Você está na página 1de 8

CONCEPTO DE AUTORIDAD A TRAVÉS DE LAS ÉPOCAS DE MÉXICO

El concepto de autoridad hace referencia a una potestad que logra alguien, a un líder
legítimo y a alguien que obtiene poderes o facultades sobre un grupo de personas. Por lo
general, permite nombrar a quienes gobiernan un país o región y tienen, por imposición o
voluntad popular, voz de mando.

ÉPOCA PREHISPÁNICA.

México prehispánico es el período de la historia de ese país anterior a la conquista y


colonización española a partir de 1519. Es necesario aclarar que México es un Estado
moderno cuyas fronteras fueron fijadas a mediados del siglo XIX. Por lo tanto, la historia
mexicana de la época prehispánica es la historia de los pueblos que vivieron en ese
territorio, no la historia del estado mexicano en la época precolombina.

Es una época en la cual la autoridad recaía en los sacerdotes quienes transmitían los
mensajes emitidos por los dioses al pueblo. Hasta la llegada de los españoles.

Los aztecas tenían un sistema de gobierno basado en un solo gobernante al que le


conocía con el nombre de tlatoani, algunos de ellos fueron Cuauhtemoc, Moctezuma,
Cuitlahuac, etc. eran ellos los que mandaban y los que tenían todo el poder de la cuidad
de Tenochtitlan, la cual estaba dividida en Calpullis (colonias) en donde existía un
encargado de recolectar los tributos y llevárselos al tlatoani. El tlatoani duraba en el poder
hasta su muerte o hasta que el mismo deseaba retirarse del cargo, entonces el poder
pasaba a cargo de la persona más cercana al emperador, la mayoría de las veces era el
hijo mayor.

El la cultura maya creo que eran los sacerdotes los que detentaban el poder

ÉPOCA COLONIAL.

A lo largo de toda la historia colonial el rey de España fue la autoridad suprema. En la


época de la conquista de México el monarca en quien recayó la responsabilidad efectiva
del gobierno fue el emperador Carlos I de España y V de Alemania. Su política fue
fundamentalmente absolutista, es decir, concentrando en la corona poder absoluto, de
manera que la voluntad real no tenía límites legales y constituía la ley suprema. Los reyes
gobernaron, pues, a México desde España basándose en los informes que recibían,
interviniendo personalmente en raras ocasiones ya que delegaron la autoridad en
instituciones que actuaban en su nombre. Jamás un rey de España visitó México ni
ninguna otra de las colonias españolas en América.

EL REY

A lo largo de toda la historia colonial el rey de España fue la autoridad suprema. En la


época de la conquista de México el monarca en quien recayó la responsabilidad efectiva
del gobierno fue el emperador Carlos I de España y V de Alemania. Su política fue
fundamentalmente absolutista, es decir, concentrando en la corona poder absoluto, de
manera que la voluntad real no tenía límites legales y constituía la ley suprema. Los reyes
gobernaron, pues, a México desde España basándose en los informes que recibían,
interviniendo personalmente en raras ocasiones ya que delegaron la autoridad en
instituciones que actuaban en su nombre. Jamás un rey de España visitó México ni
ninguna otra de las colonias españolas en América.

EL REAL Y SUPREMO CONSEJO DE LAS INDIAS

Fue la autoridad subordinada de más alta categoría creada por el rey para gobernar las
colonias en América, con un grupo de ministros nombrados por él. Las funciones del
Consejo de Indias abarcaban toda clase de asuntos, incluso los relativos al aspecto
administrativo y financiero de la Iglesia en las colonias. Las decisiones, sentencias, leyes
y acuerdos del Consejo representaban de la manera más directa la voluntad real, y como
el rey, el Consejo gobernaba desde España, donde tenía su asiento. La autoridad del
Consejo era, pues, enorme y comprendía, para decir en términos actuales, la
correspondiente a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.

LA AUDIENCIA

Durante La Conquista y su consolidación fue Hernán Cortés quien gobernó en la Nueva


España, sin embargo muy pronto el rey lo privó de su autoridad al establecer un órgano
gubernamental superior que se llamó la Audiencia de México. Este órgano, como el
Consejo de Indias, estaba integrado por varios magistrados llamados oidores, fungiendo
uno de ellos como presidente de la Audiencia. En términos generales, las funciones de
este órgano eran una mezcla de poderes, porque no sólo gobernaba en lo político y en lo
administrativo, sino que también era un tribunal superior en asuntos civiles y criminales.

En la Nueva España hubo Audiencia antes de la creación del cargo de virrey, y en ese
tiempo fue la autoridad más alta de la colonia, aunque, desde entonces, su poder no
incluía asuntos militares, ya que estos correspondían al Capitán General (ejercido en un
principio por Hernán Cortés) ni asuntos relativos a la hacienda y los impuestos, que
estaban al cuidado de funcionarios llamados oficiales reales. El gobierno de la primera
Audiencia fue desastroso por los terribles abusos que cometieron los oidores, al grado de
que estuvieron a punto de provocar una rebelión. La segunda Audiencia, en cambio, fue
ejemplar, de ella formó parte don Vasco de Quiroga que después fue obispo de
Michoacán y un gran benefactor de los indios de esa región.

