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El somatén fue una institución catalana de carácter parapolicial. En sus inicios un cuerpo armado de protección civil, separado del
ejército, para defensa propia y la de la tierra. La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) lo extendió a toda España, convirtiéndolo
en uno de los pilares del régimen. Fue disuelto en 1931 por la Segunda República Española, salvo el Somatén rural catalán, y
restablecido bajo la dictadura franquista. La abolición definitiva se produjo en 1978 tras elrestablecimiento de la democracia.
Índice
Historia
Edad Media
Edad Moderna
Siglo XIX y principios del siglo XX
Extensión del Somatén a toda España bajo la Dictadura de Primo de Rivera
Segunda República, Guerra Civil y Dictadura franquista
El Somatén en Andorra
Véase también
Referencias
Bibliografía
Historia
Edad Media
Sus inicios provienen del sagramental, cuyos orígenes se encuentran en las recopilaciones efectuadas por las Cortes de Cataluña en
1068 y en un usatge ('uso feudal') denominado Princeps namque. Ambos textos legales configuran el carácter a la vez policial (en el
ámbito local) y militar (en el general) conferido al somatén.
Otro de los cometidos del somatén consistía en dar la alarma para alertar a los pueblos vecinos. Esto se llevaba a cabo mediante
hogueras encendidas de cumbre a cumbre, el sonido de un cuerno, un toque de trompeta o repique de campanas. De esta última
manera, del repique de campanas (o bien so emetent, en catalán) es de donde surge el nombre posterior, que prevalece sobre el de
sagramental a partir sobre todo del siglo XVI. Los miembros del somatén eran todos los vecinos en condiciones de prestar tal
servicio. Tenían obligación de conservar armas en sus casas y de instruirse periódicamente en su amnejo.
Edad Moderna
La movilización masiva de los ciudadanos se denominaba somatén general y alcanzó su auge durante los siglos XII y XIII. Durante
los dos siglos siguientes fue frecuente aún. En los siglos XVI y XVII adquiere un papel fundamentalmente policial –contra
bandoleros, hugonotes y piratas– definido por la Constitución de 1561, vigente hasta mediados del siglo XVII.
A raíz de la derrota de los partidarios catalanes del archiduque Carlos en la Guerra de Sucesión Española (1714), Felipe V promulga
los Decretos de Nueva Planta, uno de cuyos efectos es la supresión del somatén, liderado por el general Moragues durante la guerra.
Pese a esta supresión temporal, el somatén fue restablecido en 1794 por el conde de la Unión durante la Guerra del Rosellón (1793-
1795), a causa sobre todo de la mala situación del ejército. Fue nuevamente usado durante la Guerra de la Independencia Española
(1808-1814), en contra de los franceses enRosas, Barcelona y Tarragona.
Siglo XIX y principios del siglo XX
Fue reconstituido en 1855 por los grandes propietarios rurales, con el nombre de Sometent Armat de la Muntanya de Catalunya y
adoptó el lema de Pau, pau i sempre pau (paz, paz y siempre paz). A partir de entonces, el somatén adquirió un carácter de cuerpo
auxiliar del orden público en el ámbito rural, destinado a proteger los dominios de los grandes propietarios. Se abolió nuevamente en
la Primera República, pero se restableció poco después para combatir a loscarlistas en la Tercera Guerra Carlista.
Las Bases de Manresa reservaban al somatén una importante tarea, que no se llegó a llevar a término por no aplicarse las Bases.
Posteriormente, el somatén actuó en colaboración con las autoridades y grupos ultraderechistas en varias ocasiones. Así, por ejemplo,
colaboraron en la detención del pedagogo Francisco Ferrer Guardia (1909), acusado de complicidad en el atentado del anarquista
Mateo Morral contra Alfonso XIII, y en contra de los huelguistas en Alella, en los años anteriores a la dictadura militar de Primo de
Rivera. El apoyo popular del somatén era escaso, debido a su actividad represiva y de trato favoritista con las clases altas, gestándose
toda una leyenda negra a su alrededor[1].
Para estimular el alistamiento e impulsar el apoyo social a la institución se organizaron innumerables actos cívicos cuyo ritual
describe así González Calleja: "acogida popular al representante militar del Directorio (gobernador civil o militar o delegado
gubernativo); revista al Somatén local; misa de campaña oficiada por el obispo o el cura párroco en la plaza principal con asistencia
de las fuerzas de la guarnición en su caso, de las personalidades del pueblo y de la comarca (alcalde, secretario, concejales, maestros,
médico, etc.), e incluso de organizaciones juveniles como los Exploradores de España; discursos de la madrina del Somatén, del cabo
del distrito y de la autoridad civil o militar concurrente; bendición de las banderas de la Institución; desfile del Somatén (se cuidaba
de evitar una excesiva identificación con los usos castrenses, desaconsejando la ejecución de ritmo alguno de paso o la sujeción
uniforme del arma larga, y prohibiendo el empleo de bandas de cornetas y tambores), y banquete cívico en el Ayuntamiento, en un
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salón público o en el domicilio de un vecino destacado, frecuentemente un familiar cercano de la madrina".
