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Justiniano I
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«Justiniano» redirige aquí. Para el emperador homónimo, véase Justiniano II.
Justiniano I
Predecesor Justino I
Sucesor Justino II
Cónyuge/s Teodora
Dinastía Justiniana
Justiniano
Festividad 14 de noviembre
Por su reforma y compilación de leyes y por la gran expansión militar que tuvo lugar en
Occidente bajo su reinado, sobre todo gracias a las campañas de Belisario. Todo ello
formaba parte de un magno proyecto de restauración del Imperio romano (Renovatio
imperii romanorum), por el que es recordado como "El último emperador romano". La
Iglesia ortodoxa lo venera como santo el día 14 de noviembre.
Biografía
Justiniano nació en una pequeña aldea llamada Tauresio (Taor) en Iliria (cerca de la actual
Justiniana Prima, Leskovac, Serbia), en los Balcanes, probablemente el 11 de mayo de 482.
Su madre Vigilantia era hermana del famoso general Justino que ascendió desde el ejército
a la dignidad imperial. Su tío le adoptó y se aseguró de que recibiese una buena educación:
Justiniano siguió así el currículo educativo habitual, centrándose en la jurisprudencia y la
filosofía. Avanzó en su carrera militar con gran rapidez, y se abría ante él un gran futuro
cuando, en 518, Justino se convirtió en Emperador. Justiniano fue nombrado cónsul en 521,
y posteriormente general del Ejército de Oriente. Mucho antes de que Justino le hiciese co-
Emperador el 26 de septiembre de 526[cita requerida], ya participaba en las actividades de
gobierno. Los emperadores bizantinos intentaron, en general, recuperar el antiguo Imperio
romano de Occidente, pero en el siglo VI uno de ellos consiguió los mayores logros; ese
fue Justiniano.
4 meses después, Justiniano pasó a ser el único soberano tras la muerte de Justino. Su
reinado tendría un gran impacto en la historia mundial, dando lugar a una nueva era en la
historia del Imperio bizantino y de la Iglesia ortodoxa. Fue un hombre con una capacidad
de trabajo fuera de lo común, que tenía un carácter afable, moderado y alegre, pero que
también podía ser despótico, artero y falto de escrúpulos cuando le convenía. Era un
hombre que no salía de su despacho prácticamente, manejando desde allí el Imperio, y por
sobre todos los aspectos personales sobresalía su falta de carisma, aspecto casi
imprescindible en un soberano absolutista, más aún no despertaba simpatía alguna entre sus
súbditos. Fue el último Emperador que intentó recuperar los territorios que poseyó el
Imperio romano en tiempos de Teodosio I, y con este fin, puso en marcha grandes
campañas militares. También desarrolló una colosal actividad constructiva emulando la de
los grandes emperadores romanos del pasado. Partiendo de la premisa de que la existencia
de una comunidad política se fundaba en las armas y las leyes, prestó especial atención a la
legislación y pasó a la posteridad por ser el inspirador del Corpus Iuris Civilis. La intención
de este código era recopilar una serie de leyes de la jurisdicción romana y armonizarla todo
lo posible con la cristiana a fin de crear un Imperio homogéneo. Su pensamiento circundó,
durante toda su actividad como emperador, en la idea del poder imperial sustentado por la
gracia divina, es decir que el emperador era el representante de Dios sobre la Tierra.
En 523 se casó con Teodora, una ex-actriz; hasta entonces, las actrices resultaban
socialmente próximas a las prostitutas, y en el pasado, a Justiniano le habría resultado
imposible casarse con ella, pero Justino había aprobado una ley que permitía los
matrimonios entre distintas clases sociales, lo que llevaría, ya en el reinado de Justiniano, a
una cierta atenuación de las diferencias sociales en la corte bizantina. Teodora llegaría a ser
una persona muy influyente en la política del Imperio, y algunos emperadores posteriores
seguirían el precedente de Justiniano casándose fuera de la clase aristocrática. Procopio de
Cesarea es nuestra fuente principal para la historia del reinado de Justiniano, aunque
también contribuye con muchos detalles de interés la crónica de Juan de Éfeso, que se
conserva como fundamento de muchas otras crónicas posteriores. Ambos historiadores
hicieron comentarios a veces muy negativos sobre Justiniano y Teodora; Procopio, además
de su historia, escribió otra Historia Secreta que recoge varios escándalos de la corte. Las
Historias de Agatías reseñan los sucesos acaecidos desde el año 552 hasta 558 o 559.
