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Narrativas

de la Sierra Sur

Documentación: 2017
Colectivo Pochotle
Miahuatlán, Oaxaca, Sierra Sur

Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca

Título: La culebra nube

Un día fuimos al panteón a dejar flores y de regreso a casa comenzó a llover, pero vimos a lo lejos la culebra de agua,
era negra, tenía una bola en la punta u después se deslizaba en la nube gris, su cola era larga, la culebra venía del
panteón y se dirigía rumbo al cerro de la Cruz.

Lugar: Santo Tomás Tamazulapam
Entrevistado: Reynaldo Santiago

Título: Las señoras culebra de San Bernardo


En San Bernardo hay unas señoras grandes meciéndose en su hamaca. Y unas muchachas pero bien guapas. Pero lo
malo es que no sabe uno quien es el tonal. Ahí viven, es su casa, muy bonito jardín tienen ahí, ahí tienen fruto de toda
clase. Hay gente que las puede ver. Esas que venden rebozo, que salen a vender son las tonales. Porfirio habló con
una de esas. Una señora sale a vender. Dicen que son muy caros sus rebozos, saben contar, son listos, son tonales.

Traductor:
Obra:

Título: La cueva del rayo


En 1933 se derrumbó en Piedra Blanca, ahí le dicen la piedra del rayo. Le decía, mi mamá fue a ver la culebra. La
gente empezó con su arguende, y se fueron a ver la culebra. Llegando ahí, venía derrumbándose el cerro. Venía una
culebra haciendo ese destrozo, adelantito la mato el rayo. el rayo la mató. Tenía unos cuernitos chiquititos, así como
el buey, pero en vez de pelo tenía escamas. La culebra no tiene pelo sino tiene escama. Dice mi mamá que es del
tamaño de un buey.

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Obra:

Título: Hondura Boca de león.


Ahí en La Boca de León hay culebra. En tiempo de agua brama como si fuera un becerro. Y es que ya va a llover. Será
que es culebra, ha de ser culebra como es de agua.

Dicen que unas niñitas se fueron, se fueron y llegando por ahí, donde estaba la cieneguita, ahí van viendo una culebra,
y una niña le decía a la otra no te acerques, te va a picar. Pero no hacía nada, dice. Ahí estuvo la culebra, así, pero al
rato cuando vieron se volvió un niñito. Un niñito chiquito como de cuatro o cinco años. Entonces las llamaba, pero no
se animaron a ir.

Dicen que se cambian en persona.

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Obra:

Título: Dos pastos, dos culebras


Dicen que algunos que son naguales. Aquí en san Bernardo fueron dos campeadores, pero ya estando ahí, se fueron
entre el cerro, y ahí uno aventó en un pozo a otro. Dice que ahí paso en una zanja de agua y dijo yo me voy a ver hasta
dónde sale esa zanja de agua y se fue así como estaba oscuro. y llegó a San Bernardo y cuándo llegó. Estaban unas
señoras meciéndose en unas hamacas, pero son culebras. Y le dijo la culebra, ese hombre que te aventó ahí es querido
de tu mujer. Por eso te aventó ahí. Y le dijo y ahora que puedo hacer. Mira dice. Vete y llévate dos hojas de pasto y
dice y lo pones a donde está un anonal grande, a donde se van a sombrear y el otro pasto lo pones en la puerta de tu
casa. Y luego de que lo pones te vas, te haces a un lado, no te esperes ahí. Y se fue y cuando llegó nadie había y él lo
que hizo es ponerlos y se hizo a un lado, pero como a la hora o pasadito de la hora ya se oyó el ruido de la gente que
llegó. Y los gritos que daban, una culebra eran los pastos. Cada culebra se encargó de su trabajo. Una culebra mató al
hombre y otra a la mujer, nadamás se les enrollaron en el pescuezo y ya. La culebra tiene mucha fuerza.

Quién sabe si es creencia o es verdad. Un señor de San Vicente nos contó que así le sucedió a esa mujer y al hombre.
Primero el hombre lo jondeó en el pozo, y que cuando el hombre regresó llevaba pasto.

Los pastos se convirtieron en culebra.

