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el norte de México se convirtió en el

escenario a poblar por la imaginación


novelesca. El resultado fue variopin-
to y se colaron quienes solo son “nar-
conarradores”, y sin aquella tragedia
no habrían abandonado el periodis-

LIBROS
mo o la academia, pero aparecieron
también creadores polimorfos como
Julián Herbert –poeta, crítico, narra-
dor, músico– o Cristina Rivera Garza,
cuya baraja literaria o teórica, igual-
mente, va mucho más allá del norte.
En cuanto a concentración litera-
ria, el caso de Velázquez es notable.
Cuando se editó La Biblia Vaquera (2008
y 2011), se pensó que su joven autor, al
destruir los convencionalismos visua-
les, lingüísticos y mediáticos de la
“identidad norteña” con un artefac-
52
Carlos Velázquez
lLA EFEBA SALVAJE to fabuloso, se autodestruiría a su vez
lEL PERICAZO SARNIENTO como escritor (lo cual le sería festejado
(SELFIE CON COCAÍNA) CUENTO/MEMORIAS por aquellos a quienes la literatura no
les basta) y nos llevaría a alguna clase
Fernanda Solórzano El Único y su de situación póstuma o postrera: pos-
LETRAS LIBRES
l MISTERIOS DE LA SALA OSCURA
Propiedad, la cocaína posmodernismo o “posnorteñidad”,
MARZO 2018
2017 Philippe Ollé-Laprune etc. Dado que los experimentos solo
l LOS ESCRITORES VAGABUNDOS. Carlos Velázquez
ENSAYOS SOBRE LA LITERATURA LA EFEBA SALVAJE funcionan una vez, porque su rutinaria
Ciudad de México, Sexto
NÓMADA Piso, 2017, 136 pp. repetición los transforma en muestras
de laboratorio de algún academismo,
David Armitage Velázquez buscó la literatura aden-
l LAS GUERRAS CIVILES. UNA HISTORIA

EN IDEAS
tro de sí mismo y no en el mercado de
______________ ciertas novedades antiguas por ins-
Julián Herbert EL PERICAZO SARNIENTO tantáneas. Perdió en riqueza léxica,
TRÁIGANME LA CABEZA DE QUENTIN (SELFIE CON COCAÍNA)
l

