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Lao Tse: Tao Te King

I. El Tao en su trascendencia y en los seres.# I# I# I#

a) El Tao, que puede ser expresad0, no es el Tao perpetuo. El El dao que puede expresarse,# El curso que se puede discurrir no es el curso permanente.# El camino que se puede caminar#
nombre, que puede ser nombrado, no es nombre perpetuo.#
no es el dao permanente.# El nombre que se puede nombrar no es el nombre permanente.# no es el camino eterno#
b) Sin nombre, es Principio del Cielo y de la Tierra, y con
El nombre que puede nombrarse,# Sin nombre es el origen del cielo y de la tierra.# el nombre con que se puede dar nombre#
nombre, la Madre de los diez mil seres.!

c) El que habitualmente carece de concupiscencia ve su mar- no es el nombre permanente.# Con nombre es la madre de todos los seres.# no es el nombre eterno.#
avilla. El habitualmente codicioso no ve más que sus últi- Lo que no tiene nombre (wu ming),!
mos reflejos.#
Por eso,# !
es principio de todos los seres. # en la nada permanente se vislumbrará su misterio,# Con «lo inexistente» queremos dar nombre#
d) Estos dos brotan juntos, pero traen nombres distintos.
Ambos, igualmente, son misterio sobre misterio y puerta de Lo que tiene nombre (you ming)! en el ser permanente se vislumbrará su límite.# al principio del universo#
todas las maravillas.#

! es madre de los seres todos.#

Por eso la permanente ausencia de deseos (wu wu),!


Ambos brotan de lo mismo, aunque tienen distinto nombre.#

Juntos significan oscuridad.#


con «lo existente» queremos dar nombre#

a la madre de los seres y las cosas.#


(TRADUCCIÓN: ! permite contemplar su esencia escondida;# Oscuridad y oscuridad, puerta de todos los misterios# Pues bien#

!
CARMELO ELORDUY)!
la permanente presencia del deseo (you wu),! ! (TRADUCCIÓN: !
es en lo inexistente donde buscamos la profundidad del Tao:#

! sólo deja ver su limitada apariencia.#

!
ANNE-HÉLÈNE SUÁREZ GIRARD [pág. 31])! y en lo existente donde queremos ver sus huellas.#

!
! Tienen entrambos (wu, you) el mismo origen,#

!
diferentes nombres de una misma realidad.# Lo existente y lo inexistente eran iguales al nacer#
«… lo que constituye la importancia de este breve libro, y la
Misterio de los misterios,# fascinación que debería ejercer en Europa, es que, al meditar y diferentes sólo en sus nombres.#

! llave de toda mudanza.!


acerca de lo que conforma la base de lo real, sirve de fondo a
nuestra experiencia; de entrada nos saca de las dos tradiciones De ahí que los podamos llamar igual:#

! ! rivales y cómplices que, en nuestros países, han servido de el misterio.#

!
(TRADUCCIÓN: !
IÑAKI PRECIADO IDOETA)!
cimiento al pensamiento, o mejor dicho, las paraliza: efectiva-
mente, no trata de “lo original” en términos de Ser ni en térmi- !
!
nos de Dios; cierra por completo la vía a cualquier onto-/teo-

!
Y el misterio sumado a más misterio#
logía. Si este texto nos fascina es, pues, porque nos vemos inermes

!
ante él, porque no responde a los prejuicios de nuestra mente, es la puerta hacia su profundidad.#

! porque no podemos encauzarlo ni por el lado de la filosofía ni, a


!
!
la inversa, por el de la mística. Nos abre otras fuentes de intel-

! igibilidad (por no decir de verdad, término demasiado eu- (TRADUCCIÓN: !


GABRIEL GARCÍA-NOBLEJAS !
!
ropeo).»#

! # ## FRANÇOIS JULLIEN [pág. 10]!


SÁNCHEZ-CENDAL)!

! ! !
! ! LAO ZI: Tao Te King. Libro del curso y de la virtud, prólogo
de François Jullien, edición de Anne-Hélène Suárez

! ! Girard, Madrid, Siruela, Colección El Árbol del Paraíso,


n.º 83, 2015, 2.ª edición (1.ª edición: 1998).#

! ! !
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