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Historias y Leyendas
Etnia dwanwish.
Ante su tipi (vivienda), un grupo familiar de mujeres (s. XIX)
En la fotografía no vemos un pueblo pobre, sino empobrecido. ¿Las causas? Por una parte, la pérdi-
da paulatina de su identidad étnica y cultural debido a la occidentalización y, por otra, la enajenación
de sus asentamientos tradicionales, de sus tierras.
I
LA CARTA DEL GRAN JEFE SEATHL
Por: Branda ^-^
[Contacto: brandabarbaran@hotmail.com]
PUEBLOS Y CULTURAS Las Américas. Historias y Leyendas de sus Nativos Pobladores
Antes de comenzar, como dicen ahora algunos libros de texto que se emplean en colegios e ins-
titutos, y con el fin de ambientar a nuestros lectores...
¿...Sabías que...?
a) Desde Asia, por vía terrestre, a através del Puente de Bering, el lecho seco del actual Estrecho
de Bering (entre Siberia -Rusia- y Alaska -EUA-), durante la glaciación Wurm (hace unos 20.000
años); durante las glaciaciones el agua se acumulaba en los polos, bajando el nivel del mar.
1 Martin Waldseemüller (1470-1522), geógrafo y cartógrafo de origen alemán, trabajó en el Gimnasio Vosgo
-ubicado en la localidad francesa de Saint Dié-, un gabinete de expertos en geodesia que trabaja en una
edición latina de Cosmographiae, la ingente obra de Claudio Ptolomeo (100-170).
Algunos cartógrafos enviaban a este grupo cartas marinas que iban elaborando según adquirían nuevos
conocimientos en sus trabajos de exploración, con el fin de colaborar en la revisión de la Cosmografhia
de Ptolomeo. Uno de esos colaboradores, Americo Vespucci, envió su Lettera di Amerigo Vespucci delle
isole nuiovamente ritrovate in quatto suoi viaggi, carta donde describe los accidentes físicos de los lito-
rales marinos observados en uno de sus viajes transatlánticos.
Cuando Waldseemüller publicó en 1507 su obra Cosmographiae introductio, empleó la denominación
América para todos los territorios que formaban parte de los llamados Nuevos Continentes. La difusión
de su obra -y con ella los mapas con la toponimia utilizada- por toda Europa, tuvo como consecuencia la
extensión de dicha denominación, y su incorporación en la Historia Universal.
2 Americo Vespucci (1451-1512) fue nombrado, en 1508, piloto mayor por Fernando II de Aragón (rey des-
posado con Isabel I de Castilla y León, fallecida seis años antes de esa fecha).
Americo emprendió dos viajes exploratorios a los Nuevos Continentes, que recogió en cinco Cartas. Una
de ellas llegó a manos del geógrafo Waldseemüller y... bueno, ya lo hemos comentado en la nota an-
terior.
3 Fenología: conjunto de factores bióticos y abióticos que inciden sobre hábitos de comportamiento, ali-
mentación y reproducción de una especie animal.
Los grupos humanos provendrían entonces de lo que conocemos por Siberia; hay restos da-
tados en 13.500 a. JC., encontrados en los yacimientos arqueológicos de Clovis (descubiertos en
1929, en el actual Estado de Nuevo México,
EUA).
Según esta hipótesis, denominada Teoría del
Poblamiento Tardío, a partir de los grupos hu-
manos que provenían de las estepas de Asia
(una sola etnia) se pobló de Norte a Sur, en el
transcurso de varios milenios lo que hoy cono-
cemos como América; un proceso que se ha
denominado invasión única.