Ciudad de México, Cal y en imaginación adverbial y en adje-


TARANTINO Arena, 2017, 208 pp. tivación caprichosa, tomada de una
Benjamin Moser lectura originalísima del “norteñés”
l POR QUÉ ESTE MUNDO. UNA
de Sada. Pero se quitó la vistosa más-
BIOGRAFÍA DE CLARICE LISPECTOR CHRISTOPHER cara de luchador y se miró a sí mismo.
Cristóbal Pera
DOMÍNGUEZ MICHAEL Si La Biblia Vaquera, aun leída
l LA BAHÍA SUSPENDIDA Durante los años que van transcu- desde la tradición, es rabelesiana,
rriendo del siglo xxi la obra de Carlos cabe decir que los alimentos terrestres
Brian Nissen Velázquez (Torreón, 1978) acaso sea la de Velázquez, narrador nato entre la
l CALEIDOSCOPIO
gran novedad de la narrativa mexi- ficción y la no ficción (y su particular
cana, aunque le falte la prueba de entender de una y otra), están en otra
la novela. Fallecidos Jesús Gardea parte. Él mismo nos los muestra en el
y Daniel Sada –este último llama- rock de nuestro siglo, en series como
do a ser un clásico de la literatu- The wire y Breaking bad, en aquello
ra latinoamericana– e igualmente que va de William Burroughs a John
desaparecido ese supremo extrate- Fante, pasando por otro cocainómano,
rritorial que fue Roberto Bolaño, Fogwill, con una pizca de las teorías de
Baudrillard. Ello no le impidió pro- Cuando publicó el libro de cró- adiestramiento narrativo, en el ejer-
barse como un cuentista más canóni- nicas El karma de vivir al norte (2013), cicio más o menos brechtiano de la
co con La marrana negra de la literatura Velázquez causó cierta decepción. distancia, el narco y su combate son
rosa (2010) que cuenta, al menos, con Pero es una de las pocas obras litera- una herida nacional, un drama civili-
un par de narraciones excepciona- rias que yo he leído en la que la gue- zatorio. A su vez, le es ajeno el lirismo
les: “La jota de Bergerac” y “El alien rra contra el narco es vista desde el mágico de Yuri Herrera. Entre los
agropecuario”. Incluso en La efeba frecuentemente omitido punto de nuevos narradores, solo la veracru-
salvaje se encuentra, como prueba de vista del consumidor de drogas, lo zana Fernanda Melchor, también a
fuerza, “El resucitador de caballos”, cual le otorga al lector detalles de propósito de su tierra nativa, comien-
un tradicional relato fantástico y cam- interés literario, desde cómo bajó la za su carrera controlando esa familia-
pirano, no sé si gauchesco o rúlfico. calidad de “la caspa del diablo” dis- ridad con el horror como Velázquez.
Pese a militar en los bajos fondos tribuida por los Zetas hasta la manera Pero cuando todo el mundo
–como se decía antes– pocas veces en que cada cártel envuelve su pro- opina, Velázquez prefiere hablar de
Velázquez se contamina de misera- ducto, a veces con pegatinas de Walt tópicos como la identidad del lagu-
bilismo: sus personajes, sean los más Disney. Caer en manos de un nar- nero, habitante de esa no man’s land 53
degradados entre los travestidos o comenudista adversario con el pro- entre Coahuila y Durango. No sabe,
encarnen en una paupérrima banda ducto del competidor en las manos declara, por qué se hizo escritor y
punk en un extrarradio de Occidente puede significar la muerte. Aunque no sicario. Tampoco fue, por for-
que él convierte en eje del universo, Velázquez narra el previsible infier- tuna, periodista. Se le reprocha ver
son verdaderas creaturas novelescas. no en que se convirtió Torreón, las balaceras aledañas por YouTube.
El lector las identifica y no las olvida su ciudad natal, cuando la calen- Pues hacerlo así lo define como habi- LETRAS LIBRES
con facilidad, aunque el autor se vea tó hasta lo indecible la disputa por tante de la Mesoamérica apocalíp- MARZO 2018
2017
obligado a recurrir al crimen como la plaza entre los Zetas y el cártel de tica soñada por Burroughs, cuya
la solución más convencional para Sinaloa, como narrador destaca por Interzona es la Narcozona, “el ex
ciertas tramas. En ese punto es cuan- haber tomado un par de decisiones Norte” de un discípulo, no en balde
do debe volver, durante esos minutos controvertidas. mexicano, al cual habría admirado.
de raciocinio que en la escritura son Una decisión fue la de perma- Sin ser indiferente a la indiferen-
una eternidad, al joven autor icono- necer en la ciudad –sede de sus cia, Velázquez, desde la torre de mar-
clasta de La Biblia Vaquera. amados Santos de Torreón–, aun- fil de la cocaína, mira la muerte de su
El más reciente libro de cuen- que ello pusiese en peligro la vida ciudad. Quien, como él, se sirve del
tos de Velázquez, La efeba salvaje, de su pequeña hija, y otra fue volver- expresionismo como guion, no
comienza también con un cuento le la espalda a “la realidad”, tal cual puede ser ajeno al dolor humano (ni
memorable, “Muchacha nazi”, que la entienden las diversas “narrati- al de los animales, cuya sexualidad, lo
–leyendo El pericazo sarniento (sel- vas” de las guerras narcas. Se trata de mismo que la vesania que sufren en
fie con cocaína), sus memorias apare- una toma de posición filosófica: no manos de los hombres, forma parte
cidas simultáneamente– resulta ser moralizar ni politizar. Escasamente, de sus intereses, digamos, tragicómi-
un fragmento novelado de su pro- Velázquez emite juicios sobre la his- cos). Pero ocurre que Velázquez es un
pia autobiografía, lo cual nos per- toria que le es contemporánea, a la individualista radical. Él es el Único
mite mirar al fenómeno desde la manera, quizá, de un Henry Miller y su Propiedad, la cocaína, como
ficción y desde la memoria, casi en “el mundo del sexo”. Lamenta la lo demuestra en El pericazo sarniento
idénticas pero con un matiz que vale inútil militarización de la entidad (selfie con cocaína).
oro o vale un gramo. Además de ser porque aumenta la joda de los rete- El título memorioso alude al
una sentida declaración de odio a la nes o subraya el escandaloso dispen- Súper Periquillo, de Fernández de
Ciudad de México, como retrato de dio de los gobernadores feudatarios Lizardi, pero Velázquez tampoco
mujer “Muchacha nazi” es un cuadro de aquellas desdichadas comarcas, es un autor picaresco. Parece, desde
de Otto Dix, posee una capacidad de pero nunca dice si aquella guerra es luego, de ese orden toda la descrip-
evocación de la mujer como dueña justa o no. Quizá por ser lugareño, ción del arrabal de los dílers, de los
y señora de su poder erótico que no carece de la justa indignación de los taxistas enrolados en el tráfico de
leía yo, para no salirme de la literatura Ortuño o de los Monge, para quie- drogas, de los halcones, de los sica-
mexicana, desde Juan García Ponce. nes, por más virtuosos que sean en su rios de mayor monta, atisbados a
veces hasta fornicando, pero en estas rehúye a esta tradición en Misterios
memorias se ausenta esa sed de jus- de la sala oscura. Ensayos sobre el cine y
ticia propia del pícaro. Encontramos ENSAYO su tiempo. Por el contrario, la asume
a otro personaje, al más narcisista de Más allá de desde las primeras líneas, donde
los narradores mexicanos, dedica- recuerda las advertencias realiza-
do a esculpir su obesidad, su auto-
la sala oscura das por el mago siniestro del club
celebrada adicción a la cocaína, su Fernanda Silencio de Mulholland Drive (David
Solórzano
curiosidad metodista y su hipocon- MISTERIOS DE LA SALA Lynch, 2001) en el sentido de que lo
OSCURA. ENSAYOS
dría aliviada con la natación. Leído SOBRE EL CINE Y SU que las protagonistas están a punto
El pericazo sarniento (selfie con cocaína), TIEMPO de presenciar es producto de una
Ciudad de México,
encuentro un autorretrato, no de un Taurus, 2017, 368 pp. grabación (“no hay banda”). Para
cómico sino de alguien que de ver- la autora, la secuencia dirigida por
dad me recuerda a Max Beckmann. Lynch es un “acto de alquimia”
Un expresionista verdadero, sin MAURICIO GONZÁLEZ LARA capaz de transmutar “imágenes y
LIBROS
miedo a hacer la caricatura de Casi todo libro sobre cine que aspi- sonidos pregrabados en experien-
sí mismo, grotesco a veces, arabes- re a ser leído por un público amplio cias tan verdaderas que causan lágri-
co en otras. cumple con una regla no escrita: mas y convulsiones”; es, confiesa,
“Uno es capaz de cualquier sea en la introducción o en algún una metáfora perfecta para entender
cosa por una experiencia estética. capítulo dedicado ex profeso a el cine; una zona donde podemos
54 Como cualquier práctica tiene que la mirada y sus alcances, el escri- explorar los misteriosos recovecos de
ser verdadera, aunque conlleve una tor está prácticamente obligado a lo humano y salir ilesos, puesto que
muerte verdadera también”, dice describir con detalle y en prime- todo lo que experimentamos es falso
Velázquez en El karma de vivir al norte. ra persona la secuencia clave de y, a la vez, real.
Nuestro expresionista –difícil conci- una cinta que le hizo cobrar con- Hasta aquí, resulta fácil pensar
LETRAS LIBRES liación– es también un esteta. Como ciencia del poder de la experiencia en Solórzano como una mujer fas-
MARZO
ABRIL 2018
2017 Pigmalión, se ha enamorado, al fin, fílmica; ese momento donde, como cinada por la luz que emana de la
de la cocaína más pura del mundo, espectador, quedó sometido a la sen- pantalla, tal y como la imagina el
la que encuentra en un viaje a Lima, sación de estar expuesto a diversas ilustrador Alejandro Magallanes
según nos cuenta en El pericazo sar- expresiones artísticas que suceden a en la portada. El libro, sin embargo,
niento (selfie con cocaína). un solo tiempo. La narración íntima revela una intención más expansiva
Quizá Velázquez ha pretendido de esta epifanía es una manifesta- que el análisis formal de las pelícu-
desengancharse, sin éxito según con- ción de fe: una acción que lo acredita las que han capturado la imaginación
fiesa, porque teme que ese amor por como miembro de una congregación de la autora. De hecho, el valor de
la estatua esculpida durante toda una que celebra la liturgia cinematográ- Misterios de la sala oscura, su verda-
vida y a la que ha sacrificado el sexo, fica con el convencimiento pleno de dera provocación, es que lejos de cir-
la familia, el amor, la pornografía que esta puede producir revelacio- cunscribirse a la experiencia estética
o los matrimonios, acabe por matar- nes de dimensiones insospechadas, y sentimental vivida en la sala –es
lo, mientras lucha contra el paso del casi cósmicas. Para algunos, inclu- decir, a ejercer el onanismo desin-
tiempo, como dice uno de sus perso- so, es una ruptura más cercana a la hibido que usualmente se asocia con
najes en el cuento “La efeba salvaje”. trascendencia sexual (la famosa petite la crítica cinematográfica–, busca
Habiendo escapado de tantas formas mort) que al ejercicio contemplativo. explorar las circunstancias que con-
de violencia física o al consumo fatal La crítica estadounidense Pauline fluyen afuera de ella.
de drogas sucias, Carlos Velázquez Kael, por ejemplo, gustaba de titu- Estructurado en ocho capítulos,
teme a la muerte porque ha encon- lar sus colecciones de textos con el libro aborda los dilemas, crisis,
trado, carajo, en esa forma siniestra nombres de naturaleza abiertamen- discusiones y disyuntivas existen-
de la limpidez, la trascendencia. ~ te orgásmica: I lost it at the movies, Kiss ciales que han moldeado la sensibili-
kiss bang bang, Deeper into movies, Reeling dad de Occidente en años recientes:
CHRISTOPHER DOMÍNGUEZ MICHAEL es
escritor y crítico literario. Su libro más y Taking it all in, por citar algunos. los vasos comunicantes entre el arte
reciente es Bolaño, Benjamin, Walser. Si bien no la exhibe como un rito y la violencia, el feminismo como
Três ensaios (Papéis Selvagens, 2017). iniciático, Fernanda Solórzano no representación erótica, la capacidad
corruptora del poder, la ausencia parecen existir independientemen-
de Dios, la prevalencia del mal, el te de los individuos que las filmaron,
dominio de la sensibilidad adoles- como productos de su contexto, y no ENSAYO

