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Indice
MÓDULO I - EL DELITO OCULTO. LA VIOLENCIA DOMÉSTICA...........
UD.1 - Las causas de la violencia doméstica........................ 3
UD.2 - Modalidades de violencia doméstica.......................... 8
UD.3 - Niveles de gravedad del maltrato............................ 14
UD.4 - Características de la violencia doméstica.................. 15
UD.5 - Consecuencias de la violencia doméstica.................. 22
UD.6 - Características de los maltratadores........................ 28
UD.7 - Violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico.... 32
MÓDULO II - INTRODUCCIÓN A LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
CONCEPTUALIZACIÓN Y ASPECTOS GENERALES....................
UD.1 - Concepto y origen de la violencia de género.............. 39
UD.2 - Preguntas para detectar un maltrato........................ 41
UD.3 - Consecuencias y reacciones ante los malos tratos....... 44
UD.4 - Derrocando mitos sobre la violencia de género........... 46
UD.5 - Tipos de violencia............................................... 53
UD.6 - Agresiones sexuales........................................... 55
MÓDULO III - NORMATIVA Y LEGISLACIÓN APLICABLE. NOCIONES
BÁSICAS...........................................................................
UD.1 - Ley 35/1995 de 11 de Diciembre.............................60
UD.2 - Protocolo para la implantación de la orden de protección
de las víctimas de violencia doméstica......................... 68
UD.3 - Ley 27/2003 de 31 de Julio................................... 71
UD.4 - Resolución de 1 de Julio de 2004............................ 75
UD.5 - Ley Orgánica 1/2004........................................... 77
MÓDULO IV - ATENCIÓN Y ASESORAMIENTO DE LA VÍCTIMA...........
• La violencia de género.
• La violencia sobre los ancianos, incluida la que se produce en residencias.
• La violencia sobres los menores.
• La violencia de los menores contra los ascendientes.
• La violencia entre hermanos.
Los cambios sociales de las últimas décadas respecto al papel de la mujer, tanto en el
ámbito privado (pareja, familia) como público (laboral, social) hacia una relación mas
igualitaria entre hombre y mujer, han hecho posible que el problema de éste tipo de
violencia haya salido a la luz, debido en parte a una mayor conciencia de la mujer
respecto a sus derechos y a su papel en la pareja, en la familia y en la sociedad, y
también a una mayor sensibilidad social respecto al problema. La no aceptación de
estos cambios por el hombre, y el ver peligrar lo que para algunos era vivido como
privilegio, ha podido favorecer la aparición de violencia en ocasiones.
Quizá éstas causas están en el trasfondo del problema, pero hay factores de riesgo y
situaciones de especial vulnerabilidad que explicarían por qué en contextos similares,
• Características de la relación
Aquellas relaciones de pareja en las que se da la violencia se caracterizan
por tener más interacciones negativas y ser más conflictivas que en las que
no se da. Al parecer, las parejas que experimentan más tensión en su
relación tienen más riesgo de experimentar violencia que las que
experimentan menos. Sin embargo, no está claro si la tensión en la relación
produce violencia o si es la violencia doméstica la que genera tensión en la
relación de pareja.
• Otras causas
Diversos investigadores han planteado que ser testigo de violencia
doméstica en la familia de origen es un factor que predice perpetrar violencia
doméstica. No obstante, no hay claridad al respecto ya que muchos
maltratadores no provienen de familias violentas y muchos hombres que no
son violentos sí. Al parecer, existe algún factor mediador entre observar
violencia en la familia de origen y perpetrarla.
Otro factor que se ha estudiado es historia de daño cerebral y perpetración
de violencia doméstica. Los hombres que han sufrido daño cerebral indican
que tienen más problemas para controlar su estado de ánimo, más agresión
verbal y discusiones con sus parejas, y niveles más altos de ira y depresión
que quienes no presentan daño cerebral.
El maltrato es una situación que puede presentarse en todas las clases sociales,
aunque la incidencia parece ser un poco mayor en niños que viven bajo condiciones
socioeconómicas de pobreza. Hasta el momento existen diferentes explicaciones sobre
este tipo de actitudes por parte de los adultos, y se ha visto la influencia en alguna
manera de las situaciones de gran estrés que hacen que toda la furia de la persona
recaiga en el niño. Pero además, en muchos de los casos, quien comete el abuso tiene
antecedentes de haber sufrido el mismo tipo de agresión durante su infancia o es una
persona que tiene muy poca capacidad de controlar sus impulsos. Es obvio que por las
diferencias de tamaño y fuerza entre adultos y niños, estos últimos sufran grandes
lesiones que pueden incluso causarles la muerte.
Los niños criados en hogares donde se los maltrata suelen mostrar desórdenes
postraumáticos y emocionales. Muchos experimentan sentimientos de escasa
autoestima y sufren depresión y ansiedad, por lo que suelen utilizar el alcohol u otras
drogas para mitigar su estrés psicológico, siendo la adicción al llegar la madurez más
frecuente que en la población general.
Los efectos que produce el maltrato infantil no cesan al pasar la niñez, mostrando
muchos de ellos dificultades para establecer una sana interrelación al llegar a la
madurez.
