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Son tres las etapas principales, en las cuales se utilizan diferentes estrategias para este
aprendizaje. Ellas son la logográfica, la alfabética y la ortográfica. (Frith, 1986;
Morton, 1989; Seymur, 1990). Alegría y Morais (1989) las describen como “tres
mecanismos de identificación de las palabras escritas”, entre los cuales hay una
sucesión fluida, en la que el paso desde un mecanismo anterior a otro más elaborado no
implica la sustitución del primero, sino la “disminución de su importancia relativa en
relación al número de palabras que pueden ser leídas”. Entre ellos hay una interacción
dinámica y progresiva, que impide considerarlas como etapas consolidadas y claramente
delimitables. En este sentido podríamos también hablar de “períodos” del aprendizaje,
para indicar así su característica evolutiva y temporal y de estrategias lectoras para
referirnos a actitudes más estables que emplean los niños en la decodificación de las
palabras.
Es necesario que los niños preescolares hayan adquirido un nivel mínimo básico en el
desarrollo fonológico previo (”prelexical”), sobre el cual pueda actuar la enseñanza
alfabética. En los niños sin dificultades para aprender, “la conciencia fonológica es
automáticamente desencadenada por los principios alfabéticos”. En cambio, los
disléxicos tampoco tienen un desarrollo mínimo de estas habilidades previas para
aprender a decodificar. Esta etapa es donde tienen las mayores dificultades.
Además, en este período desarrollan la fluidez lectora y la lectura expresiva, dado que
ya no necesitan “pensar” sobre el proceso fonológico.
RIMAS
4- Agregar una “palabra loca” o cambiar la palabra final del verso. Eso hará reír a los
chicos y pondrán atención al lenguaje. Corregirán a la maestra, mostrando buena
conciencia de lo oído. Ello podrá ser llevado a cabo por un títere, para no confundir a
los chicos.
Apoyados en los dibujos de las tarjetas de JEL-K, decir los nombres y luego elegir
los dos que riman o el que no rima.
Apoyados en las tarjetas de JEL-K, inventar una palabra loca que rime con el
nombre. Ej.: cangrejo-panejo
ORACIONES
Luego armar una oración en forma errónea y preguntarles si esta bien dicha.
Guiarlos para corregir.
Pedirles a ellos que armen oraciones a partir de la lámina de JEL-K, o que cuenten
en una oración algo que quieran decir.
LENGUAJE
Descripción
Entregar una tarjeta de JEL-K, a cada uno y pedir que describan el dibujo.
TITERE: CONEJON
• Pedirles que hagan el ritmo con alguna parte distinta del cuerpo que las palmas.
Ej.: con los pies, ruidos con la boca sin decir la palabra.
• Darle el conejo saltarín al chico para que pueda hacer tantos saltos como sílabas
tiene el nombre primero de sí mismo, luego del dibujo de la tarjeta de JEL-K.
SALA 3
• Trabajar el conteo con los dedos cuando se cuentan las sílabas. Aprovechar para
introducir el reconocimiento de cantidades según sea la posición de los dedos.
FONEMA INICIAL
TITERE: Risotón
Dar vuelta el títere y decirles que no se quiere reír para todos porque le da
vergüenza pero que la maestra va a espiar como pone la boca para
adivinarlo. Luego hacer la mímica con la boca de la vocal y pedirle a los
niños que larguen la risotada correspondiente para poner contento al
personaje.
TARJETAS de JEL-K
4 A-B-C con las vocales: primero A-O, luego U y por ultimo E-I
• Repartir la letra inicial de cada uno en forma manipulable, luego meterlas en una
bolsa y preguntar a todos de quien es esa letra, tanto diciendo el sonido como el
nombre (5 A)
ESCRITURA
· Repartir papelitos con dibujos y papelitos con letras. Solamente con 2 letras
trabajadas.
· Los niños deberán pegar en una hoja el dibujo y al lado la letra inicial
correspondiente.
RIMAS
• Repartir dos palabras que riman de JEL-K, y armar oraciones. O pedirle que
encuentre las dos que riman y que arme una oración.
SILABAS
Conejon
• Repartir los tarjetones de JEL-K, y pedirles que pongan tantas fichas como
sílabas o partes tiene la palabra.
• Pedirles que salten en el piso como saltaría el conejo cuando van diciendo la
palabra de la tarjeta de JEL-K.
