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1 CORINTIOS:

Normas para el Pueblo


de Dios

Fred D. Howard

Federico P. Mariotti
Traductor

CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES


CONTENIDO

Prefacio

1. SantosIncreíbles de Corinto

2. Trabajando Juntos-Cristo No Está Dividido

3. El Crecimiento Hacia la Madurez Espiritual

4. Comportaos Como Pueblo de Dios

5. Libres Para Vivir Redentoramente

6. El Culto Cristiano: Participar Dignamente

7. Consejos Respecto a los Dones Espirituales

8. Reafirmación de la Resurrección

9, Instrucciones Finales

Cómo Estudiar Este Libro

Ideas para Organizar el Estudio Bíblico

Anual Siete Pasos Hacia un Estudio Bíblico

AnualEfectivo

© Copyright 1983 Convention Press.


Todos los derechos reservados.
Esta edición es publicada por la Casa Bautista de Publicaciones con permiso.
Clasifíquese: Estudios Bíblicos-NT
Número de Clasificación Decimal Dewey 227.2
Primera edición: 1983
ISBN: 0-311-04355-0
C. B. P. Art. No. 04355
PREFACIO

La iglesia de Corinto estaba hecha una confusión. Tenía todos los problemas que posiblemente
puede tener una iglesia: facciones, inmadurez espiritual, pleitos, conflictos matrimoniales, insistencia en
los derechos, irregularidades en el culto, exhibición de dones espirituales, conflictos teológicos. La lista
tiene características familiares ¿no es así? No podría ser de otro modo, porque estos problemas no estaban
confinados a una iglesia del siglo primero. No existen iglesias en nuestros días que no tengan una o más
dificultades como éstas. El pueblo de Dios de nuestros días necesita normas para sus vidas tanto
individuales como colectivas.

Fred Howard empieza su claro y penetrante estudio de 1 Corintios llamando a la carta de Pablo "tal
vez la más humana y práctica." Es humana porque Pablo expresa su amor e interés por gente que le
importaba. El sentía solicitud por la iglesia y la expresa en su carta. 1 Corintios es práctica porque Pablo
señala problemas de la iglesia de Corinto de los cuales había sido informado, y contesta preguntas que los
creyentes le habían formulado en una carta. Porque el apóstol lo hizo así, el texto enfrenta algunos de
nuestros probables interrogantes.

Este libro de texto puede ser usado en estudio personal o de grupo. En ambos casos, las Actividades
Personales de Aprendizaje al final de cada capítulo, ayudarán al estudiante a repasar el material cubierto.
Cuando el estudio sea hecho en grupo, la Guía de Estudio proveerá recursos de ayuda para el maestro y el
estudiante. La Guía para las Actividades Personales de Aprendizaje en este libro de texto, está en la
sección titulada "El Curso de Estudio de la Iglesia", al final del libro.

Allí está también la Solicitud de Crédito. El alumno puede mandar el formulario a la dirección
indicada. Dos ejemplares del reconocimiento de Crédito serán remitidas a la iglesia: Uno para el archivo
de la iglesia, y el otro para el estudiante.

El texto bíblico usado en esta traducción es de la Biblia traducida por Reina-Valera. Revisión 1960.
1

SANTOS INCREÍBLES DE CORINTO

1 Corintios 1:1-9
En su introducción de 1 Corintios, su carta más práctica y humana, Pablo pone de relieve la
iniciativa y soberanía de Dios. El apostolado de Pablo y la existencia de la iglesia de Corinto eran el
resultado de un llamamiento divino. El propósito de Dios para sus hijos se expresaba en su obra redentora
en Cristo; incluía el crecimiento y enriquecimiento espiritual hasta la venida visible de Cristo.

De acuerdo con las normas acostumbradas, Pablo (su nombre romano), o Saulo (su nombre hebreo),
empezó 1 Corintios identificándose a sí mismo. Debido a la naturaleza de su carta, Pablo sentía que debía
afirmar su apostolado. La palabra apóstol (v. 1), significaba uno enviado en una misión; corresponde
estrechamente a nuestro término misionero.

Aunque los doce a quienes Jesús eligió fueron designados como discípulos y apóstoles, las dos
palabras son enteramente diferentes. Un discípulo era un principiante o alumno. Si bien todos los
genuinos cristianos son discípulos, los escritores del Nuevo Testamento mencionan menos de veinte
apóstoles. Cuatro de ellos son dudosos. Además de los doce discípulos-apóstoles, los otros apóstoles
conocidos eran Matías (Hch. 1:26), Bernabé y Pablo (Hch. 14:14). Cuatro otros posibles apóstoles eran
Andrónico y Junias (Ro. 16:7), "Jacobo el hermano del Señor" (Gá. 1:19), y Epafrodito, a quien Pablo
describe como un apóstol, aunque apostolon ha sido traducido "mensajero" en algunas versiones(Fil.
2:25).

El hecho de que Judas Iscariote fue un traidor, probablemente fue la causa de que Matías fuera
elegido para tomar su lugar (Hch. 1:15-26). Este es el único ejemplo de sucesión apostólica en el Nuevo
Testamento. Después que Herodes Agripa 1 mató a Jacobo, hermano de Juan, la iglesia no eligió un
reemplazante (Hch. 12:1, 2). Considerando que Jesús comisionó a los doce apóstoles (Lc. 6:13-16), y
Pablo (Hch. 9:15, 16; Gá. 1:11), un apóstol tenía más autoridad en las iglesias del siglo primero que otros
cristianos.

Pablo atribuía su apostolado a "la voluntad de Dios" (1 Co. 1:1). En su carta a los Gálatas, dice:
"Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,
revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y
sangre" (Gá. 1:15, 16). Aunque Pabló no afirma la doctrina calvinista de la gracia irresistible, él hace un
fuerte énfasis en la iniciativa soberana de Dios en la salvación y el ministerio. Porque Dios había elegido
a Pablo, el apóstol sentía una compulsión interior por compartir el evangelio (Ro. 1:14, 15; 1 Co. 9:16-
18).

Pablo era también un apóstol por llamamiento divino. Una traducción literal del texto griego de 1
Corintios 1:1 es: "Pablo, un llamado apóstol." Pablo usó la palabra llamado para significar efectivamente
llamado, no meramente invitado. En otras palabras, Dios había invitado a Pablo a la salvación y el
apostolado. Si bien Pablo ministró a judíos y gentiles, él se consideró a sí mismo principalmente un
apóstol de los gentiles (Gá. 2:6-9).

En su salutación, Pablo incluye al "hermano Sóstenes" (1 Co. 1:1). Tal vez Pablo se refiere al
mismo Sóstenes como el principal de una sinagoga en Corinto, el cual fue golpeado por una turba delante
de Galión, el procónsul (Hch. 18:17). Aunque Pablo pudo haber conocido a más de una persona de
nombre Sóstenes en Corinto, el mismo Sóstenes pudo haberse convertido en cristiano después de su
dolorosa experiencia en manos de la turba. La palabra "hermano" era un término cristiano que expresaba
afecto y compañerismo.
Corinto, la Ciudad

Corinto era una ciudad cosmopolita de mucha inmoralidad. Su pecaminosa reputación era tan
grande que "corintianizar" significaba adoptar un estilo de vida pecaminoso y desenfrenado. No obstante,
Corinto era una ciudad próspera; era un gran centro comercial conocido por su industria bancaria y por
sus instituciones educacionales. Corinto no alcanzó a cumplir sus aspiraciones de igualar o sobrepasar la
excelencia cultural de su rival Atenas, y en muchos aspectos se convirtió en una rústica imitación de
Atenas. Cada dos años, los populares juegos ístmicos que se celebraban en el cercano puerto de Cencrea,
aumentaban el prestigio de Corinto.

Corinto estaba situada en el istmo meridional de Grecia, que era de unos 15 kilómetros de largo por
6 de ancho. El istmo conectaba el continente griego con la zona conocida como el Peloponeso.
Principalmente, la situación de Corinto en la ruta comercial de Roma al Oriente explica la causa de su
crecimiento y prosperidad. Sin embargo, Corinto también compartía la adversidad causada por la guerra y
los cambios políticos. La ciudad antigua fue destruida por el cónsul romano Lucio Mumio en el año 146
a. de J. C. Después Corinto quedó en ruinas por un siglo, pero surgió de nuevo cuando Julio César la
reconstruyó y la hizo colonia romana.

Aunque el núcleo de la nueva ciudad era romano, la ciudad creció rápidamente. Pronto atrajo a
muchos griegos, egipcios, orientales, y otros, hasta convertirse en una ciudad cosmopolita que se contaba
con Roma, Alejandría y Efeso, como las ciudades más grandes del imperio romano. Corinto atrajo
también a muchos judíos, como lo atestigua el libro de Hechos (18:4, 7, 8, 17), y la evidencia
arqueológica muestra que había en Corinto por lo menos una sinagoga. Además, Corinto era famosa por
los templos de sus deidades paganas, siendo el más descollante el templo de Afrodita, la diosa griega del
sexo y la belleza, que era mejor conocida como Venus (su nombre romano). Las numerosas sacerdotisas
prostitutas de Afrodita ayudaban a acrecentar la pecaminosa reputación de Corinto. Tal vez estos factores
contribuyeron a la final destrucción de la ciudad. El resultado final fueron unas pocas columnas de
mármol y otras reliquias de su pasada grandeza.

Pablo y Corinto

Pablo estableció una iglesia en Corinto en su segundo viaje misionero. Su ministerio inicial allí
duró un año y seis meses (Hch. 18:1-8). Después de haber tenido escaso éxito en Atenas (Hch. 17:34), él
fue a Corinto. Allá se encontró con un judío llamado Aquila y su esposa Priscila, que habían salido de
Roma debido al decreto del emperador Claudio ordenando que todos los judíos salieran de Roma (Hch.
18:1, 2). Según el historiador romano Suetonio, el decreto del año 49 se debió a una disputa entre los
judíos respecto a un hombre llamado Chrestus, que puede ser un erróneo deletreo de Christus (Cristo). De
ser así, el cristianismo ya había llegado a Roma, y había causado una división entre judíos creyentes y no
creyentes. Puesto que Aquila y Priscila hacían tiendas como Pablo, el apóstol vivió y trabajó con ellos. Al
mismo tiempo persuadía a judíos y griegos a aceptar a Cristo (Hch. 18:3, 4).

La llegada de Silas y Timoteo desde Macedonia al parecer inspiró en Pablo un mayor celo. El
renovado celo de Pablo causó una división tan severa entre los judíos creyentes y no creyentes que Pablo
dejó la sinagoga y continuó su ministerio en una casa vecina. La casa pertenecía a justo, un gentil
temeroso de Dios (Hch. 18:5-7). Este importante cambio llevó a la conversión de Crispo, el principal de
la sinagoga. También los miembros de su familia y muchos otros fueron convertidos (Hch. 18:8).
Mientras tanto el Señor le aseguró a Pablo en una visión que prosiguiera testificando sin temor porque
ninguno lo dañaría, y que Dios tenía "mucho pueblo" en Corinto (Hch. 18:9, 10). La frase "mucho
pueblo" probablemente se refería a los futuros cristianos potenciales, no a los ya creyentes. Más adelante
(alrededor de los años 52-53 d. de J. C.), cuando Galión se convirtió en procónsul de Acaya (la provincia
romana en la cual estaba situada Corinto), los judíos pensaron que había llegado el momento oportuno
para acusar a Pablo (Hch. 18:12, 13). Sin embargo, antes de que Pablo pudiera defenderse, Galión reveló
su conocimiento de las tácticas judías; rehusó escuchar sus cargos y los echó de su presencia (Hch. 18:14-
16). Tan pronto como Galión mostró su desdén e indiferencia por todo el asunto, algunos se apoderaron
de Sóstenes, el principal de la sinagoga y "le golpearon delante del tribunal" (Hch. 18:17). Aun cuando la
identidad de los atacantes de Sóstenes es incierta, ellos pudieron ser soldados romanos que intentaron
hacer de Sóstenes un ejemplo como representante de la facción judía.

En su tercer viaje misionero, indudablemente Pablo visitó Corinto. El apóstol salió de Efeso por
Macedonia y "llegó a Grecia" donde se quedó por tres meses. Durante este tiempo sus enemigos le
pusieron asechanzas para matarle (Hch. 20:1-3). No obstante, Pablo se refiere a una visita "con tristeza",
mentalmente dolorosa, (2 Co. 2:1), la cual no parece describir ninguna de las visitas que hemos
considerado. ¿Hizo Pablo una visita dolorosa, mentalmente dolorosa porque tuvo que tratar duramente
con la iglesia, entre su visita inicial y aquella que había hecho después de dejar Efeso en su tercer viaje
misionero?

A pesar de las facciones de los cristianos de Corinto, la presunción y la mundanalidad en general,


Pablo todavía se refiere a ellos como "los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos" (1 Co. 1:2).
La palabra iglesia (1:2 ecclesia) significaba llamados. Designaba a personas a quienes Jesús llamaba
durante su ministerio terrenal, y a las personas que él llamaba más tarde, y que aunsigue llamando. La
iglesia no empezó en Pentecostés; empezó cuando Jesús llamó a los doce discípulos para que le siguieran.
El verbo santificados significaba puesto aparte, y el adjetivo (usado como nombre) los puestos aparte, o
los santos. El concepto bíblico de santidad denota a personas o cosas puestas aparte para el servicio o
propósito de Dios. Aunque la voluntad humana está envuelta, sólo Dios separa o pone aparte. Por
consiguiente, la iglesia de hoy, u otra organización cristiana que hace santas a personas que han prestado
un servicio cristiano excepcional, no tiene base escritural. De acuerdo a como Pablo y otros escritores
bíblicos usan el término, todos los verdaderos creyentes son santos. No obstante, algunos cristianos son
más espiritualmente maduros que otros. Paradójicamente, todos los cristianos son santos y peca¬dores al
mismo tiempo.

Plegaria de Acción de Gracias (1:4-9)

Gracia de Dios ... dada en Cristo Jesús (1:4)

Por lo regular, en sus cartas Pablo seguía la salutación con una piadosa expresión de acción de
gracias. Debido a que el apóstol tenía una comprensión y compasión de verdadero pastor, oraba
frecuentemente y con regularidad por las iglesias que había fundado. Tal vez debiéramos interpretar
"siempre" en el sentido de que cada vez que oraba recordaba a los cristianos corintios, así como a los
creyentes de otras iglesias. La expresión "por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús" (1 Co.
1:4) recalca dos cosas: (1) La naturaleza esencial de su origen divino y dádiva gratuita y (2) la suprema
demostración de gracia en su acto redentor de los pecadores por medio de Cristo. (Ver Efesios 2:8, 9.) Por
consiguiente, nosotros nunca podemos ganar o merecer gracia. Tampoco podemos acercarnos a Dios y
encontrar perdón, excepto a través de Cristo, el Mediador de la gracia divina.

John Newton, convertido de una vida de cruel o insensible tráfico de esclavos, fue asombrado tan
profundamente por el poder y la bondad de Dios, que escribió su gran himno, el cual comienza:
"Oh gracia admirable, ¡dulce es!
¡Que a mí, pecador, salvó!
Perdido estaba yo, mas vine a sus pies;
Fui ciego, visión me dio." (Himnario Bautista, No. 183)

Enriquecido en Cristo (1:5-7)

Contrariamente a como somos muchos de nosotros, Dios no es un dador mezquino (Stg. 1:5). Según
Deu. 5:33, la fidelidad de Israel a Dios incluía no sólo la promesa de vida, sino la promesa de una buena y
larga vida. Jesús dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Jn.
10:10). Por lo tanto, la frase de Pablo: "Porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda
palabra y en toda ciencia" (v. 5), implica entendimiento y crecimiento espiritual. Aun cuando todos los
dones espirituales era dados potencialmente a los cristianos corintios (y a todos los creyentes) "en Cristo
Jesús" (v. 4), los creyentes corintios no habían alcanzado a darse cuenta de su potencial. En efecto, ellos
tenían un serio problema con referencia a "hablar" (la palabra) y la "ciencia" (v. 5). Su hablar se había
convertido en confusión y obstáculo para los no creyentes, y de orgullo y disensión entre los creyentes.
Además, su conocimiento había resultado en envanecimiento (8:1).

Pablo no da detalles respecto a su afirmación "el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en
vosotros" (v. 6). La forma de la palabra griega sugiere el testimonio que otros (tal vez Pablo, Bernabé y
Pedro), habían llevado en cuanto a Cristo. Por otra parte, la forma de la palabra griega podría referirse al
propio testimonio de Cristo. Uno de los usos de la palabra griega para "confirmado" era un término
comercial para indicar una garantía legal. En el v. 6 probablemente significa que el testimonio de Cristo
probaba ser válido tanto en los corazones de los cristianos de Corinto como entre ellos.

La conjunción traducida "así como" indica resultado o consecuencia. Mira atrás generalmente a
todo el contenido de los versículos 4-6, y particularmente a la "gracia de Dios" (v. 4). Dios no había
quedado en deuda con la iglesia de Corinto. Ellos no carecían "de ningún don" (v. 7). Una sola palabra
griega (charismati) se traduce "don espiritual." Deriva de charis (gracia), y significa un don que viene de
la gracia de Dios; de modo que es inmerecido. Un problema básico en Corinto era el mal uso de los dones
espirituales, especialmente el don de lenguas (capítulos 12-14). El propósito de los dones espirituales era
ayudar a los cristianos a crecer espiritualmente y administrar la gracia de Dios a otros creyentes que
esperaban "la manifestación de nuestro Señor Jesucristo" (v. 7). La palabra esperando significa anticipar
pacientemente. La manifestación (apokalupsin, revelación) de Cristo denota la segunda venida de Cristo,
aun cuando el término usual es parousia (presencia). Debido a que la divina naturaleza de Cristo estaba
velada por su humanidad (aunque era verdadero hombre como también divino), su completa revelación
espera su venida como Rey de reyes y Señor de Señores" (Ap. 19:16).

Confirmado por Cristo (1:8, 9)

El verbo traducido confirmado en la versión Reina-Valera 1960, en algunas versiones es traducido


sostenido. La expresión "hasta el fin" puede referirse al fin de la vida o al fin de la historia; tal vez se
refiera a ambos, dado que, en efecto, la muerte es el fin de la historia (tiempo) en cuanto concierne al
individuo. La palabra irreprensibles, en realidad significa lo que no puede ser llamado a cuentas; es decir,
no responsable o sin culpa. Por lo tanto, cuando Dios perdona al pecador, éste nunca puede ser culpable
otra vez por la ofensa. El versículo 8 afirma enfáticamente la seguridad del creyente. Al mismo tiempo
declara que la perseverancia de los santos depende de la preservación de Cristo. La expresión "en el día
de nuestro Señor Jesucristo," como el término "manifestación" en el versículo 7, señalan al retorno de
Cristo en gloria al fin de la historia.

De acuerdo al versículo 9, la fe del creyente descansa en la fidelidad de Dios. Partiendo de la


experiencia pasada, nosotros podemos estar seguros de que la voluntad de Dios será fiel en el futuro. Así
como Pablo era un apóstol y los corintios creyentes santos por llamado divino (v. 1, 2), Dios llamó a la
iglesia de Corinto así como nos llama a nosotros "a la comunión de su Hijo Jesucristo" (v. 9). Además, la
palabra griega koinonia puede ser traducida participación, compañerismo o compartir. La palabra denota
una relación personal íntima, o mutua participación. Dado que este compañerismo es con el Cristo
resucitado y glorificado, podemos referirnos a él como la relación vertical. En contraste, nuestro
compañerismo con otros creyentes puede ser llamado compañerismo horizontal. La experiencia de la
salvación es tal que no podemos tener una relación sin la otra. (Ver 1 Jn. 4:20.) El hecho de que Cristo es
"nuestro Señor" significa que él es nuestro Amo y la cabeza de la iglesia, su cuerpo (1 Co. 12:12-27).
Lecciones para la Vida de 1 Corintios 1:1-9

De acuerdo con la voluntad soberana de Dios, él llama a personas a la salvación y al servicio. A no


ser por la gracia e iniciativa de Dios, nosotros no hubiéramos tenido un apóstol Pablo o una iglesia en
Corinto. Hoy no existirían cristianos. No obstante, la gracia e iniciativa de Dios obran en el contexto de
nuestra libre voluntad. El usa gentil persuasión, no fuerza.

Debido a las muchas bendiciones que recibimos de Dios, siempre debemos estar agradecidos.
Además de las obvias bendiciones materiales, Dios nos da dones espirituales. Dios lo hace así para
enriquecer nuestras vidas y ayudarnos en nuestro ministerio de edificar la iglesia, el cuerpo de Cristo,
hasta que él vuelva.

Dios nos llama a una relación espiritual con él y con su Hijo Jesucristo. Esta única y eterna
relación incluye intimo compañerismo con nuestro Señor y Salvador. Sin duda, el gozo más grande en el
cielo será la permanencia de este dulce compañerismo, el cual comprenderá también a todos los otros que
conocen a Cristo en el perdón de pecados. De este modo, la familia de Dios será completa.

Actividades de Aprendizaje Personal

1. Según Pablo y otros escritores bíblicos, sólo los creyentes altamente piadosos eran santos. -□Verdad □Falso.
2. 1 Corintios probablemente fue escrita desde alrededor de a. de J. C. (Seleccione las respuestas correctas de la
lista.)
(1) Antioquía, 51-52 (3) Roma
(2) Troas (4) Efeso, 54-55

3. De la manera en que Pablo lo usa, el término paz significa la ausencia de conflicto o dificultad. □Verdad □Falso
4. La revelación de Cristo se refiere a (seleccione la respuesta correcta de la lista):
(1) La Biblia (3) Profecía
(2) Su segunda venida (4) Una visión

5. De acuerdo a 1 Corintios 1:9, la fe de los creyentes descansa en (seleccione la respuesta correcta de la lista)
(1) Sus esfuerzos (3) La fidelidad de Dios
(2) El ejemplo de otros (4) Hechos comprobados
2

Trabajando Juntos-Cristo
No Está Dividido

1 Corintios 1:10 a 2:16


Como la plegaria de su Señor por la unidad cristiana (Jn. 17:21-23), el deseo de Pablo era la unidad
en la iglesia de Corinto. La reacción de Pablo respecto a la información sobre las facciones en la iglesia,
señala a la cruz de Cristo como el factor central y unificador para los creyentes. Aunque la cruz era una
ofensa para los judíos y un absurdo para los griegos, Dios la usó para confundir a los sabios y redimir a
los pecadores. Para aquellos que están abiertos a la verdad salvadora de Dios, el Espíritu Santo está
siempre pronto y disponible para alumbrar sus mentes.

Una Apelación Urgente a la Unidad (1:10,17)

Sed Unidos en la Misma Mente 1:10

Después que Pablo supo de las divisiones en la iglesia de Corinto, apeló to, apeló a sus miembros
como... hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo". Según el uso hebreo, el "nombre" de una
persona representaba a la persona que lo llevaba. Frecuentemente, el nombre reflejaba también el carácter
y el papel de lapersona. Jesús (Joshua en hebreo) significaba Yahweh e salvador, Cristo (Messiah en
hebreo) significaba el ungido y designaba a Jesús como profeta, sacerdote y rey. El título "Señor"
indicaba que Jesús era el Amo; él ejercía completa autoridad sobre sus seguidores. Como apóstol, Pablo
ejercía la autoridad de Cristo. La expresión "que habléis todos una misma cosa" es traducción literal del
griego. Desde luego, Pablo se refería a la unidad en las doctrinas y actitudes básicas, no a los
pensamientos y acciones de autómatas que caracterizan a las personas de cerebro lavado de los cultos
modernos. Pablo usaba un trato amable pero, al mismo tiempo firme. La palabra para divisiones
(shismata, de la cual viene la palabra cisma) significaba una grieta, rotura o fisura. La forma del verbo
usada por Pablo sugiere que las disensiones no eran aún una realidad. Aunque la palabra "unidos"
denotaba el resultado final, la palabra que usó Pablo significaba restaurar o hacer completo; es decir,
restaurar algo a su condición anterior, como remendar las redes (Mt. 4:21) o arreglar sus propios caminos
(2 Co. 13:11). Los cristianos corintios debían ser de un mismo sentir o parecer (1:10).

Noticias Inquietantes (1:11, 12)

La información concerniente a las divisiones en la iglesia de Corinto llegaron a Pablo de "los de


Cloé" (literalmente, por aquellos de Cloé, v. 11). Esta referencia a Cloé en el Nuevo Testamento nos deja
a oscuras sobre su identidad. Presumiblemente, ella era una cristiana prominente. Los representantes de su
casa probablemente eran siervos (esclavos) o parientes cercanos, tal vez hijos. Es posible que fueran los
mismos "Estéfanas, Fortunato y Acaico" (16:17).

La palabra "divisiones" estaba en plural y significaba luchas, discordias, contenciones o riñas. El


problema se originaba alrededor de prominentes líderes cristianos: Pablo, Apolos y Pe¬dro. Pablo había
fundado la iglesia de Corinto durante su segundo viaje misionero. Su visita inicial duró un año y seis
meses (Hch. 18:11). Apolos fue a Corinto por recomendación de los cris¬tianos de Efeso (Hch. 18:27),
antes que Pablo volviera a Efeso de Palestina. Lucas dice que Apolos "fue de gran provecho" a los que
por la gracia habían creído; porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando
por las Escrituras que Jesús era el Cristo" (Hch. 18:27, 28). Si Pedro (Cephas en arameo, 1 Co. 1:12) fue
alguna vez a Corinto es incierto. Sin embargo, la lógica favorece la suposición de que ayudó en Corinto,
lo cual no podría haber sucedido si no hubiera estado allá. La opinión de que sólo existían tres partidos, y
que las palabras "y yo de Cristo" (v. 12), representaban la posición de Pablo, es contraria al contexto. Al
parecer, el partido de Cristo era un grupo que pretendía que Cristo pertenecía exclusivamente a ellos. Sólo
podemos imaginar cuáles serían los distintivos de cada partido. Aunque Pedro y Pablo eran apóstoles
primeramente a los judíos y los gentiles, respectivamente (Gá. 2:7), el partido de Cefas no era
necesariamente pro judíos y el partido de Pablo no era necesariamente pro gentiles. Los antecedentes
alejandrinos de Apolos y su elocuencia (Hch. 18:24) pueden implicar que el partido que él encabezaba,
estaba orientado a la sabiduría, pero en el mejor de los casos, esto es sólo una suposición. La opinión de
que el partido de Cristo era también pro judío, o tal vez inclinado al gnosticismo, es una especulación
interesante pero sin sentido.

¿Quién se Entregó a Sí Mismo por Ustedes? (1:13-16)

Cualesquiera fueran sus distintas opiniones, los cuatro partidos de la iglesia de Corinto estaban a
punto de dividir el cuerpo de Cristo: la iglesia. Esto parece ser lo que importa en la pregunta de Pablo:
"¿Acaso está dividido Cristo?" (v. 13). El verbo traducido dividido también significa distribuido, que es lo
que parece significar en el versículo 13. De manera que, en efecto, las cuatro facciones habían dividido el
cuerpo de Cristo en cuatro partes, distribuyendo las partes entre ellos. En. 3:16, 17, Pablo identifica a los
cristianos de Corinto como "templo de Dios", y les advierte severamente sobre destruir el templo de Dios.
La pregunta de Pablo "¿Está dividido Cristo?" implica una respuesta negativa, aunque él no incluye la
partícula negativa, así como tampoco en su siguiente pregunta: "¿Fue crucificado Pablo por vosotros?".
Sin duda, Pablo alude a sí mismo antes que a Pedro o Apolos por buenas razones psicológicas. Además, el
partido paulino era tan culpable como los otros; pero el esfuerzo de sus miembros en buscar el favor de
Pablo falló completamente. Considerando que la muerte de Cristo por los pecadores y su resurrección son
la esencia del evangelio (15:3, 4), exaltar a Pablo o a cualquier otra persona, era una afrenta a Cristo y una
negación de su único Señorío. Pablo esperaba que sus preguntas avergonzaran a sus lectores y les hicieran
sentir su culpa. Ser bautizados "en el nombre de Pablo" (v. 13) contrastaba agudamente con su bautismo
en el nombre de Cristo. Aunque Jesús instruyó a sus discípulos a que bautizaran "en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mt. 28:19), aparentemente la iglesia primitiva bautizaba en el nombre de
Cristo solamente (Hch. 2:38; 8:16). Tal vez las iglesias del siglo primero creían que la unidad de la
Divinidad era tal, que el bautismo en el nombre de Jesús, implicaba bautizar en los nombres del Padre y
del Espíritu Santo.

Pablo se congratula de haber bautizado pocos convertidos en Corinto, pues así no lo acusarían de
bautizar en su nombre. Al revés de algunos evangelistas modernos, Pablo no llevaba un registro de sus
bautismos (o conversiones) para la publicidad o para jactarse. Al principio Pablo pudo recordar sólo dos
personas que había bautizado: Crispo y Gayo. Luego, agrega: "También bauticé a la familia de Estéfanas"
(v. 16), probablemente la misma persona que acompañó a Fortunato y Acaico a Efeso para visitar a Pablo
(16:17). Aparentemente, Crispo era el principal de la sinagoga quien, junto con su familia, se convirtió
(Hch. 18:8). Si bien el Nuevo Testamento menciona varios hombres de nombre Gayo, probablemente,
éste era el Gayo mencionado en Romanos 16:23, pues Pablo probablemente escribió la carta a los
Romanos desde Corinto.

Enviados a Predicar (1:17)

Contrariamente a la opinión de ciertos grupos de la iglesia, el bautismo no es un aspecto del


evangelio. Cuando Pablo dice: "Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio" (v. 17),
él distinguió claramente entre el bautismo y las buenas nuevas de la muerte y resurrección de Cristo por
los pecadores. Aunque Pablo no intentaba despreciar el bautismo, sus palabras niegan que el bautismo
tenga algún valor o poder. No obstante, el bautismo es más que un mero símbolo. Es una manera
dramática de proclamar el evangelio. El bautismo proclama al mundo que las personas que son bautizadas
se han identificado a sí mismas con Cristo. Jesús usó a sus discípulos para bautizar a la gente que
respondía a su llamado (Jn. 4:2). En la mayoría de los casos, Pablo usaba a otros creyentes para bautizar a
los convertidos.

Es posible que Pablo intentara un juego de palabras cuando dice: "Pues no me envió Cristo a
bautizar, sino a predicar el evangelio" (v. 17). El infinitivo "predicar el evangelio" y el sustantivo
evangelio vienen de la misma raíz. La frase... no con sabiduría de palabras, explica un concepto de Pablo
de la predicación del evangelio. Si el énfasis cae sobre "sabiduría", Pablo pudo haber aludido a la
sabiduría privada que los gnósticos pretendían. Sin embargo, la mayoría de los intérpretes han concluido
que el énfasis es sobre "palabras", las palabras hábiles que eran comunes entre los filósofos griegos.
Aunque Apolos aparentemente tenía esa habilidad, Pablo no pretendía contrastar sus sencillas enseñanzas
con la elocuencia de Apolos.

Desde luego, Pablo no defendía un hablar monótono y sin vida, sino que él creía y practicaba un
lenguaje claro y sencillo. Cuando una persona comparte buenas noticias, el usar una oratoria
deslumbrante, un vocabulario rebuscado, y más palabras de las necesarias, trae impedimentos más bien
que ayudas para la comunicación. Aun hoy, los informativos de noticias son mucho más directos que los
repasos críticos. Pablo sabía que un lenguaje complejo podía hacer "vana la cruz de Cristo" (v. 17). y
llevaba a quitarle su poder. Desde luego, Pablo quería decir que la efectividad del evangelio sería menor
porque los pecadores no podrían entender claramente el mensaje a través de un discurso nebuloso.

El Evangelio Unificador (1:18-25)

La Cruz: Poder de Dios (1:18)

Después de introducir el tema de la cruz de Cristo (v. 17), Pablo desarrolla el significado de la cruz
desde dos perspectivas: Primera, la perspectiva de los incrédulos, y luego la de los creyentes. La "palabra
de la cruz" no es meramente un informe de la crucifixión de Cristo. Más bien, es el sentido de la
crucifixión, su significado teológico: la verdad de que la muerte expiatoria de Cristo puede redimir a los
pecadores. Pablo no explica por qué el evangelio es "locura a los que se pierden" (v. 18). Nosotros
intentaremos descubrir las razones detrás de esta afirmación cuando interpretemos los vv. 22-24. En
contraste con la actitud de los que se pierden, para aquellos que están siendo salvados, la cruz de Cristo es
poder de Dios. Pablo usó la misma palabra para poder (dunamis) que usó en Romanos 1:16: "Porque no
me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree." Es el
término raíz de palabras como dinámica y dinamita.

Las dos formas de las palabras griegas que son traducidas "a los que se pierden" y "a los que se
salvan" indican una acción continuada. Incrédulos y creyentes están inexorablemente en un pro-ceso que
llegará a su término con la venida de Cristo. Así que, ni uno ni otro grupo está inmóvil. Más bien que
mantenerse en su estado, las personas no regeneradas tienden a convertirse en peores, pues sus mentes se
endurecen más contra el poder persuasivo del Espíritu Santo. Si bien los creyentes ya son hijos de Dios,
también ellos están en proceso de convertirse en sus hijos. Este aspecto de la salvación es llamado
santificación, el cual es crecimiento hacia la madurez espiritual. Por otra parte, la salvación desde el
principio (justificación, ser hecho justo) hasta el fin (glorificación, vivir en la presencia de Dios), es el
resultado del poder de Dios.

¿Dónde Está el Sabio? (1:19, 20)

Al parecer, Pablo apela a la Septuaginta (traducción griega del Antiguo Testamento) en Isaías 29:14
para apoyar su opinión de que el evangelio no depende de la sabiduría del mundo (v. 19). La única
diferencia de la Septuaginta con otras versiones, es el verbo final que cambia en destruiré, desecharé, o
haré nulo. Tal vez Pablo citó de memoria o usó un texto que variaba del texto común. De todas maneras,
en conjunto, el sentido es claro. Evitando la "sabiduría" y el "entendimiento" humanos (v. 19), Dios
demostró que sus caminos y sus pensamientos son más altos que los pensamientos y caminos humanos
(Is. 55:8). Varios otros pasajes del Antiguo Testamento hacen énfasis en el tema general de Dios haciendo
a un lado los planes y recursos mundanos de la gente (Job 5:12; Sal. 33:10; Is. 19:3).

A la luz de la cita de Isaías, Pablo hace cuatro preguntas retóricas: "¿Dónde está el sabio? ¿Dónde
está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del
mundo?" (v. 20). Si Pablo hubiese contestado a sus preguntas, las habría contestado todas ellas
negativamente. Si la sabiduría y las actividades humanas fueran comparadas con la sabiduría di-vina, no
serían nada. Aun cuando las preguntas se aplican a los judíos, en un sentido más amplio se aplican
también a los gentiles.

Los escribas no sólo copiaban las Escrituras del Antiguo Testamento, sino que en el proceso ellos se
convertían en expertos en la letra del texto. No obstante, por lo general ellos perdían la verdad más
importante de las Escrituras: la redención divina por medio de Cristo. A esa gente Jesús le dijo:
"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las
que dan testimonio de mí" (Jn. 5:39).

La frase "¿No ha enloquecido Dios la sabiduría de este mundo?" (1 Co. 1:20) podía referirse a los
rabinos judíos, quienes eran minuciosos más bien sobre pequeños detalles de interpretación, y también a
los intelectuales griegos. Tal vez Pablo usó los términos siglo (aionos) y mundo (kosmos) para significar
la misma cosa, aunque el primero implica limitado tiempo terrenal. Por ejemplo, "este siglo" (v. 20)
contrasta con la edad venidera. En el versículo 20 Pablo usa el término "mundo" como una designación
del pecaminoso orden del mundo, no en el sentido del planeta tierra.

El Camino de Dios (1:21)

Aun cuando Pablo usó la palabra "sabiduría" en varios sentidos, básicamente la usó en dos sentidos:
"la sabiduría del mundo" y "la sabiduría de Dios." En efecto, el tema básico de 1 Corintios es la sabiduría
del mundo contra la sabiduría de Dios. La primera es egocéntrica, divisiva, y lleva al caos en las
relaciones humanas.

La segunda es generosa, unificadora, y lleva al orden en las relaciones humanas. La primera es


destructiva; la segunda es constructiva.

Según el versículo 21, "el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría." Jesús le dijo a Pedro:...
"no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos" (Mt. 16:17). Nadie pudo venir nunca
al conocimiento de la verdad espiritual a causa de intelecto superior o penetración personal. Los
pecadores perdidos, como las ovejas perdidas, no buscan al pastor (ver Isaías 53:6). Si Dios no viniera a
nosotros, ninguno podría ser salvo (ver Jn. 6:44). Los antiguos gnósticos estaban equivocados al pretender
tener una capacidad especial de penetración espiritual. En contraste con la sabiduría del mundo, la
sabiduría de Dios es tal que él se agrada en "salvar a los creyentes por la locura de la predicación" (v. 21).
La expresión "la predicación" traduce una sola palabra griega (kerugmatos, proclamación). No se refiere
al acto de predicar, sino a su contenido: la muerte y resurrección de Cristo por los pecadores. Desde el
punto de vista del mundo, la cruz es una locura y representa debilidad, no poder. Sin embargo, por
paradoja el concepto o principio-cruz, significa que uno adquiere vida perdiéndola (ver Lucas 9:23, 24).

Predicando a Cristo Crucificado (1:22-25)

Los judíos demandaban "señales" (v. 22) o hechos milagrosos de poder divino. Según el orden de
Mateo, la segunda tentación de Jesús fue la de echarse abajo del templo. Este fue el intento de Satanás de
llevar a Jesús a establecer el reino apelando al gusto judío por lo espectacular (Mt. 4:5-7). En varias
ocasiones los líderes judíos le pidieron una señal a Jesús. Hasta cuando él estaba en la cruz, ellos decían
que creerían en él si bajaba de la cruz (Mt. 27:42). No obstante, Jesús sabía que la fe basada en señales es
superficial. (Ver Juan 2:23-25.) Así como los judíos, todavía mucha gente demanda señales. Si Dios les
diera ciertas señales como quieren, entonces ellos sabrían que realmente Dios existe y le responderían.
En contraste a los judíos, los griegos buscaban sabiduría. Desde el tiempo de Tales de Mileto, el
padre de la filosofía griega, los griegos se enorgullecían de su sabiduría y de sus habilidades intelectuales.
Aunque Corinto era menos importante que Atenas, tenía sus escuelas de retórica y filosofía. Lucas dice
que los atenienses "en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir u oiralgo nuevo" (Hch. 17:21). Los
filósofos epicúreos y estoicos de Atenas estaban curiosos por conocer respecto de la extraña enseñanza
sobre "el evangelio de Jesús, y de la resurrección" (Hch. 17:18). Contrariamente a lo que los judíos y los
griegos querían, Pablo les dio lo que ellos necesitaban. De modo que Pablo dice: "pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura" (1
Co. 1:23).

La cruz era ofensiva para los judíos por lo menos por dos razones. Primera, la ley mosaica
declaraba que una persona crucificada estaba bajo la maldición de Dios (Dt. 21:22, 23; Gá. 3:13).
Segunda, el concepto de un Mesías crucificado era imposible para los judíos debido a su esperanza de un
Mesías político. El Mesías restauraría a Israel a la gloria que había tenido la nación bajo David y durante
el reinado de Salomón.