Algunos niños sienten temor de hablar de lo que les pasa porque piensan que nadie les
creerá. Otras veces no se dan cuenta que el maltrato de que son objeto es un
comportamiento anormal, y así aprenden a repetir este "modelo" inconscientemente. La
falta de un modelo familiar positivo y la dificultad en crecer y desarrollarse copiándolo,
aumenta las dificultades para establecer relaciones "sanas" al llegar a adulto. Puede
que no vean la verdadera raíz de sus problemas emocionales, hasta que al llegar a
adultos busquen ayuda para solucionarlos.
Para muchos niños que sufren de maltrato, la violencia del abusador se transforma en
una forma de vida. Crecen pensando y creyendo que la gente que lastima es parte de
la vida cotidiana; por lo tanto este comportamiento se torna "aceptable" y el ciclo del
abuso continúa cuando ellos se transforman en padres que abusan de sus hijos y estos
de los suyos, continuando así el ciclo vicioso por generaciones.
de la familia por uno o varios de sus miembros contra uno o varios de ellos. Así
aparece la violencia contra las mujeres a manos de sus compañeros o esposos, la de
uno o ambos padres contra sus hijos o la de los hijos contra los padres cuando estos
últimos son mayores y mantienen alguna dependencia respecto de los primeros. La
violencia de las mujeres respecto de sus parejas es, precisamente por la característica
de la relación de poder y fuerza, bastante menos habitual aunque también se dan
algunas situaciones, así como la violencia entre hermanos.
Es en 1962 cuando Kempe describe por vez primera el “síndrome del niño maltratado”.
Sin embargo, hay que esperar a 1975 para que un médico británico describa los malos
tratos a los ancianos y será a partir de los años ochenta cuando la comunidad médica
dirija su atención a los malos tratos dentro de la pareja. En 1980 se reconoció que la
violencia contra las mujeres es el crimen encubierto más frecuente en el mundo.
1. Maltrato físico: cualquier acto no accidental que provoque o pueda producir daño en
el cuerpo de otra persona (empujones, empellones, tirones de pelo, bofetadas, golpes,
patadas, quemaduras, mordeduras, estrangulamientos, puñaladas, mutilación genital,
tortura y asesinato).
6. Malos tratos ambientales: romper y golpear objetos, destrozar enseres, tirar las
cosas de la mujer, son otra forma especial de violencia psicológica.
Existen seis modalidades de violencia contra las personas mayores que son:
1. Abuso físico: es el uso de la fuerza física que puede dar lugar a lesión corporal,
dolor o daño físico. Actos de violencia como ataques, golpes, empujones, sacudidas,
5. Abandono: cuando cualquier persona que cuida y custodia a una persona mayor le
desampare de manera voluntaria.
1. Maltrato físico: cualquier acción no accidental por parte de los padres o cuidadores
que provoque o pueda provocar daño físico o enfermedad en el niño o lo coloque en
grave riesgo de padecerla.
Con este análisis se puede interpretar las pautas que se observan en la sociedad
actual respecto de los malos tratos. El maltrato continuado consistente en despreciar y
desvalorizar a la mujer es muy frecuente, mientras que las formas de violencia
progresiva y desatada se dan en menor medida. Las agresiones adquieren mayor
intensidad cuando se producen circunstancias extraordinarias en las relaciones, como
el caso de que la mujer quiera separarse del agresor. La forma más habitual de
violencia doméstica es la que incluye elementos físicos y psíquicos continuados sin
alcanzar los estadios de mayor gravedad. Sin embargo, los medios de comunicación y
la sociedad fijan su atención sobre las formas más excepcionales de violencia como la
progresiva o desatada, ambas de gran espectacularidad.
Las víctimas de la violencia doméstica pueden ser personas que han tenido la
desgracia de emparejarse con sujetos extraordinariamente agresivos o posesivos, y no
por ello tender hacia este tipo de individuos. Una vez entran en una dinámica de
agresiones y humillaciones, posiblemente les cueste salir de ella tanto por su propia
situación (dificultades económicas, aislamiento del entorno, etc.) como por las
amenazas de su pareja, que lamentablemente resultan muy creíbles.
Sin querer determinar que todo maltratador vaya a ser hombre, priman las
investigaciones en la que se ha estudiado el hombre como ser violento, y por tanto
como maltratador; en la misma dirección apuntan las cifras estadísticas sobre casos de
abuso o maltrato físico/psíquico que indican proporciones de mujeres maltratadas
incomparables con las de hombres maltratados.
1. Fue víctima o testigo de malos tratos; la mayoría proceden de familias donde se han
dado malos tratos, habiendo sido víctimas o cuanto menos testigos de éstos.
2. Aprendió en su familia a ser violento, adoptando la violencia como una forma típica
de relacionarse y de conseguir aquello que se desea.
3. Aspira por medio de la violencia a ejercer poder y control absoluto sobre su pareja,
no sólo en lo que hace o deja de hacer, sino también en sus pensamientos y
sentimientos más íntimos.
5. Considera a su mujer como una posesión suya y no como una persona con vida
propia.
12. Vigila y controla las actividades de cada uno de los miembros de la familia.
13. Suscribe y defiende con fuerza una concepción muy rígida de los distintos papeles
y estatus de los roles familiares.
