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Resumen

El desarrollo de las relaciones en el agro ecuatoriano ha tenido un enfoque de


concentración no lejano al presente en todo el continente, pues como lo muestra Kay
(2014), Latinoamérica durante el siglo pasado tenía un coeficiente de Gini en torno a la
tierra de 0.81, mientras que para África y Asia este era de 0.61 y 0.5 respectivamente.
En el Ecuador esta relación pasó del 0.87 al 0.76 para el periodo de 1956 a 2013. Sin
embargo, con fines de externalizar los riesgos en las prácticas agrícolas, las empresas
enfocadas en el agro, han desarrollado la agricultura bajo contrato, misma que utiliza
cultivos extensivos como el arroz y maíz, proceso legitimado en el país a través del Plan
Semillas de Alto Rendimiento emitido en 2013. El estudio se centra entonces, en los
efectos cuantitativos y cualitativos de las prácticas agrícolas relacionadas al maíz.

Abstract
The development of productive relations in the Ecuadorian agriculture has had a focus
of concentration not far from the present throughout the continent, as shown by Kay
(2014), Latin America during the last century had a Gini coefficient around the land of
0.81., while for Africa and Asia it was 0.61 and 0.5, respectively. In Ecuador, this ratio
has changed from 0.87 to 0.76 for the period from 1956 to 2013. However, in order to
outsource risks in agricultural practices, companies focused on agriculture have
developed the self-called “agricultura bajo contrato”, which uses crops such as rice and
corn, this process is legitimized in the country through the “Plan Semillas de Alto
Rendimiento” issued in 2013. This study focuses then on the quantitative and qualitative
effects of agricultural practices related to corn.

Palabras Clave: concentración, revolución verde, biodiversidad.

Introducción
Los pequeños campesinos del Ecuador no han visto mejorada su posición aún después
de procesos como las Reformas Agrarias de 1964 y 1973, pues de poseer el 6.7% de la
superficie en 1954, para 2013 los mismos ocupaban el 6.5%, es decir, las superficies
con más de 50 hectáreas se encuentren en manos de un porcentaje pequeño de
productores, que en algunos casos superan las 200 hectáreas. Este fenómeno de
concentración es aún más visible en la región litoral donde el 78% de Unidades de
Producción Agropecuaria (UPA's) representan el 18% de la superficie total. Evidencia
adicional de tal proceso de concentración, es el coeficiente de Gini en torno a la
tenencia de tierra, mismo que ha oscilado desde 1956 hasta 2013 entre el 0.87 y 0.76
(Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca, 2016, pág. 25).

Esta baja en el coeficiente, como lo expresa Larrea (2003), no necesariamente se debe a


una mejora en la igualdad en la tenencia, sino que los predios catalogados como grandes
(100 a 500 ha) pasan a ser intermedios (50 a 100 ha) y en la expansión de la frontera
agraria –por ejemplo para el caso de la Sierra se refiere a la ocupación de páramos-.

Paralelamente en el año 2013 se establece el Plan Semillas de Alto Rendimiento


(PSAR) a través de un convenio entre el Gobierno Nacional y seis empresas (Agripac,
Ecuaquímica, India1, Interoc S.A., Afecor y Del Monte), para la comercialización de
‘paquetes tecnológicos agrarios2’ subsidiados. Para el cual el productor firma un
convenio de coejecución con la casa comercial, comprometiéndose al pago del
remanente directamente con esta. Los precios de referencia oscilan entre $400 y $600
dólares, de los cuales el subsidio corresponde a $214 dólares para el maíz y $123 para el
arroz, ambos valores por hectárea (Yumbla & Herrera, 2013).

El PSAR, como lo expresan Yumbla y Herrera (2013), es una forma indirecta de


concentración de la tierra a través de la agricultura bajo contrato, que estipula la compra
anticipada de los bienes agrícolas a cambio de enfrentar las dificultades de la agricultura
familiar campesina que comprenden: la falta de crédito, la volatilidad de los precios y el
riesgo ante las pérdidas potenciales, a través de la provisión de insumos como semillas,
fertilizantes, seguros y acompañamiento técnico.

El presente trabajo busca cuantificar las relaciones existentes en torno al cultivo del
maíz duro, el cual es parte del PSAR, tomando en cuenta este como proceso de
concentración indirecta de la tierra y como un programa que posee las características de
la Revolución Verde, concepto a desarrollarse en la siguiente sección. Para ello se
ocuparán los datos de la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua
(ESPAC) de los años 2013 y 2016.