La segunda mitad de su reinado se vio ensombrecida por la epidemia de peste que se hizo
virulenta a partir del año 542. Teodora murió en 548 y Justiniano la sobrevivió casi 20
años, para morir el 14 de noviembre de 565.
Actividad militar y campañas de Belisario
Mapa del Imperio bizantino en 550 d.C. En verde las conquistas durante el reinado de
Justiniano I.
En mayo de 530, el monarca probizantino Hilderico fue depuesto por su primo Gelimer
aduciendo a que su falta de personalidad habían llevado a los vándalos a ser derrotados por
las tribus moras. Las protestas de Justiniano de que Hilderico pudiera regresar a
Constantinopla no fueron escuchadas, por lo que preparó con cuidado una campaña que
debía combinar eficacia militar y sobriedad de costes. Juan de Capadocia, responsable de
las finanzas del Imperio y opuesto a la guerra, accedió al final a llevar los gastos de la
campaña de una forma rígida. Belisario, el general más brillante de Oriente fue el
encargado de llevar las armas.
La decisión de atacar el reino vándalo coincidió con la aparición en éste de una serie de
debilidades. La simbiosis entre invasores e invadidos no llegó nunca a consolidarse, lo cual
generó hostilidades con los últimos. El miedo a revueltas internas había conducido a la
desfortificación de los núcleos urbanos por miedo a que acogieran revueltas. A su vez un
general godo que regía Cerdeña en nombre del monarca de Cartago pretendió con ayuda
militar oriental gobernar de forma independiente, pero fue detenido por Gelimer antes de
que dicha ayuda llegara.
La flota oriental abandonó los puertos de Constantinopla a mediados de junio de 533 y vía
Sicilia alcanzó las costas africanas al cabo de tres meses. Belisario encontró escasa
resistencia, y tras un victorioso encuentro con los vándalos en la batalla de Ad Decimum,
ocuparía Cartago dos días después. Gelimer, temeroso de que entronizaran al depuesto rey,
ejecutó a Hilderico antes de la caída de Cartago y huyó a los rebordes montañosos. Tres
meses después fue nuevamente derrotado en la batalla de Tricamerón y se refugió en las
montañas de Tunicia, intentando escapar a España. Finalmente optó por entregarse a finales
de marzo de 534. Belisario lo condujo hasta Constantinopla, donde el general fue recibido
con grandes honores, reservados al emperador. La provincia fue anexionada al Imperio, a
pesar que las tribus periféricas supusieron un peligro durante más de una década.
Ese mismo año Justiniano daría dos golpes de mano que le permitieron tomar Sicilia al
mando de Belisario y Dalmacia por Ilírico Mundo. Teodato recurrió a una embajada papal,
pero se envió una embajada Imperial paralela al propio monarca ostrogodo para establecer
un acuerdo secreto de cesión de Italia al imperio. Los diversos contratiempos que
atravesaba el Imperio en ese momento, como la revuelta de África y la recuperación de
territorios por germanos en Dalmacia indujeron a Teodato a romper el compromiso y a
hacer frente a los ejércitos de Justiniano.
Justiniano reorganizó la jerarquía militar para poder poner al frente de las campañas
italianas a Belisario ya que Mundo había fallecido en la ofensiva de Dalmacia. En su lugar
se puso a Constantiniano, que recuperó la ofensiva en Dalmacia, reocupando Salona y
expulsando a los ostrogodos de la región. Belisario ocupó Nápoles y finalmente Roma a
comienzos de diciembre. Teodato, antes de la caída de Roma, fue depuesto por Vitiges,
comandante de su guardia personal que demostró tener gran capacidad para las artes
guerreras y puso sitio a Roma.
