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NOTA:
Han transcurrido más de 5 años desde la publicación de esta Guía de Práctica Clínica
y está pendiente su actualización.
Las recomendaciones que contiene han de ser consideradas con precaución teniendo
en cuenta que está pendiente evaluar su vigencia.
n.
ió
sobre la Atención Integral
ac
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tu
a las Personas con
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e
Enfermedad de Alzheimer
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y otras Demencias
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ni sustituye el juicio clínico del personal sanitario.
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NIPO: en tramitación
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Salud Carlos III, organismo autónomo del Ministerio de Ciencia e Innovación,
y
y la Agència d’Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS, antes Agència
ica
d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques, AATRM) de Cataluña, en el mar-
ín
co de colaboración previsto en el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de
Cl
Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
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Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre la atención integral a las personas con enfermedad de Alzheimer
y otras demencias. Guía de Práctica Clínica sobre la atención integral a las personas con enfermedad de Alzheimer y
de
otras demencias. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igual-
s
dad. Agència d’Informació, Avaluació i Qualitat en Salut de Cataluña; 2010. Guías de Práctica Clínica en el SNS: AIAQS
o
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Núm. 2009/07
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17_Alzheimer BO.indd 6
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27/09/13 13:01
Índice
n.
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Presentación 9
tu
ac
Autoría y colaboraciones 11
su
Preguntas para responder 19
e
nt
Niveles de evidencia y grados de recomendación de SIGN 27
ie
nd
Recomendaciones de la GPC 29
pe
1. Introducción 61
á
t
es
2. Alcance y objetivos 65
y
3. Metodología 69
ica
4. Definición y clasificación de las demencias 71
ín
Cl
5. Fisiopatología y factores de riesgo de las demencias 87
ica
6. Prevención de las demencias 105
t
ác
111
Pr
7. Estudio genético en demencias
de
14. Atención a la persona con demencia avanzada y en la etapa final de la vida 353
bl
pu
15. Divulgación, formación e investigación en la atención a las personas con demencia 383
la
Anexos 399
de
Anexo 1. Material clínico 401
s
o
Bibliografía 467
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Ha
17_Alzheimer BO.indd 8
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n.
27/09/13 13:01
Presentación
n.
ió
ac
La información científica es hoy en día más accesible que nunca, sin embargo, el gran
iz
volumen de información requiere el uso de herramientas dirigidas al apoyo de la toma de
al
tu
decisiones clínicas adecuadas, eficientes y seguras, y de profesionales con conocimientos y
ac
habilidades actualizados. Las guías de práctica clínica (GPC) dan respuesta a las preguntas
su
más relevantes que se pueden realizar frente a un enfermo con una patología concreta, y
e
presentan la evidencia científica en forma de recomendaciones graduadas según la calidad
nt
de los estudios que las apoyan.
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pe
La Agencia de Calidad apoya la elaboración, difusión y utilización de las GPC, cons-
á
ciente de que facilitan a diario la toma de decisiones clínicas y que son una herramienta
t
es
para mejorar los resultados en salud a la vez que vela para que las GPC elaboradas en
y
España sean de calidad.
ica
ín
En el año 2003, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) creó
Cl
el proyecto GuíaSalud, que tiene como objeto final la mejora en la toma de decisiones
ica
clínicas basadas en la evidencia científica, a través de actividades de formación y de la
t
ác
configuración de un registro de GPC en el SNS. Desde entonces, el proyecto GuíaSalud
Pr
ha evaluado decenas de GPC de acuerdo con criterios explícitos generados por su comité
de
A principios del año 2006 la Dirección General de la Agencia de Calidad del SNS
G
elaboró el Plan de Calidad para el SNS, que se despliega en 12 estrategias. El propósito de
ta
es
este plan es incrementar la cohesión del SNS y ayudar a garantizar la máxima calidad de la
atención sanitaria a todos los ciudadanos con independencia de su lugar de residencia.
de
n
ció
Desde el año 2006 se han abordado, con la participación de las sociedades científicas
de
implicadas, GPC como ésta sobre la atención integral a las personas con enfermedad de
os
vio y que es lo bastante grave como para afectar al funcionamiento personal y social.
m
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n.
ió
en lo afectivo, emocional, de organización, de cambio de roles, así como en los aspectos
ac
económicos. En este sentido la demencia es un problema de todas y todos y debe ser abor-
iz
dada como una verdadera enfermedad de la familia y, en suma, como una enfermedad de
al
tu
la sociedad.
ac
su
La atención a las personas con demencia y a sus familiares exige un abordaje multi-
e
disciplinar, en el que cada profesional debe aportar los aspectos específicos propios de su
nt
disciplina.
ie
nd
pe
En esta guía se dan recomendaciones sobre el cuidado de pacientes con enferme-
á
dad de Alzheimer y otras demencias, como por ejemplo la demencia vascular, demencia
t
es
asociada a la enfermedad de Parkinson, demencia con cuerpos de Lewy y degeneración
y
lobular frontotemporal.
ica
ín
El estudio e investigación en los diversos aspectos que conforman el síndrome clínico
Cl
de la demencia, así como sus múltiples afectaciones y efectos, están siendo objeto de im-
ica
portantes estudios de investigación en todo el mundo, por lo que es necesario estar atentos
t
ác
a potenciales avances en la clínica, genética, técnicas de diagnóstico, así como nuevos fár-
Pr
macos u otras intervenciones no farmacológicas.
de
Esta GPC ha sido revisada por expertos españoles en la atención a pacientes afectados
a
uí
por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, por asociaciones de pacientes y familia-
G
n.
ió
aciz
al
Grupo de trabajo de la GPC sobre la atención
tu
ac
integral a las personas con enfermedad de Alzheimer
su
y otras demencias
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nd
Maria Teresa Abellán Vidal, neuróloga, Centres Assistencials Emili Mira, Instituto de
pe
Neuropsiquiatría y Adicciones, Parc de Salut Mar (Barcelona)
tá
es
Luis Agüera Ortiz, psiquiatra, Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid)
y
ica
Miquel Aguilar Barberá, neurólogo, Hospital Universitario Mutua de Terrassa
ín
(Barcelona)
Cl
ica
Daniel Andrés Alcolea Rodríguez, neurólogo, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau
t
ác (Barcelona)
Pr
de
Consol Almenar Monfort, neuróloga, Hospital Benito Menni, Sant Boi de Llobregat
(Barcelona)
a
uí
G
Pilar de Azpiazu Artigas, psicogeriatra, Hospital Benito Menni, Sant Boi de Llobregat
de
(Barcelona)
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(Barcelona)
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José Miguel Baena Díaz, médico de familia, Centro Atención Primaria La Marina
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(Barcelona)
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de
Generalitat de Catalunya
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Carmen Caja López, enfermera, directora del Pla Director Sociosanitari. Departament
cu
n.
ió
Jaume Campdelacreu Fumadó, neurólogo, Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona)
aciz
M.ª Pilar Cañabate González, trabajadora social, Fundació ACE, Institut Català de
al
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Neurociències Aplicades (Barcelona)
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Montserrat Coma Solé, médico de familia, Centro Atención Primaria Les Planes, Sant
e
Joan Despí (Barcelona)
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nd
Josep Lluís Conde Sala, psicólogo, Universidad de Barcelona
pe
á
Maria-Dolors Estrada Sabadell,* médico preventivista y de salud pública, Agència
t
es
d’Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) (Barcelona)
y
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Inmaculada Fernández Verde, farmacéutica, presidenta de la Federació d’Associacions
ín
de Familiars d’Alzheimer de Catalunya
Cl
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Carme Ferrando Belart, psicóloga, Pla Director Sociosanitari. Departament de Salut,
t
ác Generalitat de Catalunya
Pr
de
Manresa (Barcelona)
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(Barcelona)
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n.
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Xavier Gómez-Batiste, oncólogo, director del Centro Colaborador de la Organización
iz
Mundial de la Salut (OMS) de Programas Públicos de Cuidados Paliativos,
al
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Hospitalet de Llobregat (Barcelona)
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su
Antonia González Castilla, posgraduada en demencias y Alzheimer, Associació de
e
Familiars d’Alzheimer del Baix Llobregat (Barcelona)
nt
ie
nd
M.ª Jesús González Moneo, médico de familia, Centro Atención Primaria San Martín
pe
(Barcelona)
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es
Jaime Kulisevsky Bojarski, neurólogo, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona)
y
ica
Albert Lleó Bisa, neurólogo, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona)
ín
Cl
M.ª Dolores Martínez Lozano, neuróloga, Hospital La Magdalena (Castellón)
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M.ª Jesús Megido Badia, enfermera, Centro de Salud Centro, Hospitalet de Llobregat
Pr
(Barcelona)
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(Barcelona)
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de la Neurologia (Barcelona)
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(Barcelona)
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Cristina Piñol Uson, enfermera, Unidad Complejidad Alta Dependencia, Institut Català
do
de la Salut (Tarragona)
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Catalunya (Barcelona)
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n.
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Joaquim Pujol Domènech, psiquiatra y neurólogo (Barcelona)
aciz
Pilar Quilez Ferrer, neuróloga, Hospital Universitario Mutua de Terrassa (Barcelona)
al
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ac
Ramon Reñé Ramírez, neurólogo, Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona)
su
e
Sebastià Riu Subirana, médico de familia, SRET i Respir de Llars Mundet, Diputació de
nt
Barcelona (Barcelona)
ie
nd
pe
Alfredo Robles Bayón, neurólogo, Unidad de Neurología Cognitiva del Hospital
á
Policlínico La Rosaleda. Santiago de Compostela (Pontevedra)
t
es
y
Montserrat Rodó Cobo, enfermera, Pla Director Sociosanitari. Departament de Salut,
ica
Generalitat de Catalunya
ín
Cl
Rosa M.ª Rodríguez Fernández, neuróloga, Complejo Hospitalario de Ourense
ica
(Ourense)
t
ác
Pr
Marcel Rosich Estragó, neurólogo, Institut Pere Mata, Reus (Tarragona)
de
Anna Rovira Cairó, abogada, Pinyol Advocats, SLP, Alzheimer Catalunya Fundació
a
uí
Privada (Barcelona)
G
ta
es
Raquel Sánchez del Valle Díaz, neuróloga, Hospital Clínic i Provincial de Barcelona
bl
(Barcelona)
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la
Núria Terribas Sala, abogada y directora del Institut Borja de Bioètica, Esplugues de
de
Llobregat (Barcelona)
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(Barcelona)
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n.
ió
Coordinadora general
ac
Carmen Caja López, enfermera, directora Pla Director Sociosanitari. Departament de
iz
Salut, Generalitat de Catalunya
al
tu
ac
Coordinadores clínicos generales
su
Miquel Aguilar Barberá, neurólogo, Hospital Universitario Mutua de Terrassa
e
(Barcelona)
nt
Ramon Reñé Ramírez, neurólogo, Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona)
ie
nd
pe
Coordinadores clínicos subgrupos
á
Jaume Campdelacreu Fumadó, neurólogo, Hospital Universitario de Bellvitge
t
es
(Barcelona)
y
Pilar Quilez Ferrer, neuróloga, Hospital Universitario Mutua de Terrassa (Barcelona)
ica
Raquel Sánchez del Valle Díaz, neuróloga, Hospital Clínic i Provincial de Barcelona
ín
(Barcelona)
Cl
ica
Coordinación técnica y asesoría metodológica
t
ác
Maria-Dolors Estrada Sabadell,* médico preventivista y de salud pública, AIAQS
Pr
(Barcelona)
de
Secretaría técnica
a
uí
Colaboración
n
ció
(Barcelona)
bl
pu
Revisión externa
os
añ
Rafael Blesa González, neurólogo, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona)
5
de
n.
ió
Juan R. García Rodríguez, neurólogo, Hospital Universitario Insular de Gran Canaria
ac
(Canarias)
iz
al
tu
Raúl F. Gutiérrez Herrera, médico familiar, geriatra, Universidad Autónoma de Nuevo
ac
León, Monterrey (México)
su
e
José Horga de la Parte, farmacólogo clínico, Hospital General Universitario Alicante
nt
(Alicante)
ie
nd
pe
M.ª Dolors Navarro Rubio, directora, Universidad de los Pacientes (Barcelona)
á
t
es
Juan de Jesús Libre Rodríguez, geriatra, Universidad de Ciencias Médicas de La Habana
y
(Cuba)
ica
ín
Óscar L. López, neurólogo, Universidad de Pittsburg (Pennsilvania, Estados Unidos)
Cl
ica
Secundino López-Pousa, neurólogo, Hospital de Santa Caterina, Salt (Girona)
t
ác
Pr
Emilio Marmaneu Moliner, presidente de la Confederación Española de Familiares de
de
de Navarra (Pamplona)
ta
es
Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, Instituto de Salud Carlos III (Madrid)
la
e
de Compostela (Pontevedra)
de
os
l’Envelliment (Barcelona)
5
de
Aplicades (Barcelona)
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cu
(Navarra)
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n
Ha
n.
ió
El grupo de trabajo agradece a las siguientes personas su participación en la guía:
ac
Leticia A. Barajas Nava, Maria Estrella Barceló Colomer, Dolors Benítez Solís, Silvina
iz
Berra Ramos, Carmen Carrión Ribas, Josep Maria Elorza Ricart, Anna Ferrer Traid, Mar-
al
tu
garita García Romo, Ana Gil Luciano, Mireia Guillén Solà, Joan Mendivil Medina, Maria
ac
Graciela Rodríguez Garavano, Júlia López Valero, Carmen Ronda Vilaró, Mercè Salvat
su
Plana, Claudia Liliana Sánchez Camargo, Vicky Serra-Sutton y Laura Vivó Vivancos.
e
nt
ie
Entidades colaboradoras
nd
pe
Sociedad Española de Neurología
á
Federació d’Associacions de Familiars d’Alzheimer Catalunya
t
es
Societat Catalana de Neuropsicologia
y
Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària
ica
Associació d’Infermeria Familiar i Comunitària de Catalunya
ín
Institut Borja de Bioética-Universitat Ramon Llull
Cl
Societat Catalana de Infermeria en Salut Mental
ica
Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias
t
ác
Fundación Alzheimer España
Pr
Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, Instituto de Salud Carlos III
de
Declaración de interés: Todos los miembros del Grupo de Trabajo, así como las personas
de
17_Alzheimer BO.indd 18
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n.
27/09/13 13:01
Preguntas para responder
n.
ió
ac
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS DEMENCIAS
iz
1. ¿Qué es la demencia?
al
tu
2. ¿Cuál es la incidencia y prevalencia de la demencia?
ac
3. ¿Cómo se clasifica la demencia?
su
4. ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas de la demencia?
e
5. ¿Cuál es el curso evolutivo natural de las demencias?
nt
6. ¿Qué se entiende por demencia degenerativa?
ie
nd
7. ¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
pe
8. ¿Qué es la demencia con cuerpos de Lewy?
á
9. ¿Qué es la demencia asociada a la enfermedad de Parkinson?
t
es
10. ¿Qué son las degeneraciones lobulares frontotemporales?
y
11. ¿Qué otras enfermedades neurodegenerativas cursan con demencia?
ica
12. ¿Qué son las demencias vasculares?
ín
13. ¿Qué es y cómo se clasifica la demencia secundaria?
Cl
14. ¿Qué se entiende por deterioro cognitivo leve (DCL)?
ica
15. ¿Qué tipos de DCL existen?
t
16. ¿Cuál es la incidencia y prevalencia del DCL? ác
Pr
17. ¿Cuáles son los marcadores de riesgo de conversión del DCL a demencia?
de
TRATAMIENTO
ica
23. ¿Cuándo está indicado realizar análisis genéticos para identificar mutaciones patogé-
e
24. ¿Cuándo está indicado realizar un análisis genético predictivo en sujetos asinto-
de
máticos?
os
añ
n
Ha
n.
ió
32. ¿Cuál es la técnica de neuroimagen estructural de elección en el proceso diagnóstico
ac
de la demencia y sus diferentes tipos?
iz
33. ¿Cuál es la técnica de neuroimagen funcional de elección en el proceso diagnóstico de
al
tu
la demencia y sus diferentes tipos?
ac
34. ¿Cuál es la utilidad del EEG/mapping en el diagnóstico de la demencia?
su
35. ¿Cuáles son las indicaciones de realizar una biopsia cerebral en el diagnóstico etioló-
e
gico de la demencia?
nt
ie
nd
ACTUACIONES DE LOS DIFERENTES NIVELES ASISTENCIALES
pe
36. ¿Qué son y cómo se clasifican los niveles asistenciales?
á
37. ¿Cuál es la función de la atención primaria en la atención integral de la demencia?
t
es
¿Se debe realizar un cribado de la demencia en población general? ¿Cuáles son los
y
criterios de derivación a la Etención Especializada en Demencias (AED)? ¿Qué se-
ica
guimiento del paciente con demencia debe realizarse desde la atención primaria?
ín
38. ¿Qué son los equipos de atención especializada en el abordaje de la demencia (EAED)
Cl
y cuál es su función?
ica
39. ¿Cuál es la función de la red sociosanitaria en el abordaje integral de la demencia?
t
ác
40. ¿Qué función tienen los servicios de salud mental en la atención de la demencia?
Pr
41. ¿Qué son los servicios sociales y qué función tienen en la atención de las personas con
de
demencia?
42. ¿Cómo debe ser la coordinación y la garantía de continuidad asistencial entre los
a
uí
diferentes niveles asistenciales en la atención a las demencias?
G
ta
es
TRATAMIENTO DE LA DEMENCIA
de
Medidas generales:
n
ció
43. ¿Cuándo y cómo debe informarse del diagnóstico de demencia al paciente y a su familia?
ica
46. ¿El tratamiento farmacológico específico es igual de eficaz en todas las personas?
sd
de
Enfermedad de Alzheimer
os
49. ¿Cuáles son los efectos adversos y contraindicaciones del tratamiento farmacológico
m
específico en la enfermedad de Alzheimer?
do
n.
ió
medad de Parkinson?
ac
53. ¿Cuáles son los efectos adversos y contraindicaciones del tratamiento farmacológico
iz
de la demencia asociada a enfermedad de Parkinson?
al
tu
54. ¿Cuál es la eficacia y seguridad de combinar dos o más fármacos específicos en la
ac
demencia asociada a enfermedad de Parkinson?
su
e
Demencia por cuerpos de Lewy
nt
55. ¿Qué tratamiento farmacológico específico es eficaz en la demencia por cuerpos de
ie
nd
Lewy?
pe
56. ¿Cuáles son los efectos adversos y contraindicaciones del tratamiento farmacológico
á
específico en la demencia por cuerpos de Lewy?
t
es
57. ¿Cuál es la eficacia y seguridad de combinar dos o más fármacos específicos en la
y
demencia por cuerpos de Lewy de grado leve, moderado y grave?
ica
58. ¿Cuál es la utilidad de los fármacos con acción dopaminérgica en la demencia por
ín
cuerpos de Lewy?
Cl
ica
Degeneración lobular frontotemporal
t
ác
59. ¿Qué tratamiento farmacológico es eficaz en las manifestaciones cognitivas y conduc-
Pr
tuales de la degeneración lobular frontotemporal?
de
Demencia vascular
a
uí
60. ¿Qué tratamiento farmacológico es eficaz en la demencia vascular de grado leve, mo-
G
derado y grave?
ta
es
62. ¿Cuáles son los efectos adversos y contraindicaciones del tratamiento farmacológico
n
ció
en la demencia vascular?
ica
bl
63. ¿Existen otros tipos de fármacos eficaces en las manifestaciones cognitivas y funcio-
la
n.
ió
ria en los pacientes con demencia?
ac
71. ¿Los programas de intervención sobre las actividades de la vida diaria mejoran la
iz
funcionalidad de las personas con demencia?
al
tu
ac
Programas de actividad física
su
72. ¿Son eficaces los programas de actividad física para mejorar o estabilizar las funcio-
e
nes cognitivas y capacidad funcional de los pacientes afectados de demencia?
nt
ie
nd
Otros tratamientos no farmacológicos
pe
73. ¿Existen otros tratamientos no farmacológicos que sean eficaces en las manifestacio-
á
nes cognitivas, funcionales, motoras y/o calidad de vida de las demencias?
t
es
y
Seguridad de los tratamientos no farmacológicos
ica
74. ¿Los tratamientos no farmacológicos utilizados en la demencia pueden tener efectos
ín
nocivos?
Cl
ica
Tratamiento de los síntomas conductuales y psicológicos
t
de la demencia ác
Pr
75. ¿Qué entendemos por síntomas conductuales y psicológicos de la demencia (SCPD)?
de
76. ¿Por qué son importantes los síntomas conductuales y psicológicos de la demencia?
77. ¿Cómo se puede cuantificar la intensidad y frecuencia de los síntomas conductuales y
a
uí
psicológicos de la demencia?
G
81. ¿Cuáles son las recomendaciones generales sobre el tratamiento farmacológico de los
ica
SCPD?
bl
82. ¿Cuál es el tratamiento farmacológico óptimo para cada síntoma conductual y psico-
pu
lógico de la demencia?
la
83. ¿Cuáles son los efectos adversos y contraindicaciones de los fármacos utilizados en el
e
85. ¿Cuáles son las recomendaciones más eficaces para evitar SCPD en un paciente afec-
añ
to de demencia?
5
n.
ió
ac
EL CUIDADOR DE LA PERSONA AFECTADA DE DEMENCIA
iz
90. ¿Qué se entiende por cuidador principal de un paciente con demencia?
al
tu
91. ¿Las características de los cuidadores son las mismas para las personas con diferentes
ac
tipos de demencia?
su
92. ¿Qué repercusiones tiene sobre el cuidador la atención a una persona con demen-
e
cia?
nt
93. ¿Qué escalas son útiles para evaluar la sobrecarga del cuidador?
ie
nd
94. ¿Existen intervenciones eficaces para prevenir la sobrecarga del cuidador?
pe
95. ¿Existen intervenciones eficaces para tratar la sobrecarga del cuidador?
á
96. ¿Qué son los grupos de ayuda mutua (GAM)?
t
es
97. ¿Qué beneficios se obtienen al participar en los GAM?
y
98. ¿En qué casos es necesario realizar un tratamiento psicológico al cuidador?
ica
99. ¿Qué son las asociaciones de familiares de personas afectadas de demencia y qué
ín
papel desempeñan en el abordaje integral de la demencia?
Cl
100. ¿Cuál debe ser la relación entre las asociaciones y la red pública sanitaria y social?
ica
t
DEMENCIA DE INICIO PRECOZ O PRESENIL ác
Pr
101. ¿Qué se entiende por demencia presenil o de inicio precoz?
de
102. ¿Cuáles son las causas más frecuentes de demencia de inicio precoz o presenil?
103. ¿Los pacientes con demencia de inicio precoz tienen manifestaciones clínicas diferen-
a
uí
tes a los pacientes de inicio posterior?
G
104. ¿El proceso diagnóstico en personas con demencia de inicio precoz ha de ser diferen-
ta
es
106. ¿Hay diferencias en el tratamiento no farmacológico prescrito a una persona con de-
ica
108. ¿Qué recursos sanitarios y sociosanitarios precisan las personas con demencia de ini-
sd
cio precoz?
de
os
109. ¿Qué se entiende por maltrato a las personas que padecen demencia?
ás
110. ¿Cuál es la frecuencia y cuáles los factores de riesgo del maltrato en la demencia?
m
111. ¿Cuáles son las estrategias de intervención para detectar un caso de maltrato?
do
112. ¿Cuál debe ser la actuación del profesional cuando se detecta un caso de maltrato?
rri
113. ¿Cuáles son los recursos sociales para abordar el maltrato?
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
to de voluntades anticipadas, el testamento vital y/u otorgar poderes notariales?
aciz
Valoración de competencias
al
tu
115. ¿Existen instrumentos específicamente diseñados para evaluar la competencia del
ac
enfermo que padece demencia?
su
116. ¿Cómo se evalúan las competencias específicas: permiso de conducir, permiso de
e
armas y participación en ensayos clínicos?
nt
117. ¿Cuáles son las indicaciones para iniciar el proceso legal de incapacitación de un pa-
ie
nd
ciente afecto de demencia?
pe
á
Aspectos de protección legal del enfermo
t
es
118. ¿En qué consiste la incapacitación legal?
y
119. ¿Qué tipo de protección legal existe para un enfermo afecto de demencia?
ica
120. ¿Qué es la tutela?
ín
Cl
Contención del paciente
ica
121. ¿Cuáles son las indicaciones de la contención farmacológica y/o psicológica de un
t
paciente afecto de demencia? ác
Pr
122. ¿Cuáles son las indicaciones de la contención física de un paciente afecto de demencia?
de
124. ¿Cuáles son las indicaciones de efectuar un ingreso involuntario y cuál es el proceso
G
que hay que seguir?
ta
es
125. ¿Qué criterios definen una situación avanzada y terminal con pronóstico de vida limi-
bl
126. ¿Es posible determinar, en una persona con demencia avanzada en la fase final de la
la
127. ¿Cuándo se deben iniciar los cuidados paliativos en las personas afectadas de demencia?
sd
128. ¿Cuáles son los recursos sanitarios más adecuados para atender a la persona afectada
de
de demencia en la etapa final de la vida?
os
enfermedad?
de
131. ¿Cuáles son los objetivos de la atención a las personas con demencia en fase terminal?
do
132. ¿Qué medidas extraordinarias o de rango mayor deberían ser cuestionadas en la
rri
atención a pacientes con demencia avanzada?
cu
133. ¿Qué medidas terapéuticas de rango intermedio deberían ser cuestionadas en la aten-
ns
ción a pacientes con demencia avanzada?
tra
n
Ha
n.
ió
135. ¿Cuáles son las normativas legales y los principios éticos relativos a la comunicación
ac
con las personas con demencia avanzada y con su familia en la fase final de la vida?
iz
136. ¿En qué casos se recomienda realizar el estudio neuropatológico post mórtem?
al
tu
ac
DIVULGACIÓN, FORMACIÓN E INVESTIGACIÓN EN LA ATENCIÓN A LAS
su
PERSONAS CON DEMENCIA
e
nt
Divulgación
ie
nd
137. ¿Cómo se debe tratar el tema de las demencias en los medios de comunicación para
pe
informar adecuadamente a la población y cuáles son los medios más apropiados?
á
t
es
Formación
y
138. ¿Qué formación de pregrado sobre demencia debe impartirse a los profesionales de
ica
las ciencias de la salud y servicios sociales?
ín
139. ¿Qué formación sobre demencia debe impartirse en las ramas sanitarias de forma-
Cl
ción profesional?
tica
ác
140. ¿Qué formación de posgrado sobre demencia debe recibir el profesional de la salud
Pr
en general?
de
141. ¿Qué formación de posgrado sobre demencia debe recibir el profesional de la salud
que se dedica a la atención específica de personas con demencia?
a
uí
G
Investigación
ta
es
17_Alzheimer BO.indd 26
cu
rri
do
m
ás
de
5
añ
os
de
sd
e
la
pu
bl
ica
ció
n
de
es
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de
Pr
ác
tica
Cl
ín
ica
y
es
tá
pe
nd
ie
nt
e
su
ac
tu
al
iz ac
ió
n.
27/09/13 13:01
Niveles de evidencia y grados
n.
de recomendación de SIGN
ió
aciz
al
Niveles de evidencia
tu
ac
Metaanálisis de alta calidad, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clínicos de alta
1++
calidad con muy poco riesgo de sesgo.
su
e
Metaanálisis bien realizados, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clínicos bien
nt
1+
realizados con poco riesgo de sesgo.
ie
nd
Metaanálisis, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clínicos con alto riesgo
pe
1–
de sesgo.
tá
es
Revisiones sistemáticas de alta calidad de estudios de cohortes o de casos y controles. Estudios de
2++ cohortes o de casos y controles con riesgo muy bajo de sesgo y con alta probabilidad de establecer
y
una relación causal.
ica
ín
Estudios de cohortes o de casos y controles bien realizados con bajo riesgo de sesgo y con una
2+
Cl
moderada probabilidad de establecer una relación causal.
ica
Estudios de cohortes o de casos y controles con alto riesgo de sesgo y riesgo significativo de que
2–
t
la relación no sea causal. ác
Pr
3 Estudios no analíticos, como informes de casos y series de casos.
de
4 Opinión de expertos.
a
uí
G
Grados de recomendación
ta
Al menos un metaanálisis, revisión sistemática o ensayo clínico clasificado como 1++ y directamente
es
Un volumen de evidencia compuesta por estudios clasificados como 2++, directamente aplicable
ció
B a la población diana de la guía y que demuestran gran consistencia entre ellos; o evidencia
ica
C la población diana de la guía que demuestran gran consistencia entre ellos; o evidencia extrapolada
la
Los estudios clasificados como 1– y 2– no deben usarse en el proceso de elaboración de recomendaciones por su alta
o s
posibilidad de sesgo.
añ
1
En ocasiones el grupo elaborador se percata de algún aspecto práctico importante sobre el que se quiere poner énfasis
do
y para el cual no existe, probablemente, ninguna evidencia científica que lo aporte. En general estos casos son sobre algún
rri
aspecto del tratamiento considerado buena práctica clínica y que nadie cuestionaría habitualmente. Estos aspectos son
cu
valorados como puntos de buena práctica clínica. Estos mensajes no son una alternativa a las recomendaciones basadas en
ns
la evidencia científica sino que deben considerarse únicamente cuando no existe otra manera de destacar dicho aspecto.
tra
n
Ha
17_Alzheimer BO.indd 28
cu
rri
do
m
ás
de
5
añ
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e
la
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n
de
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de
Pr
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Cl
ín
ica
y
es
tá
pe
nd
ie
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e
su
ac
tu
al
iz ac
ió
n.
27/09/13 13:01
Recomendaciones de la GPC
n.
ió
aciz
Grado de recomendación: A, B, C o D, según sea muy buena, buena, regular o baja cali-
al
dad de la evidencia.
tu
ac
✓ Buena práctica clínica: recomendación por consenso del grupo de trabajo.
su
e
nt
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LAS DEMENCIAS
ie
nd
Deterioro cognitivo leve (DCL) y conversión a demencia
pe
á
Se pueden usar diversos marcadores biológicos y de neuroimagen para ayudar
t
es
C a predecir la progresión del DCL a demencia en un contexto de investigación,
y
pero no se pueden recomendar aún para su uso en la práctica clínica habitual.
ica
ín
No se recomienda actualmente el uso de IACE para evitar o retrasar la progre-
A
Cl
sión de DCL a demencia.
ica
No se recomienda actualmente el uso de AINE, terapia sustitutiva con estró-
t
A ác
genos, ginkgo biloba o vitamina E para evitar o retrasar la progresión de DCL
Pr
a demencia.
de
C
uí
neficio sobre la reducción del riesgo de demencia no esté apoyada por estudios
bl
pu
apropiadamente diseñados.
la
C asociado a menor riesgo de EA, también tienen otros riesgos para la salud y no
de
C
añ
de inicio presenil.
tra
n
Ha
n.
ió
ac
En pacientes con enfermedad priónica, el estudio genético estaría indicado en
B
iz
todos los casos, independientemente de la historia familiar o de la edad.
al
tu
Está recomendado realizar el estudio genético en caso de sospecha de enfer-
B
ac
medad de Huntington para confirmar el diagnóstico.
su
La realización de análisis genéticos en la práctica clínica ha de ser autorizada
e
Según
nt
legislación por escrito por el propio sujeto o su representante legal tras asesoramiento
ie
vigente
genético.
nd
pe
El estudio genético predictivo se puede realizar en sujetos mayores de edad
á
con riesgo de ser portadores de una mutación patogénica conocida causante
t
es
C de demencia y que lo deseen, tras consentimiento informado por escrito y ase-
y
soramiento genético multidisciplinar previo al análisis genético y seguimiento
ica
posterior.
ín
Cl
El estudio de factores de riesgo genético de demencia, como el genotipo APOE,
D
ica
no está indicado con fines de asesoramiento genético en el sujeto asintomático.
t
DIAGNÓSTICO DE LAS DEMENCIAS
ác
Pr
de
✓
que sea posible.
de
✓
ció
✓
asociados que pueden ayudar al diagnóstico diferencial de algunos subtipos
la
de demencia.
e
sd
el diagnóstico de demencia.
os
B
diagnóstico de EA.
5
de
D
para el diagnóstico de la demencia asociada a enfermedad de Parkinson.
rri
cu
n.
ió
ac
Los pacientes con quejas cognitivas deben ser evaluados mediante pruebas de
iz
cribado de cognición global, baterías neuropsicológicas, instrumentos cogniti-
B
al
vos cortos focalizados en aspectos concretos de la cognición y/o cuestionarios
tu
ac
estructurados normalizados para cuantificar el grado de deterioro cognitivo.
su
El diagnóstico de demencia debe incluir una evaluación cognitiva objetiva for-
A
e
mal con instrumentos validados.
nt
ie
Es recomendable el uso de la versión española normalizada del MMSE o el
nd
A MEC para el cribado de demencia en sujetos con quejas cognitivas o edad
pe
avanzada en nuestro medio.
á
t
es
Otros tests de cribado cortos como el test de Pfeiffer, el MIS, el test de los 7 mi-
y
B nutos, el test del reloj, el Eurotest o el T@M también pueden ser recomendados
ica
para el cribado de demencia en sujetos con sospecha de deterioro cognitivo.
ín
Cl
La exploración neuropsicológica mediante pruebas de evaluación general del
ica
B tipo breve-intermedio se recomienda cuando se pretende realizar una valora-
t
ác
ción de las áreas neuropsicológicas más importantes en un tiempo razonable.
Pr
clínica y las pruebas de cribado, dudas diagnósticas o bien cuando las quejas se
uí
G
C
rioro funcional global en sujetos con sospecha de deterioro cognitivo.
de
n
D
e
el cribado de comorbilidades.
de
Se recomienda realizar serologías para sífilis o VIH sólo en pacientes con sos-
ás
comorbilidad.
do
rri
n.
ió
ac
Puede usarse la determinación de T-tau, Ab-42 y P-tau en LCR como prueba
iz
B complementaria en casos de diagnóstico diferencial dudoso entre EA y otras
al
demencias. No se recomienda su uso rutinario en el diagnóstico de la demencia.
tu
ac
Puede usarse la determinación T-tau, Ab-42 y P-tau en LCR como prueba com-
su
B plementaria en casos de deterioro cognitivo ligero cuando los rasgos clínicos, neu-
e
ropsicológicos y evolutivos hacen sospechar una EA como etiología del mismo.
nt
ie
nd
A Se recomienda el test de proteína 14-3-3 en LCR ante la sospecha de ECJ.
pe
El análisis de LCR deberá hacerse siempre que se sospeche una demencia se-
á
✓
t
cundaria a un proceso infeccioso o encefalítico.
es
y
Se recomienda la neuroimagen estructural (TC y RM) como herramienta com-
ica
B plementaria en el diagnóstico inicial de la demencia, sobre todo para identifi-
ín
car lesiones tratables por cirugía y enfermedades vasculares.
Cl
ica
Se recomienda la RM para detectar cambios vasculares con mayor sensibilidad
✓
que la TC.
t
ác
Pr
Se recomienda la realización de una RM con secuencias de difusión ante la
B
de
sospecha de ECJ.
a
y EA.
bl
B
crisis epilépticas parciales complejas o estado de mal epiléptico no convulsivo.
la
e
La realización de una biopsia cerebral con fines diagnósticos debe ser conside-
s
n.
ió
ac
Se debe derivar desde los EAP a los EAED a las personas con: a) demencia
iz
de inicio precoz, familiar o genética, b) dudas en el diagnóstico de deterioro
al
C cognitivo, c) demencia secundaria potencialmente grave, d) sospecha de enfer-
tu
ac
medad neurodegenerativa, e) complicaciones no previsibles o de difícil manejo
su
en el curso de una demencia ya diagnosticada.
e
nt
Se recomienda no derivar a los EAED a aquellas personas con DCL o demen-
ie
D cia secundaria que pueda ser resuelta por el EAP, y a los enfermos pluripatoló-
nd
gicos con mal estado funcional de base.
pe
Los EAP deben responsabilizarse de la gestión, atención y seguimiento de las
á
D
t
es
personas con demencia y de sus cuidadores.
y
La persona que presenta una evolución previsible debe ser controlada periódi-
ica
camente por el EAP. Si existen agravamientos inesperados, signos de alarma,
ín
D
crisis conductuales, etc., éstos deberán ser atendidos con rapidez por el EAP, y
Cl
ante la dificultad para controlarlos deberán derivarse a los EAED.
tica
Debe establecerse una coordinación y comunicación entre EAP, EAED, ASS y
ác
D
Pr
AFA para asegurar una continuidad asistencial a lo largo de todo el proceso.
de
D
ta
D
tico y la estrategia a seguir.
ica
bl
nal referente.
sd
de
✓
existan criterios de derivación, admisión y alta para cada recurso asistencial.
ás
m
n.
fundamental en la atención a las personas con demencia, ya que contribuyen
ió
✓ al diagnóstico etiológico, tratamiento y atención en régimen de hospitalización
ac
en caso de aparición de SCPD graves. Aportan una atención coordinada, inte-
iz
al
grada y multidisciplinar.
tu
ac
Es recomendable que los profesionales de la salud y servicios sociales conoz-
su
can mejor la problemática de sus pacientes afectados de demencia para poder
e
D dar respuesta a sus demandas y conocer las tareas que realiza el cuidador, el
nt
tiempo que invierte en ello, el ámbito donde vive, y el coste que supone para
ie
nd
la familia.
pe
La Administración, a través de su red de servicios sociales, debe adaptarse al
á
D
t
aumento de la demanda de atención y servicios para personas con demencia.
es
y
Es recomendable favorecer el acceso a los servicios sociales y facilitar sus pres-
ica
D taciones para dar soporte adecuado a la labor cuidadora de las familias que
ín
atienden a personas con demencia.
Cl
ica
Es recomendable extremar las medidas de soporte que permitan facilitar que
D
las personas con demencia permanezcan en su domicilio.
t
ác
Pr
Son recomendables las intervenciones psicoeducativas y de soporte psicológi-
de
C co dirigidas a las familias con personas con demencia para favorecer su labor
a
largo de todo el proceso exista coordinación entre los diferentes niveles asis-
bl
n.
dades, industria farmacéutica, instituciones docentes y de investigación, y las
D
ió
AFA para favorecer ampliar conocimientos (formación e investigación) en las
ac
demencias (aspectos sanitarios, sociales, comunitarios).
iz
al
Es recomendable que los diferentes profesionales que intervienen en la aten-
tu
ac
ción de la demencia colaboren en la elaboración de un registro de demencias
D
para conocer mejor la realidad y planificar de forma racional nuevas estrate-
su
gias de intervención.
e
nt
ie
TRATAMIENTO DE LA DEMENCIA
nd
pe
Medidas generales
á
Se recomienda informar del diagnóstico de demencia al paciente y a su familia
t
es
D cuando exista una sospecha razonable de demencia. El médico del EAED y/o
y
EAP es la persona que debe informar al paciente y a la familia.
ica
ín
Se recomienda informar al paciente que lo pida y a la familia del diagnóstico,
Cl
C ya que se ha demostrado que la información recibida no predispone o genera
ica
un trastorno en la persona afectada.
t
ác
Debe respetarse el derecho del paciente a ser o no informado, y su derecho a
Pr
D elegir, si está capacitado para ello, a aquellas personas de su entorno que deban
de
D
e
n.
D conviven con personas afectadas de DLB, DLFT o DV y en fases avanzadas y
ió
terminales de la demencia.
aciz
Se recomienda la formación de profesionales de la salud, servicios sociales y
al
tu
D voluntarios/profesionales para que puedan dirigir un grupo de pacientes y/o
ac
familiares afectados de demencia.
su
Es recomendable formar a cuidadores (familiares o profesionales) para capaci-
e
D
nt
tarlos en el manejo de intervenciones no farmacológicas de la demencia.
ie
nd
Tratamiento farmacológico específico de la demencia
pe
Se recomiendan los IACE para el tratamiento específico y sintomático de la
á
A
t
EA de leve a moderada.
es
y
Se recomienda el tratamiento con IACE en el manejo de la DV de leve a
A
ica
moderada.
ín
Cl
B Los IACE han mostrado beneficio en la demencia por DLB y PDD.
ica
t
Los IACE (donepezilo, rivastigmina y galantamina) no muestran diferencias
ác
B
Pr
entre ellos, respecto a los perfiles de eficacia y seguridad.
de
– fico es igual de eficaz en todas las personas debido a la escasez de estudios que
es
Enfermedad de Alzheimer
ció
ica
B
sd
A
de
n.
ió
ac
Se recomienda seguir indicaciones de la ficha técnica del fármaco para evitar
✓
iz
efectos adversos y contraindicaciones de los IACE y de memantina.
al
tu
Se recomienda para evitar o minimizar los efectos adversos de los IACE, admi-
ac
D nistrar una dosis progresiva del fármaco, iniciando el tratamiento a dosis bajas,
su
hasta alcanzar la dosis óptima terapéutica tolerada.
e
nt
Los IACE deben utilizarse con precaución en pacientes con antecedentes de
ie
epilepsia, asma o enfermedad pulmonar obstructiva, arritmias, síncopes, hi-
nd
potensión, presencia de bradicardia o QT prolongado, ulcus péptico activo,
pe
D
retención urinaria, insuficiencia renal o hepática. La memantina debe utilizarse
á
t
con precaución en pacientes con antecedentes de epilepsia, insuficiencia renal
es
y retención urinaria.
y
ica
La domperidona puede utilizarse para tratar los efectos gastrointestinales leves
D
ín
secundarios a los IACE.
Cl
ica
Se recomienda la adición de memantina en pacientes con EA de moderada a
B
grave, tratados con donepezilo a dosis estables en terapia combinada.
t
ác
Pr
No se recomienda la adición de memantina a donepezilo para el tratamiento
B
de
B
o
B
DLB.
do
rri
n.
Los efectos adversos más frecuentes observados en pacientes con DLB trata-
ió
ac
dos son: náuseas, vómitos, pérdida de peso y somnolencia. Éstos fueron más
iz
frecuentes en los pacientes tratados con rivastigmina respecto a placebo, e
al
✓
igual en los tratados con memantina respecto a placebo. Los potenciales efec-
tu
ac
tos adversos de la rivastigmina deben ser detectados y monitorizados durante
su
el tratamiento.
e
Se puede utilizar la levodopa en monoterapia para el tratamiento de los sínto-
nt
C
ie
mas motores de la DLB.
nd
pe
Se recomienda evitar el uso de agonistas dopaminérgicos y anticolinérgicos en
D la DLB por el potencial efecto de empeoramiento de los síntomas cognitivos,
á
t
es
psicóticos y producir alteraciones del sueño e hipotensión ortostática.
y
Degeneración lobular frontotemporal
ica
ín
No está recomendado el uso de IACE o memantina en el tratamiento de los
Cl
B
síntomas cognitivo-conductuales de pacientes con DLFT.
ica
Se recomienda el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina,
t
ác
B trazodona o neurolépticos atípicos para el tratamiento de agitación, conductas
Pr
Demencia vascular
uí
G
leve a moderada.
n
A
cits funcionales (AVD) en la DV.
ica
bl
A
o
derada y grave.
añ
5
B
conductuales en la DV.
m
do
Teniendo en cuenta que los pacientes con DV suelen tener un riesgo cardio-
rri
n.
Otros tratamientos farmacológicos
ió
ac
No se recomiendan las terapias hormonales (ACTH, prednisona, estrógenos,
iz
A
al
dehidroepiandrosterona) como tratamiento de la EA.
tu
ac
No se recomienda ibuprofeno, indometacina o dosis bajas de naproxeno como
A
su
tratamiento de la EA.
e
A No se recomienda el piracetam como tratamiento de la EA.
nt
ie
nd
A No se recomienda la propentofilina como tratamiento de la EA o la DV.
pe
B No se recomienda el nimodipino como tratamiento de la DV.
tá
es
A No se recomienda la selegilina como tratamiento de la EA.
y
ica
A No se recomienda la ibedenona como tratamiento de la EA.
ín
No se recomienda la dihidroergotoxina mesilato en el tratamiento de la EA o
Cl
B
de la DV.
tica
No se recomienda la citicolina o CDP-choline por vía oral como tratamiento
ác
B
Pr
de la DV.
de
parecen tener un mayor beneficio global que aquellas en las que se realiza un
5
C
ción cognitiva computarizada en la EA inicial o el deterioro cognitivo leve.
m
do
n.
ió
ac
Programas de intervención sobre las actividades de la vida diaria
iz
al
Se recomienda la realización de programas de intervención sobre las activi-
tu
dades de la vida diaria para mejorar la funcionalidad de los pacientes con de-
ac
B
mencia y disminuir la sobrecarga del cuidador a medio plazo, tanto en sujetos
su
institucionalizados como residentes en su domicilio familiar.
e
nt
Programas de actividad física
ie
nd
Se recomienda la realización de programas de actividad física a largo plazo para
pe
B
mantener la funcionalidad de los pacientes con demencia institucionalizados.
á
t
es
Otros tratamientos no farmacológicos
y
En el momento actual no se puede recomendar el uso de masajes o toques tera-
ica
péuticos, estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, musicoterapia o terapia
ín
C
multisensorial en el tratamiento de las manifestaciones cognitivas o funciona-
Cl
les en pacientes con demencia o específicamente con EA.
ica
t
La modificación de la conducta, la higiene programada y la micción inducida son
ác
B
Pr
recomendables para disminuir la incontinencia urinaria en sujetos con demencia.
de
✓
se a las capacidades cognitivas y a la tolerancia emocional que presente cada
es
✓
pu
difícil manejo, impacto sobre la calidad de vida y por ser motivo frecuente de
asistencia urgente, claudicación familiar e institucionalización.
la
e
sd
✓
Scale for Depression in Dementia) para la evaluación de sintomatología depresi-
ás
n.
B nes, debe sospecharse que se trate de una DLFT o una DLB. Si existen altera-
ió
ciones de conducta del sueño REM, la primera sospecha será de DLB.
aciz
Los SCPD deben detectarse lo antes posible, en fases de demencia leve, o a lo
al
tu
largo de su evolución posterior, deben ser cuantificados y agruparlos en sín-
B
ac
dromes que nos pueden facilitar el diagnóstico diferencial entre las diferentes
su
demencias.
e
Se recomienda conocer y reconocer los SCPD que aparecen en la EA, DV,
nt
B
ie
DLFT, DLB y PDD.
nd
Es recomendable que los profesionales de la salud, ante la aparición de un
pe
SCPD, realicen una valoración sistemática del mismo y del resto de los sín-
á
B
t
es
tomas que permita realizar un diagnóstico diferencial con las enfermedades
psiquiátricas idiopáticas.
y
ica
Los profesionales de la salud deben tener en cuenta la importancia de los
ín
SCPD desde el punto de vista semiológico, repercusión, pronóstico y recursos.
Cl
Los SCPD deben detectarse lo antes posible, en fases de demencia leve, o a lo
ica
B
largo de su evolución posterior, cuantificarlos y agruparlos en síndromes que
t
ác
nos permitan facilitar el diagnóstico diferencial entre las diferentes entidades
Pr
neurodegenerativas y tratarlos adecuadamente.
de
B
uí
✓
es
C que les capacite para prevenir la aparición de los SCPD y actuar como cotera-
ció
✓
sd
Existe evidencia limitada de que los masajes terapéuticos pueden ser eficaces
C
os
en la agitación.
añ
D
de
n.
ió
ac
La recomendación general respecto al tratamiento farmacológico de los SCPD
iz
D es comenzar con el tratamiento de base (IACE y/o memantina) y, si la respues-
al
ta no resulta suficiente, añadir un psicofármaco específico.
tu
ac
Tener en cuenta la especial sensibilidad de estos pacientes a los efectos ad-
su
versos, especialmente el riesgo de efectos anticolinérgicos, hipotensión ortos-
e
tática, caídas, efectos extrapiramidales, empeoramiento de función cognitiva,
nt
✓
ie
confusión y delírium. Revisar la dosis y la propia necesidad del tratamiento a
nd
intervalos regulares, generalmente cada 3 meses.
pe
á
Comenzar con dosis bajas y alcanzar las dosis mínimas eficaces de forma lenta.
t
es
✓ Utilización preferente de la vía oral. Si fuera necesario, la intramuscular es
y
preferible a la intravenosa.
ica
Se recomienda el uso de los IACE y/o memantina como tratamiento de la demen-
ín
B
Cl
cia no sólo para los síntomas cognitivos sino también para los no cognitivos.
ica
Se recomienda el uso de rivastigmina para el tratamiento de los SCPD en los
B
t
pacientes con DLB o PDD. ác
Pr
En los pacientes en que esté indicado el uso de los IACE o memantina, se re-
ta
B
es
B
tratamiento de la psicosis en la DLB puede usarse rivastigmina.
la
e
D
atípicos.
de
–
de la ansiedad en la demencia.
rri
cu
n.
ió
ac
Se recomienda el uso de neurolépticos para el tratamiento de la agitación y
B
iz
agresividad. La evidencia es mayor para risperidona que para otros fármacos.
al
tu
En caso de intolerancia a antipsicóticos se puede usar donepezilo (si está indi-
D
ac
cado), ISRS o carbamazepina para tratar la agitación y la agresividad.
su
Pueden usarse antidepresivos, antipsicóticos, estabilizadores del ánimo, agen-
e
nt
D tes hormonales, cimetidina o pindolol para el tratamiento de las conductas
ie
sexuales inapropiadas.
nd
pe
Los antipsicóticos deben utilizarse con precaución en pacientes con demencia
á
A por el riesgo de reacciones adversas, considerando siempre los riesgos de tratar
t
es
frente a los riesgos de no tratar.
y
ica
Los antipsicóticos están contraindicados en la DLB por el elevado riesgo de
B
ín
efectos adversos.
Cl
Se recomienda que los tratamientos con benzodiazepinas sean de corta dura-
ica
C
ción por los efectos adversos.
t
ác
Se recomienda asociar medidas no farmacológicas a las farmacológicas para el
Pr
✓
manejo de los diferentes síntomas conductuales y psicológicos de la demencia.
de
✓
cartar patología concomitante y procurar un entorno medioambiental óptimo.
G
ta
Para controlar el delirio en la persona con demencia pueden usarse los antipsi-
bl
B
cóticos atípicos (risperidona, olanzapina, quetiapina).
pu
la
D des específicas para realizar el diagnóstico de los síntomas y etiología, tratar las
de
n.
A en pacientes con deterioro cognitivo que no presentan un déficit manifiesto de
ió
estos elementos.
aciz
No se recomienda el uso de suplementos de cobre en el tratamiento de los
al
B
pacientes con EA.
tu
ac
No existe suficiente evidencia en la literatura sobre la eficacia de ginkgo biloba
su
B
para recomendar su uso en el tratamiento de la EA o de la DV.
e
nt
Las evidencias existentes no permiten recomendar el uso de lecitina, ácido
ie
C alfa-lipoico, ácidos grasos omega-3, ginseng o yokukansan (TJ-54) en el trata-
nd
pe
miento de los síntomas cognitivos de la EA.
á
Evaluación del tratamiento en las demencias
t
es
y
Se recomienda evaluar periódicamente aspectos cognitivos, funcionales, mo-
ica
D tores y conductuales, así como el grado de sobrecarga del cuidador en el segui-
ín
miento de pacientes con demencia.
Cl
ica
Se recomienda el uso de tests, escalas o cuestionarios para cuantificar la respues-
D
ta terapéutica y la aparición de complicaciones en pacientes con demencia.
t
ác
Pr
La elección de un test, escala o cuestionario se basará en la experiencia del
✓
de
C
G
al tratamiento de la demencia.
ta
C
venir la carga y las necesidades del cuidador, y actuar en consecuencia para
ica
✓
luación de otros aspectos que puedan estar afectados por la carga del cuidador.
m
con demencia para identificar los factores que influyen en la carga de cuidar, las
D
cu
n.
D medad y sus posibles complicaciones, ofrecerle los recursos sociales disponibles,
ió
así como sistemas de apoyo formal o informal para prevenir su sobrecarga.
aciz
Para mejorar la atención a los cuidadores de personas con demencia y dismi-
al
tu
nuir su carga en la tarea de cuidar, así como la ansiedad y depresión, puede ser
B
ac
beneficioso un programa que combine el apoyo educativo, el apoyo emocional
su
y la facilitación de recursos.
e
Son recomendables las intervenciones realizadas en el propio domicilio del
nt
B
ie
cuidador y de forma personalizada.
nd
Una atención integral del cuidador debe contemplar múltiples acciones: pro-
pe
grama de acogida, sesiones informativas, formación teórica y práctica, asesora-
á
D
t
es
miento, soporte emocional, adecuación de recursos, tratamiento farmacológi-
co si lo precisa y acompañamiento a lo largo de todo el proceso.
y
ica
Es recomendable que en los GAM exista un profesional que favorezca y po-
D
ín
tencie las habilidades de los integrantes al grupo.
Cl
ica
Es aconsejable y deseable que los cuidadores de personas con demencia par-
t
D ticipen en GAM, ya que aportan múltiples beneficios que les permite afrontar
ác
mejor su labor de cuidar y mejorar su situación personal.
Pr
de
Los profesionales que dirigen los GAT o GAEE han de individualizar sus in-
es
D
tervenciones para ser más eficaces.
de
n
D
añ
D
es recomendable que exista una buena coordinación entre los diferentes nive-
do
n.
D do su colaboración, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la ciudada-
ió
nía afectada por la demencia.
aciz
La relación entre el tercer sector y la Administración pública debe ser amplia,
al
tu
con un diálogo continuo que favorezca el intercambio de conocimientos tanto
D
ac
sobre necesidades como propuestas de colaboración (programas, subvencio-
su
nes, convenios, etc.).
e
nt
Es recomendable seguir mejorando la relación entre la Administración pública y
ie
las AFA, a través de la elaboración de protocolos de derivación, reconocimiento
nd
D del papel de las AFA en la formación de cuidadores y profesionales; fomentando
pe
la creación de GAT y/o GAEE y programas terapéuticos (HD, CD, talleres de
á
rehabilitación) y ayudas para el desarrollo de actividades complementarias.
t
es
y
DEMENCIA DE INICIO PRECOZ O PRESENIL
ica
En la evaluación y caracterización del deterioro cognitivo en personas con de-
ín
Cl
D mencia presenil se recomienda la utilización de baterías neuropsicológicas va-
ica
lidadas en este grupo de edad.
t
ác
Se recomienda que el estudio etiológico de un paciente con demencia de inicio
Pr
D precoz incluya el estudio de causas poco incidentes en grupos de edad más tar-
de
Es recomendable que los pacientes con demencia de inicio precoz sean evaluados
G
✓ por profesionales con experiencia en este grupo de edad y en centros que dispon-
ta
✓ guir las pautas terapéuticas recomendadas para otros grupos de edad según el
ció
Se recomienda que las personas con demencia presenil realicen las mismas te-
pu
de 65 años.
e
sd
Es recomendable que las personas con demencia de inicio precoz tengan acceso
5
✓
de
n.
Maltrato a las personas con demencia
ió
ac
Es necesario que el profesional de la salud, los servicios sociales y la sociedad
iz
al
en general se preocupen y tomen conciencia del maltrato que sufren muchas
tu
personas mayores afectadas o no de demencia. Es un problema personal, fa-
ac
D
miliar, intergeneracional, de salud, de justicia y de derechos humanos. Su de-
su
tección permite establecer estrategias de prevención, cambio de actitudes y
e
nt
promover soluciones.
ie
nd
Los profesionales de la salud y servicios sociales han de estar formados y sensi-
pe
D bilizados para detectar, declarar, prevenir y tratar los problemas derivados del
á
maltrato a personas con demencia.
t
es
Es importante identificar el tipo de maltrato (acción u omisión), y determinar
y
D
sus características (psicológico, físico, sexual, económico).
ica
ín
Ante la sospecha de maltrato la persona debe ser interrogada en privado y con
Cl
delicadeza, dada su fragilidad, teniendo en cuenta su estado anímico y el temor
ica
D
a las consecuencias que el descubrimiento del maltrato le puede acarrear en su
t
entorno. ác
Pr
D de riesgo, los que dependen del enfermo, del cuidador que maltrata y de las
a
D con demencia hostil, agresiva, provocativa, dependiente para las AVD, y au-
de
D
dar, bajo nivel cultural y cuando la persona a la que atiende es muy dependien-
bl
D
fácil conseguirla; en las demencias que fluctúan habrá que buscar el momento
os
momentos de lucidez.
5
de
D
cu
n.
B maltrato a toda persona mayor y/o con demencia, y utilizar escalas estandari-
ió
zadas para su detección.
aciz
Debemos evaluar al cuidador de una persona con demencia para detectar un
al
B
posible responsable de maltrato. Se pueden utilizar escalas para su detección.
tu
ac
Los profesionales de la salud y servicios sociales deben estar capacitados para
su
D prevenir, detectar, atender, proteger, declarar y recuperar a la persona con de-
e
mencia que sufre maltrato.
nt
ie
nd
Se han de preservar los derechos fundamentales de la persona a la dignidad,
✓
pe
participación, autonomía y autodeterminación.
á
La persona que sufre maltrato debe ser informada, respetando su derecho a la
t
es
✓ confidencialidad, a tener cubiertas sus necesidades básicas, y a preservar sus
y
relaciones sociales.
ica
ín
Hay que definir e identificar las demandas de la víctima, de forma individualizada,
Cl
✓ sin prejuicios ni juicios de valor, determinar una estrategia de actuación y buscar la
ica
mejor solución posible para todos los implicados en una situación de maltrato.
t
ác
En caso de que exista sospecha cierta de maltrato el personal sanitario debe activar
Pr
✓
Si existen lesiones físicas se hará un comunicado judicial de lesiones. Si no existen
a
uí
Voluntades anticipadas
de
n.
profesionales de la salud y servicios sociales sobre la necesidad de que las per-
ió
sonas adultas, capaces y libres ejerzan su derecho a elaborar un documento de
ac
D VA donde se recojan deseos sobre cuidados y tratamientos que acepta recibir,
iz
al
así como el nombramiento de un representante válido que pueda decidir en
tu
su nombre en cada circunstancia de salud, y llegado el fallecimiento, sobre el
ac
destino de sus órganos.
su
e
Se recomienda hacer el documento de VA en la edad adulta y en pleno uso de
nt
D las facultades mentales. En la persona con demencia se ha de intentar lo antes
ie
nd
posible para garantizar al máximo su integridad cognitiva.
pe
Los profesionales de la salud deberían recomendar el documento de VA a sus en-
á
D
t
fermos, y sobre todo insistir en ello si detectan deterioro cognitivo emergente.
es
y
Es recomendable que en el documento de VA se anote todo aquello que es
ica
D importante para la persona, pensando que otro, al que él designe, habrá de
ín
decidir en su nombre siguiendo sus propias indicaciones.
Cl
ica
Para facilitar la accesibilidad a las VA de una persona es recomendable que
t
el documento de VA se registre en la comunidad autónoma y en el Registro
ác
D
Nacional de instrucciones previas o VA del Ministerio de Sanidad y Consumo;
Pr
Valoración de competencias
uí
G
partan conocimientos.
bl
pu
n.
D incluso en las fases iniciales, ya que se ha demostrado un aumento del riesgo
ió
de sufrir accidentes.
aciz
Se recomienda realizar siempre una valoración psicológica completa en los
al
tu
D centros de reconocimiento de conductores para detectar a las personas con
ac
deterioro cognitivo en grado de demencia leve.
su
Los profesionales de la salud deben informar al paciente con demencia y a su
e
D
nt
familia del riesgo que puede comportar el seguir conduciendo.
ie
nd
Si la persona con demencia leve sigue con su licencia, es necesario revisar su ca-
D
pe
pacidad entre cada 6 y 12 meses, o antes si es preciso, para valorar su riesgo.
á
Debe plantearse una limitación de la conducción cuando se detecten altera-
t
es
D ciones, incluso leves, en la atención, la orientación, funciones ejecutivas o en
y
praxis visuoespacial.
ica
ín
En personas con demencia, sobre todo si hay trastornos de la conducta, es
Cl
D aconsejable que no tengan a su alcance armas o elementos que puedan ser
ica
peligrosos para ellos o para terceros.
t
ác
Las personas con demencia y sus familiares deben ser informados de la posibi-
Pr
D
lidad de participar en ensayos clínicos.
de
a
Las personas que participan en estudios de investigación han de recibir una in-
uí
informado.
ta
es
D
Práctica Clínica.
n
ció
puede cambiar su forma de ver las cosas, y con ello modificar sus decisiones.
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
progresa y el deterioro cognitivo y/o conductual condicionan la toma de deci-
D
ió
siones inadecuadas que pueden perjudicar a la persona afecta de demencia y
ac
a su entorno.
iz
al
El proceso de incapacitación debe ser el resultado de una valoración multidis-
tu
ac
ciplinar, y debe contemplar múltiples aspectos tales como el diagnóstico, las
D
manifestaciones clínicas, el grado de dependencia, aspectos sociales, utiliza-
su
ción de servicios y evolución del proceso.
e
nt
ie
Aspectos de protección legal del enfermo
nd
Para solicitar la incapacitación o modificación de la capacidad de obrar debe
pe
Según
seguirse el procedimiento que marca la Ley de Registro Civil y Enjuiciamiento
á
legislación
t
es
vigente Civil en el que partiendo de una demanda se estudia el caso, se contesta y el
juez dicta una sentencia.
y
ica
A las personas con deterioro cognitivo ligero y demencia leve se les debería
ín
✓ aconsejar que se autoprotegieran a través de la autotutela, o dando poderes
Cl
especiales, o escribiendo el documento de voluntades anticipadas.
tica
ác
Cualquier persona con demencia que aún tenga suficiente capacidad de obrar,
Pr
debería designar un tutor, en previsión de ser declarada incapaz. Así como
de
✓ deberían tener un representante legal o tutor para que les proteja realizando
de
su sustitución.
n
ció
Las personas con demencia con una capacidad de decisión reducida deberían
ica
✓
sd
gran envergadura
de
triz y la agresividad de las personas con demencia. Las medidas que hay que
B
rri
si se precisa.
ns
tra
n
Ha
n.
A de tratamiento farmacológico de la agitación psicomotriz y la agresividad de la
ió
persona afectada de demencia.
aciz
Cuando una persona con demencia con agitación psicomotriz marcada no se
al
tu
ha podido controlar con medidas verbales y/o farmacológicas, y sigue siendo
D
ac
peligrosa o con riesgo de producir daños a sí mismo o a los demás deberá plan-
su
tearse la contención mecánica (CM).
e
nt
En la CM deben utilizarse elementos de sujeción homologados, de acuerdo
ie
D con la legislación vigente, y en perfecto estado de conservación, para su efica-
nd
cia y seguridad.
pe
Para lograr una CM adecuada y segura, es necesario un equipo coordinado
á
t
es
integrado por cuatro o cinco personas bien entrenadas, que sujeten al paciente
y
convenientemente, de forma cuidadosa para no dañarle, actuando con tranqui-
ica
lidad y serenidad pero con firmeza y seguridad. A lo largo de todo el procedi-
D
ín
miento de la CM deben extremarse todas aquellas medidas dirigidas a prevenir
Cl
complicaciones directas o indirectas, asegurando al paciente su comodidad, in-
ica
timidad y respeto. Se interrumpirá la medida de CM lo antes posible, de forma
t
ác
progresiva, cuando se haya conseguido el control de los síntomas.
Pr
La CM es una medida terapéutica de restricción física que sólo debe ser aplica-
de
da bajo prescripción médica. Sólo debe ser utilizada si otros métodos de con-
a
D dad de los síntomas y la posibilidad de daño propio o a otros. Debe ser lo más
ica
riesgo de complicaciones.
pu
C miento (vías, sondas, etc.), y daños materiales en el entorno del paciente. Evitar
m
fugas y prevenir caídas y mantener la correcta posición del cuerpo. Conseguir los
do
n.
ió
existe la orden facultativa de no aplicarla. Tampoco se debe emplear si exis-
ac
C ten medidas o procedimientos alternativos de eficacia similar que no han sido
iz
probados. Nunca se debe utilizar como castigo o demostración de fuerza, o
al
tu
como sustituto de vigilancia, o por exclusiva conveniencia o comodidad de los
ac
profesionales que le atienden.
su
Es aconsejable que la CM se mantenga por breve espacio de tiempo (horas,
e
nt
días), con un seguimiento en el que se asegure una observación adecuada para
C
ie
evitar riesgos y complicaciones. Debe finalizar cuando se ha conseguido un
nd
control adecuado, y se realizará de forma gradual.
pe
Ya que las medidas de contención afectan a la libertad de movimientos de la
á
t
es
persona, y a su libre decisión, y además no están exentas de complicaciones,
y
es necesario que antes de iniciarlas se observen y se cumplan, con atención y
D
ica
rigor, las normas legales que las regulan. La actuación debe contemplar los
ín
principios de beneficencia, no maleficencia y justicia y respetando el derecho a
Cl
la autonomía personal.
ica
La persona con demencia en la que los trastornos de la conducta son severos
t
ác
y conllevan riesgo para el propio paciente y/o para las personas de su entorno,
Pr
y que no son controladas adecuadamente en el ámbito ambulatorio (atención
de
C
primaria y especializada) debería ingresar en unidades especializadas para con-
a
Los ingresos para el control de las situaciones de crisis deben ser lo más cortos
es
D
cuación del entorno y de la familia receptora, la reducción de la sobrecarga del
n
ció
Hay que respetar la normativa legal que protege a la persona que se ve sometida,
bl
Según
legislación timiento de la familia y se requerirá la autorización judicial antes de realizarlo.
la
vigente
Las razones deben estar convenientemente justificadas, asegurando su benefi-
e
sd
persona con demencia con trastornos de conducta severos, será el médico que
añ
D
le atiende el que tomará la decisión. En este caso, el responsable del centro
5
n.
ió
ac
Puede emplearse el término SEAT en la demencia degenerativa avanzada en
D
iz
fase terminal, que se corresponde con el estadio GDS 7.
al
tu
Valorar el estado de SEAT mediante el instrumento Gold Standards Fra-
ac
mework (GSF). El GSF es recomendable para conocer las expectativas de los
su
B cuidadores sobre la muerte del paciente, la necesidad de establecer medidas
e
paliativas, la limitación del esfuerzo terapéutico, y sobre el consumo de recur-
nt
ie
sos, complicaciones y situaciones de crisis.
nd
La demencia avanzada debe considerarse como demencia terminal si el deterio-
pe
ro cognitivo es grave y existe una severa dependencia para las ABVD, no existe
á
C
t
es
posibilidad de beneficio terapéutico con el tratamiento específico, existe múlti-
ple comorbilidad y no puede mantenerse un adecuado estado nutricional.
y
ica
Para establecer un pronóstico de vida inferior a 6 meses en una persona con
ín
demencia avanzada deben identificarse aquellos parámetros con poder predic-
Cl
B tivo tales como el grado de deterioro cognitivo, el grado de discapacidad fun-
ica
cional, la presencia de desnutrición y la presencia de complicaciones sistémicas
t
y comorbilidad.
ác
Pr
de
Los cuidados paliativos deben tener como objetivo aliviar el sufrimiento físico
es
a los familiares.
ció
D
ofrecer cuidados paliativos a las personas afectadas de demencia.
bl
pu
A todas las personas con demencia avanzada se les deben prestar CP sea cual
D
la
D
profesionales para proporcionar unos CP básicos.
5
de
D
tenciales, así como la continuidad de cuidados paliativos.
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
D causas desencadenantes, así como una adecuada información a familiares y cuida-
ió
dores y una valoración de la necesidad de emplear el tratamiento farmacológico.
aciz
Haloperidol es el fármaco de elección para el tratamiento del delírium en pa-
al
B
cientes en fase terminal.
tu
ac
C Las benzodiazepinas son eficaces en el manejo del delírium con marcada agitación.
su
En pacientes con PDD y DLB debe evitarse el empleo de haloperidol y de
e
D
nt
antipsicóticos atípicos por el riesgo de reacciones extrapiramidales.
ie
nd
En personas con demencia avanzada en situación de fase final de la vida por un
pe
proceso concomitante, el diagnóstico de depresión debe basarse en la observa-
D
á
ción clínica, la información que aporten los familiares y, si es posible, el empleo
t
es
de escalas específicas.
y
ica
En caso necesario pueden usarse fármacos antidepresivos como los ISRS y los tri-
B
ín
cíclicos, teniendo en cuenta la posibilidad de efectos anticolinérgicos centrales.
Cl
Los psicoestimulantes como metilfenidato, dextroamfetamina, modafilino y
ica
D
pemolina pueden tener respuesta rápida y son bien tolerados.
t
ác
El tratamiento de la disfagia requiere una evaluación individualizada de cada
Pr
D
caso para identificar y, si puede ser, tratar la causa.
de
a
D Siempre que sea posible debe utilizarse la vía oral para el aporte de líquidos.
ció
ica
añadir adyuvantes.
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ac
No es recomendable el ingreso hospitalario para tratar la neumonía en una
B
iz
persona con demencia avanzada.
al
tu
En las personas con demencia avanzada con dificultad respiratoria debida a
ac
B sobreinfección de secreciones bronquiales es recomendable el tratamiento con
su
antibióticos.
e
nt
Para prevenir la aparición de úlceras por presión deben realizarse cambios pos-
ie
C turales frecuentes, utilizar protecciones mecánicas y mantener un buen estado
nd
pe
de nutrición, hidratación e higiene de la piel.
á
Debe valorarse de forma regular el bienestar psicosocial de los pacientes con
t
es
D
enfermedades crónicas amenazantes para la vida.
y
ica
La evaluación psicosocial del paciente en CP debería incluir los siguientes
ín
campos: aspectos relativos al momento vital, significado e impacto de la en-
Cl
D fermedad, estilo de afrontamiento, impacto en la percepción de uno mismo,
ica
relaciones, fuentes de estrés, recursos espirituales, circunstancias económicas,
t
ác
relación médico-paciente y red de recursos sociales.
Pr
Los profesionales sanitarios y de servicios sociales que les atienden deberían
de
D
ofrecerles un soporte emocional básico.
a
uí
D
cibir apoyo psicológico especializado.
ta
es
El equipo que atiende a una persona con demencia debe tener en cuenta sus
D
de
nar apoyo espiritual, se recomienda ofrecer dicho apoyo como parte integral
ica
D
de los cuidados, cualquiera que sea el contexto de atención, y con un enfoque
bl
D sin que ello justifique la falta de atención a estos aspectos en personas que per-
sd
C
añ
apoyo e información.
5
D
objeto de ofrecerles un apoyo psicosocial intensivo o servicios especializados.
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ac
La atención adecuada en los últimos días de la vida debería incluir:
iz
• Informar a la familia y a los cuidadores de la situación de muerte cercana y, en
al
general, proporcionar la información necesaria y adecuada a sus necesidades.
tu
ac
• Explicar y consensuar el plan de cuidados con el paciente, siempre que sea
posible, y con su familia.
su
• Valorar la medicación que toma el paciente, suspendiendo los fármacos no
e
nt
esenciales, previa explicación de los motivos.
ie
• Tratar los síntomas que producen sufrimiento. Los fármacos necesarios deben
nd
D estar disponibles si el paciente está en el domicilio.
pe
• Interrumpir intervenciones o pruebas innecesarias o fútiles, según los deseos
á
t
del paciente.
es
• Valorar las necesidades psicológicas, religiosas y espirituales del paciente, su
y
ica
familia y sus cuidadores.
ín
• Facilitar la atención en un ambiente tranquilo, respetando la intimidad y fa-
Cl
cilitando la proximidad de familiares y amigos.
ica
• Facilitar las vías y los recursos necesarios tanto para la hospitalización como
t
para la atención a domicilio. ác
Pr
Se recomienda derivar a servicios especializados (psicología, psiquiatría, etc.) a la
B
de
persona con duelo complicado para que reciba atención específica y estructurada.
a
uí
cas y estructuradas.
es
de
sus familiares deberían tener acceso a una formación elemental en duelo que
la
explorar sus necesidades, valorar los factores de riesgo, detectar a las personas
de
D deben valorarse una serie de factores que pueden influir en la decisión terapéu-
do
n.
cia ha alcanzado un estadio muy avanzado: FAST superior a 7c en la EA; cuan-
ió
do el índice Barthel es de 0; si la progresión es muy rápida desde el inicio; si las
ac
D
infecciones son graves, repetidas y sin beneficio relevante con el tratamiento;
iz
al
si la disfagia es problemática, con desnutrición y/o deshidratación, y si hay úl-
tu
ceras por presión refractarias.
ac
su
Es recomendable que, sea cual sea su ubicación, el paciente con demencia
D avanzada o terminal reciba medidas paliativas para mejorar el confort, el sufri-
e
nt
miento y la calidad de vida, en la medida de lo posible.
ie
nd
En las personas con demencia avanzada no está indicada la reanimación car-
pe
B diopulmonar, ya que es una medida terapéutica extraordinaria que no aporta
á
un beneficio significativo.
t
es
y
En la demencia avanzada la respiración artificial o la diálisis tampoco son reco-
B
ica
mendables porque no aportan beneficio.
ín
En la fase final de la vida del paciente con demencia avanzada no se reco-
Cl
mienda la utilización de medidas terapéuticas de rango intermedio (infusiones
ica
B
intravenosas, administración de antibióticos, alimentación artificial, hospitali-
t
ác
zación y realización de pruebas diagnósticas innecesarias).
Pr
de
D demencia avanzada para que sigan asumiendo su labor de cuidador, tomar de-
de
D
decisiones al final de la vida.
e
sd
D
o
más cercanos.
5
de
D
a otros profesionales expertos o al comité de ética asistencial.
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
de la vida solicite el estudio neuropatológico post mórtem para confirmar el
ió
D diagnóstico (sobre todo en aquellos casos en los que no existe diagnóstico de
ac
certeza, o ante la sospecha de enfermedad priónica o bien otra enfermedad de
iz
al
declaración obligatoria) y promover la investigación.
tu
ac
DIVULGACIÓN, FORMACIÓN E INVESTIGACIÓN EN LA ATENCIÓN
su
A LAS PERSONAS CON DEMENCIA
e
Divulgación
nt
ie
nd
La información sobre la demencia a través de los medios de comunicación
✓
pe
debe basarse en principios éticos y de buena praxis.
á
Es recomendable que exista periodismo especializado en temas de salud. Los
t
es
medios de comunicación, las sociedades profesionales competentes y las aso-
y
✓
ciaciones de familiares deben colaborar en el fomento de una buena informa-
ica
ción sobre la demencia.
ín
Cl
Formación
ica
Es recomendable que los estudiantes universitarios de ciencias de la salud reciban
t
ác
formación general sobre demencias en aspectos tales como epidemiología, fisio-
Pr
✓
individuo afectado de demencia, retrasando el declinar de la persona afectada,
bl
✓
El abordaje de la demencia debe ser interdisciplinario, con una atención sin
de
atención especializada a las personas con demencia deben recibir una forma-
de
n.
Es importante la colaboración de todos los implicados (profesionales de la
ió
ac
✓ salud y de los servicios sociales, pacientes y familiares) para realizar un esfuer-
iz
zo común en el estudio e investigación de la demencia.
al
tu
ac
La investigación sobre la demencia debe ser promocionada y favorecida desde
las administraciones públicas, los órganos de gobierno del Estado, de las co-
su
✓ munidades autónomas; ha de estar coordinada con el resto de los países, y ha
e
nt
de favorecer el intercambio de conocimientos entre los distintos equipos que
ie
trabajan en una misma línea de investigación en la demencia.
nd
pe
Es recomendable que los tres niveles asistenciales, EAP, EAED y red socio
á
✓ sanitaria, participen en la investigación en demencias; para ello se requiere una
t
es
formación en metodología de la investigación.
y
ica
ín
Cl
ica
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ac
La demencia es un síndrome clínico caracterizado por un deterioro adquirido que afecta a
iz
más de un dominio cognitivo, que representa un declinar respecto a un nivel previo y que
al
tu
es lo bastante grave para afectar al funcionamiento personal y social. En la mayoría de los
ac
casos se añaden síntomas conductuales y psicológicos.
su
Todos los estudios epidemiológicos han confirmado que la edad es el principal factor
e
de riesgo para el desarrollo de una demencia; de manera que tanto la prevalencia como la
nt
incidencia prácticamente se duplican cada 5 años a partir de los 65 años de edad.1 Dado el
ie
nd
incremento de la esperanza de vida y el progresivo envejecimiento de la población en los
pe
países desarrollados y en vías de desarrollo, se comprende que la demencia represente un
á
enorme reto para los sistemas de salud públicos de esas sociedades.
t
es
Diferentes revisiones sistemáticas (RS) sobre estudios epidemiológicos realizados en
y
Europa han concluido que la prevalencia de la demencia (porcentaje de personas enfer-
ica
mas dentro de la población en un momento dado) oscila entre el 5-10% entre la población
ín
de más de 65 años2,3,4 y que existen unos 5 millones de personas enfermas.5 Existe también
Cl
coincidencia en que la enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente (60-70%
ica
de los casos, seguida de la demencia vascular 12,5-25%).3
t
ác
En España, los estudios epidemiológicos en la población de más de 65 años han mos-
Pr
trado cifras de prevalencia que oscilan entre el 5-14,9% y en el grupo de más de 70 años
de
Éstos son datos relevantes para la sociedad española, ya que es una de las que más
ta
es
duplicado durante los últimos 30 años; la población española es la séptima más envejecida
ica
entre los países europeos. Además, el segmento poblacional de más de 80 años, el más
bl
Si se calcula una prevalencia intermedia del 7%, puede concluirse que en España
la
existen aproximadamente entre 500.000 y 750.000 personas con demencia.6,7 A estas ci-
e
fras habría que sumar los casos de demencia de inicio presenil de la que no disponemos
sd
realizado en Londres encontró una prevalencia de 52/100.000, y que las principales causas
os
mico sobre el núcleo familiar. En este sentido la demencia debe ser abordada como una
do
personas con demencia y a sus familiares exige un abordaje multidisciplinar, con partici-
cu
pación activa de todos los profesionales implicados; debe ser integrada y debe garantizar
ns
n.
ió
cimientos y de recursos entre los profesionales del ámbito sociosanitario, puesto a disposi-
ac
ción de personas enfermas y de cuidadores.
iz
Disponer de elementos de consulta común puede ayudar enormemente a este trabajo
al
tu
coordinado. La presente guía de práctica clínica (GPC) sobre la enfermedad de Alzheimer
ac
y otras demencias tiene como objetivo principal ser una herramienta de consulta que dé res-
su
puestas eficaces a cada uno de los profesionales implicados en el proceso de atención a las
e
personas con demencia y a sus cuidadores en cada situación y en cada momento de la en-
nt
fermedad, desde la fase de deterioro cognitivo leve (DCL) hasta las fases terminales de la
ie
nd
enfermedad. Asimismo, pretende ser una herramienta docente, formativa y divulgativa.
pe
En esta GPC se dan recomendaciones sobre el cuidado de pacientes con enferme-
á
dad de Alzheimer y otras demencias como demencia vascular, demencia asociada a la
t
es
enfermedad de Parkinson, demencia con cuerpos de Lewy y degeneración lobular fron-
y
totemporal. No se hacen referencias tan amplias a otras demencias, como enfermedad de
ica
Huntington, otras demencias degenerativas, demencia postraumática, demencia asociada
ín
a la infección por el VIH o demencias metabólico-carenciales, pero la mayor parte de las
Cl
recomendaciones son también válidas para ellas.
ica
La presente guía tiene la ambición de abarcar un ámbito nacional y posee algunas
t
ác
características que la hacen especial: ha sido demandada por la Confederación Española
Pr
de Asociaciones de Familiares de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), apoyada y fi-
de
la práctica clínica habitual: cómo debe realizarse un diagnóstico rápido y precoz del DCL
y de la demencia, cómo seleccionar las pruebas neuropsicológicas y los exámenes de labo-
de
ratorio más adecuados a cada caso, cómo debe informarse al paciente y a sus familiares
n
ció
debe prevenirse la sobrecarga del cuidador, cuál es el papel de la estimulación cognitiva, qué
la
opciones son las correctas en la fase terminal de la enfermedad. También pretende dar una
e
información adecuada sobre cuál debe ser la mejor coordinación entre los diferentes niveles
sd
tiples aspectos de índole legal y ético que suelen plantearse a lo largo de la enfermedad.
añ
Las recomendaciones de esta guía han sido elaboradas con base en la mejor evidencia
5
disponible en la literatura médica y en las recomendaciones de expertos cuando no exis-
de
tía una evidencia concluyente. Finalmente, el documento completo ha sido revisado por
ás
Como en cualquier GPC, por buena que sea la metodología empleada en su elabora-
cu
ción, su utilización no debe predominar sobre la responsabilidad de los profesionales en la
ns
toma de las decisiones más adecuadas a las circunstancias del paciente, respetando siem-
tra
n
Ha
n.
ió
En los últimos años se han realizado avances importantes en clínica, genética y técnicas
ac
de diagnóstico mediante estudios en el líquido cefalorraquídeo (LCR) y pruebas de neuro-
iz
imagen; también se está a la espera de publicaciones sobre la eficacia de nuevos fármacos.
al
tu
Esta tendencia sin duda va a continuar en los próximos años, por lo que será necesario revi-
ac
sar y reeditar esta guía en un plazo no superior a 5 años si se produce algún avance significa-
su
tivo, sin que se descarte una actualización más precoz en su edición electrónica.
