Você está na página 1de 20

UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

Asignatura:
Procesos cognoscitivos

Tema:
Portafolio

Participante:
Yosmeidy Rosario Peña

Matrícula:
15-3184

Facilitadora:
Juan Martínez

07 de octubre del 2017


Santiago, Rep. Dom.
Introducción

El trabajo que le presento continuación trata en primer lugar, gran parte del
reciente progreso en el estudio de la cognición procede de la llegada de la
Neurociencia cognitiva, que utiliza datos y métodos neurocientíficos para
afrontar cuestiones psicológicas. En lugar de sólo presentar datos y hallazgos
de la Neurociencia en sí mismos, o de referir contribuciones de la Psicología
cognitiva junto con contribuciones de la Neurociencia, utilizamos los hallazgos
de la Neurociencia para aclarar y razonar distinciones clave en Psicología
cognitiva.

Los seres humanos interactúan con el mundo mediante operaciones corporales


y procesos mentales.Los procesos mentales incluyen el procesamiento de la
información proporcionada por los sentidos, el almacenamiento de información,
el razonamiento, la toma de decisiones para reaccionar adecuadamente ante
los eventos del ambiente y la resolución de problemas. La psicología cognitiva
moderna se encarga del estudio de estos procesos, pero a diferencia de su
predecesora del siglo XIX, no se basa en la introspección. La psicología
cognitiva moderna estudia las conductas del ser humano, interpretadas en
función de estos procesos y en conjunto con la neurociencia cognitiva busca
explicar los procesos en función del funcionamiento fisiológico del cerebro.[2]

Los procesos mentales o cognitivos son muy complejos e interactivos. No


existen puntos específicos en los que se pueda decir que uno concluye y otro
inicia. Sin embargo, con fines didácticos es posible agruparlos en 4 áreas
diferentes en base al proceso que realizan sobre la información que las
personas reciben del medio ambiente. Los procesos relacionados a la captura
de información (sensación, percepción y atención) reciben la información del
medio y la ponen a disposición de los otros procesos. Los procesos
relacionados a la reacción (emoción y motivación) toman la información y llevan
a las personas a tomar acciones. La memoria es el proceso relacionado con el
almacenamiento de la información y los procesos relacionados a su
procesamiento (aprendizaje, pensamiento, lenguaje e inteligencia) nos
permiten analizar tanto la información almacenada como la nueva información
capturada por los sentidos para adaptarnos y modificar el ambiente.
CÓMO EL CEREBRO DA LUGAR A LA MENTE

Breve historia. En los comienzos: el contenido de la conciencia.

El filósofo griego Platón creía que los recuerdos son como grabados en una
tablilla de cera y que las personas difieren en la dureza y pureza de la «cera,»
lo que explicaría por qué algunas personas tienen mejores recuerdos que otras.
Esta idea es interesante en parte porque no hay una distinción clara entre la
sustancia física (la cera) y su función (retener recuerdos).

El filósofo y matemático francés René Descartes nos proporcionó la famosa


distinción entre mente y cuerpo, sosteniendo que la mente es cualitativamente
distinta del cuerpo, tan diferente como el calor lo es de la luz. Esta distinción ha
trascendido a nuestra cultura y ahora les parece obvia a muchos, pero de
hecho la investigación está mostrando ahora que no es tan clara como pueda
parecer (como se verá cuando se consideren los efectos de la mente en el
cuerpo y viceversa al estudiar la emoción).

John Locke que escribió en Inglaterra, reflexionó acerca de a qué podría


asemejarse el contenido de la mente y sostuvo que el pensamiento es una
serie de imágenes mentales.

El obispo George Berkeley discrepó, argumentando en parte que conceptos


abstractos como «justicia» y «verdad» no podían expresarse eficazmente
mediante imágenes. Tales debates establecieron el marco de muchos
programas de investigación contemporáneos, como los dedicados a descubrir
los diversos modos en que podemos almacenar información, los cuales como
sostuvo Berkeley no pueden limitarse a imágenes mentales.

La revolución cognitiva

La revolución cognitiva floreció cuando los investigadores desarrollaron nuevos


métodos para examinar las predicciones de los modelos informáticos, que a
menudo explicaban la secuencia en la cual supuestamente tienen lugar
actividades mentales específicas. Estos métodos fueron una parte importante
de la revolución cognitiva porque permitieron que la actividad mental pudiera
estudiarse más objetivamente que con la introspección, y por consiguiente
permitió a muchos investigadores ir más allá del conductismo sin renunciar a la
aspiración de empirismo, el descubrimiento de nuevos datos mediante una
observación sistemática.

