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M. T.

Herrero

TEORIAS NEUROBIOLOGICAS SOBRE del dimorfismo sexual. Estas modificaciones


EL ORIGEN DE LA HOMOSEXUALIDAD tienen lugar del tercer-cuarto mes intrauteri-
no hasta los primeros meses/años tras el
M.T. Herrero nacimiento.
Departamento de Ciencias Morfológicas y Son múltiples los estudios que han com-
Psicobiología parado variaciones cognitivas y habilidades
Facultad de Medicina, Univ. de Murcia. motoras en relación a variaciones anatómi-
cas del cerebro y su funcionalidad dando
gran importancia a los acontecimientos bio-
"Es imperativo que los clínicos y los cien- lógicos que pueden influir en el proceso de
tíficos comiencen a apreciar la complejidad desarrollo del cerebro (Witelson, '91a,b). La
de la orientación sexual y se resistan a buscar influencia de las hormonas sexuales (espe-
explicaciones simplistas ya sean psicológicas cialmente los niveles de testosterona) en el
periodo prenatal es asumida como diferen-
o biológicas"
ciadora de la organización cerebral y la con-
(Byne y Parsons, '93)
ducta, y parece incluso contribuir a la varia-
bilidad individual (Arnold y Gorski, '84;
Diferenciación Sexual
DeVoogd, '87). La identidad de los centros
¿Como es posible que con un material
nerviosos está determinada por dos proce-
genético idéntico en el que solo se diferen-
sos complementarios: la especialización pre-
cian los cromosomas sexuales existan dife-
coz debida a factores genéticos (o intrÍnse-
rencias tan evidentes entre hombres y muje-
cos) y la influencia epigenética o ambiental
res? Las diferencias comienzan en etapa tem-
(Kennedy y Dehay, '94). Según la teoría de la
prana del desarrollo embrionario (ver Figura
diferenciación sexual del cerebro (Dorner,
1). Estas diferencias son reflejo del dimorfis-
'85) existen evidencias fisiológicas que indi-
mo genético que condiciona cambios hormo- can la diferenciación masculina, femenina o
nales (Naftolin, '81). Las hormonas van a andrógino en adultos y adolescentes, pero
actuar sobre el organismo (cerebro y órganos esta teoría no es aceptada por todos los
sexuales) en desarrollo. En etapas tempranas investigadores (Swaab y cols., '92).
de la vida, la acción de estrógenos y andró- En relación al dimorfismo sexual del
genos establecen las diferencias físicas de los cerebro y sus implicaciones en la orientación
sexos. La incidencia de estos factores sobre el sexual, y aunque ningún resultado es abso-
organismo hace que un feto genéticamente lutamente concluyente, se han estudiado
XY (o XX con el gen SRY, Sinclair y cols., '93) variaciones en el tamaño de diferentes
comience a desarrollar los rasgos masculinos núcleos cerebrales, lateralización cerebral,
corno la aparición de testículos, escroto y preferencia de utilización de una u otra
pene. A su vez los testículos son capaces de mano, niveles de testosterona, características
sintetizar la testosterona que 'masculiniza' al de personalidad y habilidades motoras y/o
feto. La acción de las hormonas puede modi- cognitivas.
ficar las estructuras cerebrales responsables

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Teorías neurobiológicas sobre el origen de la homosexualidad

MESODERMO INTERMEDIO Figura 1: Desarrollo


(Cresta Genital: 3-,4 semanas) Intrauterino

GONADAS INDlfERENCIADAS El desarrollo embrio-


(6 semanas) nario comienza con
Conduelo de Wolff (mesonéfrico) un oocito fertilizado
Conducto de t.4Uller (paramesonéfrlco) que contiene un par
Gen Od-l: DSS (2x)
de cromosomas
'\. / sexuales, XX si se trata
I OVARIOS I de una mujer o XY si
se trata de un varón.
Con los conocimien-
tos actuales, se cree
que el sexo del
embrión no establece
diferencias en las pri-
meras semanas del
Utero desarrollo y a nivel
Trompa del mesodermo inter-
¿ond. MU/ler Cervlx medio se puede obser-
Vagina
var la cresta genital
indiferenciado (3-4
semanas). A partir de la sexta semana, se evidencia en el embrión el rudimento de los sistemas reproductores, el con-
ducto de Wolff (o conducto mesonéfrico) que dará origen al sistema reproductor masculino, y los conductos de Müller (o
conductos paramesonéfricos) que se convertirán en el sistema reproductor femenino. El cromosoma y es responsable de
la formación de los testículos (gónadas masculinas) que van a producir las hormonas para la conversión en macho. En
la región 1 del brazo corto del cromosoma y se localizan los genes responsables de la formación de las gónadas masculi-
nas (sex-cletermining region of the Y chromosome, SRY, de 14 kilobases, y testes determining factor, Tdf) (Sinclair y cols.,
'93; Koopman y cols., 191; Hawkins, 193). La síntesis de la hormona masculinizante, testosterona, en las células gonada-
les de Leydig promueve el desarrollo de los genitales extemos: 1) las células germinales podrán producir esperma, 2) el
primitivo conducto de Wolff se transforma en epidídimo, vasos deferentes y vesículas semanales y 3) el hlbérculo geni-
tal influido por el metabolito de la testosterona (dihidrotestosterona) se modifica en pene, el área glandular se desarrolla
dentro de este, y las turgencias labiosacrales originan el escroto. Los testículos en formación comienzan el descenso,
migración hacia el exterior (dónde la temperatura,< 37'C, permitirá la maduraCÍón del esperma). Las células de Sertoly
de los testículos producirán el Factor anti-Mülleriano que inhibe el desarrollo del Conducto de Mi.iller que entra así en
regresión. Si ocurre alguna anomalía en este proceso, el individuo queda incompleto en su masculinización fenotípica.
Tanto la diferenciación masculina como la femenina son procesos activos genéticamente regulados. No significa que la
diferenciación femenina sea diferenciación por defecto. El gen Od-1 (DSS) localizado en el brazo corto del cromosoma X
(Xp21) (Bardoni y cols., '94) favorecería el desarrollo del ovario (gónada femenina) e inhibiria el desarrollo de los testí-
culos. La presencia de dos genes DSS (dos cromosomas X, región Xp21-Xp22.3) haría diferenciarse el aparato genital
femenino (Parkhurst y Meneeley, '94). Cuando solo existe un gen DSS y un gen SRY (cromosomas XY) el embrión se dife-
rencia como masculino. Si el embrión es "femenino" (XX), las gónadas se transforman en ovarios y permanecen en el
lugar de origen, sin migración. Tanto las células de la Teca como las células de la Granulosa segregan estrógenos que van
a desarrollar: 1) las glándulas mamarias, 2) el útero, la trompa, el cervix y la vagina partir del conducto de Mi.iller y 3) el
área glandular se convierte en clítoris y las turgencias labiosacrales se diferencian en labios mayores localizados rodean-
do el orificio vaginal.
Tanto si el embrión es masculino como femenino, no esta influenciado por las hormonas femeninas de la madre,
estrógenos, que no son capaces de atravesar la barrera placentaria por estar ligados a la a-feto-proteína. Sin embargo, si
un embrión genéticamente mujer (XX) queda expuesto a la acción de la testosterona en el momento del desarrollo, se dife-
renciará anómalamente y probablemente su esterilidad hará patente la anomalía. De igual modo, un embrión genética-
mente varón (XY) cuyos tejidos sean insensibles a la acción de los andrógenos, se diferenciará físicamente como mujer
aunque posea testículos. La insensibilidad a la acción de los andrógenos provocará la esterilidad.

