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Teoría de la agencia

La teoría de la agencia es una técnica empresarial por la cual una persona o


empresa (el principal) solicita a otra persona (el agente) realizar un determinado
trabajo en su nombre. Para que exista una relación de agencia, el agente debe ser
autorizado por el principal a suscribir, modificar o cancelar contratos con terceros
en nombre del principal.
En cierto modo, se trata de una medida de representación empresarial con validez
perfectamente legal por la cual se hace compatible actuar separando en múltiples
ocasiones la propiedad de la empresa y su control o gestión, gracias a que el
acuerdo, a pesar de realizarse por el agente, tendrá validez legal y real como si lo
hubiera realizado el principal en primera persona.
Es por este motivo por el que la teoría de la agencia es un concepto muy presente
en el ámbito de la empresa, especialmente en la dirección, gestión y
administración. El hecho de que plantee las bases en relaciones de separación
entre propiedad y dirección da lugar a diferentes situaciones de representación
profesional o subcontratación.
A través de la teoría de la agencia se desarrolla un sistema que acoge diferentes
posibilidades dentro de la rama organizativa empresarial, de cara a la consecución
de objetivos de las sociedades de manera más eficiente.
El mecanismo básico que plantea esta teoría es que el fin empresarial o laboral
acordado entre principal y agente se acuerda bajo unas condiciones económicas o
contractuales como compensación a su realización. Dentro de las relaciones que
caben en la teoría de la agencia un dato a tener en cuenta es que cada parte
busca su propio interés o la maximización de su utilidad al entrar en uno de estos
acuerdos mercantiles.
Dentro de estas posibilidades está la contratación de administradores o gestores
que no poseen parte de la propiedad de la empresa o la ya citada subcontratación
de servicios. En ocasiones la subcontratación ayuda a las sociedades a conseguir
mejores resultados que realizando directamente determinada actividad productiva,
o al menos alguna de sus fases. Por ejemplo, hay empresas a las que por
diferentes motivos les beneficia más contar con una empresa externa para el
transporte de sus bienes en lugar de hacer dicha tarea por sí mismas.
Otro ejemplo común de este tipo de relación de agencia es la que mantienen
los accionistas de una empresa y los directivos de la misma.
Desventajas planteadas por la teoría de la agencia
Conlleva costes productivos, derivados del propio acuerdo alcanzado y su
regularización, así como la compensación a la persona o empresa contratada.
El poder de decisión cambia de mano y esto puede dar lugar a importantes
diferencias de criterio empresarial y la aparición de intereses no comunes. El caso
más acentuado de este tipo de situaciones se denomina “problema de agencia” y
es un problema de riesgo moral.
El incumplimiento de los objetivos en que se centra el acuerdo pueden suponer
multas, sanciones y otros muchos costes relacionados.