cente en la cultura, el desencanto tanto de la visión unipersonal de un Voces de


generacional, la tiranía de la inte- solo creador. Los autores no se des-
ligencia y las implicaciones existen- envuelven en el vacío: si estos tra-
la errancia
ciales, sicológicas y sexuales de la bajos no hubieran existido en ese Philippe Ollé-
tecnología que permite transformar tiempo, otros habrían aparecido y Laprune
LOS ESCRITORES
el cuerpo y potenciar a la persona captado la imaginación colectiva de VAGABUNDOS.
ENSAYOS SOBRE LA
con la que soñamos ser. El punto de una manera similar. LITERATURA NÓMADA
partida es la intención de descifrar La crítica verdadera, la que aspi- Traducción de Claudia
Itzkowich y Héctor Iván
las razones por las que un conjun- ra a desglosar una película, está a González
Ciudad de México,
to de películas han marcado la vida punto de desaparecer de los medios Tusquets, 2017, 354 pp.
de millones de personas que las uti- de circulación masiva: una buena
lizan referencialmente en conversa- parte de la gente que escribe “pro- 55
ciones cotidianas: Naranja mecánica, fesionalmente” ni siquiera cobra un FABIENNE BRADU
El último tango en París, El padrino, sueldo; su pago es recibir paraferna- “¿Por qué vino a México?” es una
Tiburón, El exorcista, Taxi driver, Forrest lia o invitaciones a alfombras rojas pregunta que, al igual que muchos
Gump y Matrix. donde puede tomarse la foto con la otros desterrados, Philippe Ollé-
La selección, como reconoce sin estrella del momento (todo a cambio Laprune habrá escuchado a menu-
tapujos la escritora, no es democráti- de manufacturar reseñas de cinco do a lo largo de sus años en esta LETRAS LIBRES
ca ni representativa: con la excepción líneas que rematan con una califi- orilla del Atlántico. Se antoja que la ABRIL 2017
MARZO 2018
de El último tango en París, las cin- cación basada en estrellitas). Solo el búsqueda de una eventual respues-
tas analizadas fueron financia- converso genuino se interesa ya por ta pudo haber estado en el origen
das por capital estadounidense el análisis cinematográfico. de estos ensayos sobre la literatura
(Naranja mecánica es una coproduc- El cineasta Werner Herzog nómada. Claro está: por ser vicaria,
ción entre Warner Brothers y la bri- apunta que antes de cultivar su cine- la respuesta siempre nos parecerá
tánica Hawk Films) y dirigidas por filia, ir a la escuela o pisar un set, lo insatisfactoria o trunca, pero sin
hombres blancos (las hoy hermanas más atinado que puede hacer un duda más sustanciosa que un bal-
Wachowski aún eran de sexo mascu- director es caminar por el mundo buceo autobiográfico. Por lo demás,
lino en 1999, año del estreno de y perderse en él. Nicholas Ray, rea- hasta hace poco, sus batallas de toda
Matrix). Solórzano tampoco mues- lizador de Rebelde sin causa, sostenía índole a la cabeza de la Casa Refugio
tra mayor preocupación en estudiar que un director que solo sabe de cine Citlaltépetl lo confrontaban cotidia-
canónicamente la trayectoria fílmi- es un pésimo director, pues, además namente con los escollos del exi-
ca de los realizadores. Está intere- de las exigencias técnicas del oficio, lio para escritores perseguidos en
sada, eso sí, en revisar biografías y el narrador está obligado a conectar el mundo entero. Es poco decir que
encontrar los puntos nodales que con la humanidad para mantener- las reflexiones de Philippe Ollé-
conectan esas vidas a los paradigmas se relevante. Misterios de la sala oscura Laprune (París, 1962) sobre la escri-
de la época. Brian Eno, pensador y no se limita a ser un libro celebra- tura nómada son el producto de la
productor musical, sostiene que las torio del aún llamado séptimo arte, experiencia y de la inteligencia.
ideas que cambian al mundo rara sino que aspira a entender el diálo- “Todos los autores que se lan-
vez provienen de genios (genius) o lla- go constante que el cine sostiene con zan a esta carrera desenfrenada
neros solitarios, sino de inteligencias la realidad en todas sus dimensio- comienzan por una huida”, afirma
colectivas o scenius: mentes colme- nes. En tiempos en los que el públi- Ollé-Laprune al inicio del libro, al
na conformadas por individuos que co desprecia cada vez más al crítico tiempo que recuerda que el escri-
se manifiestan en un lugar y tiem- de cine, cuesta trabajo concebir un tor es por antonomasia un margi-
po específicos como consecuencia mejor acto de resistencia. ~ nal en su sociedad y un desterrado
del devenir de la historia. Solórzano MAURICIO GONZÁLEZ LARA escribe
de cierta realidad. “Volverse huér-
propone algo semejante en Misterios sobre responsabilidad social y cine en fanos”, “no deberle nada a nadie”,
de la sala oscura: las películas revisadas Eje Central, El Universal y Letras Libres. “hacer tabula rasa” con el pasado,
“lanzarse al experimento de conver- tesoro íntimo.” También cree encon- incluso morir del otro lado”, comen-
tirse en otro”, son generalmente los trar el mismo síntoma en Bajo el ta Ollé-Laprune en el capítulo de
motivos que aguijonean los destie- volcán de Malcolm Lowry: “Uno de la “Perfumada conquista”, a modo
rros voluntarios. Georges Bernanos, los aspectos más dramáticos del libro de refrendo del señalamiento que
D. H. Lawrence, Blaise Cendrars, reside en la imposibilidad absolu- Henri Michaux expresaba en un
Robert Desnos y Malcolm Lowry, ta de contar los secretos, de salir de verso: “No nos bastamos con la vida
sin duda ilustran la regla, pero tam- la espantosa soledad que afecta a que llevamos en nosotros mismos.”
bién reiteran la clásica pregunta de cada uno de los actores del drama.” Difícil zanjar la cuestión y tal
saber si los escritores son por esencia Alcanzar la otra orilla para los vez haya que creer que cualquie-
unos fugitivos, ¿por qué no todos se escritores europeos, acaso no sería ra que sea la orilla que se escoja, la
someten al nomadismo para cumplir una tentativa de regresar al edén bondad del resultado depende de
su tarea creadora? Se intuye que hay, de la infancia, la recuperación de la mirada que se proyecta sobre la
debajo de los argumentos enuncia- algo primordial, como lo asegura realidad y de las palabras que se
dos o confesables por los nómadas, Claude-Michel Cluny a propósito encuentran para lidiar con esta rea-
LIBROS
una razón que escapa al entendi- del autor de La serpiente emplumada: lidad. “El arte comienza donde ter-
miento y que puede llegar a expre- “Hay en Lawrence el sentimiento mina la tranquilidad”, afirmaba con
sarse soterradamente en la obra de difuso y persistente de que la poesía razón César Moro, en eco al grito de
ficción. Algo así como un secreto que conserva la palabra primordial, la de Antonin Artaud: “La vida consiste
Annie Le Brun sugiere al mencio- los orígenes, de lo divino y lo sagra- en quemar preguntas.”
56 nar “la relación ciega que se estable- do, el verbo de las celebraciones y de Ollé-Laprune tiene el talen-
ce entre el lado salvaje de los lugares los tiempos presentes.” Ser o haber to de la cita precisa y oportuna que
lejanos y la barbarie que cada quien sido un escritor nómada no consti- puntúa sus ensayos como pequeñas
lleva en sí mismo”. tuye ninguna superioridad sobre los joyas incrustadas en la sólida roca
Ollé-Laprune lo advierte en sedentarios, pero la intemperie a la de su pensamiento. Compuesto a
LETRAS LIBRES las novelas que Georges Bernanos que se somete el vagamundo es sin lo largo de varios años, Los escritores
MARZO
ABRIL 2018
2017 comienza a escribir durante su duda más literal y cruel que la vivida vagabundos va sumando reflexio-
estancia de siete años en Brasil: “En espiritualmente por los viajeros alre- nes que se reiteran y se profundi-
sus libros de ficción los personajes dedor de su habitación. Hace poco zan de un capítulo a otro. Se antoja
observan su infancia como la aurora visité Varanasi, la primera ciudad que, hacia el final de su elaboración,
neta de la vida: todos ellos albergan sedentaria de la historia, la ciu- el ensayista francés se dejó cautivar
en su interior una especie de secreto, dad santa de la India a la que se llega por las obras en sí mismas, en des-