No existe un perfil si se tiene en cuenta que cualquiera puede verse en esta situación.
Lo que sí se ha observado es que las mujeres que pasan por ello cuentan con unas
características bastante parecidas. Siguiendo en la línea de lo anteriormente expuesto,
no se puede identificar al maltratador como un hombre, y a la maltratada como mujer,
pero las cifras se inclinan a estas consideraciones; a pesar de ello, las características
que en adelante se van a citar de las mujeres maltratadas son aplicables en el caso de
los hombres.
1. Fue maltratado por sus padres, bien en forma de abusos físicos, psicológicos o
sexuales, o fue testigo de ellos.
3. Está acostumbrada a conductas violentas pues éstas han sido su medio de vida y las
ve como normales.
10. No tolera la idea del fracaso debido a su desvalorización y baja autoestima, que
hace que tenga una visión irrealista de su situación y no perciba, como tal, la
humillación a la que está siendo sometida; así mismo, percibe el sufrimiento como
desafío e intenta, engañándose a sí misma, convertir a su pareja en la ideal a pesar de
que esto suponga culpabilizarse ella de todos los problemas.
12. Permanece silenciosa si la pareja está presente, se presenta como “anulada”, dice
que es incapaz, incompetente.
pareja.
Hay personas (mayoritariamente mujeres) con una mayor tendencia a caer en las
redes de una relación violenta o dominadora y que en sucesivas relaciones “suelen dar”
con hombres que las vuelven a maltratar.
Por todo ello, oculta lo que le pasa, y si el maltrato es únicamente psicológico, es difícil
que se dé cuenta de lo que la está pasando. En su casa es sumiso, pero tiene
explosiones esporádicas. A veces puede llegar a tener reacciones muy exageradas
ante cosas nimias (por la tensión acumulada).
Después de esta pequeña orientación sobre el tipo de persona que sufre los malos
tratos ahora, especificando un poco más en el tema, se distinguen dos tipos de mujeres
maltratadas:
• Las que han sido educadas con más responsabilidades de las adecuadas a
su edad. Caracterizadas por volcarse en los demás dándoles todo lo que
tienen, y si algo falla es porque no han dado lo suficiente; están muy
concienciadas respecto a sus deberes para con el otro.
• Las mujeres que han sido excesivamente protegidas durante su infancia.
Éstas han sido educadas para ser dependientes de alguien “superior” que
las proteja, por lo que buscan hombres que decidan por ellas y las dominen.
En la salud física:
En la salud sexual:
En la salud reproductiva:
En la salud psicológica:
En la salud social:
En la salud física:
En la salud psicológica:
• Actitud de desamparo.
• Vacilación a hablar.
• Ira.
• Negación.
• Agitación y confusión.
• Desorientación.
• Conductas que normalmente se atribuyen a demencias con balanceo.
• Depresión.
En la salud sexual:
En la economía:
Maltrato físico:
Abuso sexual:
Otros:
Síndrome de Munchausen:
• Exantemas, erupciones.
• Cuadros alérgicos.
Maltrato prenatal:
Los hombres que presenciaron o sufrieron maltrato siendo niños tienen muchas más
posibilidades de ser violentos en sus relaciones íntimas que los hombres que no fueron
testigos de maltrato en las relaciones de los padres. Los hombres que beben alcohol o
consumen drogas tienen más probabilidades de golpear a su pareja que los que no
consumen. Los hombres maltratadores han sido clasificados como “pit-bulls” o
dependientes, y “cobras” o dominantes.
Los indicadores que a continuación se exponen se pueden observar en otros casos que
no necesaria-mente se dan en niños maltratados. La diferencia más notable es que los
padres maltratadores no suelen reconocer la existencia del maltrato y rechazan
cualquier tipo de ayuda, llegando a justificar con argumentos muy variados este tipo de
acciones; en cambio los padres con dificultades suelen reconocerlas y admiten
cualquier tipo de ayuda que se les ofrezca.
Al margen del dramatismo de esta frase, lo que más llama la atención es la actitud de
las mujeres que por desgracia pronuncian semejantes palabras. Han sufrido una
agresión y encima están avergonzadas de ser la víctima, algo que no ocurre con el
resto de personas que sufren otro tipo de violencia, que exigen la cárcel para su
agresor porque sufren las consecuencias de la violencia.
La violencia contra las mujeres españolas es menos noticia que un coche-bomba, pero
todos los años decenas de mujeres son asesinadas por sus maridos. Este es "un terror
soterrado", que el entorno de las víctimas silencia. No sólo se trata de horribles
asesinatos a puñetazos y patadas, que los hay y en abundancia, sino que también
abundan otras formas; a varias mujeres, por ejemplo, sus maridos las han quemado
vivas.
Muchos estudiosos se hacen la pregunta ¿por qué hay ahora más asesinatos de
mujeres? Probablemente, porque en la represiva sociedad española de antaño, las
esposas "malcasadas" se resignaban a su suerte, y eran apaleadas sistemáticamente
por sus maridos durante toda su vida. Ellas, intentaban aguantar y no morirse.
Conseguían sobrevivir luego de una historia de costillas y mandíbulas rotas, de
quemaduras producidas por planchas o cigarrillos, de cabelleras arrancadas a tirones,
de ojos reventados a puñetazos.
