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CARTILLA TALLER METODOLOGÍA DE LA

INVESTIGACIÓN SOCIAL

ELABORADO POR:

ÁLVARO ANDRÉS VILLEGAS VÉLEZ

CONTRATO 4700016357

MUNICIPIO DE MEDELLÍN
SECRETARIA DE CULTURA CIUDADANA
SUBSECRETARIA E METROCULTURA
ARCHIVO HISTÓRICO DE MEDELLÍN
MEDELLÍN
2005
TABLA DE CONTENIDO

PRESENTACIÓN ............................................................................................................................................ 3
OBJETIVO GENERAL................................................................................................................................... 5
OBJETIVOS ESPECÍFICOS ................................................................................................................................. 5
METODOLOGÍA ............................................................................................................................................ 6
PRIMER EJE: INTRODUCCIÓN E HISTORIA DE MEDELLÍN............................................................ 7
UNA BREVE HISTORIA DE MEDELLÍN .............................................................................................................. 8
CONFORMACIÓN (1541-1675) ........................................................................................................................ 8
LA VILLA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA DE MEDELLÍN (1675-1813) ...................................... 10
CONSOLIDACIÓN COMERCIAL (1813-1890) .................................................................................................. 11
MODERNIZACIÓN (1890-1950)..................................................................................................................... 12
EXPANSIÓN Y CRISIS (1950-2005) ................................................................................................................ 14
SEGUNDO EJE: METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN SOCIAL ............................................. 17
METODOLOGÍA, MÉTODO, TÉCNICA E INSTRUMENTO.................................................................................... 17
El método etnográfico o etnografía ....................................................................................................... 17
La crítica histórica ................................................................................................................................. 24
Ficha bibliográfica: ............................................................................................................................... 26
TERCER EJE: DISEÑO DEL PROYECTO............................................................................................... 27
PLANTEAMIENTO DE LA PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN ............................................................................... 28
LOS OBJETIVOS ............................................................................................................................................. 29
METODOLOGÍA ............................................................................................................................................. 29
CRONOGRAMA.............................................................................................................................................. 30
BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................................. 31
PRESUPUESTO ............................................................................................................................................... 32
RUBROS ................................................................................................................................................ 32
RESULTADOS O PRODUCTOS ESPERADOS Y POTENCIALES BENEFICIARIOS DE LA INVESTIGACIÓN................. 33
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................................ 35

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PRESENTACIÓN

El municipio de Medellín es un entramado complejo de temporalidades y


territorios, de modernidades alternativas y alternativas a la modernidad, de grupos
y procesos globales, nacionales, regionales y locales. Es en definitiva, una ciudad
híbrida y multicultural con un gran capital humano, social e institucional, pero
también con serios problemas de gobernabilidad, desigualdad, altos índices de
pobreza, insuficiente integración con el mundo y una estructura económico y social
en buena medida obsoleta.

Se hace necesario entonces, reorientar las políticas de desarrollo municipal, es


por esto que el Plan de Desarrollo 2004-2007. Medellín, compromiso de toda la
ciudadanía, propone como punto de partida la promoción del desarrollo humano
integral del conjunto de la ciudadanía.

La integralidad del desarrollo humano, implica una preocupación simultánea y


complementaria por la dimensión material y simbólica o espiritual de los
ciudadanos. De este modo, a la par de procesos en pos de la equidad social y la
lucha contra la pobreza, se hacen necesarios procesos educativos que garanticen
el respeto y el disfrute de los derechos culturales de todos los habitantes de
Medellín, creando ciudadanía cultural y ciudadanía desde la cultura.

El éxito de estos procesos harían de Medellín una ciudad realmente multicultural,


en la cual lo multicultural no remite a la simple coexistencia de colectivos con
tradiciones y dinámicas culturales diversas, sino a una convivencia, en la cual los
estereotipos discriminatorios desaparezcan, la pluralidad de expresiones culturales
sea valorada, la diversidad étnica y sexual se reconozca como parte integral del
municipio y los ciudadanos puedan acceder equitativamente a la oferta cultural.

Se trata en definitiva, de reformular la imagen de ciudad que se tiene, tanto en el


presente como en el futuro, pues sin una memoria histórica y un patrimonio
cultural diverso, difícilmente se lograrán estos propósitos. Se parte entonces, de
que la memoria y el patrimonio no son productos que nos llegan del pasado, sino
que por el contrario son construcciones del presente que dan sentido a la
percepción y valoración del pasado, a las prácticas actuales y a los proyectos de
futuro.

El Archivo Histórico de Medellín como centro de memoria y difusión del patrimonio


documental municipal, ha asumido el reto de enfrascarse en la construcción de
memorias y patrimonios multiculturales; como un aporte en esta dirección, ha
realizado entre los años 2004 y 2005, cuatro talleres de capacitación sobre la

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historia de Medellín, metodologías de la investigación social y formulación de
proyectos de investigación, dirigidos a gestores culturales y líderes comunitarios

En este marco, la investigación es entendida como una forma de construir y de


transformar la realidad, las memorias y los patrimonios. Se espera que a través de
la investigación social, las comunidades abran espacios de reflexión crítica sobre
sí mismas, sus procesos de conformación material, social, política, económica e
identitaria, para proyectarse al futuro como integrantes de la ciudad multicultural.

Se pretende, entonces, que las herramientas teóricas y metodológicas de las


distintas disciplinas de las ciencias sociales (especialmente de la historia y la
antropología), apoyen de manera decidida los procesos de construcción y
reconstrucción del tejido social, de valoración y activación del patrimonio, y de
recuperación, recreación y transformación de la memoria.

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OBJETIVO GENERAL

Brindar elementos para el adecuado desarrollo de un taller que a través de la


capacitación en las metodologías de la investigación social, genere procesos de
construcción de tejido social, memorias históricas y patrimonios culturales que
coadyuven a la creación de una ciudad multicultural.

Objetivos específicos

- Lograr que los asistentes al curso, individual o colectivamente, formulen un


proyecto de investigación acorde a sus intereses, expectativas y
experiencias.
- Contribuir al conocimiento de la conformación de Medellín, de sus
comunas, barrios, corregimientos y veredas.
- Introducir a los talleristas a las posibilidades metodológicas brindadas por
las ciencias sociales.

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METODOLOGÍA

Se propone realizar el proceso de capacitación en 40 horas repartidas en una


sesión semanal de 4 horas, con un descanso de 15 minutos, el número de
participantes requeridos es de entre 20 y 25 personas, cantidad hasta la cual se
considera viable la interacción adecuada entre los participantes.

El curso está pensado como un diálogo de saberes, de percepciones y de


vivencias del habitar en Medellín, a través de la estrategia del aprender haciendo.
Desde esta perspectiva la participación y el compromiso individual y colectivo,
activo y continuo de los talleristas es indispensable. El curso parte pues, del
supuesto de que la adquisición de destrezas, habilidades y conocimientos sólo es
posible dentro de un diálogo en el cual cada persona participe y retroalimente a los
demás desde sus particularidades, en un marco de respeto y crítica.

Para cumplir con estas metas se contará con una metodología que pondrá en
primer lugar la participación de los diversos integrantes, a través de la
combinación de exposiciones por parte del encargado del taller y de uno o varios
invitados sobre la historia de Medellín, los métodos y técnicas de investigación
social y el diseño de proyectos de investigación, con la realización de talleres
grupales, mesas redondas, trabajo de lectura y escritura individual y colectiva por
parte de los estudiantes, y asesorías dentro y fuera del curso para la elaboración
de los proyectos. El recorrido del curso articulará en todo momento sus contenidos
con las propuestas de investigación en construcción a través de la socialización de
las preguntas, dificultades y logros por parte de los participantes.

Finalmente el curso tendrá tres ejes temáticos. El primero de ellos pretende que
cada uno de los participantes pueda enmarcar los procesos sociales de su propio
barrio o vereda dentro del devenir histórico del municipio de Medellín en su
conjunto. El segundo, ofrecerá instrumentos metodológicos de investigación
básicos, o en otras palabras intentará que cada uno de los talleristas adquiera
gradualmente una caja de herramientas que pueda utilizar posteriormente según
sus intereses y singularidades. El tercer eje, se concentrará en el diseño –
escritura- del proyecto de investigación por parte de los participantes y en la
discusión sobre éstos.