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Orientación Sexual presencia de andrógenos y femenino en


La mayoría de los hombres y mujeres ausencia de andrógenos. En este sentido, se
sienten atracción sexual por personas del ha propuesto que el cerebro de individuos
sexo opuesto, pero del1a 5% de la población homosexuales sería conceptualmente una
solo sienten atracción por personas de su forma de pseudohermafroditismo ya que se
mismo sexo, y otros en grado variable indis- desarrollarían cerebros femeninos" en cuer-
11

tintamente por ambos. La orientación sexual pos masculinos y viceversa (Dorner, 185).
es un concepto peculiar del ser humano. Aunque este hecho se demuestra en anima-
Solo en la especie humana encontramos indi- les inferiores (Ehrhardt y Meyer-Bahlburg,
viduos que presentan preferencia homose- '81), en primates no se ha determinado el
xual exclusiva. ¿Es que la orientación sexual papel de las hormonas como determinante
tiene una explicación biológica? Aunque de la identidad sexual del individuo (Karsch
muchos investigadores han hipotetizado la y cols., '73; Norman y Spies, '86). La orienta-
existencia de un factor biológico de la homo- ción sexual emerge de la interacci6n entre el
sexualidad, y a pesar que las nuevas tecnolo- ambiente y las características de personali-
gías son incorporadas como vías de respon- dad dentro de fenómenos del más alto nivel
der a esta pregunta, todavía falta evidencia psicológico (Figura 2). La orientación sexual
empírica absoluta (Byne y Parsons, '93; no es dimórfica sino polimórfica: las motiva-
Bancroft, '94; Swaab y Hofman, '95). La esca- ciones conscientes o inconscientes asociadas
sa consistencia de los datos se debe a que hay con la atracción sexual humana divergen
múltiples factores ambientales imposibles de incluso entre las personas del mismo sexo e
evaluar. La influencia tan dispar de las hor- inclinación sexual. La comprensión del sexo
monas en la cond ucta indica la flexibilidad y de la persona comienza por su identificación
variabilidad del ser humano cuya experien- en el sexo biológicogenético (genotipo que
cia personal es crucial (Friedman y Downey, determina la dicotomía sexual: XX o XY,
'93). Los indicios obtenidos hasta el momen- figura 2A). Si bien esta determinación bioló-
to actual son fragmentarios indicando que la gica implica generalmente la formación-
orientación sexual es consecuencia de un secreción de hormonas masculinas o femeni-
proceso de desarrollo multifactorial en el nas (sexo endocrino) responsables de la
cual toman parte tanto los factores biológicos caracterización fenotípica (mujer-varón),
como los factores psicosociales. está sólidamente demostrado que el ambien-
En experimentación animal es claro que la te socio-cultural imprime su influencia
diferenciación sexual no queda completa con (Figura 2B).
la formación de los genitales (Figura 1) sino El sistema nervioso es un órgano plástico
que existe también una diferenciación sexual durante toda la existencia vital, cuya mayor
en cerebro femenino (mujer) o masculino actividad plástica se concentra en la vida
(varón) (Figura 2A, 2B). El cerebro (como los prenatal (fetal) y en los primeros años de
genitales externos) es susceptible de variacio- vida postnatal. Los factores físico-químicos
nes por acción de las hormonas, masculino en y la experiencia pueden alterar las estructu-

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Teorías neurobiológicas sobre el origen de la homosexualidad

ras cerebrales y su
A (SEXO)
fisiología (Figura
2B) y la determina- GENOTIPO
ción biológica
queda limitada HORMONAL IHormonas OYárlcasJ~,______..... k"'" Hormonss Testicularesl
como término
ambiguo. Si la
orientación sexual,
al igual que otros
aspectos de la per-
sonalidad, está FENOTIPO
expresada en el
cerebro, nos pre-
guntamos, ¿como, PSICOLOGICO ~OENTlFICACION SEXUAV
dónde, cuando?
Estará determina-
da por factores B CONDUCTA
hormonales, gené-
ticos, físicos o quí- ~
micos (antes, AMBIENTE
( SOCICHUlTURAl
J
durante y después
del nacimiento),
por la experiencia
y por el ambiente
social y cultural.
Pero, ¿existe una
predisposición que
al variar las cir-
Figura 2.
cunstancias de
cada individuo ADiferenciación e identificación sexual: sexo genético, sexo hormonal, sexo fenotípico
haga que se y sexo psicológico.

demuestre una B.Interacción del ambiente socio-culhtral en la conducta de los individuos a través de
orientación sexual su interacción con el sistema nervioso central.
concreta o esta ya
determinada? . to bien biológico o de socialización (Byne y
Se ha entendido: 1) que la orientación Parsons, '93). La mayoría de los estudios
homosexual es una desviación de la norma, sobre homosexualidad establecen: 1) que la
2) que su aceptación está sujeta a las tradicio- heterosexualidad es la norma y que no
nes culturales y 3) que se deriva de un defec- requiere una explicación científica, y 2) que

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la homosexualidad es una forma de interse- A. FACTORES HORMONALES