La Pragmática Sanción de 554, mediante la cual Italia era reintegrada al Imperio romano,
ratificaba la situación de facto al otorgar a los obispos el control de diversos aspectos de la
vida civil (como la actividad de los jueces civiles) y la administración de las ciudades,
poniéndolos a cargo del aprovisionamiento, la anona y los trabajos públicos, al tiempo que
quedaban exentos de la autoridad de los funcionarios imperiales.1
Los eslavos ocupaban una zona geográfica intermedia entre los conjuntos germánicos y
esteparios. Esto, sumado a una variedad de pueblos, hacía que las incursiones fueran
habituales en los Balcanes. A pesar de las contundentes victorias anteriores de Germano y
Mundo sobre eslavos y búlgaros, estos últimos penetraron profundamente en el espacio
griego a comienzos de 540 hasta llegar al istmo de Corintio, en la típica incursión de botín
y cautivos que no produjo daños de cuantía ni la pérdida de puntos de importancia. Los
eslavos por su parte llegaron hasta Dirraquio. Las expediciones de los cotrigures fueron
más contundentes, llegando a cruzar el Danubio helado y llegando sin oposición hasta
Mesia y Escitia, desde donde llegaron a Tracia y dividieron sus fuerzas en dos pelotones de
saqueo. El mismo Zabergan se presentó en Constantinopla con 7000 jinetes, Belisario tuvo
que salir de su retiro para liderar una contraofensiva que conjuró la amenaza.
Compilación Justinianea
"la majestad imperial conviene que no sólo esté honrada con las armas sino también fortalecida por
las leyes, para que en uno y otro tiempo, así el de guerras como el de paz, puedan ser bien
gobernados, y el principio romano subsista vencedor no solamente en los combates con los
enemigos (...) Y así después de cincuenta libros del Digesto o de las Pandectas en que se recopiló
todo ese derecho antiguo y los cuales hicimos valiéndonos del mismo Triboniano (...), mandamos
que las mismas Instituciones se dividiesen en estos cuatro libros, para que constituyan los primeros
elementos de toda la ciencia del derecho..." Instituta de Justiniano; Proemio; "Imperatoriam
Majestatem".2
La monumental compilación del derecho romano realizada al inicio del reinado del
Emperador (años 528 a 534) en lengua predominantemente latina concluye la evolución
jurídica del derecho de Roma.
Sobre ella se efectuarán los renacidos estudios romanísticos, a partir del siglo XI, y se
fundará la recepción del derecho romano en los países greco-latinos y en Alemania.
El Código
Por la constitución Haec Quae Necessario, del 13 de febrero del 528, el Emperador
Justiniano nombra una comisión a la que le encarga realizar un código, utilizando los
anteriores ( Gregoriano, Hermogeniano y Teodosiano) así como también las constituciones
posteriores.
La tarea fue breve y se publicó el Código el 9 de abril del año 529 (constitución Summa
Reipublicae) y entrando en vigencia siete días después. No obstante, cuatro años más tarde
fue modificado, por haber quedado anticuada la primera recopilación de las leyes.
El código del 529 es conocido como Codex Verus. El nuevo código (Codex Novis o Codex
Iustinianus Repetitae Praelectionis) está dividido en 12 libros, los que a su vez, se
subdividen en títulos. Algunas contituciones están redactadas en griego, siendo la más
antigua la del Emperador Adriano.
El primer libro trata de derecho eclesiástico y público en general; del segundo al octavo de
derecho privado; el noveno de derecho penal y el procedimiento correspondiente; los
últimos de derecho administrativo.
"Prohibimos a los que pleitean y a los abogados bajo pena de hacerse culpables de falsedad, el que
citen otras constituciones que las insertas en nuestro código, y que las citen de otra manera que en la
que en él se encuentran; la invocación de esas constituciones, añadiendo a ellas las obras de los
antiguos intérpretes del derecho, debe bastar para resolver todos los pleitos, aunque carezcan de
fecha, o no hayan sido en otro tiempo más que rescriptos particulares."4
Digesto o Pandectas
De las diferentes partes que componen el Corpus Iuris Civilis, el Digesto resultaría ser la
única sin precedentes, como lo señalaría el propio Justiniano.
Una vez publicado el primer código, a través de una serie de constituciones, el Emperador
ordenó el Digesto. El 15 de diciembre del 530, por la constitución Deo Auctore se autoriza
al cuestor Triboniano para que organice un comisión para encarar dicha tarea. La obra
monumental fue concluída el 30 de diciembre del 533.
Para ello debían redactar un cuerpo legal que contuviera la obra de los jurisprudentes (Iura).
Surgiría así el Digesto, palabra latina que significa que de lo que se haya ubicado
metódicamente, o Pandectas, de etimología griega, significa lo que comprende todo.
La obra se integra con 50 libros; cada libro está dividido en títulos (salvo los número 30, 31
y 32), subdivididos en fragmentos y a su vez en parágrafos.
