Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Antes de abordar el fondo de la cuestión quiero agradecer tanto al profesor D. Eugenio Rubio,
coordinador de estas jornadas sobre “Violencia de Género a Debate”, como a D. José Iturmendi
Morales Decano honorario de esta Facultad y Director del Departamento de Filosofía del Derecho, Moral
y Política – quien fue mi profesor y maestro en las asignaturas de Filosofía del Derecho y de Derecho
Natural en la Facultad de Derecho de San Sebastián, entonces dependiente de la Universidad de
Valladolid - la generosidad con que me honran al invitarme a participar en las mismas sobre el tema
“Ideología y Violencia de Género” junto a ilustres miembros de la Judicatura y del ámbito académico y
universitario de esta Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid; es decir junto al
conocimiento científico en la materia tanto desde una perspectiva teórica como de la praxis diaria. Por
ello, aunque sea Licenciado en Derecho y abogado en ejercicio, mi intervención ni quiere ni puede ser
en los ámbitos expuestos que con mucho mas rigor y conocimiento que el mío están siendo abordados
por los ponentes en otras conferencias. Mi intervención desde mi óptica de Diputado de la oposición,
del Grupo Parlamentario Popular, va a intentar centrarse – como el titulo de la misma ya indica – en la
ideología de género y, en su caso, en relación a la violencia de género que padece nuestra sociedad,
espero no fracasar en este intento.
A estos efectos permitirán que exponga la articulación de mi intervención que se basara en los
siguientes aspectos:
a) En el Lenguaje
b) En la Sexualidad
c) En la Familia
- Ideología de Genero versus Maternidad. El suicidio demográfico (1.- Tasas de fecundidad. Datos de
natalidad.2.- El envejecimiento de la población. 3.- Conclusiones).
Dentro de las diversas definiciones que se pueden aplicar a la Ideología de Genero cabria la siguiente:
“el genero es una construcción cultural totalmente independiente del sexo; por tanto, la sexualidad no
es constitutiva del hombre sino que el ser humano es el resultado de su propia voluntad, el de su
propia elección.”
El feminismo actual nació a fin de los años 60 del siglo pasado. El término “ideología de género” fue
acuñado por Christina Hoff Sommers en su libro “Who Stole Feminismo?” (Quién robo el feminismo) en
su etapa de feminista radical que más tarde abandonó por otra más moderada y racional. La ruptura
fundamental entre el Feminismo de equidad, que pretendía la equiparación en derechos entre la mujer
y el hombre y la evitación de situaciones de discriminación negativa hacia la mujer, se produjo entorno
a la década de los 70. De hecho el nuevo concepto de “Género” no fue descrito de un modo
comúnmente aceptado hasta 1995 con motivo de la celebración de la IV Conferencia Mundial de las
Naciones Unidas sobre la Mujer, celebrada en Pekín, en donde se propuso el siguiente concepto de
Género:
Género se refiere a los roles y responsabilidades de la Mujer y el Hombre que son determinados
socialmente. El Género se relaciona con la forma en que se nos percibe y espera que actuemos como
mujeres y hombres, por la forma en que la sociedad esta organizada, no por nuestras diferencias
biológicas.
Así, las naciones Unidas llegan incluso a hablar de “reingeniería social” en sus Conferencias. Es el caso
de la presentación del borrador del documento final de Habitat - II (Estambul, Junio 1996)
expresamente citada por su secretario Wally N´Down al referirse a la “caducidad de la familia
tradicional” y su reemplazo por “nuevas formas de familia” lo que se trata de un verdadero proceso de
reingeniería social (Juan Carlos Sanahuja, “La ideología de Género – Reflexiones Criticas”, edición
Ciudadela, Madrid 2009, pags. 158 y 159) o en la Conferencia de El Cairo de 1994 donde la
reingeniería social se traduce en “lograr el acceso al aborto seguro, a la posibilidad de elegir todo tipo
de anticonceptivo, y por la salud sexual y reproductiva y sus derechos”.
En definitiva, la ideología de género disocia lo que biológica y constitutivamente se es, la realidad, por
lo que libremente se decide ser, por lo que se construye cultural y socialmente, por lo que
ontologicamente no se es, y, además esta sujeto a cambio. Por ello, no se habla de sexo sino de
género evitando con ello hablar de hombre y mujer sustituyéndolo por “masculino, femenino y neutro”.
