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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

AUDITORÍA ACTUARIAL - GENERALIDADES.

¿QUÉ ENTEDEMOS POR AUDITORÍA?

Auditoría, etimológicamente, viene del verbo latino audire que significa: oír;
escuchar. De ahí, a su vez, se deriva la palabra de auditor, quien es la persona que
ejecuta la acción de escuchar (oyente) y, de este término, proviene la palabra
auditoría, palabra a la que se le han asignado dos significados: 1) el relacionado con
el empleo y 2) el relacionado con el despacho del auditor.

Al paso del tiempo, el significado de auditar / escuchar ha evolucionado. Primero


se escuchaba a las diferentes personas para enterarse del contenido de un suceso o
asunto del cual se buscaba información (generalmente de carácter contable) y
después, se le ha venido dando el enfoque hacia la acción de investigar o
comprobar o buscar causas y efectos de diferentes contenidos (contables,
actuariales, sistemas de informática, procedimientos...).

Veamos algunos ejemplos:

Cuántas veces hemos escuchado:


1) que algún alumno dice que conoce la materia de cierto tema de estudio o
2) que un solicitante de trabajo dice que es capaz y que está saludable o
3) que un contribuyente dice que su declaración de impuestos está correcta.

Quien los escucha puede tomar dos posiciones: la primera es aceptar lo que oye,
sin mayores comentarios. La segunda, realizar una investigación para determinar la
validez de lo que se afirma.

En estos ejemplos, para certificar lo que nos cuentan, procedería hacer un examen
al alumno para conocer hasta qué punto conoce la materia en cuestión o hacer un
examen médico al desempleado para conocer el estado físico actual y conseguir
cartas de recomendación de sus antiguos patrones o, finalmente, checar la
declaración de impuestos del contribuyente. Es decir, estamos auditando las
afirmaciones expuestas.

Pero, en el mundo hay miles de asuntos, afirmaciones, representaciones,


reclamaciones de una infinidad de material que puede someterse a examen para
certificar su validez, completez, calidad, cumplimiento, veracidad, autenticidad,

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confianza... etc. El interés por conocer tales atributos puede ser por interés propio
o por interés de terceros y quienes en el mundo de los negocios no son otros que
los accionistas, los administradores, los acreedores, las dependencias
gubernamentales y público en general.

Certificar o auditar tales atributos fue requiriendo, a través de los años, de procesos
y de sistemas, de la puntualización de ciertos criterios, principios o estándares de
la materia sujeta a certificación para poder efectuar sobre bases firmes los análisis
de la información suministrada, hasta el punto de que hoy en día la American
Accounting Association tiene como definición de auditoría la siguiente:

“Una auditoría es un proceso sistemático el cual consiste en obtener y evaluar


objetivamente, evidencia sobre las afirmaciones relativas a eventos y actos, con el
fin de determinar el grado de correspondencia entre esas afirmaciones y los
criterios establecidos, comunicando los resultados a las personas interesadas."

➢ Por proceso sistemático se entiende una serie de pasos o procedimientos lógicos,


estructurados y organizados.

➢ Por obtener y evaluar objetivamente la evidencia se entiende examinar las bases para las
afirmaciones (representaciones) y juiciosamente evaluar los resultados sin
perjuicio o propensión a favor o en contra del individuo (entidad) que hace las
declaraciones.

➢ Las afirmaciones acerca de eventos y actos (económicos, políticos y sociales)


constituyen las representaciones hechas por el individuo o la entidad.
Constituyen el material que se habrá de auditar. Las afirmaciones contienen
información incluida en los estados financieros, en los informes sobre la
operación interna y en las declaraciones de impuestos.

➢ El grado de correspondencia se refiere al grado de la cercanía con la cual las


afirmaciones se pueden identificar con los criterios establecidos. El grado de
correspondencia se puede cuantificar, como podría ser el importe faltante en
una reserva técnica para riesgos en curso o en la reserva matemática o en la de
previsión... o podrá determinarse cualitativamente como el grado de corrección
(razonabilidad) de los estados actuariales de pérdidas y ganancias de una
aseguradora.

➢ Criterios establecidos se refiere a los estándares contra los cuales las afirmaciones
o representaciones se juzgan. Los criterios podrán referirse a reglas específicas

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prescritas por un cuerpo legislativo, en nuestro caso, por la Ley General de
Instituciones y Compañías Mutualistas de Seguros o la Ley del Impuesto sobre
la Renta; o por los presupuestos establecidos por las entidades de gobierno; o
por políticas propias de la administración de la empresa; o por los principios de
contabilidad generalmente aceptados(GAAP) o por el Comité de Normas de
Contabilidad Financiera(FASB) o por los estándares actuariales de
práctica(SAOPs) definidos por el Colegio de Actuarios y, en otros casos,
definidos por los organismos autorizados de gobierno, como pueden ser en
nuestro país la SHCP, la CNSF, la CNBV, vía los diferentes reglamentos y
circulares que emiten y que a su vez, son publicados en Diario Oficial de la
Federación.

