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UNIVERSIDAD SALESIANA DE BOLIVIA

INSTITUTO DE INVESTIGACION Y POST GRADO


EDUCACIÓN A DISTANCIA

EJERCICIO GLOBAL
MÓDULO III

DIPLOMADO EN RECURSOS TECNOLÓGICOS DE INFORMACIÓN Y


COMUNICACIÓN PEDAGÓGICA

EXPERIENCIAS TECNOLÓGICAS EN LA EDUCACIÓN

POSTULANTE:
MBA. Conie Sauma Brito.

TUTOR VIRTUAL:
Mg. Sandro Rodrigo Barrios Aparicio.

LA PAZ – BOLIVIA
11 de enero de 2017
IDEAS CLAVE.

En el Módulo III, se analizó la vida y espiritualidad de San Juan Bosco, y la


aplicación de éstas en la vida diaria y en el sistema pedagógico que creó.

Para el presente trabajo analicé las premisas con las que Don Bosco trabaja con
los jóvenes y me puse a buscar experiencias propias y de otras personas de
cómo se las puede convertir en acción en nuestra labor docente actualmente.

DESARROLLO

EL TRABAJO DE DON BOSCO.


El contexto socio histórico en el que nace Don Bosco es bastante rígido, tiene un
bagaje muy grande de separatismos, la vida social, histórica y política se ha
separado de la vida religiosa y eso causa una ruptura muy grande en la
mentalidad de la gente de la época.

Se trata de maneras muy severas mantener a las personas ligadas a la parte


espiritual, tal vez de maneras muy duras y negativas, como por ejemplo los
castigos y excomuniones, también los castigos morales y mortificaciones hacia
los estudiantes.

Es más difícil unir las vidas colectivas con la individualidad religiosa, y los valores
terrenales y el deseo de mayor prosperidad en el mundo con la vida eterna y los
valores cristianos del amor y seguir a Cristo.

Ante esta situación, Juan Bosco inicia su camino espiritual, gracias a grandes
maestros y guías como Don Caffaso a quien imita en sus aptitudes personales y
lo guía para alcanzar una madurez espiritual y así se dice que la “espiritualidad
del maestro pasa a ser la espiritualidad del discípulo”.
Nuestro querido Don Bosco, se preocupa por la juventud, cree en ellos, cree en
que todas las personas son buenas por esencia, pero que a veces se dañan o
toman mal camino y es ahí donde el maestro tiene su principal función la llevarlos
a mejorar sus vidas y que se conviertan en personas de bien, las cuales a su vez
podrán hacer los mismo por otros jóvenes que se encuentren en situaciones
parecidas.

Para poder salvar a los jóvenes, Don Bosco dice que es importante que ellos
aprendan a seleccionar a sus amigos, eso es cierto, porque en realidad, he visto
a muchos alumnos muy buenos que en algún momento de debilidad que tuvieron
en sus vidas, o cuando atravesaban un momento familiar muy complicado
cayeron presas de la influencia negativa de personas que les ofertaron salidas
fáciles como por ejemplo: el alcohol, las drogas, salir de fiesta sin límites, faltarse
a clases, dejar la universidad, entre algunas cosas, y las consecuencias fueron
muy nefastas, así que siempre es bueno aconsejarles que construyan amistades
enriquecedoras en muchos sentidos, tanto a nivel emocional como espiritual y
sobre todo que vayan por el mismo camino y que tengan metas comunes y se
brinden comprensión y apoyo entre ellos.

El sistema pedagógico del Don Bosco, está centrado en la razón, es decir que
podemos aplicar esto mismo al estar constantemente informados de los nuevos
avances en nuestras diferentes áreas de docencia, con la finalidad de dar a los
estudiantes datos que estén acordes a la época. Conocía a docentes que daban
su materia sin actualizarla desde tiempos inmemoriables, incluso que dan su
cátedra como su propio docente se la dio cuando eran estudiantes. Entonces un
estudiantes que se preocupe por investigar podrá notar que su docente en
realidad no está enriqueciendo sus conocimientos ni le está dando las
herramientas que él necesitará para defenderse en la vida laboral de los tiempos
actuales.

Otro punto interesante de Don Bosco y que me encantó en el sentido tan humano
y de amor que brinda a su sistema pedagógico, es la amabilidad para con el
estudiante. En realidad considero que el trato amable debería ser un requisito
implícito en la carrera docente, ya que los estudiantes merecen nuestra atención
y nuestro trato respetuoso para con ellos, de esta manera les estamos
enseñando también con el ejemplo, ya que si nuestro trato hacia ellos es déspota
y cargado de soberbia entonces no estaríamos cumpliendo nuestra labor, puesto
que nosotros como docentes no solamente enseñamos materias académicas
sino también debemos prepararlos para el trato diarios con los demás y ser
ejemplo a seguir en nuestra forma de manejarnos en el mundo.

