Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
1
En esta página web encontrarás todo el material de
apoyo que necesitarás durante este taller!
2
Índice de contenidos
Objetivo: enseñar las técnicas y entregar el conocimiento necesario para iniciar una
huerta casera. Y con esto, acercarse a la autosuficiencia.
3
5. Multiplicación y asentamiento de cultivos p.25
Tipos de semillas
Preparación de la cama de semillas
Siembra directa
Preparación de almácigos
Reproducción vegetativa
4
“El hombre no es un animal que solo puede realizar una tarea. No prospera
cuando se es como un engranaje en una máquina. Las personas están
destinadas por naturaleza a ser polifacéticas y a poseer diversas
habilidades”
John Seymour
5
1. Iniciar la huerta
Beneficios de la huerta
Escoger el lugar
Para escoger el lugar adecuado para la huerta lo primero que tenemos que
analizar es si disponemos de un terreno grande o uno pequeño, para ver si podemos
elegir el lugar. En segundo lugar debemos analizar de qué tamaño queremos hacer
la huerta. Siempre será mejor partir con una huerta pequeña y luego, con los años,
ir agrandándose. Disponer de unos 10 m² es lo mínimo para tener una huerta y con
50 m² tendremos suficientes verduras para una persona al año. Por lo tanto, para
producir las verduras de una familia de cinco personas necesitaremos 250 m² (un
espacio de 16 x 16 m). Si se quisiera producir todo el alimento necesario, incluyendo
los cereales y alimentos calóricos, para una familia de cinco personas, se requieren
2300 m² (un espacio de 50 x 50 m). Este taller está pensado en la producción
solamente de verduras.
Sabiendo el tamaño de la huerta que vamos hacer necesitamos pensar en
varias cosas para escoger el lugar:
6
Cercar el lugar para evitar que entren animales como los perros
Asegurarnos de que ojala el suelo tenga más de 45 cm de profundidad
No hacer una huerta demasiado grande si no tenemos el tiempo para
trabajarla. Más nos vale concentrar nuestros esfuerzos en un lugar menor y
más productivo, pero siempre aspirando a que sea agrandado en un futuro.
Elegir el lugar con menor pendiente
Evitar hacerla en un lugar que se inunde habitualmente
Asegurarnos de que en primavera lleguen mínimo 5 horas de sol directo al día
Como vemos en la figura debemos tener claro hacia dónde está el norte e
identificar las cosas que podrían darle sombra a nuestra huerta (Ej: nuestra casa). Si
instalamos la huerta pegada al sur de la casa o un gran árbol no tendrá suficiente sol
directo. Lo ideal es instalarla en el lugar que más sol le llegue. Así, si queremos
cultivar algo en invierno, que no sea la falta de luz lo que nos limite.
Diseñar la huerta
7
Comparación entre un bancal y surco con camellones (Jeavons, 2002)
Como vemos en la figura en los bancales se pueden cultivar las plantas más
juntas, pudiendo aprovechar mejor el espacio. Un bancal puede medir entre 0,7 y 1
metro de ancho por todo el largo que uno quiera, aunque se recomienda que no
sean más de 7 metros. Debemos dejar caminos entre los bancales y siempre
evitaremos pisarlos. Luego de la labranza estos quedarán más altos que los caminos.
Herramientas necesarias
8
Una pala hoyera o pala cuadrada
Una horqueta para tierra (con púas
gruesas y firmes, no delgadas como
la horqueta para heno)
Una palita jardinera
Un azadón
Instalación de la huerta
luego de la labranza ésta crecerá quedando hasta quince centímetros sobre los
caminos. Una vez dibujados los bancales lo óptimo será conseguir la mayor cantidad
posible de güano o compost. Con medio saco por metro cuadrado será suficiente
para empezar. Y para terminar la instalación, se debe hacer la primera labranza de la
9
tierra que vamos a cultivar, lo que se explicará en la siguiente sesión de Suelo y
labranza.
Para profundizar los contenidos de esta sesión, ingresa al sitio web:
www.cultivatuhuerto.cl
Ahí, en la sección “biblioteca”, en la sub-sección “mini manuales
introductorios” encontrarás material de apoyo que te guiará para introducirte en el
tema.