Asimismo, por varias razones, los griegos consideraban la cruz una locura. Los griegos y los
romanos eran tolerantes de los judíos. No obstante, ellos consideraban el exclusivismo judío y otros
conceptos tan desagradables que los tenían por sumamente inferiores a ellos. Para un griego educado, la
idea de que su bienestar eterno dependía de su fe en un judío crucificado, era ridícula.

Además, muchos griegos creían que la materia era esencialmente pecaminosa. Por consiguiente, la
idea de que Dios se había hecho carne y había muerto por la humanidad, era imposible. Siguiendo a
Platón, los griegos creían en general que el alma es inmortal y que el cuerpo es la prisión del alma.
Cuando se producía la muerte, el alma inmortal era libertada de su prisión y volvía a Dios. La salvación
final consistía en la liberación permanente de una serie de reencarnaciones. Por lo tanto, nosotros
podemos entender por qué los filósofos epicúreos y estoicos se burlaron cuando Pablo predicó sobre la
resurrección de los muertos (Hch. 17:32). Para su manera de pensar, aprisionar un alma inmortal en un
cuerpo resucitado era lo opuesto a la salvación.

Cuando Pablo dice:... "mas para los llamados" (v. 24), él usa "llamados" en el sentido de "salvados."
Después agrega que para los judíos y griegos que eran cristianos, Cristo era "poder de Dios y sabiduría de
Dios" (v. 24). Todos los que han experimentado el efecto transformador de la vida que tiene el evangelio
saben que es cierto que representa "poder" (dinámica) y sabiduría de Dios. Considerando que la cruz
parece ser locura a la gente no salva, esto llamado "lo insensato de Dios es más sabio que los hombres" (v.
25). La preocupación por el mérito personal, la cual siempre lleva a la justificación propia, ciega a la
gente a la gracia de Dios.

Pablo completa su contraste añadiendo que "lo insensato de Dios es más sabio que los hombres" (1
Co. 1:25). La aparente derrota de Jesús en la cruz, en realidad era su victoria sobre Satanás y las fuerzas
del mal. Además, al juzgar a Jesús, el mundo en realidad se juzga a sí mismo. No mucho antes de la cruz,
Jesús dijo de su próxima muerte: "Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será
echado fuera" (Jn. 12:31).

La Experiencia Unificadora de la Salvación (1:26-31)

La Sorprendente Elección de Dios (1:26-29)

La observación de que la cruz es la gran igualadora de la gente, es la verdad que Pablo expresa en
1:26-29. Después de mostrar la locura y futilidad de la sabiduría humana, Pablo vuelve su atención a la
composición de la iglesia de Corinto, la cual era típica de la membresía de las iglesias del siglo primero
en general.
Cuando Pablo dice: "Mirad, hermanos, vuestra vocación" (v. 26), no se refiere a la vocación
comercial, sino al llamado de los corintios a ser cristianos. Aunque la gente puede ganarse la vida en
vocaciones seculares, todos los verdaderos creyentes son cristianos de tiempo completo, sea que vivan de
acuerdo a su llamado o no. El propósito de Pablo era oponerse a la tendencia de sus lectores hacia el
orgullo y la jactancia, y recordarles la composición social de la iglesia. Según las normas mundanas, la
iglesia de Corinto no tenía muchos hombres "sabios" (v. 26), ni de alta clase intelectual. Tampoco tenía
muchas personas "poderosas", personas de prestigio o influencia política. Además, ellos no tenían muchos
nobles (literalmente, bien nacidos o de alto rango social). Más bien, la mayoría de los primeros cristianos
procedía de los rangos bajos de la sociedad. Tal vez, la razón principal era que el tipo común de los
pecadores tenía tanto de que ocuparse en este mundo, que no alcanzaba a ver su necesidad de la gracia
redentora de Dios.

Desde luego, existían muchas excepciones. Pablo era un intelectual. Nicodemo y José de Arimatea
aparentemente eran miembros del Sanedrín. Lucas era médico (Col. 4:14). La iglesia de Corinto incluía a
Crispo, el principal de la sinagoga (Hch. 18:8), y posiblemente a Erasto, el tesorero de la ciudad (Ro.
16:23). Sin embargo, notamos repetidamente en los evangelios que los así llamados "pecadores", las
masas incultas, el tipo inestable de pecadores, produce más discípulos de Cristo.

Pablo destaca la verdad de que "lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios" (1
Co. 1:27). Cuando Juan el Bautista envió a sus discípulos a que le preguntaran a Jesús si era el que había
de venir, es decir, el Mesías, Jesús dijo: "Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven,
los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres
es anunciado el evangelio" (Mt. 11:4, 5). En la última parte del siglo segundo, un hombre llamado Celso
atacó con rencor al cristianismo alegando de quetantos cristianos eran personas comunes de la sociedad;
él los llamaba personas incultas y vulgares. El Nuevo Testamento nos recuerda que Dios no hace acepción
de personas; es decir, que Dios no muestra parcialidad (Ro. 2:11). Dios elige a la gente y continúa
haciéndolo, de acuerdo a su soberana gracia; no por mérito, riqueza, influencia, inteligencia, o posición
social. Pablo dice: . . . "y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer
lo que es" (1 Co. 1:28). Aunque no podemos determinar con certeza a qué se refería Pablo con "lo que no
es," pudo haberse referido a los esclavos, a quienes los romanos consideraban cosas, no personas. No sólo
los esclavos, sino que ciertas clases de la sociedad en general eran tan bajas de condición que, en efecto,
la nobleza rica no las consideraba como personas. La expresión... "lo que no es, para deshacer lo que es"
puede significar reducir a nada a aquellos que piensan ser importantes. Antes que la gente pueda recibir la
gracia de Dios, debe venir bajo su juicio y ver que cuando son comparados con Dios, no son realmente
nada. Dios ha determinado que "nadie se jacte en su presencia" (v. 29). Las palabras de Jesús pueden
parecer duras para algunos:... "cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos
inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos." (Lc. 17:10). No obstante todo lo que podamos
hacer o decir, nunca podremos lograr que Dios esté obligado con nosotros. Isaac Watts captó el espíritu de
la gratitud cristiana cuando escribió:
"La cruz excelsa al contemplar
Do Cristo allí por mí murió,
Nada se puede comparar
A las riquezas de su amor" (Himnario Bautista, 109)

Gloriándose en el Señor (1:30, 31)

En la declaración "Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús," Dios claramente es el antecedente
del pronombre él. A pesar de nuestro problema en comprender la naturaleza trinitaria de Dios, el Nuevo
Testamento representa al Padre como la causa original, y al Espíritu Santo como la causa efectuante de la
creación, revelación y redención. La frase familiar de Pablo "en Cristo Jesús" (1:30) denota la íntima
relación de fe del creyente con Cristo. Estar en Cristo es ser cristiano, no solamente de nombre, sino en
realidad. Aunque "el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención"
es una traducción aceptable, una traducción más precisa es: quien se convirtió en sabiduría de Dios para
nosotros, y justicia, santificación y redención. No en sabiduría humana o en sabiduría personificada,
como en la literatura judía de sabiduría, sino en sabiduría encarnada en Cristo, nosotros venimos a ser real
sabiduría.

En el versículo 30, sabiduría se refiere particularmente a penetración espiritual. En otras palabras,


nosotros vemos las cosas del punto de vista divino, sólo si tenemos una unión vital y espiritual con Cristo,
quien interpreta al Padre para nosotros (Jn. 1:18). Cristo es nuestra justificación por lo menos en dos
sentidos. Primero, Cristo es el medio por el cual nosotros tenemos una correcta posición con Dios.
Segundo, Dios nos hace justos cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y confiamos en Cristo como
Salvador y Señor (2 Co. 5:21).

Dios siempre ha demandado que su pueblo sea santo (Lv. 11:44, 45). La palabra traducida
santificación (v. 30) también puede ser traducida santidad o consagración. El sentido básico es
separación para Dios con su propósito. Sólo Cristo logró perfecta justicia como ser humano, y sólo él
obtuvo perfecta santidad. Por consiguiente, sólo en una relación de fe con Cristo nosotros tenemos
verdadera santidad, la cual es nuestra sólo en un sentido derivativo. Cuando nosotros al principio
consagramos nuestras vidas a Cristo, Dios nos otorgó una nueva posición con él, por la cual nos apartó
para él en un acto de una vez para siempre. En ese sentido, nosotros somos apartados en o a través de
Cristo. No obstante, en términos de crecimiento cristiano hacia una madurez espiritual, nosotros
continuamos desarrollándonos. Sin embargo, aun en este caso, Dios trabaja en nosotros para cumplir su
propósito (Fil. 2:12,13). Al mismo tiempo, nosotros no somos meramente instrumentos pasivos en las
manos de Dios; nosotros cooperamos activamente con él en el proceso de santificación.

Los términos "redención" y "justificación" se refieren al aspecto inicial de la salvación. Redención


denota también todo el alcance de la salvación, incluso "la redención de nuestros cuerpos" (Ro. 8:23). La
palabra redención significa comprar de vuelta a un esclavo o cautivo por medio de pagar el precio del
rescate. Cristo es nuestra redención y nuestro Redentor porque él dio su vida como precio de rescate para
libertarnos de la esclavitud del pecado. De hecho, desde el principio al fin, nuestra salvación es el
resultado de la gracia de Dios, lo cual excluye toda nuestra jactancia. En un resumen de Jeremías 9:23,
24, Pablo cierra la sección 1:30-34 con una amonestación: "El que se gloría, gloríese en el Señor." La
señora H. M. Hall compuso un himno, una estrofa del cual reconoce esta verdad cuando dice: "Jesús lo
pagó todo, Todo lo debo a él."

El Concepto Unificador de Pablo (2:1-5)

Pablo continúa contrastando la sabiduría mundana con la sabiduría divina. Se vuelve a su ejemplo
durante su ministerio en Corinto: "Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio
de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría" (2:1). Aunque la gente de Listra estaba tan
profundamente impresionada por el discurso de Pablo que lo llamaron Mercurio, el mensajero de los
dioses griegos (Hch. 14:12), los críticos de Pablo dijeron: "Las cartas son duras y fuertes, mas la
presencia corporal débil, y la palabra menospreciable" (2 Co. 10:10). Cualquiera fuera la exacta
naturaleza de la habilidad de Pablo para hablar, él rechaza cualquier intento de convencer a la gente de la
verdad del evangelio por discurso hábil y sabiduría humana.

El versículo 2 no es un contraste entre la predicación de Pablo en Atenas y la de Corinto. En su


sermón en el Areópago (Hch. 17:22, 23), el apóstol siguió su costumbre de hacerse "de todo, para que de
todos modos salve a algunos" (1 Co. 9:22). Sin duda Pablo habría explicado la resurrección de Jesús a la
luz de su crucifixión si los filósofos griegos no lo hubieran interrumpido. No obstante, a pesar de la
interrupción, Pablo tuvo varios convertidos, un resultado sorprendentemente bueno en vista de la
situación. Pablo siempre predicaba a "Cristo... crucificado" (v. 2). El verdadero contraste estaba en la
sencilla predicación de Pablo de la cruz y la sabiduría humana que proclamaban ciertas personas en
Corinto.
Más bien que a la debilidad física, Pablo probablemente se refería a su sentido de insuficiencia
cuando escribió:... "estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor" (2:3). Aunque Pablo usó la
expresión "temor y temblor" en otras tres ocasiones con referencia a otros, ésta es la única instancia en la
cual la aplica a sí mismo. La tarea de predicar el evangelio es tremenda, pero es el gran privilegio y la
oportunidad de compartir a Cristo con otros. Sólo con el poder de Dios es una persona adecuada para la
tarea.

La palabra y el mensaje no eran con palabras persuasivas de sabiduría, "sino con demostración del
Espíritu y poder" (v. 4). Antes de su ascensión Jesús había dicho a sus discípulos:.. . "quedaos vosotros en
la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto" (Lc. 24:49). Este poder para
testificar vino en el Espíritu Santo en Pentecostés. A los cristianos de Roma Pablo les dice: "Porque no me
avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío
primeramente, y también al griego" (Ro. 1:16). Pablo no quería que la fe de los creyentes corintios
estuviera "fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios" (1 Co. 2:5). La salvación es
la obra de Dios que liberta al hombre del pecado por el poder de la cruz (1:18).

La Sabiduría Unificadora del Espíritu (2:6-16)

La Sabiduría Secreta y oculta de Dios

Si bien Pablo usó términos asociados con las religiones de misterio y el gnosticismo, él les dio un
sentido cristiano distinto. Por ejemplo, los cultos de misterio usaban la palabra teleiosis (v. 6) traducida
"madurez" (perfecto, completo) para denotar a las personas que estaban iniciadas en los cultos. Los
gnósticos del siglo segundo también la usaban para describir a aquellos que habían obtenido el
conocimiento secreto de las cosas celestiales. Asimismo, la palabra musterio (v. 7), traducida "misterio"
(secreto), era el término clave en los cultos de misterio y del gnosticismo. Cabe suponer que solamente
los miembros, o aquellos con discernimiento espiritual superior, innato, podían comprender el más alto y
secreto conocimiento. En un sentido, estos grupos eran como las órdenes secretas en las cuales la persona
debe ser miembro para conocer detalladamente sus enseñanzas.

Pablo usó la palabra maduro o perfecto para significar espiritualmente maduro. En el campo de lo
físico, el término se refiere a la madurez física, del cual Pablo derivó su analogía "niños" en 3:1. En otras
partes, Pablo usó el término "secreto" o misterio para designar el plan de Dios para incluir a los gentiles
en su propósito redentor (EL 3:1-6). En 1 Corintios 2:7 Pablo usa el mismo término para describir el plan
redentor en general, sin especificar a aquellos que responden. Desde luego, Pablo se refiere a la salvación
provista a través de la muerte expiatoria de Cristo en la cruz.

Como hemos observado, Pablo usó el término "sabiduría" (v. 6) con diferentes matices de sentido.
Tal vez usara "madurez" con no menos de dos sentidos distintos: iniciado y espiritualmente maduro. Más
tarde, Pablo dijo: "El conocimiento envanece" (8:1). Posiblemente, algunos en la iglesia de Corinto se
jactaban de sus percepciones espirituales superiores, usando términos gnósticos y de las religiones de
misterio. Por consiguiente, Pablo les sale al paso con el argumento de que las personas espiritualmente
maduras eran aquellas que conocían el secreto de la cruz, el cual era verdadera sabiduría porque era la
sabiduría de Dios. En contraste, "los príncipes de este siglo" (v. 8) no conocían "la sabiduría oculta" de
Dios (v. 7). El problema no estaba en que Dios los cegara ante la verdad. Más bien, el principio espiritual
implicaba que solamente las personas con ojos de fe podían ver el plan y el propósito redentor de Dios.

Con la frase "príncipes de este siglo" (v. 8), Pablo probablemente se refería a Pilato, Caifás, y otros
que fueron responsables de la muerte de Jesús. Si aquellos que tramaron y llevaron a cabo la crucifixión
de Jesús hubieran sabido quien era, "nunca habrían crucificado al Señor de gloria" (v. 8). No obstante, su
ignorancia era pecaminosa; ellos eran responsables.
Revelado a Través del Espíritu (2:9-13)

La cita de Pablo en 2:9 nos da la substancia de Isaías 64:4. Los rabinos judíos y los intérpretes
cristianos generalmente han tomado el versículo 9 como una promesa de las inimaginables bellezas y
maravillas preparadas en el cielo para el pueblo de Dios, "los que le aman:" Aunque esta interpretación no
sea totalmente errónea, es solamente parcialmente adecuada. Pareciera ignorar la explicación de Pablo
que... "cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre... Dios las reveló a nosotros
por el Espíritu" (v. 9, 10). Luego añade:... "porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios."
Si bien los cristianos corintios no comprendían enteramente las bendiciones de la salvación en la tierra o
en el cielo, Pablo hace énfasis en la verdad de que el Espíritu Santo da a los creyentes percepciones
espirituales que los no creyentes no tienen.

Generalmente, los intérpretes toman el versículo 11 en el sentido de que sólo el individuo puede
comprender sus propios pensamientos. Sin embargo, "el espíritu del hombre que está en él" puede
significar que todo ser humano tiene un conocimiento básico de la vida humana, simplemente porque es
un ser humano. Con todo, su conocimiento necesariamente está limitado al nivel físico o humano. Si
seguimos este concepto de interpretación, la declaración: "Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios,
sino el Espíritu de Dios" (1 Co. 2:11), significa que "sólo Dios puede comprender a Dios." Empero, tal
limitación anula la adicional declaración de Pablo: "Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo,
sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido" (v. 12). Por
consiguiente, los cristianos pueden conocer los pensamientos de Dios porque el Espíritu Santo provee a
los creyentes con tal conocimiento. Aún más, el Espíritu ayuda a los cristianos a comprender los dones de
Dios.

Aunque el versículo 13 presenta varias posibles traducciones e interpretaciones, una traducción


literal diría: Las cuales cosas también las hablamos no en palabras enseñadas de humana sabiduría, sino
en (palabras) enseñadas por (el) Espíritu, interpretando (explicando) cosas espirituales (por, para) gente
espiritual (cosas). Como se indica por las palabras entre paréntesis, aun una traducción literal tiene varias
posibilidades. La esencia de la declaración de Pablo es que solamente la gente a la cual enseña el Espíritu
Santo, es capaz de interpretar verdades espirituales. Los que tienen sabiduría meramente humana no
pueden entender tales verdades.

El Hombre Espiritual y al Hombre Natural (2:14-16)

El adjetivo "natural" es una traducción del término griego psuchikos (v. 14), del cual se derivan los
términos físico y psicológico. Considerando que aun un cristiano puede ser relativamente no espiritual, la
traducción "natural" es mejor que físico. Aunque no tan literal, el término no regenerado describe
exactamente el tipo de persona que Pablo tenía en mente. Tales personas no han sido regeneradas y
alumbradas por el Espíritu Santo. Así, ellos no pueden comprender las cosas espirituales, las cuales son
"locura" o tonterías "porque se han de discernir espiritualmente" (o juzgar). Las personas no regeneradas
no pueden entender la verdad así como un asno no puede comprender álgebra.

Sin embargo, en contraste, "el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie" (v.
15). El verbo traducido "juzga" y "juzgar" es el mismo verbo traducido "discernir" en el versículo 14. Por
lo tanto, tal vez Pablo quiso decir que la persona espiritual es capaz de discernir todas las cosas (desde
luego, no absolutamente), mientras que ninguna persona no regenerada es capaz de entender al individuo
espiritual. Por otra parte, posiblemente Pablo quiso decir que, en última instancia, sólo Dios juzgará a los
creyentes, como lo dice acerca de sí mismo en 4:4. No obstante, debemos recordar que el juzgar envuelve
muchos tipos y grados. Por ejemplo, en 5:12 Pablo dice que los cristianos debieran juzgar a los que son de
la iglesia. Siguiendo a la Septuaginta, Pablo cita Isaías 40:13 como una prueba textual de que la gente no
regenerada no comprende las cosas espirituales. Aunque los creyentes no entienden los pensamientos de
Dios enteramente, y ciertamente nunca están en la posición de "instruirlo a él" (v. 16), Pablo añadió: "Mas
nosotros tenemos la mente de Cristo" (v. 16). Si bien la expresión "mente de Cristo" puede envolver más
de un aspecto, seguramente incluye la actitud del amor expiatorio de Cristo que fue expresado
supremamente en la cruz (Fil. 2:5-11), el cual revela la más completa expresión de la sabiduría divina.

Lecciones para la Vida de 1 Corintios 1:10 a 2:16

La unidad cristiana es fundamental para alcanzar a un mundo perdido para Cristo.


Desde el punto de vista ideal, las denominaciones nunca debieron haber venido a existir. Sin
embargo, considerando que los hijos de Dios son finitos y pecaminosos, la perfecta unidad cristiana nunca
será alcanzada en la tierra. A pesar de este hecho, nosotros debemos luchar por la unidad siempre que
nuestros esfuerzos no envuelvan comprometer la verdad y los principios morales.

Las buenas nuevas de la muerte y resurrección de Cristo por los pecadores unen a todos los
que las abrazan en unidad cristiana.
Todos los que en verdad se convierten en hijos de Dios, también se convierten en hermanos
espirituales. A pesar de las diferencias, las cuales varían grandemente en importancia, todos los que
conocen a Cristo como Salvador y Señor, comparten una experiencia unificadora común.

Las personas espirituales son aquellas que son salvas por la gracia de Dios, y en quienes mora
el Espíritu Santo.
Los cristianos son llenos del Espíritu Santo en proporción directa a su disponibilidad para ser llenos
de él. No obstante, todos los verdaderos creyentes están en contraste espiritual con aquellos que por no
haber sido iluminados por el divino Espíritu, no tienen conocimiento de las cosas espirituales.

Actividades de Aprendizaje Personal

1. La gente de Cloé informó a Pablo que se habían formado divisiones en la iglesia de Corinto
alrededor de (seleccione las respuestas correctas de la lista):
-(1) Pedro (3) Pablo
-(2) Apolos (4) Cristo

2. De acuerdo a Pablo, él predicó a los corintios (seleccione la respuesta correcta de la lista.)


(1) Sermones éticos (3) Mensajes elocuentes
(2) Sermones doctrinales (4) A Cristo crucificado

3. De acuerdo a las normas mundanas, la iglesia de Corinto estaba compuesta por gente de calidad.
□Verdadero □Falso
4. La palabra significa comprar de vuelta a un esclavo o cautivo. (Seleccione la respuesta
correcta de la lista.)
(1) Redención (3) Santificación
(2) Justificación (4) Glorificación

5. Para Pablo una persona no espiritual era una persona (Seleccione la respuesta correcta de la
lista.)
(1) No informada (3) No regenerada
(2) Desagradable (4) Ingrata
3

El Crecimiento Hacia la Madurez Espiritual

1 Corintios 3:1 a 4:21

Pablo enjuicia a los cristianos corintios por su falta de madurez espiritual. Les explica que tanto él
como Apolos eran colaboradores de Dios, y recuerda a sus lectores que todos los que predicaban o
enseñaban darían cuenta a Dios. Les advierte acerca de destruir el templo de Dios, la iglesia. En ciertos
momentos Pablo recurre a los sarcasmos al censurar a sus lectores por su egoísmo y les invita a seguir el
ejemplo que él les había dado. El apóstol les advierte contra la arrogancia y les informa de su próxima
visita, que esperaba sería amistosa.

Las Facciones: Evidencia deInmadurez (3:1-23)

Conduciéndose como hombres comunes (3:1-4)

A primera vista, Pablo pareciera contradecir lo que había escrito acerca del "hombre espiritual"
(creyente) en contraste con el "hombre natural" (incrédulo) 2:14, 15). Por consiguiente, todos los
cristianos son espirituales en el sentido de que el Espíritu Santo mora en ellos (Ro. 18:14-16). Sin
embargo, aunque Pablo sedirige a sus lectores como "hermanos" en 3:1, no podía llamarlos espirituales.
Sus vidas estaban dominadas por actitudes y apetitos carnales en lugar de serlo por el Espíritu Santo. De
tal manera, personas que son espirituales en un sentido pueden ser totalmente no espirituales en otro
sentido. La expresión "carnales" (v. 1), viene de la palabra sarkinois (carnales, hecho de carne"). La
descripción adicional de "niños en Cristo" muestra que los lectores eran genuinos cristianos, pero que
eran inmaduros.

La expresión "os di a beber leche, y no vianda" (v. 2), se usaba comúnmente para denotar falta de
madurez. Pedro usó el término "leche" en un sentido positivo y bueno (1 P. 2:2), mientras que el autor de
Hebreos lo usó en un sentido negativo (He. 5:12-14). Desde luego, el problema no estaba en la leche
misma, la cual era necesaria para los infantes y también buena para los adultos, si no era usada
exclusivamente. Sin embargo, los adultos no debían ser bebés lactantes como Pablo acusa a los corintios
de ser. Cuando Pablo fue primeramente a Corinto, él predicó las verdades básicas del evangelio porque
eran las que todos necesitaban, y eso era todo lo que ellos podían comprender. Aun entonces, no obstante
sus pretensiones de conocimiento espiritual superior, los miembros de la iglesia no estaban
suficientemente desarrollados para comer viandas (1 Co. 3:2). Teniendo en cuenta que Pablo usó "leche"
para designar el ABC del evangelio, sin duda que usó "vianda" para significar las demandas morales del
evangelio. La palabra griega kerugma (proclamación) y didache (enseñanza, doctrina) denota los dos
conceptos. La sencilla predicación del evangelio y el cuerpo de doctrinas derivadas del mismo, son
alimento espiritual porque la conversión es una experiencia de una vez para siempre. No obstante, los
cristianos no pueden desarrollarse espiritualmente con una dieta constante del plan de salvación, con ser
éste tan esencial como es.

Cuando Pablo agregó "porque aún sois carnales" (v. 3), usó el término sarkikoi que está
estrechamente relacionado a la palabra del versículo 1. Pablo repite el término sarkikoi cuando dice:.. .
"pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones ¿no sois carnales, y andáis como
hombres?" (v. 3). Si bien algunos intérpretes creen que Pablo usó las dos palabras indistintamente, yo
creo que Pablo tenía un propósito al usar dos palabras diferentes.

En el sentido básico de la primera palabra sarkinos, toda la gente es carnal porque es humana, y es
parte de la caída razahumana. Creyentes y no creyentes experimentan las tentaciones que son comunes al
género humano. Con todo, los cristianos tienen la ayuda divina que los auxilia para vencer las
tentaciones(10:13).
El otro término sarkikos significa vivir egocéntricamente vidas codiciosas a la manera del mundo,
de acuerdo al estilo de vida de aquellos fuera de la gracia de Dios. Desde luego, los cristianos debieran
vivir vidas espirituales; pero ellos pueden abusar de su libertad y preferir vivir de acuerdo a la carne. Los
"celos, las contiendas y disensiones" de los cristianos corintios, probaban que ellos estaban viviendo en la
carne y se conducían como "hombres carnales" (v. 31). Si bien la palabra que se traduce celos también
podría ser traducida fervor en un buen sentido, en el versículo 3 claramente significa celos. La palabra
"contiendas" se refería a las divisiones que había respecto de los distintos líderes (v. 4). Lamentablemente,
las vidas de los miembros de la iglesia no se diferenciaban mucho de las de los paganos de su alrededor.

En contraste con la conducta de los creyentes corintios, en años recientes un estudiante de Nigeria
en la Universidad Bautista de Wayland, explicó que en su comunidad la diferencia entre un cristiano y un
pagano era obvia debido a su estilo de vida diferente.

Colaborando juntos (3:5-9)

El hecho de que Pablo se refiera a sí mismo y a Apolos en los versículos 5-9 no pareciera tener un
significado especial. El apóstol pudo haberse referido a Pedro en lugar de, o además de Apolos. Si Pablo
se designó a sí mismo y a Apolos con un propósito, es posible que lo hiciera así porque él estaba asociado
más estrechamente con Apolos. Pablo y Apolos eran "servidores" (diakonoi, algunas veces traducido
diáconos). El término comúnmente denotaba siervos domésticos, particularmente aquellos que servían las
mesas. Sin embargo, una palabra diferente (douloi, esclavos) se usaba para designar a éstos. Como
servidores o ministros, Pablo y Apolos eran agentes de Dios a través de los cuales los corintios habían
"creído" (v. 5). La expresión "según lo que a cada uno concedió el Señor" (v. 5). Esto es, las respectivas
cualidades de ministros que Pablo y Apolos poseían eran dadas por Dios, no elegidas o logradas
humanamente.

Debido a que Pablo llevó primero el evangelio a Corinto, en efecto, él "plantó" la simiente, y
Apolos siguió a Pablo y la "regó"(v. 6). No obstante, sólo Dios era responsable por el "crecimiento." Dios
es el autor de toda vida. En la ilustración de Pablo, es Dios quien da el principio de vida en el crecimiento
de la planta. Del mismo modo, es Dios quien crea el principio de vida envuelto en el crecimiento
espiritual: "Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento" (v. 7).
Aunque Dios usa agentes humanos para extender el evangelio, es su poder el que obra el cambio de
carácter envuelto en la conversión de los pecadores en santos. Desde luego, Pablo no quiso decir que él y
Apolos no tuvieran valor.

El versículo 8 dice: "Y el que planta y el que riega son una misma cosa". En otras palabras, Pablo y
Apolos estaban unidos en experiencia, compañerismo y propósito. Su meta común era llevar a la gente a
un conocimiento salvador de Cristo, y guiar a los creyentes hacia la madurez espiritual. Por consiguiente,
Pablo y Apolos recibirían sus galardones de acuerdo a su labor. Aunque Pablo enseñó una doctrina de
galardones eternos, más tarde se expresa así: "¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio,
presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio" (1 Co. 9:18).
La paradoja está en que aquellos que sirven a Dios para recibir recompensa, siempre reciben menos de lo
que hubieran recibido si le hubieran servido por amor, dejando la recompensa a Dios. (Ver Mt. 20:1-16.)

En lugar de ser competidores, Pablo y Apolos eran colaboradores de Dios. Ambos buscaban en Dios
la dirección y la fuerza espiritual para ministrar eficazmente. No podemos pensar en un honor y privilegio
más alto que ser colaboradores de Dios. Si bien Dios es siempre Amo y nosotros siempre siervos, él
condesciende a trabajar a través de nosotros para redimir a los perdidos. Dios los redime; nosotros
actuamos como sus canales. Pablo usó dos metáforas para describir a la iglesia, la comunidad redimida: .
"vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios" (v. 9). El apóstol tomó la primera ilustración de la
agricultura, y la segunda de la industria de la construcción.

El Único Fundamento (3:10-15)

Pablo Perito Arquitecto (3:10). Pablo prosigue su analogía de la construcción. El atribuye su


habilidad como "perito arquitecto" a la "gracia de Dios." Por lo tanto, así como Dios recibiría crédito por
el crecimiento de la simiente, el apóstol recibiría crédito por su habilidad de edificar. La palabra traducida
"perito" architekton es la base para el término arquitecto. Sin embargo, considerando que un arquitecto
proyecta más bien que edifica, el término no corresponde a la palabra griega (arch, jefe, y tekton,
constructor, carpintero). La palabra traducida perito es la palabra usual para sabio. No obstante, Pablo
atribuía su habilidad a Dios.

Aunque Pablo admite haber puesto el fundamento en Corinto, no especifica que fuera Apolos quien
construyó sobre el fundamento. Mas bien, Pablo se refiere en general a... "y otro edifica encima." Si bien
Pablo no se refiere a la calidad o habilidad en plantar y regar, él señala su habilidad en poner el
fundamento y advierte a todos los que edifican encima, "pero cada uno mire cómo sobreedifica."
Construcción Cuidadosa (3:11-13a). Cuando Pablo dice: "Porque nadie puede poner otro
fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo" (v. 11), él quiere decir que en un sentido
definitivo Cristo es el fundamento indispensable. En contra de la interpretación de que Pedro es el
fundamento de la iglesia, (ver Mt. 16:17, 18), ni Pedro ni Pablo, ni ningún otro discípulo puede ser el
fundamento de la iglesia de Cristo. En un sentido limitado, la iglesia fue edificada "sobre el fundamento
de los apóstoles y profetas, pero... siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo" (Ef. 2:20).

A medida que Pablo desarrolla su ilustración del edificio, des-cribe dos tipos contrastantes de
materiales de construcción. Los constructores nunca usan "oro, plata, piedras preciosas" (v. 12), excepto
para propósitos decorativos. Sin duda, la razón de Pablo al mencionar estos materiales, surgió del hecho
de que son durables en contraste con "madera, heno, paja", los cuales no son durables y se queman
fácilmente. La gente no edificaba casas enteramente con heno (rastrojo, tallos); más bien usaba estos
materiales para los techos, y los mezclaban con barro para hacer un tipo de ladrillos de adobe. Por lo
regular, el tipo de material que se usaba debía soportar severas pruebas para manifestar su calidad.

Probados por Fuego (3:13b-15). La superestructura del edificio debería encarar la prueba decisiva
del fuego en el "Día" final del juicio (v. 13). El fuego era un símbolo común de juicio; según la ilustración
de Pablo, el fuego consumiría la estructura compuesta de madera, heno y paja. Por otra parte, la estructura
compuesta de plata, oro o piedras preciosas permanecería. Aun cuando Pablo se refería a los ministros del
evangelio como Apolos y él mismo, la verdad que anuncia es aplicable a todos los cristianos.

Pablo dice: "si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa" (la misma
palabra del v. 8) (v. 14). Desde luego, la recompensa sería de naturaleza espiritual. Por otra parte, Pablo
dice: "si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como
por fuego" (v. 15).

Aquellos que usan el versículo 15 para sostener la doctrina del purgatorio, leen en el pasaje un
concepto que es contrario al contexto. Pablo no dice a través del fuego o por fuego, sino "como por
fuego." De tal manera, Pablo estaba usando una comparación o un símil. De acuerdo a sus ilustraciones,
un edificio construido de materiales combustibles sería destruido cuando fuera probado por fuego. Con
todo, el fundamento sobreviviría al fuego. Cuando trasladamos la ilustración de Pablo a una realidad
espiritual, la implicación es clara. Los cristianos que edifican sus vidas en obras que son hechas por
motivos egoístas, no recibirán alabanza ni recompensa de su Señor. No obstante, ellos serán salvos de las
consecuencias eternas del pecado.

Cristianos: Templos de Dios (3:16, 17)

Tal vez, la ilustración de Pablo del edificio le sugirió la idea adicional de la iglesia como "templo de
Dios" (v. 16). El desarrolla este concepto más ampliamente en la carta a los Efesios. "En quien todo el
edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo al Señor; en quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu" (Ef. 2:21, 22). Pablo enseña que los creyentes,
colectiva e individualmente (1 Co. 6:19), son el templo de Dios. En cada una de las referencias, la palabra
para templo es naos (santuario), la cual designa el lugar íntimo, sagrado: el lugar santísimo, el cual
simboliza la presencia de Dios.

Fuere lo que fuere que Pablo quiso decir por la severa advertencia de los versículos 16 y 17, él
recalca la seriedad de las divisiones en la iglesia: "Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le
destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es" (v. 17). La palabra traducida
destruyere y destruiré básicamente significa arruinar, corromper o echar a perder. En la literatura
secular, se usaba para describir la seducción de una virgen. Pablo emplea el mismo verbo en 15:33: "No
erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres." Nuevamente dice:... "a nadie hemos
corrompido" (2 Co. 7:2); al parecer Pablo describe la corrupción o la vida moral de una persona. Contra la
enseñanza de Pablo de que Dios destruirá eternamente a los cristianos que causan divisiones en la iglesia,
podemos citar tales pasajes como Juan 10:28: ... "y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie
las arrebatará de mi mano. Posiblemente, Pablo se refirió al castigo en el curso de la vida física.

"El templo de Dios ... santo es" (v. 17) en más de un sentido. En primer lugar, es puesto aparte para
su propósito y su morada. En segundo lugar, donde quiera que Dios se manifieste, ese lugar se convierte
en santo porque Dios se ha manifestado allí.

Verdadera Sabiduría (3:18-23)

Cuando Pablo vuelve al asunto de la sabiduría, no se ensaña haciendo de la sabiduría mundana su


motivo favorito de castigo. Más bien, las facciones de la iglesia de Corinto se originaban en la sabiduría
mundana; estas facciones tendían a destruir la iglesia destruyendo su unidad. Por naturaleza, la sabiduría
humana egocéntrica es falsa. El pronombre personal "alguno" implica que Pablo se dirigía a toda la
iglesia y desafiaba a los líderes de las facciones a examinar sus motivos. La expresión "sabio en este
siglo" puede denotar tiempo o cualidad (de acuerdo a las normas de esta edad). Pablo advierte a la
persona sabia según el mundo que se haga "ignorante, para que llegue a ser sabio" (v. 18).

En vista de sus anteriores observaciones (1:18-31), lo que el mundo consideraba insensata era a la
persona que reconocía la cruz como sabiduría de Dios. No obstante, las personas egocéntricas, sabias
según el mundo, tendrían que convertirse en insensatas si querían ser verdaderamente sabias. La paradoja
consistía en que las personas realmente sabias reconocían lo poco que sabían y entendían comparado con
todo el conocimiento que podían lograr.

En apoyo bíblico de su afirmación "la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios" (v. 19),
Pablo cita Job 5:13 y el Salmo 94:11. Desde luego, la supuesta insensatez de Dios era la muerte expiatoria
de Cristo en la cruz para la redención de los pecadores. Sin embargo, el amor abnegado de Dios de darse
a sí mismo por el pueblo, es lo opuesto al egoísmo del mundo de beneficiarse a sí mismo a expensas de
otros. Aunque los sabios según el mundo suponen que nunca tendrán que dar cuenta de sus codiciosos y
destructivos caminos, Dios expondrá su hipocresía y vanidad. En el juicio final, los pecadores se darán
cuenta de las espantosas consecuencias de la ley moral de sembrar y cosechar expresada en Gálatas 6:7:
"No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará."
Como está indicado por la expresión Así que (v. 21), los versículos 21-23 representan la inferencia
de Pablo procedente del completo conocimiento de Dios de la sabiduría del mundo y de sus vanos
pensamientos y caminos. ¿Por qué los hijos de Dios, que comparten su soberanía, habrían de gloriarse "en
los hombres"? (v. 21). Pablo dice: ... "porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el
mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo porvenir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y
Cristo de Dios" (v. 21-23). Jesús expresó esta pasmosa realidad en la tercera bienaventuranza:
"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad" (Mt. 5:5). Los mansos
heredarán la tierra no meramente en el remoto futuro, sino aquí y ahora.

En lugar de seguir servilmente a un líder como Pablo, Apolos o Pedro, los cristianos corintios
debían haber comprendido que esos hombres eran servidores de la iglesia, y no viceversa. Idolatrar a los
líderes cristianos es cometer idolatría substituyendo a Dios o a Cristo por los hombres. En tiempos
modernos la gente ha vendido hogares, granjas o negocios para seguir a un líder religioso; tal vez, el
ejemplo más dramático sea la tragedia de Jonestown (en la cual se suicidaron cientos de personas
inducidas por su líder religioso).

Debido a que los cristianos reinan y seguirán reinando con Cristo, todo les pertenece porque todo
pertenece a él. Nuestro dominio sobre la tierra dado por Dios (ver Génesis 1:26), se convierte en realidad
sólo en una relación de fe con Cristo Jesús. Como resultado del pecado, nosotros nunca hemos podido
ejercer el dominio dispuesto por Dios; pero en Cristo hemos recuperado lo que habíamos perdido en
Adán. (Ver Ro. 5:12-21; He. 2:5-18.) Por consiguiente, Pablo pudo declarar con firmeza:... "Todo es
vuestro" (v. 22).

Las palabras culminantes, "y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios," nos recuerdan la promesa de
Jesús concerniente a sus ovejas ... "y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará
de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre" (Juan 10:28, 29).

