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118 Epistemología de .la matemática I


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Matemática para 1as aplicaciones a Nlatemática por el gusto de inquirir
i\
la física (Weyl). :\
(Griegos) .
;\
N4atemática constructivística, N'Iatemática idealística 1\
(Bishop, Heyting, Kushner). (Bishop, Heyting, Kushner). i\
Enunciados finitos: fórmulas con re- Enunciados ideales: fórmulas sin re- i\
ferencia a contenido y generalmente ferencia a contenido y demostrables. \
numéricas.
\

\'n\"u-
Los 23 p,oblernas rrlaterr¿áticos de Hilbert en el ir crn¿
París, 1-9OO
Proceedings of symposia in Pure Mathematics. Mathematical developments
arising from Hilbert Problems. 1g76. volume xxvrrr. part 1. pp. 1-84. anrs).

En cuanto una rama de la ciencia of,ece abundancia de problemas, ella está vivien-
te; ausencia de problemas presagia extinción o cesación de independencia. Así sorno
cada empresa humana persigue ciertos objetivos. también 1a investigación matemáti-
ca requiere sus problemas. Es por Ia soiución de problemas como un investigador
comprueba e1 temple de su acer:o.
un antiguo rnatemático francés dijo: "tlna teoría ¡natemática no ha de ser considerada
completa rnientras no sea tan clara clue no se ra pueda explicar a1 primero que pase
por 1a cal1e" .

un probiema matemático ha de ser critíciI para que varga la pena, aunque no com-
pletamente inaccesible para que no frustre nuestros esfuerzos; ha de ser una pista en
un tortuoso sendero hacia verdades ocr,iltas; ha de recompensarnos finalmente con e1
placer de lograr 1a solución.
La conwicción de solubilidad cle todo problema matemático es un incentivo poderoso
para el indagador. oímos dentro de nosotros una llamada persistente: Aquí esiá el pro_
blema. Busque 1a solución. Puede encontrarla ¡acionalmente, porque en matemática
no ha¡, ignorabimus.
(Hilbert. Problen¿o.s m,atemáticos. 1900. Ir crlr. parís).

se transcriben a continuación, en recuadros, extractos de los enunciados de


Hilbert.
.==..=-É-:-

II. Epistemología de 1a maternática 119

1. Problerna de Cantor del núrnero cardinal del contimro

Las investigaciones de Cantor


iacerca de conjuntos equivalentesl sugieren un teo-
rema rnuy plausible que nadie, sirr embargo, ha iogrado establecer, a saber: cada
sistema con infinitos números o puntos, es, o equivalente al conjunto de los núme-
ros naturales, o, a1 conjunto de 1os ¡rírrne¡os reales, por 1o tanto, a1 continuo, esto
es, a 1os puntos de una recta. Hay, así. solo d.os conjuntos de números, el nurnerable
y e1 continuo.
De este teorema se seguiría que eI continuo tiene el siguiente número cardinal
después del conj rmto numerable.
cantor considera una especie particular de ordenación que designa como conjunto
bien ordenado aquel en el que no solo el conjunto mismo sino cualquiera otra
ordenación parcial tiene un primer elemento. El sistema de los enteros 1, 2, 3, ...
en su orden natural es desde luego una buena ordenación.
Por otra parte, el sistema de todos los números reales, es decir, e1 continuo en su
orden natural, no es evidentemente bien ordenado. si pensamos en 1os puntos cie
un segmento de recta, excl.uido el punto inlcial, no hay primer elemento. Surge
entonces la cuestlón de si la totalidad de todos los números puede ser arreglada
de ta1 modo que cada conjunto parcial terrga un pr.imer elemento, es decir, si e1
continuo puede ser conslderado como conjunto bien ordenado, cuestión que cantor
cree que ha de =er contesLada all rmativa men ¡e.

Cornentarios
Zermelo (190a): Todo conjunto puede ser bien ordenado (supone axioma
de elec ción).

