La ética es una ciencia normativa que proviene de la filosofía, la misma estudia lo
correcto o equivocado del comportamiento humano, la moral, la virtud y el deber;
ésta se enfoca en las acciones humanas. La ética, como disciplina filosófica se origina en la Antigua Grecia con los estudios de Aristóteles, a pesar de que Sócrates y Platón ya habían planteado algunos pensamientos éticos.
En el mundo antiguo, aproximadamente 4500 años a.C., los hombres ya se
cuestionaban acerca de lo que era bueno o malo, correcto o incorrecto, y habían establecido ciertos parámetros para responder sus preguntas, tomando en consideración los aspectos religiosos, políticos, y sociales, por los que se regían.
Las primeras disertaciones sobre la ética surgieron de Sócrates, quién estudió la
conducta humana; también, pensaba que la virtud sólo residía en la sabiduría, siendo ésta la esencia de todo bien y la ignorancia era la ausencia de la virtud. Por su parte Platón, como discípulo de Sócrates, pensaba que la virtud estaba íntimamente ligada con el bien, la belleza y la justicia, lo cual constituía la perfección, por lo que el mal no existía sino que era el reflejo imperfecto de la realidad.
Aristóteles, como muchos pensadores, creyó que el objetivo de todas las
actividades humanas es la felicidad, la cual sólo era alcanzada si se desarrollaban correctamente las virtudes morales, es decir que la verdadera felicidad era la construcción de un camino hacia el bien siendo justos, prudentes y sabios en todas las acciones cotidianas.
Hacia 1785, Immanuel Kant, estableció la moral desde un punto de vista
meramente racional, independientemente de si puede realizarse o no. Según Kant, no existe algún objeto al que el hombre deba acercarse para ser bueno y se le daba valor al hombre no por lo que hace sino por la intención con que lo hace.
Según el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel, la evolución del
pensamiento conduce a un cambio en las estructuras sociales, en dónde domina quien tenga la fuerza y no el poder económico. Por su parte Karl Marx, sostenía que Dios no existía por lo que todo fundamento de valor moral era falso y era necesario no subordinarse a él, lo cual permite que el hombre distinga por sí mismo lo bueno de lo malo elevándolo a un nivel superior.
La ética moderna se encuentra influenciada por las teorías psicoanalíticas de
Sigmund Freud y el conductismo de Iván Pavlov. Estas teorías atribuyen el problema del bien y el mal en cada individuo a la lucha entre el impulso de los instintos para satisfacer todos los deseos y necesidades con el fin de que el individuo actúe correctamente dentro de una sociedad. Estos instintos provienen de la teoría según la cual la naturaleza humana es capaz de reaccionar a estímulos diversos de una forma determinada.
En la actualidad, diversos filósofos, tales como Bertrand Russell, Nikolái
Alexandrovich Berdiáiev, Martin Buber, Jacques Maritai y otros consideran que las cuestiones éticas y morales residen en la religión, cualquiera que ésta sea, y en la familia. Otros filósofos modernos como Martin Heidegger, John Dewey, George Edward Moore, entre otros, no aceptan ninguna de las religiones tradicionales, y se basan en que el hombre debe vivir de acuerdo a su propia ética y moral, asumiendo sus decisiones siendo conscientes de la muerte.
Independientemente de cada concepto formulado por los distintos pensadores y
filósofos, la ética constituye la racionalización de las actividades del hombre como buenas o malas, siendo una ciencia evolutiva pues en la medida que se vive, se logra un discernimiento concreto en los juicios, se elaboran reglas o normas de conducta que reemplazan a las anteriores.