́ de la agencia está basada en la relación entre el agente y el principal. En


La teoria
economia ́ , esta teoria
́ deriva del resultado de la separación entre la propiedad de
una empresa y su gestión.
La internalización de la gestión de una empresa en lugar de contratar agentes
externos es un hito en la teoría de los costes de transacción de Oliver Williamson.
́ del agente es necesaria para proporcionar una estructura de incentivos
La teoria
que actue como un catalizador entre los deseos de los principales y los intereses
de los agentes.
En la relación entre el principal y el agente, nos enfrentamos al problema de
existencia de información asimétrica y aversión al riesgo. El principal tendrá la
tendencia de considerar las acciones del agente como imperfectas, entendidas
como acciones no alineadas con los deseos del principal. Por lo tanto, tendrá que
diseñar un contrato basado en la información conocida en el momento de tomar la
decisión. Ex ante está relacionado con la selección adversa y ex-post con el riesgo
moral. La teoriá del agente ayuda a determinar el incentivo óptimo para la relación
entre el principal y el agente de modo que ambas partes pueden alcanzar su
máxima satisfacción. Esto tendrá que ser por medio de contratos de incentivos,
alineando lo más posible los intereses de ambos.
Las crit́ icas a esta teoria
́ surgen del hecho que no incluyen una racionalidad
limitada al contrario que la teoriá de los costes de transacción. Se asume que el
principal conoce la función de utilidad del agente y qué contrato es más adecuado
para cada uno. Además, es también probable que la teoria ́ sobreestime los
problemas de gestión de manera ineficiente debido a su enfoque estático.
Esta teoriá tiene un importante significado económico. En relación con el sector
público, ayuda a explicar la lógica de la privatización de algunas compañia
́ s, o de
la externalización de servicios. También tiene otras connotaciones para la
innovación institucional de las empresas, como por ejemplo, en las franquicias.
La teoría de la agencia es un método de desarrollo empresarial mediante un
sistema de subcontratación de diversas tareas de nuestra empresa para conseguir
una correcta adecuación de dicho trabajo. Este acuerdo, a pesar de ser aceptado
por una segunda empresa, tendrá la validez legal y real como si lo hubiéramos
hecho nosotros en primera persona.
Esta teoría de la organización empresarial ha sido estudiada en los entornos
financieros para conseguir una aplicación directa en la estructura y puntos
intermedios del proceso productivo: si subcontratamos puede que consigamos un
mejor resultado. Realizar, por ejemplo, una actividad de distribución, según
comenta la teoría de la agencia, podría ser otorgado a una distribuidora que
trabajara en nuestro nombre para gestionar el reparto y localización de nuestros
productos.