FONEMA INICIAL
Risoton
• Introducir un fonema, luego pedir a los niños que digan todas las palabras que se
les ocurran que empiezan con ese sonido. Podrán decirse pseudopalabras.
• Introducir las tarjetas con dibujos de JEL-K, del mismo fonema en una bolsa,
sacar una por una y exagerar alargando el sonido inicial. Luego repetir la
actividad mezclando dos fonemas.
• Ubicar tarjetas por fonema de JEL-K en la mesa o en el piso. Poner las letras de
JEL-K en la cartelera y pedirle a los niños que encuentren una palabra que
empiece con el fonema que el maestro indica. En esta actividad no hablar de letras
sino de sonidos.
• Jugar al fonema mudo para que los niños exploren la posición de la boca.
DELETREO
• Servirse de las tarjetas de una sílaba (bolsa verde de JEL-K). “leerlas” como lo
haría la tortuga, alargando y aislando cada fonema.
FONEMA FINAL
Achis- Acho-Achu
• Introducir un títere que alarga el sonido final. Decir los nombres de todos los
niños enfatizando el fonema final. Llevar la atención a la posición de la boca.
RECONOCIMIENTO LETRAS
• Utilizar letras de goma eva para que los niños puedan tocarlas sin verlas y decir
qué letra es.
ESCRITURA NOMBRE
• Repartir una tarjeta de inicio con vocal de JEL-K y poner en la mesa tarjetas con
letras. Luego pedirle que busquen la letra con la que empieza.
• Pedirle a los niños que escriban al lado la letra con la que se inicia. Enfatizar la
producción verbal del fonema inicial.
LECTURA SILABICA
Conejon
• Mostrar una tarjeta con la escritura del nombre en el tarjetón amarillo de JEL-
K, o con las letras en la cartelera de JEL-K. Luego pedirle a los niños que la lean
junto con Conejon, por sílabas. Hacer coincidir los saltos del conejo con las silabas
de la palabra.
En niños mayores, a estos factores se agregan las destrezas meta cognitivas que ellos aplican
al acto de leer, las cuales serán expuestas más adelante.
A partir de los resultados de las investigaciones realizadas por Vellutino (1972 a 1995), existe
consenso en postular que el aprendizaje normal de la lectura necesita que los niños hayan
alcanzado el desarrollo de una base psicolingüística adecuada, que se manifieste en la
capacidad para poder efectuar una discriminación auditiva consciente de sílabas y fonemas,
acompañada de una red de conocimientos semánticos mínima y una habilidad de asociación
visual verbal, que les permita aprender a reconocer las claves ortográficas del idioma.
¿En qué consisten cada uno de estos componentes y cómo los estimulamos? Para efectos de
sistematización, se describen por separado, pero al estimular a un niño generalmente las
estrategias se complementan.
Componente Fonológico:
Los errores que los niños cometen al leer tales como sustituciones de letras, omisiones,
inversiones
dentro de las palabras que leen, pueden relacionarse con errores en el desarrollo del
componente fonológico del lenguaje, que se refiere a la habilidad para asociar aspectos
fonológicos y visuales de las palabras impresas. La capacidad de analizar esta estructura
interna de las palabras repercute directamente en el manejo de los símbolos alfabéticos y sus
correspondientes sonidos. Si no se ha desarrollado esta capacidad, es posible encontrarnos
con una lectura pobre y carente de comprensión.
Investigaciones varias (Bravo, 1999) han determinado que la conciencia fonológica es una
habilidad necesaria para tener éxito en el aprendizaje inicial de la lectura. Sin embargo, muchos
niños antes de aprender a leer, poseen sólo una conciencia silábica bien desarrollada y sólo
logran adquirir la conciencia fonológica junto con el aprendizaje de la lectura. Asimismo, se
puede entender esta dificultad en algunos niños, cuando su pensamiento tiene características
de centración, ya que la conciencia segmental "requiere de descentración y pensamiento
analítico. La descentración es necesaria para distinguir cuáles son las propiedades relevantes
de los estímulos auditivos, dentro de la corriente del lenguaje. El pensamiento analítico, por su
parte, facilita la abstracción y categorización de los fonemas(1) .
Por lo tanto el desarrollo de esta habilidad es una de las prioridades en la estimulación de la
comprensión lectora y debe procurarse a través de una ejercitación intencionada y sistemática.