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27/09/13 13:01
2. Alcance y objetivos
n.
ió
ac
Población diana
iz
al
tu
Esta GPC se centra en la atención integral de personas afectadas por demencia, sea cual sea
ac
la edad de inicio de su proceso, a sus familiares y cuidadores. Se incluyen los menores de 65
su
años por tener manifestaciones clínicas diferentes y una importante repercusión social.
e
Las entidades clínicas que se abordan con más detalle son: enfermedad de Alzheimer
nt
(EA), demencia vascular (DV), demencia asociada a la enfermedad de Parkinson (PDD),
ie
nd
demencia con cuerpos de Lewy (DLB) y degeneración lobular frontotemporal (DLFT).
pe
á
Ámbito de actuación
t
es
y
Sistema Nacional de Salud (SNS) español.
ica
ín
Niveles asistenciales
Cl
ica
Atención primaria (AP), atención especializada (AE) y atención sociosanitaria (ASS).
t
ác
Pr
Aspectos incluidos
de
coterapeuta. Necesidades y cargas del cuidador. Cuidar al cuidador. Tiempo libre. Asocia-
n
ció
cionismo.
ica
bl
Intervenciones
e
sd
n.
ió
La GPC NO incluye:
aciz
• Demencias secundarias a déficit de vitamina B12 e hidrocefalia normotensiva
al
tu
• Demencias asociadas a enfermedades infecciosas: VIH, infecciones virales o bacterianas
ac
• Demencias por encefalopatías espongiformes humanas (prionopatías)
su
e
Objetivo
nt
ie
nd
Elaborar una GPC basada en la evidencia sobre la atención integral a las personas con
pe
enfermedad de Alzheimer y otras demencias con un alcance de ámbito nacional que ofrez-
á
ca “recomendaciones desarrolladas de forma sistemática para ayudar a profesionales y a
t
es
pacientes a tomar decisiones sobre la atención sanitaria más apropiada, y a seleccionar las
y
opciones diagnósticas o terapéuticas más adecuadas a la hora de abordar un problema de
ica
salud o una condición clínica específica” integrando de manera coordinada los diferentes
ín
dispositivos sanitarios del SNS implicados.
Cl
ica
Objetivos secundarios
t
ác
Pr
• Garantizar la equidad en la atención sanitaria y social de las personas afectadas de
de
demencia y de sus familias, con independencia de su edad, sexo, posición social, edu-
cación y cultura.
a
uí
n.
ió
sidad, y los institutos y organizaciones dedicadas a la misma.
aciz
al
Principales usuarios
tu
ac
Esta GPC va dirigida a:
su
e
• Profesionales de la salud que tienen contacto directo y han de tomar decisiones para
nt
atender a personas afectadas de demencia (médicos de familia, neurólogos, geria-
ie
nd
tras, psiquiatras, neuropsicólogos, psicólogos, enfermeros, farmacéuticos, internistas,
pe
fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales, etc.).
á
• Profesionales de otros ámbitos que tienen contacto directo con las personas afectadas
t
es
de demencia (servicios sociales, medios de comunicación, justicia, etc.).
y
• Personas afectadas de demencia.
ica
• Cuidadores (familiares o no) de las personas afectadas de demencia.
ín
Cl
La GPC provee información para pacientes con demencia (Anexo 2) que podrá ser utili-
ica
zada también por sus familiares y amigos así como por la población general.
t
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27/09/13 13:01
3. Metodología
n.
ió
ac
La metodología empleada en la presente guía se recoge de forma detallada en el Manual
iz
Metodológico para la elaboración de GPC en el SNS.12
al
tu
ac
Los pasos que se han seguido son:
su
e
– Constitución del grupo de trabajo de la guía, integrado por profesionales sanitarios,
nt
especialistas en neurología, geriatría, psiquiatría, medicina de familia, neuropsicología,
ie
nd
psicología, enfermería, farmacia, psicogeriatría, medicina preventiva y salud pública,
pe
medicina forense y trabajo social, y no sanitarios (abogados y economistas) implicados
á
en el estudio y tratamiento de las demencias. Algunos de ellos tienen experiencia en el
t
es
ámbito jurídico y bioético, están vinculados al Plan Director Sociosanitario del Depar-
y
tament de Salut (DS) catalán o son especialistas en metodología de la AIAQS. El grupo
ica
de trabajo ha sido dirigido por un equipo de coordinación. Para incorporar la visión de
ín
los familiares, representantes de asociaciones de familiares y pacientes han participado
Cl
en el grupo de trabajo así como en la revisión externa de la guía.
tica
ác
– Formulacion de preguntas clínicas siguiendo el formato: paciente/intervención/com-
Pr
paración/resultado.
de
nas de las secciones de la presente guía por su rigor y claridad, de acuerdo a la me-
la
del País Vasco.14 Además de estas GPC, se han considerado también documentos de
sd
les, etc.) hasta julio de 2009. Posteriormente, se han creado alertas de búsqueda en
5
Pubmed para identificar los estudios relevantes en las revistas biomédicas de mayor
de
impacto así como se ha consultado a todo el grupo de trabajo hasta el mes de mayo
ás
Network).
ns
tra
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Ha
n.
ió
se ha realizado con el sistema de SIGN. Para las preguntas de diagnóstico se ha utili-
ac
zado el sistema del Centro de Medicina Basada en la Evidencia de Oxford (grado A:
iz
nivel de evidencia Ia o Ib [en la guía consta como 2++]; grado B: nivel de evidencia II
al
tu
[en la guía consta como 2+]; grado C: nivel de evidencia III [en la guía consta como
ac
2–]; grado D: nivel de evidencia IV [en la guía consta como 3 o 4]) que es el sugerido
su
por el Manual de elaboración de GPC del SNS para los estudios de pruebas diag-
e
nósticas.12 Las recomendaciones controvertidas o con ausencia de evidencia se han
nt
resuelto por consenso simple del grupo elaborador.
ie
nd
pe
– Los revisores externos han participado en la revisión del segundo borrador. Se ha
á
contactado con las distintas sociedades científicas implicadas (Sociedad Española de
t
es
Neurología, Societat Catalana de Neuropsicologia, Societat Catalana de Medicina
y
Familiar i Comunitària, Societat Catalana de Infermeria en Salut Mental, Sociedad
ica
Española de Psicogeriatría, Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria
ín
y Sociedad Española de Geriatría y Gerontología).
Cl
ica
– En www.guiasalud.es está disponible el material donde se presenta de forma detalla-
t
ác
da la información con el proceso metodológico de la GPC.
Pr
de
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de
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de las demencias
ió
aciz
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tu
Preguntas para responder:
ac
su
4.1. ¿Qué es la demencia?
4.2. ¿Cuál es la incidencia y prevalencia de la demencia?
e
nt
4.3. ¿Cómo se clasifica la demencia?
ie
nd
4.4. ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas de la demencia?
pe
4.5. ¿Cuál es el curso evolutivo natural de las demencias?
4.6. ¿Qué se entiende por demencia degenerativa?
át
es
4.7. ¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
4.8. ¿Qué es la demencia con cuerpos de Lewy?
y
ica
4.9. ¿Qué es la demencia asociada a la enfermedad de Parkinson?
ín
4.10. ¿Qué son las degeneraciones lobulares frontotemporales?
Cl
4.11. ¿Qué otras enfermedades neurodegenerativas cursan con demencia?
ica
4.12. ¿Qué son las demencias vasculares?
t
4.13. ác
¿Qué es y cómo se clasifica la demencia secundaria?
Pr
dominio cognitivo, que representa una pérdida respecto al nivel previo y que reduce de
e
Los criterios diagnósticos de demencia del Diagnostic and Statiscal Manual of Mental
añ
Disorders, 4ª edición, texto revisado (DSM-IV-TR)16,17 y de la Clasificación Internacional
5
(OMS)18 (Anexos 1.1 y 1.2) incluyen como obligatoria la presencia de deterioro mnésico.
ás
(DLFT), demencia con cuerpos de Lewy (DLB), demencia asociada a Parkinson (PDD)
do
o demencia vascular (DV), pueden no tener una alteración grave de la memoria hasta
rri
n.
ió
diagnóstico diferencial de la demencia con el síndrome confusional agudo, en la práctica
ac
clínica habitual resulta excesivo, ya que impide calificar de demencia a los casos de evolu-
iz
ción subaguda que alcanzan un intenso deterioro en pocas semanas o meses, como en la
al
tu
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ).
ac
su
4.2. ¿Cuál es la incidencia y prevalencia de la demencia?
e
nt
Las cifras de incidencia y prevalencia de la demencia muestran resultados muy variables
ie
nd
debido a la ausencia de un marcador biológico diagnóstico en la gran mayoría de las enfer-
pe
medades causantes de demencia y a diferencias metodológicas de los estudios.
á
t
es
Incidencia de demencia
y
ica
La incidencia global mundial de la demencia se estima alrededor de 7,5/1.000 personas-
ín
año.20 La aparición de nuevos casos se mantiene más o menos estable hasta los 65-70 años
Cl
(, 5/1.000 personas-año) y a partir de entonces el crecimiento es exponencial (en torno
ica
a 15, 30, 50 y 70-75/1.000 personas-año hacia los 75, 80, 85 y 90 años, respectivamente).21
t
ác
La incidencia anual de demencia en un estudio realizado en España se estimó entre 10-15
Pr
casos por 1.000 personas-año en la población mayor de 65 años.22
de
a
Prevalencia de demencia
uí
G
mayores de 65 años, según datos del consorcio Eurodem y de estudios posteriores.6,7 La pre-
valencia se duplica aproximadamente cada 5 años, por ejemplo en Eurodem fue del 1%
de
entre las personas de 60 a 65 años, 13% en las de 80 a 85 años, y del 32% en las de 90 a 95
n
ció
años.23 Una revisión sistemática del grupo EuroCoDe publicada en 2009 mostró que la pre-
ica
Eurodem, excepto por una mayor prevalencia en las mujeres de edad muy avanzada (http://
pu
ec.europa.eu/health/archive/ph_information/dissemination/diseases/docs/eurocode.pdf).
la
Los estudios de prevalencia en España han mostrado cifras que oscilan entre el 5 y el
e
14,9% para mayores de 65 años,6,7 y entre el 6,6 y el 17,2% para mayores de 70 años según
sd
una revisión reciente del Centro Nacional de Epidemiología de los estudios poblacionales
de
La incidencia de EA aumenta con la edad, desde 1-3/1.000 entre los 65 y los 70 años per-
rri
sonas-año hasta 14-30/1.000 entre los 80-85 años,25 y parece ser mayor en mujeres. En
cu
edades muy avanzadas es aún mayor, hasta 38,6/1.000 entre 85 y 89 años y más de 65/1.000
ns
n.
ió
en el grupo de edad de 75-79; 6,3 y 8,4% respectivamente en el grupo de 80 a 84 años; de
ac
8,8 y 14,2% en edades de 85 a 89 años, y 17,6 y 23,6% en mayores de 89).1 La prevalencia
iz
de EA en nuestro país se sitúa alrededor del 6% en el grupo de mayores de 70 años y re-
al
tu
presenta el 70% de las demencias.27
ac
Demencia vascular (DV)
su
e
La DV representa el 12,5-27% de las demencias.6,7,27 Mientras en la EA se estima que la
nt
prevalencia se dobla cada 5,3 años, en la DV lo hace cada 4,5 años. La prevalencia de DV
ie
nd
en mujeres es menor que en hombres en la población menor de 80 años, y después se in-
pe
vierte la proporción (0,1% en mujeres y 0,5% en hombres en la franja de edad de 65 a 69
á
años; 0,9 y 1,9% respectivamente entre 75 y 79 años; 3,5 y 3,6% entre 85 y 89 años, y 5,8 y
t
es
3,6% en mayores de 90 años).25
y
ica
Demencia con cuerpos de Lewy (DLB)
ín
La DLB representa el 10-15% de los casos de demencia en las series clínico-patológicas
Cl
procedentes de unidades especializadas.28 La prevalencia de la DLB en los estudios epi-
ica
demiológicos oscila entre el 0,1% de un estudio japonés en mayores de 65 años29 y el 5%
t
ác
de un estudio finlandés en mayores de 75 años.30 Dos estudios independientes en España
Pr
mostraron una prevalencia del 1%,27,31 es decir, en torno al 8,9% de las demencias.27 No
de
terio de clasificación más extendido es el etiológico. Se pueden considerar tres grandes ca-
sd
tegorías etiológicas: demencias degenerativas primarias (EA, DLFT, DLB, PDD y otras),
de
ió
ac
Alteraciones cognitivas
iz
al
tu
Las manifestaciones clínicas de la demencia son heterogéneas debido a que existen múlti-
ac
ples etiologías, diferentes patrones lesionales y variabilidad en el curso evolutivo.25,37
su
En la forma de presentación típica de la EA aparece inicialmente trastorno de la me-
e
moria episódica, porque los circuitos límbicos de la memoria se alteran muy precozmen-
nt
te. Cuando las lesiones se extienden a áreas asociativas temporoparietales posteriores, se
ie
nd
hacen evidentes trastornos apráxicos, afásicos y agnósicos.
pe
En la DLFT puede predominar al comienzo de la enfermedad la alteración de la per-
á
sonalidad y de la conducta social por alteración de las regiones prefrontales, o bien puede
t
es
destacar una afasia no fluente progresiva por afectación de la región frontal perisilviana
y
del hemisferio dominante, o una alteración destacada del lenguaje en forma de afasia
ica
fluente progresiva (demencia semántica) por mayor afectación inicial del lóbulo temporal
ín
del hemisferio dominante.
Cl
Es frecuente en los diferentes tipos de demencia la alteración de las denominadas
ica
funciones ejecutivas o conjunto de habilidades cognoscitivas que permiten la anticipación
t
ác
y el establecimiento de metas, el diseño de planes y programas, el inicio de las activida-
Pr
des y de las operaciones mentales, la autorregulación y la monitorización de las tareas,
de
DLB, en atrofias lobulares que cursan con síndromes de afasia progresiva o de apraxia pro-
n
ció
otra demencia cuyas lesiones se ubiquen preferentemente en la superficie del cerebro (mu-
bl
chos casos de demencia multiinfarto y otros procesos debidos a lesiones cerebrales focales
pu
va (PSP), se produce una mayor lentitud del procesamiento mental (bradipsiquia), reducción
sd
Aproximadamente un 80% de los enfermos con demencia presenta SCPD en algún momen-
m
ayuda a la diferenciación del tipo de demencia (pregunta 10.4.1). Por ejemplo, en la DLFT
rri
son más comunes las conductas sociales desinhibidas, alteraciones de la conducta alimenta-
cu
cuentes los síntomas psicóticos, en especial las alucinaciones visuales. En la DLB y la PDD
tra
n
Ha
n.
ió
síntomas pseudobulbares como risa o llanto espasmódicos.
ac
Las personas con demencia son vulnerables a los cambios en su entorno, lo que puede
iz
empeorar tanto los déficits cognitivos como los SCPD.42
al
tu
ac
Otros síntomas
su
e
Algunas enfermedades que cursan con demencia presentan otros síntomas acompañantes
nt
que ayudan al diagnóstico del tipo de demencia, como parkinsonismo (DLB, PDD, PSP,
ie
nd
DCB), signos de motoneurona (en algunos casos de DLFT), movimientos involuntarios
pe
(como en la EH), síndrome cerebeloso (ataxias espinocerebelosas), trastornos autonó-
á
micos (DLB, PDD) o liberación de los reflejos primitivos (EA). En el caso de la EA las
t
es
manifestaciones motoras son escasas.6,35
y
ica
4.5. ¿Cuál es el curso evolutivo natural de las demencias?
ín
Cl
Las demencias de origen neurodegenerativo tienen en común un comienzo habitualmente
ica
insidioso y un curso evolutivo progresivo.
t
ác
En fases iniciales y en la mayoría de los casos la EA se caracteriza por una afectación
Pr
de la memoria para hechos recientes, a la que se añaden posteriormente déficits en otras
de
ciones en el estado mental, si bien éstas son más frecuentes y marcadas en la DLB, por lo
ica
La DLFT, la DLB y las demencias asociadas a parkinsonismo (PDD, DCB, PSP) tie-
pu
nen también una evolución natural hacia el empeoramiento progresivo, a menudo agrava-
la
nitivo. Los SCPD pueden ocurrir ya en fases iniciales, sobre todo en la DLFT, aunque tam-
5
mejor manejo de los factores de riesgo cardiovascular. En otras ocasiones el patrón evolu-
ns
n.
ió
tiende a permanecer estable.
ac
La evolución natural cognitiva de los tres tipos principales de demencia (EA, DV y
iz
DLB), medida con un test sencillo de cribado como el MMSE, muestra una tasa de dete-
al
tu
rioro similar, próxima a los 3-4 puntos anuales.25
ac
La evolución de las demencias secundarias dependerá de la causa y de la rapidez de
su
instauración del tratamiento si lo hubiera.
e
Existen diferentes escalas para medir el curso evolutivo de las demencias y que se
nt
emplean para el seguimiento clínico y para la evaluación de la respuesta terapéutica en
ie
nd
ensayos clínicos (pregunta 8.4).
pe
á
4.6. ¿Qué se entiende por demencia degenerativa?
t
es
y
Las demencias degenerativas son enfermedades caracterizadas por pérdida neuronal y
ica
sináptica y por el depósito cerebral de agregados proteicos insolubles intra y/o extracelu-
ín
lares (pregunta 5.1). Cada tipo de depósito proteico tiende a seguir un patrón topográfico
Cl
que se correlaciona con las características clínicas que definen a cada tipo de demencia.
ica
La demencia puede ser la manifestación clínica predominante, como en la EA, o formar
t
ác
parte del cuadro clínico sin ser la manifestación predominante, como en la enfermedad de
Pr
Parkinson. La mayoría de las demencias degenerativas son enfermedades que aparecen en
de
edades más avanzadas, a partir de los 65 años, y son de presentación esporádica, si bien en
casi todas ellas existen formas hereditarias y formas de inicio precoz. Se inician de forma
a
uí
cia más frecuente, representa hasta el 70% de los casos de demencia. En la mayoría de
pu
casos la presentación es esporádica pero existen casos familiares, algunos de los cuales se
la
como pérdida de memoria, existen formas de inicio atípico infrecuentes que se presentan
5
me agnósico visual por atrofia cortical posterior. Con la evolución de la enfermedad hay
ás
presentarse ya en fases leves aunque suelen ser más evidentes en fases moderadas y avan-
rri
zadas. Estos síntomas son importantes por su frecuencia y por su impacto en la calidad de
cu
vida de los pacientes y en la carga de los cuidadores. Los criterios clínicos para el diagnós-
ns
ac
fluctuante, parkinsonismo y síntomas psicóticos, y patológicamente por la presencia de
iz
cuerpos y neuritas de Lewy en la corteza cerebral y habitualmente también en núcleos
al
tu
subcorticales.6,47 La demencia suele cursar con fluctuaciones de los déficits cognitivos y del
ac
nivel de conciencia. El parkinsonismo suele ser de predominio acinético y habitualmente
su
simétrico con alteración temprana de la marcha aunque puede estar ausente hasta en el
e
25% de pacientes con diagnóstico confirmado patológicamente, lo que dificulta el diagnós-
nt
tico. Los síntomas psicóticos característicos son alucinaciones visuales detalladas e ideas
ie
nd
delirantes estructuradas. También son frecuentes los signos de disfunción autonómica, el
pe
trastorno de conducta del sueño REM, la hipersomnia, las caídas y la hipersensibilidad a
á
los neurolépticos.
t
es
Las lesiones patológicas típicas son los cuerpos y neuritas de Lewy, que consisten en
y
agregados patológicos de alfa-sinucleína que se extienden por el área límbica, la corteza y
ica
el tronco cerebral. También se observan placas similares a las características de la EA.
ín
Los criterios diagnósticos de la DLB fueron formulados en 1996 por McKeith et al. y mos-
Cl
traron una sensibilidad baja pero una especificidad en torno al 85-90%. Estos criterios han sido
ica
revisados en 2005 (Anexo 1.8)40 y no se ha determinado aún su sensibilidad y especificidad.
t
ác
Pr
texto de una enfermedad de Parkinson típica establecida, y que afecta a más de un do-
minio cognitivo, principalmente la atención y la función ejecutiva y visuoespacial.l6,48 Por
de
mismo tiempo que los síntomas parkinsonianos. Para el diagnóstico operativo de PDD se
ica
considera que debe haber transcurrido al menos un año entre el inicio del parkinsonismo
y la aparición de la demencia.40 La neuropatología es similar a la DLB (pregunta 4.8).
bl
pu
Un estudio longitudinal observó que cerca del 60-80% de los pacientes con enfer-
la
inversa, por lo que existen controversias sobre la independencia de ambas entidades. Son
añ
raros los casos de enfermedad con patología Lewy pura sin patología de tipo Alzheimer.
5
ió
ac
Las DLFT son un grupo de enfermedades neurodegenerativas que se caracterizan clíni-
iz
camente por alteraciones prominentes del comportamiento y/o del lenguaje, y patológica-
al
tu
mente por atrofia cerebral focal habitualmente de los lóbulos frontales y/o temporales que
ac
puede ser simétrica o asimétrica. Aunque es poco frecuente, constituye la segunda causa
su
de demencia en menores de 65 años después de la EA. No se suele afectar de manera pre-
e
dominante la memoria ni las habilidades espaciales.6,45
nt
En la práctica clínica se distinguen tres grandes síndromes: la variante frontal (DLFT)
ie
nd
cuando predomina el trastorno conductual de tipo frontal, y la demencia semántica (DS)
pe
y la afasia progresiva no fluente (APNF) cuando predomina el trastorno del lenguaje. Hay
á
algunas formas menos frecuentes en las que predomina un síndrome de apraxia progresi-
t
es
va. La forma de presentación más frecuente es la DLFT (50-60% de casos), seguida de la
y
APNF y la DS.50
ica
ín
Las características principales de la DLFT son:
Cl
ica
– Cambios en el comportamiento de inicio precoz como la alteración de la conducta
t
ác
que afecta a la esfera social, falta de juicio, inflexibilidad, desinhibición, persevera-
Pr
ción, glotonería, hiperfagia, hiperoralidad, labilidad emocional, pérdida de empatía y
de
fluente). La alteración del lenguaje se suele dar también de forma precoz si bien pue-
den asociarse posteriormente síntomas conductuales frontales o apraxia.
de
n
ció
apraxia progresiva). En cualquiera de los tres grandes síndromes pueden asociarse tam-
os
más rápido, diferencian la DLFT de la EA, aunque la evolución clínica de ambas puede
ás
En este tipo de demencia cerca del 20-40% de los pacientes tienen historia familiar,
do
aunque sólo el 10-15% de los casos tienen un patrón de herencia autosómica dominante
rri
(Apartado 7).
cu
Se han publicado diversos criterios diagnósticos. Los más usados son los de Neary51
ns
(Anexo 1.10).
tra
n
Ha
n.
ió
ganglios basales. Se han definido distintas enfermedades con rasgos histológicos, en función
ac
de la presencia de determinadas inclusiones proteicas (tau, progranulina,TDP-43).6,52
iz
En el examen anatomopatológico macroscópico se observa atrofia de los lóbulos
al
tu
frontales y/o temporales, que suele ser asimétrica. La mayoría de los casos de DLFT se
ac
caracterizan por la presencia de determinadas inclusiones intracelulares y la nosología
su
actual clasifica los casos de DLFT en subtipos neuropatológicos basados en los hallazgos
e
histoquímicos y moleculares más característicos.6,53,52 Un 85-90% de los casos presenta de-
nt
pósitos de proteína tau o de proteína TDP-43. El resto presenta habitualmente depósitos
ie
nd
de proteína FUS (fused in sarcoma), si bien existe un pequeño porcentaje de casos en los
pe
que no es posible identificar depósitos proteicos característicos según los conocimientos
á
actuales. Cualquiera de las distintas entidades neuropatológicas puede manifestarse con
t
es
cualquiera de los síndromes clínicos descritos y viceversa. La única salvedad que puede
y
hacerse es que cuando se asocia enfermedad de motoneurona puede anticiparse que el
ica
correlato neuropatológico no será una taupatía.
ín
Cl
ica
4.11. ¿Qué otras enfermedades neurodegenerativas
t
ác
Pr
cursan con demencia?
de
pansión variable de tripletes CAG. Las células más afectadas son las neuronas espinosas
n
ció
del estriado. Cursa con alteraciones motoras (corea, distonía, temblor, rigidez), cogniti-
ica
suelen aparecer en fases avanzadas, aunque pueden presentarse ya en fases iniciales, espe-
la
cialmente en las formas juveniles (variante Westphal). Los déficits más importantes son de
e
Creutzfeldt-Jakob (ECJ). Son poco prevalentes, y cursan con una combinación variable
de
n.
ió
sitos de proteína tau (isoformas 4R) en neuronas y glía en determinadas zonas de los ganglios
ac
basales y el tronco cerebral. Por sus características neuropatológicas la parálisis supranuclear
iz
progresiva se incluye dentro de las degeneraciones lobulares frontotemporales.56
al
tu
ac
Degeneración corticobasal: enfermedad neurodegenerativa caracterizada por un síndrome
su
de apraxia asimétrica y de disfunción frontoparietal, sensación del miembro extraño, pér-
e
dida de sensibilidad cortical, mioclonias, distonía focal y signos de parálisis supranuclear
nt
progresiva. Con frecuencia se asocia a afasia progresiva o apraxia del habla. Es una enferme-
ie
nd
dad infrecuente. La patología típica consiste en pérdida neuronal en corteza frontoparietal
pe
y sustancia negra con placas astrocíticas, células abalonadas acromáticas e inclusiones de
á
proteína tau (isoformas 4R) en neuronas y glía. Por sus características neuropatológicas la
t
es
degeneración corticobasal se incluye dentro de las degeneraciones lobulares frontotempo-
y
rales. En ausencia de confirmación histológica se denomina “síndrome corticobasal”, pues
ica
el mismo síndrome clínico puede ser producido por otro sustrato patológico; asimismo, la
ín
patología de DCB puede dar lugar a otros síndromes clínicos. El término “degeneración
Cl
corticobasal” se reserva para los casos con confirmación histológica.52
ica
t
ác
Otras enfermedades degenerativas infrecuentes: demencia con gránulos argirófilos, de-
Pr
generaciones espinocerebelosas, leucodistrofias, enfermedad de Hallervorden-Spatz, en-
de
suele predominar sobre el resto. Una de las más frecuentes es la combinación de DV y EA.
Es habitual que coexistan ambos tipos de lesión, que interaccionen entre ellas. En cada
de
caso, han de ser los datos clínicos y los hallazgos de neuroimagen los que dictarán cuál de
n
ció
ambas patologías lleva el peso del cuadro clínico del enfermo. En este sentido sería de-
ica
seable utilizar términos como “enfermedad de Alzheimer con patología cerebro vascular”
bl
patología vascular, granos argirófilos, sinucleinopatía), que representó el 53% de los casos
e
en una revisión del consorcio BrainNet de 3.303 cerebros de pacientes con demencia pro-
sd
Las DV son demencias secundarias a una o varias lesiones vasculares cerebrales, de cual-
de
ajusta al patrón clásico de demencia de inicio agudo y evolución escalonada con em-
cu
n.
ió
fartos en tálamo paramediano, giro angular, rodilla de la cápsula interna, caudado
ac
bilateral o territorio profundo de la arteria cerebral anterior.
iz
• Demencia vascular subcortical: acumulación de infartos lacunares o lesiones vascu-
al
tu
lares de la sustancia blanca periventricular y profunda por enfermedad de los vasos
ac
pequeños, habitualmente hipertensiva (arteriolosclerosis); también puede ser diabé-
su
tica, por angiopatía amiloide, angiopatías hereditarias como la arteriopatía cerebral
e
autosómica dominante con infartos subcorticales y leucoencefalopatía (CADASIL),
nt
estados de hipercoagulabilidad o hipoxia. El curso suele ser progresivo con deterioro
ie
nd
mental de tipo frontosubcortical, signos focales, lentitud, alteración de la marcha e
pe
incontinencia. El término “demencia vascular subcortical” elimina la utilización del
á
antiguo diagnóstico de enfermedad de Binswanger.
t
es
• Demencia postictus: cualquier tipo de demencia que se desarrolla después de un ictus.
y
• Demencia mixta: el hallazgo anatomopatológico más frecuente en los estudios pobla-
ica
cionales de demencia es la combinación de distintas alteraciones (amiloidopatía, si-
ín
nucleinopatía, taupatía y enfermedad vascular). El término demencia mixta se aplica
Cl
habitualmente a la combinación de EA y enfermedad vascular.
ica
• Demencia por lesiones hemorrágicas.
t
ác
Pr
Existen diversos criterios diagnósticos, que se basan en la presencia de demencia, sig-
de
nos focales y evidencia de enfermedad vascular cerebral. Todos ellos tienen alta especi-
ficidad pero una sensibilidad muy baja. Los criterios más usados, de NINDS/AIREN58
a
uí
(Anexo 1.11), permiten el diagnóstico de DV posible cuando hay signos focales en au-
G
sencia de neuroimagen o cuando hay enfermedad vascular cerebral relevante sin rela-
ta
es
ción temporal clara entre demencia e ictus. La escala de isquemia de Hachinski ayuda a
distinguir entre DV y EA59 (Anexo 1.12). Sirve para identificar y graduar la enfermedad
de
vascular en general y tiene una alta sensibilidad y baja especificidad. Tanto los pacien-
n
ció
tes con EA con enfermedad cerebrovascular como aquellos con demencia multiinfarto
ica
secundaria?
m
do
Las demencias secundarias son aquellas causadas por un trastorno neurológico no dege-
rri
nerativo o que no tiene su origen en el sistema nervioso. Pueden ser de causa vascular,
cu
n.
ió
alteraciones endocrinológicas (hipotiroidismo, hipercalcemia, hipoglucemia), alteraciones
ac
nutricionales (deficiencia de vitamina B12, tiamina o niacina), infecciones (VIH, neurolúes,
iz
Cryptococcus), insuficiencia hepática y/o renal, enfermedades neurológicas (esclerosis múlti-
al
tu
ple), efectos adversos farmacológicos (benzodiazepinas, betabloqueantes, anticolinérgicos),
ac
enfermedades autoinmunes sistémicas (lupus eritematoso sistémico, encefalopatía de Has-
su
himoto, neurosarcoidosis), toxinas ambientales (metales pesados, hidrocarburos orgánicos),
e
así como los efectos de largas exposiciones a tóxicos como el caso del alcohol.42,6,60,35
nt
En general son poco frecuentes, pero como no suelen cursar con demencia aislada se diag-
ie
nd
nostican por el contexto clínico. La historia clínica y la realización de determinadas pruebas
pe
complementarias (neuroimagen, analítica) nos ayudan a distinguir las demencias degenerativas
á
primarias de las demencias secundarias, cuya etiología en algunos casos podría ser potencial-
t
es
mente tratable. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las causas potencialmente reversibles
y
son infrecuentes y que no hay evidencia a partir de ensayos clínicos de que su tratamiento pueda
ica
revertir la demencia.25 Además, la presencia de un proceso capaz de causar demencia no impli-
ín
ca que sea el causante. En los criterios NINCDS-ADRDA de EA se puede realizar el diagnós-
Cl
tico de EA posible cuando hay otro trastorno cerebral u otro proceso sistémico suficiente para
ica
causar una demencia, pero no se considera que sea la causa real de ésta (Anexo 1.6).
t
ác
Pr
do previo pero que no es lo suficientemente intenso como para ser considerado demencia.42
ta
es
El DCL es un intento de identificar la EA en sus fases más precoces.61,62 Para ello dio
especial relevancia al déficit de memoria. Sus criterios para la definición de DCL incluían
de
que el paciente expresara quejas de memoria, que tuviera rendimientos bajos en los tests de
n
ció
memoria (se generalizó como referencia el punto de una desviación estándar y media por
ica
debajo de lo esperado respecto a una población con la misma edad y nivel educativo), que
bl
tuviera una función cognitiva global normal, hiciera una vida autónoma sin repercusión del
pu
El desarrollo y el uso clínico del concepto de DCL exigió su clasificación para incluir
e
funciones cognitivas.63
de
os
Para el European Alzheimer’s Disease Consortium64, los criterios diagnósticos de DCL serían:
añ
5
n.
ió
significativa de la autonomía funcional para hablar de demencia, y no hay ningún
ac
criterio objetivo para definirla.
iz
al
tu
Estos criterios podrían ser modificados, especialmente en lo que respecta al primero, debi-
ac
do a que se puede definir un DCL no-amnésico, es decir, sin alteración de la memoria.63
su
El grupo de estudio de Neurología de la Conducta y Demencias de la SEN defiende
e
un concepto amplio de DCL que incluya la alteración en cualquier área cognitiva, de cual-
nt
quier etiología, pero define a su vez el DCL que sería achacable a una EA cuando concu-
ie
nd
rren determinados rasgos clínicos y marcadores diagnósticos. Los criterios propuestos por
pe
la SEN se detallan en el Anexo 1.1.36,65
á
Es clave el diagnóstico lo más temprano posible de un DCL, por la alta probabilidad
t
es
de que se retrae de la primera manifestación de una enfermedad degenerativa y entraña
y
por tanto un alto riesgo de progresión a una demencia.
ica
Los criterios diagnósticos del DCL son eminentemente clínicos, y quizás no están lo
ín
suficientemente operacionalizados, pero son útiles para que el clínico dirija su atención a
Cl
la identificación de una situación clínica que puede empeorar.
ica
Algunos estudios anatomopatológicos han mostrado que más de la mitad de los pa-
t
ác
cientes con DCL tienen en sus cerebros las placas seniles y ovillos neurofibrilares caracte-
Pr
rísticos de la EA. Estudios in vivo con radiofármacos marcadores de amiloide (PET-PIB)
de
DCL amnésico tienen patrones de PET-PIB y LCR muy similares a los de la EA.
G
ta
es
o de múltiples dominios.25 Petersen et al.63 abogan por una clasificación en cuatro grupos:
bl
amnésicos con una única alteración cognitiva, amnésicos con múltiples alteraciones cog-
pu
nitivas, no-amnésicos con una única alteración cognitiva y no-amnésicos con múltiples
la
alteraciones cognitivas.
e
sd
El DCL no tiene, dada la ausencia de una definición unánime, una epidemiología precisa.
añ
datos de un estudio poblacional transversal a gran escala en el Reino Unido, entre el 2,5
ás
y el 41%.66
m
según una RS reciente de estudios sobre incidencia de DCL,68 y la del DCL no-amnésico
cu
entre 28 y 36,3 por 1.000 personas-año. Estos hallazgos indican la necesidad de que existan
ns
ió
aciz
La utilidad principal del diagnóstico del DCL es identificar población con mayor riesgo
al
tu
de padecer enfermedad de Alzheimer en fase de predemencia (EA prodrómica). Este
ac
grupo de población se convertirá a demencia en el 10 a 15% anual.37
su
En la conferencia de consenso canadiense de 200669 ofrecen un listado Estudio
e
nt
de posibles marcadores que están en estudio, que han mostrado dife- observacional,
ie
rencias a nivel grupal entre los pacientes con DCL que han progresado 2+/2–
nd
a demencia y los que no. Algunas variables sugestivas de mayor riesgo Opinión
pe
son: edad, número de áreas neuropsicológicas alteradas, déficit en la de expertos,
á
t
codificación y el almacenamiento de la memoria, alteración incipiente 4
es
de las actividades de la vida diaria, atrofia hipocámpica en la resonan-
y
ica
cia magnética, hipometabolismo cortical en la PET o hipoperfusión
focal en la SPECT, depósito de marcadores de amiloide en SPECT,
ín
Cl
disminución de la proteína Ab-42 y/o elevación de la proteína tau en
ica
el líquido cefalorraquídeo o la presencia del alelo APOE 4.6,70
t
ác
La PET con PIB ha demostrado buena fiabilidad como marcador de
Pr
cia de que los pacientes con DCL y PIB positivos progresan a enfer-
a
hacen.71,72,73,74
ta
es
tes (hasta un 100% según el estudio ADNI) con DCL que desarrollan
bl
de EA en sus LCR.75,77,78,79,80
la
e
sd
Resumen de evidencia
de
s
de Ab-42 o elevación de tau en LCR, presencia del alelo APOE 4) se asocian
do
n.
Se pueden usar diversos marcadores biológicos y de neuroimagen para ayudar
ió
ac
C a predecir la progresión del DCL a demencia en un contexto de investigación,
iz
pero no se puede recomendar aún para su uso en la práctica clínica habitual.
al
tu
ac
su
4.18. ¿Existe un tratamiento que modifique el curso
e
nt
evolutivo del DCL?
ie
nd
pe
Se han realizado ECA con inhibidores de la acetilcolinesterasa (IACE) ECA,
á
[donepezilo, rivastigmina y galantamina], AINE (rofecoxib), terapia 1++/1+/1–
t
es
sustitutiva con estrógenos, ginkgo biloba y vitamina E, que no han Estudio
y
mostrado beneficio sintomático ni reducción del riesgo de progresión observacional,
ica
a demencia en pacientes con DCL.69,81 2+/2–
ín
Cl
En ocasiones, el DCL es una manifestación clínica de un proceso
ica
potencialmente reversible. Los resultados de ECA y estudios de co-
t
ác
hortes, de calidad variable, sobre el efecto de las actividades de esti-
Pr
mulación cognitiva o los programas de entrenamiento físico no han
de
Resumen de evidencia
ta
es
El tratamiento con IACE y con otros fármacos como AINE, estrógenos, ginkgo
de
1++/
biloba o vitamina E no ha demostrado beneficio sintomático ni modificación del
1+
n
2+/2–
dios de calidad variable y con limitaciones metodológicas.69
la
e
sd
Recomendaciones
de
s
A
añ
a demencia.
m
do
17_Alzheimer BO.indd 86
cu
rri
do
m
ás
de
5
añ
os
de
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bl
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ció
n
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G
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a
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Pr
ác
tica
Cl
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ica
y
es
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pe
nd
ie
nt
e
su
ac
tu
al
iz ac
ió
n.
27/09/13 13:01
5. Fisiopatología y factores de riesgo
n.
de las demencias
ió
aciz
al
tu
Preguntas para responder:
ac
su
5.1. ¿Cuáles son los mecanismos fisiopatológicos de las demencias degenerativas?
5.2. ¿Cuáles son los mecanismos fisiopatológicos de las demencias vasculares?
e
nt
5.3. ¿Cuáles son los factores de riesgo de las demencias?
ie
nd
pe
5.1. ¿Cuáles son los mecanismos fisiopatológicos
á
t
es
de las demencias degenerativas?
y
ica
El término neurodegeneración se aplica para designar un fenómeno progresivo e inexora-
ín
ble de pérdida de actividad, de tropismo y de funciones del tejido nervioso cuya causa no
Cl
es debida a un agente externo conocido ni a un accidente agudo de daño cerebral. De este
ica
modo, el término neurodegeneración excluye el daño cerebral debido a accidentes vascu-
t
ác
lares, traumatismos, enfermedades infecciosas, enfermedades inflamatorias, procesos neo-
Pr
formativos y enfermedades malformativas congénitas. Algunas dolencias conocidas anti-
de
de lípidos y carbohidratos.
ta
es
granos argirófilos, mientras que la mayor vulnerabilidad de los lóbulos frontales y tempo-
pu
dientemente del defecto molecular de cada una de ellas. Otros ejemplos característicos son
e
inferior en la esclerosis lateral amiotrófica. Esta relación entre la clínica y el daño neuropa-
añ
tológico, junto al nombre del autor que descubrió la enfermedad, ha servido durante muchos
5
genes diferentes pueden dar lugar a lo que hoy se conoce como una misma enfermedad.
cu
Así, la EA familiar de inicio precoz se asocia a mutaciones de APP, PS1 y PS2, mientras
ns
n.
ió
herencia autosómica dominante o recesiva, y la aparición de nuevos casos se debe a la apa-
ac
rición de una nueva mutación. Así sucede en la EH, en las ataxias espinocerebelosas con
iz
herencia autosómica dominante y en la atrofia dentatorubropalidoluysiana, o en la ataxia
al
tu
de Friedreich, respectivamente. Una situación excepcional la constituyen las enfermeda-
ac
des priónicas en las que existen formas esporádicas, familiares y transmisibles. También
su
en el caso de las enfermedades priónicas sucede un hecho curioso: la enfermedad parece
e
distinta dependiendo de la mutación en PRNP. De este modo se conocen cuadros de ECJ
nt
familiar o de insomnio familiar letal asociados a la mutación D178N en PRNP, los prime-
ie
nd
ros con metionina en el codón 129 del alelo mutado y los segundos con valina en el mismo
pe
codón. Enfermedades diferentes surgen de la mutación de PRNP en otras localizaciones
á
que dan lugar a la enfermedad de Gerstmann-Straüssler-Scheinker y a otras enfermedades
t
es
priónicas hereditarias con cuadros clínicos de degeneración multisistémica.
y
Los estudios genéticos han permitido conocer agentes causales de las distintas enfer-
ica
medades, pero han producido cierto desconcierto de categorización al resultar que una apa-
ín
rente misma enfermedad está causada por mutaciones en distintos genes. En este sentido,
Cl
no cabe duda de que la enfermedad de Huntington es una huntingtinopatía ya que la causa
ica
de la enfermedad es un aumento del número de tripletes CAG en el gen de la huntingtina
t
ác
en el cromosoma 4p16.3, o que la enfermedad de Friedreich es una frataxinopatía resultante
Pr
de una mutación en el gen de la proteína mitocondrial frataxina en el cromosoma 9q13-21.1
de
y que conlleva una expresión muy reducida de proteína. Sin embargo, la EP, desde un punto
de vista genético, puede ser una -sinucleinopatía, una parkinopatía, una PINK1patía o una
a
uí
agregados de proteínas anormales. Este hecho ha dado lugar a una clasificación de las enfer-
medades neurodegenerativas dependiendo de la proteína anormal predominante acumula-
de
da en el cerebro. Se conocen las taupatías en las que hay acumulación de tau hiperfosforilada
n
ció
en las neuronas y, en ocasiones, en las células gliales; las -sinucleinopatías en las que hay de-
ica
una proteína aberrante con plegamiento en laminas beta, o las amiloidopatías (amiloidosis)
la
en las que hay acumulación de amiloide y entre las cuales se encuentran b-amiloidopatías,
e
frontotemporales ligadas a mutaciones del gen de la tau (MAPT), entre otras. En las
5
En una pequeña proporción de casos, los datos moleculares coinciden con defectos
do
genéticos específicos y las nomenclaturas genéticas y de alteración proteica son coinciden-
rri
tes. Por ejemplo, las degeneraciones frontotemporales ligadas a mutaciones de MAPT son
cu
taupatías desde un punto de vista genético y molecular, pero no todas las taupatías son
ns
n.
ió
sencia y acumulación de proteínas anormales. Esta agregación es debida a la producción
ac
de proteína anormal, ya sea por causas genéticas (mutaciones) o por cambios postraduc-
iz
cionales de la proteína como fosforilación, daño oxidativo o modificaciones de estructu-
al
tu
ra; pero también a la pérdida de capacidad celular para destruir las proteínas anormales
ac
por las vías de autofagia o del sistema ubiquitina-proteasoma. Las proteínas alteradas
su
se acumulan en el interior de las neuronas y células gliales y dan lugar a inclusiones ca-
e
racterísticas: degeneración neurofibrilar en la EA y taupatías, cuerpos de Lewy en la EP
nt
y DLB, inclusiones intranucleares y citoplásmicas en enfermedades por tripletes CAG
ie
nd
expandidos, inclusiones inmunorreactivas para TDP-43 en la esclerosis lateral amiotró-
pe
fica y en la mayoría de las degeneraciones frontotemporales no-tau. Tales inclusiones se
á
interpretan actualmente como estructuras residuales de la enfermedad, no como agentes
t
es
causales de la degeneración. También hay depósito de proteínas en el espacio extracelular,
y
como ocurre con los depósitos de amiloide en la EA y otras amiloidosis cerebrales, y con
ica
los depósitos de PrP resistente a proteinasa en las enfermedades priónicas.
ín
Otros cambios comunes a la mayoría de las enfermedades neurodegenerativas son
Cl
las alteraciones mitocondriales, el daño oxidativo a ADN, ARN, a lípidos y a proteínas, la
ica
alteración secundaria de vías energéticas y la modificación de la composición lipídica de
t
ác
las membranas celulares. Todo ello lleva a una reducción de producción energética y a un
Pr
exceso de demanda que implica una fatiga energética neuronal.
de
La DV es una entidad muy heterogénea y la demencia puede ocurrir por múltiples meca-
añ
nismos (pregunta 4.13). Además, es frecuente la demencia mixta, término que se aplica
5
n.
ió
patía amilodie y en casos más raros estar relacionada con estados de hipercoagulabilidad. La
ac
etiopatogenia de los cambios de la sustancia blanca no está del todo bien aclarada. No todos
iz
los cambios de la sustancia blanca tienen efecto clínico en forma de deterioro cognitivo. Las
al
tu
lesiones puntiformes o las lesiones parcheadas no confluentes con escasa extensión son a
ac
menudo asintomáticas. Las lesiones que se asocian a deterioro cognitivo, demencia subcor-
su
tical y trastornos motores son las lesiones periventriculares que se extienden a la sustancia
e
blanca profunda, las lesiones parcheadas confluentes extensas y las lesiones difusas. En estos
nt
casos hay clara asociación con cambios arterioloscleróticos en los vasos de la sustancia blan-
ie
nd
ca y se ha demostrado el mecanismo isquémico. Las lesiones puntiformes son el reflejo de la
pe
dilatación de los espacios perivasculares de Virchow-Robin y pueden asociarse con atrofia
á
global. Las lesiones parcheadas pueden tener como correlato anatomopatológico la espon-
t
es
giosis perivascular y la extravasación de proteínas plasmáticas al parénquima cerebral. En
y
cualquier caso estos mecanismos tendrían también relación con patología de la pared de los
ica
vasos pequeños profundos. Se ha postulado también el papel de la estasis venosa por cola-
ín
genosis venular en la etiopatogenia de la leuco-araiosis. La patología de los vasos pequeños
Cl
cerebrales puede dar lugar también a microinfartos corticales. Este hallazgo patológico, que
ica
no es detectable con las técnicas habituales de neuroimagen, es frecuente en pacientes con
t
ác
DV y también en pacientes con EA y angiopatía amilodie asociada.
Pr
Los mecanismos etiopatogénicos de la DV por infarto estratégico corresponden a los
de
cardioembólico o lacunar. Habría una forma aguda en relación con episodios de anoxia
ta
es
cerebral global intensa (por parada cardiorrespiratoria, por ejemplo) y otra forma más
“crónica” secundaria a la repetición de episodios de hipoperfusión-hipoxia de menor en-
de
máticas desde el punto de vista cognitivo que sean reversibles más allá de los estados con-
bl
debida a mecanismos hipóxicos en algunos casos, pero no está aclarado de forma definitiva
os
ha de sospecharse una angiopatía amiloide. Está cada vez más establecida la importancia
ás
aplican secuencias de eco de gradiente. Las secundarias a angiopatía amiloide suelen ser
do
n.
ió
la presencia de un infarto cerebral modifica y precipita la expresión de una EA latente. La
ac
interacción entre enfermedad vascular y EA a la hora de producir deterioro cognitivo y de-
iz
mencia puede ser de naturaleza diversa. Podría tratarse de una simple acumulación de daño
al
tu
cerebral por coincidencia de ambas patologías pero no puede descartarse una interacción
ac
etiiopatogénica específica. La EA puede ser causa de patología vascular isquémica y hemo-
su
rrágica por la acumulación de b-amiloide en la pared vascular y viceversa, la patología de
e
la pared vascular podría ser un factor favorecedor del acúmulo de b-amiloide si estuvieran
nt
alterados los mecanismos de su eliminación a través de la barrera hematoencefálica.82
ie
nd
pe
5.3. ¿Cuáles son los factores de riesgo de las demencias?
á
t
es
Los factores de riesgo de las demencias se pueden dividir en no modificables y potencial-
y
mente modificables. También existen factores protectores. Sin embargo, hay que tener en
ica
cuenta que no existen ECA prospectivos con seguimiento prolongado que demuestren
ín
que la modificación de ciertos factores de riesgo pueda reducir la incidencia de demencia.
Cl
También es importante recordar que el hallazgo de una asociación epidemiológica entre
ica
una variable clínica o sociodemográfica y un riesgo mayor o menor de demencia no impli-
t
ác
ca una relación causal, y que en ausencia de ECA bien diseñados no podemos afirmar que
Pr
una actuación sobre dicha variable modifique el riesgo de demencia.
de
a
Edad
ta
es
La edad puede ser un factor de riesgo por sí sola o reflejar el efecto Estudio
de
del tiempo durante el que influyen otros factores. La edad es el mayor poblacional
n
factor de riesgo para EA, DV y DLB, pero otras demencias menos fre- y de casos
ció
cuentes (DLFT, ECJ, EH) son más comunes en la edad media de la y controles,
ica
5 años aproximadamente.
pu
la
65-70 años (sobre los cinco casos por 1.000 personas-año), y a partir
sd
Sexo femenino
5
de
Varios estudios relacionan el sexo femenino con mayor riesgo de padecer Estudio
ás
también en los de mayor edad.84 Sin embargo, estas diferencias podrían 2++
cu
n.
Los familiares de primer grado de pacientes con EA tienen entre un Estudio
ió
ac
10 y un 30% más probabilidades de desarrollar la enfermedad.85 Es poblacional
iz
posible que cuando la demencia en los familiares afectados se inicia y de casos
al
después de los 75-80 años esta historia familiar no entrañe un riesgo y controles,
tu
ac
aumentado. 2++
su
e
Factores genéticos relacionados con EA
nt
ie
La enfermedad de Alzheimer de origen genético representa sólo el Estudio
nd
0,5-1% de los casos (Apartado 7). Sólo un 10% de casos de EA de poblacional
pe
inicio presenil (, 60 años) se debe a mutaciones poco frecuentes y de casos
á
t
es
de alta penetrancia (autosómicas dominantes).86 Las más frecuentes son y controles,
las de PSEN1 (30-70%), seguido de APP (10-15%) y PSEN2 (, 5%) 2++
y
ica
(www.genetests.org). El resto no tienen mutación identificada hasta el
ín
momento.
Cl
ica
No se ha identificado hasta ahora ninguna mutación simple causal para
t
la EA de inicio tardío. Se cree que la mayoría de los casos son complejos
ác
e influidos por una mezcla de factores de riesgo genéticos y adquiridos.87
Pr
bres, y entre los 55 y 65 años de edad, y es más débil en edades ma- poblacional
es
APOE 4 (8x) que en portadores de una sola copia (3x), mientras que y controles,
tener un alelo 2 se ha asociado a menor riesgo de EA y edad de ini- 2++
n
ció
de los estudios.90
la
e
racción con otros factores y otros genes, por lo que no tienen actual- y de casos
os
2++
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
La mayoría de los estudios que relacionan factores de riesgo no genéticos con EA o demen-
ac
cia suelen ser estudios de cohortes, pero no hay ECA que permitan establecer recomenda-
iz
ciones sólidas.
al
tu
ac
Factores de riesgo vascular
su
Haber sufrido un accidente vascular cerebral (AVC) previamente a la RS de estudio
e
nt
demencia es un criterio diagnóstico de DV. Sin embargo, un AVC tam- observacional,
ie
bién aumenta el riesgo de padecer EA (RR ~1,8) y demencia en gene- 2+/2–
nd
ral. Asimismo, la presencia de infartos silentes en pruebas de imagen se
pe
ha asociado a mayor riesgo de DV y de demencia de cualquier causa.92
tá
es
En una RS que incluyó estudios poblacionales longitudinales que valo- RS de estudio
y
raban la incidencia de demencia en relación a diabetes mellitus (DM) observacional,
ica
(n = 14), hipertensión arterial (HTA) (n = 13), dislipemia (n = 8) y 2+/2–
ín
obesidad (n = 9), los cuatro factores se asociaron a mayor riesgo de
Cl
demencia; los más consistentes son DM y obesidad. La magnitud del
ica
efecto fue similar (OR alrededor de 1,5 para “cualquier demencia”).
t
ác
El riesgo de demencia fue mayor en los estudios que valoraron HTA,
Pr
obesidad y dislipemia en la edad media de la vida más que en edad
de
edad avanzada.93
uí
G
ta
es
HTA
de
tanto una TA sistólica elevada (. 180 mmHg) como una TA sistólica 2+/2–
ica
los datos son inconsistentes, de forma que algunos estudios han halla-
ás
o demencia.94,95
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Estudios longitudinales han mostrado que la elevación del colesterol RS y MA
ió
ac
total en la edad media de la vida se asocia a mayor riesgo de demencia de estudio
iz
y de EA. Sin embargo, una RS de 18 estudios prospectivos con segui- observacional,
al
miento entre 3 y 29 años no encontró asociación entre colesterol total 2+/2–
tu
ac
y EA o demencia en general en la última etapa de la vida.96
su
Un MA de dos estudios no encontró asociación significativa entre co-
e
nt
lesterol total (en la edad media y en edad avanzada) y DV.96
ie
nd
Estos resultados sugieren que el colesterol elevado es un factor de riesgo en la edad media
pe
de la vida pero no en edades avanzadas, y que los factores de riesgo cardiovascular pueden
á
ser diferentes para EA y DV.
t
es
y
ica
Diabetes mellitus
ín
Cl
En varias RS la incidencia de demencia, EA y DV era superior en RS de estudio
ica
individuos con DM que sin DM en la mayoría pero no en todos los observacional,
t
estudios.93,97,98,99 ác 2–
Pr
Un estudio prospectivo en enfermeros halló que la duración de la DM Estudio
de
APOE 4 tenían un riesgo de EA mayor (RR 4,99) que los que no te- observacional,
ció
nían ninguno de los dos factores de riesgo y mayor que los que tenían 2–
ica
sólo DM (RR 1,62) o sólo APOE 4 (RR 2,50) por separado. El riesgo
bl
riesgo. Este estudio sugiere que la presencia del alelo APOE 4 modi-
e
sd
Hiperhomocisteinemia
añ
5
n.
Un MA de dos estudios longitudinales que relacionaban hemoglobina MA de estudio
ió
ac
baja y demencia mostró resultados significativos (HR 1,94). Un estudio observacional,
iz
retrospectivo de casos y controles presentó resultados similares pero 2–
al
sólo significativos en mujeres, y un estudio en mujeres obtuvo datos
tu
ac
no significativos. Existe poca literatura al respecto y la metodología es
variable, por lo que no se pueden emitir conclusiones.101
su
e
nt
ie
Otros factores biológicos:
nd
pe
Hipertiroidismo
tá
es
Un estudio relacionó niveles bajos de TSH con mayor riesgo de pa- Estudio
decer EA.92 observacional,
y
ica
2–
ín
Cl
Niveles de hormonas sexuales en sangre
tica
Existen pocos estudios. Datos del estudio Rotterdam, un estudio pobla-
ác Estudio
cional de seguimiento de enfermedades crónicas incluida la demencia, observacional,
Pr
relacionan los niveles elevados de estradiol total con un incremento del 2–/2+
de
Depresión
de
n
Estilos de vida:
os
añ
Tabaquismo
5
de
Aunque los estudios iniciales de casos y controles sugerían que fumar Estudio de
ás
fumadores.92 de cohortes,
rri
2++/2+
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
go de EA.87 2++/2+
aciz
En un MA de 19 estudios prospectivos, los fumadores tenían mayor MA de estudio
al
riesgo de demencia que los no fumadores (RR 1,79 de EA, 1,78 de observacional,
tu
ac
DV, 1,27 de demencia) y que los ex fumadores (RR 1,7 de EA, pero 2++/2+
no diferencia para DV y demencia en general). 103
su
e
Otro MA más reciente halló un mayor riesgo de EA en fumadores MA de estudio
nt
ie
actuales (OR 1,59), riesgo no significativo de DV o demencia no es- observacional,
nd
pecificada y no había una relación clara en ex fumadores.104 Este MA 2++/2+
pe
concluye que ser fumador aumenta el riesgo de EA, y quizás de otras
á
demencias, aunque debe tenerse en cuenta que en los MA se han com-
t
es
binado estudios muy dispares.
y
ica
ín
Dieta alta en grasa y pobre en omega-3
Cl
ica
Estudios biológicos y epidemiológicos sugieren que la ingesta redu- Estudio
t
cida de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 se asocia a un mayor
ác observacional,
riesgo de demencia por cualquier causa (RR 2,4). Asimismo, en otro 2+/2–
Pr
ECA de baja calidad, los datos disponibles no son suficientes para observacional
pu
2+/2–/1–
e
sd
de
Actividad física
os
añ
tanto para demencia por cualquier causa como por EA (RR 0,5-0,6).92
ns
tra
n
Ha
n.
ió
2+/2–
aciz
al
tu
Actividad intelectual
ac
La realización de actividad intelectual de forma periódica también se Estudio
su
ha asociado a una disminución del riesgo de padecer demencia en es- observacional,
e
nt
tudios longitudinales, especialmente en sujetos que desarrollan tareas 2+/2–
ie
nuevas o con las que no están familiarizados. También parece existir
nd
relación con el tipo de trabajo: los trabajos más desafiantes y comple-
pe
jos tendrían un efecto protector.21
tá
es
y
Consumo de alcohol
ica
ín
El consumo moderado de vino (250-500 mL/d) se ha asociado a un menor Estudio
Cl
riesgo de demencia (RR 0,56) y de EA (RR 0,53) comparado con el observacional,
ica
consumo mayor o menor.92 Un estudio en monjas también mostró que 2+
t
el consumo de , 15g/d reduce el riesgo de demencia pero el consumo de
ác
15-30g/d no produce beneficio. Otro estudio99 mostró que el consumo
Pr
0,89), pero los estudios son muy heterogéneos en cuanto a duración del
ció
Consumo de café
e
sd
Peso corporal
m
do
mayor índice de masa corporal (IMC) se asociaba a una mayor atrofia observacional,
cu
n.
ió
para la obesidad y también para el infrapeso. En el caso de la obesi- 2++
ac
dad el OR conjunto fue de 1,8 para EA y de 1,73 (no significativo)
iz
al
para DV,108 y fue mayor en estudios de seguimiento más largo y edad
tu
basal menor.
ac
En otra RS que se centra en el riesgo de demencia por cualquier causa RS de estudio
su
y el IMC, se seleccionaron ocho estudios, de los cuales cuatro halla- observacional,
e
nt
ron diferencias significativas y otros cuatro no, sobre todo analizando 2+/2–
ie
sobrepeso y obesidad. Los artículos que publicaron diferencias esta-
nd
dísticamente significativas tenían mayor tamaño de muestra, por lo
pe
que los autores sugieren que la no significación se podría deber a una
á
t
falta de potencia estadística, o bien a que la asociación es compleja
es
debido a diversos factores de riesgo cardiovascular que podrían ac-
y
ica
tuar como factor de confusión en la relación entre IMC y demencia.
Por ello concluyen que son necesarios más estudios para determinar
ín
Cl
esta relación.109
ica
t
Traumatismo craneoencefálico ác
Pr
dicha asociación.92
es
de
n
Factores sociodemográficos:
ció
ica
Nivel de escolarización
bl
n.
Existen pocos estudios. Las personas divorciadas o las que nunca se Estudio
ió
ac
han casado podrían tener mayor riesgo de padecer demencia. En el observacional,
iz
proyecto Kungsholmen se conformó un índice con diferentes compo- 2–
al
nentes sociales (estado marital, amistades, haber sido padre o madre,
tu
ac
convivencia) y se observó un gradiente decreciente de riesgo de pade-
cer demencia a medida que el índice era mayor.21
su
e
nt
Nivel socioeconómico
ie
nd
Estudios epidemiológicos comunitarios, de metodología variable, su- Estudio
pe
gieren una asociación entre nivel socioeconómico bajo y mayor inci- observacional,
tá
es
dencia de demencia, pero los datos no son consistentes en todos los 2–
estudios, la asociación puede depender de otras variables como edad,
y
ica
sexo o nivel educativo, y los resultados son difíciles de interpretar. La
ín
evidencia existente no es suficiente para apoyar la relación entre nivel
Cl
socioeconómico y desarrollo de demencia.21
tica
Exposición a toxinas ác
Pr
de cohortes en Canadá.92
ta
es
mente han estado expuestos (RR 2,05). Los estudios son muy hetero- observacional,
o
añ
En otra revisión los autores consideran que la relación entre los cam- RS de estudio
de
n.
ió
Estatinas. Hipercolesterolemia.
aciz
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
al
tu
ac
Aunque una RS no encontró diferencias estadísticamente significati- RS de estudio
vas entre el consumo crónico de AINE y un menor riesgo de padecer observacional,
su
EA o demencia en general, una RS más amplia y reciente estima que 2++
e
nt
la exposición a AINE se asocia a una disminución del riesgo de de-
ie
mencia por cualquier causa en estudios prospectivos (RR 0,74) y no
nd
prospectivos (OR 0,51). El riesgo es similar en ibuprofeno, que redu-
pe
ce el péptido Ab-42, y el naproxeno, que no lo reduce.92
á
t
es
y
Benzodiazepinas
ica
ín
Los resultados de los estudios son inconsistentes. Algunos estudios Estudio
Cl
prospectivos estiman un incremento del riesgo de demencia, mientras observacional,
ica
que en otros hay una reducción.92 2–
t
ác
Pr
Vacunas
de
Datos del Canadian Study of Health and Aging mostraron que los su- Estudio
a
uí
jetos que habían sido vacunados en el pasado de difteria, tétanos, po- observacional,
G
vacunados.92
es
de
1++
os
tive Memory Study) mostró que la THS casi doblaba el riesgo de de- 1+
5
n.
ió
dría deberse a un sesgo por la mayor tendencia al uso de THS en mujeres con un estilo de
ac
vida más sano, o a que los resultados del WHIMS no sean generalizables a la población
iz
al
menor de 65 años, que fue excluida del estudio, mientras que en los estudios observacio-
tu
nales la THS empezó durante la menopausia y terminó antes de los 65 años. Podría existir
ac
una ventana perimenopáusica en que los estrógenos serían protectores, mientras que a
su
partir de los 65 años aumentarían el riesgo.117,118
e
nt
ie
nd
Resumen de evidencia
pe
Edad, sexo, antecedentes familiares de primer grado y alelo APOE 4
á
t
es
Los principales factores de riesgo de demencia no modificables son: edad (prin-
y
cipal factor de riesgo para EA, DV y DLB),25,21,24 sexo (la EA es algo más fre-
ica
cuente en mujeres y la DV en hombres),83,84 antecedentes familiares (10-30%
ín
2++
más riesgo de EA en familiares de primer grado de afectos)85 y alelo APOE
Cl
4 (mayor riesgo de EA),87,91,90,88,86 según estudios poblacionales y de casos y
ica
controles.
t
ác
Pr
Factores de riesgo vascular
de
Los factores de riesgo vascular influyen sobre el riesgo de demencia según es-
a
2+/2– tudios de cohortes. Esta relación es compleja y los resultados son difíciles de
uí
G
HTA
de
2+/2–
de cohortes longitudinales. En edades avanzadas, en cambio, se ha observado
ica
Hipercolesterolemia
la
cohortes.96
os
añ
Hiperhomocisteinemia
rri
cu
n.
La anemia101 y alteraciones de los niveles de TSH92 o de hormonas sexuales92 se
ió
2–
ac
han asociado a mayor riesgo de demencia en algunos estudios.
iz
al
Depresión
tu
ac
La depresión aumenta el riesgo de EA (OR alrededor de 2) y el intervalo entre
su
2++ el diagnóstico de depresión y el de EA se correlaciona con el riesgo de EA,
e
según un MA de estudios de cohortes y de casos y controles.
nt
ie
Tabaquismo
nd
pe
2++/ Ser fumador activo (no el ser ex fumador) se asocia a un riesgo de casi el doble
á
2+ de padecer EA según al menos dos MA de estudios prospectivos.103,104
t
es
Dieta alta en grasa y pobre en omega-3
y
ica
El consumo de ácidos grasos omega-3 (pescado, dieta mediterránea) podría redu-
ín
2+/ cir el riesgo de demencia según datos de estudios observacionales y biológicos.87,92
Cl
2–/1– Sin embargo, una RS que incluyó cuatro estudios de cohortes y un ECA de baja
ica
calidad no halló suficiente evidencia para extraer conclusiones.105
t
ác
Actividad física e intelectual
Pr
de
2+/2–
qué tipo y qué cantidad de actividad es necesaria ni el mecanismo por el que se
G
ta
Consumo de alcohol
de
n
estudios longitudinales.106
bl
pu
Consumo de café
la
El consumo de café se asocia a una reducción ligera pero significativa del riesgo
e
2+
sd
Peso corporal
os
añ
2++/ 1,8 para EA). Algunos estudios no hallaron diferencias significativas probable-
ás
2+/2– mente por menor tamaño de muestra y porque la asociación es compleja debi-
m
n.
El antecedente de traumatismo craneal grave se asoció a mayor riesgo de EA
ió
2–
ac
en algunos estudios pero no en otros.92
iz
al
Nivel de escolarización
tu
ac
Un nivel de escolarización bajo se asocia de forma consistente a un mayor ries-
2+
su
go de EA en diversos estudios.110,111,21,25,87,112
e
Redes sociales, estado civil
nt
ie
nd
Las personas casadas o con más relaciones sociales mostraron una menor inci-
2–
pe
dencia de demencia en un estudio longitudinal de una población sueca.21
á
Nivel socioeconómico
t
es
y
Se ha observado mayor incidencia de demencia en pacientes con bajo nivel so-
ica
2– cioeconómico en algunos estudios de cohortes. La asociación puede depender
ín
de otras variables y no hay suficiente evidencia para establecer una relación.21
Cl
ica
Exposición a toxinas
t
ác
Una RS halló un mayor riesgo de EA de forma consistente en pacientes con
2++
Pr
historia de exposición laboral a pesticidas.113
de
2–
ta
AINE
de
2++
ció
Benzodiazepinas
bl
pu
Vacunas
de
1++ un MA.116 Datos de estudios observacionales sugieren que podría existir una
cu
27/09/13 13:01
6. Prevención de las demencias
n.
ió
aciz
Pregunta para responder:
al
tu
6.1. ¿Se puede hacer prevención primaria de la demencia?
ac
su
6.1. ¿Se puede hacer prevención primaria
e
nt
de la demencia?
ie
nd
pe
Para hacer prevención primaria hay que conocer los factores de riesgo de demencia, el
á
grado en que éstos son modificables y debe haber evidencia de que modificar estos fac-
t
es
tores da lugar a una reducción en la incidencia.25 Siguiendo el mismo esquema que en el
y
apartado previo, en este capítulo se analiza la evidencia procedente de los estudios que
ica
evalúan si determinadas actuaciones preventivas sobre los posibles factores de riesgo pue-
ín
den modificar el riesgo de demencia.
Cl
ica
HTA
t
ác
No hay ECA prospectivos diseñados para valorar si el tratamiento antihipertensivo en
Pr
cia de eventos adversos que causaron el abandono de muchos pacientes y al hecho de que
m
algunos sujetos control recibieron fármacos antihipertensivos para recuperar los valores
do
preestablecidos, no fue posible utilizar los datos disponibles para evaluar la eficacia de los
rri
n.
No hay ECA a gran escala dirigidos a estudiar el efecto del tratamiento hipolipemiante
ió
ac
sobre la función cognitiva o el riesgo de demencia.94,99
iz
Un MA de estudios de cohortes y de casos y controles (2005) diseñado MA de estudio
al
tu
para evaluar el efecto de las estatinas sobre el desarrollo de demencia de cohortes
ac
y EA no mostró beneficio de estos fármacos.119 y de casos
su
y controles,
e
2++
nt
ie
En dos grandes ECA que valoraron el efecto de estatinas sobre el ECA,
nd
riesgo de enfermedad vascular no se observó una reducción de la 1+
pe
incidencia de demencia a los 3-5 años en el grupo de tratados con Estudio
á
t
pravastatina o simvastatina,87 y estudios observacionales y de casos y observacional,
es
controles han mostrado resultados variables. Algunas estatinas pare- 2+/2–
y
ica
cen tener un efecto preventivo por mecanismos no relacionados con
la reducción del colesterol.120
ín
Cl
ica
Diabetes mellitus (DM)
t
ác
En el Nurses’ Health Study, en mujeres diabéticas mayores de 70 Estudio
Pr
a los 10 años que las mujeres con niveles en el cuartil inferior (OR
ció
Hiperhomocisteinemia
os
añ
vitaminas del complejo B en sujetos mayores sanos con niveles altos observacional,
de
adecuado.121
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Una RS Cochrane (2005) halló que los estudios clínicos epidemiológi- RS de estudio
ió
ac
cos disponibles que comparan la presencia de EA entre ancianos con observacional,
iz
diferentes niveles de ingesta dietética de ácidos grasos poliinsatura- 2+/2–
al
dos omega-3 sugieren una reducción significativa del riesgo de dicha
tu
ac
enfermedad entre aquellos con niveles mayores de consumo de pes-
cado y ácidos grasos poliinsaturados omega-3. No existen ECA que
su
permitan confirmar o refutar la utilidad de los omega-3 para la pre-
e
nt
vención del deterioro cognitivo o demencia en ancianos sin demencia
ie
preexistente.122
nd
pe
á
Actividad física
t
es
Una RS concluye que el RR de deterioro cognitivo con la edad podría RS de estudio
y
ica
disminuir en individuos físicamente activos. La mayoría de los estudios observacional,
ín
han hallado asociación entre ejercicio físico y menor riesgo de demen- 2+/2–
Cl
cia, aunque otros no. No está clara la relación causa-efecto, es decir, si
ica
participar en actividades físicas mejora la cognición o si los que tienen
t
mejor función cognitiva participan más. Además, podría haber otras
ác
variables como posibles niveles de sustancias endógenas que estimu-
Pr
Actividad intelectual
n
ció
Una RS que incluyó siete ECA que han valorado el efecto del ejerci- RS de ECA,
ica
n.
En el Nurses’ Health Study se observó que las mujeres mayores de Estudio
ió
ac
70 años que consumían menos de 15 g/d de alcohol tenían un riesgo observacional,
iz
menor (RR 0,81) de deterioro cognitivo a los 2 años que las no con- 2++/2+
al
sumidoras. El beneficio no se observó en consumos mayores. Asimis-
tu
ac
mo, en el Cardiovascular Health Study los sujetos mayores de 65 años
que consumían 1-6 bebidas por semana tuvieron un riesgo menor de
su
demencia (OR 0,46) que los abstemios, mientras que el beneficio se
e
nt
perdía en consumo de 7-13 bebidas y el riesgo aumentaba en más de
ie
14 bebidas (OR 1,22); los resultados fueron similares para la EA, y sin
nd
diferencias en cuanto al tipo de bebida.99
pe
á
No hay ECA de consumo de alcohol, y los estudios observacionales Estudio
t
es
apoyan el consumo moderado de alcohol (, = 1 bebida al día en mu- observacional,
y
jeres y , = 2 en hombres) para reducir el riesgo de enfermedad car- 2++/2+
ica
diovascular y de deterioro cognitivo sin riesgo significativo de efectos
ín
Cl
adversos.99
ica
t
Uso de estatinas (hipercolesterolemia) ác
Pr
de
Uso de AINE
a
uí
fue negativo.125
ció
ica
Vitaminas
bl
pu
que los estrógenos serían protectores, mientras que a partir de los 65 2++
m
n.
No hay ECA prospectivos dirigidos a evaluar si la modificación de los otros posibles
ió
ac
factores de riesgo (hipertiroidismo, niveles de hormonas sexuales en sangre, depresión,
iz
tabaquismo, consumo de café, obesidad y bajo peso, factores sociodemográficos, expo-
al
sición a toxinas y campos electromagnéticos, uso de benzodiazepinas, uso de vacunas)
tu
ac
puede reducir el riesgo de demencia.
su
A pesar de la ausencia de ECA, los datos disponibles de estudios obser- Estudio
e
nt
vacionales sugieren que la actuación sobre estos factores de riesgo podría observacional,
ie
asociarse a un menor riesgo de desarrollar demencia (pregunta 5.3). 2+/2–
nd
pe
á
Globalmente, aún no se cuenta con una evidencia clara de los factores de riesgo para desa-
t
es
rrollar demencia y cómo prevenirla. La mayoría de las recomendaciones de los documen-
y
tos están basadas en la evidencia científica pero no están enfocadas específicamente en la
ica
prevención de la demencia sino en la prevención de los factores de riesgo que se pueden
ín
acompañar de demencia.
Cl
ica
Resumen de evidencia
t
ác
Pr
Factores de riesgo vascular (HTA, DM e hipercolesterolemia)
de
1–/2+/
G
evaluarlo.
de
Hiperhomocisteinemia
n
ció
2–
yores sanos no mostró mejoría cognitiva en un estudio de diseño inadecuado.121
bl
pu
2+/2–
reduce el riesgo de desarrollar demencia.
ás
2++/
asociado a menor riesgo de EA en estudios de cohortes y de casos y controles,
cu
2+
pero no existen ECA que confirmen este beneficio.
ns
tra
n
Ha
n.
No existen ECA ni datos consistentes de los estudios observacionales que apo-
ió
2–
ac
yen un beneficio de la toma de vitaminas C o E sobre el riesgo de demencia.25
iz
al
Terapia hormonal sustitutiva (THS)
tu
ac
Estudios observacionales sugieren que la THS podría reducir el riesgo de demen-
su
2++ cia en una ventana perimenopáusica y aumentarlo a partir de los 65 años,117,118
e
pero no existen ECA que lo confirmen.
nt
ie
Otros factores de riesgo
nd
pe
No existen ECA que evalúen el efecto de la intervención sobre otros posibles
á
factores de riesgo (hipertiroidismo, niveles de hormonas sexuales en sangre, de-
t
es
2+/2– presión, tabaquismo, consumo de café, obesidad y bajo peso, factores sociode-
y
mográficos, exposición a toxinas y campos electromagnéticos, uso de benzodia-
ica
zepinas, uso de vacunas) sobre el riesgo de desarrollar demencia (pregunta 5.3).
ín
Cl
ica
Recomendaciones
t
ác
Pr
Se recomienda el control de los factores de riesgo vascular (HTA, DM, hipercoleste-
rolemia) y los hábitos de vida saludables (consumo de ácidos grasos omega-3, reali-
de
C zación de ejercicio físico y mental) por la clara evidencia que existe sobre su beneficio
a
uí
C asociado a menor riesgo de EA, también tienen otros riesgos para la salud y no hay
n
n.
ió
aciz
Preguntas para responder:
al
tu
7.1. ¿Cuándo está indicado realizar análisis genéticos para identificar mutaciones
ac
patogénicas en pacientes con demencia?
su
7.2. ¿Cuándo está indicado realizar un análisis genético predictivo en sujetos
e
asintomáticos?
nt
ie
nd
pe
Menos de un 1% de los casos de demencias neurodegenerativas se encuentran genéticamen-
á
te determinados, esto es, una alteración genética concreta es la causa de la enfermedad.6,126
t
es
Estos casos presentan con frecuencia un fenotipo difícilmente distinguible de las formas
y
no genéticas, con excepción de la edad de inicio, que es habitualmente más precoz en los
ica
casos genéticos.
ín
Las alteraciones genéticas causantes de demencia neurodegenerativa primaria que se
Cl
han identificado hasta el momento se transmiten con un patrón de herencia autosómico
ica
dominante con una alta penetrancia, si bien el rango de edad de presentación de la enfer-
t
medad varía según el gen implicado.6,126 ác
Pr
En la EA de origen genético, que representa entre un 0,5-1% de los casos según las
de
familiares.6,126 Estos genes son el gen de la proteína asociada a microtúbulos tau (MAPT),
progranulina (PGRN), el gen de la Chromatin modifying protein 2B (CHMP2B), el gen
de
presentación familiar.
e
La enfermedad de Huntington se produce por la alteración del exon 1 del gen IT15, gen
sd
que codifica la proteína huntingtina. La alteración genética de la EH consiste en una expansión
de
enfermedad. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, las mutaciones patogénicas son
tra
n
Ha
n.
ió
La mayoría de los casos de demencia, por tanto, no se encuentran determinados por un
ac
defecto genético concreto, si bien el componente genético puede ejercer un factor predispo-
iz
nente en el desarrollo de una demencia. Así, en la EA, la presencia del alelo 4 del gen de
al
tu
APOE se ha demostrado como un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad en
ac
múltiples estudios de asociación; en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob esporádica existe
su
una sobrerrepresentación de la homozigosis metionina-metionina en el codón 129 del gen
e
de PRNP y en alguna de las formas de degeneración lobular frontotemporal se objetiva una
nt
sobrerrepresentación del haplotipo H1 del gen MAPT6. Ninguno de estos factores de riesgo
ie
nd
genético es sin embargo necesario o suficiente para el desarrollo de estas enfermedades, por
pe
lo que su utilidad en la práctica clínica es controvertida (Apartado 5.2).
á
La detección de una alteración genética como causa de demencia no sólo tiene implicacio-
t
es
nes para el paciente, sino que coloca a sus familiares directos en riesgo de haber heredado esa
y
misma alteración y por tanto de sufrir la misma enfermedad en un futuro, sin que existan en el
ica
momento actual terapias preventivas o curativas. En ese sentido, los análisis genéticos tienen una
ín
consideración legal y práctica en la clínica diaria diferente a otras pruebas diagnósticas.
Cl
ica
7.1. ¿Cuándo está indicado realizar análisis genéticos
t
ác
Pr
para identificar mutaciones patogénicas en pacientes
de
con demencia?
a
uí
G
cer demencia por causa genética sean referidos a consejo genético. de expertos,
4
de
n
n.
ió
por lo que la fiabilidad diagnóstica del estudio genético en casos de diagnósticas,
ac
sospecha de enfermedad de Huntington es alta.6 Dado que la enfer- 2++/2+
iz
al
medad de Huntington es una enfermedad puramente genética, ante Opinión
tu
la sospecha clínica diversos expertos recomiendan la realización del de expertos,
ac
estudio genético. 4
su
La ley de investigación biomédica española (Ley 14/2007)127 explicita Según
e
nt
que es preciso el consentimiento previo por escrito del afecto o de su legislación
ie
nd
representante legal para la realización de análisis genéticos. Por otra vigente
pe
parte, “cuando se lleve a cabo un análisis genético con fines sanita-
rios será preciso garantizar al interesado un asesoramiento genético
á
t
es
apropiado. El profesional que realice o coordine el consejo genético
deberá ofrecer una información y un asesoramiento adecuados, re-
y
ica
lativos tanto a la trascendencia del diagnóstico genético resultante,
ín
como a las posibles alternativas por las que podrá optar el sujeto a la
Cl
vista de aquél”.
tica
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
4
uí
2+
es
DLFT familiar.6
ció
ica
legis-
lación previo por escrito del afecto o de su representante legal así como garantizar al
5
Recomendaciones
do
rri
n.
C está indicada en pacientes con EA con historia familiar autosómica dominante
ió
de inicio presenil.
aciz
En pacientes con DLFT los análisis genéticos estarían indicados en casos con
al
C
historia familiar de enfermedad similar.
tu
ac
En pacientes con enfermedad priónica el estudio genético estaría indicado en
su
B
todos los casos, independientemente de la historia familiar o de la edad.
e
nt
Está recomendado realizar el estudio genético en caso de sospecha de enfer-
ie
B
medad de Huntington para confirmar el diagnóstico.
nd
pe
Según La realización de análisis genéticos en la práctica clínica ha de ser autorizada
legis-
á
por escrito por el propio sujeto o su representante legal tras asesoramiento
t
lación
es
vigente genético.
y
ica
ín
Cl
7.2. ¿Cuándo está indicado realizar un análisis
ica
genético predictivo en sujetos asintomáticos? t
ác
Pr
de
2+
bl
pu
dría realizar en sujetos mayores de edad con clara historia familiar de controles,
e
sd
n.
ió
APOE en la EA u otros, no estaría indicado con fines de asesoramiento diagnósticas,
ac
genético dado que no se ha demostrado su validez como test predictivo. 2++
iz
al
tu
ac
Resumen de evidencia
su
El estudio genético predictivo presintomático se ha demostrado seguro en un
e
2+
nt
contexto de asesoramiento genético multidisciplinar.6,126
ie
nd
El estudio genético de APOE se ha demostrado seguro en asintomáticos en un
1–
pe
contexto de asesoramiento genético multidisciplinar.128
tá
El estudio del genotipo APOE no se ha demostrado válido como test predicti-
es
2++
vo de EA en sujetos no seleccionados.5,6,126
y
ica
ín
Recomendaciones
Cl
ica
El estudio genético predictivo se puede realizar en sujetos mayores de edad,
t
ác
con riesgo de ser portadores de una mutación patogénica conocida causante de
Pr
C demencia que así lo deseen, tras consentimiento informado por escrito y ase-
soramiento genético multidisciplinar previo al análisis genético y seguimiento
de
posterior.
a
uí
G
27/09/13 13:01
8. Diagnóstico de las demencias
n.
ió
ac
Preguntas para responder:
iz
al
tu
8.1. ¿Cómo se diagnostica la demencia?
ac
8.2. ¿Cuál es el diagnóstico diferencial de la demencia?
su
8.3. ¿Cuál es la utilidad de la evaluación mediante tests neuropsicológicos en el
deterioro cognitivo y demencia?
e
nt
8.4. ¿Qué pruebas neuropsicológicas, cuestionarios o escalas de valoración funcional
ie
nd
deben realizarse a un paciente con demencia?
pe
8.5. ¿Cuáles son las pruebas de laboratorio imprescindibles en el diagnóstico de la
demencia?
tá
es
8.6. ¿Debe solicitarse la determinación de apolipoproteína E (apoE)?
8.7. ¿Cuál es la utilidad del análisis de líquido cefalorraquídeo (LCR) en el
y
ica
diagnóstico de la demencia?
ín
8.8. ¿Cuál es la técnica de neuroimagen estructural de elección en el proceso
Cl
diagnóstico de la demencia y sus diferentes tipos?
ica
8.9. ¿Cuál es la técnica de neuroimagen funcional de elección en el proceso
t
diagnóstico de la demencia y sus diferentes tipos? ác
Pr
8.10. ¿Cuál es la utilidad del EEG/mapping en el diagnóstico de la demencia?
8.11. ¿Cuáles son las indicaciones de realizar una biopsia cerebral en el diagnóstico
de
etiológico de la demencia?
a
uí
G
ta
es
4
la
nitivo, ya sea por parte del propio afectado, de algún familiar o del
de
n.
ió
ción del enfermo y contexto sociofamiliar. Seguidamente se deberán va- 4
ac
lorar los síntomas de disfunción cognitiva, su forma de inicio y su curso
iz
al
evolutivo. Se debe realizar una evaluación funcional del paciente, ya
tu
que la pérdida de la capacidad para desempeñar las actividades básicas
ac
e instrumentales es uno de los criterios principales para el diagnóstico
su
de demencia y que lo distingue del deterioro cognitivo leve (DCL). 130
e
nt
ie
En la anamnesis es importante contar con una fuente de información
nd
próxima al paciente, dada la frecuente presencia de anosognosia. Con
pe
este fin se han diseñado varios cuestionarios para el informador, como
á
la escala Blessed o el IQCODE (cuestionario informativo sobre la de-
t
es
clinación cognitiva en los ancianos) (pregunta 8.3). Los SCPD y los pro-
y
blemas funcionales y sociales deben ser evaluados, pues son las princi-
ica
pales causas de sobrecarga y de estrés en el cuidador (pregunta 11.4).