Te Glorías Como Si No lo Hubieras Recibido (4:1-21)

Servidores y Administradores (4:1-7)

La división bíblica del texto por capítulos resulta un tanto artificial conforme Pablo sigue y
concluye el asunto de las facciones. Los pronombre "téngannos" (v. 1) y "nosotros" se refieren a Pablo y
Apolos (v. 6), pero en principio pueden aplicarse a Pedro y a todos los otros ministros del evangelio. A
diferencia del término diakonoi en 3:5, la palabra para "servidores" es aquí hupéretas, la cual literalmente
significa remeros. Describe a los remeros de la fila más baja de un barco cuyos pies estaban a menudo
mojados por el agua que se filtraba. No obstante, como las dos palabras para siervo aparecen en el Nuevo
Testamento, Pablo destaca que Cristo es el Señor, y todos los ministros del evangelio son sus servidores.
En su celo partidista, los creyentes corintios parecían haber hecho a su líderes señores favoritos,
destronando a Cristo.

n su forma singular, el otro término de Pablo para servidores (oikonomous) literalmente significa
administrador de casa. Era un término común usado para describir al esclavo principal, cuyo amo había
puesto toda su casa bajo su custodia, incluso los otros esclavos. De modo que un servidor era un
administrador de casa, un capataz o sobreveedor. No obstante el prestigio y gran responsabilidad del
servidor, él era aún un siervo en relación a su amo.

Comúnmente, el término "misterios" (v. 1), designaba ritos sagrados, o percepciones especiales que
estaban reservadas para la minoría selecta. Sin embargo, Pablo usa la frase "los misterios de Dios" para
significar el plan de Dios para la salvación por medio de la fe en Cristo. Como Pablo lo explica en sus
cartas posteriores, su uso del término "misterio" incluía el plan de Dios para incorporar a los creyentes
gentiles a la familia de Dios. Aunque la habilidad administrativa era importante, la principal calificación
para los servidores era que fueran "hallados fieles" (v. 2). Desde el punto de vista del amo, la
confiabilidad era una necesidad absoluta. Jesús relató una parábola acerca de un siervo cuyo amo lo
elogió por su sagacidad. Con todo, el administrador fue despedido porque era deshonesto y sin escrúpulos
(Lc. 16:1-9).

En el versículo 3, Pablo cambia de la palabra "nosotros" al pronombre "yo". El cambio sugiere


fuertemente que algunos de los miembros de la iglesia habían criticado a Pablo. Podemos suponer que los
partidos de Apolos, Pedro y Cristo (1:2) criticaron a Pablo. Muy probablemente, estos tres partidos
combinados sobrepasaban en número al grupo que apoyaba a Pablo. No obstante, es posible que los
miembros no fueran particularmente celosos por ningún líder. Cualquiera fuera el caso, Pablo no estaba
muy preocupado acerca de los juicios de sus críticos. La expresión "por tribunal humano" (v. 3) traduce
una frase que dice literalmente: por un día humano. Al parecer, esta figura de lenguaje está en contraste
con el día final del Señor; el día del juicio (3:13). Desde luego, Pablo no quiso decir que no le importaba
nada la opinión de los demás.
Aunque al parecer Pablo se estaba jactando cuando dijo:... "y ni aun yo me juzgo a mí mismo" (v.
3), y "porque de nada tengo mala conciencia" (v. 4), nosotros debemos interpretar estas declaraciones a la
luz de todo el contexto. Obviamente, Pablo quiso decir que considerando que el juicio humano es
limitado y transitorio, últimamente Dios y no la gente lo juzgaría. Aun cuando esto no fue expresado, un
elemento de concesión se hace evidente en lo que escribió el apóstol. Por consiguiente, podemos traducir
la segunda declaración: Aunque yo no tengo mala conciencia de algo contra mí mismo, no por eso estoy
absuelto (v. 4). Dicho de otra manera, el sentido propio de inocencia no es prueba cierta de inocencia.
Nuestra inocencia puede ser el resultado de la ignorancia, la justificación propia o nuestro defectuoso
concepto de la naturaleza y seriedad del pecado. Por consiguiente, sólo Dios puede ser el juez final del
carácter humano.

Sólo Dios es el juez perfecto. Primero, sólo él está libre de pecado; por eso Dios es totalmente
objetivo e imparcial. Segundo, Dios conoce todo pensamiento, palabra y hecho humanos, y también
conoce los móviles que están envueltos. Debido a que Cristo llevó sobre sí nuestro juicio por el pecado y
sus eternas con-secuencias (2 Co. 5:21), el cristiano "no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte
a vida" (Juan 5:24). No obstante, "todos compareceremos ante el tribunal de Cristo" (Ro. 14:10; 2 Co.
5:10). El juicio de los creyentes no será para determinar su destino eterno, sino para determinar las
recompensas o la falta de ellas. Cuando Pablo dice: "El que me juzga es el Señor" (1 Co. 4:4), significa
que Dios el Hijo, no Dios el Padre lo juzgará (ver Juan 5:22).

La advertencia en el versículo 5 contra el juicio prematuro hace eco de la enseñanza de Jesús (Mt.
7:1-5), y es un tema común en las cartas de Pablo (Ro. 2:1-11; 14:1-3). Si bien Cristo vino la primera vez
como Salvador, él volverá para completar la salvación y juzgar el universo. Como juez, Cristo . . .
"aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones" (1 Co. 4:5).
La pasmosa verdad de tal penetrante juicio, debiera impartir temor aun a las personas más justas. No sólo
las acciones cometidas cuando ninguna otra persona estaba presente, sino que todo pensamiento
malicioso e impuro será expuesto a la luz brillante del perfecto juicio de Cristo. Pablo dice: . . . "y
entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios" (v. 5). Sin embargo, no todos escucharán: ... "Bien, buen
siervo y fiel" (Mt. 25:21). Empero, cualquier digna recompensa debe venir de Dios, no de la gente. Sólo
su aprobación cuenta en última instancia.

Lo que Pablo dice acerca de siervos y administradores, lo aplica específicamente a sí mismo y a


Apolos lo mismo que su primera ilustración. Tal vez el apóstol lo hizo así debido a su estrecha amistad y
su unidad de doctrina y propósitos. Pablo explica que el objeto de su lección era para beneficio de sus
lectores (literalmente, a causa de ustedes), que ellos podían aprender de Pablo y Apolos a vivir de acuerdo
con las Escrituras.

Sin embargo, la declaración permite varias posibilidades. Por ejemplo, Pablo pudo haberse referido
a un proverbio común que era un equivalente del dicho: "No sea el primero por quien la noticia es traída".
Por otra parte, Pablo pudo haberse referido a textos específicos del Antiguo Testamento citados
anteriormente. Otras posibilidades incluyen una lista de las enseñanzas de Jesús, o a lo que había escrito a
los cristianos corintios. Aun cuando aceptemos el sentido más obvio de no estimar a los ministros por
encima de la norma escrituraria (Antiguo Testamento), todavía tendríamos el problema de localizar las
referencias específicas. Es posible que los grupos partidistas hubieran ignorado las Escrituras formulando
sus propias normas de logro ministerial. Podemos estar ciertos que los lectores de Pablo no estaban
siguiendo la enseñanza de Jesús:... "el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el
que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro servidor" (Mt. 20:26,27). En cambio, ellos estaban
hinchados de orgullo y celos partidarios.

Algunos intérpretes sostienen que la expresión: "Porque ¿quién te distingue?" (1 Co. 4:7), significa
que Pablo quiso decir que los creyentes corintios no se diferenciaban de los demás, sino que eran todos
igualmente hijos de Dios. Sin embargo, la respuesta implicada para esta pregunta retórica, es que Dios
hizo a sus lectores diferentes y, por lo tanto, responsables por todos sus dones físicos y mentales. Como lo
dice Santiago adecuadamente: "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de
las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación(Stg. 1:17).
Pablo aclara su punto añadiendo: "Y si lo recibiste, ¿por qué te glorias como si no lo hubieras
recibido?" (1 Co. 4:7). Aquellos en la iglesia de Corinto que se sentían superiores a los otros, necesitaban
el recordatorio de Pablo de que la gracia de Dios excluye todo mérito y logro humanos. Un don natural es
aquel que es incondicional y no ganado. Pablo expresa esta verdad gráficamente en Romanos 11:6: "Y si
por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de
otra manera la obra ya no es obra." Lo mismo que el aceite y el agua, en lo que concierne a la salvación,
las obras y la gracia no se mezclan. Dios da lo que la gente no puede ganar o hacer por sí misma.

Insensatos por Amor de Cristo (4:8-13)

A diferencia de los predicadores que se deleitan en denunciar a los miembros errantes de sus
congregaciones, Pablo prefería un abordamiento amable (v. 14; Gá. 4:20). Pero algunas veces la situación
demanda un lenguaje enérgico para obtener la atención de sus lectores y tal vez lograr los cambios
deseados. Algunos intérpretes pueden acusar a Pablo de ceder a una compasión de sí mismo en los
versículos 8-13. Sin embargo, el contexto muestra que en lugar de sentir compasión de sí mismo, él se
refería a sus sufrimientos y privaciones a fin de lograr una mordaz ironía y sarcasmo. El lo hizo así para
desinflar a los cristianos corintios, y para que reconocieran el error de su orgullo y arrogancia. El verbo
traducido saciados(v. 8) significa ser saciado, estar completamente satisfecho con la comida. En el
contexto, la referencia es a la comida espiritual. Sin duda, Pablo se refiere también a riqueza espiritual
cuando dice:... "ya estáis ricos" (v. 8). La expresión sin nosotros significa "aparte de nosotros". De esta
manera el reino espiritual de los cristianos corintios no incluía a Pablo y Apolos como miembros
gobernantes. Aun cuando los cristianos ahora comparten el reino espiritual de Cristo, porque la vida
eterna es una realidad presente, el reino de Dios (o de Cristo) es también futuro.

Frecuentemente los cristianos tienden hacia uno de dos extremos. Algunos hacen tanto énfasis en el
futuro que desarrollan un complejo de otro mundo. Para tales personas la vida en la tierra es casi un
preludio innecesario al cielo. Invariablemente, tales personas descuidan la dimensión social del evangelio.
Sin embargo, los cristianos corintios recalcaban mucho el aspecto presente del reino. En efecto, su
perspectiva era poco más que la creencia de que el placer es el valor principal de la vida. Ellos nunca
habían oído la moderna versión de sacar de la vida todo el gusto posible. No obstante, sus numerosos
problemas relacionados a pleitos, in-moralidad, matrimonio, lenguas y demás, revelan que su interés
básico estaba en el aquí y ahora, más bien que en el futuro.

Tal vez la ironía más mordaz de Pablo estuviera en su declaración: "¡Y ojalá reinaseis, para que
nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!" (v. 8). Así como Jacobo y Juan (Mr. 10:35-45),
los miembros de la iglesia de Corinto querían una corona sin una cruz. Pablo sabía por experiencia que tal
deseo es imposible de satisfacer. Aunque el apóstol deseaba que tanto ellos como él reinaran de verdad, su
condición terrenal era un constante y sombrío recordatorio de que los que siguen a Cristo tienen que
llevar su cruz. Jesús había enseñado a sus discípulos: "Si a mí me han perseguido, también a vosotros os
perseguirán" (Jn. 15:20). Jesús también había dicho: "En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he
vencido al mundo" (Jn. 16:33).

En los versículos 9-13 Pablo destaca la situación lamentable de los apóstoles, no por compasión a sí
mismo, sino para señalar un principio espiritual de Jesús:... "el que quiera hacerse grande entre vosotros
será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos" (Mr. 10:43, 44). Por
la frase "nosotros los apóstoles," (v. 9), tal vez Pablo implicaba que Apolos era un apóstol, aunque Apolos
nunca fue designado específicamente apóstol. Por otra parte, es posible que Pablo usara el término
"apóstoles" para significar mensajeros. En Filipenses 2:25, Pablo se refiere a Epafrodito como el
"mensajero" (apóstol en griego). El término apóstol significa un enviado. Misionero puede ser un
equivalente moderno.

La descripción que hace Pablo de un apóstol muestra la escena de un desfile militar romano
encabezado por el general vencedor y sus soldados llevando los trofeos de su conquista. Al final de la
procesión venían cautivos seleccionados, quienes eran llevados a Roma para luchar como gladiadores o
con las bestias feroces de los circos romanos. Pablo se identificaba a sí mismo y a los otros apóstoles con
los cautivos perseguidos e indefensos que aguardan una cierta muerte violenta. El término espectáculo (v.
9), es la raíz de la palabra teatro. En lugar de tres grupos de espectadores (el mundo, los ángeles y los
hombres) la estructura de la frase griega sugiere el mundo entero, el mundo entero en general, compuesto
de dos grupos: ángeles (mensajeros, aparentemente mensajeros celestiales) y hombres.

Pablo prosigue su mordaz sarcasmo, diciendo: "Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, más
vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, más vosotros fuertes; vosotros honorables, más nosotros
despreciados" (v. 10). Desde luego, lo opuesto era la verdad. Solamente según las normas mundanas de
presunción y justicia propia eran los corintios superiores a Pablo y otros que compartían el escándalo de
la cruz.

En los versículos 11-13 Pablo repite sus sufrimientos y los de los apóstoles. Da una lista detallada
de sus penalidades en 2 Corintios 11:23-28. A través de sus penalidades él había aprendido que Dios es
suficiente para toda necesidad. Aunque por un tiempo Pablo se hospedó en la casa de Aquila y Priscila en
Corinto (Hch. 18: 2, 3), cuando consideraba su ministerio como un todo, él no tenía "morada fija" (v. 11).
Su declaración: "Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos" (v. 12), puede referirse a su
trabajo junto con Aquila y Priscila en su oficio de hacer tiendas (Hch. 18:3). Además puede incluir el
trabajo que hacía en su ministerio en las iglesias.

Pablo practicaba las enseñanzas y las acciones de Jesús:.. . "nos maldicen, y bendecimos;
padecemos persecución, y la soportamos. Nos difaman y rogamos; hemos venido a ser la escoria del
mundo, el deshecho de todos" (v. 12, 13). La palabra traducida "escoria" (v. 13) significa aquello que es
desechado por completa limpieza. También puede significar una ofrenda o un rescate; es decir, la víctima
propiciatoria. En la práctica pagana, algunas veces los sacrificios humanos de personas consideradas sin
valor, se hacían para apaciguar a los dioses airados. La palabra griega para escoria (v. 13) (suciedad,
escoria) es prácticamente sinónimo del término basura, y también puede significar rescate o víctima
propiciatoria. Al parecer, Pablo quiso usar los términos más bajos y degradantes de que disponía. De tal
manera, Pablo y otros consagrados ministros como él, se sometieron voluntariamente a lo peor que el
mundo podía hacerles por causa de Cristo.

La Amonestación de un Padre a sus Hijos Amados (4:14-21)

No obstante su severo reproche, Pablo amaba genuinamente a los cristianos corintios. En el


versículo 6, los llama "hermanos"; en el versículo 14, Pablo adopta una postura paternal y se dirige a ellos
como "hijos míos amados." Aunque posteriormente Pablo dice: "Para avergonzaros lo digo" (6:5; 15:34),
él niega que quiera humillarlos. Más bien desea "amonestarlos". Pablo usa la misma palabra en Efesios
6:4, donde exhorta a los padres a criar a sus hijos "en disciplina y amonestación del Señor."
Pablo usa una expresión (v. 15) "diez mil ayos" (pedagogos). La palabra designaba a un esclavo que
era responsable del tierno cuidado y la supervisión de las vidas y la moral de los niños a su cargo. Sin
embargo los tiernos cuidadores eran sumamente inferiores en su posición a los padres. En contraste, Pablo
se consideraba a sí mismo como el padre espiritual de los convertidos. Con todo, Pablo no enseñó a sus
convertidos a que lo llamaran padre. Sólo Dios era el Padre espiritual de los creyentes en el máximo
sentido. No obstante, en sentido secundario, Pablo dice: ... "pues en Cristo Jesús yo os engendré por
medio del evangelio" (1 Co. 4:15). Dios engendra aun niños espirituales a través del evangelio, su
palabra.

Pablo no intentaba usurpar el señorío de Cristo al decir: "Por tanto, os ruego que me imitéis." (v.
16). Mas tarde, repitió la misma advertencia, pero añadió: ... "así como yo de Cristo" (11:1). Por lo
demás, Pablo se describe a sí mismo como el principal de los pecadores (1 Ti. 1:15); pero en 1 Corintios
4:16, él siente la necesidad de citar su conducta ejemplar en Corinto y en su situación presente.
Considerando que los creyentes corintios no podían observar el ejemplo de Cristo, Pablo era
probablemente el mejor modelo cristiano que ellos podían ver. Desde luego, Pablo no intentaba rebajar
los ejemplos de Apolos y Pedro (asumiendo que Pedro había ministrado en Corinto).
Timoteo también era un ejemplo recomendable de madurez cristiana. Pablo no quería decir "yo
envié" o yo os envío "a Timoteo." Posiblemente, Timoteo estaba de camino de Efeso a Corinto. Él había
venido de Macedonia a Corinto durante el ministerio de Pablo allá (Hch. 18:5), y sin duda los cristianos
corintios tenían confianza en él. Pablo expresa su propósito en enviar a Timoteo:... "el cual os recordará
mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias" (v. 17). Al parecer,
los creyentes corintios habían olvidado o descuidado la "conducta" del apóstol. Probablemente esta era
una referencia a la ética cristiana y a las enseñanzas espirituales.

Pablo acusa a algunos de sus lectores de ser "envanecidos" (hinchados, v. 18) porque ellos creían
que Pablo no volvería a Corinto para oponerse a sus actitudes y costumbres mundanas. Sin embargo, él
les promete visitarlos si era la voluntad del Señor, si el Señor lo permitía. Entonces conocería "no las
palabras, sino el poder de los que andan envanecidos" (v.19). Puesto que el "poder estaba asociado con el
Espíritu Santo," Pablo al parecer quería decir que él podría discernir a aquellos que eran meramente
jactanciosos de aquellos que eran realmente llenos del Espíritu. El reino de Dios se caracteriza no por el
hablar humano, sino por el poder divino. Según un adagio moderno, "hablar es fácil." Por otra parte,
parece ser cierto el citado adagio dada la actual abundancia de sermones que exaltan al hombre que se
proclama a sí mismo portavoz de Dios. A diferencia de algunos predicadores modernos, Pablo no hacía
eso, pues la situación en Corinto era tan seria que demandaba una disciplina amorosa pero firme. Pablo
les dejaba elegir a los miembros de la iglesia. Si ellos no cambiaban de conducta, él iría "con vara" (v.
21), un símbolo de dolorosa disciplina. Aun cuando fuera con vara, no obstante los amaba. El amor
genuino debe confrontar y disciplinar cuando es necesario para restablecer el compañerismo, la conducta
ética y el orden.

Lecciones para la Vida de 1 Corintios 3:1 a 4:21

La vida mundana de los cristianos daña más que cualquier otra cosa. El peor enemigo está dentro
de la iglesia, no fuera de la iglesia. Los creyentes que viven con un pie en el cielo y el otro en el mundo
afectan muchísimo el testimonio cristiano por su estilo de vida mundano.

Si a los cristianos no les importa quien obtiene el crédito, pueden dar un gran paso hacia alcanzar
el mundo para Cristo. Sea cual sea su posición en la iglesia, su propósito es compartir el evangelio, no
ganar un concurso de popularidad. Dios desea confiar y depender en usted.

Los cristianos que dividen la iglesia están en grave peligro, no de perder la salvación, pero sí de
recibir un severo castigo. Debido a que Dios no toma ligeramente las disensiones de la iglesia, algunos
cristianos que se valoran a sí mismos altamente, algún día aprenderán que Dios usa un sistema diferente
de evaluación. Lo que realmente importa es cómo ve Dios nuestras vidas y ministerios.
Actividades de Aprendizaje Personal

1. Pablo usó el término leche para indicar la salud espiritual de los cristianos corintios.
□Verdad □Falso
2. Pablo recalca que el único fundamento de la iglesia es (seleccione la respuesta correcta de la
lista):
-(1) Los apóstoles (3) La ortodoxia
-(2) La Biblia _ (4) Cristo

3. Pablo escribió que la iglesia es (Seleccione la respuesta correcta de la lista.)


(1) Una organización (3) El templo de Dios
(2) Un negocio (4) Una democracia

4. Nuestra palabra está muy cerca en sentido al término apóstol del N.T. (Seleccione la
respuesta correcta de la lista)
(1) Pastor (3) Evangelista
(2) Misionero (4) Diácono

COMPORTAOS COMO PUEBLO DE DIOS

1 Corintios 5:1 a 7:40


Cuando Pablo concluyó su consideración de las facciones y los problemas relativos a las mismas, se
vuelve a las cosas éticas que requerían urgente atención: inmoralidad sexual, pleitos en los tribunales
paganos y cuestiones concernientes al matrimonio.

La Amenaza de la Inmoralidad (5:1-12)

Una Situación Vergonzosa (5:1-5)

La declaración: "De cierto se oye" (v. 1) recuerda 1:11 referente a la información recibida de los de
la casa de Cloé. Presumiblemente, las mismas personas denunciaron el caso de crasa in-moralidad que
envolvía a un miembro de la iglesia que tenía "la mujer de su padre" (aparentemente su madrastra).

La palabra para "inmoralidad" es porneia, la cual literalmente significa fornicación. Aunque


fornicación incluye todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio, y es más amplio que el término
adulterio, el uso de la Escritura a menudo iguala a ambos. En el versículo 1 no es este el caso. El término
griego porne, de la misma raíz, significa ramera o prostituta. El término pornografía viene de idéntica
raíz.

Puesto que la madrastra no era un pariente sanguíneo, los comentadores no concuerdan en el punto
del incesto. Aunque Pablo no quiso decir que los paganos nunca habían cometido tan vergozoso pecado,
sí quiso decir que la sociedad pagana como un todo, condenaba tal unión sexual. El Antiguo Testamento
(Lv. 18:8; 20:11; Dt. 22:30; 27:20) y la ley romana condenaban la práctica. Sin embargo, más tarde, la ley
oral judía, como lo refleja el Talmud, permitía que los prosélitos (paganos convertidos al judaísmo)
practicaran esa unión. Rubén, el hijo mayor de Jacob, recibió la condenación de su padre por tener
relaciones sexuales con Bilha, la concubina o semi-esposa de su padre (Gn. 35:22; 49:4).
En el caso de los corintios, dos presunciones parecen seguras: (1) el padre del culpable había
muerto; (2) el hombre era cristiano y la madrasta era pagana. Pablo condenó la pecaminosa relación, y tal
vez condenó aun más la "arrogante" actitud de los miembros de la iglesia; al parecer, ellos condonaban la
situación como si realmente no importara (v. 2). Debido a sus antecedentes filosóficos, es probable que
ellos creyeran que el cuerpo material básicamente es malo. Por consiguiente, ellos sostenían que los
cristianos podían ser espiritualmente maduros aunque usaran mal sus cuerpos en actividades inmorales.
Aun hoy, algunos profesantes cristianos aceptan esta opinión. No obstante, una persona es una unidad de
cuerpo, mente y espíritu; si las personas someten sus cuerpos al pecado, ellas son pecadoras en mente y
espíritu también, a pesar de su falsa lógica en contra.

En lugar de ser arrogantes, los miembros de la iglesia de Corinto debían haberse lamentado. Como
un cáncer que requiere extirpación por cirugía total, el miembro ofensor debía ser eliminado de la iglesia.

Si bien Pablo ejercía su autoridad apostólica al tratar este problema, él estimulaba a la iglesia a que
ejerciera la autoridad dada por Dios para expulsar al ofensor de la congregación. No obstante la
enseñanza de Pablo contra el juzgar a otros, la naturaleza moral del universo demanda que las personas
recurran a juicios morales de sí mismas y de otras. Ciertamente, debe evitarse juzgar a otros más
duramente de lo que se juzga uno mismo. Jesús reprobó mucho a la gente que criticaba (Mt. 7:1-5), pero
también reprobó a aquellos que eran demasiado tolerantes (Mt. 7:6).

Por la expresión "presente en espíritu" (1 Co. 5:3), Pablo asegura a los cristianos corintios que ellos
podían confiar en su firme posición en el asunto. Pablo estaba tan seguro de haber sido informado
correctamente de los hechos que dice terminantemente:.. . "he juzgado al que tal cosa ha hecho. En el
nombre de nuestro Señor Jesucristo" (v. 3, 4). En contra de la opinión de que Pablo era más riguroso de lo
que había sido Jesús, recordemos que Pablo estaba tratando de un cristiano profesante, no de un incrédulo
como la mujer samaritana (Jn. 4:7-26), o la mujer sorprendida en adulterio (Jn. 8:2-11). Observemos que
Jesús fue riguroso con los líderes de la pretendida justicia del judaísmo (Mt. 23:1-36).

La acción de la asamblea de la iglesia debía ser hecha con la seguridad de la presencia espiritual de
Pablo, "con el poder de nuestro Señor Jesucristo" (v. 4). En contra de la opinión de que Pablo usaba el
poder de Cristo, nosotros podemos interpretar sus palabras en el sentido de que la iglesia usaría el poder
de Cristo al expulsar al miembro pecador. Aunque Pablo no usó la palabra para autoridad (exousia),
poder" (dunamei) parece significar autoridad. Pablo añade: "... el tal sea entregado a Satanás para
destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús" (v. 5). Teniendo en
cuenta que Satanás es "el príncipe de este mundo" (Jn. 12:31), entregar a las personas a Satanás, al
parecer significaba expulsarlas o excomulgarlas de la iglesia y, en efecto, considerarlas como incrédulas.
Por lo tanto, ellas eran del mundo y no de la familia de Dios. Desde luego, tal acción no puede cambiar el
carácter de uno o anular su salvación.

En otra parte, Pablo menciona a "Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que
aprendan a no blasfemar" (1 Ti. 1:20). Si bien nosotros no podemos ser dogmáticos en cuánto al sentido
de la frase "para destrucción de la carne," Pablo puede haber querido significar alguna clase de disciplina
física, la cual podría llevar al arrepentimiento y la restauración. Por otra parte, Pablo pudo haber usado la
palabra "carne" en el sentido ético de la naturaleza caída del hombre. Por consiguiente, la frase
"destrucción de la carne" podría referirse a la crucifixión de la vieja naturaleza. Al aplicar esto al caso de
la iglesia de Corinto, el retiro del compañerismo de la iglesia pudo haber despertado al hombre de su
error, y llevarlo al repudio de su pecaminoso estilo de vida, y traerlo de vuelta a la iglesia.
Presumiblemente, la acción de la iglesia cumplió este propósito (2 Co. 2:5-11).

Un Poco de Levadura (5:6-8)

Es posible que la jactanciosa actitud de aquellos que pensaban que el caso de crasa inmoralidad no
demandaba acción disciplinaria, fuera más destructiva para la fibra e integridad moral de la iglesia de
Corinto que cualquier otra cosa. Su actitud floja e in-diferente causaría daño espiritual a toda la iglesia, si
ya no lo había causado. Es probable que los antecedentes judíos de Pablo fueran la causa de su
declaración "un poco de levadura leuda toda la masa" (v. 6). Puesto que la levadura tiene usualmente una
mala implicación en el uso bíblico, la ilustración de Pablo era equivalente al adagio moderno: Una
manzana podrida echa a perder toda la caja.

Una vez que el apóstol hubo introducido el punto de la levadura, la cadena de pensamientos lo llevó
a la fiesta de la Pascua y los siete días de los panes sin levadura (Ex. 12:14-20). Las mujeres judías
sacaban la levadura (tal vez simbólica de un pasado pecaminoso) de la casa, y más tarde la usaban para
empezar una nueva masa (tal vez simbolizando un nuevo comienzo). Del mismo modo, los cristianos
corintios debían expulsar al miembro ofensor a fin de que ellos pudieran ser una masa nueva (1 Co. 5:7).
Desde luego, la ilustración no debe ser forzada en los detalles. Considerando que la nueva masa también
tenía que leudar, sólo en el sentido ideal la iglesia limpiada se convertiría en "una masa nueva." Aunque el
período de siete días era el único tiempo en que los israelitas comían pan sin levadura, Pablo no abogaba
meramente por una reforma temporal de la iglesia.

Pablo continúa su analogía:... "porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por
nosotros" (v. 7). Algunos intérpretes han usado esta declaración para apoyar la idea de que Cristo fue
crucificado en miércoles, Nisán 14, en el tiempo cuando los corderos sacrificiales estaban siendo
sacrificados para la comida pascual. Sin embargo, una evidencia abrumadora apoya el hecho de que Jesús
fue crucificado el viernes, Nisán 16. No obstante, a pesar de la diferencia de tiempo, el cordero pascual
era en un sentido real un símbolo de nuestro Señor crucificado.
Otra explicación del uso que hace Pablo del tema de la Pascua, es que él escribió durante el tiempo
de Pascua. Porque el júbilo de la liberación de la esclavitud de Egipto era un rasgo prominente de la
celebración de la Pascua, Pablo puede haber intentado recalcar el júbilo de la liberación de los creyentes
del pecado. El elemento del gozo parece estar implicado en las palabras: "Así que celebremos la fiesta, no
con la vieja levadura, ni con la leva-dura de maldad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de
verdad" (v. 8).

La sugerencia de que para Pablo la Cena del Señor es el equivalente a la Pascua judía parece no
tener mérito. Más bien, Pablo obviamente quiso decir que toda la vida cristiana debiera ser una genuina
fiesta de júbilo y alabanza. La idea raíz de la palabra traducida sinceridad al parecer viene de las palabras
sol y juez (juzgado a la luz del sol); es decir, algo que pasa la prueba de un estrecho escrutinio. Como está
en el versículo 8, la palabra verdad significa realidad, lo opuesto a lo que es temporal y superficial, así
que la adoración que consiste principalmente de efervescencia emocional y actividad sin sentido no
satisface la prueba de genuina celebración cristiana.

Separación de los Obradores de Maldad (5:9-13)

Considerando que las palabras: "Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios" (v. 9)
difícilmente podrían referirse a 1 Corintios, al parecer Pablo alude a una carta anterior que había escrito a
la iglesia de Corinto. Aquellos que sostienen la teoría compuesta de 2 Corintios, creen que Pablo se
refiere a 2 Corintios 6:14 a 7:1. Aunque el tiempo verbal para "os he escrito" algunas veces tiene un
sentido presente (yo escribo), el uso prevaleciente y el contexto parecen favorecer una carta anterior.

El infinitivo traducido "os juntéis" (v. 9), significa mezclarse o juntarse con; es decir en íntima
asociación. El significado literal de la palabra fornicarios es unión sexual fuera del matrimonio. Sin
embargo, Pablo no esperaba que los cristianos evitaran el contacto social con los fornicarios, los avaros,
los ladrones, o con los idólatras, pues en este caso "os sería necesario salir del mundo" (v. 10). Pablo no
creía en el aislamiento y la segregación. Como cristianos no debemos adoptar una actitud de "paren el
mundo y déjenme salir", o de aislarse en un monasterio. Cristo oró por sus discípulos diciendo: "No ruego
que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Jn. 17:15-19). Los cristianos deben estar en el
mundo, pero el mundo no debe estar en ellos.

Pablo prosigue: "Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere
fornicario, o avaro, o idólatra, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis" (1 Co. 5:11). Las cartas de
Pablo abundan con listas de vicios, y aun los paganos tenían sus listas condenatorias de prácticas y
actitudes. Desde luego, Pablo no quería decir necesariamente que los miembros cristianos de la iglesia
fueran culpables de uno o más de estos vicios. Sin embargo, él indica claramente la naturaleza
pecaminosa de cada categoría específica que menciona. El problema céntrico en la iglesia de Corinto era
que toleraban la inmoralidad entre los miembros. Al hacerlo así, ellos pasaban por alto el tremendo daño
espiritual que implicaba para la iglesia y su testimonio cristiano.

Los intérpretes que acusan a Pablo de ser menos tolerante que Cristo, pierden de vista el punto de
Pablo. No obstante el hecho de que los críticos de Cristo lo acusaban de asociarse con pecadores (Lc.
15:2), él nunca adoptó su estilo de vida. Si Jesús lo hubiera hecho, ninguno de ellos hubiera confiado en
él como Salvador y Señor. Pablo hace énfasis en la necesidad de que los cristianos sean moralmente puros
(santos). En efecto, los cristianos tenían que juzgar a los de "dentro" de la iglesia, no "a los que están
fuera" (v. 12), a quienes juzgaría Dios (al parecer refiriéndose al día del juicio final (v. 13). Aun hoy,
muchos encuentran más fácil condenar los pecados del mundo que condenar los pecados de los creyentes.
Sea que nuestro motivo sea la defensa propia, el temor de crear problemas, o la simple indiferencia;
muchas iglesias modernas son débiles en cuanto a la disciplina. Tal vez, inconscientemente, hemos
reaccionado al abuso de la disciplina de la iglesia en una era pasada.

Por ejemplo, hace treinta años algunas veces las iglesias excluían del compañerismo por la ofensa
de ir al teatro. Las iglesias de hoy, como la de Corinto, tienden hacia el extremo opuesto. En algunos
casos se perdonan pecados aun entre líderes de la iglesia. La advertencia final de Pablo era: "Quitad, pues,
a ese perverso de entre vosotros". El se refería particularmente al fornicario citado en el versículo 13.

Litigios en los Tribunales Paganos (6:1-20) (Pleitos)

Derrota para los Cristianos (6:1-8)

El problema de los pleitos en los tribunales paganos pudo haber sido un problema aparte del cual
Pablo fue informado, o puede haber sido una extensión de su consideración del juzgar. Los capítulos 5 y 6
están tan estrechamente relacionados que los dos temas de la inmoralidad y el juzgar aparecen en ambos.
En Corinto, los miembros de la iglesia estaban recurriendo a los tribunales paganos para solucionar sus
disputas, en lugar de resolver sus problemas entre sí mismos. De acuerdo con Jesús, los cristianos primero
debían tratar de resolver los conflictos personales entre los litigantes; y el paso final era la acción de la
iglesia como último recurso, (Mt. 18:15-17). Muy probablemente, Jesús no tuvo la intención de que sus
seguidores resolvieran conflictos por medio de recurrir a los tribunales paganos. Claramente, la posición
de Pablo era que ni siquiera como cristianos debían juzgar al mundo, ni el mundo juzgar a los cristianos.

La pregunta: "¿Osa alguno" (1 Co. 6:1) sugiere una gran presunción en aquellos que llevaban los
problemas de los cristianos ante los tribunales paganos, "y no delante de los santos." Considerando su
indicación de que los creyentes no debían juzgar a los de afuera de la iglesia (5:13), seguramente no se
contradice a sí mismo con la pregunta: "¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo?" (v. 2). La
solución de esta aparente contradicción es que los creyentes de alguna manera participarán con Cristo en
el juicio final. Si los cristianos van a tener tan grande responsabilidad y privilegio, entonces no queda
duda de que ellos son competentes para tratar "cosas muy pequeñas" (v. 2). Pablo sigue su argumento de
lo que es menor a lo mayor: "¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles?" (v. 3). "¿Cuánto más las
cosas de esta vida?" (v. 3). Al parecer Pablo se refiere a los ángeles caídos (ver 2 P. 2:4; Jud. 6.)

La frase, "en la iglesia" (v. 14), sugiere que los problemas eran considerados por los menos capaces,
los cuales no los podían resolver. Si bien algunos cristianos son mucho más maduros y capaces de buen
juicio que otros, él no quería que una selecta minoría de miembros tomara todas las decisiones de la
iglesia. La naturaleza de la iglesia, que es una asociación de pecadores salvados, implica una igualdad
básica.
Luego Pablo señala el lamentable ejemplo de los cristianos de Corinto: "Para avergonzaros lo digo"
(v. 5). Aun en la actualidad, cuando una facción de la iglesia demanda con éxito a otra por la propiedad de
la iglesia, los ganadores de la demanda son siempre perdedores espiritualmente.

La pregunta: "¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus
hermanos...?" tiende a respaldar el concepto de Pablo cuando dice: ... "en la iglesia" y no "por la iglesia,"
en el versículo 4. Por consiguiente, Pablo no hace distinción de miembros inmaduros de la iglesia que no
podían solucionar las disputas. Más bien, él se refiere a la acción de la iglesia como un todo en
seleccionar a los miembros más capaces para arbitrar en una disputa entre dos cristianos. La acusación de
Pablo a la iglesia de Corinto era que un hermano cristiano fue a los tribunales para hacerle pleito a su
hermano cristiano "ante los incrédulos" (v. 6). Tal vez Pablo usaba ironía al contrastar la alardeada
sabiduría de los cristianos corintios con su incapacidad para solucionar las disputas dentro de su
comunidad.

Pablo agrega: "Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros
mismos" (v. 7). No obstante las razones, los pleitos de los corintios eran pruebas de fracaso moral.
Aunque Pablo no apela a las enseñanzas de Jesús en el asunto, sin duda él tenía presente la demanda de
Jesús a sus seguidores de volver la otra mejilla. Jesús añadió: ... "y al que quiera ponerte a pleito y
quitarte la túnica, déjale también la capa" (Mt. 5:40). Tanto Jesús como Pablo condenan la tendencia
egoísta de insistir en los derechos propios. Pablo sugiere que los cristianos renuncien a los derechos
personales por el bien de la armonía cristiana, cuando pregunta: "¿Por qué no sufrís más bien el agravio?"
(v. 7). Los miembros de la iglesia que ganaban sus pleitos perdían mucho más de lo que ganaban. Por otra
parte, aquellos que iniciaban los pleitos, lo hacían con un móvil de egoísmo y codicia. Por lo tanto, Pablo
pudo decir: "Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos" (v. 8). Algunos
intérpretes sostienen que Pablo quiso decir que puede haber una circunstancia gravosa y perjudicial, hasta
tal punto que justifique que un cristiano demande a otra persona. Si bien tal ocasión ocurre algunas veces,
es la excepción antes que la regla. Si bien sólo Jesús practicó enteramente el ideal, aun él objetó la
injusticia en su contra cuando fue golpeado injustamente (Jn. 18:23). Sin embargo, el problema más
frecuente no es cómo reaccionar al abuso personal, sino cómo refrenar la tendencia de insistir en nuestros
derechos.

El día que un hombre se mudó a su nuevo hogar, su vecino de informó que la cerca que separaba su
propiedad estaba en el lugar equivocado. Debía ser movida a fin de darle al vecino dos pies más de
terreno que le correspondían legalmente. Cuando el recién llegado rápidamente estuvo de acuerdo, el
vecino decidió que el espacio extra no valía el inconveniente de mover la cerca. El recién llegado practicó
el principio de Jesús; él no insistió en sus

Normas del Reino (6:9-11)

El versículo 9 presenta la tercera de seis preguntas que empiezan: "¿No sabéis ... ?" en el capítulo 6
(v. 2, 3, 15, 16, 19). Cada pregunta pide una respuesta positiva. "Los injustos" (v. 9) son categorizados en
una lista representativa de vicios similar a la mencionada en 5:9-11, pero más extensa. No heredarán el
reino de Dios (6:9), es una expresión común en las cartas de Pablo.Significa no participar en la
consumación del reino de Dios al final de la edad presente. Aquellos que serán excluidos del reinoson los
"inmorales" (fornicarios), los "idólatras" (incluyendo a ambos, ídolos materiales y mentales), y los
"adúlteros" (limitado a relaciones sexuales ilícitas de gente casada.)

La palabra afeminados (v. 9) traduce dos palabras griegas. La primera significa flojo o afeminado y
al parecer designa al compañero pasivo en un acto sexual. La segunda palabra significa coito con un
varón, el término usual para sodomitas, y al parecer también designa al compañero más activo en un acto
sexual.