Además de la Audiencia de México existió la que se llamó Audiencia de la Nueva Galicia,


o sea la de Jalisco. Residía en la ciudad de Guadalajara y era subordinada de la
Audiencia de México. Ambas se mantuvieron a lo largo de toda la historia colonial.

EL VIRREY Y OTROS FUNCIONARIOS

La pésima administración y desmanes de la primera Audiencia, entre otros factores,


mostró la necesidad de que residiera en México un funcionario que representara en la
colonia a la persona del monarca. El título que se le dio a ese funcionario fue el de virrey,
palabra que, precisamente, quiere decir el que está en lugar del rey. Los poderes y
facultades del virrey fueron muy amplios. En él se depositó toda la acción gubernamental
y administrativa de la colonia que se había concedido a la Audiencia, y ésta quedó a ese
respecto como un órgano que auxiliaba al virrey, puesto que éste era el presidente titular
de la Audiencia. Sólo en los casos en que faltaba el virrey por muerte u otra circunstancia,
la Audiencia recobraba provisionalmente su poder mientras el nuevo virrey tomaba las
riendas del gobierno. El poder de la Audiencia como tribunal de justicia quedó intacto,
porque en esos asuntos el virrey no tenía facultades. El virrey, además, ostentaba el
cargo de capitán general y era el jefe supremo en asuntos militares. En una palabra, el
virrey fue la autoridad local suprema y su poder subsistió durante todos los años de la
historia colonial. Del virrey dependían una multitud de empleados y autoridades
subalternas por medio de las cuales gobernaba el enorme territorio bajo su mando. De
esas autoridades las más importantes fueron los alcaldes mayores y los corregidores, que
residían en las principales ciudades de provincia. En la época final de la colonia, las
extensas regiones del norte del virreinato fueron sujetas a gobiernos especiales llamados
Comandancias de las Provincias Internas, y además todo el territorio de la colonia fue
dividido en porciones que se conocían con el nombre de Intendencias. Los funcionarios
que gobernaban las nuevas entidades le restaron poder a los virreyes, aunque éste fuera
de todos modos el jefe supremo.

LOS VISITADORES

Eran enviados del rey, investidos de gran autoridad y su labor era la de inspeccionar y
revisar la conducta de las autoridades,virrey incluido, y de imponer suspensiones y penas.
Generalmente los visitadores eran enviados cuando ocurrían alborotos graves que
alteraban la tranquilidad y el orden públicos, cuando había sospecha de malos manejos
financieros, o cuando estaba en peligro la fidelidad de la colonia al rey, como en el sonado
caso de la llamada "Conjuración del marqués del Valle" que fue el intento del hijo de
Hernán Cortés y de un grupo de encomenderos ricos de separar la Nueva España para
convertirla en un reino independiente o cuando José de Gálvez, villano visitador se
encargó de la expulsión de los jesuitas.

Juicio de residencia. Más que una institución era una instancia y consistía en una
investigación pública acerca del modo en que un empleado o un funcionario había
desempeñado su cargo, particularmente acerca del manejo de la hacienda. En casos
importantes, como eran los relativos al gobierno y honradez de los virreyes, la
investigación la llevaba a cabo un juez especial enviado desde España. El juicio se
llamaba de residencia, porque se llevaba a cabo en el lugar en que había residido el
funcionarío enjuiciado y porque no se podía ausentar de él sin dejar un apoderado que
respondiera a los cargos.
AYUNTAMIENTOS

A las ciudades y pueblos se les reconocía personalidad como entidades independientes


en todo lo relativo a sus intereses particulares. Para la representación legal y
administración de esos intereses las ciudades o pueblos tenían unos funcionarios y
empleados que, reunidos en un cuerpo de gobierno, tomaban el nombre de ayuntamiento,
porque esta palabra significa, precisamente junta o reunión de personas. A los
ayuntamientos, pues correspondía resolver, reglamentar y ejecutar todo lo concerniente a
la vida de la ciudad y a su desarrollo físico. Es imposible enumerar la multitud y gran
variedad de asuntos que caían bajo el gobierno del ayuntamiento, pero para dar una idea
de ello pueden decirse que, en términos generales, eran los que hoy corresponden a los
gobernadores actuales.

Puesto que la ciudad de México era la mayor y principal de todas las ciudades de la
Nueva España, su ayuntamiento también gozó de igual preeminencia. Pero a este
respecto es muy necesario subrayar el otro motivo de su importancia en la vida de la
colonia. En efecto, como el ayuntamiento era una autoridad que no procedía directamente
del rey, sino que era de origen local y representativa de los colonos, inevitablemente se
convirtió en el órgano defensa de los intereses de aquéllos en la creciente pugna con los
intereses cada vez más absorbentes de la corona. Y fue así que, encabezando a los
ayuntamientos de las otras ciudades, el de México adquirió una fuerza política y social a
cuyo amparo se incubaron los anhelos de libertad y de independencia.