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PRIMER EJE: INTRODUCCIÓN E HISTORIA DE MEDELLÍN

El taller de Metodología de la investigación social ofrecido por el Archivo Histórico


de Medellín parte de la premisa de que en todo ciudadano, sin importar su grado
de formación académica formal, hay un investigador en acto y en potencia. La
investigación es pues, un proceso común en la vida cotidiana de las personas. El
taller pretende entonces que los talleristas hagan de esta actividad un proceso
sistemático y reflexivo, mediante un trabajo disciplinado en el cual se
comprometan con la asistencia puntual y constante, la participación activa y
reflexiva, y el trabajo individual de lectura y escritura por fuera de las 40 horas
presenciales del taller.

El primer eje busca que los diferentes participantes logren contextualizar sus
intereses de investigación en un marco más general: los procesos históricos de la
actual Medellín, procesos generalmente desconocidos por la mayoría de
participantes, quienes han sido educados dentro de una tradición historiográfica,
aun vigente en la educación básica y media, que privilegia la historia patria
construida a partir de hechos grandiosos artificialmente aislados, sobre una
historia preocupada por procesos en diversas escalas: local, regional, nacional e
internacional.

Por esto, en primer lugar se hace necesario escuchar los intereses y expectativas
de los participantes, sus concepciones de la historia, las convenciones
historiográficas a través de las cuales describen e interpretan el devenir de las
sociedades a través del tiempo. Hacerles conscientes de estas convenciones, es
el primer paso para construir junto con ellos posibilidades de comprensión
histórica que no se limiten al mito de los orígenes o la historia de los prohombres,
tan comunes en aquellas personas entregadas a descubrir a los fundadores del
barrio o a los originarios de éste que han llegado a algún cargo político de
importancia.

En segundo lugar, se trata de crear un ambiente de discusión sobre el municipio


de Medellín, en el cual cada participante pueda ubicar los procesos que convergen
en el barrio, comuna, vereda, corregimiento o fenómeno que le interesa investigar.
Esta discusión debe privilegiar la perspectiva diacrónica y ser simultáneamente un
espacio para la reflexión sobre la diversidad cultural de un municipio que no
puede, bajo ninguna perspectiva, ser definido bajo los parámetros de una
identidad paisa o de una identidad exclusivamente urbana, pues ambas ignoran
los procesos de mestizaje y de reconstrucción cultural de los afromedellinenses,
de las comunidades indígenas y del pueblo rom, asimismo como la importancia de

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la población rural que ocupa un territorio mucho mayor que el territorio
propiamente urbano y que con su esfuerzo diario ayuda al sostenimiento del
sistema urbano del municipio.

Una breve historia de Medellín

Es necesario aclarar de entrada que se escribe Medellín para mayor claridad del
lector; sin embargo, éste tiene que tener en cuenta que durante varias décadas el
territorio del actual Medellín y del Valle de Aburrá hizo parte de la jurisdicción de
Antioquia (actual Santafé de Antioquia) y que con la fundación de la villa, ésta
abarcaba territorios correspondientes hoy en día a otros municipios.

Como estrategia metodológica se ha dividido la “historia de Medellín” en cinco


periodos (de los cuales se enfatizará el cuarto), los cuales marcan procesos
gruesos, en especial urbanísticos y político-administrativos, seguramente una
periodización que siguiera otros intereses y privilegiara otros procesos, daría como
resultado un tipo de texto totalmente diferente.

Finalmente aclaramos que la historia de Medellín no debe ser vista como un


conjunto de actores y relaciones aislados de sus equivalentes en escalas más
amplias, es recomendable por tanto que el lector esté informado sobre algunos
aspectos básicos de la historia de Colombia, América y del Mundo. Además, se ha
omitido, por considerar que la conquista representa una desestructuración radical,
la historia de los habitantes prehispánicos del valle de Aburra.

Conformación (1541-1675)

El valle de Aburrá es avistado en 1541 por una expedición al mando de Jerónimo


de Luís Tejelo, quien fue encargado de explorar la zona por Jorge Robledo. Tejelo
encontró allí una población indígena dedicada a la agricultura con la cual entró en
combate.

A pesar de las características de fertilidad, clima templado y presencia de


indígenas, el valle no fue objeto de ninguna fundación, punto en el cual se marca
una ruptura importante con la mayoría de las principales ciudades de la actualidad
en Colombia que fueron fundadas durante las cuatro primeras décadas del siglo
XVI; esta peculiaridad marcara un hito importante en la posterior conformación de
Medellín.

El valle de Aburrá, quedó entonces bajo la jurisdicción de Antioquia, miembros de


cuya elite pedirían, durante la segunda mitad del siglo XVI y la primera del siglo

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XVII, mercedes de tierra con el fin de establecer hatos ganaderos y haciendas
para la agricultura que abastecieran los principales núcleos urbanos asociados a
la explotación minera: Antioquia, Zaragoza y Cáceres, en un momento en el cual
la minería era la actividad económica preponderante y desalentaba el poblamiento
de lugares en donde los recursos minerales no fueran importantes.

No obstante, la minería hizo crisis rápidamente en Antioquia, pues a pesar de los


víveres provenientes del valle de Aburra y de otras zonas cercanas a los
yacimientos mineros, la región se hizo extremadamente dependiente del
aprovisionamiento de lugares más lejanos, lo cual encarecía excesivamente el
mantenimiento de los esclavos, esta situación aunada a la creciente escasez de
yacimientos, hizo que la minería dejara de ser rentable bajo este modelo, lo cual
paradójicamente incrementó la importancia del valle de Aburra, pues muchos de
los propietarios mineros se vieron obligados a diversificar su economía hacia la
ganadería y el cultivo de maíz y caña de azúcar principalmente.

Esto no implicó el abandono total de las actividades mineras, sino una variación en
el modelo de explotación, en el cual se hizo predominante el minero independiente
o mazamorrero que demostró ser más eficiente en estas circunstancias que la
explotación realizada por grandes y medianos propietarios ausentistas que
encargaban de la producción a un capataz que lideraba a los grupos de esclavos.

Mientras tanto, la población de Medellín se iba incrementando lentamente y en


1616 se funda el poblado de indios de San Lorenzo, que tenía como límite norte,
la quebrada Santa Elena, a Belén al occidente, a Guayabal y Envigado al sur y los
cerros de las Palmas y de Santa Elena al oriente. En este poblado se empiezan a
asentar también blancos y mestizos, lo cual motiva la fundación del sitio de Aná
destinado para estos últimos grupos sociales, con el fin de mantener el ideal
colonial de una República de Indios y una República de blancos y segregar así
ambas poblaciones. Sin embargo, el ordenamiento jurídico que separaba a los
indígenas de los blancos no se dio en la realidad y encontramos un gran número
de habitantes no-indígenas en el Poblado de San Lorenzo y cierto número de
indígenas en lo que sería el centro de la villa al momento de su fundación.

El establecimiento del Poblado de San Lorenzo, del sitio de Aná y la posterior


erección de la parroquia en 1659, harán parte de un paulatino proceso de
formalización del territorio del valle de Aburrá que culminará con la fundación de la
villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín en 1675.

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La Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín (1675-1813)

Con la fundación de la villa se ordena un censo que muestra un poblamiento


disperso y heterogéneo (blancos, libres de todos los colores, indígenas y
esclavos); no obstante se pueden ubicar ciertos asentamientos relativamente
importantes para el momento: Aná (el centro actualmente), San Lorenzo (en la
actualidad El Poblado), Hatoviejo (actual Bello), La Culata (actual corregimiento de
San Cristóbal), Guayabal e Itagüí.

La fundación de la villa debe ser vista, como el resultado de un doble proceso: por
un lado, el incremento demográfico y la paulatina formalización de la población del
valle de Aburra al ser declarada sitio y posteriormente parroquia, argumentos que
fueron utilizados por una elite oficialmente asentada en Antioquia pero interesada
en consolidar su poder con la escisión de esa ciudad de los territorios del valle de
Aburra. Por el otro lado, encontramos el interés de la Corona española de reforzar
el control social sobre una población que es percibida como seminómada y
viviendo en la vagancia. Desde esta perspectiva, la creación de la villa facilitaría el
adoctrinamiento religioso, el pago de impuestos y en general lo que se llamó en
ese momento la vida en policía de la población.

Sin embargo, el proceso de fundación y consolidación no estuvo exento de


inconvenientes pues produjo la férrea oposición del Cabildo de Antioquia, que
argumentó que la Villa de Medellín sería fundada con sus pobladores, lo cual iría
en desmedro de la ciudad al no contar con las personas adecuadas para
pertenecer al cabildo y conformar las cofradías encargadas de las festividades
religiosas.

La fundación de la villa también ilustra los fuertes procesos de exclusión social


existentes en ese momento, pues la población indígena que habitaba en el marco
de la plaza fue conminada a retirarse de allí y construir sus viviendas en otra parte,
pues se consideraba que el marco de la plaza era un lugar exclusivo de la elite.