Revisión de la literatura
Teórica
La Revolución Verde se refiere a la introducción de cambios en las prácticas
agropecuarias en Latinoamérica y Asia iniciado en la mitad de los 60, centrados en la
especialización de cultivos como el trigo y el arroz, bajo la premisa del uso intensivo de
insumos químicos (pesticidas y fertilizantes) (Moseley, 2015).
1 Proveedora de agro insumos de PRONACA.
2 Paquetes que consisten en semillas certificadas y agroquímicos provenientes de las empresas
fabricadoras de semillas.
Desde entonces, tanto las estrategias, como las investigaciones estatales se han
concentrado en el crecimiento de la productividad agrícola. Un factor determinante
dentro de la adopción de los procesos de la Revolución Verde, se enfoca en el uso
intensivo de la tierra para la producción de cultivos de alto rendimiento, a base de
insumos químicos y regadío (Lipton & Longhurst, 1989, citado en Gómez, y otros,
2013).

Según Espinel (2010), las malas prácticas agrícolas adoptadas como respuesta a la
expansión de la producción agropecuaria, han llevado al uso desmesurado de pesticidas
y agroquímicos que han derivado en un deterioro ambiental – en cuanto a agua se
refiere-. Las poblaciones rurales son entonces las más perjudicadas dado que su
consumo de agua no está sujeto a un proceso de purificación.

La adopción de prácticas extensivas ha sido apoyada paralelamente por los


profesionales del agro, así que su meta ha sido siempre el lograr altos rendimientos,
como derivado de un proceso de mecanización de las prácticas en base al continuo uso
de agroquímicos y especies modificadas genéticamente, un caso de alineación de esta
naturaleza con el Estado ha sido el INTA (Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria) en Argentina, el cual se dedicó al desarrollo de tecnologías que
desplazaron al pequeño campesino (Sarandón, 2009).

Sin embargo, el incremento de la productividad que se traduce en un incremento de


ingresos también requiere un incremento de los costos en cuanto a los insumos que se
necesitan. Por lo que se tiene una paradoja en cuanto a la adopción de estas prácticas,
puesto que este efecto ha sido producto del nivel de adopción de factores tecnológicos,
los cuales sólo son accesibles para los agroindustriales (Murgai, 2001).

Otro contraste que refuerza lo mencionado por Murgai (2001), es aplicado para la
realidad del país, como lo indica Lefeber (2008) las dinámicas de crecimiento en el agro
no han favorecido a los grupos poblacionales con bajos ingresos, sino, estas han
ayudado a la expansión de los consorcios ya establecidos y a los capitales
multinacionales lo cual menciona: “ha reforzado el estado de miseria de los grupos más
vulnerables, tales como las mujeres de la clase trabajadora, los pueblos nativos y los
agricultores marginales”.

Para Ballara et al. (2012), la inserción de la mujer rural al empleo no ha mejorado sus
condiciones en términos de discriminación debido a la existencia de una brecha salarial
con los hombres. Dicha brecha es justificada por una menor educación de la población
femenina que se deriva en mano de obra barata empleada en actividades agrícolas y no
agrícolas ajenas a su parcela. Sin embargo, como lo explica Sen (1992) la desigualdad
no sólo esta medida en torno a la diferencia de ingresos sino también a un conjunto de
factores como las libertades y la división de responsabilidades en el hogar –refiriéndose
al concepto de capacidades de 1982-.

Aguilar (2007), establece los riesgos sobre la precarización de la mujer campesina,


pues, ante la baja tenencia de la mujer de la tierra, y la escasa decisión del modelo
productivo a implantar, la pérdida de biodiversidad se incrementa. Dado que,
históricamente la mujer es quien se ha encargado de la conservación de las prácticas
nativas de cultivo, sin embargo, en muchos proyectos enfocados en el tema no se las
toma en cuenta, esto a cuestas de que ellas mantienen conocimientos sobre especies que
no generan altos rendimientos o a su vez que no son comercializadas comúnmente.

El rol de la biodiversidad como lo señala Grispun (2008), trasciende de la función


alimenticia, hacia la generación de externalidades positivas y bienes públicos
intangibles. Esto a su vez conlleva una garantía la soberanía alimentaria, que se sostiene
en las pequeñas unidades de producción, mismas que se ven afectadas por las políticas
neoliberales implantadas a nivel rural.