Un modelo empresarial basado en la teoría de la agencia puede ser muy


beneficioso mediante el uso de la subcontratación. Un ejemplo de ésto puede ser
el uso de una gestoría externa a nuestra empresa que nos ayude a presentar
nuestros informes contables y fiscales. Para nosotros el beneficio consiste en
ahorrarnos una cantidad monetaria gracias a contar con este agente que nos
realiza estas funciones, en vez de gastar una mayor cuantía de dinero en uno o
varios empleados especialistas en contabilidad o en el apartado fiscal.
La aplicación real de la teoría de la agencia aplicada a un entorno empresarial
podría describirse de la siguiente manera: una situación en la que una persona
física o jurídica (llamada principal) realiza un encargo de tipo laboral a otra
persona (o agente), a través del cual se determinan los aspectos cualitativos y
cuantitativos del cometido que tendrá que realizar el agente en nombre del
principal.
Este tipo de relaciones basadas en la teoría de la agencia, contractuales y siempre
fundamentadas legalmente en acuerdos mercantiles o laborales, tienen
un aspecto de recalificación constante dependiendo de las necesidades puntuales
del principal, irá ordenando al agente que vaya cambiando puntos de su gestión o
adecuación productiva para ofrecer un servicio más ajustado a sus necesidades.
No es extraño por tanto una continua modificación de los aspectos más
importantes del acuerdo entre ambas partes.
La teoría de la agencia es un pensamiento empresarial que surge en el año 1973
de la mano de Ross:
“Cada uno de los sujetos de una relación de agencia tiene sus propios intereses y
ambos intentan maximizar la utilidad”
Ross fue uno de los primeros analistas de la teoría de la agencia dejando sobre la
mesa también alguna problemática clara sobre la relación contractual de ambas
partes. En su opinión, el gerente de la operativa empresarial (nosotros lo hemos
llamado agente) tiene que tener una recompensa mejor que el pareto-eficiente que
consiga esas funciones que realiza para el principal.
Esto, que puede sonar muy complejo, no lo es. El principal sólo confía en la teoría
de la agencia y en el empleo de modelo empresarial con agentes si el resultado
obtenido tras dicho acuerdo es, desde el punto de vista económico y de eficiencia,
mejor que si lo hiciera por cuenta propia.
Enmarcado en el desarrollo de la teoría de agencia, años más tarde se empezaron
a valorar los costes que van asociados a cada una de las partes que puede llegar
a conformar una relación. Estos costes son:
Costes del control productivo: los costes que el principal destina a la regulación de
la conducta del agente.
Pérdida residual: cuando el agente toma decisiones en vez de que lo haga el
principal, puede producirse una situación devaluadora del poder de decisión. El
principal habría gestionado ciertas decisiones de forma distinta a como lo hace el
agente.
Costes de fianza: costes extras que tiene que soportar el agente para ser fiel a la
actuación comprometida de forma previa con el principal. Un acuerdo cerrado
incumplido puede, en muchas ocasiones, generar repercusiones monetarias
(multas) y legales importantes (incumplimientos de contrato).
La teoría de la agencia se puede aplicar de forma múltiple a varios puntos de la
actividad empresarial. Un ejemplo de ello puede ser la relación que existe entre los
accionistas o dueños de una empresa y el equipo directivo que la compone. Los
accionistas o dueños, no dejan de ser un principal que dispone y confía la marcha
de una actividad, la dirección y gestión de la empresa a unos agentes, que llevan
a cabo los directivos.
En definitiva, cuando hablamos de la teoría de la agencia, hablamos de un modelo
en el que se enfocan algunos acuerdos empresariales o laborales para conseguir
un objetivo común que beneficie a ambas partes.
Los individuos de esta colación tendrán que ser partícipes de una actividad
empresarial y encarar los conflictos comunes que les platee el mercado, pero la
consecución de un acuerdo óptimo desde el punto de vista productivo-económico
para ambas partes es fundamental para que la teoría de la agencia ayude a
fundamentar el desarrollo empresarial.
¿Qué es la Teoría de la Agencia?
por GEO Tutoriales el 26/01/2016 en Control de Gestión 0
En las organizaciones modernas, sean éstas públicas o privadas, pequeñas o
grandes, existe irremediablemente un diferencial entre los objetivos de los dueños
de la organización y los objetivos o metas de aquellos individuos que son los
encargados de ejecutar la estrategia para alcanzar dichos objetivos. Según consta
en el libro Sistemas de Control de Gestión de Anthony y Govindarajan, la Teoría
de la Agencia analiza cómo deben establecerse los contratos e incentivos
para conseguir congruencia de objetivos mediante la motivación de los
individuos.
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En términos teóricos existe una relación de agencia cuando una parte (principal)
contrata a otra parte (agente) para realizar un servicio y, para ello, delega
capacidad de decisión en el agente. Por ejemplo, en una sociedad anónima
abierta los accionistas son el principal y el director general corporativo su agente.
De la misma forma los directores de área que dependen jerarquicamente del
director general serían los agentes frente al director general corporativo (en este
caso el principal).
En este contexto uno de los principales postulados de la Teoría de la Agencia es
que los principales y agentes tienen preferencias o intereses divergentes. Por
ello una alternativa de disminuir esta brecha de intereses es a través de contratos
de incentivos.
La prioridad consiste en motivar a los agentes en forma tal que sean tan
productivos como lo serían si ellos fueran los propietarios. Dicho de una forma
coloquial, “que los agentes remen en la misma dirección que lo hace (o instruye) el
principal”.

El problema de la agencia resulta particularmente complejo cuando el principal no