10
2. Suelo y labranza
11
El objetivo de este taller es explicar cómo lo hace y enseñar técnicas para
imitarla. En la agricultura orgánica se dice: “el agricultor no cultiva plantas, cultiva el
suelo”. Y este suelo se cultiva imitando a la naturaleza, para que así, dentro de lo
posible, ella haga el trabajo por nosotros. Mantener el suelo sano es la clave.
Las propiedades químicas tienen que ver con lo que no podemos ver, es
decir, la cantidad de nutrientes que hay para las plantas, cómo se mueven en el
suelo y si están o no disponibles para ser Túnel creado por lombriz (Sullivan, 2007)
absorbidos. En general, necesitaríamos un
análisis de laboratorio para determinar todo
esto, pero luego explicaremos algunos
indicadores visuales que nos dirán si están
bien o no. Los principales nutrientes para las
plantas son el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el
potasio (K). Un suelo fértil es rico en
nutrientes.
12
que podemos encontrar en nuestro suelo. Un suelo sano está lleno de vida. Un
ejemplo es la cantidad de lombrices que encontremos, que entre más sean mejor
será. Como vemos en la figura de la derecha, las lombrices crean túneles que airean
el suelo, además descomponen la materia orgánica liberando nutrientes y producen
un pegamento que le da estructura al suelo y lo protege. Otro ejemplo son los
hongos, que por debajo del suelo forman redes con las raíces de las plantas y
cooperan el uno con la otra. Hay un sin número de seres vivos, todos son necesarios
y hay que protegerlos.
Por otro lado, un mal suelo se puede parecer al relleno que utilizan para los
caminos y construcciones. Sus características pueden ser:
13
Erosión
14
una segunda zanja al lado de la primera echando la tierra sobre la anterior. Se repite
el paso 2 mullendo el subsuelo en la nueva zanja y se repite el proceso avanzando
de zanja en zanja hasta terminar todo el bancal.
15
3. Abonado y mejoramiento del suelo
Güano
Fabricación de compost
El compost es parecido al
güano, sólo que lo debemos
fabricar nosotros, para esto
utilizaremos cualquier resto
vegetal, ya sean restos de la Montículo de compost (Jeavons, 2002)
16
huerta, de la cocina, hojas secas o pasto recién cortado. Todo sirve.
Para fabricarlo podemos hacerlo en montículos o dentro de grandes
cajoneras o tambores.
El compost es el producto de la descomposición aeróbica de la materia
orgánica por medio de los microorganismos. Es como hacer tierra de hoja en la casa.
Entonces, como vemos en la figura de abajo, necesitaremos tres materiales
principales. El primer ingrediente son los restos secos, o carbonados, que son más
leñosos o amarillos. El segundo ingrediente son los restos frescos, o nitrogenados,
que son verdes, poco leñosos y blandos. El tercero, que se utiliza en menor
cantidad, es el inóculo, en donde vienen los microorganismos para activar la
descomposición.
El montón de compost necesita humedad y aireación para descomponerse
por lo que debemos mantenerlo mojado y voltearlo cada cierto tiempo. Para
formarlo lo haremos por capas, como se ve en la figura arriba, intercalando uno a
uno los ingredientes, así los tres estarán en contacto.
17
Son refugio para muchos insectos
Alimenta a las lombrices y otros seres, activándolos
Abono verde
Los mejores abonos verdes son las leguminosas como las habas y arvejas ya
que fijan nitrógeno del suelo y luego lo liberan al suelo al descomponerse. Pero esto
no es estricto, ya que cualquier especie que pueda crecer en invierno será útil,
aunque sean malezas. Podemos cultivar avena, centeno o mostaza también.
Siempre es mejor tener un cultivo que no tenerlo, así estos capturan los nutrientes
que se perderían y los liberan después. Si dejaremos un terreno sin cultivar durante
18
la temporada cálida, también podemos cultivar un abono verde, que será aún más
beneficioso que en invierno.
En general, uno labra el suelo antes de la primavera, y esta misma labranza
podemos aprovecharla para enterrar el abono verde que creció durante el invierno.
Nunca debemos enterrarlo después de que florezca.
Apenas se haya cosechado en otoño, uno debe sembrar el abono verde.
Salinidad
pH y encalado
19
Ahí, en la sección “biblioteca”, en la sub-sección “Textos de profundización
específicos” encontrarás varios textos en la división “sobre abonos y compost”.