que conservan en su memoria como a morir. Las dos orillas del Ganges doro de los afanes de extraer com-
un momento inmaculado, como un son extremadamente contrastantes: portamientos compartidos por los
por un lado, el ajetreo y el abigarra- escritores desterrados.
miento de los ghats, y por el otro, por Algunos detalles o aclaracio-
donde sale el sol, una tierra desér- nes delatan el destino bisémico de
tica y desdeñada por aquellos que los ensayos, a veces dirigidos a lec-
cada día celebran el renacimiento tores europeos y otras, a los de esta
del astro. ¿Hacia cuál orilla debe- otra orilla. Si bien Philippe Ollé-
rá inclinarse el escritor genuino? Laprune nunca abandonó el francés
¿Hacia los misterios de la devoción para escribir sus textos, su condición
por parte de una población entre- de “franco-mexicano” –una carac-
gada a esperar la muerte o hacia la terización a la que el régimen cas-
nada que invita a una inmersión en trista recurría para descalificar al
las aguas propias, quizá más corrom- “franco-cubano” Severo Sarduy
pidas que las del Ganges? “Cada uno quien, por su lado, se preciaba de
sueña con el otro, cada uno está con- nunca escribir la palabra “Cuba”
vencido de que el otro posee rique- en sus libros– lo sitúa fatal y simul-
zas y secretos que le hacen falta a su táneamente ante dos públicos dis-
propio universo. Algunos deciden tintos, dos maneras de ser y de
pensar que, por fortuna, no siempre voz sorda del exilio”– es difícil, por
se armonizan. no decir sumamente arriesgado, de-
Alejandro Rossi, otro notable terminar en qué medida el despla- HISTORIA
vagamundo, sostenía que después de zamiento obligado repercute en los
ocho años en un país de adopción, escritos o incluso en qué medida el
No todas
el regreso a la tierra (y la lengua) de nuevo lugar de vida encuentra una las guerras civiles
origen se volvía imposible. Nunca forma de resonancia en el espíritu David Armitage
entendí bien con qué instrumento del escritor. LAS GUERRAS CIVILES.
UNA HISTORIA EN
de medición llegaba al lapso tan Víctor Serge, que “nació exilia- IDEAS
Traducción de Marco
rotundo de ocho años, pero es cierto do, vivió proscrito y murió lejos, en Aurelio Galmarini
que nadie sale indemne o idénti- México, siempre marcado por el des- Madrid, Alianza
Editorial, 2018, 320 pp.
co de semejantes migraciones. ¿En tierro”, quizá sea el gran errabundo
qué se convierte el que se pasa la de este libro, en un grado levemen-
vida entre dos o varias orillas? Ollé- te superior a Stefan Zweig, quien RAFAEL ROJAS
Laprune aventura unas consecuen- poseía un sentido innato de la huida, La guerra civil no es natural, no 57
cias esenciales de la errancia: “saber o a Papa Hemingway, quien gastó siempre estuvo ahí, es una invención
oponerse a los universos existen- veinte años de su vida en Cuba, en “el humana, dice en su libro más recien-
tes plantando la propia escenogra- paisaje soñado para dejar en libertad te el historiador de Harvard David
fía, saber pasar de un mundo a otro al abatimiento y al oleaje del alma”. Armitage (Stockport, Inglaterra,
y comprender que la propia identi- México fue el escenario emblemáti- 1965). Y dice también que pocas
dad reside en el movimiento y no en co de los visitantes surrealistas: “para invenciones humanas han sido tan LETRAS LIBRES
uno de esos territorios”. O dicho en comprender esta fascinación –expo- costosas y letales como las guerras ABRIL 2017
MARZO 2018
otros términos, quizá más dramáti- ne el autor–, hay que tomar en cuen- civiles. En el origen de las otras
cos: “la errancia es una manera de ta que México está en la encrucijada guerras, las religiosas o las racia-
mantener la fijeza, la petrificación y de sus ideales: ofrece el mito y una les, las internacionales o las regio-
la muerte a distancia”. revolución, una estética y el miste- nales, a menudo se encuentra una
Resultan tan atractivas y miste- rio”. Quizá también sean las razones guerra civil.
riosas las aventuras de los europeos por las cuales Nietzsche albergó la Armitage no quiere que su libro
en América Latina como los tacitur- ilusión de irse a vivir a México y más sea leído como una historia intelec-
nos exilios, voluntarios o no, de los precisamente a Oaxaca, como lo con- tual de las guerras civiles. Pero eso es
hispanoamericanos en la “civiliza- fió por carta a un amigo. en esencia: un recorrido por el con-
ción” del viejo mundo. César Moro, A la pregunta inicial de “¿Por cepto de guerra civil de Tucídides
César Vallejo y Julio Ramón Ribeyro qué vino a México”, habría que aña- y Salustio a Kant y Nietzsche y de
son los tres peruanos que deambula- dir esta otra que ahora también se oye Clausewitz y Schmitt a Arendt y
ron bajo la lluvia parisina, esa “gran a menudo: “¿Por qué permanece en Agamben. Dos mil años de intelec-
escuela de soledad”, sin nunca inte- México?” Hay mañanas en que la ción de un tipo de conflicto interno,
grarse al mundo cultural francés. respuesta se busca con la misma difi- que desgarra a las naciones desde
Presos en sus burbujas de dolor y cultad que la primera. Es un misterio adentro y las lleva a una refundación
de humo, parecen refrendar la frase que la actualidad del país ensombre- después de la fractura.
de Victor Segalen: “Hicimos como ce cada día más y a veces coincidi- El cambio de la preposición
siempre un viaje a un lugar lejano mos con D. H. Lawrence en que “el en el título –no historia de las ideas
de aquello que no era más que un viaje parece una espléndida lección sino historia en las ideas– trasmite el
viaje al fondo de uno mismo.” “Si de desilusiones”. Sin embargo, quizá malestar de Armitage con una his-
bien su situación de proscrito influ- sería más justo concluir con Malcolm toria intelectual demasiado alejada
yó en su escritura –asevera Philippe Lowry que “México es paradisiaco e del devenir social de la humanidad.
Ollé-Laprune a propósito de César indudablemente infernal”. ~ La guerra civil como realidad y como
Vallejo–, su posición geográfica no noción fue, desde Roma, un fenóme-
FABIENNE BRADU es ensayista,
tuvo consecuencia alguna en su pro- narradora y traductora. Es autora de no constitutivo de la historia políti-
ducción.” En todos los casos –plan- El volcán y el sosiego. Una biogra- ca. No fue una categoría moderna
tea el ensayista en el capítulo “La fía de Gonzalo Rojas (fce, 2016). con raíces en la antigüedad o la Edad
Media: fue una categoría antigua que En los capítulos dedicados a los después de otra, sobre todo en el
se actualizó a través de los siglos. siglos xviii y xix, Armitage se inter- tercer mundo. En Centroamérica,
Los términos de polemos o stasis na en un tema ya desarrollado en Ruanda, Somalia, el Congo, los
entre los griegos no captaban en su obra previa: el de la conjunción Balcanes y Medio Oriente, la gue-
su totalidad el sentido de una gue- de guerras civiles y revoluciones rra civil adoptó esa nueva forma
rra civil. Se referían a disturbios o en el Atlántico ilustrado y románti- global y no falta quien vea en con-
luchas intestinas, en la polis, que no co. Afirma, con razón, que aquellos flictos como los del narcotráfico, en
necesariamente llegaban fracturar la fenómenos estimularon el pensa- Colombia y México, otra modalidad
comunidad. La invención del con- miento jurídico, especialmente en del mismo mal. ~
cepto fue romana: el bellum civile, en relación con el “derecho de gentes”
la tradición latina, quedó asociado y la “ley natural”, y dedica varias RAFAEL ROJAS (Santa Clara, Cuba,
1965) es historiador y ensayista. Su
no solo con la forma más profunda páginas a comentar los tratados del libro más reciente es Traductores de la
o fratricida de escisión de la comu- suizo Emer de Vattel, pero no desta- utopía. La Revolución cubana y la nueva
nidad sino con el origen de la ciu- ca el valioso antecedente del neoto- izquierda de Nueva York (fce, 2016).
LIBROS
dad misma, ya que, según la leyenda, mismo español de Suárez y Vitoria.
Rómulo había fundado Roma luego La guerra civil moderna tiene
de matar a su hermano Remo. en la batalla entre el Norte y el Sur en
Los romanos legaron a la moder- Estados Unidos, a mediados del xix, CUENTO