En este sentido la utilización del lenguaje no es neutral. La ideología de género no admite la sexualidad
como constitutiva del hombre ya que defiende que el ser humano es el resultado de su propia
voluntad, de su elección y de su construcción cultural y social.
• La diferencia cultural entre hombre y mujer proviene de la explotación patriarcal al que ésta ha sido
sometida
• Para liberarse de esta opresión es necesario que la mujer compita con el hombre – y gane - en el
mundo profesional, aunque para esto abandone necesariamente su maternidad.
Los géneros, incluyendo los hombres y mujeres de tendencias sexuales diversas, son también iguales.
(Luis Garza Medina, Pág. 19, obra citada).
Realmente la ideología de genero ha sido impulsada por una pequeña minoría ( en la que destacan los
nombres de Shulamith Firestone, Rebecca Cook, Bella Abzug, representante de Estados Unidos en
Pekín, Alison Jagger, Caroly Hannan, Heidi Hartmann, o, Carol Christ, por citar los más relevantes )
pero de gran influencia social como resultado de la asunción de sus postulados por gran parte del
mundo universitario, especialmente en Universidades y Colleges de Estados Unidos, por su aceptación
y la consiguiente propagación de sus ideas por los medios de comunicación social y por el inestimable
apoyo prestado por Instituciones Internacionales de la importancia de la ONU, UNICEF, o la OMS, y.
más recientemente, por las instituciones europeas.
Tal vez porque sus propuestas son disparatadas, ( recuerdo en este foro que los juristas solemos decir
en relación a los contratos que “son lo que son con independencia de cómo los denominen las partes”
afirmación evidentemente opuesta a la ideología de Feminismo radical en cuanto pretende sustituir lo
“que es” por lo que “se quiere ser” ) o contrarias al deseo de muchas mujeres de ser madres y crear
familias, por lo que ha podido parecer que la ideología de género no tendría éxito social, pero la
realidad ha demostrado su enorme incidencia que en el caso de algunas Naciones, como el de España,
ha llegado a ser elemento fundamental en la inspiración de nuestra legislación a través de la inclusión
de la llamada Perspectiva de género, sobre la cual mas adelante nos pararemos a analizar.
Al final la ideología de genero niega la maternidad (se argumenta que la maternidad es un rol de la
mujer que representa oprimida por los hombres), niega la familia (base de la opresión patriarcal de los
hombres), pretendiendo no la equiparación entre hombre y mujer sino la desaparición de los sexos y la
igualdad plena, incluso en el no dar a luz. Con ello realmente no se busca la mejora de las condiciones
de la mujer, se busca la desaparición de cualquier diferencia ya que se considera una desigualdad,
discriminación, inferioridad y, por tanto, existencia de clases que requiere la lucha contra la clase
dominante: el varón opresor.
En el libro antes citado la doctora en filologia clásica por esta Universidad, Doña Begoña García Zapata,
Págs. 33 a 75, hace un importante estudio titulado “Sexo, Hombre, Mujer, Familia: algunos términos en
desuso”, al que me remito,
Tan solo citar algunos ejemplos. Así la sustitución de palabras por nombres desconocidos: la naturaleza
(que es rechazada por la ideología de genero) por discriminación (“no podemos justificar un sistema
discriminatorio de clases por sexos”, afirman las feministas).
Matrimonio sustituido por pareja. Matrimonio, nos recuerda la autora, viene de la raíz indoeuropea
*Matr (madre), pasando por el latín Mater y Matrix (hembra preñada y tronco que da brotes, que da
obviamente “matriz”). Realidad tan potente y arraigada ante la cual la ideología de género pretende su
sustitución por la palabra menos comprometida, más light, de “pareja”.
Maternidad resulta sustituida por “rol”. La constitución psíquico-física de la mujer muestra una
disposición natural para la maternidad. Ante esa realidad el “rol” se relaciona con el papel que
representa un actor en el teatro, por lo que se transmite la sensación de algo impuesto a la persona;
sin embargo la mujer que tiene un hijo no esta representando el papel de madre, sino que pura y
simplemente es la madre.
En fin, una amplia manipulación y distorsión del lenguaje que nos aclara con rigor el referido
estudio de la doctora García.
Por su parte la canadiense Rebecca Cook manifestó ante los delegados de la Cumbre de Pekín: “los
sexos ya no son dos sino cinco y por tanto no debería hablarse de hombre y mujer, sino de mujeres
heterosexuales, mujeres homosexuales, hombres heterosexuales, hombres homosexuales y
bisexuales”.