El siglo XVIII ve un incremento lento pero constante de la población y de la


importancia comercial de la zona. Sin embargo, la consolidación de la importancia
regional de Medellín se dará en un contexto de disputa con Antioquia y con la
pujante Rionegro que para las últimas cuatro décadas de este siglo muestra un
monto en sus transacciones comerciales ligeramente superior a Medellín.

Al predominio de Medellín sobre sus dos principales competidoras ayuda una


intensificación de las actividades mineras, ahora en el Valle de los Osos y el auge
de la ruta comercial asociada al río Magdalena en detrimento de la del Cauca. En

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este contexto, los comerciantes de Medellín no intentaron controlar la producción
del oro sino su circulación al recibirlo como pago por los bienes que vendían a los
mazamorreros independientes.

Consolidación comercial (1813-1890)

Los años precedentes a la emancipación política de la Nueva Granada muestran


ya un auge importante de los comerciantes de Medellín, pero será en el siglo XIX
donde este sector se consolide y deje atrás a las elites comerciales de otras
ciudades. La creciente importancia de la villa se ve refrendada al ser declarada
ciudad en 1813 junto con Marinilla, las cuales vendrían a sumarse a una lista de la
cual formaban ya parte Antioquia y Rionegro. En 1826 Medellín es declarada
capital de la provincia de lo que hoy es el departamento de Antioquia. Décadas
más tarde la importancia de Medellín es también reconocida en el ámbito eclesial
con la creación de la Diócesis de Medellín en 1868, lo cual motivó la construcción
de la nueva catedral metropolitana en el sector de Villanueva, dinamizando la
edificación en la margen izquierda de la quebrada Santa Elena, sector que había
sido opacado tradicionalmente por la urbanización del margen derecho de ésta.

Durante este siglo, nuevamente la producción aurífera es de central importancia,


pues es la disponibilidad del oro en polvo por parte de los comerciantes
medellinenses, lo que permite que éstos puedan constituirse en los principales
importadores de bienes ingleses a Colombia a través de sus contactos con la isla
caribeña de Jamaica. Estos bienes no son comercializados solamente en
Antioquia, sino también en todo el Occidente y la zona central del país,
principalmente, y en ocasiones llegaron hasta Quito.

Simultáneamente, la vocación ganadera de Medellín, que venía desde antes de su


fundación oficial, se mantiene, asimismo como la producción cañicultura que se
emplea principalmente para la fabricación de panela y de bebidas alcohólicas. La
concentración de la tierra a través de estas actividades agropecuarias sumadas al
crecimiento poblacional vegetativo y por inmigración, provoca una escasez de
tierra que conforma un contraflujo de emigración, que se sumaría a otros flujos
para dar origen a la colonización antioqueña que no se concentraría
exclusivamente en el suroeste sino que también llegaría a las actuales
subregiones del Nordeste y del Bajo Cauca.

También es notoria la presencia de una numerosa capa artesanal que cubre


buena parte de la demanda de los bienes no-suntuosos. Estos artesanos a
diferencia de sus similares de otras regiones no estarán tan marcadas
políticamente por el liberalismo, sino que por el contrario Antioquia y Medellín se

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convertirán en una de las regiones claves para el conservatismo colombiano como
lo ilustra la administración de Pedro Justo Berrio (1864-1876), bastión del partido
conservador durante la dominación liberal-radical en el resto de la nación.

Modernización (1890-1950)

Este fue el periodo de la modernización por excelencia, un momento en el cual se


intentó dejar atrás lo pueblerino a través del reemplazo de las plazas por los
parques, de la creación de las empresas de servicios públicos, de transporte
colectivo y de las plazas de mercado, de las industrias, de los barrios obreros al
norte del municipio y del fomento del civismo, entendido como las aptitudes y
actitudes para vivir en un medio propiamente urbano.

Desde la última década del siglo es posible identificar el surgimiento de la


preocupación por dotar a Medellín de espacios públicos modernos, para lo cual se
construye el Parque de Bolívar entre 1888 y 1892 y se transforma a la Plaza de
Berrio en un parque. Esta transformación implica el traslado del mercado a
espacios especializados y de carácter permanente, más exactamente a la Plaza
de Flores construida en 1892 y a la Plaza de Guayaquil inaugurada en 1894.

Esta especialización comercial, sumada a la ampliación de los locales comerciales


ubicados alrededor del Parque de Berrio, son muestras del dinamismo económico
de la ciudad que conserva un sector comercial fuerte, tan fuerte que sirve de base
para la temprana industrialización antioqueña. En efecto, para 1920 ya se han
fundado muchas de las principales empresas que subsisten hoy en día: Postobón
en 1904, Cervecería Antioqueña Consolidada en 1905 (que luego se transformaría
en Cervunión), Coltejer en 1907, Noel en 1916, Coltabaco en 1919, Fabricato en
1920, Compañía de Chocolates Cruz Roja en ese mismo año (que luego cambiara
su nombre a Compañía Nacional de Chocolates).

La conversión de Medellín en la capital industrial colombiana en las primeras


décadas del siglo XX fue posible gracias a dos factores principales, en primer
lugar a la formación de capitales por medio del comercio (incluyendo por supuesto
la comercialización del café) y la creación de un mercado interno para los bienes
industriales tanto en las ciudades como en la emergente clase media asociada al
cultivo y trilla del café. Este mercado tenía una escala nacional y un porcentaje
importante, alrededor del 50% de los bienes fabricados en Medellín se consumían
por fuera de Antioquia, también se realizaban exportaciones pero de mucha menor
magnitud.

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La mano de obra de esta naciente y creciente industria era una población
conformada en buena medida, sobre todo en el sector textil, por mujeres jóvenes y
niños de ambos sexos, población a la cual se le pagaba un salario mucho menor
que el de los hombres adultos, pues su trabajo se consideraba un excedente,
mientras el de los últimos se consideraba la base del sostenimiento familiar,
aunque esto no era necesariamente así.

El trabajo era considerado, por muchos sectores sociales, una dadiva de los
patrones a los obreros, en especial con los dos primeros tipos de trabajadores,
pues se consideraban que a través de éste se alejaban de los vicios de una
sociedad corrupta, en especial de la prostitución en el caso de las mujeres y del
ocio en el caso de la población infantil.

Pero no solamente las mujeres y los niños debían ser alejados de lo que fueron
consideradas las nefastas consecuencias de la modernidad, los obreros adultos
también tuvieron que afrontar la regulación de su tiempo libre, el control de sus
costumbres y las relaciones paternales de patrones y capataces quienes
respaldaban su autoridad gracias a la colaboración de la iglesia, que organizó
exitosamente en Antioquia las asociaciones de trabajadores y los sindicatos,
mermando considerable la influencia de las tendencias de izquierda.

El nacimiento de la clase obrera y de la clase media, fomentan la construcción de


numerosos barrios para estas poblaciones. Entre 1890 y 1910 se construyen
Buenos Aires, Boston y El Salvador. De 1910 a 1930, surgen Los Ángeles,
Manrique, Berlín y Aranjuez. Entre 1930 y 1950 se conforman: Santa Cruz, La
Francia, Villa Guadalupe, Moscú y Villatina, para los sectores populares de la
población, y Lleras, Colombia, Manila, Laureles y San Joaquín para la clase media
y en algunos casos la clase alta. Es notoria entonces, la expansión de la vivienda
popular al sector norte de la ciudad, cada vez más lejos del centro de ésta, y la
construcción de las viviendas de las clases más pudientes hacia el sur en la zona
del Poblado y hacia el occidente.

El crecimiento urbanístico e industrial requieren otra importante serie de


transformaciones como la creación de una empresa de generación eléctrica de
carácter mixto en 1890, la cual se vuelve pública en 1918, pues solo el Estado
tenía la capacidad de organizar una producción de energía lo suficientemente
grande como para alimentar las necesidades industriales. También se hace
necesario la creación de un sistema de transporte público, necesidad que se suple
con la creación del tranvía eléctrico que se inaugura en octubre de 1921 con la
línea hacia La América, que se amplia con la creación en noviembre del mismo
año con las líneas hacia Buenos Aires y hacia el Bosque de la Independencia. En

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años posteriores el tranvía llegaría hasta Moravia, Sucre, Manrique, Robledo, El
Poblado, Belén, Envigado y El Salvador. Como es posible inferir de este listado el
tranvía fue destinado para facilitar el transporte de la población hacia los barrios
obreros y hacia los lugares de poblamiento tradicional alejados del centro de
Medellín.