nidad una idea de guerra civil como su tipo ideal. Dos mitades de una Cuentos con tarea
58 episodio del pasado y, a la vez, co- nación confrontadas por el núcleo
mo amenaza perpetua del presente doctrinario de los derechos natura-
y el futuro. El buen gobierno era pen- les del hombre. Por desgracia, ese Julián Herbert
sado como antídoto de la guerra arquetipo no se analiza de manera TRÁIGANME LA
CABEZA DE QUENTIN
civil, a pesar de que una de las causas global en el libro, quedando fuera TARANTINO
Ciudad de México,
LETRAS LIBRES más comunes de estallido del con- América Latina, una zona donde, Literatura Random
MARZO 2018 flicto era, justamente, la disputa en por los mismos años en que tenía House, 2017, 192 pp.

torno a la mejor forma de gobierno. lugar la lucha entre confederados y


La creación del sistema representati- abolicionistas en Estados Unidos, se
vo, de la división de poderes y de los enfrentaban liberales y conservado- ANA GARCÍA BERGUA
pesos y contrapesos entre las institu- res, con armas e ideas muy similares. Metaficción, que le llaman. Por
ciones del Estado estuvo ligada a la Esa falta de perspectiva mun- ejemplo, el título es ya una refe-
búsqueda de mecanismos para con- dial se observa con mayor claridad rencia a la película Tráiganme la cabe-
jurar el peligro de guerra civil. en la última parte del libro, dedi- za de Alfredo García (1974), de Sam
Armitage detalla las lecturas cada al siglo xx. Las guerras civiles Peckinpah, el mismo de los vio-
que los modernos hicieron de César, rusa, española, china, vietnamita y lentos (para su época) Perros de paja
Cicerón, Salustio, Lucano o Tácito coreana se mencionan, pero no se y al realizador Quentin Tarantino,
para dar cuenta de esa actualiza- desarrollan como fenómenos deci- quien de alguna manera, en los años
ción moderna de un concepto anti- sivos de la historia contemporánea. noventa –junto con otros direc-
guo. No solo los historiadores y El modelo de la guerra civil nortea- tores, como David Lynch–, se hizo
filósofos, que vivieron y pensaron mericana no es suficiente para com- célebre por provocar al espectador
la guerra civil inglesa de media- prender estos nuevos conflictos, ya mediante el uso cómico y tragicó-
dos del xvii, como Edward Hyde, que el involucramiento de las poten- mico de la violencia, en los límites
Thomas Hobbes o John Locke, tam- cias mundiales es mayor en todo el del ensalzamiento. Así, la mayo-
bién los poetas isabelinos o posisa- siglo xx. ría de los cuentos de Tráiganme la
belinos (Shakespeare, Marlowe, El mundo posterior a 1945 –es cabeza de Quentin Tarantino de Julián
May, Milton) leyeron y tradujeron decir, entre la Guerra Fría y las tres Herbert (Acapulco, 1971) son jue-
a los romanos, en especial la Farsalia décadas que siguieron a la caída del gos de metaficción alrededor de
de Lucano, para comprender la Muro de Berlín– ha sido relativa- Tarantino y la violencia, reformu-
pugna dinástica y parlamentaria en mente pacífico en sentido global, laciones de otros libros, otras pe-
Inglaterra. pero vio sucederse una guerra civil lículas, cita tras cita, que a veces
aterrizan en una ficción, con mayor publicado originalmente en Letras Marcial Lafuente Estefanía, el escri-
o menor ventura. Libres, sobre un artista conceptual, tor español de historias de vaque-
En “Balada de la madre Teresa Ramón Rigual, cuyas caries dibu- ros editadas por Bruguera, que se
de Calcuta”, por ejemplo, un funcio- jan una partitura. En la versión de la volvió muy popular desde los años
nario de Pemex tiene un negocio de revista, el cuento se acompaña de cincuenta– y, sobre todo, “La boda
negros literarios que escriben bio- fotografías de los dientes del prota- romana” que podría considerar-
grafías por pedido. A uno de ellos gonista. En el libro, amén de las foto- se el relato más “tradicional” en el
le pide que escriba su historia, la de grafías, viene la partitura de la pieza, conjunto, acerca de los hijos de un
cómo en el sexenio de Miguel de firmada por Rigual o J. Zimmerman, capo que se reúnen en el funeral.
la Madrid perdió su trabajo y tuvo pero en realidad compuesta por el Seré muy ñoña (si es que también
que huir y le ocurrió lo de la madre músico Jorge Rangel. Y si uno tiene en las reseñas se vale la autofic-
Teresa que –respetuosa de la fic- la suerte de tener pianista en casa ción), pero lo considero el relato más
ción como es quien escribe esta rese- –yo tengo una, venturosamente– logrado, más seriamente trabajado,
ña– no voy a contar aquí. Por ahí el puede disfrutar de una pieza más aquel en el que uno se encuentra de
cuento se interrumpe y el narrador incisiva que molar, muy interesante. nuevo con el deslumbrante autor 59
59
se disculpa con el posible lector para La idea del arte conceptual, en de Canción de tumba. En cambio,
soltarle una brechtiana reprimenda: plan de burla (con todo y aparición “Cabeza de perro”, una historia futu-
“Dispénsame si estoy arruinándote la de Avelina Lésper) o de intento de rista de zombis caníbales que pulu-
historia. Lo hago para vengarme de ejecución sincera, aparece en otros lan por la Ciudad de México, me
Max y también, quizá, por darme el cuentos, como “Informe blanco” y pareció bastante previsible.
lujo de vomitar un poco encima de “Ninis”. En este último, otro artista El libro cierra con el cuento que LETRAS
LETRASLIBRES
LIBRES
esos lectores ingenuos que adoran conceptual que comenzó como fotó- da título al conjunto y en el que un ABRIL
MARZO2017
2018
la literatura redonda, sin digresio- grafo de nota roja se dedica a hacer capo del narco pide la cabeza del
nes ni contradicciones ni atajos; esa pornografía gonzo con prostitutas prestigiado director porque resulta
gente bebé que lee como si un rela- infectadas de vih. Vive con una de que es igualito a él y mientras tanto
to fuera una mamila.” Zas. Hemos ellas –Vianey, treinta años menor– retiene en su madriguera a un espe-
de admitir que nuestro plumaje –o que lo obliga a comer ensaladas para cialista en Tarantino que podría ser
nuestro biberón, será– es de esos, cuidarse, y su hijo es un nini. Él tam- el mismo Herbert. Este cuento es,
justamente, pero ni Sterne regaña- bién, con todo y su beca del Fonca, en la realidad o en el efecto final,
ba al lector, simplemente empezaba se descubre también un nini. Y llega una especie de tesis sobre Tarantino
su digresión y dejaba que este se las más lejos: “He llegado a la conclu- y su abordaje de la violencia, tema
apañara. Ahora bien, ¿vale la pena sión de que Dios es un nini. No es que interesa especialmente al autor.
interrumpir un relato que iba bien que no exista sino que está apaga- En él juega con escenificaciones del
con una especie de ocurrencia, todo do. Alguien, en la Oscura Noche tipo de las películas de Tarantino
por fastidiar al lector bebé? Pienso de los Tiempos, tropezó a ciegas –la cueva subterránea-mansión
que es darle demasiada importan- con el cable y lo desconectó. Lo que del capo es especialmente nota-
cia o bien considerar que el lector aprendemos del Mal nos ilumina ble– y digresiones o microensayos
siempre debe aprender algo, una por momentos, como cerillos que sobre el tema de la diferencia entre
especie de didáctica al modo Bertolt se consumen rápidamente entre los la parodia y lo sublime, reseñas
Brecht. Es curioso que un libro vio- dedos. Pero la realidad sigue siendo sobre el tema abordado por Freud,
lento y tremendo sea al mismo tiem- una habitación oscura, y todos so- Shakespeare y Harold Bloom
po apapachador, pero el de Herbert mos dueños de animales clandes- (incluso menciona el libro de José
lo es (prueba de que hasta el que tinos dentro de esa habitación.” María Pérez Gay El imperio perdido)
se la da de más desalmado tiene, Con su pesada ironía, “Ninis” y también tareas puntuales de la
en el fondo, corazón de pollo). Por me parece uno de los mejores clase de narratología y las teorías
ejemplo, lanza sus guiños a Cristina cuentos del libro, junto con “M. L. de Genette: por ejemplo, acepta que
Rivera Garza, apareciéndole un Estefanía” –cuyo personaje reco- hay algo que no puede contar por-
Juan Rulfo fantasmal (“Ahí donde rre el norte del país con una banda que excede su pov, es decir el punto
estábamos”), y a Valeria Luiselli de estafadores disfrazado de paya- de vista del narrador. Para los entu-
en “Caries”, un cuento alucinado, so de rodeo y presentándose como siastas de Tarantino, puede ser un
relato muy satisfactorio. En lo perso- el epígrafe idóneo para quienes tras
nal, prefiero la historia de la nariz de descubrir sus novelas y relatos más
Sterne o la cueva de Montesinos BIOGRAFÍA logrados desean saber quién y cómo
de Cervantes, que eran más piadosos es la mano que mueve la pluma que
con el lector. Lispector los hizo posibles.
No me gusta regañar a nadie trascendental Clarice Lispector nació en un
–menos aún a quien empieza por Benjamin Moser pueblo de Ucrania en 1920 cuan-
regañar al lector y acusarlo de POR QUÉ ESTE MUNDO. do su familia judía se desplazaba
UNA BIOGRAFÍA DE
infantilismo– y tampoco siento CLARICE LISPECTOR con su pobreza a cuestas en busca
Traducción de Cristina
apego por las recetas, por decir qué Sánchez-Andrade de un lugar para vivir a resguardo de
literatura ya pasó y es innecesaria y Madrid, Siruela, 2017, la violencia de los pogromos que
496 pp.
cómo hay que escribir ahora, con siguieron a la Revolución rusa. Su
qué se espanta, se despierta o se madre se encontraba tan enferma
adormece al pobre lector (el sem- NATALIA CARRERO que dependía de los cuidados de su
LIBROS
blable y frère de los reseñistas). Sin Afirma Benjamin Moser (Houston, primera hija, Elisa, diez años mayor
embargo, no puedo resistir la ten- 1976) en esta nueva aproximación a que Chaya, el primer nombre que
tación de pensar que, de vez en la vida y la obra de la icónica Clarice recibió Clarice. Pinkhas Lispector, el
cuando, para respirar, vale la pena Lispector que la imagen que más ha padre, era un tendero “con un deseo
intentar decir algo, contar una his- perdurado de la autora de La pasión desatado de conocimiento” que
60 toria, antes de que la metaficción y según G. H. procede de una entrevista hubiera preferido dedicarse al estu-
la teoría terminen por ahogarnos. de apenas treinta minutos concedida dio de la Torá, pero carecía de linaje
Por lo menos ese es mi pov. ~ en febrero de 1977 al periodista Júlio y necesitaba ganar dinero.
Lerner. Lispector se encontraba muy Desde Recife, localidad coste-
ANA GARCÍA BERGUA (Ciudad
de México, 1960) es narradora enferma y comenzaba a saborear su ra del norte de Brasil, unos parien-
LETRAS LIBRES y ensayista. Era publicó el año fama, sobre todo, entre la juventud tes remitieron a los Lispector los
MARZO 2018 pasado su novela Fuego 20. universitaria, estatus que aumenta- pasaportes necesarios para huir en
ría hasta el presente, cuando basta barco. Dio comienzo la inmersión
la mención de su nombre para de Clarice Lispector en una cultu-
visualizar las cumbres de la litera- ra y una lengua nuevas que se mez-
tura brasileña. El entrevistador “era clarían con el bagaje de la tradición
