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TOMA DE DATOS

Una vez identificada y aislada la lesión, se inicia el proceso de la TOMA DE DATOS, en


el que tenemos que aplicar al máximo la metodología.

Ello implicará, en ocasiones, un mínimo repetido de visitas; en otros casos la aplicación


y seguimiento de una serie de instrumentos de análisis y evolución de la lesión; en
ocasiones, el uso de aparatos diversos de medidas, y siempre, la utilización de fotografías
que nos permitan plasmar gráficamente la lesión (el síntoma) en un momento
determinado, tanto para poder seguir su evolución, como para poder continuar el análisis.
De este modo, podemos obtener una serie de datos físicos, e incluso muestras de
materiales, que serán elementales para proceder al análisis posterior.

La patología constructiva es la ciencia que estudia los daños constructivos de los edificios
o de sus partes y su evolución en el tiempo. Para abordar el estudio previo de los edificios,
la metodología debe desarrollarse en fases. Cuando hay que intervenir en un edificio, lo
primero que se hace es una visita de INSPECCIÓN PREVIA, en la que se recogerá el
máximo de datos referentes a la propiedad, al autor del edificio y al inmueble. Se trata de
deducir su estado actual de conservación y mantenimiento, con especial atención a los
daños existentes y a los posibles procesos patológicos por él sufridos. Conviene realizar
croquis y reportajes fotográficos.

Para recabar todos los datos históricos, administrativos, urbanísticos, etc., que podamos
obtener del edificio es necesario contar con una completa DOCUMENTACIÓN. En
ocasiones puede ser conveniente llevar a cabo esta fase con anterioridad a esa primera
visita al edificio. Con posterioridad hay que proceder al LEVANTAMIENTO
PLANIMÉTRICO del edificio incluyendo planta, alzados, secciones, detalles
constructivos mapas de lesiones, etc.

En principio, los tres bloques anteriores deberían ser suficientes para elaborar un
anteproyecto. En caso contrario se procederá a realizar INSPECCIONES TÉCNICAS,
que suponen la realización de análisis, ensayos y pruebas de carga. Para ello es
imprescindible el apoyo de técnicos especializados.

 TOMA DE MUESTRAS. Esta parte es de vital importancia, ya que es necesario


disponer de muestras de los diferentes materiales que existen en el edificio, así
como disponer de ellos en distintas situaciones, con el fin de conocer los distintos
tipos de deterioro. El procedimiento de muestreo deberá incluir las siguientes
recomendaciones:

o PREPARACIÓN DE UN PROGRAMA DE MUESTREO ADECUADO,


teniendo en cuenta los factores antes indicados.

o EN EL CASO DEL MORTERO, la cantidad de la muestra deberá ser de


aproximadamente 40-50 gr, conservando la mitad como material de
referencia.

o LAS MUESTRAS DE LADRILLO a extraer dependerán del tipo de análisis


a realizar.
o Deberá anotarse, o marcar en plano, LA POSICIÓN EXACTA de donde ha
extraído la muestra.

o Todas las muestras deben ETIQUETARSE.

o PREPARACIÓN DE PROBETAS de secciones pulidas y láminas delgadas.


Para la mayor parte de los ensayos sobre piedra se cuenta con probetas
cúbicas, prismáticas o cilíndricas; las dimensiones de las mismas varían
dependiendo de la disponibilidad del material y del tipo de ensayos y
experiencias de alteración. Los ensayos sobre ladrillo se realizan sobre piezas
enteras, obtenidas del edifico de estudio, o de zonas de derribo.

IDENTIFICACIÓN DE LA LESIÓN
Dentro de la fase de observación se encuentra el momento de diagnóstico o identificación
de la lesión, en el que el fin fundamental es la recogida de datos sobre las lesiones
producidas.
En un primer momento, y como base del Estudio Técnico-Económico del Programa
inicial, es preciso obtener el máximo posible de datos estadísticos. Una vez terminada la
toma de datos directa, y estando en posesión de los resultados de posibles ensayos de
laboratorio, podemos iniciar la reconstrucción de los hechos, es decir, tratar de conocer
cómo se ha desarrollado el proceso patológico, cuál ha sido su origen y sus causas, cuál
su evolución y cuál es su estado actual.
La observación puede orientarnos sobre el grado y nivel de deterioro, y a partir de los
problemas detectados podemos clasificar los siguientes defectos constructivos:

ENSAYOS SOBRE LOS ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS

Relativos al material o elemento afectados por la lesión indicando la existencia de


documentos gráficos o escritos fiables sobre la construcción dañada. Deben contener:

 LOCALIZACIÓN DE LA LESIÓN EN EL EDIFICIO, con indicación del


sistema constructivo afectado.

