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Jan Ghel ciudades para la gente.

Espacios públicos

Si se ofrecen mejores espacios públicos, el uso se incrementará, un razonamiento


válido tanto para los grandes espacios como para los más pequeños,

Porque lq dosificación del equipamiento

Actividades obligatorias, opcionales y sociales.

Actividades obligatorias

Un claro patrón central emerge de esta gran diversidad de actividades que se dan
en el espacio urbano. Una manera simple de entenderlas es poner a las tareas
más importantes en una escala acorde con su nivel de necesidad. En un extremo
se encontrarían las actividades obligatorias, que son las que las personas deben
realizar sí o sí:

Parques.

En el otro extremo de esta escala, están las actividades recreativas, que por lo
general son tareas opcionales que a la gente le gusta hacer: pasear, pararse en un
mirador para observar un gran paisaje o sentarse para disfrutar del buen clima. La
gran mayoría de las tareas más placenteras se encuentran dentro de esta
categoría de actividades opcionales, para las cuales es un prerrequisito
indispensable que haya un espacio urbano de calidad. Si las condiciones
climáticas, como una tormenta o una nevada, hacen que sea imposible caminar,
no se presenta problema alguno ya que no es posible hacer nada. A medida que
las condiciones se vuelven tolerables, aumenta en la gente la necesidad de que
haya actividades al aire libre. Y cuando el clima es decididamente óptimo, la
población se vuelca a hacer numerosas actividades necesarias y una gran cantidad
de opcionales. Los peatones detienen su marcha en ciertos puntos ya sea para
apreciar el buen clima, una cierta

Ciudad vital
La ciudad vital envía señales amigables a sus habitantes, con promesas de
interacción social. La presencia de otras personas, a su vez, nos señala a qué
lugares vale la pena ir.

Las actividades de permanencia pueden ser rápidamente clasificadas de acuerdo


al grado de necesidad que ostentan. En un extremo se encuentran aquellas tareas
requeridas que no dependen de la calidad urbana: el comercio callejero, la
limpieza y el mantenimiento. Los diversos bienes y materiales que circulan
mientras la gente espera cruzar la esquina o que llegue un autobús. En la otra
punta de la escala están las actividades de permanencia opcionales, entre las
cuales podemos mencionar las estadías en el banco de una plaza o en un café,
mirando cómo se desenvuelve la vida urbana. En este tipo de escenarios, la
calidad de la situación, del clima y del sitio es fundamental.

Calle tranquilizada

Espacios pequeños dentro de otros más grandes

El principio de ubicar un espacio pequeño dentro de uno más grande es otra


forma de combinar un espacio extenso con la más modesta escala humana.
ejemplo de un lugar reducido instalado en medio de un contenedor mayor se da
en el caso de las filas de árboles. Un buen exponente de esto es la Rambla en
Barcelona, donde el principal espacio peatonal está separado del mayor ámbito
urbano mediante una serie de negocios y dos hileras de árboles.

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