Si c designa el cardinal del conjunto de los números reales, entorces,


. c es L1n conjunto no numerable.
a cr:C.
. cc es un conjunto mayor que c.
. Hay tantos puntos c sobre una recta, sobre un segmento de recta, so-
bre eI plano o sobre un espacio de dirlensiór] finita, mayor o iguai a
tres, y¿l que entre cada par de estos conjlrntos puede establecerse una
correspondencia uno a uno.
Si N rlesigna cardinalidad de conjuntos infinitos, entonces,
N0 es el lr.*renor cardinal inflnito.
N1¡ €s el carclinal de los conjuntos numerables.
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Epistemología de la matemática
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,

Ns es e1 único cardinal numerabie.


N1 :2N0. F
N1 es L1n conjunto no numerable. rl
Hipótesis del continuo de Cantor ( 1B7 ) : No hay conjunto infinito con
t
número cardinal mayor que N6 y rnenor que N1, es decir N1 :6: !No.
t

O también: ¿trxiste un subconjunto del conjunto de los números reales que F
sea mayor que e1 mayor conjunto numerable pero menor que el conjunto I
de los números reaies? Cantor pensó mucho en este problema asÍ como ¡l
en ei de Ia buena ordenación. En los años veinte del siglo xx Hilbert t
trabajó también en Ia hipótesis del continuo ([335], 185). rrt
Góclel mostró, en 1940, qre {Z
- F} + {I1c} es consistente. t
Cohen mostró, en 1963, q:ue {Z - ,tr} + --{Hc} es consistente. I
Suponiendo que la axiomatización de la teoría de conjuntos de Zermelo-
I
Fraenkel sea consistente, Ia afirmación o 1a negación de la hipótesis del f
continuo no produce contradicción. La hipótesis de1 continuo es indeci- I
dible. t
t
2. Cornpatibilidad de los axiornas de la aritrnética t
§
A1 erlprender la investigación acerca de los fundamentos de una ciencia, hay que t
cornponer un sistema de axiomas que contenga una descripción exacta y completa t
de las relaciones subsistentes entre las idea.s elementales de tal ciencia- Los axioma.s
así irrstituidos son al rnismo tiempo las deflniciones de las ideas elementales: ningún
i
enunciado de los de la ciencia cuvos fundamentos se estudlan se tiene como correcto t
a menos que pueda ser derivado de los axiomas dados mediante un núme¡o finito
de pasos lógicos.
F
§
Surge ia cuestión: Si, de algrin moclo, ciertos enunciados de a1gún axioma puedan
depender de otro, y si 1os axiornas no han de contener partes cornunes, que hayan
\
de se¡ aisladas, si se intenta llegar a un sisterna cle axiomas independientes entre \
sí. \
Pero sobre todo quiero clesignar la siguiente como la más importante entre 1as \
numerosas pregu[tas Ielativas a los axioma.s: demostrar que no son contradictorios. §
esto es, que un número finito de ¡ra"sos lógicos con base en ellos no pueden llevar
jamás a resultados corrtradictorios- t
i
Po¡ otra parte, se requiere un ¡nétodo directo para la demost¡ación de 1a compa- !i
tibilidad de los axiomas de la aritrnética.
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II. Epistemología de Ia matemática 12L

Añado ia observación siguiente: Si se asigrran atributos contladictorlos a un con-


cepto, afirmo que matemáticarnente el concepto no existe. LIn número real cuyo
cuadrado es -1 no existe, matemáticarne¡te. Pero si puede ser probado que los
atributos asignados a un concepto no pueden nunca conducir a una contradic-
ción al aplicar un núme¡o finito de procesos lógicos, digo que está confirmada 1a
existencia matemática dei concepto.
La demostración de la compatibilidad de los ¿uxiomas es aI mismo tiempo la de-
¡nostración de existencia matemática del sistema cornpleto de 1os números reales,
es decir, del continuo. La totalidad de los números reales es un sistema de cosas
cuyas lelaciones mutuas son gobemadas por los a;<iomas introducidos y para las
cuales son verdaderas todas las proposiciorres, y solamente aquellas, de¡ivables de
los axiomas por un número flnito de procesos iógicos.