➢ El comunicar los resultados frecuentemente se reduce a atestiguar y certificar. Al


hacerlo acerca del grado de correspondencia con el criterio establecido, el
investigador da fuerza o debilita el grado de confianza que puede darse a las
representaciones o declaraciones vertidas por otra persona (Contadores o
funcionarios de la entidad). La comunicación de los hallazgos se logra a través
de un reporte escrito.

➢ Usuarios interesados, se refieren a todas las personas que utilizan (confían) en los
hallazgos del auditor. Como lo decíamos antes, son los accionistas,
administradores, acreedores, compradores, dependencias gubernamentales y
público en general.

De lo anterior, podemos concluir que el auditor es aquella persona quien ejerce la


función de auditoría, es decir, la de obtener y evaluar la evidencia sobre las
afirmaciones presentadas.

en nuestro caso, un auditor actuarial, o como ahora se le conoce como actuario


independiente es aquella persona que obtiene, evalúa y certifica la evidencia de la
constitución de las reservas y, en particular, la solvencia de las aseguradoras y
afianzadoras, sobre la base de las afirmaciones presentadas por ellas a las
autoridades de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas(CNSF). lo anterior se
puede hacer extensivo a otro tipo de auditorías, como pudiesen ser: la certificación
de que los planes de pensiones estén debidamente constituidos y financiados, bajo
los criterios de solidez actuarial generalmente aceptados, es decir, certificar la
constitución de los pasivos contingentes y de sus reservas técnicas, en su caso.

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TIPOS DE AUDITORÍAS.

Dentro de las más comunes, podemos hablar de tres:


1) Auditorías de Estados Financieros.
2) Auditorías de cumplimiento y
3) Auditorías operacionales.

Auditoría Financiera. Es de las más conocidas y de uso más frecuente. Involucra


un examen de los estados financieros con el fin de expresar una opinión respecto
a que si los mismos se presentan de conformidad con los criterios establecidos
(GAAP). Su frecuencia más común es la anual.

Auditoría de Cumplimiento. Es la que se realiza para determinar si el auditado está


cumpliendo con las condiciones, reglas o reglamentos especificados. Los criterios
establecidos podrán provenir de una gran variedad de fuentes. La aplicación más
usual de este tipo de auditorías son las que se relacionan con disposiciones
gubernamentales, como es el caso de las auditorías sobre declaraciones de
impuestos de empresas y de personas físicas. En nuestro caso específico y que
tienen relación con el ejercicio de la profesión actuarial, son las auditorías que se
hacen a las aseguradoras (Vida; Accidentes, enfermedades y Salud; Pensiones) y
que se instituyeron desde 1985 y ahora, las que se han establecido para las
instituciones afianzadoras. También se pueden incluir las auditorías a los planes de
pensiones de empresas privadas o de gobierno (IMSS, ISSTE...) o, inclusive, hasta
de las Administradoras de Fondos para el Retiro.

Auditoría Operacional. Es la revisión sistemática de las actividades de una


organización o con un determinado segmento, con relación a objetivos específicos.
Ejemplos sería el caso de ausentismo o producción defectuosa o mala experiencia
en siniestralidad o constantes errores y atrasos en la expedición de pólizas de
seguros. En estos casos se espera que el auditor realice una observación objetiva y
un análisis completo de las operaciones en cuestión. Es usual que los objetivos de
una auditoría operacional sean:

1) El evaluar actuación;
2) El identificar oportunidades para mejorar; y,
3) El desarrollar recomendaciones para mejorar o realizar una mayor acción.

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TIPOS DE AUDITORES.

Hay tres grupos: Auditores independientes, Auditores internos y Auditores de


Gobierno.