ín
Cl
La exploración neurológica en fases precoces de una demencia suele Opinión
ica
ser normal, si bien puede poner de manifiesto alteraciones que orien- de expertos,
t
tan hacia una etiología concreta (signos extrapiramidales, alteracio-
ác 4
Pr
nes oculomotoras, apraxia de la marcha, etc.).5
de
complementarias pertinentes.
bl
pu
Criterios diagnósticos
5
de
rentes criterios clínicos de consenso para el diagnóstico de los distintos tipos de demen-
m
n.
ió
Disease and Related Disorders Association (NINCDS/ADRDA),131 diagnósticas,
ac
que estratifican la precisión diagnóstica con el grado de posible, proba- 2++/2+
iz
al
ble o definitiva, o los del DSM-IV-TR.17 Los criterios DSM-IIIR para
tu
demencia tipo Alzheimer y los NINCDS/ADRDA para EA probable
ac
han sido validados en estudios clínico-patológicos y han mostrado una
su
sensibilidad media elevada (en torno al 80%) y una especificidad menor
e
(alrededor del 70%).132
nt
ie
Los criterios NINCDS-ADRDA131 han sido revisados recientemente por Dubois et al.133
nd
para un contexto de investigación y no han sido aún validados para su aplicación clínica.
pe
tá
Cada nueva versión de criterios muestra mayor especificidad que las previas, especial-
es
mente porque incorpora nuevos marcadores de diagnóstico (neuropsicológicos, de neu-
y
ica
roimagen, bioquímicos, genéticos). Resulta de interés el hecho de que los nuevos criterios
ín
propuestos por Dubois et al. en 2007 permitan establecer el diagnóstico clínico de “EA
Cl
probable” en pacientes que muestran únicamente trastorno prolongado de la memoria
ica
episódica (más de 6 meses), siempre que en las pruebas complementarias aparezca algún
t
marcador de EA (criterios de apoyo) y no existan datos que identifiquen otra causa de
ác
demencia (criterios de exclusión). Este diagnóstico, en un paciente que no cumple criterio
Pr
funciones cognitivas, y un cambio en el concepto compartido por todos los criterios vigen-
G
tes hasta 2007, que exigían la presencia de demencia para poder diagnosticar EA.
ta
es
Actualmente, la constancia definitiva de que existe una EA exige que la persona haya
de
Para la DV, los criterios más usados son los del National Institute of Estudio
bl
pu
(menos de 43%).6,46
de
s
mencia mixta.134
ns
tra
n
Ha
n.
ió
AIREN lo clasifica como demencia por EA asociada a enfermedad
ac
cerebrovascular).58
iz
al
Los criterios diagnósticos para la DLB fueron formulados por McKeith28 Estudio
tu
ac
y revisados en 2005 por el DLB Internacional Workshop.40 Los crite- de pruebas
rios de 1996 han demostrado una alta especificidad (95-100%) y una diagnósticas,
su
sensibilidad variable según los estudios (31-83%).6,47 2+
e
nt
Los criterios diagnósticos para demencia probable o posible asociada Opinión
ie
nd
a la enfermedad de Parkinson fueron definidos por consenso por el de expertos,
pe
grupo de expertos de la Movement Disorder Society en 2007.41 4
á
t
Para la DLFT se pueden aplicar los criterios de Lund-Manchester Estudio
es
(The Lund and Manchester Groups, 1994), los del NINDS Work de pruebas
y
Group on Frontotemporal Dementia135 o los de Neary,51 más operati- diagnósticas,
ica
vos y que han demostrado una sensibilidad del 85% y una especifici- 2+
ín
Cl
dad del 99% al ser aplicados junto con los tests neuropsicológicos y la
ica
neuroimagen.
t
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
4
bl
pu
diferencial.
os
añ
2++/
m
probable y del DSM-IIIR para demencia tipo Alzheimer han mostrado una
2+
do
sensibilidad media del 81% y especificidad media del 70% en estudios clinico-
rri
patológicos.132
cu
ns
tra
n
Ha
n.
sensibilidad del 43% y especificidad del 95% en un estudio clinicopatológico.6,46
ió
2+ La escala de Hachinski ayuda a detectar infartos cerebrales en pacientes con
ac
demencia y puede distinguir entre EA (, 4) y DV (. 7), pero no es útil en
iz
al
demencia mixta.
tu
ac
Para el diagnóstico de DLB, los criterios de McKeith han mostrado una sensi-
2+ bilidad variable (31-83%) y especificidad del 95-100% en estudios clinicopato-
su
lógicos prospectivos.6,47
e
nt
Para el diagnóstico de demencia probable o posible asociada a la enfermedad
ie
nd
4 de Parkinson un grupo de expertos de la Movement Disorder Society (Emre et
pe
al.) estableció unos criterios de consenso en 2007.41
á
t
Para el diagnóstico de DLFT, los criterios de Lund-Manchester o de Neary han
es
2+ mostrado una sensibilidad del 85% y una especificidad del 99% en un pequeño
y
estudio clinicopatológico retrospectivo.51
ica
ín
Cl
Recomendaciones
tica
Se recomienda evaluar el impacto del deterioro cognitivo sobre las actividades
ác
Pr
✓ de la vida diaria, dado que su afectación constituye un criterio diagnóstico de
demencia y condiciona el posterior manejo de estos pacientes.
de
a
✓
G
✓
vancia para el diagnóstico.
de
demencia.
pu
D
el diagnóstico de demencia.
e
sd
B
diagnóstico de EA.
os
añ
B
al diagnóstico de la DLFT.
ns
tra
n
Ha
ió
ac
Antes de establecer el diagnóstico de demencia, se deben descartar fundamentalmente
iz
aquellos procesos que puedan simularla.
al
tu
ac
Síndrome confusional agudo (delírium)
su
e
El síndrome confusional agudo o delirium es un trastorno grave, habitualmente reversi-
nt
ble, que se asocia a una alta morbilidad y mortalidad. Constituye una verdadera urgencia
ie
nd
médica, y suele deberse a causas sistémicas. La edad avanzada y las enfermedades neuro-
pe
degenerativas son factores de riesgo para esta entidad. El paciente con demencia presenta
á
un riesgo elevado de presentar síndrome confusional agudo, pero no debe hacerse un
t
es
diagnóstico inicial de demencia en el contexto de un cuadro confusional.136
y
Clínicamente se caracteriza por la alteración del nivel de conciencia, disminución de
ica
la capacidad para dirigir y mantener la atención y déficits cognitivos de evolución fluc-
ín
tuante. El inicio puede ser agudo y las alteraciones suelen ser reversibles si se detecta y
Cl
trata apropiadamente la causa. Los criterios DSM-IV-TR para el diagnóstico del delírium
ica
se detallan en la Tabla 1. Algunas características ayudan a diferenciar el delírium de la
t
demencia en la Tabla 2. ác
Pr
de
B. Cambios en la cognición (tales como déficit de memoria, desorientación o trastorno del lenguaje) o
de
C. El trastorno se desarrolla en un corto período de tiempo (habitualmente días u horas) y los síntomas
ció
fluctúan en el transcurso del día.
ica
bl
D. Evidencia por la historia, el examen físico o los exámenes complementarios de que el trastorno es
pu
DELÍRIUM DEMENCIA
5
de
• Comienzo preciso, brusco, con fecha • Comienzo gradual que no se puede fechar
ás
• Enfermedad aguda, por lo general de días • Enfermedad crónica, que progresa de forma
do
a semanas, raramente más de 1 mes característica durante años
rri
cu
completamente progresiva
tra
n
Ha
a menudo después de transcurridos meses o años
n.
ió
ac
• Variabilidad de momento a momento, • Mucho más estable de un día para otro (a menos
iz
de hora a hora, durante todo el día que aparezca un delírium)
al
tu
• Alteraciones fisiológicas destacadas • Cambios fisiológicos menos llamativos
ac
• Nivel de conciencia turbio, alterado y cambiante • La conciencia no se obnubila hasta la fase terminal
su
e
• La duración de la atención no está reducida
nt
• Duración de la atención llamativamente corta
de forma característica
ie
nd
• Alteración del ciclo sueño-vigilia, • Alteración del ciclo sueño-vigilia con inversión
pe
con variaciones de hora en hora día-noche, sin variaciones horarias
tá
es
• Marcados cambios psicomotores • Alteraciones psicomotoras característicamente
(hiperactivo o hipoactivo) tardías (a menos que aparezca depresión)
y
ica
ín
Cl
Los principales factores de riesgo del delírium son la edad avanzada, la coexistencia de en-
ica
fermedades neurológicas y psiquiátricas y la deprivación sensorial. Se han descrito múltiples
t
ác
factores precipitantes, entre los que se encuentran los fármacos (principalmente hipnóticos,
Pr
narcóticos, alcohol o la polimedicación), enfermedades neurológicas diversas (como ictus, he-
de
habitual que rodea al paciente (estrés emocional, viudez, uso de ataduras y restricciones físi-
G
teraciones de memoria. Con frecuencia, las personas con trastornos depresivos presentan
pu
que pueden incluso tener repercusión en el funcionamiento global del paciente. Por ello, se
e
tristeza, la anhedonia, la ansiedad, la anorexia o los trastornos del sueño. El paciente suele
de
destacar e insistir en las dificultades cognitivas. Puede llegar a ser preciso iniciar tratamiento
os
coexistencia de ambas. Tanto es así que incluso cuando el inicio de los síntomas depresivos
de
ven con tratamiento antidepresivo, hasta el 50% de los pacientes desarrollarán deterioro
m
cognitivo leve o demencia en los años siguientes al episodio depresivo. Asimismo, los pa-
do
cientes con deterioro cognitivo leve que presentan episodios depresivos pueden tener mayor
rri
riesgo de desarrollar EA.42 La demencia también debe distinguirse del trastorno disociativo
cu
n.
ió
El deterioro cognitivo leve (DCL), también denominado deterioro cognitivo ligero, se de-
ac
fine como la alteración de uno o más dominios cognitivos, que debe ser adquirida, referida
iz
por un informador y objetivada en la evaluación neuropsicológica, y que, o no interfiere, o
al
tu
lo hace mínimamente con la capacidad del paciente para realizar las actividades de la vida
ac
diaria (AVD). La variable evolución del DCL depende de la causa subyacente. En gene-
su
ral, estos pacientes tienen un riesgo aumentado de desarrollar una demencia, por lo que
e
se debe vigilar la evolución clínica cada 6-12 meses. Las quejas subjetivas de memoria, en
nt
que los tests neuropsicológicos no demuestran disminución significativa del rendimiento
ie
nd
cognitivo con respecto a los valores normales, pueden preceder al DCL incluso 15 años, y
pe
se relacionan frecuentemente con trastornos del ánimo (ansiedad y depresión).138
á
t
es
8.3. ¿Cuál es la utilidad de la evaluación mediante
y
ica
tests neuropsicológicos en el deterioro cognitivo
ín
y demencia?
Cl
ica
t
ác
La Academia Americana de Neurología (AAN), en sus recomendaciones del año 2001,
Pr
concluye que no existe suficiente evidencia en la literatura para posicionarse sobre la
de
utilidad del cribado de demencia en población asintomática. Los sujetos con quejas
a
cognitivas, expresadas por ellos mismos o por personas próximas, presentan riesgo in-
uí
Por otra parte, diversas GPC de calidad recomiendan que el diagnós- Estudio
de
tico de demencia se realice tras una valoración global del paciente de pruebas
n
que incluya una evaluación cognitiva objetiva formal con instrumen- diagnósticas,
ció
Los tests pueden evaluar la función cognitiva de una forma global o bien por dominios
bl
pu
cognitivos, por lo que pueden aportar también indicaciones sobre la forma clínica o no-
la
sología de demencia. Asimismo, dado que son pruebas cuantitativas pueden determinar
e
Los tests cognitivos se pueden clasificar en pruebas breves de cribado, pruebas de evalua-
os
ción general breve-intermedia y pruebas específicas. Los tests breves de cribado son prue-
añ
bas simples que evalúan uno o varios ámbitos cognitivos y están diseñados para efectuar una
5
evaluación clínica rápida por personal no especializado. Las pruebas de evaluación neuro
de
psicológicas intermedias o específicas son sensibles para detectar y caracterizar alteraciones
ás
cognitivas sutiles, pero han de ser administradas por personal especializado. Suelen facilitar
m
la diferenciación entre las alteraciones propias de la edad, las disfunciones cognitivas leves,
do
y las disfunciones cognitivas propias de la demencia, por lo que son especialmente útiles en
rri
fases de deterioro cognitivo incipiente. Pueden indicar el riesgo de que estas disfunciones
cu
n.
ió
dos para la población en estudio en casos iniciales o cuestionables de 4
ac
demencia.140,25,139,129,5,136
iz
al
La guía de la SEN6 recomienda la realización de pruebas de evalua- Opinión
tu
ac
ción general del tipo breve-intermedia cuando se pretende realizar de expertos,
una evaluación que incluya las áreas neuropsicológicas más importan- 4
su
tes en un tiempo razonable. Esta guía recomienda, asimismo, realizar
e
nt
una evaluación neuropsicológica detallada mediante pruebas específi-
ie
cas cuando existen discrepancias entre la impresión clínica y las prue-
nd
bas de cribado o bien cuando las quejas se limitan a un solo dominio
pe
cognitivo o son de corta evolución.
tá
es
Pese a la gran utilidad de los tests neuropsicológicos, no son una he- Opinión
y
rramienta suficiente para el diagnóstico de las demencias y han de ser de expertos,
ica
interpretados como un complemento a otras estrategias de diagnós- 4
ín
tico. En el momento de administrar estos tests a los pacientes, con-
Cl
viene tener en cuenta que los resultados pueden estar condicionados
ica
por la edad, el nivel de escolarización, las habilidades previas, niveles
t
ác
de atención, dificultad sensorial, enfermedades mentales, problemas
Pr
físicos o neurológicos y fármacos, que formen parte de la historia per-
de
En sujetos con quejas cognitivas, la guía AAN139 recomienda para mo- Estudio
pu
de memoria): 2++/2–
ás
m
• Test breve del estado mental (Short Test of Mental Status) (nivel de
rri
evidencia: 2–)
cu
MIS) (nivel de evidencia: 2++)
tra
n
Ha
n.
ió
(IQCODE, test del informador) (nivel de evidencia: 2++), el Clinical diagnósticas,
ac
Dementia Rating (nivel de evidencia: 2–) y la escala de Blessed Roth 2++/2+/2–
iz
al
(nivel de evidencia: 2+). 139 Otras guías recomiendan el uso de la Glo-
tu
bal Dementia Scale (GDS) (demencia) o el Functional Assessment
ac
Staging (FAST) (enfermedad de Alzheimer)140 como escalas globales
su
para graduar el nivel de deterioro cognitivo.
e
nt
No todas estas pruebas han sido validadas en España. Sí se han valida- Estudio
ie
do y se recomiendan en nuestro medio como tests de cribado de cogni- de pruebas
nd
ción global o focalizados: el MMSE (nivel de evidencia: 2++), test del diagnósticas,
pe
que existen varias versiones en nuestro país: versión normalizada,142 2++/2+/2–
á
t
versiones de Lobo o MEC;143,144 el MIS (nivel de evidencia: 2++); el
es
test de los 7 minutos (nivel de evidencia: 2–); el Eurotest (nivel de
y
ica
evidencia: 2+), o el test de Pfeiffer (nivel de evidencia: 2+).6
ín
Otros tests de cribado corto, desarrollados en España, se han demos- Estudio
Cl
trado útiles para la detección de demencia y/o deterioro cognitivo de pruebas
ica
como el Fototest (nivel de evidencia: 2+)145 o el test de alteración de diagnósticas,
t
memoria (T@M, nivel de evidencia: 2+). 146 ác 2+
Pr
temática del sujeto con un observador fiable, bien a través de cuestio- de pruebas
ás
n.
ió
living scale (IADL), Interview for the deterioration of Daily Living in
ac
dementia (IDDD), Bayer Activities of Daily Living scale (BAYER-
iz
al
ADL), Informant Questionnaire on Cognitive Decline in the Elderly
tu
(test del informador) (IQCODE), índice de Barthel, índice de Katz,
ac
Rapid Disability Rating Scale (RDRS-2) y la Blessed Dementia Ra-
su
ting scale (BDRS), sin que se priorice una sobre las otras.
e
nt
ie
Entre las escalas de evaluación global se destaca la Global Deterio-
nd
ration Scale (GDS), la Functional Assessment Staging (FAST) y la
pe
Clinical Dementia Rating (CDR).
á
t
es
Asimismo, también recomienda la evaluación sistemática de síntomas
y
neuropsiquiátricos, bien a través de una anamnesis semiestructurada
ica
o mediante escalas estandarizadas como el Neuropsychiatric Inven-
ín
tory (NPI), el Behavioral Symptoms in Alzheimer’s disease, escala de
Cl
depresión geriátrica o la escala de depresión de Hamilton, etc.
tica
ác
Pr
En el Anexo 1.14 se describen las escalas GDS y FAST.
de
sospecha de demencia.139
n
ció
2++ son pruebas de cribado cognitivo global que se han demostrado útiles en nuestro
la
Otros tests de cribado cortos como el MIS,139 test de Pfeiffer,6 el test de los 7
2++/
minutos,6 el test del reloj,139 el Eurotest6 o el T@M146 pueden ser también útiles
s
2+/2–
o
en el cribado de demencia.
añ
5
2+ tipo breve-intermedia es útil para realizar una valoración de las áreas neuro
ás
psicológicas más importantes en un tiempo razonable.6
m
do
n.
ió
ac
Recomendaciones (preguntas 8.3 y 8.4)
iz
al
Los pacientes con quejas cognitivas deben ser evaluados mediante pruebas de
tu
ac
cribado de cognición global, baterías neuropsicológicas, instrumentos cogniti-
B
su
vos cortos focalizados en aspectos concretos de la cognición y/o cuestionarios
estructurados normalizados para cuantificar el grado de deterioro cognitivo.
e
nt
ie
El diagnóstico de demencia debe incluir una evaluación cognitiva objetiva for-
A
nd
mal con instrumentos validados.
pe
Es recomendable el uso de la versión española normalizada del MMSE o el
á
t
es
A MEC para el cribado de demencia en sujetos con quejas cognitivas o edad
avanzada en nuestro medio.
y
ica
Otros tests de cribado cortos como el test de Pfeiffer, el MIS, el test de los 7 mi-
ín
B nutos, el test del reloj, el Eurotest o el T@M también pueden ser recomendados
Cl
para el cribado de demencia en sujetos con sospecha de deterioro cognitivo.
tica
ác
La exploración neuropsicológica mediante pruebas de evaluación general del
Pr
B tipo breve-intermedia se recomienda cuando se pretende realizar una valora-
de
clínica y las pruebas de cribado, dudas diagnósticas o bien cuando las quejas se
es
C
ció
por ejemplo el delírium. Las causas potencialmente reversibles son raras. Opinión
do
n.
ió
cias de consenso son similares: hemograma para descartar anemia, 3
ac
TSH para descartar hipotiroidismo, ionograma para descartar hipo- Opinión
iz
al
natremia o hipercalcemia, glucemia para descartar diabetes y niveles de expertos,
tu
séricos de B12 para descartar déficit.5,25,140,148,136 El déficit de folatos es 4
ac
raro y en la guía canadiense recomiendan determinar niveles sólo en
su
casos de celiaquía o escasa ingesta de cereales.136 En función de la clí-
e
nica es aconsejable pedir niveles de folatos, función hepática y renal,
nt
ie
VSG, serología luética o VIH según otras GPC.140,25,5
nd
Para las alteraciones metabólicas, infecciosas y tóxicas que pueden Estudio
pe
asociarse a la demencia no hay evidencia específica a partir de ECA descriptivo,
tá
controlados de que su tratamiento revierta los síntomas cognitivos.5 3
es
Las disfunciones tiroideas pueden causar síntomas cognitivos y psi- Opinión
y
ica
quiátricos y confundirse con las demencias, aunque el tratamiento de de expertos,
ín
las alteraciones tiroideas no siempre revierte los déficits cognitivos.149 4
Cl
No hay evidencia de que el tratamiento con B12 o folato mejore la fun-
ica
ción cognitiva en pacientes con deterioro cognitivo con niveles bajos
t
de B12 o folato o niveles altos de homocisteína.149 ác
Pr
Los análisis de biomarcadores como el genotipo APOE o los niveles de tau y beta-
ica
amiloide en LCR para la EA, o 14-3-3 y enolasa neuronal específica para la ECJ no se
bl
los que exista historia familiar de demencia con patrón de herencia autosómica domi-
la
Resumen de evidencia
os
añ
n.
Se recomienda realizar, en todos los pacientes evaluados por posible demencia,
ió
ac
las siguientes pruebas de laboratorio: hemograma, TSH, electrolitos, calcio y
D
iz
glucosa, para descartar causas potencialmente reversibles de demencia y para
al
el cribado de comorbilidades.
tu
ac
Pueden añadirse también la determinación de niveles de folatos, especialmen-
su
D te en pacientes con escasa ingesta de cereales, y niveles de B12, sobre todo en
e
adultos mayores.
nt
ie
nd
Se recomienda realizar serologías para sífilis o VIH sólo en pacientes con sos-
pe
D pecha clínica de estas infecciones, como causa potencial de demencia o como
comorbilidad.
á
t
es
No se recomienda la determinación de homocisteína como factor de riesgo
y
D
asociado a deterioro cognitivo o EA.
ica
ín
Cl
8.6. ¿Debe solicitarse la determinación
ica
de apolipoproteína E (APOE)? t
ác
Pr
de
a
asociada a la EA,150 mientras que el alelo 2 puede tener efecto pro- y controles,
ta
es
tector.151 2++
de
n.
La presencia del alelo APOE 4 se asocia de forma consistente a la EA en
ió
ac
2++ estudios de casos y controles, pero tiene una sensibilidad (65%) y especificidad
iz
(68%) bajas para el diagnóstico de EA.153
al
tu
ac
Recomendaciones
su
No se recomienda la determinación del genotipo APOE en la práctica asisten-
e
A
nt
cial para el diagnóstico de EA.
ie
nd
pe
8.7. ¿Cuál es la utilidad del análisis de líquido
á
t
es
cefalorraquídeo (LCR) en el diagnóstico
y
ica
de la demencia?
ín
Cl
ica
Tau y amiloide
t
ác
Numerosos estudios han hallado de forma consistente un aumento de Estudio
Pr
tau total (T-tau) y de tau fosforilada (P-tau) y una reducción de amiloi- de casos
de
PSP, DCB, depresión y demencia alcohólica, los niveles de T-tau son y controles,
do
n.
ió
permite discriminar ECJ de EA y otras demencias con una fiabilidad
ac
de casi el 100%.149
iz
al
tu
Algunos estudios en pacientes con DCL han mostrado una sensibilidad
ac
para predecir progresión a EA de 80% para T-tau, 71% para Ab-42,
su
79% para P-tau y 78% para la combinación de T-tau y Ab-42.155,149
e
nt
ie
nd
Otros biomarcadores en LCR
pe
Otro posible biomarcador en el LCR son los neurofilamentos pesados y Estudio
á
t
es
los ligeros, que están aumentados en la EA, DLFT y DV, pero su utili- observacional,
dad clínica no está establecida.156 La proteína 14-3-3 se asocia a pérdida 2++/2+
y
ica
neuronal rápida y es útil para ayudar al diagnóstico de la ECJ.25
ín
La determinación de 14-3-3 tiene una sensibilidad de 90-100% y espe- Estudio
Cl
cificidad de 84-96% en el diagnóstico de la ECJ, con falsos positivos de pruebas
ica
en infartos cerebrales, encefalitis, tumores y EA rápidamente progre- diagnósticas,
t
ác
siva. Si la sospecha de ECJ es alta, la máxima fiabilidad se consigue 2+
Pr
con la combinación de EEG, RM y 14-3-3.5 Estudio
de
observacional,
a
2++
uí
G
zados y es difícil extrapolar los resultados. Además, aún no está clara la fiabilidad y estan-
es
darización de los tests y los valores absolutos y puntos de corte para discriminar entre va-
de
lores normales y patológicos son muy variables entre estudios y entre laboratorios. Otras
n
tendría una amplia aceptación como prueba rutinaria entre los pacientes con demencia.25
ica
bl
El análisis de LCR está obviamente indicado cuando se sospeche una demencia secun-
pu
daria a un proceso infeccioso del sistema nervioso central (por ejemplo neurosífilis) o
la
encefalítico.
e
sd
de
Resumen de evidencia
os
añ
Algunos estudios en pacientes con DCL han mostrado una sensibilidad para
m
2++/
predecir progresión a EA de 80% para T-tau, 71% para Ab-42, 79% para P-tau
do
2+
y 78% para la combinación de T-tau y Ab-42.155,149
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ac
2++/ La determinación de proteína 14-3-3 en LCR tiene alta sensibilidad para de-
iz
2+ tectar ECJ, pero existe alrededor de un 10% de falsos positivos.5
al
tu
ac
Recomendaciones
su
Puede usarse la determinación de T-tau, Ab-42 y P-tau en LCR como prueba
e
nt
B complementaria en casos de diagnóstico diferencial dudoso entre EA y otras
ie
nd
demencias. No se recomienda su uso rutinario en el diagnóstico de la demencia.
pe
Puede usarse la determinación T-tau, Ab-42 y P-tau en LCR como prueba com-
á
t
B plementaria en casos de deterioro cognitivo ligero cuando los rasgos clínicos, neu-
es
ropsicológicos y evolutivos hacen sospechar una EA como etiología del mismo.
y
ica
A Se recomienda el test de proteína 14-3-3 en LCR ante la sospecha de ECJ.
ín
Cl
El análisis de LCR deberá hacerse siempre que se sospeche una demencia se-
✓
ica
cundaria a un proceso infeccioso o encefalítico.
t
ác
Pr
2+
5
n.
La neuroimagen estructural (TC o RM) permite el diagnóstico de algunas cau-
ió
ac
2+/4 sas secundarias de demencia y ayuda al diagnóstico diferencial entre los subti-
iz
pos de demencia.136,149
al
tu
La RM es más sensible para detectar cambios vasculares, atrofia del hipocam-
ac
2+/4
po y ECJ.25,157,158
su
e
nt
Recomendaciones
ie
nd
pe
Se recomienda la neuroimagen estructural (TC y RM) como herramienta com-
B plementaria en el diagnóstico inicial de la demencia, sobre todo para identifi-
á
t
es
car lesiones tratables por cirugía y enfermedades vasculares.
y
Se recomienda la RM para detectar cambios vasculares con mayor sensibilidad
ica
✓
que la TC.
ín
Cl
Se recomienda la realización de una RM con secuencias de difusión ante la
B
ica
sospecha de ECJ.
t
ác
Pr
de
La SPECT de perfusión con 99mTc-HMPAO o 133Xe y la PET con 18F-FDG son útiles
n
ció
práctica clínica está por determinar, así como el de otros marcadores de tau.
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
de dopamina (DAT). La pérdida dopaminérgica estriatal en DLB es diagnósticas,
ac
similar a la de la EP con o sin demencia. Según un estudio fase III un 2++
iz
al
resultado anormal tiene una sensibilidad de 77,7% para detectar DLB
tu
clínicamente probable, con una especificidad de 90,4% para descartar
ac
demencia de otra causa, principalmente EA. También se halló hipo-
su
captación en el 38,2% de los pacientes con DLB posible, 13,3% de
e
EA posible y 6,9% de EA probable.160 Se han descrito falsos positivos
nt
ie
(SPECT patológica) en el 5% de controles mayores y falsos negati-
nd
vos (SPECT normal) en pacientes con DLB típica. La fiabilidad de la
pe
SPECT con transportador de dopamina se ha confirmado con datos
á
autópsicos. En los criterios revisados de DLB se incorporó la reduc-
t
es
ción de captación de DAT en ganglios basales, detectada mediante
y
SPECT o PET, como rasgo sugestivo.
ica
ín
Otras exploraciones de neuroimagen pueden ayudar al diagnóstico Estudio
Cl
de DLB pero con menor sensibilidad y especificidad: la presencia de de pruebas
ica
hipoperfusión o hipometabolismo occipital tiene una sensibilidad y diagnósticas,
t
especificidad del 60-65%, por lo que su utilidad es limitada en casos
ác 2++/2+
individuales;159 la PET con 11C-DTBZ (marcador monoaminérgico es-
Pr
123
I-IBZM a los receptores dopaminérgicos D2 estriatales puede estar
ta
2+
bl
pu
la
Resumen de evidencia
e
sd
PET tiene una sensibilidad de alrededor del 71% para detectar EA y una es-
2+
s
pecificidad del 90% para distinguir EA de controles y del 76% para distinguir
o
añ
EA de DV y DLFT.25,5
5
DLB.159
m
do
2+ PET tiene una sensibilidad del 80% y especificidad del 65% para distinguir
cu
DLFT de EA.159
ns
tra
n
Ha
n.
2+ peculiaridades técnicas hacen que su aplicación en la práctica clínica rutinaria
ió
no esté aún bien estudiada.160
aciz
La SPECT con transportador de dopamina tiene una sensibilidad del 77,7%
al
2++ para detectar DLB clínicamente probable y especificidad del 90,4% para dis-
tu
ac
tinguirla de EA y otras demencias.161
su
e
Recomendaciones
nt
ie
SPECT y PET se pueden emplear como complemento a la neuroimagen es-
nd
tructural para apoyar el diagnóstico o para ayudar a diferenciar entre diferen-
pe
B
tes tipos de demencia cuando el diagnóstico es incierto. No se recomienda su
á
t
es
uso rutinario ni como herramienta única de diagnóstico.
y
Se recomienda la 123I-FP-CIT SPECT para apoyar el diagnóstico de DLB (como
ica
B rasgo diagnóstico sugestivo) y para el diagnóstico diferencial entre DLB/PDD
ín
y EA.
Cl
ica
t
ác
8.10. ¿Cuál es la utilidad del EEG/mapping
Pr
en el diagnóstico de la demencia?
de
a
uí
G
deba a una ECJ y puede ser de ayuda para excluir otros procesos como
la
Los complejos de ondas agudas periódicas son parte de los criterios Estudio
5
clínicos para el diagnóstico de ECJ, con una sensibilidad del 44% y de pruebas
de
2++
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
El EEG puede mostrar cambios inespecíficos en pacientes con EA o DLB. No
ió
ac
2+ es útil para el diagnóstico de demencia.5,25 Es útil para distinguirla de delírium
iz
o epilepsia.5,129
al
tu
La presencia de ondas agudas periódicas en el EEG tiene una sensibilidad del
ac
2++
44% y especificidad del 92% para el diagnóstico de ECJ.157
su
e
nt
Recomendaciones
ie
nd
Se recomienda la realización de EEG si se sospecha la presencia de delírium,
pe
B
crisis epilépticas parciales complejas o estado de mal epiléptico no convulsivo.
á
t
es
A Se recomienda la realización de EEG para el diagnóstico de la ECJ.
y
ica
ín
8.11. ¿Cuáles son las indicaciones de realizar
Cl
ica
una biopsia cerebral en el diagnóstico etiológico
t
ác
de la demencia?
Pr
de
a
especializados.25
ás
m
específico.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
biopsia de piel en el CADASIL.
aciz
al
tu
Resumen de evidencia
ac
su
La biopsia cerebral tiene alto riesgo de complicaciones y su uso se limita a la
sospecha de enfermedades tratables no diagnosticables de otro modo, como
e
3/4
nt
meningoencefalitis crónica, vasculitis, Behçet, neurosarcoidosis, encefalopatía
ie
granulomatosa o Whipple.162
nd
pe
á
Recomendación
t
es
La realización de una biopsia cerebral con fines diagnósticos debe ser conside-
y
ica
D rada únicamente en pacientes muy seleccionados en los que se sospecha una
ín
causa reversible que no puede ser diagnosticada de otro modo.
Cl
ica
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
niveles asistenciales
ió
aciz
al
tu
Preguntas para responder:
ac
9.1. ¿Qué son y cómo se clasifican los niveles asistenciales?
su
9.2. ¿Cuál es la función de la atención primaria en la atención integral de la demencia?
e
nt
9.2.1. ¿Se debe realizar un cribado de la demencia en población general?
ie
9.2.2. ¿Cuáles son los criterios de derivación a la Atención Especializada en
nd
Demencias (AED)?
pe
9.2.3. ¿Qué seguimiento del paciente con demencia debe realizarse desde la
á
t
atención primaria?
es
9.3. ¿Qué son los equipos de atención especializada en el abordaje de la demencia
y
ica
(EAED) y cuál es su función?
9.4. ¿Cuál es la función de la red sociosanitaria en el abordaje integral de la demencia?
ín
Cl
9.5. ¿Qué función tienen los servicios de salud mental en la atención de la demencia?
ica
9.6. ¿Qué son los servicios sociales y qué función tienen en la atención de las personas
t
con demencia? ác
9.7. ¿Cómo debe ser la coordinación y la garantía de continuidad asistencial entre los
Pr
diferentes niveles asistenciales en la atención a las demencias?
de
a
uí
G
Se entiende por niveles asistenciales las diferentes modalidades de atención sanitaria que
ica
se ofrece a la población asegurando una óptima atención en cada situación específica, ga-
bl
los diferentes niveles, proporciona una óptima calidad asistencial y evita problemas de
la
índole competencial.
e
remonta a 1986, en Cataluña,164 que fue la primera comunidad autónoma que planificó y
de
ordenó esta modalidad asistencial. Desde el punto de vista conceptual, la ASS está inclui-
ás
terísticas específicas que hace que se la pueda considerar propiamente un tercer nivel asis-
do
autónoma.166,167,168,169,170,171,172,173,174,175,176,177,178,179,180
ns
tra
n
Ha
ac
y miembro de una comunidad. Es una asistencia sanitaria esencial basada en métodos y
iz
tecnologías prácticas, científicamente fundadas y socialmente aceptables, puesta al alcance
al
tu
de todos los individuos y familias de la comunidad. La AP forma parte integrante tanto
ac
del Sistema Nacional de Salud, del que constituye la función central y el núcleo principal,
su
como del desarrollo social y económico global de la comunidad. Esta definición incluye
e
una serie de acciones de salud, sean de prevención, diagnóstico, tratamiento o rehabilita-
nt
ción, que deben realizarse desde un nivel primario y local en beneficio de la comunidad y a
ie
nd
un coste aceptable para que pueda dar respuesta a las necesidades de las personas en cada
pe
una de las etapas de la enfermedad.181
á
La AP debe garantizar la globalidad y continuidad de la atención a lo largo de toda la
t
es
vida del usuario, actuando como gestor, coordinador de casos y regulador de flujos.182
y
La AP ha de ser capaz de resolver la mayor parte de los problemas de salud de las
ica
personas de la comunidad tanto en aspectos de diagnóstico, tratamiento o adecuación de
ín
los recursos.
Cl
ica
2. Atención Especializada (AE)
t
ác
Pr
La AE es el segundo nivel de acceso de los ciudadanos a la asistencia sanitaria. La AE ofrece
de
tes que requieren ayuda, vigilancia o cuidados especiales,185 como es el caso de la demencia.
añ
Los principios en los que se basa este modelo son la continuidad asistencial, la valo-
5
ración y el tratamiento integral, teniendo en cuenta los aspectos biopsicosociales, la inter-
de
La ASS se presta en distintos ámbitos187 y en aquellos territorios en los que esta atención
rri
n.
ió
de enfermería, que por su complejidad y por las características del paciente no pueden
ac
darse en el domicilio o en otros niveles asistenciales, b) unidades de media estancia con
iz
objetivo fundamentalmente rehabilitador y unidades de CP.
al
tu
En resumen, los niveles asistenciales son diferentes modalidades de atención sanita-
ac
ria, coordinadas, que permiten una atención integral y multidisciplinar adecuada a las ne-
su
cesidades de las personas con problemas de salud. El Sistema Nacional de Salud (SNS) re-
e
conoce dos niveles asistenciales básicos: atención primaria (AP) y atención especializada
nt
(AE). También existe un tercer nivel de atención sociosanitaria (ASS), con una desigual
ie
nd
implantación en las distintas comunidades autónomas, que cubre los recursos de atención
pe
en el domicilio, hospitalaria y ambulatoria que permiten ofrecer una atención integral y
á
continuada hasta el final de la vida.
t
es
y
Atención primaria (AP): Es el primer nivel de atención sanitaria al que accede el ciuda-
ica
dano y en el que un equipo de profesionales realiza una labor de prevención, detección y
ín
diagnóstico de enfermedades, su tratamiento, seguimiento, gestión de recursos y acompa-
Cl
ñamiento hasta el final de la vida.181
tica
ác
Atención especializada (AE): Es el segundo nivel asistencial y ofrece atención específica y
Pr
especializada en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de problemas de salud que, por
de
demencia aún está infradiagnosticada, con cifras que oscilan entre el 25 y el 80%,188, 189,190,25
de
Los EAP deben sospechar la existencia de deterioro cognitivo ante las siguientes
do
situaciones: quejas de memoria corroboradas por un informador fiable; observación de
rri
tes de humor, conducta o personalidad; aparición de dificultades para realizar las activida-
ns
n.
Son signos de alerta para la sospecha del DCL o demencia de aparición de
ió
ac
quejas de memoria u otros déficits cognitivos; cambios no justificados y persis-
iz
4 tentes de humor, conducta o personalidad; o dificultades para la realización de
al
actividades avanzadas e instrumentales de la vida diaria.191,192,193,25 Es funda-
tu
ac
mental que estos signos sean corroborados por un informador fiable.
su
Si se mantiene una buena comunicación, fluida y bidireccional entre los EAP y
e
4 sus referentes de atención especializada se asegura la coordinación entre nive-
nt
ie
les y la continuidad asistencial.
nd
pe
á
Recomendaciones
t
es
Los profesionales de la EAP deben sospechar la existencia de deterioro cogni-
y
ica
tivo y/o demencia ante la observación de quejas de memoria, cambios conduc-
ín
D tuales y dificultades para las AVD avanzadas e instrumentales, realizando test
Cl
de cribado, e inicio de exploraciones complementarias para poder formular
ica
una orientación diagnóstica y derivar a la AED según los resultados.
t
ác
Pr
de
Las estrategias de cribado tienen como objetivo detectar enfermedades en fases iniciales,
es
tratarlas de forma precoz e instaurar un control y seguimiento que permita mejorar los
de
3. Disponer de una prueba de cribado sensible, específica, a precio razonable y sin efec-
la
tos secundarios.
e
sd
En el DCL y la demencia se cumplen las tres primeras condiciones: (1) prevalencia alta
s
y problema de primera magnitud que al progresar genera una importante carga social y
o
añ
familiar; (2) curso clínico prolongado, y (3) existen diversos tests de cribado con una acep-
5
Los tests de evaluación cognitiva utilizados tienen un valor predictivo positivo bajo, y
do
estas pruebas, que pueden estar influenciadas por la edad, sexo, cultura y educación del
cu
paciente. El MMSE y el MEC son los tests más utilizados en AP, y se debe ajustar la
ns
n.
ió
nal es obligado ampliar la evaluación con una anamnesis detallada, en 4
ac
donde se deben incluir, además, los tests que evalúen la existencia de
iz
al
pérdida funcional en AIVD.195,25,196
tu
ac
En el DCL y las demencias no disponemos de marcadores bioquí- Estudio
micos, genéticos o pruebas de neuroimagen con aceptable nivel de de pruebas
su
sensibilidad y especificidad.197,198 diagnósticas,
e
nt
2+
ie
nd
pe
Resumen de evidencia
á
t
es
En la actualidad, y en función de que la demencia no cumple todos los requisi-
tos que justificarían un cribado poblacional, éste no debe realizarse en personas
y
2+
ica
de más de 65 años, ya que no existen tratamientos que modifiquen de manera
ín
efectiva la evolución y pronóstico de las demencias más frecuentes.194,199,25,139
Cl
ica
Recomendación
t
ác
No hay suficiente evidencia científica que permita recomendar el cribado po-
Pr
C
blacional de demencia en personas de más de 65 años.
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ac
El EAP debe realizar la orientación/diagnóstico de demencia. El subtipo de demencia
iz
al
y su etiología puede sospecharse en AP pero se confirmará en AED.25,200,201 Los criterios
tu
de derivación a la AED son:
ac
su
Demencias de inicio precoz, familiar o genéticamente determinada: Estudio
e
• Edad inferior a 65 años, con deterioro cognitivo en grado de DCL de cohortes,
nt
o demencia.200,202,203 2+/2++
ie
nd
• Sospecha de una demencia familiar.203 Estudio
pe
• Indicación de consejo genético (EH, EA precoz, DLFT).200 descriptivo,
3
á
t
Dificultad para diagnosticar deterioro cognitivo, o definir su grado:
es
Opinión
• Cuando exista una duda diagnóstica razonable en una persona que
y
de expertos,
ica
presenta déficit cognitivo o demencia.200,203 4
• Para evaluación y detección temprana de las demencias degenera-
ín
Cl
tivas en personas con DCL, en las que se han descartado causas
ica
secundarias.25
t
Cuando se sospecha una demencia secundaria grave: ác Estudio
Pr
• Deterioro cognitivo y/o de conducta en una persona con antecedentes observacional,
de
mentación.
o
añ
n.
ió
tuales que aparecen en el curso evolutivo de una persona diagnosti- 3
ac
cada de demencia.200 Opinión
iz
al
• Presencia de SCPD graves, que no responden adecuadamente y de de expertos,
tu
forma esperada al tratamiento.25,200 4
ac
• Para seguimiento clínico de una demencia de difícil manejo te-
su
rapéutico, y/o en el que se precise de una nueva confirmación de
e
diagnóstico.202,201
nt
ie
No deberían ser derivados a los EAED: Estudio
nd
• Las personas con DCL o demencias secundarias reversibles con trata- descriptivo,
pe
miento médico o abordaje psiquiátrico, que puedan ser diagnosticadas 3
á
t
y tratadas por el EAP. Los enfermos pluripatológicos con mal estado Opinión
es
funcional de base, en los que el beneficio que pueden aportar los EAED de expertos,
y
ica
no supera los inconvenientes que supone su derivación al EAED. 4
ín
Cl
Resumen de evidencia
tica
2++/ El abordaje de la demencia de inicio precoz, familiar, determinada genética-
ác
2+/3 mente (EA precoz, EH, DLFT) debe realizarse en el EAED.200,202,203
Pr
de
diagnóstica.200,203,25
de
clínicos.200,202,203,25
de
s
Son derivados al EAED las personas con demencia ya conocida que presen-
o
añ
No es útil derivar al EAED a las personas con DCL o demencias secundarias re-
m
versibles con tratamiento médico o abordaje psiquiátrico, que puedan ser diag-
do
enfermos con mucha patología, en muy mal estado funcional de base, en los que
cu
n.
Se recomienda derivar desde los EAP a los EAED a las personas con: a) de-
ió
ac
mencia de inicio precoz, familiar o genética, b) dudas en el diagnóstico de dete-
iz
C rioro cognitivo, c) demencia secundaria potencialmente grave, d) sospecha de
al
enfermedad neurodegenerativa, e) complicaciones no previsibles o de difícil
tu
ac
manejo en el curso de una demencia ya diagnosticada.
su
Se recomienda no derivar a los EAED a aquellas personas con DCL o demen-
e
D cia secundaria que pueda ser resuelta por el EAP, y a los enfermos pluripatoló-
nt
ie
gicos con mal estado funcional de base.
nd
pe
á
9.2.3. ¿Qué seguimiento del paciente con demencia debe realizarse
t
es
desde la atención primaria?
y
ica
ín
Los EAP han de responsabilizarse de la atención y seguimiento de la Opinión
Cl
mayoría de las personas con demencia y de la gestión de los recursos de expertos,
ica
que precisen, adaptándose continuamente a los cambios evolutivos de 4
t
ác
la enfermedad, la complejidad de su tratamiento y los procesos conco-
Pr
mitantes que aparezcan durante su evolución (Anexo 1.14).193,196
de
Se requiere coordinación entre los niveles, EAP, EAED, ASS y tam- Opinión
a
bién con las AFA. Esta coordinación de los diferentes niveles socio de expertos,
uí
G
n.
ió
cial, libertad y autonomía en la toma de decisiones).206 4
aciz
Si se producen cambios inesperados, signos de alarma, crisis conduc- Estudio
al
tuales o aparición de otras manifestaciones, han de ser atendidos de descriptivo,
tu
ac
forma ágil en función de los requerimientos, pautas y circuitos esta- 3
su
blecidos. En condiciones normales, si el proceso se mantiene relati-
vamente estable o con un empeoramiento acorde a las previsiones,
e
nt
se recomiendan controles periódicos de seguimiento en la progresión
ie
nd
natural de la demencia.129,193
pe
Los EAP han de ofrecer un plan de cuidados y soporte para el cuidador Opinión
á
de la persona afecta de demencia, en el que se contemplen aspectos de de expertos,
t
es
información y formación, accesibilidad, y apoyo para facilitar los cuida- 4
y
dos y atención al paciente. Desde la AP se ha de gestionar la indicación
ica
y acceso a los recursos de salud, como los programas de atención domi-
ín
ciliaria, hospital de día (HD), o/y sociales, como el centro de día (CD),
Cl
ingresos de descanso o para control de los síntomas.193
tica
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
4 ría de las personas con demencia y de la gestión de los recursos que precisen
G
2++
pu
3
añ
n.
Los EAP deben responsabilizarse de la gestión, atención y seguimiento de las
ió
D
ac
personas con demencia y de sus cuidadores.
iz
al
La persona que presenta una evolución previsible debe ser controlada periódi-
tu
camente por el EAP. Si existen agravamientos inesperados, signos de alarma,
ac
D
crisis conductuales, etc., éstos deberán ser atendidos con rapidez por el EAP, y
su
ante la dificultad para controlarlos deberán derivarse a los EAED.
e
nt
Debe establecerse una coordinación y comunicación entre EAP, EAED, ASS y
ie
D
AFA para asegurar una continuidad asistencial a lo largo de todo el proceso.
nd
pe
á
9.3. ¿Qué son los equipos de atención especializada
t
es
en el abordaje de las demencias (EAED) y cuál
y
ica
es su función?
ín
Cl
ica
Los EAED son equipos de referencia, multidisciplinares que realizan una valoración inte-
t
gral y especializada de la EA y otras demencias. ác
Pr
En cada equipo debe haber un médico experto en el manejo de las demencias (neu-
de
pitalaria o extrahospitalaria y debe tener acceso a todos los medios técnicos necesarios
G
para realizar una evaluación diagnóstica de la demencia sindrómica, familiar y social. Sus
ta
es
Resumen de evidencia
sd
de
Un EAED debe estar formado por: médico experto en el manejo de las de-
mencias (neurólogo, geriatra o psiquiatra), psicólogo/neuropsicólogo, enfer-
ás
n.
ió
ac
Se ha de entregar al paciente y/o familia un informe escrito en el que se de-
iz
tallen todas las exploraciones realizadas, la orientación diagnóstica y de tra-
al
tamiento y el plan de seguimiento. Dicha información debe ser entregada al
tu
4
ac
profesional referente para que pueda realizar el seguimiento más apropiado.
En los pacientes complejos se realizará un seguimiento compartido entre el
su
EAP y EAED.
e
nt
ie
nd
Recomendaciones
pe
Es recomendable que el equipo multidisciplinar de los EAED cuente en su
á
t
es
equipo con un médico especialista experto en demencias (neurólogo, geriatra
o psiquiatra), un psicólogo/neuropsicólogo, un profesional de enfermería, tra-
y
D
ica
bajador social y personal administrativo. El EAED debe tener acceso a medios
ín
de diagnóstico, poder diseñar estrategias de tratamiento y de seguimiento, y
Cl
cumplir sus objetivos asistenciales, docentes, de investigación y gestión.
ica
El paciente y/o su familia deben ser informados sobre el diagnóstico, pronósti-
t
D ác
co y estrategia para seguir.
Pr
D
uí
referente.
ta
es
de
ticas y necesidades según las fases evolutivas de la enfermedad que incluyen dependencia
e
del cuidador. Para dar respuesta a estas necesidades, y garantizar la continuidad asisten-
de
cial, es fundamental disponer de una red asistencial que cuente con profesionales exper-
os
coordinado de la demencia.208,192,209
5
dentro de la ASS o no, pero se caracterizan por una metodología de trabajo basada en la
rri
ción de la asistencia sanitaria y social, la coordinación con los diferentes recursos asisten-
ns
n.
ió
ac
• Hospital de Día (HD): sus objetivos son aplicar medidas terapéuticas no farmacológi-
iz
cas, mantener la autonomía y capacidad funcional en relación a actividades de la vida
al
tu
diaria, rehabilitación física, prevención y tratamiento de comorbilidad añadida, educa-
ac
ción sanitaria, información, formación y asesoramiento a los pacientes y a sus familia-
su
res, así como la reducción de la carga del cuidador. Los pacientes tributarios de HD son
e
personas afectos de DCL o demencia en grado leve y moderado.167 En estos HD existe
nt
un equipo multidisciplinar que suele estar compuesto por médico experto, psicólogo/
ie
nd
neuropsicólogo, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, personal de enfermería, etc.
pe
á
• Centros de Día (CD): este tipo de recurso, cuya dependencia en ocasiones corresponde
t
es
al ámbito social, tiene como objetivo el mantenimiento de las AVD, el control de la
y
conducta, la cognición, la función física y la atención a otros aspectos sociales de los
ica
enfermos de demencia, así como disminuir la carga de los cuidadores habituales. Es un
ín
recurso más adecuado para las fases avanzadas de la enfermedad. Han de disponer de
Cl
profesionales expertos en tratamientos no farmacológicos de intervención cognitiva y
ica
otras actividades de índole terapéutica adaptados a fases más avanzadas de demencia.
t
ác
Pr
• Centros de atención nocturna (CAN): están poco desarrollados en España. Se trata
de
de un recurso que tiene como objetivo el control y tratamiento de los trastornos del
sueño y la descarga del cuidador en dicha franja horaria.
a
uí
G
los SCPD que son de difícil control ambulatorio y que son causa de estrés y sobrecar-
ica
ga del cuidador. También sirven para ajustar tratamiento farmacológico que no puede
bl
nar, con profesionales expertos en el abordaje integral de las demencias. Este tipo de
e
Otros recursos:
m
Existen otros tipos de recursos para la atención a personas con demencias, entre los que
do
debe hacerse especial mención de los centros residenciales, que normalmente son centros
rri
Existen otros recursos disponibles, que deben ser conocidos por los profesionales sanita-
ns
rios; son la teleasistencia, los equipos de soporte domiciliarios de los servicios sociales, etc.185
tra
n
Ha
n.
La demencia genera una serie de necesidades que precisan una red de recur-
ió
ac
sos sociosanitarios con profesionales expertos que puede dar respuesta a estas
4
iz
necesidades, y garantizar la continuidad asistencial, garantizando un abordaje
al
tu
integral, multidisciplinar y coordinado de cada caso.208,192,209
ac
Los recursos sociosanitarios en aquellos territorios que cuentan con esta tipo-
su
logía de atención pueden incluir: unidades de diagnóstico y tratamiento de la
e
nt
demencia (pregunta 9.3); servicios ambulatorios: hospital de día (HD); centros
4
ie
de atención nocturna (CAN); servicios de internamiento: unidades de media
nd
estancia psicogeriátrica; unidades de larga estancia psicogeriátrica. Otros re-
pe
cursos: teleasistencia, equipos sociales de soporte domiciliario.185,181,184,182,183
á
t
es
y
Recomendaciones
ica
ín
Es recomendable la existencia de recursos específicos para la atención de per-
Cl
D sonas con demencia y que la red de ASS disponga de recursos específicos ade-
ica
cuados a cada fase de la enfermedad.
t
ác
Para optimizar el tratamiento integral de la demencia es recomendable que
Pr
✓
existan criterios de derivación, admisión y alta para cada recurso asistencial.
de
D
uí
No existen documentos que aporten evidencia científica para definir la función de los ser-
la
La Estrategia en Salud Mental del SNS (2007),210 publicada por el Ministerio de Sani-
sd
dad y Consumo, señala que el desarrollo de sistemas de atención específica a los trastornos
de
del Estado, y focaliza como punto crítico la escasez de programas específicos multidis-
añ
nas mayores con problemas de salud mental en general y con demencia en particular.
do
sideraciones acerca de la asistencia a personas con demencia desde los diferentes disposi-
ns
n.
ió
en estrecha relación con la AP, de quien reciben las demandas de valoración de los casos
ac
sospechosos de padecer un deterioro cognitivo, sobre todo cuando éstos se acompañan de
iz
trastornos psicológicos y/o conductuales (síntomas depresivos, psicóticos, cambios de la
al
tu
personalidad premórbida) o atípicos (en el caso de personas jóvenes que debutan con tras-
ac
tornos psicológicos y/o conductuales previos a la manifestación del deterioro cognitivo), y
su
en la evaluación y diagnóstico diferencial con enfermedades psiquiátricas.
e
Los EAED deberían contar con la colaboración sistemática de profesionales de la
nt
psiquiatría. Éstos desempeñan un papel destacado en la valoración de las manifestaciones
ie
nd
conductuales y psicológicas de la demencia, así como en el tratamiento farmacológico de
pe
la psicopatología asociada y en la elaboración, junto con el resto del equipo, del plan de in-
á
tervención no farmacológico. Su orientación comunitaria e integral es de gran importancia
t
es
para valorar la situación de sobrecarga del cuidador y planificar la intervención dirigida a
y
tratarla y prevenirla.
ica
Otro ámbito de atención es la hospitalización en unidades psiquiátricas de hospitales
ín
generales. En estas unidades se definen como principales criterios de ingreso: el riesgo
Cl
de suicidio, las conductas disruptivas graves no controlables en entornos comunitarios, la
ica
aparición de un deterioro cognitivo agudo/subagudo sin causa aparente y la necesidad de
t
ác
realizar exploraciones complementarias complejas. El ingreso tiene como objetivo la esta-
Pr
bilización del cuadro agudo y el control de los síntomas psicológicos y conductuales.192
de
ción de crisis, como las descritas anteriormente, pero cuya situación clínica (habitualmente
ta
es
subaguda) requiere una atención específica que difícilmente se puede resolver en el ámbi-
to de la comunidad.192
de
n
ció
Resumen de evidencia
ica
4
de los servicios de salud mental en la atención de la demencia.
pu
la
con demencia.210
de
s
4
añ
4 de las personas con demencia que presentan SCPD, así como el diagnóstico
ás
4 ingreso de la persona con demencia en la que los SCPD son graves y difíciles
cu
de controlar.192
ns
tra
n
Ha
n.
4 y de forma más prolongada si se precisa, las situaciones de crisis que requieren
ió
una atención específica que difícilmente se puede resolver en la comunidad.192
aciz
al
tu
Recomendaciones
ac
su
Deben tenerse en cuenta que los servicios de salud mental tienen un papel
fundamental en la atención a las personas con demencia, ya que contribuyen
e
nt
✓ al diagnóstico etiológico, tratamiento y atención en régimen de hospitalización
ie
en caso de aparición de SCPD graves. Aportan una atención coordinada, inte-
nd
grada y multidisciplinar.
pe
á
t
es
y
9.6. ¿Qué son los servicios sociales y qué función
ica
tienen en la atención de las personas con demencia?
ín
Cl
ica
Los servicios sociales son un conjunto de recursos, prestaciones, actividades, programas,
t
ác
materiales y equipamientos que están destinados a la atención social de la población.
Pr
Su finalidad es dar respuesta a las necesidades sociales de las familias, complementar las
de
La Red de Servicios Sociales de Atención Pública está integrada por servicios sociales de
titularidad pública y servicios sociales de titularidad privada, acreditados y concertados
de
dad de servicios.212,213
e
sd
ciente de personas afectadas de demencia; este hecho viene favorecido por los cambios
s
vidad cuidadora.
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
15% cuando la persona enferma se encuentra en edades compren- 2++
ac
didas entre los 65 y 69 años; se eleva al 27% entre los 75 y 79 años y
iz
al
alcanza un 47%, cuando el enfermo está por encima de los 84 años. El
tu
60% de los ancianos dependientes viven en sus propios domicilios, de
ac
éstos el 19% viven en casa de sus familiares más cercanos y de ellos
su
el 77% viven en un mismo domicilio de forma estable y con el mismo
e
cuidador familiar.214
nt
ie
Familiares, amigos y vecinos se reparten el 85% de los cuidados en el Estudio
nd
domicilio, y realizan gestiones administrativas (93,2%), ayudas en la observacional,
pe
higiene y la ducha (75,6%), en el aseo (65,1%), utilización del baño 2++
á
t
(46,4%), cambio de pañales por incontinencia urinaria (35,4%) o fecal
es
(31,1%), o bien ayudan a comer (30%).214
y
ica
Más de la mitad de los cuidadores invierten un promedio de 4 a 5 Estudio
ín
horas al día, los 7 días de la semana. La media de dedicación al pacien- observacional,
Cl
te con demencia alcanza las 60 a 75 horas semanales.214,215 2++
ica
El coste anual de la atención de una persona con EA, en España, Estudio
t
ác
puede variar, en función del estadio evolutivo, entre 12.700 y 22.000 observacional,
Pr
28.000 euros, con una marcada variabilidad entre países que oscilaba
n
mismas a sus familiares con demencia, sin embargo, cada vez son más observacional
pu
los cuidadores (13,6 a 24,6%) que solicitan ayudas externas de profe- 2++
la
sionales e instituciones.214
e
sd
sociales de atención pública a través del distrito, municipio, comarca, EAP, EAED, hos-
s
derecho a acceder a la red pública de servicios sociales. Las que no cumplen este requi-
do
sito pero se encuentran en situaciones precarias, pueden tener acceso a los mismos, de
rri
n.
ió
A modo de ejemplo:
aciz
al
Servicios sociales básicos: son la puerta de entrada de la red y accesibles a toda la po-
tu
blación. Los profesionales que los prestan y gestionan son diplomados en trabajo social
ac
y educación social y son los encargados de informar, orientar, hacer diagnósticos y va-
su
loraciones, prescribir prestaciones, detectar situaciones de riesgo que obliguen a actuar
e
de forma preventiva, y realizar proyectos comunitarios para la integración social de
nt
ie
personas y colectivos de riesgo.
nd
pe
Servicios sociales especializados: dan respuesta a situaciones o necesidades que requieren
á
una especialización técnica o disposición de recursos especiales. Proporcionan soporte téc-
t
es
nico y prestan colaboración a los servicios sociales básicos en materias de su competencia.
y
ica
Prestación de servicios: actuaciones dirigidas a la prevención, diagnóstico, valoración,
ín
protección, promoción, atención e inserción social. Pueden ser prestaciones sociales bá-
Cl
sicas o especializadas.
tica
Información y soporte social: para prevenir y mejorar la carga relacio-
ác Estudio
Pr
nada con la acción de cuidar. de cohortes,
2+/2++
de
péutica para una sola familia o para varias familias de forma simul-
tánea. Las intervenciones más efectivas son aquellas que se ajustan
la
Recursos sociales: pueden ser de tipo ambulatorio o a tiempo parcial (unas horas y días
os
cia que no pueden ser atendidas adecuadamente en su domicilio, ya sea porque viven
cu
ns
n.
ió
turnos de vacaciones con actividades terapéuticas, formativas, de respiro, socializa-
ac
ción y de tiempo libre. Pueden realizarse en establecimientos termales, en hoteles,
iz
al
casas rurales, etc. Siempre existe un equipo multidisciplinar de profesionales que ejer-
tu
ce como equipo terapéutico, de animación y cuidador.
ac
su
Prestaciones económicas: aportaciones de dinero que otorga la Administración para
e
ayudar a las personas que específicamente se encuentran en situación de necesidad so-
nt
ie
cial, entre ellas la jubilación, pensión de invalidez, subvención relacionada con la Ley de
nd
Dependencia, contrato al cuidador y otras ayudas económicas.
pe
á
Se pueden otorgar con carácter de derecho subjetivo, de derecho de concurrencia o de
t
es
urgencia social y están reguladas por la Ley 13/2006, de 27 de julio, de prestaciones so-
y
ciales de carácter económico.222
ica
ín
Ayudas a domicilio: pueden ser o no instrumentales. Tratan de favorecer y prolongar la
Cl
permanencia de las personas con demencia en el domicilio. Se contemplan medidas de
ica
trabajador familiar para la higiene personal, toma de alimentos o control de medicación,
t
ác
acompañamiento, voluntariado, fisioterapia, logopedia, intervención cognitiva, enferme-
Pr
ría, servicio de comidas a domicilio, servicio de atención domiciliaria (SAD), adaptación
de
Los recursos de servicios sociales o ayudas útiles para las personas con demencia y sus
G
• Valoración • Valoración
sd
• Protección • Protección
de
• Promoción
s
• Atención
o
añ
y soporte social • Soporte psicológico • Asesoramiento
de
– Legal
ás
– Recursos
– Ayudas
m
• Gestión de cuidados
do
• Soporte psicológico
rri
• Grupos de ayuda terapéuticos (GAT)
cu
• Grupos de ayuda mutua (GAM)
ns
tra
n
Ha
recursos sociales • Centro de atención nocturna • Descanso familiar
n.
• Respiro familiar • Grupos de ayuda terapéutica (GAT)
ió
ac
• Centros residenciales • Vacaciones terapéuticas
iz
• Hogares protegidos • Materiales informativos
al
• Comedores comunitarios • Programas formativos
tu
• Transporte adaptado • TIC
ac
• Vacaciones terapéuticas
su
Prestaciones o • Pensión de invalidez • Ley dependencia-contrato cuidador
e
nt
ayudas económicas • Jubilación • Ayuda económica
ie
• Ley de Dependencia
nd
Prestaciones o • Trabajador familiar • Trabajador familiar
pe
ayudas domicilio • Acompañante/voluntario • Adaptación del hogar
á
• Servicio comedor • Acompañamiento
t
es
• Fisioterapia • Atención al duelo
y
• Logoterapia
ica
• Neuropsicología
ín
• Curas enfermería
Cl
• SAD
ica
• Teleasistencia
• TIC
t
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
a
4
G
aumenta con la edad de las personas 15% (65 a 69 años), 27% (75 a 79 años),
de
Las tareas más habituales del cuidador de la persona con demencia son: rea-
pu
El coste anual de una persona con EA, en España, puede variar, en función de
5
2+/
pectivo, de un año de seguimiento en 560 pacientes con EA, el coste mensual
ás
2++
fue de 1.425,73 euros; el 74,3% (1.059 euros) dedicados a costes generales. El
m
88% del coste total (1.244,22 euros) era asumido por la familia.217
do
rri
2+ gasto medio de 28.000 euros, con una marcada variabilidad entre países que
ns
n.
ió
citan ayudas externas de profesionales e instituciones.214
aciz
Todas las familias afectadas por la demencia pueden acceder a la red de servi-
al
4 cios sociales. Allí se ofrece información, orientación, asesoramiento, diagnós-
tu
ac
tico social, y se facilita el acceder a las prestaciones sociales.
su
La Red de Servicios Sociales de la Administración Pública (RSSAP) incluye
4
e
una cartera de servicios que puede variar de un territorio a otro.
nt
ie
nd
pe
Recomendaciones
á
t
es
Es recomendable que los profesionales de la salud y servicios sociales conozcan
y
la problemática de sus pacientes afectados de demencia para poder dar respues-
D
ica
ta a sus demandas y conocer las tareas que realiza el cuidador, el tiempo que
ín
invierte en ello, el ámbito donde vive y el coste que supone para la familia.
Cl
ica
La Administración, a través de su red de servicios sociales, debe adaptarse al
D
aumento de la demanda de atención y servicios para personas con demencia.
t
ác
Pr
Es recomendable favorecer el acceso a los servicios sociales y facilitar sus pres-
de
D taciones para dar soporte adecuado a la labor cuidadora de las familias que
atienden a personas con demencia.
a
uí
G
C co dirigidas a las familias con personas con demencia para favorecer su labor
n
ció
ió
ac
asistenciales en la atención a las demencias?
iz
al
tu
ac
El EAP realizará la derivación al EAED cuando se cumplan los cri- Opinión
su
terios de derivación establecidos (pregunta 9.2.2). La comunicación de expertos,
e
entre ambos niveles debe ser ágil y efectiva, y se deben evitar solucio- 4
nt
ie
nes de continuidad o repeticiones innecesarias que puedan provocar
nd
molestias en los afectados o costes sobreañadidos.25,6,207
pe
á
La evaluación multidisciplinar por parte del EAED deberá efectuarse
t
es
lo antes posible y de forma coordinada. Una vez realizado el diagnós-
y
tico y establecida la propuesta terapéutica deberá transmitirse, con
ica
informe detallado, al EAP referente, para que se pongan en marcha
ín
las decisiones y estrategias establecidas.25,6,207
Cl
ica
Debe existir coordinación en la utilización de los recursos, y evitar
t
ác
retrasos injustificados que puedan alterar la eficacia de una utilización
Pr
precoz, optimizando tiempos y contenidos, cumpliendo los criterios
de
satendida. Estas medidas deben extremarse en las fases más avanza- Opinión
n
miento correspondiente.25 4
ica
Es importante que todos los profesionales, de los distintos niveles asis- Opinión
bl
pu
tenciales y sociales, sigan colaborando en la fase post mórtem, para re- de expertos,
la
n.
ió
ción o trabajo en común entre las diferentes EAED.
aciz
al
También ha de ampliarse a una colaboración en docencia e investiga-
tu
ción entre los diferentes niveles, y la universidad, la industria farma-
ac
céutica y otras instituciones que dedican recursos a la investigación en
su
aspectos básicos, clínicos y sociales en el campo de las demencias.25
e
nt
Un elemento que permite favorecer la coordinación es la alimenta- Opinión
ie
ción, almacenamiento y explotación de los datos de un registro común de expertos,
nd
y compartido de los datos disponibles sobre casos prevalentes de de- 4
pe
mencia. Todos los profesionales desde los distintos niveles pueden
á
t
colaborar en esta recogida de información, extremando la exigencia
es
personal de calidad de los datos. Esta información es de utilidad para
y
ica
la planificación sanitaria y social.225
ín
Cl
Resumen de evidencia
ica
t
El EAP debe derivar al EAED cuando se cumplan los criterios de derivación
ác
establecidos (pregunta 9.2.2). La coordinación entre ambos niveles permite la
Pr
4
continuidad asistencial y evita repetir exploraciones y con ello reduce moles-
de
4 nal para asegurar que en ningún momento la familia pueda sentirse desatendida.
e
sd
demencias.25
tra
n
Ha
n.
nen en el proceso, de unos datos mínimos de calidad de las personas afectadas
ió
de demencia y sus familiares en un registro común centralizado favorece la
ac
4
coordinación entre los tres niveles (AP, AED, ASS). La explotación y análisis
iz
al
de los datos disponibles en el registro permite mejorar el conocimiento de la
tu
demencia y planificar estrategias y políticas de mejora sanitaria y social.225
ac
su
e
Recomendaciones
nt
ie
Para asegurar la continuidad asistencial sanitaria y social en la atención de las
nd
personas afectadas por demencia y sus familiares es recomendable que a lo
pe
D
largo de todo el proceso exista coordinación entre los diferentes niveles asis-
á
t
es
tenciales, servicios sociales y recursos comunitarios.
y
Para favorecer una atención integral a la persona/familia con demencia es reco-
ica
D mendable que la comunicación y coordinación entre los diferentes niveles (sani-
ín
tarios, sociales y comunitarios) sea rápida, efectiva, eficiente y multidireccional.
Cl
ica
Es recomendable que todos los niveles asistenciales colaboren en la consecu-
t
D ác
ción de un diagnóstico de seguridad favoreciendo la obtención de muestras
Pr
biológicas y de tejido neurológico.
de
D
AFA para favorecer la ampliación de conocimientos (formación e investiga-
n
ció
D
para conocer mejor la realidad y planificar de forma racional nuevas estrate-
la
gias de intervención.
e
sd
de
so
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
27/09/13 13:01
10. Tratamiento de la demencia
n.
ió
ac
10.1. Medidas generales
iz
al
tu
ac
Preguntas para responder:
su
10.1.1. ¿Cuándo y cómo debe informarse del diagnóstico de demencia al paciente y a
e
nt
su familia?
ie
10.1.2. ¿Qué contenido básico debe tener la información al paciente y su familia?
nd
pe
á
10.1.1. ¿Cuándo y cómo debe informarse del diagnóstico
t
es
de demencia al paciente y a su familia?
y
ica
ín
El 98% de las familias desean que el paciente esté informado.226 El Estudio
Cl
92% de los pacientes desean conocer el diagnóstico. Existen familias descriptivo,
ica
que ocultan información al paciente con el argumento de que quie- 3
t
ác
ren protegerlo y minimizar el impacto que la información sobre la
Pr
enfermedad le pueda generar. Se ha demostrado que la información
de
la persona afectada.227,228,229
uí
G
Existen pacientes que desean ser informados y otros que no desean Opinión
sd
n.
ió
nes apropiadas de intimidad y comodidad. Se debe crear una rela- 4
ac
ción profesional/paciente/familia basada en un compromiso de res-
iz
al
peto y confianza. El diálogo irá dirigido a facilitar la comprensión del
tu
diagnóstico y favorecer la toma de decisiones y deberá ser empático,
ac
sencillo y bidireccional, escuchando la opinión del paciente, de sus
su
familiares, y facilitando el intercambio de preguntas y respuestas.140
e
Valorar de forma individual que la información que se ofrece al pa-
nt
ie
ciente y a la familia sea comprensible, teniendo en cuenta el déficit
nd
cognitivo del paciente, edad, sexo, raza, nivel educacional, cultura y
pe
religión. Si existen barreras idiomáticas se deberá facilitar la comuni-
á
cación a través de un mediador cultural independiente.193
t
es
Se aconseja ofrecer la información de forma fraccionada, dedicando Estudio
y
ica
el tiempo necesario. La información ofrecida debe ser veraz, no alar- descriptivo,
mista y que no deje lugar a dudas ni a crear falsas expectativas.140 3
ín
Cl
Opinión
ica
de expertos,
4
t
ác
Pr
La comunicación del diagnóstico puede producir un gran impacto en Opinión
de
Resumen de evidencia
sd
de
go, existen familias que ocultan información al enfermo para protegerlo mini-
o
3
añ
4
una sospecha razonable.140,230,231
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
de inicio de la demencia, en la que puede mantener preservada su memoria,
ió
4 capacidad de comprender, de asimilar la información, ser consciente de su al-
ac
cance y repercusiones, y poder decidir a quién desea informar de su proceso
iz
al
(familia, amigos). Debe respetarse el derecho a no querer ser informado.140,206
tu
ac
La información sobre la demencia que se debe transmitir al paciente y/o a
su familia debe ser prudente, individualizada, respetuosa, empática, sencilla,
su
comprensible y bidireccional. Se debe realizar en un entorno y condiciones
e
nt
4 adecuadas de intimidad y comodidad, dirigida a facilitar la comprensión de la
ie
enfermedad y la toma de decisiones. Se facilitará el intercambio de preguntas
nd
y respuestas. Si existen barreras idiomáticas se facilitará la intervención de un
pe
mediador cultural independiente.140,193
á
t
es
Se aconseja dar la información de forma fraccionada, si es necesario, dedican-
y
4 do el tiempo necesario, con un contenido veraz, no alarmista y sin dar lugar a
ica
dudas ni crear falsas expectativas.140
ín
Cl
La comunicación del diagnóstico de demencia puede producir un gran impacto
ica
sobre el paciente y su familia. Puede ser necesario interrumpir la sesión infor-
4 mativa y ofrecer tiempo para la reflexión. La información debe actualizarse y/o
t
ác
ampliarse en visitas sucesivas, y con sesiones informativas organizadas por los
Pr
tivos, vídeos, DVD y otros medios audiovisuales si son necesarios para favore-
G
3
cer la comprensión del diagnóstico. La información podrá ampliarse también a
ta
es
Recomendaciones
ica
D cuando exista una sospecha razonable de demencia. El médico del EAED y/o
pu
n.
prensible, prudente, respetuosa, empática y un entorno y condiciones adecuadas
ió
facilitando el diálogo bidireccional. Para facilitar la comprensión del diagnóstico
ac
y sus consecuencias puede ampliarse la información con folletos informativos,
iz
C
al
libros, vídeos, Internet, otros medios audiovisuales y a través de las asociacio-
tu
nes de familiares de pacientes afectados de demencia (AFA). Si existen barreras
ac
idiomáticas se deberá facilitar la comunicación a través de un mediador cultural
su
independiente.
e
nt
Se recomienda valorar individualmente el posible impacto que pueda generar
ie
la comunicación del diagnóstico y realizarla de forma fraccionada si es nece-
nd
D
sario, ampliando información en visitas sucesivas y en sesiones informativas
pe
(EAED, EAP, AFA).
á
t
es
y
10.1.2. ¿Qué contenido básico debe tener la información
ica
ín
para el paciente y su familia?
Cl
ica
La información básica recibida por el paciente y su familia debe cons- Opinión
t
tar de:129 ác de expertos,
Pr
4
de
• Diagnóstico de la enfermedad
a
• Tipo de demencia
uí
• Pronóstico probable
ta
es
– Intervenciones no farmacológicas
ica
– Pautas y recomendaciones
bl
pu
• Planificar su futuro
5
n.
ió
mentar las dificultades para planificar el futuro con ayuda de familia- 4
ac
res y profesionales.
iz
al
tu
Conocer el pronóstico de la enfermedad le dará la oportunidad de
ac
poder planificar su futuro ejerciendo su derecho a decidir (voluntades
su
anticipadas, designar tutor).233,42
e
nt
Las sesiones informativas en grupo dirigidas a las familias deben con- Opinión
ie
templar los siguientes aspectos: de expertos,
nd
4
pe
• Informar sobre aspectos básicos de la enfermedad y fases evolutivas.
á
t
• Diferenciar síntomas cognitivos, conductuales y funcionales.
es
• Repercusión de la pérdida de autonomía.
y
ica
• Implicación de los distintos profesionales (EAP, EAED, ASS).
• Fomentar un tratamiento integral y multidisciplinar.
ín
Cl
• Promoayuda al cuidador y a la familia.
ica
• Asesorar del pronóstico y perspectivas de futuro.
t
• Informar de los recursos sociosanitarios y sociales disponibles.
ác
• Asesorar sobre aspectos legales básicos.
Pr
• Manejo y actitudes que adoptar frente a problemas emergentes.
de
• Valorar las necesidades, cargas, demandas, riesgos o repercusiones
a
uí
del cuidador.
G
n.
En la demencia leve o moderada es posible informar al paciente. Dicha infor-
ió
ac
mación puede ser beneficiosa, ya que le permitirá expresar sus preocupaciones,
iz
4 dudas, y poder afrontar mejor las dificultades diarias. Conocer el pronóstico de
al
su enfermedad le ofrecerá la oportunidad de tomar decisiones y planificar su
tu
ac
futuro.233,42
su
La información básica para el paciente y sus familiares debe constar de: diagnós-
e
4 tico de la enfermedad, tipo de demencia, fase evolutiva, pronóstico, tratamiento
nt
ie
farmacológico, no farmacológico, seguimiento y recursos disponibles.129
nd
La información permitirá al paciente y a su familia planificar su futuro, decidir
pe
el tutor, reorganizar cuestiones económicas y legales, valorar el tratamiento
á
4
t
farmacológico y no farmacológico y decidir su participación en programas de
es
investigación.129
y
ica
Las sesiones informativas dirigidas a las familias deben contemplar aspectos
ín
básicos de la enfermedad, fases de la demencia, diagnóstico, implicación de los
Cl
4 distintos profesionales y niveles asistenciales (EAP, EAED, ASS), tratamiento
ica
integral y multidisciplinar, recursos sociosanitarios y sociales disponibles, ase-
t
soramiento legal y ayudas económicas.193 ác
Pr
pueden colaborar como conductores de grupos GAM o GAT, tras haberse for-
4
ica
Los cuidadores principales pueden recibir formación que les capacite para colabo-
la
4
rar como coterapeutas en las intervenciones no farmacológicas de la demencia.193
e
sd
de
Recomendaciones
os
añ
n.
D conviven con personas afectadas de DLB, DLFT o DV y en fases avanzadas y
ió
terminales de la demencia.
aciz
Se recomienda la formación de profesionales de la salud, servicios sociales y
al
D voluntarios/profesionales para que puedan dirigir grupos de pacientes y/o fa-
tu
ac
miliares afectados de demencia.
su
Es recomendable formar a cuidadores (familiares o profesionales) para capaci-
D
e
tarlos en el manejo de intervenciones no farmacológicas de la demencia.
nt
ie
nd
pe
10.2. Tratamiento farmacológico específico
á
t
es
de la demencia
y
ica
Preguntas para responder:
ín
Cl
10.2.1. ¿Existe un tratamiento farmacológico específico de las demencias?
ica
10.2.2. ¿El tratamiento farmacológico específico es igual de eficaz en todas las
t
personas? ác
Pr
Enfermedad de Alzheimer
de
farmacológico específico en la demencia por cuerpos de Lewy?
cu
ns
tra
n
Ha
n.
en la demencia por cuerpos de Lewy de grado leve, moderado y grave?
ió
ac
10.2.14. ¿Cuál es la utilidad de los fármacos con acción dopaminérgica en la demencia
iz
por cuerpos de Lewy?
al
tu
Degeneración lobular frontotemporal
ac
10.2.15. ¿Qué tratamiento farmacológico es eficaz en las manifestaciones cognitivas
su
y conductuales de la degeneración lobular frontotemporal?
e
nt
Demencia vascular
ie
10.2.16. ¿Qué tratamiento farmacológico es eficaz en la demencia vascular de grado
nd
leve, moderado y grave?
pe
10.2.17. ¿Cómo influye el tratamiento farmacológico en la demencia vascular respecto
á
t
a las manifestaciones cognitivas, conductuales, funcionales y/o calidad de vida?
es
10.2.18. ¿Cuáles son los efectos adversos y contraindicaciones del tratamiento
y
ica
farmacológico en la demencia vascular?
ín
Otros tratamientos farmacológicos
Cl
10.2.19. ¿Existen otros tipos de fármacos eficaces en las manifestaciones cognitivas
ica
y funcionales de las personas afectadas de algún tipo de demencia?
t
ác
Pr
de
de la demencia?
uí
G
ta
es
Los IACE han sido recomendados para el tratamiento de los pacien- ECA,
bl
En ECA, los pacientes que han sido tratados con IACE han mostrado ECA,
un menor deterioro cognitivo, funcional y conductual que los tratados 1+
so
con placebo.140,42,5
añ
5
Los perfiles de seguridad y eficacia para los tres IACE son similares.140 ECA,
de
1++/1+
ás
IACE.5,140,42
rri
cu
n.
1++/ Los IACE han mostrado beneficio respecto a placebo en el tratamiento de la
ió
ac
1+ EA de leve a moderada.5,234,140,42,235
iz
al
Los IACE han mostrado beneficio en el tratamiento de la DV de leve a mode-
1+
tu
rada, y en la DLB y la PDD.5,140,42
ac
1++/
su
Los perfiles de seguridad y eficacia para los tres IACE son similares.140
1+
e
nt
1++/ Memantina ha mostrado beneficio respecto a placebo en el tratamiento de la
ie
nd
1+ EA moderada y grave, en monoterapia o en combinación con un IACE.5,140,42
pe
– No existe tratamiento farmacológico específico para la DLFT.5,6,52
á
t
es
y
Recomendaciones
ica
ín
Se recomiendan los IACE para el tratamiento específico y sintomático de la
A
Cl
EA de leve a moderada.
ica
Se recomienda el tratamiento con IACE en el manejo de la DV de leve a
t
A ác
moderada.
Pr
B
uí
Algunos ECA han mostrado diferente eficacia del tratamiento farma- ECA,
e
n.
ió
anteriores. Los autores de este estudio concluyen que no disponen de
ac
datos indicativos de que unas determinadas características epidemioló-
iz
al
gicas, cognitivas o genéticas se correlacionen con una mayor eficacia del
tu
tratamiento, por lo que no se puede identificar a los pacientes que res-
ac
ponderán al tratamiento a priori.
su
En el caso de la DV, se han hallado discretas diferencias en la res- ECA,
e
nt
puesta al tratamiento, en función del tipo de lesión vascular (según 1++/1+
ie
sea cortical, subcortical o de pequeño vaso)237 y en función de la edad
nd
(las personas con mayor edad tienen mayor probabilidad de tener EA
pe
asociada).238
á
t
es
y
Resumen de evidencia
ica
ín
En un estudio de extensión de dos ECA con galantamina, el declive en la pun-
Cl
tuación de la escala ADAS-Cog a los 2 años respecto a la basal fue de 15+/–8
1+
ica
puntos de media en un tercio de los pacientes, 20+/–9 puntos en otro tercio y
t
ác
30+/–10 puntos en el tercio restante de los pacientes.236
Pr
Recomendaciones
ta
es
– fico es igual de eficaz en todas las personas debido a la escasez de estudios que
n
Enfermedad de Alzheimer
pu
IACE
os
añ
Los IACE están aprobados en España para EA leve o moderada. Memantina está apro-
5
n.
ió
las escalas ADAS-Cog (–2,7 puntos) y MMSE, un efecto beneficioso
ac
sobre las AVD, según puntuaciones en la escala PDS, y una modesta
iz
al
eficacia sobre las alteraciones conductuales (apatía, ansiedad y depre-
tu
sión) según puntuación de la escala NPI-total. En cuanto a la calidad
ac
de vida, no hay evidencia de beneficio, evaluado mediante escalas de
su
calidad de vida a las 12 y 24 semanas.240,241
e
nt
Los estudios comparativos entre los diferentes IACE son escasos. Estudios
ie
Una RS Cochrane239 identificó cuatro estudios comparativos. Dos de comparativos,
nd
ellos, a simple ciego, compararon donepezilo vs. galantamina: uno de 1++
pe
ellos mostró un mayor beneficio en la función cognitiva a las 12 sema-
tá
nas (–2,5 puntos de media en la escala ADAS-Cog, sin diferencias en
es
MMSE) y en AVD (2,10 puntos en DAD) en los pacientes tratados
y
ica
con donepezilo, que no fue corroborado por el otro estudio más pro-
longado, de 52 semanas,242 y que no mostró diferencias entre ambos
ín
Cl
fármacos según puntuación en las escalas ADAS-Cog, MMSE y AVD.
ica
Los otros dos estudios que compararon donepezilo vs. rivastigmina,
uno a simple ciego de 12 semanas243 y otro a doble ciego de 2 años,244
t
ác
no hallaron diferencias en cuanto a la función cognitiva, alteraciones
Pr
La mayoría de los ECA disponibles tienen una duración de 6 meses. No se puede de-
de
mostrar el efecto de los IACE a más largo plazo, si bien hay estudios observacionales
n
ció
que muestran que el beneficio a largo plazo continúa después del año de seguimiento.
ica
Los pacientes tratados con IACE tienen una probabilidad de 2,5 pun- Estudio
bl
tos por encima de los no tratados de progresar más lentamente duran- observacional,
pu
En una RS de 22 ECA241 (12 estudios con donepezilo, seis con galan- RS de ECA,
e
sd
tamina y cuatro con rivastigmina) con 9.883 participantes que pre- 1++
de
n.