Cornentario
Góde1 (1931): En cada sistema formal consistente que contenga una cierta
porción finitaria de teoría de números hay proposiciones aritméticas inde-
cidibles. Además, Ia consistencia de cualquiera de esos sistemas no puede
ser demostrada en el sistema mismo (Resumen dei mismo Gódei en 1963).

La igualdad de los volúrnenes de dos tetraedros de bases iguales


y de alturas iguales

Las pirámides que tienen la misma altura y tienen triángulos como bases son entre
sí como sus bases (truclides. Eletnentos. Libro xtr. Proposición 5).
E1 problerna análogo para e} plano ha sido resuelto. Gerling logró demostrar 1a
igua.ldad de ',olumen de poliedros simer rico" dividiendolos en partes congruentes.
NIe parece probable que una derrrostración general de este género para e1 teorema
de Euclides es imposible y habría que dar una prueba rigurosa de tal imposibilidad.
Ella será obtenida una vez que se hayan podido especiflcar dos tetraedros de bases
iguales e iguales alturas que no puedan ser dispuestos cono tetraedros congruentes
y que no puedan se¡ cornbinados con tetraedros congruentes hasta obtener dos
poliedros disponibles como tetraedros congruentes.

Cornentarios

1900. Por agregación de tetraedrd congruentes no es posible comple-


t¿rt policdlos tales que por su parte §ean descomponibles en tetraedros

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congruentes. Dehn ha puesto de manifiesto, en forma rigurosa, la impo- It


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sibilidad de fundar 1a teoría clel contenido espacial al modo como se ha t:


I

rl
hecho para el contenido superficial ([215], 80).
¡ Este enunciado de Euclides involucra aplicación de1 método de exhaus-
ción que Gauss quería evitar, según ia cita de Hilbert, a1 introducir este T
problema. lr
4. Problerna de la línea recta corno la rnás corta distancia entre dos t
puntos I
i
Si de entre los axiomas necesarios para establecer la geometría euclidiana ordinaria,
fr
se excluye el postulado de las paralelas lde truclides], se obtiene Ia geometría de T
lBolya i]-Lob,achevski. I
Si, ademrís, se excluye el axioma. según el cual de tres puntos sobre una recta. uno
único está entre los otros dos, se obtiene la geometría (elíptica) de Riemann.
ü
Si se excluye el axioma de Arquímedes se obtienen las geometrías no arquimedianas ñ
estudiadas por Veronese y por rní rnisrno.
*
Surge una cuestión más general. Quisiera dirigir 1a a,tención de ustedes hacia un
teorema que ha sido empleado por diversos autores como definición de línea recta,
t
a saber, que 1a recta es la más corta distancia entre dos puntos. EI contenido ñ
esencial de este enunciado se reduce al teorema de Euclides, según e1 cual en un (
triángu1o Ia suma de dos de sus lados es siempre mavor que eI tercero. (
Euclides estableció este teorema valiéndose del teorerna del ángu1o externo v de §
los Leoremas r1e congrttencia..
t
No se prrede probar este teorema sobre la base solamente de ios teoremas de con-
gruencia entre segmentos y entre ángu1os, sino que se requiere alguno de los teo-
i
remas de congruencia de triárrgulos. §
Se pregunta,, pues, por una geometría en la que valen todos los axiomas de ia t
geometría euclidiana ordinaria y. en particular los axiomas de congruencia, excepto t
e1 cie congruencia de Lriárrgulos (o todos excepto el teorerna de igualdad de 1os
ángulos de la base en un triángulo isósceles), y, en 1a que además, la proposición
t(
según ia cual en cada triángulo La suma cle dos lados es mayor que e1 tercero es
asurnida como axioma particular' §
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Cornentarios
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o Algún tiempo tuvo un estltdio. (1903), de Georg Harnel (L877-!954),
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alumno de Hitbert, com() solución c1el problema. tr
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