Algunas estrategias de estimulación paralelas a la lectura oral y comprensiva son:
Componente semántico:
En este sentido, Bravo(4) plantea que para el aprendizaje escolar es fundamental que junto con
entender el significado de términos utilizados por el profesor, los niños sean capaces de
precisar a qué categoría pertenece el término escuchado. Ese proceso de categorización es
básico para relacionar lo que están aprendiendo con otros contenidos ya enseñados con
anterioridad. La exigencia de nominar elementos de una categoría obliga al niño a superar el
procesamiento pasivo de la información y le pide uno activo, debido a que el niño debe activar
su léxico y buscar otras informaciones previamente clasificadas.
Por otra parte La retención de series verbales es un requisito para la comprensión de un texto.
Mucha de la información del aula es secuenciada y los niños no logran retener lo relevante en
ella. El desarrollo de esta habilidad tiene por objeto, entonces, el entender que los elementos
se expresan en un continuo informativo y que dentro de un contexto hay elementos nucleares
de información que permiten su reconstrucción posterior. Por otra parte el desarrollo de
analogías verbales, permite al niño encontrar relaciones de semejanza entre conceptos o
palabras posibilitando una mejor integración de la información, al dar la oportunidad al alumno
de traducir la situación nueva de aprendizaje a una situación previamente conocida por el
alumno.
La formación de redes semánticas facilita el orden del pensamiento. Un niño que sabe clasificar
de lo general a lo particular ciertos términos que se relacionan, podrá comprender mejor la
realidad y en específico, el contenido de lo que lee, porque sabrá asociar lo escrito a un
significado que es capaz de representarse mentalmente.
Por su parte la memoria verbal inmediata o la seriación verbal son básicas para el recuerdo
ordenado de la información. Puede realizarse con preguntas que apunten a lo fundamental de
la información, por ejemplo idea principal de cada párrafo.
Otras estrategias:
Junto con los componentes anteriores, Vellutino plantea la importancia del dominio de la
sintaxis para lograr una lectura exitosa, ella implica la habilidad para comprender y manejar las
relaciones gramaticales entre las palabras y sus diversas construcciones.
Cuetos F.(5) al respecto plantea que existen diferencias en el componente sintáctico del
lenguaje oral y el escrito, que los niños deben aprender a distinguir. En el lenguaje oral, los
mensajes se inscriben dentro de un contexto con gestos, tonos y pausas, que facilitan la
comprensión del que escucha.
En el caso del lenguaje escrito, los límites sintácticos de las oraciones vienen marcados por los
puntos, las comas o simplemente deben determinarse a través de la propia estructura de la
oración. Es por lo tanto, necesario enseñar a los niños a aislar correctamente los constituyentes
sintácticos, valiéndose de los puntos y comas y del conocimiento de la estructura de las frases
para cuando no se dispone de puntuación.
Asimismo, Oyarzo plantea que los niños deben tomar conciencia que las estructuras
gramaticales pueden sufrir ciertas modificaciones sin alterar el significado del mensaje. Para
ello, se utilizan ejercicios como dar vuelta oraciones, reemplazar los sujetos por pronombres u
ordenar palabras en la oraciones. Es útil también enseñar el uso de los conectores ( pero, para,
asimismo, entonces, finalmente..etc )en niños pequeños, oralmente, y en más grandes en la
lectura para que conozcan su función, enriquezcan su vocabulario y elaboren un discurso oral y
escrito coherente.
Estrategias de estimulación:
o Elaborar oraciones (oral o por escrito) frente a imágenes
presentadas que relaten una historia. Introducir paulatinamente
los conectores.
o Limpiar oraciones ( eliminar redundancias o información no
relevante)
o Agrandar oraciones ( enriquecer con adjetivos, verbos, etc)
o Ordenar palabras para formar oraciones en forma oral y más
adelante , escrita
o Reemplazar sujetos por pronombres en oraciones
correlativas).
o Realizar preguntas frente a publicidad, láminas de lenguaje,
textos conocidos etc y observar la elaboración de oraciones.
En niños mayores, cuando se ha verificado que las habilidades antes mencionadas están
desarrolladas, debemos trabajar otros factores que facilitan la comprensión del texto. Entre
ellos, el desarrollo de la conciencia metacognitiva. Ésta se refiere al "conocimiento que la
persona tiene sobre sus propios recursos cognitivos y sobre la compatibilidad entre ellos y las
demandas de las situaciones de aprendizaje que enfrenta(7). En este sentido se intenta que los
niños tomen conciencia sobre cómo fue su lectura, qué aprendió, como se llegó a ese
conocimiento, que aportes hizo al tema, etc.