Donepezilo ha mostrado eficacia en pacientes con EA leve, modera- ECA,
ió
ac
da y grave. La dosis de inicio recomendada es de 5 mg/día durante 4 1++
iz
semanas, y aumentar posteriormente a 10 mg/día.246,235 La duración de
al
la mayoría de los ECA ha sido de 12-24 semanas, excepto dos de 12
tu
ac
meses y otro de duración superior a 24 meses. La mayoría se realiza-
ron con pacientes con EA de leve a moderada (MMSE: 10-26 puntos),
su
dos en EA de moderada a grave (MMSE: 5-17 puntos) y uno en EA
e
nt
leve (MMSE: 21-26 puntos).
ie
nd
En una RS Cochrane240 hasta 2005, se incluyeron en un MA 23 ECA RS y MA
pe
multicéntricos, doble ciego, todos ellos con grupos paralelos, excepto de ECA,
á
uno cruzado247 y otro con una parte de cross-o y otra con grupos pa- 1++
t
es
ralelos248 con un total de 5.272 participantes, para evaluar el beneficio
y
de donepezilo a las 12, 24 y 52 semanas. Los resultados del MA basa-
ica
do en 14 ECA fueron los siguientes: 1) cognición: donepezilo mostró
ín
mejoría estadísticamente significativa respecto a placebo en la esca-
Cl
la ADAS-Cog a las 24 semanas, tanto con 5 mg/día (–2,01 puntos)
ica
como con 10 mg/día (–2,80 puntos). También se observó mejoría en
t
ác
el MMSE a las 52 semanas con 10 mg/día (1,84 puntos); 2) estado
Pr
clínico global: el número de pacientes con EA leve o moderada que
de
(OR = 2,18) y 10 mg/día (OR = 2,38) que con placebo; 3) AVD: done-
G
metodológica.42
o
añ
n.
ió
cia de correlación entre la dosis y el efecto del donepezilo es débil.240
aciz
al
tu
Rivastigmina
ac
Rivastigmina ha confirmado su eficacia en pacientes con EA leve y ECA,
su
moderada. La dosis recomendada es de 6-12 mg/día (oral), iniciando 1+
e
nt
el tratamiento con 1,5 mg/12h y aumentando 1,5 mg/12h cada 4 se-
ie
manas. La dosis recomendada por vía transdérmica es de 4,6-9,5 mg/
nd
día empezando con 4,6 mg durante 4 semanas y aumentando a 9,5 mg
pe
posteriormente.246,235
tá
es
Una RS Cochrane239 hasta 2008 incluyó nueve ECA, con un total de RS de ECA,
y
4.775 pacientes con EA de leve a moderada, en régimen ambulatorio, 1++/1+
ica
con un seguimiento máximo de 26 semanas, excepto uno de 12 meses
ín
de duración, y mostró los siguientes resultados: 1) cognición: rivas-
Cl
tigmina a dosis de 6 a 12 mg/día mostró una mejoría media de –1,99
ica
puntos en la escala de ADAS-Cog comparado con placebo a las 26
t
ác
semanas. Dos RS252,253 mostraron beneficio en la función cognitiva en
Pr
los pacientes tratados con rivastigmina. Una GPC235 refiere que existe
de
Galantamina
sd
de
eficacia similar.
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
lantamina, a dosis entre 16 y 36 mg/día, en pacientes ambulatorios con
ac
EA leve a moderada en comparación con placebo, evaluados a los 3
iz
al
y 6 meses. El beneficio se observó para las dosis de 16 y 24 mg/día sin
tu
diferencia significativa entre ambas dosis, pero no se observó para la
ac
dosis de 8 mg/día, según los siguientes resultados: 1) cognición: la galan-
su
tamina mostró efecto beneficioso, en pacientes afectos de EA de leve
e
a moderada, sobre la función cognitiva (a dosis de 16 mg/día) a los 6
nt
ie
meses;253,241,5,235 2) estado clínico global: el número de pacientes con pun-
nd
tuación mejorada o sin cambio en la escala CIBIC-plus o ADCS-CGIC
pe
fue mayor con galantamina que con placebo con todas las dosis excepto
á
8 mg/día (OR = 1,6-1,8 a dosis de 16 a 36 mg/día) a los 6 meses; 3) AVD:
t
es
galantamina mostró una disminución menor en la puntuación ADCS-
y
ADL respecto a placebo para 16 mg/día (3,1 puntos) y para 24 mg/día
ica
(2,3 puntos) a los 6 meses. También se observó una mejoría en escala
ín
DAD de discapacidad de 3,7 puntos con la dosis de 24 mg/día; 4) alte-
Cl
raciones conductuales: un ECA que evaluó el cambio en la puntuación
ica
del NPI a los 3 meses no mostró efecto del tratamiento con galantamina
t
ác
a dosis de 24 y 32 mg/día. En tres ECA de 6 meses de duración se ob-
Pr
servó una reducción media de 2,1 puntos en la escala NPI con dosis de
de
Memantina
e
sd
n.
ió
significativa en la función cognitiva evaluada mediante escala SIB, en
ac
la función global según la escala CIBIC-Plus, en las AVD según esca-
iz
al
la ADCS-ADL y en el estado anímico y conducta, según escala NPI,
tu
a las 24 y 28 semanas. De cinco ECA que evaluaron alteración de la
ac
conducta sólo dos mostraron diferencias estadísticamente significativas
su
respecto a placebo. Tres ECA realizados en pacientes con EA de leve
e
a moderada, tratados con memantina, mostraron diferencias significa-
nt
ie
tivas en función cognitiva (escala ADAS-Cog), función global (escala
nd
CIBIC-Plus) y no se hallaron diferencias en cuanto a estado anímico y
pe
conducta (escala NPI).
tá
es
Los datos de tres ECA de 6 meses de duración en pacientes con MMSE
y
entre 10-24 mostraron un beneficio mínimo de memantina 20 mg/día
ica
respecto a placebo, en cognición (mejoría media de 0,99 puntos en
ín
la escala ADAS-Cog) y en estado clínico global (mejoría media de
Cl
0,13 puntos de CIBIC-plus), clínicamente no relevante. No se observó
ica
efecto sobre AVD ni sobre alteraciones conductuales.256
t
ác
Existen pocos estudios realizados en pacientes con demencia mode- ECA,
Pr
rada y grave. Los datos de tres ECA de 6 meses de duración en pa- 1++
de
la NPI total.
añ
5
de
Resumen de evidencia
ás
m
IACE
do
1++ derada es similar, con mejoría respecto a placebo de 1 punto en MMSE y 2,70
cu
n.
ió
rivastigmina.244,243
aciz
Donepezilo
al
tu
En una RS Cochrane, en pacientes con EA de leve a moderada, donepezilo
ac
mostró mejoría significativa respecto a placebo en la escala ADAS-Cog a las
1++
su
24 semanas, con 5 mg/día (–2,01 puntos) y con 10 mg/día (–2,80 puntos), y en el
e
MMSE a las 52 semanas con 10 mg/día (1,84 puntos).246,235
nt
ie
El número de pacientes con EA leve o moderada que mostraron mejoría en la
nd
escala CIBIC-plus a las 24 semanas fue mayor en los tratados con donepezilo
pe
1++
que con placebo, tanto para 5 mg/día (OR = 2,18) como para 10 mg/día (OR =
á
2,38).240,247,248
t
es
Donepezilo mostró una mejoría respecto a placebo en AVD, de 3,8 puntos en
y
ica
la escala PDS con dosis de 10 mg/día a las 52 semanas en un estudio.249 En otro
1+/1–
ín
estudio,250 se observó mayor tiempo transcurrido hasta el deterioro clínicamen-
Cl
te observable en la funcionalidad, con donepezilo 10 mg/día a las 54 semanas.
ica
Donepezilo 10 mg/día mostró mejoría media en el NPI total a las 6 semanas
t
1+/1– ác
(–6,20 puntos) y a las 24 semanas (–3,26 puntos).249,250
Pr
1+/1– donepezilo mantuvieron el descenso del NPI mientras que el cambio a placebo
a
uí
produjo un empeoramiento.249,250
G
1+
es
1+
de los pacientes con EA.248
bl
pu
Rivastigmina
de
1++/
o
1+
pacientes con EA de leve a moderada, en una RS Cochrane.239,252,253,235
5
de
1++/ La rivastigmina 6-12 mg/día mostró una pequeña mejoría significativa en fun-
1+ ción global evaluada mediante escalas CIBIC-plus, CGIC o GDS.239,254
ás
m
1+
ns
n.
La galantamina a dosis de 24 mg/día mostró una mejoría de 3,7 puntos en la
ió
1++
escala DAD.253
aciz
No se han observado cambios en la puntuación NPI en un ECA en tratamiento
al
1++
tu
con galantamina a dosis de 24 y 32 mg/día, a los 3 meses.253
ac
1++ La dosis de galantamina 8 mg/día no es eficaz.246,235
su
En un ECA en pacientes con EA grave, galantamina a dosis de 24 mg/día me-
e
nt
1+ joró 1,9 puntos en la escala SIB comparado con un empeoramiento de 3 puntos
ie
con placebo, a los 3 años.255
nd
pe
Memantina
tá
Memantina a dosis de 20 mg/día se asoció a una mejoría media de 2,97 pun-
es
tos respecto a placebo en la escala SIB a los 6 meses en pacientes con EA de
y
1++
ica
moderada a grave, en una RS Cochrane.256 No se observaron diferencias de
puntuación en MMSE.
ín
Cl
Memantina 20 mg/día mostró una mejoría media de 0,28 puntos en CIBIC-plus
ica
1++
a los 6 meses en pacientes con EA de moderada a grave.256
t
ác
Memantina 20 mg/día mostró una mejoría media de 1,27 puntos en ADCS-
Pr
1++
ADLsev a los 6 meses en pacientes con EA de moderada a grave.256
de
1++
je ligeramente mayor de pacientes se mantenía libre de agitación, delirios y
ta
desinhibición.256,258
es
de
Recomendaciones
la
B
la evidencia de su beneficio es menor.
5
de
las manifestaciones cognitivas, conductuales, funcionales y/o calidad
n.
ió
de vida de la EA?
aciz
al
tu
El tratamiento farmacológico específico (IACE y memantina), en la EA, tiene un efecto
ac
diferente, según la etapa de la enfermedad (leve, moderada o grave) y según las mani-
su
festaciones de la EA (cognitivas, conductuales, funcionales y/o calidad de vida) según
e
consta en varias GPC5,25,140,42,235 y RS.239,240,241
nt
ie
nd
Manifestaciones cognitivas
pe
á
t
es
El efecto de los IACE sobre las funciones cognitivas en la EA ha sido estadísticamente
y
significativo en los diversos ECA realizados; se ha observado una mejoría de 1 punto en
ica
la escala de MMSE y 3 puntos en la escala ADAS-Cog, comparado con placebo.42
ín
Cl
ica
Donepezilo
t
ác
Según un MA de ECA incluidos hasta 2005, en una RS Cochrane,240 MA de ECA,
Pr
Rivastigmina
n
ció
Galantamina
de
s
n.
Según MA de estudios incluidos hasta 2006, en una RS Cochrane,256 MA de ECA,
ió
ac
memantina a dosis de 20 mg/día mostró una mejoría de 2,97 puntos 1++
iz
de media en la escala SIB respecto a placebo en pacientes con EA
al
moderada-grave, a los 6 meses.
tu
ac
En un ECA257 no se observaron diferencias significativas entre me- ECA,
su
mantina y placebo, según evaluación mediante escala MMSE.254 En 1++
e
pacientes con EA leve-moderada la media fue de 0,99 puntos de me-
nt
ie
joría en ADAS-Cog.256
nd
pe
Manifestaciones conductuales
tá
es
y
Donepezilo
ica
ín
En un MA Cochrane240 el donepezilo a dosis de 10 mg/día mostró MA de ECA,
Cl
mejoría según NPI total, a las 6 semanas (–6,20 puntos) y a las 24 1++
ica
semanas (–3,26 puntos). En la fase abierta de uno de los ECA se ob-
t
servó un descenso en la puntuación de la escala NPI total a las 6 y 12
ác
semanas respecto a la basal; los pacientes que recibieron donepezilo
Pr
Rivastigmina
de
Galantamina
bl
pu
reducción de la puntuación NPI (media de 2,1 puntos) a los 6 meses con de ECA,
e
sd
dosis de 16 mg/día, pero no con dosis de 16-24 mg/día. En otro ECA no 1++
de
Memantina
5
de
n.
ió
memantina en la puntuación NPI total. En los pacientes que no pun-
ac
tuaron en la existencia de síntomas en NPI basal, se observó menor
iz
al
aparición de los síntomas (agitación/agresividad, delirios y desinhibi-
tu
ción) a la semana 12, y menor aparición de los síntomas (agitación/
ac
agresividad, irritabilidad/labilidad y alteración del comportamiento
su
nocturno) a la semana 24/28. Ningún ítem fue peor con memantina
e
que con placebo.
nt
ie
nd
Funcionalidad
pe
á
t
es
Donepezilo
y
ica
Según una RS Cochrane,240 un ECA mostró mejoría en la escala PDS ECA,
ín
(3,8 puntos) con 10 mg/día a las 52 semanas. También se observó dis- 1++
Cl
minución en el tiempo transcurrido hasta el deterioro clínicamente
ica
observable, con donepezilo a dosis de 10 mg/día a las 54 semanas en
t
otro ECA. El número de pacientes con EA leve o moderada que mos-
ác
traron mejoría en la escala CIBIC-plus fue mayor en los pacientes
Pr
Rivastigmina
ta
es
A dosis de 6-12 mg/día mostró una ligera mejoría significativa en fun- ECA,
de
Galantamina
la
cebo. Se observó una mejoría en escala DAD de 3,7 puntos con dosis
o
añ
n.
En pacientes con EA moderada-grave256 tratados con memantina a ECA,
ió
ac
dosis de 20 mg/día, se observó una mejoría de 0,28 puntos de media en 1++
iz
la escala CIBIC-plus y de 1,27 puntos en ADCS-ADL a los 6 meses.
al
En pacientes con EA leve-moderada la mejoría en la puntuación
tu
ac
media de 0,13 puntos de CIBIC-plus, fue estadísticamente significati-
va, pero clínicamente no relevante.
su
e
nt
ie
Calidad de vida
nd
pe
á
Donepezilo
t
es
La calidad de vida sólo ha sido evaluada en estudios realizados con ECA,
y
ica
donepezilo, y no se observó beneficio sobre la calidad de vida con 1++
ín
dosis de 5 ni 10 mg/día ni a las 12 ni a las 24 semanas.240
Cl
ica
Resumen de evidencia
t
ác
Manifestaciones cognitivas
Pr
de
1++ ción mediante escala ADAS-Cog a las 24 semanas, con 5 mg/día (–2,01 puntos)
G
(1,84 puntos).
de
1++ con rivastigmina a dosis de 6 a 12 mg/día mostró una mejoría en la función cog-
ció
1++ con galantamina a dosis de 16 o 24 mg/día mostró una mejoría en función cog-
nitiva (–3,1 puntos en ADAS-Cog) respecto a placebo a los 6 meses.
la
e
Manifestaciones conductuales
de
1++ mostró mejoría según NPI total (–6,20 puntos) de media a las 6 semanas, y de
m
n.
1++
ió
de media a los 6 meses, que no se observó a dosis de 16-24 mg/día, ni en otro
ac
ECA a dosis de 24 y 32 mg/día.
iz
al
Memantina 20 mg/día mostró una mejoría media de 2,76 puntos en el NPI
tu
1++
ac
total, en pacientes con EA de moderada a grave a los 6 meses.256,258
su
Funcionalidad
e
nt
En pacientes con EA leve o moderada tratados con donepezilo se observó
ie
1++ una mejoría de la funcionalidad según escala CIBIC-plus, a dosis de 5 mg/día
nd
(OR = 2,18) y a dosis de 10 mg/día (OR = 2,38) a las 24 semanas.240
pe
El tratamiento con rivastigmina a dosis de 6 y 12 mg/día se asoció a una mejoría
á
1++
t
es
media de 2,15 puntos en la escala PDS de AVD a las 26 semanas.254,239
y
El número de pacientes tratados con galantamina a dosis de 16 a 36 mg/día,
ica
que mostró una puntuación mejorada o sin cambio en escalas CIBIC-plus o
ín
1++
ADCS-CGIC, fue mayor que el número de pacientes tratados con placebo
Cl
(OR = 1,6-1,8) a los 6 meses.253
ica
t
En pacientes con EA de moderada a grave, el tratamiento con memantina a
ác
1++ dosis de 20 mg/día mostró una mejoría media de 1,27 puntos en ADCS-ADL-
Pr
Calidad de vida
a
uí
G
Recomendaciones
n
ció
A
rada para el manejo de síntomas cognitivos y funcionales.
bl
pu
tratamiento farmacológico específico en la enfermedad de Alzheimer?
n.
ió
ac
Efectos adversos
iz
al
tu
El tratamiento farmacológico con IACE es bien tolerado.5,140,252,239 ECA,
ac
1++/1+
su
Según varias RS240,260,256,253,254,241,261,262,263,264,265,149 los efectos secundarios RS de ECA,
e
nt
más comunes en el tratamiento con IACE son los gastrointestinales 1++/1+
ie
(náuseas, vómitos y diarrea). Con menor frecuencia puede aparecer:
nd
dolor abdominal, anorexia, pérdida de peso, trastornos del sueño, ca-
pe
lambres musculares, incontinencia urinaria, bradicardia y síncope.
tá
es
Donepezilo a dosis de 10 mg/día: náuseas (9%), vómitos (3%), diarrea
y
(3%), insomnio (3%), fatiga (5%), anorexia y calambres musculares.
ica
Rivastigmina a dosis de 6-12 mg/día: náuseas (9%), vómitos (4%),
ín
Cl
diarrea (3%), fatiga (14%), calambres musculares (10%), anorexia,
ica
somnolencia e insomnio.
t
ác
Galantamina a dosis de 8 mg/día los efectos secundarios no fueron
Pr
vómitos (3%), mareo (6,9%), confusión (7,9%), fatiga (2,3%), cefa- 1++
la
lea y alucinaciones.246
e
sd
de
placebo.256
añ
5
ma terapéutica tolerada.
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
rivastigmina es de 6-12 mg/día (vía oral), iniciando el tratamiento con
ac
1,5 mg/12h y aumentando 1,5 mg/12h cada 4 semanas. Por vía trans-
iz
al
dérmica es de 4,6-9,5 mg/día, empezando con 4,6 mg durante 4 sema-
tu
nas y aumentando a 9,5 mg posteriormente.235,246 Para la galantamina
ac
la dosis recomendada es de 16 a 24 mg/día, iniciando el tratamiento
su
con dosis de 8 mg/día (dosis no terapéutica) e incrementando 8 mg/
e
día cada 4 semanas.246,235 La dosis recomendada para memantina es de
nt
ie
20 mg/día iniciando el tratamiento con 5 mg/día y aumentando 5 mg/
nd
día cada semana.246,235
pe
Se puede utilizar domperidona para tratar los efectos secundarios Opinión
á
t
gastrointestinales leves secundarios a IACE, según recomendación de expertos,
es
de expertos en la GPC de la Junta de Castilla y León.234 4
y
ica
ín
Cl
Contraindicaciones
ica
t
IACE: ác
Pr
Epilepsia, asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, arritmias (excepto fibri-
de
ulcus péptico activo y retención urinaria. Deben utilizarse con precaución en caso de
G
Resumen de evidencia
bl
1++ anorexia, pérdida de peso, trastornos del sueño, calambres musculares, incon-
e
sd
tinencia urinaria, bradicardia y síncope. Los efectos adversos suelen ser leves,
de
transitorios y dosis-dependiente.260,256,253,254,241,264,265,149
os
1++
placebo.256
5
de
secundarios a IACE.234
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Se recomienda seguir indicaciones de la ficha técnica del fármaco para eva-
ió
✓
ac
luar los efectos adversos y contraindicaciones de los IACE y la memantina.
iz
Se recomienda para evitar o minimizar los efectos adversos de los IACE admi-
al
tu
D nistrar una dosis progresiva del fármaco, iniciando el tratamiento a dosis bajas,
ac
hasta alcanzar la dosis óptima terapéutica tolerada.
su
Los IACE deben utilizarse con precaución en pacientes con antecedentes de
e
nt
epilepsia, asma o enfermedad pulmonar obstructiva, arritmias, síncopes, hi-
ie
potensión, presencia de bradicardia o QT prolongado, ulcus péptico activo,
nd
D
retención urinaria, insuficiencia renal o hepática. Memantina debe utilizarse
pe
con precaución en pacientes con antecedentes de epilepsia, insuficiencia renal
tá
y retención urinaria.
es
y
Puede utilizarse domperidona para tratar los efectos gastrointestinales leves
D
ica
secundarios a IACE.
ín
Cl
ica
10.2.6. ¿Cuál es la eficacia y seguridad de combinar dos o más
t
ác
fármacos específicos en la enfermedad de Alzheimer de grado leve,
Pr
moderado y grave?
de
a
uí
grave que reciben tratamiento con dosis estables de donepezilo para Opinión
proporcionar un mayor efecto beneficioso en síntomas cognitivos y de expertos,
ás
funcionales. 4
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
IACE, recibieron memantina 20 mg/día vs. placebo durante 24 se-
ac
manas. No se observaron diferencias significativas entre el grupo de
iz
al
adición de memantina y el grupo placebo en ninguna de las variables
tu
analizadas (ADAS-Cog, CIBIC-plus, ADCS-ADL, NPI y MMSE).
ac
su
e
Resumen de evidencia
nt
ie
En un ECA en pacientes con EA moderadamente grave o grave tratados con
nd
donepezilo, la adición de memantina produjo una mejoría mínima respecto
pe
1+ a placebo, en escalas cognitivas (SIB), de AVD (ADCS-ADL), impresión de
á
t
es
cambio (CIBIC-plus) y algunos ítems del NPI estadísticamente significativa,
pero sin relevancia clínica, a los 6 meses.266,215,267
y
ica
Una RS de ECA149 recomienda la adición de memantina a los pacientes con
ín
EA moderada-grave que reciben tratamiento con dosis estables de donepezilo,
Cl
1++/4 para proporcionar un mayor efecto beneficioso en síntomas cognitivos y fun-
ica
cionales. Esa misma recomendación se formula en dos GPC5,140 y en un docu-
t
mento de consenso de expertos.269 ác
Pr
Recomendaciones
de
macológico específico en la EA, por no disponer de ECA que evalúen dicho ítem, y por
lo tanto no se puede recomendar el mantenimiento del tratamiento o su suspensión más
ás
m
n.
ió
específico, dicha suspensión deberá ser evaluada de forma individual, 4
ac
mientras no se disponga de evidencia.
iz
al
tu
ac
Resumen de evidencia
su
No se dispone de ECA que evalúen la duración del tratamiento farmacológico
e
–
nt
específico en la EA.
ie
nd
En un estudio en el que se interrumpió el tratamiento con donepezilo durante
pe
1+ 6 semanas y se reinició posteriormente, la cognición y función no regresó al
á
nivel conseguido antes de la interrupción.271
t
es
y
ica
Recomendaciones
ín
Cl
Se recomienda evaluar individualmente la suspensión del tratamiento farmaco-
ica
lógico específico, ya que no disponemos de estudios que evalúen dicho ítem y en
✓
t
el único estudio en que se interrumpió el tratamiento con donepezilo la cogni-
ác
ción y función no regresaron al nivel conseguido antes de la interrupción.
Pr
de
a
uí
Existen estudios con los tres IACE en la PDD, pero la mayoría son ECA,
ica
Sólo hay un ECA272 con rivastigmina, que incluyó 541 pacientes con
la
n.
ió
pacientes con PDD273 mostró una mejoría en el 42% de los pacientes
ac
tratados con donepezilo en la escala de CIBIC-plus, y una mejoría del
iz
al
17% en el grupo placebo. Se observó una mejoría de 2,1 puntos en la
tu
escala de MMSE. No se observaron cambios en la del NPI.
ac
En otro ECA con 16 pacientes tratados con donepezilo se observó ECA,
su
mejoría en la subescala de memoria de la Dementia Rating Scale a las 1+
e
nt
15 semanas, pero no en otras escalas.274
ie
nd
En otro ensayo cruzado en dos períodos de 10 semanas con 22 pa- ECA,
pe
cientes se observó una mejoría significativa de 2 puntos en MMSE y 1+
de 0,37 puntos en CGI en el grupo tratado con donepezilo, sin mejo-
á
t
es
ría significativa en ADAS-Cog, Mattis Dementia Rating Scale y Brief
y
Psychiatric Rating Scale.275
ica
En un ECA en pacientes PDD (n = 40) y DLB (n = 32) para evaluar el ECA,
ín
efecto de memantina a dosis de 10-20 mg/día se observó una mejoría 1–
Cl
leve pero significativa en la escala CGI-C. No se observaron diferen-
ica
cias para ninguna de las escalas cognitivas, conductuales o funcionales
t
utilizadas (MMSE, NPI, DAD).276
ác
Pr
de
Resumen de evidencia
a
uí
G
Un ECA que incluyó 541 pacientes con PDD rivastigmina ha mostrado me-
ta
1+
grupo placebo), y mejoría modesta en ADCS-CGIC, NPI y ADCS-ADL, a los
de
consistente.
pu
1–
sólo mostró una ligera mejoría en CGI-C.
e
sd
de
Recomendaciones
os
añ
B
nitivos y funcionales en la PDD.
ás
del tratamiento farmacológico específico de la demencia asociada
n.
ió
a Parkinson?
aciz
al
tu
En un ECA los pacientes tratados con rivastigmina presentaron un ECA,
ac
mayor porcentaje de náuseas, vómitos, mareo y aumento de la inten- 1+
su
sidad del temblor (10,3%) que los del grupo placebo. Se observó una
e
menor tasa de mortalidad en el grupo tratado con rivastigmina.272
nt
ie
En un ECA con un número reducido de pacientes tratados con done- ECA,
nd
pezilo, la tasa de efectos adversos fue similar al grupo placebo y no se 1+
pe
observó empeoramiento del parkinsonismo.274,273,275
á
t
es
En un ECA con memantina, la tasa de efectos secundarios observados ECA,
y
en el grupo tratado con memantina fue similar al grupo placebo.276 1+
ica
ín
Cl
Resumen de evidencia
tica
En un ECA en pacientes con PDD y tratados con rivastigmina se observó una
ác
1+ mayor incidencia de efectos adversos, aumento del temblor y una menor tasa
Pr
1+
no se observó un empeoramiento del parkinsonismo.274,273,275
G
ta
Recomendaciones
n
ció
B
de rivastigmina que mostró una tasa mayor de efectos secundarios, aumento de
pu
Parkinson?
de
ás
No existe ningún ECA publicado en la literatura que haya valorado la eficacia y seguridad
m
n.
ió
en la demencia por cuerpos de Lewy?
aciz
al
Un ECA que incluyó 120 pacientes con DLB tratados con rivastigmi- ECA,
tu
na a dosis de 6-12 mg durante 20 semanas mostró una mejoría modes- 1+
ac
ta en la variable “velocidad cognitiva” y en la variable NPI-4 (delirios,
su
alucinaciones, apatía y depresión). Un 48% de los pacientes tratados
e
nt
y un 28% del grupo placebo mostraron más del 30% de reducción de
ie
la puntuación en la NPI-4 y en otras puntuaciones de NPI 10. No hubo
nd
diferencias significativas entre ambos grupos en la escala MMSE ni se
pe
observó empeoramiento en la escala motora de la UPDRS.277
á
t
es
Otro ECA de 20 semanas de duración que incluyó a 92 pacientes mos-
y
tró mejoría en atención, memoria de trabajo y memoria episódica eva-
ica
luado según el Cognitive Drug Research Computerized Cognitive As-
ín
Cl
sessment.278 El beneficio observado revertía al suspender el tratamiento.
ica
Estudios abiertos con donepezilo y galantamina han mostrado mejo- ECA,
t
ría en función cognitiva y SCPD.279,280 ác 1–
Pr
En el único ECA realizado con memantina,276 que incluyó 72 pacien- ECA,
de
tes (40 con PDD y 32 con DLB), de los que 34 recibieron memantina 1–
a
Los estudios sobre tratamiento de la DLB, excepto el ECA de McKeith, son escasos, de
n
Resumen de evidencia
e
sd
1–
SCPD y función cognitiva.279,280
ás
1–
do
n.
Se recomienda el uso de rivastigmina para el tratamiento de los SCPD de la
ió
B
ac
DLB.
iz
Se puede considerar el uso de donepezilo o galantamina para el tratamiento de
al
C
tu
los síntomas cognitivos y SCPD en la DLB.
ac
C No existe evidencia para recomendar el uso de memantina en DLB.
su
e
nt
ie
10.2.12. ¿Cuáles son los efectos adversos y contraindicaciones
nd
pe
del tratamiento farmacológico específico en la demencia por
á
cuerpos de Lewy?
t
es
y
En un ECA con rivastigmina,277 el 92% de los pacientes con DLB que ECA,
ica
recibieron fármaco activo y el 75% de los que recibieron placebo pre- 1+
ín
Cl
sentaron efectos adversos. Los más frecuentes fueron náuseas (37%),
vómitos (25%), pérdida de peso (19%) y somnolencia (9%). En el
ica
grupo tratado con rivastigmina hubo más abandonos (30% vs. 16%)
t
que en el grupo placebo.
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
n
tes con DLB que recibieron fármaco activo y el 75% de los que recibieron
ica
1+
placebo. Se observaron más abandonos en el grupo tratado con rivastigmina
bl
Recomendaciones
5
de
Los efectos adversos más frecuentes observados en pacientes con DLB tratados
ás
son: náuseas, vómitos, pérdida de peso y somnolencia. Éstos fueron más frecuen-
m
✓ tes en los pacientes tratados con rivastigmina respecto a placebo e igual en los
do
fármacos específicos en la DLB de grado leve, moderado y grave?
n.
ió
ac
No existen estudios que evalúen el efecto de la combinación de varios fármacos específicos
iz
al
en pacientes con DLB.
tu
ac
su
10.2.14. ¿Cuál es la utilidad de los fármacos con acción
e
nt
dopaminérgica en la demencia con cuerpos de Lewy?
ie
nd
pe
La eficacia de la levodopa sobre los síntomas extrapiramidales en la Estudio
á
DLB no ha sido evaluada en estudios de calidad metodológica. En observacional,
t
es
estudios observacionales retrospectivos se han descrito desde una 2–
y
falta de respuesta a levodopa o respuesta escasa, hasta una marcada
ica
respuesta; los resultados son difíciles de interpretar.281 En los escasos
ín
estudios prospectivos abiertos, con reducido número de pacientes, el
Cl
beneficio motor asociado a la levodopa en DLB es modesto.281
ica
t
En un estudio que incluyó pacientes con DLB (n = 20), EP y PDD, la
ác Estudio
respuesta al test de levodopa (200 mg) fue similar en los tres grupos, observacional,
Pr
con DLB, y se observó una mejoría media del 13,8% en la UPDRS III observacional,
(menor del 20,5% en EP y 23% en PDD). En el 36% de los pacientes 2–
de
meses con dosis bajas de levodopa (368 mg), sólo un tercio de los pa- observacional,
bl
Resumen de evidencia
m
do
n.
4
ió
DLB se puede asociar a un empeoramiento de los síntomas cognitivos, psicóti-
ac
cos y producir alteraciones del sueño e hipotensión ortostática.6,47
iz
al
tu
ac
Recomendaciones
su
Se puede utilizar la levodopa en monoterapia para el tratamiento de los sínto-
e
C
nt
mas motores de la DLB.
ie
nd
Se recomienda evitar el uso de agonistas dopaminérgicos y anticolinérgicos en
pe
D la DLB por el potencial efecto de empeoramiento de los síntomas cognitivos,
á
psicóticos y producir alteraciones del sueño e hipotensión ortostática.
t
es
y
ica
Degeneración lobular frontotemporal
ín
10.2.15. ¿Qué tratamiento farmacológico es eficaz en las
Cl
ica
manifestaciones cognitivas y conductuales de la degeneración
t
lobular frontotemporal? ác
Pr
de
casos publicados hasta junio de 2008, ninguno de los fármacos evalua- 1+/1–
n
DLFT.
de
conductuales.
5
de
3
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
zodona (un ECA) y neurolépticos atípicos (un estudio abierto) para
ac
el tratamiento sintomático de los trastornos de conducta en la DLFT
iz
al
especialmente en el tratamiento de conductas inapropiadas, compul-
tu
sivas, estereotipias y agitación. Los ISRS podrían ser considerados
ac
fármacos de primera línea para tratar alteraciones conductuales por
su
tener un bajo porcentaje de efectos secundarios. La trazodona puede
e
producir hipersomnolencia y los neurolépticos atípicos, hipersomno-
nt
ie
lencia, aumento de peso y efectos extrapiramidales.
nd
Un estudio abierto con rivastigmina mostró discreta mejoría conduc- ECA,
pe
tual y empeoramiento cognitivo.284 1–
á
t
es
y
Resumen de evidencia
ica
ín
Los IACE o memantina no son eficaces en el tratamiento de los síntomas cog-
1+/1–
Cl
nitivo-conductuales de pacientes con DLFT.149,284,286
ica
Los ISRS, trazodona y neurolépticos atípicos son eficaces en el tratamiento
t
1+/1– ác
de agitación, conductas inapropiadas, compulsiones o esterotipias en pacientes
Pr
con DLFT.284,285
de
a
uí
Recomendaciones
G
ta
B
síntomas cognitivo-conductuales de pacientes con DLFT.
de
Demencia vascular
e
sd
Se ha observado que los IACE pueden mejorar los síntomas cognitivos de la DV y demen-
5
cia con lesiones vasculares cerebrales de leve a moderada, aunque no están autorizados
de
Una RS288 de tratamiento de la DV con IACE mostró que donepezilo fue el trata-
m
miento más efectivo y mejor tolerado. La galantamina también fue efectiva pero peor
do
n.
ió
donepezilo289,290 mostraron un mayor beneficio en los pacientes con DV que presentaban
ac
lesiones corticales o de múltiples territorios en comparación a los que presentaban lesio-
iz
nes subcorticales.
al
tu
Los estudios realizados son de corta duración, incluyen una población heterogénea
ac
(pacientes afectos de EA, DV o mixta), y no evalúan los trastornos de conducta y calidad
su
de vida.140
e
nt
Donepezilo
ie
nd
En dos ECA con donepezilo en DV de leve a moderada, de 6 meses ECA,
pe
de duración, en uno de ellos289 con 603 pacientes, los tratados con do- 1+
tá
es
nepezilo mostraron mejoría en la escala ADAS-Cog respecto a pla-
cebo (5 mg/día, –1,90 puntos; 10 mg/día, –2,33 puntos); en cuanto a
y
ica
función global, se observó mejoría en el CIBIC-plus para 5 mg/día
ín
y en el CDR para 10 mg/día; también se observó beneficio respecto
Cl
a placebo en AVD (diferencia media en ADFACS: 5 mg/día, –1,31
ica
puntos; 10 mg/día, –1,31 puntos).289,290 En el otro ECA290 con 616 pa-
t
cientes, donepezilo mostró mejoría en ADAS-Cog (5 mg/día, –1,65
ác
puntos; 10 mg/día, –2,09 puntos) y en el CIBIC-plus (mejoría en 25%
Pr
del grupo placebo, 39% del grupo de 5 mg/día y 32% del grupo de
de
10 mg/día).
a
uí
G
buena tolerancia.291,140,5
pu
la
Otro ECA con 974 pacientes con DV mostró la eficacia del donepezi- ECA,
e
variables.292
de
s
estadística.252
ás
Cog).293
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ac
El único ECA realizado con rivastigmina en la DV238 en el que parti- ECA,
iz
ciparon 710 pacientes, la rivastigmina fue eficaz para mejorar exclu- 1+
al
sivamente síntomas cognitivos (ADAS-Cog, VADAS, MMSE) a los
tu
ac
6 meses. Esta mejoría sólo se observó en pacientes mayores que su-
puestamente tenían más posibilidad de tener una EA concomitante.
su
e
En un ECA de 208 pacientes con DV con lesiones subcorticales tra- ECA,
nt
ie
tados con rivastigmina vs. ácido acetilsalicílico se observó beneficio 1–
nd
sobre cognición según MMSE y test del reloj; conducta evaluada con
pe
la BEHAVE-AD y depresión.294
á
t
es
y
Galantamina
ica
ín
Dos ECA en DV que incluyeron 592 pacientes con demencia y enfer- ECA,
Cl
medad vascular cerebral, en tratamiento con galantamina a dosis de 1+/1–
ica
16-24 mg/día, a las 24 semanas, mostró beneficio en cognición (ADAS-
t
Cog DMP –2,29 puntos), en estado clínico global (CIBIC-plus: número
ác
de pacientes sin cambios o peor OR = 1,97), en AVD (DAD DMP 4,1
Pr
n.
ió
de efectos adversos y abandonos.
aciz
al
tu
Memantina
ac
En una RS Cochrane,256 los datos de dos estudios realizados en pa- ECA,
su
cientes con DV de leve a moderada tratados con memantina a dosis 1+
e
nt
de 20 mg/día, durante 28 semanas, mostraron un pequeño efecto be-
ie
neficioso sobre la cognición (1,85 puntos en ADAS-Cog) y en conduc-
nd
ta (menos casos de agitación que en el grupo placebo, 4,3% vs. 7,7%,
pe
OR = 0,54). No se observó beneficio en función global. En el primer
tá
es
estudio301 con 321 pacientes, se logró una mejoría significativa en
ADAS-Cog a los 7 meses (0,4 puntos comparado con –1 punto en el
y
ica
grupo placebo). La tasa de respuesta para CIBIC-plus, definida como
ín
mejoría o estabilidad, no fue diferente en ambos grupos. En el otro
Cl
estudio302 con 579 pacientes, también se observó mejoría en ADAS-
ica
Cog a los 7 meses (–1,75 puntos), pero no en CGI-C ni en variables
t
de capacidad funcional (CGB, NOSGER). Un análisis post hoc de
ác
ambos estudios sugiere que la memantina pueda ser más efectiva en
Pr
Resumen de evidencia
n
ció
la puntuación V-ADAS-Cog.292,293
sd
de
1+
con DV.296,298
do
rri
Según opinión de los autores del ECA el beneficio de los IACE en la DV po-
4
cu
n.
ió
Los IACE y la memantina han mostrado eficacia sobre la función cognitiva en
ac
1++
iz
la DV.237,289,290,292,301,302,256
al
tu
ac
Recomendaciones
su
A Se recomienda el uso de IACE en la DV de leve a moderada.
e
nt
ie
Se recomiendan los IACE para mejorar los síntomas cognitivos de la DV de
A
nd
leve a moderada.
pe
Se recomienda donepezilo para mejorar la impresión clínica global y los défi-
á
A
t
cits funcionales (AVD) en la DV.
es
y
Se recomienda el uso de galantamina para el tratamiento de los síntomas cog-
ica
A nitivos, déficit funcional y SCPD en pacientes con DV de leve a moderada,
ín
demencia mixta y/o EA con enfermedad vascular cerebral.
Cl
C Puede utilizarse rivastigmina para mejorar cognición en la DV.
ica
t
Puede utilizarse memantina para tratar los síntomas cognitivos de la DV mo-
ác
A
derada y grave.
Pr
de
a
uí
DV o la de sus cuidadores.
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
En la DV la mejoría cognitiva evaluada con la escala ADAS-Cog fue de –2,17
ió
ac
1+ puntos para donepezilo, –1,60 puntos para galantamina, –1,10 puntos para ri-
iz
vastigmina y –1,88 puntos para memantina.256,289,290,292,301,302
al
tu
En la DV, ni los IACE ni la memantina han mostrado mejoría en los síntomas
ac
1+
conductuales.289,290,292,301,302,256
su
El donepezilo mostró mejoría o no cambio en la escala CIBIC-plus de impre-
e
nt
1+ sión clínica a dosis de 5 mg/día, y mejoría en AVD a dosis de 10 mg/día, en dos
ie
de tres estudios disponibles.302,289,292
nd
pe
No hay evidencia en DV sobre la influencia de IACE y/o memantina en la ca-
–
lidad de vida de los pacientes y/o sus cuidadores.
tá
es
y
ica
Recomendaciones
ín
Cl
Los IACE pueden utilizarse en el tratamiento de los síntomas cognitivos de la
B
ica
DV.
t
ác
No se recomiendan los IACE y/o la memantina para el manejo de los síntomas
B
Pr
conductuales en la DV.
de
a
uí
G
demencia mixta o EA asociada a enfermedad vascular cerebral son los mismos que se
ica
Sin embargo, los pacientes con DV suelen tener más factores de riesgo vascular y el tra-
pu
mg/día fue del 8,8%, y a dosis de 10 mg/día del 16,3% vs. 10,1% en el
do
grupo placebo.290
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
con galantamina (24,4%) respecto a placebo (15,7%) y con rivastig-
ac
mina (24,7%) en comparación con placebo (13,9%). No hubo diferen-
iz
al
cias en el porcentaje de abandonos entre los tratados con donepezilo
tu
5 mg/día y placebo ni entre los tratados con memantina y placebo.300
ac
Los efectos adversos más graves fueron los síncopes, la bradicardia y ECA,
su
la posibilidad de un ictus. Son raras y controvertidas las muertes atri- 1++
e
nt
buidas a donepezilo en pacientes con DV.42 Teniendo en cuenta que
ie
los pacientes con DV suelen tener un riesgo cardiovascular elevado,
nd
la posibilidad de que los IACE puedan provocar efectos potencial-
pe
mente graves obliga a ser prudentes en su uso y a extremar la vigilan-
á
t
cia en su manejo.
es
y
En los pacientes con DV de leve a moderada que recibieron 20 mg/ ECA,
ica
día de memantina durante 28 semanas, las tasas de abandonos y el 1++
ín
número de personas con eventos adversos de cualquier tipo, mareos o
Cl
confusión, fueron similares en los grupos de tratamiento y placebo.256
ica
t
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
1++
uí
1++ con IACE (alrededor del 25%) que con placebo (alrededor del 15%) para
dosis de 10 mg/día.300
de
n
1++ el porcentaje de abandonos entre los tratados con donepezilo 5 mg/día y place-
ica
Recomendaciones
de
ás
✓ Teniendo en cuenta que los pacientes con DV suelen tener un riesgo cardio-
m
n.
ió
el tratamiento de la función cognitiva y funcional de las personas
aciz
afectadas de algún tipo de demencia?
al
tu
ac
En este apartado se han incluido fármacos comercializados actualmente y de los que exis-
su
ten ECA de calidad sobre su eficacia en la EA u otro tipo de demencia y que no han sido
e
incluidos en otros apartados de esta guía. No se han incluido fármacos aprobados exclusi-
nt
vamente en contexto de ensayo clínico (actuales o pasados).
ie
nd
pe
Tratamientos hormonales
tá
es
La terapia con análogos de la hormona adrenocorticotropa (ACTH) ECA,
y prednisona no se ha mostrado eficaz en el tratamiento de la EA.304 1++
y
ica
Dos GPC5,235 concluyen que no existe evidencia de la eficacia del tratamiento estrogé-
ín
nico o terapia de sustitución hormonal (TSH) para el tratamiento o prevención de la
Cl
EA, e incluso algunos estudios sugieren un riesgo aumentado de deterioro cognitivo
ica
asociado a su uso.
t
ác
Una RS149 concluyó que la evidencia disponible no apoyaba la eficacia RS de ECA,
Pr
Una RS149 concluyó que existía evidencia sobre la falta de eficacia de RS de ECA,
n
to de la EA.
ica
bl
pu
Piracetam
la
n.
Una RS,149 que incluyó cuatro ECA publicados hasta febrero de 2003, RS y MA
ió
ac
concluyó que la propentofilina no mostraba beneficio en el tratamiento de ECA,
iz
de la cognición, la función global o las AVD de los pacientes con EA 1++
al
o DV.
tu
ac
su
Nimodipino
e
nt
Una RS Cochrane305 que incluyó estudios publicados hasta agosto de RS de ECA,
ie
2001 sobre la eficacia del nimodipino en el tratamiento de la EA o 1+
nd
DV concluyó que puede resultar beneficioso, a dosis de 90 mg/día, en
pe
función cognitiva global a las 12 semanas. No pudo demostrarse su
á
t
es
beneficio en funcionalidad por falta de datos.
y
Un ECA posterior con DV306 tampoco mostró beneficio alguno a las ECA,
ica
52 semanas. 1+
ín
Cl
ica
Selegilina
t
ác
Un ECA que evaluó la eficacia de la selegilina en la EA mostró cierta ECA,
Pr
en el tratamiento de la EA.
ta
es
Idebenona
de
n
de la EA.152
bl
pu
la
Dihidroergotoxina mesilato
e
sd
en particular.
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Una RS Cochrane308 evaluó 14 ECA publicados hasta 2004 sobre la RS de ECA,
ió
ac
eficacia de la citicolina en el tratamiento de las alteraciones cognitivas 1+
iz
en pacientes con deterioro cognitivo vascular de diversos grados, si bien
al
algunos de ellos no fueron válidos para el análisis dado que incluyeron
tu
ac
un número bajo de sujetos y sólo uno presentó un seguimiento menor
de 3 meses. Se objetivó cierto beneficio de la citicolina en memoria,
su
conducta e impresión de cambio global, si bien dicha conclusión se veía
e
nt
limitada por la corta duración de los estudios, las diferentes dosificacio-
ie
nes y vías de administración (5 administración intravenosa, 5 intramus-
nd
cular, 4 vía oral), criterios de inclusión y metodología.
pe
tá
es
El único ECA a 12 meses incluido en la RS Cochrane308 no objetivó
beneficio de citicolina administrada por vía oral en el tratamiento de la
y
ica
DV, si bien el número de sujetos incluidos era pequeño. No se observa-
ín
ron efectos secundarios relevantes, pero se resalta que la tolerabilidad
Cl
y aplicabilidad de la vía de administración parenteral limita su uso más
ica
prolongado tanto en investigación como en la práctica clínica.
t
ác
No se han encontrado estudios de calidad que evalúen la eficacia de la citicolina en el trata-
Pr
miento de la EA u otras demencias degenerativas.
de
a
uí
Resumen de evidencia
G
ta
Tratamientos hormonales
es
perjudiciales.5,235,149,304
ica
AINE
bl
pu
Piracetam
sd
de
Propentofilina
añ
Nimodipino
ás
Selegilina
rri
n.
1++ La ibedenona no es eficaz en el tratamiento de la EA.152
ió
ac
Dihidroergotoxina mesilato
iz
al
1++/ La dihidroergotoxina mesilato no ha mostrado efecto sobre el tratamiento de
tu
1+ la demencia en general o sobre subtipos (EA o DV).307
ac
su
Citicolina o CDP-choline
e
La citicolina o CDP-choline no es eficaz por vía oral en el tratamiento de la
nt
1+
ie
DV.308
nd
La citicolina o CDP-choline administrada por vía parenteral podría tener un
pe
1+ cierto efecto beneficioso en el tratamiento del deterioro cognitivo vascular a
á
t
corto plazo.308
es
y
La administración parenteral limita el uso en la práctica clínica de la citicolina
4
ica
o CDP-choline en el tratamiento del deterioro cognitivo vascular.308
ín
Cl
ica
Recomendaciones
t
ác
Tratamientos hormonales
Pr
de
AINE
ta
A
como tratamiento de la EA.
de
Piracetam
n
ció
Propentofilina
pu
Nimodipino
sd
de
Selegilina
o
añ
Ibedenona
ás
Dihidroergotoxina mesilato
do
rri
B
de la DV.
ns
tra
n
Ha
n.
No se recomienda la citicolina o CDP-choline por vía oral como tratamiento
ió
B
de la DV.
aciz
No se recomienda la citicolina o CDP-choline por vía parenteral como trata-
al
D
tu
miento del deterioro cognitivo vascular.
ac
su
e
nt
10.3. Tratamiento no farmacológico de las demencias
ie
nd
pe
Preguntas para responder:
á
t
Intervención o estimulación cognitiva
es
10.3.1. ¿Qué es la intervención o estimulación cognitiva?
y
10.3.2. ¿Qué tipos de intervención cognitiva existen?
ica
10.3.3. ¿Son eficaces los programas de intervención cognitiva en la demencia?
ín
Cl
10.3.4. En pacientes con enfermedad de Alzheimer, ¿son eficaces los programas
ica
de intervención cognitiva computarizada?
10.3.5. ¿Los programas de intervención cognitiva están indicados en sujetos
t
ác
analfabetos o en pacientes con limitaciones sensoriales severas?
Pr
10.3.7. ¿En qué consisten los programas de intervención sobre las actividades
G
de la vida diaria en los pacientes con demencia?
ta
10.3.8. ¿Los programas de intervención sobre las actividades de la vida diaria mejoran
es
la funcionalidad de las personas con demencia?
de
10.3.9. ¿Son eficaces los programas de actividad física para mejorar o estabilizar
ica
las funciones cognitivas y capacidad funcional de los pacientes afectados
bl
de demencia?
pu
demencias?
os
n.
ió
ac
No existe acuerdo en la literatura sobre la nomenclatura más apropiada para designar aquellas
iz
actividades que promueven la potenciación, mantenimiento o recuperación de las capacidades
al
tu
cognitivas y/o favorecen la independencia para las AVD y la socialización. Los términos más
ac
utilizados son intervención cognitiva,309 estimulación cognitiva,6 terapia psicocognitiva o tera-
su
pias psicosociales.25 En esta guía se utilizará el término intervención cognitiva.
e
nt
ie
10.3.2. ¿Qué tipos de intervención cognitiva existen?
nd
pe
La GPC del NICE25 clasifica las terapias psicocognitivas en estimulación cognitiva, re-
á
habilitación cognitiva y entrenamiento cognitivo. Estimulación cognitiva en este sentido
t
es
incluiría aquellas terapias que implican exposición y participación en actividades y mate-
y
riales que requieren algún tipo de procesamiento cognitivo general y que se realizan habi-
ica
tualmente en grupo con un contexto social. En contraposición, el entrenamiento cognitivo
ín
incluiría aquellas terapias focalizadas en un único dominio cognitivo y la rehabilitación
Cl
cognitiva haría referencia a aquellas terapias específicamente diseñadas para cubrir las
ica
necesidades de un individuo concreto y por tanto se realizan de forma individual.
t
ác
Otros autores310 clasifican las intervenciones cognitivas en terapias compensatorias y
Pr
restauradoras. Estrategias compensatorias serían aquellas cuyo objetivo es enseñar nue-
de
vas formas de llevar a cabo tareas cognitivas. Pueden utilizar estrategias internas, como
organizar la información categorizando o visualizando información para recordar, codi-
a
uí
aprendizaje, y enfocándose en una tarea única o bien estrategias externas como señas del
ta
es
por procesos cognitivos de alto orden. Las estrategias de restauración buscan mejorar el
n
ció
De forma más concreta las principales técnicas de intervención cognitiva que se des-
pu
criben en la literatura son las técnicas de orientación a la realidad, reminiscencia, vali-
la
Terapia de orientación a la realidad: es una técnica grupal que pretende mejorar los dé-
os
ficits cognitivos y de conducta del paciente utilizando todas las modalidades sensoriales
añ
Terapia de reminiscencia: se basa en que la revisión del propio pasado del paciente con
ás
la ayuda de estímulos significativos para éste promueve la coherencia y el ajuste del pa-
m
ciente con su entorno. Tiene como objetivo mejorar la memoria, favorecer la creatividad
do
por la vida.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
mentadas por el paciente.
aciz
Entrenamiento cognitivo: consiste en la repetición supervisada de un conjunto de activi-
al
tu
dades diseñadas para ejercitar una función cognitiva específica, como la memoria, la aten-
ac
ción o la planificación, y puede efectuarse en diferentes entornos y formatos (individual,
su
grupal, computarizada, etc.). El entrenamiento cognitivo se basa en la hipótesis de que la
e
repetición de una actividad puede mejorar o mantener la capacidad funcional en el área
nt
que se entrena, más allá de la sesión de entrenamiento.
ie
nd
pe
Estimulación sensorial: pretende ofrecer estímulos sensoriales, bien de una modalidad
á
sensorial determinada (musicoterapia, aromaterapia, masajes, etc.), bien de forma multi-
t
es
sensorial (snoezelen), al paciente con demencia para favorecer su actividad cognitiva.
y
ica
10.3.3. ¿Son eficaces los programas de intervención cognitiva
ín
Cl
en la demencia?
tica
En la revisión de la bibliografía se aprecia una serie de limitaciones que dificultan la res-
ác
puesta de la pregunta formulada. Entre ellas destacan el reducido número de estudios
Pr
n.
ió
de espera respecto a los que utilizaban una intervención placebo (es-
ac
tudios de mayor calidad), y sugiere que parte del efecto de la inter-
iz
al
vención puede estar mediada por la atención recibida y la interacción
tu
social programada más que por la intervención cognitiva propiamen-
ac
te. Los estudios que facilitaron datos de seguimiento tras la interrup-
su
ción de la terapia mostraron un efecto positivo hasta 4,5 meses.
e
nt
La GPC del NICE25 incluyó en su revisión del tema (hasta el año 2006) RS de ECA,
ie
19 ECA, de los cuales la intervención cognitiva era la orientación a 1+/1–
nd
la realidad en seis, terapia de reminiscencia en seis, entrenamiento
pe
de memoria en seis, rehabilitación cognitiva en uno y terapia multi-
á
t
sensorial en 1 estudio. Todos ellos fueron realizados en pacientes con
es
demencia, fundamentalmente EA en fases leve o moderada. Sólo el
y
ica
estudio de terapia multisensorial incluyó pacientes en fase severa.
ín
Cl
Cuatro de los ECA incluidos comparaban específicamente el efecto de
ica
la terapia estable con IACE (donepezilo o rivastigmina) combinada con
estimulación cognitiva frente a tratamiento con IACE aisladamente,25
t
ác
de los cuales tres mostraron mejorías o estabilización cognitiva en los
Pr
ció diferencias fue, por otra parte, el único que utilizó una actividad
uí
G
n.
ió
cognitivas en la DV. Un ECA posterior313 no demostró eficacia de la
ac
estimulación cognitiva en la DV. En estos dos estudios se aplicaron in-
iz
al
tervenciones cognitivas similares a las realizadas en sujetos con EA.
tu
ac
Varios estudios de baja calidad metodológica (caso o serie de casos Estudio
clínicos debido a la baja frecuencia de la enfermedad) sugieren que descriptivo,
su
el entrenamiento cognitivo puede ser eficaz en el reaprendizaje de 3
e
nt
palabras en la demencia semántica, si bien no evaluaron la posible
ie
relevancia de estas mejorías en la nominación para la vida diaria de
nd
los pacientes.314
pe
No hay ECA sobre la eficacia de intervenciones cognitivas en otras demencias no nom-
á
t
es
bradas en este apartado.
y
ica
ín
Resumen de evidencia
Cl
ica
Los programas de intervención cognitiva son eficaces en la EA leve o modera-
t
da para mantener su función cognitiva, funcionalidad y calidad de vida, si bien
ác
1+
la magnitud del efecto atribuible a la propia intervención cognitiva no está bien
Pr
establecida.310
de
a
1+
en pacientes con DV.152,313
ica
bl
pu
Recomendaciones
la
parecen tener un mayor beneficio global que aquellas en las que se realiza un
cu
eficaces los programas de intervención cognitiva computarizada?
n.
ió
ac
En la literatura varios estudios utilizan el soporte informático como parte de un pro-
iz
al
grama más amplio de estimulación cognitiva, pero sólo se han detectado tres ECA que
tu
evaluaron la utilidad de la estimulación cognitiva computarizada de forma aislada.25
ac
Uno de ellos315 no demostró beneficio de un programa de entrena- ECA,
su
miento de memoria frente a un programa de soporte social. 1–
e
nt
Otro de estos ECA316 observó una discreta mejoría en funciones cog- ECA,
ie
nd
nitivas globales al comparar el efecto durante 24 semanas de un pro- 1–
pe
grama multimedia asociado a un programa de intervención cognitiva
á
global e IACE frente al programa de estimulación con IACE o el
t
es
IACE sólo en EA inicial.
y
Un tercer ECA no mostró beneficios significativos al comparar un ECA,
ica
programa de intervención computarizada intensivo frente a actividad 1–
ín
Cl
computarizada pasiva en sujetos con deterioro cognitivo leve.317
ica
t
Resumen de evidencia ác
Pr
1–
cognitiva computarizada en la EA inicial o el deterioro cognitivo leve.315,316,317
a
uí
G
Recomendación
ta
es
C
ción cognitiva computarizada en la EA inicial o el deterioro cognitivo leve.
n
ció
ica
bl
severas?
e
sd
de
La mayoría de los estudios excluyen a aquellos sujetos con déficits sensoriales en las mo-
os
dalidades de presentación de los estímulos o aquellos para los que no son válidos los ins-
añ
individuales?
n.
ió
ac
Un MA de ECA310 que evaluó 19 estudios controlados sobre interven- MA de ECA,
iz
al
ciones cognitivas en EA realizados hasta diciembre de 2004 mostró que 1++/1+
tu
los estudios que evaluaban intervenciones individualizadas (ocho estu-
ac
dios) presentaban un efecto positivo respecto a intervención control,
su
con una magnitud de efecto pequeño, si bien ésta era mayor cuando
e
la condición control era la lista de espera que cuando era una activi-
nt
ie
dad programada. Las intervenciones individuales también presentaban
nd
una mayor magnitud de efecto positivo, aunque no significativa, que
pe
los estudios sobre intervenciones grupales (10 estudios), si bien esta
á
diferencia desaparecía al analizar los cinco estudios de mayor calidad
t
es
metodológica. Este MA concluye que no se puede establecer si el posi-
y
ble mayor efecto de la terapia individual se debe a una mayor atención
ica
individual o a un diseño de la terapia más apropiada para el individuo.
ín
Los autores apuntan que independientemente de cuál sea el motivo,
Cl
este hallazgo proporciona evidencia del potencial efecto terapéutico de
ica
la atención individualizada al enfermo administrada por parte de sus
t
ác
familiares sobre la cognición y funcionalidad de los pacientes.
Pr
de
Resumen de evidencia
a
uí
G
1++/ Las intervenciones cognitivas individuales son eficaces para estabilizar la fun-
ta
1–
son más eficaces que las intervenciones en grupo o viceversa.
n
ció
ica
Recomendaciones
bl
pu
B
la función cognitiva y funcionalidad de los sujetos con EA.
e
sd
–
intervenciones en grupo o viceversa.
os
añ
5
Las actividades de la vida diaria (AVD) comprenden el conjunto de acciones que una per-
cu
sona ejecuta todos los días o con frecuencia casi cotidiana para vivir de forma autónoma e
ns
n.
ió
tructura jerárquica, y aumenta su complejidad conforme se va ascendiendo de nivel y, en
ac
la mayoría de los casos, el poder realizar las actividades de un nivel, supone poder realizar
iz
las de los niveles inferiores. De esta manera, las ABVD resultan imprescindibles para
al
tu
sobrevivir, las AIVD son necesarias para vivir de manera independiente y las AAVD son
ac
necesarias para una vida socialmente satisfactoria.321
su
Los programas de intervención sobre las AVD son actuaciones que tienen por ob-
e
jetivo maximizar la autonomía de los pacientes en su vida cotidiana. Estos programas se
nt
basan en la afirmación de que la dependencia funcional es un fenómeno multicausal, y no
ie
nd
se pueden atribuir únicamente a los condicionantes orgánicos de la enfermedad, sino que
pe
deben tenerse en cuenta también los factores psicológicos y contextuales (ambiente físico
á
y social), los cuales pueden contribuir a mantenerla y aumentarla.
t
es
El exceso de discapacidad se refiere al deterioro provocado por el desuso de capacida-
y
des preservadas que no son consecuencia directa de un estado de fragilidad física o enferme-
ica
dad y que son de carácter reversible. Así pues, el exceso de discapacidad significa atribuir a
ín
la enfermedad los comportamientos de dependencia cuando de hecho se derivan también
Cl
de otra fuente más benigna que sí es reversible.322 Además, debe tenerse en cuenta que
ica
un exceso de cuidados también fomenta el exceso de discapacidad: proporcionando ayuda
t
ác
innecesaria se eliminan oportunidades para estimular, ejercitar y practicar habilidades de
Pr
autocuidado.323 Con base en todo ello, los programas de intervención sobre las AVD consis-
de
ten en dotar a los cuidadores de las estrategias adecuadas para maximizar las conductas de
independencia funcional de las personas con demencia. Estas estrategias son:
a
uí
G
afectada de demencia, que consiste a proporcionar la mínima ayuda que la persona nece-
site en cada momento de su evolución, para así poder desarrollar sus actividades de la vida
de
unas conductas objetivo y se pide a la persona que las practique diferentes veces al día
e
asistencia graduada.
de
os
vida diaria a las discapacidades de los pacientes (utilización de agendas, alarmas, bloc de
5
notas, etc.).
de
ás
su discapacidad.
do
rri
las situaciones.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
intervención.
aciz
al
10.3.8. ¿Los programas de intervención sobre las actividades de la
tu
vida diaria mejoran la funcionalidad de las personas con demencia?
ac
su
e
Existen escasos estudios que analicen los efectos de programas de in- ECA,
nt
tervención de las AVD. Se han identificado dos ECA que utilizan di- 1+
ie
nd
ferentes poblaciones de sujetos: personas con demencia que viven en
pe
casa con un cuidador325 frente a personas con demencia que viven en
á
residencias geriátricas.326 En ambos estudios se utilizaron diferentes
t
es
tipos de intervenciones: entrenamiento en grupo en las AVD durante
y
20 semanas,326 e intervención individual que consistía en enseñar es-
ica
trategias compensatorias y modificaciones ambientales, y formación
ín
del cuidador durante 5 semanas.325
Cl
ica
Ambos estudios demostraron una mejoría en la funcionalidad de los su-
t
ác
jetos, que se mantenía en el estudio de Graff325 tras la suspensión de la
Pr
intervención, y señalaron que es posible mejorar la funcionalidad si se
de
actúa directamente sobre las AVD y es consistente con la teoría del exce-
so de discapacidad. También ambos estudios destacan la importancia de
a
uí
Resumen de evidencia
ica
1+
disminuir la sobrecarga del cuidador a medio plazo, tanto en sujetos institucio-
la
Recomendación
añ
5
dades de la vida diaria para mejorar la funcionalidad de los pacientes con de-
B
ás
n.
ió
o estabilizar las funciones cognitivas y capacidad funcional de los
aciz
pacientes afectos de demencia?
al
tu
ac
Una RS que incluye seis estudios de diferentes diseños publicados RS de
su
entre los años 1974 y 2005327 concluye que los programas de actividad diferentes
física pueden tener un efecto beneficioso en la actividad funcional de diseños,
e
nt
los sujetos con demencia institucionalizados, pero sólo cuando se rea- 1+/2+
ie
nd
liza un programa de actividad física a largo plazo.
pe
Un ECA posterior328 analizó los efectos de un programa de actividad ECA,
á
física de una hora de duración dos veces por semana durante 1 año 1+
t
es
en pacientes con demencia institucionalizados, y encontró un menor
y
declive en la funcionalidad de los pacientes tratados.
ica
No existen ECA sobre el efecto de la actividad física en las funciones cognitivas o en la
ín
Cl
funcionalidad de sujetos residentes en domicilio.
ica
t
Resumen de evidencia ác
Pr
Los programas de actividad física a largo plazo son eficaces para mantener la
de
1+/2+
funcionalidad de los pacientes con demencia institucionalizados.327,328
a
uí
G
Recomendación
ta
es
B
mantener la funcionalidad de los pacientes con demencia institucionalizados.
n
ció
ica
quedas iniciales, de las que sólo siete eran ECA y sólo dos satisfacían
ás
conductuales.
ns
tra
n
Ha
n.
Otra RS330 sobre el uso de la estimulación nerviosa eléctrica transcutá- RS de ECA,
ió
ac
nea en EA y DV en fase leve incluyó ocho ECA, si bien sólo se dispo- 1–
iz
nía de datos completos en tres. Las conclusiones de la revisión fueron
al
que la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea podría tener un
tu
ac
efecto beneficioso en memoria, reconocimiento de caras o motivación
de forma inmediata a la aplicación de la terapia, pero no tenía efectos
su
sobre otras funciones cognitivas y que su efecto no se mantenía en
e
nt
el tiempo, aunque el número reducido de sujetos incluidos en cada
ie
estudio y la no disponibilidad de todos los datos de todos los estudios
nd
dificultaban la extracción de conclusiones.
pe
tá
es
Musicoterapia
y
ica
Otra RS sobre el uso de musicoterapia en demencia331 realizada hasta RS de ECA,
ín
enero de 2006 incluyó cinco ECA y concluyó que la calidad metodoló- 1–
Cl
gica y los resultados mostrados eran pobres, lo que no permitía extraer
ica
conclusiones. Sólo uno de los ECA evaluaba la función cognitiva de
t
los pacientes incluidos, y comparaba una sesión de musicoterapia con
ác
una sesión de conversación. Los autores de este ECA refieren una
Pr
Estimulación multisensorial
de
n
n.
El uso de masajes o toques terapéuticos,329 la estimulación nerviosa eléctrica
ió
ac
transcutánea,330 la musicoterapia331 o la terapia multisensorial332 no se han de-
1–/1+
iz
mostrado eficaces en el tratamiento de las manifestaciones cognitivas o funcio-
al
nales en pacientes con demencia o específicamente con EA.
tu
ac
La modificación de la conducta, la higiene programada y la micción inducida
1+
su
son eficaces para reducir la incontinencia urinaria.304
e
nt
ie
nd
Recomendaciones
pe
En el momento actual no se puede recomendar el uso de masajes o toques tera-
á
t
es
péuticos, estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, musicoterapia o terapia
C
multisensorial en el tratamiento de las manifestaciones cognitivas o funciona-
y
ica
les en pacientes con demencia, específicamente con EA.
ín
La modificación de la conducta, la higiene programada y la micción inducida son
Cl
B
recomendables para disminuir la incontinencia urinaria en sujetos con demencia.
ica
t
ác
Pr
Seguridad de los tratamientos no farmacológicos
de
Resumen de evidencia
sd
de
Recomendación
de
ás
ió
aciz
Preguntas para responder:
al
tu
10.4.1. ¿Qué entendemos por síntomas conductuales y psicológicos de la demencia?
ac
10.4.2. ¿Por qué son importantes los SCPD en la demencia?
su
10.4.3. ¿Cómo se puede cuantificar la intensidad y frecuencia de los SCPD?
e
nt
10.4.4. ¿En qué momento de la evolución de la demencia aparecen los SCPD?
ie
10.4.5. ¿Existen SCPD que sean característicos de algunos tipos de demencia?
nd
10.4.6. ¿Cuáles son las medidas no farmacológicas indicadas en cada SCPD?
pe
10.4.7. ¿Cuáles son las recomendaciones generales sobre el tratamiento
á
farmacológico de los SCPD?
t
es
10.4.8. ¿Cuál es el tratamiento farmacológico óptimo para cada SCPD?
y
10.4.9. ¿Cuáles son los efectos adversos y contraindicaciones de los fármacos
ica
utilizados en el control de los SCPD?
ín
Cl
10.4.10. ¿Cuál es la eficacia al combinar el tratamiento farmacológico y no
farmacológico para tratar los síntomas conductuales y psicológicos en la
ica
demencia leve, moderada y grave?
t
10.4.11.
ác
¿Cuáles son las recomendaciones más eficaces para evitar los SCPD en un
Pr
paciente afecto de demencia?
de
con SCPD?
ta
es
de
n
Síntomas Psicológicos y Conductuales de las Demencias para definir una serie de síntomas
e
la conducta que pueden presentarse en las personas afectadas de demencia, y que consti-
de
demencia (SCPD).
ás
de otras causas que pueden generar la aparición de síntomas conductuales, como son: la
cu
n.
ió
recen. Conocer los factores desencadenantes permite dirigir, implementar y desarrollar
ac
mejor las intervenciones.5,25
iz
Las personas con demencia pueden presentar tres tipos principales de SCPD:
al
tu
ac
• Trastornos del estado de ánimo (depresión, ansiedad y apatía).
su
• Agitación (agresividad, irritabilidad, inquietud, gritos y deambular errático).
e
• Síntomas psicóticos (alucinaciones visuales, auditivas y delirios).
nt
ie
nd
En el estudio realizado por el European Alzheimer Disease Consortium,336 cuyo
pe
objetivo fue identificar posibles síndromes neuropsiquiátricos en una amplia muestra de
á
pacientes con EA, se incluyeron 2.354 pacientes de 12 centros europeos que fueron eva-
t
es
luados mediante la escala NPI. Se observó una agrupación de los 12 síntomas del NPI en
y
cuatro factores que explicaron el 51,8% del total de la varianza:
ica
ín
• El primer factor, “hiperactividad” (23,1% del total de la varianza), incluyó elevación
Cl
en las puntuaciones sobre la agitación, desinhibición, irritabilidad y conducta motora
ica
aberrante.
t
ác
• El segundo factor, “psicosis” (10,5% del total de la varianza), incluyó delirios, aluci-
Pr
naciones y comportamiento disruptivo durante la noche.
de
• El tercer factor, “afectivo” (9,3% de la varianza total), con una elevación de la pun-
tuación en los ítems depresión y ansiedad.
a
uí
• El cuarto factor, “apatía” (8,9% del total de la varianza), con una elevación de la pun-
G
tuación en los ítems apatía y cambios en la ingesta.
ta
es
El más común de los síndromes fue el de apatía (65%), seguido del de hiperactividad
de
(64%), el afectivo (59%) y finalmente el de psicosis (38%). La combinación del síndrome
n
ció
Apatía
la
e
Es el síndrome más frecuente entre los SCPD.336,25,337,335 Entendemos por apatía la ausen-
sd
cia o pérdida del sentimiento, emociones o interés por el entorno. Esta falta de actividad
de
puede estar ocasionada por la convergencia de diversos factores: a) cognitivo: déficit cog-
os
nitivo y sentimiento de fatiga ante el esfuerzo que supone la actividad mental, b) volitivo:
añ
falta de voluntad para iniciar una actividad, c) motor: acinesia o tendencia al enlenteci-
5
na con la afectación del córtex prefrontal medial, cingular anterior y corteza prefrontal
ns
dorsolateral.
tra
n
Ha
n.
ió
minución del contacto interpersonal, alteraciones del sueño, sentimientos de inutilidad,
ac
ideas delirantes, enlentecimiento psicomotor, disminución de la mímica, escasa inicia-
iz
tiva al diálogo, respuestas monosilábicas y actitud poco colaboradora. La irritabilidad
al
tu
es también frecuente, y puede llegar a la agitación psicomotriz y explosiones de llanto.
ac
Suele haber abandono de sus autocuidados, pérdida del apetito, tendencia al rechazo de
su
la ingesta, así como conductas de evitación, sobre todo del contacto social. Los pacientes
e
con demencia y síntomas depresivos son más susceptibles de presentar más alteraciones
nt
conductuales, agitación y alteraciones de la sensopercepción que los que no presentan
ie
nd
depresión.339,25,338,340
pe
Ansiedad
á
t
es
La ansiedad es más frecuente en las fases iniciales de la EA que en la población geriátrica
y
sin demencia. Su rango de aparición varía entre el 0 y el 50% con una frecuencia media del
ica
32%.269 La ansiedad puede generarse ante la constatación del déficit por parte del paciente
ín
y cuando se enfrenta a situaciones desconocidas.341
Cl
ica
Agresividad
t
ác
Existen varios grados de agresividad que van desde la irritabilidad, agresividad verbal y/o
Pr
gestual, hasta la agitación psicomotriz con agresividad. Con frecuencia es el resultado de
de
Ideación delirante
ta
es
Es aquella cuyo contenido es percibido por parte del enfermo como real apartándose de
la realidad objetiva, con un rasgo de persistencia y no influenciabilidad, pese al intento
de
• Delirio paranoide: es el más frecuente. El paciente cree que se conspira contra él, se
e
su persona. La intensidad puede variar desde la sensación de que algo de lo que acon-
ás
tece a su alrededor tiene una vaga relación con él, hasta interpretar determinadas se-
m
ñales de forma claramente delirante, como que en la televisión han hecho referencia
do
enolismo.
tra
n
Ha
n.
ió
damente (delirio nihilista o síndrome de Cotard).
aciz
Alucinaciones
al
tu
Son percepciones sin objeto. Pueden implicar cualquier vía sensorial, pero en demencias
ac
suele ser la visual la más frecuente. Generalmente las alucinaciones son amenazantes, te-
su
rroríficas y pueden provocar ansiedad, miedo, angustia, huida o agresión.
e
nt
Alteraciones de la identificación
ie
nd
Son un tipo de ilusión asociada a un delirio secundario. En la EA, podemos observar:
pe
á
• Errores de la propia identificación: el paciente no se reconoce en el espejo, lo que genera
t
es
habitualmente una sensación de intrusión, incomodidad, miedo e incluso agresividad.
y
• Autorreferencialidad: el enfermo cree que los personajes de la televisión están efec-
ica
tivamente en casa o que lo que hablan tiene una relación directa consigo mismo.
ín
• Síndrome de Capgras o del sosias: el enfermo cree que una persona, habitualmente
Cl
su pareja, ha sido sustituida por un impostor, lo que promueve miedos, rechazos, ac-
ica
titudes paranoides, agresividad, agitación, etc.
t
ác
• Paramnesia reduplicativa: es la creencia de que un lugar determinado ha sido dupli-
Pr
cado y existe en dos o más lugares a la vez. Es poco habitual en EA; es más frecuente
de
DLFT).25,5
sd
tencial.343
añ
lización precoz.344,215
do
n.
No existe evidencia científica que nos permita formular recomendaciones con
ió
ac
– base en la misma, pero de todo lo expuesto se pueden elaborar como puntos de
iz
buena práctica una serie de recomendaciones.
al
tu
ac
Recomendaciones
su
Se recomienda evaluar de forma sistemática la presencia de SCPD por ser un
e
nt
componente fundamental del cuadro clínico, elevada frecuencia de aparición,
ie
✓
difícil manejo, impacto sobre la calidad de vida y por ser motivo frecuente de
nd
asistencia urgente, claudicación familiar e institucionalización.
pe
á
t
es
10.4.3. ¿Cómo se pueden cuantificar la intensidad y la frecuencia
y
ica
de los SCPD?
ín
Cl
El diagnóstico y tratamiento de la demencia debe incluir una identificación, cuantificación
ica
y registro de los SCPD mediante documentación adecuada. Existen distintos instrumentos
t
ác
o escalas para cuantificar la intensidad y frecuencia de los SCPD:
Pr
de
• Escalas generales de evaluación de la demencia, en las que se incluyen ítems que va-
loran, entre otros, los SCPD.
a
uí
clínico y epidemiológicos.340,347
de
• Alzheimer’s disease Assessment Scale (ADAS): el ADAS es un test que evalúa cam-
s
o
n.
ió
cuidadores. Se puntúan 25 síntomas a partir de siete dominios de sintomatología neu-
ac
ropsiquiátrica. Proporciona una puntuación global de sintomatología no cognitiva.353,354
iz
• Neuropsychiatric Inventory (NPI): el NPI335 es el instrumento más utilizado para la
al
tu
evaluación de síntomas conductuales y psicológicos en pacientes con demencia. Eva-
ac
lúa frecuencia y severidad de cada uno de los síntomas y trastornos de conducta. Se
su
compone de 12 ítems para valorar frecuencia (en una escala de 0 a 4) y gravedad (en
e
una escala de 1 a 3) de los síntomas: delirios, alucinaciones, agitación, depresión/dis-
nt
foria, ansiedad, euforia/júbilo, apatía/indiferencia, desinhibición, irritabilidad/labilidad,
ie
nd
conducta motora sin finalidad, alteración del sueño y trastorno alimentario. También
pe
es posible obtener subescalas de depresión y agitación/agresividad. Está disponible en
á
versión española355,356,350,342,335,357,152 y versiones abreviadas (NPI-Q) o Neuropsychiatry
t
es
Inventory-Nursing Home (NPI-NH). 358,359
y
• Cohen Mansfield Agitation Inventory (CMAI): se considera el instrumento estándar
ica
para la evaluación de la agitación. Comprende 29 ítems que evalúan la presencia de
ín
comportamientos anómalos, organizados alrededor de cuatro componentes de la con-
Cl
ducta: agitación, agresión, alteraciones motoras no agresivas y recolección de objetos.
ica
Cada ítem se puntúa en una gradación de 7 puntos según la gravedad y frecuencia del
t
comportamiento alterado.340,347 ác
Pr
• Hamilton Anxiety Depresion (HAD): es un instrumento de evaluación que cuantifica
de
ansiedad y depresión.360,361,362
a
uí
• Cornell Scale for Depression in Dementia (CSDD): es una escala que permite la
ta
es
versión española.363
• Escala de Depresión Geriátrica de Yesavage: consta de 30 ítems y la versión abrevia-
bl
pu
da de la escala de depresión geriátrica de Yesavage de 15 ítems.364,365,366
la
• Rating of Aggressive behaviour in the elderly (RAGE): es una escala para evaluar la
e
agresividad que consta de 23 ítems, la mayoría de los cuales se valoran en una escala
sd
Resumen de evidencia
añ
5
ítems.348,349,350
ns
tra
n
Ha
n.
ió
7.351,352 La Behaviour pathology in Alzheimer’s Disease Rating Scale (BEHA-
ac
VE-AD) evalúa trastornos psiquiátricos en pacientes afectados de EA y su im-
iz
al
pacto sobre los cuidadores; se puntúan 25 síntomas a partir de siete dominios
tu
de sintomatología neuropsiquiátrica, y proporciona una puntuación global de
ac
4
sintomatología no cognitiva.353,354 La Neuropsychiatric Inventory (NPI)335 es el
su
instrumento más utilizado; evalúa frecuencia y severidad de 12 ítems: delirios,
e
alucinaciones, agitación, depresión/disforia, ansiedad, euforia/júbilo, apatía/
nt
ie
indiferencia, desinhibición, irritabilidad/labilidad, conducta motora sin finali-
nd
dad, alteración del sueño, trastorno alimentario. Existe una versión abreviada
pe
(NPI-Q) o Neuropsychiatry Inventory-Nursing Home (NPI-NH).358,359
á
t
La Cohen Mansfield Agitation Inventory (CMAI): es el instrumento estándar
es
para la evaluación de la agitación, con 29 ítems y cuatro componentes de con-
y
4
ica
ducta: agitación, agresión, alteraciones motoras no agresivas y recolección de
objetos.340,347
ín
Cl
La Hamilton Anxiety Depresion (HAD) es un instrumento de evaluación que
4
ica
cuantifica ansiedad y depresión.360,361,362
t
ác
Para la evaluación de la depresión en la demencia el instrumento más utiliza-
Pr
do es la Cornell Scale for Depression in Dementia (CSDD), que consta de 19
de
según su frecuencia.367,368
n
ció
ica
Recomendaciones
bl
vas y funcionales.
e
sd
agitación.