Dos tercios de los fragmentos contenidos en el Digesto pertenecen a los juristas de la ley de
citas (Gayo, Ulpiano, Paulo, Papiniano y Modestino). De éstos, la mayor parte pertenece a
Paulo. De otros siete juristas emanan una cuarta parte de los Iura (Cervidio Seavola,
Juliano, Marciano, Pomponio, Jaboleno, Africano y Marcelo). El resto de la obra se reparte
en opiniones de otros 27 juristas (como Celso, Florentino, Labeón, Neracio, Próculo,
Sabino, entre otros).5
Las Institutas
Antes de concluirse el Digesto, la comisión dio termino a la tarea que fue publicada el 21
de noviembre de 533, mediante la constitución Imperatoriam Maiestatem. Por la
constitución Tanta, junto al Digesto, se estableció la vigencia de las Institutas a partir del 30
de diciembre de 533.
Para las Institutas se basaron en obras elementales de la jurídica clásica y postclásica como
las Institutas de Gayo, las de Marciano, Ulpiano y Florentino.
Su contenido era obligatorio para los ciudadanos romanos y resulta ser fuente real de
derecho.
Están divididas en 4 libros, abordando los temas esenciales del arte jurídico: las personas,
las cosas y las acciones.6
Las Novelas
En la Edad Media se comenzó a incluir, como integrando el Corpus Iuris Civilis un cuerpo
legislativo comprensivo de una serie de constituciones dictadas con posterioridad a los
códigos (Vetus y Novis) las Quinquaginta Decisiones, el Digesto y las Institutas.
Comprende la obra legislativa de Justiniano a partir de 534 hasta su muerte en el año 565,
la mayoría en griego y algunas en latín. Abarcaban diferentes materias, siendo escasas las
referidas a derecho privado. Y fueron publicadas con carácter privado por algunos autores
con el nombre de Novelas o Novellae Leges (nuevas leyes).
Cabe destacar que en vida del Emperador, no hubo recopilación oficial limitándose al
Cuestor de palacio a registrarlas para ser publicadas periódicamente.
Alrededor del año 535 aparece una colección conocida como Epitome Juliani, por
ser atribuida a Juliano, profesor de derecho de Constantinopla. En esta colección se
hallan 124 constituciones en latín, reduciéndose a 122 por repetición de dos de ellas.
Incluye las constituciones dictadas entre los años 535 y 555.
En el año 556 se conoce una segunda colección, con autor desconocido, de 134
constituciones en latín, conocida como las Auténticas.
Otra obra fue conocida por la llegada de juristas bizantinos y manuscritos griegos,
una vez caído el Imperio Oriental. Con 168 constituciones tenía su origen en
Constantinopla.
Quizá el hecho más lamentable tuvo lugar en 529 cuando la Academia platónica de Atenas,
fundada por Platón, y que funcionaba desde 362 a. C. pasó a estar bajo control estatal por
orden de Justiniano, consiguiendo así la extinción real de esta escuela de pensamiento
helenista. El paganismo sería activamente reprimido: sólo en Asia Menor, Juan de Éfeso
afirma haber convertido a 70.000 paganos.9 También otros pueblos aceptaron el
cristianismo: los hérulos,10 los hunos que habitaban junto al Don,11 los abasgios12 en el
Cáucaso.
El culto de Amón en Áugila en el desierto libio, fue prohibido,13 de igual modo que los
restos del culto a Isis en la isla de File, junto a la primera catarata del Nilo.14 El presbítero
Julián15 y el obispo Longino dirigieron una misión a la tierra de los nabateos,16 y Justiniano
trató de reforzar el cristianismo en Yemen, enviando allí a un eclesiástico egipcio.17
También los judíos sufrieron estas medidas, pues, no sólo vieron restringidos sus derechos
civiles por parte de las autoridades,18 que asimismo amenazaron su privilegios religiosos,19
sino que, por su parte, el emperador interfirió en los asuntos internos de la sinagoga20 y
prohibió el uso de la lengua hebrea para el culto divino. A aquéllos que se opusiesen a estas
medidas se les amenazaba con castigos corporales, el exilio y la pérdida de sus propiedades.