Una razón por la que los ordenadores fueron tan importantes como modelo es
que demostraron, de una vez por todas, porqué los investigadores tienen que
pensar en los sucesos internos y no sólo en los estímulos, las respuestas, y las
consecuencias de respuestas observables.
La psicología en el mundo.

El laboratorio de Wundt estaba en pleno funcionamiento, se promovió otra


orientación de la psicología científica, principalmente en América, gracias a
William James.

Estos psicólogos «funcionalistas», como se les llegó a conocer, no se centraron


en la naturaleza de la actividad mental sino más bien en la función que
actividades mentales específicas desempeñan en el entorno. La idea era que
ciertas conductas o modos de abordar un problema son más adecuados que
otros para llevar a cabo ciertas tareas, y que deberíamos cambiar nuestras
ideas y nuestra conducta a medida que vayamos descubriendo lo que cada vez
se «adapta mejor» a nuestro entorno.

El contenido de la conciencia Se puede decir que el estudio científico de la


actividad mental se inicia con el establecimiento del primer laboratorio
contemporáneo de Psicología en 1879, en Leipzig (Alemania).

El director de ese laboratorio fue Wilhelm Wundt que se centró en el estudio de


la naturaleza de la consciencia.

La idea que guiaba a Wundt era que el contenido de la consciencia aquello de


lo que se es consciente puede abordarse de un modo similar a cómo los
químicos abordan el estudio de la estructura de las moléculas: (1)
caracterizando las sensaciones básicas (como sentir frío o calor o ver los
colores azul o rojo) y los sentimientos (como el miedo o el amor), y (2)
averiguando las reglas por las que dichos elementos se combinan (como el
modo en que las sensaciones simples se combinan para formar la percepción
de ver un objeto en su totalidad, con su forma, textura y color). Un estudiante
americano de Wundt, Edward Titchener, amplió este enfoque para abarcar no
sólo sensaciones y sentimientos sino toda actividad mental. Los primeros
psicólogos de la escuela de Wundt realizaron, al menos, dos contribuciones
principales. En primer lugar, demostraron que la actividad mental puede
descomponerse en operaciones más básicas (como la percepción del color, la
forma y la localización).
Esta estrategia de «divide y vencerás» ha resistido la prueba del tiempo. En
segundo lugar, idearon métodos objetivos para evaluar la actividad mental,
como medir cuánto tiempo se necesita para tomar ciertas decisiones.

El conductismo: reacción frente a lo inobservable.

Los primeros psicólogos intentaron usar como modelo para su nueva ciencia
los acontecimientos que estaban triunfando en su época, los métodos de la
Física, la Química y la Biología. Pero diferentes psicólogos extrajeron
diferentes conclusiones de los logros de otras ciencias y algunos sostuvieron
que la Psicología no debería tratar de comprender fenómenos mentales
encubiertos sino más bien debería centrarse estrictamente en lo que se puede
observar directamente: los estímulos, las respuestas y las consecuencias de
esas respuestas.

Las teorías conductistas explican cómo los estímulos llevan a las respuestas, y
cómo las consecuencias de las respuestas establecen asociaciones entre los
estímulos y las respuestas. Algunos conductistas, entre ellos Clark L. Hull,
estaban dispuestos a reconocer la existencia de sucesos internos que se
deducen directamente de la conducta, tal como la motivación, aún cuando
dichos sucesos no fueran observables en sí mismos. Sin embargo, muchos
conductistas posteriores, en particular B. F. Skinner y sus discípulos, llegaron
incluso a rechazar absolutamente cualquier consideración acerca de sucesos
internos.

Comprender la mente: la estructura de las teorías de la cognición.

La revolución cognitiva condujo a una idea detallada de la estructura de una


teoría de la actividad mental, pero decir que las actividades mentales son como
programas informáticos es un salto en el vacío. Pensemos en los equipos
informáticos, las máquinas que llevan a cabo programas informáticos, en
comparación con la «máquina» que produce la actividad mental es decir, el
cerebro. La verdad es que los ordenadores y los cerebros aparentan ser muy
diferentes y están compuestos por materiales distintos. Además, los programas
de ordenador son algo distinto de los aparatos que los procesan; el mismo
programa puede ejecutarse en muchos aparatos diferentes. Pero la actividad
mental que tiene lugar en la cabeza del lector en este momento es suya y tan
sólo suya.