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
los SCPD?
n.
ió
aciz
Los SCPD pueden aparecer en cualquier fase de la enfermedad. En ocasiones es la
al
aparición de los SCPD los que alertan a la familia y le inducen a consultar al equipo de
tu
AP.369 Ante el hallazgo de uno de estos síntomas, es necesario explorar la existencia de
ac
otros SCPD que pueden pasar desapercibidos al ser de intensidad leve.370
su
e
Un estudio epidemiológico puerta a puerta en el que se valoraron 108 Estudio
nt
personas con demencia mostró que el 76,9% presentaban al menos un descriptivo,
ie
nd
SCPD. En la EA el porcentaje era del 73,5%; en el grupo DLB/PDD, 3
pe
el 80%; en la DV, el 78,6%, y el 100% en la DLFT.371
á
En fases iniciales de la demencia, pueden aparecer SCPD (apatía, depresión, ansiedad)
t
es
que nos pueden ayudar a diferenciar entre EA, DV, DLFT, DLB y PDD.
y
ica
En la DLFT y en la DLB hay determinados SCPD que por su prevalencia forman parte
ín
de sus criterios diagnósticos.51,6 En los diferentes tipos de demencia suele haber múlti-
Cl
ples SCPD, a diferencia de las enfermedades psiquiátricas idiopáticas en que aparecen
ica
exclusivamente psicosis o depresión.
t
ác
Pr
Conforme progresa la demencia aumenta la prevalencia e intensidad de los SCPD.372 En
de
n.
ió
los afectados de EA.375 En otro estudio prospectivo con 119 pacientes 2++
ac
con EA, 126 con DCL, la depresión se observó en el 49,6% de las per-
iz
al
sonas con EA y en el 44,1% de las personas con DCL.376
tu
ac
La frecuencia de la ansiedad en la población normal puede variar Estudio
entre el 4,0-24,9%.375 En estudios de cohorte las personas con DCL de cohortes,
su
presentaban ansiedad en el 46,8% de los casos, y en la demencia en el 2++
e
nt
35,2%.374,371 En la EA puede variar entre el 16,3 y el 32,10%. 375,374,371
ie
En la DV está presente en el 42,9%374,371 y en la DLFT alcanza el
nd
100%.374,371
pe
Otros SCPD frecuentes en el DCL y la demencia son: agitación, irri- Estudio
tá
es
tabilidad, alteraciones del sueño y trastornos de la conducta alimen- de cohortes,
y
taria.376 Se observó irritabilidad en el 15% de los pacientes con DCL 2++
ica
y en el 30% de los afectados por EA. La agitación, en el 50% de los
ín
pacientes con demencia asociada a Parkinson (DLB-PDD).374,371
Cl
La actividad motora aberrante aparece en fases moderadas y avan- Estudio
ica
zadas de la demencia; en el 24,3% de personas con EA, es inhabitual de cohortes,
t
ác
en la DV y aparece prácticamente en la totalidad de los casos en la 2++
Pr
DLFT.374,371,38 Cuando aparece de forma precoz en la EA, es debido a
de
Un estudio de cohorte con 151 personas con EA y 420 controles sanos, Estudio
utilizando el cuestionario “Mayo Sleep Questionnaire” y el NPI, mos- de cohortes,
n
ció
tró que un 71% de las personas con EA presentaban alguna altera- 2++
ica
2++
e
sd
En la DLB los trastornos de conducta del sueño REM pueden pre- Estudio
ceder en muchos años al inicio de la demencia. En el PDD son más de cohortes,
ás
n.
ió
con un diario de sueño y actigrafía prolongada, y comparados con 3
ac
población normal y con pacientes con EA, mostró alteraciones del
iz
al
ciclo vigilia/sueño caracterizadas por sueño poco eficiente, aumento
tu
de la actividad nocturna, acortamiento de su duración y disminución de
ac
la actividad matinal. Son alteraciones precoces en la evolución de la
su
enfermedad y permiten diferenciarlo de la EA.250
e
nt
Los trastornos del sueño se incrementan en paralelo con la gravedad Estudio
ie
de la demencia, y son uno de los factores que favorecen la institucio- de cohortes,
nd
nalización.379 2++
pe
Un estudio epidemiológico, puerta a puerta, mostró la existencia de Estudio
á
t
es
trastornos alimentarios en el 37,8% de los pacientes con EA, en el descriptivo,
y
14,3% de los afectados por DV, y en el 50% de personas con DLB/ 3
ica
PDD.371,374
ín
El delirio es excepcional en población sana (0,4%); se observa en Estudio
Cl
el 3,4% del DCL, es más frecuente en la DLFT en fases iniciales, y de cohortes,
ica
puede aparecer en fases de moderadas a graves de la EA.5,25,373 2+
t
ác
Pr
de
Resumen de evidencia
a
uí
2++
En la EA, 73,50%; en el grupo DLB/PDD, 80%; en la DV, 78,60%, y en la
n
ció
DLFT, el 100%.371,374
ica
En la DLFT y en la DLB hay algunos SCPD que forman parte de los criterios
bl
2++
añ
n.
2++
ió
depresión en el 49,6% de las personas con EA y en el 42,9% de la DV.371,374 En
ac
otras series el porcentaje de depresión varió entre el 19,5375 y el 49,6%.376
iz
al
La ansiedad se presenta en la demencia en el 35,2% de los casos.371,374 En la EA
tu
ac
2++ varía entre el 16,3 y el 32,10%.375,371,374 En DV se presenta en el 42,9%371,374 y en
la DLFT en el 100% de los casos.371,374
su
e
Otros SCPD frecuentes en la demencia son la irritabilidad, agitación, alteracio-
nt
nes del sueño y trastornos de la conducta alimentaria.376 Irritabilidad en el 30%
ie
2++
nd
de las personas con EA; agitación en el 50% de personas asociada a enferme-
pe
dad de Parkinson (DLB-PDD).371,374
á
La actividad motora aberrante aparece en fases moderadas y avanzadas de la
t
es
2++ demencia. En el 24,3% de personas con EA; es inhabitual en la DV, y aparece
y
en la totalidad de DLFT.371,374,38,377
ica
ín
Las alteraciones del ciclo vigilia/sueño aparecen en el 30,4% de las perso-
Cl
nas con demencia.378,371,374 En un estudio de cohorte utilizando el cuestionario
2++
ica
“Mayo Sleep Questionnaire” y el NPI mostró que el 71% de las personas con
t
EA presentaban alguna alteración del sueño.378 ác
Pr
En la DV los trastornos del sueño aparecen en el 3,6% de los afectados. En la
2++
de
(18,5%).378,379
de
2++ muchos años al inicio de la demencia. En el PDD son más frecuentes las crisis
ica
repentinas de sueño.379
bl
y con personas con EA, mostró en la DLFT un sueño poco eficiente, con au-
3
la
recen la institucionalización.379
o
añ
2++
EA; 14,3% en DV, y en el 50% de personas con DLB/PDD.371,374
de
ás
n.
Es recomendable tener presente que los SCPD pueden aparecer en cualquier
ió
ac
B momento de la evolución de la demencia, sea cual sea su etiología, y pueden
iz
ser la primera manifestación.
al
tu
Si en una persona con demencia en fase precoz aparecen delirios y alucinacio-
ac
B nes debe sospecharse que se trate de una DLFT o una DLB. Si existen altera-
su
ciones de conducta del sueño REM la primera sospecha será de DLB.
e
nt
ie
nd
10.4.5. ¿Existen SCPD que sean característicos de algunos tipos
pe
de demencia?
á
t
es
y
Ningún SCPD es específico de ninguna de las demencias, sin embargo su frecuencia, com-
ica
binación, evolución espontánea y la respuesta al tratamiento pueden ser características
ín
significativas para su diagnóstico.334
Cl
ica
Enfermedad de Alzheimer (EA)
t
ác
En un estudio prospectivo clínico se investigó la presencia de SCPD Estudio
Pr
fase inicial de la EA. El diagnóstico diferencial entre ambas puede ser 2++
e
sd
difícil.338,371,374,372
de
visual.381
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ansiedad. En la EA moderada pueden aparecer delirios de perjuicio, 2++
ac
celotipia, ilusiones, alucinaciones (visuales, auditivas u olfativas), agi-
iz
al
tación y conductas motoras aberrantes.371,374,38,377
tu
ac
Los trastornos del ciclo vigilia-sueño en fases iniciales pueden dife- Estudio
renciar la EA y de la DLB de la DLFT (pregunta 10.4.4).378,379,380 de cohorte,
su
2++
e
nt
En la EA la neuroimagen funcional usando el SPECT refuerza el papel del cíngulo an-
ie
nd
terior en la apatía, con una disminución de la actividad bilateral en personas con EA.
pe
En la depresión la zona de hipometabolismo se observa en lóbulo temporal superior,
cíngulo anterior y lóbulo frontal bilateral. En las alucinaciones la disminución del me-
tá
es
tabolismo se observa en lóbulo parietal derecho, lóbulo temporal medio izquierdo y
y
corteza dorsolateral prefrontal izquierda.334
ica
ín
Cl
Degeneración lobular frontotemporal (DLFT)
tica
En la DLFT los SCPD (compulsiones, conducta social alterada, la-
ác Estudio
bilidad emocional, pérdida de empatía, anosognosia y desinhibición) de cohortes,
Pr
3
ta
es
DLFT, 75 con EA y 34 con DV, mostró que los pacientes con DLFT de cohortes,
n
tica son más frecuentes los síntomas compulsivos. Existen diferencias de cohortes,
de
en función del hemisferio afectado. La DLFT del lado derecho cursa 2++
s
n.
ió
la DLB los delirios se observan en el 57% de los casos y las aluci- 2++
ac
naciones en el 76%, mientras que en el grupo PDD los delirios se
iz
al
observaron en el 29% de los casos y las alucinaciones en el 54%. Las
tu
alucinaciones se asocian a mayor severidad de la demencia, mayor
ac
depresión y menor agudeza visual.381
su
La DLB y la PDD se caracterizan por un deterioro cognitivo progre- Estudio
e
nt
sivo, fluctuaciones motoras y no motoras, alucinaciones visuales recu- de cohortes,
ie
rrentes y parkinsonismo. Los trastornos de conducta de la fase REM 2++
nd
son muy característicos de DLB y puede preceder en años a los signos
pe
motores o cognitivos.382
á
t
es
y
Demencia vascular (DV)
ica
ín
En la DV los SCPD más característicos son apatía, depresión y deli- Estudio
Cl
rios.382 No suele observase actividad motora aberrante.371, 374,38 de cohortes,
ica
2++
t
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
2++
es
2++
la pérdida funcional. Se correlaciona con disfunción ejecutiva y alteraciones en
bl
lóbulo frontal.376
pu
2++ deterioro cognitivo muy similar a la fase inicial de la EA; el diagnóstico dife-
sd
2++ agresividad y apatía. Las alucinaciones visuales son más frecuentes si existen
de
2++
ilusiones, alucinaciones (visuales, auditivas u olfativas), puede haber agitación
rri
n.
ió
Degeneración lobular frontotemporal (DLFT)
aciz
Los SCPD (compulsiones, conducta social alterada, labilidad emocional, pér-
al
tu
2++ dida de empatía, anosognosia y desinhibición) están presentes desde las prime-
ac
ras fases de la DLFT.382
su
En la DLFT la apatía se observó en la totalidad de los casos, así como la ansie-
2++
e
nt
dad, irritabilidad y actividad motora aberrante.371,374
ie
Los SCPD en la DLFT se caracterizan por apatía, pérdida de emociones y de
nd
pe
insight, desinhibición, negligencia, bulimia y preferencia por alimentos dulces,
2++ vagabundeo, estereotipias, pérdida de sensibilidad al dolor, ecolalia y mutismo.
tá
es
Este conjunto sindrómico de SCPD permiten diferenciarlo de la EA. Es más
difícil su diferenciación con la DV.383
y
ica
En la DLFT hay diferencias en función del hemisferio afectado. Si se afecta el
ín
2++ lado derecho aparecen conductas antisociales y agresividad, si se afecta el lado
Cl
izquierdo aparecen cambios en la personalidad y cambio de valores.381
ica
Demencia cuerpos de Lewy (LBD) y Parkinson Demencia (PDD)
t
ác
Pr
En DLB y PDD el perfil de SCPD se caracteriza por delirios y alucinaciones.
de
visual.381
ta
es
Recomendaciones
de
s
dromes que nos pueden facilitar el diagnóstico diferencial entre las diferentes
de
demencias.
ás
B
DLFT, DLB y PDD.
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
en cada SCPD?
n.
ió
aciz
El manejo farmacológico de los SCPD se puede acompañar de efectos Opinión
al
adversos para el paciente. Por eso es habitual en las GPC recomendar el de expertos,
tu
empleo de estrategias no farmacológicas como primera línea terapéuti- 4
ac
ca de los SCPD cuando éstos no son muy graves e iniciar el tratamiento
su
farmacológico sólo cuando dichas estrategias han fracasado.42,235
e
nt
El tratamiento no farmacológico de los SCPD no ha sido evaluado mediante ECA extensos
ie
nd
y de calidad metodológica, sino mediante estudios con escasa muestra y diseño variable,
pe
principalmente de casos y controles, que incluyen diferentes tipos de demencia en diferentes
fases, y sin especificar la respuesta sobre las alteraciones conductuales ni concretar el efecto
á
t
es
terapéutico sobre un SCPD específico.42,235,385,386 Tampoco existen estudios bien diseñados
y
que evalúen la eficacia combinada del tratamiento farmacológico y no farmacológico.387
ica
Algunas normas generales recomendadas235,388 para el manejo de los RS de ECA
ín
SCPD en la EA son: prevenir su aparición y tratarlos precozmente, y estudio
Cl
emplear un tono adecuado de voz, mantener el contacto visual, pau- observacional,
ica
tas rutinarias de ejercicio, comida y baño, evitar el deambular erráti- 2–
t
ác
co, mantener al paciente orientado temporalmente, evitar la hiperes- Opinión
Pr
timulación, procurar un entorno seguro y bien iluminado, sin espejos, de expertos,
de
Es de especial relevancia que los familiares reciban una buena información y formación
es
sobre los SCPD que les permita desarrollar una labor de coterapeuta en su manejo y en su
de
prevención. Es importante que comprendan que los SCPD aparecen como consecuencia del
n
daño cerebral, que pueden ser transitorios y son susceptibles de mejorar con tratamiento.42
ció
ica
tes con demencia concluyó que la implicación activa del cuidador era
e
Depresión
ás
m
n.
ió
SCPD incluida la depresión, pero no hay ECA con muestra amplia y observacional,
ac
bien diseñados235,388. 2–
iz
al
Las terapias orientadas a la estimulación como actividades de recreo Estudio
tu
ac
y otros medios formales o informales de maximizar las actividades observacional,
placenteras de los pacientes se han mostrado eficaces sobre la depre- 2–
su
sión en algunos estudios de escaso tamaño muestral durante las fases
e
nt
leve y moderada de la EA235 y en fases avanzadas.388
ie
nd
Una RS de ECA concluyó que la terapia de orientación a la realidad RS de ECA,
pe
tiene escasa eficacia sobre la apatía y la depresión.391 La terapia de 1–
reminiscencia tiene escasa eficacia sobre el humor y la conducta.392
tá
es
y
Sueño
ica
ín
El 25-50% de pacientes con demencia presentan alteraciones severas del sueño.393 Las
Cl
causas son múltiples: fragmentación del sueño fisiológico en la edad avanzada, exceso
ica
de sueño diurno, daño neuronal en el núcleo supraquiasmático, dolor no tratado y pre-
t
sencia de comorbilidad médica y psiquiátrica.42 Se han propuesto criterios diagnósticos
ác
de las alteraciones del sueño asociadas a la EA.394 Los objetivos del tratamiento son
Pr
dos por la noche; también pueden ser eficaces ingerir leche caliente,
ica
Debe tenerse en cuenta que algunos IACE pueden alterar el sueño, Opinión
pu
Agitación
añ
5
presión y efectos adversos de fármacos. Otras causas pueden ser hambre, sueño, cam-
m
de modo que deben simplificarse, por ejemplo usando ropa con velcro o realizando co-
ns
n.
ió
y agitación.
aciz
Otra RS Cochrane detectó cinco estudios en los que la musicotera- RS de ECA,
al
pia podía ser beneficiosa sobre el control emocional de personas con 1–
tu
ac
demencia, pero la baja calidad metodológica no permitió establecer
conclusiones.331
su
e
Otra RS Cochrane332 no encontró evidencia de eficacia de la estimula- RS de ECA,
nt
ción multisensorial integrada (snoezelen) sobre la conducta, humor o 1+
ie
nd
interacción social ni a corto ni a largo plazo.
pe
á
t
es
Deambular errático o vagabundeo
y
ica
El deambular, dentro de un ambiente seguro, promueve la circulación y la oxigenación,
ín
es un ejercicio físico y un indicador de buena salud física.395 Por el contrario, el deambu-
Cl
lar lejos del domicilio puede ser causa de extravío, supone un riesgo de caídas y fractu-
ica
ras, causa sobrecarga a los cuidadores y puede precipitar la institucionalización.396
t
ác
La prevalencia es muy variable (15-60%) y parece ser más frecuente en las fases avanzadas
Pr
tro de varios grupos: a) terapias con ejercicios y caminatas (grupos de caminata y conver-
de
sación, terapia con ejercicios, parques para deambular), b) modificaciones del ambiente
n
(barreras subjetivas como espejos, rejillas de piso, camuflaje de picaportes, etc.), dispositi-
ció
vos de seguridad (cerraduras a prueba de niños, alarmas, etc.), programas para el ambien-
ica
dad física y terapia conductual concluyó que no existe evidencia para de cohortes,
de
observacional,
5
n.
ió
ensayo clínico apropiado sobre las intervenciones no farmacológicas
ac
para la prevención y el tratamiento del deambular en el ámbito do-
iz
al
méstico, por lo que no se pudo establecer ninguna recomendación al
tu
respecto.
ac
su
e
Resumen de evidencia
nt
ie
Algunas estrategias para prevenir y tratar los SCPD son emplear un tono
nd
adecuado de voz, mantener el contacto visual, pautas rutinarias de ejercicio,
pe
comida y baño, evitar el deambular errático, mantener al paciente orientado
á
4
t
es
temporalmente, evitar la hiperestimulación, crear un entorno seguro y bien
iluminado, sin espejos, con notas identificativas en puertas, actividades de dis-
y
ica
tracción y reorientación y música del agrado del paciente.42,235,388
ín
La implicación activa del cuidador es fundamental para la eficacia de los pro-
Cl
2++
gramas de intervención no farmacológica en pacientes con demencia.389
ica
Las actividades de recreo y placenteras pueden mejorar la depresión en la EA
t
2+ ác
leve, moderada235 y avanzada.388
Pr
de
La higiene del sueño y otras medidas como ingerir leche caliente, baño con
1+/1–
ta
agua tibia y luces tenues nocturnas mejoran las alteraciones del sueño.390
es
1+
los pacientes con demencia.329
n
ció
con demencia.331
bl
1+
ducta, humor o interacción social en pacientes con demencia.332
la
e
Recomendaciones
de
ás
C que les capacite para prevenir la aparición de los SCPD y actuar como cotera-
cu
n.
ió
El manejo no farmacológico del sueño consiste fundamentalmente en estable-
ac
✓
iz
cer pautas y una buena higiene del sueño.
al
tu
Existe evidencia limitada de que los masajes terapéuticos pueden ser eficaces
C
ac
en la agitación.
su
Se recomienda el empleo de técnicas de identificación electrónica en aquellos
D
e
nt
pacientes con demencia que presentan deambular errático.
ie
nd
pe
10.4.7. ¿Cuáles son las recomendaciones generales
á
t
es
sobre el tratamiento farmacológico de los SCPD?
y
ica
Dos GPC42,235 recomiendan iniciar el tratamiento de los SCPD con medidas no farma-
ín
cológicas y reservar el tratamiento farmacológico para los más graves o refractarios.
Cl
Los estudios disponibles sobre tratamiento no farmacológico son escasos; los ECA casi
ica
inexistentes, y la disponibilidad de profesionales entrenados es también escasa e insufi-
t
ác
ciente respecto a las necesidades de esta población. Por lo tanto, el abordaje farmaco-
Pr
lógico se impone en la mayoría de los casos. Para un manejo farmacológico adecuado
de
de los SCPD es fundamental identificar bien el síntoma que hay que tratar, evaluar sus
a
posibles causas, identificar los posibles factores precipitantes, los que los alivian o supri-
uí
G
IACE y memantina
de
n
n.
Se usan los mismos psicofármacos que en los trastornos psiquiátricos primarios. En los pro-
ió
ac
pios trastornos psiquiátricos primarios no hay evidencia de calidad para preferir una molé-
iz
cula sobre otra dentro del mismo grupo terapéutico y tampoco la hay para los SCPD.
al
tu
ac
Los ECA que comparan antipsicóticos entre ellos son de escasa potencia, pero no
sugieren diferencias de eficacia en el tratamiento de síntomas psicóticos o agitación/
su
agresividad.42,399 Aunque estas medicaciones se usan en períodos largos en la práctica,
e
nt
apenas hay datos sobre su eficacia más allá de las 8-12 semanas.
ie
nd
Los ECA no precisan en general qué síntomas mejoran en concreto con cada molécula
pe
y cuando lo hacen, no siempre coinciden de un ensayo a otro. La mayoría no distinguen
tá
es
los tipos de demencia y suelen incluir EA, DV y demencia mixta. El grado de demencia
es variable. La calidad de los estudios es moderada, algunos están bien diseñados pero
y
ica
las altas tasas de abandono reducen su calidad.149
ín
Cl
Generalmente se evalúan los efectos sobre escalas globales como NPI o sobre síntomas
ica
psicóticos en general. Además, la mayoría de ECA no evalúa qué fármacos son útiles
t
para cada síntoma sino qué efectos tiene cada fármaco sobre unas escalas determinadas
ác
y algunos síntomas o grupos de síntomas. En ficha técnica, sólo risperidona tiene la in-
Pr
Resumen de evidencia
G
ta
Según las GPC y teniendo en cuenta los efectos adversos de los fármacos se
es
Los IACE han mostrado mayor eficacia que placebo sobre SCPD, evaluada
ica
1+
pacientes con DLB y PDD.272,277
e
sd
1–
pacientes con demencia son escasos y generalmente de baja calidad.
os
añ
Recomendaciones
5
de
Se debe identificar el síntoma diana que hay que tratar y sus posibles causas o
D
ás
desencadenantes.
m
añadir un psicofármaco.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
tática, caídas, efectos extrapiramidales, empeoramiento de función cognitiva,
ac
✓
confusión y delírium.
iz
al
Comenzar con dosis bajas y alcanzar las dosis mínimas eficaces de forma lenta.
tu
Utilización preferente de la vía oral.
ac
Revisar la dosis y la propia necesidad del tratamiento a intervalos regulares,
su
✓
generalmente cada 3 meses.
e
nt
IACE y/o memantina
ie
nd
Se recomienda el uso de los IACE y/o memantina como tratamiento de la demen-
pe
B
cia no sólo para los síntomas cognitivos sino también para los no cognitivos.
á t
es
Se recomienda el uso de rivastigmina para el tratamiento de los SCPD en los
B
pacientes con DLB o PDD.
y
ica
Psicofármacos
ín
Cl
Se recomienda el uso de psicofármacos para el tratamiento de los SCPD, aun-
ica
D que la evidencia sobre su eficacia en pacientes con demencia es generalmente
t
baja y el riesgo de efectos adversos es elevado.
ác
Pr
de
fico con IACE y/o memantina, es esperable que estos fármacos mejoren los SCPD como
ica
Los datos son insuficientes para establecer el beneficio de los anti ECA,
rri
psicóticos atípicos sobre síntomas psicóticos, agresividad o agitación 1–
cu
n.
ió
9,4 mg/d) mostró mejoría significativa en el NPI-NH respecto a place-
ac
bo a las 20 semanas.
iz
al
No existen evidencias de eficacia de los antipsicóticos en la DLB, y hasta el 50% de las
tu
ac
personas muestran una marcada sensibilidad.6
su
En pacientes con EA y DV existe evidencia moderada-alta para la ECA,
e
eficacia de antipsicóticos atípicos (aripiprazol, olanzapina, quetiapina 1++/1+
nt
y risperidona) en comparación con placebo, con un beneficio clínico
ie
nd
pequeño medido como puntuación de NPI o BEHAVE-AD.25 Cloza-
pe
pina es útil para los síntomas psicóticos en PDD y DLB, y podría ser
útil para pacientes con EA sensibles a los efectos extrapiramidales de
tá
es
los antipsicóticos.42
y
No hay datos sobre el uso de ziprasidona en ancianos.42
ica
ín
En una RS Cochrane401 sobre antipsicóticos en la EA se observó una RS de ECA,
Cl
mejoría de la psicosis con risperidona 1,0 mg/día respecto a placebo 1+
ica
(DM –0,14), evaluada por la subescala de la BEHAVE-AD en tres
t
estudios y la puntuación secundaria del NPI en otro. En un estudio
ác
Pr
aripiprazol (2-15 mg/día) mostró un beneficio comparado con el pla-
cebo a las 10 semanas en la BPRS-PSICOSIS (DM –0,66), pero no en
de
Depresión
la
n.
ió
superioridad frente a placebo y otros no, parece que por diferencias
ac
en la selección de pacientes y en la sensibilidad de las escalas usadas.
iz
al
Sertralina y citalopram han mostrado eficacia respecto a placebo.42 Un
tu
estudio que no mostró efecto de sertralina fue realizado en pacientes
ac
con demencia severa en que la administración de escalas era poco va-
su
lorable.149 Un ECA con fluoxetina no mostró diferencia con placebo.149
e
nt
Los resultados en tricíclicos son conflictivos (por ejemplo no se halló efec- ECA,
ie
to de imipramina y maprotilina pero sí de amitriptilina y clomipramina) y 1+
nd
la evidencia de efecto en la depresión en demencia es limitada.149
pe
ECA,
á
Estudios comparativos entre ISRS y tricíclicos (amitriptilina vs. mian-
t
es
serina, imipramina vs. paroxetin, amitriptilina vs. fluoxetina y citalo- 1+
y
pram vs. mianserina) y entre sertralina y venlafaxina mostraron efica-
ica
cia similar para la depresión, pero los ISRS fueron mejor tolerados y
ín
los tricíclicos empeoraron la función cognitiva.42,149
Cl
Sólo un pequeño estudio retrospectivo en 31 pacientes, la mayoría Serie
ica
con demencia vascular, apoya la eficacia del TEC para la depresión de casos,
t
en la demencia.42
ác 3
Pr
de
Apatía
a
uí
G
Hay mínima evidencia a partir de casos clínicos de que los psicoesti- Series
ta
Ansiedad
ica
Deambulación errática/vagabundeo
de
s
Problemas de sueño
do
rri
con demencia.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
zepinas, preferiblemente de vida media corta, sólo se recomiendan a 4
ac
corto plazo por el riesgo de tolerancia, insomnio de rebote y efectos
iz
al
adversos. Si el paciente también requiere medicación para otro sín-
tu
toma psiquiátrico, se puede usar un agente con propiedades sedantes
ac
por la noche, pero no deben usarse antipsicóticos sólo para tratar la
su
alteración del sueño.42
e
nt
Un ECA no mostró beneficio de melatonina 10 mg o 2,5 mg sobre ECA,
ie
placebo para prolongar el sueño nocturno o disminuir la actividad 1+
nd
nocturna en la EA.42
pe
tá
es
Agitación y agresividad
y
ica
En una RS Cochrane402 no se demostró que haloperidol (0,25-6 mg/ RS de ECA,
ín
día) mejore significativamente la agitación en la demencia en trata- 1++
Cl
mientos de 3 a 16 semanas. Sólo la agresividad disminuyó en los pa-
ica
cientes tratados, pero no hubo mejoría en otros aspectos de la agita-
t
ción, impresión clínica global de cambio, carga de los cuidadores y
ác
AVD en los estudios que los analizaron. Los estudios con haloperidol
Pr
con agitación y/o psicosis en tres ECA (45-63%), aunque la tasa de res-
la
en 2 ECA.42 1+
de
rior a placebo, con tasa de respuesta a las 2 horas de 62, 66,7 y 37,3%
do
n.
ió
mejoría y empeoró cognición. Un ECA de citalopram vs. perfenazina
ac
en agitación y psicosis mostró un beneficio de citalopram en agitación
iz
al
y agresividad; citalopram presentó menos efectos adversos.42
tu
ac
En el único ECA con trazodona en la EA, de sólo 37 pacientes, no hubo ECA,
mejoría respecto a placebo en agitación. Un pequeño ECA de trazodona 1–
su
en DLFT sí que mostró beneficio sobre placebo.42 Un pequeño ECA de
e
nt
trazodona vs haloperidol mostró reducción de la agitación cuando ésta
ie
se acompañaba de síntomas depresivos en pacientes con demencia.129
nd
Trazodona y algunos ISRS podrían ser apropiadas para pacientes con
pe
agitación leve sin psicosis o que no toleren los antipsicóticos.42
á
t
es
Donepezilo 10 mg/día durante 12-52 semanas mostró beneficios sobre ECA,
y
agitación y agresividad respecto a placebo. Los datos son insuficientes 1+
ica
para galantamina y memantina.25 La adición de memantina al tratamien-
ín
to con donepezilo también mostró menor agitación en un estudio.5
Cl
Carbamazepina mostró un beneficio modesto para la agitación, con ECA,
ica
buena tolerancia a dosis bajas y en un tratamiento corto en dos ECA, 1+
t
ác
mientras que valproato no mostró eficacia en cuatro ECA.42
Pr
Otros SCPD
añ
5
3
m
No hay estudios que evalúen el efecto de ningún tratamiento específicamente sobre los
do
n.
IACE o memantina
ió
ac
El tratamiento específico con IACE o memantina puede mejorar de forma
iz
1++ inespecífica algunos de los SCPD en pacientes con demencia en que esté
al
tu
indicado.239,240,253,256,400
ac
1– Rivastigmina ni galantamina mostraron mejoría del delirio en la EA.400
su
e
1+ Rivastigmina puede mejorar los síntomas psicóticos en la DLB.277
nt
ie
Antipsicóticos
nd
La eficacia de los antipsicóticos es similar entre ellos en estudios comparativos
pe
1–
de baja potencia y corta duración.42,399,400
á
t
es
Para el tratamiento del delirio en la EA, se ha observado mejoría con risperi-
1+
y
dona y donepezilo.400,401,337
ica
Los antipsicóticos atípicos (aripiprazol, olanzapina, quetiapina y risperidona)
ín
Cl
1+ han mostrado un pequeño beneficio respecto a placebo en el tratamiento de
ica
síntomas psicóticos en pacientes con EA y DV.25,42
t
Antidepresivos ác
Pr
Sertralina y citalopram han mostrado eficacia respecto a placebo en el trata-
de
1++
ISRS son mejor tolerados y los tricíclicos empeoran la función cognitiva.42,149
es
de
Apatía
n
3
tina y bupropion pueden ser útiles para la apatía severa en la demencia.42
ica
Ansiedad
bl
pu
Deambulación errática
de
1–
o
Problemas de sueño
5
de
1+
vidad nocturna en la EA.42
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Haloperidol 0,25-6 mg/día mejora la agresividad en pacientes con demencia
ió
1++ pero no otros aspectos de la agitación, impresión clínica global de cambio,
aciz
carga de los cuidadores y AVD.402
al
tu
Risperidona 1 mg/día y olanzapina 5-10 mg/día mejoran la agresividad en pa-
1++
ac
cientes con EA.401
su
Olanzapina y quetiapina no han mostrado beneficio en la agitación en pacien-
1+
e
nt
tes con EA.42
ie
En pacientes ingresados con demencia y agitación, olanzapina y lorazepam intra-
nd
1+
pe
muscular han mostrado una tasa de respuesta a las 2 horas doble al placebo.42
á
Algunos ISRS, como citalopram o trazodona, han mostrado mejoría de la agi-
t
1+
es
tación en la DLFT. Paroxetina no mostró mejoría y empeoró la cognición.42
y
ica
Trazodona no mostró mejoría de la agitación en pacientes con EA sin depre-
1–
sión asociada.42
ín
Cl
Donepezilo 10 mg/día durante 12-52 semanas mostró beneficios sobre agita-
ica
1+
ción y agresividad respecto a placebo en pacientes con EA.25
t
ác
Carbamazepina ha mostrado un beneficio modesto para la agitación en pacien-
Pr
1+
tes con demencia.42
de
1++ deseadas que no sean la agresividad, y suele ser a expensas de sedación, au-
ta
es
3
sd
Recomendaciones
añ
5
IACE o memantina
de
SPCD.
do
rri
n.
✓
ió
rando sus efectos adversos.
aciz
Antipsicóticos
al
tu
A En pacientes con EA y síntomas psicóticos puede usarse risperidona.
ac
En pacientes con EA o DV y síntomas psicóticos pueden usarse antipsicóticos
su
D
atípicos.
e
nt
Antidepresivos
ie
nd
En pacientes con demencia y depresión pueden usarse antidepresivos, prefe-
pe
B riblemente sertralina y citalopram. A pesar de que su eficacia es similar, no se
á
recomiendan los tricíclicos por sus efectos adversos.
t
es
Apatía
y
ica
Pueden usarse psicoestimulantes, amantadina, bromocriptina o bupropion en
D
ín
pacientes con demencia y apatía severa.
Cl
Ansiedad
ica
t
No hay suficiente evidencia para hacer recomendaciones sobre el tratamiento
ác
–
Pr
de la ansiedad en la demencia.
de
Deambulación errática
a
uí
Problemas de sueño
ta
es
Agitación y agresividad
ció
ica
D
cado), ISRS o carbamazepina para tratar la agitación y agresividad.
e
sd
de los fármacos empleados en el control de los SCPD?
n.
ió
ac
Antipsicóticos
iz
al
El uso de antipsicóticos se asocia con los siguientes efectos adver- ECA,
tu
ac
sos: aumento de mortalidad, ictus, sedación, confusión, somnolencia, 1+
parkinsonismo, distonía, discinesia tardía, acatisia, síndrome neuro-
su
léptico maligno, hiperlipidemia, hiperglucemia, aumento de peso, hi-
e
nt
potensión postural, arritmias, alteraciones en el ECG, efectos antico-
ie
linérgicos y empeoramiento de la cognición.5,42,404
nd
pe
En una RS Cochrane sobre haloperidol en la demencia se observó RS de ECA,
á
mayor frecuencia de reacciones adversas como síntomas extrapirami- 1++
t
es
dales, somnolencia y fatiga, en comparación con los controles.402
y
Haloperidol induce efectos indeseados extrapiramidales, que ya apare- ECA,
ica
cen a dosis menores que las que se necesitan para reducir la agitación.149 1+
ín
Cl
Los efectos extrapiramidales y la somnolencia limitan su uso.140
ica
En un MA de ECA,405 los EA más frecuentes con antipsicóticos atí- MA de ECA,
t
ác
picos (aripiprazol, olanzapina, quetiapina o risperidona) comparados 1+/1–
Pr
con placebo fueron somnolencia (OR = 2,84) e infecciones urinarias
de
extrapiramidales frente a placebo (más con 2 mg/día que con 1 mg/ 1++
de
La somnolencia es 5-8 veces más frecuente y los trastornos del mo- ECA, MA
vimiento 7,5-11 veces más frecuente con olanzapina que con placebo de ECA,
ás
m
n.
ió
Cochrane,402 y también entre los tratados con antipsicóticos atípicos
ac
y los controles en un MA,405 lo que sugiere que los efectos adversos
iz
al
fueron tolerados gracias a un mejor control de la agitación.
tu
ac
Existe poca información sobre la seguridad a largo plazo de los anti RS de ECA
psicóticos atípicos en ancianos con demencia.399 y de estudio
su
observacional,
e
nt
1+/2++
ie
nd
Clozapina se asocia con agranulocitosis que puede ser mortal, por lo Estudio
pe
que hay que monitorizar el recuento leucocitario.42 observacional,
2
á t
es
Si se utilizan antipsicóticos típicos por vía intramuscular, debe controlar- Opinión
y
se la aparición de distonías agudas y otros efectos extrapiramidales.25 de expertos,
ica
4
ín
Cl
El uso de antipsicóticos atípicos se ha asociado con un aumento de Estudio
ica
riesgo de ictus y de mortalidad en pacientes con demencia.5,42,235,149 El de cohortes,
t
riesgo con los antipsicóticos típicos parece ser similar según una gran
ác 2+
Pr
revisión retrospectiva,406 sobre todo al inicio del tratamiento y con
dosis altas.
de
a
bo (4% vs. 3,1%, 5,51% vs. 3,2% y 3,5% vs. 1,5% respectivamente). 1+
de
sin significación estadística y sin relación con la dosis. Los efectos ad-
do
n.
ió
lidad algo mayor con los típicos que con los atípicos o bien no hay 2+
ac
diferencias con los no tratados.152,406
iz
al
En pacientes con DLB, estudios observacionales sugieren que hasta Estudio
tu
ac
el 50% pueden tener una marcada sensibilidad a los antipsicóticos, observacional,
que comporta reacciones extrapiramidales, confusión, temblor, ines- 2++
su
tabilidad autonómica, caídas y un aumento de la mortalidad de 2-3
e
nt
veces.25,5,129,404
ie
nd
pe
Benzodiazepinas
á
t
es
Los efectos adversos de las benzodiazepinas incluyen: sedación, em- ECA,
peoramiento de la cognición, confusión, delírium, empeoramiento de 1+
y
ica
la memoria, desinhibición paradójica, aumento del riesgo de caídas,
ín
empeoramiento de los trastornos respiratorios, tolerancia y depen-
Cl
dencia. La apnea del sueño es una contraindicación relativa para usar
ica
benzodiazepinas.42,235
t
ác
Las benzodiazepinas de larga duración producen más alteraciones ECA,
Pr
cognitivas en ancianos. Hay más evidencia para diazepam que para 1+
de
Antidepresivos
de
antidepresivos tricíclicos.5
ica
bl
Los ISRS producen menos efectos anticolinérgicos que los antidepre- ECA,
sivos clásicos, aunque pueden producir otros efectos adversos limitan- 1+
5
de
n.
ió
midos. Otros tricíclicos como imipramina, lofepramina y maprotilina
ac
parecen tener menos impacto sobre la función cognitiva. Mirtazapina y
iz
al
mianserina también parecen producir estos efectos adversos mientras
tu
que no se han observado para ISRS. La mejora en los síntomas depre-
ac
sivos puede enmascarar el empeoramiento en la cognición.149
su
e
nt
Antiepilépticos
ie
nd
Todos los anticomiciales pueden producir alteraciones cognitivas de ECA,
pe
forma dosis-dependiente. Fenobarbital produce más alteraciones que 1+
tá
es
carbamazepina, fenitoína o valproico.149
y
ica
IACE (pregunta 10.2.5).
ín
Cl
Resumen de evidencia
ica
t
Antipsicóticos ác
Pr
Los antipsicóticos pueden producir aumento de mortalidad, ictus, sedación,
de
1++ trastornos del movimiento (OR = 3,42) y edema periférico (OR = 1,99) en pacien-
e
tes con demencia que en controles, pero no más lesiones, caídas o síncope.405
sd
de
1++ o risperidona empeoraron más en las puntuaciones cognitivas que los tratados
o
añ
1++
pacientes con demencia.404,401,337
ás
m
La somnolencia es más frecuente y los trastornos del movimiento son más fre-
1+
do
Las tasas de abandono entre los pacientes con demencia tratados con haloperi-
cu
1++
dol o antipsicóticos atípicos fueron similares a los controles.402,405
ns
tra
n
Ha
n.
El uso de antipsicóticos atípicos (risperidona, olanzapina) se ha asociado con
ió
1++/ un ligero aumento de riesgo de ictus y de mortalidad en pacientes con demen-
aciz
2+ cia. En cambio, los estudios observacionales no apoyan que haya diferencias
al
entre atípicos, típicos y placebo.129,407,405,152,149,408,406
tu
ac
El 50% de los pacientes con DLB pueden tener marcada sensibilidad a an-
su
2++ tipsicóticos, con reacciones extrapiramidales, confusión, temblor, inestabilidad
e
autonómica, caídas y aumento de la mortalidad.25,5,129,404
nt
ie
Benzodiazepinas
nd
pe
Las benzodiazepinas pueden producir sedación, empeoramiento de la cogni-
ción, confusión, delírium, empeoramiento de la memoria, desinhibición para-
á
1+
t
es
dójica, aumento del riesgo de caídas, empeoramiento de los trastornos respira-
torios, tolerancia y dependencia.42,235
y
ica
Las benzodiazepinas de larga duración como diazepam producen más altera-
ín
1+
ciones cognitivas en ancianos.149
Cl
ica
Antidepresivos
t
ác
Los anticolinérgicos pueden empeorar la confusión y la psicosis en pacientes
1+
Pr
con demencia. Los ISRS producen menos confusión que los tricíclicos.5
de
1+
alteraciones del sueño o hiponatremia, y se han asociado a caídas y fracturas.152
es
de
Antiepilépticos
bl
pu
Recomendaciones
de
s
B
efectos adversos.
m
do
y no farmacológico para tratar los síntomas conductuales y psicológicos
n.
ió
en la demencia leve, moderada y grave?
aciz
al
Existe escasa evidencia sobre la eficacia del tratamiento combinado (farmacológico y no
tu
farmacológico) para el manejo de los diferentes síntomas conductuales y psicológicos de
ac
la demencia en sus diferentes fases.
su
e
Un ECA con 152 pacientes con EA leve o moderada que comparó ECA,
nt
la eficacia del tratamiento con donepezilo frente a tratamiento con 1+
ie
nd
donepezilo más estimulación cognitiva, durante 6 meses, no mostró
pe
diferencias significativas.25
á
Estudios realizados sobre pacientes afectos de EA grave, con depre- ECA,
t
es
sión o psicosis, recomendaban iniciar de forma conjunta el tratamien- 1–
y
to farmacológico y no farmacológico sin especificar en qué se basan
ica
para elaborar dicha recomendación.152
ín
Cl
Una RS de ECA149 recomienda, como estrategia de tratamiento de los ECA,
ica
SCPD, asociar medidas no farmacológicas a las farmacológicas, sin 1–
t
describir los estudios utilizados para elaborar la recomendación.
ác
Pr
de
Resumen de evidencia
a
uí
ECA con 152 pacientes con EA leve o moderada para evaluar la eficacia de
G
ferencias significativas.25
es
1–
lógicas en el tratamiento de los SCPD.149
n
ció
ica
Recomendaciones
bl
pu
✓
miento de los diferentes síntomas conductuales y psicológicos de la demencia.
e
sd
de
so
tes, un entorno medioambiental inadecuado, y los diferentes estilos de cuidados del cui-
ns
n.
ió
generadoras de la aparición de SCPD.398
aciz
al
Existe una agrupación de intervenciones específicas en áreas:
tu
ac
• Actividades estructuradas: la inclusión de actividad física, paseos y actividades recrea-
su
tivas disminuyen la aparición de conductas de agitación.410
e
• Terapia conductual: mediante técnicas de reforzamiento de las conductas relajadas y
nt
ie
control de estímulos.387
nd
• Modificaciones medioambientales: consistentes en reducir la estimulación innecesa-
pe
ria, manteniendo seguridad, autonomía e independencia. Un entorno natural y terapia
á
de la luz pueden disminuir la frecuencia de aparición de las conductas agitadas.
t
es
• Contacto social: consiste en crear estrategias para mejorar la frecuencia y calidad de
y
las interacciones sociales entre las personas afectadas de demencia.
ica
• Estimulación sensorial y relajación: masaje manual, contacto terapéutico y actividades
ín
de estimulación sensorial aisladas o bien combinadas, pueden inducir relajación y dis-
Cl
minuir la prevalencia de síntomas conductuales y agitación.329,331,332
ica
En una RSEC411,25 de siete ECA, que evaluaban masaje y toque tera-
t
ác ECA,
péutico, como alternativa no farmacológica, para reducir ansiedad,
Pr
1–
conducta agitada y depresión sólo dos cumplían criterios metodológi-
de
Resumen de evidencia
e
sd
Una RSEC411,25 de siete ECA, que evaluaban masaje y toque terapéutico, mostra-
ás
–1
ron que pueden ser útiles para reducir ansiedad, conducta agitada y depresión.
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Se recomienda una evaluación cuidadosa ante la aparición de SCPD, para des-
ió
✓
ac
cartar patología concomitante y procurar un entorno medioambiental óptimo.
iz
Puede utilizarse la estimulación sensorial, terapia conductual, actividades es-
al
tu
✓ tructuradas y contacto social para disminuir la incidencia de SCPD, aunque no
ac
se dispone de evidencia científica que lo avale.
su
e
nt
10.4.12. ¿Cómo deben tratarse los SCPD de difícil control
ie
nd
ambulatorio?
pe
á
Cualquier persona con demencia puede presentar, en algún momento de la evolución de
t
es
la enfermedad, SCPD que no ceden fácilmente con maniobras de contención verbal, no
y
farmacológicas, ni con psicofármacos. (pregunta 10.4.8)
ica
ín
Estos síntomas provocan situaciones críticas de difícil control ambulatorio y precisan
Cl
muchas veces de la acción coordinada del EAP y del EAED. Si no se controlan adecua-
ica
damente deben derivarse, para ingreso, a los servicios de urgencias del hospital o a las
t
unidades específicas.412 ác
Pr
Resumen de evidencia
de
n
4
lidades, optimizar el tratamiento farmacológico, y garantizar la seguridad del
bl
paciente y de su entorno.413,25
pu
la
e
Recomendaciones
sd
de
abordar al paciente con SCPD?
n.
ió
ac
No existe evidencia científica respecto a las cualidades que debe reunir el cuidador para
iz
al
tratar al paciente con SCPD.5,409 Las fuentes de información disponibles en la actualidad
tu
son fundamentalmente manuales y monografías dirigidas al cuidador del paciente con
ac
demencia.
su
Para responder a esta pregunta debemos tener en cuenta una serie de aspectos: los perfi-
e
nt
les de personalidad diferentes del cuidador, el nivel de relación e implicación en la tarea
ie
del cuidado, la aceptación voluntaria o la imposición de la función de cuidar, las dife-
nd
rencias en edad y sexo del cuidador y si el cuidador es un solo miembro o recibe apoyo
pe
(familia, profesionales). Para elaborar recomendaciones que puedan ayudar al cuidador
á
t
en el manejo de los SCPD, es importante valorar también los siguientes aspectos:
es
y
ica
• La relación previa del cuidador con el paciente: tipo de relación y calidad de la misma.
• Nivel de implicación del cuidador en el cuidado del paciente: cuidados directos, sopor-
ín
Cl
te emocional y organización de cuidados.
ica
• Grado de voluntariedad en la relación de cuidados.
t
• Estrés que se ha generado durante la relación entre el paciente y el cuidador.
ác
• Grado de conocimiento y comprensión de la enfermedad por parte del cuidador.
Pr
• Grado de sobrecarga y ayuda que recibe de otros familiares o de otras fuentes de so-
de
porte (asociaciones de familiares, ayuda institucional, etc.).
a
uí
• Comprender que muchos de los SCPD no tienen un tratamiento específico y que po-
la
n.
Se recomienda informar y formar al cuidador del paciente afecto de demencia,
ió
ac
en estrategias para el manejo de los SCPD que posibilite la adopción y promo-
✓
iz
ción de una actitud idónea del cuidador hacia el paciente y prevención de la
al
sobrecarga y claudicación del cuidador.
tu
ac
su
e
10.5. Tratamientos alternativos en las demencias
nt
ie
nd
pe
Pregunta para responder:
á
10.5. ¿Hay medicamentos tradicionales a base de plantas y suplementos alimenticios
t
es
que se hayan demostrado útiles en el tratamiento de la demencia?
y
ica
ín
10.5. ¿Hay medicamentos tradicionales a base de plantas
Cl
y suplementos alimenticios que se hayan demostrado útiles
ica
t
en el tratamiento de la demencia? ác
Pr
de
Vitamina E
a
uí
Una RS Cochrane que sólo encontró un ECA de calidad alta conclu- ECA,
G
de vitamina B1, B6, B12 o ácido fólico en el tratamiento del deterioro 1++
o
añ
Suplementos de cobre
m
do
n.
La GPC de la AAN, basándose en un ECA, concluía que el trata- ECA,
ió
ac
miento con ginkgo biloba era seguro, si bien afirmaba que faltaba evi- 1–
iz
dencia de calidad sobre su eficacia.304
al
tu
Una revisión de series de casos publicados sugería una posible asocia- Estudio
ac
ción entre el tratamiento con ginkgo biloba y la hemorragia cerebral, descriptivo,
su
con aumento del tiempo de hemorragia en algunos pacientes.418 3
e
nt
La GPC de la EFNS (2007),5 basándose en tres ECA de baja calidad ECA,
ie
consideró que no existía evidencia suficiente para recomendar el uso 1–
nd
del ginkgo biloba en el tratamiento de la EA o la DV.
pe
á
t
La GPC canadiense (CCCDTD) (2006) consideraba que no existía
es
suficiente evidencia para realizar una recomendación sobre el uso de
y
gingko biloba.416
ica
ín
Una RS Cochrane (2009)419 incluyó 36 ECA que evaluaban el efecto RS de ECA,
Cl
de ginkgo biloba a diferentes dosis, sobre el deterioro cognitivo (de 1+
ica
diversas etiologías y de diversa severidad) de los que sólo nueve ECA
t
ác
presentaban un seguimiento mayor a 6 meses. Tres de los cuatro estu-
Pr
dios más recientes no mostraban eficacia respecto a placebo, mientras
de
Lecitina
ica
Ácido alfa-lipoico
de
s
Una RS Cochrane (2009) concluye que en ausencia de ECA que eva- RS de ECA,
o
añ
en general.421
ás
m
n.
Una RS reciente (2009) que incluyó dos ECA que evaluaron la efica- ECA,
ió
ac
cia del ginseng (Panax ginseng) en la EA concluyó que si bien ambos 1–
iz
estudios mostraban un efecto positivo en variables cognitivas, tenían
al
defectos metodológicos relevantes que dificultaban la interpretación
tu
ac
de dichos resultados.423
su
e
Yokukansan (TJ-54)
nt
ie
Un ECA que incluyó pacientes con EA, DLB o demencia mixta no ECA, 1+
nd
demostró eficacia del tratamiento de los síntomas cognitivos con
pe
yokukansan (TJ-54). 424
tá
es
y
Resumen de evidencia
ica
ín
Vitamina E
Cl
Los suplementos de vitamina E no se han demostrado eficaces en el tratamien-
ica
1+
to de la EA y podrían aumentar la mortalidad.5,416
t
ác
Vitamina B1, B6, B12 y ácido fólico
Pr
de
El uso de suplementos de vitamina B1, B6, B12 o ácido fólico no es eficaz en pa-
1++ cientes con deterioro cognitivo que no presentan un déficit manifiesto de estos
a
uí
elementos.152,149
G
ta
Suplementos de cobre
es
1+
medad de Alzheimer no es eficaz.417
n
ció
Ginkgo biloba
ica
la DV es inconsistente.304,418,5,416,149,419
pu
Recomendaciones
ás
m
Vitamina E
do
n.
No se recomienda el uso de suplementos de vitamina B1, B6, B12 o ácido fólico
ió
A en pacientes con deterioro cognitivo que no presentan un déficit manifiesto de
aciz
estos elementos.
al
tu
Suplementos de cobre
ac
No se recomienda el uso de suplementos de cobre en el tratamiento de los
su
B
pacientes con EA.
e
nt
Ginkgo biloba
ie
nd
No existe suficiente evidencia en la literatura sobre la eficacia de ginkgo biloba
B
pe
para recomendar su uso en el tratamiento de la EA o de la DV.
á
t
Lecitina, ácido alfa-lipoico, ácidos grasos omega-3, ginseng o yokukansan (TJ-54).
es
y
Las evidencias existentes no permiten recomendar el uso de lecitina, ácido
ica
C alfa-lipoico, ácidos grasos omega-3, ginseng o yokukansan (TJ-54) en el trata-
ín
miento de los síntomas cognitivos de la EA.
Cl
ica
t
ác
10.6. Evaluación del tratamiento en las demencias
Pr
de
a
No existen estudios que establezcan los parámetros que han de ser Opinión
monitorizados en la valoración de la respuesta terapéutica y el se- de expertos,
la
guimiento de los pacientes con demencia. Sin embargo, dado que los 4
e
sd
cusiones negativas sobre la salud del cuidador, éste también debe ser
ás
n.
ió
global más utilizado para valorar longitudinalmente la función cogniti- 2+
ac
va de los pacientes con demencia y la respuesta a terapias tanto en un
iz
al
contexto de investigación como en la práctica clínica y ha demostrado
tu
una buena fiabilidad interobservador y validez test-retest.
ac
su
Existen varias versiones del MMSE de uso en España: versión
e
normalizada,142 versiones de Lobo143 o Mini-Examen Cognoscitivo
nt
ie
(MEC).144
nd
No existe consenso sobre qué magnitud de cambio en el MMSE se ha Opinión
pe
de utilizar para considerar que un paciente responde o no responde de expertos,
tá
a un tratamiento. La GPC del NICE (2007)25 subraya que se ha de 4
es
considerar que un tratamiento específico es efectivo y, por tanto, se
y
ica
ha de mantener cuando el paciente presenta mejoría o al menos no
deterioro en la puntuación del MMSE a los 2-4 meses de haber al-
ín
Cl
canzado la dosis de mantenimiento. Otros autores consideran que un
ica
paciente responde a la medicación cuando presenta un deterioro de
menos de 2 puntos en 6 meses o de menos de 3 puntos en el MMSE
t
ác
en 12 meses.425
Pr
de
carga del cuidador), cada uno de ellos puede ser evaluado de una manera cualitativa
ció
escalas, tests o cuestionarios específicamente diseñados para tal fin como se ha tratado
bl
les son los instrumentos concretos más útiles para evaluar cada uno de
5
n.
Los pacientes con demencia en su evolución presentan cambios cognitivos,
ió
ac
2+ funcionales, motores, conductuales. También el cuidador presenta cambios en
iz
el grado de sobrecarga a lo largo de la enfermedad.
al
tu
El uso de tests, escalas o cuestionarios estandarizados es útil para cuantificar
ac
4 la respuesta terapéutica y la aparición de complicaciones en pacientes con
su
demencia.25,5
e
nt
El MMSE, del que se dispone de varias versiones españolas,142,143,144 es útil para
ie
2+ la valoración de la respuesta al tratamiento en pacientes con demencia;426,425,25
nd
es el test más utilizado en la práctica clínica con este fin.
pe
á
t
es
Recomendaciones
y
ica
Se recomienda evaluar periódicamente aspectos cognitivos, funcionales, mo-
ín
D tores y conductuales, así como el grado de sobrecarga del cuidador en el segui-
Cl
miento de pacientes con demencia.
ica
Se recomienda el uso de tests, escalas o cuestionarios para cuantificar la respues-
t
D ác
ta terapéutica y la aparición de complicaciones en pacientes con demencia.
Pr
✓
médico y en su aplicabilidad en su contexto.
a
uí
C
al tratamiento de la demencia.
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
de demencia
ió
aciz
al
tu
Preguntas para responder:
ac
11.1 . ¿Qué se entiende por cuidador principal de un paciente con demencia?
su
11.2. ¿Las características de los cuidadores son las mismas para las personas con
e
nt
diferentes tipos de demencia?
ie
11.3. ¿Qué repercusiones tiene sobre el cuidador la atención a una persona con
nd
demencia?
pe
11.4. ¿Qué escalas son útiles para evaluar la sobrecarga del cuidador?
á
t
11.5. ¿Existen intervenciones eficaces para prevenir la sobrecarga del cuidador?
es
11.6. ¿Existen intervenciones eficaces para tratar la sobrecarga del cuidador?
y
ica
11.7. ¿Qué son los grupos de ayuda mutua (GAM)?
11.8. ¿Qué beneficios se obtienen al participar en los GAM?
ín
Cl
11.9. ¿En qué casos es necesario realizar un tratamiento psicológico al cuidador?
ica
11.10. ¿Qué son las asociaciones de familiares de personas afectadas de demencia y
t
qué papel desempeñan en el abordaje integral de la demencia?
ác
11.11. ¿Cuál debe ser la relación entre las asociaciones y la red pública sanitaria y
Pr
social?
de
a
uí
y duradero.
5
de
prendida entre los 45 y los 70 años, que conviven con el paciente, o 2++
m
do
n.
ió
labor se realiza en el domicilio y entre sus tareas se incluyen el acompa- 3
ac
ñamiento en el transporte, ir a la compra, realizar tareas del hogar, pre-
iz
al
parar comidas, y ayudarle en las actividades básicas de la vida diaria tales
tu
como vestirse, alimentarse, desplazarse y control de esfínteres.431
ac
Los cuidadores profesionales, con formación específica o sin ella, son aquellas personas
su
que cuidan de forma directa a la persona afectada de demencia, y reciben una compen-
e
nt
sación económica por su trabajo.432
ie
nd
En los últimos años, debido a múltiples factores tales como el cam- Estudio
pe
bio en la estructura familiar, la incorporación de la mujer al mercado observacional,
laboral y la necesidad de reducir los gastos de atención a la persona 2++
á
t
es
con demencia, se ha observado un aumento progresivo de cuidadores
y
profesionales sin formación específica. Su porcentaje alcanza el 8,7%
ica
de los cuidadores en España. Suelen ser personas de ambos sexos,
ín
inmigrantes, de origen hispanoamericano en su mayoría y de edad
Cl
comprendida entre los 26 y 50 años. Muchas veces son personas casa-
ica
das, que viven en pareja, con estudios universitarios inacabados en su
t
país y de religión cristiana.433 ác
Pr
de
Resumen de evidencia
a
uí
Cuidador es aquella persona que asiste o cuida a otra persona afectada de cual-
G
los familiares.427
ica
Son familiares directos o amigos. Esposas o hijas de edad comprendida entre los
bl
2++
45 y los 70 años. Conviven con el paciente, o le dedican mucho tiempo.25,429,430,431
pu
la
ió
ac
de demencia?
iz
al
tu
ac
Las personas con demencia pueden presentar diferentes manifesta- Opinión
su
ciones clínicas, y diferente evolución, lo cual puede plantear dificul- de expertos,
tades y necesidades específicas.430,25 Asimismo, las circunstancias per- 4
e
nt
sonales, familiares y contextuales de los cuidadores pueden plantear
ie
nd
elementos diferenciales en la atención a los enfermos.
pe
La investigación actual va dirigida a discriminar estos aspectos dife- Estudio
á
renciales: género, parentesco, estatus económico-cultural, etc. En re- observacional,
t
es
lación al género, las mujeres sufren un mayor nivel de sobrecarga, ge- 2++
y
neralmente por asumir de forma más intensa los cuidados. En relación
ica
al parentesco, los hijos/as cuidadores parecen tener un nivel mayor de
ín
sobrecarga que los esposos/as, debido a la dificultad para compatibili-
Cl
zar las diversas responsabilidades laborales y familiares.434,435,436
tica
La enfermedad de Alzheimer (EA) plantea sobre todo problemas re-
ác Estudio
lacionados con las pérdidas cognitivas, a los que pueden sumarse, en observacional,
Pr
sonas más jóvenes, en las que los SCPD son relevantes desde el inicio observacional,
n
ció
dadores principales, en estos casos, son o bien la pareja, que aún suele
bl
lar. En otros casos son los padres, de edad avanzada y con dificultades
e
en su capacidad de cuidar.6,52
sd
de
nes de conducta del sueño REM, las alucinaciones y los delirios con
m
do
ideación paranoide.6,47
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
nitivo puede ser de origen variable subcortical, cortical o mixto y los
ac
SCPD no son infrecuentes. El hecho de que en este tipo de demen-
iz
al
cias la comunicación, entre el paciente y el cuidador, sea posible hasta
tu
fases muy avanzadas, permite que el contacto afectivo entre ambos
ac
sea más factible.6,46
su
e
nt
Resumen de evidencia
ie
nd
Cada persona con demencia y su núcleo de convivencia tienen características y
pe
4
necesidades distintas, que exigen una atención individualizada.430,25
á
t
es
La mujer cuidadora suele presentar más carga en su tarea de cuidar. Los hijos/
2++
y
as cuidadores tienen más carga que los esposos/as.434,435,436
ica
La EA, en la fase leve-moderada, plantea problemas relacionados con el déficit
ín
Cl
2++ cognitivo, y en menor grado con SCPD. En fases avanzadas se añaden pérdidas
ica
de funcionalidad básica, incluidas la movilidad y el control de esfínteres.6,44
t
ác
La DLFT suele darse en personas más jóvenes, y presenta SCPD relevantes
Pr
2++ desde el inicio. Los cuidadores principales son la pareja joven con múltiples
de
los enfermos son difíciles de manejar por las fluctuaciones motoras, cognitivas
ta
ideación paranoide.6,47
n
con demencia y su entorno son una realidad diferente, sin embargo, cada tipo
4
e
Recomendaciones
5
de
ió
aciz
al
La demencia genera en la familia preocupación, incertidumbre y Estudio
tu
temor. Provoca cambios del rol que ocupa cada uno de sus miembros descriptivo,
ac
que pueden suponer modificaciones importantes en sus vidas. El papel 3
su
del cuidador evoluciona con el tiempo; se inicia con la asimilación del
e
diagnóstico, la supervisión y ayuda en las actividades instrumentales
nt
ie
de la vida diaria (AIVD), la progresiva tolerancia ante los trastor-
nd
nos del comportamiento y la atención a las actividades básicas de la
pe
vida diaria (ABVD). Con la evolución de la enfermedad, aumentará
á
la carga física y psicológica que deberá soportar el cuidador principal.
t
es
Aumentarán sus tareas, deberá asumir nuevas responsabilidades, irá
y
perdiendo libertad e independencia para seguir realizando sus pro-
ica
pias actividades, lo que puede llegar a suponer una modificación en su
ín
proyecto vital. Esta situación pone en peligro su salud física y emocio-
Cl
nal, sobre todo si se trata de una personal frágil o de edad avanzada.
ica
Cuando el estrés es continuado, y especialmente si no existe una red
t
ác
de apoyo adecuada, se incrementa la posibilidad de que aparezcan
Pr
complicaciones de tipo psicológico, funcional y social.437,436
de
La carga del cuidador se define como el grado en que la salud física y emocional, la
a
uí
vida social o la situación financiera del cuidador, se ven afectadas negativamente como
G
consecuencia del cuidado del enfermo. El término “carga del cuidador” hace referencia
ta
la demencia.438
de
Por diferentes motivos, aunque especialmente por la vinculación afectiva con el en-
n
ció
fermo, los cuidadores asumen más carga de la que son capaces de soportar, sin tener
ica
en cuenta sus capacidades reales y su propio estado de salud. La sobrecarga que lleva
bl
Es frecuente que cuando los cuidadores son hijos/as, conviven con Estudio
de
significativamente.437,436
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
La demencia genera preocupación, incertidumbre y temor en la familia y pro-
ió
ac
voca cambios de rol entre sus miembros. Las tareas del cuidador cambian a
iz
3 lo largo del proceso, aumenta progresivamente la carga física y psicológica,
al
disminuye el tiempo libre y pueden aparecer problemas de salud, sobre todo si
tu
ac
no existe una red de apoyo adecuada.437,436
su
Se entiende como carga del cuidador aquellas consecuencias negativas en su
e
salud física y emocional, vida social o situación financiera, derivada de la tarea
nt
ie
de cuidar.438 Los hijos/as son los que experimentan mayor carga en el cuidado,
nd
si conviven con el enfermo y asumen otras responsabilidades familiares.437,436
3
pe
Es frecuente que acumulen sentimientos de culpabilidad, que aparezcan tras-
á
tornos de ansiedad, depresión, dificultad en la expresión de los sentimientos
t
es
y que se incremente la sensación de soledad y aislamiento. La morbilidad y la
y
mortalidad se incrementan significativamente.437,436
ica
ín
Cl
Recomendaciones
ica
t
La demencia es un proceso dinámico, que a medida que avanza compromete
ác
y obliga más al cuidador Es recomendable valorar cuidadosamente la carga
Pr
D
Si la carga es excesiva es conveniente establecer las medidas oportunas para
a
uí
evitar que se resienta su salud física y psicológica y con ello aparezca el riesgo
G
de claudicar.
ta
es
de
La escala de Zarit es la más citada en los estudios y guías de práctica clí- Estudio
la
e
frecuencia sobre 22 ítems. El test presenta una buena consistencia y una 2++
de
igualmente útiles.441
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
cuencias de la sobrecarga, valorando la ansiedad, depresión o calidad 2++
ac
de vida relacionada con la salud. En el caso de la ansiedad, una escala
iz
al
apropiada es el Inventario de Ansiedad de Beck,442 en la depresión la
tu
escala GDS,394 y para la salud física y mental, el SF-36 o el SF-12.443,444
ac
su
e
Resumen de evidencia
nt
ie
La escala de Zarit es un cuestionario autoadministrable que se utiliza para
nd
valorar la carga del cuidador, tiene 22 ítems agrupados en apartados sobre la
pe
carga social, estrés psicológico, sentimientos de culpa, presión emocional y
á
2++
t
es
relación de dependencia. Esta escala tiene buena consistencia y elevada con-
cordancia test-retest.438,439,440 También existen versiones cortas que pueden ser
y
ica
igualmente útiles.441
ín
Existen diversas escalas para valorar las consecuencias de la sobrecarga del cuida-
Cl
2++ dor; el Inventario de Ansiedad de Beck para valorar ansiedad;442 la escala GDS,
ica
para la depresión,394 y el SF-36 o el SF-12, para la salud física y mental.444,443
t
ác
Pr
de
Recomendaciones:
a
uí
Existen estudios que evalúan los factores que influyen en la sobrecar- Estudio
ga percibida por el cuidador (p. ej.: repercusiones financieras, trastor- descriptivo,
os
n.
ió
propia salud que aquellos peor informados, por lo que ofrecer infor- 3
ac
mación completa al cuidador sobre la enfermedad, las posibles com-
iz
al
plicaciones, su manejo y los recursos disponibles tanto clínicos como
tu
sociales y legales podría prevenir la sobrecarga. Sin embargo, alguno
ac
de los estudios analizados advierte que esta información en fases muy
su
precoces de la enfermedad también podría aumentar el nivel de an-
e
siedad anticipatoria del cuidador.25
nt
ie
La guía NICE/SCIE recomienda establecer programas de evaluación Opinión
nd
periódica y de cuidado al cuidador que incluyan psicoeducación gru- de expertos,
pe
pal o individual, grupos de apoyo, apoyo telefónico o por Internet, 4
á
t
programas educativos sobre la enfermedad, resolución de problemas
es
y recursos disponibles e inclusión de otros miembros de la familia,
y
ica
además del cuidador principal, en las reuniones del equipo terapéuti-
co. Estas intervenciones de apoyo podrían ser eficaces tanto a nivel de
ín
Cl
prevención como de tratamiento de la sobrecarga.25
ica
La experiencia clínica sugiere que el completar la evaluación clínica con los datos del
t
ác
contexto familiar y social del paciente y del cuidador tiene una finalidad preventiva, en
Pr
tanto que nos va a permitir, desde el inicio del proceso, identificar las necesidades socia-
de
les que pueden surgir en el cuidado de una persona con demencia y en su entorno social
inmediato. La detección de estas necesidades, que inciden directamente en la sobrecar-
a
uí
Resumen de evidencia
de
n
Hay factores que influyen en la carga del cuidador, la evaluación de estos fac-
ció
3
depresión.25
de
s
4
de
recursos disponibles.25
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Es recomendable realizar una valoración basal del cuidador de una persona
ió
ac
con demencia para identificar los factores que influyen en la carga de cuidar, las
D
iz
dificultades que pueden surgir en el curso de la enfermedad y el grado de carga
al
que el cuidador ya presenta en el momento del diagnóstico.
tu
ac
Es recomendable informar bien al cuidador, de forma progresiva, sobre la enfer-
su
D medad y sus posibles complicaciones, ofrecerle los recursos sociales disponibles,
e
así como sistemas de apoyo formal o informal para prevenir su sobrecarga.
nt
ie
nd
pe
11.6. ¿Existen intervenciones eficaces para tratar
á
t
es
la sobrecarga del cuidador?
y
ica
ín
Las revisiones acerca de las experiencias de apoyo a los cuidadores aportan perspectivas
Cl
diversas.
tica
En una RS, nueve de 11 estudios mostraban que las intervenciones
ác Estudio
con los cuidadores eran beneficiosas. La combinación de apoyo edu- observacional,
Pr
cativo, apoyo emocional y recursos era más efectiva que el tratamien- 2++
de
control señala que las intervenciones acerca de los cuidadores tuvieron 1++
ta
es
Otra RS sobre 44 estudios mostró poca evidencia de que las inter- RS estudio
pu
nes terapéuticas sobre los cuidadores de personas con demencia te- observacional,
s
n.
ió
de los profesionales de los diferentes niveles sanitarios y sociales, las asociaciones de
ac
familias de personas con demencia tipo Alzheimer y otras relacionadas (AFA), y sobre
iz
al
todo por la propia familia, como recurso de máxima proximidad, es fundamental tanto
tu
para el afrontamiento de la enfermedad y adaptación al proceso, como en el reparto de
ac
responsabilidades. La carga se minimiza o se soporta mejor si existe soporte interno y
su
externo y si los distintos protagonistas gozan de tiempo para su propio cuidado y para
e
seguir mejorando en su labor de cuidar.
nt
ie
El mejor tratamiento de la sobrecarga es su prevención y ésta se logra y ejerce a través
nd
de la información, educación, soporte profesional, red social y familiar sólida y obten-
pe
ción de recursos. El reconocimiento de que la demencia es un proceso cambiante, con
á
t
nuevas cargas y necesidades a lo largo del tiempo, con nuevos retos por resolver, y que
es
las pérdidas suelen aparecer de una forma jerárquica y previsible, hace más fácil diseñar
y
ica
estrategias personalizadas. Cada familia cuidadora tiene una dinámica propia con unos
factores que influyen positiva o negativamente, y sobre los que se puede actuar.
ín
Cl
Se entiende como soporte al cuidador el conjunto de medidas que facilitan su labor de
ica
cuidar, hacen más tolerable su tarea, favorecen el mantenimiento del tiempo libre para
t
ác
desarrollar actividades y necesidades propias y que le permiten descansar.
Pr
La posición y actitud del cuidador frente a los diferentes problemas ligados a la demen-
de
cia es heterogénea y variable. Los cuidadores pueden aceptar, negar, participar e impli-
a
elevado de ellos está en riesgo de claudicar. Existen signos que nos permiten detectar el
es
riesgo de claudicar y que nos ayudan a actuar con prontitud para prevenir o minimizar
de
las consecuencias.
n
cuidadores.455
5
Los aspectos que hay que contemplar en el soporte integral al cuida- Opinión
de
n.
ió
primaria (EAP), con la colaboración de las AFA y de la atención
ac
especializada en demencia (AED). Es importante el contacto con
iz
al
las AFA a fin de acercar sus recursos comunitarios a las familias.
tu
• Sesiones informativas personalizadas a cada núcleo familiar. La in-
ac
formación que se ofrezca debe ser clara y adaptada a los receptores
su
y debe incluir información clínica sobre el tratamiento, el pronóstico
e
y los recursos existentes. Las sesiones deben ser impartidas por pro-
nt
ie
fesionales de los EAP. Es aconsejable la asistencia de los familiares
nd
tras el diagnóstico de demencia. La información sobre la enferme-
pe
dad y sus actualizaciones deberían repetirse, o reforzarse, en fun-
á
ción de las necesidades del grupo familiar y de una forma regular.
t
es
• Formación teórica y práctica dirigida a los familiares cuidadores
y
para prevenir los problemas del día a día y para actuar adecuada-
ica
mente frente a las dificultades que van a surgir, debido a la pérdida
ín
de capacidades cognitivas, aparición de trastornos de la conducta y
Cl
alteración de la capacidad funcional.
ica
• Asesoramiento: económico, legal, de recursos sanitarios y sociales.
t
ác
Una buena fuente de asesoramiento son las AFA.
Pr
• Soporte emocional al cuidador y a la familia, individual o grupal; en
de
este tipo de soporte podemos encontrar grupos de ayuda terapéuti-
a
etc.).
e
Las estrategias mixtas, que combinan diferentes medidas de soporte, son las más efecti-
o
añ
vas. Es necesario que el equipo de profesionales que atienda a estas familias valore de
forma periódica si las intervenciones han sido adecuadas, si han logrado sus objetivos y
5
de
Uno de los aspectos que continuamente debe reforzarse es la red de soporte familiar de
do
implicados, es el primer pilar de esta red. Debe procurarse, de forma continua, que esta
cu
n.
Al cuidador deben ofrecérsele soluciones y ayudas que respondan a sus necesi-
ió
ac
2++ dades y sobrecarga. Las intervenciones de apoyo al cuidador son beneficiosas,
iz
sobre todo la combinación de apoyo educativo, emocional, y de recursos.446,455
al
tu
Sus beneficios, discretos o moderados, son significativos sobre la carga, ansie-
ac
1++/
dad y depresión.447,449,450,451,448 Las familias suelen valorar de forma muy positiva
2++
su
las intervenciones de apoyo educativo y emocional.449
e
nt
Las intervenciones realizadas en el domicilio y de forma personalizada son las
2+
ie
más beneficiosas.452,453,454
nd
pe
Los aspectos que hay que contemplar en el soporte integral al cuidador, son:
programa de acogida; sesiones informativas; formación teórica y práctica, ase-
á
t
es
4 soramiento económico, legal; recursos adecuados; soporte emocional indivi-
y
dual o grupal; tratamiento del cuidador, y acompañamiento a lo largo de todo
ica
el proceso.193
ín
Cl
ica
Recomendaciones
t
ác
Para mejorar la atención a los cuidadores de personas con demencia y dismi-
Pr
nuir su carga en la tarea de cuidar, así como la ansiedad y depresión, puede ser
de
B
beneficioso un programa que combine el apoyo educativo, el apoyo emocional
a
uí
y la facilitación de recursos.
G
B
es
Una atención integral del cuidador debe contemplar múltiples acciones: pro-
n
D
miento, soporte emocional, adecuación de recursos; tratamiento farmacológi-
ica
de los diferentes grupos dentro de la comunidad. La OMS dio soporte a este plantea-
ás
Lovaina (Bélgica).456
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
entre sus miembros. Formados por personas que comparten una misma problemática
ac
de salud o situación social, en este caso por cuidadores de personas afectadas de demen-
iz
al
cia, unidos de forma voluntaria.455
tu
ac
Los GAM aprovechan la necesidad natural, en el ser humano, de compartir, buscar
contacto y confiar en otras personas ante una situación de alegría, tristeza, enfermedad,
su
peligro o ansiedad. La ayuda mutua es, por lo tanto, intercambio, dar y recibir entre dos
e
nt
o más personas, con resultados positivos para la propia salud y con repercusión en el
ie
bienestar social de la comunidad.457
nd
pe
Los GAM están constituidos por una agrupación de personas con la finalidad de ayudarse
mutuamente para conseguir un objetivo determinado. En general, están formados por
á
t
es
personas que comparten una misma problemática, que se encuentran en una misma situa-
y
ción. La asociación de los miembros es libre, sin la supervisión de ningún profesional.
ica
ín
Los GAM enfatizan la interacción personal y la asunción individual de responsabili-
Cl
dades por parte de sus miembros. Los encuentros son informales y se programan en
ica
función de las necesidades del grupo. En algunos casos, se acepta la orientación profe-
t
sional, aunque sólo como figura consultora.455 ác
Pr
Algunas de las funciones del GAM son: a) facilitar e intercambiar información (inter-
de
emocional entre los miembros (empatizar y comprobar que otras personas se encuen-
uí
G
petencia autopercibida.458,459
de
n.
Los grupos de ayuda mutua (GAM), para cuidadores de personas con demen-
ió
ac
cia, están formados por personas que comparten libremente su problemáti-
iz
ca de cuidar, lo que permite intercambiar información y experiencias, y darse
al
4 soporte emocional. El trabajo en grupo es beneficioso para la salud de cada
tu
ac
uno de ellos y para el bienestar del resto del grupo. El GAM satisface las ne-
cesidades comunes, permite superar problemas, consigue cambios sociales y
su
personales.459,458,455
e
nt
ie
Si en el GAM hay un profesional, su función es favorecer y potenciar las habi-
4
nd
lidades del resto de los integrantes del grupo.459,458
pe
á
t
es
Recomendaciones
y
ica
Es recomendable que en los GAM exista un profesional que favorezca y po-
D
ín
tencie las habilidades de los integrantes al grupo.
Cl
ica
t
ác
11.8. ¿Qué beneficios se obtienen al participar
Pr
en los GAM?
de
a
uí
dencia.
• Acceder a la información sobre los recursos que disponen las admi-
n
ció
nistraciones.
ica
sos, etc.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ticipantes, mostró que el grupo les aportaba beneficios en aspectos 3
ac
educativos, socialización, habilidad de manejar los síntomas y en la
iz
al
aceptación del diagnóstico.461
tu
ac
No obstante estos potenciales beneficios, la evidencia observada en la Estudio
literatura no muestra resultados significativos en la reducción de aspec- descriptivo,
su
tos como la ansiedad o la depresión. Las diferentes metodologías, el 3
e
nt
tamaño de los grupos, el problema ético de empleo de grupo control, la
ie
comorbilidad entre distintas patologías en el cuidador, la mutidimensio-
nd
nalidad del cuidado, la cantidad de grupos de intervención empleados,
pe
así como los instrumentos de evaluación utilizados podrían ser algunas
tá
de las razones de la escasa evidencia en los datos hallados.462
es
y
A pesar de los posibles beneficios comentados sobre los GAM, cen- Estudio
ica
trados básicamente en los efectos positivos de compartir experiencias descriptivo,
ín
y superar el aislamiento, es necesario señalar que existe también otro 3
Cl
tipo de grupos en los que es habitual la presencia de profesionales: los
ica
grupos de apoyo terapéutico (GAT) o también denominados grupos de
t
ác
apoyo educativos y emocional (GAEE). En este tipo de grupos suelen
Pr
configurarse intervenciones con objetivos más ambiciosos: proporcio-
de
No obstante, cada vez son más los estudios que señalan el error de tra- Estudio
es
Resumen de evidencia
e
sd
Los beneficios que aporta el GAM a los cuidadores son múltiples: les da infor-
de
3/4
añ
3
bros del grupo estrategias y habilidades para mejorar la función de cuidar, ali-
rri
n.
ió
aciz
Recomendaciones
al
tu
ac
Es aconsejable y deseable que los cuidadores de personas con demencia parti-
D cipen en GAM, ya que aportan múltiples beneficios que les permiten afrontar
su
mejor su labor de cuidar y mejorar su situación personal.
e
nt
ie
Es recomendable participar en GAT o GAEE para mejorar las estrategias de
nd
D afrontamiento de la demencia, aliviar la carga y mejorar el nivel de ansiedad y
pe
depresión que puede afectar al cuidador.
á
t
Los profesionales que dirigen los GAT o GAEE han de individualizar sus in-
es
D
tervenciones para ser más eficaces.
y
ica
ín
Cl
11.9. ¿En qué casos es necesario realizar
ica
un tratamiento psicológico al cuidador? t
ác
Pr
de
dador, pero dado que el efecto de la psicoterapia era más evidente en síntomas de de-
la
patológico.25
de
s
sional que visita al paciente con demencia o éste no es especialista en salud mental, por
lo que si aprecia signos de sobrecarga en el cuidador no puede realizar una prescripción,
5
de
sino más bien recomendar una valoración específica a través de su médico de atención
primaria; los especialistas en salud mental son los encargados de realizar la valoración
ás
n.
Si el cuidador de una persona con demencia presenta ansiedad y/o depresión se
ió
ac
3 puede beneficiar de psicoterapia cognitivo-conductual, lo que permite reducir
iz
la intensidad de los síntomas, la sobrecarga y mejorar su bienestar global.25
al
tu
Las intervenciones terapéuticas que combinan psicoeducación, entrenamiento
ac
3 en manejo de síntomas y grupos de apoyo son más eficaces para mejorar las
su
manifestaciones clínicas de los cuidadores.25
e
nt
El cuidador que presenta ansiedad y/o depresión se beneficia de la evaluación
ie
4 y tratamiento que le ofrece el equipo de atención primaria y/o la atención es-
nd
pecializada.193
pe
á
t
es
Recomendaciones
y
ica
Se recomienda que aquellos cuidadores que expresen un grado significativo
ín
✓ de estrés y/o depresión sean derivados a su médico de atención primaria y/o
Cl
especialistas en salud mental para su evaluación y tratamiento.
ica
La psicoterapia, especialmente la terapia cognitivo-conductual, estaría reco-
t
C ác
mendada en el tratamiento del estrés o depresión por sobrecarga del cuidador
Pr
cuando éste presenta sintomatología clínicamente relevante.
de
a
uí
G
ña en el año 1987.
e
sd
En los últimos 20 años se han creado múltiples asociaciones en todo el territorio español,
de
prácticamente no hay ciudad grande que no disponga de un grupo de apoyo para los fami-
os
y/u otras demencias es mejorar la calidad de vida del paciente y de las de expertos,
m
n.
ió
• Asesorar e informar en cuestiones sanitarias, psicológicas, legales,
ac
económicas o de asistencia social relacionadas con la demencia.
iz
al
• Ayudar en la potenciación de la investigación científica.
tu
• Informar y sensibilizar a la sociedad.
ac
• Representar frente a la Administración y otras instituciones los in-
su
tereses de los pacientes y de sus familias.
e
nt
Las AFA desempeñan un papel esencial en el abordaje integral de Opinión
ie
la demencia a lo largo de todo el proceso; inician su labor específica de expertos,
nd
con la familia afectada, en el momento del diagnóstico y a lo largo 4
pe
de toda la vida del paciente. Las AFA acumulan la experiencia de
á
t
familias que han convivido durante años con personas afectadas con
es
demencia. Actúan como un grupo de personas de apoyo capaz de dar
y
ica
información basada en la experiencia y aportar múltiples soluciones a
los problemas concretos del día a día.467
ín
Cl
A pesar de la existencia de las AFA y el consenso acerca de su eficacia Estudio
ica
y eficiencia, menos del 30% de las familias afectadas llega a contactar descriptivo,
t
ác
con la AFA correspondiente para recabar información o bien otro 3
Pr
tipo de recursos. Las razones son múltiples, entre las que se incluye
de
Un recurso que aporta la asociación son los GAT o GAEE dirigidos Estudio
5
por profesionales, donde las familias con demencia leve y modera- descriptivo,
de
capacidad de afrontamiento.461
cu
n.
ió
Concepto Actividades
aciz
Información • Difusión y divulgación de conocimientos sobre la demencia
al
• Actividades del Día Mundial de Alzheimer
tu
• Asesoramiento general
ac
• Conferencias, cursos, seminarios
su
• Congresos, simposios, jornadas
e
• Publicaciones, revistas, libros, vídeos
nt
• Información a través de Internet
ie
nd
Formación • Formación de familiares cuidadores
pe
• Formación de cuidadores profesionales
• Formación de voluntarios
t á
• Talleres monográficos sobre diferentes temas
es
y
Soporte al paciente y/o familia • Asistencia psicológica al cuidador y al paciente
ica
• Mediación de conflictos familiares
ín
• Grupos de ayuda mutua (GAM)
Cl
• Grupos de soporte psicológico y emocional
• Programa de actividades lúdico-recreativas
ica
• Vacaciones terapéuticas
t
ác
• Programa de descanso de fin de semana
Pr
• Teléfono de ayuda
• Programa de voluntarios
de
• Actividades deportivas
a
• Asesoramiento jurídico/legal
es
• Programas de psicoestimulación
• Programas de estimulación polivalente
n
ció
• Talleres de memoria
ica
• Centros de día
• Ayudas técnicas
bl
• Ayuda domiciliaria
pu
• Musicoterapia
e
n.