La modernización de la ciudad trae consigo la percepción, por parte de la elite, de


que es necesario regular y civilizar a los pobladores del municipio, con este fin se
aprueba en 1913 el Plano Medellín Futuro basado en tres pilares que
condensaban la modernidad deseada: la higiene, la circulación de bienes y
personas y el ornato. Este modelo de ciudad fue inspirado básicamente por la
transformación urbanística francesa decimonónica e implicó el arrasamiento de
buena parte de las construcciones consideradas antiguas, como lo ilustra
claramente la renovación de las edificaciones del marco de la plaza de Berrio.
Dentro la aplicación del modelo francés y luego del modelo norteamericano tuvo
amplia influencia la labor de los ingenieros y la preeminencia de los intereses
privados sobre los intereses públicos. En este contexto, la demolición
indiscriminada de lo antiguo, fue considerada como signo inequívoco de progreso
y de modernización, la cual debía ser complementada con la creación de un nuevo
tipo de hombres y mujeres que estuvieran en sintonía con estos objetivos y que
hicieran del trabajo y el civismo una religión laica que en ningún momento reñía
con la religión católica sino que más era complementada y complementaria de la
segunda.

Expansión y crisis (1950-2005)

La segunda mitad del siglo XX ha hecho patente dos fenómenos, que el sentido
común y muchos intelectuales han considerado íntimamente relacionados, nos
referimos al desbordamiento demográfico del municipio de Medellín y una
percepción de que éste afronta una grave crisis.

En lo demográfico y urbanístico es innegable el gran crecimiento poblacional de


una ciudad que para 1951 registra 358.189 de habitantes, para 1964 772.887,
nueve años más tarde 1.071.252 y en el año 2000 alrededor 2.000.000 de
habitantes. Esto sin contar que entre 1951 y 1964, Itagüí, Envigado y Bello,
municipios del valle de Aburrá, fueron la primera, la tercera y la cuarta población
de mayor crecimiento demográfico, respectivamente.

La expansión urbanística de la ciudad entre 1950 y 1970 expresa esta tendencia al


extenderse los barrios populares por las laderas del norte del municipio con la
conformación al nororiente de: Versalles, Andalucia, Villa del Socorro, Popular # 1

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y 2, Santo Domingo, entre otros. Al noroccidente de Santander, Pedregal, Tejelo, y
Girardot. Estos barrios se ubican en zonas con una mayor pendiente que la de los
primeros barrios obreros de las décadas de 1920 y 1930 y sus viviendas poseen
un área construida sensiblemente menor que la de éstos y una mayor precariedad
en servicios públicos domiciliarios y en el sistema vial, aun en los construidos por
el Estado. Además, se construyeron relativamente lejos del centro de la ciudad en
un área limítrofe con el municipio de Bello y albergaron a una población
conformada en buena medida por desarraigados del periodo de La Violencia.

La banda occidental del río se consolida como una de las zonas privilegiadas para
la construcción de vivienda para la clase media, en un proceso que continua la
tendencia de densificación de esa área que había iniciado la construcción de
Laureles en los años 40’, entre 1950 y 1970 se construyen los barrios del Estadio,
La Floresta, La Castellana, Santa Mónica, Carlos E. Restrepo y Conquistadores
entre otros.

El proceso de expansión de la mancha urbana de Medellín continua durante las


tres últimas décadas del siglo XX y lo que va corrido de la primera del siglo XXI, al
punto que es posible hablar de una saturación que provoca múltiples conflictos por
la tierra urbana a través de las invasiones y el poblamiento de extensas áreas que
por su fuerte pendiente no son aptas para la vivienda. Vemos entonces una
ocupación de zonas cada vez más altas de las laderas de Medellín, la declaración
como suelo de expansión urbana de zonas anteriormente consideradas suelo rural
como Pajarito o partes de Altavista, y la construcción de grandes proyectos de
vivienda en municipios cercanos como el barrio Niquia en el municipio de Bello.

La saturación urbanística también permite identificar otros dos procesos, por un


lado el deseo creciente por habitar en zonas rurales que posean todas las
comodidades de la ciudad y que se encuentren cercanas a los lugares de trabajo
en Medellín, dentro de éstas encontramos principalmente el Corregimiento de
Santa Elena y zonas del Oriente cercano como Llanogrande, La Ceja y El Retiro; y
por el otro, la construcción de edificios de gran altura tanto para los estratos
medios-bajos, de lo cual el barrio El Chagualo al frente de la Universidad de
Antioquia sería el mejor ejemplo, como para los estratos altos con El Poblado y la
Loma de los Bernal como ilustraciones.

En el ámbito económico se hace notorio un proceso de relativa


desindustrialización de la ciudad, que luego de ser la punta de lanza de la
producción industrial en Colombia asume un papel secundario con relación a
Bogotá e incluso a la ciudad de Cali. Siguiendo las tendencias mundiales Medellín
vira paulatinamente del sector secundario al sector terciario, con especial fortaleza

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en sectores como la salud. También es visible la fuerte irrupción desde finales de
la década de 1970 de una economía ligada al narcotráfico, la cual influirá en
amplios sectores sociales y económicos, algunos tan neurálgicos como la
construcción. Finalmente es importante señalar el creciente subempleo tanto en el
sector que se ha dado en llamar informal, como en los sectores profesionales que
se han tenido que acomodar desde la década de 1990 a la flexibilización laboral
que opera a través de los contratos de trabajo a tiempo definido, frecuentemente
por horas, y con salario integral; y la disminución de la inversión extranjera en la
ciudad, inversión que se concentra cada vez más en la capital de la República y
en menor medida en la ciudad de Cali.

Las intensas transformaciones económicas aunadas a la disminución del control


social ejercido por la iglesia católica, a la relativa desaparición de las relaciones
paternalistas de la elite y a la globalización de los referentes culturales, han
llevado a un proceso marcado de fragmentación social, en medio de la cual, el
centro como referente histórico pierde peso, la comunicación interbarrial y el
conocimiento de la ciudad en su conjunto tienden a desaparecer, los pobladores
se amurallan cada vez más detrás de unidades cerradas o edificios fuertemente
vigilados. Desde esta perspectiva, el miedo parecería ser una de las pocas cosas
que los habitantes de Medellín comparten sin distinciones de género, edad, estrato
social, pertenencia étnica o identidad cultural.

Esta fragmentación social tiene su correlato político en la ruptura del pacto social
de la primera mitad del siglo XX, un pacto imaginado, en buena medida, como
natural por los dos polos socioeconómicos de la sociedad y cimentado en el
ejercicio de la caridad por la elite, en el crecimiento y estabilidad de un importante
contingente de trabajadores, en la construcción de viviendas populares con
buenas especificaciones y en el control eclesial de la educación y de los
sindicatos, lo cual redujo los conflictos sociales. La ruptura de este pacto está
enmarcada por el surgimiento de un municipio con soberanías múltiples en donde
el Estado es incapaz de asegurar el monopolio de las armas a pesar de los
esfuerzos represivos y pedagógicos en los cuales enfrasca.

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SEGUNDO EJE: METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN SOCIAL

La investigación social ha estado marcada desde los inicios de su


profesionalización, por la especificidad o universalidad de su método. En efecto
desde la segundad mitad del siglo XIX se discutió fuertemente si las realidades
humanas se debían abordar desde los parámetros diseñados para tratar los
objetos de las ciencias naturales y exactas, o si debían tener una metodología de
investigación propia.

En la actualidad se considera más viable esta última opción. La investigación


social se hace entonces, básica aunque no exclusivamente, desde un tipo
particular de metodología que la mayoría de estudiosos ha denominado
metodología cualitativa. Aclaramos que esta metodología es frecuentemente
complementada con la metodología cuantitativa, aunque el manejo de datos
cuantitativos en la investigación social es frecuentemente muy simple en
comparación con el manejo de estos mismos datos en otras áreas científicas o
técnicas.

La metodología cualitativa se ha utilizado entonces, básicamente, para describir e


interpretar la realidad construida por los seres humanos. El énfasis en la
descripción y la interpretación, parte del reconocimiento de que hay facetas del
comportamiento social y del devenir histórico que no pueden ser cuantificadas.

Otras particularidades de esta metodología es que el investigador analiza


realidades que lo comprometen como persona, pues son ante todo realidades
sociales. En esta medida el investigador, a través de los sentidos, se convierte en
el principal instrumento de recolección de la información. Es particularmente
relevante que la mayoría sino toda la información se construye y se recolecta a
través del lenguaje.

Metodología, método, técnica e instrumento.