La ideología de géenero lo que pretende es la deconstrucción de los modelos sociales que amparan la
dualidad de sexos y la plena supresión de cualquier distinción entre lo femenino y lo masculino, la
desaparición de sexos, la igualdad total y absoluta.
C).- En la familia: Los cambios, la manipulación del lenguaje, la supresión del sexo, la construcción
del género, pretenden la igualdad plena entre el hombre y la mujer y la negacion de la naturaleza
sustituida por la construcción social y cultural a fin de que la mujer deje de dar a luz, igualando al
hombre en la no-maternidad y dejando a las técnicas biomédicas de reproducción humana la
consecución de hijos si ello fuera deseado. (Cuestión ésta, por cierto, que llega a traducirse en la
explotación de la mujer por la mujer como sucede en la India con la compra de madres de alquiler ).
La directora de la División para el Avance de la Mujer (DAW), dependiente de la ONU, Caroly Hannan
es clara.
“La maternidad es un trabajo reproductivo que limita las posibilidades de las mujeres de ejercer un
trabajo remunerado, en consecuencia todo aquello que sirva para librar a la mujer del trabajo
reproductivo como es el aborto debe admitirse social y legalmente”.
En conclusión en la medida en que la familia y la maternidad se oponen a la autorrealización de la
mujer ésta debe ser liberada y , para ello, debe abolir su especificidad femenina e imponer una noción
de ser humano indistinto y uniforme, donde la diferencia biológica resulta superada por la
autoconstrucción cultural y social.
Según Shulamith Firestone (“La dialéctica del sexo”, Bonton Books, Nueva York 1970, Pág. 12) “Para
asegurar la eliminación de las clases sexuales se requiere que la clase subyugada (las mujeres) se alce
en revolución y se apodere del control de la reproducción: se devuelva a la mujer la propiedad de sus
propios cuerpos, como también el control femenino de la fertilidad humana…. La meta definitiva de la
revolución feminista debe ser acabar…con la misma distinción de sexos.”
Los analistas en esta materia coinciden en atribuir la unión marxismo-feminismo a Friederich ENGELS,
en el “Origen de la Familia, la Propiedad y el Estado”, publicado en 1984, al afirmar lo siguiente:
“El primer antagonismo de clases de la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el
hombre y la mujer, unidos en matrimonio monógamo, y la primera opresión de una clase por otra, con
la del sexo femenino por el masculino.”
La consecución “el paraíso comunista” será efectiva para los seguidores de la ideología de genero
cuando se disuelva la dualidad de sexos, cuando desaparezcan las clases, cuando desaparezca la
oposición dialéctica surgida de la dualidad sexual y, con ello, del patriarcado opresor, la clase
hegemónica.
Hace pocos años hubiera sido muy difícil, por no decir imposible, imaginar que el ordenamiento jurídico
de un Estado democrático pudiera construirse sobre la base de leyes que vienen aplicando de forma
estricta y sistemática la perspectiva de género. En España los seis últimos años han sido prolíficos en la
asunción de la ideología de género en leyes básicas de la estructura de nuestro estado de derecho.
Aunque ustedes las conocen me veo en la obligación, por la enorme importancia que implican, su
expresa cita y, en alguna de ellas, breve análisis.
Cronológicamente:
- La ley de Violencia de Género, Ley Orgánica 1/2004 de 28 de Diciembre de “Medidas de Protección
Integral contra la Violencia de Genero”, sobre la que se ha hablado aquí “in extenso” y de la que
posteriormente haré unos breves apuntes.
- Ley del Matrimonio Homosexual, Ley 13/2005 de 1 de Julio por la que se modifica el Código Civil en
materia de Derecho a contraer matrimonio
- Ley del Divorcio Express, Ley 15/2005 de 8 de Julio por la que se modifica el Código Civil y Ley de
Enjuiciamiento Civil en materia de divorcio.
- Ley de Igualdad, Ley Orgánica 3/2007 de 3 de Marzo para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
- Ley del Aborto, ley Orgánica 2/2010 de 3 de Marzo de salud sexual y reproductiva y de la interrupción
voluntaria del embarazo.
