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Estado de la cuestión

Nombre y apellido: Moreno Cristian

Curso: 4to año del profesorado de Historia.

Lugar: Instituto José.C.Paz.

Año y fecha: 23/02/18

Profesora: Belén Locatelli.

Unidad curricular: Investigación histórica.

Tema: La acción guerrillera en argentina de fines de los 60 y principios de los 70.

Problema: ¿Cúales eran los objetivos que perseguían PRT-ERP y Montoneros?

Objetivo de la tesis: Indagar y comparar cuales eran los objetivos de los movimientos

armados en Argentina en sus orígenes.

Hipótesis: Durante las décadas de 1960-70, el PRT-ERP y Montoneros, aparentemente

perseguían un objetivo común, sin embargo se produjo un quiebre inevitable que significó el

fracaso inevitable de ambos movimientos revolucionarios.


Introducción

La autodenominada Revolución Libertadora, quien derrocó a Juan Domingo Perón en

1955, generó un contexto de persecución política para todos aquellos que se identificaron con

el peronismo; organizaciones sindicales y a todos aquello que de una u otra forma se

identifiquen con el movimiento encabezado por el coronel Perón a mediados de la década del

40.

El golpe de 1955 conducido por militares de la talla de Pedro Eugenio Aramburu e Isaac

Rojas, tenía como objetivo eliminar el estado de bien estar o social que funcionó en Argentina

en el periodo 1945-1955. Con distintas variaciones a lo largo de la Historia argentina, se puede

afirmar que desde la batalla de Pavón en adelante, el régimen liberal en lo político y

conservador en lo económico manejó los hilos del país, incluso en los periodos de gobiernos

radicales. Con la experiencia peronista la clase obrera argentina, encontró una representación

inimaginable en otro contexto; mejoras salariales considerables, representación sindical

fuerte, aguinaldos, vacaciones pagas etc. Tal es así que ante los discursos de su líder los

obreros gritaban: “… la vida por Perón”. Y efectivamente estaban dispuestos a dar su vida por

quienes ellos estaban convencidos que les otorgó dignidad, dignidad que nunca habían

conocido como trabajadores.

Luego de los bombardeos a Plaza de Mayo de Junio de 1955, efectivamente muchos

estaban dispuestos a dar la vida por el movimiento y por su líder, y luego de un último discurso

brindado por Perón, más combativo que de costumbre, no tardaron en pedir armas para el

pueblo para defender las conquistas alcanzadas.


Efectivizado el golpe cívico militar de 1955 y con Perón ya en el exilio comienza a

consolidarse la denominada Resistencia Peronista, la cual se puede rastrear hasta 1973. En

dicha resistencia actuaron organizaciones sindicales, guerrilleras, juveniles, religiosas etc.,

siempre con la idea de la vuelta de su líder, el fin de las proscripciones y elecciones libres.

Por otra parte, el estallido de la Revolución Cubana hacia finales de la década del 50 va a

reflotar en América Latina en general y en Argentina en particular el accionar de izquierdas

revolucionarias que entienden a los Estados Nacionales como una institución de la burguesía

destinada a la opresión de los sectores populares. Los partidos tradicionalmente de izquierda,

como el Partido Socialista, y el Partido Comunista, comienzan a sufrir fracturas

intrapartidarias, la revolución cubana inspiró nuevos aires de lucha. El trotskismo y el

guevarismo también ganarán terreno en la disputa política y sobre todo en torno al desarrollo

de estrategias y tácticas revolucionarias. Sin embargo los debates teóricos no fueron pocos, el

horizonte que debía tomar la práctica revolucionaria era incierto en sus orígenes. ¿Era el

modelo foquista propuesto por el “Che” Guevara el camino a seguir o ser fiel a León Trotsky

y su idea de la Revolución Permanente, amparada desde el control de las masas por medio del

partido?