El tema de las destrezas metacognitivas aplicadas a la lectura esta muy relacionado con los
planteamientos del Modelo Interactivo de lectura, en el sentido de la importancia que tiene la
aplicación de las habilidades del lector al acto del leer. Tales habilidades también se relacionan
con que el lector reflexione acerca de cómo las aplica y aprenda a regular la actividad lectora
en beneficio de la comprensión.
1 ) Habilidades de Planificación: son todas aquellas que se consideran previas al inicio formal
del acto de leer. Preparan al alumno para afrontar la lectura con herramientas facilitadoras de la
comprensión:
a) Ideas Previas: consiste en relacionar la información nueva con los conocimientos previos
que se poseen acerca del texto que se va a leer. Se le puede preguntar al niño acerca del título,
de las características del texto, de manera que active las ideas que pueda tener sobre ello, e
inicie la lectura con esquemas mentales activados que faciliten su comprensión.
b) Detectar aspectos importantes : Durante la lectura puede hacerse pausas con el fin de
preguntarse si lo que se acaba de leer es importante o no y si ha comprendido o no, así el niño
va auto regulando el proceso.
c) Identificar las causas de la no comprensión: Será conveniente que el niño detecte porqué
no comprende el texto a través de preguntas como: ¿Será porque leo muy de prisa o muy
lento?, ¿es el texto demasiado complejo? ¿estaré colocando suficiente atención?
La lingüística textual ofrece a los niños con dificultades de aprendizaje, elementos concretos
que le permiten ordenar la información y expresarla o guardarla en forma ordenada y con
significado.
Las habilidades metatextuales(9) implican la capacidad de ser conscientes y de controlar la
producción y comprensión de textos. Es decir, el niño debe tomar conciencia de los factores
involucrados en la producción y comprensión de textos con el objetivo que los controle.
Algunos puntos específicos a considerar en el desarrollo de son estas habilidades son:
El análisis de estos parámetros sirve para una mejor comprensión de lo leído como también de
lo que se desea escribir, en el caso de la producción de textos.
La Superestructura se refiere a la forma del texto y ella depende del objetivo que tiene el
escrito, en consecuencia es un aporte significativo a la comprensión, ya que sobre este
andamiaje o esqueleto se estructuran los mensajes que debe tener coherencia y cohesión.
Consiste en diferenciar una narración, de un texto informativo, una receta, un ensayo, una
noticia, según su forma y organización general de los contenidos .
La macroestructura se refiere a la significación del texto. Tiene que ver como se expone la
información, considerando su estructura. Los textos narrativos cuentan con una estructura de
inicio, luego un planeamiento de un problema, un desarrollo y un final; una receta tiene una
estructura que describe primero ingredientes y luego una preparación. Un texto argumentativo
presenta una tesis o afirmación y luego argumentaciones a favor. Al enfrentarse a estos
diferentes tipos de texto, los niños aprenden a diferenciarlos, distinguen el objetivo de ellos y sí
acceden con más elementos al significado.
En relación con esta construcción de la macroestructura, es pertinente que los niños logren
dominar la coherencia y cohesión del texto y ser capaces de articular enunciados en
unidades lingüísticas cada vez más amplias. La cohesión se refiere al tipo de relación
establecida entre párrafos Desde esta perspectiva aparece la importancia de la
pronominalización y el uso de conectores entre párrafos.
Para lograr esta coherencia global, los niños deben aprender a identificar los conectores de un
texto, comprender su importancia y a la vez aplicarlos en los escritos que ellos realicen. Por lo
tanto, la enseñanza de ellos y su uso es una de las actividades necesarias a realizar en la
intervención psicopedagógica tanto para la comprensión del texto como para la creación
espontánea de ellos.
Se entiende por conectores a las palabras o expresiones que dentro de un texto marcan la
relación entre las ideas al interior de las oraciones, entre las oraciones y entre los párrafos.
¿Qué conectores enseñar? : A continuación algunos ejemplos:
Se puede trabajar al leer un buen texto narrativo o expositivo pidiendo que los alumnos los
identifiquen y expliquen su función.