWDD\XGD 5
puntuaciones del IB.
,QFDSD]GHVXELUODV 0
Algunos autores han propuesto puntuaciones
de referencia para facilitar la interpretación Puntuación total:
del IB. Por ejemplo, se ha observado que una Tabla 8: Índice de Barthel – (BI)
124 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

puntuación inicial de más de 60 se relaciona con Uno de los puntos fuertes de la mRS es su
una menor duración de la estancia hospitalaria y capacidad para capturar el espectro total de
una mayor probabilidad de reintegrarse a vivir limitaciones en la actividad luego del VWURNH.
en la comunidad después de recibir el alta. Esta Tiene la ventaja añadida de que es la más útil
puntuación parece representar un límite: con en ensayos retrospectivos. Su inconveniente
más de 60, casi todas las personas son inde- radica en su escasa sensibilidad para detectar
pendientes en las habilidades básicas. pequeñas alteraciones funcionales.
$XQTXHODFRQ¿DELOLGDGLQWHUREVHUYDGRUUH~QH
Una interpretación sugerida sobre la puntua- criterios satisfactorios, la asignación de grados
ción del IB es: continúa abierta a variabilidad en la interpretación
0-20: Dependencia total de las descripciones por los observadores. Una
21-60: Dependencia severa forma de disminuir esta variabilidad es a través
61-90: Dependencia moderada del uso de una entrevista estandarizada.
91-99: Dependencia escasa
100: Independencia 1.6.10.1. Fuente de evidencia
Rankin J. “Cerebral vascular accidents in
1.6.9.1. Fuente de evidencia patients over the age of 60”. (Q 6FRWW0HG-
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1.6.10. Escala de Rankin
2243-2246.
/DHVFDODGH5DQNLQPRGL¿FDGD 0RGL¿HG
5DQNLQ6FDOH – mRS) (7DEOD) es una escala
1.6.11. Clasificación
sencilla y fácil de aplicar, y es la herramien-
tomográfica del Traumatic
ta más popular para la evaluación global de
Coma Data Bank
resultado global en VWURNH, así como también
está siendo adoptada como objetivo primario (VWDFODVL¿FDFLyQVXUJLyGHODQiOLVLVGHODV
en ensayos clínicos en VWURNH agudo. tomografías computarizadas de los pacientes
La escala describe seis grados de discapacidad, enrolados en el 7UDXPDWLF&RPD'DWD%DQN
donde el grado 5 corresponde a discapacidad severa \IXHSXEOLFDGDFRQGLVWLQWDVPRGL¿FDFLRQHV
y el grado 0 denota pacientes sin síntomas. entre 1990 y 1992. Se la conoce también como
'H¿QLFLRQHV‡ 125

&ODVL¿FDFLyQR(VFDODGH0DUVKDOO\HVXQDGH Mataro M., Poca M.A., Sahuquillo J. HWDO


las más utilizadas en los trabajos de TEC grave. “Neuropsychological outcome in relation to
En la 7DEODVHPXHVWUDODFODVL¿FDFLyQGHWD- WKHWUDXPDWLFFRPDGDWDEDQNFODVVL¿FDWLRQRI
llada y en las )LJXUDVD los esquemas para el computed tomography imaging”. En: -1HX
GLDJQyVWLFRDSURSLDGR/DFODVL¿FDFLyQLQLFLDO rotrauma 2001;18:869-879.
incluía otros ítems como la presencia de daño de Wardlaw J.M., Easton V.J., Statham P. “Which
tronco, pero no son utilizados actualmente. CT features help predict outcome after head
injury?” En:-1HXURO1HXURVXUJ3V\FK 2002;
1.6.11.1. Fuente de evidencia 72:188-192.
Eisenberg H.M., Gary H.E. Jr, Aldrich E.F. D´Errico M., Previgliano I.J., Della Corte F.,
HWDO³,QLWLDO&7¿QGLQJVLQSDWLHQWVZLWK &HUDVR'9LJQD]LD*³¢(V~WLOODFODVL¿FD-
severe head injury. A report from the NIH FLyQ7RPRJUi¿FDGHO%DQFRGH'DWRVGH&RPD
Traumatic Coma Data Bank”. En: -1HXURVXUJ Traumático para predecir mortalidad y resul-
1990;73:688-698. tados funcionales? Un ejercicio de Medicina
Marshall L.F., Bowers-Marshall S., Klauber M. Basada en la Evidencia”. 3UHVHQWDFLyQ2UDO
R. HWDO³$QHZFODVVL¿FDWLRQRIKHDGLQMXU\ ž&RQJUHVR $UJHQWLQRGH7HUDSLD,QWHQVLYD
based on computerized tomography”. En: J Buenos Aires, 2004.
1HXURVXUJ 1991;75:S14-S20. Maas A.I., Hukkelhoven C.W., Marshall
Marshall L.F., Marshall S.B., Klauber M.R. L.F., Steyerberg E.W. “Prediction of outcome
HWDO “The diagnosis of head injury requires a in traumatic brain injury with computed tomo-
FODVVL¿FDWLRQEDVHGRQFRPSXWHGD[LDOWRPRJUD- graphic characteristics: a comparison between
phy”. En: -1HXURWUDXPD 1992;9:S287-92. WKHFRPSXWHGWRPRJUDSKLFFODVVL¿FDWLRQDQG
Servadei F., Murray G.D., Penny K. HWDO “The combinations of computed tomographic predic-
value of the “worst” computed tomographic scan tors”. (Q1HXURVXUJ 2005;57:1173-1182.
in clinical studies of moderate and severe head
injury. European Brain Injury Consortium”. 1.6.11.2. Utilidad como
En: 1HXURVXUJHU\ 2000;46:70-75. factor pronóstico
Vos P.E., van Voskuilen A.C., Beems T., Kra- Pese a lo extendido de su uso, hay pocos tra-
bbe P.F., Vogels O.J. “Evaluation of the trau- bajos que validen su utilidad pronóstica. El
matic coma data bank computed tomography más completo es el de Maas HWDO, donde se
FODVVL¿FDWLRQIRUVHYHUHKHDGLQMXU\´(QJ le adjudica un valor de predicción apropiado,
1HXURWUDXPD 2001;18:649-655. área bajo la curva 0,61, que mejora agregando

Puntaje Categoría Descripción


0 Sin síntomas
1 Sin incapacidad importante &DSD]GHUHDOL]DUVXVDFWLYLGDGHV\REOLJDFLRQHVKDELWXDOHV
Incapacidad leve ,QFDSD]GHUHDOL]DUDOJXQDVGHVXVDFWLYLGDGHVSUHYLDVSHUR
2
FDSD]GHYHODUSRUVXVLQWHUHVHV\DVXQWRVVLQD\XGD
Incapacidad moderada 6tQWRPDVTXHUHVWULQJHQVLJQL¿FDWLYDPHQWHVXHVWLORGHYLGD
3 RLPSLGHQVXVXEVLVWHQFLDWRWDOPHQWHDXWyQRPD HMHPSOR
QHFHVLWDDOJXQDD\XGD
Incapacidad moderadamente 6tQWRPDVTXHLPSLGHQFODUDPHQWHVXVXEVLVWHQFLD
severa LQGHSHQGLHQWHDXQTXHVLQQHFHVLGDGGHDWHQFLyQFRQWLQXD
4
HMHPSORLQFDSD]SDUDDWHQGHUVXVQHFHVLGDGHVSHUVRQDOHV
VLQDVLVWHQFLD
Incapacidad severa 7RWDOPHQWHGHSHQGLHQWHQHFHVLWDQGRDVLVWHQFLDFRQVWDQWH
5
GtD\QRFKH
6 Muerte
Tabla 9:(VFDODGH5DQNLQ0RGL¿FDGD P56
126 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

#ONTUSI˜N
HEMORRÖGICA

&IGURA  ,ESI˜N DIFUSA  4OMOGRAF¤A NORMAL &IGURA  ,ESI˜N DIFUSA  ,ESIONES HIPODENSAS O
/BS£RVESELASIMETR¤ADELAL¤NEAMEDIAYLAPRESEN MIXTAS /BS£RVESE LA ASIMETR¤A DE LA L¤NEA MEDIA
CIADECISTERNASPERIMESCENCEFÖLICAS MAYORDEMMPORCONTUSIONESMENORESDECC

$ESVIACI˜NDEL¤MEAMEDIAMM

#ONTUSI˜N

&IGURA  ,ESI˜N DIFUSA  ,ESIONES HIPODENSAS O &IGURA  ,ESI˜N OCUPANTE DE ESPACIO ,/% 
MIXTAS /BS£RVESE LA ASIMETR¤A DE LA L¤NEA MEDIA -ASAS EVACUABLES HEMATOMA SUBDURAL DERECHA Y
MENOR DE  MM POR CONTUSIONES DE VOLUMEN TOTAL EXTRADURALIZQUIERDA
MENORDECC

$ESVIACI˜NDEL¤MEAMEDIAMM

#ONTUSIONES

&IGURA,ESI˜NDIFUSA#ISTERNASCOMPRIMIDAS &IGURA  ,ESI˜N OCUPANTE DE ESPACIO ,/% 


COMPÖRESE CON LAS NORMALES DEL ESQUEMA DE LA -ASASNOEVACUABLES-¢LTIPLESCONTUSIONESMAYORES
IZQUIERDA DECCNOPASIBLESDETRATAMIENTOQUIR¢RGICO
'H¿QLFLRQHV‡ 127

la presencia de hemorragia subaracnoidea o se sugería realizar una segunda TC en este gru-


intraventricular (0,71), y aun más, diferencian- po. Una observación de este estudio es que
do el estado de las cisternas y la presencia de QRWHQtDQVX¿FLHQWHVGDWRVGHSDFLHQWHVFRQ
lesiones ocupantes de espacio (0,77). lesiones difusas tipo I y II, que sí se recolectan
En un trabajo presentado y aún no publicado, en nuestro estudio.
analizamos el valor de predicción positiva, ne- (QFRQFOXVLyQSRGHPRVD¿UPDUTXHODHVFDOD
JDWLYDVHQVLELOLGDGHVSHFL¿FLGDGOLNHOLKRRG WRPRJUi¿FDGHO7&'%WLHQHXQLPSRUWDQWHYDORU
ratio + ó –, probabilidad pre y postest de la como pronóstico de mortalidad y resultados
escala para mortalidad y buenos resultados, funcionales.
en una serie consecutiva de 206 pacientes con
TEC grave atendidos en el Hospital Fernández 1.6.12. Clasificación
de la Ciudad de Buenos Aires y el Ospedale tomográfica de Fisher de la
Maggiore Della Caritá de Novara, Italia. hemorragia subaracnoidea
/RVGDWRVGHPRJUi¿FRVDVtFRPRORVtQGLFHV en relación al desarrollo
de gravedad están detallados en el capítulo de de vasoespasmo
Guías de TEC grave. /DFODVL¿FDFLyQRULJLQDOGH&KDUOHV0LOOHU)LV-
En la 7DEOD se muestran los hallazgos to- her publicada en 1HXURVXUJHU\ establecía una
PRJUi¿FRV\ODVREUHYLGDDORVVHLVPHVHVGH estrecha relación entre la cantidad de sangre en
acuerdo al GOS. En la 7DEOD se comparan capas verticales y el desarrollo de vasoespasmo.
los resultados con los datos del estudio origi- En la 7DEOD se resumen las características y
nal de Marshall, observándose una reducción en las )LJXUDVD se pueden observar ejem-
global de la mortalidad, mayor en los grupos SORVJUi¿FRV
GHPHQRUJUDYHGDGWRPRJUi¿FD Esta escala, si bien es ampliamente utilizada,
En la 7DEOD se observa el análisis de la tiene más de mito que de realidad. Los estudios
FODVL¿FDFLyQFRPRHOHPHQWRSURQyVWLFRSDUD dirigidos a validarla han fracasado y se han
mortalidad, y en la 7DEOD para resultados construido modelos de predicción alternativos
funcionales. Para ambas situaciones cumple con que no han logrado imponerse.
los criterios de buen elemento de predicción de Uno de los grandes fallos es en los pacientes
acuerdo a Sackett, con un LR + de 2,37 y 1,94 con hemorragia intraventricular o intraparen-
respectivamente, y un valor de predicción pre quimatosa, en los cuales no se mide la cantidad
test de 31% y 39%, y pos test de 52% y 55%. de sangre en capas verticales. En la )LJXUD se
Estos datos complementan lo expresado en muestra un ejemplo de ello: el paciente tiene
el estudio de Seravadei HWDO, en el cual los sangre localizada, pero a su vez, presenta capas
pacientes con lesión difusa tenían un 16% de mayores de 1 mm. Ese paciente en particular
evolución hacia lesiones ocupantes, por lo que evolucionó con vasoespasmo severo.

Lesión difusa I No hay lesiones visibles en la TAC


Lesión difusa II Cisternas visibles
Desplazamiento de línea media < 5 mm
Lesiones hiperdensas o mixtas < 25 cc
Lesión difusa III Cisternas comprimidas o ausentes
Lesiones hiperdensas o mixtas < 25 cc
Lesión difusa IV Desplazamiento de línea media > 5 mm
Lesiones hiperdensas o mixtas < 25 cc
Lesión focal evacuada Lesiones hiperdensas o mixtas > 25 cc evacuada
HVSHFL¿FDU('6'R,3
Lesión focal no evacuable Lesiones hiperdensas o mixtas > 25 cc
Tabla 10:&ODVL¿FDFLyQWRPRJUi¿FDGHO7&'%
128 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

'HFLGLPRVHYDOXDUODFODVL¿FDFLyQGHDFXHU- cauteloso en el momento de evaluar la predic-


do a los parámetros descritos por Sackett para ción de la aparición de vasoespasmo.
YHUL¿FDUODXWLOLGDGGHXQWHVWSURQyVWLFR6H
incluyeron 443 pacientes con diagnóstico de 1.6.12.1. Fuente de evidencia
HSA ingresados dentro de las primeras 48 hs. Fisher C.M., Kistler J.P., Davis J.M. “Relation
/DVFDUDFWHUtVWLFDVGHDFXHUGRDODFODVL¿FDFLyQ of cerebral vasospasm to subarachnoid hemorr-
de la WFNS y al GOS a los seis meses se es- hage visualized by computerized tomographic
SHFL¿FDQHQODV7DEODV\. En la 7DEOD scanning”. En: 1HXURVXUJHU\ 1980;6:1-9.
se muestran las diferencias entre los hallazgos Kistler J.P., Crowell R.M., Davis K.R. HWDO
de Fisher y los nuestros. “The relation of cerebral vasospasm to the extent
En la 7DEOD se muestra el cálculo de predicción and location of subarachnoid blood visualized
SRVLWLYDQHJDWLYDVHQVLELOLGDGHVSHFL¿FLGDG by CT scan: a prospective study”. En: 1HXURORJ\
OLNHOLKRRGUDWLR + o -, donde se observa que no 1983;33:424-436.
es una herramienta útil. Stachura K., Danilewicz B., Kamieniecka B.
1XHVWURVKDOOD]JRV\DKDEtDQVLGRFRQ¿UPDGRV ³6LJQL¿FDQFHRI&7LQWKHDVVHVVPHQWRIULVN
por otros, especialmente por Ogilvy, que ha due to cerebral vasospasm following subara-
GHVDUUROODGRXQDFODVL¿FDFLyQTXHSDUHFHUtD chnoid hemorrhage”. En:1HXURO1HXURFKLU
ser más apropiada. 3RO 1996;30:609-616.
Creemos que las tomografías deben ser cui- Ogilvy C.S., Carter B.S. “A proposed compre-
dadosamente interpretadas y que se debe ser hensive grading system to predict outcome for

GOS 1 GOS 2-3 GOS 4-5 Total


TCDB 1 0 0 19 19
TCDB 2 2 7 32 41
TCDB 3 17 10 16 43
TCDB 4 10 3 6 19
TCDB 5 32 18 27 77
TCDB 6 3 2 1 6
Total 64 40 101 205
Tabla 11:+DOOD]JRVWRPRJUi¿FRVHQSDFLHQWHVFRQ7(&JUDYHGHORV+RVSLWDOHV)HUQiQGH]\0DJJLRUH
Della Caritá

GOS 4 - 5 GOS 4 - GOS 2 - 3 GOS 2 -3 GOS 1 GOS 1 NBA


TCDB (%) 5NBA (%) TCDB (%) NBA (%) (%)TCDB (%)
Lesión
61,6 100 28,8 0 9,6 0
difusa I
Lesión
34,5 78 52 17 13,5 5
difusa II
Lesión
16,4 37 49,7 23 34 40
difusa III
Lesión
6,2 32 37,6 16 56,2 53
difusa IV
Masa
22,8 35 38,4 23 38,8 42
evacuada
Masa no
11,1 17 36,1 33 52,8 50
evacuada
Tabla 12: Comparación entre los hallazgos originales de Marshall (TCDB), y los datos de Novara y Buenos
Aries (NBA)
'H¿QLFLRQHV‡ 129

surgical management of intracranial aneurysms”. Frontera J.A., Claassen J., Schmidt J.M. HWDO.
En: 1HXURVXUJHU\ 1998;42:959-968. “Prediction of symptomatic vasospasm after
Smith M.L., Abrahams J.M., Chandela S., VXEDUDFKQRLGKHPRUUKDJHWKHPRGL¿HG¿VKHU
Hurst R.W., Le Roux P.D. “Subarachnoid he- scale”. En: 1HXURVXUJHU\ 2006;59:21-27.
morrhage on computed tomography scanning
and the development of cerebral vasospasm:
1.6.13. Conclusiones
the Fisher grade revisited”. En: 6XUJ1HXURO
2005; 63:229-234. /DXWLOL]DFLyQGHHVFDODVFOtQLFDV\WRPRJUi¿FDV
Previgliano I., Romero R., Lylyk P., Ceratto permite estandarizar la evaluación de los pacien-
5³(YDOXDWLRQRI)LVKHU¶V&ODVVL¿FDWLRQRI tes. Esto es importante tanto desde el punto de
Aneurismal Subarachnoid Hemorrhage as a vista de la investigación clínica, donde permite
Predictor of Cerebral Vasospasm in Endovascular adecuar la selección de pacientes o los criterios
Neurosurgery”. En: &ULWLFDO&DUH 2004;8:305 de inclusión en un ensayo clínico único o multi-
(DEVWUDFW). céntrico, como para la evaluación del pronóstico
van Norden A.G., van Dijk G.W., van Hui- de un paciente individual. Es tal vez uno de los
zen M.D., Algra A., Rinkel G.J. “Interobserver mejores ejemplos de la aplicación práctica de
agreement and predictive value for outcome of la Medicina Basada en la Evidencia.
two rating scales for the amount of extravasated También es importante para poder brindar
blood after aneurysmal subarachnoid haemorr- a los familiares de los pacientes críticamente
hage”. En: -1HXURO 2006;253:1217-1220. enfermos una información objetiva, con estre-
chos márgenes de error.

Diagnóstico de muerte IC 95% Diagnóstico de RF IC 95%


Valor de predicción Valor de predicción
52% 42-60 55% 42-60
positivo positivo
Valor de predicción Valor de predicción
98% 91-99 96% 91-99
negativo negativo
Sensibilidad 97% 89-91 Sensibilidad 97% 89-99
(VSHFL¿FLGDG 59% 50-66 (VSHFL¿FLGDG 50% 40-59
Likelihood ratio para Likelihood ratio para
2,37 1,92-2,88 1,94 1,57-2,33
test + test +
Likelihood ratio para Likelihood ratio para
0,05 0,01-0,2 0,06 0,01-0,25
test - test -
Probabilidad Pretest 31,22% Probabilidad Pretest 38,79%
Pretest odds 0,45 Pretest odds 0,63
Postest odds 1,07 Postest odds 1,22
Postest probabilidad 52% Postest probabilidad 54,95%
Tabla 13:8WLOLGDGSURQyVWLFDGHODFODVL¿FDFLyQGHO Tabla 14:8WLOLGDGSURQyVWLFDGHODFODVL¿FDFLyQGHO
TCDB para el diagnóstico de muerte TCDB para el diagnóstico de resultados funcionales

Grado I No hay sangre detectable en TAC


Grado II Disposición difusa de la sangre en el espacio SA, capa vertical de sangre < 1 mm
Grado III &RiJXORHQHOHVSDFLR6$RFDSDYHUWLFDOGHVDQJUH•PP
Grado IV Sangre intraparenquimatosa o intraventricular
Tabla 15: &ODVL¿FDFLyQ WRPRJUi¿FD GH )LVKHU GH OD KHPRUUDJLD VXEDUDFQRLGHD HQ UHODFLyQ DO GHVDUUROOR GH
vasoespasmo
130 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Figura 7: TC correspondiente a Grado II de Fisher: Figura 8: TC correspondiente a Grado III de Fisher:


obsérvese la cantidad de sangre en capas verticales obsérvese la cantidad de sangre en capas verticales
menor a 1 mm mayor a 1 mm

Figura 9: TC correspondiente a Grado IV de Fisher:


sangre intraparenquimatosa e intraventricular, obsérvese
la cantidad de sangre en capas verticales mayor a 1 mm
'H¿QLFLRQHV‡ 131

Porcentaje
Grado I 26%
Grado II 23%
Grado III 24%
Grado IV 21%
Grado V 6%
Tabla 16: Presentación de los pacientes de acuerdo a
ODFODVL¿FDFLyQGHOD:)16

Porcentaje
GOS 1 9%
GOS 2 2%
GOS 3 6%
GOS 4 9%
GOS 5 74%
Tabla 17: GOS de los pacientes a los 6 meses

Fisher n=47 Previgliano n=443


Fisher 1 0% 28%
Fisher 2 9% 40%
Fisher 3 95% 51%
Fisher 4 23% 50%
Tabla 18: Comparación entre la probabilidad de va-
soespasmo en el trabajo original de Fisher y los datos
de nuestro estudio

Diagnóstico de
IC 95%
vasoespasmo
Valor de
predicción 51,3% 30-44
positivo
Valor de
predicción 55,6% 62-74
negativo
Sensibilidad 37,2% 31-44
(VSHFL¿FLGDG 69,1% 63-74
Likelihood
ratio para 1,02% 0,97-1,56
test +
Likelihood
ratio para 0,90% 0,79-1,04
test -
Tabla 19: 8WLOLGDG SURQyVWLFD GH OD FODVL¿FDFLyQ GH
Fisher para el desarrollo de vasoespasmo
EVALUACIÓN INSTRUCCIONES PUNTAJE
1. Nivel de conciencia
1.a Atención 1.a Nivel de conciencia
0 Alerta, responde rápidamente El investigador debe elegir una respuesta, aún cuando la evaluación com-
1 No está alerta pero responde a la menor estimulación para obedecer, pleta presente obstáculos como tubo endotraqueal, barreras idiomáticas,
preguntar o responder trauma orotraqueal o vendajes. Se indica 3 sólo si el paciente no tiene mo-
YLPLHQWRV H[FHSWRSRVWXUDVUHÀHMDV HQUHVSXHVWDDHVWtPXORQRFLFHSWLYRV
2 No está alerta, requiere estimulación repetida para atender. Obnubilado,
requiere estímulos intensos o dolorosos para realizar movimientos no
estereotipados
3 5HVSRQGHVyORFRQUHÀHMRVPRWRUHVRHIHFWRVDXWRQyPLFRVRQRWLHQH
UHVSXHVWD\HVWiÀiFFLGR\DUUHÀpFWLFR
1.b Nivel de conciencia: Preguntas 1.b Nivel de conciencia: Preguntas
0 Responde correctamente las dos preguntas Se le pregunta al paciente el mes del año y su edad. La respuesta debe ser
correcta, no se dan puntos por “respuesta aproximada”. Al paciente afásico
132 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

y estuporoso que no comprende las preguntas, se le asignan 2 puntos. A los


1 Responde una pregunta correctamente pacientes que no pueden hablar debido a intubación endotraqueal, trauma
orotraqueal, disartria severa de cualquier causa, barreras idiomáticas u otro
problema no secundario a afasia, se les asigna 1 punto. Es importante que
2 No responde ninguna correctamente
VyORODUHVSXHVWDLQLFLDOVHDFDOL¿FDGD\TXHHOH[DPLQDGRUQR³D\XGH´DO
paciente con pistas verbales o no verbales
1.c Nivel de conciencia: Órdenes 1.c Nivel de conciencia: Órdenes
0 Obedece las dos órdenes Primero se le indica al paciente que abra y cierre sus ojos, y luego que
cierre y extienda su mano no parética. Cambiar este comando por otro de
un solo paso si no puede utilizar las manos. Se otorgan puntos si realiza
1 Obedece una orden el intento pero no puede completarlo debido a debilidad. Si el paciente no
responde a la orden, se le debe mostrar con pantomima y anotar el puntaje
(persigue un comando, los dos o ninguno). Se deben dar órdenes apropia-
2 No obedece
das a los pacientes con trauma, amputación u otro impedimento físico.
Sólo se evalúa el primer intento.

Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS)


EVALUACIÓN (continuación) INSTRUCCIONES (continuación) PUNTAJE
2. Mirada conjugada 2 Mirada conjugada
0 Normal Sólo se evalúan los movimientos horizontales. Si no está presente el mo-
YLPLHQWR YROXQWDULR R UHÀHMR GH ORV RMRV VHUi HYDOXDGR FRQ ODV SUXHEDV
calóricas. Si el paciente tiene desviación conjugada de la mirada que pue-
GHVHUVROXFLRQDGDFRQPRYLPLHQWRVYROXQWDULRVRUHÀHMRVVHOHDVLJQD1
1 Parálisis parcial de la mirada. Este puntaje se da cuando la mirada es punto. Si el paciente tiene una paresia aislada de nervio periférico (III, IV
anormal en uno o en ambos ojos, pero no está presente una desviación o VI) se le asigna 1 punto. La mirada se puede evaluar en los pacientes
forzada o una parálisis afásicos. Los pacientes con trauma ocular, vendajes, ceguera preexistente
u otros trastornos de la agudeza o campo visual deberán ser testeados con
2 Desviación forzada o parálisis total de la mirada no reversibles por los PRYLPLHQWRVUHÀHMRV\XQRDHOHFFLyQGHOLQYHVWLJDGRU6HSXHGHHVWDEOH-
UHÀHMRVyFXORFHIiOLFRV cer contacto visual con el paciente y luego moverse de un lado hacia a otro
SDUDFRQ¿UPDURQRODSUHVHQFLDGHSDUiOLVLVSDUFLDOGHODPLUDGD
3. Campo visual 3 Campo visual
0 Normal Los campos visuales (cuadrantes superiores e inferiores) se evalúan por
confrontación, usando conteo de dedos o amenaza, según convenga. El
paciente debe ser animado para no hacerlo, pero, si mira hacia el dedo que
1 Hemianopsia parcial se mueve apropiadamente, debe considerarse normal. Si hay ceguera uni-
lateral o enucleación, se evalúa el ojo remanente. Asignar 1 punto si hay
una clara asimetría, incluyendo cuadrantopsia. Si el paciente está ciego,
2 Hemianopsia completa asignar 3 puntos. En este momento efectuar la doble estimulación. Si hay
extinción al paciente, se le asigna 1 punto; se pueden utilizar estos datos
para responder el punto 11.
3 Hemianopsia bilateral (incluye ceguera cortical)

4. Parálisis facial 4 Parálisis facial


0 Movimientos simétricos y normales Pregunte o utilice pantomima para estimular al paciente a mostrar sus dien-
1 Parálisis menor (debilidad del surco nasolabial, asimetría al sonreír) tes, o elevar sus cejas y cerrar los ojos. Evalúe la simetría de la mueca en
2 Parálisis parcial (de la cara inferior) respuesta a los estímulos nociceptivos en los pacientes que no responden
3 Parálisis completa de uno o de los dos lados (ausencia de movimientos o no comprenden. Si hay trauma facial, vendajes, tubo orotraqueal u otras
barreras físicas, debe tratar de removérselas.
faciales en cara superior o inferior)
'H¿QLFLRQHV‡

Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS) FRQWLQXDFLyQ
133
EVALUACIÓN (continuación) INSTRUCCIONES (continuación) PUNTAJE
2. Mirada conjugada 2 Mirada conjugada
0 Normal Sólo se evalúan los movimientos horizontales. Si no está presente el mo-
YLPLHQWR YROXQWDULR R UHÀHMR GH ORV RMRV VHUi HYDOXDGR FRQ ODV SUXHEDV
calóricas. Si el paciente tiene desviación conjugada de la mirada que pue-
GHVHUVROXFLRQDGDFRQPRYLPLHQWRVYROXQWDULRVRUHÀHMRVVHOHDVLJQD1
1 Parálisis parcial de la mirada. Este puntaje se da cuando la mirada es punto. Si el paciente tiene una paresia aislada de nervio periférico (III, IV
anormal en uno o en ambos ojos, pero no está presente una desviación o VI) se le asigna 1 punto. La mirada se puede evaluar en los pacientes
forzada o una parálisis afásicos. Los pacientes con trauma ocular, vendajes, ceguera preexistente
u otros trastornos de la agudeza o campo visual deberán ser testeados con
2 Desviación forzada o parálisis total de la mirada no reversibles por los PRYLPLHQWRVUHÀHMRV\XQRDHOHFFLyQGHOLQYHVWLJDGRU6HSXHGHHVWDEOH-
UHÀHMRVyFXORFHIiOLFRV cer contacto visual con el paciente y luego moverse de un lado hacia a otro
SDUDFRQ¿UPDURQRODSUHVHQFLDGHSDUiOLVLVSDUFLDOGHODPLUDGD
3. Campo visual 3 Campo visual
134 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

0 Normal Los campos visuales (cuadrantes superiores e inferiores) se evalúan por


confrontación, usando conteo de dedos o amenaza, según convenga. El
paciente debe ser animado para no hacerlo, pero, si mira hacia el dedo que
1 Hemianopsia parcial se mueve apropiadamente, debe considerarse normal. Si hay ceguera uni-
lateral o enucleación, se evalúa el ojo remanente. Asignar 1 punto si hay
una clara asimetría, incluyendo cuadrantopsia. Si el paciente está ciego,
2 Hemianopsia completa asignar 3 puntos. En este momento efectuar la doble estimulación. Si hay
extinción al paciente, se le asigna 1 punto; se pueden utilizar estos datos
para responder el punto 11.
3 Hemianopsia bilateral (incluye ceguera cortical)

4. Parálisis facial 4 Parálisis facial


0 Movimientos simétricos y normales Pregunte o utilice pantomima para estimular al paciente a mostrar sus dien-
1 Parálisis menor (debilidad del surco nasolabial, asimetría al sonreír) tes, o elevar sus cejas y cerrar los ojos. Evalúe la simetría de la mueca en
2 Parálisis parcial (de la cara inferior) respuesta a los estímulos nociceptivos en los pacientes que no responden
3 Parálisis completa de uno o de los dos lados (ausencia de movimientos o no comprenden. Si hay trauma facial, vendajes, tubo orotraqueal u otras
barreras físicas, debe tratar de removérselas.
faciales en cara superior o inferior)
Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS) FRQWLQXDFLyQ
EVALUACIÓN (continuación) INSTRUCCIONES (continuación) PUNTAJE
2. Mirada conjugada 2 Mirada conjugada
0 Normal Sólo se evalúan los movimientos horizontales. Si no está presente el mo-
YLPLHQWR YROXQWDULR R UHÀHMR GH ORV RMRV VHUi HYDOXDGR FRQ ODV SUXHEDV
calóricas. Si el paciente tiene desviación conjugada de la mirada que pue-
GHVHUVROXFLRQDGDFRQPRYLPLHQWRVYROXQWDULRVRUHÀHMRVVHOHDVLJQD1
1 Parálisis parcial de la mirada. Este puntaje se da cuando la mirada es punto. Si el paciente tiene una paresia aislada de nervio periférico (III, IV
anormal en uno o en ambos ojos, pero no está presente una desviación o VI) se le asigna 1 punto. La mirada se puede evaluar en los pacientes
forzada o una parálisis afásicos. Los pacientes con trauma ocular, vendajes, ceguera preexistente
u otros trastornos de la agudeza o campo visual deberán ser testeados con
2 Desviación forzada o parálisis total de la mirada no reversibles por los PRYLPLHQWRVUHÀHMRV\XQRDHOHFFLyQGHOLQYHVWLJDGRU6HSXHGHHVWDEOH-
UHÀHMRVyFXORFHIiOLFRV cer contacto visual con el paciente y luego moverse de un lado hacia a otro
SDUDFRQ¿UPDURQRODSUHVHQFLDGHSDUiOLVLVSDUFLDOGHODPLUDGD
3. Campo visual 3 Campo visual
0 Normal Los campos visuales (cuadrantes superiores e inferiores) se evalúan por
confrontación, usando conteo de dedos o amenaza, según convenga. El
paciente debe ser animado para no hacerlo, pero, si mira hacia el dedo que
1 Hemianopsia parcial se mueve apropiadamente, debe considerarse normal. Si hay ceguera uni-
lateral o enucleación, se evalúa el ojo remanente. Asignar 1 punto si hay
una clara asimetría, incluyendo cuadrantopsia. Si el paciente está ciego,
2 Hemianopsia completa asignar 3 puntos. En este momento efectuar la doble estimulación. Si hay
extinción al paciente, se le asigna 1 punto; se pueden utilizar estos datos
para responder el punto 11.
3 Hemianopsia bilateral (incluye ceguera cortical)

4. Parálisis facial 4 Parálisis facial


0 Movimientos simétricos y normales Pregunte o utilice pantomima para estimular al paciente a mostrar sus dien-
1 Parálisis menor (debilidad del surco nasolabial, asimetría al sonreír) tes, o elevar sus cejas y cerrar los ojos. Evalúe la simetría de la mueca en
2 Parálisis parcial (de la cara inferior) respuesta a los estímulos nociceptivos en los pacientes que no responden
3 Parálisis completa de uno o de los dos lados (ausencia de movimientos o no comprenden. Si hay trauma facial, vendajes, tubo orotraqueal u otras
barreras físicas, debe tratar de removérselas.
faciales en cara superior o inferior)
'H¿QLFLRQHV‡

Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS) FRQWLQXDFLyQ
135
EVALUACIÓN (continuación) INSTRUCCIONES (continuación) PUNTAJE
2. Mirada conjugada 2 Mirada conjugada
0 Normal Sólo se evalúan los movimientos horizontales. Si no está presente el mo-
YLPLHQWR YROXQWDULR R UHÀHMR GH ORV RMRV VHUi HYDOXDGR FRQ ODV SUXHEDV
calóricas. Si el paciente tiene desviación conjugada de la mirada que pue-
GHVHUVROXFLRQDGDFRQPRYLPLHQWRVYROXQWDULRVRUHÀHMRVVHOHDVLJQD1
1 Parálisis parcial de la mirada. Este puntaje se da cuando la mirada es punto. Si el paciente tiene una paresia aislada de nervio periférico (III, IV
anormal en uno o en ambos ojos, pero no está presente una desviación o VI) se le asigna 1 punto. La mirada se puede evaluar en los pacientes
forzada o una parálisis afásicos. Los pacientes con trauma ocular, vendajes, ceguera preexistente
u otros trastornos de la agudeza o campo visual deberán ser testeados con
2 Desviación forzada o parálisis total de la mirada no reversibles por los PRYLPLHQWRVUHÀHMRV\XQRDHOHFFLyQGHOLQYHVWLJDGRU6HSXHGHHVWDEOH-
UHÀHMRVyFXORFHIiOLFRV cer contacto visual con el paciente y luego moverse de un lado hacia a otro
SDUDFRQ¿UPDURQRODSUHVHQFLDGHSDUiOLVLVSDUFLDOGHODPLUDGD
3. Campo visual 3 Campo visual
136 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

0 Normal Los campos visuales (cuadrantes superiores e inferiores) se evalúan por


confrontación, usando conteo de dedos o amenaza, según convenga. El
paciente debe ser animado para no hacerlo, pero, si mira hacia el dedo que
1 Hemianopsia parcial se mueve apropiadamente, debe considerarse normal. Si hay ceguera uni-
lateral o enucleación, se evalúa el ojo remanente. Asignar 1 punto si hay
una clara asimetría, incluyendo cuadrantopsia. Si el paciente está ciego,
2 Hemianopsia completa asignar 3 puntos. En este momento efectuar la doble estimulación. Si hay
extinción al paciente, se le asigna 1 punto; se pueden utilizar estos datos
para responder el punto 11.
3 Hemianopsia bilateral (incluye ceguera cortical)

4. Parálisis facial 4 Parálisis facial


0 Movimientos simétricos y normales Pregunte o utilice pantomima para estimular al paciente a mostrar sus dien-
1 Parálisis menor (debilidad del surco nasolabial, asimetría al sonreír) tes, o elevar sus cejas y cerrar los ojos. Evalúe la simetría de la mueca en
2 Parálisis parcial (de la cara inferior) respuesta a los estímulos nociceptivos en los pacientes que no responden
3 Parálisis completa de uno o de los dos lados (ausencia de movimientos o no comprenden. Si hay trauma facial, vendajes, tubo orotraqueal u otras
barreras físicas, debe tratar de removérselas.
faciales en cara superior o inferior)
Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS) FRQWLQXDFLyQ
EVALUACIÓN (continuación) INSTRUCCIONES (continuación) PUNTAJE
5&6. Respuesta motora
5.a Respuesta motora: brazo izquierdo 5&6- Respuesta motora en pierna y brazo
0 Sin caída, el brazo permanece a 90 o 45º, por 10 segundos Cada miembro se evalúa comenzando por el no paralizado, si se lo conoce.
1 Caída antes de los 10 segundos, sin golpear la cama u otro soporte La posición apropiada para cada miembro es:
brazo extendido con la palma para abajo a 90º si está sentado ó a 45º en
2 Esfuerzo contra la gravedad, imposibilidad de mantenerlo a 90 o 45º por caída
supino; pierna a 30º (siempre en supino).
3 Sin esfuerzo contra la gravedad Se evalúa la caída si el brazo cae antes de 10 segundos o la pierna antes de
4 Sin movimiento 5 segundos. Se debe estimular al paciente afásico usando voz enérgica o
96 Amputación, fusión articular, explicar pantomima, pero no estimulación nociceptiva. Sólo en el caso de amputa-
5.b Respuesta motora: brazo derecho ción o fusión articular del hombro o cadera, se asigna un 9 y el examinador
0 Sin caída, el brazo permanece a 90 o 45º, por 10 segundos debe explicar claramente por qué lo hizo.
1 Caída antes de los 10 segundos, sin golpear la cama u otro soporte
2 Esfuerzo contra la gravedad, imposibilidad de mantenerlo a 90 o 45º por caída
3 Sin esfuerzo contra la gravedad
4 Sin movimiento
96 Amputación, fusión articular, explicar
6.a Respuesta motora: pierna izquierda
0 Sin caída, la pierna permanece a 30º por 5 segundos
1 &DtGDDO¿QGHORVVHJXQGRVVLQJROSHDUODFDPD
2 Esfuerzo contra la gravedad, caída antes de 5 segundos
3 Sin esfuerzo contra la gravedad, caída inmediata
4 Sin movimiento
96 Amputación, fusión articular, explicar
6.b Respuesta motora: pierna derecha
0 Sin caída, la pierna permanece a 30º por 5 segundos
1 &DtGDDO¿QGHORVVHJXQGRVVLQJROSHDUODFDPD
2 Esfuerzo contra la gravedad, caída antes de 5 segundos
3 Sin esfuerzo contra la gravedad, caída inmediata
4 Sin movimiento
'H¿QLFLRQHV‡

96 Amputación, fusión articular, explicar


Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS) FRQWLQXDFLyQ
137
EVALUACIÓN (continuación) INSTRUCCIONES (continuación) PUNTAJE
7 Ataxia de los miembros 7. Ataxia de los miembros
0 Ausente Este ítem evalúa la presencia de lesión cerebelosa unilateral. Testearlo
con los ojos abiertos. En caso de defecto visual utilizar el campo in-
1 Presente en un miembro tacto. Se deben realizar las pruebas GHGRQDUL]GHGR y WDOyQURGLOOD en
DPERVODGRV6HGH¿QHODDWD[LDVyORVLHVWiSUHVHQWHIXHUDGHSURSRU-
2 Presente en dos miembros ción con la debilidad. La ataxia está ausente en caso que el paciente
no comprenda o esté paralizado. Se indica 9 en caso de amputación,
96 Amputación, fusión articular, explicar: fusión articular o fracturas, y el examinador debe explicar claramente
la situación. En caso de ceguera efectuar la prueba tQGLFHQDUL].
8 Sensibilidad 8. Sensibilidad
0 Normal Se evalúa la sensación o la mueca cuando se pincha o cuando se retira un
estímulo nociceptivo en el paciente obnubilado o afásico. Sólo se deben
puntuar las pérdidas sensoriales atribuibles al ACV y se deben examinar
138 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

1 Pérdida leve o moderada de la sensibilidad; siente que el pinchazo es menos


LQWHQVRRURPRHQHOODGRDIHFWDGRRKD\XQDSpUGLGDGHOGRORUVXSHU¿FLDO varias áreas del cuerpo (brazos, piernas y cara) buscando pérdidas hemi-
con el pinchazo, con sensación de que está siendo tocado. sensoriales. Se debe asignar un puntaje de 2 (severa o total) cuando se
2 Pérdida severa o total de la sensibilidad, el paciente no se da cuenta de que pueden demostrar claramente las mismas. Los pacientes estuporosos o afá-
está siendo tocado en el brazo, pierna o cara. sicos van a tener 1 ó 0 puntos. Al paciente con ACV de tronco que tiene
pérdida sensorial bilateral se le adjudican 2 puntos. Si está cuadripléjico
y no responde se le adjudica un 2. A los pacientes en coma (1a=3) se le
adjudica arbitrariamente un 2
9 Lenguaje 9. Lenguaje
0 Normal, sin afasia Solicite al paciente que describa lo que sucede en el dibujo adjunto, que
1 $IDVLD OHYH D PRGHUDGD SpUGLGD REYLD GH OD ÀXHQFLD R IDFLOLGDG GH FRP- nombre los ítems de la hoja adjunta y que lea la lista de oraciones. Haga
SUHQVLyQ VLQ OLPLWDFLyQ VLJQL¿FDWLYD GH OD H[SUHVLyQ GH LGHDV R ODV IRUPDV que el paciente nombre todos los ítems de la hoja y que lea todas las frases
de expresión. La reducción de la palabra o de la comprensión puede hacer de las dos hojas. La comprensión se juzga por estas respuestas y también
GL¿FXOWRVDRLPSRVLEOHODFRQYHUVDFLyQHQUHODFLyQDORVPDWHULDOHVSURYLVWRV SRUORVFRPDQGRVGHORVtWHPVDQWHULRUHV6LODSpUGLGDYLVXDOLQWHU¿HUHFRQ
SHMHOH[DPLQDGRUSXHGHLGHQWL¿FDUXQGLEXMRRXQQRPEUHGHODVWDUMHWDV ORVWHVWVKiJDOHLGHQWL¿FDUREMHWRVSXHVWRVHQODPDQRUHStWDOR\KiJDOR
a partir de las respuestas del paciente) hablar. Al paciente intubado se le debe solicitar que escriba. Si el paciente
2 Afasia severa, toda la comunicación es a través de expresiones fragmenta- está en coma se le asigna arbitrariamente un 3. El examinador debe elegir
das; gran necesidad de inferencia, preguntas y adivinación por parte de quien un puntaje en el paciente con estupor o cooperación limitada, reservando el
escucha. El rango de información que puede intercambiarse es limitado, el 3 sólo cuando el paciente está mudo y no responde a ningún comando.
que escucha tiene el peso de la comunicación; las respuestas del paciente no
SHUPLWHQLGHQWL¿FDUORVPDWHULDOHVSURYLVWRV
Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS) FRQWLQXDFLyQ
10 Disartria 10. Disartria
0 Normal Si se cree que el paciente es normal, se puede obtener un adecuado ejemplo
1 /HYHDPRGHUDGDGL¿FXOWDGFRQDOJXQDVSDODEUDV\HQHOSHRUGHORVFDVRV haciéndole leer o repetir las palabras de la lista. Si el paciente tiene afasia
SXHGHVHUHQWHQGLGRFRQDOJXQDGL¿FXOWDG severa se puede puntear la palabra espontánea. Si está intubado o tiene otra
2 6HYHUDSDODEUDPX\GL¿FXOWRVDFDVLLQLQWHOLJLEOHIXHUDGHSURSRUFLyQRHQ barrera física, se adjudica un 9 y explicar claramente por qué
ausencia de disfasia. Mutismo o anartria
96 Paciente intubado o con otra barrera física, explicar:
11 Extinción o inatención 11. Extinción o inatención
0 Sin anormalidad
1 Inatención o extinción visual, tactil, auditiva, espacial o personal. La
estimulación bilateral simultánea es una de las modalidades sensoriales
2 Hemi inatención profunda o hemi inatención a más de una modalidad. No
reconoce su propia mano y sólo se orienta hacia un lado del espacio
Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS) FRQWLQXDFLyQ

radio
‡Mamá

comedor
‡Tic-Tac

‡Gracias

‡Ya lo veo
‡Futbolista
‡Mermelada

‡Excavadora
‡Cinco-Cinco

‡Baja a la calle

‡Anoche oyeron al
ministro hablar por la
'H¿QLFLRQHV‡

‡Volví del trabajo a casa


‡Está junto a la mesa del
139
140 ‡ Dr. Ignacio J. Previgliano y Colaboradores

Figura: Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS) FRQWLQXDFLyQ

Figura: Escala de ataque cerebral del Instituto Nacional de Salud de EE.UU. (NIHSS) FRQWLQXDFLyQ
Capítulo 2
TRAUMATISMO DE CRÁNEO

2.1 Epidemiología del


Traumatismo Encéfalocraneano
Patricia S. Marchio
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

excluida corresponde, aproximadamente, a


2.1.1 Generalidades
un 50% del total de los TEC. Asimismo, y a
El trauma es la principal causa de muerte en pesar de sus limitaciones, la admisión hospi-
individuos menores de 45 años en los países talaria es la mejor guía disponible para saber
desarrollados y el traumatismo encéfalocra- sobre la incidencia del TEC y su impacto en
neano (TEC) es la primer causa de discapaci- los recursos del hospital. En general, las in-
dad, morbilidad y mortalidad en este grupo. cidencias reportadas varían según las series
Como los problemas derivados del trauma- entre 100-300/100 000 habitantes en riesgo,
tismo encéfalocraneano no son siempre visi- aunque los trabajos son difíciles de compa-
bles, principalmente los cognitivos, y, porque rar dada la diferente metodología emplea-
el alerta del público en general concerniente da. Probablemente, considerando a toda esa
a su gravedad es limitada, es frecuentemente población excluida en los estudios y según
llamado la HSLGHPLDVLOHQFLRVD. recientes estimaciones de la Organización
La incidencia del TEC está subestimada, ya Mundial de la Salud (OMS) la tasa actual ex-
que la mayoría de los estudios epidemioló- ceda los 600/100 000 habitantes.
gicos se basan en la población de pacientes En cuanto a las edades, ha sido reportada
hospitalizados y pocos de ellos incluyen a una incidencia trimodal, con picos en los
los pacientes observados en los servicios de niños pequeños (menores de 5 años), en los
urgencia y posteriormente externados. Tam- adolescentes y adultos jóvenes, y en el an-
poco están incluidos aquellos que no buscan ciano, sobre todo los mayores de 85 años, en
atención ni los que fallecen antes de llegar al quienes predominan las caídas. El grupo de
hospital. Toda esta población habitualmente adolescentes y adultos jóvenes es el de ma-
142 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

yor incidencia, especialmente entre los 16 y H.Y., Hung C.C. “Traumatic brain injury regis-
los 24 años, disminuyendo progresivamen- try in Taiwan”. En: 1HXURO5HV 1997; 19:261-
te en los otros tramos de edad para volver a 264.
aumentar en los grupos más añosos. Una de Hillier S.L., Hiller J.E., Metzer J. “Epide-
las excepciones es Sudáfrica, cuyo pico se en- miology of traumatic brain injury in South
cuentra entre los 25 y los 44 años, fruto de la Australia”. En: %UDLQ,QM 1997; 11:649-659.
violencia interpersonal. Ingebrigtsen T., Mortensen K., Romner B.
En cuanto al sexo, la relación hombre/mujer “The epidemiology of hospital-referred head
es universal, entre 1,7-2/1, sobre todo en los injury in northern Norway”. En: 1HXURHSLGH
adolescentes y adultos jóvenes, a excepción PLRO1998; 17:139-146.
de la geriatría, donde las mujeres superan a Tate R.L., McDonald S., Lulham J.M. “In-
los hombres. cidence of hospital-treated traumatic brain
En los países desarrollados el mecanismo de injury in an Australian community”. En: $XVW
trauma está fuertemente asociado a la demo- 1=-3XEOLF+HDOWK 1998; 22: 419–423.
grafía. En éstos predominan los accidentes de Masson F. “Epidemiology of severe cranial
tránsito y en los países más pobres hay una injuries”. En: $QQ )U$QHVWK 5HDQLP 2000;
mayor incidencia de la violencia. En los niños 19:261-269.
y ancianos el mecanismo predominante son Alaranta H., Koskinen S., Leppanen L.,
las caídas. Palomaki H. “Nationwide epidemiology of
En cuanto a la severidad, se atribuye gene- KRVSLWDOL]HGSDWLHQWVZLWK¿UVWWLPHWUDXPD-
ralmente un 80% a los traumatismos leves, un tic brain injury with special reference to pre-
10% a los moderados y un 10% a los graves. vention”. En: :LHQ 0HG :RFKHQVFKU 2000;
La mayor parte de las muertes (de un tercio a 150: 444-448.
la mitad) ocurre en el prehospitalario o duran- Masson F., Thicoipe M., Aye P. HWDO “Aqui-
te su estadía en el departamento de urgencias, taine Group for Severe Brain Injuries Study.
por lo que puede haber un subregistro. Epidemiology of severe brain injuries: a
prospective population-based study”. En: J
Trauma 2001; 51:481-489.
2.1.2 Fuente de evidencia
Servadei F., Verlicchi A., Soldano F., Za-
Wang C.C., Schoenberg B.S., Li S.C., HWDO notti B., Piffer S. “Descriptive epidemiolo-
“Brain injury due to head trauma in urban areas gy of head injury in Romagna and Trentino.
of the People‘s Republic of China”. En: $UFK Comparison between two geographically di-
1HXURO 1986; 43:570–572. fferent Italian regions”. En:1HXURHSLGHPLRO
Tiret L., Hausherr E., Thicoipe M., HWDO ”The 2002; 21:297-304.
epidemiology of head trauma in Aquitaine Servadei F., Antonelli V., Betti L. HWDO “Re-
(France), 1986: a community-based study of gional brain injury epidemiology as the basis
hospital admissions and deaths”. En: ,QW - RI for planning brain injury treatment. The Ro-
(SLGHPLRO 1990; 19:133-140. magna (Italy) experience”. En:-1HXURVXUJ
Nell V., Brown D.S. “Epidemiology of trau- 6FL 2002; 46:111-119.
matic brain injury in Johannesburg--II. Morbi- 1DWLRQDO &ROODERUDWLQJ &HQWUH IRU $FXWH
dity, mortality and etiology”. En: 6RF6FL0HG &DUH*XLGHOLQH commissioned by the Natio-
1991; 33:289-296. nal Institute for Clinical Excellence (NICE).
Vázquez-Barquero A., Vázquez-Barquero J.L., “Head Injury: triage, assessment, investiga-
Austin O., Pascual J., Gaite L., Herrera. “The tion and early management of head injury in
epidemiology of head injury in Cantabria”. En: infants, children and adults”. June 2003.
(XU-(SLGHPLRO 1992; 8:832-837. Bruns J., Hauser W. “The epidemiology of
Jennett B. “Epidemiology of head injury”. En: traumatic brain injury: a review”. En: (SL
-1HXURO1HXURVXUJ3V\FK 1996; 60:362-369. OHSVLD 2003, 44 (suppl 10):2-10.
Chiu W.T., Yeh K.H., Li Y.C., Gan Y.H., Chen Baldo V., Marcolongo A., Floreani A. HWDO
Traumatismo de cráneo ‡ 143

“Epidemiological aspect of traumatic brain 2.1.3. Epidemiología en


injury in Northeast Italy”. En: (XU - (SLGH los diferentes continentes
PLRO2003; 18:1059-1063.
Andersson E.H., Bjorklund R., Emanuelson 2.1.3.1. Europa
I., HW DO “Epidemiology of traumatic brain Una reciente revision sistemática sobre la
injury: a population based study in western epidemiología del TEC en Europa indica
Sweden”. En: $FWD1HXURO6FDQG 2003, 107: una incidencia global de 235/100 000 habi-
256–259. tantes (tan elevada como de 546/100 000 en
Andersson E.H., Bjorklund R., Emanuelson el oeste de Suecia, donde se incluyeron los
I., Stalhammar D. “Epidemiology of trau- hospitalizados, evaluados en urgencias y las
matic brain injury: a population based study muertes, a tan bajas como 91/100 000 en una
in western Sweden”. En: $FWD1HXURO6FDQG provincia española, que considera sólo a los
2003; 107:256-259. pacientes hospitalizados).
Kleiven S., Peloso P.M., von Holst H. “The La mortalidad promedio es de alrededor
epidemiology of head injuries in Sweden de 15/100 000, desde 24,4/100 000 en una
from 1987 to 2000”. En: ,QM&RQWURO6DI3UR provincia italiana (intra y extrahospitalarias
mot 2003; 10:173-180. en todos los grupos) a 5,2/100 000 en una
“Best evidence synthesis on mild traumatic provincia francesa, donde sólo se considera-
brain injury: results of the WHO Collabo- ron las muertes intrahospitalarias por trauma
rating Centre for neurotrauma, prevention, grave.
management and rehabilitation task force on En cuanto a la severidad, la relación es de
mild traumatic brain injury”. En: - 5HKDE 22:1;5:1 para leves YHUVXV moderados y YHU
0HG 2004, suppl 43. VXV graves, respectivamente, en lo que con-
Steudel W.I., Cortbus F., Schwerdtfeger K. cierne a pacientes hospitalizados.
“Epidemiology and prevention of fatal head En todos los estudios, la incidencia en cuan-
injuries in Germany trends and the impact of to a la severidad es similar, correspondiendo
WKHUHXQL¿FDWLRQ(Q$FWD1HXURFKLU (Wien) entre 70–80% para el traumatismo leve, ba-
2005; 147:231-242. sados en la GCS, y de 10% aproximadamen-
Tennant A. “Admission to hospital follo- te tanto para los moderados como para los
wing head injury in England: Incidence and graves.
socio-economic associations” En: %0& 3X El trauma es la principal causa de muerte
EOLF+HDOWK 2005, 5:21 entre las edades de 15 a 44 años, predomi-
“Traumatic Brain Injury in the United Sta- nando los accidentes de tránsito en el sur y
tes. Emergency Department Visits, Hospita- las caídas en los países del norte.
lizations, and Deaths”, Prepared by 'LYLVLRQ Entre un 20 a 50 % de los traumas tiene re-
RI,QMXU\5HVSRQVH1DWLRQDO&HQWHUIRU,QMXU\ lación con el consumo de alcohol.
3UHYHQWLRQ DQG &RQWURO &HQWHUV IRU 'LVHDVH Estos datos son globales, el trabajo hace la
&RQWURO DQG 3UHYHQWLRQ 86 Department of aclaración de la difícil comparación de los
Health and Human Services January 2006. diferentes estudios realizados en el continen-
Marchio P.S., Previgliano I.J., Goldini C.E. te debido a la diferente metodología de los
y Murillo-Cabezas F. “Traumatismo cra- mismos.
neoencefálico en la ciudad de Buenos Ai-
res: estudio epidemiológico prospectivo de Inglaterra
base poblaciónal”. En: 1HXURFLUXJtD 2006; Según las estadísticas hospitalarias anuales
17:14-22. del departamento de salud inglés en el pe-
Tagliaferri, F. Compagnone, C. Korsic, M. ríodo 2000/2001, la incidencia global es de
Servadei, F., Kraus J. “A systematic review 229,4/100 000 habitantes. De éstos, el 31,2%
of brain injury epidemiology in Europe”. En: corresponde a menores de 15 años, el 56,2%
$FWD1HXURFKLU :LHQ 2006; 148:255-268. entre 16-74 años, y 12,6% para mayores
144 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

de 75 años. La incidencia varía por región Italia


\ DXPHQWD GH PDQHUD VLJQL¿FDWLYD HQ ORV En un estudio comparativo basado en las ad-
extremos de la vida en comparación con la misiones hospitalarias entre dos regiones de
población activa. Italia, prospectivo para la ciudad de Romag-
El 72% de los casos fueron hombres y un na y retrospectivo para Trentino, la inciden-
30% niños menores de 15 años. La inciden- cia fue de 314/100 000 (297 para la primera
cia aumenta en la población más pobre y dis- y 332 para la segunda). En Romagna, la mor-
minuye en el grupo de personas que utiliza el talidad hospitalaria fue de 8/100 000.
transporte público para ir a trabajar. En Romagna, en 1998, en un estudio sobre
6L ELHQ QR KD\ GDWRV FRQ¿DEOHV DFWXDOL]D- todos los pacientes hospitalizados por TEC,
dos en ese país sobre el total de pacientes se halló una incidencia de 250/100 000. Los
atendidos en el departamento de urgencias, pacientes a los que se les realizó una TC,
se estima que las admisiones por TEC co- mostraron lesiones traumáticas en el 28,6%,
rresponden aproximadamente al 20% de los es decir, 38/100 000. Se halló asimismo una
pacientes, lo que implicaría que aproximada- incidencia de craneotomías de 11/100 000.
mente se atienden 700 000 por año. Tampoco Los casos fatales correspondieron al 2,8%,
es claro el número de pacientes que se opera con el mayor porcentaje relacionado con los
anualmente, aunque se estima que superaría mayores de 75 años.
los 4 000.
Aunque la incidencia de TEC es alta, la Francia
mortalidad es baja (6-10 por 100 000 por En la región de Aquitania, en 1986, la incidencia
año). Sólo el 0,2% de todos los pacientes global fue de 280/100 000, con una mortalidad
atendidos en Urgencias morirá por TEC. Si del 7,8%. En cuanto a las edades, para menores
bien el 90% de los TEC será leve, la mayoría de 1 año fue de 350/100 000, entre 1 a 4 años de
de los casos fatales está en los grupos de mo- 345/100 000, en adolescentes y adultos jóvenes
derado y grave. (16-25 años) de 535/100 000. Para los adultos
En cuanto al mecanismo de trauma, el 70- entre 36–75 años, fue de 190/100 000, y para
88% de todos las personas que padece TEC los geriátricos > 74 años, de 275/100 000. La
es de sexo masculino, entre el 10-19% es ma- relación hombre/mujer, fue de 2:1. Los meca-
yor o igual a 65 años y un 40-50% son niños. nismos de trauma más frecuentes fueron los
Las caídas (22-43%) y asaltos (30-50%) son DFFLHQWHVGHWUi¿FR  VHJXLGRVGHODVFDt-
los mecanismos más frecuentes, seguidos de das (33%). De acuerdo a la severidad, corres-
ORVDFFLGHQWHVGHWUi¿FR a (ODOFRKRO ponde a leves 80%, moderados 11% y graves
puede estar involucrado en hasta el 65% de 9%. La mortalidad global fue de 22/100 000
los TEC en adultos. Es de notar que los acci- (33/100 000 para hombres y 12/100 000 para
GHQWHVGHWUi¿FRVRQPiVLPSRUWDQWHVHQORV las mujeres).
TEC moderados y graves. La incidencia del En otro trabajo prospectivo realizado en la
trauma penetrante es bajo. misma región, sobre los TEC graves en 1996, la
incidencia fue de 17,3/100 000 habitantes, con
España una mortalidad de 5,2/100 000. El 71,4% de los
En un estudio realizado en la región de Can- casos fueron hombres. La edad media fue de
tabria, la incidencia fue de 91/100 000, con 44 años, con un 25% de mayores de 70 años.
una relación hombre mujer de 2,7:1. El 60% Las principales causas fueron los accidentes de
correspondió a trauma por colisión de vehí- tránsito (48,3%) y las caídas (41,8%).
culos a motor y el 24% a caídas. La morta-
lidad anual fue de 19,7/100 000. El 92% de Países Escandinavos
todas las muertes ocurrió antes del ingreso al En Finlandia, en una revision retrospectiva
hospital. El 51% de los pacientes presentaba de los pacientes hospitalizados durante el pe-
evidencia de intoxicación alcohólica. ríodo 1991-95, se registró una incidencia en-
Traumatismo de cráneo ‡ 145

tre 95-100/100 000. Las caídas fueron el me- ron al 69,4% de las causas de TEC, segui-
canismo de trauma predominante (61%), se- do de las caídas y los asaltos. La mayoría de
guido por los accidentes de tránsito (26%). las muertes correspondió a los motociclistas
En Suecia, en un estudio basado en la po- (64,5% de los accidentes de tránsito). La se-
blación en una región durante un año, se evi- veridad se repartió en 79,5% para los leves,
denció una incidencia global de 546/100 000, 8,9% para moderados y 11,6% para graves.
la cual incluyó muertes (0,7%), admisiones 6HLGHQWL¿FyXQGHOHVLRQHVWUDXPiWL-
(67%) y evaluación en Urgencias de pacien- FDVHQORVSDFLHQWHVWRPRJUD¿DGRV\VHUHD-
WHV ¿QDOPHQWH QR KRVSLWDOL]DGRV   /D lizó un 9% de craneotomías. Murió un 5,4%
relación hombre/mujer fue de 1,46:1, el me- de los pacientes.
canismo de trauma predominante fueron las
caídas de su propia altura (31%) y las caídas
2.1.3.3 África
de altura (27%), seguidas de los accidentes
de tránsito (16%) y los golpes (15%). Johannesburgo, Sudáfrica
En el norte de Noruega, en una encuesta Se evidenció una incidencia global de
retrospectiva del año 1993, se evidenció una 316/100 000, con una incidencia de TEC fa-
incidencia de pacientes hospitalizados de tal de 80/100 000. La violencia interpersonal
229/100 000, con una relación hombre/mujer correspondió al 51% de los casos de trauma
de 1,7:1. Las caídas se llevaron el 62% de los no fatal en la población negra y al 10% en
casos, los accidentes de tránsito el 21% y los blancos, mientras que los accidentes de trán-
asaltos el 7%. sito predominaron en los blancos (63% YV
27% en negros). La relación hombre/mujer
Alemania fue mayor que 4:1, con pico en jóvenes, atri-
En un estudio realizado en el año 1998, los buido a la violencia. En cuanto a la severidad,
traumatismos encéfalocraneanos representaron el 78% de los casos fue muy leve (GCS 15),
casi el 20% de todas las lesiones traumáticas. el 10% leve (GCS 14 o 13), el 8% moderado
La incidencia global fue de 337/100 000 y de (GCS 7–12) y el 5% severo (GCS <6). La
trauma grave de 33,5/100 000, notándose una mortalidad fue del 20%, con una incidencia
disminución de la mortalidad a traves de los de trauma fatal de 138/100 000 para los hom-
años. La mortalidad más elevada se registró en bres y de 24/100 000 para mujeres.
los mayores de 75 años. El 68,4% de los pa-
cientes murió antes de la admision al hospital.
2.1.3.4. Oceanía
Australia
2.1.3.2. Asia
En una revisión de los registros médicos en
China el sur del país, se evidenció una incidencia de
Según los resultados de una encuesta reali- 322/100 000.
]DGDHQFRQ¿UPDGDSRUUHYLVLyQGHUH- En New South Wales, en 1988, la inciden-
gistros hospitalarios, se halló una incidencia cia global fue de 100/100 000, con un pico
de 56/100 000, con un pico entre los 40 y 49 en los adolescentes y adultos jóvenes (entre
años. La relación hombre/mujer fue de 1,3:1. 15–24 años de 240/100 000), para disminuir
Los mecanismos de trauma correspondie- posteriormente a un nadir de 35/100 000
ron en un 32% a accidentes de tránsito, 24% para las edades de entre 55–64, y remontar
ocupacionales, 22% caídas de altura, 16% re- a 100/100 000 en los ancianos. La relación
creacionales, 1,4% a trauma penetrante. hombre/mujer fue de 2,7:1, y los mecanis-
mos de trauma más frecuentes fueron los ac-
Taiwán cidentes de tránsito (40%), seguidos de los
En el período de 1988 a 1994, se evidenció de recreación (25%) y las caídas (21%). En
que los accidentes de tránsito correspondie- FXDQWR D OD FODVL¿FDFLyQ SRU VHYHULGDG XQ
146 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

62% fue leve, un 20% moderado y un 14% Los mayores de 75 años tienen las tasas
grave. No hay datos sobre la mortalidad. PiVDOWDVHQORTXHVHUH¿HUHDKRVSLWDOL]D-
ciones y muerte. El 79,6% de los TEC es
visto en Urgencias, el 16,8% es hospitali-
2.1.3.5. América
zado y el 3,6% muere. Los niños de entre 0
Estados Unidos a 4 años tienen la tasa más alta de visitas a
El reporte del Centro de Control de Enfer- urgencias (1,035/100 000 habitantes), segui-
medades (CDC) sobre el período 1995–2001 das de los adolescentes de entre 15 a 19 años
aporta información detallada sobre la epide- (661,1/100 000). Sin embargo, las tasas más
miología del traumatismo encéfalocraneano elevadas de hospitalización y muerte ocurren
en Estados Unidos, e incluye los pacientes en los mayores de 75 años (272,1/100 000
hospitalizados, los pacientes atendidos en el para las hospitalizaciones y 50,6/100 000
Departamento de Urgencias y las muertes. para las muertes).
Según el mismo, se estima que en Estados Los accidentes de tránsito se llevan el ma-
Unidos un millón de personas son evalua- yor número de muertes y hospitalizaciones,
das y externadas de los servicios de urgen- pero las caídas son el principal motivo de
cias por TEC cada año; 230 000 personas consulta al Departamento de Urgencias.
son hospitalizadas y sobreviven, y 50 000
personas mueren. La incidencia global es de Argentina
506/100 000 habitantes en riesgo por año, En nuestro país no hay estudios epidemioló-
considerando los pacientes evaluados en el gicos sistemáticos y de seguimiento a largo
Departamento de Urgencias (403/100 000), plazo, por lo que su incidencia global es des-
los pacientes hospitalizados (85/100 000) y conocida.
las muertes (18/100 000). El 22% de las per- Recientemente hemos realizado un estudio
sonas que sufren un traumatismo de cráneo epidemiológico prospectivo, basado en la
morirá por ésto. El riesgo es mayor en ado- población del área programática del Hospital
lescentes, adultos jóvenes y mayores de 75 General de Agudos J. A. Fernández, de todos
años. Para las personas de todas las edades el los pacientes ingresados al Departamento de
riesgo es el doble para los hombres. Las prin- Urgencias durante el período enero 2000/di-
cipales causas son los accidentes de tránsito ciembre 2001. El área programática del hos-
(44% considerando los automovilísticos, los pital cubre las necesidades de 478 700 habi-
atropellados y los relacionados con otro me- tantes, de los cuales 31 800 viven en villas de
dio de transporte), la violencia (11%) y las emergencia y 2 800 en casas tomadas.
caídas (28%), las cuales predominan en los De 540 pacientes con TEC (2,5% del total
mayores de 65 años, mientras que los acci- de las consultas en el servicio de emergen-
dentes de tránsito son los más frecuentes en- FLDV   VH FODVL¿Fy FRPR OHYH VHJ~Q VX
tre los 5 a 64 años. La sobrevida depende de GCS, 4% como moderado y 3% como grave.
la causa: 91% del trauma penetrante se mue- La incidencia total fue de 322 por 100 000 ha-
re, pero solo el 11% de las caídas es fatal. bitantes (7DEOD), correspondiendo 300*105
Se evidenció una disminución de las muertes a TEC leve, 13*105 a moderado y 9*105 a
por TEC en general, sobre todo en considera- grave, respectivamente. Encontramos los pi-
ción al trauma cerrado, pero aumentaron las cos de incidencia entre los 20 y 24 años, 40
relacionadas con el trauma penetrante. y 44 años, y más de 75 años. (*Ui¿FR) La
Cada año, más de 80 000 norteamericanos relación global hombre/mujer fue de 4,5:1,
sobreviven a la hospitalización por TEC pero con grandes variaciones en los menores de
son externados con discapacidades, de ma- 30 años y 1,3:1 en los mayores de 70 años
nera tal que 5,3 millones están viviendo ac- (*Ui¿FR). La media de edad de las mujeres
tualmente con una discapacidad relacionada IXH VLJQL¿FDWLYDPHQWH PD\RU TXH OD GH ORV
con el trauma. varones (49 YV 37, p < 0,01).
Traumatismo de cráneo ‡ 147

TEC total TEC leve TEC moderado TEC grave


Total 322 301 13 9
15-19 321 283 24 14
20-24 868 836 20 12
25-29 630 586 26 18
30-34 499 464 16 19
35-39 356 331 13 13
40-44 325 291 20 13
45-49 301 273 14 14
50-54 277 270 7 0
55-59 186 169 7 10
60-64 152 141 10 0
65-69 179 162 12 4
70-74 336 323 14 0
75 500 449 13 38
Tabla 1: Incidencia de TEC por cada 100 000 habitantes de acuerdo a edad y gravedad

Valor
Mecanismo Total % Hombres % Mujeres %
de p
7Ui¿FR 580 37,6 419 34,4 161 50 < 0,01
Conductor 114 7,4 111 10,6 3 0,6 < 0,01
Acompañante 104 6,7% 45 4,3% 59 11,8% < 0,01
Moto 124 8 111 10,6 13 2,6 < 0,01
Peaton 196 12,7 120 11,5 76 15,2 < 0,01
Ciclista 42 2,7 32 3,1 10 2 < 0,01
Caída 299 19,4 119 11,4 180 36 < 0,01
Precipitación 113 7,4 77 13,1 36 7,2 < 0,01
Golpe 219 14,2 170 16,3 49 9,8 < 0,01
Agresión 168 11 144 13,8 24 4,8 < 0,01
Desconocido 74 4,8 44 4,2 30 6 < 0,01
Tabla 2: Mecanismo del trauma del grupo general y de acuerdo a sexo, en números absolutos y porcentajes

1000

800 TEC grave


TEC moderado
600
TEC leve
400
TEC total
200

0
Total 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 75-

*Ui¿FR Incidencia de TEC por 100 000 habitantes de acuerdo a edad y gravedad. Se observa la distribución
trimodal y el predominio de los TEC leves
148 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

25

20

15

10

0
Total 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-59 60-64 65-69 70-74 75-

*Ui¿FR Relación entre hombres y mujeres de acuerdo a las diferentes edades. La tasa global es de 4,5 a 1,
con picos de 22 a 1 a los 19 años y de 18 a 1 a los 40 años

Sólo en 5 casos el TEC tuvo como origen En cuanto a los mecanismos de trauma (Ta
una lesión penetrante, por arma de fuego. Con EOD), el 37,6% correspondió a accidentes de
respecto al horario del trauma el 30% ocurrió tránsito, el 19,4% a caídas, el 7,4% a caídas
de 8 a 16 horas el 39% de 16 a 0 horas y el de altura, el 14,2% a golpes accidentales, el
31% de 0 a 8 horas. En un 8% de los pacientes 11% a violencia interpersonal y en el 4,8%
se halló relación con el alcohol, ya fuera por fue desconocido. En el análisis por edad, los
aliento etílico u otros signos de intoxicación menores de 40 años en relación a los que su-
alcohólica aguda. peran dicho tramo de edad tienen un RR 2,53
El análisis estadístico reveló que la pobla- YHFHVPD\RUGHWHQHUXQDFFLGHQWHGHWUi¿FR
ción menor de 40 años respecto a la mayor sobre todo en los conductores de moto, que
de 40 años tiene un RR 1,97 veces mayor de aumenta hasta 14,23. La agresión interperso-
sufrir cualquier tipo de TEC, un RR de 2 para nal es también mayor en los menores de 40
sufrir un TEC leve y un RR de 1,84 para un años, con un RR de 2,11, que se incrementa
TEC moderado. En el TEC grave, aunque se en el sexo masculino. Para las caídas de la
aprecia un aumento del RR de 1,45 para los propia altura, en cambio, el RR es de 4,35
menores de 40 años, éste no alcanza una sig- para los mayores de 40 años y de 3,15 para
QL¿FDFLyQHVWDGtVWLFDGHELGRSUREDEOHPHQ- las mujeres, independientemente de la edad.
te, a la cortedad de la muestra. Se hallaron lesiones hemorrágicas en 24 pa-
cientes a los que se les realizó una tomografía,
correspondiendo un 0,002% a los leves, un
50 Total 21,6% a los moderados, y un 19% a los graves.
45 Hom bres El 70,1% de los pacientes fue dado de alta,
40 el 19,7% fue derivado a otro centro asisten-
Mujeres
35
30
cial (dada las características de nuestro siste-
25 ma de salud), el 3,3% fue internado en sala
20 general, el 2,3 % fue internado en Terapia
15 Intensiva y el 0,5% murió al ingreso en Ur-
10 gencias. Un 3,6 % de los pacientes se retiró
5
0
del establecimiento sin el alta médica.
TEC total TEC La mortalidad global fue del 1,56% (*Ui¿FR
m oderado 3). No hubo muertos en el grupo de los TEC
*Ui¿FR Mortalidad. Se observan diferencias en la leves. Falleció el 13% de la población con TEC
mortalidad de hombres y mujeres, probablemente por moderado y el 36% de la de los graves. Se nota
la mayor edad de estas últimas en este estudio una mayor mortalidad en las
Traumatismo de cráneo ‡ 149

mujeres que en los hombres, tendencia que está trospectivos y con diferentes criterios en las
siendo estudiada a nivel mundial por Krauss. GH¿QLFLRQHV
Si bien es difícil generalizar debido a las va- Es necesario fomentar la realización de
riaciones regionales, este estudio señala que en HVWH WLSR GH HVWXGLRV SDUD ORJUDU LGHQWL¿FDU
la comunidad argentina estudiada la incidencia la población en riesgo e iniciar medidas de
de TEC es elevada, con una proporción de TEC prevención. En este sentido la Sociedad Ar-
moderados y graves inferior a otras series. Los gentina de Medicina y Cirugía del Trauma es
accidentes de tránsito continúan como primer pionera en nuestro país.
agente causal, afectando, sobre todo, a la pobla- Por otra parte la elevada incidencia de TEC
ción joven masculina, mientras que las caídas leve en nuestra muestra de la ciudad de Bue-
de altura y atropellos inciden en la población nos Aires indica la necesidad de formar gru-
mayor de 40 años y en el sexo femenino. Nues- pos de evaluación multidisciplinarios que
tra tasa de mortalidad se encuentra dentro de cuenten con el presupuesto necesario para
los rangos actualmente admitidos. brindar el apoyo diagnóstico y terapéutico a
estas víctimas.
Todos los estudios, a pesar de sus falencias,
2.1.4. Conclusiones
VLJXHQ MXVWL¿FDQGR TXH HO 7(& VLJD VLHQGR
La mayor parte de los trabajos epidemio- llamado ODHSLGHPLDVLOHQFLRVD0RGL¿FDUOD
lógicos son de las décadas del 70 y 80, re- es nuestro desafío.

2.2 Guías para evaluación y


tratamiento del traumatismo
encéfalocraneano leve
Patricia S. Marchio
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

2.2.1. Introducción deprimida o deterioro mayor de dos puntos


en la GCS luego de su ingreso. En la actua-
(QHODxR5LPHOGH¿QLyDOWUDXPDWLVPR lidad, a más de dos décadas, no hay todavía
encéfalo-craneano leve (TECL) como a todo XQDGH¿QLFLyQXQLIRUPHQLPXFKRPHQRVXQ
paciente que ingresa en la sala de Urgencias criterio de manejo universal.
luego del trauma con un puntaje en la Esca- El TECL corresponde a aproximadamente
la de Coma de Glasgow (GCS) de entre 13 al 80% de todos los traumatismos encéfalo-
y 15, con o sin antecedentes de pérdida de craneanos, porcentaje variable según los di-
conciencia o amnesia, en ausencia de aniso- IHUHQWHVFHQWURV\ODGH¿QLFLyQDGRSWDGD
FRULDGp¿FLWPRWRUOHVLyQDELHUWDGHFUiQHR Su severidad estimada varía entre 1 a 10%,
exposición de masa encefálica, pérdida de ya que se vió que este porcentaje de pacien-
líquido cefalorraquídeo, fractura de cráneo WHVIXH¿QDOPHQWHJUDYH
150 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Un reciente metaanálisis sueco estima que de head injured adults.” En: %U 0HG - 1983;
1000 pacientes admitidos en el departamento 287:1173-6.
de urgencias por TECL, 1 morirá, 9 requerirán Gómez P.A., Lobato R.D., Ortega J.M. et
neurocirugía u otra intervención relacionada DO. “Mild head injury: differences in prog-
con el trauma, y 80 mostrarán una tomografía nosis among patients with a Glasgow Coma
cerebral anormal. Al menos 8% de éstos re- Scale score of 13 to 15 and analysis of fac-
querirá admisión. Del mismo metaanálisis de WRUVDVVRFLDWHGZLWKDEQRUPDO&7¿QGLQJV´
24 estudios sobre 24 249 pacientes con GCS En: %-1HXURVXUJ 1996; 10: 453-460.
15/15, la incidencia de tomografías (TC) anor- 7RPHL*%UDPELOOD*'HO¿QL56HUYD-
males es de 7,8%, la probabilidad de presentar dei F., Previgliano I. “Guías para el manejo
complicaciones 0,9%, y la mortalidad estimada de los pacientes adultos con traumatismo en-
es de aproximadamente 0,1%. céfalocraneano leve.” En: 0HGLFLQD,QWHQVL
Si bien la mayoría de las publicaciones conti- YD 1998; 15:99-104.
núa incluyendo en el grupo de TECL a los pa- Nagy K.K., Joseph K.T., Krosner S.M. et
cientes con GCS entre 13 a 15 puntos, hay aho- DO. “The utility of head computed tomogra-
ra evidencia de que los pacientes que presentan phy after minimal head injury.” En: J Trau
*&6HQWUH\WLHQHQXQULHVJRVLJQL¿FDWL- ma 1999; 46: 268-270.
vamente elevado comparado con los pacientes Haydel M.J., Preston C.A., Mills T.J. HWDO.
con 15 puntos. Los datos obtenidos de los di- “Indications for computed tomography in
ferentes estudios evidencian TC anormales en patients with minor head injury.” En: 1(QJO
22% de los pacientes con GCS 13/15, 17% en -0HG 2000; 343: 100-105.
GCS 14/15, y menos de 10% en GCS 15/15, de Servadei F., Teasdale G., Merry G. HW DO.
DKtTXHDOJXQRVDXWRUHV\DQRFODVL¿FDQGHQWUR ³'H¿QLQJ DFXWH PLOG KHDG LQMXU\ LQ DGXOWV
del grupo de TECL a los pacientes con GCS a proposal based on prognostic factors, diag-
13. Stein, en su revisión sobre los pacientes con nosis and management.” En: -1HXURWUDXPD
GCS 13, cita una incidencia de hemorragia en- 2000.
docraneana de 33,8%, con requerimientos de Ingebrigtsen T., Romner B., Kock-Jensen
neurocirugía en un 10,8%. C. “Scandinavian guidelines for initial mana-
Según los datos reportados en las recientes gement of minimal, mild, and moderate head
recomendaciones de la Organización Mundial injuries.” En: J Trauma 2000; 48: 760-766.
de la Salud sobre el TECL, la necesidad global Hofman P.A.M., Nelemans P., Kemerink
de neurocirugía es de aproximadamente 1%, G.J., HW DO “Value of radiological diagnosis
pero según el valor de GCS, en los pacientes of skull fracture in the management of mild
con 15 puntos es de 0,08%, GCS 14, 3,6%, y head injury: meta-analysis.” En: - 1HXURO
en el grupo de 13 puntos, asciende a 7,5%. La 1HXURVXUJ3V\FKLDWU\ 2000, 68: 416-422.
mortalidad global es menor a 0,2% para los pa- Sherman S. Minor, “Head injury: 13 is an
cientes con GCS 14 y 15, 0,01%, mientras que unlucky number.” En: J Trauma 2001; 50:
en el grupo con 13 puntos es de 1,1%. 759-760.
Stiell I.G., Lesiuk H., Wells G.A. HWDO. “The
Canadian CT head rule study for patients
2.2.2. Medicina Basada en
with minor head injury: rationale, objectives
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and methodology for phase I (derivation).”
encéfalocraneano leve
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2.2.2.1. Fuente de evidencia Stiell I.G., Lesiuk H., Wells G.A. HWDO. “The
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Traumatismo de cráneo ‡ 151

“Clinical Policy: Neuroimaging and decisión 1DWLRQDO ,QVWLWXWH IRU &OLQLFDO ([FHOOHQFH
making in adult mild traumatic brain injury (NICE), organización independiente del sis-
in the acute setting.” En: $QQ (PHUJ 0HG tema nacional de salud británico (NHS), que
2002; 40:231-249. están dirigidas a todo el personal de salud
National Collaborating Centre for Acute involucrado, en todos los niveles asistencia-
Care Guideline commissioned by the Natio- les, excluyendo el área de terapia intensiva
nal Institute for Clinical Excellence (NICE). y neuroquirúrgica, en la atención inicial de
“+HDG,QMXU\WULDJHDVVHVVPHQWLQYHVWLJD estos pacientes basadas en la evidencia de
WLRQDQGHDUO\PDQDJHPHQWRIKHDGLQMXU\LQ revisiones sistemáticas de la literatura clasi-
LQIDQWVFKLOGUHQDQGDGXOWV” June 2003. ¿FDGDVVHJ~QHO2[IRUG&HQWUHIRU(YLGHQFH
Geijerstam J.L., Britton M. Mild, “Head in- EDVHG0HGLFLQH/HYHOVRI(YLGHQFH La ver-
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DQDO\VLVRI¿QGLQJVLQDV\VWHPDWLFOLWHUDWXUH Internet, de forma gratuita.
review.” En: $FWD 1HXURFKLU (Wien) 2003;
Consideramos importante mencionar bre-
145:843-850.
vemente los resultados de dos estudios re-
“Best evidence synthesis on mild trauma-
cientemente aparecidos, de buen diseño me-
tic brain injury: results of the WHO Colla-
todológico y a la vez validados en muestras
borating Centre for neurotrauma, prevention,
separadas, dado su potencial impacto en la
management and rehabilitation task force on
práctica clínica actual.
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0HG 2004, suppl 43. Canadian CT Head Rule Study
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leans Criteria in Patients With Minor Head GHGH¿QLUUHJODVSDUDODLGHQWL¿FDFLyQGHOD
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Haydel M. “Clinical decisión Instruments llazgos agudos que normalmente requieren
for CT Scanning in Minor Head Injury.” En: hospitalización y seguimiento neuroquirúr-
-$0$ 2005:294,1551-53. gico) y la necesidad de intervención neuro-
TXLU~UJLFD GH¿QLGDFRPRPXHUWHVHFXQGDULD
2.2.2.2. Análisis de la evidencia al traumatismo craneal o la necesidad de cra-
Existe en la actualidad una variada gama de neotomía, monitorización de la presión in-
recomendaciones publicadas a nivel interna- tracraneana (PIC) o intubación endotraqueal
cional, por lo que resulta imposible mencio- por el traumatismo craneal, dentro de los sie-
narlas a todas. La mayoría está basada en los te días posteriores al trauma).
resultados de revisiones sistemáticas de la Estas reglas tienen por objeto ser más se-
literatura en base a estudios de bajo nivel de lectivo en la indicación de la tomografía, sin
HYLGHQFLDFLHQWt¿FDSUREDEOHPHQWHSURGXFWR comprometer la evolución de los pacientes.
de que el TECL es oligosintomático, requiere Se incluyen los pacientes con GCS entre 13
escasa o nula intervención terapéutica espe- y 15 puntos, con historia de pérdida de con-
Ft¿FD OD LQFLGHQFLD GH FRPSOLFDFLRQHV LQ- ciencia, amnesia o desorientación (es decir,
mediatas y secuelas graves es baja, sumado OD GH¿QLFLyQ GH ORV DXWRUHV GH 7(&/  TXH
a la diferencia de criterios al momento de su se presentan dentro de las primeras 24 horas
GH¿QLFLyQ del trauma.
Una de las de más reciente aparición (2003) Se excluye a los pacientes con GCS 15 sin
y un buen ejemplo de elaboración de guías a pérdida de conciencia o amnesia, por ser con-
nivel regional o nacional, son las recomen- VLGHUDGR VX ULHVJR tQ¿PR \ D ORV SDFLHQWHV
daciones detalladas del 1DWLRQDO &ROODER con alteraciones de coagulación, ya que están
UDWLQJ &HQWUH IRU$FXWH &DUH *XLGHOLQH GHO en riesgo elevado de lesión intracraneal y la
152 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

indicación de TC no se discute, así como los mente, tuvo una lesión clínicamente impor-
menores de 16 años, la mujer embarazada, WDQWH 7RGRV HVWRV IXHURQ LGHQWL¿FDGRV HQ HO
la fractura abierta detectada clínicamente, el departamento de urgencias por la TC de ce-
traumatismo secundario a otra causa (sínco- rebro inicial. De los 97 pacientes con lesión
pe, convulsión) y los pacientes que consultan no importante, ninguno requirió neurocirugía.
nuevamente por el mismo traumatismo. La sensibilidad fue del 100% para los reque-
La decisión de realización de TC queda a rimientos de neurocirugía y para la detección
cargo del médico tratante, y los pacientes no GHOHVLyQFOtQLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYDSHURFDH
WRPRJUD¿DGRV VRQ WHOHIRQHDGRV GHQWUR GH al 93% para la detección de la totalidad de las
los 14 días e interrogados con un cuestiona- OHVLRQHVFHUHEUDOHV/DHVSHFL¿FLGDGJOREDOVH
ULRHVWUXFWXUDGRSDUDYHUL¿FDUORVHQGSRLQWV. encuentra alrededor del 50%.
De las dos fases de este estudio surgen las De estos resultados surge que el total de to-
siguientes recomendaciones: mografías a realizar en todo el grupo hubiera
sido del 52%, y del 62% para los GCS 15, lo
/D7&HQFHIiOLFDVHUHFRPLHQGDVyORDORV que sugiere que la aplicación de estas reglas
SDFLHQWHVTXHSUHVHQWDQXQRRPiVGHORVVL mejoraría la H¿FLHQFLD HQ OD XWLOL]DFLyQ GH
JXLHQWHVtWHPVFRQVLGHUDGRVGHULHVJR: tomografía (léase reducción de cantidad de
imágenes y costes). La evaluación en cuanto
3DFLHQWHV FRQ ULHVJR DOWR (para interven- a la comprensión y aceptación de las reglas
ción neuroquirúrgica), tWHPV: por parte de los médicos fue elevada.
‡ 3HUVLVWHQFLDGHXQ*&6DKRUDVGHO
trauma New Orleans CT Rules (Haydel 2000)
‡ 6RVSHFKDGHIUDFWXUDDELHUWDRGHSULPLGD Estudio monocéntrico, con 1LYHOGH(YLGHQ
‡ &XDOTXLHU VLJQR GH IUDFWXUD GH EDVH GH FLD, realizado en dos fases, validado sepa-
cráneo radamente en el mismo centro, en una pobla-
‡ 'RVRPiVHSLVRGLRVGHYyPLWRV ción de 909 pacientes.
‡ (GDGPD\RUDDxRV (OSURSyVLWRIXHODLGHQWL¿FDFLyQGHORVSD-
cientes a los cuales no le es necesario realizar
3DFLHQWHVFRQULHVJRPRGHUDGR(para lesión XQD7& FRQ OD VX¿FLHQWH FHUWH]D FRPR SDUD
cerebral en TC), tWHPV: no perder de vista una lesión intracraneanal.
Los mencionados anteriormente sumados a: Se incluyó a los pacientes con GCS igual a
‡ Amnesia retrógrada mayor de 30 minutos 15, con examen neurológico normal y mayo-
‡ 0HFDQLVPR GH WUDXPD SHOLJURVR SHDWyQ res de 3 años, que se presentan en el depar-
atropellado por vehículo, ocupante eyec- tamento de urgencias dentro de las primeras
tado del vehículo, caída de más de 90 cm 24 horas del trauma. Se realizó tomografía a
de altura o de cinco escalones) todos los pacientes.
Se excluyó a los pacientes sin pérdida de
Estas reglas han sido recientemente valida- conciencia y con CGS menor a 15, asumien-
das en un estudio multicéntrico prospectivo do que estos últimos reciben tomografía in-
en Canadá, cuyo objetivo fue establecer su mediata.
H[DFWLWXG FRQ¿DELOLGDG H LPSDFWR SRWHQFLDO 6H LGHQWL¿FDURQ ORV VLJXLHQWHV IDFWRUHV GH
en el manejo de los pacientes con traumatis- ULHVJR 7& DQRUPDO GH¿QLGD FRPR OD SUH-
mo craneano leve. sencia de hematomas subdural y/o epidural,
Sobre 2 707 pacientes, al 80,2% se le realizó hemorragia intracraneana, hemorragia suba-
una tomografía y al 19,8% restante se le rea- racnoidea, contusión cerebral, fractura depri-
lizó evaluación telefónica. El 1,5% del total mida:
de pacientes y el 0,4% del grupo de GCS 15 1. Cefalea
respectivamente, requirió intervención neuro- 2. Vómitos
quirúrgica, y el 8,5% y el 5,3%, respectiva- 3. Edad > 60 años
Traumatismo de cráneo ‡ 153

4. Intoxicación por drogas o alcohol Nosotros implementamos —a partir del


5. Amnesia anterógrada año 2000 en el departamento de Urgencias
6. Evidencia física de trauma por encima de de nuestro hospital— las recomendaciones
las clavículas de la Sociedad Italiana de Neurocirugía para
7. Convulsiones el control de los pacientes ingresados con
La sensibilidad de estos siete factores com- TECL, a las que consideramos fáciles de apli-
ELQDGRV IXH GHO  OD HVSHFL¿FLGDG GHO car en la urgencia. Las mismas son descritas
25% y el valor de predicción negativo del de manera detallada en el presente capítulo,
100%. Todos los pacientes con TC positiva \DTXHDQXHVWURFULWHULRUHÀHMDQGHXQDPD-
tuvieron al menos uno de estos hallazgos. nera apropiada la conducta a seguir delante
Al mismo tiempo, si estos factores no están de un paciente con TECL, dada la evidencia
presentes, no es necesario realizar imágenes disponible en la actualidad.
y pueden externarse, ya que el paciente es
considerado de bajo riesgo. Solo se halló un
2.2.3. Evaluación
6,5% de tomografías anormales y un 0,4 %
del traumatismo
de los pacientes requirió cirugía. Como los
encéfalocraneano leve
pacientes no fueron seguidos luego del alta
no puede saberse el número de complicacio- Como en todo paciente traumatizado, la eva-
nes tardías. luación inicial se basada en las normativas
El porcentaje de tomografías a realizar si- $7/6Š /D HYDOXDFLyQ HVSHFt¿FD GHO 7(&
guiendo estos criterios sería del 78%. OHYHGHEHEDVDUVHHQODLGHQWL¿FDFLyQGHOH-
VLRQHVFOtQLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYDV\UHVLGHHQ
Una coincidencia uniforme de casi todas las OD LGHQWL¿FDFLyQ SUHFR] GH HVWRV SDFLHQWHV
JXtDVLQGHSHQGLHQWHPHQWHGHODGH¿QLFLyQ\ basándose en el interrogatorio, la determina-
factores de riesgo considerados, es que los ción de factores de riesgo y el examen neuro-
únicos pacientes donde se puede prescindir OyJLFR SDUD SRGHU FODVL¿FDUORV UiSLGDPHQWH
de la internación sin ser sometidos a proce- según su nivel de severidad y proceder a la
dimientos diagnósticos y/u observación, son realización precoz de una neuroimagen, ya
aquellos que se presentan con un GCS 15/15, que esta modalidad, más que la admisión y la
asintomáticos, con examen neurológico nor- observación en espera del deterioro neuroló-
mal y sin factores de riesgo, ya que la posi- gico, es la que reduce el tiempo de detección
bilidad de TC anormal y/o neurocirugía en de lesiones intracraneales o de complicacio-
estos pacientes es cercana a cero. nes graves, y está asociado con un mejor pro-
En la práctica diaria y considerando que el nóstico. Los factores de riesgo y los síntomas
TEC es uno de los principales motivos de neurológicos relevantes para hemorragia in-
consulta de trauma en las guardias de los tracraneana más frecuentemente considera-
hospitales generales, la disparidad individual dos son:
—en un mismo centro— en los criterios de
FODVL¿FDFLyQHYDOXDFLyQ\WUDWDPLHQWRSUR- 2.2.3.1 Factores de riesgo
voca riesgos potenciales en su atención, sin *&6. Está bien establecido que el riesgo de
olvidar el incremento desmesurado en el gas- lesiones intracraneales y de necesidad de
to de la misma. De ahí que la implementación cirugía aumenta en la medida en que dis-
GHJXtDVWLHQHODXWLOLGDGGHXQL¿FDUFULWHULRV minuye el puntaje de la GCS, como ya lo
y mejorar la calidad de atención, y de utilizar mencionamos previamente.
los recursos de manera apropiada. Por otro 0HFDQLVPRGHWUDXPD. Si bien no hay una de-
lado, si bien no tienen un valor legal directo, ¿QLFLyQH[DFWDGHPHFDQLVPRGHWUDXPDGH
adquieren importancia de manera indirecta al alta energía cinética y su inclusión dentro de
ser consideradas como parte de los estánda- los factores de riesgo es más bien de forma
res profesionales de la práctica médica. empírica, algunos autores reportan que la
154 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

severidad del trauma está directamente re- Edad. Por sí sola no es un determinante abso-
lacionado con la incidencia de las lesiones luto del pronóstico, aunque presentan me-
YHUL¿FDGDVHQODWRPRJUDItD(VLPSRUWDQWH jor supervivencia y recuperación funcional
intentar obtener todos los datos posibles del los pacientes más jóvenes. Algunos autores
PLVPR\DTXHSXHGHD\XGDUDLGHQWL¿FDUD mencionan la existencia de riesgo elevado
esos pacientes aparentemente leves y que en pacientes mayores de 60-65 años, y po-
posteriormente puedan presentar deterioro. dría resultar en ocasiones el único criterio
Se consideran de riesgo para lesión intra- para elegir para la realización de una tomo-
craneana los siguientes mecanismos: pea- grafía, pero resulta poco probable que haya
tón atropellado por automóvil, ocupante una edad-umbral determinada sobre la cual
expulsado, caída de más de un metro de el riesgo aumente abruptamente. Asimismo,
altura o de más de cinco escalones. el patrón subyacente es un aumento progre-
&RDJXORSDWtDVRWUDWDPLHQWRDQWLFRDJXODQWH. sivo de las complicaciones intracraneales
Si bien no hay una estadística uniforme que se hace notable y clínicamente relevan-
sobre su riesgo, algunos argumentan que te alrededor de los sesenta años.
hay hasta un 25% de probabilidad de he- Finalmente, todo paciente sobre el cual re-
morragia intracraneana, con un 50% de sulta imposible la realización de una evalua-
mortalidad. ción neurológica objetiva (GLVFDSDFLWDGRV
(WLOLVPRFUyQLFR1RHVWiELHQGH¿QLGDVXUHOH- HQIHUPHGDG QHXUROyJLFD SUHYLD SVLTXLiWUL
vancia como factor de riesgo por sí mismo. FRV LQWR[LFDGRV), será incluido dentro del
,QWR[LFDFLyQHWtOLFDDJXGDRDEXVRGHGURJDV. grupo de riesgo.
En estos pacientes el riesgo se basa funda-
mentalmente en la imposibilidad de reali- 2.2.3.2. Signos y síntomas
zar un examen neurológico apropiado, ya Los signos y síntomas más importantes a con-
TXHSDFLHQWHVDGPLWLGRVEDMRODLQÀXHQFLD siderar en el TECL son:
de alcohol o drogas pueden no cooperar. 3pUGLGDGHFRQFLHQFLD. Es un factor de pre-
Los parámetros clínicos usados habitual- dicción clínico independiente de anorma-
mente pueden fallar en predecir hemo- lidades en la TC o por lo menos un factor
rragia intracraneana en este grupo, por lo que multiplica el riesgo relativo por dos; su
cual deben ser manejados de acuerdo con presencia —no importa cuán breve sea su
un protocolo alternativo, incluyendo la ad- GXUDFLyQ²MXVWL¿FDODUHDOL]DFLyQGHODPLV-
misión para observación y TC. Nagy HWDO ma. La presencia de pérdida de conciencia es
observaron que un 21% de los pacientes considerada un indicador de que el impacto
ingresados por traumatismo encéfalocra- IXH OR VX¿FLHQWHPHQWH LQWHQVR FRPR SDUD
QHDQR HVWDED EDMR OD LQÀXHQFLD GHO DOFR- causar daño cerebral. Aunque hay evidencia
hol, de los cuales un 3,3% tuvo hallazgos de que las complicaciones intracerebrales
anormales en la tomografía y un 1,8% de pueden ocurrir aun en ausencia de pérdida de
éstos requirió neurocirugía. La alteración conciencia, la mayoría de los estudios en esta
del nivel de conciencia debe atribuirse a área excluyen este tipo de pacientes, por lo
la intoxicación por alcohol o drogas sólo que este aspecto no ha sido evaluado.
luego de haberse excluido una lesión intra- $PQHVLD. Tiene un riesgo de 3,3% de alte-
FUDQHDQDVLJQL¿FDWLYD UDFLRQHV WRPRJUi¿FDV VL GXUD PiV GH FLQFR
7UDWDPLHQWRVQHXURTXLU~UJLFRVSUHYLRV. Prin- minutos. Si se asocia con agitación, tiene un
cipalmente son los pacientes operados por valor de predicción positivo de hasta un 60%.
VKXQW y TEC previos. Si bien no hay da- La amnesia puede ser considerada en estos ca-
WRVHVSHFt¿FRVFRQFHUQLHQWHVDHVWHIDFWRU sos como una evidencia indirecta de la pérdida
el hecho de tener una lesión intracerebral de conciencia. Tanto la amnesia anterógrada
previa aumentaría SHUVH el riesgo. Su in- como la retrógrada deben considerarse como
clusión es también de forma empírica. equivalentes en términos de riesgo.
Traumatismo de cráneo ‡ 155

&HIDOHD GLIXVD \ YyPLWRV. Aun ante el des- relevantes para tomografía positiva, con la
acuerdo de los diferentes estudios en cuanto ¿QDOLGDGSULQFLSDOSRGHUHODERUDUDOJRULWPRV
a la cantidad de vómitos o la intensidad de la diagnósticos coste-efectivos, es decir, reducir
cefalea, ambos aumentan el riesgo de deterio- la cantidad de imágenes realizadas sin dismi-
ro neurológico y de hallazgos patológicos en nuir el porcentaje de detección de lesiones
la tomografía. relevantes, aunque en la actualidad haya una
$JLWDFLyQ. La probabilidad de lesión intra- controversia en cuanto a qué lesiones son clí-
craneal es del 16,7%. QLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYDV\HQHOULHVJRGHTXH
/HVLRQHVGHSDUWHVEODQGDV. Su hallazgo en dicha selectividad aumente la posibilidad de
pacientes que no presenten pérdida de con- falta de detección de lesiones que sea posible
ciencia, amnesia, sintomatología neurológi- se deterioren posteriormente.
ca o fractura de cráneo no presenta riesgo,
aunque desde hace poco este tipo de lesiones Radiografía de cráneo
VRQFRQVLGHUDGDVFRPRSDUWHGHODGH¿QLFLyQ (frente, perfil y Towne)
de mecanismo de trauma por encima de las Si bien la presencia de fractura de cráneo se
clavículas, según uno de los trabajos mencio- asocia con un aumento en la incidencia de
nados previamente. hemorragia intracraneana de entre 5 a 400
veces según las diferentes series, más im-
2.2.3.3. Examen neurológico portante en el hecho de que —a una sensi-
En el examen neurológico se debe a evaluar bilidad de 38%— no provee mucha informa-
principalmente el nivel de conciencia, las pu- ción extra y no puede ser usada para excluir
pilas y los signos de focalidad neurológica. el diagnóstico de hemorragia intracraneana.
La GCS es en la actualidad el sistema acep- También es cierto que hasta un 10% de las
tado para evaluar las alteraciones del estado de fracturas no son detectadas en las radigrafías
conciencia en el traumatismo encéfalocraneano cuando éstas son evaluadas por médicos no
\SHUPLWHODFODVL¿FDFLyQHQJUXSRVSRUVHYH- radiólogos (como es el caso de la mayoría de
ridad. Es un método sencillo y objetivo para los que evalúan estas imágenes en la urgen-
evaluar la severidad, es fácilmente aplicable cia) y también muchas veces son de mala ca-
por todo el personal sanitario, con poca varia- lidad, lo que contribuye aún más a disminuir
bilidad interobservador y se ha demostrado que la sensibilidad. Por los motivos expuestos, en
tiene un gran valor pronóstico en el TEC. Debe la mayor parte de las guías actuales ya casi
evaluarse cada componente por separado y es- no hay indicación para la realización de la
tablecer el escore por sobre 15 puntos. radiografía de cráneo en el algoritmo de ma-
nejo de TEC leve, salvo para situaciones en
las cuales no es posible disponer de una TC.
2.2.3.4. Métodos diagnósticos
En estos casos, que en general se limitan a
TC encefálica con ventana ósea pacientes con GCS 15/15 sin factores de ries-
Es el método 3DWUyQ 2UR para el hallazgo go, serviría como VFUHHQLQJ para la realiza-
de lesiones intracraneales durante el período ción de la misma. Ninguno de los dos traba-
agudo y para la toma de decisión de neuroci- jos mencionados anteriormente la considera
rugía de urgencia. Luego del advenimiento para la evaluación del traumatismo.
de la misma, se logró aumentar la detección
de hematomas intracraneales en pacientes Resonancia magnética nuclear (RMN)
asintomáticos antes de que presentaran un 3XHGHLGHQWL¿FDUOHVLRQHVSDUHQTXLPDWRVDVHQ
deterioro clínico evidente. El desafío en la un 25% de los pacientes con TC normal, sobre
era actual se basa principalmente en tratar de todo contusiones no hemorrágicas a predominio
FRUUHODFLRQDUORVKDOOD]JRVWRPRJUi¿FRVFRQ frontal y temporal, las cuales —sumadas a la
las características clínicas de los pacientes, duración de la amnesia postraumática— se re-
DVtFRPRHQLGHQWL¿FDUORVIDFWRUHVGHULHVJR lacionan directamente con la evolución. Si bien
156 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

en el período agudo la RMN no parece cambiar durante el examen clínico, y la TC no evi-


el manejo de estos pacientes, estaría indicada denció hemorragia intracraneana. Surge de
en pacientes sintomáticos con TC normal, y en ésto que de haber seguido guías de manejo,
el período crónico, en pacientes con síndrome se hubieran evitado realizar en sólo tres me-
posconcusional persistente, si bien aún no se ha ses aproximadamente 130 radiografías, opti-
logrado demostrar una clara asociación entre mizando los recursos sin el riesgo de pérdida
los hallazgos anormales y éste. GHOHVLRQHVVLJQL¿FDWLYDV
A partir de octubre del año 2000, luego de la mo-
Tomografía por emisión de fotones GL¿FDFLyQDGDSWDGDDQXHVWURVUHFXUVRVKRVSLWDOD-
únicos (SPECT) o de positrones (PET) rios (tomógrafo y neurocirujano disponible las 24
En un alto porcentaje de los casos el TECL se horas del día durante todo el año) y luego del con-
acompaña de daño orgánico. En los últimos senso entre el Grupo de Trabajo de Neurotrauma,
DxRVVHKDSXEOLFDGRXQQ~PHURVLJQL¿FDWLYR el Jefe de la Unidad de Emergencias y el Jefe de
de artículos relacionados con las alteraciones Servicio de Neurocirugía, decidimos implemen-
de la perfusión (principalmente frontal, tempo- tar dichas guías en nuestro Departamento de Ur-
ral y talámica) en pacientes con examen neu- gencias. El mismo fue autorizado por el Comité
rológico normal y TC/RMN normales. Debi- de Docencia e Investigación del Hospital.
do al pequeño número de casos reportados, la /DVPRGL¿FDFLRQHVDODVJXtDVRULJLQDOHVTXH
falta de correlación entre hallazgos anormales fueron diseñadas para su implementación a ni-
y el estado clínico, la falta de estudios de se- vel nacional, consistieron en: primero, la posi-
guimiento y evaluación del tratamiento, la no bilidad de exceptuar la tomografía en el grupo
HVSHFL¿FLGDG\ODGL¿FXOWDGSDUDODLQWHUSUHWD- 1 sin factores de riesgo solo en el caso en que,
ción de resultados anormales, se les considera por cuestiones técnicas, en algún momento no
actualmente como métodos de investigación y dispongamos de tomógrafo; segundo, la eva-
no se pueden hacer recomendaciones. luación por parte del neurocirujano de todo
paciente con fractura, aun si no hay hemorra-
gia intracraneana asociada (las guías italianas
2.2.4. Recomendaciones
sugieren evaluación por éste sólo en el caso de
para su manejo
hallazgo de hemorragia). Finalmente, nuestro
En nuestro país no existen guías elaboradas protocolo se limita a pacientes adultos.
localmente. En nuestro hospital, en el año Para su implementación, se colocó un poster
1998, realizamos una evaluación retrospecti- en un lugar central y visible de la Unidad en
va del manejo del TECL en comparación con el que se resumen las guías de práctica clíni-
las sugerencias de manejo de una sociedad ca en forma de árbol de decisión ()LJXUD).
FLHQWt¿FDLQWHUQDFLRQDOOD6RFLHGDG,WDOLDQD Se comunicó esta metodología a los médicos
de Neurocirugía. Hallamos una concordancia del Departamento de Urgencias del Hospital
global en aproximadamente un 80%, sobre pero no se obligó compulsivamente a su apli-
todo en los grupos de pacientes en los que cación. No hubo objeción formal a las Guías
estaba indicada la tomografía, recurso gene- por parte de los profesionales de guardia.
ralmente fácil y rápidamente disponible para Nuestro protocolo se basa en el examen neu-
nosotros. Sin embargo notamos una excesiva rológico, la presencia o ausencia de pérdida de
realización de radiografías de cráneo, donde conciencia, amnesia o síntomas, y presencia
aproximadamente el 70% fue hecha a los pa- o no de factores de riesgo relevantes para he-
cientes con GCS 15/15, asintomáticos y sin morragia intracraneana. Se excluyen todos los
factores de riesgo, grupo indiscutido por to- pacientes que al momento de la admisión pre-
das las guías internacionales en los cuales la VHQWHQXQ*&6” SRUVHUFRQVLGHUDGRVFRPR
radiografía no tiene utilidad. De todas esas moderados), los pacientes con fractura de crá-
radiografías, sólo dos mostraron fractura, neo abierta o deprimida, los traumatismos pene-
donde la sospecha diagnóstica ya fue hecha trantes y los signos de focalidad neurológica.
Traumatismo de cráneo ‡ 157

02/4/#/,/$%4%#,%6%-ODIFICACIONDEL0ROTOCOLODELA3OCIEDAD
)TALIANADE.EUROCIRUG¤A (OSPITAL'ENERALDE!GUDOS*!&ERNÖNDEZ '#"!
'RUPO 2 'RUPO 2 'RUPO

0ACIENTE 0ACIENTE 0ACIENTE


DESPIERTO DESPIERTO CONFUSOO
#ONCIENTE #ONCIENTE DESORIENTADO
#OLABORADOR #OLABORADOR 'CS
/RIENTADOENTIEMPO /RIENTADOENTIEMPO 3IND£FICIT
ESPACIOYPERSONA ESPACIOYPERSONA NEUROL˜GICO
'CS 'CS
3IND£FICIT 3IND£FICIT
NEUROL˜GICO NEUROL˜GICO

!USENCIADE !USENCIADE
P£RDIDADECONCIENCIA $£FICITNEUROL˜GICO #ONOSIN
TRANSITORIAAMNESIA YALMENOSUNO P£RDIDA
CEFALEADIFUSA DE£STOS DECONCIENCIA
V˜MITO P£RDIDADE TRANSITORIA
D£FICITNEUR˜LOGICO CONCIENCIATRANSITORIA AMNESIA
CONOSINDOLOREN AMNESIA CEFALEADIFUSA
ELPUNTODEIMPACTO CEFALEADIFUSA V˜MITOS
V£RTIGO V˜MITOS

!LTAASUDOMICILIO
#ONHOJA 4!#DECEREBRO 4!#
DEINSTRUCCIONES 2XDECRÖNEOS˜LO
APROBADAPOR SINOESPOSIBLE
ELHOSPITAL LA4!# ,ESI˜N˜SEA 3INLESI˜N
OINTRACRANEAL INTRACRANEAL
&ACTORESDERIESGOR 4!#DECEREBRO
2XCRÖNEO
COAGULOPAT¤A CONVENTANA˜SEA #ONSULTA 2EPETIR
TRATAMIENTO
NEURO 4!#ALAS
ANTICOAGULANTE
QUIR¢RGICA HSEN
ALCOHOLISMO 3INFRACTURA &RACTURA 3INLESI˜N COAGULOPAT¤A
ODROGADICCION INTRACRANEAL
EPILEPSIA NI˜SEA
TRASTORNOS /BSERVACI˜N
PSIQUIÖTRICOS CL¤NICAPOR
IMPOSIBILIDAD HORAS /BSERVACI˜N /BSERVACI˜N
#ONLESI˜N˜SEA
DEEVALUACI˜N CL¤NICA HASTALA
!LTA YOINTRACRANEAL
NEUROL˜GICA PORALMENOS DESAPARICI˜N
4!# OBSERVACI˜N HORAS DELA
#L¤NICAHORAS !LTA CONFUSI˜N
#ONSULTA
,ESI˜N˜SEAO NEUROQUIR¢RGICA
3INLESI˜N
INTRACRANEAL
INTRACRANEAL

2EPETIR4!#
ALASHS #ONSULTA
ENCOAGULOPAT¤A NEURO QUIR¢RGICA
!LTA
Figura 1: Elaborato con il contributo dei Servizi e dei Reparti di Medicina d’Urgenza, Neurochirurgia, Neurologia, Neu-
roradiologia, Pronto Soccorso e Radiologia degli Ospedali di Cesena, Faenza, Forli, Lugo, Ravenna, Riccione, Rimini
&RRUGLQDWRUH'U)UDQFR6HUYDGHL5HDOL]]D]LRQHJUD¿FD'U&DUOR9DOLVL'U0HULV&XVFLQL'U*LXOLDQR*LXOLDQL
158 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

2.2.4.1 Protocolo de TEC *UXSR Debe realizarse la observación clí-


leve modificado de las nica al menos por seis horas y proceder a la
guías de la Sociedad obtención de una neuroimagen (tomografía
Italiana de Neurocirugía de cerebro con ventana ósea sin contraste o
radiografía de cráneo sólo en los pacientes en
Clasificación los que no es posible la realización de una TC).
Tal como se aprecia en la )LJXUD, los pa- En los pacientes a los que se les realiza una ra-
FLHQWHVVHFODVL¿FDQHQFXDWURJUXSRV \ diografía, si ésta es normal, deben permanecer
con factores de riesgo). en observación clínica al menos durante un
período de 24 horas y posteriormente pueden
*UXSR Pacientes orientados en el tiempo, ser externados, de no mediar complicaciones.
espacio y persona (GCS 15/15), en ausencia En los pacientes que presentan fractura, im-
de pérdida de conciencia, amnesia, cefalea perativamente debe realizarse una TC. Si es
difusa o vómitos. Pueden tener o no vértigo, normal, pueden ser dados de alta. Si es pato-
traumatismo de partes blandas y/o dolor en el lógica, si se comprueba la fractura o presen-
sitio del trauma. ta algun tipo de lesión intracraneana, se debe
realizar la interconsulta con el neurocirujano,
*UXSR Pacientes orientados en el tiempo, SDUDGH¿QLUODFRQGXFWDDVHJXLU
espacio y persona (GCS 15/15), que presen- Este grupo de pacientes es el más difícil de
taron pérdida de conciencia, amnesia, cefalea evaluar; presenta deterioro neurológico clí-
difusa o vómitos. Pueden tener o no vértigo, nico entre el 0,2 a 0,7% de los pacientes sin
traumatismo de partes blandas y/o dolor en el fractura de cráneo, y 3,2 a 10% de los que
sitio del trauma. sí la presentan, y la presencia de la misma
multiplica el riesgo de sufrir una lesión intra-
*UXSR  Pacientes confusos (GCS 14/15), craneal relevante, por lo que la realización de
independientemente de si presentaron o no la tomografía, con una espera de seis horas,
pérdida de conciencia, amnesia, cefalea di- sigue siendo la neuroimagen indicada.
fusa o vómitos. *UXSR . En estos pacientes debe realizarse
la observación clínica y la tomografía, con
*UXSR\FRQIDFWRUHVGHULHVJR Pacien- una espera de seis horas ya que tienen mayor
WHV TXH FODVL¿FDQ GHQWUR GH GLFKRV JUXSRV riesgo de presentar un hematoma intracraneal.
pero que presentan alguno de los siguien- Si es normal, el paciente debe permanecer en
WHVDQWHFHGHQWHVGH¿QLGRVFRPRIDFWRUHVGH observación clínica hasta que se normalice el
riesgo relevantes para la evolución clínica: estado neurológico y posteriormente puede
coagulopatías o tratamiento anticoagulan- ser externado. Si es patológica, nuevamente
te, alcoholismo, drogadicción, intoxicación se impone la consulta con el neurocirujano.
aguda por alcohol o drogas, epilepsia, tra-
tamientos neuroquirúrgicos previos, pacien- *UXSRV\FRQIDFWRUHVGHULHVJR La con-
tes con algún grado de incapacidad previa ducta en estos pacientes es la observación clí-
(enfermedades neurológicas, trastornos psi- nica durante 24 horas y la realización de una
quiátricos). tomografía. Si esta es patológica, debe rea-
lizarse la consulta con neurocirujano para la
Evaluación y estudios según toma de decisiones en conjunto. Si es normal,
los diferentes grupos en los pacientes de alto riesgo hematológico
*UXSR No necesitan estudios radiológicos está indicada una nueva TC antes del alta, a
y pueden ser externados luego de un perío- las 24 horas.
do de observación menor a seis horas. Estos 7RGRVORVJUXSRV Todos los pacientes en que
SDFLHQWHVSXHGHQVHUFDOL¿FDGRVFRPR7(&/ se decide el egreso hospitalario, deben recibir
sin riesgo. instrucciones sobre todas las precauciones a
Traumatismo de cráneo ‡ 159

tomar con respecto a su traumatismo encéfa- instrucciones dadas en el momento del egre-
locraneano. Cabe mencionar que más de un so hospitalario, por lo que se recomienda
20% de los pacientes no puede recordar las darlas por escrito. ()LJXUD)

INSTRUCCIONES DE SEGUIMIENTO AMBULATORIO PARA


PACIENTES CON TRAUMATISMO ENCÉFALOCRANEANO LEVE

No hemos encontrado evidencia de que su traumatismo de cráneo sea grave. Sin


embargo, se pueden presentar ciertos síntomas y signos en horas y aún días después del
mismo.
Así, las primeras 24 horas son importantes, por ésto usted debe permanecer junto a un
DFRPSDxDQWHFRQ¿DEOHDOPHQRVGXUDQWHHVHSHUtRGR
Si cualquiera de los siguientes signos o síntomas se presenta, debe concurrir
nuevamente a consulta médica a la brevedad.

6RPQROHQFLDRGL¿FXOWDGFDGDYH]PD\RUSDUDGHVSHUWDUDOSDFLHQWH GHVSLHUWHDO
paciente cada 2 horas durante el sueño)

- Náuseas o vómitos

- Movimientos espontáneos anormales, convulsiones

- Salida de líquido sanguinolento o acuoso por la nariz u oído

- Dolor de cabeza intenso

- Debilidad o pérdida de sensibilidad del brazo o pierna

- Confusión o conducta extraña

- Cambios en la forma de respirar

- Pulso demasiado lento o muy rápido

- Una pupila (parte negra del ojo) más grande que la otra, movimientos raros de los
ojos, visión doble u otras alteraciones visuales

Si nota hinchazón en el sitio del golpe aplique hielo, asegurándose de poner una
toalla entre el hielo y la piel. Si la hinchazón aumenta notoriamente a pesar del hielo,
regrese a consulta médica.
Si lo desea, puede comer o beber líquidos en la forma habitual. Sin embargo, no debe
ingerir bebidas alcohólicas al menos en los tres días después del traumatismo.
No tome ningún sedante ni otros medicamentos sin prescripción médica.

EN CASO DE DUDA O EMERGENCIA, CONCURRA


POR ATENCIÓN MÉDICA

Figura 2: Instrucciones de seguimiento ambulatorio para pacientes con TEC leve


160 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Evaluación de la aplicación bal del 80% y una reducción en aproximada-


del protocolo mente un 20% la cantidad de radiografías de
Transcurrido un año desde su implementación, cráneo realizadas en el Grupo 0.
al realizar la evaluación de nuestro protocolo,
hallamos que los pacientes admitidos por TEC Otras recomendaciones
corresponden a un 2,5% del total de las con- $GPLVLyQ Debe hospitalizarse a todos los
sultas realizados en ese período. De un total pacientes que presenten una tomografía
de 1 542 traumatismos craneanos, correspon- patológica, los que no regresan a un valor
dieron al grupo de leve 1 434 pacientes (93% de 15 puntos en la GCS independiente-
del total de los TEC). Pertenecieron al Grupo mente del resultado de la tomografía de
0, 989 (69%); al Grupo 1, 301 (21%); al Gru- cerebro, los que tienen indicación de TC
po 0 y 1 con factores de riesgo 23 (1,6%); y al pero no es posible su realización, los que
Grupo 2, 121 (8,4%). presenten síntomas inquietantes indepen-
El total de tomografías realizadas fue de dientemente del resultado de la tomogra-
9,2%, de las cuales 31 (23,5%) fueron patoló- fía, todos los casos que presentan dudas
gicas. Requirieron neurocirugía cuatro pacien- en cuanto a la seguridad del alta (por
tes (0,27%), ninguno de ellos pertenecientes ejemplo, pacientes intoxicados).
al grupo 0. El bajo porcentaje de tomografías
realizadas se debe en su gran mayoría a que 7LHPSR GH REVHUYDFLyQ. No hay evidencia
aproximadamente el 20% de los pacientes fue de cuánto tiempo de hospitalización es
derivado por intermedio de su cobertura social necesario; las sugerencias varían de 6 a
a otros centros asistenciales, la que se produjo 24 horas como mínimo para los pacien-
dentro de las seis horas del trauma; los dos pa- tes que cumplen criterios para TC y/o
cientes con TC patológica del Grupo 0 fueron ingreso. Como el riesgo de lesión intra-
fracturas. En el Cuadro 1 se resumen los ha- craneana es mayor dentro de las primeras
llazgos de cada grupo. seis horas del trauma, las observaciones
No hubo seguimiento posterior de los pa- deben ser realizadas con alta frecuencia
cientes derivados como para saber el total de en este período por personal entrenado y
tomografías patológicas ni los pacientes que se debe incluir como mínimo el control
¿QDOPHQWH UHTXLULHURQ LQWHUYHQFLyQ QHXUR- de GCS, el tamaño y la reactividad pupi-
quirúrgica o que presentaron deterioro, por lar, la búsqueda de signos de foco motor
lo cual nuestras estadísticas son limitadas a y los signos vitales. La sensibilidad de
nuestros hallazgos hospitalarios y pueden no GLFKD REVHUYDFLyQ HV VLJQL¿FDWLYDPHQWH
UHÀHMDU OD HYROXFLyQ ¿QDO GH HVWH JUXSR GH menor que la tomografía, y altamente de-
pacientes. pendiente de una evaluación estricta. Las
En nuestro registro, ninguno de los pacien- guías escandinavas, por ejemplo, reco-
tes falleció por causa del traumatismo encé- miendan la evaluación por GCS cada 15
falo craneano. minutos las primeras dos horas, y luego
Hallamos asimismo un cumplimiento glo- a cada hora, hasta el egreso. Las guías

TC TC anor- Neuroci-
Grupo Total % % % %
totales males rugia
0 sin FR 989 69 9 0,9 2 22 0 0
1 sin FR 301 21 56 18,6 9 16 2 0,66
2 121 8,4 58 48 19 33 1 0,8
0-1 con
23 1,6 9 39 1 11 1 4,34
FR
total 1434 132 9,2 31 23,5 4 0,27
Cuadro 1: Estadísticas de nuestro hospital
Traumatismo de cráneo ‡ 161

NICE recomiendan una evaluación —y riesgo para lesión intracerebral) indepen-


su documentacion por escrito— cada me- dientemente del resultado de la imagen.
dia hora, hasta alcanzar un GCS igual a Deben ser evaluados, ya sea por su médi-
15; para los pacientes con GCS 15, una co de cabecera o por especialistas, dentro
frecuencia cada media hora las dos pri- de la semana del alta. Lo ideal sería exter-
meras horas, luego cada hora durante las nar al paciente con un resumen detallado
cuatro horas siguientes, y luego cada dos GHORRFXUULGRHVSHFL¿FDQGRORVHVWXGLRV
horas, siempre y cuando el paciente no realizados y su resultado, y establecer una
presente deterioro, lo que implicaría la comunicación fehaciente con su médico
reevaluación de la conducta a seguir. de cabecera, que puede ser por correo.
Por otro lado, si bien la mayoría de los
3DFLHQWHV TXH VH GHWHULRUDQ GXUDQWH HO SH TECL tiene un curso clínico precoz sin
UtRGR GH REVHUYDFLyQ. Estos pacientes eventos, suele haber defectos cognitivos
deben ser reevaluados inmediatamente en los primeros días, incluyendo los pro-
y debe realizarse una tomografía de ur- blemas de procesamiento de la informa-
gencia, sobre todo si presentan una caída ción y la atención, y cefalea, sobre todo
en uno de los componentes de la GCS, en el primer mes. Se mostró que el se-
en especial en el plano motor, si hay una guimiento es efectivo para disminuir la
caída de 2 puntos o más en la GCS, si morbilidad social y la severidad de los
se agravan los síntomas (por ejemplo, la síntomas, que si se detectan precozmen-
cefalea o los vómitos) o ante la aparición te, pueden ser atenuados. En general se
de cualquier tipo de signo de focalización recomienda la reevaluación de todos los
neurológica. pacientes con GCS 15/15 sintomáticos y
a todos los que ingresaron con GCS 13 y
3DFLHQWHVTXHQRUHFXSHUDQD*&6DODV 14, transcurrida una semana.
 KRUDV A estos pacientes se les debe
realizar una neuroimagen, ya sea una TC 3DFLHQWHV TXH FRQVXOWDQ QXHYDPHQWH. Hay
o una RMN. evidencia fuerte de que los pacientes que
consultan nuevamente en los días poste-
([WHUQDFLyQ GH ORV SDFLHQWHV Ningún pa- riores al trauma corresponden a un grupo
ciente debe ser externado si su GCS es de alto riesgo para complicaciones intra-
inferior a 15 puntos. Los pacientes deben craneales. Los pacientes que consultan
externarse con una advertencia verbal dentro de las 48 h de su externación por
y también por escrito sobre las posibles síntomas persistentes relacionados con el
complicaciones. Finalmente, los pacientes traumatismo encéfalocraneano deben ser
deben externarse sólo si hay posibilidades evaluados por especialistas y debe consi-
de supervisión por parte de un tercero res- GHUDUVH¿UPHPHQWHODUHDOL]DFLyQGHXQD
ponsable o si el riesgo de complicaciones tomografía cerebral.
SRVWHULRUHVHVFRQVLGHUDGRLQVLJQL¿FDQWH
5HSRVR. No hay recomendaciones generales
6HJXLPLHQWR. La mayor crítica a los trabajos para el tiempo de reposo, pero sí se re-
sobre TECL radica en que se basan en la comienda reasumir la actividad previa de
etapa aguda y la mayoría no tiene un se- manera gradual.
guimiento a largo plazo, por lo que no se
puede saber sobre complicaciones tardías.
2.2.5. Conclusión
Debe seguirse a todos los pacientes a los
que se les realizó una TC, los que fueron Más allá de su severidad, el objetivo médico
hospitalizados para observación (aquellos en todo traumatismo encéfalocraneano es pre-
que inicialmente fueron considerados de YHQLUODOHVLyQVHFXQGDULDHLGHQWL¿FDUODVOH-
162 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

siones intracraneales que requieran tratamien- mala utilización de recursos, es importante la


to inmediato. Se vió que la rapidez con que XQL¿FDFLyQ GH FULWHULRV SDUD VX HYDOXDFLyQ \
pVWRVHUHDOLFHLQÀX\HHQODPRUELPRUWDOLGDG tratamiento, lo cual puede lograrse mediante la
Para lograrlo, y asimismo reducir los costes y implementación de guías de práctica clínica.

2.3 Guías para evaluación,


tratamiento y pronóstico del
Traumatismo de Cráneo Grave Cerrado
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR
-RUJH$1HLUD
Marina V. D´Errico

2.3.1. Introducción propias guías, pero basadas en la opinión de


expertos, al igual que las desarrolladas por la
El traumatismo encéfalocraneano (TEC) grave Sociedad Italiana de Anestesia y la Sociedad
constituye la principal causa de muerte y dis- Italiana de Neurocirugía.
capacidad en los menores de 40 años. Datos El propósito de este capítulo es revisar es-
de 90 unidades de terapia intensiva de nuestro tas guías con sus algoritmos de evaluación
país revelan una mortalidad del 63% para todos y tratamiento, y mostrar los resultados de su
los TEC, con variaciones entre el 56% para el aplicación en poblaciones tan diferentes como
TEC cerrado y 88% para el penetrante. Estos Italia y Argentina.
números se encuentran muy por encima de los
publicados internacionalmente, que oscilan entre
2.3.2. Fuente de evidencia
el 24 y 32%.
Distintas encuestas en Estados Unidos de Nor- “Guidelines for Severe Head Injury Mana-
teamérica e Inglaterra revelaron, en 1995, que gement.” En: -1HXURWUDXPD 2000; 17 y Su-
entre un 30 y un 60% de los pacientes con TEC plemento Medicina Intensiva Agosto 2002.
JUDYHVHHQFRQWUDEDPDORLQVX¿FLHQWHPHQWH <http://www.braintrauma.org> [Consulta 7
tratado, razón por la cual una organización no de marzo de 2007].
gubernamental, la Fundación para el Trauma “Guidelines for Management of Severe Head
Cerebral (%UDLQ7UDXPD)RXQGDWLRQ) decidió en Injury in Adults.” En: $FWD1HXURFKLU (Wien)
conjunto con la Asociación Norteamericana de 1997; 286-294.
Cirujanos Neurológicos (AANS) la implemen- Procaccio, F, HWDO. “Guidelines for the treat-
tación de Guías de Evaluación y Tratamiento ment of adults with severe head trauma (part
del TEC Grave a partir de los paradigmas de I-III).” En: -1HXURVXUJ6FL 2000; 44(1):1-24.
la Medicina Basada en la Evidencia, a las que Harrigan, M.R. HWDO. “Indomethacin in the
agregó, en la versión 2000, las guías para pro- management of elevated intracranial pressu-
nóstico. Simultáneamente, el Consorcio Euro- re: a review.” En: -1HXURWUDXPD 1997; 14:
peo de Injuria Cerebral (EBIC) desarrolló sus 637-50.
Traumatismo de cráneo ‡ 163

Biestro, A.A. HWDO. “Use of indomethacin in controles) y Clase III (estudios clínicos que se
brain-injured patients with cerebral perfusion basan en datos recogidos de forma retrospectiva.
pressure impairment: preliminary report.” En: La evidencia de este tipo se muestra en series
-1HXURVXUJ 1995; 83: 627-30. clínicas, bases o registros de datos, revisión e
Clifton, G.L. HWDO. “Lack of effect of induc- informes de casos y la opinión de expertos).
tion of hypothermia after acute brain injury.” De acuerdo a ellos se establecen estándares,
En: 1(QJO-0HG 2001; 344: 556-63. guías y opciones.
Roberts I., Yates D., Sandercock P. HW DO.
“Effect of intravenous corticosteroids on death 2.3.3.1 Estándares de
within 14 days in 10008 adults with clinically las Guías de la BTF
VLJQL¿FDQWKHDGLQMXU\ 05&&5$6+WULDO  Se establecen como HVWiQGDUHV:
randomised placebo-controlled trial.” En: 7KH
/DQFHW. 2004; 364: 1321-8. Empleo de la hiperventilación en
Edwards P., Arango M., Balica L. HWDO. “Fi- el tratamiento del traumatismo
nal results of MRC CRASH, a randomised encéfalocraneano grave
placebo-controlled trial of intravenous corti- (VWiQGDU En ausencia de elevación de la presión
costeroid in adults with head injury-outcomes intracraneal, en un paciente con TEC grave, se
at 6 months.” En: 7KH /DQFHW. 2005; 365: evitará la hiperventilación crónica prolongada
1957-9. (PaCO2 de 25 mmHg o inferior).
D’Errico, M.V. Tesi di Laurea: “Trauma *XtD6HHYLWDUiODKLSHUYHQWLODFLyQSUR¿OiF-
Cranico Severo: strategie e risultati. Con- tica (PaCO2 de 35 mmHg o inferior) durante
fronto tra le esperienze di due realtà diverse: las primeras 24 hs tras el traumatismo encé-
Italia e Argentina.” Universita’ del Piemon- falocraneano grave, porque puede afectar la
te Orientale “Amedeo Avogadro” Facolta’ SHUIXVLyQFHUHEUDOFXDQGRHOÀXMRVDQJXtQHR
di Medicina e Chirurgia. Anno Accademico cerebral esté reducido.
2001-2002. (SDSHU) 2SFLRQHV La hiperventilación puede ser necesaria
Previgliano I., Ceraso D., Chiappero G., Rai- durante breves períodos en caso de deterioro
mondi N., Quinteros M.I., Ripoll P., Moles A. neurológico agudo o durante períodos más pro-
“Major morbidity and mortality reduction in longados si existiera hipertensión intracraneal
Severe Head Injury: The role of the guidelines refractaria a la sedación, parálisis, drenaje del
for the management of severe head injury.” líquido cefalorraquídeo y diuréticos osmóticos.
En: American Association of Neurological Si la terapéutica de hiperventilación produce
Surgeons. $QQXDO0HHWLQJ. Toronto, Canada, valores de PaCO2 inferiores a 30 mmHg, la
April 2001. monitorización de la saturación de oxígeno en
la vena yugular (SjvO2), las diferencias arterio-
venosas en el contenido de oxígeno (A-VdO2),
2.3.3. Análisis de la
el monitoreo del oxígeno tisular cerebral y del
evidencia médica en las
ÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDOD\XGDUiQDLGHQWL¿FDU
guías de práctica clínica de
la isquemia cerebral.
la Brain Trauma Foundation
La %UDLQ7UDXPD)RXQGDWLRQ (BTF) utilizó la Papel de los glucocorticoides en
FODVL¿FDFLyQGHODHYLGHQFLDHQ&ODVH, HVWXGLRV el tratamiento del traumatismo
prospectivos, aleatorizados, aún con errores craneoencefálico grave
metodológicos), Clase II (estudios clínicos en (VWiQGDU. No se recomienda el uso de glucocor-
los que los datos se recogen de forma pros- ticoides para mejorar la evolución ni reducir la
pectiva y el análisis retrospectivo se basa en presión intracraneal en pacientes con traumatis-
GDWRVFODUDPHQWH¿DEOHV (QWUHHVWRVHVWXGLRV mo craneoencefálico grave. La publicación de
se incluyen los estudios observacionales, los los datos del CRASH aumenta el valor de este
de cohortes, los de prevalencia y los de casos y estándar pues demuestra que la administración
164 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

de corticoides aumenta la mortalidad (21,1% YV unidad de cuidados intensivos y un laboratorio


17,9%) en forma independiente de la gravedad con equipo apropiado para tratar pacientes con
del TEC y el tiempo desde la lesión, respecto traumatismo encéfalocraneano. La tomografía
del placebo. axial computarizada (TC) estará disponible las
24 hs. En comunidades rurales u ocasionalmente
El rol de los anticonvulsivantes aisladas, sin neurocirujano, puede formarse a un
profilácticos luego de un cirujano para realizar una valoración neurológica
traumatismo encéfalocraneano adecuada e iniciar cuidados neurotraumatoló-
(VWiQGDU(OHPSOHRSUR¿OiFWLFRGHIHQLWRtQD gicos inmediatos. Tal cirujano será formado
carbamazepina, fenobarbital o valproato no está también para realizar cirugía de soporte vital
recomendado para prevenir las convulsiones de un hematoma extracerebral en pacientes que
postraumáticas tardías. se están deteriorando.
2SFLRQHV Como opción de tratamiento, se
recomienda emplear anticonvulsivantes para Estabilización de la presión
prevenir las convulsiones postraumáticas pre- arterial y oxigenación
coces en pacientes con alto riesgo de convul- *XtDV Se deben monitorizar la hipotensión
sión tras el traumatismo encéfalocraneano. Se (presión arterial sistólica inferior a 90 mmHg) y
KDGHPRVWUDGRODH¿FDFLDGHODIHQLWRtQD\OD la hipoxia (apnea, cianosis o una saturación de
carbamazepina en la prevención de las convul- oxígeno < 90% en el lugar del accidente o una
siones postraumáticas precoces. Sin embargo, PaO2 inferior a 60 mmHg) para impedirlas, si
la evidencia de que se dispone no demuestra es posible, o corregirlas inmediatamente si ya
que prevenir las convulsiones postraumáticas están presentes en pacientes con TEC grave.
precoces mejore el resultado tras el TEC. 2SFLRQHV La presión arterial media se mantendrá
superior a 90 mmHg a través de la infusión de
2.3.3.2 Guías de la BTF ÀXLGRVGXUDQWHWRGDODHYROXFLyQGHOSDFLHQWH
Se establecen como JXtDV: FRQHO¿QGHPDQWHQHUODSUHVLyQGHSHUIXVLyQ
cerebral por encima de 70 mmHg. Los pacientes
Sistemas de Trauma con una Escala de Coma de Glasgow (GCS)
*XtDV Todas las regiones de los EE.UU. de- menor a 9, considerados incapaces de mantener
berán disponer de un sistema asistencial del su vía aérea permeable o quienes permanezcan
paciente traumatizado. hipoxémicos a pesar de la administración de
2SFLRQHV Tal como señaló en 1999 el Ameri oxígeno suplementario, requieren protección
FDQ&ROOHJHRI6XUJHRQV&RPLWWHHRQ7UDXPD de la vía aérea preferentemente por intubación
en los “Recursos para la atención adecuada orotraqueal.
del paciente traumatizado” los neurociruja-
nos deberán disponer de un sistema asisten- Indicaciones para la monitorización
cial con capacidad de respuesta para pacientes de la presión intracraneal
con neurotrauma. Deberán iniciar un plan de *XtDV La monitorización de la presión intracraneal
tratamiento neurotraumatológico que incluya (PIC) está indicada en los pacientes con TEC
el tratamiento y selección prehospitalaria, que grave y con una TC craneal anormal al ingre-
mantenga protocolos de tratamiento adecua- so. Una TC craneal anormal es la que muestra
dos, que revise los expedientes de cuidados hematomas, contusiones, edema o compresión
traumatológicos para la mejora de la calidad de cisternas basales. La monitorización de la
asistencial y que participe en programas de PIC está indicada en pacientes con TEC grave
educación. Los centros que traten pacientes y una TC craneal normal si al ingreso presenta
con TEC grave o moderado deberán disponer dos o más de las siguientes características: edad
de un servicio de neurocirugía que cuente con mayor de 40 años, postura motora uni o bilateral,
un traumatólogo, un neurocirujano localizable, presión arterial sistólica inferior a 90 mmHg. La
un quirófano urgente dotado y disponible, una monitorización de la PIC no está indicada como
Traumatismo de cráneo ‡ 165

rutina en pacientes con TEC leve o moderado. con hipertensión endocraneana refractaria al
Sin embargo, el médico puede elegir monito- tratamiento médico y quirúrgico de disminu-
rizar la presión intracraneal en determinados ción de la PIC.
pacientes concientes con lesiones traumáticas
ocupantes de espacio. Soporte nutricional del
paciente con TEC grave
Umbrales para el tratamiento *XtDV Aportar el 140% del gasto metabólico en
de la presión intracraneana reposo en pacientes no paralizados y el 100%
*XtDV El tratamiento para la PIC debería ini- del gasto metabólico en reposo en pacientes
ciarse con valores superiores a 20-25 mmHg. paralizados, empleando fórmulas enterales o
2SFLRQHV La interpretación y el tratamiento parenterales que contengan al menos un 15%
de la PIC basada en cualquier umbral debería de las calorías en forma de proteínas, el séptimo
correlacionarse con el examen clínico y la pre- día a partir del traumatismo.
sión de perfusión cerebral. 2SFLRQHV Es preferible utilizar la nutrición
yeyunal mediante gastroyeyunostomía por
Guías para la presión de su fácil empleo y para evitar la intolerancia
perfusión cerebral (PPC) (2003) gástrica.
*XtDV. La PPC debe ser mantenida a un mínimo
de 60 mmHg. Deben evitarse, en ausencia de
2.2.3.3 Opciones de
isquemia cerebral, los intentos por mantener
las Guías de la BTF
una PPC superior a 70 mmHg con volumen y
vasopresores por el riesgo de GLVWUHVV respira- Conducta inicial ($OJRULWPR)
torio agudo. La prioridad en el paciente con traumatismo de
cráneo es una rápida y completa resucitación
Empleo del manitol en el TEC grave ¿VLROyJLFD1RGHEHUHDOL]DUVHWUDWDPLHQWRHV-
*XtDV(OPDQLWROHVH¿FD]HQHOFRQWUROGH SHFt¿FRSDUDODKLSHUWHQVLyQHQGRFUDQHDQDHQ
las elevaciones de la presión intracraneal tras ausencia de signos de herniación transtentorial
un traumatismo encéfalocraneano grave. Las o deterioro neurológico progresivo no atribuible
GRVLVH¿FDFHVRVFLODQHQWUHJN\JNGH a explicaciones extracraneanas. Cuando estos
peso corporal. signos no atribuibles a causas extracraneanas
2SFLRQHV Las indicaciones del empleo de están presentes, el médico debe asumir que
manitol antes de la monitorización de la PIC hay hipertensión endocraneana y tratarla agre-
son los signos de herniación transtentorial o sivamente. La hiperventilación debe iniciarse
deterioro neurológico progresivo no atribuible a rápidamente. La administración de manitol es
patología sistémica (sin embargo, debe evitarse deseable sólo en condiciones de una adecuada
la hipovolemia con reposición de líquidos). La resucitación con volumen. La sedación y el
osmolaridad sérica debe mantenerse por debajo bloqueo neuromuscular pueden ser útiles para
GHP2VPOGHELGRDOULHVJRGHLQVX¿FLHQFLD optimizar el transporte del paciente con trau-
renal. Se debe mantener la normovolemia con matismo de cráneo. De todos modos, ambos
una reposición de líquidos adecuada. Una sonda WUDWDPLHQWRVLQWHU¿HUHQFRQHOH[DPHQQHXUR-
de Foley es esencial en estos pacientes. Los lógico. En ausencia de estudios basados en la
bolos intermitentes podrían ser más efectivos evolución, la elección de la sedación es decisión
que la infusión continua. del médico. El bloqueo neuromuscular debe
aplicarse cuando la sedación sola sea inadecuada
Empleo de los barbitúricos en el control y deben ser agentes de acción corta.
de la Hipertensión Endocraneal
*XtDV El empleo de barbitúricos en altas dosis Recomendaciones para la tecnología
puede considerarse en pacientes con TEC grave, para la monitorización de la PIC
recuperables y hemodinámicamente estables, YHUFDStWXORSDUWH
166 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Tratamiento de la Hipertensión Endo- se examinaron separadamente los indicadores


craneana establecida ($OJRULWPR) HVSHFt¿FRVGHSURQyVWLFRFRPRVHGHPXHVWUD
Los tratamientos de segunda línea serán tratados en esta sección. Se evaluó cualitativamente cada
en otros capítulos de la obra; en el algoritmo trabajo según los criterios elegidos para establecer
puede observarse la utilización de éstos en el poder del estudio. Los mismos incluyen:
la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital 1. Más de 25 pacientes en la serie con un se-
Fernández. guimiento completo
2. Medidas de resultado —Escala de Glasgow
de Recuperación— o mortalidad a 6 meses
2.3.3.4 Factores pronósticos
o más
Metodología 3. Reunión de información prospectiva. También
Se revisó la literatura mediante una conexión podría ser usado el examen de una base de
computarizada a la Biblioteca Nacional de Medi- datos creando un estudio de cohorte
cina de los EE.UU. Se descubrieron referencias 4. Puntaje de la Escala de Coma de Glasgow
adicionales a través de la lista de referencias dentro de las 24 hs
DO¿QDOGHFDGDDUWtFXOR\WDPELpQDWUDYpV 5. Estadísticas apropiadas (por análisis mul-
del conocimiento personal de los expertos que tivariado) usadas para incluir ajustes de
participaron en el equipo de trabajo. Después variables del pronóstico

4%#'RAVE %VALUACI˜N 0ROCEDIMIENTOS


'#3˜MENOS !4,3 DIAGN˜STICOSO
TERAP£UTICOSDE
EMERGENCIACOMOESTÖ
INDICADO

)NTUBACI˜N (ERNIACI˜N S¤ (IPERVENTILACI˜N


PACIENTES $ETERIORO -ANITOLGKG 
6ENTILACI˜N0#/CA
TUBOSPLEURALES
2ESUCITACI˜NCONFLU¤DOS
MLCRISTALOIDES S¤
4#
MLCOLOIDES z2ESOLUCI˜N
PACIENTES
/XIGENACI˜N
3EDACI˜N NO
MIDAZOLAMPACIENTES
0ARÖLISISNEURUMUSCULAR S¤
PANCURONIOPACIENTES z,ESI˜NQUIR¢RGICA #IRUG¤A

54)
-ONITOREODE0)#
PACIENTES
Algoritmo 1: Conducta inicial. Se muestran los hallazgos en una población de 52 pacientes tratados de acuerdo
a estas guías de práctica clínica
Traumatismo de cráneo ‡ 167

El grupo de trabajo decidió luego que los Escala de Coma de Glasgow


DUWtFXORVHYDOXDGRVSRGUtDQVHUFODVL¿FDGRVGH A. ¢4XpDVSHFWRGHOSDUiPHWURHVUHVSDOGDGR
manera similar a los de efectividad terapéutica SRUHYLGHQFLDGH&ODVH,\WLHQHSRUORPHQRV
de la siguiente manera: XQGHYDORUGHSUHGLFFLyQ"
Clase I: El artículo contiene las 5 caracte- No hay respuesta a esta pregunta en los
rísticas anteriores artículos revisados.
Clase II: El artículo contiene las 4 caracte- B. Medición del parámetro:
rísticas anteriores 1. ¢&yPRGHEHPHGLUVH"
Clase III: El artículo contiene 3 ó menos Debe ser medida de forma estandarizada.
de las características anteriores Debe ser obtenido a través de la interacción
Se construyó la tabla Bayesiana para poder con el paciente (por ejemplo, aplicación de
FDOFXODUODVHQVLELOLGDGHVSHFL¿FLGDGYDORUGH un estímulo doloroso para pacientes inca-
predicción positivo y negativo, y, donde sea paces de obedecer órdenes).
aplicable, la tasa de probabilidad. 2. ¢&XiQGRGHEHVHUPHGLGRSDUDORVSURSy
El análisis se resumió en dos aspectos: VLWRVGHSURQyVWLFR"
A. ¿Qué aspecto del parámetro es respaldado Solamente después de una resucitación
por evidencia Clase I y tiene por lo menos pulmonar y hemodinámica.
un 70% de valor de predicción? Después de que la sedación farmacológica o
B. Medición del parámetro agentes paralizantes se hayan metabolizado.

-ONITORIZAR 00# 0)#




$RENAJE6ENTRICULAR

S¤ 0)# NO

-ANITOL GKGBOLO 2ETIRAR


#ONSIDERAR
REPETIR4# TRATAMIENTO
S¤ NO CONCUIDADO
0)#

(60#/ 


S¤ 0)# NO

4ERAP£UTICA "ARBIT¢RICOSEN (60#/4ORR


HIPERTENSIVA ALTASDOSIS -ONITORIZAR3J/


Algoritmo 2: Conductas frente a la hipertensión endocraneana establecida


168 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

3. ¢4XLpQGHEHPHGLUOR" Hipotensión
La GCS puede ser medida efectivamente A. ¢4XpFDUDFWHUtVWLFDGHOSDUiPHWURHVVXV
por personal médico entrenado. WHQWDGDSRUHYLGHQFLD&ODVH,\WLHQHDO
PHQRVXQGHYDORUGHSUHGLFFLyQSR
Edad VLWLYR 933 "
A. ¢4XpFDUDFWHUtVWLFDGHOSDUiPHWURHVVXV La presencia de una presión arterial inferior
WHQWDGDSRUHYLGHQFLD&ODVH,\WLHQHSRU a 90 mmHg demostró tener un 67% de VPP
ORPHQRVXQGHYDORUGHSUHGLFFLyQ para malos resultados. Al combinarse con
SRVLWLYR" hipoxia el VPP asciende a un 70%.
Hay una probabilidad aumentada de mal B. Medición del parámetro:
resultado con una edad aumentada, en forma 1. ¢&yPRGHEHUtDPHGLUVH"
gradual. La presión sanguínea diastólica y sistóli-
B. Medición del parámetro: ca debería medirse usando el sistema más
La edad no es sujeto para observar la va- seguro disponible bajo las circunstancias.
riabilidad de la medición. El monitoreo por línea arterial, cuando está
La edad debería ser obtenida en la admisión, libre de señales de artefacto, provee un dato
preferentemente con documentación. que es seguro y continuo y es el método de
elección.
Reflejo pupilar Los métodos que no determinan la presión
A. ¢4XpFDUDFWHUtVWLFDGHOSDUiPHWURHVVXV DUWHULDOPHGLDVRQPHQRVFRQ¿DEOHV
WHQWDGDSRUHYLGHQFLD&ODVH,\WLHQHSRU 2. ¢&XiQGRGHEHUtDGHPHGLUVH"
ORPHQRVXQGHYDORUGHSUHGLFFLyQ La presión arterial debería ser medida tan
SRVLWLYR" frecuentemente como sea posible.
 5HÀHMRSXSLODUDXVHQWHDODOX]ELODWHUDO- Se debe documentar la incidencia y du-
mente. ración de hipotensión (Presión Sistólica
B. Medición del parámetro: < 90 mmHg).
1. ¢&yPRGHEHUtDVHUPHGLGR" 3. ¢4XLpQGHEHUtDPHGLUOD"
Anisocoria: una diferencia de 1 mm o La presión sanguínea debería ser medida
más por personal médico entrenado.
 3XSLOD¿MDQRPXHVWUDUHVSXHVWDDODOX]
brillante (<1mm) Características tomográficas
Pupila dilatada: tamaño pupilar > de 4 mm A. ¢&XiOHVFDUDFWHUtVWLFDVGHOSDUiPHWURHVWiQ
Debe registrarse la duración de la dilatación VXVWHQWDGDVSRUHYLGHQFLD&ODVH,\IXHUWH
pupilar. HYLGHQFLD&ODVH,,\WLHQHQSRUORPHQRV
Se deben consignar los siguientes datos en XQGHYDORUGHSUHGLFFLyQSRVLWLYRHQ
cada uno de los ojos: HO7(&JUDYH"
El examen pupilar debería ser establecido 1. Presencia de anormalidades en la tomografía
con distinción y duración I (izquierda) o D computada (TC) inicial
(derecha):  &ODVL¿FDFLyQWRPRJUi¿FDGHO%DQFRGH'D-
Evidencia de trauma orbital directo tos de Coma Traumático (7UDXPDWLF&RPD
Respuesta asimétrica a la luz 'DWD%DQN)
Asimetría al reposo 3. Compresión o ausencia de las cisternas de
3XSLOD¿MD XQDRDPEDV la base
Pupila dilatada (una o ambas) 4. Hemorragia subaracnoidea traumática
3XSLODGLODWDGD\¿MD XQDRDPEDV (HSAt):
2. ¢&XiQGRGHEHUtDVHUPHGLGR" Sangre en las cisternas de la base
Luego de resucitación cardiopulmonar. HSAt extensa
3. ¢4XLpQGHEHUtDPHGLUOR" B. Medición del parámetro:
Personal médico entrenado. 1. ¢&yPRGHEHQVHUPHGLGRV"
Traumatismo de cráneo ‡ 169

La compresión o ausencia de las cisternas Fernández de la Ciudad de Buenos Aires y en el


de la base debe ser medida a nivel del me- Centro de Reanimación del Ospedale Maggiore
sencéfalo. Della Carità de Novara. En estos hospitales
La HSAt debe observarse en las cisternas se aplican las guías de práctica clínica para el
de la base o sobre la convexidad. diagnóstico y tratamiento del TEC grave de la
La desviación de la línea media debe ser AANS y de la SIAARTI respectivamente. Su
medida a nivel del septum pellucidum. trabajo fue supervisado por los Profesores I.
2. ¢&XiQGRGHEHQVHUPHGLGRV" Previgliano y F. Della Corte.
Dentro de las 12 hs del TEC. Puede ser
necesario realizar estudios subsiguientes ya Análisis de datos
que la completa magnitud de la patología 'HPRJUi¿FRV Edad, sexo y mecanismo del
intracraneana puede no ser descubierta en trauma.
XQH[DPHQWRPRJUi¿FRWHPSUDQR ,QGLFDGRUHVGH*UDYHGDG *ODVJRZ&RPD6FRUH
3. ¢4XLpQGHEHPHGLUORV" (GCS), 5HYLVHG7UDXPD6FRUH (RTS), Ab
 8QQHXURUUDGLyORJRXRWURPpGLFRFDOL¿FDGR EUHYLDWHG,QMXU\6FDOH (AIS), ,QMXU\6HYHULW\
con experiencia en la interpretación de TC 6FDOH (ISS), estadía en Terapia Intensiva,
cerebral. &ODVL¿FDFLyQ7RPRJUi¿FDGHO7&'%
1LYHOGHKHPRJORELQDDOLQJUHVR.
&RPSOLFDFLRQHVH[WUDQHXUROyJLFDV Sepsis,
2.3.4. Resultados
neumonía nosocomial.
comparativos de la
7UDWDPLHQWR1HXURTXLU~UJLFR. Morbimortali-
aplicación de las guías en
dad de acuerdo a la Escala de Glasgow de
dos ciudades: Buenos Aires
Recuperación (GOS) a los seis meses.
(Argentina) y Novara (Italia)
$QiOLVLVHVWDGtVWLFR7HVWGHȤ2 (ji al cuadrado)
En su estudio de tesis la Dra. D´Errico diseñó o test exacto de Fisher según correspondiere
un estudio de cohorte con datos obtenidos de y Test de la T de Student con dos colas.
manera prospectiva en la Unidad de Terapia
Intensiva del Hospital General de Agudos J. A. Resultados
Se analizaron 103 pacientes ingresados en
Novara entre el 1 de febrero de 2001 y el 31
Valor de diciembre de 2001, y 103 pacientes ingre-
Lesión Novara Buenos Aires
de p sados en Buenos Aires entre el 1 de enero de
Colisión de 1997 y el 31 de diciembre de 2001. La edad
vehículo a 69 (66,9%) 61 (59,2%) 0,01
motor (CMV) Buenos Test de la T
Peatón 16 (15,5%) 20 (19,4%) 0,46 Indicador Novara
Aires Student
Deportes 2 (1,9%) 2 (1,9%) 1 GCS inicial 5,9 6,6 0,07
Doméstico 10 (9,7%) 6 (5,8%) 0,29 RTS 8,44 9,06 0,06
Laboral 5 (4,8%) 15 (14,5%) 0,01 Trauma
61 (59,2%) 62 (60,1%) 0,69
Suicidio 0 2 (1,9%) 0,49 asociado
Tabla 1: Mecanismo del trauma Tabla 2: Indicadores de gravedad

Tipo 1RYDUD Buenos Aires Valor de p


Lesión difusa I 16 3 < 0,01
Lesión difusa II 39 2 < 0,01
Lesión difusa III (VZHOOLQJ) 9 34 < 0,01
Lesión difusa IV (VKLIW) 11 8 0,32
Masa evacuada 26 51 < 0,01
Masa no evacuada 2 4 0,39
Tabla 3: 7RPRJUDItDVGHDFXHUGRDODFODVL¿FDFLyQGHO7UDXPDWLF&RPD'DWD%DQN
170 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

promedio fue de 40 y 33 años (p < 0,01), con 6LQHPEDUJRQRKXERGLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWL-


un porcentaje de hombres del 40% y 32% (p vas en la mortalidad, evaluada por la escala de
< 0,01). El mecanismo de trauma se describe Glasgow de Recuperación, a los 6 meses. Se
en la 7DEOD. observa una menor mortalidad en el grupo de
Las lesiones asociadas fueron: torácicas (12% Novara, que se compensa con una mayor pro-
YV 23%, p < 0,01), maxilofaciales (22% YV. 9%, porción de secuelas invalidantes, probablemente
p < 0,01), pelvis y extremidades (9% YV. 15%, vinculada a la menor cantidad de episodios de
p 0,12), abdomen (5% YV. 8%, p 0,39) y raqui- complicaciones extraneurológicas.
medular (5% YV. 6%, p 0,73). Ésto demuestra la
gravedad de ambos grupos de pacientes (7DEOD
2.3.5. Conclusiones
2) al mismo tiempo que la incidencia de TEC
puro es menor que la reportada por los ensayos La utilización de guías de práctica clínica en
neuroquirúrgicos. TEC grave permite reducir la morbimorta-
5HVSHFWRGHODFODVL¿FDFLyQWRPRJUi¿FDHQ lidad, como se observa en el *Ui¿FR, que
la TDEOD se detallan las características de cada muestra la evolución de la misma en la Unidad
uno de los grupos y sus diferencias. Se observa de Terapia Intensiva del Hospital Fernández.
XQDPD\RUJUDYHGDGWRPRJUi¿FDHQHOJUXSR El trabajo de tesis de la Dra. D´Errico nos
de Buenos Aires, evidenciada por una mayor muestra también que no hay diferencias sig-
frecuencia de lesiones difusas y quirúrgicas. QL¿FDWLYDVHQODPRUWDOLGDGQLHQODVREUHYLGD
Esta diferencia es la responsable de una mayor sin secuelas aplicando dos guías diferentes.
incidencia de tratamiento quirúrgico (25% YV. 7DPELpQSRQHGHPDQL¿HVWRTXHHO7(&JUDYH
57%, p< 0,01) y de una mayor monitorización no es una entidad aislada y que requiere de
de la PIC (25% YV. 94%, p < 0,01). No hubo una aproximación interdisciplinaria, habida
diferencias en los días de monitorización de cuenta de la gran cantidad de lesiones aso-
la PIC, siendo en ambos centros de 4,17 ± 7,7 ciadas. Por otra parte, como se observa en el
días. $OJRULWPR, el 61% de los pacientes resolvieron
Esta diferencia en la gravedad también se su hipertensión endocraneana con medidas
relaciona con la mayor incidencia de sepsis y de primer nivel.
neumonía asociada a la ventilación mecánica El TEC es un problema de salud pública y
en el grupo de Buenos Aires (10% y 4% YV. la aplicación de guías serviría como punto de
30% y 29%), que condicionaron una mayor partida para lograr disminuir la morbimortalidad
mortalidad por causas médicas. 7DEOD a niveles internacionales.

Causa de Muerte Novara Buenos 


Aires '/3  
Neurológica 19% 21% 

Complicaciones médicas 4% 8% 


'/3 
Shock traumático 4% 3%
Indeterminada 2% 2%
'/3
Tabla 4: Causas de muerte
     
Buenos
Novara *Ui¿FR Evolución de la mortalidad del TEC grave
Aires
en el Hospital General de Agudos “J. A. Fernández”
GOS 1 27% 33% en cuatro períodos: 1987, sin sistematización de
GOS 2-3 20% 9% tratamiento; 1997, con una sistemática de tratamiento
basada fundamentalmente en control de la PIC; 1998,
GOS 4-5 44% 57%
con la aplicación de las Guías de Práctica Clínica de la
Tabla 5: Resultados a seis meses de acuerdo al GOS AANS, y 2005, con las guías aplicadas por siete años
Traumatismo de cráneo ‡ 171

2.4. TRAUMATISMO DE CRÁNEO


GRAVE: THE LUND THERAPY.
Guías de la Universidad de Lund

Per-Olof Grände

2.4.1. Introducción gulation of a tissue enclosed in a rigid shell


with application to the injured brain.” En: J
La sobrevida luego de un TEC grave es la con- Trauma 1997; 42:23-31.
secuencia tanto del impacto inicial como de Grände, P.O. “The Lund Concept for treat-
los mecanismos de lesión secundarios. Estos ment of severe brain trauma: A physiological
pueden, en un período de horas o días luego approach.” En: J.L. Vincent (ed), <HDUERRN
de la lesión inicial, aumentar la PIC, agravar la RI,QWHQVLYH&DUHDQG(PHUJHQF\PHGLFLQH.
hipoxia alrededor de las contusiones, permitir Berlin: Springer Verlag, 2004; 806-820.
el crecimiento de éstas y de los hematomas, Asgeirsson B., P.O. Grände. “Effects of arterial
contribuyendo a la pérdida de células poten- and venous pressure alterations on transcapilla-
cialmente salvables. El objetivo principal de las U\ÀXLGH[FKDQJHGXULQJUDLVHGWLVVXHSUHVVXUH´
intervenciones terapéuticas es el de minimizar En: ,QWHQVLYH&DUH0HG 1994; 20: 567-572.
estas lesiones secundarias. Kongstad L., P.O. Grände. “The role of arte-
La terapéutica de Lund es una aproximación rial and venous pressure for volume regulation
al tratamiento de los pacientes con TEC grave in an organ enclosed in a rigid compartment
RULJLQDGDHQORVSULQFLSLRV¿VLROyJLFRV\¿VLR- with application to the injured brain.” En:
patológicos de la regulación del volumen ence- $FWD$QDHVWKHVLRO6FDQG 1999; 43: 501-508.
fálico y de la perfusión cerebral. Se desarrolló Kongstad L., P.O. Grände. “Arterial hyper-
en el Hospital Universitario de Lund, Suecia, tension increases intracranial pressure in cat
entre 1992 y 1994. Esta terapéutica es general y after opening of the blood-brain barrier.” En:
uniforme, e incluye guías acerca del manejo de J Trauma 2001; 51: 490-496.
la ventilación, nutrición, sedación, reemplazo de Fenstermacher, J.D. “Volume regulation of
volumen y temperatura corporal. Estos princi- the central nervous system.” En: Staub, A.E.
pios también han sido utilizados para el enfoque Taylor. Edema. N.C. New York: Raven Press,
terapéutico de la hipertensión endocraneana en 1984; 383-404.
el Síndrome Urémico Hemolítico y en la menin- Rise I.R., Risoe C., Kirkeby O.J. “Cerebro-
gitis. Su sustento principal se basa en estudios vascular effects of high intracranial pressure
experimentales y en los resultados de estudios after moderate hemorrhage.” En: - 1HXUR
clínicos que han mostrado una recuperación muy VXUJ$QHVWKHVLRO1998; 10:224-230.
favorable con esta terapéutica tanto en adultos Bentzer P., Venturoli D., Carlsson O., Grände,
como en niños, con una mortalidad del 10% en P.O. “Low dose prostacyclin improves cortical
pacientes con GCS inicial entre 3 y 8. perfusion following experimental brain injury
in the rat.” En: -1HXURWUDXPD2003; 20: 44.
2.4.2. Fuente de evidencia 2.4.2.2. Clínica
2.4.2.1. Experimental Eker C., Asgeirsson B., Grände P.O., Scha-
Grände P.O., Asgeirsson B., Nordström len W., Nordström C.H (1998) “Improved
C.H. “Physiologic principles for volume re- outcome after severe head injury with a new
172 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

therapy based on principles for brain volume sanguínea y para un control general del medio
regulation and preserved microcirculation.” intersticial, pero su importancia para el control
En: &ULW&DUH0HG2001; 26:1881-1886. de volumen cerebral no es trascendente.
Naredi S., Eden E., Zall S., Stephensen H., La )LJXUD$ ilustra la semipermeabilidad del
Rydehag B. “A standardized neurosurgical capilar cerebral. En un estado de equilibrio no
neurointensive therapy directed toward va- KD\XQWUDQVSRUWHQHWRGHÀXLGRVDWUDYpVGH
sogenic edema after severe traumatic brain los capilares o de las membranas cerebrales y
injury: clinical results.” En: ,QWHQVLYH &DUH el compartimiento intravascular, los espacios
0HG 1998; 24: 446-451. intracelular e intersticial están balanceados en
Rodling Wahlström M., Olivecrona M., Kos- ODVIXHU]DVSDUDHOLQWHUFDPELRGHÀXLGRV(VWR
kinen L.O.D., Rydenhag B., Naredi S. “Seve- implica que la presión osmótica creada por
re traumatic brain injury in pediatric patients: la pequeña concentración de cristaloides (Na,
treatment and outcome using an intracranial Cl, K) es la misma a nivel del compartimiento
pressure targeted therapy - the Lund concept.” intersticial, intracelular y plasmático, y es de
En: ,QWHQVLYH&DUH0HG2005; 31: 832-839. alrededor de 5 500 mmHg. La presión oncótica
Clifton G., Miller E., Choi S., Levin H.S., del plasma, de 20-25 mmHg, está balanceada
McCauley S., Smith K.R. Jr., Muizelaar J.P., por la misma presión hidrostática capilar. El
Wagner F.C. Jr., Marion D.W., Lerssen T.G., balance entre las presiones transcapilares, oncó-
Chesnut R.M., Schawartz M. “Lack of effect of WLFDHKLGURVWiWLFDKDFLDOD¿OWUDFLyQYDDFDXVDU
induction of hypothermia after acute brain in- ¿OWUDGRGHDJXDOLEUHDWUDYpVGHODPHPEUDQD
jury.” En: 1(QJO-0HG2001; 344: 556-563. semipermeable, creando un gradiente osmótico
Grände P.O., Möller A.D., Nordström C.H., opuesto debido a la dilución del intersticio, por
Ungerstedt U. “Low-dose prostacyclin in the HOTXHFHVDOD¿OWUDFLyQ0HGLDQWHHVWHPHFD-
treatment of severe brain trauma evaluated nismo el cerebro normal está protegido de las
with microdialysis and jugular bulb oxygen variaciones del volumen cerebral secundarias a
measurements.” En: $FWD$QDHVWKHVLRO6FDQG alteraciones en las presiones capilares hidros-
2000; 44: 886-894. táticas u oncóticas.

Regulación del volumen


2.4.3. Fisiopatología
cerebral con BHE anormal
Después de un TEC o durante las infecciones
2.4.3.1 Regulación del
intracraneales, la membrana capilar puede estar
volumen cerebral
permeable a pequeños solutos. )LJXUD%
Regulación del volumen De esta manera se produce una alteración en
cerebral con barrera el balance entre las presiones hidrostática y
hematoencefálica (BHE) normal RQFyWLFDFRQORTXHOD¿OWUDFLyQWUDQVFDSLODU
El volumen del cerebro está más controlado no va a cesar por la dilución intersticial, de
que el de otros órganos debido a la limitación manera tal que ésta continuará hasta que sea
para la expansión de volumen y a la necesidad antagonizada por un aumento de la PIC. En
de mantener una PIC en el nivel normal de 8 a las áreas más lesionadas también puede haber
11 mmHg. El control del volumen cerebral se permeabilidad aumentada para las proteínas,
basa en la normalidad de la BHE, lo que implica SHURODVIXHU]DVTXHIDYRUHFHQOD¿OWUDFLyQVHUtDQ
que los capilares cerebrales sean impermeables todavía superiores debido a la disminución de la
al transporte pasivo de pequeños solutos como presión oncótica capilar, con lo que aumentaría
los iones cloro y sodio, de manera tal que solo el edema local.
el agua pase esta membrana semipermeable Estos principios de la regulación del volumen
en forma pasiva. Los mecanismos activos son cerebral implican que un aumento en el con-
importantes para la nutrición, para proteger al tenido de agua cerebral, ya sea intersticial o
cerebro de cambios transitorios en la química intracelular, solo puede ser explicado por una
Traumatismo de cráneo ‡ 173

disrupción simultánea de la BHE. El líquido la PIC y la presión venosa extradural; de esta


cefalorraquídeo (LCR) y el sistema linfático manera el colapso actúa funcionalmente como
pueden estar involucrados, pero no se ha pre- una variable pasiva de UHVLVWHQFLDDOÀXMRYHQRVR
sentado hasta el momento ninguna hipótesis (5RXW) permitiendo que la presión venosa contra
razonable que involucre alteraciones en estos la corriente (XSVWUHDP) (Pout) iguale a la PIC.
sistemas. La resonancia magnética nuclear (RMN) (VWHPHFDQLVPR¿VLRSDWROyJLFRH[SOLFDSRU
en la secuencia de difusión ha mostrado que el qué la Presión de Perfusión Cerebral (PPC) es
edema intracelular ocurre predominantemente independiente de la presión venosa extradural
alrededor de las contusiones debido al daño y puede ser calculada como la diferencia entre
hipóxico y tóxico de las membranas celulares, la presión arterial media (PAM) menos la PIC.
mientras que el edema intersticial se encuentra Otra consecuencia del colapso venoso subdural
en las áreas que no sufrieron hipoxia. pasivo es que las alteraciones de las presiones
En contraste con otros órganos, la presión tisular venosas no sean transmitidas a la circulación
del cerebro es mayor que la presión venosa, de cerebral, pues cualquier cambio en la presión
manera tal que se produce un colapso pasivo venosa va a causar un cambio compensatorio
de las venas subdurales. Las consecuencias en el grado de colapso subdural.
de este colapso, en términos de control de la /D¿OWUDFLyQFDXVDGDSRUHOGHVHTXLOLEULRHQ-
circulación y del volumen, no han sido bien tre las presiones hidrostáticas y oncótica va a
interpretadas y sólo luego de las investigaciones aumentar la PIC. Como se ve en la )LJXUD,
del concepto Lund se ha podido comprender el aumento en la Pout que sigue al aumento
su importancia terapéutica en condiciones al- de la PIC implica que la presión capilar va a
teradas de circulación y edema cerebral. Las aumentar también, pues el aumento en la Pout
conclusiones se detallan a continuación. VHWUDQV¿HUHHQIRUPDUHWUyJUDGDDORVFDSLODUHV
La )LJXUD es una representación esquemática FDXVDQGRPD\RU¿OWUDFLyQDWUDYpVGHODURWXUD
del lecho vascular intracraneal, debajo de la de la BHE. Este aumento en la presión capilar
duramadre. La presión venosa por fuera de la es, sin embargo, menor que el aumento en la
dura es de alrededor de 0-5 mmHg mientras PIC secundario a la caída de presión a través
que la de adentro es de alrededor de 10 mmHg. de la resistencia venosa (Rv): se establecerá
De acuerdo a los principios elementales de la un nuevo estado de equilibrio pero a un nivel
PHFiQLFDGHORVÀXLGRVGHEHUtDSURGXFLUVHHO mayor de PIC. Tanto por cálculo cuanto por
colapso pasivo de un vaso elástico al pasar de FRQ¿UPDFLyQH[SHULPHQWDOHOLQFUHPHQWRHQ
un espacio de mayor presión a uno de menor la PIC en este estado de equilibrio iguala el
presión. El grado de colapso subdural está re- DXPHQWRGHOD3$0TXHLQLFLDOD¿OWUDFLyQH
lacionado con la diferencia de presiones entre implica un aumento de hasta 8 veces del des-

! 2EGULACI˜NDELVOLUMENCEREBRALNORMAL " 2EGULACI˜NDELVOLUMENCEREBRALLESIONADO

Figura 1A: Esquema de los capilares cerebrales Figura 1B: Esquema de los capilares cerebrales y
y de las fuerzas responsables del intercambio de GHODVIXHU]DVUHVSRQVDEOHVGHOLQWHUFDPELRGHÀXLGR
ÀXLGRV WUDQVFDSLODU HQ XQ FHUHEUR VDQR FRQ %%+ transcapilar en un cerebro lesionado en el que éstos
intacta son permeables a los solutos en forma pasiva
174 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

equilibrio inicial entre las presiones hidrostá- de la presión oncótica. Otros estudios clínicos
tica y oncótica. Entonces, aún un moderado y experimentales demuestran lo contrario, por
GHVHTXLOLEULRHQWUHHOODVKDFLDOD¿OWUDFLyQYD ORTXHSRGUtDPRVD¿UPDUTXHHOHIHFWRGHDE-
DFDXVDUXQDXPHQWRVLJQL¿FDWLYRHQOD3,& sorción oncótica existe independientemente
mientras que uno hacia la absorción va a causar de la capacidad autorregulatoria.
XQDUHGXFFLyQVLJQL¿FDWLYD
2.4.4. Adaptación
2.4.3.2. Efecto de las
clínica a la fisiología
variaciones de la presión
arterial y de la oncótica Discutiremos la aplicación clínica de los prin-
sobre la PIC FLSLRV¿VLROyJLFRVSUHVHQWDGRVDQWHULRUPHQWH
El cerebro está protegido desde el lado arterial enfocados en el tratamiento activo de la PAM,
por un mecanismo autorregulatorio activo, que PPC, presión oncótica plasmática, elevación
FRQWUDUUHVWDODVYDULDFLRQHVGHÀXMRFHUHEUDO de la cabecera, uso de Presión Espiratoria Po-
secundarias a las de la presión arterial como son, VLWLYDDO¿QDOGHODHVSLUDFLyQ PEEP) y de la
por ejemplo, las que ocurren con los cambios de craniectomía descompresiva en pacientes con
posición del cuerpo. Si bien la autorregulación TEC grave.
de la presión capilar no es muy importante para
el control del volumen cerebral por los cambios 2.4.4.1 Conductas sobre las
que ocurren en la BHE intacta, cuando ésta se presiones arterial, oncótica
encuentra lesionada, los cambios en la presión y de perfusión cerebral
capilar van a desencadenar lentas absorciones De acuerdo a los principios de regulación de
R¿OWUDFLRQHV&RPRHVWDDXWRUUHJXODFLyQQR volumen que hemos visto, la PAM óptima es
es perfecta, aún en condiciones normales, se aquella en la que se alcanza un balance entre
van a observar variaciones en la presión hi- las fuerzas hidrostáticas y oncóticas transcapi-
drostática capilar subsiguientes a variaciones lares simultáneamente con una aceptable PIC y
en la PAM. SHUIXVLyQ(VWRVLJQL¿FDTXHOD33&GHEHHVWDU
La hipótesis de que el aumento de la presión SRUGHEDMRGHOYDORUTXHDXPHQWDOD¿OWUDFLyQ
oncótica puede reducir la PIC después del trau- y por encima del valor que agrava la hipoxia,
ma ha sido cuestionada basándose en que el variando de acuerdo a que la presión oncótica
edema secundario a las lesiones criogénicas se encuentre normal o disminuida. Como los
en el ratón no aumenta durante la reducción valores de PAM cambian con la edad, se pueden

Figura 2:(VWD¿JXUDH[SOLFDODVFRQVHFXHQFLDVKHPRGLQiPLFDVVHFXQGDULDVDODDQDWRPtDTXHGHMDDOFHUHEUR
encerrado dentro del cráneo. Pc = presión hidrostática capilar; Ponc = presión oncótica plamática; PA = presión
DUWHULDODODHQWUDGDDOFUiQHR4 ÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO5$ UHVLVWHQFLDDUWHULDO59 UHVLVWHQFLDYHQXODU
Pout = presión retrógrada al colapso venoso; PV = presión venosa a la salida
Traumatismo de cráneo ‡ 175

aceptar valores más bajos en los jóvenes que en posición supina a la erecta) mediante el pasivo
los adultos. Un aumento de la vasoconstricción colapso venoso subdural. Este mecanismo es
implica que la PPC se encuentra en un nivel más inconsistente con la hipótesis de un aumento del
alto para preservar la perfusión, pero este efecto drenaje venoso con la elevación de la cabeza.
es transitorio, pues al mismo tiempo altera el La disminución inmediata de la PIC luego de la
balance entre las presiones hidrostática y on- elevación de la cabecera puede explicarse por
FyWLFDKDFLDOD¿OWUDFLyQDJUDYDQGRHOHGHPD la reducción del volumen sanguíneo arterial,
Puede ser necesario cambiar el balance entre las con la disminución de la presión hidrostática
presiones oncótica e hidrostática, favoreciendo capilar del lado arterial que podría causar una
la absorción mediante la disminución de la PPC lenta reducción de la PIC, similar a la obteni-
para vencer una PIC elevada en forma soste- da con los antihipertensivos. Sin embargo, la
nida. El efecto de la disminución de la PAM elevación de la cabecera no es una alternativa
o el aumento de la presión oncótica sobre la al tratamiento antihipertensivo porque simul-
PIC es lento y puede llevar varias horas hasta táneamente provoca disminución en el retorno
que se observa clínicamente. venoso al corazón. En algunos casos seleccio-
Se podría indicar un tratamiento antihiper- nados la reducción de la PPC por elevación
tensivo en los pacientes con TEC que no pre- de la cabecera puede llegar a ser útil, pero sin
sentan fallo cardíaco primario o hipovolemia, exceder los 10 a 15º. 7DEODSXQWR
y se encuentran espontáneamente hiperten- Este mecanismo de protección de los cambios
VRV/RVȕEORTXHDQWHVORVDJRQLVWDVĮ\ORV en las presiones venosas también explica por qué
antagonistas de la enzima convertidora son la PEEP no aumenta la PIC tal como algunos han
las drogas recomendadas pues disminuyen la sugerido y puede ser utilizada con seguridad para la
PAM sin causar vasodilatación simultánea, prevención de atelectasias. 7DEODSXQWR
evitando el aumento de la presión hidrostá-
tica y del volumen sanguíneo cerebral. Estas 2.4.4.3 Craniectomía
drogas tienen también un efecto antiestrés y descompresiva y otras
FDUGLRSURWHFWRUSRWHQFLDOPHQWHEHQH¿FLRVR medidas quirúrgicas
7DEODSXQWR Los tratamientos quirúrgicos como la evacuación
Optimizando la perfusión de esta manera, la de hematomas y lesiones focales, drenaje de
PPC se encuentra, habitualmente, en el rango LCR y craniectomías, permiten una disminución
de 60 a 70 mmHg. Sin embargo se pueden de las presiones opuestas a la transcapilar con
respetar PPC de hasta 50 mmHg en adultos ODGHVYLDFLyQKDFLDOD¿OWUDFLyQeVWRSHUPLWH
con marcado aumento de la PIC. Un estudio explicar el sutil aumento de la PIC respecto
reciente con microdiálisis cerebral en pacientes del posoperatorio inmediato, la herniación a
adultos, mostró que los signos de hipoxia en través de la craneotomía observada en la TC
la zona de penumbra aparecían con valores de posoperatoria y el colapso ventricular que se
PPC por debajo de 50 mmHg cuando los pa- suele observar luego del drenaje ventricular.
cientes eran tratados con el concepto de Lund. A pesar de ser cuestionada, la craniectomía
Valores aún más bajos como 38 a 42 mmHg se descompresiva ha experimentado un UHYLYDO
pueden utilizar para controlar la hipertensión durante la década pasada. La disminución en la
endocraneana en los niños pequeños con TEC PAM que se observa luego de una craniectomía
grave, una opinión aceptada recientemente en es, probablemente, un efecto de la desactivación
las Guías Pediátricas Norteamericanas. GHOUHÀHMRGH&XVKLQJODPLVPDHVEHQH¿FLRVD
porque disminuye la presión hidrostática capilar
2.4.4.2 Elevación de y el edema cerebral. El uso de vasopresores
la cabecera y PEEP para mantener una PAM aumentada luego de
De acuerdo a lo mostrado en la )LJXUD, el una craniectomía puede explicar por qué no
cerebro se protege de las variaciones en la ha habido mejoría en la sobrevida en algunos
presión venosa (por ejemplo, al cambiar de la estudios previos. Considerando estos aspectos
176 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

1. Evacuación quirúrgica de hematomas y contusiones. Colocación de un catéter para medir PIC.


2. Ventilación mecánica manteniendo PaCO2 normal (35-39 mmHg) y PaO2 normal (97-106
mmHg). Use PEEP (6-8 cmH2O), bolsa máscara bajo control de PIC y nebulizaciones para prevenir
DWHOHFWDVLDV1RWHTXHODVGURJDVȕHVWLPXODQWHV VDOEXWDPRO SXHGHQDXPHQWDUOD3,&\GLVPLQXLUOD
PAM en forma transitoria. La hiperventilación moderada puede utilizarse por no más de 2 min para
tratar un aumento intermitente de PIC. No extube al paciente hasta que la PIC se estabilice en un nivel
normal.
3. Mantener la normotermiaHVORySWLPR'LVPLQX\DOD¿HEUHFRQSDUDFHWDPRO6HSXHGHXWLOL]DU
XQ ERO GH PHWLOSUHGQLVRORQD  PJN  FRQ ¿HEUH SHUVLVWHQWH ! ž&  1R XWLOLFH PHGLGDV GH
enfriamiento activo.
4. Use fórmulas de baja energía (15-20 kcal/k/24 hs para adultos), por vía enteral y mantenga la
glucemia en valores normales (5-8 mmol/L), si es necesario utilice insulina. Evite la hiponatremia.
5. Una sedación apropiada y reducción del estrés pueden obtenerse con sedantes (midazolam,
SURSRIROWKLRSHQWDO FRPELQDGRVFRQĮ2DJRQLVWDV\ȕEORTXHDQWHV(OWKLRSHQWDOSXGHVHUXWLOL]DGR
solo en bajas dosis (2-3 mg/k bolus + 0,5-3 mg/k/h i.v.) por no más de dos días para evitar los efectos
DGYHUVRVGHORVEDUELWXUDWRV SRUHMHPSORQHXPRQtD$5'6¿HEUH 
6. Normovolemia: es obligatoria. Complemente con transfusiones de eritrocitos (deplecionados de
leucocitos) para mantener una hemoglobina normal (12,5 a 14 g%) y albúmina humana para mantener
una albuminemia normal (3,5 a 4,3 g%) al igual que la presión oncótica plamática. Como coloide
natural la albúmina tiene muy pocos efectos adversos y se recomienda su uso en concentraciones altas.
La experiencia con coloides sintéticos es escasa para efectuar una recomendación general. Evite los
FULVWDORLGHVFRPRH[SDQVRUHVSODVPiWLFRV/DWHUDSpXWLFDFRQHVWRVÀXLGRVUHGXFHHOYROXPHQFHUHEUDO
intersticial y mejora la microcirculación en general. Pueden utilizarse diuréticos, excepto manitol.
Evite el uso de hormona antidiurética o sus análogos en la poliuria.
7. La PIC puede ser controlada normalizando la presión oncótica plasmática (ver arriba) y la
presión arterial, HVWD ~OWLPD FRQ WUDWDPLHQWR DQWLKLSHUWHQVLYR \ UHGXFWRU GH FDWHFRODPLQDV FRQ ȕ
bloqueantes (por ejemplo, metoprolol 0,03-0,05 mg/k x 6-8 iv, ó dosis correspondiente continua,
R  PJ [  SR  \ Į2-agonistas (por ejemplo, clonidina 0,3-0,8 microg/k x 4-6 i.v. o dosis
correspondiente continua o per os) e inhibidores de la angiotensina II (enalaprilato ampollas de 2,5
PJ /DFORQLGLQDHQGRVLVDOWDVSXHGHWHQHUHIHFWRVDGYHUVRVSRUVXDFFLyQĮ1 agonista, en ese caso un
DJRQLVWDĮ2HVSHFt¿FRFRPRODGH[PHWRPLGLQDSXHGHVHUXQDDOWHUQDWLYD/D33&ySWLPDHVLQGLYLGXDO
En la mayoría de los casos es de 60-70 mmHg en adultos, y de 38-50 mmHg de acuerdo a la edad, en
los niños. En algunos casos seleccionados pueden ser necesarios valores menores de 50 mmHg de PPC
para corregir aumentos críticos de la PIC. Una PPC muy baja puede ser corregida con las siguientes
medidas: a) corregir hipovolemia latente; b) no elevar la cabeza o bajarla a 0º si está elevada; c)
discontinuar thiopental y d) reducir el tratamiento antihipertensivo. Evite los vasopresores.
8. La posición horizontal debe ser la estándar pues la elevación de la cabecera tiene efectos
desfavorables al disminuir el retorno venoso al corazón. Puede utilizarse una elevación moderada de la
FDEH]D Pi[ž HQORVFDVRVHQTXHOD33&\OD3,&VHHQFXHQWUDQHOHYDGDVVLJQL¿FDWLYDPHQWH
9. Debe evitarse el drenaje de LCR. Puede ser utilizado, por medio de un drenaje ventricular, para
DERUWDUXQUHÀHMRGH&XVKLQJLQFLSLHQWHRSDUDGLVPLQXLUXQD3,&FUtWLFDPHQWHHOHYDGD(QODVHWDSDV
WDUGtDVGHO7(&SXHGHXWLOL]DUVHHOGUHQDMHOXPEDUVLODUHDEVRUFLyQGHO/&5HVLQVX¿FLHQWHNunca
utilice drenaje lumbar.
10./DDSDULFLyQGHXQUHÀHMRGH&XVKLQJLQFLSLHQWHFRQDXPHQWRGHOD3,&RXQDRQGDȕSURORQJDGD
pueden resolverse con una dosis de dihidroergotamina (DHE) (3-4 μg/k, hasta 4 veces/día hasta 2
días). Sin embargo la DHE es la última opción antes de la craniectomía y debe ser utilizada teniendo
en cuenta los efectos adversos (ergotismo).
11. Si a pesar de las intervenciones descritas la PIC permanece elevada en valores que comprometen
la vida, la craniectomía descompresiva, preferentemente bilateral, aparece como la última opción.
De cualquier manera deben continuarse las medidas delineadas en los puntos 1 a 9 para evitar la
progresión del edema y la herniación en el borde de la craniectomía.

Tabla 1: Guías para la Terapéutica de Lund del TEC grave


Traumatismo de cráneo ‡ 177

y brindándole al paciente un cuidado intensivo un efecto adverso mayor sobre la sobrevida


óptimo, la craniectomía puede salvar la vida de los pacientes. La mejoría de la perfusión
previniendo la herniación del tronco. 7DEOD y oxigenación, especialmente de las compro-
SXQWR Una duraplastia estabilizadora es im- metidas, se vuelve entonces esencial para una
portante para minimizar el riesgo de sangrado buena sobrevida. La liberación de sustancias
incontrolable de las venas puente luego de accesos tóxicas desde las áreas hipóxicas aumenta la
de tos, o variaciones rápidas e importantes de permeabilidad capilar en el resto del encéfalo por
la presión arterial. La aplicación de un vendaje su distribución por el LCR y el intersticio.
discretamente compresivo, con control de la Teniendo en cuenta la relación a la cuarta po-
PIC, puede ayudar a reducir la tumefacción tencia entre el radio y la resistencia vascular en
cerebral luego de la apertura craneal. la ley de Poiessulle, pequeñas variaciones en el
radio del vaso resultarán en grandes variaciones
2.4.4.4 Terapéutica en la resistencia vascular en las áreas en las que
hiperosmótica se encuentra aumentada, y un cambio moderado
A pesar de ser utilizada para tratar el edema en el tono vascular o en el grado de oclusión
cerebral, la terapéutica hiperosmótica sigue en las áreas pericontusionales puede causar un
siendo un tema de controversia. FDPELRVLJQL¿FDWLYRHQODSHUIXVLyQeVWRLP-
Las sustancias hiperosmóticas utilizadas en plica que la resistencia vascular y la PPC no
la práctica clínica son la urea, el glicerol, la son igualmente importantes para la perfusión, a
solución salina hipertónica y el manitol. Desde pesar de lo sugerido por la analogía con la ley de
XQSXQWRGHYLVWD¿VLROyJLFRHOHIHFWRGHHVWD 2KP>4 ÀXMR  ǻ3 GLIHUHQFLDGHSUHVLyQ 5
terapéutica sobre la PIC debería ser transitorio, UHVLVWHQFLD @GRQGHHOÀXMRVHUtDGLUHFWDPHQWH
lo que también se ve en la experiencia clínica, GHSHQGLHQWHGHODǻ3 HQHVWHFDVROD33& 'H
\VXHIHFWREHQp¿FRHQODUHFXSHUDFLyQHVWi esta manera la resistencia vascular en la zona
pobremente documentado. El efecto rebote del de penumbra puede variar en forma importante,
manitol y sus efectos adversos sobre la función mientras que la PPC sólo lo puede hacer en un
renal, además de que es un agente sintético no 20-25%. Teniendo en cuenta ésto, las medidas
¿VLROyJLFRKDFHQTXHHVWDGURJD\ODVRWUDV terapéuticas dirigidas a la reducción de la resis-
hiperosmóticas no formen parte de la terapéu- tencia vascular en las áreas pericontusionales
tica de Lund. van a tener un impacto mucho mayor sobre la
perfusión y la oxigenación que el aumento de
la PPC. Las lesiones secundarias y los malos
2.4.4.5 Optimización de la
resultados relacionados con la hipotensión, re-
microcirculación alrededor
portados en estudios previos, pueden ser efecto
de las contusiones
del compromiso de la perfusión, por la activación
Consideraciones generales GHORVUHÀHMRVGHVHQFDGHQDGRVSRUHOHVWtPXORGH
Es improbable que las sustancias tóxicas sean los barorreceptores, inducido por hipovolemia
el mecanismo primario más importante para más que por la hipotensión en sí misma.
gatillar el daño celular y el edema, como lo ha La hiperventilación reduce la PIC por la vía de
demostrado el fracaso clínico de los estudios la vasoconstricción dependiente del pH de los
farmacológicos de neuroprotección, con la in- vasos de resistencia. Puede agravar la hipoxia
hibición de la liberación de los factores tóxicos alrededor de las contusiones a pesar de la re-
como aminoácidos excitatorios y radicales li- ducción simultánea de la PIC. El efecto sobre la
bres (peroxidación lipídica). Por el contrario, PIC es transitorio mientras que la reducción del
la expansión de las áreas pericontusionales ÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO )6& SXHGHSHUVLVWLU
debido a las alteraciones en la oxigenación, por mucho más tiempo.
vasoconstricción, tumefacción de las células Por estos motivos, excepto en la situación
endoteliales, agregación de las células hemá- aguda, la hiperventilación no es parte del con-
ticas y su adhesión a la pared vascular, tiene cepto de Lund. 7DEODSXQWR
178 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

La hipovolemia reduce el FSC por la vía de depende principalmente de la presión hidros-


un efecto alfa mediado por la activación de tática capilar. Ésta es otra razón para evitar la
ORVUHÀHMRVEDURUUHFHSWRUHVTXHKDQGHPRV- hipertensión arterial.
trado ser más susceptibles con PIC elevadas. Ni en las guías europeas ni en las Norteameri-
Mientras que el riesgo de hipoxia para las áreas canas se dan recomendaciones sobre el tipo de
menos lesionadas es menor, la prevención de ÀXLGRWHUDSLDDDGPLQLVWUDUSHURODPD\RUtDGH
ODDFWLYDFLyQGHORVUHÀHMRVEDURUUHFHSWRUHV\ las revisiones sugiere el uso de cristaloides solos
la liberación concomitante de catecolaminas, o en combinación con coloides. Los cristaloides,
manteniendo al paciente normovolémico, pa- sin embargo, son los menos apropiados pues
recen ser las medidas más importantes para estas soluciones se distribuyen en el intersti-
optimizar la microcirculación y minimizar la cio del cerebro lesionado con una BBH rota,
hipoxia en las áreas pericontusionales. agravando el edema cerebral en forma análoga
Los vasoconstrictores como la norepinefrina, a lo que ocurre en el resto del cuerpo.
fenilefrina, indometacina y dihidroergotamina Los coloides tienen la ventaja de que actúan como
(DHE) son utilizados en la práctica clínica para expansores de volumen y, a su vez, mantienen
disminuir la PIC y/o aumentar la PAM. Sin la presión oncótica plasmática, dos propiedades
embargo ellos pueden tener efectos colaterales EHQH¿FLRVDVOXHJRGHXQ7(&/RVFRORLGHV
severos por el compromiso de la microcirculación sintéticos, como el dextrán, las gelatinas y los
en todos los órganos, incluido el cerebro, por almidones, pueden llegar a utilizarse, pero la
lo que su uso clínico puede ser cuestionado. La experiencia en TEC es demasiado escasa como
DHE podría tener menos efectos adversos y ser para una recomendación general. Entonces, por
más efectiva para vencer un aumento brusco seguridad, el coloide natural y monodisperso de
de la PIC que otros vasoconstrictores, por su primera elección en estos pacientes debe ser la
efecto sobre el lado venoso, pero sólo debería albúmina humana. La albúmina intersticial tiene
ser utilizada en bolos en casos seleccionados también la ventaja de ser transferida nuevamente
UHÀHMRGH&XVKLQJRDXPHQWRLQFRQWURODGRGH a la circulación por vía del sistema linfático,
la PIC). 7DEOD XQHIHFWRJDQDGRSRUOD¿VLRWHUDSLD
El tratamiento con barbitúricos reduce la PIC Los glóbulos rojos son las únicas células que
por la inducción de vasoconstricción relacionada permanecen en el intravascular y las transfu-
a la disminución simultánea del metabolismo siones de eritrocitos tienen muy poco volumen
cerebral. La terapéutica con altas dosis de de plasma para preservarlos. Esto implica una
barbitúricos no debe ser utilizada pues puede mejor entrega de oxígeno a las áreas lesionadas.
inducir severas complicaciones pulmonares, Estudios en perros y ratas han demostrado también
HOHFWUROtWLFDVUHQDOHV\FDUGLRYDVFXODUHV¿HEUH que las necesidades de expansores plasmáticos
\QRVHKDQGHPRVWUDGREHQH¿FLRVFOtQLFRVD son menores con un hematocrito normal que
largo plazo. En dosis bajas, sin embargo, los con uno bajo. Aunque están cuestionadas en
barbitúricos pueden ser útiles como sedantes la terapia intensiva en general, existe un fuerte
y para reducir la PIC si se los utiliza por un VRSRUWH¿VLROyJLFRSDUDVRVWHQHUHOEHQH¿FLR
período limitado. 7DEODSXQWR de las transfusiones de eritrocitos (deplecio-
nados de glóbulos blancos para evitar efectos
Sustitutos del volumen plasmático adversos) en los pacientes con TEC grave y
Los pacientes con TEC, al igual que otros ex- hematocrito bajo.
puestos al trauma, van a desarrollar hipovolemia Teniendo en cuenta estos aspectos, la Tera-
por el aumento de la pérdida de proteínas y péutica de Lund favorece el uso de albúmina,
ÀXLGRVGHVGHODVDQJUHKDFLDORVWHMLGRVVLQR preferentemente en altas concentraciones, y la
se les provee una adecuada sustitución de volu- transfusión de eritrocitos, para mantener sus
men. La necesidad de sustitución del volumen concentraciones en valores normales con el
plasmático puede ser menor con PAM normal propósito de llegar a la normovolemia, normo-
que aumentada, pues la pérdida de proteínas oncoticidad y brindar un transporte de oxígeno
Traumatismo de cráneo ‡ 179

óptimo a las áreas hipóxicas. 7DEODSXQWR al contrarrestar la acción del tromboxano A2


 (VWDWHUDSpXWLFDSDUHFHEHQH¿FLDUQRVROR \HOIDFWRUGHQHFURVLVWXPRUDOĮLQKLELHQGR
al cerebro sino también a otros órganos pues la agregación plaquetaria y la adhesión leu-
no se han reportado cuadros de isquemia in- cocitaria a la pared vascular y disolviendo los
testinal, GLVWUHVV respiratorio agudo (ARDS) agregados que provocan micro oclusiones. Un
QLLQVX¿FLHQFLDUHQDODJXGDHQORVSDFLHQWHV estudio clínico con microdiálisis ha mostrado
tratados con el concepto de Lund. que también reduce el lactate intersticial, el
cociente lactate/piruvato y el glicerol, al tiempo
Respuesta al estrés y control que aumenta la glucosa intersticial en las áreas
de la temperatura pericontusionales indicando una mejoría en la
El estrés aumenta la PAM por descarga sim- microcirculación. Estudios en ratas han mostrado
pática y liberación de catecolaminas, y puede que la prostaciclina en dosis bajas mejora la
comprometer la microcirculación cerebral en microcirculación y reduce los volúmenes de las
las áreas alrededor de las contusiones. El estrés contusiones en el cerebro traumatizado. No se
puede disminuirse con sedantes, analgésicos, han observado hasta el momento efectos adversos
alguno de los antihipertensivos discutidos con en la práctica clínica con las dosis utilizadas.
DQWHULRULGDG ȕEORTXHDQWHV\ĮDJRQLVWDV \ Antes de hacer una recomendación general sobre
HYLWDQGRORVWHVWVGHGHVSHUWDU/RVȕEORTXHDQWHV su uso deben efectuarse más ensayos clínicos.
también protegen al corazón de los microinfar- Sin embargo la prostaciclina en dosis de 0,4 a
tos inducidos por el estrés. Las dosis bajas de 0,7 ng/k/min es una opción de la Terapéutica
barbituratos proveen una sedación efectiva, pero de Lund para mejorar la microcirculación de
pueden ser utilizados por un período limitado las áreas pericontusionales.
para evitar las complicaciones pulmonares.
7DEODSXQWRV\
2.4.5. Conclusiones
Está claramente demostrado el efecto adverso
de la ¿HEUHHQORVUHVXOWDGRVSRVWHULRUHVDXQ En esta sección hemos presentado las bases
7(&JUDYH/D¿HEUHSXHGHHYLWDUVHRUHGXFLUVH ¿VLROyJLFDVGHO&RQFHSWRGH/XQGSDUDHOWUD-
XWLOL]DQGRWHUDSpXWLFDVIDUPDFROyJLFDVHVSHFt¿FDV tamiento del TEC severo con sus dos objetivos
antibióticos adecuados, previniendo atelectasias principales: 1) disminuir la PIC (tratamiento
y neumonías, empleando alimentación enteral PIC dirigido) y 2) mejorar la microcirculación
en lugar de parenteral, evitando la administra- en las áreas pericontusionales (tratamiento
ción excesiva de nutrientes, de barbituratos y perfusión dirigido). La terapéutica de Lund
vasoconstrictores. El enfriamiento activo no implica la normalización de los parámetros
debería utilizarse pues está asociado a un au- esenciales como la presión arterial, la presión
mento de la descarga simpática, aumento del oncótica plasmática, el volumen plasmático
estrés y escalofríos que llevan a la liberación de y de glóbulos rojos, la ventilación, la tempe-
catecolaminas con incremento del consumo de ratura corporal, los electrolitos, el uso de la
oxígeno, factores éstos que pueden reducir la nutrición enteral evitando el exceso calórico
perfusión alrededor de las contusiones. 7DEOD y el estrés. Éste es un tratamiento general que
SXQWRV\ Un estudio reciente de Clifton puede ser aplicado a todos los pacientes con
GHPRVWUyODDXVHQFLDGHEHQH¿FLRVGHOHQIULD- daño cerebral severo, independientemente de
miento activo luego del TEC grave. la edad, capacidad autorregulatoria, traumas
o fallos orgánicos asociados y es de sencilla
Efectos farmacológicos sobre aplicación. Este tratamiento debe ser inicia-
la microcirculación do tempranamente para prevenir un aumento
Muy probablemente una sustancia que mejorara de la PIC y otras lesiones secundarias. La ya
la microcirculación alrededor de las contusiones vasta experiencia indica que este tratamiento
VHUtDEHQH¿FLRVDSDUDODUHFXSHUDFLyQ/DSURV- HVEHQH¿FLRVRSDUDRWURVyUJDQRVSXHVQRVH
taciclina endógena podría tener estos efectos asocia con ARDS severo, isquemia intestinal o
180 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

LQVX¿FLHQFLDUHQDO/RVHVWXGLRVGHVREUHYLGD favorable cuando se utilizan los principios de


o recuperación indican que ésta es mucho más la Terapéutica de Lund.