A la izquierda, fotografía de una punta de fle-
cha de la Cultura Lítica de Clovis, estudiada por
Ales Hrdlicka (1849-1943), antropólogo que
impulsó y defendió esa hipótesis.
c) Desde Europa, vía marítima, a través de Océano Atlántico. Dos textos manuscritos vikingos,
datados en el s. XII d. JC., llamados sagas, constituyen el primer testimonio escrito en que se ha-
ce referencia a tierras del Atlántico Occidental; la toponimia que emplearon es muy sugerente:
Groenland: Tierra Verde
Helluland: Tierra de Arroyos
Markland: Tierra de Bosques
Viland: Tierra de Viñedos
4 Genografía: estudio la distribución por la geografía terrestre de los genotipos humanos; es una ra-ma de
la genética.
Los restos arqueológicos encontrados de poblados vikingos son de fechas relativamente recien-
tes, aunque es posible que otros se hayan perdido sencillamente por deterioro: el paso del tiem-
po, la acción de los meteoros naturales (lluvias, ventiscas, heladas…)
Se supone, por otra parte, que eran asentamientos estacionales con relación a la fenología de
pinnípedos y cetáceos, que eran fuentes de sustento seguras; Los asentamientos eran sus bases
para dedicarse a la caza en temporadas óptimas.
En cualquier caso, es difícil sostener que fueran tan antiguos como la Cultura Clovis y, mucho
menos, como la Cultura Monte Verde o la Cultura Cuenca Valsequillo.
d) Hay otras conjeturas, que tratan de explicar el origen de las poblaciones humanas en Améri-
ca, como la del explorador noruego Thor Heyerdahl5 (1914-2002), aunque la suya no ha sido re-
conocida por la Comunidad Científica.
Heyerdahl Intentó demostrar movimientos migratorios desde las costas occidentales de Europa
y África hacia las costas orientales de América -expediciones Ra (1969) y Ra II (1970)- cruzando
el Atlántico en embarcaciones construidas con papiro, a la manera de las que emplearon los
navegantes del Egipto de los Faraones, que viajaban por el Mar Mediterráneo y conocían las
Artes de la Navegación. Su segunda expedición, Ra II, logró llegar a las costas sudamericanas.
El punto de partida de Heyerdahl era tan curioso como las embarcaciones que fabricó: en las tra-
diciones orales de polinesios, sudamericanos y egipcios, el dios supremo -el Sol- se denomina
Ra… ¡él buscaba rastros de identidad lingüística!
5 No menos impresionante fue su expedición Kon-Tiki (1947); en una balsa de troncos provista de un solo
trapo, navegó, junto a otros seis marinos, desde las costas de América hasta la Polinesia.
Su objetivo, en sentido diametralmente opuesto a las hipótesis señaladas aquí en el apartado b), era de-
mostrar que la Polinesia pudo ser poblada por migraciones de origen sudamericano.
En un punto sí coinciden las diversas teorías que tratan de explicar el origen de los humanos en
Las Américas: no hubo una evolución filogenética7 como la que se dio en Eurasia y África, por-
que en unas decenas de miles de años -como mucho- no hubo tiempo suficiente para que tuviera
lugar un proceso similar.
Los homínidos que llegaron a estas tierras eran, todos, del último eslabón evolutivo de la espe-
cie homo; eran, como los europeos, Homo sapiens... independientemente de su lugar de origen.
3 ...Durante un largo período de tiempo, en cualquier caso superior a los diez mil años,
en los diferentes asentamientos humanos se desarrolló una cultura específica, producto de la
adaptación del bagaje cultural que portaban de sus tierras de origen al medio natural donde se
establecieron, y cada cultura fue evolucionando en función de dicha adaptación.
De los diferentes yacimientos arqueológicos encontrados, se puede hablar, por una parte, de
Cultura Lítica en las poblaciones del Norte y, tecnológicamente más avanzadas, de Cultura de
Metales en las poblaciones del Sur, por otra.
Posiblemente, el proceso de expansión -a lo largo de miles de años- dio lugar a zonas de fronte-
ra entre migraciones de unos orígenes y migraciones de otros; cabe esperar que hubiera tanto
enfrentamientos como entendimientos; bien luchas de poder y dominación, bien intercambios
culturales y comerciales, e, incluso coexistencia, de modo que podrían haberse dado empare-
jamientos entre hombres y mujeres (fueran voluntarios o no), dando lugar a nuevas descenden-
cias híbridas.
