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ESTUDIO PATOLÓGICO

La detección de un PROCESO PATOLÓGICO en el mundo profesional suele tener como


objetivo su solución, que implica la reparación de la unidad constructiva dañada para
devolverle su función constructivo-arquitectónica inicial.

De ahí la necesidad del ESTUDIO PATOLÓGICO previo a cualquier actuación, estudio


que podríamos definir como el análisis exhaustivo del proceso patológico con el objeto de
alcanzar las conclusiones que nos permitan proceder a la consiguiente reparación.

Este análisis tiene que seguir la línea inversa al proceso, yendo del efecto a la causa,
pasando por los tres estadios necesarios de síntoma o efecto, evolución y origen o causa.
Todos los autores coinciden en que el mencionado análisis debe ser metódico y exhaustivo,
para ello debe ser preciso:

 ADOPTAR: Un método sistemático de observación y toma de datos.


 LIMITAR: Las posibles ideas preconcebidas, es decir, contener la intuición
profesional.

De esta manera y a la vista de los distintos tipos de elementos estructurales que pueden
componer un edificio y de los diferentes procesos patológicos que pueden afectar a su
integridad, habrá que analizar las actuaciones que se pueden llevar a cabo para asegurar la
permanencia de su funcionamiento constructivo. Habrá que realizar un planeamiento
general para asegurar que la función constructiva del elemento estructural permanezca
inalterada, y para eso se analizarán los siguientes extremos:

 CAPACIDAD RESISTENTE, para ver si permanece dentro de los coeficientes de


seguridad admisibles.
 INTEGRIDAD, para ver que no sufre roturas.
 FORMA, que no haya sufrido alteraciones que la saquen de su directriz inicial.
 ASPECTO, en elementos estructurales vistos, para ver si sigue mostrando la
durabilidad adecuada.

OBSERVACIÓN

Para realizar los extremos adecuados en el planeamiento analizado se hará preciso recurrir a
una serie de observaciones permanentes o periódicas, unas simplemente para confirmar su
aspecto (organolépticas), pero otras con toma de datos técnicos que exigen cierta
instrumentación más o menos compleja. De tal manera se asegurará la permanencia de la
función constructiva. Se trata de la primera fase del proceso de estudio patológico,
mediante una simple observación visual in situ, se puede obtener bastantes datos, los cuales
se complementarán y ampliarán con posteriores análisis. Mediante la observación
detectaremos el efecto o daño producido en el edificio. De la lesión, o lesiones, que se
manifiestan como síntoma de un proceso patológico y a partir de las cuales podemos
conocerlo. Se trata, pues, de:

 DETECTAR LA LESIÓN. En realidad se suele iniciar el estudio justamente porque


se ha detectado alguna lesión.
 IDENTIFICAR LA LESIÓN de que se trate, para poder dar los pasos adecuados.
 AISLAR LESIONES y procesos patológicos distintos, con objeto de hacer el
seguimiento adecuado para cada caso, sobre todo teniendo en cuenta su posible
imbricación.

El primer trabajo fundamental cuando nos enfrentamos a un edificio que es necesario


restaurar, es la realización de un estudio histórico del mismo para determinar la época de
construcción, estilo arquitectónico y tipología utilizada, fases en que se ha realizado,
sistemas de construcción y de cimentación utilizados, posibles restauraciones y
modificaciones realizadas, materiales y dosificaciones utilizadas, origen y fuentes de dichos
materiales. Así pues, la etapa de observación del proceso patológico es la primera en la que
se va desarrollando el estudio y diagnóstico del proceso de identificación de la lesión.

TOMA DE DATOS
Una vez identificada y aislada la lesión, se inicia el proceso de la TOMA DE DATOS, en el
que tenemos que aplicar al máximo la metodología.

Ello implicará, en ocasiones, un mínimo repetido de visitas; en otros casos la aplicación y


seguimiento de una serie de instrumentos de análisis y evolución de la lesión; en ocasiones,
el uso de aparatos diversos de medidas, y siempre, la utilización de fotografías que nos
permitan plasmar gráficamente la lesión (el síntoma) en un momento determinado, tanto
para poder seguir su evolución, como para poder continuar el análisis. De este modo,
podemos obtener una serie de datos físicos, e incluso muestras de materiales, que serán
elementales para proceder al análisis posterior.

La patología constructiva es la ciencia que estudia los daños constructivos de los edificios o
de sus partes y su evolución en el tiempo. Para abordar el estudio previo de los edificios, la
metodología debe desarrollarse en fases. Cuando hay que intervenir en un edificio, lo
primero que se hace es una visita de INSPECCIÓN PREVIA, en la que se recogerá el
máximo de datos referentes a la propiedad, al autor del edificio y al inmueble. Se trata de
deducir su estado actual de conservación y mantenimiento, con especial atención a los
daños existentes y a los posibles procesos patológicos por él sufridos. Conviene realizar
croquis y reportajes fotográficos.

Para recabar todos los datos históricos, administrativos, urbanísticos, etc., que podamos
obtener del edificio es necesario contar con una completa DOCUMENTACIÓN. En
ocasiones puede ser conveniente llevar a cabo esta fase con anterioridad a esa primera visita
al edificio. Con posterioridad hay que proceder al LEVANTAMIENTO PLANIMÉTRICO
del edificio incluyendo planta, alzados, secciones, detalles constructivos mapas de lesiones,
etc.
En principio, los tres bloques anteriores deberían ser suficientes para elaborar un
anteproyecto. En caso contrario se procederá a realizar INSPECCIONES TÉCNICAS, que
suponen la realización de análisis, ensayos y pruebas de carga. Para ello es imprescindible
el apoyo de técnicos especializados.

