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La industria de los colorantes y pigmentos


Autor: Ascensión Sanz Tejedor
Un colorante es un compuesto orgánico que al aplicarlo a un sustrato
(generalmente una fibra textil pero también a cuero, papel, plástico o alimento)
le confiere un color más o menos permanente. Un colorante se aplica en
disolución o emulsión y el sustrato debe tener cierta afinidad para absorberlo.
Los colorantes en general son solubles en el medio en el que se aplican o en el
producto final. La producción mundial de colorantes es del orden de 90 millones
de kg al año.
Un pigmento, por el contrario, es una sustancia coloreada e insoluble que se
dispersa en un medio adecuado para su uso. Se emplean principalmente para
colorear plásticos y para pinturas y tintas de imprenta.
1.- Color y colorantes.
Las sustancias coloreadas son las que absorben luz en la región visible del
espectro (380 a 750 nm). Una sustancia presenta el color complementario del
que absorbe ya que este se resta de la luz reflejada o transmitida. Las sustancias
que no absorben luz visible son blancas o incoloras, y las que absorben todas las
longitudes de onda son negras. Si la banda de absorción es aguda el color es
brillante, mientras que una banda ancha y difusa da lugar a un color opaco.
La absorción de radiación se debe a que los electrones de las moléculas pasan a
un estado electrónico superior por la acción de un "quanto" de radiación. En
moléculas con varios dobles enlaces conjugados las diferencias entre niveles de
energía se acortan, y la energía correspondiente a la luz visible es suficiente para
promover transiciones electrónicas permitidas entre orbitales. Ejemplos: π→π*
(etileno: λ=165 nm, 727 kJ/mol; benceno: λ=256 nm, 469 kJ/mol) y n→π*
(formaldehído: λ=305 nm, 395 kJ/mol) (σ→σ* ≈ 200 nm). Cuanto mayor es el
número de dobles enlaces conjugados, mayor es la longitud de onda de la luz
absorbida, y mayor la intensidad de la banda de absorción (Tabla 11.2).
Tal y como se observa en la Tabla 11.2 el color de las sustancias depende del
número de dobles enlaces conjugados. A medida que aumenta la extensión del
sistema conjugado el tono de color se desplaza a verdes, azules y negros. El color
aparece siempre como consecuencia de la acción conjunta de dos agrupaciones
atómicas diferentes: el cromóforo y el auxocromo. El grupo cromóforo (del griego
portador de color) es un grupo funcional tal como -C=C-, -N=N- (grupo azo) y
anillos aromáticos con bastantes electrones en orbitales n y/o π que dan origen
al color que observamos. El cromóforo es por si solo el responsable del color. Los
sistemas cromóforos más importantes son:
 Cromóforos etilénicos: Ar-(CH=CH)n-Ar; (n≥4)
 Cromóforos azo: -R-N=N-R
 Cromóforos aromáticos:
o derivados del trifenilmetano: [Ar3CH]
o derivados de la antraquinona
o ftalocianinas
o derivados heteroaromáticos
Las moléculas que tienen un grupo cromóforo pueden actuar como colorantes.
Los dos tipos de colorantes industriales más importantes son los azoicos y los
antraquinónicos, aunque hay otros como los colorantes indólicos, de los cuales
el más representativo es el índigo, de color azul, los colorantes de ftalocianina,
como la ftalocianina de cobre de color turquesa muy resistente a la luz, y los
derivados de triarilmetano. El principal representante de esta serie es el verde de
malaquita.
Algunos colorantes representativos son:
La presencia en la molécula de grupos con pares de electrones no compartidos
(-NH2; -OH; -NO2; -COOR, entre otros) modifica el color y la intensidad de la
absorción características de un grupo cromóforo. Estos grupos, que por si mismos
no confieren color, reciben el nombre de auxocrómicos. Los grupos auxocrómicos
cuando son donadores de electrones (-OH, -OMe, -NH2, NHR; NR2) intensifican
la absorción de luz y desplazan el máximo del espectro a mayores longitudes de
onda (fotones de menor energía), esto es cambian el color a tonos azulados y
verdes. Reciben el nombre de batocrómicos. Los grupos que atraen electrones (-
NO2; -COOR) desplazan la absorción a longitudes de onda más cortas y el color
a tonos amarillos y anaranjados y se llaman hipsocrómicos. El color siempre
aparece como consecuencia de la acción conjunta de dos agrupaciones atómicas
diferentes el cromóforo y el auxocromo, si bien el cromóforo es la causa
inmediata del color.
La industria química ha desarrollado una amplia gama de colorantes sintéticos
que permiten acceder a una gran diversidad de tonalidades. Para nombrar esta
variedad de productos no se utiliza la nomenclatura sistemática sino un nombre
comercial y un código numérico, que se encuentran registrados en el Indice de
Colores (Colour Index). Los colorantes están clasificados en diferentes volúmenes
por su aplicación tintorea, su estructura química y su nombre comercial.
Un colorante industrial ha de cumplir una serie de propiedades imprescindibles:
 Fijarse sobre la fibra textil a teñir
 Tener resistencia al lavado y a la luz y
 Cumplir determinadas condiciones de carácter sanitario.
Por ello en las moléculas de colorante se introducen, además de los grupos
cromóforo y auxocrómicos, grupos ácidos, básicos, alquilo u otros que les
confieren buenas propiedades para el teñido de las fibras y resistencia al lavado
y a la luz.
2.- Colorantes azoicos (35% del total)
Los colorantes azoicos son los más consumidos y se caracterizan por la presencia
de un grupo azo (-N=N-) en la molécula que une, al menos, dos anillos
aromáticos. El grupo azo tiene 6 electrones "móviles" (deslocalizados) que a su
vez están deslocalizados con los anillos aromáticos adyacentes. Todos los
compuestos azoicos son coloreados pero no todos son útiles como colorantes.
2.1- Obtención de los colorantes azoicos
Para la preparación de colorantes azoicos se utiliza siempre una amina aromática
que por reacción con ácido nitroso (preparado in situ desde NaNO2 y HCl) da
lugar a un compuesto dinitrogenado llamado sal de diazonio. Esta reacción recibe
el nombre de diazotación.
Las sales de diazonio aromáticas son compuestos estables que actúan como
electrófilos débiles, y dan reacciones de Sustitución Electrófila Aromática frente
a fenoles y arilaminas. El proceso, que transcurre en frío y con rapidez, recibe el
nombre de copulación. La copulacion de fenoles se hace a pH ligeramente básico
y la de aminas a pH ligeramente ácido. La sustitución se produce
preferentemente en para salvo que esta posición esté ocupada.