La palabra traducida ladrones (kleptai, (v. 10) describe a personas que se apoderan de la propiedad
ajena con disimulo, en contraste con los ladrones (harpages), que son aquellos que se apoderan de la
propiedad ajena por la fuerza. A los ladrones Pablo agrega los "avaros," los "borrachos," y los
"maldicientes," (personas abusivas). En otro lugar, Pablo compara al avaro con el idólatra (Ef. 5:5; Col,
3:5). Aunque los judíos de ninguna manera estaban libres de los vicios anunciados en 1 Corintios 6:9 y
10, estos pecados, por lo menos en sus formas más crudas, prevalecían particularmente entre los gentiles.
Sin embargo, recordemos que Jesús hizo hincapié en el móvil detrás del acto exterior (Mt. 5:28); de ese
modo Jesús atacó la piadosa vanidad de aquellos que pensaban que escapaban de la culpa por refrenarse
meramente en público de los actos pecaminosos.

La expresión: "Y esto erais algunos" (v. 11) no indica necesariamente que la iglesia de Corinto
tuviera por lo menos un representante por cada pecado mencionado. No obstante, sí contrasta el estado
pecaminoso anterior de los miembros con su nueva condición en Cristo. Si bien las palabras "ya habéis
sido lavados" puede referirse al bautismo como símbolo exterior de una limpieza espiritual interior,
ciertamente este último es el énfasis principal. Con el término "santificados," Pablo no describe la
santificación progresiva (crecimiento espiritual); describe la posición de santificación (Dios apartando a
los pecadores redimidos como hijos suyos). Así como se usa la palabra en el versículo 11, "santificados"
virtualmente era lo mismo que el término "justificados," el cual esencialmente significa hacer justo,
absolver de un crimen (pecado). Ser justificados en el nombre del Señor Jesús, significa ser justificados
por Cristo. Según el uso bíblico, el nombre de una persona equivale a la persona. Decir que los creyentes
corintios habían sido lavados, santificados y justificados en o "por el Espíritu de nuestro Dios" (el Espíritu
Santo) era lo mismo que decir que ellos estaban lavados, santificados y justificados en el nombre de
Cristo. La divina Trinidad tiene tal unidad que la obra del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, es
inclusiva más bien que excluyente. Tal vez sea provechoso pensar que el Padre es la causa original, el
Hijo la causa mediadora, y el Espíritu Santo el agente efectivo de la creación, revelación y redención. Por
lo tanto, con referencia a la redención, Dios el Padre nos salva a través del Hijo por el Espíritu Santo. Por
consiguiente, Cristo mora en nosotros en la poderosa presencia del Espíritu Santo (Mt. 28:20; Jn. 14:16-
18).

Pureza Moral (6:12-20)

Es posible que algunos cristianos corintios hubieran interpretado mal la enseñanza de Pablo. Esos
miembros de la iglesia al parecer consideraban la doctrina liberadora de la gracia como una licencia para
dejar de lado todas las restricciones morales.

El gnosticismo no alcanzó su pleno florecimiento hasta el siglo segundo, pero las tendencias
gnósticas claramente emergieron durante el tiempo de Pablo. Un dogma principal del gnosticismo era la
naturaleza mala de todas las cosas materiales, incluso el cuerpo humano. El movimiento tomó dos
posiciones opuestas. El grupo ascético suprimía los impulsos biológicos. Sin embargo, los libertinos
(libres) o grupo antinomiano (contra la ley), cedía a tales impulsos satisfaciéndolos de cualquier manera
que desearan bajo la falsa asunción de que nada perteneciente al cuerpo tenía significado espiritual.

Desde el punto de vista de la libertad cristiana, Pablo concordaba con los creyentes libertinos
corintios en la mayor asunción: "Todas las cosas me son lícitas" (v. 12). No obstante, el rechazo del
legalismo no significa la aceptación del antinomianismo (contra la ley moral). La libertad no implica
licencia. Por eso Pablo añade:... "mas no todas convienen," (expediente, benéfico, provechoso). Pablo
repite la premisa mayor y afirma:... "mas yo no me dejaré dominar por ninguna." La tiranía de los hábitos
y apetitos corporales es la peor clase de tiranía. La gente que dice que tiene el hábito de fumar, tomar
drogas o cualquier otra cosa, admite sin saberlo que sus hábitos la dominan. El sobreviviente de un
naufragio se ahogó porque había llenado sus bolsillos de oro. Los hábitos que nos dominan pueden
destruirnos.

Al parecer, algunos de los cristianos corintios adoptaron el refrán del grupo libertino: "Las viandas
para el vientre, y el vientre para las viandas" (v. 13). Visto superficialmente el refrán es lógico. Por
ejemplo, ¿por qué Dios provee comida y crea gente con estómago, si no es para que las personas coman?
No obstante, Dios no quiere que la gente abuse de la comida y se convierta en glotona. Tampoco quiere
Dios que la gente se harte de comida mientras otros mueren de hambre. El hecho de que Dios "destruirá"
tanto a las viandas como al estómago, no parece aludir a la divina intervención en juicio. Más bien, el
plan de Dios con respecto a cosas materiales provee el terminar con tales cosas como comida y
estómagos. El adagio popular sobre la naturaleza complementaria de la comida y el estómago, llevó a los
corintios creyentes a concluir que Dios creó los apetitos sexuales para ser satisfechos a voluntad. En
lenguaje moderno esto significaría que la gente puede hacer lo que le venga en gana.

En contra del punto de vista de los libertinos, Pablo afirma: ... "el cuerpo no es para la fornicación,
sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo" (v. 13). Pablo consideraba el cuerpo en término de toda la
persona. Por consiguiente, el cuerpo es un aspecto esencial del yo real. De acuerdo al concepto bíblico, el
ser humano es una unidad de cuerpo y alma (o cuerpo, alma y espíritu, si preferimos separar lo inmaterial
en dos aspectos). Aun en el cielo los creyentes no serán completos sin el cuerpo, de aquí la necesidad de
la resurrección. En lugar de someter sus cuerpos al abuso sexual, los cristianos corintios debían dedicar
sus cuerpos, es decir, ellos mismos al Señor (Cristo).

Con las palabras ... "y el Señor para el cuerpo," al parecer Pablo se refiere a la muerte expiatoria de
Cristo por toda la humanidad, el haber sido "comprados por precio" del versículo 20. Aunque el estómago
es simplemente un órgano del cuerpo, y Perecerá, el cuerpo será transformado y glorificado.

Por otra parte, en nuestra unión mística con Cristo, nuestros "cuerpos son miembros de Cristo" (v.
15). Pablo desarrolla este concepto con mayor detalle en el capítulo 12. En 6:15 el apóstol emplea ese
concepto para señalar el inconcebible pecado de tomar miembros de Cristo y hacerlos miembros de una
prostituta. Pablo apela al relato de Génesis del matrimonio (Gn. 2:24), para mostrar que la unión de un
hombre y una mujer hace de ellos "una sola carne" (v. 16). Desde luego, Pablo no limita la unión de
marido y esposa a la unión sexual. Pero la unión sexual nunca puede ser un evento casual, considerando
que envuelve las naturalezas mental y espiritual de los participantes, así como también sus cuerpos. Sin
embargo, en contraste, la unión total con Cristo es espiritual en naturaleza. Pablo señala esto con las
palabras: "Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él" (v. 17). No obstante, en la unión espiritual del
creyente con Cristo, la personalidad queda intacta; a diferencia de las enseñanzas de las religiones de
misterio, la personalidad humana no es absorbida por la divina.

La tentación al sexo ilícito era tan fuerte en Corinto que al parecer Pablo sintió la necesidad de
advertirles enfáticamente: "Huid de la fornicación" (v. 18). El verbo traducido shun literalmente significa
escapad. Huir de la tentación debe ser mejor que el riesgo de sucumbir. Aunque el suicidio, la glotonería y
la mutilación de sí mismo son pecados que envuelven el cuerpo, la fornicación envuelve el cuerpo de una
forma única. Tal vez Pablo tenía en mente la relación de "una carne" de la pareja envuelta. Por lo tanto, la
fornicación ataca al corazón mismo de la más íntima relación humana dada por Dios.

Pablo apela al sentido de propiedad de sus lectores con la pregunta: "¿O ignoráis que vuestro cuerpo
es templo (santuario, altar) del Espíritu Santo?" (v. 19). Como hemos notado anteriormente, Pablo
enseñaba que la comunidad cristiana, la iglesia, es también un templo del Espíritu Santo (3:16). Como
don de Dios, el Espíritu Santo es "las arras de nuestra herencia" (EL 1:14). Debido a que los cristianos son
"comprados por precio" (v. 20) por la muerte de Cristo, Pablo puede decir: "no sois vuestros" (v. 19).
Pablo usa el lenguaje de redención; Cristo tomó el lugar del goelo pariente redentor del A.T., quien
pagaba el precio requerido para redimir a su pariente cercano de la esclavitud (Lv. 25:47-49). Por
consiguiente, los creyentes pertenecen a Cris to, no a sí mismos. Por lo cual, concluye el apóstol:
"Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y espíritu, los cuales son de Dios" (v. 20).

Preguntas Concernientes al Matrimonio (7:1-40)

La Pregunta Concerniente a las Normas Sexuales para el Matrimonio (7:1-7)

Pablo considera las preguntas acerca del matrimonio en respuesta a una carta que había recibido de
la iglesia de Corinto. Aunque no podemos determinar las preguntas específicas, podemos aproximarnos a
ellas estudiando las respuestas de Pablo. La declaración "bueno le sería el hombre no tocar mujer" (v. 1),
puede indicar una influencia judía en la iglesia. De ser así, los cristianos judíos estaban insinuando que
cada uno debiera casarse. No obstante la herencia judía de Pablo, él no concordaba con tal posición. Por
otra parte, un grupo ascético pudo haber abogado que las parejas casadas debían descontinuar las
relaciones sexuales y establecer los así llamados matrimonios espirituales. Pablo también rechazó esa
opinión.

La palabra traducida "bueno" usada en el versículo 1, no tenía una connotación moral, más bien era
neutral y significaba algo como "bueno" o "está bien." Con el término "tocar" Pablo se refiere a la unión
sexual, no a un tocar casual. Parafraseando, Pablo dice: Es apropiado para un hombre no casarse.
Probablemente, debido a que Pablo veía la situación como una crisis (v. 26), abogaba por el estado célibe
para todos los que tenían el don del celibato. Por otra parte, teniendo en cuenta que la mayoría no tenía el
don del celibato, el matrimonio debía ser la norma y el celibato la excepción.

Pablo rechaza la abstinencia dentro del matrimonio afirmando que maridos y esposas tienen el
mismo "deber conyugal" (v. 3). Asimismo, condena la práctica de otorgar favores sexuales para manipular
al otro miembro del matrimonio a fin de lograr ventajas egoístas. En uno u otro caso es igualmente
reprochable negar el sexo como una forma de castigo. La expresión "el marido" y "la mujer" descartan
más de una esposa, más de un marido y el sexo fuera del matrimonio.

El verbo traducido "potestad" significa tener autoridad. Por consiguiente, ni la esposa ni el marido
tiene exclusiva autoridad sobre su cuerpo. Este hecho destaca la unidad del matrimonio y las mutuas
obligaciones sexuales en el matrimonio. En consecuencia, la abstinencia deliberada dentro del
matrimonio debe ser de acuerdo mutuo y estar limitada a un período breve de tiempo por motivos
devocionales. Después de un breve período devocional, la pareja debe reiniciar la relación conyugal para
que Satanás no los tiente "a causa de vuestra incontinencia" (v. 5). El peligro de una larga abstinencia es
que da lugar a buscar una salida fuera del matrimonio. Negando las obligaciones sexuales, una de las
partes del matrimonio puede contribuir al adulterio de la otra. Pablo claramente consideraba la unión
sexual no como un favor, sino como una responsabilidad mutua.

Cuando Pablo dice: "Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento," (v. 6), ¿se refirió a
todo lo dicho en los versículos 1-5, sólo al versículo 5, o al versículo 2 en particular? Probablemente,
Pablo no presumía tener el conocimiento o la autoridad de decidir por otros cómo debía ser la condición
matrimonial. Pablo hablaba con clara y firme autoridad sólo en asuntos de moral. Considerando que el
versículo 5 es el contexto inmediato de la declaración de Pablo en el versículo 6, probablemente él se
dirigía a los miembros ascéticos que estaban inclinados a la abstinencia dentro del matrimonio. La
suspensión temporal de las relaciones conyugales para orar era permisible sin poner en peligro las
relaciones matrimoniales. Sin embargo, él advierte contra el dejar de reanudar las relaciones normales. De
tal modo, la abstinencia completa dentro del matrimonio era anormal y moralmente peligrosa.

Cuando Pablo añade "quisiera más bien que todos fuesen como yo" (v. 7), él no declara que fuera
célibe; sin embargo, en vista de su actitud en general respecto al matrimonio en el contexto del capítulo 7,
es probable que Pablo fuera soltero o viudo. Posterior-mente, cuando escribe: "¿No tenemos derecho de
traer con nosotros una hermana por mujer?" (9:5), Pablo implica que no tenía esposa. Si antes de su
conversión Pablo era miembro del Sanedrín, entonces estaba casado, pues los miembros del Sanedrín eran
casados. Sin embargo, la única prueba de que Pablo era miembro del Sanedrín es su declaración
concerniente a los cristianos: ... "yo di mi voto" (Hch. 26:10). Con todo, esta declaración puede significar
meramente que Pablo usó su influencia contra los discípulos de Jesús, no que hubiera votado formalmente
como un miembro del Sanedrín.

Indudablemente, Pablo quería decir más que celibato por sus palabras "fuesen como yo" (v. 7). No
sólo Pablo era célibe, sino que Dios le había dado la virtud de vivir una vida sin distrayentes tentaciones
sexuales. Tal vez Pablo estuviera tan preocupado con las cosas espirituales, que pudo gozar de una vida
completa sin expresión sexual.
Pablo concluye su discusión de la pregunta inicial, diciendo: "Pero cada uno tiene su propio don de
Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro" (v. 7). La palabra griega para "don" es charisma, un don
proveniente de la gracia de Dios. La mayoría de los intérpretes parece pensar que el celibato es un don
especial de Dios, pero no la capacidad para casarse. En general los intérpretes creen que las palabras "uno
a la verdad de un modo, y otro de otro" significa que Dios da a las personas que no tienen el don del
celibato otros dones espirituales. Por otra parte, Pablo pudo haber significado que la gente debiera casarse
o no de acuerdo a su naturaleza dada por Dios. Por consiguiente, Moffat dice: "Si una persona debe
casarse o no, es dejado a su propio juicio, a la luz de cómo la persona ha sido dotada por Dios." (James
Moffat, The First Epistle of Paul to the Corinthians, (New York: Harper and Brothers Publishers, p. 77.)

¿Casarse Otra Vez, o no Casarse Otra Vez?

Considerando que la palabra "solteros" es masculina y la palabra "viudas" es femenina, una


tendencia natural es asumir que los "solteros" eran viudos en contraste con viudas. No obstante, el sentido
normal de la palabra "solteros" incluye a las personas que nunca se casaron, las separadas y aquellas cuyo
compañero murió, sin tomar en cuenta el género. Por otra parte, el término "viudos" puede ser
suficientemente general como para incluir a viudos y viudas. Más adelante (v. 25-35), Pablo se dirige
específicamente a los no casados, pero en el versículo 8, parece usar el término para aludir a personas
casadas anteriormente. No obstante la exacta connotación de los términos, la advertencia de Pablo a las
personas casadas anteriormente es: ... "bueno les fuera quedarse como yo" (literalmente, quedarse igual
que yo). Con todo, si no tenían "el don de continencia" entonces debían casarse (v. 9). Casarse sería mejor
que estar inflamados de pasión. Desde luego, Pablo no quiso decir que la ardiente pasión sexual fuera la
sola razón para casarse.

La Cuestión de la Separación (7:10-16)

Cuando Pablo dice: ... "no yo, sino el Señor" (v. 10), probablemente se refería a la enseñanza de
Jesús sobre el divorcio. Jesús subrayó que Dios quiere la permanencia del matrimonio: "Por tanto, lo que
Dios juntó, no lo separe el hombre" (Mr. 10:9). Al parecer Pablo hacía una distinción entre separación
(con referencia a la iniciativa de la esposa), y el divorcio (con referencia a la iniciativa del marido). De
acuerdo a la ley mosaica, sólo el marido tenía derecho al divorcio (Dt. 24:1). Sin embargo, en el judaísmo
posterior, las esposas podían divorciarse de sus esposos bajo ciertas condiciones, como la del marido que
rehusaba las relaciones conyugales. El divorcio iniciado por cualquiera de los dos era común en la
sociedad griega y romana. Las escuelas rabínicas de Shammai y de Hillel diferían mucho en la
interpretación de Deuteronomio 24:1. Shammai, el más conservador, argumentaba que "indecente"
significaba infidelidad conyugal. Por otra parte, el más liberal Hillel insistía en que una esposa cometía
una indecencia si quemaba el pan. El rabí Akiba iba aún más allá que Hillel; él decía que si un hombre
encontraba a una mujer más atractiva que su esposa, tenía motivo para divorciarse de su esposa para
casarse con otra mujer más bella.

Pablo interpretó el principio de Jesús de la permanencia del matrimonio en el sentido de que si una
esposa se separaba de su marido, ella tenía que quedarse sin casar, o bien reconciliarse con su marido (1
Co. 7:11). En su declaración Pablo implicaba que existían causas de separación sin divorcio. Por ejemplo,
el abuso físico lógicamente era una causa. Presumiblemente, la advertencia de Pablo a la esposa también
se aplicaba al marido, quien "no debía divorciarse de su mujer." Aunque Jesús mencionó la fornicación
como la sola causa de divorcio (Mt. 5:32; 19:9), Pablo, o bien suponía que sus lectores conocían la
enseñanza de Jesús o, simplemente, prefirió no discutir el punto. Si Jesús permitía que el miembro
inocente del matrimonio se volviera a casar, pero no permitía que el miembro culpable se volviera a casar,
es algo discutible. En la actualidad, la experiencia en el aconsejamiento familiar, revela que es
extremadamente difícil determinar quién es el inocente y quién el culpable. Así que Pablo concluye el
tema en 1 Corintios 7:11, permitiendo que las parejas cristianas se separen, pero no que se divorcien y se
vuelvan a casar.
Pablo se vuelve del asunto de las parejas cristianas a la cuestión de la separación cuando uno de los
cónyuges es un incrédulo. Con las palabras "no el Señor" (v. 12), Pablo quiso decir que Jesús no tenía
nada que ver en el asunto. Nosotros podemos suponer que tanto el marido como la esposa eran paganos
originalmente. Después de convertido, el cónyuge cristiano al parecer cuestionaba si el matrimonio debía
continuar. La advertencia de Pablo era que el cónyuge cristiano no debía iniciar la separación, sino tratar
de mantener el matrimonio. Sin embargo, si el consorte pagano insistía en separarse, el cónyuge cristiano
no estaba obligado a tratar de mantener unido un matrimonio sin esperanza.

El problema mayor está centrado alrededor de la declaración de Pablo: "Porque el marido incrédulo
es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían
inmundos, mientras que ahora son santos" (v. 14). Prescindiendo de lo que Pablo quiso decir
precisamente, podemos estar seguros de lo que él no quiso decir. El apóstol no enseña la salvación por
poder; el marido o la esposa paganos no eran salvos por el mero hecho de que uno de los cónyuges fuera
cristiano. Tampoco enseña que los hijos de un progenitor cristiano fueran cristianos. Además, Pablo no
enseña que todos los hijos debían ser bautizados y añadidos a los miembros de la iglesia. Tal vez en
algunas denominaciones los hijos de los miembros son admitidos a la membresía de la iglesia sin una
profesión de fe o una experiencia personal de salvación.

La palabra traducida santificado y la palabra santos (v. 14) vienen de la misma raíz que el término
que básicamente significa puesto aparte. De alguna manera la presencia de un cónyuge cristiano resultaba
en el poner aparte el matrimonio, incluso ambos padres, y los hijos como moralmente legítimos a los ojos
de Dios. Aunque Pablo comúnmente usó las palabras santificado y santo para designar a cristianos, su
enseñanza general y las enseñanzas de las Escrituras en su totalidad excluyen ese sentido en el versículo
14. La razón principal para mantener junto un matrimonio mixto, era la influencia de la vida del cónyuge
creyente en la vida del incrédulo, de modo que éste pudiera ser salvo. Aunque Pablo no menciona la
salvación de los hijos, cabe esperar que la misma influencia cristiana los ganaría a un conocimiento
salvador de Cristo.

La Cuestión de las Distinciones Mundanas (7:17-24)

Luego Pablo se ocupa de la cuestión de cómo los cristianos debieran relacionarse con sus
respectivas posiciones en la vida. Los esclavos convertidos pueden haber cuestionado su posición social y
se preguntarían si podrían rebelarse contra ella. En 7:17-24 Pablo usa la palabra "llamado" en dos
sentidos diferentes, aunque la palabra griega fue traducida "estado" en los versículos 20 y 24. Excepto las
últimas referencias, que aluden al estado u ocupación terrenal, Pablo lo señala como el llamado efectivo
al discipulado cristiano. En el sentido de llamado al discipulado cristiano, existía un solo llamado; era
igual que el término salvación, en su aspecto inicial, como ser hecho acepto por Dios, ser perdonado. No
sólo Pablo recomienda que la gente mantenga su estado en cuanto al matrimonio, fuera la persona soltera
o casada, sino que el apóstol hace la misma advertencia respecto al estado social y vocacional. Antes de
criticar a Pablo por su punto de vista limitado, debemos recordar que él esperaba la vuelta de Jesús
pronto, o que un serio levantamiento político y social rompiera con todo el orden social. Pablo pensaba
que el inminente levantamiento sería un evento universal. Por lo tanto, dice:.. . "esto ordeno en todas las
iglesias" (v. 17).

Según los versículos 18 y 19, al parecer algunos convertidos estaban avergonzados de su


circuncisión; tal vez algunos de ellos habían intentado quitarse las marcas de la circuncisión (v. 18).
Posiblemente, como resultado de la influencia judaizante, algunos convertidos gentiles tenían la idea de
ser circuncidados. La circuncisión y la incircuncisión no tenían nada que ver con la condición espiritual
de la persona. Por consiguiente, Pablo advierte a judíos y gentiles convertidos a no alterar sus cuerpos,
sino quedar como eran cuando fueron llamados (salvados). Lo que realmente importaba era "guardar los
mandamientos de Dios" (v. 19). En Gálatas 6:15 Pablo dice: "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión
vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación."

En seguida Pablo se vuelve a la cuestión del estado social. ¿Qué si una persona era esclava al
tiempo de su conversión? Considerando que un cristiano "liberto es del Señor" (v. 22), la esclavitud física
era de poca importancia y no debía ser de real preocupación para el esclavo. El versículo 23 puede
referirse más a la esclavitud mental y espiritual que a la esclavitud física.

Desde el punto de vista ideal, la esclavitud humana no debe existir. Ciertos intérpretes del pasado
que usaban el pasaje 7:20-24 para mantener a la gente en servidumbre y evitar que buscaran ocupaciones
diferentes a las de sus antepasados, violaban la in-tención de Pablo.

La Cuestión de los Solteros (7:25-40)

Razones para no Casarse (7:25-35) Los "solteros" de los versículos 8 y 9, probablemente habían
estado casados anteriormente. Los solteros (literalmente, vírgenes, era un término usado particularmente
para las mujeres, pero algunas veces para los hombres) del versículo 25 se refiere a personas que nunca
habían estado casadas. Cuando Pablo dice "no tengo mandamiento del Señor" (v. 25), no quiere decir que
su advertencia no fuera inspirada. Más bien, simplemente, señala que Jesús no había hablado del asunto
bajo discusión. No obstante, Pablo estaba convencido de que su advertencia era buena: ... "mas doy mi
parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel" (v. 25). Para entender el consejo de
Pablo es crucial entender su concepto de la catástrofe inminente (necesidad, desastre, v. 26), que hemos
señalado. Su advertencia bajo tales circunstancias era que los casados se quedaran casados y los solteros
solteros.

Al dirigirse Pablo a la gente casada, fue más allá de su audiencia del versículo 1. El concedía que ni
hombres ni mujeres pecaban al preferir casarse. De hecho, más tarde condenó a algunos que prohibían
casarse (1 Ti. 7:3). No obstante, en vista de la angustia inminente (la venida de Cristo o un levantamiento
político y social), Pablo dice: ... "pero los que se casan tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera
evitar" (v. 28). Porque ... "el tiempo es corto" (v. 29), Pablo consideraba la crisis inminente como un
tiempo de separación de los maridos de sus esposas. El también veía confusión con referencia al luto,
regocijo, posesión de bienes y relación con el mundo (v. 30, 31). Tal confusión sugiere que todas las cosas
pertenecientes a este mundo no importarían al final del tiempo.

El uso de Pablo de la expresión "tiempo" (kairos, v. 29), y su referencia a, "la apariencia de este
mundo se pasa" (v. 31) son fuertes evidencias de que el apóstol esperaba la venida de Cristo en cualquier
momento. Sin embargo, en sus cartas posteriores, Pablo ya no recalca la pronta vuelta de Cristo.

La preocupación de Pablo por los cristianos corintios radicaba en que ellos pudieran estar "sin
congoja" (v. 32), en lugar de encontrarse entremetidos dirigiendo las vidas de los demás. Según Pablo, las
personas solteras podrían dar completa atención a las cosas del Señor." En contraste, las gente casada
estaría ocupada en "las cosas del mundo" (v. 33), agradando a sus respectivos cónyuges. Pablo usa la
palabra "congoja" con referencia a Dios y las cosas del mundo.

Desde luego, Pablo estaba exponiendo un principio general, el cual al parecer debía ser entendido a
la luz de la inminencia de los cambios en todos los asuntos humanos. Seguramente Pablo no había
olvidado lo que había escrito anteriormente respecto a la gente que no tenía el don de celibato. Tales
personas a menudo están tan ansiosas por casarse que tienen poca preocupación por servir a Dios. Pablo
conocía por experiencia el ministerio efectivo de Aquila y su esposa Priscila, su fiel consorte, primero en
Corinto y más tarde en Efeso. La ansiedad de la doncella por ser "santa así de cuerpo como de espíritu"
(v. 34), se refiere al hecho de que el estar libre de las preocupaciones de la vida de casada, le permitía
estar apartada más completamente para el servicio de Dios. Esto no significa que ella sea superior a la
mujer casada en pureza moral. El versículo 35 muestra que en lugar de ser arbitrario, Pablo pensaba que
el bienestar de la iglesia estaba en peligro. El expresó su propósito, diciendo "para vuestro provecho...
para que sin impedimento os acerquéis al Señor" (v. 35).

Compromiso y Matrimonio (7:36-38)


En este pasaje se destacan tres responsabilidades: (1) La responsabilidad del padre hacia su hija
casadera; (2) la responsabilidad del marido hacia su esposa en los así llamados matrimonios espirituales,
y (3) la responsabilidad del pariente de casarse con la viuda en un casamiento de levirato. Debido a que
las dos últimas son altamente problemáticas, la verdadera elección está entre la relación novio-novia en
perspectiva y la situación padre-hija. El problema es complicado por el hecho de que el verbo griego para
casamiento (gamidzon), el cual se usa dos veces en el versículo 38, casi siempre significa dar en
matrimonio, no ser unidos en matrimonio. Podemos agregar que la palabra "virgen" era un término poco
usual para designar a la hija o a la prometida. En cualquiera de los dos casos "bien hace" (v. 37). Pero el
que decidiera en contra del matrimonio "hace mejor" (en vista del pronto regreso de Cristo o del
levantamiento social que interrumpiríatodos los matrimonios).

Viudas y Segundas Nupcias (7:39-40)

El problema final de Pablo relacionado con la condición del casado concernía a las viudas. Este era
un tema que había tratado antes brevemente (v. 8, 9). Aunque la misma advertencia era buena para
hombres (7:10, 11), Pablo dice: "La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si
su marido muriere, (literalmente, duerme, una metáfora común para muerte), libre es para casarse con
quien quiera, con tal que sea en el Señor" v. 39; (ver Ro. 7:2). La expresión "en el Señor" (v. 39) puede
significar (1) de acuerdo a la voluntad de Dios o (2) casarse sólo con un cristiano; posiblemente ambos
sentidos están presentes. Cuando Pablo dice: "No os unáis en yugo desigual" (2 Co. 6:14), en primer lugar
se refería al casamiento. Sin embargo, la voluntad de Dios para el matrimonio envuelve mucho más que
un compañero cristiano, considerando que aun las parejas cristianas pueden estar mal casadas. Más tarde,
Pablo avisa a las viudas más jóvenes que se casen (1 Ti. 5:14). En 1 Corintios 7:40, cuando escribe bajo la
impresión del pronto regreso de Cristo, él advierte: "Pero a mi juicio, más dichosa será si se quedare así."
Tal vez a causa de ciertos críticos en Corinto, Pablo añade un tanto irónicamente:... "y pienso que también
yo tengo el Espíritu de Dios."

Lecciones para la Vida de 1 Corintios 5:1 a 7:40

El pecado en las vidas de los cristianos obstaculiza el ministerio de la iglesia. Aunque nosotros no
debamos ser jueces, sino amables redentores, el gobierno responsable de la iglesia demanda el encarar y
resolver las agresivas brechas de principios de conducta moral por parte de miembros de la iglesia. Los
riesgos son demasiado serios para ignorarlos imitando al avestruz.

Los cristianos que tratan de solucionar agravios personales recurriendo a los tribunales presentan
un triste espectáculo ante el mundo. Así como las peleas familiares son a menudo las más intensas y
virulentas, así son los conflictos en la familia de la iglesia, las cuales son a veces tan enconadas que las
personas o los grupos se demandan unos a otros. Desviados por tal conducta, los perdidos tropiezan en la
obscuridad del pecado.

El estado matrimonial de una persona debiera ser determinado de acuerdo a la voluntad de Dios y
la naturaleza dada por Dios a la persona. Aun cuando la mayoría de la gente se casa, la vida célibe es
una opción válida para aquellos que poseen el don de vivir una vida completa sin la satisfacción física
sexual.

Una vida de relación de fe con Cristo y no las circunstancias exteriores, determinan el verdadero
gozo y la felicidad para los cristianos. A pesar de la condición económica y las ocupaciones sociales o
vocacionales, las personas que conocen a Cristo como Salvador y Señor pueden vivir libres de
perturbaciones y frustraciones.

Actividades de Aprendizaje Personal


1. La iglesia de Corinto estaba profundamente afligida a causa de la vergonzosa situación que
incluía inmoralidad en uno de sus miembros. □ Verdad □ Falso.
2. Además de la vergonzosa situación, Pablo denunció el asunto de , el cual deshonraba a la iglesia.
(Seleccione la respuesta correcta de la lista.)
(1) Robo (3) Mentira
(2) Pleitos (4) Pereza

3. Un tercer problema en la iglesia de Corinto, al cual aludió Pablo, era el de (Seleccione la


respuesta correcta de la lista):
(1) Engaño _ (3) Calumnia
(2) Uso indebido del cuerpo (4) Violencia

4. Pablo se oponía a la institución del matrimonio. □ Verdad □ Falso.

5. Pablo permitía la separación pero no divorciarse y casarse de nuevo. □ Verdad □ Falso.

LIBRES PARA VIVIR REDENTORAMENTE

1 Corintios 8:1 a 11:1


La libertad del cristiano está limitada por los derechos y necesidades de otros. Por lo tanto, los
cristianos que aman limitan sus derechos a fin de alcanzar de manera efectiva con el evangelio a otros y
edificarlos en la fe.

El Cristiano Más Débil (8:1-13)

Comida Ofrecida a los Ídolos (8:1-6)

Las palabras "en cuanto a lo sacrificado a los ídolos" (v. 1) sugieren que Pablo estaba contestando a
una pregunta de una carta de los cristianos corintios. El problema surgió de la práctica común de comer
carne que había sido ofrecida a los ídolos. Tal vez los cristianos judíos fueran los principales opositores de
tal práctica. Desde su punto de vista, la carne estaba contaminada por la idolatría. Probablemente, el
diezmo no había sido pagado por ella, y no había sido sacrificada apropiadamente. Por otra parte, los
cristianos inclinados al gnosticismo que se jactaban de su conocimiento superior, posiblemente fueran los
principales ofensores. Es posible que ellos insistieran en que la libertad cristiana les daba derecho a comer
lo que quisieran sin importarles las opiniones de otros. Otra posibilidad era que muchos cristianos
corrientes que habían sido convertidos, pero que eran de antecedentes paganos creían que la carne estaba
todavía bastante contaminada como para comprometer en idolatría a aquellos que la comieran. Es
probable que la mayor parte de la carne que se vendía en Corinto anteriormente había sido ofrecida a los
ídolos, fuera en sacrificios públicos o privados. El problema tenía tres aspectos: (1) ¿Debían los cristianos
comer esa carne? (2) ¿Debían ellos comer esa carne en los hogares de sus amigos paganos? (3) ¿Debían
ellos asistir a banquetes en templos paganos donde se servía esa carne? Aparte de que la carne asociada
con los ídolos era de excelente calidad, porque sólo los mejores animales eran usados para los sacrificios.

Presumiblemente, Pablo cita a los partidarios de comer carne cuando dice:... "sabemos que todos
tenemos conocimiento" (v. 1). Aunque Pablo básicamente estaba de acuerdo con aquellos que comían esa
carne cuestionable, él no estaba de acuerdo con su insensible actitud hacia los sentimientos de otros
cristianos que creían que comerla implicaba idolatría. Pablo sigue diciendo: "El conocimiento envanece,
pero el amor edifica." El estar envanecidos o arrogantes era la falta característica de los cristianos de
Corinto (4:6, 18, 19: 5:2). Repetidamente Pablo aboga por el valor de construir o edificar.

El conocimiento tiende hacia el orgullo, y un sentimiento de superioridad afecta a aquellos que son
débiles en conocimiento. Sin embargo, el amor agapé, es siempre constructivo porque invariablemente
busca los mejores intereses de los otros. Puesto que en el mejor de los casos el conocimiento es limitado e
incompleto, nunca sabemos tanto como debiéramos; tampoco alcanzamos nunca nuestro potencial, ni en
lo físico ni en lo espiritual. Las palabras de Pablo: "Pero si uno ama a Dios, es conocido por él" (v. 3),
parecen sugerir que una persona puede alcanzar la salvación amando a Dios. No obstante, toda la
enseñanza de la Biblia es contraria a ese concepto. Indudablemente, Pablo quiso decir que nuestro amor a
Dios es el resultado de que Dios nos conociera a nosotros antes. En efecto, Pablo expresa lo que dice
Juan: "Noso¬tros le amamos a él, porque él nos amó primero" (1 Jn. 4:19). Sin la iniciativa de Dios
ninguno sería salvo.

Pablo dice citando al grupo que tenía conocimiento:... "sabemos que un ídolo nada es en el mundo,
y que no hay más que un Dios" (v. 4). Desde luego, Pablo no niega la existencia de los objetos materiales
llamados ídolos. Más bien dice que las deidades representadas por los ídolos no existen. Los griegos y
losromanos paganos tenían numerosos "dioses" y "señores" (v. 15). Pablo afirma la existencia de solo "un
Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas... y un Señor Jesucristo, por medio del cual son todas las
cosas, y nosotros por medio de él" (v. 6). Como hemos notado anteriormente, Dios el Padre es la causa
original de la creación; Dios el Hijo es la causa mediante o agente. Al parecer, Pablo usó los términos
"dioses" y "señores" para significar la misma cosa. Aunque algunos intérpretes insisten en que Pablo
posteriormente contradijo esta declaración acerca de los ídolos (10:14-22), yo creo que fue consistente en
su opinión.

Actitud Hacia el Débil (8:7-13)

Si bien Pablo había concordado en principio con el grupo del conocimiento, dice: "Pero no en todos
hay este conocimiento" (v. 7). Por el contrario, algunos violaban sus conciencias cuando comían cosas
que habían sido ofrecidas a un ídolo. La pasada experiencia de ellos con la idolatría les convencía de que
un cristiano que comía esa comida estaba adorando al ídolo de alguna manera. En otro lugar Pablo dice:
"Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es
inmundo, para él lo es" (Ro. 14:14). Más adelante explica: "Pero el que duda sobre lo que come, es
condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado" (Ro. 14:23). Cuando
nosotros violamos nuestras conciencias, nos dañamos a nosotros mismos espiritualmente. Con todo,
aparte del problema de violar la conciencia, la nuestra o la de otros, ni el comer comida o el abstenerse de
ella tiene ningún significado espiritual. Desde luego, Pablo no se refería a las consecuencias del hambre o
la glotonería.
A diferencia de Caín (Gn. 4:9), Pablo creía que nosotros somos guardas de nuestros hermanos; no
en todo respecto, pero ciertamente en cuanto a usar mal nuestra "libertad" causando un mal moral al ser
"tropezadero para los débiles" (v. 9). Con el término "débiles" Pablo alude a los cristianos espiritualmente
inmaduros, que no alcanzaban a comprender que los ídolos no representan a dioses verdaderos. Por
consiguiente, un cristiano débil podría ver a uno del grupo del conocimiento "sentado a la mesa en lugar
de ídolos" (v. 10). Aunque el último no estaba allí para la adoración, sino meramente por la comida y el
compañerismo, el cristiano débil podría seguir su ejemplo, y al hacerlo así violar su propia conciencia.
Aunque el cristiano maduro podía insistir en sus derechos, Pablo enseña que los derechos de una persona
están limitados por los derechos y el bienestar de otros. Sin duda, Phillips Brooks tenía en mente esta
verdad cuando dijo: "Ningún hombre tiene derecho a todos sus derechos."

Cuando Pablo dice: "Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo
murió" (v. 11), el apóstol no se refiere a la destrucción eterna, sino a la destrucción de la fibra moral y la
efectividad espiritual. Considerando que Cristo amaba tanto a las personas espiritualmente débiles como
para morir por ellas, lo menos que los cristianos fuertes podrían hacer es abstenerse de ofenderlos. Cristo
está tan estrechamente identificado con los suyos que ofender aun al cristiano más débil es pecar contra él
(ver Mt. 25:45; Hch. 9:4). Pablo expresa su punto de vista y se refiere a la actitud que nosotros debemos
adoptar cuando concluye: "Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne
jamás, para no poner tropiezo a mi hermano" (v. 13).

Los Derechos Cristianos (9:1-27)

Los Derechos de Pablo (9:1-6)

El capítulo 9 no trata de un nuevo problema que suscitara la carta de los corintios a Pablo. En
cambio, es una extensión y una aplicación de la cuestión concerniente a la libertad cristiana en relación
con otros. La existencia de las facciones en la iglesia de Corinto giraba alrededor de prominentes líderes
cristianos, incluyendo a Pablo, y es una evidencia de que Pablo no sólo tenía detractores, sino que ellos
dudaban de la autenticidad de su apostolado. Pablo dedica la mayor parte de 2 Corintios 11-13 a defender
su apostolado. En 1 Corintios 9:1, el apóstol usa el recurso literario griego de la diatriba, y presenta tres
preguntas retóricas: "¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro?" En griego
(y también en español), la forma del negativo indica claramente que Pablo esperaba una respuesta
positiva a todas las tres preguntas.

Ciertamente Pablo era libre, pero el apóstol había expresado previamente que su preocupación por
los demás había limitado su libertad. Ya dice en 1 Corintios 5-6 que la libertad que acompaña a la gracia
de Dios no lleva a la licencia. Es posible que los críticos de Pablo creyeran que un verdadero apóstol
usaría su autoridad como una ventaja para tener privilegios que los cristianos comunes no gozaban. Los
opositores de Pablo, en efecto, decían: Si nosotros fuéramos apóstoles, los demás nos servirían en lugar
de que nosotros los sirviéramos a ellos. Así como Jesús (Mr. 10:42-45), Pablo invertía las pirámides y
enseñaba que el individuo debía servir a las masas más bien que ser servido por ellas.