Título: La culebra destructora

Lo que yo sé, no tiene mucho. Tiene como unos 40 años, que en Miahuatlán mató el rayo una culebra grandísima. La
hicieron en siete pedazos para que la yunta pudiera mover un pedazo. Esa vez llovió bastantísimo. Lo mató el rayó
arriba de Miahuatlán, por Tamazulapam, Por ahí, por ahí estaba tirada. Pero era como un como un pescado, así, como
ballena, tenía alas de pescado, cola de pescado, pero muy grande, por eso lo hicieron en 7 pedazos para poder
arrastrarlo e irlo a tirarlo, y bajo las alas llevaba pescaditos ahí pegados, llevaba pa’ su alimento, y estaban los
pescaditos bajo su ala, lo llevaba, pero ahí lo mató el rayo, porque iba a destruir a Miahuatlán. Si hubiera pasado, si la
hubieran dejado, mucha perdición hubiera hecho por este lado, porque venía en tierra. Eso pasó por arriba de
Miahuatlán, por ahí paso. No tiene mucho.

Lugar: Santa María Coatlán


Entrevistado: Othón Osorio

Título: La charca de Piedra de León

La charca donde dicen Piedra de León, era una laguna, Ahí había una culebra. Ese era tonal. Pero hacía mucho daño
a la gente. Primero, esa culebra estaba en un cerro que se llama Cerro Labrador, arriba de Ejutla, ahí vivía perohacía
mucho daño al ganado. La gente se enfadó y le metieron dinamita y salió la culebra, llegó aquí a La Charca, pero su
papá de ese tonal estaba triste, porque no sabía dónde estaba su hijo culebra. Y fue a buscar una laguna y se dio cuenta
que aquí en La Charca se formó una nueva laguna. Entonces preguntó, Qué es cierto que hay una laguna en la
colindancia de Cuixtla con Santa María. Si dijeron es cierto, apenas llegó el agua ahí. Entonces el tonal dijo: Ahí llegó
mi hijo, mi hijo es tonal. Y ahora no sé por dónde está, pero yo pienso que está en la Charca, porque lo sacaron donde
estaba antes, porque hacía daño. Yo voy a ir a verlo, le voy a decir que ya no baya hacer daño para que lo consientan,
porque si no lo van a matar.
Entonces mandó su papá a un mozo, le dijo te voy a paga tanto de dinero, vas a dejar una carta a mi hijo. En un lugar
donde se llama la charca que es La piedra de León, porque ahí hay una piedra con forma de león. Ahí le nombraron la
charca porque se formó agua, pero es La piedra de León. Ahí vas a ir. Pero el señor que vino le preguntó al tonal, pero
cómo le voy hacer. Dice el papá tonal, tú le votas una piedra a la laguna, donde está el agua. No tengas miedo. No te
va hacer nada. Le entregas la carta y nada más. A ver qué cosa te va a decir. Si te va a contestar en carta o en palabras.
Y ya te vienes. No te va hacer nada. Vino siempre, vino. Llegando ahí votó una piedra a la charca. Y al rato salió una
culebra y el mozo entregó la carta. Le dijo el Mozo te mandó esta carta tu papá. A bueno, dijo el hijo tonal. Vamos
adentro dice la culebra. No dice el mozo, no me animo. Entonces, la culebra/tonal le dice al mozo: anímate, no te va
a pasar nada, yo te voy a cargar. Nada te va a pasar, vamos adentro y ahorita yo te vengo a dejar. Se lo llevó la culebra
pa’ dentro del agua, pero en esa hora se encantó el señor. El señor, no se dio cuenta como lo cargó la culebra y se
fueron entre el agua y al rato lo vino a dejar y le mandó la contestación de la carta. Si le pagó el señor una buena feria.
Pero ahora no está la culebra, ahora los malvados que metieron la carretera, le pusieron dinamita, porque sabían que
ahí vivía una culebra. Diario estaba sucia el agua. No era agua clara. No, estaba amarillosa el agua. Había patitos ahí,
pero así pasó y se fue la culebra. Ya no dura el agua, pero se acaba el agua. Ya no se supo para donde se fue. Ese era
tonal. Era mitad culebra y mitad gente, tiene cara de gente, por eso platica. No es completo pura culebra, es mitad
culebra. Así son todos los tonales donde nace el agua.