Mente y cerebro

La actividad mental y la actividad cerebral se relacionan entre si ya que la


actividad mental tiene lugar en la cabeza del lector y es solo suya y esta se da
en el cerebro.

Actividad mental estimula el cerebro, modificando los circuitos neuronales.

Representación mental

Los psicólogos cognitivos intentan precisar cómo se representa internamente la


información. Una representación es un estado físico (como las señales en una
página, los campos magnéticos en un ordenador o las conexiones neuronales
en un cerebro) que transmite información, simbolizando un objeto,
acontecimiento, o una categoría o sus características. Las representaciones
tienen dos facetas bien definidas. Por una parte, la representación tiene una
forma, el modo en el cual transmite información en otras palabras, su formato.

Procesamiento mental

Las representaciones de las palabras en la memoria de acceso aleatorio (RAM)


y en el disco duro son útiles sólo porque pueden ser procesadas. De modo
semejante, una representación mental es una representación que transmite
significado dentro de un sistema de procesamiento un sistema que incluye
procesos diversos que interpretan y actúan sobre representaciones, haciendo
cosas diversas con ellas.

Las representaciones mentales no representarían nada si no ocurriesen dentro


de un sistema de procesamiento. Por ejemplo, si nunca se accediera a las
representaciones y no se interviniera en ellas mediante procesos que las
utilizan de un modo específico (como, por ejemplo, interpretando su significado
o hallando otras representaciones con las que están asociadas), a efectos
prácticos no existirían. Para ser más concretos, un sistema de procesamiento
es un conjunto de procesos que operan juntos para llevar a cabo un tipo de
tarea, usando y produciendo representaciones según sea preciso. Un sistema
de procesamiento es como una fábrica que recibe metal, plástico y pintura
como suministros y produce coches como resultado. En la fábrica se realizan
muchas operaciones diferentes, pero todas operan juntas para lograr un mismo
objetivo.

¿Por qué el cerebro?

La Psicología cognitiva ha llegado a basarse en datos sobre el cerebro. Esta


evolución ha tenido lugar por dos razones principales, que atañen a los
conceptos de lo que puede identificarse y de suficiencia. Lo identificable se
refiere a la capacidad para especificar la combinación correcta de
representaciones y procesos que se utilizan para llevar a cabo una tarea. El
problema es que, en principio, diferentes tipos de procesamiento de la
información pueden producir el mismo resultado. Así pues, se precisan tipos
adicionales de pruebas tales como conocer una actividad cerebral específica
para averiguar cómo tiene lugar en realidad el procesamiento mental. El
objetivo de cualquier teoría científica es descubrir la realidad del asunto que
trata, entender los principios y las causas que subyacen a los fenómenos. Así
como se puede describir correcta o incorrectamente la forma en que un
programa de ordenador concreto funciona, se pueden describir correcta o
incorrectamente las representaciones mentales, los procesos, y el modo en que
se emplean durante una actividad mental específica. Se puede estar en lo
cierto o estar equivocado. Es difícil no estar de acuerdo con la idea que unas
teorías (o aspectos de una teoría) son correctas y otras son incorrectas, pero
es mucho más fácil hablar de lo identificable que lograrlo. Un motivo por el que
este enfoque en «blanco y negro» ha resultado difícil de realizarse es que en
Psicología cognitiva las teorías pueden ser debilitadas por una compensación
entre estructura y proceso

Carácter de las imágenes mentales visuales.

La percepción ocurre debido a que los órganos sensoriales (p. ej., los ojos y los
oídos) registran un estímulo que está presente físicamente y el cerebro nos
permite organizar el input sensorial; la imagen mental ocurre cuando se tiene
una experiencia similar de percepción, pero se basa en información
almacenada previamente en la memoria.

La percepción

Los sentidos son nuestra ventana al mundo y nos proporcionan la materia


prima para construir nuestro conocimiento del entorno. Las metas principales
de la percepción son llegar a comprender qué es lo que hay ahí fuera, en el
mundo, y dónde se encuentra. Pero la percepción no es un mero registro de
sensaciones: implica interpretar información, que con frecuencia es ambigua,
insuficiente o apabullante, a la luz del conocimiento, las creencias, las metas y
las expectativas.