La preparación de estos colorantes requiere, por tanto una amina aromática y


otro compuesto aromático que se copule con el primero. Para este fin la industria
utiliza una gran variedad de productos intermedios que, a su vez, se obtienen del
petróleo. En la Figura se muestran varios ejemplos de productos comerciales.
Para cada molécula se indica la amina de partida (A) que ha experimentado
diazotación y el compuesto aromático que se copula. La nomenclatura CA
(copulante-amina) hace referencia a un compuesto diazotable que experimenta
una segunda copulación, y DA un compuesto con dos grupos diazotables.
2.2- Cromóforos de los colorantes azóicos
El grupo cromóforo, la extensión del sistema conjugado y los grupos
auxocrómicos determinan el color. Los cromóforos azo de mayor importancia
comercial se muestran en la Tabla 11.3, donde se observa como un aumento en
el número de grupos azo desplaza el color a tonos oscuros, verdes, azules y
negros.

2.3- Estabilidad a la luz


La resistencia a la luz es un requisito importante para los colorantes que se
utilizan en cortinas, alfombras y tejidos. Los fotones de luz visible y el O2 pueden
romper el enlace N=N por un mecanismo de radicales libres y decolorar los tejidos
teñidos. Para evitar este problema es necesario proteger el grupo cromóforo por
alguna de las siguientes estrategias:
Mediante sustituyentes voluminosos, colocados en posición orto respecto del
grupo azo, que impidan el ataque al grupo azo (azul directo-15).
Los sustituyentes atractores de electrones disminuyen la disponibilidad de
electrones sobre los átomos de nitrógeno aumentando la resistencia a la luz
(grupo sulfónico y CF3).
Mediante sustituyentes en orto que formen puentes de hidrógeno con los pares
de electrones sin compartir del cromóforo: verde directo, negro directo y rojo
para Nylon entre otros.

Mediante la formación de complejos con iones metálicos, en particular cobre,


cromo y cobalto. Estos complejos se forman con facilidad en o,o'-dihidroxiazo
derivados azul ácido-158. Por este procedimiento también se produce un
oscurecimiento del color.