Además, en la sección “biblioteca”, en la sub-sección “Tablas e ilustraciones”
encontrarás en forma resumida lo que puedes compostar, los tipos de abono y más.
20
4. El ciclo y las partes de la planta
Las plantas tienen diferentes órganos y cada uno cumple una función.
Algunas tienen órganos modificados como las papas y zanahorias, que hace que
cumplan otra función extra. Para poder cultivarlas necesitamos conocerlos e
identificarlos. Sus órganos principales son:
Hojas: Su función es
hacer fotosíntesis y alimentar a
la planta
Raíces: Anclan la planta
al suelo y la proveen de agua y
nutrientes
Tallos y/o tronco:
Sostienen a la planta y
trasladan los nutrientes y el
agua de un lugar a otro
Yemas: Tienen células
madre, que son capaces de
crear nuevos tallos y raíces.
Flor: Son para
reproducirse y producir frutos
Fruto: Contienen las
semillas que serán esparcidas
Tubérculos (papas),
rizomas y bulbos: Almacenan
energía para crear otra planta
nueva o florecer después.
El ciclo de la planta
Hay diferentes tipos de plantas, con diferentes ciclos, como veremos más
adelante. En general, las plantas que cultivaremos son anuales y su ciclo es:
Germina la semilla
Crece la planta
Florece
Produce frutos
Bota los frutos liberando nuevas semillas (y en general muere)
21
El ciclo se repite germinando las semillas liberadas
Tipos de plantas
Esta clasificación suele ser un poco confusa porque hay plantas perennes
que cultivamos como anuales, como el tomate y el ají, ya que mueren por el frío en
invierno. Otras plantas que dejan tubérculos como la papa y el topinambur también
son perennes, solo que la parte aérea muere dejando reservas bajo tierra para
rebrotar la temporada siguiente. Este tipo también las cultivamos como anuales, ya
que cosechamos sus tubérculos o papas. Todas las plantas tienen distintas
estrategias para sobrevivir, competir y reproducirse.
22
Estacionalidad
Los distintos ciclos de las plantas obedecen a las estaciones del año,
prefiriendo crecer en una estación, florecer en otra y así depende de cada planta.
Debemos conocer estas preferencias para saber cuándo sembrar cada planta.
Hay plantas que les gusta vivir su etapa de crecimiento en invierno para
florecer en primavera, como el trigo, la avena y las habas. Otras prefieren crecer en
primavera y verano para florecer en otoño, como el maíz, el zapallo y los porotos.
Por esto, hablamos que hay plantas que son de estación fría, que resisten heladas y
buscan crecer en invierno, y otras de estación cálida, que no resisten las heladas y
las semillas no germinan si no hace calor.
Esta división no es tan estricta, y podemos forzar las plantas a crecer en
otras estaciones o protegerlas del frío, como en los invernaderos. Además, hay
plantas con ciclos cortos que duran una sola estación. Y por último, hay variedades
con distintos ciclos dentro de una misma especie.
En general, la huerta tradicional se divide en una época de gran producción
y trabajo; entre septiembre y mayo más o menos, y otra época en que todo está en
latencia, no hay floraciones y todo crece muy lento, que sería de junio a agosto. En
general, durante la temporada cálida cultivaremos las principales verduras y
durante la fría cultivaremos abonos verdes.
23
Ahí, en la sección “biblioteca”, en la sub-sección “Tablas e ilustraciones”
encontrarás calendarios de siembra, que te ayudarán a entender algunas diferencias
en los ciclos de las plantas.
24
5. Multiplicación y asentamiento de cultivos
Tipos de semillas
25
Teniendo en cuenta estas condiciones y respetando las fechas adecuadas,
podemos sembrar. Siempre hay que recordar que una semilla grande es menos
exigente que una pequeña. Para sembrar ocuparemos uno de los dos métodos
clásicos; sembrando directamente en el suelo donde crecerá la planta, o preparando
almácigos para luego trasplantarlas. La elección del método dependerá de nuestros
intereses, tiempo e instalaciones disponibles, cantidad de semilla que poseamos y
tipo de planta.
Siembra directa
En general, vamos a sembrar de forma directa las semillas grandes como los
porotos. De todos modos, todas las semillas se pueden sembrar de esta manera.
Hay varias formas de hacerlo.