La jerarquía social

Los españoles

Los criollos
(hijos de españoles pero nacidos en el
Nuevo Mundo)

Los mestizos
(hijos de padres de distinta raza -- europea,
indígena, negra o asiática; los de piel clara
tenían más posibilidades de ascender en la
sociedad)

Los esclavos Los indios

ÉPOCA INDEPENDIENTE.

Guerra de Independencia (1810-1821)

Invasión estadounidense (1846-1850)

Guerra de Reforma (1857-1861)

Intervención Francesa y el II Imperio Mexicano (1862-1867)

México Liberal (1867-1876)

Porfiriato (1876-1910)

Revolución Mexicana (1910-1924)

Maximato (1924-1936)

En 1822 Iturbide fue proclamado Emperador por lo que se establece el primer Imperio
Mexicano, pero sin el apoyo de la gente. Se establece el Congreso Constituyente a fin de
redactar una nueva Constitución. Se dictó la constitución de México, estableciéndose la
República Federal (1824). Guadalupe Victoria es nombrada primer Presidente de la
República (1824).

ÉPOCA CONTEMPORÁNEA

Edad Contemporánea es el nombre con el que se designa el periodo


histórico comprendido entre la revolución francesa y la actualidad. Comprende un total de
225 años, entre 1789 y el presente.

Después de la II Guerra Mundial, la infraestructura del país se desarrolló, los sectores


manufacturero e industrial se expandieron, al igual que la producción agrícola, se
fortaleció la clase media y se evolucionó económicamente.
Los acontecimientos de esta época se han visto marcados por transformaciones
aceleradas en la economía, la sociedad y la tecnología que han merecido el nombre
de revolución industrial.

El 28 de septiembre de 1821 se instaló una Junta Provisional de Gobierno, encargada de


redactar el Acta de Independencia y de organizar un congreso que decidiera la forma de
gobierno para el país.

Cuando Iturbide dejó el trono, el gobierno quedó en manos de un Supremo Poder


Ejecutivo formado por Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero, ente otros,
que convocó a un segundo Congreso.

La autoridad política se puede concebir como poder coercitivo en un ámbito de carácter


convencional o contractualista, mientras que la autoridad política se piensa como poder
legítimo en una visión de tipo aristotélico que parte del origen natural de la sociedad civil y
se orienta a la realización del bien común

Durante la Edad Media, el poder lo ejercía el rey germánico, que tenía autoridad sobre un sólo
Estado, y era coronado por el papa, bajo la ley de la Iglesia Católica. El rey germánico más famoso
e importante de la Edad Media fue Carlomagno (768-814) que condujo a sus ejércitos francos a la
victoria sobre otros numerosos pueblos, como los sajones (768-814) y los avaros (787)
estableciendo su dominio en la mayor parte de Europa central y occidental. Después del rey,
seguían los señores feudales, que eran dueños de los feudos (grandes extensiones de tierra) y
dependiendo de la extensión de territorio con el que cuentan y el poderío que tienen, eran
llamados: príncipes, duques, condes, barones o marqueses. Los grandes castillos servían de
residencia a los señores feudales y como fortaleza defensiva de las guerras. Y por último los
siervos o vasallos que se encargaban de trabajar la tierra y pagarles tributo a los señores feudales,
además de prestarles gratuitamente servicios, tales como la construcción de sus castillos o siendo
sirvientes en ellos.

LA IGLESIA
La Iglesia tuvo un lugar muy importante, porque poseía tierras, poder económico y moral. La Iglesia
se veía a sí misma como una comunidad espiritual de creyentes cristianos, exiliados del reino de
Dios, que aguardaba en un mundo hostil, el día de la salvación. Los miembros más destacados de
esta comunidad fueron los obispos, que eran sacerdotes con poderes ministeriales que se hallaban
en los monasterios, diseminados por toda Europa y alejados de la jerarquía eclesiástica. La Iglesia
poseía los valiosos tesoros culturales: la escritura y la lectura. Por otra parte los reyes y la nobleza
donaron también tierra a la Iglesia. La Iglesia también estaba estratificada: la máxima autoridad era
el papa, el cual se encargaba de coronar a los reyes germánicos y era el poseedor de los derechos
del papado (misión del papa). Después seguía la Jerarquía eclesiástica y por último estaban los
sacerdotes y los monjes, que en Iglesias y Monasterios desarrollaban sus labores.

REYES FAMOSOS DE LA EDAD MEDIA.


- Carlomagno (768-814)
- Luis I el Piadoso (814-830)
- Carlomán (882-884)
- Guillermo I el Conquistador (1066-1087)
- Felipe I de Francia (1060-1108)
- Luis VI el Gordo (1108-1137)
- Luis VII el Joven (1137-1180)
- Enrique II de Inglaterra (1154-1189)
- Ricardo I Corazón de León (1189-1199)
- Luis IX el Santo (1226-1270)
- Juana de Arco (1412-1431)

PAPAS CÉLEBRES DE LA EDAD MEDIA.

- Gregorio I (590-604)
- León III (795-816)
- Urbano II (1088-1099)
- Adriano IV (1154-1159)
- Inocencio III (1198-1216)
- Honorio III (1216-1227)
- Inocencio IV (1243-1254)

Você também pode gostar