El terrible fracaso del modelo educativo que hemos visto continuamente, nos pone en claro que somos una sociedad mediocre, que teniendo todo por progresar y avanzar continuamente estamos retrocediendo y le apostamos a la inversa; sólo por un temor disfrazado de sistema Educativo con la que nos jugamos el todo por el todo. Nos sorprende que las nuevas generaciones sean unos genios en el uso de la tecnología pero no nos damos cuenta que estamos formando gente estúpida para la vida, que aún no hemos permitido que nuestros niños sueñen, que construyan, que innoven, nuestros niños han perdido los valores, ya nadie dice por favor, gracias, nadie ofrece sus asientos en el transporte público y aun así decimos que se prepara alumnos para una buena calidad de vida. si analizamos, en lugar de avanzar, estamos retrocediendo, pues aunque muchos afirman que se ha cambiado el sistema tradicional, lo único que le hemos quitado es la disciplina, y sin disciplina no soñamos, y sin sueños mendigamos, porque ese es el trabajador, un mendigo que le apuesta a un salario que tan sólo lo hace sobrevivir; porque el ser humano, ha perdido hasta eso, su valor de ser humano, se tiene en la mente la estúpida idea de que un número determina el éxito y el fracaso, y no hemos superado ese estancamiento. Mi padre cuenta que el abuelo era el futuro de México de su época, el tiempo pasó y mi papá se convirtió en el tan anhelado sueño del México nuevo, fracasó y yo me he convertido en el futuro de este país, es curioso porque en cada aula que visito hago ver a los niños que ellos son el futuro de la sociedad, en conclusión, la sociedad no cambia porque los métodos no cambian, no se le suma a la educación, no se le apuesta a algo nuevo, y si se hace, es obsoleto, sin objetivos acordes a lo que necesitamos, es momento de buscar soñadores, emprendedores y líderes, no trabajadores ni personas que sólo estudien para obtener un buen empleo, sino que sean capaces de mirar hacia adelante con total realidad de que un fracaso no es símbolo de mediocridad sino de que es el parámetro de lo que no se tiene que repetir y volver a intentar, de no hacer algo inmediatamente, no les sorprenda que este país se llene de inútiles andantes.
EL SISTEMA EDUCATIVO (así contaba el abuelo)
El gobierno, es el responsable que actualmente la educación sea un caos sin salida y que por supuesto pierda objetividad de lo que realmente se trata asistir a la escuela; no debemos negar que de 1950 a la fecha, en lugar de ir avanzando, el retroceso parece ser el circulo vicioso que ha estancado el crecimiento educativo, no omito las posibilidades del error que puedan ser existentes en la crítica, pero he de comenzar con una una frase que decía el abuelo “la intensión de nuestros gobiernos por mejorar la educación es buena, pero los modelos son operantes a largo plazo, lo malo es que nuestros periodos presidenciales son solo de seis años” con esto queda claro que el problema no ha sido y nunca será el gobierno en turno, por tanto, el presidente actual queda exento de toda responsabilidad que se le incurra, mas no así de la generalización, porque también es cierto que le toca a él buscar las mejores optativas mientras tenga la posibilidad y es que para que la educación sea completamente de calidad, al menos a consideración propia (y dejo en claro que la crítica queda abierta a la refutación) dos cosas deben de existir: a) inversión por parte del estado. Y esta no es una inversión a medias, es una inversión centrada específicamente en las aulas, en los profesores y principalmente en el alumnado, como base de motivación y atracción a los espacios educativos, es imperdonable que en pleno siglo XXI no todos los niños gocen de espacios dignos, o por lo menos útiles escolares, aun con todo esto, sería insuficiente si analizamos el contexto en el que el niño se desarrolla. B) planes y programas educativos referentes al contexto social. El problema en este ámbito, es que como señala Freire “sería en verdad una actitud ingenua esperar que las clases dominantes desarrollen una forma de educación que permitiese a las clases dominadas percibir las injusticias sociales en forma crítica” por tanto, los programas educativos seguirán teniendo fallas pues estos nunca le apostarán al emprendedor, sería realmente efectivo si un docente diseñara un modelo educativo que realmente buscara nuevos estudiantes, pero al ser un estado mixto en cuanto a estructura socioeconómica, siempre existirá la división de clases sociales, urge definir y decidir el rumbo correcto de la educación, pero y ¿la escuela constructivista? No nos engañemos, donde se mueve el sistema educativo, algo así como los consecuentes, claro, solo se le atañen al docente, como un agente que no busca innovar sólo son Planes y programas es el responsable del fracaso educativo que se ha tenido los últimos años decía mi maestro de español, mientras todos hacíamos un desastre completo en el salón sin temor a represarías. Pero en fin, el sistema educativo se ha estancado y no hay manera de que vuelva a tomar su curso, se le ha atribuido al gobierno algo que le tocaba a los padres de familia, pero estas repercusiones no sólo fueron producto del abandono de hogares, le sumamos la intervención de derechos humanos, el cambio de planes y programas reduciendo el valor del civismo y la ética, los numerosos levantamientos de los sesentas, el rezago de cultura e identidad propia y a esto la globalización; con ello las cosas cambiaron y no es de sorprenderse que lo siga haciendo, mas no con resultados positivos.