xualidad que no alcanza la diferenciación
sexual quedando situada biológicamente Podríamos imaginar que los andrógenos
entre el hombre heterosexual normal y la son producidos Únicamente por los machos
mujer heterosexual normal (Bancroft, '94). y los estrógenos por las hembras, pero tanto
Las hipótesis en relación al origen bioló- los testículos como los ovarios producen
gico de la homosexualidad son: 1) existencia ambas hormonas. Los andr6genos forman
de un rasgo estructural (del sistema nervioso) parte de la vía en la síntesis de estrógenos.
reconocible que indique la existencia de cir- La diferencia entre machos y hembras es
cuitos neuronales específicos en individuos cuantitativa y no cualitativa: los machos pro-
homosexuales y 2) existencia de determina- ducen mucha testosterona y muy poca se uti-
ción genética. Ambas establecerían la con- liza en sintetizar estradiol y las hembras pro-
ducta homosexual como manifestación "obli- ducen poca testosterona y sintetizan más
gatoria" en determinados individuos inde- estr6genos. El papel de las hormonas sexua-
pendientemente de su contexto biográfico les no se limita a desarrollar los aspectos pri-
(Barinaga, '91; Maddox, '91). El proceso real marios y secundarios externos del fenotipo
de diferenciación sexual debe ser un modelo masculino o femenino, sino que existen
interactivo en el que los genes y/o las hor- receptores de estas hormonas en práctica-
monas no especifican la orientación sexual mente todos los tejidos del organismo, inclui-
per se, pero definen la manera en que un do el cerebro (Breedlove, '83) que es rico en
individuo relacionándose con su entorno va a aroma tasas y 5a-reductasa (que convierte la
matizar su orientación sexual y otras caracte- testosterona a dihidrotestosterona).
rísticas de su personalidad. El doble control Las bases para la teoría hormonal inclu-
genético y ambiental del desarrollo del siste- yen los efectos de activación de las hormonas
ma nervioso (corteza cerebral) proporcionan sexuales durante la adolescencia y, quizá mas
el marco conceptual para comprender la importante, su impacto en el cerebro en desa-
maduración de las facultades cognitivas y rrollo durante la vida prenatal (Anderson y
emocionales del ser humano (Kennedy y cols., '86; Burek y cols., '95).
Dehay, '94). Existe un papel activo del indivi-
duo en construir su propia identidad. Hipótesis hormonal prenatal
Podemos estudiar cuatro aspectos de la La teoría predominante en la orientación
investigación biológica sobre la homosexua- sexual es que esta se desarrolla como resulta-
lidad que determinaran sus bases neurobio- do de la interacción de las hormonas sexua-
lógicas: A) los factores hormonales, B) las les con el cerebro en desarrollo. En este sen-
estructuras cerebrales, C) la función neurop- tido y desde los estudios de Dorner y cols.
sicológica (en estrecha relación con variacio- (1975), el cerebro de homosexuales varones
nes estructurales-funcionales del sistema estaría diferenciado como el de las mujeres.
nervioso), y D) los factores genéticos. Esta teoría ha sido apoyada por diversos
estudios (Ehrhardt y cols., '85; Ehrhardt y

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Teorías nellrobiológicas sobre el origen de la homosexualidad

Meyer-Bahlburg, '81; Dorner, '88; Dorner y ni no y la capacidad del hipotálamo para


cols., '91; Gladue y cols., '84) basados en el regular el ciclo ovárico en la rata, estaría rela-
patrón de secreción de la hormona luteini- cionada con la aromatización de la testoste-
zante (LH) y la depresión de los niveles de rona (McEwen y cols., '77; Swaab y cols., '95).
testosterona en varones homosexuales, y Sin embargo, la aromatización varía con las
varones y mujeres heterosexuales tras la es ti- especies (Lubahn y cols., '93) y en el humano
mulación con estrógenos. El utilizar estas existen documentados casos de hombres y
variables como marcadores biológicos de la mujeres (genéticamente XY y XX respectiva-
orientación sexual ha sido, no obstante, dis- mente) con deficiencia de la aroma tasa, que
cutido (Baum y cols., '85). si bien mostraban variaciones fenotípicas, no
En general, la secreción hormonal está presentaban variaciones en la orientación
determinada en el genotipó del individuo, sexual respecto a su genotipo (Finkelstein y
bien sea XX o XY (Figuras 1 y 2A). Durante cols., '92; Itoh y cols., '93; Smith y cols., '94).
las décadas 40 a 70 se creía que los indivi- La teoría hormonal prenatal se basa en
duos homosexuales eran diferentes porque estudios relizados en roedores analizando la
habían perdido (o no habían adquirido) el capacidad de lordosis de las hembras como
comportamiento normal de los varones hete- atributo de "feminización" y la capacidad de
rosexuales al carecer de las hormonas sexua- cubrir de los machos como atributo de "mas-
les masculinas (Meyer-Bahlburg, '77). Las culinización" (Meyer-Bahlburh, '77). La lor-
hormonas serían las responsables de impri- dosis es la postura que permite (normalmen-
mir su diferenciación biológica en las regio- te a la hembra) ser cubierta por el macho
nes (cerebrales o no) del dimorfismo sexual. favoreciendo la eyaculación. Este reflejo esta
Estos hallazgos afianzaron la teoría hormo- integrado en el núcleo ventromedial del
nal del origen de la homosexualidad. hipotálamo que es sexualmente dimórfico en
Niveles altos de andrógenos en la época peri- la rata (Parsons y cols., '81); su activación es
natal producirían heterosexualidad en varo- paralela al aumento de síntesis de receptores
nes y homosexualidad en mujeres de progesterona en este núcleo. La "masculi-
(Rochellys-Diaz y cols., '95). A la inversa, nización" (normalmente en los machos) es
bajos niveles de testosterona perinatal pro- medida como el comportamiento de explora-
ducirían heterosexualidad en mujeres y ción, agresividad y disposición a cubrir a las
homosexualidad en varones. Así, en los hembras. Esta conducta masculina exige la
mamíferos inferiores se sabe que la diferen- participación de los andrógenos. Puede ser
ciación sexual resulta del efecto de la "mas- activada al administrar andrógenos en la
culinizaci6n" que tiene lugar durante el región preóptica del hipotálamo anterior de
desarrollo en el periodo fetal intrauterino (a ratas castradas (Heimer y Larsson, '66).
partir del cuarto mes de gestación y hasta los Amplias lesiones del area disminuyen discre-
dos-cuatro años postnatales en humanos) . tamente esta conducta (De Jonge y cols., '89)
La "desfeminización", que implica la supre- y lesiones pequeñas no la modifican
sión del comportamiento reproductivo feme- (Arendash y Gorski, '83). La secreción de

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andrógenos también desarrolla la "desfemi- homosexual el número enorme de varones


nización" que se caracteriza por la ausencia con afecciones asociadas a una deficiencia
de lordosis, ausencia del ciclo reproductivo androgénica prenatal y que lo fueran tam-
femenino y ausencia del "feedback positivo" bién las mujeres expuestas a un exceso de
de respuesta del hipotálamo a la acción de andrógenos antes del nacimiento. Ni una
los estrógenos. Todos estos estudios han sido cosa ni la otra son ciertas (Byne, '94).
realizadas en roedores y estos paradigmas de
estudio (lordosis o cubrimiento) carecen de Feedback hormonal
validez para ser extrapolados al hombre, ya El interés del feedback hormonal se basa
que pueden entenderse como estereotipos y en estudios realizados primariamente en roe-
es difícil imaginar que la plasticidad del com- dores (Barraclough y Haller, '70). Se estable-
portamiento sexual humano pueda ser redu- ce que los estrógenos en el hipotálamo feme-
cido a factores tan simples (Karsch y cols., nino ejercen un feedback negativo y positivo
'73; Byne y Parsons, '93). Desde el punto de para la liberación de hormona luteinizante
vista anatómico, el cerebro de roedores (LH). En ratas macho los estrógenos solo
(lisencéfalos) tanto en tamaño como en desa- reproducen el feedback negativo y la admi-
rrollo filogenético (probablemente controla- nistración de andrógenos prenatales (o la
do geneticamente, Riska y Atchley, '85) dista castración perinatal de ratas macho) impide
mucho del cerebro de primates y en concreto el feedback positivo.
del cerebro humano (Figura 3). Los estudios Basados en estos datos, se planteó la
en humanos son discordantes y solo tres hipótesis de que los varones homosexuales
estudios demuestran que los varones homo- tendrían deficiencia androgénica prenatal.
sexuales tengan niveles de testosterona más Varios grupos (D6rner y cols., '75; Cladue y
bajos que los heterosexuales, veinte estudios cols., '84) demostraron la evidencia de un
demuestran que no hay diferencias y dos efecto feedback positivo parcial en varones
estudios presentan niveles de testosterona homosexuales que ha sido ampliamente dis-
más elevados (Meyer-Bahlburg, '84). Sin cutido (Baum y cols., '85). En primates no
embargo, estudios en mujeres con hiperpla- existe el dimorfismo sexual en la secreción de
sia adrenal congénita o expuestas al dietiles- LH (Karsch y cols., '73; Norman y Spies, '86).
tilboestrol durante su gestación han demos- En un elegante estudio realizado en homose-
trado ciertas tendencias homosexuales xuales, transexuales y sus respectivos contro-
(D6rner y cols., '91; Hines y Collaer, '93), yes les, se determina que la respuesta a la admi-
conocido que los esteroides gonadales o nistración de estrógenos es consecuencia del
externos pueden influenciar el desarrollo y medio hormonal en el momento preciso y
fisiología del cerebro, incluyendo neurogéne- que el hipotálamo del hombre al igual que el
sis, sinaptogénesis, migración celular y de los primates no humanos no es sexual-
muerte neuronal (Raisman y Field, '73). Pero, mente dimórfico en su respuesta de libera-
si la hipótesis hormonal prenatal fuera abso- ción de LH (Cooren y cols., '86a,b) . Si en el
lutamente correcta, cabría esperar que fuera ser humano no existe dimorfismo sexual