2.5. Alternativas terapéuticas


más allá de las Guías
Alberto Biestro
Ana Canale
Leandro Moraes

2.5.1. Introducción Este panorama tiene, a nuestro juicio, poca


posibilidad de cambiar en un futuro cercano,
$QDOL]DUHPRVODHYLGHQFLDFLHQWt¿FDTXHDVLVWHD debido a que las compañías farmacéuticas
tres recursos terapéuticos en cuyo uso tenemos que GLUHFFLRQDQ la investigación con su
experiencia personal: indometacina, trometa- soporte económico no están interesadas en
mina (THAM) e hipotermia terapéutica. Han apoyar investigaciones de terapéuticas que
permanecido fuera de las primeras ediciones de no redunden en beneficios DSRVWHULRUL ni
las guías de la %UDLQ7UDXPD)RXQGDWLRQ (BTF) en drogas como la indometacina o el THAM
y, a excepción de la hipotermia, es proverbial su que tienen hace ya mucho tiempo sus paten-
ausencia en la gran mayoría de las guías regio- tes liberadas.
nales derivadas de las de la BTF. Esta situación
no cambiará con la 3ª edición de estas guías,
2.5.2. Indometacina
próximas a aparecer, que reservará solamente un
FDStWXORDODQiOLVLVGHODKLSRWHUPLDSUR¿OiFWLFD 2.5.2.1 Evidencia
Por su parte, las Guías europeas ((XURSHDQ%UDLQ /DDFFLyQEHQH¿FLRVDGHODindometacina sobre
,QMXU\&RVRUWLXP) hacen omisión del THAM la HIC ha sido reportada en numerosos trabajos
\FDOL¿FDQDODKLSRWHUPLD\DODLQGRPHWDFLQD clínicos y de investigación. Varias revisiones
como terapéuticas experimentales. pueden ser consultadas al respecto.
El lugar terapéutico en que se encuentran Como puede verse en la 7DEOD, prácticamente
estos recursos es actualmente inaceptable si todos los estudios reportados, incluyendo los
tenemos presente que: nuestros, son series de casos y por ende de un
 (OEDMRQLYHOGHHYLGHQFLDFLHQWt¿FDTXH YDORUSREUHUHVSHFWRDHYLGHQFLDFLHQWt¿FD(Q
sustenta la mayoría de las otras terapéu- nuestra experiencia de más de quince años en
ticas en uso habitual para el control de la su uso, hemos comprobado su efectividad en
hipertensión intracraneana (HIC), siendo el control de la HIC ya sea por ondas plateau
ésto aún más perceptible en aquellas tera- o en HIC mantenida, sea ésta refractaria o no.
péuticas de segundo nivel. Se ha visto, además de en el trauma, el efecto
2. La extraordinaria potencia que estos recur- EHQH¿FLRVRGHODLQGRPHWDFLQDHQKHPDWRPDV
sos tienen sobre la HIC, sumado a su buen espontáneos, en la vasodilatación de la insu-
EDODQFHULHVJREHQH¿FLRVHVSHFLDOPHQWHSDUD ¿FLHQFLDKHSDWRFtWLFDHQODVKLGURFHIDOLDV
indometacina y THAM. en los tumores, meningitis e inclusive en el
3. Su mecanismo de acción diferente de las ataque cerebrovascular (ACV) isquémico con
terapéuticas habituales. edema cerebral.
Traumatismo de cráneo ‡ 181

Fuente de evidencia Bungaard H., Jensen K., Cold G., Bergholt


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Schwab S., Hacke W. “Indomethacin for bra-
in edema following stroke.” En: &HUHEURYDVF 2.5.2.2 Mecanismo
'LV 1999; 9:248 -250. Un rasgo singular de la indometacina es que
parece ser una droga de amplio espectro de
Estudios citados en Tabla 1 acción, lo que habla de que operaría sobre
Jensen C., Ohrstrom J., Cold G., HWDO. “The algún mecanismo básico que controla el volu-
effect of indomethacin on intracranial pres- men intracraneano. En todos estos casos hay
VXUH FHUHEUDO EORRG ÀRZ DQG FHUHEUDO PH- reducción de la presión intracraneana (PIC),
tabolism in patients with severe head injury algunas veces acompañado con aumento de
and intracranial hipertensión.” En: $FWD1HX los índices de oxigenación cerebral como
URFKLU(Wien) 1991; 108:116-121. la saturación yugular de oxígeno (SYO2).
Biestro A.A., Alberti R.A., Soca A.E., Can- Si bien no se han comprobado imágenes de
cela M., Puppo C.B., Borovich B. “Use of infarto cerebral en el seguimiento de los pa-
indomethacin in brain-injurred patients with cientes que han estado bajo indometacina,
cerebral perfusion pressure impairment: no se puede descartar un efecto de micro
preliminary report.” En: - 1HXURVXUJ 1995; isquemia que cause necrosis y/o apoptosis, y
83:627-630. que finalmente lleve a atrofia. Sin embargo,
Dahl B., Bergholt B., Cold G. HW DO. “CO2 los escasos datos que hay de microdiálisis
and indomethacin vasoreactivity in patients cerebral e indometacina estarían en contra
with head injury.” En: $FWD1HXURFKLU (Wien) de un efecto negativo de la droga a nivel
1996; 138:265-273. microcirculatorio.
182 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Autor Año Diseño N IEA Dosis Intensidad


( iv) Terapéutica

Jensen y col 1991 Serie de casos 5 TEC GCS 8 (media) B 30 mg HV


Serie de casos IC 30 mg/h OSM (4 ptes)
D 7 hs BBT

Biestro y col 1995 Serie de casos 10+1 TEC GCS 6 (media) B 50 mg/20´ HV
Serie de casos HSA(1) IC 20 mg/h OSM
(±10 mg) BBT
D 30 hs
(±9 hs)

Dahl y col 1996 Serie de casos 14 TEC B 30 mg HV


Serie de casos prospectivo GCS 6 4-4,5 kpa
prospectivo (indmetacina e (media) OSM o BBT
(indmetacina e hiperventialción) (no se usó)
hiperventialción)
Bundgaard y col 1996 Serie de casos 9 Tumores Cerebrales no
Serie de casos suprat (perioperatorio)
Godoy y col*** 2002 Serie de casos 10 HIPE B ?

Tofteng Larsen y col Serie de casos 12 FHF(EH gr IV) B 25 mg ĺ3,&!


2004 (fallo hepático) (HV,
260 ĺ
PIC<20

Rasmussen y col 2004 Prosp. Random. 30 Con- Tumores Cerebrales B 0,2 mg/kIC no
(placebo YV indom) troles15 suprat. 0,2 mg/k/h
Indo 15 (perioperatorio)

Imberti y col 2005 Serie de casos 9 TEC(7) B 15-20 mg OSM


(25 HIPE(2)
ondas GCS <8
plateau)

Puppo y col** Serie de casos 16 TEC grave B 50 mg no


2006 *&6” 30 min
(media)

FRQWLQ~DHQSiJLQDVLJXLHQWH
Traumatismo de cráneo ‡ 183

PIC PPC FSC ¨DM22 CRMO2 TR Otros

Ļ no Ļ ĺ § Ļ
ĺ ĺ

Ļ % Ĺ % no no no § Rebote *
ĺ ĺ
ŧ,& TC sin isquemia o infarto
Ļ ,&
Se mantuvo
en 23

Ļ Ĺ Ļ Šŧ § GOS: buenos resultados


ĺ ĺ ĺ ĺ ĺ 6(n13) y 12(n14) meses

Ĺ 6M22

Ļ Ĺ Ļ §¨DM22 ? ?

Basal 47 Basal 53 ? ? ? ?
B 23* B 81*
30 min 25* 30 min 84*
60 min 27* 60 min 83*
120 min 120 min
33* 76*
180 min 180 min
35* 72*

Ļ Ĺ no no no no ARC: 7ptes (DTC)


ĺ ĺ no mejoró
Microdiálisis:
>ODFW@W§
>JOXW@W§

QRĻ no dif sign ¯*(VFSC) ŧ¨DM22 no no dif Menor reactividad al CO2*


Ā§6M22) sing Control clínico sin evidencia
de isquemia (1-2 día PO)

Ļ Ĺ no no no no Ĺ
ĺ ĺ PtO2ĺ
(5 min) (5 min) (5 min) y 21,9 (10 min)
y 26 y 66,7 ¨DM&22ĺ  PLQ \
(10min) (10 min)  PLQ §

Ļ Ĺ ¯*(VFSC) Ĺ ¨DM22 no no
ĺ ĺ ĺ ĺ
¯*SjO2
ĺ

VLJQL¿FDWLYR S  HQYtDVGHSXEOLFDFLyQ FRPXQLFDFLyQSHUVRQDO§QRVLJQL¿FDWLYR

Tabla 1: Principales estudios clínicos con indometacina en el control de la HIC. del Dosis: B –\bolo, IC
–\infusión continua, D –\duración; FHF: fallo hepático fulminante; HIPE: hemorragia intraparenquimatosa
espontánea; IEA: lesión encefálica aguda; NIT: nivel intensidad terapéutica (al momento de usar la
indometacina) (HV –hiperventilación, OSM –osmoterapia (manitol), –BBT –barbitúricos); no: no disponible;
TEC traumatismo encéfalocraneano
184 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

¿Cuál es el mecanismo postulado que pone márgenes de seguridad. Ello se debe a que a
en juego la indometacina y en el que se basa las acciones postuladas de la droga se le suma
su seguridad y su amplio espectro de acción que en situación de coma hay una importante
sobre la HIC? reducción del consumo metabólico de O2
5H¿ULpQGRQRVVRODPHQWHDVXVSURSLHGDGHV (CMRO2) –por razones que no corresponde
vasoactivas (ya que se trata de una droga com- discutir ahora– pero que desciende lógica y
pleja con múltiples acciones adicionales) nuestra forzosamente el umbral de FSC por debajo
hipótesis fundamenta su acción en: del cual se generará isquemia cerebral.
a. 0DUFDGDUHGXFFLyQGHOÀXMRVDQJXtQHR No deben extrapolarse al hombre los hallaz-
FHUHEUDO )6& JOREDO (35%) con lo que gos de la acción de la indometacina sobre los
disminuye el volumen sanguíneo cerebral animales de experimentación. El ser huma-
y, por consiguiente, la PIC, pero al mismo no, por su extraordinario desarrollo cerebral,
tiempo manteniendo el FSC, lejos del umbral cuenta normalmente con un formidable VXUSOXV
del daño isquémico. de FSC que debe, a priori, dar sustrato a las
b. 0LHQWUDVTXHKD\YDVRFRQVWULFFLyQSUHGR complejas funciones superiores del órgano.
PLQDQWHDOJXQRVVHFWRUHVVHYDVRGLODWDQ, Eso queda bien demostrado por los numero-
lo que genera un PDWFKLQJ bien equilibrado sos y redundantes mecanismos que sostienen
entre el aporte circulatorio disminuido y el el acople neurometabólico y la autorregula-
consumo celular de nutrientes. Esto expli- ción cerebral. En situación de lesión grave y
ca una reducción apreciable del volumen coma con importante reducción del CMRO2
sanguíneo cerebral y, por consiguiente de los sistemas que controlan el FSC y que tien-
OD3,&PDQWHQLHQGRXQDH[WUDFFLyQVX¿- den siempre al abastecimiento SRUPD\RUGH
ciente de nutrientes, incluyendo el oxígeno, VXVWUDWRV quedan activados generando hipe-
sin generación de estrés celular. Respecto al remia absoluta o relativa. En este escenario,
O2 ésto se alcanzaría mediante un cambio de la indometacina podría actuar desactivando
ODD¿QLGDGGHODFLWRFURPRFR[LGDVDSRUHO algunos de esos mecanismos y de ese modo,
O2, lo que permite mantener la tensión mi- reduciendo el volumen sanguíneo cerebral y el
tocondrial de O2 ante una caída del FSC. FSC (y por consiguiente la PIC), sin riesgos.
c. 5HVWDXUDFLyQGHOSURFHVRGHDXWRUUHJXODFLyQ La droga, de acuerdo a nuestra hipótesis, en
FHUHEUDOGDxDGR, lo que condiciona una mejor estas circunstancias llevaría a la circulación
tolerancia a las oscilaciones hemodinámicas cerebral del humano hacia una situación basal
sistémicas. Por consiguiente, se salvaguarda con conservación de la estructura vital y lejos de
mejor aún al cerebro lesionado del daño los niveles de riesgo de isquemia cerebral.
secundario y, por otra parte, se consigue
la reganancia de acción de otros agentes 2.5.2.3 Seguridad
terapéuticos (osmóticos y barbitúricos) que Dos virtudes se destacan de la droga:
dependen de la indemnidad de la autorre- 1. A pesar de las altas dosis, su excelente tolerancia
gulación para su óptima respuesta. clínica en la gran mayoría de los pacientes
d. Aunque sólo el 2% de la indometacina 2. Ausencia de efecto sedante. La hace muy
atraviesa la barrera hematoencefálica, su adecuada para el manejo de los pacientes
pasaje es rápido y las dosis utilizadas son con HIC y niveles altos en el score Glasgow
muy altas, lo que permite pensar que OD (p. ej., TEC leve a moderado).
GURJDRSHUDGHDPERVODGRVYDVFXODUH
LQWHUVWLFLDOFHUHEUDO. 2.5.2.4 Aplicación práctica
La acción vasoactiva vasoconstrictora de la En nuestro protocolo de manejo progresivo, la
indometacina que podría resultar a SULPDIDFLH indometacina es utilizada en el segundo nivel
peligrosa para la hemodinamia intracraneana de tratamiento, luego de que las terapéuticas
de los pacientes neuroinjuriados, opera en de primer nivel fracasan en mantener la PIC
esta situación, sin embargo, con mayores < de 20 mmHg. Se efectúa un bolo de 50 mg
Traumatismo de cráneo ‡ 185

en 10 min y se continúa con una perfusión de Fuente de evidencia


30 mg/h por vía venosa periférica exclusiva Nahas G., Sutin K., Fermon C. HWDO. “Gui-
que puede mantenerse varios días. No se debe delines for the treatment of acidemia with
aumentar la dosis perfundida por encima de THAM.” En: 'UXJV1998; 55:191-224.
ese nivel y cuando se considere su retiro debe Nau R., Desel H., Lassek C., Kolena H.,
hacerse disminuyéndola en forma paulatina en Prange H. “Entry of tromethamina into the
2 a 3 días, pues hay riesgo de rebote de HIC. FHUHEURVSLQDOÀXLGRIKXPDQVDIWHUFHUHEUR-
vascular events.” En: &OLQ )DUPDFRO 7KHU
1999; 66:25-32.
2.5.3. Trometamina (THAM)
2.5.3.1 Introducción Evidencia listada en Tabla 2
El THAM es, de acuerdo a nuestra experiencia, Rosner M.J., Elias K., Coley I. “Prospective
otra alternativa terapéutica para el tratamiento randomized trial of THAM therapy in seve-
de la HIC refractaria, teniendo acción sobre sus re brain injury. Preliminary results. Intracra-
principales mecanismos determinantes: neal Pressure.” En: Hoff A.L. ,QWUDFUDQLDO
a. desarreglo en la reactividad cerebrovascular 3UHVVXUH9,,, Vol. 7, Springer-Verlag, Berlin,
b. caída del buffer espacial. 1989; pp. 611-616.
Al igual que la indometacina es una droga de Gaab M., Seegers K., Smedena R., Heissler
bajo coste, de fácil implementación, con buen H., Goetz C. “A comparative analysis of THAM
EDODQFHULHVJREHQH¿FLRV (tris-buffer) in traumatic brain oedema.” En:
$FWD1HXURFKLU (Wien) 1990; 51:320-323.
2.5.3.2 Evidencia Muizelaar J.P., Marmarou A., Ward J. HWDO.
Varios estudios clínicos (7DEOD) han demos- “Adverse effects of prolonged hyperventi-
WUDGRODH¿FDFLDGHO7+$0HQHOGHVFHQVRGH lation in patients with severe head injury: a
la PIC. En especial los trabajos de Muizelaar y randomized clinical trial.” En: - 1HXURVXUJ
de Wolf, que son aleatorizados y prospectivos, 1991; 75:731-7399.
y por lo tanto, sustentan un más alto nivel de Wolf A, Levi L, Marmarou A, HWDO. “Effect
evidencia. of THAM upon outcome in patients with
En todos ellos se comprueba un descenso de severe head injury: a randomized prospective
la PIC en los grupos tratados con THAM, y clinical trial.” En: -1HXURVXUJ 1993; 78.
una disminución del nivel de Intensidad Te-
rapéutica cuando éste se evalúa en base a la 2.5.3.3 Propiedades
necesidad de drenaje de LCR, dosis de ma- farmacológicas
nitol y requerimiento de barbitúricos. La PIC Es una alcohol-amina, estable e hidrofílica.
GLVPLQX\yHQIRUPDWDQFRQ¿DEOHFRPRFRQ Se comporta como base débil, con capacidad
la osmoterapia y su efecto fue más duradero. de tamponear tanto la acidosis de origen me-
En el estudio de Muizelaar se observó que el tabólico como respiratorio. )LJXUD Junto
THAM contrarrestó el efecto negativo que con el FDUELFDUE son los únicos compuestos
tuvo la hiperventilación intensa aislada (< 30 de uso clínico con la propiedad de disminuir
mmHg de PaCO2) sobre el resultado, incluso la capnia.
mejor que la del grupo control (hiperventila- La presentación utilizada actualmente es una
ción moderada). El grupo con THAM mostró, solución de THAM-acetato 0,3 Molar (mol/L)
además, mayor estabilidad en la PIC. En el con las siguientes propiedades:
WUDEDMRGH:ROIDXQTXHWRGRHVWRVHFRQ¿UPy ‡ SHVRPROHFXODU'D
no pudo hacerse evidente una mejoría en el ‡ 2VPRODULGDGP2VPO
UHVXOWDGR¿QDOGHORVSDFLHQWHVSODQWHiQGRVH ‡ S+
que en dicho estudio, pudo haber incidido un Ambas propiedades (Osmolaridad y pH)
error de tipo alfa o II, por muestra demasiado hacen segura su administración por vena pe-
pequeña. riférica.
186 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Autor Diseño Cantidad Tipo IEA Dosis PIC inicial PIC Otros
pacientes efectos
Rosner Prospectivo 37 TEC grave B: 2cc/K Variable Ļ5HVSHFWR ĻODFWDWR
1989 Controlado C: 20 GCS <8 1h a control/ LCR*
Th: 17 (M:5) IC: 1cc/K/h dia*
Previno el
incremento
de la PIC

Gaab Prospectivo 21 TEC 18-36 3,&• Ļ Ĺ33&


1990 Controlado? 202 dosis: VZHOOLQJ g/100- (máx.33%) Mejoría
Th YV OSM Th: 80 200ml/1-2h Igual po- precoz del
Ma: 82 tencia que EEG
S: 40 osmoterapia. ĻHGHPD
Efecto más cerebral
prolongado (anim.)
(79 YV. 69
min)

Muizelaar Prospectivo 113 TEC grave B: ml = Kg Variable HVI + Th: < requerim.
1991 Controlado *&6” [Gp¿FLW estabil. manitol
Random. C: 41 (M: 6) base en Grupos de las (respecto a
2 horas Control variaciones controles)
HVI: 36 (llevar pH 14% PIC horarias de
7,6) >20 la PIC ĻGUHQDMH
HVI+ Th: (n =41) LCR*
36 IC: 1ml/k/h QRĻORV (respecto a
5 días HVI 14% valores controles)
PIC >20 medios
(n =36) horarios de Ausencia
PIC isquemia
HVI + cerebral
THAM ǻDM22 )
5% PIC
>20
(n =36)

Wolf Prospectivo 149 TEC grave B: 4,27 Variable ĻWLHPSR ĻUHTXHUL-


1993 Controlado C: 76 *&6” cc/k/h en (Crit. Prof.) PIC>20 mientos de
Random. Th: 73 2 hs en las BBT*
IC: 1cc/k/h primeras
por 5 días 48 hs*

ĻFRPR
causa de
muerte la
HIC incon-
trolable*

Tabla 2: Principales estudios clínicos con THAM en el control de la HIC. B: bolo; C: control; HVI:
hiperventilación intensa; IC: infusión continua; M: media; Ma: manitol; OSM: osmoterápicos; S: sorbitol; T:
grupo tratado; TEC: trauma encéfalocraneano; Th: tromethamina
Traumatismo de cráneo ‡ 187

‡ S.PX\FHUFDQRDOUDQJRGHS+SODV- antedicha da lugar a un DKRUUR de la entrada


PiWLFRPRWLYRSRUHOFXDOHVPiVH¿FD] de sodio a la glía, donde el ion se acumula
como buffer respecto al bicarbonato de so- en aras de expulsar protones (generados en
dio, cuyo pk es 6,1. Mantiene inalterado abundancia durante la lesión) y mantener
su poder EXIIHU en hipotermia, por lo que la electroneutralidad por efecto del inter-
es de elección en este contexto. cambiador de membrana H+/Na+. Este sodio
‡ 6HGLVWULEX\HUiSLGDPHQWHHQHOYROXPHQ DUUDVWUD agua y el edema celular generado
aproximado al del espacio extracelular. es el precio que debe pagar la célula para
Penetra muy poco a las células y su pasa- mantener el medio intracelular equilibrado
je a través de la barrera hematoencefálica desde el punto de vista ácido-base. De esta
(BHE) intacta es despreciable. Sin embargo, manera, el THAM operaría como una “bomba
podría aumentar cuando ésta se encuentra aspiradora de protones” desde los capilares,
lesionada. FRPRORFRQ¿UPDQWUDEDMRVUHDOL]DGRVHQ
‡ 6HHOLPLQDYtDUHQDOHQIRUPDSURWRQDGD animales con modelos de lesión encefálica
con un clearance similar al de la creatinina. aguda que evidenciaron una disminución
En individuos sanos, el 25% de la droga del contenido de sodio y agua (edema) de
administrada vía endovenosa es excretada ambos hemisferios cerebrales en el grupo
en 30 min y más del 80% luego de 24 hs. tratado con THAM. Ésta sería la acción
mediata de la droga por la que se plantea
2.5.3.4 Mecanismo de acción VXXVRSUR¿OiFWLFRHQLQIXVLyQFRQWLQXD
Los mecanismos por los cuales actúa el THAM
a nivel cerebral y desciende la PIC no están 2.5.3.5 Aspectos Prácticos
totalmente dilucidados. Se postula: Hay dos formas de administrar la dosis reco-
a. 5HGXFFLyQGHO9ROXPHQ6DQJXtQHR&HUHEUDO mendada:
96& . A pesar de su escaso pasaje a través a. Bolo 0,5-1 mmol/l en 30-60 minutos, se-
de la BHE, alcalinizaría el intersticio cerebral guidos de 0,3-0,6mmol/k/h
e incluso el medio intracelular actuando a b. Bolos similares al primero, a demanda,
distancia desde los capilares. A ese nivel el según valores de PIC
THAM induciría disminución del CO2, con La dosis máxima por día recomendada es
salida compensadora de CO2 muy difusible, 15 mmol/k.
desde la célula hacia el medio extracelular, En caso de infusiones prolongadas considerar el
formándose HCO3. La alcalinización del monitoreo del pH arterial, evitando supere 7,5.
medio extracelular resultante generaría va- Hay tres indicaciones recomendadas y espe-
soconstricción y disminución del VSC, con Ft¿FDVSDUDHOXVRGH7+$0HQHOFRQWH[WR
la consiguiente mejoría de la hemodinamia del enfermo neurocrítico con HIC:
cerebral, relación presión-volumen y descenso 1. En el enfermo que no se consigue manipular
de la PIC. Éste sería el mecanismo de acción su PaCO2 mediante ventilación mecánica
inmediata de la droga en el control de los por el severo compromiso respiratorio aso-
ascensos puntuales de HIC. ciado.
b. (IHFWRVREUHHO(GHPD&HUHEUDO,QWUDFHOX 2. Alternando, en forma secuencial, una potente
ODU. La alcalinización del medio intracelular medida como es la osmoterapia en base


4(!- 2 .( (/ #/ 4(!- 2 .( (#/

4(!- 2 .( ( ,A 4(!- 2 .( ,A

Figura 1: Reacción de neutralización del THAM de la acidosis respiratoria y acidosis metabólica respectivamente
188 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

a suero salino hipertónico (efectos sinér- la lesión encefálica aguda (IEA) post anoxo-isqué-
gicos sobre la PIC pero al mismo tiempo mica resultante de paro cardiorespiratorio (PCR),
antagónicos sobre el estado ácido-base y como lo demostraron los estudios de Bernard HWDO.
osmolaridad), para el control de la HIC y el del grupo europeo HACA (+\SRWHUPLD$IWHU
refractaria. &DUGLDF$UUHVW). Se discute entre los estadísticos
3. Corrección de la hiperventilación intensa si la evidencia disponible permite considerarla
accidental. Dosis: 150-300ml/h en 3-6 ho- una evidencia Clase I o Clase II.
ras, a repetir, después de llevar al paciente En la lesión encefálica postraumática aún no
a hiperventilación moderada. KD\HYLGHQFLDFLHQWt¿FDVX¿FLHQWHFRPRSDUDVX
Contraindicaciones de su uso son: DSOLFDFLyQFRPRWHUDSpXWLFDSUR¿OiFWLFDQHXUR-
D LQVX¿FLHQFLDUHQDO protectora. La analizaremos brevemente.
b. ventilación espontánea (el THAM exige Luego de algunos estudios clínicos prelimi-
ventilación mecánica mandatoria) nares fase II, la hipotermia fue probada como
c. alcalosis (pH >7,5) RSFLyQWHUDSpXWLFDSUR¿OiFWLFDQHXURSURWHFWRUD
en el estudio multicéntrico aleatorizado fase
2.5.3.6 Conclusión III NABIS-HI conducido por Clifton, que falló
Se trata de una droga muy interesante, con HQGHPRVWUDUEHQH¿FLRVHQORVUHVXOWDGRVQHX-
acciones únicas no compartidas por otras tera- rológicos en el grupo tratado con hipotermia.
péuticas (complementarias), que se ha estudiado Este estudio ya ha sido largamente criticado
LQVX¿FLHQWHPHQWHSRUORTXHUHVXOWDQQHFHVDULRV inclusive por su propio autor, cuyos artículos
QXHYRVWUDEDMRVSDUDLGHQWL¿FDUVXYHUGDGHUR recomendamos al lector.
lugar en el control del enfermo neurocrítico. (OPLVPRHVWXGLRVHxDOyXQEHQH¿FLRSRWHQFLDO
en el subgrupo de pacientes con menos de 45
años, hipotérmicos al ingreso y enrolados al
2.5.4. Hipotermia terapéutica
grupo tratado con hipotermia. De esto surge
La KLSRWHUPLDWHUDSpXWLFDVHGH¿QHFRPRHO FRPRHYLGHQFLDFLHQWt¿FDGHJUDGRPRGHUDGR
descenso deliberado y al mismo tiempo con- que no se debería calentarse a los pacientes
trolado (para diferenciarla de la hipotermia que ingresan espontáneamente hipotérmicos
espontánea o accidental) de la temperatura con trauma de cráneo grave.
corporal a 35ºC o menos. Entre el año 2002 y 2006 son publicados
cuatro metaanálisis: Harris HWDO., McIntyre et
2.5.4.1 Importancia DO., Henderson HWDO. y la tercera edición de la
La importancia del tema radica en que es usa- base de datos &RFKUDQH. YHU7DEOD
da cada vez con más frecuencia en el ámbito
clínico, ya sea para control de la HIC (hipo- Remitimos al lector a la lectura detallada de
termia terapéutica) y/o protección cerebral estos metaanálisis.
KLSRWHUPLDSUR¿OiFWLFD DVtFRPRWDPELpQGH Excepto el de McIntyre, los otros tres conclu-
la médula espinal y tal vez de otros órganos, yen en que la evidencia existente no soporta el
como por ejemplo el corazón (posisquemia, uso de la hipotermia en el manejo de la lesión
postrauma). encefálica postraumática.
En el estudio de McIntyre se señala que la
2.5.4.2 Evidencia hipotermia terapéutica puede reducir la mor-
La hipotermia debe considerarse el 3DWUyQ2UR talidad y el número de pacientes con malos
de la neuroprotección en animales de experi- resultados en TEC grave, y que la profundidad
mentación tanto en modelos de isquemia global y la duración de la hipotermia (más de 48 hs y
como focal, así como en los diferentes modelos Dž& LQÀX\HQHQORVUHVXOWDGRVSUHVHQ-
de trauma de cráneo. tando efectos aún más favorables.
En el campo clínico, la hipotermia terapéutica Destacamos del metaanálisis realizado por
UHVXOWyWHQHUHIHFWRQHXURSURWHFWRUVLJQL¿FDWLYRHQ la Colaboración &RFKUDQH que fue el único
Traumatismo de cráneo ‡ 189

que divide los resultados de acuerdo a si se survivors of out-of-hospital cardiac arrest: a


XWLOL]yKLSRWHUPLDSUR¿OiFWLFDRFRPRPHGLGD preliminary report.” En: 5HVXVFLWDWLRQ 2003;
para controlar HIC refractaria. Respecto a esta 56:9-13.
última modalidad, sólo reporta un estudio, el Clifton G.L., Miller E.R., Choi S.C. HW DO.
de Shiozaki HWDO., en el que su uso se asoció “Lack of effect of induction of hypothermia
con una reducción del riesgo de muerte a los 6 after acute brain injury.” En: 1(QJO-0HG
PHVHVHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYR7DPELpQ 2001; 344:556-563.
encontró un riesgo aumentado de neumonías, Clifton G., Choi S., Miller E. HWDO. ”Inter-
HVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYRHQHOJUXSRWUD- center variance in clinical trials of head trau-
tado con hipotermia, si bien para este último ma – experience of the National Acute Brain
sólo fueron involucrados siete estudios (7/14) Injury Study: Hypothermia.” En: - 1HXUR
con 281 pacientes, no incluyendo el estudio VXUJ 2001; 95:751-755.
de Clifton. Debemos hacer referencia a dos Clifton G.L., Miller E., Choi S.C., Levin
estudios no incluidos aún en ninguno de los H. “Fluid thresholds and outcome from se-
metaanálisis hasta ahora realizados: vere brain injury.” En: &ULW&DUH0HG 2002;
1. =KL'\FRO Estudio aleatorizado de 396 30:739-745.
pacientes (198 pacientes para cada grupo) Bernard S. and M. Buist. “Induce hypother-
en el que reportan 25,5% de mortalidad en mia in critical care medicine: A review.” En:
el grupo tratado con hipotermia YV. 36,4% &ULW&DUH0HG 31 2003; 2041-2051.
grupo control, así como 38,8% YV. 19,7% Georgiadis D., R. Kollmar. “Endovascular
de resultados neurológicos favorables grupo cooling for moderate hypothermia in pa-
de hipotermia YV. control, respectivamente tients with acute stroke.” En: 6WURNH 2001;
(p <0,05). 32:2550-2553.
2. -LDQJ-<HWDO. Compara pacientes tratados HACA (The hypothermia after cardiac
con hipotermia durante 2 días con pacientes arrest study group). “Mild therapeutic hypo-
tratados durante 5 días. Demostró que el thermia to improve the neurologic outcome
grupo que se trató durante 5 días presentó after cardiac arrest.” En: 1(QJO-0HG 2002;
43,5% de resultados favorables a los 6 me- 346:549-556.
ses en comparación con 29% de resultados Polderman, K. “Application of therapeutic
favorables para el de tratamiento de 2 días hypothermia in the intensive care unit: Op-
(p<0,05), presentando este último episodios portunities and pitfalls of a promising treat-
de HIC de rebote luego del calentamiento, ment modality-Part 2: practical aspects and
que no ocurrieron en el grupo de 5 días de side effects.” En: ,QWHQVLYH &DUH 0HGLFLQH
hipotermia. 2004; 30:757-769.
Sahuquillo J., Biestro A.A., Mena M. “First tier
Fuente de evidencia measures in the treatment of intracranial hyper-
Bernard S., Buist M., Monteiro O., Smith tension in the patient with severe craniocerebral
K. “Induce hypothermia using large volu- WUDXPD3URSRVDODQGMXVWL¿FDWLRQRIDSURWRFRO´
PH LFH FROG LQWUDYHQRXV ÀXLGV LQ FRPDWRVH En: 1HXURFLUXJtD (Astur) 2002; 13:78-100.

Autores Cantidad de estudios Pacientes (n) Peso del NABISH-I


Harris 20 (2002) 7 668 55 %
Henderson 21 (2003) 8 748 49 %
McIntyre 31 (2003) 12 1069 34 %
Cochrane 1 (2004) 14 1094 33 %
Tabla 3: Metaanálisis sobre la aplicación de hipotermia en la lesión encefálica postraumática realizados desde el
2002 hasta 2006. Destacamos el peso del NABISH-I (estudio negativo) en cada uno de ellos
190 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Shiozaki T., Sugimoto H., Taneda M. HWDO. ‡ 7UDXPDWLVPRJUDYHGHFUiQHR opción en


“Effect of mild hypothermia on uncontrolla- pacientes menores de 45 años, con HIC
ble intracranial hypertension after severe head refractaria a medidas de primer nivel, hipo-
injury.” En: -1HXURVXUJ 1993; 79:363-368. térmicos espontáneos, manteniendo siempre
Shiozaki T., Hayakata T., Taneda M. HWDO. el resto de las medidas para el control de
“A multicenter prospective randomized con- HIC y sólo en centros con entrenamiento
WUROOHGWULDORIWKHHI¿FDF\RIPLOGK\SRWKHU- en esta terapéutica.
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long-term mild hypothermia or short-term en hipotermia
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&HUHE%ORRG)ORZ0HWDE2005:1-6. para alcanzar la temperatura objetivo en un
WLHPSRDFHSWDEOHSRFRH¿FLHQWHVHQPDQWHQHU
Metaanálisis la temperatura con importantes oscilaciones
Harris O.A., Colford J.M., Good M.C., Matz térmicas durante la fase de mantenimiento
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interna o subclavia) con un espacio pericatéter
Sitios de Internet SRUGRQGHFLUFXODÀXLGRFX\DWHPSHUDWXUD\
<http://clinicaltrials.gov> [Consulta: 11 de velocidad es controlada por VRIWZDUHV inteli-
abril de 2007] gentes desde las plataformas de control
‡ 6LVWHPD servomecanismo en circuito cerrado
2.5.4.3 Indicaciones retroalimentado por la información de la
‡ ,($SRVDQR[RLVTXpPLFD luego de PCR temperatura del paciente y la temperatura
VHFXQGDULRD¿EULODFLyQRWDTXLFDUGLDYHQ- WDUJHW que se desea alcanzar
tricular.
Traumatismo de cráneo ‡ 191

‡ ,QGXFFLyQPiVUiSLGD\FRQ¿DEOH KV \DTXHDXPHQWDQHQIRUPDVLJQL¿FDWLYDORV


para alcanzar 32-33ºC) ULHVJRVGHDUULWPLDVSDUWLFXODUPHQWH¿EULODFLyQ
‡ 7HPSHUDWXUDPiVHVWDEOH durante la fase ventricular.
de mantenimiento y recalentamiento con
ajustes en el orden de 0,1ºC Los efectos más importantes a controlar son:
‡ 7UDEDMRGHHQIHUPHUtDVLJQL¿FDWLYDPHQWH a. +LSRNDOHPLD
menor ‡ 0HFDQLVPRWUDQVORFDFLyQGHOSRWDVLRDO
‡ 5HODFLyQPiVIDYRUDEOHFRVWHEHQH¿FLR, espacio intracelular y pérdida urinaria
FRPSDUDGRFRQORVPpWRGRVGHVXSHU¿FLH del mismo
al considerar la reducción del trabajo y el ‡ 9DORUHVWDQEDMRVFRPRGHP(T/
menor uso de drogas ‡ 0X\ELHQWROHUDGD
‡ 6HKDQUHDOL]DGRWUDEDMRVSDUDSUREDUVX ‡ 1RGHEHVHUUHSXHVWDFRQDGPLQLVWUDFLyQ
VHJXULGDG\IDFWLELOLGDG fundamentalmente de potasio H[WUD sobre el aporte basal
en ACV diario, ya que con ello se repleciona aún
más la carga celular de K y con cual-
2.5.4.5 Metodología quier aumento brusco de temperatura o
La hipotermia terapéutica consta de cuatro cambio en el pH o CO2 puede generarse
fases: una translocación LQYHUVD e hiperkalemia
a. ,QGXFFLyQ Precedida de una fase de preen- severa con riesgo de arritmias graves,
friamiento (30 min); consiste en la prepa- paro y muerte.
ración del paciente y de la máquina. Una b. +LSRYROHPLD
solución factible de este punto, para acortar  ‡0HFDQLVPRV
los tiempos, es la aplicación de una terapia
puente (EULGJLQJWKHUDS\), descrita y utilizada
por Bernard HWDO. en el estudio de hipoter-
mia en el coma posparo cardiorespiratorio.
Consiste en infusión de 30 ml/kg de suero
salino a 4ºC, lo que logra una reducción
entre 1 y 2 ºC en 30 min. Luego, la fase
de inducción, que debe ser lo más rápida
posible (en la práctica es de 2-3 hs) en la
cual nos enfrentamos al estrés térmico.
b. 0DQWHQLPLHQWR. Se recomienda que dure
más de 48 hs por lo antes referido, siendo
en particular el comportamiento de la PIC la
que establecerá su duración en cada caso.
c. 5HFDOHQWDPLHQWR Se recomienda iniciarlo
una vez que la PIC se mantenga < 20 mmHg
por más de 12-24 hs. Debe ser lento, de
alrededor de 1ºC/día. En caso de rebote
de HIC, debe detenerse y se procederá a
la discusión sobre si es conveniente reins-
talar la hipotermia o utilizar otras medidas
terapéuticas que amortigüen la fase de re-
cuperación térmica.

2.5.4.6 Efectos sistémicos


Figura 2:(QIULDPLHQWRGHVXSHU¿FLH6LVWHPDVFRQ-
Dependen del grado de hipotermia. No se re-
vectivos o conductivos (mantas térmicas con aire o
comienda descender la temperatura a <30ºC agua circulante)
192 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

I. poliuria, debido tanto a un menor ‡ 3URORQJDORVWLHPSRVGHODFRDJXODFLyQ


efecto de la hormona antidiurérica por alteración en la cinética de las en-
(ADH) con disminución de la reab- zimas que participan en ella.
sorción de solutos a nivel de la rama ‡ /RVUHVXOWDGRVGHORVWHVWVGHFRDJXOD-
ascendente del asa de Henle. ción estándar pueden ser normales si son
II. pérdida de líquido al espacio intersti- realizados a 37ºC y solo evidenciarán
cial por aumento de la permeabilidad su real prolongación al ser ajustados a
capilar (FDSLOODU\OHDN), de mecanismo la temperatura con que se encuentra el
no muy bien dilucidado. paciente.
‡ 3UHVWDUHVSHFLDODWHQFLyQDODGLXUHVLV\ ‡ 7HUDSpXWLFDUHSRVLFLyQFRQSODVPDIUHV-
al balance hídrico en estos pacientes. co y concentrados plaquetarios (siendo
‡ 6HUJHQHURVRHQODDGPLQLVWUDFLyQGH muy cuidadosos en su administración)
ÀXLGRVSDUDHVWDEOHFHUXQEDODQFHFHUR y comenzar el recalentamiento en for-
o levemente positivo. ma lenta. Nueva alternativa: utilización
‡ /DSUHVLyQGHSHUIXVLyQFHUHEUDOREMHWLYD del factor VII recombinante, que sería
QRGHEHVHUGLIHUHQWHTXHOD¿MDGDSDUD efectivo aun evitando pasar a la fase de
pacientes con normotermia. Se debe ser recalentamiento.
cuidadoso en la utilización de agentes d. ,QIHFFLyQ
vasopresores. ‡ /DKLSRWHUPLDGHWHUPLQDHQORVSDFLHQWHV
c. $OWHUDFLRQHVGHODFRDJXODFLyQ un estado de inmunodepresión, asociada
‡ $OWHUDFLyQUHYHUVLEOHHQODIXQFLyQSOD- a la duración de la hipotermia.
quetaria.

Figura 3: Enfriamiento intravascular cerrado: Plataforma Coolgard. El paciente tiene colocado el catéter en la
vena femoral izquierda, conectado a la plataforma que tiene predeterminada la temperatura deseada. La pantalla
del monitor muestra la temperatura actual del paciente (en este caso 35º7)
Traumatismo de cráneo ‡ 193

‡ ,QKLELFLyQGHODUHVSXHVWDLQÀDPDWRULD de cuidado intensivo). Agentes


mediante la inhibición de la liberación intravenosos: bloqueantes neuro-
GHFLWRNLQDVSURLQÀDPDWRULDV\VXSUH- musculares (optimizar el bloqueo
sión de la migración quimiotáctica de utilizando el TOF de manera de
leucocitos y macrófagos. mantener 1-2/4.) Asociado a sedoa-
‡ 5HVLVWHQFLDDODLQVXOLQDFRQODFRQVL- nalgesia en forma continua, para
guiente hiperglucemia, factor éste que abolir la activación adrenérgica.
incrementa el riesgo de infección. La misma se puede realizar con
‡ 6HHQPDVFDUDQORVVLJQRVFOtQLFRVGH benzodiazepinas, tipo midazolam
LQIHFFLyQ ¿HEUH HYLWDQGRVXGHWHFFLyQ y opiáceos de preferencia fenta-
precoz. QLORGDGRTXHODPRU¿QDHVPiV
‡ (VWXGLRVFOtQLFRVKHFKRVHQSDFLHQWHVFRQ generadora de íleo y de síndrome
lesión traumática y ACV han reportado de abstinencia.
un riesgo alto de neumonía cuando la ii. Otras opciones adyuvantes de la
hipotermia se prolonga más de 48 hs. hipotermia: ramifentanilo, mepe-
Sin embargo, otros estudios utilizando la ridina, propofol, ketamina, neu-
hipotermia por períodos más prolongados rolépticos, dexmedetomidina y
en pacientes con lesión traumática no xenón.
han encontrado un riesgo aumentado
de infecciones. 2.5.4.7 Conclusión y futuro
‡ 6HUHFRPLHQGDKDFHUHQFXHVWDVEDFWH- En el momento actual, la principal indicación
riológicas de rutina cada 48 hs y tratar de hipotermia terapéutica en Cuidados Neu-
HQIRUPDHVSHFt¿FDWRGRVDTXHOORVSD- rocríticos es en el control de la HIC refrac-
tógenos que sean aislados. taria en pacientes con lesión traumática así
e. 0DQHMRGHOHVWUpVWpUPLFR como también en otras patologías como en
‡ 6HGH¿QHFRPRHVWUpVWpUPLFRDODUHV- el ACV, encefalitis o encefalopatía hepática,
puesta generalizada que se produce en siempre en el contexto de HIC. Su aplicación
el organismo al activarse los diferentes en todos estos casos no debe ser una medida
mecanismos termorreguladores normales aislada.
en oposición a la hipotermia. La hipotermia terapéutica debe ser bien se-
‡ 0HFDQLVPRVDXWRQyPLFRVSULPDULRV leccionada para su aplicación en cada caso
vasoconstricción periférica y temblor. entre todas las otras opciones terapéuticas
‡ 2WURVPHFDQLVPRVSURGXFWRUHVGHFDORU disponibles para HIC refractaria como son la
(más tardíos): incremento del metabo- craniectomía decompresiva, el coma barbitúrico
lismo de grasas, hidratos de carbono y y el drenaje lumbar, con las que comparte el
proteínas. tercer nivel de nuestro protocolo de manejo
‡ 6XSHUDFLyQGHOHVWUpVWpUPLFRGRVPH- progresivo.
canismos: La sinergia positiva de la hipotermia tera-
I. inhibición de la termo-preservación: péutica con la craniectomía descompresiva,
disminución de la vasoconstricción y así como también el sinergismo negativo con
de su umbral mediante la corrección los barbitúricos debe ser tenido en cuenta a la
de la hipovolemia, el uso cuidadoso hora de asociar terapéuticas para controlar la
de agentes vasopresores, manteni- HIC refractaria.
miento de una buena sedoanalgesia y La hipotermia terapéutica no ha dicho, a
FRQVHUYDQGRODVXSHU¿FLHFDOLHQWH nuestro juicio, la última palabra. Nuevos en-
II. inhibición de la termo-generación: foques están en gestación, al mismo tiempo
Anestésicos generales: que nuevos estudios en fase III, especialmente
i. anestésicos volátiles (de difícil en niños, han de presentar sus resultados en
implementación en las unidades el futuro.
194 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

2.6. Indicaciones quirúrgicas


del traumatismo de cráneo
Andrew I. R. Maas
-DYLHU*RODQG
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2.6.1. Introducción cal management of traumatic brain injury.”


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OHVLRQHVDVRFLDGDVDHVWDHQWLGDGVHFODVL¿FDQ (XURSHDQ%UDLQ,QMXU\&RQVRUWLXP (%,& :
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marias son provocadas por el efecto directo del “EBIC-guidelines for management of severe
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a nivel tisular (fractura de cráneo, conmoción, Consortium.” (Q $FWD 1HXURFKLU (Wien).
contusión, laceración, daño axonal difuso, le- 1997; 139:286-294.
sión de pares craneales y congestión cerebral).
Las lesiones secundarias son las consecuencias 2.6.2.2. Hematoma extradural
sistémicas (que generan edema e hipertensión Bricolo A.P., Pasut L.M. “Extradural hema-
intracraneal) y las locales del impacto inicial toma: toward zero mortality: a prospective
(que por laceración de diversos tejidos pueden study.” En: 1HXURVXUJHU\ 14:8-11, 1984.
provocar hematomas, hidrocefalia o fístulas Bullock R., Smith R., Van Dellen J.R. “No-
de LCR). En esta sección describiremos las noperative management of extradural hemato-
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traumáticas en base a trabajos publicados con Rivas J., Lobato R., Sarabia R. Cordobés F.,
diversos grados de evidencia. Cabrera A., Gómez P. “Extradural hematoma:
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2.6.2. Evidencia en las
Servadei F., Faccani G., Roccella P. HW DO
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traumáticas Chen T, Wang C, Chong C, Lui T, Chang W,
Recientemente se han publicado las guías para Tsai M, Lin T. “The expectant treatment of
el control quirúrgico de las lesiones cerebrales ‘asymptomatic’ supratentorial epidural hema-
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Traumatismo de cráneo ‡ 195

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2.6.2.3. Hematoma subdural 2.6.2.4. Fractura


Shigemori M., Syojima K., Nakayama K., Ko- hundimiento de cráneo
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196 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

ture in acute traumatic intracranial hemato- diploicas. Presenta una incidencia del 2,7% al
mas in adolescents. A prospective study.” En: 4% de todos los TEC. El porcentaje de pacientes
-1HXURVXUJHU\ 1990; 72:189-194. con deterioro del nivel de conciencia previo a
Heary R.F., Hunt C.D., Krieger A.J., Schul- la cirugía se describe entre el 22 y el 56%. Los
der M., Vaid C. “Nonsurgical treatment of hematomas mayores a 50 cc se asocian con una
compound depressed skull fractures.” En: J mayor morbilidad y mortalidad, siendo el volumen
Trauma 1993; 35:441-447. del hematoma la única variable independiente
Patel V., Hoyt D., Nakaji P., Marshall L., de predicción de mala evolución hallada en el
Holbrook T., Coimbra R., Winchell R., Miku- estudio de Lee sobre 200 pacientes operados.
laschek A. “Traumatic brain injury: Patterns Otros factores relacionados con mala evolución
of failure of nonoperative management.” En: son el desplazamiento de la línea media, la
J Trauma 2000; 48: 367-374. asociación de hemorragia subaracnoidea y la
presencia de heterogeneidad en la imagen de
2.6.2.5. Lesiones parenquimatosas hematoma por TC. El factor con más capacidad
Galbraith S., Teasdale G. “Predicting the predictiva de la evolución clínica posopera-
need for operation in a patient with an oc- toria en tres trabajos diferentes (Lee, Kuday,
cult traumatic intracerebral hematoma.” En: Uzan) fue la puntuación en la escala de coma
-1HXURVXUJ 1981; 55:75-81. de Glasgow (GCS). En pacientes con grandes
Bullock R., Golek J., Blake G. “Trauma- hematomas extradurales no asociados a otras
tic intracerebral hematoma. Which patients lesiones postraumáticas la evolución está de-
should undergo surgical evacuation? CT terminada por la rápida evacuación quirúrgica,
scan features and ICP monitoring as a basis esta conducta debería reducir drásticamente la
for decision making.” En: 6XUJ1HXURO 1989; mortalidad. La indicación quirúrgica se basa
312: 181-187. en tres variables: GCS, el estado de las pupilas
Mathiessen T., Kakarieka A., Edner G. y la TC cerebral.
“Traumatic intracerebral lesions without ex-
tracerebral haematoma in 218 patients.” En: Tienen indicación quirúrgica
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Servadei F., Murray G., Penny K. HWDO “The cc. Los pacientes con un hematoma extradural
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tium. En: 1HXURVXUJHU\, 2000; 46: 70-75. Puede intentarse
Taylor A., Butt W., Rossenfeld J., Shann F., tratamiento conservador
/LWFK¿HOG0/HZLV(HWDO. “A Randomized En los hematomas con volumen inferior a los
trial of very early decompressive craniec- 30 cc, espesor menor a 15 mm, desviación de
tomy in children with traumatic brain injury línea media menor a 5 mm, sin foco neuroló-
and sustained intracranial hipertensión.” En: gico. Estos pacientes deben ser ingresados,
&KLOGV1HUY6\VW 2001; 17:154-162. seguir un control periódico del estado neu-
rológico, de TC secuenciales y seguimiento
por el servicio de neurocirugía. En caso de
2.6.3. Indicaciones
adoptarse conducta conservadora deberá tenerse
quirúrgicas de las lesiones
en cuenta que el efecto de masa (volumen y
secundarias al TEC
desplazamiento) puede ser subestimado por
2.6.3.1. Hematoma extradural una TC demasiado precoz. La presencia de
Es el acúmulo de sangre en el espacio extradural densidad mixta en la imagen de un hematoma
generado por la rotura de la arteria meníngea extradural en la TC indica el sangrado activo,
media, de la vena meníngea media, la ruptura por lo que los pacientes deberán ser operados
de los senos venosos o el sangrado de venas en forma precoz.
Traumatismo de cráneo ‡ 197

2.6.3.2. Hematoma subdural Tienen indicación quirúrgica


Los hematomas subdurales son colecciones ‡ +HPDWRPDVFRQXQJURVRUPD\RUDPP
hemáticas producidas por la laceración de los y desplazamiento de la línea media mayor
vasos piales o de las venas corticales que des- a 5 mm.
embocan en el seno longitudinal superior. Se ‡ *&6PHQRUDFRQGLVPLQXFLyQGHSXQ-
FODVL¿FDQVHJ~QHOWLHPSRGHHYROXFLyQGHVGHHO tos en la evolución desde el momento del
traumatismo en DJXGRV (hasta 3 días), VXEDJX traumatismo.
GRV (hasta 2 semanas) y FUyQLFRV (más de 2 ‡ +HPDWRPDDFRPSDxDGRGHDQLVRFRULDR
semanas). Los hematomas agudos se asocian midriasis.
a otras lesiones postraumáticas: contusiones ‡ 3,&PD\RUDPP+J
cerebrales, fracturas de cráneo, hematoma ex-
tradural y hemorragia subaracnoidea. Puede intentarse
Las técnicas quirúrgicas descritas para el tratamiento conservador
tratamiento de esta entidad son el trépano tra- Pacientes con una evolución neurológica
GLFLRQDOHODERUGDMHPHGLDQWHXQDWUH¿QD\ favorable, un grosor menor a 10 mm y una
la craneotomía con o sin descompresiva ósea desviación de línea media menor a 5 mm. Al
asociada. Los mejores resultados se obtienen igual que en los hematoma extradurales, es-
con la FUDQHRWRPtDDPSOLD que permite la ex- tos pacientes deben ser ingresados, seguir un
ploración del vaso sangrante, la resección de control periódico del estado neurológico, de
tejido contundido asociado, la práctica de una TC secuenciales y seguimiento por el servicio
amplia plastia dural y la no reposición ósea en de neurocirugía.
los casos en que se produce una tumefacción
cerebral intraoperatoria que no se controla con 2.6.3.3. Fractura
tratamiento médico. Como fue demostrado por hundimiento de cráneo
Becker, cuanto más precoz es la evacuación, Según el estudio de una serie de 1 178 ado-
mayor es el porcentaje de recuperación y menor lescentes, la fractura de cráneo constituye un
la morbimortalidad. )LJXUD factor de riesgo independiente predictivo de
hematomas cerebrales (Chan, K.H.)
 Por sí mismas las fracturas de cráneo lineales
 no son nunca quirúrgicas a menos que estén
 asociadas a lesiones subyacentes que ejerzan
 efecto de masa. Existe cierta controversia sobre
 el manejo terapéutico de las fracturas-hundi-
 miento. Tradicionalmente eran operadas para
 evitar epilepsia tardía y para reparar defectos
 cosméticos; por otro lado, los fragmentos óseos
 se retiraban para evitar la infección. Sin em-
 bargo, no se observaron diferencias en la tasa
 de infección en aquellos pacientes a los que se
 HS  HS  HS HS
les extrajeron los fragmentos óseos cuando se
'/3  '/3  '/3
comparó con aquellos a los que se les conservó
Figura 1: Mortalidad del hematoma subdural agudo durante la cirugía. Además, se demostró que
según pasan las horas. Obsérvese que en el grupo de la incidencia de epilepsia tardía no disminuye
pacientes operados dentro de las dos primeras horas no en los pacientes operados (Patel). El riesgo de
hay pacientes que sobrevivan en estado vegetativo ni epilepsia temprana es alto en pacientes con
con secuelas invalidantes, mientras que la mortalidad
aumenta en forma exponencial del 30% al 90%. Éste
fractura-hundimiento, amnesia postraumática
es uno de los pocos trabajos quirúrgicos con criterios mayor a 24 horas y asociadas a lesiones de la
GH0HGLFLQD%DVDGDHQOD(YLGHQFLD 0RGL¿FDGRGH duramadre. Estos pacientes tendrían indicación
1(QJO-0HG 1981;304:1511-1518)
198 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

GHWUDWDPLHQWRSUR¿OiFWLFRDQWLFRPLFLDO -HQQHWW o difusas (edema, congestión vascular, etc.)


HWDO., 1974). La contusión cerebral es una lesión del pa-
rénquima heterogénea en la que se asocian
En los casos asociados a un traumatismo abierto, zonas de hemorragia, edema y necrosis. Se
las fracturas-hundimiento se sospechan con la produce por el contacto directo del cerebro
SDOSDFLyQ(OGLDJQyVWLFRGH¿QLWLYRVHKDFHFRQ FRQWUDODVVXSHU¿FLHVyVHDVGHOFUiQHR\HQ
la ventana ósea de la TC. Este tipo de fractura especial de la base del cráneo. Pueden situarse
VHFODVL¿FDHQDELHUWDV y FHUUDGDV. inmediatamente debajo del sitio de impac-
to (por golpe) o contralateral al mismo (por
Las abiertas son aquellas en las que hay una contragolpe). La aceleración o desaceleración
comunicación entre la cavidad intracraneal y del encéfalo dentro de la cavidad craneana
el exterior (ya sea a través de una solución de genera fuerzas lesivas del parénquima con
continuidad de la piel o por contacto con la ODVVXSHU¿FLHVyVHDVGHODEDVHFUDQHDOUD]yQ
mucosa del seno paranasal por fractura de la por la que estas lesiones son más frecuentes
pared posterior de la misma). Esta fracturas en los lóbulos frontales y temporales. Suelen
tienen un elevado riesgo de infección. aumentar en volumen y número en las primeras
72 horas después de producidas. Por ello los
En las fracturas-hundimiento cerradas no hay pacientes deben ingresarse y ser sometidos a
contacto de los fragmento óseo con el exterior una vigilancia estricta. Clínicamente producen
ya que existe una integridad de la cubierta cu- cefaleas, desorientación témporo-espacial y
tánea. Patel y Henry en sendos trabajos en los síndromes focales, aunque con alguna fre-
que se adoptó un tratamiento conservador en cuencia el paciente puede estar completamente
fracturas-hundimiento sin evidencia de ruptura asintomático. En la TC suele observarse una
de duramadre, hematoma cerebral, infección, imagen hemorrágica heterogénea, hiper o hi-
neumoencéfalo o compromiso de seno fron- podensa con edema periférico.
tal, no demostraron una mayor incidencia de Existe gran preocupación por determinar fac-
infección. tores de predicción de mal pronóstico preco-
ces para establecer qué casos requieren de una
Tienen indicación quirúrgica cirugía temprana y así evitar complicaciones.
Fracturas abiertas Los factores predictivos más robustos son la
localización y el volumen de la lesión (estos
Puede intentarse tratamiento parámetros tienen el problema de no ser está-
no quirúrgico ticos en la evolución clínica), la presencia de
‡ )UDFWXUDDELHUWDVLQHYLGHQFLDGHSHUIRUDFLyQ hipertensión intracraneal, de hemorragia suba-
de duramadre, sin hematoma intracraneal, racnoidea, el colapso de las cisternas basales
depresión menor a 1 cm, sin compromiso y la hipoxia sistémica asociada.
de seno paranasal, sin neumoencéfalo sin
infección de la herida. El tratamiento quirúrgico consiste en la resección
‡ )UDFWXUDFHUUDGD de la contusión o del hematoma, lobectomía
Al igual que en otras lesiones ya descritas, en localizaciones accesibles y no elocuentes
estos pacientes deben ser ingresados, seguir un frontales o temporales, o craneotomía amplia
control periódico del estado neurológico, TC asociada o no a craniectomía descompresiva.
secuenciales y un seguimiento por el servicio
de neurocirugía. Tienen indicación quirúrgica
‡ $TXHOODVOHVLRQHVLQWUDSDUHQTXLPDWRVDVFRQ
2.6.3.4. Lesiones deterioro neurológico progresivo causadas
intraparenquimatosas por la misma, hipertensión intracraneal re-
Las lesiones intraparenquimatosas pueden fractaria al tratamiento y/o efecto de masa
ser focales (contusión, hematoma e infarto) evidente en la TC.
Traumatismo de cráneo ‡ 199

‡ *&6HQWUHDVRFLDGRDFRQWXVLyQIURQWDO hubiera un neurocirujano disponible, nosotros


o temporal mayor de 20 cc, desplazamiento recomendaríamos –al igual que las guías de
de la línea media mayor a 5 mm, colapso de la Asociación Norteamericana de Neuroci-
las cisternas basales o lesiones con volumen rujanos– que un cirujano de trauma conve-
mayor a 50 cc. nientemente entrenado realizara la evacuación
Las cirugías propuestas consisten en: inmediatamente.
‡ FUDQHRWRPtDFRQHYDFXDFLyQGHODOHVLyQ
para las indicaciones anteriores 2.6.4.2. ¿Cuándo está
‡ FUDQLHFWRPtDGHVFRPSUHVLYDELIURQWDOGXUDQWH indicado el drenaje de
las primeras 48 hs del trauma en aquellos un hematoma subdural
pacientes con edema e hipertensión intra- mediante trefina?
craneal que no responde al tratamiento (QHOKHPDWRPDVXEGXUDODJXGRODWUH¿QDQR
es una indicación adecuada ya que consiste
Puede intentarse tratamiento en una craneotomía circular de solo 5 cm de
no quirúrgico diámetro que no permite la exploración de las
Pacientes con lesiones parenquimatosas sin zonas lesionadas, la práctica de plastias durales
evidencia de deterioro neurológico ni craneotomías descompresivas en casos de
tumefacción intraoperatoria. En el pasado mu-
chos neurocirujanos empezaban la cirugía con
2.6.4. Situaciones
XQDWUH¿QDTXHWHUPLQDEDHQXQDFUDQLHFWRPtD
conflictivas
DPSOLDQRSODQL¿FDGD(OIXQGDPHQWRGHODFL-
2.6.4.1. ¿Debe operarse a rugía del TEC es tener una exposición adecuada
un paciente con sospecha del parénquima cerebral afectado y un control
de hematoma extradural, visual de los puntos sangrantes, minimizando la
anisocoria y ausencia de retracción cerebral, de manera que la recomen-
respuesta a hiperventilación dación para los hematomas subdurales agudos
y manitol, sin TC previa? es realizar craneotomías amplias exponiendo
La respuesta no es sencilla. Si hay un tomógrafo las venas puente al seno longitudinal superior
disponible nosotros recomendaríamos realizar y el lóbulo temporal.
primero una TC. La experiencia del pasado nos
ha enseñado que los signos de lateralización 2.6.4.3. ¿Cuáles son las
pueden engañarnos y –sin conocer adecuada- contraindicaciones para la
mente el lugar del hematoma– el riesgo de no colocación de un catéter
encontrarlo en la operación es muy alto. intraventricular para
Es importante también saber si el pacien- evacuación de líquido
te estuvo inconciente de forma inmediata al cefalorraquídeo y medición
traumatismo o si tuvo un intervalo lúcido con de presión intracraneal?
disminución posterior del nivel de conciencia. No existe ninguna contraindicación absoluta
En este caso se puede considerar la realización aparte de las tradicionales de trastornos de la
de agujeros de trépano exploratorios si no hay coagulación que faciliten el desarrollo de lesiones
disponibilidad de TC. hemorrágicas. Algunos autores no recomien-
dan la colocación de un drenaje ventricular
El pronóstico de los pacientes con un hemato- en pacientes con importantes desplazamien-
ma extradural aislado es bueno, pero depende tos de la línea media, por el riesgo de que la
de la rapidez con que se evacue, antes de que evacuación de LCR aumente los gradientes de
ocurra una lesión irreversible del tronco cere- presión y facilite la progresión de las hernia-
bral secundario a la compresión. El concepto ciones cerebrales. En estos caso los sistemas
más importante es evacuar quirúrgicamente la de monitorización intraparenquimatosos son
lesión de forma rápida. En el caso en que no los más recomendables.
200 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

2.6.5. Conclusiones Existen aún importantes controversias en la


determinación de conductas quirúrgicas para
Las guías de control quirúrgico para el TEC las lesiones traumáticas intraparenquimatosas.
proporcionan recomendaciones claras para las La indicación quirúrgica de una gran contu-
indicaciones quirúrgicas. Estas recomendaciones, sión en un TEC leve o moderado para prevenir
sin embargo, están respaldadas por evidencia de la lesión secundaria puede ser discutida. Las
baja calidad &ODVH,,, . Ésto no nos hace dudar indicaciones y el momento de realización de
de su validez, sino que indica que éstas surgen una craniectomía descompresiva son inciertos,
a partir de trabajos descriptivos, de acuerdo a la por lo que se requiere de más estudios para
bibliografía hallada. No todos los tratamientos establecer mejor evidencia en las recomenda-
médicos pueden sujetarse siempre a los ensayos ciones futuras.
clínicos; por ejemplo, sería poco ético realizar un El tratamiento quirúrgico de las lesiones
trabajo en el cual una población dejara de recibir por TEC es complejo y requiere de una gran
la cirugía de una lesión claramente quirúrgica, experiencia. El trauma no es por lo tanto un
siendo que las ventajas de la cirugía en tales caso para el residente más joven. El manejo
pacientes están recomendadas por décadas de adecuado del trauma consiste en “un paciente
experiencia neuroquirúrgica. adecuado, frente al médico adecuado, en el
El objetivo principal de las guías consiste en tiempo correcto”. La organización del trauma,
ODUHGH¿QLFLyQGHODVLQGLFDFLRQHV\GHOWLPLQJ la concentración del cuidado y la experiencia
TXLU~UJLFR\ODLGHQWL¿FDFLyQGHODViUHDVGH quirúrgica son cuestiones claves para mejorar
incertidumbre del conocimiento. resultados de tratamiento.

2.7. Craniectomía descompresiva


en el trauma de cráneo grave
Franco Servadei
Christian Compagnone
María Fernanda Tagliaferri

2.7.1. Introducción de la cranieotomía descompresiva (CD) en el


tratamiento del edema cerebral. La frecuencia
El tratamiento quirúrgico del traumatismo de de utilización sufrió períodos de apogeo y de-
cráneo es una de las más antiguas intervencio- clinación, siguiendo las distintas tendencias de
nes neuroquirúrgicas reportadas. En el papiro tratamiento. En las últimas décadas del siglo XX,
de Edwin Smith (datado en el 1700 AC, hacien- con el continuo avance tecnológico y el mayor
do referencia al período del 3000-2500 AC) se FRQRFLPLHQWR¿VLRSDWROyJLFRODHYROXFLyQFOtQLFD
reportaban 48 casos de traumatismo de cráneo de los pacientes ha conllevado una notable mejoría,
(TEC), y en 11 se hacía algún tipo de referencia poniendo nuevamente sobre el tapete la discusión
al tratamiento quirúrgico. También encontramos acerca de las diversas posibilidades terapéuticas.
referencias a la craneotomía postraumatica en la La principal causa de isquemia en el TEC es el
cultura Inca. Sin embargo, es sólo al principio del aumento de la presión intracraneana (PIC). Cuando
siglo pasado cuando autores como Kocher (1901) ésta se produce, entre las primeras alternativas
y Cushing (1905), respectivamente en el trauma terapéuticas podemos mencionar la utilización
y en la patología tumoral, sugirieron la utilización de sedación, manitol y drenaje de LCR. Ante
Traumatismo de cráneo ‡ 201

el fracaso de esta primera línea de tratamiento, nia as a decompressive measure for inaccessible
subentran otras más agresivas, entre ellas la CD. brain tumor: With the description of intramuscu-
Son numerosos los trabajos de investigación clí- lar methods of making the bone defect in tempo-
nica, incluyendo recientes revisiones sistemáticas, ral and occipital regions.” En: 6XUJHU\*\QHFR
que han tratado de establecer el rol actual de la ORJ\ 2EVWHWULFV 1905; 1 (6/7):297-314.
CD en el tratamiento del TEC grave. Solamente Breasted J. 7KH(GZLQ6PLWK6XUJLFDO3DS\UXV.
entre el 2002 y junio del 2006 fueron publicados University of Chicago Press, Chicago, 1930.
más de treinta trabajos sobre este argumento. En Cooper P.R., Hagler H., Clark W.K., HW DO.
esta sección trataremos de sintetizar las diversas “Enhancement of experimental cerebral ede-
técnicas, los efectos, las complicaciones, la di- ma after decompressive craniectomy: impli-
IXVLyQGHVXXWLOL]DFLyQVXLQÀXHQFLDVREUHORV cations for the management of severe head
UHVXOWDGRV\HOQLYHOGHHYLGHQFLDFLHQWt¿FDGHOD injuries.” En: 1HXURVXUJHU\ 1979; 4:296-300.
CD en el tratamiento del TEC grave. Maas A.I., Dearden M., Teasdale G.M., et
DO. “EBIC-guidelines for management of se-
vere head injury in adults.” European Bra-
2.7.2. Evidencia científica
in Injury Consortium. En: $FWD 1HXURFKLU
Lamentablemente, la utilización de comparaciones :LHQ 1997; 139:286-94.
basadas en cohortes tratadas en diferentes inter- Polin R.S., Shaffrey M.E., Bogaev C.A., HWDO.
valos temporales y/o espaciales, no ha sido útil “Decompressive bifrontal craniectomy in the
para extraer conclusiones sobre la utilización de treatment of severe refractory posttraumatic cere-
la CD. En la literatura, como ha sido ya señalado bral edema.” En: 1HXURVXUJHU\ 1997; 41:84-92.
por Sahuquillo en la reciente revisión sistemática Guerra W.K., Gaab M.R., Dietz H., HW DO.
de la literatura publicada por &RFKUDQH existe un “Surgical decompression for traumatic brain
VRORWUDEDMRFLHQWt¿FRDOHDWRUL]DGR GH7D\ORU  swelling: indications and results.” En: -1HX
pero que presenta numerosas limitaciones: 1. de URVXUJ 1999;90:187-96.
QDWXUDOH]DWpFQLFD: la descompresión consistía Ogasawara K., Koshu K., Yoshimoto T., et
sólo en la remoción de la placa ósea y no de la DO. “Transient hyperemia immediately after
apertura dural. Se debe señalar también que el rapid decompression of chronic subdural he-
estudio incluía únicamente niños, mayores de siete matoma.” En: 1HXURVXUJHU\ 1999; 45:484-8.
años, que incluyó solo veintisiete pacientes en un Marino R. Jr., Gonzáles-Portillo M. “Pre-
período de siete años. El riesgo de muerte en los conquest Peruvian neurosurgeons: a study of
pacientes con CD fue menor que en los pacientes Inca and pre-Columbian trephination and the
tratados con tratamiento médico máximo (RR art of medicine in ancient Perú.” En: 1HXUR
0,54 (95% CI 0,17 a 1,72). El riesgo de evolu- VXUJHU\ 2000; 47:940-50.
ción desfavorable (muerte, estado vegetativo, Munch E., Horn P., Schurer L., HWDO. “Ma-
discapacidad severa) fue inferior en los pacien- nagement of severe traumatic brain injury by
tes tratados con CD (RR 0,54 (95% CI 0,29 a decompressive craniectomy.” En: 1HXURVXU
1,01). No se dispone de estudios prospectivos y JHU\2000; 47:315-22.
aleatorizados en pacientes adultos. Sin embargo, Taylor A., Butt W., Rosenfeld J., HW DO. “A
algunos estudios prospectivos, no aleatorizados, randomized trial of very early decompressive
sugieren que en grupos seleccionados de pacientes craniectomy in children with traumatic brain
la utilización de la CD mejoraría la evolución injury and sustained intracranial hiperten-
clínica, pero quedan abiertos numerosos inte- sión.” En: &KLOGV1HUY6\VW 2001; 17:154-62.
rrogantes: ¿qué técnica se debe usar, cuál es el Wagner S., Schnippering H., Aschoff A., et
tiempo de la intervención, a qué subpoblación DO. “Suboptimum hemicraniectomy as a cause
de pacientes debe ser propuesto? of additional cerebral lesions in patients with
malignant infarction of the middle cerebral
2.7.2.1. Fuente de evidencia artery.” En: -1HXURVXUJ 2001; 94:693-6.
Cushing H. “The establishment of cerebral her- :KLW¿HOG3&3DWHO++XWFKLQVRQ3-HWDO.
202 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

“Bifrontal decompressive craniectomy in the En: 3ODVW5HFRQVWU6XUJ 2005; 116:1726-41.


management of posttraumatic intracranial hiper- Compagnone C., Murray G.D., Teasdale
tensión.” En: %U-1HXURVXUJ 2001; 15:500-7. G.M., HW DO. “The management of patients
Moreira-González A., Jackson I.T., Mi- with intradural post-traumatic mass lesions:
yawaki T., HWDO. “Clinical outcome in cranio- a multicenter survey of current approaches to
plasty: critical review in long-term follow- surgical management in 729 patients coordi-
up.” En: -&UDQLRIDF6XUJ 2003; 14:144-53. nated by the European Brain Injury Consor-
Hutchinson P.J., Kirkpatrick P.J. “Decom- tium.” En: 1HXURVXUJHU\ 2005; 57:1183-92.
pressive craniectomy in head injury.” En: Sahuquillo J., Arikan F. “Decompressive
&XUU2SLQ&ULW&DUH2004; 10:101-4. craniectomy for the treatment of refractory
Kelley G.R., Johnson P.L. “Sinking brain high intracranial pressure in traumatic brain
syndrome: craniotomy can precipitate bra- injury”. &RFKUDQH2006:CD003983.
instem herniation in CSF hypovolemia.” En: Heppner P., Ellegala D.B., Durieux M., et
1HXURORJ\ 2004; 62:157. DO. “Contrast ultrasonographic assessment of
Agner C., Dujovny M., Gaviria M. “Neurocog- cerebral perfusion in patients undergoing de-
nitive assessment before and after cranioplasty.” compressive craniectomy for traumatic brain
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Jiang J.Y., Xu W., Li W.P., HWDO³(I¿FDF\
of standard trauma craniectomy for refrac-
2.7.3. Técnicas quirúrgicas
tory intracranial hypertension with severe
traumatic brain injury: a multicenter, pros- El propósito de la CD es el de aumentar la
pective, randomized controlled study.” En: J capacidad del cráneo, evitando los efectos del
1HXURWUDXPD 2005; 22:623-8. DXPHQWRGHOD3,&VREUHHOÀXMRFHUHEUDOOL-
Reithmeier T., Lohr M., Pakos P., HWDO. “Re- mitando la isquemia.
levance of ICP and ptiO(2) for indication and Desde el punto de vista terapéutico, según la
timing of decompressive craniectomy in pa- indicación, se pueden diferenciar aquellas reali-
tients with malignant brain edema.” En: $FWD ]DGDVHQIRUPDSUR¿OiFWLFD±SRUODSUHVHQFLDGH
1HXURFKLU :LHQ 2005; 147:947-52. edema intraoperatorio o proveniendo de edema
Chim H., Schantz J.T. “New frontiers in calva- posoperatorio, asociadas siempre a la evacuación
rial reconstruction: integrating computer-assisted de una lesión ocupante de espacio– de aquellas
design and tissue engineering in cranioplasty.” realizadas secundariamente como tratamiento

Foto 1: Técnica quirúrgica bifrontal Foto 2: Técnica quirurgica unilateral


Traumatismo de cráneo ‡ 203

principal de la hipertensión endocraneana. compresión debemos remarcar el síndrome del


Técnicamente se pueden agrupar en dos gran- paciente descomprimido (V\QGURPHRIWKHSDWLHQW
des grupos, la ELIURQWDO (con y sin presencia de WUHSKLQHG TXLHQSUHVHQWDXQDVHULHGHGp¿FLWV
puente óseo) y la KHPLVIpULFD. La primera es neurólogicos con reversión parcial o total, una
utilizada en los casos de edema difuso, sin un vez que se reconstituye la bóveda osea.
evidente cono de presión hemisférico y consiste Se ha demostrado una mayor incidencia de hi-
en la resección quirúrgica de una amplia porción drocefalia postraumática en los pacientes descom-
del hueso frontal delante de la sutura coronal primidos. Esta asociación determina importantes
(Foto 1). La segunda técnica se asocia con la problemas en el tratamiento quirúrgico tardío.
evacuación de lesiones ocupantes de espacio La reconstrucción ósea representa en algunos
(principalmente hematoma subdural) y consiste casos un verdadero desafío para el neurocirujano,
en una amplia craneotomía unilateral (Foto 2). sobre todo en la población infantil, ya que el cráneo
Ambas técnicas se asocian a la plástica dural, que continúa creciendo. No podemos dejar de señalar
garantiza una mayor descompresión. Jiang HWDO las complicaciones ligadas a la reconstrucción,
(2005), han demostrado que la CD de dimensiones sobre todo infecciones y reabsorción ósea.
PRGHVWDVHVLQVX¿FLHQWHSDUDGLVPLQXLUOD3,&
Lamentablemente, no existe en la actualidad un
2.7.5. Estado actual de
estándar de tratamiento, dejando a la opinión y
la utilización de la CD
experiencia del cirujano la elección de la técnica,
ubicación y tamaño de la descompresión. Este Dada la controversia sobre la utilización de la
FRQFHSWRVHUHÀHMDFODUDPHQWHHQODVGLVWLQWDV CD y la falta de estándares de tratamiento, el
indicaciones y técnicas utilizadas en la literatura, EBIC condujo una encuesta prospectiva entre
y en las conclusiones de la reciente encuesta 67 centros de 24 países (entre ellos, Argentina
multicéntrica del Consorcio Europeo de Lesión y España), para evaluar la utilización actual de
Cerebral (EBIC). la CD en la práctica clínica en los pacientes
con TEC. Los criterios de inclusión fueron:
presencia de una lesión ocupante de espacio
2.7.4. Efectos de la
mayor a 25 ml, desviación de la línea media
descompresión
mayor de 5 mm, compresión del tercer ventrí-
1XPHURVRVWUDEDMRVFLHQWt¿FRVKDQGHPRVWUDGROD culo, compresión de las cisternas de la base,
reducción de la PIC después de una CD, con reduc- compresión del ventrículo lateral ipsilateral,
ción o normalización de la desviación de la línea dilatación del ventrículo lateral contralateral.
media en la TAC y un aumento de la oxigenación Los criterios de exclusión fueron: incapaci-
tisular (PTiO2). Estos fenómenos se correlacionan dad de establecer estabilidad hemodinámica
FRQHODXPHQWRGHOÀXMRFHUHEUDOGRFXPHQWDGRFRQ y respiratoria, trauma penetrante, daño axonal
doppler transcraneano y SPECT. Sin embargo, este difuso en ausencia de lesión ocupante de es-
último efecto podría ser deletéreo, ya que estudios pacio, hematoma extradural puro, resangrado
animales han demostrado un aumento del edema de un hematoma subdural crónico.
HQUHODFLyQDODXPHQWRGHOÀXMR La CD fue realizada en un número sustancial
La CD es generalmente considerada una ma- de pacientes, tanto en la fase precoz (n 134,
niobra VDOYDYLGDV, olvidando las frecuentes 33%), como en la fase tardía (n 47,30%). El
complicaciones tempranas y tardías. tamaño de la CD en la fase precoz fue de 67 cm²
Un efecto adverso frecuente, sobre todo en y en la tardía de 80 cm². Sorprendentemente, en
las descompresiones de pequeño tamaño, es un gran número de pacientes, el tamaño de la
la producción del )XQJXVFHUHEUL, con infar- CD fue muy pequeño. Por esta razón, arbitra-
tamiento venoso. Otra complicación precoz es riamente fue elegido como límite de corte 30
el aumento del edema cerebral, ya mencionado cm² (valor intermedio entre pequeñas y grandes
en los párrafos precedentes. FUDQHRWRPtDV FRQVLGHUDGRVX¿FLHQWHFRPR
Entre las complicaciones tardías de la des- para reducir la compresión de las cisternas de
204 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Variables Cirugía precoz Cirugía tardía


Nº de cirugías 134* 47*
CD aislada 1 (0,7%) 8 (17%)
CD inadecuada 38 (28%) 5 (11%)
Área desconocida 15 (11%) 10 (21%)
CD adecuada 81 (61%) 32 (68%)
CD adecuada (> 30 cm2) Área media (SD) = 92 (51) Área media (SD) = 90 (65)
Mediana = 80 Mediana = 80
Tamaño de la CD Rango = 32-300 Rango = 32-361
IQR++ 56-120 IQR++ 48-100

Cirugía asociada 8 (10%) 3 (9%)


Extradural 36 (44%) 1 (3%)
Subdural 10 (12%) 8 (25%)
Contusión 23 (28%) 8 (25%)
Subdural + contusión 4 (5%) 12 (37%)
Otras
Causa de la CD Efecto de masa 56 (71%) Aumento PIC 14 (45%)
Tamaño de la 8 (10%) Deterioro 10 (32%)
lesión Clínico
Deterioro 11 (14%) Deterioro 5 (16%)
Clínico Radiológico

Otros 4 (5%) Otros 2 (6%)


Tabla 1: Datos de la CD en el trabajo del EBIC (Compagnone HWDO)
*7 Pacientes fueron descomprimidos dos veces y fueron incluidos en las dos columnas
+ El tamaño de la CD no fue declarado en 15 pacientes (11%) en la cirugía precoz y en 10 (21%) en la cirugía tardía
++ IQR: ,QWHUTXDUWLOH5DQJH

Cirugía precoz CD No CD p
Edad Media (SD) 44,4 (20,0) 47,6 (20,7) 0,20
Al menos una 55 (68%) 139 (43%) 0,0001
pupila no reactiva
GCS <=8 65 (81%) 172 (56%) <0,001
Mortalidad 30 (37%) 94 (29%) 0,17
Intrahospitalaria

Cirugía tardía CD No CD p
Edad Media (SD) 36,5 (15,4) 46,3 (20,3) 0,01
Al menos una 8 (25%) 33 (27%) 0,95
pupila no reactiva
GCS <=8 29 (59%) 57 (49%) 0,30
Mortalidad 5 (16%) 27 (22%) 0,47
Intra-Hospitalaria
Tabla 2: Factores asociados con el uso de CD (EBIC)

la base y la desviación de la línea media. En de espacio, y sólo en un caso precoz (1%) y


43 pacientes (38 precoces y 5 tardíos) el valor en ocho tardíos (25%), la CD se realizó en
de la CD fue inferior a 30 cm², indicando un forma independiente como tratamiento de la
procedimiento asociado a la imposibilidad de hipertensión endocraneana. Las indicaciones
FRORFDUODSODFDyVHDDO¿QDOGHODFLUXJtD\QR en la fase aguda fueron el tamaño de le lesión y
a una real descompresión quirúrgica. (7DEOD el efecto de masa. En cambio, en la fase tardía
1) En la mayoría de los casos se trata de CD fue el control de la PIC, o el deterioro clínico
asociada a la evacuación de una masa ocupante o radiológico.
Traumatismo de cráneo ‡ 205

En el caso de descompresión precoz, hay una involucrados en el tratamiento de los pacientes.


asociación entre la severidad del estado clínico Es importante señalar que el aumento de la can-
y la cirugía. (7DEOD) En cambio, en la fase tidad de pacientes con descompresión quirúrgica
tardía la principal diferencia ha sido la edad. VLJQL¿FDXQDXPHQWRGHORVSUREOHPDVOLJDGRV
a la ausencia de la placa ósea, pero también a
aquellos ligados a la reconstrucción del cráneo.
2.7.6. Conclusiones
Es necesario desarrollar un estudio prospectivo
En la práctica médica actual, en un tercio de los \DOHDWRUL]DGRTXHLQFOX\DXQQ~PHURVX¿FLHQWH
pacientes operados en neurocirugía por TEC, se de pacientes, para terminar con los numerosos
indica una CD. Lamentablemente la descom- interrogantes aún sin respuesta.
presión generalmente es pequeña, produciendo Por último nos gustaría señalar que la CD
PiVGDxRVTXHEHQH¿FLRV/DXWLOL]DFLyQGHOD descompresiva es una alternativa terapéutica
descompresión no asociada a evacuación de lesión para aquellos pacientes con hipertensión en-
ocupante de espacio es marginal. El hecho de no docraneana que no respondan al tratamiento
existir evidencia de Clase I y estándares técnicos, médico, pero de ningún modo, como escribía
GL¿FXOWDVXLQFRUSRUDFLyQFRPRDOWHUQDWLYDWHUD- Cooper en 1975, debe servir para desear sal-
péutica, dependiendo básicamente de la opinión var los pacientes insalvables (.³7RVDYHWKH
y experiencia de los cirujanos e intensivistas XQVDOYDJHDEOHSDWLHQWV´)

2.8. Medicinas Alternativas y


complementarias (medicina integradora)
Oscar Alejandro Arenillas

2.8.1. Definición Más y más, se ha comenzado a utilizar el


término de PHGLFLQDLQWHJUDGRUD, sugiriendo
El término PHGLFLQDDOWHUQDWLYD engloba a un que la medicina alternativa y complementaria
espectro de terapias médicas que usualmente debe ser introducida dentro de los cuidados
no son utilizadas por las prácticas convencio- convencionales, como una forma de asistencia al
nales. paciente y no como oposición a los mismos.
Históricamente este tipo de terapias se relaciona
una concepción negativa acerca de prácticas
2.8.2. Fuente de evidencia
médicas que habitualmente no son utilizadas
por la medicina convencional. Kreitzer M., Jensen D. “Healing Practices:
El término PHGLFLQD FRPSOHPHQWDULD ha Trends, Challenges, and Opportunities for Nur-
permitido la evolución hacia la descripción ses in Acute and Critical Care.” AACN Clinical
de terapias positivas, permitiendo compren- Issues: Advanced Practice in Acute & Critical
der una relación simbiótica entre la medicina Care. En: &RPSOHPHQWDU\DQG$OWHUQDWLYH7KH
convencional y no convencional. UDSLHV 2000; 11:7-16.
El campo de la PHGLFLQDFRPSOHPHQWDULD\ Holt-Ashley M. “Nurses Pray: Use of Prayer
DOWHUQDWLYD incluye ahora una cantidad de dife- and Spirituality as a Complementary Therapy
rentes encuadres y creencias, que están unidas in the Intensive Care Setting.” AACN Clinical
por su énfasis en las llamadas modalidades Issues: Advanced Practice in Acute & Criti-
naturales de curación y mejoría. cal Care. En: &RPSOHPHQWDU\DQG$OWHUQDWLYH
206 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

7KHUDSLHV2000; 11:60-67. Es habitual pensar que los pacientes se inclinan


Norred C. “Minimizing Preoperative Anxiety por esta modalidad de medicina ante el fracaso de
With Alternative Caring-Healing Therapies.” la medicina tradicional en el tratamiento de sus
En: -$251 2000; 72:838,840,842-843. dolencias. Sin embargo, las diferentes encuestas
&RPSOHPHQWDU\ DQG $OWHUQDWLYH 7KHUDSLHV demuestran que la mayoría de los enfermos sigue
2000; 11:60-67. visitando a sus médicos que aplican cuidados
G. Feder y T. Katz. “Randomised contro- convencionales PLHQWUDV utilizan las terapias
lled trials for homoeopathy.” En: %0-2002; alternativas y complementarias.
324:498-499. Muchos pacientes no comunican a sus médicos
Jones, R., Britten, N., Culpepper, L., Gass, que están recibiendo terapias no tradicionales
D. A., Grol, R, Mant, D., Silagy, C. 2[IRUG porque creen que éstos no les comprenderán.
7H[WERRNRI3ULPDU\0HGLFDO&DUHVW(GLWLR En el otro extremo, el 25% de los pacientes
OUP 2004. que recibe este tipo de asistencia lo hace por
“News & Views.” En: 1HXURORJ\ 7RGD\ consejo de sus médicos tradicionales.
2004; 4:77-78. Otros factores que inclinan a la población al
Luckhaupt S.E., Yi M.S., Mueller C.V. HWDO uso de terapias alternativas son:
“Beliefs of Primary Care Residents Regarding ‡HQIRTXHPiVQDWXUDOGHVXFXUDFLyQ
Spirituality and Religion in Clinical Encoun- ‡HQIRTXHLQWHJUDOGHVXWUDWDPLHQWR
ters with Patients: A Study at a Midwestern ‡ODSHUFHSFLyQGHTXHODPHGLFLQDWUDGLFLRQDO
U.S. Teaching Institution.” En: $FDGHPLF0H sólo promueve la supresión de síntomas, más
GLFLQH 2005; 80:560-570. que la curación de enfermedades
Stewart, J. H. “Hypnosis in Contempora- ‡ODFHUWH]D QRVLHPSUHHVFLHUWRpVWR GHTXH
ry Medicine.” En: 0D\R &OLQLF 3URF 2005; los medicamentos naturales son más seguros
80:511-524. que los sintéticos
Kemper, K. J, Danhauer, S. C. “Music as The- ‡ODQHFHVLGDGGHGLVPLQXLUODFDQWLGDGGH
rapy.” En: 6RXWK0HG- 2005; 98:282-288. tratamientos convencionales ante la falta de
Dale D.C., Federman D.D. $&3 0HGLFLQH respuesta a los mismos o los efectos adversos
WebMD Inc., 2006. que éstos provocan
Wahner-Roedler D.L., Elkin P.L., Lee M.C. et
DO ”Complementary and Alternative Medici-
2.8.5. Problemas relativos a
ne: Use by Patients Seen in Different Specialty
la utilización de la medicina
Areas in a Tertiary-Care Centre.” En: (YLGHQ
integradora
FH%DVHG,QWHJUDWLYH0HG 2004: 1:253-260.
2.8.5.1 Publicaciones
científicas
2.8.3. Clasificación
8QDGHODVFDUDFWHUtVWLFDVGH¿QLWRULDVGHOD
A pesar de que no hay en la actualidad unanimidad medicina alternativa es la pobreza en soste-
HQODFODVL¿FDFLyQGHODVPHGLFLQDVDOWHUQDWLYDV ner la evidencia de sus mecanismos de acción
y complementarias, el Centro Nacional para \H¿FDFLD
Medicinas Alternativas y Complementarias de A pesar de que numerosos estudios se han
los Estados Unidos de Norteamérica ha agrupado realizado, la calidad de éstos es mala, sea por
estas prácticas en cinco dominios. (Tabla 1) ODLQVX¿FLHQWHFDQWLGDGGHSREODFLyQHYDOXDGD
inadecuada randomización o falta de compara-
ción con poblaciones similares. Además existe
2.8.4. Utilización de la
en las publicaciones de “renombre internacio-
medicina integradora
nal” cierto prejuicio en contra de la medicina
Cerca del 62% de los adultos en Estados Uni- complementaria.
dos utiliza al menos una forma de medicina Por último, no siempre la forma de evaluar
alternativa. el éxito es la correcta desde la visión de la
Traumatismo de cráneo ‡ 207

medicina tradicional; p. ej., HOSDFLHQWHWLHQH Quiropraxia y osteopatía en el tratamiento de afec-


PiVVtQWRPDV (para la medicina tradicional está ciones relacionadas con la traumatología.
peor) SHURVHVLHQWHPHMRU (para la medicina Gingo Biloba en el tratamiento de las demen-
alternativa está mejor). cias.
Así, cada una de las denominadas terapias alter-
2.8.5.2 Fuentes de nativas utiliza diferentes sustancias y métodos
financiamiento para mejorar la evolución de los pacientes en
Los laboratorios farmacéuticos tienen la ca- las diferentes áreas de atención médica.
pacidad de realizar estudios en gran escala;
la mayoría de las terapias alternativas no son
2.8.7. Conclusiones
ORVX¿FLHQWHPHQWHUHGLWXDEOHVSDUDKDFHUHVWH
tipo de estudios. El ejercicio de la medicina integradora está en
Debido a ésto el gobierno de los Estados Uni- sus comienzos.
dos provee anualmente 120 millones de dólares 6LELHQORVQLYHOHVGHHYLGHQFLDVRQLQVX¿FLHQ-
para la investigación en esta área. tes para aprobar la utilización de la mayoría de
/D1&&$0EDMRODVXSHUYLVLyQGH1,+¿- los tratamientos no convencionales, también
nancia un número de proyectos individuales lo son para reprobarlos.
en diferentes universidades a lo largo del país. Además, gran cantidad, probablemente la
(7DEOD) mayoría, de los pacientes continúa utilizando
estas terapias como adyuvantes de la medicina
tradicional. El hecho de que no comunique a
2.8.6. Práctica de la
sus médicos la utilización de estos tratamientos
medicina integradora
QRVLJQL¿FDTXHQRORVHVWpQUHDOL]DQGR0iV
Si bien existe en la literatura una gran cantidad aún, cuando el paciente se encuentra en estado
de capítulos escritos acerca de tratamientos crítico y, todavía más, cuando el pronóstico es
alternativos en terapias intensivas neurológi- ominoso, los familiares apelan a estos tratamien-
cas y pacientes con secuelas egresados de las tos, siendo común ver en las UTI a sanadores,
mismas, no hay evidencia clara de que éstos especialistas en Reiki, estampitas de distintos
sean efectivos. santos, cristos y vírgenes.
La Homeopatía utiliza sustancias en diferen- El desconocimiento de estos hechos habla de
WHVGLOXFLRQHVKDVWDGRVLVLQ¿QLWHVLPDOHVSRU la falta de comunicación actual entre ambas
ejemplo, ÈUQLFD para la reabsorción de hema- partes del tratamiento (médico y paciente).
tomas postraumáticos y espontáneos, y para Si el médico tratante conociera las terapias
disminuir la dosis de analgésicos comunes en alternativas que está recibiendo su paciente
los traumatismos; 1DWUXP6XOI~ULFXPpara los podría:
trastornos derivados de traumatismos de cráneo, ‡ HQWHQGHUPiVDFHUFDGHODVH[SHFWDWLYDVGHO
3KRVSKRUXV para la cicatrización y prevención mismo
de hemorragias posoperatorias, 2SLXP para el ‡ SUHYHQLUSRVLEOHVHIHFWRVWy[LFRVGHDOJXQDV
coma, etc. terapias no convencionales (p. ej., terapias
La acupuntura es utilizada para el tratamiento herbales)
de la ansiedad preoperatoria, el dolor postrau- ‡ UHFRQRFHUEHQH¿FLRVSRWHQFLDOHVGHHVWRV
mático, etc. tratamientos
La oración como vía para la curación (tanto a ‡ HVWDEOHFHUWHUDSLDVLQWHJUDGRUDVQRHQIUHQ-
distancia como en el lugar de tratamiento), por tadas
ejemplo, en el estado vegetativo persistente. Es nuestra obligación —como depositarios de
Músicoterapia se usa como adyuvante para ODFRQ¿DQ]DGHQXHVWURVSDFLHQWHVSDUDVXFXUD-
discontinuar la asistencia ventilatoria mecá- ción— ahondar en la pesquisa de los tratamientos
nica y como estimulante de la recuperación que pudieran estar realizando, para poder acon-
en el coma. sejarlos de forma adecuada y no prejuiciosa.
208 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Asimismo, los médicos que utilizan la medicina RUHSUREDUVXXWLOL]DFLyQVREUHEDVHVFLHQWt¿FDV


tradicional deberían profundizar en el estudio de fundadas, y no sobre presunciones o sospechas
las terapias complementarias para poder aprobar GHSRVLEOHVEHQH¿FLRVRHIHFWRVDGYHUVRV

Categoría Ejemplos
Sistemas médicos alternativos Ayurveda (Medicina India tradicional); Medicina
Tradicional China; Homeopatía
Intervenciones de mente y cuerpo %LRIHHGEDFN Hipnosis; Meditación; Oración
Terapias basadas en la biología Terapia dietaria; Medicina herbal; Megavitaminas;
Cartílago de tiburón
Métodos basados en la manipulación corporal Quiropraxia; Masoterapia; Terapia cráneosacra
Terapias energéticas Toque terapéutico; Gigong; Campo bioeléctrico;
Manipulación; Reiki
*NIH/NCCAM 1DWLRQDO,QVWLWXWHVRI+HDOWK1DWLRQDO&HQWHUIRU&RPSOHPHQWDU\DQG$OWHUQDWLYH0HGLFLQH

Tabla 1:1,+1&&$0 &ODVL¿FDFLyQGHSUiFWLFDVGHPHGLFLQDDOWHUQDWLYD\FRPSOHPHQWDULD

Especialidad Centro investigador


Acupuntura-adicción 0LQQHDSROLV0HGLFDO5HVHDUFK)RXQGDWLRQ, Minneapolis 1HZ
(QJODQG6FKRRORI$FXSXQFWXUH, Watertown, Massachusetts
Acupuntura-neuroimágenes 0DVVDFKXVHWWV*HQHUDO+RVSLWDO, Charlestown
Envejecimiento y salud femenina &ROXPELD8QLYHUVLW\, New Cork
Antioxidantes 2UHJRQ6WDWH8QLYHUVLW\, Corvallis
Artritis 8QLYHUVLW\RI0DU\ODQG, Baltimore
Tratamiento botánico de enfermedades relacionadas con el 3XUGXH8QLYHUVLW\, West Lafayette, Indiana
envejecimiento
Suplementos dietarios botánicos relacionados con la salud 8QLYHUVLW\RI,OOLQRLV, Chicago
de la mujer
Suplementos dietarios botánicos UCLA, Los Ángeles
Cáncer -RKQV+RSNLQV8QLYHUVLW\, Baltimore
Cáncer y oxígeno hiperbárico 8QLYHUVLW\RI3HQQV\OYDQLD, Philadelphia
Enfermedades cardiovasculares 8QLYHUVLW\RI0LFKLJDQ, Ann Arbor
Enfermedades cardiovasculares 0DKDULVKL8QLYHUVLW\RI0DQDJHPHQW)DLU¿HOG,RZD
y envejecimiento en afroamericanos
Quiropraxia 3DOPHU&HQWHUIRU&KLURSUDFWLF5HVHDUFK, Davenport, Iowa
Desórdenes cráneofaciales .DLVHU)RXQGDWLRQ+RVSLWDOV, Portland, Oregon
)URQWLHUPHGLFLQH ELR¿HOGVFLHQFH 8QLYHUVLW\RI$UL]RQD, Tucson
)URQWLHUPHGLFLQH WKHUDSHXWLFWRXFK 8QLYHUVLW\RI&RQQHFWLFXW, Farmington
Enfermedades neurodegenerativas (PRU\8QLYHUVLW\6FKRRORI0HGLFLQH, Atlanta
Desórdenes neurológicos 2UHJRQ+HDOWK6FLHQFHV8QLYHUVLW\, Portland
Pediatría 8QLYHUVLW\RI$UL]RQD+HDOWK6FLHQFHV&HQWHU, Tucson
Fitomedicina 8QLYHUVLW\RI$UL]RQD, Tucson
Fitonutrientes y estudios fotoquímico 8QLYHUVLW\RI0LVVRXUL, Columbia
Tabla 2: *RYHUQPHQW)XQGHG6SHFLDOW\&HQWHUVIRU5HVHDUFKLQWR&RPSOHPHQWDU\DQG$OWHUQDWLYH0HGLFLQH((88
Capítulo 3

ATAQUE CEREBRAL

3.1 Guías para la evaluación


prehospitalaria del Ataque Cerebral
-XDQ&LULR
Rafael García Dávila
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

3.1.1. Introducción a nivel mundial en las próximas dos décadas


por el incremento de la población anciana y se
El DWDTXHFHUHEURYDVFXODU (ACV) es un proble- estima que la carga global del ACV será el 6,2%
ma mundial que involucra a la salud pública. de las enfermedades para el año 2020.
Cada año afecta a más gente que cualquier /D2UJDQL]DFLyQ0XQGLDOGHOD6DOXGORGH¿QH
otra enfermedad neurológica. Alrededor del como un “Síndrome clínico caracterizado por el
25% de los hombres y el 20% de las mujeres rápido desarrollo de síntomas y/o signos corres-
tendrá un ataque cerebral vascular si vive hasta pondientes usualmente a afección neurológica
los 85 años o más. Si comparamos la mortali- focal, y a veces global que persisten más de 24
dad que se le asocia con las muertes de causa horas o conducen a la muerte, sin otra causa
cardiovascular y todas las muertes producidas aparente más que la de origen vascular”.
por los distintos tipos de cáncer, se encuentra La tendencia actual en el control de la pato-
en el tercer lugar de importancia. Otro punto logía cerebrovascular aguda es considerarla
relevante que demuestra el impacto de esta en forma semejante a la patología isquémica
enfermedad en la vida diaria es que se encuentra coronaria, una urgencia médica, como sostuvo
entre las primeras causas de invalidez: entre el Adams en la %UDLQ$WWDFN&RDOLWLRQ. Las pri-
25% y el 40% de los sobrevivientes desarro- meras horas son de vital importancia ya que
llará secuelas de gravedad variable incluyendo las medidas terapéuticas empleadas en ese mo-
la evolución a la demencia en un 30% de los mento condicionan la evolución posterior del
pacientes, depresión mayor o menor entre un FXDGURDWUDYpVGHODFDSDFLGDGGHPRGL¿FDU
10%-30% y 10%-40% respectivamente, caídas, la viabilidad del tejido en penumbra isquémica
fracturas y epilepsia. La incidencia global de (ventana terapéutica). Sin olvidar que es una
ataque cerebral vascular se espera que aumente entidad que responde a factores de riesgos no
210 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

PRGL¿FDEOHV\PRGL¿FDEOHVHVSRUORWDQWR fying stroke victims in the prehospital setting.”


en estos últimos donde debemos enfatizar las En: 3UHKRVS(PHUJ&DUH 1999; 3:207-210.
medidas de prevención. Kothari R., Pancioli., Liu T., Broderick J.,
En el marco del Consejo de Enfermedades Brott. “Cincinnati Prehospital Stroke Scale:
Cerebrovasculares de la Sociedad Argentina reproducibility and validity.” En: $QQ(PHUJ
de Cardiología desarrollamos las Guías de 0HG 1999; 33; 373-378.
Atención Prehospitalaria que se expondrán a Kidwell, Chelsea S. Sarkman, Sidney. “Identi-
lo largo del capítulo. I\LQJVWURNHLQWKH¿HOG3URVSHFWLYHYDOLGDWLRQ
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(LAPSS).” En:6WURNH 2000; 31;71-76.
3.1.2. Fuente de evidencia
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Smith W.S., Corry M.D., Fazackerley J., Isaacs Abarbanell N.R. “Is prehospital blood glu-
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$WDTXHFHUHEUDO ‡ 211

cerebrovascular accident patients?” En: Am J El 1DWLRQDO ,QVWLWXWHRI1HXURORJLFDO'LVRU


(PHUJ0HG 2005; 23(7):823-7. GHUVDQG6WURNH (NINDS) en la publicación de
Marler HWDOGH¿QLyPHWDVUHIHULGDVDOWLHPSR
3.1.3. Objetivos en en que deben ser realizadas las atenciones del
el control agudo paciente una vez arribado al centro asistencial.
de la enfermedad ()LJXUD)
cerebrovascular
El objetivo principal en el ACV es revertir el daño
3.1.4. Reconocimiento del
cerebral en curso o minimizar el ya instalado. La
ataque cerebrovascular
$PHULFDQ+HDUW$VVRFLDWLRQ (AHA) y la Ame
agudo
ULFDQ6WURNH$VVRFLDWLRQ (ASA) desarrollaron Si bien no es el motivo de este capítulo discutir
el concepto de “cadena de supervivencia del las distintas formas de presentación del ACV
VWURNH” ()LJXUD) que involucra al paciente, es útil recordar brevemente las formas clínicas
los miembros de la familia y el equipo de salud. de su presentación.
El propósito de esta cadena es el de promover El reconocimiento del ACV agudo es un he-
la recuperación del paciente. Los elementos FKRGHVLJQL¿FDWLYDLPSRUWDQFLDGDGRTXHHVHO
constituyentes son: primer paso para poder iniciar el tratamiento de
‡ 5iSLGRUHFRQRFLPLHQWRGHORVVLJQRVGHO esta enfermedad devastadora. En la actualidad
ACV y activación del sistema de emergencia el tratamiento preventivo actuando sobre los
médica (SEM) factores de riesgo es sin duda el más impor-
‡ 5iSLGRGHVSDFKRGHO6(0 tante en la lucha contra esta enfermedad. Pero
‡ 5iSLGRWUDQVSRUWHGHOSDFLHQWH\QRWL¿FDFLyQ es evidente que dicho tratamiento falla a la
previa al centro de derivación hora de prevenir el total de los ataques cere-
‡ 5iSLGRGLDJQyVWLFR\WUDWDPLHQWRKRVSLWD- brovasculares y es ahí donde la intervención
lario temprana, en una carrera contra reloj, toma vital

$ETECTION $ISPATCH
$ETECCIØN $ESPACHO
$ELIVERY
4RANSPORTE

$OOR
)NGRESO

$ATA
$ATOSCLÓNICOS

$ECISIØN
$ECISIØN#LÓNICA

$RUG
$ROGAS

&IGURA#ADENADELASUPERVIVENCIA ACR˜NIMOLAS$%NINGL£SORIGINALENLAPARTESUPERIOR
212 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

)DENTIFICARSIGNOSDEUNPOSIBLESTROKE

3ISTEMADEEMERGENCIAM£DICA
q3OPORTE!"#/DESERNECESARIO
q%VALUACI˜NPREHOSPITALARIADELSTROKE
q%STABLECERTIEMPODEINICIO CONFIRMARSIHAYTESTIGO
q4RANSPORTECONSIDERARTRASLADOAUNCENTROCONUNIDADDESTROKE
q!LERTARALHOSPITAL
q#ONTROLARGLUCEMIA

%STABILIZACI˜NYEVALUACI˜NINMEDIATAGENERAL
q%VALUAR!"# SIGNOSVITALES
q!DMINISTRAR/SI(IPOXEMIA
q/BTENERACCESO)6YMUESTRASANGU¤NEA
q#ONTROLARGLUCEMIAYTRATARSIESNECESARIO
q2EALIZAREVALUACI˜NNEUROL˜GICA
q!CTIVAREQUIPODESTROKE
q)NDICAR4#DECEREBROURGENTE
q/BTENER%#'

%VALUACI˜NINMEDIATAPOREQUIPODESTROKE
q2EVISARHISTORIADELPACIENTE
q%STABLECERS¤NTOMASDEINICIO
q2EALIZAREXAMENNEUROL˜GICO.)(

.OHEMORRAGIA z,A4#MUESTRAALGUNAHEMORRAGIA (EMORRAGIA

0ROBABLEISQUEMIA CONSIDERARFIBRINOL¤TICOS #ONSULTANEUROCIRUJANOYONEUR˜LOGO


q#ONTROLARCRITERIOSDEEXCLUSI˜N #ONSIDERARÖTRASLADOSINOHAYDISPONIBLE
q2EPETIR.)( EVALUARSIHAYRÖPIDAMEJOR¤A

#ONTIN¢ASIENDOCANDIDATOAFIBRINOL¤TICO .OCANDIDATO $AR!!3

#ANDIDATO
4RASLADOAUNIDADDESTROKESIDISPONIBLE
q-ONITOREODE4!YTRATARSIINDICADO
q-ONITOREODELSTATUSNEUROL˜GICO4#SIDETERIORA
2EVISARRIESGOBENEFICIOCONPACIENTEYFAMILIA
q)NICIARTERAPIADESOPORTE4RATARCOMORBILIDADES
q!DMINISTRARR40!
q-ONITOREODEGLUCEMIA TRATARSIESNECESARIO
q.O!#/NIANTIPLAQUETARIOSPORHS

&IGURA-ARLER*2 *ONES07 %MR-3ETTING.EW$IRECTIONSFOR3TROKE#ARE0ROCEEDINGSOFA


.ATIONAL3YMPOSIUMON2APID)DENTIFICATIONAND4REATMENTOF!CUTE3TROKE"ETHESDA -D.ATIONAL
)NSTITUTEOF.EUROLOGICAL$ISORDERSAND3TROKE
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 213

importancia para cambiar la historia natural de aceptado hoy en día como capaz de cambiar la
la devastadora cascada isquémica y disminuir historia natural de la enfermedad.
así la morbimortalidad de esta patología. Esta /DLGHQWL¿FDFLyQLQLFLDOGHEHUHDOL]DUVHHQ
historia ya es conocida por la medicina desde dos niveles:
el advenimiento de las unidades coronarias en
la década del 70 y en los últimos 20 años este 1. $QLYHOGHODSREODFLyQJHQHUDO, donde los
concepto se trasladó a la neurología, alcanzando síntomas deben ser reconocidos tanto por el
su máximo énfasis en la última década desde el paciente como por su entorno, quienes deben
SHUIHFFLRQDPLHQWRGHODVWpFQLFDV¿EULQROtWLFDV ser instruidos con campañas de educación sobre
aplicadas en el tejido cerebral isquémico. Esta los síntomas de alarma de presentación de la
intervención debe iniciarse tan tempranamente enfermedad de manera simple, quedando en claro
como sea posible y para esto debe comenzar que ante un síntoma de probable presentación
desde el momento en que tomamos contacto de ACV lo primero que se debe hacer es llamar
con el paciente (p. ej., domicilio, ambulancia) al servicio de emergencias, aunque los síntomas
\UHDOL]DPRVODLGHQWL¿FDFLyQGHXQSDFLHQWH hayan desaparecido. Estos síntomas de alarma
potencialmente portador de un ACV. Una vez que sugieren el inicio de un episodio vascular
TXHLGHQWL¿FDPRVDOSDFLHQWHVHOHGHEHWUDVODGDU fueron claramente expuestos por la $PHULFDQ
sin demora a un centro de atención capacita- +HDUW$VVRFLDWLRQ y empleados en campañas
do en el tratamiento de esta enfermedad. Este GHHGXFDFLyQS~EOLFDFRQXQp[LWRVLJQL¿FDWLYR
traslado debe ser realizado antes de las tres (Cuadro 1) A través de esta campaña de educa-
hs de iniciados los síntomas para poder llegar ción se podría evitar la demora en la consulta
en el período de ventana terapéutica para el generada por la negación o la racionalización
WUDWDPLHQWR¿EULQROtWLFRHQGRYHQRVRFRQUW3$ de lo síntomas por parte del paciente.

q3¢BITADEBILIDADOENTUMECIMIENTODELACARA BRAZOOPIERNADEUNALADODELCUERPO

q3¢BITADISMINUCI˜NOP£RDIDADELAVISI˜N PARTICULARMENTEDEUNOJO

q0£RDIDADELAPALABRAODIFICULTADPARAHABLAR OPARACOMPRENDERELLENGUAJE

q3¢BITACEFALEA CONOSINCAUSAAPARENTE
q6£RTIGOINEXPLICABLE INESTABILIDADOS¢BITACA¤DA ESPECIALMENTEJUNTOCONCUALQUIERADELOSS¤NTOMASPREVIOS

#UADRO!MERICAN(EART!SSOCIATIONCOMUNIC˜LOSSIGUIENTESSIGNOSDEDEALARMADELATAQUECEREBRAL

q!SEGURARV¤AA£REAADECUADA

q-ONITOREODESIGNOSVITALES

%VALUAR
q,APRESENCIADETRAUMATISMODECRÖNEOOCUELLO
q!NORMALIDADESCARDIOVASCULARES

q0RESENCIADEACTIVIDADCONVULSIVA
q.IVELDECONCIENCIA

q0RESENCIADEACTIVIDADCONVULSIVA
q%SCALADE#OMAENCASODESERNECESARIO

q0UPILASTAMA®O SIMETR¤A REACTIVIDAD

q-OVIMIENTOSINDIVIDUALESDEMIEMBROS
#UADRO2ECOMENDACIONESPARALAEVALUACI˜NDEUNPACIENTECONSOSPECHADE!#6!PORELPERSONAL
DEEMERGENCIA
214 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

2. $QLYHOGHOSHUVRQDOGHOVLVWHPDGHHPHU estos pacientes. La utilización del SEM redujo


JHQFLDPpGLFD, quien deben ser entrenado en considerablemente la demora en la consulta a
el rápido reconocimiento de las formas de pre- la unidad de emergencias. Los que utilizaron
sentación, evaluación (Cuadro 2), tratamiento este medio tuvieron una demora promedio de
y traslado del paciente con ACV agudo. No se 1,9 hs comparado con aquellos que consultaron
debe perder tiempo en esta primer evaluación por sus propios medios, que fue de 2,6 hs.
del paciente y puede ser completada durante El despacho del Sistema de Emergencias co-
el traslado; se debe comunicar al centro de mienza con la educación pública del manejo del
derivación la futura llegada de un paciente 911 y 107. Un predictor fuerte de la activación
con ACV para la preparación de la asistencia, del sistema de emergencias fue la existencia
evitando la pérdida de tiempo innecesaria en de una persona con el paciente, quien identi-
conductas no útiles para el caso en cuestión ¿FDODH[LVWHQFLDGHXQDHPHUJHQFLDFOtQLFD
y asegurando la disponibilidad del servicio Por otro lado, contrario a lo que uno pudiera
técnico necesario (enfermería, laboratorio, imaginar, los pacientes con más conocimiento
tomografía, profesionales especializados, y alerta de los síntomas de ACV no fueron los
farmacia, etc.) que más utilizaron el sistema de emergencia.
Estas campañas de educación tanto en la comu- Esto concuerda con otros estudios que mos-
nidad médica como no médica han sido vitales traron que el conocimiento de los síntomas
para incrementar el número de pacientes que del ataque cerebral no disminuye el tiempo
arriban a tiempo para realizar tratamiento con de demora en la consulta. Una probable res-
¿EULQRtWLFRV+DUHPRVKLQFDSLpHQHOUHSDVRGH puesta a ésto es que las campañas de difusión
los signos de presentación más frecuentes de a la comunidad no ponen el debido énfasis en
la enfermedad cerebrovascular. Para esto ten- la naturaleza del evento que constituye una
dremos en cuenta síntomas y signos sugestivos emergencia médica.
de presentación de ésta. (Cuadro 3)
La educación pública debería resaltar la
importancia de los siguientes aspectos de la
3.1.5. Activación del Sistema
patología:
de Emergencias Médicas
‡ (OSDFLHQWHFRQDOWRULHVJRGHVXIULUXQ$&9.
Es recomendable que el Sistema de Emergen- Éstos son quienes ya han experimentado un
cias (SEM) trabaje en conjunto con médicos ACV y quienes tienen factores de riesgo
emergentólogos, neurólogos y sobrevivientes cardiovascular.
de ACV, para asegurar el mejor manejo de

q!LTERACI˜NDELACONCIENCIA

q%STUPOROCOMA
q#ONFUSI˜NOAGITACI˜N
q#ONVULSIONES
q!FASIAUOTRODISTURBIOCOGNITIVOMAYOR
q$ISARTRIA
q$EBILIDADFACIALOASIMETR¤AIPSILATERALOCONTRALATERALADEBILIDADDEMIEMBROS

q)NCOORDINACI˜N DEBILIDAD PARÖLISISOP£RDIDASENSITIVADEUNOOMÖSMIEMBROSUSUALMENTEDEUNAMITADDELCUERPO


q!TAXIA TORPEZAODIFICULTADPARACAMINAR
q0£RDIDAVISUAL MONOOCULAROBINOCULAR PUEDESERPARCIALENUNSECTORDELCAMPOVISUAL
q6£RTIGO DIPLOP¤A P£RDIDAAUDITIVAUNILATERAL NÖUSEAS V˜MITOS CEFALEA FOTOFOBIAOFONOFOBIA

#UADRO0RESENTACI˜NDEL!#6AGUDO
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 215

‡ *UXSRVSREODFLRQDOHVTXHHVWiQHQULHVJR /$36 IXHURQGLVHxDGDVSDUDLGHQWL¿FDUD


GHSUHVHQWDUVHHQIRUPDWDUGtDDOVLVWHPDGH los pacientes en el escenario prehospitalario
(PHUJHQFLDV y su implicancia en términos y asistirlos a través de una rápida selección.
de secuelas clínicas. No fueron pensadas para medir la severidad
‡ *UXSRVHVSHFLDOHVGHSHUVRQDV (familia- del evento ni para determinar la evolución del
res, cuidadores) que pueden detectar más mismo. Ambas escalas han sido validadas y
facilmente un paciente con ACV. se basan fundamentalmente en la presencia de
‡ 5iSLGRFRQWDFWRFRQHO6LVWHPDGH6DOXG asimetría motora. Su utilización constituye
al inicio de los síntomas. una indicación (IIa) basada en los niveles de
evidencia actuales.
Todo el SEM debe ser entrenado en el manejo Con un entrenamiento estándar en el reco-
de esta patología. Los despachadores del sis- nocimiento del accidente cerebrovascular los
tema de Emergencias deben ser entrenados en paramédicos demostraron una sensibilidad de
el reconocimiento de los signos y síntomas del HQWUHHO\SDUDLGHQWL¿FDUSDFLHQWHV
ataque cerebral. También es su responsabilidad /XHJRGHUHFLELUDGLHVWUDPLHQWRHVSHFt¿FRFRQ
el de transmitir instrucciones a la unidad de las escalas descritas la sensibilidad diagnóstica
emergencias previo a su arribo. En un estudio aumentó entre un 86-97%. Esto demuestra la
en el área de San Francisco, EE.UU., donde necesidad de entrenar al personal prehospitalario
se revisaron en forma retrospectiva llamadas con escalas validadas.
grabadas, se observó que solo en un 31 % de los La Escala de Cincinnati (Cuadro 4) consiste
SDFLHQWHVORVGHVSDFKDGRUHVSXGLHURQLGHQWL¿FDU en un examen neurológico de tres ítems, que fue
a pacientes que sufrieron un ataque cerebral. diseñada para entrenar a paramédicos y médi-
La mayoría de las ambulancias (59%) fueron FRVGHHPHUJHQFLDFRQHOREMHWRGHLGHQWL¿FDU
despachadas con baja prioridad. De 30 pacientes pacientes con ACV potenciales candidatos para
TXHXWLOL]DURQODSDODEUD$&9SDUDGH¿QLUVX tratamiento trombolítico. Esta escala deriva
cuadro sólo la mitad fueron categorizados como de la escala de NIH, que a su vez consta de
víctimas de un ACV por los despachadores. Éstos tWHPV0RVWUyVHUHIHFWLYDSDUDLGHQWL¿FDU
tampoco fueron capaces de detectar síntomas a dichos pacientes cuando era llevada a cabo
compatibles con la enfermedad como lo son por un médico entrenado. Puede ser enseñada
las alteraciones en el lenguaje, la debilidad, en aproximadamente 10 minutos y llevada a
o la incapacidad para pararse o caminar. El cabo en menos de un minuto.
despacho de la ambulancia debe hacerse con Una herramienta de medición es válida si des-
la misma prioridad que con la de un infarto cribe correctamente el fenómeno subyacente
de miocardio o politraumatismo (código rojo SHMXQGp¿FLWQHXUROyJLFRHVSHFt¿FR RXQD
o amarillo, uso de luces y sirenas, de acuerdo HQIHUPHGDG SHM$&9 /D&366LGHQWL¿FD
a la gravedad). en forma precisa alteraciones neurológicas es-
SHFt¿FDV SHMSDUiOLVLVIDFLDOGHELOLGDGGH
brazo o alteración en el habla). Mostró excelente
3.1.6. Identificación
correlación en la utilización de la misma entre
del déficit
médicos y paramédicos, tanto en la evalua-
/DLGHQWL¿FDFLyQUiSLGDGHSRWHQFLDOHVSD- ción global e individual de cada ítem, siendo
cientes con accidente cerebrovascular y la la debilidad de brazo el ítem con mayor grado
SURQWDQRWL¿FDFLyQDOD6DODGH(PHUJHQFLD de coincidencia. La reproductibilidad interob-
son componentes primordiales del manejo servador mide la coincidencia entre diferentes
prehospitalario de pacientes con esta patolo- personas que utilizan la misma herramienta de
gía. Es de extrema utilidad disponer de una evaluación. La pobre reproductibilidad (varia-
herramienta de evaluación en el escenario ción entre observadores separados) aumenta
prehospitalario. Las escalas prehospitala- el error. La reproductibilidad entre agentes de
rias de Cincinnati (CPSS) y de Los Ángeles salud prehospitalarios que utilizaron la CPSS
216 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

fue excelente tanto para el escore total como La LAPSS (Cuadro 5) es otra herramienta
para cada ítem de la escala por separado. validada para la selección de pacientes con
Estos estudios permitieron validar esta escala accidente cerebrovascular. La selección in-
como una herramienta altamente reproducible corpora elementos de la historia clínica del
y de moderada sensibilidad que solo toma 30- paciente, valores séricos de glucosa y hallazgos
60 segundos en completarse. HVSHFt¿FRVDOH[DPHQFOtQLFR3HUPLWHH[FOXLU
/D&366SHUPLWHLGHQWL¿FDUSDFLHQWHVFRQ patologías con cuadros clínicos similares como
accidente cerebrovascular (sensibilidad 66% y convulsiones o hipoglucemia. En ésta se evalúa
HVSHFL¿FLGDG HVSHFLDOPHQWHGHFLUFXODFLyQ la asimetría facial, la fuerza en la prensión de
anterior (sensibilidad 88%). De los 13 de un la mano y la caída del brazo.
total de 171 pacientes evaluados con accidente Categoriza pacientes que no serían candidatos
FHUHEURYDVFXODUTXHQRIXHURQLGHQWL¿FDGRVSRU RTXHQRVHEHQH¿FLDUtDQFRQLQWHUYHQFLRQHV
la CPSS, 10 tuvieron accidente cerebrovascular WHUDSpXWLFDVHVSHFt¿FDVWDOHVFRPRDTXHOORV
de circulación posterior y los 3 restantes tuvie- con síntomas de duración fuera de ventana
ron síntomas mínimos o atípicos de circulación para la administración de trombolíticos o con
anterior, y no hubieran sido candidatos a terapia un estado clínico basal pobre (postrados o en
trombolítica de acuerdo a protocolos. silla de ruedas).
La utilización de esta escala fue también evaluada Las pruebas que evalúan la fuerza muscular
en personas ajenas al sistema de salud. Un estudio de cara, brazo y pierna enfatizan la búsqueda
permitió que 100 personas sin preparación médica GHGp¿FLWPRWRUSRUYDULDVUD]RQHV1RVROR
evaluaran a pacientes con secuela de ACV inter- el 80-90 % de pacientes con accidente cere-
nados en un hospital utilizando los elementos de brovascular tiene debilidad motora unilateral
la CPSS. Para la debilidad facial, la sensibilidad VLQRTXHDGHPiVODSUHVHQFLDGHGp¿FLWPRWRU
GLDJQyVWLFDIXHGH\ODHVSHFL¿FLGDGIXH constituye un determinante principal de la dis-
de 94%; para la debilidad de miembros, 97 % capacidad a largo plazo.
GHVHQVLELOLGDG\GHHVSHFL¿FLGDG\SDUD Por otra parte la debilidad motora puede ser
los trastornos del habla la sensibilidad del 96% HYDOXDGDIiFLOPHQWH\FRQEDVWDQWHFRQ¿DEL-
\ODHVSHFL¿FLGDGGHO lidad por personal médico no entrenado en
Otro estudio en Reino Unido evaluó la con- neurología.
cordancia diagnóstica entre paramédicos y neu- Luego de ser evaluada en 206 pacientes por
rólogos especializados en ACV utilizando una paramédicos demostró una sensibilidad del 91%
escala con los mismo ítems que la CPSS. Aún \XQDHVSHFL¿FLGDGGHOHQODGHWHFFLyQGH
cuando la media de evaluación por parte de los pacientes con eventos cerebrovasculares no
médicos fue de 18 hs posterior a la evaluación traumáticos.
realizada por los paramédicos se encontró una Creemos instructivo considerar algunos
alta correlación entre los hallazgos de unos y ejemplos de eventos no diagnosticados por
otros. La detección de debilidad de brazos fue la escala LAPSS, sean falsos negativos como
el signo con mayor concordancia. falsos positivos.

!SIMETR¤AFACIALHAGAQUEELPACIENTEMUESTRELOSDIENTESOSONR¤A
.ORMALAMBOSLADOSDELACARASEMUEVENIGUAL
!NORMALUNLADODELACARANOSEMUEVEIGUALALOTRO
#A¤DADELBRAZOELPACIENTEDEBEMANTENEREXTENDIDOSLOSBRAZOSHACIAADELANTE CONLOSOJOSCERRADOS
.ORMALAMBOSBRAZOSSEMUEVENONOSEMUEVENNADAOTROSHALLAZGOS COMOELPU®OENPRONACI˜N PUEDENSER¢TILES
!NORMALUNBRAZONOSEMUEVEOUNBRAZOSEDESV¤AHACIAABAJOENCOMPARACI˜NCONELOTRO
,ENGUAJEHAGAQUEELPACIENTEDIGAhUSTEDPUEDEENSE®ARAUNPERROVIEJONUEVOSTRUCOSv
.ORMALELPACIENTEUSALASPALABRASCORRECTASSINFARFULLAR
!NORMALELPACIENTEFARFULLALASPALABRAS USAPALABRASINADECUADASONOPUEDEHABLAR

#UADRO%SCALAPREHOSPITALARIADEL!CCIDENTE#EREBROVASCULARDE#INCINNATI %%55
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 217

Un ejemplo de falso positivo lo constituye son síncope, alteraciones electrolíticas, infec-


un paciente con hemiparesia izquierda an- ciones y crisis convulsiva.
tigua y un nuevo evento sincopal. El distin- Se ha desarrollado la escala reducida de NIH
guir eventos cerebrovasculares nuevos de (sNIHSS), basada en la escala del NIH de 11
antiguos es un desafío diagnóstico ya sea ítems, como herramienta útil y de más fácil
en el escenario prehospitalario como en el aplicación en el escenario prehospitalario. Esta
intrahospitalario. escala reducida mide severidad del ACV pero
Ejemplo de los falsos negativos son: QRKDVLGRYDOLGDGDSDUDODLGHQWL¿FDFLyQGH
Un paciente con demencia con hemiparesia pacientes. Consta de 5 ítems en los que se evalúa
izquierda secuelar que desarrolló una hemipare- fuerza motora de miembros, lenguaje, campo
sia derecha y que por lo tanto al examen físico visual y motilidad ocular. Estas dos últimas no
impresionaba con fuerza simétrica. están descritas en CPSS y en la LAPSS. Una de
Un paciente con hemiparesia derecha, infarto las críticas que se le hace a esta escala reducida
de miocardio y hemorragia digestiva con hema- es la ausencia de evaluación de la presencia
tocrito de 20% que también mostraba simetría de asimetría facial. Hasta el momento no está
en la fuerza muscular. formalmente recomendada su utilización en el
Un paciente con monoparesia crural izquierda escenario prehospitalario.
secundaria a una lesión en territorio cerebral
anterior.
3.1.7. Transporte
Un paciente con un hematoma cereboloso de
OtQHDPHGLDVLQGp¿FLWIRFDO Es importante tener en cuenta que el paciente
8QSDFLHQWHFRQGp¿FLWHQHOFDPSRYLVXDO con ACV puede requerir estudios de laboratorio
secundario a una lesión occipital. e imágenes (TC, RNM, angiografía, ecocardio-
Como se describió, estos pacientes falso-ne- JUDPD WUDWDPLHQWRFRQ¿EULQROtWLFRVRQHXURFL-
gativos caen en la categoría de muy leves o rugía/cirugía vascular que no están disponibles
muy severos, por lo tanto escapan a la media en todos los servicios médicos. Todo el esfuerzo
de pacientes que son considerados pasibles de SUHKRVSLWDODULRSRUXQDDWHQFLyQUiSLGD\H¿FD]
intervenciones terapéuticas como trombolisis puede quedar anulado si el paciente no recibe
o agentes neuroprotectores. FXLGDGRVGH¿QLWLYRVFRPSOHWRVHQHOOXJDUGH
Tanto la CPSS como la LAPSS se basan fuer- derivación. En ese sentido la Central de des-
WHPHQWHHQHOH[DPHQPRWRUSDUDLGHQWL¿FDU\ pacho del SEM cumple un rol importantísimo
categorizar pacientes con accidente cerebro- en asegurar el traslado a un Centro Médico
vascular. Hasta un 80-90% de pacientes con Apropiadamente Equipado para el tratamiento
accidente cerebrovascular tiene debilidad motora. de pacientes con ACV.
Éste constituye un hallazgo clínico fácilmente El tratamiento prehospitalario consiste en el
LGHQWL¿FDEOH\DOWDPHQWHUHSURGXFLEOH$OJXQRV manejo de la sistemática de atención de todo
cuadros que simulan accidente cerebrovascular paciente en estado crítico, esto incluye la se-

#RITERIOSDESELECCI˜N
%DADMAYORDEA®OS
!USENCIADECRISISCONVULSIVAOANTECEDENTEDEEPILEPSIA
$URACI˜NDELOSS¤NTOMASMENORAHORAS
.OPOSTRADOOENSILLADERUEDAS
'LUCOSAENTREYMGDL
%XAMENCL¤NICOASIMETR¤ADEFUERZAENBRAZOS
%XAMENCL¤NICOASIMETR¤ADEFUERZAENMANOS
%XAMENCL¤NICOASIMETR¤AFACIAL

3EREQUIERECUMPLIRLOS¤TEMSAYALMENOSUNODEA

#UADRO%SCALAPREHOSPITALARIADE,OS¬NGELES %%55
218 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

cuencia básica A-B-C: vía aérea, respiración sión arterial obliga a buscar causas extraneu-
y circulación. Como está enfatizado en estas rológicas. La bradicardia al igual que el paro
sistemáticas el tratamiento aplicado no debe cardíaco en general son eventos secundarios a
retrasar el traslado, de modo que constituyen la hipoxia (por paro respiratorio previo). En el
intervenciones que deben realizarse en forma ACV medular suele encontrarse bradicardia e
simultánea. hipotensión, como expresión de alteración au-
WRQyPLFDDVRFLDGRDGp¿FLWQHXUROyJLFRDJXGR
3.1.7.1. Vía aérea (clásicamente cuadriparesia aunque también
En pacientes con deterioro del estado de con- SXHGHQHQFRQWUDUVHGp¿FLWVVHQVLWLYRVDLVOD-
ciencia desde obnubilación hasta coma es de dos). La hipertensión es frecuente en el ACV
cardinal importancia mantener en forma activa y en general revierte espontáneamente. De ser
la permeabilidad de la vía aérea. La broncoas- necesario su tratamiento el paciente debe ser
piración del contenido gástrico es una de las llevado a la ambulancia para ser tratado durante
complicaciones que empeora el pronóstico de el traslado sin generar demoras en la escena.
estos pacientes. En primer lugar, el paciente Las vías EV, si hubiera necesidad urgente, se
debe ser colocado en posición lateral de segu- colocan en la ambulancia, camino al hospital.
ridad y deben removerse las prótesis dentarias Para el tratamiento de las complicaciones se
existentes. Puede ser necesaria la colocación debe colocar una vía EV con perfusión de solu-
de cánulas orofaríngeas o nasofaríngeas, y en FLRQHVLVRWyQLFDV VROXFLyQ¿VLROyJLFDRULQJHU
algunos casos la intubación orotraqueal. Esta lactato) evitando las soluciones hipotónicas
última es una maniobra con conocido efecto como la dextrosa 5%, que pueden aumentar
sobre la presión intracraneana de manera que el edema cerebral.
su indicación debe ser precisa. El paciente debe estar bajo monitoreo cardioló-
Si por otra parte se sospecha una lesión de gico en la pesquisa de arritmias (FA) o eventos
columna cervical (no es infrecuente la existencia isquémicos (IAM) vinculados al ACV.
de ACV y trauma encéfalocraneano asociado)
debe colocarse un collar cervical cuidando de no 3.1.7.4. Hipertensión arterial
hiperextender el cuello ni girar al paciente. El concepto que debe prevalecer en la etapa
prehospitalaria es que la HTA leve a moderada
3.1.7.2. Respiración cede espontáneamente en la mayoría de los
La decisión de administrar oxígeno a los pacientes casos.
con ACV es controvertida. Algunos investigadores (QUHDOLGDGODKLSHUWHQVLyQSXHGHVHUEHQH¿-
consideran que la administración de oxígeno ciosa para la perfusión de áreas isquémicas que
adicional en un paciente con adecuada saturación GHRWUDPDQHUDQRUHFLELUtDQHOÀXMRVDQJXtQHR
periférica podría ser peligrosa en términos de la adecuado.
generación de radicales libres de oxígeno. Esto Es importante considerar que aproximada-
conduciría a mayor injuria en el área isquémica mente el 80% de los ACV es isquémico y que
conocido como injuria de repercusión. la terapia antihipertensiva puede disminuir la
Si la saturación de oxígeno cae por debajo de perfusión cerebral y agravar el ACV.
90%, está indicada la administración de oxígeno Las indicaciones para el tratamiento farmaco-
suplementario a pesar de existir poca evidencia lógico de la hipertensión arterial en la escena
disponible. (UHFRPHQGDFLyQ&ODVH,) La mayoría prehospitalaria serán las siguientes:
de las autoridades recomienda la administración 1. TAS mayor a 220 mmHg o TAD mayor a
de oxígeno suplementario para mantener una 120 mmHg
saturación arterial mayor a 92%.  ,QVX¿FLHQFLDFDUGtDFDDJXGD HGHPDSXO-
monar) o dolor precordial (otras conse-
3.1.7.3. Circulación cuencias de la HTA como órgano blanco
Las alteraciones hemodinámicas en el ACV que deben ser consideradas en este grupo
no son infrecuentes. La presencia de hipoten- son la encefalopatía y la disección aórtica,
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 219

cuyo diagnóstico resulta difícil en la escena del tratamiento en la recuperación del evento
prehospitalaria) cerebrovascular.
3. Tratamiento actual con anticoagulantes o
tratamiento trombolítico reciente
3.1.8. Conclusiones
Deben utilizarse drogas por vía IV, cuya in- El ACV es una emergencia médica, debe ser
fusión se pueda regular fácilmente según la LGHQWL¿FDGDSUHFR]PHQWH\GHULYDGDVLQSpUGLGD
respuesta terapéutica lograda. Es importante de tiempo, siguiendo la cadena de recupera-
recordar que los pacientes con ACV suelen ción, a un centro capacitado y entrenado en el
tener respuesta exagerada al tratamiento anti- tratamiento de esta patología y es altamente
hipertensivo. Está contraindicada la adminis- recomendable que cuente con unidad de ACV.
tración sublingual de Nifedipina porque puede +R\HQGtDVRQFODURVORVEHQH¿FLRVGHOFXP-
producir una caída precipitada de la TA y no plimiento de estas normas, aceptadas en toda
puede ser titulada. la comunidad dedicada al tratamiento de esta
La droga propuesta es el labetalol por su efecto patología. El futuro desarrollo de drogas neu-
limitado sobre los vasos cerebrales, en dosis de roprotectoras efectivas hará, posiblemente, de
10 a 20 mg, IV, en 1 a 2 minutos. Se puede repetir esta etapa prehospitalaria no solo una etapa de
cada 20 minutos, dosis máxima 150 mg. reconocimiento sino la fase inicial del tratamiento
En presencia de “órgano blanco” como se farmacológico capaz de mejorar y extender a
describió anteriormente, el enfoque del tra- más paciente las opciones terapéuticas actuales
tamiento será diferente y puede utilizarse el y futuras.
nitroprusiato de sodio (0,5 ug/kg/min), la nitro- Hasta entonces la evaluación y tratamiento
glicerina (bolo 12,5 a 25 ug antes de infusión prehospitalario debe cumplir los objetivos re-
de 200 a 400ug/ml) en combinación o no con sumidos a continuación:
bloqueantes betadrenérgicos u otras drogas. ‡ ,GHQWL¿FDFLyQGHOSDFLHQWHFRQ$&9 mejorar
el conocimiento de esta patología por parte de
3.1.7.5. Control de la glucemia la población general, reconociendo lo signos
Algunos autores cuestionan la necesidad de clínicos de alarma, los factores de riesgo,
constatar el nivel de glucosa de forma rutinaria. y el rol del Sistema de Emergencias
La indicación precisa sería en aquellos pacientes ‡ $FWLYDFLyQGHOVLVWHPDGH(PHUJHQFLDV (911
con antecedentes de diabetes o aquellos en los y 107 en Argentina) asegurando la atención
cuales no se puedan recabar datos de la historia inmediata del paciente con ACV en la es-
dado el nivel de estado de conciencia. cena prehospitalaria por parte de personal
No obstante ello se debe realizar durante el HQWUHQDGRSDUDWDO¿Q
traslado un test de glucosa en busca de hipo- ‡ $JHQWHVGHVDOXGGHOVLVWHPDGH(PHUJHQ
glucemia (la hiperglucemia no se trata en esta FLDV deben asistir rápidamente al paciente,
etapa). Si se constata hipoglucemia se debe estabilizándolo y trasladándolo al estableci-
corregir con infusión EV en bolo de dextrosa miento más apropiado (no siempre el más
al 50%. Se encontró que los valores de glucosa cercano) para su posterior tratamiento
mayores a 144 mg/dl (8 mmol/l) corregidos por ‡ ,QVWUXFFLRQHVSUHYLDVDODUULERDOD8QLGDG
edad, severidad y tipo de ACV, fueron predictores GH(PHUJHQFLDVQRWL¿FDUODOOHJDGDGHXQ
de mal pronóstico. Por otro lado los niveles que paciente con potencial ACV y recabar infor-
indican el inicio de tratamiento y el momento mación de suma importancia como tiempo de
en que debe iniciar el mismo son controverti- evolución de los síntomas, comorbilidades
dos como lo demuestra la disparidad de datos y características del transporte
en las distintas recomendaciones publicadas ‡ 'LDJQyVWLFR\WUDWDPLHQWRGHDTXHOODVFRQGL-
hasta el momento. Esto obedece a la ausencia ciones clínicas reversibles o que necesiten in-
de trabajos controlados que evalúen el efecto mediata resolución dada su inestabilidad
220 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

3.2 Centros de excelencia para la


atención del ataque cerebrovascular
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

3.2.1. Introducción necesidad de contar con centros de excelencia


para la atención del ataque cerebral. En este
En enero de 1994 se publica en la revista 1HXUR capítulo se analizan los requerimientos para el
VXUJHU\ el artículo “%UDLQDWWDFN: WKHUDWLRQDOH funcionamiento de estos Centros así como su
IRUWUHDWLQJVWURNHDVDPHGLFDOHPHUJHQF\” utilidad en países en vías de desarrollo como
que sienta las bases para el tratamiento mo- la República Argentina, enfatizando la conten-
derno del hasta entonces conocido $FFLGHQWH ción de costes y la mejoría en los resultados
&HUHEURYDVFXODU. funcionales.
El trabajo es el fruto de una revisión del co-
nocimiento médico en el territorio del ataque
3.2.2. Fuente de evidencia
cerebrovascular (ACV) hasta ese momento
efectuada por la %UDLQ$WWDFN&RDOLWLRQ (BAC), Camarata P.J., Heros R.C., Latchaw R.E.
que involucraba a las sociedades Academia “Brain attack: the rationale for treating stroke
Norteamericana de Neurología, Asociación as a medical emergency.” En: 1HXURVXUJHU\
Norteamericana de Cirujanos Neurológicos, 1994; 34:144-147.
Sociedad Norteamericana de Neurorradiolo- Alberts M.J., Hademenos G., Latchaw R.E.,
gía, Colegio Norteamericano de Médicos de Jagoda A., Marler J.R., Mayberg M.R. “Recom-
Emergencia, Instituto Nacional para los Tras- mendations for the Establishment of Primary
tornos Neurológicos y 6WURNH, y a la Asociación Stroke Centres.” En: -$0$ 2000; 283:3102-
Nacional de 6WURNH de los EE.UU. 3109.
El mensaje de esta coalición puede resumirse Sahni, R. “Acute stroke: implications for prehos-
en los siguientes conceptos: pital care.” 1DWLRQDO$VVRFLDWLRQRI(063K\VL
a. El ataque cerebrovascular (ACV) es pre- FLDQV6WDQGDUGVDQG&OLQLFDO3UDFWLFH&RPPLWWHH
venible 3UHKRVS(PHUJ&DUH. 2000; 4:270-2.
b. El daño neuronal posterior al ACV es pro- Pepe P.E., Zachariah B.S., Sayre M.R., Floc-
gresivo care D. “Ensuring the chain of recovery for
c. Hay una ventana terapéutica óptima para stroke in your community.” $FDG(PHUJ0HG
el tratamiento del ACV 1998 5(4):352-8.
d. El ACV es una emergencia médica Lattimore S.U., Chalela J., Davis L., DeGraba
H ([LVWHQ WHUDSpXWLFDV HVSHFt¿FDV SDUD HO T., Ezzeddine M., Haymore J. HWDO. “Impact of
ACV establishing a primary stroke center at a community
f. Se están desarrollando nuevas terapéuticas hospital on the use of thrombolytic therapy: the
para el ACV NINDS Suburban Hospital Stroke Center expe-
rience.” En: 6WURNH 2003; 34:55-57.
Desde la publicación hasta la fecha se han Koton S., Schwammenthal Y., Merzeliak O.,
producido notables cambios en la evaluación Philips T., Tsabari R., Bruk B., Orion D. HWDO.
diagnóstica y terapéutica (con fuertes bases “Effectiveness of establishing a dedicated acute
en la Medicina Basada en la Evidencia) de stroke unit in routine clinical practice in Israel.”
los pacientes con ACV, que han motivado la En: ,VU0HG$VVRF- 2005; 7:688-693.
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 221

Alberts M.J., Latchaw R.E., Selman W.R., se delinearon los elementos para un Centro
Shephard T., Hadley M.N., Brass L.M. HWDO. Primario de ACV que se describen a conti-
“Recommendations for comprehensive stroke nuación.
centers: a consensus statement from the Brain
Attack Coalition.” En: 6WURNH 2005; 36: 1597- 3.2.3.2 Área de cuidado
1616. del paciente
Stroke Unit Trialists’ Collaboration. “A colla- Equipos de urgencia en ACV
borative systematic review of the randomised Protocolos de tratamiento escritos
trials of organised inpatient (stroke unit) care Servicios médicos de emergencia (prehospi-
after stroke.” En: %0- 1997; 314:1151-9. talario)
Langhorne P., Dey P., Woodman M., Kalra Departamento de emergencia (guardia)
L., Wood-Dauphinee S., Patel N., Hamrin E. Unidad de ACV (6WURNH)
“Systematic Review. Is stroke unit care portable? Servicios de Neurocirugía
A systematic review of the clinical trials.” En:
$JHDQG$JHLQJ 2005; 34:324-330. Equipos de Urgencia en
Kalra L., Evans E., Pérez I., Knapp M., Do- ACV (Stroke Teams)
naldson N., Swift C. “Alternative strategies for Deben garantizar la atención de las víctimas
stroke care: a prospective randomised controlled de ACV en un mínimo de quince minutos, las
trial.” En: 7KH /DQFHW 2000; 356:894-9. veinticuatro horas del día. Un médico con expe-
Kalra L., Evans A., Pérez I., Knapp M., Swift riencia en el manejo del ACV, no necesariamente
C., Donaldson N. “A randomised controlled neurólogo, debe dirigir al equipo, y realizar los
comparison of alternative strategies in stroke contactos pertinentes con el Servicio Médico
care.” En: +HDOWK7HFKQRO$VVHVV 2005; 9:1- de Emergencia y con el director de la Guardia
94. General para el cumplimiento de los protocolos
Fustinoni O., Previgliano I., González D., Ri- escritos. Los estudios de costes demuestran
poll P., Ferrari N., Chiappero G., Hlavnika A. que el seguimiento por el equipo de ACV en
“Utilidad de una Unidad de Ataque Cerebral: las salas generales no es coste-efectivo, siendo
un estudio de cohorte.” 25º Congreso Argentino superior el manejo domiciliario y, mucho más
de Neurociencias. Mar del Plata, 2000. aún, en la Unidad de ACV.

Protocolos de tratamiento escritos


3.2.3. Recomendaciones
(QHOFDVRHVSHFt¿FRGHO$&9ORVSURWRFR-
para el establecimiento de
los deben ceñirse a las guías de tratamiento
centros primarios de ACV
publicadas, adaptándolas a la infraestructura
3.2.3.1 El ACV es una local. Dado el éxito del tratamiento con rTPA
emergencia médica intravenoso se deben dejar bien en claro los
La publicación de la BAC relaciona al ACV criterios de inclusión y exclusión, para opti-
con el trauma y recomienda un enfoque similar, mizar el número de pacientes que se pueden
basándose en una revisión sistemática de la EHQH¿FLDU\PLQLPL]DUODVFRPSOLFDFLRQHV
literatura médica desde 1966 hasta 2000. Estos protocolos deben revisarse al menos
Al igual que los centros de trauma, los de ACV una vez al año.
tienen como misión salvar las vidas (y en el
caso del ACV, las secuelas) que se pierden por Servicio Médico de Emergencia
la carencia de infraestructura necesaria para Se debe entrenar a los médicos (paramédicos en
estabilizar y brindar un tratamiento adecuado. EE.UU.) en los principios básicos del cuidado
Esta organización ha probado ser efectiva en del paciente con ACV, inculcando el criterio de
el trauma tanto en el ámbito rural como en el evaluar y cargar. Se recomienda la instauración
urbano. de protocolos de evaluación testeados prospec-
La revisión incluyó 600 artículos tras los que tivamente, como la evaluación prehospitalaria
222 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

de Los Ángeles o la Escala Prehospitalaria de enfermo. Se debe disponer de un quirófano las


Cincinnati, en el contexto de la cadena de re- veinticuatro horas del día, con anestesiología,
cuperación y supervivencia. enfermería y equipamiento adecuado.
El concepto ABCD del trauma (vía aérea,
ventilación, circulación y evaluación neuro- 3.2.3.3 Servicios de Apoyo
lógica) es aplicable en este contexto. Compromiso y soporte de la organización
médica
Departamento de Emergencias Director del Centro de ACV
Los médicos, enfermeros y administrativos Servicios de Neuroimágenes
que se desempeñan en la guardia deben estar Laboratorio
familiarizados con los protocolos escritos. Se Actividades de control de calidad y recupe-
debe hacer hincapié en las posibilidades de re- ración
cuperación del enfermo con ACV superando los Educación
conceptos clásicos (nihilismo terapéutico).
Compromiso y soporte de la
Unidad de Ataque Cerebral (UAC) o organización médica – Director
Unidad de Stroke del Centro de ACV
La evidencia surgida de estudios individuales y La dirección médica y administrativa de la
de los metaanálisis es incuestionable en relación entidad que decida tener un Centro de ACV
DODH¿FDFLDGHHVWDVXQLGDGHV6HKDFRPSUREDGR debe comprometerse a brindar los fondos para
una disminución del 17% de la mortalidad, del el desarrollo de todos los puntos precitados.
8% en los tiempos de internación y un aumento Asimismo debe brindar su apoyo para la di-
del 8% de las posibilidades de vivir una vida fusión de programas hacia los médicos de la
normal en los pacientes tratados en las UAC. comunidad y hacia la población general y, de
Todos los centros de ACV que pretendan con- PRGRHVSHFt¿FRDORVJUXSRVGHULHVJR
tinuar la atención del paciente más allá del
período hiperagudo deberían tener una US, El director del centro de ACV no debe
recomendación basada en evidencia Clase I. ser necesariamente un neurólogo. La
Las UAC no tienen que estar necesariamente en persona seleccionada debe reunir al
un espacio físico diferente. Pueden compartirlo menos dos de los siguientes criterios:
con la Unidad Coronaria o con la Unidad de a. Especialidad o beca (IHOORZVKLS) en enfer-
Terapia Intensiva. Lo que sí o sí deben tener medades cerebrovasculares
es personal médico y paramédico entrenado b. Participación (como asistente o expositor)
e interesado en el ACV. Los requerimientos en por lo menos dos cursos o conferencias
tecnológicos son similares a los de cualquiera regionales, nacionales o internacionales de
de las unidades precitadas, por lo que las fun- ACV
ciones pueden superponerse. c. Tener 5 ó más publicaciones con revisión
El análisis de coste-efectividad demuestra que de pares en el área de ACV
la UAC es el medio más económico y efectivo d. Reunir más de 8 créditos de educación
en el corto y largo plazo para la atención de estos médica continua por año en el área de
pacientes. Se recomienda la lectura del trabajo ACV
de Kalra HWDO en el que se muestran todas las e. Cumplimentar los requisitos administrativos
variables que se deben considerar para evaluar los que decida la dirección o administración de
costos. Más adelante se insistirá con el ejemplo la entidad
de la aplicación de una UAC en Argentina.
Servicios de Neuroimágenes
Servicio de Neurocirugía Se debe disponer de tomografía computada o
El equipo neuroquirúrgico debe garantizar su resonancia magnética nuclear las 24 horas del
llegada dentro de las dos horas de ingresado el día, los 365 días del año, con una demora no
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 223

mayor a 25 minutos desde el pedido escrito. La del manejo prehospitalario del ACV, estable-
TC sigue siendo el procedimiento de elección ciendo lo siguiente:
para la evaluación del ACV. 1. Los médicos de emergencia (ME) deben
La interpretación de los estudios debe ser entrenarse en el reconocimiento de los sig-
realizada inmediatamente, ya sea por un ra- QRVSUHFRFHVGH$&9\HQODQRWL¿FDFLyQ
diólogo, un neurólogo o neurocirujano, o un rápida al hospital de derivación
médico entrenado en diagnóstico precoz del 2. Los directores de los ME deben conocer las
ACV, dentro de los 20 min de realizados. Esto opciones de tratamiento del ACV en su área
puede hacerse tanto por presencia activa como GHLQÀXHQFLDDVtFRPRODVSRVLELOLGDGHVGH
por telerradiología. centros con protocolos experimentales
Los tiempos deben documentarse por escrito 3. Los directores deben trabajar en conjunto
HQXQOLEURSDUDWDO¿Q con los médicos que tratan el ACV para
determinar protocolos conjuntos o que al
Laboratorio menos no se contrapongan
Se debe disponer de laboratorio capacitado 4. Los directores deben consensuar los sitios
para realizar estudios químicos, celulares y de derivación de los pacientes con ACV
de hemostasia las 24 hs del día, con garantía con las autoridades sanitarias locales
de resultados dentro de los 40 minutos de in-  6HGHEHLQFOXLUOD¿VLRSDWRORJtDHYDOXDFLyQ
gresado el paciente. y reconocimiento de los signos de ACV en
Se debe poder realizar un ECG convencional los programas de educación y entrenamiento
dentro de ese período de tiempo. prehospitalario
6. El tratamiento prehospitalario debe ser una
Actividades de control de FRQWLQXLGDGFRQHOWUDWDPLHQWRGH¿QLWLYR
calidad y recuperación del ACV
Se debe llevar una base de datos prospectiva que
LQFOX\DGDWRVGHPRJUi¿FRVWLSRGH$&9WLSRGH 3.2.3.4. Beneficios esperables
tratamiento, tiempos de tratamiento (FRQFHSWR del establecimiento de un
SXHUWDDJXMD) y resultados (muerte, nivel de Centro Primario de ACV
invalidez). 'HVGHXQSXQWRGHYLVWDWHyULFRORVEHQH¿-
Estos datos deben ser comparados con los cios esperables de un Centro Primario de ACV
de las publicaciones internacionales al menos GHEHUtDQVHUODPHMRUtDGHODH¿FLHQFLDHQHO
cada tres años. cuidado del paciente, menores complicaciones
Idealmente estos datos deberían ser publi- iniciales, aumento de los tratamientos para el
cados para darle valor agregado a la calidad ACV agudo, reducción de la morbimortalidad,
del centro. mejoría de la sobrevida a largo plazo, reducción
Se deben realizar encuestas de satisfacción. de los costes para el sistema de salud y aumento
de la satisfacción de los pacientes.
Educación Lattimore HWDO reportan la experiencia real
0pGLFD \ SDUDPpGLFD Deben garantizarse del establecimiento de un Centro Primario de
al menos ocho créditos de educación médica $&9GHPRVWUDQGRXQDXPHQWRVLJQL¿FDWLYR
continua para el personal. del uso de rTPA (de 1,5% antes a un 10,5%)
&RPXQLWDULD Se deben realizar al menos dos con una reducción de la morbimortalidad y de
cursos dirigidos a la comunidad siguiendo el los costos del sistema de salud.
esquema de la BAC. Una experiencia similar fue descrita por Koton
en Israel, con iguales resultados, por lo que
Por otra parte, la Asociación Nacional de Mé- parece demostrarse que un buen modelo teórico
dicos del Servicio de Emergencias Médicas ha basado en la evidencia puede ser reproducido
hecho pública una toma de posición respecto en la vida real.
224 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

3.2.4. Recomendaciones c. Miembro del Consejo de Enfermedades


para el establecimiento de Cerebrovasculares de la Asociación Ame-
centros completos de ACV ricana (Argentina) de Cardiología
d. Médico que trate más de 50 ACV al año
Un centro completo de ACV (CCACV) puede e. Médico con al menos 10 publicaciones con
GH¿QLUVHFRPRXQVLVWHPDFRQHOSHUVRQDOLQ- revisión de pares en enfermedad cerebro-
fraestructura, experiencia y programas para el vascular
diagnóstico y tratamiento de los pacientes con f. Médico con más de 12 créditos de edu-
ACV que requieran una atención médica más cación médica continua (CEMC) en áreas
intensiva, neurocirugía, estudios especializados relacionadas directamente con la enfermedad
RWUDWDPLHQWRVHQGRYDVFXODUHV/RVEHQH¿FLRV cerebrovascular
teóricos de estos centros incluirían el tratamiento Debe estar disponible las 24 horas del día
de los pacientes más graves o que requieran todo el año, para determinar la conducta
tratamientos complejos, por lo que serían el médica y administrativa de los casos pro-
complemento de los Centros Primarios de ACV. blemáticos.
Para efectuar las recomendaciones los miembros Los LQWHQVLYLVWDVdeben tener entrenamiento en
de la BAC efectuaron una revisión completa neurointensivismo, tratar al menos 20 pacientes
de la literatura, enviaron un cuestionario a los con ACV al año, tener 4 CEMC en el área, y
líderes de opinión en ACV, consultaron con las saber realizar o interpretar doppler transcraneano,
asociaciones profesionales componentes de la carotídeo y ecocardiograma.
%$&FODVL¿FDURQODHYLGHQFLDGHODUHYLVLyQ La evidencia QLYHO,,,& demuestra que la aten-
ELEOLRJUi¿FDSDUDWHVWVGLDJQyVWLFRV\WUDWD- ción de los pacientes con ACV por parte de los
mientos (7DEOD \¿QDOPHQWHHVWDEOHFLHURQ QHXUyORJRVdisminuye la morbimortalidad, por
un consenso entre los miembros del Comité esta razón el CCACV debe tener al menos un
Ejecutivo de la BAC. neurólogo de staff.
Los componentes fundamentales de un CCA- Los QHXURFLUXMDQRVYDVFXODUHV, QHXURUUDGLy
CV se pueden dividir en cuatro áreas: personal ORJRVLQWHUYHQFLRQLVWDV y FLUXMDQRVYDVFXODUHV
HVSHFLDOL]DGRWpFQLFDVHVSHFt¿FDVGHGLDJQyV- deben trabajar en conjunto y discutir los casos-
tico y tratamiento, infraestructura del lugar y problema.
servicios a la comunidad e investigación. El QHXURFLUXMDQR, para ser considerado es-
pecialista en cirugía vascular, debe tratar 20
3.2.4.1. Personal pacientes con HSA al año y operar a 10 de ellos
Un CCACV debe tener el siguiente personal: con una mortalidad menor del 32% en agudo y
director, médicos intensivistas, neurólogos, del 1% en aneurismas asintomáticos y crónicos.
neurocirujanos, cirujanos vasculares con ex- (*UDGR$) Debe estar disponible dentro de los
periencia en cirugía carotídea, neurorradiólo- 30 minutos de solicitada la consulta.
gos con formación diagnóstica y terapéutica, Los QHXURUUDGLyORJRVLQWHUYHQFLRQLVWDV, para
Departamento de Emergencias conectado con ser considerados como tales, deben tener más de
el Sistema de Emergencias Médicas, técnicos 30 procedimientos como entrenamiento inicial
radiólogos, enfermeras, especialistas en reha- y realizar no menos de 10 por año.
bilitación y trabajadores sociales. Los FLUXMDQRVYDVFXODUHV que traten la patología
El 'LUHFWRU del centro no debe ser necesaria- carotídea deben tener una mortalidad periope-
mente neurólogo o neurocirujano, pero debe ratoria (dentro de los 30 días) menor del 0,2%
cumplir con al menos dos de los siguientes en los pacientes asintomáticos y del 0,4% en
requisitos particulares: los sintomáticos, de igual manera la incidencia
a. Especialista en neurología o neurocirugía de muerte y ACV isquémico debe ser inferior
con entrenamiento en ACV o neurocirugía al 3% y 6% respectivamente. (*UDGR$)
vascular El SHUVRQDOGHHQIHUPHUtD debe contar con
b. Especialista en neurología vascular entrenamiento provisto por el CCACV en la
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 225

forma de cursos teórico-prácticos, para el ma- mica de los pacientes y sus posibilidades de
nejo de estos pacientes. Se debe nombrar un rehabilitación.
Jefe de Enfermería con antecedentes en ACV
y experiencia en investigación clínica. 3.2.4.2 Diagnóstico por imágenes
Se debe contar con NLQHVLyORJRV con entre- Un CCACV debe contar con tomografía compu-
namiento en asistencia respiratoria mecánica, tada (TC), resonancia magnética nuclear (RMN),
rehabilitación muscular y de la deglución. angiografía digital (AD), ultrasonografía ex-
Los WUDEDMDGRUHVVRFLDOHV tienen un papel tracraneal, intracraneal, cardíaca y métodos
predominante en la evaluación socioeconó- GHGHWHUPLQDFLyQGHOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO
.IVELDEEVIDENCIA 4ERAP£UTICA 4EST$IAGN˜STICO

) $ATOSDE%#!CONSUFICIENTEPODER %VIDENCIADEESTUDIOSPROSPECTIVOS
ESTAD¤STICOPARADISCRIMINARFALSOS ENGRANDESPOBLACIONES COMPARA
POSITIVOSNEGATIVOS CONDROGAS DOSCONTRAELESTÖNDARCUANDO
APROBADASPORLA&$! CORRESPONDIERA CONUNAALTATASADE
CERTEZA

)) $ATOSDE%#!QUEPUEDENTENER %VIDENCIADEESTUDIOSPROSPECTIVOS
FALSOSPOSITIVOSONEGATIVOS CON CONPEQUE®ON¢MERODEPACIENTESO
DROGASNOAPROBADASPORLA&$! DEESTUDIOSRETROSPECTIVOSBIEN
PEROQUESONUTILIZADASENVARIOS DISE®ADOSENUNAGRANPOBLACI˜N
CENTROSM£DICOS COMPARACI˜NCONTRAELESTÖNDARU
OTROSTESTALTERNATIVOSYAVALIDADOS

))) $ATOSDEESTUDIOSDECOHORTES NO %VIDENCIADEESTUDIOSRETROSPECTIVOS


ALEATORIZADOS CONTRATAMIENTOS CONPEQUE®ASPOBLACIONES
USADOSENALGUNASCIRCUNSTANCIAS
PEROQUENOSONLOSACEPTADOSPOR
TODOS

)6
$ATOSDEESTUDIOSNOALEATORIZADOS 3ERIESDECASOSUOPINI˜NDE
UTILIZANDOCONTROLESHIST˜RICOS EXPERTOS

6
$ATOSDESERIESDECASOSANECD˜TICAS
OREPORTESDECASOS

'RADOSDE2ECOMENDACI˜N

'RADO! .IVELDEEVIDENCIA) #ONDICI˜NESTABLECIDACOMO¢TILO


PREDICTORAENUNAPOBLACI˜N
ESPEC¤FICA

'RADO" .IVELDEEVIDENCIA)) #ONDICI˜NESTABLECIDACOMO


PROBABLEMENTE¢TILOPREDICTORAEN
UNAPOBLACI˜NESPEC¤FICA

'RADO# .IVELDEEVIDENCIA))) )6O6 #ONDICI˜NESTABLECIDACOMO


POSIBLEMENTE¢TILOPREDICTORAEN
UNAPOBLACI˜NESPEC¤FICA

'RADO$ .IVELDEEVIDENCIA))) )6O6 $ATOSINADECUADOSOCONFLICTIVOS


TESTDEVALORPOCOCLAROOCONTROVER
SIAL

-ODIFICADODE!LBERTS-* ,ATCHAW2% 3ELMAN72 3HEPHARD4 (ADLEY-. "RASS,-ETAL


h2ECOMMENDATIONSFORCOMPREHENSIVESTROKECENTERSACONSENSUSSTATEMENTFROMTHE"RAIN!TTACK
#OALITIONv%N3TROKE 
226 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Se analizará la evidencia e indicaciones que de estenosis carotídeas y de vasculitis del SNC


MXVWL¿TXHQODQHFHVLGDGGHVXLQVWDODFLyQHQ (*UDGR$). Debe estar disponible 24/7, con
el centro. personal de guardia pasiva que debe llegar en
los 60 minutos de solicitado el estudio. Un
Tomografía computada CCACV debe tener una incidencia de muerte y
La TC sigue siendo el método diagnóstico por ACV periprocedimiento menor del 1% y una tasa
excelencia en el ACV (*UDGR$) y debe es- de complicaciones totales menor del 2%.
tar disponible las veinticuatro horas del día,
todos los días de la semana, todo el año. No Ultrasonografía extracraneal
debe exceder de 25 minutos de demora desde El 'RSSOHUGHYDVRVGHOFXHOOR (DVC) es un
el arribo del paciente. procedimiento con una sensibilidad y espe-
La DQJLRJUDItDSRU7& es una recomendación FL¿FLGDGGHHQWUHHO\SDUDHVWHQRVLV
*UDGR$KDELGDFXHQWDGHVXÀH[LELOLGDG\ FDURWtGHDKHPRGLQiPLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYD
FHUWH]DGLDJQyVWLFD GHHVSHFL¿FLGDG (*UDGR$) y algo menor para la vertebral; su-
diagnóstica en estenosis extracraneanas, 90- mado a ésto, su fácil uso y amplia disponibi-
100% sensibilidad para aneurismas mayores de lidad. Se hace imprescindible que el personal
7 mm), su disponibilidad y su capacidad para capacitado siga las guías y evaluaciones del
reemplazar a la AD y a la angio RMN. Comité Intersocietario para la Acreditación de
Laboratorios Vasculares u otro comité local
Resonancia Magnética Nuclear con normas similares.
La Resonancia Magnética Nuclear (RMN) es
superior a la TC en la resolución diagnóstica, Doppler Transcraneano
especialmente en fosa posterior. (*UDGR$) Debe El DTC es una técnica sencilla, segura, econó-
estar disponible 24/7 todo el año, y aunque mica y no invasiva para acceder a las arterias
el personal técnico puede no estar de guardia de la base del cráneo y polígono de Willis.
activa, se debe garantizar la realización del Su utilidad en el diagnóstico del vasoespasmo
estudio dentro de las 2 hs de solicitado. poshemorragia subaracnoidea y tiene, com-
La 501FRQ'LIXVLyQ diagnostica el 90% de los parado con la AD, una sensibilidad del 85%
ACV isquémicos e informa sobre el mecanismo \XQDHVSHFL¿FLGDGGHO *UDGR$). Se ha
etiológico, pero sus resultados no afectan la demostrado su utilidad en el diagnóstico de
sobrevida. Si bien no es imprescindible, tiene estenosis u oclusiones intracraneanas, así como
utilidad avalada por estudios de *UDGR$. su utilidad como coadyuvante de la trombolisis
La 501FRQ3HUIXVLyQ está avalada por una (*UDGR$). Se sugiere que el personal capacitado
recomendación de *UDGR%, ya que no afecta siga normas similares a las del DVC.
el diagnóstico, el tratamiento ni la sobrevida.
La DQJLRJUDItDSRU501 es una UHFRPHQGDFLyQ Ecocardiografía
A para el diagnóstico de estenosis extracraneanas La HFRFDUGLRJUDItD WUDQVWRUiFLFD (ETT) o
y % para el de aneurismas intracraneales, que WUDQVHVRIiJLFD (ETE) son elementos funda-
deben ser mayores de 5 mm. mentales para el diagnóstico de cardioembolia.
La YHQRJUDItDSRU501 es una UHFRPHQGD El examen rutinario debe ser efectuado con el
FLyQ% pues, si bien diagnostica la trombosis ETT, dejando el ETE para los pacientes con
venosa cerebral, tiene falsos positivos, pero, lesiones aórticas o cardíacas severas, para lo
por otra parte, está disponible en todos los re- que tiene mayor sensibilidad (*UDGR$).
sonadores.
Métodos de determinación del Flujo
Angiografía digital Sanguíneo Cerebral y Metabolismo
La AD es el 3DWUyQ2UR para el diagnóstico de Existen distintos tipos de métodos para estas
aneurismas intracraneanos, fístulas y malfor- determinaciones, Xenón 131, TC con Xenón
maciones arteriovenosas, medición del grado estable, perfusión por RMN y TC, tomogra-
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 227

fía computada de emisión de fotones simples 6\PSWRPDWLF&DURWLG(QGDUWHUHFWRP\7ULDO) y


(SPECT) y tomografía por emisión de positrones ACAS ($V\PSWRPDWLF&DURWLG$WKHURVFOHURVLV
(PET). Como recomendación *UDGR& el PET 6WXG\). Si bien es una recomendación *UDGR
ha demostrado utilidad en el diagnóstico agudo %ORVHVWXGLRVTXHODVXVWHQWDQWLHQHQGp¿FLW
de isquemia cerebral, pero ningún trabajo ha metodológico y, en varios de ellos, el grupo
UHÀHMDGRVXXWLOLGDGHQHOPDQHMRRSURQyVWL- control quirúrgico tiene una morbimortalidad
co de los pacientes con ACV. Su instalación superior a la recomendada por el NASCET
y mantenimiento son caros, por lo que no se (11% YV 3%). Es un procedimiento optativo
UHFRPLHQGDODPLVPDPiVDOOiGH¿QHVGHLQ- en un CCACV.
vestigación. La angioplastía y VWHQWLQJ intracerebral es un
procedimiento también optativo para un CCA-
Terapéutica Endovascular CV, ya que su utilidad es una recomendación
En otros capítulos de esta obra se detallan las *UDGR,9.
posibilidades de la terapéutica endovascular. Su La embolización de malformaciones y fístulas
utilidad en la patología cerebrovascular está en arteriovenosas tanto preoperatorios como único
constante crecimiento. Actualmente incluye la procedimiento paliativo deben estar disponibles
obliteración de aneurismas intracerebrales, la en un CCACV a pesar de ser una recomendación
angioplastía y el VWHQWLQJ de lesiones oclusivas, *UDGR&, pues, si bien no han sido testeadas en
la angioplastía del vasoespasmo, la tromboli- estudios aleatorizados su utilidad es aceptada
sis intraarterial y la embolización de fístulas por la gran mayoría de los expertos.
y malformaciones AV.
La obliteración de aneurismas es una alterna- 3.2.4.3 Infraestructura
tiva segura y efectiva al tratamiento quirúrgico La infraestructura necesaria debe dividirse en
convencional y, en un estudio aleatorizado de la atención de emergencia, el cuidado agudo
cirugía YV alambres de platino endovasculares y la rehabilitación.
(*XJOLHOPL'HWDFKDEOH&RLOV), en esta patología
se demostró una disminución absoluta del riesgo Servicio Médico de Emergencia
GHPXHUWHRLQFDSDFLGDGGHO(VWHEHQH¿FLR Debe haber un compromiso entre el Sistema
se mantuvo a pesar de un incremento en el re- Médico de Emergencias y la Guardia del CCA-
sangrado precoz y a obliteración endovascular CV.
incompleta. Un CCACV debe tener personal Se debe entrenar a los médicos y radioope-
capacitado en el uso de ambas técnicas. radores bajo la concepción de que el ACV es
El tratamiento del vasoespasmo ya sea por de prioridad similar a la del infarto agudo de
infusión de sustancias vasodilatadoras como miocardio o del trauma, de código rojo: luces
mediante angioplastía son recomendaciones y sirenas.
*UDGR&, si bien esta última es considerada una En la guardia debe haber protocolos escritos
terapéutica efectiva si el centro tiene una tasa que deben revisarse al menos una vez al año,
de complicaciones de entre el 2 y el 4%. de manera tal que cualquier médico que reciba
La trombolisis intra-arterial es una alternativa a un paciente con un probable o supuesto ACV
terapéutica que permitiría aumentar la ventana sepa la sistemática a seguir tanto se trate de
del ACV isquémico de 3 a 6 horas en infartos uno isquémico como hemorrágico.
de la arteria cerebral media. Un estudio con Se debe hacer hincapié en que es fundamental
pro-uroquinasa da sustento a una recomenda- la enseñanza de la FDGHQDGHUHFXSHUDFLyQ de-
ción *UDGR% a este procedimiento. Debe estar VDUUROODGDSRU3HSH(VWDHVXQDPRGL¿FDFLyQ
disponible en un CCACV. de la cadena de supervivencia de las guías de la
La angioplastía carotídea con o sin coloca- AHA (Asociación Norteamericana del Corazón)
ción de VWHQW es una alternativa para algunos y puede resumirse como las 7D:
pacientes que no cumplen los criterios utiliza- 'HWHFWLRQ (detección), 'LVSDFKW (despacho),
dos en los estudios NASCET (1RUWK$PHULFDQ 'HOLYHU\ (transporte), Door (entrada a la Guardia),
228 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Data, 'HFLVLRQ (decisión), 'UXJ (drogas). de cuidados generales, con una disminución de
Los médicos de la Guardia deben tener conoci- la morbimortalidad del 30%. Kalra HWDO en dos
miento de las indicaciones de rTPA intravenoso excelentes publicaciones sobre el mismo estudio
e intra-arterial así como de nuevos tratamientos compararon en forma prospectiva y aleatorizada
como, por ejemplo, el factor VII activado para el cuidado en UAC, en domicilio con un equi-
la hemorragia intracerebral espontánea. po médico y paramédico especializado, y con
Toda la atención debe ser adecuadamente el equipo de ACV móvil en las distintas salas
registrada en papel y, de ser posible, electró- del hospital. En los *Ui¿FRV\ se observan
nicamente. las diferencias en la curva de supervivencia de
Se deben realizar al menos dos reuniones al año .DSODQ0DLHU\HQODHVFDODGH5DQNLQPRGL¿-
entre los médicos de guardia y los integrantes FDGDTXHIDYRUHFHQFRQYDORUHVVLJQL¿FDWLYRV
del CCACV, así como prestar soporte técnico el cuidado en la UAC respecto de los otros dos
y educativo al requerimiento de los cambios y al cuidado domiciliario respecto del equipo de
en el conocimiento. ACV. Nuestra experiencia con una UAC, que
será presentada más adelante en este capítulo,
Unidad de Ataque Cerebral y es coincidente con lo publicado.
Unidad de Terapia Intensiva Lanhorne HWDO compararon la atención en
de Neurociencias UAC y un equipo de ACV móvil y trasladable,
La utilidad de la Unidad de Ataque Cerebral demostrando que la UAC sigue siendo el PDWUyQ
(UAC) o Unidad de 6WURNH es una evidencia &ODVH Oro del cuidado del ACV.
I y una recomendación *UDGR$ que se mantiene Los requerimientos de una UAC pueden ser
constante a lo largo del tiempo y de las nuevas compartidos tanto con una Unidad Coronaria
aproximaciones al cuidado del paciente con ACV. como con una Unidad de Terapia Intensiva
El metaanálisis de los investigadores en Unidad de Neurociencias (UTIN). Nuestra idea de
de 6WURNH demostró en 1977 la superioridad de los mismos puede verse en el *Ui¿FR. En el
las unidades tanto las dedicadas a rehabilitación *Ui¿FR se pueden observar los criterios de
como las de cuidado agudo respecto de las salas internación en la UAC que se comentarán en

 


IN
NK
2A 
 
IN
NK
2A 
 
IN
NK
2A 
 
IN
NK
2A 
 
IN
NK
2A 


    
5!#$OMICILIO3TROKE4EAM       

'RÖFICO#URVADESUPERVIVENCIADE+APLAN -AIER 'RÖFICO%SCALADE2ANKINMODIFICADAALOS  Y


COMPARANDOLOSDISTINTOSTIPOSDECUIDADODEL!#6 MESESVERCAP¤TULODE%SCALASPARADETALLES ,AS
,ASDIFERENCIASENTRE5!#YDOMICILIO YENTRE5!#Y DIFERENCIASENTRE5!#YDOMICILIO YENTRE5!#Y3TROKE
3TROKE 4EAM SON ESTAD¤STICAMENTE SIGNIFICATIVAS AL 4EAMSONESTAD¤STICAMENTESIGNIFICATIVASALNIVELDE
IGUALQUELADEDOMICILIOY3TROKE4EAM-ODIFICADO 2ANKIN -ODIFICADODE+ALRA, %VANS% 0£REZ
DE+ALRA, %VANS% 0£REZ) +NAPP- $ONALDSON ) +NAPP- $ONALDSON. 3WIFT#h!LTERNATIVE
. 3WIFT#h!LTERNATIVESTRATEGIESFORSTROKECAREA STRATEGIESFORSTROKECAREAPROSPECTIVERANDOMISED
PROSPECTIVERANDOMISEDCONTROLLEDTRIALv4HE,ANCET CONTROLLEDTRIALv%N4HE,ANCET 
 
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 229

detalle al mostrar nuestra experiencia con una continua de volumen-minuto) y/o de estricto
unidad en la República Argentina. Respecto del control de enfermería.
personal médico, el jefe puede ser un neurólogo La UTIN requiere del equipamiento de cual-
con la especialidad de terapia intensiva o un quier UTI, con ventiladores, microprocesador y
especialista en terapia intensiva con formación monitores multiparamétricos, bombas de infusión
en ACV de acuerdo a las normas delineadas y, por sobre todo, una relación enfermería/pa-
previamente. Es esencial respetar la relación ciente de 1:1 para los multimonitorizados y de
enfermero/paciente de al menos 3:1 y contar 2:1 para el resto.
con la presencia de kinesiólogos motivados El Jefe de la Unidad necesariamente debe
para la atención de pacientes secuelados. tener el título de especialista en Terapia In-
La UTIN es un elemento esencial de cualquier tensiva y el de Neurología o Neurocirugía, o
CCACV así como de cualquier hospital con acreditar en su defecto un entrenamiento en
servicios de alta complejidad. En el Hospital Neurointensivismo y en enfermedades cere-
Fernández el 35% de las internaciones de la UTI brovasculares de acuerdo a lo ya mencionado.
general, no cardiológica, son debidas a enfer- La unidad debe tener un neurólogo disponible
medades neurológicas médicas o quirúrgicas, en las horas diurnas. Los médicos de guardia
ocupando la enfermedad cerebrovascular el 47% deben ser especialistas en Terapia Intensiva y
de las mismas. El criterio básico de admisión tener asistencia a cursos de neurointensivismo
es la necesidad de monitorización neurológica y de enfermedades cerebrovasculares, al igual
invasiva (presión intracraneana, oximetría ce- que los kinesiólogos que deben sumar a su es-
rebral, doppler transcraneano continuo, etc.), pecialización neurológica un adecuado manejo
de asistencia ventilatoria mecánica invasiva GHOD¿VLRWHUDSLDUHVSLUDWRULD\ODDVLVWHQFLD
o no invasiva, de monitorización hemodiná- respiratoria mecánica.
mica (TAM, catéter de Swan Ganz, medición Todo el equipo debe efectuar cursos de entre-
namiento para entablar una relación apropiada
con la familia del paciente, capacitándose en
la tarea de dar PDODVQRWLFLDV.

Rehabilitación
La rehabilitación es parte esencial de los cuida-
dos posteriores a un ACV. Sus objetivos pueden
resumirse en entrenamiento para una máxima
recuperación, prevención y tratamiento de las
comorbilidades, promoción de las actividades
psicosociales y de integración a la comunidad,
prevención de isquemias recurrentes y mejoría
de la calidad de vida. Es evidencia *UDGR$
que la rehabilitación multidisciplinaria orga-
nizada reduce la muerte, la incapacidad y la
'RÖFICO2EQUERIMIENTOSDEUNA5NIDADDE!TAQUE
#EREBRAL
s!#6ISQU£MICOESTABLECIDOSINALTERACI˜NDELESTADODE
s-£DICOSUNJEFE DOSCOORDINADORES UNNEUR˜LOGOY
M£DICOSDEGUARDIAPORLANOCHE CONCIENCIA
s%NFERMEROSUNJEFE UNENFERMEROCADAPACIENTES s!)4PROGRESIVOINCRESCENDO4)!
s+INESIOLOG¤ARESPIRATORIAYNEUROMUSCULARX
s(EMORRAGIASUBARACNOIDEAGRADO)Y))DE(UNT(ESS
s %STUDIOS COMPLEMENTARIOS 4!# !$ %COCARDIO
GRAF¤A ULTRASOGRAF¤A DE VASOS DEL CUELLO Y $4# s!#6HEMORRÖGICOSINALTERACI˜NDELESTADODECONCIENCIA
LABORATORIOCOMPLETO s &IBRIN˜LISISSIST£MICAOINTRAARTERIAL
s %QUIPAMIENTO MONITOR %#' PRESI˜N NO INVASIVA
OXIMETR¤ADEPULSOCCAMAS CAMACONBARANDA *Ui¿FR Indicaciones de interacción en la Unidad
BOMBASDEINFUSI˜N POSIBILIDADDEV¤AA£REAARTIFICIAL de Ataque cerebral
230 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

internación institucional aguda y crónica, así de los medios de comunicación. Es deseable


como mejora la calidad de vida y disminuye la focalización de actividades en los grupos de
HOFRVWH¿QDQFLHUR\HPRFLRQDOGHODIDPLOLD riesgo, como los jubilados y pensionados.
y la sociedad. Se debe promover la investigación clínica
El programa de rehabilitación puede estar di- original o la facilitada por las compañías de
ULJLGRSRUXQ¿VLDWUDRSRURWURVHVSHFLDOLVWDV especialidades medicinales, pero esto no es
entrenados en el tema (neurólogos, kinesió- una cuestión primordial en el CCACV. Sí lo
logos). Debe contar con psicólogos, foniatras es la confección de un registro de ACV y de
y trabajadores sociales entrenados en el tema. una base de datos lo más simple y completa
Se debe contar con un centro para pacientes posible. Ésto permite, junto a las encuestas de
externados ya que esto cumple con los mismos calidad de atención efectuadas a los pacientes
objetivos que la rehabilitación en el hospital. RVXVIDPLOLDUHVDXPHQWDUODH¿FLHQFLD\OD
(*UDGR%) FDOLGDGWRWDO del centro.

Otros servicios
3.2.5. Unidad de ataque
Es importante contar –en las áreas que lo per-
cerebral: experiencia
mitan– con un transporte aéreo, ya sea avión-
argentina
ambulancia o helicóptero sanitario, pues au-
menta las posibilidades de ofrecer el tratamiento En el año 1999 junto con el Profesor O. Fusti-
trombolítico a un mayor número de pacientes. noni establecimos la primera Unidad de Ataque
Ésta es una recomendación Grado B. Cerebral de la que se tiene referencia en la
República Argentina, en un Hospital Privado
3.2.4.4 Educación y cuya población principal pertenecía al Progra-
Servicios a la comunidad ma de Atención Médica Integral (PAMI) del
El CCACV debe contar con un programa de Instituto Nacional de Jubilados y Pensionados.
docencia dirigido a la comunidad médica y Los recursos humanos y materiales, así como
general. los criterios de internación se encuentran en
La creación de becas de especialización (IHOORZ los *Ui¿FRV\.
VKLSV) en el área debe ser prioritaria y, como Ambos estábamos convencidos de que el óp-
ya se vió, debe estar apoyada por la Dirección timo cuidado de los pacientes con ACV sólo
del hospital en la que se encuentra inserto. El podía brindarse en ese marco, por lo que ni bien
Consejo de Acreditación de la Educación Médica se estableció la Unidad, se comenzó con un
de Graduados en los EE.UU. ha reconocido en registro de pacientes que al llegar a un número
IRUPDR¿FLDOODHVSHFLDOL]DFLyQHQQHXURORJtD similar, se comparó con el de los internados
vascular. con igual diagnóstico en el Servicio de Clínica
Cada una de las áreas debe preparar al menos Médica (CM). La intención de la comparación
GRVFXUVRVDODxRGLULJLGRVDVXViUHDVGHLQÀXHQ- era demostrar a las autoridades y a la comunidad
cia (neurología, terapia intensiva, enfermería, médica la utilidad de la UAC.
rehabilitación). Se enrolaron 106 pacientes ingresados entre el
Con respecto a la población general, es evidencia 10 de mayo de 1999 y el 1 de julio de 1999 en la
*UDGR$ que la educación permite disminuir los UAC con diagnóstico de ACV isquémico, y se
tiempos de consulta de los pacientes y aumentar compararon con 92 pacientes internados en CM.
ODVSRVLELOLGDGHVGHWUDWDPLHQWR¿EULQROtWLFR Se analizó la edad, sexo, días de internación y
y evidencia *UDGR% que la educación sobre condición al egreso, comparando la mortalidad
factores de riesgo permite mejorar las interven- con el estudio de rTPA del NINDS. El análisis
ciones terapéuticas. Por esto se recomienda que estadístico se realizó mediante el Test de Ȥ2 (ji
el CCACV dirija a la comunidad al menos dos al cuadrado) y de la T de Student.
actividades al año, ya sea en forma de charlas, En ambos grupos hubo predominio del sexo
encuentros, coloquios en el centro o a través femenino (67% en CM y 56% en UAC) con
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 231

una edad promedio de 80±16 y 77±20, que etiológicas del ACV. Lo más interesante de esta
ajustadas a la mediana revelaron 81,5 y 80,5 revisión es el hecho de que la instauración de
años respectivamente. (*Ui¿FRV\) los Centros de Excelencia puede adecuarse a
La mortalidad fue menor en la UAC (20% YV las realidades de cada comunidad pudiendo
23% en CM) aunque sin alcanzar una diferen- aplicarse recomendaciones *UDGR$, que no
FLDVLJQL¿FDWLYD/DPRUWDOLGDGGHOD8$&IXH están tan lejos de la tecnología de los países
menos que la rama placebo del NINDS (20 YV en vías de desarrollo, aunque sí ocultos por el
 FRPRVHHMHPSOL¿FDHQHO*Ui¿FR. concepto de nihilismo terapéutico.
/RVGtDVGHLQWHUQDFLyQIXHURQVLJQL¿FDWLYD- Nuestra experiencia con el establecimiento
mente menores en el grupo de la UAC, tanto de una UAC en un Centro dependiente de la
analizando los promedios de internación (6,7±5 forma más precaria de cobertura médica cual es
días YV 13,8±40 días) como la mediana (7 YV HO3$0,SHUPLWHD¿UPDUTXHVHSXHGHQREWHQHU
4 días) con una p < 0,01. resultados similares a los internacionales aun en
Nuestra conclusión más importante fue que las condiciones menos favorables, apelando al
la disminución de los días de internación en convencimiento, esfuerzo personal y principios
la UAC permitía disminuir el coste total de la GHEHQH¿FHQFLDGHOHTXLSRPpGLFRWUDWDQWH
atención del ACV. Esta economía se hacía sin El compromiso de los directores del Hospital
aumentar la mortalidad, más aún, disminuyén- y de los encargados del sistema de salud es el
GRODDXQTXHQRHQIRUPDVLJQL¿FDWLYD principal sustento de estos programas. Si éstos
Nuestros resultados estuvieron en concordancia no están convencidos de la necesidad y utilidad
con las publicaciones internacionales. de un programa organizado de cuidados del
paciente con ACV, todos los esfuerzos grupales
o individuales serán fútiles, como fue nuestro
3.2.6. Conclusiones
caso, en que debimos suspender todo el programa
El establecimiento de Centros Primarios de Aten- por problemas en el pago y en las condiciones
ción del ACV así como el de Centros Completos laborales de los profesionales de la UAC.
de ACV permite disminuir la morbimortalidad Sin embargo seguimos convencidos de que
de esta enfermedad. El establecimiento de las la mejor forma de atención de los pacientes
Unidades de Ataque Cerebral y de Unidades con ACV es dentro de un sistema organizado,
de Terapia Intensiva de Neurociencias es fun- cualquiera sea éste, aunque de preferencia si-
damental pues permite la realización de los guiendo los lineamientos establecidos en este
tratamientos complejos de las distintas vertientes capítulo.