En los últimos años, en cambio, las mujeres españolas han comenzado a liberarse, y
abandonan masivamente a sus torturadores. Es justamente por esto que ellos las
matan.
Este precio es altísimo, y la sociedad española no está respondiendo con agilidad legal
suficiente a un hecho que no deja de aumentar.
No hay que olvidar, sin embargo, que dado el bajo índice de detección, probablemente
muchas mujeres que no responden a ese perfil son también víctimas de maltrato.
Puede darse en cualquier contexto, clase social o nivel cultural, pero algunos factores o
situaciones concretas se han relacionado con ser hombre maltratador (tabla 2). Los
problemas con el alcohol y las drogas, el desempleo, bajo nivel socioeconómico,
antecedentes de violencia en su familia de origen, etc., son los más comunes entre los
maridos agresores.
*Estos tres factores son los más claramente relacionados con conductas de maltrato en
algunos estudios.
RETRASO EN LA DENUNCIA
La violencia doméstica tiende a ser repetitiva, con una media de seis incidentes por
año. El primer episodio ocurre en el primer año de matrimonio en casi la mitad de los
casos, y en muchos de ellos en el primer embarazo.
Para la mayoría de mujeres pasan entre 5 y 10 años desde el inicio del maltrato hasta
que se denuncia el hecho.
En la tabla 3 se exponen algunas de las razones por las que la mujer no denuncia la
violencia sufrida.
MÓDULO II - INTRODUCCIÓN A LA
VIOLENCIA DE GÉNERO.
CONCEPTUALIZACIÓN Y
ASPECTOS GENERALES
UD.1 - Concepto y origen de la violencia de género
1. CONCEPTO
Violencia de género se refiere a todo acto de violencia que se ejerce contra la mujer por
el simple hecho de serlo y que tiene como resultado posible o real un daño físico,
sexual psicológico o emocional, ya sea en la vida pública o en la privada. En cambio la
violencia doméstica se refiere al ejercicio de violencia en el entorno doméstico o
familiar.
Sin embargo los aspectos penales del concepto de violencia de genero recogidos en la
Ley de medidas de protección integral contra la violencia de género, están limitados al
ejercicio de estos actos de violencia en un contexto determinado, como es el de la
existencia de una relación actual o anterior de carácter afectivo entre víctima y agresor.
Incluye también la violencia ejercida sobre menores o incapaces (lo cual dista mucho
del significado gramatical, mucho más estricto, de la expresión violencia de género).
Las víctimas de violencia de género, la mujer y sus hijos e hijas, sólo reciben violencia
por parte del hombre agresor, en sus diferentes formas de presentación: psicológica,
física, sexual o económica, coincidiendo en la mayoría de los casos todas ellas. Las
consecuencias de esta violencia son muy graves para las víctimas: confusión, temor,
anulación de su autoestima, dependencia, distorsión de sus capacidades cognitiva y
emocional... comportando en definitiva la destrucción de su integridad como ser
humano. La incapacidad de acabar con la violencia que percibe la mujer maltratada y la
ausencia de reproche social y judicial hacia el maltratador, hace que la mujer presente
un estado de indefensión aprendida, que la mantiene en un bloqueo emocional que
puede llevarle a la negación del maltrato que padece, pudiendo sólo así sobrevivir
incluso en la peor situación de humillación permanente.
A los niños se les educa y estimula de forma diferente que a las niñas, pero además de
una forma jerarquizante y es justo de esa división jerárquica de los roles de género de
donde parte la violencia. Se educa a un género por encima del otro, se ponderan
ciertas cosas en uno y quedan en detrimento en el otro. A las niñas se les enseña a
solucionar los problemas hablando y a los niños se les estimula a realizar acciones más
violentas. Para eliminar la violencia de género sería necesario partir primero de una
sociedad igualitaria al cien por cien y para ello habría que cambiar ciertas conductas
discriminatorias que a simple vista pueden parecernos detalles sin importancia pero
que contribuyen al mantenimiento de una sociedad con desigualdades. Como afirman
los psicólogos, los seres humanos somos racionales y tenemos capacidad de
modificación, no tenemos un determinismo biológico, sino que actuamos adaptados a
la cultura que nos rodea y podemos modificar nuestras conductas, es por ello que
todos tenemos la obligación individual de ser partícipes de esta tarea si lo que
queremos es una sociedad igualitaria.
Las estructuras jurídicas de nuestro país, así como las de otros muchos países del
mundo se han tenido que adaptar a las necesidades que requiere este fenómeno.
Desde la ONU se han tomado medidas paliativas y legales, se han publicado informes,
estudios, se han definido términos y se han establecido medidas de obligatorio
cumplimiento para los Estados miembros. En España ahora existe toda una serie de
mecanismos e instituciones que hasta hace sólo cinco años no existían. Hoy hay
juzgados de violencia de género, especializados exclusivamente en violencia sobre la
mujer.
