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El cuerpo necesita de los nutrientes del azúcar para funcionar correctamente.

Sin embargo,
es común encontrar noticias o artículos que responsabilizan a este alimento como causa de
enfermedades y de la obesidad.

De acuerdo con José Orive, director ejecutivo de la Organización Internacional del Az úcar
(OIA) entre el 44 % y el 50 % de la energía diaria requerida por una persona debe provenir
de carbohidratos; entre los cuales destacan los granos, el pan y el azúcar. Además, el
cerebro requiere de 130 gramos de carbohidratos para realizar operaciones esenciales, como
por ejemplo, para que el cerebro realice las funciones motrices básicas y que pueda instruir
al cuerpo hacia dónde moverse o a qué velocidad correr, entre otras actividades. Para estas
actividades es necesario consumir una cantidad apropiada de az úcar, ya que es un
componente imprescindible para el funcionamiento del cuerpo.

Asimismo, José Orive retoma los datos de Estados Unidos, Australia y Reino Unido sobre
las condiciones de salud referentes a obesidad y consumo de az úcar. En estos países
ciertos estratos de la población presentan disminución en el consumo de azúcar y son
estos mismos los que muestran aumento en la obesidad.

Las condiciones de salud que muestran los países anteriores contrastan con las noticias
que hacen referencia a la obesidad como consecuencia del consumo de azúcar, y reflejan la
importancia de llevar un estilo de vida saludable, manteniendo un equilibrio calórico entre el
peso corporal y los nutrientes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la ingesta energética diaria


debe ser equivalente al gasto de energía; es decir, se debe contar con un equilibrio entre
los nutrientes ingeridos y la actividad física que cada persona realiza.

En consecuencia la frase popular “todo en exceso es malo” aplica perfectamente en este


caso. La clave se encuentra en contar con una buena alimentación, además de realizar
deportes o ejercicio que contribuyan a una buena salud. De acuerdo con Orive, el azúcar
debe formar parte de una dieta balanceada y ser consumida de forma prudente, cualquier
tipo de alimento en exceso daña la salud.

Es la misma OMS la que contrarresta el mito sobre la obesidad y la ingesta de azúcar al


exponer que las causas de la obesidad se deben al aumento de alimentos de alto contenido
calórico que son ricos en grasas y a un descenso en la actividad física debido a la
naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo.

La OMS también resalta la importancia de la composición exacta de una alimentación


saludable, equilibrada y variada que depende de las necesidades de cada persona (por
ejemplo, de su edad, sexo, hábitos de vida, ejercicio físico), el contexto cultural, los
alimentos disponibles localmente y los hábitos alimenticios.
En conclusión, el azúcar es un ingrediente que no debe faltar en la alimentación diaria de
las personas, ya que brinda energía para el organismo y es recomendable consumirlo
adecuadamente.

El cuerpo necesita de los nutrientes del azúcar para funcionar correctamente. Sin embargo,
es común encontrar noticias o artículos que responsabilizan a este alimento como causa de
enfermedades y de la obesidad.

De acuerdo con José Orive, director ejecutivo de la Organización Internacional del Az úcar
(OIA) entre el 44 % y el 50 % de la energía diaria requerida por una persona debe provenir
de carbohidratos; entre los cuales destacan los granos, el pan y el azúcar. Además, el
cerebro requiere de 130 gramos de carbohidratos para realizar operaciones esenciales, como
por ejemplo, para que el cerebro realice las funciones motrices básicas y que pueda instruir
al cuerpo hacia dónde moverse o a qué velocidad correr, entre otras actividades. Para estas
actividades es necesario consumir una cantidad apropiada de az úcar, ya que es un
componente imprescindible para el funcionamiento del cuerpo.

Asimismo, José Orive retoma los datos de Estados Unidos, Australia y Reino Unido sobre
las condiciones de salud referentes a obesidad y consumo de az úcar. En estos países
ciertos estratos de la población presentan disminución en el consumo de azúcar y son
estos mismos los que muestran aumento en la obesidad.

Las condiciones de salud que muestran los países anteriores contrastan con las noticias
que hacen referencia a la obesidad como consecuencia del consumo de azúcar, y reflejan la
importancia de llevar un estilo de vida saludable, manteniendo un equilibrio calórico entre el
peso corporal y los nutrientes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la ingesta energética diaria


debe ser equivalente al gasto de energía; es decir, se debe contar con un equilibrio entre
los nutrientes ingeridos y la actividad física que cada persona realiza.

En consecuencia la frase popular “todo en exceso es malo” aplica perfectamente en este


caso. La clave se encuentra en contar con una buena alimentación, además de realizar
deportes o ejercicio que contribuyan a una buena salud. De acuerdo con Orive, el azúcar
debe formar parte de una dieta balanceada y ser consumida de forma prudente, cualquier
tipo de alimento en exceso daña la salud.

Es la misma OMS la que contrarresta el mito sobre la obesidad y la ingesta de azúcar al


exponer que las causas de la obesidad se deben al aumento de alimentos de alto contenido
calórico que son ricos en grasas y a un descenso en la actividad física debido a la
naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo.
La OMS también resalta la importancia de la composición exacta de una alimentación
saludable, equilibrada y variada que depende de las necesidades de cada persona (por
ejemplo, de su edad, sexo, hábitos de vida, ejercicio físico), el contexto cultural, los
alimentos disponibles localmente y los hábitos alimenticios.

En conclusión, el azúcar es un ingrediente que no debe faltar en la alimentación diaria de


las personas, ya que brinda energía para el organismo y es recomendable consumirlo
adecuadamente.

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