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Teorías neurobiológicas sobre el origen de la homosexualidad

Figura 3.

Comparación a
escala del cerebro de
rata (lisencéfalo) con el
cerebro humano (de
gran desarrollo corti-
cal: circunvoluciones).

Humano
/

neurológico en este feedback hormonal, no cuerpo). Aunque, en el año 1973 Raisman y


se puede esperar que los individuos homose- Field establecieron, por microscopía electró-
xuales presenten respuesta femenina, ya que nica, diferencias sinápticas en el área preápti-
ésta no existe corno tal. ca (APO), solo en el año 1978, Gorski y cols.
pudieron establecer morfológicamente que
B. ESTRUCTURAS CEREBRALES esta zona del hipotálamo anterior (Figura
4A), que estaba en relación con el comporta-
Desde hace tiempo los investigadores bus- miento instintivo y la regulación del metabo-
can en el cerebro humano (y de animales) lismo, parecería ser significativamente
algún tipo de manifestación que guarde rela- mayor (ocho veces) en las ratas macho que en
ción con el sexo, pero el dimorfismo sexual no las hembras y la denominó núcleo sexual
es fácil de establecer (Hofrnan y Swaab, '91; dimórfico del APO ("sexually dimorphic
Swaab y Hofman, '95). Corno explica Bancroft nucleus of the preoptic area", SDN-POA) .
(1994), cuando se creía que la inteligencia esta- En primates no se ha demostrado este dimor-
ba localizada en los lóbulos frontales, los hom- fismo sexual en relación al tamaño celular
bres tenían más desarrollados éstos que las sino respecto al volumen del núcleo
mujeres, que les superarían en el tamaño de (Hofman y Swaab, '89; Swabb y cols., '92;
lóbulos parietales. Cuando se creyó que la Swaab y Hofman, '95). El SDN-APO, cuyas
inteligencia estaría localizada en los lóbulos neuronas poseen gran número de receptores
parietales, se invirtió el tamaño proporcional para andrógenos y estrógenos (Greenstein,
del cerebro de hombres y mujeres. '78; Breedlove, '86), forma parte de la región
que se extiende desde la "lamina terminalis"
Núcleos cerebrales hasta el núcleo de la estría terminal, que ha
Normalmente el varón tiene un cerebro sido involucrada en el comportamiento
de mayor tamaño (en consonancia con su sexual masculino (monos con lesión de este

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área se muestran indiferentes a la interacción El hipotálamo, denominado erróneamen-


con hembras, y su estimulación hace que el te por Brodal como 'una parte banal del encé-
macho se disponga a montar a la hembra). falo', constituye en su conjunto una pequeña
porción del encéfalo (4 gramos frente a
1400 gr. del total) y comprende la mayor
A parte de los núcleos cerebrales sexual-
~-- mente dimórficos. En 1985, Swaab y

'~
Fliers observaron como el núcleo ante-
rior del hipotálamo (o núcleo interme-
C.A. dio) del cerebro humano (Braak y Braak,
(Y
'87) (Figuras 4B y S), que correspondería
al SDN-POA de Gorski y cols. (1978), era
mayor en hombres que en mujeres. En
humanos, este núcleo ha sido denomina-
do núcleo intersticial del hipotálamo
B anterior (INAH = intersticial nucleus of
the anterior hypothalamus) por Allen y
cols. (1989a) y comprende 4 sub núcleos
(INAHL, INAH2, INAH3 Y INAH4)
localizados entre el núcleo supraóptico y
el núcleo paraventricular (Figura 5;
Nota:.INAHl e INAH2 son más anterio-
res en el plano rostro-caudal). INAHL se
identifica como el núcleo intermedio de
Swaab y Fliers. Allen y cols (/89a) no
hallaron dimorfismo sexual en INAHI
pero si lo encontraron en INAH2 y
INAH3. El dimorfismo comienza en la
pubertad (no antes de los cuatro años)
(Swaab y Hofman, 188, '95) cuando las
mujeres jóvenes pierden la mitad de las
Figura 4.
neuronas. Así mismo, existe perdida
Vistas sagitales de cerebro de rata (A) y de cerebro humano paulatina con la edad en ambos sexos
(B), dónde se pueden identificar las regiones sexualmente
(Jacobson y cols., 180) siendo marcada-
dimórficas. Abrev.: AD.5 (área dimórfica sexual que compren-
de el área preóptica y los núcleos supraquiasmática, supraópti- mente elevada la perdida a los 50 años en
co y paraventricular del hipotálamo); A. p.o. (área preóptica); los varones y a los 70 años en las mujeres
CA. (comisura blanca anterior); CC (cuerpo calloso); E. (esple- (Swaab y Hofman, 195). Estos cambios se
nio); H.P. (hipófisis); L.C (locus caeruleus); Q.O. (quiasma ópti-
ca); Sch. (núcleo supraquiasmático); v.m. (núcleo ventromedial creen están en relación con la actividad
del hipotálamo). Escala en A = lmm. Escala en B = 2cm. sexual y con los cambios de niveles hor-

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Teorías neurobiológicas sobre el origen de la homosexllalidad

Figura 5.