También se han desarrollado colorantes para conseguir telas desteñidas con una
calidad controlada.
2.4.- Fijación la fibra y resistencia al lavado
Un colorante además de resistencia a la luz debe presentar resistencia al lavado
y a la abrasión con objeto de que la coloración sea permanente a lo largo de la
vida útil de la fibra. Las prestaciones que se piden a un colorante dependen del
uso que se de al objeto teñido. No es igual teñir papel que una prenda que se
lava con frecuencia. Las cortinas, por ejemplo, están expuestas a la luz, las
alfombras al deterioro y los trajes de baño al cloro de la piscina o al agua salina
del mar. Para ello el colorante debe quedar anclado a la fibra, lo cual se consigue
mediante cinco procedimientos; formación de una disolución sólida,
insolubilización, o la formación de enlaces iónico, covalente o puentes de
hidrógeno. El proceso a utilizar depende de la estructura de la fibra, en particular
de los grupos funcionales que contiene y del carácter hidrófilo o hidrófobo de la
misma.
3.- Colorantes para lana y seda natural.
La lana y la seda son proteínas fibrilares y están formadas por largas cadenas de
unidades de α-aminoácidos, RCH(NHR)COOH, con grupos ácido y amino libre. La
tinción de estas proteinas se realiza con los denominados colorantes aniónicos o
ácidos, o bien con colorantes catiónicos o básicos. Los primeros suelen tener uno
o más grupos sulfónico y los segundos son sales de amonio cuaternario. En
ambos casos la fijación del colorante a la fibra es por enlace iónico (fuerzas
electrostáticas). La tinción con los colorantes aniónicos se realiza en medio ácido
con objeto de transformar los grupos amino de la fibra en otros grupos amonio
con carga positiva. El teñido se debe a que los grupos sulfónico se fijan a los
grupos catiónicos de la fibra por enlace iónico, y la cadena alquílica presente
produce repelencia al agua aumentando la resistencia al lavado. Estos colorantes
son los más empleados para la tinción de la lana.

Un ejemplo es el rojo ácido-138:

La tinción con colorantes catiónicos se realiza en medio básico. En estas


condiciones los grupos ácido de la fibra se transforman en grupos carboxilato con
carga negativa. Así, el colorante catiónico, a través del nitrógeno positivo, se une
por fuerzas electrostáticas, a los grupos aniónicos de la fibra.
Cuando no se quieren tonos brillantes se utilizan los colorantes “mordentes”. Se
trata de moléculas que forman complejos con cationes tales como Al+3, Cr+3 o
Cu+2. Algunos colorantes ya están formando complejo con el catión y se aplican
en disolución neutra como el azul ácido-158. En otros casos el catión metálico se
adiciona durante el proceso de tinción como el negro azulado-17.

El cuero y las fibras acrílicas (tienen grupos sulfato terminales procedentes del
proceso de polimerización) también se pueden teñir con colorantes catiónicos.
Estos colorantes muestran una extraordinaria solidez.

4.- Colorantes para fibras de celulosa.


Las fibras de celulosa, algodón, lino y rayón, no tienen grupos ácidos o básicos y
no pueden formar enlaces iónicos. Sin embargo, tienen un gran número de
grupos hidroxilo y pueden teñirse con moléculas que formen puentes de
hidrógeno con éstos. Los colorantes utilizados para este fin se denominan
"colorantes directos" (es el que tiñe directamente la fibra). Estructuralmente
requieren ser moléculas lineales, planas y largas, con varios puntos de anclaje
(como la celulosa) que se unen a los grupos hidroxilo de la fibra, y deben tener
una solubilidad en agua mínima. Estos colorantes se aplican en disolución acuosa
neutra y caliente, a la cual se le ha adicionado un electrólito. Quedan unidos a la
fibra bien por puentes de hidrógeno con los grupos hidroxilo de la misma. Algunos
ejemplos de estos colorantes son el azul directo-15, el rojo directo-81, el verde
directo-7 y el negro directo-38. La principal limitación de estos colorantes deriva
de la debilidad de los enlaces de hidrógeno, de ahí que las prendas de algodón
pierdan color con los sucesivos lavados. Estos colorantes son útiles para colorear
papel.
Un método alternativo para teñir el algodón consiste en formar un colorante
insoluble in situ sobre la fibra. Para ello el tejido se impregna con una disolución
de un compuesto no colorante naftol AS (molécula aromática pequeña). Esta
molécula se fija a la fibra por puentes de hidrógeno y, al mismo tiempo, queda
ocluido en los poros de la fibra. La síntesis del colorante se realiza, en un segundo
paso, por adición de una sal de diazonio sobre el tejido a teñir (algunas sales de
diazonio son estables lo que evita al tintorero tener que prepararla desde la amina
aromática correspondiente). Esto da lugar a la formación de un azoderivado
insoluble cuyo tamaño es mayor que los poros de fibra. El colorante queda, de
este modo, anclado a la fibra por puentes de hidrógeno y por formación de
agregados intermoleculares insolubles dentro de los poros de la fibra. Estos
colorantes insolubles se llaman azoicos sobre fibra y resisten bien los lavados con
agua. Estos colorantes carecen de grupos SO3- y no son solubles en agua.