consciente del tremendo momento judía que su padre seguiría cul-
y sentía la responsabilidad de cara tivando por encima de la pobre-
a la historia”. En la película, graba- za cotidiana. Aunque las tres hijas
da en los estudios de tv Cultura de resultaron buenas receptoras, la
São Paulo con motivo de la adapta- pequeña Clarice destacó ensegui-
ción al cine de su novela más social, da por su facilidad con los idio-
La hora de la estrella, la escritora de mas. Contaba con algunas lecturas:
dicción gutural, al igual que suce- Hermann Hesse, Dostoyevski, y
de en la mayoría de sus ficciones, sobre todo la Torá, cuando antes
parece consciente de lo poco que de terminar los estudios de dere-
dice así como de lo mucho que calla. cho encontró un trabajo en el diario
“Hablo desde la tumba”, dice en la A Noite. En la misma época conoció
entrevista que, se diría, dirigió ella a Lúcio Cardoso, poeta homosexual
misma, pues una vez finalizada pidió del que se enamoró, y escribió Cerca
a su interlocutor que se emitiera des- del corazón salvaje, título que sugi-
pués de su muerte, deseo que fue rió Cardoso, tomado del Retrato del
respetado. Al cabo de cuarenta años artista adolescente de Joyce, que la
no hay semblanza o hagiografía de la autora aún no había leído. La nove-
autora que omita este dato audiovi- la resultó un éxito, la crítica la situó
sual; en cierto modo, funciona como en la cima de la narrativa no realista
e introspectiva. “Por primera vez inclusión es deliberada. Aunque la ¿Por qué reeditarla ahora? ¿Qué
una autora brasileña penetra en la autora sentenciara que, al igual que ganó y qué perdió este libro en el
complejidad psicológica del alma más allá de la literatura no había camino?
moderna”, reseñó el crítico Paulo nada, más allá de la humanidad tam- Hay muchos casos de escritores
Sérgio Milliet. Más tarde, la poeta poco había nada, practicaba lo que que son a la vez editores de revistas
Elizabeth Bishop, vecina de Clarice Benjamin Moser tilda de “ateísmo o libros que se valen de la impren-
Lispector en Río de Janeiro, la admi- religioso”. En este sentido La pasión ta para exponer un punto de vista
ró también hasta el punto de acome- según G. H., la novela que escribió en sobre el mundo. Los que no abun-
ter su traducción al inglés. un arrebato a finales de 1963, que dan, creo, son los editores de cepa
Benjamin Moser nos ofrece “recuerda a obras maestras como que sean también escritores de
en orden cronológico la génesis de Moby Dick y Tristram Shandy”, ade- creación (porque sí que hay edito-
cada título de Lispector así como su más de contar cómo se deshace una res que publican sus experiencias
interpretación desde una perspecti- mujer acomodada también sería la editoriales).
va marcadamente judía. Nos cuenta aventura de su encuentro con Dios. La bahía suspendida es una nove-
también cómo fue su recepción entre Dicho aspecto religioso o trascen- la de juventud. Una novela en 61
61
crítica y público así como las reaccio- dental que se destaca y argumenta busca de su tono. Y de su tema.
nes de la autora, quien fue centrando de manera prolífica en la presente Aparentemente sigue una trama
y cerrando su vida en torno a lo que biografía resulta quizá la aportación –el viaje de Sebastián hasta un
más le importó: escribir el mundo. más destacable que la distinguiría de hotel en la bahía y ahí el encuen-
Clarice Lispector desempe- otras ya existentes, entre las que cabe tro de la amistad y el amor–, pero
ñó muy bien el papel de mujer de destacar la de la estudiosa Nádia esto parece más bien un pretex- LETRAS
LETRASLIBRES
LIBRES
diplomático a pesar de que, según Battella Gotlib. ~ to para narrar. Como el tema de la ABRIL
MARZO2017
2018
confesó en sus cartas, le aburría. Su NATALIA CARRERO es escritora. En
“naturaleza muerta” para el pintor
aspecto físico y su elegancia encaja- 2016 publicó Yo misma, supongo (Rata) realista, la anécdota se convierte
ban en ese mundo en el que conoció y Letra rebelde (Belleza Infinita). para el narrador en un motivo. Así,
de cerca a personalidades instaura- la aventura de Sebastián rumbo
das en el poder político que trató a la bahía tiene que leerse como
con la misma naturalidad que a un viaje mental más que físico. Un
sus vecinos del barrio pobre de NOVELA viaje (una huida) que tiene mucho
Recife de su infancia. Vivió años en Escribir para de ensayo y de prueba. Prueba para
Berna, Nápoles, Nueva York, luga- Pera, joven novelista, para el narra-
res que le servirían para afianzar su
sobrevivir dor de esta historia y para el perso-
identidad brasileña y escribir a sus Cristóbal Pera naje Sebastián Adorno, que escapa
hermanas, las mejores confidentes LA BAHÍA SUSPENDIDA de las comodidades del hogar y de
Ciudad de México,
de sus avances en la carrera litera- Debolsillo, 2017, su amante para refugiarse en un
198 pp.
ria que seguiría transitando a solas, remoto hotel.
creando un mundo de ficciones la ¿Qué es lo que quiso contar
mayoría de las cuales carecían de Pera con esta historia? Una novela
trama aparente, contaban con per- a la que puso punto final hace vein-
sonajes femeninos que hablaban ticinco años y que ahora regresa
con una voz extraña; datos que las FERNANDO GARCÍA RAMÍREZ como una obsesión para relatar ¿qué
editoriales empleaban como argu- ¿Quién escribió esta novela? ¿El cosa? ¿La huida de Sebastián? ¿El
mentos para retrasar, cuando no joven novelista graduado en la encuentro con la hermosa Aurora?
rechazar, su publicación. Universidad de Barcelona y docto- ¿La rivalidad entre los dos hoteles
El biógrafo subraya en todo rado en la Universidad de Texas en situados en un lugar sin referencias
momento los motivos judíos que, Austin, o el renombrado editor de geográficas ni temporales reconoci-
“retrabajados, disfrazados, pero sin Borges y de García Márquez? ¿El bles? Una bahía que es en realidad
duda presentes” en los escritos de joven académico o el maduro editor? un campo de prueba. Un laboratorio
Clarice Lispector, nos llevarían a Publicada en 1992, se reedita por pri- de ensayos narrativos. “Todo el día
la pregunta de hasta qué punto su mera vez veinticinco años más tarde. –cuenta el narrador– había estado
teñido de esa melancolía que le da a corchos... Con materiales de des-
la vida un aspecto asmático.” perdicio, Eliot, Duchamp y Cage
Cristóbal Pera se desdobla en un MEMORIAS removieron escombros en sus dis-
narrador (Sebastián Adorno) que ciplinas. Pero esos materiales no
a su vez decide escribir una nove- Ars longa, obedecieron a la pura invención:
la cuyo primer personaje es el pro- vita Nissen su empleo fue resultado –un resi-
pio Sebastián Adorno. La novela Brian Nissen duo, pues– del continuum al que
dentro de la novela que se espe- CALEIDOSCOPIO Ashton se refiere. Prácticas como
Ciudad de México,
ra del novelista novel que busca Lumen, 2017, 334 pp. el correlato objetivo de Eliot, el
escribir narrativa mientras cursa la readymade de Duchamp y el piano
academia. La novela –la literatura– preparado de Cage serían incon-
como una forma de escapar de aquel cebibles sin la preeminencia de
mundo. “Solo la literatura, intercala- símbolos universales y materias
da subrepticiamente entre los temas, primas que, al reunirse, crean fla-
LIBROS
le había salvado del desastre final.” HERNÁN BRAVO VARELA mantes recuerdos en la memoria
Solo los ensayos narrativos de La A propósito de Brian Nissen estética.
bahía suspendida salvaron a Pera de ser (Londres, 1939) y su Códice Itzpapálotl “Pintores y escultores –escribe
un académico y lo metieron de lleno (1982) –especie de historieta gene- Nissen– poseen una relación ínti-
a la literatura, aunque muy pronto ral de las cosas de México–, Dore ma con las herramientas con que
62 encontró un lugar en el mundo edi- Ashton reflexiona: “A partir del trabajan [...] Uno tiene un sentir
torial. De la academia a la edición siglo xix los artistas modernos especial con cada uno de sus uten-
pasando por la novela. No se trata, de empezaron a realizar actos de res- silios, los cuales, con el tiempo y
ese modo, de una bahía “real” o que cate, reconociendo la profunda el uso, adquieren una memoria
fingiera serlo, sino de una bahía ple- necesidad humana de una comu- de la manera en que son utiliza-
LETRAS LIBRES namente imaginaria. Una bahía ver- nidad espiritual. A menudo el dos.” En el caso del artista inglés
MARZO 2018 bal: “Un grupo de nubes que nave- artista moderno busca su piedra avecindado en México, las herra-
gaban por el horizonte de una tierra de toque volviendo a los princi- mientas son lo mismo el dibujo, el
seca y agrietada construían una per- pios, no puede haber arte que no acero y el bronce que los discos de
fecta bahía... una bahía aérea, una se alimente del continuum. Los más acetato, el cuerpo en movimiento
bahía suspendida.” deslumbrantes inventos solo son de una bailarina y el texto escrito.
Cristóbal Pera publica una legibles si lo familiar es plantea- De la cosmovisión de los pueblos
novela del Cristóbal Pera que fue do dentro de un nuevo contexto.” originarios y la cachondería como
y que pudo ser, el Pera novelista. Ashton delinea, así, a las criaturas forma de conocimiento a la disec-
Aquel que todavía no sabía disimu- de su “fábula del arte moderno”: ción del cangrejo herradura y el
lar bien los andamiajes de su obra. rescatistas, piratas o pepenadores ajolote, Nissen hace de lo fami-
Un narrador que divaga y ensaya. del museo del mundo, obreros del liar no un sinónimo de lo sinies-
Es La bahía suspendida una primera fracking de esa tierra baldía llamada tro, como quería Freud, sino de
novela de huida y definición. Con civilización. Ahí están T. S. Eliot, la destreza. Su mirada, aunque
un narrador que va explorando quien apuntaló fragmentos litera- repare en “lo pequeño de ilími-
su tono y su tema, que se esconde rios contra las ruinas de su tiem- tes distancias”, no es microscó-
detrás de un personaje, consumido po y de su propia cordura; Marcel pica ni telescópica. Antes bien,
también en el acto mismo de escri- Duchamp y su mester de tlapa- según el título de este libro, su
bir una novela. Escribir “como si lería, quien arrumbó a la plástica instrumento de navegación es
solo estuviera en mi poder encon- en calidad de tiliche; John Cage, el caleidoscopio: la luz descom-
trarle algún sentido” a las cosas. ortopedista de pianos y músico puesta en siete colores al atrave-
Escribir para sobrevivir. ~ de lo que pasa (o, tal vez, pasan- sar un prisma se convierte aquí,
te de la música). Citas de segun- de acuerdo con el prólogo de Juan
FERNANDO GARCÍA RAMÍREZ da mano, confidencias en un pub, Villoro, en “el cristal con que se
es crítico literario. Mantiene una urinarios, vidrios, ruedas de bici- mira”. Imágenes ambiguas e irre-
columna en El Financiero. cleta, resortes, gomas de borrar, petibles que dan pie a otras con el
sus
crí
más leve golpe de timón; tres espe- “Al igual que en el arte”, ase-
jos en los que, indivisiblemente, gura Nissen, “aprendí [el español]
se reflejan el pasado, el presente por imitación y experiencia”. No