Sección coronal de cerebro


humano a nivel del quiasma óptico y
la comisura blanca anterior. En el
recuadro inferior se observan a
mayor aumento los núcleos sexual-
mente dimórficos del hipotálamo
anterior: 1 (INAHl); 2 (INAH2); 3
(INAH3); 4 (TNAH4). Abrev.: III
V(tercer ventriculo); CA. (comisura
blanca anterior); CC (cuerpo callo-
so); Q.O. (quiasma óptico); S.O.
(núcleo supraóptico); S.Q. (núcleo
supraquiasmático; P.v. (núcleo para-
ventricular) INAH = intersticial
nucleus of the anterior hypothala-
mus (núcleo intersticial del hipotála-
mo anterior).

monales, pero existe gran


controversia de datos
seqún los diferentes gru-
pos de investigadores.
LeVay (1991) describió
una importante diferencia
en el núcleo INAH3 entre
homosexuales y heterose-
xuales (varones ambos) en
la que los segundos dupli- edad de los sujetos de estudio, el tiempo pre-
caban el tamaño del volumen del núcleo. Sin mortem y postmortem, y los métodos de fija-
embargo, el grupo de Swaab no encuentra ción del tejido no fueron uniformes. Además,
diferencias en relación a la orientación sexual los cortes de hipotálamo teñidos con azul de
en ninguna de las divisiones del INAH toloudina (tinción poco afortunada para este
(Hofman y Swaab, '91). El trabajo de LeVay tipo de estudio) tenían S2pm de grosor (exce-
(1991) ha sido ampliamente comentado por sivamente gruesos para distinguir los cuer-
su metodología e investigadores del mismo pos neuronales a 83 aumentos). Además,
campo critican sus conclusiones. Sus resulta- debido a que solo midió el contorno del
dos no han podido ser repetidos y corrobora- núcleo (aunque aparentemente evidente, es
dos por razones técnicas. Se le critica que: 1) un parámetro subjetivo) e ignoró la densidad
utilizó técnicas morfométricas clásicas, y aun- neuronal (número de células por unidad de
que apropiadas, excesivamente simples. La volumen) no puede aseverar ninguna funcio-

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M. T. Herrero

nalidad a sus resultados. 2) El análisis esta- son el núcleo supraquiasmático y el núcleo


dístico utilizado, mas moderno que las técni- ventromedial (Figuras 4A,B y 5):
cas histológicas, obtenía significación a pesar El núcleo supraquiasmático (SQ, una
de presentar un grado de dispersí6n tan ele- pequeña estructura de 0.25 mm3, en huma-
vado dónde los valores de volumen del nos, Figura 5) coordina los ritmos circadianos
núcleo INAH3 se solapaban ampliamente y circaanuales (Zucker y cols., '91; Hofman y
entre el grupo homosexual y el grupo hetero- Swaab, '94). Para ser bien reconocido morfo-
sexual (homosexuales 0.00-0.19 mm3; hetero- lógicamente en el tejido humano, ha de ser
sexuales = 0.01-0.21 mm3) . El propio autor en inmunoteñido con anticuerpos (v.g.jvaso-
la discusión no refleja si su resultado es la presina). El volumen del núcleo es sexual-
causa o consecuencia de la orientación sexual mente dimórfico, siendo mayor en los varo-
o si el tamaño varía en relación a otras varia- nes que en las hembras (Swaab y cols., '85).
bles no identificadas. Sin embargo, en su libro El número de neuronas presentes en este
The sexual brain (1993) realiza aseveraciones núcleo decrece dramáticamente (50%) desde
que superan los resultados obtenidos al esta- los dos primeros años de edad hasta la edad
blecer que los factores biológicos intervienen adulta (Swaab y Hofman, '95), existiendo
directamente en la determinación de la orien- tambien una marcada relación con la est~­
tación sexual. Desde el punto de vista formal, ción del año y los periodos fotoactivos. En
LeVay utilizó (a la excepción de 1 caso) cere- individuos homosexuales (varones) se ha
bros de homosexuales fallecidos por infec- demostrado que este núcleo es dos veces
ción del virus del SIDA. Es imposible deducir mayor cuando se compara al del grupo de
si la variación del tamaño del núcleo (proba- individuos heterosexuales control (Swaab y
blemente debida a la caída de los niveles de Hofman, '90). No se ha encontrado una expli-
testosterona) era relativa a su homosexuali- cación al significado funcional, ya que este
dad, al estadio terminal de la enfermedad o núcleo no esta directamente relacionado con
bien al tratamiento farmacológico seguido la orientación sexual en roedores (Kruijver y
(Crosxon y cols., '89). Cabría esperar que las cols., '93), ni aparentemente estaría relacio-
variaciones que LeVay encontraba no fueran nado con la secreción hormonal, aunque
debidas a la orientación sexual sino a trastor- recientemente se ha observado relación con-
nos hormonales asociados con el SIDA ductual en la orientación sexual y la fase cir-
(Croxson y cols., '89) ya que el tamaño de las cadiana (Bakker y cols., '93). En base a sus
neuronas de INAH3 varía con los niveles de hallazgos en humanos y roedores, Swaab y
testosterona (Commins y Yahr, '84) y se ha cols. (1992) no aceptan la hipótesis de Dbrner
demostrado pérdida celular de neuronas con y cols. (1975) por la que los homosexuales
oxitocina en el núcleo paraventricular del varones poseen "cerebro de mujer".
hipotálamo en pacientes fallecidos con El núcleo ventromedial del hipotálamo
SIDA(Purba y cols., '93) (V.m., Figura 4A,B) ha sido también implica-
Otros núcleos hipotalámicos probable- do en el dimorfismo sexual en los roedores,
mente implicados en el dimorfismo sexual quizá por la influencia hormonal en el desa-