Tambien existe toda una serie de mecanismos legales de no más de media década de
edad, como por ejemplo la denuncia por malos tratos no habituales. Antes uno de los
requisitos para llevar a cabo un proceso judicial por denuncia de malos tratos era la
habitualidad del acto. Hoy en día se detiene al denunciado tras una primera denuncia
por agresión, sin ser necesaria la habitualidad. Para que estas medidas salieran
adelante han trabajado gobiernos, asociaciones de ayuda a las mujeres maltratadas, la
ONU, etc.
Los delitos que con más frecuencia se producen son los que resultan más difícilmente
comprobables y juzgables, los malos tratos psicológicos. Es requisito para un juicio
rápido y el establecimiento de unas medidas penales, como puede ser una orden de
alejamiento, la presentación de un parte de lesiones. Por ello los expertos coinciden en
que la solución está en la educación para la prevención y no en las medidas paliativas.
contado a alguna otra persona –algún familiar o amigo- su problema o parte de él, y
con mayor frecuencia aún, no ha encontrado una acogida adecuada ni respuestas
satisfactorias a sus dudas o interrogantes.
• Abuso de alcohol.
• Pérdida de empleo.
• Consumo de drogas.
• Embarazo.
• Conflictos.
• Pérdidas o fracasos.
• Separación.
• Disfunción familiar.
A. Mucha tensión.
B. Alguna tensión.
C. Ninguna tensión.
A. Gran dificultad.
B. Alguna dificultad.
C. Sin dificultad.
3. ¿Alguna vez las discusiones hacen que se sienta deprimida o mal consigo misma?
6. ¿Ha sufrido alguna vez malos tratos físicos por parte de su pareja?
11. ¿Ha sufrido alguna vez malos tratos emocionales por parte de su pareja?
12. ¿Ha sufrido alguna vez abusos sexuales por parte de su pareja?
• A CORTO PLAZO
• A LARGO PLAZO
Se pueden establecer diversos procesos patológicos de entre los que cabe destacar:
• Fuga disociativa, vagan sin rumbo fijo sin tener muy claro quién es o a
dónde va.
• Realidad
2. Mito
Los hombres no pueden evitarlo. La violencia es parte de su propia naturaleza.
• Realidad
3. Mito
Las mujeres que sufren violencia basada en género provocan el abuso debido a sus
conductas inapropiadas.
• Realidad
4. Mito
La mayoría de las mujeres son abusadas por extraños. Las mujeres se encuentran a
salvo cuando están en casa.
• Realidad
5. Mito
Las mujeres abusan de los hombres tan a menudo como los hombres abusan de ellas.
• Realidad
6. Mito
A las mujeres les debe gustar la violencia, sino habrían abandonado la relación de
abuso.
• Realidad
7. Mito
Una mujer estará finalmente a salvo cuando abandone la relación.
• Realidad
8. Mito
La violencia doméstica cesa cuando la mujer queda embarazada.
• Realidad
9. Mito
El maltrato a mujeres es algo raro y aislado.
• Realidad
10. Mito
No hay manera de romper con las relaciones abusivas.
• Realidad
11. Mito
Los hombres adictos a las drogas como el alcohol, parados, con estrés en su trabajo...
son violentos como efecto de su situación personal.
• Realidad
12. Mito
La violencia dentro de casa es un asunto de la familia y no debe salir fuera.
• Realidad
13. Mito
Cuando una mujer dice NO quiere decir SI.
• Realidad
1.
1. LAS AGRESIONES SEXUALES
Existe agresión sexual (que puede manifestarse de múltiples formas) cuando se atenta,
con violencia e intimidación, contra la libertad sexual de una persona.
En todo caso, se consideran abusos sexuales no consentidos los que se ejerzan sobre
menores de 13 años, sobre personas con trastorno mental o privadas de sentido.
Cuando el abuso sexual consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o
introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será
castigado con pena de prisión de 4 a 10 años.
Por su parte, la persona que abuse sexualmente de otra mayor de 13 años y menor de
16 años utilizando el engaño, será castigada con una pena de prisión de 1 a 2 años, o
multa de 12 a 24 meses. Si el abuso consiste en acceso carnal por vía vaginal, anal o
bucal, o introducción de objetos por alguna de las dos primeras vías, la pena se elevará
a prisión de 2 a 6 años.
3. EL ACOSO SEXUAL
Comete un delito de acoso sexual aquella persona que, en el ámbito de una relación
laboral continuada, docente, o de prestación de servicios habitual, solicita de otra
favores de naturaleza sexual para él mismo o para un tercero.
Para que exista el delito es necesario que con tal comportamiento provoque en la
víctima una situación muy intimidatoria, hostil o humillante.
La pena puede ser modificada dependiendo de las circunstancias en las que se haya
cometido el delito, así pueden darse alguna de las siguientes situaciones:
En este último caso, si la víctima fuese además especialmente vulnerable, la pena será
de prisión de 6 meses a 1 año.
Incurre en este delito quien realice o haga realizar a otra persona actos de exhibición
obscena ante menores de edad e incapaces.
En ambos casos, los hechos delictivos deben haberse producido después del día 12 de
diciembre de 1995, en atención a la fecha de entrada en vigor de la Ley.
Las medidas que prevé la Ley son insuficientes, ya que no responden a un criterio de
reparación efectiva del daño causado, sino que se limitan a suplir parte de las
deficiencias del sistema público asistencial.