Pablo da dos defensas básicas de su apostolado: (1) Haber visto al Señor resucitado, y (2) la
existencia de la iglesia de Corinto. Pablo consideraba su experiencia del camino de Damasco como igual
a otras apariciones de Jesús después de su resurrección (1 Co. 15:3-8). No obstante la negación de su
apostolado por parte de los otros, los cristianos corintios no podían haber tenido dudas al respecto. Ellos
eran el "sello" (signo visible, certificación, v. 2) de su apostolado.

Pablo contesta a sus críticos diciendo que el hecho de que él renunciara a sus derechos para
beneficio de los demás, no era prueba de que no tuviera tales derechos. Por "comer y beber" (v. 4), pudo
haber querido aludir a su expresión de abnegación de 8:13; pero su énfasis central estaba en que sus
labores como apóstol lo calificaban para el sostén de la iglesia.
Pablo insiste también en que él tenía "el derecho de ser acompañado por una esposa" (literalmente,
por una hermana, una esposa, o por una mujer, v. 5). Indudablemente, Pablo usó el término hermana para
designar a una cristiana, no a una hermana carnal. Aunque la misma palabra griega gune puede significar
esposa o mujer, nosotros no tenemos razón para creer que Pablo se refiere a una misionera femenina, en
lugar de una esposa, como compañera de viaje. Las palabras "como también los otros apóstoles, y los
hermanos del Señor, y Cefas" muestra que era costumbre de otros líderes cristianos viajar con sus
esposas. Esta práctica daba un apoyo positivo a la advertencia de Pablo sobre el peligro de la abstinencia
sexual en los matrimonios (7:3-5).

Probablemente, "los hermanos del Señor" eran los hermanos reales de Jesús, "Jacobo, José, Simón y
judas" (Mt. 13:55). Es presumible que no sólo Jacobo (Gá. 1:19), sino todos los hermanos de Jesús
eventualmente se convirtieron en discípulos, no obstante que en cierto momento... "ni aun sus hermanos
creían en él" (Jn. 7:5). Que Pedro (Cefas) era casado en un hecho bien conocido (Mt. 8:14).

La referencia de Pablo a Bernabé (1 Co. 9:6), indica que él y Bernabé en particular se sostenían a sí
mismos trabajando. También implica que Bernabé era bien conocido por los cristianos corintios. No
obstante nuestra falta de información específica, al parecer Pablo y Bernabé trabajaron juntos otra vez
después de su desacuerdo sobre Juan Marcos (Hch. 15:37-40). De que modo pudo Pablo permanecer en
Roma "dos años enteros en una casa alquilada" (Hch. 28:30), no se sabe. Tal vez hubiera heredado algún
dinero, o posiblemente había aceptado donaciones de otros. Debemos tener presente que Pablo recibió
ayuda financiera de la iglesia de Filipos, pero sólo de esa iglesia (Fil. 4:15). Al parecer, Pablo aceptó
fondos solamente de la iglesia de Filipos, porque los miembros eran espiritualmente bastante maduros
para no acusar a Pablo de predicar por dinero. Que otras iglesias más tarde contribuyeron al sostén de
Pablo, está claro por su declaración: "He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a
vosotros" (2 Co. 11:8). El hecho de que Pablo no estimulara ni aceptara ayuda de la iglesia de Corinto
evidencia la inmadurez espiritual de sus miembros.

Los Derechos de los Heraldos Cristianos (9:7-14)

Pablo señala cuatro argumentos con respecto a que aquellos que "anuncian el evangelio, ... vivan
del evangelio" (1 Co. 9:14). Estos argumentos son (1) de la vida diaria (v. 7), (2) de la ley mosaica (v. 8),
(3) de la práctica del Templo (v. 13), y (4) del mandato de Cristo (v. 14). De la vida diaria Pablo formula
tres preguntas, las cuales demandan una respuesta negativa: "¿Quién fue jamás soldado a sus propias
expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche
del rebaño?" El apóstol no recurre meramente a la autoridad humana para sostener su posición. El apela a
Deuteronomio 25:4: "No pondrás bozal al buey cuando trillare." Pablo usa un tipo de argumento rabínico
para destacar un sentido más profundo en el mandamiento mosaico. Más allá del cuidado providencial de
Dios por los bueyes, estaba su cuidado especial por la gente. Por consiguiente, "el que ara lo hace en
esperanza de compartir en la cosecha." Aplicado a los ministros cristianos, el principio significa que los
que han sembrado cosas espirituales debieran cosechar "lo material" (literalmente, cosas carnales, 1 Co.
9:11) de los miembros de la iglesia. En lenguaje similar Pablo escribió a los gálatas: "el que es enseñado
en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye" (6:6).

Pablo recuerda a los corintios que si otros compartieron la legítima demanda (autoridad) sobre la
iglesia de Corinto por sostén material, él tenía mayores derechos debido a su más extenso ministerio entre
ellos (v. 11, 12). No obstante, Pablo deliberadamente prefirió no usar su derecho porque no quería "poner
ningún obstáculo al evangelio de Cristo" (v. 12). Sin duda Pablo creía que algunos de los cristianos
inmaduros lo acusarían de servir por recompensa material. Sin embargo, el apóstol aprovecha la
oportunidad para hacer hincapié en el principio de que las iglesias debían proveer a las necesidades
materiales de sus ministros. Pablo recuerda a sus lectores que los sacerdotes derivaban su subsistencia
"del altar" (v. 13). Tal práctica era común para sacerdotes judíos y paganos. La naturaleza de su trabajo
implicaba que merecían el alimento que comían.
Pablo culmina su argumento apelando a la enseñanza de Jesús "los que anuncian el evangelio, que
vivan del evangelio" (v. 14). Cuando Jesús envió a los doce discípulos, sus mismas palabras fueron: ...
"porque el obrero es digno de su alimento" (Mt. 10:10). No obstante, en el mismo contexto Jesús enseñó a
sus discípulos a no ministrar por la paga (Mt. 10:8). Los ministros cristianos merecen su pago de aquellos
a quienes sirven; con todo, los ministros no deben servir sólo por dinero.

Pablo Renuncia a Sus Derechos (9:15-18)

En lugar de demandar su bien merecida paga, el apóstol niega enfáticamente estar escribiendo para
recordarle a la iglesia de Corinto que ellos estaban en deuda con él. Por el contrario, Pablo había decidido
no recibir pago por su ministerio en Corinto. En efecto, dice: ... "porque prefiero morir, antes que nadie
desvanezca esta mi gloria" (1 Co. 9:15). Considerando que el llamamiento y la comisión de Dios eran las
bases de la predicación de Pablo, su jactancia no violaba su previo mandato: "El que se gloría, gloríese en
el Señor" (1:31).

Debido a la divina compulsión interior de predicar, Pablo no tenía base personal para jactarse. Por
el contrario, él dice: ... "porque me es impuesta la necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!" (v.
16). El profeta jeremías expresó una compulsión interior similar de predicar (Jer. 20:9). Las buenas
nuevas de la salvación eran tan abrumadoramente conmovedoras, que Pablo había sentido una profunda
necesidad de compartirlas con otros (Ro. 1:14, 15). Aunque Pablo se consideraba a sí mismo como
esclavo de Cristo, él no pretendía ser un muñeco o un robot. Debido a que la palabra "disciplina" implica
tristeza o calamidad, Pablo posiblemente preveía alguna clase de castigo divino, si desoía su llamamiento
a predicar (ver Heb. 12:5-9).

El versículo 17 muestra que la voluntad de Pablo estaba implicada. Según él interpretaba sus
opciones, el apóstol recibiría una recompensa si proclamaba el evangelio voluntariamente. Cabe presumir
que la recompensa sería de naturaleza espiritual, dado que él había descartado cualquier deseo de
recompensa material. No obstante, si Pablo realmente no quería predicar el evangelio, con todo sentía una
obligación moral para hacerlo, y la expresa en las palabras "la comisión me ha sido encomendada." (v.
17). Pablo no implica que necesariamente un predicador renuente no recibirá recompensa; más bien
implica que un predicador involuntario no la merecería. Sin embargo, no sólo era Pablo un heraldo
voluntario del evangelio, sino que era un predicador vehemente. Además Pablo contesta la pregunta
relativa a su recompensa personal, la cual era: "Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el
evangelio de Cristo para no abusar de mi derecho en el evangelio" (v. 18). Dicho en otras palabras, el
pago de Pablo era no recibir pago por su predicación. No obstante, no debemos perder de vista el hecho
de que Pablo estaba escribiendo particularmente de su relación con la iglesia de Corinto. El apóstol no
estaba estableciendo un modelo preciso y estricto para que todos los ministros lo siguieran.

A Todos Me He Hecho Todo (9:19-23)

La paradoja del cristianismo es que los cristianos son libres y esclavos al mismo tiempo. Nosotros
somos libres del pecado (Ro. 8:2) y el legalismo (Gá. 5:1); no obstante somos esclavos de Cristo (1 Co.
7:22). Además somos libres de otras personas en el sentido de que ellas no tienen poder o control sobre
nuestro des-tino eterno. Con todo, la compulsión moral del evangelio nos obliga a compartirlo con otros
(ver Ro. 1:14). Sin embargo, considerando que esta moral procede de la gracia de Dios, nosotros nos
relacionamos con Dios por la fe, no por la ley. Nosotros debemos ser libres de causas y personas antes de
que podamos darnos a ellas. De otra manera nunca seríamos libres.

Pablo era libre de los cristianos corintios en términos del sostén financiero o de otra manera. Por lo
tanto, Pablo podía darse y se dio libremente a ellos "siervo de todos para ganar a mayor número" (v. 19).
El que la gente fuera judía o gentil no le importaba a Pablo. Como cristiano judío que una vez fuera
esclavo del legalismo, Pablo rápidamente podía simpatizar con los judíos. Aunque nunca comprometió
sus convicciones cristianas, él se identificó con los judíos cuando al hacerlo le ayudara a ganarlos para
Cristo. Por ejemplo, debido a que Timoteo tenía una madre judía, Pablo hizo circuncidar a Timoteo como
una concesión a los judíos (Hch. 16:1-3).

Por otra parte, "a los que están sin ley" (gentiles), (v. 21), Pablo se hizo como uno de ellos a fin de
poder ganarlos para Cristo. Por ejemplo, el apóstol rehusó hacer circuncidar a Tito porque éste era griego;
hacerlo hubiera sido comprometerse con los judaizantes legalistas (Gá. 2:3). Además, cuando Pablo se
encontraba en Atenas, empezó en el medio religioso donde se juntaba la gente al predicar su sermón en el
Areópago (Hch. 17:22-31). Aunque Pablo simpatizaba con los paganos, estuvo pronto a explicar que
"estar fuera de la ley" no significaba que él estuviera "sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo" (v. 21).
El estar libres de la ley mosaica o de cualquier ley como un medio para obtener una correcta relación con
Dios, nunca significa libertad de los principios morales. Dicho de otra manera, estar libre del pecado no
significa libre para pecar. Por lo tanto, Pablo no participaba con los judíos o los cristianos en actividades
inmorales a fin de ganarlos. Así como una persona no tiene que ser ladrona para ganar ladrones para
Cristo, uno debe amarlos y buscar comprender sus problemas y puntos de vista. Una actitud condenatoria
de "más santo que tú", invariablemente repele a aquellos a quienes el cristiano trata de alcanzar para
Cristo.

La expresión "los débiles" (v. 22) probablemente se refiere a los cristianos inmaduros de
antecedentes judíos o paganos, los cuales creían que comer carne ofrecida a los ídolos era moralmente
malo (ver 8:7-13). Si bien Pablo sabía que comer tal carne no era pecaminoso en sí mismo, su prudencia
le indicaba no comer esa carne para no ofender a los cristianos más débiles. En su primera carta a los
Tesalonicenses, Pablo usa el término "débil" para describir a los cristianos que tendían a volverse a su
estilo de vida anterior (5:14). Aunque el apóstol condenaba severamente a los reincidentes en prácticas
pecaminosas, él simpatizaba con ellos. Nosotros debemos odiar el pecado, pero amar a los pecadores. No
obstante, de alguna manera debemos comunicar a los pecadores nuestra posición, si esperamos
alcanzarlos con el evangelio y ayudarles a crecer hacia la perfecta madurez en Cristo.

Aun cuando Pablo comprendía la realidad que él nunca podría ganar a toda la gente para Cristo,
audazmente dice: . . . "a todos me he hecho de todo, para que de todos modos, salve a algunos" (1 Co.
9:22). Sin duda, Pablo no sólo tenía relación con judíos, gentiles, y los espiritualmente inmaduros, sino
también con granjeros, pastores de ovejas, políticos, filósofos, médicos, abogados, y otros, porque el
apóstol trataba de ver las cosas desde sus puntos de vista. El apóstol estaba dedicado a proclamar el
evangelio, y quería "compartir" (convertirse en participante) de sus bendiciones. No obstante, Pablo no
implicaba que tuviera dudas acerca de su salvación.

Disciplina Cristiana (9:24-27)

Debido a las constantes tentaciones a pecar, Pablo reconocía la necesidad de la disciplina espiritual
de sí mismo. Por su semejanza, el apóstol se refirió a los eventos atléticos tales como los juegos ístmicos
que se jugaban cada dos años cerca de Corinto. Primero, Pablo alude al deporte de correr. Señala que
aunque todos "a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio" (v. 24). No obstante, como ocurre con
todas las ilustraciones sobre realidades espirituales, ésta tampoco corresponde totalmente a la verdad que
expresa. Mientras que las carreras físicas tienen un solo ganador, la carrera de la vida puede tener muchos
ganadores. El énfasis de Pablo no estaba en un ganador, sino en el hecho de que todos los contendientes
debían correr para ganar. No obstante, ganar en eventos atléticos y en la carrera espiritual requiere
disciplina de sí mismo. Los atletas físicos se disciplinan a sí mismos ejercitándose largas horas,
restringiendo sus dietas y descansando adecuadamente. Los atletas espirituales se disciplinan a sí mismos
resistiendo las tentaciones, orando, estudiando la Biblia, y concentrando sus pensamientos en cosas que
enriquecen espiritualmente (Fil. 4:8). Los atletas griegos se disciplinaban "para recibir una corona
corruptible" (1 Co. 9:25). En los juegos ístmicos la corona estaba hecha de pino; en los juegos olímpicos
estaba hecha de olivo salvaje; en los juegos pírricos estaba compuesta de laurel; y en los juegos nemeos
estaba hecha de perejil. Pero los cristianos reciben una corona "incorruptible" (v. 25), "la corona de vida"
(Stg. 1:12). Mientras que las coronas humanas pronto se marchitan y pierden su valor como trofeos, la
corona de la vida, lavida misma, es imperecedera porque es eterna.
Pablo prosigue con la semejanza de la carrera. Se refiere a su ejemplo y afirma que él corría "no
como a la ventura" (incertidumbre), (v. 26). Por el contrario, Pablo corría con determinación hacia "la
meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (Fil. 3:14). El apóstol pasa de la
carrera al boxeo. Dice: . . . "de esta manera peleo, no como quien golpea al aire" (1 Co. 9:26). Tal vez
Pablo se refería al ejercicio de boxeo con la propia sombra, como era característico de los boxeadores que
se preparaban antes del combate. Por otra parte, el apóstol puede haber querido referirse al uso de la
técnica del engaño al sacar a un adversario de su guardia antes del golpe real. Cualquiera fuera el caso,
Pablo afirma claramente que su batalla y su adversario espiritual eran reales. Desde luego, Pablo usa un
lenguaje figurado para aludir a la extenuante disciplina de sí mismo cuando dice: ... "golpeo mi cuerpo, y
lo pongo en servidumbre" (v. 27). Ciertamente, Pablo no abusaba de su cuerpo esperando mejorar su
condición espiritual.

La cuestión más perturbadora surge de la siguiente declaración de Pablo ... "no sea que habiendo
sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado" (v. 27). Contrariamente a lo que dicen algunos
intérpretes, yo no creo que Pablo temiera perder su salvación. Tampoco creo que Pablo usara la palabra
"heraldo" para describir al heraldo que anunciaba las reglas de juego y los nombres de los que ponían la
corona en la cabeza de los ganadores. Si bien tal punto de vista se ajusta a la analogía de Pablo, es
probable que él se refiriera a su proclamación del evangelio. En todas partes Pablo declara que la
salvación final está asegurada para los verdaderos creyentes (Ro. 8:1, 35-39.) No obstante, el apóstol
advierte a menudo contra la presunción, como veremos en el capítulo 10.

Para Pablo la perseverancia era prueba de salvación, no un requisito previo. El enseñaba que el
mismo Dios que salva personas en términos de justificarlas, eventualmente las salvará en términos de
glorificarlas (Fil. 1:6). Por consiguiente, desde el principio al fin, la salvación es obra de Dios. Pablo era
diligente en hacer buenas obras, no a fin de ser salvo, sino porque era salvo. Alguien ha explicado bien la
paradoja: Nosotros debemos confiar en Dios como si todo dependiera de él, y nosotros debemos servirle
fielmente como si todo dependiera de nosotros. El temor de Pablo era ser rechazado como siervo de Dios,
no como hijo de Dios.

El Ejemplo de Israel (10:1 a 11:1)

Advertencia y Promesa (10:1-13)

La estrecha relación de los capítulos 8 al 10 es obvia. El tema dominante es la libertad y la


responsabilidad cristianas con respecto a uno mismo, a Dios y a los demás. El particular contexto en
Corintios incluye las tentaciones de comer la carne que había sido ofrecida a los ídolos y cometer
fornicación. En los eventos que Pablo cita del Antiguo Testamento, se nota que a menudo la idolatría y la
fornicación estaban relacionadas. En efecto, los escritores del Antiguo Testamento definen la idolatría
como adulterio espiritual (ver Oseas 4:12). Frecuentemente usa la expresión traducida "no quiero,
hermanos, que ignoréis" (v. 1), para introducir asuntos de importancia especial. En el capítulo 8, Pablo
dirige sus instrucciones a los miembros de la iglesia llamados miembros fuertes. En el capítulo 10, su
advertencia es aplicada particularmente a los miembros débiles de la iglesia. Aunque teológicamente
Pablo se identificaba con los creyentes maduros, su interés por los cristianos inmaduros lo llevaba a
limitar su libertad para no ofenderlos. El mayor problema de los creyentes fuertes era su arrogancia y
sentido de superioridad, que dejaban la impresión de que las opiniones de los cristianos más débiles no
contaban para nada. El problema principal de los creyentes débiles tenía dos aspectos. Primero, a pesar de
su convicción de que comer carne ofrecida a los ídolos era malo, algunas veces ellos la comían, y de tal
manera cometían idolatría violando sus conciencias. Segundo, ellos probaban la paciencia divina para ver
cuán lejos podían llegar sin provocar el castigo de Dios. Es posible que algunos de los cristianos fuertes
que se inclinaban hacia la idea gnóstica de que la carne no importa espiritualmente, abusaban de su
libertad cristiana siendo indulgentes con el pecado, particularmente la fornicación. Pablo advierte a ambos
grupos señalando eventos de la historia de Israel.
Pablo declara enfáticamente que "todos" (palabra que ocurre cuatro veces en los vv. 1-4), los
israelitas participaban de las bendiciones y los privilegios de Dios. "Pero de los más de ellos no se agradó
Dios; por lo que quedaron postrados en el desierto" (v. 5). De hecho, de acuerdo a Números 14:26-38, al
parecer todos los israelitas "de veinte años arriba" (v. 29), excepto Josué y Caleb, murieron en el desierto.
No obstante, Deuteronomio 2:14 implica que Dios limitó su condenación a "los hombres de guerra",
aquellos capaces de tareas militares. Aunque los creyentes gentiles eran en su mayoría gentiles
convertidos, sin duda ellos comprendían la frase "nuestros padres" en el sentido de que como cristianos
ellos participaban de una tradición de fe relacionada a la historia de Israel. Como Pablo lo dice en
Romanos 4:1-25, los verdaderos hijos, fueran judíos o gentiles, eran aquellos que tenían fe como el padre
Abraham. El término "nube" (1 Co. 10:1) designa la nube especial que simbolizaba la presencia y la
dirección de Dios hacia los israelitas; iba delante de ellos durante su viaje de Egipto a Canaán.

¿En que sentido fueron los israelitas "bautizados en la nube y el mar?" (v. 2). En contra de la
opinión de que el pasar a través del Mar Rojo constituía un bautismo, el relato bíblico destaca que Israel
pasó a través del mar en seco (Ex. 14:22, 29). Si bien la palabra bautismo naturalmente sugiere agua,
simplemente significa inmersión; el agua era el medio más común. De acuerdo al uso del Nuevo
Testamento, además del agua una persona puede ser bautizada en muerte (Ro. 6:4) o en Cristo (Gá. 3:27).
En efecto, la construcción . . . "en Moisés fueron bautizados" (1 Co. 10:2) es un paralelo exacto de la
frase... "bautizados en Cristo" (Gá. 3:27).

El punto de vista de que el bautismo en agua pone al creyente en Cristo es tan ilógica como la idea
de que el caminar de los israelitas a través del Mar Rojo los ponía a ellos en Moisés. En ambos ejemplos
el énfasis básico está en el compromiso. Del mismo modo que los israelitas comprometían sus vidas a
Moisés cuando le seguían a través del Mar Rojo, los creyentes comprometen sus destinos eternos a Cristo
cuando confían en él como Señor y Salvador.

Sin embargo, el énfasis en compromiso no excluye otra fuerte posibilidad. Pablo puede haberse
referido al bautismo (v. 2) y la provisión a los israelitas del maná y el agua (v. 3), porque algunos de los
cristianos corintios consideraban el bautismo y la Cena del Señor como sacramentos. Es decir, que
pueden haber creído que el bautismo y la Cena del Señor aseguraban su salvación a pesar de las prácticas
idólatras e inmorales.

La referencia de Pablo al maná como "alimento espiritual" (v. 3), y al agua como "bebida espiritual"
(v. 4), no significa que el alimento y el agua fueran irreales o imaginarios. La descripción tampoco
implica que el pan y el agua provean bendiciones espirituales a los participantes. Más bien, la comida y el
agua eran espirituales en el sentido de que eran provistos por medios espirituales. Aunque una roca real
estaba envuelta en la experiencia del desierto (Ex. 17:6: Nm. 20: 7-11), el poder de Dios (Cristo) proveyó
el agua.

Pablo alude a la tradición judía de que la roca siguió a los israelitas durante su peregrinación en el
desierto. El apóstol interpreta la tradición simbólicamente: "Porque bebían de la roca espiritual que los
seguía, y la roca era Cristo" (v. 4). Desde luego, Cristo era "la roca" en el mismo sentido en que era "la
vid verdadera" Un. 15:1). Si bien la segunda persona de la Trinidad no fue manifestada enteramente en el
Antiguo Testamento, 1 Corintios 10:4 sugiere la más cercana expresión de una aparición pre-encarnada de
Cristo en el Antiguo Testamento. Dado que el Cristo eterno era identificado estrechamente con Israel
como después lo fue con la iglesia (Hch. 9:4), el autor de Hebreos escribió de Moisés:... "teniendo por
mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios" (He. 11:26). Jesús se identificó
claramente a sí mismo con Yahweh; el pacto de Israel con Dios, Particularmente por el uso de "yo soy" en
declaraciones que traen a la mente las palabras de Dios en Exodo 3:14 (Jn. 8:58; 14:9).

La palabra traducida "postrados" (1 Co. 10:5) es la base para el término catástrofe; la implicación es
que el pervertir la libertad en licencia y el presumir de privilegio provoca la ira de Dios, y eventualmente
lleva al desastre.
Según el versículo 6, las experiencias de Israel son ejemplos para que los miembros de la iglesia no
codicien "cosas malas, como ellos hicieron." Posiblemente Pablo se refería a Números 11:4-10. Luego el
apóstol cita el acto idolátrico de adorar el becerro de oro (Ex. 32:1-6), lo cual era probablemente una idea
que los israelitas tomaron del culto egipcio de la adoración del toro. La cita de Exodo 32:6: … "y se sentó
el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse," implica una orgía adúltera a continuación de una
comida idolátrica. Tal vez aludiendo a la Cena del Señor (v. 16-21), Pablo acusaba a los cristianos
corintios de glotonería y embriaguez en la Cena del Señor (11:21, 22), y también de fornicación (10:7, 8).
Debe notarse que Pablo limitó los participantes pecaminosos a "algunos de ellos" (v. 7). Por consiguiente,
sólo algunos de los miembros de la iglesia de Corinto eran culpables de libertinaje.

La referencia a la fornicación (v. 8) es la sórdida historia de los hombres israelitas que cometieron
adulterio con mujeres moabitas y adoraron a los dioses moabitas (Nm. 25:1-9). El hecho de que Pablo
mencione "veintitrés mil" en lugar de "veinticuatro mil" (Nm. 25:9) que murieron a causa de sus hechos
pecaminosos, sugiere que el apóstol citó de memoria o usó un texto distinto.

El verbo griego que usa Pablo en la expresión "tentaron" (v. 9), puede tener una mala o buena
connotación, dependiendo del con-texto. A menudo en el uso bíblico significa solicitar a una persona que
haga el mal. En este sentido Dios ni tienta ni es motivo de tentación (Stg. 1:13). No obstante, Dios prueba
a las personas; pueden ser probadas por sus actitudes y sus hechos. En el caso de las tentaciones de Jesús
(Mt. 4:1-11), las experiencias eran pruebas desde el punto de vista de Dios, pero eran tentaciones desde el
punto de vista del diablo. Los israelitas probaron a Dios para ver cuán lejos podían ir en sus pecaminosos
desenfrenos sin incurrir en su ira. Eran como niños que siguen desobedeciendo a sus padres, a menudo
con ojo atento para ver cuantas veces puede cometer el acto prohibido antes de que caiga la mano del
juicio.

Pablo se refiere a otros dos incidentes de desobediencia d Israel: (1) la provocación que originó el
castigo por las serpiente(v. 9; Nm. 21:5-9), y (2) la destrucción de los diez espías sin fe (v. 10; Nm.
14:37), o los israelitas que simpatizaron con Coré y sus colegas (Nm. 16:41-50). La palabra "destructor"
aparece sólo en 1 Corintios 10:10 en el Nuevo Testamento. Sin embargo, un equivalente verbal ocurre en
Hebreos 11:28, en referencia a "el que destruía a los primogénitos" (v. 10; Ex. 12:23), un término idéntico
al usado en el Antiguo Testamento griego (Septuaginta). Pablo usa una palabra de la misma raíz en 5:5
cuando dice: ... "sea entregado a Satanás para destrucción de la carne." Satanás puede ser el "destructor."
Otras posibilidades son una plaga o un ángel destructor que lleva el juicio de Dios. Cualquiera sea la
identificación, Jesús se refería a Dios cuando dijo: ..."temed más bien a aquel que puede destruir el alma y
el cuerpo en el infierno" (Mt. 10:28).

En el versículo 11 repite las advertencias del versículo 6, y añade: ... "y están escritas para
amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos." Pablo veía la presente edad
cristiana (aion) como la edad final que precede a la edad por venir, cuando Cristo vuelva para llevar el
reino de Dios a su terminación. En realidad, las dos edades se sobreponen como anunció Juan el
Bautista:... "el reino de los cielos se ha acercado" en Jesús (Mt. 3:2). Así, los postreros días empezaron
con la encarnación y terminarán con la venida de Jesús.

Mientras tanto, nosotros no debemos presumir de nuestros privilegios como los israelitas
presumieron de los suyos. El ser hijos de Dios envuelve fe y obediencia. Como lo dice Pablo en 1
Tesalonicenses 4:3: ... "pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación."

En 1 Corintios 10:2 hay una solemne advertencia: "Así que, el que piensa estar firme, mire que no
caiga." Del mismo modo que Satanás tentó a Jesús en seguida después que la "voz del cielo" lo reconoció
como Hijo de Dios (Mt. 3:17), así Satanás nos tienta cuando nos sentimos seguros de nuestra suficiencia
espiritual.

Como ya hemos observado, tal vez los cristianos corintios habían interpretado mal el bautismo y la
Cena del Señor, creyendo que participar de ellos aseguraba su salvación. De cualquier manera, ellos
necesitaban la amonestación de Pablo, así como Pedro necesitaba la amonestación de Jesús: "Velad y
orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" (Mt.
26:41).

Con el templo de Afrodita (Venus) en Corinto, además del bajo ambiente moral, tal vez los
miembros de la iglesia trataran de justificarse de sus pecados alegando que sus tentaciones eran
demasiado grandes para resistirlas. No obstante, Pablo dice: "No os ha sobrevenido ninguna tentación que
no sea humana" (v. 13). Su Salvador había resistido con éxito todas las tentaciones humanas (He. 4:15).
Pablo no quiere decir que Dios siempre interviene para prevenir que sus hijos cedan a la tentación. De esa
manera, todos nosotros tendríamos completa victoria sobre la tentación y el pecado. Aunque Dios nos
permite elegir, su poder espiritual está siempre disponible para ayudarnos a vencer la tentación, si tan sólo
nos ponemos bajo su gracia capacitadora. Por consiguiente, cuando nosotros cedemos a la tentación, la
falta es siempre nuestra, no de Dios.

La Decorosa Mesa de Compañerismo (10:14-22)

En vista del trágico ejemplo de Israel, y el inherente peligro de flirtear con la tentación, Pablo
advierte a los cristianos corintios a "huir de la idolatría" (v. 14), evitando las fiestas en los templos
paganos. Aunque en 4:10 Pablo aplica la misma palabra griega "prudentes" a sus lectores, con mordiente
ironía, en cambio, al parecer, en el versículo 15 apela a su sentido común para que acepten la validez de
su consejo.

El propósito de Pablo al referirse a la Cena era el de fortalecer su argumento contra la idolatría. La


frase "la copa de bendición" (v. 16), era una designación técnica de la tercera copa de vino en la comida
pascual. Pablo la aplica a las gracias que eran expresadas a Dios sobre la copa en la Cena del Señor.

En dos preguntas que demandan respuestas positivas, Pablo usa la palabra koinonia(comunión,
participación, compartir, compañerismo) para mostrar que la copa y el pan significaban "participación" en
la "sangre" y "cuerpo" de Cristo, respectivamente. Las preguntas no sugieren que Cristo repitiera el
sacrificio en la Cena del Señor, o que se refieran a comer la deidad como en algunos sacrificios paganos.
Más bien el concepto incluye un íntimo compañerismo entre los participantes de la Cena del Señor y
Cristo, y compañerismo de los unos con los otros. En la práctica judía y pagana, se suponía que la deidad
estaba presente en el sacrificio, y que compartía parte de la carne de los sacrificios con aquellos que la
traían. De esta manera, los adoradores recibían beneficios del sacrificio. Así que al observar la Cena del
Señor nosotros reconocemos que recibimos los beneficios de la muerte expiatoria de Cristo.

Debido al versículo 16, los intérpretes generalmente sostienen que la frase "cuerpo de Cristo" debe
referirse a la iglesia. No obstante, las frases "la sangre de Cristo" y "el cuerpo de Cristo" son usadas en
una construcción paralela. Así que la última parece tener un doble significado: (1) El cuerpo físico de
Cristo que seentregó en sacrificio por nosotros en el Calvario, y (2) el cuerpo deCristo corporativo, la
iglesia, como una extensión de su encarnación. Considerando que el versículo 17 envuelve un problema
detraducción e interpretación, el sentido preciso está en duda. Tal vez Pablo intentó la ilustración de
muchos granos componiendo una sola tajada de pan. Por consiguiente, muchos creyentes integran el
cuerpo de Cristo. Por otra parte, cuando los creyentesparticipan del pan en la Cena del Señor,
simbólicamente representan la unidad de la iglesia en vínculo de compañerismo con Cristo y los unos con
los otros. La base de la unidad es una fe compartida en el Señor resucitado, "el pan vivo que descendió
del cielo" Un. 6:51). Pablo refuerza su argumento refiriéndose a la práctica religiosa judía, en la cual los
adoradores compartían la carne sacrificial (1 Co. 10:18).

En el versículo 19, Pablo pasa a lo esencial de su argumento. Contra la opinión de que él


contradecía lo que había dicho antes acerca de los ídolos que no eran nada (8:4-6), él enfatiza fuertemente
la verdad acerca de la idolatría. Aun cuando los ídolos no representan a verdaderos dioses, un campo
invisible de mal hay debajo de la idolatría y los otros pecados que están asociados con ella. Sea que los
paganos se dieran cuenta o no de que ellos sacrificaban a los demonios, no altera la realidad.
En los versículos 20 y 21, Pablo se refiere particularmente al comer en templos paganos. Tanto los
cristianos fuertes como los débiles pecaban por ese comer, y eran culpables de varios grados de idolatría.
Pablo daba la solución del problema: "Huid de la idolatría" (v. 14). Posteriormente, el apóstol cita una
mezcla de pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamento cuando dice, refiriéndose a la idolatría: "Salid de
en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor" (2 Co. 6:17). Jesús había dicho: "Ninguno puede servir a dos
señores" (Mt. 6:24). Por su parte Pablo dice: "No podéis beber la copa del Señor y la copa de los
demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios" (1 Co. 10:21).
Considerando que la mesa de compañerismo Implicaba una relación íntima, comer en las fiestas paganas
significaba alinearse estrechamente con las fuerzas demoníacas.

Aunque en relación con la gente, "celos" (v. 22) es amor pervertido, con Dios es amor perfecto. El
concepto del monoteísmo implica que adorar a dioses imaginarios es una gran afrenta al solo Dios
verdadero. Por consiguiente, provocar "a celos al Señor" es como buscar su juicio. La pregunta: "¿Somos
más fuertes que él?" implica una respuesta negativa y tiene una velada advertencia.

Principios de Libertad Cristiana (10: 23 a 11:1)

El pasaje de 10:23 a 11:1 da cima al tema general de la libertad cristiana en el contexto de comer
carne ofrecida a ídolos, que empezó en el capítulo 8. Pablo repite lo que había dicho en 6:12 "Todas las
cosas me son lícitas, pero no todas convienen" (10:23) Sin embargo, en el primer caso, Pablo aplica el
principio sólo a s mismo; en el versículo 23 lo extiende a otros. En el capítulo 6 Pablo se interesa en la
esclavitud personal con prácticas o cosas En 10:23, su preocupación está en el bienestar de otros. Por es
añade: "pero no todo conviene."

Los cristianos no deben buscar egoístamente "su propio bien (v. 24), sino el bien de otros,
cualquiera fuera la persona. En cuan to al problema de la comida que había sido ofrecida a ídolos, e
apóstol aboga para que los cristianos no indaguen acerca de 1 naturaleza sacrificial de la carne "que se
vende en la carnicería; ellos no debían formular ninguna pregunta "por motivos de conciencia" (v. 25). En
este asunto Pablo se adhiere al punto de vista de que lo que la gente no conoce no puede dañarla. Aun
cuando mucha de la carne era carne sobrante de los sacrificios paganos los compradores no tenían manera
de saberlo a menos que preguntaran.

Aunque Pablo pudo haber apelado al relato de la creación todas las cosas como esencialmente
buenas, él cita el Salmo 24:1 "De Jehová es la tierra y su plenitud" (1 Co. 10:26). Si bien la práctica de
dar gracias antes de las comidas no era el énfasis de Pablo, eso está implícito en el contexto.

Anteriormente, Pablo había indicado que los creyentes no debían separarse de los incrédulos (5:9).
De otro modo, difícilmente los cristianos podrían alcanzarlos con el evangelio. En el ver. 27, Pablo da por
descontado que los cristianos corintios debían continuar teniendo relaciones sociales con sus amigos
paganos. El sugiere que un cristiano, invitado en la casa de un incrédulo, coma toda la comida que le
sirvan sin hacer preguntas acerca de ellaNo obstante, si alguien, el invitante o alguna otra persona,
explicara que la comida había sido "sacrificada a los ídolos" (v. 28), el cristiano no debía comerla. La
razón para no comerla era la conciencia de la persona que dio la información; es posible que esa persona
fuera un cristiano débil. Empero, el informante puede ser un pagano que sabía que los cristianos
normalmente no comen carne que ha sido ofrecida a ídolos. En el primer caso, el cristiano que siguió
adelante y comió herirá la conciencia del creyente débil. En el segundo caso, él debilitará su influencia
con su amigo pagano.

Las dos preguntas que Pablo hace en los versículos 29b y 30 crean un difícil problema para los
intérpretes. Si las preguntas representan la objeción de Pablo a renunciar a sus derechos a causa de los
escrúpulos de otro (v. 29), ellas parecen destruir su argumento y resultan sin sentido. Por otra parte, si un
objetante imaginario formulara las preguntas (una técnica común en las cartas de Pablo), éste dejó de
contestar a su objetor. Puesto que el pronombre personal de primera persona lógicamente alude a Pablo, la
solución más satisfactoria parecería ser por la instrucción del cristiano débil (o informante pagano). Pablo
afirma su libertadpersonal. No obstante, en la práctica, Pablo postergaba o cedía a la convicción de otro,
no comprometiendo ningún principio moral, sino para no debilitar la conciencia de otra persona. Así, los
cristianos maduros tienen una doble responsabilidad ante los creyentes más débiles: (1) en primer lugar,
no ofender al cristiano más débil, pero (2) también instruir a la persona más débil en el campo de los
valores morales. De otra manera, los cristianos más fuertes podrían encontrarse viviendo con una ética
forzada, tratando de responder a cada tonta fantasía, no haciendo nada que algún otro objetara.

En conclusión, Pablo advierte: "si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la
gloria de Dios" (v. 31). Nunca debemos hacer nada que pueda traer descrédito a Dios, o dañe sus
esfuerzos por redimir a los pecadores. Por lo tanto, Pablo añade: "No seáis tropiezo ni a judíos, ni a
gentiles, ni a la iglesia de Dios" (v. 32). Desde el punto de vista cristiano del primer siglo, estas eran las
tres categorías principales de gente. Nuevamente, el apóstol cita su ejemplo de tratar de agradar "a todos"
(v. 33). Aun cuando en todo otro lugar, él se rehusaba a agradar a la gente (Gá. 1:10; 1 Ts. 2:4), no se
contradice a sí mismo. Pablo condenaba el buscar el favor de otros por ganancia personal o para evitar
penurias, pero abogaba agradar a la gente si el motivo era para su beneficio y para alcanzarlos con el
evangelio (ver Ro. 15:2). Lamentablemente, la división por capítulos separa el mandato final de Pablo de
su contexto: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" (11:1), el cual "no se agradó a sí mismo."

Lecciones Para la Vida de 1 Corintios 8:1 a 11:1

La libertad cristiana está limitada por los derechos y necesidades de otros. Insistir en nuestros
derechos es seguir la senda del mundo, no la de Cristo, la cual es siempre abnegada y redentora.

El renunciar a nuestros derechos por el bien de los cristianos más débiles, es evidencia de fuerza
espiritual, no de debilidad o compromiso. Debemos renunciar a nuestros derechos con agrado,si al hacerlo
ayudamos a un incrédulo a aceptar a Cristo, o a un cristiano más débil a crecer espiritualmente.

La disciplina cristiana en sí misma es necesaria para el desarrollo espiritual. Debido a que nosotros
luchamos constantemente contra la tentación y el mal, necesitamos la autodisciplina de la oración, el
estudio de la Biblia, la adoración en común y el testimonio personal por Cristo para mantenernos idóneos
y espiritualmente alertas.