En relación a la Ley de Violencia de Género debemos recordar que define la violencia, en su artículo 1-
1, como la que se ejerce sobre las mujeres por “quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quien
o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”. De ello se
deduce que:
1.- No es violencia de género cuando esta se ejerce sobre un hombre por una mujer
3.- No es violencia de género la que se ejerce sobre una mujer sino lo es por su cónyuge o por quien
este ligado por relaciones similares de afectividad.
- “Las Administraciones educativas velarán para que en todos los materiales educativos se eliminen los
estereotipos sexistas o discriminatorios y para que fomenten el igual valor de hombres y mujeres.”
Por su parte, el articulo 17 establece una discriminación en favor de la mujer, “garantía de los derechos
de las victimas”, -discriminación que se produce desde el mismo momento de la definición legal de
violencia de género circunscrita a la que se causa en una mujer-. Garantía de derechos que luego
continúa desarrollando el articulado de la ley sobre una pluralidad de ámbitos, muy especialmente en el
que se refiere al Código Penal.
La Ley del Matrimonio Homosexual resulta plenamente coherente con el planteamiento del feminismo
radical, tal y como ya hemos visto.
La Ley llamada del Divorcio Express es consecuente con la pretensión de la ideología de género de
destrucción del matrimonio y la familia. El matrimonio resulta totalmente devaluado por esta ley;
transcurridos tres meses desde que se contrajo matrimonio cualquiera puede instar y obtener el
divorcio. Además de la enorme fragilidad que ello supone para la institución matrimonial se priva “de
facto” la posibilidad, que se producía con la legislación anterior, de la reconciliación al plantearse
entonces el divorcio, con carácter general, un año después del reconocimiento de la separación judicial,
lo que daba margen a los cónyuges a reconsiderar su situación llegando, con ello, a reconciliarse del
orden de quince mil parejas al año(Instituto de Política Familiar “Informe Anteproyecto de Ley por el
que se modifica el Código Civil en materia de Separación y Divorcio, análisis y propuestas”, Madrid,
Noviembre 2.004 ) con lo que de estabilidad social y provecho para los hijos suponía.
La Ley de Igualdad más que desarrollar el mandato del artículo 14 de nuestra Constitución supone el
desarrollo de la ideología de género en cuanto a la pretensión de la plena igualdad por encima de las
diferencias naturales. El articulo 3 establece la igualdad de trato entre hombres y mujeres, y, en el
articulo 4, que tal igualdad de trato es principio inspirador de nuestro ordenamiento jurídico. La ley
lleva la “plena igualdad” a todos los ámbitos: sean educativos, laborales, económicos, administrativos o
políticos.
La Ley 3/2.007 sobre rectificación registral del sexo establece el derecho al cambio del sexo y nombre
con la sola aportación de un informe psicológico; es decir, sin la exigencia de tratamiento
medicamentoso o quirúrgico que contribuyan al cambio en la apariencia sexual por la que se opta, de
modo que la voluntas y/o deseo bastan para modificar la realidad.
La Ley del Aborto no se conforma con establecer el aborto a plazos, encumbrándolo en la categoría de
derecho, sino también de imponer la ideología de género con la llamada salud sexual y reproductiva; es
decir, todo un éxito de las postuladoras de esta ideología.
Sin embargo este amplio panorama legislativo no quedaría completo sino hiciéramos mención a la Ley
14/2006 de 26 de Mayo sobre técnicas de reproducción humana asistida (recuérdese la reivindicación
feminista del control de la titularidad de los medios productivos/reproductivos) y la Ley 14/2007 de
Biomedicina que además de consentir la destrucción de seres humanos embrionales a fin de
investigación plantea en su literalidad una autentica manipulación del lenguaje tan querida por la
ideología de genero.
Creo que con ello y con la anunciada reforma de la Ley de Libertad Religiosa hemos llegado a la
cuadratura del círculo de un ordenamiento jurídico de “género” y a una transformación legal,
institucional y social sin precedentes en nuestra historia.
Razones de tiempo y espacio limitan nuestras reflexiones, por ello, a continuación nos vamos a centrar
en:
Creo ocioso volver aquí a la reiteración de citas de insignes feministas de género que proponen la
igualdad con el hombre incluso en el no dar a luz. Negación de la maternidad que no significa otra cosa
que negar la naturaleza femenina en si misma. Y tal negación nos ha llevado a un cambio en el
ejercicio de la sexualidad, a una negación de la maternidad, a un crecimiento del aborto, y a una
sociedad sin hijos.