1) Auditores independientes. Son profesionistas que trabajan por propia cuenta


o en despachos que a su vez prestan otros servicios a sus clientes. Gracias a sus
estudios, entrenamiento y experiencia están debidamente capacitados para
realizar cada uno de los tipos de auditoría que se describieron anteriormente.
Ser titulados y además, haber adquirido experiencia práctica en el ejercicio de
auditoría. También es importante resaltar la independencia del auditor, la cual
radica en que no recibe sueldo, sino honorarios. Quien gana un salario depende
y debe favorecer a quien le presta el servicio. En cambio, quien recibe
honorarios hace una encomienda y reporta los resultados que encuentra, tal y
como son, sin arreglo o maquillaje alguno. Esto contempla consideraciones
tanto conceptuales como técnicas. Basta, por el momento, aclarar que para ser
independiente un auditor deberá estar libre de prejuicios respecto al cliente al
cual va a auditar y además, deberá ser muy objetivo para beneficio de aquellos
que habrán de confiar en los resultados de la auditoría.

2) Auditores internos. Son empleados que desempeñan una función staff, no de


línea, dentro de una entidad. Su función es ayudar a los administradores de la
organización en lo que concierne a la delegación de responsabilidades;
aplicación y adecuación de controles contables, operativos y financieros;
cumplimiento de políticas y procedimientos establecidos; control de activos y
salvaguarda de pérdidas de cualquier índole; el calificar la calidad de la actuación
en las responsabilidades asignadas al personal; recomendaciones para mejorar
operaciones....

3) Auditores de Gobierno. Pueden ser locales o estatales o federales. Su función


es la de revisar los informes financieros; el cumplimiento con las leyes y
reglamentos aplicables; eficiencia y economía de operaciones; y, eficacia para
alcanzar los resultados del programa, si es el caso.

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NECESIDAD DE AUDITAR LOS ESTADOS FINANCIEROS, PASIVOS
CONTINGENTES Y RESERVAS TÉCNICAS.

La necesidad nace de cuatro condiciones: 1) Conflicto de intereses; 2)


Consecuencias; 3) Grado de complejidad y 4) Lejanía.

1) Conflicto de intereses. Los usuarios de los estados financieros es usual que


tengan intereses muy diversos en la entidad que proporciona los informes y sus
intereses pueden o no concordar con los de quienes formularon la información.
Muchos usuarios muestran particular preocupación respecto al posible
conflicto de intereses entre ellos y los administradores de la entidad. Lo anterior
se extiende hasta el temor de que los estados financieros e información
complementaria que los administradores estén proporcionando sea o no,
intencionalmente, prejuiciada por quien la proporciona. por lo tanto, los
usuarios tratan de asegurarse de los expertos externos independientes que la
información esté libre de cualquier conflicto de interés que se perfile.

En nuestro caso la autoridad de la CNSF tiene el conflicto de que no sabe si las


reservas se calcularon y constituyeron, por los administradores de las
aseguradoras y afianzadoras, con una información de calidad y completa o esté
siendo proporcionada con errores o maquillada, por decir lo menos, o
totalmente equivocada y fuera de los contextos legales, presentando sobrantes
o faltantes en los montos de las Reservas. Por lo tanto, la CNSF trata de
asegurarse por medio del trabajo de los expertos externos independientes
(Actuario Independiente) que la información esté libre de cualquier conflicto
de interés que se perfile y que la información base de los cálculos tiene la calidad
y completez del caso.

2. Consecuencias. Son enormes, pues los informes anuales son la base principal y
única para que los usuarios tomen sus decisiones. Al tomar decisiones
importantes de inversión, préstamo o de vigilancia los usuarios desean que los
estados financieros estén libres de prejuicios y además, desean que los mismos
se hagan cumpliendo con todos los estándares o criterios aplicables (GAAP;
FASB 87, 88 Y 106; Boletín D – 3; Circulares de la CNSF...), incluyendo todas
las notas aclaratorias que sean necesarias para un usuario con conocimientos
razonables.

En nuestro caso, la CNSF, como organismo de supervisión y vigilancia, busca


que se cumplan todos los criterios técnicos que ella ha emitido, pues busca que
los estados financieros reflejen la constitución completa de las reservas, y no
vaya a resultar que hay faltantes importantes que los administradores pudiesen

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haber utilizado para tapar otros huecos(generalmente, pérdidas provenientes de
una mala administración técnica o financiera o comercial) y lo que sería un
síntoma evidente de que la aseguradora o la afianzadora andan mal, poniendo
en peligro la buena fe y confianza de los asegurados. Además, de que por el
motivo de importantes faltantes de reservas, ante un siniestro importante,
dichas entidades no cumplirían, en tiempo y forma, con el pago de la
reclamación. Para salir de la duda, la CNSF se ayuda de los auditores externos
actuariales y obliga a las entidades a que contraten estos servicios externos.