En cualquier caso, toda la riqueza cultural que podemos hallar, por ejemplo, en la Edad de la
Nueva Piedra en Europa (Neolítico) es semejante en muchos aspectos a la que se puede encon-
trar en la Cultura Lítica Norteamericana.
Particularmente, hay ciertos paralelismos en los mitos, ritos y ceremonias, en el calendario (en
función de las estaciones del año, o de los movimientos aparentes de Sol y Luna con relación a
Tierra), en la observación de los ciclos y los procesos naturales… En la cosmovisión (cómo es el
mundo, cuales son sus orígenes), en las tradiciones orales, en las leyendas, en su agricultura y
su hidrocultura, en el apego a la Madre Tierra (a Natura, que es la cuna donde se nace, la casa
donde se vive y el lecho donde se muere), etc., etc.
6 El mapa del ADN mitocondrial (mtADN) humano, que rastrea las líneas de ascendencia y descendencia
de los genotipos femeninos, se estableció en 1981. En 1990, Douglas C. Wallace y colaboradores obser-
varon que más del 90% de los nativos americanos podrían agruparse en cuatro haplo-grupos genéticos,
dada la homogeneidad de su genotipo; estos datos avalarían la Teoría del Poblamiento Tardío.
La línea ascendente sugería que el origen de dichos haplogrupos estaría en Mongololia, y no en Siberia,
como proponía Hrdlicka. Se hallaron semejanzas significativas con dichos genotipos en poblaciones
mongolas, donde son numerosos, y no en siberianas, donde son muy escasos.
7 Filogenésis: estudio de los procesos evolutivos de una especie viva. La filogénesis de la especie humana
sería una cadena evolutiva que iría desde el Australopithecus hasta el Homo Sapiens, contando con que
en dicha secuencia haya más de un eslabón perdido.
Esas etnias, aquellos hombres y mujeres del Norte, del Centro y del Sur, tuvieron un encuentro
cultural8 en el siglo XV de nuestra era9, cuando arribaron a sus costas oleadas de europeos, tec-
nológicamente mucho más avanzados que cualquiera de aquellos grupos étnicos, con otros ofi-
cios e intereses mucho más evolucionados que los que ellos ejercían: comerciantes, buscadores
de riquezas en maderas nobles, especias, metales nobles y piedras preciosas, etc. Todos ellos
con un potencial arrollador, con relación a los habitantes nativos de aquellas tierras.
Su viaje fue un atrevimiento. Posiblemente, Colón conocía las cartas marinas que aparecen en
Cosmographiae, la magna obra de Claudio Ptolomeo, una edición similar a las que estaba modifi-
cando Martin Waldseemüller, cuya revisión se debía, precisamente, a la evidencia de contener
posibles errores. No es de extrañar, dado que la Cosmographiae de Ptolomeo se basaba en estu-
dios y conjeturas de Erastótenes de Cirene (276 - 194 a JC.), quizá la primera persona en la His-
toria del Viejo Continente que anticipó la esfericidad de la Tierra.
Sí, demasiado tiempo -más de 1500 años- empleando los mismos mapas.
La experiencia de Colón como nauta era prolija; antes de su primer viaje transatlántico había
estado en Islandia, donde quizá tuvo noticias de que, siglos antes, otros navegantes (vikingos)
habían llegado a las costas de la Terra Nova. También había pasado una larga temporada via-
jando entre Canarias, Madeira y Azores, islas de arraigada tradición marinera y aventurera.
8 En el Reino de España -lugar de donde provenían los primeros europeos que, según los anales de la His-
toria, llegaron al Nuevo Continente- tal encuentro se conoce como Descubrimiento de América; el 12 de
octubre es motivo de celebración y se conmemora como Fiesta Nacional.
Ahora bien, para muchas comunidades nativas americanas, esa fecha conmemora un encuentro fatal: el
principio de la decadencia de sus costumbres ancestrales, de su identidad étnica y cultural.
