Fuente: Narayanamurti, Venkatesh, Tolu Odumosu, y Lee Vinsel.
"RIP: The Basic/Applied
Research Dichotomy." Issues in Science and Technology 29, no. 2 (Invierno 2013).
RIP: La Dicotomía de la investigación básica y aplicada
Este artículo, que primero fue publicado en la revista científica Issues in Science and Technology y posteriormente adaptado para su publicación en el libro Cycles of Invention and Discovery por la editorial Harvard University Press, nos invita a repensar a la ciencia básica y la aplicada como algo que puede hacerse simultáneamente y no como conceptos opuestos, desde una perspectiva científica que corresponde a la formación de sus autores. Venkatesh Narayanamurti es profesor de Física y de Tecnología y Políticas Públicas en la Universidad de Harvard, además de que está a cargo del programa de posgrado de Ciencia, Tecnología y Política Pública en la escuela Harvard Kennedy, al que pertenecen los otros dos coautores. Tolu Odumuso y Lee Vinsel son además investigadores postdoctorales en la escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de Harvard. El artículo se centra en la idea de que al dividir la ciencia en básica y aplicada no se refleja la conectividad e interacción que hay entre los diferentes tipos de investigación y sostienen que se convierte en una barrera para desarrollarla. En él nos exponen de manera breve la manera en la que se realizan las políticas públicas pertinentes a la ciencia y la tecnología en Estados Unidos. Sostienen que la separación que hace Vannevar Bush de la ciencia básica y aplicada, en su artículo Science – The Endless Frontier, ha influenciado de manera negativa el desarrollo de una política de innovación en su país. Siguiendo las ideas de Bush, el gobierno invierte en la ciencia básica, dejando para el mercado la aplicación de sus descubrimientos. En el modo linear de ver la ciencia, la ciencia básica precede a la innovación tecnológica, es decir, la ciencia aplicada. Pero los autores proponen desafiar su dicotomía y emplear nueva terminología para referirse a ellas. El ver a la investigación científica como un sistema interconectado de ciencia básica y aplicada, donde no hay una jerarquía de importancia clara, tiene implicaciones profundas cuando se busca crear instituciones investigadoras y políticas de inversión que puedan impactar de manera positiva al desarrollo de la ciencia. En el subtema “Historia de una idea”, los autores trazan el origen de la dicotomía en la prioridad que se le da al trabajo mental, que crea conocimiento científico, sobre el trabajo manual. Sostienen que la comprensión de un fenómeno no siempre precede a la invención, y citan a James Watt, que inventó a la máquina de vapor, lo que ayudó a que se postularan las leyes de la termodinámica. Donal Stokes expande el modelo lineal de ver el desarrollo científico al integrar la idea de la búsqueda del conocimiento con el deseo de resolver un problema práctico. Divide entonces a la ciencia en cuatro cuadrantes. El primero es el de la investigación puramente básica que representa la visión tradicional de ver a la ciencia inspirada principalmente por el deseo de extender el conocimiento. El segundo cuadrante, el de la ciencia pura aplicada, representa al inventor clásico conducido por el deseo de resolver un problema práctico. El tercer cuadrante es una mezcla perfecta de ambas, es decir, la expansión del conocimiento en búsqueda de resolver problemas prácticos. El último cuadrante corresponde a la investigación que se hace solo inspirada en el uso de la misma. En el subtema “Invención y Descubrimiento” proponen un modelo que usa estos términos al referirse a la ciencia básica y aplicada. La invención corresponde a la acumulación y creación de conocimiento que resulta en nuevas herramientas, dispositivos o procesos que acompañan un propósito específico. Y el término descubrimiento hace referencia a la creación de nuevo conocimiento y hechos sobre el mundo. Este modelo busca ayudar a la ciencia a examinar las maneras en las que la investigación genera innovación y ayuda a la generación de nuevas investigaciones. También le dan importancia a los aspectos de la investigación que se orientan al futuro. “Una familia de Premios Nobel” ejemplifica el modelo de invención-descubrimiento a partir de los premios otorgados a aquellos que propiciaron la era de la información. Empiezan su revisión histórica con el premio de física de 1965, ganado por William Shockley, John Bardeen y Walter Brattain, este se da en el ámbito de la invención y el descubrimiento, porque tuvieron que crear un transistor de unión bipolar para demostrar el efecto del transistor, por el cual obtuvieron el Nobel. En 1964, las investigaciones que hicieron que Charles Townes, Nicolay Basov y Aleksandr Prokhorov ganaran el Nobel se encuentran de igual manera en el ámbito de la invención- descubrimiento. Pues, para descubrir el efecto de la