En este contexto de mucha agitación política y debates teóricos hacia fina

les de los años 60 aparece en escena Montoneros, una organización guerrillera de la

izquierda peronista, desprendida de la Juventud Peronista, quienes luchaban por la vuelta de

Perón a la Argentina y la transición al socialismo Nacional de la mano del viejo caudillo.

El escenario político de los años 60 y principios de los 70 estaba aglutinado de ideas, pero

la praxis revolucionaria estaba al caer.


Las producciones académicas que abordan los movimientos guerrilleros en el periodo que

va desde fines de la década de los 60 hasta principio de los 80 son abundantes, sin embargo

son escasos los trabajos que persiguen como objetivo la comparación ideológica y

metodológica de dos de los más importantes e influyentes movimientos revolucionarios como

lo fueron PRT- ERP y Montoneros. En primera instancia y sin una lectura crítica, pueden

interpretarse objetivos similares, pero con . accionar totalmente diferente y con teatros de

operaciones completamente distintos, ya sea quienes planteaban la guerrilla campesina o

quienes planteaban un escenario urbano para las operaciones. Sin embargo es plausible

preguntarse si ambas organizaciones partían o no de estructuras tan diferentes como se cree,

por lo tanto se analizaran las génesis de ambas organizaciones, y sus influencias teóricas y

metodológicas para intentar comprender la finalidad de cada una de ellas y cuan cerca o

distante se encontraban la una de la otra.

Sobre la formación de PRT-ERP y el trotskismo en Argentina

Luego del derrocamiento de Perón en 1955, una facción marxista que se desprendía del

viejo partido socialista comienza a constituirse como una corriente obrera que resistía a la

Revolución Libertadora. Martin Mangiantini asegura que hacia 1957 y de la mano de Nahuel

Moreno, uno de sus principales dirigentes y teóricos, esta corriente comienza a practicar el

entrismo; práctica que invitaba a sus militantes a infiltrarse dentro de las organizaciones

sindicales peronistas con el fin de influenciar a sus miembros hacia “un viraje ideológico hacia

posiciones ideológicas de izquierda” (H. Camarero – H. Loyola ed, 2016). Hacia 1964 esta

corriente, para ese entonces conocida como Palabra Obrera gracias a la publicación de un

diario homónimo, dio por finalizada la práctica del entrismo y se fusionó con el FRIP (Frente

Revolucionario Indoamericano Popular), cuyo accionar se encontraba en el norte argentino,


con la influencia de los hermanos Roberto y Francisco Santucho, dando lugar a la formación

del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores).

Martin Mangiantini en su obra El trotskismo y el debate en torno a la lucha armada (M.

Mangiantini, 2014) realiza un análisis pormenorizado en torno a los debates suscitados hacia

adentro del PRT que a pesar de reconocerse como un partido marxista-leninista, desde sus

principales referentes, Nahuel Moreno y Mario Santucho, no existía una mirada homogénea

en torno al carácter metodológico ni estratégico en torno a lucha armada revolucionaria. Este

autor analiza debates entre Moreno y militantes respetados del PRT, como antesala del debate

principal entre el mismo Moreno y Roberto Santucho. Asimismo estos debates estaban ligados

al devenir de la praxis revolucionaria. Moreno, quien siempre perteneció a las filas más

ortodoxas del trotskismo no comulgaba con la teoría del foquismo inspirada por el Che

Guevara, la cual básicamente expresa que no hay que esperar que las condiciones sean óptimas

para llevar a cabo la revolución y el factor sorpresa que ofrece la guerra de guerrillas es

fundamental para que se desarrolle a través de masas de campesinos, entendiéndola muy útil

en países con una industria poco desarrollada. Moreno aseguraba que era necesario replicar la

organización trotskista de la revolución, respetando el ideal de la revolución Cubana, por lo

cual entendía la lucha armada como un proceso gradual, donde el campesinado debe

encontrarse sindicalizado y organizado por el propio partido, pero en donde el proletariado

industrial tome las riendas revolucionarias.