puede conocer el nivel de esfuerzo que pone el agente en su encargo, a menos
que incurra en costos de monitoreo. Esto se denomina asimetría de información.
Por ejemplo, un director corporativo (principal o agente según respecto a quién se
analice) no puede controlar en detalle las actividades diarias que realiza cada uno
de sus gerentes de área (agentes).
Sólo el agente sabe si esta actuando para satisfacer los intereses del principal
cuando los controles son imperfectos. Es más, se ha acuñado el término riesgo
moral (o efecto ocultación) cuando un agente esta motivado a distorsionar la
información ante la incapacidad del sistema de control para detectar un
comportamiento. El emblemático caso ENRONes una muestra fehaciente de ello.
La existencia del problema de la agencia supone adicionalmente que todos los
individuos priorizan su propio interés y que su satisfacción esta determinado por
un conjunto de factores que no se limitan exclusivamente a la remuneración
financiera (compensación monetaria). Estas otras
prestaciones o compensaciones no monetaria que ofrece el principal al agente
(por ejemplo, horarios flexibles, reconocimientos, días libres, etc) buscan cerrar la
brecha asociada al problema de la agencia dado que generan valor a los agentes,
no obstante, no garantiza resultados a priori.
Un ejemplo a considerar sobre el efecto que tienen las compensaciones no
monetarias en un (potencial) alineamiento de intereses entre principal y agente, es
el que se refleja en aquellas empresas reconocidas como Great Place to Work,
donde la visión del principal y los empleados (agentes) buscan converger en
objetivos compartidos, dentro de una base de respeto y reconocimiento mutuo. En
este contexto y apuntando a condiciones ideales se generan con el tiempo lazos
que van más allá de las relaciones de corto plazo y un fin meramente
transaccional o de prestación de servicios. Se busca alcanzar lo que se
denomina sentido de pertenencia.
¿Cómo enfrentar el Problema de la Agencia?
Según lo descrito anteriormente enfrentar los problemas subyacentes a la Teoría
de la Agencia no es fácil. La evidencia práctica y los expertos del área de control
de gestión proponen un enfoque mixto en base a supervisión e incentivos. En
conjunto estas iniciativas buscan minimizar los efectos nocivos asociados a la
divergencia de intereses entre principal y agentes, no obstante, no los elimina del
todo.
En cuanto a la supervisión, el principal puede (debe) implementar sistemas de
control que permita vigilar el comportamiento de los agentes. Un claro ejemplo de
ello son las auditorias a los estados financieros, que es realizado por una empresa
externa experta e imparcial, que emite un informe técnico al principal. De esta
forma el principal obtiene una mirada no sesgada de la gestión de la empresa.
Respecto a los incentivos la idea es vincular las compensaciones que recibe el
agente al desempeño del mismo. De esta forma conforme la remuneración de un
agente depende más de un resultado, mayor es el incentivo para que éste trate de
mejorarlo.
Un contrato se considera congruente en términos de objetivos cuando motiva al
agente para trabajar en interés del principal. Por otra parte, un sistema de
remuneraciones que no considere un contrato de incentivos estará sometidos a
serios problemas de agencia.

Un caso típico de incentivos es el que premia a la fuerza de venta por alcanzar


determinadas metas o tramos de facturación. En este caso el gerente de ventas
estará motivado a vender más, no obstante, no siempre el resultado será el
esperado dado que intervienen factores externos (a favor o en contra) que
permiten o no alcanzar dichas metas (cambio de preferencia de consumidores,
situaciones inesperadas, situación de la economía, etc). En este sentido se
recomienda fijar metas ambiciosas pero alcanzables. Si se fijan metas poco
realistas probablemente se genere el efecto contrario a la motivación y alineación
de intereses que con los incentivos se buscaba generar.
Cabe destacar que las compensaciones ligadas a metas, generan un nuevo
problema: los agentes pueden realizar acciones destinadas a cumplir sólo con la
meta formal, y no a lograr el objetivo de la empresa. Por ejemplo, un vendedor
puede realizar ventas ficticias para ganarse un bono o manipular la fecha contable
de las mismas para favorecer el cumplimiento de metas de un mes determinado.
En consecuencia es evidente que enfrentar los problemas descritos por la Teoría
de la Agencia no es asunto trivial y si bien existen criterios y consensos generales
de cómo favorecer el alineamiento de intereses (por ejemplo, según lo descrito a
través de supervisión e incentivos) debe hacerse un genuino esfuerzo que sea
sostenido en el tiempo para perfeccionar los mecanismos de control y
retroalimentación.