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Título: La culebra come nene


Arriba del Progreso. Ahí vivía una culebra muy grande, pero la gente ignorante pues, quien sabe qué cosa creían,
porque cada año tienen que ir a dejar un bebé para que se lo traguen, pero una vez le tocó a una señora que tenía uno
nada más, estaba triste. Dice yo tengo un hijo mandamás, yo lo voy a dejar para que se lo trague la culebra. Cuando
la alcanzó un viejito ya muy de edad, dice el señor, mujer a dónde vas, porque tan triste. Iba llorando la señora. Y dice
vera que yo voy a dejar mi nene, lo va a comer la culebra, y dijo el hombre a dónde está la culebra. Ahí en una laguna,
ahí está entre el agua. Y pregunta el señor cómo le hace para que sale. ¿Lo llaman o cómo le dan al nene? No dice la
señora. Piedra votamos, una piedra votamos entre el agua, y ya sabe que le vamos a dejar de comer. A bueno dice el
señor, yo te acompaño, vamos. Vamos a ver cómo está la culebra, bueno dice la mujer. Se fueron. Llegaron ahí, dice
la mujer ahí ta la laguna, ahí vive la culebra, ahí va salir orita. Bueno dice el señor, no vamos a dar a tu muchita a la
culebra, ahora vamos a buscar harta leña. Pensó la mujer paque quiere el señor leña. Empezó a buscar leña y leña, leña
seca empezó a amontonar un poco de leña, ya que ta un poco amontonada, le metieron lumbre. Entonces dice el señor,
ya que ta ardiendo la leña, dice, búscate dos piedras grandes. De este tamaño, le vamos a meter a la lumbre, le obedeció
la mujer, y lo metieron a la lumbre, al rato se puso la piedra como braza, roja se puso de tanto caliente que está la
piedra, y dice el señor, ahora vamos a llamar a la culebra y le vamos a dar esa piedra. En vez de que vamos a votar al
nene, la piedra vamos a aventar, paque se lo traga dice. Que no así lo hicieron, aja, dice, ¿Tu sabes cómo hacen para
que salga la culebra? Dice una piedra voy votar, luego va a salir. Entonces luego la señora busco la manera de sacar
la piedra, un palo de tres puntas, así. Y votó la mujer, la piedra en la laguna y al ratito se hacía el agua, vueltas, y da
vueltas el agua, cuando salió la culebrota, abrió la bocota, así para tragar al nene, entonces, le botó el señor la piedra
que está como lumbre. Imagínese como le cayó esa piedra adentro. Ja, dice, salió y se fue en el aire”.

Hay dos lugares donde volteó culebra, la sepultura, y dicen que ahí pasó la culebra y se ve el zanjón donde pasó la
culebra, se rompió el cerro, una medida como de tres metros está abierto, y otro jalón caminaba y pasaba en el aire y
caía, y se iba, pa otro lugar.

En san Sebastián está otro lugar donde pasó, se fue hasta la mar, hasta ahí se fue a morir, se estaba quemando el
estómago con esa piedra de lumbre, así fue que calmo eso.

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Obra:

Título: La cueva de Santa María


Dicen que en la cueva han visto un limar de oro, se tiene que caminar unos 200 metros para llegar a una hondura
dentro de la cueva. Dicen que la culebra tenía una corona de oro, pero un día entraron unas personas, la serpiente
estaba durmiendo y se llevaron su corona, eso lo hizo un tonal.

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Obra:

Título: Tonales
Dicen que los tonales tenían secreto, saben entender lo que platican los animales, comprenden lo que hablan las
gallinas, el gallo, el cuche.