No es suficiente: el input sensitivo no contiene la información necesaria para


definir los objetos con precisión, así que hemos de hacer asunciones y
suposiciones inconscientes. Es demasiada: en un momento dado se dispone
de un excesivo input sensitivo, de modo que el procesamiento, otra vez
inconscientemente, ha de sacar provecho de las redundancias y las
expectativas con el fin de seleccionar los datos importantes para analizarlos
detalladamente.
Los principios generales que nos ayudan a entender la percepción

En el cerebro, los procesos de abajo a arriba y los de arriba a abajo


interactúan continuamente, haciendo posible que se desarrollen y se
perfeccionen percepciones útiles. Los procesos de abajo a arriba detectan las
características de los estímulos sensitivos tales como los bordes y puntos, el
color y el movimiento. El sistema visual hace deducciones conscientes e
inconscientes (como cuando aporta las partes perdidas de una forma)
basándose en dichos agrupamientos.

En ocasiones, las deducciones son «incorrectas», como en el caso de los


contornos ilusorios, pero aún así, a menudo son útiles, lo que nos permite
orientarnos en el mundo sensitivo. Los procesos de arriba a abajo se basan en
el conocimiento, las creencias, las metas y las expectativas para guiar la
exploración e interpretación de las percepciones. Los mecanismos perceptivos
del cerebro desechan cierta información que es redundante, de forma que
pueden reducir el input a las características esenciales y completar la
información que falta a partir de la información almacenada referente al aspecto
habitual de los objetos y las expectativas sobre lo que es de interés en cada
momento.

Los elementos de construcción del procesamiento visual se detectan en las


primeras etapas del análisis visual y después se combinan para producir el
reconocimiento del objeto. Los detectores de características, tales como las
neuronas que responden a líneas y bordes, pueden tener interacciones locales
que pueden sugerir una interpretación global, como una línea larga o un borde.

Los principios de agrupamiento son reglas de las que se vale la percepción


para unir las características que probablemente vayan juntas, por ejemplo,
porque se encuentran cerca unas de otras (agrupamiento por proximidad) o
parecidas (agrupamiento por semejanza). Otros varios principios subyacen
asimismo al modo en que organizamos las características en patrones que es
probable que se correspondan con los objetos.

Afecta nuestro conocimiento a nuestra percepción


El conocimiento de los objetos aporta la base del reconocimiento. El
conocimiento también guía la percepción hacia la interpretación más probable
del entorno actual. Esta interpretación nos permite compensar los elementos
perdidos o ausentes de un borde, extendiendo los bordes detectados para
completar lo percibido. Además, el contexto que rodea a una característica,
grupo u objeto ayuda a determinar la percepción: el contexto puede facilitar el
reconocimiento cuando es complementario o alterar el reconocimiento cuando
es impreciso. Las interacciones entre el conocimiento y el input perceptivo real
lleva a la percepción.

Las conexiones neurales recíprocas entre áreas del cerebro juegan un papel
clave en la integración de las señales que se procesan en diferentes vías —
ningún área visual opera independientemente de las colindantes—, lo que
asegura que la información se puede propagar hacia adelante y hacia atrás
entre los niveles de representación. Lo esencial de la percepción es la
interacción dinámica, con influencias de transmisión de la información hacia
adelante y hacia atrás (retroalimentación) que actúan todo el tiempo. Los
modelos interactivos del reconocimiento asumen que las unidades se influyen
unas en otras entre todos los niveles. Además, los sistemas perceptivos
encuentran una única representación del input en la cual todas las piezas
encajan simultáneamente, incluso si puede haber otra interpretación. Las
interpretaciones se consiguen y se modifican de acuerdo a los principios de
competencia y de adaptación: si una de dos (o más) interpretaciones posibles
produce una pauta de activación más fuerte, esa interpretación suprime la(s)
otra(s).

Naturaleza y funciones de la atención

La atención es el proceso por el cual podemos elegir entre muchos estímulos


en competición presentes en nuestro entorno, lo que facilita el procesamiento
de unos al tiempo que se inhibe el procesamiento de otros. Esta selección
puede ser motivada por factores endógenos como nuestras metas (por
ejemplo, encontrar a un amigo determinado, seguir una instrucción, utilizar una
flecha para dirigir la atención), o por factores exógenos como un estímulo
destacado o nuevo que capta la atención, apartándola de la tarea en curso (por
ejemplo, una luz brillante, un sonido fuerte). Debido a que en un momento dado
hay más información de la que podemos afrontar, la atención es el mecanismo
mediante el cual se selecciona la información más importante para procesarla
más detenidamente. El tipo de información que perdemos y las condiciones en
las que la perdemos son, por lo tanto, la otra cara de los procesos cognitivos
implicados en la selección de la atención. No ser consciente de los pósters que
hay en la pared en una fiesta es un fallo de selección que es algo propio de la
búsqueda selectiva de los rasgos característicos de un amigo.