Los judíos de Borium, cerca de la Gran Sirte, que habían opuesto resistencia a Belisario
durante su campaña contra los vándalos, tuvieron que convertirse al cristianismo y su
sinagoga fue transformada en una iglesia.21
El emperador se encontró con una mayor resistencia entre los samaritanos, que resultaron
más refractarios a la imposición del cristianismo y se rebelaron repetidas veces. Justiniano
les hizo frente con rigurosos edictos, pero no pudo evitar que a finales de su reinado se
produjesen hostilidades contra los cristianos en Samaría. La política de Justiniano también
suponía la persecución de los maniqueos, con el consiguiente exilio y amenaza de pena de
muerte.22 En Constantinopla, en una ocasión, cierto número de maniqueos fueron ejecutado
en presencia del propio emperador: algunos quemados y otros ahogados.23
Política eclesiástica
De igual modo que en su administración secular, el despotismo estaba presente en la
política eclesiástica imperial. Justiniano trató de regular todo, tanto en la religión como en
la ley.
De hecho, si no fuese por lo evidente del carácter despótico de sus medidas, casi cabría la
tentación de apodarlo "padre de la Iglesia", pues, tanto el Codex como las Novellae
contienen numerosas normas sobre donaciones, fundaciones y la administración de la
propiedad eclesiástica; la elección y derechos de los obispos, sacerdotes y abades; la vida
monástica; las obligaciones de residencia del clero; el modo de llevar a cabo las
ceremonias; la jurisdicción episcopal, etc. Justiniano también reconstruyó la iglesia de
Santa Sofía, cuya construcción original había sido destruida durante la revuelta de Niká. La
nueva Santa Sofía, con sus numerosas capillas y altares, su gran cúpula dorada y sus
extraordinarios mosaicos, se convirtió en el centro y monumento más visible de la
ortodoxia oriental en Constantinopla.
Justiniano fue conocido por su avaricia, pero también por sus grandes méritos y logros
militares, gracias a él, el Imperio bizantino pudo sobrevivir y perdurar a su existencia; si
bien, sin las glorias militares de su reinado; hasta 1453, cuando Constantinopla cayó bajo el
asedio de los jenízaros del Imperio otomano.
Emperador bizantino
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(Redirigido desde Emperadores bizantinos)
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Los agrupamientos dinásticos que aparecen en este artículo siguen la opinión más
generalizada entre los historiadores, pero otras fuentes pueden indicar agrupamientos
ligeramente distintos. De hecho, algunos de éstos son convencionales, y no una «dinastía»
en el sentido estricto del término, como personas unidas por lazos de sangre.
Contenido
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1 Emperadores Romanos
2 Dinastía constantiniana (324–363)
3 No dinástico o «Dinastía joviana» (363–364)
4 Dinastía valentiniana-teodosiana
o 4.1 Dinastía valentiniana (364–379)
o 4.2 Dinastía teodosiana (379–457)
5 Dinastía de León o Dinastía tracia (457–518)
6 Dinastía justiniana (518–602)
o 6.1 No dinástico o «Dinastía de Focas»
7 Dinastía heracliana (610–711)
o 7.1 No dinásticos o «primer período turbulento» (695–717)
o 7.2 Restauración
o 7.3 No dinásticos
8 Dinastía isáurica (717–802)
o 8.1 No dinásticos o «segundo período turbulento» (802–820)
9 Dinastía amoriana o frigia (820–867)
10 Dinastía macedonia (867–1057)
o 10.1 No dinástico
11 Dinastía Ducas-Comneno
o 11.1 Dinastía de los Comnenos (1057–1059)
o 11.2 Dinastía de los Ducas (1059–1078)
o 11.3 No dinástico
o 11.4 Dinastía de los Comnenos (1081–1185)
12 Dinastía de los Ángeles (1185–1204)
13 Toma de Constantinopla por los Cruzados
14 Dinastía de los Láscaris (1204–1261, Imperio de Nicea)
15 Dinastía de los Paleólogos (1261–1453) y de los Cantacucenos (1341–1357)
16 Titulares
17 Véase también
18 Referencia
19 Enlaces externos
Emperadores Romanos
Artículo principal: Anexo:Lista de emperadores romanos
Constantino I
Constancio II
Juliano
Joviano
Dinastía valentiniana-teodosiana
[editar] Dinastía valentiniana (364–379)
Valente (328–378, emperador de 364 a 378) — hermano del Emperador de
Occidente Valentiniano I.