Resulta imprescindible hacer extensivas las medidas de ayuda de esta Ley a las
víctimas de la violencia familiar, tanto en lo referido a ayudas de tipo psicoterapeútico,
como a las ayudas de índole económica. Siendo una Ley reparadora, es indiferente
para la víctima si el resultado lesivo se produce por delito doloso, culposo o negligente,
por lo que proponemos que, en el artículo 1 de la Ley, se suprima el calificativo de
doloso.
1. OBJETO DE LA LEY
Dentro de esta Ley tienen cabida únicamente las víctimas de delitos violentos, pero no
de todo tipo de delitos violentos sino únicamente de delitos de homicidio o de lesiones
que causen graves daños en la salud física o mental, únicamente cuando los mismos
hayan sido cometidos con violencia o dolo. Quedan por tanto fuera del ámbito de esta
Ley las víctimas de estos delitos cuando han sido cometidos de forma imprudente. En
relación a las ayudas para las víctimas de delitos contra la libertad sexual, la Ley
establece que las víctimas de estos delitos quedan incluidas en el marco de dicha Ley,
aún cuando se hubieran perpretado sin violencia.
Para que las víctimas incluidas dentro de la Ley tengan derecho a las ayudas
establecidas en la misma es necesario además que el delito se haya cometido en
territorio español.
2. BENEFICIARIOS DE LA LEY
Es en este punto donde se hacen más notorias las diferencias entre las ayudas que
pueden percibir los beneficiarios de la Ley 35/95 y los beneficiarios de las prestaciones
que se fijan para las víctimas de delitos de terrorismo. Las diferencias se encuentran no
ya en los diferentes tipos de ayudas que van a recibir sino también en la cuantificación
de las mismas que es siempre superior en los casos de ayudas para las víctimas de
delitos de terrorismo.
Los diferentes tipos de ayuda que pueden percibir los beneficiarios de la Ley 35/95 son:
Una de las principales diferencias entre la Ley 35/95 y la de ayuda a las víctimas de
delitos de terrorismo se encuentra en la ayuda de tratamiento terapéutico.
La Ley 35/95 otorga esta ayuda de tratamiento terapéutico únicamente a las víctimas
de delitos contra la libertad sexual, dejando sin derecho a dichas ayudas a las personas
que han sufrido ataques en su integridad física o mental y a quienes hayan sufrido la
pérdida de su cónyuge, conviviente, padre, madre e hijos; además esta Ley limita
también la cuantía que podrán percibir los beneficiarios por tal concepto. Para poder
acceder a este tipo de ayuda será preceptivo que por el médico forense se emita un
informe acreditando la existencia de daños en su salud mental que sean susceptibles
de tratamiento terapéutico.
Dentro de las ayudas para las víctimas de delitos de terrorismo se incluyen además
otras prestaciones que no se prevén en ningún caso para el resto de delitos, siendo
estas: ayudas de estudio, gastos por tratamientos médicos en la cuantía no cubierta
por cualquier sistema de previsión al que la víctima estuviera acogida y determinados
daños materiales.
Para solicitar esta ayuda es necesario haber denunciado previamente los hechos ante
la autoridad pública o que de oficio se siga proceso penal por los mismos.
La Ley establece que las ayudas establecidas en la misma son incompatibles con:
Lo que más llama la atención es que estos procedimientos deberán iniciarse siempre a
instancia de la persona interesada ante el órgano competente, si bien todos los trámites
del procedimiento serán impulsados de oficio.
El plazo para solicitar dichas ayudas es de un año desde que haya recaído resolución
judicial poniendo fin al procedimiento. En un único caso se inicia de oficio la tramitación
de la concesión de la ayuda definitiva y esto es cuando durante la tramitación de un
procedimiento de ayuda provisional recayese resolución judicial firme que ponga fin al
proceso penal.
Existe la necesidad de dictar una legislación uniforme para todas las víctimas o una
específica para los colectivos que presentan características especiales.
Ahora bien para el caso de que no se dicte esa regulación uniforme cosa que a la vista
de la Ley 13/96, parece no va a ocurrir, se considera que existen además de las
víctimas del terrorismo otras víctimas cuyas características especiales, la singularidad
de las personas a las que afecta, justifican por sí solas el dictar una legislación
específica para las mismas. Nos estamos refiriendo sin ninguna duda a las víctimas de
la violencia doméstica.
A partir de esta idea inicial, la Subcomisión, desde el absoluto consenso de todos los
grupos parlamentarios, desarrolló esta propuesta en una comisión técnica integrada por
expertos del Consejo General del Poder Judicial, de la Fiscalía General del Estado y
del Ministerio de Justicia. De esta manera, la Orden de Protección se incluyó dentro del
catálogo de medidas legislativas que integran las conclusiones de la Subcomisión.
La mencionada Orden se configuró sobre la base de seis principios básicos a los que
responde su regulación:
y conservación de pruebas.
Una vez formalizada una solicitud de orden de protección, el organismo ante el que se
presente deberá entregar una copia a la persona solicitante quedando otra en su poder,
y remitir inmediatamente el original al juzgado de guardia de la localidad.
Solamente puede existir una única orden de protección que afecte a cada víctima. El
contenido de la misma podrá ser modificado si se alteran las circunstancias, pero no
podrá ser dictada otra orden de protección simultáneamente.
