Você está na página 1de 7

Escuela de Escritores: Pensar tu novela

Tema 1

El tema

Cuando recibió el Premio Nobel de Literatura, allá por el año 1982, Gabriel García
Márquez emitió un famoso discurso titulado "La soledad de América Latina", un texto
bellísimo en donde el colombiano repasa la historia del continente latinoamericano y su
realidad actual.

Allí, García Márquez nos relata algunas de las crónicas reportadas por colonos europeos
al pisar por primera vez el territorio americano, crónicas alucinantes en donde se
aseguraba, por ejemplo, haber encontrado "cerdos con el ombligo en el lomo, y unos
pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como
alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara". Esos relatos ―que parecen
producto de la imaginación― son, nos dice el escritor, una "crónica rigurosa" de lo que
los viajantes habían visto.

García Márquez continúa luego repasando las penurias del continente a lo largo de su
historia, y nos habla de guerras civiles y de golpes de estado, de gobernantes déspotas y
megalómanos, de exiliados y de desaparecidos, para concluir:

Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria,


la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una
realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante
de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación
insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual este colombiano errante y
nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos,
músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad
desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío
mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para
hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.

¿Es casualidad que García Márquez termine este elocuente párrafo con la palabra
"soledad", la misma que aparece en el título de su discurso, como así también en el
título de su obra maestra? ¿Qué esconde realmente esta palabra, de qué nos está
hablando este grandísimo autor en el fragmento que cité, más allá de darnos su visión
florida y personal de la realidad del continente?

En su discurso a la Academia de Letras, García Márquez está haciendo alusión a la idea


que subyace en toda su obra, al tema fundamental que lo ocupa. Porque, para García

Pensar tu novela - Tema 1 © Marina Silberman página 1


_________________________________________________________________________

www.escueladeescritores.com Teléfono: 91 758 31 87


Escuela de Escritores: Pensar tu novela

Tema 1

Márquez, América Latina vive en tensión permanente entre sus raíces indígenas y las
costumbres que le vinieron "de afuera" con la llegada de los colonos. Esa dicotomía, ese
tira y afloje entre lo local y lo foráneo, le fue otorgando al continente una identidad que
le es propia, tan distinta de la europea como lo es de la indígena, una identidad única y
mal comprendida por el mundo exterior. Y, por esta incomprendida, América Latina está
sola.

El tema en un texto narrativo

Ese interés por comprender y explorar los procesos de formación de la identidad


latinoamericana subyace en casi toda la obra de García Márquez. Una gran cantidad de
sus textos (sean relatos cortos o novelas) hacen de alguna manera alusión a esta
identidad en constante pugna.

Tomemos, como ejemplo, La hojarasca, su primera novela y que vamos a utilizar como
una suerte de guía en este curso. ¿De qué trata la novela? Pues en pocas palabras trata
del entierro de un médico odiado por un pueblo a quien los parroquianos quieren dejar
insepulto.

Bien, muy bien. Pero ¿es sólo eso lo que nos cuenta García Márquez? ¿Hay alguna otra
cosa que el autor nos está diciendo, más allá de la historia puntual que nos narra?

La hojarasca cuenta, a través de la historia del médico y de su entierro, los procesos de


formación de la identidad de un pueblo. Macondo es un pueblo nuevo, fundado hace
apenas unos treinta años, en donde coexiste una tensión permanente entre el orden
tradicional y moralista (personificado por el Coronel) y los valores liberales que han
llegado con la hojarasca (ex esclavos y asalariados atraídos al pueblo por las
oportunidades laborales de la compañía bananera).

A través de ese planteamiento, García Márquez explora los procesos identitarios de


Macondo (basada en una contraposición constante entre el "nosotros" local y el "ellos"
foráneo), las consecuencias de la llegada de la modernidad (con los resabios
abandonados por el abandono de la compañía bananera), el rol de la iglesia y la religión
(a través de un cura carismático y secular, un líder más social que religioso), y la virtual
erradicación de la raza indígena (a través de la misteriosa desaparición de Meme).