Valente
Teodosio I
Arcadio
Teodosio II
Marciano
Restauración
Justiniano II Rhinotmetus — reinstaurado, rige nuevamente de 705 a 711.
No dinásticos
No dinástico
Dinastía Ducas-Comneno
Dinastía de los Comnenos (1057–1059)
En el Derecho anglosajón es una fuente de importante magnitud, debido a que los jueces
deben fundamentar sus decisiones o sentencias judiciales mediante un estudio minucioso de
los precedentes, hechos o pruebas que incriminen al detenido sin violar o vulnerar sus
principales derechos.
En todo caso, tampoco el estudio de las sentencias nos da la medida exacta de la realidad
del Derecho porque ocurre que en ocasiones y por diversas razones las sentencias dejan de
cumplirse o aplicarse.
Esto es así especialmente cuando el poder judicial entra en colisión con otros poderes del
Estado moderno como el ejecutivo y el legislativo, y aunque compromete el principio de
separación de poderes es un fenómeno que no puede desconocerse completamente al
elaborar una teoría del Derecho, a riesgo de que aparezca como totalmente separada de la
realidad jurídica y social.
La jurisprudencia se inspira en el propósito de obtener una interpretación uniforme del
derecho en los casos que la realidad presenta a los jueces.
Contenido
1 Regulación por países
o 1.1 Chile
o 1.2 España
o 1.3 Guatemala
o 1.4 México
o 1.5 Paraguay
2 Véase también
3 Referencias
4 Bibliografía
5 Enlaces externos
En el caso chileno, las sentencias judiciales no tienen eficacia general, de modo que es
perfectamente posible que los tribunales inferiores puedan resolver en contradicción con
fallos anteriores de tribunales superiores. Esta materia está expresamente dilucidada en la
ley; en efecto, el Código Civil señala al respecto en el Art. 3º inc. 2º que "Las sentencias
judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente se
pronunciaren". Sin embargo, la parte agraviada puede presentar un recurso de nulidad (en
materia penal) o de casación (en materia civil) ante la Corte Suprema de Justicia, para que
esta resuelva si el tribunal ha fallado fundada en un error de derecho.
España
Sin embargo, el art. 1.6 del Código Civil dispone que la jurisprudencia «complementará el
ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo reiterado, establezca el Tribunal
Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios generales del
derecho», por lo que, aunque no sea fuente propiamente dicha, su facultad para modular la
Ley y establecer cuáles han de ser los principios generales del Derecho (que es propiamente
un concepto jurídico indeterminado) le otorga una relevancia sin par.
La jurisprudencia se constituye a partir de dos Sentencias que interpreten una norma en
igual sentido, emanadas del Tribunal Supremo (órgano jurisdiccional superior en todos los
órdenes, salvo lo dispuesto en materia de garantías constitucionales) y, cuando se trata de
ciertas materias de competencia limitada a la Comunidad Autónoma (por ejemplo, Derecho
foral o especial), de los Tribunales Superiores de Justicia de la Comunidad Autónoma
correspondiente.
Guatemala
México
Las resoluciones constituirán jurisprudencias, siempre que los resuelto en ellas se sustente
en cinco sentencias no interrumpidas por otra en contrario, y que hayan sido aprobadas por
lo menos por ocho ministros, si se trata de jurisprudencia del Pleno, o por cuatro ministros
en los casos de jurisprudencia de las dos Salas.
Paraguay
Justiniano II
Nacimiento 669
Predecesor Constantino IV
Sucesor Filípico
Consorte 1) Eudocia
2) Teodora de Jazaría
Padre Constantino IV
Madre Anastasia
También conocido como Rhinotmetos (Ρινότμητος: "nariz cortada"), Justiniano era hijo del
anterior emperador Constantino IV, que había mandado mutilar a sus hermanos Heraclio y
Tiberio, como forma de asegurar la ascensión al trono de Justiniano a su muerte. En 685,
con 16 años de edad Justiniano sucedió a su padre sin aparente oposición. A pesar de sus
relevantes talentos y cualidades para el ejercicio del poder, poseía un sentido despótico y
cruel de la autoridad imperial. Tras reinar durante diez años, fue depuesto, mutilado y
exiliado, retornando al poder diez años después, para ser finalmente asesinado.