 TOMA DE MUESTRAS. Esta parte es de vital importancia, ya que es necesario


disponer de muestras de los diferentes materiales que existen en el edificio, así
como disponer de ellos en distintas situaciones, con el fin de conocer los distintos
tipos de deterioro. El procedimiento de muestreo deberá incluir las siguientes
recomendaciones:

o PREPARACIÓN DE UN PROGRAMA DE MUESTREO ADECUADO,


teniendo en cuenta los factores antes indicados.

o EN EL CASO DEL MORTERO, la cantidad de la muestra deberá ser de


aproximadamente 40-50 gr, conservando la mitad como material de referencia.

o LAS MUESTRAS DE LADRILLO a extraer dependerán del tipo de análisis a


realizar.

o Deberá anotarse, o marcar en plano, LA POSICIÓN EXACTA de donde ha


extraído la muestra.

o Todas las muestras deben ETIQUETARSE.

o PREPARACIÓN DE PROBETAS de secciones pulidas y láminas delgadas.


Para la mayor parte de los ensayos sobre piedra se cuenta con probetas cúbicas,
prismáticas o cilíndricas; las dimensiones de las mismas varían dependiendo de
la disponibilidad del material y del tipo de ensayos y experiencias de alteración.
Los ensayos sobre ladrillo se realizan sobre piezas enteras, obtenidas del edifico
de estudio, o de zonas de derribo.

IDENTIFICACIÓN DE LA LESIÓN
Dentro de la fase de observación se encuentra el momento de diagnóstico o identificación
de la lesión, en el que el fin fundamental es la recogida de datos sobre las lesiones
producidas.
En un primer momento, y como base del Estudio Técnico-Económico del Programa inicial,
es preciso obtener el máximo posible de datos estadísticos. Una vez terminada la toma de
datos directa, y estando en posesión de los resultados de posibles ensayos de laboratorio,
podemos iniciar la reconstrucción de los hechos, es decir, tratar de conocer cómo se ha
desarrollado el proceso patológico, cuál ha sido su origen y sus causas, cuál su evolución y
cuál es su estado actual.
La observación puede orientarnos sobre el grado y nivel de deterioro, y a partir de los
problemas detectados podemos clasificar los siguientes defectos constructivos:
ENSAYOS SOBRE LOS ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS

Relativos al material o elemento afectados por la lesión indicando la existencia de


documentos gráficos o escritos fiables sobre la construcción dañada. Deben contener:

 LOCALIZACIÓN DE LA LESIÓN EN EL EDIFICIO, con indicación del sistema


constructivo afectado.

 MATERIAL O MATERIALES AFECTADOS.

 ELEMENTO CONSTRUCTIVO DAÑADO.

 SISTEMA Y DETALLES CONSTRUCTIVOS.

 TOMA DE MUESTRAS para ensayo.

 FISURAS Y GRIETAS. En ambos casos se trata de grietas, las primeras de menos


de 1mm de anchura y las segundas, de más de 1 mm de anchura. Para determinar el
posible crecimiento de la longitud de una grieta deben marcarse sus extremos con
algún material de cera o con pintura.

 DISTORSIÓN E INCLINACIÓN. Son faltas de verticalidad en los elementos, bien


de origen, bien por un problema de movilidad posterior. Se producen antes, durante
o después de la construcción. La toma de medidas de la verticalidad presenta
problemas complejos porque casi nunca existen puntos de referencia claros. En el
caso de los movimientos, puede recurrirse a medir fisuras y comprobar su
evolución, o recurrir a métodos topográficos.

 PÉRDIDA DE MATERIALES (de ladrillo o de mortero). Mediante la observación


de la fábrica podemos determinar los puntos en los que se puede detectar falta de
material, anotando su localización, profundidad de la pérdida y área afectada.

 DETERIORO DIFERENCIAL. Es aquel que provoca distintos niveles de


degradación dentro de un mismo material. Esta alteración se observa con frecuencia
en edificios con sillería de piedra.

 DEPLACADO, EXPOLIACIÓN Y DESCAMACIÓN. Se trata de la separación


superficial de láminas paralelas o escamas entre sí. Esta forma de alteración se
observa con frecuencia en los sillares situados en las zonas más bajas de los
edificios debido a la presencia de agua.

 ALTERACIÓN CROMÁTICA. Las manchas que aparecen sobre la superficie de


los materiales son un indicador de la alteración de los mismos.

 PÁTINAS DE SUCIEDAD. Los materiales de construcción antiguos están


afectados por una pátina natural de envejecimiento, observable en cualquier corte
fresco que deje ver en profundidad el color primitivo.
 PELÍCULA Y MOTEADO. Capa de espesor muy reducido, de menos de 1 mm.,
cuyo origen suele ser biológico.

 ARENIZACIÓN Y DISGREGACIÓN GRANULAR. Pérdida de cohesión entre los


granos de un material, generalmente debida a la desaparición del aglomerante, que
provoca que los granos queden sueltos.

 PULVERIZACIÓN. Forma de alteración semejante a la anterior, en la que la


disgregación reduce el material al tamaño del polvo.

 DEPÓSITO SUPERFICIAL. Los depósitos superficiales se suelen acumular en las


zonas que no están sometidas a lavado, y en las partes bajas de los edificios.

 EFLORESCENCIAS. Esta forma de alteración nos indica la presencia de sales


solubles en el material; son de color claro. Suelen manifestarse con más nitidez en
primavera.

 ALVEOLIZACIÓN. Los alvéolos se originan por disgregación y posterior


separación de los granos de arena de la matriz de los materiales porosos,
produciendo unos surcos que van progresando en extensión y profundidad.

En cuanto a las técnicas que se utilizan según el tipo de material o proceso, podemos
enumerar las siguientes, que se basan en diferentes ensayos.

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