amplificación de la señal de microondas estimulado por el efecto de la emisión de radiación, se inventó el máser y posteriormente el láser, que es crucial para los sistemas de comunicación. Los avances en la industria de los semiconductores condujeron a la creación del dispositivo MOSFET o transistor de efecto de campo metal-óxido-semiconductor lo que provocó el descubrimiento del efecto Hall por Von Klitzing, quien recibió el Nobel en 1985. El efecto Hall explica que la resistencia que ofrecen los conductores durante el paso de la corriente puede variar mediante saltos discretos y no de manera continua. Este trabajo corresponde a la categoría de descubrimiento. Otro descubrimiento fue el hecho por los ganadores del Nobel de física de 1998: Laughlin, Stormer y Tsui, cuando encontraron un nuevo tipo de partícula, que posteriormente posibilitó la invención de transistores de frecuencia alta que se usan en los celulares. El premio del año 2000 se dio en el ámbito de la invención. Otorgado a Zhores Alferov y Herbert Kroemer por el desarrollo de heteroestructuras semiconductoras que permiten el uso de la fibra óptica y a Jack Kilby por su contribución a la invención del circuito integrado, basado en el descubrimiento de Shockley. Finalmente en 2009 Chales Kao consiguió el premio por sus logros en la transmisión de luz a través de la fibra óptica, y William Boyle y George Smith lo consiguieron por Dispositivo de Carga Acoplada (CCD). Al ver el desarrollo de la tecnología de información a través de los premios Nobel podemos percatarnos de los diversos tipos de conocimientos que toman parte en las innovaciones. Por eso los autores sostienen que el dividir la ciencia en básica y aplicada nubla la complejidad y la naturaleza múltiple de la ciencia. En el subtema “Ver con ojos frescos” se subraya la importancia de crear nuevos modelos de concebir la ciencia que nos permitan retomarla de una manera nueva. La creación del modelo invención-descubrimiento elimina la tendencia de ver a la investigación en dos caminos diferentes y separados. Además, el adoptar un periodo de tiempo mayor en la ciencia podemos comprender completamente el camino de la investigación. Y este modelo nos puede ayudar a identificar los cuellos de botella con que se topan los investigadores. Finalmente en “Implicaciones para la política de investigación” los autores remarcan la necesidad de dejar de pensar en la dicotomía ciencia básica y aplicada al realizar políticas, para que se deje de discriminar entre ambas y estas puedan mejorar. A pesar de que este artículo surge desde la llamada “ciencia natural”, considero que es interesante para las ciencias sociales. En las últimas décadas se ha transitado de una visión más simple de explicar el mundo a la comprensión de que la realidad es sumamente compleja. Coincido con los autores cuando consideran que la simplificación de los fenómenos que ocurren en el mundo muchas veces ha detenido el progreso de la ciencia. Me parece remarcable que en México, al contrario que lo que ocurre en las ciencias naturales en Estados Unidos, parece que la aplicación práctica de las ciencias sociales es el único objetivo de estudiarlas. Siempre busca el último modelo que ayude a mejorar los problemas de la sociedad de manera rápida y efectiva, lo que propicia, a mi parecer, soluciones artificiales de poca duración. Por ejemplo, muchos programas universitarios de las ciencias sociales se centran en la aplicación práctica de la ciencia, por lo que no es de extrañar que cada vez menos los estudiantes hacen proyectos de investigación para titularse, optando por otras opciones, como el promedio y el examen de conocimientos. Es importante que dejemos de darle prioridad a una manera de hacer ciencia sobre la otra, pues ambas son fundamentales para el desarrollo humano, y centrarse en una forma de hacer ciencia sin abrirse a la posibilidad de la otra significa enclaustrar la propia investigación y limitarla. Los autores plantean sin duda un modelo fascinante y sería estimulante hacer un análisis de las invenciones y descubrimientos de las ciencias sociales, como lo hacen con la revisión del Premio Nobel, pues la ciencia social no sigue los mismos caminos de la natural. A mi parecer, empezar a priorizar los descubrimientos en la ciencia social, sin caer en la romanticismo de la búsqueda del conocimiento solo por el deseo de saber, y sin dejar de lado la invención de nuevos modelos que ayuden al mejoramiento de la sociedad, viendo a ambas como procesos profundamente conectados que se deben trabajar a la par, es lo que puede realmente hacer que las ciencias sociales progresen.
Maria Alejandra Meneses Briones
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Del Altiplano Estudiante de la maestría en Análisis Regional en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias Sobre Desarrollo Regional Tlaxcala, México malejandrameneses@hotmail.com