1332 Cuadernos de Bioética 1997/4"


Teorías neurobiológicas sobre el origen de la homosexualidad

rrollo cerebral neonatal (Matsumoto y Arai, hemisferios), funciona como un todo, una
'83). Sin embargo, estos hallazgos no han unidad que controla y adquiere información
podido ser corroborados en el cerebro huma- de todo el cuerpo y del exterior. Las funcio-
no. El núcleo de la estría terminal y otros nes complejas del sistema nervioso central
núcleos del área también han sido implicados exigen la cooperación de los dos hemisferios,
en el dimorfismo sexual pero sin ser compro- y las lesiones de las áreas de asociación han
bados por otros equipos (Allen y cols., '89a,b). de ser bilaterales para producir déficits evi-
La diferenciación sexual del hipotálamo dentes (Damasio, '90). El hecho de que
comienza del cuarto al séptimo mes de gesta- ambos estén conectados por fibras comisura-
ción y continúa hasta los 2 a 4 años postnata- les aferentes y eferentes aseguran que la
les. Si la diferenciación sexual del cerebro información adquirida por un hemisferio sea
tiene lugar en periodos postnatales debería- conocida (y utilizada) por ambos.
mos concluir que no solo los factores genéti- El tamaño de las comisuras que comuni-
cos, químicos y/u hormonales pueden can un hemisferio cerebral con otro han sido
influir en este fenómeno, sino también los también objeto de estudio de dimorfismo
condicionamientos sociales y culturales del sexual. El interés de conocer el tamaño de las
entorno del niño/niña. principales comisuras interhemisféricas como
Otras regiones del sistema nervioso cen- el cuerpo calloso (esplenio), la comisura inter-
tral involucradas en el dimorfismo sexual talámica o la comisura blanca anterior está en
son: 1) el núcleo espinal del bulbo cavernoso relación a su importancia funcional en la late-
de la médula espinal lumbar (Nordeen y ralización cerebral (ver apartado C). Así, la
cols., '85) que tendría importancia en la copu- comisura blanca anterior (Allen y Gorski, '92)
lación y estaría modulado por los niveles de y el esplenio del cuerpo calloso (DeLacoste y
androgénos en la época perinatal y en la edad Halloway, '82; Hines y Collaer, '93; Holloway
adulta (DeVoogd, '87), y 2) la formación del y cols., '93) (Figura 4B) parecen ser mayores
hipocampo por su importancia en la memoria en mujeres que en hombres. Otros estudios
y procesamiento espacial. Los estudios en muestran diferencias regionales en el área
humanos por resonancia nuclear magnética temporo-parietal que explicarían asimetrías
están en curso, pero existen datos en roedores funcionales (Witelson, '91a). Sin embargo, no
que indican que el hipocampo es mayor existe clara evidencia de que estas estructuras
(11 %) en machos polígamos que en monóga- puedan ser responsables de la orientación
mos (en estos últimos no se diferencian de las sexual (Bleier y cols., '86; Byne y Parsons, '93).
hembras) (Gibbons, '91). No existe ningún En varones homosexuales el tamaño de la
estudio de estos centros del sistema nervioso comisura blanca anterior es menor cuando se
realizado en individuos homosexuales. compara con heterosexuales (sean hombres o
mujeres) (Allen y Gorski, '92). Al igual que el
Comisuras cerebrales trabajo de LeVay (1991), estos resultados
El cerebro, aunque aparentemente consti- están faltos de crítica y de corroboración.
tuido de dos partes anatómicas (los dos Existen problemas metodológicos importan-

Cuadernos de Bioética 1997/4/1 1333


M. T. Herrero

tes: el número de individuos es particular- ejemplo, el hemisferio izquierdo es responsa-


mente pequeño, y en la mayoría de los estu- ble de las funciones del lenguaje, pero no
dios los individuos homosexuales padecían todos los aspectos del lenguaje están localiza-
SIDA (existiendo la posibilidad que los cam- dos en este hemisferio (v.g. la prosodia lo está
bios fueran debidos a consecuencias de la en el derecho). La lateralización de las funcio-
propia enfermedad). Por otra parte, faltan nes de la mano dominante, es menos clara
estudios en relación al origen de la orienta- (solo el 30% de los zurdos tiene dominancia
ción sexual de mujeres homosexuales cuya del hemisferio derecho para el lenguaje)
orientación sexual no quedaría demostrada (Brodal, '92, pp. 423). En general, es aceptado
con estos hallazgos. que el hemisferio derecho es superior para las
El limitado conocimiento actual de la habilidades espaciales, el dibujo, la compren-
neurociencia nos ind uce a creer que las reac- sión de patrones complicados y la expresión
ciones y conductas complejas, como lo es la de las emociones, y el hemisferio izquierdo lo
orientación sexual, implican la amígdala, los es para el razonamiento lógico y analítico y la
núcleos septales, la formación hipocampal, la expresión verbal.
formación reticular, el hipotálamo y amplias ¿Es que las mujeres y los hombres poseen
áreas de la corteza cerebral. Además, todas diferentes habilidades intelectuales de cono-
estas regiones, que están ricamente interco- cimiento y percepción? Esta cuestión intriga
nectadas, cooperan para ejercer una influen- e interesa no solo a los científicos (Begley,
cia integradora en los efectores periféricos '95), pero no existe evidencia absoluta, no se
somáticos y autonómicos (Brodal, '92, sabe: "Si bien nadie ha observado dichas
pp.397). Las evidencias presentadas de varia- diferencias, se puede hipotetizar que existen"
ciones neurobiológicas entre heterosexuales (Witelson, en Holden, '91). Algunos estudios
y homosexuales varones, son insuficientes indican que el hombre en general tiene mejo-
para creer que la orientación sexual pueda res habilidades visuoespaciales que la mujer,
estar directa y únicamente en relación al hecho interpretado como rasgo de dimorfis-
tamaño de una estructura cerebral (Swaab y mo sexual en el que los varones presentan un
cols., '92; Swaab y Hofman, '95). mayor grado de lateralizaci6n cerebral mien-
tras las mujeres (en general) utilizan ambos
C. FUNCION NEUROPSICOLOGICA hemisferios para realizar cualquier habilidad.
Lo que no está demostrado es que una mayor
Lateralización de la función cerebral lateralización provoque mayor habilidad
Una de las teorías mas extendidas sobre la visuoespacial en varones y en zurdos
diferenciación sexual (macho-hembra/hom- (Brodal, '92, pp. 423). Los datos de relación
bre-mujer) es la lateralizaci6n de la función del dimorfismo cerebral con el comporta-
cerebral (McCormick y cols., '90; Halpern y miento radicarían en que: 1) el tamaño del
Cass, '94). Cuando un hemisferio es mas cuerpo calloso (a nivel del esplenio, Figuras 4
importante para realizar cierta función, se y 5) es mayor en mujeres que varones lo cual
dice que es dominante para esa función. Por determinaría una mayor simetría en las fémi-

1334 Cuadernos de Bioética 1997/4"


Teorías neurobiológicas sobre el origen de la homosexualidad

nas que les confereriría capacidades diferen- Holloway y cols., '93), la masa intermedia
tes para el habla, la plasticidad y las capaci- intertalámica y la comisura blanca anterior
dades perceptuales, yen los varones determi- (Allen y Gorski, '92). El cuerpo calloso ade-
naría mayor lateralización del lenguaje y más decrece más rápidamente con la edad en
peor recuperación cuando existen lesiones hombres que en mujeres (Witelson, '91b).
por accidentes cerebrovasculares (Bleier y Diferencias sexuales en la anatomía del cuer-

r ~

<;> d
Velocidad Perceptiva Tareas Espaciales
Fluidez Verbal Razonamiento Matemático
Cálculo Aritmético Recorrido de un21 rut21
Tareas Manuales de Precisión Habilidad Motora (tiro al blanco)
¡Kímurll, ~2J

Comprensión (al leer} Estudios Matemáticos


Velocidad Perceptual Estudios Sociales
Memoria Asociativa Aptitudes vocacionales
Leer y Escribir Cienda (en general)
flIedges ,v NO'w"elt '!J5j ~
'" Figura 6.