Aunque sólo seamos capaces de procesar una cantidad limitada de


información tanto en el tiempo como en el espacio, la selección,
afortunadamente, no ocurre de forma aleatoria. Nuestras metas, así como la
preeminencia de la información que nos rodea, determinan dónde y a qué
atendemos. Este equilibrio entre factores endógenos y exógenos no sólo nos
permite alcanzar nuestras metas eficazmente, como encontrar a un individuo
en una multitud, sino también percibir información externa importante, como
una alarma contra incendios o la rotura de un cristal.

Fallos de selección

Un tipo de fallo ocurre cuando estamos frente a mucha información que se nos
presenta simultáneamente, como en una fiesta, y simplemente no somos
capaces de registrarla toda ella a la vez. Estos fallos reciben el nombre de
fallos de selección en el espacio. También pueden darse fallos con información
que se extiende en el tiempo.

Estos fallos en atender a la información en el espacio o en el tiempo son una


consecuencia de un sistema que impide que nos sobrecarguemos con
información inoportuna es decir, de un sistema de atención selectiva. Como
tales, estos fallos son una parte importante del procesamiento cognitivo
efectivo y resaltan la función de la atención

Dentro de estos se encuentra: el fallo de selección de espacio, fallos de


selección en el tiempo.

Logros de selección

Por fortuna, el sistema normal de atención no es tan tonto como parece. A


pesar de los muchos fallos de selección a los que somos propensos los cuales
pueden ocurrir porque hay demasiada información en un lugar determinado,
porque demasiada información llega en rápidas oleadas al mismo tiempo, o
porque nuestra atención está dividida, hay muchas circunstancias en las que
podemos elegir acertada y eficazmente la información necesaria en el input que
se nos presenta.

Efectos endógenos y exógenos en el espacio

Este tipo de proceso de atención, que tiene un aspecto voluntario, es de arriba


a abajo: proviene del interior (en este caso, de nuestro propio conocimiento) y
de ahí que se le llame atención endógena. Pero este tipo de atención dirigida a
un objetivo o atención de arriba a abajo puede incapacitar: los estímulos
destacados e intensos pueden captar nuestra atención y apartarnos de la tarea
que teníamos entre manos. La atención así captada se describe como atención
exógena, porque es dirigida de un modo de abajo a arriba por estímulos
generados en el exterior de uno mismo.

Los estudios más sistemáticos que examinan las formas de atención endógena
y exógena se basan en la idea de atención encubierta, idea desarrollada por el
psicólogo y físico alemán Hermann von Helmholtz . Este autor demostró que
aunque los ojos pueden dirigirse un punto específico, la atención visual puede
dirigirse a cualquier otro punto de un modo «encubierto», esto es, sin que haya
movimiento aparente de los ojos. (Helmholtz consiguió sus condiciones
experimentales mediante un destello de luz, que al ser un estímulo muy
destacado impidió el movimiento físico de los ojos hacia la región del espacio a
la que se atendía.) En los estudios modernos, los investigadores se han
propuesto entender cómo las señales endógenas y exógenas pueden influir en
el procesamiento de la información.