El método etnográfico o etnografía

La etnografía surge como método a principios del siglo XX ligado a la disciplina


antropológica y a su interés por describir, comprender e interpretar la vida de los
pueblos nativos. No paso mucho tiempo antes que la sociología empezará a
utilizar este método para investigar sistemáticamente las realidades consideradas
marginales dentro de las ciudades estadounidenses, grupos tales como los
inmigrantes, las minorías étnicas, los drogadictos, los delincuentes, entre otros. En
la actualidad el método etnográfico sigue estando vinculado estrechamente a la

17
antropología pero se utiliza en múltiples disciplinas y en contextos sumamente
disímiles que no excluyen las investigaciones sobre los diferentes tipos de elites
en las grandes ciudades.

La etnografía, en este marco, puede ser entendida como una descripción


interpretativa de las interpretaciones y prácticas de los actores sociales que
forman parte de nuestra pregunta de investigación; esta descripción solo es
posible a través de la convivencia con estos actores. Es decir, la etnografía implica
que el investigador comparta el mismo espacio y el mismo tiempo con las
personas que son sus interlocutores de investigación o lo que se denominaba
tradicionalmente con su objeto de estudio.

Como enfoque la etnografía trata de comprender los fenómenos sociales desde


las perspectivas de los agentes involucrados en éstos (perspectiva emic). Esta
perspectiva presenta tres niveles complementarios: el nivel primario o reporte, en
el que se trata de informar lo ocurrido (el qué); el nivel secundario o explicación,
que remite a las causas, aunque estas sean complejas y nunca plenamente
determinadas (el por qué); y la comprensión o nivel terciario, que se ocupa de lo
que ocurrió desde la perspectiva de los agentes (cómo es para los participantes).

Como método la etnografía se caracteriza por la diversidad de técnicas,


instrumentos y actividades que cobija, todas articuladas en torno a la observación
participante, que como su nombre lo indica implica el sumergimiento del
investigador, en la medida de lo posible, en la vida cotidiana de sus interlocutores
o sujetos de estudio, de este modo la observación participante implicaría
actividades tan diversas como conversar sobre un día cualquiera alrededor de una
taza de café, participar en las tareas agrícolas o en un concierto. La observación
participante hace que, al contrario de otros métodos, la autoridad y el rigor de la
investigación, dependa del grado de empatía y de la experiencia personal del
investigador, o si se prefiere de su carácter de testigo reflexivo.

Desde esta perspectiva, no es posible ni una participación pura, ni una


observación pura, pues la primera correspondería a la de un sujeto que no
estuviera interesado en investigar, y la segunda solo sería posible en el caso de
un observador que cumpla su misión sin ser observado, pues toda observación
influye en los comportamientos de los observados, que se preguntaran con que
intenciones son vigilados, más en contextos como el colombiano. El practicante de
la observación participante no debe olvidar entonces que participa para observar y
que observa para participar.

18
Es necesario repetir que la observación participante involucra múltiples actividades
tendientes a que el investigador sea participe y testigo de la cotidianidad de los
sujetos que investiga, es por ello que la primera premisa de esta técnica es seguir
las normas de buen comportamiento vigentes en el contexto, o en otras palabras,
al país donde fuereis haz lo que viereis., en contextos culturales muy diferentes a
los del investigador estas normas se aprenderán progresivamente y luego de
muchas “metidas de pata”.

Sin embargo, este sólo es un primer paso pues el etnógrafo tiene la obligación de
hacer de estas normas y de todas las actividades que emprende un proceso
sistemático y reflexivo. Esta reflexividad debe comenzar con el acceso a campo,
uno de los asuntos más problemáticos de la investigación, en especial cuando el
etnógrafo no conoce de antemano el contexto en el cual va a entrar. Es común
que nuestros interlocutores restrinjan el acceso a espacios considerados muy
importantes, sobre todo antes de se haya obtenido su plena confianza. También
es frecuente que si bien se puede tener acceso a esos lugares, no se puede
ejercer como investigador, es decir, hacer preguntas, realizar grabaciones, tomar
fotografías, etc.

El acceso a campo se ha resuelto tradicionalmente a través de los “porteros”,


personas quienes por conocer previamente al investigador o tener alguna
referencia de él, lo presentan a la comunidad y abogan por que pueda realizar su
trabajo. No obstante, el uso de porteros como abre, cierra otras puertas, pues el
investigador empieza a ser relacionado con una persona concreta de la
comunidad que carga tras de sí unas rivalidades y unos afectos de larga data. Es
por ello que el investigador debe paulatinamente mostrar su independencia de
estos personajes y empezar a tejer su propia red de interlocutores.

En muchas ocasiones, cuando se conversa o entrevista a alguien, más importante


en sí que estas actividades, es que el investigador logre que esta persona le y lo
recomiende ante otros interlocutores. Se recomienda por lo tanto, que el
investigador intente que cada entrevistado le presente otra persona que le puede
hablar sobre el tema.

En nuestro contexto, es siempre valioso intentar, si no se tienen contactos previos,


empezar por los circuitos más formales, alcaldías, juntas de acción, parroquias,
etc. Y saber siempre hasta donde el investigador este dispuesto a llegar en el
peligro en que pone su seguridad personal, pues puede ser fácilmente confundido
con un espía al estar averiguando sobre aspectos, que para muchas personas
pueden parecer exóticos y faltos de importancia.

19
Es sumamente importante, entonces, que el investigador explique lo más
claramente posible a cada uno de sus interlocutores los objetivos de su
investigación y en que les podrá ayudar, y en que no, más si consideramos que es
frecuente que muchos personas de las comunidades se consideren expertos en
metodología de la investigación o busquen resolver sus necesidades, buscando
direccionar la pesquisa de cierta forma. En este marco, una de las tareas más
complejas del etnógrafo es articular sus intereses con los de la comunidad.

En definitiva, la buena etnografía comparte muchos requerimientos con la buena


vida social, ser amable, paciente, saber escuchar, preguntar lo adecuado en el
momento justo y la proyección de una buena imagen, pues los interlocutores se
preocupan muchas veces más por el tipo de persona que parece ser el
investigador que por su investigación en sí misma; esto exige cuidados en la forma
de vestir, de hablar y de comportarse. Además es importante tener siempre
presente como influye el género, la edad y la condición social del investigador en
su tarea, y, lo que puede ser aun más importante, que cuando se investiga sólo un
agente social involucrado esta trabajando, mientras los demás están haciendo un
favor, lo cual requiere que el investigado sea comprensivo con el tiempo y con los
incumplimientos de quienes le han brindado su colaboración.

Sumadas a la observación participante, los etnógrafos utilizan simultánea y


complementariamente otras técnicas como las entrevistas no-estructuradas, las
entrevistas estructuradas, las encuestas, los grupos de discusión y las historias de
vida, entre otros.

La entrevista en su acepción clásica es el medio por el cual obtener información


de la realidad y por eso se ve opacada por las mentiras del informante o las
intromisiones del investigador, para superar esto se realizaban entrevistas con las
mismas preguntas, en el mismo orden y con el mismo fraseo. La veracidad se
aseguraría confirmando con otros informantes.

Desde las perspectivas actualmente dominantes una de las características básicas


de la investigación social es que los “objetos de investigación” producen relatos
sobre su mundo. Buena parte del trabajo de los investigadores consiste en
encontrar interlocutores, no tanto por la información en sí, sino también porque
estos relatos muestran las perspectivas que tienen quienes los cuentan, no
solamente describen, sino que son parte y constituyen el mundo que representan.
El investigador debe tener siempre presente que no está escuchando lo que paso
realmente, sino interpretaciones sobre lo que paso, y que por lo tanto se debe
preguntar por ¿quién produce el relato, para quién, con qué propósitos y con qué
sesgos? Todas las narraciones de los actores sociales deben ser interpretadas en

20
términos del contexto en que fueron producidas, por lo tanto la parcialidad no es
un defecto sino un hecho a tener en cuenta, ya que proporciona información
relevante.

Desde esta perspectiva, la entrevista es una relación social, en donde la


información y el conocimiento producido no provienen de ninguna de las partes
involucradas, sino de su encuentro, lo cual implica que no se imponga
unilateralmente las normas comunicativas de ninguno de los involucrados, sino
que se llegue a un acuerdo sobre ellas. Como relación social, los actores que
participan en ella tienen expectativas creadas de antemano, por eso es importante
que el investigador descubra a qué tipo de entrevista están acostumbrados sus
entrevistados, pues en muchos casos éstos podrán responder con temor o
buscando ayuda práctica e inmediata, si sus entrevistadores pertenecen
generalmente a instituciones de control o de asistencia social, respectivamente.