Contenido
[ocultar]
1 Vida
o 1.1 Primer reinado (685-695)
1.1.1 Política de deportaciones
1.1.2 Organización territorial
1.1.3 Política religiosa
1.1.4 Fin del primer reinado
o 1.2 Destierro (695-705)
o 1.3 Segundo reinado (705-11)
2 Bibliografía
3 Enlaces externos
Vida
Primer reinado (685-695)
Su primer reinado (685-695) comenzó con buenas perspectivas. Debido a las victorias de su
padre Constantino IV, las fronteras orientales del Imperio eran estables y el Califa pagaba
un tributo al emperador. Justiniano II logró que los omeyas aumentaron el valor del tributo
que le pagaban, así como recuperar parte del control de Chipre. Por otro lado acordó con el
Califato el reparto de los ingresos procedentes de las provincias de Armenia e Iberia.
Política de deportaciones
El asentamiento de eslavos en Asia Menor fue la más importante, pero no la única medida
de política colonizadora en aquella época. También se trasladó a los mardaítas, un rapaz
pueblo de cristianos desplazados por los invasores musulmanes que habitaba en los
confines orientales del Imperio y que, habiendo prestado antaño un buen servicio a los
bizantinos en su lucha contra los árabes, había ido pasando, poco a poco, al servicio de
aquéllos, a que entrasen en territorio imperial para asentarse como marineros en el
Peloponeso, en la isla de Cefalonia, en la ciudad portuaria de Nicópolis, en el Epiro y
también en la región de Attalia; en Panfilia, en la costa sur de Asia Menor. Finalmente,
Justiniano II trasplantó a los habitantes de Chipre a la región de Cícico, que había sufrido
mucho durante el asedio de Constantinopla y que carecía sobre todo de marinos
experimentados.
El traslado de los chipriotas afectó sensiblemente los intereses del Califato, y puesto que
Justiniano II, consciente de su superioridad, rechazó con menosprecio las objeciones del
califa Abd al-Malik, se reanudó la guerra. Entre 692 y 693 el emperador lanzó una fallida
campaña contra los árabes, en que las nuevas tropas eslavas se pasaron al enemigo. Ello
tuvo como consecuencia la grave derrota de los bizantinos cerca de Sebastópolis, en
Armenia, perdiendo los bizantinos lo que les restaba de este territorio. Siguiendo el ejemplo
bizantino, los árabes asentaron a estos tránsfugas en Siria y les utilizaron como soldados en
las futuras luchas contra el Imperio.
[editar] Organización territorial
La renovación interior que vive el Imperio Bizantino desde el siglo VII consiste ante todo
en el auge de una clase campesina fuerte y en la formación del nuevo ejército stratiota, es
decir, el fortalecimiento del minifundio, ya que los stratiotas establecidos eran también
propietarios de su pequeño terreno. Por regla general, el hijo mayor era el que sucedía al
stratiota en el ejercicio del servicio militar y que al mismo tiempo heredaba los bienes
militares ligados a la obligación de prestar servicio. Los demás descendientes constituían
un excedente de campesinos libres, a los cuales ofrecía un natural campo de acción la
abundancia de tierras baldías, pudiendo el campesino igualmente acceder a la categoría de
stratiota. El campesinado libre y los stratiotas se convierten en el puntal de la política de
defensa del Imperio Bizantino.
Los 102 cánones del concilio regulan diversas cuestiones relativas a la organización
eclesiástica y al rito, dando especial importancia a la elevación y consolidación de la moral
entre el pueblo y entre el clero. Al censurar varios usos y costumbres, inmorales o de origen
pagano, nos ofrecen interesantes nociones sobre la vida popular de la época. Así por
ejemplo informa de que se celebraban aún fiestas paganas antiguas, entre ellas la fiesta de
Brumalia, en la cual hombres y mujeres disfrazados y enmascarados circulaban por las
calles; que durante la vendimia se cantaban canciones en honor de Dionisos, o que cuando
había luna nueva, se levantaban hogueras delante de las casas y los jóvenes saltaban por
encima. Tanto éstas como muchas otras costumbres procedentes de épocas ,paganas se
proscriben ahora; a los estudiantes de la Escuela Superior de Constantinopla se les prohíbe,
entre otras cosas, organizar representaciones teatrales.