9 Es posible que, durante la Edad Media, otros europeos llegaran también a las costas americanas; habla-
mos de los monjes-militares de la Orden del Temple. Una conjetura propone que ya antes de la terrible
persecución que sufrieron, y dado su potencial económico y su riqueza en conocimientos, expediciones
marítimas templarias habrían llegado a los Nuevos Continentes entre los siglos XI y XIII; su flota naval
era muy potente y eran expertos en las Artes de Navegación. Tras la disolución de la Orden, muchos
monjes, y más de un maestre, se habrían refugiado en aquel Nuevo Mundo.
10 Cristoforo Colombo (1436-1456), nombre de pila en su lengua materna -era genovés- fue conocido en el
Reino de España como Cristóbal Colón, su nombre castellanizado.
11 En 1479, el matrimonio de Isabel de Trastámara (Isabel I de Castilla y León, 1551-1504) con Fernando II de
Aragón (1452-1516) se traducía en la unión de los reinos de Castilla y León bajo una misma corona.
Pero hacer realidad su proyecto sólo fue posible gracias al empeño personal de la reina Isabel,
que accedió a tener una audiencia 12 con el marino genovés y, sopesando dudas y certidumbres,
le prestó su apoyo. Una vez Cristóbal Colón obtuvo permisos, financiación y otro tipo de ayu-
das, partió con dos carabelas y una nao hacia las Indias Orientales el 3 de agosto de 1492. Avis-
tó tierra 70 días más tarde, tras un viaje lleno de peripecias y dificultades.
5 ...Ironías de la Historia.
Aún cuando Colón creía que las tierras avistadas eran islas de las Indias Orientales, si hubiese
enviado misivas con los resultados de su viaje a los cartógrafos reunidos en el Gimnasio Vosgo,
posiblemente se hubiese comprobado allí que el genovés había arribado a tierras desconocidas
hasta entonces por el Viejo Continente antes que Americo Vespucci.
Como consecuencia, es posible también que el Nuevo Mundo hubiese recibido -por reconoci-
miento- el nombre de Las Colonias, o Las Colombias, en lugar de Las Américas. Sin embargo, ape-
nas hay toponimia que recuerde la llegada de Colón a los Nuevos Continentes.
Citaremos dos ejemplos.
El primero, Gran Colombia, una amplia región perteneciente a lo que hoy conocemos por Centro-
américa y norte de Sudamérica, parte de la cual se independizó siglos más tarde de España y,
tras muchas vicisitudes, tomaba por fin el nombre de República de Colombia (1886).
(11 Continuación) La toma del último reino nazarí (Granada, 1492) y la anexión de Navarra (en 1512, falle-
cida ya Isabel) fueron las últimas etapas en la constitución del Reino de España, que contemplaba el he-
cho de que hubiese algunas regiones que mantuvieran sus fueros y otros privilegios históricos.
12 El 20 de enero de 1486, los reyes Isabel y Fernando recibieron en audiencia a Colón, quien expuso su pro-
yecto. Años más tarde, tras concluir la conquista de Granada, Isabel prestó su apoyo al intrépido marino.
Los acuerdos y negociaciones -el Contrato, en fin- sobre el reparto de los posibles beneficios y de los
gastos que -eso sí, con certeza- iba a producir tal aventura, se recogieron por escrito en un documento
conocido por Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492).
El segundo, las siglas DC, que acompañan oficialmente a la denominación de la capital de EUA:
Washington DC, Washington Distrit of Columbia, es una entidad independiente de los estados
miembros de La Unión; no pertenece a ninguno de ellos, significándose así su estatus especial:
ser la Primera Ciudad de EUA, sede de la Presidencia y del Congreso.
6 ...A partir de los viajes de Colón -cuatro en total- los Estados de la Vieja Europa toma-
ban consciencia de que Las Américas eran enormes territorios con no menos inmensas reservas
de materias primas. Lo que habían descubierto fue que aquellos inabarcables espacios eran una
oportunidad que les permitiría a los unos expandir sus economías y, por ende, su poder e in-
fluencia sobre los otros.