 
 
 
 
 
 
 
 
CL¤NICA UNIDAD PROMEDIO MEDIANA

(OMBRES-UJERES CL¤NICAUNIDAD

'RÖFICO$ISTRIBUCI˜NPORSEXODELOSPACIENTESEN 'RÖFICO-EDIAYMEDIANADEEDADDELOSPACIENTES
5!#Y#-6ERTEXTOPARADETALLES EN5!#Y#-
232 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia



 
 
 
 
 
 
CL¤NICA
Clínica UNIDAD
Unidad .).$3 .).$3 PROMEDIO MEDIANA
PLACEBO R40!
Clínica Unidad
CL¤NICAUNIDAD

'RÖFICO-ORTALIDADHOSPITALARIA 'RÖFICO$¤ASDEINTERNACI˜NPROMEDIOYMEDIANA
EN5!#Y#-

3.3 Guías para la evaluación


y tratamiento del ataque
cerebrovascular isquémico
Damián Lerman
Osvaldo Fustinoni

3.3.1. Introducción 3.3.2. Medicina Basada


en la Evidencia y
El ataque o accidente cerebrovascular (ACV) ACV isquémico
isquémico es una de las principales causas
mundiales de morbimortalidad. Luego de la Hay tres principales desafíos relacionados con
enfermedad cardiovascular, el ACV es la se- el manejo del ACV isquémico:
gunda o tercera causa de muerte en los países
industrializados, pero la primera causa de mor- 1. ,QFUHPHQWDUODHYLGHQFLDFRQ¿DEOHde ensa-
bilidad y discapacidad. En los últimos años y yos clínicos aleatorizados sobre seguridad,
tras muchos esfuerzos, el ACV ha sido reco- efectividad y coste de tratamientos promi-
nocido como una emergencia médica. Hoy se sorios (por ejemplo: trombolisis, terapia
sabe que la optimización del manejo precoz antitrombótica, neuroprotección, recana-
de estos pacientes es primordial para la reduc- lización intervencional)
ción de los casos fatales y de la discapacidad 2. )DFLOLWDUODLQVWDODFLyQGHXQLGDGHVGHVWURNH
a largo plazo. o ataque cerebral, cuidado neurológico or-
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 233

ganizado y transporte de emergencia de los management – update 2003. En: &HUHEURYDVF


pacientes con ACV a centros adecuados 'LV 2003; 16:311-337.
3. /OHYDUODPHMRUHYLGHQFLDGLVSRQLEOH a la Greer, D. “Acute Stroke and other Neurolo-
práctica clínica gic Emergencies”. En: Layon, A.: 7H[WERRNRI
Es por eso que a partir de 1994 se han publica- 1HXURLQWHQVLYH&DUH. Gainesville: Saunders,
do diversas guías y consensos para el manejo 2004; 397-411.
del ACV agudo. Entre ellas, las dos más im- Klijn C., G. Hankey. “Management of acu-
portantes y recientes son las publicadas por la te ischaemic stroke: new guidelines from the
$PHULFDQ6WURNH$VVRFLDWLRQ (ASA) en 2003, American Stroke Association and European
actualizadas en 2005, y por la (XURSHDQ6WURNH Stroke Initiative.” 7KH/DQFHW1HXURO 2003;
,QLFLDWLYH (EUSI) en 2003. Ambas guías basan 2:698-701.
sus recomendaciones en niveles de evidencia Lees K., Zivin J., Ashwood T., Davalos A.,
GHFODVL¿FDFLyQVLPLODU(VWHHVXQWULXQIRGH Davis S., Diener H., HWDO. “NXY-059 for Acute
la Medicina Basada en la Evidencia (MBE) Ischemic Stroke.” En: 1(-0 2006; 354:588-
FRPRSDVRVLJQL¿FDWLYRKDFLDODXQL¿FDFLyQGHO 600.
manejo del ACV agudo en todo el mundo. Sandercock P., Gubitz G., Foley P., Counsell
La meta de las guías es proveer recomenda- C. “Antiplatelet therapy for acute ischaemic
ciones actualizadas que puedan ser usadas por stroke (Cochrane Review).” En: 7KH&RFKUDQH
médicos de emergencias, clínicos, neurólogos, /LEUDU\, Issue 2, 2003.
intensivistas y todos aquellos profesionales que Stroke Unit Trialists’ Collaboration. “Organized
participen en el cuidado de los pacientes durante inpatient (stroke unit) care for stroke”. En: 7KH
las primeras 24-48 hs, desde el diagnóstico, &RFKUDQH/LEUDU\, Issue 2, 2003.
tratamiento y manejo de las complicaciones Part 9: “Adult Stroke”. En: &LUFXODWLRQ2005;
médicas y neurológicas agudas y subagudas del 112: IV111-IV120.
VWURNH, hasta la prevención de su recurrencia.
El objetivo del presente capítulo es revisar
3.3.3. Diagnóstico
la evidencia disponible para cada tópico rela-
cionado con el ACV agudo, comparando cada El concepto de WLHPSRHVFHUHEUR debe ser en-
una de las guías mencionadas. tendido por todos los involucrados en la cadena
de supervivencia del ACV. Al primer eslabón
3.3.2.1 Fuente de Evidencia lo constituyen el paciente y sus allegados,
Adams H. Jr., Adams R., Brott T., Del Zoppo que muchas veces no reconocen los síntomas
G., Furlan A., Goldstein L., HWDO. “Guidelines for y soslayan la importancia de buscar atención
the early management of patients with ischemic médica urgente. Pero el diagnóstico profesional
VWURNH$VFLHQWL¿FVWDWHPHQWIURPWKH6WURNH inapropiado (paramédicos, médicos, etc.) es
Council of the American Stroke Association.” también un problema mayor. En paramédicos,
En: 6WURNH 2003; 34:1056-1083. la EUSI muestra 50% de falsos positivos y 25%
Adams H. Jr., Adams R., Del Zoppo G., HQDTXHOORVHQWUHQDGRV/D$6$UH¿HUH
Goldstein L. “Guidelines for the early mana- GHVHQVLELOLGDG\GHHVSHFL¿FLGDGHQHO
gement of patients with ischemic stroke, 2005 diagnóstico de VWURNH hecho por médicos de
*XLGHOLQHV8SGDWH$VFLHQWL¿FVWDWHPHQWIURP emergencias.
the Stroke Council of the American Heart As- El paciente debe ser entonces evaluado en
sociation/American Stroke Association.” En: la unidad de emergencias con la prioridad del
6WURNH 2005; 36:916-921. riesgo de muerte o incapacidad, y no debe haber
Del Zoppo, G. “Stroke and Neurovascular demoras en el diagnóstico y tratamiento.
Protection.” En: 1(-0 2006; 354:553-555.
European Stroke Initiative Executive Com- 3.3.3.1 Evaluación inicial
mittee and Writing Committee. The European La historia clínica y el examen físico son las
Stroke Initiative recommendations for stroke piedras angulares en el diagnóstico del ACV
234 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

isquémico, y el personal médico debe estar arteria cerebral media. La presencia de estos
entrenado para ello. No es el objetivo del pre- VLJQRVVHDVRFLDFRQSHRUHYROXFLyQ¿QDO\
sente capítulo exponer los diferentes síndromes mayor riesgo de transformación hemorrágica
clínicos. luego del tratamiento con trombolíticos. (1LYHO
(OH[DPHQLQLFLDOGHEHFRQ¿UPDUODQRUPDOLGDG I) Los signos precoces de infarto extenso como
de A (vía aérea), B (respiración), C (circulación) hipodensidad en más de 1/3 de la arteria cere-
y signos vitales. Simultáneamente se coloca una bral media (ACM), compresión de espacios de
vía periférica y se toma una muestra de sangre LCR o desviación de línea media, indican un
para hemograma, química y coagulograma (gases evento serio, con alto riesgo de transformación
arteriales sólo si se sospecha hipoxemia). Se KHPRUUiJLFD\HGHPDPDOLJQR\SXHGHMXVWL¿FDU
LQLFLDLQIXVLyQGHVROXFLyQ¿VLROyJLFD/XHJR repetir la imagen en corto plazo.
un neurólogo debería efectuar un examen neu-
rológico puntual. Resonancia Magnética Nuclear (RMN)
La severidad del ACV, basada en el examen Puede sustituir a la TAC, pero cuenta con algunas
neurológico, es un fuerte indicador pronóstico. desventajas: menor disponibilidad, mayor coste,
Para ello pueden utilizarse escalas validadas, PHQRUSUREDELOLGDGGHLGHQWL¿FDUKHPRUUDJLDV
como la de 1DWLRQDO,QVWLWXWHVRI+HDOWK6WURNH agudas y contraindicaciones (marcapasos, im-
6FDOH (NIHSS), donde el 60-70% de los pa- plantes metálicos, etc.) Sin embargo, se han
cientes con un NIHSS inicial < 10 tienen una realizado estudios comparando TAC y RMN
HYROXFLyQ¿QDOIDYRUDEOHFRPSDUDGRFRQVROR para detectar sangrado cerebral, y ésta demos-
4-16% en aquellos con un puntaje > 20. Ade- WUyXQDVHQVLELOLGDG\HVSHFL¿FLGDGGHO
PiVD\XGDDLGHQWL¿FDUDDTXHOORVFRQULHVJR en manos expertas. Estos resultados sugieren
de sangrado asociado a trombolíticos (3% con que la RMN puede reemplazar a la TAC como
NIHSS < 10 YV. 17% con NIHSS > 20). primer estudio.
La evaluación clínica se suplementa con estu- Si bien es más sensible para detectar infartos
dios diagnósticos seleccionados. (7DEOD) cerebrales, la ASA y la EUSI concuerdan en
que se requieren investigaciones adicionales
para determinar si la difusión y perfusión por
3.3.3.2 Imágenes
RMN, y la espectroscopía, pueden ser una ayuda
Tomografía Axial Computarizada (TAC) DGLFLRQDOSDUDODHYDOXDFLyQGHOULHVJREHQH¿FLR
Ambas guías concuerdan en que la TAC de ce- de la terapia de reperfusión temprana.
rebro es el estudio más importante para excluir
lesiones no vasculares o estructurales como
FDXVDGHOGp¿FLWIRFDOQHXUROyJLFRGLIHUHQFLDU
isquemia de hemorragia, determinar la etiolo-
gía probable y decidir intervenciones agudas.
Además de ser ampliamente disponible, ASA la
LGHQWL¿FDFRPR3DWUyQ2UR. Es relativamente
1. TAC de cerebro sin contraste
insensible para detectar pequeños infartos, en
2. ECG y Rx tórax
especial en fosa posterior. Lo ideal es realizarla
3. Laboratorio
dentro de los 25 min del arribo al hospital e
4. Oximetría de pulso
interpretarla dentro de los 45 min.
Se pueden observar signos de isquemia precoz En casos seleccionados:
desde las 2 hs de instalado el ACV, pero son 5. RMN
difíciles de detectar incluso para radiólogos 6. Angio TAC - Angio RM
experimentados. Los signos de infarto temprano 7. RMN difusión / perfusión
(dentro de las 6 hs) incluyen: borramiento de 8. EEG
surcos, pérdida de la diferenciación gris-blan- 9. Doppler transcraneano
ca, borramiento insular e hiperdensidad de la Tabla 1: Estudios diagnósticos
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 235

Imágenes vasculares equipo debe reunirse regularmente para discutir


Las imágenes vasculares (ultrasonido, angio- la evaluación de los pacientes, objetivos, pro-
TAC y angioRM) ofrecen información adicional gresos, manejo, etc.
acerca de los vasos cerebrales y del cuello.
En cuanto al Doppler transcraneano (DTC),
3.3.5. Cuidado general
puede ser útil para monitorear la trombolisis
para mantener la
espontánea o inducida por drogas, en la mayoría
homeostasis fisiológica
de los pacientes.
El ecocardiograma, sea transtorácico o trans- $SHVDUGHODDXVHQFLDGHHYLGHQFLDFRQ¿DEOH
esofágico, es frecuentemente indicado si se acerca de la efectividad de intervenciones di-
sospecha una fuente cardioembólica, pero no es rigidas al mantenimiento de la homeostasis
una emergencia. Parece útil realizarlo dentro de ¿VLROyJLFDDPEDVJXtDVVRQPDUFDGDPHQWH
las 24 hs para determinar la mejor prevención consistentes en sostener este concepto.
secundaria.
Es importante destacar que la cardioembolia 3.3.5.1 Protección de la vía
puede también sospecharse si en la Angio RMN aérea y función pulmonar
se observan imágenes transitorias de alta inten- Se necesita una oxigenación adecuada para
VLGDGRVHLGHQWL¿FDQUXLGRVGHDOWDLQWHQVLGDG preservar la función metabólica de la penum-
(HITS) en el DTC. bra isquémica. Por ello se recomiendan una
vía aérea permeable y asistencia ventilatoria
mecánica para pacientes con deterioro de la
3.3.4. Unidad de ataque conciencia o con compromiso de la vía aérea.
cerebral o de stroke Se recomienda oxígeno suplementario sólo para
La EUSI enfatiza que los pacientes con sospecha aquellos pacientes con hipoxemia, para alcanzar
de ACV deben ser transportados de urgencia a una saturación de oxígeno (SO2) mayor de 92%
un hospital que tenga acceso a estudios diagnós- (EUSI) o 95% (ASA).
ticos las 24 hs del día los 7 días de la semana. En general, el pronóstico de los pacientes que
Ambas guías recomiendan que los pacientes, necesitan intubación endotraqueal es pobre y
una vez admitidos, deben ser manejados en aproximadamente 50% de ellos muere dentro
una Unidad de Ataque Cerebral. (1LYHO,) Esta de los 30 días del ACV.
recomendación se basa en la evidencia de una
revisión sistemática de ensayos clínicos aleato- 3.3.5.2 Cuidados cardíacos
rizados. Comparada con servicios alternativos, /DVDUULWPLDVSDUWLFXODUPHQWHOD¿EULODFLyQ
el cuidado neurológico organizado reduce la auricular (FA), y otras condiciones cardíacas
probabilidad de muerte o dependencia en un FRPRLQVX¿FLHQFLDFDUGtDFDLQIDUWRDJXGRGH
 ,& ORTXHVLJQL¿FDTXHGLFKR miocardio (IAM) o muerte súbita, pueden com-
cuidado puede resultar en 50 (20-85) muertes o plicar el curso clínico del ACV. Todo paciente
personas dependientes menos, por cada 1 000 debe tener un ECG inicial y algunos pacientes
pacientes tratados. pueden requerir monitoreo ECG continuo.
1LQJXQDJXtDHVSHFL¿FDVLODXQLGDGGHEHVHU /RVFDPELRVHOHFWURFDUGLRJUi¿FRVVHFXQGD-
exclusivamente dedicada al ACV, o puede ser rios al ACV incluyen: infradesnivel del ST,
mixta o con pacientes con cierta severidad, pero prolongación del QT, inversión de la onda T,
DPEDVLQ¿HUHQTXHQRHVQHFHVDULRHOPRQLWRUHR y onda U prominente.
de una unidad de cuidados intensivos. La optimización del volumen-minuto car-
Ambas guías recomiendan que el cuidado debe díaco, manteniendo el límite normal alto de
ser especializado, organizado y multidiscipli- TA y una frecuencia cardíaca normal, son las
nario (médicos, enfermeros, psicoterapeutas, bases esenciales del manejo del ACV. Se debe
fonoaudiólogos y trabajadores sociales, entre- mantener una Presión Venosa Central (PVC)
nados en el cuidado del ACV. (1LYHO,) Dicho de 8-10 cm H2O, tratando de evitar tanto un
236 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

aumento como una disminución de la volemia, Recientemente (2005), la ASA incorpora un


las dos con efecto negativo sobre la perfusión estudio )DVH placebo-control con &DQGHVDUWiQ
cerebral. desde el día 1 del ACV, donde a los 12 meses,
La mayoría de los pacientes se presenta con los pacientes que recibieron &DQGHVDUWiQ me-
hipertensión arterial (HTA) y solo unos po- joraron la sobrevida. No hubo diferencias en los
cos con hipotensión (IAM concomitante, fallo YDORUHVGH7$\QRVHGHVFULEHODHYROXFLyQ¿QDO
cardíaco o sepsis). En ese caso, es necesario del ACV. Esta observación preliminar debe ser
hidratación adecuada (cristaloides o coloides) FRQ¿UPDGDFRQXQHVWXGLRFOtQLFRPD\RU
y, ocasionalmente, el uso de vasopresores e
inotrópicos. 3.3.5.4 Temperatura corporal
Experimentalmente la hipertermia incrementa
3.3.5.3 Manejo de la HOWDPDxRGHOLQIDUWR$GHPiVOD¿HEUHHVIUH-
presión arterial cuente en las primeras 48 hs del ACV, lo que
La autorregulación cerebral puede estar afectada LQÀXHQFLDQHJDWLYDPHQWHODHYROXFLyQ¿QDO8Q
HQODSHQXPEUDLVTXpPLFD\HQHVHFDVRHOÀXMR PHWDDQiOLVLVVXJLHUHTXHOD¿HEUHTXHVLJXHDO
sanguíneo cerebral se vuelve dependiente de ACV se asocia con un marcado incremento en
la presión arterial media. Por ende, una caída la morbimortalidad (1LYHO,). Por otro lado, las
abrupta de la misma podría generar una per- infecciones son un factor de riesgo para ACV y
fusión inadecuada. muchos pacientes desarrollan infección secun-
Por lo expuesto anteriormente y debido a la daria. Por lo tanto, se recomienda la búsqueda
falta de evidencia nivel I, el manejo de la HTA es de posibles infecciones para iniciar el trata-
altamente controvertido. Sin embargo, por con- miento antibiótico. Los agentes antipiréticos
senso, ambas guías coinciden en no recomendar están indicados en pacientes con temperatura
el descenso rutinario de la TA salvo cuando se elevada (> 37,5 ºC para la EUSI; la ASA no
registren los siguientes valores: Tensión Arterial GH¿QHHOQLYHOGHWHPSHUDWXUD 
Sistólica (TAS) > 200-220 mmHg o Tensión
Arterial Diastólica (TAD) > 120 en pacientes 3.3.5.5 Glucemia
con ACV isquémico, y TA > 180/105 mmHg Aun no siendo diabéticos, los ACV se presentan a
para aquellos con ACV hemorrágico. En dichos menudo con hiperglucemia que, por mecanismos
casos, se sugieren /DEHWDORO y 1LWURSUXVLDWR no claros (tales como el incremento de la acidosis
de Sodio para ambos grupos, así como evitar tisular secundario a glucólisis anaeróbica y el
drogas como la 1LIHGLSLQD sublingual, que aumento en la permeabilidad de la barrera hema-
pueden causar una reducción precipitada de la toencefálica), resulta perjudicial. Se recomienda
TA. La ASA también recomienda 1LFDUGLSLQD, el descenso de los niveles elevados de glucosa,
mientras que la EUSI recomienda 8UDGLSLO y tomando como límite 180 mg/dl (EUSI) y < 300
1LWURJOLFHULQD intravenosa (IV), y Captopril PJGO $6$ FRQVROXFLyQ¿VLROyJLFDHLQVXOL-
por vía oral. na (1LYHO,,). Asimismo se recomienda corregir
En cuanto al monto de reducción de la TA, la rápidamente los niveles bajos de glucemia con
ASA recomienda disminuir un 10-15%, mien- bolos de glucosa o infusión de dextrosa.
tras que la EUSI recomienda alcanzar una TA
180/100-105 en pacientes con HTA previa y 3.3.5.6 Fluidos y electrolitos
160-180/90-100 en pacientes previamente no En los pacientes con ACV se debe evitar la
hipertensos. contracción de volumen, la deshidratación al
Ambas guías recomiendan una TA < 180/100 LQJUHVRVHUHODFLRQDFRQPDODHYROXFLyQ¿QDO
mmHg si el paciente va a recibir trombolíticos. y por eso, virtualmente todos los pacientes
Otras indicaciones para la terapia antihiperten- QHFHVLWDQÀXLGRVLQWUDYHQRVRV6HGHEHQHYL-
siva inmediata son el IAM concomitante, edema tar las soluciones hipotónicas (ClNa 0,45%
agudo de pulmón, encefalopatía hipertensiva, y Dextrosa 5%) para minimizar el riesgo de
LQVX¿FLHQFLDUHQDODJXGDRGLVHFFLyQDyUWLFD edema cerebral y el probable efecto perjudicial
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 237

de la hiperglucemia asociado a la infusión de de las 3 hs del inicio del ACV isquémico. La


glucosa. Si bien las anormalidades electrolí- administración del trombolítico debe ser realizada
ticas severas son poco frecuentes en pacientes por médicos expertos en ACV, con acceso a un
con ACV isquémico, los electrolitos deben ser VHUYLFLRFRQIDFLOLGDGSDUDODLGHQWL¿FDFLyQ\
monitoreados y repuestos adecuadamente. manejo de las posibles complicaciones hemo-
rrágicas (1LYHO,). Comparada con placebo, la
trombolisis intravenosa reduce la probabilidad
3.3.6. Tratamiento específico
de muerte o dependencia en un 44% (IC 95%
del ACV isquémico agudo
18-48). Por ende, $OWHSODVH preservaría a 110
3.3.6.1 Reperfusión del personas (50-170) de muerte o dependencia
cerebro isquémico por cada 1 000 pacientes tratados (dependiendo
El concepto de la existencia de una penumbra del riesgo basal del paciente).
isquémica es fundamental para el tratamiento Ambas guías concuerdan en que el tratamien-
actual del ACV isquémico, ya que aunque el to precoz se asocia más frecuentemente con
núcleo infartado no sea salvable, el tejido dis- resultados favorables. Sin embargo, también
funcional adyacente puede serlo si la circulación consideran la potencial, pero todavía no pro-
se restaura y el metabolismo se normaliza. Para bada, efectividad de $OWHSODVH más allá de la
ello debe intentarse la reperfusión tan pronto ventana de 3 hs. La EUSI concluye que solo
como sea posible. Hasta la fecha, solamente la se debe dar después de la tercera hora, en el
administración endovenosa de rtPA ha probado marco de un ensayo clínico.
ser efectiva. Ambas guías desaconsejan $OWHSODVH endove-
noso cuando el tiempo de comienzo del ACV no
Trombolisis intravenosa puede ser precisado con certeza, lo que incluye a
Ambas guías recomiendan $OWHSODVH (activador personas cuyos ACV son reconocidos al despertar
tisular del plasminógeno recombinante – rtPA) (1LYHO,9). Se aconseja precaución, pero no se
intravenoso 0,9 mg/k (máximo 90 mg), con un contraindica, en pacientes con ACV severo
10% de la droga en bolo seguido de infusión (NIHSS > 25) o en los que la TAC muestra
en 60 minutos, para pacientes cuidadosamente signos de infarto grande (borramiento de
seleccionados que puedan ser tratados dentro surcos, efecto de masa, edema).

A – No elegible para trombolíticos


TAS < 220 ó Observar (salvo daño de órgano blanco). Tratar otros síntomas (dolor, cefalea,
TAD < 120 agitación) y complicaciones (hipoxia, hipoglucemia, convulsiones, etc.)
TAS > 220 ó Labetalol 10-20 mg IV. Repetir c/ 10 min (máx. 300 mg) ó
TAD 121-140 Nicardipina 5 mg/h, incrementar c/ 5 min (máx. 15 mg/h). Reducir 10-15% la TA
TAD > 140 NPS 0,5 (μg/kg)/min (máx. 10 (μg/kg)/min) Reducir 10-15% la TA
B – Elegible para trombolíticos
Pretratamiento
TAS > 185 ó
Labetalol o NPS. Si la TA no se reduce, NO administrar rtPA
TAD > 110
Durante y después del tratamiento
Monitorear TA Cada 15 min por 2 hs, luego cada 30 min por 6 hs, y luego cada 16 hs

TAD > 140 NPS


TAS > 230 ó Labetalol (puede usarse infusión 2 a 8 mg/min) ó Nicardipina
TAD 121-140 Si no se controla la TA, NPS
TAS 180-230 ó
Labetalol
TAD 105-120
Tabla 2: Control de la hipertensión arterial
238 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

En cuanto al riesgo de sangrado asociado con dos ensayos clínicos aleatorizados. Además,
la trombolisis, la evidencia actual sugiere que no hay estudios que comparen directamente
el tratamiento con $OWHSODVH incrementa en trombolisis intravenosa YV intraarterial. La ASA
tres veces el riesgo de hemorragia intracraneal aclara que están en curso estudios para evaluar
sintomática (10% con AlteplaseYV. 3% con la combinación de trombolisis intravenosa e
placebo; 2GGV5DWLR (OR) 3,1, IC 95% 2,3- intraarterial.
4,2) y de hemorragia intracraneal fatal en los Ambas guías concuerdan en que la evidencia
primeros 7 a 10 días (4% con $OWHSODVHYV. 1% para la trombolisis intraarterial en la oclusión
con placebo; OR 3.6, IC 95% 2.3-5.7) (1LYHO basilar aguda se limita a pequeñas series de
I). Un metaanálisis demostró que el riesgo de casos y que debe ser efectuada solo como tera-
sangrado es 5,2% en 2 639 pacientes tratados pia experimental en centros especializados de
y subsecuentemente el mismo grupo demos- acuerdo a un protocolo y preferentemente como
tró un marcado descenso de complicaciones parte de un ensayo clínico multicéntrico.
hemorrágicas mayores cuando se siguen las
guías. El mejor método para prevenir el sangra- 3.3.6.2 Protección de las
do es la selección cuidadosa de los pacientes, células cerebrales isquémicas
la vigilancia estricta de la presión arterial con Ambas guías concuerdan en que en la actualidad
tratamiento inmediato de la HTA y el retraso ningún agente con efecto neuroprotector puede
por 24 hs en el uso de anticoagulantes y anti- ser recomendado para el tratamiento del ACV
plaquetarios. Otros efectos adversos incluyen isquémico (1LYHO,). Algunos de los agentes es-
angioedema orolingual (1,5%), hipotensión tudiados con resultados ampliamente negativos
aguda y sangrado sistémico (0,4%). son: 1LPRGLSLQD, $SWLJDQHO (inhibidor NMDA),
En un análisis de varios ensayos clínicos con /DEHOX]ROH, 6HOIWROHO (antagonista de glutamato),
rtPA, el IC 95% más bajo para el OR ajustado &ORPHWLD]RO (antagonista GABA), *DYHVWLQHO
SDUDHYROXFLyQ¿QDOIDYRUDEOHIXHKV6LQ (antagonista de glicina), 0DJQHVLR, &LWLFROLQD,
embargo se necesita información adicional para entre otros. Lo mismo sucedió con factores
extender la ventana a 4,5 hs. QHXURWUy¿FRVLQKLELGRUHVGHODSHUR[LGDFLyQ
$PEDVJXtDVD¿UPDQTXHQLQJ~QRWURWURPER- lipídica, gangliósidos y enlimomab (anticuerpo
lítico ha probado ser efectivo y seguro, y que los monoclonal anti ICAM-1).
datos disponibles en la actualidad no apoyan el La hipotermia ha demostrado ser neuroprotectora
uso clínico de (VWUHSWRNLQDVD o $QFURG (enzima luego del paro cardíaco. La hipotermia moderada
derivada del veneno de serpiente que degrada (32-33ºC) reduce la mortalidad en infartos graves
¿EULQyJHQR IXHUDGHHQVD\RVFOtQLFRV de la ACM pero produce efectos adversos severos
que deben ser tenidos en cuenta si la terapia dura
Trombolisis intraarterial varios días. El número de pacientes estudiados
En cuanto al tratamiento intraarterial con Prouro es aún muy pequeño (1LYHO,,,\9).
NLQDVD, la EUSI considera que utilizado para la Recientemente se ha publicado el resultado de
oclusión aguda de la arteria cerebral media con un ensayo clínico aleatorizado con 1;< (un
una ventana de 6 hs resulta en una mejor evolu- bloqueante de radicales libres) dentro de las 6 hs
FLyQ¿QDO 1LYHO,). Sin embargo, la ASA es más del ACV, en el que se demostró mejoría de la disca-
conservadora, sugiriendo que es una opción de pacidad a los 90 días, pero no en otras mediciones
tratamiento para pacientes seleccionados, con como el NIHSS. Se necesitan investigaciones
ACV isquémico mayor debido a oclusión de la DGLFLRQDOHVSDUDFRQ¿UPDUWDOEHQH¿FLR
arteria cerebral media y < 6 hs de evolución, pero
advierte que dichos datos se basan en ensayos 3.3.6.3 Incremento del
con prourokinasa recombinante, que no está flujo sanguíneo cerebral
disponible para el uso clínico y que la FDA no Ambas guías concuerdan en que las estrate-
aprobó para trombolisis intraarterial porque JLDVSDUDPHMRUDUHOÀXMRVDQJXtQHRFDPELDQGR
no demostró ser efectiva y segura en al menos las características reológicas de la sangre (por
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 239

ejemplo, hemodilución isovolémica) o incre- 3.3.7.2 Heparina


mentando la presión de perfusión cerebral Ninguna guía recomienda el uso rutinario de
(por ejemplo, hemodilución hipervolémica), KHSDULQDQRIUDFFLRQDGD, KHSDULQDGHEDMRSHVR
no han demostrado utilidad (1LYHO,). La ASA PROHFXODU (HBPM) o KHSDULQRLGHV en el ACV
advierte que esas terapias se asocian con un isquémico agudo, fuera de un ensayo clínico.
riesgo de complicaciones neurológicas y car- (OHIHFWREHQH¿FLRVRGHHVWDVGURJDVHQUHGXFLU
diovasculares. el riesgo de ACV recurrente se contrarresta por
completo por el alto riesgo de transformación
hemorrágica del infarto, sobre todo en el caso
3.3.7. Prevención del ACV
de la heparina no fraccionada. (1LYHO,) Sin
isquémico recurrente precoz
embargo, la EUSI recomienda que la heparina
3.3.7.1 Terapia en dosis plena puede ser utilizada en indica-
antiplaquetaria ciones seleccionadas como fuentes cardíacas
La ASA y la EUSI concuerdan en que el uso de con alto riesgo de reembolia, disección arterial,
DVSLULQD (AAS) debe comenzar dentro de las estenosis arterial de alto grado previa a la ciru-
48 hs del ACV isquémico (1LYHO,), excepto en gía o trombosis de seno venoso. (1LYHO,9) La
aquellos pacientes que van a recibir trombolí- ASA es más conservadora, sugiriendo nuevos
ticos, en cuyo caso la aspirina debe ser retrasa- estudios para determinar si ciertos subgrupos
da 24 hs. Esta recomendación se basa en que, (aterotrombosis de grandes vasos o pacientes
comparada con control, AAS 160-300 mg/día con alto riesgo de embolia recurrente) pueden
(iniciada dentro de las 48 hs y continuada por EHQH¿FLDUVHFRQODDQWLFRDJXODFLyQXUJHQWH
10-28 días) reduce en 13% (IC 95% 3-21%) la Además, no recomienda la anticoagulación
probabilidad de recurrencia del ACV durante urgente para pacientes con ACV moderado a
el período de tratamiento, y en 5% (IC 95% severo, debido al alto riesgo de complicaciones
 ODGHPXHUWHRGHSHQGHQFLDDO¿QDOGHO hemorrágicas intracraneales serias.
seguimiento. Esto resultaría en 13 personas
muertas o dependientes menos por cada 1 000 3.3.7.3 Procedimientos
pacientes tratados. Después, un metaanálisis de revascularización
mostró 25% de Reducción Relativa de Ries- /D$6$FRQVLGHUDTXHQRKD\GDWRVGH¿QLWL-
go (RRR) de eventos vasculares (IAM, ACV, vos acerca de la efectividad y seguridad de la
PXHUWH (VWHEHQH¿FLRVXSHUDDPSOLDPHQWH endarterectomía carotídea, el E\SDVV arterial
al riesgo de sangrado mayor. extra-intracraneal o los tratamientos endovascu-
La EUSI recomienda una dosis de 100 a 300 lares (angioplastia, VWHQW, remoción de coágulo,
mg/día, mientras que la ASA no efectúa ninguna trombectomía por succión y trombolisis asisti-
recomendación con respecto a la dosis inicial, da por láser y SRZHUGRSSOHU), para pacientes
ya que diferentes dosis no mostraron diferencia dentro de las primeras horas a días del ACV
en la recurrencia del ACV. isquémico agudo. Por lo tanto, dichos trata-
La ASA establece que no puede hacerse ninguna mientos no se recomiendan fuera del marco
recomendación sobre otras drogas antiplaque- de investigación.
tarias en el ACV agudo.
Con respecto a &ORSLGRJUHO, es ligeramente
3.3.8. Prevención de
superior a AAS en la prevención de eventos
las complicaciones
vasculares. Es el agente de elección en pacientes
con contraindicaciones o efectos adversos de la Aproximadamente 25% de los pacientes puede
AAS, y podría ser más efectivo en pacientes de empeorar dentro de las primeras 24-48 hs del
alto riesgo (ACV previo, enfermedad arterial ACV, sin embargo, es difícil predecir cuáles
periférica, enfermedad coronaria y DBT). se deteriorarán. Las medidas para prevenir las
Se está llevando a cabo un estudio con Ab complicaciones tanto médicas como neuro-
FL[LPDE que podría ser promisorio. lógicas, iniciadas dentro de las primeras 24
240 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

KVSXHGHQPHMRUDUODHYROXFLyQ¿QDOGHORV graduada (1LYHO,9), y que bajas dosis de KH


pacientes. SDULQDQRIUDFFLRQDGD o KHSDULQDGHEDMRSHVR
PROHFXODU deben ser utilizadas en pacientes con
3.3.8.1 Complicaciones alto riesgo de trombosis. (1LYHO,,) En cambio,
médicas la ASA recomienda el uso de KHSDULQDV (1LYHO
‡$XQTXHQRHVWiSUREDGRHQHQVD\RVFOtQLFRV I) en todos los pacientes inmovilizados y el uso
aleatorizados, ambas guías consideran que la de medias de compresión graduada intermitente
PRYLOL]DFLyQSUHFR] previene numerosas com- (1LYHO,,) o DVSLULQD (1LYHO,) en pacientes que
plicaciones luego del ACV, como por ejemplo, no puedan recibir KHSDULQD.
neumonía aspirativa, trombosis venosa, úlceras
por decúbito, contracturas y complicaciones 3.3.8.2 Complicaciones
ortopédicas. neurológicas
‡'HELGRDTXHODDVSLUDFLyQSXHGHGHWHFWDUVH
en el 50% de los pacientes durante los primeros Edema cerebral e hipertensión
días, la DOLPHQWDFLyQSRUYtDRUDOGHEHVHUVXV endocraneana
SHQGLGD hasta que el paciente haya demostrado El edema del cerebro isquémico ocurre durante
deglución intacta para líquidos y tos efectiva. las primeras 24-48 hs y es la razón principal del
La aspiración puede verse en pacientes con deterioro clínico precoz y tardío. La situación
deterioro de conciencia tanto como en aquellos más preocupante es la de pacientes jóvenes
con trastornos deglutorios. Una voz húmeda con infarto completo de la ACM, en quienes
luego de tragar líquidos, un cierre incompleto el edema cerebral y el aumento de la Presión
de la boca y un alto valor de NIHSS son predic- Intracraneal (PIC) pueden llevar a la herniación
tores independientes de riesgo de aspiración. entre el 2º y 4º día, y a la muerte en 80% de los
La sonda nasoenteral de alimentación puede casos a pesar del tratamiento estándar.
ser útil por un corto período de tiempo, pero Ambas guías concuerdan en todos los com-
debe realizarse una gastrostomía percutánea ponentes de esta sección.
cuando se requiera alimentación enteral por
largo tiempo (1LYHO,,), aunque ésta reduce pero ‡(OPDQHMREiVLFRLQFOX\HODFDEHFHUDDž
no elimina la probabilidad de aspiración. eliminar estímulos nocivos, manejo del dolor,
Por otro lado, la malnutrición que puede aparecer normalización de la temperatura, corrección
OXHJRGHO$&9LQWHU¿HUHFRQODUHFXSHUDFLyQGH de hipoxemia e hipercapnia.
ahí la importancia de la alimentación precoz. ‡6LVHUHDOL]DPRQLWRUHRGHOD3,&OD3UHVLyQ
‡(QODSULPHUDHWDSDSXHGHSURGXFLUVHWDPELpQ de Perfusión Cerebral (PPC) debe mantenerse
UHWHQFLyQXULQDULD que requiera colocación de por sobre los 70 mmHg. De ser necesario
sonda vesical, lo que incrementa la incidencia puede utilizarse volumen y/o vasopresores
de infección urinaria. para elevar la TAM.
‡$PEDVJXtDVUHFRPLHQGDQHOWUDWDPLHQWR ‡/RVFRUWLFRLGHVQRWLHQHQOXJDUHQHOPDQHMR
de las infecciones con DQWLELyWLFRVDGHFXDGRV. del edema cerebral y pueden causar aumen-
La EUSI subraya que la neumonía aspirativa to de la presión intracraneal luego del ACV.
no se previene con la alimentación enteral por (1LYHO,)
sonda. (1LYHO,9) ‡/DRVPRWHUDSLD 0DQLWRO, VROXFLyQVDOLQD
‡/DHPEROLDGHSXOPyQ es la causa de muerte KLSHUWyQLFD 3%) y la hiperventilación están
en 25% de los pacientes que fallece luego del recomendadas para pacientes con deterioro
ACV. Sin embargo, la incidencia de Tromboem- neurológico secundario a hipertensión endo-
bolismo Pulmonar (TEP) y Trombosis Venosa craneana y con signos de herniación. (1LYHO
Profunda (TVP) sintomáticos es < 5%. La EUSI IV) Pueden utilizarse EDUELW~ULFRV, pero no
establece que la incidencia de tromboembolismo KDQPRVWUDGREHQH¿FLR 1LYHO,,)
venoso puede ser reducida por rehidratación, ‡(OGUHQDMHYHQWULFXODUH[WHUQRRYHQWULFXORV-
movilización precoz, medias de compresión tomía puede ser utilizado para el tratamiento
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 241

de la hipertensión endocraneana asociada a 3.3.9 Conclusión


hidrocefalia. (1LYHO,,,)
‡/DGHVFRPSUHVLyQTXLU~UJLFD\HYDFXDFLyQ Las nuevas guías para el manejo del ACV is-
de grandes infartos cerebelosos que comprimen quémico agudo de la ASA y la EUSI se basan
HOWURQFR\FDXVDQKLGURFHIDOLDHVWiQMXVWL¿- en la evidencia y son integrales, actualizadas
cados. (1LYHO,,,) y consistentes.
‡/DFUDQLHFWRPtDGHVFRPSUHVLYD\HYDFXDFLyQ Ambas enfatizan que el ACV es una emer-
de un gran infarto hemisférico puede ser una gencia médica (y en algunos casos quirúrgica),
medida para salvar la vida, pero se necesitan por lo que el tiempo es la esencia del cuidado
más investigaciones. La ASA establece de agudo. El diagnóstico certero, la reperfusión
manera pesimista que los sobrevivientes per- temprana cuando es apropiada, la puesta en
VLVWHQFRQVHYHURGp¿FLWQHXUROyJLFR 1LYHO práctica de terapias efectivas para minimizar
III), mientras que la EUSI enfatiza de manera el ACV recurrente y las complicaciones, y la
optimista que los sobrevivientes pueden tener rehabilitación, pueden mejorar la evolución.
Gp¿FLWQHXUROyJLFRVUHVLGXDOHVTXHSHUPLWHQ La EUSI, además, subraya la efectividad a largo
una vida independiente así como también una plazo de la prevención primaria y secundaria,
importante reducción de la mortalidad, de 80 la rehabilitación y la necesidad de mejorar la
a 30%. (1LYHO,,,) conciencia pública acerca de los síntomas y
signos del ACV, así como la importancia de
Convulsiones buscar atención médica urgente.
$PEDVJXtDVFRQFXHUGDQHQTXHHOXVRSUR¿- Existen pequeñas diferencias entre ambas guías
láctico de anticonvulsivantes en pacientes con acerca del tratamiento agudo de pacientes par-
ACV reciente que no han tenido convulsiones ticulares con trombolisis intraarterial, heparina
no está recomendado (1LYHO,9), mientras que y craniectomía.
las convulsiones recurrentes deben ser tratadas La prevención secundaria con FORSLGRJUHO
como en cualquier otra patología neurológica como sustituto de la WLFORSLGLQD y la hepari-
aguda. QRSUR¿OD[LVSDUDODWURPERVLVYHQRVDUHÀHMDQ
diferentes interpretaciones de evidencia poco
Transformación hemorrágica FRQ¿DEOH 1LYHO,,,\,9)
/D$6$D¿UPDTXHDOJXQRVHVWXGLRVVXJLHUHQ El documento norteamericano se distancia
que casi todos los infartos tienen algún grado de de los datos débiles mientras que el europeo
transformación hemorrágica. Utilizando TAC, es más compasivo con ellos.
un estudio prospectivo estimó que aproxima- /RVPpGLFRV\VXVSDFLHQWHVVHEHQH¿FLDUiQGH
damente 5% de los infartos revelará transfor- las claras recomendaciones de intervenciones
mación hemorrágica sintomática o hematomas SUREDGDV\ORVLQYHVWLJDGRUHVVHEHQH¿FLDUiQ
francos. Se necesita más información acerca GHODLGHQWL¿FDFLyQGHSUHJXQWDVFOtQLFDPHQWH
GHODLQÀXHQFLDGHGLFKDVKHPRUUDJLDVHQOD importantes que permanecen sin respuestas.
HYROXFLyQ¿QDOGHORVSDFLHQWHVSHURXQSHTXH- Se presentan, por último, las recomendaciones
ño petequiado asintomático es mucho menos según niveles de evidencia.
importante que un hematoma que se asocia con
deterioro neurológico. El uso de trombolíticos Evidencia Nivel I
y anticoagulantes incrementa la posibilidad de ‡ /RVSDFLHQWHVGHEHQVHUWUDWDGRVHQXQD
transformación hemorrágica seria, así como el Unidad de Ataque Cerebral
uso precoz de AAS se asocia con un pequeño ‡ /DV8QLGDGHVGH$WDTXH&HUHEUDOGHEHQ
incremento del riesgo de hemorragia. El manejo proveer cuidado coordinado y multidisci-
de estos pacientes depende de la cantidad de plinario
sangrado y los síntomas. ‡ 6HUHTXLHUHXQDLPDJHQGHOFHUHEURSDUD
guiar intervenciones agudas
242 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

‡ /D7$&HVODKHUUDPLHQWDPiVLPSRUWDQWH ‡ 'HVFRPSUHVLyQTXLU~UJLFD\HYDFXDFLyQGH
para diferenciar isquemia de hemorragia infarto hemisférico: puede salvar la vida pero
‡ /DSUHVHQFLDGHVLJQRVGHLQIDUWRWHPSUDQR GHMDUGp¿FLWQHXUROyJLFRLQFDSDFLWDQWH
VHDVRFLDFRQSHRUHYROXFLyQ¿QDO\PD\RU
riesgo de transformación hemorrágica luego Evidencia Nivel IV
de la administración del trombolítico Se recomienda:
‡ /DWURPEROLVLVHQGRYHQRVDGHEHHIHFWXDUVH ‡ (YDOXDFLyQSUHFR]GHORVSDUiPHWURV¿-
con $OWHSODVH 0,9 mg/k, 10% en bolo y el siológicos, laboratorio y Rx Tórax para el
resto en 60 min, dentro de una ventana de manejo del ACV agudo
3 hs ‡ 0RQLWRUHRFDUGtDFRFRQWLQXRSRUKVHQ
‡ /DSUHVHQFLDGHVLJQRVSUHFRFHVGHLVTXH- pacientes con enfermedad cardíaca, histo-
mia en la TAC (incluso si involucra a más ULDGHDUULWPLDV7$LQHVWDEOHLQVX¿FLHQFLD
de 1/3 de la ACM), en pacientes con un cardíaca, anormalidades en el ECG basal e
inicio bien establecido < 3 hs, no excluye infarto de la corteza insular
el tratamiento con rtPA ‡ 2[LPHWUtDGHSXOVRR[tJHQRVLKLSR[HPLD
‡ (OWUDWDPLHQWRFRQUW3$DXPHQWDHOULHVJR ó SpO2 < 92-95%
de transformación hemorrágica ‡ ,QWXEDFLyQHQFDVRGHLQVX¿FLHQFLDUHVSL-
‡ /D(VWUHSWRNLQDVD es peligrosa, por lo que ratoria
no está indicada ‡ 7UDWDPLHQWRGHOD+7$FXDQGROD7$6!
‡ /DWHUDSLDDQWLSODTXHWDULDGHEHLQLFLDUVH 220 mmHg ó TAD > 120 mmHg en caso de
dentro de las 48 hs para prevenir la recu- ACV isquémico, y cuando la TA > 180/105
rrencia mmHg en caso de ACV hemorrágico
‡ 1RKD\UHFRPHQGDFLyQSDUDHOXVRGHKH ‡ 7UDWDPLHQWRGHODKLSRWHQVLyQFRQÀXLGRV
SDULQD, +%30 o KHSDULQRLGHV en el ACV y/o vasopresores
agudo ‡ 0RQLWRUHRGHODJOXFHPLDFRUUHFFLyQLQ-
‡ 1RVHUHFRPLHQGDODKHPRGLOXFLyQ mediata de la hiper y de la hipoglucemia.
‡ 1R KD\ UHFRPHQGDFLyQ SDUD VXVWDQFLDV ‡ 7UDWDPLHQWRGHODKLSHUWHUPLD
neuroprotectoras ‡ 0RQLWRUHR\FRUUHFFLyQGHORVWUDVWRUQRV
hidroelectrolíticos
Evidencia Nivel II ‡ 7HUDSLDLQWUDDUWHULDOSDUDODRFOXVLyQGHOD
‡ 7UDWDPLHQWRFRQ3URXURNLQDVD intraarterial basilar
para la oclusión aguda de la ACM dentro ‡ 7UDWDUODVLQIHFFLRQHVFRQDQWLELyWLFRVDGH-
de una ventana de 6 hs cuados
‡ %DMDVGRVLVGHKHSDULQDVXEFXWiQHDSDUD ‡ 0RYLOL]DFLyQSUHFR]SRUTXHSUHYLHQHFRP-
prevenir TVP / TEP, medias de compresión plicaciones como neumonía aspirativa, TVP
graduada y úlceras por decúbito
‡ *DVWURVWRPtDSHUFXWiQHDSDUDDTXHOORVTXH ‡ 2VPRWHUDSLDDQWHGHWHULRURQHXUROyJLFR
requieran alimentación enteral por largo secundario a aumento de la PIC
tiempo ‡ 6RQGDQDVRHQWHUDOVLVHVRVSHFKDDVSLUDFLyQ
aunque la neumonía aspirativa no pueda ser
Evidencia Nivel III prevenida con alimentación enteral
‡ 9HQWULFXORVWRPtDRGHVFRPSUHVLyQTXLU~U-
gica y evacuación de infartos cerebelosos No se recomienda:
grandes que comprometen el tronco ‡ 7URPEROtWLFRVVLQRVHSXHGHSUHFLVDUHO
inicio del ACV; esto incluye a pacientes
con diagnóstico al despertar
‡ 3UR¿OD[LVFRQDQWLFRQYXOVLYDQWHV
‡ 6ROXFLRQHVKLSRWyQLFDV HVWiQFRQWUDLQGL-
cadas)
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 243

Criterios de inclusión (debe cumplir con todos)


Mayor de 18 años de edad
'LDJQyVWLFRFOtQLFRGH$&9FRQGp¿FLWQHXUROyJLFR
Tiempo de comienzo de los síntomas (desde la última vez que el
paciente fuera visto como normal) menor a 3 horas
Contraindicaciones absolutas (no debe tener ninguna)
Evidencia de hemorragia intracraneal en la TAC inicial
Clínica sugestiva de hemorragia subaracnoidea aun con TAC normal
Infarto multilobar en la TAC (hipodensidad mayor a 1/3 del hemisferio cerebral)
Historia de hemorragia cerebral
HTA no controlada: TAS > 185, TAD > 110
Presencia de malformación arteriovenosa, aneurisma o neoplasia cerebral
Convulsión presenciada al inicio del ACV
Sangrado interno activo o trauma agudo
Diátesis hemorrágica aguda, incluyendo:
- Plaquetas < 100 000
- Heparina recibida dentro de las 48 hs, con aPTT prolongado
- Uso de anticoagulantes con RIN > 1,7 ó Tiempo de Quick > 15 seg
Cirugía intracraneal o intraespinal, TEC grave o ACV previo en los últimos 3 meses
Punción arterial en sitio no comprensible en los últimos 7 días
$OJRULWPRSDUDHYDOXDFLyQGHWUDWDPLHQWR¿EULQROtWLFRLQWUDYHQRVR

3.4 Tratamiento endovascular


del ataque cerebral

Walter Casagrande
Silvia Garbugino
Luis Lemme Plaghos

3.4.1. Introducción que deberían —idealmente— ser tratadas por


vía intravascular. Este sencillo razonamiento
(OGHVDItRGHORVWUDWDPLHQWRV¿VLRSDWROyJLFRV no pudo ser llevado a la práctica hasta que no
es el de implementar la herramienta terapéutica se desarrolló la tecnología apropiada.
adecuada, en el sitio correcto, en el momento A principios de la década de los ´70, el profesor
oportuno. El ataque cerebral isquémico y hemo- Serbinenko comienza en la Unión Soviética
rrágico radica en alteraciones intravasculares, el desarrollo de la neurocirugía endovascular
244 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

(NEV) tratando fístulas carótido-cavernosas Estudios prospectivos, aleatorizados,


con balones desprendibles. En los ’80, Moret controlados
en Francia e Higashida en Estados Unidos, Furlan A., Higashida R., Wechsler L. HWDO.
comienzan con el uso de éstos para el trata- “Intra-arterial prourokinase for acute ischemic
miento de aneurismas saculares, y Hilal utiliza stroke. The PROACT II study: a randomized
por primera vez FRLOV (alambres) magnéticos controlled trial. Prolyse in Acute Cerebral
dentro del saco aneurismático. A comienzos Thromboembolism.” En: -$0$1999 Dec;
de los ´90, Guglielmi y Viñuela desarrollan 282(21):2003-11.
los PLFURFRLOV de platino con liberación por Keris V., Rudnicka S., Vorona V., Enina G.,
electrólisis, que serán objeto de análisis en la Tilgale B., Fricbergs J. “Combined intraarterial/
presente sección. El tratamiento del aneurisma intravenous thrombolysis for acute ischemic
por NEV permitió un conocimiento mayor de stroke”. En: $-152001;22:352-358.
las complicaciones locales y el desarrollo de
técnicas de tratamiento del vasoespasmo me- Metaanálisis
diante angioplastías químicas o mecánicas. Cornu C., Boutitie F., Candelise L. HWDO. “Strep-
En nuestro país, los doctores Lemme Plaghos (a tokinase in acute ischemic stroke: an individual
partir de 1987) y Lylyk, desarrollaron la neuroci- patient data meta-analysis : The Thrombolysis
rugía endovascular, con las innovaciones francesas in Acute Stroke Pooling Project.” En: 6WURNH
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La experiencia recogida permitió que se Eikelboom J.W., Mehta S.R., Pogue J., Yusuf
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remos luego. stroke: the PROACT trials. Prolyse in Acute
El objeto de este capítulo es, entonces, revisar Cerebral Thromboembolism.” En: &XUU0HG
estos procedimientos y colocarlos en el lugar 5HV2SLQ 2002; 18 Suppl 2:s44-7.
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3.4.2. Fuente de evidencia
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De acuerdo al espíritu de la obra solo se detallan (different doses, routes of administration and
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3.4.2.4. Exclusión del aneurisma
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S26-7. signos tempranos de infarto en un área mayor
DGHOWHUULWRULRGHOD$&0\FRQÀXMR7,0,
0/1 en la porción M1/M2 de la arteria cerebral
3.4.2.6. Malformaciones
media (ACM). Se evaluaron 12 323 pacientes,
arteriovenosas
GHORVFXDOHVVyORIXHURQDQJLRJUD¿DGRV
Revisiones y de éstos, 180 presentaban oclusión de M1
Stapf C., Mohr J.P., Pile-Spellman J., Solomon o M2 de la ACM (38% de las angiografías).
R.A., Sacco R.L., Connolly E.S. Jr. “Epide- 121 pacientes fueron aleatorizados a recibir
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11:E1. GHO\XQGHEHQH¿FLRDEVROXWRFRQ
'RHUÀHU$%HFNHU::DQNH,*RHULFNH un número necesario a tratar de 7, ésto es: uno
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cerebrovascular disease.” En: &XUU2SLQ1HXURO r-proUK IA. Se observó un aumento del riesgo
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Pierot L., Cognard C., Spelle L. “Cerebral 3%) que no aumentó la mortalidad. La tasa de
arteriovenous malformations: evaluation of recanalización de la ACM fue del 67%.
the hemorrhagic risk and its morbidity.” En: J La droga no fue aún autorizada por la Adminis-
1HXURUDGLRO2004 Dec; 31(5):369-75. tración de Drogas y Medicamentos de EE.UU.,
por lo que no está disponible en el mercado
Guías de práctica clínica internacional.
Quintana L., Revilla F., Pedroza A., Antelo G., Varios estudios no controlados utilizaron el
Giocoli H. “Recomendaciones para el manejo de ¿EULQROtWLFRXURNLQDVD. Esta droga ha sido re-
las malformaciones arteriovenosas cerebrales.” tirada del mercado, sospechada de transmitir
En: )HG/DWL6RF1HXURFLU (HQSUHQVD). retrovirus y priones.
En nuestra práctica utilizamos el rTPA en pa-
cientes que reúnen los criterios de inclusión
3.4.3. Ataque cerebral
del PROACT II.
isquémico
En los accidentes en los procedimientos de ca-
Los procedimientos indicados en el ataque cere- teterismo diagnóstico o terapéutico, que remedan
EURYDVFXODULVTXpPLFR $&9 VRQOD¿EULQROLVLV una oclusión arterial aguda, hemos comenzado
intraarterial, y la angioplastía y colocación de a utilizar un protocolo con inhibidores de las
VWHQWV intracraneanos o carotídeos. glicoproteínas plaquetarias IIb/IIIa.
En la )LJXUDVHREVHUYDHOSURFHVRGH¿EUL-
3.4.3.1. Fibrinolisis intraarterial nolisis en el segmento M2 de la ACM derecha
6LELHQHOHVWiQGDUGHWUDWDPLHQWRHVOD¿EULQR- con rTPA.
lisis intravenosa con factor recombinante de
activación del plasminógeno tisular (rTPA), 3.4.3.2. Angioplastía
la intraarterial aparece como una posibilidad y colocación de stents
en los pacientes que ingresan por fuera de la intracraneanos
ventana de tres horas. Las estenosis intracraneales sintomáticas son
El estudio PROACT II 3URO\VHUHFRPELQDQW de difícil diagnóstico y deben sospecharse en
SURXURNLQDVH>USUR8.@LQ$FXWH&HUHEUDO los pacientes con ACV o AIT, una vez excluidas
7KURPERHPEROLVP  prospectivo, aleatorizado otras causas.
y placebo-controlado, incluyó pacientes dentro El diagnóstico de sospecha puede fundamentarse
de las seis horas de comienzo de los síntomas, en estudios de doppler transcraneano, pero se
con un puntaje de NIHSS mayor o igual a 4, con FRQ¿UPDFRQODDQJLRJUDItDFHUHEUDO
248 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

La angioplastía intracerebral ha demostrado El primer ensayo aleatorizado entre EQ y


VHUH¿FD]SDUDYHQFHUODHVWHQRVLV )LJXUD) y angioplastía con o sin VWHQW fue el CAVATAS
PHMRUDUHOÀXMRSHURFRQODOLPLWDFLyQGHXQD &DURWLGDQG9HUWHEUDO$UWHU\7UDQVOXPLQDO
alta tasa de reestenosis. En estos momentos se $QJLRSODVW\6WXG\ , que demostró que no había
están desarrollando VWHQWV de diámetro y tamaño diferencia entre ambos procedimientos. Este
apropiados para los vasos intracraneanos de estudio fue realizado en 504 pacientes sinto-
mediano calibre que presenten una estenosis máticos y asintomáticos. Debe hacerse notar
mayor al 50% y en los que haya fracasado el que la morbimortalidad de las dos ramas fue
tratamiento médico. del 11%, mayor a la estándar del NASCET y
más aún del ACAS.
3.4.3.3. Angioplastía y El estudio SAPPHIRE comparó EQ contra
colocación de stents carotídeos VWHQW con protección cerebral en 334 pacientes
La patología carotídea estenótica u oclusiva es con un riesgo quirúrgico aumentado para EQ,
responsable del 30% de los eventos isquémicos con estenosis sintomáticas mayores al 50% y
cerebrovasculares, ya sea ACV o AIT. Actual- asintomáticas de al menos 80%. El objetivo
mente, el estándar de tratamiento de acuerdo primario del estudio fue demostrar la hipótesis
con los estudios NASCET 1RUWK$PHULFDQ que el VWHQW no era inferior a la EQ y evaluar la
6\PSWRPDWLF&DURWLG(QGDUWHUHFWRP\7ULDO y incidencia acumulada de un evento cardiovas-
ACAS $V\PSWRPDWLF&DURWLG$UWKHULRVFOHURVLV cular mayor (muerte, infarto de miocardio o
6WXG\ —analizados en otro capítulo de esta ACV). Ésto ocurrió en el 12% del grupo VWHQW
obra—, es la endarterectomía quirúrgica (EQ), \HQHOGHODV(4FRQORTXHVHYHUL¿Fy
siempre y cuando la morbimortalidad posope- el objetivo primario.
ratoria sea menor al 6% en los sintomáticos y El estudio ha recibido importantes críticas;
al 3% en los asintomáticos. primero sobre el tamaño de la muestra y en
El desarrollo de catéteres y balones adecuados VHJXQGROXJDUVREUHODGH¿QLFLyQGHLQIDUWRGH
ha establecido a la angioplastía con colocación miocardio. Sin embargo ha sentado las bases
de VWHQWV como una alternativa terapéutica. Esta metodológicas para estudios con un mayor
posibilidad ha generado aún más entusiasmo número de pacientes.
con la aparición de sistemas de protección cere- En una excelente revisión, la Sociedad Argen-
EUDO ¿OWURVRVLVWHPDVGHÀXMRUHWUyJUDGR TXH tina de Cardiología y la Sociedad Neurológica
disminuyen el riesgo embolia por accidentes Argentina, han desarrollado el Consenso de
de placa. Estenosis Carotídea con la metodología de

Figura 1:)LEULQROLVLVLQWUDDUWHULDOFRQU73$/DVÀHFKDVVHxDODQODRFOXVLyQ $ ODUHSHUIXVLyQ % \OD


secuela isquémica, mucho menor que la esperada para la oclusión inicial (C)
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 249

la Medicina Basada en la Evidencia. Hemos - Negación del paciente a endarterectomía


tomado las indicaciones para angioplastía y carotídea
colocación de VWHQWV de este consenso: - Estenosis secundaria a disección caro-
tídea
&ODVH, QLYHOGHHYLGHQFLD$ *  (VWHQRVLVVHFXQGDULDD¿EURGLVSODVLD
 (VWHQRVLVFDURWtGHDVLQWRPiWLFD (&6 • - Estenosis secundaria a arteritis de Taka-
 DOWDPHQWHUHFRPHQGDGR• HQ yasu
pacientes con alto riesgo quirúrgico NAS-
CET no elegibles. &ODVH,, QLYHOGHHYLGHQFLD$
5. Angioplastía carotídea con protección cere-
&ODVH,, QLYHOGHHYLGHQFLD$ bral en paciente asintomático con estenosis
 (&6• DOWDPHQWHUHFRPHQGDGR•  •TXHFXPSODORVSXQWRVD
asociada con alguna de las siguientes con-
diciones: &ODVH,, QLYHOGHHYLGHQFLD%
- Estenosis posradiación  3DFLHQWHVFRQHVWHQRVLV•DVRFLDGD
- Reestenosis de una endarterectomía con oclusión contralateral en paciente que
- Estenosis severa en tándem requiera cirugía cardíaca.
- Estenosis proximal o distal a la bifur-
cación  3DFLHQWHVFRQHVWHQRVLVUHVLGXDO•
- Radioterapia y/o cirugía previa de cuello luego de recanalización con tratamiento
¿EULQROtWLFRHQVWURNHDJXGR
&ODVH,, QLYHOGHHYLGHQFLD%
 (&6• DOWDPHQWHUHFRPHQGDGR•   3DFLHQWHVFRQHVWHQRVLVVLQWRPiWLFD•
de difícil acceso quirúrgico: con riesgo moderado o bajo para endarte-
- Bifurcación alta que requiere dislocación rectomía.
del maxilar
- Cuello corto &ODVH,, QLYHOGHHYLGHQFLD&
- Placa > 3cm en la arteria carótida inter- 9. Estenosis sintomática asociada con una
na (ACI) distal o placa > 5 cm en ACI malformación vascular intracraneana.
proximal
10. Estenosis sintomática en pacientes con ACV
&ODVH,, QLYHOGHHYLGHQFLD% isquémico subagudo.
 (&6• DOWDPHQWHUHFRPHQGDGR• 
asociada con alguna de las siguientes con- &ODVH,,, QLYHOGHHYLGHQFLD%
diciones:

A A B B
C C
Figura 2: 6WHQWV intracraneanos. Esquema de funcionamiento y utilidad del VWHQW Neuroform®: (A y B)Modelo
teórico: Estabilización de la pared vascular con elVWHQW en y colocación de FRLOV a través del mismo.
(C)Utilización del VWHQW en un paciente con aneurisma gigante. *HQWLOH]DGH%RVWRQ6FLHQWL¿FV
250 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

A B C
Figura 3: Angioplastía y colocación de VWHQWen estenosis carotídea. Angiografía diagnóstica donde se
observa la estenosis (A). Colocación de VWHQWFRQVLVWHPDGHSURWHFFLyQFHUHEUDO % &RQWURO¿QDO &

1. Angioplastía carotídea sin protección ce- secundarias como tumores, malformaciones y


rebral. vasculitis, entre otras. La hemorragia subarac-
noidea representa el 6% restante de las causas
&ODVH,,, QLYHOGHHYLGHQFLD& de accidente cerebrovascular hemorrágico.
2. Una estenosis que no pueda ser atravesa-
da por los dispositivos endovasculares en 3.4.4.1. Hemorragia
forma segura (p. ej., estenosis severamente subaracnoidea
FDOFL¿FDGD  La hemorragia subaracnoidea (HSA) que resulta
3. Asintomáticos con estenosis carotídea menor de la ruptura de un aneurisma cerebral es un evento
del 80%. QHXUROyJLFRFRQFRQVHFXHQFLDVVLJQL¿FDWLYDV/RV
4. Contraindicación para utilizar material de avances en el equipamiento quirúrgico, técnicas,
contraste. procedimientos intervencionistas y manejos neu-
5. Contraindicaciones para antiagregación. URLQWHQVLYRVKDQWHQLGRXQLPSDFWRVLJQL¿FDWLYR
 (VWHQRVLVFDURWtGHDFRQGL¿FXOWDGGHDFFHVR sobre la morbilidad y mortalidad.
endovascular. La incidencia de HSA por ruptura de aneuris-
 'LODWDFLyQ\FDOFL¿FDFLyQVHYHUDGHOFD\DGR mas se encuentra en un rango que va desde los
aórtico. 6 a 16/100 000, dependiendo de la población
8. Extrema tortuosidad aortoilíaca. estudiada, siendo la principal causa de la misma
9. Trombo carotídeo fresco. —excluyendo al traumatismo de cráneo— la ruptura
de un aneurisma cerebral y en un segundo lugar
En la )LJXUD se observa el proceso de an- una malformación arteriovenosa cerebral.
gioplastía y colocación de VWHQW en carótida
interna. Exclusión de aneurismas
La exclusión aneurismática fue hasta la década
3.4.4. Ataque cerebral del 70 patrimonio de la neurocirugía conven-
hemorrágico cional, con la exclusión del aneurisma con clip
o el empaquetamiento del saco aneurismáti-
El ataque cerebral de causa hemorrágica repre- co. La neurocirugía endovascular comenzó a
senta aproximadamente el 16% de las causas desarrollarse evolucionando la técnica con el
de ataque cerebral. Puede manifestarse como advenimiento de los FRLOVdesprendibles.
una hemorragia intracerebral propiamente dicha A partir del Estudio Cooperativo Americano
en un 10% de los casos, las que habitualmente publicado por Kasell queda claro que el tra-
son debido a hipertensión arterial u otras causas tamiento temprano del aneurisma tiene una
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 251

incidencia directa en la disminución del re- desprendibles con materiales biológicamente


sangrado, mejorando además el pronóstico del activos, recubiertos con una matriz de ácido
vasoespasmo cerebral. poliláctico poliglicólico, lo que promueve la
La controversia sobre el método más apro- IRUPDFLyQGH¿EULQDHQHOVDFRDQHXULVPi-
piado para este tratamiento ocupó gran parte tico, intentando desarrollar una neo íntima
de los congresos de neurocirugía mundiales. en el cuello del aneurisma excluido por vía
Recién en el año 2002 se zanjó esta discusión, HQGRYDVFXODU\XQDFLFDWUL]DFLyQGH¿QLWLYD
cuando se publicaron los resultados del primer del mismo.
estudio controlado prospectivo que comparara
la cirugía convencional con la neurocirugía Angioplastía intracerebral del
endovascular (ISAT). vasoespasmo
Este estudio comparó aneurismas del circuito A pesar del constante desarrollo en la CEV de
anterior que fueran pasibles de ambos trata- aneurismas, el vasoespasmo continua siendo un
mientos; el mismo fue interrumpido debido a desafío en el pronóstico de la hemorragia suba-
que se encontró una menor secuela neurológi- racnoidea. Desde el punto de vista endovascular
ca en pacientes tratados por vía endovascular se han intentado diferentes técnicas como la an-
()LJXUD) que en los operados con cirugía gioplastía química con QLPRGLSLQD intraarterial,
convencional, teniendo estos últimos un menor la que no ha demostrado efectividad debido a
índice de resangrado. la corta duración de su efecto. La angioplastía
Si bien la cirugía convencional hoy en día mecánica ()LJXUD) es utilizada como alter-
continúa teniendo ventajas en cuanto al resul- nativa para los pacientes en los que fracasa el
WDGRGH¿QLWLYRHQODH[FOXVLyQDQHXULVPiWLFD tratamiento médico del vasoespasmo, teniendo
en aneurismas del circuito anterior, los aneu- mejores resultados cuando éste es localizado y
rismas del circuito posterior e intracavernoso en vasos adyacentes al polígono de Willis.
han pasado a ser prácticamente de tratamiento En la actualidad, en nuestro grupo de trabajo
por vía endovascular. estamos utilizando el VXOIDWRGHPDJQHVLR in-
En la actualidad la CEV continua desarro- traarterial para el tratamiento del vasoespasmo
llándose, permitiendo tratar aneurismas con durante el tratamiento de exclusión del aneu-
mala relación saco-cuello mediante el uso de risma, con resultados promisorios. Estos datos
balones de remodelaje del mismo y QHXURVWHQWV están siendo analizados y serán reportados en
autoexpandibles, desarrollándose además FRLOV poco tiempo.

A B C

Figura 4: Colocación de &RLOV de Guglielmi. (A) Cateterismo diagnóstico. (B) Momento previo a la
colocación del FRLO dentro del aneurisma. (C) Control donde se observa la exclusión completa del aneurisma
252 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

A B C

Figura 5: Angioplastía mecánica del vasoespasmo En A se observa el espasmo segmentario silviano. En B se


observa el FDVW de FRLOV y el catéter de angioplastía En C se aprecia la resolución del espasmo y la reperfusión

3.4.4.2. Malformaciones Para el tratamiento se utiliza la CEV pudien-


arteriovenosas GRpVWHVHUGH¿QLWLYRHQGHWHUPLQDGRVFDVRV
y en otros como coadyuvantes de la cirugía
Son responsables de hemorragia subaracnoidea, convencional y la radiocirugía.
en la mayoría de los casos debido a aneurismas Dentro de las técnicas de tratamiento de las
GHKLSHUÀXMRHQYDVRVDIHUHQWHVDODPDOIRU- malformaciones arteriovenosas tenemos las
mación, siendo tratados como prioridad los realizadas con partículas de SROLYLQLODOFRKRO,
aneurismas responsables del sangrado. En el lo que provoca una oclusión transitoria del
FDVRGHLGHQWL¿FDUVHDODPDOIRUPDFLyQSURSLD- QLGRHPEROL]DGRSUH¿ULHQGRXWLOL]DUODFRPR
mente dicha como causa de sangrado, puede preoperatorio. En la actualidad se utiliza además
ser abordada por diferentes métodos. Existen el QRUPREXWLOFLDQDFULODWR (NBCA) asociado
LQQXPHUDEOHVFODVL¿FDFLRQHVODPiVFRQRFL- con contraste liposoluble para la embolización
da es la de Martin-Spetzler, quien considera GH¿QLWLYD )LJXUD) y el 2QL[® —polímero
la accesibilidad de las mismas al tratamiento recomendado por su fabricante— para la em-
quirúrgico convencional, existiendo además bolización de nidos plexiformes.
como alternativa de tratamiento la radiocirugía, Existen variantes de malformaciones arterio-
que se utiliza sobre todo para malfomaciones venosas, en su mayoría adquiridas, secundarias
profundas menores a 3 cm de diámetro no a una patología venosa como la trombosis de los
abordables quirúrgicamente. senos durales, denominadas fístulas durales, que

A
C

A B C D

Figura 6:(PEROL]DFLRQGH¿QLWLYDGH0$9FRQ1%&$ $\& 3UHHPEROL]DFLyQ % ,QVWLODFLyQGH1%&$


(D) Posembolización
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 253

pueden ser tratadas por CEV a través de una vía patología vascular cerebral a través de una vía
arterial o venosa, dependiendo de su anatomía. de abordaje diferente, por caminos anatómicos,
Otras variantes son las anomalías del drenaje desarrollándose permanentemente diferentes
venoso y los cavernomas, los que no son tratados técnicas con avances tecnológicos tanto en los
por vía endovascular. dispositivos implantables como en los equipos
de angiografía, lo que permite tratar la patología
en forma más oportuna y menos invasiva. Si bien
3.4.5. Conclusiones
son pocos los trabajos con grados de evidencia
La CEV es una subespecialidad de la neurociru- TXHGHPXHVWUHQVXXWLOLGDG\H¿FDFLDH[LVWHQ
gía que, si bien tiene pocos años de desarrollo, innumerables guías de práctica clínica para cada
KDPRGL¿FDGRHOHQIRTXHGHOWUDWDPLHQWRGHOD una de las diferentes técnicas utilizadas.

3.5 Alternativas terapéuticas en


hematoma intracerebral espontáneo

Silvia A. Esterkin B
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

3.5.1 Introducción 3.5.2 Fuente de evidencia


El hematoma intracerebral espontáneo (HIC) McKissock W., Richardson A., Taylor J. “Pri-
VHGH¿QHFRPRXQHYHQWRGHDSDULFLyQEUXV- mary intracerebral haemorrhage: a controlled
ca, caracterizado por cefalea severa, alteración trial of surgical and conservative treatment in
GHOQLYHOGHFRQFLHQFLD\RGp¿FLWIRFDOQHX- 180 unselected cases.” En: 7KH/DQFHW 1961;
rológico asociado a una colección de sangre 2:221-226.
dentro del parénquima cerebral diagnosticado Poungvarin N., Bhoopat W., Viriyavejakul
por neuroimágenes o por autopsia, y que no A., Rodprasert P., Buranasiri P., Sukondha-
es causado por trauma, malformaciones vas- bhant S., Hensley M.J., Strom B.L. “Effects
culares o por transformación hemorrágica de of dexamethasone in primary supratentorial
infarto cerebral. intracerebral hemorrhage.” En: 1(QJO-0HG
Es uno de los motivos de internación más 1987; 316:1229-1233.
frecuentes en las Unidades de Terapia Intensiva Juvela S., Heiskanen O., Poranen A. HWDO
(UTI) y, en general, sus resultados son malos, ³The treatment of spontaneous intracerebral
con una alta morbimortalidad. hemorrhage: a prospective randomized trial
El propósito de esta sección es la de revisar las of surgical and conservative treatment.” En:
distintas alternativas terapéuticas, de acuerdo -1HXURVXUJ 1989; 70:755-758.
a la evidencia médica disponible. Auer L.M., Deinsberger W., Neiderkorn K. et
DO. “Endoscopic surgery versus medical treat-
254 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

ment for spontaneous intracerebral hematoma: Fernándes H.M., Gregson B., Siddique S.,
a randomized study.” En: -1HXURVXUJ 1989; Mendelow A.D. “Surgery in intracerebral
70:530 –535. hemorrhage. The uncertainty continues.” En:
Batjer H.H., Reisch J.S., Allen B.C., Plaizier 6WURNH 2000 Oct; 31(10):2511-6.
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outcome in hypertensive putaminal hemorrha- Frankowski R.F., Grotta J.C. “Rebleeding leads
ge: a prospective randomized trial.” En: $UFK to poor outcome in ultra-early craniotomy for
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dictor of 30-day mortality.” En: 6WURNH 1993; intracerebral hemorrhage: preliminary results
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CD000200. 2005; 352:777-85.
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 255

Bustos J.L., Previgliano I.J., C Soratti. “Glas- meros días, sólo el 10% de los pacientes vivía
gow 7 surveillance program: epidemiology and independiente al cabo de un mes y el 20% al
outcome in Argentinean intensive care units.” cabo de seis meses.
2UDOSUHVHQWDWLRQ, 9º World Critical Care Me- En la República Argentina las cifras son
dicine Congress, Buenos Aires, 2005. diferentes, dependiendo de la fuente de in-
Mayer S.A., Rincon F. “Treatment of intra- formación.
cerebral haemorrhage.” The /DQFHW1HXURO En un estudio prospectivo de causas estructurales
2005; 4:662-72. de coma en 90 UTI de todo el país realizado
Davis S.M., Broderick J., Hennerici M HWDO por el Instituto Centro Único Coordinador de
“Hematoma growth is a determinant of mortality Ablación e Implantes (INCUCAI), el ataque
and poor outcome alter intracerebral hemorr- cerebral resultó ser la causa más frecuente de
hage.” En: 1HXURORJ\ 2006; 66:1175-81. internación (44%). De los ataques cerebrales,
Mayer S.A., Brun N.C., Broderick J. HWDO el HIC fue el más frecuente (57%), con una
“Recombinant activated factor VII for acute sobrevida del 16%. En el *Ui¿FRse muestra
intracerebral hemorrhage: US phase IIA trial.” la incidencia por sexo y edad, y los resultados
En: 1HXURFULW&DUH 2006; 4:206-14. divididos en vivo, paro cardíaco y muerte en-
cefálica. La edad prevalente de los pacientes
se encuentra entre 50 y 59 años, con una gran
3.5.3 Incidencia
incidencia entre 40 y 49 años.
Las estadísticas de la Asociación Americana El trabajo del año 2003 “Argentina Registro
del Corazón (AHA), en su revisión 2005 in- Nacional de 6WURNH (ARENAS)” del Consejo
forman que ocurren en EE.UU. 63 000 HIC de Enfermedades Cerebrovasculares de la So-
por año, ocupa entre el 9 y el 25 % de todos ciedad Argentina de Cardiología, conducido
los subtipos de accidentes cerebrovasculares, por la Dra. Atalah, reclutó 1 235 pacientes. La
con consecuencias devastadoras. Más del 50% incidencia de HIC fue del 38%.
de los pacientes con ICH muere y la mitad de El Registro Nacional de Accidentes Cere-
ORVVREUHYLYLHQWHVSUHVHQWDGp¿FLWQHXUROyJLFR brovasculares (RENACER) dependiente del
severo. Es el subtipo más frecuente dentro de Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación,
individuos de menos de 50 años. conducido por el Dr. Spossato, reveló con los
De 37 000 norteamericanos que sufrieron HIC primeros 1 500 pacientes una incidencia de
en 1997, del 35 al 52% murió en el primer mes, HIC del 14%, más acorde con las estadísticas
la mitad de las muertes ocurrió en los dos pri- internacionales.

0-9
10-19
20-29
30-39 Vivos
40-49 Paro cardíaco
50-59 Muerte encefálica
60-69
70-79
> 80
-200 -100 0 100 200 300 400

*Ui¿FR$VSHFWRVGHPRJUi¿FRVGHOD+,&HQOD5HS~EOLFD$UJHQWLQD,QFLGHQFLD\UHVXOWDGRVVHJ~QVH[R\
edad. A la izquierda los hallazgos en 536 mujeres y a la derecha en 870 hombres
256 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

3.5.4 Fisiopatología 3.5.4.2. Volumen del hematoma

3.5.4.1. Mecanismos Volumen del hematoma y sobrevida


fisiopatológicos /RVIDFWRUHVTXHLQÀX\HQHQODVREUHYLGDGH
pacientes con HIC son el volumen del hema-
Hipertensión toma, el nivel de conciencia en el momento de
Es el factor de riesgo más importante y preva- la presentación del HIC y presencia/volumen
lente en el HIC. El hematoma originado en el de hemorragia intraventricular. Broderick, en
tálamo, ganglios de la base, sustancia blanca 1993, demostró que el volumen del hematoma
periventricular, protuberancia o cerebelo, se ha era el factor independiente de mayor poder para
relacionado con vasculopatías de las pequeñas predecir la mortalidad de los HIC a los 30 días.
arterias penetrantes y arteriolas. La vasculopatía La mayor morbimortalidad se registraba con
primaria incluye arterias entre 100 y 600 micrones un volumen mayor a 30 cc.
de diámetro y se caracteriza por la degeneración En el estudio poblacional de Woo, en el Gran
severa de la capa muscular media de las células, Cincinnati, el volumen del HIC combinado con
aneurismas miliares asociados con trombos y el puntaje de la Escala de Coma de Glasgow
microhemorragias, acumulación de desechos (GCS) predijo la mortalidad a 30 días con un
no grasos (QRQIDWW\GHEULV) e hialinización de GHVHQVLELOLGDG\XQGHHVSHFL¿FLGDG
la íntima. En un estudio poblacional acerca 3DFLHQWHVFRQXQYROXPHQGHFF\*&6”
del HIC, Woo HWDO, reportaron que el 34% de tuvieron una mortalidad del 91%, mientras que
todos los HIC y particularmente el 54% de los los que tuvieron un volumen menor o igual a
HIC no lobares podría ser atribuidos a efectos FF\*&6•IXHURQGHORUGHQGHO
de la hipertensión. /RVPHFDQLVPRV¿VLRSDWROyJLFRVSURSXHVWRV
son varios. Sánchez y van Wersch, en sendos
Angiopatía amiloidea (AA) trabajos, proponen la activación simultánea
Actualmente la AA es considerada la causa más GHODFRDJXODFLyQ\OD¿EULQROLVLVFRPRVH
importante del hematoma lobar en el anciano. demuestra por la presencia de los fragmentos
(OSULQFLSDOIDFWRU¿VLRSDWROyJLFRHVHOGHSyVLWR de trombina F1+2, del complejo trombina/an-
de proteína amiloidea en la adventicia y capa titrombina y de dímero D, con predominio de
media de las arterias, arteriolas, capilares y, OD¿EULQROLVLV2KZDNLSURSRQHODSUHVHQFLDGH
menos a menudo, venas de la leptomeninges. presión arterial sistólica mayor de 190 como un
Se ha hallado sólo un 5 a un 8% de angiopa- factor asociado al crecimiento del HIC.
tía amiloidea en individuos de entre 60 y 69
años, comparado con 57 a 58% en aquellos Medición del hematoma
mayores de 90, siendo más frecuente en las El cálculo del volumen del hematoma debe
regiones parietal y occipital; raramente se ha realizarse utilizando los datos que nos ofrece
hallado en ganglios de la base, tronco cerebral la tomografía computarizada (TC). La fórmula
o cerebelo. de Kothari HWDO, derivada de la estimación del
Woo observó también una estrecha relación volumen del elipsoide es la más utilizada. Se
entre apolipoproteína E y desarrollo de HIC. la conoce también como ABC/2, pues toma el
valor de los diámetros mayor (A) y menor (B)
Drogas DžGH $ HQHOFRUWHWRPRJUi¿FRHQHOTXH
La utilización de anticoagulantes y agentes HOKHPDWRPDSUHVHQWDXQDPD\RUVXSHU¿FLH
trombolíticos está vinculada al desarrollo de y cuenta el número de cortes (C) en el que
HIC. se observa el hematoma (considerando como
Algunos agentes anorexígenos (fenilpropano- HOYDORUFDGDFRUWHHQTXHODVXSHU¿FLHGHO
lamina), las anfetaminas, la cocaína, el crack y KHPDWRPDVXSHUDHOGHODVXSHU¿FLHGHO
otros derivados de la pasta base de cocaína y la corte con mayor área y como valor 0,5 los cortes
efedrina, se asocian al desarrollo de HIC. FRQXQDVXSHU¿FLHHQWUHHO\HOQR
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 257

FRQVLGHUDQGRORVFRUWHVHQORVTXHODVXSHU¿FLH ocurrió durante las primeras 3 a 4 horas después


del hematoma es menor del 25% del corte con del inicio de la hemorragia y se asociaron con
PD\RUVXSHU¿FLH  deterioro neurológico temprano.
En la )LJXUDse expone un ejemplo de cómo Para determinar si el crecimiento del hema-
realizar la medición. En este caso los diámetros toma predice independientemente los malos
fueron medidos en el ordenador del tomógrafo. resultado, Davis HWDO realizaron un metaaná-
Si así no fuere, cada corte de la tomografía tiene lisis de pacientes individuales que tenían HIC
una regla, que varía según los modelos, en la comprobado por TC dentro de las tres horas de
que cada división es igual a 10 mm. inicio y controlado por este método a las 24 hs.
Para esto utilizaron a los pacientes de la rama
Crecimiento del hematoma placebo de tres ensayos que investigaban la
Al menos el 38% de los pacientes tiene un GRVL¿FDFLyQODVHJXULGDG\ODH¿FDFLDGHOIDFWRU
crecimiento del volumen del hematoma mayor siete recombinante activado (rFVIIa) (n = 115),
al 33% en las primeras 24 hs desde la aparición y de 103 pacientes del estudio de Cincinnati
de los síntomas. Este porcentaje está subesti- (total, 218). Analizaron edad, género, la glu-
mado porque en el trabajo de Brott, que fue el cosa de la sangre, la presión arterial, el puntaje
primero en describirlo, no se incluyeron las de la GCS, la hemorragia intraventricular y la
TC de las 20 hs de los 35 pacientes, sobre un localización. El 72,9% de pacientes exhibió
total de 103 que fueron a cirugía después de la un cierto grado de crecimiento del hemato-
primer hora (n=13), los que murieron antes de la ma. El porcentaje de crecimiento, el volumen
hora 20 (n=6) y los que estaban tan mal que no inicial, el puntaje de la GCS y la presencia de
pudieron ser trasladados para la TC de la hora hemorragia intraventricular, se asociaron con
20 (n=26). La mayor parte de los resangrados un aumento de la mortalidad. El porcentaje de

Figura 1: Cálculo del volumen del hematoma aplicando la fórmula ABC/2. (A) 6,1 cm (B) 5,7 cm (C) 5
cortes. Volumen total: 79,71 ml
258 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

crecimiento, el volumen inicial, el puntaje de 5. El tiempo de la angiografía cerebral de-


la GCS y la edad, predijeron los resultados de pende del estado clínico del paciente y de
OD(VFDODGH5DQNLQPRGL¿FDGD(OJpQHUROD la decisión del neurocirujano.
localización, la glucemia y la presión arterial,
no predijeron resultados.
3.5.5.2. Tratamiento Médico
Ambos ensayos demuestran que el crecimiento
del hematoma es un determinante independien- Tratamiento en la Guardia
te de la mortalidad y del resultado funcional Se establece realizar la aproximación ABCD
después de la HIC. La atenuación o el control YtDDpUHDUHVSLUDFLyQFLUFXODFLyQ\Gp¿FLW
del crecimiento aparecen como una estrategia QHXUROyJLFR GHWHFFLyQGHGp¿FLWVQHXUROyJLFRV
terapéutica importante. focales y de signos de trauma externo. Deben
buscarse escaras de decúbito, síndromes com-
partimentales o signos de rabdomiolisis en los
3.5.5. Guías de
pacientes encontrados en coma prolongado.
práctica clínica
La indicación de intubación no se realiza ba-
Las guías de la AHA datan de 1999 y no han sido sada en la GCS sino ante la aparición de PO2
actualizadas hasta el momento de escribir este <60 mm Hg o PCO2 >50 mmHg, o de riesgo de
capítulo. Se dividen en Diagnóstico, Tratamiento DVSLUDFLyQ SDUHVEDMRVRDXVHQFLDGHUHÀHMRV
Médico y Tratamiento Quirúrgico. protectores de la vía aérea).

3.5.5.1. Diagnóstico Estudios controlados y aleatorizados


Las guías establecen cinco recomendaciones: Se han realizado cuatro ensayos seleccionados
1. El HIC es una emergencia médica que se al azar pero con pequeña cantidad de pacientes,
acompaña frecuentemente de deterioro neu- acerca del mejor tratamiento médico: dos sobre
rológico temprano y muerte. La presencia de corticoides YV. placebo, uno de hemodilución
cambios en el nivel de conciencia, vómitos YV. la mejor terapia médica y uno de glicerol
y un desmesurado aumento de la presión YV. el placebo. Ninguno de los cuatro estudios
arterial en un paciente con un ataque cere- GHPRVWUyYHQWDMDVLJQL¿FDWLYDSDUDODVWUHV
bral, sugieren un HIC. terapias.
2. La TC encefálica sin contraste es el pro- En el estudio de Poungvarin HWDO, los pa-
cedimiento de elección para la evaluación cientes que fueron tratados con los esteroides
inicial. (1LYHOGHHYLGHQFLD,UHFRPHQGDFLyQ tuvieron una mayor posibilidad de desarrollar
GHJUDGR$) complicaciones infecciosas que los tratados
3. La angiografía debe considerarse en los pa- con placebo.
cientes sin una causa clara de la hemorragia
que son candidatos quirúrgicos, jóvenes, Control de la tensión arterial
normotensos y que están clínicamente esta- Si bien no se ha podido demostrar la relación
bles. (1LYHOGHHYLGHQFLD9UHFRPHQGDFLyQ entre crecimiento del hematoma o empeora-
JUDGR&) miento neurológico e hipertensión arterial, las
4. No se requiere angiografía para los pacientes guías recomiendan su tratamiento, tratando de
añosos que tengan una hemorragia en los disminuir el riesgo de resangrado sin dismi-
ganglios basales, tálamos, cerebelo o tronco nuir la presión de perfusión cerebral. Sugieren
cerebral, en los que los hallazgos de la TC para los pacientes con antecedente de hiper-
no sugieren lesión estructural. La mayor tensión crónica mantener una tensión arterial
parte de los ancianos con hemorragias pro- media (TAM) 130 mmHg; en los pacientes
fundas muere o tiene una severa morbilidad con catéter de PIC, mantener una presión de
relacionada a la hemorragia, por lo que no perfusión (PPC= TAM –PIC) >70 mmHg y en
son candidatos para la angiografía. (1LYHO el control posoperatorio mantener una TAM
GHHYLGHQFLD9UHFRPHQGDFLyQJUDGR&) <110 mmHg.
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 259

Labetalol 5–100 mg/h en dosis de bolos intermitentes de 10–40 mg o goteo continuo (2–8 mg/min)
Esmolol 500 μg/kg como carga; mantenimiento: 50–200 μg/kg/min
Nitroprusiato 0,5–10 μg/kg-1/min-1
Hidralacina 10–20 mg cada 4–6 h
Enalaprilato 0,625–1,2 mg cada 6 hs según necesidad
Clonidina 0,01 -0,5 mg/kg/h
Drogas y rango de dosis para disminuir la TAM

Las drogas y rango de dosis para disminuir objetivo terapéutico es mantener una PPC > a
la TAM son las siguientes: 70 mmHg con una PIC < de 20 mmHg. Para
Cuando la presión sistólica (TAS) es mayor ello se recomienda:
de 230 mmHg o la diastólica (TAD) es mayor Cabecera a menos de 30º
de 140 mmHg en dos lecturas con 5 minutos Drenaje ventricular si hay hidrocefalia
de diferencia, institutir QLWURSUXVLDWR. Sedoanalgesia (PRU¿QD o IHQWDQLOR, mida
Si la TAS se encuentra entre 180 a 230 mmHg, ]RODP o SURSRIRO)
la TAD entre 105 a 140 mmHg o la TAM es 0DQLWRO al 20% (0,25 – 0,5 g/kg cada 4 hs,
mayor de 130 mmHg en dos lecturas con 20 máximo 5 d, con control de la osmolaridad
minutos de diferencia, instituir ODEHWDORO, HV dos veces al día). (1LYHOGHHYLGHQFLD9
PRORO, HQDODSULO endovenoso o FORQLGLQD. JUDGRGHUHFRPHQGDFLyQ&) Puede asociarse
Mientras que la TAS sea menor de 180 mmHg IXURVHPLGD en el caso de hipervolemia.
y la TAD menor de 105 mmHg, se puede diferir No utilizar FRUWLFRLGHV. (1LYHOGHHYLGHQFLD
la terapia antihipertensiva. La elección de la ,,JUDGRGHUHFRPHQGDFLyQ%)
medicación depende de las distintas contrain- Hiperventilación: la reducción de PCO2 entre
dicaciones médicas (p. ej., evitar ODEHWDORO en 30 y 35 mmHg, reduce la PIC en un 25 a
pacientes asmáticos). 30% (1LYHOGHHYLGHQFLD,,,D9JUDGRGH
La hipotensión arterial también debe ser escru- UHFRPHQGDFLyQ&)
pulosamente evitada. La expansión con volumen Parálisis Neuromuscular: conjuntamente con
es la primera línea de tratamiento, para lo cual la sedación adecuada puede reducir las ele-
se pueden utilizar VROXFLRQHVVDOLQDVLVRWyQLFDV vaciones de la PIC, sobre todo ante aumentos
o FRORLGHV, controlándolas con presión venosa en la presión intratorácica y venosa asociada
central o presión de enclavamiento de arteria al toser, a la aspiración o a la desadaptación
pulmonar. Si la hipotensión persiste luego de al ventilador (1LYHOGHHYLGHQFLD,,,D9
ODFRUUHFFLyQGHOGp¿FLWGHYROXPHQVHGHEH JUDGRGHUHFRPHQGDFLyQ&)
considerar la infusión continua de DJHQWHVLQR %DUELW~ULFRV en altas dosis si fallan los mé-
WUySLFRV, particularmente en el caso de una TAS todos anteriores
menor de 90 mmHg.
Adrenalina 2-10 μg/kg/min Otros aspectos del
Dopamina 2-20 μg/kg/min tratamiento médico
Noradrenalina Tit. desde 0,05-0,2 μg/kg/min )OXLGRV. Reponer coloides y/o cristaloides de
acuerdo a los siguientes parámetros:
Control de la hipertensión PVC entre 5 y 12 mmHg
endocraneana Presión de enclavamiento de arteria pulmonar
Las indicaciones del monitoreo de PIC están entre 10 y 14 mmHg
GDGDVSRUXQ*&6” 1LYHOGHHYLGHQFLD9 Balance hídrico estricto
JUDGRGHUHFRPHQGDFLyQ&) por la presencia Chequeo hidroelectrolítico diario o según
de hidrocefalia y/o en el efecto de masa. El evolución
260 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Corrección de estado ácido-base Los candidatos TXLU~UJLFRV son:


3UHYHQFLyQGHFRQYXOVLRQHV )HQLWRtQD en Pacientes con hemorragia cerebelosa de más
dosis titulables para mantener valores plas- de 3 cm con deterioro, con compresión del
máticos entre 14 y 23 μg/mL. Iniciar con pedúnculo cerebral o hidrocefalia por obs-
carga de 20 mg/kg en solución fisiológica trucción ventricular (cirugía inmediata)
a una velocidad de infusión menor de 50 Pacientes con diagnóstico de aneurisma,
mg/min. Se recomienda no mantenerla más malformación arteriovenosa o angioma
allá de un mes. (1LYHOGHHYLGHQFLD9JUDGR cavernoso
GHUHFRPHQGDFLyQ&) Pacientes jóvenes con hemorragia lobar
&RQWUROGHWHPSHUDWXUDFRUSRUDO Tratamiento moderada o grande, con deterioro clínico
con antitérmicos y medios físicos.
&RQWUROGHODVLQIHFFLRQHV Cultivos, vigilancia
Limitaciones del tratamiento quirúrgico
del LCR si tiene catéter de PIC.
3UR¿OD[LVGH793 Dispositivos neumáticos. Metaanálisis de estudios aleatorizados de
&XDGURVGHH[FLWDFLyQ Tranquilizantes menores remoción quirúrgica del HIC
o neurolépticos si hay agitación. Mc Kissock reportó el primer estudio aleato-
rizado de remoción quirúrgica, durante la era
pre-TC, en 1961. El diagnóstico era establecido
3.5.5.3. Tratamiento
mediante el examen clínico, punción lumbar y
quirúrgico
angiografía cerebral. Se excluían los pacientes
Indicaciones de tratamiento que tenían signos de deterioro neurológico o
quirúrgico VLH[LVWtDKDOOD]JRDQJLRJUi¿FRGHDQHXULVPD
El 3DWUyQ2UR para el tratamiento quirúrgico MAV u oclusión de algún vaso cerebral, así como
del HIC es la remoción quirúrgica del coágulo también si tuvieran hematoma infratentorial o
en su mayor parte posible, en el menor tiempo si el diagnóstico fuera incierto, o se dudara de
y con el menor trauma cerebral causado por un tumor o absceso. Quizás una proporción
la cirugía misma. Si fuera posible la cirugía VLJQL¿FDWLYDGHSDFLHQWHVDOHDWRUL]DGRVDFLUXJtD
también debería remover la causa subyacente actualmente no recibiría dicho tratamiento. De
del HIC, como las malformaciones arteriove- todos modos, el estudio muestra que con cirugía
nosas y prevenir complicaciones del HIC como los pacientes tenían mayor morbimortalidad.
hidrocefalia y el efecto de masa producido por Juvela y colaboradores reportaron un estudio
el coágulo. aleatorizado de cirugía YV el mejor tratamien-
La craneotomía ha sido la técnica estándar to médico, que incluyó 52 pacientes con HIC
para la remoción completa del HIC. Su mayor espontáneo supratentorial. Los que recibieron
ventaja es la adecuada exposición del lecho tratamiento quirúrgico presentaban menor GCS
quirúrgico. La remoción completa del coágulo a la admisión, hematoma de mayor tamaño
disminuye la elevación de la PIC y los efectos y profundo, y presencia de hemorragia intra-
locales de la presión ejercida por el hematoma ventricular. No se hallaron diferencias en la
por sí mismo sobre el cerebro circundante. Otras morbimortalidad a los 6 meses respecto de los
técnicas de remoción del hematoma incluyen que recibieron tratamiento médico.
la localización estereotáctica del coágulo o Batjer y colaboradores, condujeron un trabajo
ultrasonido intraoperatorio. aleatorizado con tres estrategias:
Se señalan como candidatos QRTXLU~UJLFRV 1. mejor tratamiento médico
Pacientes con pequeñas hemorragias (<10 2. mejor tratamiento médico más monitoreo
cm3 RGp¿FLWQHXUROyJLFRPtQLPR de la PIC
Pacientes con GCS 4 Glasgow, excepto 3. evacuación quirúrgica
aquellos con hemorragia cerebelar con El estudio debió ser suspendido prematuramente
compresión del pedúnculo cerebral como por la gran morbimortalidad en los tres grupos
cirugía de rescate de pacientes. (1LYHOGHHYLGHQFLD,,)
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 261

Auer y colaboradores, realizaron un trabajo por vía estereotáctica tuvieron un mejor índice
aleatorizado de aspiración endoscópica del he- de Barthel, pero la muestra no era comparable
matoma comparado con el mejor tratamiento con la que recibió tratamiento médico. Dicho
médico. A los 6 meses la morbimortalidad del estudio sugiere que la remoción estereotáctica
JUXSRTXLU~UJLFRIXHVLJQL¿FDWLYDPHQWHPHQRU del hematoma podría ser considerada como parte
(70%). (1LYHOGHHYLGHQFLD,,) En pacientes de futuros estudios.
con grandes hematomas (mayores de 50 cc) Un estudio aleatorizado publicado en 1992
la calidad de vida no se vio afectada por la en una revista japonesa asignaba los pacientes
cirugía, mientras que la mortalidad fue menor. a tratamiento médico o quirúrgico, y dentro de
En contraste, la evacuación endoscópica de este último cabían tres posibilidades:
pequeños hematomas tuvo menor morbilidad 1. bajo guía estereotáctica
que aquellos que recibieron tratamiento mé- 2. craneotomía
dico. La sobrevida fue similar en ambos gru- 3. drenaje ventricular
SRV/RVEHQH¿FLRVTXLU~UJLFRVVHOLPLWDURQD El estudio mostró mayor morbimortalidad
pacientes con hematomas lobares y menores con cirugía.
de 60 años. Todos estos estudios fueron analizados por
Morgenstern y colaboradores, aleatorizaron Prasad y Fernándes en sendos metaanálisis.
35 pacientes entre cirugía (craneotomía) y el La conclusión de Prasad es que no hay su-
mejor tratamiento médico en un solo centro, ¿FLHQWHHYLGHQFLDSDUDHYDOXDUHOHIHFWRGHOD
de un grupo de 76 pacientes. La morbilidad a craneotomía o la evacuación estereotáctica de
los 6 meses dentro del grupo quirúrgico fue los pacientes con HIC supratentorial.
de 17,6% comparado con un 23,5% del grupo El trabajo de Fernándes sugiere mayor morbi-
GHWUDWDPLHQWRPpGLFRVLQVLJQL¿FDFLyQHV- mortalidad con el tratamiento quirúrgico (OR
tadística. 1,20; 95% CI 0,83 a 1,74). Sin embargo, al
Zucarello y colaboradores, reportaron un estudio excluir los trabajos de Chen y McKissock, se
aleatorizado, comparando tratamiento quirúrgico VXJLHUHPD\RUEHQH¿FLRFRQODFLUXJtDFRQ
YV tratamiento médico. A los tres meses del alta reducción de la morbimortalidad (OR 0,63; 95%
44% de los del grupo quirúrgico tuvo un GCS CI 0,35 a 1,14). Quizás, en la era moderna, con
mayor de 3, comparado con un 64% del grupo la presencia de TAC, neuroanestesia, cuidados
GHWUDWDPLHQWRPpGLFR QRVLJQL¿FDWLYD /RV intensivos y microscopio, la cirugía tenga un
pacientes a quienes les fue removido el hematoma lugar en el tratamiento del HIC.

Figura 2:5HVDQJUDGRWHPSUDQRVHFXQGDULRDFLUXJtDXOWUDWHPSUDQD(QOD¿ODVXSHULRUVHDSUHFLDOD7&DO
LQJUHVRGHODSDFLHQWHFRQXQYROXPLQRVR+,&(QOD¿ODLQIHULRUVHH[SRQHOD7&SRVRSHUDWRULDLQGLFDGDDO
aumentar los valores de PIC, donde se observa el resangrado, tal cual lo describió Morgenstern
262 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Tratamiento quirúrgico ultra temprano De los 1 033 pacientes que fueron aleatori-
Morgensten condujo en 2001 un ensayo en zados, 503 recibieron tratamiento quirúrgico
pacientes con HIC espontáneo supratentorial, temprano y 530 recibieron tratamiento inicial
aleatorizados a craneotomía y evacuación del conservador. De éstos, 140 (26%) debieron
coágulo dentro de las primeras 4 horas de co- ser intervenidos quirúrgicamente luego de un
mienzo de los síntomas o luego de las 12 hs. período inicial de observación (por re sangrado,
El estudio fue detenido después de un análisis deterioro neurológico, deterioro clínico, mala
programado de los primeros 11 pacientes, en evolución con tratamiento conservador, aumento
los que se comprobó una tasa de resangrado del de la PIC, edema o alteración del estado de
40%, con una mortalidad del 75%, contra una conciencia).
tasa del 12% en los operados más tardíamente. Los pacientes sometidos a cirugía precoz
La asociación entre resangrado y mortalidad WXYLHURQXQEHQH¿FLRDEVROXWRGHO\UH-
era evidente (p 0,03). Se encontró una clara lativo del 10%. La mortalidad a los 6 meses
correlación entre el volumen posoperatorio fue del 36%, comparada con el 37% del grupo
del hematoma y buenos resultados (p 0,04). tratado en forma conservadora. La sobrevida
Concluyeron que la evacuación quirúrgica del durante los primeros 6 meses fue semejante
HIC dentro de las primeras 4 hs se complica con en ambos grupos.
el resangrado temprano, indicando un defecto Los hallazgos en este trabajo no mostraron
en la hemostasia. Sin embargo, la remoción diferencia ente cirugía precoz y tratamiento
máxima de sangre sigue siendo un factor de inicial conservador.
predicción de buena sobrevida. (ODQiOLVLVSRUVXEJUXSRVHVSHFt¿FRVWDPSR-
En la )LJXUDse muestra un ejemplo de re- co mostró diferencia ente ambos tratamientos,
sangrado temprano luego de cirugía dentro de excepto en tres grupos de pacientes:
las dos primeras horas del inicio de los síntomas 3DFLHQWHVFRQKHPDWRPDGHFPRPHQRV
del hematoma. GHSURIXQGLGDGUHVSHFWRGHODFRUWH]D, los que
tuvieron mejor evolución con la cirugía precoz
El estudio STICH (29%). Sin embargo esta diferencia no tuvo
Teniendo en cuenta las controversias alrededor poder estadístico.
del tratamiento quirúrgico del HIC, Mendelow 3DFLHQWHVFRQKHPDWRPDVSURIXQGRV. La craneo-
HWDO diseñaron un estudio prospectivo, alea- tomía comparada con aspiración estereotáctica
torizado, comparando la cirugía temprana vs o endoscópica, podría ser contraproducente en
tratamiento conservador en pacientes con HIC hematomas profundos.
supratentorial. 3DFLHQWHVFRQ+,&HQFRPD. Este grupo fue
Aleatorizaron 1033 pacientes durante 9 años el de más clara y peor evolución.
(1995-2003), en 83 centros de 27 países. Los
criterios de inclusión fueron pacientes en los (QHOIXWXURSRGUtDQHVWDUMXVWL¿FDGRVWUDEDMRV
que la TC evidenciara un HIC mayor a 2 cm guiados por imágenes, como evacuación del
de diámetro, dentro de las 72 hs de inicio de hematoma por vía estereotáctica, sobre todo
los síntomas, con un GCS de 5 ó mayor y en para hematomas profundos.
los que el neurocirujano responsable no tu- (QKHPDWRPDVVXSHU¿FLDOHVODFUDQHRWRPtD
YLHUDVHJXULGDGDFHUFDGHORVEHQH¿FLRVFRQ podría ser el método preferido si se lo compara
otro tratamiento (“principio de incertidumbre con la política conservadora de tratamiento.
terapéutica”). No eran incluidos si el hematoma 1RKD\HYLGHQFLDVVX¿FLHQWHVTXHMXVWL¿TXHQOD
era secundario a un aneurisma o MAV probado cirugía precoz en pacientes con HIC espontáneo
por angiografía, tumor o trauma, hematoma supratentorial. Debería demostrarse que los pacientes
cerebeloso o extensión del hematoma hacia el FRQKHPDWRPDVVXSHU¿FLDOHVVHEHQH¿FLDUtDQFRQ
tronco cerebral, así como si presentaban disca- cirugía, sobre todo con la craneotomía.
SDFLGDGItVLFDRPHQWDOVHYHUDTXHLQWHU¿ULHUD Los resultados del STICH deberían estimular
con la evaluación al alta. a los cirujanos a organizar dichos estudios.
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 263

3.5.6. Agentes hemostáticos ello sería de utilidad la terapéutica con agentes


hemostáticos.
3.5.6.1. Razones para utilizar
agentes hemostáticos 3.5.6.2. Ácidos aminocaproico
El deterioro neurológico que se produce ante el y tranexámico
paciente con HIC se relaciona con la formación Son derivados sintéticos del aminoácido lisina.
de edema cerebral y comprende tres fases: Pueden penetrar en el espacio extravascular y
a. HWDSDWHPSUDQD(primeras horas), relacionada WLHQHQDFWLYLGDGDQWL¿EULQROtWLFDHQKXPDQRV
con la presión hidrostática y la retracción El ácido traxenámico tiene una vida media más
del coágulo prolongada que el ácido epsilon-aminocaproico
b. VHJXQGDIDVH (primeros dos días), relacio- (EACA), siendo además mucho más potente.
nada con la activación de la cascada de la Debido a que dichas drogas primeramente in-
coagulación y producción de trombina KLEHQOD¿EULQROLVLVVRQPHMRUHVSDUDODHVWD-
c. WHUFHUDIDVH (luego de tres días) que inclu- bilización del coágulo que para promover su
ye la lisis de glóbulos rojos y la toxicidad formación.
producida por la hemoglobina Trabajos clínicos y observacionales indican que
La activación del sistema de complemento en estos agentes reducen la frecuencia de resangrado
el parénquima cerebral juega un papel impor- luego de una HSA de causa aneurismática pero
tante en la segunda y tercera fases. incrementan la frecuencia de isquemia cerebral
Existen potenciales estrategias terapéuticas y otras complicaciones trombóticas, opacando
relacionadas con dichos mecanismos. Debido ORVEHQH¿FLRVLQLFLDOHVDODOWD
a que los efectos adversos del HIC parecen Priyawat HWDO, realizaron un estudio piloto
resultar del efecto tóxico de los componentes enrolando pacientes con un volumen de HIC
de la sangre, la remoción temprana del coágu- entre 5 y 80 ml, dentro de las primeras 12 hs del
lo parecería ser la mejor estrategia. Frente a inicio de los síntomas. Les infundieron 5 g de
los malos resultados de las series quirúrgicas, EACA en 1 hora y luego 1g/h por 23 hs. De los
minimizar la cantidad de sangre extravasada pacientes tratados, el 60% tuvo un crecimiento
surge como una importante alternativa. Para del HIC mayor al 33% comparado con el 22%

Figura 3: Mecanismo de acción del rFVIIa, (YHUWH[WRSDUDORVGHWDOOHV)


264 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

de los no tratados. No hubo efectos adversos circulantes entran en contacto con el factor
trombóticos. Von Willebrand subendotelial expuesto y con el
colágeno, siendo entonces activadas y capaces
3.5.6.3. Aprotinina GHXQLUVHDO¿EULQyJHQRVROXEOHSDUDIRUPDU
La aprotinina es un polipéptido que inhibe la un tapón plaquetario. La sangre entra en con-
acción de varias proteasas séricas (incluyendo tacto con el factor tisular no vascular de unión
plasmina y kalicreína) por la formación de un celular en el espacio subendotelial después de
complejo irreversible. Por la inhibición de la la lesión tisular. El Factor VII se activa luego
kalicreína, la aprotinina inhibe indirectamente de unirse al Factor Tisular (FT), tomando la
la formación del factor XII activado que inte- forma FVIIa, que se encuentra en la circulación
rrumpe la coagulación. La aprotinina inhibe en una concentración equivalente al 1% de la
primariamente la iniciación de la coagulación forma zimógena del FVII.
\GHOD¿EULQROLVLVLQGXFLGDVSRUHOFRQWDFWR El complejo TF-FVIIa activa a los FIX y
GHODVDQJUHFRQXQDVXSHU¿FLHH[WUDxDTXHQR FX conduciendo a la generación de pequeñas
tiene efecto en la función plaquetaria. Puede cantidades de trombina (IIa) en las células que
causar reacciones de hipersensibilidad y trom- contienen el FT. Esta cantidad limitada de trom-
bosis arterial o venosa, pero no se ha hallado bina subsecuentemente activa a los cofactores
un aumento en la frecuencia de complicaciones FV y FVIII, así como a las plaquetas agregadas
trombóticas en trabajos quirúrgicos controla- en el lugar de la lesión.
dos, la mayor parte de ellos relacionados con Las plaquetas activadas localizadas en el sitio
cirugía cardiosvascular. del sangrado liberan fosfatidil-serina a nivel
de su membrana y proporcionan la matriz para
la generación de más trombina. EL FIXa y su
3.5.6.4. Factor VII
cofactor FVIIIa, forman un complejo sobre la
recombinante activado
VXSHU¿FLHGHODVSODTXHWDVTXHDFWLYDDO);
Mecanismo de acción PiVH¿FLHQWHPHQWHTXHHOFRPSOHMR7))9,,
La hemostasia comienza segundos después El FXa forma un complejo con su cofactor, el
de un daño endotelial y es una serie multi- )9DVREUHODVXSHU¿FLHGHODSODTXHWDDFWLYDGD
facética de eventos paralelos. Las plaquetas y convierte a la protrombina en trombina, un

Figura 4:'LDJUDPDGHÀXMRGHOHVWXGLRGH0D\HUHWDOPRGL¿FDGRGH1(QJO-0HG 2005; 352:777-85


$WDTXHFHUHEUDO ‡ 265

fenómeno conocido como “la explosión de la rFVIIa para prevenir el crecimiento del hemato-
trombina”. ()LJXUD (VWDYtD¿QDOL]DFRQHO ma en el HIC espontáneo. Respecto a su diseño
FOLYDMHGHO¿EULQyJHQR PHGLDGRSRUODWURPEL- era un estudio )DVH,,E, de establecimiento de
QD HQPRQyPHURVGH¿EULQDORVTXHHQWRQFHV dosis y prueba de hipótesis, prospectivo, doble
VHSROLPHUL]DQHQXQFRiJXORGH¿EULQD(VWD ciego, aleatorizado y controlado por placebo. Se
explosión de trombina activa tanto al FXIII que realizó en 73 hospitales de 20 países, reclutando
estabiliza el coágulo como al TAFI (inhibidor 400 pacientes entre agosto de 2002 a marzo
GHOD¿EULQROLVLVDFWLYDGRSRUODWURPELQD TXH de 2004. Comparó 3 dosis de rFVIIa (40, 80
hace más estable al coágulo y lo protege de la \—JNJ FRQSODFHER aSDFLHQWHVSRU
¿EULQyOLVLV grupo) luego de una TC basal dentro de las tres
horas de iniciados los síntomas.
Ensayos clínicos El objetivo primario (HQGSRLQW) era evaluar la
El volumen del hematoma es un factor deter- H¿FDFLDH[SUHVDGDSRUHOSRUFHQWDMHGHFDPELR
minante crítico de la morbimortalidad poste- en el volumen del HIC.
rior al HIC. Como se explicó previamente, el El objetivo secundario era evaluar sobrevida
crecimiento temprano del hematoma ocurre en y estado funcional a los 90 días del tratamiento
ausencia de coagulopatía, y parece resultar del así como la seguridad expresada por el aumento
continuo sangrado y resangrado en múltiples del volumen y edema del HIC.
sitios dentro de las primeras horas luego de la Se utilizó la corrección de Bonferroni en un
aparición del hematoma. A partir de las hipó- WHVWGHGRVODGRVFRQXQQLYHOGHVLJQL¿FDQFLD
tesis de Mayer se realizó una serie de ensayos de 0,0166 para comparar cada grupo de HIC
clínicos para determinar la seguridad y la dosis con el placebo para la medición primaria de
del factor VII recombinante activado (rFVIIa) los resultados. El ensayo fue designado con
en la limitación del crecimiento del HIC. un poder del 80% para detectar una reducción
6LQGXGDHOSXQWRGHLQÀH[LyQUHVSHFWRDOD relativa del 50% en el cambio porcentual del
utilidad del rFVIIa en el HIC son los hallazgos voumen del HIC.
del estudio publicado en el 1HZ(QJODQG-RXUQDO En la )LJXUD se observa el crecimiento del
RI0HGLFLQH en febrero de 2005. El objetivo del hematoma y la reducción del riesgo. El 29%
WUDEDMRHUDHYDOXDUODH¿FDFLD\VHJXULGDGGHO de los pacientes pertenecía al grupo placebo,


70 70
65 45% RR 52% RR 62% RR 65
60 60
55 55
50 50
45 45
40 40
35 35
30 30
29%
25 25
20 20
15 15
16% 14% 11%
10 10
5 5
0 0
-5 -5
-10 -10
-15 -15
-20 -20
Placebo 40 ug/kg rFVIIa 80 ug/kg rFVIIa 160 ug/kg rFVIIa
Tratamiento

222EDUCCIØN2ELATIVA,ASBARRASREPRESENTANEL)# 

Figura 5:&DPELRSRUFHQWXDOHQHOYROXPHQGHO+,&SRUWUDWDPLHQWR0RGL¿FDGRGH1(QJO-0HG 2005;352:777-85
266 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

en comparación con el 16%, 14% y 11% de los con rFVIIa se presentaron isquemias miocárdica
pacientes que recibieron 40, 80 y 160 μg/kg o cerebral, contra el 0% del grupo placebo,
respectivamente (p 0,01 para todos los grupos aunque ninguna de ellas provocó aumento de
de rFVIIa). la mortalidad o discapacidad a los 90 días.
En la 7DEODse observa el comportamiento Las conclusiones respecto al tratamiento con
de la PRUWDOLGDGFRQUHGXFFLRQHVVLJQL¿FDWLYDV rFVIIa fueron las siguientes:
con las distintas dosis de rFVIIa. En las 7DEODV
\ se observa el resultado funcional de los D 'LVPLQX\HVLJQL¿FDWLYDPHQWHHOFUHFL-
pacientes a los 90 días evaluados con la Escala miento del hematoma, de manera dosis
GH5DQNLQPRGL¿FDGD\HOíndice de Barthel, dependiente
FRQUHVXOWDGRVVLJQL¿FDWLYDPHQWHPHMRUHVHQ E 'LVPLQX\HVLJQL¿FDWLYDPHQWHODPRUWDOLGDG
el grupo tratado con las diversas dosis. c. Mejora la sobrevida funcional (Rankin y
En la 7DEOD se detallan los efectos adversos Barthel) a los 90 días
tromboembólicos (EATE) para cada grupo. No d. Se asocia con un pequeño aumento del
hay diferencias en los EATE venosos fatales o riesgo de tromboembolia arterial
invalidantes (2% en cada grupo) y sí las hay en e. La cantidad necesaria a tratar para evitar una
los EATE arteriales. En el 5% de los tratados muerte o discapacidad está entre 5 y 7

Placebo 40 μg/kg 80 μg/kg 160 μg/kg valor de p*


29% 18% 18% 19% 0,16
Reducción relativa 38% 38% 34%
*p=0,025 todos los grupos rFBIIa vs. placebo
Tabla 1:0RUWDOLGDGDORVGtDV0RGL¿FDGRGH1(QJO-0HG2005;352:777-85

Placebo 40 μg/kg 80 μg/kg 160 μg/kg


Media 4,1 3,6 3,3 3,4
Puntaje 4-6 69% 55% 49% 54%
(dependencia p=0,018 p=0,008 p=0,023
funcional y muerte)
Cantidad necesaria 7,1 5,0 6,7
a tratar
Tabla 2: 5HVXOWDGRGHOD(VFDODGH5DQNLQ0RGL¿FDGDDORVGtDV

-EDIA 0LACEBO 

0LACEBO   ±GKG 

±GKG   P  ±GKG 

±GKG   P  ±GKG 

6ALORDEPTEST
±GKG   P   
EXACTODE&ISHER
Tabla 3: Resultados del Índice de Barthel a los 90 días. Tabla 4: Frecuencia de eventos adversos
(100=independiente, 0=completamente dependiente) Los tromboembólicos para cada grupo
YDORUHVGHSVHUH¿HUHQDO:LOFR[RQ5DQN6XPWHVW
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 267

Como se ha visto en esta revisión no existe DFWXDOQRUHTXLHUHQJUDQGHVPRGL¿FDFLRQHVHQ


otra terapéutica que haya demostrado utilidad lo general. Los malos resultados obtenidos con
en el HIC. Las opciones de control de la presión el tratamiento quirúrgico contrastan con los
arterial para evitar el sangrado no están proba- obtenidos con los agentes hemostáticos, es-
das y corren el riesgo de generar hipoperfusión pecialmente el rFVIIa.
cerebral. El control hemostático podría ser un Es difícil no entusiasmarse con los datos del
coadyuvante del tratamiento quirúrgico. Los estudio de Mayer aunque se debe considerar
resultados son promisorios, a tal punto que se que éste no fue desarrollado para probar la
está desarrollando el estudio FAST (5HFRPEL XWLOLGDGVLQRVXH¿FDFLD\VHJXULGDGGHODGURJD
QDQW)DFWRU9,,DLQ$FXWH,QWUDFHUHEUDO+DH Dado que se encuentra disponible en el mer-
PRUUKDJH). Éste compara dos dosis de rFVIIa FDGRSDUDRWUDVLQGLFDFLRQHV KHPR¿OLDFRQ
(20 μg/kg y 80 μg/kg) contra placebo y su inhibidores) podría utilizarse sobre las bases del
protocolo se puede analizar en ‹http://www. “uso compasivo”, en las que impera el criterio
strokecenter.org/trials›. del médico.
(QHOPRPHQWRGH¿QDOL]DUHVWHFDStWXORVH
está desarrollando un consenso entre las So-
3.5.7. Conclusiones
ciedades de Terapia Intensiva, Neurología,
El tratamiento del HIC es motivo de controver- 1HXURFLUXJtD\+HPDWRORJtDD¿QGHHYDOXDU
sia. Las guías de práctica clínica necesitan ser las indicaciones del rFVIIa en el HIC en el
actualizadas, si bien a la luz del conocimiento contexto del conocimiento actual.

3.6 Hemorragia subaracnoidea

Daryl R. Gress
Damián Lerman
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

3.6.1. Introducción La incidencia anual de la HSA no traumática


se estima en 10-15/100 000. La mortalidad
La hemorragia subaracnoidea (HSA) repre- ha sido estimada en 25% al 50%, teniendo en
senta una pequeña porción de la enfermedad cuenta el subdiagnóstico en casos de muerte
cerebrovascular, pero es responsable de una súbita. La HSA representa el 4,5% de la mor-
gran parte de la mortalidad y morbilidad de talidad por VWURNH, pero debido a que ocurre a
todos los accidentes cerebrovasculares (ACV). una menor edad que el ACV isquémico, acarrea
268 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

más del 25% de la pérdida de años de vida grade patients with subarachnoid hemorrhage: a
potenciales antes de los 65 años relacionados retrospective review of 159 aggressively managed
a VWURNH. Las complicaciones tardías conducen cases.” En: 1HXURVXUJHU\ 1996; 85:39-49.
a mayor morbilidad a largo plazo, subrayando International Study of Unruptured Intracranial
la importancia del manejo en cuidados críticos Aneurysms Investigators. “Unruptured Intra-
agudos de estos pacientes. cranial Aneurysms - risk of rupture and risks
of surgical intervention.” En: 1(QJO-0HG
1998; 339:1725-33.
3.6.2. Fuente de evidencia
Johnston S.C., Selvin S., Gress D.R. “The
Fisher C.M., Kistler J.P., Davis J.M. “Relation burden, trends, and demographics of mortality
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hage visualized by computerized tomographic 1998; 50:1413-8.
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Mayberg M.R., Batjer H.H., Dacey R. HWDO mún de HSA, con sangrado relacionado con
“Guidelines for the management of aneurys- contusiones corticales, hematomas y lesiones
mal subarachnoid hemorrhage. A statement for de vasos. La HSA espontánea es más frecuen-
healthcare professionals from a special writing temente causada por la ruptura de un aneurisma
group of the Stroke Council, American Heart As- cerebral.
sociation.” En: 6WURNH 1994; 25:2315-2328. Se piensa que los aneurismas rara vez están
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nesis of hyponatremia following subarachnoid del tiempo, y se estima que en la población
hemorrhage due to ruptured cerebral aneurysm.” adulta alcanzan del 3 al 8%. Típicamente los
En: 6XUJLFDO1HXURORJ\ 1996; 46:500-7. DQHXULVPDVDSDUHFHQHQORVSXQWRVGHUDPL¿-
Le Roux P.D., Elliott J.P., Newell D.W., Grady cación de los vasos cerebrales alrededor del
M.S., Winn H.R. “Predicting outcome in poor- Polígono de Willis y aproximadamente el 20%
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 269

de los pacientes puede tener múltiples lesiones. recurrente. Una HSA con angiografía negativa
Se observa un patrón familiar en el 10-20% de sin este patrón no necesariamente tendrá curso
los pacientes y las lesiones múltiples parecen ser benigno, debiéndose realizar estudios adicio-
más prevalentes en esos casos. Los aneurismas QDOHVHQXQHVIXHU]RSRULGHQWL¿FDUXQDIXHUWH
son más comunes en las mujeres y el tabaquismo aneurismática. Habitualmente se realizan una
KDVLGRLGHQWL¿FDGRFRPRHOSULQFLSDOIDFWRU nueva angiografía y una RMN.
de riesgo. Los datos sugerirían que muchos
aneurismas permanecen asintomáticos toda la
3.6.4. Presentación clínica
vida. La historia natural del riesgo de ruptura
de un aneurisma incidental se ha convertido La HSA es clásicamente descrita como el inicio
en un tema de debate luego de la publicación súbito de ODSHRUFHIDOHD o la SULPHUFHIDOHD,
de un estudio retrospectivo que sugiere que los frecuentemente asociada con alteraciones tran-
aneurismas pequeños e incidentales tienen un sitorias de la conciencia. Mientras muchos casos
riesgo de sangrado menor al 0,1% por año. Otras VRQIiFLOPHQWHLGHQWL¿FDGRVRWURVVRQGLDJ-
malformaciones vasculares son responsables de nosticados sólo cuando la sospecha se alcanza
la minoría de las HSA, siendo las malformacio- por cefalea GLIHUHQWH o V~ELWD. La HSA puede
nes arteriovenosas (MAV) responsables del 5 al presentarse sin alteración en las funciones neu-
10% de los casos. La hipertensión es causante rológicas, siendo la examinación estándar de
del 5-10% de todas la HSA, mientras que en el poca ayuda. La sospecha clínica obliga a realizar
QRVHLGHQWL¿FDQOHVLRQHVYDVFXODUHV una TAC de encéfalo SIN contraste, el estudio
en la angiografía. Un pequeño número de esos por imágenes de elección con una sensibilidad
pacientes pueden tener HSA relacionada con cercana al 95%. De no hacer diagnóstico con
discrasias sanguíneas y malignidad. TAC en el contexto de sospecha clínica, se
A pesar de una evaluación cuidadosa, aproxi- requiere una punción lumbar. ()LJXUD)
madamente en el 10 al 20% de los pacientes no
VHLGHQWL¿FDXQDIXHQWHGHVDQJUDGR
3.6.5. Clasificación
Se ha descrito una forma de HSA perimesen-
cefálica benigna ()LJXUD) caracterizada por un Los dos escores más utilizados son las escalas
relativo menor volumen de sangre localizado de Hunt & Hess, y el de la :RUOG)HGHUDWLRQRI
en las cisternas interpeduncular y perimesen- 1HXURORJLFDO6XUJHRQV (Federación Mundial de
cefálica. No se hallan aneurismas y la historia Cirujanos Neurológicos). Ambas escalas com-
QDWXUDOUHÀHMDXQPX\EDMRULHVJRGHKHPRUUDJLD SDUWHQVLPLOLWXGHVHQODHVWUDWL¿FDFLyQEDVDGDHQ
HOQLYHOGHDOHUWD\Gp¿FLWIRFDO YHUFDStWXOR
GHHVWDREUD). El sistema de graduación clínica
descrito por Hunt & Hess ha sido muy útil en
predecir el pronóstico en la HSA. La edad del
paciente y el escore clínico son los predictores
de buenos resultados más fuertes.
8QDFODVL¿FDFLyQDGLFLRQDO~WLOSDUDHOPDQHMR
HQWHUDSLDLQWHQVLYDHVODFODVL¿FDFLyQWRPR-
JUi¿FDGH)LVKHU(VWHVLVWHPDGHJUDGXDFLyQ
IXHGHVDUUROODGRHQXQHVIXHU]RSRULGHQWL¿-
car a aquellos pacientes con HSA con mayor
riesgo de revelar isquemia tardía relacionada
con vasoespasmo. Como predictor puede ayu-
dar a implementar un tratamiento intensivo
Figura 1: Tomografía computada de una hemorragia al grupo de mayor riesgo. La predicción se
perimescencefálica típica, donde se observa el coágu- basa en una TAC sin contraste 24-48 hs luego
lo de sangre en la cisterna perimescencefálica del sangrado. Los pacientes con una TAC que
270 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

(EMORRAGIASUBARACNOIDEA

4#

.ORMAL (3!

0, '#3 '#3 

#OMPROMISODE
TRONCOENLA4#
!.')/'2!&Ù)!

$)')4!,

54)
-EDIDASDE
SOPORTENO
INVASIVAS

Figura 2: Algoritmo para el diagnóstico del paciente con presunta HSA

muestra HSA difusa o capa delgada (menor a el agente intravenoso ideal un betabloqueante
1mm) tienen bajo riesgo de vasoespasmo. En como labetalol.
contraste, aquellos con coágulo mayor a 1mm En pacientes que están despiertos, la PIC rara
revelarán algún grado de vasoespasmo, sobre vez excede los 25-30 mmHg, por lo tanto la
todo localizado en los segmentos arteriales cer- presión arterial media (TAM) puede ser descen-
canos al coágulo. El sangrado intraventricular dida por debajo de 100 mmHg sin compromiso
sin sangre subaracnoidea también posee bajo de la perfusión cerebral. Los pacientes con de-
riesgo de vasoespasmo sintomático. terioro de conciencia pueden tener marcados
incrementos de la PIC y un descenso agresivo
de la TAM podría comprometer la perfusión.
3.6.6. Control inicial
Dichos pacientes probablemente necesiten una
La HSA es una verdadera emergencia médica ventriculostomía de urgencia que permitirá me-
y neurológica, y la aproximación inicial debe dir la PIC, y la TA pueda ser descendida según
asegurar la función respiratoria y hemodinámica tolerancia. En ese sentido es razonable mantener
(A-B-C). La ruptura aneurismática lleva a una una PPC entre 50 y 70 mmHg.
espiga fulminante en la PIC y se asocia con una Se utilizan comunmente el labetalol o nicar-
liberación masiva de catecolaminas ()LJXUDV dipina endovenosos para el control de la TA,
\). La HTA severa es una presentación si bien el nitroprusiato de sodio también es un
común. Se argumenta, sin datos fuertes, que el agente útil para el control a corto plazo de la
control de la presión arterial puede reducir el TA en la Terapia Intensiva.
resangrado precoz. El control de la TA puede Las convulsiones asociadas a HSA son frecuen-
ser iniciado en la sala de emergencias, siendo temente reportadas en el contexto prehospita-
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 271

lario, pero son poco comunes las convulsiones La angiografía continúa siendo la modalidad
claras presenciadas en el hospital. No hay datos de imagen preferida para evaluar la HSA y
fuertes para guiar las decisiones acerca de la planear el tratamiento. El tratamiento tempra-
necesidad de terapia anticonvulsivante. Sería no del aneurisma, ya sea clipado quirúrgico o
razonable tratar en agudo con anticomisiales a endovascular, es la herramienta más poderosa
todas las HSA, hasta que la ruptura del aneu- para reducir el riesgo de resangrado. Mientras
ULVPDKD\DVLGRLGHQWL¿FDGD\WUDWDGDDXQTXH que los datos de ensayos clínicos han sido poco
hay poco consenso sobre este tópico. La elec- concluyentes en sostener el tratamiento tem-
ción de la droga es de algún modo arbitraria, si prano, muchos centros actualmente proceden
bien consideraciones teóricas favorecen a una FRQHOWUDWDPLHQWRGH¿QLWLYRGHQWURGHODVSUL-
u otra. Las más frecuentemente utilizadas son meras 24-48 hs en un esfuerzo por disminuir
fenitoína y valproato. la morbilidad relacionada con el resangrado.
La hidrocefalia es una consecuencia común La decisión acerca del tratamiento de elección,
de la HSA aguda, pudiendo estar presente en quirúrgico o endovascular, debe basarse en la
20-30% de los pacientes al momento de la destreza del operador disponible, y en la con-
evaluación en la sala de emergencias y puede GLFLyQFOtQLFD\FRQ¿JXUDFLyQGHODQHXULVPD
contribuir al deterioro del estado de concien- pero siempre con el objetivo de resolverlo dentro
cia. Muchos pacientes con un escore Hunt & de las 24 a 48 hs.
Hess de III, y más aún con IV o V, necesitarán
ventriculostomía de urgencia.


Ruptura
aneurismática

Sangrado ĹĹ PIC
Cefalea

TAM = PIC PPC = 0 Pérdida de conciencia

Cese del sangrado Isquemia global

Ĺ TAM Ļ PIC Ĺ PPC Lesión de reperfusión

Desacople FSC / Vasoespasmo Secuela Muerte


CMO2C según sangre neuropsicológica encefálica

Figura 3: Fisiopatología de la ruptura aneurismática. En la columna de la izquierda se observa la secuencia de


eventos y en la de la derecha la repercusión clínica de los mismos
272 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

pasibles de tratamiento, sean quirúrgicos o en-


dovasculares. Este estudio aleatorizado demos-
tró mejores resultados en aquellos pacientes
tratados con técnica endovascular comparada
con el clipado quirúrgico, con una reducción
de riesgo relativo de muerte o discapacidad en
el siguiente año mayor al 20%. A pesar de ello,
SHUVLVWHXQDFRQWURYHUVLDVLJQL¿FDWLYDDFHUFD
de los méritos relativos del clipado quirúrgi-
co YV la colocación endovascular de FRLOV. La
morbilidad del procedimiento es menor con la
técnica endovascular, lo que ha llevado al incre-
mento del uso del abordaje endovascular, y es
razonable tratar a la mayoría de los aneurismas
de esa manera, salvo que la anatomía vascular
favorezca la opción quirúrgica, como en el caso
de los aneurismas de la bifurcación de la arteria
cerebral media o de la arteria pericallosa.
Los pacientes con mal grado clínico —Hunt
& Hess IV y V—, tienen menor probabilidad
de resultados favorables y tradicionalmente el
Figura 4: Espécimen neuropatológico de una HSA
fatal. Obsérvese la extensa hemorragia en los surcos tratamiento se ha focalizado en los grupos con
y cisternas basales mejor pronóstico.
Mientras que algunos son partidarios de re-
trasar el tratamiento agresivo en pacientes de
3.6.7. Tratamiento del mal grado debido al mal pronóstico, cualquier
aneurisma retraso incrementa el riesgo de resangrado y
otras complicaciones. La evaluación aguda
Un estudio clínico reciente (ISAT) comparó GHEHGH¿QLUHOPHFDQLVPRUHVSRQVDEOHGHOD
resultados de muerte o discapacidad severa disfunción neurológica e incluir la reversibi-
en pacientes con ruptura aguda de aneurismas lidad potencial de dicha lesión en la decisión


100%

80%

60%
Sin tratamiento
40% Protocolo

20%

0%
GOS 1 GOS 2 GOS 3 GOS 4-5

*Ui¿FR  Evolución al alta antes y después de implementar un protocolo de tratamiento agresivo en el


0DVVDFKXVVHWV *HQHUDO +RVSLWDO 2EVpUYHVH OD VLJQL¿FDWLYD GLVPLQXFLyQ GH OD PRUWDOLGDG \ DXPHQWR GH ORV
resultados funcionales (GOS 4-5)
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 273


3)34%-!4)#!$%!.%52)3-!3
(5.4(%33'2!$/3)6 6

4!# '#3n0UPILASFIJAS

#ISTERNASPRESENTES #ISTERNASAUSENTES
(IDROCEFALIA $ISTORSI˜NDETRONCO

54)
#UIDADOSDE
6ENTRICULOSTOM¤A .OMEJORA POTENCIALDONANTE

!NGIOGRAF¤A !USENCIADEPROGRESI˜NDELCONTRASTE
A B C

Figura 5: Algoritmo de control de los pacientes con mal grado clínico. En la parte inferior se observan TC de tres de
los estadios descritos en el algoritmo: (A) ruptura de un aneurisma del tope basilar con destrucción mesencefálica;
(B) hidrocefalia aguda; (C) ruptura de un aneurisma de arteria cerebral media con hematoma y efecto de masa

¿QDO3RUHMHPSORODKLGURFHIDOLDSXHGHHVWDU y muchos pueden necesitar ventriculostomía


presente en la evaluación inicial y el drenaje inmediata para drenaje de LCR. Los pacien-
ventricular llevaría a una marcada mejoría clí- tes sin lesión masiva inicial y PIC que puede
nica; sin embargo, una destrucción masiva del ser controlada en menos de 25 mmHg, deben
tronco por ruptura de un aneurisma del tope ser considerados para el tratamiento agresi-
de la basilar probablemente no tenga oportuni- vo temprano ()LJXUD). En el *Ui¿FR se
dad de recuperación. La decisión inicial debe observa la evolución al alta de pacientes en
incluir más que el simple grado clínico, ya mal grado, de acuerdo a la Escala de Glasgow
que algunos pacientes con mal grado podrían de Recuperación (GOS), en el Massachussets
tener excelentes resultados. Los pacientes con General Hospital, con un protocolo similar al
JUDGR,9 y V deben ser rápidamente evaluados, algoritmo de la )LJXUD.
274 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

3.6.8. Complicaciones cuatro horas. Múltiples estudios han demostra-


do un modesto efecto en mejorar el resultado
3.6.8.1 Vasoespasmo neurológico, aunque no se ha visto una clara
El vasoespasmo representa la mayor amenaza GHPRVWUDFLyQDQJLRJUi¿FDGHGLVPLQXFLyQGHO
y el manejo de éste comienza con la evaluación espasmo. Se especula que el sitio de acción es
inicial del paciente con HSA. Es una patología a nivel celular, actuando como neuroprotector.
transitoria de los segmentos basales de las ar- Esto es consistente con la modesta evidencia de
terias intracerebrales ()LJXUD) que conduce TXHODQLPRGLSLQDWLHQHXQHIHFWREHQH¿FLRVR
a una disminución del lumen de los vasos. Este en el ACV agudo cuando es utilizado en las
proceso es desencadenado por la sangre pre- primeras horas. Los ensayos clínicos en HSA
sente alrededor de estos vasos, y la severidad preceden al control en cuidados críticos neu-
del espasmo está relacionada con la cantidad rológicos agudos agresivos con inducción de
de sangre y la duración de la exposición. La KLSHUWHQVLyQ\QRTXHGDFODURVLORVEHQH¿FLRV
hemoglobina y sus productos de degradación, son aditivos. Utilizando la estrategia de nimo-
particularmente la oxihemoglobina, son los más dipina como neuroprotector debe esperarse un
probables espasmógenos. La naturaleza precisa EHQH¿FLRDGLFLRQDOVLELHQODGRVLVGHPJ
de esta lesión no es aún bien comprendida, cada cuatro horas no fue efectiva en ensayos de
y probablemente consista en la contracción ACV isquémico. Dado todo esto parece razo-
prolongada e intensa del músculo liso vascular. nable el uso de nimodipina, siempre y cuando
Hay cambios asociados en la pared de los vasos no se encuentre comprometida la capacidad
TXHLQFOX\HQSUROLIHUDFLyQPXVFXODU¿EURVLV de tratar con hipertensión. Si produjera una
\FDPELRVLQÀDPDWRULRV HQGDUWHULWLVTXtPLFD caída inmanejable de la TA, la dosis debe ser
proliferativa). Hay engrosamiento de la pared dividida, reducida o eliminada.
vascular, aunque la contribución de este efecto El Doppler Transcraneano (DTC) es una he-
al estrechamiento luminal es probablemente rramienta invaluable en el manejo del vasoes-
moderada. El curso clínico es bastante prede- pasmo. Es un estudio no invasivo, rápidamente
cible. El primer signo clínico de isquemia rara interpretable y puede realizarse diariamente
vez aparece antes del cuarto día y el proceso se para guiar la terapéutica. Como todos los es-
incrementa en severidad durante 10 a 14 días, tudios, deben entenderse las limitaciones de la
con una rápida resolución espontánea. WHFQRORJtDSDUDREWHQHUORVPD\RUHVEHQH¿FLRV
La nimodipina ha sido el tratamiento estándar (O'7&LQIRUPDODVYHORFLGDGHVGHÀXMRGHORV
por casi una década y es iniciada a 60 mg cada segmentos basales de los vasos cerebrales, y

Figura 6:(QOD¿JXUD$VHREVHUYDYDVRHVSDVPRDQJLRJUi¿FRVHYHURGHODDUWHULDFHUHEUDOPHGLDGHUHFKD
HQXQSDFLHQWHHQHOGtDSRV+6$/DVÀHFKDVLQGLFDQORVVLWLRVGHUHGXFFLyQGHOFDOLEUH(QOD¿JXUD%VH
PXHVWUDODDQJLRSODVWtDFRQEDOyQ/DÀHFKDEODQFDVHxDODHOEDOyQLQWUDDUWHULDO
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 275

un incremento de las velocidades puede ser ÀXMRDWUDYpVGHORVVHJPHQWRVHVWUHFKDGRV


observado en estados de perfusión aumenta- La principal herramienta para incrementar la
da y en vasoespasmo. Debe medirse en forma perfusión cerebral durante el período de va-
simultánea la velocidad en la arteria caróti- soespasmo es entonces la hipertensión. En
da interna extracraneana (ACI) y la relación opinión del Dr. Gress, el vasopresor más útil
ACM/ACI (índice de Lindegaard) ayuda a di- es la fenilefrina, ya que es bien tolerado, sin
ferenciar vasoespasmo de hiperemia. Es difícil taquicardia ni ectopías, aunque con el riesgo
correlacionar los síntomas isquémicos con las FLHUWRGHWDTXL¿OD[LDDSDUWLUGHOWHUFHUGtD
velocidades por DTC, debido a la variabilidad Ocasionalmente se requieren también agentes
de la circulación colateral. Por ejemplo, si el inotrópicos, sobre todo en un contexto de com-
vasoespasmo afecta conjuntamente a la ACA y SURPLVRYHQWULFXODUL]TXLHUGRVLJQL¿FDWLYR
ACM, será sintomático a velocidades menores La utilidad de la hipervolemia reside en que
que el vasoespasmo de la ACM sola. A medida el volumen facilita los esfuerzos por incre-
que las velocidades aumentan, la intensidad del mentar la presión arterial. La hipervolemia
manejo médico y monitoreo también deben SHUVH probablemente no incremente la perfu-
incrementarse. En el capítulo correspondiente sión cerebral, la que está determinada por el
de esta obra se observan iconografía y detalles gradiente de presión durante el vasoespasmo
HVSHFt¿FRV severo. El objetivo es adecuar el volumen
Nuevas estrategias para el monitoreo del para facilitar hipertensión y conducir el vo-
vasoespasmo incluyen las imágenes de per- lumen hacia presiones capilares pulmonares
fusión. La imagen de perfusión por TC es la HVSHFt¿FDVXVXDOPHQWHQRHV~WLO9DULRVHV-
más disponible y la experiencia precoz sugiere tudios han sugerido que incrementos en el
TXHODWpFQLFDHV~WLOSDUDFRQ¿UPDUHVSDV- volumen minuto cardíaco sin incremento en
PRVLJQL¿FDWLYR0XFKRVFHQWURVUHDOL]DQ la presión pueden incrementar la perfusión
angiografía convencional aproximadamente cerebral. No está claro si agentes utilizados
al séptimo día de sangrado, con el objeto de tales como dobutamina puedan llevar a una
LGHQWL¿FDUDDTXHOORVTXHGHVDUUROODUiQYD- dilatación arterial en la circulación cerebral
soespasmo severo. y alterar favorablemente la resistencia vas-
El manejo médico estándar es tradicionalmente cular cerebral. El manejo presor es simple y
conocido como 7ULSOH+, referido a hemodilu- asociado con pocos riesgos. La mayoría de
ción, hipervolemia e hipertensión. Se incluye la la morbilidad asociada con 7ULSOH+ proviene
hemodilución debido a las ventajas reológicas de la sobrecarga de volumen, la cual puede
GHOÀXMRVDQJXtQHRHQSHTXHxRVYDVRVFXDQGR VHUDEROLGDVLQVDFUL¿FDUODH¿FDFLDGHODWH-
se maximiza la viscosidad. El balance entre la rapéutica. De rutina debe colocarse un catéter
capacidad de transporte de oxígeno y viscosidad venoso central y rara vez es necesario colocar
se optimiza a hematocrito de 30-35%. Es raro un catéter en la arteria pulmonar.
que los pacientes durante su estadía en UTI 6LVHGHVDUUROODXQGp¿FLWQHXUROyJLFRDSHVDU
tengan hematocrito tan alto como para reque- del tratamiento médico, se necesita una inter-
ULUÀHERWRPtDWHUDSpXWLFD\DTXHÀHERWRPtD vención urgente. La angiografía con la intención
GLDJQyVWLFD\ÀXLGRVLQWUDYHQRVRVXVXDOPHQWH de angioplastía ()LJXUD) y/o la infusión de
alcanzan dicho objetivo. vasodilatadores arteriales como verapamilo o
En la medida en que el vasoespasmo progresa, nicardipina ()LJXUD), pueden ser extrema-
los vasos proximales se estrechan y los meca- damente útiles asociados a hipertensión para
nismos autorregulatorios normales llevan a la H[FOXLUXQGp¿FLWLVTXpPLFRSRUYDVRHVSDVPR
vasodilatación distal. Si se desarrolla isquemia, Los microcatéteres con balones de alta compla-
ODDXWRUUHJXODFLyQHVWiPD[LPL]DGD\HOÀXMR cencia pueden acceder a las arterias vertebral,
sanguíneo es entonces proporcional al gradiente basilar, carótida interna y segmento proximal
de presión a través del circuito cerebral. El de las cerebrales medias. La angioplastía de-
incremento en la TA por ende incrementa el vuelve el calibre normal al vaso con un efecto
276 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Figura 7: Angioplastía química con papaverina de la arteria vertebral, reducida de calibre por vasoespasmo
proximal y distal al aneurisma vértebro basilar (A). La inyección de papaverina permitió completar la
oclusión con alambres de platino y dilatar la arteria basilar (B)

duradero que persiste a lo largo del curso del comienza de manera gradual. La somnolencia
vasoespasmo, sin recurrencia. A medida que progresiva acompañada de la imposibilidad de
se gana experiencia con la técnica, está siendo llevar la mirada hacia arriba es un hallazgo su-
aplicada precozmente en el curso del vasoes- gestivo. El estado abúlico asociado con el inicio
pasmo. Muchos centros actualmente realizan del vasoespasmo sintomático en el complejo
angioplastía cuando se predice vasoespasmo de la arteria comunicante anterior es a menudo
severo por DTC, incluso antes de que aparezcan difícil de distinguir de la forma subaguda de
signos de isquemia. El objetivo sería realizar hidrocefalia. La TAC con medición en milí-
XQDWHUDSpXWLFDLQYDVLYDSUHYLDDOGp¿FLWFOtQLFR metros de la luz ventricular a nivel de las astas
para maximizar la función neurológica. anteriores de los ventrículos laterales puede
ayudar a realizar el diagnóstico. Sin embargo,
3.6.8.2 Cardíacas un cambio tan pequeño como 1mm en la luz
La HSA está comúnmente asociada con efectos ventricular puede ser todo lo que se necesita
cardíacos. La hemorragia aguda se asocia con para producir un estado estuporoso.
una liberación masiva de catecolaminas, que En la hidrocefalia relacionada a HSA puede
puede llevar en pacientes susceptibles a arritmias RFXUULUXQDGLODWDFLyQYHQWULFXODUVLJQL¿FDWLYD
agudas, isquemia subendocárdica y disminución a pesar de una presión intraventricular relati-
transitoria de la contractilidad. A pesar de que vamente baja o normal. Este incremento en la
la evidencia de lesión isquémica miocárdica complacencia cerebral puede ser secundario a
por ECG y marcadores séricos es común ésta los efectos de la hemorragia y es más notable
por lo general se recupera a lo largo de los en los pacientes mayores. La hidrocefalia sin-
días. Incluso aquellos pacientes con hipotensión tomática no necesariamente incrementa la PIC.
marcada y miocardio atontado que requieran El tratamiento efectivo en este contexto puede
agentes inotrópicos y vasopresores, recuperan requerir el descenso del drenaje ventricular a
la contractilidad y función rápidamente. 5 cm o menos por encima del conducto audi-
tivo externo para alcanzar el drenaje de LCR y
3.6.8.3 Hidrocefalia reducción del tamaño ventricular. Las nuevas
Además de la hidrocefalia aguda que puede estar válvulas de presión ajustable para drenajes per-
presente desde el inicio, puede aparecer una manentes han ayudado con este inconveniente,
forma subaguda de hidrocefalia comunicante en ya que la presión de drenaje puede ser ajustada
los primeros días y hasta una semana luego de según la necesidad para lograr la reducción del
la HSA. A pesar de que puede presentarse como tamaño ventricular.
un estado agudo de coma, más frecuentemente Por último, la hidrocefalia tardía puede apare-
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 277

cer diez o más días luego del sangrado, cuando encima de 130 mEq/l. Se requieren determina-
el paciente aparentemente está recuperándose ciones frecuentes de la natremia, cada 6 horas,
ELHQGHODFLUXJtD/DDSDULFLyQGHGL¿FXOWDG para asegurar la seguridad del tratamiento. Se
al levantarse de la cama y en la marcha, aso- ha demostrado también que el tratamiento con
ciado con un comportamiento “tranquilo”, es ÀXGURFRUWLVRQDSXHGHGLVPLQXLUODQDWULXUHVLV
un signo de sospecha. La presión lumbar es a y facilitar los esfuerzos por alcanzar hipervo-
menudo normal, pero el tratamiento no obstante lemia.
resulta en una mejoría clínica durante los días
siguientes. Casi siempre se requiere un drena- 3.6.8.5 Fiebre
je ventrículoperitoneal permanente, el cual se Muchos pacientes con HSA pueden presentar
asocia con una alta tasa de mejoría. ¿HEUHHQ87,0XFKRVHVWiQDVRFLDGRVFRQ
infecciones usuales en UTI, siendo las más
3.6.8.4 Hiponatremia comunes la respiratoria, urinarias y relacionadas
La hiponatremia es también una característica de DFDWpWHUHV/D¿HEUHGHRULJHQLQIHFFLRVRVH
los pacientes con HSA en UTI. Parece probable asocia típicamente con leucocitosis, y respon-
que represente una verdadera pérdida de sal y de a los antipiréticos y antibióticos. Por otro
la restricción hídrica se asocia con los peores ODGRDOJXQRVSXHGHQWHQHU¿HEUHFRQXQULWPR
resultados. La controversia que involucra al diurno, sin infección clara ni elevación de los
rol del factor natriurético atrial, la secreción glóbulos blancos. Ésta es probablemente la
inadecuada de ADH y otras causas de pérdida ¿HEUHFHQWUDO relacionada con la presencia de
salina continúan en debate. Se remarca que la VDQJUHHQHO/&5(VWDV¿HEUHVVRQGLItFLOHV
reducción del volumen intravascular asociado de controlar.
con la natriuresis incrementa enormemente el /RVHVWXGLRVKDQGHPRVWUDGRTXHOD¿HEUHHV
riesgo de infarto cerebral asociado a vasoes- un factor de riesgo independiente asociado con
pasmo. En la 7DEODse presenta el diagnóstico los peores resultados, enfatizando la necesidad
diferencial entre el síndrome de pérdida de sal GHORJUDUHOFRQWUROGHOD¿HEUH'HHVWDPDQHUD
cerebral (SPSC) y la secreción inapropiada de VHMXVWL¿FDHOXVRDJUHVLYRGHDQWLSLUpWLFRV\
hormona antidiurética (SIHAD). mantas enfriadoras.
Las soluciones de sodio enteral y la solución
salina hipertónica intravenosa son muy efectivas 3.6.8.6 Control del dolor
para reponer la pérdida de sodio y estabilizar La cefalea es un problema común, requiriéndose
los niveles de natremia. La salina hipertónica analgésicos opioides para un adecuado control.
al 3% puede ser infundida inicialmente a 20 Ocasionalmente el dolor se convierte en un
ml/h y titulada para mantener el sodio sérico por problema luego de los primeros días, pudiendo

SPSC SIHAD
Natriuresis Sodio urinario normal o levemente elevado
Contracción de volumen Retención de líquidos (hiponatremia
dilucional)
Uricemia aumentada Uricemia baja
Tratamiento: agua y sal para mantener balance Tratamiento: Restricción hidrosalina
neutro (la restricción de líquidos puede ser
fatal)
Tabla 1: Diagnóstico diferencial de la hiponatremia
278 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

ser útil la amitriptilina. Luego de que la cefalea 3.6.9. Conclusiones


y el dolor de nuca mejoran, puede aparecer do-
lor lumbar y en los miembros, probablemente La hemorragia subaracnoidea no traumática
relacionados con aracnoiditis, en la medida en es un desafío para todos los implicados en su
que la sangre se deposita en el saco tecal que diagnóstico y tratamiento, emergentólogos, in-
envuelve las raíces sacras. tensivistas, neurocirujanos, neurorradiólogos
intervencionistas y anestesiólogos.
3.6.8.7 Nutrición Para su diagnóstico es necesario un alto nivel
El soporte nutricional temprano es útil en la de sospecha. Una vez realizado, es conveniente
mayoría de los pacientes en UTI. Muchos pa- enviar al paciente al centro más capacitado para
cientes están neurológicamente intactos y en su atención, como se hace notar en el capítulo
condiciones de comer por vía oral de manera de centros de excelencia de este libro.
segura. Se debería evaluar la deglución para Creemos que la mayor utilidad de este capítulo
minimizar el riesgo de aspiración. En aquellos radica en los algoritmos enfocados hacia los
pacientes con riesgo de aspiración debe utili- pacientes más graves, que son los que habitual-
zarse una SNG para proveer nutrición enteral mente manejamos en la terapia intensiva.
y medicación. 1RVSDUHFHPX\LPSRUWDQWHLGHQWL¿FDUDORV
pacientes en los cuales el tratamiento es fútil, a
3.6.8.8 Complicaciones ORV¿QHVGHHIHFWXDUXQDGHFXDGRPDQWHQLPLHQWR
comunes en UTI como potenciales donantes de órganos.
Los pacientes con HSA están en riesgo de com- También se debe destacar que la colaboración
plicaciones en UTI. Una atención cuidadosa con interdisciplinaria es fundamental para obtener
el objetivo de prevención es la responsabilidad buenos resultados en esta patología; de nada sirve
GHOLQWHQVLYLVWD(VWiLQGLFDGDODSUR¿OD[LVGH un excelente neurocirujano si no tiene a su lado un
TVP con medias de compresión neumática o intensivista capaz de solucionar las complicaciones
heparina subcutánea. Habitualmente se indica asociadas a la HSA, un anestesiólogo prepara-
SUR¿OD[LVGHVDQJUDGRJiVWULFRFRQEORTXHDQWHV do para cualquier contingencia intraoperatoria o
H2 o inhibidores de la bomba de protones, un neurorradiólogo entrenado en el cateterismo
aunque los datos son menos convincentes diagnóstico y terapéutico. La elección del o los
para pacientes que reciben nutrición enteral. tratamientos del aneurisma debe consensuarse
La vigilancia para neumonía, infecciones del entre todo el equipo terapéutico, eligiendo el más
tracto urinario y las relacionadas con catéteres apropiado para el paciente individual de acuerdo
venosos, permitirán intervenciones precoces a la evidencia médica disponible y al grado de
y por ende mejores resultados. entrenamiento de cada integrante.
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 279

3.7 Infarto Hemisférico

Fernando D. Goldenberg
Mónica Mejía-Acosta
-HIIUH\,)UDQN

3.7.1. Introducción 3.7.2. Fuente de evidencia


Los infartos hemisféricos son aquellos en los Rieke K., Schwab S., Krieger D., von Kummer
que hay una oclusión de la arteria cerebral media R., Aschoff A., Schuchardt V., Hacke W. “Decom-
o de la carótida interna, ocasionando un infarto pressive surgery in space-occupying hemispheric
isquémico en todo o casi todo este territorio infarction: results of an open, prospective trial.”
vascular. ()LJXUDV\) Estos infartos, que En: &ULW&DUH0HG 1995; 23:1576-1587.
representan menos del 10% de todos los ataques Hacke W., Schwab S., Horn M., Spranger M.,
cerebrovasculares isquémicos (ACV), son, sin De Georgia M., von Kummer R. “‘Malignant’
embargo, los más incapacitantes y los de mayor middle cerebral artery territory infarction: Cli-
mortalidad, que puede llegar al 80%. nical course and prognostic signs.” En: $UFK
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Kammersgaard L.P., Rasmussen B.H., Jorgensen
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and safety of inducing modest hypothermia in
Figura 1: Oclusión de la arteria carótida interna awake patients with acute stroke through surface
2 cm por arriba de la bifurcación carotídea cooling: a case-control study: the Copenhagen Stroke

Oclusión de la arteria cerebral Signo de la ACM hiperdensa ACV Isquémico en el territorio


media izquierda (ARM) de la ACM izquierda visto en la
secuencia de Difusión por RMN
Figura 2: Signos radiológicos de oclusión de la arteria cerebral media e infarto hemisférico
280 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Study.” En: 6WURNH 2000; 31:2251-2256. review.” En: 6WURNH 2004; 35:539-543.
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3.7.3. Fisiopatología
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pheric stroke.” En: 6WURNH 2002; 33:497-501. El principal problema de los infartos supratento-
Hofmeijer J., van der Worp H.B., Kappelle L.J. riales masivos es el edema cerebral, que puede
“Treatment of space-occupying cerebral infarc- ocasionar hernias cerebrales. El edema cerebral
tion.” En: &ULW&DUH0HG 2003; 31:617-625. potencialmente fatal ocurre en un 1-5% de todos
De Georgia M.A., Krieger D.W., Abou-Chebl los pacientes con infarto supratentorial. El 78%
A., Devlin T.G., Jauss M., Davis S.M., Koros- de las muertes en la primera semana después de
hetz W.J., Rordorf G., Warach S. “Cooling for un infarto supratentorial es debido a herniación
Acute Ischemic Brain Damage (COOL AID): a transtentorial o del uncus del lóbulo temporal.
feasibility trial of endovascular cooling.” En: Los pacientes con infartos supratentoriales
1HXURORJ\2004; 63:312-317. severos tienen una presentación clínica carac-
Uhl E., Kreth F.W., Elías B., Goldammer A., terística y un patrón de evolución que es prede-
Hempelmann R.G., Liefner M., Nowak G., Oertel cible en la mayoría de los casos. Los síntomas
M., Schmieder K., Schneider G.H. “Outcome iniciales incluyen afasia si el infarto compromete
and prognostic factors of hemicraniectomy for al hemisferio dominante, hemi-inatención si
space occupying cerebral infarction.” En: J es el no dominante, hemianopsia homónima
1HXURO1HXURVXUJ3V\FK 2004; 75:270-274. contralateral, desviación ipsilateral de la mirada,
Gupta R., Connolly E.S., Mayer S., Elkind hemiplejía y pérdida sensorial contralateral. El
MS. “Hemicraniectomy for massive middle paciente generalmente está despierto pero en
cerebral artery territory infarction: a systematic ocasiones puede estar somnoliento.
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 281

El deterioro neurológico ocurre a las 24 horas La Tomografía Computarizada (TC) realizada


en un 36% de los pacientes, dentro de las pri- dentro de las primeras 5 horas después del inicio
meras 48 horas en un 68%, de las 72 horas en de los síntomas tiene valor pronóstico en los
el 87% y dentro de las 96 horas en el 91%. El infartos de la arteria cerebral media si hay un
deterioro es producido por el edema cerebral área de hipodensidad que involucra más del
que genera una importante cantidad de volumen 50% de este territorio vascular. Este hallazgo
extra en la cavidad intracraneana. El incremento tiene un valor de predicción positivo del 85%
de volumen se compensa inicialmente mediante SDUDXQGHVHQODFHIDWDOFRQXQDHVSHFL¿FLGDG
el desplazamiento de líquido cefalorraquídeo del 94%.
dentro del compartimiento espinal y por la dis- En general este estudio se repite al menos
minución del volumen sanguíneo intracraneal, cada 24 horas, pero en pacientes jóvenes (ge-
SHURHVWRVPHFDQLVPRVVRQ¿QLWRV\ODDGLFLyQ neralmente menores de 60 años), con riesgo
de volúmenes superiores a los 30 cc generará GHGHVDUUROODUHGHPDVLJQL¿FDWLYRREWHQHPRV
aumento de la presión intracraneana (PIC). Cuan- imágenes cada 12 horas durante los primeros
do ésto sucede, se generan desplazamientos de 2 ó 3 días.
tejido encefálico conocidos como herniaciones Aunque los métodos complementarios de
cerebrales y aparecen áreas con compromiso diagnóstico son una herramienta valiosa para
de la perfusión cerebral debido a la compre- predecir el edema cerebral, todos los pacientes
sión de las arterias que genera nuevos infartos con infartos hemisféricos masivos se deben
cerebrales y, en casos de elevación extrema de considerar en riego de edema y herniación.
la PIC, paro circulatorio cerebral.
El período de mayor edema cerebral es 2 a 5 días 3.7.3.2. Hipertensión
GHVSXpVGHOLQIDUWR&OtQLFDPHQWHVHPDQL¿HVWD endocraneana
con una disminución del estado de conciencia, en Se ha demostrado que la mayoría de los pacien-
grado variable desde somnolencia hasta coma, tes con infartos hemisféricos masivos que se
dilatación pupilar con pérdida de la reactividad, deterioran de manera temprana inicialmente no
inicialmente homolateral y luego bilateral, náu- tienen un aumento importante en la PIC.
seas, vómitos, signos motores (descerebración) Sin embargo, observar un incremento en la
y patrones respiratorios anormales. Todos estos 3,&D\XGDDHVWUDWL¿FDUDORVSDFLHQWHVHQPD\RU
síntomas representan disfunción del tallo cere- riesgo de muerte por edema cerebral.
bral, debido a herniacion y compresión. Si se En nuestra experiencia los pacientes que se
está monitorizando la PIC, ésta generalmente EHQH¿FLDQPiVFRQXQPRQLWRUHRGHOD3,&VRQ
se encuentra dentro de límites normales (menos ORVMyYHQHVTXH\DWLHQHQXQHGHPDVLJQL¿FD-
de 20 mmHg) al inicio del deterioro clínico y tivo y compresión de los espacios de líquido
aumenta en las siguientes horas. Si el deterioro cefalorraquídeo (LCR) ipsilaterales.
continúa, se produce un paro circulatorio cerebral Los pacientes con infartos hemisféricos masivos
que lleva a la muerte encefálica. tienen islas de tejido viable que se mantienen
gracias a la circulación colateral; el aumento de
3.7.3.1. Predicción del edema la PIC colapsa las arterias colaterales y aumenta
Hay varios factores de predicción clínicos que se el volumen de tejido infartado. Un aumento
correlacionan con un mal pronóstico. Uno de los VLJQL¿FDWLYRGHOD3,&DOHUWDVREUHHVWHWHMLGR
más importantes es la edad. El limitado espacio viable que se encuentra en riesgo e indica que
residual intracraneal de los jóvenes no permite una el paciente necesita medidas para aumentar la
adaptación al aumento en el volumen ocasionado presión de perfusión cerebral regional.
por el edema cerebral. Otros factores pronósticos En los infartos severos de la arteria cerebral
incluyen un deterioro clínico en las primeras horas media, el edema ocasiona herniaciones cere-
del infarto cerebral, PIC de más de 30 mmHg, brales. ()LJXUD) Estas herniaciones cerebrales
oclusión de la carótida interna y oclusión proximal además de distorsionar el diencéfalo pueden
de la arteria cerebral media. causar compresión y obstrucción de otras arterias
282 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

cerebrales adyacentes. En las hernias subfalciales 3.7.4. Tratamiento


puede haber compromiso de la arteria cerebral
anterior, ocasionando un infarto cerebral en este 3.7.4.1. Tratamiento médico
territorio vascular. En las herniaciones uncales de pacientes con PIC elevada
puede haber compromiso de la arteria cerebral
posterior con el subsiguiente infarto en esta Medidas generales
distribución vascular. ()LJXUD) El tratamiento médico para bajar la PIC puede
Para monitorizar la PIC nosotros recomen- ser útil de manera temprana en el tratamiento.
damos utilizar un monitor parenquimatoso Estas incluyen la posición de la cabeza, evitar
ipsilateral al territorio infartado; éste nos da episodios de hipotensión, evitar eventos que
una medida más exacta del aumento de la PIC aumenten la PIC (convulsiones, agitación, mala
en el territorio afectado. ventilación).
Si bien es cierto que no hay evidencia de que Un estudio realizado en la Universidad de
el monitoreo de la PIC mejore el pronóstico, Heidelberg, Alemania, en el 2001, mostró que
D\XGDDLGHQWL¿FDUDSDFLHQWHVFRQULHVJRGH la posición de la cabeza se correlaciona con
morir si sólo son sometidos a tratamiento médico, la PIC y la presión de perfusión cerebral. En
permite establecer una estrategia racional para la posición decúbito, con el paciente a 0º, la
mejorar la FRPSOLDQFH intracraneana, permite la presión arterial media fue de 90,0 ± 1,6; ésta
detección y tratamiento de las ondas A, facilita disminuyó a 82,7 ± 7 al elevar la cabeza de la
las decisiones en cuanto a la necesidad de escalar cama a 15º y a 76,1 ± 1,6 al elevar la cabeza 30º.
tratamiento para la hipertensión endocraneana y La PIC también disminuyó al elevar la cabecera
los monitores intraparenquimatosos tienen una de la cama de 13 ± 0,9 a 0º, a 12 ± 0,9 a 15º y
incidencia de complicaciones muy baja. 11,4 ± 0,9 a 30º. Como resultado la presión de

Figura 3: Hernias cerebrales Figura 4:/DDUWHULDFHUHEUDOSRVWHULRU ÀHFKD SXHGH


A. Herniación uncal; B. Herniación subfalcial; C. ser comprimida en las hernias uncales, ocasionando
Herniación amigdalina un infarto cerebral en este territorio vascular
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 283

perfusión cerebral disminuyó de un valor de en el metabolismo cerebral. Si bien esto es cierto,


77,0 ± 8 a 0º, a un valor de 70,0 ± 1,8 a 15º, y la hipotermia tiene muchos otros efectos que
64,7 ± 1,7 a 30º. En conclusión, aunque la PIC disminuyen el daño cerebral. Estos incluyen
es máxima en la posición decúbito, la presión inducción de tolerancia a la isquemia, dismi-
de perfusión cerebral es mayor en esta posición. nución de la expresión de genes tempranos
Sin embargo éste es un tema controvertido y incluyendo el c-fos, disminución de la actividad
en la mayoría de los casos nosotros seguimos de las metaloproteinasas, preservación de la
usando la cabecera de la cama a 30º. barrera hemato-encefálica, disminución de la
Otro factor importante a considerar en el UHVSXHVWDLQÀDPDWRULD\ODOLEHUDFLyQGHUDGLFDOHV
tratamiento médico de estos pacientes es la de oxígeno, y disminución de la liberación de
volemia. Se debe evitar la hipovolemia. En los neurotransmisores como el glutamato, que es
pacientes que tienen un catéter venoso central tóxico para las neuronas vecinas al tejido infar-
se debe tratar de mantener una presión venosa tado. La hipotermia también reduce la muerte
central por arriba de 8 mmHg, se pueden usar tardía de neuronas por apoptosis.
cristaloides, coloides o productos sanguíneos. El tratamiento con hipotermia es más exito-
Los pacientes con disminución de la resistencia so cuando se inicia de manera temprana y se
periférica pueden requerir vasopresores. mantiene por períodos prolongados; hay evi-
Es importante evitar soluciones hipotónicas. dencia experimental que indica que cuando
En los pacientes que han recibido terapias hi- el tratamiento se inicia tarde se requiere más
perosmolares el uso de líquidos isoosmóticos tiempo para alcanzar un resultado neuroprotector.
en el tratamiento posterior es crítico, el uso de Datos experimentales también sugieren que
soluciones hipoosmolares en estos pacientes LQFOXVRÀXFWXDFLRQHVPHQRUHVHQODWHPSHUDWXUD
(al disminuir la concentración sérica de sodio) cerebral pueden tener un efecto en el tejido
puede aumentar el edema cerebral. isquémico. Aún no está claro qué pacientes
VHSXHGHQEHQH¿FLDUFRQODKLSRWHUPLDGHOD
Hiperventilación misma manera que la temperatura ideal no está
La hiperventilación disminuye la PIC pro- ELHQGH¿QLGD$XQTXHHOSURSyVLWRIXQGDPHQWDO
duciendo alcalosis y vasoconstricción, dis- de la hipotermia es el de reducir el tamaño
PLQX\HQGRDVtHOÀXMRFHUHEUDO\HOYROXPHQ del infarto, es posible que ésta tenga efectos
sanguíneo cerebral. El efecto de la hiperventi- EHQp¿FRVLQFOXVRGHVSXpVGHTXHHOLQIDUWRVH
lación puede disminuir después de unas horas ha completado.
y es posible que haya una vasodilatación de La hipertermia, por el contrario, exacerba todos
rebote que aumente la PIC cuando se reasuma los efectos deletéreos que la hipotermia mejora.
la normoventilación. Además la vasoconstric- Un aumento en la temperatura corporal está
ción inducida por la HV puede comprometer el fuertemente asociado con un incremento en la
FSC en las áreas de penumbra isquémica. morbilidad y mortalidad por infarto cerebral.
El uso de hiperventilación es controversial y Los términos hipotermia leve y moderada
nosotros no la aconsejamos a menos que se use son usados en varios artículos para referirse
transitoriamente para el tratamiento agudo de eleva- a la temperatura central. Aunque no hay un
ciones críticas de la PIC o síndrome de herniación acuerdo en la terminología, está generalmente
cerebral. Si se la utiliza se recomienda mantener una DFHSWDGRTXHKLSRWHUPLDOHYHVHUH¿HUHDXQD
presión de CO2 de 28-32 mmHg o una oximetría temperatura de 33 a 36ºC, moderada de 28 a
del bulbo yugular no menor del 50%. 32ºC, severa de10 a 28ºC y profunda de 5 a
10ºC. El rango de 32 a 33ºC es el más usado en
Hipotermia las unidades de cuidado intensivo neurológico.
La hipotermia tiene un papel neuroprotector Para efectos prácticos este valor se considera
en modelos experimentales de isquemia focal hipotermia moderada.
y global. Inicialmente se pensaba que el efecto (OHQIULDPLHQWRGHODVXSHU¿FLHFRUSRUDOFRQ
neuroprotector era mediado por una disminución mantas térmicas es limitado porque el tiempo
284 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

para alcanzar la temperatura deseada es muy trombolíticos dentro las primeras 3 horas y
SURORQJDGRVXH¿FDFLDHQODVSHUVRQDVREHVDV el tratamiento con hipotermia se inicio en las
es limitada, y en general requiere el uso de primeras 6 horas. La temperatura blanco era de
anestésicos y relajantes musculares. 33 ºC y ésta se alcanzó en un promedio de 3,5
Los sistemas de enfriamiento endovascular +/- 1,3 horas. Muchos pacientes presentaron
ofrecen mejores resultados. Éstos consisten en temperaturas más bajas del valor deseado du-
un sistema cerrado que ajusta la temperatura por rante el período de inducción de la hipotermia.
medio de un catéter que se inserta en general Este fenómeno es frecuente cuando se utilizan
en la vena femoral. Este catéter tiene un par métodos de enfriamiento externo. Los resulta-
de balones cerca de la punta, que se localizan dos no fueron diferentes en los dos grupos en
en la vena cava inferior. Esto permite una cir- la escala de Rankin a los tres meses, debido
culación cerrada de líquido frío que ajusta la a que la muestra de pacientes fue pequeña.
temperatura al nivel deseado. Con este sistema Las complicaciones de los pacientes de este
se puede alcanzar una temperatura de 33ºC estudio tratados con hipotermia incluyeron
en un promedio de 3ºC por hora y se puede bradicardia (n=5), ectopía ventricular (n=3),
mantener una temperatura de entre 32,2-33,4ºC KLSRWHQVLyQ Q  PHOHQD Q  ¿HEUHGHVSXpV
facilmente. del recalentamiento (n=3) e infecciones (n=4).
El primer tratamiento con hipotermia de pa- &XDWURSDFLHQWHVFRQ¿EULODFLyQDXULFXODUFUy-
cientes con infarto maligno de la arteria cerebral nica desarrollaron respuesta ventricular rápida,
media fue reportado por Schwab HWDO En este tres pacientes sufrieron infarto de miocardio
estudio 25 pacientes fueron sometidos a hipo- y tres pacientes murieron durante el proceso
termia moderada en las primeras 14 +/- 7 horas de enfriamiento.
después del inicio de los síntomas. El método Los mismos investigadores realizaron otro
XVDGRIXHHQIULDPLHQWRGHODVXSHU¿FLHFRUSR- estudio llamado COOL AID 2. En este estudio
ral usando diferentes técnicas. El 56% de los se incluyeron 40 pacientes; 18 fueron aleato-
pacientes sobrevivió y tres meses después tenía rizados para ser tratados con hipotermia y 22
menor incapacidad neurológica. Un hallazgo recibieron tratamiento médico convencional. El
importante fue que los pacientes que murieron tratamiento se inició en las primeras 12 horas
tuvieron una herniación cerebral que ocurrió del inicio de los síntomas. Se insertó un catéter
durante el período de recalentamiento. de enfriamiento endovascular en la vena cava
En el estudio de Copenhague, 17 pacientes inferior en los pacientes aleatorizados para
fueron sometidos a hipotermia usando una manta hipotermia, para alcanzar una temperatura de
térmica de circulación de aire frío. El enfria- 33ºC. La muestra de pacientes fue pequeña y
miento se inició entre 3 y 4 horas después del QRVHDOFDQ]yXQDGLIHUHQFLDVLJQL¿FDWLYDHQWUH
inicio de los síntomas y la temperatura blanco los dos grupos.
fue de 35,5ºC. La temperatura deseada se obtuvo Al período de recalentamiento se le considera
en 4 horas en promedio y se mantuvo sólo por como la etapa crítica del tratamiento con hipo-
KRUDV(OUHVXOWDGR¿QDOHQWUHORVSDFLHQWHV termia. La mayoría de las muertes ocurre durante
tratados con hipotermia y los controles no mostró este período debido a incrementos excesivos
ninguna diferencia. en la PIC y hernias cerebrales fatales. A menor
El estudio COOL-AID combinó trombolisis tiempo de recalentamiento, el aumento de la PIC
temprana con hipotermia moderada, se incluyó es mayor. Se considera que este aumento en la
un total de 19 pacientes, de los cuales 9 fueron PIC puede ser secundario a un incremento de
controles no aleatorizados y 10 recibieron el rebote en las demandas metabólicas, las cuales
tratamiento con hipotermia. La hipotermia se sobrepasan la entrega de oxígeno.
obtuvo utilizando cobijas de enfriamiento por La hipotermia afecta a todos los órganos cor-
agua y fricciones con alcohol. Los pacientes porales; una temperatura menor de 30 ºC se
fueron intubados, recibieron relajantes mus- DVRFLDFRQHFWRStD\¿EULODFLyQYHQWULFXODU/RV
culares y opioides. Inicialmente, recibieron efectos adversos más frecuentes en un estudio
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 285

multicéntrico que incluyó 50 pacientes fueron bral. Estudios experimentales en animales han
trombocitopenia (70%), bradicardia (62%), y demostrado que cuando se usan dosis altas de
neumonía (48%). Cuatro pacientes murieron manitol (1,5-2,5 mg/kg) la extracción de agua
debido a coagulopatías severas, fallo cardíaco puede ser mayor en el hemisferio sano que en
o hipertensión endocraneana incontrolable. el infartado, agravando las diferencias de pre-
Si bien la institución de hipotermia como tra- sión y las herniaciones cerebrales. Un estudio
tamiento del edema cerebral en pacientes con incluso demostró un incremento en el contenido
infarto cerebral severo es todavía controver- de agua en el hemisferio infartado al usar una
sial, mantener una temperatura corporal normal dosis de 1,5mg/kg. Estos hallazgos pueden ser
HYLWDQGROD¿HEUHGHEHUtDVHUODQRUPDHQHO explicados por la pérdida de la barrera hema-
manejo clínico de estos pacientes. to-encefálica, que permite que el manitol pe-
netre en el espacio extravascular y ejerza allí
Osmoterapia su efecto osmótico. Un estudio realizado en 9
El tratamiento con soluciones hipertónicas pacientes demostró que una dosis de manitol
es útil en el momento agudo y como medida de 40 g es efectiva, reduciendo la PIC >10%;
transitoria mientras se planea el siguiente paso HOHIHFWRPi[LPRIXHREVHUYDGRDO¿QDOGHOD
en el manejo. infusión y persistió durante 4 horas. La dosis
Los agentes hipertónicos actúan aumentando de manitol que nosotros recomendamos es de
en el gradiente osmolar entre el compartimien- 1g/kg, administrado cuando haya evidencia de
to intravascular y el intersticial. Producen un hipertensión intracraneana, como una medida
desplazamiento de líquido del parénquima transitoria en su tratamiento.
cerebral al torrente sanguíneo, disminuyendo El JOLFHURO es un azúcar que también actúa como
así el edema cerebral. Debido al compromiso agente osmótico. En teoría tiene la capacidad de
de la barrera hematoencefálica en el hemisfe- reducir el edema cerebral. Varios estudios han
rio infartado, la disminución del volumen es demostrado que no hay diferencia a largo plazo
más pronunciada en el hemisferio sano; ésto HQODVXSHUYLYHQFLD\HQODH¿FDFLDGHOJOLFHURO
aumenta el gradiente de presión entre el hemis- por lo tanto su uso no es recomendado.
ferio infartado y el no comprometido, y puede La VROXFLyQVDOLQDKLSHUWyQLFD tiene un efecto
ocasionar una herniación cerebral. Para que los similar al del manitol y puede ser usada de
agentes osmóticos funcionen, la barrera hema- manera intermitente para disminuir transito-
toencefálica debe estar intacta, de lo contrario riamente la PIC.
el agente hiperosmolar va a migrar a través de
la barrera y agravar el edema cerebral. Otras consideraciones médicas
El uso los agentes osmóticos es recomendado +LSHUJOXFHPLD Se ha demostrado que los
únicamente como medida transitoria y duran- pacientes que tienen hiperglucemia durante
te su uso se debe monitorizar la osmolaridad la evolución de un infarto hemisférico tienen
sanguínea tratando de mantener un valor me- un peor pronóstico y mayor extensión del área
nor de 320 mosmol/L; se deben evitar valores infartada. El aumento en la glucosa sanguínea
mayores para minimizar el riesgo de necrosis ocasiona un aumento del lactato, el cual está
tubular aguda. asociado de manera independiente a un aumento
Dentro de los agentes hiperosmolares se en- en el volumen infartado. Un control estricto de
cuentran el glicerol, el manitol y las soluciones la glucemia debe ser prioritario en el manejo de
salinas hipertónicas. estos pacientes.
El PDQLWRO es un agente osmótico que no penetra
en la célula, actúa desplazando agua del intersticio Fiebre. Como se mencionó antes, una tempera-
y de los espacios intracelulares al compartimiento tura elevada está asociada a peor pronóstico y
intravascular. Además de la capacidad osmóti- HOWUDWDPLHQWRGHOD¿HEUHGHEHVHUDJUHVLYR
ca, el manitol reduce la viscosidad sanguínea 3UHVLyQDUWHULDOAunque el valor óptimo de pre-
PHMRUDQGRHOÀXMRHQODPLFURYDVFXODWXUDFHUH- sión sanguínea (PA) en los pacientes con infartos
286 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

cerebrales es aún desconocido, es importante 3.7.4.2. Tratamiento quirúrgico


mantener una presión que permita una adecuada La hemicraniectomía descompresiva con plás-
perfusión cerebral. Los valores buscados en tica de la duramadre disminuye de manera im-
estos pacientes son los mismos recomendados portante la mortalidad y morbilidad en estos
para los demás pacientes con infarto isquémico pacientes.
agudo. Hay evidencia reciente que sugiere que Permite que el tejido edematoso se expanda
el aumento de la PA inducido por la infusión para evitar la compresión de los ventrículos y
GHÀXLGRV\VLHVQHFHVDULRHOXVRGHYDVRSUH- las hernias cerebrales, reduce la PIC, aumen-
sores en pacientes que presentan hipotension WDODSUHVLyQGHSHUIXVLyQ\SUHVHUYDHOÀXMR
arterial, es seguro y probablemente contribuya cerebral.
a preservar la circulación colateral. La cirugía consiste en hemicraniectomía y
duraplastia, se debe remover un fragmento óseo
*OXFRFRUWLFRLGHV Los esteroides no se reco- de al menos 12 cm de diámetro, incluyendo
miendan para el tratamiento de los pacientes con los huesos frontal, parietal, temporal y parte
edema cerebral secundario a infarto isquémico. del occipital. ()LJXUDV) La dura se
El uso de esteroides no disminuye la mortalidad sutura al borde de la craniotomía para prevenir
y, debido a los efectos adversos, puede incre- un sangrado epidural, luego se la abre y se
mentar la morbilidad. Los pacientes que reciben aplica un parche de dura de cadáver o de fascia
esteroides tienen valores más altos de glucosa temporal homóloga.
sanguínea, mayor incidencia de infecciones y Se sugiere que una cirugía temprana, en las
sangrado gastrointestinal. primeras 24 horas, puede mejorar el pronóstico

Figura 6: Reparos anatómicos de la hemicraniectomía

Figura 7: Hemocraniectomía descompresiva izquierda: ventana ósea en TAC. Véase el tamaño


de la craniectomía
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 287

y disminuir la mortalidad incluso a un 23%. mencionar que este estudio no fue aleatoriza-
Además se han reportado mejores puntajes en do y el grupo control estuvo compuesto por
HOtQGLFHGH%DUWKHO\HQODHVFDODPRGL¿FDGD los pacientes que no pudieron ser llevados a
de Rankin. El síndrome clínico y los métodos cirugía debido al riesgo operatorio o a la falta
diagnósticos de imágenes permiten estimar el de consentimiento informado.
volumen del tejido infartado de manera temprana, Los factores clínicos asociados a un mejor pronóstico
permitiendo intervenir antes de que ocurra un después de una cirugía fueron establecidos con un
evento potencialmente letal. Desafortunada- análisis retrospectivo de los casos reportados en
mente no hay estudios aleatorizados contro- la literatura inglesa entre 1970 y el 2004. La edad
lados que comprueben el momento ideal para es el principal factor pronóstico independiente,
la intervención quirúrgica. que se asocia no solo con una menor mortalidad
(OSULPHUHVWXGLRFRQXQDPXHVWUDVLJQL¿FDWLYD sino con un mejor desempeño funcional. En este
con un grupo control fue publicado en 1995 estudio sólo el 36% de los pacientes menores de
por el grupo de Heidelberg. El grupo tratado 50 años tuvo una incapacidad severa o muerte
quirúrgicamente tuvo una disminución sig- cuatro meses después del tratamiento; por el con-
QL¿FDWLYDHQODPRUWDOLGDGFRPSDUDGRFRQHO trario, para los pacientes mayores de 50 años este
grupo control (34% YV 80%). Es importante porcentaje alcanzó el 80%.

Figura 8: Mismo paciente: craneoplastia realizada a los dos meses de la craniectomía cuando el edema
cerebral se ha resuelto

Figura 9: Paciente con infarto hemisférico izquierdo que necesitó craniectomía descompresiva y duroplastia.
1yWHVHHOYROXPHQGHOKHPLVIHULRFHUHEUDOHGHPDWRVR\ODKHUQLDFLyQVLJQL¿FDWLYDGHOWHMLGRHQFHIiOLFRD
través del sitio de la craniectomía (RMN secuencias de Difusión y T2)
288 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Las complicaciones quirúrgicas también deben Los pacientes fueron luego aleatorizados a
considerarse. Wagner HWDO. describieron su ex- tratamiento médico estandarizado o tratamiento
periencia con 60 pacientes. Las complicaciones quirúrgico (hemicraniectomía con duroplastia)
incluyeron sangrado y lesiones isquémicas, con más tratamiento médico estandarizado. Los
porcentajes del 41% y 28%, respectivamente. criterios usados para la aleatorización (dentro
Las hemicraniectomías pequeñas y con bor- de las 96 hs del inicio del ACV) fueron des-
des agudos son las que más se asocian con viación de la línea media a nivel anterior del
sangrado. septum interventricular de por lo menos 7,5
Otra consideración importante es la calidad mm, o desviación de la línea media a nivel de
de vida posterior. Walt HWDO. reportaron 58 la glándula pineal de al menos 4 mm y examen
pacientes, de los cuales casi todos alcanzaron neurológico empeorado.
una buena calidad de vida. Sorpresivamente La hemicraniectomía fue realizada de modo
no hubo diferencias entre infarto cerebral en estandarizado y los límites quirúrgicos usados
el hemisferio derecho o izquierdo, e incluso se fueron: 2 cm lateral al seno longitudinal superior,
encontró mejoría en los pacientes afásicos, siendo el piso de la fosa craneal media, 4 cm poste-
la afasia global un hallazgo infrecuente. rior al conducto auditivo externo. ()LJXUD)
En un análisis retrospectivo de 14 pacientes Se realizó una durotomía completa y todo los
que recibieron hemicraniectomía descompre- pacientes tuvieron un catéter de monitoreo de la
siva en el hemisferio no-dominante (Carter et PIC intraparenquimatoso ipsilateral. Se midió
DO), ante la pregunta de qué harían en caso de la recuperación a los 21, 90 y 180 días.
estar frente a la misma situación, el 54,5% de A los 21 días la mortalidad de los pacientes
los pacientes que sobrevivió contestó que haría aleatorizados a tratamiento médico fue del 45,5%
lo mismo, el 27,2% contesto que “tal vez” y el y la de los pacientes aleatorizados a tratamiento
18,2% contestó que no. quirúrgico fue del 26,7%.
El estudio HeADDFIRST (+HPLFUDQLHFWRP\ Si bien el número de pacientes aleatorizados no
$QG'XURWRP\8SRQ'HWHULRUDWLRQ)URP,Q IXHVX¿FLHQWHSDUDFUHDUXQDGLIHUHQFLDHVWDGtVWL-
IDUFWLRQ5HODWHG6ZHOOLQJ7ULDO) es un estudio FDPHQWHVLJQL¿FDWLYDTXHIDYRUH]FDHOWUDWDPLHQWR
multicéntrico aleatorizado de hemicraniecto- quirúrgico de este grupo de pacientes, este estudio
mía descompresiva y duroplastia en pacien- SHUPLWLyGH¿QLUJUXSRVGHDOWRULHVJRSDUDHO
tes con ACV hemisférico y edema cerebral, desarrollo de edema cerebral severo, estableció
cuyos resultados aún no han sido publicados. la mortalidad más baja reportada en la literatura
Incluyó 26 pacientes entre 18 y 75 años que (aun para tratamiento médico solamente) y mostró
tenían infarto completo de la ACM +/- ACA o una tendencia hacia una menor mortalidad con
ACP, que se presentaban con un NIHSS igual el tratamiento quirúrgico estandarizado.
o mayor de 18 y NIHSS ítem 1 menor de 2.
&RPRFULWHULRGHH[FOXVLyQ¿JXUyODSUHVHQFLD
3.7.5. Conclusión
de coagulopatía, el haber recibido tPA dentro
de las 24 hs de la aleatorización, que tuvieran Sabemos que el infarto hemisférico con ede-
una expectativa de vida menor a 6 meses o PDFHUHEUDOVLJQL¿FDWLYRHVXQDHQIHUPHGDG
que presentaran hematoma en más de 1/3 del invalidante y de alta mortalidad, que el trata-
territorio infartado. miento médico tiene un impacto importante
/RVFULWHULRVWRPRJUi¿FRVGHHOHFFLyQIXHURQ sobre el pronóstico, que probablemente los
a. GHQWURGHODVKV infarto de >50% del SDFLHQWHVVHEHQH¿FLHQGHOWUDWDPLHQWRTXL-
territorio de la ACM o volumen del infarto rúrgico (hemicraniectomía descompresiva y
superior a 90 cc duroplastia), que anticiparnos al desarrollo
b. HQWUHODV\KV infarto completo en el del edema cerebral es crucial y que la calidad
territorio de la ACM o volumen superior a de vida, sobre todo de los paciente jóvenes,
180 cc puede ser buena.
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 289

3.8 Anticoagulación en la fase


aguda del infarto cerebral

Daniel H. González

3.8.1. Introducción parin: results of the TOPAS trial.” En: 6WURNH


2001; 32:2.2.
El tratamiento anticoagulante en un infarto Coull B.M., Williams L.S., Goldstein L.B.
cerebral agudo es un tema controvertido. Las HWDO. “Anticoagulants and antiplatelet agents
indicaciones para el uso de estos fármacos han in acute ischemic stroke: Report of the Joint
ido evolucionando desde el uso empírico inicial Stroke Guideline Development Committee o
EDVDGRHQREVHUYDFLRQHVVLQHYLGHQFLDFLHQWt¿FD the American Academy of Neurology and the
hasta las recomendaciones actuales, resultantes American Stroke Association (a division of the
de distintos ensayos multicéntricos. American Heart Association).” En: 1HXURORJ\
La KHSDULQD ha sido usada extensamente para 2002; 59:13.
el tratamiento del infarto cerebral agudo con el Albers G.W., Amarenco P., Easton JD., HWDO.
objetivo de mejorar la evolución neurológica, “Antithrombotic and thrombolytic therapy for
detener la progresión del cuadro y evitar recu- ischemic stroke: the Seven ACCP Conference
rrencias tempranas, pero las evidencias concretas on Antithrombotic and Thrombolytic Therapy.”
son escasas. En un repaso de la literatura, su uso En: &KHVW 2004; 126:483S.
está presente tanto en el origen cardioembólico Adams H.P. Jr, Adams R.J., Brott T. HWDO.
como no cardioembólico. “Guidelines for the early management of patients
ZLWKLVFKHPLFVWURNH$VFLHQWL¿FVWDWHPHQW
from the Stroke Council of the American Stroke
3.8.2. Fuente de evidencia
Association.” En: 6WURNH 2003; 34:1056.
Cerebral Embolism Study Group. “Inmediate Adams H., Adams R., Del Zoppo G., Goldstein
anticoagulation and embolia stroke. A rando- L.B. “Guidelines for the early management of
mized trial.” En: 6WURNH198314:668-676. patients with ischemic stroke: 2005 guidelines
Fisher C.M. “The herald hemiparesis of ba- XSGDWHDVFLHQWL¿FVWDWHPHQWIURPWKH6WURNH
silar artery occlusion.” En: $UFK1HXURO1988 Council of the American Heart Association/
45:1301-1303. American Stroke Association.” En: 6WURNH
Adams H.P., Bendixen B.H., Leira E., HWDO. 2005; 36:916.
“Antithrombotic treatment of ischemic stroke
among patients with occlusion or severe stenosis
3.8.3 Análisis de la evidencia
of the internal carotid artery”. En: 1HXURORJ\
1999; 53:122. En pacientes con infarto cerebral y fuente
Bath P.M., Iddenden R., Bath F.J. “Low cardioembólica de alto riesgo (FA-Estenosis
molecular-weight-heparins and heparinoids Mitral-IAM-Endocarditis Infecciosa-Válvulas
in acute ischemic stroke: a meta-analysis of Mecánicas-Trombo en VI-Mixoma Auricu-
randomized controlled trials.” En: 6WURNH lar-Endocarditis Reumática-Miocardiopatías
3:1770-1778. Dilatadas) se recomienda el tratamiento anti-
Diener H.C., Ringelstein E.B., von Kummer coagulante con heparina endovenosa y luego
R. HWDO. “Treatment of acute ischemic stroke anticoagulación oral. (1LYHOGHHYLGHQFLD,,D
with the low-molecular-weight heparin certo- 9UHFRPHQGDFLyQJUDGR%)
290 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Existen controversias sobre el momento ade- VLJQL¿FDWLYRGHKHPRUUDJLDVLQWUDFUDQHDOHV


cuado para iniciar la anticoagulación. Una (1LYHOGHHYLGHQFLD,,)
estrategia podría ser comenzar de 2 a 3 días
después de ocurrido el infarto, de no mediar
3.8.4. Conclusiones
contraindicaciones. Dichas contraindicaciones
consisten en HTA incontrolable o transformación 1. No hay estudios con Nivel I de Evidencia
hemorrágica en la TAC de cerebro. El inicio que hayan evaluado el rol de la anticoagulación
se demorará de 5 a 14 días en pacientes con temprana a menos de 12 horas de iniciado el
LQIDUWRVH[WHQVRV(QSDFLHQWHVFRQ¿EULODFLyQ infarto cerebral.
auricular puede iniciarse directamente anticoa-
gulación oral sin uso previo de heparina, dado 2. Una revisión &RFKUDQH evaluó el efecto de
el riesgo relativamente bajo de reembolización la anticoagulación en estos pacientes. Esta re-
temprana. visión incluyó 22 estudios que envolvió 23 547
En pacientes con infarto cerebral no cardioem- pacientes. Fueron testeados heparina sódica,
bólico, la situación es aún más compleja. heparinas de bajo peso molecular, heparinoides
El estudio SPIRIT debió interrumpirse en y anticoagulantes orales. Basados en estos datos,
forma prematura debido al exceso de hemo- 9 estudios que envolvieron 22 570 pacientes
rragias cerebrales en la rama de los pacientes anticoagulados, no disminuyeron la mortalidad.
anticoagulados. El estudio WARSS no encontró Además, la anticoagulación se asoció a un 9%
GLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDVHQWUHDQWLFRDJXODFLyQ de hemorragias intracraneales sintomáticas. La
y antiagregación. (1LYHOGHHYLGHQFLD,,D9 VHQVLELOLGDGGHORVDQiOLVLVWDPSRFRLGHQWL¿Fy
UHFRPHQGDFLyQJUDGR%) a un particular tipo de anticoagulación (HBPM
En los infartos cerebrales de causa no habitual YV. heparina sódica YV. anticoagulación oral), ni
el tema también genera controversias. Estas si- una particularidad especial del paciente.
tuaciones comprenden al infarto cerebral debido
a trombosis venosa central, disección arterial 1RVHHQFRQWUDURQGLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDV
(espontánea o traumática), estados protrombóti- entre KHSDULQDVIUDFFLRQDGDV y QRIUDFFLRQDGDV.
FRVFRPRGp¿FLWGHSURWHtQD&6DQWLWURPELQD Sí se observó que la +%30 fue más efectiva que la
III y presencia de anticoagulante lúpico, este- KHSDULQDVyGLFD para la prevención de la trombosis
nosis severa de grandes vasos intracraneanos, venosa en pacientes con infarto cerebral.
especialmente en territorio posterior y ataques
isquémicos transitorios progresivos. En todos
3.8.5. Recomendaciones
estos casos se recomienda la anticoagulación
endovenosa inicial con heparina seguida de 1. Las Guías usadas por el Comité de la Acade-
DQWLFRDJXODFLyQSRUYtDRUDO durante 2 a 3 me- mia Norteamericana de Neurología (AAN) y la
ses. (1LYHOGHHYLGHQFLD,,,D9UHFRPHQGDFLyQ Asociación Norteamericana de 6WURNH (ASA) en
JUDGR&) el año 2002 NO recomiendan la anticoagulación
La anticoagulación con KHSDULQDVGHEDMR temprana para cualquier tipo de infarto cerebral
SHVRPROHFXODU en el infarto cerebral agudo SRUTXHORVGDWRVFLHQWt¿FRVVRQLQVX¿FLHQWHV
tampoco puede generar una indicación precisa.
Un metaanálisis de 10 estudios aleatorizados 2. Las Guías usadas por la Asociación Norte-
y controlados con HBPM en infarto cerebral americana de 6WURNH (ASA) en la evaluación y
mostró que si bien estas heparinas reducen tratamiento temprano del infarto cerebral en el
la incidencia de trombosis venosa profunda año 2003 y actualizadas en el año 2005, con-
en miembros inferiores y tromboembolismo cluyen en NO recomendar la anticoagulación
pulmonar, producen sangrado extracraneal. urgente en el infarto cerebral.
En dicho estudio se observó también una re-
GXFFLyQQRVLJQL¿FDWLYDGHOULHVJRGHPXHUWH 3. Las Guías del 7WK $PHULFDQ&ROOHJHRI&KHVW
y discapacidad, y un incremento también no 3K\VLFLDQV&RQVHQVRV&RQIHUHQFH(ACCP) en el
$WDTXHFHUHEUDO ‡ 291

año 2004 sobre terapia antitrombótica sugieren 5. Se sugiere su uso cuando existe un mecanismo
que los médicos NO deben usar dosis máximas de tromboembolismo en curso como pueden
de anticoagulación para pacientes con infarto ser los casos de infartos cerebrales de origen
cerebral agudo. cardioembólico e infartos cerebrales de causas
especiales. En estos casos, la anticoagulación
4. De este análisis se desprende que ODV*XtDV puede ser considerada solamente después de
QRUHFRPLHQGDQVXXVRSRUTXHVXH¿FDFLDHV realizados los estudios por imágenes corres-
limitada e incrementan el riesgo de complica- pondientes, habiéndose excluido hemorragias
ciones hemorrágicas. e infartos extensos.
Capítulo 4
MONITORIZACIÓN

4.1 Monitorización de la
presión intracraneana
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

4.1.1. Introducción cirugía cardiovascular, de hecho no existen.


Sin embargo, ningún anestesiólogo tomaría
Monitoreo proviene del latín PRQHUH que sig- el riesgo de anestesiar a un paciente para una
QL¿FDDYLVDURUHFRUGDU cirugía de E\SDVV o reemplazo valvular sin
$FRUGHFRQHVWDGH¿QLFLyQODPRQLWRUL]DFLyQ este procedimiento.
de la presión intracraneana (PIC) es una de las De la misma manera ningún intensivista trata
técnicas más utilizadas en la monitorización ya un traumatismo de cráneo (TEC) grave sin
del paciente neurológico crítico. tener algún sistema de monitorización de la
Desarrollada a partir de las investigaciones PIC.
de Lundberg en la década del ‘60, quien se Uno podría preguntarse cuáles son las razones
basó a su vez en las de Guillaume en la década de la falta de evidencia &ODVH, en este tópico.
del ‘50, esta técnica ha evolucionado tanto en Tomando el ejemplo del TEC grave podríamos
calidad como en complejidad. argumentar las siguientes:
El propósito de esta revisión es: a. (FRQyPLFDV Para demostrar una reducción
a. Evaluar la evidencia para la monitorización del 10% de la mortalidad (del 35 al 25%) con
de la PIC un error alfa del 5% (p 0.05) harían falta 349
b. Precisar las indicaciones de monitoreo de pacientes por rama (698 en total). Teniendo en
la PIC cuenta la realidad de EE.UU., donde los centros
c. Evaluar los sitios y la tecnología disponible de trauma más importantes tienen alrededor de
para la monitorización de la PIC 50 pacientes por año, harían falta 4 ó 5 años
d. Evaluar las complicaciones del método de un estudio multicéntrico con un costo de
e. Evaluar la información del método alrededor de u$s 5 000 000.
f. Presentar alternativas no invasivas b. eWLFDV La monitorización de la PIC guía al
tratamiento de los pacientes con TEC grave en
la mayor parte de los centros especializados y
4.1.2. Evidencia para la
de investigación, por lo que designar un grupo
monitorización de la PIC
de pacientes para ser tratados de acuerdo a
Nadie pide evidencias acerca de la monitori- un protocolo empírico sin control objetivo es
zación de la presión arterial media durante la cuestionable.
294 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

c0RUDOHV La utilización de este sistema de 3, UHÀHFWVLQWUDFUDQLDOSUHVVXUH ,&3 ´(Q


monitorización es considerada indispensable 6XUJ1HXURO 2004; 62: 45-51.
por los expertos en el tema. Buki B., Chomicki A., Dordain M., Lemaire
d,QVWLWXFLRQDOHV El Instituto Nacional de la J.J., Wit H.P., Chazal J., Avan P. “Middle-ear
Salud de EE.UU. decidió no aportar fondos ni LQÀXHQFHRQRWRDFRXVWLFHPLVVLRQV,,FRQ-
auspiciar un estudio de estas características. tributions of posture and intracranial pressu-
e$XVHQFLDGHHYLGHQFLDHQORFRQWUDULR re.” En: +HDU5HV 2000; 140: 202-211.
Un sólo un artículo en la literatura médica, Samuel M., Burge D.M., Marchbanks R.J.
muy limitado en lo metodológico, reporta una “Quantitative assessment of intracranial
mortalidad del 34%, con 49% de resultados pressure by the tympanic membrane displa-
funcionales. cement audiometric technique in children
with shunted hydrocephalus.” En: Eur J Pe
La evidencia utilizada en este capítulo ha sido GLDWU6XUJ 1998; 8: 200-207.
tomada principalmente de: Maas A.I., D.A. de Jong. ”The Rotterdam
“Guías para la evaluación y tratamiento del Teletransducer: state of the device.” En: $FWD
Traumatismo de Cráneo Grave, Asociación 1HXURFKLU (Wien) 1986; 79(1): 5-12.
Norteamericana de Cirujanos Neurológicos.”
En: 0HGLFLQD,QWHQVLYD Suplemento 1, 2002. Las Guías para la Evaluación y Tratamiento
Domínguez Roldán, J.M. “Monitorización del Traumatismo de Cráneo Grave de la %UDLQ
Neurológica”. En: SATI, 7HUDSLD ,QWHQVLYD. 7UDXPD)RXQGDWLRQ presentan una extensa lista
Buenos Aires, Panamericana, 2000. GHHYLGHQFLDFODVH,,TXHMXVWL¿FDHOSDVRGH
Ragauskas A., Daubaris G., Ragaisis V., la monitorización de la PIC como guía y no
Petkus V. “Implementation of non-invasive como opción.
brain physiological monitoring concepts.”
En: 0HG(QJ3K\V 2003; 25: 667-78.
4.1.3. Indicaciones para la
Schmidt B., Czosnyka M., Klingelhofer J.
monitorización de la PIC
“Clinical applications of a non-invasive ICP
monitoring method.” En: (XU - 8OWUDVRXQG 3RGUtDPRVGH¿QLUFRPRLQGLFDFLRQHVDEVROXWDV
2002; 16: 37-45. de la monitorización de la PIC a:
Schmidt E.A., Czosnyka M., Matta B.F., ‡ 3XQWDMHHQOD(VFDODGH&RPDGH*ODVJRZ
Gooskens I., Piechnik S., Pickard J.D. “Non- (GCS) < 8 con o sin lesiones ocupantes de
invasive cerebral perfusion pressure (nCPP): espacio (LOE)
evaluation of the monitoring methodology in ‡ &DtGDGHyPiVSXQWRVHQODVSULPHUDV
head injured patients.” En: $FWD 1HXURFKLU hs de evolución de cualquier patología capaz
6XSSO 2000; 76: 451-2. de desencadenar hipertensión endocraneana
Cardoso E.R. y J.A. Kupchak. “Evaluation (HEC)
of intracranial pressure gradients by means ‡ &RPDSRVRSHUDWRULRGHQHXURFLUXJtD
of transcranial Doppler sonography.” En: ‡ 3VHXGRWXPRUFHUHEULL
$FWD1HXURFKLU6XSSO (Wien). 1992; 55:1-5. ‡ +LGURFHIDOLDQRUPRWHQVLYD
Belfort M.A., Tooke-Miller C., Varner M.,
Saade G., Grunewald C., Nisell H., Herd Entonces, en el TEC ODV LQGLFDFLRQHV GH
J.A. “Evaluation of a noninvasive transcra- DFXHUGRDODVJXtDV son:
nial Doppler and blood pressure-based me- ‡ 7(&FRQ*&6< 8
thod for the assessment of cerebral perfusion ‡ &RQ7&DQRUPDO
pressure in pregnant women.” En: +\SHUWHQV ‡ &RQ7&QRUPDOSHURFRQ
3UHJQDQF\ 2000; 19: 331-340. · Hipotensión o cianosis en la escena
Bellner J., Romner B., Reinstrup P., Kris- · Edad > 40 años
tiansson K.A., Ryding E., Brandt L. “Trans- · Trauma grave asociado con ARM
cranial doppler sonography pulsatility Index ‡ 7(&PRGHUDGR*&6FRQ/2(
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 295

La hidrocefalia normotensiva es uno de los cerebral en tiempo real, pero su utilización no


PRGHORV¿VLRSDWROyJLFRVPiVXWLOL]DGRVSDUD FXHQWDD~QFRQHOVX¿FLHQWHDYDOELEOLRJUi¿FR
evaluar la dinámica de la circulación de líqui- FRPRSDUDMXVWL¿FDUODLQYHUVLyQHQHOPRQLWRU
do cefalorraquídeo (LCR) testeando las más y catéteres.
diversas tecnologías que luego son aplicadas
en otras situaciones clínicas. Luego de una minuciosa revisión de la literatu-
ra, a la que remitimos, las Guías de TEC grave
ya citadas establecieron las recomendaciones
4.1.4. Sitios y tecnología
para la monitorización de la PIC tomando en
disponible para
cuenta la incidencia de hemorragia, infección,
la monitorización
disfunción, posibilidad de drenaje y coste. Éstas
invasiva de la PIC
se resumen en el cuadro adjunto, con el agregado
Los sitios más utilizados se detallan en la )LJXUD. de los valores en nuestro país. (7DEOD)
Como se verá luego, el estándar para la medición Es muy interesante notar que los valores
contra el que se comparan todos los demás es el de este cuadro eran los del año 2000. Con la
FDWpWHUYHQWULFXODUFRQWUDQVGXFWRUH[WHUQR. Al devaluación se ha producido un interesante
estar anatómicamente en el centro del encéfalo, IHQyPHQRTXHHVHOGHODLQÀDFLyQHQGyODUHV
los ventrículos reciben las presiones de todos los +R\ORVFDWpWHUHVGH¿EUDySWLFDPiVHFRQy-
FRPSDUWLPHQWRVFHUHEUDOHVUHÀHMDQGRHQIRUPD micos cuestan el equivalente a u$s 1 050 y los
adecuada la PIC promedio real. El espacio sub- más modernos, con equipo completo, rozan
dural o subaracnoideo, así como el parénquima, los u$s 2 000.
SXHGHQUHÀHMDUSUHVLRQHVIDOVDPHQWHHOHYDGDV En una encuesta sobre actividad de neuro-
o disminuidas de acuerdo a que se encuentren intensivismo realizada en 1997 por el Co-
cercanos al compartimento lesionado. El espacio mité de Neurointensivismo de la Sociedad
H[WUDGXUDOHVHOPHQRV¿GHGLJQRGHWRGRVORV Argentina de Terapia Intensiva (SATI), que
sitios de monitorización y las indicaciones para abarcó 90 Terapias Intensivas de Ushuaia
su uso se reservan para pacientes coagulopáticos a La Quiaca, el catéter más utilizado fue,
YJLQVX¿FLHQFLDKHSiWLFD RDODDXVHQFLDGH paradójicamente, el de fibra óptica intra-
otros sistemas disponibles. parenquimatoso.
La tecnología más utilizada y también la de A la luz de la realidad económica de nues-
PD\RUVRSRUWHELEOLRJUi¿FRHVODVLJXLHQWH tro país, se debe recomendar la utilización de
a. catéter intraventricular, subaracnoideo o los catéteres subdurales o subaracnoideos con
subdural con transductor externo transductor externo. Éstos utilizan la tecnolo-
b. catéter intraventricular, subdural o intrapa- gía disponible en cualquier Unidad de Terapia
renquimatoso microprocesado Intensiva (UTI) o mesa de anestesia, son de
F FDWpWHUGH¿EUDySWLFDLQWUDYHQWULFXODUVXE- fácil colocación, extremadamente económicos
dural o intraparenquimatoso \WLHQHQXQDIXQGDPHQWDFLyQELEOLRJUi¿FDSRU
Existen nuevos dispositivos como el de Spie- demás documentada. (YHUFDStWXOR*XtDV
gelberg que monitoriza la PIC y la complacencia GH7(&JUDYH)

3UBDURAL
3UBARACNOIDEO )NTRAPARENQUIMATOSO
%XTRADURAL

)NTRAVENTRICULAR

Figura 1: Sitios de monitorización de la PIC


296 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

No es conveniente utilizar sondas nasogástricas restos de catéteres de silastix intraventriculares


pediátricas o urinarias (tipo Foley o Nelaton) de las válvulas de derivación ventricular.
para la realización de ventriculostomías ya que En el *Ui¿FR, tomado de un trabajo no publi-
la memoria del plástico o de la goma puede cado de las Dras. C. Mougthy Cueto y C. Purves,
provocar lesiones en el ventrículo o acodaduras se observa la comparación de las complicacio-
que lleven a una falsa medición. En el ventrí- nes entre la sonda nasogátrica pediátrica K30
culo deben colocarse catéteres DGKRF o, en su (SNGP) en el espacio subdural YV el catéter de
defecto, confeccionar sistemas FDVHURV con los ¿EUDySWLFDLQWUDSDUHQTXLPDWRVR )2 


18%
16% 18%
14%
12% 14%
10% SNGP
11%
8%
10% FO
6%
4%
4% 6%
4% 2%
2% 3%
2%
0%
Arrancamiento Disfunción Fístula de LCR Colonización Infección

*Ui¿FR Comparación entre las complicaciones entre SNGP y FO en 252 pacientes internados entre 1994 y
HQHO+RVSLWDO*HQHUDOGH$JXGRV-$)HUQiQGH]1LQJXQDGHODVGLIHUHQFLDVIXHVLJQL¿FDWLYD
(QQXHVWUDRSLQLyQUHVWULQJLUtDPRVHOXVRGHFDWpWHUHVGH¿EUDySWLFDRPLFURSURFHVDGRVSDUDORVSDFLHQWHVHQ
los cuales se sospecha DSULRUL una monitorización mayor a 4 días (TEC grave con lesiones difusas en la TC,
hemorragia subaracnoidea en mal grado clínico)

)MPRESI˜NDEACUERDO
ALASCARACTER¤STICAS
DELPOL¤GRAFO

#URVAAMMSEG
0ARÖMETROSQUE
4RANSDUCTOR VARIARÖNCONLA
FLUIDCOUPLE COMPLEJIDADDEL
MONITOR
#AT£TERDE #OLUMNA
06# L¤QUIDA

3ALIDAACENTRALDE
MONITOREOO0#CON
PROGRAMAADHOC

Figura 2: Esquema de funcionamiento de los sistemas de medición por columna líquida: sonda nasogástrica
pediátrica, tornillos extra o subdurales, catéteres intraventriculares
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 297


)MPRESI˜N
MMSEG

#URVAAMMSEG
%#' 4!-.) 3A/
4RANSDUCTOR /TRAPRESI˜NINVASIVA
2EGISTROMINUTOA
MINUTODELVALOR
-ICROSENSOR !LAMBRE ABSOLUTO SINCURVAS
-ICROCHIP
DECOBRE

3ALIDAACENTRALDE
MONITOREOO0#CON
PROGRAMAADHOC

Figura 3: Esquema de funcionamiento del sistema de microsensor


)MPRESI˜N
MMSEG
MMHORA

#URVAAMMSEG

4RANSDUCTOR

4ENDENCIADEHS
&UENTEEMISORA
&IBRA˜PTICA
RECEPTORADELUZ

3ALIDAAMONITOR
CONALARMAS

Figura 4:(VTXHPDGHIXQFLRQDPLHQWRGHOVLVWHPDGH¿EUDySWLFD
298 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Lugar Método Infección Hemorragia Disfunción Drenaje EE.UU. Argentina


% % % u$s $
Ventriculostomía Transductor 5 1,1 5 + 175 45/150
externo
Ventriculostomía Microprocesado sin datos sin datos sin datos + 373 650
Ventriculostomía Fibra óptica sin datos sin datos 24,5 + 349 650/2300
Intraparenquimatoso Microprocesado 16,6 0 sin datos - 285 550
Intraparenquimatoso Fibra óptica 11,7 2,8 20,5 - 270 650/2300
Subaracnoideo Transductor 5 0 16 + 91 45
externo
Subdural Microprocesado sin datos sin datos 30 - 275 550
Subdural Fibra óptica sin datos sin datos sin datos - 242 650/2300
Subdural Transductor 3,8 0 10,5 + 101 45
externo
Extradural Transductor sin datos sin datos 33 + ? 100
externo
Extradural Hidroneumático sin datos sin datos 7,1 - 150 250
Tabla 1:5DQNLQJGHWHFQRORJtDSDUDODPRQLWRUL]DFLyQGHOD3,&0RGL¿FDGRGH*XtDVSDUDODHYDOXDFLyQ\
WUDWDPLHQWRGHO7UDXPDWLVPRGH&UiQHR*UDYH Asociación Norteamericana de Cirujanos Neurológicos. En:
0HGLFLQD,QWHQVLYDSuplemento 1, Agosto 2002

4.1.5. Evaluar las 4.1.5.3. Técnicas


complicaciones del método ‡ 2FOXVLyQRSpUGLGDGHORVVLVWHPDVFRQ
trasductor externo
4.1.5.1 Infección ‡ $OWHUDFLRQHVGHODOtQHDGHEDVHHQORVVLV-
'H¿QLFLyQ Ausencia de otra fuente demostrable temas electrónicos (hasta 1% cada 5 días
de infección, con más de 24 hs de colocación con FO)
del catéter y con cultivo positivo en el catéter ‡ 5XSWXUDGHOD¿EUDySWLFD
y en el líquido cefalorraquídeo (LCR).
,QFLGHQFLD 2 al 10% en las ventriculostomías, 2
a 4% en catéteres subaracnoideos o subdurales
y 0 a 1% en los extradurales.
3UR¿OD[LVGHODLQIHFFLyQ /NDA! ALFAOPALATEAU
‡ &RORFDFLyQFRQWpFQLFDDVpSWLFD QRKD\
diferencias de ambiente)
‡ ¢3UR¿OD[LVDQWLELyWLFD"
‡ &DPELRFDGDyGtDV YHQWULFXORVWR-
/NDA"OAGUJA
mías)
‡ 9DORUDUODSUHVHQFLDGHLQPXQRVXSUHVLyQ

4.1.5.2 Hemorragia /NDA#


‡ (QWUHHO\
‡ *HQHUDOPHQWHVRQPHQRUHV\HVWiQUHODFLR-
Figura 5: Ondas de Lundberg. La onda de pulso ce-
nadas a la colocación del catéter
rebral se registra a velocidades rápidas y es la que
‡ 'HEHGHVFDUWDUVHRUHYHUWLUVHODFRDJXORSDWtD se observa en la pantalla de los monitores. Tiene tres
antes de la colocación componentes P1 (impacto sistólico), P2 (movimiento
‡ 0iVIUHFXHQWHFRQORVFDWpWHUHVGH¿EUD del LCR, equivalente a complacencia cerebral) y P3
óptica (realajación diastólica)
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 299

la PIC. Su valor normal en la posición supina


es el de la TAM (ya que la PIC en esos casos
es cero) que oscila entre 70 y 100 mmHg de
acuerdo a edad y sexo. En el paciente neuro-
lógico crítico se recomienda mantenerla por
0 0 0 encima de 70 mmHg.
El registro continuo de la PIC, a velocidad
GHDFPKRUDSHUPLWHODLGHQWL¿FDFLyQ
de las ondas de Lundberg, descritas en 1963 y
explicadas por Rosner en 1987. Éstas son:
Figura 6: Onda del pulso cerebral. La información
más valiosa desde el punto de vista clínico es el va- ‡ 2QGDV$ > 40-50mmHg de 15 a 20 minutos.
lor absoluto de PIC como guía para iniciar o guiar el
Baja FRPSOLDQFH cerebral. Inadecuada PPC,
tratamiento intensivo y, desde otras escuelas y con el
PLVPR¿QHOYDORUDEVROXWRGHOD33& mal pronóstico
‡ 2QGDV% amplitud variable, 0,5 a 2 mi-
nutos, patrones respiratorios patológicos,
$4#EHIPERTENSIØNENDOCRANEANA inadecuada PPC, la corrección permite un
mejor pronóstico
‡ 2QGDV& rítmicas y rápidas 6 a 8 por minuto,
poco trascendentes

4.1.7. Alternativas
no invasivas para
la monitorización
6ELOCIDADDIASTØLICABAJA
°NDICEDE0ULSATILIDAD 
de la PIC y PPC
El desarrollo de técnicas o métodos no invasivos
Figura 7: Relación entre DTC e HEC. Pero, proba- para la monitorización de la PIC continúa siendo
blemente, donde más se objetivan los cambios es en el mayor desafío para los tiempos modernos.
ODVHFXHQFLDGHKLSHUWHQVLyQHQGRFUDQHDQDTXH¿QD- Hasta el momento se han propuesto técnicas
liza en el paro circulatorio cerebral, como se observa
en la )LJXUD
de ultrasonografía, de emisiones otoacústicas
y de ecotelemetría.
Desde el punto de vista de las imágenes, tanto
la TC como la RMN pueden indicarnos hiper-
4.1.6. Evaluar la tensión endocraneana pero se encuentran más
información del método allá de la intensión de esta revisión.