Sin embargo, el mayor significado histórico del Concilio Quinisexto corresponde a aquellas
decisiones que ponen de manifiesto las divergencias de las dos iglesias, la oriental y la
occidental, apenas se había llegado a un acuerdo dogmático una década antes, en el Sexto
Concilio ecuménico. Así por ejemplo, se admite el matrimonio de los sacerdotes y se
rechaza expresamente el ayuno sabático romano.
Justiniano II cavó su tumba política al llevar a cabo una dura política fiscal para costear las
suntuosas construcciones con las que quería emular a su tocayo el gran Justiniano. Ello le
convirtió en una figura tremendamente impopular. Su tesorero Esteban, un eunuco persa, y
el logoteta público, el monje Teodoto, recurrieron a la tortura y a la prisión con el fin de
procurarse el dinero necesario para las obras. Tanto capataces como trabajadores eran
azotados y lapidados si no estaban a la altura de las exigencias del Emperador. El resultado
fue el engrandecimiento, entre otras muchas construcciones, del palacio imperial: hizo
levantar dos salas inmensas y suntuosas que comunicaban la sala del trono, el llamado
Chrysotriclinium, con el palacio de Dafne, un de las cuales recibió el nombre de Lausiacos
y la otra el de Triclinio de Justiniano.
En un golpe de mano, Justiniano fue capturado, y Leoncio procedió con él de un modo que
por entonces se consideraba misericordioso: le amputaron la nariz (de donde proviene su
apodo) y le desterraron al Quersoneso (Crimea), en la creencia de que nadie con tan
grotesca apariencia podría volver a gobernar.
Destierro (695-705)
Durante seis años (705-11) gobernó nuevamente en la ciudad a orillas del Bósforo el
emperador de la nariz cortada, ahora con una prótesis nasal de oro. Justiniano compartió el
trono con su esposa Teodora que fue traída desde el reino jázaro a Constantinopla después
del golpe de Estado, trayendo consigo un hijo que había nacido mientras tanto. Este recibió
el nombre de Tiberio y fue elevado a coemperador. El kan de los búlgaros, Tervel, recibió
su título de César, y antes de retornar a su país colmado de magníficos regalos, recibió el
homenaje del pueblo constantinopolitano, sentado en un trono al lado del Emperador.
Pero éstas fueron sólo las primeras víctimas del terror sistemático instaurado para terminar
los enemigos del Emperador. Todos sus opositores, así como aquellos sopechosos de serlo,
fueron perseguidos y exterminados. Poseído por una furia vengativa insaciable, olvidó en
su ceguera sus deberes más urgentes para con el Estado, desatendió la guerra con los
enemigos del Imperio y consumió todas sus fuerzas en la pugna agotadora con sus
enemigos internos, reales o imaginarios.
Los árabes se beneficiaron de esta situación. En el año 709 asediaron Tiana, una de las
fortalezas más importantes de la región fronteriza con Capadocia. El ejército bizantino que
les hizo frente era insuficiente y estaba mal dirigido, ya que los hombres mejor capacitados
habían sido víctimas del terror. Fue derrotado, a consecuencia de lo cual Tiana, agotada por
el asedio prolongado y privada de toda esperanza, se rindió al enemigo. Los árabes no
parecen haber encontrado la menor oposición durante sus incursiones a Cilicia en 710 y
711, y pudieron ocupar varias fortalezas. Un pequeño destacamento árabe se atrevió a
avanzar hasta Crisópolis, a la vista de Constantinopla.
El reinado tiránico de Justiniano provocó otro levantamiento contra él. Aun viendo cómo en
Rávena estallaba una nueva rebelión a finales de 710 y principios de 711 pese a la
expedición de castigo de 709, Justiniano envió una expedición similar contra Querson, el
lugar de su exilio. Allí el ajuste de cuentas debía ser todavía más cruel que en Rávena, pero
finalmente le costó la cabeza a Justiniano. El ejército y la flota imperiales mandado a
exterminar a la población se rebeló bajo el liderazgo de un oficial armenio llamado
Bardanes, que fue proclamado emperador. Justiniano se encontraba en aquel momento de
camino a Armenia y fue incapaz de regresar a tiempo para defender la ciudad. Fue
arrestado y ejecutado en las afueras de la ciudad de Damatrys, en Bitinia, en diciembre de
711. Su cabeza fue enviada como trofeo a Bardanes, y enviada a Rávena para su pública
exhibición, ante la alegría de los supervivientes del cruel saqueo.