UN CÍRCULO VICIOSO… SE SUPONE QUE FORMAMOS PERSONAS
En los últimos años, nos hemos dado cuenta que el retroceso educativo se hace cada vez más evidente, y el enfoque basado en competencias que pretendía el cambio de las generaciones en cierta manera ha demostrado que igual tiene sus fallas; nada puede ser perfecto porque como docentes debemos reconocer que una verdad es irrefutable “no lo sabemos todo” me permito en este contexto citar una frase que me hizo reflexionar ya hace un tiempo, ¿Qué es lo que estamos haciendo mal? Sencillamente los maestros somos gente que se supone, formamos personas, pero los maestros somos gente que estudiamos muy poco y enseñamos con métodos educativos del que conocemos menos a personas de las cuales debemos reconocer, no sabemos nada LA UTOPÍA EDUCATIVA (El último debate) Y no quiso decir ninguna palabra más, dejó un escenario de incertidumbre ante una afirmación que no distaba mucho de la utopía que, sin lugar a dudas, más de uno en ese salón deseaba; sonó muy egoísta de su parte, porque en otro contexto, parecía que no quería un mejor futuro para los niños de una sociedad, que en verdad lo necesita. La discusión había empezado de manera tranquila, con fundamentos claros y una serenidad en cada uno de los participantes, “la labor que un maestro rural realiza, es de suma importancia”, fue la premisa inicial de lo que se prolongó por largo rato. Y siendo realistas, tenía mucha razón con las afirmaciones que hacía cada que tomaba la palabra; pues resulta imperdonable que la calidad educativa no es la que se espera, y que la escuela haya sido secuestrada y abandonada durante mucho tiempo y para él ya no resultaba un orgullo presumir que, en México, el maestro rural era orgullo nacional. Era orgullo aquel once de septiembre de 1971, afirmaba, aquel año cuando con una visión y convicción de firmeza se creaban bases fundamentales para brindar educación a distancia, era orgullo nacional en ese año en que a alguien se le ocurrió la idea de crear el tan noble servicio del que hoy formamos parte, porque entonces sabíamos que las oportunidades crecían y daban esperanza a los más desprotegidos, porque entonces el rezago parecía disiparse, y aunque sabíamos que tardaría, existía latente una esperanza en el cambio. Y terminaba diciendo: Pero hoy compañeros, ¿de qué podemos estar orgullosos?, si es preciso presumir que en más de 40 años no se ha avanzado en materia de educación, entonces si estoy orgulloso de formar parte del equipo, pero no lo estoy, mi conciencia no está tranquila. Alguien se atrevió a preguntar, ¿Cuándo estarás orgulloso entonces? El trabajo que haces es estupendo. Pero no lo suficiente replicó él, y respondió, estaré orgulloso el día que no se hable más de nosotros, porque entonces querrá decir que al fin hemos progresado y México ya no necesita de los maestros rurales, ese será el día en que el rezago ha logrado sucumbir y la esperanza de un mejor futuro ya no es un sueño, será el día en que se ha conseguido la equidad y no habrá carencias en nuestras escuelas, o díganme si no es lo que sueñan ustedes, porque si no es así, nos hemos conformado con lo que tenemos.