Teoría de la Agencia o agency theory por su traducción en ingles, es una teoría


que explica las interacciones sociales entre los principales y los agentes, es
especialmente usada para describir las relaciones en el mundo empresarial. En
este modelo, una de las partes determina el trabajo (el principal), mientras que la
otra parte hace el trabajo (el agente). En esta relación, el principal contrata a un
agente para hacer el trabajo, o para realizar una tarea que el principal no puede o
no quiere hacer. Esta teoría también se le conoce como relación principal-agente.
Por ejemplo, en las empresas, los directores son asignados por los accionistas
para manejar la empresa empresa. De esta forma los accionistas (el principal)
delegan en los directores (el agente) la gestión de la empresa para realizar tareas
en su nombre.
La teoría de la agencia busca resolver los problemas que pueden existir en las
relaciones de agencia; es decir entre los principales y los agentes. Los dos
problemas principales que comunalmente enfrentan son: 1) Conflicto de interés
entre el principal y el agente donde el agente busca su propio interés; 2) Diferencia
en el perfil de riesgo entre el agente y el principal que pueden llevar a tomar
decisiones en las que las partes no están de acuerdo.
La teoría de la agencia asume que tanto el principal como el agente están
motivados por el interés propio. Es esta búsqueda del propio interés conlleva a los
conflictos inherentes inevitables. Si las dos partes están motivados por el interés
propio, los agentes son propensos a buscar objetivos de interés propio que se
desvían e incluso entran en conflicto con los objetivos del principal. Sin embargo,
se supone que los agentes deben actuar en el interés exclusivo de los principales.
¿Por qué la Teoría de la Agencia es importante?
La teoría de la agencia es uno de los temas mas estudiados y discutidos sobre el
gobierno corporativo. Es importante que siempre los objetivos de los accionistas
(principales) y de los agentes (directores y equipo gerencial) estén alineados.
También deben existir controles robustos para asegurarse que los agentes estén
cumpliendo con su parte del trabajo. En general, la teoría de la agencia busca
como solucionar estos problemas y como poner controles para asegurarse que el
riesgo de que los agentes actúen en contra de los intereses de los principales se
reduzca al mínimo.
La teoría de la agencia y la gestión de los conflictos
Publicado el 22 de Mayo 2017 a las 11:36 AM
Suena contradictorio, pero los conflictos pueden hacer que una organización
avance. Sabiéndolos afrontar, los directivos tienen la oportunidad de ver la
complejidad de sus decisiones y desechar opciones simplistas.

"Nadie duerme más apaciblemente y con la conciencia más tranquila que aquel
que solo tiene un amo y cumple con el deber de servirle tal como ese amo
demanda". Para la teoría de la agencia, en su versión más básica, bastará que
con que el "agente" cumpla los deseos del "principal" (el "amo") para que haya
cumplido su deber moral con quien le dio el encargo y le paga su salario.
Así, Luis Felipe Calderón, profesor del Diploma Internacional en Habilidades
Directivas de ESAN, nos introduce al campo de la teoría de la agencia. Sin
embargo, agrega el catedrático, en el universo real lamentablemente no existe tal
situación idílica: el gerente del mundo real tiene múltiples stakeholders (otros
"amos") cuyos legítimos intereses, frecuentemente contradictorios entre sí, debe
satisfacer. "Tarea imposible, o casi imposible", sentencia Calderón.
Sucede que la teoría de la agencia presupone que el "principal" tiene un único
interés, que dicho interés es legal, que coincide con los legítimos intereses de los
demás stakeholders y que encaja con la ética y los legítimos intereses del propio
"agente".
El profesor Calderón vuelve al mundo real y señala que incluso el "principal" suele
tener no uno sino varios intereses, que hasta podrían ser contradictorios entre sí, o
puede demandar del agente cosas ilegales que colisionan con los legítimos
intereses de los demás stakeholders (trabajadores, clientes, proveedores,
medioambiente, etc.) o que colisionan contra la ética o los intereses del propio
"agente".
"Es este tipo de conflicto el que suele enfrentar el ejecutivo y que no tiene salida
simple: sea cual fuere la opción que elija, siempre habrá algo que lamentar. Es lo
que llamamos una 'aporía', en la que resulta imposible satisfacer todas las
demandas de todos los stakeholders, por lo que si el 'agente' intenta satisfacer
completamente las demandas del 'principal' estaría incurriendo en faltas éticas o
legales contra sí mismo o contra los demás stakeholders", señala el especialista.
Hasta aquí pareciéramos estar en un callejón sin salida. Sin embargo, el profesor
Luis Felipe Calderón señala que con lo incómodas que son las "aporías", solo
confrontándolas se logra avanzar: al asumir conscientemente los costos de la
opción tomada y aceptar abandonar las ventajas de la opción desechada, somos
capaces de ver con realismo la complejidad de las decisiones gerenciales y
abandonamos las fantasías infantiles que tan frecuentemente nos proponen
muchas simplistas teorías de toma de decisiones.
"Es de este modo, y solo así, que los conflictos terminan siendo productivos a la
organización", puntualiza el experto en habilidades directivas.