(3) Actividades de AprendizajePersonal

1. El problema de comer carne que había sido ofrecida a ídolos no era un problema significativo
para los creyentes de Corinto. □ Verdad □Falso
2. Pablo usó buenos argumentos respecto a que los heraldos cristianos debían ser sostenidos
económicamente mientras ellos predicaban. (Seleccione el argumento correcto de la lista,
según él lo usó):
(1) Sostén diario (3) Práctica del templo
(2) La ley mosaica (4) Mandamiento de Cristo

3. Pablo indicó que los cristianos más fuertes debían a fin de ayudar a los cristianos más débiles.
(Seleccione la respuesta correcta de la lista.)
(1) Dar dinero (3) Enseñar doctrina
(2) Orar seriamente (4) Ceder sus derechos

4. Pablo usó y para ilustrar la disciplina que deben tener los cristianos. (Seleccione la
respuesta correcta de la lista.)
(1) La Carrera (3) El trabajo
(2) La Escritura (4) El Boxeo

EL CULTO CRISTIANO: PARTICIPAR DIGNAMENTE

1 Corintios 11:2-34
Los cristianos corintios abusaban de su libertad cristiana en relación con las mujeres en el culto
público y en su conducta en la Cena del Señor. Pablo censura a los ofensores y da instrucciones para
corregir los problemas.

El Velo de las Mujeres en el Culto (11:2-16)

Teniendo en cuenta que Pablo no introdujo la sección 11:2-16 con las palabras "en cuanto" (7:1;
8:1), él no se refería a alguna pregunta de los cristianos corintios en su carta dirigida a él. Más bien, el
apóstol pudo haberse dado cuenta de los dos problemas en discusión por medio de los representantes de
Cloé (1:11), o los miembros de la iglesia Estéfanas, Fortunato y Acaico, mencionados en 16:17. No
obstante, antes de tratar los problemas, Pablo alaba a la iglesia "porque en todo os acordáis de mí" (v. 2),
y por retener las instrucciones tal como él se las había entregado a sus lectores. Por lo regular, en algún
punto de sus cartas, Pablo elogia a las iglesias a las cuales escribía; la única excepción es Gálatas.

Sin duda Pablo usó las palabras "en todo" como recalcando los dos últimos usos. Así que, el hombre
no es la cabeza de la mujer en el mismo sentido en que Cristo es la cabeza del hombre (así como también
de la mujer). Pero ¿qué quiso decir Pablo con la palabra "cabeza"? ¿Se refería al líder o figura de
autoridad, de acuerdo con la interpretación popular, o se refería al origen o procedencia? Posiblemente,
Pablo incluyó ambos conceptos. Sin embargo, al parecer, el problema que trataba se centraba en las
mujeres cristianas de Corinto que actuaban de una manera que no concordaba con su posición
subordinada, fuese ésta ordenada por Dios, impuesta por la costumbre, o ambas.

De acuerdo a Génesis 2:21-23, la mujer procede del hombre. Así, la mujer fue derivada del hombre,
no creada. No obstante, el relato de la creación de Génesis 1:26, 27 no hace tal distinción: "Y creó Dios al
hombre (adam) a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó" (v. 27). Debido a las
palabras diferentes para Dios en los dos relatos y por otras razones, muchos intérpretes aceptan el
concepto de que Génesis registra dos relatos distintos de la creación. Otros, sin embargo, insisten en que
el relato del capítulo 2, meramente suple los detalles omitidos en el capítulo 1. Cualquiera fuera el caso,
Pablo basó su argumento enteramente en el relato del capítulo 2.

En cuanto a las palabras "el varón cabeza de la mujer" (1 Co. 11:3), algunos traductores limitan el
alcance del término varón a la relación matrimonial. El término tradiciones es usado en la Escritura en un
mal sentido (Mt. 15:2, 3; Mr. 7:8) y en un buen sentido. Cuando se refiere a interpretaciones o prácticas
humanas que se convierten en substitutos de la palabra de Dios y sus normas, es mala. Teniendo en cuenta
que los cuatro evangelios no habían sido escritos, las instrucciones en el tiempo de Pablo eran de carácter
oral. No obstante, Pablo y otros primeros heraldos del evangelio eran cuidadosos en ser fieles a la
intención de Cristo cuando comunicaban las instrucciones a otros.
La frase: "Pero quiero que sepáis" (v. 3) recalca la importancia de lo que sigue:... "que Cristo es la
cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo." En esta serie de
afirmaciones, Pablo usó la palabra griega para "hombre" (o marido) que lo distingue de "mujer" (o
esposa). Por otra parte, el sujeto y el complemento predicado son intercambiables en el primer uso, pero
no en lo que Pablo dijode que el hombre en general es cabeza de la mujer en general. Puesto que las
palabras para hombre y mujer también significan esposo y esposa, nosotros no podemos determinar con
certeza la intención de Pablo. Si Dios es "la cabeza de Cristo" (v. 3) en el sentido de origen, la
implicación sería que no ha existido siempre, pero tal concepto contradice la enseñanza evidente de las
Escrituras. Por consiguiente, Dios es la cabeza de Cristo como una figura de autoridad. El Hijo siempre
hizo la voluntad del Padre, no viceversa. Aunque en términos de persona el Padre y el Hijo son iguales, en
términos de función el Padre es superior.

En los versículos 4 y 5 Pablo dice: "Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta
su cabeza, pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza." Sin duda, el
contexto de orar y profetizar era una asamblea pública de la iglesia, no un devocional privado en el hogar.
La palabra profecía básicamente significa una proclamación -de la palabra de Dios. A veces incluye
predecir.

Los versículos 4 y 5 muestran claramente que en la iglesia primitiva las mujeres oraban y
profetizaban en el culto público. Pedro cita al profeta Joel (Hch. 2:16, 17). De acuerdo a Hechos 21:8, 9,
Felipe "tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban." En el A.T., María (Ex. 15:2), Débora (Jue. 4:4),
Huldá (2 Cr. 34:22) y Noadías (Neh. 6:14), eran profetisas.

¿El hombre que profetizaba con la cabeza cubierta, afrentaba su cabeza física o a Cristo, su cabeza
espiritual? En realidad, hacía ambas cosas. Primero, afrentaba su cabeza por colocarse a sí mismo en una
posición subordinada. Luego, afrontaba a Cristo por no llenar su función dada por Dios de reflejar la
gloria de Cristo (ver 2 Co. 3.18). Del mismo modo la mujer con la cabeza descubierta afrentaba a su
marido y a sí misma. Ella afrentaba a su marido usurpando su función, y afrentaba a su marido y se
afrentaba a sí misma apareciendo como una prostituta a los ojos del pueblo de Corinto. Considerando que
las mujeres con la cabeza descubierta en Corinto eran por lo general prostitutas, las mujeres cristianas con
la cabeza descubierta se clasificaban a sí mismas como tales por abusar de su libertad.

Pablo destaca la deshonra de la mujer:... "porque lo mismo es que si se hubiese rapado." "Porque si
la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello
o raparse, que se cubra" (v. 5, 6). Porque el cabello de lamujer era considerado un rasgo de gloria y honor
para ella, elcortárselo significaba deshonor y desgracia. El rapar la cabeza de una mujer era el castigo por
adulterio y un símbolo de esclavitud. Teniendo en cuenta que las rameras comúmente tenían cabello
corto, el punto de vista de Pablo era que una mujer que andaba con la cabeza descubierta en público,
también podía raparse la cabeza, porque el resultado sería el mismo: deshonra. Aunque la palabra
"cortarse" (v. 6) denota aproximadamente raparse el pelo, en su comparación el término "rapar" resultaba
ser lo mismo.

Si bien tanto los hombres como las mujeres llevan la imagen de Dios (Gn. 1:27), Pablo consideraba
que sólo los hombres eran "gloria de Dios" (v. 7). Esta era otra razón por la cual un hombre no debe
"cubrirse la cabeza." Por otra parte, Pablo dice "la mujer es gloria del varón" (v. 7). La primera razón
que da Pablo por su distinción en gloria era la prioridad del hombre en la creación. La mujer era un ser
derivado (v. 8). En segundo lugar, "tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por
causa del varón" (v. 9). Desde luego, Pablo se refiere al hecho de que el propósito divino para la mujer
era que fuera "ayuda para el hombre" (Gn. 2:20-22). Si bien la palabra "gloria" no aparece en ninguno de
los relatos de la creación, Pablo saca sus conclusiones del segundo relato (Gn. 2:18-25). En efecto, Dios
creó al hombre directamente, y creo a la mujer indirectamente. El resultado fue el hombre como gloria de
Dios y la mujer como gloria del hombre.

La razón porque Pablo añadió las palabras: ... "la mujer debe tener señal de autoridad sobre la
cabeza, por causa de los ángeles (v. 10), es incierta. No obstante, al parecer, los primitivos cristianos
creían en la presencia invisible de los ángeles en sus servicios de adoración. Algunos intérpretes conectan
este pasaje con Génesis 6:1-4, y piensan que los ángeles andaban detrás de las mujeres descubiertas a
causa de su apariencia exterior de rameras. Tal vez la consideración más sencilla sería que "una mujer
debe tener un velo (literalmente, autoridad, es decir, un signo de autoridad)" a causa de los ángeles, y los
hombres observarían su vergonzosa apariencia y la desaprobarían.

No obstante su elaborado argumento sobre la función subordinada de la mujer, Pablo suaviza su


actitud introduciendo el tema de la redención. Dice: "Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la
mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer " (v.
11, 12). La expresión "en el Señor" es equivalente a "en Cristo," la expresión favorita de Pablo para
describir la relación de fe del creyente con Cristo. Recuerda la gran declaración de Pablo en Gálatas 3:28:
"Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois
uno en Cristo Jesús." La mutua dependencia de hombre y mujer sugiere una genuina asociación. Aunque
Eva procedió de Adán, todos los seres humanos han "nacido de mujer."

La expresión. .. "todo procede de Dios" (v. 12) sugiere particularmente que Dios es el autor del
proceso procreativo. Así que, en última instancia, las personas deben su sexualidad y otras diferencias
humanas a Dios.

Teniendo en cuenta la totalidad de la enseñanza de Pablo, él parece considerar al hombre y la mujer


como iguales en persona pero diferentes en función. No sólo en 1 Corintios 11, sino en todo otro lugar,
Pablo pone a los hombres en el papel de autoridad y a las mujeres en el papel subordinado (Col. 3:18; 1
Ti. 2:11-15).

Después que Pablo afirmó la mutua dependencia de hombres y mujeres, él intenta fortalecer su
argumento apelando al sentido común de los cristianos corintios: "Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio
que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza?" (v. 13). Desde luego, el encarar el asunto con sentido
común naturalmente reflejaría en parte las costumbres que prevalecían en ese tiempo. No obstante, como
lo dice G. G. Findlay: "Entre los griegos, ambos sexos adoraban con la cabeza descubierta, aunque las
mujeres cubrían sus cabezas en otros momentos... mientras que los hombres y las mujeres romanos
cubrían sus cabezas durante los ritos religiosos."1 Por otra parte, los hombres y las mujeres judíos cubrían
sus cabezas en el culto. Por consiguiente, Pablo no podía apelar a una costumbre general. Al parecer,
Pablo aceptaba la costumbre griega para los hombres, pero la rechazaba para las mujeres. Desde luego,
Corinto reflejaba predominantemente la cultura griega. .

La apelación de Pablo a la naturaleza también es difícil. ¿Quiso decir él que el cabello de la mujer
crece naturalmente más largo que el de los hombres, o apelaba a un sentido de propiedad? Considerando
que el largo del cabello es un asunto relativo, podemos preguntar: ¿Cuán largo es largo, y cuán corto es
corto? Los antiguos guerreros espartanos eran famosos por su habilidad militar y su cabello largo. Los
filósofos griegos llevaban el cabello largo. Los hombres romanos lo mismo que los judíos preferían el
cabello corto. No obstante, a pesar de todas estas diferencias, lagente del siglo primero podía distinguir
fácilmente los hombres de las mujeres por el cabello: por característica, el cabello de las mujeres era más
largo que el cabello de los varones. Por con-siguiente, esta distinción natural entre los sexos era la base
principal del argumento de Pablo. Si bien las costumbres cambian, el principio permanente es que uno
debe poder distinguir a los hombres de las mujeres por sus respectivos estilos de cabello. Pablo desechó
cualquier punto de vista contrario, apelando a la práctica universal de la iglesia. La única desviación
conocida estaba en Corinto.

Debido a que la costumbre y otros factores condicionados por el tiempo afectaban la advertencia de
Pablo referente a las mujeres en el culto público, el problema consistía en separar la verdad permanente
de su contexto y expresión temporal. De una cosa podemos estar seguros: la mujer tenía el derecho de
orar y profetizar en el culto público (v. 5). No obstante, ella no tenía derecho de proceder o vestir de tal
manera que se reflejara adversamente en ella misma, su esposo, la comunidad cristiana y, finalmente, en
Dios. En 1 Corintios, capítulo 11, y en otras cartas (Ef. 5:22-24; Col. 3:18; 1 Ti. 2:11-14), al parecer Pablo
enseña que la mujer tiene un papel subordinado; sin embargo, también enseña que hombres y mujeres son
iguales como personas.

En 1 Corintios 11:3-16, como asimismo en 1 Timoteo 2:11-14, Pablo apela al relato de la creación
de Génesis 2:18-23 para apoyar en la Escritura su posición. Aun cuando Pablo pudo haber usado un tipo
de argumento característico de su preparación como rabino judío, no podemos estar seguros de esto.
Dicho de otra manera: ¿Escribió Pablo incondicionalmente cuando dice:... "no hay varón ni mujer" (Gá.
3:28), y condicionalmente cuando habla de la función subordinada de la mujer en la sociedad? Por otra
parte, ¿se refería Pablo meramente a la unidad, no a la igualdad de los sexos en el pasaje de Gálatas?
Considerando que Pablo incluye las frases "no hay judío ni griego" y "no hay esclavo ni libre" en Gálatas
3:28, obviamente quiso decir igualdad así como también unidad. No obstante, en términos de función, el
esclavo estaba subordinado a su amo, y estaba obligado a obedecerle. Con todo, como hemos notado
antes, la esclavitud tenía que ser tolerada. Pero debía ser evitada, de ser posible, sin apelar a recursos no
cristianos (7:21-23).

Algunos intérpretes creen que Génesis 1:26-28 implica una función conjunta, una verdadera
asociación conyugal de hombre y mujer, y que el pecado rompió el ideal. Como resultado, en el orden
caído, sólo el hombre tiene dominio y ejerce la autoridad de Dios de una manera derivada y limitada. Sin
duda, en la edad antigua (antes de Cristo) los varones dominaban; las esposas eran virtualmente propiedad
de los maridos. Por ejemplo, al parecer, Pablo rechazaba la esclavitud como una institución divinamente
ordenada, pero no abogaba por su derrocamiento violento. En cambio, da instrucciones a esclavos y amos.
En la carta de Pablo a Filemón, le dice que le estaba enviando a Onésimo, el esclavo que se había
escapado, entonces convertido. No obstante, Pablo urge a Filemón de recibirlo "no ya como esclavo, sino
como más que esclavo, como hermano amado" (v. 16). Además, Pablo le indica que quería que Filemón
dejara libre a Onésimo, de modo que él pudiera volver para ayudar a Pablo en su ministerio.
Trágicamente, ha habido cristianos que han tenido esclavos aun hasta la era moderna.

Más bien que acusar a Pablo de ser "anti-mujer" (misógeno), yo creo que el apóstol extendió los
límites de las implicaciones del evangelio en favor de la mujer. Pablo declara que hombres y mujeres son
iguales como personas; el apóstol no afirma que los hombres sean superiores a las mujeres. Al mismo
tiempo, Pablo dirige sus palabras a una cultura y región particulares a fin de tratar un problema
específico. Las mujeres cristianas debían distinguirse fácilmente de las prostitutas corintias por la
apariencia y conducta de creyentes.

La Cena del Señor (11:17-34)

Conducta Impropia en la Cena del Señor (11:17-22)

La expresión, "no os alabo" (v. 17), es el reverso de la declaración "os alabo" (v. 2). Pablo hace una
transición a un problema diferente: los abusos de los cristianos corintios en la Cena del Señor.
Contrariamente al propósito de adoración, unidad y compañerismo de la Cena del Señor, su observancia
por los cristianos corintios no era "para lo mejor, sino para lo peor" (v. 17). En lugar de fortalecerlos
espiritualmente, su superficial y egoísta participación en la Cena, en realidad producía gran daño
espiritual. Posiblemente, usó la frase "en primer lugar" (v. 18) para introducir solamente el asunto del
abuso de la Cena del Señor. Sin embargo, tal vez intentara enumerar otros problemas, pero debido a su
seriedad, sólo trató del problema del abuso de la Cena del Señor.

Para la frase "hay entre vosotros divisiones" (v. 18), Pablo usó la palabra griega schismata como lo
hizo en 1:10. Sin embargo, en 1:10, las divisiones estaban centradas alrededor de los predicadores
preferidos. En 11:18, al parecer, las divisiones radicaban alrededor de las distinciones sociales. Cuando
Pablo añade la declaración: ... "y en parte lo creo," muestra que quería darles el beneficio de la duda. No
obstante, la siguiente condenación de su abuso, indica claramente que, en general, él creía el informe
recibido. Si el versículo 19 es mirado superficialmente, pareciera sugerir que Dios ordenaba las facciones
en la iglesia a fin de que los cristianos "genuinos" pudieron ser "manifiestos" (v. 19). Aunque Dios no
causaba las facciones, él las permitía por medio de crear gente con libertad para elegir. El resultado de la
libertad de los creyentes corintios para elegir establecía una clara distinción entre las facciones de
miembros de la iglesia y los miembros "genuinos" (literalmente, aprobados, como una moneda genuina
probada por el fuego). La forma negativa de la palabra se usaba para describir a gente que fracasaba en
pasar la prueba del carácter cristiano, y que tenía "una mente reprobada" (Ro. 1:28).

La expresión "Cena del Señor" ocurre solamente en el versículo 20 de este pasaje del Nuevo
Testamento. La palabra traducida "Señor" es un adjetivo y significa perteneciente al Señor. Pablo pudo
haber querido decir: Cuando ustedes se reúnen, no es para comer una cena señorial (es decir, un banquete
real). Sin embargo, yo prefiero el concepto tradicional de que Pablo estaba tratando de convencer a los
cristianos corintios de que mientras sus escandalosas comidas incluyeran el ritual de la Cena del Señor,
eran vergonzosas. Ellos no cumplían el requisito para una verdadera observancia de la Cena del Señor.

El versículo 21 señala una división social radical en la iglesia. Al parecer, los cristianos corintios
observaban la Cena del Señor en el contexto de una comida más grande, a la cual los primitivos escritores
cristianos se referían como una "fiesta de amor." Es posible que el "partimiento del pan" en Hechos (2:42-
46) envolviera una comida más grande durante la cual los primeros cristianos observaban la Cena del
Señor. Considerando que había esclavos en la iglesia de Corinto (7:21-23), probablemente ellos y otros
miembros traían poca o ninguna comida y bebida para las comidas de la iglesia. En contraste, los
miembros más ricos proveían la mayor parte de la comida y bebida. Así también ellos llegaban al lugar de
reunión más temprano, se hartaban de comida y bebían vino con exceso. Más tarde, cuando la gente pobre
llegaba, recibía poca o ninguna comida y bebida. Los miembros más ricos habían pervertido una ocasión
que estaba destinada a mostrar amor y unidad, en un alboroto característico de paganos, revelando un
gran egoísmo.

Pablo sintió una desazón y un disgusto tan profundos que pregunta sarcásticamente: "Pues que, ¿no
tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no
tienen nada?" (v. 22). Algunos piensan equivocadamente que Pablo condenaba en principio el comer
comidas en las reuniones de la iglesia; más bien el apóstol condenaba la discriminación y el egoísmo, así
como la manera descontrolada de comer que tenía lugar en Corinto. Los cristianos corintios debieran
haber comido en sus casas, si su sólo propósito era satisfacer su apetito. El mordaz sarcasmo de Pablo es
obvio en sus preguntas adicionales: "¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo" (v. 22).

Institución de la Cena del Señor (11:23-26)

Pablo alega que había "recibido del Señor" (v. 23) las palabras sobre la institución de la Cena del
Señor, las cuales a su vez transmitía a la iglesia de Corinto. Pablo pudo haber recibido las palabras como
una revelación directa del Señor resucitado. Yo interpreto su declaración en el sentido de que él había
recibido las palabras indirectamente de Cristo, pero directamente de los testigos apostólicos oculares. Es
posible que Pablo recibiera las palabras cuando volvió a Jerusalén después de su experiencia de
conversión (Hch. 9:26-29). Fuera una u otra la interpretación, las palabras de la institución provienen del
Jesús histórico. Así como los autores de los evangelios, Pablo recalca que Jesús fue "entregado" (1 Co.
11:23).
De acuerdo con los cuatro relatos de la Cena del Señor, Jesús dio gracias (el verbo griego para dar
gracias es la base para el término eucaristía) antes de partir el pan (Mt. 26:26; Mr. 14:22; Lc. 22:19; 1 Co.
11:24). Sólo Lucas menciona una copa antes del pan (22:17). Sólo en los relatos de Lucas y de Pablo se
menciona el mandamiento: "Haced esto en memoria de mí" (v. 24). Aunque en algunos manuscritos,
Lucas 22:19b-20 es omitido todo o parte, existe fuerte apoyo para su inclusión. Yo menciono este hecho
porque la disputada porción de Lucas es paralela al relato de Pablo; solamente estos dos incluyen el
mandamiento de Jesús, "Haced esto en memoria de mí" (v. 24). También la disputada porción de Lucas
menciona una segunda copa, luego del pan, lo cual concuerda con los otros tres relatos. Al parecer, las dos
copas de Lucas representan dos de las cuatro copas que eran usadas al observar la pascua.
Aunque algunos textos griegos dicen: ... "esto es mi cuerpo que por vosotros es partido" en el
versículo 24, los que parecen ser los manuscritos más confiables omiten la palabra "partido." Si bien la
carne de Jesús fue atravesada por los clavos y la lanza del soldado, él no sufrió huesos rotos (Jn. 19:33,
36). Esto llena el requerimiento de Exodo 12:46 concerniente al animal pascual. La iglesia católica toma
literalmente las palabras de Jesús, y sostiene que en la consagración del sacerdote, el pan y el contenido
de la copa se convierten realmente en el cuerpo y la sangre de Cristo. Esto es conocido como la
transubstanciación. Esto significa que las substancias del pan y el fruto de la vid se cambian en el cuerpo
y la sangre de Jesús. Martín Lutero enseñó que la substancia física del cuerpo de Jesús estaba en, con,
bajo el pan y el fruto de la vid.

El concepto de Lutero es conocido con el nombre de consubstanciación. Juan Calvino insiste que la
presencia espiritual de Jesús estaba en el pan y en el contenido de la copa, no su presencia física. Sin
embargo, siguiendo al reformador suizo Ulrico Zwinglio, la mayor parte de los cristianos evangélicos
cree que el pan y el fruto de la vid simbolizan el cuerpo y la sangre de Cristo, y que su presencia espiritual
está en el corazón de su pueblo.

Cuando Jesús dijo: ... "haced esto en memoria de mí" (1 Co. 11:24), él no indicó la frecuencia.
Algunos cristianos creen que la Cena del Señor debiera ser observada cada vez que la iglesia se reúne, o
por lo menos una vez por semana. Otros creen en la observación mensual, quincenal o anual.
Considerando que el Nuevo Testamento no especifica la frecuencia, no podemos ser dogmáticos en el
asunto. Pero lo que es más importante que la frecuencia es la calidad espiritual de la observancia. Jesús
mandó a sus seguidores observar el bautismo y la Cena del Señor. El bautismo es un evento de una sola
vez; la Cena del Señor es para ser repetida.

Puesto que la muerte de Jesús es el tema central en la Cena del Señor, la ordenanza es una
conmemoración. No obstante, Cristo no está muerto; él es el Señor viviente. Por consiguiente, las
palabras "en memoria de mí" incluyen más que la muerte de Jesús. No sólo Jesús es nuestro Señor
viviente, él es también nuestro Señor que viene. Es así que Pablo añade:... "todas las veces que comiereis
este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga" (v. 26). Por
consiguiente, cada vez que observamos la Cena del Señor, proclamamos el evangelio de dos maneras: (1)
por las palabras de la institución que son repetidas, y (2) por el actodramático de la participación. La
palabra y el hecho se combinan para presentar el evangelio de un modo profundamente significativo. Este
hermoso acto de adoración envuelve comunión con Cristo y con otros que comparten una fe consagrada a
él como Salvador y Señor.

Un Tiempo de Examen Personal (11:27-34)

Pablo termina su discusión de la Cena del Señor con una advertencia y una apelación por un
inventario propio personal. La ex-presión indignamente (v. 27), es un adverbio que indica con indignidad.
Debido a que la palabra es un adverbio en lugar de adjetivo, Pablo claramente se refiere a la manera de la
observancia, no a la indignidad de los participantes. De otro modo, ningunoestaría calificado. La palabra
"profanar" está implicada. Una traducción literal es: "será culpado del cuerpo y la sangre del Señor".
Considerando que algunas personas dudaban de participar de la Cena del Señor por temor de que,
involuntariamente, pudiesen participar indignamente, ¿qué quiso decir Pablo con la expresión
"indignamente"? En vista de los versículos 17-22 y 29-32, podemos estar seguros de que algunos de los
creyentes corintios eran culpables de participar indignamente. Tomar parte de la Cena del Señor
indignamente significa: (1) tener una actitud divisiva; (2) discriminar contra otros miembros; (3) comer y
beber con exceso; y (4) no reconocer que el pan y la copa simbolizan la muerte expiatoria de Jesús. Tal
insensible participación sería tratar irreverentemente el corazón del evangelio. Así como una participación
reverente es anunciar "la muerte del Señor" (v. 26) por medios dramáticos, una participación irreverente
es blasfemar la muerte del Señor.

¿Qué significa "pruébese cada uno a sí mismo?" (v. 28). Antes de participar de la Cena del Señor,
debemos examinar nuestros motivos y actitudes. Por ejemplo, ¿tenemos rencor contra alguno? Puesto que
Jesús abogó por la reconciliación con el hermano cristiano como una condición previa para ofrecer una
ofrenda a Dios (Mt. 5:23-24), nosotros no podemos hacer menos antes de participar de la Cena del Señor.
¿Cuál es nuestro móvil para la participación? ¿Es el acto un ritual vacío que efectuamos rutinariamente,
sólo por ser diferentes de aquellos a nuestro alrededor? ¿Tenemos temor de lo que otros puedan pensar si
dejamos de participar? Si después del examen personal sentimos que no existe barrera espiritual entre
nosotros y Dios u otros, el dejar de participar sería no compartir una experiencia significativa de
adoración.

Algunos intérpretes sostienen que la frase "sin discernir el cuerpo" (v. 29), significa no reconocer
que el pan consagrado es el real cuerpo de Cristo. No obstante, yo veo sólo dos posibles sentidos en el
término "cuerpo." Primero, puede referirse simbólicamente al cuerpo físico crucificado de Cristo. Sin
embargo, la ausencia de la palabra "sangre" (presente en el v. 27), pareciera descartar este sentido. La otra
posibilidad es que la palabra "cuerpo" designe el cuerpo corporativo de Cristo, la iglesia. Por lo tanto, las
facciones de la iglesia de Corinto y la resultante discriminación contra el pobre, probaban que ciertos
miembros de la iglesia no habían discernido el "cuerpo."

Otros intérpretes reducen la fuerza del versículo 30 tomándoloen el sentido de que significa la débil
condición espiritual de la iglesia. Obviamente, Pablo se refería a la enfermedad y muerte físicas. Algunas
versiones presentan el intento de Pablo traduciendo el verbo griego están durmiendo como "han muerto."
Jesús usó la misma palabra con referencia a Lázaro que había muerto (Jn. 11:11). No obstante nuestra
incapacidad para comprender cómo Dios usa algunas veces la enfermedad y la muerte como castigo o
juicio, el Nuevo Testamento es claro en el asunto. Para citar dos ejemplos, el libro de Hechos describe la
muerte de Ananías y Safira (5:1-10), y la muerte de Herodes Agripa 1 (12:23) como actos de juicio
divino. Con todo, nosotros debemos ser cuidadosos de no hacer el papel de Dios juzgando con nuestros
pensamientos o actos. Jesús enseñó que las tragedias personales no son indicadoras de culpa de las
víctimas, o de inocencia de aquellos que escapan a ellas (Lc. 13:1-5).

De acuerdo a 1 Corintios 11:31, un cuidadoso autoexamen nos ayudará a evitar el castigo de Dios
en términos de enfermedad o muerte. Según lo afirma el versículo 32, el castigo de Dios sobre sus hijos es
correctivo e instructivo, no penal y destructivo. Por lo tanto, "castigados por el Señor" contrasta con la
frase "condenados por el mundo." No obstante sus advertencias, en ningún momento Pablo amenazó a los
cristianos corintios con la pérdida de la salvación.

Positivamente, Pablo estimula a sus lectores diciéndoles:.. . "esperaos unos a otros" (v. 33) cuando
os reunís a comer. Los miembros que llegaran primero no debían empezar a comer antes de que llegaran
los demás. Un genuino interés de los unos por los otros debía ser la regla, no una voracidad desenfrenada.
Aquellos que venían para satisfacer su apetito físico debían comer "en casa" (v. 34). De lo contrario, sus
injustos motivos los descalificaban de participar de la Cena del Señor debidamente y los llevarían al
castigo divino como está indicado en los versículos 29 y 30. La declaración final de Pablo: "las demás
cosas las pondré en orden cuando yo fuere" (v. 34), apoya el punto de vista de que el apóstol quería usar
la frase "en primer lugar" (v. 18), para introducir una serie de asuntos. En cambio, Pablo usó este tiempo y
espacio para referirse a los problemas más urgentes, como el abuso de la Cena del Señor.

Lecciones para la Vida de 1 Corintios 11:2-34

Un culto ordenado y efectivo incluye el vestido y la conducta que no distraigan de su propósito y no


ofendan a otros. Aunque las costumbres cambian, sin embargo ellas tienen suficiente significado en la
sociedad para que los cristianos no abusen de su libertad desafiándolas abiertamente.

La Cena del Señor implica la unidad y el compañerismo de la iglesia. Por consiguiente, no debe
haber lugar para grupos, discriminación social o abusos.

En palabras y acción dramática, la Cena del Señor describe las Buenas Nuevas de la muerte y
resurrección de Cristo por los pecadores. La ceremonia incluye un vistazo hacia atrás, a su muerte, un
vistazo interior a nosotros mismos, y un vistazo hacia adelante a su gloriosa segunda venida.

Actividades de Aprendizaje Personal

1. La palabra profecía básicamente significa proclamar la palabra de Dios oralmente.


□ Verdadero □Falso
2. Pareciera que Pablo veía al hombre y la mujer como iguales en
pero no en (Seleccione la respuesta correcta dela lista.)
(1) Fuerza (3) Función
(2) Persona (4) Inteligencia

3. En conjunto Pablo afirmó que los hombres eran superiores a las mujeres.
□ Verdadero □ Falso
4. De acuerdo a Fred Howard el propósito de la Cena del Señor incluye (seleccione las respuestas
correctas de la lista):
(1) Adoración (3) Compañerismo
(2) Unidad (4) Socializar

4. Pablo indicó que sólo las personas importantes podían participar de la Cena del Señor.
□ Verdadero □ Falso

CONSEJOS RESPECTO A LOS DONES ESPIRITUALES

1 Corintios 12:1 a 14:40

El Espíritu Santo en soberana libertad concede dones espirituales a los creyentes para el bien común
de la iglesia. Como partes de un cuerpo humano, los miembros de la iglesia forman el cuerpo de Cristo.
Cada miembro es importante y debe cumplir su función y propósito especial. El amor es la característica
dominante, y la proclamación del evangelio es la función principal de la iglesia.
Muchos Dones de un Espíritu (12:1-31)

La Función del Espíritu (12:1-3)

La frase introductoria "acerca de los dones espirituales" (v. 1) implica que la carta de la iglesia a
Pablo incluía una pregunta sobre los dones espirituales. Como hemos observado anteriormente (10:1), la
expresión "no quiero que ignoréis" era la manera en que Pablo destacaba un asunto que consideraba como
especialmente importante. No obstante, su severa crítica sobre el abuso de la Cena del Señor, Pablo se
dirige a sus lectores llamándolos, "hermanos."

Desdeñosamente Pablo se refiere a la previa condición pagana de los creyentes corintios cuando
eran llevados (como cautivos) "a los ídolos mudos". Posiblemente Pablo aludía al hecho de que los así
llamados dioses que representaban los ídolos, no podían contestar las oraciones que les eran dirigidas. Los
verbos "extraviaba" y "llevaba" representan dos versiones de la misma palabra; esto pareciera sugerir un
intento frenético por conseguir la atención de los ídolos. Posiblemente Pablo vio una similitud entre el
extático lenguaje pagano y el mal uso del don de lenguas de los cristianos de Corinto.

No está clara la razón por la cual alguien pudiera llamar alguna vez "anatema a Jesús" (v. 3).
Aunque los tribunales paganos pudieron haber demandado que los cristianos renunciaran a Cristo,
nosotros no tenemos conocimiento de tal política del gobierno en esta etapa de la historia de la iglesia.
Posiblemente, algunos judíos no creyentes molestaron a los cristianos diciendo: "Jesús sea anatema," y
pidieron a los prosélitos judíos que hicieran tal declaración. Antes de su conversión, Pablo trataba de
forzar a los cristianos "a blasfemar" (Hch. 26:11). Por otra parte, los judíos consideraban que la
crucifixión de Jesús era una prueba segura de que Jesús era maldito por Dios (Gá. 3:13).

Además, en antagónicas y frenéticas súplicas a sus dioses, los paganos pueden haber proferido una
maldición contra Jesús. Asimismo es posible que los miembros de la iglesia inclinados al gnosticismo
(aquellos que sostenían que la materia era mala y que Cristo pudo no haber sido humano), pretendían
aceptar al Cristo celestial mientras rechazaban al Cristo terrenal. Debido a que la declaración
"Jesucristo ... es el Señor" era la confesión usual de los cristianos (Fil. 2:11), Pablo pudo haber
contrastado esa confesión básica con la opuesta "Jesús sea maldito."

En ocasiones, aun los cristianos corintios pudieron haber dicho "Jesús sea maldito," en sus extáticos
excesos. Ciertamente, ninguna persona guiada por el Espíritu hubiera pronunciado tal blasfemia. La
palabra traducida maldición (anathema) significa dedicado a Dios para destrucción. Pablo pronunció tal
maldición con respecto a los judaizantes (judíos cristianos que querían que los gentiles convertidos
mantuvieran las reglas y rituales judíos) y a todos los otros que pervertían el evangelio (Gá. 1:8, 9). Si
bien cualquier persona que hable puede decir, "Jesús es Señor," sólo aquellos cuyas mentes han sido
iluminadas por el Espíritu Santopueden hacer tal confesión con debido significado.

Diversidad de Dones (12:4-11)

Las declaraciones de Pablo en 12:4-11 indican que algunos de los cristianos corintios se
vanagloriaban de tener dones espirituales superiores. Aunque Pablo admitía que existían "diversidad de
dones," él insistía en que "el Espíritu es el mismo" (v. 4). La palabra para dones (charismaton, de la cual
viene la palabra carismático) significa dones de gracia. Por lo tanto, es Dios la fuente de todos los dones
espirituales. Nadie los gana. La palabra para diversidad también significa asignaciones o distribuciones.
Además, Pablo dice: "Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo" (v. 5), en los cuales
deben servir los cristianos. La palabra raíz para servicio es la base para la palabra diácono y significa
siervo de la casa, particularmente uno que sirve las mesas.

Pablo añade: "Y hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todos, es el
mismo" (v. 6). Para operaciones (la palabra raíz es la base para el término energía y sus análogas);
similarmente, Pablo describe la capacidad o el saber cómo cumplir los propósitos de Dios. Las
expresiones "el Espíritu es el mismo" (v. 4), "el Señor es el mismo" (v. 5), y "Dios... es el mismo" (v. 6),
revela el concepto trinitaria de Dios. Aunque Pablo relaciona "dones" al Espíritu, "operaciones" al Señor
(Hijo), y ministerios a Dios, la obra de cada Persona de la divina Trinidad es inclusiva más bien que
exclusiva.

El propósito de los dones espirituales nunca fue para honrar a los receptores magnificando sus
capacidades. Más bien, "la manifestación del Espíritu es dada para provecho común" (v. 7); es decir, para
provecho de la comunidad cristiana como un todo. Si bien, al parecer, Pablo no intentaba incluirlos todos,
él hace una lista de nueve dones espirituales: (1) "palabra de sabiduría," (2) "palabra de ciencia" (v. 8), (3)
"fe," (4) "dones de sanidades" (v. 9), (5) "hacer milagros," (6) "profecía," (7) "discernimiento de
espíritus," (8) "diversos géneros de lenguas," e "interpretación de lenguas" (v. 10). Reiteradamente Pablo
recalca que "el mismo Espíritu (Santo) es la fuente de todos los dones espirituales. En el versículo 11
Pablo también se refiere a la libertad del Espíritu Santo, señalando que el Espíritu Santo reparte los
dones... "a cada uno en particular como él quiere." Por lo tanto, cualquier don o dones que una persona
recibe es enteramente asunto de la elección de Dios.

Con la expresión dones espirituales (charismata) parece aludir a dones especiales o excepcionales.
Las palabras "a cada uno" (v. 7), sugiere que cada cristiano recibe por lo menos un don espiritual. Las
expresiones "a éste" (v. 8) y "a otro" (v. 4) dan lugar a deducir que ningún cristiano recibe todos los dones
espirituales.

La exacta distinción entre "palabra de sabiduría y "palabra de ciencia" (v. 8) no está clara. En los
capítulos 1 y 2 Pablo contrasta la sabiduría del mundo con la sabiduría de Dios, la cual se concentra en la
cruz de Jesús. En el capítulo 8, Pablo se refiere a un tipo de conocimiento arrogante y un verdadero
conocimiento que reconocía la real naturaleza de los ídolos. Cualquiera fuera la exacta distinción que
intentaba Pablo, el apóstol parece implicar que la sabiduría y la ciencia (conocimiento) debían ser
comunicadas claramente a la comunidad cristiana para que fueran de verdadero valor.

Dado que todos los cristianos tenían "fe," indudablemente Pablo usó el término en el versículo 9
para significar una demostración de fe fuera de lo común. Del mismo modo, los "dones de sanidades" (v.
9) se manifestaban por ejemplos tales como la curación que hizo Pedro del hombre cojo en la puerta del
templo llamada la Hermosa (Hch. 3:2-10), y la curación del cojo de nacimiento en Listra (Hch. 14:8-10).

"El hacer milagros" (v. 10), incluía cosas como las curaciones físicas y mentales (ver Hechos 9:36-
42). Como lo declara Pablo en el capítulo 14, la "profecía," es decir, la clara y precisa proclamación de la
palabra de Dios, era uno de los dones espirituales más importantes, porque era esencial para la existencia
permanente de la iglesia.