Empírica
En cuanto a los trabajos relacionados con el empleo de herramientas econométricas para
el análisis de productividad agrícola se tiene como pionero a Tintner (1944), en donde
evalúa este factor a través de una ecuación lineal en torno a seis factores: a) número de
acres de la granja, b) el tiempo de trabajo, c) mejoras en la granja, d) insumos (semillas,
fertilizantes), e) activos para la producción y f) los gastos generados para el cultivo.
Dada la presentación de los datos se recurrió a una forma logarítmica, su modelo logró,
de esto se derivó una relación positiva en la totalidad de las variables, sin embargo, en
cuanto a la significancia las mejoras no explicaban la productividad para este conjunto
de datos.

Sarafaz et al. (2016), en su estudio sobre la productividad centrada en una localidad de


Pakistan, el tamaño de la UPA, toman en cuenta el modelo de Tintner (1944) como base
para su modelo, en el cual se deriva la importancia del tamaño de la UPA, para el
incremento de la productividad.

En base a esto también se han realizado diversos contrastes, como el de Mbata (1994),
que centra su estudio en los pequeños campesinos en Kenia, en donde se resalta la
relación positiva ante el uso de agroquímicos en función al tamaño del terreno y la
asociatividad. Otro efecto obtenido es la relación positiva con el riego, con lo cual se
evidenció que la contaminación de este recurso se agrava con el paso del tiempo.

Pierre et al. (2017) en su estudio resaltan la relación de la productividad y la diversidad


de cultivos en Francia, en donde se evidenció la importancia del número de cultivos
para el incremento de la productividad medida en términos de toneladas métricas,
además, se confirma el resultado de la relación positiva en la aplicación de insumos
químicos.

Los efectos de la Revolución Verde han sido evaluados por diversos autores (Otsuka et
al., 2013; Estudillo y Otsuka, 2012; Nakano et al., 2013), de ellos el último realiza una
estimación lineal en parámetros por medio de Mínimos Cuadrados Ordinarios e
incorpora los criterios no sólo concernientes a los insumos de producción sino a la
información de los productores agrícolas, entre ellos resalta el resultado negativo de la
mujer en torno a la productividad, esto dado que el criterio de evaluación es medido en
toneladas. En paralelo, el tamaño de la unidad productiva no resulta ser significativo
para el caso.
Datos y metodología
Datos
El presente estudio usa la información perteneciente a los años 2013 y 2016 de la
Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua (ESPAC), la cual es
producida anualmente desde 2002 por el Instituto de Estadísticas y Censos del Ecuador
(INEC), ente oficial de estadísticas del país. La metodología usada para el
levantamiento de la información corresponde al Muestreo de Marcos Múltiples 3 el cual
combina el marco de áreas4 y el marco de lista5.

Los datos se presentan a nivel de cada cultivo en 14 secciones, para el 2013, se tienen
6.849 UPA’s que cultivan maíz duro seco, mientras que para el 2016 se conglomeran
3.096 casos. El muestreo que se realiza, garantiza que no se tomen en cuenta a los
mismos individuos hasta seis años después, debido a que se realiza una rotación de la
muestra, por lo que es pertinente el uso de un pool de datos dado que la distancia para el
periodo de estudio no supera este umbral.

Para la estimación a realizarse se toman en cuenta las siguientes variables procedentes


de la ESPAC tanto 2013 como 2016:
◦ Productividad: representa el número de toneladas métricas de maíz duro
producido durante el ciclo de siembra, con respecto a los datos perdidos, se
utilizaron campos adicionales para determinar si su valor correspondía a cero,
así, al tener datos sobre la superficie sembrada y la superficie perdida, se pudo
determinar los valores para la productividad de los 9.945 casos.
◦ Superficie sembrada: variable que refleja el área que se ha ocupado para el
cultivo en hectáreas.
◦ Superficie del terreno: expresa la extensión de la UPA, esto incluye no sólo el
área de cultivo o destinada a ganadería, sino el total del predio. Esta se
convertirá en categórica para evaluar el impacto de la concentración de tierra,
así, como lo categoriza el MAGAP (2016), las pequeñas propiedades son las que
cuentan con hasta cinco hectáreas, las medianas de cinco a cien hectáreas, y se
consideran grandes propiedades las mayores a 100 hectáreas.
◦ Biodiversidad: esta variable se construyó con tres módulos de la ESPAC, en los
cuales se tomó en cuenta el número de cultivos permanentes, cultivos
transitorios y los árboles o plantas dispersos de la UPA en función al rol de
conservación que menciona Grispun (2008).
◦ Tipo de semilla: se definen 5 tipos de semilla que el productor puede emplear,
siendo las categorías pertenecientes a común, modificada, certificada, híbrida
nacional e híbrida internacional.
◦ Asociatividad: variable categórica que indica el régimen de producción de la
UPA, sea esta en forma asociativa o individual.
◦ Superficie con pesticidas: refleja la cantidad de hectáreas a las cuales ha sido
aplicado un pesticida químico, esta variable se analizó con respecto a los datos
3 Debido a que el marco de áreas puede ser susceptible a valores externos, se incluye el marco de lista
para controlar este efecto.
4 Se construyen segmentos en base a la división de un área homogénea de 576 ha., para ello se ocupa
material cartográfico.