El objetivo principal de todas ellas es mejorar la calidad de vida del paciente y
ió
ac
de las familias afectadas. Se interesan por promocionar un diagnóstico correc-
iz
to, orientar hacia la atención integral, ayudar a las familias a soportar el impac-
al
4 to psicológico que supone la enfermedad; asesorar e informar en cuestiones
tu
ac
médicas, psicológicas, legales, económicas y sociales; estimular la investigación
científica; sensibilizar a la sociedad, y representar sus intereses frente a la Ad-
su
ministración y otras instituciones.467
e
nt
ie
Las AFA cumplen un papel esencial en el abordaje integral de la demencia;
nd
actúan específicamente con la familia afectada, en el momento del diagnóstico
4
pe
y a lo largo de toda la vida del paciente, y son capaces de aportar experiencia y
á
múltiples soluciones a los problemas concretos del día a día.467
t
es
Las AFA son un recurso infrautilizado, ya que sólo un porcentaje inferior al 30%
y
3
de los cuidadores de personas con demencia llega a contactar con ellas.467
ica
ín
La aproximación y coordinación entre los diferentes niveles asistenciales (AP,
Cl
AE, ASS) y las AFA es útil para que los cuidadores mejoren su conocimiento
4
ica
y manejo de la enfermedad, reciban apoyo emocional, alivien su carga e incre-
t
menten su calidad de vida.468 ác
Pr
Los GAM, GAT y/o GAEE son recursos propios de las AFA que aportan be-
de
de afrontamiento.461
uí
G
ta
es
Recomendaciones
de
D
y los beneficios que pueden obtener de ellas, e insistir en su experiencia en la
ica
es recomendable que exista una buena coordinación entre los diferentes nive-
sd
ió
aciz
La Administración pública, a nivel de las comunidades autónomas Opinión
al
tu
y en el ámbito del Estado, valora el papel fundamental de las AFA de expertos,
ac
en la atención directa de las familias afectadas por la enfermedad de 4
su
Alzheimer y otras demencias. Lo expresa a través de comunicados de
e
apoyo a su labor y les da soporte explícito a través de la subvención
nt
ie
a programas que ellas desarrollan. Esta colaboración se concreta en
nd
diferentes áreas como la divulgación, la atención a domicilio o los ta-
pe
lleres de intervención cognitiva.193,467
tá
Falta camino por recorrer, en esta recomendable simbiosis, ya que Opinión
es
equipos de atención primaria (EAP), equipos especializados en la de expertos,
y
atención de la demencia (EAED) y profesionales de servicios socia- 4
ica
les, no siempre enfatizan la importante aportación de las AFA en la
ín
Cl
atención de los enfermos y de sus familias.193,467
ica
Las AFA son expertas en el conocimiento que aporta la convivencia, Opinión
t
ác
durante años, con la demencia en sus diferentes fases y disponen de de expertos,
Pr
profesionales cualificados capaces de realizar una buena valoración 4
de
Las AFA inciden de forma muy positiva en la vida de las personas con Opinión
ta
ción especializados que las AFA realizan para cuidadores familiares y profesionales que
s
n.
ió
• La red de servicios sociales y de salud debe incluir en sus protocolos de actuación la
ac
información y derivación de las familias a las AFA.
iz
al
• Reconocer que las AFA son instituciones adecuadas donde recibir una formación
tu
especializada y de calidad en el afrontamiento de la demencia.
ac
• Los GAEE y los GAT desarrollados en las AFA son un buen recurso para los cuida-
su
dores que les permite sobrellevar la enfermedad.
e
• Las AFA pueden crear talleres específicos clásicos o con las nuevas tecnologías (Con-
nt
ie
nect-Alzheimer, pantallas táctiles).
nd
• Es conveniente disponer de hospitales de día y centros de día que cumplan los crite-
pe
rios de homologación establecidos para cumplir su función de forma adecuada y con
á
indicadores de calidad.
t
es
• Aumentar la dotación de recursos, si es necesario, para que las AFA puedan seguir
y
desarrollando sus actividades de forma complementaria a la ofrecida por los servicios
ica
sanitarios y sociales, con criterios de eficacia, seguridad y eficiencia.
ín
• Mejorar la atención del enfermo con demencia y de sus familiares en la etapa final de
Cl
la enfermedad.
ica
t
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
4
uí
4
sionales cualificados para su aproximación integral.467
ica
4
pu
complementario y especializado.193,467
la
múltiples: más calidad de vida para las personas con demencia y sus familiares;
sd
4
de
Recomendaciones
de
ás
n.
ió
demencia y sus familias; a través de la elaboración de protocolos de derivación,
ac
D reconocimiento del papel de las AFA en la formación de cuidadores y profe-
iz
al
sionales; fomentando la creación de GAT y/o GAEE y programas terapéuticos
tu
(HD, CD, talleres de rehabilitación) y ayudas para el desarrollo de actividades
ac
complementarias.
su
e
nt
ie
nd
pe
á
t
es
y
ica
ín
Cl
tica
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
27/09/13 13:01
12. Demencia de inicio precoz
n.
o presenil
ió
aciz
al
tu
Preguntas para responder:
ac
12.1. ¿Qué se entiende por demencia presenil o de inicio precoz?
su
12.2. ¿Cuáles son las causas más frecuentes de demencia de inicio precoz o presenil?
e
nt
12.3. ¿Los pacientes con demencia de inicio precoz tienen manifestaciones clínicas
ie
diferentes a los pacientes de inicio posterior?
nd
12.4. ¿El proceso diagnóstico en personas con demencia de inicio precoz ha de ser
pe
diferente del de un paciente que inicia la enfermedad después de los 65 años?
tá
12.5. ¿Hay diferencias en el tratamiento farmacológico de una persona con demencia
es
de inicio precoz y el de una persona con demencia de inicio tardío?
y
ica
12.6. ¿Hay diferencias en el tratamiento no farmacológico prescrito a una persona con
demencia de inicio precoz y el de una persona con demencia de inicio tardío?
ín
Cl
12.7. ¿Hay diferencias en el impacto y repercusión psicológica, social, familiar, laboral
ica
y económica entre el grupo de personas diagnosticadas de demencia de inicio
t
precoz, respecto al grupo de personas con demencia de inicio tardío?
ác
12.8. ¿Qué recursos sanitarios y sociosanitarios precisan las personas con demencia de
Pr
inicio precoz?
de
a
uí
Se considera, por convención, que la demencia tiene un inicio precoz o presenil cuando
n
ció
los síntomas se inician antes de los 65 años.25 Entre los pacientes con demencia de inicio
ica
precoz, algunos autores469 diferencian operativamente aquellos que tienen un inicio por
bl
senil (43-58%), seguida por la DLFT.11,25,470,471,469 Entre las demencias secundarias de inicio
5
sujetos con inicio de los síntomas por debajo de los 45 años, la EA es poco frecuente, y la
ás
cas representan casi un tercio de los casos y hasta en una quinta parte de los casos la causa
do
ió
ac
pacientes de inicio posterior?
iz
al
tu
En conjunto, los pacientes con demencia de inicio precoz presentan un mayor porcentaje de
ac
SCPD que los pacientes con demencia de inicio tardío y menor grado de deterioro cognitivo
su
y funcional en el momento del diagnóstico.470 Sin embargo, dado que las manifestaciones clí-
e
nicas vienen determinadas por el tipo de demencia, es posible que parte de estas diferencias
nt
grupales puedan atribuirse a la diferente frecuencia relativa de cada tipo de demencia entre
ie
nd
sujetos de inicio precoz y tardío, más que a la edad de inicio en sí. Los pacientes con demen-
pe
cia de inicio precoz presentan un riesgo de muerte incrementado mayor que los pacientes
á
con demencia de inicio tardío comparado con sujetos controles (43,3 frente a 3,4).472
t
es
Cuando analizamos las principales etiologías neurodegenerativas, los enfermos con
y
EA de inicio precoz comparados con los de inicio tardío presentan, como grupo, mayor
ica
gravedad de trastornos del lenguaje, dificultades en tareas que requieren atención soste-
ín
nida y SCPD en fases iniciales de la enfermedad.473 Formas atípicas de presentación de la
Cl
EA, como la atrofia cortical posterior o el síndrome corticobasal, también son más fre-
ica
cuentes en casos de inicio presenil. Una edad precoz de inicio de la EA también se asocia
t
ác
a una mayor frecuencia de mioclonias en el curso de la enfermedad.473 Estas diferencias
Pr
clínicas se reflejan también en estudios comparativos de neuroimagen estructural, que de-
de
muestran mayor afectación neocortical en fases iniciales en casos de inicio precoz.474,475 Por
otra parte, existen estudios contradictorios sobre si la evolución de la EA de inicio precoz
a
uí
cientes con inicio precoz e inicio tardío,477 si bien otro estudio478 objetivó mayor grado de
apatía y problemas amnésicos y visuoespaciales en pacientes con un inicio tardío respecto
de
El proceso diagnóstico de la demencia no debiera de verse afectado por la edad del su-
5
jeto, ya que las definiciones de este síndrome más ampliamente utilizadas, DSM-IV16,17
de
y CIE-1018 no incluyen la edad como criterio (Apartado 8). Sin embargo, los pacientes
ás
con demencia de inicio precoz, en nuestro medio, sufren un mayor retraso diagnóstico
m
de media (37 meses) que los pacientes con demencia de inicio senil (29 meses),470 atri-
do
grupo de edad.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
tellano no están validados en sujetos por debajo de 60 años de edad, de expertos,
ac
por lo que no son válidas en este grupo de edad y se ha de recurrir 4
iz
al
habitualmente a baterías neuropsicológicas adecuadas, disponibles en
tu
unidades especializadas.6
ac
Respecto al estudio etiológico de síndrome de demencia, las GPC
su
Opinión
revisadas25,479,129 no recogen diferencias en el proceso diagnóstico básico
e
de expertos,
nt
en función de la edad. La distribución de frecuencias en la etiología de
4
ie
las demencias cambia con los grupos de edad. En las demencias de ini-
nd
cio precoz las posibilidades etiológicas se amplían a causas que serían
pe
consideradas raras en grupos de edad más avanzada. Por otra parte,
tá
incluso en la EA, la forma de presentación clínica puede diferir de la
es
que presentan pacientes con EA de inicio tardío, por lo que el grado de
y
ica
experiencia del equipo evaluador debe ser mayor para valorar pacien-
tes de esta edad. Por este motivo, la batería de pruebas diagnósticas es
ín
Cl
con frecuencia más amplia y compleja en sujetos de inicio precoz.
ica
No existen protocolos específicos evaluados y publicados de diag- Opinión
t
ác
nóstico etiológico en demencias de inicio precoz, si bien Sampson y de expertos,
Pr
colaboradores471 han propuesto una aproximación al diagnóstico pro- 4
de
Resumen de evidencia
la
4
grupos de mayor edad y presentaciones atípicas de demencias frecuentes.471
5
de
ás
Recomendaciones
m
do
n.
ió
más tardío y presentaciones atípicas de demencias frecuentes.
aciz
Es recomendable que los pacientes con demencia de inicio precoz sean evalua-
al
✓ dos por profesionales con experiencia en este grupo edad y en centros que dis-
tu
ac
pongan de las pruebas complementarias adecuadas para realizar dicho estudio.
su
e
12.5. ¿Hay diferencias en el tratamiento
nt
ie
farmacológico de una persona con demencia
nd
pe
de inicio precoz y el de una persona
á
t
es
con demencia de inicio tardío?
y
ica
ín
Actualmente los cuatro fármacos aprobados por la Agencia Española Ficha
Cl
del Medicamento (AGEMED) para el tratamiento específico de la técnica
ica
EA (donepezilo, rivastigmina, galantamina y memantina) lo están sin
t
ác
restricción de edad. Sin embargo, no existen ECA realizados espe-
Pr
cíficamente en este grupo de población. Tampoco se han realizado
de
Resumen de evidencia
e
sd
Recomendaciones
5
de
✓ dable seguir las mismas pautas terapéuticas utilizadas para personas de más
m
edad.
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
ió
ac
de inicio precoz y el de una persona con demencia de
iz
al
inicio tardío?
tu
ac
su
En muchos de los estudios que evalúan la eficacia de terapias no farmacológicas se han
e
incluido pacientes con inicio de demencia precoz, si bien la proporción de los mismos es
nt
marginal y no se analizan de forma diferencial.312 Por tanto, no se han encontrado eviden-
ie
nd
cias ni a favor ni en contra de que el tratamiento no farmacológico prescrito a pacientes
pe
con demencia deba ser distinto dependiendo de la edad del sujeto (Apartado 10.3).
á
Sin embargo, a la hora de planificar una terapia no farmacológica a sujetos de inicio
t
es
presenil se ha de tener en cuenta que los pacientes jóvenes con demencia constituyen una
y
minoría y la proporción de demencias no Alzheimer en el grupo de pacientes con demen-
ica
cia joven es más elevada. Como consecuencia, su integración en los programas estándar
ín
se ve dificultada, sobre todo en estadios de demencia leves o moderados, debido a que las
Cl
intervenciones en grupo se realizan habitualmente enfocadas a pacientes de mayor edad y
ica
con una sintomatología de EA típica.
t
ác
Pr
de
Resumen de evidencia
a
uí
Recomendaciones
n
ció
Se recomienda que las personas con demencia presenil realicen las mismas te-
ica
de 65 años.
pu
ió
ac
el grupo de personas diagnosticadas de demencia de
iz
al
inicio precoz, respecto al grupo de personas
tu
ac
con demencia de inicio tardío?
su
e
nt
En primer lugar, a nivel psicológico, la percepción de pérdida de inde- Estudio
ie
nd
pendencia es mayor en estos sujetos al verse obligados a abandonar de casos
pe
actividades habituales para su edad como el trabajo, la conducción y controles.
á
de automóviles, el manejo de asuntos financieros, el viajar de forma Estudio
t
es
independiente, etc. Asimismo, el abandono de la actividad laboral, de cohortes,
y
más allá de la pérdida económica que ello pueda suponer, y la pérdida 2–
ica
de independencia, pueden tener un impacto negativo en la autoesti-
ín
ma y en la percepción de la propia utilidad del paciente.473 Todo ello,
Cl
acompañado de las dificultades del medio para entender y adaptarse
ica
a la nueva situación del sujeto, produce frecuentemente retraimiento
t
y aislamiento social. ác
Pr
de
cientes con demencia de inicio precoz presentan un mayor nivel de so- de casos
de
brecarga que los cuidadores de pacientes con demencia de inicio tar- y controles.
dío y en su mayoría (66%) perciben su estado emocional como malo Estudio
os
n.
ió
son sujetos laboralmente activos, lo que genera una problemática aña- 4
ac
dida en estos casos. Tras el diagnóstico de demencia el paciente suele
iz
al
cesar su actividad laboral. En nuestro medio, tras un período de baja
tu
laboral, el paciente accede a una pensión de invalidez (habitualmente
ac
con grado de “gran invalidez”). Sin embargo, aun en fases iniciales,
su
cuando el deterioro cognitivo no interfiere claramente con su activi-
e
dad y el sujeto desea seguir manteniendo cierta actividad laboral, es
nt
ie
poco frecuente que su entorno laboral favorezca la continuación de
nd
su vida activa ofreciéndole una actividad más acorde a su nueva situa-
pe
ción cognitiva. Por otra parte, durante los últimos años de vida activa
á
es frecuente que se refiera un bajo rendimiento laboral que puede
t
es
haberse traducido desde falta de promoción hasta en un despido o en
y
mala gestión económica con pérdidas a nivel de empresa o familiar
ica
que pueden tener, incluso, consecuencias legales.481
ín
Cl
A nivel económico global, no existen estudios en nuestro medio que cuantifiquen el
ica
coste económico de un paciente con demencia de inicio precoz. En un estudio realiza-
do en el Reino Unido en l década de 1990, el coste directo de un año de cuidado de un
t
ác
paciente presenil era similar al coste de un paciente en edad senil.473 La mayor parte
Pr
ingresos por el cese de actividad laboral, por lo que es de esperar que los costes anuales
uí
G
totales reales sean mayores en pacientes con demencia de inicio precoz que en aquellos
ta
Resumen de evidencia
ció
ica
Sus cuidadores suelen ser jóvenes, activos y con otras responsabilidades, y ven
interrumpidos muchos de sus proyectos de vida.473 Presentan mayor nivel de
5
de
la mayoría de los casos perciben su estado emocional como malo o muy malo, y
m
n.
ió
iniciales, aunque el sujeto desea seguir trabajando, su entorno laboral no le
ac
4
suele favorecer la continuidad adaptando su trabajo a su capacidad. Es fre-
iz
al
cuente constatar una disminución de su rendimiento laboral previo al diagnós-
tu
tico de la demencia.481
ac
El coste directo de cuidar a una persona con demencia de inicio precoz es simi-
su
4 lar al coste de una persona con demencia senil.473 La mayor parte de este coste
e
nt
era atribuible a costes de institucionalización.
ie
nd
pe
En resumen, si a cualquier edad la demencia ocasiona dificultades psicológicas, sociales,
á
familiares y económicas tanto para el paciente que la sufre como para su entorno, el im-
t
es
pacto es más negativo en el caso de pacientes con demencia de inicio precoz en ámbitos
y
como la percepción de pérdida de independencia, aislamiento social, sobrecarga del cui-
ica
dador o pérdida de ingresos.473,481
ín
Cl
12.8. ¿Qué recursos sanitarios y sociosanitarios
ica
precisan las personas con demencia de inicio precoz? t
ác
Pr
de
en nuestro medio, pero recursos como hospitales de día, centros para de expertos,
uí
Por otra parte, los servicios existentes para pacientes con demencia
bl
con demencia de inicio precoz tenía acceso a algún servicio de apoyo de cohortes,
do
social.473 2–
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
grupo de pacientes comparado con pacientes de mayor edad y que, 2–
ac
por el contrario, hasta un 29% de los pacientes con demencia de inicio
iz
al
precoz residía en centros residenciales o asistidos de larga estancia.481
tu
ac
su
Resumen de evidencia
e
nt
No existen estudios que determinen cuáles son los recursos sociosanitarios más
ie
adecuados para los sujetos con demencia de inicio precoz y sus familias. Por
nd
–
otra parte, sólo una minoría de los pacientes con demencia de inicio precoz
pe
tienen acceso a recursos sociosanitarios en países de nuestro ámbito.473,481
tá
es
y
ica
Recomendaciones
ín
Cl
Es recomendable que los pacientes con demencia de inicio precoz tengan acceso
✓
ica
a recursos sanitarios y sociosanitarios específicamente enfocados a su atención.
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
27/09/13 13:01
13. Ética y aspectos legales
n.
en las demencias
ió
aciz
al
tu
Preguntas para responder:
ac
Maltrato a las personas con demencia
su
13.1.1. ¿Qué se entiende por maltrato a las personas que padecen demencia?
e
nt
13.1.2. ¿Cuál es la frecuencia y cuáles los factores de riesgo del maltrato en la demencia?
ie
13.1.3. ¿Cuáles son las estrategias de intervención para detectar un caso de maltrato?
nd
13.1.4. ¿Cuál debe ser la actuación del profesional cuando se detecta un caso de maltrato?
pe
13.1.5. ¿Cuáles son los recursos sociales para abordar el maltrato?
á
t
es
Voluntades anticipadas
y
13.2.1. ¿Cuándo se le debe plantear a una persona con demencia la realización del docu-
ica
mento de voluntades anticipadas, el testamento vital y/u otorgar poderes notariales?
ín
Cl
Valoración de competencias
ica
13.3.1. ¿Existen instrumentos específicamente diseñados para evaluar la competencia
del enfermo que padece demencia?
t
ác
13.3.2. ¿Cómo se evalúan las competencias específicas: permiso de conducir, permiso
Pr
de armas y participación en ensayos clínicos?
de
13.3.3. ¿Cuáles son las indicaciones para iniciar el proceso legal de incapacitación de un
a
paciente afecto de demencia?
uí
G
n.
13.1.1. ¿Qué se entiende por maltrato a las personas
ió
ac
que padecen demencia?
iz
al
tu
ac
La preocupación de la sociedad por el maltrato de personas mayores Opinión
su
con demencia es un tema emergente.482,483 No existe una definición de expertos,
universal de maltrato a la persona con demencia. Las diferencias cul- 4
e
nt
turales deben tenerse en cuenta, ya que existen interpretaciones dis-
ie
nd
tintas de unos mismos hechos.
pe
En la Declaración de Almería (1996), el maltrato sería todo acto u
á
t
es
omisión sufrido por una persona de 65 años o más, que vulnera su
y
integridad física, psíquica, sexual o económica, o bien el principio de
ica
autonomía o uno de sus derechos fundamentales con independencia
ín
de la intencionalidad y del medio donde ocurra (familiar, comunidad
Cl
e instituciones).484
ica
t
ác
Según la Declaración de Toronto (2002), por maltrato al anciano se
Pr
entiende una acción única o repetida, o la falta de respuesta apropia-
de
u omisión.486,487,484,488
la
e
n.
ió
• Abandono: por parte del cuidador/a.
ac
• Violación de derechos: a la intimidad o privacidad o pertenencias, a
iz
al
decidir, a recibir visitas, a relacionarse con amigos, ingreso involun-
tu
tario, a permanecer en su domicilio.
ac
El maltrato provoca sufrimiento innecesario, lesiones, dolor, pérdida Estudio
su
o violación de los derechos humanos, y una disminución de calidad descriptivo,
e
nt
de vida.489 3
ie
nd
El maltrato a las personas con demencia es un problema personal, fa- Opinión
pe
miliar, intergeneracional, de salud, de justicia y de derechos humanos. de expertos,
Alertar sobre el maltrato, conocer su prevalencia, sus consecuencias 4
tá
es
para el afectado y el agresor, permite establecer estrategias de pre-
y
vención, cambio de actitudes, y buscar soluciones.490
ica
ín
Cl
Resumen de evidencia
tica
La preocupación de la sociedad por el maltrato de personas mayores o con
ác
4
demencia es emergente.482,483
Pr
de
El maltrato a una persona mayor se define como una acción única o repetida,
a
4 omisión sufrido por persona de 65 años o más, que vulnera su integridad física,
ta
es
institucional. Puede ser por acción u omisión. Por sus características puede
de
3
ser: físico, sexual, psicológico, económico, negligencia, abandono y violación
s
de derechos.484,488,486,487
o
añ
3
ción de los derechos humanos, y una disminución de calidad de vida.489
de
ás
buscar soluciones.490
ns
tra
n
Ha
n.
Es necesario que el profesional de la salud, servicios sociales y la sociedad en
ió
ac
general, se preocupe y tome conciencia del maltrato que sufren muchas perso-
iz
nas mayores afectadas o no de demencia. Es un problema personal, familiar,
al
D
intergeneracional, de salud, de justicia y de derechos humanos. Su detección
tu
ac
permite establecer estrategias de prevención, cambio de actitudes y promover
soluciones.
su
e
nt
ie
nd
13.1.2. ¿Cuál es la frecuencia y cuáles los factores
pe
de riesgo del maltrato en la demencia?
á
t
es
y
ica
Frecuencia de maltrato en la demencia
ín
Cl
El maltrato a la persona mayor se estima en un 6% según la OMS.485 Estudio
ica
Según la International Network for the Prevention of Elder Abuse descriptivo,
t
(INPEA), el maltrato doméstico se estima en un 5% y el maltrato
ác 3
institucional en un 10%.491
Pr
de
n.
ió
muerte prematura.496 3
aciz
La dinámica familiar también se altera y si la situación no se resuelve con Estudio
al
prontitud puede empeorar la calidad de vida de los otros miembros.495 descriptivo,
tu
ac
3
su
e
nt
Factores de riesgo de maltrato en la demencia
ie
nd
El riesgo de maltrato suele ser multifactorial (factores personales, fami- Estudio
pe
liares, sociales y culturales). Unos dependen del paciente, otros del agre- descriptivo,
tá
sor o bien de las circunstancias que rodean la situación de maltrato.497 3
es
y
La vulnerabilidad y fragilidad del afectado pueden favorecer la apari- Estudio
ica
ción de maltrato, al igual que el aislamiento social, las condiciones eco- descriptivo,
ín
nómicas desfavorables y el clima de hostilidad en el que se convive.498 3
Cl
ica
Muchas de las mujeres atendidas en servicios de salud mental, en AP Estudio
o en urgencias sufren violencia doméstica. No se dispone de datos descriptivo,
t
ác
específicos de mujeres afectadas de demencia.499,500,501,391 3
Pr
de
gado en exceso por tener que atender a otros familiares enfermos. Este
ta
aquella que presenta SCPD en los que prevalece la hostilidad, la agre- descriptivo,
bl
cia para las AVD sin que exista una red social de apoyo adecuada.502
la
Resumen de evidencia
ás
m
3
10% institucional.491
cu
ns
tra
n
Ha
n.
3
ió
gencia (1-5,1%), abuso económico (0,6-5,2%), psicológico (0,4-4,6%), físico
ac
(0,4-1,6%) o sexual (0,2-0,6%).
iz
al
En el hospital, menos del 0,02% de los ingresos son diagnosticados de maltra-
tu
ac
3 to, mayor proporción de mujeres, estancia media más larga, coste elevado y
destino al alta a residencias.492
su
e
Los profesionales de la salud infravaloran la prevalencia del maltrato, no cono-
nt
3 cen en su mayoría las guías de maltrato en los ancianos, detectan pocos casos,
ie
nd
y no siempre los declaran.
pe
En personas con demencia el maltrato se da en el 25% de los casos, la mayoría
á
3 es psicológico, el 5% es físico. Puede ser puntual o repetitivo. La agresión ver-
t
es
bal es muy frecuente.495,487,492,490
y
ica
El maltrato puede provocar depresión, disminución de la autoestima y altera-
3
ín
ción de la inmunidad y un aumento de la mortalidad.496
Cl
Con el maltrato la dinámica familiar se altera, y empeora la calidad de vida de
ica
3
sus miembros.495
t
ác
Factores de riesgo de maltrato en la demencia
Pr
de
aparición de maltrato.498
n
afectadas de demencia.499,500,501,391
bl
pu
El cuidado prolongado sin contar con ayudas externas puede favorecer el mal-
la
trato, sobre todo si el cuidador no está formado, está sobrecargado, tiene an-
3
e
n.
Los profesionales de la salud y servicios sociales han de estar formados y sensi-
ió
ac
D bilizados para detectar, declarar, prevenir y tratar los problemas derivados del
iz
maltrato a personas con demencia.
al
tu
Es importante identificar el tipo de maltrato (acción u omisión), y determinar
ac
D
sus características (psicológico, físico, sexual, económico).
su
Ante la sospecha de maltrato la persona debe ser interrogada en privado, y con
e
nt
delicadeza dada su fragilidad, teniendo en cuenta su estado anímico y el temor
D
ie
a las consecuencias que el descubrimiento del maltrato le puede acarrear en su
nd
entorno.
pe
Para un diagnóstico completo de maltrato es conveniente valorar sus factores
á
t
es
D de riesgo, los que dependen del enfermo, del cuidador que maltrata y de las
y
circunstancias que lo envuelven.
ica
Debe sospecharse la posibilidad de existencia de maltrato ante una persona
ín
D con demencia hostil, agresiva, provocativa, dependiente para las AVD, y au-
Cl
sencia de una red de soporte adecuada.
tica
Debemos sospechar que el cuidador/a puede ser un maltratador/a cuando ob-
ác
servamos en él síntomas de ansiedad, depresión, sobrecarga en la tarea de cui-
Pr
D
dar, bajo nivel cultural y en el que el paciente que atiende es muy dependiente
de
de alarma que pueden orientar hacia esta posibilidad. Existen escalas para detectar al
maltratador, y al maltratado, pocas de ellas traducidas y validadas al español.
la
e
valorarse los factores de riesgo y los signos de alarma Se debe utilizar descriptivo,
una historia clínica y una exploración física, neurológica, cognitiva, 3
so
n.
ió
confidencialidad y utilizando un lenguaje claro y sencillo, promovien-
ac
do confianza y facilitando la verbalización de problemas y actitudes y
iz
al
los sentimientos y emociones derivadas de los mismos.
tu
ac
Se aconseja interrogar al paciente solo y con el cuidador, y observar todos
su
aquellos signos y síntomas que nos den pistas para detectar maltrato;
e
entre ellas la inquietud, el miedo, la pasividad, expresión facial, ansiedad,
nt
ie
depresión, etc., incidiendo directamente en los factores de riesgo.
nd
pe
El examen físico ha de ser extremadamente cuidadoso, buscando le-
á
siones o hematomas; valorando el estado de la piel, y la presencia de
t
es
desnutrición sin causa que lo justifique.
y
ica
Existen escalas estandarizadas para detectar maltrato en las personas Estudio
con demencia: Elder Abuse Suspicion Index (EASI) es breve (2 mi- observacional,
ín
Cl
nutos) y ha mostrado su utilidad con una sensibilidad de 0,47% y una 2++
ica
especificidad de 0,75% en una muestra de 953 personas.505 La Indica-
tors of Abuse (IOA) es un instrumento de 22 ítems que discrimina
t
ác
entre abuso y no abuso.506,507
Pr
de
La Escala de Detección del Maltrato por parte del Cuidador (Care- Estudio
giver Abuse Screen, CASE) es un instrumento que nos permite sos- observacional,
a
uí
n.
Si se sospecha maltrato debe realizarse una historia clínica y una exploración
ió
3
ac
física, neurológica, cognitiva, conductual y funcional completa y exhaustiva.504
iz
La persona con demencia en fase de leve a moderada puede ser capaz de dar
al
tu
información; si presenta fluctuaciones deberemos buscar el momento más
ac
4
oportuno y fiable para obtenerla. En las fases avanzadas sólo será posible si se
su
aprovechan los momentos de lucidez.504
e
nt
Detectar el maltrato exige pericia del profesional y rodearse de un entorno
ie
4 adecuado. La información obtenida del paciente debe contrastarse con la de
nd
familiares/cuidadores fiables.504
pe
Una exploración clínica cuidadosa permite detectar signos sugestivos de mal-
á
4
t
es
trato: úlceras, heridas, contusiones, signos de desnutrición y deshidratación.504
y
Identificar signos de alerta y sospecha de maltrato permite instaurar medidas
ica
3
de corrección con prontitud.504
ín
Cl
Se aconseja preguntar sistemáticamente por aspectos relacionados con el mal-
2++
ica
trato y utilizar escalas estandarizadas para su detección.505,506,507,508
t
ác
Pr
de
Recomendaciones
a
uí
D
fácil conseguirla; en las demencias que fluctúan habrá que buscar el momento
de
momentos de lucidez.
ció
ica
D
sd
B trato a toda persona mayor y/o con demencia, y utilizar escalas estandarizadas
o
añ
para su detección.
5
B
posible responsable de maltrato. Se pueden utilizar escalas para su detección.
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
cuando se detecta un caso de maltrato?
ió
aciz
al
Los profesionales de la salud y servicios sociales deben estar capacita- Opinión
tu
dos para prevenir, detectar, atender, proteger, declarar y recuperar a de expertos,
ac
la persona con demencia que sufre maltrato.488 4
su
Se han de preservar los derechos fundamentales de la persona con de- Opinión
e
nt
mencia a la dignidad, participación, autonomía y autodeterminación de expertos,
ie
si es posible. La persona que sufre maltrato tiene que ser informada, 4
nd
respetando su derecho a la confidencialidad, a tener cubiertas sus ne-
pe
cesidades básicas y a preservar sus relaciones sociales.
á
t
es
En el caso de que la persona se halle en una fase evolutiva de su Legislación
y
demencia que le impida su autonomía y autodeterminación y exis- vigente
ica
ta sospecha cierta de maltrato, el personal sanitario debe activar los
ín
recursos judiciales tanto por ser una forma de defender a la perso-
Cl
na víctima de maltrato como, en el caso de que el personal sanitario
ica
posea la categoría administrativa de funcionario público, por ser una
t
ác
obligación legal que recae en éste la de comunicar cualquier situación
Pr
que pudiera ser constitutiva de delito y de la que aquél haya tenido
de
Resumen de la evidencia
bl
pu
4
o
Legis- sociales tienen la obligación ética y legal de proteger a la víctima, para ello deben
rri
lación activar los recursos judiciales. Si existen lesiones físicas realizarán un comunica-
cu
Fiscal para que éste adopte las medidas que establece la legislación.509
tra
n
Ha
n.
Los profesionales de la salud y servicios sociales deben estar capacitados para
ió
ac
D prevenir, detectar, atender, proteger, declarar y recuperar a la persona con de-
iz
mencia que sufre maltrato.
al
tu
Se han de preservar los derechos fundamentales de la persona a la dignidad,
ac
✓
participación, autonomía y autodeterminación.
su
La persona que sufre maltrato debe ser informada, respetando su derecho a la
e
nt
✓ confidencialidad, a tener cubiertas sus necesidades básicas, y derecho a preser-
ie
var sus relaciones sociales.
nd
pe
En caso de que exista sospecha cierta de maltrato, el personal sanitario debe
activar los recursos judiciales que permitan la defensa de la persona víctima de
á
t
es
✓ maltrato. Si existen lesiones físicas, se hará un comunicado judicial de lesiones.
y
Si no existen lesiones u otras contingencias agudas, se comunicará al Ministerio
ica
Fiscal.
ín
Cl
ica
13.1.5. ¿Cuáles son los recursos sociales para abordar
t
ác
Pr
el maltrato?
de
a
uí
Una vez ha sido detectado y diagnosticado el maltrato, deben ponerse en marcha es-
G
coordinar la actuación del profesional que detecta el caso con el trabajador social y los
servicios especializados.
de
n
ció
4
e
sd
simplificando el tratamiento.
• Adecuar la vivienda a las limitaciones de la persona con demencia.
5
de
n.
ió
4
ac
• Debe reducirse el estrés de la familia o del cuidador: compartir la
iz
al
labor de cuidar, cambios de domicilio, grupos de apoyo, garantizar
tu
períodos de descanso al cuidador.
ac
• Si el cuidador sufre un problema psiquiátrico, consume alcohol o
su
drogas, o sufre algún tipo de ludopatía, se debe intentar conocer su
e
estado emocional, facilitarle apoyo y tratamiento de los problemas
nt
ie
psiquiátricos o toxicomanías si las hubiere.
nd
• Valorar la capacidad de la familia para garantizar los cuidados.
pe
á
t
es
Resumen de evidencia
y
ica
Se dispone de estrategias, intervenciones y recursos sociales para la persona que
ín
4 recibe el maltrato: evitar el aislamiento social, facilitar y simplificar la atención
Cl
del paciente, adecuación de vivienda e institucionalización si se precisa.510
ica
Se dispone de estrategias e intervenciones para mejorar la situación del cui-
t
ác
dador o familiar que maltrata: compartir la labor de cuidar, cambio de domi-
4
Pr
cilio, grupo de apoyo, descanso al cuidador, tratamiento médico o psicológico
de
si procede.510
a
uí
G
Recomendaciones
ta
es
n.
13.2.1. ¿Cuándo se le debe plantear a una persona
ió
ac
con demencia la realización del documento de
iz
al
voluntades anticipadas (VA), el testamento vital
tu
ac
y/u otorgar poderes notariales?
su
e
nt
Las personas con demencia pierden la autonomía y su aptitud para Opinión
ie
nd
tomar decisiones. En fases iniciales de la demencia el paciente, si lo de expertos,
pe
desea, debería poder expresar en libertad sus preferencias sobre tra- 4
á
tamientos médicos, alimentación por sonda, soporte vital artificial,
t
es
etc. En fase moderada o severa, pierden dicha aptitud y en conse-
y
cuencia la toma de decisiones debe ser asumida por otros. Los profe-
ica
sionales de la salud y servicios sociales y sus familiares deben inten-
ín
tar conocer su voluntad y respetar sus preferencias médicas, legales y
Cl
financieras.511,512,513
ica
La legislación española vigente y, en concreto, la Ley 41/2002, de 14 Legislación
t
ác
de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de vigente
Pr
n.
ió
el diagnóstico. Es decir, que ambos actos deberían ser consecutivos en 4
ac
el tiempo y lo más próximo posible al diagnóstico, con tal de poderse Legislación
iz
al
garantizar el máximo de integridad posible. vigente
tu
ac
Si bien es cierto que en ocasiones el diagnóstico no coincidirá con el
su
inicio de la demencia o cuando ésta sea leve, el profesional de la salud
e
en contacto con la persona enferma puede igualmente considerar si la
nt
ie
recomendación es igualmente oportuna.
nd
pe
En estos términos hay que considerar siempre que la persona que acude
á
al ámbito de la salud debe obtener la recomendación por parte del pro-
t
es
fesional de valorar su grado y nivel de dependencia y/o discapacidad y
y
sus recursos, por lo que éste debe dirigirlo a los servicios sociales que
ica
correspondan. Con esta medida se garantiza que la intervención del
ín
profesional contribuye a aproximar a las personas afectadas y sus fami-
Cl
lias a las medidas de asistencia y/o protección que confluyen en la Ley
ica
39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y
t
Atención a las personas en situación de dependencia. ác
Pr
de
n.
Las personas con demencia pierden la autonomía y su capacidad de tomar decisiones.
ió
4 Los profesionales de la salud y servicios sociales y sus familiares deben intentar co-
ac
nocer su voluntad y respetar sus preferencias médicas, legales y financieras.511,512,513
iz
al
Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del pa-
tu
ac
ciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documenta-
su
ción clínica, indica que el documento de instrucciones previas o voluntades an-
ticipadas (VA), recoge la voluntad anticipada de una persona mayor de edad,
e
nt
Legis-
capaz y libre, para que se cumplan sus deseos, en el momento que no sea capaz
ie
lación
de expresarlos personalmente, sobre los cuidados y tratamientos que debe re-
nd
vigente
pe
cibir. También sirve para nombrar un representante válido que pueda decidir
en su nombre en cada circunstancia de salud, y llegado el fallecimiento, sobre
á
t
es
el destino de sus órganos Dicho documento de VA o testamento vital puede
formalizarse en documento público o privado.514
y
ica
El ordenamiento jurídico no establece ningún momento o plazo concreto para
ín
realizar el documento de VA; se recomienda hacerlo en la edad adulta y en
Cl
4 pleno uso de las facultades mentales. En la persona con demencia intentarlo
ica
lo antes posible tras el diagnóstico para garantizar al máximo su integridad
t
cognitiva.193 ác
Pr
4
enfermos, y sobre todo al detectar deterioro cognitivo emergente.516
a
uí
que no estén permitidos por la Ley o bien que estén expresamente prohibidos
4 no serán tenidos en consideración. Ello no supondrá la pérdida de validez del
de
Legis-
Sanidad y Consumo y registro en las comunidades autónomas.515 Para que sea
lación
la
vigente más fácil conocer las VA de una persona debe incorporarse a su historia clíni-
e
sd
Recomendaciones
añ
5
n.
ió
sonas adultas, capaces y libres ejerzan su derecho a elaborar un documento de
ac
D VA donde se recojan deseos sobre cuidados y tratamientos que acepta recibir,
iz
al
así como el nombramiento de un representante válido que pueda decidir en
tu
su nombre en cada circunstancia de salud, y llegado el fallecimiento, sobre el
ac
destino de sus órganos.
su
Se recomienda hacer el documento de VA en la edad adulta y en pleno uso de
e
nt
D las facultades mentales. En la persona con demencia se ha de intentar lo antes
ie
posible para garantizar al máximo su integridad cognitiva.
nd
pe
Los profesionales de la salud deberían recomendar el documento de VA a sus en-
D
fermos, y sobre todo insistir en ello si detectan deterioro cognitivo emergente.
á
t
es
Es recomendable que en el documento de VA se anote todo aquello que para
y
D la persona es importante, pensando que otro, al que él designa, habrá de deci-
ica
dir en su nombre siguiendo sus propias indicaciones.
ín
Cl
Para facilitar la accesibilidad a las VA de una persona es recomendable que
ica
el documento de VA se registre en la comunidad autónoma y en el Registro
D
t
Nacional de Instrucciones Previas o VA del Ministerio de Sanidad y Consumo;
ác
Pr
y debería incorporarse a la historia clínica, y a la tarjeta sanitaria.
de
a
uí
Valoración de competencias
G
ta
valorar su capacidad para disponer sobre sí mismo, sobre sus bienes, de expertos,
e
sd
yos clínicos.517
s
técnica Delphi.
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
nial; 3) condiciones neurológicas necesarias para la toma de decisio-
ac
nes; 4) exploración de las condiciones neurológicas, y 5) correlación
iz
al
entre el estado neurológico y la capacidad para tomar decisiones. En
tu
el Documento Sitges se ha elaborado un instrumento de evaluación
ac
de la capacidad decisoria, mediante una tabla gráfica y comprensible,
su
donde se contemplan todos los aspectos neurológicos y cognitivos que
e
deben intervenir en la toma de decisiones. Cada función es evaluada
nt
ie
y cuantificada con las pruebas y exploraciones necesarias; se estable-
nd
cen las alteraciones máximas permisibles que permiten reconocer la
pe
capacidad o incapacidad decisoria, en aspectos personales y/o relacio-
á
nados con el patrimonio. El Documento Sitges (2009)206 es un docu-
t
es
mento dirigido a sensibilizar a los agentes sociales sobre el exquisito
y
y equitativo trato que merecen las personas con demencia, cualquiera
ica
que fuera su condición. Es una contribución a mejorar la calidad del
ín
acto médico en la atención de estos pacientes y sus familias, y evitar
Cl
que aquellas personas que ya no se encuentran en situación de decidir
ica
puedan ser instrumentalizadas por terceros
t
ác
Pr
de
Resumen de evidencia
a
uí
en ensayos clínicos.517
de
Recomendaciones
do
n.
ió
tan conocimientos.
aciz
Es recomendable evaluar la capacidad de decisión de toda persona afectada
al
D de demencia utilizando el instrumento de evaluación del Documento Sitges
tu
ac
2009.
su
Es recomendable involucrar al paciente, si es posible, en la toma de decisio-
e
D nes sobre el tratamiento. El deseo del paciente ha de prevalecer, sin embargo,
nt
deben valorarse las discrepancias de opinión entre paciente y cuidador.
ie
nd
Se debe utilizar la incapacitación, total o parcial, como un recurso legal de pro-
pe
D
tección a la persona con demencia.
á
t
es
En la evaluación integral y multidisciplinar de la persona con demencia se
D deben incluir la valoración de su capacidad de decidir y si existe o no una pro-
y
ica
tección jurídico-legal adecuada.
ín
Cl
ica
13.3.2. ¿Cómo se evalúan las competencias
t
ác
Pr
específicas: permiso de conducir, permiso de armas
de
Permiso de conducir
ta
es
n.
ió
rizado de reconocimiento de conductores según el Real decreto 1277/
ac
2003, de 10 de octubre.524 En el nuevo Reglamento de 2010, en su
iz
al
artículo 15 se establece que el resultado de la exploración psicofísica
tu
se consignará en un informe que se extenderá en modelo oficial donde
ac
se especificará si la persona puede estar afectada por deterioro cogni-
su
tivo. No se define cómo debe evaluarse su capacidad.525
e
nt
ie
El proceso evaluador consta de historia clínica y una exploración que
nd
la realiza un médico general, oftalmólogo y psicólogo. El resultado
pe
puede dar apto ordinario (sin defectos y/o procesos patológicos que
á
supongan un riesgo para la conducción); apto extraordinario (inclu-
t
es
ye personas con procesos patológicos y/o defectos aceptados como
y
causas de riesgo para mantener un nivel de seguridad vial adecuado);
ica
no apto (personas con trastornos incompatibles con la conducción de
ín
carácter temporal o que van a tener carácter permanente). Se utilizan
Cl
métodos y escalas fiables y validadas. La valoración psicológica inclu-
ica
ye trastornos mentales, conducta y trastornos cognitivos.
t
ác
Las personas con demencia leve no deberían conducir, puesto que no Estudio
Pr
superan las pruebas que determinan esta aptitud cuando se valoran de cohorte,
de
para determinar sus competencias ya que sólo alrededor del 50% su-
de
ciones y pruebas establecidas, tanto las obligadas como las opcionales, 2++
os
Society considera que no hay una batería de pruebas que pueda ser
ás
n.
ió
3
aciz
El médico debe advertir al paciente y a su familia sobre la convenien- Opinión
al
cia de dejar de conducir. Si existe un riesgo razonable, que pone en de expertos,
tu
ac
peligro a terceros, si el paciente o su familia se niegan a aceptarlo, se 4
deberá informar a la autoridad competente.
su
e
Aunque la persona con demencia supere las pruebas de evaluación, y Estudio
nt
se le conceda su licencia, está indicado repetir nuevas evaluaciones en descriptivo,
ie
nd
plazo breve, cada 6-12 meses. Es importante informar al paciente y a la 3
pe
familia de que va a declinar su habilidad de conducir. Esto les permite
planificar con tiempo el momento oportuno de dejar de conducir y la
á
t
es
alternativa más adecuada para mantener su libertad y autonomía.517
y
ica
ín
Permiso de armas
Cl
ica
Existe escasa información en GPC que se definan sobre la capacidad Opinión
t
de manejar armas en las personas con demencia. Si existen trastornos
ác de expertos,
de conducta con falsas interpretaciones y alteración de la percepción 4
Pr
cognitiva o conductual.140,25
ica
bl
pu
la
n.
ió
formada de forma amplia y detallada, sobre los objetivos del estudio,
ac
sus posibles beneficios y la seguridad. El contenido de esta informa-
iz
al
ción debe facilitar su comprensión. El candidato ha de poder entender
tu
y preguntar para aclarar sus dudas antes de firmar el consentimiento.
ac
Los investigadores han de tener en cuenta su capacidad para tomar
su
decisiones. Cuando el paciente no está capacitado, es la familia o per-
e
sona autorizada legalmente, quien deberá tomar la decisión.
nt
ie
La Ley 29/2006, de 26 de julio, en su artículo 60, apartado 4, ofrece Legislación
nd
garantías en el uso racional de los medicamentos y exige el consenti- vigente
pe
miento libre e informado de la persona que participe en el ensayo.528
tá
es
Se deben implementar las Buenas Prácticas Clínicas en los estudios Opinión
y
de investigación. Para realizar ensayos clínicos deben cumplirse una de expertos,
ica
serie de condiciones: a) metodología correcta y equipo competente; 4
ín
b) relación entre riesgo y beneficio aceptable; c) supervisión indepen-
Cl
diente; d) distribución justa de cargas, aleatoria, igual probabilidad de
ica
eficacia y seguridad en todos los grupos; e) consentimiento informado
t
ác
y confidencialidad; f) un seguro que garantice cubrir los riesgos, y g)
Pr
remuneración adecuada.
de
Resumen de evidencia
bl
En las personas con DCL y demencia leve pueden existir problemas en la con-
e
seguridad y la de terceros.517,523
de
bién a las personas con DCL o demencia leve. Esta autonomía debe respetarse,
4
pero la valoración de su capacidad permite al profesional aconsejar si es nece-
5
de
mite detectar a las personas con deterioro cognitivo en grado de demencia leve
rri
n.
ió
de conducción ASDE Dritest en su totalidad (que es la que se utiliza en los
ac
Centros de Reconocimiento en España). Los pacientes con DCL deberían ser
iz
al
2++ estudiados exhaustivamente para determinar sus competencias, ya que sólo
tu
alrededor del 50% superan dichas pruebas. Los tests neuropsicológicos que
ac
correlacionan con estas competencias y que pueden ayudar a detectar a las
su
personas con riesgo en la conducción son Cubos de Kohs, test de aprendizaje
e
de palabras, memoria lógica, memoria demorada y TMT-A.523
nt
ie
Las alteraciones de atención, orientación, funciones ejecutivas o praxis vi-
nd
3
suoespacial limitan la capacidad de conducción.517
pe
Cuando a una persona con demencia, evaluada convenientemente, se le re-
á
t
es
4 conoce un riesgo significativo para conducir, su médico tiene la obligación de
y
informar al propio afectado y a su familia cuidadora.526,517
ica
Las personas con demencia progresan en la severidad de sus déficits cognitivos
ín
y con ello puede disminuir su capacidad de conducir en meses. Una revisión de
Cl
3
su capacidad a intervalos más cortos de los habituales, de 6 a 12 meses, permite
ica
detectar el problema y evitar riesgos de accidentes.517
t
ác
Pr
Permiso de armas y demencia
de
4 violencia, delirio y alucinaciones, pueden hacer mal uso de las armas y con ello
uí
Investigación y demencia
es
está bien regulada. Existen documentos, códigos y declaraciones que les pro-
n
ció
4 tigador sea conocedor de las Guías de Buena Práctica Clínica, en sus versiones
e
sd
más actualizadas.
de
Existen convenios y guías éticas para preservar los derechos humanos de las perso-
rri
4
nas que participan en estudios de biomedicina (Oviedo, Helsinki, Ginebra).529,530
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Permiso de conducir y demencia
ió
ac
Se recomienda valorar la capacidad de conducir de las personas con demencia
iz
D incluso en las fases iniciales, ya que se ha demostrado un aumento del riesgo
al
tu
de sufrir accidentes.
ac
Se recomienda, en los centros de reconocimiento de conductores, realizar siem-
su
D pre una valoración psicológica completa para detectar personas con deterioro
e
nt
cognitivo en grado de demencia leve.
ie
nd
Los profesionales de la salud deben informar al paciente con demencia y a su
D
pe
familia del riesgo que puede comportar el seguir conduciendo.
á
Si la persona con demencia leve sigue con su licencia, es necesario revisar su
t
es
D
capacidad cada 6 a 12 meses, o antes si es preciso, y valorar su riesgo.
y
ica
Debe plantearse limitación de la conducción cuando se detecten alteraciones
D
ín
en la atención, la orientación, funciones ejecutivas o en praxis visuoespacial.
Cl
Permiso de armas y demencia
ica
En personas con demencia, sobre todo si hay trastornos de la conducta, es
t
ác
D aconsejable que no tengan a su alcance armas o elementos que puedan ser
Pr
Investigación y demencia
a
uí
G
Las personas con demencia y sus familiares deben ser informados de la posibi-
D
ta
miento informado.
ció
ica
Práctica Clínica.
pu
n.
el proceso legal de incapacitación de un paciente
ió
ac
afecto de demencia?
iz
al
tu
ac
En la demencia la capacidad de decisión está disminuida. Esto plan- Estudio
su
tea problemas específicos que la familia y la sociedad deben solucio- descriptivo,
nar. En la EA, DLFT, DLB, PDD, ya en su inicio o a lo largo de la 3
e
nt
evolución, pierden conciencia de enfermedad, y el deterioro cognitivo
ie
nd
y conductual condiciona toma de decisiones inadecuadas que pueden
pe
perjudicarles a sí mismos y/o a otras personas.522
á
Pocas personas, aún hoy día, han expresado sus voluntades anticipadas, o han decidi-
t
es
do protegerse mediante la autotutela. Es posible también que con los años, cambie su
y
forma de ver las cosas y las decisiones. Debe respetarse el derecho a la autonomía y
ica
su derecho a la beneficencia, asegurando la seguridad de medios y tratamiento.
ín
Cl
En la DLB, PDD y la DV la capacidad puede variar con las fluctua- Estudio
ica
ciones. En otras demencias también puede haber períodos intermi- descriptivo,
t
tentes de lucidez.522 ác 3
Pr
La capacidad de tomar decisiones debe ser analizada con mucho cui- Opinión
de
Partiendo del respeto a las decisiones libres tomadas por un adulto si Opinión
bl
pu
no dañan los derechos de los demás y son legales,531 uno de los pro- de expertos,
blemas más importantes en la práctica clínica diaria es que no han 4
la
e
cos que tienen que ver con terceros; y una dimensión interna: relativa de expertos,
añ
personal y social.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
profesiones por lo que la indicación para iniciar el proceso de incapaci-
ac
tación legal debe ser el resultado de una valoración multidisciplinar.
iz
al
tu
Dichos criterios son: diagnóstico, clínico, dependencia, social, utiliza-
ac
ción de servicios y evolutivo.
su
e
Criterio diagnóstico (al menos uno es condición necesaria e impres-
nt
ie
cindible):
nd
– Diagnóstico psiquiátrico estable, grave-severo y con más de 2 años
pe
de evolución.
á
– Retraso mental o inteligencia límite.
t
es
– Otros diagnósticos relacionados con déficits cognitivos importantes
y
no reversibles.
ica
Criterio clínico (se han de cumplir dos criterios como mínimo):
ín
– Déficit cognitivo persistente evaluado instrumentalmente.
Cl
– Juicio de la realidad marcadamente afectado, fuera de situaciones
ica
agudas.
t
ác
– No conciencia de enfermedad o del déficit y/o no adherencia al tra-
Pr
tamiento,
de
necesaria):
ta
es
n.
ió
luntarias).
ac
– El enfermo/a no acepta tratamiento ambulatorio, aunque se haya
iz
al
intentado varias veces.
tu
– El enfermo/a no acepta rehabilitación aunque la necesita.
ac
Criterio evolutivo:
su
– Pronóstico hacia la estabilidad del deterioro o hacia un mayor grado
e
de éste.
nt
ie
– Alta frecuencia de recaídas en relación a la falta de seguimiento de
nd
las prescripciones.
pe
– Consumo de tóxicos de larga evolución.
á
t
es
y
Resumen de evidencia
ica
ín
En la demencia la capacidad de decisión está disminuida. En la EA, DLFT,
Cl
DLB, PDD y DV, ya en su inicio o a lo largo de la evolución, puede disminuir
ica
la conciencia de enfermedad: el deterioro cognitivo y conductual condiciona
3
t
toma de decisiones inadecuadas que pueden perjudicarles a sí mismos y/o a
ác
otras personas. Esto plantea problemas específicos que la familia y la sociedad
Pr
deben solucionar.522
de
a
lucidez.522
ta
es
de capacidad decisoria.206
ció
4
pu
para iniciar el proceso de incapacitación legal debe ser el resultado de una va-
ns
loración multidisciplinar.
tra
n
Ha
n.
Es muy importante respetar la autonomía y libertad de la persona en el mo-
ió
ac
mento del diagnóstico y a lo largo de todo el proceso evolutivo, teniendo en
iz
D cuenta que a pesar de la existencia de voluntades anticipadas, la persona, con
al
la edad, por las circunstancias y/o con el propio proceso de la enfermedad,
tu
ac
puede cambiar su forma de ver las cosas, y con ello modificar sus decisiones.
su
Se debe recomendar iniciar el proceso de incapacitación, cuando la demencia
e
progresa y el deterioro cognitivo y/o conductual condicionan la toma de deci-
nt
D
ie
siones inadecuadas que pueden perjudicar a la persona afecta de demencia y
nd
a su entorno.
pe
El proceso de incapacitación debe ser el resultado de una valoración multidis-
tá
ciplinar, y debe contemplar múltiples aspectos tales como: el diagnóstico, las
es
D
manifestaciones clínicas, el grado de dependencia, aspectos sociales, utiliza-
y
ción de servicios y evolución del proceso.
ica
ín
Cl
ica
Aspectos de protección legal del enfermo
t
ác
13.4.1. ¿En qué consiste la incapacitación legal?
Pr
de
a
uí
vigente
ta
de edad (18 años) (art. 315 Código Civil), no es la misma toda la vida
s
tipos de incapacidad:
ás
m
n.
ió
(pregunta 13.4.3).
aciz
al
B) Incapacidad parcial: la persona es incapaz sólo o únicamente para
tu
los actos de contenido patrimonial (administración de bienes) o rela-
ac
tivos a otros ámbitos como el cuidado de la salud (p. ej., seguimiento y
su
control del tratamiento médico que esté siguiendo para el tratamiento
e
de la enfermedad que padece; acceso a información médica; presta-
nt
ie
ción de consentimiento, etc.) o la promoción de la integración social
nd
(p. ej., solicitar su acceso a los servicios sociales, representar al inca-
pe
paz en diferentes actos administrativos, etc.) que señale la sentencia.
á
t
es
La persona en quien recaen las decisiones que le son retiradas por
y
sentencia a la persona incapaz es el curador y su ejercicio es la cura-
ica
tela (pregunta 13.4.3).
ín
Cl
El Código Civil señala en su artículo 199: “Nadie puede ser declarado
ica
incapaz sino por sentencia judicial en virtud de las causas establecidas
t
ác
en la ley”. Por tanto, la condición necesaria para declarar a una perso-
Pr
na incapaz es la existencia de una sentencia judicial en dicho sentido.
de
a
Por tanto, los requisitos legales que deben concurrir para declarar a
una persona incapaz son: sufrir una enfermedad (proceso en curso
n
ció
n.
ió
se encuentre en situación de hecho asimilable, descendientes, ascen-
ac
dentes o hermanos. El Ministerio Fiscal lo realizará en los siguientes
iz
al
casos: si los anteriores no existen o no lo han solicitado, tras haber sido
tu
informado por cualquier persona que conozca la situación (vecinos,
ac
médico particular, cualquier familiar…), tras haber sido informado
su
por cualquier funcionario público que, por su cargo, tuviera conoci-
e
miento (médico, etc.) y que, por su categoría administrativa (funcio-
nt
ie
nario público) tiene la obligación de hacerlo; en caso de menores: sólo
nd
quien ejerza la patria potestad o tutela.
pe
á
2º) En el caso de que el Ministerio Fiscal actúe subsidiariamente
t
es
practicará diferentes diligencias: entrevista a personas que tengan
y
conocimiento de la existencia del presunto incapaz, reconocimien-
ica
to médico forense del presunto incapaz, petición de informes a las
ín
instituciones que crea oportunas (servicios sociales, centros de asis-
Cl
tencia primaria, etc.).
tica
ác
3º) Decisión del Ministerio Fiscal si presenta o no demanda (decisión
Pr
contra la que no se puede interponer ningún recurso).
de
a
so: para evitar que sean declaradas incapaces personas que no lo son.
de
os
n.
La declaración de incapacitación o modificación de la capacidad de obrar re-
ió
ac
conoce que determinada persona, como consecuencia de la enfermedad que
iz
padece, no tiene capacidad (incapacitación total) o la tiene parcialmente li-
al
mitada (incapacitación parcial) (Ley 1/2009 m. Ley del Registro Civil).533 Esta
tu
ac
Legis- declaración puede solicitarla, a través de una demanda, la propia persona, el
cónyuge o pareja de hecho, descendientes, ascendientes, hermanos y el Mi-
su
lación
vigente nisterio Fiscal (Ley 41/2003 de 18 de noviembre, del artículo 757 de la Ley de
e
nt
Enjuiciamiento Civil).534 Será contestada por el Ministerio Fiscal o un abogado
ie
tras una exploración por parte del juez y del médico forense y una audiencia
nd
con los familiares más próximos. El juez dictará sentencia a favor o en contra
pe
de la modificación de la capacidad y nombrará tutor si se precisa.
á
t
es
y
ica
Recomendaciones
ín
Cl
Según Para solicitar la incapacitación o modificación de la capacidad de obrar debe
ica
legis- seguirse el procedimiento que marca la Ley de Registro Civil y Enjuiciamiento
t
lación Civil en el que partiendo de una demanda, se estudia el caso, se contesta y el
vigente
ác
juez dicta una sentencia.
Pr
de
a
uí
sona todavía tenga preservada su capacidad para tomar decisiones, puede optarse por
bl
sión de ser declarada incapaz, designe quién desea que sea su tutor,
s
la persona.
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
una copia de la escritura de autotutela formalizada, al objeto de tener
ac
en cuenta las disposiciones de quien la otorgó. Las disposiciones que
iz
al
se contengan en la escritura de autotutela vinculan al juez, salvo que
tu
el beneficio de la persona exigiera otra cosa. En este caso el juez de-
ac
berá emitir una resolución motivada.
su
Poder especial o poder preventivo: la actual redacción del artículo Legislación
e
nt
1732 del Código Civil prevé la posibilidad de conferir facultades a vigente
ie
favor de una tercera persona, mediante el otorgamiento de un poder,
nd
estableciéndose que el mismo pueda seguir utilizándose en el momen-
pe
to en que, en el poderdante, concurriera incapacitación sobrevenida.
tá
Este tipo de poder se denomina poder especial o poder preventivo.536
es
y
ica
El mismo artículo prevé que el poder, si no es especial o preventivo,
deja de tener efecto si la persona que lo ha otorgado incurre en in-
ín
Cl
capacitación. Para ello, no es necesario que su capacidad haya sido
ica
modificada; simplemente, si se acreditara que ha perdido sus facul-
tades, el poder perdería su validez. Es por ello que la persona que
t
ác
sabe o cree que puede perder su capacidad de autogobierno, puede
Pr
Resumen de evidencia
de
s
ciones:
Legislación
ás
vigente
m
nombrada.535
ns
tra
n
Ha
n.
ió
el mismo pueda seguir utilizándose en el momento en que, en el poder-
ac
dante, concurriera incapacitación sobrevenida.536
iz
al
tu
Voluntades anticipadas (pregunta 13.2.1).
ac
su
e
Recomendaciones
nt
ie
A las personas con deterioro cognitivo ligero y demencia leve se les debería
nd
aconsejar que se autoprotegieran a través de la autotutela, o dando poderes
pe
✓
especiales, o escribiendo el documento de voluntades anticipadas.
á
t
es
Cualquier persona con demencia que aún tenga suficiente capacidad de obrar
y
debería designar un tutor, en previsión de ser declarada incapaz. Así como
ica
✓ adoptar cualquier disposición referida a su atención personal o a la adminis-
ín
tración de sus bienes, y también la identificación de aquella persona que en
Cl
ningún caso debería ser nombrada.
tica
ác
Pr
n.
ió
personas cuya capacidad ha sido modificada. Para el nombramiento se
ac
preferirá a la persona o entidad designada por la propia persona en la
iz
al
escritura de autotutela, al cónyuge, a los padres, al descendiente, as-
tu
cendiente o hermano que designe el juez. Excepcionalmente el juez, en
ac
resolución motivada, podrá alterar el orden mencionado o prescindir
su
de las personas indicadas, si el beneficio de la persona lo exige.
e
nt
Otras figuras tutelares son la curatela, la administración patrimonial y la defensa
ie
judicial:537,538,539,540
nd
pe
La curatela vendría a ser una tutela de alcance reducido, que suele asignarse en su-
tá
puestos de modificación parcial de la capacidad. El curador debe asistir a la persona
es
curatelada para la realización de aquellos actos que la sentencia determine. Se trata de
y
ica
una figura que acompaña, aconseja o asiste, pero que en ningún caso puede suplir la
voluntad de la persona ya que no ostenta su representación.
ín
Cl
ica
El administrador patrimonial suele nombrarse cuando el patrimonio de la persona es
de tal envergadura que, para su adecuada atención, resulte conveniente diferenciar la
t
ác
atención personal de la administración de bienes.
Pr
de
El defensor judicial puede ser nombrado para hacer frente a situaciones de urgencia,
a
Resumen de evidencia
n
ció
Legis- Tutelar significa cuidar, atender, alcanzando tanto el ámbito personal como el
ica
lación
de administración de los bienes que la persona ostenta:537,538,539,540
bl
vigente
pu
balance final de cuentas). Pueden ser tutores personas físicas y jurídicas sin
s
ánimo de lucro, las que contemplen entre sus fines la protección de personas
o
añ
asistir, pero que en ningún caso puede suplir la voluntad de la persona ya que
do
no ostenta su representación.
rri
cu
n.
ió
importantes entre tutor y tutelado.
aciz
al
tu
Recomendaciones
ac
Las personas con demencia que han perdido su capacidad de autogobierno
su
✓ deberían tener un representante legal o tutor para que les proteja realizando
e
nt
su sustitución.
ie
nd
Las personas con demencia con una capacidad de decisión reducida deberían
pe
✓ nombrar a un representante que cuidase de su curatela acompañándolo, acon-
á
sejándole y asistiéndolo en la toma de decisiones.
t
es
La persona con demencia con capacidad de decisión reducida debería nombrar
y
un administrador patrimonial para administrar sus bienes si éstos fueran de
ica
✓
gran envergadura.
ín
Cl
Debe nombrarse un defensor judicial, de la persona con demencia, para hacer
ica
✓ frente a situaciones de urgencias si no hay nombrado un tutor o cuando se pro-
t
ác
duzcan divergencias importantes entre tutor y tutelado.
Pr
de
a
de demencia?
n
ció
ica
mencia en fase de moderada a avanzada, sea cual sea la etiología del 2++
la
rodea.541,542
5
tentes. El paciente puede huir ante los estímulos que interpreta como 3
m
n.
ió
del paciente, fomentar las habilidades psicosociales y optimizar recur-
ac
sos (Tabla 6). 541,542
iz
al
En el caso de producirse un cuadro de agitación, deben realizarse in- ECA,
tu
ac
tervenciones sistematizadas y jerarquizadas, iniciándose con medidas 1++/1+
de disuasión verbal, y modificaciones en el entorno (pregunta 10.4.6), Estudio
su
que si no son suficientes deben acompañarse de la utilización de psi- observacional,
e
nt
cofármacos (preguntas 10.4.7 y 10.4.8) y sólo de forma extraordinaria 2++
ie
deberán usarse las medidas de contención mecánica (CM) o restric-
nd
ción física (pregunta 13.5.2). La limitación o control del movimiento
pe
y de su conducta persigue proteger al paciente y ofrecerle seguridad a
tá
él y a su entorno (Tabla 7).140,541,542
es
y
ica
ín
Tabla 6. Demencia: prevención de las conductas agresivas e imprudentes541,542
Cl
Corregir los factores desencadenantes:
ica
• Aliviar cualquier tipo de dolor.
t
• Corregir déficit sensorial: auditivos y visuales. ác
Pr
• Valorar y corregir las alteraciones del estado nutricional.
• Controlar la medicación actual y sus posibles efectos secundarios.
de
• Tratar adecuadamente la comorbilidad (infecciones, etc.).
a
• Mejorar la marcha, el equilibrio y la postura con fisioterapia.
uí
G
Modificar el entorno:
es
n.
Contención verbal:
ió
• Escuchar atentamente y de forma activa: ya que la persona necesita hablar y expresar sus
ac
emociones.
iz
• Tranquilizar a la persona: ofrecerle ayuda, protegerle de sí mismo, de la enfermedad y del entorno
al
tu
hostil (real o figurado). Con una actitud profesional y no paternalista.
ac
• Acercarse con empatía: que el paciente note que el profesional se preocupa de su bienestar,
mostrando interés y comprensión.
su
• Reforzar su sentido de realidad: respondiendo a las preguntas, analizando las opciones, ofreciendo
e
ayuda.
nt
ie
• No gritar, hablar pausadamente, mostrar interés en lo que dice.
nd
• No intimidar, evitando que se sienta atrapado, acorralado, humillado.
pe
Tratamiento farmacológico: (preguntas 10.4.7 y 10.4.8)
á
• Antipsicóticos atípicos:
t
es
– Quetiapina a dosis de 25-300, comienzo gradual en 25 mg.
y
– Risperidona (solución, comprimidos y comprimidos bucodispensables). Dosis inicial de 0,5-1 mg,
ica
comienzo gradual, incremento 0,25 mg/día, máximo 1,5 mg/día.
– Olanzapina (comprimidos y tabletas de absorción rápida), dosis de 2,5-5 mg.
ín
Cl
• Antipsicóticos típicos:
– Haloperidol inyect. 1 amp de 5 mg im.
ica
• Sedantes tipo benzodacepinas:
t
– Lorazepam 1 mg vo. ác
Pr
– Diazepam 5-10 mg vo, sublingual o rectal.
– Midazolam 1-15 mg, vía im, iv.
de
a
uí
G
Resumen de evidencia
ta
es
que pueden causar daño a la persona afectada, a otras personas o bien al en-
ció
torno físico.541,542,369,374
ica
bl
3/4 puede actuar sobre los factores desencadenantes, modificar el entorno, fomen-
la
vidad en personas con demencia debe iniciarse con medidas de disuasión verbal,
2++
s
1++/
línea de tratamiento de la agitación psicomotriz y de la agresividad en las per-
1+
ás
n.
Es recomendable prevenir, detectar precozmente y tratar la agitación psicomo-
ió
ac
triz y la agresividad de las personas con demencia. Las medidas que hay que
B
iz
seguir son de tipo no farmacológico, farmacológico y de contención mecánica
al
si se precisa.
tu
ac
Es recomendable utilizar fármacos antipsicóticos atípicos como primera línea
su
A de tratamiento farmacológico de la agitación psicomotriz y la agresividad de la
e
persona afectada de demencia.
nt
ie
nd
pe
13.5.2. ¿Cuáles son las indicaciones de la contención
tá
es
física de un paciente afecto de demencia?
y
ica
ín
La contención mecánica (CM) deberá utilizarse en las personas con Estudio
Cl
demencia que presentan agitación psicomotriz importante, que no se descriptivo,
ica
controla con medidas verbales y/o farmacológicas, y siempre que aque- 3
t
ác
lla entrañe peligro de lesiones o desperfectos al propio paciente, o bien Opinión
Pr
a su entorno. Persigue la restricción física o control mediante cualquier de expertos,
de
Es una medida terapéutica, de uso excepcional, que sólo debe ser apli- Estudio
es
evitar.543,541,542 4
bl
pu
una medida que en nuestro país se utiliza con una frecuencia del 40%, 2+
sd
de 86,5 días).544
de
2+
rri
n.
ió
Evitar fugas y prevenir caídas.
ac
Ayudar a mantener la correcta posición del cuerpo.
iz
al
Conseguir los objetivos organizativos del centro.
tu
Mantener un entorno social cómodo.
ac
La CM se utiliza mucho en las personas con demencia que viven en Estudio
su
residencias de la tercera edad. Su justificación en algunos casos es du- observacional,
e
nt
dosa. La CM puede complicarse, supone una pérdida de autonomía, 2+
ie
altera su dignidad, afecta su autoestima y puede conllevar consecuen-
nd
cias físicas y psicológicas.543
pe
át
La CM no debe realizarse543 si:
es
y
ica
• No está indicada por el profesional sanitario responsable.
• Existen medidas alternativas de eficacia similar.
ín
Cl
• El facultativo indica no aplicarla.
ica
• Se prescribe como castigo o demostración de fuerza.
• Se aplica para sustituir la vigilancia, conveniencia o comodidad del
t
ác
personal sanitario y/o social, o residentes del centro.
Pr
4
bl
n.
ió
y/o las posibles lesiones; b) mantener, en lo posible, la comunicación y 3
ac
contacto durante la aplicación de los cuidados; c) observarle frecuente- Opinión
iz
al
mente y retirar todos los objetos peligrosos de su entorno; d) preven- de expertos,
tu
ción de las úlceras por presión; e) uso de ayudas técnicas (colchones, 4
ac
protecciones locales, cojines de silicona, etc.); f) realizar cambios postu-
su
rales necesarios, movilizaciones; g) facilitar períodos de movilidad y/o
e
ejercicio, al menos durante 10 minutos cada 2 horas; h) regular y con-
nt
ie
trolar la temperatura de la habitación; i) ayudar a su higiene personal,
nd
limpieza, secado, atención de los pliegues, buena hidratación cutánea;
pe
j) ofrecer alimentos líquidos, asegurar hidratación adecuada; k) aten-
á
ción a sus necesidades fisiológica; l) facilitar la intimidad.547,542,541
t
es
Se deben extremar las medidas complementarias que permitan el Estudio
y
ica
respeto a la dignidad de la persona y a preservar su intimidad. Es descriptivo,
fundamental implicar a la familia en su cuidado, ya que ello favorece 3
ín
Cl
la comodidad, el acompañamiento, el control de proximidad, el acor- Opinión
ica
tamiento del procedimiento y la reducción de las complicaciones. La de expertos,
habitación debe ser tranquila, bien iluminada, bien ventilada, asegu- 4
t
ác
rando el contacto fácil con el personal que le controla.543
Pr
de
Opinión
n
ció
de expertos,
ica
4
bl
piel cada 4-8 horas. En los primeros días de CM la supervisión debe de expertos,
ser más estrecha para detectar de forma precoz las complicaciones 4
os
de forma progresiva.547,542,541 3
do
Opinión
rri
de expertos,
cu
4
ns
tra
n
Ha
n.
ió
2+
aciz
al
tu
Tabla 8. Contención mecánica: riesgos y complicaciones547,542,541,543
ac
Lesiones directas:
su
Compresión nerviosa: plexos, nervios
e
Lesiones en piel: úlceras, laceraciones y hematomas
nt
Isquemia periférica
ie
nd
Luxaciones y fracturas
Dolor
pe
Asfixia al enredarse con la sujeción
á
Muerte súbita tras un período prolongado de agitación y forcejeo
t
es
Efectos indirectos:
y
ica
Agravamiento del deterioro cognitivo, social y funcional
Aislamiento, depresión, aumento del estado de confusión
ín
Pérdida de movilidad, estabilidad, equilibrio y marcha
Cl
Aumento de la susceptibilidad por las caídas
ica
Atrofia muscular
t
Problemas de alimentación ác
• Deshidratación
Pr
• Impactación fecal
de
• Insuficiencia respiratoria
a
• Tromboembolismo
uí
• Infecciones múltiples
ta
es
de
Resumen de evidencia
n
ció
3/4 debe aplicarse bajo prescripción médica. Los beneficios deben superar los ries-
cu
go de la medida.543,541,542
ns
tra
n
Ha
n.
ió
La decisión de CM debe ser prescrita por el médico responsable, o facultativo
aciz
3/4 de guardia, firmada, detallada en la historia clínica, informada y aceptada por
al
la familia y compartida con los otros miembros del equipo.541,543
tu
ac
Los objetivos de la CM son: a) prevenir lesiones en el propio paciente y en el
su
entorno; b) evitar interferencias en el tratamiento; c) evitar fugas y prevenir
2+
e
caídas; d) ayudar a mantener la posición correcta del cuerpo; e) objetivos orga-
nt
nizativos del centro; f) entorno social cómodo.545,546,549
ie
nd
2+ No debe realizarse la CM si no está indicada.543
pe
Se aconseja que la CM se mantenga unas horas o pocos días, sin embargo suele
á
2+
t
es
prolongarse hasta semanas (media de 86,5 días).544
y
En el seguimiento de la CM se deben evitar, detectar y tratar complicaciones.
ica
La observación y valoración médica ha de ser una constante en la primera
ín
2+/3/4 hora, anotando todos los cambios. Deberán anotarse todas las observaciones
Cl
en la historia clínica. La enfermera realizará un control amplio cada 15 minutos
ica
en la primera hora que espaciará posteriormente.547,542,541
t
ác
Finalizará el CM cuando exista la seguridad de haber logrado un control ade-
Pr
3/4
cuado de la situación. Se ejecutará de forma progresiva.547,542,541
de
2+
uí
Recomendaciones
de
n
D
peligrosa o con riesgo de producir daños a sí mismo o a los demás, deberá plan-
bl
cia y seguridad.
de
s
n.
ió
D tención no son aplicables o han fracasado. Su objetivo es proteger al propio
ac
paciente y a otras personas, objetos o instalaciones que le rodean. No se debe
iz
al
producir un daño superior al que se pretende evitar.
tu
ac
Es recomendable evitar la utilización excesiva de la CM en personas con de-
mencia, sólo emplearla cuando está realmente justificada, ya sea por la intensi-
su
D dad de los síntomas y la posibilidad de daño propio o a otros. Debe ser lo más
e
nt
breve posible para preservar la dignidad y libertad de la persona y reducir el
ie
riesgo de complicaciones.
nd
pe
La CM es conveniente que sea una decisión compartida y de consenso con los
otros miembros del equipo interdisciplinar. En la historia clínica debe estar de-
á
t
es
tallada y firmada por el facultativo y deben contemplarse los datos de filiación,
D
y
el tipo y la fecha de aplicación de la medida, el motivo de la restricción, la pauta
ica
de cuidados que hay que seguir, la periodicidad de los controles, así como la
ín
información dada al paciente y a la familia y el consentimiento informado.
Cl
Debe utilizarse la CM en las siguientes indicaciones: prevenir lesiones en el pro-
ica
pio paciente y en otras personas que le rodean; evitar interferencias en el trata-
t
C
ác
miento (vías, sondas, etc.), y daños materiales en el entorno del paciente; evitar
Pr
fugas y prevenir caídas y a mantener la correcta posición del cuerpo; conseguir
de
que no han sido probados. Nunca se debe utilizar como castigo o demostración
n
de expertos,
rri
cu
n.
ió
nes, y se utilice el mejor procedimiento, eficaz y seguro, con el plan de
ac
control y seguimiento que permita alcanzar el objetivo con el mínimo
iz
al
riesgo de producir daños físicos o psicológicos.
tu
ac
Autonomía: el procedimiento interfiere la libertad de desplazamiento
su
de la persona y la gestión de su cuerpo. Le supone una pérdida de
e
libre decisión y elección.
nt
ie
nd
Justicia: la decisión de contención y de guardar proporción con el
pe
trastorno de conducta y las consecuencias que se quieren evitar.
tá
es
En cuanto a los aspectos legales de la contención, las medidas coerci-
y
tivas en psiquiatría se pueden concretar en:
ica
ín
• Internamiento involuntario
Cl
• Aislamiento terapéutico
ica
• Inmovilización terapéutica
t
• Tratamiento médico forzoso ác
Pr
De entrada hay que señalar que, excepto en el caso del internamien- Legislación
de
que las mismas forman parte del arsenal terapéutico que dispone el de expertos,
ta
n.
ió
Fundamentales (Convenio de Oviedo, CEDH)550 y la jurisprudencia
ac
del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)551 equiparan
iz
al
el internamiento a la detención y que, cuando ésta tiene su origen en
tu
un proceso penal, detenidos, presos y penados son titulares de toda
ac
una serie de derechos y obligaciones establecidos en la Constitución
su
Española, Ley de Enjuiciamiento Criminal, Código Penal y LOGP, de
e
tal suerte que si se produce una lesión de los mismos pueden impetrar
nt
ie
la correspondiente tutela judicial.
nd
pe
A partir de estas consideraciones, no son pocos –O’Callaghan Muñoz,
á
Peces, Morate, García García, Aznar López, Bardají Gómez– los que
t
es
sostienen, en mayor o menor medida lo siguiente:
y
ica
1. La necesidad del control judicial de tratamiento cuando se apliquen
ín
medidas que impliquen un plus de restricción de los derechos fun-
Cl
damentales del enfermo, por ejemplo, la contención mecánica, las
ica
habitaciones de aislamiento, los tratamientos electroconvulsivos, la
t
psicocirugía, etc. ác
Pr
2. La homologación de tales prácticas para todos los centros, de forma
de
que se identifiquen los supuestos en los que procedería la adopción
a
manera se evitaría, además, que sea algo que quede al libre arbitrio
G
miento.
4. El nombramiento de un defensor judicial para los internamientos
n
ció
muy prolongados en el tiempo, al amparo del artículo 758.2 de la
ica
mismo o a otros.
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
utilizarán medios mecánicos de contención y que la medida de ais-
ac
lamiento se aplicará muy restrictivamente. En todo caso, la Senten-
iz
al
cia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictada en el caso
tu
HERCZEGFALVY afirma que la utilización de medios coercitivos
ac
forma parte del tratamiento, si bien, los autores anteriormente cita-
su
dos vienen a afirmar que ello sólo es factible jurídicamente cuando se
e
trata de controlar la heteroagresividad del paciente, los tratamientos
nt
ie
farmacológicos no dan resultado, se adopten por prescripción y bajo
nd
el control de un especialista en psiquiatría, y se respete en todo mo-
pe
mento la dignidad de la persona. En ningún caso sería lícito recurrir a
á
ellas para solventar problemas de falta de personal –lo que fue objeto
t
es
de condena por parte del TEDH en el asunto referido.
y
ica
Derecho a ser informado, tanto de los aspectos médicos como de los
ín
jurídicos, en el momento en el que su estado mental lo permita. Sig-
Cl
nifica que se le harán saber los recursos y medios tanto médicos como
ica
jurídicos con los que cuenta para hacer frente a su situación. En este
t
ác
sentido se pronunció la asamblea general de la Asociación Mundial
Pr
de Psiquiatría celebrada en Madrid el día 25 de agosto de 1996, al
de
el proceso terapéutico.
uí
G
grandes dimensiones.
ica
bl
n.
ió
legislativas para detallar la regulación de los internamientos involun-
ac
tarios en aspectos tales como la aplicación de tratamientos especial-
iz
al
mente agresivos, derechos a la intimidad y a la comunicación y efica-
tu
cia de las instrucciones previas. Lo que sí parece evidente, al menos
ac
desde una perspectiva judicial actual, es que no existen mecanismos
su
que permitan establecer un control jurisdiccional del desarrollo del
e
tratamiento psiquiátrico, más allá de los supuestos de responsabilidad
nt
ie
médica si concurren una acción u omisión negligentes, un daño real y
nd
una relación de causalidad adecuada entre uno y otro. Pero se trata de
pe
una actuación reparatoria y no de control.
á
t
es
Finalmente y dada su especial trascendencia en la población psico-ge-
y
riátrica, decir que el artículo 4 de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre,
ica
de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas
ín
en situación de dependencia516 establece que las personas en situación
Cl
de dependencia disfrutarán de todos los derechos establecidos en la
ica
legislación vigente, y con carácter especial de los siguientes:
t
ác
Pr
– A disfrutar de los derechos humanos y libertades fundamentales,
de
con pleno respeto de su dignidad e intimidad.
a
Personal.553
la
de autogobierno.
de
n.
ió
ción y documentación clínica, en su artículo 8 trata del consentimiento
ac
informado para todo tipo de procedimiento, incluido el de contención,
iz
al
que en este caso es protector pero supone riesgos y efectos negativos
tu
sobre la salud. Se debe informar obligadamente al paciente, si es po-
ac
sible, y en su defecto al responsable legal o de hecho de la persona
su
afectada. Se solicitará el consentimiento por escrito a sus familiares
e
y/o representantes, y si es posible también el del paciente.
nt
ie
Hay una serie de principios de Naciones Unidas514 a favor de las per- Legislación
nd
sonas de edad avanzada y entre ellas a las afectadas de demencia. En vigente.
pe
el punto 9.1. dice que todo paciente tendrá derecho a ser tratado lo Opinión
á
t
menos restrictivamente posible y a recibir el tratamiento menos res- de expertos,
es
trictivo y alterador que le corresponde a sus necesidades de salud y a 4
y
ica
la necesidad de proteger la seguridad física a terceros.554
ín
Cl
En el punto 11.1. declara que no se someterá a ningún paciente a res-
ica
tricciones físicas, o sólo cuando sea el único medio disponible para
impedir daño inmediato o inminente al paciente o a terceros. Estas
t
ác
prácticas no se prolongarán más del período estrictamente necesario
Pr
Resumen de evidencia
bl
a su entorno.
5
4
contraindicaciones, y utilizando el mejor procedimiento, eficaz y seguro.