AGENCIA TEORÍA DE LA
La relación de agencia o relación principal-agente es uno de los más antiguos y
comunes modos de interacción social que se conocen.
Una relación de agencia surge cuando una o más personas (el principal) encarga
a otra persona (el agente) realizarun determinado cometido en su nombre.
Una relación de agencia entre dos individuos existe siempre que el agente es
autorizado por el principal a suscribir, modificar o cancelar contratos con terceros
en su nombre. Cada uno de los sujetos de una relación de agencia
tiene sus propios intereses y ambos son maximizadores de utilidad. El problema
del principal, como apuntó por primera vez Ross (1973), es ver si existe
algún sistemade recompensas para el agente(manager o gerente) que produzca
una solución Pareto-eficiente para cualquier par de funciones
de utilidaddel agente y el principal.

Jensen y Meckling (1976) agrupan los costes asociados a


una relación de agencia en tres capítulos:

1) costes en que incurre el principal para regular la conducta del agente, con la
finalidad de que las divergencias entre lo realizado por el agente y lo deseado o
simplemente de él esperado sean las menores posibles (costes de control);

2) costes en que incurre el agente para garantizar al principal que en su actuación


no va a desviarse de lo acordado (costes de fianza);

3) la pérdida que al principal puede causarle el agente al tomar decisiones que él


no tomaría si estuviera en su lugar (pérdida residual). La teoría de la agencia es
una ramificación o epígono de la economía de los costes de transacción y el
enfoque contractual; la relación principal-agente es una relación contractual;
los costes de agencia son también, en buena medida, costes de transacción. Dos
enfoques complementarios que se desarrollaron, sin embargo, de manera
independiente.

Para Alchian y Demsetz (1972) y Jensen y Meckling (1976) la empresa es una


ficción legal que sirve de nexo para un conjunto de relaciones contractuales entre
individuos; un conjunto de contratos entre los propietarios de los factores de
la producción. Relaciones del tipo principal-agente son las que se dan hoy día
con mayor profusión en todas las organizaciones económicas. Relaciones de
este tipo se dan también en el propio mercado. La mayor parte de las relaciones
de colaboración interempresarial, de una empresa principal con sus
suministradores, sus distribuidores o sus subcontratistas, son relaciones
del tipo principal-agente. Relaciones de colaboración que suelen basarse en la
confianza mutua sin que exista ningún tipo de contratoformal por medio. En la
teoría clásica o neoclásica el agente que representa la empresa es el empresario,
el cual realiza las funciones propias de su condición de empresario y
aporta capital-riesgo. En la gran empresa moderna el control está en manos
de gerentes profesionales, que en su mayor parte ni siquiera son accionistas.
Según el enfoque de los derechos de propiedad y la teoría de la agencia, dentro
del concepto de empresa se incluyen no sólo las relaciones contractuales entre
los accionistas (partícipe residual), los directivos y los trabajadores, sino también,
entre otras, las relaciones con proveedores, clientes y acreedores, y de ahí que las
lindes entre la empresa y el mercado resulten borrosas.