El "discernimiento de espíritus" (v. 10) se refiere a la capacidad dada por Dios de reconocer la
diferencia entre el trabajo sutil de los espíritus diabólicos y el trabajo del Espíritu Santo. Por ejemplo, los
fariseos no podían distinguir un acto de Dios (la expulsión de un demonio por Jesús), de un acto de
Satanás (Beelzebú, Mt. 12:24). El apóstol Juan dice: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los
espíritus si son de Dios" (1 Jn. 4:1). Al parecer, la actitud hacia Cristo era el criterio principal para
reconocer los falsos espíritus del Espíritu Santo (1 Co. 12:3; 1 Jn. 4:2, 3).

Tal vez el problema más grande radicaba en los dos últimos dones: "diversos géneros de lenguas" y
la "interpretación de lenguas" (v. 1). Las lenguas de Hechos 2:5-11, significaban lacapacidad de hablar en
un verdadero lenguaje que la persona que hablaba no conocía. Por otra parte, los intérpretes en general
concuerdan que las lenguas en la iglesia de Corinto eran extáticas (palabra que viene de éxtasis); es decir,
eran expresiones de lenguaje que no concordaban con un modelo sistemático. Por lo tanto, la glosolalia
(hablar en una lengua) equivalía a sonidos extáticos que no formaban palabras o frases. Por consiguiente,
difícilmente la interpretación podría haber consistido en una traducción de palabra por palabra; sería una
explicación general de lo que se lo que se había expresado. Trataremos el problema extensamente cuando
lleguemos al capítulo 14 de 1 Corintios.

En el versículo 11, Pablo destaca dos verdades: (1) "el mismo Espíritu" es la fuente de todos los
dones espirituales; (2) el Espíritu Santo "reparte" a cada uno en particular como él quiere. Por lo tanto, la
jactancia y el orgullo son presuntuosos y vanos.

El Cuerpo de Cristo (12:12-26)


Un Cuerpo Coordinado (12:12-26). Pablo usa el cuerpo humano para ilustrar la iglesia como el
cuerpo de Cristo. La palabra cuerpo es una de las palabras favoritas del apóstol; la usa 91 veces en sus
cartas. De hecho, otros escritores usaron con frecuencia la metáfora del cuerpo. En un sentido político se
usaba para designar el cuerpo político; la función del Estado. Los rabinos usaban el término para explicar
cómo toda la raza humana estaba incorporada en Adán; también lo aplicaban a las personalidades
corporativas de los patriarcas. En su referencia Pablo revela su preparación rabínica cuando alude a Adán
como una figura corporativa de Cristo, el segundo Adán (15:21-23; Ro. 5:12-21). Como Pablo lo
demuestra enérgicamente, el cuerpo humano es un ejemplo ideal de unidad dentro de diversidad. Cuando
Pablo añade:... "así también Cristo" (1 Co. 12:12), no significa que la iglesia como cuerpo espiritual de
Cristo sea una exacta contraparte del cuerpo humano. El cuerpo humano es físico. Aunque la iglesia
consiste de muchos miembros, esencialmente es una. En otras cartas Pablo identifica el cuerpo de Cristo
como la iglesia, de la cual Cristo es la cabeza (Ef. 1:22, 23; Col. 1:18).

Aunque el versículo 13 se refiere al agua del bautismo, su énfasis no está en la eficacia del
bautismo. Más bien, el énfasis está en "un Espíritu" como el agente central del bautismo. Si bien la
inmersión en agua es signo exterior de la incorporación de las personas a la iglesia, es la acción del
Espíritu Santo que lleva a cabo el cambio interior esencial. La referencia a "judíos o griegos, sean
esclavos o libres" (v. 13) hace hincapié en el principio de unidad dentro de la diversidad. Contrariamente
a la opinión que las palabras "y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu" (v. 13) describen la
participación en la Cena del Señor, el lenguaje es simbólico más bien que literal. De modo que "beber de
un mismo Espíritu" se refiere al creyente que recibe el Espíritu Santo. Cuando nosotros recibimos el
Espíritu Santo, somos incorporados al cuerpo de Cristo, su pueblo.

Los versículos 14-26 ponen de relieve la unidad, diversidad, necesidad e independencia del cuerpo
físico de los miembros. De la misma manera que el cuerpo no puede existir o funcionar bien sin los
miembros, los miembros no pueden sobrevivir separados del cuerpo. Un ojo o una oreja gigante serían
inútiles y mal formados. Por lo tanto, todos los miembros se complementan unos a otros, y son necesarios
para que un cuerpo pueda funcionar debidamente. El Creador sabía lo que estaba haciendo cuando colocó
"los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso" (v. 18). Si los órganos corporales existieran
en aislamiento, no habría ningún cuerpo. En su mutua dependencia, todos los miembros sufren o reciben
honor lo mismo (v. 26). El versículo 14 destaca un cuerpo con muchos miembros; el versículo 20 hace
énfasis en el hecho de que muchos miembros componen un cuerpo.

Funciones Dentro del Cuerpo (12:27-31).-Después que Pablo presentó su analogía cuerpo-miembro
en detalle, él hizo la conclusión en el versículo 27: "Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros
cada uno en particular." Al aplicar el principio de Pablo, debemos reconocer que la iglesia no tiene
miembros de segunda categoría. Aunque algunos miembros son más visibles debido a sus habilidades y
funciones de liderazgo ellos no deben asumir una actitud altanera. Si no existieran personas para ser
guiadas, no serían necesarios los líderes. Sin embargo, Dios en su soberanía consideró adecuado designar
diferentes niveles de liderazgo para ministrar a toda la iglesia.

Con la palabra "primeramente" (v. 28), ¿intentó Pablo una enumeración incidental, una lista según
una secuencia histórica, o una lista de acuerdo a la importancia relativa? Aunque Pablo no enumeró
idénticos dones siempre en el mismo orden, él dio prioridad a "apóstoles" y "profetas" en dos ocasiones
en el versículo 28 y en Efesios 4:11.

Un orden exacto de dones o ministerios en términos de importancia es incierto. No obstante, la


expresión "dones mejores" (v. 31) sugiere que el apóstol deliberadamente puso últimos las lenguas y su
interpretación (v. 10), porque los consideraba los dones espirituales menos importantes para la iglesia.

El término apóstol significa mensajero o enviado; una persona a quien Cristo elige y comisiona para
proclamar el evangelio. Considerando que no todas las iglesias tenían uno o más apóstoles, es probable
que Pablo usara la palabra "iglesia" (v. 28) en el sentido más amplio para referirse a la totalidad de los
creyentes.
Así como los profetas del Antiguo Testamento, los profetas del Nuevo Testamento eran
primariamente voceros de Dios. Ellos proclamaban el pensamiento y la voluntad divina, especialmente
cuando predicaban de la acción redentora de Dios a través de la muerte y resurrección de Cristo.

La función exacta de los primitivos maestros, a diferencia de la función de los profetas, no está
clara, ya que existe una fina distinción entre enseñar y predicar. Posiblemente, los maestros cristianos del
siglo primero explicaban y aplicaban principalmente las enseñanzas y las obras de Jesús, así como
también las enseñanzas del Antiguo Testamento. Así como Jesús estaba en la línea profética y era el
Maestro (Jn. 3:2), nosotros podemos suponer que había otros que servían en ambas funciones, y tal vez
asumieran funciones adicionales. Por ejemplo, Pablo llenó las funciones de apóstol, profeta, maestro y
evangelista.

Cuando Pablo pasaba de una función personal a una impersonal, él dejaba de enumerarlas. Aunque
algunas versiones los personalizan, los últimos cinco dones literalmente eran: poderes, dones de sanidad,
ayudas, administraciones y género de lenguas. Posiblemente, el motivo de Pablo al designar funciones en
lugar de funcionarios, era que estas funciones no estaban limitadas a unos pocos individuos en el mismo
sentido en que lo estaban las funciones de apóstoles, profetas y maestros.

Posiblemente, los "ayudantes" prestaron apoyo al pobre y sir-vieran de una manera similar a los
diáconos. La raíz de la palabra administradores significa dirigir un barco. Pero teniendo en cuenta que
nuestro conocimiento de "siervos" y "administradores" es tan limitado, tenemos dificultad para
relacionarlos con alguna precisión a "obispos y diáconos" (Fil. 1:1). Aunque las iglesias del siglo primero
en general tenían una variedad de funcionarios, las iglesias locales probablemente tenían sólo dos tipos de
funcionaríos permanentes: (1) obispos (episcopoi), ancianos (presbuteroi), o pastores (poimenoi), y (2)
diáconos (diakonoi).

Las siete preguntas de los versículos 29 y 30 demandan una respuesta negativa. Ninguna persona
posee todos los dones. ¿Qué quiere decir Pablo por "dones espirituales"? (v. 31). Como hemos indicado
antes, al parecer Pablo intentaba alguna clase de secuencia de valores para la iglesia. La última parte del
versículo 31 introduce al discurso de Pablo sobre el amor (agapé) del capítulo 13. El amor es el don más
grande de todos; empero es más que un don.

Amor, el Camino Más Excelente (13:1-13)

La Primacía del Amor (13:1-3)

Entre otras palabras para denotar amor (philia, storgé, erós), los escritores del N.T. eligieron el
término agapé, el cual no tenía realmente un sentido claro en el griego clásico. La palabra agapé se usaba
para expresar un amor voluntarioso, sacrificial, abnegado, que era característico del interés de Dios por
las gentes. Porque "Dios es amor" (1 Jn. 4:8, 16), él era y es el origen del amor. El amor es un don de
Dios y un camino de vida para los cristianos (12:31; Jn. 13:35). Posiblemente, Pablo escribió su notable
discurso sobre el amor a la iglesia de Corinto porque esa iglesia lo necesitaba más que cualquier otra cosa.

El hablar en lenguas era un problema en Corinto. Así que Pablo empieza señalando que tal hablar
tenía tan poca melodía como el "metal que resuena o címbalo que retiñe" (v. 1). El uso de tales
instrumentos era característico del culto en el templo judío (Sal. 150:5) y en los templos paganos. Si
Pablo usó la frase "humanas y angélicas" para describir dos clases de lenguaje, o para incluir a todas las
lenguas, terrenales y celestiales, es incierto. Tal vez los corintios entusiastas del hablar en lenguas
pretendieran que las extáticas palabras que usaban representaban el hablar de los ángeles.

Aunque Pablo por lo regular destacaba el valor de la profecía (predicación), en 1 Corintios 13:2
afirma que los poderes proféticos sin amor, nada valen. Modestamente, Pablo se designa a sí mismo como
un ejemplo, e incluye el entendimiento de "todos losmisterios" (los secretos del universo y,
especialmente, los secretos divinos). Por la expresión "toda ciencia" (v. 2), al parecer Pablo significa toda
la gama o alcance del conocimiento. La frase "toda la fe" no se refiere tanto al impulso personal como a la
confianza en Dios para realizar cosas grandes y milagrosas. Sin amor, tal profecía, entendimiento, ciencia
y fe nada valían.

El verbo traducido "repartiese" significa distribuir en pequeños trozos, como migas de pan;
presumiblemente, pero no necesariamente, darlos a la gente necesitada. El móvil puede ser meramente
recibir alabanza de otros (ver Mt. 6:2). La frase "si entregase mi cuerpo para ser quemado" (v. 3), puede
referirse al martirio en general. No obstante, algunos intérpretes creen que Pablo aludía a los tres jóvenes
hebreos en el horno ardiente (Dn. 3:19-28). Aunque algunos manuscritos griegos dicen "cuerpo que yo
pueda gloriarme" en lugar de "cuerpo para ser quemado", la diferencia de sentido no es grande. El
anterior probablemente describe el venderse uno mismo a la esclavitud y luego usar orgullosamente el
dinero para ayudar a otros. El sentido central de las palabras es que el sacrificio más grande no tiene
mérito final a menos que el amor sea el motivo.

Comportamiento del Amor (13:4-7)

A medida que Pablo va describiendo el comportamiento del amor, va enumerando sus cualidades
positivas y negativas. Paciente o sufrido es la cualidad de soportar las desconsideraciones e irritaciones de
otros sin perder la paciencia. Pablo usa las palabras benignidad y paciencia en Romanos 2:4 para describir
el deseo de Dios de que los pecadores se arrepientan. Benignidad es la actitud espontánea, misericordiosa
y benévola manifestada en acciones hacia los demás. Pablo prosigue diciendo: "El amor es sufrido, es
benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso" (v. 4). No es envidioso de la buena suerte de
otros, y no se envanece. El amor "no busca lo suyo" (v. 5).

El amor "no se irrita", significa que no es provocado fácilmente o "no guarda rencor" (v. 5). Por lo
tanto, la gente que ama no mantiene presente las injurias cometidas en su contra. No mantiene rencores ni
guarda malicia en sus corazones. El amor "no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad" (v. 6). A
diferencia de las personas que se gozan oyendo y esparciendo malas noticias acerca del prójimo, las
personas que aman huyen de la chismografía y sólo se gozan en las cosas buenas que les suceden a otros.
El amor es leal a la verdad y detesta las mentiras.El amor "todo lo soporta" (sufre pacientemente) todas
las cosas (v. 7). El verbo traducido "soporta" también significa cubre, como un techo. Ambas frases hacen
buen sentido. Por ejemplo, Proverbios 10:12 dice: "el amor cubrirá todas las faltas"; y Pedro dice que "el
amor cubrirá multitud de pecados" (1 P. 4:8).

El hecho de que el amor "todo lo cree" (v. 7), no significa que el amor sea crédulo. Más bien, la
frase describe la calidad de amor que tiende a creer lo mejor acerca de la gente. La frase "todo lo sufre"
(v. 7) se refiere a la perseverancia que soporta las penalidades y circunstancias más severas. El verbo, en
realidad, significa permanecer bajo, en el sentido de llevar una pesada carga. Edwin Markham capturó la
naturaleza paciente del amor en su soberbia cuarteta: El trazó un círculo que me excluyó: Herético,
rebelde, una cosa despreciable. Pero amor y yo usamos ingenio para ganar: ¡Trazamos un círculo que lo
incluyó!

Permanencia del Amor (13:8-13)

Pablo no explica cómo "las profecías ... se acabarán ... y cesarán las lenguas, ... y la ciencia acabará"
(v. 8). Antes de que podamos intentar explicar el sentido del versículo 8, debemos determinar que quiso
decir Pablo con la declaración: ... "mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará"
(v. 10). Algunos intérpretes interpretan el pasaje en un sentido que es contrario al contexto. Ellos
interpretan "lo perfecto" como refiriéndose a la completa revelación de Dios registrada en la Biblia. Por
consiguiente, "profecías," "lenguas," y "ciencia," eran dones especiales, como milagros, que Dios
concedió para dar evidencia de su presencia y de su poder en una etapa incompleta de la revelación
divina. Por lo tanto, tales dones cesaron cuando el canon del Nuevo Testamento (los libros aceptados), fue
completado. Una segunda opinión es que Pablo afirmó el principio general de que todas las cosas cesan
de existir como partes aisladas cuando ellas se reúnen en un todo. Por ejemplo, las partes de un
rompecabezas se convierten en una figura completa cuando las partes son puestas juntas. De este modo,
Pablo pudo haber querido decir que sólo el amor es "perfecto" y que las partes que enumeró no tienen
sentido o valor cuando la gente vive por el principio del amor. No obstante, nosotros no tenemos razón
para creer que la gente de la tierra llegue nunca a alcanzar tal ideal. Así, debemos interpretar la palabra
"perfecto" en el sentido de que se refiere al fin de la edad presente cuando Cristo vuelva para introducir la
edad final o edad celestial. De las tres interpretaciones, la última tiene menos dificultades.

Pablo describe su crecimiento de la niñez a la edad adulta. El apóstol usa su experiencia como una
ilustración de pasar de esa edad de sabiduría y conocimiento limitados, a un más completo conocimiento
celestial. Sin duda, Pablo sabía que normalmente los adultos no abandonan lo que es "de niño" (v. 11),
pero su punto es obvio. Pablo compara la limitada comprensión del vivir terrenal de uno con una persona
que mira "por espejo" (v. 12). En el mejor de los casos, el metal pulido de los espejos que Pablo conocía,
daba más bien un reflejo turbio. En contraste, cuando Cristo vuelva, veremos "cara a cara." Aunque ahora
conocemos "en parte; entonces conoceré como fui conocido," así como Dios nos conoce enteramente.

Pablo concluye su gran tratado sobre el amor, diciendo: "Y ahora permanecen la fe, la esperanza y
el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor" (v. 13). Por la expresión "y ahora" Pablo quiso
decir: en este tiempo, en la edad presente. El apóstol nunca insinuó que la fe y la esperanza dejarían de
ser. Sin embargo, en la edad celestial, los cristianos no necesitarán la fe y la esperanza en la extensión en
que las necesitaron en esta vida. En 2 Corintios 5:7 dice: ..."porque por fe andamos, no por vista." El
apóstol implica que un día los cristianos caminarán por vista. No obstante, ellos siempre confiarán en
Dios.

Considerando que la esperanza incluye deseo y expectación, cuando nuestra esperanza celestial se
realice, no tendremos tanta necesidad de esperanza como tenemos ahora. Esta triada de fe, esperanza y
amor (en orden variante), aparece otras cinco veces en las cartas de Pablo (Ro. 5:1-5; Gá. 5:5, 6; Col. 1:4,
5; Ts. 1:3; 5:8). La razón por la cual el amor es el más grande de los tres, puede ser principalmente porque
el amor es el origen de la fe y la esperanza. Porque Dios es amor, él es el origen fundamental de todas las
cosas. Como ya hemos notado, el amor es el más grande porque, a diferencia de la fe y la esperanza,
nosotros lo necesitaremos en la eternidad tanto como lo necesitamos ahora. Estaremos en la presencia de
Alguien que es amor. Para ser como él, tenemos que proseguir guiados por el amor.

El Lugar de la Proclamación (14:1-40)

Profecía y Lenguas Comparadas (14:1-12)

El versículo 1 completa la disgresión de Pablo sobre el tema del amor y reanuda el punto de los
dones espirituales del capítulo 12. La declaración: "Procurad los dones espirituales" (12:31) también
indica un esfuerzo tenaz; levanta el mandamiento "Mas procurad tenazmente los mejores dones". El
imperativo sugiere dos cosas: (1) Los dones espirituales envuelven más que talentos innatos; y (2) Dios
puede otorgar dones espirituales adicionales (12:4-11) a individuos como le place. La frase "sobre todo
que profeticéis" (v. 1) muestra que Pablo consideraba la predicación del evangelio clara y efectiva como
un don principal. Posiblemente, la iglesia de Corinto le habría preguntado a Pablo acerca de la
importanciarelativa de profecía y lenguas. Como quiera que fuera, la comparación de Pablo destaca la
enorme superioridad de la profecía debido a su valor práctico para la iglesia.

El versículo 2 indica que para Pablo, hablar en una lengua era un asunto privado entre el que
hablaba y Dios. Las palabras "pues nadie le entiende" significan que ninguna persona presente
comprendía lo que decían, no que el orador estuviera tan fuera de sí que ni aun él entendía lo que decía.
La declaración... "aunque por el Espíritu habla misterios" (v. 2), enfatiza la verdad de que ninguno
entendía. Por lo tanto, nadie podía beneficiarse de tal hablar extático.
En contraste con el que hablaba en lenguas, Pablo dice: "Pero el que profetiza habla a los hombres
para edificación, exhortación y consolación" (v. 3). Además, el que habla en lenguas, "a sí mismo se
edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia" (v. 4). Aunque Pablo expresó su deseo de que sus
lectores hablasen "en lenguas," él tenía el deseo aún más grande de que ellos profetizaran (v. 5). La
superioridad de uno que profetizaba sobre uno que hablaba en lenguas, radicaba en el hecho de que los
mensajes del primero eran comprendidos, mientras que los mensajes del otro no eran comprendidos.
Aunque hubiera habido alguno disponible para interpretar la lengua, los dos hubieran estado en un mismo
pie de igualdad, porque en ambos casos la iglesia sería edificada.

Nuevamente, Pablo se refiere a los creyentes corintios como "hermanos" (v. 6). El apóstol se usa a
sí mismo para ilustrar la futilidad de hablarles en lenguas porque no podrían comprenderle (v. 6). El los
desafía con la pregunta: ..."¿Qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con
profecía, o con doctrina?" Si no existía una comunicación significativa, el discurso no sería más que una
farsa: sonidos sin sentido. Si bien Pablo usó cuatro términos relacionados al discurso, él indica sólo dos
maneras de dirigir la palabra. Por lo tanto, "revelación" y "ciencia" iban juntas, y "profecía" y "doctrina"
eran parejas. El primer método describe el trabajo del profeta; el segundo describe el trabajo del maestro.
La profecía se relacionaba particularmente a proclamar la palabra de Dios revelada; la doctrina se
relacionaba especialmente a explicar y aplicar la revelación. Para hacer claro su punto, Pablo alude a
"cosas inanimadas" (v. 7). Hacerlas sonar, lejos de ser una clara melodía, sería un ruido sin sentido
desprovisto de comunicación. El mismo resultado es cierto para el hablar humano. A menos que la gente
se entienda entre

Aunque algunas veces otra persona presente tenga el don de interpretación, Pablo dice que aquel
que hablaba en lenguas "pida en oración poder interpretarla" (v. 13). De nuevo Pablo se usa a sí mismo
como un ejemplo: "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda
sin fruto" (v. 14). No obstante el problema de la distinción entre "espíritu" y "entendimiento," Pablo al
parecer concedía la posibilidad de caer en tal éxtasis espiritual que se pudieran pronunciar oraciones que
no se comprendieran. El versículo 15 muestra que Pablo tenía una preferencia en el asunto y que
deliberadamente elegía orar "con el espíritu" pero "también con el entendimiento," no orar en lenguas. El
mismo principio se aplicaba al cantar.

Pablo dice: "Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo
dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho" (v. 16). Por consiguiente, la oración
más sentida de corazón no significará nada para aquel que no entiende las palabras.

Más bien que estar opuesto al hablar en lenguas (glosolalia), Pablo se oponía a su abuso y mal uso.
Al parecer, el problema estaba confinado a Corinto, pues Pablo no toca el tema en sus otras cartas. Pablo
dice: "doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros" (v. 18). Sin embargo, agrega
enfáticamente: ... "pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar
también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida" (v. 19). ¡El promedio que existe en estas
cifras es de 1 a 2.000! Puesto que la glosalalia no cae dentro de normas alfabéticas como los lenguajes
regulares, al parecer Pablo quería decir que él hablaba en lenguas más a menudo que los corintios. No
obstante, sus cartas revelan escasa evidencia de experiencias extáticas (2 Co. 5:13; 12:1-7). En 1
Corintios 14:18 posiblemente Pablo usó la palabra "lenguas" para referirse a expresiones extáticas y
lenguajes conocidos.

En los versículos 20-25 Pablo afirma la superioridad práctica de la profecía sobre las lenguas. Su
exhortación a ser "maduros en el modo de pensar"... pero "niños en la malicia" (v. 20) señala al abuso de
las lenguas de los creyentes corintios con el acompaña-miento de celos y disensiones. Pablo usa la palabra
"ley" (v. 21) en un sentido amplio que también incluía a los profetas. El apóstol cita a Isaías 28:11, 12
para recordar a sus lectores que cuando los israelitas rehusaron escuchar a Dios, el Señor les habló a
través de captores extranjeros; no obstante, ellos rehusaron oír. Pablo pareciera contradecirse cuando dice
que "las lenguas son por señal" (v. 22), y que los incrédulos dirían que los cristianos corintios eran "locos"
por hablar en lenguas (v. 23). Indudablemente Pablo quería decir que Dios esperaba que las lenguas
fueran una señal de su presencia y poder para los incrédulos. Con todo, el mal uso de las lenguas en
Corinto era tan grande que las lenguas habían perdido su razón de ser. Por consiguiente, la profecía, la
cual originalmente era la única señal para los cristianos, entonces servía mejor como una señal para
creyentes e incrédulos. Las lenguas confundirían a los gentiles incrédulos a causa de que los gentiles
asociarían las lenguas con la jerga extática pagana. Ellos pensarían que los cristianos que hablaban en
lenguas estaban locos. En cambio, la profecía convencería a los no creyentes d pecado, guiándolos a la
confesión y genuina conversión. La sencilla declaración de la palabra de Dios era todo lo que se
necesitaba en Corinto.

Orden en el Culto (14:26-36)

Aunque el tema predominante en los versículos 26-33 es el orden en el culto público, otros dos
temas centrales son la edificación y la espontaneidad. Orden significa ausencia de caos y confusión, no un
orden de servicio rigurosamente organizado. Al parecer, cada miembro de la iglesia de Corinto podía
tener "un salmo, una doctrina, una lengua, una revelación, o una interpretación" (v. 26). Pablo no hace
ninguna insinuación de que ciertos miembros selectos poseían todos los dones espirituales, y tuvieran el
monopolio de la palabra. No obstante, podemos asumir que probablemente no todos los miembros en
cualquier culto particular participaban vocalmente, excepto en el canto y tal vez en decir "Amén" (v. 16).
Probablemente, los himnos incluirían el canto de Salmos del Antiguo Testamento y ciertas composiciones
cristianas.

Los que hablaban en lenguas nunca debían hablar al mismo tiempo; preferiblemente un máximo de
dos (nunca más de tres) debían hablar durante un culto (v. 27). A menos que un intérprete, el que dirigía el
culto (v. 13), o alguna otra persona pudiera interpretar el hablar en lenguas, ninguno debía hacerlo.

Excepto por la interpretación (la cual era innecesaria), la profecía debía seguir la misma norma que
las lenguas en cuanto al número de los que hablaban (v. 29). Sin embargo, si otro profeta recibía una
revelación divina, el primero debía callar y dejar el lugar al otro. El propósito de profetizar en orden
consecutivo era que "todos aprendan y todos sean exhortados" (v. 31). La declaración: "Y los espíritus de
los profetas están sujetos a los profetas" (v. 32) descarta la pretensión de ser poseído por un irresistible
éxtasis espiritual. De otra manera, la instrucción de Pablo "calle el primero" (v. 30) sería imposible de
cumplir. Así, de acuerdo a como los escritores bíblicos describen a Dios a través de las Escrituras, "Dios
no es Dios de confusión, sino de paz" (v. 31).

Debido a la división por versículos, la frase: "Como en todas las iglesias de los santos" completa el
versículo 33, pero no introduce la amonestación de Pablo de que "vuestras mujeres callen en las
congregaciones" que sigue en el versículo 34.

Aunque la cláusula tiene sentido con cualquiera de los dos versículos, yo prefiero creer que
completa el versículo 33. Considerando que Pablo aprobaba que las mujeres oraran o profetizaran
públicamente siempre que lo hicieran con la cabeza debidamente cubierta (11:5), yo dudo que cambiara
de opinión antes de que escribiera 14:34-36. Afirmar que Pablo permitía a las mujeres hablar
privadamente pero no públicamente, es altamente dudoso.

Asimismo, es problemático el punto de vista de que Pablo permitiera hablar a las mujeres en las
asambleas de iglesias más pequeñas, pero no en asambleas más grandes. Si la disputada última mitad del
versículo 33 no está relacionada al versículo 34, entonces Pablo no dio una norma universal de que las
mujeres guardaran silencio en las iglesias. Por consiguiente, Corinto tenía el problema de ciertas mujeres
que abusaban de su libertad hablando demasiado en la iglesia. Si bien Pablo escribió esencialmente las
mismas palabras en 1 Timoteo 2:11, 12, debido a otros pasajes (Hch. 2:17; 21:9; 1 Co. 11:5), nosotros
sabemos que las mujeres profetizaban, presumiblemente en culto público. No obstante, no tenemos
manera de saber si Pablo hizo o no una distinción entre las asambleas de las iglesias más pequeñas, y la
asamblea general.
Nuevamente, Pablo hace hincapié en la función subordinada de las mujeres (v. 34); al parecer el
apóstol basaba su declaración en Génesis 3:16. El hecho de que las mujeres cristianas corintias estuvieran
dando un mal espectáculo, pudo ser el motivo de la fuerte reprimenda de Pablo. En lugar de hacer
preguntas en la iglesia, ellas debían preguntar a sus maridos en casa. Según la práctica judía y romana, era
"indecoroso que una mujer hable en la congregación" (v. 35), o públicamente en general. El versículo 36
es una irónica reprimenda que implica que los creyentes corintios habían violado el decoro de la iglesia y
estaban afirmando su independencia, como si ellos hubieran originado el evangelio.

Amonestaciones Finales (14:37-40)

Pablo declara que un verdadero profeta o persona espiritual, reconocería "que lo que os escribo son
mandamientos del Señor" (v. 37). Pablo no quiso decir que Jesús habló acerca del problema, sino que el
mensaje del apóstol estaba de acuerdo con el pensamiento y la voluntad de Cristo. Una traducción literal
del versículo 38 es: Pero si alguno es ignorante, que sea ignorante (dejarlo en su ignorancia en lugar de
discutir con él). Pablo concluye esta sección con un mandamiento final: "Así que, hermanos, procurad
profetizar, y no impidáis el hablar en lenguas, pero hágase todo decentemente y con orden.” (vr. 39 y 40)

Lecciones para la Vida de 1 Corintios 12:1 a 14:40

El Espíritu Santo concede dones espirituales para edificar a la iglesia como un todo, no para
glorificar a los miembros individualmente. Ningún cristiano tiene todos los dones espirituales, y, al
parecer, todo cristiano tiene por lo menos un don.

Lo mismo que el cuerpo humano, la iglesia consiste de muchos miembros; no obstante, sigue
siendo solo un cuerpo. Del mismo modo que en el cuerpo humano y en la iglesia, cada miembro es
importante, y lleva a cabo una función única. Por lo tanto, la unidad y la diversidad se combinan para
formar un cuerpo integrado que funciona.

El amor es el más grande de todos los dones, y el principio divino por el cual deben vivir los
cristianos.
Aunque las lenguas y la profecía son dones espirituales váli¬dos, la profecía (predicación) es
superior porque edifica la iglesia. Teniendo en cuenta que Dios desea orden y decoro en la iglesia, la clara
proclamación de su palabra es preferible a la confusión y el desorden que a menudo acompañan el hablar
en lenguas.

Actividades de AprendizajePersonal

1. La palabra dones significa (Seleccione la respuesta correcta de la lista.)


(1) Habilidades (3) Dones de gracia
(2) Talentos (4) Favores inmerecidos
2. En 1 Corintios 12:8-10, Pablo hace una lista de la cual probablemente era representativa, no inclusiva.
(Seleccione la res-puesta correcta de la lista.)
(1) Cinco (3) Diez
(2) Siete (4) Nueve
3. En Corinto, las lenguas eran probablemente sonidos extáticos que no formaban palabras o frases.
-□ Verdadero -□Falso
4. La palabra que Pablo usó para amor en 1 Corintios 13, significa(seleccione la respuesta correcta de la
lista):
(1) Afecto (3) Amor amistoso
(2) Clase de amor divino (4) Amor familiar
5. Para Pablo, era superior a hablar en lenguas. (Seleccione la respuesta correcta de la lista.)
(1) Profecía (predicación) (3) Poder para curar
(2) Administración (4) Enseñanza
V

REAFIRMACIÓN DE LA RESURRECCIÓN

1 Corintios 15:1-58

Debido a que la resurrección de Cristo es esencial al evangelio, la salvación del pecado no puede
tener lugar sin ella. Además, la resurrección de Cristo asegura a los creyentes un triunfo completo sobre la
muerte, y un futuro que estará libre de todas las limitaciones de sus cuerpos terrestres.

La Resurrección de Cristo (15:1-11)

No se puede determinar si la carta de la delegación de la iglesia de Corinto informó a Pablo lo


concerniente a la resurrección. Por lo menos, él sabía de tales problemas (15:12). Pablo empieza su tema
nuevo recordando a sus lectores el "evangelio" (v. 1) que él les había predicado. Ellos habían "recibido" el
evangelio (lo habían aceptado enteramente), y seguían manteniéndose fieles a él. El evangelio era el
medio de su salvación (liberación del pecado), pero Pablo les advierte de una condición:... "si retenéis la
palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano" (v. 2). Sólo una fe que dura o persevera
es una fe que salva. Creer "en vano" significa creer sin causa (sin evidencia) o efecto (genuina redención).
El resultado sería una fe sin valor. Su fe hubiera sido vana si Cristo no hubiera resucitado de los muertos
(v. 14).

Pablo les había predicado el evangelio que había recibido. La expresión: "Porque primeramente os
he enseñado lo que asimismo recibí" (v. 3) destaca la importancia de su enseñanza. En lugar de originar el
evangelio, Pablo lo "recibió" y entonces lo enseñó a otros. Algunos intérpretes toman Gálatas 1:11, 12 en
el sentido de que ningún ser humano compartió con Pablo los hechos del evangelio. Sin embargo,
probablemente Pablo se refiere a Cristo como la fuente del significado del evangelio, si bien él había
recibido de otros los detalles históricos.

Pablo define el evangelio como buenas nuevas. Las buenas nuevas eran: "Cristo murió por nuestros
pecados (de la gente), conforme a las Escrituras... fue sepultado... y que resucitó al tercer día, conforme a
las Escrituras" (1 Co. 15:3b-4). El hecho de que Jesús fuera sepultado dio validez a la realidad histórica
del mismo. Los pasajes específicos del Antiguo Testamento que Pablo tenía en mente son inciertos. Tal
vez la referencia más clara a la muerte de Jesús es el gran pasaje de Isaías 52:13 a 53:12. Pedro, en
Pentecostés (Hch. 2:29-33), y Pablo, en su sermón en Antioquía de Pisidia (Hch. 13:35-37) citan el Salmo
16:10 como profecías de la resurrección de Jesús. Indudablemente, la muerte y resurrección de Cristo por
los pecadores, era el corazón de la proclamación primitiva de la iglesia (kerugma).

Pablo menciona sólo seis de las once apariciones del Señor resucitado; tres a individuos y tres a
grupos. El término "Cefas" es la forma aramea de Pedro (griego por roca). Sólo Pablo y Lucas (24:34)
mencionan la especial aparición a Pedro. Aunque judas Iscariote estaba muerto, la frase "los doce" era el
término usado para designar a los doce apóstoles originales. La aparición puede haber sido la misma que
se registra en 24:33-48. Solamente Pablo menciona la aparición "a más de quinientos hermanos a la vez"
(v. 6). Es posible que la razón de Pablo en elegir esta aparición fuera el impacto sobre un número tan
grande de personas que lo habían presenciado, y por el hecho de que la mayor parte de esas 500 personas
vivían todavía, "y otros ya duermen" (murieron). Los evangelios no mencionan la aparición especial a
Jacobo, presumiblemente el hermano de Jesús (v. 7).

Al parecer, la frase "y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí" se refiere al
tiempo, no a la importancia, aun cuando Pablo se menosprecia a sí mismo en el versículo 9. Aunque los
adversarios de Pablo probablemente pudieron haber estado en desacuerdo, Pablo consideraba su
experiencia del camino de Damasco como una aparición histórica de Cristo que era igual a las otras que él
había relatado. La razón por la cual Pablo sedescribe a sí mismo como "un abortivo" (nacido por aborto),
no es clara. Posiblemente, él se refería a su experiencia única de conversión, la cual estaba relacionada
estrechamente con su comisión apostólica.

Debido a que Pablo había perseguido "a la iglesia de Dios" él se describe a sí mismo como "el más
pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol" (v. 9). No obstante, cuando sus
críticos ponían en tela de juicio su apostolado, dice:... "pienso que en nada he sido inferior a aquellos
grandes apóstoles" (2 Co. 11:5). Interpretada en el contexto de 1 Corintios 15:3-11, la evaluación de Pablo
de sí mismo, revela genuina humildad y clara objetividad. El apóstol admite: "Pero por la gracia de Dios
soy lo que soy" (v. 10). Luego agrega:... "y su gracia no ha sido vana para conmigo." Aun cuando Pablo
acreditaba su éxito a la gracia de Dios, él hablaba con verdad, no jactanciosamente, de sus logros
superiores como apóstol. Paradójicamente, "el más pequeño de los apóstoles" era también el apóstol más
grande. Sin embargo, Pablo no estaba preocupado con los agentes humanos del mensaje de Dios. Por eso
explica, "sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído" (v. 11).

El Significado de la Resurrección de Cristo (15:12-19)

Pablo no identifica a los que objetaban la resurrección. Es posible que ellos creyeran en la
resurrección de Cristo, pero rechazaban la opinión de que también los creyentes serían resucitados.
Aunque es difícil que la influencia de los saduceos se hubiera extendido hasta Corinto, tal vez algunos de
los judíos sostuvieran la creencia saducea de que no había resurrección. Los objetantes pueden haber
sostenido el punto de vista griego procedente de Platón: el alma era inmortal, y el cuerpo era la prisión del
alma; por lo tanto la salvación era la libertad permanente del alma del cuerpo. Es posible que los
objetantes tuvieran una propensión gnóstica y creyeran que la resurrección ya había ocurrido. Puesto que
la experiencia del nuevo nacimiento era una clase de resurrección espiritual, quizá ellos pervirtieron tal
enseñanza de modo de eliminar la resurrección corporal. Fueran quienes fueran los objetantes, su
defectuosa opinión atacaba el corazón del evangelio.

De acuerdo a los versículos 13-16, la resurrección de Cristo y la resurrección de los creyentes se


sostienen o caen juntas. Si la una es verdadera, así es la otra, y viceversa. La resurrección de Cristo es tan
vital para el cristianismo que sin ella "vana es entonces nuestra predicación" (vacía, nula de efecto y de
propósito), y... "vana es también vuestra fe" (v. 14). Además, Pablo y todos los demás que han testificado
de la verdad de la resurrección de Cristo, fueron testigos falsos porque... "Si los muertos no resucitan,
tampoco Cristo resucitó" (v. 16).

Además, "si Cristo no resucitó... aún estáis en vuestros pecados" (v. 17). Ni expiación o
reconciliación pueden ocurrir fuera de la resurrección de Cristo, la cual es tan necesaria para la salvación
como su muerte. Por otra parte, todos los que mueren "en Cristo" confiados en una vida futura,
"perecieron" (v. 18); ellos han cesado de vivir para siempre. Si la esperanza en Cristo está limitada "a esta
vida solamente," nuestra esperanza no es más que un sueño destrozado, una burbuja que se ha reventado;
y somos "los más dignos de conmiseración" (v. 19).

El Orden del Evento de la Resurrección en su Venida (15:20-28)

Contraste de Cristo y Adán (15:20-23)

Contrariamente a los negadores, Pablo afirma: "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos;
primicias de los que durmieron es hecho" (v. 20). Por la palabra "primicias," Pablo se refiere a la práctica
judía de ofrecer a Dios las primeras gavillas de grano como un símbolo o prenda de toda la cosecha. (Ver
Lv. 23:10-14.) Así como las primicias presuponían la promesa a Dios de una mayor cosecha a seguir, la
resurrección de Jesús implica la resurrección de los creyentes. Puesto que Jesús murió durante la pascua,
cuando los primeros atados de cebada eran ofrecidos, Pablo aplica apropiadamente el simbolismo de los
primeros frutos a Cristo. A diferencia de la hija de Jairo (Mr. 5:22-43), del hijo de laviuda de Naín (Lc.
7:11-15), y de Lázaro (Jn. 11:1-44), quienes eventualmente experimentaron la muerte una segunda vez, la
resurrección de Jesús fue única. No sólo la tumba de Jesús estaba vacía, sino que su cuerpo experimentó
una gloriosa transformación; nunca más estaría sujeto a la muerte.