En la etnografía la entrevista se vale de tres procedimientos básicos: la atención


flotante del investigador; la asociación libre del interlocutor y la categorización
diferida del primero. El primer procedimiento, se refiere a que el investigador, al
inicio de su trabajo, no sabe con total certeza cuales son las preguntas relevantes,
por lo tanto hace preguntas de carácter más general y mantiene una atención
constante, incluso sobre aquello que en un primer momento le parece irrelevante.
El segundo procedimiento, busca que el interlocutor no se vea constreñido por
preguntas excesivamente cerradas del etnógrafo y pueda desarrollar sus propias
conexiones entre temas que considera relevante. El último procedimiento, plantea
la necesidad de que el investigador construya categorías que sean relevantes para
la comunidad que estudia y que describan e interpreten su visión del mundo.

Cronológicamente la entrevista presenta dos momentos, un primer momento de


apertura donde el investigador descubre las preguntas relevantes y un segundo
momento de profundización, en el cual se enfatiza en éstas. En el primer caso las
preguntas serán más abiertas y en el segundo más restringidas, sin embargo, en
todo momento es importante que el interlocutor argumente, ejemplifique y discuta
con cierta libertad y amplitud.

Para fomentar la palabra de la entrevista se recomienda asentir con cierta


frecuencia, mostrar el interés en lo que dice con expresiones como aja y otras
similares, retomar lo último que dijo para formular nuevas preguntas, sin excluir la
posibilidad de orientar la entrevista hacia los temas que más nos interesan, lo cual
implica en ocasiones cortar amable y pacientemente con el tema desarrollado por
el entrevistado.

21
Existen varios tipos de preguntas, unas son las típicas, éstas son de carácter
general, como por ejemplo ¿cómo se vive en su barrio? Otras de carácter más
específico pueden profundizar en un espacio concreto del barrio o en un momento
determinado de la vida en éste, por ejemplo ¿cómo se llevan los vecinos de tal
calle o qué paso en el barrio este fin de semana? También es útil realizar
preguntas mientras se recorre un espacio con un interlocutor, la conversación aquí
giraría en torno a lo que se ve, una variante de esta modalidad es realizar la
entrevista mientras nuestro informante desarrolla una tarea u oficio específico.

Es importante también dejar en claro a los entrevistados que sus opiniones no


serán escuchadas por nadie más. Otra opción a las entrevistas clásicas pueden
ser las entrevistas grupales, donde los interlocutores se interroguen mutuamente.
Otra consideración importante es el sitio donde se hace la entrevista, se puede
pensar en donde el informante tenga confianza, pero no se vea constantemente
interrumpido.

Toda la información puede ser registrada en diversas herramientas: grabaciones


en audio, en video, diario de campo. Se debe recordar que estos instrumentos son
medios no fines en sí mismos, por ende, si bien es cierto que lo ideal sería grabar
las conversaciones o como mínimo fotografiar los eventos presenciados, no se
puede hacer de esto una regla y si se nota que los interlocutores no se sienten
cómodos siendo grabados, se recomienda utilizar el diario de campo o incluso
registrar en la memoria lo que dijeron y luego escribirlo.

El diario de campo es un instrumento de registro y organización de la información,


al mismo tiempo que una memoria de ella. Es importante siempre tener en cuenta
el registro del: tiempo, el espacio, los sujetos participantes y la actividad.
Recordemos que el diario de campo puede ser revisado mucho tiempo después
de registrada la información por lo tanto debe quedar claro en que momento se
recogió, lo cual incluye la fecha exacta, el día de la semana y el rango horario; el
lugar, lo más específico que se pueda, esto incluye tanto la dirección como la
mención al propietario del lugar si es el caso; los participantes con sus nombres y
una breve contextualización de ellos, edad, ocupación y otros datos que se
consideren relevante; y actividad que se estaba desarrollando.

El diario de campo debe ser lo más detallado que se pueda y debe distinguir las
palabras textuales de los interlocutores, el resumen que el etnógrafo hace de ellas
y las interpretaciones, interpolaciones y comentarios sobre lo visto y lo escuchado.
Cada uno de estos tres registros puede distinguirse a través de la utilización de
diferentes colores o con diferentes formas de enmarcarlo, por ejemplo, un cuadro,
una figura en forma de nube, etc.

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También se recomienda reducir al máximo el tiempo entre lo que se observó o
escuchó y su registro en el diario de campo, en la medida de lo posible debe ser
simultáneo, si las condiciones no lo permiten hacerlo rápidamente y nunca dejarlo
para el día siguiente, pues se pierden detalles importantes.

En investigaciones prolongadas, la información recolectada suele ser abundante,


esto implica que el diario de campo, que ojalá se pasara a un formato digital, debe
estar organizado de tal forma que el investigador llegue a la información que
busca rápidamente, un modo de hacerlo es dividir cada hoja en dos, con una
columna más pequeña a la derecha que tenga una serie de palabras claves o
categorías que le permitan al investigador ubicar en el texto la información
requerida. Veamos un fragmento de una conversación como ejemplo.

INTERLOCUTORA: Ángela Pérez (líder comunitaria de La Aldea (el nombre es


ficticio))
ETNOGRAFO: Álvaro Andrés Villegas Vélez
LUGAR: La Aldea (Casa de Ángela Pérez).
FECHA: 21 de Septiembre del 2000 (2-3PM).

REGISTRO Categoría
1

AAVV: ¿Ángela qué te pareció lo que dijo Elba Mery?


AP: Pues que a ellos les parece muy bueno el túnel porque gracias a
eso tienen trabajo y ganan bastante plata, en cambio nosotros antes CT-E
nos está quitando el trabajo, todo lo que dijo “la Elba mugre esa, es AT
mentiras”, es que en ellos no se puede confiar, son muy mentirosos,
con tal de que uno se confíe dicen muchas cosas.
AAVV: ¿Ángela cuéntame como fue la participación de la comunidad
en el Plan de Ordenamiento Territorial, sobre todo en relación a si
querían seguir siendo campesinos o cambiar?
AP: Nosotros en el Plan de Ordenamiento Territorial dijimos que
queríamos seguir siendo campesinos, porque eso es lo que quiere
toda la gente de aquí y de todo Palmitas, seguir siendo campesino a C
pesar del túnel o lo que venga.
AAVV: ¿ustedes entendieron todo esto de Ordenamiento Territorial

1
CT-E: Cambio provocado por el túnel-Empleo.
AT: Abusos del túnel.
C: Comunidad.
CT-P: Cambio por el túnel-Peligro.

23
AP: Nosotros ya sabíamos muchas cosas, pero había cosas que uno
no sabía y entonces ellos le explicaban a uno sobre todo Luis..
Hernando y Hernando [miembros de CEAS, el primero de ellos se
llama Luis Eduardo, no Luis Hernando], y entonces nosotros ya
entendíamos.

En este ejemplo, las palabras literales van en color rojo y entre comillas, los
comentarios en azul y entre corchetes, y el resumen en negro y sin ningún otro
indicador.

La crítica histórica

La historia es un relato que intenta ser veraz para ello debe realizar una serie de
procedimientos sobre las fuentes, pues éstas no hablan por sí mismas si el
investigador no las interroga sobre problemas específicos desde posiciones
teóricas metodológicas claras.

Si bien el historiador no puede influir sobre las huellas del pasado que se
conservaron a través del tiempo, si debe seleccionar cuáles recoge y de que forma
lo hace. Se hace necesaria entonces una lectura reflexiva de éstas, lo cual es
comúnmente conocido como crítica de fuentes, labor que parte del principio de
que toda fuente es una inscripción parcial de lo acontecido, una interpretación que
ha sufrido un proceso de selección previa, realizado con otros fines y en el marco
de otras relaciones de fuerza, que mediaban entre que era importante o
beneficioso conservar y que no.

La critica histórica comienza con la elaboración por parte de cada investigador de


su propio archivo, eso no significa que vaya a formar su propio acervo documental
en su vivienda o lugar de trabajo, sino que debe poner aparte, convertir en
fuentes, objetos que inicialmente están repartidos de otro modo: fotografías en un
archivo personal, actos administrativos en un archivo municipal, edificaciones en el
centro de la ciudad, etcétera. Debe pues seleccionar un conjunto de inscripciones
contemporáneas que le permitan decir algo sobre su problema de investigación.

Seleccionado este conjunto se procede a realizar lo que algunos han llamado


burlonamente la crítica forense, es decir, la determinación de la autenticidad y
veracidad de las fuentes. En el caso del patrimonio documental, la paleografía y la
diplomática ayudan a determinar la autenticidad del documento al verificar el tipo
de papel, los sellos, los tipos de letra, las convenciones de escritura, etcétera.

24
Mientras la veracidad se obtiene a través de la contrastación de la mayor cantidad
de fuentes posibles con el mayor grado de veracidad.