Todos esos elementos aparecen en la novela como parte de una historia ficticia que el
escritor nos narra (la historia del Coronel, del médico, de Meme, de Cachorro...) y que
utiliza para hablarnos del tema que en verdad le preocupa. Pues a través de los eventos
que se viven en Macondo, García Márquez explora la compleja identidad de América

Pensar tu novela - Tema 1 © Marina Silberman página 2


_________________________________________________________________________

www.escueladeescritores.com Teléfono: 91 758 31 87


Escuela de Escritores: Pensar tu novela

Tema 1

Latina y la soledad a la que está condenada.

La hojarasca es, como dijimos antes, la primera novela de este gran escritor. Si bien no
es su novela más famosa ni más citada, hallamos ya en ella los fundamentos de una
reflexión que abarcará toda su obra, como así también de personajes y escenarios que
volveremos encontrar en textos posteriores (Macondo, el Coronel, la compañía
bananera, entre otros). La hojarasca, pues, nos abre las puertas de esta temática y
este mundo ficticio que él irá desarrollando a lo largo de su carrera y que lo convertirán
en uno de los escritores de habla hispana más famosos del siglo veinte.

¿Y ahora, qué?

Algunos de vosotros os preguntaréis: ¿y qué tiene que ver esto conmigo? ¿Por qué
empezar este curso intensivo, que se propone lanzarnos a un ejercicio concreto como es
la escritura de una novela, haciendo referencia a algo a primera vista tan vago, tan
lejano?

Pues porque lo que estoy intentando proponeros aquí es que, antes de sentarse a escribir
una novela, es fundamental tener en claro de qué queremos hablar.

Y eso de lo que queremos hablar es, ni más ni menos, que el tema o, en palabras de la
Real Academia "el asunto general que en su argumento desarrolla una obra literaria".
Hago notar la diferencia que hace la Real Academia entre tema y argumento (de éste
último nos ocuparemos en la unidad teórica número cuatro). Podríamos decir que,
mientras que el argumento se desarrolla en el mundo ficticio que vayamos a crear, el
tema, por el contrario, tiene sus pies plantados en la realidad.

Para García Márquez, ese tema tenía que ver con la soledad de un continente, con la
formación de una identidad incomprendida. Es un tema ambicioso, tan ambicioso que le
ha ocupado una gran parte de su extensa obra literaria. A nosotros pueden interesarnos
temas que a primera vista parecieran más acotados; sin embargo, en todos ellos ―en
absolutamente todos― se esconde siempre una visión personal del mundo y, por sobre
todas las cosas, la posibilidad de escribir una gran novela.

De modo que con el ejemplo de García Márquez no quiero decir que nuestros temas
deban referirse a las grandes problemáticas que aquejan al planeta o a todo un
continente, ni a cuestiones humanitarias que aparecen a menudo en la portada de los
periódicos, ni a los asuntos complejos de los tratados filosóficos. No. Estoy hablando de
aquellas pequeñas o grandes cosas de la vida que nos sacuden, que nos conmueven, que
nos preocupan, que nos alegran, que nos llaman la atención. De aquellas cosas de la

Pensar tu novela - Tema 1 © Marina Silberman página 3


_________________________________________________________________________

www.escueladeescritores.com Teléfono: 91 758 31 87


Escuela de Escritores: Pensar tu novela

Tema 1

vida, en definitiva, sobre las que deseamos reflexionar.

Lo importante, lo fundamental diría yo, es que cada uno encuentre un tema que
realmente le interese explorar, pues es con él, mucho más que con la historia en sí, con
el que hemos de convivir a lo largo de la escritura de la novela.

Si una línea argumental nos cansa, si estamos hartos, digamos, de que nuestra
protagonista esté postrada en la cama de un hospital a causa de una terrible
enfermedad, siempre podemos encontrar la cura para su mal, y hacer que salga de una
vez por todas de su encierro. Si ya no soportamos las maldades de una suegra tirana que
nos hemos inventado para que se entrometa en la vida de un matrimonio, siempre existe
la posibilidad de volverla más bondadosa, de hacer que se arrepienta o que se vaya de
viaje y ya no vuelva. Si el lugar en donde transcurre la acción nos resulta limitante y
chato, podemos mudar al protagonista a otra ciudad y aquí no ha pasado nada.

Pero si el tema no nos interesa, si no nos mueve de verdad, ahí la cosa está más
complicada. Porque el tema sirve de tronco común a la trama, es un elemento
fundamental que está presente en el todo, el caballo por el que apostamos y que no
podemos cambiar a mitad de la carrera.