En su libro Los Combatientes, Vera Carnovale también nos acerca su análisis del PRT y la

construcción de una identidad como partido revolucionario, cuya subjetividad individual de

los militantes o combatientes perretistas quedan de lado para forjar asimismo una identidad

colectiva. En relación al accionar metodológico del PRT, la autora, a diferencia de Martin

Mangiantini quien enfoca su mirada en el pensamiento morenista, intenta comprender la

ruptura del partido hacia 1968 como una variación de la coyuntura que proporciona la
revolución cubana, la revolución cultural china y vietnamita, cuya impronta de guerrilla

marcará el accionar de los movimientos armados de América latina en general y Argentina en

particular.

Carnovale (2011) afirma:

“Ahora bien, esta concepción de la revolución no podía ser sino conmovida por las

experiencias cubanas, chinas y vietnamitas” (p.23).

La ruptura del PRT es ideológica, los autores son categóricos al afirmar esta situación hacia

el interior del partido. El morenismo no aceptaba la idea guevarista de la lucha armada por la

guerrilla. Nahuel Moreno y sus seguidores conservaron la prensa partidaria y conformaron el

PRT- La verdad, mientras que Santucho y sus seguidores conformaron el PRT- El

combatiente. El PRT-la verdad, mantenía la estructura metodológica tradicional del

trotskismo, en donde el partido debía ser el encargado de llevar adelante la lucha armada, es

decir que el propio Moreno no negaba la necesidad de la lucha armada como a primera vista

podría interpretarse, sin embargo sostenía la necesidad de disciplinar un ejército

revolucionario e instaurar una vanguardia armada encargada de llevar adelante las huelgas

como mecanismos de resistencia al capital. Mientras tanto al PRT-el combatiente le urgía la

necesidad de establecer la guerrilla, llevando adelante una estrategia revolucionaria.

Vera Carnovale (2011) asegura:

“En resumidas cuentas para la corriente liderada por Santucho, el inicio en

lo inmediato de la lucha armada y la construcción de un ejército

revolucionario eran el único camino para la revolución en la Argentina.

Detrás de esta construcción “a realizar en el campo (…) yendo de lo pequeño

a lo grande” resonaban los ecos de la guerra popular prolongada” (p.81).


En párrafo de arriba la autora deja en claro la intención de Santucho y el PRT- el

Combatiente, influenciado claramente por el guevarismo y la teoría de los focos guerrilleros.

A diferencia del morenismo, la acción para Santucho debía ser inmediata, armada y con acción

rural. A lo largo de la obra la autora en relación a lo antes expresado, realiza una valoración

negativa de la organización leninista de d:

“En resumidas cuentas: a Lenin se lo rescataba por entero buscando

referencia sobre la guerra de guerrillas; a Trotsky se lo reivindicaba sólo en

forma parcial, por las referencias a las milicias obreras, al tiempo que se

aceptaba la critica que los maoístas, los vietnamitas y los cubanos hacían al

trotskismo: la subestimación del campesinado, de la guerra civil y de las

guerrillas.” (Carnovale, 2011, p.85-86).

En cambio la vieja guardia peronista, que conformó la llamada Resistencia, solo

proclamaba la vuelta de su viejo caudillo, aunque poco involucrados con marxismo

revolucionario, estaban dispuesto a pelear por el regreso de su líder. Guillermo Caviasca es

tajante en su libro PRT-ERP y Montoneros en los '70, asegurando que a partir de 1955 en

Argentina se da un proceso de Guerra Civil de baja intensidad (G. Caviasca, 2009, p.10);

asimismo asegura que “…las condiciones para llevar a cabo el enfrentamiento venían

madurando de la época de Perón.” (G. Caviasca, 2009, p. 10). Por lo tanto, el trotskismo y el

peronismo sin lugar a dudas intrínsecamente se presentan como facciones revolucionarias,

pero con concepciones de revolución dispares: el marxismo leninismo y el nacionalismo

revolucionario (G. Caviasca, 2009, p. 12).