Luego de la germinación de las semillas, cuando las plantas tengan unos 5 cm,
deberemos ralear, esto significa sacar las plantitas sobrantes para dejar las
definitivas a la distancia adecuada.
Preparación de almácigos
La otra técnica, muy utilizada, son los almácigos. Estos pueden construirse
con cajones o consiguiendo las bandejas de plumavit que están divididas en
cuadraditos. Los almácigos debemos dejarlos en un lugar protegido de los pájaros y
el frío, pero que les llegue luz, aunque no en exceso. Podemos construirles un mini
26
invernadero con nylon o dejarlos dentro de la
casa, al lado de una ventana de orientación
norte. La tierra que utilizaremos debe ser de
buena calidad, ojala una mezcla mitad compost,
mitad tierra superficial. Deberemos harnear la
mezcla con una malla para sacarle los pedazos
grandes. Una vez que las plantas tengan unos 7
cm las trasplantaremos al lugar definitivo. Los
beneficios de los almácigos son varios:
27
Reproducción vegetativa
28
6. Labores culturales
Desmalezado
29
Extracción con la mano, tirándolas y que ojalá salgan con sus raíces. Así
muestra la figura de la derecha.
Picar la tierra con el azadón o pala, teniendo cuidado de no dañar nuestros
cultivos.
Riego
Poda
30
Forzar a la planta a que utilice sus nutrientes en producir frutos y no hojas.
Engañar a la planta evitando su maduración y floración, para que siga
produciendo hojas.
Eliminar la parte aérea y tapar la subterránea para que la planta resista el
invierno y rebrote en primavera.
Tutores
Cosecha
31
Los bulbos y raíces como los ajos, cebollas y zanahorias los arrancaremos
tirando de la parte aérea de la planta
Los tubérculos como las papas y topinambur tendremos que desenterrarlos
escarbando en la tierra con el azadón, pala u horqueta. Siempre cuidando de no
hacerles daño
Las semillas como los porotos y arvejas deberemos desgranarlas si es
necesario, separándola de los frutos
32
7. Control de plagas
Definición de plaga
Llamaremos plaga a
cualquier ser vivo, que al
haber aumentado su
población de forma
exagerada, pone en gran
riesgo la cosecha de algún
cultivo. Ningún ser vivo es
plaga solo por existir.
La agricultura tradicional
usa y abusa de los
pesticidas, poniendo en
riesgo la salud de los
trabajadores, los habitantes
del campo y los consumidores. El dañino uso de pesticidas (Pía, 2005)
Además, rompe todo el equilibrio ecológico de la naturaleza, que mantiene a cada
especie bajo control. Y para peor, los pesticidas no solo matan a las plagas, también
matan a los seres benéficos que controlan a las plagas y otros como las lombrices,
que son tan útiles. Cualquier tonto puede llegar, rociar un veneno y matarlo todo,
pero hay que ser observadores e inteligentes para ocupar métodos más eficaces,
menos dañinos para el medio ambiente, más baratos y saludables.
Suelo sano
Diversidad económica
33
mismas. Así, si ataca una plaga sólo perderemos una parte de la producción y no
toda ella.
La naturaleza
es un sistema
equilibrado, en que
todos los seres se
relacionan entre sí.
Algunos se comen a los
otros, otros se ayudan,
se ocupan de refugio
entre ellos, etc.
Entender esta
complejidad que se
muestra en la figura de
la derecha es difícil,
pero sabemos que
para mantenerla
debemos cuidar a cada
ser. La diversidad de
La diversidad y cantidad de seres en la naturaleza (Sullivan, 2007)
plantas que tengamos
es clave, sean útiles o no. Debemos tener plantas de todos los tipos, incluyendo
arbustos. Éstos serán útiles como refugio para los depredadores de las plagas. Tener
siempre plantas en floración también será útil para atraer insectos benéficos.
Las plantas aromáticas atraen con su olor a otros insectos también benéficos y
espantan a algunos perjudiciales.
34
Control manual y uso de preparados
Si los repollos u otra planta está siendo comida por orugas, podemos
sacarlas con la mano.
Si los caracoles y babosas se están comiendo las lechugas, acelgas u otro
cultivo, debemos salir varias noches a buscarlas y sacarlas.
Si una planta está llena de pulgones, traemos la manguera y con un chorro
fuerte, pero que no dañe a la planta, los tiramos de ella.