Juan Bosco es exigente, pues dice que una persona puede sacar lo mejor de sí
mismo siempre, que no siempre será fácil, pero si alguien lo puede lograr todos
pueden hacerlo. Entonces nos incentiva a que podamos lograr que nuestros
estudiantes den cada vez más de sí mismos, no debemos darles todo hecho ni
darles trabajos sin sentido solo para acumular nota, debemos exigirles pensar, y
eso requiere que se sienten y mediten sobre la lectura o la investigación que les
encomendamos realizar. Exigirles más no significa que los llenemos de
exámenes o trabajos, sino que les exijamos que den lo mejor de sí mismos
aunque cuando solo sea un examen o un trabajo o un debate en aula. Por eso
también recalca que es necesario ver las cosas con sencillez y simplificarles pero
no por eso dejar de exigir a los estudiantes.

Confiar en las personas es un punto muy importante en la filosofía educativa y


de vida de Don Bosco, y en mi humilde opinión, es el eje central de su sistema
pedagógico y espiritual, porque las personas a las que se acercó no siempre
eran personas iluminadas, como el solía llamar a Domingo Savio, sino también
eran como Magone, a quienes ellos les dio confianza y ellos empezaron a tomar
buenas decisiones y eligieron una mejor vida. En este sentido, creo que debemos
dar a nuestros estudiantes confianza y no andar pregonando que no pueden,
que son distraídos, que están cansados, que no retienen. Mas bien nuestra
actitud debe ser la contraria, porque debemos darles nuestra confianza,
demostrarles con nuestras actitudes que creemos que ellos pueden lograr las
cosas. Es por eso que escuchamos el llamado a enseñar, para apoyar en el
proceso de enseñanza a los estudiantes para que ellos puedan encontrar por sí
mismos sus propias rutas de acceso a la información y puedan armar sus propias
estrategias de aprendizaje.
Apoyar al estudiante a construirse a sí mismo es parte de la espiritualidad
práctica que está orientada a la acción por parte de Don Bosco. Esa construcción
no es solo académica sino por el contrario es una construcción emocional,
espiritual, académica y moral y que se realiza de manera conjunta, puesto que
así como nosotros podemos ser un ejemplo para ellos, ellos también nos pueden
enseñar en un feedback constante.

El punto medio de la felicidad también está la templanza. Juan Bosco estaba en


contra de las mortificaciones, pero también sugería que era bueno que alguna
vez se ayunara y tal vez algún arrepentimiento llevara a exigirnos mayor
austeridad. Todo es bueno mientras sirva para perfeccionar la vida o imitar a
Jesús. Esto yo podría aplicarlo en clases cuando tenga que medir mis pruebas y
extensiones de trabajos para que no se conviertan a su vez en penitencias para
los alumnos. Todo con medida, la severidad y la alegría, las normas y la iniciativa
y la creatividad. En muchas ocasiones me ha tocado lidiar con alumnos que
confundieron la creatividad con romper las reglas y hacer lo que a ellos les
parecía bueno, en esos casos es muy importante se amables pero firmes al
momento de encauzar al estudiante a manifestar su creatividad pero bajo ciertos
parámetros también.

A nivel universidad, creo que es importante que los docentes conozcamos las
premisas sobre la que se ha construido toda la ideología salesiana para que
podamos impartir nuestras clases bajo la misma. Cada uno con nuestro propio
estilo, pero tomando en cuenta los seis pilares de la pedagogía bosquiana. Con
la finalidad de mejorar la calidad de vida de nuestros estudiantes y lograr
sacarlos siempre adelante aun cuando las situaciones no siempre sean las
ideales en sus vidas privadas.

Es importante también interiorizar estos preceptos espirituales y morales de Don


Bosco, para lograr una armonía interna nuestra que podamos finalmente reflejar
ante nuestros alumnos y poder ser “acción” y demostrar que es posible todo lo
que se nos enseña no solamente sobre él sino sobre los valores cristianos. Si no
logramos eso y no nos convertimos en evidencias vivas de que todo es posible,
entonces todo se convertirá en mera teoría y no será muy probable que los
estudiantes confíen en la veracidad de lo que les platicamos, y también será
probable que no influyamos en su vida más que en lo académico.

Finalmente, Me pareció interesante conocer a Juan Bosco un poco más, porque


de esta manera, puedo apreciar cuán congruente era, y cuán especial era su
forma de ver la espiritualidad, porque de esta manera es que toda su ideología
llega hasta nuestros días plasmada en las universidades y colegios salesianos y
marianos.

PROPUESTA METODOLÓGICA.