Hay nagual de culebra. Han venido tonales. No cualquiera es tonal. Depende del día que nacen, todo depende, según
está la luna de tierna, la suerte que traen, todo ya depende del día y la hora.
Una vez me contó mi papá. Estaba un águila gritando sentada en un copalar, y un señor con su esposa oyeron como
estaba el águila gritando, entonces dice la señora, voy a ver qué le está pasando al águila que está aleteando. Que no
que cuando llegó ahí, una víbora de cascabel lo tenía amarrado, bien agarrado lo tenía, no dejaba que se iba el águila.
Entonces la señora mató a la culebra y se fue el águila. Entonces lo libero. Entonces cuando llegó donde estaba su
marido le dijo, verás yo lo fui a liberar. Una culebra lo estaba atrapando. Pasó así, para ellos pasó como si fuera nada.
Pero después de tres o cuatro meses que pasó fueron a Ejutla. En ese tiempo no había mercado en Miahuatlán. Entonces
de repente salió un gringo. Y dice el gringo a la señora, oye tú, ahí espérate. Dice la señora qué cosa quieres. Espérame
dice el gringo. Tú me libraste un tiempo. Dice la señora, pero yo no lo conozco, pero yo si te conozco le dice el gringo.
Porque tú me libraste de la mano del enemigo. Tal tiempo tiene dice. Y como la señora iba con su marido le daba
pena. El tonal le dijo a la señora vamos a mi cuarto. Dice verás, te voy a dar una gratificación por el bien que me
hiciste. Vamos le dice el tonal. No quería la señora y no fue. Bueno, le dijo el tonal, te voy a dar lo que llevó y le dio
un rollo de billetes. Le dijo el tonal. Este es un regalo, pero vamos a mi casa y te voy a dar más porque me libraste mi
vida. Esa culebra que tu mataste era mi enemigo, me iba matar ahí, porque yo no podía defenderme. Eso pasó. Eso
fue real, la señora se llamaba Merlinda. Algunos no lo creen, pero es verdad.

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Obra:

Título: La mujer cometa


Un hombre tenía una mujer que era cometa, pero el hombre se duerme noche, pero siempre la mujer se queda haciendo
su quehacer, pero nunca se muere junto con el hombre. Primero al hombre le agarra el sueño cuando es de noche y se
despierta el hombre y no está la mujer. Solito el hombre está tirado. Pero una vez pensó mal. Y dijo, pero a dónde va
mi mujer. A dónde va de noche. Entonces se hizo como que está durmiendo, y se puso a espiar a ver a donde va.
Quedito se quedó el hombre, no le agarró el sueño, ahí estaba viendo. Acabo la mujer de hacer las tortillas, la comida,
lavó los trastes, acomodó todas las cosas. Ya que es más noche, entonces salió y al ratito volvió a entrar. Y vio el
hombre como la mujer se tragó una braza. La mujer sacó la braza debajo del comal y se la echó en la boca y salió.
Pensó el hombre, está equivocada esa mujer, por qué se tragó lumbre y se levantó el hombre a seguirla, a ver a dónde
se fue, entonces, nada mas vio como se fue la cometa al cielo. Salió la chispa, volteo lejos. Y se quedó el hombre
pensando, el hombre pensó que con otro hombre se fue a platicar la mujer o quien sabe qué cosa pensaba. Pero ya que
vio que era cometa. Entonces se vino el hombre y se acostó, le agarró el sueño. Cuando se despertó, la mujer ya estaba
junto de él. Entonces le platicó el hombre. ¿A dónde te fuiste?, ¿Por qué no estabas? Cuéntame la verdad. A dónde te
fuiste, porque yo vi que te tragaste lumbre. Ahh, dice la mujer, es que yo voy a traer dinero, la verdad. Yo soy cometa
dice. Por eso salgo. Por eso a nosotros no nos falta nada, porque yo salgo de noche. A donde yo voy vamos bastantes
dice. No creas que voy yo sola. Vamos muchos, puros tonales. Dice el hombre, Por qué no me llevas. Vamos, dice.
Yo también voy, yo también voy a traer algo. No dice la mujer, no. Tu no vas a poder ir porque tu no eres tonal.
Nosotros somos puros tonales por eso vamos. Pero el señor está insistiendo, pero yo voy. Entonces le platicó la mujer,
No, verás que donde llegamos, ahí nos reunimos bastantes. En una casa, dice. Ahí se prepara la comida. Ahí vamos a
cenar, pero nosotros que somos tonales, no comemos sal. Y ahí tu vas a comer si vas., pero yo estoy segura que tu vas
a pedir sal. Y eso nos va a echar a perder. Porque ahí no se puede mentar la sal. Entonces el hombre dice, no, no voy
a pedir sal. Por favor vamos, dice. Llévame. La mujer le responde. Pero mucho cuidado, no vayas a pedir sal. Porque
si vas a pedir sal, ahí te dejamos. Y tu veras. Llegaron ahí. Están bastantes, puros tonales, ahí está la comida. Después
de todo se sirvieron los platos para que van a comer. Llamó y dice pasen a la mesa. Se reunieron. El hombre se fijaba
donde está la sal para que se va a echar la comida. Pura comida simple. Entonces dice el hombre. Aquí hace falta la
sal. Se oscureció y se fueron todos. Es un lugar hasta el extremo del cielo. Ahí se quedó el hombre sentado, solito,
porque mentó la sal. Ahí estaba el hombre sentado. Cuando salió el sol. Venía el sol saliendo. Entonces el hombre
habló al sol. Le dijo, por favor llévame. No dice el sol. De llevarte si te llevo, pero no vas aguantar el calor orita. A la
hora que van hacer las ocho, las nueve. No vas aguantar, te vas a morir. No le hace dice el hombre, Qué cosa voy
hacer aquí yo solo. Llévame, no le hace que yo me muera en el camino. Yo sé que por ahí me voy a morir, yo no me
voy a quedar solo aquí, está oscuro. Se lo llevó el sol. Un poquito caminaron y ya se murió. Así se acabó por seguir a
su esposa, peor su esposa le advirtió que no pidiera sal porque la sal es contraria del cometa.