Además de españoles, arribaron portugueses, franceses, ingleses... ...Los nativos, del Norte, del
Centro y del Sur presenciaron la llegada de verdaderas oleadas de europeos, con una pluralidad
de objetivos e intenciones fácilmente imaginable pero difícilmente cuantificable.
Aquellas tierras no sólo recibían la llegada de humanos vía ultramar, sino también, de muchas
especies de animales, vegetales y otros seres vivos foráneos, que portaron consigo en sus naves
aquellos extraños rostros pálidos. Por no extendernos, sólo citaremos a los seres microscópicos:
bacterias, virus, hongos... que actuaron sobre muchas poblaciones de seres vivos autóctonos, in-
cluyendo a los humanos nativos, claro. ¿Guerra biológica? No, el término es inadecuado; pero
las consecuencias de aquellas otras invasiones tuvieron efectos colaterales tan destructores
como si de una guerra soterrada se tratase.
Y hubo guerras, sí. En muchos lugares, y durante muchos años, los nativos defendieron sus tie-
rras, sus tradiciones, sus símbolos de identidad... Hubo entonces poblaciones que fueron diez-
madas; algunas, exterminadas... …Y también hubo alianzas, sí; estrategias que ora unificaban
intereses de unos europeos y nativos contra otros nativos y europeos, ora enfrentaban a unos y
otros, a otros y a unos... ¿Galimatías? Sí, también; como cualquier dinámica político-económica
en cualquier época de la Historia de la Humanidad.
Debido a la coexistencia de europeos e indígenas, hubo mujeres que dieron a luz a niños y ni-
ñas frutos de unos y otros; pero no se sabe sobre la voluntariedad de muchas de ellas en hacer el
acto sexual y quedar embarazadas. ¡Qué contradicciones tendrían en cuanto a sus sentimientos
hacia sus propios hijos!
Con el tiempo, hubo nuevas oleadas de otras gentes, quizá tan extrañas como los de piel blanca
que llegaban de Europa. Pero no eran buscadores de fortuna ni fueron allá voluntariamente;
eran de piel negra, trabajadores de sol a sol a cambio del mero pago de seguir con vida, con el
único fin de vivir para continuar trabajando todos y cada uno de sus días. Así, África también
contribuyó a la población de Las Américas.
A causa de la coexistencia de nativos, europeos y africanos, también hubo mujeres que alum-
braron; pero tampoco se sabe sobre la voluntariedad de muchas de ellas en el hecho de su gra-
videz, ni qué sentimientos, qué pesares, habría entre aquellas madres y sus hijos.
7 ...Salvajes.
Españoles, portugueses, ingleses, franceses... todos coincidieron -en distintos momentos de la
Historia, en diversos lugares de la inmensa geografía de Las Américas- en las descripciones y
calificaciones que dieron a los hombres y mujeres que poblaban aquellos inmensos territorios.
Para los europeos, aquellas gentes tenían lenguajes incomprensibles; de ningún modo, se pare-
cía alguno de ellos a cualquiera de los que componían el mosaico de lenguas que se hablaban
en Europa; en cualquier caso, su léxico era tan simple como reducido. Eran salvajes.
No escribían, tampoco leían... carecían de esas y otras destrezas; sus habilidades técnicas eran
mínimas, comparadas con las que los nuevos pobladores exportaban de Europa; apremiaba
occidentalizarles, europeizarles, en la medida de explotar mejor aquellos territorios y obtener ma-
yores rendimientos de ellos.
Sus costumbres eran primitivas; sus religiones bien animistas, bien politeístas, hacían gala de
una cantidad enorme de entes, de deidades; eran paganos, con mitos y ritos primitivos. Ante
sus creencias, se hacía necesario evangelizarles, adoctrinarles, enajenarles de sus tradiciones an-
cestrales.... ...Eran retrasados, incultos, animalescos... ...Eran salvajes.