La información que brinda la monitorización 4.1.7.1 Doppler Transcraneano


de la PIC es la siguiente: Se ha hallado una estrecha correlación entre el
‡ 9DORUDEVROXWRGH3,& aumento del índice de pulsatilidad [Velocidad
‡ 9DORUDEVROXWRGH3UHVLyQGH3HUIXVLyQ&H- Sistólica de Flujo (VSF)-Diastólica (VDF)/Me-
rebral (PPC) dia (VMF)], la disminución de las velocidades
‡ 5HJLVWURFRQWLQXRGHOD3,& (sobre todo la diastólica) y la separación entre
· Presencia de ondas patológicas (ondas diástole y sístole, y la presencia de hipertensión
de Lundberg) endocraneana. En la )LJXUDVHHMHPSOL¿FDQ
· Onda de pulso cerebral estos parámetros.

La presión de perfusión cerebral es la dife- Desde un punto de vista práctico existen tres
rencia entre la presión arterial media (TAM) y fórmulas que han sido evaluadas y validadas
300 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

en pacientes con TEC grave, y en embarazadas Bellner utiliza el índice de pulsatilidad (IP)
normales y patológicas, midiendo simultánea- y establece una excelente correlación con la
mente TAM, PIC y Velocidad Media en arteria PIC mediante la fórmula:
cerebral media.
La primera, desarrollada por Czosnyka, de- PICe = (10,93*IP) – 1,28
mostró no correlacionar 1:1 con la PPC medi-
da pero sí mantener la tendencia ascendente o Estas fórmulas son útiles para evaluar la pre-
descendente. Es la siguiente: sencia o no de hipoperfusión secundaria a una
patología capaz de generar hipertensión endo-
PPCe = {TAM x (VDF/VMF)}+ 14 craneana, permitiendo decidir conductas más
agresivas (YJ. cirugía) o monitorización de la
PIC por sistemas convencionales.
%HOIRUWPRGL¿FDHVWDHFXDFLyQ\ORJUDXQD
correlación 1:1, midiendo la TAM radial y la
PIC por punción lumbar, y simultáneamente 4.1.7.2. Emisiones otoacústicas
la VDF y VMF en la arteria cerebral media del
Test del desplazamiento de
hemisferio dominante en embarazadas normales.
la membrana timpánica
La ecuación es:
Aún en experimentación, ha sido utilizado con
éxito en niños con hidrocefalia antes y después
PPCe={VMF/(VMF-VDF)}x(TAM-TAD) de la colocación de derivaciones ventriculares; no
está disponible en el mercado comercialmente.

Figura 8:(YROXFLyQVRQRJUi¿FDGHOSDURFLUFXODWRULRFHUHEUDO0RGL¿FDGRGHO³&RQVHQVRGHRSLQLyQHQHOGLDJ-
nóstico del paro circulatorio cerebral usando sonografía Döppler: Grupo de Trabajo en muerte cerebral del Grupo
de Investigación en Neurosonología de la Federación Mundial de Neurología”. Ducrocq X., Hassler W., Moritake
K., Newell D.W., von Reutern G.M., Shiogai T., Smith R.R. En: -1HXURO6FL 1998; 14; 159 (2): 145-50
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 301

Telemetría a través de la fontanela hipoxia o hipotensión en la escena, o necesidad


Utilizando un sistema de telemetría guiado por de asistencia respiratoria mecánica por situación
ecos, Maas en Rotterdam desarrolló este mé- médica asociada.
todo de monitorización que ha permitido una El sitio preferente para la monitorización es
XQL¿FDFLyQGHORVFULWHULRVGHPHGLFLyQHQORV el intraventricular y el catéter preferente es el
neonatos e infantes hasta 85 semanas. intraventricular con transductor externo. En
medios en los que no se cuenta con operadores
entrenados en catéteres intraventriculares, los
4.1.8. Conclusiones
intraparenquimatosos o los subaracnoideos/
Si bien no existe evidencia &ODVH, sobre la subdurales son una buena alternativa. Entre éstos
monitorización de la PIC, su utilidad en el pa- no hay diferencia más allá de la comodidad de
ciente neurológico crítico está fuera de toda unos y el coste de los otros.
discusión. La ultrasonografía aparece como una alter-
Indicaciones absolutas del monitoreo de nativa interesante no tanto para la monitoriza-
PIC son: GCS menor de 8 puntos o caída de ción como para la indicación de la misma en
3 puntos en las primeras 24 hs de patología casos clínicos complejos y sin una indicación
de base susceptible de generar HEC, el coma precisa de monitorización de la PIC o cuando
posoperatorio de neurocirugía y, en el caso del existen contraindicaciones médicas para su
TEC, pacientes con edad mayor de 40 años, colocación.


Patología suceptible de provocar
hipertensión endocraneana

GCS ” 8 Monitoreo de PIC

Caída 3 puntos
en GCS

Catéter intraventricular
TC normal con transductor externo
con edad > 40,
hipoxia,
hipotensión, ARM

GCS ” 8
TC anormal Monitoreo de PIC

Traumatismo de cráneo

Algoritmo de las indicaciones para monitorizacion de la PIC


302 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

4.2 DOPPLER TRANSCRANEANO


Francisco Murillo Cabezas
Mª de los Ángeles Muñoz Sánchez
-RVp0'RPtQJXH]5ROGiQ

4.2.1. Introducción 4.2.2. Evidencias


que fundamentan el
Durante dos décadas se asumió que el cráneo empleo del DTC
era impenetrable a los ultrasonidos, lo que
impidió, con esta tecnología, el estudio de las Para graduar los niveles de evidencia y su aso-
arterias intracraneales. Sin embargo, en 1982 ciación con un determinado tipo de recomen-
Aaslid, aplicando el efecto Doppler mediante GDFLyQVHJXLUHPRVODFODVL¿FDFLyQHPSOHDGD
la emisión de ondas pulsadas de 2 MHz de fre- en las guías del subcomité de evaluación de
cuencia, demostró que las señales ultrasónicas terapéutica y tecnología de la Academia Nor-
podían atravesar las zonas más delgadas de la teamericana de Neurología.
cubierta craneal y, de este modo, conocer de I. (YLGHQFLD&ODVH, Estudios bien diseña-
forma no invasiva y repetidamente, la velocidad dos, prospectivos, con evaluación ciega,
GHÀXMRGHORVYDVRVLQWUDFUDQHDOHVWDQWRGHOD realizados en poblaciones amplias que pre-
circulación anterior como de la posterior. senten el proceso sospechado, usando una
Aunque las aplicaciones iniciales del Doppler prueba 3DWUyQ2URSDUDGH¿QLUORVFDVRV
transcraneano (DTC) se orientaron al diagnóstico y que permitan la evaluación con pruebas
y seguimiento de las estenosis y oclusiones de adecuadas de certeza diagnóstica.
arterias del polígono de Willis y del vasoespasmo II. (YLGHQFLD&ODVH,,Estudios bien diseña-
cerebral, la importante información hemodiná- dos, prospectivos, realizados en poblacio-
mica que el método mostraba indujo a su pronta nes más cortas que presenten el proceso
aplicación al campo del neurointensivismo. sospechado, o estudios retrospectivos,
Si bien en la clínica el DTC no se usa como bien diseñados, realizados en poblaciones
método de monitoreo continuo, en el sentido amplias que presenten el proceso sospe-
etimológico del vocablo sí representa una téc- chado usando una prueba 3DWUyQ2UR,
nica de monitoreo cerebral, ya que nos alerta comparados con una población control
y avisa de eventos intracraneales no deseados amplia, con valoración forma ciega para
a la cabecera del paciente siempre que lo de- definir los casos, y que permitan la eva-
mandemos, dada su no invasividad. luación con pruebas adecuadas de certeza
En esta sección expondremos: diagnóstica.
‡ /DVSUXHEDVH[LVWHQWHVSDUDHOHPSOHRGHO III. (YLGHQFLD&ODVH,,, Estudios retrospec-
DTC en patología neurocrítica tivos donde las personas con situaciones
‡ 0HWRGRORJtDGLVSRQLEOH\WpFQLFDGHUHDOL- establecidas o los controles, se realizan en
zación del DTC poblaciones más cortas y donde la prueba
‡ 9DORUDFLyQGHLQIRUPDFLyQSURSRUFLRQDGD se aplica en una evaluación ciega.
por DTC IV. (YLGHQFLD&ODVH,9 Evidencia extraída de
‡ ¢4XpSDFLHQWHVFUtWLFRVVHEHQH¿FLDUtDQGHO series descriptivas de casos y opinión de
monitoreo con DTC? expertos, donde la prueba no se aplica en
‡ &RQFOXVLRQHV forma ciega.
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 303

6LJXLHQGRODPHWRGRORJtDUHVHxDGDHVWUDWL¿FDUH- Policare R., Pentheny S. HWDO. “Correlation of


mos las recomendaciones en cuatro niveles: WUDQVFUDQLDO'RSSOHUVRQRJUDSK\PHDQÀRZ
$ 5HTXLHUH•HVWXGLRFRQYLQFHQWH&ODVH, YHORFLW\ZLWKFHUHEUDOEORRGÀRZLQSDWLHQWV
y•HVWXGLRVFRQYLQFHQWHV&ODVH,,. Esta- with intracranial pathology.” En: -1HXURVXUJ
blece utilidad o inutilidad para la situación $QHVWKHVLRO 1998; 10:80-85.
HVWXGLDGDHQODSREODFLyQHVSHFt¿FDGRQGH Belfort M.A., Tooke-Miller C., Varner M.,
se emplea Saade G., Grunewald C., Nisell H., Herd J.A.
% 3UHFLVD•HVWXGLRFRQYLQFHQWH&ODVH,,ó ”Evaluation of noninvasive transcranial do-
•HVWXGLRVFRQYLQFHQWHV&ODVH,,,. Posible ppler and blood pressure-based method for the
utilidad o inutilidad para la situación estu- assessment of cerebral perfusion pressure in
GLDGDHQODSREODFLyQHVSHFt¿FDGRQGHVH pregnat women.” En: +\SHUW3UHJQDQF\ 2000;
emplea 19:331-340.
& 5HTXLHUH•HVWXGLRVFRQYLQFHQWHV\FRQVLV- Bellner J., Romner B., Reinstrup P., Kristians-
tentes &ODVH,,,. Los datos son inadecuados son K.A., Ryding E., Brandt L. “Transcranial
o dudosos. El método no está probado para GRSSOHUVRQRJUDSK\SXOVDWLOLW\LQGH[ 3, UHÀHFWV
la situación estudiada intracranial pressure (ICP).” En: 6XUJ1HXURO
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Bishop C.R., Dowell S., Rutt D., Browse W.L.
Esencialmente, para el desarrollo de esta revisión “Transcranial Doppler measurement if middle
nos hemos basado en las publicaciones expuestas FHUHEUDODUWHU\EORRGÀRZYHORFLW\$YDOLGDWLRQ
en el apartado de bibliografía, extraídas de la Study.” En: 6WURNH 1986; 17:913-915.
consulta de artículos publicados en los idiomas Domínguez-Roldán J.M., Murillo-Cabezas
español e inglés que aparecen en la base de F., Muñoz-Sánchez A., Santamaría-Mifsut
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neuromonitorización> y <Doppler transcraneal D.W., von Reutern G.M., Shiogai T., Smith R.R.
y resultados>. Asimismo, hemos consultado “Consensus opinion on diagnosis of cerebral
la 1DWLRQDO*XLGHOLQH&OHDULQJKRXVH (www. circulatory arrest using Doppler-sonography.
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VLYDMadrid, Médica Panamericana, 1999; Book, 1996; 470-481.
197-222.
Murillo-Cabezas F., Arteta-Arteta D., Flores
4.2.3. Metodología
Cordero J.C., Muñoz-Sánchez M.A., Rincón
disponible y técnica de
Ferrari M.D., Rivera Fernández M.V., Alarcón
realización del DTC
Cruz J.C. “Utilidad del Doppler transcraneal en
la fase aguda del traumatismo cráneo encefálico.” 4.2.3.1 Métodos disponibles
En: 1HXURFLUXJtD $VWXU 2002; 13:196-208. En la actualidad el mercado ofrece dos sistemas
Ojha B.K., Jha D.K., Kale S.S., Mehta V.S. para el estudio de las arterias de la base del
“Transcranial Doppler in severe head injury: cráneo. El más difundido y que hasta ahora ha
evaluation of pattern of changes in cerebral aportado más evidencias, es el conocido como
EORRGÀRZYHORFLW\DQGLWVLPSDFWRQRXWFRPH´ método pulsado, ciego, que sólo abordaremos
6XUJ1HXURO 2005; 64:174-179. en esta revisión.
Otis S.M., Ringelstein E.B. “The transcranial La característica de este método es el em-
Doppler examination: principles and applica- SOHRGHXQÀXMyPHWURELGLUHFFLRQDOTXHHPLWH
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Tegeler C.H., Babikian C.R., Gómez C.R., frecuencia a través de un cristal piezoeléctrico,
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Ribo M., Álvarez-Sabin J., Montaner J., Rome- circula por las arterias intracraneales, deter-
ro F., Delgado P., Rubiera M. HWDO. “Temporal minan un cambio en la frecuencia de acuer-
SUR¿OHRGUHFDQDOL]DWLRQDIWHULQWUDYHQRXVWLVVXH GRDODYHORFLGDGGHOÀXMR(VWRVFDPELRVGH
plasminogen activator: selecting patients after frecuencia son recogidos en el mismo cristal
rescue reperfusión techniques.” En: 6WURNH 2006; piezoeléctrico y procesados por un analizador
37:1000-1004. espectral, generando una curva denominada
Schmidt E.A., Czosnyka M., Klingelhofer sonograma. Este sonograma puede imprimirse
J. “Clinical applications a non-invasive ICP o trasladarse como un dato más de neuromo-
monitoring method.” En: (XU-8OWUDVRXQG nitoreo a un ordenador. La peculiaridad de
2002; 16:37-45. los doppler pulsados para uso intracraneal
Schmidt E.A., Czosnyka M., Matta B.F., Goos- es el requisito de disponer de volúmenes de
kens I., Piechniik S., Pickard J.D. “Non-invasive PXHVWUDPiVDPSOLRV\PHQRVGH¿QLGRVSDUD
cerebral perfusion pressure (nCCP): evaluation mejorar la relación entre señal y sonido que
of the monitoring methodology in head injured los doppler pulsados que se emplean en otros
patients.” En: $FWD1HXURFKLU6XSSO :LHQ órganos. Para monitoreo continuo es preciso
2000; 76:451-452. un VRIWZDUH adecuado y una sonda especial
Schoning M., Buchholz R., Walter J. “Compa- de 2 MHz que pueda adherirse a la cabeza
rative study of transcranial color duplex sono- PHGLDQWHVLVWHPDVGH¿MDFLRQHVWLSRFDVFRR
graphy and transcranial Doppler sonography in bandas especialmente diseñadas. Diversos
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 305

PRGHORVGHDSDUDWRV\VLVWHPDVGH¿MDFLRQHV La ventana transorbital permite insonar la


se comercializan sin haberse demostrado en arteria oftálmica y los segmentos C2, C3 y
ningún estudio la superioridad de uno sobre C4 de la arteria carótida interna. La ventana
otros para el monitoreo. suboccipital, espacio entre la escama occipital
Recientemente, se va incorporando el modo B y el proceso espinoso de la primera vértebra
duplex color, denominado Doppler transcraneal cervical, posibilita estudiar las arterias verte-
duplex color, que añade la ecografía intracra- EUDOHV\¿QDOGHODDUWHULDEDVLODU)LQDOPHQWH
neal al examen tradicional y de acuerdo a los usando el abordaje submandibular exploramos
resultados publicados en series cortas de casos los segmentos C5 y C6 de la arteria carótida
aporta como ventajas dos hechos: interna. En las unidades de cuidados intensivos,
1. La seguridad de conocer la arteria que ex- la ventana suboccipital es la menos usada, dada
ploramos y con ello corregir el ángulo de la necesidad de sentar al paciente en la cama o
insonación, lo que se traduce en alguna mayor situarlo en posición de decúbito lateral con la
¿DELOLGDGHQORVUHVXOWDGRVTXHREWHQHPRV FDEH]DÀH[LRQDGDVREUHHOWyUD[3DUDHOPR-
en el cálculo de las velocidades e índices nitoreo continuo se insona la arteria cerebral
de ellas derivados. media a través de la ventana transtemporal por
2. Observar ciertas estructuras cerebrales como VXPHMRU¿MDFLyQPD\RUIDFLOLGDGGHDFFHVR\
el mesencéfalo, el eje medio, etc., e inferir de VXSHULRUVLJQL¿FDFLyQFOtQLFD
sus desplazamientos la presencia de masas /DLGHQWL¿FDFLyQGHODVGLIHUHQWHVDUWHULDVVH
ocupantes de espacio. realiza con base en la distinta profundidad a la
Sin embargo, no se dispone, hasta ahora, de que se obtiene el sonograma, por la dirección
evidencia concluyente o estudios coste-efec- DQWHUyJUDGDRUHWUyJUDGDGHOÀXMR\SRUODV
tividad, que demuestren una superioridad de respuestas hemodinámicas a la compresión en
estos nuevos equipos sobre el método ciego el cuello de la arteria carótida común y de la
en el manejo de pacientes neurocríticos. 5H arteria vertebral en la pendiente mastoidea. En la
FRPHQGDFLyQ8 7DEOD se expone la profundidad, dirección de
ÀXMR\YHQWDQDPiVLGyQHDSDUDFDGDDUWHULD
4.2.3.2 Técnica de La ventana transtemporal es la más rentable
realización del DTC para estudio y monitoreo en pacientes neuro-
Para el examen de los vasos cerebrales se críticos, con nivel de recomendación de guía
aprovechan las llamadas ventanas acústicas clínica. Asimismo, la ventana submandibular
craneales: transtemporal; transorbitaria; su- complementa a la ventana temporal cuando
boccipital; submandibular. Todos los autores precisemos conocer la velocidad de la carótida
coinciden en que ODYHQWDQDGHPD\RUUHQGL interna en el cuello.
PLHQWRHVODWHPSRUDO, por su gran amplitud,
por el número de vasos que se exploran y
4.2.4. Valoración
porque se puede llegar a ramas muy distales
de la información
de la arteria cerebral media. Esta ventana, por
proporcionada por el DTC
tanto, es la recomendada por todos los autores
para el monitoreo con DTC. A través de la 4.2.4.1 Velocidades de flujo
ventana transtemporal, orientando anterior e índices hemodinámicos
o posteriormente el transductor, se exploran De la revisión de la literatura disponible se
los trayectos M1 y M2 de la arteria cerebral desprende que la información más valiosa que el
media; el segmento C1 del sifón carotídeo; el DTC brinda en el ámbito del neurointensivismo
A1 de la arteria cerebral anterior y la arteria VRQODVYHORFLGDGHVGHÀXMRGHODVDUWHULDVGH
comunicante anterior; los recorridos P1 y P2 la base, una serie de índices hemodinámicos
GHODDUWHULDFHUHEUDOSRVWHULRUHO¿QDOGHOD calculados a partir de tales velocidades y el
arteria basilar y comunicantes posteriores. estudio de la autorregulación y vasorreacti-
vidad cerebral.
306 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

El sonograma muestra dos velocidades básicas, en adultos incrementa la velocidad; la elevación


la velocidad del pico sistólico y la velocidad del de la PCO2; la caída de la PO2 y cualquier factor
¿QDOGHODGLiVWROH/DYHORFLGDGPHGLDSXHGH intracraneal o sistémico que aumente la demanda
calcularse a mano dibujando una línea horizontal PHWDEyOLFDGHÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDOWRGRV
que divida en dos áreas iguales, por arriba y por los cuales acrecientan la velocidad media.
debajo, el sonograma. El valor que coincida Numerosos índices hemodinámicos se han
en la ordenada con dicha línea representará la descrito usando el DTC, algunos de ellos ex-
velocidad media. Sin embargo, habitualmente puestos en la 7DEOD y aplicables en su ma-
la velocidad media se calcula de forma auto- yoría al estudio de la patología vascular aguda
mática por el propio equipo de DTC mediante o crónica. Sin embargo, para el monitoreo de
un VRIWZDUH adecuado. En la actualidad, todos la patología crítica sólo se han asentado como
los estudios realizados con DTC en Terapia válidos dos grupos: aquellos que expresan HO
,QWHQVLYDVHUH¿HUHQDODYHORFLGDGPHGLD\D HVWDGRGHODVUHVLVWHQFLDVYDVFXODUHV y se alteran
que sus valores se afectan menos por factores cuando la presión de perfusión cerebral (PPC)
hemodinámicos sistémicos. Las velocidades de desciende o la presión intracraneal (PIC) se
ÀXMRVHPRGL¿FDQDORODUJRGHODYLGDVLHQGR eleva, y el tQGLFHKHPLVIpULFRRGH/LQGHJDDUG
más elevadas en los niños y menores en los que ayuda a distinguir entre hiperemia o vasoes-
ancianos. En general, a partir de los 40 años el pasmo. Entre los primeros destacan el índice
valor normal de la velocidad media decae 10 de pulsatilidad (IP), el índice de resistencia y
cm/segundo; conforme la edad se incrementa el tiempo transistólico. No obstante, es el IP
en una década. En la 7DEOD exponemos los el más difundido y el que ha alcanzado ciertos
valores promedios, con su desviación estándar, niveles de evidencia en situaciones concretas,
de la velocidad media de las diferentes arterias por lo que nos referiremos sólo a este índice
en sujetos de 40-50 años de edad, extraídos de en adelante. El índice hemisférico o de Lin-
diversos autores, entre los que nos incluimos, degaard, como posteriormente se comentará,
referenciados en la bibliografía. Además de la cuenta con la cota de evidencia adecuada para
edad, hay otros factores que ejercen un efecto constituir una guía para diferenciar hiperemia
destacado sobre la velocidad media. Los más de vasoespasmo y poder comparar los hallazgos
habituales son la anemia, ya que la reducción VRQRJUi¿FRVGHYDVRHVSDVPRFRQORVKDOOD]JRV
del hematocrito por debajo de valores de 32% DQJLRJUi¿FRV

Arteria Profundidad Dirección Ventana


ACM (M1-M2) 50-60 mm Anterógrado Transtemporal
ACA (A1) 65-70 mm Retrógrado Transtemporal
ACI (C1) 65 mm Anterógrado Transtemporal
ACI (C2) 70-75 mm Retrógrada Transorbitraria
ACI (C3) 60-65 mm Anterógrada Transorbitraria
ACI (C4) 70-75 mm Anterógrada Transorbitraria
ACI (C5-C6) 80-85 mm Retrógrado Submandibular
ACP (P1) 60-70 mm Anterógrada Transtemporal
ACP (P2) 60-70 mm Anterógrada Transtemporal
AV 60-70 mm Retrógrada Suboccipital
AB 85-100 mm Retrógrado Suboccipital
AO 40-60 mm Anterógrada Transorbitaria
ACM: arteria cerebral media; ACA: arteria cerebral anterior; ACI: arteria carótida interna; ACP: arteria
cerebral posterior; AV: arteria vertebral; AB: arteria basilar; AO: arteria oftálmica.
Tabla 1:,GHQWL¿FDFLyQGHODVDUWHULDVLQWUDFUDQHDOHV
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 307

!CEREBRALMEDIASEGMENTO-
ÕCMSEGUNDO
!CEREBRALANTERIORSEGMENTO!
ÕCMSEGUNDO
!CEREBRALPOSTERIORSEGMENTO0
ÕCMSEGUNDO
!CAR˜TIDAINTERNASEGMENTO#
ÕCMSEGUNDO
!VERTEBRAL
ÕCMSEGUNDO
! BASILAR
ÕCMSEGUNDO
!OFTÖLMICA
ÕCMSEGUNDO
Tabla 2: Valores normales de velocidad media de las principales arterias basales

ÙNDICE #ÖLCULO !UTOR



ÙNDICEDE0ULSATILIDAD)0 0636$&6-'OSLING

ÙNDICEDETRANSMISI˜N)06%)062X,INDEGAARD
ÙNDICEDE2ESISTENCIA063 6$&0630OURCELOT

!CELERACI˜NDEFLUJO063 6$&DIFERENCIADETIEMPO+ELLEY
ÙNDICEDE,INDEGAARDOHEMISF£RICO6-!#-6-!#),INDEGAARD
$URACI˜NDELTIEMPOTRANSIST˜LICO063 6$&
(ANLO

Tabla 3: Algunos índices hemodinámicos descritos con DTC

4.2.4.2 Velocidades en DTC y está descendido, por causas intracerebrales o


flujo sanguíneo cerebral (FSC) sistémicas, el hallazgo de velocidades altas no
El DTC sólo tiene rango de opción como método nos permite asegurar si el FSC está elevado
de valoración del FSC en pacientes críticos y o, por el contrario, el paciente sufre una este-
en determinadas patologías. 5HFRPHQGDFLyQ nosis o vasoespasmo en el territorio arterial
WLSR8 explorado.
+DELGDFXHQWDTXHODYHORFLGDGGHÀXMRGHXQ Sin embargo, debido por un lado a la doble
vaso sanguíneo es directamente proporcional al GHSHQGHQFLD¿VLROyJLFD )6&\UDGLRDUWHULDO GH
ÀXMRVDQJXtQHRHLQGLUHFWDPHQWHSURSRUFLRQDO las velocidades registradas por el DTC, por otro
al radio del vaso, los cambios en la velocidad lado a la variabilidad interindividual del polígono
WUDGXFLUiQPRGL¿FDFLRQHVHQHOÀXMRVDQJXtQHR GH:LOOLV\¿QDOPHQWHSRURWUDVUD]RQHVD~Q
si el diámetro del vaso permanece constante. no bien comprendidas, no ha podido estable-
$OFRQWUDULRVLHOÀXMRVDQJXtQHRSHUPDQHFH cerse una relación linear absoluta, en cualquier
estable las alteraciones en las velocidades de situación patológica, entre velocidad sistólica
ÀXMRH[SUHVDUiQFDPELRVHQHOUDGLRGHOYDVR o media y FSC medido directamente.
(vasoconstricción o vasodilatación). Modelos
experimentales, estudios clínicos y en sujetos 4.2.4.3 Estudios de
sanos voluntarios, comparando los hallazgos autorregulación y
en el DTC con medidas del FSC mediante Xe- vasorreactividad
TAC, Xenon 133 y tomografía por emisión No existe evidencia que apoye el empleo de
VLPSOHGHIRWRQHVHQWUHRWURVKDQFRQ¿UPDGR autorregulación o vasorreactividad para el es-
que los cambios en las velocidades formulan tudio o tratamiento del paciente neurocrítico.
cambios en el FSC en múltiples situaciones. Sin embargo, en determinados pacientes y
No obstante, su valor en la estimación del FSC situaciones puede ser una opción.5HFRPHQ
es desigual según las velocidades, ajustada a GDFLyQWLSR8
la edad, sean inferiores o superiores a la nor- El concepto de autorregulación implica que el
malidad. Así mientras las velocidades bajas en FSC permanece estable mientras los valores de
el DTC inequívocamente señalan que el FSC presión arterial media oscilen aproximadamente
308 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

entre 60 y 150 mmHg. En gran medida este (ACM), se utilizan 10 mg de fenilefrina diluidos
KHFKRHVWiUHODFLRQDGRFRQODVPRGL¿FDFLRQHV HQPOGHVXHUR¿VLROyJLFRSDUDLQGXFLUXQ
producidas en las resistencias cerebrovasculares. aumento gradual en la PAM, de aproximada-
Dado que los cambios en las resistencias cere- mente el 25%. Tras conseguir una PAM estable
EURYDVFXODUHVPRGL¿FDQODVYHORFLGDGHV\HO,3 (10-20 min), se realiza una segunda exploración
múltiples estudios en diversas patologías críticas DTC. A partir de los registros DTC obtenidos
como patología cerebrovascular hemorrágica e y asumiendo un consumo cerebral de oxígeno
isquémica, traumatismo craneoencefálico o hemo- constante, los resultados pueden expresarse de
rragia subaracnoidea, han investigado el valor del dos formas: A) autorregulación cerebral en por-
DTC para conocer el estado de la autorregulación. centaje respecto a la total, o B) cambio porcentual
La evaluación del estado de la autorregulación de la velocidad media en ambas ACM respecto
y vasorreactividad cerebral no tiene solamente a las condiciones basales.
XQLQWHUpVFLHQWt¿FRVLQRTXHSXHGHVHUGHJUDQ
valor en la práctica asistencial, ya que permite A. Autorregulación cerebral (AC) = % cambio
adecuar de modo más juicioso el tratamiento del 5&9»FDPELR33& R3$0 îGH
paciente con patología neurológica aguda. Los forma que la AC se hallaría mediante la
distintos métodos empleados para valorar estos fórmula:
mecanismos son, en general, invasivos, técni-
AC = [(VM ACM1/VM ACM2 – PPC1/
camente complejos y poco prácticos para el uso
PPC2) / (1- PPC1/PPC2)] x 100
diario. Para valorar la autorregulación hay que
provocar alteraciones en la presión arterial media Una autorregulación inferior al 50% se
(PAM) y observar la respuesta hemodinámica considera anormal.
cerebral. En la 7DEOD se observan algunos de
los métodos que se emplean con el DTC para B. % cambio VM = [(VM ACM2 – VM ACM1)
conocer la autorregulación manipulando la PAM. / VM ACM1] x 100
(QODDFWXDOLGDGVHSUH¿HUHQODVSUXHEDVTXH
evalúan la respuesta del sistema cerebrovascular  /RVFDPELRVHQODVYHORFLGDGHVGHOÀXMRVDQ-
al estímulo de hipertensión arterial, ya que la guíneo deben ser mínimos si los mecanismos
hipotensión arterial provocada puede originar de autorregulación están preservados. Los
deterioro neurológico en los pacientes críticos, FDPELRVHQOD90”SUHVXSRQHQODQRU-
dada la hipersensibilidad del encéfalo lesionado malidad de los mecanismos autorreguladores;
a la isquemia. Entre los fármacos vasoactivos valores superiores al 20% son indicativos de
que pueden utilizarse para elevar la PAM, la una autorregulación alterada.
fenilefrina es la mejor opción ya que sus efectos La reactividad cerebrovascular al CO2 puede ser
son exclusivamente vasculares, sin acción cro- estimada a partir de los cambios en la velocidad
notrópica ni inotrópica al ser un agonista puro GHOD$&0LQGXFLGRVSRUODVPRGL¿FDFLRQHV
DGUHQpUJLFRĮ'HVSXpVGHUHDOL]DUXQHVWXGLR en la PaCO2. Los cambios en la velocidad son
DTC basal de ambas arterias cerebrales medias LQWHUSUHWDGRVFRPRFDPELRVHQHOÀXMRVDQ-

(IPERTENSI˜NINDUCIDAPORFÖRMACOS
(IPOTENSI˜NPROVOCADAPORDESINFLADODEMANGUITOENMIEMBROSINFERIORES
&LUCTUACIONESESPONTÖNEASDELAPRESI˜NARTERIAL
4ESTORTOSTÖTICOMESABASCULANTE
4ESTDERESPUESTAHIPER£MICATRANSITORIA

396SLFRYHORFLGDGVLVWyOLFD9')YHORFLGDGGLDVWyOLFD¿QDO9(YDVRHVWXGLDGR95YDVRGHUHIHUHQFLD
VM: velocidad media, ACM: arteria cerebral media, ACI: arteria carótida interna, * se mide la duración de
WLHPSRHQWUHHOSLFRVLVWyOLFR\ODGLiVWROH¿QDO
Tabla 4: Métodos de estudio de la autorregulación
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 309

guíneo a través de la ACM provocados por llarse deriva de la propia técnica. Es sabido
vasodilatación en las elevaciones de PaCO2 o que la velocidad depende en gran medida del
vasoconstricción en los descensos de PaCO2 ángulo de insonación el cual es muy estrecho
HQORVYDVRVGHUHJXODFLyQGLVWDO6LPSOL¿FDQ- oscilando entre 0º y 30º. Al ser un método cie-
GRHQUDQJR¿VLROyJLFRGH3D&22, 30 a 50 go, donde las ventanas acústicas carecen de
PP+JH[LVWHXQDUHODFLyQOLQHDOHQWUHÀXMR relaciones anatómicas precisas y constantes
sanguíneo cerebral y niveles de PaCO2, con con las arterias, cualquier desviación, aunque
XQGHFDPELRHQODYHORFLGDGGHOÀXMRHQ sea mínima, puede provocar una desviación
ACM por cada mmHg de cambio de PaCO2. VLJQL¿FDWLYDGHOiQJXORGHLQVRQDFLyQ(VWH
La reactividad al CO2 puede estar alterada o factor es difícil de controlar, aun cuando un
abolida en los pacientes con lesión cerebral mismo operador realice el estudio en una misma
aguda, lo que puede tener implicaciones en la persona, y produce cambios importantes en las
respuesta del paciente a la hiperventilación y a velocidades. El doppler transcraneal duplex
los barbitúricos como medidas de tratamiento color permite soslayar este escollo. Asimismo,
para control de la hipertensión intracraneal. provenido de ser un método ciego en ocasiones,
Además, la alteración de la reactividad al CO2 algunas arterias pueden faltar o ser hipoplási-
tras TCE está asociada con mal pronóstico, más cas. Por otro lado, si el tamaño de muestra es
como expresión de la severidad de la lesión muy amplio y se insona a través de la porción
que como causa por sí misma de los malos preauricular de la escama temporal, y no se
resultados. En la 7DEOD se observan algunas realizan pruebas hemodinámicas, pueden con-
de las técnicas más empleadas para el cálculo fundirse arterias como la cerebral media con
de esta variable. la arteria cerebral posterior. Por ello es difícil
evaluar resultados de trabajos que no indiquen
4.2.4.4 Escollos y el valor del tamaño de muestra usado y si se
dificultades del método YHUL¿FDURQODVDUWHULDVPHGLDQWHODVSUXHEDV
Todas las publicaciones sobre DTC hacen hincapié hemodinámicas correspondientes.
en el hecho de tratarse de una técnica operador En pacientes con masas ocupantes de espacio
dependiente, por lo cual los resultados de series evacuadas o no, es frecuente por la lesión o el
en las que no se explicite si las investigaciones edema circundante, que las estructuras del po-
mostraban un estudio previo de coincidencia lígono de Willis estén muy distorsionadas, con
y su resultado entre los distintos operadores, ORTXHODLGHQWL¿FDFLyQFRUUHFWDGHODVDUWHULDV
o entre el operador único y alguna persona de es difícil con los criterios habituales. Muchos
larga experiencia con el método, puede tener estudios no mencionan este hecho y cómo lo
GL¿FXOWDGHVDODKRUDGHVHULQWHUSUHWDGR2WURV solventaron. También es frecuente no diagnosti-
KHFKRVQRPHQRVVLJQL¿FDWLYRVVHGHEHUtDQWHQHU car vasoespasmo en pacientes con hemorragias
en cuenta a la hora de analizar las evidencias subaracnoideas e hipertensión endocraneana
producidas por el DTC. concomitante por hidrocefalia u otras lesiones
La mayoría de la variabilidad que puede ha- expansivas, o confundir hiperemia de arterias

Técnicas de Inhalación de CO2


Reactividad normalizada al CO2: Δ V por Δ 1 vol % CO2.
Normal: 24 ± 5% / Vol. % CO2
Reserva vasomotora: Δ V absoluta entre la hipercápnia y la hipocápnia.
Normal: 86% ± 16%
Hipercápnia-hipocápnia: Δ V por Δ 1 vol % CO2 y ∇ V por ∇1 vol % CO21RUPDO•
incremento o decremento por ± 1 vol % CO2
V: velocidad
Tabla 5: Métodos de estudio de vasorreactividad
310 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

colaterales con estenosis o vasoespasmo. En además del aumento de la PIC, a otra serie
la 7DEOD se resumen algunos de los proble- de factores de origen tanto intra como extra-
PDVWpFQLFRV\GL¿FXOWDGHVTXHGHEHQWHQHUVH craneal. Por otra parte, la correlación entre
en cuenta a la hora de revisar la literatura de PIC e índice de pulsatilidad es más evidente
DTC. cuando la PPC está por debajo de los límites
inferiores de la autorregulación, en general
por debajo de 70 mmHg en un paciente adulto.
4.2.5. Evaluación de las
Esa relación entre descenso de la PPC por
indicaciones del DTC en
LQFUHPHQWRGHOD3,&\PRGL¿FDFLRQHVGH
neurointensivismo
ORVSDWURQHVVRQRJUi¿FRVVHKDFHD~QPiV
4.2.5.1 Presión intracraneal ostensible cuando los valores de la perfusión
(PIC) y presión de cerebral son cero o cercanos a cero, observán-
perfusión cerebral (PPC) GRVHSDWURQHVVRQRJUi¿FRVFRQYHORFLGDGHV
Existen estudios que demuestran la existencia telediastólicas muy bajas, que si progresan
GHFDPELRVVRQRJUi¿FRVDVRFLDGRVDOLQFUH- hacia el paro circulatorio evolucionarán a
mento de la presión intracraneal. El indicador SDWURQHVGHVHSDUDFLyQGLiVWROHVtVWROHÀX-
VRQRJUi¿FRTXHFRQPD\RUIUHFXHQFLDDFRP- jo reverberante o espigas sistólicas aisladas.
paña al aumento de la PIC es el incremento En caso de mantenerse en el tiempo estos
proporcional del índice de pulsatilidad. Esta patrones y de acompañarse de determinados
correlación ha sido mejor estudiada en pa- signos clínicos, podrían servir para completar
cientes con traumatismo craneoencefálico en el diagnóstico de muerte encefálica, al que
fase aguda que en otras patologías como la luego nos referiremos.
hidrocefalia. Aunque pueda aseverarse con El empleo de la DTC también ha sido propues-
cierta certeza que los incrementos de la PIC se to por algunos autores como un instrumento
correlacionan con elevación del IP ()LJXUD), para estimación de la PPC en el paciente con
no debe establecerse una correlación inversa, traumatismo craneoencefálico. La utilización
ya que el incremento del IP puede deberse, GHODVRQRJUD¿DGRSSOHUWUDQVFUDQHDOSDUDHVWDV
estimaciones, además de precisar el empleo de
Indicar el tamaño de muestra empleado VRIWZDUHHVSHFt¿FR\VR¿VWLFDGRQHFHVLWDGH
Indicar si se realizó estudio de coincidencia
fórmulas y ecuaciones matemáticas complejas
de resultados entre varios operadores y qué con escasa aplicación actual.
valor de coincidencia obtuvieron
Exponer si se emplearon técnicas auxiliares
GHLGHQWL¿FDFLyQGHYDVRVHQVLWXDFLRQHV
difíciles como:
- desplazamiento o distorsión de las arterias
por lesiones expansivas o edema cerebral
- variaciones anatómicas del polígono de
Willis
-ventanas acústicas ausentes o reducidas
Cómo se diferenció hiperemia de
vasoespasmo
Cómo se diferenció vasoespasmo de estenosis
arteriales
Si antes de descartar vasoespasmo se aseguró Figura 1: Imagen en la que se presenta un patrón
ausencia de hipertensión endocraneana con predominio de la velocidad en fase sistólica. La
velocidad telediastólica es baja y en consecuencia
simultánea
el índice de pulsatilidad se eleva. Este patrón de
Tabla 6: Información necesaria para evaluar los pulsatilidad elevada es compatible con la existencia
resultados de series con DTC de hipertensión endocraneal
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 311

Por ello, el DTC no constituye, ni siquiera 2. Presencia de espigas sistólicas aisladas


como opción, una alternativa a los métodos El mencionado documento también sugiere
directos e invasivos en uso para conocer los que si no es posible encontrar ningún registro
valores reales de PIC y derivados de PPC. 5H VRQRJUi¿FRGHEHUiQDQDOL]DUVHORVKDOOD]JRV
FRPHQGDFLyQWLSR&&ODVH,,, de arterias extracraneales.
Publicaciones posteriores a dicho documento
4.2.5.2 Muerte encefálica de consenso han añadido un tercer patrón como
Uno de los fenómenos intracraneales a me- compatible con el diagnóstico de muerte ence-
nudo asociados con la muerte encefálica es el fálica, el patrón de separación diástole/sístole.
desarrollo de la parada circulatoria cerebral. ()LJXUD) De igual modo, también existen
El DTC junto con la arteriografía y los estu- nuevas alternativas al problema de la ausencia
dios de perfusión cerebral con radioisótopos de insonación a través de ventana temporal
son las pruebas instrumentales más empleadas de las arterias cerebrales medias como, por
para el diagnóstico del cese de la circulación ejemplo, el empleo de la ventana orbitaria para
intracraneal. No obstante, la demostración de la insonación del sifón carotídeo.
HVHFHVHQRHVFULWHULRVX¿FLHQWHSDUDVXGLDJ- Para el establecimiento del diagnóstico es
nóstico sino que debe de complementarse con preciso la exploración tanto de la circulación
la demostración de la ausencia de actividad anterior (incluyendo arterias carótida interna,
clínica del tronco del encéfalo. cerebral media y cerebral anterior) como pos-
Como se mencionó, incrementos incontrolados terior, haciéndose referencia en el documento
de la PIC están con frecuencia implicados en de consenso antes mencionado a la necesidad
la génesis del paro circulatorio cerebral. Ese de realizar también la insonación de vasos ex-
fenómeno se pone en evidencia con un progresivo tracraneales.
FDPELRGHORVUHJLVWURVVRQRJUi¿FRV\GHORV La exactitud en el diagnóstico de muerte en-
parámetros derivados. Según el documento de cefálica de los tests instrumentales que explo-
consenso elaborado en 1998 7DVN)RUFH*URXS UDQHOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDOFRPRHO'7&
RQFHUHEUDOGHDWKRIWKH1HXURVRQRORJ\5HVHDUFK GLVPLQX\HVLJQL¿FDWLYDPHQWHHQSUHVHQFLDGH
*URXSRIWKH:RUOG)HGHUDWLRQRI1HXURORJ\ factores que afectan al hermetismo craneal
ORVSDWURQHVVRQRJUi¿FRVFRPSDWLEOHVFRQHO como la craniectomía terapéutica, las grandes
diagnóstico de muerte encefálica serían: fracturas de la bóveda o base del cráneo, o la
 3UHVHQFLDGHSDWUyQGHÀXMRUHYHUEHUDQWH existencia de derivaciones extracraneales de
()LJXUD) líquido cefalorraquídeo.

Figura 2:3DWUyQGHÀXMRUHYHUEHUDQWH(VHOFOiVLFR Figura 3: Patrón de separación diástole/sístole. La


patrón compatible con el cese de la circulación intra- DXVHQFLDGHÀXMRWHOHGLDVWyOLFRSRVLWLYRKDFHTXHHVWH
FUDQHDQDFRQUHÀXMRGHVDQJUHHQGLiVWROH SDWUyQVHDFRPSDWLEOHFRQODDXVHQFLDGHÀXMRH¿FD]
para la perfusión del órgano que se está explorando, en
este caso el cerebro
312 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Por otra parte, el DTC es una técnica útil para tintas técnicas isotópicas y microdiálisis. Los
detectar, en algunos pacientes, la existencia HVWXGLRVFRQ'7&KDQFHUWL¿FDGRWDPELpQHVWD
de asincronías interhemisfericas o intercom- situación, manifestándose por una disminución
SDUWLPHQWDOHV VXSUDLQIUDWHQWRULDO HQHOÀX- mayor, al menos de una desviación estándar
jo sanguíneo cerebral antes de completarse el de los valores normales, ajustados a la edad,
paro circulatorio cerebral. Estas asincronías de la ACM. Se ha relacionado este hecho con
QRVRORQRPDQL¿HVWDQXQDIDOWDGHH[DFWLWXG un mecanismo de acople del FSC a la dismi-
diagnóstica, sino que por el contrario, enfatizan nución de las demandas metabólicas, aunque
la sensibilidad de la técnica para el diagnóstico los resultados en la diferencia arterio yugular
del cese de la circulación intracraneal. de oxígeno no apoyarían esta idea. Asimismo,
/DVRQRJUD¿D'RSSOHUWUDQVFUDQHDOKDVLGR XQDUHDQLPDFLyQLQVX¿FLHQWHGHOSDFLHQWHSR-
incorporada a diversos protocolos de diagnós- dría en ocasiones explicarlo, así como la pre-
tico de muerte encefálica en diferentes países sencia de HEC; sin embargo, permanece aún
y recogida en diversas legislaciones referidas la incertidumbre sobre la causa cierta de este
a este diagnóstico. Además, para la Federación fenómeno. En general, en las primeras 24 horas
Mundial de Neurología y el Subcomité de Es- de tratamiento esta condición se corrige, pero en
tándares de Calidad de la Academia Norteame- un porcentaje de entre un 30% a 50% persiste
ricana de Neurología, el DTC es una prueba la hipoperfusión más allá de este lapso. Estos
~WLO\DFHSWDGDSDUDFRQ¿UPDUODH[LVWHQFLDGHO pacientes presentarán un pronóstico, según la
paro circulatorio irreversible que acompaña a escala de resultado de Glasgow, desfavorable.
la muerte encefálica. 1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ Entre un 20% a 30% de pacientes con datos
$&ODVH,, VRQRJUi¿FRVLQLFLDOHVGHKLSRSHUIXVLyQHYR-
OXFLRQDQDXQSDWUyQGHKLSHUHPLD 90•
4.2.5.3 Traumatismo cm/seg e índice hemisférico < 3). En general,
craneoencefálico (TCE) la severidad de la hiperemia está asociada a
En la actualidad, los escasos estudios de serie la intensidad de la hipoperfusión previa. Este
de casos demuestran que la presencia de pa- grupo mostrará peor evolución que los TCE
trones anormales en el DTC en las primeras con DTC normal, pero mejor que los pacien-
horas postraumatismo que persistan más de 24 tes con signos de hipoperfusión prolongada
horas, se asocia al peor pronóstico. Los patrones o vasoespasmo precoz. Esta última situación,
habitualmente ligados a mal pronóstico son vasoespasmo precoz (5-10% de los TCE), ligada,
hipoperfusión y vasoespasmo precoz. Por otra usualmente a hemorragia subaracnoidea de alto
parte, no se dispone de evidencia que demues- JUDGRVHWUDGXFHSRU90•FPVHJHtQGLFH
tre un cambio en el resultado de los pacientes hemisférico > 3, presentando un pronóstico
cuando se emplea el DTC en la fase aguda del similar a la hipoperfusión mantenida.
TCE. Por ende, el DTC sólo constituiría una Derivadas de esta información, pueden extraer-
opción en el manejo del TCE. 5HFRPHQGDFLyQ se consecuencias lógicas para el tratamiento.
WLSR8 No estarían, pues, indicados en situaciones de
Se han observado diversos estados hemo- hipoperfusión o vasoespasmo procedimientos
dinámicos cerebrales anormales en el curso que disminuyan el FSC como hiperventilación,
agudo del TCE, los cuales, al menos en teoría, barbitúricos, etc., en cambio, en condiciones
precisarían diferentes enfoques terapéuticos. de hiperemia deberían evitarse maniobras que
Las situaciones anormales más frecuentes son: incrementen el FSC como manitol, aumento
hipoperfusión, hiperemia y vasoespasmo. de la presión arterial, etc.
En las seis primeras horas del TCE se ha
descrito un estado de hipoperfusión cerebral 4.2.5.4 Hemorragia
usando métodos disímiles como la diferencia subaracnoidea (HSA)
arterio yugular de oxígeno, PtiO2, la medida El vasoespasmo cerebral (VC) es una de las
GLUHFWDGHOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDOSRUGLV- complicaciones más relevantes tras el desarrollo
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 313

de una HSA espontánea. La cantidad de sangre velocidad media de la arteria carótida interna
vertida en las cisternas de la base se relaciona homolateral en el cuello. Un índice de Lindegaard
de manera proporcional al riesgo de desarrollo menor de 3 rara vez se asocia a vasoespasmo,
de VC. La velocidad sanguínea dentro de las mientras que un índice de Lindegaard mayor
arterias medida mediante DTC se relaciona de 6 distingue entre vasoespasmo moderado y
directamente con la reducción en el calibre vasoespasmo grave. Velocidades medias altas,
del vaso producida por vasoespasmo. Aunque sobre todo si son bilaterales, con índice de Lin-
existen opiniones discrepantes sobre cuál debe deagaard menor de 3 expresan, en la mayoría
ser la técnica estándar para el diagnóstico de de las ocasiones, hiperemia cerebral.
VC, en la actualidad la arteriografía sigue siendo Es difícil establecer la verdadera exactitud
la técnica instrumental con la que se comparan diagnóstica del DTC en el diagnóstico de VC.
las otras, que intentan evaluar el espasmo de las La mayor parte de los estudios están dirigidos
arterias intracraneales. No obstante, el DTC, a estudiar el vasoespasmo de la arteria cerebral
al ser una técnica no invasiva repetible a pie media; no obstante, no existe un acuerdo en los
de cama, es el método más empleado para la puntos de corte para establecer el vasoespasmo
monitorización y el establecimiento de sospecha VRQRJUi¿FR RVFLODQGRHQWUH\FPVHJ 
de vasoespasmo de las arterias del polígono de RHOFRQFHSWRGHYDVRHVSDVPRUDGLRJUi¿FR
:LOOLV'HVGHHOSXQWRGHYLVWDVRQRJUi¿FR que en algunos estudios se establece cuando la
el vasoespasmo de la arteria cerebral media reducción de la luz del vaso es del 25%, para
VHFODVL¿FDHQWUHVJUDGRVYDVRHVSDVPROLJH otros, superior a este valor, y en algunos no se
ro, cuando la velocidad media del registro se HVSHFL¿FD(QFXDOTXLHUFDVRODHVSHFL¿FLGDGGHO
sitúa entre 120 y 150 cm/seg; YDVRHVSDVPR DTC es muy alta para establecer el diagnóstico
moderado, cuando la velocidad está entre 150 de vasoespasmo de la arteria cerebral media
y 200 cm/seg ()LJXUD) y YDVRHVSDVPRJUD (entre el 94 y el 100%, según los estudios);
YH, cuando la velocidad media supera los 200 por el contrario, su sensibilidad diagnóstica
cm/seg. Cada uno de esos niveles de velocidad varió entre el 39 y el 91% según las distintas
correspondería, desde un punto de vista teórico, series. Muchos autores hacen referencia a la
a un estrechamiento menor del 25% de la luz utilidad que tiene la monitorización diaria de
del vaso, a una reducción entre el 25 y el 50% o las velocidades mediante DTC, otorgándole un
superior al 50%, respectivamente. Además del valor predictor del desarrollo de vasoespasmo
incremento de las velocidades, hay que tener a incrementos en 24 horas de las velocidades
presente el valor del índice de Lindegaard o basales por encima del 25%. Resultados más
interhemisférico que, como se aprecia en la controvertidos fueron encontrados en lo re-
7DEOD, se obtiene dividiendo los valores de ferente al vasoespasmo de la arteria cerebral
velocidad media de la ACM por la cifra de DQWHULRUFRQHVSHFL¿FLGDGHQWUHHO\HO
y sensibilidad entre el 82 y el 13%. La escasez
de publicaciones referentes al vasoespasmo en
otras localizaciones hace difícil establecer su
precisión diagnóstica.
8QDVSHFWRQRVX¿FLHQWHPHQWHFRQWUDVWDGR
pero también estudiado por algunos autores, es
la posibilidad del DTC de explorar los trastornos
de autorregulación que se producen en algunos
pacientes con hemorragia subaracnoidea.
Para monitorización y detección de vasoes-
SDVPRDQJLRJUi¿FRHQKHPRUUDJLDVXEDUDF-
Figura 4:5HJLVWURVRQRJUi¿FRHQHOTXHVHPXHVWUD noidea espontánea la recomendación es 7LSR
un incremento de las velocidades diastólicas, media y $&ODVH,,,. En cambio, para el diagnóstico
sistólica, compatible con la presencia de vasoespasmo
314 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

de vasoespasmo cerebral en HSA traumática, XQSDWUyQGHDOWDUHVLVWHQFLDH[SUHVDGRSRUÀXMR


la recomendación es 1LYHO%&ODVH,,,. FRQDOWDVtVWROHEDMDGLiVWROH¿QDO\DXPHQWR
GHO,3&XDQGRFRPLHQ]DDUHVWDEOHFHUVHHOÀXMR
4.2.5.5 Ictus agudo isquémico en la arteria ocluida, pueden aparecer señales
Una de las aplicaciones iniciales y, posiblemente, de émbolos por la rotura del trombo, además
la más extendida del DTC, es el diagnóstico y GHXQÀXMRFRQEDMDYHORFLGDGPHGLDH,3GLV-
HVWXGLRGHOPHFDQLVPR¿VLRSDWROyJLFRGHODF- minuido, normalizándose ambos conforme el
cidente cerebral isquémico agudo instaurado o ÀXMRHQODDUWHULDVHYXHOYHLJXDODOSUHYLRDOD
transitorio. No obstante, en Terapia Intensiva la obstrucción. En ocasiones, pueden detectarse
mayor aportación del DTC, según la evidencia WUDVHOUHVWDEOHFLPLHQWRGHOÀXMRYHORFLGDGHV
actual disponible, es el monitoreo durante la en la ACM previamente ocluida superiores a la
terapia trombolítica intravenosa o intraarterial ACM del lado sano. Ello se debe a la aparición
de la arteria cerebral media (ACM) ocluida, de un fenómeno de hiperemia secundario a la
para conocer si dicha arteria se permeabiliza y isquemia sufrida.
en qué momento. Dado que la angiografía, por
sus riesgos, no puede emplearse seriadamente 4.2.5.6 Monitorización
durante un período que, en ocasiones, puede de émbolos
extenderse más de 6 horas postrombolisis, el En numerosas ocasiones pacientes intervenidos
DTC en esta indicación puede recomendarse por oclusiones carotídeas, o bien por endarte-
como guía clínica con un nivel de UHFRPHQGDFLyQ rectomías carotídeas o angioplastias, por cirugía
WLSR%&ODVH,,,,,Sin embargo, no existen aún cardíaca, o que han sido repermeabilizados tras
pruebas concluyentes que permitan recomendar VXIULUXQLFWXVLVTXpPLFRPHGLDQWH¿EULQROtWLFRV
el uso del DTC para reforzar la acción trombo- o procedimientos mecánicos, sufren episodios
lítica del activador tisular del plasminógeno. embólicos responsables de accidentes cerebro-
Los trabajos de Alexandrov HWDO., no obstante, vasculares. La detección de estos fenómenos
sí han demostrado que la insonación de la ACM HPEyOLFRVDQWHVGHTXHVHSURGX]FDXQGp¿FLW
hasta dos horas a un máximo de intensidad, con neurológico es muy importante, ya que nos
HO¿QGHDFHOHUDUODGLVROXFLyQGHOWURPERHV alerta sobre el riesgo del paciente y la necesi-
un método seguro. Para esta última indicación dad de instaurar un tratamiento antiagregante,
el nivel de UHFRPHQGDFLyQHV8 anticoagulante u otro que se considere oportuno
Algunas de las terapéuticas empleadas en la FRQHO¿QGHLPSHGLUODDSDULFLyQGHOGp¿FLW
fase aguda del ictus isquémico pueden variar El DTC detecta un sonido característico, se-
según la arteria ocluida haya podido ser o no mejante a un FOLF y de corta duración (0,1 seg),
UHFDQDOL]DGDVLHQGRODPiVVLJQL¿FDWLYDHO independiente del ciclo cardíaco y situado por
manejo de la presión arterial media. Por ello, sobre la línea de base del sonograma. Para
es preciso monitorizar si tal circunstancia se LGHQWL¿FDUORVpPERORVVHKDQGHVDUUROODGR
produce y cuándo. Si la oclusión de la ACM VRIWZDUHVHVSHFt¿FRV\VLVWHPDVPXOWLSXHUWDV
se produce en los segmentos proximales, no y 0RWLRQ'RSSOHU, que se fundamentan en el
se obtiene señal de tal arteria; para estar segu- registro de las señales en dos o más puntos
ros de no incurrir en un fallo de insonación, diferentes del vaso, separados entre sí por
debemos encontrar la arteria cerebral anterior GLVWDQFLDVSUH¿MDGDV(VWRSHUPLWHGHWHFWDUHO
homolateral a su profundidad habitual, que puede paso del émbolo en diferentes momentos. Esta
mostrar una velocidad superior a la habitual diferencia en el tiempo de tránsito descarta que
DOUHFLELUÀXMRFRODWHUDOHLUGLVPLQX\HQGROD la señal obtenida corresponda a artefactos. El
profundidad hasta la habitual donde debería PRQLWRUHRVHUHDOL]D¿MDQGRORVWUDQVGXFWRUHV
aparecer la señal de la ACM. Asimismo, para a las ventanas óseas temporales por medio de
mayor seguridad, debemos encontrar la arteria un casco o bandas, e insonando las arterias
cerebral posterior. Si la obstrucción acontece en cerebrales medias. Se debe monitorizar por
ramas distales de la ACM, podemos encontrar períodos de al menos 30 minutos, repitiendo
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 315

el examen o alargando el tiempo de estudio si Según las pruebas disponibles, su uso se sus-
es necesario, para aumentar la posibilidad de tenta con un alto nivel de evidencia en aquellas
detectar estos eventos embólicos. La aparición situaciones donde el FSC está comprometido
de señales de microémbolos debe ser siempre como en el diagnóstico del paro circulatorio que
considerada patológica. 5HFRPHQGDFLyQWLSR acompaña a la muerte encefálica, en la detección
%&ODVH,,,,, del vasoespasmo cerebral que complica la HSA
espontánea y traumática, en la monitorización
4.2.6. Conclusiones de la trombolisis cerebral y en el registro de
émbolos. Si bien el nivel de evidencia es bajo
Se acepta hoy día al DTC como un método en otras aplicaciones habituales, el DTC incre-
válido para la monitorización del paciente neu- menta su uso en el manejo diario de pacientes
rocrítico, en conjunción con otras técnicas que neurocríticos donde se precisa conocer la re-
H[SORUDQGLIHUHQWHVDVSHFWRVGHOD¿VLRSDWRORJtD percusión al nivel de la circulación cerebral de
cerebral. ODVGLYHUVDVVLWXDFLRQHV¿VLRSDWROyJLFDV

4.3 LIMITACIONES DE LA
MONITORIZACIÓN DE LA
SATURACIÓN YUGULAR DE OXÍGENO
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

4.3.1. Introducción neurocrítico. Sin embargo, como bien lo ha


GH¿QLGR*UDKDP7HDVGDOHQRHVXQSURFHGL-
La cateterización retrógrada de la vena yugu- miento sin riesgo y debe ser empleado sólo
lar interna hasta el golfo es un procedimiento luego de una cuidadosa discusión, evaluando
muy utilizado en la monitorización del paciente si ésto va a representar una contribución al
316 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

manejo del paciente individual más que ser Robertson y 10 al de Julio Cruz. En el momento
empleado como un procedimiento de “rutina” de revisar este manuscrito, un artículo de M.A.
en neurointensivismo. Poca en 1HXURFLUXJtD (Asturias) enfocó el tema
En los comienzos de nuestra especialización, de manera muy similar, estando impresas las
a comienzos de la década del ‘80, esta técnica FLWDVELEOLRJUi¿FDVPiVUHOHYDQWHV(OPLVPR
era la única que teníamos disponible pues no de- puede descargarse en forma gratuita desde
pendíamos de terceros para colocar los catéteres; <http://www.revistaneurocirugía.com>.
habíamos adaptado el método a la tecnología de
la unidad en ese momento, tomábamos nosotros Gibbs, E.L., Lennox, W.G., Nims, L.F. HWDO.
mismos las muestras y la interpretación nos permitía “Arterial and cerebral venous blood arterial-
FRQVWUXLU³WUDWDPLHQWRV¿VLRSDWROyJLFRV´$VtHO venous differences in man.” En: -%LRO&KHP
96% de los pacientes ingresados a la Unidad de 1942; 144: 325-332.
Terapia Intensiva (UTI) del Hospital General Kety, S.S., Schimdt, C.F. “The nitrous oxide me-
de Agudos J. A. Fernández en el año 1987 tenía thod for the quantitative-determination of cerebral
colocado un catéter en el golfo yugular. Esta EORRGÀRZLQPDQWKHRU\SURFHGXUHDQGQRUPDO
cifra fue descendiendo en la medida en que in- values.” En: -&OLQ,QYHVW.
corporamos rutinariamente otros elementos de Robertson C.S., Narayan R.K., Gokaslan Z.L.
monitorización, llegando al 18% en el 2005. HWDO. “Cerebral arteriovenous oxygen difference
Paul Muizelaar advirtió sobre la presencia de DVDQHVWLPDWHRIFHUHEUDOEORRGÀRZLQFRPDWRVH
riesgos asociados con la colocación y el uso patients.” En: -1HXURVXUJ1989; 70:222-230.
de catéteres en el golfo yugular, pues su efecto Stocchetti N., Barbagallo M., Gordon C.R. et
sobre la sobrevida no está bien establecido ya DO. “Arterio-jugular difference of oxygen and
que no existe un trabajo aleatorizado que pruebe intracranial pressure in comatose, head injured
su utilidad clínica. patients. I. Technical aspects and complications.”
Si bien la ausencia de evidencia no es evidencia En: 0LQHUYD$QHVWHVLRO 1991; 57:319-26.
de ausencia de la misma, como en todas las áreas Stocchetti N., Barbagallo M., Bellini G.C., Furlan
grises la monitorización de la oxigenación en A., Vezzani A., Nizzoli V. “Arterio-jugular difference
el golfo yugular genera controversias. Durante of oxygen and intracranial pressure in comatose,
los años 2002 al 2005 hemos brindado ocho head injured patients. II. Clinical correlations.”
conferencias sobre el tema, algunas de ellas en el En: 0LQHUYD$QHVWHVLRO 1991; 57:327-334.
seno de la modalidad SUR\FRQWUD, observando Previgliano I., Goldenberg F., Quinteros M.
gran interés por parte del auditorio. “Diferencia arterio yugular de oxígeno: su uti-
Debido a ésto, decidimos incorporar este lidad clínica.” En: 0HGLFLQD,QWHQVLYD 1993;
capítulo al libro, con la idea de mostrar las 10:163-174.
limitaciones de esta herramienta de monitori- Chan K.H., Dearden N.M., Miller J.D., Andrews
zación a la luz de la evidencia disponible y con P.J., Midgley S. “Multimodality monitoring as a
la experiencia personal que nos ha brindado la guide to treatment of intracranial hypertension
interacción con diferentes médicos y grupos de after severe brain injury.” En: 1HXURVXUJHU\
investigación, nacionales y extranjeros. 1993; 32:547-552.
Matta B.F., Lam A.M., Mayberg T.S., Shapira
Y., Winn H.R. “A critique of the intraoperative
4.3.2. Fuente de evidencia
use of jugular venous bulb catheters during
Se revisaron 450 DEVWUDFWV que respondían a la neurosurgical procedures.” En: $QHVWK$QDOJ
búsqueda efectuada en <http://www.pubmed. 1994; 79:745-750.
gov> bajo los criterios MXJXODUEXOE $1'PRQL Stocchetti N., Paparella A., Bridelli F., Bacchi
WRULQJ (244 artículos), y artículos relacionados M., Piazza P., Zuccoli P. “Cerebral venous oxy-
(450). De éstos se seleccionaron 78 artículos, gen saturation studied with bilateral samples in
sobre los que se construyó la argumentación. the internal jugular veins.” En: 1HXURVXUJHU\
Entre ellos, 14 pertenecían al grupo de Claudia 1994; 34:38-43.
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 317

Lam J.M., Chan M.S., Poon W.S. “Cerebral Leblanc P.E., Samii K., Bissonnette B. “Early
venous oxygen saturation monitoring: is domi- SjvO2 monitoring in patients with severe bra-
nant jugular bulb cannulation good enough?” in trauma.” En: ,QW&DUH0HG1999; 25:445-
En: %U-1HXURVXUJ 1996; 10:357-364. 451.
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regional oxygen saturation catheter for moni- Gopinath S.P., Valadka A.B., Uzura M., Ro-
toring SjvO2 in head injured patients.” En: J bertson C.S. “Comparison of jugular venous
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Vigue B., Ract C., Benayed M., Zlotine N., 16:301-322.
318 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

4.3.3. Limitaciones En el *Ui¿FR se observa la curva construida


metodológicas por Robertson en la que se dibuja aproximada-
mente una hipérbola equilátera, asumiendo que el
4.3.3.1. Errores en la CMRO2 es constante. Sin embargo ella demuestra
aplicación de las fórmulas que no es así puesto que con DAYO2 normales o
Kety y Schmidt fueron los primeros en estimar disminuidas se puede desarrollar tanto isquemia
FXDQWLWDWLYDPHQWHHOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO RLQIDUWRFHUHEUDOSRUKLSRÀXMRFRPRKLSHUHPLD
(FSC) en humanos aplicando el método de Fick, SRUKLSHUÀXMR6tHVFLHUWDODDVHYHUDFLyQTXHD
utilizando el óxido nitroso (N2O) como indi- mayores DAYO2 corresponden valores disminuidos
cador y calculando el valor de las diferencias FSC, absolutos o relativos al CMRO2.
arteriales y yugulares de este gas. A partir de Ésto hecha por tierra la presunción que las
estos trabajos, diversos autores han validado DAYO2 normales implican un correcto acopla-
su utilidad, especialmente Robertson y Cruz, miento entre FSC y CMRO2 (normoperfusión).
desarrollando fórmulas derivadas de la prin- Las DAYO2 bajas indican que el FSC es excesivo
cipal, que establece: respecto al CMRO2 (hiperemia) y las DAYO2
elevadas nos informan sobre una disminución
FSC= CMRO2/DAYO2 del FSC (hipoperfusión).
El desarrollo —por parte del grupo de Robert-
Donde CMRO2VLJQL¿FDWDVDPHWDEyOLFDGH son— de las fórmulas de diferencia arterio-yugular
oxígeno cerebral o consumo metabólico cerebral de lactato (DAYLac) y del índice oxígeno-lactato
de O2, y DAYO2VLJQL¿FDGLIHUHQFLDDUWHULR (LOI: DAYLac/ DAYO2), permitió construir los
yugular de oxígeno. JUXSRVLGHQWL¿FDGRVHQHO*Ui¿FR:
La mayoría de los autores considera que el  ,VTXHPLDLQIDUWR/2,•\'$<22
CMRO2 permanece constante, por lo que sim- variables
SOL¿FDQODIyUPXODDGRVYDULDEOHVFRQVLGHUDQGR 2. Hipoperfusión compensada: DAYO2 elevadas
que el FSC es inversamente proporcional a (> 3,0 μmoL/mL) y LOI normal (< 0,03)
la DAYO2: 3. FSC normal: LOI normal y DAYO2 entre
1,3 - 3,0 μmoL/mL
FSC= 1/DAYO2 4. Hiperemia: LOI normal y DAYO2 reducidas
(< 1,3 μmoL/mL).

DAYO2

Hipoflujo / Isquemia
6.5

Isquemia Normal
Hiperemia
3.5 Infarto L OI < 0 ,0 3

L OI > 0 ,0 8
CMRO2C

25 50 75 FSC

DAYO2: diferencia arterio-yugular de oxígeno; CMRO2: tasa cerebro metabólica de oxígeno; LOI: índice
oxígeno lactato
*Ui¿FR Curva construida por la Dra. Robertson
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 319

El cálculo de la DAYO2 se realiza mediante la de la SyO2 en el 20%. Analizando los pacientes


fórmula de contenido arterial menos contenido muertos o con secuelas graves, éstos tuvieron
venoso de O2: una mayor incidencia de episodios de alta o
baja saturación que los pacientes con buenos
{1,34*Hb[(SaO 2 -SayO 2 )/100]+(PaO 2 - resultados, sugiriendo que estos episodios de-
PjO2)*0,0031}. bían ser evitados.

&RQHO¿QGHHYLWDUHOSUREDEOHHQPDVFDUD- 4.3.3.3. Elección del


miento de situaciones de isquemia cerebral lado a monitorizar
frente a la anemia, Cruz desarrolla la fórmula El golfo yugular recibe 2/3 de sangre del
de FRH¿FLHQWHGHH[WUDFFLyQGHR[tJHQR (CEO2) hemisferio homolateral y 1/3 del contra-
como la resta de las saturaciones arterial y ve- lateral. Tradicionalmente se ha sostenido
nosa (SaO2-SayO2). que suele existir un mayor drenaje venoso
El error común en las diversas fórmulas ra- cerebral a través de la vena yugular interna
dica en considerar constante al CMRO2 y en del lado derecho, puesto que recibe sangre
tratar de resolver una ecuación de tres datos predominantemente a partir del seno lon-
conociendo sólo uno de ellos (DAYO2), lo que gitudinal superior. Sin embargo, estudios
es imposible. posteriores demostraron que la circulación
Ante la debilidad matemática de las diferentes venosa era impredecible. Stocchetti, Chan,
fórmulas, el valor directo de la SayO2 es el más Lamb y Metz demuestran, en sendos trabajos,
sencillo de utilizar en la práctica diaria. SayO2 midiendo SyO2 en ambos golfos yugulares,
disminuidas implican aumento de la extracción variaciones que oscilaron entre un 28 y un
cerebral de O2, probablemente por disminución 45% en cada lado.
del FSC o aumento del CMRO2, mientras que Analizando la literatura, las opciones para
las SayO2 aumentadas implican disminución de la elección del lado a monitorizar pueden re-
la extracción de cerebral de O2 por aumento del sumirse en:
FSC o por ausencia o disminución del CMRO2, ‡ /DGRGHUHFKRHQHOFDVRGHOHVLRQHVGLIXVDV
sea por infarto o por sedación excesiva. ‡ 'HOODGRGHOKHPLVIHULRFHUHEUDOPiVOHVLR-
nado
4.3.3.2. Sensibilidad ‡ ,GHQWL¿FDUHOJROIRPiVJUDQGHHQODWRPR-
y especificidad grafía
No hay ningún trabajo que haya buscado ‡ ,GHQWL¿FDU HO ODGR TXH DO FRPSULPLUOR
HVSHFt¿FDPHQWHHOYDORUGHSUHGLFFLyQSR- genere mayor aumento de la presión in-
sitivo y negativo así como tampoco la tasa tracraneana
de probabilidad OLNHOLKRRGUDWLR  elementos
esenciales a la hora de determinar la utilidad Como se ve, las opciones son varias y ninguna
de un método. JDUDQWL]DTXHVHSXHGDQLGHQWL¿FDUHSLVRGLRV
Coplin, Gopinath, Clay y Robertson han es- de aumento o caída de la saturación en el lado
timado la sensibilidad del método para satu- contralateral.
raciones de O2 bajas estableciéndolas entre el
\FRQXQDHVSHFL¿FLGDGYDULDEOHHQWUH 4.3.3.4. Definición del
el 68 y 92%. umbral de isquemia
Los trabajos de investigación de Cormio (OXPEUDO¿VLROyJLFRGHLVTXHPLDIXHVLWXDGR
y Macmillan demuestran ausencia de sensi- por Gibbs (1942 en un estudio realizado sobre
ELOLGDG\HVSHFL¿FLGDGSDUDVDWXUDFLRQHVGH estudiantes de medicina normales) en una SyO2
O2 elevadas. En estos estudios, con 450 y 75 de 55%. Dearden, Millar, Robertson y Cruz to-
pacientes, se demuestra que la incidencia de man este valor como el límite inferior en sus
eventos de caída de la SyO2 por debajo de 55% investigaciones, mientras que Maas, Vigue y de
está alrededor del 5% y la de los de aumentos 'H\QHHQWUHRWURVLGHQWL¿FDQODLVTXHPLDFRQ
320 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

saturaciones inferiores a 50%, que son las que los costes, la efectividad, la disponibilidad y
se asocian con el peor pronóstico. Chieregato las necesidades de calibración.
 XWLOL]DQGRXQULJXURVRPpWRGRGHYHUL¿- Los catéteres pueden ser de tipo oximétrico
cación del catéter y de extracción de la muestra, GH¿EUDySWLFDSDUDPRQLWRUL]DFLyQFRQWLQXDR
en un grupo de doce pacientes con enfermedad cualquier catéter venoso para monitorización
de Cushing, lo sitúa en 46%, revolucionando intermitente.
con su hallazgo los conceptos habituales. Ritter y Souter, en sendos trabajos, analizaron
Otra manera de evaluar la isquemia es mediante los errores de lectura LQYLYR de los catéteres
ODLGHQWL¿FDFLyQGHORVHSLVRGLRVGHGHVDWXUD- disponibles en 1996, hallando una dispersión
ción, con la metodología que se verá luego, por de entre el 5% y el 50%. Sarrafzadeh encontró
la simple aparición, jerarquizándolos si tienen errores en la medición, también LQYLYR entre
una duración mayor de diez minutos. el 25 y el 54% de los catéteres colocados en
Como se ve, no hay una uniformidad en los 80 pacientes. A tal punto esta dispersión es
criterios, lo que es una limitante mayor a la importante que todos los autores coinciden en
hora de decidir alguna conducta en base a los realizar una determinación directa mediante
datos de la monitorización. cooximetría, para asegurar que se trata de una
verdadera desaturación antes de tomar una con-
4.3.3.5. Interpretación ducta activa.
de saturaciones Los catéteres oximétricos han sido adaptados
yugulares elevadas de catéteres de Swan Ganz pediátricos o de la
El aumento de la SyO2 por encima de 75% se vena umbilical. Recién a partir del año 2000 se
considera patológico y, como hemos visto, se KDQSURGXFLGRFDWpWHUHVHVSHFt¿FRVSDUDHVWH
asocia con malos resultados. En el *Ui¿FR se ¿Q7RGRVUHTXLHUHQGHXQPRQLWRUHVSHFLDO
muestran los hallazgos de Robertson midiendo FSC para cada tipo de catéter.
mediante el método de Kety Schmith, calculando La medición intermitente tiene la desventaja
la DAYO2 y obteniendo los diversos CMRO2 para de perder los episodios de desaturación al rea-
cada una de las mediciones. Como se observa, lizarse en horarios predeterminados. Sin em-
una DAYO2 “pinzada” o, inclusive una normal, bargo si uno utiliza el método para controlar
puede correlacionarse indistintamente con FSC la hiperventilación o la salida de hipotermia,
bajo, normal o alto. En el caso de FSC bajo y tomando las muestras en el momento apropiado
DAYO2 pinzada la situación más probable es o predeterminado, su rendimiento es alto.
el infarto o la isquemia. En el de FSC normales Se puede colocar un catéter comercial mediante
o altos, esto puede ser debido a una verdadera técnica de Seldinger, o —en caso de no dispo-
hiperhemia o a una disminución del CMRO2, ner— se puede pasar una sonda nasogástrica
situación altamente difícil de diagnosticar sin pediátrica tipo K35 o un catéter umbilical tipo
medir todos los términos de la ecuación, tal como PR40 por un catéter sobre aguja de 14G.
KHPRVGLFKRSUHYLDPHQWH(QHVWHJUi¿FRVH La cooximetría es fundamental para un ade-
aprecia que los pacientes con DAYO2 dismi- cuado diagnóstico. Los analizadores de gases
nuidas podían ser divididos de acuerdo a que el sin este sistema informan la PO2 y la saturación
LOI fuera menor de 0,03 (hiperemnia) o mayor se calcula mediante el normograma de Siggar
de 0,08 (isquemia/infarto), con las limitaciones Andersen, en el que la dispersión es máxima
ya explicitadas para el método. para saturaciones de entre 40% y 60%, que
son justamente las del umbral hipóxico/is-
quémico. Esto limita aún más la utilidad de
4.3.4. Limitaciones
la SyO2, pues la co-oximetría no está siempre
materiales
disponible en los hospitales. Antes de colo-
4.3.4.1. Catéteres car un catéter es de buena práctica averiguar
La elección de los catéteres ocupa un espacio cuál es el analizador de gases disponible en
LPSRUWDQWHHQODGLVFXVLyQHQODTXHLQÀX\HQ la institución.
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 321

4.3.4.2. Colocación del catéter teres en 126 pacientes: 28% de los catéteres se
Para la cateterización yugular nosotros utilizamos enrulaba en el golfo, 25% no llegaba al mismo,
la técnica de Seldinger, teniendo los reparos de 33% lo sobrepasaba, mientras que el 10% se
la vía anterior de Dayly: con el paciente con la situaba en otras aferentes de la yugular.
cabeza girada hacia el lado contrario, se palpan 8QDYH]FRORFDGR\YHUL¿FDGDODSRVLFLyQVH
ambos bordes del esternocleidomastoideo y en el FRORFDXQDVROXFLyQ¿VLROyJLFDFRQ8,GH
vértice formado por la unión de ambos se punza heparina sódica a 21 microgotas/min o con una
a 45º apuntando hacia la mastoides homolateral, YiOYXODDQWLUUHÀXMRSDUDODYDGRVSHULyGLFRV
sin progresar la aguja más de 2 cm. En nuestra práctica no dejamos los catéteres
'HEHPRVYHUL¿FDUTXHODSXQWDGHOFDWpWHU más allá de cinco días.
se encuentre en el golfo de la yugular, donde
la contaminación de sangre extracerebral (de
4.3.5. Limitaciones clínicas
las meninges y las órbitas) oscila entre un 1%
y un 7%. Robertson y Chieregato encontraron 4.3.5.1. Velocidad de
que los valores obtenidos cuando el catéter se extracción de la sangre
encontraba 3 cm por debajo del golfo yugular Al igual que con el catéter de Swan Ganz, la
eran un 17% superiores y aún más cuando se sangre debe ser extraída lentamente, a una ve-
tomaban las muestras a nivel de la 5ª vértebra locidad de 1ml/minuto o menor. El fundamento
cervical. de esta conducta radica en la característica mixta
de la sangre, ya que una velocidad de extrac-
Una vez colocado el catéter se debe realizar ción más rápida puede indicar una saturación
XQD5[GHFUiQHR\FROXPQDFHUYLFDOHQSHU¿O mayor a la real.
()LJXUD) Si el catéter no es radio opaco se En un auditorio con sistema de votación elec-
puede inyectar sustancia de contraste al acecho trónica y anónima, el 93% de los asistentes,
y llenar el golfo yugular. ()LJXUD) La punta todos ellos especialistas en Terapia Intensiva,
de éste debe estar al mismo nivel que la mas- UH¿ULHURQGHVFRQRFHUHVWHGDWR\QRUHDOL]DUOD
toides o por encima del disco C1C2. Un estudio toma de muestra adecuadamente.
prospectivo de Gemma demostró errores en la
colocación en el 22% de una serie de 172 caté- 4.3.5.2. Complicaciones
Al igual que cualquier acceso venoso, la cate-
terización retrógrada de la vena yugular interna
tiene potenciales complicaciones. Sin embargo
éstas están poco explicitadas en la literatura.
De la revisión que realizamos sólo encontra-
PRVUHIHUHQFLDVHVSHFt¿FDVHQGRFHWUDEDMRV
y podríamos resumirlas en:
Acceso fallido
Punción carotídea
Mala posición del catéter
Trombosis
Infección

Acceso fallido
La incidencia de acceso fallido oscila en la
literatura entre el 1% y el 8% de los casos; este
último dato proviene del trabajo con mayor nú-
mero de pacientes de Gemma HWDO. En general
VHYHUL¿FDSRUODIDOWDGHSURJUHVLyQGHODFXHUGD
Figura 1: 9HUL¿FDFLyQGHODFRORFDFLyQGHOFDWpWHU de piano con el método de Seldinger.
322 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Punción carotídea 4.3.6. Limitaciones por


La punción accidental de la carótida está vin- coste-efectividad
culada con que no se respeta estrictamente la
técnica. Tomando los reparos y controlando que La utilización de catéteres en el golfo de la
la aguja se dirija a 45º hacia la mastoides no hay yugular agrega un costo adicional a la estadía
probabilidades punzarla. La incidencia varía del paciente en la UTI. En dólares de 2001 se
entre el 2% y el 20%. Gemma reporta un 12% de estimó de la siguiente manera:
lesiones carotídeas, una de ellas con hematoma
del cuello y una de vasos linfáticos. No hemos &DWpWHUGH¿EUDySWLFD  
encontrado reportes de isquemias secundarias Catéter tipo K33 $ 001
a la compresión carotídea pospunción, aunque Gases en sangre ($ 25 x 4) $ 100
no sería raro que quedaran ocultas por la grave Lactato en sangre ($ 35 x4) $ 140
patología de base de los enfermos. Coste diario $ 200-400
Coste total (4 días) $ 930- 1630
Mala posición del catéter Estos costes se estimaron en base al trabajo de
Nos hemos referido a ella en el apartado de co- Macmillan, en el que se demostró la relación
locación del catéter. La incidencia reportada es entre tiempo de monitorización y sobrevida.
del 4,5%, 8% y 20%, este último porcentaje en De acuerdo a la encuesta del EBIC, sólo el
el trabajo de Gemma. Deben tomarse en cuenta 20% de los centros de Europa la utilizan ru-
las consideraciones del apartado anterior. tinariamente.
Mejora su coste-efectividad cuando es uti-
Trombosis OL]DGDSDUDFRQWURODUVLWXDFLRQHVHVSHFt¿FDV
La trombosis fue diagnosticada por dúplex ve- (hiperventilación).
noso o ecografía del cuello sólo en dos trabajos, Latrónico HWDO desarrollaron un estudio pros-
el de Coplin y el de Gemma. La incidencia fue pectivo, observacional, para evaluar si la mo-
del 40% en el primero y del 4% en el segundo. nitorización de la saturación yugular bilateral
En la )LJXUD se observa la importancia de la DJUHJDGDDODPRQLWRUL]DFLyQHVWiQGDUPRGL¿-
trombosis respecto de la luz del vaso, en uno de caba el tratamiento del traumatismo de cráneo
los pacientes del trabajo de Coplin HWDO. severo. El grupo de estudio fue responsable de
evaluar si el proceso de toma de decisiones de
ORVPpGLFRVVHYLRLQÀXHQFLDGRSRUODGHWHFFLyQ
de anomalías en la SayO2. También se evaluó
si la discrepancia entre las muestras de ambas
yugulares interfería en la interpretación de los
datos y en el proceso de toma de decisiones. Las
decisiones de tratamiento fueron dictadas de
acuerdo a los cambios en el estado clínico, en la
PPC o en la PIC. Cuando éstas eran anormales,
se administró tratamiento aún con SyO2 normal
(101 observaciones). En el 3,4% de las obser-
vaciones se detectaron valores anormalmente
bajos en la SayO2, causados por hipocapnia e
KLSRYROHPLDHVWRVKDOOD]JRVPRGL¿FDURQOD
terapéutica.
Figura 2: Trombosis de la vena yugular
Las discrepancias en las muestras extraídas
VHFXQGDULDDFDQDOL]DFLyQUHWUyJUDGD0RGL¿FDGR en forma bilateral y simultánea fueron sustan-
(con autorización del autor) de Coplin W., En: ciales, y provocaron relevantes problemas de
1HXURVXUJHU\ 1998; 42: 533-539 interpretación: quince por ciento de los catéteres
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 323

yugulares mostraba evidencia de colonización Creemos que su uso rutinario no tiene un sus-
bacteriana. WHQWRELEOLRJUi¿FRSXHVQDGLHKDGHWHUPLQDGRVX
Concluyeron que la monitorización intermitente utilidad como test diagnóstico o pronóstico.
de la SayO2 QRWXYRXQDLQÀXHQFLDVXVWDQFLDO Sin embargo, si se carece de otros elementos
en la evaluación del traumatismo de cráneo de monitorización, se puede utilizar la SayO2
severo. para estimar el impacto de las diversas medidas,
de acuerdo con los algoritmos propuestos en
las )LJXUDV\, pero teniendo en cuenta las
4.3.7. Conclusiones limitaciones mencionadas.
La monitorización de la SayO2 es una herramienta (QGH¿QLWLYDQXHVWUDUHFRPHQGDFLyQSDUDOD
más de las utilizadas en neurointensivismo. Los utilización de la SayO2 es:
valores se correlacionan apropiadamente con el ‡0RQLWRUL]DFLyQLQWHUPLWHQWH
FSC cuando están disminuidos, por lo que su uti- · Control de la hiperventilación
lidad fundamental es la de revelar situaciones de ‡0RQLWRUL]DFLyQFRQWLQXD
hipoperfusión cerebral absoluta o relativa. Por esta · Control de la hiperventilación
razón nosotros favorecemos su utilización como · Investigación clínica
control de la hiperventilación terapéutica. · Mediciones de FSC simultáneas

3AY/ #ONFIRMARPOSICI˜NDELCAT£TER
VELOCIDADDEEXTRACCI˜N
SATURACI˜NMEDIDAPORCOOXIMETR¤A
SE®ALENLOSCONTINUOS
3AY/
%VALUARDISPONIBILIDADDE/ 0#/

3AY/ 3INVALORESDE0)#AUMENTAR4!-CONLAIDEADEMEJORARLA
00#EXPANSI˜N VASOACTIVOS
#ONVALORESDE0)#TRATARHIPERTENSI˜NENDOCRANEANA MEJORAR
4RATAR 00#
#ON$4#6ELOCIDADESBAJAS&3#BAJO
6ELOCIDADESALTASDESCARTARVASOESPASMO
Figura 3: Algoritmo para SayO2 disminuida

3AY/
#ONFIRMARPOSICI˜NDELCAT£TER
VELOCIDADDEEXTRACCI˜N SATURACI˜NMEDIDA
3AY/ PORCOOXIMETR¤A SE®ALENLOSCONTINUOS

%VALUARDISPONIBILIDADDE/ 0#/
3AY/
3INVALORESDE0)#HIPERVENTILAR REPETIRMEDICI˜N
#ONVALORESDE0)#TRATARHIPERTENSI˜NENDOCRANEANA
MEJORAR00# BAJAR4!-#ON$4#6ELOCIDADES
3AY/ ALTAS&3#ELEVADO6ELOCIDADESBAJASISQUEMIAINFARTO
0ROBABLEISQUEMIAINFARTO
,/)  AUMENTAR4!-
$!9,AC,/)
NORMALIZAR0#/
EVALUARYUTILIZARMANITOLOCLORURADO
,/)  HIPERT˜NICODEACUERDOAL0.A
0ROBABLEHIPEREMIA %VALUAR
BAJAR4!- REPETIR4#
Figura 4: Algoritmo para SayO2 elevada
324 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

4.4 MONITORIZACIÓN DE LA
PRESIÓN PARCIAL DE OXÍGENO
EN EL PARÉNQUIMA CEREBRAL
Fernanda Tagliaferri
Christian Compagnone

4.4.1. Introducción yugular). Existen también monitorizaciones


regionales y continuas, que permiten valorar
Un aspecto fundamental del tratamiento ac- parámetros metabólicos (microdiálisis) o la
tual del traumatismo encéfalocraneano (TEC) oxigenación (presión tisular parcial de oxígeno
consiste en la prevención del daño secundario, (PTiO2). En el presente capítulo, analizaremos
cuya causa principal es la isquemia cerebral. los principales aspectos de la PTiO2 como mé-
El tratamiento intensivo dirigido a mantener todo de monitoreo regional de valoración de la
la presión de perfusión cerebral (PPC) y de la cantidad de oxígeno en el parénquima cerebral
presión intracraneal (PIC), produjo una me- en pacientes con TEC.
joría en la sobrevida. Sin embargo, a pesar de
la introducción de las Guías de Tratamiento,
4.4.2. Fuente de evidencia
muchos pacientes con TEC siguen teniendo
una evolución desfavorable. Maas A.I., Fleckenstein W., de Jong D.A., van
A pesar del correcto monitoreo de las posibles Santbrink H. “Monitoring cerebral oxygenation:
causas sistémicas de isquemia (hipotensión o experimental studies and preliminary clinical
hipoxia), es frecuente la incidencia de altera- results of continuous monitoring of cerebrospinal
ciones isquémicas regionales. El método ideal ÀXLGDQGEUDLQWLVVXHR[\JHQWHQVLRQ´(Q$FWD
de monitoreo cerebral debe poder observar los 1HXURFKLU6XSSO :LHQ 1993; 59:50-57.
cambios en forma dinámica, a la cabecera del Chesnut R.M. “Secondary brain insults after
paciente, diferenciando los fenómenos que ocu- head injury: clinical perspectives.” En: 1HZ
rren en las distintas áreas del encéfalo, sobre +RUL]; 3:366-375.
todo distinguiendo el tejido sano del lesionado. Bardt T.F., Unterberg A.W., Hartl R., Kiening
El continuo avance tecnológico ha producido K.L., Schneider G.H., Lanksch W.R. “Monitoring
GLVWLQWDVIRUPDVGHPRQLWRUHRGHOÀXMR DSRUWHGH of brain tissue PO2 in traumatic brain injury:
sustratos) y del metabolismo (consumo) cerebral. effect of cerebral hypoxia on outcome.” En:
La tomografía por emisión de positrones (PET) $FWD1HXURFKLU6XSSO 1998; 71:153-156.
es considerada por diversos expertos como el Valadka A.B., Gopinath S.P., Contant C.F.,
3DWUyQ2UR, ya que permite controlar en forma Uzura M., Robertson C.S. “Relationship of brain
VLPXOWiQHDHOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO )6& \ tissue PO2 to outcome after severe head injury.”
el metabolismo. Sin embargo, el alto coste y la En: &ULW&DUH0HG 1998; 26:1576-1581.
imposibilidad de realizar una monitorización Manley G.T., Hemphill J.C., Morabito D. et
continua limita su difusión. Otros métodos DO. “Cerebral oxygenation during hemorrha-
permiten sólo monitorizar el FSC en forma gic shock: perils of hyperventilation and the
regional (la tomografía con xenón estable), o therapeutic potential of hypoventilation.” En:
en forma global y continua (saturación venosa J Trauma 2000; 48:1025-1032.
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 325

Hemphill J.C. III, Knudson M.M., Derugin PTiO2. El sistema Licox® tiene un área de muestra
N., Morabito D., Manley G.T. “Carbon dioxi- de 14 mm² mientras que con el Neurotrend®
de reactivity and pressure autoregulation of el área de monitoreo se reduce a 2 mm². La
brain tissue oxygen.” En: 1HXURVXUJ; diferencia fundamental entre los dos catéteres
48:377-383. es que el sistema Licox® mide solamente la
Coles J.P. “Regional ischemia after head injury.” PTiO2 y la temperatura cerebral, y en cambio el
En: &XUU2SLQ&ULW&DUH; 10:120-125. Neurotrend® fue diseñado inicialmente como
Coles J.P., Fryer T.D., Smielewski P. HWDO. un catéter para medición de la PaO2 sistémica
“Incidence and mechanisms of cerebral ische- (Paratrend®, Diametrics Medical) y permite
mia in early clinical head injury.” En: J Cereb medir además de la PTiO2 y la temperatura, el
%ORRG)ORZ0HWDE; 24:202-211. pH y la PaCO2 en forma continua. Jaeger HWDO
-RKQVWRQ$-6WHLQHU/$&KDW¿HOG'$ investigaron la diferencia entre los dos tipos
HWDO. “Effect of cerebral perfusion pressure de catéteres y concluyeron que la medición
augmentation with dopamine and norepine- de la PTiO2 con el sistema Neurotrend® pue-
phrine on global and focal brain oxygenation de ser de menor calidad que la realizada con
after traumatic brain injury.” En: ,QWHQVLYH&DUH el sistema Licox®, por presentar una menor
0HG; 30:791-797. HVWDELOLGDG\PD\RUIUHFXHQFLDGHDUWL¿FLRV
Jaeger M., Soehle M., Meixensberger J. “Brain Es muy importante señalar que con los dos
tissue oxygen (PtiO2): a clinical comparison of sistemas se deben esperar 24 horas después de
two monitoring devices.” En: $FWD1HXURFKLU la colocación para que los valores relevados
6XSSO; 95:79-81. VHDQFRQ¿DEOHVGHELGRDOGDxRORFDOSURYRFDGR
Johnston A.J., Steiner L.A., Coles J.P. HWDO. por el catéter.
“Effect of cerebral perfusion pressure augmen- El Neurotrend® ha sido retirado del merca-
tation on regional oxygenation and metabolism do por la división Codman, de la Compañía
after head injury.” En: &ULW&DUH0HG; Johnson & Johnson.
33:189-195.
Marín-Caballos A.J., Murillo-Cabezas F., Ca-
4.4.4. Colocación del catéter
yuela-Domínguez A. HWDO. “Cerebral perfusion
pressure and risk of brain hypoxia in severe Para la interpretación de la PTiO2 es funda-
head injury: a prospective observational study.” mental conocer la posición del catéter. Si éste
En: Crit Care 2005; 9:R670-676. se encuentra en una zona del cerebro aparente-
Rose J.C., Neill T.A., Hemphill J.C., III. “Con- mente normal, la información que obtendremos
tinuous monitoring of the microcirculation in será comparable a la obtenida a través de un
neurocritical care: an update on brain tissue método de monitoreo global. En cambio, si el
oxygenation.” En: &XUU2SLQ&ULW&DUH 2006; catéter se encuentra en una ]RQDGHSHQXPEUD
12:97-102. la información obtenida se diferenciará del va-
lor obtenido en el tejido sano, adquiriendo un
valor netamente UHJLRQDO. Las características
4.4.3. Características
KHWHURJpQHDVGHOD¿VLRSDWRORJtDGHOSDUpQ-
de los catéteres
quima cerebral lesionado harían necesario
Actualmente la PTiO2 se puede medir a través utilizar varios catéteres en distintas regiones
de la inserción directa de un pequeño catéter del cerebro para una completa interpretación
sensible al oxígeno en el parénquima cerebral. del cuadro clínico.
Dos empresas desarrollaron y actualmente comer-
cializan catéteres para el monitoreo de la PTiO2.
4.4.5. La PTIO2 en el
La *HVHOOVFKDIWIU0HGL]QLVFKH6RQGHQWHFKQLN
traumatismo de cráneo
(GMS) (Kiel, Alemania) desarrolló el sistema
Licox® y la &RGPDQ (Raynam, Ma,USA) de- En el TEC grave se ha descrito una evolución
sarrolló el Neurotrend® para monitoreo de la temporal del FSC: hipoperfusión temprana e
326 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

hiperemia tardía. Independientemente de los ratura cerebral con los valores de PIC y FSC.
cambios hemodinámicos cerebrales, en las La hipocapnia y la hipoxia se asociaron a una
actuales guías europeas y norteamericanas se reducción de la oxigenación regional, mientras
aconseja mantener una PPC adecuada para evitar que la hipercapnia y los aumentos de la PIC
daños isquémicos. El umbral de PPC adecuado se asociaron a aumentos de la PTiCO2. El de-
oscila entre 60 y 70mmHg, que, sin embargo, sarrollo de un área isquémica se ha asociado
no asegura la ausencia de los mismos. La PTiO2 a una rápida declinación de la PTiO2 y a un
permitiría evidenciarlos pues se ha demostra- aumento de la PTiCO2.
do que si bien los valores normales de PTiO2
oscilan entre 25 y 30mmHg, la probabilidad
4.4.6. Consideraciones
de muerte aumenta proporcionalmente con el
finales
tiempo en el cual la PTiO2 se mantiene inferior
a 15mmHg. La monitorización de la PTiO2 es un méto-
En un cerebro lesionado la PTiO2 está in- do seguro y práctico en el seguimiento de los
ÀXHQFLDGDSRUORVPLVPRVSDUiPHWURVTXHHO pacientes con TEC. El hecho de que permita
FSC. Sin embargo la PTiO2 no es un sustituto realizar una rápida correlación entre el trata-
del FSC, sino que probablemente represente la miento efectuado y los parámetros regionales,
interacción entre el FSC, la fracción de extracción es realmente estimulante. Todavía existe con-
de O2 y la PaO2. Existe una directa correlación troversia sobre la región que debe ser moni-
entre la PTiO2, la PPC y la presión arterial torizada (tejido sano, área lesionada o zona de
media (PAM), por lo tanto un aumento de la penumbra), sobre cuántos catéteres se deberían
PPC produce un aumento de la PTiO2 aunque usar y cuáles serían los valores de PTiO2 que
HVWDPRGL¿FDFLyQQRVHWUDGX]FDHQXQFDPELR deberían ser considerados como patológicos.
de la bioquímica regional cerebral documen- Debemos además remarcar que en la actualidad
tada por microdiálisis. De la misma manera, QRVHFXHQWDFRQHYLGHQFLDFLHQWt¿FDVX¿FLHQWH
una PTiO2EDMDQRVLJQL¿FDQHFHVDULDPHQWH para su utilización como estándar de monitoreo
isquemia. Como explica Rose, la inducción y su uso se limita a los centros de investiga-
de un hipometabolismo cerebral a través de ción clínica. Desde un punto de vista práctico,
la sedación o la hipotermia con hipoperfusión el hecho de que no se cuente con valores de
secundaria puede llevar a una PTiO2 baja pero referencia y los problemas derivados a partir
no necesariamente isquémica. Numerosos au- GHODXELFDFLyQGHORVFDWpWHUHVGL¿FXOWDVX
tores han descrito que los aumentos de PIC, difusión como monitoreo regional.
la disminución de la PPC, la hipoxia y la hi- En nuestra unidad hemos comenzado a utili-
perventilación determinan reducciones de la zar esta tecnología de monitorización reciente-
PTiO2. Diversos autores han comparado los mente, por lo que no disponemos aún de datos
datos del monitoreo de O2, CO2, pH, y tempe- concluyentes.
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 327

4.5 MICRODIÁLISIS CEREBRAL


EN LA MONITORIZACIÓN DEL
PACIENTE NEUROCRÍTICO
-XDQ6DKXTXLOOR “The important thing in science is not
Mª Antonia Poca so much to obtain new facts to discover
-RUJHGHORV5tRV new ways of thinking about them”
Anna Vilalta WILLIAM BRAGA

4.5.1. Introducción Los avances tecnológicos acontecidos en los


últimos veinte años han permitido medir la
Después de cualquier lesión cerebral grave, el presión de O2 directamente en el parénquima
encéfalo es especialmente vulnerable a cualquier encefálico (PtiO2). Esta nueva variable ofrece
alteración de la hemodinámica intracraneal o una información inmediata, continua y directa
VLVWpPLFD/D¿QDOLGDGDFWXDOGHODVXQLGDGHVGH de la presión parcial de oxígeno tisular.
neurocríticos son la prevención y la detección En los últimos años, las técnicas de microdiá-
precoz de los insultos secundarios de origen lisis han escapado también del laboratorio para
intra o extracraneal tales como la hipertensión adaptarse al estudio del metabolismo cerebral
LQWUDFUDQHDOODDQHPLDODKLSRWHQVLyQOD¿HEUH del paciente neurocrítico. Esta técnica permite
las crisis comiciales, etc. La monitorización conocer en tiempo casi real los acontecimientos
continua de la presión intracraneal (PIC) y de metabólicos que tienen lugar en el encéfalo del
la presión de perfusión cerebral (PPC) son los paciente con lesiones cerebrales agudas y por
parámetros clásicos en los que se fundamentan consiguiente realizar, con algunas limitaciones,
todos los protocolos de tratamiento de pacientes mediciones continuas a cabecera del paciente.
neurotraumáticos y los únicos basados en evi- Aunque el impacto de la microdiálisis sobre el
dencia &ODVH,, en las guías de práctica clínica manejo del paciente, su pronóstico y su resultado
para el manejo del paciente con un traumatis- QHXUROyJLFR¿QDOQRHVWiQWRGDYtDGHPRVWUDGRV
mo craneoencefálico (TCE) grave por la %UDLQ en este capítulo introducimos los fundamentos
7UDXPD)RXQGDWLRQ. básicos, la situación actual y algunos aspectos
La medición continua o discontinua de la sa- prácticos relacionados con esta técnica que abre
turación de oxihemoglobina en el bulbo de la nuevas expectativas para el futuro.
yugular (SjO2) fue una de las primeras técnicas
utilizadas para monitorizar el acoplamiento entre
4.5.2. Fuente de evidencia
HOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO )6& JOREDO\HO
consumo metabólico de oxígeno (CMRO2). Am- Bellander B.M., Cantais E., Enblad P., et
bos parámetros pueden encontrarse alterados en DO. “Consensus Meeting on Microdialysis in
los pacientes en coma. Otros parámetros como Neurointensive Care.” E: ,QWHQVLYH&DUH0HG
el contenido total de hemoglobina (ctHb), la 2004; 12:2166-2169.
saturación arterial de oxígeno y la presión parcial Benveniste, H. “Brain microdialysis.” En: J
de oxígeno (PaO2), pueden añadir información 1HXURFKHP 1989; 52:1667-1679.
valiosa sobre el aporte de oxígeno tisular. Sin Benveniste H., Hansen A.J., Ottosen N.S.
embargo, ninguna de estas variables ofrece “Determination of brain interstitial concen-
una información directa de la oxigenación ni trations by microdialysis.” En: -1HXURFKHP
de la situación metabólica del tejido cerebral. 1989; 52:1741-1750.
328 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Engstrom M., Polito A., Reinstrup P. HWDO. after severe head injury.” En: &XUU3KDUP'HV
“Intracerebral microdialysis in severe brain 2001; 7:1475-1503.
trauma: the importance of catheter location.” Stahl N., Schalen W., Ungerstedt U., HWDO.
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4.5.3. Monitorización
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Hillered L., Valtysson J., Enblad P., HWDO. “In-
terstitial glycerol as a marker for membrane La microdiálisis se inició en la década del sesenta
phospholipid degradation in the acutely injured en animales de experimentación. Rodríguez-Del-
human brain.” En: -1HXURO1HXURVXUJ3V\FK gado y Defeudis, en 1972, y luego Ungerstedt,
1998; 64:486-491. adaptaron la microdiálisis al estudio del encéfalo
Hillered L., Vespa P.M., Hovda D.A. “Trans- humano. Conceptualmente la microdiálisis es
lational neurochemical research in acute human una técnica basada en el principio del inter-
brain injury: the current status and potential cambio de solutos a través de una membrana
future for cerebral microdialysis.” En: -1HX semipermeable que emula el funcionamiento
rotrauma 2005; 22:3-41. de un capilar. Este principio básico permite
Hutchinson P.J., OConnell M.T., AlRawi P.G., et monitorizar los niveles extracelulares de di-
DO. “Clinical cerebral microdialysis: a methodolo- ferentes metabolitos. Las membranas utiliza-
gical study.” En: -1HXURVXUJ 2000; 93:37-43. das permiten el paso de moléculas de hasta 20
Nordstrom C.H., Reinstrup P., Xu W. HWDO. kDa, aunque recientemente se han introducido
“Assessment of the lower limit for cerebral membranas de 100 kDa, denominadas de DOWD
perfusion pressure in severe head injuries by UHVROXFLyQ que abren nuevas perspectivas en el
bedside monitoring of regional energy metabo- estudio del proteoma del espacio extracelular
lism.” En: $QHVWKHVLRORJ\ 2003; 98:809-814. del encéfalo lesionado.
Sahuquillo J., Amoros S., Poca M.A., HWDO. Las técnicas de microdiálisis ofrecen informa-
“Coexistence of regional cerebral hypoxia with ción directa sobre diversos aspectos metabólicos
normal or hyperemic brain detected by global del tejido estudiado (disponibilidad de sustratos
monitoring methods. Analysis of apparently como la glucosa), metabolitos intermedios de
FRQWUDGLFWRU\¿QGLQJVEDVHGRQWKH6LJJDDUG la glucólisis como el lactato y el piruvato, el
Andersen model of tissue hypoxia.” En: $FWD análisis de diferentes neurotransmisores, pro-
1HXURFKLUSuppl 2002; 81:303-305. teínas y péptidos relacionados con el funcio-
Sahuquillo J., Amorós S., Santos A. HWDO. namiento normal y del encéfalo lesionado. En
“Does an increase in cerebral perfusion pres- el momento actual, la microdiálisis cerebral se
sure always mean a better oxygenated brain? está introduciendo de forma progresiva en la
A study in head-injured patients.” En: $FWD monitorización de los pacientes con patología
1HXURFKLU (Wien) Suppl 2000. neurológica aguda. En el encéfalo, la colocación
Sahuquillo J., Poca M.A., Amoros S. “Current de un catéter de microdiálisis permite el análisis
aspects of pathophysiology and cell dysfunction cuasiRQOLQH de los cambios que se producen en
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 329

diversos metabolitos HQHUJpWLFRV como lactato, 6XHFLD VRQHOHPHQWRVÀH[LEOHVGHSHTXHxR


piruvato y glucosa. También permite estudiar de diámetro, que contienen una doble luz y en cuyo
forma diferida la liberación de neurotransmiso- extremo se sitúa una membrana semipermeable.
res y neuromoduladores (glutamato, aspartato, A través de esta membrana se produce el paso de
taurina, GABA) o la liberación de productos de pequeñas moléculas, que difunden libremente
degradación tisular. Sin embargo, a cabecera a favor de un gradiente osmótico. ()LJXUD)
del enfermo, en el momento actual sólo pue- La luz interna del catéter contiene una solu-
den monitorizarse los analitos glucosa, lactato, ción libre de las moléculas a estudiar (solución
piruvato, glicerol glutamato y urea. Ringer sin lactato o suero salino isotónico).
La utilización de este sistema de monito- Cada uno de los catéteres necesarios (cerebral
rización es caro, requiere de un aprendizaje y sistémico) se acopla a una microbomba de
y una disponibilidad de recursos técnicos y infusión continua que infunde la solución a una
humanos que en el momento actual limitan velocidad constante de 0,30 μl/min.
su uso a determinadas unidades de pacientes El microdializado obtenido contiene moléculas
neurocríticos y casi nunca de una forma ruti- SURFHGHQWHVGHOHVSDFLRH[WUDFHOXODU\ÀX\H
naria. Los interesados en obtener información a través de la luz externa del catéter, recupe-
adicional sobre los últimos avances de este nuevo rándose en microviales que se sustituyen de
sistema de monitorización pueden consultar, forma periódica. Un equipo analizador portátil
entre otros recursos, la página web ‹http://www. (CMA-600, &0$0LFURGLDO\VLV, Solna, Suecia)
microdialysis.com›, siendo relevante de modo analiza el microdializado mediante técnicas
especial el apartado de Bibliografía, desde el enzimáticas. Los metabolitos recuperados del
que puede accederse a una gran cantidad de espacio extracelular proceden de los capilares
artículos relacionados con esta técnica. tisulares, de las neuronas y de las células gliales
adyacentes. El paso de sustancias al catéter de
microdiálisis depende de su peso molecular.
4.5.4. Aspectos
Las membranas tradicionales de 20 kDa sólo
metodológicos de la
permiten el paso de iones y moléculas de peso
microdiálisis cerebral
molecular inferior al tamaño del poro. Trabajos
Los catéteres de microdiálisis (CMA-70, fa- centrados en los aspectos metodológicos de esta
bricados por &0$0LFURGLDO\VLV, Estocolmo, técnica han demostrado que existe una exce-

&LUIDOEXTRACELULAR
#APILARSANGU¤NEO

C£LULA
#AT£TERDEMICRODIÖLISIS

Figura 1: Esquema del funcionamiento del extremo distal (intracerebral) de un catéter de microdiálisis (modi
¿FDFLyQGHXQDLPDJHQFHGLGDSRUHO'U88QJHUVWHGW). En el extremo distal se encuentra la membrana semi-
permeable a través de la cual difunden los iones y moléculas contenidas en el líquido del espacio intersticial.
El funcionamiento de estos catéteres simula la función de un capilar tisular
330 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

lente correlación entre las muestras analizadas incremento de lactato paralelo a un incremento
a cabecera del paciente (análisis RQOLQH con el de piruvato, con un índice LP normal, indica
analizador CMA-600) y las determinaciones una situación de hipermetabolismo celular.
RIIOLQH utilizando técnicas de cromatografía En cambio, un incremento de lactato acom-
de alta resolución. pañado de un descenso en el piruvato y un
aumento del índice LP son indicadores de
4.5.4.1 Analitos de interés hipoxia tisular.
clínico y marcadores El JOLFHURO es uno de los componentes estructu-
de lesión tisular rales de la bicapa fosfolipídica de la membrana
A pesar de que los catéteres de microdiálisis celular. Situado en la parte más externa de la
cerebral permiten la obtención de un gran nú- PHPEUDQD SRUFLyQKLGUy¿OD HOJOLFHUROVH
mero de moléculas y iones, en la práctica clínica desprende de esta estructura en situaciones
la monitorización neuroquímica se limita a la GHGp¿FLWHQHUJpWLFRVVLHQGRXQH[FHOHQWH
FXDQWL¿FDFLyQVHFXHQFLDOGHFXDWURPHWDEROLWRV marcador bioquímico de lesión tisular. En la
número máximo que permite analizar el sistema práctica clínica existen diversas situaciones
comercial que puede funcionar a cabecera del que pueden generar VXIULPLHQWR celular. La
paciente. En nuestro centro seleccionamos en )LJXUD muestra en un paciente cómo los
principio JOXFRVD, ODFWDWR, SLUXYDWR y JOLFHURO, en aumentos moderados de la PIC provocaban
un intento de monitorizar marcadores de isquemia incrementos de los niveles extracelulares de
cerebral y de lesión tisular. Posteriormente, el glicerol. Sin embargo, y a pesar de los ha-
glicerol se sustituyó por la urea, metabolito que llazgos anteriores, en el momento actual no
permite realizar controles de calidad adicional se ha establecido con claridad si el aumento
sobre la información obtenida. de glicerol se asocia a una destrucción de la
La JOXFRVD es el metabolito determinado con membrana celular, con muerte secundaria de
mayor frecuencia en las técnicas de microdiá- la célula o bien si constituye sólo un marca-
lisis ya que constituye el sustrato energético dor de VXIULPLHQWR celular, con posibilidad de
fundamental del encéfalo. Su concentración reversibilidad del proceso.
extracelular depende de la concentración de El JOXWDPDWR es el neurotransmisor excita-
JOXFRVDHQVDQJUHSHULIpULFDGHOÀXMRFDSLODU torio más abundante en el sistema nervioso
local y del consumo celular. La utilización de los mamíferos. Se distribuye prácticamente
simultánea de un catéter de microdiálisis si- por todas las regiones encefálicas y su acción
tuado en el tejido subcutáneo proporciona una es indispensable en la transmisión neuronal
información continua sobre la disponibilidad normal. Cuando la neurona se despolariza, el
sistémica de glucosa, que es básica para la co- glutamato se libera en la hendidura sinápti-
rrecta interpretación de los niveles de glucosa ca ejerciendo su acción sobre un conjunto de
cerebral. receptores postsinápticos. La función de este
En el encéfalo, el ODFWDWR intersticial surge neurotransmisor depende en particular del tipo
como un metabolito intermedio en la glucólisis de receptor sobre el que actúe. En los TCE gra-
DHURELD\HVHOHOHPHQWR¿QDOHQODJOXFyOLVLV ves existen determinadas situaciones (hipoxia,
anaerobia. Por ello, cuando se objetivan niveles isquemia, lesión mecánica con disrrupción de
elevados de lactato en el encéfalo, éste puede membranas celulares, liberación de contenido
proceder de un incremento del metabolismo hemático, etc.), en las que se liberan grandes
aerobio (situación de hipermetabolismo ce- cantidades de glutamato y aspartato al espacio
lular) o de una situación de hipoxia tisular extracelular. En estas circunstancias, ambos
(isquémica o no isquémica). El diagnóstico neurotransmisores, aunque en especial el glu-
diferencial entre estas situaciones, concep- tamato, pueden ejercer una acción excitadora
tualmente opuestas, puede realizarse con la repetida e incontrolada sobre las neuronas,
determinación simultánea de piruvato y el llevándolas a un estado de despolarización
cálculo del índice lactato/piruvato (LP). Un repetitivo que puede condicionar la muerte
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 331

celular (fenómeno de excitotoxicidad). Dado sano y el segundo en el área de penumbra. En


que los fenómenos isquémicos provocan una FDPELRHQODVOHVLRQHVGLIXVDVHVVX¿FLHQWHFRQ
liberación masiva de estos neurotransmisores, la colocación de un único catéter. En nuestros
su determinación es también útil como indicador pacientes hemos constatado que en las lesio-
de lesión tisular. nes focales la información que aportan dos
catéteres cerebrales puede ser muy distinta,
4.5.4.2 ¿Dónde debe FRQ¿UPDQGRODFRPSOHMLGDG¿VLRSDWROyJLFDGH
colocarse el catéter de las lesiones neurotraumáticas. ()LJXUD)
microdiálisis cerebral? Para la colocación de los catéteres de micro-
Al igual que con otros sistemas de monito- diálisis, en principio se utilizaron técnicas de
rización local, en la microdiálisis cerebral estereotaxia. Sin embargo, estas técnicas, ideales
surge el dilema de dónde debe implantarse en modelos experimentales, constituyen una
el catéter para obtener la información más importante limitación en el contexto clínico del
útil para el manejo clínico del enfermo. La paciente neurocrítico. En el momento actual,
implantación de un catéter en el tejido VDQR en la mayoría de los centros, el catéter cerebral
ofrece la posibilidad de monitorizar el tejido VHLPSODQWDHQTXLUyIDQRDWUDYpVGHXQRUL¿-
con mayores posibilidades de recuperación. cio de trépano con apertura de la duramadre e
Por otro lado, la colocación de un catéter en las introducción de aquél bajo visión directa. Con
áreas de SHQXPEUD, considerando como tales el objetivo de facilitar la colocación de los ca-
las zonas adyacentes a las lesiones focales, téteres cerebrales, en nuestro centro utilizamos
permite el seguimiento de regiones cerebrales una técnica percutánea, muy similar a la que
potencialmente recuperables. Para resolver este se realiza para la colocación de un sensor de
FRQÀLFWR\GHIRUPDLGHDODOLJXDOTXHRFXUUH PIC intraparenquimatoso. Este sistema permite
con la PTiO2, en las lesiones focales deberían implantar los catéteres de microdiálisis en la
implantarse dos catéteres de microdiálisis en propia UCI, al igual que el resto de sistemas
el parénquima encefálico, uno en el tejido de monitorización.

0) 'LICEROL
0)# 'LICEROL 







MM(G

Figura 2: Incrementos secuenciales de JOLFHURO que coinciden con aumentos de la presión intracraneal (PIC).
Los valores de PIC eran muy variables en este paciente, requiriendo múltiples maniobras terapéuticas para su
control. Las elevaciones paralelas de ambos parámetros sugieren una situación de estrés tisular
332 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Ratio Lactato/Piruvato
2ATIO,ACTATO0IRUVAT




(EMISFERIO
IZQUIERDO

(EMISFERIO
DERECHO

     
4IEMPO

Figura 3: Valores del índice lactato-piruvato obtenidos de forma simultánea a partir de dos catéteres de
microdiálisis cerebral implantados en un paciente afecto de un TCE grave con una lesión difusa tipo II de la
FODVL¿FDFLyQGHO7&'%$SHVDUGHWUDWDUVHGHXQDOHVLyQGLIXVDSXHGHREVHUYDUVHTXHORVYDORUHVVRQPX\
diferentes en los dos hemisferios cerebrales

4.5.4.3 Controles radiológicos. hacía necesario revisar las indicaciones reco-


¿Dónde se encuentra ubicada mendadas para los pacientes neurocríticos. Con
la membrana dializante? el objetivo de intentar ayudar al clínico en este
Un aspecto esencial en este tipo de monitoriza- aspecto y establecer una serie de recomendaciones
ción es conocer la situación exacta del catéter de prácticas, en noviembre de 2002 se reunió en
microdiálisis (sustancia gris, sustancia blanca, el Instituto Karolinska de Estocolmo un panel
WHUULWRULRFHUHEUDOHVSHFt¿FRHWF +DVWDKDFH de expertos en la aplicación de la microdiálisis
poco tiempo, los catéteres de microdiálisis cerebral en el paciente neurocrítico. Es impor-
no eran radio opacos ni estaban dotados de tante recordar que el peso que los instrumentos
marcadores radiológicos, por lo que era im- utilizados por la Medicina Basada en la Evi-
posible determinar su posición exacta. Como dencia otorgan a las conferencias de consenso
GL¿FXOWDGDGLFLRQDOVLSUHWHQGtDPRVXELFDUOD es el de RSLQLyQGHH[SHUWRV, por lo tanto, estas
membrana dializante en una posición cortical, recomendaciones deben catalogarse como reco-
ODH[WUHPDGDÀH[LELOLGDG\HOSHTXHxRFDOLEUH mendaciones de Nivel Tres. Sin embargo, hasta
de los catéteres, favorecían su migración hacia que no dispongamos de una mejor evidencia,
el espacio subaracnoideo. Desde hace poco estas recomendaciones pueden ser de gran uti-
tiempo disponemos de una nueva generación de lidad para aquellos que decidan incorporar la
catéteres que incorporan una minúscula pieza de microdiálisis en la neuromonitorización de sus
oro en su extremo distal, que los hace visibles pacientes. Los resultados de esta conferencia
en los controles radiológicos. de consenso fueron publicados en 2004 y se
encuentran resumidos en la )LJXUD.
4.5.4.4 Indicaciones De acuerdo con las sugerencias de esta reunión
y recomendaciones GHFRQVHQVRORVSDFLHQWHVTXHPiVVHEHQH¿-
de la Conferencia de ciarían de la incorporación de la microdiálisis
Consenso de Estocolmo cerebral serían los que han presentado un TCE
Después de un período inicial en el uso de la o una hemorragia subaracnoidea (HSA). En
microdiálisis cerebral en el ámbito clínico, se ambos casos el objetivo de la monitorización
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 333

con esta técnica sería el mismo: realizar una cópicamente no lesionada y el segundo al nivel
detección precoz de los cambios metabólicos de una ]RQDGHSHQXPEUD. Consideramos ]RQD
que sugieran la aparición de isquemia tisular GHSHQXPEUD al territorio cerebral que rodea
y monitorizar el efecto de las maniobras tera- a una lesión focal y que se encuentra en una
péuticas aplicadas en su tratamiento. Las in- situación de mayor riesgo. En la conferencia
GLFDFLRQHVHVSHFt¿FDVSDUDDPEDVSDWRORJtDV de consenso se consideró que la información
también coinciden, recomendándose incluir la que puede obtenerse de la implantación de un
microdiálisis cerebral en todos aquellos pacientes catéter adicional en el seno de una lesión es-
graves (por tanto con una puntuación igual o tablecida no ofrece una información relevante
inferior a 8 en la escala de coma de Glasgow) para el manejo terapéutico del enfermo. En
que requieran la colocación de un sensor de PIC los pacientes con una HSA se recomienda la
y la monitorización de la presión de perfusión colocación de un único catéter cerebral, aunque
cerebral. Los aspectos comunes para todos estos debe implantarse en el territorio vascular de
enfermos terminan con la recomendación de que mayor riesgo. Los analitos recomendados y la
QXQFD debe utilizarse, para tomar decisiones, la importancia relativa de cada uno de ellos, en
información obtenida durante la primera hora ambas patologías, es la siguiente:
de monitorización. a. HSA: glutamato e índice lactato/piruvato
Los aspectos diferenciales en el uso de la b. TCE: índice lactato/piruvato, glucosa, gli-
microdiálisis cerebral en los pacientes que han cerol y glutamato.
presentado un TCE o una HSA, se centran en
la ubicación de los catéteres cerebrales y en
4.5.5. Limitaciones y
la relación de analitos recomendados en cada
complicaciones de la
patología. En los TCE debería colocarse uno o
microdiálisis cerebral
dos catéteres cerebrales en función del tipo de
lesión. En las lesiones difusas se recomienda Entre las limitaciones de la microdiálisis cere-
la implantación de un único catéter cerebral bral debe citarse el hecho de que se trata de un
en la región frontal derecha. En las lesiones sistema de monitorización local, al que pueden
focales se recomienda la colocación de dos escapar acontecimientos metabólicos que tengan
catéteres, uno en una región cerebral macros- lugar en puntos alejados de la localización del

0ANELDEEXPERTOS (3! 4#%

)NDICACIONES 0ACIENTESGRAVES 0)# 00#


"ELLANDER-"
#ANTAIS%
%NBLAND0 #AT£TERES 4ERRITORIOVASCULARDERIESGO ,$CAT£TERFRONTALDER
(UTCHINSON0
.ORDSTRšM#( ,&CAT£TERES UNOEN
2OBERTSON# TEJIDONOLESIONADOYOTRO
3AHUQUILLO* ENZONADEPENUMBRA
3MITH-
3TOCCHETTI. 6ALORES $ESPRECIARLOSVALORESDELAPRIMERAHORADE
5NGERSTEDT5
5NTERBERG! MONITORIZACI˜N
6IDIENDAL/LSEN -ETABOLITOS 'LUTAMATO ÙNDICELACTATO PIRUVATO
ÙNDICELACTATO PIRUVATO 'LUCOSA'LICEROL
'LUTAMATO


0ROCEEDINGSOFTHE#ONSENSUS-EETING.OBEL&ORUM +AROLINSKA)NSTITUTE 3TOCKHOLM 3WEDEN .OVEMBER

LD: lesión difusa; LF: lesión focal
Figura 4: Resumen de las indicaciones y pautas recomendadas a partir de la conferencia de consenso de Esto-
colmo sobre la aplicación clínica de la microdiálisis en los pacientes neurocríticos
*0LFURGLDO\VLVLQ1HXURLQWHQVLYH&DUH (Recomendaciones de la conferencia de consenso)
334 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

catéter. Además, en función de la duración de durante el tiempo que dura la monitorización.


la monitorización, se han descrito fenómenos Las fracturas del catéter o de la membrana de
LQÀDPDWRULRVORFDOHVTXHSXHGHQGL¿FXOWDUHO microdiálisis se deben casi siempre a una mala
paso de moléculas desde el espacio intersticial al manipulación del sistema y se reducen de forma
FDWpWHU1RREVWDQWHVHKDFRQ¿UPDGRTXHHVWH VLJQL¿FDWLYDDO¿QDOL]DUODFXUYDGHDSUHQGL]D-
fenómeno no tiene ninguna relevancia clínica je del personal de cada centro. Sin embargo,
durante la primera semana de monitorización. como en cualquier técnica de monitorización
Otra limitación de la técnica es el tipo de mo- cerebral invasiva, existe un porcentaje bajo
léculas que pueden determinarse a partir de de complicaciones graves, sobre todo de tipo
la utilización de los catéteres con membranas hemorrágico.
de 20 kDa. Sin embargo, esta limitación ha
quedado en gran parte resuelta ya que, como
4.5.6. Conclusiones
hemos comentado, están disponibles nuevos
catéteres cerebrales dotados de membranas A pesar de sus potenciales limitaciones, debemos
dializantes con poros de 100 kDa. Los nuevos D¿UPDUTXHODPLFURGLiOLVLVFHUHEUDOHVXQDWpFQLFD
catéteres permitirán determinar otras moléculas extremadamente sensible que puede aportar una
de mayor tamaño relacionadas con fenómenos información metabólica precoz que permita el
GHUHVSXHVWDLQÀDPDWRULD\RWURVSURFHVRVTXH seguimiento de distintas lesiones cerebrales.
LQWHUYLHQHQHQOD¿VLRSDWRORJtDGHODVOHVLRQHV En la )LJXUD se muestra el equipo utilizado
neurológicas agudas. en nuestra Unidad de Terapia Intensiva.
El índice de complicaciones atribuido a este Esta técnica aporta una información muy supe-
sistema de monitorización en las diferentes rior a cualquier otro sistema de monitorización.
series publicadas ha sido muy inferior al que A pesar de su innegable posición actual en el
se asocia con la colocación de un sensor de ámbito de la investigación, su utilización en
PIC. Los catéteres de microdiálisis cerebral la práctica clínica diaria es cuestionable por
VRQH[WUHPDGDPHQWH¿QRV GLiPHWURGH ODUHODFLyQFRVWHEHQH¿FLR\ODVVREUHFDUJDV
mm), lo que reduce al mínimo la posibilidad de asistenciales que la técnica provoca en uni-
lesión cerebral. No se han descrito complicacio- dades asistenciales. Con toda probabilidad su
QHVKHPRUUiJLFDVVLJQL¿FDWLYDVQLLQIHFFLRQHV uso vaya a generalizarse en los próximos años,
atribuibles a la microdiálisis cerebral tal vez aportando nuevos conocimientos que permitan
porque se trata de un circuito que no se manipula SURIXQGL]DUHQOD¿VLRSDWRORJtDGHORVSDFLHQWHV
(a excepción del intercambio de microviales) neurocríticos y optimizar su tratamiento.

Figura 5: Analizador de microdialisis CMA-600 uti-


lizado en nuestra Unidad de Terapia Intensiva
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 335

4.6. MONITORIZACIÓN
ELECTROENCEFALOGRÁFICA EN LA
UNIDAD DE TERAPIA INTENSIVA
-XDQ0DQXHO0DUDGH\
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

4.6.1. Introducción más comunes del monitoreo EEG en UTI y en


neonatología, así como las herramientas básicas
La monitorización de la actividad electroen- SDUDVXXWLOL]DFLyQ¿QDOPHQWHODVFDUDFWHUtV-
FHIDORJUi¿FD ((* HQODXQLGDGGH7HUDSLD ticas técnicas más importantes a la hora de
Intensiva (UTI) juega un rol preponderante en seleccionar la tecnología para un monitor de
la detección temprana de anormalidades neu- función cerebral y una pequeña comparación
rológicas, propiciando un rápido tratamiento entre diferentes equipos de monitoreo. A modo
que evite daños irreparables en las funciones de ejemplo, se presentará una alternativa útil
mentales superiores de los pacientes. y de bajo coste para esta aplicación.
La realidad indica que no es una práctica
habitual la presencia de un especialista en neu-
rología de tiempo permanente en la unidad de
4.6.2. Fuente de evidencia
cuidados intensivos, por lo que surge la necesidad Raggueneau J.L. “Diagnosis of status epilep-
GHGLVSRQHUGHXQDKHUUDPLHQWDFRQ¿DEOHTXH ticus by continuous EEG monitoring in a
ayude a la monitorización y detección temprana neurointensive care unit.” En: $QQ)U$QHVWK
de eventos anormales, presentando la informa- 5HDQLP 2001; 20:108-114.
ción de forma clara y sencilla al responsable Claassen J, Mayer S.A. “Continuous electro-
de la unidad y teniendo además todos los datos encephalographic monitoring in neurocritical
disponibles para el análisis posterior del espe- care.” En: &XUU1HXURO1HXURVFL5HS2002;
cialista. Esta herramienta es el monitoreo EEG 2:534-540.
continuo, una técnica económica y no invasiva Vespa P.M., Boscardin W.J., Hovda D.A. et
que se caracteriza por su facilidad de uso y por DO ”Early and persistent impaired percent alpha
VXDOWDVHQVLELOLGDGDODGLVPLQXFLyQGHÀXMR variability on continuous electroencephalogra-
sanguíneo o de oxígeno en el cerebro, como phy monitoring as predictive of poor outcome
así también a otros desórdenes metabólicos. La after traumatic brain injury.” En: -1HXURVXUJ
tecnología ha logrado un gran avance en cuanto 2002; 97:84-92.
DODFRQ¿DELOLGDGGHODVGHWHFFLRQHVDXWRPi- Hirsch L.J. “Continuous EEG monitoring in
ticas tanto en la detección de la supresión de the intensive care unit: an overview.” En: J
paroxismos EXUVWVXSUHVVLRQ como en el de &OLQ1HXURSK\VLRO 2004; 21:332-340.
las ondas epilépticas, así como en la escala de Claassen J., Mayer S.A., Kowalski R.G., Emerson
integración electrónica, poniendo a disposición R.G., Hirsch L.J. “Detection of electrographic
nuevos monitores con paneles sensibles al tacto seizures with continuous EEG monitoring in
y gran capacidad de memoria, que mejoran las critically ill patients.” En: 1HXURORJ\ 2004;
posibilidades de un rápido diagnóstico y una 62:1743-1748.
mejor atención del paciente. En esta sección Pandian J.D., Cascino G.D., So E.L., Manno
analizaremos en primer lugar las fuentes de E., Fulgham J.R. “Digital video-electroence-
evidencia para el uso de este tipo de tecnolo- phalographic monitoring in the neurologi-
gía, luego algunas de las aplicaciones clínicas cal-neurosurgical intensive care unit: clinical
336 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

features and outcome.” En: $UFK1HXURO 2004; UR[LVPRV (SP), el PRQLWRUGHIXQFLyQFHUHEUDO


61:1090-1094. (CFM), las GHWHFFLRQHVDXWRPiWLFDVGHFULVLV
Murthy J.M., Naryanan T.J. “Continuous EEG y los JUi¿FRVHQFRORUHVGHGHQVLGDGHVSHFWUDO
monitoring in the evaluation of non-convulsive (CSDA). Analizaremos cada una de ellas y qué
seizures and status epilepticus.” En: 1HXURO información nos brindan.
,QGLD 2004; 52:430-435.
Jordan K.G. “Emergency EEG and continuous 4.6.3.1. Supresión
EEG monitoring in acute ischemic stroke.” En: de paroxismos
-&OLQ1HXURSK\VLRO 2004; 21:341-352. 6HGH¿QHFRPRXQD63DODDSDULFLyQGHRQGDV
Freye E., Levy J.V. “Cerebral monitoring in puntiagudas e irregulares, de gran amplitud,
the operating room and the intensive care unit: seguidas por períodos de 2 a 10 segundos de
an introductory for the clinician and a guide inactividad eléctrica; estos eventos eléctricos
for the novice wanting to open a window to the son muy frecuentes en el coma profundo, ya sea
brain. Part I: The electroencephalogram.” En: secundario a un traumatismo encéfalocraneano
-&OLQ0RQLW&RPSXW2005; 19:1-76. o inducido frente a hipertensión endocraneana.
Jette N., Hirsch L.J. “Continuous electroen- Un sistema de monitoreo debe tener la capa-
cephalogram monitoring in critically ill pa- cidad de reconocer los eventos de SP y medir
tients.” En: &XUU1HXURO1HXURVFL5HS 2005; una serie de parámetros del mismo, como la
5:312-221. duración del paroxismo, y la de la supresión
Kull L.L., Emerson R.G. “Continuous EEG y el índice de supresión, que consiste en la
monitoring in the intensive care unit: technical duración de la supresión divida por la duración
DQGVWDI¿QJFRQVLGHUDWLRQV´(Q-&OLQ1HX total del evento.
URSK\VLRO 2005; 22:107-118. Generalmente se presenta la relación de su-
presión a modo de un índice instantáneo y la
duración de cada evento de supresión como
4.6.3. Aplicaciones clínicas
XQJUi¿FRGHWHQGHQFLDVSDUDVHJXLUVXHYROX-
El avance tecnológico de los equipos para mo- ción temporal, tal según se ve en la )LJXUD.
QLWRUHRHOHFWURHQFHIDORJUi¿FRHQODXQLGDGGH También es de gran utilidad tener los índices
cuidados intensivos ha puesto a disposición del individualizados por hemisferio.
médico intensivista una serie de herramientas
que permite utilizar la información obtenida 4.6.3.2. Monitor de
mediante el electroencefalograma sin necesidad función cerebral (CFM)
de estar especializado en la lectura de este tipo Técnica también conocida como Electroen-
de registro. cefalograma de Amplitud Integrada y da la
Las patologías en las que se presentan las posibilidad de utilizar una escala de tiempo
mayores anomalías son: comprimida que indique las variaciones en la
Status epiléptico amplitud del EEG en un formato de tendencias.
Traumatismo de cráneo (QHVWDWpFQLFDODVHxDOHV¿OWUDGD\UHFWL¿FDGD
Encefalopatía hipóxico-anóxica de manera tal que el valor de la amplitud se
Ataque cerebrovascular presenta en valor absoluto, sin considerar la fase
Trastornos metabólicos de la señal. Normalmente se utiliza una escala
Infecciones de 6 cm/hora o similar; el hecho de presentar
Recuperación posoperatoria la señal en una escala comprimida permite vi-
Coma de causa desconocida sualizar en pantalla varias horas de monitoreo,
Hipertensión endocraneana y establecer la presencia y frecuencia de crisis,
como se observa en la )LJXUD.
En general se puede hablar de cuatro herra-
mientas de mayor importancia para este tipo Esta herramienta es la de uso más extendido
de monitoreo y ellas son la VXSUHVLyQGHSD sobre todo en neonatología, donde se ha desa-
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 337

Figura 1: Impresión de la pantalla de un monitor EEG continuo donde se observa en la parte superior la iden-
WL¿FDFLyQ\ODGXUDFLyQGHORVHSLVRGLRVGHSDUR[LVPR EXUVW), el índice paroxismo/supresión y la duración de
los períodos de supresión en cada uno de los hemisferios cerebrales

Figura 2: Monitor de función cerebral


338 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

UUROODGRXQDFODVL¿FDFLyQTXHSHUPLWHHVWDEOHFHU cálculo del espectro, la posibilidad de remoción


mejor el estado neurológico del paciente de del valor medio de la señal, etc.
acuerdo a su edad gestacional y determinar Un parámetro muy útil que normalmente
mejor el pronóstico de evolución. VHLQFOX\HHQHVWHWLSRGHFRQ¿JXUDFLyQHVOD
frecuencia límite espectral, que establece la
4.6.3.3. Detección frecuencia para la cual se concentra un deter-
automática de eventos minado porcentaje de la energía total de la señal
Es esperable que el equipo tenga la capacidad HOHFWURHQFHIDORJUi¿FDHQJHQHUDOVHGH¿QHHO
de detectar la presencia de crisis o eventos límite al 95% de energía total del registro. Es un
convulsivos. En este punto cabe hacer notar parámetro muy útil para monitorizar cambios
que debido a las importantes diferencias que en el patrón del EEG, permitiendo observar a
hay en las ondas eléctricas cerebrales de los simple vista situaciones como un enlenteci-
neonatos con respecto a la de los adultos es miento del mismo, por ejemplo.
de gran utilidad que el sistema tenga algún
VLVWHPDDXWRPiWLFRGHGHWHFFLyQHVSHFt¿FR
4.6.4. Características técnicas
para neonatos, en caso de que se esté con-
templado el uso del equipo en este tipo de Existe una serie de características técnicas que
pacientes. Debido a que en general el personal es necesario tener en cuenta al momento de
de la unidad de cuidados intensivos no tiene la la selección del equipamiento necesario para
formación necesaria para reconocer una crisis realizar un monitoreo de EEG en la unidad de
en el EEG, es muy importante que el sistema WHUDSLDLQWHQVLYD$WDO¿QDQDOL]DUHPRVORV
de monitoreo tenga la posibilidad de activar parámetros más importantes que deberían reu-
una alarma en base a la detección automáti- nirse en un equipo de monitoreo.
ca de crisis y resulta de vital importancia la
FRQ¿DELOLGDG\YDOLGDFLyQGHORVDOJRULWPRV 4.6.4.1. Características
de detección. del amplificador
Si bien en la práctica estándar se utilizan entre
4.6.3.4. Análisis de 4 y 8 canales para el monitoreo del EEG, dentro
densidad espectral de la Terapia Intensiva es recomendable que el
&RQVLVWHHQXQPRGRVLPSOL¿FDGRGHSUHVHQ- equipo tenga una mayor cantidad de canales, 16
tación de la información en el cual el sistema como mínimo, para no encontrarnos limitados en
PXHVWUDHQXQDFRGL¿FDFLyQGHFRORUHVODDFWL- el caso de que la condición del paciente requiera
vidad relativa de cada banda de frecuencias y su de un monitoreo más exhaustivo. Por otro lado,
evolución en el tiempo a modo de tendencias. es deseable que el equipo tenga la posibilidad
Para el cálculo de las potencias correspondien- de incorporar algunos canales de monitoreo
tes a cada banda del electroencefalograma se extra cerebrales como la electrocardiografía,
usa la transformación de Fourier, que admite electro oculografía y saturación de oxígeno,
XQDVHULHGHFRQ¿JXUDFLRQHVTXHGHEHUtDQHVWDU entre otros, de manera que el especialista en
disponibles para que el usuario personalice la EEG tenga todas las variables necesarias para
suya. Entre las características más importantes realizar la interpretación del registro.
HVWiQODSRVLELOLGDGGHFRQ¿JXUDUODORQJLWXG Habitualmente es muy útil que el equipo tenga
de los espectros, lo cual afecta a la resolución la capacidad de realizar un EEG, de manera tal
alcanzada en la medición de las frecuencias, que en el caso en que el especialista lo indique,
\ODSRVLELOLGDGGHPRGL¿FDUORVOtPLWHVGH p. ej., frente a la presencia de crisis focales, se
bandas. Existe además una serie de parámetros pueda realizar un EEG sin necesidad de ingresar
correspondiente a esta transformación que sólo otro equipo a la Terapia.
mencionaremos, porque exceden el alcance Si bien la banda de frecuencia de interés
de esta presentación, tal como la opción de para realizar el EEG de amplitud integrada
RYHUODSSLQJ el tipo de ventana que se aplica al normalmente se considera entre 2 Hz y 15
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 339

+]VHUHFRPLHQGDTXHHODPSOL¿FDGRUWHQJD generar una alarma, pueden ser programados


una banda de entrada de 0,5 Hz a 70 Hz, para para enviar un correo electrónico o un radio a
que el neurólogo pueda realizar una posterior una dirección preprogramada.
lectura del estudio.
Otros parámetros importantes en cuanto al 4.6.4.5. Registro de video
DPSOL¿FDGRUVRQODUHVROXFLyQGHODFRQYHUVLyQ Una característica complentaria importante es
analógica digital, la impedancia de entrada de el registro de vídeo sincronizado con las se-
ORVDPSOL¿FDGRUHV\ODSRVLELOLGDGGHFRQ¿JXUDU ñales de EEG, sobre todo en cuanto al aporte
ORV¿OWURVHQpVWH8QSiUUDIRDSDUWHPHUHFHQ de información clínica del paciente e informa-
la medición de impedancia de los electrodos, ción del estado general de éste. La tecnología
que es de gran ayuda para asegurar una buena recomendada para este tipo de monitoreo es
colocación de los mismos, y la calibración au- aquella que permita la compresión en formato
WRPiWLFDGHODPSOL¿FDGRUTXHDVHJXUDTXHODV
DPSOLWXGHVUHJLVWUDGDVVHDQFRQ¿DEOHV

4.6.4.2. Interfase
con el usuario
Es muy importante que el equipo sea fácilmente
RSHUDEOH\FRQ¿JXUDEOHHQFXDQWRDODVGHWHF-
ciones automáticas y alarmas; sabemos que el
tiempo es una variable crítica en la UTI, con
lo que es recomendable que el monitor tenga
la posibilidad de tener modos de visualización
preprogramados de manera de facilitar el manejo
al personal de la unidad.

4.6.4.3. Características físicas


Debido a la falta de espacio que generalmente
existe en la unidad de cuidados intensivos y a
las condiciones de trabajo que normalmente se
presentan en dicho ambiente, es recomendable
que todo el sistema de monitoreo esté integrado
en un solo dispositivo. Complementariamente es
preferible la existencia de una pantalla sensible
al tacto para evitar la necesidad de operar un
teclado externo. Resultan interesantes algunas
opciones del mercado que proponen un montaje
directo en la pared. ()LJXUD)

4.6.4.4. Conectivitad
Es una característica muy importante la posibilidad
de contar con una conexión de red que permita
la visualización del registro en otras unidades
de la institución, por ejemplo en el servicio de
neurología; de esta manera los datos estarán
disponibles tanto para la revisión en tiempo
real o posteriormente por parte del especialis-
ta. Por otra parte existen algunas tecnologías Figura 3: Monitor Vita ICU, 1HXURORJLFDO0RQLWRULQJ
que ante la detección de un evento, además de 6\VWHP, Stellate, Canada
340 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

MPEG 4, el cual asegura una alta calidad de alternativas— evaluar cuáles son las herramien-
vídeo y optimiza la cantidad de memoria fí- tas que el sistema incorpora y la validación de
sica para el almacenamiento. Este formato de las detecciones.
almacenamiento tiene ventajas en cuanto a la Un ejemplo de ésto es el eletroencefalógrafo
calidad de vídeo y almacenamiento respecto modelo BioSuite®, comercializado por la empresa
de sus predecesores, los formatos MPEG 1 y Bioscience, en la que trabaja el Ing. Maradey,
MPEG 2. que ofrece la capacidad de incorporar como un
módulo de VRIWZDUH la detección de PS, CFM,
4.6.4.6. Herramientas opción de CSDA y detección automática de
de detección crisis con generación de alarmas. En este caso
Como se mencionó extensamente en la sec- se estaría resignando la detección automática de
ción anterior las herramientas necesarias para FULVLVHQQHRQDWRV\ODVFDUDFWHUtVWLFDVHVSHFt¿FDV
el monitoreo son el análisis de supresión de de ahorro de espacio y comodidad que ofrece
paroxismos (EXUVWVXSSUHVVLRQ), Monitor de un sistema integrado en un monitor.
función cerebral, CSDA y detección automática
de eventos epilépticos.
4.6.6. Conclusiones
La monitorización EEG continua es una herra-
4.6.5. Tecnologías
mienta en pleno desarrollo en la UTI neurológica.
disponibles
La evidencia disponible muestra la utilidad
Existe una gran variedad de opciones tecnoló- de la detección de estados de mal epiléptico
gicas para el uso en Terapia Intensiva de estas no convulsivo en los pacientes comatosos que
técnicas, desde la herramienta más sencilla, con oscila entre un 19 y un 37%, según las dife-
sólo dos canales y la posibilidad de mostrar el rentes publicaciones y revisiones consultadas,
EEG de amplitud integrada, hasta los moni- sobre todo por su alto valor de predicción de
tores de evaluación más complejos con todas las secuelas, como lo demostraron Vespa HWDO
las herramientas que estuvimos mencionando. en traumatismos.
En la 7DEODse analizan las características 6LJXLHQGRORUHÀHMDGRHQRWURVFDStWXORVGHO
de los tres equipos líderes disponibles en el libro se puede comprobar que existen alterna-
mercado internacional, de acuerdo a los pará- WLYDVGHPRQLWRUL]DFLyQPHQRVVR¿VWLFDGDV\
metros técnicos desarrollados en las secciones PiVHFRQyPLFDVSHURQRPHQRVH¿FDFHV
precedentes. También surge la necesidad de contar en el
grupo de neurointensivismo con un experto en
Alternativa de bajo coste electroencefalografía, que revise los estudios
Una alternativa interesante para países con una y colabore con el diagnóstico y tratamiento de
economía emergente, donde las compras en los pacientes críticos.
JHQHUDOHVWiQPX\LQÀXHQFLDGDVSRUHOFRVWH
del equipamiento, es realizar el monitoreo en
4.6.7. Conflicto de interés
la UTI mediante la utilización de un electroen-
cefalógrafo estándar al cual se le incorpora un El bioingeniero Juan Manuel Maradey es espe-
módulo de VRIWZDUHHVSHFt¿FRSDUDPRQLWRUHR FLDOLVWDHQPRQLWRUHVHOHFWURHQFHIDORJUi¿FRV\
Existen muchas alternativas que reúnen una o trabaja en la empresa Bioscience que comercializa
más características de las antes mencionadas; el modelo BioSuite® citado en el texto.
es importante tener en mente —al momento El Dr. Ignacio J. Previgliano no tiene ningún
de considerar la adquisición de alguna de estas FRQÀLFWRGHLQWHUpV
0RQLWRUL]DFLyQ ‡ 341

Característica Modelo 1 Modelo 2 Modelo 3

Pantalla sensible al
Sí No Sí
tacto

Cantidad de canales 44 18-32 16

,QWHUIDVHVLPSOL¿FDGD Sí Sí No

Flexibilidad en el
Alta Alta Baja
manejo del display
Detección de espigas
Sí 6RIWZDUH3HUV\VW Sí
y crisis
Detección de crisis
Sí No No
Neonatal
Supresión de
Sí No Sí
Paroxismo

Teclado Virtual Sí No No

Trabajo en red Sí Sí Sí

Revisión remota Sí Sí Sí

Tendencias Sí Sí Sí

CSDA Sí Sí Sí

PC integrada Sí Sí Sí

Alertas vía correo


Sí Sí Sí
electrónico y beeper
Tabla 1: Características de los diferentes monitores EEG continuos
Capítulo 5
TRAUMATISMO RAQUIMEDULAR

5.1. Guías para la evaluación


y tratamiento del traumatismo
raquimedular: aspectos médicos
Daniel H. Ceraso
Pablo I. Ripoll

5.1.1 Introducción aumentando el índice y calidad de la sobrevida


en nuestros pacientes. De manera complemen-
Apenas algunas décadas atrás, el “concepto” del taria, los avances en rehabilitación permiten
trauma raquimedular (TRM) evocaba al médico a algunos sobrevivientes alcanzar metas fun-
tratante un tipo particularmente devastador de cionales antes impensables, sobreponiéndose
lesión, de alta mortalidad temprana y con una a algunas de sus secuelas.
VREUHYLGDHYHQWXDOFRQ¿QDGDDODSRVWUDFLyQ Es claro que el desafío no ha terminado: nues-
y a la aparición recurrente de complicaciones tra actual incapacidad para ofrecer curación
PpGLFRTXLU~UJLFDVTXH¿QDOL]DEDQFRQODYLGD a la lesión primaria limita en la fase aguda la
del enfermo en un plazo más o menos breve. capacidad de respuesta del paciente y deter-
Los conocimientos y el arsenal terapéutico mina muchas de las complicaciones que ha-
disponible eran escasos, y el cuidado de los EUiQGH¿QLGRVXUHVXOWDGRDOHJUHVRGHWHUDSLD
sobrevivientes sobrellevado con una profunda intensiva. Por otro lado nos confronta con los
sensación de frustración e impotencia por el dilemas clínicos y en ocasiones éticos, que el
grupo médico, paramédico y familiar. manejo ulterior de los pacientes gravemente
Los progresos logrados en estos años recientes secuelados pueda plantear.
en las áreas de la tecnología y las neurociencias, Como privilegiados históricos, el progreso
y particularmente en el ámbito que las imbrica del conocimiento del que somos a la vez tes-
como lo es el de los cuidados intensivos neu- tigos y protagonistas nos muestra cómo las
UROyJLFRVKDQLGRPRGL¿FDQGRJUDGXDOPHQWH estrategias efectivas para la modulación de
ODVLWXDFLyQDUULEDGHVFULWD/RVVLJQL¿FDWLYRV la cascada bioquímica responsable del daño
avances en términos de interpretación de la secundario, las terapéuticas conducentes a la
¿VLRSDWRORJtDGHVDUUROORHQODVWpFQLFDVGHPR- estimulación de la regeneración y las técnicas
nitoreo y optimización terapéutica, permiten de trasplante neuronal se encuentran cada vez
hoy minimizar la progresión de la lesión trau- más cerca de nuestro alcance; nos conduce al
mática, disminuyendo el daño secundario y aumento de nuestra expectativa por los descu-
344 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

brimientos futuros y hace que el escepticismo Disponible en: ‹http://www.east.org/tpg/TLS-


vaya dejando lugar a la idea de que el TRM pine.pdf›.
pueda en el futuro llegar a ser completamente
recuperable. Es éste el más importante de los 5.1.2.2. Lecturas recomendadas
objetivos y el mayor de los progresos: el cambio Bracken M.B., Shepard M.J., Collins W.F.,
del “concepto”. Holford T.R., Young W., Baskin D.S. HWDO. “A
Ateniéndonos a la consigna de la obra, pro- randomized, controlled trial of methylpredni-
curaremos a lo largo del presente capítulo de- solone or naloxone in the treatment of acute
linear el estado actual del conocimiento en lo spinal-cord injury. Results of the Second National
referente al manejo de esta compleja entidad Acute Spinal Cord Injury Study (NASCIS II).”
durante su período agudo, resaltando conceptos En: 1(QJO-0HG 1990; 322:1405-11.
operativos modernos y evitando caer en un Duh M.S., Shepard M.J., Wilberger J.E. HWDO.
desarrollo enciclopedista. “The effectiveness of surgery on the treatment
La evidencia utilizada durante el desarrollo de of acute spinal cord injury and its relation to
este capítulo ha sido extraída principalmente pharmacological treatment.” En: 1HXURVXUJ
de las fuentes, que se enfatizan como lecturas 1994; 35:240-9.
recomendadas. Bracken M.B., Shepard M.J., Holford T.R.,
Leo-Summers L., Aldrich E.F., Fazl M. HWDO.
“Administration of methylprednisolone for 24
5.1.2. Fuente de evidencia
or 48 hours or tirilazad mesylate for 48 hours in
5.1.2.1. Guías de Práctica Clínica the treatment of acute spinal cord injury. Results
Eastern Association for the Surgery of Trau- of the Third National Acute Spinal Cord Injury
ma, EAST Practice Parameter Workgroup for Randomized Controlled Trial (NASCIS III).”
Cervical Spine Clearance. “3UDFWLFH0DQDJH En: -$0$1997; 277:1597-604.
PHQW*XLGHOLQHVIRU,GHQWLI\LQJ&HUYLFDO6SLQH Vaccaro A.R., Daugherty R.J., Sheehan T.P.,
,QMXULHV)ROORZLQJ7UDXPD1998.” Disponible Dante S.J., Cotler J.M., Balderston R.A. HWDO.
en: ‹http://www.east.org/tpg/chap3.pdf›. “Neurologic outcome of early versus late sur-
Eastern Association for the Surgery of Trau- gery for cervical spinal cord injury.” En: 6SLQH
ma. EAST Practice Parameter Workgroup for 1997; 22:2609-13.
Cervical Spine Clearance. “3UDFWLFH 0DQD American College of Sugeons, Comitee on
JHPHQW *XLGHOLQHV IRU ,GHQWLI\LQJ &HUYLFDO Trauma, “Advanced Trauma Life Support.”
6SLQH ,QMXULHV )ROORZLQJ 7UDXPD Update Chicago, 1997; 231-258.
2000.” Disponible en: ‹http://www.east.org/ Nesathurai S., “Steroids and Spinal Cord In-
tpg/chap3.pdf›. jury: Revisiting the NASCIS 2 and NASCIS 3
American Association of Neurological Sur- Trials.” En: J Trauma 1998; 45(6):1088-93.
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Cervical Spine and Spinal Cord Injury.” En: care.” -1HXURVXUJ 6SLQH 2000; 93:1–7.
1HXURVXUJ2002; 50(Supl 3):S1-199. Coleman W.P., Benzel D., Cahill D.W., Duc-
Nordic Forum for Trauma and Emergency ker T., Geisler F., Green B., HWDO. “A critical
Radiology. “Handling acute spinal injuries appraisal of the reporting of the National Acute
with focus on C-spine and radiological inves- Spinal Cord Injury Studies (II and III) of me-
tigation - An evidence based approach 2004.” thylprednisolone in acute spinal cord injury.”
Disponible en: ‹http://www.nordictraumarad.
En: -6SLQDO'LVRUG 2000; 13:185-99.
com/sigtuna/C%20spine%20
Hoffman J.R., Mower W.R., Wolfson A.B.,
FRQVHQVXVB¿QDOBSGI¾
Todd K.H., Zucker M.I. “Validity of a set of
Eastern Association for the Surgery of Trauma.
clinical criteria to rule out injury to the cervical
“Practice Management Guideline Committee.
spine in patients with blunt trauma. National
3UDFWLFH0DQDJHPHQW*XLGHOLQHVIRUWKH6FUHH
Emergency X-Radiography Utilization Study
QLQJRI7KRUDFROXPEDU6SLQH)UDFWXUH 2006.”
Traumatismo raquimedular ‡ 345

(NEXUS) Group.” En: 1(QJO-0HG 2000; promedio de 31,5 años. Alrededor de un 25%
343:94-9. presenta niveles detectables de alcoholemia.
Geisler F.H., Coleman W.P., Grieco G., Po- Entre las causas más frecuentes para los meno-
onian D; Sygen Study Group. “The Sygen® res de 45 años mantiene su liderazgo el trauma
Multicenter Acute Spinal Cord Injury Study.” por colisión vehicular (35,9%), seguido por las
En: 6SLQH 2001; 26(Supl 24):S87-98. lesiones debidas a actos de violencia con 29,5%
Hurlbert R.J. “The role of steroids in acute (en aumento y en fuerte asociación con el trauma
spinal cord injury: an evidence-based analysis. penetrante); las caídas de altura representan un
6SLQH 2001; 26(supl 24):S39-46. 20,3% y los traumatismos secundarios a actividades
Hendey G.W., Wolfson A.B., Mower W.R., deportivas o recreacionales un 7,3%, mientras que
Hoffman J.R. “National Emergency X-Radio- un grupo misceláneo de causas menos comunes
graphy. Utilization Study Group Spinal Cord completa la lista con 7%. En los mayores de 45
Injury without radiographic abnormality: resul- años las caídas superan a los actos violentos,
ts of the National Emergency X-Radiography pasando a ocupar el segundo lugar.
Utilization Study (NEXUS) in blunt cervical Respecto de la forma clínica de presentación,
trauma.” J Trauma 2002; 53:1-4. en el 34,1% de los casos se presenta tetraplejía
McDonald J.W., Sadowsky C. “Spinal Cord incompleta, en el 23% paraplejía completa, en
Injury.” En: 7KH/DQFHW 2002; 359:417-25. el 18,5% paraplejía incompleta y en el 18,3%
Ackery A., Tator C., Krassioukov A. “A global tetraplejía completa. Se denomina “pentaplejía”
perspective on spinal cord injury epidemiology.” o “tetraplejía alta” al cuadro producido por las
En: -1HXURWUDXPD2004; 21(10):1355-70. lesiones cervicales por encima de C4, que com-
Chesnut R.M. “Management of Brain and Spine bina tetraplejía y parálisis diafragmática.
Injuries.” En: Crit Care Clin 2004; 20:25-55. Los niveles anatómicos más frecuentemente
Biering-Sørensen F. “Evidence-based medicine afectados son el cervical (55%), la unión tora-
in treatment and rehabilitation of spinal cord columbar T11 a L2 (15%), el torácico (15%),
injured.” En: 6SLQDO&RUG 2005;43:587-92. y el lumbosacro (15%).
American Spinal Injury Association. “Standard La mortalidad aproximada de los pacientes
1HXURORJLFDO&ODVVL¿FDWLRQIRU6SLQDO&RUG con TRM es de 21% durante los primeros tres
Injury´ 2006. Disponible en: ‹http://www. meses de evolución. La edad, el nivel anatómico
asia-spinalinjury.org›. lesional y el puntaje en la Escala de Coma de
Glasgow (GCS) al ingreso se han reconocido
como predictores independientes de mortalidad
5.1.3. Etiología y
en ese período. Superado el mismo, se sabe que
epidemiología
el 72-80% de los pacientes permanecerá vivo a
No disponiendo de datos estadísticos represen- los 25 años, siendo entonces los trastornos res-
tativos propios de la Argentina, utilizaremos SLUDWRULRV LQVX¿FLHQFLDUHVSLUDWRULDUHVWULFWLYD
como referencia algunos recopilados de distin- neumonía), las enfermedades cardiocirculato-
tas publicaciones extranjeras. Nos permitirán rias y el suicidio, las más frecuentes razones
comprender con mayor profundidad el grave causales de muerte, habiendo desplazado de
problema de salud pública que este tipo de dicha posición a la urosepsis.
OHVLyQFRQ¿JXUD Estudios realizados en EE.UU. muestran
El TRM representa aproximadamente el 2,5% la existencia permanente de entre 180 000 y
de los ingresos a centros de trauma. Se reportan 230 000 pacientes secuelados. El tratamiento
a nivel mundial entre 28 y 55 casos por cada de por vida de cada uno cuesta en dicho país
millón de habitantes y por año (aproximadamente entre 500 000 y 2 000 000 de dólares, lo que
unos 12 000 a 14 000 nuevos casos anuales representa un monto superior a los 7 700 mi-
en los EE.UU.), con incidencia y prevalencia llones de dólares anuales de costo total.
en aumento. Aproximadamente el 80% de los Resulta clara la magnitud del problema sanita-
pacientes es de sexo masculino, con una edad rio y económico que enfrentan el paciente y la
346 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

sociedad ante la lesión primaria ya consumada. pero posiblemente la frecuencia absoluta sea
La única estrategia admisible para el control VLJQL¿FDWLYDPHQWHPD\RUHQORVDGXOWRV
de estas lesiones será aquella que enfatice la El daño medular generado en el momento del
necesidad de evitarla, a través de la implemen- impacto traumático, además de constituir alguna
tación concreta de políticas diversas de “pre- FODVHPiVRPHQRVGH¿QLGDGHOHVLyQPDFURVFySLFD
vención primaria” que permitan la reducción (hematoma, contusión, laceración, sección, etc.),
en la prevalencia de las “lesiones traumáticas representa a nivel microestructural ruptura axonal,
prevenibles”, clásica e indebidamente deno- disrupción de la membrana celular neuronal y
minadas “accidentes”. sección de vasos sanguíneos, al conjunto de lo
cual denominaremos OHVLyQSULPDULD.
A partir de la instalación de la lesión primaria se
5.1.4. Fisiopatología
ponen en juego los mecanismos que conducen a la
El proceso mecánico interviniente en el TRM OHVLyQVHFXQGDULD; la congestión y la hemorragia
cerrado involucra fuerzas que provocan sobre intramedular condicionan tumefacción en una
el raquis fenómenos de tracción, compresión, HVWUXFWXUDFRQ¿QDGDDOHQYROWRULRUtJLGRTXHOH
URWDFLyQD[LDOÀH[RH[WHQVLyQRÀH[LyQODWHUDO proporcionan la duramadre y la pared ósea del
en general en combinación variable de algunas canal, lo cual genera el aumento de la presión
de ellas. a nivel local. La misma, al superar el valor de
En el caso más típico, la transferencia de energía la presión venosa, reducirá secundariamente la
provocada genera ruptura ósea, ligamentaria irrigación sanguínea (de por sí comprometida
y discal. luego de la sección traumática microvascular)
La presencia de LQHVWDELOLGDG del raquis puede y cesará la capacidad de autorregulación regio-
GH¿QLUVHFRQFHSWXDOPHQWHFRPRODSRVLELOLGDG QDOGHOÀXMRVDQJXtQHRFRQORTXHODKLSRSHU-
GHPRGL¿FDFLyQGHODVSRVLFLRQHVUHODWLYDVHQWUH fusión del shock hemorrágico y/o distributivo
vértebras o bien de desplazamiento de fragmentos frecuentemente presente exacerbará gravemente
óseos, desde el instante mismo del traumatismo la isquemia.
hasta el momento de la cicatrización completa, La hipoperfusión regional se extiende en forma
los cuales pueden producir lesión neurológica radial, bloqueando en primera instancia la con-
por invasión del canal espinal. ducción axonal de los potenciales de acción, con
La sigla anglosajona SCIWORA 6SLQDO&RUG lo que suma territorios con pérdida de función
,QMXU\:LWK2XW5DGLRORJLF$EQRUPDOLW\ de- neurológica distal (shock medular) a aquellos
signa a una peculiar entidad caracterizada por primariamente afectados por la sección física
la presencia de lesión medular con inequívoca de las vías de conducción.
indemnidad ósea demostrada por los estudios Los axones, los astrocitos y los cuerpos neuro-
radiológicos simples, clásicamente asociada a nales lesionados liberan aminoácidos excitatorios
la población pediátrica, lo cual ha sido atribuido como el glutamato y otras “excitotoxinas”, las
a diversos factores entre los que se incluyen la cuales a través de su unión con los receptores
disparidad en mecanismo lesional (por las diferentes N-metil-D-aspartato (NMDA) y “no NMDA”
conductas de riesgo), diferencias anatómicas y (ácido a-amino-3-hidroxi-5-metil-4-isoxazol-
FRQVLGHUDFLRQHVELRPHFiQLFDV ODPD\RUÀH[L- propiónico o AMPA, y kainato) inducen un
bilidad estructural que el eje osteoligamentario LQÀXMRPDVLYRGHLRQHV&D\1D DVtFRPR
presenta en la infancia). No obstante, en 2002 agua por atracción osmótica) tanto hacia los
en una evaluación secundaria de la extensa base cuerpos neuronales como hacia los de los oli-
de pacientes del trabajo NEXUS (34 069 casos godendrocitos. Además, el egreso del Na+ se
de los cuales más de 3 000 eran niños), Hendey bloquea por el fallo de las bombas iónicas se-
encontró lesiones de este tipo en un 0,08% de FXQGDULRDOGp¿FLWHQHUJpWLFRLVTXpPLFRHOTXH
los pacientes, todos ellos adultos. No se conocen además gatilla la producción de radicales libres
GDWRV¿GHGLJQRVUHVSHFWRGHODIUHFXHQFLDUHOD- de oxígeno que conducen a la lipoperoxidación
tiva de presentación entre ambas poblaciones, de membranas y al daño oxidativo. El colapso
Traumatismo raquimedular ‡ 347

iónico induce la estimulación de proteasas y La preocupación permanente durante estas


fosfolipasas, así como secundariamente la sínte- fases tempranas del tratamiento debe ser siempre
sis de los subproductos del ácido araquidónico que el daño neurológico puede ser incrementa-
(prostaglandinas, leucotrienos), todos los cuales do por la movilización de un foco fracturario
contribuyen a la destrucción de las membranas inestable: se ha estimado que entre el 3% y el
celular y nuclear del citoesqueleto. 25% de las lesiones espinales se producen luego
Hallazgos recientes han podido determinar del trauma, durante la fase inicial.
que la lesión medular aguda dispara asimis- En tal sentido, siempre que no exista riesgo de
mo el mecanismo de apoptosis y —si bien los vida o de lesión evolutiva, la víctima no debe ser
mecanismos íntimos involucrados no han sido movilizada del sitio mismo del incidente hasta
completamente aclarados— resulta evidente hoy ser asistida por rescatadores entrenados.
que el nombrado proceso de “muerte celular De 1970 a 1980 la presentación en la sala
programada” genera efectivamente la muerte de emergencias de “lesiones completas” dis-
de los oligodendrocitos en las áreas afectadas minuyó a favor de las “lesiones incompletas”
días a semanas después de la lesión, lo que desde un 55% a un 39%, lo cual no sólo denota
impide la re-mielinización axonal y limita la las mejores medidas de seguridad incluidas en
futura recuperación funcional. los vehículos más modernos sino también un
Un párrafo final habrá que destinar para mejor control prehospitalario en lo referente a
el rol aún no profundamente conocido de la prevención de la lesión secundaria.
los mecanismos de inflamación, a quienes Se recomienda que la evaluación y tratamien-
algunas investigaciones atribuyen acción de- to prehospitalario se guíe por las normativas
letérea, mientras otras respaldan su posible referidas por el curso de soporte vital pre-
efecto protector contra la pérdida ulterior de hospitalario en trauma (3UHKRVSLWDO7UDXPD
neuronas. La migración leucocitaria (neutró- /LIH6XSSRUW PHTLS®) en lo referente a la
filos, linfocitos T y monocitos/macrófagos, extricación (desatrapamiento del vehículo) y
en ese orden) hacia el foco de lesión, que se a la resucitación inicial, cuyas pautas centrales
produce como excepción luego de la ruptura son valorar y establecer una vía aérea permeable
de la barrera hematoencefálica, favorece el con control alineado de la columna, asegurar la
proceso de curación a través de la fagocitosis ventilación y oxigenación, e iniciar el tratamiento
de restos celulares, a la vez que activa local- del shock. La técnica de movilización alineada de
mente el proceso inflamatorio a través de la la víctima (técnica del rolado) procura impedir la
liberación de citoquinas y otras moléculas movilización accidental del eje raquídeo y debe
activas: algunas de probable efecto benefi- ser considerada de importancia primordial.
cioso, como el factor de crecimiento beta +DVWDHQXQGHORVFDVRVGH750VHYHUL¿FD
de transformación (TGF-beta) o el factor de el compromiso de niveles vertebrales múltiples
estimulación de colonias de granulocitos y no continuos, por lo que toda la columna debe
macrófagos (GM-CSF), y otras a las que se considerarse “en riesgo”, asegurándose la inmo-
atribuye efecto mediador del daño secunda- vilización alineada de la totalidad del raquis en el
rio, como el factor de necrosis tumoral alfa lugar de la escena y durante el transporte.
(TNF-alfa) y la interleuquina 1 beta (IL-1- La aplicación de la misma se basa en considera-
beta), o químicos como el anión superóxido ciones anatómicas y mecánicas propias del sentido
o el óxido nítrico. común, y está avalada por años de experiencia
acumulativa, por lo que nunca dispondremos de
innecesaria evidencia clase I o II en este parti-
5.1.5. Evaluación
cular.
prehospitalaria
3DUDHVWH¿QH[LVWHQGLYHUVRVGLVSRVLWLYRVVL
La sospecha temprana del TRM y el control ade- bien aun no se ha podido determinar a través de
cuado del paciente desde la fase prehospitalaria estudios comparativos válidos cuál de ellos es el
permiten minimizar la lesión secundaria. más adecuado. La recomendación del Colegio
348 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Norteamericano de Cirujanos ($PHULFDQ&ROOHJH circunstancia en particular (traslado terrestre o


RI6XUJHRQV ACS) consiste en la utilización de aéreo) hasta el centro más cercano capaz de brin-
un collar cervical rígido y una tabla espinal larga GDUOHDWHQFLyQGH¿QLWLYD'XUDQWHODWRWDOLGDGGHO
UtJLGDFRQFRUUHDVGH¿MDFLyQ\TXHLQFOX\DVR- traslado debe disponerse de medidas que permitan
portes cefálicos laterales (imprescindibles para asegurar la permeabilidad de la vía aérea así como
OLPLWDUODÀH[LyQODWHUDO\URWDFLyQD[LDOTXHHO de sistemas de apoyo a la ventilación, oxigenación
collar no impide). Se recomienda no reemplazar y hemodinámica. ((YLGHQFLDFODVH,,,)
ORVVRSRUWHVODWHUDOHV¿MRVDODWDEODSRUEROVDVGH
arena u otros equivalentes.
5.1.6. Control hospitalario
Puede colocarse una pequeña almohadilla o su-
plemento cuando la cabeza de la víctima tienda
5.1.6.1. En la sala
a quedar en extensión o cuando una malposición
de emergencias
irreductible de la cabeza, que siempre debe respe-
tarse, obligara a su inmovilización no alineada. Estabilización inicial y
El transporte de los niños debe llevarse a cabo evaluación clínica
en tablas espinales especiales que tengan la por- El control hospitalario debe guiarse con las
ción cefálica en un plano algo inferior que el resto pautas establecidas por el Comité de Trauma
SDUDHYLWDUTXHODFDEH]DTXHGHHQÀH[LyQGDGR del ACS ($PHULFDQ&ROOHJHRI6XUJHRQV) en
el mayor tamaño cefálico. su curso de soporte vital avanzado en trauma
Se debe tener presente que la utilización de la ($GYDQFHG7UDXPD/LIH6XSSRUW ATLS®),
inmovilización espinal por períodos prolongados, FX\DVHFXHQFLDGHGHPRVWUDGDH¿FDFLDVH
especialmente la tabla larga, puede producir mor- inicia con la HYDOXDFLyQSULPDULD que incluye
bilidad (fundamentalmente lesiones por decúbito la resucitación inicial compendiada en la di-
tempranas), por lo cual debe removerse apenas la fundida mnemotécnica ABCDE. No podemos
lesión raquimedular haya sido debidamente des- dejar de remarcar la importancia de su estricto
cartada o cuando se hayan iniciado las maniobras cumplimiento.
HVSHFt¿FDVSDUDVXWUDWDPLHQWR Tiene particular importancia en este momento
La necesidad de implementar la inmovilización hacer hincapié en el control de la vía aérea con
espinal a la totalidad de las víctimas de lesiones FRQWUROGHODFROXPQDFHUYLFDO(VWRVLJQL¿FD
traumáticas para su traslado ha sido recientemente que hasta tanto no pueda descartarse una lesión
cuestionada. Algunos autores han diseñado y re- GHpVWDGHEHHYLWDUVHODÀH[RH[WHQVLyQWDQWR
comendado la aplicación de una serie de criterios ánteroposterior como lateral, de la misma manera
FOtQLFRVSDUDLGHQWL¿FDUHQIDVHSUHKRVSLWDODULD que la rotación. Es por esto que la maniobra de
a aquellos pacientes que, considerados “de alto apertura de la vía aérea es la luxación anterior
riesgo”, deben ser sometidos a la inmovilización de la mandíbula sin hiperextensión cervical.
espinal completa. Los incluídos en estos criterios Asimismo, la colocación de cualquier equipo
son las víctimas de trauma de alta energía, traumas (cánulas, tubos endotraqueales, máscaras la-
supraclaviculares, los afectados por alteración del ríngeas o Combitubes®) debe realizarse con
HVWDGRGHFRQFLHQFLDSRUODSUHVHQFLDGHGp¿FLW la cabeza en posición neutra y asistido siempre
neurológico objetivable o referido por el paciente por un segundo rescatador que sostenga esta
(paresias, hipoestesias, parestesias, respiración posición con sus manos. Esta maniobra de dos
diafragmática, etc.) o de dolor en raquis, entre operadores es particularmente importante cuando
otras. La aplicación uniforme de criterios como por cualquier motivo deba retirarse la estabi-
los referidos carece al momento de evidencia re- lización cervical.
levante que permita su recomendación universal Debe asegurarse una correcta ventilación con
y permanece siendo materia de investigación. oxígeno suplementario en el aire inspirado.
El transporte del paciente debe ser realizado de El control de la circulación consiste en yu-
manera expeditiva y cuidadosa, utilizando para gular los sangrados externos, colocar dos vías
ello el medio de transporte más adecuado a la venosas cortas y de grueso calibre para obtener
Traumatismo raquimedular ‡ 349

muestras para el laboratorio y aportar dos litros UHÀHMDRLQFOXVLYHDVRFLDGRDEUDGLFDUGLDFRQ


de soluciones cristaloides. piel caliente y seca, y respuesta hemodinámi-
La rápida evaluación neurológica sólo requiere ca parcial a los expansores, debe ponernos en
observar el estado de conciencia y las pupilas. la pista diagnóstica de un shock neurogénico,
/DHYDOXDFLyQSULPDULD¿QDOL]DFRQODH[SR- habitualmente observado en lesiones medulares
sición completa del paciente, previniendo una por encima de T6 y producido por la vasoplejía
mayor lesión secundaria cortando las ropas por secundaria a la lesión de las cadenas simpáti-
las costuras laterales. Es en esta etapa cuando cas laterales (shock distributivo). Este cuadro
deben realizarse las tres radiografías iniciales es mejor controlado a través de medidas que
(columna cervical lateral, tórax frente y panorá- faciliten el retorno venoso y con el uso pre-
mica de pelvis). Siempre es fundamental evitar coz de simpaticomiméticos (preferentemente
la hipotermia (a la cual son particularmente alfa-agonistas) y atropina luego de la adecuada
proclives estos pacientes “poiquilotermos”, se- (mas no excesiva) reposición de volumen. Esta
cundariamente a la pérdida de los mecanismos peculiar situación hemodinámica no debe ser
vasoconstrictores periféricos que contribuyen terminológicamente confundida con el antes
a ahorrar el calor). mencionado “shock medular” o “shock espinal”,
A continuación, la HYDOXDFLyQVHFXQGDULD, ten- el cual nomina a un cuadro de pérdida completa
GLHQWHDOGLDJQyVWLFRHVSHFt¿FRGHWRGDV\FDGD y transitoria de la función motora, sensitiva y
una de las lesiones traumáticas regionales, llevada autonómico simpática distal al nivel de la le-
a cabo a través de un examen físico completo sión, que sucede con frecuencia inmediatamente
pautado de manera sistemática, por delante y después de la lesión, y retrógrada en horas a
por detrás, y desde la cabeza hacia los pies, con días, conduciendo a la recuperación funcional
³GHGRV\WXERVHQWRGRVORVRUL¿FLRV´ LQFOXLGD en los sectores preservados y a la aparición de
la colocación de sondas vesical y gástrica, por los signos de liberación piramidal en aquellas
vía oral o nasal, según correspondiere). No debe iUHDVGH¿QLWLYDPHQWHGHQHUYDGDV
olvidarse que el trauma medular, merced a la Dado que es durante la fase de evaluación
pérdida de sensibilidad dolorosa y propioceptiva secundaria cuando debe realizarse el primer
profunda que determina, puede enmascarar la examen neurológico detallado es que podremos
signosintomatología a nivel tóraco-abdominal acceder a través de datos signo-sintomatológicos
\GHORVPLHPEURVGL¿FXOWDQGRHOGLDJQyVWLFR DODSLVWD¿UPHGHGLDJQyVWLFRGHXQDOHVLyQ
de las lesiones asociadas. raquimedular, la cual hasta el momento no pudo
La evaluación secundaria es además la fase ser descartada pero tampoco debió haber sido
de la anamnesis detallada, y de los estudios particularmente investigada.
radiológicos y otros complementarios. Mien- Son VHxDOHVGHOHVLyQYHUWHEUDO la presencia
tras se desarrolla requiere reevaluar, y tratar GHVLJQRVLQÀDPDWRULRVORFDOL]DGRVVREUHHO
en forma paralela y continua, la estabilidad de raquis, las equimosis, la deformación, el do-
las funciones vitales según la secuencia (AB- lor a la palpación, la crepitación o movilidad
CDE) de la evaluación primaria ya detallada, anormal, las contracturas musculares, la mala
diagnosticando y tratando primero las lesiones posición de la cabeza y la desviación traqueal
que pongan en peligro la vida. secundaria a un hematoma prevertebral.
En todos los casos el shock (cuya causa más Son VLJQRVGHOHVLyQPHGXODU la debilidad mus-
frecuente en el politraumatizado es la hipovo- cular (tetra o paraparesia o plejía), la capacidad
lemia) debe ser escrupulosamente evitado o GHÀH[LRQDUSHURQRGHH[WHQGHUHODQWHEUD]R
corregido lo más tempranamente posible luego (lesión en C5), la presencia de trastornos sen-
del TRM, en primera instancia siempre utili- sitivos (o ausencia de respuesta a estímulos
zando cristaloides isotónicos para la expansión nociceptivos en el paciente con deterioro del
plasmática. estado de conciencia), muchas veces carac-
La presencia de shock (tensión arterial sistólica terizada por respetar un nivel anatómico; la
< 90mmHg) asociado a la ausencia de taquicardia respuesta gestual exclusiva ante la aplicación
350 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

de estímulos nociceptivos en miembros; la hipo HQWDQWRQRVHDPRGL¿FDGDVLQDXWRUL]DFLyQ\


RDUUHÀH[LDHVSLQDOHOSDWUyQGHUHVSLUDFLyQ se expone a continuación en su versión más
diafragmático y la presencia de trastornos di- reciente. ()LJXUDV\)
sautonómicos (hipotensión y bradicardia, in- Se hace necesario, en este punto, la introducción
continencia urinaria/fecal, hipotonía del esfínter GHDOJXQDVGH¿QLFLRQHVFX\DXWLOL]DFLyQPiV
anal, priapismo, presencia de un “nivel” de allá de una cuestión puramente terminológica,
sudoración, síndrome de Horner). nos permitirá establecer con mayor precisión las
Una conducta de gran utilidad durante la va- características de la lesión presente y aplicar co-
loración neurológica del paciente con TRM es UUHFWDPHQWHODVFODVL¿FDFLRQHVHVWDQGDUL]DGDV
la utilización de escalas estandarizadas. Las - 1LYHOPRWRU El nivel más caudal donde
mismas permiten precisar mejor el pronóstico exista función motora totalmente preservada.
HQIRUPDWHPSUDQDGH¿QLUDOJXQDVSDXWDVGH Se le determina a través de la evaluación de la
PDQHMR\FRPSDUDUORVSDFLHQWHVFRQHO¿QGH fuerza a derecha e izquierda en los diez gru-
realizar estudios para la aplicación de nuevas pos musculares principales de los miembros
terapéuticas. En 1996, la $PHULFDQ 6SLQDO (miotomas) según la escala ASIA. Se valora
,QMXU\$VVRFLDWLRQ (ASIA) publicó su “Cla- adicionalmente la contracción del esfínter anal
VL¿FDFLyQ1HXUROyJLFD(VWDQGDUL]DGDSDUDOD voluntario.
Lesión Medular”, cuya utilización universal es - 1LYHOVHQVLWLYR El nivel más caudal donde
actualmente recomendada. ((YLGHQFLDFODVH,,,) exista función sensitiva completamente preser-
La misma puede obtenerse libremente a través vada utilizando a derecha e izquierda estímulo
de Internet para su libre reproducción y uso, táctil suave, y doloroso con pinchazos, en los

Figura 1:&ODVL¿FDFLyQQHXUROyJLFDHVWDQGDUL]DGDSDUDODOHVLyQPHGXODUGHOD$6,$DQYHUVR
Traumatismo raquimedular ‡ 351

veintiocho dermatomas según la cartilla ASIA. UHÀHMRVVDFURV EXOERFDYHUQRVRDQRFXWiQHR 


Debe valorarse adicionalmente la sensibilidad no anula el diagnóstico de lesión completa.
del canal anal durante el tacto rectal. Dentro de las OHVLRQHVLQFRPSOHWDV pueden
- 1LYHOGHOHVLyQ El nivel más caudal donde LGHQWL¿FDUVHDOJXQRVVtQGURPHVHVSHFt¿FRV VtQ-
existan ambas, función motora y sensitiva, drome de hemisección medular, centromedular,
normales, es decir, el más cefálico de los dos cordonal anterior, cordonal posterior, del cono
anteriores. medular, de la cola de caballo) cuya descripción
- =RQDGHSUHVHUYDFLyQSDUFLDO Aquella cau- detallada excede los objetivos de esta obra y para
dal y adyacente al nivel de lesión que posea cuyo estudio remitimos al lector a la consulta
dermatomas y miotomas que permanezcan de los textos clásicos de neurología.
inervados, es decir, zonas con funcionalidad
parcialmente conservada. Evaluación radiológica
- /HVLyQFRPSOHWD6HSXHGHGH¿QLUFRPRWDO Respecto de los estudios radiológicos, es co-
a aquella lesión en la cual se encuentra abolida nocida la recomendación de realizar tres Rx
la totalidad de la función motora y sensitiva por VLPSOHVDO¿QDOL]DUODIDVHGHHYDOXDFLyQSULPDULD
GHEDMRGHOQLYHOGHOHVLyQ3DUDSRGHUGH¿QLUOD del paciente politraumatizado grave, que son
FRPRWDOHVUHTXLVLWRYHUL¿FDUODDXVHQFLDGH HOSHU¿OGHFROXPQDFHUYLFDOXQDUDGLRJUDItD
contracción del esfínter anal voluntario, y au- panorámica de la pelvis y otra del tórax en
sencia de sensibilidad en la zona perianal y en el proyección frente. Es muy importante tener
canal anal. La presencia de función motora (no presente que la radiografía lateral debe permi-
UHÀHMD RVHQVLWLYDGLVWDO\QRFRQWLJXDDXQTXH tir visualizar la totalidad del raquis cervical,
residual, debe considerarse como una “lesión desde la unión atlanto-occipital hasta la unión
incompleta”. La exclusiva preservación de los C7-T1 (borde superior del cuerpo de la pri-

Figura 2: &ODVL¿FDFLyQQHXUROyJLFDHVWDQGDUL]DGDSDUDODOHVLyQPHGXODUGHOD$6,$UHYHUVR
352 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

mera vértebra torácica) incluidas. ()LJXUD) paciente lúcido (GCS 15/15), sin alteración de
La correcta visualización de la unión C7-T1 su estado de conciencia de cualquier origen
(FKDUQHOD) nos permitirá descartar luxaciones que sea (traumático, metabólico, tóxico), sin
uni o bifacetarias a dicho nivel que pudieran dolor cervical espontáneo ni sensibilidad en la
manifestarse por ánterolistesis de C7. palpación de la línea media cervical posterior,
El segmento inferior de la columna cervical VLQGp¿FLWQHXUROyJLFRSHULIpULFR\VLQOHVLR-
puede ser particularmente difícil de visualizar nes traumáticas extrarraquídeas GLVWUDFWLYDV o
en la radiografía lateral. En tal caso y cuando perturbadoras (aquellas que por la intensidad
esté indicado según los criterios que adelante de los síntomas que condicionan impiden la
se discuten, una maniobra de tracción caudal de correcta apreciación por parte del paciente de
los miembros superiores puede ser de utilidad la sintomatología cervical).
(radiografía FRQKRPEURVEDMRV) así como la En contraste, la incidencia reportada de lesión
utilización de la incidencia GHOQDGDGRU. (Fi cervical en SDFLHQWHVVLQWRPiWLFRV oscila entre
JXUD) De persistir incompleta, se recomienda el 1,9 a 6,2% en los mismos estudios, por lo
recurrir a la valoración del segmento en cuestión que en clara contraposición, éstos deben ser
mediante tomografía computada (TC). debidamente evaluados a través de los recursos
Deseamos dejar establecido que está de- radiológicos apropiados.
bidamente demostrado a través de múltiple No existe ningún estudio radiológico único
evidencia de clase I que los SDFLHQWHVDVLQWR que descarte completamente la lesión espinal
PiWLFRV no deben ser sometidos a valoración en el paciente sintomático. De acuerdo con lo
radiológica alguna de la columna cervical, ya expresado por varios autores con fuerza de evi-
que la misma muestra un valor de predicción dencia clase II y III, en este grupo de pacientes
negativo (VPN) que es virtualmente del 100% la combinación de la 7ULSOH6HULH radiológica
HQHVWRVSDFLHQWHV$WDO¿QGH¿QLUHPRVFRQ cervical simple (lateral, ánteroposterior y transoral
precisión como SDFLHQWHDVLQWRPiWLFR a aquel para odontoides) más la TC para aquellas zonas
difíciles de visualizar o sospechosas, posee un
VPN de entre 99 y 100%. Esta combinación
de estudios se considera el mínimo requerido
para el estudio de los pacientes sintomáticos
y se recomienda como un estándar de manejo.
(HYLGHQFLDFODVH,)

Figura 3:5DGLRJUDItDGHFROXPQDFHUYLFDOSHU¿OQRU- Figura 4: Radiografía en posición GHO QDGDGRU.


mal. Obsérvese la visualización del borde superior y El asterisco señala el cuerpo vertebral de C7 y
anterior de la primera vértebra torácica, alineada con permite visualizar su alineación con la primera
la última cervical torácica
Traumatismo raquimedular ‡ 353