Para convertir en acción los preceptos pedagógicos de Don Bosco, creo que
podría realizar las siguientes actividades y cambiar ciertas actitudes mías hacia
los estudiantes:
Comenzar la clase con algún pensamiento positivo para reflexionar con
ellos, de esa manera podré ayudarlos a crecer en sus actitudes y en su
forma de percibir la vida y ayudarlos a ver la vida de una forma más
positiva. Se puede trabajar la confianza de la que habla Juan Bosco. Pero
para desarrollarla en ellos, una confianza en sí mismos es vital.
Ver o leer historias de vida motivadoras como por ejemplo la del músico
Chris Fordman que no tiene manos y es uno de los mejores guitarristas
del mundo. Esto lo haría una vez antes de cada parcial, es decir, tres
veces al semestre, con tres diferentes personas motivadoras. La finalidad
de este ejercicio es que los estudiantes puedan darse cuenta que en
realidad nadie nos pone límites en nuestros sueños, ni las situaciones ni
las personas, sino que solo somos nosotros mismos los que nos
autosaboteamos. De esta manera se refuerza la confianza en sí mismos
y también les demuestro que yo tengo confianza en que ellos pueden
lograr todas sus metas aunque parezcan muy difíciles de lograr.
Generar un clima de confianza. Poniendo también los límites para que no
se confunda con falta de respeto, esto con la finalidad de que puedan
expresarse como ellos son y que desde su individualidad puedan realizar
y expandir sus habilidades y estrategias para llevarlos a la profesión.
Escucharlos más. No solamente en cuestiones académicas, sino también
en cosas personales, pues a veces están muy desorientados y no tienen
con quién conversarlos o peor aún, las personas que los rodean no son
las personas idóneas para colaborarlos.
Ser empática. En la medida de las posibilidades ponerme en su lugar para
poder analizar sus situaciones de manera individual, no desde mi
perspectiva sino tal vez la de ellos. De esa manera creo que será más
posible poder apoyarlos.
Alegría en la clase. Dar trabajos que sean interesantes, que llamen la
atención de los estudiantes, que puedan aplicar en la vida real lo que
llevan teóricamente en la clase.
Alegría en la clase II. Poder reír mientras damos ejemplos o también si
está muy tenso el ambiente o la parte avanzada es muy abstracta, aligerar
el ambiente contando algún chiste o anécdota.
Alegría en la clase III. Celebrar los cumpleaños posibles o realizar
convivencias una vez cada parcial, tres veces al semestre.
Responsabilidad. No aceptar trabajos atrasados sin una justificación real
o válida. De esta manera les estamos enseñando a ser responsables, a
tomar buenas decisiones porque muchas veces prefieren ir a bailar antes
de hacer sus tareas o de estudiar para un examen, entonces aprenden la
lección y serán más responsables la siguiente vez.
Ser coherentes y dar seguridad. No dar una fecha y luego cambiarla, no
decir que se va a tomar examen y luego no hacerlo. Se debe dar
seguridad al estudiante, para que él sepa a qué atenerse, para ello
debemos cumplir con lo que decimos.
Controlar el tono de voz. Como docentes debemos tener un volumen alto
de voz para que se nos escuche claramente en toda el aula, pero
debemos controlar que nuestro tono no sea agresivo, sino que mas bien
transmita confianza y calidez.
Puntualidad. Siempre debemos llegar temprano, y comenzar la clase
puntualmente, no llegar después de los estudiantes, tampoco quedarnos
conversando en los pasillos, no quedarnos en los kioskos sin pensar que
ellos ya están en clases.

CONCLUSIONES

Alegría, Estusio y Piedad, es una frase de Juan Bosco, donde sintetiza su


concepto de la alegría. Pues en realidad dice que debemos hacer todo lo que
hacemos con alegría, debemos servir a Dios con alegría, y hacer las cosas por
los demás con alegría. Esa es la fórmula del éxito. Y en realidad sí funciona.
Porque si hacemos las cosas con alegría, entonces vamos a hacerlas con el
corazón, y con gusto y de la mejor forma posible, de lo contrario, solamente
estaremos haciendo las cosas obligados, amargados, esperando la finalización
de lo que estamos haciendo para recién ser felices.

No debemos olvidarnos que la felicidad no es la meta, sino que la felicidad es el


camino diario, es una forma de vida, es una actitud ante la vida.

La alegría y el amor son inseparables, es más fácil encontrar soluciones cuando


estamos en un estado alegre, y también nos convertimos en mejores personas
cuando estamos en ese estado, ya que somos más accesibles, más humanos,
más dadores, menos quejosos y más concentrados en lo positivo.

La alegría en nuestra labor, si es real, será contagiosa, y podremos generar en


nuestros estudiantes las ganas de vivir felices y hacer las cosas con amor hacia
los demás.

Nosotros debemos tomar en cuenta que nuestra labor no se limita al aula, y


enseñar a nuestros estudiantes que su labor no termina en el aula, sino que
ambos debemos mirar más lejos, es decir, ir hasta la sociedad, hasta el exterior
de los muros de los establecimientos educativos, porque la espiritualidad acción
de Don Bosco habla sobre ello, sobre formar a personas que van a participar en
la construcción de nuestra sociedad con alegría.

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