En 1537, el papa Paulo III (1468-1569), que se dedicó a reformar la corte papal y creó diversas co-
misiones con el fin de evitar abusos de cualquier tipo, dictaminó solemnemente que los pobla-
dores nativos del Nuevo Mundo eran seres humanos... Sin embargo...
8 ...Los planes de expansión y explotación económica, que todos los Estados Europeos
con posibles habían elaborado para sus territorios en Las Américas, requerían abundante mano
de obra; con la máxima Más rentable cuanto más barata, esclavizaron a pueblos indígenas. El do-
minico fray Bartolomé de las Casas (1484-1566) nos ofrece su testimonio en Historia de Indias.
Pronto se vio que aún era más rentable importar esclavos de África. Tenían mayor resistencia
ante los esfuerzos físicos y las enfermedades. Comenzó así otra de las páginas más elocuentes
de la Historia de la Europa Civilizada: el comercio negrero, la esclavitud de millones de africanos.
En 1794, la Francia revolucionaria, cuyo lema Liberté, Egalité, Fraternité hizo de la guillotina una
fuente de sangre -página tan elocuente como la anterior-, tuvo, al menos, otras caras positivas;
entre ellas, la Declaración de los Derechos del Hombre y, como consecuencia, la abolición de la
esclavitud.
A lo largo del s. XIX, en otras metrópolis europeas fue planteándose también la adopción de
medidas legales para acabar con la esclavitud. La Revolución Industrial aportaba maquinaria
que hacía innecesario, para algunas labores, tanta mano de obra; pero comenzaba otro modo de
explotación, tanto de trabajadores como de la Tierra, cuyo objetivo era dominar la Naturaleza.
En el Reino Unido, sucesivas medidas legislativas (en 1807, 1827, 1833 y 1834) hicieron posible
que se aboliera la esclavitud; fue el Estado pionero en la Revolución Industrial.
En el Reino de España, la primera medida abolicionista data de 1817; sin embargo fue motivo
de una larga y disputada polémica. Un dato curioso es que en 1870 se promulgó la ley de Liber-
tad de Vientres, que concedía la libertad a futuros hijos de las mujeres esclavas, pero esta dis-
posición fue rechazada por los grupos de presión antiabolicionistas; su aplicación, en la prác-
tica, resultó inviable. Por fin, el 22 de marzo de 1873, un mes después de que fuera proclamada
la Primera República, se aprobó la legislación que acabaría con la esclavitud en todo el Estado y,
por extensión, en las posesiones de ultramar, tanto en Sudamérica como en África.
9 …Tras varios años de conflictos, el 14 de julio de 1977 trece colonias británicas confir-
maban su derecho a la autodeterminación y rubricaban la Declaración de Independencia, desli-
gandose así, de la metrópoli: el Reino Unido. El 17 de septiembre de 1787, la recién nacida repú-
blica aprueba su Constitución, que incluye la denominada Carta de Derechos: las diez enmien-
das constitucionales que garantizan derechos y libertades para las personas, frente al poder
otorgado al Gobierno Federal.
Ahora bien, ni una sola de esas enmiendas ofrecía cobertura de protección a las gentes de tez
cobriza, oriundos de esas tierras, o las gentes de tez negra, africanos importados a Las Américas
como esclavos. Fueron una Constitución y una Carta de Derechos elaboradas a la medida de las
gentes de tez blanca, que fueron llegando en el transcurso de varios siglos desde muchos
Estados de Europa y se asentaron a expensas de los territorios donde habían vivido desde tiem-
pos ancestrales los primeros moradores, tomando en propiedad una tierra que fue sagrada para
éstos, reconvirtiéndola en un objeto de intercambio comercial.