Existe otro tipo de crítica que podríamos denominar crítica interpretativa. Al igual
que en la etnografía, el investigador se debe preguntar ¿quién, cómo y con qué
propósitos? Se produjo la fuente que está tratando. Dentro de esta crítica también
son indispensables establecer secuencias temporales, identificar procesos y
darles una escala concreta.

En el primer aspecto, debemos tener en cuenta que hay una diferencia entre el
tiempo cronológico dividido en años, meses y días, y el tiempo histórico que hace
referencia a procesos que no empiezan ni acaban de un momento a otro. Al
respecto es útil establecer secuencias históricas que distingan diferentes estados
y rupturas. En este marco un estado se construye al identificar en las fuentes un
conjunto de actores que mantienen unas relaciones más o menos estables, las
rupturas se tendrían al tornarse inestables esas relaciones o al presentarse
nuevos actores. En el caso de las frecuentes guerras civiles del siglo XIX en
Colombia, los estados podrían ser los momentos en que los perdedores aceptan
las reglas del juego impuestas por los vencedores y las rupturas se presentarían
cuando las impugnan y entran en confrontación.

La periodización es más fácil entre menos variables a considerar se tengan, es


más fácil entonces si se realiza una historia sobre las guerras, que una historia
sobre la política que tendría en cuenta las guerras, las elecciones nacionales, la
política local, etcétera, al incluir diversos aspectos, cada uno de ellos podría
deslizarse unos años más que el resto lo cual tendería a que el establecimiento de
periodos sea más provisional y complejo.

El problema de la escala es de igual relevancia y complejidad, pues se trata de


determinar el alcance territorial de los procesos y las relaciones entre los actores.
Generalmente los diferentes procesos socioculturales establecen relaciones desde
la escala local hasta la escala global. Sin embargo, el investigador debe
determinar hasta que punto el proceso es lo suficientemente fuerte como para ser
tenido en cuenta sin que su interpretación se vea desvirtuada. Lo más útil es
combinar la preocupación por la escala con la preocupación por la periodización,
pues un estado se puede mantener en cierta escala, por ejemplo la nacional y
sufrir rupturas en la escala local.

25
Ficha bibliográfica:

Para realizar una reseña de un texto se recomienda:

a) Leer y releer el texto que se va a reseñar;


b) Extraer las ideas y los argumentos que las apoyan;
c) Trazar la estructura del texto que se va a resumir;
d) Suprimir todo lo que resulte inútil, tanto en las ideas como en la redacción;
e) Redactar un texto claro, preciso y fiel, evitando convertir la reseña en un
conjunto de citas;
f) No imitar el estilo del texto original.

26
TERCER EJE: DISEÑO DEL PROYECTO

Toda investigación histórica o etnográfica es irrealizable sino se identifica y


delimita claramente un tema y una pregunta de investigación, esta difícil tarea se
facilita notoriamente entre mayor sea el conocimiento de la bibliografía disponible
sobre el tema, de los conceptos y las hipótesis que se han manejado en ella, en
suma en el cómo un campo particular de la vida social ha sido considerado digno
de investigación. De este modo entre mayor conocimiento previo tengamos de
nuestro tema de investigación mayores oportunidades tendremos de seleccionar
correctamente los enfoques teóricos-metodológicos y de identificar las fuentes
relevantes para resolver la pregunta que nos hemos planteado, al tiempo que
permiten al investigador alejarse del sentido común que puede ser un buen punto
de partida, pero nunca un punto de llegada.

Si bien, como suele pasar en la investigación, no hay una fórmula ni un modelo


para realizar buenos proyectos de investigación, en general la mayoría de éstos
cuentan con una serie de componentes similares: planteamiento del tema y de la
pregunta de investigación, objetivos, metodología, cronograma, presupuesto,
bibliografía, resultados y productos esperados. Estas partes deben responder,
respectivamente a las siguientes preguntas: ¿qué se va a investigar, para qué,
cómo, cuándo, con qué recursos, apoyado en cuáles lecturas y qué se producirá
finalmente?

Recomendamos por tanto, que el investigador escriba de antemano sus proyectos


con estas características, las cuales deberá adaptar a las particularidades de las
convocatorias a las que se presenta. Tener el proyecto escrito con estas
especificaciones generales permite que las convocatorias, de las cuales muchas
veces los interesados se enteran con poco tiempo de anticipación, no se pierdan
por cuestiones ajenas a la calidad del producto en sí. También se recomienda a
los investigadores intentar construir una lista de las posibles entidades
financiadoras, de sus requerimientos, sus restricciones, etcétera. El investigador
podrá crear con esta información una base de datos sencilla que le ayudara a
organizar y gestionar mejor sus proyectos.

Es sumamente importante que quien vaya a presentar una propuesta de


investigación, tenga absolutamente claro todas las condiciones impuestas a las
proyectos, para ello debe leer con detenimiento los términos de referencia de cada
convocatoria, para evitar sorpresas y descalificaciones por asuntos formales, caso
mucho más común de lo que se cree comúnmente.

27
Planteamiento de la pregunta de investigación

Es indispensable formular una pregunta de investigación clara y concreta,


asimismo justificar la necesidad y la pertinencia de resolverla. El investigador debe
hacer explícito el nuevo conocimiento que generará la investigación cuando
concluya y cómo ayudará a la resolución o identificación de problemas sociales.
En un medio como el nuestro, en el cual los recursos para la investigación son
escasos, justificar la pertinencia social e investigativa de lo que se pretende hacer
es sumamente importante, pues permite que el proyecto que se presenta sea no
solamente calificado como pertinente sino como prioritario.

Recomendamos tener una pregunta general de investigación, por ejemplo:


¿cuáles han sido las transformaciones del barrio Belén Las Mercedes desde su
creación hasta la actualidad? Seguida por preguntas más específicas, ejemplo:
¿de dónde vinieron las primeras personas que poblaron el barrio, qué impacto
tuvo la consolidación de las organizaciones dedicadas al narcotráfico en él, qué
manifestaciones culturales son predominantes, etcétera?

Además, la identificación de la pregunta trae consigo la necesidad de realizar un


estado del arte. Por estado del arte, se entiende el análisis del estado actual del
conocimiento sobre la temática que se abordará. La realización del estado del
arte, le permite al investigador definir con mayor precisión que vacíos existen en el
conocimiento y cómo se ha investigado hasta el momento, y por ende, cuáles han
sido las limitaciones y las ventajas de las investigaciones anteriores. Conocer
estos aspectos es de vital importancia, pues, si bien ningún fenómeno ha sido
totalmente investigado es mejor concentrarse en temáticas que no estén
excesivamente repetidas. Se evita también, de este modo, plantear como
novedosos argumentos que otros han utilizado con anterioridad.

A todos los lectores les debe quedar claro con solo leer esta parte del proyecto,
quiénes van a ser los sujetos investigados, cuándo y dónde se encuentran. Por
ejemplo, si nuestro tema es el surgimiento y consolidación del rock en Medellín
entre 1960 y 1970, debemos dejar lo más claro posible que vamos a investigar a
los rockeros que participaron en la escena local de la ciudad de Medellín en estos
años y evitar formulaciones imprecisas que llevan a que se prometan en los
proyectos temas que no se van a tratar, pues en muchas ocasiones se plantea
que se va a realizar, por ejemplo, la historia de un barrio y realmente se investiga
sus orígenes dejando de lado las últimas décadas o años.

28
Los objetivos

Los objetivos deben tener una relación clara y consistente con las preguntas o
hipótesis que se quieren resolver o desarrollar, así como con la justificación de
éstas. La formulación de objetivos claros y viables constituye una base importante
para juzgar el resto de la propuesta al tiempo que facilita la estructuración de la
metodología. Se recomienda formular un solo objetivo general coherente con la
pregunta central, y entre tres y cinco objetivos específicos, que son básicamente
los propósitos necesarios para cumplir el objetivo general.

Los objetivos específicos deben ser claramente alcanzables con la metodología


propuesta. Con el logro de los objetivos se espera, entre otras, encontrar
respuestas a una o más de las siguientes preguntas: ¿Cuál será el conocimiento
producido si la investigación se realiza? ¿Qué solución encontrará o ayudará a
encontrar el proyecto a los problemas de la sociedad?

Tanto el objetivo general como los objetivos específicos deben estar planteados
con un verbo inicial en infinitivo, por ejemplo: Indagar, identificar, sensibilizar,
fomentar, analizar, etc.

Metodología

La metodología supera en mucho el simple recuento de técnicas o de actividades


de investigación. En la actualidad la mayoría de investigadores recomienda la
combinación jerarquizada y la utilización sistemática, reflexiva y consciente de
diversas teorías, hipótesis, modelos, métodos, técnicas e instrumentos.