ás
de su cuerpo.
do
n.
ió
Sólo existe legislación española sobre el internamiento involuntario (pregunta
aciz
13.5.4). Las medidas coercitivas forman parte del arsenal terapéutico, deben
al
aplicarse según criterio clínico, en el momento oportuno, previa autorización
tu
ac
o consentimiento del paciente o del juez si el ingreso es involuntario. La legis-
lación española y europea equiparan el internamiento a la detención, con de-
su
rechos y obligaciones de los titulares (en este caso los pacientes) (Constitución
e
nt
Española, Ley de Enjuiciamiento Criminal, Código Penal y LOGP):
ie
nd
Opinión de expertos: 1) Necesidad del control judicial cuando se apliquen medi-
pe
das de tratamiento que impliquen restricción de los derechos fundamentales del
á
t
enfermo, 2) Homologación de tales prácticas para todos los centros, 3) Obligato-
es
riedad del examen judicial en las revisiones del internamiento y 4) Nombramien-
y
ica
to de un defensor judicial para los internamientos muy prolongados (artículo
758.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil).555
ín
Cl
ica
Aspectos con implicación legal: habitaciones de aislamiento y contenciones
mecánicas, derecho a ser informado, derecho a la intimidad y tratamiento ade-
t
ác
cuado.
Pr
de
lación
G
de los siguientes:
de
n
n.
Legis-
ió
lación ponsable legal o de hecho de la persona afectada. Se solicitará el consentimien-
ac
vigente to por escrito a sus familiares y/o representantes, y si es posible también el del
iz
al
paciente.
tu
ac
Todo paciente tendrá derecho a ser tratado lo menos restrictivamente posible y
a recibir el tratamiento menos restrictivo y alterador que le corresponde a sus
su
necesidades de salud y a la necesidad de proteger la seguridad física a terceros
e
nt
(Principio 9.1. de Naciones Unidas).554 No se someterá a ningún paciente a
ie
Legis- restricciones físicas, o sólo cuando sea el único medio disponible para impe-
nd
lación
dir daño inmediato o inminente al paciente o a terceros. Estas prácticas no se
pe
vigente/
4 prolongarán más del período estrictamente necesario para alcanzar este pro-
á
t
pósito (Principio 11.1. de Naciones Unidas).554 Esta medida debe anotarse en
es
su historia clínica (motivo, carácter y duración). Una persona cualificada debe
y
ica
supervisar de forma regular a la persona en contención. Se debe informar a los
representantes legales y/o a los familiares más cercanos.
ín
Cl
ica
Recomendaciones
t
ác
Ya que las medidas de contención afectan a la libertad de movimientos de la
Pr
D
uí
y rigor, las normas legales que las regulan. La actuación debe contemplar los
G
la autonomía personal.
es
de
n
ció
seguir?
la
e
sd
Las personas con demencia moderada o avanzada tipo Alzheimer u otras demencias relacio-
de
delirios, actividad motora aberrante y desinhibición, que si son severos, pueden llegar a ser
añ
peligrosos para el propio paciente y/o para las personas de su entorno. Si no se pueden con-
5
trolar con medidas no farmacológicas o farmacológicas por vía oral, necesitarán de medidas
de
más resolutivas, y precisarán de un ingreso para controlar la crisis y de forma simultánea dar
ás
luntario debería servir para dilucidar la etiología del proceso, establecer la estrategia de
tra
n
Ha
n.
ió
ac
Las indicaciones de ingreso para control de la crisis son:543
iz
al
tu
• Situaciones o conductas amenazantes para la integridad física de la persona afecta o
ac
de otras personas de su entorno familiar/social.
su
• Agitación psicomotriz no controlada con los procedimientos terapéuticos de primer
e
nivel: contención verbal, modificación del entorno, medidas farmacológicas de seda-
nt
ción por vía oral.
ie
nd
• Necesidad de aislamiento del entorno para lograr disminuir o eliminar los estímulos
pe
que genera la descompensación conductual y/o el estado de agitación.
á
• Optimizar el tratamiento, cuando se requiere de tratamiento parenteral seguro y per-
t
es
sonal especializado.
y
ica
La persona con demencia, de moderada a avanzada, no suele ser capaz de decidir su
ín
ingreso. A veces se niega o se opone al mismo con vehemencia. La familia puede estar
Cl
desbordada por la situación clínica y cercana a la claudicación.
ica
Las situaciones clínicas expuestas anteriormente pueden ser tributarias, siguiendo un
t
ác
criterio terapéutico, del ingreso del paciente en una institución sanitaria para mejor con-
Pr
trol de su clínica y de su evolución sintomática, ingreso caracterizado específicamente por
de
relevancia legal como son, por un lado, la situación de indefensión del propio paciente (de-
rivada de su patología) y, por otro lado, la restricción de la libertad individual que supone
de
diferencia del internamiento penal el cual se produce en otras circunstancias y se rige por
bl
sensibilidad de la Fiscalía General del Estado hacia las especiales características de la po-
e
tros geriátricos, y que la llevaron en el año 1990 a emitir la Instrucción 3/1990 de la Fiscalía
de
General del Estado que hace mención especial al ingreso de personas en residencias psico-
os
del paciente para su ingreso en un centro sanitario, consentimiento que se manifiesta como
5
n.
ió
DERECHO PENAL DERECHO CIVIL
aciz
al
tu
ac
INTERNAMIENTO JUDICIAL
su
e
nt
ie
nd
INTERNAMIENTO PENAL INTERNAMIENTO CIVIL
pe
á
t
es
y
INTERNAMIENTO CIVIL VOLUNTARIO INTERNAMIENTO CIVIL INVOLUNTARIO
ica
ín
Cl
ica
INTERNAMIENTO CIVIL INVOLUNTARIO INTERNAMIENTO CIVIL INVOLUNTARIO
t
URGENTE ácURGENTE U ORDINARIO
Pr
de
Dicho artículo 763 de la LEC diferencia dos tipos de internamiento civil involuntario según
a
uí
Internamiento civil involuntario urgente: es aquel que, por la situación clínica del pacien-
te, se debe realizar de forma inmediata. Debe cumplir los siguientes requisitos legales:
de
n
ció
• Comunicación del internamiento por parte del responsable del centro en que se hu-
ica
llegue a conocimiento del juzgado y tras haberse efectuado por parte del juez/a res-
e
ponsable:
sd
– Oír al Ministerio Fiscal y a cualquier otra persona cuya comparecencia estime con-
5
veniente o le sea solicitada por el afectado por la medida.
de
Ministerio Fiscal, siempre que no haya sido éste el promotor del procedimiento.
rri
atendida la naturaleza del trastorno que motivó el internamiento, señale un plazo infe-
tra
n
Ha
n.
ió
el tribunal, previa la práctica, en su caso, de las actuaciones que estime imprescindibles,
ac
acordará lo procedente sobre la continuación o no del internamiento.
iz
• Alta: cuando los facultativos que atiendan a la persona internada consideren que no
al
tu
es necesario mantener el internamiento darán el alta al enfermo, y lo comunicarán
ac
inmediatamente al juzgado al que comunicaron el inicio del mismo.
su
e
Por tanto, el internamiento civil involuntario urgente se define como (Tabla 9):
nt
ie
nd
• Se considera como una medida terapéutica que se rige por criterios clínicos.
pe
• Debe cumplir los requisitos legales expuestos anteriormente: comunicación al juzga-
á
do, más ratificación judicial posterior, más obligación información periódica.
t
es
• Se llevará a cabo en el tipo de centro más adecuado a las características de la patolo-
y
gía mental y edad del sujeto.
ica
• Su duración temporal será según criterio facultativo.
ín
• Sus posibilidades evolutivas son dos y deben ser obligatoriamente comunicadas al
Cl
juzgado responsable: alta facultativa o paso a voluntario, respectivamente.
ica
• Es recomendable informar al juzgado responsable de las posibles contingencias que
t
ác
pudieran ocurrir durante el internamiento (p. ej., fugas, etc.).
Pr
• Puede ser revocado por el juez/a si una vez practicadas las diligencias legalmente es-
de
Internamiento civil involuntario no urgente u ordinario: es aquel que, por la situación clí-
ta
es
será una ratificación de una decisión facultativa. Dicha autorización cumplirá igualmente
ica
los requisitos de examen por parte del juez del paciente, audiencia del dictamen de un
bl
facultativo por él designado (en la práctica y en la mayoría de los casos se trata del médico
pu
forense), Ministerio Fiscal y cualquier otra persona cuya comparecencia aquél estime con-
la
del trastorno que motivó el internamiento, señale un plazo inferior), sobre la necesidad de
os
mantener la medida, sin perjuicio de los demás informes que el tribunal pueda requerir
añ
cuando lo crea pertinente y, por otro lado, de informar del alta del paciente cuando los facul-
5
Por tanto, el internamiento civil involuntario no urgente u ordinario posee las mismas
ás
características que el urgente, excepto (Tablas 9 y 10):
m
do
• Puede ser revocada por el centro si éste cree que no cumple los criterios facultativos
ns
para el ingreso.
tra
n
Ha
n.
Legislación Artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
ió
ac
Consideración Internamiento como medida terapéutica
iz
Requisitos 1) Comunicación al juzgado donde radica el centro
al
tu
en menos de 24 horas
ac
2) Ratificación judicial en menos de 72 horas y tras
exploración del afectado + audiencia de cualquier
su
persona
e
nt
3) Informe evolutivo al juzgado cada 6 meses
ie
4) Comunicación al juzgado del alta facultativa
nd
Criterios Clínicos
pe
Resolución judicial Autorización judicial no previa (o posterior) al ingreso
tá
es
Ratificación
y
Tipo de centro El más adecuado a las características de la patología
ica
mental y edad del sujeto
ín
Duración Según criterio facultativo
Cl
ica
Posibilidades evolutivas Alta
Paso a voluntario
t
ác
Circunstancias especiales No obligatorio pero recomendable
Pr
3) Comunicación al juzgado del alta facultativa
la
Criterios Clínicos
e
sd
Paso a voluntario
do
Revocación del internamiento o por parte Sí por parte del facultativo del centro
del centro y/o facultativos del mismo
tra
n
Ha
n.
Las personas con demencia moderada o avanzada tipo Alzheimer u otras de-
ió
ac
mencias relacionadas pueden presentar agresividad, estados de agitación, de-
iz
lirios, actividad motora aberrante y desinhibición graves, que pueden llegar a
al
ser peligrosas para el propio paciente y/o para las personas de su entorno.
tu
ac
4 Si estos SCPD no se pueden controlar con medidas no farmacológicas o far-
su
macológicas por vía oral, en el ámbito ambulatorio (atención primaria o espe-
e
nt
cializada) se necesitarán medidas más resolutivas, que precisarán ingreso para
ie
controlar la crisis, dar descanso a la familia y la posibilidad de reorganizarse de
nd
nuevo. El ingreso debería realizarse en unidades especializadas para este tipo
pe
de alteraciones.543
tá
es
Las crisis, o descompensaciones conductuales, pueden ser provocadas por pro-
y
cesos sistémicos, agravamiento de alteraciones sensoriales, o la propia evolu-
ica
ción de la enfermedad. El ingreso programado o de urgencias, voluntario o
4
ín
involuntario, debería servir para dilucidar la etiología del proceso, establecer
Cl
la estrategia de tratamiento más adecuada. Es posible que se requiera de ma-
ica
niobras de contención verbal, farmacológica y físicas.556,545
t
ác
Las indicaciones de ingreso para control de la crisis son:543
Pr
de
• Necesidad de aislamiento del entorno para lograr disminuir o eliminar los estí-
de
mulos que genera la descompensación conductual y/o el estado de agitación.
n
Legis-
pu
persona con demencia con SCPD severos, será el médico que le atiende el que
lación
tomará la decisión. En este caso, el responsable del centro deberá dar cuenta
la
vigente
e
Los ingresos para el control de las situaciones de crisis deben ser lo más cortos
posible, y se debe asegurar en el momento del alta el control de los síntomas,
o s
cuidando.543, 556,545
de
ás
Hay que respetar la normativa legal que protege a la persona que se ve some-
m
n.
ió
hace mención especial al ingreso de personas en residencias psicogeriátricas558
ac
recuerda la obligación de consentimiento informado por parte del paciente,
iz
al
sin embargo éste suele ser capaz de decidir su ingreso. El ingreso involuntario
tu
supone una restricción de la libertad individual, se regula jurídicamente en
ac
el artículo 763 de Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.557 Este
su
artículo 763 de la LEC diferencia dos tipos de internamiento civil involuntario
e
según un criterio de urgencia, a saber: internamiento civil involuntario urgente
nt
ie
e internamiento civil involuntario no urgente u ordinario, respectivamente.
nd
El internamiento civil involuntario urgente: es aquel que, por la situación clí-
pe
nica del paciente, se debe realizar de forma inmediata. Se legisla en el artículo
á
t
763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Se considera el internamiento como me-
es
dida terapéutica. Deben cumplirse los siguientes requisitos: 1) comunicación al
y
ica
juzgado donde radica el centro en menos de 24 horas; 2) ratificación judicial en
Legis-
menos de 72 horas y tras exploración del afectado, más audiencia de cualquier
ín
lación
Cl
vigente persona; 3) informe evolutivo al juzgado cada 6 meses; 4) comunicación al juz-
ica
gado del alta facultativa. Los criterios son clínicos. La resolución judicial da
una autorización no previa al ingreso, que posteriormente se ratifica. El centro
t
ác
de internamiento debe ser el más adecuado a las características de la patología
Pr
Legis- ración judicial previa del sujeto más audiencia de cualquier persona que se
n
ció
ción al juzgado del alta facultativa. Los criterios son clínicos. Se precisa una
autorización judicial previa al ingreso del juzgado donde reside el afectado. El
bl
pu
Recomendaciones
añ
5
y conllevan riesgo para el propio paciente y/o para las personas de su entorno,
ás
n.
D
ió
cuación del entorno y de la familia receptora, la reducción de la sobrecarga del
ac
cuidador y la instauración de medidas de apoyo a su tarea de seguir cuidando.
iz
al
Hay que respetar la normativa legal que protege a la persona que se ve some-
tu
Según
ac
tida, de forma involuntaria, al ingreso en el hospital. Se requerirá la opinión
legis-
y consentimiento de la familia y se requerirá la autorización judicial antes de
su
lación
vigente realizarlo. Las razones deben estar convenientemente justificadas, asegurando
e
nt
su beneficencia, el respeto a la dignidad y a la libertad de la persona afectada.
ie
nd
Si se requiere internamiento involuntario, con carácter de urgencia, de una
pe
persona con demencia con trastornos de conducta severos, será el médico que
D
le atiende el que tomará la decisión. En este caso, el responsable del centro
á
t
es
deberá dar cuenta del mismo, lo antes posible, al tribunal competente.
y
ica
ín
Cl
ica
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
avanzada y en la etapa final de la vida
ió
aciz
al
tu
Preguntas para responder:
ac
su
14.1. ¿Qué criterios definen una situación avanzada y terminal con pronóstico de
vida limitado en el enfermo afectado de demencia?
e
nt
14.2. ¿Es posible determinar, en una persona con demencia avanzada en la fase final
ie
de la vida, si su supervivencia va a ser inferior a 6 meses?
nd
pe
14.3. ¿Cuándo se deben iniciar los cuidados paliativos en las personas afectadas de
demencia?
tá
es
14.4. ¿Cuáles son los recursos sanitarios más adecuados para atender a la persona
afectada de demencia en la etapa final de la vida?
y
ica
14.5. ¿Cómo se identifican y se manejan las manifestaciones clínicas y las necesidades
ín
de las personas con demencia y de sus cuidadores en la fase avanzada y
Cl
terminal de la enfermedad?
ica
14.6. ¿Cómo se puede diferenciar un empeoramiento debido a la evolución natural
t
de la enfermedad del producido por un proceso concomitante potencialmente
ác
Pr
reversible?
14.7. ¿Cuáles son los objetivos de la atención a las personas con demencia en fase
de
terminal?
a
uí
14.10. ¿Qué información y ayuda se debe proporcionar a la familia del paciente con
n
demencia terminal?
ció
14.11. ¿Cuáles son las normativas legales y los principios éticos relativos a la
ica
comunicación con las personas con demencia avanzada y con su familia en la
bl
pu
3
ns
tra
n
Ha
n.
ió
En estas fases de la enfermedad el paciente presenta una marcada dificultad para reali-
aciz
zar las ABVD (vestirse, bañarse, lavarse y mantener el control de los esfínteres). En las
al
escalas GDS y FAST existe un orden jerárquico de pérdida funcional que subclasifica
tu
ac
las fases de la demencia añadiendo más severidad en cada una de ellas. En el estadio 7 se
altera la capacidad para deambular, permanecer sentado, mantener la cabeza erguida,
su
sonreír y para comunicarse a través del lenguaje verbal y gestual.559,560
e
nt
La fase terminal de la demencia es difícil de identificar al ser un proce- Estudio
ie
nd
so degenerativo progresivo y crónico. Podría definirse por las siguien- descriptivo,
pe
tes características:562,563,564,565,566,567 3
á
t
es
1. Deterioro cognitivo grave (puntuación inferior a 6 en el MMSE o
y
deterioro cognitivo que impide su realización).
ica
2. Pérdida de la posibilidad razonable de beneficiarse del tratamiento
ín
farmacológico específico.
Cl
3. Estadio GDS 7 (severa incapacidad para las ABVD, incapacidad
ica
para hablar o comunicarse con sentido).
t
ác
4. Comorbilidad múltiple con síntomas graves, multifactoriales y cam-
Pr
biantes (neumonía por aspiración, disnea, infecciones del tracto
de
mayor).
sd
Estos pacientes generan una gran demanda de atención en la que el objetivo fundamen-
rri
tal consiste en la promoción del confort y la calidad de vida del enfermo y de la familia,
cu
n.
ió
ción la debe realizar un equipo multidisciplinar convencional y se emplea 2++
ac
como instrumento el GSF (Gold Standards Framework) (Tabla 11).570
iz
al
tu
ac
Tabla 11. Criterios del Gold Standards Framework570
su
1. Una pregunta: ¿Le sorprendería que este paciente falleciese antes de un año?
e
2. Expectativas o demanda de limitación del esfuerzo terapéutico o de medidas paliativas (enfermo,
nt
familiares o miembros del equipo profesional)
ie
nd
3. Criterios clínicos generales:
pe
a. Existencia de comorbilidad
á
b. Limitación del estado funcional
t
es
c. Deterioro rápido, sostenido, atribuible a la demencia (descartar procesos intercurrentes
potencialmente reversibles)
y
ica
d. Signos clínicos y analíticos de desnutrición (pérdida del 10% de peso en los últimos 6 meses,
albúmina sérica inferior a 2,5 mg/dl)
ín
Cl
4. Parámetros adicionales (sobre todo en ancianos frágiles, con pluripatología y dependencia):
ica
a. Consumo de recursos (más de tres ingresos urgentes en los 3 meses previos)
b. Infecciones oportunistas de repetición (más de tres en los 3 meses previos)
t
ác
c. Úlceras de decúbito resistentes a tratamiento convencional (de más de 3 meses de evolución)
Pr
5. Otros elementos para considerar:
de
a. Situaciones frecuentes que requieren decisiones ético-clínicas (nutrición, hidratación, recursos,
a
institucionalización, etc.) y planificación de cuidados avanzados
uí
G
6. Crisis frecuentes de necesidades, de aparición más o menos previsible, que requieren gestión del caso
ta
como método de trabajo
es
de
n
ció
Resumen de evidencia
ica
3
escalas GDS y FAST y con el estadio 3 de la CDR.559,560,561
pu
la
caso de la demencia.571
de
s
2++
añ
n.
ió
3 to farmacológico específico, GDS-FAST de 7, desnutrición grave (pérdida de
ac
peso . 10% en los 6 meses previos, albúmina sérica de , 2,5 mg/dl), necesidad
iz
al
de medidas paliativas y gran impacto en la familia cuidadora.572,573,562,563,564,574
tu
ac
su
Recomendaciones
e
nt
Emplear el término SEAT en la demencia degenerativa avanzada en fase ter-
ie
D
minal, que se corresponde con el estadio GDS 7.
nd
pe
Valorar el estado de SEAT mediante el instrumento Gold Standards Fra-
á
mework (GSF). El GSF es recomendable para conocer las expectativas de los
t
es
B cuidadores sobre la muerte del paciente, la necesidad de establecer medidas
y
paliativas, la limitación del esfuerzo terapéutico, y sobre el consumo de recur-
ica
sos, complicaciones y situaciones de crisis.
ín
Cl
Debe considerarse como demencia terminal la demencia avanzada si el deterio-
ica
ro cognitivo es grave y existe una severa dependencia para las ABVD, no existe
C
posibilidad de beneficio terapéutico con el tratamiento específico, existe múlti-
t
ác
ple comorbilidad y no puede mantenerse un adecuado estado nutricional.
Pr
de
a
uí
complejo pero útil para poder establecer la estrategia terapéutica y el límite de esfuerzo
pu
bles que suelen predecir una esperanza de vida de menos de 6 meses 2++
de
úlceras de decúbito.575,576,577
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
superior a 85 años y los antecedentes de diabetes y de enfermedad 2++
ac
cardiovascular.578,579,577,580,581
iz
al
Las causas más frecuentes de muerte en este período son la neumo- Estudio
tu
ac
nía, otros procesos infecciosos y la desnutrición.572,582 observacional,
2++
su
e
Las personas con demencia terminal están incluidas en el grupo de patologías en que
nt
el paciente no debe ser sometido a intervenciones inadecuadas, pero debe recibir las
ie
nd
medidas paliativas que mejoren su confort, disminuyan el sufrimiento y no prolonguen
pe
innecesariamente la vida.575,583,584
á
t
es
y
Resumen de evidencia
ica
ín
Las variables que mejor predicen en la persona con demencia terminal una
Cl
supervivencia de menos de 6 meses son: índice de Katz de D o peor, estadio
ica
2++ GDS-FAST 7c-7d, estadio nutricional deficitario (pérdida de peso de . 10%
t
en los 6 meses previos y albúmina sérica de , 2,5 mg/dl), infecciones recurren-
ác
tes y presencia de úlceras de decúbito.575, 576,577
Pr
de
2++
edad superior a 85 y los antecedentes de diabetes y enfermedad cardiovas-
G
cular.578,579,577,580,581
ta
es
Recomendaciones
bl
y comorbilidad.
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
ió
aciz
al
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los cuidados paliativos (CP) como
tu
“el enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los
ac
problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la pre-
su
vención y alivio del sufrimiento, por medio de la identificación temprana y la impecable
e
evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas físicos, psicosociales y espiritua-
nt
ie
les”. Son medidas no curativas, activas, ordinarias, basadas en evidencia científica y ex-
nd
periencias bien probadas que persiguen el confort del afectado y de su entorno familiar,
pe
cubriendo las necesidades que se van generando y con el objetivo principal de mejorar
á
su calidad de vida.572
t
es
Los CP deben aplicarse a todas las enfermedades terminales y crónicas de Opinión
y
ica
la práctica clínica, incluidas las personas con demencia.585,572,25,517,575,583 de expertos,
ín
4
Cl
Los CP deben introducirse lo antes posible cuando surgen los prime- Estudio
ica
ros problemas o necesidades no resueltas, y para prevenir la aparición descriptivo,
t
ác
de problemas previsibles no deseables. Deberán mantenerse e inten- 3
Pr
sificarse a lo largo de todo el proceso; su máxima necesidad es en las
de
CIE-10: Z51.5).573
5
n.
Hay acuerdo universal en emplear los CP en el manejo de las personas con de
ió
4
ac
mencia.585,572,25,517,575,583
iz
Los CP en la demencia tienen como objetivo aliviar el sufrimiento físico y psi-
al
tu
cológico, promocionar una vida de calidad y considerar la muerte como un
ac
3/4 proceso natural. Debe integrar los aspectos psicosociales y espirituales y apo-
su
yar a los familiares a lo largo de todo el proceso. Deben introducirse tras el
e
diagnóstico e intensificarse a lo largo de la evolución.587,571,575,585,517,586,564
nt
ie
Los profesionales de la salud y servicios sociales que atienden a personas con
nd
4
demencia deben estar preparados para ofrecer CP.
pe
á
t
es
Recomendaciones
y
ica
Los cuidados paliativos (CP) deben implementarse en el manejo de las perso-
ín
D nas con demencia, deben introducirse de forma precoz tras realizar el diagnós-
Cl
tico y deberán prolongarse y ampliarse con la progresión de la enfermedad.
ica
Los CP deben tener como objetivo aliviar el sufrimiento físico y psicológico,
t
D ác
proporcionar calidad de vida y considerar la muerte como un proceso natural.
Pr
Han de integrar aspectos psicosociales, espirituales y apoyar a los familiares.
de
Estos cuidados deben ser prestados a todos los pacientes que lo nece- Opinión
5
siten y cuando los necesiten, debe garantizarse que son cuidados de de expertos,
de
n.
ió
cursos sociosanitarios y promueve las acciones integradas. El Plan esta- 4
ac
blece que debe darse una continuidad asistencial de los CP a lo largo de
iz
al
toda la enfermedad una vez se han establecido e impulsar la formación
tu
de los equipos profesionales que atienden a estos enfermos.573
ac
su
El modelo organizativo propuesto contempla:
e
nt
ie
Nivel de CP básicos (primarios, generales o enfoque paliativo): hace
nd
referencia a los que deben proporcionarse a todas las personas y por
pe
todos los profesionales sanitarios. Deben evaluar las necesidades
á
puntuales y responder a ellas, así como saber cuándo derivar a los
t
es
pacientes a otros servicios.
y
ica
Nivel de CP específicos (secundarios, especializados o avanzados):
ín
contempla intervenciones más complejas que requieren técnicas o
Cl
procedimientos especializados, o que requieren realizar pruebas diag-
ica
nósticas complementarias o tratamientos específicos que precisan el
t
ámbito hospitalario para su control. ác
Pr
de
Resumen de evidencia
a
uí
G
beneficiosa. 573,588,589,575
de
4
ció
paliativo.573,588,589,575
ica
4
incluidas las unidades específicas de CP cuando sea necesario atender necesi-
la
Recomendaciones
os
añ
A todas las personas con demencia avanzada se les debe prestar CP sea cual
D
5
D
mencia avanzada cambie de nivel asistencial.
m
do
n.
ió
Debe garantizarse la coordinación entre los distintos servicios y ámbitos asis-
ac
D
iz
tenciales, así como la continuidad de cuidados paliativos.
al
tu
ac
su
14.5. ¿Cómo se identifican y se manejan
e
nt
las manifestaciones clínicas y las necesidades
ie
nd
de las personas con demencia y de sus cuidadores
pe
en la fase avanzada y terminal de la enfermedad?
tá
es
y
ica
Para identificar y cuantificar las necesidades de las personas con demen- Opinión
ín
cia avanzada en fase terminal y las de sus cuidadores debe realizarse una de expertos,
Cl
valoración inicial integral, global y multidisciplinar en la que se tengan en 4
ica
cuenta todos los aspectos que convergen en esta fase de la enfermedad.
t
ác
El sistema de evaluación ha de ser homogéneo y fácilmente aplicable,
Pr
con escalas validadas y fiables, sencillas, rápidas, objetivas y estandariza-
de
En general, la evidencia sobre los pacientes en fase terminal que reciben CP procede
uí
G
liativos573 reconoce como una mejora por realizar la creación de programas específicos
de
de investigación por desarrollar, ya que la demencia es una de las causas más importan-
pu
En esta pregunta se comentarán algunos aspectos del manejo en CP que pueden ser impor-
sd
tantes en pacientes con demencia, como el manejo de algunos SCPD (delírium, depresión
de
Los autores se han inspirado en gran parte en la GPC de Curas Paliativas del Plan Nacio-
ás
Paliativos_Osteba_compl.pdf), donde puede encontrarse una exhaustiva información
do
sobre el manejo de las complicaciones que aparecen en la fase avanzada y terminal de las
rri
enfermedades crónicas y que aquí no serán comentadas (astenia, anorexia, disnea, tos,
cu
n.
El delirium en el paciente con demencia avanzada y terminal (GDS 6-7) es de muy
ió
ac
difícil diagnóstico, ya que la capacidad de comunicación verbal está muy reducida o
iz
ausente y el inicio brusco de una agitación psicomotriz puede ser su única expresividad
al
clínica.575
tu
ac
En pacientes con alguna forma de comunicación verbal el delírium Opinión
su
puede ser identificado mediante la escala Confusion Assessment Me- de expertos,
e
thod (CAM), un instrumento validado y de fácil utilización, que eva- 4
nt
ie
lúa cuatro ítems: inicio agudo, curso fluctuante, falta de atención y
nd
pensamiento desorganizado.593,594
pe
El manejo del delírium debe comenzar identificando la causa desen- Opinión
á
t
cadenante o precipitante que a menudo es multifactorial (dolor, fár- de expertos,
es
macos, fiebre, deshidratación), y corrigiéndola.575,595 4
y
ica
Si la agitación persiste puede emplearse tratamiento farmacológico. Estudio
ín
No existen ECA sobre la eficacia del tratamiento farmacológico del descriptivo,
Cl
delirium en pacientes terminales oncológicos ni en pacientes no on- 3
ica
cológicos por motivos éticos,575 con la excepción de un pequeño ECA RS de ECA,
t
ác
aleatorizado y doble ciego sin grupo placebo en pacientes con sida en 1+
Pr
la fase final de la vida en que haloperidol y clorpromazina, pero no
de
4
ica
de expertos,
de
4
os
añ
5
Depresión y ansiedad
de
ás
n.
ió
tratamiento que mejore su calidad de vida. Debe tenerse en cuenta 3
ac
también en el diagnóstico diferencial la posibilidad de un delírium Opinión
iz
al
hipoactivo. La observación clínica, la información que aporten los fa- de expertos,
tu
miliares y, si es posible, el empleo de escalas específicas, ayudan a 4
ac
hacer el diagnóstico.575
su
Para el tratamiento de la depresión deben identificarse sus desenca- RS de ECA,
e
nt
denantes, aplicar intervenciones no farmacológicas de soporte y utili- 1+
ie
zar los antidepresivos tricíclicos y los ISRS, aunque su eficacia no ha
nd
sido determinada específicamente en esta fase de la demencia.575
pe
Los psicoestimulantes como dextroamfetamina, metilfenidato, moda- Opinión
tá
es
filino y pemolina pueden tener una respuesta rápida y son bien tole- de expertos,
y
rados. Pueden ser útiles sobre todo cuando se precisa un inicio rápido 4
ica
del efecto antidepresivo o en los casos con expectativa de vida corta.
ín
Su eficacia sólo se ha demostrado en pacientes con cáncer.575
Cl
tica
Disfagia. Desnutrición y deshidratación ác
Pr
de la disfagia propiamente dicha por daño directo a las estructuras neurológicas que
ta
ción como una hidratación correcta, una dieta blanda adaptada a las de expertos,
e
sd
3
5
3
m
Opinión
do
de expertos,
rri
4
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
nía por aspiración, el motivo más importante de fallecimiento en estos 2++
ac
pacientes.572
iz
al
La deshidratación puede manifestarse en forma de sed, sequedad de Opinión
tu
ac
boca y estado de confusión. Siempre que sea posible la rehidratación de expertos,
se realizará por vía oral. Si es imprescindible aportar líquidos por vía 4
su
parenteral se deberán evaluar las ventajas e inconvenientes en ese
e
nt
caso concreto e informar adecuadamente a los familiares para que
ie
puedan participar en la decisión. Hay que tener en cuenta que la hi-
nd
dratación parenteral suele requerir ingreso hospitalario.517,575
pe
La eficacia de la vía endovenosa y subcutánea (hipodermoclisis) es Estudio
á
t
es
equiparable, pero la hipodermoclisis es más cómoda y presenta menos observacional,
y
complicaciones. La vía subcutánea permite una administración conti- 2++
ica
nua de electrolitos y soluciones salinas las 24 horas, a un ritmo diurno Estudio
ín
de 40-60 ml/h y nocturno de 80 ml/h o de bolus intermitentes de 500 descriptivo,
Cl
ml/h, 2-3 veces al día.575 3
ica
Debe tenerse en cuenta que los síntomas de deshidratación pueden per- Estudio
t
ác
sistir a pesar de una terapia sustitutiva adecuada, probablemente por- descriptivo,
Pr
que la causa de la deshidratación es en muchos casos polifactorial.517 3
de
trolados, sin hallar ningún ECA, concluyó que la nutrición enteral prospectivo,
sd
problemas locales).
m
do
n.
El dolor está presente en muchas personas con demencia pero mu- Estudio
ió
ac
chas veces no se identifica y, en consecuencia, no se trata de forma observacional,
iz
adecuada. Es habitual que los pacientes con deterioro cognitivo re- 2+
al
ciban menos analgésicos que los pacientes con estado cognitivo
tu
ac
indemne.601,602
su
La presencia del dolor debe sospecharse siempre, investigarse de Opinión
e
forma rutinaria y no se debe olvidar que puede expresarse únicamen- de expertos,
nt
ie
te como una alteración de la conducta.603,598,603,604 4
nd
Para valorar el dolor en la demencia avanzada pueden emplearse esca- Opinión
pe
las comportamentales, entrevistas con los cuidadores o escalas específi- de expertos,
tá
camente diseñadas como la PACSLAC (Pain Assessment Checklist for 4
es
Seniors with Limited Ability to Communicate) y la DOLOPLUS-2.605
y
Estas escalas no están validadas en castellano. Se basan en la observa-
ica
ción del comportamiento del paciente en un período breve de tiempo
ín
Cl
y en la respuesta ante la aplicación de cuidados como curas, movili-
ica
zaciones, etc.
t
ác
No existen ECA que avalen cuál es el mejor tratamiento del dolor Opinión
Pr
en la fase avanzada y terminal de la demencia; sin embargo, parece de expertos,
de
en la opinión de expertos.606,605,575
n
ció
el dolor.607 2+
pu
la
e
Fiebre
sd
de
currente. Las más frecuentes son la neumonía y la infección del tracto observacional,
o
añ
observacional,
rri
2++
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
2++
aciz
Sin embargo, en determinadas circunstancias el uso de antibióticos Estudio
al
puede beneficiar al paciente reduciendo el malestar causado por las observacional,
tu
ac
secreciones bronquiales infectadas.612,613 2++
su
e
Úlceras por presión
nt
ie
Los problemas cutáneos son frecuentes en esta fase de la demencia, Opinión
nd
especialmente la aparición de lesiones por el decúbito o úlceras por de expertos,
pe
presión (UPP). El origen es polifactorial, incluidas las características 4
á
t
es
de la propia piel (fragilidad, sensibilidad) y problemas sistémicos (nu-
trición, estado cardiovascular, etc.). 575
y
ica
La prevención de las UPP se realiza mediante cambios posturales frecuen- Estudio
ín
tes, el mantenimiento del mejor estado nutricional posible y una adecua- observacional,
Cl
da higiene e hidratación de la piel. También mediante el uso de protec- 2+
ica
ciones mecánicas, almohadas o superficies de contacto especiales610,614,615
t
y con la aplicación de ácidos grasos hiperoxigenados.616 ác
Pr
de
y en FFV
G
ta
Puede ser difícil identificar las necesidades psicosociales de una per- Opinión
es
n.
ió
ac
Las necesidades espirituales pueden deducirse de las conductas o ser explicitadas por el
iz
propio afectado, si es posible, o por sus familiares y/o amigos. La espiritualidad es una
al
dimensión que reúne actitudes, creencias, sentimientos y prácticas que van más allá de
tu
ac
lo estrictamente racional y material.617 En la valoración de cualquier persona es impres-
cindible tener presente esta necesidad. Para obtener la información deben utilizarse
su
técnicas básicas de comunicación, tales como las preguntas abiertas, escucha activa y
e
nt
los silencios. Las necesidades espirituales de los pacientes pueden variar a lo largo del
ie
tiempo.618
nd
pe
La espiritualidad repercute en el bienestar general de los pacientes en Estudio
á
CP y en su calidad de vida.619 observacional,
t
es
2+
y
Estudio
ica
descriptivo,
ín
3
Cl
ica
No hay evidencia que determine cómo debe proporcionarse la atención Opinión
espiritual. Se recomienda escuchar las experiencias de los pacientes y de de expertos,
t
ác
las preguntas que puedan surgir; afirmar su humanidad; proteger su dig- 4
Pr
cansancio, ansiedad y aislamiento. Entre ellas, las más prioritarias co- descriptivo,
la
Estudio
de
cualitativo
os
añ
n.
ió
ac
Cuidados físicos:
iz
al
• Revisar la medicación y suspender todos los tratamientos que no sean imprescindi-
tu
bles.
ac
• Asegurarse de que esté disponible la medicación que pueda ser necesaria, y preparar
su
alternativas a la vía oral (subcutánea o rectal).
e
• Suspender todas las pruebas e intervenciones innecesarias (analíticas, tomas de cons-
nt
ie
tantes, etc.).
nd
• Mantener la observación para obtener el mejor control de síntomas posible.
pe
á
Aspectos psicológicos:
t
es
• Explorar los temores y deseos del paciente siempre que sea posible. Esto es práctica-
y
mente imposible en la mayoría de personas con demencia en fase terminal.
ica
• Permitir al paciente expresar su tristeza y ansiedad.
ín
• Tranquilizarle respecto a los síntomas y asegurarle que se le ofrecerán todos los me-
Cl
dios posibles para aliviar su sufrimiento.
ica
• Valorar las necesidades religiosas y espirituales.
t
ác
Pr
Aspectos sociales o familiares:
de
• Utilizar un lenguaje claro, sin ambigüedades; no dar por supuesto el conocimiento del
uí
proceso de agonía.
G
• Considerar todos los motivos de duda y preocupación que pueden surgir: cansancio,
ta
es
varían en función de las necesidades del enfermo, los recursos dispo- de expertos,
pu
veces las circunstancias hacen que el proceso sea especialmente difícil –duelo de riesgo–
rri
n.
ió
duelo y en su evolución posterior. Hay personas con mayor susceptibilidad a padecer
ac
problemas de salud asociados al duelo y a adaptarse a la pérdida.629,630
iz
al
La valoración del duelo de riesgo debe realizarse al cuidador prin- Estudio
tu
ac
cipal, a los familiares y amigos más cercanos; debe tener en cuenta: observacional,
las características de la enfermedad, los cuidados en la FFV, la na- 2+
su
turaleza de la muerte, las características del doliente y las relaciones Estudio
e
nt
interpersonales.575,629 descriptivo,
ie
3
nd
pe
Las intervenciones profesionales (asesoramiento psicológico, terapias ECA,
de orientación psicodinámica y técnicas cognitivo-conductuales) en el 1+
tá
es
duelo normal no son eficaces e incluso pueden ser perjudiciales; en el Estudio
y
duelo de riesgo puede conseguir un beneficio discreto, y en el duelo observacional,
ica
complicado suelen ser eficaces.628,630,631,632 2+
ín
Cl
Resumen de evidencia
tica
Delírium ác
Pr
El diagnóstico de delírium en pacientes con demencia en fase GDS 6-7 es muy
de
4 difícil por los problemas de comunicación verbal y gestual del paciente, pero
a
4
delírium puede ser evaluado mediante la escala CAM.593,594
es
de
y diazepam).564,575
de
Depresión y ansiedad
ás
3/4
calas específicas son de utilidad diagnóstica.575
do
rri
4
lidad, cubriendo sus necesidades básicas y preservando sus relaciones sociales.
tra
n
Ha
n.
4
ió
realizarse un comunicado judicial de lesiones, si no es el caso, se comunicará al
ac
Ministerio Fiscal para que adopte las medidas que establece la legislación.
iz
al
Disfagia, desnutrición y deshidratación
tu
ac
La evidencia sobre el manejo de la disfagia en la demencia avanzada y en su
su
4 fase final es escasa. El tratamiento requiere una valoración individualizada
e
para identificar la causa y tratarla.575
nt
ie
La dieta debe adaptarse a las características de la disfagia. En general debe ser
nd
4 blanda y adaptada a los gustos de la persona. Si es una disfagia a líquidos deben
pe
usarse espesantes.
á
t
es
El empleo de SNG o GPP para mantener la ingesta y la hidratación en una
2++ persona con demencia avanzada no se ve apoyado por la valoración del riesgo/
y
ica
beneficio.600
ín
El aporte de líquidos no siempre mejora los síntomas de deshidratación, pues
Cl
3
ésta a menudo es polifactorial.517,575
tica
La decisión de hidratar por vía parenteral en la fase final de la vida siempre
ác
4 debe consensuarse con los familiares valorando la necesidad de ingreso hospi-
Pr
talario.196,599,600
de
2++/3
uí
Dolor
n
ció
y en consecuencia no tratarse.601,602
bl
2+
de
Fiebre
m
2++
zada y la principal causa de mortalidad.608,572
rri
cu
n.
ió
Los antibióticos pueden reducir el malestar causado por las secreciones bron-
ac
2++
iz
quiales infectadas en el paciente con demencia avanzada.612,613
al
tu
Úlceras por presión
ac
Las UPP son frecuentes en esta etapa. Son de origen multifactorial: la causa local
su
4
o sistémica.
e
nt
La prevención de las UPP implica la asociación de diferentes medidas: cambios
ie
2+ posturales, elementos protectores locales y el mantenimiento de un buen esta-
nd
pe
do nutricional y de hidratación e higiene de la piel.610,614,615,616
á
Necesidades psicoemocionales y psicosociales de la persona con demencia avanzada
t
es
y en FFV
y
ica
Hay múltiples aspectos para valorar en el campo psicológico y de las emocio-
4
nes en la persona afecta de demencia avanzada y en FFV.
ín
Cl
Es difícil identificar las necesidades psicológicas y emocionales de la persona
ica
4 con demencia avanzada y FFV debido a problemas de reconocimiento de la
t
ác
propia enfermedad y de comunicación verbal y gestual.
Pr
La evaluación de los aspectos psicosociales debe ser amplia y contemplar múl-
de
4
tiples factores.
a
uí
avanzada y en FFV
ta
es
lidad de vida.619
n
4
ligiosos. El método que hay que seguir en la atención espiritual se basa en la
bl
escucha activa.575
pu
la
cualita-
tienen muchas necesidades. Las prioritarias son la información y el apoyo
s
tivo psicológico.620,621
o
añ
2+/3/
5
estudio No hay un modelo único de intervención sobre los familiares de personas con
de
4
cuidadosa y de proximidad.622
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
sociales).623,624
aciz
Los factores que influyen en la toma de decisiones sobre la muerte varían en
al
4 función de las necesidades del enfermo, los recursos disponibles y las preferen-
tu
ac
cias expresadas por el enfermo o familiares.
su
Necesidades en relación con la muerte: el duelo y las pérdidas
e
nt
La mayoría de las personas se sobreponen a la pérdida de un ser querido y afron-
2++/3/
ie
tan de forma efectiva el duelo. Sin embargo hay personas que son más susceptibles
nd
4
a sufrir un duelo complicado y tienen problemas para adaptarse a la pérdida.627,628
pe
En el duelo de riesgo influyen las características de la enfermedad, los cuidados
á
t
es
2+/3 recibidos en la FFV, la naturaleza de la muerte, las características del doliente
y del fallecido y las relaciones interpersonales.575,629
y
ica
El asesoramiento psicológico, las terapias de orientación psicodinámica y las
ín
técnicas cognitivo-conductuales en el duelo normal no son eficaces e incluso
Cl
1+/2+
pueden ser perjudiciales; en el duelo de riesgo pueden conseguir un beneficio
ica
discreto; en el duelo complicado suelen ser eficaces.628,630,631,632
t
ác
Pr
Recomendaciones
de
a
Delírium
uí
G
B
ció
Las benzodiazepinas son eficaces en el manejo del delírium con marcada agi-
C
bl
tación.
pu
D
antipsicóticos atípicos por el riesgo de reacciones extrapiramidales.
e
sd
Depresión y ansiedad
de
s
de escalas específicas.
ás
En caso necesario pueden usarse fármacos antidepresivos como los ISRS y los tri-
m
B
cíclicos, teniendo en cuenta la posibilidad de efectos anticolinérgicos centrales.
do
rri
n.
El tratamiento de la disfagia requiere una evaluación individualizada de cada
ió
D
caso para identificar y, si puede ser, tratar la causa.
aciz
La dieta debe adaptarse a las características clínicas de la disfagia. En el caso
al
tu
de disfagia a líquidos los espesantes pueden ser eficaces. Se recomienda una
ac
D dieta blanda y adaptada en lo posible a los gustos del paciente. Si el paciente
su
colabora, la adopción de posturas facilitadoras de la deglución, con la supervi-
e
sión del logopeda, es eficaz.
nt
ie
D Siempre que sea posible debe utilizarse la vía oral para el aporte de líquidos.
nd
pe
La administración de líquidos por vía parenteral en la fase terminal de la vida
D debe hacerse valorando las ventajas e inconvenientes y siempre tras comentar-
tá
es
lo con los familiares.
y
Debe evaluarse individualmente y con precaución la utilización de sonda naso-
ica
B gástrica o la gastrostomía percutánea permanente en el paciente con demencia
ín
avanzada, ya que hay evidencia de mala relación entre beneficio y riesgo.
Cl
ica
Dolor
t
ác
En la demencia avanzada debe sospecharse siempre la presencia de dolor. Éste
Pr
C debe ser evaluado a través del comportamiento del paciente, la observación de
de
añadir adyuvantes.
es
Fiebre
de
B
ció
B
persona con demencia avanzada.
pu
la
antibióticos.
de
Para prevenir la aparición de úlceras por presión deben realizarse cambios pos-
5
y en FFV
do
rri
n.
ió
D fermedad, estilo de afrontamiento, impacto en la percepción de uno mismo,
ac
relaciones, fuentes de estrés, recursos espirituales, circunstancias económicas,
iz
al
relación médico-paciente y red de recursos sociales.
tu
ac
Los profesionales sanitarios y de servicios sociales que les atienden deberían
D
ofrecerles un soporte emocional básico.
su
e
Las personas con niveles significativos de sufrimiento psicológico deberían re-
nt
D
cibir apoyo psicológico especializado.
ie
nd
Identificar y valorar las necesidades espirituales de la persona afectada de demencia
pe
avanzada y en FFV
á
t
es
El equipo que atiende a una persona con demencia debe tener en cuenta sus
D
creencias y necesidades espirituales.
y
ica
En ausencia de evidencia apropiada sobre cuál es la mejor forma de proporcio-
ín
nar apoyo espiritual, se recomienda ofrecer dicho apoyo como parte integral
Cl
D
de los cuidados, cualquiera que sea el contexto de atención, y con un enfoque
ica
basado en los principios de la comunicación efectiva.
t
ác
Es importante considerar las diferencias culturales respecto a la espiritualidad,
Pr
D sin que ello justifique la falta de atención a estos aspectos en personas que per-
de
apoyo e información.
de
posible y su familia.
o
añ
• Tratar los síntomas que producen sufrimiento. Los fármacos necesarios deben
ás
del paciente.
rri
familia y sus cuidadores.
ns
tra
n
Ha
cilitando la proximidad de familiares y amigos.
n.
ió
• Facilitar las vías y los recursos necesarios tanto para la hospitalización como
ac
para la atención a domicilio.
iz
al
Necesidades en relación con la muerte: el duelo y las pérdidas
tu
ac
Se recomienda derivar a servicios especializados (psicología, psiquiatría, etc.) a la
B
su
persona con duelo complicado para que reciba atención específica y estructurada.
e
nt
En el duelo de riesgo se recomienda realizar un seguimiento regular, con apoyo
ie
B emocional, y valorar individualmente la necesidad de psicoterapias específicas
nd
y estructuradas.
pe
No se recomiendan las intervenciones formales o estructuradas en el duelo
á
B
t
es
normal.
y
En el duelo normal se recomienda proporcionar información acerca del duelo
ica
D
y sobre los recursos disponibles, y apoyo emocional básico.
ín
Cl
Los profesionales que atienden a los pacientes en la fase final de vida y a sus
ica
familiares deberían tener acceso a una formación elemental en duelo que les
t
D capacite para proporcionar cuidados básicos a los dolientes, comprender y ex-
ác
plorar sus necesidades, valorar los factores de riesgo, detectar a las personas
Pr
potencialmente reversible?
ica
bl
pu
Las personas afectadas de demencia presentan un curso clínico variable pero un pronós-
la
e
tico relativamente previsible. La demencia pasa por diferentes fases, con una duración
sd
n.
ió
calidad de vida del afectado. 4
aciz
al
Cuando aparece este empeoramiento, sea cual sea su causa, existen
tu
una serie de factores que han de valorarse en la toma de decisión
ac
terapéutica. La limitación de la estrategia terapéutica es un aspecto
su
importante para decidir si la demencia ha alcanzado un estadio muy
e
avanzado: FAST superior a 7c en la EA; cuando el índice Barthel es
nt
ie
de 0; si la progresión es muy rápida desde el inicio, si las infecciones
nd
son graves, repetidas y sin beneficio relevante con el tratamiento; si la
pe
disfagia es problemática, con desnutrición y/o deshidratación y si hay
á
UPP refractarias.
t
es
y
ica
Resumen de evidencia
ín
Cl
Un curso excesivamente rápido del deterioro y los cambios bruscos imprevisi-
ica
4 bles de la funcionalidad deben hacer sospechar un proceso concomitante que
t
influya sobre la expresión clínica de la demencia.575
ác
Pr
En la demencia avanzada un agravamiento importante puede suponer el es-
de
Recomendaciones
de
D deben valorarse una serie de factores que pueden influir en la decisión terapéu-
la
D
añ
ió
aciz
al
La aplicación de medidas paliativas en la atención de las personas Opinión
tu
con demencia en la fase terminal tiene como objetivo dar confort, de expertos,
ac
eliminar motivos de sufrimiento y mejorar la calidad de vida, en la 4
su
medida de lo posible, utilizando medidas no agresivas. Estas medi-
e
das pueden aplicarse en el domicilio, y en otras ocasiones y de ma-
nt
ie
nera excepcional pueden requerir ingreso hospitalario para tratar
nd
complicaciones.25,517,573
pe
á
t
es
Resumen de evidencia
y
ica
La aplicación de medidas paliativas en la atención de las personas con demencia
ín
4 avanzada y terminal puede realizarse en el domicilio o en el hospital. Sus obje-
Cl
tivos son dar confort, eliminar sufrimiento y mejorar la calidad de vida.25,517,573
tica
ác
Recomendación
Pr
de
cas extraordinarias, poco beneficiosas y que pueden provocar malestar y efectos adversos.
de
n.
ió
ya que es tres veces inferior al resultado obtenido en personas con 2++
ac
cognición intacta.636 A la luz de estos resultados es desaconsejable su
iz
al
práctica ya que los esfuerzos a los que obliga son excesivos si se com-
tu
paran con sus beneficios; por todo ello en la demencia severa no existe
ac
el imperativo moral de utilizarla.637
su
e
nt
Resumen de evidencia
ie
nd
En la demencia avanzada, si hay parada cardíaca, la respiración artificial en la
pe
2++ asfixia o la diálisis en caso de fallo renal no disminuyen la mortalidad ni modi-
á
t
es
fican la supervivencia.633,634
y
En la demencia avanzada la RCP realizada fuera del hospital no es eficaz.
ica
2++ En el hospital es tres veces menos efectiva que en las personas con cognición
ín
intacta.635,636
Cl
ica
t
Recomendaciones ác
Pr
un beneficio significativo.
G
B
es
n.
ió
disponible. Si éste es el caso, recomendaremos el internamiento en un 2+
ac
centro sanitario cuando no se pueda prestar la atención en el domici-
iz
al
lio o residencia.641
tu
ac
su
Resumen de evidencia
e
nt
En la demencia avanzada y en la FFV, la valoración de la eficacia y seguridad
ie
2++/ desaconseja utilizar medidas terapéuticas de rango intermedio (infusiones in-
nd
2+ travenosas, administración de antibióticos, alimentación artificial, hospitaliza-
pe
ción y realización de pruebas diagnósticas innecesarias).639,640,584
á
t
es
Existen situaciones excepcionales en las que las medidas de rango intermedio
y
2+ pueden resultar efectivas para aliviar el sufrimiento o son la única alternativa
ica
disponible.641
ín
Cl
ica
Recomendaciones
t
ác
En la fase final de vida del paciente con demencia avanzada no se recomiendan
Pr
B
nosas, administración de antibióticos, alimentación artificial, hospitalización y
a
uí
C dio sólo en aquellas ocasiones en las que pueden disminuir el sufrimiento o son
el único recurso disponible.
de
n
ció
ica
terminal?
e
sd
de
s
capacidad de adaptación.642
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
los CP destacan la importancia de que la toma de decisiones en la 3
ac
fase final de la vida sea compartida y que la relación entre el profesio- Opinión
iz
al
nal sanitario y el cuidador se establezca en condiciones horizontales y de expertos,
tu
participativas.643,644 4
ac
su
e
Resumen de evidencia
nt
ie
Las familias necesitan más información y soporte para seguir asumiendo su
nd
3
labor de cuidador, tomar decisiones, adaptarse e implicarse mejor.642
pe
á
En la fase final de la demencia se debe ser muy cuidadoso y no improvisar al
t
3/4
es
dar malas noticias.643,644
y
En muchos aspectos la información es útil para el cuidador de una persona con
ica
4 demencia avanzada, tanto si se da en sesiones informativas como a través de
ín
Cl
material audiovisual.
ica
t
Recomendaciones ác
Pr
D demencia avanzada para que sigan asumiendo su labor de cuidador, tomar de-
a
uí
D personas con demencia en la fase final de la vida requieren una adecuada pre-
paración de los profesionales.
de
n
ció
ica
ellas tienen derecho a decidir, con apoyo y conocimiento de causa, sobre de expertos,
aspectos tan importantes como salud/enfermedad o vida/muerte.643 4
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
dados según prioridades y preferencias y facilita la toma de decisiones. 4
ac
En la persona con demencia avanzada se dan circunstancias especiales
iz
al
ya que ha perdido la capacidad de entender y decidir, y será su familia
tu
quien deba informar y asumir decisiones. La información debe ser veraz,
ac
comprensible, adecuada y debe contemplar la finalidad y la naturaleza de
su
cada intervención, con sus ventajas y sus riesgos o consecuencias.
e
nt
ie
nd
Resumen de evidencia
pe
La persona con demencia avanzada ha perdido la capacidad de entender y decidir
á
4
t
es
y será su familia la que debe ser informada y asumir la toma de decisiones.643,642
y
La información debe ser veraz, comprensible, adecuada y debe contemplar la
ica
4 finalidad y la naturaleza de cada intervención, con sus ventajas y sus riesgos o
ín
consecuencias.643,642
Cl
tica
Recomendaciones ác
Pr
D
decisiones al final de la vida.
a
uí
contemplándose las voluntades anticipadas expresadas por él, o sus deseos re-
ta
D
es
D
y registrar el proceso en la historia clínica.
ica
D
pu
No existen publicaciones que aborden el tema de una forma específica. Dado que para
ás
n.
ió
cuando exista una sospecha de enfermedad priónica u otra enferme- 4
ac
dad de declaración obligatoria a la que no se haya podido llegar a un
iz
al
diagnóstico de certeza en vida.645
tu
ac
Por otra parte, existen en el territorio nacional varios bancos de teji- Opinión
dos neurológicos cuyo objetivo es promover el estudio de enfermeda- de expertos,
su
des neurológicas a través de la recogida, procesamiento y almacena- 4
e
nt
miento de tejido neuropatológico procedente tanto de donantes sanos
ie
como afectados de diversas enfermedades neurológicas y facilitárse-
nd
los sin ánimo de lucro a investigadores independientes. La cesión del
pe
tejido neuropatológico post mórtem a dichos bancos se vehiculiza a
á
t
través de la donación del propio sujeto o de sus representantes legales
es
de forma protocolizada.646
y
ica
ín
Resumen de evidencia
Cl
ica
Es útil realizar estudio patológico del cerebro en aquellos casos en los que no
4
t
se ha podido llegar a un diagnóstico firme en vida.
ác
Pr
Cuando hay sospecha de enfermedad priónica es obligatorio, por razones de
de
Recomendaciones
n
ció
Se recomienda que el equipo médico que atiende al paciente en esta fase final de
ica
D nóstico (sobre todo en aquellos casos en los que no existe diagnóstico de certeza,
pu
n.
e investigación en la atención
ió
aciz
a las personas con demencia
al
tu
ac
su
Preguntas para responder:
e
nt
Divulgación
ie
nd
15.1. ¿Cómo se debe tratar el tema de las demencias en los medios de comunicación
pe
para informar adecuadamente a la población y cuáles son los medios más
apropiados?
tá
es
Formación
y
15.2. ¿Qué formación de pregrado sobre demencia debe impartirse a los profesionales
ica
de las ciencias de la salud y servicios sociales?
ín
15.3. ¿Qué formación sobre demencia debe impartirse en las ramas sanitarias
Cl
de formación profesional?
ica
15.4. ¿Qué formación de posgrado sobre demencia debe recibir el profesional
t
ác
de la salud en general?
Pr
15.5. ¿Qué formación de posgrado sobre demencia debe recibir el profesional
de
de la salud que se dedica a la atención específica de personas con demencia?
a
uí
Investigación
G
Divulgación
ica
bl
más apropiados?
os
añ
5
la salud y de los servicios sociales deben conocer las grandes realida- de expertos,
ás
n.
ió
vivan con las personas afectadas, o bien que conozcan su problemática
ac
de forma indirecta a través de amigos, vecinos, compañeros de trabajo,
iz
al
etc. La difusión del conocimiento sobre la demencia a través de los me-
tu
dios de comunicación debe llegar de forma adecuada y comprensible a
ac
los diferentes colectivos que configuran la sociedad.647 Actualmente las
su
referencias mediáticas sobre personas afectadas por la demencia son un
e
hecho habitual,648 por tanto el tema debe ser tratado con normalidad y
nt
ie
con la sensibilidad necesaria para evitar dramatizar o estigmatizar a las
nd
personas que sufren el problema, siempre con el debido respeto a la
pe
intimidad y dignidad del afectado y de su entorno.
á
t
Todos los medios de comunicación son adecuados para difundir la in- Opinión
es
formación sobre la demencia. Sin embargo, el tratamiento periodístico de expertos,
y
ica
en ciertos formatos televisivos o cine (reportaje, documental, informa- 4
tivo, películas) que incluyen casos sobre personas afectadas, sean ficti-
ín
Cl
cios o reales, pueden tener un impacto muy elevado sobre la población
ica
y ser transmisores de valores, como la dignidad y el respeto, hacia las
personas afectadas. Especialmente importante es la difusión sobre la
t
ác
enfermedad cuando los afectados son personas de relevancia social.193
Pr
de
Resumen de evidencia
e
sd
4
dad, de forma rigurosa, respetuosa, sensible y comprensible.647,648
os
añ
Todos los medios de comunicación pueden ser adecuados para difundir infor-
mación sobre la demencia. Deberían disponer de informadores especializados
5
4
de
en temas de salud para asesorar sobre el alcance real de los avances científicos,
ás
n.
La información sobre la demencia a través de los medios de comunicación
ió
✓
debe basarse en principios éticos y de buena praxis.
aciz
Es recomendable que exista periodismo especializado en temas de salud. Los
al
medios de comunicación, las sociedades profesionales competentes y las aso-
tu
✓
ac
ciaciones de familiares deben colaborar en el fomento de una buena informa-
su
ción sobre la demencia.
e
nt
ie
nd
Formación
pe
15.2. ¿Qué formación de pregrado sobre demencia
á
t
es
debe impartirse a los profesionales de las ciencias
y
ica
de la salud y servicios sociales?
ín
Cl
ica
La gran prevalencia e incidencia de la enfermedad y su impacto a Opinión
t
ác
nivel personal, familiar, profesional y social, justifica que todos los de expertos,
Pr
profesionales de la salud (médicos, enfermeros, psicólogos, trabaja- 4
de
insuficiente.649,650,651,650,652,653,654,655
de
n
ció
Resumen de evidencia
ica
Recomendaciones
os
y legales relacionados.
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
ió
aciz
al
En general existe un déficit de formación sobre la demencia en las ramas Opinión
tu
sanitarias de formación profesional. Muchos de estos profesionales rea- de expertos,
ac
lizan una actividad muy cercana al paciente y a su familia, deben dar 4
su
respuesta adecuada a necesidades y demandas y por ello han de recibir
e
una formación básica general, teórica y práctica, sobre los efectos de la
nt
ie
demencia en relación a los aspectos cognitivos, las ABVD, los SCPD y
nd
la aparición de discapacidad física, entre otros aspectos.
pe
á
La formación profesional debe fomentar el desarrollo de actitudes po-
t
es
sitivas, de respeto y tolerancia que deben sumarse a los conocimientos
y
teóricos y prácticos. Es necesario que este personal sanitario reali-
ica
ce una estimulación ecológica continua dirigida a poder mantener al
ín
máximo las capacidades del individuo, retrasando con ello el declinar
Cl
de la persona afectada. Asimismo, es conveniente que conozcan los
ica
recursos sociosanitarios y sociales existentes ya que ello les permitirá
t
ser mejores informadores.
ác
Pr
de
Resumen de evidencia
bl
pu
Recomendaciones
os
añ
✓
de
✓
individuo afectado de demencia, retrasando el declinar de la persona afectada,
rri
ió
aciz
al
Algunos expertos han puesto de manifiesto que existe un déficit de for- Estudio
tu
mación sobre demencia entre los profesionales de los EAP y que, por transversal,
ac
consiguiente, es fundamental que se insista en la necesidad de un abor- 3
su
daje interdisciplinario y longitudinal del proceso de la demencia.656
e
nt
Los profesionales de AP, así como gran parte de los de ámbito hospi- Opinión
ie
talario, atienden con frecuencia a personas mayores, entre las cuales la de expertos,
nd
demencia es prevalente. Todos ellos deben ampliar la formación básica 4
pe
recibida con una adecuada formación de posgrado, que deberá actua-
tá
es
lizarse periódicamente, y que debe incluir además aspectos éticos y le-
gales (derecho a morir dignamente, documento de últimas voluntades,
y
ica
etc.) y atención en las fases avanzadas y terminales de la enfermedad.
ín
Hay diferentes especialidades médicas, quirúrgicas, o que realizan Planes
Cl
aportaciones complementarias, que contribuyen específicamente al formativos
ica
diagnóstico y tratamiento de las personas con demencia. En los planes
t
ác
de las diferentes espacialidades médicas, según el modelo del Minis-
Pr
terio de Sanidad y Consumo de España, se deberían ampliar los te-
de
Resumen de evidencia
de
Los profesionales de la salud y de servicios sociales, sea cual sea su nivel asis-
ica
cia. Los avances científicos en este campo son continuos. Una atención de cali-
pu
Recomendaciones
de
s
ió
ac
a la atención específica de personas con demencia?
iz
al
tu
ac
La formación de posgrado, es decir la formación que todos los profesionales deben
su
adquirir después de su formación básica, es entendida aquí como una formación conti-
nua y también como una garantía para la sociedad de la actualización constante de sus
e
nt
profesionales.
ie
nd
La formación continua adquiere una gran relevancia en unos momen- Opinión
pe
tos en que el cambio de valores sociales y la sostenibilidad del sistema de expertos,
á
orientan hacia un autocuidado responsable, en el que los valores y 4
t
es
preferencias de los pacientes cobran especial importancia.662
y
ica
En España, las especialidades médicas que atienden habitualmente Planes
ín
a las personas con demencia, en el nivel de atención especializada, formativos
Cl
son la neurología, la geriatría y la psiquiatría. En sus planes de espe-
ica
cialidad se contemplan con amplitud contenidos relacionados con la
t
demencia haciendo hincapié, en cada una de ellas, en aspectos que les
ác
son propios.657,658, 659 660
Pr
de
precisión las funciones cognitivas; para ello utilizan pruebas psico- de expertos,
uí
mas que inciden en este tema y que son los que acreditan a los pro-
ica
fesionales que, hoy día, están realizando esta labor en los diferentes
bl
EAED.663,664,665,666
pu
n.
ió
caciones de la dinámica familiar relacionadas con la demencia y sus
ac
continuos cambios. Este profesional, lo mismo que el resto del equipo
iz
al
interdisciplinar, debe intervenir en la discusión de cada caso, en el
tu
trabajo en equipo, y conectar con el resto de los profesionales sanita-
ac
rios y sociales del nivel de AP, otros recursos sociosanitarios y con las
su
asociaciones de familiares.676,677
e
nt
La formación de posgrado específica en demencias para otros profesio- Planes
ie
nales de la salud que trabajan con personas con demencia tampoco está formativos
nd
suficientemente desarrollada, aunque existen propuestas para mejorar-
pe
la, como es el caso de la fisioterapia678 o la terapia ocupacional.679
tá
es
A lo largo de su formación, los profesionales de la salud y de servicios
y
ica
sociales deben haber sido sensibilizados sobre la repercusión de la en-
fermedad en los cuidadores y familiares, sobre el papel fundamental
ín
Cl
que desarrollan las asociaciones de familiares y sobre la necesidad de
ica
un abordaje multidisciplinar e interdisciplinar.
t
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
a
Planes En España las especialidades médicas que atienden habitualmente a las perso-
uí
forma- nas con demencia son la neurología, la geriatría y la psiquiatría. También cola-
G
forma- relacionado con las demencias, en el que se incluye preparación específica para
ció
tivos
estén formados específicamente para ser competentes en su manejo.662,663,669,679
de
os
añ
Recomendaciones
5
de
atención especializada a las personas con demencia deben recibir una forma-
m
n.
15.6. ¿Cuál es la importancia de la investigación
ió
ac
en el campo de la demencia?
iz
al
tu
ac
La demencia afecta a millones de personas y a sus familias. La ma- Plan actuación
su
yoría de los casos son debidos a enfermedades neurodegenerativas; demencias
la EA es la más prevalente. No disponemos todavía de tratamientos Cataluña
e
nt
curativos ni preventivos que permitan evitar sus devastadoras conse-
ie
nd
cuencias. Todo ello justifica que deban dedicarse muchos esfuerzos de
pe
investigación para resolverla adecuadamente.193
á
t
es
Es necesario seguir avanzando en técnicas diagnósticas (marcadores
y
biológicos, estudios de neuroimagen, etc.) que permitan establecer un
ica
diagnóstico de seguridad o predecir qué personas asintomáticas o con
ín
DCL desarrollarán una demencia.
Cl
ica
La investigación sobre la demencia debe realizarse con un abordaje
t
ác
multidisciplinario, interdisciplinar, global y multidimensional, en el
Pr
que se contemplen aspectos básicos, clínicos, epidemiológicos, nuevas
de
La investigación debe estar promocionada y favorecida desde las Ad- Plan nacional
G
ta
marco R&D.681
5
de
ás
Resumen de evidencia
m
do
n.
ió
4 precisa de estudios en ciencias básicas, epidemiología, aspectos clíni-
ac
cos y de diagnóstico, ECA, estudios coste-eficacia, etc. que permitan
iz
al
mejorar la atención y planificar la asistencia sanitaria y social.682,193
tu
ac
Las líneas y prioridades de investigación han de favorecer la conti-
nuidad, la homogeneización y pueden variar en función del contexto
su
Plan nacional
investigación cien- y estrategias establecidas en cada territorio y en cada país. En Espa-
e
nt
tífica. 7º Programa ña la investigación en demencias debería ajustarse al Plan Nacional
ie
Marco Europeo
I+D+I 2008-2010680 y a nivel europeo por el 7º Programa marco R&D
nd
de la Unión Europea.681
pe
á
t
es
Recomendaciones
y
ica
Es importante la colaboración de todos los implicados (profesionales de la
ín
✓ salud y de los servicios sociales, pacientes y familiares) para realizar un esfuer-
Cl
zo común en el estudio e investigación de la demencia.
ica
t
La investigación sobre la demencia debe ser promocionada y favorecida desde
ác
las Administraciones públicas, los órganos de gobierno del Estado, de las co-
Pr
de la demencia?
bl
pu
la
n.
ió
cológicos, así como para evaluar y realizar estudios sobre los factores Cataluña
ac
que condicionan la respuesta a diferentes terapias, etc.193
iz
al
La AED ha de promover la traslación de la investigación básica a la Opinión
tu
ac
investigación clínica, a través de bancos de datos o de muestras bio- de expertos,
lógicas humanas y viceversa, colaborando con los equipos de investi- 4
su
gación básicos.683
e
nt
La red sociosanitaria, debido a sus características, es el marco idóneo Plan actuación
ie
nd
para realizar investigaciones sobre las necesidades de los pacientes demencias
pe
con demencia y sus familiares; sobre tratamientos farmacológicos y Cataluña
no farmacológicos, sobre la resolución de crisis provocadas por alte-
á
t
es
raciones de conducta graves o de difícil manejo, estudios de calidad
y
de vida y atención de curas paliativas, etc.193
ica
Un aspecto para tener en consideración es la necesidad de formación Opinión
ín
en metodología de la investigación en todos los niveles asistenciales y de expertos,
Cl
a todas las disciplinas que intervienen en el proceso.683 4
ica
t
ác
Pr
Resumen de evidencia
de
Plan actuación
uí
demencias
y seguimiento; también puede colaborar en la obtención de muestras
ta
Cataluña
es
demencias
cos y no farmacológicos, etc., en colaboración con los investigadores
Cataluña
ica
básicos.193
bl
pu
demencias
lógicos, necesidades de pacientes y familiares, manejo de trastornos
e
Cataluña
sd
Recomendaciones
m
do
Es recomendable que los tres niveles asistenciales: EAP, EAED y red socio
rri
n.
ió
ac
Las GPC son útiles para mejorar la asistencia y los resultados en los pacientes. El gran reto
iz
en la actualidad es conseguir la adherencia de los profesionales. Para ello es fundamental
al
tu
una estrategia de implementación dirigida a vencer las barreras existentes en el medio en
ac
el que se va a aplicar.
su
La GPC consta de tres versiones para profesionales de la salud: la completa, la resumi-
e
da y la rápida. Las dos primeras disponen de información para pacientes. Todas las versiones
nt
de la GPC se editan en formato electrónico y se tiene acceso a través de la página web de
ie
nd
GuíaSalud y la de la AIAQS. La versión resumida y la guía rápida se editan también en
pe
papel. La versión resumida contiene un CD-ROM con la versión completa de la guía.
á
t
es
Estrategia de difusión e implementación
y
ica
Para llegar a los profesionales de la salud del SNS, la difusión de la presente GPC se rea-
ín
lizará a través del Catálogo de GuíaSalud (www.guiasalud.net). También a través de la
Cl
página web de la AIAQS (www.aatrm.net).
ica
Una vez finalizado el plan de difusión nacional en el marco general de GuíaSalud, el
t
ác
grupo de trabajo de la guía junto con la AIAQS llevaran a cabo aquellas actividades de
Pr
difusión que consideren oportunas.
de
dimensión aplicabilidad es el que trata sobre dicho aspecto.13 Por consiguiente, una GPC
ta
es
dores más conocida, y usada en la presente guía, es la de Donabedian,684 que los agrupa en:
n
ció
Propuesta de indicadores
e
sd
guía, clasificados según el área clínica, el tipo de indicador, la dimensión de la calidad que
os
cializada y atención sociosanitaria). Es importante tener presente que los indicadores son
5
una propuesta inspirada en los elaborados por el Departamento de Salud catalán (2006)685
de
n.
Área Tipo de Nombre del indicador Dimensión Nivel
ió
indicador de la calidad asistencial*
aciz
Prevención Proceso Porcentaje de pacientes de más Adecuación 1/2
al
de 65 años con control adecuado
tu
de los factores de riesgo vascular
ac
(HTA, DM, hipercolesterolemia)
su
Diagnóstico Proceso Porcentaje de pacientes menores Efectividad 2
e
nt
de 65 años, con DCL o demencia diagnóstica
ie
con estudio genético
nd
Diagnóstico Proceso Número de pacientes Efectividad 1/2/3
pe
diagnosticados de DCL y diagnóstica
á
clasificados en subtipos
t
es
Diagnóstico Proceso Número de pacientes con Efectividad 1/2/3
y
diagnóstico clínico etiológico de diagnóstica
ica
demencia y especificación del
ín
estadio
Cl
Diagnóstico Proceso
ica
Número de pacientes con Efectividad 1/2
diagnóstico de demencia y diagnóstica
t
ác
determinación de la vitamina B12
Pr
Diagnóstico Proceso Número de pacientes con Efectividad 1/2
de
hallazgos significativos
ció
ica
cognitivo o conductual y su
5
primaria
ás
neuropsicológico confirmativo
rri
n.
Área Tipo de Nombre del indicador Dimensión Nivel
ió
indicador de la calidad asistencial*
aciz
Diagnóstico Proceso Número de pacientes que cumplen Efectividad 1/2
al
criterios diagnósticos de enfermedad diagnóstica
tu
de Alzheimer (posible/probable)
ac
Diagnóstico Proceso Número de pacientes que cumplen Efectividad 1/2
su
criterios diagnósticos de demencia diagnóstica
e
nt
por cuerpos de Lewy (posible/
ie
probable)
nd
Diagnóstico Proceso Número de pacientes que cumplen Efectividad 1/2
pe
criterios diagnósticos de demencia diagnóstica
á
asociada a Parkinson (posible/
t
es
probable)
y
Diagnóstico Proceso Número de pacientes que cumplen Efectividad 1/2
ica
criterios diagnósticos de demencia diagnóstica
ín
lobular frontotemporal (posible/
Cl
probable)
ica
Diagnóstico Proceso Número de pacientes que cumplen Efectividad 1/2
t
ác
criterios diagnósticos de demencia diagnóstica
Pr
vascular (posible/probable)
de
tratamiento farmacológico
específico con IACE
de
s
de Alzheimer, moderada o
5
memantina
m
n.
Área Tipo de Nombre del indicador Dimensión Nivel
ió
indicador de la calidad asistencial*
aciz
Tratamiento Proceso Número de pacientes tratados con Efectividad 1/2
al
farmacológico IACE cuyo tratamiento ha de ser terapéutica
tu
retirado por sus efectos adversos
ac
Tratamiento Proceso Número de pacientes tratados Efectividad 1/2
su
farmacológico con memantina cuyo tratamiento terapéutica
e
nt
ha de ser retirado por sus efectos
ie
adversos
nd
Tratamiento no Proceso Número de pacientes con DCL, Efectividad 1/2/3
pe
farmacológico incluidos en programas de terapéutica
á
intervención cognitiva
t
es
Tratamiento no Proceso Número de pacientes con Efectividad 1/2/3
y
farmacológico demencia leve, incluidos en terapéutica
ica
programas de intervención
ín
cognitiva
Cl
Seguimiento Proceso Número de familias que han Adecuación 1/2
ica
participado en sesiones
t
ác
informativas de la enfermedad tras
Pr
el diagnóstico
de
diagnosticadas de demencia
uí
las AFA
ta
es
• Soporte profesional
• Adecuación de recursos
la
sanitarios
e
sd
claudicación
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Área Tipo de Nombre del indicador Dimensión Nivel
ió
indicador de la calidad asistencial*
aciz
Seguimiento Proceso Existencia de protocolos sobre los Adecuación 1/2
al
procesos que pueden afectar a una
tu
persona con demencia:
ac
• Voluntades anticipadas
su
• Protección legal
e
• Contención
nt
• Maltrato
ie
nd
Seguimiento Proceso Número de pacientes con Adecuación 1
pe
demencia seguidos en AP, que han
presentado situación de crisis en el
tá
último año
es
y
Seguimiento Proceso Intervalo de tiempo comprendido Adecuación 1/2/3
ica
entre petición de visita desde AP
ín
y respuesta escrita de la unidad
Cl
especializada en demencias
ica
Seguimiento Proceso Número de informes emitidos Adecuación 2
t
desde la unidad especializada de
ác
demencias con especificación de:
Pr
• Diagnóstico y estadiaje
de
• Valoración neuropsicológica
a
• Valoración de SCPD
uí
• Valoración social
G
• Estrategia terapéutica
ta
• Pautas de seguimiento
es
de cuidados paliativos
ció
ica
27/09/13 13:01
Ha
n
tra
ns
cu
os
de
sd
e
la
pu
bl
ica
ció
n
de
es
ta
G
uí
a
de
Pr
ác
tica
Cl
ín
ica
y
es
tá
pe
nd
ie
nt
e
su
ac
tu
al
iz ac
ió
n.
27/09/13 13:01
Ha
n
tra
ns
cu
27/09/13 13:01
Anexo 1. Material clínico
n.
ió
ac
Anexo 1.1. Criterios DSM-IV-TR para el diagnóstico
iz
al
de la demencia (traducido de APA, 2000)16
tu
ac
su
A. Presencia de múltiples déficits cognitivos, manifestados por:
e
nt
ie
nd
(1) Alteración de la memoria (alteración de la capacidad de aprender nueva informa-
pe
ción o de recordar información previamente aprendida) y
á
t
es
(2) Una (o más) de las siguientes alteraciones cognitivas:
y
ica
(a) afasia (alteración del lenguaje)
ín
(b) apraxia (capacidad alterada de llevar a cabo actividades motoras a pesar de una
Cl
función motora intacta)
ica
(c) agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de objetos a pesar de una fun-
t
ción sensorial intacta) ác
Pr
(d) deficiencia en las funciones ejecutivas (p. ej., planificación, organización, secuencia-
ción, abstracción)
de
a
uí
B. Los déficits cognitivos de los criterios (1) y (2) causan una alteración significativa en
G
previo.
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
la demencia, adaptado y resumido de la OMS, 199218
ió
aciz
al
G1. Presencia de los dos siguientes:
tu
(1) Deterioro de la memoria
ac
(2) Deterioro en otras capacidades cognitivas respecto al nivel de función previo: ra-
su
zonamiento, planificación, organización y procesamiento general de la información
e
nt
ie
G2. Nivel de conciencia del entorno preservada durante suficiente tiempo como para
nd
demostrar claramente G1. Si existen episodios superimpuestos de delírium, debe dife-
pe
rirse el diagnóstico de demencia.
á
t
es
G3. Deterioro en el control emocional o la motivación, o cambio en el comportamiento
y
social, manifestado al menos por uno de los siguientes hallazgos:
ica
ín
(1) labilidad emocional
Cl
(2) irritabilidad
ica
(3) apatía
t
(4) vulgarización del comportamiento social
ác
Pr
de
G4. Para un diagnóstico más seguro, G1 debe haber estado presente al menos durante
a
6 meses.
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
demencia del grupo asesor del grupo de neurología
ió
ac
de la conducta y demencias de la guía SEN, 200219
iz
al
resumidos
tu
ac
su
I. Alteraciones de al menos dos de las siguientes áreas cognitivas:
e
nt
a. Atención/concentración
ie
nd
b. Lenguaje
pe
c. Gnosias
d. Memoria
tá
es
e. Praxias
f. Funciones visuoespaciales
y
ica
g. Funciones ejecutivas
ín
h. Conducta
Cl
ica
II. Estas alteraciones deben ser:
t
ác
Pr
a. Adquiridas, con deterioro de las capacidades previas del paciente, confirmado a
través de un informador fiable o mediante evaluaciones sucesivas.
de
conciencia normal.
ta
es
III. Estas alteraciones son de intensidad suficiente como para interferir en las activida-
de
IV. Las alteraciones cursan sin trastorno del nivel de conciencia hasta fases terminales,
ica
n.
de la guía SEN, 20096,35
ió
aciz
al
1. Demencias degenerativas
tu
ac
1.a. Enfermedades degenerativas en las que la demencia es una de las manifestaciones
principales
su
Enfermedad de Alzheimer
e
nt
Demencia con cuerpos de Lewy
ie
Degeneración lobular frontotemporal
nd
Demencia por priones
pe
Otras demencias infrecuentes
á
t
es
1.b. Enfermedades degenerativas en las que la demencia puede formar parte del cuadro
y
ica
clínico
ín
Corea de Huntington
Cl
Degeneración corticobasal
ica
Parálisis supranuclear progresiva
t
Enfermedad de Parkinson ác
Enfermedad de la motoneurona
Pr
de
2.a. Isquémicas
G
Demencia multiinfarto
ta
es
Angiopatías hereditarias
ica
Vasculitis
pu
la
2.c. Hemorrágicas
5
Hemorragia subaracnoidea
ás
Hematoma cerebral
m
Angiopatía amiloidea
do
rri
2.d. Combinadas
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Por alteración de la dinámica del LCR
ió
Asociada a neoplasia
aciz
De origen infeccioso
al
De origen endocrino-metabólico, carencial o tóxica
tu
ac
Por enfermedad desmielinizante
Por vasculitis y colagenosis
su
Por traumatismos
e
nt
Por enfermedades psiquiátricas
ie
Otras
nd
pe
tá
es
y
ica
ín
Cl
tica
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
resumidos de edición en castellano editada por
ió
ac
Masson, 200517
iz
al
tu
ac
A.– Desarrollo de deficiencia cognitiva múltiple, manifestada por
su
A.1.– Alteración de memoria (aprender nueva información y evocar la ya aprendi-
da), y
e
nt
A.2.– Una o más de las siguientes alteraciones cognitivas: a.– Afasia; b.– Apraxia;
ie
nd
c.– Agnosia; d.– Alteración de funciones ejecutivas.
pe
B.– Las alteraciones previas representan un deterioro respecto a las capacidades pre-
á
t
es
vias del paciente, y producen dificultades significativas en las funciones ocupacional y
y
social.
ica
ín
C.– La evolución se caracteriza por instauración gradual y deterioro cognitivo continuo.
Cl
ica
D.– Las alteraciones expresadas en A.1 y A.2 no se deben a lo siguiente:
t
ác
D.1.– Otros trastornos del sistema nervioso central que puedan ocasionar deterioro
Pr
progresivo de la memoria y de otras funciones cognitivas (p. ej., enfermedad ce-
de
D.2.– Trastornos sistémicos que pueden ocasionar demencia (p. ej., hipotiroidismo,
G
D.3.– Intoxicaciones
es
de
F.– El trastorno no es atribuible a una alteración psiquiátrica que pudiera justificar las
ica
n.
para la EA,131 traducidos en la guía SEN, 20096,44
ió
aciz
al
EA probable
tu
• Síndrome demencial demostrado mediante un cuestionario concreto y confirmado
ac
mediante un test neuropsicológico.
su
• Constatación de déficit en dos o más áreas cognitivas.
e
nt
• Empeoramiento progresivo de la memoria y otras funciones cognitivas.
ie
• No existe un trastorno del nivel de conciencia.
nd
• Inicio entre los 40 y 90 años de edad.
pe
• Ausencia de enfermedades sistémicas o cerebrales que puedan causar los síntomas
á
t
que presenta el enfermo.
es
y
La demencia se define por un declinar de la memoria y de otras funciones cognitivas
ica
respecto al estado del enfermo previo al comienzo de la enfermedad.
