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EL LUCERO

Pensamiento Nacional

JULIO 2017

LA REALIDAD DE LA DEPENDENCIA

La Argentina desde antaño se encuentra sometida por sutiles y funestas


abstracciones que, de generación en generación, han producido una obnubilación en el
razonamiento de los argentinos que ha logrado derrotar, hasta ahora, a una Nación que en
excepcionales períodos de su historia ha demostrado ser una Patria pujante, firme y
poderosa. Pero lamentablemente no tardó en emerger esa mentalidad decadente y resentida
que llevó a la autodestrucción de lo que pudo haber sido una potencia mundial.
Así como en una época los cañones ideológicos se esforzaban en demoler la obra y
la memoria del Restaurador Juan Manuel de Rosas (defensor de la Soberanía Nacional,
reconocido por el Libertador Gral. San Martín al legarle su sable); ahora se trata del Gral.
Perón (“todo” lo malo que le pasa al país es culpa de Perón, el peronismo o de los
autodenominados “peronistas”), que en sus gobiernos la Argentina alcanzó un grado de
desarrollo y progreso que eran ejemplo en el mundo, sin contraer deuda externa, como sí
hicieron sin excepción TODOS los gobiernos; han destruido a un partido político que
utiliza su foto hasta el hartazgo fetichista, pero que sus dirigentes no siguieron ni siguen ni
por lejos la doctrina política que logró la Justicia Social en la Argentina; intentan por todos
los medios desprestigiarlo con frivolidades, desmerecer su obra, han mutilado su cadáver,
etc. No hacen otra cosa que cumplir el mandato de Winston Churchill: “….no hay que
darle cuartel (a Perón) ni después de muerto”.
Y sucede que los símbolos que fueron la vanguardia de nuestra Independencia, que
guiaron con su fulgurante presencia el camino hacia la Libertad, ahora ocultan bajo su
sombra a una Patria derrotada, que mientras sostiene sus símbolos con manos agonizantes,
a sus espaldas la desangran y la esclavizan.
Un ejemplo de ello, fue en los comienzos de este siglo, cuando por ley 25.636
(agosto de 2002) ordena que todas las radiodifusoras y cadenas de televisión
nacionales….comiencen sus emisiones con la transmisión del Himno Nacional Argentino
(art. 1), a partir de las cero horas del nuevo día para aquéllas difusoras que operan en forma
continuada (art. 2). Hasta ahí, es loable y correcto, pero unos meses antes, en mayo de ese
año, se derogó la ley de subversión económica, por expreso pedido del FMI, tal como lo
refleja la crónica periodística: “El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández,
afirmó esta noche que "el Gobierno no vive la derogación de la Ley de Subversión
Económica como un triunfo futbolístico, sino como uno de los puntos que debía cumplirse"
para cerrar un pacto con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”
(http://www.lanacion.com.ar/400910-el-senado-derogo-la-ley-de-subversion-economica).
Clarísimo el ejemplo de la funesta realidad de la dependencia, que nuestros símbolos
patrios se terminan convirtiendo en los oropeles del sojuzgamiento.
Como siempre la dependencia se asienta sobre las “crisis”, porque nuestra desgracia
es su pedestal, en donde se vale para atizar las medidas y/o decisiones de gobierno contra
los intereses nacionales; SIEMPRE se tratará de menos industria, menos trabajo, mas
pobreza, mas miseria, porque somos ese “inquilino” que molesta. Por el fruto se los
conoce, los gobiernos de la dependencia actúan como enemigos del Pueblo con mas
impuestos para los que trabajan y mas garantías para los que nos saquean sistemáticamente
todos los días.
EL LUCERO
Pensamiento Nacional

JULIO 2017

En la actualidad ese proceso sigue ejecutándose sin descanso; mientras se realizan


desfiles militares queriendo mostrar una especie de “cambio de actitud” para con las
FF.AA., éstas son objeto de un salvaje y humillante ajuste (insignificante en términos
financieros para el presupuesto de un país), lo que desmiente esa errónea percepción con la
contundencia de los hechos; o se nos endeuda por 100 años (como si ya no lo hubiéramos
estado) colocando de fondo una gigantografia de la bandera nacional. Años atrás, el
denominado “Fondo del Bicentenario”, cuyo pomposo nombre podría haber inducido a una
mente ingenua que se trataba de un fondo especial que, conmemorando el Bicentenario de
la Revolución de Mayo, se destinase para las siempre necesitadas y sensibles áreas de salud
y educación, en realidad no, sólo se trató de un fondo para seguir pagando la eterna deuda
externa, ilegal, ilegítima y fraudulenta. Mientras se declaraba fanfarronamente que el
superávit era histórico, se aprecia hoy que el empobrecimiento y la decadencia argentina
NUNCA SE INTERRUMPIÓ.
El presidente Perón decía que la “UNICA VERDAD ES LA REALIDAD” y el
Gral. Quiroga: “….ante la posteridad, sólo los hechos hablan, y puedo invocarlos con
confianza”. Por ello se declaró la Independencia Económica aquél 9 de julio de 1947,
porque se gobierna sobre REALIDADES en las que se actúa con HECHOS.
La Argentina de esa época tenía un gobierno que fue el UNICO en trazar políticas
de Estado en materia económica, financiera, social, educativa, sanitaria, de defensa, etc;
lejos de los gobiernos recientes de la Argentina donde se enseñorea la ineptitud, la traición
y la improvisación. La única realidad actual de la Argentina es la DEUDA EXTERNA,
que de mas está de decir, es filosófica y políticamente CONTRARIA A LA
INDEPENDENCIA ECONÓMICA declarada hace 70 años. Los gobiernos del Régimen
celebran con pompa y un patriotismo vacio y simulado una “Independencia” que ya ni
siquiera es política, pues se encuentra seriamente condicionada por carecer el Estado de una
Conducción Política con VOLUNTAD y CAPACIDAD de instrumentar los medios que
materialicen la SOBERANÍA DE LA NACIÓN ARGENTINA. Para este objetivo, el Gral.
Perón formuló en su tercer presidencia el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional, que
dotaría a la Argentina de una estructura verdaderamente REPUBLICANA, y no un país
devastado como tenemos hoy, cuyos poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) son
notoriamente ineficientes; cuyos tres órdenes de gobierno (nacional, provincial y
municipal) son muchas veces absolutamente incapaces de articular soluciones concretas a
la sociedad; con una crisis de representatividad tal, que motiva que el Pueblo, o es
indiferente o de debe recurrir a la acción directa para ser siquiera escuchado.
La Argentina comenzó muy mal este siglo XXI, retrocediendo en cuestiones que se
pensaban resueltas o encaminadas, discutiendo perogrulladas o hundiéndose en
trivialidades que se creían superadas y enfrentamientos inútiles entre fatuos.
Los males y calamidades que padece el Pueblo de la Nación Argentina, no son
hechos de la naturaleza, o inevitables, son todas producto de la impericia, negligencia,
ineptitud y estulticia por parte del sector político y dirigencial que gusta de las veleidades
del poder, pero le huyen a la RESPONSABILIDAD y al TRABAJO.
“Con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes”.

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