3. Grado de complejidad. Tanto la materia propia de contabilidad como el


proceso para elaborar los estados financieros o manejar los grandes volúmenes
de asegurados y de cálculos involucrados en la valuación de las reservas o
pasivos contingentes se están haciendo, cada día, más complejos y por
consiguiente, va apareciendo no solo un mayor grado de mala interpretación,
sino que también, una mayor posibilidad de errores no intencionales. A los
usuarios (asegurados) se les hace, por lo tanto, más difícil evaluar la calidad de
los estados financieros y demás informes, por lo que contratan y consultan con
los auditores independientes para poder apreciar la calidad de la información
que están recibiendo.

4. Lejanía: Pocos usuarios (asegurados) tienen acceso directo a los registros de


donde se obtienen los datos. Inclusive, en casos donde puede tenerse acceso a
los registros disponibles para su escrutinio y revisión, restricciones de tiempo y
de costo, normalmente, impiden que los usuarios realicen un estudio
significativo. El grado de distanciamiento evita que los usuarios puedan apreciar
que tan completos y precisos son los estados financieros.

Ante tales circunstancias, se tienen dos alternativas: 1) el aceptar la calidad de


datos financieros basados en la simple confianza o, 2) El confiar en la opinión
de un tercero. Los usuarios preferentemente se han ido por la segunda
alternativa: Confiar en la opinión de un tercero, que no es otro que el auditor
externo, sea el contable o el actuarial.

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EVOLUCIÓN DE LOS OBJETIVOS DE LA AUDITORÍA.

Se dice que al principio de siglo la razón de ser de la auditoría era:

▪ El descubrimiento de fraudes.
▪ El descubrimiento de errores técnicos y
▪ El descubrimiento de errores de principio.

El descubrimiento de fraudes tenía tanta importancia que se revisaban todos los


datos de la entidad, pues se sospechaba que detrás de cualquier error técnico o de
principio podría esconderse un fraude. Era una exageración de revisiones y de
trabajo ingrato, pues se trabajaba demasiado en los “fantasmas” de que para
descubrir un fraude solo se podría lograr a través de un análisis detallado de todas
las operaciones de la compañía.

Con el paso del tiempo, al acelerarse el crecimiento de las empresas, se comenzaron


a desarrollar sistemas de control interno, sistemas de organización y
procedimientos y finalmente, sistemas de informática, que lograron que la
operación fuera más sistematizada y ésta se fuera haciendo más acertada y sin
tantos errores. Es decir, que con la eficiencia brindada por estos sistemas, los
procedimientos de auditoría al detalle se volvieron imprácticos y sus objetivos
cambiaron, pasando el dictamen del auditor de ser una evidencia de ausencia de
fraude a un documento que certificara resultados.

Pero, vino otra inquietud ¿Para qué buscar el certificar resultados en medio de
tantos controles internos y sistemas de información que se presentaban tan
eficientes y certeros?

Sencillamente, por el grado de incertidumbre que existe al establecerse y después,


al innovarse o modificarse los diferentes controles administrativos iniciales. Es
decir, los sistemas de control interno y de trabajo pueden ser los apropiados y
funcionar perfectamente, al momento de ser creados y puestos en práctica, pero
con el paso del tiempo y debido a los cambios que puede experimentar la operación
del negocio y de los empleados que la han venido manejando, se va generando
cierto grado de incertidumbre de caída dentro de un posible relajamiento en el
respeto a las normas establecidas. Por ello, cualquiera que sea la empresa, las
funciones, los procedimientos, las normas de control interno deberán estar
sometidos a una constante revisión, porque las fallas no descubiertas en ellos,
pueden originar fuertes pérdidas.

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En la actualidad, ya no se hacen revisiones exhaustivas de la información como se
hacía a principios de siglo, es decir, las comprobaciones han abandonado la
revisión detallada de cada cifra registrada en libros y se ha concentrado en efectuar
revisiones objetivas sobre las operaciones seleccionadas, mediante técnicas de
muestreo estadístico. Cuando las comprobaciones de los controles indican un
sistema digno de confianza, la verificación detallada se elimina virtualmente.

Además, el avance tecnológico de los sistemas de informática nos ha llevado al


punto coincidente de que el uso de la computadora para evaluar la calidad del
sistema de procesamiento de datos y para determinar la calidad generada por el
sistema, parece proporcionar al auditor la oportunidad de llevar a cabo una
auditoría más selectiva y de mayor penetración respecto a las actividades y
procesos, que implica un gran volumen de transacciones.

“Con la revisión adecuada del sistema de información y el empleo de cifras de


control para comprobación, el auditor tiene un mejor conocimiento de su cliente
y obtiene una visión global del funcionamiento de la empresa, lo que lo hace capaz
de convertirse en un asesor externo óptimo.”

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