La radiografía de frente ()LJXUD) debe permitir TC un área sospechosa, realizar la misma con
visualizar la totalidad de los procesos espinosos FRUWHV¿QRVGHHQWUH\PP
desde C2 hasta T1 inclusive y la transoral (Fi En el caso del paciente lúcido y colaborador,
JXUD) debe incluir la totalidad de las masas VLQWRPiWLFRSRUGRORURGp¿FLWQHXUROyJLFR
ODWHUDOHVGH&\ODDSy¿VLVRGRQWRLGHVFRPSOHWD podrá removerse la inmovilización cervical (rea-
La radiografía transoral no puede realizarse lizadas la 7ULSOH6HULH y la TC con resultados
en un paciente dormido o poco colaborador, y negativos) para la obtención de radiografías
puede en tales casos ser reemplazada por una GLQiPLFDV o FRQVWUHVV (realizadas por especia-
TC desde el occipital hasta C2. OLVWDHQÀH[LyQ\H[WHQVLyQGHQWURGHOUDQJR
Respecto de la TC, es importante recalcar que de movilización activa o limitada por dolor,
su utilidad como estudio radiológico único en y de por lo menos 30º en cada dirección para
estos pacientes es reducida, y que su realización VHUFRQVLGHUDGDVX¿FLHQWH (VWDFRPELQDFLyQ
nunca exime de la necesidad de contar con los tres placas, TC y radiología dinámica, posee
estudios radiológicos simples ya mencionados. un VPN mayor al 99%. Como alternativa, en
Debe tenerse presente su limitada capacidad los pacientes en los que la presencia de dolor
para establecer la alineación de la columna, y o espasmo muscular impida la realización de
para valorar las estructuras blandas y las fractu- placas dinámicas según lo descrito, es posible
ras vertebrales de trazo horizontal. Su utilidad recurrir a la realización de una imagen por re-
fundamental radica en su capacidad diagnós- sonancia magnética (RMN) dentro de las 48
tica para las fracturas de trazo vertical y para horas de la lesión. (HYLGHQFLDFODVH,,,) Tanto las
fragmentos óseos que ocupen el canal medular. radiografías dinámicas como la RMN apuntan
Debe recordarse toda vez que se explore con a la detección de lesión o inestabilidad liga-
PHQWDULDODVFXDOHVSXHGHQMXVWL¿FDUHOGRORU
en ausencia de lesión ósea objetivable en la
radiología estática simple o en la TC.
Debe tenerse presente que no se conoce con
precisión cuál es el exacto valor predictivo de
una RMN con resultado positivo, llegándose
inclusive en algunos casos a la necesidad de
realizar posteriormente radiografías dinámi-
cas en forma diferida, al ofrecer las mismas
una mejor aproximación funcional. La RMN
puede conducir a un número mayor de “falsos
positivos” en los que se mantenga la inmovi-
lización cervical en forma innecesariamente

Figura 5: Radiografía normal de columna cervical Figura 6: Proyección transoral para odontoides
en proyección frente
354 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

prolongada, lo cual sin lugar a dudas no está serie de mecanismos de trauma considerados
exento de complicaciones. de DOWRULHVJR (caída de más de tres metros de
En el caso del paciente imposible de evaluar altura, trauma en ciclistas o en ocupante de
por deterioro del estado de conciencia de cual- vehículo motorizado con o sin expulsión de
quier origen (con una triple serie cervical y TC éste, lesiones deportivas o por aplastamiento,
normales) la incidencia de lesiones espinales peatón atropellado). Asimismo, deberá reali-
VLJQL¿FDWLYDVHVPHQRUDOSRUORTXHOXHJR zarse cuando se haya detectado una fractura
del análisis del mecanismo de lesión involucrado en cualquier nivel del raquis, dado que toda
y en función del juicio clínico, la inmoviliza- vez que se evidencie una fractura a cualquier
ción cervical podrá ser retirada en la mayoría nivel de la columna es mandatoria la evaluación
de estos pacientes, sin estudios ulteriores. En radiológica de la totalidad, pues el 10% de los
aquellos casos en los cuales persista una duda pacientes con una lesión raquídea traumática
razonable, podrá retirarse la inmovilización tiene otro nivel.
cervical luego de la obtención de imágenes La valoración radiológica de los segmentos
GLQiPLFDVHQÀH[LyQ\H[WHQVLyQUHDOL]DGDV extracervicales debe incluir las radiografías simples
SRUHOHVSHFLDOLVWDEDMRFRQWUROÀXRURVFySLFR ántero posterior y lateral, complementadas por
(VPN mayor al 99%) o luego de la realización la TC para todas aquellas zonas sospechosas o
de una RMN dentro de las 48 horas. ((YLGHQFLD mal visualizadas. Esta última situación es parti-
FODVH,,,) cularmente frecuente durante la evaluación del
Por fuera de lo mencionado, la RMN puede sector tóraco lumbar, por lo que tiende a ganar
FRQVLGHUDUVHHVSHFt¿FDPHQWHLQGLFDGDWRGDYH] peso en las recomendaciones más recientes la
TXHVHHYLGHQFLHGp¿FLWQHXUROyJLFRVLQSRGHU realización de una TC en todos los casos en
objetivarse lesión ósea (particularmente para los que se considere indicada su valoración
la detección de hernias discales o hematomas radiológica por presencia de sintomatología o
epidurales que requieran resolución quirúrgica por antecedente de mecanismo lesional.
a nivel toracolumbar) o cuando el nivel neu-
rológico no guarde coincidencia con el nivel 5.1.6.3. Tratamiento
óseo objetivado en las radiografías. farmacológico
Aunque no dispongamos de un nivel de evi- El conocimiento creciente acerca de los me-
dencia que permita establecer un grado de canismos bioquímicos involucrados en la gé-
recomendación, debe resaltarse el monto de nesis de la lesión secundaria ha venido desde
información que puede aportar la RMN al ci- hace años impulsando a los investigadores a
rujano que tenga a su cargo la elaboración de la la búsqueda de sustancias con la capacidad de
táctica más apropiada para la descompresión, modular dicha respuesta.
reducción y estabilización de lesiones vértebro Múltiples fármacos han sido sometidos a eva-
ligamentarias con compromiso neurológico luación a lo largo de abundante experiencia
real o potencial. La TC tridimensional puede preclínica en animales, y algunos de ellos incluso
en este aspecto ser también de utilidad en casos en protocolos de investigación en humanos.
seleccionados, no existiendo tampoco recomen- Naloxona, glucocorticoides, 21-aminoesteroides
GDFLRQHVHVSHFt¿FDVSDUDVXDSOLFDFLyQ como el mesilato de tirilazad, monosialogan-
Respecto de la valoración radiológica de los JOLyVLGRVWLURWUR¿QDQLPRGLSLQDGLPHWLOVXO-
segmentos torácico y lumbosacro, no se re- Iy[LGREORTXHDQWHVFiOFLFRV\DQWLLQÀDPDWRULRV
comienda la misma (aunque en este caso con no esteroides entre otros, engrosan la extensa
fuerza de (YLGHQFLDFODVH,,) en los pacientes lista de sustancias estudiadas. Muchas de ellas
DVLQWRPiWLFRVVHJ~QODGH¿QLFLyQSUHYLDPHQWH KDQVLGR\DGH¿QLWLYDPHQWHGHVFDUWDGDVDOQR
expuesta. Se recomienda la valoración radio- haber podido demostrarse que su utilización
lógica cuando alguna de aquellas condiciones WHQJDHIHFWREHQH¿FLRVRDOJXQR(QRWURVFDVRV
no se cumpla o bien cuando en un paciente VXH¿FDFLDSUHVXQWDFRQWLQ~DVLHQGRREMHWRGH
asintomático haya intervenido alguno de una investigación y aún en debate.
Traumatismo raquimedular ‡ 355

Otro grupo de sustancias más modernas sustenta un subgrupo de pacientes en el que la droga fue
un conjunto de promisorias investigaciones que administrada dentro de las 8 hs de producida la
ya se está llevando a cabo, como las neurotro- OHVLyQQRSXGRGHPRVWUDUHIHFWREHQH¿FLRVR
¿QDVQDOPHIHQHEORTXHDQWHVGHUHFHSWRUHV en el tratamiento con naloxona.
de los aminoácidos excitatorios, inhibidores Luego del entusiasmo inicial, la experiencia
de proteasas, etc. creciente con su utilización comenzó a generar
De los fármacos antes referidos, cuatro han entre los médicos cierta sensación de futilidad por
cumplido criterios rigurosos de selección ex- ORPDUJLQDOGHOEHQH¿FLRIXQFLRQDOUHVXOWDQWHSHVH
perimental y han sido sometidos a estudios en a lo cual los resultados del estudio convirtieron
humanos, metilprednisolona (MP), mesilato de facto al tratamiento con “megadosis” de MP
de tirilazad (MT), naloxona y el gangliósido dentro de las 8 hs del TRM cerrado prácticamente
GM-1. en un estándar de cuidado a nivel mundial, al
Probablemente el grupo de fármacos más estu- punto de que su falta de implementación, según ha
diado para su utilización terapéutica sea el de los sido publicado, ameritó en varias oportunidades
glucocorticoides. A partir de evidencia experi- en los EE.UU. severas sanciones judiciales para
mental en animales donde pudo demostrarse que los profesionales médicos involucrados, sentando
la administración temprana de una dosis elevada además jurisprudencia en tal sentido.
de MP en el TRM mejoraba los resultados a través A partir de los hallazgos del NASCIS 2, el grupo
de la inhibición de la peroxidación lipídica por de Bracken continuó con la línea de investiga-
neutralización de los radicales libres de oxígeno, ción, llevando a cabo el NASCIS 3, publicado
el grupo liderado por Bracken inició una serie de en 1997. Éste fue un EPAC doble ciego y mul-
investigaciones que dió lugar a la publicación ticéntrico, que, en función de los hallazgos de
de tres artículos que provocaron una verdadera su predecesor, no utilizó control con placebo y
revolución en la terapéutica farmacológica a nivel enroló 499 pacientes en tres ramas (en todos los
mundial durante la década de los 90: el estudio casos dentro de las 8 hs de producida la lesión
NASCIS (sigla de 1DWLRQDO$FXWH6SLQDO&RUG primaria):
,QMXU\6WXG\) y sus sucesores, los NASCIS 2 y ‡ 03DODGRVLV\DUHIHULGD\SRUKV
3. Comentaremos brevemente los dos últimos ‡ 03DLJXDOGRVLV\SRUKV
dada su notoriedad y relevancia. ‡ 07 PJNJFDGDKVSRUKV
(OHVWXGLRLGHQWL¿FyDOHVTXHPDGHKVFRPR
El NASCIS 2 fue un estudio prospectivo, alea- DOFDSD]GHEULQGDUHOPD\RUEHQH¿FLRVLHPSUH
torizado y controlado (EPAC), doble ciego y mul- que pudiera ser implementado dentro de las pri-
ticéntrico, publicado en 1990. En él se enrolaron meras 3 hs, mientras que entre la hora 3 y 8 se
487 pacientes con TRM cerrado, los cuales fueron ORJUDEDHOPD\RUEHQH¿FLRFRQHOWUDWDPLHQWR
aleatorizados distribuyéndolos en tres ramas te- por 48 hs (el cual, si bien generaba un aumento
rapéuticas (en todos los casos dentro de las doce en las tasas de neumonía y sepsis, no incremen-
hs de la lesión traumática): taba la mortalidad); no pudo demostrar efecto
‡ 'RVLVDOWDGH03LQWUDYHQRVD FDUJDGH EHQH¿FLRVRHQHOWUDWDPLHQWRFRQ07
mg/kg en 15 minutos, seguida de un receso
de 45 minutos y luego de un mantenimiento A partir de 1998 se sucede una serie de artícu-
de 5,4 mg/kg/h por 23 hs) los de distintos autores conduciendo revisiones
‡ 1DOR[RQDLQWUDYHQRVD FDUJDGHPJNJPiV críticas de la serie de Bracken y abriendo al
mantenimiento de 4 mg/kg/h por 23 hs) mundo médico una serie de planteos acerca de
‡ 3ODFHER cuestiones clínicas, metodológicas y hasta forma-
Sus conclusiones pueden resumirse en el ha- les, capaces de invalidar las conclusiones antes
llazgo de cierta mejoría en la función motora y referidas, para ese momento ya extensamente
sensitiva en el grupo MP a 6 semanas, 6 meses difundidas y casi ciegamente aceptadas.
y un año, sin diferencias en mortalidad, aunque Al momento actual, la evidencia disponible
HOUHIHULGREHQH¿FLRVHREVHUYyVRODPHQWHHQ UHYHODTXHVLELHQKDVLGRVXJHULGRXQEHQH¿FLR
356 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

neurológico potencial con este tratamiento, éste no existe una ventana terapéutica de entre 4 y 8 hs
puede considerarse convincentemente probado. en la que la realización de una cirugía de des-
El referido esquema no ha demostrado generar compresión puede mejorar la recuperación y el
EHQH¿FLRFOtQLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYRSDUDORVSD- resultado funcional. Tal evidencia (en asociación
cientes con TRM, tanto en sus modalidades de FRQHOPD\RUFRQRFLPLHQWRGHOD¿VLRSDWRORJtD
administración de 24 como de 48 hs. Asimismo, respecto de la hipertensión endorraquídea) es
la administración de MP en ambos esquemas se ha la que nos inclina “instintivamente” a procurar
DVRFLDGRFRQXQVLJQL¿FDWLYRDXPHQWRHQODWDVD la cirugía temprana en los pacientes politrau-
de complicaciones médicas. Por todo lo dicho es matizados con compresión medular evidente,
que la Asociación Americana de Neurocirujanos tal vez sin tener presente que contamos con
($PHULFDQ$VVRFLDWLRQRI1HXURORJLFDO6XUJHRQV escasos elementos de predicción de resultados
AANS) en sus guías de evaluación y tratamiento funcionales durante el período de atención inicial
recomienda que la utilización de MP en los re- del paciente luego del trauma.
gímenes publicados debe ser tomada exclusiva- Poder establecer un pronóstico neurológico
mente como una RSFLyQGHWUDWDPLHQWR, teniendo preciso para el cuadro clínico-radiológico del
presente al hacerlo que los riesgos relacionados paciente en los primeros días continúa siendo
con su administración pueden aun superar algún frecuentemente un desafío. Con excepción de
HIHFWREHQH¿FLRVRSRVLEOH aquellos raros casos en los que un estudio radio-
Respecto del tratamiento con el gangliósido lógico temprano revela una inequívoca sección
GM-1, estudiado clínicamente por Geisler, éste PHGXODUFRPSOHWDTXHGH¿QHFODUDPHQWHHOSUR-
ejercería sus efectos primordialmente por re- nóstico, en los restantes se dispone de escasa
ducción de los mecanismos de excitotoxicidad información acerca de la extensión precisa de la
DWUDYpVGHODLQKLELFLyQGHOLQÀXMRGHO&DDO lesión medular asociada a la compresión obje-
citoplasma. Respecto de él, la evidencia revela tivada y, por lo tanto, de la posibilidad genuina
de modo similar que si bien ha sido sugerido de mejoría con una cirugía de emergencia, que
XQHIHFWREHQH¿FLRVRSRWHQFLDOpVWHQRVHHQ- debe considerarse de muy alto riesgo.
cuentra convenientemente demostrado. Si bien En ella nos expondremos al riesgo de per-
los protocolos que lo utilizaron lo hicieron en der el enfoque sobre uno de los factores que
asociación con MP, la utilización del GM-1 no sí podemos controlar con mayor precisión el
VHKDDVRFLDGRFRQHIHFWRVDGYHUVRVVLJQL¿FD- cual es la hipotensión arterial. El traslado de
tivos propios. emergencia a quirófano de un paciente poli-
Estudios futuros nos permitirán conocer cuál WUDXPDWL]DGRJUDYHDORV¿QHVGHUHDOL]DUXQD
es la verdadera utilidad de estas sustancias en cirugía descompresiva de inciertos resultados
la terapéutica. expone al paciente al riesgo cierto de deterio-
ro hemodinámico intraoperatorio severo, aun
5.1.6.4. Evidencia para la cuando la resucitación inicial haya sido correcta
indicación de cirugía temprana \H¿FD](VSUREDEOHHQWDOHVFHQDULRTXHXQ
La evaluación secundaria (así como la fase de HSLVRGLRGHKLSRWHQVLyQDUWHULDOVLJQL¿FDWLYD
DWHQFLyQLQLFLDOGHOSROLWUDXPDWL]DGR ¿QDOL]D SXHGDHFKDUSRUWLHUUDFXDOTXLHUEHQH¿FLRTXH
con el traslado desde el área de emergencias razonablemente pudiera haberse esperado de
hacia el quirófano, para la resolución de la la cirugía temprana.
eventual problemática quirúrgico-neurológica Al momento actual, un único EPAC (al que
o sistémica, o bien hacia la unidad de atención por otro lado se le adjudican algunos errores
GH¿QLWLYD metodológicos) y un puñado de estudios clase
El momento más apropiado para la realización II y III, han procurado comparar la evolución
de una cirugía descompresiva luego del TRM de los pacientes sometidos a cirugía descom-
permanece siendo materia de controversia entre presiva WHPSUDQD GH¿QLGDFRPRODUHDOL]DGD
los expertos. Existe evidencia experimental en dentro de las 72 hs de la lesión) contra la de
animales que ha mostrado que luego del TRM aquellos sometidos a cirugía diferida. A través
Traumatismo raquimedular ‡ 357

de ellos es claro en primer término que en la VXH¿FDFLD\HYLWDUODVREUHWUDFFLyQ RIUHFHQ


SUiFWLFDHOFRQFHSWRGHFLUXJtDWHPSUDQDGL¿HUH una alternativa relativamente incruenta para la
en mucho de aquel de 4 a 8 hs sugerido por tentativa de descompresión temprana. Se con-
la evidencia experimental. Adicionalmente, sidera que para toda lesión cervical con pérdida
no ha podido extraerse de ellos información de alineación y posible compresión medular
valedera que permita elaborar recomendaciones debe realizarse siempre un intento inicial de
fundamentadas, más allá de algunas enseñanzas reducción/descompresión cerrada.
secundarias sobre una posible facilitación de
los cuidados generales del paciente, y probable
5.1.7. En la unidad de
reducción de complicaciones médicas y de días
atención definitiva
de internación, con su consiguiente reducción
de costes. Los pacientes con TRM grave, particular-
Una revisión de datos (&ODVH,,) del NASCIS mente aquellos con lesión a nivel cervical o
2 sugirió peores resultados para los pacientes con trauma multisistémico, son proclives al
intervenidos entre las 25 y las 200 hs poslesión. desarrollo en fase temprana de inestabilidad
De acuerdo con sus datos, la cirugía temprana hemodinámica y claudicación ventilatoria,
(antes de 25 hs) es igualmente segura y efectiva aun luego de una adecuada resucitación y una
que la realizada luego de las 200 hs. Se cree aparente estabilización clínica inicial.
que el estado edematoso máximo de la médula, (VWiGHPRVWUDGRHOEHQH¿FLRHQWpUPLQRVGH
alcanzado entre los días 2 y 4, incrementa las reducción de morbimortalidad, que el moni-
posibilidades de daño intraoperatorio durante toreo intensivo brinda en distintas patologías,
su manipulación. no escapando a este particular la entidad que
Sin fuerza de evidencia que sustente una aquí nos toca estudiar. Las medidas de mo-
conducta diferente, la buena práctica actual nitorización disponibles en las Unidades de
sugiere que la cirugía descompresiva podrá Terapia Intensiva (UTI) modernas permiten la
considerarse indicada en forma temprana toda detección instantánea de disturbios respiratorios
vez que nos encontremos frente a un paciente y cardiocirculatorios agudos o hiperagudos,
estable y con un trauma sistémico asociado permitiendo a los médicos intervinientes realizar
menor, para el cual pueda esperarse que la ci- un tratamiento oportuno con una consecuen-
rugía pueda implementarse de manera segura te reducción de la mortalidad y con mejores
y expeditiva, siempre que la misma constitu- resultados funcionales.
ya un procedimiento relativamente rápido que Es por estas razones que se recomienda que
minimice el riesgo de hipotensión iatrogénica el manejo de estos pacientes se realice en tales
intraoperatoria. Es aquí cuando comprendemos unidades, por lo menos durante el período
por qué la ventana de 4 a 8 hs es virtualmente de mayor probabilidad de aparición de com-
inalcanzable en la práctica clínica. SOLFDFLRQHVVHFXQGDULDVDÀXFWXDFLRQHVGHOD
En todos los demás casos, la cirugía descom- función cardiorrespiratoria (primeros 7 a 14
presiva debe probablemente indicarse como una días), con fuerza de (YLGHQFLD &ODVH,,,.
urgencia más que como una emergencia, imple- Resulta de importancia crucial en este parti-
mentándola una vez que las condiciones arriba cular la monitorización de la tensión arterial y
citadas puedan garantizarse. El mismo criterio el manejo agresivo de la hipotensión, trastorno
deberemos aplicar cuando decidamos acerca de de frecuente aparición, en estos pacientes aso-
la mejor oportunidad quirúrgica para las cirugías ciado a la hipovolemia, al shock neurogénico
GHHVWDELOL]DFLyQGH¿QLWLYD o a la combinación de ambos.
Los métodos de reducción cerrada (funda- La hipotensión arterial, según se ha demos-
mentalmente la tracción combinada con re- trado en múltiples trabajos en pacientes poli-
GXFFLyQPDQXDOEDMRÀXRURVFRStDRELHQOD traumatizados graves, se asocia al desarrollo de
simple tracción con peso progresivo y control complicaciones tempranas y tardías en el curso
UDGLROyJLFRVLPSOHVHULDGRTXHSHUPLWDYHUL¿FDU de la enfermedad, así como a malos resulta-
358 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

dos en varias entidades, como el traumatismo prolongadas que pueden medirse en meses,
HQFpIDORFUDQHDQR 7(& JUDYH&RQHO¿QGH jalonadas por la aparición frecuente de múltiples
establecer un paralelismo, es en dicha entidad complicaciones sistémicas que deben atenderse
que contamos con evidencia de &ODVH, relacio- GHPRGRFXLGDGRVRLQVX¿FLHQFLDYHQWLODWRULD
nada con que la corrección precoz y agresiva y asistencia mecánica prolongada; fenómenos
de la hipotensión e hipoperfusión contribuye disautonómicos (hipotensión, bradicardia, hi-
a reducir su morbimortalidad. SHUUHÀH[LDGLVDXWRQyPLFDVXSHUVHQVLELOLGDG
Habida cuenta que la corrección de la hipotensión de los receptores colinérgicos, poiquilotermia,
DUWHULDOHVXQSULQFLSLRpWLFR\FLHQWt¿FREiVLFR íleo, constipación, incontinencia fecal, retención
durante el manejo de pacientes con lesiones urinaria, disfunción sexual); infecciones, sep-
traumáticas, es claro que no disponemos de sis y fallo multiorgánico asociado; desórdenes
evidencia &ODVH,que demuestre los efectos hidroelectrolíticos; isquemia vértebro basilar
deletéreos de la hipotensión arterial sobre la secundaria a lesión de las arterias vertebrales;
lesión medular aguda en humanos, pero existe trombosis venosa profunda (TVP) y tromboem-
abundante evidencia experimental acerca de bolismo pulmonar (TEP); lesiones pépticas del
que la misma puede contribuir a la secundaria tubo digestivo; lesiones cutáneas por decúbito;
luego del TRM por reducción de la perfusión GHVQXWULFLyQDWUR¿DPXVFXODU\HVSDVWLFLGDG
medular. La inducción de hipotensión arterial trastornos psicológicos.
en modelos animales de trauma medular ha La supersensibilidad de los receptores coli-
demostrado condicionar peores resultados nérgicos puede producir la muerte súbita del
neurológicos. paciente inmediatamente luego de la admi-
De modo complementario, varias series clínicas nistración de succinilcolina por hiperkalemia
en humanos —basadas en un control agresivo aguda. Se cree que este fenómeno puede ser
de la tensión arterial y la oxigenación— han observado ya desde el primer día de internación
demostrado que el mismo no produce conse- y hasta por 18 meses.
cuencias deletéreas y han sugerido que puede La incidencia de complicaciones tromboem-
mejorar los resultados funcionales. bólicas en los pacientes con TRM es elevada,
Se recomienda, con fuerza de (YLGHQFLD&ODVH reportándose frecuencias desde un 7 hasta un
IIITXHODKLSRWHQVLyQDUWHULDOGH¿QLGDFRPR 100%, dependiendo de algunos factores como el
tensión arterial sistólica (TAS) menor de 90 nivel lesional, la edad del paciente y el método
mmHg, sea escrupulosamente evitada o co- utilizado para el diagnóstico. Es por esto que
rregida lo antes posible luego del TRM. Con ODLPSOHPHQWDFLyQGHPHGLGDVH¿FDFHVSDUD
igual respaldo de la literatura se conoce que el su prevención es fuertemente recomendada.
tratamiento tendiente a mantener una tensión ((YLGHQFLDGH&ODVH,)
arterial media (TAM) mayor a los 85-90 mmHg $WDO¿QVHDFRQVHMDFRPRXQHVWiQGDUODXWL-
durante los primeros 7 días siguientes al TRM lización de heparinas de bajo peso molecular
es seguro, y que puede contribuir a mejorar la (HBPM), heparina sódica a dosis ajustada (para
perfusión medular y secundariamente el resul- PRGL¿FDUHO.377DYHFHVHOYDORUEDVDO R
tado funcional neurológico. de camas rotatorias. ((YLGHQFLDGH&ODVH,)
El tiempo total de estadía hospitalaria ronda Según se ha observado, la incidencia de TVP
los dos meses para el paciente parapléjico y disminuye con el paso del tiempo, siendo muy
los tres meses para el tetrapléjico. La estadía infrecuentes luego de los tres meses, por lo que
promedio del paciente afectado por una lesión QRVHFRQVLGHUDDSURSLDGRTXHODSUR¿OD[LVHQ
medular grave en la UTI (para aquellos que los pacientes con lesiones completas se extienda
ingresan a ella inmediatamente después del más allá (&ODVH,,,), con la posible excepción de
trauma) ha disminuido de 25 días en 1974 a 18 aquellos pacientes considerados de particular
días en 2004. En algunos casos, particularmente alto riesgo como son los obesos, los ancianos y
en aquellos pacientes con nivel de lesión más aquellos con antecedente de eventos tromboe-
alto, se requiere de internaciones mucho más mbólicos, en los cuales puede prolongarse.
Traumatismo raquimedular ‡ 359

La utilización de mini dosis de heparina sódica Pero este fenómeno de DXWRFDQLEDOLVPRPHWD


(habitualmente 5000 UI cada 8 o 12 hs) como EyOLFR posee una peculiaridad en el paciente con
SUR¿OD[LVH[FOXVLYDQRVHUHFRPLHQGD &ODVH TRM grave, dado que la denervación conduce
II), aunque sí cuando se la combine con dispo- DODDWUR¿DPXVFXODUFRQZDVWLQJ proteico y con
sitivos de compresión neumática intermitente alta pérdida “obligada” de nitrógeno urinario,
de MMII o con electroestimulación (&ODVH,). ODFXDOQRUHÀHMDFRQH[DFWLWXGHOJUDGRGH
La utilización exclusiva de los referidos dis- hipercatabolismo.
positivos de compresión neumática secuencial Las estimaciones de gasto energético basal a
GHORV00,,QRSXHGHFRQVLGHUDUVHVX¿FLHQWH través de ecuaciones, en estos pacientes resultan
7DPSRFRVHFRQVLGHUDSUR¿OD[LVH¿FD]ODVROD imprecisas, por lo que se recomienda la utiliza-
utilización de anticoagulación oral. ((YLGHQFLD ción de calorimetría indirecta para estimar con
GH&ODVH,,) precisión la tasa de gasto energético de estos
Para el diagnóstico de TVP pueden utilizarse enfermos. ((YLGHQFLDGH&ODVH,,,)
tanto la ecografía duplex como la pletismografía El propósito nutricional debe ser el de cubrir
GHLPSHGDQFLDRODÀHERJUDItDFRQYHQFLRQDO las necesidades calórica y nitrogenada, y no
esta última considerada el estándar de oro. perseguir la neutralización del balance nitro-
((YLGHQFLDGH&ODVH,,,) genado negativo.
/DXWLOL]DFLyQGH¿OWURVGHYHQDFDYDLQIH-
rior, considerada útil para la prevención del Por lo demás, la alimentación de estos pa-
TEP, se considera apropiada en función de la cientes debe guiarse por los principios y nor-
evidencia disponible para aquellos pacientes mas habituales por los que se rige el soporte
con TEP y fracaso de la anticoagulación, o bien nutricional de la población de pacientes en
con contraindicación para la misma o para el UTI.
XVRGHORVPpWRGRVGHSUR¿OD[LVGHOD793\D
referidos. ((YLGHQFLDGH&ODVH,,,)
5.1.8. Conclusiones
3DUD¿QDOL]DUUHFRUGDUHPRVDOOHFWRUDOJXQRV
conceptos en lo relativo al soporte nutricional Resumen de las guías de práctica clínica de
del paciente con TRM durante el período agu- la AANS.
do; no se dispone de fuerte evidencia en este
particular, y las siguientes pueden considerarse 5.1.8.1. Estándares
como opciones en el tratamiento. (Evidencia clase I)
En todos los tipos de lesión traumática grave 1. No se recomienda la evaluación radiológica
y particularmente en la neurológica (TRM y de la columna cervical en los pacientes
TEC), se produce un fenómeno de severo hi- O~FLGRV\QRLQWR[LFDGRVVLQGp¿FLWQHX-
percatabolismo, con depleción de las reservas rológico periférico, que no posean dolor
energéticas de glucógeno y grasas, pérdida ni sensibilidad cervicales espontáneos o
de la masa muscular, aumento del egreso de a la palpación, y que carezcan de lesio-
nitrógeno urinario, y disminución de la sín- QHVDVRFLDGDVVLJQL¿FDWLYDVTXHSXHGDQ
tesis proteica. Es así que estos pacientes se entorpecer la valoración sintomática.
encuentran en riesgo de instalación de des- 2. La 7ULSOH6HULH radiológica cervical (ánte-
nutrición severa durante las primeras dos a roposterior, lateral y transoral para odon-
tres semanas de internación, con lo que se toides) se recomienda para la evaluación
exponen a las complicaciones que de ella de- de la columna cervical en los pacientes
rivan como la inmunodepresión y el aumento traumatizados que no cumplan con los
de la susceptibilidad a infecciones, retraso en criterios recién mencionados. La misma
la curación de las heridas, prolongación del debe ser complementada con TC para de-
tiempo de asistencia ventilatoria mecánica y ¿QLUODViUHDVQRELHQYLVXDOL]DGDVHQODV
lesión de la mucosa digestiva. radiografías simples.
360 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

3. Se recomienda la implementación de medidas ÀH[RH[WHQVLyQRELHQGHXQD501UHDOL]DGD


GHSUR¿OD[LVSDUDODHQIHUPHGDGWURPERHP- dentro de las 48 hs de la lesión.
EyOLFDSDUDORVSDFLHQWHVFRQGp¿FLWPRWRU 6. Se podrá retirar la inmovilización cervical
severo secundario a lesión de la médula en pacientes con deterioro del estado de
HVSLQDO$WDO¿QSXHGHQXWLOL]DUVH+%30 conciencia y radiografías simples normales
heparina sódica a dosis ajustada o camas (más eventual TC si hubiera sido necesa-
rotatorias, así como también heparina sódica rio), luego de la valoración dinámica de la
en mini dosis combinada con compresión FROXPQDFHUYLFDOHQÀH[RH[WHQVLyQEDMR
neumática intermitente de los miembros radioscopía o bien luego de la realización
inferiores o electroestimuladores. de una RMN dentro de las 48 hs de la lesión,
o a criterio del grupo médico tratante.
5.1.8.2. Guías 7. Se recomienda que el control de los pa-
(evidencia clase II) cientes con lesión espinal, particularmente
La heparina sódica en mini dosis ni la anti- de aquellos con lesión a nivel cervical, se
coagulación oral pueden considerarse medi- lleve a cabo inicialmente en la UTI o en
GDVSUR¿OiFWLFDVH¿FDFHVSDUDODHQIHUPHGDG un entorno con capacidades de monitoreo
tromboembólica. equivalentes.
8. Se recomienda la utilización de dispositivos
5.1.8.3.- Opciones para el monitoreo de la función cardíaca,
(evidencia clase III) hemodinámica y respiratoria durante dicho
1. Todos los pacientes politraumatizados con período.
lesión de la columna cervical o con un meca- 9. La hipotensión arterial (TAS < 90 mmHg) se
nismo lesional de alto riesgo para ésta deben debe evitar o corregir lo más tempranamente
ser convenientemente inmovilizados en la posible luego de la lesión medular aguda.
escena y durante el transporte, con alguno 10. Se recomienda mantener una TAM de 85-
GHORVPpWRGRVGLVSRQLEOHVDWDO¿Q 90 mmHg durante los primeros siete días
2. La combinación de un collar cervical rígido luego de una lesión de médula espinal, con
y de una tabla espinal larga con soportes HO¿QGHPHMRUDUVXSHUIXVLyQ
cefálicos laterales y cintas de sujeción es 11. La administración de metilprednisolona
efectiva para la inmovilización y está reco- tanto por 24 como por 48 hs se recomien-
mendada, debiendo desalentarse la práctica da como una opción para el tratamiento
de utilizar bolsas de arena y cinta adhesiva de estos pacientes, que debe ser asumida
para inmovilizar lateralmente la cabeza. teniendo en cuenta que la evidencia susten-
3. Se recomienda el traslado rápido y cuidadoso ta de forma más consistente la relevancia
de las víctimas a la institución más cerca- de los potenciales efectos adversos que la
QDFDSD]GHEULQGDUOHVDWHQFLyQGH¿QLWLYD GHDOJ~QHIHFWREHQH¿FLRVRFOtQLFDPHQWH
utilizando para ello el medio de transporte VLJQL¿FDWLYR
disponible más apropiado. 12. El tratamiento con gangliósido GM-1 se
 6HUHFRPLHQGDODFODVL¿FDFLyQQHXUROyJLFD UHFRPLHQGDFRPRXQDRSFLyQVLQEHQH¿FLR
estandarizada de la ASIA como la herramienta clínico demostrado.
preferida de examen neurológico para los 13. Para el diagnóstico de la TVP se recomienda
médicos a cargo del manejo de pacientes la utilización de ecografía duplex, pletis-
con lesión medular aguda. mografía de impedancia o venografía con-
5. La inmovilización espinal en los pacientes vencional.
con dolor cervical y radiografías simples 14. Se recomienda que la duración de la pro-
normales (más eventual TC si fuere nece- ¿OD[LVSDUD793\7(3HQSDFLHQWHVFRQ
sario), podrá removerse luego de la obten- lesiones medulares severas se extienda por
ción de radiografías simples dinámicas en tres meses.
Traumatismo raquimedular ‡ 361

/RV¿OWURVGHYHQDFDYDLQIHULRUSXHGHQ 16. Se recomienda la implementación del soporte


utilizarse en aquellos pacientes que posean nutricional para los pacientes con lesión
contraindicaciones para la implementación medular. Para ello es importante el uso de
GHRWUDVPHGLGDVSUR¿OiFWLFDVRELHQHQ calorimetría indirecta, ya que las ecuacio-
aquellos con TVP o TEP que posean con- nes de predicción del gasto energético y el
traindicación para anticoagulación o en los aporte calórico que de su aplicación deriva,
que ésta haya fracasado. suele ser inexacto.
362 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

5.2. Guías para la evaluación


y tratamiento del traumatismo
raquimedular: aspectos quirúrgicos
3DEOR-DOyQ
Santiago González Abbati
-DYLHU*RODQG
Mariano Socolovsky

5.2.1. Introducción 5.2.2. Fuente de evidencia


La cirugía de las lesiones traumáticas de la American Association of Neurological Sur-
columna cervical ha evolucionado de tal ma- geons, Congress of Neurological Surgeons.
nera en los últimos 50 años, que pacientes Management of vertebral artery injuries after
que hacia mediados del siglo pasado eran nonpenetrating cervical trauma. En: 1HXUR
FODVL¿FDGRVFRPRLQRSHUDEOHV y condenados VXUJHU\ 2002; 50(3 Suppl):S173-8.
a una sobrevida de secuelas e invalidez per- Anderson PA. Spinal cord injury and lower
manentes, en la actualidad son pasibles de cervical spine injuries. En: An, H.S.: 3ULQFLSOHV
ser intervenidos quirúrgicamente y regresar DQG WHFKQLTXHV RI VSLQH VXUJHU\. Maryland:
en muchos casos a un nivel de vida compa- Williams & Wilkins, 1998; p.295-330.
rable al que poseían previo al trauma raqui- Coyne T.J., Fehlings M.G., Wallace M.C., Ber-
medular. nstein M., Tator C.H. “C1-C2 posterior cervical
Asimismo, la cirugía de las lesiones verte- IXVLRQORQJWHUPHYDOXDWLRQRIUHVXOWVDQGHI¿-
brales y medulares es un campo en el cual cacy.” En: 1HXURVXUJHU\ 1995; 37(4):688-92.
aún se debaten conductas diferentes para Denis F., Davis S., Comfort T. “Sacral fractures:
problemas similares. Esto ocurre probable- an important problem. Retrospective analysis of
mente debido a que, al igual que en otras 236 cases.” En: &OLQ2UWKRS 1988; 227:67-81.
áreas de la medicina y del conocimiento Dickman C.A., Greene K.A., Sonntag V.K.
humano en general, se puede arribar a la “Injuries involving the transverse atlantal li-
solución de un problema determinado por JDPHQWFODVVL¿FDWLRQDQGWUHDWPHQWJXLGHOL-
métodos disímiles y hasta contrapuestos, nes based upon experience with 39 injuries.”
todos igualmente válidos, pero cada uno En: 1HXURVXUJHU\ 1996; 38(1):44-50.
con ventajas y desventajas respecto de los Esses S., Siff T.E. “Sacral Disorders.” En: An,
otros. H.S.: 3ULQFLSOHVDQGWHFKQLTXHVRIVSLQH VXUJHU\.
El propósito de esta sección es determinar Maryland: Williams & Wilkins, 1998; p.629-40.
la conducta terapéutica en lesiones por trau- Fountas K.N., Kapsalaki E.Z., Karampelas
ma raquimedular según la evidencia biblio- I. HW DO “Results of long-term follow-up in
JUi¿FDH[LVWHQWH1RVHDQDOL]DUiQGLIHUHQWHV SDWLHQWV XQGHUJRLQJ DQWHULRU VFUHZ ¿[DWLRQ
técnicas quirúrgicas, sino que se hará hinca- for type II and rostral type III odontoid frac-
SLp HQ OD FODVL¿FDFLyQ GH ODV OHVLRQHV \ ODV tures.” En: 6SLQH 2005; 30(6):661-9.
indicaciones de las diferentes terapéuticas en García J. “Síndrome asociado a latigazo cer-
cada una de ellas. vical.” En: 5HY&OLQ(VS 2004; 204(6):326-30.
Traumatismo raquimedular ‡ 363

Harma A., Inan M. “Surgical management 5.2.3. Clasificación de las


of transforaminal sacral fractures.” En: ,QW lesiones raquimedulares
2UWKRS 2005; 29(5):333-7.
Hsu J.M., Joseph T., Ellis A.M. “Thora- Según su localización, las lesiones vertebrales
columbar fracture in blunt trauma patients: suelen ser divididas en tres grandes grupos. Sin
guidelines for diagnosis and imaging.” En: embargo, estos grupos no son los que a priori el
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Rigidez Dolor a la Ausencia de


Clínica Cervicalgia 'p¿FLWPRWRU
cervical compresión UHÀHMRV
Grado I • • •
Grado II • • • •
Grado III • • • • •
&ODVL¿FDFLyQ&OtQLFDGHODOHVLyQSRUODWLJD]RFHUYLFDO
364 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

de la movilidad, debilidad motora o pares- Dislocación atlanto-occipital


tesias en miembros superiores. Otros sínto- 'H¿QLFLyQ
mas menos frecuentes son disfagia, mareos, Provocada por una distracción longitudinal,
vértigo, trastornos visuales y auditivos, de- luxación anterior o posterior. Su inciden-
terioro cognitivo. cia se duplica en los niños al compararlos
con la población adulta. Posee una clínica
,PiJHQHV. En la radiografía simple de per- muy variable y dada la incidencia de casos
¿OGHODFROXPQDFHUYLFDOVHVXHOHREVHUYDU asintomáticos se cree que está subdiagnos-
disminución de la lordosis cervical o cifosis ticada.
cervical.
La Resonancia Magnética Nuclear (RMN) 3UHVHQWDFLyQFOtQLFD
cervical está reservada para los pacientes El 20% de los pacientes no presenta sín-
con Grados II y III. Puede mostrar lesión tomas. Los sintomáticos pueden presentar
del ligamento vertebral común anterior, de lesiones rápidamente mortales como la dis-
la parte anterior del cuerpo vertebral o del ORFDFLyQEXOERFHUYLFDOGp¿FLWQHXUROyJLFR
DQLOOR¿EURVRFROHFFLRQHVUHWURHVRIiJLFDVR (monoparesia, hemiparesia, cuadriparesia o
avulsión de músculos del cuello. Gp¿FLW GH SDUHV FUDQHDOHV SDUWLFXODUPHQWH
9,;\;,, (VWRVGp¿FLWVSXHGHQHPSHR-
&RQGXFWD Collar cervical blando en Grado rar con la tracción cervical.
II y III, no más de 96 hs.
0DQHMRIDUPDFROyJLFRGHOGRORU DQWLLQÀD- &ODVL¿FDFLyQ
matorios no esteroides, solos o en combina- Tipo I: anterior
ción con opiodes). Tipo II: longitudinal
Se complementa con rehabilitación kinesio- Tipo III: posterior
OyJLFD\¿VLRWHUiSLFDFHUYLFDOSURJUHVLYD Otros Tipos: lateral, rotacional o multidireccional

Figura 1: Diagrama de un corte sagital de la unión cráneocervical que muestra los distintos métodos para
HYDOXDUXQDGLVORFDFLyQDWODQWRRFFLSLWDO $%&'( HQXQDUDGLRJUDItDFHUYLFDOGHSHU¿O0RGL¿FDGRGH
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Traumatismo raquimedular ‡ 365

,PiJHQHV limita sobremanera la movilidad de la cabeza


5DGLRJUDItDVLPSOHGHSHU¿OGHODFROXPQDFHU sobre el cuerpo, pero que es el tratamiento
YLFDO(sensibilidad del 57%): ()LJXUD) GH¿QLWLYRUHFRPHQGDGR
Existen diversos métodos radiológicos para
diagnosticar la dislocación: Fractura de aislada del Atlas (C1)
1. Método de Wholey: o fractura de Jefferson
Distancia Basion (borde anterior del fora- 'H¿QLFLyQ\SUHVHQWDFLyQFOtQLFD
men magno) – Punta de la Odontoides > 10 Generalmente se produce por carga axial
mm (peso sobre la cabeza) y puede generar frac-
2. Método de Powers (cociente de Powers): turas múltiples, bilaterales o unilaterales del
Distancia Basion – Arco posterior del atlas / FXHUSR GH & 5DUDPHQWH SURGXFH Gp¿FLW
Distancia Opisión (borde posterior del forá- neurológico.
men magno) – Arco anterior del atlas > 1
3. Método de Dublin: ,PiJHQHV
Distancia borde posterior de la mandíbula – Radiografía simple transoral ánteroposterior
Atlas > 13 mm de la columna cervical alta: Pone de mani-
Distancia borde posterior de la mandíbula – ¿HVWRODIUDFWXUDGHODUFRDQWHULRUGHOSRVWH-
Odontoides > 20 mm rior o de la masa lateral del Atlas.
4. Método de Lee: Regla de Spence: 6LODVXPDGHOGHVSOD]D
- Falta de una línea desde el Basion a la PLHQWR GH DPEDV PDVDV ODWHUDOHV GHO DWODV
unión espinolaminar del axis, que inter- VREUHHOD[LVHVPD\RUDPPHOOLJDPHQ
secte a C2. WR WUDQVYHUVR GHO DWODV SUREDEOHPHQWH HVWp
- Falta de una línea desde el Opision al án- OHVLRQDGR. En estos casos se deberá realizar
gulo pósteroinferior del cuerpo del axis una RMN de columna cervical, para evaluar
que intersecte a C1. dicho ligamento y la probable inestabilidad.
5. Método de Harris: es el de elección &RQGXFWD
Distancia Basion – Línea posterior del Axis &DVLQXQFDHVQHFHVDULRUHDOL]DUXQD¿MDFLyQ
> 12 o - 4 mm ó quirúrgica. Mediante la inmovilización ex-
Distancia Basion – Punta de la odontoides > terna con diversos dispositivos como el co-
12 mm llar cervical, el Halo-chaqueta o el SOMI
(6WHUQDO2FFLSLWDO0DQGLEXODU,PPRELOL]HU)
Visualización de edema en el tejido blando durante un tiempo prudencial de tres meses,
prevertebral en la radiografía simple: se debe HVVX¿FLHQWHSDUDORJUDUXQDUHGXFFLyQHVWD-
sospechar fuertemente en la dislocación at- ble. En los casos de fracturas conminutas o
lanto-occipital (sensibilidad del 90%) y rea- P~OWLSOHV SXHGH UHTXHULUVH GH XQD ¿MDFLyQ
lizar una RMN. C1-C2. En la )LJXUD  se muestra el trata-
7RPRJUDItD&RPSXWDGD\501 Se realiza- miento de acuerdo al tipo de fractura.
rán ante la sospecha clínica de la dislocación
atlanto-occipital a pesar de estudios radio-
Fractura aislada del axis (C2)
JUi¿FRVQHJDWLYRV VHQVLELOLGDGGHSDUD
la TC y de 86% para la RMN). Orientan al Espondilolistesis traumática del axis o
diagnóstico el hallazgo de hemorragia aso- fractura del ahorcado
ciada (subaracnoidea, subdural, contusión). 'H¿QLFLyQ
&RQGXFWD En general se trata de una fractura bilateral
La aplicación de tracción cervical está con- a nivel de la pars interarticular (istmo) del
traindicada. pedículo.
Inicialmente se indica inmovilización ex- 3UHVHQWDFLyQFOtQLFD
terna, hasta realizar la artrodesis (fusión) Usualmente es estable y raramente produce
FUiQHRFHUYLFDOGH¿QLWLYDSURFHGLPLHQWRTXH Gp¿FLWQHXUROyJLFR   7DEOD)
366 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

,PiJHQHV VHPDQL¿HVWDSRUODVXEOX[DFLyQ\RODDQJX-
5DGLRJUDItD VLPSOH GH SHU¿O GH OD FROXPQD lación, que determinan el tipo de fractura. En
FHUYLFDOSRQHGHPDQL¿HVWRODIUDFWXUDHQOD los casos restantes (5%) será necesario reali-
mayoría de los casos (95%). La inestabilidad zar una TC. ()LJXUD)

TIPO DE FRACTURA TRATAMIENTO


Fractura del arco anterior o del posterior

- Collar, Halo o SOMI


por 12 semanas

Fractura del arco anterior y del posterior (en estallido)

- Collar, Halo o SOMI


‡Estable (ligamento transverso del atlas intacto) por 12 semanas
‡Inestable (ligamento transverso del atlas lesionado)
- por avulsión - Collar, Halo o SOMI por 12
- por lesión directa VHPDQDV\HYHQWXDO¿MDFLyQ
interna de C1-C2
- Fijación interna C1-C2

Fractura de la masa lateral


Conminuta

- Collar, Halo o SOMI


por 12 semanas

)UDFWXUDGHODDSy¿VLVWUDQVYHUVD

Figura 2: Tipo de fracturas del atlas y su correspondiente tratamiento


Traumatismo raquimedular ‡ 367

&RQGXFWD
(QHOHVWUDWDGDVyORFRQ¿MDFLyQFHUYL-
cal externa (Collar, Halo o SOMI). En la Ta
EOD se resume el tratamiento según el tipo
de fractura.
Independientemente del tipo de fractura se
UHDOL]DUiWUDWDPLHQWRTXLU~UJLFR ¿MDFLyQLQ-
terna con fusión de los cuerpos C2-C3 por
vía anterior), en los siguientes casos:
a. Incapacidad para reducir la fractura en
forma cerrada
b. Fallo en el tratamiento de inmovilización
(inestabilidad) luego de 12 semanas
c. Hernia de disco traumática asociada que
comprime la médula espinal

)UDFWXUDGHODDSy¿VLVRGRQWRLGHV
3UHVHQWDFLyQFOtQLFD
En el 25% al 40% de los casos se produce la
muerte inmediata luego del traumatismo.
En los sobrevivientes el dolor cervical pos-
terior (distribución en el territorio del nervio
Figura 3: Fractura del “ahorcado” tipo 2 occipital mayor) es notorio y característica-

TIPO DESCRIPCIÓN MECANISMO

I Fractura del istmo con subluxación de C2 sobre C3 Carga axial +


< 3 mm Hiperextensión

II Fractura del istmo, con disrupción del disco C2-C3 Hiperextensión + Flexión
y del ligamento longitudinal posterior, que produce por rebote
una subluxación de C2 sobre C3 > 4 mm o una
angulación > 11º

IIA Menor subluxación pero mayor angulación Flexión + Distracción


que la Tipo II

III Fractura del istmo y disrupción de la cápsula Flexión + Hiperextensión


facetaria de C2-C3 por rebote

Tabla 1:&ODVL¿FDFLyQGHODVIUDFWXUDVGHO$[LVVHJ~Q(IIHQGLHWDO y Sonntag HWDO

TIPO TRATAMIENTO

I - Fijación cervical externa por 12 semanas

II - Reducción cerrada por tracción cervical + Fijación cervical externa por 12 semanas

III &LUXJtD¿MDFLyQLQWHUQDFRQIXVLyQGHORVFXHUSRV&&SRUYtDDQWHULRU
Tabla 2: Tratamiento según el tipo de fractura del axis
368 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

TIPO CARACTERÍSTICAS ESQUEMA


I Fractura en la punta de la
odontoides, por encima del
ligamento transverso

II Fractura en la base de la
odontoides, es la más frecuente

IIA Fractura similar a la de tipo II


pero conminuta

III Fractura en la odontoides que se


extiende hacia el cuerpo de C2

Tabla 3:&ODVL¿FDFLyQGH$QGHUVRQ\'¶$ORQ]R
Traumatismo raquimedular ‡ 369

mente, el paciente se sostiene la cabeza al pa- Otras fracturas de C2


sar de la posición sentada a la erecta. Puede Incluyen IUDFWXUDVGHOFXHUSR, de la DSy¿VLV
SUHVHQWDURFDVLRQDOPHQWHGp¿FLWQHXUROyJLFR HVSLQRVD, de la OiPLQD, de las IDFHWDV o de la
PDVDODWHUDOGHOD[LV.
,PiJHQHV
5DGLRJUDItDiQWHURSRVWHULRUWUDQVRUDO pone &RQGXFWD
GHPDQL¿HVWRODIUDFWXUD Fijación Cervical Externa (collar, halo-vest)
7RPRJUDItDFRPSXWDGDFRURQDO tiene mayor por 12 semanas.
rédito diagnóstico
Fracturas combinadas
&RQGXFWD del atlas y del axis
7RGRVORVSDFLHQWHVFRQIUDFWXUDGHODDSy¿VLV La decisión terapéutica está basada primaria-
odontoides, independientemente del tipo de frac- mente en el tipo de fractura combinada, resu-
tura, deberán colocarse inicialmente en Fijación mida en la 7DEOD.
Cervical Externa (collar, halo-chaqueta).
(O WUDWDPLHQWR GH¿QLWLYR VHUi VXJHULGR GH
Lesiones cervicales
acuerdo al tipo de fractura, tal como se deta-
subaxiales (C3 a C7)
lla en las 7DEODV FODVL¿FDFLyQGH$QGHUVRQ
\GH'µ$ORQ]RGHODVIUDFWXUDVGHODDSy¿VLV Fractura por compresión
odontoides) \. 'H¿QLFLyQ\SUHVHQWDFLyQFOtQLFD
6HSURGXFHSRUÀH[LyQ\FDUJDD[LDOFRQIDOOD
En caso de tratamiento quirúrgico éste se GHODFROXPQDDQWHULRU3RUGH¿QLFLyQODFR-
realizará antes de los seis meses. lumna media está intacta sin compromiso del
Las opciones son: FDQDO PHGXODU \ SRU OR WDQWR QR KD\ Gp¿FLW
Fijación interna con tornillo, vía anterior neurológico.
(de elección)
Fijación interna con fusión C1-C2, vía pos- &RQGXFWD
terior. La técnica de artrodesis con alambre Fijación-Inmovilización Cervical Externa
ha sido superada por los tornillos, por una (collar, halo-chaqueta) por 12 semanas.
mayor tasa de fusión (95-100%).

TIPO TRATAMIENTO

I Fijación cervical externa por 12 semanas

II Paciente < 50 años: Fijación cervical externa por 12 semanas


Paciente > 50 años: Cirugía
Desplazamiento de la odontoides > 5 mm: Cirugía
Incapacidad para lograr la alineación con la Fijación Cervical Externa luego de 12
semanas: Cirugía
IIA Cirugía

III Fijación cervical externa por 12 semanas


Desplazamiento de la odontoides > 5 mm: Cirugía
Incapacidad para lograr la alineación con la Fijación Cervical Externa luego de 12
semanas: Cirugía
Tabla 4:7UDWDPLHQWRVHJ~QHOWLSRGHIUDFWXUDGHODDSy¿VLVRGRQWRLGHV
370 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Fractura por estallido Si se asocia con dislocación facetaria puede


'H¿QLFLyQ\SUHVHQWDFLyQFOtQLFD requerir una artrodesis combinada anterior y
6HSURGXFHSRUFDUJDD[LDO\ÀH[LyQFRQIDOOD posterior.
de la columna anterior y media. Hay com-
SURPLVR GHO FDQDO \ VXHOH FRH[LVWLU Gp¿FLW
neurológico.
&RQGXFWD
Cirugía de estabilización por vía anterior
(corpectomía).

Fractura en lágrima o Schneider


'H¿QLFLyQ\SUHVHQWDFLyQFOtQLFD
6H SURGXFH SRU KLSHUÀH[LyQ TXH OOHYD D OD
presencia de un chip óseo en la parte ántero-
inferior del cuerpo vertebral. Es una fractura
LQHVWDEOH VLHPSUH FRQ SUHVHQFLD GH Gp¿FLW
neurológico.
,PiJHQHV
Chip óseo en la parte ánteroinferior del cuer-
po vertebral (Rx lateral).
Frecuentemente asociada a fractura sagital
del cuerpo vertebral observada en la radio-
grafía ánteroposterior. Retrolistesis y/o cifo-
sis de la vértebra fracturada. Edema prever-
tebral.
&RQGXFWD
Cirugía por vía anterior, corpectomía con ar-
trodesis. Figura 4: Fractura en lágrima

COMBINACIÓN TRATAMIENTO

C1 – Espondilolistesis traumática del axis - Fijación Cervical Externa (Collar, Halo-


Estable vest) por 12 semanas
- Fijación Cervical Externa (Collar, Halo-
Inestable (ángulo C2-C3 > 11º) vest) por 12 semanas
- Cirugía
C1 – Fractura de la odontoides Tipo I - Fijación Cervical Externa (Collar, Halo-
vest) por 12 semanas

C1 – Fractura de la odontoides Tipo II: - Fijación Cervical Externa (Collar, Halo-


Estable vest) por 12 semanas
- Fijación Cervical Externa (Collar, Halo-
Inestable (distancia atlas-odontoides > 5 mm) vest) por 12 semanas
- Cirugía
C1 – Fractura de la odontoides Tipo III - Fijación Cervical Externa (Collar, Halo-
vest) por 12 semanas

C1 – Fractura miscelánea del axis - Fijación Cervical Externa (Collar, Halo-


vest) por 12 semanas
Tabla 5: Combinaciones de fracturas del atlas y del axis con su correspondiente tratamiento
Traumatismo raquimedular ‡ 371

Fractura de Clay Shoveler o del apaleador ,PiJHQHV


'H¿QLFLyQ\SUHVHQWDFLyQFOtQLFD En la radiografía se aprecian los defectos en
$YXOVLyQGHODDSy¿VLVHVSLQRVDGH&DXQ- la alineación. (7DEOD)
que a un compromiso aislado similar pero en La TC es el estudio de elección para evaluar
otro nivel cervical también se le llama así. las carillas articulares.
'RORURVD\VLQGp¿FLWQHXUROyJLFR$VRFLDGD Se recomienda la RMN previa a la reduc-
a esfuerzos físicos intensos con los brazos, ción, por el peligro de discopatía, en los pa-
como por ejemplo al levantar tierra con una cientes neurológicamente inevaluables. En
pala (de allí su nombre). ()LJXUD) pacientes despiertos no se ha encontrado co-
&RQGXFWD rrelación entre el deterioro neurológico y la
Collar cervical por 12 semanas. presencia de herniación discal.
&RQGXFWD
Dislocación facetaria 5HGXFFLyQFHUUDGDSRUWUDFFLyQVXPDGRD¿-
'H¿QLFLyQ\SUHVHQWDFLyQFOtQLFD jación cervical externa (Halo, Minerva) por
6H SURGXFH FXDQGR OD DSy¿VLV DUWLFXODU LQ- 12 semanas.
ferior de la vértebra superior bloquea ante- Si falla la reducción cerrada o la inmovili-
ULRUPHQWHDODDSy¿VLVDUWLFXODUVXSHULRUGHOD zación externa, se recurrirá a la cirugía por
vértebra inferior. Podrá existir o no fractura YtD SRVWHULRU UHGXFFLyQ IXVLyQ \ ¿MDFLyQ
GHODIDFHWD\Gp¿FLWQHXUROyJLFR )LJXUD) interna).

Figura 5: Fractura de Clay-shoveler o GHODSDOHDGRU Figura 6: Dislocación fascetaria bilateral

Unilateral  3RUÀH[RURWDFLyQ
- Ántero listesis de la vértebra superior < 25%
- Rotación vertebral
 0DODDOLQHDFLyQGHDSy¿VLVHVSLQRVDV
Bilateral  3RUKLSHUÀH[LyQ
- Ántero listesis de la vértebra superior > 50%
- Rotación vertebral
 0DODDOLQHDFLyQGHDSy¿VLVHVSLQRVDV
Tabla 6: Alteraciones en la alineación en la radiografía de columna cervical
372 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Lesiones por hiperextensión Tipo I: conminuta


'H¿QLFLyQ\SUHVHQWDFLyQFOtQLFD Tipo II: por extensión de fractura de la
Incluyen dislocación, fractura-dislocación y base de cráneo
fractura laminar. Tipo III: avulsión de un fragmento del
3XHGHH[LVWLUGp¿FLWQHXUROyJLFR cóndilo durante rotación, sangrado lateral
,PiJHQHV o combinación de ambos mecanismos
(OGLDJQyVWLFRSRUUDGLRJUDItDVLPSOHHVGL¿- &OtQLFDPHQWH se sospechará ante la presen-
cultoso dado que luego del impacto la colum- cia de:
na vuelve rápidamente a su posición habitual. Trauma cerrado con impacto de alta ener-
Los hallazgos posibles son retrolistesis, frac- gía en la unión cráneocervical
tura de la lámina posterior, fractura en los pla- Alteración de la conciencia
tos vertebrales, fractura avulsión en el margen Dolor occipital
ánteroinferior vertebral, edema prevertebral. Traumatismo de partes blandas occipitales
&RQGXFWD Alteración de la motilidad cervical
A la GLVORFDFLyQ y la IUDFWXUDGLVORFDFLyQ se Compromiso de pares craneales bajos
les considera inestables por lo que requieren Edema de tejido blando retrofaríngeo
cirugía de estabilización. ,PiJHQHV
La IUDFWXUDODPLQDUFRQGp¿FLWQHXUROyJLFR /D7&SRQHGHPDQL¿HVWRODIUDFWXUDSXHGH
UHTXLHUHFLUXJtD/DPLVPDVLQGp¿FLWQHXUR- también ser evaluada por RMN.
lógico, sólo requiere inmovilización cervical &RQGXFWD
externa. Fijación Cervical Externa por 12 semanas
(Collar o Halo).
/HVLyQSRUKLSHUÀH[LyQ
'H¿QLFLyQ\SUHVHQWDFLyQFOtQLFD 5.2.4.2. Lesión
Lesión aislada del complejo ligamentoso cervical vascular
posterior sin fractura ósea asociada. Lesión de la arteria vertebral en traumatis-
Clínicamente puede presentar dolor cervi- mos cerrados
FDO\OLPLWDFLyQGHODÀH[LyQ 3UHVHQWDFLyQFOtQLFD
,PiJHQHV La presencia de dolor cervical, sobre todo de
Cifosis, leve subluxación (< 3 mm), ensan- tipo lacerante, es un indicador y sospecha de
chamiento del espacio discal, ensanchamien- lesión vascular. La presencia de signos clí-
to de la unión facetaria, aumento de la distan- nicos de isquemia de circulación posterior
cia interespinosa. WURQFR FHUHEHOR OyEXOR RFFLSLWDO  FHUWL¿FD
&RQGXFWD el diagnóstico.
&ROODU)LODGHO¿DKDVWDPHMRUDUODÀH[LyQ\HO ,PiJHQHV
dolor. La angiografía digital o la angio-resonancia
de vasos de cuello son los métodos de elec-
Fractura de cóndilo occipital ción para evaluar algún tipo de lesión de la
'H¿QLFLyQ\SUHVHQWDFLyQFOtQLFD arteria vertebral (oclusión, disección, tran-
/DVIUDFWXUDVGHOFyQGLORRFFLSLWDOVHFODVL¿- sección o pseudoaneurisma). Estos estudios
can en: ()LJXUD) se realizarán en aquellos pacientes con:

A B C

tipo I tipo II tipo III

Figura 7: Distintos tipos de fractura del cóndilo occipital


Traumatismo raquimedular ‡ 373

Examen clínico que sugiera isquemia en elasticidad aumentada en los ligamentos es-
circulación posterior pinales y en el tejido blando paravertebral.
Examen clínico que sugiera lesión medular 3UHVHQWDFLyQFOtQLFD
completa (Q HO PRPHQWR GHO WUDXPDWLVPR VH UH¿HUH
Fractura del foramen transverso vertebral la aparición transitoria de adormecimiento,
cervical parestesias, signo de Lhermitte o debilidad
Dislocación facetaria cervical de algún miembro o de todo el cuerpo. Lue-
Subluxación vertebral cervical go de un período de latencia que va de 30
&RQGXFWD PLQXWRVKDVWDGtDVVHLQVWDODXQGp¿FLWVHQ-
Paciente con lesión de arteria vertebral y con sitivo-motor.
isquemia en circulación posterior: anticoagu- ,PiJHQHV
lación con heparina endovenosa 5DGLRJUDItDV VLPSOHV HQ ÀH[RH[WHQVLyQ \
Paciente con lesión de arteria vertebral sin is- TAC cervical normales.
quemia en circulación posterior: observación RMN: señal hiperintensa intraparenquima-
tosa medular cervical en T2
5.2.4.3. SCIWORA (Spinal &RQGXFWD
Cord Injury Without Inmovilización con collar cervical rígido por
Radiographic Abnormality) tres meses y prohibición de actividad depor-
'H¿QLFLyQ tiva por seis meses.
Síndrome secundario a la lesión traumática
aguda de la médula espinal y/o raíces ner- 5.2.4.4. Fractura de la
YLRVDVTXHUHVXOWDHQDOJ~QJUDGRGHGp¿FLW columna torácica y lumbar
motor, sensitivo o ambos, sin evidencia de El modelo de las 7UHV &ROXPQDV GH 'HQLV
fractura vertebral o alteración en la alinea- HV~WLOSDUDFODVL¿FDUODVOHVLRQHVyVHDVWyUD-
ción en RX o TC. columbares. Se acepta generalmente que la
El mecanismo de lesión incluye contusión, afectación de una columna es una lesión es-
transección, infarto o estiramiento de la mé- table, mientras que la afectación de dos o tres
dula espinal, que se presenta característi- de ellas, es inestable y requiere tratamiento
camente en la población pediátrica por una HVSHFt¿FR )LJXUD)

Modelo de las Tres Columnas de Denis


COLUMNA COMPOSICIÓN
Anterior - Los dos tercios anteriores del cuerpo
vertebral
- Los dos tercios anteriores del disco
LQWHUYHUWHEUDO\DQLOOR¿EURVR
- Ligamento longitudinal anterior
Medio - El tercio posterior del cuerpo vertebral
- El tercio posterior del disco intervertebral
\DQLOOR¿EURVR
- Ligamento longitudinal posterior
Posterior - Lámina
 $Sy¿VLVHVSLQRVD
- Cápsula facetaria
- Complejo ligamentario posterior (ligamento
interespinoso, ligamento amarillo)

Figura 8: Modelo de las tres columnas de Denis


374 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Lesiones menores FODVL¿FDQGHDFXHUGRDORH[SUHVDGRHQOD7DEOD


'H¿QLFLyQ 7. El tratamiento se detalla en la 7DEOD
Involucran a una parte de la columna que no
produce inestabilidad. Se incluye: 5.2.4.5 Fracturas del sacro
 )UDFWXUDGHDSy¿VLVHVSLQRVD En la )LJXUDVHPXHVWUDODFODVL¿FDFLyQFOtQL-
 )UDFWXUDGHDSy¿VLVDUWLFXODU ca de las fracturas del sacro de acuerdo a Denis.
 )UDFWXUDGHDSy¿VLVWUDQVYHUVDSXHGHOH-
sionar plexo braquial (T1-2) o lumbosa- 3UHVHQWDFLyQFOtQLFD
cro (L4-5) Dolor en región sacra
3UHVHQWDFLyQFOtQLFD 6LQGp¿FLWQHXUROyJLFR
El síntoma capital es el dolor. Puede presen- Radiculopatía (motora, sensitiva, compro-
tarse lesión de plexo braquial o lumbosacro miso de esfínteres, impotencia) L5 – S5
HQODIUDFWXUDGHDSy¿VLVWUDQVYHUVD Puede estar asociada a fracturas de la pelvis
,PiJHQHV anterior
La Rx y la TC tóracolumbares ponen de ma- &RQGXFWD
QL¿HVWRODVIUDFWXUDV\GHVFDUWDQOHVLRQHVPD- - Fractura Zona I: habitualmente cursa sin
yores. Gp¿FLW QHXUROyJLFR DXQTXH SXHGH DVR-
&RQGXFWD ciarse a lesión de L5. Si no existe radicu-
Si la TC descarta lesión mayor, se realizarán lopatía se instaurará manejo sintomático
5[ GLQiPLFDV ÀH[LyQ H[WHQVLyQ \ ODWHUDOL- del dolor. En caso de compromiso radi-
zación) para evaluar inestabilidad. cular (6%) se realizará descompresión y
En caso de existir inestabilidad se colocará ¿MDFLyQ
una ortesis tóracolumbar (corset termoplásti- - Fractura Zona II: mayor riesgo de radi-
co bivalvo, por ejemplo). En caso contrario culopatía (28%). Similar manejo que la
se puede iniciar movilización. Fractura Zona I.
- Fractura en Zona III: Fijación en caso de
Lesiones mayores preservación neurológica. Descompre-
'HDFXHUGRDODFLWDGDFODVL¿FDFLyQGH'HQLV VLyQ\¿MDFLyQHQFDVRGHGp¿FLWQHXUROy-
las fracturas que ocasionan lesiones mayores se gico (57%).

TIPO DE COLUMNA COLUMNA COLUMNA PRESENTACIÓN


FRACTURA ANTERIOR MEDIA POSTERIOR CLÍNICA
Compresión Compresión Intacta Intacta o 6LQGp¿FLWQHXUROyJLFR
o en Cuña Distracción
()LJXUD)
Estallido Compresión Compresión Intacta &RQRVLQGp¿FLW
()LJXUD) neurológico

Tipo FLQWXUyQ Intacta o Distracción Distracción &RQRVLQGp¿FLW


GHVHJXULGDG Compresión neurológico
()LJXUD)
Fractura- Compresión Distracción Distracción &RQRVLQGp¿FLW
dislocación neurológico
()LJXUD)
Tabla 7: &ODVL¿FDFLyQGH'HQLVGHODVOHVLRQHVPD\RUHVGHODFROXPQDWyUDFROXPEDU
Traumatismo raquimedular ‡ 375

TIPO A TIPO B TIPO C TIPO D


Fractura de ambos Fractura del plato Fractura del plato Fractura de la
platos del cuerpo superior del cuerpo inferior del cuerpo corteza anterior
vertebral vertebral vertebral

Figura 9: Fractura por compresión o en cuña – tipos

TIPO A TIPO B TIPO C


Fractura de ambos platos Fractura del plato superior Fractura del plato inferior
del cuerpo vertebral del cuerpo vertebral del cuerpo vertebral

TIPO D TIPO E
Fractura en estallido Fractura en estallido
con rotación FRQÀH[LyQODWHUDO

Figura 10: Fractura estallido – tipos


376 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Lesión en un solo nivel

Lesión en un solo Lesión en un solo


nivel a través nivel a través del plano
del plano óseo ligamentario
(Fractura de
Chance)
TIPO A TIPO B

Lesión en dos niveles

Lesión en dos niveles Lesión en dos niveles


a través del plano a través del plano
óseo ligamentario

TIPO C TIPO D
Figura 11: Fractura en FLQWXUyQGHVHJXULGDG – tipos

7,32$/HVLyQHQÀH[RURWDFLyQ

TIPO B: Lesión por cisallamiento VKHDULQMXU\ :

b c
a

a: en sentido ántero-posterior con lesión de todos los ligamentos


EHQVHQWLGRSyVWHURDQWHULRUFRQIUDFWXUDGHOiPLQDVRDSy¿VLVHVSLQRVD
FFRQKLSHUÀH[LyQ
7,32&/HVLyQÀH[RGLVWUDFFLyQFRQGLVORFDFLyQIDFHWDULDELODWHUDO

Figura 12: Fractura - dislocación - tipos


Traumatismo raquimedular ‡ 377

TIPO DE FRACTURA TRATAMIENTO


Compresión o “en cuña” &RQGp¿FLWQHXUROyJLFR (raro e incompleto):
descompresión temprana + fusión posterior

6LQGp¿FLWQHXUROyJLFR¿MDFLyQWyUDFROXPEDUy
tóraco lumbosacra externa por 4 meses

‡ 6LKD\FRPSUHVLyQPD\RUDO
de la altura total del cuerpo vertebral
‡ 6LKD\XQDDQJXODFLyQFLIyWLFDPD\RUDOž
‡ )XVLyQ
‡ 6LKD\PiVGHIUDFWXUDV\FRPSUHVLyQSRVWHULRU
‡ 6LH[LVWHODPLQHFWRPtDSUHYLD

Estallido &RQGp¿FLWQHXUROyJLFRFRPSOHWR fusión


&RQGp¿FLWQHXUROyJLFRLQFRPSOHWR descompresión
temprana + fusión
6LQGp¿FLWQHXUROyJLFR¿MDFLyQWyUDFROXPEDUR
tóraco lumbosacra externa por 4 meses

‡ 6LKD\XQDGLVPLQXFLyQPD\RUDOGHODDOWXUD
total del cuerpo vertebral
‡ )XVLyQ
‡ 6LKD\XQDDQJXODFLyQFLIyWLFDPD\RUDOžSRVWHULRU
Tipo FLQWXUyQGHVHJXULGDG &RQGp¿FLWQHXUROyJLFRFRPSOHWR fusión
&RQGp¿FLWQHXUROyJLFRLQFRPSOHWR descompresión
temprana + fusión

6LQGp¿FLWQHXUROyJLFR7LSR$\& OHVLyQyVHD ¿MDFLyQ


tóracolumbar o tóraco lumbosacra externa por 4 meses
6LQGp¿FLWQHXUROyJLFR7LSR%\' (lesión ligamentaria):
fusión
Fractura-dislocación 6LQGp¿FLWQHXUROyJLFR fusión
&RQGp¿FLWQHXUROyJLFRFRPSOHWR fusión
&RQGp¿FLWQHXUROyJLFRLQFRPSOHWR descompresión
temprana + fusión
Tabla 8: Tratamiento de las lesiones mayores de la columna tóracolumbar de acuerdo a la
FODVL¿FDFLyQGH'HQLV
378 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

FRACTURA ZONA I FRACTURA ZONA II FRACTURA ZONA III


Región alar Región foraminal Región del canal central

Figura 13: )UDFWXUDVVDFUDV&ODVL¿FDFLyQGH'HQLV

5.2.5. Conclusiones cada tipo de lesión sea diferente y deba aco-


modarse -cual traje a medida- a cada pacien-
Las lesiones traumáticas de la columna ver- te y sus circunstancias. Las conductas pue-
tebral constituyen un universo heterogéneo. den variar entre los distintos autores, pero las
Por ello, es de esperar que el tratamiento para descritas aquí son las más aceptadas.

5.3. Uso de células madre para


reparar lesiones traumáticas
del sistema nervioso central
Gustavo A. Moviglia

5.3.1. Introducción o especies, ocurre en forma armónica, para


solucionar un problema concreto.
En 1960 el Dr. H. Prieto Díaz en su %LRORJtD Los complejos fenómenos biológicos que
&HOXODU SDUD 0pGLFRV, en el capítulo sobre ocurren luego de una lesión traumática de la
ELRORJtD FHOXODU GHO FiQFHU D¿UPy TXH ODV médula espinal parecerían destinados, más
enfermedades no son más que el resultado de que a reparar la lesión sufrida, a incrementar
la exacerbación de algunos de los procesos el daño producido en el primer momento del
celulares normales y la represión de otros. trauma.
Conforme a este concepto, que guarda plena La extensión del área de lesión inicial está
vigencia en la actualidad, las patologías no JREHUQDGDSRUXQDUHDFFLyQLQÀDPDWRULDVH-
generan una nueva biología sino, por el con- FXQGDULD(VWDLQÀDPDFLyQOHMRVGHWHQGHUD
trario, muestran en forma parcial y desarmó- la cicatrización y limitación del problema,
nica el desarrollo que, en otras circunstancias induce a la destrucción de los bordes de la
Traumatismo raquimedular ‡ 379

lesión. Clínicamente esto se traduce en que el da, constituyéndose en células madres neu-
daño neurológico se extiende en al menos una rales facultativas. Similar conducta adoptan
metámera hacia arriba y hacia abajo respecto las células del epitelio ependimario y los
de las afectadas en el primer momento. pericitos del área de lesión. La médula ósea
Este KDUDNLUL ELROyJLFR sin sentido choca y el tejido graso movilizan células madres
frontalmente con nuestra común percepción mesenquimales (CD133+) que se concen-
de que los fenómenos naturales tienden a WUDQHQHOVLWLRGHOHVLyQ\EDMRHOLQÀXMRGH
buscar un equilibrio interno, corrigiendo las los linfocitos T efectores, se transforman en
desviaciones que accidentalmente puedan células madres neurales.
ocurrir. El conjunto de las células madres neurales
Para comprender la aparente contradicción DFWLYDGDVSRUODVQHXURWUR¿QDV\HOFRQWDF-
GHEHPRVUHIHULUQRVDORVUHSWLOHV\DQ¿ELRV to con las células sanas remanentes, como
Éstos poseen una médula espinal análoga a la también con los linfocitos agresores pre-
de las aves y mamíferos, pero pueden repara- sentes en el área, comienza a reemplazar a
la DGLQWHJUXP luego de una lesión traumáti- ODVFpOXODVGDxDGDVODV¿EUDVD[yQLFDVODV
ca importante. neuronas del área destruidas durante el im-
Durante el proceso reparativo de estos ver- pacto, las células de la oligodendroglia que
WHEUDGRVLQIHULRUHVRFXUUHXQDLQÀDPDFLyQGHO forman las vainas de mielina de las vías in-
área de lesión varias veces más intensa que la tra sistema nervioso central e intra medula-
observada en los mamíferos. res. Todos estos elementos reparan el tejido
La destrucción tisular originada por el trauma dañado.
conlleva la liberación al medio extracelular de Al mismo tiempo que las células madre
sustancias intracitoplasmáticas con actividad neurales comienzan la reparación inducen a
SURLQÀDPDWRULD(VWDVVXVWDQFLDVDFWLYDQDORV los linfocitos helper efectores a que se trans-
macrófagos intrínsecos del tejido nervioso, formen en linfocitos reguladores (supreso-
que son las células de la microglia. res), limitando de esta manera la reacción
En estado de reposo las células de la micro- LQÀDPDWRULD SUHVHQWH (VWD UHDFFLyQ VXSUH-
glia secretan QHXURWUR¿QDV %'1)1*)17 VRUDHVDOWDPHQWHHVSHFt¿FD\OLPLWDGD
NT4) pero luego de su activación comienzan Todo este proceso que tiene lugar en
a producir IL1, IL6 y TNF α. Estas citoquinas aproximadamente 15 días es lo que ocurre
alteran el endotelio vascular del área de la le- en forma natural en un batracio. Durante ese
sión, activando también a las células perivas- lapso pueden curarse tanto las heridas del
culares tales como pericitos y tejido conectivo sistema nervioso central como las de los te-
de los espacios de Virchoff-Robin. jidos periféricos y, poco tiempo más tarde,
Estos hechos inducen la concentración y el batracio puede volver a ejercitar la movi-
activación de las células mononucleares del lidad de sus extremidades inferiores.
resto del organismo en el área lesionada. Los En los mamíferos este proceso varía cuali
linfocitos T producen una reacción efectora \ FXDQWLWDWLYDPHQWH /D UHDFFLyQ LQÀDPD-
HVSHFt¿FD FRQWUD ORV HOHPHQWRV GHO VLVWHPD toria crece paulatinamente durante los tres
nervioso central, tendiente a “limpiar” el área SULPHURV GtDV (VWD LQÀDPDFLyQ QR HV WDQ
de células dañadas. Al mismo tiempo que H¿FLHQWHFRPRSDUDDWUDHUDOIRFRGHOHVLyQ
orquestan esta actividad citolítica, segregan o inducir en el lugar, células madre con ac-
HQ JUDQ FDQWLGDG QHXURWUR¿QDV UHSDUDGRUDV tividad totipotente capaces de reparar la he-
(BDNF, NGF, NT3, NT4). rida. Por falta de células madre en cantidad
En este momento se establece un nuevo es- VX¿FLHQWHQRVHJHQHUDQORVOLQIRFLWRVUHJX-
cenario donde comienza el devenir de dis- ODGRUHVTXHPRGXODQODLQÀDPDFLyQORFDO\
tintos procesos reparadores: los astrocitos por lo tanto continúa el proceso citotóxico
abandonan su función de células nodrizas y inmunológico y se produce un daño secun-
adquieren una condición más indiferencia- dario (degeneración walleriana).
380 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

5.3.2. Fuente de evidencia differentiate, and integrate after intravenous


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Traumatismo raquimedular ‡ 381

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spinal cord injury.” En: 7UDQVSODQW ,PPXQRO lesión traumática de la médula espinal en ra-
2004; 12: 343-58. tones, luego les infundieron linfocitos autoa-
Moviglia G.A., Varela G., Gaeta C.A., Bri- gresivos singénicos antimielina que habían
zuela J.A., Bastos F., Saslavsky J. “Autoreac- sido clonados en el laboratorio de Cohen.
tive T Cells Induce In Vitro Bone Marrow Estos linfocitos, infundidos a animales in-
Mesenchymal Stem Cells Transdifferentiation tactos, penetran en el cerebro e inducen en
to Neural Stem Cells.” En: &\WRWKHUDS\ 2005; ellos una reacción autoinmune similar a la
8 (3) 196-201. que se produce en una placa desmielinizante
Kang K.S., Kim S.W., Oh Y.H. HWDO “A 37- de esclerosis múltiple.
year-old spinal cord-injured female patient, Contrariamente a lo que se observaba en
transplanted of multipotent stem cells from animales intactos, los linfocitos se dirigían
human UC blood, with improved sensory per- selectivamente al área lesionada e incremen-
ception and mobility, both functionally and WDEDQ YDULDV YHFHV OD UHDFFLyQ LQÀDPDWRULD
morphologically: a case study.” En: &\WRWKH local, pero no producían síntomas sistémicos.
UDS\2005; 7:368-373. Por el contrario, en quince días, los animales,
Moviglia G.A., Fernández-Viña R., Brizuela DXQTXHFRQGL¿FXOWDGYROYtDQDFDPLQDUFRQ
J.A. HWDO “Combined protocol of cell therapy sus cuatro patas.
for chronic spinal cord injury. Report on the Este efecto reparador podía ser induci-
electrical and functional recovery of two pa- do sólo dentro de los 15 días posteriores a
tients.” (Q&\WRWKHUDS\2005; 8:202-209. haberse producido la lesión. Si bien podía
inducirse el primer día del trauma, este era
5.3.3. Antecedentes de una más efectivo si se realizaba entre el tercer y
terapia reparadora de la séptimo día pos lesión. Luego el efecto de
lesión de médula espinal los linfocitos disminuía en su efectividad re-
paradora y desaparecía a las dos semanas de
(O GREOH MXHJR HQWUH OD OLPSLH]D HVSHFt¿FD haberse producido la injuria.
GHO iUHD \ OD LQGXFFLyQ HVSHFt¿FD GH OD UH- Un grupo estrechamente relacionado con
paración del órgano fue descrito en el año los dos anteriores, del Instituto Max Planck
1999 por el trabajo conjunto de dos equipos de Alemania, agrupado por el Dr. R. Hohl-
diferentes del Instituto Weizmann de Israel, feld, brindó un aporte crucial y esclarecedor.
el liderado por la Profesora Michal Schwartz Demostró que los linfocitos T autoagresivos
y el conducido por el Profesor Irun Cohen. antimielina, al ser expuestos al antígeno es-
Al mismo tiempo que Cohen desarrollaba el SHFt¿FR VHJUHJDEDQ QHXURWUR¿QDV \ TXH DO
modelo de la encefalitis alérgica experimen- llegar a la región dañada del SNC, además de
WDO\GHVFXEUtDLQ¿QLGDGGHFORQDVOLQIRFLWD- desplegar su actividad citolítica, producían
rias T autoagresivas contra el tejido nervioso, factores de crecimiento y maduración de los
6FKZDUW]HVWDEOHFtDTXHODUHDFFLyQLQÀDPD- distintos elementos del tejido nervioso.
WRULDGH¿FLWDULDSRVWLQMXULDGHORVPDPtIHURV Con estos elementos se forjó el concepto de
era lo que impedía su reparación. “autoinmunidad protectora” tal cual fue publi-
Ambos equipos poseían la sospecha que, cado en 1DWXUH0HGLFLQH en enero de 1999.
más allá de la aparente contradicción de sus Paralelo a estos estudios, surgió en el am-
observaciones, existía un proceso natural de ELHQWH FLHQWt¿FR XQD JUDQ FXULRVLGDG \ HVWt-
relación entre ambos sistemas. El defecto o mulo por el estudio de las células madre como
la exacerbación parcial del diálogo que se piedra angular de la medicina reparadora.
establecía durante una lesión daban lugar a El uso de células madre neurales de origen
un defecto de reparación o a una reacción au- embrionario comenzó a ser ensayado con
toinmune. cierto éxito a principios de la década de los
382 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

90 para dolencias del sistema nervioso cen- bilical no solo pueden reconstituir la médula
tral (SNC) tales como la enfermedad de Par- ósea de pacientes oncológicos sino también
kinson. ser utilizadas para reparar lesiones cardíacas
Implantando en el putamen de pacientes con y neurológicas. Si bien poseen menor capa-
Parkinson células provenientes de la región cidad antigénica que otro tipo de células, se
ventral del mesencéfalo de embriones huma- las puede seleccionar y elegir las que tengan
nos de 9 a 12 semanas, se lograba recuperar mayor histocompatibilidad con el receptor. A
parcialmente a estos pacientes. La técnica pesar de esto, debe asociarse el uso de inmu-
generó gran entusiasmo en el mundo médico nosupresores para evitar su rechazo.
pero a la vez, con el paso del tiempo, mos- Finalmente, se ha encontrado que las célu-
tró sus limitaciones: las células poseían un las mesenquimales indiferenciadas (MSC)
genoma distinto al del receptor del implante. presentes en la médula ósea y el tejido adi-
Si bien las células embrionarias poseen poca poso del adulto, poseen gran capacidad re-
capacidad antigénica, al crecer y diferenciar- parativa y pueden ser fácilmente obtenibles
se en neuronas dopaminérgicas, comienzan en cantidad.
a expresar sus proteínas de histocompatibili- Las MSC han mostrado que pueden trans-
GDGHVSHFt¿FDV$SHVDUGHFUHFHUGHQWURGHO diferenciarse en células de la progenie san-
cerebro, que se consideraba en ese entonces guínea, cartilaginosas, óseas y adiposas, sim-
como santuario inmunológico, al cabo de un plemente al ser colocadas sobre una matriz
lapso variable de entre seis y veinticuatro extracelular apropiada. En el laboratorio y
meses el cuerpo comenzaba a rechazar el im- EDMRLQÀXMRGHFLWRTXLQDVDSURSLDGDVSXHGHQ
plante. Esto incluso podía generar en los pa- transdiferenciarse en células de estirpes ce-
cientes encefalitis crónicas que se traducían lulares diversas tales como células nerviosas,
en disquinesias que debían ser medicadas. miocárdicas, hepáticas y beta del páncreas.
En 1995 se descubrió que los vertebra- Lo antes descrito es coincidente con que se
dos superiores adultos (aves y mamíferos) detecta un gran incremento en la circulación
poseen en la región del rinencéfalo células de MSC luego de producirse una lesión del
madres neurales con capacidad regenerati- SNC o del miocardio. Esto sugirió que estas
va. Estas células pueden dirigirse al lugar de células, en forma habitual, intervienen en los
pequeñas lesiones encefálicas y repararlas. procesos reparativos de estos órganos, por lo
En experimentación animal han mostrado su que se las utilizó en medicina reparativa.
capacidad para reparar lesiones extensas. Al Al inyectar MSC autólogas en regiones da-
ser autólogas, no generan rechazo antigéni- ñadas del SNC o el miocardio, se induce el
co, su obtención implica una neurocirugía no desarrollo de vasos sanguíneos y se reclutan
exenta de riesgos y el número que se logra es células locales para que se transformen en
pequeño. células madre del órgano. Lamentablemen-
Para superar estos problemas se han buscado te, estos procesos son limitados, solo pueden
otras alternativas: el uso de células embriona- corregir pequeñas heridas y son más efecti-
rias clonadas y el uso de células madre adultas vas en procesos agudos que en procesos cró-
de otro origen, transdiferenciadas en el labora- nicos.
torio a células madre neurales o utilizadas en Por último, en nuestro Instituto, decidimos
estado primitivo por inyección LQVLWX. investigar si existía alguna relación directa
La clonación embrionaria solo ha podido entre la capacidad reparadora de los linfo-
ser lograda en algunos mamíferos pero nunca citos autoagresivos responsables de los fe-
en el hombre. Por otro lado, como en el caso nómenos de la autoinmunidad protectora y
del uso de células provenientes de abortos, las MSC. Para esto, aislamos de un mismo
genera cuestiones éticas de consideración. individuo linfocitos autorreactivos contra el
Como alternativa se ha observado que las SNC y MSC. Al co-cultivarlas, en el breve
células madres provenientes del cordón um- lapso de 48 horas las MSC se transformaron
Traumatismo raquimedular ‡ 383

en células madre neurales. Más aún, compro- cundariamente reacciones reumáticas como la
bamos que este cultivo podía ser utilizado artritis reumatoidea, o propiamente autoinmu-
para reparar lesiones del SNC. nes como lo es la diabetes tipo 1.
La selección por anticuerpos de las células
5.3.4. Desarrollo de la madre provenientes de la médula ósea ha sido
ampliamente utilizada en los transplantes te-
Terapéutica médica
rapéuticos para pacientes con enfermedades
Cada uno de los conceptos descritos en la sec- hematológicas malignas. Esta metodología
ción anterior fue utilizado para desarrollar tera- nos permitió aislar en cantidad y pureza clíni-
pias reparadoras de las lesiones traumáticas de camente aceptables las MSC autólogas.
la médula espinal. Ensayos clínicos cardiológicos permitieron
Basados en los descubrimientos relacionados demostrar que la colocación de células ma-
con la autoinmunidad protectora, se desarrolló dre originadas en la médula ósea o a partir de
un ensayo clínico tratando lesiones tempranas PLREODVWRVGH¿EUDVPXVFXODUHVHVTXHOpWLFDV
de médula espinal con linfocitos T autoagresivos podía restaurar total o parcialmente la función
y/o macrófagos activados. Los efectos logrados cardíaca. El Dr. Fernández Viña demostró la
fueron una estabilización de la lesión con limita- superioridad de la vía endovascular respecto
ción del daño, sin progresar hacia la paraplejia. de las otras para lograr un implante exitoso en
$VtTXHGyFODUDPHQWHGHPRVWUDGROXHJRGH¿QD- el área de infarto agudo. Se logró una recupe-
lizar la fase 2, esperando que se repita en la IDVH ración de hasta el 70% de la fracción de eyec-
3, que se está realizando actualmente. ción, que persiste al menos por dos años en los
Para lesiones crónicas se han utilizado con pacientes implantados por esta vía con células
éxito células de cordón umbilical y células ma- madre provenientes de médula ósea.
dre neurales (NSC) provenientes de la mucosa Viendo que la infusión endovascular poseía
olfatoria de los individuos afectados, inyecta- ventajas considerables con respecto al im-
das directamente en el área medular lesionada. plante quirúrgico o por punción en el sitio de
Las distintas experiencias hechas en prima- lesión, probamos unir estas tres técnicas.
tes y en el hombre, no permitieron una recu- La secuencia que utilizamos fue la siguiente:
peración más allá de dos metámeras de cada ([WUDFFLyQ GH HQWUH  \  FP3 de mé
extremo del área de inyección. Por esto se se- GXODyVHDGHOSDFLHQWH, variando el volumen
leccionan para este tipo de tratamientos sólo en relación a la masa corporal. Luego, en el
pacientes con lesiones por debajo de la novena ODERUDWRULRVHUHDOL]DXQDUiSLGDSXUL¿FDFLyQ
vértebra dorsal y con una extensión no superior de la fracción de células mononucleares.
a los tres centímetros. /DPXHVWUDGHFpOXODVPRQRQXFOHDUHVVHGL
3DUDORJUDUXQDUHSDUDFLyQPiVH¿FLHQWH\TXH YLGHHQGRVSDUWHV La primera se infunde a
nos permitiese abarcar lesiones más altas y ex- través de un cateterismo selectivo de la arte-
tensas, decidimos encarar un tratamiento com- ria nutricia del área de lesión. Esto produce
binado utilizando a la vez MSC y linfocitos au- una rápida revascularización de la zona.
toreactivos, ambos provenientes del paciente. /D VHJXQGD PLWDG HV XWLOL]DGD SDUD DLVODU
La obtención de linfocitos T autoreacti- 06&(VWDVFpOXODVSXHGHQVHSDUDUVHH¿FLHQ-
vos humanos es una técnica que se ha de- temente a través de la selección positiva con
sarrollado ampliamente para el manejo de anticuerpos monoclonales pues poseen un
una segunda tecnología denominada 9DFXQD marcador de membrana, el CD 133, que las
7/LQIRFLWDULD. La vacuna T linfocitaria es un distingue de otras células.
tratamiento médico originado por uno de los 'XUDQWH GRV VHPDQDV \ PHGLD FpOXODV &'
equipos médicos intervinientes en esta inves- VRQFXOWLYDGDVHQXQPHGLRDSURSLDGR,
tigación, el equipo del Dr. Irun Cohen, para enriquecido con tres elementos fundamenta-
tratar las enfermedades autoinmunes del sis- OHVLQVXOLQDIDFWRUGHFUHFLPLHQWR¿EUREOiV-
tema nervioso central en primer lugar y se- tico y factor de crecimiento epitelial. Así se
384 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

incrementa, incluso por 100, el número de matorio esencial para permitir la reparación
MSC pre existentes. En este momento al pa- de la zona.
ciente se le practica una aféresis para recoger Por último, ODV 16& VRQ JXLDGDV SRU ORV
células mononucleares. OLQIRFLWRV DXWRUHDFWLYRV alojados en la zona
(Q HO ODERUDWRULR VH JHQHUD SRU FXOWLYR \ de lesión favoreciendo su implante y ulterior
VHOHFFLyQ QHJDWLYD, durante cuatro días de diferenciación. Al madurar, las NSC inducen
proceso, una población de linfocitos T au- la transformación de los linfocitos T efecto-
toagresivos anti tejido nervioso. La muestra res en linfocitos T reguladores. Esto limita el
de linfocitos es separada en dos alícuotas. La efecto agresor de los primeros y favorece la
primera alícuota es utilizada para co-cultivar- reparación tisular.
la con las MSC. La segunda alícuota (1x109 Estos tres elementos, aplicados en forma
células) es infundida por vía endovenosa al secuencial y asociados a un plan de neuro-
paciente. rehabilitación basado en los principios del
'XUDQWH ODV  KRUDV HQ TXH VH UHDOL]D HO neurodesarrollo han permitido que pacientes
FRFXOWLYR, según demostramos y publicamos tratados recuperen, en un seguimiento de un
oportunamente, los linfocitos T autoreactivos año aproximadamente, hasta 15 metámeras
inducen la transdiferenciación de las MSC a de distancia del área de lesión la funciona-
precursores neurales, es decir, células madre lidad perdida del sistema nervioso central.
neurales (NSC) capaces de diferenciarse en Adjuntamos el resumen de historia clínica de
oligodendroglías, astroglías y neuronas. dos pacientes con lesión de médula espinal
$O FDER GH  KV GH FRFXOWLYR VH FRVHFKDQ tratados con esta metodología.
ODV16&, se las lava y concentra, y se las im-
planta por cateterismo selectivo de la arteria
5.3.5. Casos clínicos
nutricia del área de lesión en la médula es-
pinal. &DVR El paciente es un joven de diecinue-
La razón lógica de estos tres procedimien- ve años de edad quien sufriera un accidente
tos, LQIXVLyQ HQGRDUWHULDO VHOHFWLYD GH FpOX automovilístico ocho meses antes de comen-
ODV PRQRQXFOHDUHV OD LQIXVLyQ HQGRYHQRVD zar el tratamiento. Presentaba paraplejía y su
VLVWpPLFDGHOLQIRFLWRV7DXWRUUHDFWLYRVDQWL nivel sensitivo correspondía a la sexta metá-
WHMLGR QHUYLRVR H LQIXVLyQ HQGRDUWHULDO GH mera torácica (T6).
16& DVRFLDGD D DOJXQRV OLQIRFLWRV 7 DXWR Había sido sometido a dos cirugías reparado-
UHDFWLYRV se describe a continuación. ras con pobres resultados. Luego de la segunda
/D SULPHUD LQIXVLyQ tiende a regenerar la cirugía presentó una infección en su prótesis.
vasculatura de la zona dañada, elemento que Como consecuencia de esta infección debió
es característico en personas con lesión me- recibir antibióticos durante un año. Durante
dular crónica. La revascularización comienza ese período recibió neurorehabilitación inten-
dentro de las 6 primeras horas de infundidas sa. Luego de seis meses, al ser considerado un
las células mononucleares. Permite aumentar paciente crónico, comenzó un programa de
el lecho vascular y, junto con la neovascula- neurorehabilitación menos intenso. Por esta
rización, el ingreso de pericitos que rodean a UD]yQGHVDUUROOyDWUR¿DPXVFXODUVHYHUDHQVX
ORV FDSLODUHV PiV ¿QRV ORV FXDOHV VRQ WDP- cintura pélvica y miembros inferiores. Presen-
bién precursores de células madre. WDEDSRFDVSRVLELOLGDGHVGH¿MDUVXWURQFRSRU
/DGLVWULEXFLyQFRUSRUDOGHORVOLQIRFLWRV7 lo tanto era incapaz de rotar o producir los mo-
DXWRUHDFWLYRV infundidos por vía endoveno- vimientos necesarios para realizar su higiene
sa, según se ha demostrado ampliamente en íntima sin ayuda. Sin embargo, podía realizar
estudios animales, tiene predilección por las tareas sencillas tales como alimentarse o cepi-
áreas de lesión. Los linfocitos T autoreacti- llar sus dientes por sus propios medios.
vos anti SNC solo se concentran en las áreas A los dos meses de su primer tratamiento
GDxDGDVJHQHUDQGRXQPHGLRDPELHQWHLQÀD- con linfocitos autoreactivos y células madre
Traumatismo raquimedular ‡ 385

neurales, su resonancia magnética de colum- La resonancia magnética mostró un incre-


na y sus potenciales evocados somatosensiti- PHQWRVLJQL¿FDWLYRHQHOGLiPHWURWUDQVYHU-
vos mostraron mejoras importantes. sal de la médula espinal. ()LJXUDV\) Si
Los resultados de un examen de potencia- bien el paciente presentó la reaparición de
les evocados somatosensitivos de los ner- contracciones musculares espontáneas desde
vios tibiales posteriores en tobillos de ambos la cintura pélvica hasta la rodilla, estas con-
miembros inferiores realizado previo al trata- tracciones no representaban movimientos
miento demostraron que el arribo cortical del coordinados efectivos. Estos nuevos signos
estímulo era bilateralmente negativo. El mis- de progreso nos indujeron a instituir un nue-
mo examen de potenciales evocados soma- vo programa de neurorehabilitación confor-
tosensitivos realizado luego del tratamiento me se describe más adelante. Luego de tres
PRVWUyPHMRUDVVLJQL¿FDWLYDVHQODUHSURGX- días, el paciente podía mover sus miembros
cibilidad de onda, y una normalización de la inferiores contra la gravedad, ayudado por
velocidad de arribo a médula espinal y corte- los movimientos de sus cuádriceps, ahora
za cerebral (N 20 y P 40) a los 39,0 microse- recuperados por primera vez luego del ac-
gundos. ()LJXUDV\) cidente.

Figura 1: Potenciales evocados del paciente del &DVR Figura 2: Potenciales evocados del paciente del &DVR
1 luego de dos meses de producida la lesión 1 a seis semanas del primer tratamiento

Figura 3: Resonancia magnética del paciente I a los Figura 4: Resonancia magnética del paciente I a las
3 días de producida la lesión 6 semanas del primer tratamiento
386 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Durante los tres meses siguientes, presentó mostrando un arribo a los 28 microsegundos.
mejoras progresivas que lentamente alcanza- Debido a este fenómeno se cree que hubo
ron una meseta. Por lo tanto, indicamos un una remielinización de la lesión.
segundo tratamiento con linfocitos T auto- La resonancia magnética mostró un incre-
reactivos y NSC. mento del diámetro transversal parcialmente
Luego de este último tratamiento, logró una RULJLQDGRSRUFLHUWDLQÀDPDFLyQHQHOiUHDGH
mejor coordinación en todos sus movimien- lesión.
tos y desarrolló la habilidad de caminar con Con respecto a la funcionalidad, adquirió la
la ayuda de muletas y prótesis cortas. Actual- habilidad de sostener su cabeza, mover sus
mente, presenta niveles motor y sensitivo co- extremidades superiores, cepillar sus dientes,
rrespondientes a la primera vértebra sacra (S1) comer utilizando utensilios especiales, pintar
\UHÀHMRVDXWRQyPLFRVSURSLRVGHQLYHO6 y escribir utilizando ortesis. Esta ortesis es
&DVR La paciente es una joven de veintiún un cabestrillo para la muñeca diseñado para
años quien sufriera un accidente automovi- asistir en las funciones de prensión y pinza
lístico treinta meses antes de comenzar el en la mano al estabilizar las articulaciones a
tratamiento en nuestro Instituto. XQDGRUVLÀH[LRQGHƒ
Había sufrido una lesión de médula espinal A los 4 meses del segundo tratamiento, sin
entre su tercera y quinta vértebra cervical haber discontinuado su rehabilitación, la pa-
(C3 - C5). No presentó complicaciones du- FLHQWHDGTXLHUHUHÀHMRVFRPSOHWRVHQPLHP-
rante su cirugía reparadora. Durante los dos bros superiores y sensibilidad discriminativa
meses siguientes, el área afectada se exten- de ambas manos. Ambos hechos son dignos
dió hasta la séptima metámera cervical (C7). de destacar pues las neuronas motoras y sen-
Presentaba cuadriplejía severa conforme a su VLWLYDV HQFDUJDGDV GH FRPSOHWDU ORV UHÀHMRV
lesión en la tercera metámera cervical (C3). a los que hacemos mención o transmitir las
Su nivel sensitivo correspondía a su segunda sensaciones tactiles, no existían luego del ac-
metámera cervical (C2). cidente.
Recibió un plan de neurorehabilitación in- La paciente paulatinamente alineó su espal-
tensivo durante veintiocho meses. Gracias GD (VWR VLJQL¿Fy XQ GHVDUUROOR DUPyQLFR \
a este programa logró producir leves movi- conforme al esfuerzo antigravitatorio nece-
mientos con sus manos. Estos movimientos sario, fue perdiendo la lordosis propia de su
no eran efectivos ya que no podía sostener un enfermedad. Más aún, basculando en la pel-
objeto. Podía, sin embargo, sostener su cabe- vis, aunque imperfectamente, puede mover-
za con cierto esfuerzo. se hacia delante y hacia atrás en un ángulo
Al inicio de su tratamiento presentaba una de 30º respecto del eje medio. Puede reali-
VHYHUD DWUR¿D PXVFXODU WRWDO HQ PLHPEURV zar movimientos de torción del tronco que
superiores, espalda, tronco y miembros in- acompañan al resto de los movimientos.
feriores. Se encontraba en decúbito dorsal Comienza a sentir sensación de llenado
permanente con necesidad de sujeción para vesical y de ocupación rectal, y a controlar
ser trasladada. voluntariamente tanto sus micciones como la
Luego de su primer tratamiento con linfoci- contracción del esfínter anal y la evacuación
tos T autorreactivos y NSC, hubo una recu- del bolo fecal. Prácticamente, esto se tradu-
peración que pudo observarse en la clínica, ce en haber abandonado el uso de la sonda
sus potenciales evocados somatosensitivos y vesical para evacuar la vejiga y del necesitar
resonancia magnética. una enema semanal para evacuar su intesti-
(O FDPELR PiV VLJQL¿FDWLYR REVHUYDGR HQ no. En estos momentos su ritmo evacuato-
sus potenciales evocados somatosensitivos rio intestinal es de una vez cada 2-3 días. Se
fue el de la latencia en la onda 24, que arri- planea entonces el uso de una silla sanitaria
baba a los 50 microsegundos de generado el para realizar la reeducación de las funciones
estímulo y ocho semanas más tarde mejoró evacuatorias.
Traumatismo raquimedular ‡ 387

Posee sensibilidad profunda en toda la pel- en las ratas luego de haber producido una le-
vis, periné y miembros inferiores hasta la ro- sión experimental de la médula espinal o del
GLOOD+DUHFXSHUDGRHOUHÀHMRSDWHODU\UHÀH- nervio óptico, de similar intensidad y grave-
jo de Babinski (previamente ausente). dad en cada uno de estos animales.
Por lo descrito, a 4 meses del segundo im- La administración exógena de una cantidad
SODQWH VX QLYHO PRWRU SXHGH LGHQWL¿FDUVH importante de linfocitos antimielina a las
según una apreciación conservadora, a nivel ratas lesionadas experimentalmente les per-
T 12; su nivel sensitivo a nivel S3 y su nivel mite a éstas restaurar sus lesiones y recupe-
respecto de las funciones autonómicas puede rarse funcionalmente. Este fenómeno puede
considerarse totalmente recuperado. producirse únicamente durante un período
ventana de quince días pos lesión.
En forma simultánea, otros datos clínicos
5.3.6. Conclusión
mostraron que luego de lesiones isquémicas
Algunas observaciones sugieren que los ver- del corazón o del sistema nervioso central,
tebrados superiores presentan, en menor gra- aparece en sangre periférica un gran número
do, procesos de restauración similares a los de MSC, alcanzando su pico máximo a la se-
PiVVLJQL¿FDWLYRV\HIHFWLYRVREVHUYDGRVHQ mana de producida la lesión. Igual situación
los vertebrados inferiores luego de lesiones ocurre respecto de la aparición en sangre de
traumáticas o isquémicas de su sistema ner- linfocitos T autoreactivos contra los tejidos
vioso central. lesionados.
Estudios realizados en pacientes de sexo fe- Hohlfeld y colaboradores demostraron que
menino que habían sido transplantadas con la estos linfocitos autoreactivos anti tejido ner-
medula ósea histocompatible de pacientes de YLRVRVHJUHJDQQHXURWUR¿QDV(QQXHVWUROD-
sexo masculino, mostraron que 1 a 2% de las boratorio hemos comprobado que el cocul-
células del sistema nervioso central poseía un tivo LQYLWUR de las MSC con estos linfocitos
cariotipo con el cromosoma Y. Este hallazgo induce la transdiferenciación de las primeras
sugiere que las MSC provenientes de médula a NSC.
ósea transplantadas fueron el origen de estas La metodología descrita que combina tres
células nerviosas. terapias celulares: infusión de MSC, infusión
En el año 1999, Schwartz estableció que de linfocitos T autoagresivos contra tejido
el sistema inmunológico juega un rol funda- nervioso y por último la infusión de NSC
mental en el proceso de reparación. Schwartz generadas LQYLWUR, se asemejaría y mejoraría
observó que luego de la lesión experimental ODVYtDV¿VLROyJLFDVGHUHSDUDFLyQGHOWUDXPD
de la médula ósea o del nervio óptico, se pro- neurológico en su fase aguda.
GXFHXQDUHDFFLyQLQÀDPDWRULD/RVPDFUyID- La notable recuperación obtenida en los
gos y linfocitos predominan en esta reacción. niveles motor y sensitivo de ambos pacien-
Estos linfocitos son autoreactivos y similares WHV \ ODV PRGL¿FDFLRQHV REVHUYDGDV HQ VXV
a los que están presentes en una encefalitis o potenciales evocados somatosensitivos, nos
en un área de desmielinización autoinmune. llevaron a pensar que la recuperación de las
Pero, a diferencia de estas dos condiciones FpOXODVGHODJOLDQHXURQDV\¿EUDVQHXURQD-
patológicas, la presencia de estas células in- les se llevó a cabo en el área lesionada.
ÀDPDWRULDVHQHOiUHDGHWUDXPDHVWiOLPLWDGD Esta recuperación coincide con el progreso
en el tiempo. clínico observado en ambos pacientes.
La intensidad de este fenómeno es directa- El hecho de que el primer paciente haya re-
mente proporcional a la capacidad de restau- cobrado su función motriz coordinada y efec-
ración presentada en las especies estudiadas. tiva luego de comenzar con su tratamiento de
Los sapos y salamandras, presentan una in- neurorehabilitación, sugiere que este programa
¿OWUDFLyQGHFpOXODVPRQRQXFOHDUHVLQÀDPD- fue esencial para la recuperación del anagrama
torias diez veces superior a la que se observa moto neuronal del sistema nervioso central.
388 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

El programa de rehabilitación que recibie- verso que generara molestias en el paciente


ra el primer paciente durante los 8 meses y mucho menos nos obligara a suspender el
previos al tratamiento estaba basado en el tratamiento.
desarrollo de aquellos músculos que perma- Finalmente, quisiéramos enumerar algunas
necían inervados luego del accidente. Estos ventajas que presenta el presente enfoque
músculos podían compensar al resto de los terapéutico sobre otros publicados hasta el
movimientos perdidos tanto como fuera po- momento. Primero, dado que utilizamos cé-
sible (p. ej., al utilizar los movimientos de su lulas madre neurales adultas, eliminamos el
tronco el paciente puede mover sus extremi- riesgo potencial de transformaciones neoplá-
dades inferiores utilizando una ortesis que sicas descrito en los experimentos animales
¿MHODVDUWLFXODFLRQHVGHVXFDGHUDURGLOODV\ realizados utilizando células madre neurales
tobillos, en forma similar a la utilizada para embrionarias. Segundo, al utilizar células au-
mover una prótesis de extremidad). tólogas eliminamos los riesgos y problemas
Los métodos desarrollados por Vojta y Bo- inherentes a la selección de donantes y recha-
bath se basan en la doble estimulación de zo de tejido, como así también la necesidad
ORVFRQMXQWRVPXVFXODUHVDWUDYpVGHOUHÀHMR de utilizar drogas inmunosupresoras. Terce-
nervioso y la conexión entre músculo y mús- ro, al utilizar un procedimiento endovascular
culo. Estos autores aprovechan el hecho de mínimamente invasivo, eliminamos los ries-
que los músculos esqueléticos se encuentran gos inherentes a la neurocirugía e incluso los
conectados entre sí como los eslabones de riesgos potenciales a una inyección intradu-
una cadena que atraviesa en forma diagonal ral como los referidos por Satake y colabora-
desde el hombro hasta el miembro inferior dores y otros autores, permitiendo al mismo
contralateral todos los músculos motores. tiempo una mejor distribución celular.
'HHVWDIRUPDDOHVWtPXORH¿FLHQWHGHODV
¿EUDV PXVFXODUHV SUHYLDPHQWH H[FLWDGDV VH Desarrollos actuales y
agrega el impulso neurológico recibido por perspectivas futuras
ODV ¿EUDV PXVFXODUHV UHLQHUYDGDV (VWH IH- Basados en estos resultados exitosos, hemos
nómeno posibilita la reconstitución median- paulatinamente aumentado la casuística de
te estímulo retrógrado de la habilidad para los pacientes tratados obteniendo resultados
mover el cuerpo desde el cuello hasta los igualmente satisfactorios.
miembros inferiores en forma semejante a lo A modo de ejemplo referimos que hemos
que ocurre durante el neurodesarrollo de un utilizado esta metodología terapéutica para
niño. tratar pacientes con lesiones isquémicas o
Durante el tiempo previo a recibir nuestro traumáticas del sistema nervioso central.
tratamiento la segunda paciente fue rehabili- Los resultados preliminares observados en un
tada según estos principios. Sin embargo, su paciente con dos años de evolución (SDFLHQWH
desarrollo neurológico había alcanzado un HQODVLOXVWUDFLRQHV), que sufrió una oclusión
plateau difícil de superar. Sus progresos fue- vascular aguda se resumen en las )LJXUDV 
ron observados sólo luego de que se realizara a 8. Luego de un tratamiento con el esquema
el primer implante de células y se continuara descrito, en el lapso de 4 meses, recuperó mor-
con el programa de neurorehabilitación des- fológica y funcionalmente en forma parcial la
crito. sustancia blanca y corteza de encéfalo.
Para evaluar la toxicidad de este tratamien- Funcionalmente, para este paciente signi-
to se realizó un estudio exhaustivo conforme ¿Fy VDOLU GHO HVWDGR YHJHWDWLYR SDVDQGR HQ-
a las normas dictadas por la Organización tonces a un estado de mínima conciencia que
Mundial de la Salud y los institutos de sa- permitió su rehabilitación.
lud de Estados Unidos (NIH) que comprende Cabe destacar que el paciente no poseía re-
127 ítems referidos a datos de laboratorios ÀHMRGHJOXWRULR\ORUHFXSHUyHQIRUPDSOH-
y clínicos. No se observó ningún evento ad- na permitiendo que la alimentación, que se
Traumatismo raquimedular ‡ 389

realizó durante dos años por medio de una se detectaba onda P100, se normalizaron en
gastrostomía, pueda ser reemplazada por la forma simétrica, apareciendo, aunque en baja
alimentación oral. intensidad, la onda mencionada. Esto fue
En el tronco encefálico el paciente poseía coincidente con el desarrollo de una mirada
severos problemas de disautonomía eviden- inteligente dirigida hacia los rostros que le
ciados por episodios apnéicos de 40 segundos son familiares.
que se repetían de 1 a 3 veces por día y que La comunicación con el paciente comienza
en la actualidad desaparecieron por completo. a realizarse a través de fonemas simples con
Similar conducta clínica fue observada res- los que solicita agua, llama a su madre y a su
pecto del control de la presión arterial y rit- padre, y expresa agrado o desagrado.
mo cardíaco, siendo en la actualidad ambos Recuperó el tono muscular cefálico y alineó
normales. el eje corporal del tronco con los hombros,
Los potenciales evocados visuales que eran disminuyendo en forma importante su espas-
totalmente desorganizados y en los que no ticidad.

Figura 5: Paciente 3, potenciales evocados visuales a Figura 6: Paciente 3, potenciales evocados visuales a
los 30 meses del episodio hipóxico los 4 meses del tratamiento celular combinado

Figura 7: Paciente 3, RMN a los 30 meses del epi- Figura 8: Paciente 3, RMN a los 4 meses del trata-
sodio hipóxico miento celular combinado
390 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Los resultados parciales observados en este pa- de un donante, respectivamente.


ciente nos alientan a continuar el tratamiento. Como conclusión preliminar, los resultados
El tratamiento puede ser repetido tantas descritos en el presente informe indican que
veces como sea necesario hasta lograr re- el uso de este esquema combinado de inmu-
sultados reparativos aceptables. Esto es po- noterapia puede inducir la reparación de las
sible porque todos los elementos celulares áreas afectadas por el trauma crónico y agu-
utilizados son autólogos y porque las NSC do del sistema nervioso central, utilizando un
pueden ser originadas de fuentes abundantes enfoque mínimamente invasivo que presenta
y fácilmente accesibles como son las MSC eventos adversos mínimos o nulos.
presentes tanto en la médula ósea como en el
de tejido adiposo.
5.3.7 Agradecimientos
La repetición del tratamiento no sensibili-
za al paciente ni corre éste el riesgo de que A mis colaboradores, doctores G. Varela, R.
las NSC utilizadas sufran transformación Fernández Viña, J. A. Brizuela, J. Saslavsky, C.
neoplásica o sean rechazadas, tal como ocu- A. Gaeta, F. Bastos, M. T. Moviglia Brandoli-
rre cuando se utilizan células embrionarias o no, P. Farina, H. Costanzo, G. Etchegaray.
Capítulo 6
COMPLICACIONES
POSOPERATORIAS DE NEUROCIRUGÍA

6.1. Complicaciones pos neuroquirúrgicas


Luis A. Camputaro
Cecilia Barrios

6.1.1. Introducción las complicaciones hemorrágicas de situacio-


nes especiales, las asociadas a la estrategia
En los últimos veinte años, tanto la com- de la posición sentada y las convulsiones.
plejidad de las intervenciones neuroquirúr-
gicas como las nuevas técnicas implemen-
tadas, han dado lugar a todo un capítulo
6.1.2. Fuente de evidencia
dentro de los cuidados neurointensivos Hemos seleccionado los artículos de mayor
neurológicos. relevancia por su diseño o por la cantidad de
Las complicaciones dependerán de diversos pacientes reportados.
factores y serán de variada etiología, según Taylor WAS, Th; Welling JA HWDO Timing
el punto de vista de su evaluación y a la vez, of postoperative intracranial hematoma de-
todas ellas comparten los riesgos de compli- velopment and implications for the best neu-
caciones sistémicas. rosurgical intensive care. En: - 1HXURVXUJ
Dado lo extenso del tema, nos referiremos a 1995;82:48-50.
las complicaciones en general y repasaremos Brisman M; Bederson JB; Chandra NS et
Cielo abierto Decúbito dorsal
Posición sentada
Sistema nervioso central
Endovascular Cateterismo
Mínimamente Estereoatáxica
Neurocirugía electiva invasiva Neuroendoscopía
Radiocirugía
Con instrumentación

Espinal Sin instrumentación

Neurocirugía de urgencia Dependientes de la etiología y estrategia quirúrgica implementada


Tabla 1: Complicaciones neuroquirúrgicas según tipo de intervención y tiempo desde el evento hasta la intervención
392 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

al. Intracerebral hemorrhage ocurring remo- 1-10.


te from the craniotomy site. En: 1HXURVXUJ Zetterling M; Ronne Engstron E.High in-
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bellar hemorrhage arising postoperatively as postoperatorio. Una complicación poco fre-
a complication of supratentorial surgery: a re- cuente del hematoma subdural crónico. En:
trospective study. En: -1HXURVXUJ 2002;96: 5HY1HXURO 2004; 38 (5):497-499

1. respiratorias
A. depresión del ritmo respiratorio (<8 rpm) caída de la saturación (<90%) disnea,
broncoespasmo
B. reintubación
C. trauma en la vía aérea (desde lengua, dientes hasta orofaringe)
D. edema pulmonar
2. cardiovasculares
A. caída de la frecuencia cardíaca*y otras arritmias
B. KHPRG\QDPLFEORRGSUHVVXUH
C. dolor torácico, ECG con cambios de isquemia
3. neurológicas
A. despertar tardío inexplicable
B. nuevo foco motor o sensitivo
C. nueva parálisis de par craneal
D. convulsiones
4. náuseas/vómitos
5. escalofríos (VKLYHULQJ)
6. otros: sangrado

* cambios persistentes en la frecuencia cardíaca o presión arterial (± al 20% de los valores preoperatorios) que
UHTXLULHURQWUDWDPLHQWRHVSHFt¿FR0RGL¿FDGRGH3LULR+HWDO En: &DQ-$QHVWK 1999; 46 (1): 7-14
Cuadro 1: Complicaciones en 486 pacientes
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 393

J. Claassen, MD; S.A. Mayer, MD; R.G. lumna o vascular (p< 0,001).
Kowalski, BS; R.G. Emerson, MD; and
L.J. Hirsch, MD. Detection of electrogra- 6.1.4. Complicaciones
phic seizures with continuous EEG monito-
Hemorrágicas
ring in critically ill patients. En: 1HXURORJ\
2004;62:1743–1748 Las complicaciones hemorrágicas que ocu-
rren después de una cirugía intracraneal
pueden causar un alto grado de morbilidad
6.1.3. Complicaciones y algunas pueden ser fatales. La frecuencia
Generales más frecuentes reportada en la literatura oscila entre 1,1% y
Las complicaciones en la neurocirugía están 2,2%.
en el orden del 3 al 30%.
De los estudios revisados al respecto, el 6.1.4.1. Factores de riesgo
más interesante reporta el de 486 pacientes 6HKDQLGHQWL¿FDGRIDFWRUHVTXHDXPHQWDQHO
sometidos a cirugía programada. Poco más riesgo de sangrado posoperatorio tanto como
de la mitad de la población (54,5 %) presentó condiciones que afectan los mecanismos de
al menos una complicación. coagulación (plaquetopenia, uso de AINEs)
&RPRVHHVSHFL¿FDHQHOCuadro 1, se de- como anticoagulantes. El uso preoperatorio
tectaron problemas respiratorios en el 2,8% de manitol o de alcohol asociado con coagu-
(4,4% por trauma en la vía aérea), cardiovas- lopatía aumenta la posibilidad de hematoma
culares en el 6,7%, neurológicas en el 5,7%, intracraneal traumático. Existen factores in-
y náuseas o vómitos en el 38%. traoperatorios que pueden favorecer el san-
En la 7DEOD  se muestra la incidencia de grado posoperatorio, como pérdida impor-
complicaciones por paciente. La mayor in- tante de sangre durante el procedimiento,
cidencia ocurrió en los sometidos a cirugía tipo de cirugía, método de succión.
espinal (65%) y vascular (66%), comparado
con los sometidos a intervención por tumor 6.4.4.2. Tipo de sangrado
(47%) y otra cirugía (43%). Los factores de El más común es en el sitio quirúrgico y
riesgo fueron edad < 70 años para náuseas y usualmente se lo atribuye a inadecuada he-
vómitos (p< 0,02) y cirugía electiva de co- mostasia intraquirúrgica.

Grupo N Tumor Espinal Vascular Otra Total


124 155 47 105 431
1 45 (36%) 68 (44%) 24 (51%) 42 (40%) 179 (41,5%)
complicación
n (%)
2 11 (8,9%) 29 (18,7%) 6 (12,8%) 3 (2,9%) 49 (11,4%)
complicaciones
n (%)
3 2 (1,6%) 4 (2,5%) 1 (2,1%) 0 7 (1,6%)
complicaciones
n (%)
WRWDO• 58 (47%) 101 (65%)* 31 (66%)* 45 (43%) 235 (54,5%)
complicación

Total de 73 (59%) 138 (89%)* 39 (83%)* 48 (48%) 298 (69%)


complicaciones

* P< 0,05 respecto a tumores y otros


Tabla 2: Cantidad de pacientes con complicaciones
394 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Las hemorragias también pueden ocurrir le- y posoperatoria, hay estudios contradictorios
janas al sitio quirúrgico (remotas), incluyen- sobre su implicancia en el desarrollo de san-
do subdural, epidural e intracerebral. grados.
También hay reportes de sangrado dentro Las hemorragias de sitio remoto se desa-
de tumores intraxiales posteriores a drenajes rrollan durante o rápidamente después de
ventriculares o VKXQWV ventrículoperitonea- las cirugías, y su aparición no se relaciona
les. con anormalidades patológicas subyacentes,
Puede haber hemorragias cerebrales luego hipertensión arterial o trastornos de coagu-
de procedimientos quirúrgicos sin craniecto- lación. Sin embargo, hay ciertos predictores
mía, como en el caso de la endarterectomía como sitio y posición quirúrgica, y sitio de
carótidea (0,4-0,7 %). También se reportaron hemorragia. Es posible que las hemorragias
casos de sangrados cerebrales poslaminecto- remotas sean causadas por factores mecáni-
mía cervical. cos o vasculares transitorios. Por ejemplo,
en procedimientos supratentoriales en terri-
6.1.4.3. Causas torio silviano podría haber disturbios en el
Una cantidad importante de hemorragias drenaje venoso profundo, en procedimientos
ocurre luego de la administración de anti- suboccipitales el desplazamiento mecánico
coagulantes en altas dosis o tratamiento con SRGUtDMXJDUXQUROSULPRUGLDO\¿QDOPHQWH
trombolíticos. la deshidratación y la aspiración agresivas
Con respecto a la hipertensión arterial pre de líquido cefalorraquídeo (LCR) predispon-

Cantidad de pacientes*
Variable Valor de p
Control HCR
Uso de aspirina preoperatorio**
NO 43 (100%) 37 (88,1%) 0,0026
SÍ 0 (0%) 5 (11,9%)
Infusión intraoperatoria de B bloqueantes
No 40 (93,0%) 28 (66,7%) 0,002
SÍ 3 (7,0%) 14 (33,3%)
TAM intraoperatoria < 20 del basal
NO 12 (28,6%) 34 (81%) 0,001
SÍ 30 (71,4%) 8 (19,0%)
Infusión intraoperatoria de fenilefrina
NO 33 (76,7%) 39 (92,9%) 0,039
SÍ 10 (23,3%) 3 (7,1%)
Uso preoperatorio de antibióticos
Cefazolina 3 (7,1%) 16 (38,1%) 0,001
Vancomicina 39 (92,9%) 26 (61,9%)
CTC generalizada posquirúrgica
NO 38 (88,4%) 27 (64,3%) 0,009
SÍ 5 (11,6%) 15 (35,7%)
TAS máxima intraoperatoria (mmHg) 145,3 ± 19,7 154,1 ± 18,3 0,036
HCR: hemorragia cerebelosa remota; TAM: tensión arterial media; CTC: convulsión tónico-clónica; TAS:
7HQVLyQDUWHULDOVLVWyOLFD0RGL¿FDGRGH)ULHGPDQ-$HWDO En: 1HXURVXUJHU\ 2001;49: 1327
/RVWLHPSRVGH.377\4XLFNSUHTXLU~UJLFRVQRPRVWUDURQGLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDVHQWUHJUXSRV
**Dentro de los 7 días previos a la intervención
Tabla 3: Factores de riesgo asociados a HCR
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 395

drían al desplazamiento cerebral y sangrado La típica presentación a nivel cerebeloso


intraxial. superior y vérmix corresponde al territorio
drenado por las venas supracerebelosas, lo
6.1.4.4. Hemorragia que sugiere que esta hemorragia estaría rela-
cerebelosa remota cionada con infarto venoso con transforma-
Si bien la hemorragia cerebelosa remota ción hemorrágica.
(HCR) es una complicación poco frecuentes Es interesante el hecho de que también se
luego de procedimientos neuroquirúrgicos, asocie esta complicación al drenaje de LCR
es la más descrita como presentación de he- intraoperatorio, pero no al uso de drenaje
morragia remota, motivando un aumento del lumbar; esto sería debido a que la evacua-
riesgo de vida y secuelas. ción lumbar es siempre de menor volumen
De acuerdo a Friedman, la HCR ocurre con respecto a la que se realiza en el acto
aproximadamente en el 0,6% de toda craneo- operatorio.
tomía supratentorial, en el 2,8% de la cirugía
de aneurismas incidentales y en el 1,4% de 6.1.4.5. Complicaciones
las lobectomías temporales, mientras que en hemorrágicas de radiocirugía
la experiencia de Clof apareció en el 3,5% En las dos ultimas décadas la radiocirugía es-
de la cirugía de aneurismas incidentales y terotáxica se ha usado ampliamente para tra-
en la de Toczek en el 5% de las lobectomías tar malformaciones arteriovenosas (MAV),
temporales. Kalfas y Little observaron HCR ORJUDQGRFXUDFLyQDQJLRJUi¿FD REOLWHUDFLyQ
en el 18% de los posoperatorios de hemato- de la MAV) en el 70% a 90%, luego de un
mas intracerebrales. La incidencia de HCR período de latencia de 3 a 5 años.
es mayor en el tratamiento de aneurismas sin Se sabe que solo la obliteración completa
hemorragia subaracnoidea respecto a aneu- protege de la hemorragia. Durante el período
rismas con hemorragia subaracnoidea. de latencia hay un riesgo de sangrado del 2%
La presentación más frecuente al examen al 5 %.
WRPRJUi¿FRHVDQLYHOGHODIROLDFHUHEHORVD Los estudios reportados presentan contro-
superior, en algunos casos como pequeñas versias con respecto al sangrado durante el
hemorragias que pueden ser asintomáticas, período de latencia; en algunos aumenta,
por lo que se presume que puede ser una en- mientras que en otros permanece igual a la
tidad subdiagnosticada. historia natural de enfermedad e incluso dis-
La presentación clínica más frecuente es el minuye.
deterioro del sensorio; en general se presenta Los factores asociados con el riesgo de san-
de manera lenta y progresiva en las siguientes grado implican la presencia de aneurismas,
12 hs posintervención. Otra forma de presen- UHÀXMRYHQRVRGUHQDMHSURIXQGR\HVWHQRVLV
tación es la aparición de convulsiones, aunque venosas, así como la dosis de radiación.
con menor frecuencia. En la 7DEOD se expo- Los potenciales mecanismos respecto a la
QHQDOJXQRVIDFWRUHVGHULHVJRLGHQWL¿FDGRV disminución de riesgo de sangrado luego de
radiocirugía se atribuyen a:
Las variables sitio de craneotomía, antece- 1. El SURJUHVLYR HQJURVDPLHQWR GH OD tQWL
dente de hipertensión arterial, antecedente de ma, que comienza a los tres meses de la ra-
arritmias, uso de anticomiciales o cortico- diocirugía, parece disminuir el stress en la
esteroides prequirúrgicos, no mostraron ser pared de los vasos
VLJQL¿FDWLYDVFRPRIDFWRUHVGHULHVJR 2. La WURPERVLVSDUFLDORFRPSOHWD dismi-
Las variables intraoperatorias como el uso nuye la cantidad de vasos en la MAV. Los
de coloides (manitol o gelatinas), uso de cu- vasos con disminución del diámetro y engro-
rarizantes y uso de nitoprusiato de Na tam- samiento del endotelio podrían ocluirse en
SRFR VH FRPSRUWDURQ FRPR HYHQWRV VLJQL¿- etapas tempranas luego de la radiocirugía
cativos.
396 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Desde el punto de vista clínico, los mejo- sión de ser un evento poco frecuente, no hay
res predictores de sangrado posquirúrgico evidencia de Grado I en los trabajos revisa-
fueron el deterioro del estado de conciencia dos con respecto a factores predisponentes ni
dentro de las primeras 24 hs posquirúrgicas y prevalencia de complicaciones hemorrágicas;
—en los pacientes con monitoreo de presión solo pareciera ser un evento poco frecuente.
intracraneal— la hipertensión endocraneana. Es de relevancia el monitoreo estricto en un
ámbito adecuado de los pacientes en poso-
6.1.4.6. Hematoma peratorio inmediato de neurocirugías, con el
intracerebral posoperatorio ¿Q GH LGHQWL¿FDU \ WUDWDU UiSLGDPHQWH HVWDV
secundario a la evacuación de complicaciones.
hematoma subdural crónico
El hematoma subdural crónico es una patolo-
6.1.5. Complicaciones de
gía neuroquirúrgica relativamente frecuente.
la posición de sentado
De todas formas, a pesar de la experiencia
en neurocirugía
recogida con respecto al diagnóstico y técni-
cas quirúrgicas, no se conocen con precisión De Martel fue el primero en introducir esta
todos los factores que determinan las poten- estrategia quirúrgica, en 1913. Actualmente
ciales complicaciones y la evolución. es controvertida su utilización, aunque algu-
Se ha reportado hasta un 21% de complicacio- nos neurocirujanos la consideran de utilidad
nes posquirúrgicas en este grupo de pacientes. para procedimientos en columna cérvico-
La más frecuente es la recidiva del hematoma, dorsal y en la fosa posterior intracraneana.
que se ve favorecida por la edad avanzada, la ()LJXUD)
pérdida de elasticidad del encéfalo, y las carac-
terísticas del hematoma y sus cápsulas. Esta estrategia presenta varias ventajas
Otras complicaciones posoperatorias pre- técnicas. El drenaje venoso, facilitado por
valentes son: la posición, permite un campo amplio para
1. La hipotensión intracraneal, que provoca el control de hemorragias. También permite
un estado confusional rápidamente rever- la observación directa de la estimulación de
sible (10%) nervios craneales, los que son maniobrados
2. El neumoencéfalo a tensión durante la intervención de fosa posterior.
3. Los hematomas intracerebrales Las intervenciones sobre el plano supracere-
Weigel HW DO evaluaron los resultados de beloso-infratentorial (acceso a zona pineal)
las distintas estrategias de tratamiento qui- requieren de menos maniobras de retracción
rúrgico del hematoma subdural crónico en la para obtener un buen campo quirúrgico.
neurocirugía actual, según los principios de
la Medicina Basada en la Evidencia.
La revisión evaluó las tres técnicas quirúr-
gicas principales:
1. Craneostomía por minitrépano
2. Craneostomía por trepanación
3. Craneotomía
Las dos primeras pueden considerarse de
primera línea, y la craneotomía, de segun-
da. Esta revisión evidenció que los resulta-
dos posoperatorios de esta patología no han
mejorado en forma sustancial en los últimos
veinte años.
Con respecto a la complicación hemorrági-
ca posneuroquirúrgica, si bien da la impre- Figura 1: Esquema de la posición de sentado
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 397

6.1.5.1. Cambios fisiológicos efecto gravitacional de la posición del crá-


neo, más alto que el corazón. Finnerty, Wit-
Alteraciones cardiovasculares kin y Fazecas demostraron síntomas y signos
En las 7DEODV\ se exponen los cambios HQSDFLHQWHVUHFXSHUDGRVFXDQGRHOÀXMRVDQ-
hemodinámicos en la posición de sentado. La guíneo cerebral (FSC) había descendido por
hipotensión es una constante y parece estar debajo del 42% respecto al valor basal.
motivada por la combinación de la anestesia Scheimberg y Otead, en 1954, detectaron un
general más la posición. 21% de reducción del FSC en los pacientes que
tuvieron elevación del cráneo a 65º respecto a la
Alteraciones respiratorias horizontal. Hall y Murdoch demostraron que la
Se aprecia una tendencia al colapso de la tendencia a la isquemia se reduce por el efecto
pequeña vía aérea con disminución de la ca- de reducción del consumo metabólico de oxí-
pacidad residual funcional, y tendencia a la geno cerebral debido a la estrategia anestésica.
desaturación durante el acto operatorio y el
posquirúrgico inmediato. Esto ha motivado
6.1.5.2. Complicaciones
que en los años sucesivos a la implementa-
ción de la posición de sentado se favorez- Embolia gaseosa venosa
ca durante el acto quirúrgico la utilización La incidencia de esta complicación varía
GH SUHVLyQ SRVLWLYD DO ¿QDO GH OD HVSLUDFLyQ acorde a la sensibilidad del método empleado
(PEEP). para su detección. En la 7DEOD se observa la
incidencia, que oscila entre el 25% y el 50%,
Alteraciones en la presión de perfu- utilizando doppler precordial. Con otro mé-
sión cerebral todo más sensible como la ecocardiografía
La posición de sentado se asocia con una caí- transesofágica la embolia llega a detectarse
da de la presión arterial y venosa, debido al en el orden del 76%.

Año de Autor Cantidad 'H¿QLFLyQGHKLSRWHQVLyQ Incidencia


publicación de pacientes %
1976 Albin HWDO 180 > 10% caída de TAM 32
1985 Matjasko HWDO 554 20% caída en TAS 5
1986 Young HWDO 225 > 10 mmHg caída de TAM 12
1988 Black HWDO 333 > 20% caída en TAS 196
TAM: tensión arterial media; TAS: tensión arterial sistólica
Tabla 4: Cambios hemodinámicos en posición sentada

parámetro cambio registrado


tensión arterial media descenso
tensión arterial sistólica descenso
frecuencia cardíaca aumento
volumen/minuto descenso
índice cardíaco descenso
presión capilar pulmonar descenso
resistencia vascular sistémica aumento
Tabla 5: Cambios hemodinámicos en posición de sentado
398 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Las condiciones que favorecen este evento Neumoencéfalo


corresponden a la apertura de drenaje veno- La incidencia es de aproximadamente 3%. El
so, el efecto gravitacional debido a baja pre- desarrollo de neumoencéfalo a tensión es de
sión venosa y el mismo efecto de la presión riesgo vital. Este se produce por colección de
atmosférica debido a la posición; es causa de aire a nivel de espacio dural. Esta complica-
muerte súbita en el intraoperatorio o posqui- ción es motivada por disminuciones abruptas
rúrgico inmediato. del volumen cerebral secundario a técnica
La hipótesis más aceptada es que se produ- anestésica (utilización de hiperventilación
ciría por una sobredistensión del ventrículo y/o manitol en exceso, óxido nitroso) o se-
derecho o una embolia gaseosa masiva en las cundario a la cirugía propiamente dicha (re-
pulmonares. moción de masa ocupante de espacio de ta-
La práctica propuesta para evitar este even- maño mediano o hemorragia profusa durante
to es la de utilizar un monitoreo sensible a el acto quirúrgico). La posición de sentado
la embolia gaseosa combinado con cateteris- colabora con el lento pero continuo drenaje
mo de aurícula derecha que permita drenar de LCR durante todo el acto operatorio.
el aire que potencialmente ingresa al torrente Se han empleado varias estrategias para
sanguíneo. En la 7DEOD se aprecian los mé- disminuir el riesgo de esta complicación. La
todos recomendados en orden decreciente de suspensión del óxido nitroso antes de cerrar
sensibilidad para detectar embolia gaseosa. la dura, lavar el espacio subdural con solu-

Referencia Autor Cantidad de Incidencia % Tipo de monitoreo


pacientes
1972 Michenfelder 69 32 doppler precordial
1976 Albin 180 25 doppler precordial
1983 Voorhies 81 50 doppler precordial
1984 Standefer 382 7 doppler precordial
1985 Matjasko 554 23 doppler precordial
1988 Black 333 45 doppler precordial
1994 Papadopoulos 62 76 ecocardiograma
transesofágico
Tabla 6: Incidencia de embolismo gaseoso

Monitor asociación con signos clínicos


ecocardiograma transesofagico ausente
doppler precordial ausente
presión arteria pulmonar menores (fc, pap)
End Tidal CO2 menores (fc, tam)
PVC FDPELRVVLJQL¿FDWLYRV
ECG colapso cardiovascular
estetoscopio esofágico colapso cardiovascular
FC: frecuencia cardíaca; PAP: presión arteria pulmonar media; TAM: tensión arterial media
Tabla 7: Técnicas de monitoreo de embolia gaseosa en orden decreciente
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 399

ción salina normal, minimizar las maniobras /DÀH[LyQGHOFXHOORHQODSRVLFLyQVHQWDGD


que favorezcan la disminución del volumen favorecería una mayor compresión a nivel de
cerebral (diuréticos osmóticos, soluciones la quinta vértebra. De esta forma disminuye
hipertónicas, etc.) la presión de perfusión medular con el con-
Las alteraciones clínicas más frecuentes siguiente riesgo de isquemia. Se recomienda
ante un neumoencéfalo son la demora para el monitoreo con potenciales evocados en el
recuperar el estado de conciencia, estado de intraoperatorio para evitar esta complicación
confusión, convulsiones, foco neurológico poco frecuente pero de alto impacto de dis-
posquirúrgico. capacidad.
La TC temprana es el método sugerido para
detectar la posibilidad de que el neumoencé- Lesión de nervios periféricos
falo sea a tensión. De ser así, se comporta En menos del 1% se puede ver complicacio-
como una nueva lesión ocupante de espacio nes de nervios periféricos. La más frecuente
con riesgo de aumento de presión intracra- es el VWHSDJH por la posición de sentado. El
neana y desplazamiento de estructuras, pu- aumento de presión bajo anestesia sobre el
diendo producir herniación cerebral. sistema ciático podría provocar isquemia,
Se recomienda la rápida intervención para afectando más al ciático poplíteo externo por
evitar el enclavamiento. la posición.
La parálisis del nervio recurrente podría ser
Macroglosia provocada por el efecto de compresión de la
/DSRVLFLyQGHÀH[LyQSHUPDQHQWHIDYRUHFH LQWXEDFLyQRURWUDTXHDODVRFLDGDDODÀH[LyQ
la disminución del retorno venoso y linfáti- del cuello.
co, induciendo edema a nivel de orofaringe y
paladar blando. 6.1.5.3. Contraindicaciones
El mayor inconveniente que ocasiona esta para la posición de sentado
complicación es el de determinar el tiempo Las contraindicaciones para esta posición se
óptimo de extubación, ya que si ésta fracasa detallan en el Cuadro 2.
por edema de la vía aérea superior, la reintu-
EDFLyQSXHGHVHUVXPDPHQWHGL¿FXOWRVD
6.1.6. Convulsiones
Cuadriplejía Las convulsiones en el posoperatorio neuro-
Si bien no hay reportes exactos de inciden- quirúrgico pueden estar relacionadas con la
cia, ésta pareciera ser muy baja. patología de base que motiva la intervención
o con la cirugía en sí misma.
Si la intervención es programada, en gene-
Absolutas ral contamos con el antecedente del paciente,
comunicación autículo-ventricular que muy probablemente ya se encuentre me-
presión aurícula derecha > presión dicado al respecto.
aurícula izquierda En las intervenciones de urgencia, con-
foramen oval permeable tamos con protocolos que incluyen o no la
SUR¿OD[LVDQWLFRPLFLDOVHJ~QODOHVLyQQHX-
antecedente de ataque cerebral
rológica.
Relativas
Los reportes de incidencia de convulsiones
edades extremas
en las distintas lesiones neurológicas agudas
hipertensión no controlada
varían entre el 12% y el 32%. Se recomien-
enfermedad pulmonar obstructiva
GDODSUR¿OD[LVHQHO7(&JUDYH\HQODKH-
crónica
morragia subaracnoidea. En otras afecciones
Cuadro 2: Contraindicaciones para posición de vasculares la utilización o no de anticomicia-
sentado en neurocirugía les depende de cada grupo de trabajo.
400 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Ante la presencia de convulsiones clínica- SRVLQWHUYHQFLyQGHVDUUROODQXQQXHYRGp¿FLW


mente evidentes se comenzará con el trata- neurológico (foco motor, afasia) y que en la
miento habitual. TC no presentan nuevas lesiones asociadas a
Un punto que merece consideración es la la patología de base o a la intervención qui-
epilepsia no convulsiva. Los fenómenos inhi- rúrgica.
bitorios son una manifestación bien conocida El diagnóstico se realiza con EEG y el tra-
en la convulsión primaria o secundariamente tamiento consiste en ajustar la dosis de la
generalizada, pero la convulsión inhibitoria droga anticomicial que ya recibía (previo
simple no es bien reconocida. Se debe sospe- dosaje en plasma para detectar si está en ran-
char en los pacientes que se han recuperado gos óptimos) o comenzar el tratamiento con
de la neurocirugía, que entre los días 2 y 4 difenilhidantoína.

6.2. Control de la glucemia


en el paciente neurocrítico
Damián Lerman
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR
Rolando Gimbernat

6.2.1. Introducción en un número importante de trabajos. Un re-


ciente ensayo clínico controlado aleatorizado
La respuesta hipermetabólica al stress que en una UTI quirúrgica demostró que el con-
habitualmente sigue a cualquier tipo de trau- trol estricto de la glucemia con insulina re-
ma o enfermedad aguda, se asocia a hiper- GXFHVLJQL¿FDWLYDPHQWHODPRUELPRUWDOLGDG
glucemia y resistencia a la insulina, denomi- El control de la glucemia, así como las otras
nada comúnmente diabetes por stress. En los acciones de la insulina, parece contribuir al
pacientes críticamente enfermos, aún los no HIHFWREHQH¿FLRVRGHOWUDWDPLHQWR
diabéticos, la utilización periférica de gluco-
sa en tejidos sensibles a la insulina está re- 6.2.2. Fuente de evidencia
ducida, mientras que la producción endóge-
na de glucosa está incrementada, resultando Previgliano I, Ceraso D, Raimondi N, HWDO
en hiperglucemia. Durante mucho tiempo se Are the initial values of glucose, leukocytes
aceptó de manera generalizada que la hiper- or sodium prognostic tools in closed head in-
glucemia moderada en pacientes críticos era jury? American Association of Neurological
EHQH¿FLRVDSDUDDVHJXUDUODGLVSRQLELOLGDGGH Surgeons 1997 Meeting. Denver.
glucosa como fuente de energía para aquellos 5RYOLDV$.RWVRX67KHLQÀXHQFHRIK\-
órganos que no requerían insulina para captar perglycemia on neurological outcome in pa-
glucosa, como el cerebro y el sistema inmu- tients with severe head injury. En:1HXURVXU
nológico. Sin embargo, la hiperglucemia al JHU\ 2000;46(2):335– 42.
ingreso y su duración durante la enfermedad Van den Berghe G, Wouters P, Weekers F,
crítica se ha asociado con resultados adversos HWDO Intensive insulin therapy in critically ill
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 401

patients. En:1(QJO-0HG 2001;345:1359– Los efectos de estas hormonas se oponen a


1367. la acción normal de la insulina, resultando en
Van den Berghe G, Wouters PJ, Bouillon R, un incremento de la actividad lipo y proteo-
HWDO2XWFRPHEHQH¿WRILQWHQVLYHLQVXOLQ lítica, lo que provee sustratos para la gluco-
therapy in the critically ill: insulin dose neogénesis. Las catecolaminas, que son se-
versus glycemic control. En:&ULW&DUH0HG cretadas en respuesta a la lesión aguda, inten-
2003;31: 359– 366. VL¿FDQ OD glucogenólisis hepática e inhiben
Yendamuri S, Fulda GJ, Tinkoff GH. Admis- la glucogénesis. Además del aumento de la
sion hyperglycemia as a prognostic indicator producción de glucosa, los mecanismos para
in trauma. En: J Trauma 2003;55(1):33– 8. su captación también están afectados durante
Van den Berghe G, Schoonheydt K, Becx P, la enfermedad crítica y contribuyen al de-
HWDO Insulin therapy protects the central and sarrollo de hiperglucemia. La inmovilización
peripheral nervous system of intensive care hace que desaparezca la captación muscular
patients. En: 1HXURORJ\ 2005;64(8):1348– inducida por el ejercicio. Además, debido a
53 la disminución de la captación estimulada
Grey NJ, Perdrizet GA. Reduction of no- por insulina del transportador de glucosa 4
socomial infections in the surgical intensi- (GLUT 4) y el aumento de la actividad de la
ve-care unit by strict glycemic control. En: glucógeno-sintetasa, la captación de glucosa
(QGRFU3UDFW 2004;10(Suppl 2):46– 52. por el corazón, músculo esquelético y tejido
Bochicchio GV, Sung J, Joshi M, HWDO Per- adiposo, se encuentra comprometida.
sistent hyperglycemia is predictive of out- Sin embargo, la captación corporal total de
come in critically ill trauma patients. En: J glucosa está masivamente incrementada pero
Trauma 2005;58(5):921–4. por tejidos que no dependen de la insulina,
Van den Berghe G, Wilmer A, Hermans G, como el cerebro y los glóbulos rojos. Los al-
HW DO Intensive Insulin Therapy in the Me- tos niveles de insulina, la captación perifé-
dical ICU. En:1(QJ-0HG 2006;354:449- rica alterada y el aumento de la producción
461. KHSiWLFDGHJOXFRVDUHÀHMDQHOGHVDUUROORGH
Van den Berghe G, Wouters PJ, Kesteloot resistencia a la insulina durante la enferme-
K, Hilleman D E. Analysis of healthcare re- dad crítica.
source utilization with intensive insulin the- El mecanismo por el cual la terapia con
rapy in critically ill patients. En: Crit Care insulina disminuye los niveles de glucemia
0HG 2006; 34:612–616 no está del todo aclarado; se cree que estos
pacientes sufren de resistencia a la insulina
en el hígado y músculo esquelético, pero las
6.2.3. Fisiopatología
biopsias de estos órganos en pacientes no so-
6.2.3.1. Mecanismo brevivientes en el estudio Leuven de Van den
de hiperglucemia y Berghe sugieren que los niveles de glucemia
resistencia a la insulina disminuyen principalmente por la estimula-
El estrés provocado por cualquier tipo de en- ción de la captación en el músculo-esque-
fermedad aguda o lesión, lleva al desarrollo lético. Además, el tratamiento con insulina
de resistencia a la insulina, intolerancia a la incrementa los niveles de ARN mensajero de
glucosa e hiperglucemia. La producción he- GLUT 4, que controla la captación estimula-
pática de glucosa se encuentra aumentada en da por insulina en el músculo, y de hexokina-
la fase aguda de la enfermedad crítica, a pe- sa-II, la enzima limitante en el metabolismo
sar de los niveles elevados de glucemia y la de la glucosa inducido por insulina. La resis-
abundante liberación de insulina. Los nive- tencia hepática a la insulina en estos pacien-
les elevados de citokinas, hormona de creci- tes no aumenta con la terapia con insulina.
miento, glucagón y cortisol podrían jugar un La expresión hepática de fosfoenolpiruvato
papel en el aumento de la gluconeogénesis. carboxikinasa, la enzima limitante de la glu-
402 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

coneogénesis, y de glucokinasa, enzima li- La hiperglucemia se asocia al desarrollo de


mitante de la captación de glucosa mediada un aumento en el estrés oxidativo en la dia-
por insulina y síntesis de glucógeno, no se betes, en parte debido al aumento de la pro-
afectan con la insulina administrada. Por otra ducción mitocondrial de superóxido, el que
parte, los niveles circulantes de la proteína 1 interactúa con óxido nítrico (NO) para formar
ligadora de factor de crecimiento insulino- peroxinitrito, una especie reactiva capaz de
símil, normalmente bajo control inhibitorio inducir la nitración de la tirosina de las pro-
por insulina, también fueron refractarios al teínas, afectando su normal funcionamiento.
tratamiento en el total de la población, sobre- Durante la enfermedad crítica, la activación
vivientes y no sobrevivientes. de la óxido-nítrico-sintetasa incrementa los
niveles de NO, y la hipoxia-reperfusión agra-
6.2.3.2. Efectos tóxicos va la producción de superóxido, resultando
de la hiperglucemia en más peroxinitrito. Estos niveles altos ha-
Es llamativo el hecho de que durante el corto cen que cuando la célula se llena de glucosa
período en que los pacientes necesitan UTI, se inhiban la enzima glucolítica GAPDH y
evitar niveles moderados de hiperglucemia los complejos mitocondriales I y IV.
con insulina mejora la posibilidad de que Se ha demostrado que la prevención de hi-
sucedan las complicaciones más temidas de perglucemia con insulina protege la ultraes-
las enfermedades críticas. En estos pacien- tructura y función de las mitocondrias de los
tes, la hiperglucemia parece ser mucho más hepatocitos, pero no se detectaron anormali-
tóxica en agudo que en los individuos sanos, dades morfológicas o funcionales en el mús-
en quienes las células se autoprotegen dismi- culo-esquelético. La disfunción mitocondrial
nuyendo la expresión de transportadores de con un trastorno en el metabolismo energéti-
glucosa. Esta toxicidad aguda podría expli- co, es una causa importante de fallo orgáni-
carse por una utilización acelerada de la glu- co, la causa más común de muerte en UTI.
cosa por parte de la célula y por los efectos La prevención de la disfunción mitocondrial
colaterales tóxicos más pronunciados de la inducida por la hiperglucemia en otros te-
glucólisis y fosforilación oxidativa. jidos que permiten que la glucosa ingrese
Los hepatocitos, células de la mucosa gas- pasivamente podría explicar algunos de los
trointestinal, células beta-pancreáticas, cé- efectos protectores del tratamiento intensivo
lulas tubulares renales, células endoteliales, con insulina en pacientes críticos.
células inmunológicas y neuronas, son inde-
pendientes de la insulina para la captación 6.2.3.3. Acciones de la
de glucosa, mediada principalmente por los insulina: efectos metabólicos
transportadores de glucosa GLUT 1, 2 y 3. y no metabólicos
Las citokinas, angiotensina II, endotelina 1, El metabolismo de los lípidos en pacientes
factor de crecimiento del endotelio vascular y críticos está fuertemente trastornado. El pa-
la hipoxia, todos inducidos por enfermedades trón característico es el aumento de trigli-
críticas, han mostrado aumentar la expresión céridos con disminución de las fracciones
en la membrana de GLUT 1 y GLUT 3 en di- HDL y LDL del colesterol. El tratamiento
ferentes tipos de células. Esta regulación en con insulina revierte casi completamente la
más podría sobrepasar a la respuesta normal hipertrigliceridemia, y eleva sustancialmente
de regulación en menos protectiva contra la el colesterol HDL y LDL. El análisis mul-
hiperglucemia. Además, GLUT 2 y 3 permi- tivariado por regresión logística reveló que
ten la entrada de glucosa directamente a las dicha mejoría en la dislipidemia explica una
células en equilibrio con los niveles elevados SDUWHVLJQL¿FDWLYDGHODUHGXFFLyQGHODPRU-
de glucosa extracelular. Se podría esperar en- talidad y fallo orgánico en los pacientes crí-
tonces un incremento de la toxicidad por glu- ticamente enfermos. Es lógico encontrar esta
cosa en tejidos no insulino dependientes. mejoría dado el rol importante de las lipopro-
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 403

teínas en el transporte de los componentes li- tía difusa y reversible, predominantemente


pídicos (colesterol, triglicéridos, fosfolípidos, asociada con el Síndrome de Respuesta In-
vitaminas liposolubles) y en la depuración de ÀDPDWRULD 6LVWpPLFD 6,56  \ VHSVLV HVWD
endotoxinas. lesión secundaria también afecta al sistema
Los pacientes críticos son catabólicos se- nervioso periférico. La polineuropatía del
veros, con pérdida de masa magra a pesar de paciente crítico (PNP) ocurre en alrededor
una nutrición enteral o parenteral adecuada. El del 70% de los pacientes en UTI con SIRS o
tratamiento intensivo con insulina podría ate- sepsis. Aunque los signos clínicos están ini-
nuar este síndrome catabólico, debido a que la cialmente ausentes o indetectables, la PNP
insulina ejerce acciones anabólicas. Además puede causar debilidad muscular o incluso
aumenta el contenido proteico en el músculo parálisis. En otro capítulo de esta obra se
esquelético y previene la pérdida de peso en GHVDUUROODH[WHQVDPHQWHOD¿VLRSDWRORJtD
PRGHORVDQLPDOHVDVtFRPRWDPELpQODLQÀD- Es ampliamente sabido que la hipergluce-
mación excesiva, ilustrada por niveles bajos mia al momento de la lesión cerebral, como
de proteína C reactiva (PCR) y lectina liga- ataque cerebrovascular isquémico, (ACV)
dora de manosa. Más aún, incrementa la ca- hemorrágico o traumatismo de cráneo
pacidad de fagocitosis de los monocitos y su (TEC), se asocia con mayor morbimortali-
habilidad para generar reacciones oxidativas dad. Este hecho debe ser aclarado: esta aso-
cuando los niveles de glucemia son manteni- FLDFLyQ ¢5HÀHMD VLPSOHPHQWH OD VHYHULGDG
dos en valores normales en modelos animales. del daño primario o actúa la hiperglucemia
En niños quemados, la administración de in- como un insulto secundario sobre el sistema
VXOLQD UHVXOWy HQ PHQRUHV FLWRNLQDV SURLQÀD- nervioso, empeorando los resultados?
matorias, a la vez que se estimulaba la cascada Recientemente se demostró que la hiper-
DQWLLQÀDPDWRULD-XQWRDHVWRVHIHFWRVDQWLLQ- glucemia persistente luego de un ACV is-
ÀDPDWRULRVGHODLQVXOLQDODSUHYHQFLyQGHOD quémico se asocia de manera independiente
hiperglucemia es también crucial. La hiper- con expansión del infarto y malos resultados.
glucemia inactiva a las inmunoglobulinas por Sin embargo, a la fecha, no hay estudios de
glicosilación, lo que contribuye al riesgo de intervención clínica que hayan cuestionado
infección, y afecta negativamente a la función la relación causal entre hiperglucemia y re-
de los polimorfonucleares, la actividad bacte- sultados clínicos luego de un ACV o TEC.
ricida intracelular y la actividad opsónica.
La enfermedad crítica tiene un estado de hi-
6.2.4. Ensayos clínicos
percoagulabilidad secundaria a disfunción en-
dotelial, aumento de la activación plaquetaria 6.2.4.1. Hiperglucemia
y de los factores de coagulación, e inhibición y resultados en
GHO VLVWHPD ¿EULQROtWLFR (O WUDWDPLHQWR FRQ pacientes críticos
insulina previene esta disfunción endotelial en La aparición de hiperglucemia inducida por
parte por inhibición de la óxido-nítrico-sinte- stress se asocia en pacientes con enferme-
tasa inducible y por reducción de los niveles dades graves con varios problemas clínica-
circulantes de dimetilarginina que inhibe a la mente importantes. Un número creciente de
óxido-nítrico-sintetasa constitutiva. reportes asocia el grado de hiperglucemia al
ingreso y la duración de la hiperglucemia
6.2.3.4. Hiperglucemia durante la enfermedad crítica, con malos
y sistema nervioso resultados. En pacientes con TEC grave, la
Los pacientes admitidos en la UTI, aún por hiperglucemia se asoció con una mayor dura-
razones distintas a una lesión cerebral prima- ción de la estadía hospitalaria, empeoramien-
ria, frecuentemente desarrollan un tipo de to del estatus neurológico, reacción pupilar,
daño secundario del sistema nervioso. Junto mayores presiones intracraneanas y menor
a la no del todo bien entendida encefalopa- sobrevida. En pacientes pediátricos con que-
404 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

maduras graves, la incidencia de bacteriemia de glucemia de entre 150 y 160 mg/dl (hiper-
y fungemia, la cantidad de procedimientos glucemia), con una dosis media de insulina de
de injerto de piel y el riesgo de muerte, fue 33 UI/día. En el grupo de tratamiento intensi-
mayor en los pacientes hiperglucémicos que vo con insulina (765 pacientes), ésta fue ad-
en los normoglucémicos. ministrada en infusión continua titulada para
En pacientes traumatizados, los niveles mantener la glucemia entre 80 y 110 mg/dl,
elevados de glucemia precoz se han asocia- lo que resultó en glucemias de entre 90 y 100
do con morbilidad infecciosa, mayor estadía mg/dl (normoglucemia), con una dosis media
hospitalaria y mayor mortalidad. Además, de 71 UI/día. Esta intervención parece segura,
este efecto parece ser independiente del debido a que no se reportaron eventos adver-
shock asociado o de la severidad de la le- sos asociados a hipoglucemia. El manteni-
sión. La hiperglucemia persistente en estos miento de normoglucemia con insulina redujo
pacientes tuvo un grado de morbimortalidad GHPDQHUDVLJQL¿FDWLYDODPRUWDOLGDGHQ87,
VLJQL¿FDWLYDPHQWHPD\RU HQXQ GHD FRQXQEHQH¿FLR
Un metaanálisis de infarto de miocardio reve- más pronunciado en el grupo con fallo orgáni-
ló una asociación entre hiperglucemia y el ries- co múltiple (FMO) secundario a sepsis y los
JRGHLQVX¿FLHQFLDFDUGtDFDFRQJHVWLYDRVKRFN pacientes que requirieron cuidados intensivos
cardiogénico, y mortalidad hospitalaria. por más de cinco días, con una reducción de
Los niveles elevados de glucemia también la mortalidad de 20,2% a 10,6%. Además, la
predijeron mayor riesgo de muerte luego de mortalidad hospitalaria se redujo de 10,9% a
un ACV isquémico y mala recuperación fun- 7,2% en el grupo total, y de 26,3% a 16,8%
cional en aquellos que sobrevivieron. en el grupo de mayor estadía. Paralelamente
Una revisión retrospectiva de un grupo he- a las vidas salvadas, el tratamiento intensivo
terogéneo de pacientes críticos indicó que con insulina previno ampliamente las compli-
incluso la hiperglucemia moderada luego de caciones asociadas a enfermedades críticas. El
la admisión en UTI se asociaba con un in- desarrollo de bacteriemia se redujo en un 46%,
cremento sustancial de la mortalidad hospi- ODLQVX¿FLHQFLDUHQDODJXGDFRQUHTXHULPLHQWR
talaria. de terapia sustitutiva renal en un 41%, la po-
lineuropatía en un 44% y el número de trans-
6.2.4.2. Hiperglucemia en fusiones sanguíneas en un 50%. Los pacientes
pacientes de UTI quirúrgica requirieron menos días de ventilación mecáni-
El estudio de Van den Berghe publicado en el ca y de estadía total en terapia intensiva. Aun-
1HZ(QJODQG-RXUQDORI0HGLFLQH ha esta- que un gran número de pacientes incluidos
blecido un antes y un después que aún no se en este estudio eran posoperatorios de cirugía
ha traducido en la práctica clínica. FDUGtDFDORVEHQH¿FLRVFOtQLFRVGHHVWDWHUDSLD
Se trata de un ensayo clínico prospectivo, estuvieron igualmente presentes en la mayoría
aleatorizado y controlado, acerca del trata- de los otros subgrupos. En pacientes con TEC
miento intensivo con insulina en un amplio puro, el control estricto de glucemia mostró
grupo de pacientes admitidos en una UTI un efecto neuroprotector central y periférico
quirúrgica (en total 1 548 pacientes), donde de las lesiones secundarias y una mejoría en la
ingresan posoperatorios complicados, pro- rehabilitación a largo plazo.
longados o politraumatizados, que demostró Siguiendo a este estudio, Jamie Krinsley
XQ PD\RU EHQH¿FLR FOtQLFR VREUH OD PRUEL- evaluó el impacto de implementar el control
mortalidad. En la rama de manejo conven- estricto de glucemias en un grupo heterogéneo
cional de la hiperglucemia (783 pacientes), la de pacientes en una UTI médico-quirúrgica.
insulina era administrada sólo cuando la glu- Se utilizó un control menos estricto, principal-
cemia excedía los 220 mg/dl, con el propósito mente para evitar hipoglucemias inadvertidas.
de mantener la concentración de glucosa entre En este contexto, el tratamiento intensivo con
180 y 200 mg/dl, resultando en niveles medios insulina disminuyó los niveles medios de glu-
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 405

cemia de 152 mg/dl en el período basal a 131 Por otro lado, hubo un dato llamativo: en
mg/dl durante el protocolo. Los resultados 433 pacientes que permanecieron en UTI por
mostraron una reducción del 29,3% en la mor- menos de tres días, la mortalidad fue mayor
talidad hospitalaria y del 10,8% en la estadía en aquellos que recibieron tratamiento inten-
HQ 87, (O GHVDUUROOR GH LQVX¿FLHQFLD UHQDO sivo con insulina, en contraste con los 767
fue 7,5% menor, y 18,7% menos de pacientes que permanecieron por tres o más días, don-
requirió transfusiones. No hubo diferencias en de la mortalidad se redujo de 52,5% a 43%
la tasa de infecciones. (p=0,009) en quienes recibieron tratamiento
Otro pequeño ensayo clínico prospectivo, intensivo.
aleatorizado y controlado, llevado a cabo por
Gray en una UTI predominantemente quirúr- 6.2.4.4. Hiperglucemia
JLFDFRQ¿UPyHOHIHFWREHQH¿FLRVRGHOFRQ- en pacientes
trol estricto de glucemia sobre el número de neurológicos críticos
infecciones serias. En dicho estudio, se man- En un estudio llevado a cabo en una UTI qui-
tuvieron glucemias de entre 80 y 120 mg/dl, rúrgica se investigó el rol de la hiperglucemia
con una media de 125 mg/dl versus 179 mg/ en terapia intensiva como insulto secundario
dl en el grupo de control. Se observó una re- sobre el sistema nervioso central y periféri-
GXFFLyQVLJQL¿FDWLYDGHODLQFLGHQFLDGHLQ- co en pacientes críticos. En éste se demostró
fecciones nosocomiales, incluyendo sepsis XQDUHGXFFLyQVLJQL¿FDWLYDGHODGHSHQGHQFLD
por catéteres e infección del sitio quirúrgico, al ventilador y del riesgo de PNP en un 49%
en el “grupo insulina”, comparado con la es- (p=0,0001). El nivel de glucemia explicó in-
trategia convencional. GHSHQGLHQWHPHQWH HVWH EHQH¿FLR 25 SDUD
PNP 1,26 por mmol de glucemia). No hubo
6.2.4.3. Hiperglucemia en diferencia en el uso de corticoides y amino-
pacientes de UTI médica glucósidos en ambos grupos. En pacientes con
El tratamiento intensivo con insulina redu- TEC, el tratamiento intensivo con insulina re-
ce la morbilidad y mortalidad en Terapias dujo los niveles de PIC máximos y medios,
Intensivas Quirúrgicas, pero se desconocía y la misma PPC se obtuvo con ocho veces
su impacto en Terapias Intensivas Médicas. menos requerimiento de vasopresores. Tam-
Por dicha razón, se llevó a cabo un estudio bién se redujo la incidencia de convulsiones
prospectivo, aleatorizado y controlado, en y de diabetes insípida. A los doce meses de
pacientes adultos admitidos en una UTI mé- seguimiento, se observó una mayor cantidad
dica que fueran a necesitar internación en la de sobrevivientes autoválidos en el grupo con
unidad de tres días por lo menos. Los pacien- tratamiento intensivo con insulina.
tes fueron asignados a dos grupos: normali- Esto previene el daño secundario tanto en el
zación estricta de la glucemia (80-110 mg/ sistema nervioso central como en el periférico,
dl) con tratamiento intensivo con insulina o evidenciado en la reducción de la incidencia de
a tratamiento convencional (mantener gluce- PNP y la dependencia al ventilador, así como
mias entre 180 y 215 mg/dl). Se analizaron también en la disminución de la PIC, menor
1 200 pacientes por intención de tratar, y sólo cantidad de convulsiones y mejor rehabilita-
un 16,9% era diabético. El tratamiento inten- ción a largo plazo en pacientes con TEC. Este
sivo con insulina redujo los niveles de glu- efecto de prevención fue explicado de manera
FHPLD SHUR QR UHGXMR VLJQL¿FDWLYDPHQWH OD exclusiva por el control de los niveles de glu-
mortalidad hospitalaria (37,3% YHUVXV 40%, cemia y el efecto neuroprotector parece estar
p=0,33). Sin embargo, hubo una disminución vinculado con los mecanismos de control de la
LPSRUWDQWH GH OD PRUELOLGDG LQVX¿FLHQFLD disfunción mitocondrial ya citados.
renal aguda, menos días de ventilación me- Este es el primer ensayo clínico, controlado y
cánica, y menos días de internación en UTI y aleatorizado, que provee de evidencia acerca de
en el hospital). una medición metabólica efectiva para prevenir
406 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

el daño secundario luego de una lesión cerebral. veles de sodio y leucocitos y ninguna categoría
(OHIHFWREHQH¿FLRVRVREUHOD3,&FRUUHODFLRQD GOS.
con la mejoría clínica, así como con menor in- Es interesante ver como estos hallazgos han
cidencia de convulsiones y diabetes insípida. El sido reproducidos en los trabajos de Van den
hallazgo de similar PPC con menor necesidad Berghe, donde el tratamiento intensivo con
de vasopresores en el contexto de menor PIC insulina fue efectivo en la disminución de la
sugiere un efecto directo del tratamiento in- morbimortalidad en los pacientes de terapia in-
tensivo con insulina sobre el sistema nervioso tensiva quirúrgica y no en la médica.
central; la ausencia de efecto sobre la cantidad
de drenajes de LCR sugiere que esta protección 6.2.4.6. Análisis de costes
está dirigida a las neuronas. Aunque la muestra En referencia a los costes, es muy aplica-
de este estudio fue pequeña, la relevancia clí- ble este fragmento de las conclusiones del
QLFDGHHVWDREVHUYDFLyQGHFRQ¿UPDUVHHQXQ trabajo de Van den Berghe: “El tratamiento
estudio mayor, es enorme. intensivo con insulina reduce el número de
muertes por FMO con sepsis, sin importar
6.2.4.5. Hiperglucemia como si existía una historia de diabetes o hiper-
marcador pronóstico en glucemia. Desde la introducción de la ven-
traumatismo de cráneo grave tilación mecánica, pocas intervenciones en
En un trabajo presentado en el Congreso de la UTI han mejorado la sobrevida. El trata-
la Asociación Americana de Cirujanos Neu- miento de la sepsis con proteína C activada
rológicos en 1997, analizamos el impacto logra una reducción del 20% de la mortali-
de los valores iniciales de glucemia, sodio y dad a los 28 días. El control de la glucemia
leucocitos, como herramientas pronósticas es una intervención preventiva, aplicable
en 152 pacientes con traumatismo de cráneo ampliamente a los pacientes en la UTI y que
grave. Dividimos arbitrariamente los niveles reduce la mortalidad durante el cuidado in-
de glucemia en menores de 110 mg%, mayo- tensivo en más de un 40%”.
res de 170 mg% y mayores de 200 mg%; los Cuando una estrategia de tratamiento se
de leucocitosis en mayores de 10 x 104, ma- recomienda para una gran población de pa-
yores de 15 x 104 y mayores de 20 x 104; y cientes es importante evaluar los costes de
los niveles de sodio en mayores de 140 mEq/ la misma, para lo que se llevó a cabo un
l y menores de 130 mEq/l. Estos valores se análisis de costes SRVWKRF. En este estudio
correlacionaron con la Escala de Glasgow VH GHPRVWUy XQD UHGXFFLyQ VLJQL¿FDWLYD GH
de Recuperación (GOS), comparando bue- los costes hospitalarios, con un ahorro de
nos resultados (GOS 4-5) contra mortalidad €2 638 por paciente.
(GOS 1).
La edad promedio de los pacientes fue de 40
6.2.5. Conclusiones
años, el promedio del Escore de Severidad de
la lesión (ISS) fue de 28, el del Escore de Trau- La hiperglucemia en pacientes críticos es el
ma Revisado de 8 y el de la GCS 5,4. Se encon- resultado de una alteración en el metabolis-
WUyXQDDVRFLDFLyQVLJQL¿FDWLYDHQWUHJOXFHPLD mo de la glucosa. Además de la producción
mayor a 200 mg% y mortalidad para el grupo excesiva de glucosa (gluconeogénesis y glu-
en su totalidad (n= 45, p 0,03) y para los pa- cógenolisis), los mecanismos de captación
cientes quirúrgicos (n= 28, p 0,02) pero no para de glucosa también se encuentran afectados,
los pacientes que requirieron sólo tratamiento contribuyendo al desarrollo de hipergluce-
médico (n=17, p 0,36). Los niveles normales mia. Los altos niveles de insulina, la dismi-
de glucemia (< 110 mg%) se asociaron de for- nución de la captación periférica de glucosa
PDVLJQL¿FDWLYDFRQEXHQDUHFXSHUDFLyQWDQWR y la producción hepática excesiva de glucosa,
en el grupo médico como en el quirúrgico. No UHÀHMDQHOGHVDUUROORGHUHVLVWHQFLDDODLQVX-
encontramos asociaciones estadísticas entre ni- lina durante la enfermedad crítica. La hiper-
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 407

glucemia se ha asociado con incremento en cia de &ODVH,. Pese a esto son pocas las UTI
la mortalidad. Simplemente el mantenimien- del país en las que se aplica esta terapéutica,
to de normoglucemia con insulina mejora la principalmente por el temor a las complica-
supervivencia y reduce la morbilidad en pa- ciones derivadas de la hipoglucemia. Para
cientes críticos quirúrgicos, como muestra un evitarlas se recomienda la utilización de pro-
gran ensayo clínico aleatorizado controlado. tocolos estrictos como el que se detalla en la
(VWRV UHVXOWDGRV IXHURQ FRQ¿UPDGRV HQ XQD 7DEOD, cuya difusión promovemos más allá
población heterogénea de pacientes admiti- de los objetivos de este libro.
dos en una UTI mixta clínico-quirúrgica. La En caso de hipoglucemia:
prevención de la toxicidad por glucosa con ‡ *OXFHPLD±PJGOVXVSHQGHUOD%,&
un control estricto de glucemias, así como Control de glucemia c/ 15 min. Reiniciar
también otros efectos de la insulina, meta- cuando sea 125 mg/dl
bólicos y no metabólicos, independientes del ‡ *OXFHPLDVXVSHQGHU%,&$GPLQLV-
FRQWUROJOXFpPLFRFRQWULEX\HDHVWRVEHQH¿- trar 1 amp Glucosado hipertónico IV. Con-
cios clínicos. trol de glucemia c/ 15 min. Repetir de ser
Como se mencionó previamente, desde la necesario 1 amp Glucosado hasta que la
ventilación mecánica ninguna otra inter- glucemia sea > 60
YHQFLyQKDVLGRWDQH¿FD]SDUDGLVPLQXLUOD ‡ 6HUHLQLFLDGHDFXHUGRDOD³,QIXVLyQ,QL-
mortalidad en la UTI como el tratamiento in- cial”
tensivo con insulina, con un nivel de eviden- ($GDSWDGRGH&OHYHODQG&OLQLF)

Glucemia Infusión Inicial (ml/h) basada en el peso


< 60 kg 60-90 kg > 90 kg
150-200 1-2 1-3 2-4
Infusión inicial
201-300 2-4 3-6 4-8
301-350 4-6 6-8 8-10
351-400 6-8 8-10 10-12
>401 8-10 10-12 12-14

Glucemia Glucemia Glucemia


Glucemia en descenso estable en aumento
(cambio >30 mg/dl) (< 30 mg/dl hacia ↑ o ↓) (cambio >30 mg/dl)
Infusión x 0,25 Infusión x 0,50
80-100 No cambiar
(↓75%) (↓50%)
Mantenimiento Infusión x 0,75 Infusión x 1,5
101-150 No cambiar
(↓25%) (↑50%)
Infusión x 1,5 Infusión x 2
151-200 No cambiar
(↑50%) (duplicar)
Infusión x 1,25 Infusión x 1,75 Infusión x 2
202-400
(↑25%) (↑75%) (duplicar)
‡'LOXFLyQ6)PO8,GHLQVXOLQDFULVWDOLQDKXPDQD yPO8, 5HODFLyQPO 8,QVXOLQD
‡0RGRGHDGPLQLVWUDFLyQHQERPEDGHLQIXVLyQFRQWLQXD %,& LQLFLDULQIXVLyQVHJ~QSULPHU+HPRJOXFRWHVW
(HGT) y peso del paciente, como se indica en “Infusión Inicial”. Luego se deben realizar controles con HGT
FDGDKRUD\PRGL¿FDUOD%,&GHSHQGLHQGRVLODJOXFHPLDVHHQFXHQWUDHQDXPHQWRHVWDEOHRHQGHVFHQVR
como se indica en “Mantenimiento”.
Tabla 1: Protocolo de Infusión Continua de Insulina en UTI
408 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

6.3. Sedación y analgesia del


paciente neurológico crítico
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

6.3.1. Introducción 6.3.2. Fuente de evidencia


A principios de la década de los 80 el concep- Nugent M., Artru A.A., Michenfelder J.D.
to de sedación y analgesia en los pacientes “Cerebral metabolic, vascular and protec-
neurológicos críticos no estaba bien desarro- tive effects of midazolam maleate: com-
llado. Se consideraba que al estar el pacien- parison to diazepam”. En: $QHVWKHVLRORJ\
te en coma su percepción del dolor también 1982;56:172-6.
estaba abolida, por lo que el propósito ma- Forster A., Juge O., Morel D. “Effects of mi-
yor era el de mantener adaptado al paciente GD]RODPRQFHUHEUDOEORRGÀRZLQKXPDQYR-
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sí está presente en la versión 2002. Shapiro B.A., Warren J., Egol A.B. HW DO
El objeto de este capítulo es el de sinteti- “Practice parameters for intravenous analgesia
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analizar las particularidades que deben tener care unit: an executive summary. Society of
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pacientes, en los que en algunos casos el exa- 1995;23:1596-1600.
men clínico tiene importancia pronóstica. Veselis R.A., Reinsel R.A., Beattie B.J. et
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 409

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Djian M.C., Blanchet B., Pesce F. HW DO piados, estudios observacionales).
“Comparison of the time to extubation after Analizan analgesia, sedación, GHOLULXP y
use of remifentanil or sufentanil in combina- sueño. Aquí revisaremos analgesia y seda-
tion with propofol as anesthesia in adults un- ción, ya que GHOLULXP se encuentra en un ca-
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craniotomy for supratentorial lesions”. En: 0L La primera recomendación, de *UDGR&, es
QHUYD$QHVWHVLRO2006;72:309-319. que todos los pacientes críticamente enfermos
Manninen P.H., Balki M., Lukitto K., Berns- tienen el derecho a una adecuada analgesia, y
tein M. “Patient satisfaction with awake cranio- a una evaluación y control de su dolor.
tomy for tumor surgery: a comparison of remi- Respecto a este último punto, se establecen
fentanil and fentanyl in conjunction with pro- las siguientes recomendaciones:
pofol”. En: $QHVWK$QDOJ 2006;102:237-242. ‡ 6HGHEHXWLOL]DUXQDHVFDODDSURSLDGDSDUD
Conti A., Iacopino D.G., Fodale V., Micalizzi la población de pacientes de una determi-
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modynamic changes during propofol-remifen- te y realizada en intervalos regulares, para
WDQLO RU VHYRÀXUDQH DQDHVWKHVLD WUDQVFUDQLDO evaluar el grado de dolor y la respuesta al
Doppler study under bispectral index monito- tratamiento. (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR&)
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nil. A review of its analgesic and sedative use para la evaluación del dolor y la respues-
in the Intensive Care Unit”. En: 'UXJV 2006; ta al tratamiento. Se recomienda el uso
66:365-385. de las escalas numéricas de puntuación
(1XPHULFDO5DWLQJ6FDOH) para evaluar el
dolor. (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR%)
6.3.3. Guías de práctica
‡ /RVSDFLHQWHVTXHQRSXHGHQFRPXQLFDU-
clínica para el uso de
se deben ser evaluados a través de la ob-
sedantes y analgésicos
servación subjetiva de conductas (movi-
Estas guías fueron desarrolladas por el Ame mientos, expresión facial, posturas) y de
ULFDQ &ROOHJH RI &ULWLFDO &DUH 0HGLFLQH de ORV LQGLFDGRUHV ¿VLROyJLFRV IUHFXHQFLD
la6RFLHW\RI&ULWLFDO&DUH0HGLFLQH, la Ame cardíaca, respiratoria y presión arterial)
ULFDQ6RFLHW\RI+HDOWK6\VWHP3KDUPDFLVWV relacionados al dolor, de la misma mane-
y el $PHULFDQ&ROOHJHRI&KHVW3K\VLFLDQV, ra que los cambios en estos parámetros
y su objetivo es el de lograr desarrollar un luego del tratamiento analgésico.
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 411

Las consideraciones sobre el tratamiento tratamiento analgésico consistente. (5H


analgésico son importantes. Se destacan los FRPHQGDFLyQGHJUDGR&)
EHQH¿FLRV GH ORV RSLRLGHV SRU VREUH RWUDV ‡ /RVRSLRLGHVUHFRPHQGDGRVSDUDDQDOJHVLD
drogas, haciendo hincapié en la necesidad de intravenosa son fentanilo, hidromorfona y
su administración en perfusión continua y de PRU¿QD 5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR&)
su suspensión frecuente (YDFDFLRQHVGHDQDO ‡ 6HSUH¿HUHQODVGRVLV¿MDVGHRSLRLGHVR
JHVLD) para disminuir los días de internación su administración continua a la indicación
en terapia intensiva y de ventilación mecáni- “según dolor”. En los pacientes lúcidos y
ca. Se destaca la vida media prolongada de la cooperadores se pueden utilizar sistemas
PRU¿QDHKLGURPRUIRQD\ODEUHYHGHOIHQWD- de Analgesia Controlada por el Paciente
nilo y remifentanilo, subrayando la probable (PAC). (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR%)
utilidad de esta droga en los pacientes neu- ‡ (QORVSDFLHQWHVFRQGL¿FXOWDGUHVSLUDWRULD
rológicos. Asimismo, se contraindica el uso aguda, en los que se necesita una acción
de meperidina, por su metabolito intermedio analgésica rápida, es preferible el uso de
que causa neuroexitación (GHOLULXP, temblor, fentanilo. (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR&)
convulsiones) e interactúa con antidepresi- ‡ (QORVTXHSUHVHQWDQLQHVWDELOLGDGKHPR-
vos, y de los opiodes con actividad agonista GLQiPLFDRLQVX¿FLHQFLDUHQDOWDPELpQVH
SDUFLDOFRPRODQDOEX¿QDHOEXWRUIDQRO\OD SUH¿HUHIHQWDQLORRKLGURPRUIRQD 5HFR
EXSUHQRU¿QD SRU IDFLOLWDU FRQ HO XVR SUR- PHQGDFLyQGHJUDGR&)
longado- la aparición rápida de síndrome de ‡ /DPRU¿QD\ODKLGURPRUIRQDVRQODVGUR-
abstinencia. También contraindica la utiliza- gas de elección para su administración
ción de naloxona. intermitente por su prolongado efecto.
De los analgésicos no opiodes se destacan (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR&)
ORV DQWLLQÀDPDWRULRV QR HVWHURLGHV $,1(  ‡ /RV$,1(RHOSDUDFHWDPROSXHGHQXWLOL-
especialmente el único aceptado para su uso zarse en conjunto con los opiáceos en pa-
parenteral, el ketorolac, y el paracetamol cientes seleccionados. (5HFRPHQGDFLyQ
(acetaminophen) por su efecto sinérgico con GHJUDGR%)
los opiáceos. ‡ 6HGHEHOLPLWDUODXWLOL]DFLyQGHONHWRURODFD
Las recomendaciones respecto a la analge- cinco días, por la posibilidad de desarrollo
sia son las siguientes: GHLQVX¿FLHQFLDUHQDORVDQJUDGRJDVWURLQ-
‡ 6HGHEHHVWDEOHFHUXQSODQLQGLYLGXDOGH testinal; se pueden utilizar otros AINE por
DQDOJHVLDFRQREMHWLYRVGH¿QLGRVHOTXH vía enteral en los pacientes apropiados.
debe ser comunicado a todos los miem- En la 7DEOD  se comparan los distintos
bros del equipo de salud, para lograr un analgésicos recomendados.

Droga Vida Metabolitos Efectos Dosis Coste


media activos adversos (paciente de 70 kg)*
Fentanilo 1,5-6 hs No tiene; se acumula Rigidez en dosis altas 0,7-10 μg/kg/h 100 μg/h u$s 26
0RU¿QD 3-7 hs Sí. Sedación, mayor Liberación de histamina 0,07-15 μg/kg/h 5 mg/h u$s 3,5-12
HQLQVX¿FLHQFLDUHQDO
Meperidina 3-4 hs Sí. Neuroexitación Combinado con no se recomienda
antidepresivos
Remifentanilo 3-10 No No 0,6-15 μg/kg/h 10 μg/kg/h u$s 170
min
Ketorolac 2,4-8,6 No Sangrado gastrointestinal 15-30 mg intravenosos
hs y efectos adversos renales c/6 hs
Ibuprofeno 1,8-2,5 No Ídem 400 mg c/4-6 hs vía oral
hs
Paracetamol 2 hs No Cuidado en alcohólicos 325-600 mg c/4-6 hs vía oral
*
&RVWH HQ GyODUHV QRUWHDPHULFDQRV VHJ~Q SUHFLR GH PHUFDGR HQ ((88 HQ  0RGL¿FDGR GH -DFREL -
Fraser G., Coursin D. HWDO. “Clinical practice guidelines for the sustained use of sedatives and analgesics in the
critically ill adult”. En: &ULW&DUH0HG 2002;30:119-141
Tabla 1: Farmacología de agentes analgésicos seleccionados
412 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

6.3.3.2. Sedación evaluadas y no han demostrado utilidad


Se analiza la multicausalidad de la ansiedad, en la UTI. (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR&)
agitación y GHOLULXP en terapia intensiva, ‡ 6HDQDOL]DOXHJRHOUROGHORVGLVWLQWRVVH-
sobre las que volvemos a remitir al lector al dantes. Respecto de las benzodiazepinas,
Capítulo 9. advierte sobre los riesgos de acumulación
La recomendación es la de comenzar la se- con su utilización en perfusión perma-
dación del paciente crítico sólo después de nente. Llamativamente no se menciona
haberle brindado una analgesia adecuada y de al Síndrome por Infusión de Propofol y
haber tratado las causas físicas reversibles. se realzan las propiedades de este agente
El siguiente punto de análisis es la utilidad VREUHHOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDOSUHVLyQ
de las escalas de sedación. Aquí recomiendan intracraneana y convulsiones. Se destaca
la Escala de Sedación-Agitación de Riker la acción ansiolítica de la dexmedetomi-
(SAS), la Escala de Evaluación de Actividad dina, comparable a las benzodiazepinas,
Motora (MAAS) y la Escala de Interacción y y la reducción de la dosis total de analgé-
Agitación de Vancouver (VICS). Se analiza sicos con su uso asociado.
ODXWLOLGDGGHODQiOLVLVHOHFWURHQFHIDORJUi¿FR ‡ 6H DQDOL]DQ GLIHUHQWHV WUDEDMRV DOHDWRUL-
del índice bi espectral (BIS), descartándolo zados que compararon los distintos se-
para los pacientes que no se encuentren en dantes entre sí, con niveles de evidencia
coma profundo o paralizado. Las recomen- variables.
daciones en este caso son: En la 7DEOD se muestran las propiedades
‡ 6HGHEHHVWDEOHFHUXQREMHWLYRLQGLYLGXDO farmacológicas y las dosis de los sedantes
GHVHGDFLyQTXHGHEHVHUUHGH¿QLGRUHJX- recomendados.
larmente; se debe registrar la evaluación Se establecen las siguientes recomendaciones:
y respuesta terapéutica, en horarios deter- ‡ 3DUDODVHGDFLyQUiSLGDGHSDFLHQWHVDJX-
minados. (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR&) dos agitados se recomienda la utilización
‡ 6HUHFRPLHQGDODXWLOL]DFLyQGHODVHVFDODV de diazepan o midazolam. (5HFRPHQGD
de evaluación validadas (VICS, MAAS y FLyQGHJUDGR&)
SAS). (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR%) ‡ &XDQGRVHGHEHORJUDUXQUiSLGRGHVSHU-
‡ /DV PHGLFLRQHV REMHWLYDV GH VHGDFLyQ tar el sedante preferido es el propofol.
como el BIS no han sido completamente (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR%)

Droga Inicio de Vida Metabolitos Efectos adversos Dosis Coste


acción media activos (paciente de 70 kg)*
Diazepan 2-5 min 20-120 hs Sí. Sedación Flebitis 0,03-0,1 mg/kg c/ 20 mg cada 4 hs: u$s
prolongada 0,5 a 6 hs 5/20
Lorazepan 5-20 min 8-15 hs No ,QVX¿FLHQFLDUHQDO 0,01-0,1 mg/kg/h 48 mg/d: u$s 55
acidosis relacionada
al solvente.
Midazolam 2 – 5 min 3-11 hs Sí. Sedación 0,04-0,2 mg/kg/h 6 mg/h: u$s 65/309
prolongada
Propofol 1-2 min 26-32 hs No Aumento de 5-80 μg/kg/min 50 μg/kg/min: u$s
triglicéridos, 235/375
dolor en el sitio de
inyección. Síndrome
de infusión de
propofol*
Haloperidol 3-20 min 18-54 hs Sí. Prolongación del 0,03-0,15 mg/kg 10 mg c/ 6 hs: u$s
Extrapiramidalismo intervalo Q-T intrav. c/ 0,5-6 hs ó 62/65
0,04-0,15 mg/kg/h
*
Coste en dólares norteamericanos según precio de mercado en EE.UU. en 2001 (9HUGHVFULSFLyQHQHOWH[WR)
0RGL¿FDGRGH-DFREL-)UDVHU*&RXUVLQ'HWDO. “Clinical practice guidelines for the sustained use of
sedatives and analgesics in the critically ill adult”. En: &ULW&DUH0HG 2002;30:119-141

Tabla 2: Farmacología de sedantes seleccionados


Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 413

‡ 6HUHFRPLHQGDHOPLGD]RODPSDUDLQIXVLR- El hecho que el paciente con patología neu-


nes menores a 48-72 hs, debido a que no se rológica aguda se encuentre con alteración
puede predecir el tiempo de despertar ni el del estado de conciencia de moderada a se-
de la intubación en tratamientos más pro- vera, no implica que no necesite sedación y
longados. (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR$) analgesia. Si bien el examen clínico no es lo
‡ 6HUHFRPLHQGDHOORUD]HSDQSDUDODVHGD- más importante, ya que es suplido por los
ción de la mayoría de los pacientes, ya sea métodos de monitorización, tiene implican-
en forma intermitente o en infusión per- cias diagnósticas y pronósticas, por lo cual es
manente. (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR%) deseable poder registrarlo de tanto en tanto.
‡ 6HUHFRPLHQGDODWLWXODFLyQGHORVVHGDQ- En la práctica se observa cómo la adminis-
tes hasta una dosis predeterminada o la tración de analgésicos y sedantes disminuye
interrupción diaria con retitulación para la presión intracraneal (PIC), poniendo en un
minimizar los efectos sedantes prolonga- lugar relevante su necesidad.
dos. (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR$) De tal manera, la droga sedoanalgésica
‡ 6HGHEHPHGLUODFRQFHQWUDFLyQGHWULJOL- ideal para el neurointensivismo debería, en
céridos después de dos días de la admi- una primera aproximación, tener una vida
nistración de propofol y se deben contar media corta que permitiera una apropiada
las calorías aportadas por la droga cuando evaluación clínica a los pocos minutos de
el paciente recibe alimentación parente- suspendida y una rápida titulación una vez
ral. (5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR%) reiniciada, con pocas posibilidades de acu-
‡ 6HUHFRPLHQGDODXWLOL]DFLyQGHJXtDVDO- mulación, efectos previsibles sobre la PIC
goritmos o protocolos de sedación. (5H y sin compromiso de la presión de perfu-
FRPHQGDFLyQGHJUDGR%) VLyQ 33&  QL GHO ÀXMR VDQJXtQHR FHUHEUDO
‡ (OKDORSHULGROHVHODJHQWHGHSUHIHUHQFLD (FSC).
para el tratamiento del GHOLULXP en los pa- Desde el punto de vista de la analgesia la
cientes críticos. (5HFRPHQGDFLyQGHJUD droga que no debe faltar en ningún régimen
do C) de sedoanalgesia es el fentanilo, que cumple
‡ &XDQGRVHXWLOL]DHOKDORSHULGROVHGHEHQ con todas las previsiones excepto con la se-
monitorizar los cambios electrocardio- dación.
JUi¿FRV 5HFRPHQGDFLyQGHJUDGR%) Una alternativa interesante, como veremos,
es el desarrollo de “analgosedación”, utilizar
un analgésico con propiedades sedantes.
6.3.4. Análisis de drogas
Analizaremos, dentro de las drogas disponi-
útiles para el paciente
bles, las propiedades del midazolam, propo-
neurológico crítico
fol, remifentanilo y dexmedetomidina, con
Si bien las guías son apropiadas para la mayoría sus fortalezas y debilidades para el paciente
de los pacientes internados en la UTI general, neurocrítico. En la 7DEOD se expone el efec-
el neurointensivismo presenta algunas particu- to de cada una de las drogas sobre el sistema
laridades que deben ser tenidas en cuenta. nervioso central.