ín
Cl
ica
Los datos que apoyan el diagnóstico, aunque no son exigibles, incluyen una alteración
progresiva de funciones específicas, como el lenguaje (afasia), habilidades motoras
t
ác
(apraxia) y de la percepción (agnosia), afectación de las actividades diarias y trastornos
Pr
prueban seriadamente.
ta
es
Otros datos que refuerzan el diagnóstico de EA probable, pero que tampoco se exigen,
de
son:
n
• Curso en meseta.
ció
• Síntomas asociados, como depresión, insomnio, incontinencia, ideas delirantes, aluci-
ica
naciones, reacciones catastróficas, trastornos de la conducta sexual, pérdida de peso,
bl
EA posible
ás
• Síndrome demencial sin causa aparente aunque haya variaciones en el comienzo del
do
proceso, su presentación y curso clínico con respecto a la EA característica.
rri
• Si hay otro trastorno cerebral u otro proceso sistémico suficientes para causar una
cu
demencia, pero no se considera que sean la causa real de ésta.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ac
EA segura
iz
al
Se exige que el enfermo haya cumplido en vida los criterios diagnósticos de EA proba-
tu
ble y que existan datos confirmatorios patológicos obtenidos mediante biopsia cerebral
ac
o necropsia.
su
e
nt
ie
nd
pe
á
t
es
y
ica
ín
Cl
ica
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
propuestos por Dubois et al., 2007133
ió
aciz
al
EA probable: A + uno o más rasgos de soporte B, C, D o E
tu
Criterios diagnósticos centrales
ac
A. Presencia de alteración de la memoria episódica inicial y significativa que incluye los
su
siguientes rasgos:
e
nt
1. Cambio gradual y progresivo en la función mnésica referida por el paciente o el
ie
informador durante más de 6 meses.
nd
2. Evidencia objetiva de alteración significativa de memoria episódica en la evalua-
pe
ción neuropsicológica: generalmente consiste en un déficit de recuerdo diferido que
tá
es
no mejora significativamente o no se normaliza con pistas o evaluación del recono-
cimiento, habiendo controlado previamente que la codificación haya sido efectiva.
y
ica
3. La alteración de memoria episódica puede ser aislada o asociada a otras altera-
ín
ciones cognitivas al inicio de la EA o a medida que ésta avanza.
Cl
Rasgos de soporte
ica
B. Presencia de atrofia lobular temporal medial:
t
ác
• Pérdida de volumen del hipocampo, córtex entorrinal y amígdala evidenciada en la
Pr
RM con valoración cualitativa mediante puntuación visual o por volumetría cuantita-
de
tiva de regiones de interés (comparado con una población normalizada por edad bien
a
caracterizada).
uí
G
Criterios de exclusión
sd
Historia
de
• Inicio súbito.
s
o
• Rasgos clínicos.
de
• Signos focales como hemiparesia, pérdida sensitiva o déficits campimétricos.
ás
• Signos extrapiramidales tempranos.
m
• Otras enfermedades de suficiente intensidad como para explicar los déficits de memo-
do
ria y síntomas relacionados.
rri
• Demencia no-Alzheimer.
cu
• Depresión mayor.
ns
tra
n
Ha
n.
ió
• Alteraciones de señal FLAIR o T2 en la RM en lóbulo temporal medial consistentes
ac
con lesiones infecciosas o vasculares.
iz
al
Criterios para EA definitiva
tu
ac
La EA se considera definitiva si está presente lo siguiente:
su
• Evidencia clínica e histopatológica (biopsia cerebral o autopsia) de la enfermedad,
según los criterios NIA-Reagan para el diagnóstico post mórtem de EA. Deben estar
e
nt
presentes ambas.
ie
• Evidencia tanto clínica como genética (mutación en los cromosomas 1, 14 o 21) de EA.
nd
pe
Deben estar presentes ambas.
á
t
es
y
ica
ín
Cl
ica
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
clínico de la DLB (traducido de McKeith et al., 2005)40
ió
aciz
al
1. Rasgo esencial
tu
• Demencia definida como deterioro cognitivo progresivo de magnitud suficiente para
ac
interferir con la función social o laboral normal.
su
• Alteración de la memoria prominente o persistente, que puede no ocurrir necesaria-
e
nt
mente en los estadios tempranos, pero suele ser evidente con la progresión.
ie
• Los déficits en tests de atención, función ejecutiva y capacidad visuoespacial pueden
nd
ser especialmente marcados.
pe
2. Rasgos centrales (dos son suficientes para diagnosticar DLB probable, uno para DLB
tá
es
posible)
y
• Fluctuaciones de la función cognitiva con variaciones pronunciadas en atención y alerta.
ica
• Alucinaciones visuales recurrentes, típicamente bien formadas y detalladas.
ín
• Rasgos espontáneos de parkinsonismo.
Cl
3. Rasgos sugestivos (si se da uno o más en presencia de uno o más rasgos centrales
ica
puede hacerse un diagnóstico de DLB probable. En ausencia de rasgos centrales, uno o
t
ác
más permiten el diagnóstico de DLB posible. No se puede diagnosticar DLB probable
Pr
sólo con rasgos sugestivos)
de
diagnóstica)
n
rales.
m
n.
ió
• Si el parkinsonismo sólo aparece por primera vez en un estadio de demencia avanzada.
ac
6. Secuencia temporal de síntomas
iz
al
La DLB debe diagnosticarse cuando la demencia ocurre antes o al mismo tiempo que
tu
ac
el parkinsonismo (si éste está presente). La demencia que ocurre en el contexto de una
enfermedad de Parkinson bien establecida debe calificarse como enfermedad de Parkin-
su
son con demencia. En la práctica clínica debe utilizarse el término más apropiado para la
e
nt
situación clínica, y suelen ser útiles términos genéricos como enfermedad con cuerpos de
ie
Lewy. En estudios de investigación en que sea necesario distinguir entre DLB y PDD,
nd
sigue siendo aplicable la regla de 1 año entre el inicio de la demencia y el parkinsonismo.
pe
Adoptar otros períodos simplemente confundiría la recogida de datos y la comparación
á
t
entre estudios. En otros contextos de investigación que incluyan estudios clinicopato-
es
lógicos y ensayos clínicos, ambos fenotipos pueden considerarse conjuntamente bajo
y
ica
categorías como enfermedad con cuerpos de Lewy o alfasinucleinopatía.
ín
Cl
ica
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
demencia asociada a la enfermedad de Parkinson,
ió
ac
traducción y adaptación de Emre et al., 200741
iz
al
extraída de la GPC de la SEN, 20096,48
tu
ac
su
I. Rasgos esenciales o nucleares
e
nt
Diagnóstico de enfermedad de Parkinson conforme a los criterios del Queen Square
ie
Brain Bank u otros aceptados en España. Un síndrome de demencia de aparición insi-
nd
diosa y progresión lenta, que se desarrolla en el contexto de una EP establecida, diag-
pe
nosticado por anamnesis y examen clínico y mental, definido como:
tá
es
– Afectación de más de un dominio cognitivo.
– Declive desde el nivel premórbido.
y
ica
– Intensidad de los déficits suficiente como para alterar la vida diaria (social, ocupacio-
ín
nal o de cuidado personal) independientemente de la que pueda deberse a los sínto-
Cl
mas autonómicos o motores.
ica
II. Rasgos clínicos asociados
t
Rasgos cognitivos: ác
Pr
de un día a otro.
uí
G
– Funciones esenciales del lenguaje preservadas durante mucho tiempo. Puede darse di-
la
ficultad para encontrar palabras o alteración de la comprensión de frases complejas.
e
sd
Rasgos conductuales:
de
n.
ió
– Coexistencia de cualquier otra anomalía que puede por sí misma originar alteración
ac
cognitiva pero que se juzga que no es la causa de la demencia (p. ej., enfermedad vas-
iz
al
cular importante en la imagen).
tu
– Desconocimiento del tiempo entre la aparición de síntomas motores y cognitivos.
ac
IV. Rasgos que sugieren otras alteraciones como causa del trastorno mental y que impo-
su
sibilitan el diagnóstico de demencia asociada a la enfermedad de Parkinson
e
nt
– Síntomas cognitivos o conductuales que aparecen aisladamente en el contexto de otras
ie
patologías, como:
nd
pe
– Síndrome confusional agudo debido a:
– Enfermedades o anomalías sistémicas
á
t
es
– Intoxicación por drogas
– Depresión mayor conforme a la clasificación DSM-IV.
y
ica
– Rasgos compatibles con criterios NINDS-AIREN de demencia vascular probable.
ín
Cl
Demencia asociada a la enfermedad de Parkinson probable
ica
A. Rasgos esenciales o nucleares: ambos deben estar presentes.
t
B. Rasgos clínicos asociados: ác
Pr
– Perfil típico de déficits cognitivos, incluida la alteración de al menos dos o más de los
de
cuatro dominios cognitivos (atención alterada que puede fluctuar, funciones ejecuti-
vas afectadas, alteración de las funciones visuoespaciales y alteración de la memoria
a
uí
– Perfil atípico de alteración cognitiva en uno o más dominios, como afasia prominente
de
o de tipo receptivo (fluente), o amnesia pura de fallo de almacenamiento (amnesia
os
que no mejora con claves o con tareas de reconocimiento) con atención preservada.
añ
n.
de la DLFT, demencia semántica y afasia progresiva
ió
ac
no fluente,51 traducido por la guía de la SEN, 20096,52
iz
al
tu
ac
Criterios para el diagnóstico clínico de la demencia frontotemporal
su
I. Criterios esenciales:
e
nt
A. Inicio insidioso y progresión gradual
ie
nd
B. Trastorno precoz de la conducta social y de las relaciones interpersonales
pe
C. Alteración precoz de la capacidad de autorregulación cuantitativa de la conducta personal
á
D. Superficialidad e indiferencia emocional precoces
t
es
E. Anosognosia precoz
y
ica
II. Manifestaciones que apoyan el diagnóstico:
ín
A. Comienzo antes de los 65 años
Cl
B. Agrupación familiar de demencia o antecedente de un trastorno similar en un familiar
ica
de primer grado
t
C. Trastorno de conducta
ác
Pr
1. Deterioro en el cuidado y en el aseo personales
de
3. Distractibilidad e impersistencia
uí
6. Conducta de utilización
de
• Habla entrecortada
bl
2. Lenguaje estereotipado
pu
3. Ecolalia
la
4. Perseveración
e
5. Mutismo tardío
sd
E. Signos físicos
de
2. Incontinencia urinaria
añ
neurona motora)
m
F. Pruebas complementarias
do
y la percepción espacial
tra
n
Ha
n.
ió
dominio frontal y/o temporal anterior
aciz
al
III. Aspectos que excluyen el diagnóstico:
tu
A. Aspectos clínicos
ac
1. Inicio brusco, episodios intercurrentes de deterioro agudo
su
2. Traumatismo craneal previo próximo al inicio de las manifestaciones
e
3. Trastorno de memoria intenso en fases iniciales de la demencia
nt
ie
4. Desorientación espacial
nd
5. Logoclonías y pérdida rápida de la cadena de pensamiento
pe
6. Mioclonías
á
7. Debilidad de tipo corticospinal
t
es
8. Ataxia cerebelosa
y
9. Coreoatetosis
ica
B. Pruebas complementarias
ín
1. Alteraciones de localización predominantemente postrolándica en las pruebas de
Cl
neuroimagen estructural o funcional, o lesiones cerebrales multifocales en tomogra-
ica
fía computada o resonancia magnética.
t
ác
2. Resultados en las pruebas de laboratorio indicativos de afectación cerebral de una
Pr
alteración inflamatoria o metabólica, como por ejemplo esclerosis múltiple, sífilis,
de
2. Pérdida del significado de las palabras, evidenciada por una alteración en la capa-
s
3. Parafasias semánticas
5
y/o
de
y/o
do
n.
ió
las normas estándar del idioma)
aciz
al
II. ASPECTOS QUE APOYAN EL DIAGNÓSTICO
tu
A. Aspectos que apoyan el diagnóstico de una degeneración frontotemporal
ac
1. Inicio antes de los 65 años
su
2. Antecedente de trastorno similar en familiar de primer grado
e
3. Enfermedad de neurona motora (en una minoría de pacientes), con parálisis bul-
nt
ie
bar, debilidad y adelgazamiento muscular, y fasciculaciones.
nd
B. Habla y lenguaje
pe
1. Logorrea
á
2. Uso idiosincrático de las palabras
t
es
3. Ausencia de parafasias fonémicas
y
4. Dislexia y disgrafia superficial (en palabras irregulares de idioma no español cuya
ica
pronunciación no se corresponde con la de sus sílabas)
ín
5. Cálculo aritmético no alterado
Cl
C. Conducta
ica
1. Pérdida de interés y de empatía (sintonía afectiva) con las demás personas
t
2. Disminución del interés por el entorno
ác
Pr
3. Tacañería o avaricia
de
D. Signos físicos
a
E. Pruebas complementarias
es
1. Neuropsicología
de
2. Electroencefalograma: normal
pu
A. De la anamnesis y de la exploración
añ
4. Desorientación espacial
m
6. Mioclonías
rri
7. Debilidad corticospinal
cu
8. Ataxia cerebelosa
ns
tra
n
Ha
n.
ió
1. Neuroimagen cerebral
ac
a. La deficiencia estructural o funcional predomina en la región retrorrolándica
iz
al
b. Lesiones multifocales en tomografía computarizada o en resonancia magnética
tu
2. Pruebas analíticas de laboratorio descubren signos de afectación cerebral por pro-
ac
cesos inflamatorios o infecciosos como la esclerosis múltiple, la sífilis, el sida o la
su
encefalitis herpética.
e
nt
ie
Criterios para el diagnóstico clínico de la afasia no fluente progresiva
nd
Inicialmente y a lo largo de la evolución destaca una alteración del lenguaje expresivo,
pe
manteniéndose normales o relativamente preservadas las demás funciones cognitivas.
á
t
es
I. ASPECTOS DIAGNÓSTICOS ESENCIALES
y
A. Inicio insidioso y progresión gradual
ica
B. Habla espontánea no fluente y al menos una de las siguientes alteraciones: agrama-
ín
tismo, parafasias fonémicas, anomia.
Cl
ica
t
II. ASPECTOS QUE APOYAN EL DIAGNÓSTICO ác
Pr
A. Aspectos que apoyan el diagnóstico de una degeneración frontotemporal
de
3. Enfermedad de neurona motora (en una minoría de pacientes), con parálisis bul-
G
B. Habla y lenguaje
1. Tartamudez o apraxia oral
de
3. Alexia, agrafia
ica
C. Conducta
1. Conducta social apropiada en fases iniciales
la
e
E. Pruebas complementarias
5
no de la percepción espacial
ás
n.
A. De la anamnesis y de la exploración
ió
1. Inicio brusco y eventos ictales
ac
2. Traumatismo craneal próximo al inicio de las manifestaciones
iz
al
3. Amnesia precoz intensa
tu
4. Desorientación espacial
ac
5. Habla festinante o acelerada, logoclónica, con pérdidas en el curso del pensamiento
su
6. Mioclonías
e
7. Debilidad corticospinal
nt
ie
8. Ataxia cerebelosa
nd
9. Coreoatetosis
pe
B. Pruebas complementarias
á
1. Neuroimagen cerebral
t
es
a. La deficiencia estructural o funcional predomina en la región retrorrolándica
y
b. Lesiones multifocales en tomografía computarizada o en resonancia magnética
ica
2. Pruebas analíticas de laboratorio descubren signos de afectación cerebral por pro-
ín
cesos inflamatorios o infecciosos como la esclerosis múltiple, la sífilis, el sida o la
Cl
encefalitis herpética
tica
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
vascular,58 adaptación y traducción extraída de la GPC
ió
ac
de la SEN, 20096,46
iz
al
tu
ac
I. Criterios obligatorios para diagnosticar demencia vascular probable:
su
1. Demencia: deterioro respecto al nivel previo de la memoria y al menos otras dos fun-
e
nt
ciones cognitivas (orientación, atención, lenguaje, funciones visuoespaciales, funciones
ie
nd
ejecutivas, control motor, praxias), suficiente como para interferir en las actividades
pe
diarias (independientemente de lo que interfieran las deficiencias físicas). Se excluyen
pacientes con alteración del nivel de conciencia, síndrome confusional agudo, psicosis,
á
t
es
afasia intensa o alteración sensitivomotora notable que impidan la objetivación adecua-
y
da de las alteraciones neuropsicológicas. También se excluyen los pacientes con altera-
ica
ciones sistémicas u otras enfermedades cerebrales (como la enfermedad de Alzheimer)
ín
que por sí mismas pudieran explicar las alteraciones cognitivas.
Cl
ica
2. Enfermedad cerebrovascular, demostrada a través de signos focales congruentes con
t
ác
ictus previo, con o sin relato de ictus previo, y evidencia de lesiones vasculares en la
Pr
neuroimagen –TAC o RM– (infartos en territorios de arteria de gran calibre, o de una
de
sola que afecta a localización estratégica para producir alteraciones cognitivas –circun-
volución angular, tálamo, región frontobasal, territorios de arterias cerebrales anterior
a
uí
d. Parálisis pseudobulbar
de
ac
otras funciones cognitivas, sin que aparezcan en la neuroimagen lesiones cerebrales fo-
iz
al
cales que lo expliquen
tu
b. Ausencia de signos neurológicos focales aparte de las alteraciones cognitivas
ac
c. Ausencia de lesiones cerebrovasculares en TAC o RM
su
e
IV. Criterios de demencia vascular posible:
nt
ie
nd
Demencia (según I.1), con signos neurológicos focales, en pacientes en los que no pode-
pe
mos disponer de neuroimagen confirmatoria, o en aquellos que no muestran una rela-
á
ción cronológica congruente entre los ictus y la demencia; también en pacientes con evi-
t
es
dencia de enfermedad cerebrovascular, en los que la demencia tiene comienzo insidioso
y
o evolución diferente de la esperada (mesetas prolongadas o mejorías)
ica
ín
V. Criterios de demencia vascular confirmada:
Cl
ica
a. Criterios clínicos de demencia vascular probable
t
ác
b. Evidencia histopatológica de enfermedad cerebrovascular, obtenida a través de biop-
Pr
sia o autopsia
de
c. Ausencia de más ovillos neurofibrilares y placas neuríticas de las esperadas por la edad
a
demencia
G
ta
es
– Enfermedad de Binswanger
bl
– Demencia talámica
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
para distinguir entre DV y EA59
ió
aciz
al
Comienzo súbito 2
tu
Deterioro a brotes 1
ac
Curso fluctuante 2
su
Confusión nocturna 1
e
Conservación de la personalidad 1
nt
ie
Depresión 1
nd
Síntomas somáticos 1
pe
Labilidad emocional 1
á
Hipertensión arterial 1
t
es
Antecedentes de ictus 2
y
Signos de aterosclerosis 1
ica
Signos neurológicos focales 2
ín
Síntomas neurológicos focales 2
Cl
t ica
Una puntuación de 4 o menos apoya un diagnóstico de demencia tipo Alzheimer, y una
ác
puntuación de 7 o más apoya un diagnóstico de demencia multiinfarto.
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
cognitivo ligero (2009)6,65
ió
aciz
al
Alteración en una o más de las siguientes áreas (o dominios) cognitivos:
tu
Atención/funciones ejecutivas
ac
Lenguaje
su
Memoria
e
Área visuoespacial
nt
ie
Esta alteración debe ser:
nd
Adquirida
pe
Referida por el propio paciente o por un informador fiable
á
De meses o años de evolución
t
es
Objetivada en la exploración neuropsicológica (rendimiento , 1 o 1,5 DE respecto
y
del grupo de la misma edad y nivel de estudios)
ica
La alteración cognitiva interfiere de forma mínima o no interfiere con las actividades
ín
habituales
Cl
No existe un trastorno del nivel de conciencia, estado confusional agudo, síndrome neu-
ica
roconductual focal ni demencia
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
(GDS) y Functional Assessment Staging (FAST),
ió
ac
correspondencia en EA, adaptado de la traducción
iz
al
al castellano del grupo de estudio de neurología de la
tu
ac
conducta y demencias (guía SEN, 2002)19
su
e
nt
Estadio GDS Estadio FAST Características
ie
nd
y diagnóstico
pe
clínico
á
GDS 1. Ausencia 1. Adulto normal Ausencia de dificultades objetivas o
t
es
de alteración subjetivas
y
cognitiva
ica
ín
GDS 2. Defecto 2. Adulto normal Quejas de pérdida de memoria. No se
Cl
cognitivo muy de edad objetiva déficit en el examen clínico. Hay
ica
leve pleno conocimiento y valoración de la
t
ác
sintomatología
Pr
GDS 3. Defecto 3. EA incipiente Primeros defectos claros
de
erróneamente objetos de valor
ica
Se observa evidencia objetiva de defectos
e
intensiva.
de
s
• Conocimiento disminuido de
m
en la sustracción seriada.
tra
n
Ha
controlar su economía, etc.
n.
ió
Frecuentemente no hay defectos en:
ac
• Orientación en tiempo y persona.
iz
al
• Reconocimiento de caras y personas
tu
familiares
ac
• Capacidad de viajar a lugares conocidos
su
La negación es el mecanismo de defensa
e
predominante
nt
ie
GDS 5. Defecto 5. EA moderada El paciente no puede sobrevivir mucho
nd
cognitivo tiempo sin alguna asistencia. Requiere
pe
moderadamente asistencia para escoger su ropa. Es incapaz
á t
grave de recordar aspectos importantes de
es
su vida cotidiana (dirección, teléfono,
y
ica
nombres de familiares). Es frecuente
cierta desorientación en tiempo o en lugar.
ín
Cl
Dificultad para contar al revés desde 40 de
ica
4 en 4 o desde 20 de 2 en 2. Sabe su nombre
y generalmente el de su esposa e hijos.
t
ác
Pr
GDS 6. Defecto 6. EA moderada- Se viste incorrectamente sin asistencia o
de
o indicaciones
de
6d Incontinencia urinaria
5
de
6e Incontinencia fecal
ás
n.
ió
7b Sólo es capaz de decir una palabra inteligible
aciz
7c Incapacidad de deambular sin ayuda
al
tu
7d Incapacidad para mantenerse sentado sin
ac
ayuda
su
7e Pérdida de capacidad de sonreír
e
nt
ie
7f Pérdida de capacidad de mantener la cabeza
nd
erguida
pe
á
t
es
y
ica
ín
Cl
ica
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ac
¿Qué es la demencia?
iz
al
La Organización Mundial de la Salud define la demencia como un “síndrome debido a una
tu
ac
enfermedad del cerebro, generalmente de naturaleza crónica o progresiva, en la que hay
déficits de múltiples funciones corticales superiores, entre ellas la memoria, el pensamien-
su
to, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el
e
nt
juicio. La conciencia permanece clara. El déficit cognoscitivo se acompaña de deterioro
ie
del control emocional, del comportamiento o de la motivación”.
nd
Estas pérdidas son mayores que en el envejecimiento normal y de entidad suficiente
pe
como para afectar a las actividades cotidianas que la persona realizaba previamente.
á
t
Si los problemas cognitivos se inician a partir de los 65 años se considera que la de-
es
mencia es de inicio tardío o senil. Si se inicia por debajo de los 65 años se considera que la
y
ica
demencia es de inicio precoz o presenil.
ín
Cl
¿Es frecuente la demencia?
tica
ác
Afecta al 5% de los mayores de 65 años y aumenta con la edad, hasta afectar al 20% de
Pr
los mayores de 80 años. La demencia más frecuente es la enfermedad de Alzheimer, que
representa el 70% del total de demencias. Otras demencias, que se presentan con una
de
Los síntomas son principalmente cognitivos (memoria, lenguaje, habilidades para el cál-
n
ció
culo y toma de decisiones, etc.), pero también pueden aparecer trastornos de conducta
ica
pérdida de autonomía para la higiene y el vestido), trastornos del sueño, del apetito o in-
la
continencia urinaria.
e
sd
Excepto en las demencias debidas a una causa que se puede tratar, como es el caso de las
añ
de deterioro rápido.
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
Algunos factores aumentan ligeramente el riesgo de sufrir demencia, entre éstos destaca
ió
ac
la edad, la depresión, el tabaquismo, la exposición a pesticidas o un nivel de escolarización
iz
bajo. Para los casos hereditarios se considera un riesgo el tener familiares de primer grado
al
afectados.
tu
ac
Por otro lado, el ejercicio físico, la actividad intelectual y el consumo moderado de
su
alcohol podrían actuar como factores beneficiosos.
e
nt
¿Cómo se diagnostica la demencia?
ie
nd
pe
El diagnóstico lo ha de realizar un médico basándose en los síntomas que presenta el pa-
ciente y los que relata el informador. Es preciso contar con un informador fiable ya que,
á
t
es
por la naturaleza de la enfermedad, el paciente no podrá informar bien y no será conscien-
y
te de todos sus síntomas.
ica
Algunas pruebas ayudan a descartar otras enfermedades que pueden simular una
ín
demencia o a distinguir entre diferentes tipos de demencia.
Cl
ica
¿Cuáles son las pruebas que deben realizarse
t
ác
para diagnosticar una demencia?
Pr
de
Las pruebas que deben realizarse de forma sistemática para diagnosticar una demencia son:
a
uí
G
• Análisis de sangre.
ta
• Pruebas cognitivas: permiten establecer el grado de deterioro que presenta el pacien-
es
te, distinguir entre demencias, deterioro cognitivo ligero, depresión y normalidad.
de
En casos complejos o de diagnóstico incierto puede ser que se precisen otras pruebas
ica
más complejas, que se realizan habitualmente en centros especializados.
bl
pu
La mayor parte de los casos de demencia no son hereditarios, si bien el hecho de tener an-
de
Sólo un muy pequeño porcentaje de los casos de demencia (uno o dos casos de cada mil)
o
añ
está causado por alteraciones en los genes. Esos casos sí son hereditarios y se transmiten
5
n.
en un paciente con demencia?
ió
ac
Sólo se han de realizar estudios genéticos en casos de Alzheimer de inicio precoz (, 65
iz
al
años) con familiares de primer grado también afectos; en casos de degeneración lobular
tu
frontotemporal con familiares de primer grado afectos o en casos de enfermedades prióni-
ac
cas, siempre que el afecto o sus familiares así lo deseen. En esos casos se recomienda que
su
el paciente y su familia sean derivados a centros especializados en consejo genético.
e
nt
ie
¿Qué tratamientos existen para las demencias?
nd
pe
Algunas demencias secundarias tienen tratamiento específico según sea su causa (cirugía
á
t
para hidrocefalia o tumores, corrección de alteraciones endocrinas y metabólicas, etc.).
es
Pero la gran mayoría de demencias son degenerativas y actualmente no hay ningún
y
tratamiento que pueda frenar su progresión natural; no obstante, se dispone de algunos
ica
fármacos que han demostrado ser eficaces en la enfermedad de Alzheimer (donepezilo,
ín
Cl
galantamina, rivastigmina, memantina) y, algunos de ellos también en otras enfermedades
degenerativas.
ica
En ocasiones pueden ser necesarios otros tratamientos farmacológicos para tratar
t
ác
trastornos de conducta (insomnio, delirios, alucinaciones, agresividad, etc.).
Pr
La demencia es una enfermedad que tiene un gran impacto en el entorno próximo del
sd
paciente, por lo que la figura del cuidador tiene una extraordinaria importancia.
de
puede implicar tener que dejar el trabajo, disponer de menor libertad personal, necesidad
añ
de recursos económicos, etc. para aquel que realiza este trabajo. Todos estos aspectos pue-
5
den producir ansiedad, depresión, estrés y alteraciones de salud del cuidador y deben ser
de
res, que pueden facilitar ayudas para la asistencia al paciente en el domicilio o para plani-
rri
ficar y valorar el uso de servicios externos (cuidador externo, centro de día, residencia, ley
cu
ns
de dependencia, etc.).
tra
n
Ha
n.
tener implicaciones éticas y/o legales para su familia
ió
ac
o cuidador?
iz
al
tu
Ante un caso de demencia en la familia es necesario plantearse algunos aspectos éticos y
ac
legales. La redacción de las voluntades anticipadas o testamento vital, cuando la persona
su
todavía conserva sus capacidades, deben ser cuestiones para tener en cuenta. También
aspectos como la valoración de la capacidad para conducir vehículos o tener armas nece-
e
nt
sitan de un replanteamiento. En otras ocasiones es necesario iniciar un proceso legal de
ie
nd
incapacitación, o bien tomar decisiones financieras, etc., para lo que es conveniente recibir
pe
asesoramiento jurídico.
á
t
es
¿Cómo podemos contribuir a la investigación
y
en la demencia?
ica
ín
Cl
Dado que no se conocen las causas de la mayor parte de los distintos tipos de demencia,
ica
la investigación es imprescindible para avanzar en la comprensión de estas enfermedades
t
y en el desarrollo de futuros tratamientos. Para poder llevarla a cabo es necesaria la co-
ác
laboración del mayor número de pacientes posible, que pueden contribuir de múltiples
Pr
las mismas cosas y no reconoce sus fallos. Después se afectan otras facultades (lenguaje,
s
así, en una primera etapa, la persona necesita supervisión para actividades complejas. Con
5
la progresión de la enfermedad, precisará ayuda directa para las actividades más básicas
de
de la vida diaria.
ás
como indiferencia, pérdida del control de las emociones, depresión o cambios en el apeti-
do
n.
La causa de la enfermedad de Alzheimer no es conocida en la actualidad, no obstante, se
ió
ac
sabe que en el cerebro de los pacientes con Alzheimer se observan depósitos anormales de
iz
proteínas (beta-amiloide y tau hiperfosforilada) que alteran el funcionamiento neuronal,
al
lo que conduce a la muerte de las neuronas afectadas. Las lesiones se concentran inicial-
tu
ac
mente en regiones cerebrales esenciales para la memoria y se van extendiendo de forma
su
progresiva por la corteza cerebral afectando a áreas que controlan otras funciones.
Existen casos, poco frecuentes, en los que la enfermedad es hereditaria y puede afec-
e
nt
tar a pacientes menores de 60 años, en los que se han encontrado mutaciones genéticas
ie
que causan la enfermedad.
nd
pe
¿Qué es la demencia vascular?
tá
es
y
Es un tipo de demencia producida por falta de riego sanguíneo en zonas importantes para
ica
el funcionamiento cognitivo normal. La demencia vascular es la segunda demencia más fre-
ín
cuente después de la enfermedad de Alzheimer y representa el 12% de las demencias. Es ha-
Cl
bitual que coexistan ambos tipos de demencia, que interaccionen entre ellas y con frecuencia
ica
no se puede distinguir en qué grado contribuye cada una a la clínica del paciente.
t
ác
Pr
La demencia vascular puede ser de varios tipos, entre los que se encuentran:
a
uí
G
siones vasculares de la sustancia blanca profunda del cerebro por enfermedad de los
bl
incontinencia.
e
función cognitiva.
tra
n
Ha
n.
Los criterios diagnósticos se basan en la presencia de demencia, de antecedentes de ictus,
ió
ac
de signos neurológicos focales y de lesiones vasculares en la neuroimagen. Asimismo,
iz
debe existir una correlación entre el grado de afectación vascular y los datos clínicos y
al
neuropsicológicos.
tu
ac
su
¿Qué tratamiento existe para la demencia vascular?
e
nt
Aunque los infartos no son reversibles, hay que tratar los factores de riesgo vascular (dia-
ie
nd
betes, hipertensión, colesterol alto, etc.) para reducir el riesgo de nuevas lesiones. Pueden
pe
usarse algunos fármacos utilizados en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, aun-
que el beneficio clínico sea pequeño.
á
t
es
y
¿Qué es la degeneración lobular frontotemporal
ica
o demencia frontotemporal?
ín
Cl
ica
La degeneración lobular frontotemporal es una enfermedad neurodegenerativa rara, pero
t
en pacientes de menos de 65 años es la segunda causa de demencia degenerativa. En el
ác
cerebro se observa atrofia de los lóbulos frontales y/o temporales y de estructuras subcor-
Pr
más frecuente y constituye más de la mitad de los casos. En los casos de variante frontal
G
de la memoria, si bien pueden aparecer, no son tan importantes en fases iniciales como en
n
la enfermedad de Alzheimer.
ció
ica
frontotemporal?
la
e
sd
ración de normas sociales, abandono de cuidado personal, falta de empatía, etc.) y/o del
lenguaje (pérdida del significado de las palabras o dificultades para expresarse y/o articular
os
palabras) y menor afectación de la memoria. En fases avanzadas se afectan todas las fun-
añ
ciones cognitivas y en algunos pacientes aparecen complicaciones motoras, bien con sínto-
5
de
otros la evolución clínica de ambas puede ser muy similar y hay casos en los que sólo en el
rri
cu
n.
lobular frontotemporal?
ió
ac
Como el resto de enfermedades neurodegenerativas, la evolución de esta demencia tiene
iz
al
carácter progresivo, de forma similar a la enfermedad de Alzheimer y el deterioro cogniti-
tu
vo empeora para acabar siendo global. No obstante, se debe señalar que la enfermedad es
ac
muy heterogénea y su curso clínico es muy variable en los distintos pacientes.
su
e
nt
¿Cómo se diagnostica la demencia frontotemporal?
ie
nd
El diagnóstico se realiza con base en los criterios clínicos, por la presencia de determinados
pe
síntomas, con el apoyo de las pruebas radiológicas y descartando otros procesos. Si existen
á
t
antecedentes familiares de la misma enfermedad, puede tratarse de un caso genético. En esos
es
casos es posible realizar un estudio genético si el paciente y/o la familia están interesados.
y
ica
¿Qué tratamiento existe para la degeneración lobular
ín
Cl
frontotemporal?
tica
ác
Como en el resto de las enfermedades neurodegenerativas no existen tratamientos curativos.
Pr
Los fármacos usados en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer no ofrecen beneficios
de
Es una enfermedad neurodegenerativa que produce unas lesiones típicas (cuerpos y neu-
de
de Lewy?
pu
la
• Fluctuaciones del nivel de conciencia, en los que el paciente está más somnoliento o
5
poco reactivo, durante horas o días, o bien está atento y con la mente más clara.
de
sueños agitados o intolerancia a los fármacos usados para tratar la agitación, la agre-
cu
n.
La demencia con cuerpos de Lewy es menos frecuente que la enfermedad de Alzheimer,
ió
ac
pero es la tercera más frecuente después de ésta y de la demencia vascular. Representa
iz
aproximadamente el 8% del total de las demencias.
al
tu
ac
¿Qué es la demencia asociada a la enfermedad
su
de Parkinson?
e
nt
ie
Es la demencia que aparece en pacientes que ya tenían previamente una enfermedad de
nd
Parkinson. En las personas afectadas por la enfermedad es habitual encontrar pequeños
pe
déficits cognitivos, principalmente lentitud mental, problemas de memoria y falta de aten-
á
t
ción, pero algunos pacientes acaban desarrollando un deterioro cognitivo importante, lle-
es
gando a desarrollar una demencia.
y
Las lesiones cerebrales que se producen son parecidas a las de la demencia con cuer-
ica
pos de Lewy.
ín
Cl
ica
¿Es frecuente la enfermedad de Parkinson
t
ác
con demencia?
Pr
de
afectos de esta enfermedad y llega a afectar hasta al 80% de ellos al cabo de 8 años de
uí
enfermedad.
G
ta
es
mas motores y cognitivos empeoran con el paso del tiempo, así como el grado de depen-
ica
dencia del paciente. Además, la necesidad de aumento del número de fármacos y su dosis
bl
han hallado familias en que algunos miembros tienen enfermedad de Parkinson y otros
de
presentan demencia con cuerpos de Lewy, por lo que la genética podría tener un papel
ás
alteraciones genéticas.
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
de Lewy?
ió
ac
El diagnóstico es clínico, y se basa en la presencia de demencia, alucinaciones y parkinso-
iz
al
nismo (lentitud de movimientos, rigidez muscular, inestabilidad, etc.), descartando otras
tu
enfermedades que puedan justificar los síntomas. Como en toda demencia, las pruebas
ac
habituales son un análisis de sangre y una prueba de neuroimagen (escáner o resonancia)
su
para descartar otras enfermedades. En caso de duda entre enfermedad de Alzheimer o
e
demencia con cuerpos de Lewy, sobre todo cuando no hay un claro parkinsonismo, es ne-
nt
ie
cesario realizar pruebas de neuroimagen más complejas.
nd
pe
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Parkinson
tá
es
con demencia?
y
ica
La enfermedad de Parkinson con demencia se diagnostica cuando un paciente tiene ya una
ín
enfermedad de Parkinson diagnosticada mediante los criterios apropiados y presenta un de-
Cl
terioro cognitivo de suficiente magnitud para ser considerado demencia. Hay que descartar
ica
que este deterioro no sea debido a otras enfermedades. El deterioro cognitivo puede ser
t
ác
difícil de valorar cuando el paciente está muy afectado por los síntomas parkinsonianos.
Pr
de
con demencia?
es
de
tualmente no hay ningún tratamiento que pueda frenar su progresión natural. Algunos de
ció
pacientes.
pu
síntomas psicóticos como delirios y alucinaciones, mientras que los otros medicamentos
sd
de
usados para tratar estos síntomas pueden empeorar los síntomas parkinsonianos.
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
27/09/13 13:01
Anexo 3. Glosario
n.
ió
ac
Actividades avanzadas de la vida diaria (AAVD): Constituyen un conjunto de acti-
iz
vidades especialmente complejas y elaboradas de control del medio físico y del entorno
al
tu
social que permiten al individuo desarrollar un papel social, mantener una buena salud
ac
mental y una buena calidad de vida. Entre ellas encontramos: actividad laboral, jardinería,
su
bricolaje, aficiones, viajes, participación social, deportes, etc.
e
nt
Actividades básicas de la vida diaria (ABVD): Son el conjunto de actividades prima-
ie
rias de la persona, encaminadas a su autocuidado y movilidad, que le dotan de autonomía
nd
e independencia elementales y le permiten vivir sin precisar ayuda continua de otros; entre
pe
ellas se incluyen actividades como: comer, controlar esfínteres, usar el retrete, vestirse,
á
t
bañarse, trasladarse, deambular, etc.
es
y
Actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD): Son las que permiten a la perso-
ica
na adaptarse a su entorno y mantener una independencia en la comunidad. Dependen, al
ín
igual que las actividades básicas, del estado de salud del individuo, pero intervienen otros
Cl
elementos, como son el estado afectivo, los rendimientos cognitivos y aspectos del entor-
ica
no social. Incluyen actividades como: telefonear, comprar, cocinar, cuidar la casa, utilizar
t
transportes, manejar la medicación, manejar el dinero, etc. ác
Pr
ADAS-Cog: Es la parte cognitiva de la Alzheimer’s Desease Assessment Scale que in-
de
cluye 11 pruebas individuales: capacidad de lenguaje oral (de 0 a 5), comprensión de lengua-
a
je oral (de 0 a 5), capacidad para recordar las instrucciones de las pruebas (de 0 a 5), dificul-
uí
tad para encontrar palabras (de 0 a 5), capacidad para cumplir órdenes (de 0 a 5), nombrar
G
ta
objetos (de 0 a 5), dibujo constructivo (de 0 a 5), praxis ideacional (de 0 a 5), orientación (de
es
0 a 8), capacidad para recordar palabras (de 0 a 10), y reconocimiento de palabras (de 0 a
de
12). La puntuación oscila entre 0 y 70; la puntuación alta indica mayor deterioro.
n
Agonía: Estado que precede a la muerte en aquellas enfermedades en las que la vida
ns
se extingue gradualmente. Puede durar horas o pocos días y se caracteriza por la aparición
tra
n
Ha
n.
cuente aumento de horas de cama, disminución de la ingesta y alteración de las constantes
ió
ac
vitales, tendencia progresiva a la hipotensión, taquicardia y oliguria, con percepción de
iz
muerte inminente por parte del paciente, familia y equipo de profesionales sanitarios.
al
tu
Aleatorización: Procedimiento por el que la selección de una muestra o la asignación
ac
a un tratamiento u otro, o a placebo, se hace por mecanismos de azar.
su
Análisis genético (*): Procedimiento destinado a detectar la presencia, ausencia o
e
nt
variantes de uno o varios segmentos de material genético, lo cual incluye las pruebas indi-
ie
rectas para detectar un producto génico o un metabolito específico que sea indicativo ante
nd
todo de un cambio genético determinado.
pe
Anorexia: Es un trastorno alimentario, que se caracteriza por la falta normal de ape-
á
t
es
tito; puede deberse a causas fisiológicas que desaparece cuando cesa su causa, o bien a
y
causas psicológicas.
ica
APOE: Glicoproteína involucrada en el transporte de colesterol y otros lípidos a tra-
ín
vés de las membranas celulares en el cerebro. Se produce principalmente en las células de
Cl
la glía y parece que está involucrada en el crecimiento celular y la regeneración neuronal.
ica
t
Apolipoproteína E (ApoE): Glicoproteína involucrada en el transporte de colesterol
ác
y otros lípidos a través de las membranas celulares en el cerebro. Se produce principal-
Pr
mente en las células de la glía y parece que está involucrada en el crecimiento celular y la
de
regeneración neuronal. El gen ApoE tiene tres polimorfismos: 3 (el más frecuente, pre-
a
uí
por trastornos motores elementales (paresia, distonía, temblor, etc.) y con pleno conoci-
de
emocional.
pu
der las necesidades, alcanzar los objetivos o cumplir los deseos. Tiene dos dimensiones: a)
sd
dimensión externa: relativa a actos jurídicos o no, que tienen que ver con terceros; b) di-
de
mensión interna: relativa a los actos propios, como el autocuidado. El autogobierno tiene
os
persona debe tener la inteligencia teórica suficiente para tomar conciencia de los elemen-
5
cial o poder preventivo: conferir facultades a favor de una tercera persona para que pueda
ns
n.
ió
Caquexia: Cuadro de desnutrición y pérdida de peso que puede asociarse a la astenia.
ac
iz
CDR: Clínica dementia rating es una escala de valoración global del grado de de-
al
mencia que evalúa seis ámbitos cognitivos y funcionales: memoria, orientación, juicio y
tu
resolución del problema, capacidad de actuación en la comunidad, actividad en domicilio
ac
y aficiones y cuidado personal. Se obtiene una puntuación total sumando las puntuaciones
su
en cada ámbito y una puntuación global como sumario de las anteriores, en la que se po-
e
nt
tencia la valoración del estado de la memoria.
ie
nd
CGIC: La impresión clínica global de cambio es una clasificación global de todos los
pe
dominios de la enfermedad actual de un paciente en comparación con el valor inicial. Es
una escala de 7 puntos, que va de 1 (mucho mejor) a 7 (mucho peor); 4 indica cambios. El
á
t
es
mismo profesional realiza la evaluación en ambos puntos temporales con aportaciones de
y
familiares y cuidadores.
ica
CIBIC-plus: Escala de impresión de cambio basada en la entrevista con el médico,
ín
proporciona una evaluación global de la función en cuatro áreas: general, cognitiva, con-
Cl
ductual y de las actividades de la vida diaria. Todos los participantes reciben 4 puntos al
ica
inicio del estudio y las evaluaciones subsiguientes sobre una escala de 1 a 7 puntos se rela-
t
ác
cionan con el valor inicial, donde 1 es una mejoría notoria, y 7 una desmejoría importante.
Pr
La información se obtiene del cuidador y del paciente. Existen diferentes versiones.
de
Cochrane Library: Base de datos sobre efectividad producida por la Colaboración Coch-
a
uí
rane, compuesta, entre otras, por las revisiones sistemáticas originales de esta organización.
G
Consejo genético (*): Procedimiento destinado a informar a una persona sobre las
de
posibles consecuencias para él o su descendencia de los resultados de un análisis o cribado
n
genéticos y sus ventajas y riesgos y, en su caso, para asesorarla en relación con las posibles
ció
alternativas derivadas del análisis. Tiene lugar tanto antes como después de una prueba o
ica
mación adecuada.
sd
de
Debe ser comprensible y debe incluir el objetivo del tratamiento o del estudio, su proce-
de
estudio una vez iniciado en cualquier momento, sin que ello le pueda perjudicar en otros
m
cibe la información.
rri
cu
n.
ió
Contractura: Se define como una disminución del 50% o más del movimiento pasivo
ac
normal de una articulación.
iz
al
Cuidador: Persona que presta apoyo desinteresado y voluntario a las personas afec-
tu
tadas que, o bien convive con el paciente, o bien dedica una parte de su tiempo (superior
ac
a 20 h semanales) a la atención de los pacientes.
su
e
Cuidador formal: Aquella persona, capacitada, o no, que cuida de forma directa a la
nt
persona afectada recibiendo una paga o beneficio pecuniario por su trabajo.
ie
nd
Cuidador informal: Persona que presta apoyo desinteresado y voluntario a la persona
pe
afectada. En la mayoría de casos se trata de familiares directos (cónyuge, hijo/hija, yerno/
á
suegra, hermanos, primos, etc.) o amigos muy próximos.
t
es
Cuidador principal: Aquella persona, procedente del sistema de apoyo informal del pa-
y
ica
ciente, que dedica la mayor parte del tiempo, medio en número de horas/día, a su cuidado.
ín
Cuidados paliativos: Enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias
Cl
que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a
ica
través de la prevención y alivio del sufrimiento, por medio de la identificación temprana y
t
ác
la impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas físicos, psicosociales y
Pr
espirituales.
de
Cuidados paliativos. Nivel básico: Tiene como objetivos el evaluar las necesidades de
es
los pacientes en distintos momentos o áreas de cuidados, responder a estas necesidades, y
de
que no tienen por qué ser clínicamente complejas, sino de tipo social o familiar.
e
sd
Curatela: Es una tutela de alcance reducido, que suele asignarse en supuestos de mo-
ás
m
n.
je, y patológicamente por atrofia focal de los lóbulos frontales y/o temporales. Aunque es
ió
ac
poco frecuente, constituye la segunda causa de demencia en menores de 65 años después
iz
de la enfermedad de Alzheimer. No se suele afectar de manera predominante la memoria
al
ni las habilidades espaciales.
tu
ac
Delírium: Estado confusional agudo que resulta de una disfunción cerebral difusa.
su
Clínicamente se caracteriza por una alteración simultánea de la atención, la percepción, el
e
pensamiento, la memoria, la conducta psicomotora, la emoción y el ritmo sueño-vigilia.
nt
ie
Demencia: Es un síndrome clínico caracterizado por un déficit adquirido en más de
nd
un dominio cognitivo, que representa una pérdida respecto al nivel previo y que reduce de
pe
forma significativa la autonomía funcional. La demencia cursa frecuentemente con sínto-
tá
mas conductuales y psicológicos (SCPD), también denominados síntomas conductuales y
es
emocionales o síntomas neuropsiquiátricos.
y
ica
Demencia asociada a la enfermedad de Parkinson: La demencia asociada a la enfer-
ín
medad de Parkinson (PDD) es la que aparece en el contexto de una enfermedad de Par-
Cl
kinson establecida, y que afecta a más de un dominio cognitivo, principalmente la atención
ica
y la función ejecutiva y visuoespacial. Para el diagnóstico operativo de PDD se considera
t
ác
que debe haber transcurrido al menos 1 año entre el inicio del parkinsonismo y la apari-
Pr
ción de la demencia, a diferencia de la demencia con cuerpos de Lewy.
de
Demencia avanzada: Fase de la demencia, sea cual sea su etiología, caracterizada por
a
una marcada dificultad en la realización de las actividades básicas de la vida diaria, (vestir-
uí
G
se, bañarse y lavarse, y utilización del lavabo). Con una pérdida jerárquica de las funciones
ta
que la subclasifica en grados de más severidad. En la fase más avanzada son comunes la
es
Demencia con cuerpos de Lewy: La demencia con cuerpos de Lewy se caracteriza clí-
n
nicamente por la asociación de deterioro cognitivo fluctuante, parkinsonismo y síntomas
ció
cerebral.
bl
pu
un inicio precoz o presenil por convención, cuando los primeros síntomas se inician antes
e
de los 65 años.
sd
de
en el que se pueden incluir las indicaciones que deben ser tenidas en cuenta, en el ámbito
do
médico, en el momento en que uno no pueda expresar su voluntad, así como nombrar
rri
n.
sión tisular verdadera o potencial”.
ió
ac
Dolor agudo: De inicio brusco y corta duración.
iz
al
Dolor crónico: Dura más de 1 mes.
tu
ac
Dolor irruptivo: Dolor de intensidad moderada o severa que aparece sobre un dolor
su
crónico. Puede ser de inicio inesperado o previsible (desencadenado por determinadas
e
maniobras conocidas por el paciente y/o su cuidador).
nt
ie
Dolor mixto: Coexistencia de varios de los mecanismos productores de dolor en una
nd
misma persona.
pe
Dolor neuropático: Causado por lesión directa de estructuras nerviosas, ya sea por in-
á
t
es
vasión directa tumoral, por consecuencias del tratamiento, o por infecciones en un pacien-
te debilitado (herpes zoster, etc.). El paciente lo describe como sensaciones desagradables,
y
ica
quemantes o punzantes o como sensación de acorchamiento, hormigueo, tirantez, prurito
ín
o presión.
Cl
Dolor somático: Se produce por la estimulación de los receptores de dolor en las es-
ica
tructuras musculoesqueléticas profundas y cutáneas superficiales.
t
ác
Dolor visceral: Causado por infiltración, distensión o compresión de órganos dentro
Pr
de la cavidad torácica o abdominal.
de
Duelo normal: Reacción natural –matizada por el entorno sociocultural–, normal y es-
es
perable, de adaptación a la pérdida de un ser querido, que sufren familiares y amigos antes,
de
días) duelo agudo; continúa después como duelo temprano (semanas, meses), intermedio
ica
(meses, años) y tardío (años). Probablemente no se acaba nunca, siempre queda una marca
bl
ansiedad, bienestar, somnolencia, apetito, cansancio. Cada escala consta de una línea de
de
100 mm. En el extremo izquierdo de la línea (0) con el término “ausente” se hace referencia
s
imaginable” (100) se expresa la máxima intensidad del síntoma. La suma de las mediciones
5
en las diversas líneas correspondientes a los distintos síntomas, da una puntuación global
de
que como mínimo sería 0 y como máxima puntuación 900. La cumplimentación de la escala
ás
en la persona con demencia debe ser realizada por el cuidador y/o familiar con capacidad
m
n.
ió
Enfermedad de Alzheimer: Es una entidad clinicopatológica de naturaleza degene-
ac
rativa y evolución progresiva, que se caracteriza clínicamente por demencia y neuropa-
iz
al
tológicamente por la presencia de ovillos neurofibrilares y placas neuríticas. Es el tipo de
tu
demencia más frecuente, representando hasta el 70% de los casos de demencia. En la ma-
ac
yoría de los casos la presentación es esporádica pero existen casos asociados a mutaciones
su
de transmisión autosómica dominante.
e
nt
Ensayo clínico: Estudio experimental para valorar la eficacia y la seguridad de un
ie
tratamiento o intervención.
nd
pe
Ensayo clínico aleatorizado: Tipo de ensayo clínico en el que los pacientes son asigna-
dos de forma aleatoria, por medio del azar, a los distintos tratamientos que se comparan.
á
t
es
Escala numérica: En una línea dividida en intervalos 0-10 el paciente indica la inten-
y
sidad del problema. Si no puede señalar la línea, puede indicar verbalmente el «número»
ica
que indica la intensidad del problema. Puntuación de 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10.
ín
Cl
Escalas analógicas visuales: Se han utilizado en la medición del dolor, pero pueden
ica
también ser de interés en la evaluación de otros síntomas subjetivos. Tienen la ventaja de
t
no ser limitantes y de su monitorización visual. El inconveniente mayor es la dificultad en
ác
Pr
la comprensión por parte de los enfermos de las instrucciones de utilización y los proble-
mas físicos y cognitivos para su cumplimentación en fases avanzadas de la enfermedad.
de
a
previamente definido, se dice que las diferencias son estadísticamente significativas; esto
bl
es, que es muy poco probable que las diferencias observadas entre tratamientos o grupos
pu
5%, y suele presentarse como p < 0,05. No obstante, debe tenerse en cuenta que una dife-
e
sd
rencia entre tratamientos puede ser estadísticamente significativa pero que ello no siem-
de
miento se usa para prevenir que los resultados de una investigación resulten “influencia-
m
dos” por el efecto placebo o por el sesgo del observador. Para valorar correctamente el
do
n.
nada enfermedad, o en general un determinado efecto. Una vez seleccionados los individuos
ió
ac
en cada grupo, se investiga si estuvieron expuestos o no a una característica de interés y se
iz
compara la proporción de expuestos en el grupo de casos frente a la del grupo de controles
al
tu
Estudio de cohorte: Consiste en el seguimiento de una o más cohortes de individuos
ac
que presentan diferentes grados de exposición a un factor de riesgo en quienes se mide la
su
aparición de la enfermedad o condición en estudio.
e
nt
Evidencia: Pruebas. Medicina basada en la evidencia: medicina basada en pruebas
ie
científicas.
nd
pe
Factor de confusión: Es una variable que distorsiona la medida de la asociación entre
otras dos variables a estudio. El resultado de la presencia de una variable de confusión
á
t
es
puede ser la observación de un efecto donde en realidad no existe o la exageración de una
y
asociación real (confusión positiva) o, por el contrario, la atenuación de una asociación
ica
real e incluso una inversión del sentido de una asociación real (confusión negativa).
ín
Factor de riesgo: Es toda circunstancia que aumenta las probabilidades de una perso-
Cl
na de contraer una enfermedad
ica
t
Fase terminal de la demencia: Pronóstico vital corto, inferior a 2 años, caracterizado
ác
por deterioro cognitivo severo, incapacidad muy marcada y total dependencia para las
Pr
ción o rechazo que impide la ingesta de alimentos y líquidos; pérdida de peso superior al
ta
GDS: Global deterioration scale, es una escala de evaluación de las fases de deterioro
desde la normalidad (0) hasta la fase más avanzada de la demencia (7).
la
e
Grupos de ayuda mutua (GAM): Grupos formados por cuidadores de personas afectadas
sd
de
por demencia, donde reciben formación teórica y práctica, a la vez que apoyo psicológico.
s
n.
limitada.
ió
ac
Incapacidad parcial: Capacidad de obrar parcialmente limitada.
iz
al
Incapacidad total: No tiene capacidad de obrar.
tu
ac
Incidencia: Es el número de casos nuevos de una enfermedad que se desarrollan en
su
una población durante un período de tiempo determinado. Nos indica la probabilidad de
e
que un individuo, libre de enfermedad, la desarrolle en un período determinado.
nt
ie
Índice de Barthel: Evalúa 10 actividades de la vida diaria (AVD): comer, lavarse, ves-
nd
tirse, arreglarse, deposiciones, micción, uso del retrete, capacidad para trasladarse, deam-
pe
bulación, subida/bajada de escaleras. Se puntúa de 0 a 100 (90 para pacientes limitados
á
a silla de ruedas). Las puntuaciones no son las mismas para cada actividad. La micción
t
es
y deposición deben ser valoradas respecto a la semana previa. Los resultados globales
y
se agrupan en cuatro categorías de dependencia, en función de la puntuación obtenida:
ica
Independiente (86 a 100), Dependencia leve (60 a 85), Dependencia moderada (40 a 55),
ín
Dependencia grave (20 a 35), Dependencia total (0 a 19).
Cl
ica
Índice de Katz: Es un método válido para valorar las actividades de la vida diaria.
t
Tiene una buena reproductibilidad inter e intraobservador y con una aceptable capacidad
ác
predictiva en la exploración de la capacidad funcional. Permite su utilización por diferen-
Pr
tes miembros del equipo y explorar de forma estructurada las capacidades del paciente.
de
a
decir que dentro de ese intervalo se encontraría el verdadero valor en el 95% de los casos
de
produce dentro de cualquier relación donde hay una expectativa de confianza que causa
ció
Metaanálisis: Es una técnica estadística que permite integrar los resultados de dife-
sd
de
rentes estudios (estudios de tests diagnósticos, ensayos clínicos, estudios de cohorte, etc.)
en un único estimador, dando más peso a los resultados de los estudios más grandes.
os
añ
pósito de generar ideas, compartir experiencias e intuir tendencias para el futuro. Preten-
ás
de analizar una realidad, alcanzando acuerdos sobre los que no se dispone de información
m
concluyente. Es especialmente útil cuando se trabaja con elementos muy subjetivos, en los
do
que resulta difícil determinar su valor intrínseco. El método se aplica por fases. Se procede
rri
tribuir al estudio con sus conocimientos y experiencias. Se determinan las preguntas que
ns
n.
ió
MMSE: Mini-mental State Examination, test que se utiliza para la evaluación breve
ac
de las capacidades cognitivas. El test plantea preguntas sobre orientación temporal y es-
iz
al
pacial, registro mnésico, cálculo seriado y atención, recuerdo, lenguaje oral y escrito, copia
tu
de un dibujo. Existe una versión española con 35 ítems (Lobo, 1979), 30 (Lobo, 1999) y
ac
una versión española con puntuación normalizada según edad y nivel de escolarización.
su
Morbilidad: Enfermedad ocasionada.
e
nt
NICE: Institución que forma parte del NHS (National Health Service británico). Su
ie
nd
papel es proveer a médicos, pacientes y al público en general de la mejor evidencia dispo-
pe
nible, fundamentalmente en forma de guías clínicas.
á
Niveles asistenciales: Diferentes modalidades de atención clínica que se imparten a las
t
es
personas dependiendo del tipo de atención y del lugar en que se realice dicha atención.
y
ica
NNT/NNH: Es una medida de la eficacia de un tratamiento. Es el número de per-
ín
sonas que se necesitaría tratar (“number needed to treat”, [NNT]) con un tratamiento
Cl
específico para producir, o evitar, un evento adicional. Del mismo modo se define como el
ica
número necesario para perjudicar o “number needed to harm” (NNH) para evaluar efec-
t
tos indeseables. ác
Pr
NOSGER: Nurse’s Observational Scale for Geriatric Patients. Escala observacional
de
completada por enfermeros para pacientes geriátricos. Contiene 30 ítems de conducta,
a
cada uno dispuesto en una escala de 5 puntos de acuerdo con la frecuencia de aparición.
uí
conducta.
de
una entrevista con el cuidador. Contiene 12 ítems con una puntuación total que varía de 0
ica
a 144.
bl
pu
que 1, el efecto del tratamiento es mayor (o menor) que el del control. Nótese que el efec-
sd
to que se está midiendo puede ser adverso (p.ej., muerte, discapacidad) o deseable (p.ej.,
de
dejar de fumar).
os
Percentil: Valor que divide un conjunto ordenado de datos estadísticos de forma que
añ
un porcentaje de tales datos sea inferior a dicho valor. Uno de los 99 puntos que dividen
5
Placebo: Es una sustancia o intervención inerte que se utiliza como control en la in-
m
vestigación clínica. Sirve para descartar las curaciones debidas a causas desconocidas que
do
Poder especial o poder preventivo: Conferir facultades a favor de una tercera persona
cu
ns
n.
ió
Potencia estadística: Es la capacidad de un test para detectar diferencias de una mag-
ac
nitud determinada como estadísticamente significativas entre los grupos comparados
iz
al
Prevalencia: Es la proporción de individuos de una población que presentan una en-
tu
fermedad o una característica en un momento, o período de tiempo determinado. Nos
ac
indica la probabilidad de que un individuo de una determinada población tenga una en-
su
fermedad en un momento o período de tiempo determinado
e
nt
Programa psicoeducativo: Es un recurso a través del cual se le proporciona a los
ie
nd
cuidadores, de personas con demencia, información y entrenamiento en habilidades para
pe
cuidar mejor y cuidarse mejor.
á
Proteína Tau: Las tau son proteínas microtubulares que abundan en las neuronas,
t
es
siendo mucho menos frecuentes fuera del sistema nervioso central. Su principal función es
y
la estabilización de los microtúbulos axonales a través de la interacción con la tubulina.
ica
ín
Revisión Cochrane: Revisión sistemática realizada según la metodología de la Cola-
Cl
boración Cochrane y publicada en la Biblioteca Cochrane.
ica
Revisión sistemática (RS): Es una revisión en la que la evidencia sobre un tema ha
t
ác
sido sistemáticamente identificada, evaluada y resumida de acuerdo a unos criterios pre-
Pr
determinados. Puede incluir o no el metaanálisis.
de
comparación
bl
pu
Sesgo: Es un error que aparece en los resultados de un estudio debido a factores que
dependen de la recolección, análisis, interpretación, publicación o revisión de los datos, y
la
SIGN: Agencia escocesa mutidisciplinaria que elabora guías de práctica clínica basa-
s
o
Sobrecarga del cuidador: La sobrecarga del cuidador se define como el grado en que
do
la salud física y emocional, la vida social o la situación financiera del cuidador sufren como
rri
n
Ha
n.
inicial, la rendición anual de cuentas, la necesidad de obtener autorización previa para
ió
ac
determinados actos de trascendencia económica y la presentación del balance final de
iz
cuentas una vez finalizada ésta.
al
tu
Tutelar: Significa cuidar, atender, alcanzando tanto el ámbito personal como el de
ac
administración de los bienes que la persona ostenta.
su
Tutor: Persona que se responsabiliza del cuidado y atención de los aspectos de ámbito
e
nt
personal así como de la administración de sus bienes, de una persona que ha perdido su
ie
capacidad de autogobierno debido a una enfermedad.
nd
pe
Tutor legal: Personas físicas y/o personas jurídicas, sin ánimo de lucro, entre cuyos fines
figure la protección de personas a las que les ha sido modificada la capacidad de obrar.
á
t
es
y
ica
ín
(*) definiciones según figura en la Ley de investigación biomédica
Cl
ica
Los términos relacionados con aspectos metodológicos se basan en el glosario de CASPe (pro-
grama de habilidades en lectura crítica en España), en http://www.redcaspe.org/homecasp.as
t
ác
Pr
de
a
uí
G
ta
es
de
n
ció
ica
bl
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
rri
cu
ns
tra
n
Ha
n.
ió
ac
AAN Academia Americana de Neurología
iz
al
AAS Ácido acetilsalicílico
tu
ac
AAVD Actividades avanzadas de la vida diaria
su
ABVD Actividades básicas de la vida diaria
e
nt
AChEI Cholineserase inhibitors
ie
nd
ACTH Hormona adrenocorticotropa
pe
AD Alzheimer Disease
á
t
es
ADAS-Cog Alzheimer Disease Assessment Scale - Cognitive
y
ADCS-ADL AD Cooperative Study - ADL Inventory
ica
ADCS-ADL-Sev. Alzheimer Disease Cooperative study-Activities of Daily
ín
Cl
Living Scale
ica
ADDTC California Alzheimer’s Disease Diagnostic and Treatment
t
Centers ác
Pr
ADFACS AD Functional Assessment and Change Scale
de
ADOM Atención domiciliaria
a
uí
AP Atención Primaria
añ
5
APO-E Apolipoproteína E
de
APP Proteína precursora del amiloide
ás
m
n
Ha
n.
ió
BEHAVE AD Behavioural Pathology in Alzheimer’s Disease Rating Scale
ac
iz
Bloq-Ca Bloqueantes del calcio
al
tu
BPRS Brief Psiquiatric Rating Escale
ac
su
BTN Banco Tejidos Neurológico
e
CAM Confusion Assessment Method
nt
ie
CAMDEX Cambridge Mental Disorders of the Elderly Examination
nd
pe
CAP Centro de Atención Primaria
á
CASE Caregiver Abuse Screen
t
es
CCDTD Canadian Consensus Conference on the Diagnosis
y
ica
and Treatment of Dementia
ín
CD Centro de Día
Cl
ica
CDR Clinical Dementia Rating
t
CEAFA ác
Confederación Española Asociaciones Familiares Alzheimer
Pr
CFS Líquido cefalorraquídeo
de
CGIC-C Clinical Global Impression of Change Dementia Rating
a
uí
Chol Colesterol
es
CIBIC Clinician’s Interview-Based Impression of Change
de
n
CP Cuidados paliativos
de
ás
tra
n
Ha
(Cognitive impairment without dementia)
n.
ió
DLB Demencia con cuerpos de Lewy
ac
iz
DLFT Degeneración lobular frontotemporal
al
tu
DM Diabetes mellitus
ac
DRS Dementia Rating Scale
su
DSM Diagnostic and Statiscal Manual of Mental Disorders
e
nt
ie
DSM-IV-TR Diagnostic and Statiscal Manual of Mental Disorder,
nd
4th edition, Text reviseds
pe
DSM-V Diagnostic and Statiscal Manual of Mental Disorder, 5th edition,
á
t
es
DUE Diplomados Universitarios de Enfermería
y
DV Demencia vascular
ica
ín
DVA Documento de voluntades anticipadas
Cl
EA Enfermedad de Alzheimer
ica
t
EADC European Alzheimer’s Disease Consortium
ác
Pr
EAE Equipos de Atención Especializada
de
EEG Electroencefalograma
e
sd
EH Enfermedad de Huntington
5
EP Enfermedad de Parkinson
rri
cu
tra
n
Ha
FAST Functional Assessment Staging Tool
n.
ió
FDA Food and Drug administration
ac
iz
FFI Fatal damilial insomnia
al
tu
FFV Fase final de la vida
ac
su
GAG Glicosaminoglicano
e
GAM Grupo de Ayuda Mutua
nt
ie
GBS Gottfries-Brane-Steen scale
nd
pe
GDS Global deterioration Scale. Escala de deterioro Global
á
GMS-AGECAT Geriatric Mental State
t
es
GPC Guía Práctica Clínica
y
ica
GPCOG General Practitioner Assessment of Cognition
ín
Cl
GSF Gold Standars Framework
ica
HAD Hamilton Anxiety Depression
t
HD Hospital de Día
ác
Pr
HIS Hachinski Isquemia Scale
de
a
HR Hazard ratio
uí
G
ns
n.
ió
MEC Mini-Examen Cognoscitivo (de Lobo)
ac
iz
MFyC Médico de Familia y Comunitaria
al
tu
MHIS Modified Hachinski Ischemic Score
ac
su
MIS Memory Impairment Scren
e
MMSE Minimental State Examination
nt
ie
MMSE - SEV Minimental para enfermedad severa
nd
pe
NICE National Institute for Health and Clinical Excellence
á
NINCDS/ADRDA National Institute of Neurologig, communicative disorders and
t
es
Stroke-Alzheimer Disease and related Disorders Association
y
Work Group
ica
ín
NINDS-AIREN National Institute of Neurological Disorders and Stroke/
Cl
Association Internationales pour la Recherche et l’Enseingement
ica
NMDA N-metil D-aspartato
t
ác
NOSGER Nurses Observation Scale for Geriatric patients
Pr
de
OR Odds ratio
n
ció
ns
n
Ha
n.
ió
RR Riesgo relativo
ac
iz
RS Revisión sistemática de la evidencia científica
al
tu
SCPD Síntomas conductuales y psicológicos de la demencia
ac
su
SD Síndrome de Down
e
SEAT Situación avanzada y terminal de enfermedad crónica
nt
ie
con pronóstico limitado
nd
SEMFYC Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria
pe
SEN Sociedad Española de Neurología
át
es
SIB Severe Impairment Battery
y
ica
SIBL Severe Impairment Battery Lenguage
ín
SNG Sonda nasogástrica
Cl
ica
SNS Sistema Nacional de Salud
t
SPECT ác
Tomografía computarizada por emisión de fotón simple
Pr
SPMSQ Short Portable Mental State Questionnaire (Pfeiffer)
de
T@M Test de alteración de memoria
a
uí
n.
ió
ac
Grupo de trabajo de la GPC sobre enfermedad de Alzheimer y otras demencias
iz
Daniel Andrés Alcolea, ha recibido apoyo de los laboratorios Pfizer, Janssen y Novartis
al
tu
para acudir a congresos, también ha recibido honorarios de Angelini por su participación
ac
como ponente en congresos, así como ayuda económica por parte de Pfizer y Janssen para
su
la financiación de una colaboración en estudios clínicos. Félix Bermejo Pareja, ha asesora-
e
do y colaborado en ensayos clínicos, estudios, simposios o monografías científicas patroci-
nt
nadas por los siguientes laboratorios: AstraZeneca, Bayer, Delangrange-Synthelabo, Eisai,
ie
nd
Esteve, Ferrer Internacional, Glaxo Wellcome, Grünenthal (Andrómaco), Hoescht MR,
pe
Janssen-Cilag, Lilly, Lundbeck, Novartis, Parke Davis, Pfizer, Pierre Fabre, Servier, SKB,
á
UCB Pharma, Uriach y Wyeth Research así como en fundaciones ligadas a la industria o a
t
es
corporaciones privadas: Fundación Mutua Madrileña y Fundación Pfizer. Albert Lleó Bisa,
y
ha recibido apoyo de los laboratorios Pfizer y Janssen para acudir a congresos, también ha
ica
recibido honorarios de Esteve, Novartis y Janssen por su participación como ponente en
ín
cursos o conferencias. José L. Molinuevo Guix, ha recibido honorarios como ponente finan-
Cl
ciados por Pfizer-Eisai, Novartis, Janssen-Cilag, Lundbeck, Esteve, Andrómaco, y honora-
ica
rios de Pfizer-Eisai, Novartis, Lundbeck, Elan y Janssen-Cilag por su participación como
t
ác
consultor. Mª Teresa Abellán Vidal, ha recibido apoyo de Pfizer-Eisai, Lundbeck, Esteve,
Pr
Janssen, Andrómaco Pfizer, para asistir a congresos y jornadas, así como ayuda económica
de
asistir al Congreso de la SEGG, así como honorarios de Lundbeck como ponente en confe-
G
rencias. Sebastià Riu Subirana, ha recibido honorarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos
ta
es
patrocinados por los laboratorios Novartis, GSK, Eisai, Wyeth, participa en el Consejo Ase-
ica
sor de los laboratorios General Elcetrics. Jaime Kulisevsky Bojarski, ha recibido soporte
bl
económico de los laboratorios Boehringer, Novartis, Pfizer, Lundbeck, y Merck Serono para
pu
varios proyectos de investigación patrocinado por los laboratorios Esteve. Rosa M. Yáñez
e
los Laboratorios Esteve. Antonio Turon Estrada, ha recibido apoyo de Novartis, Pfizer, Es-
de
teve, Andrómaco y Janssen para asistir a congresos y para confeccionar libros de neurología.
os
Guillermo García Ribas, ha recibido apoyo económico para asistir a congresos y reuniones
añ
Disease, y para participar como ponente en los cursos de Demencias en la Práctica Clíni-
ás
Neurología Vascular para Residentes, de los laboratorios Pfizer, Lundbeck, UCB Pharma,
do
índole no económico que pueden ser significativos en relación con la autoría en la guía: Em-
tra
n
Ha
n.
ió
significativa de material a la unidad o servicios: Ordenador para la Consulta. Laboratorios
ac
Lundbeck. Francesc Pujadas Navinés, ha recibido financiación para asistir a congresos y
iz
cursos de formación de los laboratorios Pfizer, Eisai, Novartis, Esteve, Janssen, Lundbeck,
al
tu
Andrómaco. Honorarios como ponente para impartir cursos y realizar conferencias sobre
ac
demencias y enfermedad de Alzheimer de los laboratorios Pfizer, Lundbeck y Janssen. Fi-
su
nanciación por participar en ensayos clínicos sobre la enfermedad de Alzheimer y Deterioro
e
Cognitivo Leve, de los laboratorios Eisai, Servier, Pierre Fabre, Araclon. Dotación significa-
nt
tiva de material a la unidad o servicios: Material Informático, de los laboratorios Lundbeck.
ie
nd
Contratación o ayudas económicas para contratar personal en la unidad o servicios: Dona-
pe
ciones para contratación de psicólogos para Unidad de Demencias, de los laboratorios Pfi-
á
zer, Esteve, Novartis, Eisai. Financiación de programas educativos o cursos para la unidad:
t
es
V y VI Simposios sobre Enfermedad de Alzheimer, de los laboratorios Janssen.
y
ica
Esther Flores Martín, Olga Gelonch Rosinach, Pau Pastor Muñoz, Montserrat Rodó Cobo,
ín
Íngrid Bullich Marín, Cristina Piñol Usón, Pedro Roy Millán, Ana Frank García, Rocío
Cl
García Cobos, Javier Pagonabarraga Mora, Mª. Del Pilar Cañabate Gónzalez, Isabel Fort
ica
Almiñana, Dolors Badenes Guía, Pilar de Azpiazu Artigas, Marta Obdulia Gómez, Im-
t
ác
maculada Fernández Verde, Joan Santamaria Cano, Ángel Moriñigo Domínguez, Luis M.
Pr
Planchat Teruel, Alfredo Robles Bayón, Jordi Gascón Bayarri, Gemma Tomé Corruesco,
de
Isidre Ferrer Abizanda, José Miguel Baena, Eduard Vinyamata Camp, María Jesús Gon-
zález Moneo, Consol Almenar Monfort, Luis Agüera Ortiz, Marcelo L. Berthier Torres,
a
uí
Noemí Calzado, Montserrat Coma Solé, Francesc Formiga Pérez, Xavier Gómez-Batiste,
G
M. Dolores Martínez Lozano, Jordi Peña Casanova, Marcel Rosich Estragó, Mª Jesús Me-
ta
es
gido Badia, Anna Rovira Cairó, Mª Rosa Giner Quiñonero, Josep Lluís Conde Sala, Núria
Terribas Sala y Antonia González Castilla han declarado ausencia de conflicto de interés.
de
n
ció
Coordinación
ica
Miquel Aguilar Barberá, ha recibido apoyo de Pfizer, Eisai, Esteve, Novartis, Lundbeck y
bl
Almirall como ponente en simposios y ayuda económica de Wyeth, Servier, Eisai, Pfizer y
la
Novartis por su participación en estudios de investigación. Raquel Sánchez del Valle Díaz,
e
ha recibido apoyo de los laboratorios Janssen, Pfizer-Eisai, Novartis y Esteve para acudir
sd
económica de los laboratorios Pfizer, Eisai, Esteve, Novartis, Lundbeck para asistir a con-
os
gresos y jornadas, apoyo de Esteve y Pfizer para participar como ponente en simposios y
añ
bido financiación de los laboratorios Wyeth, Servier, Eisai, Pfizer y Novartis. Pilar Quilez
de
Ferrer, ha recibido financiación para asistir a reuniones, cursos y congresos de los labora-
ás
financiación de los laboratorios Bayer para asistir como ponente en cursos de formación.
cu
n.
ió
Carrión Ribas, Josep Maria Elorza Ricart, Anna Ferrer Traid, Mireia Guillén Solà, Joan
ac
Mendivil Medina, Marta Millaret Senpau, Toni Parada Martínez, Maria Graciela Ro-
iz
dríguez Garavano, Mercè Salvat Plana, Claudia Liliana Sánchez Camargo, Vicky Serra-
al
tu
Sutton han declarado ausencia de conflicto de interés.
ac
su
Revisión externa
e
Manuel A. Franco, ha recibido financiación para colaborar en diversos ensayos clínicos y
nt
asistir a congresos por parte de Janssen-cilag, Lilly, Servier, Lundbeck, Bristol-Myers, Pfi-
ie
nd
zer y Astra. Rafael Blesa, ha recibido honorarios para participar como ponente en cursos y
pe
conferencias de los laboratorios Novartis, Esteve, Lundbeck, Pfizer, Andrómaco, Janssen,
á
Almirall. Ha recibido financiación para participar en programas educativos y para realizar
t
es
investigación en ensayos clínicos de los laboratorios Novartis, ayudas económicas para
y
contratar personal en la unidad de memoria, de los laboratorios Novartis, Pfizer, Janssen y
ica
Lundbeck. Oscar López, ha participado como consultor para las compañías farmacéuticas,
ín
Pfizer-Eisai, Bristol-Myers-Squibb.
Cl
Secundino López-Pousa, ha recibido financiación para asistir a las reuniones de la Socie-
ica
dad Española de Neurología, Sociedad Española de Psicogeriatría y Sociedad Catalana de
t
ác
Neurología de los laboratorios Angelini, Novartis y Pfizer. Ha percibido honorarios para
Pr
participar como ponente de las reuniones de la Sociedad Española de Neurología, Socie-
de
clínicos, de los laboratorios Pfizer, Roche y Eisai y ayuda económica para la financiación
G
recibido apoyo económico para participar como ponente en congresos de los laboratorios
ica
por participar en una investigación: Apoyo para la realización de estudios de índole epi-
pu
tecnologías: Aspectos metodológicos para análisis de datos: de los laboratorios GSK; Ayuda
e
económica para la financiación de una investigación: ayuda logística (no económica direc-
sd
ta) para llevar a cabo un proyecto (estudio epidemiológico) laboratorios UCB; ayuda eco-
de
Sofía-AFAL; I.S. Carlos III-Ciberned. Antoni Salvà Casanovas, ha recibido ayuda económi-
añ
Patients with Dementia (Nutrialz Study) de los laboratorios Nestlé Research Center, Long-
de
term clinical evolution & RU of Alzheimer patients (Nutrialz database) de los laborato-
ás
laboratorios Lundbeck. Pablo Martínez Lage Álvarez, ha recibido financiación para asistir
rri
n.
ió
Por parte de los laboratorios Pfizer-Eisai. Financiación para participar en la investigación
ac
IMPACT (Important Perspectives on Alzheimer’s Care and Treatment) study de los labo-
iz
ratorios Pfizer-Eisai. Consultoría para una compañía farmacéutica: Comité asesor nacional,
al
tu
comité asesor internacional, grupo NEURONET-Dementia de los laboratorios Pfizer-Eisai,
ac
Novartis, Janssen-Cilag, Andrómaco-Grünenthal, Esteve y Lundbeck.
su
e
M.ª Dolors Navarro Rubio, el tipo de trabajo realizado en la Fundación Josep Laporte
nt
ha contado en ocasiones con la financiación de diferentes organismos e instituciones para
ie
nd
la realización de proyectos de investigación o programas de formación concretos que no
pe
interfieren en ningún concepto con la revisión externa de esta guía. Raimundo Mateos
á
Álvarez, ha recibido financiación para asistir a reuniones de trabajo de la Junta directiva
t
es
de la Sociedad Española de Psicogeriatría de los laboratorios Novartis.
y
Como presidente del Comité Organizador del IPA International Meeting/V Congresos de
ica
la Sociedad Española de Psicogeriatría gestionó ayudas de entidades oficiales y privadas,
ín
recibiendo ayudas económicas de los laboratorios Angelini, Esteve, Novartis, GE Health
Cl
Care, Almirall, AstraZeneca, Bristol-Myers-Squibb, Otsuka, Pfizer, Eisai, Ferrer, Grünen-
ica
thal, Lilly, Janssen, Sanofi-Aventis, UCB Pharma. José Francisco Horga de la Parte, ha
t
ác
recibido ayuda económica de varios laboratorios farmacéuticos para participar como po-
Pr
nente en diversos cursos, durante los últimos tres años.
de
Luis Ignacio Brusco, ha recibido ayuda económica de los laboratorios Phoenix, Novartis,
Eli Lilly, y Beta, para participar como ponente en diversos cursos.
a
uí
Mercè Boada Rovira, ha recibido honorarios para participar como ponente en cursos y confe-
G
rencias de las siguientes instituciones y laboratorios: Institut Borja Bioètica; Discovery Cascade;
ta
es
Fundació Agrupació Mútua, Fundació Aequitas; Fundación Grünenthal; Fundació Parc Taulí;
Universidad Internacional Menéndez Pelayo; Lundbeck España; Pfizer, SA; fundación Gene-
de
ral de la Universidad Complutense de Madrid; Araclon Biotech; laboratorios Esteve; RPS Re-
n
ció
search Ibéria, SLU; Euromedice Ediciones Médicas; Agencia Nacional de Evaluación y Pros del
ica
Barcelona; Universidad de Burgos; Instituto de Salud Carlos III; Consejo General del Poder Ju-
pu
dicial; Omniprex; laboratorios Uriach; Col·legi Psicòlegs de Catalunya. Ha recibido ayuda econó-
la
mica para participar en investigación de los laboratorios Wyeth, GlaxoSmithKline, Eisai, Roche
e
Grifols, Phidea SL, Pfizer, SA, Neurochem Inc. Sanofi-Aventis SA. Ha recibido ayuda económi-
de
ca para la financiación de una investigación en el servicio del Hospital de la Vall d’Hebron, de los
os
cia del personal de la Unidad a congresos o cursos educativos. Lluís Tárraga Mestre, ha recibido
de
ayuda económica de los laboratorios Novartis, Esteve, Grünenthal, Lundbeck, Janssen y Pfizer
ás
Juan R. García Rodríguez, Juan de Jesús Libre Rodríguez, José M. Martínez Lage, Mi-
cu
cheline Antoine Selmes, Javier Tirapu, Raúl F. Gutiérrez han declarado ausencia de con-
ns
flictos de interés.
tra
n
Ha
n.
ió
ac
Estrategias de búsquedas bibliográficas
iz
al
tu
Fase 1: Estrategia para identificar GPC y RSEC
ac
su
Búsqueda por términos: dementia, frontotemporal AND (Lobar OR degeneration), vas-
e
cular AND dementia, Lewy AND bod*, alzheimer AND disease.
nt
ie
nd
Búsqueda en los campos título, descriptores y/o palabras clave, utilizando los términos
pe
siguientes:
tá
es
#1 dementia OR (frontotempora AND (Lobar OR degeneration)) OR (vascular AND
y
dementia) OR (lewy AND bod*) OR (alzheimer AND disease)
ica
ín
#2 practice guideline OR guideline OR consensus development conference OR recommend*
Cl
OR consens* OR statement* OR (clinical AND protocol*) OR (medical AND protocol*)
tica
ác
#3 (systemat* AND review*) OR (systemat* AND overview*) OR (integrati* AND review*)
Pr
OR (integrati* AND overview*) OR (quantitativ* AND review*) OR (quantitativ* AND
de
#1 AND #2
ica
#1 AND #3
bl
pu
Búsqueda en los campos título, descriptores y/o palabras clave, utilizando los términos
añ
siguientes:
5
de
#1 AND #2
tra
n
Ha
n.
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