Estados Unidos de América fue la primea república que proclamó su independencia en los
Nuevos Continentes. Luego, cada una de las que la siguieron en esa lucha por su independen-
cia, también elaboraron su Carta Magna; en muchos casos, siguieron el ejemplo de los Estados
Unidos, y cuasi calcaron algunos de los artículos de su Constitución y, por extensión, muchas de
las garantías constitucionales norteamericanas… pero fueron leyes hechas también a la medida
de aquellas gentes que llegaron de Europa, de manera que también fueron soslayados nativos y
africanos.
10...En 1853, Franklin W. Pierce (1804 – 1869) fue proclamado inesperadamente 14º Presi-
dente de los Estados Unidos de América, tras una serie de peripecias políticas, de manera que
resultó ser lo que en el argot de los políticos norteamericanos se denomina caballo oscuro: un
candidato desconocido, de compromiso, que salió vencedor en aquella ocasión por esas cosas
extrañas que suceden en la vida.
Permaneció en el sillón presidencial cerca de cuatro años; en 1857 fue substituido por Millard
Filmore, 15º Presidente de EUA.
Pero en el corto espacio de tiempo que Pierce tuvo la responsabilidad de conducir los Estados
Norteamericanos hubo un acontecimiento que, no menos inesperadamente, ha trascendido en
los últimos años en la Aldea Global de este siglo XXI, tras ser rescatado del olvido... Mucho
más, quizá, que el propio mandato de F. W. Pierce como presidente de La Unión.
Nos referimos a la noticia que se hace eco de la respuesta a una de las iniciativas del gobierno
de Pierce, de comprar las exiguas tierras -reservas- en las que todavía malvivían las gentes de
una población nativa de la etnia dwanwish.
Dicha respuesta, en forma de carta, recogía los pensamientos, las reflexiones, de quien era líder
de aquellos dwanwish: el Gran Jefe Seathl.
Posiblemente no fuera un texto manuscrito del propio Seathl, sino la recopilación de algunas de
sus reflexiones que hicieron personas vinculadas a la comunidad indígena antes mencionada.
En aquella época, por aquellas tierras, misioneros cristianos evangélicos estaban en estrecho
contacto con nativos norteamericanos; quizá fueran ellos quienes recopilaron y trasladaron al
papel las ideas del jefe indígena; sus palabras nos muestran la filosofía, la cultura, de aquellos
salvajes nativos.
11...Uno de los problemas más acuciantes que, desde hace décadas, está incidiendo en la
salud del Planeta Agua y que, por extensión, repercutirá en la salud de todos los seres vivos que
lo habitamos, es el Cambio Climático, resultado de la incidencia de un conjunto de factores pro-
ducidos por el denominado Efecto Invernadero, consecuencia del empleo de combustibles fósiles.
Hay consenso en la Comunidad Científica sobre la necesidad de tomar medidas con el objetivo
de disminuir las emisiones el dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera y el consiguiente
aumento global de las temperaturas, es decir de los factores que producen el Efecto Invernadero;
sus resultados son devastadores: deshielo de los casquetes polares y consecuente incremento
del nivel de las aguas marinas, avance de los procesos de desertización en muchos lugares de la
Tierra, alteración de los regímenes de lluvias...
La Carta de Seathl es toda una premonición; en ella advertía de lo irracional que resulta com-
portarse como si la Tierra, Natura, fuese una mera proveedora de recursos para su explotación
en beneficio exclusivo de los humanos, ¡y más si es sólo para una mínima parte de la Humani-
dad!
Hoy, en los albores del siglo XXI, las palabras de Seathl nos invitan a reflexionar...
Es necesario hacer compatible nuestra forma de vivir con el medio natural, que es la nave sideral
donde habitamos: el Planeta Agua, la Tierra. La Ciencia, que ha sido la génesis creadora de in-
finidad de tecnologías aplicadas en extraer materias primas y energía de fuentes naturales, de
fabricar y construir todo tipo de artificios, tiene ahora también las claves para hacer que nuestro
desarrollo como sociedad sea sostenible con relación a nuestro medio, la Naturaleza.
Solo hay que tener voluntad porque solo depende de nosotros, los humanos.
Atrapasueños
ooOoo