En términos generales la metodología debe comenzar haciendo explícito el


método o los métodos que va a utilizar, el por qué de su escogencia o en otras
palabras, por que ese método o conjunto de métodos es el indicado para alcanzar
los objetivos propuestos. El investigador debe también, pormenorizar el proceso
de recolección de la información, cómo se va a organizar, sistematizar y analizar
ésta. Todo ello debe ser lo más detallado posible, por ejemplo, no sirve
simplemente enunciar que se van a realizar talleres, se debe especificar a cuántas
personas está dirigido, a qué tipo de población, qué actividades se va a realizar
dentro de ellos, cuántos serán, etcétera.

La metodología es la base para planificar las actividades del proyecto y para


determinar los recursos técnicos y humanos requeridos. Por tanto, es central a la
hora de justificar el presupuesto solicitado y la posibilidad real de cumplir con los
objetivos propuestos.

29
Cronograma

Es común que la metodología divida las actividades de la investigación en fases,


esto facilita la realización del cronograma. Es de particular importancia que el
cronograma sea planteado de la forma más realista posible. También debe ser
coherente con la metodología y mostrar con claridad los diferentes procesos
investigativos. Se debe, por tanto, ser muy consciente de cuanto tiempo tomaran
realmente las actividades que se van a realizar.

En las investigaciones, generalmente, se distinguen tres fases. La primera


concentrada en la lectura de la bibliografía pertinente y en la ubicación de las
fuentes, ya sean documentales o de otro tipo, pertinentes. La segunda la fase de
recolección, tratamiento, sistematización y crítica de esas fuentes. La tercera y
última de construcción de los informes finales. El siguiente es un ejemplo:

Mes 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Actividad
Fase I X X
Ubicación de fuentes X X X X
Selección de fuentes X X X X
Definición de las categorías X
Fase II X X X X X X X
Lectura de las fuentes X X X X X X X
Reseña X X X X X X X
Crítica de fuentes X X X X X X X
Elaboración de la base de X X X X X X X
datos
Fase III
Redacción del informe X X X X
Discusión de los resultados X X

30
Bibliografía

La revisión bibliográfica entre más completa sea, más seriedad le otorga a la


investigación, permite además encontrar preguntas de investigación relevantes,
contrastar los planteamientos, hipótesis o conclusiones de la investigación que se
realizar, evita errores comunes en los procesos investigativos y en general ahorra
esfuerzo y tiempo a los investigadores al solucionar el problema de la reiterada
“invención del agua tibia” tan común en los investigadores noveles que se enfrente
a la “realidad” sin respaldo bibliográfico.

La presentación de la bibliografía es un asunto complejo pues hay gran cantidad


de normas, muchas veces contradictorias, que cambian acorde a la institución
para la que se investigue o conforme a las normas editoriales de la publicación
que vaya incluir los resultados de investigación. A pesar de esta diversidad, todas
las formas de citación bibliografía coinciden en la importancia de la
estandarización de todas las referencias.

Recomendamos en este caso, las siguientes.

− Libros: Apellidos y nombres del autor o los autores. Año de publicación.


Título del libro en cursiva. Editorial. Ciudad de publicación. Todo separado
por puntos. Ejemplo: Botero Herrera, Fernando. 1996. Medellín 1890-1950.
Historia urbana y juego de intereses. Universidad de Antioquia. Medellín.

− Para capítulos de libros: apellidos y nombre del autor o los autores. Año de
publicación. Titulo del capítulo entre comillas. Apellidos y nombres del o de
los editores, compiladores o directores de la publicación. Título del libro en
cursiva. Editorial. Ciudad de publicación y rango de páginas del capítulo.
Todo separado por puntos. Ejemplo: Toro, Constanza. 1988. “Medellín:
desarrollo urbano, 1880-1950”. En: Melo, Jorge Orlando (dir.). Historia de
Antioquia. Suramericana de Seguros. Medellin. Pp. 299-306.

− Artículos de revistas. Apellidos y nombres del autor. Año de publicación.


Título del artículo entre comillas. Nombre de la revista en cursiva. Volumen y
número. Ciudad de publicación. Rango de páginas. Ejemplo: Riaño, Pilar.
2000. “’¿Por qué a pesar de tanta mierda este barrio es poder?’ Historias
locales a la luz de lo nacional”. En: Revista Colombiana de Antropología,
Vol. 36. Bogotá. Pp. 50-83.

31
Presupuesto

El presupuesto es en muchas ocasiones el ítem definitivo para lograr la


aprobación del proyecto. Se debe intentar conformar el mejor equipo de trabajo
posible a un costo moderado, lo cual implica pedir los rubros estrictamente
necesarios, pero que aseguren el cumplimiento de los objetivos formulados. En
caso de que se obtenga financiaciones menores, seguramente el proyecto deberá
ser modifica en su metodología, problema de investigación y objetivos propuestos.

El presupuesto debe ser lo más detallado que se pueda y coherente con las
actividades anotadas en el cronograma. También se recomienda buscar siempre
la cofinanciación pues esto hace más atractivo los proyectos. Un modelo de tablas
para presentar el proyecto es el siguiente, comenzando con una tabla general y
luego con tablas para cada rubro. Los siguientes son los ejemplos:

RUBROS FUENTES TOTAL

Institución 1 Institución 2 Institución 3


Personal 7.200.000 11.484.000 18.684.000
Viajes 3.290.000 3.290.000
Materiales 650.000 650.000
S. Técnicos 3.260.000 3.260.000
1.500.000 1.500.000
Equipos
850.000 850.000
Bibliografía
11.990.000 11.484.000 4.760.000 28.234.000
TOTAL

Investigador Función Dedicación Costo Total


h/s Institució Institució
n1 n3
N.N Investigadora 13 11.484.000 11.484.000
principal
N.N Asist. de 20 7.200.000 7.200.000
investigación
N. N. Est. en 10 0
formación
Total 7.200.000 11.484.000 18.684.000

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Descripción del viaje Lugar y fecha Costo Total
Institució
n2
5 días, 1 persona Medellín-Popayán, 2° mes 1.250.000 1.250.000
5 días, 1 persona Medellín-Bogotá, 2° mes 1.050.000 1.050.000
2 días, 1 persona Medellín-Bogotá, 12° mes 690.000 690.000
Transporte local (estudiante) Medellín 300.000 300.000
Total 3.290.000 3.290.000

Materiales Costo Total


Institución 1
Papel para impresión 60.000 60.000
Tinta para impresora 360.000 240.000
Diskettes 20.000 20.000
Empastadas 60.000 60.000
Artículos de oficina (lapiceros, cuadernos, etc) 150.000 150.000
TOTAL 650.000 650.000

Por cuestiones de espacio omitimos las otras tablas, pero a la hora de presentar
un proyecto se hace una por cada rubro.

Resultados o productos esperados y potenciales beneficiarios de la


investigación.

Estos deben ser coherentes con los objetivos de la investigación. Un modelo de


registro de la información es el siguiente. El ejemplo concreto surge de un
proyecto de investigación sobre las dinámicas de conexión y desconexión a los
servicios públicos domiciliarios realizado en el marco del taller.

Resultado/producto Indicador Beneficiarios


Taller sobre (sobre El 20% de los Habitantes de la comuna
procedimientos para participantes en el taller 6 desconectados de los
reclamar por los servicios agota las instancias servicios públicos
públicos como derechos necesarias para hacer domiciliarios.
fundamentales) dirigido a sus reclamaciones sobre
30 personas de la servicios públicos
comuna 6. domiciliarios.
Video de sensibilización El video se transmitirá en Habitantes de Medellín
sobre esta problemática. tres canales comunitarios con problemas para
de la ciudad y en uno mantenerse conectados a

33
local. los servicios públicos
domiciliarios.

34
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38
CENTROS DE INFORMACIÓN, DOCUMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN SOBRE
MEDELLÍN

Archivo Histórico de Antioquia.

Archivo Histórico de Medellín.

Centro de Documentación del Centro de Estudios del Hábitat (CEHAP), Facultad


de Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.

Centro de Documentación del Centro de Investigaciones Sociales y Humanas


(CISH), Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Antioquia.

Centro de Documentación de la Corporación Región.

Centro de Documentación del Instituto Popular de Capacitación.

Colección Antioquia de la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia.

Colección de prensa de la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia.

Colección Patrimonio Documental de la Biblioteca Central de la Universidad de


Antioquia.

Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales (FAES).

Sala Antioquia de la Biblioteca Pública Piloto (BPP).

Sistema de Información Local (SIL), Biblioteca de Comfenalco.

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