Teorías del procesamiento de la información

Cada uno de los diferentes modelos de la atención ha logrado captar un


aspecto particular del procesamiento de la atención. El debate acerca de si la
atención opera en una fase inicial o tardía puso de relieve dos aspectos de la
atención. En primer lugar, la atención puede ejercer un efecto en los niveles
más iniciales del procesamiento perceptivo al reducir la cantidad de información
que ingresa en nuestro sistema cognitivo. En segundo lugar, algo de
información desatendida alcanza las fases más avanzadas del procesamiento,
lo que demuestra que no toda la información desatendida es filtrada por
completo. La información que es coherente con nuestras metas dentro de un
contexto o que parece ser de extrema importancia, como nuestro nombre,
atraviesa el filtro de la atención. La metáfora del foco de luz para la atención
reflejó la realidad de que el espacio es un eficaz sistema de coordenadas para
nuestro sistema perceptivo y que la atención actúa directamente sobre estos
sistemas sensitivos. Por ejemplo, volvernos hacia el sonido de la rotura de
cristales en una fiesta puede llevar a una selección fortuita de otras cosas en
esa localización espacial, como puede ser un mueble, que de otra forma nos
hubiera pasado desapercibido. Teorías posteriores, como la de integración de
características y la de búsqueda guiada, propusieron modelos más complejos
de la atención que implicaron etapas de procesamiento iniciales previas a la
atención y etapas tardías de atención. Estas teorías aportaron la idea del
mecanismo mediante el que la atención integra la información. Como las
teorías cambian con el tiempo, se construyen sobre ideas de teorías previas y
van aumentando el grado de detalle de la explicación. De este modo, nuestro
conocimiento de la atención se va construyendo en el tiempo.

Selección de la atención inicial frente a selección tardía

Casi todos los experimentos aquí descritos indican que sólo podemos atender
a parte de la información sensitiva que nos rodea y no a toda ella. En términos
de procesamiento de información, este aspecto selectivo de la atención es a
menudo consecuencia de una capacidad de canal inadecuada o de una
limitación fundamental del flujo de información.

El psicólogo británico Donald Broadbent estaba a favor del punto de vista de


que la selección se efectúa en una fase inicial del procesamiento. Propuso un
modelo del sistema de atención que contiene un canal de capacidad limitada a
través del cual sólo podía pasar una cierta cantidad de información (Broadbent.
Consideraba que los muchos inputs sensitivos que pueden pasar a las fases
más tardías de procesamiento tenían que ser cribados para permitir que sólo
pasase a ellos la información más importante. En su opinión, en una fase inicial
del procesamiento, la información pasa por un muy breve almacenamiento
sensitivo en el cual se analizan las características físicas del input: en la
modalidad visual, estas características son el movimiento, el color, la forma y la
localización espacial; en la modalidad auditiva, el tono, el volumen y, también
en este caso, la localización espacial.

Razonamiento

El razonamiento se puede definir libremente como la habilidad para obtener


conclusiones de la información disponible. El proceso al que nos adherimos
mientras razonamos se puede dividir en dos procesos deductivos principales, el
razona miento inductivo y el razonamiento deductivo.

El razonamiento es un objeto mental que nacen de la dinámica entre el medio


exterior y el sistema cerebral interno. Gracias a estos estímulos externos,
percibidos por cualquiera de las vías inteligentes, se activa la razón. Ésta trata
de discernir las propiedades de cada objeto ideal y de discernir las relaciones
entre las distintas ideas sobre la base de la necesidad del propio individuo, los
datos externos memorizados y los recuerdos naturales. Todo ello da forma al
razonamiento.

Razonamiento analógico

Cuando resolvemos un problema nuevo, intentamos con frecuencia pensar en


una resolución a un problema similar esto es, razonamos mediante analogía.
De forma específica, el razonamiento analógico implica la utilización del
conocimiento desde un dominio relativamente bien conocido (la fuente) y su
aplicación en otro, menos familiar (la meta). En general se piensa que el
razonamiento analógico comprende cinco subprocesos: (1) recuperación de
información pertinente (fuente), (2) cartografía de las características de la
fuente en la meta u objetivo, (3) evaluación de si la analogía es válida o no, (4)
abstracción de la característica pertinente compartida por la fuente y la meta y
(5) predicción de la conducta o características de la meta a partir de lo que se
conoce sobre la fuente.

En el razonamiento analógico, en vez de partir de cero utilizando técnicas


heurísticas tales como el análisis medios-fin, se intenta pensar en un problema
de características similares que haya sido resuelto con anterioridad, y se utiliza
o se adapta la solución al caso presente.

El razonamiento analógico comprende cinco subprocesos: los cuales son


recuperación, cartografia, evaluación, abstracción y predicciones.

Razonamiento deductivo

El razonamiento deductivo, por otra parte, implica utilizar la información


conocida para sacar conclusiones que han de ser ciertas.

