Gente Corriente es uno de los mejores ejemplos del duelo complicado.

En ella conocemos la historia de una

familia que, después de la trágica muerte del hijo mayor en un accidente, se desestructura por completo. Cada
uno de los personajes vive el duelo de una manera totalmente diferente, pero todos ellos lo hacen de forma
muy intensa, sin saber si están haciendo lo correcto para superar el trauma o si lo único que están logrando es
distanciarse los unos de los otros.

El protagonista, Conrad, ha visto como su hermano se ahogaba en el mar sin poder hacer nada y él en cambio
sobrevivía, sin ningún tipo de explicación a la que atenerse. Con esto, tras caer en una profunda depresión,
intenta suicidarse, sin lograrlo. En la película vemos su situación a los cuatro meses del intento de suicidio,
después de salir de un hospital psiquiátrico, donde ni de lejos han llegado a ayudarle a superar el trauma.
Conrad muestra signos típicos de una depresión ( anorexia, insomnio, apatía, desinterés por sus antiguas
aficiones...) y estos se ven empeorados por un intenso sentimiento irracional (a mi parecer) de culpa al no
haber podido salvar a su hermano. El ambiente en el que se encuentra tampoco parece ayudarle ya que no
puede buscar apoyo en su mejor amigo al recordarle demasiado a su hermano y tampoco encuentra el apoyo
en sus padres.

Beth, la madre, se muestra como una mujer alegre y feliz, contenta con su familia aparentemente perfecta,
viviendo permanentemente hacia fuera. Se preocupa así por mantener una buena imagen, más centrada en lo
que pensarán los demás que en los verdaderos problemas, tanto los propios como los de su marido y su hijo
menor. Por otro lado podemos destacar la mala relación entre ella y Conrad, al que compara continuamente
con el fallecido, culpándolo de la muerte del mismo y negándole cualquier tipo de muestra de afecto.
Se presenta como una mujer superficial y algo egocéntrica, pero podemos considerarlo una forma de duelo, en
la que evita todo tipo de sentimientos y se centra en las cosas cotidianas para evitar tener que enfrentarse a la
dura realidad de la muerte de su hijo más querido.
Una escena destacable en la película es cuando entraen la habitación de su hijo fallecido, y vemos todo
exactamente igual, como si aún estuviese vivo. Esto supone un gran factor de riesgo, siendo una de las zanjas
que pueden llevar a optar por el duelo complicado.

El padre, por el contrario, es el que parece tener el duelo más sano de los tres. Se preocupa por Conrad y los
trata con cariño, tanto a él como a la madre. Pero de tan comprensivo que intenta ser para hacerle las cosas
más fáciles a los demás, peca de ingenuo y no se entera de la mala relación entre Beth y su hijo o de los graves
problemas de ambos.

El psiquiatra juega un importante papel en la recuperación de Conrad, ayudándolo a destapar todo lo que él
trataba de esconder para “mantener más el control y así no preocupar a la gente”. Asimismo es fundamental
cuando le hace comprender que realmente está enfadado con su hermano por no haber sobrevivido y que se
siente culpable por conseguirlo él. Esta es una etapa fundamental en la recuperación de Conrad. De paso le
ayuda a entender que no puede obligar a nadie a quererle de una determinada forma, consiguiendo así mejorar
su frustración hacia la mala relación con su madre.
En un momento dado, el psiquiatra le comenta que “las cosas hay que verlas en sus dimensiones…Un problema
real tiene una solución real”. Aprende así a sentir esas emociones tanto negativas como positivas, a ponerles
nombre y a abrirse a otro tipo de soluciones. Sólo así va a ser capaz de salir de la depresión y escapar de los
sentimientos de culpa.
El psiquiatra también ayuda al padre en un determinado punto a darse cuenta de los problemas de la madre, lo
que le lleva a decirle lo que siente. Esto termina en la marcha de la madre, pero dada la situación podemos
contemplar esto como algo positivo, pues puede dar pie a una recuperación más sana por ambas partes, lejos
del estímulo negativo que implicaba la mala relación entre ellos.

También podemos destacar a Karen, una nueva amistad que le hace a Conrad recuperar el interés en algo y le
distrae algo de su difícil situación.