 MATERIAL O MATERIALES AFECTADOS.

 ELEMENTO CONSTRUCTIVO DAÑADO.

 SISTEMA Y DETALLES CONSTRUCTIVOS.

 TOMA DE MUESTRAS para ensayo.

 FISURAS Y GRIETAS. En ambos casos se trata de grietas, las primeras de menos


de 1mm de anchura y las segundas, de más de 1 mm de anchura. Para determinar
el posible crecimiento de la longitud de una grieta deben marcarse sus extremos
con algún material de cera o con pintura.

 DISTORSIÓN E INCLINACIÓN. Son faltas de verticalidad en los elementos,


bien de origen, bien por un problema de movilidad posterior. Se producen antes,
durante o después de la construcción. La toma de medidas de la verticalidad
presenta problemas complejos porque casi nunca existen puntos de referencia
claros. En el caso de los movimientos, puede recurrirse a medir fisuras y
comprobar su evolución, o recurrir a métodos topográficos.

 PÉRDIDA DE MATERIALES (de ladrillo o de mortero). Mediante la


observación de la fábrica podemos determinar los puntos en los que se puede
detectar falta de material, anotando su localización, profundidad de la pérdida y
área afectada.

 DETERIORO DIFERENCIAL. Es aquel que provoca distintos niveles de


degradación dentro de un mismo material. Esta alteración se observa con
frecuencia en edificios con sillería de piedra.

 DEPLACADO, EXPOLIACIÓN Y DESCAMACIÓN. Se trata de la separación


superficial de láminas paralelas o escamas entre sí. Esta forma de alteración se
observa con frecuencia en los sillares situados en las zonas más bajas de los
edificios debido a la presencia de agua.

 ALTERACIÓN CROMÁTICA. Las manchas que aparecen sobre la superficie de


los materiales son un indicador de la alteración de los mismos.

 PÁTINAS DE SUCIEDAD. Los materiales de construcción antiguos están


afectados por una pátina natural de envejecimiento, observable en cualquier corte
fresco que deje ver en profundidad el color primitivo.
 PELÍCULA Y MOTEADO. Capa de espesor muy reducido, de menos de 1 mm.,
cuyo origen suele ser biológico.

 ARENIZACIÓN Y DISGREGACIÓN GRANULAR. Pérdida de cohesión entre


los granos de un material, generalmente debida a la desaparición del aglomerante,
que provoca que los granos queden sueltos.

 PULVERIZACIÓN. Forma de alteración semejante a la anterior, en la que la


disgregación reduce el material al tamaño del polvo.

 DEPÓSITO SUPERFICIAL. Los depósitos superficiales se suelen acumular en


las zonas que no están sometidas a lavado, y en las partes bajas de los edificios.

 EFLORESCENCIAS. Esta forma de alteración nos indica la presencia de sales


solubles en el material; son de color claro. Suelen manifestarse con más nitidez
en primavera.

 ALVEOLIZACIÓN. Los alvéolos se originan por disgregación y posterior


separación de los granos de arena de la matriz de los materiales porosos,
produciendo unos surcos que van progresando en extensión y profundidad.

Metodología

La Manera en que se ha seguido y realizado el análisis; Este estudio se divide


en dos grupos, primero la Identificación y definición de las lesiones en la
Estructura de Forjados, utilizando las fichas donde podemos identificar y
determinar el origen de las lesiones, estas fichas siguen las siguientes pautas:

1. Definición de lesiones, número de elementos afectados y grado de alcance.


2. Fotografía del proceso patológico definido.
3. Descripción del proceso patológico observado y características destacadas.
4. Determinación de las causas directas e indirectas de la lesiones.
5. Definir y localizar los elementos afectados mediante Plano con leyenda.