5 Se basa en regitros previamente obtenidos, generalmente censos, en el cual se toma en cuenta la


localización y la información de cada individuo.
perdidos, a través de otro campo en donde se indica la utilización o no de
pesticidas químicos.
◦ Rol: expresa el sexo de la persona que toma la decisión de producción de la
UPA.
◦ Superficie perdida: refleja las hectáreas que fueron afectadas con sequía,
heladas, plagas, enfermedades o inundación, al igual que en las anteriores
variables que fueron completadas en esta se tomó como criterio el campo que
indica la razón de la pérdida en donde si es 0, no se sufrieron afectaciones.

En la Tabla No. 1, se realiza un análisis descriptivo de las variables que se encuentran


en el estudio en el cual se denota que la gran diferencia entre los valores de la
productividad para ambos años, se tiene un mínimo de 0 toneladas por hectárea,
mientras que los máximos se ubican en 9.66 y 10.29 para 2013 y 2016 respectivamente.

El aumento de la aplicación de químicos se evidencia en la media subiendo a más de


una hectárea entre 2013 y 2016, esto puede estar relacionado también con el cambio en
los patrones de uso de semilla pues, la semilla común que es baja en la utilización de
insumos químicos presenta una disminución en su uso mientras en 2013 el 43.01% de
productores la ocupaban, en 2016 esta cifra era del 27.16%. Este movimiento fue
absorbido por las semillas certificadas que pasaron de representar el 33.48% al 45.61%,
mismas que son proveídas por almacenes de agroquímicos.

La localización de los cultivos por otra parte ha sido reorientada a las pequeñas
propiedades mientras en el 2013 el cultivo se centraba en las medianas propiedades
(55.03%), para el 2016 las pequeñas propiedades (89.05%) ocupaban este rubro. Un
resultado que resalta es la reducción en la gran propiedad pues se da un paso de 10.16%
de las propiedades en 2013 a 0.42% en 2016.

Esta fuente datos como reconoce el INEC, puede tener dos tipos de sesgo, el primero, en
torno a la cobertura pues la unidad primaria de muestreo se basa en el censo del año
2000 por lo que las nuevas UPA’s no pueden ser consideradas dentro de las muestras
construidas. Adicional, se reporta la posibilidad de un error de medida en cuanto la
información deviene directamente de los productores.

Metodología
Se realizará un análisis de regresión lineal múltiple usando información provista por la
ESPAC 2013 y 2016. Por motivos de comparabilidad de resultados, se delimita el
periodo de estudio desde el 2013 hasta el 2016 debido a que a partir de ese año se
cambió la metodología de la encuesta. La metodología será la mencionada por Nakano
et al. (2013) en donde se plantea la estimación por MCO de la siguiente regresión:

Donde y i representa el rendimiento por hectárea de cada UPA i, x i es un vector


de características del proceso de producción y H i representa un vector de
características del agricultor. Implementando dentro del vector x i , una variable que
representa el número de cultivos de la UPA, para añadir el criterio de
agrobiodiversidad se realiza la asociación de la variable de agrobiodiversidad tomará
en cuenta el criterio de Tilman et al. (2005): relación del número de cultivos con la
productividad generada en una unidad.
Para la evaluación del impacto de la implantación del Plan Semillas de Alto
Rendimiento se realiza la utilización de un pool de datos dada la naturaleza de la
fuente de datos:

Donde la variable ai es una variable dummy que expresa el año en el que la UPA es
levantada y en este caso la variable toma el valor de 1 para el año 2016 y 0 para el año
2013.