También se ha desarrollado la formación de lacas. En este caso el algodón se


trata con disoluciones de una sal (sulfato o acetato) de Al+3, Cu+2 o Cr+3, y se
añade el colorante el cual forma un complejo con el catión metálico.
La mejor solución para el teñido de las fibras de celulosa es el empleo de los
denominados colorantes reactivos. El teñido requiere la acción de un “mordente”
que es una molécula unida por enlace covalente al colorante y que, además,
posee un grupo funcional capaz de formar un enlace covalente con los grupos
hidroxilo de la fibra. Inicialmente se adiciona el colorante unido al mordente a pH
= 7 en frío. Seguidamente se efectúa la reacción química entre el mordente y la
fibra a pH > 7 y elevada temperatura. Se consigue así un teñido permanente. La
principal limitación de estos colorantes es su precio. Algunos ejemplos son el
clorocianúrico y el sulfato de etilsulfona.
6.- Colorantes antraquinónicos (25% del total).
Los colorantes antraquinónicos se obtienen a partir de la antraquinona, la cual
presenta un color amarillo pálido, pero la presencia en la molécula de grupos
dadores de electrones permite obtener coloraciones muy diversas. Los colorantes
de antraquinona se utilizan en casi todos los tipos de fibras, si bien los colorantes
dispersos son los más importantes.
La fijación sobre los tejidos de celulosa se realiza teniendo en cuenta la facilidad
con que el sistema quinónico se reduce a diol. Para ello se trata el colorante con
un agente reductor, generalmente con ditionito de sodio en medio alcalino. El
diol, soluble en agua, se fija a la fibra y luego se oxida al aire para regenerar la
estructura quinónica insoluble que es la que presenta color. A este procedimiento
se le denomina tinción a la cuba.

Estos colorantes se usan en todo tipo de tejidos, en especial para cortinas por su
extraordinaria resistencia a la luz. Son muy apreciados los tonos amarillos.
7.- Colorantes de estilbeno. Agentes de blanqueo fluorescente.
Se utilizan en la industria textil (blanqueo de textiles), industria papelera y
aditivos para detergentes. Absorben luz en la zona UV del espectro entre 330 y
380 nm y, la remiten entre 430 y 470 nm que es la región azul del espectro
visible.

8.- Pigmentos orgánicos.


El segundo uso importante de los compuestos orgánicos coloreados es como
pigmentos. Se trata de compuestos insolubles que se emplean, principalmente,
para colorear plásticos, para pinturas y tintas de imprenta. Los pigmentos
orgánicos se caracterizan por un mayor poder de tinción y una textura más suave
que los pigmentos inorgánicos como el cromato de plomo.
Los pigmentos han de tener buena capacidad de dispersión, ya que se usan,
finamente divididos, en suspensión con disolventes orgánicos (pinturas y
barnices) o bien en emulsiones acuosas. En la pigmentación el compuesto
coloreado se incorpora a la masa de pintura o al plástico, durante el proceso de
fabricación, y queda atrapado dentro cuando el medio se endurece. Por tanto no
es necesario un mecanismo para asegurar la captación y retención, de ahí que el
número de pigmentos sea considerablemente menor que el de colorantes.
Los pigmentos deben presentar una elevada resistencia a la luz con el fin de
soportar los efectos de una prolongada exposición a las condiciones climáticas
externas. Otro requisito importante es la resistencia al calor, ya que han de
soportar el moldeo a elevadas temperaturas en los plásticos o el esmaltado al
horno en una pintura, a los ácidos y a las bases. Además han de ser insolubles
en agua y en disolventes orgánicos, para impedir por ejemplo que el pigmento
flote sobre una capa superpuesta de pintura blanca o de otro color. Los
azoderivados se utilizan como pigmentos en la porción amarillo a rojo del
conjunto de tonalidades. La mayoría de los pigmentos azules se basan en las
ftalocianinas de cobre.

Referencia:
Ascensión Sanz Tejedor. La industria de los colorantes y pigmentos. Universidad
de Valladolid. España. Revisado el 2018/15/01. URL:
https://www.eii.uva.es/organica/qoi/tema-11.php

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