Habilidades intelechtales sexualmente dimórficas en mujeres y hombres

cols., '86; Halpern y Cass, '94); 2) el lóbulo po calloso reflejan posiblemente diferencias
parietal (habilidad visuoespacial y motrici- en las estructuras corticales y el comporta-
dad) es de mayor localización en los varones; miento (Witelson, '85), pero las diferencias
3) el lóbulo frontal (habilidad verbal) es de sexuales en la función intelectual residen
mayor localización en mujeres y 4) la circun- preferentemente en los modelos de capaci-
volución límbica en situaciones de reposo es dad y no en el nivel de inteligencia: los hom-
más activa en mujeres (Gur y cols., '95). bres realizan mejor que las mujeres unas
Las diferencias de comportamiento habilidades y viceversa (Figura 6) (Kimura,
(Kelley,'88) radicarían posiblemente en las '92; Hedges y Nowell, '95). Los hombres tie-
variaciones encontradas en las comisuras nen ventaja en las maniobras espaciales (giro
que comunican ambos hemisferios en prima- en el espacio, recorrido de rutas, razona-
tes: el cuerpo calloso (Witelson, '85; miento matemático), en las habilidades

el/ademos de Bioética 1997/4" 1335


M. T. Herrero

motoras yen guiar o interceptar proyectiles. talentos concretos (fluidez verbal, habilidad
Las mujeres aventajan en velocidad percepti- espacial, razonamiento matemático ... ) el pro-
va, fluidez verbal, en cálculo aritmético, en ceso de aprendizaje a lo largo de la vida debe
tareas de precisión y en reparar detalles con- ser igualmente considerado ya que va afectar
cretos en el recorrido de una ruta (Kimura, el funcionamiento cerebral e incluso la estruc-
'92). Hampson y Kimura (1992) indican que tura cerebral.
las hormonas parecen condicionar la resolu- Los dos parámetros que han sido mejor
ción de problemas y la agresividad en los estudiados en homosexuales (varones) han
varones, influenciando tanto las funciones sido la preferencia de mano (Halpern y Cass,
cognitivas como de conducta (Kelley, '88). '94) y la lateralización del lenguaje. Si es
Los receptores para testosterona en la amíg- admitido que las mujeres tienden a ser dies-
dala (Breedlove, '83) explicarían el carácter tras (Hines y Collaer, '93), hay evidencias
agresivo-combativo de los roedores macho. (aunque rebatidas, Satz y cols., '91) que los
homosexuales (hombres y mujeres) tienen
Lateralizacion cerebral en homosexuales preferencia por la utilización de la mano
Son múltiples las variables de componen- izquierda (McCormick y cols., '90) Y los zur-
te neurobiológico que pueden ser identifica- dos tienen el cuerpo calloso mayor (Witelson,
das en relación a la orientación homosexual '85) El mecanismo hormonal propuesto, y que
(McCormick y Witelson, '91) Y si bien las hace protagonizar al aumento de exposición a
diferencias estructurales pueden ser peque- los andrógenos durante el desarrollo como
ñas, el entorno ambiental y la actuación de explicación del hallazgo en mujeres homose-
las hormonas sobre estructuras superiores xuales, no es válido para los homosexuales
como la corteza cerebral puede mediar emo- varones. La función neuropsicológica, por si
ciones diferentes, de modo que hombre y sola, es insuficiente para explicar la causa de
mujer tienen diferentes intereses y capacida- la orientación sexual hacia el mismo sexo.
des ocupacionales. El dimorfismo homosexual neurobiológi-
Geschwind y Galaburda (1985a,b) indican co estaría en relación primordialmente: 1)
que la testosterona prenatal va a promover el con acontecimientos prenatales de tipo neu-
desarrollo de ciertas partes del hemisferio roendocrino como factor del desarrollo de la
derecho y un más lento crecimiento de las orientación sexual y las asimetrías cerebrales
áreas homólogas del hemisferio izquierdo. Se funcionales, y 2) con el hecho que los meca-
deduce, por ejemplo, que la fluidez verbal nismos asociados a la orientación homose-
estaría disminuida en el hemisferio izquierdo xual y las diferentes características neuropsi-
y que sin embargo la habilidad espacial cológicas entre los sexos (Kimura, '92) corre-
(como el talento musical) serían aspectos de lacionan con elevados niveles de hormonas
dominancia del hemisferio derecho (Hassler, sexuales prenatales en las mujeres y niveles
'93). Sin embargo, aunque la influencia de la disminuidos en los hombres. No hay que
testaste ron a sobre el cerebro en desarrollo olvidar, sin embargo, que las mujeres presen-
pueda contribuir a las bases morfológicas de tan variaciones hormonales periódicas

1336 Cuadernos de Bioética 1997/4"


Teorías neurobiológicas sobre eL origen de La homosexualidad

durante su vida fértil y que estas variaciones D. FACTORES GENÉTICOS


(significativamente los niveles de progestero-
na) hacen variar sus respuestas no verbales Los genes van a especificar proteínas, no
disminuyendo la velocidad de reacción fenómenos psicológicos ni cond uctuales.
(Heister y cols., '89). Nadie ha demostrado Los humanos son diferentes a la mosca y a
que los homosexuales varones compartan otros animales invertebrados, donde han
estas variaciones hormonales periódicas. demostrado relación entre genotipo, estruc-
El perfil ambiental de un individuo turas cerebrales (lóbulos de las antenas o el
homosexual (varón) incluye generalmente corpora pedunculata _" cuerpos champiñón"-
madres superprotectoras, ausencia de mode- que están involucrados en la olfación para
lo varonil, padres ausentes y aislamiento del detectar las feromonas sexuales) y orienta-
individuo que va a optar por conductas poco ción sexual (Ferveur y cols., '95). Como sus
convencionales: estilos de vida e identidades autores explican, "no hay ninguna indicación
poco conformistas. La mayoría de los estu- de que la organización del cerebro de la
dios que se han realizado se concentran bien mosca sea relevante para un cerebro diferen-
en teorías psicosociales, en factores ambien- te" (Barinaga, '95). Desconocemos, por el
tales, o rasgos de personalidad, pero ningu- momento, como el cerebro materializa los
no llega a poder estudiar todas las variables mecanismos psicológicos complejos pero la
en conjunto. Stoller y Herdt (1985) explican interacción de la información genética perso-
como dos chicos cuyos padres están ausen- nalizado junto al ambiente, las conductas
tes, tienen madres protectoras que les incli- aprendidas y el talante personal de cada
nan al deporte. Uno de ellos se integra en el individuo en su reacción-relación con su
equipo de béisbol y desarrolla una orienta- ambiente, contribuirían de forma definitiva
ción heterosexual. El otro no juega al béisbol al aprendizaje social de la determinación-
y desarrolla orientación homosexual. orientación sexual. "Los humanos son orga-
Podríamos pensar que este último poseería nismos creativos que tienen la oportunidad
una determinación genética o cerebral (por de aprender y tener nuevas experiencias,
deficiencia hormonal o menor volumen nuevos ambientes que amplían de este modo
nuclear de INAH3 del hipotálamo) y que por los efectos tanto del fenotipo como del geno-
las circunstancias ambientales de perdida de tipo" (Bouchard, '94).
modelo masculino (ausencia del padre) y La posibilidad de un factor genético
presencia de madre superprotectora, desa- como causa de la homosexualidad esta pro-
rrolla la orientación homosexual. Esta situa- puesta desde los hallazgos de Kallmann
ción nos demuestra lo simplistas que pueden (1952) que demostraban concordancia del
ser este tipo de explicaciones cuando se trata 100% entre gemelos homosexuales monoci-
de conocer el origen de una conducta huma- gotos (MZ) y solo del 12% entre los gemelos
na del más alto nivel psicológico. homosexuales dicigotos (DZ). Sin embargo,
Kallmann rectificó sus hallazgos (1960) indi-
cando que existía artefacto ya que la muestra