De modo que os invito a pensar en cuáles son esas cosas que de verdad os interesan, las
pequeñas o grandes miserias o las grandezas humanas que queréis explorar en vuestra
novela, teniendo en cuenta que será ése el verdadero eje al que os habréis de ceñir a lo
largo de la escritura de vuestros proyectos.

El tema como fuente de inspiración

Una de las primeras preguntas (quizás la primera) que nos hacemos cuando decidimos
escribir una novela es "¿qué voy a contar?".

¿De dónde surgen las ideas que se convertirán luego en una historia? La respuesta más
evidente, y a la vez la más compleja, es: de la cabeza de cada uno. El "truco" está en
saber escuchar esa vocecilla que nos habla desde dentro. Vivimos en un mundo tan lleno
de información y de estímulos externos, que a veces nos resulta difícil conectar con
nosotros mismos.

Lo interesante, y ahí está la clave, es que nuestra cabeza suele estar plagada de temas,
mucho más que de argumentos. Pero ahora no hablaremos de argumentos (eso vendrá
más adelante), sino de la visión del mundo que subyace en ellos.

Pensar tu novela - Tema 1 © Marina Silberman página 4


_________________________________________________________________________

www.escueladeescritores.com Teléfono: 91 758 31 87


Escuela de Escritores: Pensar tu novela

Tema 1

Mientras hacemos esfuerzos sobrehumanos por encontrar "la" historia brillante y original
que nos convertirá en escritores eximios, nuestra mente va navegando por otros mares,
aguas inciertas en donde flota todo aquello que de verdad nos afecta. Nuestra mente
está colmada de pensamientos que nos asaltan a diario y en los lugares más
impredecibles: en el supermercado o en la oficina, en la ducha o en el ascensor. Y son
esos pensamientos los temas que verdaderamente nos mueven, nos obsesionan, nos
hacen hablar de manera apasionada, nos hacen reír o llorar o ponernos a los gritos.

¿Que no te han dado en el trabajo el ascenso que esperabas? Hace meses que te lo
merecías y sin embargo tu jefe no parece acusar recibo... ¿Por qué será que él y tú
nunca os habéis llevado bien? ¿Acaso porque le molesta que no hagas horas extras para
poder ocuparte de tu familia? Quizás allí, en la relación conflictiva que has tenido desde
siempre con él, resida el germen de tu próxima novela.

¿Que tu novia está celosa porque vas a salir este sábado con una amiga de la infancia a
quien hace tiempo no ves? Al fin y al cabo, es una salida inocente. ¿Es una salida
inocente realmente, o la llamaste en busca de algo más? ¿Será que tu novia presiente
algo que ni tú mismo tienes claro? Tal vez en esa duda se esconda el material para tu
proyecto.

En cada tema, por muy menor o muy intrascendente que en un principio pueda
parecernos, anida el germen creador de una gran historia. Se trata, en definitiva, de
aprender a escuchar con atención a esa vocecita que nos habla día tras día, la misma
que, curiosamente, tratamos de acallar para "concentrarnos" en escribir.

El tema como faro y como filtro

Llegará un momento, me atrevería a afirmar casi inevitable, en que estaremos a medio


camino con nuestras novelas y no sepamos muy bien cómo seguir. Nuestra protagonista
estará, por dar un ejemplo, deprimida porque la ha abandonado su marido y no
sabremos si deberíamos "presentarle" a algún guapetón que le dé una alegría o si
entregarla para siempre al alcohol y la mala vida. Daremos vueltas y más vueltas al
asunto y nos preguntaremos cómo diablos vamos a salir de esa coyuntura para llegar con
nuestra historia a buen puerto (o al puerto que se nos ocurra para su desenlace).

En esos momentos en que ya estamos más que enfrascados en la escritura de nuestro


texto y nos resulta imposible ver la luz al final del túnel, resulta muy útil, indispensable
diría yo, tener en claro el tema del que queremos hablar y que nos ha motivado a
escribir nuestra novela.

Pensar tu novela - Tema 1 © Marina Silberman página 5


_________________________________________________________________________

www.escueladeescritores.com Teléfono: 91 758 31 87


Escuela de Escritores: Pensar tu novela

Tema 1

Entonces el tema funcionará como un faro, una luz guía cuando la oscuridad se vuelva
tan perversa que amenace con impedirnos avanzar. Siguiendo el ejemplo anterior, si
nuestro tema tiene que ver con las segundas oportunidades que nos da la vida, quizás lo
más atinado sea hacer que nuestra heroína conozca una vez más el amor.