Quienes, como el que les habla, llevamos años trabajando en la Comisión Parlamentaria del Pacto de
Toledo sabemos bien que la demografía es objeto de gravísima preocupación por la inmensa mayoría
de los comparecientes, sean demógrafos, sociólogos, actuarios, economistas, expertos varios u
organismos e instituciones nacionales e internaciones de todo tipo.
Permitirán que les aporte unos datos que ilustran nuestra realidad demográfica:
Asturias, Castilla y León y Galicia, presentaron crecimientos vegetativos negativos. Es decir, perdieron
población.
En 1.980 el 26,1 % , más de la cuarta parte de la población española era menor de catorce años,
mientras que en 2.008 los jóvenes españoles menores de catorce años tan sólo representan el 14,35 %
de nuestra población; es decir, casi la mitad que veintiocho años antes. Ello se ha traducido en una
disminución de menores de catorce años desde los 10 millones en el año 1.981 a tan sólo 6,6 millones
en 2.008, que sin el aporte inmigrante hubiera supuesto una disminución de cuatro millones de
menores (datos INE y EUROSTAT).
Solamente entre 1.991 y 2.001 la población menor de dieciocho años se redujo en dos millones de
jóvenes (Fuente MTAS. “Informe Infancia en Cifras, 2.005 y 2.006”).
España tendrá en 2.019 un 19 % de su población mayor de los sesenta y cinco años de edad, de
acuerdo con los datos del INE (Proyección de la Población Española a corto plazo, 2.009-2.019
Según informe de la Comisión Europea sobre el envejecimiento en Europa, entre 1.960 y 2.006 la
esperanza de vida ha aumentado en ocho años y podría hacerlo en otros cinco más en el período
2.007/2.050; lo que coincide con lo expresado por varios comparecientes en la Comisión del Pacto de
Toledo donde han estimado que por cada década que transcurra la esperanza de vida puede aumentar
entre un año o año y medio en España que, como es sabido, ya es uno de los países más longevos del
mundo.
A todo ello hay que unir el hecho de que a menos niños las madres lo son con más años, al punto que
estamos excediendo en más de un año la edad media de maternidad de las mujeres europeas ( datos
CIIMU a partir de INE y EUROSTAT ).
En este contexto considero que no sobra recordar el dato del aborto en España que en 2.008 se han
elevado a la escalofriante cifra de 115.812 abortos lo que representa una tasa de 228 abortos por
cada 1.000 nacidos (Informe sobre Indicadores de Salud, página 311, Ministerio de Sanidad), lo que
representa una cifra superior al número de nacidos en España de madre extranjera.
- Conclusión
Hemos iniciado este apartado con la afirmación de que la cuestión demográfica es un gravísimo
problema (por la magnitud de sus cifras y por la enorme necesidad de “tiempo” para la corrección de
sus efectos) por lo que hay que poner la natalidad-maternidad dentro de las prioridades de nuestra
agenda política. La combinación de mayor esperanza de vida con la reducción del nacimiento de niños
conduce al corto plazo, más allá de la actual y grave situación de crisis económica, a una autentica
“bomba demográfica” que de no hacer nada (sería más preciso decir que “de no hacer mucho”) va a
empobrecer nuestra sociedad, hacer inviable nuestro sistema de bienestar así como cambiar nuestra
cultura y transformar nuestras costumbres.
Creo que en este sentido futuros gobiernos de España no socialistas deben transformar la perspectiva
de género por una perspectiva de maternidad y un apoyo efectivo a las familias con hijos. El Grupo
Parlamentario Popular ha presentado en el registro del Congreso de los Diputados, una iniciativa, una
Proposición de Ley que, entre otras importantes cuestiones, plantea la instauración de una perspectiva
de maternidad en las leyes que conformen nuestro ordenamiento jurídico.
En el ranking mundial publicado por el Foro Económico Mundial España se sitúa en la posición 120 de
mundo en desigualdad salarial y, en cuanto igualdad de oportunidades y participación económica de la
mujer nos colocamos en el puesto 90 debajo, por ejemplo Uganda Lo peor es que hemos retrocedido
siete puestos en ese ranking durante los últimos cuatro años, de manera que la situación de la mujer
en nuestro país es hoy peor que en año 2005. (“The Global Gender Cop Report 2009”).