Resultados

Vector del modo de producción


Para el análisis de los factores incidentes en la productividad agrícola usando los años
2013 y 2016, se desprenden los resultados que se encuentran en la Tabla No.2, en la
cual se denota la reducción de la productividad dentro del periodo en referencia, esto
puede estar asociado a lo que menciona Grispum (2008) sobre el rol de las especies
endémicas en la prevención de plagas, pues como lo describe en la Tabla No. 3 las
plagas aumentaron en porcentaje entre los dos años, del 4,18% al 14.83%, esto en
asociación a lo mencionado en la sección anterior sobre el remplazo de semillas
comunes por certificadas debido al PSAR.
El resultado sobre la biodiversidad confirma lo mencionado por Pierre et al. (2017), en
cuanto al aumento de la productividad con respecto a este factor, para el caso de
estudio por cada cultivo adicional en la UPA, se tienen 0.014 más toneladas métricas
por hectárea.
Si bien el objetivo del PSAR, se cumple con el reemplazo del tipo de semilla como lo
confirma el resultado de las semillas certificadas como lo indican los resultados se
tiene un aumento de 1.76 toneladas métricas con respecto al uso de semillas
endémicas. Esto conlleva la necesidad de la aplicación intensiva de insumos químicos
como lo señalan Mbata (1994) y Espinel (2010), hecho que se corrobora en el vector
de características de producción ya que el aumento de una unidad porcentual en la
superficie afectada con químicos, trae consigo, un aumento de la productividad en 0.35
toneladas métricas. Bajo este escenario cabe resaltar la paradoja que Murgai (2001),
establecía entre la productividad y los costos asociados a los insumos químicos.

Tabla 2 Resultados de la estimación

Fuente: ESPAC 2013-2016, Elaboración: Autor


Vector de las características del agricultor
El rol de decisión de la mujer en la producción de cultivos extensivos se denota en los
datos reflejados en la Tabla No. 1, puesto que el porcentaje de participación para los
años de referencia es del 8,4% y 9,2%, no así lo evidenciado por Aguilar (2007), en
donde para parcelas con ausencia de cultivos extensivos en su mayoría tienen a la
mujer como responsable de la producción. La Tabla No.3 refleja esta relación negativa
de las mujeres con la productividad medida en toneladas métricas, con lo que si bien
los resultados de la aplicación de agroquímicos resultan favorables al aumento de
producción, esto se contrasta no sólo con los costos que esto conlleva, sino, con la
potencial pérdida de agrobioversidad al minimizar la importancia de la mujer como lo
menciona Ballara et al. (2012).
La concentración por otro lado resultó no ser estadísticamente significativa así como
en los resultados presentados por Nakano et al. (2013). La asociatividad por otra parte,
pierde fuerza para la práctica agrícola sobre este tipo de cultivos, dado que el producir
de manera individual aumenta las toneladas métricas en 0.21 unidades, como
menciona Lang (2017) estos resultados alentados por políticas hegemónicas que en
principio son planteados bajo el precepto de pobreza, decantan en una destrucción de
los modos de vida particulares de cada población, ya que no se toma en cuenta las
nociones de pobreza y riqueza que tiene cada grupo particular, sino se los denomina:
“clientela o beneficiarios pasivos”, concepto con que se asocia el PSAR.
De continuar la tendencia que ha reflejado la estimación realizada, Grispun (2008)
expresa que de llegar a extenderse este tipo de prácticas intensivas en agroquímicos,
los pobladores rurales serían aún más vulnerables hacía los concentradores de recursos
(tierra, capital, insumos) tal como ya se refleja en México con las industrias
maquiladoras, y en Chile con las exportadoras de frutas.
Esta concentración de recursos a su vez trae consigo consecuencias no sólo
económicas sino también de naturaleza social y ambiental, dado que al encontrarse la
riqueza concentrada en un pequeño grupo de empresas no se puede tener una
asignación eficiente de recursos (Grispun, 2008).
Un ejemplo de esta concentración es el caso de PRONACA para el Ecuador, empresa
parte del PSAR, la cual como lo evidenció Baez (2017), para el 2013, el grupo
PRONACA, concentraba el 66% del mercado correspondiente al segmento de
elaboración y conservación de carne, ésta concentración es posible, según León y
Yumbla (2010), gracias al control que PRONACA detenta de toda la cadena
productiva a través de contratos en el agro. El fenómeno “PRONACA”, extendido a
varias dimensiones adicionales (agrícola. etc.) si bien ha reducido los niveles de
pobreza en el área rural, también ha incrementado los ingresos de los grupos
económicos de manera extraordinaria, esto apoyado en las políticas estatales del
cambio de la matriz productiva (Báez, 2017).

