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¿Biorracionales?
El término biorracional tradicionalmente hace referencia a productos o sustancias derivados de fuentes
naturales (extractos de plantas, patógenos de insectos, etc.), también sustancias sintéticas, similares o
idénticas a otras que se encuentran en la naturaleza. Las características principales de estas sustancias son su
selectividad a plagas objetivo, modos de acción único, compatibilidad con el control biológico (poco efecto a
enemigos naturales), muy baja o nula toxicidad, sin residualidad y de riesgos mínimos para el hombre y medio
ambiente. Las principales categorías de los productos bio-racionales son: botánicos, microbianos, minerales y
materiales sintéticos.
Biorracionales, ¿Qué significa en realidad?
En realidad biorracional es un término difícil de definir porque desde su creación y uso en la literatura y
práctica ha tenido muchas inconsistencias. Para ejemplificar lo amplio del tema a continuación se mencionan
datos importantes.
La US-EPA (United States Environmental Protection Agency) es una entidad de gran importancia en el tema de
control de plagas, esto por su impacto generalizado en la industria y los consumidores. En otras palabras, esta
entidad influye fuertemente en las discusiones y toma de decisiones sobre pesticidas y tecnologías de control
de plagas. Además, la mercadotecnia, fuentes populares y la información que circula por internet, hace lo
propio, y ahora se asocia el término “biorracional” con sustancias de origen vegetal, microbiano y aceites para
el control de plagas. De esta idea surge una primera percepción errónea al pensar que los biorracionales son
sustancias totalmente intercambiables por pesticidas orgánicos. Otra confusión común es relacionar a los
biorracionales con pesticidas de origen natural o que se sintetizan de forma idéntica a los de origen vegetal.
Hasta la actualidad, la US-EPA no tiene una definición oficial del término “control biorracional de plagas”, ni
muchos menos consideran este término dentro de su sistema de clasificación. La US-EPA maneja un término
distinto que denomina “biopesticidas”, que sin duda también ha sido usado erróneamente como sinónimo de
biorracional. Probablemente biorracional es un término que indirectamente fue considerado y/o tratado de
aplicar hace más de 50 años al tener la idea de los insecticidas selectivos, pues originalmente un insecticida
selectivo pretendía ser un producto que eliminara a plagas objetivo pero debía conservar a la fauna natural,
incluyendo especies benéficas. Esta idea fue una visión extraordinaria pues se basó en la identificación de las
siguientes desventajas de insecticidas convencionales:
a) Resistencia a artrópodos
b) Brote de plagas secundarias
c) Rápido resurgimiento de la plaga objetivo
d) Residualidad importante y tóxica
e) Riesgos para los manipuladores de los productos
Además de los anteriores en la actualidad es evidente agregar a la lista la contaminación ambiental que
provocan muchos de ellos cuando no se manejan adecuadamente. Cabe mencionar que la idea de insecticidas
selectivos hace 50 años apenas estaba en un contexto de sistema de control de plagas dominado por
productos de amplio espectro como el DDT, e inicios de nuevas alternativas de organofosforados y
carbamatos de menor espectro. Lo más claro de esta idea fue que existe un desconocimiento total de la
compleja ecología inherente al manejo de plagas.
Posteriormente, algunos científicos asumen que el término biorracional se refiere a la explotación de los
conocimientos sobre las plantas y la bioquímica de los animales con el fin de sintetizar una nueva molécula
diseñada para actuar en un sitio específico o para bloquear un paso clave en los procesos bioquímicos,
integrando además la propiedad de selectividad a un objetivo y seguridad para los “no objetivo”. Como las
anteriores y muchas más definiciones se pueden encontrar citadas y con enormes variaciones, pero todas
concuerdan o al menos sugieren que los “agentes biorracionales” deben tener poco o ningún efecto sobre los
organismos no objetivo, donde se incluyen al hombre, animales y plantas. Para aterrizar estas ideas debe
mencionarse que el prefijo “bio” de biorracional no hace o debe hacer referencia a la fuente (a partir de un
sistema vivo u origen natural), esto porque algunos definen como biorracionales únicamente a los biológicos o
productos botánicos. En este sentido un organismo usado como control biológico poder ser o no biorracional
pues dependerá de su grado de compatibilidad con los sistemas vivos.
Fuentes
Ishaaya, I.; Horowitz, A.R. 2009. Biorational Control of Arthropod Pests. Application and Resistance
Management. Springer. 412 p.
O´Farrill, N.H. s/f. Insecticidas Biorracionales. Servicio de Extensión Agrícola. Universidad de Puerto Rico. 7 p.