6. CONTENIDO DE LA ORDEN DE PROTECCIÓN
Penal:
• Prisión provisional.
• Prohibición de aproximación.
• Prohibición de residencia.
• Prohibición de comunicación.
• Retirada de armas.
• Otras.
Civil:
Deben ser solicitadas por la víctima o su representante legal, siendo además de
naturaleza provisional, ya que en un plazo de treinta días deberán ser ratificadas,
modificadas o dejadas sin efecto por un juez de lo civil:
A tal fin, así como para hacer más efectiva la protección de las víctimas, la citada Ley
dispone que el Gobierno promoverá las acciones necesarias para que las policías
locales, en el marco de su colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad del
estado, cooperen en asegurar el cumplimiento de las medidas legales que sean
acordadas por lo órganos judiciales.
Ámbito personal
Requisitos de fondo
Sólo queda invocar el derecho a la tutela judicial efectiva del art. 24 CE y promover que
las víctimas manifiesten desde su primera declaración su deseo de ejercitar su derecho
a mostrarse parte en el procedimiento, con base en el art. 109 LECrim, instando que se
designe un procurador, entendiendo su falta en esta fase inicial como un vicio formal
subsanable.
• Movilidad geográfica.
3. DERECHOS ECONÓMICOS
Las víctimas de la violencia doméstica ya eran consideradas como beneficiarias del
programa de renta activa de inserción para desempleados con especiales necesidades
económicas y dificultad para encontrar empleo.
Por su parte, la Ley Orgánica 1/2004, que a estos efectos entra en vigor a partir del 28
- Cuantía de la ayuda:
Por el contrario, no tendrá derecho a estas ayudas el condenado por delito doloso de
homicidio cuando la víctima fuera su cónyuge o excónyuge o persona con la que
estuviera o hubiera estado ligado de forma estable por análoga relación de afectividad,
con independencia de su orientación sexual, durante, al menos, los dos años anteriores
al momento del fallecimiento, salvo que hubieran tenido descendencia en común, en
cuyo caso bastará la mera convivencia.
No se dice nada respecto de las ayudas reconocidas en los decretos sobre renta de
reinserción activa, habrá que esperar a futuras resoluciones.
MÓDULO IV - ATENCIÓN Y
ASESORAMIENTO DE LA VÍCTIMA
UD.1 - Qué hacer ante una agresión
Según establece el artículo 178 del Código Penal el que atentare contra la libertad
sexual de otra persona, con violencia o intimidación será castigado como responsable
de agresión sexual con la pena de prisión de uno a cuatro años.
Con ella, se comunica verbalmente o por escrito a la autoridad judicial, ministerio fiscal
o policía la comisión de un hecho presuntamente delictivo. Y se ponen en marcha los
medios adecuados para defender la dignidad y obtener la tutela de los valores y
principios básicos que deben presidir la convivencia familiar.
Hay que leer el texto de denuncia detenidamente y hacer que se incluyan las
aclaraciones o ampliaciones convenientes, así como exigir una copia o justificante de la
denuncia.
AL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN
Estas medidas permiten vivir separados y tratan sobre la custodia de los hijos y la
disposición de la vivienda así como auxilios económicos.
• El libro de familia.
3. ASISTENCIA MÉDICA
La víctima debe acudir lo antes posible al hospital o centro sanitario más cercano. Un
examen médico es indispensable, quizás haya sufrido daños que hay que tratar. En el
relato de los hechos no se debe callar nada, lo que puede parecer insignificante
constituye quizás elementos de prueba.
En los centros sanitarios existe una serie de instrucciones por las que se regula la
asistencia sanitaria a mujeres víctimas de malos tratos y agresiones sexuales
(Procedimiento de coordinación para la atención a las mujeres víctimas de malos tratos
y agresiones sexuales) que garantizan una adecuada asistencia a las víctimas y
facilitan la actuación de la administración de justicia.
Siempre hay que exigir copia del parte de lesiones, que deberá incluir las lesiones
sufridas, los análisis efectuados y el tratamiento aplicado.
4. UN LUGAR DE ACOGIDA
Tanto en los juzgado como en las comisarías de policía existe personal cualificado para
atender denuncias por violencia de género.
Las denuncias formuladas por las víctimas son remitidas inmediatamente y con la
mayor brevedad posible a los órganos jurisdiccionales que correspondan, para agilizar
su tramitación y garantizar la situación de la víctima.
Los componentes del cuerpo de policía adoptan cuantas medidas resulten necesarias
para garantizar la integridad física de la víctima, incluso realizando labores de
acompañamiento de la misma, procediendo, en caso de considerarlo necesario, a la
derivación de la víctima a las casas de acogida o centros de emergencia, por si su
ingreso resultase oportuno o necesario para garantizar su seguridad.
El siglo XXI llega plagado de nuevas patologías relacionadas con el trabajo y el estilo
de vida. El 30% de las consultas clínicas por enfermedades laborales están
relacionadas con trastornos psiquiátricos y un 15% de este grupo son casos que
responden al síndrome de Burnout.
formación continua).
Todas las personas son diferentes y ninguna reacciona igual ante las mismas
situaciones.