Pablo vio en Adán lo opuesto de Cristo (Ro. 5:12-21; 1 Co. 15:45-49). De acuerdo al concepto del
Antiguo Testamento de la solidaridad social, toda la raza humana murió en Adán (física y
espiritualmente). Aunque los intérpretes han ideado teorías in-geniosas para probar la relación directa del
pecado de Adán a los nuestros, tales pretendidas pruebas son fútiles e imposibles. Así como nosotros
debemos aceptar la paradoja de la soberanía de Dios y el libre albedrío humano, también debiéramos
aceptar la paradoja de la solidaridad social y la responsabilidad individual. Adán trajo muerte, pero Cristo
trajo resurrección (vida, v. 21).

Se han ofrecido cinco interpretaciones para explicar la declaración: "Porque así como en Adán
todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados" (v. 22). (1) Todos mueren espiritualmente en
Adán; todos serán vivificados espiritualmente en Cristo. El resultado es la salvación universal. (2) Todos
mueren físicamente en Adán; todos serán vivificados espiritualmente en Cristo. El en Cristo. Así, la
resurrección corporal de todos está asegurada. (3) Todos pierden su estado de inocencia en Adán; y
vuelven a ganarlo en Cristo. (4) Todos mueren en Adán cuando pecan; todos serán salvados en Cristo
cuando pongan su fe en él. (5) Todos los que están en Adán (siguen el camino de Adán) mueren; todos los
que están "en Cristo" (le siguen) vivirán.

Sobre la base de toda la enseñanza bíblica, sólo las dos últimas interpretaciones tienen mérito real.
La salvación universal debe ser descartada. Además, más es ganado en Cristo de lo que fue perdido en
Adán, considerando que la salvación es mucho más que la restauración de la inocencia. En realidad, todos
los descendientes de Adán, confrontan la muerte espiritual a causa de la caída, porque el pecado entró en
la corriente de la historia humana y se convirtió en una opción para todos los descendientes de Adán.
Todos son potencialmente salvos por la muerte expiatoria (y resurrección), pero sólo aquellos que confían
en Cristo como Salvador y Señor experimentan verdadera liberación del pecado. Aquellos que siguen a
Adán, mueren; aquellos que siguen a Cristo, viven. Contrariamente al punto de vista de que la frase "cada
uno en su debido orden" (v. 23) incluye tres rangos: Cristo, cristianos e incrédulos, Pablo claramente
piensa sólo en dos: Cristo y los creyentes. Si bien Jesús enseñó la resurrección de los justos y de los
injustos Un. 5:28, 29), el punto de Pablo en 1 Corintios 15:20-23 sólo tenía que ver con la resurrección de
los creyentes.

Luego el Fin (15:24-28)

Por mi parte estoy de acuerdo con Pedro acerca de que Pablo escribió algunas cosas "difíciles de
entender" (2 P. 3:16). Yo encuentro que 1 Corintios 15:24-28 es difícil de interpretar. Por la expresión:
"Luego el fin" (v. 24), al parecer Pablo se refiere a la consumación de la historia. Después de que la edad
final de la historia haya corrido su curso, Cristo entregará "el reino al Dios y Padre, cuando haya
suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia." De tal manera, toda autoridad, terrenal y celestial, se
someterá a la suprema autoridad de Cristo. Por otra parte... "preciso es que él reine hasta que haya puesto
a todos sus enemigos debajo de sus pies" (v. 25). Ciertamente, Satanás (el adversario o el que se opone) y
sus fuerzas demoníacas están entre sus enemigos. Si bien Jesús había descargado sobre Satanás un golpe
decisivo en la cruz, no había sometido enteramente a Satanás y sus fuerzas.

Pablo dice: "Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte" (v. 26). Aunque en otro lugar el
apóstol dice "morir es ganancia" (Fil. 1:21), él nunca consideró a la muerte como una amiga, sino siempre
como una enemiga. Cristo había derrotado a la muerte por su resurrección, pero la victoria final vendría
sólo después que todos los que están en Cristo, experimenten también la resurrección corporal.

En el versículo 27, Pablo apela al Salmo 8 para mostrar que Dios ha puesto todas las cosas bajo los
pies de Cristo. En efecto, el Salmo 8 tiene un doble sentido. En el nivel más bajo se refiere al dominio que
Dios dio a Adán o la humanidad (Gn. 1:28). No obstante, Adán al pecar perdió el derecho al dominio; por
lo tanto, Adán nunca llevó esto a cabo enteramente. Sin embargo, Cristo, como el segundo Adán, no
pecando alcanzó el potencial humano enteramente (ver He. 2:5-9). Por lo tanto, todos los que confían en
Cristo pueden compartir su dominio o señorío.

Pablo prosigue: "Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se
sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos" (v. 28). La última frase
literalmente es: a fin de que Dios pueda ser todas las cosas en todo (cosas o gente). Aunque nosotros
debemos rechazar el "triteísmo" (creer en tres Dioses), de alguna manera el Hijo someterá los reinos de
gobierno divino al Padre, después que el Hijo haya completado sus funciones de Redentor y Vencedor. A
pesar del problema de interpretación, podemos estar seguros de dos cosas: (1) Pablo no enseña la
salvación universal; y (2) él no enseña el panteísmo, o sea el concepto de que todas las personas y cosas
serán absorbidas en Dios.

Si los Muertos no Resucitan (15:29-34)

La doctrina de la resurrección era tan importante para Pablo, que usa tres argumentos para mostrar
el error de aquellos que negaban la doctrina: (1) bautismo, (2) su propio sacrificio personal, y (3) ética
personal. El primer argumento es altamente controvertible, y ha llevado a ingeniosas interpretaciones.
Pablo dice: ... "si en ninguna manera los muertos resucitan; ¿por qué, pues se bautizan por los muertos?"
(v. 29). El sentido más obvio es bautismo por poder; cristianos vivos eran bautizados en lugar de
cristianos que habían muerto sin haber sido bautizados (en agua). Algunos intérpretes objetan esta
interpretación argumentando que seguramente Pablo hubiera indicado su desaprobación a tal práctica no
bíblica.

Si bien la palabra muerto ordinariamente significa muerto físicamente; las personas estaban siendo
bautizadas para obtener su propio perdón de pecados (un concepto sacramental del bautismo), Otros
intérpretes niegan el elemento sacramental, pero concuerdan en que los muertos espirituales eran los que
estaban siendo bautizados. Por lo tanto, la vieja naturaleza era contada como muerta, sepultada en el
bautismo, y resucitada para andar "en vida nueva" (Ro. 6:4). Si bien este concepto es bíblico, no se deriva
naturalmente del contexto de 1 Corintios.

Algunos toman la frase "por los muertos" (v. 29) en el sentido de que los nuevos convertidos eran
bautizados para tomar los lugares en la iglesia que una vez habían sido ocupados por aquellos que
entonces estaban muertos. Considerando que la preposición huper traducida "por" (en lugar de) puede ser
tomada también en otro sentido, algunos han sugerido que los cristianos eran bautizados sobre las tumbas
de los muertos. De ser así, la forma del bautismo no seguía la norma bíblica de la inmersión. Otro punto
de vista es que los llamados muertos, no estaban realmente muertos, sino moribundos. Aun cuando Pablo
se refiriera al bautismo por poder, él lo usó meramente para señalar la futilidad de tal bautismo, si la
resurrección no es una realidad.

Con referencia a sí mismo Pablo dice: "¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?" (v. 30). En
otras palabras, ¿por qué Pablo habría de seguir exponiéndose al peligro si no hay futuro más allá de esta
vida? Al parecer, Pablo se jactaba de la conversión de los corintios. Por otra parte, debido a sus esfuerzos
evangelísticos por el bien de ellos, dice figuradamente:... "cada día muero" (v. 31).

¿Qué "provecho" logró Pablo de haber batallado "en Efeso contra fieras"? (v. 32). ¿Luchó realmente
Pablo con bestias en un circo romano, o describe figuradamente hombres perversos como "fieras"?
Aunque los ciudadanos romanos eran exceptuados legal-mente de los combates de los gladiadores, Pablo
escribió más tarde de su "tribulación... en Asia" hasta el punto de perder "la esperanza de conservar la
vida" (2 Co. 1:8). Cualquiera que fuera el caso, Pablo corrió tales riesgos tontamente si la vida no se
extendía más allá de la tumba. Él también podría haber vivido en el placer, como los epicúreos cuyo lema
era... "comamos y bebamos, porque mañana moriremos" (v. 32). En el versículo 33 Pablo cita al poeta
griego Menandro para advertir a los cristianos corintios que una mala teología llevaba a una mala ética.
Aquellos que negaban la resurrección, no tenían conocimiento de Dios; por consiguiente, vivían vidas
inmorales.

La Resurrección del Cuerpo (15:35-50)

Pablo anticipa que algún lector demandaría un conocimiento detallado de la naturaleza de la


resurrección del cuerpo. Pablo describe al tal como "necio" (v. 36), y muestra una continuidad y una
diferencia entre el cuerpo que era sepultado y el cuerpo que sería resucitado. Así como Jesús Un. 12:24),
Pablo afirma un principio de vida fuera de la muerte. En su analogía de plantar una semilla, Pablo no
pretende decir, desde luego, que el cuerpo humano tenga una chispa de vida, y que germinará como una
semilla una vez plantada. A diferencia de la semilla, el cuerpo humano no posee una inmortalidad natural
que pueda lograrse a través de un proceso de plantar y crecer. Más bien, la vida después de la muerte es
un don de la gracia de Dios. En su soberanía, Dios dio a cada clase de semilla un "cuerpo... como él
quiso" (v. 38). La misma verdad se aplica a los cuerpos de carne, pero... "una carne es la de los hombres,
otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves" (v. 39). Además, Pablo dice: "Y hay
cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales" (v. 40). Las glorias de estos cuerpos son diferentes (vv. 40-41).

Después Pablo señala las muchas clases de cuerpos y sus diferencias; luego aplica su ilustración a la
"resurrección de los muertos" (v. 42). El apóstol dice: "Se siembra en corrupción, resucitará en
incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder.
Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual" (vv. 42-44).

Aunque nosotros tenemos mucho conocimiento concerniente a la naturaleza del cuerpo físico,
tenemos poco conocimiento del cuerpo espiritual. En ambas instancias, el término cuerpo implica masa,
peso, y algo que puede ser visto y sentido. En contraste, el término espíritu (aliento o viento), no implica
masa, peso, pero sí algo que no puede ser visto ni sentido. Por consiguiente, la frase cuerpo espiritual es
una paradoja (una contradicción aparente pero no verdadera). Decir que un cuerpo espiritual es una clase
especial de cuerpo que provee el Espíritu Santo, no se ajusta a la descripción de Pablo.

Si bien no podemos conocer enteramente la naturaleza del cuerpo espiritual, podemos volvernos a
los evangelios y observar la naturaleza del cuerpo resucitado de Cristo. Aun cuando María Magdalena Un.
20:14) y los dos discípulos en el camino de Emaús (Lc. 24:16) no reconocieron a Jesús al principio, la
evidencia indica que sus discípulos inmediatos reconocieron al Señor resucitado. De acuerdo a Lucas
24:39, Jesús les dijo: "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu
no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo." Para mayor evidencia, Jesús pidió algo de comer. Le
dieron "parte de un pez asado... y él lo tomó, y comió delante de ellos" (Lc. 24:41-43). No obstante, Jesús
pudo entrar en un cuarto estando las puertas cerradas Un. 20:19); al parecer, Jesús tenía la capacidad de
materializarse y desmaterializarse a voluntad.

En 1 Corintios 15:45, Pablo resume su contraste entre Cristo y Adán. Pablo cita la substancia de
Génesis 2:7, que describe al "primer hombre Adán" (1 Co. 15:45). Adán fue creado; recibió vida. Cristo
es el Creador; él da vida (física y espiritual). Históricamente, Adán vino antes que Cristo, pero en
términos de eternidad y rango, Cristo vino antes que Adán. Adán y sus descendientes vinieron del polvo y
tenían el polvo por su destino. Cristo tenía un origen celestial, y aquellos que le pertenecen están ligados
al cielo.
Así como cristianos y no cristianos "hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la
imagen del celestial" (v. 49). No sólo seremos más como Cristo espiritualmente, sino que tendremos un
cuerpo resucitado similar al suyo. Dado que la expresión "carne y sangre" es una designación común para
seres humanos en su condición terrenal, nosotros no podemos "heredar el reino de Dios" en nuestros
cuerpos finitos y corruptibles (v. 5). Así como un balde no puede contener el océano; nuestros cuerpos
terrenales no pueden contener la clase de existencia incorruptible que vamos a gozar a través de la
eternidad. Nuestros cuerpos físicos son apropiados para la existencia en el tiempo y el espacio; un cuerpo
espiritual será apropiado para la existencia en la eternidad.

La Conquista de la Muerte (15:51-58)

Pablo usa la expresión: "He aquí" (v. 51) para recalcar la importancia de lo que va a decir. El
término "misterio" era una de las palabras favoritas de Pablo. Se refiere a algo que era conocido sólo por
los iniciados; también se refiere a una verdad conocida sólo por inspiración divina. En el versículo 51 se
refiere al evento de la resurrección en la venida de Cristo. Pablo usa la primera persona en su declaración:
"He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados." Simplemente,
pudo decir: nosotros los cristianos. Sin embargo, algunos intérpretes han insistido en que Pablo esperaba
estar vivo a la segunda venida de Cristo. Por lo menos, Pablo vivió y enseñó a otros a vivir como si Cristo
pudiera venir en cualquier momento. El punto central de Pablo era que no todos los cristianos estarían
muertos a la vuelta de Cristo, y que todos los creyentes, los vivos y los muertos, serían cambiados en un
instante, y les serían dados cuerpos espirituales.

La expresión "en un momento" (v. 52) es la raíz de la palabra atom y significa imposible de ser
contado en porción más pequeña. Según el Antiguo Testamento, el escatológico "día del Señor" vendrá
acompañado por un sonido de trompeta (Joel 2:1; Sofonías 1:16). En el Nuevo Testamento continúa el
tema de la trompeta (Mt. 24:31; 1 Ts. 4:16). Sin embargo, "la final trompeta" (1 Co. 15:52), significa la
única trompeta, no la última en una serie, como en las siete trompetas del Apocalipsis. En ese tiempo los
muertos serán resucitados imperecederos (incorruptibles), "y nosotros seremos transformados" (v. 52). A
fin de poder existir en la situación celestial... "es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y
esto mortal (sujeto a la muerte) se vista de inmortalidad" (v. 53). Contrariamente al concepto griego de la
inmortalidad del alma, las Escrituras enseñan la resurrección del cuerpo.

Aunque el interés de Pablo se circunscribía sólo a los creyentes, Jesús enseñó la resurrección de los
justos y los injustos Un. 5:28, 29). La implicación es que los injustos también vivirán después de la
muerte. De otro modo, expresiones. como "castigo eterno" (Mt. 25:46), y "serán atormentados día y
noche por los siglos de los siglos" (Ap. 20:10), no tendrían sentido.

Pablo usa cuatro veces (dos en el v. 53 y dos en el v. 54), el verbo "vestir" como una prenda de
vestir. El cambio vital de corruptible, estado mortal, a lo incorruptible, el estado inmortal, cumplirá dos
declaraciones proféticas. La primera es: sorbida es la muerte en victoria" (v. 54; Is. 25:8). La segunda es:
"¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde está, oh sepulcro, tu victoria?" (v. 55). Así como el aguijón
de un escorpión, el aguijón de la muerte es el pecado (v. 56). No sólo el pecado causa la muerte (Gn. 2:17;
3:19), sino que el pecado añade temor y angustia a la muerte. Tal vez en parte porque la gente teme a lo
desconocido, algunos cristianos temen la muerte.

"El poder (dunamis) del pecado, la ley" (v. 56), es por lo menos en dos sentidos. Primero, aparte de
la ley (escrita o no escrita), el pecado no tendría poder para dañarnos (Ro. 7:8) porque... "donde no hay
ley, tampoco hay transgresión" (Ro. 4:15). Segundo, la ley hasta nos provoca a pecar (Ro. 7:7, 8). Sí, no
obstante el poder devastador del pecado, Cristo le quitó a la muerte su aguijón. Cristo tomó el embate más
fuerte del poder del pecado en su propio cuerpo, y entonces triunfó sobre la muerte por su gloriosa
resurrección. La gente comparte la victoria de Cristo cuando consagra totalmente su vida a él. Sobre la
base de que los creyentes comparten la victoria con Cristo, Pablo pudo decir con confianza: "Así que,
hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que
vuestro trabajo en el Señor no es en vano" (v. 58).

Lecciones para La Vida de 1 Corintios 15:1-58

La resurrección de Cristo es esencial al evangelio y es un evento que está sólidamente basado en la


historia. La esencia del evangelio es la muerte y resurrección de Cristo por los pecadores. A pesar de los
esfuerzos por desacreditar la resurrección de Cristo, diciendo que nunca ocurrió, o que no importa, el
hecho es que realmente sucedió, y que importa eternamente.

La resurrección de Cristo y la resurrección de los creyentes están inseparablemente relacionadas.


Si no fuera por la validez de ambas, la fe en Cristo no tendría valor, y nosotros no ten¬dríamos verdadera
esperanza para el futuro.
La resurrección de Cristo fue única y nos asegura un cuerpo espiritual que no estará sujeto a
enfermedad, decadencia y muerte. Porque Cristo fue victorioso sobre la muerte, nuestra relación de fe con
él nos garantiza una participación en su victoria. La resurrección de Cristo y nuestra relación con él nos
asegura que nosotros viviremos con él en un cuerpo apropiado para expresar personalidad en la eternidad.

A la luz de la resurrección de Cristo, la cual asegura a los cristianos participación en su triunfo al


final, los creyentes pueden ministrar confiadamente. Los cristianos pueden saber que ningún esfuerzo
hecho por Cristo será al final malgastado. Esto puede motivar, inspirar y fortalecer a los creyentes a
seguir trabajando frente al desaliento, la decepción y la fatiga.

Actividades de Aprendizaje Personal

1. Pablo indicó que la resurrección de Cristo no era una parte esencial de las Buenas Nuevas. –
□Verdadero □Falso.
2. Pablo menciona de las once apariciones de Cristo resucitado. (Seleccione la respuesta
correcta de la lista.)
(1) Cuatro (3) Dos
(2) Ocho (4) Seis

3. Pablo compara a Cristo y en quien todos mueren. (Seleccione la respuesta correcta de la lista.)
(1) Abraham (3) Adán
(2) Noé (4) Jacob

4. De acuerdo a Pablo, a los creyentes les será dado un para la vida en la eternidad.
(Seleccione la respuesta correcta de la lista.)
(1) Cuerpo físico (3) Túnica blanca
(2) Cuerpo espiritual (4) Mansión
9

INSTRUCCIONES FINALES

1 Corintios 16:1-24

Pablo exhortó a los cristianos corintios a participar con otras iglesias en la recolección de fondos
para la iglesia de Jerusalén. Después anuncia sus planes de viaje. Da información acerca de Timoteo y
Apolos, y expresa sus exhortaciones finales, saludos y bendiciones.

La Ofrenda (16:1-4)

Las palabras "en cuanto a" (7:1; 8:1; 16:1), sugieren que la carta de la iglesia de Corinto tenía una
pregunta acerca de la "ofrenda para los santos," o sea los cristianos necesitados de la iglesia de Jerusalén.
Antes de esta ofrenda especial, la iglesia de Antioquía había enviado ayuda a la iglesia de Jerusalén por
Pablo y Bernabé (Hch. 11:29, 30). En la carta de Pablo a los Gálatas, el apóstol no da detalles en cuanto a
una ofrenda. Además, los relatos de Romanos y 2 Corintios no mencionan la participación de los gálatas.
Por lo tanto, las ofrendas de las iglesias de Galacia eran separadas de las iglesias de Macedonia y Acaya.
Al parecer, el propósito de la ofrenda era doble: (1) Principalmente estaba designada a ayudar a los
cristianos judíos de Jerusalén. (2) En segundo lugar, estaba destinada a restaurar la creciente brecha entre
cristianos judíos y gentiles.

En contra de la opinión de algunos intérpretes, la referencia a "cada primer día de la semana" (1 Co.
16:2), parece demostrar que los cristianos primitivos preferían el domingo al sábado judío como el día
regular de adoración (ver Hch. 20:7). Por otra parte, con seguridad Juan usó la expresión "el día del
Señor" para referirse al domingo (Ap. 1:10). Evidentemente los primeros cristianos eligieron el domingo
para conmemorar la resurrección de Cristo. Aunque algunos intérpretes creen que Pablo quiso decir "cada
uno de vosotros ponga aparte algo" (1 Co. 16:2) en casa, el contexto favorece una asamblea de la iglesia.
En ese tiempo, no obstante, las iglesias no tenían edificios especiales para las reuniones de la iglesia.

La frase "según haya prosperado" (v. 2), no indica un importe específico tal como el medio "ciclo"
del templo judío. La ofrenda era totalmente voluntaria. No obstante, las palabras "según haya prosperado"
implica un dar proporcional.

Posiblemente, para evitar demoras, Pablo quería que la ofrenda estuviera lista cuando él llegara a
Corinto. Además, Pablo estableció un valioso precedente al pedir a la iglesia que eligiera representantes
autorizados . . . "para que lleven vuestro donativo a Jerusalén" (v. 3). Tal vez, la sugerencia de Pablo
procedía de sus antecedentes judíos, pues dos personas recogían las ofrendas en las sinagogas judías. (La
distribución de las limosnas era hecha por tres personas). De todos modos, Pablo trataba de evitar
cualquier sospecha sobre malos manejos de fondos.

Planes de Viaje de Pablo (16:5-12)

Pablo anuncia su plan de visitar Corinto después de haber "pasado por Macedonia" (v. 5). En lugar
de una visita breve, el apóstol esperaba quedarse en Corinto, tal vez hasta "que pase el invierno" (v. 6),
con la iglesia de Corinto. Al parecer, entonces Pablo deseaba aceptar la asistencia financiera de los
cristianos corintios. Por lo tanto, añade: ... "para que vosotros me en caminéis a donde haya de ir" (v. 6;
ver 2 Co. 1:16). Aunque Pablo destaca su deseo de hacer más que una visita de paso, también indica que
sus planes dependían de la voluntad de Dios. A pesa de nuestra dificultad para reconstruir con precisión
las visitas de
Pablo a Corinto, sabemos que algunos miembros de la iglesia lo criticaban por no haber cumplido su plan
de visitarles(ver 2 Co. 1:15-19).

Primera Corintios 16:8 es casi una evidencia segura de que Pablo escribió desde Efeso, donde él
deseaba quedar "hasta Pentecostés." La figura de una puerta abierta era una expresión de Pablo para
indicar la prometedora oportunidad de extender el evangelio. La declaración:... "muchos son los
adversarios" (v. 9), incluía a Demetrio y su gremio de plateros (ver Hch. 19:23-41). Es posible que Pablo
también se refiriera a oponentes demoníacos (ver Ef. 6:12).

Previamente Pablo había mencionado su propósito de mandar a Timoteo a Corinto (4:17). Ahora
exhorta el apóstol a los miembros a fin de que Timoteo estuviera con ellos "con tranquilidad" (v. 10), y les
asegura que Timoteo "hace la obra del Señor así como yo." La expresión traducida "con tranquilidad"
literalmente significa sin temor. Luego Pablo da más instrucciones sobre Timoteo: "Por tanto, nadie le
tenga en poco; sino encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los hermanos" (v. 11)
Más tarde, en su siguiente carta a la iglesia de Corinto, Pablo incluye a Timoteo en sus saludos (2 Co.
1:1).

Pablo habla de una amistosa relación con Apolos (v. 22). No obstante la existencia de una facción
de Apolos en la iglesia de Corinto (3:4), Pablo dice:... "mucho le rogué que fuese a vosotros con los
hermanos, mas de ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora" (v. 12). Las palabras "tuvo voluntad"
pueden referirse a la voluntad de Dios, no a la de Apolos. Si bien Apolos pudo haber evitado ir a Corinto
porque su presencia podría agravar el problema, Pablo confiaba en el interés de Apolos por la iglesia. Por
consiguiente, dice:... "pero irá cuando tenga oportunidad" (v. 12). Esta es la última mención de Apolos en
el Nuevo Testamento.

Exhortaciones Finales, Saludos y Bendición (16:13-24)

Contrariamente a la opinión de que los versículos 13 y 14 han sido puestos fuera de lugar en la
transmisión del texto griego, los mismos parecen apropiados al contexto. El verbo traducido "velad" (v.
13) significa quedar despierto y alerta como un centinela de guardia. En la declaración "estad firmes en la
fe," el término fe parece significar consagración personal y fidelidad a Cristo, no el conjunto general de
las enseñanzas cristianas. La palabra "esforzaos" significa ser moral y espiritualmente fuertes.

Pablo demanda: "Todas vuestras cosas sean hechas con amor" (v. 14). Todos los problemas en la
iglesia de Corinto se resolverían si cada miembro decidiera hablar y actuar de acuerdo al amor. Ser un
canal del amor divino sería permitir que Dios cumpliera su propósito a través de los miembros de la
iglesia.

La referencia a "la familia de Estéfanas" como "las primicias de Acaya" (v. 15), crea un pequeño
problema. Las conversiones fueron hechas en Atenas antes del ministerio de Pablo en Corinto (Hch.
17:34). Una sugerencia es que Estéfanas estuvo en Atenas cuando aceptó a Cristo. De tal manera
Estéfanas estaría incluido en "algunos creyeron" de Hechos 17:34. Sin embargo, la referencia anterior de
Pablo al bautismo de "la familia de Estéfanas" (1 Co. 1:16), pareciera descartar la conversión de
Estéfanas en Atenas. Suponiendo que Pablo no tuviera un lapsus de memoria, tal vez la solución estuviera
en la palabra "familia," un término que denotaba toda la familia, incluso los esclavos. De este modo,
Estéfanas no sería el primer convertido en Acaya, sino que su familia fue la primera en Acaya que se
convirtió. Esta consagrada familia se puso "al servicio de los santos" (v. 15), y mereció la obediente
lealtad de la iglesia.
La delegación de Estéfanas, Fortunato y Acaico, trajo regocijo a Pablo en su visita a Efeso (v. 17).
Posiblemente, ellos eran del grupo llamado "los de Cloé" (1:11). La expresión "confortaron mi espíritu y
el vuestro" (v. 18) puede significar estímulo teniendo en cuenta que al parecer Pablo usó el término
espíritu en el sentido de sí mismo. Debido a que los tres hombres estaban dedicados al ministerio, Pablo
exhorta: ... "reconoced, pues, a tales personas" (v. 18).

Aunque Pablo no identifica a las congregaciones por localidades, transmite saludos de "las iglesias
de Asia" (v. 19). El apóstol no se refiere al continente de Asia, sino a la provincia romana de Asia. "Aquila
y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor" (v. 19). Al parecer, Aquila y
Priscila usaban su hogar como lugar de reunión para la iglesia dondequiera que vivieran (ver Ro. 16:5).

La frase "todos los hermanos" designa a los colaboradores de Pablo como un todo; tal vez la frase
incluyera a Silvano y Timoteo (2 Co. 1:19; 2:13). El saludar a los creyentes compañeros "con ósculo
santo" (1 Co. 16:20), era una práctica común en la iglesia primitiva. El saludo envolvía un beso en la
mejilla, y denotaba amor y unidad cristiana. Según Justino Mártir, un cristiano del siglo segundo, el beso
era dado a los nuevos convertidos bautizados antes de su participación en la Cena del Señor. Tertuliano y
Orígenes dicen que el beso era intercambiado después de las plegarias; el primero se refiere a esto
llamándolo un "beso de paz". Posiblemente, debido a que algunas personas interpretaron mal la práctica,
finalmente fue anulada.

Pablo dictó algunas, si no todas, sus cartas. Luego, para asegurar a sus lectores su autenticidad, él
completaba sus cartas con saludos de su propia mano. Así lo hizo Pablo en sus ataques contra los
judaizantes que pervertían el evangelio (Gá. 1:8, 9), pronunciando "maldición" (anathema) a cualquiera...
"que no amare al Señor Jesús" (1 Co. 16:22).

Luego Pablo invoca una oración cristiana primitiva: "El Señor viene" (Maranatha), una traducción
del arameo original (v. 22). En la Didaché, un manual cristiano de la iglesia del segundo siglo, la oración
estaba asociada con la Cena del Señor. Considerando que los manuscritos no tenían espacios entre las
palabras ni marcas de puntuación, otras traducciones son posibles. Una traducción alternativa aplica la
plegaria a la encarnación más bien que a la segunda venida, y dice: "Nuestro Señor ha venido." Otra
posibilidad es: "Nuestro Señor está presente," particularmente en la observancia de la Cena del Señor.
Una sugerencia más remota es: "Nuestro Señor es la aleph y tau" (la primera y la última letra del alfabeto
hebreo). Sin embargo, de acuerdo con el contexto, la oración parece expresar claramente un profundo
deseo por el pronto regreso del Señor.

Pablo cierra la que es tal vez su carta más práctica, con una bendición que invoca la divina "gracia"
(v. 23). No obstante la inmadurez espiritual cristiana, Pablo amaba sinceramente a los creyentes de
Corinto, y lo muestra en sus palabras finales: "Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros. Amén" (v.
24).

Lecciones para la Vida del Capítulo 16:1-24

La ofrenda cristiana debe ser hecha regular y proporcionalmente. Para disminuir la tentación y
evitar cualquier cuestión de indebida apropiación de fondos, más de una persona debe llevar la
responsabilidad del manejo del dinero de la iglesia.

Las iglesias deben reconocer a los obreros cristianos consagrados, y honrarlos a causa de su labor
de amor. No sólo a aquellos que están en posiciones prominentes de liderazgo, sino también a otros en
posiciones menos visibles. Ellos merecen la confianza, el elogio, el estímulo y las oraciones de la iglesia.

El amor debe ser el motivo de todo lo que hacen los cristianos. Donde predomina el amor, todas las
insignificancias, los celos y el favoritismo deben ceder a la unidad y el compañerismo cristiano.

Pablo escribió a la turbada iglesia de Corinto. Su carta contesta algunas de las preguntas que los
cristianos corintios le habían hecho. Además, menciona un número de problemas de los cuales el apóstol
había sido informado. Pablo quería unir una iglesia dividida. El deseaba estimular a los creyentes hacia la
madurez y empujar hacia las más altas normas morales. El apóstol quería desalentar los pleitos entre
cristianos en tribunales paganos, que estaban dañando el testimonio de la iglesia. Por otra parte, Pablo
trató de aclarar preguntas sobre el matrimonio, estimulando a sus lectores a renunciar a sus derechos,
corregir irregularidades en el culto, detener el abuso de los dones espirituales, y afirmar la realidad de la
resurrección. Pablo escribió una gran carta; su contenido cubre una extensa área de intereses, y sus
implicaciones para los cristianos son de largo alcance. Debido a sus percepciones divinamente inspiradas
y su propósito, 1 Corintios se dirige a nosotros con normas permanentes para nuestro vivir como pueblo
de Dios en el mundo actual.

Actividades de Aprendizaje Personal

1. Pablo quería que los cristianos corintios participaran en una para los cristianos de Jerusalén.
(Seleccione la respuesta correcta de la lista.)
(1) Plegaria (3) Carta
(2) Ofrenda (4) Celebración

2. Pablo estaba interesado en que , a quien él estaba enviando a la iglesia de Corinto,


fuera bien recibido. (Seleccione la respuesta correcta de la lista.)
(1) Silas (3) Timoteo
(2) Marcos (4) Lucas

4. La oración de Pablo Maranatha, probablemente significaba (Seleccione la respuesta correcta de


la lista):
(1) Nuestro Señor ha venido (3) Nuestro Señor viene
(2) Nuestro Señor está presente (4) Nuestro Señor bendice.
Cómo Estudiar Este Libro
La Casa Bautista de Publicaciones, en relación con el departamento de educación cristiana de
algunas convenciones nacionales, tiene el gusto de ofrecer a las iglesias locales del mundo hispano un
plan de estudios denominado "El Nuevo Curso Unificado de Estudios".

1. En Clases.- Por lo común, la iglesia organizará un curso de estudio, o cursillo, con una o más
clases, en las cuales se ofrecerá el estudio de uno o más libros (aunque con frecuencia semejantes
cursillos se ofrecen en campamentos o institutos). Lo ideal, creemos, es dedicar a tal estudio las cinco
noches de una semana, con dos períodos de estudio de cuarenta y cinco minutos cada uno y un intervalo
para inspiración o compañerismo. Los alumnos tendrán derecho a recibir el diploma o sello respectivo
cuando: (1) estén presentes en seis de los diez períodos o alcancen un mínimo de cuatro horas y media de
clase. (2) lean el libro, y (3) sustenten satisfactoriamente el examen que el maestro les da. (Si el alumno
asiste a todas las clases y lee el libro durante la semana de estudio, queda eximido del examen.)

Instrucciones a la persona que dirige un cursillo o una clase.- Los directores o maestros de cursillos
pueden hacer una lista de los alumnos que tienen derecho al diploma o al sello y enviarla a la Casa
Bautista de Publicaciones, Box 4255, El Paso, Texas, EE. UU. de A., o a la agencia facultada para expedir
diplomas y sellos en su país.

II. Estudio Particular. Cualquier persona que haya cumplido diecisiete años de edad puede
estudiar en su casa cualquier libro del curso y recibir el diploma o sello correspondiente, bajo las
siguientes condiciones (1) leer todo el libro y contestar, por escrito, las preguntas que están al fin de cada
capítulo; (2) enviar su escrito original a la Casa Bautista de Publicaciones o a su promotor nacional de
educación cristiana.
Si es aprobado, recibirá el diploma o sello que le corresponda.

IDEAS PARA ORGANIZAR EL ESTUDIO BIBLICO ANUAL

Cada iglesia tiene sus propias circunstancias, por lo que es conveniente considerar diversas
maneras de organizar el estudio bíblico anual, y escoger la que mejor se acomode a la congregación.
Las siguientes sugestiones pueden ser de utilidad.

Estudio de lunes a viernes. Cinco noches de una semana. El pastor, un misionero u otro hermano,
guía a los hermanos de su congregación en el estudio. Puede hacerlo la misma persona cada noche o
dividir el libro y tomar una parte cada maestro.

Estudio de domingo a miércoles. Este es el plan más popular en varios países. Se puede variar
según las necesidades de la congregación. Algunas iglesias principian el domingo por la mañana con el
servicio de adoración. En este culto el pastor o un predicador visitante predica usando como base el
primer capítulo del libro. A veces el sermón es planeado para ofrecer una vista panorámica de todo el
libro (Efesios en 1981), el personaje central (como Jeremías en 1982) o el tema.

En el servicio de la noche se continúa con el estudio. Luego se reúnen lunes, martes y miércoles o
jueves (cuando tienen su reunión semanal de estudio bíblico y oración), hasta cubrir todo el libro. Se ha
observado que una hora cada noche es un tiempo razonable.

Estudio de domingo y miércoles. Algunas iglesias usan el día domingo por la mañana, la escuela
dominical, el culto de adoración por la noche y luego el miércoles o jueves dos horas.

Estudio de viernes a domingo. Algunas iglesias principian el viernes por la noche con una cena a
las 6:00 y continúan de 6:30 a 9:00 con el estudio: el sábado estudian de 7:00 a 9:00 por la noche y
aprovechan las tres actividades del día domingo: escuela dominical, adoración y por la noche.

Estudio de Año Nuevo. Una iglesia decidió tener el estudio la noche del 31 de diciembre.
Principiaron con una cena para todas las familias y con descansos breves estudiaron hasta las 11:30.
Luego celebraron la cena del Señor con un programa de adoración que les permitió dar gracias a Dios por
finalizar un año y poder iniciar otro nuevo año.

Estudio de un día domingo. Una iglesia puede principiar el domingo con el sermón del pastor.
Toda la congregación puede almorzar unida como una gran familia, y de la 1:30 en adelante tener el
estudio bíblico hasta las 5:30. A las 6:00 toda la congregación puede tener un breve programa de cantos e
inspiración e ir a casa habiendo tenido un hermosísimo día de enriquecedor estudio de la Biblia,
compañerismo y adoración.

Estudio en cinco domingos. Esta idea la aprendí del pastor de una iglesia en una gran ciudad. Su
membresía venía en mayor número el domingo por la mañana; por la noche... sólo los más fieles. La idea
era tener durante los domingos de un mes por la mañana el estudio bíblico. Sus sermones estaban basados
en los capítulos del libro recomendado.

Estudio en un retiro. Un fin de semana toda la iglesia va a un campamento, y principiando viernes


por la noche y sábado hasta las 4:00 pm. tienen su estudio bíblico anual. El domingo el pastor predica un
sermón sobre el tema central y termina con "broche de oro" su actividad de estudio e inspiración. Se
puede adaptar el mismo estudio para nos niños y un equipo de maestros o maestras conduce la labor de
estudio.

SIETE PASOS HACIA UN ESTUDIO BIBLICO ANUAL EFECTIVO

1. Decida la fecha. Usted conoce cuál es la mejor época del año, el mes y los días más adecuados
para esta actividad en su iglesia. Estudie el Calendario del año y decida la fecha de una buena vez.
Presente su plan a la iglesia para que ella tome un acuerdo en firme y lo haga parte de su programa total.
Generalmente 5 a 6 horas alcanzan. Es mejor que estas horas sean consecutivas pues al prolongarlas por
varias semanas hay el peligro de perder el impacto de un estudio intensivo.

2. Prepare a los maestros. Si le es posible prepare a los maestros para los niños, jóvenes y adultos.
Usando el mismolibro, que seleccionen el material para cada edad. Un pastor o maestro de iglesias
cercanas quizá le pueda ayudar: eso añade "una cara nueva" para guiar el estudio. Si la persona invitada
es alguien conocido por su capacidad de enseñar e interpretar la Biblia, añadirá importancia a la actividad
y atraerá a más miembros de la iglesia.

3. Prepare los libros. Haga un cálculo del número de personas, que espera que asistan al estudio y
ordene igual cantidad de libros a su librería evangélica. Puede ser que su iglesia desee estimular a sus
miembros y ofrecerles los libros a mitad de precio y pagar del presupuesto de la iglesia la diferencia. En
familias grandes un libro para dos personas puede ser suficiente.

4. Promueva el estudio. Dos o tres semanas antes, presente una copia del libro 1 Corintios: Normas
para el Pueblo de Dios y promueva la actividad y la venta del libro. Si su iglesia tiene un boletín, dedique
una página a la importancia de la actividad. Para darle la seriedad de un curso de estudios dedique el
domingo anterior al inicio como día de inscripción o matrícula y compra del libro de estudio.

5. Prepare el lugar. Decida dónde tendrá la actividad. Tenga un buen pizarrón. Prepare o consiga un
mapa grande del mundo del Nuevo Testamento. Bosquejos del estudio hechos en carteles deben estar
elaborados con debida anticipación. Si las actividades de enseñanza-aprendizaje requieren otros
materiales, consígalos y téngalos a mano y listos para usar.

6. ¡Adelante con el estudio bíblico! Lleve a cabo las actividades de estudio según lo planeado.
Principie y termine cada reunión según lo anunciado. Siga adelante con los que asisten y anímeles a ir
hata el final.

7. Evalúe la actividad y haga planes para el siguiente año. Solicite sugerencias e ideas de los
participantes. Escriba los problemas que hubo y asuntos que le gustaría mejorar. Haga planes definidos
para el estudio bíblico del próximo año.

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