base
y el futuro; “lugares e ideas” que, existen memorias o autobiogra-
en términos de Nissen, “se fusio- fías sin imitación de otras y que no
nan en una especie de retrato pal- partan de la experiencia de otros:
pable de lo que fue, lo que es y lo muertos que enmiendan la plana
que podría ser”: admoniciones a los vivos. Así, toda memoria es
del ayer (“facetas”) y recuerdos de ultratumba. Caleidoscopio hace
del porvenir (“flashbacks”) que solo el recuento de una vida llena de
son legibles por ahora –es decir, peripecias, pero también de las
entre líneas. animadas conversaciones que ha
Sin pretenderlo, Nissen esbo- sostenido con los difuntos del arte
za un autorretrato y una poética de y la literatura. Por su prosa desfi-
este volumen al hablar de su amigo lan reflexiones a vuelapluma, rela- 63
63
Octavio Paz: “Descubría, además, tos germinales, crónicas marcianas,
como si los viera a través de un chistes ontológicos... Todo, menos
caleidoscopio, una variedad infi- el aburrimiento.
nita de facetas, contornos, imáge- Oscar Wilde, patrono del
nes, signos y símbolos culturales, humor de Nissen, afirmaba que
y revelaba ritmos, rimas y asocia- el aburrimiento es “la mayoría de LETRASLIBRES
LETRAS LIBRES
ciones entre arte, música, danza y edad de lo solemne”. Con disci- MARZO
ABRIL 2018
2017
poesía, mostrando sorprendentes plinada inmadurez, nuestro artis-
correspondencias y enlaces entre ta rehúye a la receta y la cátedra;
ellos.” En esta colección de recuer- mezcla la ternura de san Agustín
dos personales sistemáticamente y la rectitud de Rousseau con la
inconexos, Nissen narra su paso picaresca de Casanova y el tea-
por Londres, Llangollen, París, tro (o la carpa) del absurdo en
Venecia, Nueva York y las ciuda- Ibargüengoitia. Estamos, pues,
des de México y Belice; aborda su frente a un buscón quevedia-
fascinación por la magia, los tahú- no, un eterno aprendiz de brujo