Tampoco se puede hablar, según este nuevo enfoque, de un objetivo general de


la empresa, sino de los objetivos de los individuos y grupos de individuos que
forman parte de la coalición, y de los conflictos que surgen entre los
distintos partícipes al procurar alcanzar cada uno de ellos su propio objetivo.

Los ejecutivos o directivos asalariados son el agente de los accionistas


(partíciperesidual) en la gran empresa moderna. Los accionistas son por ley los
propietarios de la sociedad anónima. A los gerentes se les contrata para que
defiendan los intereses de los accionistas —esto es, la maximiza-ción del valor de
la empresa o valor de mercado de sus accionistas— y no los suyos propios. La
actuación de los gerentes no siempre camina, sin embargo, en la dirección que
conviene a los intereses de los accionistas. El primer y principal objetivo de
los accionistas es maximizar el beneficio por acción; o, lo que es equivalente, que
el valor de mercado de sus acciones sea el mayor posible, el cual depende
fundamentalmente de los dividendos que los accionistas esperan percibir en el
futuro. Por otra parte, los estudios empíricos realizados ponen de manifiesto que
la utilidad o satisfacción de los directivos se halla directamente relacionada con el
tamaño y la tasa de crecimiento de la empresa, por razones
de poder, prestigio, mayores salarios, etcétera.

La dirección de la empresa se encuentra presionada por dos fuerzas de sentido


contrario a la hora de decidir el reparto del beneficio anual
entre dividendos y acumulación a reservas; desde el punto de vista de la utilidad o
satisfacción de los accionistas y el incremento del valor bursátil de
las acciones, cuanto mayor sea la fracción de los beneficios anuales que se
reparte en forma de dividendos, mejor será; por el contrario, desde el punto de
vista de los intereses directoriales, cuanto mayorsea esa fracción menor será
la parte del beneficio que se acumula a reservas(autofinan-ciación o financiación
interna), cercenando de este modo las posibilidades de crecimiento de la empresa.
Es verdad que al incrementar los dividendos y consiguientemente el precio de las
acciones se facilita el acceso a la financiación externa de la empresa mediante
la emisión de nuevas acciones (ampliaciones de capital), pero ello incrementa el
peligro de tomas de control desde el exterior.
TEORIA DE LA AGENCIA
Dentro del entorno de la economía y como forma de justificar la existencia de la
empresa, como mecanismo coordinador de la actividad económica, aparece
la Teoría de la Agencia.
La teoría de la agencia fue propuesta por Alchian y Demsetz, y estudia los
mecanismos de acción colectiva que promueven la solución de conflictos entre los
individuos que compiten en un mundo de recursos escasos.
Para Teoría de la Agencia, la empresa se concibe como un nexo de contratos, es
decir, como una figura que contiene un conjunto de contratos firmados por
individuos cuyo objetivo es maximizar su función de utilidad particular y ser
capaces de prever los elementos del contrato sobre el valor futuro de su
patrimonio.
Las relaciones de agencia son por tanto, un contrato en el que una o más
personas denominados principal, solicitan los servicios de otra persona,
denominada agente, para realizar en su nombre una determinada tarea, lo que
exige la delegación de capacidad para tomar decisiones.
El problema que puede surgir en un contrato de agencia es el conflicto que puede
producirse entre el llamado principal y el agente, pues ambas figuras tratan de
maximizar su actividad propia. Cuando surgen estos problemas, aparecen
los costes de agencia:
Coste de negociación: soportado por ambas partes
Coste de vigilancia: soportados por el principal y destinados a evitar el
comportamiento oportunista del agente.
Coste de garantía: soportados por el agente y destinado a mitigar la desconfianza
del principal.
Coste de oportunidad: serían las pérdidas que soporta el principal, debido a la
divergencia de intereses existentes entre el principal y el agente.

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