Para diagnosticar las causas, seguimos el proceso de manera inversa, es decir


secuenciando desde el estado actual de la lesión siguiendo la evolución temporal
de los síntomas hasta dar con el origen de la lesión. Partimos desde la lesión
hasta encontrar el origen o causa de la misma, una vez terminado este estudio
podremos decidir una estrategia de reparación y de prevención.

Diagnóstico de las lesiones:

Las lesiones afectan a los edificios en todos sus distintos sistemas


constructivos: estructuras, fachadas, cubiertas, divisiones interiores,
acabados e instalaciones, pero en cada uno se presentan ciertas
peculiaridades en razón de la zona del edificio de la que se trate.
En función del tipo de lesión que se haya detectado hay que
establecer las técnicas precisas que se llevarán a cabo para reparar
las deficiencias y los problemas que afectan tanto a los materiales
como a los sistemas constructivos que se emplean en ellos.
Tipos de lesiones estructurales:

Las lesiones estructurales que afectan a los elementos constructivos precisan


unas reparaciones o intervenciones que contrarresten las acciones mecánicas
mediante refuerzos, aumentos de sección, prótesis, sustituciones, etc., como se
verá a lo largo del Manual. Se han considerado las siguientes lesiones
estructurales:

a. Deformaciones

Son las reacciones casi imperceptibles a las acciones producidas por fuerzas
externas sobre la geometría que tienen los distintos elementos estructurales.
Se distinguen los siguientes tipos:

 Asentamientos: son descensos de las capas de terreno que se


encuentran bajo el edifico y provocan movimientos en su estructura. Éstos
se producen sobre todo en las cimentaciones. Tienen distintas causas:
fallos en el terreno, cimentaciones no adecuadas, con el consiguiente mal
reparto de cargas, descalce de cimentaciones por aguas subterráneas o
roturas de saneamiento, etc.
 Desplomes: en ocasiones los elementos estructurales verticales (muros,
pilares, fachadas portantes, etc.) pierden su verticalidad, aunque pueden
mantener su estabilidad. Estos movimientos, llamados “desplomes”,
afectan a todo el edificio, empujando a otros elementos, generando
lesiones secundarias que pueden ser graves.

 Flechas: en ciertas circunstancias los elementos estructurales


horizontales o inclinados (vigas, forjados y cubiertas) se ven afectados en
función de su elasticidad por una fuerza vertical que puede tener efectos
importantes en los elementos que apoyan sobre aquéllos. La falta de
horizontalidad originada por la flecha puede derivar en un grave problema
y se pueden originar grietas en las fábricas o romperse el elemento
estructural.

 Pandeos: las cargas verticales a las que están sometidos los elementos
verticales estructurales (pilares y muros) o de otro tipo (tabiques y
acabados) que son excesivamente esbeltos provocan que su parte central
se desplace en dirección perpendicular, deformándose, lo que puede
llegar a producir su colapso. En este caso la deficiencia suele ser grave y
obliga a su demolición o sustitución por otros elementos más resistentes.

 Alabeos: este fenómeno surge por la combinación de fuerzas


perpendiculares y paralelas en los elementos estructurales verticales,
como los muros, y también en otros elementos, como tabiques o
acabados, provocando su deformación sin forma definida. Esta deficiencia
afecta a los muros en las esquinas o a elementos que tienen dimensiones
longitudinales importantes donde no hay juntas de dilatación o donde
están muy separadas, superando las distancias habituales (en función del
material del que se trate). Otro caso se refiere a las fábricas, en las que
se producen grandes deformaciones cuando se desplaza alguno de sus
componentes, ladrillos o mampuestos, respecto a los otros.

Hay otros medios más complejos para medir las grietas y fisuras:

 Cinta para medida de convergencias.


 Extensiómetro de varilla.
 Extensiómetro de superficie de hilo.
 Cuentahilos.
 Fisurómetros eléctricos.
 Fisurómetros mecánicos.

El principio del funcionamiento de los fisurómetros mecánicos es muy sencillo: la


medición se realiza apoyando el instrumento encima de una pareja de guías colocadas
previamente sobre los bordes opuestos de la fisura. Los conocidos como “de regleta”
llevan una escala graduada incorporada que permite seguir la evolución de las grietas.

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