Si, en cambio, estamos interesados en explorar los malos hábitos en los que podemos
caer cuando vivimos momentos difíciles, quizás sea apropiado hacer que la protagonista
se pierda por los rincones más oscuros de la noche.

Asimismo, el tema funciona también como filtro. Cada personaje llegará a nuestra
novela con su historia, un bagaje que le es propio y que lo convertirá en una persona de
verdad a los ojos del lector. Eso no quiere decir, sin embargo, que debamos narrar cada
detalle de su vida, cada vericueto de su historia. ¿Cómo decidir, entonces, qué es
pertinente y qué no?

Una vez más, me remito al tema, en este caso como filtro a través del cual pasarán
únicamente aquellos episodios de la vida de nuestros personajes que nos sirvan para
explorar la problemática que nos hemos planteado. Si el episodio en cuestión nos resulta
simpático pero no aporta nada al desarrollo del tema, posiblemente lo mejor será que
no lo incluyamos en la novela. Si, en cambio, el episodio nos sirve para continuar
explorando la temática que hemos elegido, lo más probable sea que resulte oportuno
incluirlo.

El tema como motor de la novela

Cuando yo era pequeña, muchas veces la maestra nos hacía sacar un folio en blanco y
nos daba un tema de composición, digamos "La vaca". Entonces nosotros afilábamos la
punta del lápiz, nos concentrábamos en la tarea y empezábamos con algo del estilo "La
vaca nos da la leche...."

Ese tipo de temas (cosas como "La vaca" o "Los celos" o "El amor en la tercera edad") son
los que yo llamaría "temas estáticos". Es decir, son temas que no contienen de por sí una
reflexión, sino que funcionan más bien como límites que nos circunscriben a un
determinado territorio dentro del universo infinito de cosas sobre las que podríamos
escribir. O como un punto de partida para una reflexión, sí, pero sin una proyección
propia, sin la impronta personal de quien va a abordarlos.

Lo que aquí os propongo es que toméis vuestro tema por las astas, abordándolo de una
manera "dinámica". Tomadlo como una reflexión, o como un principio de reflexión, en
donde vuestra mirada personal empiece a hacerse presente.

Pensar tu novela - Tema 1 © Marina Silberman página 6


_________________________________________________________________________

www.escueladeescritores.com Teléfono: 91 758 31 87


Escuela de Escritores: Pensar tu novela

Tema 1

Si decidís que os gustaría hablar de la homosexualidad, por ejemplo, preguntaros qué


aspectos de ese tema os interesaría abordar. ¿De las dificultades de asumir una
orientación sexual muchas veces condenada por la sociedad? ¿Y cómo se manifiestan esas
dificultades? ¿Cuáles son los prejuicios o los obstáculos a los que un homosexual debe
hacer frente? ¿Por qué existen esos prejuicios? ¿Cuáles son las consecuencias de
enfrentarlos? Estas preguntas y nuestras respuestas nos harán ir formando una visión
propia del tema que elijamos.

Por supuesto que el escritor no tiene todas las respuestas (ni todas las preguntas) al
momento de sentarse a escribir su novela... como muy probablemente tampoco las
tenga al finalizarla. Más aún, a medida que avancemos en la escritura de la novela, se
nos irán presentando aspectos nuevos de estas problemáticas, algunos de los cuales
quizás ni siquiera imaginemos ahora. Y es por eso que hablamos aquí del tema como
motor en la novela, un motor que nos incitará a hacernos preguntas, a hurgar en la vida
de nuestros personajes, a exponerlos a desafíos, a ayudarlos a crecer dentro de esta
problemática particular a la que los hemos expuesto.

Lo importante en esta aventura que es la de escribir una novela no es el destino, sino el


camino por el que nos vaya conduciendo nuestra reflexión y, a través de ella, nuestra
historia.

Os propongo pues que, sin más prolegómenos, echemos a andar.

Pensar tu novela - Tema 1 © Marina Silberman página 7


_________________________________________________________________________

www.escueladeescritores.com Teléfono: 91 758 31 87

Você também pode gostar