Dos factores influyen de forma decisiva en la aparición del síndrome: las características
del propio puesto de trabajo y la personalidad del trabajador:
Existe un tipo de deterioro descrito por Schreiber y Doyle, caracterizado por irritabilidad,
dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, susceptibilidad aumentada y déficit
en la memoria. En el plano psicosomático, además de las perturbaciones del sueño, se
dan cefaleas, dolores musculares y disfunciones sexuales y/o menstruales.
• Nº de horas: los que pasan más horas con el público son más propensos, así
los enfermeros tendrían más problemas que los médicos, por ejemplo.
• Estado civil: los que tienen pareja e hijos son más resistentes que los
solteros y las personas sin familia, porque relativizan el trabajo.
• Limitar el contacto con las personas a las que se protege para que
éste no se produzca de forma constante.
• Formación continua.
Siempre que se pone toda la ilusión, devoción y esfuerzo en una persona, trabajo o
idea, se puede producir frustración cuando las causas que la motivaron fallan o
desaparecen. Tener otro tipo de inquietudes, aficiones y personas con las que contar,
ayudarán a que la vida y la profesión se lleven de forma más optimista y relativa. Como
dijo un ansioso genial, el director de cine Woody Allen: "No quiero alcanzar la
inmortalidad mediante mi trabajo sino, simplemente, no muriendo".
Estudios acerca de la violencia doméstica han demostrado que existen dos variables a
la hora de establecer la distribución del poder y, por lo tanto, determinar la dirección
que adopta la conducta violenta y quienes son las víctimas más frecuentes a las que se
les ocasiona el daño. Las dos variables citadas son GÉNERO y EDAD. Por lo tanto,
los grupos de riesgo para la violencia en contextos privados son las mujeres y los
niños, al ser los sectores con menos poder.
1. PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
La revisión de medidas a seguir las víctimas para prevenir la violencia en la pareja son:
3. FACTORES DE RIESGO
Los principales factores de riesgo que conlleva a desembocar en la violencia en la
pareja son:
2. SEGURIDAD
3. JUSTICIA
• Suspensión del régimen de visitas del agresor a los hijos siempre que se
revele la existencia de violencia familiar. En el caso de que el maltratador
amenace de forma leve con armas u otros objetos peligrosos, el juez podrá
inhabilitarle para el ejercicio de la patria potestad hasta cinco años.
4. EDUCACIÓN
5. SANIDAD
6. PUBLICIDAD
mejoran las comunicaciones entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Dicho intercambio de información tienen la finalidad de permitir la recíproca y urgente
comunicación de aquellas incidencias que puedan afectar a la seguridad de la víctima.
La colaboración que se establece entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
y los Cuerpos de Policía Local en materia de violencia de género se guiará, en todo
caso, por los siguientes criterios:
3. PRINCIPIO DE ESPECIALIZACIÓN
Consiste en fomentar la especialización de los colectivos profesionales que intervienen
en el proceso de información, atención y protección a las víctimas de violencia de
género.
de junio de 2005.
A pesar de que existen múltiples factores que pueden explicar por qué la gran mayoría
de estas agresiones no se denuncian (la dependencia económica, la dependencia
psicológica, el desconocimiento de sus derechos y de los recursos existentes, la
desconfianza en la Justicia, etc.), unode los motivos fundamentales es el miedo de las
víctimas a las represalias. Se trata, además, de un miedo absolutamente justificado en
tanto que, a medida que se dan pasos para tratar de salir de la situación (denunciar,
acudir a los servicios sociales, iniciar los trámites de separación), se incrementa de
forma considerable el riesgo de sufrir lesiones más frecuentemente y de mayor
gravedad.
Por ello, para que las víctimas den pasos para salir de la espiral de violencia en la que
se encuentran inmersas y los llamamientos que en tal sentido se realizan desde los
poderes públicos sean efectivos, es fundamental incrementar los niveles de protección
y seguridad de estas mujeres y contribuir al fortalecimiento de su posición.
En este sentido, en el marco del III Plan de Acción Positiva para las Mujeres en la
Comunidad Autónoma de Euskadi, aprobado por el Gobierno Vasco el 21 de diciembre
de 1999 y del Acuerdo Interinstitucional para la mejora en la atención a mujeres
víctimas de maltrato doméstico y agresiones sexuales suscrito el 18 de octubre de
2001, se plantea la puesta en marcha de un plan de seguridad en el que se recojan
nuevas medidas para reforzar la protección que se está otorgando a las víctimas de
maltrato doméstico.
RECURSOS COMUNES
Material de apoyo
Formulario Denuncia
FORMULARIO DE DENUNCIA
AL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN:
Registro Domiciliario
REGISTRO DOMICILIARIO
En diciembre de 1997 , Ana Orantes Ruiz, una mujer granadina maltratada, fue
quemada viva por su marido tras relatar su historia en televisión.
Según información del Instituto de la Mujer durante los años 1999 y 2003 , fueron 246
mujeres las que murieron a manos de sus maridos, parejas o ex compañeros. La cifra
de víctimas asciende a 315 mujeres, si seguimos el recuento de la Red Estatal de
Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género, basado en las noticias
aparecidas en la prensa.