Conclusiones

El PSAR enfocado en los cultivos extensivos del maíz y arroz si bien logra
incrementar la productividad en términos de toneladas métricas, hace que los mismos
ocupen cada vez más superficie apta la agricultura, esto deriva en procesos de erosión
de suelos debido al uso intensivo de agroquímicos. Empresas como Agripac e India ya
se encontraban en el negocio de la agricultura bajo contrato desde antes de la
presentación del programa oficial. Un claro ejemplo es la provincia de Los Ríos en
donde debido a la extensión de estas prácticas, la superficie agraria está enfocada en
cultivos extensivos, como lo indica la ilustración No. 1, se muestra esta provincia en
función de la localización de la principal planta procesadora de Agripac la cual se
ubica en esta localidad.
Por otro lado, se deben alentar las iniciativas en torno a la mujer y no sólo eso, sino,
que como lo expresa Sen (1992) se debe tomar en cuenta la generación de capacidades
tomando en cuenta los rasgos de cada población, concepto afín a lo expuesto por Lang
(2017). Por tanto los programas deberían considerar el rol de la mujer en la
preservación de la biodiversidad, pero, no sólo con transferencias sino con un proyecto
integral, que busque cumplir lo postulado por Sen (1992) y Lang (2017). Esto en
función de la soberanía alimentaria del país.

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Anexos

Tabla 1 Estadística Descriptiva años 2013-2016


Fuente: ESPAC 2013-2016. Elaboración: Autor.
Tabla 3 Razones de pérdida

Fuente: ESPAC 2013-2016. Elaboración: Autor.

Ilustración 1 Mapa Multitemporal de Cultivos Los Ríos

Fuente: IEE-OCARU
Fuente: ESPAC 2013. Elaboración: Autor.

Programación en Stata

*para determinar los datos vacíos


sum su_plaguicidas su_fertilizada su_riego total_trabajadores total_mujeres
total_sinrem totalm_snrem num_cutransitorio num_cupermanente num_arboles
producciontm su_sembradaha
*para la variable de riego
replace su_riego=0 if briego==2
sum su_riego
gen auxfertilizantes=0
replace auxfertilizantes= uso_fertorganico+ uso_fertquimico
replace su_fertilizada=0 if auxfertilizantes==4
sum su_fertilizada
gen auxplagicidas=0
replace auxplagicidas= uso_pestorganico + uso_pestquimico
replace su_plaguicidas=0 if auxplagicidas==4
sum su_plaguicidas
tab semilla
tab ra_perdida
tab briego
tab asociatividad
tab uso_fertorganico uso_fertquimico
tab uso_fertquimico
tab uso_fertorganico
tab uso_pestorganico
tab uso_pestquimico
*para crear la variable productividad
gen productividad=0
replace productividad= producciontm/su_sembradaha
replace asociatividad=0 if asociatividad==2
*para crear la variable del pesticida
replace uso_pestquimico=0 if uso_pestquimico==2
gen auxfertqui=0
replace auxfertqui= su_fertilizada+1
gen lns_fert=0
replace lns_fert=ln( auxfertqui)
gen auxpestqui=0
replace auxpestqui= su_plaguicidas+1
gen lns_pest=0
replace lns_pest=ln( auxpestqui)
*para la biodiversidad
gen biodiversidad=0
replace biodiversidad= num_cutransitorio + num_cupermanente + num_arboles
*para la variable de rol
gen auxmujert=0
replace auxmujert= total_mujeres/ total_trabajadores
gen mujerest=0
replace mujerest=1 if auxmujert>0.5
gen auxmujert=0
replace auxmujert= total_mujeres/ total_trabajadores
gen mujerest=0
replace mujerest=1 if auxmujert>0.5
*regresión
reg productividad ib1.semilla su_riego su_perdida biodiversidad lns_pest asociatividad
mujerest ib1.concentracion anio
*validacion
ovtest
reg productividad ib1.semilla su_riego su_perdida biodiversidad lns_pest asociatividad
mujerest ib1.concentracion anio, robust
vif
predict r, resid
hist r
swilk r
ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL

FACULTAD DE CIENCIAS

La agricultura bajo contrato y sus implicaciones en las prácticas


agrícolas

ECONOMETRÍA APLICADA AL ANÁLISIS CUANTITATIVO

DAVID ALEJANDRO SINGAÑA TAPIA

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