Droga Presión Presión Flujo Sanguíneo Consumo de O2


arterial intracraneana Cerebral cerebral
Midazolam Reducción modesta No actúa directamente Disminuye Dsiminuye
(15-20% con dosis altas)
Propofol Reducción mayor dosis Disminuye Disminuye Disminuye (30%)
dependiente (25 a 40%)
Remifentanilo Reducción modesta No actúa Disminuye (no lo No actúa
(13% con drogas asociadas) PRGL¿FDHQ7(&JUDYH
Dexmedetomidina Aumento inicial, reducción No actúa Disminuye por No actúa
modesta dosis dependiente luego vasoconstricción
Tabla 3: Acción de los diferentes fármacos sobre las principales variables del paciente neurocrítico
414 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

6.3.4.1. Midazolam la iniciación se produce en aproximadamente


El midazolam es una benzodiazepina, la 8- 15 minutos con un efecto pico en 30-60 minu-
FORUR ÀXRURIHQLO PHWLO+LPLGL]R tos. La biodisponibilidad es de aproximada-
[1,5- a] [1,4] hidrocloridrato benzodiazepi- mente del 90% después de la administración
na; la fórmula en la ampolla con un pH de 3 intramuscular. La vida media de eliminación
tiene el anillo de la benzodiazepina abierto y es de 1-12 horas y el volumen de distribu-
la molécula es soluble en agua. Al alcanzar ción grande (0,95-6,6 l/kg). El midazolam es
en la sangre un pH de 7,4 el anillo se cierra y rápidamente metabolizado en el hígado a 1-
es entonces liposoluble. hidroxiacetil midazolam y excretado por la
orina.
Mecanismo de acción
Las benzodiazepinas potencian el efecto in- Contraindicaciones, reacciones
hibitorio del ácido aminobutírico (GABA) en adversas, interacción de drogas
las neuronas del SNC en los receptores ben- Las contraindicaciones para el uso del mida-
zodiazepina, manteniendo un canal del cloro zolam incluyen hipersensibilidad y glaucoma
abierto y ocasionando hiperpolarización de agudo del ángulo.
la membrana, que vuelve a la neurona resis- El midazolam debe ser utilizado con cuida-
tente a la excitación. GR\DGRVLVEDMDVFXDQGRVHDVRFLDDLQVX¿-
ciencia cardíaca aguda y/o renal, y en enfer-
Farmacodinamia, farmacocinética medad pulmonar obstructiva crónica.
y metabolismo
El midazolam es una droga con una duración 6.3.4.2. Propofol
de acción depresora corta sobre el SNC, con Es un agente hipnótico intravenoso con pro-
propiedades sedantes, ansiolíticas, amnésicas, piedades farmacocinéticas muy rápidas, el
anticonvulsivantes y relajantes musculares. 2, 6, di-isopropilfenol, perteneciente a la
6LVWHPD1HUYLRVR&HQWUDO. El midazolam re- familia de los alquilfenoles. Su solvente
duce el metabolismo cerebral (CMRO2) por es una emulsión lipídica de aceite de soja,
GLVPLQXFLyQGHOFRQVXPRGHR[tJHQR\ÀXMR fosfátidos de huevo y glicerol. Es isotónico
sanguíneo cerebral (FSC) de una forma dosis con un pH neutro. Debe guardarse entre 2
dependiente mientras mantiene una relación y 25º C.
FSC/CMRO2 normal. También aumenta el
umbral de excitación para las convulsiones. Mecanismo de acción
$SDUDWR 5HVSLUDWRULR. El midazolam pro- El mecanismo por el cual el propofol ejerce
duce depresión del centro respiratorio re- su acción hipnótica es desconocido, si bien
lacionada, utilizando dosis de inducción, y su alta liposolubilidad hace pensar en un me-
deprime la respuesta al dióxido de carbono, canismo de depresión del SNC mediado por
especialmente en pacientes con enfermedad el GABA. Esta acción es similar al pentobar-
obstructiva crónica. bital y la alfaxolona.
$SDUDWR &DUGLRYDVFXODU. Los efectos he- El propofol produce una rápida anestesia
modinámicos del midazolam incluyen un sin analgesia. Produce una amnesia marcada
moderado descenso de la presión arterial pero menor que las benzodiazepinas para la
media (15 al 20 % con grandes dosis), gasto misma sedación. Existe riesgo de memoriza-
cardíaco y volumen sistólico. ción durante la sedación.
Después de la administración intravenosa,
la sedación aparece en 3-5 minutos (la inicia- Farmacodinamia, farmacocinética
ción es menor de 3 minutos con dosis altas y metabolismo
o con la coadministración de narcóticos). La La farmacocinética obedece a un modelo tricom-
recuperación total es en menos de 2 horas. partimental. Se liga fuertemente a las proteínas
Después de la administración intramuscular, humanas (97%-98%), albúmina y eritrocitos.
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 415

El metabolismo es por gluco y sulfoconju- también provoca pérdida de la respuesta al


gación hepática, eliminándose por el riñón CO2 tardando hasta 20 min en recuperarla
en un 88% los productos de degradación. después del despertar. La vasoconstricción
Existe un retraso en obtener el equilibrio hipóxica se mantiene con la utilización del
entre las concentraciones plasmáticas y ce- propofol. Puede producir una disminución
rebrales llamado histéresis. Después de un del diámetro ántero posterior de la faringe y
bolo, el pico cerebral aparece entre el segun- ser responsable de apnea obstructiva. Es el
do y tercer minuto. En perfusión continua la agente de elección en el paciente asmático.
farmacocinética es lineal y la concentración El propofol produce una disminución de la
meseta es proporcional al débito. presión intraocular del 30% al 40% durante la
6LVWHPD 1HUYLRVR &HQWUDO. Disminuye las inducción. Puede ser utilizado en pacientes sen-
UHVLVWHQFLDV YDVFXODUHV HO ÀXMR VDQJXtQHR sibles a la hipertermia maligna o en miopatías.
cerebral y el consumo de oxígeno hasta un
36%, manteniendo la relación entre FSC Contraindicaciones, reacciones
y consumo de O2, y disminuyendo la PIC. adversas, interacción de drogas
0DQWLHQHODDXWRUUHJXODFLyQGHOÀXMRVDQJXt- Aparecen rashs cutáneos en el 0,2% de los
neo cerebral y la reactividad al CO2. El efec- pacientes. Ha sido descrito un aumento del
to protector cerebral es controvertido. Los riesgo de alergia con la utilización de relajan-
efectos sobre el EEG dependen de las dosis. tes no despolarizantes.
(Q LQIXVLyQ FRQWLQXD PRGL¿FD SRFR ORV SR- La emulsión lipídica favorece la prolifera-
tenciales evocados somatosensitivos. ción bacteriana y fúngica, por lo que tiene un
Ha sido utilizado en el tratamiento del esta- riesgo aumentado de infección. Es indispen-
tus epiléptico. Son frecuentes los movimien- sable aplicar una asepsia segura en la mani-
tos como mioclonias, hipertonia (hasta opis- pulación del propofol.
tótonos). Son raros al despertar y parecieran La aparición de dolor en el sitio de inyec-
tener un origen subcortical. ción durante la administración del propofol
$SDUDWR FDUGLRYDVFXODU Produce una pro- es el efecto adverso más constante, ya que
nunciada disminución de la función cardio- aparece del 28% al 90% y es atribuido a la
vascular. La reducción de la presión sanguí- molécula del propofol. No se acompaña de
nea es mayor en pacientes hipovolémicos, trombosis. La administración de lidocaína
ancianos y en pacientes con disfunción ven- disminuye la incidencia al 13%. La mono-
tricular izquierda. A dosis de 2-2,5 mg/kg se grafía original recomendaba su administra-
produce una disminución de la presión arte- ción por vía venosa central.
rial del orden del 25% al 40% secundario a La hipertrigliceridemia es también una
caída en el volumen minuto cardíaco, resis- complicación frecuente y debe pesquisarse,
tencias vasculares periféricas e índice car- midiendo los triglicéridos al menos dos ve-
díaco. El efecto sobre el sistema cardiovas- ces por semana.
cular se aumenta con la adición de opiáceos, El síndrome de infusión de propofol se ca-
benzodiazepinas y/o betabloqueantes. Puede racteriza por la presencia de shock cardiogé-
SURGXFLUGLVPLQXFLyQGHOÀXMRFRURQDULR nico, acidosis láctica, hipertrigliceridemia y
$SDUDWR5HVSLUDWRULR. Tiene un efecto sim- rabdomiolisis. Si bien es poco frecuente, se
paticolítico que produce una vasodilatación presenta tanto en adultos como en niños y
pulmonar y sistémica más venosa que arte- tiene una mortalidad superior al 90%.
rial. Produce un efecto depresor pronuncia-
do. A dosis de 2,5 mg/kg produce una dis- 6.3.4.3. Remifentanilo
minución del volumen corriente del 60% y Es un derivado del fentanilo (4-anilidopipe-
un aumento de la frecuencia respiratoria del ridina de fentanilo), es un agonista receptor
40%. Produce apnea dependiendo de la do- μ-opioide de acción ultra corta, indicado para
sis administrada y de la adición de opiáceos; proporcionar analgesia y sedación. Su estruc-
416 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

tura química incluye un enlace éster, por lo Doppler Transcraneano mostraron que man-
que es metabolizado por esterasas plasmáti- tiene intacta la reactividad cerebral vascular
FDV LQHVSHFt¿FDV \ SRU WDQWR FDUDFWHUL]D VX al CO2, reduciendo el FSC independiente-
QRYHGRVR SHU¿O IDUPDFRFLQpWLFR \ IDUPDFR- mente de los cambios en la PPC. La reduc-
dinámico. Su efecto máximo se consigue en ción de la PPC se puede ver con altas dosis
menos de tres minutos y el efecto desaparece de remifentanilo y es debida a la depresión
en pocos minutos, independientemente de hemodinámica.
la duración de su infusión y de la existencia En pacientes con TEC grave no se han re-
de disfunción hepática y/o renal. Uno de sus gistrados cambios en la presión arterial, PIC,
metabolitos es activo, pero a una actividad PPC ni FSC.
1/4 600, por lo que sus implicaciones clínicas El estudio de Karabinis sobre 161 pacientes
son casi irrelevantes, incluso en situaciones con traumatismo de cráneo grave, comparó
GH LQVX¿FLHQFLD UHQDO GRQGH HVWH PHWDEROLWR remifentanilo hasta dosis máxima con la adi-
puede acumularse. ción en ese momento de propofol (días 1 a
 RPLGD]RODP GtDVD FRQWUDPRU¿QD
Mecanismo de acción o fentanilo más propofol o midazolam, en la
La introducción de un grupo metil éster en la misma forma. La analgosedación producida
cadena N-acil del anillo de la piperidina au- por remifentanilo permitió un despertar más
menta la susceptibilidad para el metabolismo rápido y predecible para la evaluación neuro-
por las estearasas y la rápida terminación de lógica. No hubo diferencias entre los efectos
su efecto. DGYHUVRVH¿FDFLD\WROHUDQFLDGHOSDFLHQWH
El remifentanil es un agonista de los recepto- $SDUDWR FDUGLRYDVFXODU. Como el resto de
res μ-opioides. Tiene una duración de acción los opiáceos puede producir hipotensión y
mucha más corta que el fentanilo, alfentanilo bradicardia moderada. Asociado al propofol
y sufentanilo, por ser rápidamente inactivado o tiopental, puede reducir la presión arterial
SRUODVHVWHUDVDVQRHVSHFt¿FDVGHODVDQJUH\ de un 17 a 23%, no mediados por la libera-
otros tejidos. No parece ser sustrato de las bu- ción de histamina como sí lo es en el caso de
tiriltransferasas (pseudocolinesterasa) por lo ODPRU¿QD
TXHQRVHDIHFWDVXPHWDEROLVPRSRUHOGp¿FLW $SDUDWRUHVSLUDWRULR. Como el resto de los
de esta enzima o por los anticolinérgicos. opiáceos, depresión respiratoria es depen-
diente de la dosis. Con infusiones de 0,1 μ/
Farmacodinamia, farmacocinética kg/min se mantiene la respiración espontánea
y metabolismo en pacientes despiertos y a 0,05 μ/kg/min con
El remifentanil es de 20 a 30 veces más po- LVRÀXUDQRRPHQRVGH—NJPLQFRQSUR-
tente que el alfentanil y 60 veces más potente pofol (133 μ/kg) en pacientes anestesiados.
TXHODPRU¿QD(OHIHFWRDQDOJpVLFRSLFRVH ,QVX¿FLHQFLDUHQDO(QSDFLHQWHVFRQLQVX¿-
produce de 1 a 3 minutos después de la ad- ciencia renal la eliminación del principal me-
ministración. tabolito del remifentanil está alargada, con
No se recomienda el uso del remifentanilo a SRFDLQÀXHQFLDFOtQLFDSRUODHVFDVDSRWHQFLD
altas dosis para producir pérdida de concien- de este metabolito.
cia por la alta incidencia de rigidez muscular, ,QVX¿FLHQFLDKHSiWLFD El aclaramiento del
la que puede atenuarse con la administración remifentanilo no está alterado en el paciente
previa de un bloqueante muscular. con afectación hepática.
El comienzo de acción y el aumento de la El remifentanilo se comporta siguiendo el
vida media están alargados en el paciente an- modelo bicompartimental durante la prime-
ciano, por lo que se deben reducir las dosis ra hora y pasa al modelo tricompartimental
en un 50%. después de una hora de infusión. Tiene un
6LVWHPD QHUYLRVR FHQWUDO. Este efecto ha volumen de distribución bajo por su liposolu-
sido profundamente estudiado. Estudios con bilidad. La vida media se estima en 9-11 mi-
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 417

nutos. El principal metabolito del remifenta- sin monofosfato cíclico (AMPc). Otros me-
nilo, con un grupo ácido carboxílico, aparece canismos alternativos se basan en la apertura
en la orina en un 90%. La vida media de este de canales de calcio dependientes de voltaje,
metabolito es superior a la del remifentanilo el aumento del intercambio de sodio-hidro-
pero carece prácticamente de efecto. También geniones en el interior de las plaquetas y la
puede ser hidrolizado por N-dealquilación en apertura de diferentes tipos de canales de po-
un 1,5% a un segundo metabolito. tasio, hiperpolarizando la célula, lo que cons-
tituye un medio de suprimir o disminuir la
Contraindicaciones, reacciones actividad neuronal. La mayor concentración
adversas, interacción de drogas GHUHFHSWRUHVĮDGUHQpUJLFRVVHHQFXHQWUD
El remifentanilo está contraindicado en la ad- en protuberancia, bulbo y médula espinal.
ministración epidural y espinal, por contener La DFFLyQ DQDOJpVLFD estaría determinada
glicina, y en pacientes con hipersensibilidad SRUODDFWLYDFLyQGHOUHFHSWRUĮ$DGUHQpU-
conocida a los análogos del fentanilo. gico de la médula espinal. La acción hipnó-
Puede aparecer rigidez muscular en el 9 % tica sedante no está mediada por la vía del
de los pacientes después de la utilización del GABA a nivel cortical como en los otros
remifentanil (similar a la del fentanil); la uti- agentes (propofol, benzodiazepinas) sino por
lización de un hipnótico potente o un relajan- ODHVWLPXODFLyQĮ$DGUHQpUJLFDGHUHFHSWR-
te muscular la reduce al 1%. UHVHVSHFt¿FRVGHOORFXVFHUXOHXV/DDFFLyQ
Aparecen náuseas y vómitos en más del ahorradora de anestésicos en la inducción y
10% de los pacientes. mantenimiento estaría en relación a su acción
Los escalofríos, bradicardia, apnea y depre- ĮDGUHQpUJLFDLQKLELWRULDVREUHODWUDQVPL-
sión respiratoria, aparecen del 1 al 10%. sión central de tipo noradrenérgico.
No se producen interferencias farmacoci- A nivel FDUGLRYDVFXODU HO DJRQLVPR Į 
néticas entre el propofol, tiopental e isolura- adrenérgico periférico provoca una respuesta
no. Hay una sinergia entre el remifentanilo inicial de aumento de la presión arterial y bra-
y estos agentes anestésicos que produce un dicardia, por depresión simpática central. La
ahorro de los mismos. hipotensión posterior es atribuida a su acción
vascular periférica, incluyendo la estimulación
6.3.4.4. Dexmedetomidina GHUHFHSWRUHVĮSUHVLQiSWLFRV\SRUODVXSUH-
La dexmedetomidina es un fármaco agonis- sión de la descarga de los nervios simpáticos.
ta adrenérgico derivado imidazólico, de ca- A QLYHOUHQDO induce diuresis, posiblemente
UiFWHUOLSRItOLFRFRQPD\RUD¿QLGDGSRUORV por atenuación de la secreción de hormona
UHFHSWRUHV Į  DGUHQpUJLFRV TXH HO IiUPDFR antidiurética o por el bloqueo de su efecto en
prototipo de este grupo, la clonidina. Tiene los tubos colectores, o natriuresis e hipona-
propiedades analgésicas, hipnóticas, sedan- tremia por estimulación de la liberación de
tes, ansiolíticas y anestésicas, con un efecto péptido atrial natriurético.
“ahorro” de otros anestésicos. Desde HOSXQWRGHYLVWDJHQHUDOHOHIHFWRĮ
2 provoca disminución de las catecolaminas
Mecanismo de acción circulantes, diminuye la producción de insu-
'H[PHGHWRPLGLQDHVXQIiUPDFRDJRQLVWDĮ lina pancreática por estimulación de las cé-
2 adrenérgico y por tanto su mecanismo de lulas beta, disminuye la secreción salival y
acción general será mediante su unión este gástrica, la motilidad intestinal y gástrica, y
receptor. Éste media sus efectos mediante la la secreción de humor acuoso, con disminu-
activación de proteínas G (proteínas regula- ción de la presión intraocular.
GRUDV ¿MDGRUDV GH QXFOHyWLGRV GH JXDQLQD  No tiene acción sobre la UHVSLUDFLyQ en do-
La activación de las proteínas G se traduce en sis farmacológicas; en dosis superiores pue-
la inhibición de la enzima adenil-ciclasa, re- de haber una leve depresión mediada por los
duciéndose la concentración de 3´-5´ adeno- efectos sobre el locus ceruleus.
418 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Farmacodinamia, farmacocinética Contraindicaciones, reacciones


y metabolismo adversas, interacción de drogas
/DGRVL¿FDFLyQHPSOHDGDHQORVHVWXGLRVHQ De acuerdo con los resultados preliminares
UTI consistió en una dosis inicial de carga de derivados de un estudio de )DVH,,, que en-
ȝJNJyȝJNJKRUDGXUDQWHPLQXWRV globó a 401 pacientes, los efectos adversos
VHJXLGRVGHXQDLQIXVLyQGHDȝJNJ que más frecuentemente se asociaron con la
hora por vía intravenosa. Se comercializa en administración de dexmedetomidina a dosis
ampollas con 2 ml de clorhidrato de dexme- GHȝJNJGXUDQWHKRUDVIXHURQKLSHU-
GHWRPLGLQDȝJPOGHELHQGRVHUGLOXLGD tensión, hipotensión, náuseas, bradicardia y
con suero salino al 0,9% para lograr una con- sequedad de boca. En el otro estudio de )DVH
FHQWUDFLyQGHȝJPO III hubo más incidencia de
6LVWHPDQHUYLRVRFHQWUDO. Por su acción so- hipertensión en el grupo dexmedetomidina,
bre las neuronas noradrenérgicas del locus si bien fue fácilmente corregible.
ceruleus que se proyectan sobre todo el encé- En general, los efectos adversos de dexme-
falo incluyendo los capilares y microarterio- detomidina son derivados de sus propiedades
las, se presupone una disminución directa del FRPRĮDJRQLVWD(VGHGHVWDFDUODSUHVHQ-
FSC. Estudios con Doppler Transcraneano cia de hipoglucemia e hiponatremia con la
demostraron disminución de las velocidades administración prolongada, que mejoran al
cercanas al 30%, al igual que los realizados suspender la droga.
con Tomografía por Emisión de Positrones. Debido a sus acciones sobre los requeri-
Estos cambios en el FSC son independientes mientos anestésicos, la administración con-
del consumo cerebral de O2, que no es altera- comitante de dexmedetomidina con anesté-
do por la droga. El efecto vasoconstrictor es sicos halogenados causa una disminución de
mayor en el lado venoso que en el arterial. las necesidades de éstos.
Respecto de la PIC, no se han registrado
PRGL¿FDFLRQHV FRQ GLIHUHQWHV GRVLV HQ KX-
6.3.5. Conclusiones
manos.
Tampoco tiene efectos sobre el EEG y los La sedación y analgesia del paciente en la Uni-
potenciales evocados multimodales. Se pos- dad Neurointensiva son un desafío constante.
tula un efecto neuroprotector, pues la estimu- Como hemos visto, los esquemas tradi-
lación alfa-adrenérgica podría provocar una cionales de fentanilo propofol o midazolam
disminución de la cascada del NMDA. tienen muchas limitaciones para lograr un
$SDUDWRFDUGLRYDVFXODU. Como se explicó, despertar rápido que permita la evaluación
presenta una acción dual sobre la presión ar- neurológica inmediata y reiniciar la acción
terial, aumentándola inicialmente para luego sedante en las dosis previas.
disminuirla modestamente por el efecto va- El remifentanilo y la dexmetomidina per-
gotónico y simpaticolítico. miten esta acción por su efecto de “analgose-
$SDUDWRUHVSLUDWRULR. No tiene acción cen- dación”. Ambas drogas pueden ser utilizadas
tral sobre la respiración, pero es un potente solas o en combinación, produciendo una dis-
broncodilatador. minución de los requerimientos de sedantes.
Administrada en infusión continua en pa- El remifentanilo aparece superior a la dex-
cientes que requerían UTI posoperatoria se metomidina en la sedación prolongada por-
observó que la vida media de distribución que no presenta efectos adrenérgicos que
duró 8,6 minutos, la vida media terminal fue potencialmente puedan interferir con trata-
de 3,14 horas, el volumen de distribución en mientos como los que se orientan al manteni-
estado de equilibrio alcanzó 173 litros y el miento de una PPC constante y elevada.
aclaramiento medio fue de 48,3 l/h. Estos Debemos tener en cuenta la poca evidencia
valores fueron similares a los de voluntarios sobre la utilidad de los distintos regímenes
sanos. de sedación y analgesia en el paciente neuro-
Complicaciones posoperatorias de neurocirugía ‡ 419

crítico. Sólo hemos encontrado 21 artículos midina en el momento del destete del ven-
prospectivos, aleatorizados y controlados, tilador y de la terapéutica neurointensiva,
de los cuales solamente el de Karabinis tenía sobre todo cuando se utilizó midazolam/fen-
una cantidad adecuada de pacientes. tanilo o lorazepam/fentanilo para la sedación
En la práctica es muy atractiva la utiliza- prolongada, o cuando los pacientes presentan
ción de remifentanilo como droga única para agitación y excitación.
la sedación prolongada, y de la dexmedeto-
Capítulo 7
INFECCIONES

7.1. Meningitis bacteriana:


diagnóstico y tratamiento
basado en la evidencia
Romina P. Quercia

7.1.1. Introducción G 7UDWDPLHQWR 1R (VSHFt¿FR 8WLOL]DFLyQ


de 'H[DPHWDVRQD. 7LPPLQJ de utiliza-
La meningitis es una verdadera urgencia in- ción
fectológica, la palabra clave es TIEMPO y e. Administración intraventricular de anti-
lo más importante no es el diagnóstico sino microbianos
la sospecha y el tratamiento empírico inme- f. Evaluación y seguimiento
GLDWR\DTXHODVGHFLVLRQHVLQLFLDOHVLQÀX\HQ g. Indicaciones de tratamiento ambulatorio
en la evolución ulterior de la patología. Uti- de la meningitis bacteriana
lizamos la palabra patología y no infección,
ya que las lesiones y secuelas dependen de la
7.1.2. Fuente de evidencia
secuencia de eventos gatillada por el agente
LQIHFFLRVRSHURVRQJHQHUDGDVSRUODLQÀDPD- Tunkel A.R., Hartman B., Kaplan S., HW DO
ción meníngea. SOSPECHAR y TRATAR, “Practice guidelines for the management
para el diagnóstico hay tiempo, para el tra- of bacterial meningitis”. En: CID. 2004;
tamiento no. 39:1267-84.
La categoría y grado de las recomendacio- Chemelik V., Gutvirth J. “Meropenem
nes se basan en el ranking que se describe en treatment of post-traumatic meningitis due to
la 7DEOD. 3VHXGRPRQDVDHUXJLQRVDEn:-$QWLPLFURE
&KHPRWKHU. 1993; 32: 922-3.
Objetivos de la revisión: Cottagnoud P., Tauber M.G. “Fluoroqui-
a. Esquemas de sospecha, diagnóstico y tra- nolones in the treatment of meningitis”. En:
tamiento &XUUHQW,QIHFW'LV5HS 2003; 5: 329-36.
b. Diagnóstico. Punción lumbar y diagnósti- Tunkel A.R., Scheld W.R. “Corticosteroids
co por imágenes for everyone with meningitis?” En: 1(QJO-
c. Tratamiento antibacteriano empírico ini- 0HG 2002; 347: 1613-5.
FLDO\HVSHFt¿FR Tunkel A.R. %DFWHULDO PHQLQJLWLV. Lippin-
422 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

cot Williams & Wilkins, Philadelphia 2001. a un retraso terapéutico, ya que como se-
ñalamos anteriormente la clave es el tiempo,
incluso ante la posibilidad de realizar rápi-
7.1.3. Manejo inicial de la
damente la TAC, el intervalo que implica el
meningitis bacteriana
procedimiento es vital en términos de morbi-
El manejo inicial del paciente con sospecha de mortalidad y debe evitarse. En estos pacientes
meningitis bacteriana depende del reconoci- deben tomarse los dos hemocultivos, y la tera-
miento precoz del síndrome meníngeo, cono- pia adyuvante y el tratamiento antimicrobiano
cimiento de los patógenos habituales, rápida empírico inicial (TEI) deben administrarse sin
evaluación diagnóstica, tratamiento empírico demoras. Luego la TAC y PL completaran la
inicial adyuvante y antibacteriano inmediato. saga diagnóstica para adecuar los tratamientos
En la )LJXUD se observa la descripción del y procedimientos ulteriores.
algoritmo diagnóstico para adultos. La demora en el inicio del tratamiento au-
Ante la sospecha de meningitis bacteriana menta la morbimortalidad de manera expo-
(MNB), deben realizarse dos cultivos de san- nencial. En estos casos la elección del TEI se
gre periférica y la punción lumbar (PL) para basará en la edad del paciente, antecedentes
corroborar si la fórmula del líquido cefalorra- y/o comorbilidades.
quídeo (LCR) es compatible con el diagnós- A pesar de la potencial reducción de sensi-
tico clínico. Una situación habitual es que la bilidad de cultivo y de la tinción de Gram pos
PL no pueda realizarse inmediatamente (p. ej., antibiótico, los resultados de hemocultivos y
incapacidad para obtener la muestra, sospecha las características del LCR (disminución de
GH PDVD RFXSDQWH GH HVSDFLR LQPXQRGH¿- la glucorraquia, hiperleucocitosis e hiperpro-
ciencia, etc.), debe realizarse una tomografía teinorraquia) proveen adecuada evidencia
axial computada (TAC) previo a la PL. El SDUD GH¿QLU XQD SUREDEOH 01% TXH FRQ¿U-
retraso diagnóstico no debe corresponder men y aseguren el TEI.

Categoría/Grado 'H¿QLFLyQ
Poder de la recomendación
A Buena evidencia para sostener la recomendación para su uso,
debe ser ofrecida siempre
B Moderada evidencia para sostener la recomendación para su
uso, debe ser generalmente ofrecida
C Pobre evidencia para sostener la recomendación , opcional
D Moderada evidencia para sostener la recomendación en contra
de su uso, no debe ser generalmente ofrecida
E Buena evidencia para sostener la recomendación en contra de
su uso, nunca debe ser ofrecida
Calidad de la evidencia
I Evidencia de > 1 estudio controlado, aleatorizado
II Evidencia de > 1 estudio adecuadamente diseñado, no
aleatorizado, de una cohorte o estudios de análisis tipo caso-
control (preferentemente de más de un centro), de múltiples
series diferentes o de importantes resultados de estudios no
controlados
III Evidencia de opiniones de expertos, basada en la experiencia
clínica, estudios descriptivos o de reportes de comité de
expertos
Tabla 1: Sistema de ranking de las recomendaciones clínicas
Infecciones ‡ 423

7.1.3.1. Indicaciones de TAC cia, imposibilidad de responder o realizar co-


previo a la punción lumbar rrectamente dos preguntas u órdenes respecti-
Las complicaciones pospunción compren- vamente, parálisis palpebral, campos visuales
den un rango variable, desde cefalea leve o anormales, parálisis facial, leve caída braquial
disconfort a herniacion cerebral, pero la real y/o crural, anormalidad en el habla. Ninguna
incidencia de esta complicación es descono- de esta signosintomatología se presentó ini-
cida. En un estudio reciente (301 pacientes), cialmente en 96/235 pacientes sometidos a la
los hallazgos iniciales asociados a imágenes TAC, fue normal en 93/96, con un valor pre-
patológicas en la TAC fueron edad > 60 años, dictivo negativo de 97%. De los tres pacientes
antecedentes de patología del sistema nervio- restantes, sólo uno tuvo una imagen con un
so central SNC (p. ej., masa, VWURNH e infec- leve efecto de masa, los tres se sometieron a
ción focal), immunocompromiso ( infección la PL sin complicación alguna ni evidencia de
por HIV o SIDA, terapia inmunosupresiva o herniación cerebral. Estos datos deben ser va-
transplante), antecedentes de crisis convulsi- lidados en diferentes poblaciones de pacien-
vas < 1 semana previo a la presentación, y el tes, pero la Sociedad Americana de Enferme-
hallazgo de signos o síntomas neurológicos dades Infecciosas basan sus recomendaciones
HVSHFt¿FRVFRPRDQRUPDOHVWDGRGHFRQFLHQ- de TAC en estos hallazgos. (7DEOD)

NO SÍ

NO SÍ

Figura 1: Algoritmo de diagnóstico y tratamiento de la meningitis bacteriana en adultos


424 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Se recomienda también posponer la PL por sensibilidad de cultivo es del 70%-85% en


30 minutos en aquellos pacientes con convul- pacientes no tratados previamente.
siones leves de corta duración y no realizarla
en presencia de convulsiones más prolonga- Tinción de Gram
das, por el aumento transitorio de la presión 3HUPLWHODLGHQWL¿FDFLyQGHODEDFWHULDHQWUH
intracraneana (PIC). HOGHORVFDVRVFRQXQDHVSHFL¿-
cidad > 97%. La posibilidad de obtener una
tinción reactiva correlaciona con la concen-
7.1.3.2. Tests diagnósticos
tración bacteriana en el LCR.
de MNB a nivel del LCR
Una concentración < 103 unidades forma-
Características del LCR doras de colonias (CFU)/mL está asociada
El análisis de las características del LCR con una reactividad del 25%, entre 103-105
constituye todavía el método más adecuado del 60% y >105 97% respectivamente, aun-
para el diagnóstico de la MNB. La presión de que también depende de la bacteria impli-
apertura se encuentra generalmente entre 200- cada; son reactivos el 90% de los casos de
500 mmH2O, el aspecto puede ser turbio de- 6WUHSWRFRFFXV SQHXPRQLDH, 86% +DHPRSK
pendiendo de la concentración de leucocitos LOXV LQÀXHQ]DH, 75% 1HLVVHULD PHQLQJLWLGLV
(WBCs), glóbulos rojos (RBCs), bacterias y/o y aproximadamente el 50% de los casos de
proteínas. En la MNB no tratada el recuento /LVWHULDPRQRF\WRJHQHV.
de WBCs es elevado, entre 1000-5000 célu- En los casos de tratamiento antibiótico pre-
las/mm3, aunque este rango es muy amplio y vio, la sensibilidad disminuye un 20%. Se re-
va desde <100 a >10 000 células/mm3. Nor- comienda realizar la tinción de Gram a todos
malmente se encuentra un predominio de los pacientes con sospecha de MNB. ($,,,)
QHXWUy¿ORV GH HQWUH  DXQTXH XQ
10% de pacientes puede tener un predominio Aglutinación de Látex
OLQIRFLWDULRGH¿QLGRFRPR!GHOLQIRFL- La reacción de látex es sencilla, rápida
tos o monocitos, sobre todo en la etapa pre- (< 15 min), y la sensibilidad es aceptable:
coz de la patología. La glucorraquia es <40 78%-100% para +DHPRSKLOXV LQÀXHQ]DH
mg/dL en 50%-60% de los pacientes, pero un tipo b, 67%-100% 6WUHSWRFRFFXV SQHXPR
cociente LCR/plasma < 0,4 tiene una sensi- QLDH, 69%-100% 6WUHSWRFRFFXV DJDODFWLDH
ELOLGDGGHO\XQDHVSHFL¿FLGDGGHO y del 50%-93% para 1HLVVHULDPHQLQJLWLGLV,
respectivamente. La proteinorraquia está vir- pero un resultado negativo no descarta el
tualmente elevada en todos los pacientes. La diagnóstico de MNB.

Criterio Comentario
Inmunocompromiso HIV o SIDA, terapia immunosupresiva, postransplante
Antecedentes de enfermedades Lesión focal (masa), ACV (accidente cerebro-vascular),
del SNC infección focal
Crisis convulsivas recientes Presentación dentro de los últimos 7 días; algunas autoridades
desaconsejan la realización de la PL luego de crisis convulsivas
prolongadas o proponen posponer 30 minutos la realización de
la PL en casos de crisis convulsivas de corta duración
Papiledema Pulso venoso presente, sugiere ausencia de incremento de PIC
Nivel de conciencia anormal
'p¿FLWQHXUROyJLFRIRFDO Incluye pupila dilatada no reactiva, motilidad ocular anormal,
campo visual anormal, parálisis palpebral, parálisis y/o paresia
braquial y/o crural
Tabla 2: Criterio de recomendaciones para TAC, previo a la PL, en pacientes con sospecha de
meningitis bacteriana (%,,)
Infecciones ‡ 425

Recientes estudios demostraron que la uti- o un cociente < 0,23, una concentración de
OL]DFLyQGHODUHDFFLyQGHOOiWH[QRPRGL¿FD proteínas > 220 mg/dL y leucocitosis >2000
la conducta frente a la sospecha de MNB, por células/mm3 R ! QHXWUR¿ORVPP3 son
lo tanto no se recomienda la utilización de su predictores individuales de MNB, con un ni-
uso, (',,) pero podría ser utilizado en los YHOGHHVSHFL¿FLGDGGH> 99%, si bien estos
casos de pacientes que recibieron antimicro- datos requieren del aval de un estudio pros-
bianos previo a la PL y en aquellos con culti- pectivo, la información surge de un reciente
vo negativo de LCR. (%,,,) análisis retrospectivo de 422 pacientes.

Reacción de lisado de Limulus Determinación de Lactato


ÒWLOSDUDODLGHQWL¿FDFLyQGHEDFWHULDV*UDP Una concentración de lactato > 4,2 mmol/L es
negativas, un resultado positivo sugiere la considerado como un valor con poder discri-
presencia de endotoxina en la muestra. La minativo para la MNB en pacientes no tratados
sensibilidad de detección es de 103 bacterias previamente con antibióticos (ATB); la sensi-
Gram negativas/mL de LCR y 0, 1 ng/mL ELOLGDGGHOWHVWHVGHO\ODHVSHFL¿FLGDG
de endotoxina. Un estudio mostró que tiene del 100%, con un valor predictivo positivo
XQDVHQVLELOLGDGGH\XQDHVSHFL¿FLGDG (PPV) del 100% y un valor predictivo negativo
de 99, 4%, pero la escasa disponibilidad del (NPV) del 97%. A pesar de ello, no es especí-
método hace que no sea recomendada su uti- ¿FR\RWURVIDFWRUHVFRPRODKLSR[LDLVTXHPLD
lización. (',,) cerebral, glucólisis anaeróbica, compromiso
vascular y asimismo el metabolismo leuco-
PCR citario, pueden elevar las concentraciones de
/D DPSOL¿FDFLyQ GH '1$ GH ODV EDFWHULDV lactato. Otorga una información adicional pero
comunmente implicadas en la MNB mostró no es diagnóstica, por lo tanto es un test no
XQD VHQVLELOLGDG \ HVSHFL¿FLGDG GHO  recomendado en pacientes con sospecha de
además de falsos positivos. Otra herramienta MNB adquirida en la comunidad. (',,,)
diagnóstica en la práctica clínica es una semi- Un reciente estudio demostró el valor de la
nested PCR con múltiples SULPHUV de amplio concentración de lactato en el caso de me-
espectro bacteriano de detección, la sensibi- ningitis posquirúrgicas, en las cuales > 4,0
OLGDGHVGHO\HVSHFL¿FLGDGGLDJQyVWLFD mmol/L de lactato es considerado límite
es del 98, 2%, respectivamente, y presenta un diagnóstico, con una sensibilidad del 88% y
valor predictivo negativo del 100%, lo que XQD HVSHFL¿FLGDG GHO  339  \ XQ
torna al test de interesante valor para descar- NPV 94%. (%,,)
tar la MNB en el caso de Gram no reactiva.
(%,,) Concentración de proteína
C reactiva (CRP)
La CRP es un reactante de fase aguda secre-
7.1.3.3. Utilidad de tests para
tada por el hígado luego de 6 hs instalarse
el diagnóstico diferencial entre
ODFDVFDGDGHLQÀDPDFLyQVLVWpPLFD1RGHEH
la MNB y la Meningitis Viral
ser usada como método diagnóstico que de-
Características del LCR termine iniciar o no una terapia ATB. Varios
Las características del LCR son fundamenta- metaanálisis revisaron la posible utilidad de
les en el caso de tener una tinción de Gram la determinación de CRP en plasma y LCR,
no reactiva, o en aquellos pacientes expues- con amplios rangos en lo que a sensibilidad y
tos a antibióticos previamente o con un cua- HVSHFL¿FLGDGVHUH¿HUH
dro clínico subagudo o paucisintomatico. La La CRP plasmática demostró ser útil para
combinación de tests permite agudizar la pre- distinguir una MNB a Gram-negativas con
dicción diagnóstica entre una MNB o viral. XQD VHQVLELOLGDG GHO  HVSHFL¿FLGDG GHO
Una concentración de glucosa <34 mg/mL 93% y un NPV del 99%.
426 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

La CRP en LCR mostró un valor interesante razones éticas—, existen estudios que so-
en la distinción entre MNB y viral, solo en el portan desde lo biológico tales conclusio-
caso de pacientes con Gram no reactiva. Solo nes clínicas, ya que una evolución negativa
debe considerarse la CRP en LCR si su valor se asocia con la concentración de antígenos
es normal o bajo (en casos de Gram no reac- bacterianos y/o la mayor cantidad de micro-
tiva), ya que tiene un NPV 99%. (%,,) Ob- organismos observados en una muestra de
viamente, no permite realizar un diagnóstico LCR obtenida previo a la administración an-
HVSHFt¿FR\FXDOTXLHURWURYDORUQRSHUPLWH tibiótica así como al tiempo de esterilización
cambiar la conducta clínica y terapéutica. del LCR; un período mayor a 24 hs en la es-
terilización del líquido es un factor de riesgo
Determinación de la oncentración con la subsecuente secuela neurológica.
de procalcitonina Un interesante estudio retrospectivo británi-
Una concentración de este polipéptido > 0,2 co sobre 350 pacientes hospitalizados mostró
ng/mL mostró tener una sensibilidad y es- que sobre un total de 53 pacientes que reci-
SHFL¿FLGDGGHOSDUDHOGLDJQyVWLFRGH bieron ATB previo a la hospitalización sólo
MNB, pero actualmente no se recomienda su 1 murió (1,9%) YHUVXV 30 (12%) de 252 que
uso debido a su escasa disponibilidad en la- recibieron la primer dosis antibiótica pos ad-
boratorios clínicos. (%,,) misión hospitalaria.
Otro estudio, en EE.UU., sobre 269 pa-
PCR FLHQWHVFODVL¿FyDORVSDFLHQWHVVHJ~QHOHV-
Dependiendo del cuadro clínico del paciente, tado de gravedad y progresión al momento
la PCR para detectar virus en LCR es reco- de ingreso, según los siguientes parámetros
mendada no solo para la familia +HUSHYLUL clínicos iniciales: hipotensión, estado men-
dae, sino también la RT-PCR para entero- tal alterado y convulsiones. Estos tres datos
virus, (%,,) ya que disminuye el tiempo de fueron utilizados para crear un modelo pro-
tratamiento ATB de una presunta MNB, hos- nóstico que pudiera asociarse a la evolución
pitalización y demás medidas diagnósticas clínica del paciente en bajo, intermedio y
innecesarias, además de acelerar el tiempo alto riesgo de evolución desfavorable. Los
diagnóstico de días a horas, en el cuadro de resultados mostraron que un retardo en la
una meningitis viral. administración antibiótica luego de que el
paciente fuera admitido en el departamento
7.1.3.4. Timming* de de emergencias estaba asociado con un mal
tratamiento antimicrobiano pronóstico, cuando la condición del paciente
No existe un estudio clínico prospectivo que avanzaba de riesgo bajo o intermedio a alto.
demuestre la relación entre el tiempo de la Estos datos soportan la presunción de que
primera dosis antibiótica y la evolución clí- es vital la inmediata administración ATB
nica del paciente, en términos de morbimor- ante la sospecha de MNB, para evitar una
talidad. Todos los estudios existentes exa- mala evolución y mejorar el pronóstico del
minan solo la relación desde el inicio de los paciente. No podemos determinar el tiempo
síntomas en relación al comienzo del WLHPSR exacto de la primer dosis antibiótica o cuánto
antibiótico, pero es muy difícil determinar estamos autorizados a esperar en términos de
el momento de VLHPEUD meníngea, patoge- diagnóstico, pero en virtud de la patogenia de
nia, tipo de gérmen, etc., pero el retardo en la MNB, el tiempo adecuado para evitar se-
la administración antibiótica se asocia a una cuelas y mejorar el pronóstico es tan pronto
evolución negativa. Si bien no hay estudios como sea posible: se deben administrar los
comparativos que lo prueben—por obvias ATB sin demora.

* 7LPPLQJpalabra que deriva del inglés para indicar el tiempo disponible y adecuado para la administración de
determinadas drogas o bien realización de determinados procedimientos diagnósticos y/o terapéuticos; debido a
su uso universal se utilizará de esta manera, ya que describe perfectamente el espíritu del concepto
Infecciones ‡ 427

7.1.4. Tratamiento de la tratamiento ATB puede ser guiado por los re-
meningitis bacteriana sultados de la tinción de Gram. Usualmente,
para evitar el retardo que implica esperar los
7.1.4.1. Tratamiento resultados del LCR o bien la imposibilidad
antimicrobiano de realizar la PL, se comienza con el Trata-
miento Empírico Inicial. (7DEOD) Luego el
Tratamiento empírico inicial PLVPRSXHGHPRGL¿FDUVHDSDUWLUGHO*UDP
Una vez que el diagnóstico de MNB se ha es- del LCR. (7DEOD)
tablecido por las características del LCR, el

Factores Patógenos Habituales Tratamiento Antibiótico


Predisponentes
Edad
< 1 mes 6WUHSWRFRFFXVDJDODFWLDH(FROL Ampicilina + cefotaxime o
/LVWHULDPRQRF\WRJHQHV.OHEVLHOOD Ampicinlina + aminoglucósido
especies
1-23 meses 6WUHSWRFRFFXVSQHXPRQLDH1HLVVHULD Vancomicina + Cefalosporina de
PHQLQJLWLGHV6DJDODFWLDH+HPRSKLOXV 3ª Generacióna,b
LQÀXHQ]DH(FROL
2-50 años 1PHQLQJLWLGHV6SQHXPRQLDH Vancomicina + Cefalosporina de
3ª Generacióna,b
> 50 años 6SQHXPRQLDH1PHQLQJLWLGHV Vancomicina + Ampicilina +
/0RQRF\WRJHQHV Cefalosporina de 3ª Generacióna,b
bacilos gram-negativos aerobios
Traumatismo
Encéfalo-craneano
Fractura basilar 6SQHXPRQLDH+LQÀXHQ]DH Vancomicina + Cefalosporina de
HVWUHSWRFRFRȕKHPROtWLFRGHOJUXSR$ 3ª Generacióna
Trauma penetrante 6WDSK\ORFRFFXVDXUHXVHVWD¿ORFRFR Vancomicina + Cefepime
coagulasa-negativo (especialmente Vancomicina + Ceftazidime
6WDSK\ORFRFFXVHSLGHUPLGLV bacilos o Vancomicina + Meropenem
gram-negativos aerobios (incluyendo la
3VHXGRPRQDDHUXJLQRVD)
Pos Bacilos gram-negativos aerobios Vancomicina + Cefepime,
neuroquirúrgico (incluyendo la 3VHXGRPRQDDHUXJLQRVD Vancomicina + Ceftazidime o
6DXUHXVHVWD¿ORFRFRFRDJXODVD Vancomicina + Meropenem
negativo (especialmente 6WDSK\ORFRFFXV
HSLGHUPLGLV)
6KXQW de LCR (VWD¿ORFRFRFRDJXODVDQHJDWLYR Vancomicina + Cefepime,
(especialmente 6WDSK\ORFRFFXV Vancomicina + Ceftazidime o
HSLGHUPLGLV 6DXUHXVbacilos Vancomicina + Meropenem
gram-negativos aerobios (incluyendo
la 3VHXGRPRQDDHUXJLQRVD 
3URSLRQLEDFWHULXPDFQHV
a
Ceftriaxona o Cefotaxime
b
Algunos expertos aconsejan sumar Rifampicina al esquema si se administra concomitantemente dexametasona
Tabla 3: Recomendaciones para el Tratamiento Empírico Inicial de meningitis purulenta en
UHODFLyQDODHGDG\SDFLHQWH\DRWURVIDFWRUHVSUHGLVSRQHQWHVHVSHFt¿FRV $,,,)
428 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Tratamiento antibiótico específico control y la mayoría de estudios compara a los


Una vez conocido el germen y la sensibilidad nuevos agentes con los ATB estándar.
GH pVWH SXHGH PRGL¿FDUVH HO UpJLPHQ $7%
guiado por el antibiograma. (7DEOD) El tiem- 7.1.4.2 Antibióticos “clave”
po de terapia antibiótica de acuerdo al tipo pa- /DHOHFFLyQGHODQWLELyWLFRHVSHFt¿FRXQDYH]
tógeno involucrado se describe en la 7DEOD. LGHQWL¿FDGR HO DJHQWH FDXVDQWH GH OD PHQLQ-
gitis se basa fundamentalmente en la sensibi-
Antibioticoterapia en la OLGDG DQWLELyWLFD TXH UHÀHMD HO DQWLELRJUDPD
eningitis Bacteriana a través de la susceptibilidad LQ YLWUR a los
8QDYH]LGHQWL¿FDGRHORUJDQLVPR\GHWHUPLQD- mismos, así como la capacidad de penetración
da la sensibilidad del mismo, el régimen anti- al LCR, pero no existen estudios de tipo pla-
biótico debe ser ajustado a este; en las 7DEODV\ cebo-control para un agente antimicrobiano
7VHREVHUYDQRSFLRQHVSRVLEOHV\GRVL¿FDFLyQ HVSHFt¿FR/DPD\RUtDGHORVHVWXGLRVFRPSD-
sugerida, respectivamente. Históricamente, los ran nuevas drogas con DQWLELyWLFRVHVWiQGDU,
antibióticos estándar fueron la penicilina y las incluso cuando estos DQWLELyWLFRVHVWiQGDU no
sulfonamidas, pero ante el aumento de la tasa hayan sido extensamente estudiados.
de resistencia a estos antimicrobianos se fueron La siguiente sección describe el rol de anti-
desarrollando otros. La administración de un bióticos FODYH en la meningitis bacteriana.
antibiótico en el contexto de una MNB se basa
en el espectro antimicrobiano y en su capacidad Cefalosporinas
de penetración al LCR, ya que obviamente no En pacientes con MNB a +LQÀXHQ]DH de tipo
existen datos provenientes de estudios placebo- B, la emergencia de cadenas productoras de

Microorganismo Tratamiento recomendado Tratamiento alternativo


6WUHSWRFRFFXVSQHXPRQLDH Vancomicina + Cefalosporina Meropenem (&,,,);
3ª G a,b Fluoroquinolona c (%,,)
1HLVVHLUDPHQLQJLWLGLV Cefalosporina 3ª G a Penicilina G, Ampicilina,
Chloranfenicol, Fluoroquinlona,
Aztreonam
/LVWHULDPRQRF\WRJHQHV Ampicilina d o Penicilina G d Trimethoprima-
Sulfamethoxazole, Meropenem
(%,,,)
6WUHSWRFRFFXVDJDODFWLDH Ampicilina d o Penicilina G d Cefalosporina 3ª G a (%,,,)
+DHPRSKLOXVLQÀXHQ]DH Cefalosporina 3ª G a (%,) Chloranfenicol, Cefepime
($,), Meropenem ($,),
Fluoroquinolona
Escherichia coli Cefalosporina 3ª G a (%,,) Cefepime, Meropenem,
Astreonam, Fluoroquinolona,
Trimethoprima-
Sulfamethoxazole
a: Ceftriaxona o Cefotaxime; b: Algunos expertos aconsejan agregar Rifampicina si se administra concomitante-
mente Dexametasona (%,,, F*DWLÀR[DFLQDR0R[LÀR[DFLQDG'HEHFRQVLGHUDUVHDJUHJDUXQDPLQRJOXFyVLGR

Tabla 4: Recomendaciones de tratamiento antimicrobiano en adultos con diagnóstico presuntivo del


agente microbiano causal por tinción de Gram
NOTA. Todas las recomendaciones son $,,,FRQH[FHSFLyQGHODVLQGLFDGDVHVSHFt¿FDPHQWH'HEHDJUHJDUVH
ampicilina en el caso de sospecha de /LVWHULDPRQRF\WRJHQHV al régimen indicado de una Cefalosporina de 3ª Gen.
+ Vancomicina y un aminoglucósido, si un bacilo Gram-negativo es considerado como diagnóstico probable
Infecciones ‡ 429

Microorganismo, Primera elección Elección alternativa


Susceptibilidad
6WUHSWRFRFFXV
SQHXPRQLDH
Penicilina CIM
<0,1 μg/mL Penicilina G o Ampicilina Cefalosporina de 3ª Generacióna,
Cloramfenicol
0,1-1,0 μg/mLb Cefalosporina de 3ª Cefepime (%,,), meropenem (%,,)
Generacióna
>2,0 μg/mL Vancomicina + Fluoroquinolonad (%,,)
Cefalosporina de 3ª
Generacióna,c
Cefotaxime o
Ceftriaxona
CIM >1,0 μg/mL Vancomicina + Fluoroquinolonad (%,,)
Cefalosporina de 3ª
Generacióna,c
1HLVVHULDPHQLQJLWLGLV
Penicilina CIM
<0,1 μg/mL Penicilina G o Ampicilina Cefalosporina de 3ª Generacióna,
Cloramfenicol
0,1-1,0 μg/mL Cefalosporina de 3ª &ORUDQIHQLFROÀXRURTXLQRORQD
Generacióna meropenem
/LVWHULDPRQRF\WRJHQHV Ampicilina o Penicilina Ge Trimethoprima-sulfamethoxazol,
meropenem (%,,,)
6WUHSWRFRFFXV Ampicilina o Penicilina Ge Cefalosporina de 3ª Generacióna (%,,,)
DJDODFWLDH
(VFKHULFKLDFROLy otras Cefalosporina de 3ª $VWUHRQDPHÀXRURTXLQRORQD
Enterobacteriaceaesg Generación ($,,) meropenem, trimethoprima-
sulfamethoxazol, ampicilina
3VHGRPRQDV Cefepimee o Ceftazidimee AstreonameFLSURÀR[DFLQDe,
DHUXJLQRVDg ($,,) meropeneme
+DHPRSKLOXVLQÀXHQ]DH
ȕ/DFWDPDVDQHJDWLYR Ampicilina Cefalosporina de 3ª Generacióna,
cefepime, Cloramfenicol,
ÀXRURTXLQRORQD
ȕ/DFWDPDVDSRVLWLYR Cefalosporina de 3ª Cefepime ($,), Cloramfenicol,
Generación ($,) ÀXRURTXLQRORQD
9HUFRQWLQXDFLyQGH7DEODHQSiJLQDVLJXLHQWHŹ
430 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Microorganismo, Primera elección Elección alternativa


Susceptibilidad
6WDSK\ORFRFFXVDXUHXV
Meticilino sensible Cefalotina Vancomicina, meropenem (%,,,)
Meticilino resistente Vancomicinaf Trimethoprima-sulfamethoxazol,
linezolid (%,,,)
6WDSK\ORFRFFXV Vancomicinaf Linezolid (%,,,)
HSLGHUPLGLV
(QWHURFRFFXV especies
Ampicilina sensible Ampicilina + gentamicina …
Ampicilina resistente Vancomicina + gentamicina …
Ampicilina y Linezolid (%,,,) …
Vancomicina resistente
a: Ceftriaxona o cefotaxime; b: Ceftriaxona/cefotaxime-susceptible; c: Considerar sumar Rifampicina si la
&,0GHODFHIWUL[RQDHV!—JP/G*DWLÀR[DFLQDRPR[LÀR[DFLQDH&RQVLGHUDUVXPDUXQDPLQRJOXFyVLGR
I&RQVLGHUDUVXPDUULIDPSLFLQDJ/DHOHFFLyQGHODQWLPLFURELDQRHVSHFt¿FRGHEHVHUJXLDGRSRUORVUHVXOWD-
dos de los de susceptibilidad LQYLWUR

Tabla 5: 5HFRPHQGDFLRQHVGHWUDWDPLHQWRDQWLELyWLFRHVSHFt¿FRGHDFXHUGRDODVHQVLELOLGDGGHV
patógeno aislado

NOTA. Todas las recomendaciones son A-III, con excepcion de las indicadas

ȕODFWDPDVDV\UHVLVWHQFLDDFORUDQIHQLFROKL- Vancomicina
cieron de las cefalosporinas de tercera genera- La vancomicina ha sido extensamente eva-
ción los antibióticos de elección del TEI, ($ luada en el tratamiento de MNB en el caso
I), así como en pacientes con probable MNB de neumococo resistente a la penicilina, sin
a neumococo o meningococo resistente a la embargo en un estudio de 11 pacientes con
penicilina. ($,,,) También son efectivas en el meningitis por neumococo de resistencia in-
caso de bacilos gram negativo aerobios, como termedia a la penicilina, 4 pacientes fallaron
la (FROLy.OHEVLHOODHVSHFLHV, ($,,) pero la al tratamiento, probablemente porque la do-
creciente resistencia, sobre todo a nivel del sis usada se hallaba por debajo de la reco-
medio hospitalario, la hacen menos efectiva mendada (15 mg/kg/día) y además se había
frente a estos agentes. Una opción en el caso administrado dexametasona simultáneamen-
de la infección pseudomonal es la ceftazidima, te, lo que provocó probablemente una dis-
($,,) pero la aparición de cefalosporinas de minución de la penetración de la vancomi-
cuarta generación como la cefepima conceden cina y por ende de la concentración a nivel
una cobertura efectiva frente a bacterias gram- del LCR. Por otro lado no hubo fallos en 14
positivas y también gram-negativas, incluso pacientes tratados con ceftriaxona. Sobre la
más efectiva que las cefalosporinas de tercera base de estos hallazgos, no se recomienda
frente a (QWHUREDFWHUHVSHFLHVy3VHXGRPRQD la administración de vancomicina en MNB
HVSHFLHVpor lo tanto se recomienda su uso en por organismos susceptibles a la penicilina
el TEI, sobre todo en MNB en las cuales se y/o cefalosporinas, ((,,) incluso en MNB
sospecha la presencia de bacilos gram-negati- causadas por agentes con alta resistencia a
vos aerobios. ($,,) la penicilina y cefalosporinas. La vancomi-
Infecciones ‡ 431

cina debe asociarse con una cefalosporina caso de infección de sistemas de derivación
de tercera generación ($,,,) y no debe ser ventricular (VKXQW) causadas por 6WDSKLOR
usada en monoterapia. Los niveles séricos de FRFFLVS y, especialmente, en aquellos casos
concentración de vancomicina aconsejados en los cuales el VKXQW no puede ser removido.
en el caso de MNB son de 15-20 μg/mL. (% ($,,,)
III) La vía intratecal debe ser considerada en
pacientes que no responden a la administra- Carbapenemes
ción endovenosa. (%,,) Sólo el imipenem y el meropenem han sido
estudiados en la MNB. El imipenem aportó
Rifampicina resultados positivos en dos casos de MNB
La rifampicina tiene una alta penetración neumocóccica de alta resistencia a la penici-
de la barrera hematoencefálica y permite lina y la cefalosporina, y en un caso de MNB
una adecuada concentración de la droga en por $FLQHWREDFWHU, pero el riesgo potencial de
el LCR, además de una excelente actividad convulsiones (33% en niños) (',,) hicieron
antimiocrobiana LQYLWUR frente a una amplia que el carbapenem de eleccion sea el mero-
gama de patógenos frecuentes en la MNB, penem, ya que también presenta una activi-
pero si se la utiliza en monoterapia también dad de un amplio espectro y la potencialidad
tiene la capacidad de desarrollar rápidamente FRQYXOVLYDHVVLJQL¿FDWLYDPHQWHPHQRU
altos niveles de resistencia, por lo tanto no (OPHURSHPHQPXHVWUDXQDH¿FDFLDFRPSD-
debe ser utilizada como agente único, siem- rable a la ceftriaxona o cefotaxima, y puede
pre debe ser asociada a otro antibiótico. Nor- utilizarse como alternativa a estos antibióti-
malmente se la asocia a una cefalosporina cos. ($, $OJXQRVUHSRUWHVPRVWUDURQODH¿-
de tercera generación y/o vancomicina en el cacia del meropenem en el caso de MNB por
caso de MNB neumocóccica de alta resisten- nemococos con alta resistencia a penicilina
cia a la penicilina y/o cefalosporina, pero se y cefalosporinas, pero un reciente estudio
recomienda solamente asociarla al resto del mostró que de veinte casos de MNB por S.
esquema antibiótico en el caso de falta de QHXPRQLDH resistentes a la cefotaxima, 4 pre-
respuesta clínica y/o bacteriológica, y que el sentaron una resistencia intermedia y 13 alta
patógeno sea susceptible a la misma. ($,,,) resistencia al meropenem, y por lo tanto no
Debe ser combinada con vancomicina en el debe ser indicado como “alternativa” en el
caso de cadenas de neumococo con resiten-
Duracion del cia a la pencilina y/o cefalosporina interme-
Microorganismo dia o elevada. (',,) Puede ser útil en el caso
tratamiento, días
de MNB por gram-negativos resistentes a las
1HLVVHULDPHQLQJLWLGLV 7
terapias estándar, como por bacilos gram-ne-
+DHPRSKLOXV 7 gativos productores de beta-lactamasas de
LQÀXHQ]DH espectro extendido o en aquellos con hiper-
6WUHSWRFRFFXV 10-14 producción de beta-lactamasas como (QWHUR
SQHXPRQLDH EDFWHUVS&LWUREDFWHUVSR6HUUDWLDPDUFHV
FHQ ($,,,)
6WUHSWRFRFFXV 14-21
DJDODFWLDH Fluoroquinolonas
$HURELFJUDPQHJDWLYH 21 /D PiV HVWXGLDGD GH ODV ÀXURTXLQRORQDV HQ
EDFLOOL el caso de MNB por bacilos gram-negativos
IXHODFLSURÀR[DFLQDSHURVRORGHEHVHUXWL-
Listeria >21
monocytogenes lizada en el caso de infecciones por organis-
mos multiresistentes o bien cuando no hay
Tabla 6: Duración del tratamiento antibiótico respuesta a las terapias recomendadas. Las
basado en el tipo de bacteria causante de la in- QXHYDVÀXRURTXLQRORQDVFRPRODWURYDÀR[D-
fección (A III)
432 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Dosis diaria (Intervalo inter dosis en horas)


Neonatos (edad en días)
Antibiótico 0-7a 8-28a Niños Adultos
Amikacinab 15-20 mg/kg (12) 30 mg/kg (8) 20-30 mg/kg (8) 15 mg/kg (8)
Ampicilina 150 mg/kg (8) 200 mg/kg (6-8) 300 mg/kg (6) 12 g (4)
Astreonam … … … 6-8 g (6-8)
Cefepime … … 150 mg/kg (8) 6 g (8)
Cefotaxime 100-150 mg/kg (8-12) 150-200 mg/kg (6-8) 225-300 mg/kg (6-8) 8-12 g (4-6)
Ceftazidime 100-150 mg/kg (8-12) 150 mg/kg (8) 150 mg/kg (8) 6 g (8)
Ceftriaxona … … 80-100 mg/kg (12-24) 4 g (12-24)
Cloramfenicol 25 mg/kg (24) 50 mg/kg (12-24) 75-100 mg/kg (6) 4-6 g (6)c
&LSURÀR[DFLQD … … … 800-1200mg (8-12)
*DWLÀR[DFLQD … … … 400 mg (24)d
Gentamicinab 5 mg/kg (12) 7,5 mg/kg (8) 7,5 mg/kg (8) 5 mg/kg (8)
Meropenem … … 120 mg/kg (8) 6 g (8)
0R[LÀR[DFLQD … … … 400 mg (24)d
Nafcilina 75 mg/kg (8-12) 100-150 mg/kg (6-8) 200 mg/kg (6) 9-12 g (4)
Oxacilina 75 mg/kg (8-12) 150-200 mg/kg (6-8) 200 mg/kg (6) 9-12 g (4)
Penicilina G 0.15 mU/kg (8-12) 0,2 mU/kg (6-8) 0,3 mU/kg (4-6) 24 mU (4)
Rifampicina … 10-20 mg/kg (12) 10-20 mg/kg (12-24)e 600 mg (24)
b
Tobramicina 5 mg/kg (12) 7,5 mg/kg (8) 7,5 mg/kg (8) 5 mg/kg (8)
TMP-SMZf … … 10-20 mg/kg (6-12) 10-20 mg/kg (6-12)
g
Vancomicina 20-30 mg/kg (8-12) 30-45 mg/kg (6-8) 60 mg/kg (6) 30-45 mg/kg (8-12)
Nota: TMP-SMZ, Trimethoprima-Sulfamethoxazol
a
Disminución de dosis y mayores intervalo inter dosis en neonatos de bajo peso al nacer (< 2000 g)
b
Es necesario monitorizar la concentración plasmática del antibiótico en el pico y valle
c
Se recomiendan dosis más elevadas en meningitis neumocóccica
d
No hay datos de la dosis óptima a administrar en pacientes con meningitis bacteriana
e
Máxima dosis diaria de 600 mg
f
La dosis debe basarse en la composición de Trimethoprima
g
Se debe mantener una concentración mínima de 15-20 μg/mL

Tabla 7: Dosajes recomendados de terapia antimicrobiana en pacientes con meningitis bacteriana


($,,,)
Infecciones ‡ 433

FLQD JDWLÀR[DFLQD R PR[LÀR[DFLQD WLHQHQ pequeña, lo que puede desviar el análisis, ya que
una elevada actividad LQ YLWUR contra el S. QRFXHQWDFRQHOSRGHUVX¿FLHQWHSDUDSRQHUHQ
QHXPRQLDH y un estudio en niños mostró que HYLGHQFLDRQRXQDGLIHUHQFLDVLJQL¿FDWLYD(Q
ODWURYDÀR[DFLQDSUHVHQWDEDXQDHIHFWLYLGDG todos los grupos la dexametasona mostró tener
comparable a la ceftriaxona, con o sin vanco- un efecto positivo en la evolución, sobre todo en
micina, en el caso de MNB por neumococo, pacientes con un estado de moderado a severo
pero su uso fue discontinuado por toxicidad según la GCS (*ODVJRZ&RPD6FDOH).
hepática. A pesar de ello reveló la potencial Con estos fundamentos la Sociedad Ame-
utilidad en el tratamiento de la MNB de las ricana de Infectología recomienda la utiliza-
QXHYDVÀXRURTXLQRORQDVQRKD\GDWRVVX¿- ción de dexametasona a razón de 0,15 mg/kg
cientes para su recomendación en una prime- cada 6 hs por 2-4 días, pero la primer dosis
ra línea de tratamiento, pero podría indicarse debe ser administrada de 10 a 20 minutos
en los casos de falta de respuesta clínica y/o antes de la primera dosis antibiótica o como
bacteriológica a las terapias estándar. segunda opción concomitantemente con la
primer dosis ATB, en todo adulto con sos-
SHFKDRGLDJQyVWLFRHVSHFt¿FRGHPHQLQJLWLV
7.1.4.3. Dexametasona
pneumocóccica. ($,) Algunos expertos solo
Dexametasona como lo recomiendan en el caso de meningitis mo-
terapia adyuvante derada a severa (GCS < 11), pero actualmen-
La razón para el uso de la dexametasona en te la recomendación se extiende a toda for-
la meningitis bacteriana se basa en mode- ma de presentación de probable meningitis
los experimentales animales que mostraron pneumocóccica, ya que el retardo empleado
XQDDWHQXDFLyQGHODUHVSXHVWDLQÀDPDWRULD HQODFODVL¿FDFLyQGHOSDFLHQWHGHQWURGHOD
disminución del edema cerebral, presión in- GCS y la posterior toma de decisiones, im-
WUDFUDQHDQDÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDODOWHUD- plica XQWLHPSRYLWDO para el paciente.
do y daño neuronal, procesos que se hallan La administración de dexametasona debe
mediados por la expresión de citokinas, cuya mantenerse solo si el Gram de LCR revela
OLEHUDFLyQ HV JDWLOODGD SRU HO SURFHVR LQÀD- la presencia de diplococos gram-positivos,
matorio. La atenuación de éste podría bene- o si los hemocultivos o el cultivo de LCR
¿FLDUODHYROXFLyQSDWRJpQLFDGHOD01%HQ muestran la presencia de 6SQHXPRQLDH. No
términos de morbimortalidad. debe ser administrada en el caso en que el
Un estudio recientemente publicado, prospec- paciente haya recibido antibióticos, ya que
tivo, comparativo placebo-control, doble-ciego, es poco probable que en estas circunstancias
multicéntrico, mostró interesantes resultados mejore el pronóstico del mismo. ($,)
en el uso de dexametasona en 301 adultos. Si bien estos datos no apoyan la adminis-
Los pacientes fueron aleatorizados a recibir tración de corticoides adyuvantes a casos de
dexametasona 10 mg cada 6 hs por 4 días o place- meningitis causados por otros gérmenes, mu-
bo. La primer dosis debía ser recibida 15-20 mi- chos recomiendan administrar dexametasona
nutos antes del antibiótico. Ocho semanas luego a todos los adultos con sospecha de menin-
del enrolamiento, el porcentaje de pacientes con gitis bacteriana, ya que muchas veces resulta
una evolución desfavorable fue netamente supe- difícil realizar un test de Gram, se retarda o
rior en el grupo placebo 15% YV 25% (p= 0,03) no se cuenta con los medios para hacerlo, y
y de muerte 7% YV 15% (p= 0,04). En el subgru- mucho menos probablemente la obtención
po de pacientes con MNB pneumocóccica la di- GHXQGLDJQyVWLFRHVSHFt¿FR %,,,)
IHUHQFLD\HOEHQH¿FLRIXHD~QPiVFRQWXQGHQWH
26% YV 52%; p= 0,006, y de mortalidad 14% YV Rol de la dexametasona en el caso de
34%, p= 0,02. Sin embargo, en MNB causada Meningitis a Pneumococo Resistente
SRURWURVJpUPHQHVQRKXERGLIHUHQFLDVVLJQL¿- La utilización de dexametasona en meningi-
cativas, pero la muestra de pacientes (n) fue muy tis causada por cadenas de neumococos con
434 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

alta resistencia a penicilina y/o cefalosporina y/o no es posible retirar el dispositivo. ($,,,)
sigue siendo un sujeto crítico de discusión, Ningún antibiótico está actualmente aproba-
ya que estos pacientes requieren tratamiento do por la FDA para su uso intraventricular y
antimicrobiano con vancomicina, así como por lo tanto sus indicaciones no están bien
en el TEI de zonas de alta resistencia pneu- GH¿QLGDV (O GRVDMH DQWLELyWLFR HV WDPELpQ
mocóccica. La dexametasona -al disminuir empírico (7DEOD ) y los intervalos interdo-
OD LQÀDPDFLyQ PHQtQJHD GLVPLQXLUtD OD sis surgen de la capacidad de penetración y
capacidad de penetración de vancomicina, concentración de la droga en el LCR. Luego
antibiótico de gran peso molecular y carga de la administración de la primera dosis, las
positiva, y por ende se produciría un retraso siguientes deben calcularse de acuerdo al co-
en la esterilización del LCR. Esto se observó ciente de inhibición IQ o LQKLELWRU\TXRWLHQW.
en modelos animales, pero los dosajes de la El procedimiento es sencillo: debe tomarse
misma lograron alcanzar los niveles requeri- una muestra del LCR en el “valle”, previo a
GRVHQ/&5DSHVDUGHOHIHFWRDQWLÀDPDWRULR la siguiente dosis, y obtener así la concentra-
de los corticoides. ción en el “valle” o Ct (WURXJK) y aplicar la
En un estudio reciente realizado en niños siguiente formula:
con MNB a neumococo resistente, la concen-
tración de vancomicina en LCR no mostró IQ: Ct/ CIM
niveles inferiores comparados con niveles de
controles históricos. Aunque no existen es- Es decir, concentración en el valle (Ct)
tudios que demuestren que ocurra lo mismo dividida por la Concentración Inhibitoria
en adultos, actualmente se recomienda admi- Mínima (CIM) para ese agente determina-
nistrar dexametasona a todo paciente con do, entonces el IQ debe superar 10-20 para
sospecha de MNB a neumococo, más allá REWHQHUXQDVRVWHQLGD\H¿FD]HVWHULOL]DFLyQ
de que luego se aísle un gérmen resistente, del LCR; a pesar de que este procedimiento
ya que el esquema antibiótico no solo debe QRHVWiHVWDQGDUL]DGRHVORVX¿FLHQWHPHQWH
contener vancomicina sino rifampicina y una apto para asegurar una adecuada concentra-
cefalosporina de tercera generación, como ción de droga en el LCR. (%,,)
fue precisado anteriormente. (%,,,)

Antibiótico Dosis diaria IVC, mg


7.1.4.4. Administración Vancomicina 5-20a
intraventricular de antibioticos Gentamicina 1-8b
Indicaciones de administración Tobramicina 5-20
Amikacina 5-50c
intratecal de antibióticos en
Polimixina B 5d
infecciones de shunt, a partir de la
Colistin 10
vía hematógena
Quinupristin/ 2-5
Si bien existen varios reportes en el tema,
Dalfopristin
no existen estudios prospectivos y aleato-
Teicoplanina 4-40e
rizados al respecto. Los principios de trata-
miento de las infecciones asociadas a VKXQW NOTA: 1R H[LVWHQ GDWRV HVSHFt¿FRV VREUH OD GRVLV
son similares a aquellos que se aplican a la exacta a administrar por la ruta intraventricular
a
MNB aguda, pero ocasionalmente es nece- En la mayoría de estudios se utilizó 10 o 20 mg/ dosis
b
sario recurrir a la instilación de antibióticos la dosis diaria usual en adultos es de 4-8 mg
c
La dosis comúnmente utilizada es de 30 mg/día
directamente a los ventrículos a través de una d
Corresponde a la dosis para adultos
ventriculostomía externa o bien a través del e
Un solo estudio utilizó entre 5-10 mg cada 48-72 hs
reservorio del VKXQW, sobre todo cuando se re-
tarda la respuesta clínica y/o microbiológica, Tabla 8: Dosis antibióticas recomendadas para
FRQGL¿FXOWDGHQODHUUDGLFDFLyQGHOJHUPHQ administración intraventricular (IVC) ($,,,)
Infecciones ‡ 435

Indicación de administración respectivamente. Algunos sugieren, luego de


intratecal de antibióticos en este período de tratamiento, suspender la an-
infecciones asociadas a shunt tibioticoterapia por 3 días, realizar un nuevo
¿Debe retirarse siempre el VKXQW para alcan- cultivo de LCR, para asegurarse la FOHDUHQFH
zar una terapia antimicrobiana “óptima”? bacteriana y luego colocar el VKXQW, pero esto
¿Cuándo debe implantarse el nuevo dis- no es necesario en todos los casos. (&,,,)
positivo?
Es evidente que la terapia más efectiva y
7.1.5. Evaluación y
de elección para las infecciones asociadas
seguimiento
a VKXQW es la remoción del dispositivo y el
drenaje externo, combinado con la terapia 7.1.5.1. ¿Cuándo hay
antibiótica, incluso se acelera la FOHDUDQFH que repetir la PL en el
de la ventriculitis asociada a la infección con paciente con MNB?
la simple aplicación de un drenaje eterno. En los pacientes que evolucionan positiva-
($,,) Las tasas de éxito son menores cuan- mente desde el punto de vista clínico dentro
do se realiza un tratamiento de VKXQWLQVLWX, de las primeras 48 hs de tratamiento antimi-
ya que la mayoría de estos microorganismos crobiano, la PL sistemática no es necesaria,
tiene la capacidad de adherirse a la prótesis y pero debe realizarse en el caso de una res-
sobrevivir a la terapia antimicrobiana. Sólo puesta parcial o si no hay cambios clínicos en
debe considerarse el tratamiento LQ VLWX en el mismo período, sobre todo si se tratata de
caso de potencial riesgo de vida para el pa- una infección neumocóccica de intermedia o
ciente y la imposibilidad de llevar a cabo la alta resistencia a la penicilina y/o cefalospo-
remoción delVKXQW, de lo contrario debe reti- rinas, o ante la administración simultánea de
rársele, con la mayor rapidez posible. dexametasona. ($,,,) Por otro lado, el moni-
El WLPPLQJ de la re implantación depende toreo diario en el caso de infecciones asocia-
del microorganismo aislado y de la extensión das a VKXQW es mandatorio.
de la infección.
(QLQIHFFLRQHVSRUHVWD¿ORFRFRVFRDJXODVD 7.1.5.2. Duración del
negativos (ECN), un LCR de características tratamiento antimicrobiano
normales y un cultivo de LCR negativo luego La duración del tratamiento antibiótico en la
GHODH[WHUQDOL]DFLyQFRQ¿UPDQODHVWHULOL]D- MNB se basa más en la tradición que en la
ción del líquido y es posible colocar un nue- evidencia. Las recomendaciones (ver la Ta
vo VKXQW luego de 3 días de la remoción del EOD) presentadas son una guía de acuerdo al
primero. Si por el contrario, luego de retirado agente involucrado en la infección, pero debe
el VKXQW, las características del LCR perma- tenerse en cuenta cada caso en particular, la
necen alteradas y/o el cultivo es positivo, se evolución singular de cada paciente y la po-
recomiendan 7 días de tratamiento antibiótico tencia antibiótica de acuerdo a la sensibilidad
HVSHFt¿FRDQWHVGHYROYHUDFRORFDUXQDQXHYD del patógeno. Se recomienda la administra-
derivación al paciente, y luego un cultivo de ción endovenosa de los antimicrobianos para
LCR negativo y una proteinorraquia <200mg/ asegurar una adecuada y rápida concentra-
dL; si el siguiente cultivo continua siendo po- ción plasmática que asegure una adecuada
sitivo, debe mantenerse una terapia antibiótica concentración antibiótica en el LCR.
continua y completar 10 días de tratamiento
sin interrupción luego de la negativización del
7.1.6. Indicación de
LCR para poder colocar otro dispositivo. En
tratamiento ambulatorio en
el caso de 6DXUHXV, 10 días, y para los baci-
la meningitis bacteriana
los gram-negativos, de 10-14 días de terapia
continua más cultivo negativo de LCR son En general, los pacientes con MNB permane-
necesarios antes de re implantar la prótesis, cen internados hasta completar el tratamiento
436 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

antibiótico en forma endovenosa. Sin embar- importante no es el diagnóstico sino la sospe-


go, una terapia ambulatoria podría aplicarse cha y el tratamiento empírico inmediato.
en determinados pacientes, disminuyendo así 1. Considerar la administración de dexa-
el riesgo de infecciones intra hospitalarias, metasona previamente o en su defecto en
mejorar la calidad de vida del paciente y ba- forma simultanea con el TEI
jar costes hospitalarios, a pesar del miedo a 2. Ante la sospecha de MNB neumocóccica
potenciales complicaciones que ciertamente de alta resistencia, jamás tratar con van-
se dan, en general, dentro de los primeros 2- comicina como monoterapia
3 días de la admisión al hospital y raramente 3. Usar rifampicina en caso de un antibiogra-
exceden los 3-4 días posteriores al ingreso. ma sensible y falta de respuesta clínica y/o
Los criterios de indicación de seguimiento microbiológica, y JAMÁS en monoterapia
ambulatorio de MNB se describen en la Ta 4. Considerar SIEMPRE la prevalencia e in-
EOD. (%,,,) Debe tenerse en cuenta que son cidencia local de resistencia a los diferentes
pacientes seleccionados, cada caso debe ser gérmenes, así como la prevalencia e inciden-
detenidamente analizado por su terapeuta, cia de los mismos en la elección del TEI
y es esencial la asistencia médica estricta y 5. Tratar SIEMPRE al paciente como un
cercana al paciente. caso singular y particular, no a una pato-
logía aislada
6. Usar las recomendaciones como guías a
7.1.7. Conclusiones
adaptar al estado clínico, evolución y res-
Comenzaremos las conclusiones de la misma puesta biológica del paciente
forma en que comenzamos el capítulo: la me- &RQFHSWR D ¿MDU SOSPECHAR y TRA-
ningitis es una verdadera urgencia infecto- TAR, para el diagnóstico hay tiempo; para
lógica, la palabra clave es TIEMPO y lo más el tratamiento, no.

Tratamiento antibiótico intrahospitalario por > 6 días


$XVHQFLDGH¿HEUHGHKVSUHYLRDODH[WHUQDFLyQ
$XVHQFLDGHGLVIXQFLRQHVQHXUROyJLFDVVLJQL¿FDWLYDVVLJQRVGHIRFR\RFRQYXOVLRQHV
Estabilidad y/o mejora clínica
5HFHSFLyQGHÀXLGRVSRUYtDRUDO
Acceso a enfermería y/o internación domiciliaria para la administración antibiótica
Fácil acceso venoso y/o accesorios de infusión intravenoso
Acceso diario a un médico
Programa preestablecido de visitas de enfermería, médicas, y controles de laboratorio de
monitoreo y/o emergencias
&RPSOLDQFH del paciente y/o la familia con el programa
Acceso a teléfono, transporte, alimentos y refrigerador
Tabla 9: Criterios para el tratamiento ambulatorio de la meningitis bacteriana ($,,,)
Infecciones ‡ 437

7.2. Drotrecogin alfa activado en


la unidad de neurointensivismo
Sergio David Blejman
Francisco Marcelo Tamagnone

H[SUHVVLRQ SUR¿OH RI DQWLWKURPERWLF SURWHLQ


7.2.1. Introducción
&GH¿QHVQHZPHFKDQLVPVPRGXODWLQJLQÀD-
mmation and apoptosis”. -%LRO&KHP 2001;
El 'URWUHFRJLQDOIDDFWLYDGR (DAA, 3URWHt
276: 11199-11203.
QD&DFWLYDGD) es una droga utilizada en el
Riewald M, HWDO Activation of Endothelial
área de cuidados críticos ya que se ha demos-
Cell Protease Activated Receptor 1 by the
trado su utilidad en el tratamiento de la sep-
Protein C Pathway”. 6FLHQFH2002;296:1880–
sis severa. Se relaciona estrechamente con la
82.
unidad de cuidados críticos neurológicos en
diversas situaciones: Joyce and Grinnell. “Recombinant human
DFWLYDWHGSURWHLQ&DWWHQXDWHVWKHLQÀDPPD-
1. Tratamiento de la VHSVLV VHYHUD FRPR tory response in endothelium and monocytes
FRPSOLFDFLyQ LQIHFFLRVD del paciente by modulating nuclear factor-êB”. &ULWLFDO
neurológico &DUH0HG 2002.30: S288-93.
2. Tratamiento de la VHSVLVVHYHUDDVRFLDGD Steingrub J, Sánchez, P, Zeckel M, HW DO
DPHQLQJLWLVEDFWHULDQD “Safety of Drotrecogin Alfa (activated). Re-
3. Complicaciones asociadas a su utilización sults of MERCURY, a retrospective multi-
HQRWUDViUHDVGHWHUDSLDLQWHQVLYD como center observational study [abstract]”. Pre-
hemorragias intracerebrales sented at 33rd Critical Care Congress. 2004.
Dellinger RP, Carlet JM, Masur H, HW DO
7.2.2. Fuente de evidencia “Surviving sepsis campaign guidelines for
management of severe sepsis and septic
Rivard GE, David M, Farell C, Schwarz HP. shock”. &ULW&DUH0HG 2004; 32:858-873.
“Treatment of purpura fulminans in menin-
gococcemia with protein C concentrate”. J Vincent JL; Kutsogiannis DJ; Gibney N;
Pediatr 1995; 126: 646-652. Sarwat S; Shinall S; Janes J. “Experience in
Grinnell and Berg. “Surface thrombomodu- severe sepsis patients presenting with menin-
lin modulates thrombin receptor responses gitis or purpura fulminans in studies invol-
on vascular smooth muscle cells”. Am. J. ving drotrecogin alfa (activated)”: &ULWLFDO
3K\VLRO 1996; 270:H603. Care 0HGLFLQH 2004;32(Supp):A153.
Bernard GR, Vincent J-L, Laterre P-F, HWDO Finigan JH, Dudek SM, Singleton PA HWDO
³(I¿FDF\DQGVDIHW\RIUHFRPELQDQWKXPDQ “Activated protein C mediates novel lung en-
activated protein C for severe sepsis”. 1(QJO dothelial barrier enhancement: role of sphin-
-0HG 2001;344:699-709. gosine 1-phosphate receptor transactivation”.
Faust SN, Levin M, Harrison OB, HW DO -%LRO&KHP 2005;280:17286-93.
“Dysfunction of endothelial protein C acti-
Vincent J-L, Bernard GR, Beale R, HW DO
vation in severe meningococcal sepsis”. 1
“Drotrecogin alfa (activated) treatment in se-
(QJO-0HG 2001;345:408-416.
vere sepsis from the global open-label trial
Joyce DE, Gelbert L, Ciaccia A, HWDO “Gene
438 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

ENHANCE: further evidence for survival culas de adhesión, lo que impide la genera-
and safety and implications for early treat- FLyQGHODUHVSXHVWDLQÀDPDWRULD )LJXUD)
ment”. &ULW&DUH0HG 2005;33:2266-2277.
Abraham E, Laterre P-F, Garg R, HW DO 7.2.3.4 Actividad
“Drotrecogin alfa (activated) for adults with Antiapoptótica
severe sepsis and a low risk of death”. 1(QJO Se ha demostrado por trabajos de microscopía
-0HG 2005;353:1332-1341. ()LJXUD) que el DAA reduce la actividad apop-
<http://www.sati.org.ar/newstyle/sepsis/in- tótica, actuando sobre receptores que inducirían
dex.html> una señal de citoprotección. ()LJXUD)

7.2.3. Mecanismo de acción 7.2.3.5 Reducción en la


expresión de moléculas
La Proteína C activada humana recombinan- de adhesión
te tiene la misma secuencia de aminoácidos Se ha demostrado la reducción de mononu-
y puntos de glucosilación que la Proteína C cleares asociados a disminución de las mo-
activada humana endógena, si bien existen léculas de adhesión ICAM, VCAM y E-SE-
algunas diferencias en la estructura de los LECTINA. En la )LJXUD  se evidencia la
carbohidratos adheridos a estos puntos. La actividad de los mononucleares en un tejido
Proteína C activada humana recombinante con el agregado de Factor de Necrosis Tumo-
y la Proteína C activada humana endógena ral y luego del DAA.
parecen tener propiedades farmacocinéticas La disminución en la expresión de las molécu-
y farmacodinámicas similares. las de adhesión disminuiría la propagación de la
La vía de la Proteína C endógena es un im- UHVSXHVWDLQÀDPDWRULD\HOGDxRHQGRWHOLDO
portante regulador de la hemostasis. Durante
la sepsis severa, el cimógeno inactivo es ac- 7.2.3.6 Disminuye la
tivado en el endotelio en una maniobra por permeabilidad vascular por
GHVEDUDWDUHOFLFORGHLQÀDPDFLyQ\FRDJXOD- estabilización del citoesqueleto
ción, relacionado con la sepsis, por medio de de las células endoteliales
múltiples propiedades: Se ha demostrado por microscopía electrónica
()LJXUD) el comportamiento del citoesquele-
7.2.3.1 Actividad Antitrombótica to luego del agregado de trombina y DAA.
3RUGLVPLQXFLyQGHOGHSyVLWRGH¿EULQDHQOD
microcirculación en respuesta a los estímu-
los relacionados con la sepsis, en especial la
disminución de la actividad de los Factores
Va y VIIIa, activado por la vía del factor ti-
sular. ()LJXUD)

7.2.3.2 Actividad Profibrinolítica


Por inhibición del inhibidor del activador del
plasminógeno 1(PAI1) y disminución en la
concentración de Factor Inhibidor de la Fi-
brinolísis Activable por Trombina (TAFI).
()LJXUD)

7.2.3.3 Actividad
Antiinflamatoria vascular
Por reducción de niveles circulantes de cito- Figura 1: Mecanismo de acción del Drotreco-
kinas y disminución en la cantidad de molé- gin alfa activado
Infecciones ‡ 439

7.2.4. Indicación
Drotrecogin alfa activado y apoptosis
El Drotrecogin alfa activado se encuentra in-
dicado en pacientes adultos con sepsis severa
que corren gran riesgo de muerte (APACHE
mayor a veinticinco o más de dos disfuncio-
nes orgánicas, o SOFA 10) según el consenso
de la Sociedad Argentina de Terapia Intensi-
va (SATI) de febrero de 2003.

7.2.5. El estudio PROWESS


El ensayo clínico de Fase 3 en el que el
DAA fue evaluado para el tratamiento de
pacientes adultos con sepsis severa es co-
nocido como 5HFRPELQDQW +XPDQ $FWL
Figura 2: Actividad antiapoptótica del DAA. YDWHG 3URWHLQ & :RUOGZLGH (YDOXDWLRQ LQ
Evaluación del tejido endotelial y renal luego 6HYHUH6HSVLV (PROWESS).
de administrar una sustancia apoptótica (stauro PROWESS fue un ensayo clínico multicéntri-
sporina) y con el agregado de DAA. Se puede co, controlado con placebo, doble ciego, alea-
observar la restitución de ambos tejidos torizado, de Fase 3. Un total de 164 centros de

VÍA DE LA PROTEÍNA C ACTIVADA


REDUCCIÓN DE APOPTOSIS

Degradación de Fibrina

PAI-1
Cascada de
coagulación
PCA

PC PCA
Trombina
Trombina REPC
PARs 1
PARs

Trombomodulina
Fibras plaquetas

Señal de citoprotección
Activación celular Apoptosis
Adhesión celular
Citokinas
REPC: Receptor endotelial de Protección; PAR: Proteasa activadora del receptor
Figura 3: Mecanismo de acción antiapoptótico
440 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

estudio en 11 países participaron en el ensayo. El 7.2.5.1 Resultados


principal objetivo de PROWESS era demostrar La reducción del riesgo de muerte con DAA
que el DAA reduce la mortalidad por toda causa en comparación con placebo en la población
a los 28 días en pacientes con sepsis severa. total del ensayo (N=1,690) se traduce de la
El régimen utilizado del grupo tratamiento siguiente manera:
fue infusión intravenosa de 24 mcg/kg/h de ‡ UHGXFFLyQ UHDO DEVROXWD  55$  GH OD
DAA durante un total de 96 horas (n=850) mortalidad: 6,1%. ()LJXUD)
y del grupo placebo solución salina ó 0,1% ‡ UHGXFFLyQ GHO ULHVJR UHODWLYR 555 
de albúmina de suero humano (n=840). 19,4% (95% CI; 6,6-30,5)
Era necesario comenzar el tratamiento (ini- ‡ Q~PHURQHFHVDULRDWUDWDU 117 SDUDVDO-
cio de la infusión de DAA o placebo) dentro var una vida: 16
de las 48 horas de inicio de la primera disfun- ‡ XQRGHFLQFRSDFLHQWHVTXHKXELHUDPXHU-
ción orgánica inducida por la sepsis. to de sepsis severa sobrevivió con el agre-
gado de DAA
Drotrecogin alfa activado en La reducción del riesgo de muerte con DAA
supresión de adhesión de células en comparación con placebo en la población
mononucleares de pacientes de alto riesgo (N=817) se tradu-
ce de la siguiente manera:
‡ UHGXFFLyQ UHDO DEVROXWD  GH OD PRUWDOL-
dad: 12,8%
‡ UHGXFFLyQGHOULHVJRUHODWLYR
‡ Q~PHURQHFHVDULRDWUDWDU 117 SDUDVDO-
Sin tratamiento Tratados con TNF TNF + DAA var una vida más: 8
Figura 4: Cambios de células mononucleares ‡ XQRGHWUHVSDFLHQWHVTXHKXELHUDPXHUWR
en un tejido luego de agregar TNF y DAA. Las de sepsis severa sobrevivió con el agrega-
¿JXUDVPXHVWUDQODUHGXFFLyQGHODDFWLYLGDG do de DAA
mononuclear luego del agregado de DAA

$ 6LQWUDWDPLHQWR % 7URPELQD XQLWPOPLQ  & '$$ ȝJPOPLQ  ' '$$ ȝJPO


min) 5 min luego de trombina (0,2 units/ml)
Figura 5: Comportamiento del citoesqueleto con DAA con y sin tratamiento con Drotrecogin alfa activado (DAA).
&DPELRHQODFRQ¿JXUDFLyQGHOD$FWLQD\0LRVLQDOXHJRGHODJUHJDGRGH7URPELQDSRVWHULRUUHFRQVWLWX-
ción de su estructura luego del agregado de DAA a través del aumento de los niveles de cadena liviana de
miosina fosforilada y por polimerización de la actina que revierte la disrupción inducida por la Trombina,
en los cuadros C y D
Infecciones ‡ 441

7.2.5.2 Eventos adversos Durante el período de estudio de 28 días, la


En PROWESS, el 24,9% de los pacientes tra- incidencia de hemorragias graves en el grupo
tados con DAA experimentaron por lo menos de tratamiento con DAA fue del 3,5% YHU
un episodio hemorrágico durante el período VXV el 2% en el grupo de tratamiento placebo
de estudio de 28 días ()LJXUD), comparado (p=0,06). Esta diferencia se observó prin-
con el 17,7% de los pacientes tratados con cipalmente durante el período de infusión
placebo. La mayor parte de los episodios he- (2,4% YHUVXV 1,0%; p=0,024); a partir de ese
morrágicos fueron esquimosis o hemorragia punto, la incidencia de hemorragias graves
gastrointestinal. De éstos, un porcentaje me- fue similar en ambos grupos de tratamiento.
nor de pacientes desarrolló hemorragias gra- La incidencia de hemorragias intracranea-
YHVODVFXDOHVIXHURQGH¿QLGDVFRPR les (HIC) durante el período de estudio de
‡ +HPRUUDJLDLQWUDFUDQHDO 28 días fue del 0,2% para los pacientes tra-
‡ +HPRUUDJLDTXHSRQJDHQSHOLJURODYLGD tados con DAA y del 0,1% para los pacien-
‡ +HPRUUDJLDTXHKDJDQHFHVDULDODDGPL- tes tratados con placebo. Entre los pacientes
QLVWUDFLyQ GH • XQLGDGHV GH JOyEXORV del PROWESS con un puntaje APACHE II
rojos en bolsa por día durante 2 días con- • VH REVHUYy  +,& HQ XQ SDFLHQWH WUD-
secutivos tado con DAA y se la asoció con una trom-
‡ (SLVRGLRKHPRUUiJLFRFRQVLGHUDGRJUDYH bocitopenia severa (recuento de plaquetas
por el investigador <30 000/mm3).

Figura 6: Mortalidad a los 28 días por todas las causas durante PROWESS

Mortalidad por cualquier causa a los 28 días DAA Placebo RRA RRR NNT

Todos los casos (n=1,690) 24,7% 30,8% 19,4% 6,1% 16

'LVIXQFLyQ•yUJDQRV GHORVFDVRV 26,5% 33,9% 22% 7,4% 14

APACHE-II > 24 puntos (50% de los casos) 30,9% 43,7% 29,3% 12,8% 8
RRR: Reducción de riesgo relativa; RRA: Reducción de riesgo absoluta; NNT: Número necesario de pacientes
tratados con DAA para salvar una vida

Tabla 1:(¿FDFLDGHO'$$\ULHVJRGHPXHUWH HVWXGLR352:(66


442 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

La administración de DAA debe ser inte- 7.2.7. El estudio MERCURY


rrumpida 2 horas antes de realizar alguna
práctica quirúrgica invasiva o cualquier prác- MERCURY fue un estudio multicéntrico, de
tica que implique algún riesgo de hemorra- observación, no quirúrgico, retrospectivo, de
gia. Una vez que se ha logrado una hemos- pacientes adultos con sepsis severa tratados
tasis adecuada, el inicio del tratamiento con con DAA en cinco hospitales en EE.UU. Se
DAA podría reconsiderarse 12 horas después recogieron y analizaron datos de todos los
de procedimientos invasivos importantes, ci- pacientes tratados con DAA en estos hospi-
rugía, o reiniciado inmediatamente después tales durante el período de estudio (del 21
de procedimientos menos invasivos sin com- de noviembre de 2001 al 31 de diciembre de
plicaciones. (7DEOD) 2002).
Los pacientes en MERCURY fueron estra-
WL¿FDGRVVHJ~QHOWLHPSRGHWUDWDPLHQWRFRQ
7.2.6. El estudio ENHANCE
DAA utilizando las siguientes ventanas de
Una vez que se conocieron los resultados tiempo:
del ensayo PROWESS, se realizó un estu-
dio (([WHQGHG (YDOXDWLRQ RI 5HFRPELQDQW 'tD la infusión de DAA se inició el mismo
+XPDQ$FWLYDWHG 3URWHLQ &) (ENHANCE) GtDFDOHQGDULRTXHVHLGHQWL¿FyODSULPHUD
de Fase 3B, RSHQODEHO, de una rama, glo- disfunción orgánica inducida por la sepsis
bal con criterios de inclusión y exclusión (n=67; 25,4%)
similares al PROWESS para recoger infor- 'tD  la infusión de DAA se inició el si-
mación adicional sobre mortalidad e inocui- JXLHQWH GtD FDOHQGDULR D LGHQWL¿FDUVH OD
dad en pacientes adultos y pediátricos con primera disfunción orgánica inducida por
sepsis severa tratados con DAA. El ensayo la sepsis (n=114; 41,6%)
ENHANCE inscribió un total de 2 378 pa- 'tDRGHVSXpV la infusión de DAA se inició
cientes adultos, todos los cuales fueron tra- más de 1 día calendario después de iden-
tados con DAA en una dosis de 24 mcg/kg/ WL¿FDUVH OD SULPHUD GLVIXQFLyQ RUJiQLFD
hr durante 96 horas. De estos 2 378 pacien- inducida por la sepsis (n=93; 33,9%)
tes adultos, 2 375 completaron el protocolo
del estudio. El análisis mostró que los pacientes trata-
Como ha sido observado en estudios clí- GRV GXUDQWH HO SULPHU GtD GH LGHQWL¿FDFLyQ
nicos anteriores, el único episodio adverso del fallo orgánico tenían menor mortalidad
grave relacionado con la droga que sugiere que los otros grupos. (7DEOD)
una asociación de causalidad con la adminis-
tración de DAA en el ensayo ENHANCE fue
la hemorragia. Se observó un índice de epi-
Porcentaje de mortalidad

sodio hemorrágico grave del 3,6% durante el


período de infusión en ENHANCE (85 de 2
378 pacientes experimentaron 94 episodios).
155 (6,5%) experimentaron por lo menos un
episodio hemorrágico grave durante el perío-
do de estudio de 28 días.
Entre los pacientes ENHANCE con un pun- Tiempo hasta el tratamiento con DAA
WDMH$3$&+(,,•HOtQGLFHGHHSLVRGLRV
Mortalidad en un estudio de observación retrospectivo en
hemorrágicos graves durante la infusión fue cinco centros académicos estadounidenses según el cálculo
del 4,7% (41/864). El índice de HIC entre del tiempo del tratamiento con DAA
pacientes ENHANCE de alto riesgo fue del Tabla 2: Comparación de mortalidad con el mo-
0,5% (4/864). mento del comienzo de infusión de DAA
Infecciones ‡ 443

7.2.8. El estudio ADDRESS 7.2.9. Contraindicaciones


ADDRESS fue un ensayo de Fase 3B, alea- Según la evidencia, DAA no debería ser utili-
torizado, controlado con placebo, multicén- zado en las siguientes situaciones clínicas:
trico, que se inició en septiembre de 2002 a
VROLFLWXGGHOD)'$SDUDHYDOXDUODH¿FDFLDH ‡ +HPRUUDJLDLQWHUQDDFWLYD
inocuidad del DAA en pacientes adultos con ‡ $WDTXH KHPRUUiJLFR UHFLHQWH GHQWUR GH
sepsis severa con un menor riesgo de muerte. los 3 meses)
Un total de 2 640 pacientes fueron inscrip- ‡ &LUXJtDLQWUDFUDQHDORLQWUDHVSLQDOUHFLHQ-
tos en 516 centros de investigación en 34 te (dentro de los 2 meses), o trauma de
países; 2 613 pacientes completaron el pro- cráneo grave
tocolo y fueron incluidos en los análisis de ‡ 7UDXPD FRQ KHPRUUDJLDV TXH SRQHQ HQ
mortalidad e inocuidad. riesgo la vida del paciente
La gravedad de la enfermedad y las caracte- ‡ 3UHVHQFLDGHXQFDWpWHUHSLGXUDO
rísticas de la infección iniciales eran simila- ‡ 1HRSODVPD LQWUDFUDQHDO OHVLyQ PDVLYD
res en los grupos con DAA y placebo. intracerebral o indicios de herniación
En los resultados obtenidos por este estudio
no se pudo demostrar una diferencia estadís- En ciertas situaciones clínicas existe predis-
WLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYDHQODPRUWDOLGDGDORV posición a hemorragias y el uso de DAA no
28 días y en pacientes internados asociada está contraindicado totalmente; sin embargo,
con el tratamiento con DAA en pacientes VHGHEHQHYDOXDUORVEHQH¿FLRVGHOWUDWDPLHQ-
adultos con sepsis severa con bajo riesgo de to con respecto a los riesgos de una hemorra-
muerte. El subgrupo de pacientes quirúrgicos gia antes de decidir si administrar la droga.
con un fallo orgánico presentó mayor morta-
lidad que el grupo con placebo, por lo que se En todas estas situaciones el paciente está
concluye en este estudio que estos pacientes predispuesto a complicaciones hemorrágicas:
no deberían recibir DAA. La 7DEOD resume ‡ 7UDWDPLHQWR FRQFXUUHQWH FRQ KHSDULQD
los resultados sobre la mortalidad. Cabe des- GRVL¿FDGD para tratar un episodio trom-
tacar que en este estudio hay pacientes con bótico o embólico activo
APACHE mayor a 24 que fueron incluidos ‡ 5HFXHQWRGHSODTXHWDV[6/,
en este estudio por los investigadores de cada aún si el recuento de plaquetas se incre-
centro por considerarlos con bajo riesgo de menta luego de una transfusión
muerte. ‡ 7LHPSRSURWURPELQD,15!

DAA Placebo Riesgo relativo Valor p


Pacientes Muertos (%) Pacientes Muertos (%) (95% CI)

Mortalidad por todas causas a los 28 días


1 316 243 1 297 221 1,08 (0,92; 1,28) 0,34
(18,5) (17,0)
Mortalidad en los pacientes internados
1 323 272 1 301 267 ---- 0,98
(20,6) (20,5)

Tabla 3: Resultados sobre la mortalidad en ADDRESS


444 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

‡ +HPRUUDJLD JDVWURLQWHVWLQDO UHFLHQWH en niños con púrpura fulminante favorecía


(dentro de las 6 semanas) la recuperación del shock y que su adminis-
‡ $GPLQLVWUDFLyQUHFLHQWH (dentro de los 3 tración eran segura. Posteriormente se con-
días) GHXQWUDWDPLHQWRWURPEROtWLFR ¿UPDURQ HVWRV UHVXOWDGRV HQ OD HYDOXDFLyQ
‡ $GPLQLVWUDFLyQUHFLHQWH (dentro de los 7 de los subgrupos en el PROWESS, donde
días) GH DQWLFRDJXODQWHV RUDOHV (p. ej., se evidenció que los pacientes que ingresa-
warfarina) o LQKLELGRUHVGHODJOXFRSUR ron por sepsis severa y meningitis bacteriana
WHtQD,,E,,,D (p. ej., abciximab) eran algunos de los que presentaban mayor
‡ $GPLQLVWUDFLyQUHFLHQWH (dentro de los 7 EHQH¿FLRDOUHFLELUWUDWDPLHQWRFRQ'$$
días) GHiFLGRDFHWLOVDOLFtOLFR!PJ Tanto en meningitis como en enfermedad
GtD u otros inhibidores plaquetarios (por meningocóccica invasiva el riesgo de san-
ejemplo, ticlopidina, dipiridamol) grado se encuentra aumentado. Un trabajo
‡ $WDTXHLVTXpPLFRUHFLHQWH (dentro de los del año 2003 en el que se comparó en for-
3 meses) ma retrospectiva a los pacientes con sepsis
‡ 3DFLHQWHV TXH VH VDEH WLHQHQ PDOIRUPD severa asociada a meningitis y enfermedad
FLRQHVDUWHULRYHQRVDV (MAV) RDQHXULV meningocóccica invasiva tratados con DAA
PDV y placebo, demostró que el riesgo de sangra-
‡ 'LiWHVLVKHPRUUiJLFDFRQRFLGD do intracerebral estaba aumentado en ambas
‡ (QIHUPHGDGKHSiWLFDFUyQLFDJUDYH patologías comparado a los pacientes sépti-
‡ &XDOTXLHURWUDDIHFFLyQ en la que la he- cos por otras causas, pero no existieron di-
PRUUDJLDFRQVWLWX\DXQSHOLJURVLJQL¿FD- IHUHQFLDV VLJQL¿FDWLYDV HQWUH ORV JUXSRV GH
tivo o que fuera difícil de controlar debi- tratados con DAA y placebo.
do a su localización
7.2.11. Drotrecogin alfa
7.2.10. Drotrecogin alfa Activado y heparina
activado en meningitis
Durante el estudio PROWESS dos tercios de
En la sepsis meningocóccica los estudios ex- ORVSDFLHQWHVUHFLELHURQSUR¿OD[LVFRQKHSDUL-
perimentales y la experiencia clínica mues- na en bajas dosis como tratamiento preventivo
tran que la vía anticoagulante de la proteína para trombosis venosa profunda, pero los even-
&VHHQFXHQWUDDOWHUDGDHLPSOLFDGDHQOD¿- tos hemorrágicos graves no fueron diferentes al
siopatología de la coagulación intravascular grupo que no recibió tratamiento.
diseminada. En un estudio aleatorizado, doble ciego con
Existe una reducción en la expresión de la placebo como control, que enroló 1 994 pa-
trombomodulina y del receptor de la proteína cientes (EXPRESS), se comparó a pacientes
C de las células endoteliales de los vasos de tratados con DAA asociados a tratamien-
la dermis, surgiendo alteraciones de la coa- to preventivo con heparina o placebo. Allí
gulación en la mayoría de los pacientes. De se demostró menor mortalidad en el grupo
hecho, en la enfermedad meningocóccica la que recibió heparina, si bien la diferencia
actividad de la proteína C está más dismi- QR IXH HVWDGtVWLFDPHQWH VLJQL¿FDWLYD (Q HO
nuida que en otros tipos de sepsis. Esta dis- mismo estudio se comparó la seguridad de
minución en la activación de la proteína C la combinación de ambas drogas, no eviden-
VHDVRFLDDXQHVWDGRSURLQÀDPDWRULR\SUR- ciándose diferencias de hemorragias graves
trombótico, cuya intensidad se relaciona di- y de sangrados intracerebrales. En cuanto a
rectamente con el pronóstico desfavorable. la incidencia de trombosis venosa profunda
(Q FXDQWR D OD DSOLFDFLyQ HVSHFt¿FD HQ OD se encontró una menor incidencia de eventos
enfermedad meningocóccica, inicialmente trombóticos venosos en el grupo que recibió
un estudio en fase II con concentrados de KHSDULQD(QORTXHUH¿HUHDHYHQWRVLVTXp-
proteína C (no activada) sugirió que su uso micos cerebrales los pacientes que recibieron
Infecciones ‡ 445

placebo presentaron una incidencia similar a go de muerte. Se ha demostrado su utilidad


los pacientes del PROWESS (1,8%), encon- reduciendo la mortalidad de estos pacientes.
trándose en el grupo que recibió tratamiento Se encuentra como parte del tratamiento su-
combinado con DAA y heparina una reduc- gerido en la campaña internacional de sobre-
ción de los eventos isquémicos cerebrales vida de la sepsis severa. El tratamiento debe
(0,5%). Aunque no existen estudios previos comenzarse precozmente ya que de esta ma-
que demuestren la utilidad de la heparina QHUDVXH¿FDFLDHVPD\RU
como prevención de accidentes cerebrales is- El uso de DDA se encuentra restringido en
quémicos, tomando el estado de hipercoagu- la Unidad de Cuidados Críticos Neurológicos
labilidad existentes en la sepsis este hallazgo debido a que en gran parte de las patologías
es biológicamente posible. de los pacientes de por sí suele ser una con-
traindicación absoluta o relativa para el uso
de esta droga. Por esta causa su indicación
7.2.12. Conclusiones
se debe realizar en base a la estimación de
El DAA es una droga útil en el tratamiento ULHVJREHQH¿FLR SDUD FDGD SDFLHQWH HQ IRU-
de la sepsis severa en pacientes con alto ries- ma particular e individual.

7.3. Meningitis asociada a


procedimientos neuroquirúrgicos
Federico Mensa
Guillermo Rey Kelly
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

miales, éstas toman relevancia por tener un


7.3.1. Introducción
elevado índice de morbilidad y mortalidad,
Las infecciones del Sistema Nervioso Central SURORQJDQGR HQ IRUPD VLJQL¿FDWLYD OD HVWD-
(SNC) asociadas a procedimientos neuroqui- día hospitalaria y aumentando los costes de
rúrgicos (Infecciones Asociadas a Neuroci- internación.
rugía – IAN) son consideradas más severas Estas infecciones se presentan en un espec-
que cualquier otra infección adquirida en el WURTXHYDUtDGHVGHLQIHFFLRQHVVXSHU¿FLDOHV
ambiente hospitalario. A pesar de no ser tan de herida quirúrgica, hasta infecciones de
frecuentes como otras infecciones nosoco- órganos y espacios como empiemas subepi-
446 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

durales, abscesos cerebrales, osteomielitis, trom CH, Soderstrom S. Complications due


discitis y meningitis/ventriculitis. WRSURORQJHGYHQWULFXODUÀXLGSUHVVXUHUHFRU-
En esta sección nos centramos en el diag- ding. Br J Neurosurg 1988;2:485-495.
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7.3.3. Epidemiología
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meningitis. N Engl J Med 2001;345:1727- VRFRPLDO ,QIHFWLRQV 6XUYHLOODQFH 6\VWHP
33. (NNIS), la incidencia de infección asociada
Reichert MC, Medeiros EA, Ferraz FA. a sitio quirúrgico luego de una craneotomía
Hospital-acquired meningitis in patients un- varía de acuerdo con las categorías de riesgo
dergoing craniotomy: Incidence, evolution, 0, 1 y de 2-3; en 0,91, 1,72 y 2,40 casos por
and risk factors. Am J infect control 2002; 100 cirugías, respectivamente. Por otro lado,
30:158-64. en otros estudios la frecuencia de infección
Lyke KE, Obasanjo OO, Williams MA, et reportada fue de 2% a 8,1%. En un estudio
al. Ventriculitis complicating use of intraven- en Francia con 2 944 craneotomías, la inci-
tricular catheters in adult neurosurgical pa- dencia de infección poscraneotomía fue de
tients. Clin Infect Dis 2001; 33:2028-2033. 4% y la meningitis fue el tipo de infección
Lozier AP, Sciacca RR, Romagnoli MF et más común.
al. Ventriculostomy-related Infections: A cri- La incidencia operativa (ocurrencia de in-
tical Review of the literature. Neurosurgery fección por procedimiento) de infección del
2002; 51:170-182. LCR asociada a VKXQW oscila en un rango de
Wong GKC, Poon WS, Wai S, et al. Failure 2,8% a 14%, aunque series recientes reportan
of regular external ventricular drain exchan- una incidencia menor al 4%.
JH WR UHGXFH FHUHEURVSLQDO ÀXLG LQIHFWLRQ Cuando la meningitis se asocia a DVE, su
Result of a randomized controlled trial. J incidencia varía entre 0% y 22% según dife-
Neurol Neurosurg Psychiatry 2002;73:759– rentes estudios, aunque comunmente tienden
761. a estar en el orden del 10%.
Fica AC. Antibioticos intratecales en pa- En referencia a las tasas de infección aso-
cientes adultos. Rev Chil Infect 2003;20:89- ciadas a los distintos tipos de dispositivos
98. para el monitoreo de la presión intracranea-
Horan TC, Gaynes RP. Surveillance of no- na, Aucoin observó que la tasa más baja de
socomial infections. In:Hospital Epidemio- infección global (todos los tipos de infección
logy and Infection Control, 3rd ed., Mayhall de sitio quirúrgico) fue la del catéter suba-
CG, editor. Philadelphia:Lippincott Williams racnoideo (7,5%), seguida por una tasa de in-
& Wilkins, 2004:1659-1702. fección del 14,9% para el catéter subdural y
National Nosocomial Infections Survei- del 21,9% para la DVE. El sistema de catéter
llance (NNIS) System Report, data summary intraparenquimatoso Camino® está asociado
from January 1992 through June 2004, issued con una tasa aún más baja (2,5%).
October 2004. AJIC Dec 2004.
Tunkel A R, Kaufman B A. Cerebrospinal
7.3.4. Etiología
Fluid Shunt Infections. Mandell, Douglas
and Bennett’s Principles and Practice of In- Los agentes etiológicos aislados a partir de
fectious Diseases.Sixth Edition 2005 Chur- muestras de pacientes con meningitis post-
chill Livingstone. Chapter 81; 1126-1131. craneotomía son cocos Gram positivos entre
Previgliano JI, Reina R, Hansen R; Toro A, un 40-64% y bacilos Gram negativos entre
448 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

un 35-82%. En reportes recientes los bacilos principal germen involucrado, hallazgo des-
Gram negativos no fermentadores como $FL crito en casi todas las series. Ésto se debe a
QHWREDFWHUEDXPDQQLL son los más frecuente- que su patogenicidad radica en la posibilidad
mente aislados. Entre otros bacilos Gram ne- de adherirse y formar ELR¿OP sobre las su-
gativos se encuentran .OHEVLHOODSQHXPRQLDH SHU¿FLHV LQHUWHV FRPR OR VRQ ORV GLVSRVLWL-
\R[\WRFD6HUUDWLDPDUFHVFHQV(QWHUREDFWHU vos valvulares. En la 7DEOD se muestran los
FORDFDH 3URWHXV PLUDELOLV \ 3VHXGRPRQDV
DHUXJLQRVD. Entre los cocos positivos, el de
mayor prevalencia es 6WDSK\ORFRFFXVDXUHXV. $JHQWH(WLROyJLFR Incidencia %
Ocupando un lugar de menor trascendencia
como agentes de meningitis poscraneotomía 6WDSK\ORFRFFXV  65-85
se encuentran los 6WDSK\ORFRFFXVcoagulasa
negativos. A diferencia de lo que ocurre en
%*1  6-20
infecciones asociadas a VKXQW o DVE, este
último germen ocupa el segundo lugar en
frecuencia entre los cocos positivos. Debido 6WUHSWRFRFFL 8-10
a su escaso poder patogénico SHUVH, en au- &RU\QHEDFWHULD 1-14
sencia de algún dispositivo o cuerpo extraño,
cuando son aislados en LCR, se consideran $QDHURELRV 6
contaminantes de muestras para cultivo. En Polimicrobiano 10-15
la 7DEOD se muestran los principales gérme-
nes involucrados en infecciones secundarias *la mayoria causados por 6WDSK\ORFRFFXVFRDJXODVD
QHJDWLYR. ** Bacilos Gram negativos
a craneotomías en un gran estudio prospecti-
Tabla 2: Bacterias involucradas en infecciones
vo y multicéntrico.
del LCR asociadas a VKXQW (adaptada de Tunkel
Diferente es el caso de las infecciones del $5 .DXIPDQ %$ ³&HUHEUDO ÀXLG VKXQW LQIHF-
LCR asociadas a VKXQW o a DVE, donde el tions”, Mandell, 3ULQFLSOHVRILQIHFWLRXVGLVHDVHV 6th
6WDSK\ORFRFFXV FRDJXODVD QHJDWLYR es el Ed. 2005, Churchill Livingstone. 81; 1126-1131)

Germen ,QIHFVXSHU¿FLDO Osteítis de cráneo Meningitis/absceso Total


6DXUHXV0HWL6 7 8 17 32
6DXUHXV0HWL5 5 0 12 17
6HSLGHUPLGLV 1 0 3 4
6WUHSWRFRFFXVVSS 2 0 4 6
2WURV&*3 1 0 4 5
(QWHUREDFWHULDV6† 0 0 4 4
(QWHUREDFWHULDV5‡ 2 0 11 13
$FLQHWREDFWHUVSS 5 1 2 8
3DHUXJLQRVD 1 0 2 3
2WURV%*1  1 0 3 4
7RWDO 25 9 62 96
&*3%*1 16/9 8/1 40/22 64/ 32
†Enterobacterias salvajes, sensibles a los antibióticos usuales. ‡Enterobacterias adquiridas en el hospital,
usualmente resistentes a los antibióticos usuales. * cocos gram positivos. **bacilos gram negativos.
Tabla 1: Gérmenes aislados de acuerdo al sitio en infecciones secundarias a craneotomías
Infecciones ‡ 449

agentes etiológicos vinculados con infeccio-


Microorganismo Sundbarg Poon
nes asociada a VKXQW. 1988* 1998
Otro aspecto relacionado a los agentes etio-
lógicos es la susceptibilidad de éstos a los 6WDSK\ORFRFFXV 41 2
antimicrobianos. Entre los factores de ries- HSLGHUPLGLV
go más importantes descritos para infeccio- 6WDSK\ORFRFFXV 6 2
nes por organismos multirresistentes (MR) DXUHXV 6$ 
se encuentran el uso previo de antibióticos
6WUHSWRFRFFXVVSS 2 0
de amplio espectro, principalmente cefalos-
porinas de tercera generación y carbapene- 0LFURFRFFXVVSS 1 0
mes y una estadía hospitalaria prolongada 6$PHWLFLOLQR 0 2
durante el período preoperatorio. Por ello se UHVLVWHQWH
recomienda reducir el período de internación
SUHTXLU~UJLFDDOPtQLPRQHFHVDULRFRQHO¿Q (QWHURFRFFXV 3 0
de disminuir la colonización por gérmenes IDHFDOLV
nosocomiales. En la 7DEOD se describen los 6DUFLQDVSS 1 0
agentes etiológicos reportados en dos estu-
%DFLOOXVVSS 0 1
dios clínicos sobre infecciones asociadas a
DVE. En una de estas series descritas se evi- 3VHXGRPRQDVVSS 1 0
dencia un predominio infecciones causadas $HURPRQDVVSS 0 1
por cocos Gram positivos, a diferencia del
otro estudio, que muestra una amplia varie- ;DQWKRPRQDVVSS 0 1
dad de gérmenes aislados. Las discrepancias .OHEVLHOODVSS 0 2
REVHUYDGDVHQORVSHU¿OHVEDFWHULROyJLFRVGH
(VFKHULFKLDFROL 0 2
DPERV HVWXGLRV SXHGHQ HVWDU LQÀXHQFLDGDV
por diferencias en el uso de antibióticos, in- $FLQHWREDFWHUVSS 2 1
FOX\HQGRODSUR¿OD[LV\HOXVRSHULRSHUDWRULR
6HUUDWLDVSS 1 0
antibiótico y por la microbiota hospitalaria
local. (YHUQRWDDO¿QDOGHOD7DEOD) (QWHUREDFWHUVSS 1 0
&DQGLGDDOELFDQV 0 1
7.3.4. Factores de riesgo Total de Cultivos 59 15
(Q GLVWLQWRV HVWXGLRV VH LGHQWL¿FDURQ P~OWL- positivos
ples factores de riesgo asociados a infeccio- Número total de 540 228
nes pos neuroquirúrgicas, clásicamente des- pacientes
critos: Cultivos positivos (%) 10,93 6,58
‡ 3UHVHQFLDGHItVWXODGHOtTXLGRFHIDORUUD-
quídeo (LCR) en el posoperatorio Gérmenes de Flora 84,75 26,67
‡ 5HLQWHUYHQFLyQTXLU~UJLFD cutánea normal
‡ &LUXJtDGHXUJHQFLD 6XQGEDUJQRDGPLQLVWUyDQWLELyWLFRVSUR¿OiFWLFRVR
‡ 1HFHVLGDGGH'9(HQHOSRVRSHUDWRULR en el perioperatorio. A pesar de ello, el 56% de los
‡ ,QIHFFLyQVLVWpPLFDSUHYLDDODUHDOL]DFLyQ pacientes recibía antibióticos por otras indicaciones
mientras tenía la ventriculostomía colocada. Cabe
de la craneotomía
GHVWDFDU OD SUHGRPLQDQFLD GH JpUPHQHV GH OD ÀRUD
‡ &LUXJtDVXFLDFRQWDPLQDGD cutánea normal. El 47% de dichos gérmenes fueron
‡ 7LHPSRRSHUDWRULRSURORQJDGR !KV FODVL¿FDGRVFRPRFRQWDPLQDQWHV(QFRQWUDSRVLFLyQ
A pesar de su descripción, muchos de los todos los pacientes del estudio de Poon recibieron
factores de riesgo mencionados arriba no SUR¿OD[LVDQWLELyWLFD
IXHURQLGHQWL¿FDGRVHQODWRWDOLGDGGHORVHV- Tabla 3: Espectro microbiológico reportado en
tudios. Por ejemplo, en un estudio acerca de dos grandes estudios de infección asociada a DVE
(DGDSWDGDGH1HXURVXUJHU\ 2002; 51:170-182)
450 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

factores de riesgo en meningitis poscraneoto- Se ha sugerido como medida importante en


mía realizado en Brasil, la única variable que la prevención de las infecciones asociadas a
GHPRVWUyVHUVLJQL¿FDWLYDHQHODQiOLVLVPXOWL- DVE el mantenimiento de un sistema cerra-
variado fue la intervención quirúrgica repeti- do de ventriculostomía; aún así la pérdida de
da. Korinek describe como factores de riesgo LCR en el sitio de inserción del catéter y la
independiente de infecciones del LCR, sólo la irrigación a través de éste (por ejemplo con
necesidad de DVE posoperatoria y la reinter- bacitracina) se han asociado a un aumento de
vención. Ambos estudios no pudieron detec- las tasas de infección. En un estudio observa-
tar que el tiempo quirúrgico prologado (>4 hs) cional, Lyke encontró en el análisis multiva-
sea un factor de riesgo independientemente riado de 154 pacientes, como únicos factores
relacionado con el aumento de la incidencia de riesgo, a las pérdidas (fístulas posoperato-
de meningitis pos neuroquirúrgicas. rias) de LCR en el sitio de inserción del CIV
En meningitis asociadas a DVE los factores (p= 0,003) y a la permanencia prologada del
de riesgo se muestran en la 7DEOD. Entre los catéter intraventricular (8,5 días [infecta-
asociados más frecuentemente se encuentra dos] YV. 5,1 días [no infectados], p=0,007).
el diagnóstico de HSA. Muchos estudios en- Mayhall demostró una mayor incidencia de
contraron esa asociación. Sundbarg reportó infección asociada a DVE en los pacientes
una tasa de infección del 10% para pacien- sometidos a irrigación a través del CIV que
tes con HSA (n=110), comparado con tasas entre los que no lo fueron.
de 0% a 2,6% para pacientes con los demás Otro factor de riesgo asociado con infec-
diagnósticos (n=377). Stenager observó que ciones del LCR en pacientes con DVE es el
el LCR hemorrágico de cualquier causa es traumatismo de cráneo. Muchos estudios ob-
cuatro veces más prevalente en pacientes con servaron una relación directa entre la fractura
infecciones asociadas a DVE (n=15) que en de cráneo con fístula de LCR y el desarrollo
pacientes no infectados (n=72). de infección asociado a DVE. Holloway notó

Factores asociados con infección de LCR Factores no asociados con infección del LCR
Hemorragia intraventricular Catéteres múltiples
Hemorragia subaracnoidea Monitoreo concomitante de la PIC
Fractura craneal depresiva Drenaje de LCR
Fractura craneal basilar con fístula de LCR Traumatismo cerrado de cráneo
Otra operación neuroquirúrgica Neoplasia
Infección sistémica Hemorragia intraparenquimatosa
Duración prolongada de cateterización (>5 días)
Factores posiblemente asociados con Infección
del LCR
Lugar de inserción de ventriculostomía
(UTI, quirófano, sala de Emergencias)
Corticosteroides
Pleocitosis en LCR
Manipulación de catéter y fístulas
LCR: líquido cefalorraquídeo; UTI: unidad de terapia intensiva; PIC: presión intracraneana.
Tabla 4: Factores de Riesgo para infección del LCR en pacientes sometidos a DVE (DGDSWDGDGH
1HXURVXUJHU\ 2002; 51:170-182)
Infecciones ‡ 451

que el 33% de los pacientes con fractura de- da a válvulas de derivación, puede haber do-
primida de cráneo desarrollaba infecciones lor en la desembocadura o en el trayecto del
asociadas a DVE, comparado con sólo el VKXQW (peritoneal o pleural), o en el sitio de la
9,6% de los pacientes con DVE, pero sin ese herida, aunque este dolor está ausente en el
diagnóstico. La literatura también es consis- 60% de los casos. A pesar de ser el síntoma
tente en cuanto al incremento de las tasas de más frecuentemente descrito, la ausencia de
infección después de 4-5 días de uso de una ¿HEUHQRGHEHVHUXWLOL]DGDSDUDGHVFDUWDULQ-
DVE, a partir de la descripción de Mayhall. fección. Existen distintos reportes que mues-
Los factores de riesgo para infecciones del tran que ese síntoma puede presentarse en un
LCR en pacientes con VKXQW se muestran en rango de 14% a 92% de las meningitis aso-
la 7DEOD. ciadas a VKXQW. Por lo general, la presencia
GH ¿HEUH HV HO KDOOD]JR PiV FRQVWDQWH HQOD
meningitis poscraneotomía.
7.3.5. Signos y síntomas
La cefalea, las nauseas, la letargia y los
La presentación clínica de las infecciones cambios en el estado mental pueden estar
del LCR en pacientes pos neuroquirúrgicos presentes e incluso, pueden ser consecuencia
es bastante variable y es afectada por el me- del mal funcionamiento valvular, complica-
canismo de la infección, la virulencia del ción frecuente en las infecciones asociadas a
germen causal, y la presencia o ausencia de VKXQW. Los clásicos signos de irritación me-
dispositivos intracraneales. níngea (rigidez de nuca, fotofobia, etc.) están
Los síntomas clásicos son ¿HEUH \ signos presentes sólo en un tercio de los pacientes.
meníngeos. Cuando la infección está asocia- La media entre la realización de la neuro-
cirugía y el diagnóstico de meningitis pos-
craneotomía es de aproximadamente una
-Nacimiento prematuro semana (entre 6 y 10 días). En infecciones
-Infección previa asociada a VKXQW asociadas a VKXQW, los síntomas pueden apa-
-Experiencia del neurocirujano recer de manera insidiosa, extendiéndose el
-Número de personas que presencia el período comprendido entre la introducción
acto quirúrgico del dispositivo y el comienzo de los síntomas
-Uso intraoperatorio de neuroendoscopía hasta los 12 meses.
-Duración del procedimiento quirúrgico
-Inserción del catéter por debajo de T7 en
VKXQW ventrículoatrial‡ 7.3.6. Diagnóstico de
-Preparación prequirúrgica de la piel Meningitis asociada
-Rasurado de la piel a neurocirugía
-Exposición de largas áreas de piel del El diagnóstico de meningitis bacteriana aso-
paciente durante el procedimiento ciada a las intervenciones neuroquirúrgicas
-Revisión del VKXQW† HVGL¿FXOWRVRSRUYDULDVUD]RQHV(QSULPHU
* No todos los estudios publicados han reportado la lugar porque los signos meníngeos como ri-
totalidad de estos factores de riesgo JLGH]GHQXFD¿HEUH\FHIDOHDRFXUUHQIUH-
‡ Presencia de irritación por cuerpo extraño en válvula
tricúspide, con formación de trombo y subsiguiente
cuentemente en el posoperatorio mediato no
infección durante una bacteriemia complicado. En segundo lugar, más del 50%
† El riesgo es especialmente alto en pacientes sometidos de los pacientes con signos clínicos de me-
a tres o más revisiones ningitis tiene historia previa de tratamiento
Tabla 5: Factores asociados a un incremento en el con antibióticos y esteroides al momento de
riesgo de padecer infecciones del LCR asociadas la punción lumbar (PL), lo que diminuye la
a VKXQW* (adaptada de Tunkel AR, Kaufman BA. UHDFFLyQ LQÀDPDWRULD ORFDO 2WUR IDFWRU TXH
³&HUHEUDOÀXLGVKXQWLQIHFWLRQV´0DQGHOO3ULQ GL¿FXOWD OD LQWHUSUHWDFLyQ GH ODV FDUDFWHUtV-
FLSOHVDQG3UDFWLFHRILQIHFWLRXVGLVHDVHV 2005) ticas del LCR es la frecuente presencia de
452 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

DOWHUDFLRQHV LQHVSHFt¿FDV JHQHUDGDV SRU HO ración de pares craneales o irritabilidad,


propio procedimiento quirúrgico o por agre- asociado a una de las alteraciones abajo
sión química a las meninges, aspecto a tratar mencionadas:
más adelante. - Pleocitosis, hiperproteinorraquia y/o
hipoglucorraquia
7.3.6.1 Definición de caso - Examen directo de Gram en LCR po-
y criterios diagnósticos sitivo
Los criterios diagnósticos para meningitis - Hemocultivos positivos
SRV QHXURTXLU~UJLFD \ ODV GH¿QLFLRQHV GH - Antígeno positivo en LCR, sangre o
caso para infección asociada a neurocirugía orina
(IAN) son numerosas y varían de acuerdo a - Único titulo diagnóstico de anticuer-
los distintos estudios. A continuación, serán pos (IgM) o cuatro veces el aumento
descritos los más utilizados en las publica- en un muestra pareada (IgG) para un
ciones relevantes sobre el tema. patógeno
&RPHQ]DQGRSRUODVGH¿QLFLRQHVGHLQIHF- Se aclara dentro de estos criterios que, si el
ciones hospitalarias del &HQWHUVIRU'LVHDVHV cuadro de meningitis está asociado a VKXQW,
&RQWURODQG3UHYHQWLRQ (CDC), el diagnósti- debe ser considerado como nosocomial cuan-
co de meningitis depende de la presencia de do se realiza el diagnóstico antes de cumplir-
al menos uno de estos criterios: se un año de la inserción del dispositivo.
‡ &ULWHULR  Cultivo positivo para un mi- En el estudio de Lyke sobre ventriculitis aso-
croorganismo en el LCR FLDGDD'9(VHXWLOL]DODVLJXLHQWHGH¿QLFLyQ
‡ &ULWHULR Presencia de uno o más de los de YHQWULFXOLWLVQRVRFRPLDOu KRVSLWDODULD:
siguientes signos y síntomas, sin otra cau- ‡ &XOWLYRSRVLWLYRUHFRQRFLGRWDQWRGXUDQ-
sa reconocible: Fiebre (>38ºC), cefalea, te ó 2 días luego del procedimiento de in-
rigidez de nuca, signos meníngeos, alte- serción del catéter

Término 'H¿QLFLyQ
Contaminación Cultivo de LCR positivo aislado y/o directo de Gram
Glucosa y proteínas en LCR esperadas
Recuento celular esperado en LCR esperado

Colonización de Múltiples cultivos de LCR positivos y/o directo de Gram


ventriculostomía Características esperadas del LCR
$XVHQFLDGHVtQWRPDVFOtQLFRVH[FHSWR¿HEUH

Sospecha de Infección asociada Descenso progresivo de glucorraquia


a DVE Aumento de proteínas y pleocitosis
Ausencia de cultivos o directos positivos de LCR

Infección asociada a DVE Ídem, además de uno o más cultivos o directos positivos en LCR
6tQWRPDVOHYHVH[FHSWXDQGR¿HEUH

Ventriculitos Hipoglucorraquia, hiperproteinorraquia, pleocitosis en LCR


Fiebre
Signos clínicos de meningitis, incluyendo rigidez de nuca,
fotofobia, deterioro del sensorio, convulsiones
Tabla 6:'H¿QLFLyQGHLQIHFFLyQGHO/&5HQSDFLHQWHVVRPHWLGRVD'9( DGDSWDGDGH/R]LHU$3
HWDO., 1HXURVXUJHU\ 2002; 51:170-182)
Infecciones ‡ 453

‡ 6LHOJHUPHQDLVODGRHVÀRUDFRP~QGHOD físico químico que incluya proteinorraquia,


piel (6WDSK\ORFRFFXV FRDJXODVD QHJDWL glucorraquia y dosaje de lactato (véase (V
YR &RU\QHEDFWHULXPVSS%DFLOOXVVSS WXGLRV &RPSOHPHQWDULRV, más adelante), y
0LFURFRFFXV VSS R 3URSLRQLEDFWHULXP un examen citológico que incluya recuento
VSS se debe cumplir con alguno de los celular con predominio. Además debe ser en-
siguientes criterios: viado para examen directo (Gram) y cultivo,
- Examen directo consistente con el re- y posterior diagnóstico microbiológico. Para
sultado del cultivo de LCR posterior el análisis del índice glucosa en LCR/sangre,
- Un descenso de glucorraquia de se deber realizar un test de glucemia simultá-
<25mg/dl neamente o preferentemente una hora previa
- Un aumento de proteinorraquia >50mg/dl a la PL, teniendo en cuenta que frecuente-
- Pleocitosis de más de 10 cel/mm3 po- mente estos pacientes presentan hipertensión
limorfonucleares endocraneana (HEC) asociada o no a efecto
Korinek en su trabajo sobre 2 944 pacientes de masa (hematomas, edema cerebral, etc.) y
pos neuroquirúrgicos, utilizó los siguientes por ende, considerando el riesgo que existe
FULWHULRVSDUDGH¿QLUPHQLQJLWLVYHQWULFXOLWLV de provocar complicaciones serias asociadas
poscraneotomía: al procedimiento (herniación cerebral), la
‡ 'LUHFWR GH *UDP R FXOWLYR SRVLWLYR SDUD realización de punciones lumbares a pacien-
una bacteria tes pos neuroquirúrgicos es tema de contro-
‡ 3OHRFLWRVLV FRQ KLSHUSURWHLQRUUDTXLD \R versia.
KLSRJOXFRUUDTXLDDVRFLDGRD¿HEUH\ULJL- La incidencia de herniación cerebral en pa-
dez de nuca, con antibióticos prescriptos cientes pos neuroquirúrgicos sometidos a una
por el médico a cargo PL es desconocida. Los datos que se conocen
(VWD ~OWLPD GH¿QLFLyQ GH PHQLQJLWLV SRV- son extrapolados de publicaciones de menin-
craneotomía contempla la posibilidad del gitis de la comunidad y son muy variables
diagnóstico ante un paciente con cultivos de dependiendo de cada trabajo analizado.
LCR negativos, siempre que haya recibido Probablemente, la posibilidad de provocar
tratamiento antibiótico previo y que presente esta complicación esté directamente relacio-
¿HEUHVtQWRPDV\DOWHUDFLyQHQHO/&5 nada con el volumen de LCR extraído, con la
En la 7DEODVHGHVFULEHQODVGH¿QLFLRQHV velocidad de extracción del mismo y con el
sobre infecciones asociadas a DVE más utili- grado de hipertensión endocraneana que pa-
zadas en la literatura, de acuerdo a la revisión dezca el paciente.
de Lozier.
En un estudio de 1959 se analizó la evo-
7.3.6.2. Aspectos relacionados lución de 129 pacientes que fueron someti-
con la punción lumbar dos a una PL y que presentaban HEC; 1,2%
La punción lumbar (PL) es el procedimiento de los pacientes con edema de papila y 12%
de elección para el diagnóstico de infeccio- pacientes sin papiledema tuvo una evolu-
nes del LCR, por lo tanto debe realizarse en ción desfavorable luego del procedimiento.
todo paciente sometido a una craneotomía En otro estudio sobre 302 niños con menin-
que presente signos y síntomas compatibles. gitis bacteriana, el 6% presentó herniación
En pacientes con VKXQW, el diagnóstico de in- cerebral, ocurriendo ésta dentro de las ocho
fección del LCR asociado a este dispositivo horas luego de la PL. En un tercer trabajo,
se establece por medio del cultivo del dispo- de Hasburn, con 301 pacientes adultos con
sitivo valvular extraído o por el cultivo de meningitis bacteriana, ninguno de los siete
LCR tomado por punción del reservorio de pacientes con HEC por TC sometidos a una
la válvula a través de la piel sana. PL presentó herniación cerebral.
El LCR extraído deber ser enviado al la- La decisión de realizar una PL en un pa-
boratorio para la realización de un examen ciente con sospecha de meningitis nosoco-
454 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

mial debe ser tomada teniéndose en cuenta la bacteriana nosocomial. En un estudio retros-
LPSRUWDQFLD GH OD FRQ¿UPDFLyQ PLFURELROy- pectivo, Leib, reportó que concentraciones
gica, debido al riesgo de multirresistencia de GH iFLGR OiFWLFR HQ /&5 • PPRO/ WHQtDQ
patógenos hospitalarios y consecuentemente, XQD VHQVLELOLGDG GH  HVSHFL¿FLGDG GH
de iniciar un tratamiento inapropiado sin po- 98% y valor de predicción positivo y negati-
sibilidad de corrección u optimización y, en vo de 96% y 94% respectivamente, en térmi-
contraposición, a los riesgos estimados para QRV GH LGHQWL¿FDU SDFLHQWHV TXH GHVDUUROODQ
la realización del procedimiento. meningitis bacteriana luego de una craneo-
tomía. Al estar frecuentemente disponible en
7.3.6.3. Diagnóstico muchos laboratorios, el dosaje de lactato ha
diferencial entre meningitis cobrado importancia como herramienta de
bacteriana y química esta patología.
Los análisis estándar del LCR como el re- López-Cortés evaluó la utilidad de cuatro
cuento celular, concentración de glucosa y FLWRTXLQDV SURLQÀDPDWRULDV 71)Į ,/ȕ
proteínas en LCR, muchas veces son poco ,/\,/FRQHO¿QGHGLIHUHQFLDUPHQLQ-
HVSHFt¿FRV SDUD HO GLDJQyVWLFR GH LQIHFFLR- gitis post neuroquirúrgica aséptica de la bac-
nes meníngeas en pacientes pos neuroquirúr- teriana. A pesar de que las concentraciones en
gicos, pues puede desarrollarse una meningi- /&5GH71)Į,/ȕ\,/HUDQVLJQL¿FDWL-
tis estéril (química). vamente altas en los pacientes con meningi-
A pesar de que esta complicación ha sido tis bacteriana, comparado con la meningitis
descrita en la literatura neuroquirúrgica des- DVpSWLFD VyOR ,/ȕ IXH OR VX¿FLHQWHPHQWH
de los tiempos de Cushing, esta entidad es FRQ¿DEOH SDUD VHU XVDGD FRPR FULWHULR GH
desconocida por muchos especialistas. En discriminación entre estas dos entidades. Va-
2001 Forgacs HW DO. publicaron un estudio lores > 90 ng/L estaban asociados a una sen-
retrospectivo que analizó 70 pacientes con VLELOLGDGGHXQDHVSHFL¿FLGDGGH
/&5FRPSDWLEOHFRQPHQLQJLWLVFRQHO¿QGH un valor de predicción positivo de 0,90 y ne-
determinar variables que permitan diferen- gativo de 0,95, respectivamente. Estos inves-
ciar y caracterizar la meningitis química de tigadores también observaron que, dentro de
la bacteriana. Ellos observaron que el patrón las 24 horas de iniciada la terapia antimicro-
de LCR era similar tanto en la meningitis ELDQDODVFRQFHQWUDFLRQHVGH,/ȕHQ/&5
química como en la bacteriana, exceptuando declinaban >50% y retornaban a sus valores
a la pleocitosis >7500cel/μL y a la glucorra- normales luego de algunos días, otorgándole
quia <10 mg/dl, niveles no encontrados en al dosaje de esta citoquina la capacidad de
ninguno de los casos de meningitis química. ser utilizada luego después de comenzado un
También, raramente, estos últimos presentan tratamiento antibacteriano, posibilitando el
temperatura >39,4 ºC o fístula de LCR (ri- monitoreo de su respuesta.
norraquia u otorraquia). Un estudio realiza-
do por nosotros sobre 22 pacientes con IAN,
7.3.7. Tratamiento y control
demostró que la glucorraquia presentaba una
inicial
sensibilidad del 57% (IC 95% 25-84%), es-
SHFL¿FLGDGGHO ,& YDORU 7.3.7.1. Características
de predicción positivo del 50% (IC 95% 21- farmacológicas del
78%), valor de predicción negativo del 57% tratamiento antimicrobiano
(IC 95% 25-84%) y OLNHKRRG UDWLR positivo en infecciones del SNC
de 1,14 (IC 95% 0,44-2,9) y negativo de 0,85 Los principios terapéuticos de las infeccio-
(IC 95% 0,44-1,6), lo que la convertía en un nes del SNC se sustentan en el apropiado
mal marcador pronóstico de meningitis. pasaje de los agentes a través de la barrera
Algunos estudios describen la utilidad del hematoencefálica (BHE) y en la obtención
ácido láctico en el diagnóstico de meningitis de concentraciones bactericidas en LCR. Re-
Infecciones ‡ 455

lacionado a esto último, la inhibición del cre- GHOJUDGRGHLQÀDPDFLyQPHQtQJHD


cimiento bacteriano (efecto bacteriostático) c. A mayor unión a proteínas, menor pasaje
HVLQVX¿FLHQWHSDUDFRQWURODULQIHFFLRQHVHQ
un medio carente de mecanismos fagocíticos 7.3.7.2. Tratamiento
como lo es el LCR. empírico inicial (TEI)
Para lograr un efecto bactericida adecuado Si existiese pleocitosis en el LCR, el trata-
es necesario tener en cuenta el mecanismo de miento deberá instaurarse previo a que los
acción y la farmacocinética/farmacodinamia resultados de cultivo estén disponibles. Se
de los antimicrobianos utilizados: considera apropiado iniciar el tratamiento
a. $QWLELyWLFRVWLHPSRGHSHQGLHQWHV carac- con YDQFRPLFLQD + FHIHSLPH, FHIWD]LGLPH o
terística propia de los ß-lactámicos (ß-L), PHURSHQHP. La elección empírica para cubrir
relaciona el efecto bactericida al tiempo bacilos negativos deberá incluir siempre co-
en que la concentración del compuesto bertura contra organismos no fermentadores,
está sobre la concentración inhibitoria en especial 3VHXGRPRQDDHUXJLQRVD\$FLQH
mínima (CIM) entre dos dosis (T>CIM), WREDFWHUEDXPDQQLL entre otros. De la misma
logrando su mejor acción bactericida es- forma, dicha cobertura deberá basarse en los
tando sobre dicha concentración al menos datos epidemiológicos sobre la resistencia
40%-60% del intervalo de tiempo entre local de los gérmenes prevalentes. Por ejem-
dos dosis. plo, si en un centro la prevalencia de bacilos
b. $QWLELyWLFRV FRQFHQWUDFLyQGHSHQGLHQWHV negativos resistentes a cefalosporinas de 3ra
el efecto bactericida está determinado JHQHUDFLyQHVDOWD JpUPHQHVFRQȕODFWDPD-
por la concentración máxima o pico del sas de espectro extendido) se deberá indicar
antimicrobiano que sobrepasa la CIM (C PHURSHQHP como parte del TEI.
pico/CIM). Ejemplos clásicos son DPLQR En relación a la cobertura para bacilos ne-
JOXFyVLGRV y ÀXRURTXLQRORQDV. gativos en nuestro medio se da una situación
 /DV ÀXRURTXLQRORQDV FRPSDUWHQ DPERV particular: $FLQHWREDFWHU EDXPDQQLL resis-
mecanismos (concentración y tiempo- tente a FDUEDSHPHQ se sitúa como el princi-
dependiente) cuando son utilizados para pal agente etiológico de meningitis asociada
tratamiento de infecciones del SNC. a neurocirugías. Previgliano HW DO han re-
Se deben utilizar los antimicrobianos con portado ésto en un estudio realizado en dos
buen pasaje de la BHE, que sean capaces de hospitales públicos. A consecuencia del mis-
alcanzar concentraciones 10 a 20 veces supe- PRVHPRGL¿FyHO7(,DxDGLpQGRVHFROLVWLQ.
riores a la CIM de los microorganismos más Teniendo en cuenta el inadecuado pasaje de
frecuentemente reconocidos como agentes este ultimo agente a través de la BHE, fre-
etiológicos de las meningitis posquirúrgicas. cuentemente se asoció tratamiento intratecal
Es importante saber que los ß-L atraviesan (YHU 7UDWDPLHQWR,QWUDWHFDO).
FRQGL¿FXOWDGOD%+(\TXHVXSDVDMHDXPHQ- Si se aisla 6WDSK\ORFRFFXV meticilino-sen-
WDSRUODLQÀDPDFLyQGHpVWDSRUORWDQWRQR sible, la terapia podrá ajustarse rotando la
se deben disminuir las dosis durante todo el YDQFRPLFLQD por FHIHSLPH (si aún no lo re-
tratamiento debido a que al retrogradar la in- cibía). Tanto QDIFLOLQD como R[DFLOLQD son
ÀDPDFLyQKD\XQPHQRUSDVDMHGHHVRVDQWL- de elección, aunque comúnmente no están
bióticos por la BHE. disponibles en Argentina. Debido al inade-
/DVVLWXDFLRQHVTXHPRGL¿FDQHOSDVDMHGH cuado pasaje por la BHE, no deben usarse
antimicrobianos a través de la BHE son las FHIDORVSRULQDV de 1ª generación (FHIDORWLQD
siguientes: o FHID]ROLQD). El agregado de ULIDPSLFLQD al
D $ PD\RU LQÀDPDFLyQ PHQtQJHD PD\RU esquema podría mejorar la respuesta.
pasaje: ß-L y YDQFRPLFLQD En el citado trabajo de Previgliano HW DO
b. A mayor liposolubilidad, mayor pasaje: se comprobó que el TEI inapropiado no au-
ULIDPSLFLQD y TXLQRORQDV (independiente mentaba la mortalidad, a diferencia de otras
456 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

infecciones nosocomiales como la neumonía penetración a través de la BHE, limitando de


asociada al ventilador. En ese trabajo la mor- esta forma las opciones terapéuticas por vía
talidad con TEI apropiado fue del 67% y la VLVWpPLFD\MXVWL¿FDQGRHOXVRGHDQWLPLFUR-
del inapropiado del 50% (RR 1,36; p=0,36), bianos por vía intratecal.
FRQ¿UPDQGRXQDWHQGHQFLDGHHVWXGLRVDQWH- En la 7DEOD se muestran las dosis intrate-
riores de nuestro grupo. cales para los distintos antibióticos.

7.3.7.3. Recomendaciones Indicaciones potenciales para el uso


para el uso de corticoides de antimicrobianos intratecales en
en pacientes adultos con pacientes con infecciones del SNC
meningitis pos neuroquirúrgica De una manera general, el uso de antimicro-
No existe actualmente evidencia que sustente bianos intratecales se encuentra limitado a
la recomendación del uso de FRUWLFRLGHV para infecciones del SNC cuyos agentes etiológi-
pacientes con meningitis pos quirúrgica. cos no puedan ser erradicados mediante tera-
pia sistémica atribuible a la falta de respuesta
7.3.7.4. Tratamiento Intratecal al no obtenerse concentraciones bactericidas
La entidad de control de la Administración HQ/&5/DH¿FDFLDGHODSUR¿OD[LVDQWLPL-
de drogas y medicamentos de los EE.UU., crobiana intratecal en pacientes con drenaje
)RRG DQG 'UXJ $GPLQLVWUDWLRQ (FDA), no ventricular todavía no ha sido claramente de-
ha autorizado el uso de antimicrobianos por mostrada.
vía intratecal (IT) por lo que sus indicaciones Sin embargo, pese a la escasa evidencia,
\ GRVLV QR VH HQFXHQWUDQ ELHQ GH¿QLGDV 6H la administración de antibióticos IT es más
utiliza empíricamente, con intervalos y dosis frecuente de lo reportado. Las indicaciones
adecuados basados en la capacidad del agente menos discutidas son las siguientes:
a adquirir concentraciones en LCR. Después 1. Infecciones por BGN resistentes a FHIDORV
de la primera dosis IV, las dosis adicionales SRULQDV de tercera o cuarta generación, y a
pueden calcularse mediante el cociente inhi- PHURSHQHP, o infecciones por cocos Gram
bitorio (CI). Previo a la administración de la positivos resistentes a ß-lactámicos
próxima dosis, se debe obtener una muestra 2. Pacientes sin una respuesta apropiada a
de LCR determinando la concentración en el un tratamiento sistémico con una droga
valle. El CI es determinado por la concen- activa
tración de valle/CIM del agente aislado: ésta 3. Pacientes en los que no se ha conseguido
debe exceder en 10-20 veces para obtenerse negativizar el LCR pese a una terapia sis-
cultivos del LCR negativos. témica prolongada
La mayor frecuencia de BGN MR y Sta
SK\ORFRFFXV resistentes a PHWLFLOLQD como Conclusiones sobre el
agentes etiológicos de ventriculitis ha restrin- Tratamiento intratecal
gido el uso de antimicrobianos con reducida La vía IT es una alternativa terapéutica para
aquellos pacientes afectados por infecciones
Antimicrobianos Dosis diaria IT, mg del SNC causadas por microorganismos re-
Vancomicina 5-20
sistentes, cuyo tratamiento no puede lograrse
Gentamicina 1-8
Tobramicina 5-20
por vía sistémica.
Amicacina 5-50 Antes de iniciar el TI debe analizarse si éste
Polymyxin B 5 no podría ser realizado por vía sistémica con
Colistin 10 FHIDORVSRULQDV de tercera generación o con
Quinupristin/dalfopristin 2-5 PHURSHQHP.
Teicoplanina 5-40 La asociación DPSLFLOLQDVXOEDFWDP puede
ser utilizada como alternativa por vía sisté-
Tabla 7: Dosis recomendadas de antimicrobianos mica para infecciones por $EDXPDQQL, pero
por vía intraventricular
Infecciones ‡ 457

su efecto con las concentraciones obtenidas apropiada y la colocación de una DVE. La


en LCR es sólo bacteriostático. colocación de una DVE con drenaje del LCR
4XLQXSULVWLQGDOIRSULVWLQ(Q/D) y OLQH]ROLG, permite además el monitoreo de los paráme-
podrían ser considerados para terapia sisté- tros del LCR y tratamiento permanente de la
mica para infecciones por cocos Gram positi- hidrocefalia subyacente. Con esta estrategia,
vos resistentes, pero la experiencia es escasa. el éxito terapéutico es usualmente mayor al
/LQH]ROLG tiene acción bacteriostática y Q/D 90%. El riesgo más importante de la coloca-
no es activo para (IDHFDOLV. ción de una DVE es la infección secundaria.
En general, los antimicrobianos más usados
IT son JHQWDPLFLQD, DPLNDFLQD y YDQFRPL Estrategias terapéuticas y/o
FLQD. También es utilizado FROLVWLQ, para el profilácticas sobre el retiro de
tratamiento de infecciones por $FLQHWREDFWHU dispositivos (DVE)
VSSR3VHXGRPRQDDHUXJLQRVD05 A pesar de que la permanencia de una DVE
Las mayores concentraciones de estos anti- por más de cinco días constituye un factor
microbianos se obtienen por vía intraventri- de riesgo para desarrollar infección del LCR
cular, en comparación con la vía lumbar. en la mayoría de los estudios, no existen es-
No existe información clara sobre la du- WUDWHJLDV GH¿QLGDV HQ UHODFLyQ DO UHFDPELR
ración del tratamiento IT. Habitualmente, sistemático de estos dispositivos en ausencia
éste debe ser prolongado hasta obtenerse 3 de infección debidamente documentada. De
ó 4 cultivos consecutivos negativos de LCR. hecho, el recambio de una DVE en forma
Tampoco existe evidencia sobre la necesidad SUR¿OiFWLFD FDGD FLQFR GtDV QR UHGXFH VLJ-
de una terapia sistémica asociada a IT en au- QL¿FDWLYDPHQWHHOULHVJRGHLQIHFFLyQ(QXQ
sencia de infección diseminada, aunque se estudio controlado y aleatorizado con 103
recomienda el tratamiento combinado (EV pacientes que requirieron DVE por más de
+ TI). cinco días, la tasa de infección del LCR fue
En nuestro trabajo sobre meningitis por de 7,8% para el grupo al que se le recambió
$FLQHWREDFWHU, hemos encontrado una mor- el catéter cada cinco días y de 3,8% para el
talidad del 71% en tratamiento EV y una grupo donde no se recambió (p=0,5). El es-
del 43% en el combinado EV + IT, que no tudio sugiere que una misma DVE debe ser
DOFDQ]y VLJQL¿FDFLyQ SRU HO Q~PHUR GH OD utilizada durante el tiempo que esté clínica-
muestra. mente indicada a menos que sea necesario
un cambio por infección del LCR o por mal
7.3.7.5. Principios funcionamiento.
del tratamiento de la La recolocación del VKXQW se realizará de
meningitis secundaria a acuerdo con el microorganismo aislado, con
la colocación de shunt ODGXUDFLyQGHODLQIHFFLyQGH¿QLGDSRUODQH-
Los fundamentos y recomendaciones para el gativización de los cultivos luego de la exter-
tratamiento de las infecciones relacionadas al nalizar el drenaje y, ocasionalmente, con los
uso de VKXQWQRGL¿HUHQVXVWDQFLDOPHQWHGH hallazgos en el LCR.
aquellos referidos a meningitis poscraneoto- En infecciones causadas por 6WDSK\ORFRF
mía. La instilación directa de antimicrobia- FXV coagulasa negativos con LCR normal
nos en los ventrículos se realiza a través de y con cultivo negativo después 48 hs de la
un catéter externo o reservorio en los casos externalización implica la probable curación,
de infecciones no erradicables por vía sisté- en ese caso se puede volver a colocar el VKXQW
mica. luego del tercer día de la remoción (probable
/DVPHGLGDVPiVH¿FDFHVSDUDHOWUDWDPLHQ- colonización).
to de las infecciones asociadas a VKXQW pa- Con LCR anormal y aislamiento de Sta
recen ser la extracción del catéter infectado, SK\ORFRFFXV coagulasa negativo (probable
en combinación con terapia antimicrobiana infección real), se recomiendan siete días de
458 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

antimicrobianos previo a la recolocación del 7.3.8. Conclusiones


VKXQW, siempre que el cultivo control sea ne-
gativo y las proteínas del líquido ventricular Las IAN son un problema tanto para el in-
menores de 200 mg/dL. De persistir siendo tensivista como para el infectólogo y el neu-
positivos los cultivos del LCR a pesar de la rocirujano. Según hemos comprobado tienen
utilización adecuada de los antibióticos, la algunas particularidades, como parecería el
terapia deberá mantenerse hasta obtener- hecho que el TEI inapropiado no afecta la so-
se la negativización de éstos por diez días brevida de los pacientes.
antes de intentar una nueva colocación del En las )LJXUDV\se propone un algorit-
VKXQW. mo de evaluación y tratamiento en base a la
Para infecciones por 6 DXUHXV, se reco- revisión realizada para escribir esta sección.
miendan diez días de terapia antimicrobiana Debido a la necesidad de tratamiento prolon-
con cultivos de LCR negativos previo a la gado es fundamental la obtención de un ger-
recolocación del VKXQW. men, por lo que recomendamos la obtención
En el caso de bacilos Gram negativos se re- de LCR, ya sea por PL o en el momento de
comienda un curso completo de veintiún días colocación o cambio de ventriculostomías.
de tratamiento, aunque algunos expertos re- Creemos que esta patología es un ejemplo
comiendan catorce días. Independientemen- donde la evaluación interdisciplinaria del pa-
te de que la duración de la terapia pueda ser FLHQWHUHGXQGDHQVXEHQH¿FLR(OMXLFLRFOtQL-
extendida de acuerdo a la evolución clínica, co, la indicación de la vía de administración de
algunos expertos consideran esperar al me- los antibióticos, y de colocación o remoción
nos tres días sin antimicrobianos con cultivos de catéteres, deben consensuarse para evitar
negativos tomados durante ese período para herir susceptibilidades entre los especialistas,
considerar la recolocación. que derivan en el perjuicio del paciente.

6&16WD¿ORFRFRFRDJXODVDQHJDWLYR6$6WDSK\ORFRFFXVDXUHXV%1*%DFLOR*UDPQHJDWLYR
Figura 1: Evaluación y tratamiento de las infecciones asociadas a VKXQW(O7(,GHEHPRGL¿FDUVH
de acuerdo a los resultados de los cultivos
Infecciones ‡ 459

Figura 2: Evaluación y tratamiento de las infecciones asociadas a neurocirugía

7.4. Neumonía asociada al ventilador


en el paciente neurocrítico
Alejandro Rodríguez
-RUGL5HOOR

7.4.1. Introducción te en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)


y la responsable del 50% de la prescripción
La neumonía nosocomial y, dentro de ésta, la de los antibióticos (ATB). Por otro lado, el
neumonía asociada a la ventilación mecánica desarrollo de NAV se relaciona directamen-
(NAV), es la segunda infección más frecuen- te con el incremento de los días de estancia
460 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

(seis días) y con un sustancial aumento de los 7.4.2. Fuente de evidencia


costes de atención. En los pacientes críticos,
el desarrollo de NAV parece relacionarse con 7.4.2.1 Estudios clase I
una mayor mortalidad cuando se analiza glo- Mergoni M., Saccani A., Salvadori A. HW DO.
balmente. Sin embargo, otros estudios con “Pneumonia in severe head injury. A pros-
un diseño más adecuado no han evidenciado pective study”. En: 0LQHUYD$QHVWHVLRO 1993;
tal relación. Sin entrar en esta controversia, 59:187-92.
lo evidente es que existe una tendencia a fa- Bronchard R., Albaladejo P., Brezac G. HWDO.
vor de una mayor morbilidad y mortalidad de “Early-onset pneumonia. Risk factors and con-
los pacientes cuando sobreviene la infección sequences in head trauma patients”. En: $QHV
respiratoria. WKHVLRORJ\ 2004; 100:234-39.
El trauma es la principal causa de muerte Rello J., Díaz E., Roque M. HWDO. “Risk fac-
en pacientes menores de 45 años. La mor- tors for developing pneumonia within 48 of
talidad en el trauma reconoce una distribu- intubation”. En: $P - 5HVSLU &ULW &DUH 0HG
ción trimodal, siendo la fase tardía aquella 1999; 159:1742-46.
que sobreviene entre el tercer día y las tres Heyland D.K., Drover J.W., MacDonald S. et
semanas de internación, que engloba a más DO. “Effects of postpyloric feeding on gastroeso-
del 25% del total de pacientes. En este grupo phageal regurgitation and pulmonary microas-
de pacientes la infección suele condicionar piration: results of a randomized controlled
una mortalidad muy elevada (> 80%), sien- trial”. En: &ULW&DUH0HG 2001; 29: 1495-501.
do las complicaciones extracraneales como Rello J., Torres A., Ricart M. HWDO. “Ventila-
la neumonía las que determinan el pronós- tor-associated pneumonia by Staphylococcus
tico de los pacientes con trauma craneal. Un aureus: comparison of methicllin-resistant and
estudio reciente de Bronchard evidenció que methicillin-sensitive episodes. En: $P-5HVSLU
el inicio de la neumonía se asoció con una &ULW&DUH0HG 1994; 150: 1545-49.
mayor probabilidad de injuria cerebral se- Sirvent J.M., Torres A., Vidaur L. HWDO. “Tra-
cundaria, incremento de la presión intracra- cheal colonization within 24 h intubation in
QHDOKLSRWHQVLyQ¿HEUHHKLSR[HPLDFRQXQD patients with head trauma: risk factors for
peor evolución de los pacientes. Por ello, se developing early-onset ventilator-associated
KDFHQHFHVDULDODLGHQWL¿FDFLyQSUHFR]GHORV pneumonia”. En: ,QWHQVLYH &DUH 0HG 2000;
pacientes con elevado riesgo de desarrollar 26:1369-72.
NAV para un pronto y adecuado tratamiento. Luna C.M., Vujacich P., Niederman M.S. et
Los factores relacionados con la predisposi- DO. “Impact of BAL on the therapy and outco-
ción a desarrollar NAV son múltiples y aun- me of ventilator-associated pneumonia”. En:
TXHDOJXQRVGHHOORVQRSXHGDQPRGL¿FDUVH &KHVW 1997; 111:676-68.
la implementación de medidas de prevención Sloane C., Vilke G.M., Chan T.C. HW DO.
y el adecuado tratamiento antibiótico suelen (Q5DSLGVHTXHQFHLQWXEDWLRQLQWKH¿HOGYHU-
relacionarse con un incremento en la super- sus hospital in trauma patients”. En: -(PHUJ
vivencia y una disminución en los costes. El 0HG 2000; 19: 259-264.
propósito de la presente revisión es:
1. Evaluar los factores de riesgo de los pa- 7.4.2.2 Estudios clase II
cientes neurocríticos para el desarrollo de Luna C.M., Monteverde A., Rodríguez A. y
NAV col. “Neumonía intrahospitalaria: Guía clínica
2. Describir la epidemiología de la NAV en aplicable a Latinoamérica preparada en común
este grupo especial de pacientes por diferentes especialistas. Recomendacio-
3. Precisar las posibles formas de preven- nes ALAT”. En: $UFK %URQFRQHXPRO 2005;
ción de la NAV 41:439-56.
4. Remarcar la necesidad del pronto y ade- American Thoracic Society Documents.
cuado tratamiento antibiótico “Guidelines for the management of adults with
Infecciones ‡ 461

hospital-acquired, ventilator-associated and evidenció un riesgo de neumonía nosocomial


healthcare-associated pneumonia”. En: Am J 23,6 veces superior en pacientes intubados
5HVSLU&ULW&DUH0HG 2005; 171:388-416. (8,7%) respecto de aquellos pacientes que no
Vincent J.L., Bihari D.J., Suter P.M. HW DO. requirieron invasión de la vía aérea (0,3%).
En: The prevalence of nosocomial infection in El riesgo acumulativo de desarrollar NAV es
intensive care units in Europe: Results of the del 1% por día de ventilación mecánica, pero
European Prevalence of Infection in Intensive este riesgo se concentra fundamentalmente
Care (EPIC) study”. En: -$0$ 1995; 274:639- en los primeros días posintubación y dismi-
644. nuye de forma progresiva hasta ser mínimo
Rello J., Ollendorf D.A., Oster G. y col. “Epi- luego de dos semanas de ventilación mecáni-
demiology and outcomes of ventilator-asso- ca. La intubación de secuencia rápida (RSI)
ciated pneumonia in a large US database”. En: se usa con frecuencia en la asistencia prehos-
&KHVW 2002; 122:2115-2112. pitalaria y en las salas de emergencia del hos-
Tejada A., Bello S., Vallés E. HWDO. “Risk fac- pital, para tratar pacientes traumáticos con
tors for nosocomial pnuemonia in critically ill compromiso de la vía aérea que presentan
trauma patients”. En: &ULW&DUH0HG 2001; 29: depresión del sensorio (Glasgow < 8) debi-
304-309. do a la elevada probabilidad de compromiso
Rello J., Ausina V., Ricart M. HWDO. “Nosoco- de la vía aérea. Algunos pacientes, aún con
mial pnuemonia in critically ill comatose pa- un escore de Glasgow superior a 8 puntos,
tients: need for a differential therapeutic appro- también deben ser intubados por excitación
ach”. En: (XU5HVSLU- 1992; 5:1249-53. o bien para su transporte aéreo (helicópte-
Marik P.E., P. Careau. “The role of anaerobes ros sanitarios) hasta centros de neurotrauma.
in patients with ventilator-associated pneumo- Sloane y col. evidenciaron que el 28% de
nia and aspiration pneumonia: a prospective los pacientes que requirieron intubación en
study”. En: &KHVW 1999; 115:178-183. el lugar de asistencia prehospitalaria (RSI)
Fargeli J., A. Chendrasekhar. “The effects of desarrollaron neumonía. Esta incidencia fue
severe head injury on the incidence of noso- VLJQL¿FDWLYDPHQWH VXSHULRU S  D OD
comial infections”. En: :90HG- 1996; 92: observada en pacientes intubados dentro del
265-67. área de urgencias del hospital. Las razones
Rello J., Díaz E., Rodríguez A. “Etiology of de estas diferencias no están claras, sin em-
ventilator-associated pneumonia”. En: &OLQ bargo, los autores sugieren que realizar la
&KHVW0HG 2005; 26:87-95. intubación en condiciones de urgencia fuera
Rello J., Díaz E., Rodríguez A. “Advances in del hospital aumenta el riesgo de aspiración
the management of pneumonia in the intensive y por ende, de NAV. De todas maneras, hay
care unit. Review of current thinking”. En: &OLQ que considerar que en todo procedimiento de
0LFURELRO,QIHFW 2005; 11(supl 5):30-38. intubación existe la posibilidad de broncoas-
Pidena, L.A. HWDO. “Effects of oral decontami- piración, aún en las condiciones más riguro-
nation with clorhexidrine on the incidence of sas y sin que ésta se evidencie clínicamente.
nosocomial pnuemonia: a meta-analysis”. En:
Crit Care 2006; 10: R35. Por otro lado, también es probable que los
pacientes que requieran RSI se encuentren
más graves y que por ello el riesgo de de-
7.4.3. Factores de
sarrollar NAV sea superior. En este sentido,
riesgo para NAV
se evidencia una fuerte asociación entre las
La intubación de la vía aérea es el principal complicaciones pulmonares y la gravedad
factor de riesgo para el desarrollo de NAV. del trauma medido por el ISS. Rello y col.
Un clásico estudio multicéntrico llevado a llevaron a cabo un estudio prospectivo en
cabo por la Sociedad Española de Intensivos  SDFLHQWHV LQWXEDGRV SDUD LGHQWL¿FDU ORV
(SEMICYUC) en más de 16 000 pacientes factores de riesgo de NAV durante las pri-
462 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

meras 48 horas posintubación. Los autores SURSRIRO o PRU¿QD, una medicación habitual
hallaron que la resucitación cardiopulmonar, en los pacientes con trauma craneal grave, se
el escore de Glasgow (GCS) < 9 y algunas asociaron de forma independiente con una
causas de intubación (paro respiratorio/car- probabilidad superior a cuatro veces (OR:
díaco o disminución del nivel de conciencia) 4,4) de desarrollar NAV. El reciente estudio
fueron los factores de riesgo más importantes de Tejada valoró factores de riesgo para neu-
para el desarrollo de NAV. En el mismo es- monía en pacientes con trauma grave. Los
tudio, la sedación continua con PLGD]RODP, factores de riesgo independientes fueron:

Autor/ Diagnóstico Factores 6LJQL¿FDFLyQ Días ARM Microorganismos

Craven (1986) 1.- Monitoreo PIC OR: 4,2 10 ± 10 3DHUXJLQRVD


(diagnóstico 2.- Cimetidina OR: 2,5 ..SQHXPRQLDH
clínico) 3.- Cambio circuito c/24 hs OR: 2,3 6PDUFHVFHQV
Torres (1990) 1.- Aspiración gástrica OR: 5,1 Flora
(FBC) 2.- Reintubación OR: 5,0 NI polimicrobiana
3.- EBOC OR: 1,9 $FDOFRDFHWLFXV
4.- ARM > 3 días OR: 1,1 3DHUXJLQRVD
5.- PEEP OR: 1,8
Kollef (1994) 1.- índice de DMO >3 OR: 10,2 20,1 ± 15,2 (QWHUREDFWHU sp.
(diagnóstico 2.- Edad > 60 años OR: 5,1 6DXUHXV
clínico) 3.- ATB Previos OR: 3,1 .SQHXPRQLDH
4.- Posición supina OR: 2,9 3DHUXJLQRVD
Rello (1994) 1.- EBOC RR: 18,3 NI 3DHUXJLQRVD
(FBC) 2.- ARM > 8 días RR: 7,5
Rello (1996) 1.- S/ aspiración subglótica RR: 5,3 3a7 3DHUXJLQRVD
(FBC) 2.- P.manguito < 20 cm H2O RR: 4,2 +LQÀXHQ]DH
3.- ATB RR: 0,1 6SQHXPRQLDH
Cook (1999) 1.- Quemados RR: 5,0 19,3 ± 16 NI
(FBC) 2.- Trauma RR: 5,0
3.- Daño SNC RR: 3,4
4.- Enfermedad respiratoria RR: 2,79
5.- ARM 24 hs previas RR: 2,28
6.- Aspiración comprobada RR: 3,25
7.- Curares RR: 1,57
Rello (1999) 1.- PCR OR: 5,1 1a2 6DXUHXV
(FBC) 2Sedación continua OR: 4,4 +LQÀXHQ]DH
3.- Ausencia de ATB OR: 0,2 6SQHXPRQLDH
Sirvent (2000) 1.- Colonización 24 hs OR: 28,9 15 ± 8 6DXUHXV
(clínica y 2.- Bacilos G– OR: 1,05 +LQÀXHQ]DH
FRPELFDWK®) 3UR¿OD[LV$7% OR: 0,06 6SQHXPRQLDH
Tejada (2001) 1.- Alimentación enteral OR: 14,7 24,1 6DXUHXV
(clínica y FBC) 2.- Craneotomía OR: 218,8 3DHUXJLQRVD
3.- VM OR: 1,25 +LQÀXHQ]DH
4.- PEEP OR: 36,7
Rello (2002) 1.- Sexo masculino OR: 1,5 NI 3DHUXJLQRVD
(clínica y/o FBC) 2.- Trauma OR: 1,7 6DXUHXV
3.- Nivel de gravedad medio OR: 1,4-1,7
Bronchard (2004) 1.-Aspiración intubación OR: 5,5 20,8 ± 12 6DXUHXV
(clínica y FBC) 2.-Barbitúricos OR: 3,9 +LQÀXHQ]DH
3.- 6DXUHXVportador OR: 5,1 6SQHXPRQLDH
Tabla 1: Factores asociados con el desarrollo de neumonía asociada a la VM
Infecciones ‡ 463

1. Alimentación enteral continua que puede superar el 30-40%. El espectro de


2. Ventilación mecánica y presión positiva al patógenos que causa neumonía está relacio-
¿QDOGHODLQVSLUDFLyQ PEEP) nado con el tiempo de exposición al riesgo,
3. Craneotomía sobre todo al tiempo de intubación. Además,
Estos hallazgos merecen algunas considera- debe reconocerse la importancia de la po-
ciones. Primero, la administración de alimen- lítica antibiótica del centro y presencia de
tación enteral con pH elevado puede incre- comorbilidades. En general, 6WUHSWRFRFFXV
mentar la colonización gástrica, el volumen y SQHXPRQLDH 6WDSK\ORFRFFXV DXUHXV sensi-
la presión intragástrica, con mayor posibilidad ble a la oxacilina (OSSA) y +DHPRSKLOXV
GHUHÀXMRPiVD~QVLVHFRQVLGHUDTXHODVRQ- LQÀXHQ]DH son los patógenos responsables
da nasogástrica mantiene abierto el cardias, de la colonización e infección dentro de la
facilitando la aspiración. Sin embargo, estu- primera semana de intubación en ausencia
dios aleatorizados (Heyland) que comparan la de exposición a antibióticos. Estos episodios
alimentación enteral gástrica YHUVXV duodenal, constituyen una infección endógena primaria
no demostraron menor incidencia de NAV con que habitualmente no conlleva mortalidad
esta última técnica, pudiendo concluir que po- asociada si recibe tratamiento ATB empírico
siblemente la presencia de la sonda nasogás- adecuado. El antes citado estudio de Sirvent
trica (con independencia de su diámetro) sea evaluó en 100 pacientes con trauma craneal
el factor determinante de la mayor incidencia la incidencia de colonización dentro de las
de regurgitación y NAV. Respecto de la cra- primeras 24 horas posintubación. Los auto-
neotomía, el factor que condicionaría mayor res evidenciaron que el 68% de los pacientes
incidencia de NAV podría relacionarse con la estaban colonizados dentro del primer día de
gravedad del paciente que necesita la craneo- intubación. La frecuencia de colonización se
tomía más que con la cirugía en sí; por último, evidencia en la )LJXUD6DXUHXV(n=22),
la utilización PEEP es una técnica que se usa +LQÀXHQ]DH(n=20) y6SQHXPRQLDH (n=20)
en particular para tratar pacientes con síndro- fueron los microorganismos más frecuentes y
PHGHGL¿FXOWDGUHVSLUDWRULDDJXGD SDRA) o los responsables del desarrollo de NAV en 26
injuria pulmonar aguda (ALI), quienes tienen de los 100 pacientes estudiados. Un patrón de
alta predisposición a desarrollar NAV, por lo similar etiología fue descrito por Rello y col.
cual la relación con la PEEP puede expresar al estudiar factores de riesgo en las primeras
sólo una mayor gravedad. Es llamativo que en 48 hs de intubación en una población general
este estudio otros potenciales factores de ries- de pacientes críticos. Un estudio prospectivo
go para desarrollar NAV –la terapia antibióti- que comparó NAV causada por OSSA YHU
ca previa, severidad de enfermedad de base y VXV ORSA (6DXUHXVresistente a oxacilina)
edad– no se asociaron a su desarrollo. Estos evidenció una asociación más frecuente entre
datos contrastan con reportes previos donde OSSA y trauma craneoencefálico (RR: 1,4).
la administración de ATB presentó un efecto El estudio francés en pacientes con trauma
protector para el desarrollo de NAV temprana craneal que estudió la incidencia de NAV
dentro de los cinco días postintubación. Por SUHFR]FRQ¿UPyHVWRVUHVXOWDGRV )LJXUD)
otro lado, el nivel de severidad y la edad se por lo cual, y excepto en condiciones de
han asociado a mayor riesgo de NAV en varios endemia, el 6 DXUHXV resistente a oxacilina
estudios. En la 7DEOD se pueden observar los (ORSA) no debería sospecharse en la neu-
factores de riesgo para NAV, de acuerdo a di- monía precoz de los pacientes con trauma
versos autores. craneal grave.
Microorganismos potencialmente resisten-
7.4.4. Epidemiología tes como (QWHUREDFWHULDFHDH, 3VHXGRPR
QDV DHUXJLQRVD \ $FLQHWREDFWHU EDXPDQLL
Los pacientes neurocríticos suelen presen- suelen ser responsables de las NAV que se
tar una elevada incidencia de NAV precoz desarrollan luego de los primeros cinco días
464 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

de intubación, ya sea por colonización endó- frir episodios de infecciones como neumo-
gena secundaria de la vía aérea o bien por nía, bacteriemia o meningitis, y ésto podría
colonización exógena. Estos microorganis- responder al desarrollo de ciertas alteracio-
mos tampoco son diferentes a los hallados nes de la inmunidad celular luego del trauma.
en otras poblaciones y muestran marcadas Varios autores han comunicado una disminu-
variaciones según la unidad de referencia. Su ción en el número y función de los linfocitos
impacto sobre la mortalidad podría ser ma- T KHOSHU así como de la producción de inter-
yor que el de la NAV precoz y el tratamiento ferón-alfa e interleuquina-2 luego del trauma
inicial inadecuado se asocia con mayor mor- craneal grave. Por otro lado, la hipotermia
talidad. moderada (32ºC-34ºC) espontánea o induci-
Un tema controvertido es el papel de los da, que se ha visto adecuada para mejorar el
anaerobios en la NAV. La aspiración de ma- pronóstico del trauma craneal, sin incremen-
terial orofaríngeo, con elevada concentración tar el riesgo de infecciones, parece no estar
de microorganismos anaerobios es frecuente exenta de estas últimas. Estudios en animales
y, evidentemente, éstos deberían estar im- evidenciaron el desarrollo de leucopenia con
plicados en la patogénesis de NAV. Sin em- alteración de la migración y fagocitosis de
bargo, un estudio prospectivo evidenció que ORVQHXWUy¿ORVGXUDQWHODhipotermia modera-
aunque los anaerobios son comensales habi- da. Por otra parte, se reportan observaciones
tuales y microorganismos cuantitativamente en las que la hipotermia moderada aumenta
importantes de la orofaringe, su papel en el la susceptibilidad a la infección en la cirugía
desarrollo de NAV parece no ser decisivo. abdominal. Recientemente, en un estudio re-
La trascendencia que alcanzan estos micro- trospectivo sobre 41 pacientes neurocríticos
organismos en las microaspiraciones que tratados con moderada hipotermia, las com-
pudieran suceder durante los episodios de in- plicaciones infecciosas y la leucopenia fue-
tubación no está clara y es probable que sólo ron más frecuentes en aquellos que recibie-
actúen como microorganismos colonizantes ron esta estrategia de tratamiento respecto de
más que como infectantes. De acuerdo con los grupos utilizados como control (barbitú-
Marik y col., consideramos que la adminis- ricos y tratamiento estándar sin barbitúricos).
tración de ATB con cobertura para anaero- Por último, los barbitúricos son utilizados de
bios tal vez no sea requerida en el tratamien- forma frecuente en pacientes neurocríticos
to de estos pacientes. graves que no responden al tratamiento; su
Es evidente que los pacientes neurocríticos utilización se asocia a mayor incidencia de
presentan particular susceptibilidad para su- NAV por diferentes razones que incluyen in-

100
$FLQHWREDFWHU
80 3DHUXJLQRVD

60 (QWHUREDFWHULDFHDH

6SQHXPRQLDH
40
+LQÀXHQ]DH
20
6DXUHXV
0
Sirvent Rello Bronchard
Figura 1: Etiología de la NAV en tres series diferentes de pacientes
Infecciones ‡ 465

hibición del FOHDUDQFH mucociliar pulmonar local, administración preventiva de ATB por
y alteraciones inmunológicas directas. vía sistémica o por medio de la descoloni-
En resumen, podemos concluir que la etio- zación de pacientes portadores de microor-
logía de la NAV en pacientes neurocríticos ganismos potencialmente responsables de
no es diferente a la esperada para otros tipos NAV (6 DXUHXV), se presenta como un ca-
de población de pacientes críticos y depende- mino atractivo a seguir para evitar esta tan
rá del tiempo de intubación, los ATB admi- poco deseada complicación, pero de ningu-
nistrados previamente, las comorbilidades y na manera estas medidas deben suplantar a
GHODPLFURÀRUDH[LVWHQWHHQFDGDXQLGDG aquellas destinadas a cumplir con las normas
básicas de asepsia y control de infecciones.
7.4.5. Prevención Así, las medidas primarias de prevención que
deben cumplirse son aquellas destinadas a
La intensidad del trauma craneal, la necesi- evitar la transmisión cruzada con el adecuado
dad de intubación de urgencia y ventilación lavado de manos y la utilización de guantes.
mecánica, así como la sedoanalgesia profun- Otro punto fundamental en la prevención de
da para el manejo de la lesión craneal pri- la NAV es el cuidado en la higiene oral; di-
PDULDVRQVLWXDFLRQHVSRFRPRGL¿FDEOHVTXH versos estudios evidenciaron una disminución
se asocian estrechamente al desarrollo de la en la incidencia de la NAV con esta medida
NAV. Considerando que la principal vía de SUR¿OiFWLFD6LQHPEDUJRXQUHFLHQWHPHWDD-
infección en los pacientes que desarrollan QiOLVLVQRHQFRQWUyXQDUHGXFFLyQVLJQL¿FDWL-
NAV es la broncoaspiración, el correcto va en relación de la incidencia de NAV con
manejo de la vía aérea es fundamental para la higiene oral, aunque hay que resaltar que
reducir al mínimo su incidencia. La idea de el riesgo de NAV disminuye a la mitad (OR
reducir la carga bacteriana del inóculo (aspi- 0,5 95%, IC 0,14-1,55) y que la falta de sig-
ración) mediante decontaminación digestiva QL¿FDFLyQ SRGUtD UHVSRQGHU DO WDPDxR GH OD

Tipo de estrategia Nivel de evidencia


'HVWLQDGDVDOSDFLHQWH
• Uso de guantes B
• Adecuada nutrición C
• Evitar sobre distensión gástrica B
• Cambios posturales B
• Posición semisentado (semirrecumbente) B
• 3UR¿OD[LV~OFHUDGHHVWUpV B
'HVWLQDGDVDOPLFURRUJDQLVPR
• Lavados de manos B
• Higiene oral con FORUKH[LGULQD C
• Programa formal de control de infecciones C
• Evitar ATB innecesarios C
• Recontaminación digestiva selectiva A
• 3UR¿OD[LV$7%HQSDFLHQWHVFRPDWRVRV B
'HVWLQDGDVDORVGLVSRVLWLYRVLQYDVLYRV
• Adecuada presión del neumotaponamiento C
• Retirada precoz de SNG y TOT C
• ,QWHUFDPELDGRUHVGHKXPHGDGFRQ¿OWUR A
• Aspiración subglótica A
SNG: Sonda nasogástrica; TOT: tubo orotraqueal
Tabla 2: Medidas de prevención de NAV con su correspondiente nivel de evidencia, adaptado de
Rello J., Díaz A., Rodríguez A. En: &OLQ0LFURELRO,QIHFW 2005; 11(supl 5): 30-38
466 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

población considerada. Los autores remarcan rizado y controlado con el ánimo de valorar
que sólo pudieron considerar para el análisis el impacto de la SUR¿OD[LV DQWLELyWLFD FRQ
cuatro estudios y que ninguno de ellos evalúa dos dosis de cefuroxima) sobre la incidencia
la higiene oral combinada (decontaminación de NAV en pacientes con trauma craneal. La
oral + cepillado). En síntesis, podemos decir LQFLGHQFLDGH1$9 FRQFRQ¿UPDFLyQPLFUR-
que la higiene oral es de gran importancia en ELROyJLFD  IXH VLJQL¿FDWLYDPHQWH PHQRU HQ
la prevención, ya que cuando la cavidad bu- el grupo con FHIXUR[LPD (24%) respecto del
cal está descuidada la incidencia de NAV es grupo control (50%, p=0,007). El estudio de-
mayor. mostró que la administración de dos dosis de
El correcto manejo de la vía aérea incluye, FHIXUR[LPD luego de la intubación en pacien-
además, el cambio no rutinario de las tubula- tes neurocríticos es una medida efectiva para
GXUDV GHO UHVSLUDGRU OD XWLOL]DFLyQ GH ¿OWURV reducir la NAV precoz. Sin embargo, el ries-
intercambiadores de calor, la posición semi- go que representa esta práctica para el poste-
rrecumbente, los sistemas de aspiración cerra- rior desarrollo de NAV tardía por microorga-
dos, la aspiración subglótica y el estricto con- nismos multirresistentes debe aclararse antes
trol de la presión del manguito endotraqueal de su implementación rutinaria. Por último,
para mantenerla entre 25-30 cmH2O. Otra no- especularon que la morbilidad y los costes
vedosa opción de tratamiento es actuar a nivel hospitalarios pueden disminuirse mediante
del ELR¿OP de los tubos endotraqueales, ya que el uso de pruebas diagnósticas no invasivas
su formación ha sido implicada en la patogé- (control de la colonización de los pacientes).
nesis de la NAV. Este ELR¿OP suele tener una Ésto podría permitir una intervención precoz
alta concentración de microorganismos que no en aquellos pacientes colonizados para pre-
pueden ser eliminados por los antibióticos. En venir la neumonía por 6DXUHXV en aquellas
este sentido, recientemente se ha completado poblaciones con elevado riesgo, como son
un estudio prospectivo que comparó tubos los neurocríticos. De esta forma, la admi-
orotraqueales impregnados con plata respec- nistración sistémica de ATB estaría indicada
to del estándar en la prevención de NAV. Los en pacientes con trauma craneal colonizados
resultados evidenciaron una disminución de la por 6 DXUHXV de una forma preventiva; sin
formación del ELR¿OP y un retraso en la colo- embargo, la efectividad de esta medida nece-
nización de los mismos, aunque su efectividad sita ser valorada con otros estudios.
en la reducción de la incidencia de NAV debe En resumen, el apropiado uso de las dife-
ser aún demostrada. rentes técnicas de prevención puede reducir
Dentro de las prácticas destinadas a dismi- la incidencia de NAV en pacientes neurocrí-
nuir la carga bacteriana del inóculo, la apli- ticos. Técnicas simples y sin un coste extra
cación de decontaminación digestiva selec- como el lavado de manos, la posición semi-
tiva (DDS) se ha mostrado útil para reducir rrecumbente o el control de la presión del
la incidencia de NAV en pacientes críticos. manguito, deben formar parte de las prácti-
Sin embargo, un estudio reciente evaluó su cas habituales, mientras que técnicas más in-
utilidad en paciente-traumático con trauma vasivas y costosas deberían ser usadas sólo
craneal. Este estudio caso-control incluyó a en pacientes con elevado riesgo de NAV y
58 pacientes pareados con controles que no siempre luego de que las medidas básicas es-
recibieron DDS y evidenció que la DDS no tén aseguradas.
afectó a la mortalidad y en cambio aumentó
los días de ventilación mecánica y la estancia
7.4.6. Tratamiento
en la UCI del grupo activo. Hasta el presente,
el verdadero papel de la DDS en pacientes Como en cualquier otro paciente, la elección
con trauma craneal debe valorarse antes de inicial del ATB empírico debe estar basada en
su aplicación sistemática. los posibles patógenos y ésto dependerá del
Sirvent y col. realizaron un estudio aleato- tiempo de intubación, y de la presencia o no
Infecciones ‡ 467

de ATB previos. Un reciente consenso argen- primeros cinco días de ingreso en el hospital
tino inter sociedades publicó las guías de tra- en pacientes que no han recibido previamente
tamiento de la NAV para Latinoamérica. En tratamiento antibiótico.
GLFKD JXtDV \ FRQ XQD ¿QDOLGDG SUiFWLFD ORV 6L OD 1$9 VH GHVDUUROOD OXHJR GH ORV FLQFR
SDFLHQWHV TXH GHVDUUROODQ 1$9 VH FODVL¿FDQ GtDVGHYHQWLODFLyQPHFiQLFDODHOHFFLyQGHO
en: EDMRULHVJR o DOWRULHVJR de tener micro- $7%HPStULFRGHEHUiUHVSRQGHUDODVFRQGL
RUJDQLVPRV UHVLVWHQWHV (VWD FODVL¿FDFLyQ GD FLRQHV SDUWLFXODUHV GHO SDFLHQWH \ GH OD XQL
prioridad al tiempo de internación, los ATB dad. La $PHULFDQ7KRUDFLF6RFLHW\ (ATS) y
previos y algunos factores de riesgo de colo- otros investigadores describen la distribución
nización orofaríngea. (7DEOD) Como hemos de los potenciales microorganismos respon-
mencionado, los patógenos responsables de la sables de acuerdo a los factores de riesgo. Si
NAV que se desarrolla en los primeros 4-5 días ELHQHVRVHVWXGLRVVXJLHUHQFODVL¿FDUDORVSD-
posintubación suelen ser 266$+LQÀXHQ]DH cientes de acuerdo a la duración de la venti-
y 6 SQHXPRQLDH En los pacientes en coma, lación mecánica y el uso previo de ATB, no
la administración de una ATB con cobertu- hacen mención a las marcadas diferencias ob-
ra contra OSSA es mandataria. La presencia servadas entre unidades. Estas variaciones en
de OSSA debe sospecharse siempre en cual- la incidencia de microorganismos pueden ser
quier paciente comatoso. Varios estudios han explicadas por el FDVHPL[ de los pacientes,
demostrado una alta incidencia de OSSA en las comorbilidades, las diferentes estrategias
pacientes con alteración del nivel de concien- GHSUHYHQFLyQRSUR¿OD[LV\VREUHWRGRSRU
cia. No deberían considerarse, por el contra- los diferentes patrones de resistencia. Por ello,
rio, ATB con actividad contra 3VHXGRPRQDV es necesario adaptar las guías a los patrones
DHUXJLQRVDu 256$en el tratamiento inicial, locales de sensibilidad y a las características
excepto en unidades con endemias por alguno del paciente; sobre estas bases se ha desarro-
de esos microorganismos. $PR[LFLOLQDFOD llado la estrategia de Tarragona (7DEOD), que
YXOiQLFR, FHIXUR[LPH o una FHIDORVSRULQD de incluye 10 puntos básicos a considerar en el
tercera generación sin actividad antipseudo- tratamiento de la NAV. De esta forma la in-
mónica, son las pautas empíricas recomen- dicación de un ATB dirigido por una guía en
dadas para la NAV que ocurre dentro de los especial, pero ignorando la variabilidad parti-
Grupo Características Germen Tratamiento
probable
1 ‡GtDVHQ8&,y 6SQHXPRQLDH Ampicilina+Sulbactam
Bajo riesgo ‡GtDVHQHO+RVSLWDO +,QÀXHQ]DH Ceftriaxona
de infección ‡6LQ$7% ~OWLPRVGtDV OSSA Quinolonas
por gérmenes ‡6LQRWURVULHVJRV )ORUDVDSUR¿WD
resistentes
2 ‡!GtDVHQ8&, 3DHUXJLQRVD Tratamiento combinado
Alto riesgo ‡GtDVHQHO+RVSLWDO 256$ Carbapenem o Piper/Taz
de infección ‡$7% ~OWLPRVGtDV $EDXPDQLL ó
por gérmenes ‡)DFWRUHVGHULHVJRGH (QWHUREDFWHULDV Ceftazidima o
multirresistentes colonización &LSURÀR[DFLQD
+
Aminoglucósido o
Linezolid o glicoéptidos
según patrones locales
Tabla 3: Recomendaciones para el tratamiento empírico inicial en la NAV (Adaptado de Luna
C.M., Monteverde A., Rodriguez A. y col. “Neumonía intrahospitalaria: Guía clínica aplicable a
Latinoamérica preparada en común por diferentes especialistas. Recomendaciones ALAT”. En: $UFK
%URQFRQHXPRO 2005; 41:439-56
468 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

cular de cada unidad, puede llevar a un eleva- dad anti3VHXGRPRQDhasta tanto se reciban
do riesgo de fracaso terapéutico. los resultados de microbiología. 3LSHUDFL
Un esquema de ATB de amplio espectro con OLQDWD]REDFWDP más FLSURÀR[DFLQD, o FDU
cobertura para 256$ y 3DHUXJLQRVD es una EDSHQHP más DPLFDFLQD o FLSURÀR[DFLQD;
posibilidad adecuada hasta tanto se reciban o una FHIDORVSRULQD de tercera generación
los resultados de los cultivos y se adecue el con actividad anti3VHXGRPRQD más FLUSR
tratamiento. ÀR[DFLQD o DPLFDFLQD son opciones adecua-
Luego del quinto día de ventilación mecá- das, aunque resulta de sumo interés adaptar
nica, la neumonía por 256$ es común, es- el tratamiento empírico según la exposición
pecialmente en pacientes que han recibido previa del paciente. $FLQHWREDFWHUEDXPDQ
ATB. El 256$ es el segundo patógeno ais- QLL tiene factores de riesgo diferentes a P.
lado con mayor frecuencia en pacientes que DHUXJLQRVD y otros no fermentadores. Los
mueren de NAV. La NAV por 256$ eviden- pacientes con trauma craneal o neurociru-
cia una elevada mortalidad (50%) a pesar gía han sido reconocidos como una pobla-
del tratamiento con YDQFRPLFLQD y ésto pue- ción especialmente susceptible de infección
de ser debido a la pobre penetración de la por este microorganismo. Los FDUEDSHQHP,
YDQFRPLFLQD en el pulmón cuando se pres- VXOEDFWDP y FROLVWLQ son los agentes con
criben las dosis habituales de 1gr/12 hs. Re- mayor actividad. Si se sospecha un riesgo
cientes estudios sugieren que el tratamiento considerable para $EDXPDQQLL los modelos
con JOLFRSpSWLGRV resulta subóptimo para la experimentales en animales indican que la
NAV por 256$. 9DQFRPLFLQD en perfusión terapia antibiótica debe incluir un FDUEDSH
continua para mantener niveles plasmáticos QHP solo, o bien asociado con ULIDPSLFLQD o
por sobre 15 microg/ml o, mejor aún, OLQH WREUDPLFLQD.
]ROLG, parecen las opciones de tratamiento Existe poca información sobre cuál debe
más adecuadas. ser la duración óptima del tratamiento ATB
3VHXGRPRQD DHUXJLQRVD es otro patóge- en la NAV. Las recomendaciones generales
no aislado a menudo en aquellos pacientes sugieren mantenerlo entre 10-14 días, si bien
con más de una semana de hospitalización las condiciones particulares del paciente (co-
y exposición previa a ATB. El tratamiento morbilidades) o de la neumonía (necrosis o
ATB empírico en pacientes con trauma cra- abscesos) pueden hacer variar el tiempo de
neal que reúnen estos criterios debe incluir ATB. Diversos autores estudiaron diferentes
una terapia combinada de ATB con activi- variables clínicas de respuesta al tratamiento

1. El ATB debe ser administrado inmediatamente


2. La elección del ATB puede ser dirigida, en algunos casos, con el Gram
/DSUHVFULSFLyQGHO$7%GHEHVHUPRGL¿FDGDFRQORVUHVXOWDGRVPLFURELROyJLFRV
4. La prolongación del tiempo de tratamiento con ATB no previene las recurrencias
5. Pacientes con EBOC o con una semana de intubación deben recibir una combinación de ATB
debido al riesgo de NAV por 3VHXGRPRQDVDHUXJLQRVD
6. La presencia de 256$ no se debe sospechar en ausencia de ATB previo. OSSA se deben
considerar como patógenos muy frecuentes en pacientes comatosos
7. No se requiere administración de antifúngicos aún en presencia de colonización por &DQGLGD VS.
8. La administración con YDQFRPLFLQD para la NAV por Gram-positivos se asocia a un mal
pronóstico
/DHOHFFLyQHVSHFt¿FDGHFDGDDJHQWHGHEHEDVDUVHHQODH[SRVLFLyQSUHYLDD$7%
10. Las guías de tratamiento deben ser actualizadas regularmente y ajustadas a los parámetros
locales de sensibilidad
Tabla 4: 3XQWRV EiVLFRV GH OD (VWUDWHJLD GH 7DUUDJRQD PRGL¿FDGR GH 6DQGLXPHQJH HW DO. En:
,QWHQVLYH&DUH0HG 2003; 29:876-83
Infecciones ‡ 469

con resultados dispares. El CPIS fue utilizado menos demostrativos de curación de la infec-
también para valorar la respuesta consideran- ción ya que el tiempo medio de resolución de
do que cuando este escore es menor a seis pun- OD¿HEUHIXHGHVHLVGtDV6LVHSUHWHQGHHYDOXDU
tos la neumonía se ha resuelto. Una versión la respuesta clínica al tratamiento con la inten-
reducida del CPIS fue utilizada para valorar ción de acortar el tiempo de administración,
la evolución de pacientes con NAV. Los au- OD¿HEUH\ODKLSR[HPLDVRQODVGRVYDULDEOHV
tores evidenciaron que el único pronosticador clínicas que deben ser monitorizadas.
de resolución clínica fue la PaO2/FiO2. Des-
afortunadamente, no separa para su estudio
7.4.7. Conclusiones
a aquellos pacientes con SDRA que puedan
SUHVHQWDU VLJQRV FOtQLFRV GH LQÀDPDFLyQ VLQ Los pacientes con trauma de cráneo grave
infección. Nuestro grupo ha evaluado los pa- tienen un elevado riesgo de desarrollar NAV
trones de resolución clínica en pacientes con debido a los procedimientos invasivos a los
NAV distinguiendo aquellos que evolucionan que son sometidos y una cierta inmunode-
con o sin SDRA. Las cinco variables clínicas presión secundaria al trauma. OSSA es el pa-
evaluadas fueron ¿HEUH R[LJHQDFLyQ OHXFR tógeno predominante que no debe dejar de
FLWRVLV VHFUHFLRQHV SXUXOHQWDV H LQ¿OWUDGRV cubrirse, mientras que los bacilos gram-ne-
HQOD5[GHWyUD[. En aquellos pacientes con gativos son responsables de la mayor parte
NAV pero sin SDRA, más del 70% resolvió la de las NAV que se desarrollan luego de los
¿HEUH\PHMRUyODR[LJHQDFLyQGHQWURGHODV cinco días de intubación. La instauración de
48 hs de recibir el tratamiento ATB adecuado, medidas de prevención así como el precoz
mientras que las otras variables se resolvieron reconocimiento y tratamiento ATB adecuado
más tarde. Un hallazgo importante fue que en de la NAV puede condicionar una mayor su-
aquellos pacientes con NAV y SDRA los pa- pervivencia de la mano de un mejor control
rámetros de resolución se hacen más tardíos y del daño secundario cerebral.
PATOLOGÍA NEUROMUSCULAR

8.1. Síndrome de Guillan


Barré: tratamiento médico
-XDQ03ROLWHL
Andrea Lautre

8.1.1. Introducción
La presencia de anticuerpos Anti GM1
El síndrome de Guillain Barré (SGB) es la está relacionada a menudo con las infeccio-
neuropatía inmunomediada aguda más fre- nes por &DPS\OREDFWHUMHMXQL y con las va-
cuente e involucra distintos cuadros con ras- riantes axonales (AMAN, AMSAN) de peor
JRVFOtQLFRVHOHFWUR¿VLROyJLFRV\DQDWRPRSD- pronóstico.
WROyJLFRVGH¿QLGRV'HQWURGHVXVYDULDQWHVVH En el SGB clásico predomina la desmieli-
destacan el VtQGURPHGH*XLOODLQ%DUUpFOiVL nización segmentaria sobre el daño axonal
FR o polirradiculoneuropatía desmielinizante (SGB clásico) ya que la respuesta autoinmu-
aguda (AIDP), las variantes axonales como la ne va dirigida contra componentes de la cé-
QHXURSDWtDD[RQDOPRWRUDDJXGD (AMAN) y lula de Schwann. En la membrana externa de
la QHXURSDWtDD[RQDOVHQVLWLYRPRWRUDDJXGD ésta se depositan componentes activados del
(AMSAN), y el VtQGURPHGH0LOOHU)LVKHU. FRPSOHPHQWR H LQ¿OWUDGR OLQIRFLWDULR /DV
La incidencia descrita para el SGB es de 0,4- vainas de mielina sufren una degeneración
4,0 casos por 100 000 habitantes por año, con vesicular y, dependiendo de la intensidad de
un patrón bimodal de distribución por edad, la afectación, puede producirse una degene-
con mayor incidencia en la edad adulta y li- ración axonal secundaria. De no ocurrir el
geramente más frecuente en el hombre que en daño axonal, la recuperación es más rápida
la mujer. y completa.
Si bien la asociación con cuadros virales de Puede presentarse en principio con daño
la vía aérea superior fueron descritos con ma- axonal motor y/o sensitivo, con mínima o
yor frecuencia, la literatura y la experiencia nula desmielinización (AMAN O AMSAN),
personal nos demuestran que los cuadros en- donde el axón es el objetivo primario de la
terocolíticos (por &DPS\OREDFWHUMHMXQL, entre respuesta autoinmune llevando al nervio a
otros) son más habituales de encontrar previo la degeneración walleriana, siendo éstas las
al desarrollo de la debilidad muscular. formas más graves.
472 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

8.1.2. Fuente de evidencia Hughes R.A.C., Wijdicks E.F.M., Barohn


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8.1.3. Manifestaciones clínicas
The Guillain-Barré Syndrome Study Group. Las manifestaciones clínicas varían según la
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Raphael J.C., Chevret S., Hughes R.A.C., Barré clásico o AIDP
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Barré syndrome (Cochrane Review)”. En: se caracteriza por la presencia de una paráli-
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date Software. Hahn, 2002. so sensorial variable y elevación de las pro-
Patología neuromuscular ‡ 473

teínas en líquido cefalorraquídeo (LCR), con manas de evolución, aunque algunos autores
una progresión menor a cuatro semanas y un sugieren que podría ser útil en aquellos pa-
electromiograma (EMG) que muestra sig- cientes en los que la enfermedad continúa
nos de desmielinización. Se debe marcar la evolucionando más allá de las dos primeras
importancia del dolor dorso-lumbar de tipo semanas.
punzante autolimitado, que suele referirse
los días previos al desarrollo de la debilidad. 8.1.4.1 Plasmaféresis
Si bien ésto se ha descrito en pocos reportes, Se realizó una revisión sistemática de &RFKUD
en nuestra experiencia es algo muy frecuente QH donde se evaluaron seis trabajos &ODVH ,,
que, dependiendo de la intensidad, será re- que comparaban PF contra tratamiento sopor-
ferido o no por el paciente y ha llevado, en te. El régimen de recambio plasmático fue de
algunos casos, a ser confundido con radicu- un volumen de plasma (50 mL/k) en cinco
lopatías compresivas, entre otras entidades. sesiones separadas entre 7 a 14 días, excepto
en un protocolo que usó dos volúmenes de re-
8.1.3.2 AMAN y AMSAN cambio plasmático en días alternos en un total
Se presenta generalmente precedido por de cuatro. Un estudio que incluyó 29 pacientes
diarrea secundaria a &DPS\OREDFWHU MHMXQL, demostró una más rápida mejoría de la disca-
afectando a adultos jóvenes y niños. Se ini- pacidad después de cuatro semanas de inicia-
cia con parestesias en el caso de AMSAN, da la PF. Los otros cinco trabajos demostraron
con progresión rápida a la cuadriplejía, oftal- XQD VLJQL¿FDWLYD PHMRUtD GH OD GLVFDSDFLGDG
PRSOHMtDLQVX¿FLHQFLDUHVSLUDWRULD\GLVDXWR- En un metaanálisis de los seis estudios, la pro-
QRPtD/DUHFXSHUDFLyQHVOHQWDFRQGp¿FLW porción de pacientes en respirador, cuatro se-
residual. Si se trata de AMAN, los síntomas manas después de la randomización, se redujo
y la evolución son similares a AMSAN sin el a 48 de 321 en el grupo PF, comparado con
compromiso sensitivo. Ambas entidades se 106 de 325 en el grupo control (riesgo relativo
asocian con la presencia de anticuerpos anti- [RR], 0,56; 95% CI, 0,41 a 0,76; S0,0003).
GM 1 y anti-GD1A, y presentan signos de La conclusión de dicha revisión fue que la
compromiso axonal en el electromiograma. 3)KDGHPRVWUDGRVHUEHQH¿FLRVDHQSDFLHQWHV
internados que comienzan el tratamiento du-
8.1.3.3 Síndrome rante las primeras cuatro semanas de iniciados
de Miller-Fisher los síntomas. ((YLGHQFLDFODVH,,QLYHO$)
Presenta clínicamente la tríada clásica de
DWD[LD RIWDOPRSOHMtD \ DUUHÀH[LD VLQ GHELOL- 8.1.4.2 Inmunoglobulina
dad muscular. Se relaciona con la presencia Si bien no hay ensayos terapéuticos que
de un anticuerpo policlonal contra ganglió- comparen IgEV YV placebo, sí los hay donde
sidos (GQ1b). El LCR presenta aumento de comparan IgEV con PF.
proteínas y en el EMG se evidencia una len- Un ensayo terapéutico de evidencia &ODVH,,,
WL¿FDFLyQOHYHGHODVYHORFLGDGHVGHFRQGXF- comparó IgEV en pacientes con diagnóstico
ción motora, con marcada disminución de las de SGB YHUVXV tratamiento soporte: ingresa-
amplitudes sensitivas. ron 18 niños con igual grado de compromiso,
siete de ellos recibieron IgEV 1 (gr/k)/día du-
8.1.4. Tratamiento rante dos días y los siete restantes recibieron
tratamiento soporte. A las cuatro semanas,
Tanto la plasmaféresis (PF) como la infusión siete de los nueve niños tratados con IgEV se
de inmunoglobulinas endovenosas (IgEV) recuperaron completamente y sólo dos sobre
KDQGHPRVWUDGRVHUEHQH¿FLRVDVHQHOWUDWD- los siete del grupo con tratamiento soporte,
miento de las neuropatías inmunomediadas, mientras que el tiempo medio para recuperar
cuando se emplean al inicio de la enferme- la marcha en el grupo IgEV fue de 15 días y de
dad, sobre todo durante las dos primeras se- 24,5 días en el grupo control.
474 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Tres ensayos terapéuticos evidencia &ODVH, YDURQ GLIHUHQFLDV VLJQL¿FDWLYDV HQ HO WLHPSR
comparan el tratamiento con IgEV YHUVXV PF promedio para recuperar un grado en la Escala
y uno de ellos comparó además PF e IgEV de Discapacidad.
YHUVXV IgEV. Con relación al tratamiento con IgEV, estos
El SULPHURGHHVWRVHQVD\RV reclutó pacien- estudios han demostrado que dicha modalidad
tes con diagnóstico de Guillain Barré que eran terapéutica es tan efectiva como la PF, y ade-
incapaces de caminar diez metros en forma más el tratamiento con IgEV es más fácil de
independiente. Se le administró a 74 pacien- administrar y presenta menores efectos adver-
tes IgEV 0,4 (mg/k)/d por cinco días y PF 200 sos que la PF.
a 250 ml/k en cinco sesiones durante 7 a 14 8Q HVWXGLR WHUDSpXWLFR randomizó 39 pa-
días. A las cuatro semanas de tratamiento me- cientes con diagnóstico de Guillain Barré que
joró un grado en la Escala de Discapacidad tenían contraindicaciones para recibir trata-
(Huges 1978) el 53% de los pacientes tratados miento con PF y les administraron IgEV a
con IgEV, mientras que sólo lo hizo el 34% distintas dosis: 21 pacientes recibieron IgEV
de los tratados con PF. La mejoría fue más rá- 0,4 (mg/k)/d durante tres días y 18 pacientes
pida con IgEV que con PF (27 YV 41 días). 0,5 (mg/k)/d durante seis días; se observaron
El tiempo promedio en recuperar la marcha VREUHWRGRGLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDV S  
independiente fue de 55 días para los tratados a favor del tratamiento durante 6 días, en el
con IgEV y de 69 días en el grupo que recibió tiempo de requerimiento de ARM.
PF. Las recidivas fueron similares en ambos 2WURHVWXGLR reclutó a 34 pacientes con diag-
grupos. Estos resultados no fueron estadísti- nóstico de AMAN/AIDP que presentaban an-
FDPHQWHVLJQL¿FDWLYRV ticuerpos IgG anti-GM1 positivos; a diez de
El VHJXQGR GH ORV HQVD\RV WHUDSpXWLFRV re- ellos se les administró IgEV 0,4 (gr/k)/d du-
clutó pacientes con diagnóstico de Guillain rante cinco días y el resto recibió tratamiento
Barré que eran incapaces de caminar cinco con PF; entre ambos grupos se observaron di-
metros en forma independiente; se formaron IHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDVDIDYRUGHOWUDWDPLHQWR
tres grupos, uno de ellos recibió sólo IgEV, con IgEV respecto de la mejoría de un grado
otro sólo PF y un tercer grupo recibió ambos en la Escala de Discapacidad.
tratamientos. A las cuatro semanas no se ob- Por último se hace mención a un estudio
VHUYDURQ GLIHUHQFLDV VLJQL¿FDWLYDV HQWUH ORV evidencia &ODVH, que comparó IgEV-Placebo
pacientes que recibieron IgEV o PF en cuanto YV IgEV-Meltiprednisolona, donde no hubo
a la mejoría en un grado de la Escala de Dis- GLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDVHQODPHMRUtDHQXQ
capacidad, la velocidad de mejoría, el tiempo grado en la Escala de Discapacidad ni en el
promedio en recuperar la marcha indepen- tiempo promedio para recuperar la marcha in-
diente (IgEV: 51 días; PF: 49 días) y el tiempo dependiente.
promedio en discontinuar ARM. Las recidivas Como conclusión, la revisión indica que el
fueron similares en ambos grupos. Tampoco uso de IgEV en el SGB se halla avalado por
VHREVHUYDURQGLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDVHQORV ensayos terapéuticos controlados para aque-
pacientes que recibieron PF e IgEV, compa- llos pacientes que requieren de ayuda para
rados con aquellos que recibieron cada trata- caminar dentro de las dos (1LYHO$) a cuatro
miento por separado. (1LYHO %) primeras semanas de comenzados
El WHUFHURGHORVHQVD\RVWHUDSpXWLFRV reclu- los síntomas neuropáticos.
tó a 50 pacientes con diagnóstico de Guillain
Barré con menos de dos semanas de evo-
8.1.5. Conclusión
lución, incapaces de realizar correctamente
trabajos manuales; se administró a un grupo Existen hasta el momento dos alternativas
IgEV 0,5 (gr/k)/día durante cuatro días y un terapéuticas efectivas para el SGB: IgEV y
segundo grupo recibió PF 250 ml/k en cinco PF. Si bien las IgEV representan un mayor
sesiones durante siete a diez días; no se obser- costo económico son preferibles a PF por su
Patología neuromuscular ‡ 475

facilidad de aplicación que no requiere perso- Existen hoy estudios que demuestran que el
nal especializado, por mayor seguridad y po- WUDWDPLHQWRFRQ,J(9HVPiVH¿FD]HQDTXHOORV
cos efectos adversos. La IgEV es preferible pacientes con diagnóstico de SGB que presen-
a la PF cuando existe sepsis, acceso venoso tan anticuerpos IgG anti-GM1 positivos.
GL¿FXOWRVR IDOOR R ULHVJR FDUGLROyJLFR DX- Al momento actual no hay ningún estudio
mentado, presión arterial inestable y es senci- que avale el uso de esteroides solos o asocia-
lla para usar en niños pequeños en los que el dos a IgEV para el tratamiento del SGB.
peso y volemia son menores. No existen es- Todas estas razones han llevado a que el
tudios que avalen el uso de IgEV o PF luego empleo de la terapéutica con IgEV se haya
del fracaso en la utilización de una de ellas. generalizado más que el de la PF en el tra-
Sin embargo en aquellos pacientes en los que tamiento de los pacientes con SGB. Para su
se comenzó tratamiento con IgEV parece no empleo se recomienda una dosis de 0,4 gr/k/
tener mayor sentido continuar con PF. día durante 5 días.