Consideremos en esta perspectiva que en nuestro mercado laboral trabaja el 68,1% de la población
activa masculina y solo el 51,7% de la femenina.
Hablando de sueldo, según datos del INE, el salario bruto de las españolas es un 26% menor que el de
los hombres, tienen un empleo peor remunerado.
Añádase a esto el recorte gubernamental del gasto público en el que con carácter estelar figura la
efímera asignación de 2.500 euros por nacimiento por hijo, el llamado cheque bebé.
La conciliación de la vida laboral con la familiar es difícil, con horarios laborales rígidos, y existe una
fuerte desconfianza hacia la mujer casada en edad fértil.
No podemos mantenernos sine die en esta situación. No puede ser que, en el mejor de los casos, las
parejas se vean obligadas a elegir entre tener empleo o tener un hijo.
El derecho a la maternidad, a la familia con hijos, a la conciliación real entre vida laboral y familiar,
deben constituir una prioridad de nuestra sociedad y de nuestra acción publica sino queremos
permanecer en los peores puestos del ranking, en la menor tasa de fecundidad y en la menor inserción
en el mercado laboral de nuestras mujeres en relación a toda Europa.
Obviamente, caminar en el sentido de la ideología de género es hacerlo en el sentido contrario al que
nos conviene.
En términos de estricta legalidad al hablar de “violencia de género” no podemos hacerlo sobre la que
se causa a los hombres. Creo que esta es una de las victorias y consecuencias de la ideología de
genero ya que la trágica situación de 90 mujeres muertas en 2008, de ellas 75 por sus parejas o
exparejas, se omite la de 31 hombres, 30 de ellos muertos por mujeres y 6 por sus parejas o exparejas
(datos del Servicio de Inspección del Consejo General de Poder Judicial de 2.008l) y, por supuesto, se
desagrega la violencia llamada Domestica o Familiar (especialmente en ancianos y niños) como sí, al fin
y al cabo, todos los muertos y lesionados no tuvieran la común raíz de la violencia que, en su conjunto,
hay que erradicar de nuestra sociedad.
Algunos analistas nos recuerdan que cada 12 minutos se produce una denuncia femenina por violencia
de genero, lo cual es simplemente irreal salvo que todos los españoles casados o con pareja nos
hayamos vuelto sencillamente locos y violentos. De hecho el Ministerio Fiscal en su memoria anual
referida a 2008, Pág. 558, nos dice que ha retirado la acusación en 216 casos (255 lo fueron en 2007)
94 de ellos por causa de no poder enervar la presunción de inocencia del articulo 24-2 de la
Constitución Española, con 19 casos en que se ha deducido testimonio contra la denunciante por si
hubiese cometido un delito de acusación y denuncia falsa del articulo 456 – 1 del Código Penal, y otros
96 porque la supuesta victima ha renunciado declarar de acuerdo con la dispensa que con carácter
excepcional prevé el articulo 416 del la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Todos pudimos ver el pasado día 10 en los informativos televisivos, Antena 3, como un hombre de
Sevilla había sido objeto de 8 denuncias falsas de su ex mujer lo que le acarreó 11 meses de
encarcelamiento, 5 años sin ver a su hijo de 12 años y todavía hoy con problemas para verle.
Sin minimizar la importancia de las muertes de mujeres y de hombres a manos de sus parejas o ex
parejas tampoco se puede silenciar el hecho de que una notable parte de las denuncias incurran en
falsedad por interés, por ejemplo a efectos de obtener una mejor condición financiera y patrimonial en
el divorcio.
Recientemente hemos visto y leído (“La Razón, 8 de Mayo de 2010, Pág. 41”) declaraciones como las
del Juez de Familia Francisco Serrano que ha impulsado la creación de una Plataforma Ciudadana por
la Igualdad para denunciar las carencias de la Ley de Violencia de género. Denuncia que el sistema de
protección de mujeres esta viciado ya que “a mas denuncias mas subvención” y considera que de la
llamada Política de género y las correspondientes subvenciones viven mas de 130 mil personas.