En un razonamiento deductivo (al contrario que en uno inductivo), si las


premisas son ciertas, la conclusión no puede ser falsa. Muchos teóricos, de
Aristóteles en adelante, han creído que el razonamiento deductivo representa
uno de los logros más altos del pensamiento racional. Las tareas de
razonamiento deductivo son, por lo tanto, una de las herramientas
fundamentales utilizadas por los psicólogos cognitivos en la búsqueda para
entender la racionalidad humana. Una herramienta que se utiliza para estudiar
el razonamiento deductivo es el silogismo, como un argumento que consiste en
dos afirmaciones y una conclusión. La conclusión puede ser tanto cierta como
falsa. Una conclusión que se sigue de premisas dadas por las leyes de la lógica
deductiva es una conclusión válida.

Características de las teorías

Teorías sobre el razonamiento analógico

Se han propuesto una serie de trascendentales teorías sobre el razonamiento


analógico, todas las cuales se pueden implementar en modelos de ordenador
que expresan claramente los mecanismos que se piensa que están
involucrados. Dos de los más importantes son la Teoría de la Cartografía de la
Estructura (TCE) y el modelo del aprendizaje y deducción con Esquemas y
Analogías (ADEA). Ambos modelos tratan el razonamiento analógico como la
cartografía de elementos a partir de una fuente hasta un objetivo, y los dos
proponen una búsqueda de memoria a largo plazo a partir de una fuente que
tenga la misma estructura subyacente que la del objetivo.
Teorías sobre el razonamiento deductivo

Existen varias explicaciones teóricas importantes del razonamiento deductivo.


Una clase prominente de teorías sobre el razonamiento deductivo propone que
la deducción depende de reglas formales semejantes a las del cálculo
matemático lógico. Esas teorías proponen que los humanos poseen de forma
natural un sistema lógico que nos posibilita hacer deducciones. Bajo este
enfoque, evaluamos los silogismos deductivos mediante la construcción y
verificación de una «prueba mental» en la memoria operativa. En otras
palabras, intentamos resolver los problemas del razonamiento deductivo
mediante la generación de frases que ligan las premisas con las conclusiones y
la posterior determinación de si la conclusión se sigue necesariamente de las
premisas.

Recuerdo y olvido
Recuerdo

Esto es estupendo, tengo que recordarlo durante el resto de mi vida». Sin


embargo, lo recordaremos. Muchas investigaciones (y una buena cantidad de
datos anecdóticos) indican que el cerebro almacena la información
automáticamente, incluso cuando no estamos tratando de fijarla en la
memoria). En efecto, el hecho de intentar conscientemente preservar
información para recuperarla más tarde, no suele conducir a mejora alguna en
la memoria si se compara con sólo percibir y procesar la información. Esto
sugiere que tenemos la meta inconsciente de almacenar información sobre la
experiencia, con independencia de nuestras metas conscientes. Es como si la
capacidad de almacenar información fuera tan importante que la evolución no
pudiera haber dejado el trabajo en manos de las intenciones conscientes de las
personas (algunos de nosotros ni tan siquiera podemos recordar el sacar la
basura). En vez de ello, la evolución confió parte del almacenamiento de la
información a mecanismos automáticos inconscientes del cerebro.
Olvido

Debido a que nuestra capacidad de recordar un estímulo o un acontecimiento


disminuye sistemáticamente con el tiempo, las teorías iníciales defendían que
el olvido se debe a un debilitamiento espontáneo de las representaciones de
memoria con el paso del tiempo.

Numerosas pruebas indican que muchos casos de olvido se deben a


interferencia. Las teorías de interferencia mantienen que si la misma clave se
liga a una serie de representaciones, estas representaciones entran en
competencia durante la recuperación, lo que produce interferencia. Los nuevos
recuerdos interfieren los más antiguos y los más antiguos, los nuevos. En
consecuencia, no se recuerdan bien los estímulos o los acontecimientos, ni los
nuevos ni los antiguos aunque la información está aún en la memoria, la hemos
olvidado porque han fallado los intentos de recuperarla.
Conclusión

Los procesos cognitivos, tienen en conjunto la función de la percepción,


memoria, pensamiento y leguaje, a sus ves estas cumplen con funciones, en
las cuales las cuatro interactúan de forma ordenada, organizada, y por
procesos. La memoria es una fuente muy importante en este procedimiento ya
que es como una fuente de energía, para que nosotros los seres vivos
podamos realizar pensamientos, conductas, y expresarnos de diversas formas;
ya sea visual, auditiva o físicamente expresadas. Y estas a su vez se pueden
almacenar, y volverlas a expresar.

Você também pode gostar