8.2. Crisis miasténica en la


unidad de terapia intensiva
-XDQ03ROLWHL
Marcelo Rugiero

8.2.1. Introducción
unión neuromuscular. Los anticuerpos contra
La miastenia gravis (MG) es una enferme- receptores para acetilcolina (ACRA) reducen
dad autoinmune que se caracteriza por la el número de éstos a través de varios meca-
SUHVHQFLD GH GHELOLGDG PXVFXODU ÀXFWXDQWH nismos: bloqueo del receptor, destrucción
y fatiga de distintos grupos musculares. Los del receptor vía activación del complemento
responsables del fallo en la transmisión si- y aceleración de la endocitosis del receptor.
náptica que producen las manifestaciones ([LVWH XQD VLPSOL¿FDFLyQ KLVWROyJLFD GH OD
clínicas son los anticuerpos dirigidos contra membrana pos sináptica con separación de la
los receptores nicotínicos de acetilcolina de distancia entre ella y las membranas presi-
la membrana pos sináptica en la unión neuro- nápticas. En la MG la cantidad de acetilco-
muscular. La prevalencia de la MG es aproxi- lina liberada por la terminal presináptica es
madamente de 5 casos/100 000 personas. La normal.
MG afecta a individuos de todas las edades, Los ACRA se detectan en un 75-85% de
con una predilección por mujeres de 20 a 40 pacientes con MG. Los anticuerpos son hete-
años y varones entre la sexta y séptima déca- rogéneos y pertenecen a la clase de inmuno-
das de la vida. La MG neonatal afecta a un globulinas G. Los mecanismos de formación
15% de niños de madres miasténicas. de los anticuerpos no se conocen con certe-
El defecto principal es una reducción en el ]DSHURH[LVWHVX¿FLHQWHHYLGHQFLDGHTXHHO
número de receptores de acetilcolina en la timo, a través de sus linfocitos, desempeña
476 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

un papel importante en la patogenia de la en- Ronager J., Ravnborg M., Hermansen I.,
fermedad. Vorstrup S. “Immunoglobulin treatment ver-
sus plasma exchange in patients with chronic
8.2.2. Fuente de evidencia moderate to severe myasthenia gravis”. En:
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Drachman, DB. “Myasthenia gravis”. En: 1 Wolfe G.I., Barohn R.J., Foster B.M., Jac-
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Toyka K., W. Mülgess. “Myasthenia gravis mann K., Fleisher E., Jung K. HWDO. “A ran-
and Lambert Eaton myasthenic syndrome”. domized controlled trial of high dose intrave-
In: Hacke, W. 1HXUR&ULWLFDO&DUH. Heidel- nous immunoglobulin in myasthenia gravis”
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ged intubation”. En: 1HXURORJ\. 1997 May; Gajdos P., Chevret S., Toyka K. “Intrave-
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Dau P.C., Lindstrom J.M., Cassel C.K., nous immunoglobulin for myasthenia gra-
Denys E.H., Shev E.E., Spitler L.E. “Plasma- vis”. En: &RFKUDQH'DWDEDVH6\VW5HY. 2006;
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in myasthenia gravis”. En: 1(QJ-ORI0HG
1977; 297:1134-40.
8.2.3. Manifestaciones
Qureshi A.I., Choudry M.A., Akbar M.S.,
clínicas
Mohammad Y., Chua H.C., Yahia A.M. et
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munoglobiln treatment in myasthenic crisis”. forma aguda, con compromiso muscular ge-
En: 1HXURORJ\ 1999; 52(3):629-32. QHUDOL]DGR SHUR DIHFWDQGR HVSHFt¿FDPHQWH
Perez-Nellar J., Dominguez A.M., Llorens- en algunos casos, a la musculatura bulbar y
Figueroa J.A., Ferra-Betancourt A., Pardo la función respiratoria. La crisis miasténica
A., Quiala M. HW DO. “A comparative study &0  VH FDUDFWHUL]D SRU LQVX¿FLHQFLD UHVSL-
of intravenous immunoglobulin and plasma- ratoria que requiere de asistencia mecánica y
pheresis preoperatively in myasthenia”. En: ocurre en el 15-20% de los pacientes con MG.
5HYGH1HXURO 2001; 33:413-16. La infección respiratoria (bacteriana o viral)
Achiron A., Barak Y., Miron S., Sarova- es la causa más frecuente de provocación.
Pinas I. “Inmmunoglobulin treatment in re- El intervalo entre el comienzo de los sínto-
fractory myasthenia gravis”. En: 0XVFOHDQG mas miasténicos y el desarrollo de una CM
1HUYH 2000; 23(4):551-55. varía entre un mes y 27 años, con una media
Gajdos P., Chevret S., Clair B., Tranchant de veintiún meses. Dos tercios de los pacien-
C., Chastang C. “Clinical trial of plasmaex- tes que presentan una CM lo hacen antes de
change and high dose immunoglobulin in los dos años y medio de iniciados sus sín-
myasthenia gravis”. En: $QQRI1HXURO1997; tomas. Un tercio de los pacientes repite una
41(6):789-96. CM, el 75% de ellos antes del primer año.
Patología neuromuscular ‡ 477

La duración de una CM es en promedio de


Fluctuación rápida de los síntomas
miasténicos 2 semanas.
La mortalidad de la CM ha disminuido
Disminución progresiva de la actividad drásticamente en los últimos años; en la dé-
diaria cada de los sesenta era de 40%, en los ‘70
Disminución progresiva de peso de 5% y hoy menor a 1%. Un trabajo retros-
pectivo mostró una mortalidad de 4%, todos
Aumento de la dosis de anticolinesterásicos los casos fueron atribuidos a una patología
&DtGDHQÀH[LyQGHODFDEH]D concomitante. Los motivos de esta impor-
tante disminución de la mortalidad en la CM
Disartia y disfagia progresiva son el desarrollo de la ventilación invasiva
Infecciones (a predominio respiratoria) en la unidad de terapia intensiva (UTI) y la
DSDULFLyQGHWHUDSLDVHVSHFt¿FDVFRPRHOXVR
Tabla 1: Síntomas predictores de una CM de inmunoglobulinas endovenosas (IgEV)
y plasmaféresis. Los síntomas predictores
de una CM deben ser bien reconocidos por
Factor de riesgo de CM % el médico de UTI. (7DEOD ) Por otro lado,
Historia natural de la MG 32 los neurólogos y especialistas en cuidados
intensivos deben tener presentes los factores
Infección respiratoria alta 27
de riesgo que pueden llevar a la aparición de
o baja
una CM. (7DEOD) Si bien es raro el desen-
Post-timectomía 17 cadenamiento de una CM por el uso de me-
6LQWHUDSLDHVSHFt¿FD 12 dicamentos se describen los más habituales
en la 7DEOD.
Inicio de terapia con 5
corticoides
8.2.4. Tratamiento
Sobredosis de 3
anticolinesterásicos La combinación del tratamiento sintomático
de la MG (anticolinesterásicos) con esteroi-
Dosis subóptimas de 2
antocolinesterásicos
des, drogas inmunosupresoras, timectomía y
el recambio plasmático, hace que la mayoría
Estrés emocional 2 de los pacientes logren la remisión o mejoría
Tabla 2: Factores de riesgo para al aparición de clínica.
una CM

Suspensión brusca de medicación habitual


Inicio de corticoides
Relajantes musculares
Antibióticos (aminoglucósidos, sulfas, eritromicina, ampicilina, imipenem, quinolonas)
Antiepilépticos (fenitoína, barbitúricos, carbamacepina, benzodiacepinas)
Antiarrítmicos (quinina, verapamilo, propranolol, lidocaína)
Antipsicóticos (lítio, clorpromazina)
Otros (contraste iodado, hormonas tiroideas)
Tabla 3: Fármacos potencialmente desencadenantes de una CM
478 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

8.2.4.1 Plasmaféresis De los trabajos controlados destacamos los


Dentro de la terapia inmunomodulante, la siguientes:
plasmaféresis se introdujo en la MG como 1. 4XUHVKL HQ  FRPSDUy OD H¿FDFLD \
terapia a corto plazo para las exacerbaciones tolerancia de la PF y de la IgEV en el trata-
agudas, en 1976. El congreso de consenso del miento de 54 crisis de MG. Se trató a los par-
NIH, en 1986, ha concluido que el recambio ticipantes con 5 ó 6 sesiones de PF o con 0,4
plasmático induce mejoras en el corto plazo. gr/k/día de IgEV durante 5 días. Una semana
(VXQRGHORVWUDWDPLHQWRVHVSHFt¿FRVXWL- después, la puntuación de gravedad prome-
lizados con mayor frecuencia en las CM; sin dio en el grupo de IgEV mejoró de 7,5 a 10,3
HPEDUJR VX H¿FDFLD UHSRUWDGD GH KDVWD XQ (p= 0,05) y en el grupo de PF de 6,9 a 11,1
75%, no ha sido demostrada en trabajos fase (p=0,009). La función respiratoria, a las dos
1 y por lo tanto el grado de evidencia que VHPDQDV\DOPHVIXHVLJQL¿FDWLYDPHQWHPH-
apoya esta terapia es &ODVH,,6XVEDVHV¿- jor en el grupo que recibió PF, pero también
siopatológicas son controvertidas, entre otras el tiempo de hospitalización fue más largo
se han sugerido remoción de los anticuerpos, en este grupo. La tasa de complicaciones fue
complejos inmunes, proteínas monoclonales, más alta en el recambio plasmático que con
toxinas y citoquinas. IgEV (13 YV 5 complicaciones).
No se ha encontrado relación entre la mejo-
ría de los síntomas y el descenso de la con- 2. (Q  3pUH]1HOODU comparó, en un
centración de ACRA. Desde el punto de vista estudio prospectivo, a 33 personas con MG
práctico se recomienda cambio de 50ml/k de tratadas con IgEV con un grupo histórico de
plasma (2 a 3 litros para 70 kilos) del paciente 38 pacientes tratados con PF durante el pe-
SRUDOE~PLQDRSODVPDSURSLR¿OWUDGRUHDOL- ríodo perioperatorio a la timectomía. La du-
zándose en días alternos en 4 ó 5 oportunida- ración promedio de la asistencia respiratoria
GHV6XHIHFWREHQH¿FLRVRVHREVHUYDSRUOR fue de 14,01 horas en el grupo con IgEV y
general, después del segundo o tercer ciclo, y 17,24 horas en el de PF. El tiempo promedio
persiste por aproximadamente 3 meses. en terapia intensiva fue menor en el grupo de
IgEV (3,36 YV 4,34, p=0,270).
8.2.4.2 Inmunoglobulina
endovenosa 3. De la revisión realizada por *DMGRV&KH
La inmunoglobulina endovenosa se utiliza en YHUW \ 7R\ND para Cochrane (7DEOD ), solo
las CM desde 1984. Se han publicado varios cuatro trabajos, con 147 participantes en total,
estudios o casos comparativos pero no alea- IXHURQLGHQWL¿FDGRVGHDFXHUGRDORVVLJXLHQ-
WRULRV TXH FRQ¿UPDQ OD H¿FDFLD GH OD ,J(9 tes criterios de búsqueda: todos los ensayos
para el tratamiento de distintas instancias clí- aleatorizados o FXDVLDOHDWRUL]DGRV donde se
nicas de la MG. Todos estos trabajos, excep- comparó la IgEV con placebo o PF, en pacien-
WRXQRDSR\DQODH¿FDFLDGHOD,J(9 tes con diagnóstico de MG según criterios in-

Autor # pacientes Categoría de pacientes Diseño Tratamiento


Gajdos 1997 87 Exacerbación Paralelo IgEV(3 y 5 dias) YV PF
Ronager 2001 12 Moderado-severo Cruzado IgEV o PF
Wolfe 2002 15 Leve-moderado Paralelo IgEV YV placebo
Schuchardt 33 Exacerbación Paralelo IgEV YV metilprednisolona

Tabla 4: IgEV en el tratamiento de la Miastenia Gravis: trabajos controlados (Gajdos P., Chevret S.,
Toyka K. “Intravenous immunoglobulin for myasthenia gravis”. En: &RFKUDQH'DWDEDVH6\VW5HY
2003;2:CD002277)
Patología neuromuscular ‡ 479

ternacionales. Los detallamos a continuación, 4. En el ensayo dirigido por :ROIH HQ ,
así como a las medidas de resultado primaria se comparó a la IgEV contra albúmina al 5%
y secundaria. (placebo) en pacientes con MG generalizada
‡ (Q HO SULPHU HVWXGLR GH  SHUVRQDV FRQ leve o moderada. Se incluyeron pacientes que
exacerbación de MG en el que se comparó no habían recibido nunca esteroides o terapia
la inmunoglobulina con la PF, no hubo una inmunosupresora, o aquellos que habiendo re-
GLIHUHQFLDVLJQL¿FDWLYDHQWUHODH¿FDFLDGH cibido una dosis mayor de prednisona de 20 mg
los dos tratamientos después de dos sema- en días alternados presentaban signos y sínto-
nas. Un total de 41 pacientes recibieron re- mas persistentes de MG. Los pacientes fueron
cambio plasmático y 46 IgEV, 23 recibieron designados al azar para recibir 1gr/k de IgEV
0,4 gr/k durante 3 días y 23 la misma dosis o placebo, durante el primero y segundo día, y
en 5 días; 48 pacientes presentaron mejoría repetir al día 22.
clínica (20 puntos en el MMS a los 20 días), La medida de resultado primaria fue el cam-
26 del grupo de PF y 22 del grupo de IgEV bio en QMG al día 42 y los objetivos secunda-
(14 en el grupo de tres días y 8 en el grupo rios fueron cambios en el EMG convencional,
de 5 días). Entre los pacientes seropositivos, (0*GH¿EUD~QLFD jitter) y en las actividades
62% mostraron una disminución en la con- de la vida diaria. En el día 42 el estudio se abrió
centración en el día 15. Con respecto a los para seguir un protocolo idéntico al del ensayo.
efectos adversos, 8 pacientes en el grupo de Se incluyeron 15 pacientes, 6 recibieron IgEV
PF desarrollaron al menos un efecto adver- y 9 placebo. El cambio promedio de la QMG
so (hemólisis, hematoma, trombosis veno- fue de cero al día 42 en el grupo con IgEV y
VD¿HEUHQiXVHDVKLSRWHQVLyQDUWHULDOWD- de -1,6 en el grupo con placebo (p=0,53). No
quicardia) en comparación con un paciente VHREVHUYDURQGLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDVHQODV
que tuvo cefaleas en el grupo de IgEV. medidas de resultado secundarias. Dos de los
‡ (QHOVHJXQGRHQVD\RHOREMHWLYRIXHFRP- pacientes que recibieron IgEV sufrieron cefa-
SDUDU OD H¿FDFLD GH OD ,J(9 YHUVXV PF en leas graves.
personas con MG de moderada a severa en
la fase estable de la enfermedad. Este fue 5. 6FKXFKDUGWHQ, en un trabajo aún no
un estudio cruzado (FURVVRYHU) controlado. publicado, comparó la IgEV con metilpredni-
Los pacientes fueron incluidos si se halla- solona oral en pacientes con exacerbaciones
ban en la clase Osserman III a IV, y si se moderadas de MG. Se indicaron 30 gr/día de
encontraban impedidos de realizar sus ac- IgEV en 5 días más placebo ó 1 mg/k diario de
tividades diarias o eran dependientes. Tam- metilprednisolona aumentando a 1,5 mg/k dia-
bién se consideró si recibían prednisona o rios en el día siete y una infusión de albúmina
azatioprina. Los 12 pacientes incluidos fue- humana al 1%. El objetivo primario fue el cam-
ron asignados al azar para recibir 0,4 gr/k de bio en los dos criterios del QMG desde el día
IgEV durante 5 días seguidos y 5 sesiones cero al 14 y los secundarios fueron el tiempo
de PF día por medio 16 semanas más tarde, necesario para lograr una mejoría de un punto
o viceversa. La medida de resultado prima- en la fuerza, el tiempo necesario para lograr la
ria fue la mejoría clínica a los siete días de mejoría máxima, el grado de mejoría al día 28
cada tratamiento evaluada por cambios en la y el número de participantes que mejoraron al
SXQWXDFLyQFXDQWL¿FDGDGHOD0* 40*  día 28. Se incluyeron 33 participantes, 15 en el
VLHQGR VROR HVWDGtVWLFDPHQWH VLJQL¿FDWLYD grupo de IgEV y 18 en el grupo de metilpred-
con la PF (p<0,05). nisolona.
La respuesta clínica para los dos tratamien- Los pacientes que recibieron IgEV presenta-
tos entre el inicio y la cuarta semana fue ron tiempo más corto para obtener mejoría y un
VLJQL¿FDWLYD HQ FDPELR HQWUH OD RFWDYD \ mayor grado de mejoría máxima comparado
décimosexta semana no. con el grupo de metilprednisolona, pero estos
GDWRVQRIXHURQHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYRV
480 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

En una publicación reciente, Gajdos y col. ción. (1LYHOGHHYLGHQFLD,,,JUDGRGHUHFR


evaluaron la dosis óptima de IgEV en exacer- PHQGDFLyQ&)
baciones de la MG en un trabajo controlado, Tampoco se pudo determinar que la IgEV
aleatorizado y a doble ciego. Se comparó el mejore el resultado funcional de la Miastenia
tratamiento con dosis de 2gr/k de IgEV en Gravis moderada a severa, ni que disminuyan
el día 1 y placebo en el día 2 (grupo 1) YHU la dosis de esteroides u otros inmunosupreso-
VXV 1gr/k en dos días consecutivos (grupo 2). res. (1LYHOGHHYLGHQFLD,,)
Participaron 173 pacientes y no se observa- La IgEV presenta menos EA que la PF. (1L
URQ GLIHUHQFLDV VLJQL¿FDWLYDV HQWUH ODV GRV YHOGHHYLGHQFLD,)
dosis de IgEV para el tratamiento de las exa-
cerbaciones en MG. 8.2.5.1 Indicaciones de la
PF y la IgEV en la MG
‡ 3UHRSHULWLPHFWRPtD
8.2.5. Conclusiones
‡ 5HFDtGDVRFULVLV
Los estudios controlados no demostraron una ‡ 3DFLHQWHVUHIUDFWDULRVDOWUDWDPLHQWRFRQ-
GLIHUHQFLDVLJQL¿FDWLYDHQWUHOD,J(9\OD3) vencional
para el tratamiento de las crisis miasténicas. ‡ 3DFLHQWHVTXHGHWHULRUDQVXHVWDWXVFOtQL-
(1LYHOGHHYLGHQFLD,) co al iniciar el tratamiento con esteroides
Las pruebas no aleatorias sugieren que am- o en la disminución de dosis de los mis-
bos son igualmente efectivos para esta situa- mos

8.3. Ventilación mecánica en


Guillain Barré y miastenia gravis
Fernando R. Galíndez

8.3.1. Introducción 8.3.2. Fuente de evidencia


El síndrome de Guillain Barré (SGB) y la 5RSSHU$+,&8PDQDJHPHQWRIDFXWHLQÀD-
crisis de Miastenia Gravis (MG) son las en- matoriy postinfectious polyneuropathy (Lan-
fermedades neuromusculares que más fre- dry-Guillain-Barré-Strohl Syndrome. En:
cuentemente pueden desarrollar fallo venti- Ropper AH, Kennedy SK. Neurological an
latorio de origen neuromuscular. El manejo Neurosurgical Intensive Care. Aspen Publis-
ventilatorio es bastante complejo ya que es hers, Maryland, 1988 (second edition). Pág
diferente del fallo ventilatorio de otro origen 253-263.
(respiratorio propiamente dicho, cardíaco). Ropper AH. The Guillain-Barré syndrome.
La causa más frecuente de muerte en estos En: 1(QJO-0HG1992;326:1130–1135.
SDFLHQWHV HV OD LQVX¿FLHQFLD UHVSLUDWRULD \ Drachman DB. Miasthenia Gravis. En: 1
esta mortalidad se incrementa aún más cuan- (QJO-0HG1994;330:1797-1810.
do estos pacientes requieren ventilación me- Mayer SA. Intensive care of myasthenic pa-
cánica, presentando un desafío mayor para tient. En: 1HXURORJ\ 1997;48:S70–S75
los intensivistas. Maziak DE, Meade MO,Todd TRJ. The ti-
Patología neuromuscular ‡ 481

ming of tracheostomy: a systematic review. cuente sin inspirar. Un valor de 50 es nor-


En: &KHVW 1998;114:605–609. mal y menos de 15 indica una severa dis-
Lawn ND, Flecther DD, Henderson RD, minución
Wolter TD, Wijdicks EFM. Anticipating me-
chanical ventilation in Guillain-Barré syn- Los test de función pulmonar son más sen-
drome. En: $UFK1HXURO 2001;58:893–898. sibles que los signos clínicos y gasométricos
Yavagal DR, Mayer SA. Respiratory Com- para decidir la ventilación mecánica (VM) y
plications of Rapidly Progressive Neuromus- si bien se pueden realizar en cualquier labo-
cular Syndromes: Guillain-Barré Syndrome ratorio pulmonar, tienen la gran ventaja que
and Myasthenia Gravis. En: 6HPLQ5HVSDQG se pueden tomar al lado de la cama. Reali-
&ULW&DUH0HG 2002;23(3):221-229. zar una intubación precoz y conexión a VM
MacDuff A, Grant IS. Critical care mana- previenen las complicaciones propias de la
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long-term ventilation. En: &XUU 2SLQ &ULW la acidosis).
Care 2003;9:106–112. Los test de función pulmonar utilizados
Sharshar T, Chevret S, Bourdain F, HW DO para la toma de conducta en las enfermeda-
Early predictors of mechanical ventilation in des neuromusculares son:
Guillain-Barré syndrome. En: &ULW&DUH0HG 1. &DSDFLGDG9LWDO &9  Para este tipo de
2003; 31:278 –283. enfermedades se puede realizar en forma
Orlikowski D, Prigent H, Sharshar T, et forzada o en forma lenta, sin que haya dife-
DO Respiratory Dysfunction in Guillain- rencia en el valor pronóstico de ambas, ya
Barré Syndrome. En: 1HXURFULWLFDO &DUH que al no haber obstrucción bronquial (por
2004;1:415-422. edema u obstrucción dinámica de la vía aé-
UHDFRPRVHYHHQHODVPDRHOHQ¿VHPD QR
deben tener diferencia de valores absolutos,
8.3.3. Criterios para el inicio
y la medición forzada agrega fatiga muscu-
de la ventilación mecánica
lar que puede empeorar el cuadro. Se toma
El inicio del fallo ventilatorio es usualmente realizando una inspiración máxima hasta
LQVLGLRVRVLQVLJQRVHYLGHQWHVGHLQVX¿FLHQ- Capacidad Pulmonar Total (CPT) y luego se
cia respiratoria, por lo que se debe ser cuida- coloca una boquilla conectada al ventilóme-
doso al observarlo y no esperar que la satura- tro ocluyéndola totalmente con los labios,
ción de oxígeno caiga, ya que puede requerir espirando luego todo el aire de que sea capaz
una intubación de emergencia, lo que de por de espirar, llegando hasta el Volumen Resi-
sí suele ser más problemática que una electi- dual. En este tipo de pacientes es vital ocluir
va. Antes de que el paciente presente hipoxia, las fosas nasales durante la maniobra, ya que
siempre tiene hipercapnia y antes aún tiene puede haber fuga nasal con la consecuente
acidosis respiratoria no corregida. subvaloración del estudio.
2. 3UHVLyQ ,QVSLUDWRULD 0i[LPD 3,0i[ 
Los signos clínicos de fallo ventilatorio en \ 3UHVLyQ (VSLUDWRULD 0i[LPD 3(0i[ 
los pacientes neuromusculares son: Ambas maniobras se realizan con un ma-
D 7DTXLSQHDVXSHU¿FLDODFRPSDxDGDGHWD- novacuómetro aneroide calibrado en cm de
quicardia H2O. La PEMáx se mide exactamente igual a
b. Palabra entrecortada o necesidad de reali- la CV. La diferencia es que el aire no saldrá
zar pausas entre las palabras del manovacuómetro sino que generará una
c. El uso de músculos accesorios se puede SUHVLyQ SRVLWLYD TXH UHÀHMDUi HO HTXLSR /D
percibir visualmente o, en forma más sen- PIMáx, por el contrario, se mide desde VR
sible, palpando el abdomen superior hasta CPT. De la misma manera que la PE-
d. La reserva ventilatoria se puede evaluar Máx, el aire no ingresará por el equipo, sino
fácilmente pidiéndole al paciente que que generará una presión negativa. Ambas
482 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

maniobras requieren que la medición se rea- En la )LJXUD se muestra la relación entre


lice con una manutención de la presión máxi- FDSDFLGDG YLWDO ¿VLRSDWRORJtD SXOPRQDU \
ma por lo menos durante dos segundos. FRQWUROYHQWLODWRULRPRGL¿FDGRGH5RSSHU

Los valores de estas mediciones son: 8.3.4. Modalidades


Normal Criterios de ventilatorias
Intubación Si estos pacientes no presentan signos bul-
CV >60 mL/Kg ”P/.J bares, se puede intentar ventilación no inva-
siva (VNI) aún con valores de intubación,
PIMáx >70 cm H2O <20 cm H2O siempre observando la permeabilidad de la
PEMáx >100 cm H2O <40 cm H2O
vía aérea. La ventaja de utilizar VNI con
respecto a intubación orotraqueal es que
Sin embargo, cuando los pacientes tienen se previenen sus complicaciones, especial-
signos bulbares, se sugiere intubación oro- mente la estenosis traqueal benigna posintu-
traqueal cuando la CV cae 30 ml/Kg de la bación. Si la VNI fracasa, se debe realizar la
basal, o los valores de PIMáx y PEMáx son intubación. Los criterios de fracaso de VNI
menores a -30 y 40 respectivamente, o caen son los conocidos, sin que haya alguno en
más del 30% del basal. particular para estas enfermedades.

FISIOPATOLOGÍA Normal MANEJO


RESPIRATORIA VENTILATORIO

65 ml/kg

65 ml/kg

45 ml/kg

Mala calidad de la tos 30 ml/kg Kinesioterapia respiratoria


Acumulación de secreciones

Se compromete el mecanismo 25 ml/kg Espirometría incentivada


del suspiro, atelectasias, comienzo ¿Ventilación no invasiva?
de la hipoxemia
20 ml/kg
Intubación selectiva
Pérdida del suspiro, atelectasia 15 ml/kg
y shunt
Hipoxemia 10 ml/kg Ventilación mecánica

Hipercapnea 5 ml/kg

Figura 1:&RUUHODFLyQHQWUHODFDSDFLGDGYLWDOOD¿VLRORJtDUHVSLUDWRULD\HOFRQWUROGHODYHQWLODFLyQ
0RGL¿FDGRGH5RSSHU$+.HQQHG\6.(Q1HXURORJLFDODQG1HXURVXUJLFDO ,QWHQVLYH&DUH Aspen
Publishers, Maryland, 1988, 2/E, Pág. 259
Patología neuromuscular ‡ 483

Los objetivos iniciales de la VM en los pa- mantengan una Frecuencia Respiratoria


FLHQWHV QHXURPXVFXODUHV FRQ LQVX¿FLHQFLD (FR) menor a 30 y un Volumen Corriente
respiratoria son mantener una gasometría (VC) de por lo menos 5 mL/Kg; luego ir
adecuada y evitar las atelectasias producidas disminuyendo la PS de a 1 o 2 cm H2O cada
por la hipoventilación, lo que se logra con 2 a 4 horas. Si el paciente no tiene fraca-
adecuado volumen y presión del ventilador. so de ZHDQQLQJ y tolera 5 cm H2O de PS,
El volumen inicial es de 8 a 10 mL/Kg, con se debe realizar nueva medición de función
una Frecuencia Respiratoria de 9 a 10 por SXOPRQDUD¿QGHGHWHUPLQDUODRSRUWXQLGDG
PLQXWR\XQD3UHVLyQ3RVLWLYDDO¿QDOGHOD de la extubación. Si el ZHDQQLQJ falla, se
Espiración (PEEP) entre 5 y 10 cm H2O. El coloca nuevamente en SIMV y se reintenta
objetivo de esto es lograr una pCO2 de 40 a la mañana siguiente.
mmHg. Los pacientes con hipercapnia cró- Fallo de destete es cuando el paciente pre-
nica (determinada por aumento del HCO3-) senta taquipnea (FR > 30 por minuto) o VT
no deben ser hiperventilados, ya que esto menor a 500 mL. El índice de Tobin (FR/
pueden generar alcalosis pos hipercápnica VT) mayor a 100 predice fallo de destete.
con la consecuente pérdida renal de HCO3-, La decisión de realizar traqueotomía en los
ORTXHSXHGHQGL¿FXOWDUOXHJRHOUHWLURGHOD SDFLHQWHVQHXURPXVFXODUHVHQ90QRGL¿H-
VM (ZHDQQLQJ) al reducir la capacidad de re de otros pacientes.
EXIIHU del plasma.
8.3.6. Conclusiones
8.3.5. Destete de la VM
Tanto la MG como el SGB son enfermeda-
Una vez que los pacientes están en VM, la des de baja incidencia. Sin embargo, sin la
pregunta es cuándo comenzar el ZHDQQLQJ. atención adecuada pueden tener una alta
Hasta el momento de escribir estas líneas morbimortalidad. La causa más frecuente de
no hemos encontrado ningún trabajo sobre muerte en los pacientes neuromusculares es
ZHDQQLQJ en pacientes neuromusculares. ODLQVX¿FLHQFLDUHVSLUDWRULDVHFXQGDULDDLQ-
Todas las guías sugieren iniciarlo cuando se VX¿FLHQFLDYHQWLODWRULDSRUGHELOLGDGPXVFX-
recupera la función ventilatoria que el pa- lar generalizada, en especial del diafragma.
ciente tenía antes de comenzar con los sín- (VWD LQVX¿FLHQFLD YHQWLODWRULD VH GHVDUUROOD
WRPDVGHLQVX¿FLHQFLDYHQWLODWRULD en forma solapada y hay que estar atentos
Tanto la CV como las Presiones Máximas para prevenirla. Una detección precoz del fa-
de la vía aérea deben ser medidas todos los llo ventilatorio y su sostén previene muchas
días, aunque lo ideal es dos veces al día y complicaciones y disminuye la mortalidad.
obtener una curva de cada una de las tres El manejo de la VM no ofrece demasiados
variables. problemas, ya que son pulmones “fáciles” de
Si bien no hay un protocolo validado, lo ventilar. El destete, por el contrario, es más
habitual es colocar a diario al paciente en fatigoso ya que no le caben los protocolos
Presión Positiva Continua de la Vía Aérea habituales, y los pacientes suelen mejorar y
con Presión de Soporte (CPAP + PS) que empeorar durante el mismo.
484 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

8.4. Neuropatía del paciente crítico


-XDQ03ROLWHL

8.4.1. Introducción NJ, Hahn AF, Sibbald WJ. Critically ill po-
lyneuropathy: electrophysiological studies
Si bien en el s. XIX Bright y Osler describie- and differentiation from Guillain-Barre syn-
ron los efectos de la sepsis en el sistema ner- drome. En: 1HXURO 1HXURVXUJ 3V\FK 1986;
vioso y los músculos, los primeros reportes 9: 563-73.
del compromiso selectivo de los nervios pe- Bolton CF. Electrophysiologic studies of
riféricos en los pacientes en coma fueron en critically ill patients. En: 0XVFOH1HUYH 1987;
1950 y 1960. El término Polineuropatía del 10: 129-35.
Paciente Crítico (PPC) fue usado a inicios de Lycklama á Nyeholt J, Troost J. Critical
HQSDFLHQWHVTXHSUHVHQWDEDQGL¿FXOWD- illness polyneuropathy. En: +DQGERRN RI
des para el retiro de la asistencia respiratoria &OLQLFDO 1HXURORJ\. Vinken PJ, Bruyn GW,
mecánica (ARM). Matthews WB. Amsterdam, Elsevier. 1987:
575-585.
Coakley JH, Nagendran K, Honavar M,
8.4.2. Fuente de evidencia Hinds CJ. Preliminary observations on the
Bright R. Reports of Medical Cases Selec- neuromuscular abnormalities in patients with
ted with a view of illustrating the symptoms organ failure and sepsis. En: ,QW &DUH 0HG
and cure of disease by a referente to morbid 1993;19:323-8.
anatomy. London. Longman Ries. 1890:172: Bolton CF. Neuromuscular complications
1-88. of sepsis. En: ,QW&DUH0HG 1993;19 Suppl
Osler W. The principles and Practice of Me- 2:S58-63.
dicine, Designed for the Use of Practitiones Wijdicks EF, Fulgham JR. Failure of high
and Students of Medicine. New York. Apple- dose intravenous immunoglobulins to alter
ton. 1892: 114-118. the clinical course of critical illness polyneu-
Oslen C: Lesions peripheral nerves deve- ropathy. En: 0XVFOH 1HUYH 1994; 17: 1494-
loping during coma. En: -$0$ 1956, 160: 5.
39-41. Leijten FS, de Weerd AW.Critical illness
Mertens H: Die disseminierte Neuropathie polyneuropathy. A review of the literature,
nach Koma. En: 1HUYHQDUW]W 1961, 32: 71- GH¿QLWLRQ DQG SDWKRSK\VLRORJ\ (Q &OLQ
79. 1HXURO1HXURVXUJ 1994;96:10-19.
Roelofs RI, Cerra M, Bielka H. Prolonged Mohr M, Englisch L, Roth A, Burchardi H,
UHVSLUDWRU\LQVXI¿FLHQF\GXHWRDFXWHPRWRU Zielmann S. Effects of early treatment with
neuropathy: a new syndrome? En: 1HXURORJ\ immunoglobulin on critical illness polyneu-
1983, 33 (suppl 2): 240. ropathy following multiple organ failure and
Bolton CF, Brown JD, Sibbald WA. The gram-negative sepsis. En: ,QWHQVLYH &DUH
electrophysiologic investigation of respira- 0HG1997; 23: 1144-9.
tory paralysis in critically ill patients. En: Zifko UA, Zipko HT, Bolton CF. Clinical
1HXURORJ\ 1983, 33 (suppl 2): 186. DQG HOHFWURSK\VLRORJLFDO ¿QGLQJV LQ FULWL-
Bolton CF, Laverty DA, Brown JD, Witt cal illness polyneuropathy. En: -1HXURO6FL
Patología neuromuscular ‡ 485

1998;159:186-193. 8.4.3. Definiciones


Coakley JH, Nagendran K, Yarwood GD, Generales
Honavar M, Hinds CJ. Patterns of neurophy-
siological abnormality in prolonged critical La PPC es una neuropatía aguda, predominan-
illness. En: ,QWHQVLYH &DUH 0HG 1998; 24: temente motora, secundaria a un compromiso
801-7. axonal primario, que ocurre en pacientes du-
Lacomis D, Petrella JT, Giuliani MJ. Cau- rante la etapa de cuidados intensivos. Los sín-
ses of neuromuscular weakness in the inten- tomas pueden variar desde una cuadriparesia
sive care unit: a study of ninety-two patients. severa con imposibilidad de retirar la ARM por
En: 0XVFOH1HUYH 1998; 21: 610-7. compromiso respiratorio neuromuscular hasta
Sander HW, Saadeh PB, Chandswang N, una leve paresia de miembros a predominio
Greenbaum D, Chokroverty S. Diaphrag- GLVWDOFRQKLSRUUHÀH[LDJHQHUDOL]DGD8QSXQWR
matic denervation in intensive care unit pa- a destacar es que los porcentajes de hiporre-
tients. En: (OHFWURP\RJU&OLQ1HXURSK\VLRO ÀH[LD\DUUHÀH[LDYDQDYDULDUGHODO
1999; 39: 3-5. dependiendo del momento del examen, entre
Tennila A, Salmi T, Pettila V, Roine RO, otras variables. Por lo antedicho, la presencia
Varpula T, Takkunen O. Early signs of cri- GHUHÀHMRVRVWHRWHQGLQRVRVQRGHVFDUWDOD33&
tical illness polyneuropathy in ICU patients
ZLWK V\VWHPLF LQÀDPPDWRU\ UHVSRQVH V\Q-
8.4.4. Epidemiología
drome or sepsis. En: ,QWHQVLYH &DUH 0HG
2000;26:1360-3. Muchos estudios prospectivos han estudiado la
De Letter MA, van Doorn PA, Savelkoul incidencia en enfermedades neuromusculares
HF, Laman JD, Schmitz PI, Op de Coul, et HQJHQHUDO\HQ33&HVSHFt¿FDPHQWHPRVWUDQ-
DO Critical illness polyneuropathy and myo- do una gran variabilidad. La incidencia de PPC
pathy (CIPNM): evidence for local immu- es alta, llegando al 50% de los pacientes en uni-
ne activation by cytokine-expression in the dades de terapia intensiva (UTI). Es posible que
muscle tissue. En: - 1HXURLPPXQRO 2000; esta incidencia llegue al 100% en un subgrupo
106: 206-13. de pacientes que han permanecido largas esta-
de Seze M, Petit H, Wiart L, Cardinaud JP, días en UCI por sepsis severa y/o síndrome de
Gaujard E, Joseph PA, HWDO Critical illness UHVSXHVWDLQÀDPDWRULDVLVWpPLFD SIRS).
polyneuropathy. A 2-year follow-up study in
19 severe cases. En: (XU 1HXURO 2000; 43:
8.4.5. Inicio de los
61-9.
síntomas
Druschky A, Herkert M, Radespiel-Troger
M HWDO Critical illness polyneuropathy: cli- 3RFRVVRQORVUHSRUWHVGRQGHVHKDGH¿QLGRHO
QLFDO¿QGLQJVDQGFHOOFXOWXUHDVVD\RIQHXUR- momento de inicio de la PPC. En un estudio
toxicity assessed by a prospective study. En: holandés, el 80% de los pacientes desarrolló
,QWHQVLYH&DUH0HG 2001 Apr;27(4):686-93. PPC en el plazo de 72 horas después del ini-
van den Berghe G, Wouters P, Weekers F FLRGH6,56VHSVLV8QHVWXGLR¿QpVGHPRVWUy
HWDO Intensive insulin therapy in the critica- que el 100% de los pacientes que desarrolló
lly ill patients. En: 1(QJO-0HG2001; 345: PPC lo hizo entre el 2º y 5º día después de la
1359-67. admisión a la UTI. Esta evidencia sugiere un
Garnacho-Montero J, Madrazo-Osuna J, inicio muy temprano de la PPC.
García-Garmendia JL, Ortíz-Leyba C, Jimé-
nez-Jímenez FJ, Barrero-Almodóvar A, HWDO 8.4.6. Diagnóstico
Critical illness polyneuropathy: risk factors
and clinical consequences. A cohort study 8.4.6.1. Presentación clínica
in septic patients. En: ,QWHQVLYH &DUH 0HG La presentación habitual está dada por la di-
2001; 27: 1288-96. ¿FXOWDGSDUDHOUHWLURGHOD$50\GHODGHEL-
486 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

lidad muscular distal de miembros, asociada romuscular. La electromiografía con aguja


a la disminución o abolición de respuesta GHPXHVWUD DFWLYLGDG HVSRQWiQHD FRQ ¿EULOD-
GHORVUHÀHMRVRVWHRWHQGLQRVRV(QHOLQLFLR ciones y ondas agudas positivas como signos
de la enfermedad el examen físico a menu- de denervación. Aparte del compromiso de
GR QR HV ¿DEOH GHELGR D OD SUHVHQFLD GH OD los músculos de la pared toráxica, la dener-
encefalopatía o de sedación farmacológica. vación del diafragma parece desempeñar un
Incluso después de desaparecida la encefa- papel relevante para explicar la dependencia
lopatía, el examen neurológico apropiado de la ARM. Hasta el 60% de los pacientes
y completo, puede ser difícil de realizar en demostró signos de denervación diafragmá-
pacientes críticamente enfermos. Según lo tica según lo determinado en un estudio con
descrito previamente, incluso la presencia de electromiografía de aguja.
UHÀHMRVQRUPDOHVQRGHVFDUWDHOGLDJQyVWLFR
de la PPC. El valor del examen físico es por
8.4.6.4. Biopsias nervio y músculo
lo tanto limitado y puede detectar solamente
las formas más severas de PPC. Biopsia del nervio
Una revisión del año 1994 resumió los re-
8.4.6.2. Parámetros sultados de cinco estudios con un total de 19
de laboratorio pacientes a los que se les realizó biopsias. En
Los parámetros de laboratorio no son de rele- 15 de 19 biopsias del nervio (del 79%) mos-
vancia diagnóstica habitualmente. Los nive- traron degeneración primaria axonal, mien-
les normales de creatinina-kinasa (CPK) no tras que las 4 restantes fueron normales. No
descartan la PPC. Si bien los niveles de CPK se encontraron signos de desmielinización
están generalmente por encima de los límites en estas biopsias. Algunos investigadores
QRUPDOHV VH GHEHQ LGHQWL¿FDU RWURV IDFWR- encontraron que los nervios distales estaban
res como responsables de esta eventualidad más seriamente comprometidos que los
(convulsiones, isquemia de miembros, etc.) proximales. Sin embargo, otros investiga-
dores no encontraron ninguna anormalidad
8.4.6.3. Estudios en las biopsias de nervio. No existen repor-
electrofisiológicos tes donde se demuestre compromiso infla-
Los estudios de conducción nerviosa y la matorio en nervio o músculo.
electromiografía son herramientas valiosas
y sensibles en el diagnóstico de PPC. Estos
estudios arrojan como resultado una neu-
ropatía simétrica distal de tipo axonal. Los
nervios craneanos no suelen comprometer-
se clínicamente, aunque su afectación inci-
piente ha sido documentada por medio de la
HOHFWUR¿VLRORJtD/RVHVWXGLRVGHFRQGXFFLyQ
motora y sensitiva en miembros superiores
e inferiores, demuestran una reducción de la
amplitud de los potenciales de acción mus-
cular compuesto, mientras que las latencias y
velocidades de conducción no suelen afectar-
se. ()LJXUD) La reducción en la amplitud de
los potenciales de acción de los nervios sen-
sitivos pueden también ser causados por el
edema del tejido subcutáneo. Los estudios de Figura 1: Trazado compatible con neuropatía
estimulación repetitiva no demuestran tras- del paciente crítico. El nervio peroneo muestra
tornos en el funcionamiento de la placa neu- compromiso axonal sin afección mielínica
Patología neuromuscular ‡ 487

La biopsia de nervio no se encuentra indi- der si los cambios miopáticos son siempre
cada para el diagnóstico ni para determinar secundarios o si podrían ser primarios. En
el prónostico de la PPC. un estudio de Letter HWDO, las biopsias del
músculo fueron realizadas en 30 pacientes
Biopsia del músculo con PPC, se encontraron cambios neuróge-
En varios estudios el examen de la biopsia nos en 11 de 30 (37%), cambios miopáti-
muscular demuestra anormalidades aunque cos en 12 de 30 (40%) y ambos en 7 de 30
otros no encuentran ninguna evidencia de (el 30%). Sin embargo, biopsia del múscu-
miopatía en pacientes con PPC. La atrofia lo es un procedimiento invasivo y no debe
predominante de fibras tipo II como evi- ser planteado en todos los pacientes. De-
dencia de la pérdida de inervación es lo ben ser considerados candidatos a biopsia
más comunmente encontrado y está casi del músculo los pacientes con estudios de
siempre presente. La necrosis de la fibra conducción sensitiva normal, amplitudes
del músculo también se ha descrito y ocu- bajas del potencial de acción muscular y
rrió en el 30% de casos en un estudio pros- poca actividad espontánea para el grado de
pectivo. Varios estudios intentan respon- debilidad desarrollada.

Debilidad respiratoria
y de miembros

¿Evidencia de lesión RM de columna Anormal Tratar


medular?

(OHFWUR¿VLRORJtD

Normal Neuropatía ¿Placa


Motoneurona ¿Miopatía?
neuromuscular?

Des-
¿Axonal?
mielinizante

RM de columna PPC Enf. de Miastenia Miopatía


RM de cerebro SGB axonal motoneurona gravis, etc. necrotizante,
EEG etc. etc.

Figura 2: Algoritmo diagnóstico para debilidad muscular en UTI


488 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

8.4.7. Diagnósticos sis. En el estudio de Thiele HW DO, la sepsis


diferenciales ocurrió en el grupo de mayoritario pacientes
con PPC, y los pacientes con PPC sufrieron
Una forma práctica de iniciar el proceso diag- sepsis más prolongadas que los pacientes sin
nóstico es dividir a los pacientes en dos gru- PPC. La bacteremia fue un factor de riesgo
pos: debilidad previa al ingreso a UCI y debi- independiente en el desarrollo de PPC en el
lidad posterior al ingreso de UCI. (7DEOD) estudio de van den Berghe HWDO
+DELHQGR GH¿QLGR ODV SRVLEOHV FDXVDV XQ
algoritmo puede ser de ayuda. ()LJXUD). 8.4.8.2. Esteroides
No hay estudios donde se haya podido de-
PRVWUDUVLJQL¿FDWLYDPHQWHTXHHOXVRGHHV-
8.4.8. Factores de riesgo teroides genere una evolución a PPC. Los
(QODDFWXDOLGDGQRKD\HYLGHQFLDGH¿QLWLYDVR- componentes esteroides de los relajantes
bre cuáles patologías, medicaciones y trastor- musculares como el pancuromio y vecuronio
nos metabólicos son responsables de la PPC. han sido implicados como causa de debilidad
prolongada, sin embargo, se ha reportado
8.4.8.1. SIRS y sepsis cuadriparesia en pacientes tratados con atra-
En la mayoría de los estudios la PPC ocurre curonio, siendo que este relajante no tiene
en pacientes que han sufrido SIRS y/o sep- componente esteroide alguno.

Debilidad previa a UTI Debilidad posterior a UTI


Mielopatías
Compresión aguda (absceso,tumores) Mielopatía anóxica (posparo, pos Cx, etc.)
Mielitis transversa
Isquemia medular
Trauma
Enfermedad de motoneurona
Neuropatías agudas
Guillain-Barre (variante clásica o axonal) Polineuropatía paciente crítico
Miller-Fisher Neuropatía motora (2º a bloqueantes musc)
3RU¿ULDV
Intoxicaciones
Neuropatías crónicas
CIDP
1HXURSDWtDGLDEpWLFD DPLRWUy¿FD
Enfermedad de placa neuromuscular
Miastenia gravis Debilidad por bloqueantes musculares
Eaton-Lambert
Hipocalcemia
Hipomagnesemia
Órganos-fosforados
Botulismo
Miopatías
'LVWUR¿DVPXVFXODUHV Miopatía caquéctica (por consumo)
Miotonias (Steinert) Miopatía necrotizante (vencuronio, etc.)
Miopatía necrotizante aguda 0LRSDWtDGH¿ODPHQWRVJUXHVRV
Miopatías lisosomales (Pompe) Piomiositis
Miopatía por HIV
Miopatía sarcoidótica
Tabla 1: Diagnósticos diferenciales con la polineuropatía del paciente crítico
Patología neuromuscular ‡ 489

8.4.8.3. Agentes bloqueantes tan un factor de riesgo independiente para el


neuromusculares (ABN) desarrollo de PPC.
La asociación de estos agentes con la PPC se
cita frecuentemente. Los ABN son un factor de 8.4.8.9. Transplante renal
riesgo según un análisis de multivarianza, pero El transplante renal es un factor de riesgo in-
otros estudios no han demostrado los mismos dependiente para el desarrollo de PPC, según
resultados. se ha demostrado en un estudio reciente.

8.4.8.4. Antibióticos 8.4.8.10. Albúmina y glucosa


aminoglucósidos Los niveles bajos de albúmina sérica y los ni-
El uso de aminoglucósidos ha demostrado una YHOHVDOWRVGHJOXFHPLDKDQVLGRFRQ¿UPDGRV
GLIHUHQFLD VLJQL¿FDWLYD SDUD HO GHVDUUROOR GH como factores de riesgo para PPC.
PPC.
8.4.9. Tratamiento
8.4.8.5. Nutrición parenteral
Recientemente se ha podido demostrar que la El tratamiento de las enfermedades que lle-
nutrición parenteral total es un factor de ries- van a la UTI y la prevención de sus compli-
go independiente para el desarrollo de PPC. caciones son la base del manejo de la PPC. A
la fecha no existe ningún tratamiento espe-
8.4.8.6. Drogas vasoactivas Ft¿FR SDUD HVWD HQWLGDG 5HFLHQWHPHQWH YDQ
El uso de drogas vasoactivas por un período den Berghe HWDO en un estudio prospectivo
mayor a 3 días ha sido un factor de riesgo aleatorizado que reclutó 1 548 pacientes en
independiente para el desarrollo de PPC. 87, GHPRVWUy XQD UHGXFFLyQ VLJQL¿FDWLYD
En un estudio reciente se demostró que los en la incidencia de PPC con un control rigu-
pacientes que desarrollaron PPC habían re- roso de la glucemia (<110 mg/dl ) mediante
cibido como soporte vasoactivo dobutamina terapia insulínica. Por cada 20 mg/dl de in-
y noradrenalina, mientras que los que no lo cremento en la glucemia, el riesgo de PPC
requirieron no desarrollaron PPC. se incrementó un 24 %, por lo tanto para un
nivel de glucemia de 200 mg/dl, el riesgo de
8.4.8.7. Mecanismos inmunes PPC es 2,2 veces mayor que para un nivel de
Muchos investigadores ha sugerido que es- 100 mg/dl. Dos trabajos han utilizado inmu-
tos mecanismos pueden estar implicados, ya noglobulina endovenosa; el primero no mos-
se ha demostrado la presencia de un factor tró mejoría mientras que el segundo obtuvo
neurotóxico menor a 3 kDa y de altos títu- una disminución en la incidencia de PPC. El
los de inmunoglobulina G contra compo- uso de corticoesteroides, aminoglucósidos y
nentes gangliósidos de la membrana axonal ABN debe ser minimizado ya que estos pue-
(GM1) en suero. Una hipótesis sugiere que den generar PPC y miopatía.
autotoxinas pueden generar trastornos en
los procesos enzimáticos neuronales y en el
8.4.10. Pronóstico
transporte axonal de nutrientes y productos
de degradación, causando una axonopatía Algunos autores han reportado que la PPC
funcional. De Setter HWDO encontraron sig- aumenta la morbimortalidad de los pacientes
nos de activación inmune con liberación de que se encuentran en UCI. Con otros no han
citokinas en el tejido muscular de pacientes podido demostrar los resultados anteriores.
con PPC. La mortalidad de estos pacientes durante la
estadía en UCI es alta (35% a 73%), la que
8.4.8.8. Daño neurológico se debe fundamentalmente a la enfermedad
Los pacientes con daño neurológico severo de base y sus complicaciones. En el grupo
(Escala de Coma de Glasgow < 10) presen- de sobrevientes, la PPC se recupera en forma
490 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

completa hasta en un 50% en un período de cidad. Los tres parámetros que sugieren mal
6 semanas a un año. Hasta un 20% de los pa- pronóstico son prolongada estadía en UCI,
cientes persistirá con algún grado de incapa- sepsis prolongada y severa pérdida de peso.
Capítulo 9
ALTERACIONES DE LA CONCIENCIA

9.1. Coma basado en la evidencia


Ignacio Previgliano
-RVp/%XVWRV

9.1.1. Introducción 9.1.2. Fuente de evidencia


El coma es una de las causas más frecuentes 9.1.2.1. Libros
de internación en la Unidad de Terapia In- Plum F., Posner J.B. 7KHGLDJQRVLVRIVWXSRU
tensiva (UTI). Podríamos decir que el coma DQG FRPD 3rd ed, Philadelphia: FA Davis,
es un síndrome, en cuanto conjunto de sín- 1980
tomas y signos, cuya etiología es variable. Álvarez F., Chirico A.F., De Leone H. Co
De hecho en la literatura se encuentran las PDV HVWUXFWXUDOHV VX HYDOXDFLyQ \ WUDWD
GH¿QLFLRQHVGLYLGLGDVHQFRPDPHWDEyOLFR PLHQWR Upjohn Lab, Buenos Aires, 1983.
o HVWUXFWXUDO, y éste, a su vez, en WUDXPiWL Young G.B., Ropper A.H., Bolton Ch.F.
FR o QRWUDXPiWLFR. &RPDDQGLPSDLUHGFRQVFLRXVQHVVDFOLQLFDO
El propósito de esta revisión es el de brin- SHUVSHFWLYH New York, McGraw Hill, 1998.
GDUODVGH¿QLFLRQHVDFHSWDGDVODH[SHULHQ- Previgliano I., Hlavnicka A. Coma y altera-
cia del Instituto Nacional Centro Único ciones del estado de conciencia. En: 7HUDSLD
Coordinador de Ablación e Implantes (IN- ,QWHQVLYD Sociedad Argentina de Terapia In-
CUCAI) en 90 UTI de la República Argen- tensiva. Panamericana, Buenos Aires, 2006
tina, dentro del Programa de Calidad para
el Proceso de Donación Trasplante, como 9.2.2.2. Metaanálisis
evidencia de etiología del coma estructural, Attia J., Cook D.J.: “Prognosis in anoxic and
el análisis del tratamiento con hipotermia traumatic coma”. En: &ULW &DUH &OLQ 1998;
del coma hipóxico-anóxico y el de los cos- 14:497–511
tes del paciente comatoso, y los factores Zandbergen EG, de Haan RJ, Stoutenbeek
pronósticos. CP, HW DO. “Systematic review of early pre-
492 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

diction of poor outcome in anoxic-ischaemic units”. Abstracts Book. 9th Congress of the
coma”. En: 7KH /DQFHW 1998; 352:1808– :RUOG )HGHUDWLRQ RI 6RFLHWLHV RI ,QWHQVLYH
1812 DQG&ULWLFDO&DUH0HGLFLQH
Robinson L.R., Micklesen P.J., Tirschwell
D.L., Lew H.L. “Predictive value of soma-
9.1.3. Definiciones
tosensory evoked potentials for awakening
from coma”. En: &ULW&DUH0HG 2003;31:960- 9.1.3.1. Conciencia
967. Es el pleno conocimiento que tiene el indi-
Booth C.M., Boone R.H., Tomlinson G., viduo de sí mismo y del medio que lo rodea.
Detsky A.S. “Is this patient dead, vegetative, Consta de un contenido y una reactividad. El
or severely neurologically impaired? Asses- contenido está representado por las funcio-
sing outcome for comatose survivors of car- nes mentales superiores (aprendizaje, memo-
diac arrest”. ria, asociación de ideas, taxia, fasia, praxia)
En: -$0$ 2004;291:870-879. y su localización anatómica es básicamente
córticosubcortical. La reactividad de la con-
9.1.2.3. Estudios prospectivos, ciencia está representada por la capacidad de
aleatorizados y controlados despertar o reaccionar frente a estímulos, y
Oddo M Schaller M.D., Feihl F., Ribordy V., por el mantenimiento de ciclos de sueño y
Liaudet L. “From evidence to clinical prac- vigilia; su localización anatómica es básica-
tice: effective implementation of therapeutic mente mescencéfalopontina con proyeccio-
hypothermia to improve patient outcome af- nes a corteza y bulbomedulares (cordones
ter cardiac arrest”. En: &ULW&DUH0HG 2006 posteriores, sistema activador reticular as-
Jul;34(7):1865-1873. cendente).
Bernard S.A., Gray T.W., Buist M.D. HWDO Al diferenciar el contenido y la reactividad
“Treatment of comatose survivors of out-of- de la conciencia podemos inferir que pode-
hospital cardiac arrest with induced hypother- mos tener perturbaciones parciales o globa-
mia. En: 1(QJO-0HG 2002;346:557-63. les de la misma, que tendrán diferente signi-
Hypothermia after Cardiac Arrest Study ¿FDGRFOtQLFR
Group. Mild therapeutic hypothermia to im- Alteraciones parciales de la conciencia
prove the neurologic outcome after cardiac 6L ELHQ FOiVLFDPHQWH GH¿QLPRV REQXELOD-
arrest”. En: 1 (QJO - 0HG 2002;346:549- ción, confusión, GHOLULXP y estupor como
556. alteraciones parciales de la conciencia, las
Hamel M.B., Phillips R., Teno J. HWDO “Cost WHQGHQFLDVDFWXDOHVWLHQGHQDGH¿QLUVyORDO
effectiveness of aggressive care for patients GHOLULXP como el marcador independiente de
with nontraumatic coma. En: &ULW&DUH0HG predicción de malos resultados y aumento de
2002;30:1191-1196. días de internación en UTI.
Senouci K., Guerrini P., Diene E. HWDO “A (O'60,9GH¿QHDOGHOLULXP de la siguien-
survey on patients admitted in severe coma: te manera:
LPSOLFDWLRQV IRU EUDLQ GHDWK LGHQWL¿FDWLRQ
and organ donation”. En: ,QWHQVLYH&DUH0HG Alteración de la conciencia:
2004;30:38-44. ‡ 'HVRULHQWDFLyQWpPSRURHVSDFLDO
Acquarolo A., Urli T., Perone G., Giannotti ‡ 'LVPLQXFLyQGHODKDELOLGDGSDUDIRFDOL-
C., Candiani A., Latronico N. “Antibiotic pro- zar, sostener o cambiar la atención
phylaxis of early onset pneumonia in critically ‡ &DPELR FRJQLWLYR Gp¿FLW GH PHPRULD
ill comatose patients. A randomized study”. desorientación o alteración del lenguaje)
En: ,QWHQVLYH&DUH0HG 2005;31:510-6. o el desarrollo de un trastorno de la per-
Bustos J.L., Previgliano I., Soratti C. “Glas- cepción no explicable por una demencia
gow 7 surveillance program: epidemiology preexistente, establecida o evolutiva.
and outcome in Argentinean intensive care ‡ $OWHUDFLyQTXHVHGHVDUUROODHQXQSHUtR-
Alteraciones de la conciencia ‡ 493

do corto de tiempo (usualmente horas a &RPD*UDGR,. Ojos cerrados, localiza el es-


GtDV  \ WLHQGH D ÀXFWXDU HQ HO FXUVR GHO tímulo nociceptivo, cruzando o no la línea
día. media.
Evidencia desde la historia, el examen físi- &RPD*UDGR,,. Ojos cerrados, frente al es-
co o de hallazgos del laboratorio que el tras- tímulo nociceptivo respuestas posturales
torno es causado por uno de los siguientes: ÀH[LyQRH[WHQVRSURQDFLyQ 
‡ &RQVHFXHQFLDV GLUHFWDV GH XQD HQIHUPH- &RPD*UDGR,,,. Ojos cerrados, frente al es-
dad médica tímulo nociceptivo respuestas vegetativas
‡ 5HVXOWDGR GLUHFWR GHO XVR GH XQD PHGL- (taquicardia, hipo o hipertensión, taquip-
cación o intoxicación por una sustancia nea).
(GHOLULXP de intoxicación) &RPD *UDGR ,9. Ojos cerrados, ausencia
‡ 5HVXOWDGRGLUHFWRGHXQVtQGURPHGHDEV- de respuesta a estímulos nociceptivos,
tinencia (GHOLULXP de abstinencia) SDUR UHVSLUDWRULR &RPR PDJQt¿FDPHQWH
‡ 5HVXOWDGR GLUHFWR GH PiV GH XQD GH ODV OR GH¿QLy 0ROODUHW /D PXHUWH VH VLHQWD
precedentes etiologías (GHOLULXP de etio- DOODGRGHODFDPDGHOSDFLHQWH\FXDQ
logía múltiple) GR FHVDPRV GH DGPLQLVWUDU UHVSLUDFLyQ
Desde el punto de vista de la respuesta mo- \ÀXLGRVDUWL¿FLDOHVVHDFHUFD\WRPDHO
tora el GHOLULXP puede ser hiperactivo, hipo- FXHUSRTXHOHSHUWHQHFH.
activo o mixto. La literatura médica y de en-
IHUPHUtDJHQHUDOPHQWHVHUH¿HUHQDOGHOLULXP 9.1.3.3. Estados poscomatosos
hiperactivo como “psicosis de UTI”, mientras Así como el coma se gradúa en base a la GCS
que la neurológica utiliza el término GHOLULXP existe una Escala de Recuperación de Coma
para referirse a los pacientes hiperactivos y (GOS) que, tradicionalmente consta de 5 íte-
el de HQFHIDORSDWtD DJXGD como sinónimo ms, aunque en este momento se está traba-
del hipoactivo. En otro capítulo de esta obra jando sobre un GOS extendido de 8 ítems.
se puede profundizar sobre el tema. Es una escala clínica donde un mayor pun-
taje implica un mejor resultado:
9.1.3.2. Alteraciones globales 5. %XHQRV UHVXOWDGRV indica la habilidad
de la conciencia: Coma para retomar un trabajo independiente
El coma es un verdadero estado de incon- 4. 'LVFDSDFLGDG PRGHUDGD el paciente
ciencia, lo que implica ausencia de contenido puede desarrollar una vida indepen-
y reactividad, caracterizada por ausencia de diente pero no puede retomar una tarea
apertura ocular. laboral
La Escala de Coma de Glasgow (GCS) es 3. 'LVFDSDFLGDGVHYHUD el paciente requiere
la herramienta más utilizada para evaluar las de terceros para las actividades de la vida
DOWHUDFLRQHV GH FRQFLHQFLD \ GH¿QLU HQ TXp diaria, ya sea por discapacidad motora,
momento el paciente ha entrado o salido del psicológica o ambas. Incluye el estado de
coma. mínima conciencia (EMC) y el síndrome
Desde la utilización de la GCS no tiene mucha de enclaustramiento (SE). En el Cuadro 1
utilidad la graduación del coma, sin embargo VHPXHVWUDQODVGH¿QLFLRQHV\GLDJQyVWLFR
es un término que está presente en el lenguaje diferencial
popular y periodístico. Si bien no tiene utilidad 2. (VWDGR YHJHWDWLYR SHUVLVWHQWH implica
desde el punto de vista académico su conoci- ausencia de contenido de conciencia
miento es necesario principalmente para la in- 1. 0XHUWH OD PXHUWH SXHGH GH¿QLUVH EDMR
formación familiar. Por tal motivo hemos mo- criterios cardiorrespiratorios (ausencia de
GL¿FDGRODVGH¿QLFLRQHVGHORVJUDGRVGHFRPD pulso y respiración) o bajo criterios neu-
DGHFXiQGRORVDODVGH¿QLFLRQHVGHOD*&6HQ rológicos. Esta última amerita un capítulo
un intento para que los médicos que deben in- aparte en esta obra, al que remitimos para
formar mantengan un discurso uniforme: mayor información.
Condición Conciencia Sueño- Función motora Función Función visual Comunicación Emoción
vigilia auditiva
Coma Ninguna Ausente 5HÀHMRV\VyORUHVSXHVWD Ninguna Ninguna Ninguna Ninguna
postural
Estado Vegetativo Ninguna Presente Postura o retira a estímulo Alarma breve, Alarma, Ninguna Ninguna
doloroso orientada a EUHYH¿MDFLyQ Llanto o risa
Ocasionalmente sonidos visual UHÀHMD
movimientos sin
propósito
Estado de mínima Parcial Presente Localiza estímulos Localiza sonidos Fija la visión Vocalización Eventual
conciencia dolorosos Responde a sostenidamente eventual llanto o risa
Alcanza los objetos órdenes en foma Dirige la Verbalización
y/o los acomoda según inconsistente mirada en inteligible o
494 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

tamaño y forma forma sostenida gestual


0RYLPLHQWRVUHÀHMRV
(rascarse)
Enclaustramiento Total Presente Cuadripléjico Preservada Preservada Afónico, Conservada
Movimientos anártrico
oculares
intactos
Cuadro 1: Diagnóstico diferencial entre coma y secuelas graves
Alteraciones de la conciencia ‡ 495

9.1.4. Programa de coma en las UTI de la Argentina.


calidad para el proceso de
donación - trasplante 9.1.4.2. Material y método
Estudio de cohorte, prospectivo y observa-
9.1.4.1. Introducción cional, desarrollado en 90 hospitales de todas
El trasplante de órganos ha sido uno de los las provincias de Argentina, con Servicios de
grandes sucesos del siglo pasado. El desarro- Neurocirugía y UTI.
llo de la anestesia, la inmunología y los cui-
dados intensivos han permitido que un grupo &ULWHULRVGHLQFOXVLyQpacientes con coma es-
adecuadamente seleccionado de pacientes WUXFWXUDO\*&6”
pueda trasplantarse con una buena posibili- &ULWHULRVGHH[FOXVLyQ coma metabólico, in-
dad de sobrevida y retomar una buena cali- toxicación por drogas o coma secundario a
dad de vida. enfermedad médica (sepsis, shock, etc)
El problema principal es el proceso de pro- 5HFROHFFLyQ GH GDWRV los coordinadores
curación de órganos. ¿Qué debe hacerse para hospitalarios enviaban una hoja de datos
mejorar la donación de órganos? electrónica que contenía los siguientes
La respuesta a esta pregunta fue la causal del ítems: nombre, sexo, edad, número de do-
desarrollo del Programa Federal de Procura- cumento, etiología del coma [arbitraria-
ción del INCUCAI. En ese marco, se nombra- mente dividida en trauma (TEC), ataque
ron Coordinadores de Procuración de Órga- cerebral (ACV), encefalopatía hipóxi-
nos en hospitales seleccionados del país, que co-anóxica (EHA), tumores cerebrales y
debían tener Servicios de Neurocirugía y UTI. otros], día del desarrollo del coma y día
Si bien hubo una mejoría en la detección de del desarrollo de los siguientes eventos:
las muertes encefálicas y en la procuración de paro cardíaco (PC), muerte encefálica
órganos, el sistema estaba todavía por debajo (ME), alta (A) o derivación, y todo el pro-
de los estándares internacionales. Desde el 1 ceso de trasplante de órganos. Todos los
de Septiembre de 2003 se comenzó a desarro- datos fueron recolectados y procesados
llar, dentro del Programa Federal, el Programa por el Dr. Bustos.
de Garantía de Calidad en el proceso de Dona- Se realizó una búsqueda en 0('/,1( con
ción y Trasplante, vigilando todos los posibles los siguientes criterios:
GRQDQWHV GH yUJDQRV GH¿QLGRV FRPR DTXH- 1. [(FRPD) OR (*ODVJRZ AND VFDOH AND
llos ingresados a la UTI con un GCS igual o 7)] AND ICU AND DGPLVVLRQ
menor que 7. El propósito de este estudio es 2. *ODVJRZ AND FRPD AND VFDOH AND 7
presentar los datos epidemiológicos, más allá AND VXUYHLOODQFH
del diagnóstico de muerte encefálica, de ma- 3. *ODVJRZ AND FRPD AND VFDOH AND 7
nera de tener un panorama de los pacientes en AND HWLRORJ\

10% 33%
4%
9%
TEC
44% ACV
EHA
Tumores
Otros

*Ui¿FREtiología del coma en 90 UTI de la Argentina


496 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

9.1.4.3. Resultados 2 se expone la etiología del coma en general


Desde el 1 de septiembre de 2003 al 31 de di- y en el Cuadro 3 la etiología y sobrevida de
ciembre de 2005 se enrolaron 9 343 pacien- los pacientes del programa. Se observa allí
tes; de ellos 64% pertenecía al sexo masculi- que para el grupo en su totalidad la morta-
no, con una edad promedio de 50±19 para los lidad fue del 70%, 30% por ME y 40% por
adultos y de 5±4 para los niños. PC. Esto implica que el 57% de los pacientes
En el *Ui¿FR se observa la etiología del muere por PC y el 43% por ME.
coma, en el *Ui¿FR la sobrevida de los pa- De acuerdo a la etiología, los pacientes con
cientes en general y en el *Ui¿FR la sobre- TEC por herida de arma de fuego y con ACV
vida de acuerdo al sexo y edad. En el Cuadro hemorrágico (hematoma intracerebral o he-

Comas estructurales Comas metabólicos


Lesiones focales infra o Encefalopatías metabólicas Encefalopatías hipóxicas
supratentoriales Hipoglucemia PCR
ACV hemorrágico Cetoacidosis diabética Insuf. cardíaca congestiva
ACV isquémico extenso Coma hiperosmolar Insuf. respiratoria crónica
Hematoma intracraneal Uremia Anemia severa (hipovolemia)
Tumores Encefalopatía hepática Tóxicas
Abscesos Hipo/hipernatremia Metales pesados
Hidrocefalia Hipo/hipercalcemia Monóxido de carbono
Mixedema Fármacos
Lesiones difusas Carenciales Alcohol
Meningitis Encefalopatía de Wernike Bacteriemia
Encefalitis Físicas
Status epiléptico
Encefalopatía hipertensiva
Lesión axonal difusa Lesiones
secundarias a aumento de la
PIC
Cuadro 2: Etiología del coma

Etiología Alta (%) Paro cardíaco (%) Muerte encefálica (%) Donantes (%)
TEC (tránsito) 779 (47%) 474 (28%) 415 (25%) 111 (7%)
TEC (penetrante) 86 (19%) 116 (25%) 258 (56%) 98 (21%)
TEC (otras) 446 (45%) 310 (31%) 239 (24%) 57 (6%)
ACV isquémico 191(27%) 363 (51%) 155 (22%) 26 (4%)
HIP 418 (19%) 1 009 (45%) 807 (36%) 201 (9%)
HSA 207 (20%) 374 (36%) 457 (44%) 133 (13%)
EHA 245 (28%) 424 (48%) 206 (24%) 16 (2%)
Tumores 114 (30%) 146 (39%) 115 (31%) 5 (1%)
Miscelánea 313 (32%) 486 (50%) 170 (18%) 7 (1%)
Total 2 819 (30%) 3 702 (40%) 2 822 (30%) 654 (7%)*
3RUFHQWDMHGHGRQDQWHVVREUHSDFLHQWHVFRQ*&6”
Cuadro 3: Etiología de comas estructurales en la República Argentina. TEC traumatismo
encefalocraneano; ACV ataque cerebrovascular; HIP hematoma intraparenquimatoso; HSA
hemorragia subaracnoidea; EHA encefalopatía hipóxico-anóxica
Alteraciones de la conciencia ‡ 497

morragia subaracnoidea) son los que tienen 9.1.4.4. Discusión


menor probabilidad de sobrevivir (19% y y conclusiones
20%, respectivamente). El programa de vigilancia del INCUCAI está
Siguiendo con este análisis, los varones de basado en el llamado “modelo español” de
entre 20 y 29 años de edad son los que presen- donación de órganos. Al igual que el original,
tan el mayor porcentaje de ME mientras que el Programa Federal está estructurado en una
los del grupo de EHA, independientemente red de coordinadores de trasplantes organiza-
de la edad y el sexo, son los que presentan dos en tres niveles: nacional, regional y hos-
el mayor porcentaje de PC. SLWDODULR /RV SULPHURV GRV QLYHOHV HVWiQ ¿-
De acuerdo a los datos del Programa Bue- nanciados por el Estado nacional o provincial,
nos Aires Trasplante se estableció que el y son la interfase entre los niveles políticos y
coma estructural representa el 9% de las profesionales. El tercer nivel está compues-
admisiones a la UTI (rango 3-18%), 12% to principalmente por médicos, que trabajan
del total de las muertes de la UTI (rango 4- dentro del hospital en tiempo incompleto y
24%) y el 3% de las muertes hospitalarias que dependen de los coordinadores regiona-
(rango 1-5%). les y nacionales. La mayor parte de ellos son
La búsqueda en 0('/,1( arrojó 16 artícu- intensivistas.
los, de los cuales solo uno era similar a éste, Los coordinadores hospitalarios realizan la
pero focalizado en la muerte encefálica. auditoría continua de la ME. El INCUCAI se

40% Alta
ME
30% PC
30%

*Ui¿FR Estado al alta de UTI

0-9 Vivo
10-19
PC
ME
20-29

30-39

40-49

50-59

60-69

70-79

> 80

-200 -100 0 100 200 300 400 500

*Ui¿FR Sobrevida de acuerdo a sexo y edad


498 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

hace cargo de la distribución y transporte de do. La falta de recursos diagnósticos y terapéu-


los órganos, controla la lista de espera, los re- ticos en la mayoría de los hospitales del pro-
gistros de trasplante, estadísticas, información grama podría explicar estos hechos. Una vez
general y especializada, y toma todas las accio- más, estos datos podrían ser de utilidad para
nes que puedan mejorara el proceso completo ODVDXWRULGDGHVVDQLWDULDVD¿QGHLPSOHPHQWDU
de donación trasplante. programas para disminuir la mortalidad y las
Como parte de esto último, el Programa fue un secuelas.
SDVRPiVDOOiGHOPRGHORHVSDxROLGHQWL¿FDQGR Este programa proactivo de potenciales do-
los pacientes con coma estructural admitidos en nantes de órganos ha permitido que aumente la
los hospitales bajo programa, en la búsqueda de GRQDFLyQGHyUJDQRVHQIRUPDVLJQL¿FDWLYDHQ
una detección proactiva de donantes. los últimos tres años, ayudando a los intensivis-
El trabajo de Senoucci HWDO que también in- tas a cumplir su misión con el paciente, la fami-
cluía causas metabólicas de coma, llegó a con- lia y la sociedad. Con el paciente, brindándole
clusiones similares a las nuestras: 11,8% de los el mejor cuidado neurointensivo hasta el diag-
ingresos a UTI son por coma, al igual que el nóstico de ME, con la familia, brindándole la
11,7% de las muertes de la UTI y que el 3,3% oportunidad de un alivio emocional mediante
de las muertes hospitalarias. En cuanto a la la donación de órganos y con la sociedad, ofre-
sobrevida, 37% es dado de alta y 62% fallece, ciendo a los pacientes en lista de espera los ór-
19% de ME y 81% de PC (43% y 57%, respec- ganos procurados en las mejores condiciones.
tivamente en nuestra serie).
La relación entre daño cerebral severo y ME
9.1.5. Coma posparo
es un indicador de calidad, principalmente de-
cardiorrespiratorio
ELGRDTXHORVSDFLHQWHVFRQ*&6”VRQSR-
sibles donantes de órganos y, para mejorar la El coma posPC es el único en el que existe
donación, se debería prevenir el PC para poder evidencia de &ODVH, para tratamiento: hipo-
declarar la ME. En general la principal causa de termia moderada. La misma está sustentada
evolución hacia el PC es la suspensión o retira- HQGRVHVWXGLRVFRQWURODGRV\UHD¿UPDGDHQ
da de las medidas de soporte. un estudio retrospectivo de casos y controles
Sorprendentemente la hemorragia intracerebral en un hospital universitario. Los resultados
espontánea fue la principal causa de coma al in- en el trabajo de Bernard HWDO mostraron una
greso a UTI. Tiene su pico entre los 50 y 59 años, diferencia en la sobrevidad libre de secuelas
con una de las mortalidades más altas (83%). Esto del 49% en el grupo hipotérmico YV 26% en
VLJQL¿FDXQDVHYHUDDGYHUWHQFLDDODVDXWRULGDGHV el normotérmico; en el estudio del +\SRWKHU
sanitarias, pues es una causa de muerte y disca- PLDDIWHU&DUGLDF$UUHVW 6WXG\*URXS los re-
pacidad prevenible, al estar vinculada con el mal sultados fueron 55% YV 39%, y en el retros-
control de la hipertensión arterial. pectivo de Oddo HWDO 55%YV 25%.
La metodología en todos los trabajos fue la
El TEC no penetrante presenta la mejor tasa inducción de hipotermia hasta 33º dentro de
de sobrevida con el 47%, la cual está muy por las dos horas posteriores a la recuperación de
debajo de la publicada internacionalmente. pulso y presión. Todos utilizaron enfriamien-
Sólo dos centros del país tienen tasas de sobre- to externo, tardando una media de 5 horas y
vida similares a las publicadas, con un 75% y manteniendo la hipotermia durante 12 hs.
un 62% de sobrevida. Esto es también un de- En el capítulo del Dr. Biestro se explican las
safío para la salud pública, pues es otra causa diferentes maneras de inducir la hipotermia,
prevenible de muerte. por lo que referimos a su lectura.
La HSA tiene una mortalidad similar a la des-
crita en la historia natural de la enfermedad en
9.1.6. Costes
ODGpFDGDGHOTXHVHKDPRGL¿FDGRFRQORV
avances tecnológicos en el mundo desarrolla- El último ensayo controlado es el de Hamel
Alteraciones de la conciencia ‡ 499

HWDO de la evaluación de los costes entre la 9.1.7.2. Signos clínicos


estrategia de un cuidado continuo y agresivo, Los que correlacionan con peor pronóstico
y el retiro de la ventilación mecánica y la luego del coma incluyen el componente mo-
no resucitación cardiopulmonar luego del tor del GCS, el tiempo de coma y los signos
tercer día de coma, en pacientes con coma de daño de tronco. En dos revisiones siste-
no traumático ni metabólico. En este día se máticas de coma posanóxico, la ausencia
HYDOXDURQ FLQFR IDFWRUHV GH ULHVJR HGDG • de respuesta motora al tercer día permitió
70 años, respuestas anormales de tronco, la predicción de malos resultados (muerte o
ausencia de respuesta verbal, ausencia de estado vegetativo). La ausencia de respuesta
UHVSXHVWD HQ UHWLUDGD \ FUHDWLQLQD VpULFD • pupilar al primer o tercer día, y la ausencia de
1,5 mg%. UHÀHMRFRUQHDQRDOWHUFHUGtDVHFRUUHODFLRQy
Se estudiaron 596 pacientes, de los cuales también con malos resultados.
el 60% estaba muerto a los dos meses y el La persistencia de un puntaje en la GCS por
19% con daño severo, sólo 11% había teni- debajo de 7 durante más de 48 hs se asocia
do recuperación funcional. De acuerdo a la con un 86% de mortalidad en el caso de pa-
presencia de factores de riesgo se diferen- tología estructural, independientemente de la
ciaron dos grupos: DIDFWRUHVGHULHVJR etiología, aunque los signos clínicos parecen
(93% de mortalidad a los 2 meses) con un VHU PHQRV ¿GHGLJQRV HQ ORV SDFLHQWHV SRV-
coste de u$s 140 000 y el de DIDFWRUHV trauma.
GH ULHVJR (49% mortalidad a los 2 meses)
con un coste de u$s 87 000 por año ganado,
9.1.7.3. Estudios neurofisiológicos
ajustado a calidad de vida.
Concluyen que se debería implementar una Potenciales evocados auditivos
política de retiro de tratamientos de sostén o de tronco cerebral
DJUHVLYRV FRQ HO ¿Q GH GLVPLQXLU FRQVLGH- El aumento del tiempo de latencia se aso-
rablemente los costes, sobre todo en los pa- cia con coma prolongado, así como la pro-
cientes que presentan un alto riesgo de mala longación del potencial lento de vertex. La
sobrevida. desaparición de ondas indica daño estructu-
ral y sugiere evolución al estado vegetativo
9.1.7. Factores pronósticos persistente. Permite el diagnóstico de muer-
WHFHUHEUDOVLHPSUH\FXDQGRVHLGHQWL¿TXH
9.1.7.1. Etiología la onda I (nervio auditivo). La mayor parte
Si bien la evidencia es limitada, se cree que de los estudios sobre PEA para evaluar pro-
el coma tóxico-metabólico tiene un mejor nóstico luego del coma fueron realizados
pronóstico que el coma estructural. Por otro en paciente con TEC. Un análisis demostró
lado, el mejor pronóstico del coma traumáti- que de 107 pacientes con la ausencia de la
co YHUVXV la anoxia es avalado por varios es- onda V generada en la protuberancia superior
tudios, entre ellos el citado del INCUCAI en y mescencéfalo, realizados entre los días 1
nuestro país y dos revisiones sistemáticas. y 59 luego del TEC, 106 tuvieron muerte o
En adultos con EVP secundario a TEC que estado vegetativo desde los 3 a 12 meses de
fueron reevaluados al año, la proporción de seguimiento.
buena recuperación fue 7%, discapacidad
moderada 17%, discapacidad severa 28%, Potenciales evocados
EVP 15% y muerte 33%. En pacientes con somatosensitivos
(93QRWUDXPiWLFRIXHURQVLJQL¿FDWLYDPHQWH Los tiempos de conducción central y la pre-
peores (1%, 3%, 11%, 32% y 53%, respecti- sencia o ausencia de despolarización senso-
vamente). La menor edad y mejor estado de rial central han sido señalados como factores
salud de los TEC puede ser responsable en pronósticos de la recuperación del coma. Na-
parte de esta diferencia. rayan demostró que, en combinación con los
500 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

auditivos, fueron un excelente índice pro- Resonancia Magnética Nuclear


nóstico en 133 pacientes en coma por trau- En un estudio con pacientes en EVP postrau-
matismo de cráneo. Una revisión sistemá- mático se evaluó la relación entre los hallaz-
tica reveló que en los pacientes con PESS gos de RMN y resultados a 12 meses, eviden-
corticales bilaterales ausentes, la incidencia ciando que las lesiones en el cuerpo calloso
de muerte o estado vegetativo fue del 100% y tronco del encéfalo dorsolateral predecían
luego de EHA, 99% luego de HIP, 95% lue- adecuadamente la falta de recuperación, a di-
go de TEC y 93% en niños o adolescentes ferencia del GCS y las pupilas. La relación
< 18 años en coma de diversas etiologías. entre RMN y sobrevida es también sugestiva
Estos resultados fueron consistentes con el en pacientes comatosos luego de ACV isqué-
metaanálisis que concluyó, luego de una re- mico y en EHI.
visión de 33 estudios, que la ausencia bila-
teral de PESS dentro de la primer semana 9.1.7.5. Doppler Transcraneano
OXHJRGHOFRPDDQy[LFRIXHHVSHFt¿- La disminución de las velocidades en la arte-
FD SDUD LGHQWL¿FDU SDFLHQWHV FRQ PDORV UH- ria cerebral media en la fase inicial del TEC
sultados. Al igual que los auditivos, no se ha demostrado tener valor de predicción
YHQ LQÀXHQFLDGRV SRU OD KLSRWHUPLD \ SRU negativo en niños y adolescentes. La dismi-
los niveles de sedantes (barbitúricos o ben- nución de las velocidades en la circulación
zodiacepinas), por lo que son útiles para el anterior sostenida en el tiempo es indicador
diagnóstico precoz de la muerte cerebral. de evolución hacia el EV, mientras que la dis-
minución de las de circulación posterior se
Electroencefalograma asocia con evolución hacia el SE.
Permite diagnosticar el síndrome de en- /DUHFXSHUDFLyQGHODYHORFLGDGGHÀXMRVH
claustramiento y la muerte cerebral, así asocia con la mejoría clínica en la EHA. (ver
como las crisis comiciales en el paciente )LJXUD)
relajado y sedado. Debe recordarse que se
alteran por la hipotermia y los sedantes, por 9.1.7.6. Marcadores bioquímicos
lo que un EEG isoeléctrico no siempre es Las moléculas estudiadas incluyen enolasa
sinónimo de muerte cerebral. Una revisión QHXURQDHVSHFt¿FDVEHWDSURWHtQDDFtGL-
sistemática reciente demostró que la pre- FD¿EULODUJOLDO\ODLVRIRUPD%%GHODFUHD-
sencia de coma alfa luego de encefalopatía tina-kinasa. Aunque tienen sensibilidad para
hipóxico-isquémica o TEC, se asociaba a GDxRFHUHEUDOODHVSHFL¿FLGDG\YDORUGHSUH-
una mortalidad del 61-90%, mientras que GLFFLyQGHHVWRVHVWXGLRVKDVLGRLQVX¿FLHQWH
la mortalidad fue del 27% cuando el origen cuando se compara con variables clínicas y
era metabólico. HVWXGLRVHOHFWUR¿VLROyJLFRV

9.1.7.4. Neuroimágenes 9.1.8. Conclusiones


Tomografía Computada Como hemos visto el coma es un motivo fre-
En pacientes en coma de origen traumático cuente de ingreso a la UTI. Se asocia con una
ORVSDWURQHVWRPRJUi¿FRVDVRFLDGRVFRQPD- alta morbimortalidad relacionada con la etio-
los resultados incluyen lesiones del tronco, logía. En nuestra experiencia, el hematoma
estrechamiento de las cisternas basales y le- intraparenquimatoso es la principal causa de
sión axonal difusa. Los hallazgos de la TC coma estructural en UTI. La consideración
también predicen resultados en pacientes con de estos pacientes como potenciales donan-
hemorragia intracerebral y hemorragia suba- tes de órganos hace que deban ser atendidos
racnoidea; sin embargo, cuando se compara con los mejores recursos tecnológicos con
FRQYDULDEOHVHOHFWUR¿VLROyJLFDV\FOtQLFDVHO los que cuenta la UTI, habida cuenta que
valor de predicción de la TC es bajo. debemos pensar en la función social de la
Alteraciones de la conciencia ‡ 501

donación, procurando los órganos con la mejor falta de logística, este tratamiento sólo se aplica
funcionalidad posible. en centros seleccionados de nuestro país.
Existe evidencia &ODVH, para la utilización de El desafío hacia el futuro consiste en identi-
la hipotermia moderada como tratamiento efec- ¿FDUPHGLDQWHIDFWRUHVSURQyVWLFRVFHUWHURV
tivo en el coma posparo cardiorrespiratorio; a los pacientes de alto riesgo de mortalidad
desafortunadamente, sea por ignorancia o por en los cuales los tratamientos son fútiles.

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Figura 1: Cambios evolutivos en el doppler transcraneano en un paciente con EHA. El aumento


de las velocidades es coincidente con la mejoría clínica del paciente
502 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

9.2. Delirium en Terapia Intensiva


Wesley Ely
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

9.2.1. Introducción Unit”. En: - ,QWHQVLYH &DUH 0HG 1986;


1:136-148.
El Dr. Wesley Ely ha dedicado gran parte de ³'LDJQRVWLF DQG 6WDWLVWLFDO 0DQXDO RI
su práctica médica a investigar acerca de las 0HQWDO'LVRUGHUV'60,975´ Fourth Ed.
alteraciones cerebrales del paciente crítico Washington, DC. $PHULFDQ 3V\FKLDWULF
internado en la Unidad de Terapia Intensiva $VVRFLDWLRQ 1994.
(UTI), focalizando su interés en el GHOLULXP. Eidelman L. A., Putterman D., Putterman
(VXQRGHORVPiVSUROt¿FRVDXWRUHVVREUHHO C., Sprung C. L. “The spectrum of septic
tema y ha ganado el premio Elliot V. Newman, encephalopathy: definitions, etiologies,
cuyos fondos ha destinado a la confección de and mortalities”. En: -$0$ 1996; 275:470-
la página web <http://www.icuGHOLULXP.org>, 473.
tal vez la fuente de evidencia más importante Meagher, D.J. “'HOLULXP: optimizing ma-
SDUDDGHQWUDUVHHQVXVDVSHFWRVFOtQLFRV¿VLR- nagement”. En: %0- 2000; 322:144-149.
patológicos y terapéuticos. El Dr. Previgliano Ely E.W., Siegel M.D., Inouye S.K. “'HOL
también se ha interesado en el tema, ganando rium in the intensive care unit: An underre-
el premio “Juan Demonte” de la Sociedad Ar- cognized syndrome of organ dysfunction”.
gentina de Terapia Intensiva, con un trabajo En: 6HPLQ 5HVSLU &ULW &DUH 0HG 2001;
de investigación clínica relacionado. 22:115-126.
Nuestro mutuo interés en esta patología radica Ely E.W., Gautam S., Margolin HWDO. “The
en el hecho de que se trata de una entidad fre- impact of GHOLULXP in the intensive care unit
cuente, con criterios diagnósticos claros pero on hospital length of stay”. En: ,QWHQVLYH
poco conocidos por los médicos intensivistas, &DUH0HG 2001; 27:1892-1900.
como lo revela el hecho de que haya más de 25 Jacobi J., Fraser G.L., Coursin HWDO. “Cli-
términos diferentes para describirlo: psicosis nical practice guidelines for the sustained
de UTI, síndrome de UTI, estado confusional use of sedatives and analgesics in the cri-
agudo, encefalopatía séptica y fallo encefálico tically ill adult”. En: &ULW&DUH0HG 2002;
agudo, entre otros. Su aparición condiciona un 30:119-141.
aumento del tiempo de internación en la UTI Brown T.M., M.F. Boyle. “'HOLULXP”. En:
relacionado con un incremento en la morbimor- %0- 2002; 325:644-647.
talidad a corto y largo plazo. Ely E.W., Stephens R.K., Jackson J.C.,
El propósito de este capítulo es el de brindar Thomason J., Truman B., Bernard G. HWDO.
XQDGH¿QLFLyQFODUDGHOGHOLULXP, de su etiología “Current opinions regarding the importan-
\¿VLRSDWRORJtDGHODVSRVLELOLGDGHVWHUDSpXWLFDV ce, diagnosis, and management of GHOLULXP
\GHVXLQÀXHQFLDHQODVREUHYLGDGHOSDFLHQWH in the intensive care unit: A survey of 912
Healthcare professionals”. En: Crit Care
0HG 2004;32:106-112.
9.2.2. Fuente de evidencia Pandharipande P., Jackson J., Ely E.W.
9.2.2.1 Revisiones “'HOLULXP: acute cognitive dysfunction in
Tesar G.E., T.A. Stern. “Evaluation and the critically ill”. En: &XUU2SLQ&ULW&DUH
treatment of agitation in the Intensive Care 2005 Aug; 11(4):360-8. Review.
Alteraciones de la conciencia ‡ 503

9.2.2.2 Investigaciones care unit”. En: -$0$ 2004; 291:1753-


originales 1762.
Francis J., Martin D., and Kapoor W.N. “A Milbrandt E. B., Deppen S., Harrison et
prospective study of GHOLULXP in hospitali- DO. ”Costs Associated with 'HOLULXP in Me-
zed elderly”. En: -$0$ 1990; 263:1097- chanically Ventilated Patients”. En: Crit.
1101. &DUH0HG. 2004; 32:955-962.
Previgliano I., Carbonell J., D´Amorin Pandharipande P. P., Shintani A., Peterson
Lima J., Ponteville Ch. “Diferencia arte- J., Pun B. T., Wilkinson G. R., Dittus R. et
riovenosa de oxígeno y lactato durante la DO. “Lorazepam is an independent risk fac-
circulación extracorpórea: su relación con tor for transitioning to GHOLULXP in intensi-
la injuria neurológica cerebral”. En: 0HGL ve care unit patients”. En: $QHVWKHVLRORJ\
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Marcantonio E.R., Juárez G., Goldman Milbrandt E. B., Kersten A., Kong L.,
L., Mangione C.M., Ludwig L.E., Lind L. Weissfeld L. A., Clermont G., Fink M. P.,
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$P*HULDWU6RF 2003; 51:591-598. nitoring sedation status over time in ICU pa-
Ely E. W., Shintani A., Truman HWDO. “De tients: the reliability and validity of the Ri-
OLULXP as a predictor of mortality in mecha- chmond Agitation Sedation Scale (RASS)”.
nically ventilated patients in the intensive En: -$0$ 2003; 289:2983-2991.
504 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

9.2.3. Definiciones dentes etiologías (GHOLULXP de etiología múl-


y etiología tiple)
Desde el punto de vista de la respuesta moto-
9.2.3.1 Definición ra, el GHOLULXP puede ser hiperactivo, hipoactivo
(O '60 ,9 GH¿QH DO GHOLULXP de la siguiente o mixto. La literatura médica y de enfermería
manera: JHQHUDOPHQWHVHUH¿HUHDOGHOLULXP hiperactivo
Alteración de la conciencia como SVLFRVLVGH87,, y la neurológica utiliza
desorientación témporoespacial el término GHOLULXP para referirse a los pacientes
disminución de la habilidad para focalizar, sos- hiperactivos y el de HQFHIDORSDWtDDJXGD como
tener o cambiar la atención sinónimo del hipoactivo. Para los propósitos de
&DPELRFRJQLWLYR FRPRGp¿FLWGHPHPRULD este capítulo nosotros utilizaremos el término
desorientación o alteración del lenguaje) o el GHOLULXP para indicar todos los estadios, tratan-
desarrollo de un trastorno de la percepción no do de hacer las distinciones entre los distintos
explicable por una demencia preexistente, esta- tipos motores cuando sea posible, sobre todo
blecida o evolutiva. relacionándolo con la etiología, sobrevida y
Alteración que se desarrolla en un período cor- tratamiento.
to de tiempo (usualmente horas a días) y tiende a
ÀXFWXDUHQHOFXUVRGHOGtD 9.2.3.2 Etiología e hipótesis
(YLGHQFLDGHVGHODKLVWRULD El examen físico fisiopatológicas
o hallazgos del laboratorio de que el trastorno El GHOLULXP de la mayoría de los pacientes en
tiene una de las siguientes causas: UTI tiene múltiples causas y éstas son difíci-
1. Consecuencia directa de una enfermedad les de determinar con precisión clínica. Ellos
médica, resultado directo del uso de una presentan más de 10 factores de riesgo para
medicación o intoxicación por una sustancia GHOLULXP (7DEOD) lo que los coloca en alto
(GHOLULXP de intoxicación) ULHVJR GH VXIULUOR 6L ELHQ HO PHFDQLVPR ¿-
2. Resultado directo de un síndrome de absti- siopatológico exacto para el desarrollo y pro-
nencia (GHOLULXP de abstinencia) gresión de la entidad es punto de discusión,
3. Resultado directo de más de una de las prece- SDUHFHUtDHVWDUUHODFLRQDGRFRQGp¿FLWVDQD-

Factores del paciente Factores farmacológicos Factores ambientales


,QGLYLGXDOHV Tratamiento con múltiples Experiencias sensoriales
Edad drogas extremas (p. ej., hipotermia)
'p¿FLWFRJQLWLYRSUHYLR Dependencia de drogas o 'p¿FLWHQODYLVLyQRDXGLFLyQ
Comorbilidades severas alcohol Inmovilidad o actividad física
Episodios previos de GHOLULXP Uso de drogas psicoactivas o disminuida
Personalidad previa alcohol Aislamiento social
3HULRSHUDWRULRV 'URJDVHVSHFt¿FDVTXHSXHGHQ Ambiente nuevo o diferente
Tiempo posoperatorio FDXVDUSUREOHPDV Estrés
Tipo de operación (p. ej., Benzodiazepinas
reemplazo de cadera) Agentes anticolinérgicos
Duración del acto operatorio Narcóticos
Cirugía de Urgencia
&RQGLFLRQHVHVSHFt¿FDV
Quemaduras, SIDA,
fracturas, hipoxemia,
fallo orgánico, trastornos
metabólicos (deshidratación,
hipoalbuminemia, etc.)
Tabla 1: Factores de riesgo para el desarrollo de GHOLULXP PRGL¿FDGRGH0HDJKHU'-³'HOLULXP:
optimizing management.” En: %0- 2000; 322:144-149)
Alteraciones de la conciencia ‡ 505

tómicos y/o con una alteración en los neu- al desarrollo del GHOLULXP, especialmente los
rotransmisores que modulan las funciones cambios en los niveles de serotonina, la dis-
cognitivas, conducta y humor. minución de los de acetilcolina y el aumento
de los de dopamina. Estos cambios pueden ser
Déficits anatómicos secundarios a una reducción en el metabolismo
(VWXGLRVSRU7&501\63(&7KDQLGHQWL¿- cerebral, a enfermedades intracraneales prima-
cado que las áreas implicadas en el desarrollo rias, enfermedades sistémicas, infecciones se-
de GHOLULXP son las corticales y neocorticales cundarias del encéfalo, agentes tóxicos exóge-
prefrontales, y las regiones parietales poste- nos, abstinencia de alcohol o drogas hipnóticas
riores del hemisferio no dominante. Otras re- o sedantes, hipoxia y trastornos metabólicos,
giones señaladas como importantes incluyen administración de medicaciones psicoactivas
al tálamo anterior, los ganglios basales y la como benzodiazepinas y narcóticos. Un estu-
corteza témporo-occipital. Todas estas áreas dio reciente de Pandharipande HWDO., del grupo
tienen en común una sensibilidad aumentada GHO'U(O\LGHQWL¿FyWUHVIDFWRUHVGHWUDQVLFLyQ
a los insultos hipóxico-anóxicos. hacia el GHOLULXP: edad, severidad de la enfer-
El examen neurológico minucioso de es- medad y administración de lorazepam. Esto no
WRV SDFLHQWHV UHYHOD OD DSDULFLyQ GH UHÀHMRV implica que no se utilice esta droga, pues se-
primitivos como succión, hociqueo, palmo- guramente es tan generadora de GHOLULXP como
mentoniano y deterioro de las funciones cog- cualquier otro sedante o analgésico, lo que se
nitivas básicas: memoria, atención y función trata de enfatizar es que estas medicaciones de-
ejecutiva. Estos hallazgos clínicos están en ben emplearse cuando sean imprescindibles y
concordancia con las regiones anatómicas SRUHOPHQRUWLHPSRSRVLEOHFRQHO¿QGHDFRU-
propuestas. tar la duración o la aparición del GHOLULXP.

Alteración en los Alteraciones en el Flujo


neurotransmisores Sanguíneo Cerebral (FSC)
La alteración en el balance entre los distin- Rosner ha diseñado un modelo de alteracio-
tos neurotransmisores parecería contribuir QHV¿VLRSDWROyJLFDVHQHOÀXMRVDQJXtQHRFH-

- Espontánea
A - Deshidratación
- Fármacos
- Posición cabecera

- LOE
- Obstrucción venosa
- Edema 2
- Swelling (hinchazón)
- Obstrucción LCR - Fármacos
2

Figura 1: Cascada vasodilatadora compleja. Ver texto para detalles


506 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

rebral partiendo de la Presión de Perfusión lactato arterial y yugular, que demostró una
&HUHEUDO 33& GH¿QLGDFRPRODGLIHUHQFLD estrecha relación entre el aumento de la di-
entre la Presión Arterial Media y la Presión ferencia arterio-yugular de lactato cerebral
Intracraneana. Básicamente parte de la base y el deterioro cognitivo evaluado mediante
que en condiciones normales la autorregula- el 0LQLPHQWDO 6WDWXV 7HVW ()LJXUD ) Estos
ción cerebral se obtiene con PPC entre 60 y hallazgos se correlacionan con el trabajo de
120 mmHg. En la )LJXUD se observa como Newman HW DO. quienes demuestran que los
una disminución en la PAM provoca una caí- pacientes posCABP que presentaron deterio-
da en forma directa de la PPC, lo que lleva ro cognitivo al alta de UTI tuvieron una ma-
a vasodilatación (Vd) compensadora para yor incidencia de demencia a los 5 años.
PDQWHQHU FRQVWDQWH HO ÀXMR 6LQ HPEDUJR El segundo fue un estudio en voluntarios
esta vasodilatación puede provocar aumen- sanos a los que se les midió la velocidad me-
to del volumen sanguíneo cerebral (VSC), GLD GH ÀXMR HQ OD DUWHULD VLOYLDQD L]TXLHUGD
lo que aumenta el compartimiento vascular durante respiración espontánea y durante res-
intracerebral desencadenando en el tiempo piración asistida con CPAP (Presión Positiva
o, en el caso de lesiones concomitantes, au- Continua en la Vía Aérea), y 5 cm H2O y 10
mento de la PIC con un mayor descenso de cm H22GH3UHVLyQ(VSLUDWRULD3RVLWLYDDO¿-
la PPC. La caída de la PAM no es el único nal de la espiración (PEEP). De acuerdo a lo
factor que puede desencadenar esta cascada, previsto en el modelo de Rosner se observó
ya que puede ingresarse por el lado de la Vd XQD VLJQL¿FDWLYD FDtGD HQ OD 33& FDOFXODGD
SRU FRQGLFLRQHV HVSHFt¿FDV KLSR[LD KLSHU- (p 0,04). ()LJXUD)
FDSQLD ¿HEUH GHVKLGUDWDFLyQ HWF  R SRU HO
aumento de la PIC. Si observamos la 7DEOD 9.2.3.3 Prevalencia y
2 veremos que, de los factores predisponen- relevancia clínica
tes para la aparición de GHOLULXP, todos ellos Los pacientes críticamente enfermos tie-
pueden desencadenar esta caída en la PPC y, nen, como hemos visto, un alto riesgo para
secundariamente, en el FSC. desarrollar GHOLULXP. De acuerdo a Brown y
Ejemplos directos de esto se pueden encon- Boyle la prevalencia en pacientes internados
trar en dos estudios realizados por el grupo
del Dr. Previgliano. El primero de ellos fue 70 00
la evaluación de pacientes sometidos a ciru-
69 00
gía de E\SDVV aortocoronario (CABP) a los
68 00
que se les colocó un catéter en el golfo de la
yugular con mediciones seriadas de gases y 67 00
66 00
65 00
64 00
30 63 00
62 00
MMS

1 2 3 4 PPC
PPC

15
Período
10
Figura 3: Variaciones en la PPC con distintos
valores de CPAP. Período 1: basal. Período 2:
-25 Diferencia arterioyugular de Lactato CPAP 5 cm H2O. Período 3: CPAP 10 cm H2O.
Período 4: Recuperación. Las diferencias entre
Figura 2: Correlación entre los niveles de la ORVSHUtRGRV\VRQVLJQL¿FDWLYDV S 
diferencia arterioyugular de lactato y el MMS La PPC se estimó con la fórmula: PAM*VDF/
posoperatorio de pacientes sometidos a cirugía VMF, donde VDF y VMF son velocidad
de E\SDVV aortocoronario GLDVWyOLFD\PHGLDGHÀXMRUHVSHFWLYDPHQWH
Alteraciones de la conciencia ‡ 507

por medicina interna es del 10 al 30%, la de FLDHLQVX¿FLHQWHGLDJQyVWLFR VyORVHUHDOL]D


los ancianos internados es del 10 al 40%, la entre el 16 y 34%) las guías recomiendan que
de los pacientes con cáncer del 25%, la de se monitorice la aparición y persistencia del
aquellos con SIDA del 30 al 40% y la de los GHOLULXP en los pacientes en UTI.
pacientes terminales del 80%. El Dr. Ely et Estudios previos en pacientes con ventila-
DO. describieron una incidencia del 81 al 87% ción mecánica (Ely, 1(QJO-0HG, 1996), y
en la UTI general; Ely HWDO. y Pochard HWDO., en particular aquellos relacionados con pa-
del 83 al 90% en pacientes ventilados; Mc cientes ancianos con fallo respiratorio agudo
Nicoll HWDO. del 70% en gerontes; y Dubois et (Ely, $QQ,QWHUQ0HG, 1999 y 2002), dirigie-
DO., Bergeron HWDO. y Ademir HWDO., del 16 al ron nuestra atención hacia al delirio o disfun-
19% en pacientes en UTI quirúrgica. En tér- ción cognitiva aguda como un área de enfo-
PLQRVSUiFWLFRVHVWRVLJQL¿FDTXHGHFDGD que fundamental para mejorar el cuidado de
10 pacientes ventilados experimentan GHOL los pacientes.
rium y que ésta es una de las más frecuentes Nosotros empezamos a desarrollar un progra-
formas de disfunción orgánica. Sin embargo ma de investigación del delirio en la UCI para
QRVHODLGHQWL¿FDHQHODOGHORVFD- estudiar su incidencia y su importancia como
sos, sobre todo cuando están en el período factor de pronóstico en los pacientes con ven-
hipoactivo. tilación mecánica de todas edades. Después de
La relevancia clínica del GHOLULXP se pone buscar en la literatura un instrumento que fuera
GHPDQL¿HVWRHQORVSDFLHQWHVTXHQRLQJUH- validado para el uso en pacientes con ventila-
san a UTI asociándose a un aumento de la ción mecánica, nos sorprendimos al encontrar
estadía hospitalaria, de la mortalidad secun- en la sección de “métodos” de casi todos los
daria a complicaciones médicas, a una mayor estudios de delirio la siguiente frase: “Los pa-
dependencia al alta junto con la necesidad de cientes con ventilación mecánica fueron ex-
internación domiciliaria, o en centros de re- cluidos”. Por lo tanto iniciamos un trabajo de
habilitación o geriátricos. En la UTI médica colaboración internacional con un equipo in-
y coronaria el GHOLULXP ha demostrado ser un terdisciplinario de expertos en delirio, con el
factor de predicción independiente del au- propósito de desarrollar un instrumento que
mento de la estadía en la UTI y en el hospital, pudiera ser utilizado en pacientes de UTI con o
así como de la mortalidad a los 6 meses, lue- sin ventilador. El instrumento más ampliamen-
go de ajustar la muestra para la edad, sexo, te usado para la evaluación del delirio por no
raza y severidad de la enfermedad. También psiquiatras era el Método para la Evaluación
predispone a los sobrevivientes de la UTI a de la Confusión (CAM, acrónimo de &RQIX
Gp¿FLWVQHXURVLFROyJLFRVSURORQJDGRV VLRQ$VVHVWPHQW0HWKRG) y por ello decidimos
adaptar este instrumento; trabajamos con la
Dra. Sharon Inouye de la Universidad de Yale
9.2.4. Evaluación
para adaptar y validar el CAM-ICU.
del delirium
El paso previo para el diagnóstico de GHOLULXP
Las guías de práctica clínica para uso de se- es el de evaluar el estado de sedación. De las
dantes y analgésicos de la Sociedad de Me- múltiples escalas disponibles escogimos la
dicina de Cuidados Críticos (SCCM) del año Escala de Agitación y Sedación de Richmond
2002 se orientaron para lograr que los pacien- (RASS) y también la sometimos a tests de va-
tes tuvieran el mayor confort, focalizadas en lidación.
tres componentes centrales: dolor, ansiedad Ambas escalas demostraron su utilidad para
y GHOLULXP. Este último componente, como el propósito establecido, de manera tal que
hemos visto, es el que predice en forma inde- la secuencia de evaluación incluye un primer
pendiente mortalidad, tiempo de internación, paso de evaluación de la sedación (RASS)
costes y alteraciones cognitivas al momento y un segundo de evaluación del GHOLULXP
del alta. Por esta razón, por su alta prevalen- (CAM-ICU).
508 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Primer paso: Escala de Agitación y Sedación de Richmond, RASS

Puntaje Término Descripción


+4 Combativo Combativo, violento, peligro inmediato para el grupo
+3 Muy agitado Jala o retira los tubos o catéteres; agresivo
+2 Agitado Movimiento frecuente y sin propósito, lucha con el
ventilador
+1 Inquieto Ansioso, pero sin movimientos agresivos o vigorosos
0 Alerta y calmado
-1 Somnoliento No está plenamente alerta, pero se mantiene despierto
DSHUWXUD \ FRQWDFWR RFXODU  DO OODPDGR YHUEDO • 
segundos)
-2 Sedación leve Despierta brevemente al llamado verbal con contacto
ocular (< 10 segundos)
-3 Sedación moderada Movimiento o apertura ocular al llamado verbal (pero sin
contacto visual)
-4 Sedación profunda Sin respuesta al llamado verbal, pero hay movimiento o
apertura ocular al estímulo físico
-5 Sin respuesta Sin respuesta a la voz o estímulo físico
Si el puntaje RASS es -4 ó -5, deténgase y reevalúe al paciente posteriormente
Si el puntaje RASS es mayor a - 4 (-3 a +4), entonces Proceda con el Segundo paso

Inicio agudo de

la alteración del estado mental
Criterio
RFXUVRÀXFWXDQWH


Inatención
Criterio

Pensamiento 3º 4º Nivel de
desorganizado Criterio Criterio conciencia alterado
delirio
Segundo paso: Evaluación del Delirio
Alteraciones de la conciencia ‡ 509

Criterios y descripción del CAM-ICU


,QLFLRDJXGRRFXUVRÀXFWXDQWH Ausente Presente
A. ¿Hay evidencia de un cambio agudo en el estado mental sobre el estado basal?
Ó
B.¢+DÀXFWXDGRHOFRPSRUWDPLHQWR DQRUPDO HQODV~OWLPDVKRUDVWLHQGHDGHVDSDUHFHU\DSDUHFHUR
DXPHQWD\GLVPLQX\HHQVHYHULGDGHYLGHQFLDGRSRUODÀXFWXDFLyQHQXQDHVFDODGHVHGDFLyQ SHM5$66 
Escala de Glasgow o evaluación previa del GHOLULXP?
2. Inatención Ausente Presente
¢7XYRHOSDFLHQWHGL¿FXOWDGSDUD¿MDUODDWHQFLyQHYLGHQFLDGDSRUpuntajes menores a 8 en cualquiera
de los componentes visula o auditivo del Examen de Tamizaje para la Atención (ASE)? ,QVWUXFFLRQHVHQOD
SiJLQDVLJXLHQWH
3. Pensamiento desorganizado Ausente Presente
¿Hay evidencia de pensamiento desorganizado o incoherente evidenciado por respuestas incorrectas a 2 ó
más de las 4 preguntas, y/o incapacidad para obedecer órdenes?
Preguntas DOWHUQDUJUXSR$\JUXSR% :
Grupo A Grupo B
¢3RGUtDÀRWDUXQDSLHGUDHQHODJXD" ¢3RGUtDÀRWDUXQDKRMDHQHOPDU"
2. ¿Existen peces en el mar? 2. ¿Existen elefantes en el mar?
3. ¿Pesa más una libra que dos libras? 3. ¿Pesan más dos libras que una libra?
4. ¿Se puede usar un martillo para pegarle a un clavo? 4. ¿Se puede usar un martillo para cortar madera?
Otros:
1. ¿Tiene Ud. algún pensamiento confuso o poco claro?
2. Muestre esta cantidad de dedos. (OH[DPLQDGRUPXHVWUDGRVGHGRVIUHQWHDOSDFLHQWH
3. Ahora repita lo mismo con la otra mano. 6LQUHSHWLUHOPLVPRQ~PHURGHGHGRV
4. Nivel de conciencia alterado Ausente Presente
¿Tiene el paciente un nivel de conciencia diferente al de estado de alerta, tal como vigilante, letárgico o
estupor? SHM5$66GLIHUHQWHD³´DOPRPHQWRGHODHYDOXDFLyQ
Alerta: espontánea y plenamente conciente del medio ambiente, e interactúa apropiadamente
Vigilante: hiperalerta
Letárgico: somnoliento pero fácil de despertar, no conciente de algunos elementos del medio
ambiente, o no interactúa de manera apropiada y espontánea con el entrevistador; llega a
estar plenamente conciente e interactúa apropiadamente con estímulos mínimos
Estupor: incompletamente conciente cuando es estimulado fuertemente; puede ser despertado
únicamente con estímulos vigorosos y repetidos, y tan pronto como el estímulo cesa, vuelve
al estado de no respuesta
CAM-ICU general (Criterios 1 y 2, y cualquiera de los Criterios 3 ó 4) Sí No
Examen para la investigación de la Atención Auditiva y Visual
Se utilizará el acrónimo de la versión inglesa $WWHQWLRQ6FUHHQLQJ([DPLQDWLRQ (ASE)

Examen para la investigación de la Atención Auditiva y Visual


Se utilizará el acrónimo de la versión inglesa $WWHQWLRQ6FUHHQLQJ([DPLQDWLRQ (ASE)

Examen auditivo (letras)


Instrucciones: Dígale al paciente, “Voy a leer una serie de 10 letras. Cuando escuche la letra
ALQGtTXHPHDSUHWDQGRPLPDQR´/HDODVVLJXLHQWHVOHWUDVFRQXQYROXPHQVX¿FLHQWHFRPR
para ser escuchado por sobre el ruido de la UTI, a una velocidad de una letra por segundo:
S, A, H, E, V, A, A, R, A, T
Puntaje: Se contabiliza un error cuando el paciente no aprieta la mano con la letra A y/o
cuando el paciente aprieta la mano con cualquier letra diferente a la A.
510 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Examen visual (dibujos)


Utilice los dibujos de los grupos A y B que se detallan luego de los pasos que siguen.
1º Paso: 5 dibujos

ASE visual. Grupo A - Primer paso

ASE visual. Grupo B - Primer paso

Instrucciones: Dígale al paciente, “Sr. o Sra. _______, voy a mostrarle a usted dibujos
de objetos comunes. Mírelos detenidamente y trate de recordar cada dibujo porque voy a
preguntarle después qué dibujos ha visto”. Luego muéstrele el 1º paso del grupo A o B,
alternado diariamente si se requieren valoraciones repetidas. Muéstrele los primeros 5 di-
bujos durante 3 segundos cada uno.
¿No hay puntaje?
2º Paso: 10 dibujos

ASE visual. Grupo A - Segundo paso

ASE visual. Grupo B - Segundo paso

De la página Web se puede bajar un vídeo y una presentación Power Point como material de entrenamiento
Alteraciones de la conciencia ‡ 511

Instrucciones: Dígale al paciente, “Ahora voy a mostrarle algunos dibujos más. Algunos
de éstos usted ya los ha visto y algunos son nuevos. Déjeme saber si usted los ha visto o no
anteriormente moviendo su cabeza para decir sí (demuéstrele) o no (demuéstrele).” Luego
muéstrele 10 dibujos (5 nuevos y 5 repetidos) durante 3 segundos cada uno (2º Paso del
grupo A o B, dependiendo del grupo que haya sido usado en el 1º paso).
Puntaje: Esta prueba es evaluada por el número de respuestas correctas Vt o QR durante el
2º paso (de 10 posibles). Para mejorar la visibilidad de los pacientes ancianos, las imágenes
deben imprimirse en papel neutro, de 6”x 10” y laminado con acabado mate.
1RWD Si un paciente usa lentes esté seguro de que las tenga cuando realice el examen visual
del ASE

9.2.4.1 Preguntas frecuentes de sustancias, uso de medicamentos, exposi-


¢6HSXHGHDSOLFDUHO&$0,&8HQSDFLHQWHV ción a toxinas o una combinación de los fac-
FRQGHPHQFLD" tores citados. Pensar en: inicio rápido, alte-
Nuestros pacientes pueden presentar distin- ración en la atención, confusión, usualmente
tos grados de demencia, que habitualmente SHRUHQODQRFKHFXUVRÀXFWXDQWH
no han sido diagnosticados. Es útil saber que
los criterios de delirio tienden a ser diagnos- Demencia: Desarrollo de un estado de dé-
ticables aún en presencia de demencia. De ¿FLW FRJQLWLYR JHQHUDOL]DGR HQ HO FXDO KD\
hecho, nosotros realizamos evaluaciones un deterioro de las habilidades intelectuales
de la aplicación del CAM-ICU en subgru- previamente adquiridas, de inicio lento de
pos de pacientes con probable demencia en VHPDQDV D PHVHV /RV Gp¿FLWV LQFOX\HQ GH-
nuestro estudio de validación (así como lo terioro de la memoria y por lo menos uno
hizo la Dra. Inouye en su validación original de los siguientes: afasia, apraxia, agnosia o
del CAM). Se demostró que el CAM-ICU trastornos de las funciones ejecutivas. Los
HVYiOLGR\FRQ¿DEOHHQSDFLHQWHVFRQ\VLQ pacientes con demencia por lo general no
demencia. Sin embargo, estos pacientes dan tienen alteraciones de la atención hasta que
lugar a una evaluación más difícil. Mientras la enfermedad está en un curso avanzado.
VHDSRVLEOHHVLPSRUWDQWHLGHQWL¿FDUFRUUHF- /RVGp¿FLWFRJQLWLYRVGHEHQVHUORVX¿FLHQ-
tamente el estado funcional cognitivo basal temente severos como para que ocasionen di-
y diferenciar trastornos cognitivos crónicos ¿FXOWDGHVHQHOIXQFLRQDPLHQWRVRFLDOXRFX-
debidos a demencia de cambios agudos en la pacional. Pueden progresar, estabilizarse o
atención y el pensamiento causados por deli- ser reversibles, dependiendo de la patología
ULR/DVVLJXLHQWHVGH¿QLFLRQHVSXHGHQD\X- y la disponibilidad de tratamientos efectivos.
dar a esbozar los criterios distintivos entre Pensar en: inicio gradual, deterioro intelec-
delirio y demencia: tual, alteración de la memoria.

Delirio: Perturbación de la conciencia ca- En las 7DEODV\ se presentan acrónimos


racterizada por un inicio agudo y deterioro para el diagnóstico diferencial del GHOLULXP y
GHOIXQFLRQDPLHQWRFRJQLWLYRGHFXUVRÀXF- la demencia. Se han dejado en inglés como
tuante, tal que la habilidad del paciente para en el original y traducidos a la par, para lo-
recibir, procesar, guardar o recordar informa- grar el efecto acrónimo.
ción está ostensiblemente comprometida. El
delirio se desarrolla en un período corto de ¢&yPRLGHQWL¿FDXVWHGHOGHOLULRHQXQSD
tiempo (horas a días), es usualmente reversi- FLHQWHTXHSUHVHQWDXQDGHSUHVLyQPD\RU"
ble, y es consecuencia directa de una condi- Los pacientes deprimidos presentarán crite-
ción médica, una intoxicación o abstinencia rios de delirio en el momento en el que desa-
512 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Factor Porcentaje del total (n=818) Odds Ratio


Enfermedad o síntoma
Enfermedad respiratoria 14,1 30,6
Infección 14,1 18,0
Fiebre 26,7 14,3
Hipotensión 17 19,8
Anemia 16,4 5,4
Variables de laboratorio
Hipocalcemia 7,7 30,9
Hiponatremia 11,7 8,2
Aumento de urea 10,8 4,6
Aumento de enzimas hepáticas 7,3 6,3
Hiperamilasemia 2,4 3,4
Hiperbilirubinemia 5,5 8,7
Acidosis metabólica 7,6 4,5

Tabla 2: Factores predisponentes para la aparición de GHOLULXP en una población de 818 pacientes
LQWHUQDGRVHQ87, PRGL¿FDGRGH$OGHPLU0HWDO. En: &ULWLFDO&DUH 2001; 5:265-270)

D Drugs Drogas
E Eyes, ears 1 Ojos, oídos
L Low 02 states (MI, ARDS, PE, CHF, COPD) 2 Estados de baja oxigenación
I Infection Infecciones
Retención urinaria o fecal,
R Retention (of urine or stool), Restraints
sujeciones
I Ictal Ictus
U Underhydration/Undernutrition Deshidratación, desnutrición
M Metabolic Metabólico
Hematoma subdural,
(S) Subdural, Sleep deprivation
deprivación de sueño
1-
La mala visión o audición son consideradas más factores de riesgo que verdaderas causas, pero deben ser
mejoradas o tratadas de ser posible. El tapón de cera es una causa común de mala audición
2-
Estados de baja oxigenación: estos no necesariamente implican hipoxia, pero son un alerta de que los
pacientes con un evento hipóxico [MI (infarto de miocardio), ARDS (síndrome de distress respiratorio agudo),
3( HPEROLDSXOPRQDU &+) LQVX¿FLHQFLDFDUGtDFDFRQJHVWLYD &23' HQIHUPHGDGSXOPRQDUREVWUXFWLYD
crónica) ] puedan presentarse con alteraciones del estado mental con o sin los otros síntomas y signos de estos
diagnósticos
Tabla 3: Acrónimos para el diagnóstico diferencial de GHOLULXP. Recuerde que habitualmente el
GHOLULXP tiene más de una causa. Se deja el acrónimo en inglés en negrita con su traducción al
castellano en letra común
Alteraciones de la conciencia ‡ 513

rrollen dicho trastorno y son evaluables usando nentes en su estado de basal, el nuevo estado
el CAM-ICU. En algunos casos, la depresión basal al momento de la evaluación es el que
podría manifestarse de una forma que ocasione debe tomarse en cuenta para las evaluacio-
un resultado falso positivo en el CAM-ICU. En nes subsiguientes. Determinar el estado basal
general, este tipo de discrepancia involucraría puede ser difícil en estos pacientes debido a
la evaluación por un psiquiatra. En la mayoría OD GL¿FXOWDG LQKHUHQWH SDUD GLVWLQJXLU HO GH-
de las circunstancias, un paciente deprimido lirio del nuevo estado basal. En la práctica,
que se encuentra positivo en el CAM-ICU se es mucho más fácil cumplir el Criterio 1 en
considera también con delirio. dicha situación documentando ÀXFWXDFLRQHV
en el estado mental.
¢6HWLHQHTXHOOHYDUDFDEROD(YDOXDFLyQGH
&XDWUR3DVRVVLHPSUHHQHOPLVPRRUGHQ" ¢&yPRGLIHUHQFLDXVWHGVLODGL¿FXOWDGSDUD
Cuando se piensa en implementar el CAM- HQWHQGHUXQDRUGHQHVGHELGDDXQWUDVWRUQR
ICU en la práctica clínica o para propósitos GHODDWHQFLyQRDXQSHQVDPLHQWRGHVRUJD
de investigación, es importante considerar QL]DGR H LQFDSDFLGDG SDUD FRPSUHQGHU OD
que muchos de sus componentes son simi- RUGHQHQHOSURFHVRGHGLVWLQJXLUORVVtQWR
lares a métodos menos formales de evalua- PDVGHGHPHQFLDGHORVGHOGHOLULXP"
ción que son frecuentemente utilizados en la Al inicio de la evaluación de inatención, el
práctica (por ejemplo, el personal siempre examinador establece si el paciente puede o
lleva a cabo la evaluación del primer criterio no seguir las más simples señales de Vt o QR
a través de las escalas de sedación necesarias con la cabeza o con un apretón de manos. Si
para determinar el estado neurológico). Una el paciente puede, se recaban los datos por la
revisión completa de los componentes de la cantidad de respuestas correctas a los dibu-
HYDOXDFLyQGHUXWLQDD\XGDUiDLGHQWL¿FDUTXp jos y letras del ASE visual y auditivo. Si el
criterios del CAM-ICU ya han sido tomados paciente puede llevar a cabo aún las órdenes
en cuenta. más sencillas, entonces se considera positivo
Una revisión completa de su práctica ac- para el Criterio 2 (inatención) si el puntaje es
WXDO HQ OD 87, D\XGDUi D PRGL¿FDU DOJXQRV menor a 8 respuestas correctas en el ASE. Po-
componentes de la evaluación de rutina para dría darse que algún elemento de desorgani-
LGHQWL¿FDU DSURSLDGDPHQWH HO GHOLULR 5HFR- zación del pensamiento pueda estar presente
mendamos incorporar las herramientas de WDPELpQ\VHORFDOL¿FDUtDHQHO&ULWHULR
evaluación del CAM-ICU en el examen de
rutina. Los datos aislados pueden obtenerse Cuando los pacientes están muy letárgicos,
a través de la evaluación de rutina y ser pro- en estupor o en coma, los componentes del
cesados con el algoritmo del CAM-ICU para ASE pueden ser imposibles de aplicar. Si us-
GH¿QLUODSUHVHQFLDRDXVHQFLDGHGHOLULR ted no puede aplicar el test, ¢FXiO VHUtD OD
FRQFOXVLyQHQFXDQWRDOGHOLULR", ¢HVWiSUH
¢8VD XVWHG HO PLVPR HVWDGR GH EDVDO GHO VHQWHDXVHQWHRQRHVDSOLFDEOH"
SDFLHQWH SDUD HYDOXDFLRQHV VXFHVLYDV GHO El enfoque en dos pasos para aplicar el
&$0,&8" Sí. &$0,&8 WLHQH HQ FXHQWD XQ ¿OWUR SDUD OD
mayoría de pacientes que no se pueden co-
¢4Xp KDUtD XVWHG VL HO SDFLHQWH KD WHQLGR municar con el evaluador. Los pacientes no
FDPELRVSHUPDQHQWHVHQVXHVWDGRGHEDVDO aptos para el Paso Dos (por ejemplo, aquellos
D OR ODUJR GH OD KRVSLWDOL]DFLyQ SRU HMHP en un nivel de sedación de RASS 4 ó 5) no
SOR SRU XQD HQIHUPHGDG FHUHEURYDVFXODU deben ser evaluados con el resto del protocolo
(&9 "¢6HUiHOHVWDGREDVDOHQHOPRPHQWR CAM-ICU, por lo tanto, en aquellos pacientes
GHODHYDOXDFLyQHOTXHVHDWHQLGRHQFXHQWD que llegan al Paso Dos y logran abrir los ojos
SDUDHO&$0,&8" con estimulación verbal, la incapacidad para
Si un paciente ha tenido cambios perma- llevar a cabo y/o completar los componentes
514 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

de la ASE es atribuible a inatención. Estos zarse analizando los factores de riesgo. Tanto
SDFLHQWHV WLHQHQ GL¿FXOWDG SDUD FRQGXFLU VXV la prevención como el tratamiento deben en-
pensamientos (por cualquier razón). focarse en la minimización y/o eliminación de
Un puntaje de RASS de 3 parece estar en una los factores predisponentes y precipitantes. El
zona gris. Algunos pacientes en este estado objetivo terapéutico es la mejoría del estado
pueden comunicarse en algún grado, mientras cognitivo del paciente y la reducción de las
que otros solamente abren sus ojos sin mayor posibilidades de aspiración, inmovilización
interacción adicional. Hemos ubicado el punto prolongada, aumento de la estadía en UTI, in-
de corte para los dos pasos en un RASS entre ternación en nivel terciario y muerte.
3 y 4, ya que algunos pacientes que están en
RASS 3 pueden ser evaluados íntegramente. 9.2.5.1 Tratamiento
no farmacológico
Si el paciente responde a las cuatro pregun- Si bien no hay estudios clínicos en UTI, los
tas correctamente: ¢SURVHJXLUtD XVWHG HQ OD datos de los realizados en otras especialida-
HYDOXDFLyQGHODVyUGHQHV" des se focalizan en la reducción de los fac-
Aconsejamos a quienes usan el CAM-ICU tores de riesgo. Estas estrategias incluyen
formular todas las preguntas y órdenes. Termi- la reorientación repetida de los pacientes, la
nar con las preguntas (aun si el paciente puntea realización de estimulación cognitiva varias
100%), ya que existe la probabilidad de que el veces al día, el desarrollo de protocolos de
paciente haya adivinado correctamente las cua- sueño no farmacológico (permitir silencio y
tro. El conjunto de preguntas y órdenes da al oscuridad en determinadas horas), moviliza-
FOtQLFRPiVGDWRVFRQORVFXDOHVGH¿QLUODSUH- ción activa con ejercitación motora, remo-
sencia o ausencia de desorganización del pen- ción periódica de las sujeciones, permitir la
samiento. Si el paciente responde todas las pre- utilización de lentes y audífonos, evitar tapo-
guntas correctamente pero el evaluador siente nes de cera, corrección de la deshidratación,
que el paciente respondió VtQR al azar y acertó, utilización de un protocolo personalizado de
HOGHVHPSHxRFRQODVyUGHQHVSXHGHFRQ¿UPDU analgesia, y disminución de los ruidos y estí-
o descartar la presunción del clínico. mulos no necesarios.
Esta es un área muy importante para desa-
El criterio 4, ¢HVSRVLWLYRHQFDVRGHFRPD" rrollar investigaciones clínicas en UTI.
Aunque los pacientes comatosos son téc-
nicamente positivos en el CAM, el coma no 9.2.5.2 Tratamiento
es considerado delirio. Sin embargo, un pa- farmacológico
ciente con delirio puede haber estado recien- El primer paso en el tratamiento del GHOLULXP es
WHPHQWHHQFRPDLQGLFDQGRXQDÀXFWXDFLyQ ODLGHQWL¿FDFLyQGHODPHGLFDFLyQDFWXDOGHOHQ-
en el estado mental. Los pacientes comatosos fermo porque algunas drogas pueden causarlo o
con frecuencia, aunque no siempre, pasan a exacerbarlo, especialmente las utilizadas para la
través de un período de delirio antes de recu- sedación y analgesia. La administración inicial
perar su estado mental basal. (O&ULWHULRHV de anticolinérgicos (difenhidramina, prometazi-
SRVLWLYRSDUDFXDOTXLHUSDFLHQWHFRQXQQLYHO na), opiáceos o benzodiacepinas, en el tratamien-
GH5$66GLVWLQWRD0. to del GHOLULXP puede producir un HPSHRUDPLHQ
WRVLQWRPiWLFRSDUDGyMLFR debido a la alteración
en la percepción sensorial producida por éstos.
9.2.5. Tratamiento
Las drogas anticolinérgicas son usadas con fre-
del delirium
cuencia por los intensivistas con la idea de no
El paso más importante para el control del deprimir la respiración, obviando que muchas
GHOLULXP es su reconocimiento temprano. Una veces pueden desencadenar el GHOLULXP.
vez diagnosticado, el esfuerzo se debe centrar La SCCM y la Asociación Americana de Psi-
HQLGHQWL¿FDUODetiología, lo que puede reali- quiatría recomiendan el haloperidol para el tra-
Alteraciones de la conciencia ‡ 515

tamiento del GHOLULXP, basados en datos de estu- compatible con demencia leve a moderada. Los
dios no aleatorizados y reportes anecdóticos. El pacientes con ARDS son los de mayor preva-
haloperidol es un antagonista de los receptores lencia con tasas de deterioro, de hasta el 80%.
de dopamina que actúa inhibiendo la neurotrans- (VWDVGL¿FXOWDGHVVHH[SUHVDQHQODViUHDVGH
misión dopaminérgica, mejorando la sintoma- atención y concentración, función ejecutiva
tología de alucinaciones, agitación y conducta (planeamiento y organización), memoria de
combativa, con cierto efecto sedante y ausencia corto plazo, verbal y visual, velocidad de pro-
de depresión respiratoria. Sus efectos adversos cesamiento y construcción visuoespacial. En
incluyen la prolongación del QT, arritmias y de- el PXQGRUHDOHVWRVGp¿FLWJHQHUDQSUREOHPDV
sarrollo de fenómenos extrapiramidales. para retornar al trabajo, controlar el dinero, en-
Una aproximación utilizada por nosotros es la contrar el auto en el estacionamiento o seguir las
dosis de titulación propuesta por Tesar y col.: 5 indicaciones de una simple receta de cocina.
mg en bolo IV y evaluar el paciente a los 20’; La génesis de estas alteraciones parece estar
en caso de persistir la excitación, duplicar la relacionada con diversos factores como GHOL
dosis cada 20’ hasta lograr la desaparición de rium, hipoxemia, edad avanzada, bajo nivel de
los síntomas y mantener la dosis útil en bolos HGXFDFLyQ RFXUUHQFLD GH GDxR LQÀDPDWRULR \
FDGDKV7HVDUUH¿HUHGRVLVPi[LPDVGHKDVWD coagulopatías durante enfermedades como la
900 mg/día, mientras que Mehager sugiere no sepsis severa, o los efectos tóxicos de las im-
pasar de 100 mg/día. Una vez que se ha logrado portantes dosis de sedantes y analgésicos sumi-
calmar la agitación y conducta combativa, se nistrados por tiempo prolongado.
recomienda agregar lorazepam en dosis de 2 a Otras alteraciones de importancia son la de-
4 mg cada 6 hs como coadyuvante. presión y el trastorno de estrés postraumático
Este esquema ha sido utilizado por nosotros (PTSD). La primera ocurre en el 30% de los
en 467 pacientes de los cuales sólo tres presen- sobrevivientes, mientras que la segunda oscila
taron signos extrapiramidales y ninguno desa- entre el 15 y 40%, según los diferentes estudios.
rrolló síndrome neuroléptico maligno. La combinación de cuadros psiquiátricos
Los llamados QHXUROpSWLFRV DWtSLFRV (rispe- con deterioro cognitivo determina una pobre
ridona, quetiapina, olanzapina, zipracidona) calidad de vida.
tienen la ventaja de no presentar tantos efectos
adversos extrapiramidales, por lo que serían los
9.2.7. Conclusiones
candidatos para el tratamiento de las formas
hipo o hiperactivas del GHOLULXP. Desafortuna- El GHOLULXP ha demostrado ser un factor de pre-
damente no están disponibles por vía parente- dicción independiente del aumento de la esta-
ral. En nuestra práctica utilizamos risperidona día en la UTI y en el hospital, así como de la
en dosis crecientes de hasta 6 mg/día para des- mortalidad a los seis meses y de secuelas neu-
tetar al paciente del haloperidol. ropsicológicas que afectan la calidad de vida.
Es perentoria la realización de estudios alea- Es una entidad frecuentemente olvidada por
WRUL]DGRVSDUDLGHQWL¿FDUODPHMRUGURJDSDUDHO el intensivista, lo que limita su diagnóstico y,
tratamiento del GHOLULXP. en consecuencia, las posibilidades terapéuticas.
Por esta razón sería importante que la evalua-
ción rutinaria del GHOLULXP formara parte del
9.2.6. Deterioro cognitivo
examen clínico en la UTI, ya que no lleva más
posterior al delirium
de cinco minutos. Las herramientas presenta-
Investigaciones recientes han demostrado la das en este capítulo permiten realizarla.
presencia de deterioro cognitivo en muchos pa- Nuestra intención es lograr atraer la atención
cientes internados en UTI por tiempo prolonga- de los intensivistas hacia esta entidad que ofre-
GR6LELHQODVHVWLPDFLRQHVGL¿HUHQSDUHFHUtD ce amplias posibilidades para investigación clí-
que uno de cada tres sobrevivientes a una en- nica, farmacológica y no farmacológica, sobre
fermedad crítica va a experimentar un deterioro todo en el campo de la prevención.
516 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

9.3. Estado de mal epiléptico


Mónica Quinteros
Alejandro Hlavnika

9.3.1. Introducción Walker M. “Status epilepticus: an evidence


based guide”. En: %0- 2005;331:673-677
El HVWDGRGHPDOHSLOpSWLFR (EME) o status Rossetti A., Logroscino G. “Refractory status
epiléptico se asocia a una alta morbimortali- epilepticus: effect of treatment aggressiveness
dad relacionada con la enfermedad de base. on prognosis”. En: $UFKQHXURO 2005; 62:1698-
La probabilidad de que una convulsión evo- 702
lucione a EME es muy baja y se relaciona &RFKUDQH 'DWDEDVH RI 6\VWHPDWLF 5HYLHZV
en forma directa con la duración del cuadro Anticonvulsant therapy for status epilepticus.
convulsivo, por lo cual es muy importante el 2005
reconocimiento temprano y un tratamiento Treiman D.M.,Walker M.C. “Treatment of
sin demoras. seizure emergencies: Convulsive and non con-
La incidencia anual varía entre 10 y 60 por vulsive status epilepticus”. En: (SLOHSV\ 5H
100 000, el 3,6 al 6,6 por 100 000 para la VHDUFK 2006;68S:S77-S82
forma convulsiva y entre un 2,6 y un 7,8 por Minicucci F., Bellini A. “Status epilepticus”.
100 000 para la no convulsiva. A mayor nivel En: 1HXURO6FL 2006;27:S52-S54
de pobreza, mayor incidencia de EME. Rossetti A., Logroscino J.C. “A clinical score
La mortalidad inmediata es del 20% y las for prognosis of status epilepticus in adults”.
secuelas cognitivas superan el 40%. En: 1HXURORJ\ 2006;1736-1738
El propósito de este capítulo es el de brindar Misra U.K., Kalita J. “Sodium valproate vs
LQIRUPDFLyQDFHUFDGHOPHFDQLVPRODFODVL¿- phenytoin in status epilepticus:A pilot study”.
cación y el tratamiento basado en la evidencia. En: 1HXURORJ\ 2006;67:340-342
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epilepticus”. En: &KHVW 2004;126:582-591 fallo de los mecanismos involucrados en la
Alteraciones de la conciencia ‡ 517

¿QDOL]DFLyQGHODVFRQYXOVLRQHVGHELGRDXQD QD WHR¿OLQD FRFDtQD²   DOWHUDFLRQHV


reducción de la inhibición asociada a una ex- metabólico-electrolíticas (14%), infecciones
citación neuronal persistente y excesiva. Esto del sistema nervioso central (SNC) (9%), tu-
estaría implicado en la iniciación y propaga- mores del SNC (7%), traumatismo de cráneo
ción de la alteración eléctrica en el EME. (10%) y ataque cerebrovascular (10%).
El ácido gama-amino-butírico (GABA) es La descarga de catecolaminas durante la
un neurotransmisor inhibitorio del SNC y convulsión parece ser la responsable de las
responsable de concluir las convulsiones. Es manifestaciones y complicaciones sistémi-
liberado por neuronas gabaérgicas y se liga cas del EME. Inicialmente se acompaña de
a varios tipos receptores. Estos receptores se taquicardia, hipertensión arterial, arritmias
XQHQDOLyQFORUR\FRQWLHQHQVLWLRVHVSHFt¿- e hiperglucemia. La temperatura corporal
cos para el GABA y otros reguladores como puede estar elevada en forma secundaria a
barbitúricos, benzodiacepinas y agentes la contracción muscular y la acidosis láctica
anestésicos. La activación de los receptores es común. El consumo metabólico de oxígeno
del NMetil DAspartato (NDMA) por el glu- cerebral puede estar preservado o aumentado.
tamato sería la responsable de la propagación Las complicaciones sistémicas durante el
de la actividad convulsiva. Esta activación status epiléptico se detallan en la 7DEOD.
aumentaría la concentración de calcio intra-
celular provocando lesión celular.
9.3.4. Definiciones
Las convulsiones causan pérdida neuronal
en regiones vulnerables del cerebro como el Según la Liga Internacional contra la Epilep-
hipocampo, tálamo y corteza. sia, el EME es una convulsión que:
Es importante destacar que el daño neuro- a. persiste durante más de treinta minutos
nal se relaciona con la duración de las con- b. se repite frecuentemente sin recuperación
vulsiones. La refractariedad a los tratamien- de la conciencia entre los ataques
tos habituales se debe a alteraciones de los
receptores gabaérgicos en el hipocampo y Algunos autores proponen acortar el tiem-
la perpetuidad en el tiempo obedece a la es- SRHQODGH¿QLFLyQDPLQXWRV\VXJLHUHQ
timulación sostenida de los receptores para que el episodio convulsivo debe tratarse in-
NMDA. mediatamente, sin demoras, debido a que el
Como consecuencia, la actividad convulsi- pronóstico se relaciona con la duración y la
va sostenida lleva al desarrollo de esclerosis respuesta al tratamiento.
PHVLDOWHPSRUDO\DWUR¿DFHUHEUDO De acuerdo a Shorvon, el EME pasa por di-
Las causas más comunes de EME pueden ferentes fases:
resumirse en tratamiento subóptimo de pa- 1. Fase premonitoria. Se ve en pacientes epi-
cientes epilépticos (50%), ingesta de alcohol lépticos, presentan una serie de síntomas
(14%), toxicidad por drogas —cefalospori- que ellos y sus familiares ya conocen
QDV SHQLFLOLQDV FLSURÀR[DFLQD FLFORVSRUL- 2. Estado epiléptico temprano. Comprende

Metabólicas Renal Cardiorespiratoria Autonómicas Osteoarticulares


Acidosis láctica ,QVX¿FLHQFLDUHQDODJXGD Hipoxia Hipertermia Aplastamientos
vertebrales
Hiponatremia Por rabdomiolisis Neumonía aspirativa Incontinencia Fracturas costales
HV¿QWHULDQD
Hiperpotasemia Por mioglobinuria Arritmias Vómitos Avulsiones
Hiperglucemia Edema pulmonar Fallo en Fractura-dislocación
neurogénico autorregulación posterior del
cerebral húmero
Hipoglucemia Leucocitosis
Tabla 1: Complicaciones sistémicas del EME
518 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

los primeros 30 minutos del inicio de las Desde la fase II el daño cerebral se inicia
convulsiones por disminución del aporte de glucosa,
3. Estado epiléptico establecido. Cuando las oxígeno y liberación de agentes neuro-
convulsiones duran más de 30 minutos tóxicos (glutamato, agonistas NMDA,
4. Estado epiléptico refractario. Es aquel radicales libres, ácidos grasos).
donde las convulsiones duran más de
60/90 minutos y/o no responden a los fár- b. (0(&3DUFLDO
macos de primera y segunda línea La actividad convulsiva se inicia y se man-
tiene localizada en un grupo muscular. Pue-
(O(0(VHKDFODVL¿FDGR GHDFXHUGRDOWLSR de tratarse de una epilepsia parcial continua
de crisis) en estado de PDOHSLOpSWLFRFRQYXO limitada a una extremidad o a un hemicuer-
VLYR (EMEC) y estado de PDOHSLOpSWLFRQR po. Las lesiones que produce este cuadro
FRQYXOVLYR (EMENC). pueden ser focales o difusas. Son resisten-
tes al tratamiento médico. Un caso particu-
1. Estado de mal epiléptico convulsivo lar es el EME hemiconvulsivo, que ocurre
El EMEC es uno de los más serios y fácil- en la infancia, limitado a un hemicuerpo, en
mente reconocidos tipos de EME. Se carac- general con compromiso del estado de con-
teriza por pérdida de la conciencia, convul- ciencia.
siones recurrentes o continuas, y una activi-
dad ictal en el EEG. 2. Estado de mal epiléptico no convulsivo
3XHGHFODVL¿FDUVHHQJHQHUDOL]DGRSDUFLDO El (0(1&VHSXHGHFODVL¿FDUHQJHQHUDOL]DGR
de inicio focal o de inicio generalizado. (ausencias) o parcial (crisis parciales comple-
a. (0(&*HQHUDOL]DGR jas), y en idiopático o secundario.
Es una convulsión generalizada con pér- a. (0(1&*HQHUDOL]DGR
dida de la conciencia. Es importante des- (VWDGRGHDXVHQFLDWtSLFD se caracteriza
tacar que el 70% de los pacientes con por la alteración del estado de conciencia
EMEGC tiene manifestaciones clínicas con o sin automatismos. Se ve en niños y
evidentes, pero el 30% restante puede en epilépticos conocidos, con un patrón
presentarse con una actividad convulsiva HOHFWURHQFHIDORJUi¿FR ((*  GH SXQWD
sutil que se caracteriza por una alteración onda de 3,4 Hz.
de la conciencia persistente una vez que (VWDGRGHDXVHQFLDDWtSLFD: se diferencia
OD FRQYXOVLyQ WyQLFRFOyQLFD KD ¿QDOL]D- del anterior por el EEG, donde en éste
do o por movimientos rítmicos continuos presenta patrón de punta onda lento de
faciales, focales en el tronco o en extre- 1,5-2,5 Hz.
midades, con un EEG anormal. Algunos (VWDGRGHPDOGXUDQWHHOVXHxR puede pre-
autores consideran a esta entidad como sentarse en ancianos o adultos, en relación
un EMENC, mientras que otros la tratan con una afección metabólica o tóxica.
como un EMEC.
 'HDFXHUGRDODFRQYXOVLyQVHLGHQWL¿FDQORV b. (0(1&3DUFLDO
tipos tónico-clónico, focal y mioclónico. 3DUFLDOFRPSOHMR caracterizado por altera-
Se pueden distinguir cuatro fases: ción del nivel de conciencia, con una activi-
)DVH 0RWRUD , (0-30 minutos): con- dad EEG focal o regional, con una duración
vulsiva generalizada de 30 minutos. Puede asociarse a automa-
)DVH 0RWRUD ,, (30-60 minutos): re- tismos o disautonomía. Las manifestacio-
ducción de la actividad motora nes clínicas son diversas, desde alteración
)DVH(OpFWULFD (>60 minutos): disocia- del comportamiento y pensamiento, hasta
ción electromecánica afasia o apraxia.
)DVH 6LVWpPLFD (>60 minutos): edema (VWDGRGHPDOSDUFLDOVLPSOH es infrecuen-
pulmonar, leucocitosis, hipertermia te. Consiste en un grupo de manifestacio-
Alteraciones de la conciencia ‡ 519

nes neurológicas sin alteración del estado 9.3.5. Diagnóstico


de conciencia. Puede comprender una ac-
tividad motora, sensorial, autonómica, o El diagnóstico del EME comprende el exa-
psíquica (nistagmo, contracción facial, con- men neurológico y el electroencéfalograma
tracción unilateral de miembros, sensación (EEG).
de quemazón, alteración de la sensibilidad En ciertas situaciones puede ser difícil de
en una parte del cuerpo, sudoración, saliva- reconocer (por ejemplo, en pacientes en
ción, dilatación pupilar, alucinaciones, ilu- coma). En este caso el EEG representa la
siones, etc.) herramienta más útil para el diagnóstico, la
El EEG varía desde un patrón normal has- monitorización y la respuesta al tratamiento.
ta la combinación de diferentes patentes. Como hemos visto, el EMEC generalizado
El ejemplo típico es la epilepsia parcial se presenta con una actividad rítmica tónico-
continua, que puede durar días, meses y clónica o con alteración del estado de con-
años. Las etiologías más frecuentes son ciencia. Raramente puede presentarse como
la encefalitis, hiperglucemia no cetósica una convulsión tónica persistente. Las postu-
y neoplasias. UDVGHÀH[LyQRH[WHQVLyQUHSHWLWLYDVUiSLGDV
pueden ser confundidas con actividad con-
3. Estado de Mal Epiléptico Refractario vulsiva (crisis diencefálicas).
(EMER)
En un 30 % al 42% de los casos el estado de Estudios de laboratorio
mal no se logra controlar con la medicación La información clínica es muy importante
habitual. Se considera EMER cuando fallan para solicitar las pruebas de laboratorio.
los tratamientos estándares para controlar las Determinación inmediata de glucemia e io-
convulsiones (de primera línea, benzodiace- nograma (descartar hiponatretemia).
pinas) o de segunda línea (fenitoína, fosfeni- Dosaje de calcio iónico, ya que si bien la
toína, fenobarbital). Presenta una mortalidad hipocalcemia es una causa poco frecuente
del 16-22%. de convulsiones debe ser tenida en cuenta en
La etiología se resume en la 7DEOD. portadores de neoplasias.
Dosaje de drogas anticonvulsivantes en pa-
cientes epilépticos.
Infecciones SNC
Hemograma, hepatograma, función renal,
Fiebre
amilasa (la pancreatitis puede desencadenar
Tumores SNC: carcinomatosis meníngea
EME).
Alteraciones metabólicas (electrolíticas,
Descartar tóxicos (anticolinérgicos, antide-
sepsis, uremia)
presivos, barbitúricos, benzodiacepinas, mo-
ACV
nóxido de carbono, cocaína, cianuro, antide-
TEC
Terrorismo químico y biológico
presivos cíclicos, síndromes de abstinencia).
Drogas (cefalosporinas, macrólidos,
La determinación de gases en sangre es
FLSURÀR[DFLQD importante para monitorizar la oxigenación
Acción proconvulsivante de ciertos y la ventilación, así como para diagnosticar
anticonvulsivantes (tiagabide) la acidosis metabólica producida por la con-
Desórdenes paraneoplásicos tracción muscular y la rabdomiolisis.
Alteraciones genéticas Respecto del diagnóstico por imágenes, se
Rodenticidas debe solicitar una tomografía computada sin
Dependencia a la piridoxina en adultos contraste para descartar hemorragias o masas
Fallo hepático intracerebrales.
Mala FRPSOLDQFH a medicación La resonancia magnética no está indicada
antiepiléptica como primer estudio en el EME. Ofrece me-
Tabla 2: Etiología del EMER jor detalle anatómico, pero se requiere de un
520 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

tiempo prolongado de estudio y disponibili- El tratamiento farmacológico debe ir acom-


dad. En la mayoría de las veces el paciente pañado indefectiblemente de un manejo in-
debe ser sometido a anestesia con intubación tegral que comprende el ABC de la reanima-
para obtener una mejor imagen. Se pueden ción (vía aérea, respiración y circulación) y
observar imágenes hiperintensas en hipo- la rutina de laboratorio, incluyendo test de
campo y amígdala, provocadas por el EME. embarazo en la mujer en edad reproductiva.
El SPECT puede demostrar áreas de au- Si no puede colocarse un acceso venoso, algunas
mento de la perfusión durante el EME, que drogas —como las benzodiacepinas— se pueden
SXHGHQSHUVLVWLUSRUVHPDQDVOXHJRGH¿QD- administrar por vía sublingual o transrectal.
lizadas las convulsiones. Puede ser útil en el El tratamiento debe ser rápido y agresivo.
diagnóstico cuando el EEG es inequívoco. En la )LJXUDse establece un algoritmo de
El EEG puede revelar actividad epileptifor- acuerdo a las evidencias disponibles.
me en ausencia de EME, una amplia gama El tratamiento de primera línea son las ben-
de medicación puede producir espigas o po- zodiacepinas. Su acción es la de aumentar
liespigas que aparecen en forma bisincrónica la conductancia al cloro en los receptores
espontánea o como respuesta fotoparoxísti- GABA y de esta manera disminuir la excita-
ca. Las drogas capaces de producir esta pa- bilidad neuronal. (&ODVH,,)
tente son litio, fenotiazinas, inhibidores de
la recaptación de serotonina, antidepresivos /RUD]HSDP. El efecto máximo lo alcanza a
tricíclicos. La suspensión de alcohol o ben- los dos minutos desde la inyección. La ventaja
zodiacepina también puede producir paroxis- de esta droga es que se distribuye menos en el
mos, espigas o poliespigas, o respuesta foto- tejido graso, con lo que la vida media es de 4 a
paroxística. 6 hs. (&ODVH,%UHFRPHQGDFLyQWLSR$)
La disminución de la concentración de dro- Dosis: 0,05 a 0,1 mg/kg intravenosos
gas antiepilépticas puede aumentar las espi- Es importante tener en cuenta que el loraze-
gas o las ondas focales. pam requiere estar refrigerado para no perder
La mayoría de los agentes anestésicos produ- su acción.
ce cambios en el EEG. Los barbitúricos y una 'LD]HSDP. Posee alta solubilidad, cruza rá-
gran proporción de los agentes inductores no pidamente la BHE, lo que asegura un efec-
barbitúricos como el propofol o el midazolam, to inmediato a los 10-20 segundos luego de
pueden producir un incremento en la actividad la administración; la concentración en SNC
beta con pérdida del ritmo alfa. Al aumentar llega a la mitad de su valor máximo a los 3
la dosis la actividad EEG disminuye y se in- minutos, pero debido a su gran distribución
crementa la amplitud, con dosis aún más altas en el tejido adiposo la duración de la acción
puede aparecer una patente de EXUVWVXSUHVVLRQ anticonvulsivante es menor a 20 minutos.
(supresión de paroxismos) e inclusive se puede
llegar a la inactividad eléctrica cerebral.
La patente de EXUVWVXSUHVVLRQ consiste en
la aparición de ondas puntiagudas e irregula-
res, de gran amplitud, seguidas por períodos
de 2 a 10 segundos de inactividad eléctrica,
como se ve en la )LJXUD.

9.3.6. Tratamiento
/D WHUDSpXWLFD GHEH RULHQWDUVH D ¿QDOL]DU OD
convulsión, prevenir la recurrencia, controlar
los factores desencadenantes y las complica-
ciones inherentes al EME. Figura 1: Patente de EXUVWVXSUHVVLRQ
Alteraciones de la conciencia ‡ 521

Dosis: 0,1-0,3 mg/kg ev %DUELW~ULFRV


Tanto el lorazepan como el diazepam se indi- 6H OLJDQ DO UHFHSWRU *$%$ DPSOL¿FDQGR OD
FDQFRQHO¿QGHWHUPLQDUFRQODFRQYXOVLyQ acción del GABA y manteniendo abiertos los
canales de cloro. Esto produce hiperpolariza-
Paralelamente iniciamos infusión de carga ción neuronal.
con fenitoína (difenilhidantoína) o fosfofeni- 3HQWREDUELWDO Es un barbitúrico con un co-
toína para prevenir la recurrencia en las dosis mienzo de acción después de 15-20 minutos,
GHPJNJGLOXLGDHQVROXFLyQ¿VLROyJLFD con una vida media de 15 -60 hs dosis de car-
a una velocidad de infusión 50 mg/min para ga: 10 a 20 mg/kg y la tasa de infusión es de
la fenitoína y 150 mg/min fosfenitoína. (&OD 100 mg/minuto.
VH,UHFRPHQGDFLyQWLSR$) Mantenimiento: 0,5 a 3 mg/kg/h. La dosis
Si el paciente sigue convulsivando se puede VHUiODQHFHVDULDSDUD¿QDOL]DUHOVWDWXV
repetir una dosis de 5 a 10 mg/kg de enitoína Produce inestabilidad hemodinámica. Se
o fosfofenitoína (&ODVH ,,, UHFRPHQGDFLyQ sugiere colocar un catéter en la arteria pul-
WLSR&) hasta 30 mg/kg. (&ODVH,9UHFRPHQ monar a aquellos pacientes que necesiten al-
GDFLyQWLSR&) tas dosis, para optimizar sus parámetros.
Si por algún motivo está contraindicada la 7LRSHQWDO. La vida media es corta pero pre-
fenitoína se puede emplear fenobarbital en senta metabolitos activos (pentobarbital)
dosis de 10-20 mg /kg EV (&ODVH,UHFRPHQ que se acumulan en las infusiones prolonga-
GDFLyQWLSR$) o valproato sódico en dosis de das. Tiene efecto inmunosupresor sobre los
15 mg/kg seguido de 1-2 mg/kg/h en infusión QHXWUy¿ORV\HODFODUDPLHQWRPXFRFLOLDU/D
continua. (&ODVH,,,UHFRPHQGDFLyQWLSR&) abolición de la respuesta motora y la arrec-
Si no hay respuesta a estas dos líneas de tividad pulilar son secundarios a una dismi-
drogas se debe considerar que el paciente nución en la depuración de la droga y a una
está en EMER. alta concentración plasmática. Es importante
En ese momento se debe realizar intubación el dosaje plasmático para evaluar si el estado
orotraqueal y comenzar con alguna de las si- neurológico se debe al efecto residual del tio-
guientes drogas: pental o al cuadro clínico.
0LGD]RODP Dosis: Bolo de 5-7 mg/kg. Luego bolos de
Es una benzodiacepina de acción rápida, solu- 50 mg/2 a 3 minutos hasta controlar la con-
ble en agua, con una vida media de 1,2 a 12,3 vulsión patrón EEG de EXUVWVXSUHVLyQ
hs. Tiene un metabolito activo resultante de su Dosis de carga total: hasta 10 mg/kg
metabolismo hepático, que se elimina por el ri- Mantenimiento: 3-5 mg./kg/h por 12 a 48 hs
xyQ3UHVHQWDWDTXL¿OD[LDOXHJRGHDKVGH 3URSRIRO (2,6 diisopropilfenol). Es un com-
infusión y esto obliga a aumentar la dosis para puesto fenólico altamente lipofílico con un
mantener el control de la actividad convulsiva. gran volumen de ditribución. Es un agente
Al igual que el lorazepam y el diazepam, de acción rápida. Tiene una vida media cor-
el midazolam es tan efectivo como ellos en ta, puede inducir excitación del SNC y puede
terminar las convulsiones en menos de 1 mi- ser proconvulsivante.
nuto. La ventaja del midazolam es que puede Se metaboliza por conjugacion; glucuróni-
ser administrado en infusión continua para co. No se acumula. No se ajusta la dosis en la
tratar el SER debido a que produce menos enfermedad hepática o renal. Todos los datos
inestabilidad hemodinámica. (Clase IV) disponibles del uso del propofol en el EMER
En el EEG produce un patrón de supresión son estudios retrospectivos.
convulsiva. El propofol en altas dosis debe ser utilizado
Dosis inicial: 0,1 a 0,2 mg/kg EV, en bolo, por períodos cortos no mayores a 48 hs. Es im-
seguido de infusión continua: 0,05 a 0,4 mg/ portante el monitoreo EEG cuando se comien-
kg/h. La dosis de carga puede realizarse tam- za a disminuir la dosis, para poder detectar sig-
bién por vía IM, oral o rectal (5-10 mg) nos de recaída de la actividad epiléptica.
522 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

La dosis máxima permitida para los pacien- ne que ver poco con su rol anticonvulsivante.
tes sedados no en EMER es de 4 mg/kg/h du- Su mecanismo de acción es de bloqueo de los
rante un tiempo no mayor de 48 hs. canales de Na dependientes de voltaje, poten-
La dosis en el estudio de Claassen fue 2-5 ciación del GABA mediante neurotransmiso-
mg/kg como carga y hasta 5mg/kg /h en infu- res, antagonismo de los receptores de gluta-
sión continua. En el estudio de Ikka la dosis mato. Es rápidamente absorbido luego de la
empleada para el EMER durante las primeras ingesta oral con un pico del 90% a la hora,
24 hs fue de 4,6 a 15 mg/kg/h. VH H[FUHWD VLQ PRGL¿FDFLRQHV SRU OD RULQD \
El síndrome de infusión de propofol es una tiene una vida media de 20 hs. La sobredosis
complicación que se caracteriza por fallo car- puede producir acidosis metabólica con GAP
díaco, rabdomiólisis, acidosis metabólica e normal. (&ODVH,9)
LQVX¿FLHQFLDUHQDO .HWDPLQD. Debido a su propiedad simpáti-
Existe otro protocolo en el cual se inicia con co-mimética es importante tenerla en cuenta
un bolo de 2-3 mg/kg y bolos de 1-2 mg/kg debido a que la mayoría de las drogas anti-
cada 3-5 minutos hasta conseguir la patente convulsivantes por vía parenteral son hipo-
EEG de EXUVWVXSUHVVLRQ. Luego se continúa tensoras.
con una infusión de de 4 mg/kg /h; si con esta
dosis se alcanza la EXUVW VXSUHVVLRQ se con- %ORTXHDQWHVGHORVFDQDOHVGHFDOFLR
tinúa igual; si no, se administran bolos de 1 La actividad epiléptica neuronal se relaciona
mg/kg y la tasa de infusión se incrementa con el fenómeno conocido como una explo-
de a 1mg/kg/h hasta una dosis máxima de10 sión interna mediada por el ingreso de calcio
mgr/kg/hora .Se continuará con esta dosis como primer mediador excitotóxico neuro-
hasta 12 hs posteriores de conseguir la EXUVW nal. La muerte celular por apoptosis como la
VXSUHVVLRQ, se disminuir la dosis en las 12 hs necrótica se asocia a la entrada de calcio ce-
siguientes c/3 hs un 20 % con EEG continuo. lular. La función del bloqueante cálcico sería
deprimir la despolarización neuronal.
Si con estas drogas el EMER persiste, exis- Los bloqueantes del calcio poseen una acti-
ten como alternativas: vidad anticonvulsivante y potencian la activi-
/HYRWLUDFHWDP. Aprobado por la FDA en dad de algunas drogas.
el tratamiento de la epilepsia parcial y gene- 9HUDSDPLOR
ralizada. No se metaboliza en el hígado, se Inhibidor de la glicoproteína P (localizada en
excreta por orina y menos del 10% se une a el endotelio) favoreciendo la penetración intra-
proteínas; su absorción no es afectada por los neuronal de drogas antiepilepticas, permitiendo
alimentos, tiene una vida media de 6-8 hs. Su mayores concentraciones.
mecanismo de acción anticonvulsivante se Dosis de carga de 3,125 mg EV, seguidos de
desconoce. Se postula que actuaría sobre los la administración oral de 120 mg/d. (&ODVH,9)
canales de Ca tipo N y disminuye el ingreso /LGRFDtQD
de K en las neuronas CA1 del hipocampo. Anestésico local, estabiliza la membrana neu-
Puede emplearse en etapas tempranas del ronal.
status refractario como tratamiento precoz Dosis de carga de 2,5 mg /kg bolo en 3 min
y no como adyuvante tardío, debido a que seguido de infusión 3 mg/kg/h. Produce depre-
cuanto más dure la convulsión mayor es la sión miocárdica y del sistema de conducción.
probabilidad de que evolucione a refractaria. No debe prolongarse más de 12 hs. Contrain-
El rango de dosis es de 300 hasta 6 000 mg/ dicada cuando hay mala función hepática.
d. (&ODVH,9) ,VRÀXRUDQR
7RSLUDPDWR. Es una droga nueva anticonvul- Anestésico volátil, produce estabilización
sivante parecida estructuralmente a la aceta- de la membrana y disminución del consumo
zolamida y posee un leve efecto inhibitorio metabólico de oxígeno por el cerebro.
sobre la anhidrasa carbónica. Esta acción tie- Dosis variable entre 0,8 a 3%.
Alteraciones de la conciencia ‡ 523

9.3.7. Conclusiones EMENC en los pacientes comatosos.


El EME ofrece un amplio campo de inves-
Está claro que el EME está íntimamente tigación, sobre todo en la búsqueda de las
relacionado con el control de las convul- mejores opciones farmacológicas para su
siones, por lo que se debe establecer un tratamiento, pero también para establecer su
protocolo escrito para realizarlo. En la Ta epidemiología concentrándose en la morta-
EOD  se resumen las principales eviden- lidad y en las secuelas, especialmente en el
cias en el tratamiento de las convulsiones área cognitiva.
agudas. Es importante tener una sistemática escrita
Es muy importante comenzar la monitorización disponible en la guardia y en la UTI, realzan-
EEG continua en la UTI, como lo demuestra la do el valor de cronometrar los tiempos desde
creciente información acerca de la incidencia de el inicio.