Cuadernos de Bioética 1997/4/l 1337


M. T. Herrero

había sído extraída de una población de circunstancias ambientales son significativas


enfermos mentales institucionalizados. Sus para la consolidación de la orientación
resultados fueron, no obstante,corroborados sexual, y viceversa, algunos factores de la
(Pillard y Weinnich, '86; Bailey y cols. personalidad y del temperamento pueden
'91,'93), pero otros trabajos son menos opti- estar influidos por la herencia (genes) y/o los
mistas (King y McDonald, '92) . Los estudios niveles hormonales (Cloninger, '87).
de arboles familiares o de gemelos (monoci- En la misma línea de estudios genéticos,
gotas y/o dicigotos) trabajan con la idea de y habiendo observado la existencia de varo-
que rasgos genéticos se transmiten entre nes homosexuales preferentemente en la
miembros de una misma familia y que exis- línea familiar materna, Hamer y cols. (1993)
ten bases genéticas que explican la personali- estudiaron marcadores del DNA en fragmen-
dad y los comportamientos complejos del ser tos del cromosoma X de varones homosexua-

Figura 7.

Cromosoma 21: en la región subtelomérica del brazo largo, región Xq28, estaría determinada una forma de homose-
xualidad masculina preferentemente transmitida por vía materna (Hamer y cols., '93).

humano (Plomin y cols., '94; Thomas, '94). les encontrando evidencias (discutibles)
Recientemente, en estudios rigurosos del entre la región subtelomérica Xq28 del brazo
grupo de Bailey dónde, además de gemelos largo del cromosoma X (Figura 7). Se llegó a
mono y dicigotos, han incluído hermanos no hablar del "Gay Gen", pero se desconoce
gemelos y hermanos adoptados, se han esta- cual pueda ser dicho gen (la región Xq28 con-
blecido diferencias, aunque menores, en tiene cientos de genes, unos 4 millones de
homosexuales, tanto en varones (Bailey y pares de bases). La crítica a este trabajo radi-
Pillard, '91) como en mujeres (Bailey y cols., ca en que si bien los gemelos entre sí con-
'93). Los hermanos monociqotos homose- cuerdan en el gen implicado, este no es el
xuales compartían toda la Información gené- mismo para todas las parejas de gemelos
tíca y los dicigotos o los hermanos no geme- homosexuales. La mayor parte de los cíen tí-
los compartían la mitad (50%). Por otra parte, fícos, con los datos de que se dispone en la
la incidencia de homosexualidad entre her- actualidad, no creen pueda establecerse que
manos de homosexuales adoptados era un gen determine la orientación sexual per se
mayor (11%) que la de la población general (Plomin y cols., '94).
(1-5%). De modo que, aunque exista una ten-
dencia genética de la homosexualidad, las

1338 Cuadernos de Bioética 1997/4"


Tcorías 1lcurobiológicas sobre el origen de la homosexualidad

Conclusión 30071 Murcia. Fax: 34-68-363955. e-mail:


La homosexualidad queda definida como mtherrer@fcu. um.es
la orientación sexual hacia miembros del
mismo sexo. Aunque los indicios sobre la
existencia de una base biológica de la homo- Referencias
sexualidad son fragmentarios e incompletos Allen, L.S. y Gorski, KA. (1992) Sexual orientation
(tanto para hombres como mujeres), en bio- and the size of the anterior commisure in the human
medicina y en neurociencia continua siendo brain. Proc. Natl. Aead.Sei. U.s.A., 89: 7199-7202.

un reto conocer y determinar si el proceso de Allen, L.S., Hines, M., Shryne, J.E. y Gorski, KA.
diferenciación sexual conlleva una diferen- (1989a) Two sexually dimorphie eell groups in the human
brain. J. Neurosei., 9: 497-506.
ciación en la organización cerebral.
Aun cuando fuera cierto que el tamaño Allen, L.S., Hines, M., Shryne, J.E. y Gorski, KA.
de ciertas estructuras cerebrales esta en rela- (1989b) Sex differenee in the bed nucleus of the stria ter-
minalis of the human brain. J. Comp.Neurol., 302: 697-706.
ción con la inclinación sexual de cada sujeto,
el conocimiento que poseemos del cerebro es Anderson, R.H., Fleming, D.E., Rhees, RW. y
todavía insuficiente para explicar como tales Kinghorn, E. (1986) Relationship between sexual beha-
vior, plasma testosterone, and the volume of the sexually
diferencias cuantitativas pueden generar dimorphie nucleus of the preoptie area in prenatally stres-
diferencias cualitativas en un fenómeno psi- sed and non-stressed rats. Brain Res., 370: 1-10.
cológico tan complejo como la orientación
Arnold, A.P. Y Gorski, RA. (1984) Gonadal steroid
sexual (Swaab y Hofman, '95). El triple con- induetion of struetural sex differenees in the CNS.
trol, genético, hormonal y ambiental, del Ann.RevNeurosei., 7: 413-442.

desarrollo del sistema nervioso central pro- Arendash, G.w. y Gorski, RA. (1983) Effeets of dis-
porciona el marco para comprender mejor las erete lesions of the sexually dimorphie nucleus of the pre-
facultades del ser humano que supera los optie area or other medial preoptie regions on the sexual
behavior of male rats. Brain Res. Bul!., 10: 147-154.
instintos transformándolos en tendencias
controladas por la voluntad, de modo que Bailey, J.M. y Pillard, Re. (1991) A gene tic study of
male sexual orientation. Areh. Gen Psyehiatry, 48: 1089-
ningún factor puede ser determinante de
1096. Bailey, J.M., Pillard, Re., Neaie, M.e. y Agyei, Y.
manera independiente. "Las respuestas a (1993) Heritable faetors influenee sexual orientation in
estas preguntas pueden no residir tanto en la women. Areh.Gen Psyehiatry, 50: 217-223.

biología del cerebro sino en las culturas que Bakker, J., Van Ophemert, J. y Slob, A.K.(1993)
los cerebros han creado" (Blyne). Organization of partner preferenee and sexual behavior
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Agradecimientos: La autora desea expresar Baneroft, J. (1994) Homosexual orientation. The


seareh for a biologieal basis. Br. J. Psychiatry, 164: 437-440.
su agradecimiento a la Dra. H. Almirall por
sus acertados comentarios. Bardoni, B., Zanaeia, E., Guioli, S., Floridia, G.,
Correspondencia: M. T. Herrero. Departa- Workley, K.e., Tonini, G., Ferrante, E., Chiumello, G.,
MeCabe, E.R, Fraeearo M. (1994) A dosage sensitiva loeus
mento Ciencias Morfológicas y Psicobiolo- at ehromosome Xp21 is involved in male to female sex
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