Montoneros surge como expresión de vanguardia ante la dictadura de Onganía. Jóvenes,

muchos de ellos de la vertiente católica, seguidores de los sacerdotes del tercer mundo,
alimentaban su espíritu revolucionario con las lecturas del Revisionismo Histórico, autores de

la talla de John William Cooke, Milcíades Peña, Silvio Frondizi, Jorge Abelardo Ramos,

Rodolfo Puiggros y Juan José Hernández Arregui eran de lectura relevante para estos jóvenes

peronistas que comenzaron a interpretar tanto la coyuntura internacional y nacional para forjar

una concepción de liberación nacional a partir de la vuelta de Perón. Comprendieron una

variable revolucionaria distinta del trotskismo tradicional. El camino al socialismo sería a

través de su líder y la consolidación de la patria socialista o socialismo nacional.

Caviasca encuentra una diferencia de base con respecto a ambas organizaciones, entiende

que si bien ambas entienden la lucha de clases como el motor de la historia, Montoneros no

descartaba acuerdos con fracciones de la burguesía, mientras que para PRT esta opción era

inviable, y la revolución debía ser conducida por el proletariado (G. Caviasca, 2009, p. 55).

Enhorabuena Montoneros se convertiría no solo en la facción de izquierda del peronismo sino

también en su brazo armado.


Conclusión

Un análisis apresurado de las décadas de 1960 y 1970 en torno a los movimientos de

izquierda en la Argentina, sin dudas arrojarán resultados poco confiables. En el imaginario

popular, “el zurdaje” remite a la época, sin consideraciones, sin matices, conformando un

híbrido uniforme de guerrilleros, terroristas y hasta en ciertos casos justificando el accionar

del terrorismo de Estado. Sin embargo el establishment académico en algunas ocasiones

también justifica el terrorismo de estado considerándolo entre líneas como un demonio

necesario (G. Caviasca, 2009, p.11), por lo tanto desde este trabajo nos propondremos analizar

los que consideramos los dos movimientos más influyentes de la izquierda revolucionaria en

el periodo que comprende las décadas de 1960 y 1970, y descomponer sus estructuras,

entendiendo sus influencias teóricas y su accionar en la praxis revolucionarias. ¿Qué fue

aquello que nos les permitió conformar un frente revolucionario único? Nos proponemos

entender si el peronismo de izquierda es una contradicción inmanente y si el PRT así lo

entendía. Por otra parte abordaremos las hendiduras al interior de ambos movimientos, fueron

solo reyertas teóricas o había otras cuestiones a las que es necesario atender para comprender

el rápido fraccionamiento de PRT que llevó a una inviable reconciliación por parte de sus

referentes. El abordaje académico de estos temas es insuficiente, y por lo tanto a través de la

siguiente investigación nos propondremos abrir un nuevo sendero para futuras investigaciones

más acabadas con respecto al tema.


Lista de referencia bibliográfica

Caviasca, G. (2009). Dos caminos: PRT y Montoneros en los ´70. 2da ed. C.A.B.A,
Argentina: Editorial Cooperativa El Río Suena.

Mangiantini, M. (2014). El trotskismo y el debate en torno a la lucha armada. C.A.B.A,


Argentina: Editorial Controversias.

Mangiantini, M. (2016). Tradición e identidad de una corriente trotskista en la Argentina


1969-1975 en: H, Camarero, y M, Loyola (Ed.), Política y Cultura en los sectores populares
y de las izquierdas latinoamericanas del siglo XX. (pp. 211-232). Santiago de Chile, Chile:
Editorial Ariadna Ediciones.

Carnovale, V. (2011). Los combatientes: Historia del PRT-ERP. C.A.B.A, Argentina:


Editorial Siglo XXI

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