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Obra:
Entrevista San Miguel Suchistepec
Entrevista a Francisco, curandero de Suchistepec.

Título: Los reyes encantados


Donde viven los señores es muy lindo hay habas, frijoles, de todo, de comer. Los reyes encantados viven en el cerro,
en una Ciénega. A la Ciénega se lleva 7 o 14 copales, tres kilos de cera y flores de azucena blanca. Es más valioso
para la adoración. De 7 a 14 ramitos. Eso se entrega, se hecha con agua. Se reza un rosario a los reyes encantados.
Esas cantidades, ese tanto es lo que me traes, me dijeron los reyes. Se ofrecen en mes de 1,5,7 mayo, en la noche
buena de diciembre y el 1 enero. Terminando el rosario, se lleva el animalito a la casa, se recoge. Van, invita uno a
sus compañeros ocho o diez, no tiene que ver. Ocho horas caminando para llegar al cerro. Se lleva cualquier ropa todo
es que sea limpia. El agua viene del cerro. Ahí es el lugar encantado, muy antiguo. Cuando nosotros pedimos el agua.
Hicimos una forma para pedir, le llevamos 14 coconitos, ahí estaban los animalitos, empezaron a bañarse, cuando
desaparecieron los 14 cononitos, ya no están. En esa hora se oyó el trozo de agua, es un lugar especial. Eso es de más
antes. Hasta que fuimos a traer el agua, nosotros estuvimos rezando por todo el camino que bien él tuvo, hasta que
llego el rosario aquí, llegó el agua.

Traductor:
Obra:

San Miguel Suchistepec


Entrevista a Jacinto Hernández

Título: El espíritu de la culebra y el ritual del niño


Aquí antes, se hacía esa reverencia del baño ritual de los niños. La mamá no podía ir al pozo, si no se cumplía ese rito.

No sé qué le rezan al agua. Esa persona tiene que sacar 7 jícaras, o 12 jícaras, o 5 y 7. Lo que sé es que son 7 jícaras,
esa persona tiene que sacar, tiene que pasarlo a la mamá y esa persona lo tira para que tenga libertad de sacar agua al
pozo, o llevar al niño. Y si no cumplió ese requisito, si no lo hace le va mal al niño, se enferma. Por eso dicen que hay
una culebra, hay un espíritu ahí en el agua y eso le pega al niño. A lo mejor se le pegan moretones en el cuerpo, eso
indica que algo no se cumplió, hasta que se cumpla entonces se quita.

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