El Somatén Nacional tuvo un notable protagonismo en la «policía de las buenas costumbres» ocupándose de establecer un
determinado comportamiento cívico burgués conservador, con un fuerte componente religioso. Unade sus competencias como agente
de la autoridad era perseguir la blasfemia, y algunos obispos, como el de Pamplona, Mateo Múgica, animaron a sus feligreses y a los
sacerdotes de sus diócesis a que colaboraran con el Somatén. De hecho fue puesto bajo la advocación de la Virgen de Montserrat que
misa de campaña.5
ya era la patrona del Somatén catalán, y en sus "actos cívicos" nunca faltó la
En la práctica se puede diferenciar entre el Somatén rural, dirigido a la represión de las los delitos comunes, como los hurtos, del
Somatén urbano que actuaba bajo la tutela del Ejército y la Policía en la represión de los llamados "delitos sociales", como las
huelgas.6
Por otro lado, alistarse al Somatén —y también a la Unión Patriótica, el partido único de la Dictadura— se convirtió en una
importante base de partida para el ascenso político en el régimen o para la defensa de determinados intereses, y también para el
mantenimiento de las posiciones adquiridas, por lo que muchos caciques de la vieja política de los partidos del turno también se
alistaron, dando lugar, según González Calleja, a la formación de grupos armados al servicio de los grandes propietarios, lo que minó
la valoración social del Somatén.7
El número de afiliados al Somatén varió a lo largo de la Dictadura. Pocos medes después de su fundación contaba con unos 175.000
hombres, que aumentaron a 182.000 a finales de 1925. El máximo lo alcanzó en agosto de 1928 con 217.584, iniciando a partir de
entonces una paulatina decadencia, debida a que perdió buena parte de su razón de ser al mejorar el orden público y a que no logró
arraigar fuera de Cataluña -"los resortes caciquiles del poder local impidieron el desarrollo independiente de una organización cívica
y verdaderamente apolítica de protección", afirma González Calleja.8 Otra de las razones de su decadencia fue la fría acogida que le
dieron las clases populares debido a su componente burgués ya que estaba integrado casi exclusivamente por "personas respetables"
9
(comerciantes, industriales, abogados, médicos, ingenieros, propietarios, etc.).
Así el Somatén se convirtió progresivamente en "un simple adorno coreográfico de los fastos del régimen, desfilando con sus
distintivos, armamento y banderas en toda fiesta o conmemoración oficial que requiriera su presencia", afirma González Calleja.10
Sin embargo Primo de Rivera sólo dos semanas y media antes de presentar su dimisión seguía creyendo en la vigencia del Somatén
11
cuando en un acto con somatenistas celebrado en Madrid el 12 de enero de 1930 aseguró:
El Somatén y la Unión Patriótica están perfectamente organizados y tienen tal fuerza de cohesión, tal
decisión para actuar noble y ciudadanamente, que no creo ya que con la existencia de estas entidades
puedan volver para España días de turbulencia, de inquietud y de zozobra, como los que todos hemos
conocido
Tras la caída de la Dictadura de Primo de Rivera y el fin de la censura buena parte de la prensa denunció los excesos, e incluso los
delitos cometidos por sus miembros, y exigió su disolución. Esta se produjo, excepto para la Cataluña rural, por una orden del
Gobierno Provisional de la Segunda República Española dictada el 15 de abril de 1931, sólo un día después de la Proclamación de la
Segunda República Española.12
Véase también
Migueletes
Terrorismo tardofranquista
Referencias
1. Barrio Alonso, Ángeles (2004). p. 77.Falta el |título= (ayuda)
2. González Calleja, Eduardo(2005). pp. 164-165. Falta el |título= (ayuda)
3. González Calleja, Eduardo(2005). pp. 166-168. Falta el |título= (ayuda)
4. González Calleja, Eduardo(2005). pp. 166-167. «No deja de resultar significativo el importante número de damas de
la buena sociedad y de la nobleza que oficiaron de madrinas. Un ejemplo elocuente de la importante función
simbólica que el dictador tendía a dar a las mujeres como inculcadoras del patriotismo en el ámbito doméstico. Pero
también una muestra palmaria de machismo subyacente que se contradecía con la exaltación de las virtudes
tradicionales de la mujer».Falta el |título= (ayuda)
5. González Calleja, Eduardo(2005). pp. 165; 170. Falta el |título= (ayuda)
6. González Calleja, Eduardo(2005). p. 166. Falta el |título= (ayuda)
7. González Calleja, Eduardo(2005). p. 169. Falta el |título= (ayuda)
8. González Calleja, Eduardo(2005). pp. 169-170. Falta el |título= (ayuda)
9. González Calleja, Eduardo(2005). p. 175. Falta el |título= (ayuda)
10. González Calleja, Eduardo(2005). p. 170. Falta el |título= (ayuda)
11. González Calleja, Eduardo(2005). p. 174. Falta el |título= (ayuda)
12. González Calleja, Eduardo(2005). pp. 174-175. Falta el |título= (ayuda)
13. Los somatenes o la represión camuflada. CosasdeAndalucía.com (http://www.cosasdeandalucia.com/web/index.ph
p?option=com_content&task=view&id=63&Itemid=185)
14. Recogida de armas a los somatenes (El País).1978. (http://elpais.com/diario/1978/10/01/espana/276044416_85021
5.html)
Bibliografía
Barrio Alonso, Ángeles (2004). La modernización de España (1917-1939). Política y sociedad. Madrid: Síntesis.
ISBN 84-9756-223-2.
González Calleja, Eduardo(2005). La España de Primo de Rivera. La modernización autoritaria 1923-1930. Madrid:
Alianza Editorial. ISBN 84-206-4724-1.
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