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Una Vida con Propósito

¿Vives tu vida con sentido? ¿Le estas dando significado a cada una de las cosas que
ocurren en tu vida? Si la respuesta es sí, ¡felicitaciones! La vida tiene sentido cuando tus
acciones, actitudes, pensamientos y valores están en comunión con tu propósito de vida. Sin
embargo, son muchas las veces que ese propósito se desconoce y es cuando se experimenta
un vacío existencial inexplicable dándole entrada a las grandes preguntas de la vida: ¿Quién
soy? y ¿para qué estoy aquí?

Indudablemente, plantearse estas preguntas no es nada fácil y responderlas, mucho


menos; podrías pasar la vida entera buscando y aún no saber sus respuestas. Sin embargo,
el compromiso está en reconocer que el sólo hecho de planteártelas ya es un indicativo de
que quieres darle un sentido a tu vida y de que quieres vivir una vida con propósito.
Lograrlo dependerá de tu disposición al cambio y tu deseo íntimo de transformación.

Luz en medio de la sombra

Todo lo que ocurre alrededor de la vida tiene un propósito y aunque quizás desconozcas
cuál es, lo tiene. Es posible que vivas experiencias muy dolorosas, impactantes e
incomprensibles que te lleven a ver la vida con menos razones para seguir; encontrándote
con sensaciones y emociones como rabia, ira, impotencia, dolor, tristeza, miedo y hasta es
posible que sientas odio y deseos de venganza. Todo esto ocurre para tentarte a abandonar
tu propósito de vida y, aunque son momentos oscuros y sombríos, también son momentos
para encontrar tu verdadera luz. La idea es comprender que para poder encontrar el
verdadero significado de esta luz es necesario reconocer cómo es la sombra que representa
cada una de estas experiencias dolorosas.

Dejar de buscar afuera

Cada experiencia sombría es una oportunidad para reconocer el valor de la luz en ti.
Recuerda que la fuerza inquebrantable del espíritu es la mayor contención del ser humano.
Esta fortaleza espiritual habita en tu interior, no sigas buscándola fuera porque no la
hallarás. Al contrario, la hallarás en aquello que siempre ha tenido y tendrá valor para ti:
1. El amor.

2. La fe.

3. Lo que amas hacer.

4. La contemplación de las cosas más sencillas de la vida.

5. Los dones que tienes (aunque aún no los conozcas).

6. Los afectos más importantes.

No importa si en este momento no sabes cómo experimentar estas cosas que son de
tanto valor para ti, con sólo comenzar a reconocerlas como parte de tu vida encontrarás una
forma constructiva de experimentarlas.

Encuentra tu Misión de Vida

Apelaré a una frase que encontré en la obra “El hombre en busca de sentido” de Viktor
Frankl, creador del método psicoterapéutico Logoterapia, orientada a descubrir el sentido
de la vida: "Toda persona tiene una vocación o misión específica en la vida. Toda persona
debe llevar un designio concreto en su cumplimiento. Por ello es irremplazable, y su vida,
irrepetible. De este modo, la tarea de cada persona es única así como la oportunidad
específica de realizarla”. Estas líneas son una inspiración a encontrar esa vocación, esa
misión que está más allá de planteamientos individualistas o personalistas y que
corresponde más bien a un sentido de servicio y amor a la humanidad que cumples, vives y
sientes independientemente de las circunstancias que te rodeen. Para encontrarla:

1. Desarrolla un profundo y a la vez simple proceso de autoconocimiento. Comienza


auto-observándote y aceptándote tal como eres.

2. Elige el amor incondicional como meta más alta.

3. Reconoce que el amor aflora en la simplicidad de la vida.

4. Acepta tus dones y dale rienda suelta a tus habilidades.

5. Coloca al servicio de la humanidad todo lo que te ha sido dado por bendición


divina.
6. Vive conectado con tus valores fundamentales de vida.

7. Elabora un plan que determine el rumbo que quieres que siga tu vida, bajo la guía
de Dios o quien represente tu entidad espiritual suprema.

¡Una vida con sentido es, sin duda, una vida feliz!

Autor: Yamilet Pinto 16/03/15

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