2EPETICI˜NOPERSISTENCIADELAS
CRISISEPIL£PTICAS MINSIN
RECUPERACI˜NDELACONCIENCIA

#ONVULSIVO 3TATUSEPIL£PTICO .OCONVULSIVO

#ONVULSI˜NT˜NICO CL˜NICA !"# 3INCONVULSIONES


GENERALIZADA MANIFIESTAS
%%'DESCARGASBILATERALES !DMINISTRARMGTIAMINA %%'DESCARGASFOCALES
GENERALIZADAS $ESCARTARHIPOGLUCEMIA OGENERALIZADAS

3IMULTÖNEAMENTE 3ILAFENITO¤NAESTÖ
"ENZODIACEPINAS
,ORAZEPAM#LASE) CONTRAINDICADA
&ENITO¤NA ¬CVALPROICO
 MGKGCARGA    MGKG
OFENOBARBITAL
2EPETIR MGKG
PERSISTENCIADELACRISIS
#LASE)

0ERSISTENCIADELESTADO )NTERNACI˜NEN54)
CONVULSIVOMIN

%LEGIRUNODE

-IDAZOLAM#LASE))) 0ROPOFOL#LASE))) "ARBIT¢RICOS#LASE)))


$OSISINICIAL $OSISINICIAL 4IOPENTAL
 A MGKGBOLO  MGKG $OSISINICIAL
 MGKGMGKG
)NFUSI˜NCONTINUA )NFUSI˜NCONTINUA
 A MGKG H HASTAMGKGH )NFUSI˜NCONTINUA
 MGKG H
524 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

 /DSUR¿OD[LVFRQGURJDVDQWLHSLOpSWLFDVQRUHGXFHODIUHFXHQFLDGHFRQYXOVLRQHVGH
pacientes con tumores cerebrales que no han presentado convulsiones (&ODVH,,)
 /DFDUEDPDFHSLQD\ODIHQLWRtQDVRQH¿FDFHVHQODSUHYHQFLyQGHODVFULVLV
postraumáticas tempranas (&ODVH,)
 1LQJ~QIiUPDFRKDGHPRVWUDGRH¿FDFLDHQODSUHYHQFLyQSULPDULDGHODVFULVLV
postraumáticas tardías (&ODVH,)
 'LD]HSDPHVH¿FD]HQODSUHYHQFLyQSULPDULDGHODVFULVLVLQGXFLGDVSRUPHGLRVGH
contraste (&ODVH,)
 /DVEHQ]RGLD]HSLQDVKDQGHPRVWUDGRXQDUHGXFFLyQVLJQL¿FDWLYDGHOULHVJRGHFULVLV
inducidas por la privación alcohólica (&ODVH,,)
6. El lorazepan es más efectivo que la fenitoína en el tratamiento del EME (&ODVH,)
7. El lorazepam, el fenobarbital, y la combinación de diazepam y DFH son igualmente
efectivos en el control del EME (&ODVH,)
 (OPLGD]RODPSRUYtD(9DGRVLVGHFDUJDGHPJNJHVH¿FD]HQHOWUDWDPLHQWRGHO
SE refractario (&ODVH,,,)
Tabla 3:3ULFLSDOHVHYLGHQFLDVHQHOWUDWDPLHQWRGHODVFULVLVFRQYXOVLYDVDJXGDV 0RGL¿FDGRGH
las Recomendaciones Terapeúticas en Epilepsia de la Sociedad Andaluza de Epilepsia, 2004)

9.4. Muerte bajo criterios


neurológicos
-RVp0'RPtQJXH]5ROGiQ
-XDQD0%DUUHUD&KDFyQ
Claudio García Alfaro

9.4.1. Introducción actualmente se tiene del establecimiento de la


muerte como un concepto biológico no ha sido
No existe un diagnóstico más cierto que el de la tan evidente cuando se analiza con una pers-
muerte. Es el único diagnóstico cierto aplicable pectiva transcultural y transtemporal. Aspectos
a todos los seres vivos. El diagnóstico de muerte religiosos o culturales-ancestrales han situado,
y el establecimiento del preciso momento de en ocasiones, a la muerte del ser humano en un
la misma ha sido uno de los problemas que contexto espiritual o de actividad tribal, que
más ha preocupado a los seres humanos desde llevaban al individuo a considerarse muerto
hace milenios. No obstante, la perspectiva que bien cuando el alma había salido del cuerpo,
Alteraciones de la conciencia ‡ 525

bien cuando dejaba de ser considerado útil para responsabilidad y competencia de los médicos,
la tribu en la que vivía. no solamente su diagnóstico, sino también pre-
No obstante es obvio que actualmente sola- cisarse el momento de la muerte. Esa necesidad
mente se deben emplear criterios biológicos y GHGH¿QLUFXiOHVHOPRPHQWRGHODPXHUWH
¿VLROyJLFRVSDUDHOGLDJQyVWLFRGHPXHUWH(O obligó a segregar la data de la muerte de la
desarrollo en las últimas décadas de las uni- muerte celular, para establecerla con criterios
dades de cuidados intensivos y las técnicas de de muerte de órganos. En dicha Declaración
reanimación pulmonar posibilitó que el clásico se establece que “Es esencial determinar la
mecanismo de muerte establecido mediante el cesación irreversible de todas las funciones
diagnóstico de la parada cardíaca y respiratoria de todo el cerebro, incluido el bulbo raquídeo.
diera paso a la posibilidad de unos nuevos cri- Esta determinación se basará en el juicio clínico
terios para el diagnóstico de muerte, la muerte con la ayuda, si es necesario, de otros medios
basada en criterios neurológicos. de diagnóstico. Sin embargo, ninguna norma
tecnológica es totalmente satisfactoria en el
9.4.1.1. Criterios estado actual de la medicina, como tampoco
neurológicos de muerte ningún procedimiento tecnológico puede sus-
Diversas observaciones clínicas desarrolladas en tituir el juicio general del médico”.
la década de los años 50 pusieron en evidencia
la existencia de cuadros clínicos de coma irre- Las grandes implicaciones culturales, socia-
versible o cese de las funciones cerebrales en OHVUHOLJLRVDVHLQFOXVR¿ORVy¿FDVTXHWLHQHHO
pacientes conectados a ventilación mecánica. diagnóstico de muerte, sitúa a la muerte en un
Así, las primeras observaciones de que la muerte plano más conceptual que real y que evidencial.
del sistema nervioso central podría sobrevenir La metodología de la Medicina Basada en la
de modo independiente de la muerte por parada Evidencia aplicada al diagnóstico médico, basada
cardíaca o a la muerte por parada respiratoria en el nivel de evidencia de las publicaciones
fueron realizadas y publicadas en Europa en sobre el tema, y las recomendaciones que de
la década de los años 50. Werthmeimer HWDO ella se derivan (7DEODV\) ha sido aplicada
hablan de “muerte del sistema nervioso central” a múltiples técnicas diagnósticas y terapéuti-
al describir una situación clínica en la que existe cas. No obstante, cuando esta herramienta es
ausencia de actividad neurológica registrada aplicada al diagnóstico de muerte con criterios
mediante el electroencefalograma y coexistencia neurológicos encuentra importantes carencias
con ausencia de ventilación espontánea. Igual- en cuanto al nivel de evidencia de los estudios.
mente y con mayor precisión, los artículos de Una de las principales razones para ello es que
Mollaret P. HWDO denominan a esta situación DFWXDOPHQWHQRH[LVWHXQD~QLFDGH¿QLFLyQGH
como “coma sobrepasado”, realizando una muerte basada en criterios neurológicos aceptada
precisa descripción de la situación de VHYHUR universalmente, sino que coexisten distintos
GDxRFHUHEUDOTXHVHDFRPSDxDEDGHDXVHQFLD conceptos de muerte bajo criterios neurológi-
GHDFWLYLGDGFOtQLFD\HOHFWURHQFHIDORJUi¿FD FRVFRQGLVWLQWDVGH¿QLFLRQHV\DVXYH]FRQ
asimilable a la situación de muerte cerebral. distintos criterios clínicos. No obstante, dado
que el diagnóstico de muerte bajo criterios
Pero no fue hasta en 1968, en la 22ª reunión neurológicos es considerado un diagnóstico
de la Asociación Médica Mundial celebrada relevante en la medicina, un gran número de
en Sydney, Australia, donde se elaboró una escuelas neurológicas, colegios médicos o so-
declaración sobre la muerte, posteriormente FLHGDGHVFLHQWt¿FDVKDQHODERUDGRGRFXPHQWRV
PRGL¿FDGDHQOD$VDPEOHD0pGLFD0XQ- HQORVTXHVHGH¿QHDODPXHUWHEDMRFULWHULRV
dial, celebrada en Venecia, Italia, en octubre neurológicos, y sus criterios de aplicación. El
de 1983. Fue en dicha asamblea donde se en- fenómeno de la multiplicidad de documentos
fatizó el hecho de que la determinación de la al respecto pone en evidencia no solamente la
muerte del individuo debería realizarse, y ser existencia de distintos conceptos de muerte
526 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

sino también de un desacuerdo en cuanto a brain death”. En: %0- 1976;II:1187-1188.


los criterios clínicos e instrumentales precisos Yatim, A., Mercatello, A., Coronel, B. HWDO.
para establecer el diagnóstico. “99mTc-HMPAO cerebral scintigraphy in the
El desacuerdo no abarca solamente los con- diagnosis of brain death”. En: 7UDQVSODQW3URF
FHSWRVODGH¿QLFLyQRORVFULWHULRVGHPXHUWH 1991;23:2491.
bajo criterios neurológicos, sino que se ex- De la Riva, A., González, F.M., Llamas-Elvira,
WLHQGHDODGH¿QLFLyQGHOQ~PHURGHPpGLFRV J.M. HWDO. “Diagnosis of brain death: Superiority
que deben ser necesarios para establecerlo, la of perfusion studies with 99Tcm- HMPAO over
FDOL¿FDFLyQSURIHVLRQDOGHORVPLVPRVRORV conventional radionuclide cerebral angiography”.
tiempos de observación necesarios para cumplir En: %U-5DGLRO 1992;65:289-294.
los requisitos diagnósticos y la utilidad de los Wilson, K., Gordon, L., Selby, J.B.S. “The
tests instrumentales en su aplicación clínica. diagnosis of brain death with Tc-99m HMPAO”.
Además de ello, el diagnóstico médico es la En: &OLQ1XFO0HG 1993;18:428-434.
base para el diagnóstico legal de la muerte del Muttini, P., Dagnino, N. “99mTc-HMPAO and
individuo en los distintos países. La falta de mobile gamma-camera in the diagnosis of brain
acuerdo en los aspectos médicos se transmite death”. En: 1XFO%LRO0HG 1994;38:14-17.
también al ámbito legal, donde la existencia 0DFKDGR&³$QHZGH¿QLWLRQRIGHDWKEDVHG
de múltiples legislaciones diferentes en su de- on the basic mechanisms of consciousness gen-
sarrollo evidencia lo que ocurre en el terreno eration in human beings”. En: Machado, C.
médico. %UDLQGHDWK. Amsterdam, Elseviere, 1995.
American Academy of Neurology. “Practice
parameters: Determining brain death in adults”.
9.4.2. Fuente de evidencia
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Mollaret, P., Bertrand, I. y H. Mollaret. “Coma “A code of practice for the diagnosis of brain
dépassé et nécroses nerveuses centrales massi- Stem death”. Working Party established through
ves”. En : 5HY1HXUR1959;101:116-139. the Royal College of Physicians. Department
Wertheimer, P., Jouvet, M. y J. Descotes. “A of Health, March 1998.
propos du diagnostic de la mort du système Shewmon, DA. “Chronic ‘brain death’. Meta-
nerveux dans les comas avec arrêt respiratoire analysis and conceptual consequences”. En:
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Faculties in the United Kingdom. “Diagnosis of 2003;25:5.
Alteraciones de la conciencia ‡ 527

Domínguez-Roldán, J.M., García-Alfaro, C., funciones (incluyendo el control neurológico


Jiménez-González, P.I., Rivera-Fernández, V., de las funciones cardíacas y respiratorias) es-
Hernández-Hazanas, F., Pérez-Bernal, J. “Brain tán irreversiblemente destruidas, el corazón
death due to supratentorial masses: diagnosis se detendrá en un breve período de tiempo”.
using transcranial Doppler sonography”. En: En dicho documento, publicado en marzo de
7UDQVSODQW3URF 2004;36:2898-900. 1998, se vincula el desarrollo del concepto de
Sloan, M.A., Alexandrov, A.V., Tegeler, C.H. muerte de tronco del encéfalo a la retirada del
HWDO. “Assessment: transcranial Doppler ul- soporte terapéutico a estos pacientes, y a las
trasonography: report of the Therapeutics and OtQHDVJXtDTXHSHUPLWLUtDQLGHQWL¿FDUORV\PD-
Technology Assessment Subcommittee of the nejarlos como potenciales donantes de órganos
American Academy of Neurology”. En: 1HXURO y tejidos $&RGHRI3UDFWLFHIRUWKH'LDJQRVLV
2004;62:1468-81. RI%UDLQ6WHP'HDWK,QFOXGLQJ*XLGHOLQHVIRU
<http://www.incucai.gov.ar/profesionales/ WKH,GHQWL¿FDWLRQDQG0DQDJHPHQWRI3RWHQWLDO
protocolos/pdf/> [Consulta: 21 de marzo de 2UJDQDQG7LVVXH'RQRUV  haciendo énfasis
2007]. en que “Los requerimientos para la extracción
de órganos para trasplante no son la muerte de
WRGRHOHQFpIDORVLQRTXHHVVX¿FLHQWHFRQOD
9.4.3. Conceptos
muerte del tronco del encéfalo”.
y definiciones de
El diagnóstico puede ser establecido exclu-
muerte encefálica
sivamente con el examen clínico y no importa
9.4.3.1. Formulación de cuál es la condición funcional de las estructu-
muerte basada en la muerte ras supratentoriales. No se requiere de pruebas
del tronco del encéfalo o brain instrumentales. (1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ'
stem formulation of death (YLGHQFLD&ODVH,9)
6HGH¿QHDODPXHUWHWURQFRHQFHIiOLFDFRPR
la pérdida irreversible de la capacidad de la 9.4.3.2. Formulación de
conciencia combinada con la pérdida de la muerte basada en la muerte
capacidad de respiración espontánea. neocortical, o muerte
En la terminología inicial se denominaba a esta telencefálica o higher brain
situación de daño irreversible del tronco del encéfalo formulation of death
“muerte encefálica“ aunque en su desarrollo se El concepto de muerte neocortical emergió en
hacía referencia fundamentalmente a la ausencia ORV~OWLPRVDxRV6HGH¿QHFRPRODDXVHQFLDGH
de función del tronco del encéfalo. En 1983, el conciencia expresado en uno de sus componen-
Code of Practice desarrollado en el documento tes: la ausencia de “contenido de conciencia” o
&DGDYHULFRUJDQVIRUWUDQVSODQWDWLRQDFRGHRI DZDUHQHVV con persistencia de la “capacidad
SUDFWLFHLQFOXGLQJWKHGLDJQRVLVRIEUDLQGHDWK de la conciencia” o DURXVDO. En consecuencia,
llevaba en su subtítulo “incluyendo el diagnóstico ODGH¿QLFLyQGHPXHUWHYHQGUtDGDGDSRUOD
de muerte encefálica”. No obstante, en posteriores existencia de un daño encefálico que ha ge-
SXEOLFDFLRQHVVHUHFWL¿FyODQRPHQFODWXUDGDGR nerado una disociación entre “contenido” y
el estado de confusión que producía, y se enfa- “capacidad de conciencia”.
tizó en que esta situación debería denominarse Este concepto de muerte que se denominó
“muerte del tronco del encéfalo” y no “muerte inicialmente Muerte Neocortical —basado
encefálica”, dados los problemas conceptuales en la nomenclatura utilizada en algunos ar-
que tal terminología producía. tículos iniciales que se referían a este estado
De acuerdo al :RUNLQJ3DUW\GHO5R\DO&R neurológico al que se había llegado tras pa-
OOHJHRI3K\VLFLDQVRI8QLWHG.LQJGRP, la si- rada cardiorrespiratoria de los pacientes— ha
tuación de muerte del tronco del encéfalo se pasado posteriormente a denominarse Muerte
genera “Cuando el tronco del encéfalo ha sido Telencefálica o +LJKHU%UDLQ)RUPXODWLRQ
dañado por alguna causa de tal modo que sus RI'HDWK.
528 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Se basa en el concepto de que la muerte del 9.4.3.3. Formulación de


ser humano debe sustentarse en la pérdida muerte basada en la
permanente de la conciencia y —de forma muerte encefálica global o
inherente e inseparable— la pérdida de la ca- whole brain formulation
pacidad del organismo para funcionar como El concepto de muerte encefálica global surge del
un todo. En su conceptualización, la Muerte documento elaborado por el comité Ad Hoc de
1HRFRUWLFDOTXHGDHVSHFt¿FDPHQWHGLIHUHQ- la +DUYDUG0HGLFDO6FKRRO en 1968. La muerte
ciada de la Muerte Encefálica Global, ya que encefálica global implica el cese irreversible de
para aquella no sería necesaria la existencia las funciones neurológicas de hemisferios cere-
de ausencia de todas las funciones del encé- brales y tronco del encéfalo. Esta formulación
falo. También se diferencia explícitamente de muerte precisa la necesidad de “ausencia de
de la muerte troncoencefálica, empleando función discernible de actividad neurológica con
LQFOXVRFRQFHSWRV¿VLROyJLFRVDQWDJyQLFRV base en sistema nervioso central”. No establece
ya que mientras en ésta es esencial la ausencia —a diferencia de las otras formulaciones de
de “capacidad” de conciencia, en la +LJKHU muerte antes mencionadas— diferencias entre
%UDLQ)RUPXODWLRQRI'HDWK la existencia de distintas funciones, sino ausencia de función
“capacidad” de la conciencia no es un hecho de sistema nervioso central.
relevante, siendo solamente imprescindible El desarrollo del concepto, llamado inicial-
la ausencia irreversible de contenido de con- mente Muerte Encefálica Global, no ha ido
FLHQFLD KHFKRLQWUDVFHQGHQWHHQODGH¿QLFLyQ PRGL¿FiQGRVHHQORVDxRVUHFLHQWHV\DHQHO
de muerte troncoencefálica). documento original que desarrolla el concepto
Los mecanismos que están implicados en GH¿QHODPXHUWHFRPR³$EROLFLyQGHODIXQFLyQ
la génesis de estados de disociación DURXVDO del encéfalo, tronco del encéfalo, y, frecuente-
DZDUHQHVV, compatibles con el diagnóstico de mente médula espinal”, incluyendo como re-
muerte neocortical son diversos: quisito indispensable el cese de las funciones
neurológicas intracraneanas. Las dos razones
1. /HVLRQHVELODWHUDOHVFHUHEUDOHVGLVHPLQDGDVSRU TXHH[SOtFLWDPHQWHMXVWL¿FDURQHOGHVDUUROORGHO
ODFRUWH]DFHUHEUDO, como aquellas se producen concepto de muerte encefálica fueron:
tras una cuadro de encefalopatía isquémico-  (OLGHQWL¿FDUHOPRPHQWRGHODPXHUWHSDUD
anóxica, y que inicialmente se denominaron evitar inútilmente la utilización recursos mé-
Síndrome Apálico por la ausencia del palio dicos tales como ventilación mecánica en
o sustancia gris que cubre el telencéfalo. individuos en coma permanente, que no tenían
2. 'LYHUVDVOHVLRQHVORFDOL]DGDVHQORVKHPLV ninguna posibilidad de recuperación.
IHULRVFHUHEUDOHV, de localización cortical y 2. Expandir “Criterios obsoletos de muerte que
subcortical debidas a traumatismos craneo- puedan llevar a la controversia en la obtención
encefálicos (a veces lesiones catalogables de órganos para transplantes.” (sic)
como Daño Axónico Difuso).
3. /HVLRQHVWDOiPLFDVELODWHUDOHVVHOHFWLYDV\ En el desarrollo de este concepto de muerte
RWUDVOHVLRQHV en las que sin estar directa- encefálica no se han producido importantes
mente lesionadas las estructuras corticales cambios con respecto a los inicialmente desa-
se produce una ausencia de función de las rrollados. El diagnóstico se fundamenta en una
mismas, entre otros mecanismos, por au- exploración clínica completa acompañado de
sencia de aferencias a las mismas. tests instrumentales. Manteniendo ese esquema
básico, se han producido algunos cambios de
El diagnóstico de muerte encefálica telencefá- implementación. Así, el período de observación
lica se basa exclusivamente en la demostración entre exploraciones clínicas se ha disminuido en
mediante exploración clínica del contenido de la mayor parte de las líneas-guía actuales a seis
la conciencia. (1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ' horas, se han desarrollado nuevos instrumentos
(YLGHQFLD&ODVH,9) de evaluación de las funciones encefálicas e
Alteraciones de la conciencia ‡ 529

igualmente se han expandido algunos de los 9.4.4. Diagnóstico de muerte


criterios de actividad espinal, que aunque ya bajo criterios neurológicos
estaban referenciados en los documentos ori-
ginales, se han sido ampliados. 9.4.4.1. Precondiciones para
Algunas de las críticas que este concepto el diagnóstico de muerte
ha recibido se basan fundamentalmente en la bajo criterios neurológicos
propia nomenclatura del concepto, ya que al No debe existir ninguna duda de que el paciente
denominarse PXHUWHGHWRGRHOHQFpIDOR pue- presenta una situación de daño cerebral irre-
den encontrarse algunos problemas operativos versible. Esta condición es más obvia cuando
SDUDVXGH¿QLFLyQ\DTXHDXQHQSDFLHQWHVHQ en las horas previas el paciente ha sufrido un
muerte encefálica global pueden persistir grupos traumatismo craneoencefálico o una hemo-
celulares con algún grado de actividad. Entre rragia intracraneal espontánea. El estableci-
los fenómenos que han podido ser observados miento de la severidad e irreversibilidad del
en pacientes en muerte encefálica (aunque no cuadro clínico de daño cerebral irreparable es
siempre referidos a la formulación de muerte considerado más difícil de establecer cuando
encefálica global) se encuentran: el mecanismo de daño cerebral ha sido una
‡ /D OLEHUDFLyQ GH KRUPRQDV KLSR¿VDULDV encefalopatía hipóxico-isquémica, una hipoxia
durante algún tiempo, sobre todo de hor- encefálica prolongada u otro mecanismo como
mona antidiurética (ausencia de diabetes el embolismo aéreo cerebral. En estas últimas
insípida) circunstancias, la opinión de los expertos es
‡ $FWLYLGDGGHSRWHQFLDOHVHYRFDGRVUHJLV- TXHODGH¿QLFLyQGHODLUUHYHUVLELOLGDGGHOGDxR
trados mediante electrodos profundos o a cerebral puede llevar más tiempo que en las
nivel de la unión cérvico-medular circunstancias etiológicas inicialmente men-
‡ $FWLYLGDGHOHFWURHQFHIDORJUi¿FDPtQLPDUH- cionadas. La mayoría de las escuelas médicas
gistrada mediante corticoencefalografía. considera como condición indispensable para
el establecimiento de la muerte encefálica la
Por otra parte, los promotores de este concepto existencia de un mecanismo de agresión cere-
de muerte mediante criterios neurológicos en- bral ampliamente conocido, demandándose, en
cuentran que es más fácil establecer la ausencia algunos protocolos-diagnóstico la existencia de
de función de la totalidad de un órgano que la XQDFRQ¿UPDFLyQPHGLDQWHLFRQRJUDItDGHHVH
muerte de algunas parcelas del mismo. daño encefálico como prerrequisito diagnóstico.
El desarrollo conceptual del criterio de muerte Para poder establecer el diagnóstico de muerte
encefálica global, probablemente una de las encefálica es preciso establecer claramente la
publicaciones con mayor impacto en la actividad existencia de un daño estructural encefálico que
clínica de las unidades de cuidados intensivos sustente la irreversibilidad del proceso, para
del mundo, al igual que el de todos los anterio- lo que es aconsejable la incidencia simultánea
res conceptos antes mencionados, no deja de de las siguientes circunstancias:
ser un consenso y acuerdo de expertos. Llama
la atención que la publicación original de la 1. Evidencia clínica o de neuroimagen de un
+DUYDUG0HGLFDO6FKRRO en la que se difunde GDxRFDWDVWUy¿FRGHVLVWHPDQHUYLRVRFHQWUDO
ese concepto no fundamente su desarrollo en compatible con el diagnóstico de muerte
UHIHUHQFLDELEOLRJUi¿FDPpGLFDVLQRTXHSUHVHQWD encefálica. (1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ'
XQD~QLFDUHIHUHQFLDELEOLRJUi¿FD>3LXV;,,7KH (YLGHQFLD&ODVH,9)
SURORQJDWLRQRIOLIH3RSHVSHDNV 2. Exclusión de la existencia de situaciones
Qž ]el cual hace referencia al discurso clínicas que puedan confundir el diagnóstico
que el Papa Pío XII pronunció a los participantes (trastornos hidroelectrolíticos o del equilibrio
en el IX Congreso de la Sociedad Italiana de ácido-base severos, trastornos endocrinos
Anestesiología el 24 de febrero de 1957. (1LYHO graves). (1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ%(YL
GH5HFRPHQGDFLyQ'(YLGHQFLD&ODVH,9) GHQFLD&ODVH,,,,,)
530 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

3. Ausencia de intoxicación por drogas de- PRYLPLHQWRVWDOHVFRPRÀH[LyQGHPLHPEURV


presoras del sistema nervioso central, así ÀH[LyQGHWURQFRUHÀHMRVFXWiQHRDEGRPLQDOHV
como de fármacos que pudieran interferir FUHPDVWpULFRUHÀHMRSODQWDUÀH[RUUHÀHMRGH
la exploración clínica tales como relajantes UHWLUDGDUHÀHMRWyQLFRFHUYLFDOIHQyPHQRGH
musculares. (1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ% JUDVSLQJ, etc. En ocasiones está actividad motora
(YLGHQFLD&ODVH,,,,,) espinal adopta formas complejas dando lugar
4. Ausencia de hipotermia severa. La hipotermia al fenómeno denominado “signo de Lázaro”.
primaria como mecanismo generador de la Vinculada a la exploración motora del paciente
disfunción neurológica debe ser descartada. aunque no tanto al contenido de la conciencia,
La temperatura mínima recogida en la mayor en el paciente en estado de muerte encefálica
parte de los protocolos para otorgar validez a debe descartarse que las potenciales respuestas
la evaluación clínica del paciente en muerte motoras que pueda mostrar tengan una base
encefálica es de 32ºC. No obstante, no debe ¿VRSDWRJpQLFDHQHVWUXFWXUDVFHUHEUDOHVSRU
olvidarse que la hipotermia secundaria a la lo que no serían respuestas compatibles con la
disfunción neurológica existe frecuentemente situación de muerte encefálica la existencia de
asociada a la muerte del encéfalo. (1LYHOGH respuestas estereotipadas de descerebración o de
5HFRPHQGDFLyQ%(YLGHQFLD&ODVH,,,,,) decorticación, ya que en su génesis participan
inevitablemente dichas estructuras.
9.4.4.2. Examen clínico para
el diagnóstico de muerte Ausencia de actividad espontánea
bajo criterios neurológicos o inducida a nivel del tronco del
Los dos pilares sobre los que se sustenta la encéfalo
evaluación clínica del paciente sobre el que se ‡ $XVHQFLDGHUHÀHMRIRWRPRWRU. En el individuo
va a realizar el diagnóstico de muerte encefálica en muerte encefálica, al iluminar las pupilas
global son la evaluación global de la conciencia con una luz potente, no se produce ninguna
y de la actividad del tronco del encéfalo. PRGL¿FDFLyQGHOWDPDxRGHODVSXSLODVTXH
pueden presentar un diámetro medio de 4
Ausencia de evidencia mm o máximo de > 8 mm. Existe además
discernible de contenido ni ausencia de movimientos oculares tanto
despertar de la conciencia espontáneos como inducidos.
Es fundamentalmente a través de las respues- ‡ $XVHQFLDGHUHÀHMRVyFXORFHIiOLFRV\GH
tas motoras de un individuo como se puede UHÀHMRV yFXORYHVWLEXODUHV (mediante la
constatar la presencia de contenido de con- irrigación de 50 ml de agua a 4 ºC en cada
ciencia. Igualmente, respuestas emocionales conducto auditivo).
con manifestaciones vegetativas pueden ser ‡ $XVHQFLDGHVHQVLELOLGDGIDFLDO\GHUHV
empleadas para explorar la conciencia en SXHVWDVPRWRUDVIDFLDOHV
aquellos pacientes con severas alteraciones de ‡ 1RH[LVWLUiQUHVSXHVWDVPRWRUDVQLYHJHWDWLYDV
conciencia. En el paciente en estado de muerte tras la estimulación en territorio corneal.
encefálica global no debe existir evidencia ‡ $XVHQFLDGHUHÀHMRPDQGLEXODU
de respuesta motora o vegetativa vinculable ‡ 6LQJHVWRVIDFLDOHV tras estímulos nocicep-
a estímulos externos que precisen de la par- tivos intensos.
ticipación de estructuras encefálicas ni del ‡ $XVHQFLDGHUHVSXHVWDVIDUtQJHDV\WUDTXHDOHV
tronco del encéfalo. Por ello, el individuo en tras estimulación.
muerte encefálica se mantendrá con los ojos ‡ $XVHQFLDGHUHVSXHVWDQDXVHRVDV(no nau-
cerrados, sin respuesta a estímulos sensoria- seas, no vómitos, ausencia de relleno de
les ni dolorosos, con la única excepción de contenido gástrico a través de la sonda na-
posibles respuestas motoras o vegetativas tras sogástrica).
estímulos nociceptivos pero de génesis espi- ‡ $XVHQFLDGHWRV tras la estimulación bron-
nal. Estas respuestas motoras pueden incluir quial y traqueal.
Alteraciones de la conciencia ‡ 531

‡ $XVHQFLDGHUHVSLUDFLyQHVSRQWiQHD. La 9.4.4.3. Limitaciones del


ausencia de respiración espontánea debe empleo exclusivo del
FRQ¿UPDUVHPHGLDQWHODUHDOL]DFLyQGHOWHVW diagnóstico clínico para el
de apnea. Aunque existen diversos sistemas diagnóstico de muerte bajo
para la demostración de la apnea en el pa- criterios neurológicos
ciente en muerte encefálica, existen algunas El empleo exclusivo de criterios clínicos para
técnicas que son las más frecuentemente la evaluación de la función encefálica y el
empleadas, y entre las que se incluye: diagnóstico de muerte encefálica puede fallar
- 7HVWGHDSQHD para la evaluación de las funciones vinculadas
· 3UHUUHTXLVLWRVSDUDHOWHVWGHDSQHD a las estructuras supratentoriales. La persis-
Temperatura corporal superior a tencia de funciones endócrino-metabólicas
35,5 ºC (ausencia de colapso hemodinámico, mante-
Presión arterial sistólica normalizada nimiento de la temperatura, etc.) relacionadas
Euvolemia FRQODIXQFLyQGHOHMHKLSRWiODPRKLSR¿VDULR
· 7pFQLFDGHOWHVWGHDSQHD ha sido observada en pacientes con diagnós-
Previa oxigenación del paciente du- tico de muerte cerebral. El empleo exclusivo
rante 20 minutos con oxígeno al 100% de criterios clínicos también ha presentado
retiraremos al paciente del respirador importantes críticas conceptuales como las
y suministraremos a través del tubo derivadas de la ausencia de asociación al cese
HQGRWUDTXHDOXQÀXMRGHR[tJHQRD de funciones integrativas somáticas vinculadas
5 litros por minuto. Esperaremos 10 a la muerte encefálica. Así, en el metaanáli-
PLQXWRVHOWLHPSRVX¿FLHQWHSDUDTXHOD sis de Shewmon HWDO se hacía referencia a
PCO2 se eleve a 60 mmHg (comprobar múltiples casos de pacientes diagnosticados
dicho incremento mediante gasometría) de muerte encefálica y en los que no se había
o al menos 20 mmHg por encima de producido la parada cardíaca hasta al menos
los valores basales si el paciente tiene una semana después del diagnóstico de aquella.
historia clínica sugestiva de broncopa- ((YLGHQFLD&ODVH,9)
tía crónica y retención de carbónico. Esta persistencia de funciones encefálicas se
Durante el período de apnea deberá extiende más allá de las funciones subcorticales
mantenerse una monitorización de la o de grupos celulares sin actividad neurológi-
saturación capilar y de la hemodinámica ca, dado que en pacientes diagnosticados de
sistémica. Tras ello podemos compro- muerte encefálica (reuniendo criterios sólo
bar como no se produce ningún tipo de muerte troncoencefálica) también se ha
de movimiento respiratorio. Debe ser podido constatar la existencia de actividad
la última exploración clínica a practi- bioeléctrica cerebral. Ya hace años fue descrito
car. el fenómeno denominado “síndrome de corteza
 7HVWGHDWURSLQD aislada”, representado en forma de pacientes
· La ausencia de actividad del centro con exploración clínica de muerte encefáli-
cardioacelerador, situado en el tronco ca y actividad eléctrica cerebral espontánea.
del encéfalo, es otro de los fenómenos ((YLGHQFLD&ODVH,9)
evidentes en pacientes con daño tronco- 3XHGHD¿UPDUVHTXHHOGLDJQRVWLFRGHPXHUWH
encefálico. En los pacientes en muerte encefálica global no puede establecerse cuando
encefálica, al inyectar 0,04 mg/kg de se utilizan exclusivamente criterios de examen
atropina intravenosa no se observa eleva- clínico, ya que no es posible analizar funciones
ción de la frecuencia cardíaca (se acepta de estructuras supratentoriales, siendo nece-
TXHODIUHFXHQFLDSXHGHPRGL¿FDUVHXQ sario recurrir para ello a tests instrumentales.
10% sobre la basal debido a oscilaciones ((YLGHQFLD&ODVH,9)
¿VLROyJLFDVGHODPLVPD 
532 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

9.4.4.4. Examen instrumental la sonografía Doppler transcraneal, la gamma-


para el diagnóstico de muerte grafía cerebral y la arteriografía cerebral. Más
bajo criterios neurologicos recientemente se han incorporado como técnicas
Como ya quedó explicitado en los párrafos WDPELpQ~WLOHVSDUDHVWRV¿QHVODWRPRJUDItD
anteriores, los tests instrumentales abordan las computarizada dinámica y la resonancia mag-
estructuras encefálicas y ponen en evidencia nética. No obstante, la demostración de este
la ausencia de funciones encefálicas a nivel FHVHFLUFXODWRULRQRHVXQFULWHULRVX¿FLHQWH
supratentorial en los pacientes en muerte en- para el diagnóstico de la muerte, sino que debe
cefálica global. No obstante, debe tenerse en de complementarse con la demostración de la
consideración que ninguna prueba instrumental ausencia de actividad clínica del tronco del
sustituye a la exploración clínica y ésta debe encéfalo.
realizarse siempre, y luego complementarse
instrumentalmente. Arteriografía cerebral
La arteriografía cerebral selectiva de los cuatro
Fenómenos asociados a vasos debe ser realizada en el departamento de
la muerte encefálica neurorradiología y puede ser de inestimable
La puesta en evidencia de una serie de fenóme- valor en el diagnóstico de parada circulatoria
nos intracraneales que acompañan la muerte cerebral. El cese circulatorio no se produce ins-
encefálica global puede servir para ayudar a tantáneamente sino que se trata de un proceso,
establecer la muerte encefálica. En la 7DEOD por ello se pueden observar varios patrones, todos
se presentan algunos de los fenómenos mas ellos compatibles con muerte encefálica:
íntimamente relacionados con la muerte en- 1. Paro total del contraste arterial sin llenado
cefálica. de las venas, desapareciendo el medio de
contraste retrógradamente. ()LJXUD)
Métodos para demostrar el 2. Detención de la circulación arterial a nivel
cese circulatorio cerebral del polígono de Willis
Existen diversos métodos para demostrar el 3. Enlentecimiento extremo del tiempo de cir-
cese de la circulación intracraneal, entre ellos culación arteriovenoso. Una prolongación

Figura 1: Angiografía cerebral: En la imagen superior se observa un aneurisma cerebral embolizado,


HQODVLQIHULRUHVVHREVHUYDDXVHQFLDGHSURJUHVLyQGHOFRQWUDVWHPiVDOOiGHODVDSy¿VLVFOLQRLGHDV
tanto en circulación anterior (derecha) como en posterior (izquierda). Gentileza del los Dres. R. Romero
y P. Lylyk
Alteraciones de la conciencia ‡ 533

de este tiempo por encima de 15 segundos se


considera incompatible con la función cere-
bral. (1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ%(YLGHQFLD
&ODVH,,,,,) (aunque solamente aplicable al
diagnóstico de muerte encefálica global)

Doppler transcraneal
El diagnóstico clínico de muerte encefálica puede
ser complementado mediante la sonografía Do-
SSOHUWUDQVFUDQHDODOHYLGHQFLDUXQÀXMRFHUHEUDO
neto nulo. El fenómeno de la parada circulatoria
cerebral puede ser objetivado mediante sonogra- Figura 2:5HJLVWURVRQRJUi¿FR'RSSOHUHQHOTXH
fía Doppler transcraneal. Ese cese circulatorio VHREVHUYDXQSDWUyQGHÀXMRUHYHUEHUDQWH&RQ
se corresponde en la mayor parte de los casos DXVHQFLDGHÀXMRSRVLWLYRHQWHOHGLiVWROH
con un incremento de la presión intracraneal,
que iguala a la presión arterial media acercan-
do la presión de perfusión cerebral a valores
cercanos a cero. Los cambios que pueden ser
REVHUYDGRVHQHOUHJLVWURVRQRJUi¿FRVHUH¿HUHQ
tanto a cambios en las velocidades diastólicas y
SDUiPHWURVGHULYDGRVFRPRDPRGL¿FDFLRQHV
SURJUHVLYDVGHORVSDWURQHVVRQRJUi¿FRV
Para el establecimiento del diagnóstico del paro
circulatorio cerebral mediante Doppler es precisa
la exploración tanto de la circulación anterior
(incluyendo arterias carótida interna, cerebral
media y cerebral anterior) como posterior.
En 1998 la 7DVN)RUFH*URXSRQFHUHEUDO
GHDWKRIWKH1HXURVRQRORJ\5HVHDUFK*URXSRI Figura 3: Sonograma correspondiente a un paciente
WKH:RUOG)HGHUDWLRQRI1HXURORJ\ elaboró un en muerte encefálica con el denominado patrón
documento de consenso en el que consideraba de espigas sistólicas
SDWURQHVVRQRJUi¿FRVFRPSDWLEOHVFRQHOGLDJ-
nóstico de muerte encefálica los siguientes:
 3DWUyQGHÀXMRUHYHUEHUDQWH )LJXUD)
2. Patrón de espigas sistólicas aisladas
()LJXUD)
El mencionado documento también sugiere
que si no es posible encontrar ningún registro
VRQRJUi¿FRGHEHUiQDQDOL]DUVHORVUHJLVWURVGH
arterias extracraneales. Dicho documento precisa
que además de las exploraciones de la circulación
anterior y posterior, deberá realizarse también
la insonación de vasos extracraneales.
Además de los patrones mencionados, pu-
blicaciones posteriores a dicho documento de
consenso han añadido un tercer patrón como Figura 4: /D DXVHQFLD GH ÀXMR WHOHGLDVWyOLFR
compatible con el diagnóstico de muerte ence- positivo en este paciente en muerte encefálica se
fálica, el patrón de separación diástole-sístole. DFRPSDxDGHXQUHJLVWURVRQRJUi¿FR'RSSOHUGH
()LJXUD) Separación Diástole-sístole
534 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

La exactitud de la sonografía Doppler trans- gunos presentan mayor resolución espacial. La


craneal en el diagnóstico de muerte encefálica angiogammagrafía con Tc99mHMAPO consta de
varía de unas series a otras; así, en el artícu- GRVIDVHVXQDSULPHUDIDVHDQJLRJDPPDJUi¿FD
lo de Hadani M HWDOODHVSHFL¿FLGDGSDUDHO VLUYHSDUDYDORUDUHOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDO
diagnóstico fue del 100 % y su sensibilidad y una segunda donde se obtienen imágenes
del 96,5%. En general, la sensibilidad de la estáticas a los 5-10 minutos de la inyección en
VRQRJUD¿D'RSSOHUVHVLW~DVHJ~QHO6XEFRP proyección anterior, lateral derecha y lateral
PLWWHHRIWKH$PHULFDQ$FDGHP\RI1HXURORJ\ izquierda, y que tiene por objeto evaluar la
HQWUHHO\\VXHVSHFL¿FLGDGHQWUH captación parenquimatosa. La gammagrafía con
el 97 y el 100 %. Tc99mHMPAO es una prueba diagnóstica de
Recientes estudios han aportado soluciones ÀXMRFHUHEUDODOWDPHQWHVHQVLEOH\HVSHFt¿FD
a algunas de las limitaciones atribuidas a la y fácil de realizar, para el diagnóstico de la
técnica Doppler para el diagnóstico del cese parada circulatoria cerebral. Esta técnica se ha
circulatorio cerebral, tal como es el problema mostrado como superior a las técnicas puras de
de la ausencia de insonación a través de ventana perfusión con otras sustancias, mostrando una
temporal de las arterias cerebrales medias, entre H[FHOHQWHGH¿QLFLyQGHODVHVWUXFWXUDVGHIRVD
ellas, el empleo de la ventana orbitaria para la posterior. (1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ$(YLGHQFLD
insonación del sifón carotídeo. &ODVH,,,,,) (aunque solamente aplicable al
Además de las posibilidades antes comenta- diagnóstico de muerte encefálica global)
das, la sonografía Doppler transcraneal es una
técnica útil para detectar en algunos pacientes &DXVDVGHÀXMRVDQJXtQHRLQWUDFUDQHDO
la existencia de asincronías interhemisféricas o persistente acompañando a la
intercompartimentales (supra/infratentorial) en situación de muerte encefálica
HOÀXMRVDQJXtQHRFHUHEUDODQWHVGHFRPSOHWDUVH Los tests instrumentales que analizan el fe-
el paro circulatorio cerebral. Estas asincronías no nómeno del cese circulatorio cerebral para el
solamente no referencian una falta de exactitud diagnóstico de la muerte encefálica pueden
diagnóstica, sino que por el contrario, enfatizan presentar una disminución de su capacidad y
la sensibilidad de la técnica para el diagnóstico precisión diagnóstica ante la existencia de cier-
del cese de la circulación intracraneal. tos factores que afectan al hermetismo craneal,
La sonografía Doppler transcraneal ha sido como la craniectomía terapéutica, las grandes
incorporada en algunos países a diversos pro- fracturas de la bóveda o base del cráneo, o la
tocolos de diagnóstico de muerte encefálica, existencia de derivaciones extracraneales de
y recogida por diferentes legislaciones referi- líquido cefalorraquídeo, y que se presentan en
das a este diagnóstico. Además de ello, para la 7DEOD.
la Federación Mundial de Neurología y para
el subcomité de estándares de calidad de la
Cese de la actividad
Academia Americana de Neurología, el DTC
bioeléctrica cerebral
HVXQDSUXHED~WLO\DFHSWDGDSDUDFRQ¿UPDU
la existencia del paro circulatorio irreversible Electroencefalograma
que acompaña a la muerte encefálica. (1LYHOGH Los criterios más aceptados para la realización
5HFRPHQGDFLyQ$(YLGHQFLD&ODVH,,) (aunque del EEG para el diagnóstico de muerte ence-
solamente aplicable al diagnóstico de muerte fálica son los consensuados por la Sociedad
encefálica global) (OHFWURHQFHIDORJUi¿FD$PHULFDQD(QHOODVH
HVSHFL¿FDTXHGHEHQGHFRORFDUVHXQPtQLPR
Estudios de perfusión cerebral de 8 electrodos en el scalp y un electrodo de
con radioisótopos referencia, que servirá para detectar interferencias
Diversos radiotrazadores han sido empleados para eléctricas o por los equipos utilizados en las
ODGHPRVWUDFLyQGHODDXVHQFLDGHÀXMRVDQJXtQHR Unidades de Cuidados Intensivos; con electro-
cerebral en pacientes en muerte encefálica. Al- dos separados entre sí 10 cm como mínimo,
Alteraciones de la conciencia ‡ 535

con ubicación de éstos en regiones frontales, contrario, de su exclusiva extensión funcional


temporales, occipitales y apriétales (16-18 ca- al sistema nervioso periférico. Unas respuestas
nales). La impedancia interelectrodos deberá evocadas que muestran como nivel más alto de
estar por debajo de 10 000 ohms y por encima procesamiento de señales nerviosas al bulbo
GHRKPVHOWUD]DGRHOHFWURHQFHIDORJUi¿FR raquídeo, son compatibles con el diagnóstico
obtenido durante media hora, en condiciones de muerte encefálica.
GHDPSOL¿FDFLyQGHPLFURYPPEDQGDVGH La Sociedad Americana de Electroencefalo-
frecuencias entre 0,3 y 30 Hz, y estimulación grafía ha establecido algunos requisitos técnicos
dolorosa del sujeto. Debe realizarse un registro para la realización de los estudios mediante
HOHFWURFDUGLRJUi¿FRVLPXOWiQHR(QHOFDVRGH SRWHQFLDOHVHYRFDGRVSDUDHVWRV¿QHVGLDJ-
DUWHIDFWRVHOHFWURPLRJUi¿FRVTXHSXHGDQLQ- nósticos. Los estudios mediante potenciales
terferir en el registro, éstos deberán eliminarse evocados somestésicos que muestran ausen-
mediante el empleo de paralizantes muscula- cia bilateral de N20-P22 tras la estimulación
res. Bajo estas condiciones, podría registrarse del nervio mediano son compatibles con el
cualquier actividad eléctrica cerebral, y en su diagnóstico de muerte encefálica. Por otra
ausencia, se concluye que se está en presencia de parte, dado que las respuestas evocadas se
silencio eléctrico cerebral, trazado nulo u otros muestran resistentes a la acción de drogas
sinónimos como el de EEG plano. ()LJXUD) depresoras del sistema nervioso central tales
(1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ$(YLGHQFLD&ODVH como los barbitúricos —como ha sido demos-
II) (aunque solamente aplicable al diagnóstico trado en diversos estudios tanto clínicos como
de muerte encefálica global) experimentales— su empleo puede tener un
cierto valor en estas situaciones. Igualmente
se ha demostrado la persistencia de respues-
WDVHYRFDGDVFRQPRGL¿FDFLRQHVGHODWHQFLD
en situaciones de hipotermia inducida. (1LYHO
GH5HFRPHQGDFLyQ%(YLGHQFLD&ODVH,,,)
(Aunque solamente aplicable al diagnóstico
de muerte encefálica global)

9.4.5. Inconsistencias
actuales en el diagnóstico
de muerte bajo criterios
neurológicos
9.4.5.1. ¿Qué definición de
muerte debe utilizarse?
Figura 5: EEG plano. Gentileza de la Dra. Viviana 1RKD\QLQJXQDHYLGHQFLDGHTXHXQDGH¿QL-
Cabezas, Buenos Aires Trasplante ción de muerte sea superior a otra. No existen
evidencias que apoyen los conceptos de muerte
Potenciales evocados multimodales bajo criterios neurológicos antes comenta-
Mediante las distintas técnicas de potencia- dos. (1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ'(YLGHQFLD
les evocados se pueden conseguir respuestas &ODVH,9)
evocadas multimodales mediante estímulos
luminosos, sonoros y eléctricos, los que nos 9.4.5.2. ¿Cuántas exploraciones
sirven para examinar las vías visuales, auditivas hay que realizar?
y somatosensoriales en sus diferentes niveles, La mayor parte de los protocolos y líneas-guía
estas exploraciones son capaces de informarnos de diagnóstico de muerte encefálica incluye la
sobre la indemnidad de dichas vías o por el realización de dos exámenes clínicos, aunque
536 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

también existen normativas que requieren la


‡ (YLGHQFLD&ODVH,HVWXGLRVELHQGLVHxDGRV
realización de solo un examen. Actualmente no
prospectivos, con evaluación ciega, realiza-
existe evidencia para sustentar que la realiza-
dos en poblaciones amplias que presenten
ción de un determinado número de exámenes
el proceso sospechado, usando una prueba
clínicos o instrumentales hara acuerdo sobre
SDWUyQRURSDUDGH¿QLUORVFDVRV\TXHSHU-
cuáles serán los tests mínimos para realizar el
mitan la evaluación con pruebas adecuadas
diagnóstico de muerte bajo criterios neuroló-
de certeza diagnóstica.
gicos. (1LYHOGH5HFRPHQGDFLyQ'(YLGHQFLD
‡ (YLGHQFLD&ODVH,,HVWXGLRVELHQGLVHxDGRV
&ODVH,9)
prospectivos, realizados en poblaciones más
cortas que presenten el proceso sospechado
9.4.5.3. ¿Qué tiempo o estudios retrospectivos, bien diseñados,
de observación clínica e realizados en poblaciones amplias que pre-
instrumental debe observarse? senten el proceso sospechado usando una
Aunque la mayor parte de las líneas-guía utiliza
prueba patrón-oro, comparados con una
un período de observación de seis horas entre
población-control amplia, con valoración
las exploraciones clínicas, no existen eviden-
IRUPDFLHJDSDUDGH¿QLUORVFDVRV\TXH
cias que sustenten dicha estrategia. (1LYHOGH
permitan la evaluación con pruebas ade-
5HFRPHQGDFLyQ'(YLGHQFLD&ODVH,9)
cuadas de certeza diagnóstica.
‡ (YLGHQFLD&ODVH,,,HVWXGLRVUHWURVSHF-
9.4.5.4. ¿Cuántos médicos tivos donde las personas con situaciones
tienen que intervenir establecidas o los controles se realizan en
en el diagnóstico? poblaciones más cortas y donde la prueba
La mayor parte de las líneas-guía establece que
se aplica en una evaluación ciega.
al menos dos médicos especialistas deben par-
‡ (YLGHQFLD&ODVH,9HYLGHQFLDH[WUDtGD
ticipar en el diagnóstico de muerte encefálica;
de series descriptivas de casos y opinión
QRREVWDQWHQRKD\HYLGHQFLDVFLHQWt¿FDVTXH
de expertos, donde la prueba no se aplica
actualmente sustenten dicha práctica. Nivel de
en forma ciega.
Recomendación D, Evidencia Clase IV.
Tabla 1:&ODVL¿FDFLyQGHORVQLYHOHVGHHYLGHQ-
cia para actividades diagnósticas del subcomité
9.4.6. Conclusiones de evaluación de terapéuticas y tecnologías de la
Como quedó explicitado en la introducción, academia norteamericana de neurología
la existencia de diversos conceptos de muerte
‡ 5HFRPHQGDFLyQ$(VWDEOHFLGRFRPR~WLO
basada en criterios neurológicos sitúa a este
o no útil para una situación dada en una
diagnóstico en un nivel conceptual, que de acuer-
SREODFLyQHVSHFt¿FD
do a la metodología de la Medicina Basada en
‡ 5HFRPHQGDFLyQ%3UREDEOHPHQWHFRPR
la Evidencia lo sitúa en una evidencia de bajo
útil o no útil para una situación dada en
nivel, dado que pertenece ese nivel concep-
XQDSREODFLyQHVSHFt¿FD
tual por acuerdo de expertos de las distintas
‡ 5HFRPHQGDFLyQ&3RVLEOHPHQWH~WLOR
escuelas médicas.
no útil para una situación dada en una
3RURWUDSDUWH\GHDFXHUGRFRQODD¿UPDFLRQHV
SREODFLyQHVSHFt¿FD
de Wijdicks EF, los criterios aplicables a los
‡ 5HFRPHQGDFLyQ''DWRVLQDGHFXDGRV
diferentes conceptos de muerte encefálica se
RFRQÀLFWLYRVGDGRVORVFRQRFLPLHQWRV
sitúan mayoritariamente en estudios de clase
actuales el test no está probado
III, con escasas series prospectivas randomi-
zadas y un alto número de publicaciones que Tabla 2:&ODVL¿FDFLyQGHORVQLYHOHVGHUHFRPHQGD-
presentan la opinión de expertos, estudios con ciones para actividades diagnósticas del subcomité
controles históricos no aleatorizados y un alto de evaluación de terapéuticas y tecnologías de la
porcentaje de series de casos. academia norteamericana de neurología
Alteraciones de la conciencia ‡ 537

1. Parada circulatoria cerebral ‡ /HVLRQHVGLIXVDVVHFXQGDULDV


2. Ausencia de actividad bioeléctrica del sistema - Mayores de 6 años: no menos de 12 hs
nervioso central de ARM
3. Disminución del consumo cerebral de - Menores de 6 años: no menos de 24 hs
oxígeno de ARM
4. Otros
Tabla 3: Fenómenos intracraneales relacionados Ausencia de efecto de drogas depresoras del
con la muerte encefálica SNC y/o relajantes neuromusculares. En caso
GHGURJDVFXDQWL¿FDEOHVHVFRQYHQLHQWHVXGR-
‡ +LSRWHQVLyQDUWHULDO
‡ )RQWDQHODVDELHUWDVHQUHFLpQQDFLGRV saje plasmático. Con drogas no mensurables
‡ *UDQGHVIUDFWXUDVGHEyYHGDREDVHGHFUiQHR se debe esperar entre cuatro y cinco vidas me-
‡ 'UHQDMHVLQWHUQRVRH[WHUQRVGHOtTXLGRFHIDOR- dias. Cuando se sospechan drogas de abuso o
rraquídeo LQWR[LFDFLyQKVGHHVSHUDVRQVX¿FLHQWHV
‡ 9HQDVHPLVDULDV para comenzar el diagnóstico de ME:
Tabla 4:&DXVDVGHÀXMRVDQJXtQHRLQWUDFUDQHDO ‡ 7HPSHUDWXUDUHFWDO!ž&
persistente acompañando a la situación de muerte ‡ 7$6!PP+JR7$0!
encefálica ‡ $XVHQFLDGHGLVWXUELRVPHWDEyOLFRV\R
endocrinos
Se excluyen:
9.4.7. Anexo ‡ 0HQRUHVGHGtDVGHYLGD
Protocolo de diagnóstico ‡ $QHQFHIiOLFRV
de muerte bajo criterios
neurológicos del Instituto 9.4.7.2. Examen neurológico
Nacional Central Único ‡ *&6
Coordinador de Ablación ‡ $EROLFLyQGHUHÀHMRVGHWURQFRHQFHIiOLFR
e Implante (INCUCAI) de - Pupilas intermedias o midriáticas arreac-
la República Argentina tivas
- Ausencia de sensibilidad y respuesta
Una aplicación práctica de los conceptos ver- motora facial
tidos por el Dr. J. M. Domínguez Roldán y ‡ &RUQHDQRDEROLGR
colaboradores se encuentra en la ley nacional ‡ $XVHQFLDGHPXHFDGHGRORU
24193/93 de trasplante de órganos y material - Ausencia de movimientos oculares es-
anatómico humano, que determinó, en el punto SRQWiQHRV\RUHÀHMRV 2&\29
d) del artículo 23, que el INCUCAI estableciera  5HÀHMRVEXOEDUHVDEROLGRV WXVtJHQR
el Protocolo de Muerte Bajo Criterios Neuro- nauseoso y deglutorio)
lógicos. El Organismo lo desarrolló en 1993 ‡ $SQHDGH¿QLWLYD
y en 1998, de cuya publicación se extraen los
puntos que siguen a continuación: 3DUDODYHUL¿FDFLyQGHODDSQHDGH¿QLWLYD
se debe realizar el Test de Oxigenación Ap-
9.4.7.1. Prerrequisitos neica:
Causa conocida de daño estructural, con magnitud a. Llevar a normocapnia con FiO2 1, en pa-
VX¿FLHQWH\GHELGDPHQWHGRFXPHQWDGD ciente monitorizado (ECG, SpO2) al menos
Tiempo de evolución del coma apneico su- durante 10 minutos
¿FLHQWH b. Tomar muestra de gases
‡ /HVLRQHVHQFHIiOLFDVSULPDULDV c. Desconectar del respirador y colocar cánula
- Mayores de 6 años: no menos de 3 hs FRQÀXMR!GHO
de ARM d. Evaluar aparición de movimientos respi-
- Menores de 6 años: no menos de 6 hs ratorios durante 10 minutos
de ARM e. Tomar muestra de gases
538 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

f. Criterios de suspensión Repetición de los estudios que miden FSC


i. Inestabilidad hemodinámica Cuando los resultados no son concluyentes, la
ii. Arritmia utilización de alguno de estos estudios permite
iii. Desaturación una sola constatación instrumental, no necesi-
tando ser repetidos.
Se considera que la prueba es positiva cuando
la PCO2 es mayor a 60 mmHg o un 20% de los
Métodos electrofisiológicos
valores basales.
EEG
Criterios diagnósticos: Este estudio sólo será
9.4.7.3. Estudios complementarios
YiOLGRSDUDFHUWL¿FDUOD0(VLHVUHDOL]DGRFXP-
SOLHQGRORVSDUiPHWURVWpFQLFRVGH¿QLGRVHQHO
Métodos de detección de flujo
Anexo. Su resultado debe mostrar el llamado
Angiografía de los cuatro vasos 6LOHQFLR%LRHOpFWULFR&HUHEUDOTXHVHGH¿QH
Criterios diagnósticos: ausencia de circula- como “Ausencia de actividad electro-encefa-
ción intracraneana. El hallazgo habitual es ORJUi¿FDPD\RUDORV GRV —YGHDPSOLWXG
la detención de la columna de contraste in- cuando es registrado por pares de electrodos en
traarterial a nivel de la base del cráneo en el el cuero cabelludo con una distancia interelec-
sistema carotídeo y en el vertebral. La arteria trodo de 10 (diez) cm o más, y una impedancia
FDUyWLGDH[WHUQDVHRSDFL¿FDQRUPDOPHQWH\HO adecuada de los mismos”.
seno longitudinal superior puede visualizarse
tardíamente.
Potenciales evocados multimodales
Doppler transcraneano 3RWHQFLDOHVHYRFDGRVVRPDWRVHQVLWLYRV
Criterios diagnósticos: Criterios diagnósticos: Este estudio debe mostrar
a. Espiga sistólica pequeña en la sístole precoz —para ser compatible con el diagnóstico de
VLQÀXMRGLDVWyOLFR Muerte Encefálica— la ausencia de respuesta
E (VSLJDVLVWyOLFDSUHFR]FRQÀXMRGLDVWyOLFR cortical en forma bilateral, al estimular, por
LQYHUWLGR ÀXMRUHYHUEHUDQWH  ejemplo, el nervio mediano en la muñeca, con
preservación de las respuestas extracraneanas
La ausencia inicial de señal doppler no puede (del plexo braquial y de la médula cervical).
VHULQWHUSUHWDGDFRPRFRQ¿UPDWRULDGHOGLDJ-
nóstico. 3RWHQFLDOHVHYRFDGRVDXGLWLYRV
GHWURQFRFHUHEUDO
Angiografía radioisotópica Criterios diagnósticos: Este estudio debe mostrar
Criterios diagnósticos: Este estudio para el caso —para ser compatible con el diagnóstico de
del diagnóstico de muerte encefálica (ME), Muerte Encefálica— la ausencia de toda onda
debe ser realizado con radioisótopos difusibles posterior a la onda II bilateralmente. La presencia
(como el 99mTc-HM-PAO) que permiten de- de onda III o cualquiera otra posterior, uni o
WHFWDUWDPELpQHOÀXMRHQHOWHUULWRULRDUWHULDO bilateralmente, indica la persistencia de actividad
posterior (vértebro basilar) neural en el tronco encefálico, descartando el
El resultado compatible con el diagnóstico diagnóstico de Muerte Encefálica.
que nos ocupa es la ausencia completa de cap-
tación del trazador a nivel de los hemisferios 3RWHQFLDOHVHYRFDGRVYLVXDOHV
cerebrales y de la fosa posterior (fenómeno FRQHOHFWURUUHWLQRJUDPD
del “cráneo vacío”), tanto en la fase inicial Criterios diagnósticos: El resultado compatible
DQJLRJDPDJUi¿FD FRPRHQODIDVHGHFDS- con el diagnóstico de Muerte Encefálica es la
tación parenquimatosa. ausencia de respuesta occipital al estimular cada
Alteraciones de la conciencia ‡ 539

ojo, con preservación de la respuesta retiniana neurológico no se hubiera podido cumplimentar


en el electrorretinograma. algún punto particular del mismo.

5HSHWLFLyQGHORVHVWXGLRVHOHFWUR¿VLROyJLFRV 9.4.7.4. Repetición del


El diagnóstico de Muerte Encefálica es un diag- examen neurológico
nóstico eminentemente clínico. En el marco de Objetivo: Demostrar la persistencia, en un período
este protocolo, en los sujetos adultos y en los adecuado de tiempo, de los hallazgos iniciales.
niños a partir de los seis años de edad, cuando Condición:
todos los ítems del examen neurológico hayan ‡ 0DQWHQHUSUHUUHTXLVLWRV
sido cumplimentados, tanto en la evaluación - Intervalo entre las evaluaciones
inicial como en su repetición, los estudios ‡ $GXOWRV PD\RUDxRV KV
FRQ¿UPDWRULRVHOHFWUR¿VLROyJLFRVQRUHTXLH- ‡ 1LxRV
ren ser repetidos, bastando ser realizados una - Entre 7 y 60 días: 48 hs
única vez. En cambio, deberán ser repetidos - Entre 2 y 12 meses: 24 hs
con cada evaluación en los menores de seis - Entre 1 y 6 años: 12 hs
años y, a cualquier edad, cuando en el examen La hora de muerte es la de la primer evaluación.
Capítulo 10
REHABILITACIÓN

10.1. Rehabilitación Neurológica


0DUWtQ-3UHYLJOLDQR

10.1.1. Introducción Casaburi, R., Petty, T., 3ULQFLSOHVDQG3UDF


WLFHRI3XOPRQDU\5HKDELOLWDWLRQ St. Louis,
El propósito de la rehabilitación del paciente neu- Saunders 1993.
rológico es facilitar la recuperación de la función Tideikasaar, R. &DtGDVHQDQFLDQRV3UHYHQFLyQ
perdida. Ésto variable en el tiempo, dependiendo \WUDWDPLHQWR, Barcelona, Masson, 2004.
del estado clínico y de la situación del paciente. Lazar, R.B., 3ULQFLSOHVRI1HXURORJLF5HKD
Por tal motivo deberán proponerse diferentes ELOLWDWLRQ, NY, McGraw-Hill, 1997.
objetivos en la Unidad de Terapia Intensiva Reid Campion, M., +\GURWKHUDS\3ULQFLSOHV
(UTI), la sala de cuidados generales, el Tercer DQG3UDFWLFH, 1st edition. Butterworth-Heine-
Nivel o Centro de Rehabilitación, la internación mann, 1997.
domiciliaria y la atención ambulatoria. Paeth, B., ([SHULHQFLDVHQHOFRQFHSWR%RED
WK)XQGDPHQWRVWUDWDPLHQWRVFDVRV. Buenos
Aires, Médica Panamericana, 2000.
10.1.2. Fuente de evidencia
Herdman, S.J., 9HVWLEXODU5HKDELOLWDWLRQ &RQ
Shepred, C., )LVLRWHUDSLDHQORVWUDVWRUQRVFHUHEUDOHV, WHPSRUDU\3HUVSHFWLYHVLQ5HKDELOLWDWLRQ  1st
Médica Panamericana, Buenos Aires, 1985. edition, F. A. Davis, 1994.
Curso de actualización en disfagia, 21 de abril
y 5 de mayo de 2001, Instituto FLENI, Buenos
10.1.3. Cuidados en
Aires, Argentina.
terapia intensiva
Downie, P., &DVKV7H[WERRNRI1HXURORJ\IRU
3K\VLRWKHUDSLVWV, 4th edition, Philadelphia, Li- Lo más importante del trabajo del kinesiólogo en
ppincott, 1986. el paciente en estado crítico es el cuidado de las
542 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

funciones respiratoria y deglutoria, ya que por ‡ 5HWHQFLyQHQORVUHFHVRVIDUtQJHRV


el tipo de lesión cerebral, la hipotonía y el decú- ‡ e[WDVLVIDUtQJHR
ELWRSURYRFDQSRFDRGH¿FLHQWHH[SDQVLyQGHOD ‡ 'HJOXFLyQPDOGLULJLGD DVSLUDFLyQ
FDMDWRUiFLFDGLVPLQXFLyQGHOUHÀHMRWXVtJHQR\ La evaluación y tratamiento temprano de la
disfagia, corriendo el riesgo de atelectasias, bron- deglución disminuye las posibilidades de bron-
coaspiración e infecciones respiratorias. Además coaspiración permitiendo iniciar la alimentación
provocan una disminución en la información oral lo antes posible.
somatosensitiva, visual y vestibular (trípode de La reeducación de la deglución comienza con
sustentación del equilibrio) corriendo el riesgo la evaluación EHGVLGH (al lado de la cama):
GHSURGXFLUVHDWUR¿DVPXVFXODUHV\GHELOLGDG ‡ ([SUHVLyQIDFLDO\VLPHWUtD
contracturas musculares, disminución de la mo- ‡ &LHUUHGHORVODELRV\PDQGtEXOD
vilidad articular (cambios peri e intrarticulares), ‡ /HQJXD
VXEOX[DFLRQHVRVL¿FDFLRQHVKHWHURWySLFDV\~OFHUDV ‡ 'HJOXFLyQHVSRQWiQHD ³WUDJDGDVDXWR-
por decúbito (escaras), entre otras lesiones. máticas”)
‡ 6HQVLELOLGDG
10.1.3.1. Asistencia Kinésica ‡ &RRUGLQDFLyQGHODUHVSLUDFLyQFRQODGH-
Respiratoria (AKR) glución
El objetivo es mantener la vía aérea permeable, ‡ $FWLYLGDGUHÀHMDQRUPDO
UHGXFLHQGRODUHVLVWHQFLDDOÀXMRDpUHR\HO ‡ 5HÀHMRIDUtQJHR
trabajo respiratorio, mejorando el intercam- ‡ 5HÀHMRGHODPRUGHGXUD
bio gaseoso y disminuyendo la incidencia de ‡ 'HJOXFLyQGHOtTXLGRVVHPLVyOLGRV\VyOLGRV
infección pulmonar y las atelectasias. En cuanto el paciente recupera la conciencia,
Las técnicas de la AKR a utilizar dependerán HVQHFHVDULRKDFHUXQDYLGHRÀXRURVFRStDSDUD
del estado paciente, si respira espontáneamente determinar la fase exacta donde se encuentra
o requiere de asistencia respiratoria no invasiva el problema.
o mecánica, si tiene hipertensión endocraneana
o no. Las técnicas son: 10.1.3.3. Cuidado
‡ +XPLGL¿FDFLyQ de posiciones
‡ 'UHQDMHSRVWXUDO Los objetivos del cuidado de posiciones están
‡ 3HUFXVLyQRFODSLQJ, puño-percusión dirigidos a la prevención de:
‡ 9LEUDFLyQ ‡ $WHOHFWDVLDV
‡ (MHUFLFLRVUHVSLUDWRULRV ‡ $VSLUDFLyQEURQTXLDO
‡ ([SDQVLyQ ‡ 8OFHUDVSRUGHF~ELWR
‡ 0DQLREUDVGHUHH[SDQVLyQ ‡ 5HWUDFFLRQHVPXVFXODUHV
‡ 3UHVLyQ3RVLWLYD,QVSLUDWRULD ‡ Acortamiento de tejidos blandos
‡ 7RVDVLVWLGD
‡ $VSLUDFLyQGHVHFUHFLRQHV Por otra parte, el cuidado de la alineación
‡ ([WXEDFLyQFDPELRGHWUDTXHRVWRPtD normal de las articulaciones y la simetría, lleva
‡ 7RPDGHPXHVWUDGHUHVSLUDWRULD DVSLUD- a mejorar la información somatosensitiva.
do traqueal en tubo de Luckens o muestra $OJXQDVYHFHVQRHVVX¿FLHQWHFRQHOXVRGH
profunda por MiniBAL) almohadas y toallas para el cuidado de posi-
ciones, y se requiere del uso de taloneras de
10.1.3.2. Evaluación y siliconas o piel sintética, colchones de aire para
tratamiento de la deglución la prevención de las escaras, y valvas cortas de
La disglusia es muy frecuente en los pacientes goma espuma, siliconas o polipropileno para
que han sufrido un ACV, TEC o intubación miembros superiores y/o inferiores, para la
prolongada debido a: prevención de las retracciones musculares.
‡ $SUD[LDLGHRPRWRUDGHODGHJOXFLyQ Los cambios posturales en general están a
‡ 7UDVWRUQRGHODPRWLOLGDG cargo de Enfermería. Es aconsejable el cam-
Rehabilitación ‡ 543

bio de decúbito cada dos horas siguiendo un en su entorno, para continuar la rehabilitación
cronograma: decúbito supino, decúbito lateral con un equipo permanente y exclusivo. El pa-
sobre el lado sano y decúbito lateral sobre el ciente neurológico suele establecer vínculos muy
lado afectado. importantes, hasta la dependencia, tanto con el
personal de enfermería como con sus kinesiólo-
10.1.3.4. Movilización gos, por lo que se enfatiza la necesidad de que el
pasiva y activa asistida equipo terapéutico sea siempre el mismo.
Con la movilización se persigue: En la medida en que el paciente alcanza mayor
‡ 0DQWHQHUHOUDQJRGHPRYLOLGDGDUWLFXODU independencia y/o llega a una meseta en su
‡ (VWLPXODFLyQVRPDWRVHQVLWLYDGHORVUHFHS- recuperación, se va disminuyendo en la can-
tores periféricos: tidad de terapias y frecuencia de las mismas,
- Huso neuromuscular y en el nivel de complejidad dentro del centro
- Órgano tendinoso de Golgi de rehabilitación.
- Receptores Articulares
- Receptores cutáneos
10.1.5. Técnicas de
rehabilitación
10.1.4. Cuidados en
Existen diversas técnicas de rehabilitación y cada
la sala general
kinesiólogo adopta la que mejor resultados le
Cuando el paciente pasa a la sala general gene- da para el tratamiento de sus pacientes. Algunas
ralmente se encuentra clínicamente estable. Se de ellas son las de Brunnstrom, Kabat, Bobath,
continúa con la AKR, se profundiza el estudio Rehabilitación Vestibular, Hidroterapia.
de la deglución adecuando la rehabilitación
DORVKDOOD]JRVÀXRURVFySLFRV\FRPLHQ]DOD 10.1.5.1. Método Brunnstrom
rehabilitación motora propiamente dicha. El método Brunnstrom propone utilizar los es-
Se hace partícipe al paciente y a la familia tímulos aferentes para iniciar el movimiento
de la rehabilitación, enseñándoles los cuida- que el paciente es incapaz de producir volun-
dos posturales, que son fundamentales para la tariamente. Una vez que el paciente consigue
prevención y tratamiento de futuros patrones realizar las sinergias de las extremidades podrá ir
anormales de movimiento. adquiriendo las combinaciones de movimientos
Se continúa con los cambios de decúbitos, se que se derivan de esas sinergias. Las sinergias
comienza la sedestación al borde de la cama y se según este método siempre preceden a la recu-
trabaja el FRQWUROGHOWURQFR (equilibrio corto). peración del movimiento normal.
En la medida en que el paciente responde, el
paso siguiente es comenzar la ELSHGHVWDFLyQ 10.1.5.2. Método Kabat
(equilibrio largo), VHGHVWDFLyQHQVLOOyQ, mar El método Kabat o facilitación neuromuscular
FKD por la habitación y marcha por el pasillo. propioceptiva tiene como objetivos reeducar
Si la institución posee gimnasio, progresa la el movimiento y mejorar la coordinación, la
rehabilitación en éste. fuerza, la resistencia y la estabilidad.
En general en este momento se plantea la Trabaja sobre patrones funcionales de movi-
externación. miento con la superimposición de elongacio-
De acuerdo al estado del paciente, de sus QHVUiSLGDVD¿QGHDXPHQWDUHOPRYLPLHQWR
posibilidades socioeconómicas y las metas a voluntario.
alcanzar, la atención se continuará en Tercer
Nivel o Centro de Rehabilitación, internación 10.1.5.3. Concepto Bobath
domiciliaria, hospital de día o en forma mixta El concepto Bobath busca dar una respuesta a
(atención domiciliaria y ambulatoria). la evaluación y tratamiento de los individuos
En nuestro criterio, es muy importante la tem- con desórdenes de la función, el tono y el mo-
prana reinserción del paciente en su domicilio, vimiento, debidos a una lesión en el SNC.
544 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

El paciente es evaluado según una función metas que fuera de ella le son imposibles de
total, individualizada, en un entorno variable, alcanzar, como la independencia en la movilidad.
según las necesidades bio-psico-sociales. Se Los efectos terapéuticos son la disminución
trabaja en la prevención y promoción, y en el del dolor y del espasmo muscular, el manteni-
entrenamiento del entorno familiar, para lograr miento e incremento del rango de movilidad,
cuidados para la atención durante las 24 hs. una mayor tolerancia a la actividad física y una
El objetivo del concepto es optimizar la mejoría de la circulación periférica, además
función: durante el SURFHVRGHHYDOXDFLyQ\ de la facilitación de actividades funcionales,
WUDWDPLHQWR, está dirigido a los impedimentos, el balance y la postura.
busca incrementar la participación y control Uno de los métodos más utilizados es el de
en las actividades de la vida diaria del pacien- Halliwick de enseñanza de natación, que se
WHODH¿FLHQFLDHQODVHVWUDWHJLDVGHSRVWXUD\ EDVDHQSULQFLSLRVFLHQWt¿FRVFRQRFLGRVGHKL-
movimiento. El tratamiento se caracteriza por drodinámica y mecánica del cuerpo, pensado
la búsqueda de soluciones en aquellos aspec- para personas de todas las edades sin importar
WRVGHOFRPSRUWDPLHQWRPRWRUTXHLQWHU¿HUHQ si son sanas o si padecen de algún tipo de dis-
en la SHUIRUPDQFH de la actividad, abarca la capacidad o la severidad de ésta. Se trabaja uno
participación activa del individuo, el manejo a uno, instructor-nadador, hasta que se logra la
(KDQGOLQJ) por parte del terapeuta, y la tarea completa independencia. El método Halliwick
motora y el entorno se adecúan a las necesi- se usa también como actividad recreativa, pero
dades del paciente. no hay dudas de que es de gran valor en el
campo terapéutico. Cualquiera sea su uso, los
10.1.5.4. Rehabilitación instructores buscan la habilidad en el agua como
Vestibular opuesto a la inhabilidad en tierra.
Este tratamiento se indica a los pacientes que
han sufrido un ACV de tronco encefálico o de 10.1.5.6. Prevención
cerebelo, neurinomas del acústico, como así de las caídas
también en muchos TEC. Se busca restable- Independientemente de la o las técnicas utili-
cer la respuesta normal del SNC a los LQSXWV zadas, un aspecto muy importante a tener en
sensoriales (del sistema somatosensorial, el cuenta en el tratamiento es la prevención de
sistema visual y el sistema vestibular), me- las caídas. El riesgo en los pacientes con daño
diante ejercicios que permitan la habituación, cerebral aumenta por la presencia de uno o más
la adaptación a los síntomas o la sustitución de de estos factores:
funciones, mediante estrategias para reemplazar ‡ +HPLDQRSVLD
ODIXQFLyQSHUGLGD6HWUDEDMDVREUHHOUHÀHMR ‡ +HPLQHJOLJHQFLDGHOODGRDIHFWDGR
vestíbulo-ocular y el vestíbulo-espinal. ‡ 'LVPLQXFLyQGHORVLQSXWV sensoriales
Se busca: ‡ 'LVEDODQFH
‡ 0HMRUDUODHVWDELOLGDGIXQFLRQDOGHOSDFLHQWH ‡ $IDVLD
durante la deambulación ‡ $SUD[LD
‡ 0HMRUDUODKDELOLGDGGHOSDFLHQWHSDUDYHU ‡ 'LVDXWRQRPtDV
claramente durante los movimientos de la ‡ 'HWHULRURFRJQLWLYR DWHQFLyQPHPRULD
cabeza. Mejorar la condición psíquica ge- percepción, miedo a caerse, depresión)
neral y el nivel de actividad La medicación psicotrópica o anticonvulsi-
‡ 0HMRUDUODYLGDVRFLDODOGLVPLQXLUODLQHV- vante puede facilitar las caídas por somnolencia
tabilidad y la osciloscopía (visión borrosa RDWD[LD/DVXSHU¿FLHREVWiFXORVUXLGRVH
durante los movimientos de la cabeza) iluminación de los ambientes pueden contri-
buir a las caídas, así como las actividades no
10.1.5.5. Hidroterapia programadas.
La actividad terapéutica o recreacional llevada Hay que tener en cuenta el tipo de calzado, que
a cabo en el agua permite al individuo lograr sea con suela de goma y que sujete bien al talón,
Rehabilitación ‡ 545

uso de silla de ruedas, bastón (cuádruplo o sim- altas con apoya brazos, baranda en la cama, aga-
ple), medidas de seguridad del entorno (buena rraderas en el baño, antideslizantes dentro y fuera
iluminación, alfombras con antideslizantes, sillas de la ducha, uso de silla para la higiene).

Paciente: Edad: Fecha:

Tabla de Puntuación de Niveles de Independencia Funcional


7 Independencia completa SIN AYUDA
6 Independencia con adaptaciones
Dependencia Parcial
5 Supervisión
4 Mínima asistencia (sujeto = 75 % ó más) CON AYUDA
3 Moderada asistencia (sujeto = 50 % ó más)
Dependencia Completa
2 Máxima asistencia (sujeto = 25 % ó más)
1 Asistencia Total (sujeto = 0 % ó más)

Medidas de Independencia Personal - FIM Fecha Fecha Fecha


Cuidado propio
A Comida
B Aseo
C Baño
D Vestimenta-parte alta del cuerpo
E Vestimenta-parte baja del cuerpo
F Toilette
Control de esfínter
G Manejo de vejiga
H Manejo de intestino
Movilidad
Transferencia
I Cama, silla, silla de ruedas
J Toilette
K Ducha
Locomoción
L Camina/silla de ruedas
M Escaleras
Comunicación
N Comprensión
O Expresión
Conexión social
P Interacción social
Q Resolución de problemas
R Memoria
TOTAL FIM
Cuadro 1: Planilla del FIM (Medida de Independencia Funcional) utilizada por los autores
546 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

INDEPENDENCIA EN LAS ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA-ÍNDICE BARTHEL Fecha Fecha Fecha


Nombre del paciente: ..............................................................................................................
Intestino
0 incontinencia (o necesidad de enema)
5 accidente ocasional (una vez por semana)
10 continencia
Vejiga
0 incontinencia/cateterismo
5 accidente ocasional (una vez por semana máximo)
10 continencia (por siete días)
Aseo Personal
0 necesita ayuda
5 independencia en aseo de cara, pelo, dientes y afeitado (dando los
implementos necesarios)
Uso del baño
0 dependiente
5 mínima asistencia
10 independiente (entrar, salir, vestirse e higiene)
Comida
0 no puede
5 necesita que le corten la comida o untar la manteca, etc.
10 independiente (alcanzándole la comida)
Transferencias
0 máxima asistencia (p. ej., imposibilidad, no tiene equilibrio)
5 necesita mucha ayuda (una o dos personas); se puede sentar
10 necesita mínima asistencia (verbal o física)
15 independiente
Movilidad
0 inmóvil
5 usa silla de ruedas de forma independiente (incluyendo esquinas)
10 camina con ayuda de una persona (verbal o física)
15 independiente
Vestido
0 dependiente
5 necesita ayuda
10 independiente, incluyendo botones, cierres, zapatos, etc.
Escaleras
0 no puede (máx. asistencia)
5 necesita ayuda (mín. asistencia)
10 independiente
Baño
0 dependiente
5 independiente (puede bañarse con ducha)
TOTAL:

Firma y Sello del Profesional

Cuadro 2: Planilla del Índice de Barthel utilizada por los autores


Rehabilitación ‡ 547

10.1.6. Escalas de evaluación 10.1.7. Conclusión


Hay distintos tipos de evaluaciones para medir Cuanto más temprano sea el inicio de la rehabili-
la independencia del individuo. Las más mo- tación, mayores posibilidades tendrá el paciente
dernas son el FIM ()XQFLRQDO,QGHSHQGHQFH de lograr habilidades que le permitan su inde-
0HVVXUH) y el Índice de Barthel, entre otros. pendencia y la aceptación de sus secuelas.
Permiten evaluar al paciente en los distintos El objetivo de la rehabilitación es que el paciente
momentos de la rehabilitación, al ingreso, en logre el movimiento normal y, si no lo puede,
HOPHGLR\DO¿QDOGHOWUDWDPLHQWR\DVtPDUFDU que obtenga lo más cercano a lo normal.
los objetivos funcionales del tratamiento. En La consigna es UHKDELOLWDUVHSDUDYLYLU y no YLYLU
los &XDGURV y 2 se muestran las planillas SDUDUHKDELOLWDUVH. Si ocurre esto último, todos los
del FIM y del Índice de Barthel utilizadas por esfuerzos, tanto del paciente y su familia como el
nosotros. de los terapeutas, habrán sido en vano.

10.2. Rehabilitación Neuropsicológica


en el traumatismo de cráneo
Marcela A. Soto
María Inés Previgliano

10.2.1. Introducción del cerebro y la conducta. El daño cerebral


frecuentemente conduce a cambios en el pen-
El daño cerebral secundario a traumatismo en- samiento, las emociones y/o la conducta. De
céfalocraneano (TEC) es una de las primeras tal modo es de importancia crítica entender
causas de invalidez en las sociedades occiden- sus efectos sobre el funcionamiento cognitivo
tales. Esto se debe al progresivo incremento y comportamental de un individuo. La neu-
del número de personas afectadas, a la alta ropsicología está dedicada al entendimiento
proporción de pacientes jóvenes implicados, y tratamiento de la variedad de cambios que
así como a los avances tecnológicos y médi- puedan resultar del daño cerebral.
cos que posibilitan que más personas puedan
sobrevivir al daño cerebral. Estos avances han
10.2.2. Fuente de evidencia
incrementado el nivel de supervivencia de los
pacientes y a su vez han permitido controlar Salmond CH, BJ Sahakian. “Cognitive outcome
y reducir la gravedad de las complicaciones in traumatic brain injury survivors”. En: Curr
posteriores. 2SLQ&ULW&DUH 2005; 11:111-116.
A diferencia de otros países no existe en el Perino CI, J León-Carrión. “Brain injury”.
nuestro una cultura de protección y rehabili- En: %UDLQ,QM 2005; 19:157-158.
tación de las funciones mentales superiores León-Carrión, J. “Dementia Due to Head
luego de un daño cerebral. Trauma: An obscure name for a clear neuro-
La Neuropsicología es un área de especiali- cognitive syndrome”.
zación dentro del campo de la psicología que En: 1HXUR5HKDELOLWDWLRQ 2002; 17:115-122.
se ocupa de la relación entre el funcionamiento León-Carrión J., Machuca Murga F, Murga
548 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Sierra M, Domínguez Morales R. “Outcome La (YDOXDFLyQ1HXURSVLFROyJLFD es una va-


after an intensive, holistic and multidisciplinary loración de la atención, memoria, aprendizaje,
rehabilitation program after traumatic brain lenguaje, función ejecutiva y la velocidad de
injury. Medico-legal values”. En: 5HY1HXURO procesamiento. También debemos considerar
2001; 33:377-383. aspectos que son relevantes en la readaptación
León-Carrión J., Alarcón JC, Revuelta M HWDO. social del paciente: la capacidad de razonamiento,
“Executive functioning as outcome in patients las habilidades comunicativas, las funciones
after traumatic brain injury”. En: ,QW-1HXURVFL perceptivas y constructivas, las habilidades aca-
1998 May; 94(1-2):75-83. démicas y profesionales, así como la orientación
León-Carrión J, Rodríguez-Duarte R, Barro- del paciente en su entorno.
so-Martín JM HWDO. “The attentional system Dado que cada persona afectada por un daño
in brain injury survivors”. En: ,QW-1HXURVFL FHUHEUDOSUHVHQWDXQDFRQVWHODFLyQHVSHFt¿FDGH
1996; 85:231-236. alteraciones físicas, cognitivas, emocionales y
Buzón Reyes JM, León-Carrión J, Murillo F de comportamiento, es preciso evaluar con pro-
HWDO³9LVXDOFRQVWUXFWLYHGH¿FLWVDQGFRPD fundidad todos estos trastornos en cada paciente.
depth”. En: $UFK 1HXURELRO (Madr) 1992; Evidentemente los resultados de la evaluación
55:156-161. dependerán del estadio de recuperación en que
León-Carrión J, Morales M, Forastero P et se halle la persona afectada.
DO. “The computerized Tower of Hanoi: a new La (YDOXDFLyQ permitirá establecer los objetivos
form of administration and suggestions for concretos de la 5HKDELOLWDFLyQ1HXURSVLFROyJL
interpretation”. En: 3HUFHSW0RW6NLOOV 1991; FD, facilitando el proceso de recuperación del
73:63-66. paciente así como su posterior readaptación en
los ámbitos familiar, profesional y social.
10.2.3. Evaluación
10.2.3.1. Evaluación inicial
Haciendo un poco de historia podemos decir La valoración de la (YDOXDFLyQ de personas gra-
que la palabra HYDOXDFLyQ asociada a aspectos vemente afectadas puede resultar en los primeros
psicológicos aparece por primera vez en un días en extremo difícil, sin embargo se han desa-
LQIRUPHGHOD2¿FLQDGH6HUYLFLRV(VWUDWpJLFRV rrollado escalas para evaluar la recuperación de
de EE.UU. de 1948, en relación a la selección de las habilidades funcionales en estos pacientes.
hombres para misiones especiales en la Segun- Es preciso tener en cuenta que cuando el
da Guerra Mundial. Desde la Segunda Guerra paciente emerge del estado de coma presenta
Mundial hasta ahora el término HYDOXDFLyQ ha una mejoría progresiva y gradual de sus fun-
ido ganando terreno en psicología. ciones mentales superiores. Durante el período
Han pasado los días en que los neuropsiquia- de amnesia postraumática se encuentra en un
tras podían hacer a las personas dañadas unas HVWDGRGHFRQIXVLyQTXHVHPDQL¿HVWDSRUXQD
pocas preguntas y como resultado de esta breve importante alteración del nivel de atención y
entrevista formarse una opinión respecto de concentración, lo que obviamente conlleva a
la integridad de todos los procesos psicológi- una alteración generalizada de las funciones
cos, la capacidad adaptativa del paciente y su mentales superiores. Por ello, cuando se lleva
personalidad. a cabo una evaluación durante este período, es
8QDGH¿QLFLyQVLPSOHGHOD(YDOXDFLyQ1HX preciso interpretar los resultados teniendo en
URSVLFROyJLFD es asumirla como un proceso para FXHQWDODVGL¿FXOWDGHVGHDWHQFLyQGHOSDFLHQWH
solucionar problemas (responder preguntas), considerando que se trata de una afectación tran-
en el que los test son usados como uno de los sitoria de las funciones mentales superiores.
métodos de recogida de datos relevantes. Su
función básica consiste en proporcionar una Mini Mental State
descripción válida del estado mental del paciente, El 0LQL0HQWDO6WDWH es el método más amplia-
tanto a nivel cognitivo como afectivo. mente utilizado para una rápida evaluación de
Rehabilitación ‡ 549

la declinación cognitiva; es un test cuantitativo Escala Galveston de Orientación


breve, que requiere entre diez y quince mi- y Amnesia (Galveston Orientation
nutos para su administración y es útil para la and Amnesia Test GOAT)
detección de trastornos cognitivos durante el La escala de GOAT ()LJXUD) permite valorar
proceso diagnóstico. El test evalúa orientación, el grado y duración del estado de confusión y
atención, concentración, memoria, lenguaje y amnesia tras un traumatismo. Ha sido diseñada
praxias, generando un puntaje de 0 a 30 puntos. para realizar evaluaciones repetidas y puede
()LJXUD) El rendimiento observado, con los realizarse durante el mismo día o bien repetir
puntajes, se debe correlacionar con la edad las medidas durante diversos días o semanas si
del paciente. es necesario. De un total de diez preguntas, ocho
Respecto a la puntuación, en pacientes com- incluyen cuestiones relativas a la orientación
prendidos entre los 16 y 65 años obtener menos en cuanto a persona, espacio y tiempo. Las dos
de 24 puntos indica GHWHULRURJUDYH y entre UHVWDQWHVKDFHQUHIHUHQFLDHVSHFt¿FDPHQWHDOD
24 y 28 puntos GHWHULRUROHYH. En pacientes amnesia y en ellas se pregunta al paciente por
mayores de 65 años de 16 a 20 puntos indica el primer hecho que recuerda tras el accidente y
un GHWHULRURJUDYH y de 20 a 24 puntos un por el último antes de éste. Puntuación: 100-75
GHWHULRUROHYH. Normal; 74-65 Límite; 64-0 Alterado.

ORIENTACIÓN Puntaje
¿Cuál es el (día) (mes) (hora) (estación) (año)? 5
¿Dónde estamos (lugar) (piso) (calle) (barrio) (ciudad)? 5
REGISTRO Puntaje
Repita 3 palabras: Mesa – Auto – Plaza 3
ATENCIÓN Y CÁLCULO Puntaje
(100-7) 93 – 86 – 79 – 72 – 65 ó deletrear al revés la palabra 081'2 5
MEMORIA Puntaje
Mesa – Auto – Plaza 3
LENGUAJE Puntaje
Denominar lápiz y reloj 2
Repita lo siguiente: 6pSWLPREDWDOOyQGHLQIDQWHUtD 1
Orden: 7RPHHVWHSDSHOFRQVXPDQRGHUHFKDGyEOHORSRUODPLWDG\
3
SyQJDORVREUHHOHVFULWRULR
Lea y obedezca lo siguiente: CIERRE LOS OJOS (escrito en una hoja aparte) 1
Escriba una oración 1
CONSTRUCCIÓN Puntaje
Copie este diseño (ver abajo) 1

Puntaje total: ...................... 0


3XQWDMHPi[LPRSXQWRV 0

Diseño a copiar: dos pentágonos interceptados

Figura 1: 0LQLPHQWDO6WDWXV7HVWde Folstein


550 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

¿Cuál es su nombre? (2) ¿Cuándo nació? (4) ¿Dónde vive? (4)


¿Dónde se encuentra Usted ahora? Ciudad (5) Hospital (5)
¿En qué fecha ingresó al Hospital? (5) ¿Cómo llegó ahí? (5)
¿Qué es lo primero que recuerda después del accidente? (5) ¿Puede describir en detalle
lo primero que recuerda después del accidente? (5)
¿Qué es lo primero que recuerda antes del accidente? (5) ¿Puede describir lo primero
que recuerda antes del accidente? (5)
¿Puede decirme la hora? (1 por cada ½ hora de diferencia con la hora correcta hasta un
máximo de 5)
¿En qué día de la semana estamos? (1 por cada día de diferencia hasta 5)
¿En qué mes estamos? (5 por cada mes de diferencia hasta 15)
¿En qué año estamos? (10 por cada año de diferencia hasta 30)
Puntuación Total: 100
Puntuación: 100-75 Normal; 74-65 Límite; 64-0 Alterado
Figura 2: *DOYHVWRQ2ULHQWDWLRQDQG$PQHVLD7HVW(GOAT)

10.2.3.2. Evaluación completa ejecución; b) 9DORUDFLyQGHORVHUURUHV, que


Habitualmente el paciente va mejorando su WLHQHHQFXHQWDHOWLSRHVSHFt¿FRGHHUURUHV
orientación en cuanto a persona, espacio y cometidos por el sujeto.
tiempo de forma progresiva, así como su ca-
pacidad de atención y concentración; en este The Trail Making Test
momento es posible realizar una evaluación 7KH7UDLO0DNLQJ7HVW consiste en la ejecución
neuropsicológica completa. de dos tareas diferentes, denominadas Forma
A y Forma B. Evalúa aspectos de atención,
Test de Organización velocidad perceptivo-motora y facilidad para
Visual de Hooper los cambios en los rastros conceptuales.
El 7HVWGH2UJDQL]DFLyQ9LVXDO de Hooper (VOT)
es un instrumento breve que mide la habilidad Examen de la memoria y
en adolescentes y adultos para organizar el es- procesos de aprendizaje (Curva
tímulo visual. de Memoria de Luria)
El test consiste en treinta láminas con dibujos La Curva de Memoria de Luria consiste en su-
de objetos simples que han sido cortados en ministrar al paciente una lista de diez palabras
piezas a modo de rompecabezas, que el paciente simples que deberá evocar a lo largo de diez
GHEHUiLGHQWL¿FDU intentos. Evalúa la capacidad de procesamiento
y retención de la información, estrategia de
Test de Retención Visual de Benton aprendizaje y el nivel de autoconocimiento.
El 7HVWGH5HWHQFLyQ9LVXDO de Benton es un
instrumento clínico de investigación, diseñado Test de Fluidez Verbal
para evaluar la percepción y la memoria visual, El 7HVWGH)OXLGH]9HUEDO consiste en otorgarle al
y las habilidades viso-constructivas. Las tres sujeto un minuto de tiempo para nombrar tantas
formas del test (formas C, D y E) consisten en palabras como le sea posible que comiencen
diez láminas, cada una de las cuales contiene con la misma letra, luego frutas, animales y
uno o más dibujos. nombres propios. A pesar de su sencillez y
Se utilizan dos sistemas para evaluar la ejecución facilidad de ejecución, se ha mostrado muy
de los sujetos: a) 1~PHURGHUHSURGXFFLRQHV sensible al daño cerebral y en especial al de-
FRUUHFWDVTXHPLGHODH¿FLHQFLDJHQHUDOGHOD terioro cognitivo.
Rehabilitación ‡ 551

Test de inteligencia para 2. La memoria/DQDWXUDOH]DH[DFWDGHORVGp¿FLW


adultos (WAIS) en esta área dependerá de la localización
La (VFDODGH:HFKVOHU da una idea general del de la lesión. Podrá aparecer un síndrome
funcionamiento cerebral a través de sus cocientes amnésico general, afectación de la memoria
intelectuales, de sus índices de funcionamiento verbal o de la memoria visual, alteraciones
cerebral y del análisis de los subtests. en la memoria inmediata, la memoria pro-
cedimental remota, la memoria semántica
Batería Neuropsicológica o la memoria para el orden temporal de
Computarizada de Sevilla los sucesos. Los problemas de memoria
La %DWHUtD1HXURSVLFROyJLFD&RPSXWDUL]DGD de más comunes consisten en la adquisición
Sevilla es un programa informático mediante el de nueva información y en su recuerdo, lo
cual se ha adaptado una serie de pruebas clásicas TXHJHQHUDGL¿FXOWDGHQHODSUHQGL]DMH
utilizadas para la evaluación del funcionamiento 3. /DYHORFLGDGGHSURFHVDPLHQWRGHODLQIRUPD
cognitivo. Está estructurada en tres módulos FLyQ relacionada con la capacidad de concen-
computarizados que permiten estudiar el fun- tración, así como el nivel de conciencia.
cionamiento cognitivo del sujeto en tres áreas 4. /DVIXQFLRQHVHMHFXWLYDV (localizadas bá-
principales como son la atención, la percepción sicamente en los lóbulos frontales). Son
y la resolución de problemas. aquellas capacidades cognitivas implicadas
El SULPHUPyGXOR se centra en la evaluación de HQODLQLFLDFLyQSODQL¿FDFLyQ\UHJXODFLyQ
los mecanismos atencionales en sus componentes de la conducta, como hacer planes y esta-
de alerta tónica, vigilancia y taquistoscópicos blecer objetivos a largo plazo.
PHGLDQWHHOFXDOSRGHPRVYDORUDUORVGp¿FLWV 5. (OIXQFLRQDPLHQWRLQWHOHFWXDOJHQHUDO El
por hemianopsias y cuadrantanopsias). FRH¿FLHQWHLQWHOHFWXDOGLVPLQX\HHQODVHWDSDV
El VHJXQGRPyGXOR es el que evalúa de forma iniciales, aunque se recupera. La disminución
más directa las funciones asociadas al lóbulo del CI durante la fase aguda se debe a los
IURQWDO SODQL¿FDFLyQSURVSHFWLYDLQKLELFLyQ trastornos de atención y orientación.
GHUHVSXHVWDÀH[LELOLGDGFRJQLWLYDUD]RQD- 6. 7UDVWRUQRVHPRFLRQDOHV\GHFRPSRUWDPLHQWR.
miento); se trata de una tarea de resolución Los más comunes son el aislamiento social,
de problemas clásicamente utilizados como la la apatía, los cambios de humor rápidos
torre de Hanoi –si bien esta batería se adaptó (labilidad emocional), el comportamiento
resultando la versión 6HYLOOD–, sin ofrecer al agresivo, la conducta infantil, la confabulación,
sujeto toda la información necesaria para la la despreocupación, la falta de conciencia del
correcta realización de la prueba, de manera Gp¿FLWODIDOWDGHHVSRQWDQHLGDGHOKXPRU
que debe ser éste quien ponga en marcha los pueril, la impulsividad y la desinhibición,
mecanismos necesarios para la resolución más la intolerancia, la obstinación, etc.
H¿FD]GHODSUXHED
El WHUFHUPyGXOR es una versión informatizada
10.2.3.3 Alteraciones cognitivas
del efecto Stroop, que se centra en la evaluación
relevantes postraumatismo
de las interferencias cognitivas en los procesos
encéfalocraneano
atencionales y perceptivos.
según su grado
Esta evaluación nos permite establecer con TEC leve
objetividad el grado de alteración de las si- Aproximadamente el 75% de los TEC es leve.
guientes funciones mentales superiores: Con frecuencia son el resultado de caídas o coli-
siones menores, aunque también pueden ocurrir
1. /DDWHQFLyQ\FRQFHQWUDFLyQ. Se distinguen como consecuencia de una fuerte sacudida o
cinco dimensiones o niveles de atención: un movimiento brusco de la cabeza.
focal, sostenida, selectiva, alternante y di- La mayoría de estos pacientes se restablece
vidida. rápidamente y regresa pronto a sus actividades
552 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

normales. A pesar de ello, una importante can- aparecer crisis epilépticas temporales, aunque
tidad de estas personas se queja de síntomas con menor frecuencia, o una alteración afectiva
TXHSXHGHQVHUORVX¿FLHQWHPHQWHJUDYHVFRPR y del impulso, así como trastornos del lenguaje,
para afectar su rendimiento laboral o académico. SUD[LDV\ORVGp¿FLWSHUFHSWLYRV
Con frecuencia les resulta difícil concentrarse,
se olvidan con facilidad de las cosas y pre- TEC grave
sentan irritabilidad, ansiedad y depresión, así Tras un TEC grave pocas personas se incor-
como dolor de cabeza, mareos, intolerancia al poran a sus actividades habituales, siendo mu-
ruido o a la luz, y baja tolerancia al alcohol. chas de ellas incapaces de volver a una vida
Los trabajos que previamente podían llevar a plenamente independiente. Exceptuando las
cabo con facilidad, ahora demandan toda su personas con daño cerebral muy grave, que
atención y por ello se cansan pronto. Además, con gran probabilidad habrán sufrido una afec-
las tareas que precisan atención simultánea a tación generalizada de funciones cognitivas,
más de un objeto superan su capacidad, hecho cada paciente tendrá algunas funciones que
que los pacientes interpretan diciendo que no continuarán preservadas al mismo o casi al
pueden concentrarse. Este conjunto de síntomas mismo nivel premórbido, mientras que otras
que presenta aproximadamente el 50% de las funciones estarán afectadas con más o menos
personas que han sufrido un TEC leve, ha sido JUDYHGDG/DQDWXUDOH]D\HOJUDGRGHOGp¿FLW
denominado síndrome posconmocional y suele dependerán, en gran parte, de la localización y
ceder en los tres primeros meses después del extensión del daño cerebral, siendo en particular
traumatismo. comunes los trastornos relacionados con los
En muchas ocasiones estos pacientes y sus lóbulos frontales y temporales.
familiares no comprenden lo que está ocu-
rriendo, por lo que es importante que reciban
10.2.4. Rehabilitación
información acerca de estos posibles cambios
\TXHVHSODQL¿TXHVHJ~QHOORV(VWRGHEHUtD La Organización Mundial de la Salud, en una
incluir la recomendación de un retorno gradual reunión realizada en 1986, indicó que: “La reha-
a sus actividades habituales, la precaución de bilitación implica la recuperación del paciente
no volver inmediatamente al trabajo y educar al más alto nivel posible de adaptación física,
al paciente en la necesidad de descanso fre- psicológica y social. Esto implica todas las
cuente, así como la advertencia de no consu- medidas dirigidas a reducir el impacto de las
mir alcohol o de practicar deportes de riesgo, condiciones discapacitantes, facilitando que
que podrían incrementar la posibilidad de un las personas afectadas consigan una óptima
segundo traumatismo. integración social”.
La 5HKDELOLWDFLyQ1HXURSVLFROyJLFD es el di-
TEC moderado seño de un conjunto de estrategias encaminadas
Tras un TEC moderado la mayoría de las personas a conseguir que el sujeto que ha padecido un
puede volver actuar de forma independiente. daño o lesión cerebral vuelva a hacer operativos
A pesar de que muchas de ellas reanudan sus los sistemas funcionales lesionados.
actividades previas al accidente, a causa de La persona que ha sufrido por un traumatis-
la alta incidencia de daño cerebral difuso, y mo encéfalocraneano debe realizar prácticas
daño en los lóbulos frontales y temporales. Los repetidas y altamente estructuradas en deter-
problemas del lóbulo frontal pueden mostrarse minadas tareas que se considera ejercitan el
de forma sutil en la persona moderadamente área afectada. Dichas tareas a menudo tienen
afectada puesto que es capaz de vivir de forma poco parecido con las actividades del entorno
independiente, conservar su trabajo y mantener de la vida diaria del paciente, pero ejercitan los
las relaciones familiares. El daño en los lóbulos procesos cognitivos para realizar las actividades
WHPSRUDOHVVHPDQL¿HVWDFRPRXQDDOWHUDFLyQ funcionales. ()LJXUD)
del aprendizaje y la memoria. También pueden El planteamiento basado en las teorías de
Rehabilitación ‡ 553

adaptación funcional se centra más en las ha- mucha frecuencia las actividades que se reali-
ELOLGDGHVGHOLQGLYLGXRTXHHQVXVGL¿FXOWDGHV zan y en el mayor número posible de entornos
GHWHUPLQDQGRFyPRODDOWHUDFLyQRHOGp¿FLWTXH diferentes.
sufre afecta la realización de sus actividades Trabajar con el paciente no sólo para mejorar
diarias. Consiste en facilitar el aprendizaje de ODVGH¿FLHQFLDVFRJQLWLYDVVLQRWDPELpQSDUD
estrategias que permitan reducir el impacto aliviar problemas personales.
de la afectación en las actividades de la vida La memoria forma parte de una de las sesiones
cotidiana. más importantes en el proceso de rehabilitación.
Este sistema funcional no desaparece ante el
6HVLRQHVJUXSDOHVGHKRUDVVHPDQDOHV daño sino que se desorganiza. Es fácil encontrar
‡ 3ULPHUDHWDSDRULHQWDFLyQWpPSRUR trastornos de memoria en pacientes con daño
espacial cerebral posTEC.
‡ 6HJXQGDHWDSDPHPRULDDODUJRSOD]R Debemos enunciar dos términos radicalmente
‡ 7HUFHUDHWDSDPHPRULDDFRUWRSOD]R diferentes: Rehabilitación – Compensación. El
‡ &XDUWDHWDSDFiOFXOR uso de la agenda o del calendario no implica
‡ 4XLQWDHWDSDÀXLGH]YHUEDO rehabilitación sino compensación. La Reha-
bilitacion implica recobrar las funciones. La
Figura 3: Rehabilitación Neuropsicológica
&RPSHQVDFLyQLQWHU¿HUHHQODWpFQLFDGHUHKD-
bilitación; primero hay que rehabilitar y luego
Consideraciones para llevar a cabo las si este proceso de rehabilitación no se lleva a
actividades de readaptación cognitiva cabo debemos usar la compensación (agenda,
Es preciso no subestimar la gravedad de un reloj, calendario). El pronóstico es muy difícil
Gp¿FLWFRJQLWLYRSXHVWRTXHLQFOXVRSUREOHPDV si no se usa una buena Rehabilitación y para
considerados leves pueden causar un fuerte esto se necesita tiempo.
impacto en el comportamiento diario del pa- Se puede predecir una mayor severidad en los
ciente. Gp¿FLWGHPHPRULDHQORVSDFLHQWHVHQORVTXH
Debe suponerse que el paciente puede re- se den las siguientes variables: a) permanecer
sistirse a reconocer del todo la gravedad o el en coma por más de 1 día; 2) haber obtenido
LPSDFWRGHXQGp¿FLWUHVLGXDOFRJQLWLYRRGH una puntuación de 8 ó menos en la GCS; 3)
personalidad. sufrir una amnesia postraumática por más de
Enfocar la realización de cualquier actividad de 2 semanas.
readaptación cognitiva con el propio paciente, Durante la Rehabilitación es importante ac-
puesto que tanto éste como el terapeuta pueden tivar todo el sistema de evocación y luego se
determinar la mejor forma de compensar los debe evaluar si el paciente puede memorizar. El
Gp¿FLWV sujeto cree tener memoria pero en su mayoría
Mostrar al paciente que la rehabilitacion puede se encuentra contaminada, confabulada, lo que
mejorar la ejecución de las actividades que impide que la rehabilitación se lleve a cabo;
lleve a cabo. hay que sacar fuera estas interferencias; se debe
El material de rehabilitacion debe ser intere- marcar el error pues reforzarlo hace a la memoria
sante y apropiado, según el entorno e intereses más vulnerable. Los pacientes arman sus propias
del paciente. historias ante la ausencia de recuerdo verdadero,
No debemos delimitar las actividades de re- SRUORWDQWRHVQHFHVDULRYHUL¿FDUODLQIRUPDFLyQ
KDELOLWDFLRQFRJQLWLYDDiUHDVHVSHFL¿FDVVLQR con la familia o cuidadores.
TXHORVGp¿FLWFRJQLWLYRVGHEHQWUDEDMDUVHHQ La Rehabilitación tiene como propósito funda-
la medida en que emergen en las situaciones mental la asistencia a la persona afectada, con la
interpersonales, cuando el paciente habla de ¿QDOLGDGGHIDFLOLWDUVXSURFHVRGHUHFXSHUDFLyQ
ellos o los relaciona con otras personas de su ayudándole a adaptarse a su situación, vivir de
entorno. forma productiva e independiente, y obtener una
Es importante que el paciente practique con calidad de vida lo más satisfactoria posible.
554 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

En la actualidad podemos considerar que, En primer lugar, se plantea la importancia de


con independencia de la gran diversidad de la participación voluntaria y la plena colabo-
programas de rehabilitación del daño cerebral ración en el tratamiento. Asimismo, uno de
que se llevan a cabo, se considera esencial una los principales objetivos es la educación de la
aproximación interdisciplinaria, en la que el familia acerca de la naturaleza y las consecuen-
equipo de rehabilitación que asiste al paciente cias del daño cerebral, y sobre las estrategias
trabaje coordinadamente. para que el paciente pueda desenvolverse en
su domicilio.
10.2.4.1 Asistencia y Habitualmente, la valoración de la situación
orientación a los familiares de determinada familia, cuando alguno de sus
En el programa de rehabilitación que llevamos FRPSRQHQWHVKDVXIULGRXQ7(&UHÀHMDTXH
a cabo consideramos que la persona afectada y ésta ha sido afectada en su propio equilibrio.
su familia deben participar conjuntamente con el A pesar de esto, el sistema familiar se puede
equipo de rehabilitación, teniendo en la medida estabilizar nuevamente mediante educación y
de lo posible una implicancia activa. entrenamiento adecuado. Un componente impor-
Por lo habitual la rehabilitación de personas tante en el proceso de rehabilitación consiste en
afectadas por daño cerebral se ha orientado a la educación y entrenamiento de la familia en el
la rehabilitación del paciente. tratamiento del miembro afectado. También se
Sin embargo, las consecuencias de los trastornos plantea la importancia de ofrecer un programa
repercuten no solo en la persona afectada, sino de educación sobre las consecuencias del daño
también en sus familiares, en el entorno social cerebral traumático.
más inmediato y en la sociedad en general. Se ha señalado que las propias familias cons-
En los últimos años se ha planteado la impor- tituyen una parte esencial del proceso de reha-
tancia de incluir a los familiares en los programas bilitación del paciente, incluso pueden desarro-
de rehabilitación. OODUXQUROGHFRWHUDSHXWDVFRQOD¿QDOLGDGGH
La falta de comprensión de la dinámica familiar facilitar la solución de los problemas surgidos,
tras un daño cerebral y de la necesidad de una en especial cuando el paciente se reincorpora
intervención apropiada limita las posibilidades al ambiente familiar.
de éxito de cualquier programa. Se considera La motivación y la implicancia del paciente y
que la familia, cuanto mejor sea su funciona- de sus familiares en el proceso de rehabilitación
miento, tendrá mayor capacidad para resolver los prepara mejor para afrontar los cambios en
ORVSUREOHPDV\HQIUHQWDUVHGHIRUPDPiVH¿FD] HOIXWXUR&XDQGRHOSDFLHQWH¿QDOL]DODUHKDEL-
a las consecuencias de este tipo de daños. litación y vuelve a su entorno familiar, puede
/DDVLVWHQFLDHVSHFt¿FDDODIDPLOLDGHXQD producirse un retroceso en su recuperación, el
persona afectada por daño cerebral dependerá que es menor si la familia ha sido previamente
de diversos factores, entre los cuales se incluyen integrada al Programa de Rehabilitación.
el sistema familiar, su capacidad de adaptación
\ÀH[LELOLGDGIUHQWHDODVFRQVHFXHQFLDVGHO
10.2.5. Resultados
impacto en la vida familiar, así como los recur-
sos físicos y emocionales de sus miembros. La Contamos en nuestra experiencia con 98 pacientes
intervención familiar debe proporcionar una sometidos al Programa de Rehabilitación Neu-
asistencia que facilite la aceptación realista ropsicológica que, como es de rutina, fueron so-
del impacto del daño cerebral en la vida de la metidos a Evaluación al comienzo del mismo y
familia, a la que permita aumentar al máximo luego de transcurridos seis meses. En el *Ui¿FR
VXFDSDFLGDG\KDFHUIUHQWHDORVGp¿FLWTXH 1 se muestran los resultados de los cuatro tests
presenta el paciente. más importantes de la evaluación: 0LQLPHQWDO,
Deben tenerse en cuenta diversos aspectos 2UJDQL]DFLyQ9LVXDOGH+RRSHU, 5HWHQFLyQ9LVXDO
básicos en relación con las familias de perso- GH%HQWRQ y 7HVWGH)OXLGH]9HUEDO al comienzo y
nas afectadas por daño cerebral traumático. DO¿QDOGHOSURJUDPDGHUHKDELOLWDFLyQLQWHQVLYR
Rehabilitación ‡ 555

7RGDVODVGLIHUHQFLDVVRQVLJQL¿FDWLYDVORTXH alteraciones cognitivas posteriores a un TEC,


demuestra su utilidad. El 87% de los pacientes pudo independientemente de la gravedad de éste.
reinsertarse social, académica y laboralmente. (QVXIXQFLyQGLDJQyVWLFDSHUPLWHFXDQWL¿FDU
En el *Ui¿FR se observa la utilidad de la DSURSLDGDPHQWHHOGHWHULRURFRQDOWDHVSHFL¿-
evaluación neuropsicológica para el diagnóstico FLGDG\VHQVLELOLGDGSDUDLGHQWL¿FDUODQHXURVLV
diferencial entre neurosis de renta y deterioro de renta. Este hecho no es menor en los casos
cognitivo en 43 pacientes con TEC secundario de aseguradoras de riesgo de trabajo y auto-
a accidentes de trabajo. La misma permitió PRWULFHVHQORVTXHHVWDLGHQWL¿FDFLyQSHUPLWH
LGHQWL¿FDUTXHHOGHORVVREUHYLYLHQWHVTXH disminuir los costos asociados.
se quejaban de deterioro cognitivo presentaba En su función rehabilitadora ayuda a la víctima
en realidad neurosis de renta, un eufemismo y a sus familiares a integrarse nuevamente a
para el más duro término de simulación. sus actividades previas, aún con cierto grado
de discapacidad que el programa ayuda a so-
brellevar.
10.2.6. Conclusiones
El diagnóstico y la rehabilitación neuropsi-
La neuropsicología es una herramienta impor- cológica tienen un horizonte abierto en otras
tante en el diagnóstico y la rehabilitación de las patologías del paciente neurocrítico.

*Ui¿FR Resultados a los seis meses de rehabilitación

*Ui¿FR Evaluación neuropsicológica en una cohorte de 43 pacientes con TEC de gravedad diversa
Capítulo 11
ASPECTOS ÉTICOS

11.1. Entrevista familiar: Aplicación


de técnicas de comunicación
Viviana Cabezas
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR

11.1.1. Introducción donación de órganos y tejidos para trasplante.


De modo que FRPXQLFDUQRV con estas familias,
¿En los ámbitos de medicina crítica es posible que se encuentran en un estado de FRQPRFLyQ
hablar de UHODFLyQPpGLFRSDFLHQWH o en realidad HPRFLRQDOVXHOHUHVXOWDUVXPDPHQWHGL¿FXO-
deberíamos hablar de UHODFLyQPpGLFRIDPL toso. Sobre todo teniendo en cuenta que los
OLD? En términos generales los pacientes de médicos no hemos sido entrenados en técnicas
áreas críticas presentan un estado de concien- comunicacionales.
cia disminuido, ya por su enfermedad de base La EXHQDFRPXQLFDFLyQ de estas PDODVQRWLFLDV
(si fundamentalmente hablamos de enfermos puede ser de gran ayuda en ese momento de
neurocríticos) o por efecto de la medicación shock en el que se encuentran las personas, si
sedante y analgésica. Desde este lugar el médi- los comunicadores son capaces de reconocer
co establece relación con los familiares de los y manejar las posibles respuestas a la crisis
pacientes y no con el paciente mismo. En ese que se ha desatado.
contexto debe explicar el estado de gravedad, Ante estas situaciones los profesionales utilizan
las posibles evoluciones y complicaciones, UHFXUVRVSHUVRQDOHV, innatos, no aprendidos,
solicitar autorizaciones para la realización de por lo tanto muy disímiles y, según cada caso,
estudios o prácticas la más de las veces con generan en esta relación médico-familiar con-
riesgos elevados. Aún más, cuando la evolución ÀLFWRVGHYDULDGDLQWHQVLGDG
es desfavorable se debe comunicar la muerte Desarrollaremos algunas técnicas comuni-
del paciente. Y luego, ante la muerte, realizar el cacionales que pueden ser aprendidas y que
último acto médico que no está dirigido a HVWH más allá de las habilidades innatas que cada
SDFLHQWH sino a la sociedad toda: la solicitud de uno trae, pueden ayudar a establecer en un cor-
558 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

to tiempo y en situaciones de extrema crisis ODFRPXQLFDFLyQ EXHQDRPDOD TXHGDGH¿QLGD


HPRFLRQDOXQDUHODFLyQTXHEHQH¿FLHDWRGRV a través del tipo de FRQGXFWDFRPXQLFDWLYD que
disminuyendo la tensión y la angustia, no solo se establece entre ambas.
de las personas conmocionadas por la PDOD En el proceso comunicativo intervienen en-
QRWLFLD, sino también al que tiene ODREOLJDFLyQ tonces:
de comunicarla. ‡ 8QHPLVRUTXHHVHOTXHH[SUHVDPHGLDQWH
códigos concretos lo que quiere comunicar:
HOPHQVDMH
11.1.2. Fuente de la evidencia
‡ 8QUHFHSWRUTXHGHFRGL¿FDHVHPHQVDMH
Morgan HH, Cogger JW. Manual del entre- ‡ $PERVHOHPHQWRVSXHGHQVHULQWHUIHULGRV
vistador. TEA Ediciones, Madrid 1977 por el ruido (ambiente, cantidad de parti-
Davls F, La comunicación no verbal. Alianza cipantes, etc.).
Editorial, Madrid 1982 ‡ (OUHFHSWRUUHVSRQGHOXHJRGHGHFRGL¿FDGR
Barreto P, Pérez MA, Benavides G. La en- el mensaje con respuestas diferentes, que
trevista terapéutica. En Entrevista y Consejo tienen que ver con cada persona y que el
Psicológico. Ed. Síntesis Psicología, 1997. HPLVRUDVXYH]WDPELpQGHFRGL¿FDUiJH-
Madrid. nerándole una serie de respuestas, que de
Programa Integral Europeo para la Donación no poder manejar pueden entorpecer en el
de órganos. Manual de Referencia. Seminario proceso de comunicación.
0RQRJUi¿FR0LQLVWHULRGH6DQLGDG\&RQVXPR
de España, ONT. Sandoz Pharma SAE. El tipo de comunicación que se establezca
Gómez Marinero P, Santiago Guervós C. Equipo dependerá entonces de todos estos componen-
de Coordinación de trasplantes, Hospital General tes. Así el emisor puede no siempre ser capaz
Universitario de Alicante. Familia y Donación de ponerle palabras a lo que siente o piensa,
de órganos, 2º Edición Argentina, 2004. decir exactamente lo contrario a lo que piensa
o H[SUHVDU con la actitud corporal lo contrario
a lo que está verbalizando. En el otro lado el
11.1.3. Teoría de la
receptor, que está en una situación de crisis,
comunicacion
desorientado, con sentimientos de impotencia
11.1.3.1 La comunicación y vulnerabilidad, paralizado, puede interpretar
como proceso interactivo erróneamente el mensaje o sencillamente no
/DFRPXQLFDFLyQSXHGHGH¿QLUVHHQIRUPD entenderlo, no querer o pretender no querer
simple como XQLQWHUFDPELRGHPHQVDMHV que HQWHQGHU (negación). Estas reacciones del re-
involucra al menos a dos personas, HPLVRU\ ceptor generan a su vez en el emisor una serie
UHFHSWRU, donde la acción de una de ellas provo- de reacciones que le son devueltas al receptor,
cará una respuesta en la otra. Es un intercambio TXLHQQXHYDPHQWHODVGHFRGL¿FDJHQHUDQGR
continuo de estímulos y respuestas. nuevas reacciones. Este devenir de actitudes y
En este sentido toda conducta humana es FR palabras del emisor y del receptor va a marcar
PXQLFDFLyQ por lo que no existe la posibilidad el curso de la comunicación.
de QRFRPXQLFDFLyQ. Entre emisario y receptor
siempre se desarrolla un proceso de interacción Tipos de comunicación
y se produce un intercambio de información que Por lo expuesto anteriormente podemos deducir
no es únicamente verbal. Además del discurso que existen dos niveles de comunicación:
se despliegan componentes no verbales como ‡ 1LYHOGHQRWDWLYR. Indica lo que se dice en
las expresiones faciales, la postura corporal, el palabras, es el contenido del mensaje. Es
tono de voz, la mirada, que son tan o más impor- ORTXH VHGLFH
tantes que las palabras emitidas. Este complejo ‡ (OQLYHOPHWDFRPXQLFDWLYRTXHVHUH¿HUHDORV
SURFHVRHVHOTXHYDDGH¿QLUODUHODFLyQTXHORV elementos no verbales de la comunicación,
unirá, de modo que cuando entran en contacto, que también se denomina FRPXQLFDFLyQ
Aspectos éticos ‡ 559

QRYHUEDO. Corresponde al tono de voz, la existen. Hay momentos en que el entrevistador


mirada, la postura, todos canales de infor- quiere KXLU, dando así un mensaje apresurado y
mación adicionales que ayudan a interpretar generalmente poco claro. Otras veces las respues-
correctamente el contenido del mensaje. Es el tas de los entrevistados, verbales y no verbales,
FyPRVHGLFH. En la comunicación no verbal provocan UHFKD]R. Es por ello importante tener
VHGHEHWHQHUHQFXHQWDTXHHOVLJQL¿FDGR en cuenta que al iniciar una entrevista se deben
varía de una persona a otra ya que existen excluir los prejuicios y sentimientos persona-
diferencias individuales y culturales en su les, acudir con una actitud de respeto hacia el
interpretación, lo que hace necesario situarlo otro y sobre todo a las reacciones que ese otro
en VX contexto comunicacional. desplegará luego de comunicada la mala noti-
cia. Para que esta H[FOXVLyQ de los sentimientos
El objetivo de la comunicación personales no produzca distanciamiento y no
(OREMHWLYR¿QDOGHHVWHDFFLRQDUHVTXHODFR- JHQHUHFRQÀLFWRVSHUVRQDOHVVHSXHGHQSRQHU
PXQLFDFLyQVHDH¿FD]TXHHOREMHWLYRSULQFLSDO en práctica estas habilidades comunicacionales,
del intercambio de mensajes sea de un nivel tal que como dijimos antes pueden ser aprendidas y
que conlleve a que la interpretación del men- practicadas. La actitud personal ideal al iniciar
saje esté en concordancia con la intención del una entrevista donde se comunicará una mala
emisor. noticia es la postura de HVFXFKDUREVHUYDU\
PDQLIHVWDU sin juzgar.
11.1.4. Habilidades
11.1.4.2 Relación de ayuda
de comunicación
Es una relación y como tal se da entre al menos
([LVWHQ HVWUDWHJLDV HVSHFt¿FDV TXH SXHGHQ dos personas, donde una (el entrevistador o
ser aprendidas para que una comunicación emisor) intenta hacer surgir en la otra (recep-
VHWRUQHH¿FD]$FRQWLQXDFLyQGHVDUUROODUH- tor o entrevistado) las capacidades y recursos
mos algunas características de las técnicas y latentes que pueden estar opacados o reprimi-
habilidades comunicacionales, verbales y no dos en la situación de crisis. En el caso de la
verbales, y las que, con entrenamiento, son comunicación de una mala noticia y sobre todo
puestas en práctica. ante la muerte de un paciente, la relación que
Los dos componentes básicos para lograr que se establece es sumamente especial. Se trata de
ODFRPXQLFDFLyQVHDH¿FD]VRQODUHODFLyQGH una LQWHUYHQFLyQHQFULVLV y como tal deviene en
D\XGD y ODHVFXFKDDFWLYD. En ambos existen una relación WHUDSpXWLFD, que requiere el FDUDD
componentes verbales y no verbales que en FDUD y un ambiente adecuado, donde exista la
el transcurso de la interacción van juntos y menor cantidad de interferencias posibles. Los
entremezclados, pero que diferenciamos con objetivos fundamentales no solo están dirigidos
el único propósito de mejorar el aprendizaje a los entrevistados (familiares en crisis) para
de cada uno de ellos. A estos componentes de ayudar a comprender e iniciar el proceso de
la comunicación también hay que sumarles adaptación a esta nueva situación, sino tam-
aquellos relacionados directamente con el en- bién disminuir la tensión que estas situaciones
trevistador. puedan ocasionar en el entrevistador.
A continuación desglosamos los más impor-
11.1.4.1 Componentes tantes componentes de esta relación, verbales
relacionados con el entrevistador y no verbales, aplicables a cualquier proceso
Durante el abordaje familiar el entrevistador debe de comunicación, pero especialmente cuando
tener en cuenta los sentimientos personales que se comunican malas noticias.
esta situación le genera. No todas las personas
provocan las mismas sensaciones, algunas produ- Reflejo de emociones
cen simpatía desde la presentación y otras todo lo Es el componente de la comunicación más
contrario, con tantos matices como personalidades importante, lo que nos permite establecer la
560 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

empatía necesaria para llevar adelante la en- nes, fundamentalmente), se hace un resumen
WUHYLVWD(OUHÀHMRGHHPRFLRQHVVHGLULJHDORV de lo dicho con el objetivo fundamental de que
sentimientos. El entrevistador le pone palabras quede claro que el mensaje ha sido comprendido
a los sentimientos y emociones del entrevistado y aceptado. Pueden también señalarse alguna
con el objetivo de hacerle saber que le entien- sugerencia o alternativas posibles a seguir. Con
de, le escucha y le acepta. Con estas actitudes estos resúmenes se unen los múltiples mensajes
además se lo anima a continuar expresándose LGHQWL¿FDQGRHOWHPDPiVLPSRUWDQWHFHQWUDQGR
\DFODUL¿FDUORTXHHVWiVLQWLHQGR la conversación en él y regulando el ritmo de
3DUDSRGHUOOHYDUDGHODQWHHOUHÀHMRGHHPRFLRQHV la entrevista.
o sentimientos es primordial reconocer primero
de qué emoción o sentimiento se trata. Éstos Preguntas y respuestas orientadas
pueden ser negativos, positivos o ambivalentes, Una vez que se ha logrado un clima de empatía
pero siempre se enmarcan en algunos de estos: y comprensión, momento en que el entrevis-
miedo, tristeza, enojo, furia, incertidumbre; este tado ha abandonado las posturas defensivas
reconocimiento se hace no solo por las expresiones y expectantes y comienza a participar activa-
verbales del interlocutor (lo que dice) sino también mente en la entrevista, el entrevistador puede
en las manifestaciones corporales (cómo lo dice). iniciar una etapa más activa que consiste en la
8QDYH]TXHVHLGHQWL¿FyODHPRFLyQVHODSRQH elaboración de preguntas que tengan que ver
en palabras, se la etiqueta y se devuelve al inter- con el tema central. Hay dos tipos básicos de
locutor. Los términos empleados deben resumir preguntas, abiertas o cerradas. Una pregun-
de la forma más precisa posible el sentimiento ta abierta es aquella que solicita información
del que se trate y situarlo en el contexto que se VLQHVSHFL¿FDUHOFRQWHQLGRUHTXLHUHQGHPiV
está viviendo, por ejemplo, “Sé que Ud. se siente elaboración, permiten la libertad de respuesta
confundido sobre la decisión que debe tomar en y animan a responder. Son útiles para valorar
este momento…” Otros ejemplos pueden ser: actitudes, opiniones y sentimientos. En cambio
“Parece que se siente Ud. muy triste…” o “No las preguntas cerradas limitan la posibilidad de
sabe Ud. qué hacer…” respuesta, se contestan con un monosílabo (sí
o no) o con frases cortas, no invitan a hablar.
Clarificación Se utilizan para recoger información sobre he-
Se trata de pedir al interlocutor que aclare algunos chos, situaciones o eventos, y son poco útiles
conceptos del mensaje que puedan ser confusos para investigar sobre sentimientos o emocio-
\HYLWDUHUURUHVGHFRPSUHQVLyQRFRQ¿UPDUTXH nes. En lo posible hay que evitar preguntas
el mensaje ha sido comprendido claramente: del tipo ¿porqué…? ya que pueden provocar
¿Quiere Ud. decir…? ¿Podría aclarar…? respuestas defensivas, tampoco usar preguntas
tendenciosas y las pseudos-preguntas, ya que
Paráfrasis pueden ser interpretados como ofensivas por
6HODGH¿QHFRPRODUHSHWLFLyQQROLWHUDOGH el entrevistado.
parte del mensaje de contenido no emotivo, con
el objetivo de ayudar al interlocutor a elaborar
11.1.4.3. Lenguaje no verbal
lo que está diciendo, enfocarlo en un punto o
idea, y haciéndole saber que lo hemos escu- Postura corporal y orientación
chado atentamente. Permite aclarar el conte- La postura puede indicar posiciones de do-
nido del mensaje en situaciones de gran crisis PLQDFLyQRGHDFHUFDPLHQWR6HUH¿HUHDOD
emocional donde las capacidades personales disposición del cuerpo para aceptar a los otros
están sumamente alteradas. en la interacción. Son las señales que se emiten
desde la posición, orientación o movimientos
Resumen de la información corporales. Se diferencian varias posturas bá-
Con los componentes de las habilidades de la sicas, abiertas o cerradas, de acercamiento o
FRPXQLFDFLyQ SDUiIUDVLV\UHÀHMRGHHPRFLR- retirada, de expansión o contracción. Una pos-
Aspectos éticos ‡ 561

tura cerrada implica colocar EDUUHUDV; situarse puños cerrados indican agresividad; se puede
detrás de una mesa o un escritorio, los brazos manifestar cansancio o ansiedad al restregarse
cruzados, ubicarse lejos del interlocutor o estar la cara o la frente. Los movimientos de cabeza
parado ante una persona que se encuentra sentada asintiendo cuando el otro habla dan a entender
suele intimidar, ya que se está ubicado desde que se le está escuchando.
una posición más elevada, sentarse hacia atrás
con las piernas cruzadas. Son posturas que no Tono de voz
favorecen la apertura a la comunicación sino El tono y el volumen de la voz, así como el ritmo
por el contrario, la entorpecen. de las palabras transmiten el estado emocional.
En cambio se debe ubicar a la par, con los Es la dimensión SDUDOLQJtVWLFD del lenguaje.
brazos abiertos, parados o sentados ambos, en Cuanto más calmo se hable, con un tono de voz
igualdad de condiciones. Cuanto más de frente suave, mejor será interpretado. Un tono agudo
se sitúa más se favorece el nivel de compromiso \IXHUWHSXHGHVHUGHFRGL¿FDGRFRPRDJUHVLyQ
en el proceso de comunicación. o enojo, y provocar desagrado en el otro.
Lo mismo ocurre con las barreras físicas que
pueden colocarse, mesa o escritorio, que en-
11.1.5. La entrevista
torpecen la relación. Es conveniente que estas
barreras sean eliminadas antes de realizar la Como toda entrevista, la comunicación de una
entrevista. Si se dispone de un lugar especial mala noticia se caracteriza por tener un objetivo
para las familias siempre se debe tener en cuenta GH¿QLGRVHUHDOL]DVLHPSUHHQHOPDUFRGHXQD
que la disposición del mobiliario esté orientado relación cara a cara, se expresa con un lenguaje
a favorecer la comunicación. La postura y la verbal (el mensaje) y no verbal (cómo se habla)
orientación están en directa relación con las \FDGDFRPSRQHQWHWLHQHXQUROGH¿QLGRHQWUH-
distancias interpersonales. Hay que tener en vistador y entrevistado. Además cada entrevista
cuenta que algunos entrevistados no desean debe enmarcarse en un marco teórico, sea éste
que su espacio sea invadido, otros necesitan fenomenológico humanista o conductal. De-
que estemos cerca y aun más, pueden necesitar penderá de las habilidades personales, en cuál
un contacto físico. Cada entrevistado es un de estos marcos la encuadraremos o inclusive
universo diferente que tendremos que ir des- enmarcarlas en ambos.
cifrando en el devenir de la relación de ayuda La entrevista fenomenológica se caracteriza
para poder actuar de acuerdo a lo que el otro SRUTXHHOHQWUHYLVWDGRUUHRUJDQL]D\FODUL¿FD
necesita, para poder estar en línea con lo que los contenidos emocionales de los entrevista-
le está pasando al otro. dos, basándose en los recursos naturales de los
familiares. Requiere de un clima adecuado y
Contacto ocular, expresión para ello el entrevistador debe adoptar actitudes
facial y ademanes de autenticidad, mostrando coherencia entre el
La mirada es fuente de información, expre- discurso y el lenguaje corporal, crear una at-
sa emociones y brinda contacto psicológico. mósfera de apoyo, sin prejuicios y establecer la
El contacto visual estimula la intimidad y la empatía necesaria para poder comunicarse.
expresión de emociones, y está íntimamente La entrevista conductal tiene como objetivo
ligado a la postura; si se está situado OHMRV, PRGL¿FDUDOJXQDVGHODVFRQGXFWDVDSUHQGLGDV
mal puede interpretarse la mirada. Siempre previamente. En el contexto de la comunicación de
hay que tratar de mantener la mirada sobre el malas noticias la entrevista conductal esta dirigida
interlocutor aunque éste no nos esté mirando, DPRGL¿FDUSRUHMHPSORFRQGXFWDVGHQHJDFLyQGH
porque en el momento en que el otro levante FXOSDELOLGDGGHLUD$HVWH¿QGHEHQHVWDURULHQ-
su vista encontrará la mirada sobre él, señal de tadas las habilidades comunicacionales.
que se está atento y escuchando. Los ademanes Antes de iniciar una entrevista es necesario
también son importantes, por ejemplo el movi- conocer el contexto familiar, adecuar el am-
miento de las manos puede denotar enojo o los biente en que se desarrollará (de ser posible)
562 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

\SODQL¿FDUFRPRQRVGHVHQYROYHUHPRVHQHO los errores cometidos y desarrollar las estra-


curso de la misma. tegias para mejorarlas. Esta evaluación sirve
En forma práctica la entrevista puede resu- también para mejorar el entrenamiento. Una
mirse en tres etapas: manera sugerida de hacerlo es escribiendo de-
talladamente cada entrevista, como se verá en
Presentación el punto 7 de este capítulo.
Si es la primera vez que nos encontramos
frente a HVD familia, es importante presentar-
se antes de iniciar cualquier comunicación, 11.1.6. El papel asistencial
del mismo modo que es importante saber con de los profesionales de
quién entablaremos el diálogo, el grado de salud: la importancia
parentesco y si se puede, LGHQWL¿FDU al líder de poder responder
de ese grupo. a las necesidades
de los familiares
Comunicación de la noticia
Es conveniente hacerlo en forma clara y no Hasta aquí hemos hablado del entrevistador como
utilizar eufemismos. Se pueden utilizar una o un especialista en habilidades de comunicación.
dos frases introductorias, pero nada más. Es Pero ¿qué pueden hacer los profesionales de la
preciso ser claro y conciso. salud no entrenados pero que a diario comuni-
can malas noticias para establecer esta relación
Comprensión y aceptación de ayuda y responder a las necesidades de los
Al recibir la noticia suele haber un primer pe- familiares, si su principal rol es la atención de
riodo de confusión, que puede evidenciarse de los enfermos?
variadas formas como formulación de pregun- Es posible que desde ese lugar podamos brindar
tas sin sentidos, dirigir la ira hacia la persona asistencia a las familias que se enfrentan a una
que comunica, absoluta paralización, etc. En situación nueva y ciertamente muy dolorosa.
cada caso el comunicador puede ayudar a las Bastan algunas premisas que se deben tener
personas mostrando paciencia, respetando los en cuenta siempre que nos encontramos ante
sentimientos y pensamientos, no ofenderse por estas situaciones:
las reacciones de los familiares, facilitar infor-
mación. Ante las reacciones de los familiares a. Dar información clara, honesta y directa.
el comunicador deberá poner en práctica las Solo después de aceptada la nueva situa-
habilidades comunicacionales con el objetivo ción, los familiares estarán en condiciones
primario de que el mensaje sea comprendido de asumirla e iniciar el duelo.
y aceptado. b. Disminuir el impacto y el daño potencial
Sólo habiendo aceptado el mensaje puede que esta situación puede generar. Para ello
continuarse la entrevista, discutiendo algo se deben aceptar los sentimientos y com-
del futuro inmediato, cómo afrontar la nueva SRUWDPLHQWRVGHOIDPLOLDUD¿QGHHVWLPXODU
situación, los trámites que deben realizarse. el inicio de un duelo adaptativo.
Por esto, sólo luego de entendida y aceptada c. Posibilitar a la familia una percepción realista
la muerte del ser querido puede iniciarse el de la pérdida. En términos generales una
abordaje de la donación de órganos, ya sea realidad dolorosa es más manejable que la
que el fallecido fuera donante expreso o que fantasía.
haya que solicitar a los familiares testimonio d. Ayudar al familiar a que tome decisiones
de la última voluntad o, si se ésta se desconoce, por sí mismo, que recupere sus habilidades
la aplicación del artículo 19 de la ley 24 193 para enfrentar la crisis.
(donante presunto). e. Dar información detallada sólo si se tiene
/XHJRGH¿QDOL]DGDODHQWUHYLVWDHVFRQYHQLHQWH claro que la familia esta en condiciones de
hacer una evaluación de la misma, reconocer escuchar.
Aspectos éticos ‡ 563

f. Asegurarse que los familiares más directos terminar la TC el paciente estaba con midriasis
sean capaces de expresar sus deseos. Es en bilateral, por lo que le informa al compañero de
este marco, cuando se trata de la muerte de trabajo del traumatizado que “está en muerte
un familiar, en que los familiares están en cerebral y lo va a ver el coordinador de tras-
condiciones de respectar la voluntad del plante del hospital”. Cuando yo lo veo estaba
fallecido, o si no conocieran sus opiniones FRQPLGULDVLVELODWHUDOVLQUHÀHMRVFRUQHDQRV
sobre la donación de órganos y tejidos, acep- ni oculocefálicos, tusígeno, mueca facial, de-
tar en el marco de la solidaridad y del bien glutorio y sin respuesta motora, pero faltaban
común, que de no haberse expresado se le dos prerrequisitos: drogas y tiempo de apnea.
considere donante (donante presunto). Quedamos con la coordinación de Buenos Aires
Trasplante en evaluarlo a las 3 horas. Uno de
En resumen, los métodos de intervención de- mis compañeros le realiza un DTC antes de esta
tallados en este capítulo están dirigidos para HYDOXDFLyQ\YHTXHQRVyORWLHQHÀXMRVLQR
ayudar al familiar a hacer frente a la muerte y que el paciente respira aunque conservaba los
apoyarlo para que supere el VKRFN inicial. Solo hallazgos de mi examen neurológico. Deciden
si esto ocurre, el familiar será capaz de afrontar entonces operarlo a las 18 hs.
la situación en mejores condiciones de lo que
se podría prever inicialmente.

11.1.7. Todo bien, todo mal


Relato de una entrevista real
A continuación y a modo de ejemplo se des-
cribe una entrevista real, por demás compleja,
desarrollada por los autores en la UTI de un
hospital general. Debemos dejar aclarado que esta
entrevista se realizó en el marco legal anterior,
cuando eran los familiares los que tenían que
“autorizar” la donación de órganos y tejidos. Figura 1: Primer DTC donde se observa se-
paración de sístole y diástole
El comienzo (todo mal)
El martes 20 de septiembre de 2005, cerca de El paciente presentó hipertensión endocraneana
las 14 hs, cuando me estaba yendo del hospi- refractaria, pero fue cuidado como potencial
tal, paso por la guardia a evaluar un paciente donante. A la mañana siguiente (21/9) una mé-
con una caída de altura con presunta muerte dica del servicio le realiza un DTC que muestra
encefálica. El hombre, un pintor de altura, de ÀXMRUHYHUEHUDQWHDODL]TXLHUGD\GLVPLQXFLyQ
35 años, se había caído de una silleta a las de la diástole a derecha:
13 hs y presentaba TEC puro. A su ingreso Habla con la esposa y las hermanas, les plantea
presentaba un Glasgow de 6/15, con respuesta que “tiene una evolución casi inminente a la
motora en retirada, que rápidamente se tornó muerte cerebral” y les insinúa la donación de
unilateral acompañada de anisocoria por mi- órganos. Los familiares le responden que el
driasis. Obviamente eran signos ostensibles de señor era “no donante en vida”. Con Viviana
enclavamiento. El emergentólogo lo intuba con Cabezas, socia y testigo de todo lo que viene,
secuencia rápida (succinilcolina, midazolam) y habíamos quedado en hacer una nueva evalua-
agrega pancuronio para adaptarlo al ventilador. ción por la tarde, por lo que se envió al equipo
El neurocirujano de guardia decide esperar a la de guardia. Ellos comprobaron que el paciente
7&SDUDGH¿QLUODFRQGXFWDTXLU~UJLFD(QpVWD aún tenía ritmo respiratorio, tomaron nota que
se observa un hematoma subdural izquierdo con era “no donante” y lo desestimaron. Como el
desplazamiento de la línea media de 18 mm. Al paciente mantenía TA espontáneamente y era,
564 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

valga la redundancia, “no donante”, los médicos de TEC donde dice que a los pacientes con
de guardia decidieron ponerlo con FiO2 21% y enclavamiento que no responden a manitol e
esperar la muerte por paro cardíaco. hiperventilación hay que operarlos sin TC), con
mi compañera por apresurarse a hablar de muerte
interpretando mal el DTC, con mis compañeros
de guardia por no haberlo cuidado y con mis
compañeros de Buenos Aires Trasplante por
tomar al pie de la letra una supuesta negativa.
A veces el enojo es productivo y, como en una
clase práctica, le expliqué a los residentes que
lo primero para hacer el diagnóstico de muerte
es estabilizar al paciente. Tres litros de Ringer,
noradrenalina y casi hora y media después, con
una TAM de 60, hacemos el test de apnea que
fue positivo y un nuevo DTC que también fue
positivo para paro circulatorio:

Figura 2: ACM izquierda (del lado del hematoma);


ACM derecha

Claro, un hombre joven, es ³GLHKDUG´ (duro


de matar) por lo que en la recorrida de la mañana
aún estaba y, al decir del residente que pasaba
la guardia, se encontraba hemodinámicamen-
te estable. Por esta razón comenzamos, con
Edgardo Solano, coordinador hospitalario de
Usuahia, las pruebas para el diagnóstico de
ME, como un ejercicio diagnóstico para los
residentes rotantes subrayando los errores del
caso hasta el momento.
Ahí comenzó la odisea: la estabilidad hemo- Figura 3: Basilar: Espigas sistólicas; Silviana
dinámica no era tal, desde las 5 a.m. estaba con derecha: espigas sistólicas
TAM de 45, pese a lo cual continuaba orinando.
Los que me conocen saben que cuando me enojo Terminando el DTC se aparece Viviana, a la que
puedo ser insoportable y la verdad es que me le contagio todo mi enojo y, potenciándonos, le
enojé mucho conmigo primero, con el neuro- explicamos a los residentes que íbamos a tener
cirujano después por no operarlo cuando debía una entrevista con la familia para comunicarle
y hacerlo cuando era tarde (al pobre residente la muerte apropiadamente, pues era lo mínimo
de neurocirugía le bajé la página de las guías que le debíamos frente a tanto maltrato que le
Aspectos éticos ‡ 565

habían dispensado. Así, partimos, Viviana, dos para ustedes. Pero, les reitero, nosotros hemos
residentes intrigadas y yo. hecho todas las pruebas, incluyendo un estu-
dio de circulación cerebral que muestra que
La primer entrevista la sangre no llega al cerebro, lo que nos da la
(¿todo mal?) certeza absoluta que él está muerto. No tenemos
11:45 hs ninguna duda: está total, completa, absoluta y,
Tal cual como nos enseñaron, en sala tranquila, desgraciadamente, muerto.
con sillones cómodos y vasito de agua, comen- Silencio absoluto, llantos. Más o menos, pasan
zamos la entrevista. Esposa, tres hermanas, una cinco minutos.
con problemas neurológicos, sobrino, Cuñado La hermana con problemas neurológicos im-
1 (esposo de hermana) y Cuñado 2 (hermano presiona descomponerse y sale corriendo de
de la esposa). Clase social media. la sala, seguida por Hermana 1 y Cuñado 1,
Esposa y hermanas en el sillón, sobrino y VC las sigue.
cuñados parados. Esposa: ¿Y ahora qué hacemos?
Ignacio Previgliano (IP) (ambo sin guardapolvo, IP: Bueno… Esta muerte, brutal e inesperada, nos
sentado frente a la esposa), Viviana Cabezas da sin embargo algunas oportunidades. Nosotros
(VC) (ambo sin guardapolvo) en la otra esquina HVWDPRVPDQWHQLHQGRHOFDGiYHUDUWL¿FLDOPHQWH
del sillón, residentes de pie detrás de IP. hasta hablar con ustedes porque, tal como les
IP: Buenos días, soy el Dr. Previgliano, coor- han dicho los otros doctores, la condición de
dinador hospitalario, la Dra. Cabezas es coordi- Néstor permite que él pueda ayudar a otras
nadora de Buenos Aires Trasplante y las Dras. personas. Con el mantenimiento que estamos
son las que están a cargo del Sr. Núñez. Como haciendo sus órganos continúan funcionando
ustedes saben el Sr. está…. DUWL¿FLDOPHQWHDXQTXHpOHVWiPXHUWR\SXHGHQ
Cuñado 1: ¡¡¡Está muerto!!! Ya sabemos, está ser donados. Yo sé que él había dicho que no
muerto del cerebro desde ayer. Todavía respiraba quería donar sus órganos, pero…
ayer, pero ya sabíamos que estaba muerto. Ya Esposa: Sí, nosotros habíamos hablado. El
sabíamos que ustedes nos iban a hablar. No no quería… (llanto). Son cinco hijos… ¿Po-
nos haga perder el tiempo. demos verlo?
IP: Discúlpeme pero recién ahora estamos en IP: Sí, por supuesto.
condiciones de decirles, mejor dicho de ase- Fuera, en la sala de espera, Hermana 1 con
gurarles que el Sr. Núñez está muerto. Hemos SUREOHPDVVHQWDGDHQXQVLOOyQPDQL¿HVWDVLJQRV
hecho todas las pruebas y éstas demuestran que de excitación. VC y Hermana 2 la consuelan.
no hay actividad cerebral, por lo que Néstor No hablan de la muerte, sino de los problemas
está total, completa, absoluta e irremediable- de Hermana 1.
mente muerto. De regreso con la familia, IP está hablando
Llantos generales. de la única posibilidad que queda como con-
Cuñado 1 (dándose la cabeza contra la pared): suelo a tanto dolor, la posibilidad de donar los
¡Todo culpa del maldito dinero! Estábamos órganos de Néstor.
laburando juntos y se fue a terminar una chan- Cuñado 2: ¡NO! Él no quería donar, quería
guita y ahí se fue a la mierda, se cayó y ahora que no le saquen nada…
usted me dice que está muerto, que ya está. Esposa: Él me dijo que no quería donar, pero
¿Pero está seguro? Mire que el neurocirujano ¿qué podría donar…?
y la doctora de ayer dijeron que estaba muerto IP: Podrían ser ambos riñones, hígado y tal
pero todavía respiraba… vez corazón y pulmón, tenemos que evaluar…
IP: Desgraciadamente no tenemos la más mí- Pero… ¿por qué no se toman un tiempo para
nima duda que está muerto. Nosotros lamen- pensarlo, les parece? ¿Quieren pasar a verlo?
tamos todos estos errores en la información. Todos: Sí, por favor…
A veces, los doctores, por tratar de ser claros Vamos a la sala de internación: IP, esposa,
XWLOL]DPRVSDODEUDVTXHWLHQHQRWURVLJQL¿FDGR Cuñado 2 y sobrino. Los dejo un rato, se retiran
566 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

los hombres y queda la esposa sola, llorando Cuñado 3: Me dijeron que está muerto, pero
y tomándole la mano. VC queda afuera, en el respira, está vivo…
RI¿FHGHHQIHUPHUtDKDEODQGRFRQODEDVH« VC: No señor, está muerto, pero aún está co-
IP: ¿Quiere hacer alguna pregunta? nectado a ese respirador (señalando), pero se lo
Esposa: ¿Por qué está calentito? Parece retiramos (VC lo desconecta unos minutos)…
vivo. ¿Ve?, no tiene actividad respiratoria propia.
IP: Está calentito porque nosotros le esta- Cuñado 3 (tocando al PD): Está caliente…
mos manteniendo sus funciones vitales arti- VC: También le mantenemos la temperatura, y
¿FLDOPHQWHHQWRQFHVFRPRHOFRUD]yQVLJXH la presión. ¿Ve esos sueros?, tienen drogas para
bombeando sangre y como la máquina le da mantener la presión arterial… como le decíamos
R[tJHQRPDQWHQHPRVWRGRDUWL¿FLDOPHQWH7DO antes estamos manteniendo los órganos…
vez con un ejemplo le pueda aclarar las cosas: Cuñado 3 (en ese momento además entra
si usted arranca una rosa de un rosal, la rosa Cuñado 2 y casi al unísono): Pero decidimos
¿está viva o está muerta…? ya que no vamos a donar. Ni las hermanas, ni
Esposa: Está muerta, porque la saqué de la la madre quieren donar.
planta. Como ya había mucha gente VC los invita
IP: Exactamente. Ahora bien, si usted pone la a salir y volver a la sala de entrevistas… En
URVDHQDJXDHQXQÀRUHUR¢TXpSDVD" el camino se agrega Sobrino 2 que dice… la
(VSRVD <« 6H PDQWLHQH ÀRUHFLGD XQRV decisión la toma la tía Susana, ella es la esposa
días. legal, y no quiere donar.
,3%XHQRODWHUDSLDLQWHQVLYDHVHOÀRUHUR\ VC le explica que la última esposa (Roxana)
todas estas bombas y el respirador son como lleva 5 años conviviendo con él y tiene un hijo,
HODJXDeOHVFRPRODURVDTXHFRQWLQ~DÀR- por lo que también tiene participación en la
recida. decisión.
Esposa: ¡¡Ah!! Nos juntamos VC, IP y esposa, hermanas,
IP: Usted me decía que tienen cinco hijos. cuñados, hermanos de la Iglesia… cada uno
Esposa: Sí, él tiene cinco hijos. Yo soy la con algún comentario.
tercera esposa y tengo un hijo de él. El tenía Empezamos a tener la sensación de que la
sus cosas, ¿sabe?, anduvo por el camino erra- negativa podía revertirse.
do, pero yo le mostré el camino del Señor. Él ,QWHQVL¿FDPRVHOPDQWHQLPLHQWRFRQODFR-
estaba cambiando, estaba en el proceso y justo laboración de los residentes.
se viene a morir.
IP (tragando saliva, sorprendido): Entonces, La segunda entrevista
tal vez, si él hubiera tenido la oportunidad de (¿todo bien?)
pensarse en una situación como ésta, con todo el 12:30
cambio que estaba teniendo, a lo mejor hubiera Mientras esto ocurría en la habitación del pa-
tenido la generosidad, el amor y la solidaridad ciente, IP tenía otra entrevista con la esposa,
como para repensar su negativa a donar los tres señoras de la Iglesia Evangélica y el pastor,
órganos, ¿no? en la sala.
Esposa (llorando, abrazada a IP): Y sí, podría Esposa: Doctor, por favor, explíqueles.
ser. ¿Puedo consultar con mi Iglesia? IP: Bueno, como les ha dicho la señora, Néstor
IP: Por supuesto que sí. Tómese el tiempo que se encuentra en muerte cerebral.
necesite. Nosotros no tenemos ningún apuro. Pastor: ¿Puede donar los órganos? Nosotros
Sale la esposa de la sala acompañada por IP. estamos a favor de la donación. Claro que está
VC entra a la habitación a controlar al PD. A la voluntad de él, pero él estaba en un proceso
los pocos minutos llega una mujer, muy triste, de cambio. Lo que no sabemos es si ella puede
acompañada de un señor de campera de cuero tomar la determinación.
y anteojos negros, corpulento… a la sazón se IP ¿Cuánto tiempo hace que vive con él?
presenta como Cuñado 3. Esposa: Cinco años.
Aspectos éticos ‡ 567

IP: En ese caso, de acuerdo a la ley, la que Sr. de Anteojos Oscuros: Ma’ sí.
tiene la decisión es ella. VC acompaña a los cuñados hasta la puerta.
Esposa: Si le sacan los órganos, ¿cómo queda IP queda en el box con la “legítima esposa”
el cuerpo? (Esposa 2, no tan legítima…) que llora mientras
IP: La ablación es una cirugía, los cirujanos le acaricia la mano.
que hacen la cirugía toman todos los cuidados “Legítima esposa”: ¿Por qué está tan calentito?
para que no haya ninguna deformación estética IP: 1XHYDPHQWHODH[SOLFDFLyQGHODURVDTXH
al devolver el cadáver. Lo pueden velar sin VHREYLDSDUDQRVHUUHLWHUDWLYR.
inconvenientes. La “Legítima Esposa” parece comprender.
Esposa: Entonces vamos a donar los órganos. Van IP y la “Legítima Esposa” a la sala de los
Déjeme hablar con la familia. sillones.
“Legítima Esposa”: Él no quería donar los
Tercer entrevista (todo mal) órganos, lo habíamos hablado varias veces.
13:15 Estaba como obsesionado con ese tema.
Mientras caminábamos hacia la sala, nos reuni- IP: Pero él estaba cambiando últimamente,
mos con IP y el resto de la familia (en el pasillo ¿no?
éramos más de 15 personas) “Legítima Esposa”: Sí, con esta chica estaba
Sr. de Anteojos Oscuros: Yo soy el cuñado, mejor. Sabe, parece mentira, él era un jodido,
soy de Prefectura. Ninguna donación (gritando pero yo sabía, también me lo dijo ella (por la
y mirándome a mí), ¿me entendió?, ¡¡¡NIN- esposa actual, Roxana) que me seguía amando
GUNA DONACIÓN. ACÁ HABLAMOS LAS y yo lo veo así… (Llanto). Y bueno, yo también
HERMANAS, LA MADRE Y ESTA SEÑORA lo sigo amando. Era jodido pero no era malo.
QUE ES LA LEGÍTIMA ESPOSA: NINGUNA IP: Podría dar vida a otros, ¿lo pensó?
DONACION. ¿ME ENTENDIÓ?!!! “Legítima Esposa”: La verdad es que lo que
IP (bajando el tono de voz): Bueno señor, cálmese. usted les dijo es cierto. Si él está muerto y
Venga que vamos a hablar más tranquilos. podemos ayudar…
Sr. de Anteojos Oscuros (gritando): NO HAY IP: ¿Por qué no va y la ayuda a Roxana a
NADA QUE HABLAR, NINGUNA DONA- convencer a la familia?
CIÓN, ÉL ME DIJO BIEN CLARITO: SI
ME MUERO A MÍ NADIE ME ARRANCA Cuarta entrevista (¿todo mal?)
LOS ÓRGANOS, ¿ENTENDIÓ?, NADIE ME 13:40
ARRANCA LOS ÓRGANOS. En la sala de los sillones: esposa actual, legí-
Cuñado 2: Doctores, yo ya se los había dicho. tima esposa, cuñados, sobrino, dos hermanas,
Ya le explicamos a mi hermana que no se puede VC e IP.
donar porque él no quería, y sus hermanas y Las mujeres sentadas, los hombres parados.
su madre quieren que se respete su voluntad El cuñado de la Prefectura (que me llevaba
de que no le arranquen los órganos. como dos cabezas) enfrente mío, con los an-
En ese momento nos miramos con VC y los teojos oscuros puestos.
ojitos se nos iluminaron… Sr. de Anteojos Oscuros: Bueno, a ver con
IP (dirigiéndose al Sr. de Anteojos Oscuros): qué salen ahora.
Por favor, reúna a toda la familia, hay algo de IP: Lamentamos tener que comunicarles que
lo que tenemos que conversar. no vamos a poder cumplir con la voluntad de
Sr. de Anteojos Oscuros (gritando): PERO Néstor de que no le arranquen los órganos.
USTED: ¿NO ENTIENDE? NO HAY NADA Sr. de Anteojos Oscuros (gritando): ¡¡¡¡ESA
QUE HABLAR. NINGUNA REUNIÓN, NIN- YA LA CONOZCO!!!! ¡¡¡¡A MÍ CON ESAS
GUNA DONACIÓN. COSAS!!! NINGUNA DONACIÓN!!!!
VC: Por favor, reúna a la familia y déjenos IP (bajando más el tono de voz): Desgracia-
hablar con el Dr. porque tenemos algo impor- damente, como esto es un accidente laboral
tante que comunicarles. interviene la Justicia. De tal manera que Nés-
568 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

tor va tener que ser sometido a una autopsia Se retiran todos.


en la morgue judicial y sus órganos van a ser VC y yo estamos casi convencidos de que lo
extraídos para ser analizados. logramos. Aunque no lo crean les diría que es-
Sr. de Anteojos Oscuros (gritando): NIN- tábamos emocionados, nosotros los GXURV…
GUNA AUTOPSIA. SI YO NO QUIERO
NO HAY AUTOPSIA. MI HERMANO SE Quinta entrevista (todo bien)
MURIÓ DEL CORAZÓN Y LOS MÉDICOS En el pasillo de la Terapia, el Sr. de Anteojos
LE QUERÍAN HACER LA AUTOPSIA Y YO Oscuros nos cruza a VC y a mí.
NO LOS DEJÉ Y NO HICIERON NINGUNA Sr. de Anteojos Oscuros: Bueno doctores,
AUTOPSIA. NOSOTROS NO QUEREMOS he convencido a la familia y decidimos donar
Y NO SE HACE AUTOPSIA. TAMBIÉN TE- todos los órganos. ¡¡¡NO ME AGRADEZCA,
NEMOS UNA ABOGADA QUE NO VA A por favor!!!
DEJAR QUE HAGAN AUTOPSIA. IP y VC (al unísono): ¡Cómo no le vamos a
IP: Desgraciadamente, no hay otra alternativa. agradecer!
Quieran o no quieran ustedes, la ley indica que VC: Esto es la mejor decisión que podían
hay que hacer la autopsia. tomar. Va a ver que se van a sentir mejor, a
Sr. de Anteojos Oscuros: SI YO NO QUIERO, pesar de la enorme pérdida.
NO HAY AUTOPSIA, YO SOY DE GEN- Sr. de Anteojos Oscuros: ¿Podemos ir llaman-
DARMERÍA. do a la cochería? ¿A qué hora nos entregan el
Cuñado 2: Calmate, escuchá al doctor. cuerpo? Gracias.
IP: Mire, no vamos a estar discutiendo a los VC: Calcule que alrededor de las doce de la
gritos acá. Hagamos una cosa, hable con su noche va a estar el operativo terminado.
superior y pregúntele si se puede evitar la au- <DPiVWUDQTXLORV\FRQODD¿UPDWLYD HQHVH
topsia, haga lo mismo con su abogada y después momento en la ciudad había dos operativos más,
volvemos a conversar. uno en cada punta de la ciudad, Santojanni y
Sr. de Anteojos Oscuros: POR SUPUESTO Argerich),… la Guardia Operativa está de aquí
QUE SÍ Y NO VAMOS A CONVERSAR para allá, por lo que VC se queda mantenien-
NADA, PORQUE VENGO Y ME LLEVO do y yo por problemas laborales me retiro del
EL CADÁVER. hospital…
IP: ESTA BIEN. Les decía que ante la alter- Pero las cosas siguieron… tranquilas pero
nativa de la autopsia… siguieron…
Señora de la Iglesia Evangélica (interrum-
piendo): Claro, si le hacen la autopsia después Sexta entrevista (todo bien)
que analizan los órganos los tiran a la basura. 15.00 hs
(Mirando a las mujeres y al pastor) ¿No es mejor La abogada de la familia (por el seguro de
que se los saquen y se los den a otra gente? vida) pide hablar con VC, quien la atiende y
Cuñado 2: Eso, si dona, ¿qué pasa con la le explica la situación.
autopsia? Abogada (joven y elegante): Ya me ex-
VC: En el caso que ustedes decidieran do- plicó el cuñado, yo estoy de acuerdo con
nar sus órganos nosotros debemos solicitar la la donación pero quisiera que me explique
autorización del juez. Él enviaría entonces al los pasos a seguir para hablar con ellos más
perito forense que realizaría la autopsia durante tranquilamente.
la ablación, permitiendo la donación de los VC informa sobre los pasos legales y también
órganos. En general los jueces y los peritos médicos.
ayudan en este proceso, porque entienden que Abogada: Muchas gracias, nos mantenemos
esto es algo bueno para ustedes y para la gente en contacto…
que necesita esos órganos. VC continua con el mantenimiento y pidiendo
Esposa: Mire, nosotras ya decidimos que vamos a gritos que venga alguien de la base a comenzar
a donar los órganos, déjennos hablar un poco. con los trámites judiciales.
Aspectos éticos ‡ 569

18 horas. Ya había llegado al Hospital la Lic. dos libretas, la azul y la roja (Civil e Iglesia),
Pierini (LP), para hacerse cargo de los trámites así que decido yo…
judiciales. LP: ¿Ud. qué piensa…?
Esposa con Papeles: Dígame, ¿realmente está
Séptima entrevista (todo bien) muerto?
Lamentablemente a esa hora la sala de entre- LP: Sí, como les venimos explicando…
vistas estaba cerrada con llave. Así que conti- Esposa con Papeles, interrumpiendo: Porque
nuamos en el pasillo, Esposa Legítima, Tercer si no está muerto lo mato yo… Pero bueno, si
Esposa (Roxana), algunas amigas de esta última todos están de acuerdo yo también. Lo hijos
y Cuñado 4 (hermano de Roxana). asienten.
LP: para completar con los trámites, tenemos 21 hs
TXH¿UPDUODVDFWDVGHGRQDFLyQFHUWL¿FDGRV La Jueza de la causa, creemos que ante tantas
de vínculos, ¿Ud. es la esposa? PXMHUHVVROLFLWDTXHODGRQDFLyQOD¿UPHOD
Roxana: Yo no estoy legalmente casada con madre de Néstor (que nunca vino al Hospital,
él, soy la tercera pareja de Néstor… no estaba bien de salud).
VC y LP: Ahhhh!!! LP la convence, es difícil que la madre se
Esposa Legítima: Yo soy la segunda y tampoco DFHUTXHSDUD¿UPDU\GHFODUDUHVWiOHMRV\
estaba casada con él, la primera esposa y de enferma.
la que no llegó a divorciarse es Susi, con ella /DMXH]DDFHSWDHODFWD¿UPDGDSRUODWHUFHUD
tiene 3 hijos de 17, 16 y 13 años, esposa (Roxana) pero pide unos papeles más.
O sea, había una SULPHUD\OHJtWLPD con la Quiere tener en su poder el Acta de Nacimiento
que todavía no habíamos hablado. del último hijo con Roxana, sólo así dará su
No obstante, y teniendo en cuenta que con la consentimiento.
tercera esposa hacía cinco años que convivía Haciendo unos malabares entre familiares que
\WHQtDXQKLMRIXHHOODTXLHQ¿UPyHODFWD pasan por fax la IDPRVD Acta de Nacimiento,
de donación y la VHJXQGDHVSRVD¿UPyFRPR ¿QDOL]DQORVWUiPLWHV
testigo. Se realiza la ablación, sólo riñones y córneas,
Mientras esto sucedía, se acerca una adoles- Néstor tuvo una serología + para HVB (Core y
cente (unos 16 años), un tanto prepotente: “Mi anti S), pero previamente se había descartado
mamá no quiere hablar con Uds. Quiere hablar corazón y pulmón (por malas condiciones).
con Roxana por lo del velorio y el entierro, lo
vamos a velar en nuestro barrio.” Final
Roxana: Ellos ya arreglaron todo y a nosotras Aunque cada entrevista es única e irrepetible,
ni nos consultaron. Yo no tengo dinero para el queremos compartir esta historia con ustedes
cajón, eso me toca a mí y el seguro no cubre porque es la primera vez que nos pasa algo
esos gastos. así. Es más, les diríamos que fue un desafío
LP le explica los trámites que puede hacer en inconsciente, porque nuestro objetivo era el de
Seguro Social del Hospital para conseguir cajón FRPXQLFDUODPXHUWHHQXQDVLWXDFLyQFRQÀLFWLYD
gratis, no obstante el traslado a la sala de velatorio Estábamos movidos más por la compasión y
que es en la Provincia de Buenos Aires no lo la defensa del sistema que había fallado, que
cubre. Quedan en averiguar cómo harán. por nuestro deber de coordinadores.
De acuerdo a nuestra ley, faltaba la segunda
Octava entrevista (todo bien) HYDOXDFLyQSDUDFRQ¿UPDUODPXHUWH\SRGHU
19 hs proceder a los trámites de donación. Sin em-
LP establece relación con la primera esposa bargo no había dudas de la muerte.
y sus 3 hijos. La lección que nos deja esto es que debemos
Esposa con Papeles: ¿Vé? (mostrando las dos pensar primero en el DSR\RHPRFLRQDO como el
libretas). Yo soy la legítima esposa, tengo las punto de partida y de llegada en el proceso de
comunicación de muerte y solicitud de donación.
570 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Nos ha demostrado también que las herramientas Si bien durante las sucesivas entrevistas
de comunicación que hemos aprendido están tuvimos sucesivamente problemas con el
siendo DSUHKHQGLGDV y que son realmente útiles, sistema hospitalario, negativa de los fami-
HVSHFLDOPHQWHHOUHÀHMRGHHPRFLRQHV liares, incomprensión de la muerte cerebral,
También tenemos otra lección: por causa del problemas de imagen del cadáver y problemas
mal mantenimiento (y no sólo por la serología) religiosos, el punto a vencer fue la negativa
sólo pudieron donarse riñones y córneas. Hubo en vida.
que descartar corazón, pulmones e hígado. Este Y lo logramos…
mal mantenimiento partió de un supuesto erróneo,
tomado como válido por los médicos tratantes Agradecimiento
y por la guardia de BA Trasplante: una negativa A la Lic. Cecilia M. Ponteville por su colabo-
del fallecido en vida no puede revertirse. ración en la redacción de la entrevista.

11.2. La ética como ciencia


en neurointensivismo
Roberto Reussi
,JQDFLR-3UHYLJOLDQR
-RUJH0HUFDGR

11.2.1. Introducción fuente de todos los actos particulares. Ese


sentido griego original se perdió más tarde
La palabra ética deriva del griego pWKRV, cos- al pasar al latín, pues se trocó por PRVPRULV
tumbre. Sin embargo, ya desde Aristóteles, el PRUDO VLJQL¿FDQGRPRV, casi sinónimo de
término se personalizó para señalar el lugar KDELWXV, una práctica, un comportamiento, una
íntimo, el sitio donde se refugia la persona, conducta. Por su parte, la forma plural PRUHV
como también lo que hay allí dentro, la acti- TXHUtDVLJQL¿FDUORH[WHUQRODVFRVWXPEUHV
tud interior. Siendo así, pWKRV es la raíz o la o los usos.
Aspectos éticos ‡ 571

En el habla corriente, ética y moral se manejan Richards EP. Making sense of Cruzan: Implica-
de manera unívoca. Sin embargo, analizados tions of the Supreme Court’s right-to-die decision.
los dos términos en un plano intelectual no En: -,QWHQVLYH&DUH0HG 1990;5:241- 245.
VLJQL¿FDQORPLVPRSXHVPLHQWUDVTXHODPRUDO Paris JJ, Reardon FE. Moral, ethical ande
tiende a ser particular, por la concreción de sus legal issues in the Intensive Care Unit. En: J
objetos, la ética tiende a ser universal, por la ,QWHQVLYH&DUH0HG1991;6:175-195.
abstracción de sus principios. The Multi-Society Task Force on PVS. Me-
En términos prácticos, podemos aceptar que la dical aspects of the persistent vegetative state
ética es la disciplina que se ocupa de la moral, de (2). En: 1(QJO-0HG
algo que compete a los actos humanos exclusiva- Previgliano IJ. Coma y muerte de causa neu-
PHQWH\TXHORVFDOL¿FDFRPREXHQRVRPDORV rológica. En: 352$7, Bevilaqua C., Pasín J
con la condición de que ellos sean libres, volun- (directores). Médica Panamericana, Buenos
tarios y concientes. Asimismo, puede entenderse Aires 1997, pp153-160.
como el cumplimiento del deber, relacionado Levin HS, Benton AL, Muizelaar JP, Eisemberg
con lo que uno debe o no debe hacer. HM (eds). &DWDVWURSKLF%UDLQ,QMXU\ Oxford
Se acepta que la ética es una ciencia, pues- Universty Press, New York, 1996.
WRTXHH[SRQH\IXQGDPHQWDFLHQWt¿FDPHQWH Guidelines for intensive care unit admission,
principios universales sobre la moralidad de discharge, and triage. Task Force of the Ameri-
los actos humanos. can College of Critical Care Medicine, Society
De esta manera la ética médica es una disciplina of Critical Care Medicine. En &ULW&DUH0HG
que se ocupa del estudio de los actos médicos 1999;27:633-638.
GHVGHHOSXQWRGHYLVWDPRUDO\TXHORVFDOL¿FD )&&67H[W%RRN)XQGDPHQWDO&ULWLFDO&DUH
como buenos o malos, con la condición de que 6XSSRUW&RXUVH7H[W, 3rd Edition, 2001
HOORVVHDQYROXQWDULRV\UHÀH[LYRV Reussi R, Mercado J, Tajer C. /DYLGDHQ
$FHSWDQGRHVWDGH¿QLFLyQTXHGDFODURTXH WHUDSLDLQWHQVLYD. Fundación Reussi, Buenos
no podía estar ausente en un libro de 1HXUR Aires, 2004.
LQWHQVLYLVPR%DVDGRHQOD(YLGHQFLD un ca- The Pope Spokes. The 1DWLRQDO&DWKROLF
pítulo sobre las decisiones éticas, pues es en %LRHWKLFV4XDUWHUO\ Summer 2004
esta disciplina de la Terapia Intensiva donde Suprema corte de Justicia de la Provincia de
adquieren singular relevancia. Buenos Aires, causa Ac. 85627, S. M. de C.
Expondremos entonces en este capítulo el Insanía, disponible en: <http:// www.eldia.com.
proceso de toma de decisiones éticas sobre el ar/documentos/eutanasia/index.asp> [consulta
paciente concreto, las consideraciones sobre 17 de noviembre de 2006]
situaciones particulares como el estado vegetativo
y ejemplos concretos de la práctica diaria.
11.2.3. El proceso de toma de
decisiones en ética médica
11.2.2. Fuente de evidencia
El objetivo de este proceso es el de mejorar la
Aristóteles. eWLFD1LFRPDTXHD. Trad. y notas: FDOLGDGGHOFXLGDGRDOLGHQWL¿FDUDQDOL]DU\
Antonio Gómez Robledo. México, Dpto. de Hu- resolver las preguntas morales que aparecen
manidades, UNAM, 1954, p. 215 (1112b, 11) en la práctica clínica.
Gracia Guillén, Diego. 3ULPXQQRQQRFHUH(O
SULQFLSLRGHQRPDOH¿FHQFLDFRPRIXQGDPHQWR 11.2.3.1. Principios éticos
GHODpWLFDPpGLFD. Madrid, 1990. Instituto de Los cuatro principios básicos para el análisis
España, Real Academia Española de Medici- ético son:
na, p. 50
Mishkin DB. You don’t need a Judge to ter- 1. $XWRQRPtD
minate treatment. En: -,QWHQVLYH&DUH0HG 3RGHPRVGH¿QLUHVWHSULQFLSLRFRPRHOGHUHFKR
1990;5:201-204. del paciente de mantener la soberanía sobre las
572 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

cuestiones médicas pertinentes a su persona. 3DUDODDSOLFDFLyQGHOSULQFLSLRGHEHQH¿-


Hace referencia a la libertad para establecer cencia el médico debe estar permanentemente
sus normas personales de conducta, la facultad actualizado en su conocimiento, pues lo que
para gobernarse a sí misma, basada en su propio era útil hasta ayer hoy puede no serlo.
sistema de valores y principios. La palabra deriva Un ejemplo práctico es el uso de corticoides
del griego DXWRVTXHVLJQL¿FDPLVPR y QRPRV en el traumatismo de cráneo; en un principio se
TXHVLJQL¿FDUHJOD, JRELHUQR, OH\, y expresa le consideró un estándar de cuidado, luego su
autogobierno, sin constricciones de ningún tipo. utilización se convirtió en motivo de controversia
La persona autónoma determina por sí misma y, con los resultados de un ensayo clínico de
el curso de sus acciones, de acuerdo a un plan 10 000 pacientes, se demostró que aumentaban
escogido por ella. Por supuesto que durante el la mortalidad y no debían ser indicados.
acto médico la autonomía tiene que ver con la
del paciente y no con la del médico. 3. 1RPDOH¿FHQFLD
La autonomía se ha convertido en el mandato, Sin lugar a dudas este es el principio más di-
en el derecho moral y legal de los pacientes a ItFLOGHH[SOLFDU3RGUtDPRVGH¿QLUORFRPROD
adoptar sus propias decisiones sin limitaciones, por obligatoriedad de evitar el daño al paciente,
mejores que sean las intenciones del médico. sintetizado en el principio hipocrático SULPXQ
(VWHGHUHFKRGHOSDFLHQWHVHKDD¿DQ]DGR QRQQRFHUH(primero no dañar). A diferencia
en los últimos años en contraposición con los GHOGHEHQH¿FHQFLDHVWHSULQFLSLRQRVHULJH
principios paternalistas clásicos de la medicina. por la acción sino por la abstención, no oca-
Sin quererlo, el principio de autonomía ha gene- sionar daño o riesgo de daño. Básicamente el
UDGRFRQÀLFWRVHQODUHODFLyQPpGLFRSDFLHQWH médico no debe hacer el mal, debe impedir
pues es un derecho que limita lo que debe y el mal, debe eliminar el mal, y debe hacer y
puede hacer el médico por su paciente. Se ha promover el bien.
tomado tan seriamente que los médicos que (OFRQFHSWRGHGDxRSXHGHGH¿QLUVHGHVGHXQ
actúan contra los deseos del paciente, aún para punto de vista médico como cualquier altera-
salvarles la vida, pueden llegar a enfrentarse a ción somática o psíquica que de una forma u
los tribunales disciplinarios y penales. otra perturbe, amenace o inquiete la salud de
Un ejemplo de esto es el de los Testigos de Jeho- quien la sufre, o simplemente limite o menos-
vá, cuyas creencias religiosas les impiden recibir cabe la integridad personal del afectado, en lo
transfusiones de sangre. La falta de respeto por orgánico o en lo funcional. Desde un punto de
parte de los médicos a la voluntad de cumplir YLVWDQHWDPHQWHMXUtGLFRHOGDxRSXHGHGH¿QLUVH
FRQVXVFUHHQFLDVORVKDOOHYDGRD¿UPDUDQWLFL- como un menoscabo que a consecuencia de un
SDGDPHQWHGLUHFWLYDVFHUWL¿FDGDVDQWHHVFULEDQR acaecimiento o evento determinado sufre una
S~EOLFRHQODVTXHHVSHFL¿FDQORTXHHOPpGLFR persona, en sus bienes vitales naturales, en su
puede y no puede hacer por ellos. Esta práctica propiedad o en su patrimonio.
está vigente también en la República Argentina y Desde un punto de vista estricto, si bien pa-
condiciona al accionar médico a tal punto que son WHUQDOLVWDHOELRHWLFLVWD'LHJR*UDFLDD¿UPD
numerosas las consultas por recursos de amparo TXHHOSULQFLSLRGHQRPDOH¿FHQFLDHVDQWHULRU
para transfundir igualmente a estos pacientes. a cualquiera de los principios éticos y está por
encima de cualquier información o consentimiento
2. %HQH¿FHQFLD informado. Sin embargo, la ética moderna lo
Este principio encierra las acciones dirigidas pone por debajo del principio de autonomía,
al bienestar del paciente, la obligatoriedad de como ya hemos visto.
asistirlo persiguiendo lo mejor para él. Es actuar, La Medicina Basada en la Evidencia es una de
tanto para prevenir el daño como para suprimirlo, las herramientas fundamentales para la aplica-
SURYRFDQGRXQEHQH¿FLRHQHOSDFLHQWH(VHO FLyQGHOSULQFLSLRGHQRPDOH¿FHQFLDHQWDQWR
principio rector de la ética médica clásica, donde y en cuanto permite que el médico pueda tener
el médico D\XGDKXPDQLWDULDPHQWHDORWUR. una clara noción de los avances de la ciencia
Aspectos éticos ‡ 573

médica por medio de la categorización de la una unión civil, si la hubiere, sino que puede
evidencia y de las guías de práctica clínica. ser un sustituto legal relacionado sólo con el
paciente.
4. -XVWLFLD Evitando ambigüedades e inseguridades,
En la eWLFDSDUD1LFRGHPR$ULVWyWHOHVGH¿QH VHGHEHHVSHFL¿FDUODVLWXDFLyQHOWLSRGH
lo justo como lo que produce y protege la feli- FRQÀLFWR\ODGHFLVLyQDWRPDU3URSRQHUFRQ-
cidad y sus elementos en la comunidad política. ductas tolerantes, escuchar con atención, ser
Trasladando este concepto a la ética médica, comprensivo, tener manejo en la resolución de
ésto implica tratar a toda persona justa y equi- FRQÀLFWRV\GLVLGHQFLDVDVtFRPRDFHSWDURWUDV
tativamente. Ésta sería la justicia individual o opiniones y aclarar otros factores, por ejemplo,
particular, que ha pasado a un segundo plano limitaciones de tiempo, información adicional,
en la concepción actual de la ética médica, pues creencias religiosas, servicios sociales, etc.
en el marco de la atención de la salud, MXVWLFLD Convocar a expertos, clérigos, servicio social,
KDFHUHIHUHQFLDDORTXHORV¿OyVRIRVOODPDQ Comités de Ética, consultores y/o apoderados,
MXVWLFLDGLVWULEXWLYD, la distribución equitativa FRQHO¿QGHOEXHQGHVDUUROORGHOSURFHVRGH
de bienes escasos en una comunidad, y que toma de decisión. Proveer la literatura médica
equivale a la justicia comunitaria o social, sobre que fundamente la conducta en el problema
cuya vigencia debe responder el Estado. a debatir y recurrir a situaciones similares ya
El principio de justicia se asocia al de verdad, vividas, tanto con éxito como con fracaso.
porque no puede existir una sin la otra. Ambos Repetir la secuencia desde distintas perspec-
principios obligan al médico a ser sincero y ho- WLYDVLGHQWL¿FDQGRHQTXp\DHVWiQGHDFXHUGR
nesto, única manera de poder establecer justicia los involucrados.
tanto en el plano individual como en el social. Asegurarse de que los principios éticos se
cumplan.
Desarrollo del proceso ético
El disparador de un análisis ético es, en general,
11.2.4. Un caso real
XQFRQÀLFWRUHODFLRQDGRFRQHO¿QGHODYLGD
ya sea SRUDQWLFLSDFLyQ (directivas anticipadas Paciente de 53 años que ingresa al Hospital
para la no resucitación, cuidados limitados, no el 11 de julio de 2004 por presentar síndrome
administración de hemoderivados, etc.), SRU cerebeloso y deterioro cognitivo; con diagnós-
IXWLOLGDG (procedimientos cuya utilidad es dis- tico presuntivo de encefalopatía espongifor-
cutible), para retirar la ventilación mecánica, me, enfermedad de Creutzfeldt Jakob (ECJ),
o la suspensión de hidratación y alimentación se comienzan los estudios correspondientes.
DUWL¿FLDOHQWUHRWURV Con fecha del 22 de julio de 2004 se recibe
(OFRQÀLFWRSXHGHGHVHQFDGHQDUVHWDQWRGHVGH un test de Western Blot positivo para proteína
el lado del paciente y su familia como desde el 14.3.3 en líquido cefalorraquídeo, que sumado
lado del equipo de salud. Volviendo al ejemplo a las hiperdensidades bilaterales en núcleos
de los Testigos de Jehová, si el médico tratante caudado y lenticular, halladas en la resonancia
no está de acuerdo con las directivas anticipadas PDJQpWLFDQXFOHDUFODVL¿FDDOSDFLHQWHFRPR
puede excusarse de atender a ese paciente, con probable ECJ de acuerdo a los criterios de la
la excepción de que éste fuera el único médico Organización Mundial de la Salud.
en la región o con la capacitación necesaria para El 18 de julio de 2004 el paciente presenta
resolver el problema determinado. En ese caso LQVX¿FLHQFLDUHVSLUDWRULDVHFXQGDULDDDVSLUDFLyQ
debería realizar el análisis ético de la situación de secreciones por deterioro del estado de con-
y buscar el consenso entre los intereses y creen- ciencia resultante de estado de mal epiléptico.
cias del paciente, con las propias. Se inicia tratamiento con piperacilina/tazobac-
6HGHEHLGHQWL¿FDUDOHQFDUJDGRGHODWRPD WDPFRQHO¿QGHWUDWDUODSUHVXQWDQHXPRQtD
de decisiones en la familia, que no siempre es aspirativa y soporte de las funciones vitales,
el padre, la madre, cónyuge o la otra parte de con asistencia respiratoria mecánica. El 21 de
574 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

julio se describe la presencia de úlcera de decú- e. Que este gesto terapéutico no implicará un
bito grado I en sacro y trocánter derecho, pese EHQH¿FLRSDUDHOSDFLHQWH\H[SRQGUiDO
a las medidas indicadas para su prevención. personal médico y paramédico a un riesgo
Continúa en estado de mal epiléptico. El 22 de de contagio elevado
julio se realiza traqueostomía percutánea. El f. Que se plantea una discrepancia de opinión
25 de julio de 2004 pasa a Terapia Intermedia, entre los familiares directos del paciente,
continuando con estado epiléptico mioclónico sus hijos y su concubina.
y con úlceras de decúbito grado III en sacro,
ambos trocánteres y pabellones auriculares. Se realiza una junta médica el 31de enero de
Se realiza un electroencefalograma que muestra 2005 en la que participan los jefes de la Unidad
descargas periódicas permanentes, compatibles de Infectología, Dr. P. Cahn; de Neurología,
con el diagnóstico de ECJ. Habida cuenta de Dr. M. Pagano; los jefes a cargo de Terapia
que los hallazgos clínicos, bioquímicos, elec- Intensiva e Intermedia, Dres. D. Ceraso y M.C.
WURHQFHIDORJUi¿FRVHLPDJHQROyJLFRVFRQ¿U- Rozas; los médicos Dr. G. Rey Kelly (infectó-
man un estado de “probable ECJ” se decide no logo), I. Previgliano (intensivista), G. Galatro
UHDOL]DUELRSVLDFHUHEUDOFRQ¿UPDWRULDGDGR (traumatología) y J.M. Politei (residente de
el riesgo de contagio para el personal médico neurología), en la que se decide no progresar
y paramédico. con las medidas terapéuticas y consultar con el
El paciente evoluciona en estado vegetativo: Comité de Ética por considerar que se trata de
ausencia de respuesta a los comandos verbales, un caso de encarnizamiento terapéutico.
desviación conjugada de la mirada hacia la La reunión se efectuó ese mismo día estando
GHUHFKDUHÀHMRVFRUQHDQRV\yFXORFHIiOLFRV presentes por el Comité los Dres. C. Cimino,
FRQVHUYDGRVFXDGULSDUHVLDÀiFFLGD\DUUH- L. Luna y Z. Rosales, el sacerdote católico P.
ÀpFWLFD3URIXQGL]DODV~OFHUDVGHGHF~ELWR Lizárraga, la enfermera R. Wrublewski y la
con aparición de nuevas lesiones en el dor- médica legista S. Rodríguez Wallach.
so y escápulas, que son tratadas de acuerdo Analizado el caso y asentada la discusión en
con las indicaciones del servicio de Cirugía el Libro de Actas del Comité, se concluye:
Plástica. 1. Que se trata de un paciente con una enferme-
Presenta múltiples complicaciones infecciosas dad del sistema nervioso central (Creutzfelt
que son tratadas por el servicio de Infectología Jakob) terminal y carente de tratamiento,
GHDFXHUGRDORVJpUPHQHVLGHQWL¿FDGRV que no permitió que expresara su voluntad
Pese a estos tratamientos persiste con síndro- con respecto a su vida futura (3ULQFLSLRGH
me febril, por lo que se sospecha osteomielitis DXWRQRPtD)
trocantérea izquierda. Se realiza centellograma 2. Que por esta razón no recuperará su estado
yVHRFRQWpFQLFDHVSHFt¿FD\VHFRPSUXHED de salud
dicho diagnóstico. 3. Que ninguna medida terapéutica le reportará
Habida cuenta de: EHQH¿FLR 3ULQFLSLRGHEHQH¿FLHQFLD)
a. El estado clínico del paciente 4. Que por el contrario, las medidas necesarias
b. El diagnóstico de una enfermedad infecto- para resolver la osteomielitis son mutilan-
contagiosa incurable por el momento (ECJ), tes para su cuerpo y condición humana, y
que condiciona que su estado de postración y no garantizan el éxito (medidas fútiles o
deterioro neurológico no puedan resolverse inútiles) (3ULQFLSLRGHQRPDOH¿FHQFLD)
c. La magnitud del tratamiento quirúrgico que 5. Que las medidas necesarias para resolver
debería realizarse: resección de cabeza y la osteomielitis someterían al personal mé-
1/3 proximal de fémur izquierdo, plástica dico y paramédico a un riesgo mayor de
de músculo y eventual de piel contagio, para una medida fútil (3ULQFLSLR
d. La falta de seguridad de que estas medidas GHMXVWLFLD)
no deban extenderse hacia una amputación 6. Que por todo ésto la progresión de medidas
y desarticulación de la cadera izquierda FRQ¿JXUD²GHDFXHUGRDODQiOLVLVpWLFRHQ
Aspectos éticos ‡ 575

base a los principios de autonomía, bene- PHGLFLQDGHIHQVLYD de los últimos años por
¿FHQFLDQRPDOHGLFHQFLD\MXVWLFLD²XQ una en la que el rol del médico y de la decisión
caso de encarnizamiento terapéutico médica vuelven a ser primordiales. El cambio
7. Que por tal motivo coincide en mantener el fundamental está en cumplir con lo acordado,
soporte nutricional y las medidas tendientes en ambos casos la no realización de cirugías
a evitar dolor o sufrimiento innecesarios tal rutilantes y fútiles, dejando en manos de jueces y
como se ha realizado hasta el momento, y abogados la imposición de estas conductas.
no progresar en tratamientos quirúrgicos La Suprema Corte de Justicia de la Provincia
ni antibióticos de Buenos Aires, integrada por los doctores
8. Que la concubina del paciente no acepta la Hitters, Roncoroni, Negri, Kogan, Genoud,
enfermedad y el pronóstico de la misma, Soria y Pettigiani, en la causa Ac. 85627 “S.
habiéndose roto el vínculo médico/familiar M. d. C. Insanía”, falló en contra del pedido del
por la amenaza de acciones legales marido y del curador, de retirar la hidratación y
9. Por esta razón se decide solicitar a la justicia, DOLPHQWDFLyQDUWL¿FLDOSRUJDVWURVWRPtDDHVWD
por los medios institucionales correspon- paciente afectada por un estado vegetativo de
dientes, un recurso de amparo en favor del cinco años de evolución secundario a encefa-
paciente y del personal de la institución lopatía hipóxico-anóxica.
El fallo es digno de ser leído y estudiado, pues
Se eleva esta nota al Departamento de Le- abarca todos los principios de la ética médica,
gales, con copia a la Dirección Médica y a la los analiza y los compara con la legislación an-
hija del paciente, quien concuerda con esta glosajona, resaltando algunas particularidades
acción legal. de vacío legal al respecto en nuestro país.
La justicia no se expidió nunca y el paciente
falleció luego de un mes. …«Ahora bien, si el enfermo no dejó ins-
trucciones, ni mandas y tampoco se cuenta
con manifestaciones previas a su pérdida de
11.2.5. Reflexiones
conciencia que ilustren acabadamente sobre
El caso anterior fue puesto como ejemplo pues VXPDGXUD\UHÀH[LYDGHFLVLyQGHLQWHUUXPSLU
todo se encuentra perfectamente documentado o negarse a recibir tratamientos de sostén en
y se omitió ex-profeso cualquier posibilidad de circunstancias como las del caso que nos con-
LGHQWL¿FDUDOSDFLHQWHRDVXVGHXGRV voca; si, en síntesis, se desconoce su voluntad
Los autores de este capítulo tuvieron también al respecto ¿Puede autorizarse la supresión de
un caso similar, pero de ribetes más peligrosos ODDOLPHQWDFLyQHKLGUDWDFLyQDUWL¿FLDOTXHFRQ-
por tratarse de un paciente en estado vegetativo duzca a su muerte natural?»…
con tres años de evolución, que tenía una curatela …«Más aún M. G., en una actitud que lo enal-
judicial. Se trataba también de una osteomielitis WHFH\GLJQL¿FDDpOPLVPRQRVyORSRUWRGROR
crónica, secundaria a úlceras de decúbito, en que hizo, sino, además, por todo lo que hará
la que los especialistas planteaban la amputa- por cubrir con un marco de dignidad el proceso
ción supracondílea bilateral. En este caso, la de enfermedad de su mujer le dice al Tribunal:
esposa del paciente abogaba por la futilidad “Para mí M. no es una carga. Es un problema
del procedimiento, en contra de la opinión de psicológico para todos, pero no una carga. Si
la curatela. Se hizo la presentación judicial, un Juez no me autoriza a dejarla morir pero me
que hasta el día de hoy no tiene resolución, y indica que la mande a cualquier lugar, yo seguiré
se decidió no efectuar la cirugía hasta tanto no cuidándola” (fs. 305). De esto no tenemos dudas.
llegara la orden judicial en lo contrario. En este Simplemente y dolorosamente para el peticio-
caso el paciente también falleció. nante, no encuentro en nuestra legislación una
Ambos casos nos enseñan que uno no nece- norma que permita acoger su petición»…
sita de un juez para dar cumplimiento a una …«En el orden nacional, la ley 17132 (que
GHFLVLyQpWLFDPRGL¿FDQGROD\DWUDGLFLRQDO regula el ejercicio de la profesión médica en
576 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

nuestro país)… en su art. 19.3 impone a los pro- generales mínimos luego de un año de EV. Hace
fesionales la obligación de respetar la voluntad una clara referencia a los conceptos de FDOLGDG
del paciente en cuanto a la negativa de tratarse GHYLGD y FRVWHHIHFWLYLGDG, considerándolos en
o internarse, salvo los casos de inconsciencia un plano inferior al de proteger la vida humana.
(sic), alineación mental, lesiones graves o por Por último, exhorta a los católicos a ayudar
causas de accidentes, tentativas de suicidios o moral y económicamente a los familiares de
de delitos»… los EV, teniendo en cuenta la pesada carga
…«Estimo que no cabría atribuir responsabili- emocional y económica que les afecta.
dad civil ni penal ni ético-profesional al equipo
médico tratante, que luego del dictamen de un
11.2.6. Conductas al final
Comité de Ética Médica o de una Junta Médica
de la vida: eutanasia,
(artículo 41 del Código de Ética Médica de la
distanasia, ortotanasia
Confederación Médica Argentina y artículo
46 del Código de Ética Médica del Colegio Estos ejemplos tan dramáticos como frecuentes
de Médicos de la Provincia de Buenos Aires) en los servicios de cuidados críticos obligan al
y sobre la base de una decisión unánime de la médico a elegir la conducta apropiada en cada
familia del paciente que trasluzca su voluntad, caso, siendo éste, como hemos visto y a falta
procediera a la suspensión del tratamiento que GHXQDOHJLVODFLyQGH¿QLWLYDPXFKDVYHFHVHO
mantiene con vida a un paciente en estado ve- UHVSRQVDEOHGHODGHFLVLyQ¿QDO3RUHOORKHPRV
getativo persistente. Éste sería el caso de M. aprendido rápidamente a elegir entre las múlti-
d. C. , de existir una opinión consensuada de ples opciones terapéuticas que nos brindan los
los miembros de su familia directa»… DYDQFHVFLHQWt¿FRVWDPL]DGRVSRUODH[SHULHQFLD
…«En lo atinente a las opiniones vertidas a y los principios éticos entre los que también im-
fs.185/187, considero que las mismas no com- porta la variable FRVWH, incorporada al concepto
prometen la posición que sobre el tema sustenta de justicia: no todo lo técnicamente posible es
la Iglesia Católica, quedando reducidas a meras económica y éticamente sustentable.
expresiones personales frente al discurso pro- La Terapia Intensiva en todas sus variantes es
nunciado por S.S. Juan Pablo II –quien sí por SRUGH¿QLFLyQHOOXJDUGHDWHQFLyQDORVSDFLHQWHV
su jerarquía asume el Magisterio dentro de esa FUtWLFRVGH¿QLGRVFRPRDTXHOORVTXHVXIUHQ
Institución– con fecha 2-IV-2004, con un claro enfermedades agudas que pueden llevarlos a la
VHQWLGRFRQWUDULRDDTXHOODVD¿UPDFLRQHVORTXH muerte y para los que existen terapéuticas que
deja en absoluta orfandad la solitaria alegación potencialmente pueden curarlos. Estas áreas,
de derecho contenida en la demanda»… repletas de tecnología y recursos, no deberían
recibir pacientes irrecuperables, aquellos que
Respecto a este último párrafo, SS Juan Pablo SRUGH¿QLFLyQHVWiQPiVDOOiGHWRGDSRVLELOLGDG
II en 7KH1DWLRQDO&DWKROLF%LRHWKLFV4XDUWHUO\ de recuperación. Estos últimos son tributarios
6XPPHU establece que «Nuestros hermanos de cuidados paliativos, aun cuando en oca-
en estado vegetativo retienen aún su dignidad siones sean internados en el área de cuidados
humana en su totalidad. La amorosa mirada de intensivos.
Dios Padre continúa sobre ellos, haciéndoles El gran dilema ético de la Terapia Intensiva
saber que son sus hijos e hijas con una mayor HVHQEXHQDPHGLGDHOGHO¿QDOGHODYLGDHQ
necesidad de Él» y que «La persona en estado pacientes con enfermedades graves o irrecu-
YHJHWDWLYRHQHVSHUDGHODUHFXSHUDFLyQRHO¿QDO perables, en los que el morir es frecuente o
natural tiene derecho al cuidado básico de la inevitable. Frente a la inminencia de la muerte
salud y a la prevención de las complicaciones surgen tres conductas médicas. La HXWDQDVLD,
de su estadía en cama». Establece claramente o aplicar con el consenso o a pedido del en-
TXHODVXSUHVLyQGHODDOLPHQWDFLyQDUWL¿FLDO\ fermo tratamientos activos para acelerar la
la hidratación es eutanasia por omisión, pero, a muerte (prohibido por la ley en la mayoría de
lo largo de todo el documento habla de cuidados los países); la GLVWDQDVLD que implica el tomar
Aspectos éticos ‡ 577

conductas que sólo mantienen el sufrimiento, dependiendo de la sociedad y la cultura del pa-
SURORQJDQGRODDJRQtD\¿QDOPHQWHODorto ciente, es hablar con éste en las etapas iniciales
WDQDVLD o muerte digna, concepto rector del de la enfermedad sobre sus deseos acerca del
accionar médico actual. Morir dignamente es GHVDUUROOR¿QDOGHVXYLGD(VWHKHFKRD\XGDGH
morir sin dolor, rodeado por los afectos de las gran manera a las decisiones que se tomarán,
personas que nos acompañaron en la vida, sin sobre los límites, y la utilización o no de ciertos
mecanización ni medicalización innecesarias. recursos terapéuticos extremos (reanimación
Guiados por este mismo concepto, ningún pa- cardiorespiratoria, diálisis, ventilación mecá-
ciente debería ingresar a un cuidado intensivo nica, etc.) Los médicos debemos estimular el
para morir sino para luchar por la vida, mien- debate en la comunidad para que estos temas
tras existan posibilidades de recuperación. Por sean abordados por la legislación, aclarando
lo planteado a lo largo de este imprescindible la temática de la responsabilidad en la toma y
capítulo, hoy pensamos en la posibilidad de en los límites de las decisiones.
limitar o retirar algunos tratamientos cuando A la espera de esta discusión que todavía se
tengamos la evidencia de que ya no son útiles. debe nuestra sociedad, recordemos que el hu-
Éticamente, limitar o retirar el tratamiento es manismo en el arte médico es ©0XFKRPiV
lo mismo, pero en la práctica la decisión de la JHVWR\FRQGXFWDHQVXVHQWLUHVWULFWRTXH
retirada es más resistida. La tendencia actual, VDEHUª (GREGORIO MARAÑÓN)
Índice alfabético
A Apoptosis 181, 283, 347, 439, 522
Abstención 572 Aprotinina 264
Abuso de drogas 54, 95, 154, 504 ARENAS 255
Ácido ASIA 350
epsilon-aminocaproico 263 Asistencia Kinésica Respiratoria 542
traxenámico 263 Aspiración
Acinetobacter 31, 47, 48, 49, 55, 57, 63, 64, 68, 79, endoscópica 261, 262
448, 463 respiratoria 240, 241, 258, 278, 461, 462, 464,
ACV 220 466, 514, 573
Admisión 41, 44, 68, 160, 229, 297, 404 Ataque cerebral
Agentes isquémico transitorio 73, 290
bloqueantes neuromusculares 408, 489, 563 hemorrágico 57, 60, 62, 72, 227, 236, 242, 250,
hemostáticos 263, 267 403, 443, 496
Agitación 154, 155, 238, 260, 286, 412, 508, 515 isquémico 54, 57, 72, 73, 74, 80, 113, 116, 180,
Agudos 197 218, 224, 230, 232-243, 247, 249, 274, 275,
AIDP 471, 472, 475 279, 286, 290, 314, 403, 403, 445, 496, 500
Albúmina 176, 178, 415, 440, 478, 479, 489 ATLS 153, 348
y glucosa 489 Autocanibalismo metabólico 359
Aleatorizado 10, 164, 186, 201, 205, 227, 235, 244, Autoinmunidad protectora 381
248, 258, 260, 263, 284, 287, 288, 316, 355, Autonomía 571
400, 404, 433, 457, 466, 489, 492, 515 Autotoxinas 489
Alfa-agonistas 176, 193, 259, 349, 412, 417, 418
Algoritmo 72, 162, 166, 167, 243, 270, 273, 301,
323, 423, 458, 459, 487, 488, 523
B
Alimentación enteral continua 180, 240, 242, 462, 463 Barbitúricos 165, 178, 183, 184, 185, 193, 240, 259,
Alteraciones de la coagulación 58, 62, 152, 192, 199, 309, 462, 464, 477, 500, 517, 519, 520, 535
263, 394, 439, 444 Barrera hematoencefálica 32, 60, 172, 184, 187,
Alternativas no invasivas 297, 299 236, 285, 347, 431, 454
AMAN 471, 473, 475 BBH rota 178
Amigdalar 41 %HQH¿FHQFLD
Aminoglucósidos 405, 455, 477, 489 Beta-lactámicos 455
Amnesia 149, 151, 152, 153, 154, 155, 158, 197, 414, %LR¿OP
548, 549, 553 Biopsia del nervio 486
Ampicilina 427, 428, 429, 430, 456, 467, 477 %UDLQDWWDFN 220
Anaerobios 448, 464
Análisis de costes 152, 162, 220, 223, 320, 322, 357,
406, 466, 491, 499, 507
C
Aneurismas saculares 56, 59, 62, 82, 83, 225, 226, Cadena de supervivencia 227
227, 244, 250, 256, 268, 272, 395 Capacidad Vital 481
Anfetaminas 58, 256 Cápsula
Angiografía 82, 89-104, 117, 217, 226, 247, 250, precoz 42
253, 258, 262, 271, 275, 314, 372 tardía 42
por resonancia magnética 72, 73, 226 Cardiovasculares 392
Angioma CAVATAS 248
cavernoso 61, 84, 86, 260 Cefalea 45, 84, 117, 118, 152, 155, 158, 161, 198,
venoso 61, 84 237, 253, 269, 277, 364, 423, 451, 479
Angiopatía amiloidea 58, 62, 76, 77, 256 Ceguera monocular transitoria 73
Angioplastía carotídea 227, 248, 249, 250, 314 Células
del vasoespasmo 227, 239, 244, 251, 274, 275, 276 madre 378-382
intracraneana 247, 248 mesenquimales indiferenciadas 382
AngioTC-3D 31, 64 Centros
Angiotomografía 31 completos de ACV 224
Anticoagulante lúpico 290 primarios de ACV 221
$QWLFRQYXOVLYDQWHVSUR¿OiFWLFRV Cerebritis 42
580 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Cervicalgia 363 convulsiva 217, 327, 336, 338, 340, 423, 500,
Cirugía 516-523
en TEC 150, 153-156, 160, 162, 164, 196, emocional 558
198-200, 201-205 miasténica 475,480
en trauma raquimedular 356, 357, 362-378 Cristaloides 172, 176, 178, 236, 259, 283, 349
sobre aneurismas 64, 251, 272, 395 Criterio neurológico de muerte 525
sobre hematomas 257, 261, 262 basado en ensayos clínicos 8
sobre infarto cerebral 286, 287 de autoridad 6
&LWRTXLQDVSURLQÀDPDWRULDV empírico 8
&ODUL¿FDFLyQ  ¿VLRSDWROyJLFR
Clonidina 176, 259, 349, 417 Cuadriparesia 218, 364, 485, 488, 574
Coagulopatías 58, 62, 67, 68, 154, 158, 285, 515 Cuadriplejía 386, 399, 473,
Cocaína 256, 517, 519 Cuidado
Cociente inhibitorio 456 cardíaco 235
Cocos positivos 448 de posiciones 542
Coloides 176, 178, 236, 259, 283, 395 general 235
Coma sobrepasado 525 Curva de Memoria de Luria 550
Complicaciones 391
del método 298
médicas 170, 233, 240, 356, 357, 507
D
neurológicas 240 Dalfopristin 434, 456, 457
Comunicación Daño
como proceso interactivo 558 axonal 194, 203, 471, 552
no verbal 558 cerebral 125, 154, 179, 211, 283, 498, 500, 518,
Comunicar 557 525, 529, 547, 552, 554
Concepto irreversible 529
ABCDE 222 hipóxico/isquémico 173, 184, 326
Bobath 543 intraoperatorio 357
de muerte 525-537 medular 346,
de sedación y analgesia 508 neurológico 489
Lund 173, 175, 177, 179 secundario 184, 324, 343, 347, 379, 403
puerta-aguja 223 Decontaminación
&RQIXVLRQDVVHVVPHQWPHWKRG(CAS) 503 digestiva selectiva 466
Consenso 7 oral 466
de Estenosis Carotídea 248 'p¿FLWVQHXURVLFROyJLFRVSURORQJDGRV
de Estocolmo 332, 333 Deglución 225, 240, 278, 542
diagnóstico de muerte encefálica 300, 311 'HOLULXP 410, 411, 412, 413, 492, 493, 502, 503,
SATI dotrecogin 339 504, 505, 506, 507, 509, 511, 512, 513, 514,
Contraindicaciones 188, 199, 234, 239, 243, 250, 515
259, 301, 361, 399, 414, 443, 474 Demencia 504, 506, 511, 513, 515
Controlado 9 Derivación ventricular 296, 431, 436
Contusión cortical 49 Desarrollo del proceso ético 573
Corticoides 258 Descompresión precoz 205
en ACV 240, 258, 259, 286 Destete de la VM 483
en meningitis 405, 433, 451, 456 Deterioro cognitivo 506, 515
en patología neuromuscular 475, 477, 488 Diabetes por stress 400
en Trauma 163, 164, 355 Diagnóstico 258, 451, 524
Cortisol 401 Dihidroergotamina 178
Costos 64, 152, 162, 220-223, 320, 357, 406, 436, Dilatación ventricular YHUKLGURFHIDOLD 50
445, 461, 498, 507 Disección arterial 74, 88, 239, 290
CPAP + PS 483, 506 Dislocación atlanto-occipital 364
Crack 256 Distanasia 576
Craneotomía 144, 175, 197, 262, 395, 446, 463 Doppler transcraneano 203, 224, 226, 234, 247,
Craniectomía descompresiva 40, 175, 176, 193, 274, 299, 302-315, 416, 500, 501, 538
198, 200-205, 286, 288, 311, 394, 534 Drenaje ventricular YHUYHQWULFXORVWRPtD 259
reparos 286 Drogas vasoactivas 259, 489, 564
Crecimiento del hematoma 257 Drotrecogin alfa activado 437
Crisis 480 DWI 70
Índice alfabético ‡ 581
E de Glasgow de Recuperación 120
Ecocardiograma 224, 235, 398 Extendida 122
Edema de Hunt & Hess 117
cerebral 44, 46, 48, 173, 175, 177, 180, 200, de la WFNS 118
203, 218, 236, 240, 280, 281, 283, 285, 287, de Los Angeles 215, 222
288, 433, 453, 580  GH5DQNLQPRGL¿FDGD
Cerebral Intracelular 187 Galveston de Orientación y Amnesia 549
citotóxico 55, 75 Prehospitalaria de Cincinnati 222
vasogénico 42  WRPRJUi¿FDGH)LVKHU
Efectos  WRPRJUi¿FDGHO7&'%
metabólicos y no metabólicos 402 Escucha activa 559
tóxicos de la hiperglucemia 402 Esmolol 259
Efedrina 256 (VSHFL¿FLGDG
(¿FLHQFLD Espectroscopía 71
Electromiografía 473, 486, 535 Estabilización inicial 164, 348
Embarazada 48, 152, 300 Estadía hospitalaria 358, 403, 445, 449, 507, 581
Embolia Estado
arterial 266 confusional agudo 396, 502
cardioembolia 226, 235, 239 vegetativo 121, 197, 207, 388, 493, 499, 571, 576,
cerebral 244, 248 Esteroides YHUFRUWLFRLGHV 488
gaseosa venosa 397 Estimulación cognitiva 514, 581
pulmonar 13, 42, 240, 512 Estrés 176,179,401,477,515
séptica 42 térmico 190,193,
Emisiones otoacústicas 300 Estructuras normales 36
Enalaprilato 176, 259 Estudios
Encefalopatía ADDRESS 443
hepática 193, 496  HOHFWUR¿VLROyJLFRV
hipertensiva 218, 236, 496 ENHANCE 442
hipóxico-anóxica 57, 336, 495, 496, 500, 502, 528 HeADDFRIRST 288
hipóxico-isquémica 57 ISAT 272
séptica 403 MERCURY 442
tóxica 63 NABISH 189
Endarterectomía NASCET 227
endovascular 249 negativos 8
quirúrgica 248, 314, 394 NINDS 230
(QIHUPHGDGHVLQÀDPDWRULDVHLQIHFFLRVDV positivos 9
Enfriamiento PROACT II 247
 GHVXSHU¿FLH PROWESS 439
intravascular 190, 192, 284 SAPHIRE 248
Ensayos clínicos 6, 9 STICH 262
de grandes dimensiones 9 Etilismo crónico 154
pequeños 8 Eutanasia 576
Enterobacteriaceae 463 Evaluación
Enterobacter cloacae 448 clínica 348, 413, 530
Entrevista 122, 124, 509, 548, 557-562 del ACV 75
conductal 561 Neuropsicológica 548
fenomenológica 561 prehospitalaria 209, 347
Epidemiología 447 radiológica 51, 351, 354, 359
de meningitis posquirúrgica 447 Examen clínico 530
del TEC 541, 547 Excitotoxinas 346
del trauma raquimedular 345 Exclusión de aneurismas 250
de la Hemorragia subaracnoidea 268 Explosión de la trombina 265
de la neumonía asociada al ventilador 460 Externación 161, 436, 543
de la polineuropatía del paciente crítico 485 Extricación 347
Escala
de Ataque Cerebral del Instituto Nacional
de la Salud 115
F
de Coma de Glasgow 113 Factor de riesgo 393, 449, 461, 504, 514
582 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

Factor VII recombinante 192 intracerebral espontáneo (HIC) 253


activado 265 lobar 256
Fallo encefálico agudo 502 subagudo precoz 79
Falso negativo 9 subagudo tardío 79
Familiares 554 subdural 47, 197
Fenilpropanolamina 256 crónico 396
Fibra óptica 298 Hemorragia 298
Fiebre 179, 451 Neoplásica 61
FIM ()XQFLRQDO,QGHSHQGHQFH0HVVXUH) 547 cerebelosa remota 395
Fístula arterio-venosa 88 intracerebral 57
FLAIR 69 espontánea 58
Flujo sanguíneo cerebral (FSC) 34, 54, 163, 174, intraparenquimatosa 49, 77
184, 226, 236, 238, 306, 324, 397, 412-415, intraventricular 48
505, 534 perimecencefálica 62
Fluoroquinolonas 455 subaracnoidea 48, 62, 80, 250
Fórmula de Kothari 256 no traumática 77
Fracaso de VNI 482 Herniaciones cerebrales 40, 43, 86, 423, 453
Fracturas Herpes simple 42
combinadas del atlas y del axis 369 HIC refractaria 185, 193
de C2 369 Hidralacina 259
Fractura Hidrocefalia 49, 57, 63, 180, 203, 241, 259, 260,
abierta 152 273, 276, 294, 300, 309, 457, 496
del ahorcado 365 Hidroneumático 298
de Clay Shoveler o del apaleador 371 Hidroterapia 544
de cóndilo occipital 372 Higiene oral 465
de Jefferson 365 Hiperglucemia YHUJOXFHPLD 400
 GHODDSy¿VLVRGRQWRLGHV Hipertensión 256
en lágrima 370 arterial 258
hundimiento de cráneo 197 endocraneana 44, 163, 165, 167, 171, 175, 180,
Fuente cardioembólica 289 194, 198, 203-205, 240, 259, 281, 285, 294,
Funciones mentales superiores 551 299, 310, 453
Fungus cerebri 203 Hiperventilación 163, 165, 173, 185, 188, 199, 240,
259, 283, 320
Hipokalemia 191
G Hipometabolismo 326
Gangliósido GM-1 355 Hiponatremia 63, 176, 277, 418, 512, 517
Glucagón 401 Hipoperfusión 326, 346
Glucemia 176, 219, 236, 242, 285, 400-407, 418, 453, Hipotensión arterial 164, 168, 259, 294, 301, 397, 512
489, 517, 519 Hipotermia 326, 464
Glucocorticoides YHUFRUWLFRLGHV 163 terapéutica 188
Glucogénesis 401 Hipoventilación 483
Glucogenólisis 401 Hipovolemia 165, 175, 191, 283, 322, 349, 357, 496
Glucorraquia 422, 424, 452-454 HMPAO 34
GRE 67 Hormona de crecimiento 401
Grupo 0 158
Grupo 0 y 1 con factores de riesgo 158
Grupo 1 158
I
Grupo 2 158 Imágenes vasculares 235
*XJOLHOPL'HWDFKDEOH&RLOV 227 Incidencia de
ACV isquémico 209
delirium 507
H estado de mal 516
+DHPRSKLOXVLQÀXHQ]DH hemorragia cerebelosa remota 395
Haloperidol 514, 515 HIC 255
Hematoma hidrocefalia 203
agudo 79 HSA 250
crónico 79 infección posneuroquirúrgica 447
extradural 46, 196 TEC 141
hiperagudo 79 trauma raquimedular 345
Índice alfabético ‡ 583

TVP 358 Mecanismo


INCUCAI 255 autorregulatorio 174
Indicación de trauma 144, 153
para la monitorización de la PIC 294 inmune 489
quirúrgica 196 Medicina
de cirugía temprana 356 alternativa 205
Índice Basada en la Evidencia 5, 16
de Barthel 266, 547 complementaria 205
de Tobin 483 integradora 205
Indometacina 180 Medición
Inducción 191 del hematoma 256
Infarto 50 del volumen de las lesiones 40
cerebral hemorrágico 62 de la línea media 40
Infección 192, 298 Medios de contraste endovenosos 36
micótica 43 Meningitis 444
piógena 42 bacteriana 62, 421-436, 444
Información posneuroquirúrgica 445-459
 ELEOLRJUi¿FD Mesilato de tirilazad 355
del método 299 Metaanálisis 14, 188, 260
,QWHUYDORVGHFRQ¿DQ]D Metilprednisolona 355
Intoxicación etílica aguda 154 Método
Intubación 258 de determinación del Flujo Sanguíneo Cerebral y
de secuencia rápida 461 Metabolismo 226
Brunnstrom 543
Kabat 543
- Miastenia Gravis 480
Justicia 573 Microcirculación 177
Microprocesado 298
Mielinolisis Osmótica 63
K Mini Mental State 548
Klebsiella pneumoniae y oxytoca 448 Monitorización 293
de la presión intracraneal 164, 293-301
de la presión tisular de O2 324-326
L Morbimortalidad 170
Labetalol 259 Muerte
Lactato 72, 285, 318, 330, 425, 453, 506 del sistema nervioso central 525
Lenguaje no verbal 560 del tronco del encéfalo 527
Lesión encefálica global 528
axonal difusa 49, 87 neocortical 527
completa 347, 351 telencefálica 527
de la arteria vertebral 372
de partes blandas 155
incompletas 347
1
intraparenquimatosas 198 Naloxona 355
por hiperextensión 372 Nervios periféricos 399
 SRUKLSHUÀH[LyQ Neumoencéfalo 398
por Latigazo 363 Neumonía nosocomial 459
secundaria 346 Neurointensivismo 224
Ley de Poiessulle 177 Neurológicas 392
/LNHOLKRRGUDWLR13 Neuropsicología 547
Linezolid 457 1HXURWUR¿QDV
Linfocitos KHOSHU 379 Nitroprusiato 259
Nivel
de lesión 351
M motor 350
Macroglosia 399 sensitivo 350
Malas noticias 557 1RPDOH¿FHQFLD
Malformaciones arteriovenosas 60, 84, 395 Número que es necesario tratar 12
Manitol 165, 177, 259 Nutrición parenteral 489
584 ‡ Previgliano y cols. - Neurointensivismo basado en la evidencia

O Readaptación cognitiva 553


Recalentamiento 191
2GGVUDWLR 12 Recomendaciones de paneles de expertos 7
Ondas Reducción
A 299 absoluta de riesgo 11
B 299 de la morbimortalidad 223
C 299 de riesgo relativo 12
de pulso cerebral 298 5HÀHMR
Ortotanasia 577 de emociones 559
Oxigenación 164 pupilar 168
Rehabilitación 229, 552
P Vestibular 544
Relación
Paráfrasis 560 de ayuda 559
Parálisis Neuromuscular 259 médico/familia 557
PEEP 174, 175, 463 médico/paciente 557
Penumbra isquémica 74 RENACER 255
Pérdida de conciencia 154 Reposo 161
PET 34 Resangrado 257
PIC YHUPRQLWRUL]DFLyQGHODSUHVLyQLQWUDFUDQHDO temprano 262
Polineuropatía Resistencia
del Paciente Crítico 403, 484  DOÀXMRYHQRVR
Posición del catéter 325 a la insulina 400
PPC 175 Magnética Nuclear 155, 226, 364
Pregunta abierta 560 Riesgo
Presión alto 152
arterial 164 moderado 152
de Perfusión Cerebral 165, 173, 324 relativo 12
Espiratoria Máxima (PEMáx) 481 Rifampicina 455
Inspiratoria Máxima (PIMáx) 481 RTPA 247
intracraneal 324 intravenoso 221
intracraneana 181
Prevalencia 13
Prevención S
de convulsiones 260 Sangrado 392
de las caídas 544 SCIWORA 346, 363
Principios éticos 571 SDRA 463
3UR¿OD[LV Secuencia
de infecciones 298, 449, 456, 462 de difusión 70
de convulsiones 242, 399, 524 de perfusión 71
de TVP 260, 278, 358, 360 Sedoanalgesia 465
Propósito 541 Seguimiento 161
Prostaciclina 179 Sensibilidad 12
Protección de la vía aérea 235 Señales de lesión vertebral 349
Proteína C activada 437 Sepsis severa 437
Proteus mirabilis 448 Serratia marcescens 448
Protocolo de Infusión Continua de Insulina 407 Sesgos 10
Pseudomonas aeruginosa 448, 463 6KRFN 349
Psicosis de UTI 502, 504 distributivo 349
PTiO2 325 espinal 349
medular 349
Q séptico 444
traumático 170, 346
Quinupristin 457 6KXQW 446
SIAARTI 169
R Signo
Radiocirugía 395 de Lázaro 530
Radiografía de cráneo 155 de lesión medular 349
Randomizado 10 meníngeos 451
Índice alfabético ‡ 585

y síntoma 451 farmacológico 354


Síndrome  ¿EULQROtWLFR
de Guillain Barré 480 intensivo con insulina 403
de Miller-Fisher 473 Médico 258
Urémico Hemolítico 171 perfusión dirigido 179
SIRS 485 PIC dirigido 179
Sistemas de Trauma 164 quirúrgico 260
Sitios y tecnología disponible 295 ultra temprano 262
Sociedad Italiana de Neurocirugía 153 Trauma 141
Solución salina hipertónica 177 Traumatismo
Soporte nutricional 165, 359 Encéfalocraneano (TEC) 44, 141, 162, 324
SPECT 34 TEC grave 162, 171, 194, 312, 325, 406, 584
Staphylococcus TEC leve 150, 159, 584
aureus 448, 463 Epidemiología 141
coagulasa negativos 448 raquimedular 52, 343-387
Streptococcus pneumoniae 463 secundario 152
6WURNH7HDPV221 Trombolisis
Subagudos 197 intraarterial 238
Subfalcial YHUKHUQLDFLRQHVFHUHEUDOHV 41 intravenosa 237
Sulbactam 456 Tuberculosis 42

T U
T1 67 Ultrasonografía extracraneal 226
T2 67 Unidades de 6WURNH o ataque cerebral 222, 232, 235
Tasas de infección 447 Unidad de ataque cerebral: experiencia argentina
Técnicas 298 230
de rehabilitación 543 Uso de medios de contraste endovenosos 36
quirúrgicas 202 Utilización 206
Telangiectasia capilar 60, 84
Temblor 190
Terapéutica Endovascular 227
V
Terapia Valor
antiplaquetaria 239 predictivo negativo 13
con insulina 401 predictivo positivo 13
Test Vancomicina 455, 468
de Fluidez Verbal 550 Vasoespasmo 39, 53, 246, 251, 274, 306, 312
de inteligencia para adultos (WAIS) 551 Ventilación no invasiva (VNI) 482
de Organización Visual de Hooper 550 Ventriculostomía 240, 270, 296, 298, 434, 449, 450,
de Retención Visual de Benton 550 452, 458,
THAM 185 Vía
Tiempo de observación 160 aérea 461
Tipo de sangrado 393 intratecal 456
Tomografía computada 226 Violencia interpersonal 145
con Xenón estable 32 Volumen
Toxoplasmosis 44 del hematoma 256
Transductor externo 298 de la craniectomía 40
Transformación hemorrágica 241 Sanguíneo Cerebral 187
Transplante renal 489 Vómitos 155
Transporte 348 VOT 550
de emergencia 233
Transtentorial 41
Tratamientos neuroquirúrgicos previos 154
W
Tratamiento WARSS 290
anticoagulante 154, 289 :HDQQLQJ 483
ATB 468
conservador 196
en la Guardia 258
Z
 HVSHFt¿FRGHODFYLVTXpPLFR Zona de preservación parcial 351

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