Aristóteles (348 - 323 a.C.): Vive en el momento de Praxiteles, Lisipo, Scopas,...
Complementa el mundo de las ideas de Platón. El arte no busca la verdad, sino
que le basta la verosimilitud. El arte debe aprenderse. Valora el dibujo, que sirve para facilitar la belleza y las proporciones. Tambíen habla de la mímesis entre poesía y pintura. La poesía es una mímesis con palabras, y la pintura imita con colores. La obra de arte es el resultado de introducir una forma determinada en una materia preexistente. Las formas están en el alma. Le interesa llegar a otras cuestiones que no son la verdad. Su mundo está en movimiento, y está de acuerdo con el mundo de representación más fantástico y en movimiento. La corporeidad es mayor, y las figuras se mueven.
Cicerón: Admiraba lo griego. Coleccionaba obras griegas. Cuando se enfrenta a la
Teoría de arte, dice que el arte tiene un papel accesorio y no útil. Las estatuas, cuadros y declamaciones no sirven para nada, y no tienen nada de serio. Esto sigue el ideal estoico, que sofoca las pasiones y la sensibilidad, y se queda sólo con la razón. Cicerón toma sus ideas de Panecio (180 - 110a.C.), filósofo griego importante para la filosofía en Roma. fue el introductor de los sofistas en Roma. Distingue entre la utilidad y el placer, entre las artes útiles y las que son de placer. También distingue entre creador y crítico. El estoicismo de Cicerón se muezcla con las ideas de Platón y Aristóteles. Horacio: Estableció algo muy importante, que es la relación de la pintura con la poesía, llamada "ut pictura poesis". La pintura es una poesía muda, y la poesía es una pintura hablada. Esto lo retomará Dante, que lo concretará en sus versos. Después pasará al barroco, donde muchos pintores serán literatos o poetas. Para Horacio, se acierta en el arte cuando se mezclan lo útil y lo agradable. A finales del siglo XVI se comparará la moralidad con lo agradable. Tato Aristóteles como Horacio apuntan la analogía entre pintura y poesía, pero no las identifican. Esto lo harán los críticos en el barroco. Francesco di Giorgio es un eslabón entre el arquitecto de fines de la Edad Media y el arquitecto del siglo XV. Hace una modernización de lo legado por Vitruvio. El arquitecto debe ser ingenioso, y ha de tener invención, relacionada con la imaginación. También ha de ser hábil en el dibujo para transmitir lo que piensa. Ha de tener talento y experiencia. Mezcla lo práctico con lo teórico. Debe conocer varias ciencias, repitiendo las de Vitruvio, con la salvedad de que entiende forma distinta la música. Esta es necesaria para el acuerdo de las proporciones y la armonía del edificio. En esto se acerca a Alberti. La música se aplicaría con la armonía.