12 números
res y el monstruo de Frankenstein; y un ludópata del arte; un obser-
lanza hipótesis sobre la mexica- vador de bellas imágenes a través
nísima relatividad del tiempo, la de un caleidoscopio que, según

$700
morbidez extranjera por la san- Huidobro, “tiene algo de sagrado
gre en las culturas prehispánicas y de juego inmortal”.
y la obsesión por el arte margi- Bien puede este libro contar la
nal e inacabado, paralela al fervor génesis, el éxodo y las buenas nue-
de la literatura por los escritores vas de Brian Nissen, pero pone las
menores y el fragmento sin género; cartas sobre la mesa; no para saldar pesos mexicanos

todo México
relata sus encuentros con persona- cuentas o exponer un credo, sino
jes como Quentin Crisp, Nicanor para empezar la partida. ¿Es que
Parra, Luis Buñuel, la princesa Dios habita en las iglesias y no en
Margarita de Inglaterra, Leonora los torneos de póker? ¿Quién dijo
Carrington, Roberto Matta, Rufino que para subir al cielo no se nece-
y Olga Tamayo, Oliver Sacks, Pita sita una escalera real? ~
Amor, la propia Ashton y, en parti-
cular, Montse Pecanins, con quien HERNÁN BRAVO VARELA es poeta,
ensayista y traductor. Su libro más
le unen cincuenta años de compli- reciente es Historia de mi hígado
cidad amorosa. y otros ensayos (fce, 2017).
01 (55) 91·83·7800 / 7822

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