Por su lado el Doctor Diego de los Santos (“Las mujeres que no amaban a los hombres”, editorial
Almuzara, 2010, Pág. 99) resulta plenamente contundente al manifestar:
“la Ley de Violencia de genero se aprobó en el Congreso de los Diputados en Diciembre de 2004, día
de los Inocentes. Tiene bien puesto el nombre porque institucionaliza una violencia “legal” contra el
varón; incluso la incentiva: las mujeres que denuncian “malos tratos” tienen derechos específicos, que
en muchos casos constituyen el motivo espurio de la denuncia. Una “Ley de Inocentes” para la que
todos los varones con pareja o ex pareja son presuntos culpables. Que es un arma arrojadiza de graves
consecuencias en manos de determinadas personas sin escrúpulos, abogados incluidos.”
Como dice este autor la ley en cuestión atenta contra los principios de igualdad, presunción de
inocencia e, incluso, contra la dignidad por la desigualdad con que es tratado el sexo masculino (Págs.
102 a 104)
En fin, que resulta urgente la necesidad de modificación de esta ley discriminatoria para el hombre y
cuyos resultados no han contribuido a la reducción material de las victimas mortales de la violencia de
genero pero si a su utilización abusiva en múltiples circunstancias que ahora no hay tiempo de abordar.
- Conclusión
Mi intervención ha girado fundamentalmente sobre la ideología de género y sus efectos generales tan
solo en la ultima parte he abordado la relación ideología-violencia de genero siquiera superficialmente
y he dejado clara mi posición de exigencia de modificación de dicha ley discriminatoria empezando por
la definición del concepto “violencia de género” limitado en exclusividad en favor de las victimas
mujeres.
Pero creo, con un carácter general, que la ideología de genero precisa de una profunda reflexión “per
se” y por las múltiples y graves consecuencias que produce. En este sentido ya hemos visto la
arquitectura legislativa española hija de la perspectiva de género, con las repercusiones jurídicas y
sociales que implica.
Más allá del injusto trato que reciben los hombres en el ámbito de la violencia de género, que ya es ir
lejos, me interesa la reflexión profunda y urgente que se debe producir en una sociedad y en un
mundo político adormecido.
Considero que hay que hacer una radiografía clara de la situación, una pedagogía potente y profunda
de la enfermedad que silenciosamente –como la diabetes- nos embarga. Hay que salir del acomodo en
el buenísimo y en el pensamiento único y hay que salir, también, de lo injusto y de lo inconstitucional
para plantar cara a esta revolución semiclandestina (por cuanto aún en su evidencia resulta increíble)
que esta transformando nuestra sociedad en sus cimientos más profundos, en los principios que a lo
largo de mucho tiempo han constituido la base de nuestra convivencia, y en los valores y en la cultura
que hemos recibido de nuestros padres.
La ideología de género afecta a todo el ordenamiento jurídico, fomenta el individualismo, limita los
derechos de ser humano a la vida, limita los derechos de las personas a la libertad; sea de los padres a
la educación de sus hijos, sea de las mujeres a ser madres. Trata con injusticia al hombre y no resuelve
los derechos de la mujer sean a su integridad y seguridad, sea a la conciliación a la vida laboral y
familiar, sea al trabajo o a la promoción profesional y salarial; devalúan el papel de la familia,
destruyen el matrimonio y resulta a efectos natalistas estéril.
Nos encontramos ante una autentica transformación antropológica del ser humano.
Como bien manifiesta el profesor D. Ángel Sánchez de la Torre en su discurso de ingreso en la Real
Academia de Doctores de España (“Justicia y Sanciones Penales”, Madrid 2007, Pág... 85):
“En España, la proporción demográfica de abortos provocados (100 mil anuales) –y la bajísima tasa de
fecundidad, añado yo- asegura el agotamiento de los aborígenes iberos en pocas “degeneraciones”.
Suerte merecida, puesto que esta buscada. Ahora bien el actual ordenamiento jurídico penal colabora
con entusiasmo en esta matanza.”
Concluyo esta exposición. Vivimos una transformación social plena y carecemos de tiempo, hay que
actuar sin dilación: en el ámbito universitario y docente, en los medios de comunicación pública, en la
sociedad en su sentido más amplio y en la política. Hay que derogar o modificar en profundidad las
leyes a que nos hemos referido, hay que revertir el ordenamiento jurídico de género, hay que plantear
la batalla cultural. Con ello, hay que apoyar el matrimonio, la maternidad, las familias con hijos, la
libertad de elección y de educación de los padres para sus hijos.
Afortunadamente jornadas como las que celebramos son una oportunidad para la reflexión, el debate y
el cambio, en fin, una oportunidad para la esperanza.
Muchas gracias.