En algunos casos, con una simple sacudida los pulgones u otro insecto
pueden caer.
Podemos preparar una lavaza y rociarla sobre las plantas, ésta provocará
que los insectos resbalen y caigan. No hay que ocuparla en exceso.
35
8. Rotaciones, cultivo combinado y planificación
Muchas de las enfermedades son transmitidas a través del suelo, por lo que
si repetimos un tipo de cultivo año tras año es muy probable que estas
enfermedades reaparezcan.
Las plantas extraen distintos nutrientes y en diferentes cantidades desde el
suelo, por lo que si las vamos rotando no sobre explotaremos ninguno, ni dejaremos
alguno sin utilizar.
Las leguminosas aumentan la cantidad de nitrógeno en el suelo, siempre
será bueno que sean parte de la rotación.
Algunas plantas, como las papas, al desenterrarlas obligan a perturbar
mucho el suelo, por lo que no es bueno repetir esta acción tan repetidamente.
36
Beneficios y perjuicios del cultivo combinado
37
Planificación, cálculos y registros
38
9. Cultivo en contenedores
La falta de suelo
contenedores que los sostengan. Por ejemplo, se pueden hacer cajoneras sobre la
azotea de un edificio o poner maceteros en la terraza de un departamento y así,
estaremos habilitando estos espacios para nuestros cultivos.
39
Tendremos menos producción por metro cuadrado
Requerirán riego más frecuente
Requerirán mayor fertilización
Necesitan una inversión inicial mayor
A pesar de todo, posee algunos beneficios:
Son menos susceptibles a la invasión de malezas
Pueden disponerse de tal forma que aprovechen más luz solar
Si lo permiten, pueden trasladarse a un lugar protegidos del sol o las heladas
cuando sea necesario.
Teniendo en cuenta estos factores hay que analizar si es conveniente
instalarlos. De todas formas, se recomienda que si se posee el espacio disponible en
el suelo, jamás debería reemplazarse a este por contenedores. O si se posee más
suelo del que podemos ya cultivar, tampoco se utilice contendores. Esto, a
excepción de la multiplicación de frutales, la propagación por almácigos o algunos
cultivos de invernadero.
40
seguir los siguientes principios:
Debemos utilizar el mejor sustrato posible, rico en materia orgánica, vida y
nutrientes (revisar sesión 2 de suelo), para aprovechar al máximo cada cm³ del
contenedor.
Entre más grande sea el contendor mejor
Debemos asegurar el mejor drenaje posible. El agua sobrante tiene que ser capaz
de salir del contenedor
El contenedor debe estar libre de agujeros por los que se pueda salir el sustrato
Los materiales a ocupar deben ser resistentes a la humedad y la pudrición, como
el plástico, la madera impregnada o tratada, cerámica, etc…
Los contenedores, en especial si van suspendidos en el aire, deben ser
resistentes y estar bien anclados. El sustrato húmedo puede llegar a pesar gran
cantidad.
Los contendores de paredes más gruesas y materiales más aislantes pierden
menos agua y tienen menos variación en su temperatura
Tipos de contenedores:
41
contenedores de piso. Los primeros pueden aprovechar más la luz en algunos
casos, pero nuevamente tienen limitaciones de peso y con esto de volumen.
Finalmente tendremos contenedores de distintos materiales como piedra,
cerámica, acero, madera y plástico. Si utilizamos madera, ésta tiene que estar bien
tratada.
Al igual como se vio en la sesión 1, hay que tener especial atención con que
a los cultivos les llegue la mayor cantidad de sol posible. Es por esto que si, por
ejemplo, pondremos recipientes colgados en un muro, el mejor muro será el de
exposición norte y el peor (llegando al nivel de ser improductivo) será el muro de
exposición sur.
Ejemplos de contenedores
42
43
44
45
Referencias:
- Tabla de alelopatía y de rotaciones: Taller de cultivos urbanos (Cultivos
urbanos, Santiago, 2012)
- Jeavons, John (2002). Cultivo biointesivo de alimentos (Ecology Action,
Willits)
- Pía, Fernando (2005). Huerta orgánica Biointensiva (CIESA, Chubut)
- Sullivan, Preston (2007). El manejo sostenible de suelos (ATTRA)
- Seymour, John (1981). El horticultor autosuficiente (Blume, Barcelona)
- Sánchez, Mario. La huerta en la ciudad
46