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ANÁLISIS DE

COYUNTURA
MENSUAL

ECONOMÍA
Y SOCIEDAD

Nº 56
FEBRERO 2018
1
Organismo no gubernamental dedicado a la investigación, difusión y
capacitación en temas económicos sobre Paraguay y la región.

POLÍTICA Elecciones nacionales 2018.


Colorados unidos contra opositores
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menos unidos. José Carlos Rodríguez.

SOCIAL Los desafios socioeconómicos del próximo 7


gobierno (II). Verónica Serafini.

ECONOMÍA Desafios económicos en tiempos electorales.


Dionisio Borda.
9
¿Ha cambiado el patrón del comercio exterior
con el Brasil? Fernando Masi.
12

DIRECTOR DEL CADEP: Economía y Sociedad, Análisis de Coyuntura


Fernando Masi. Mensual es la revista digital del CADEP, de
acceso gratuito. Los artículos podrán ser
citados, siempre que se mencione la fuente.
EQUIPO EDITORIAL:
Dionisio Borda, Fernando Masi, Los análisis y las opiniones contenidos en
los mismos no reflejan necesariamente la
José Carlos Rodríguez y Verónica Serafini. posición institucional del CADEP y son de
responsabilidad exclusiva de sus autores.
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN:
Entre Paréntesis. La publicación de Economía y Sociedad es

2
posible gracias al apoyo del programa Think
Tank Initiative (TTI) del Centro Internacional
de Investigaciones para el Desarrollo
(IDRC) de Canadá.
PRESENTACIÓN

ECONOMÍA Y SOCIEDAD PRETENDE CONTRIBUIR AL ENSANCHAMIENTO DEL ESPACIO


DE DEBATE, OFRECIENDO A SUS LECTORES UN ANÁLISIS MENSUAL DEL PROCESO
ECONÓMICO Y POLÍTICO DEL PAÍS. ESTA REVISTA DIGITAL DEL CENTRO DE ANÁLISIS
Y DIFUSIÓN DE LA ECONOMÍA PARAGUAYA, CADEP, INCLUYE LAS ÁREAS DE:
POLÍTICA, SOCIAL Y ECONOMÍA. PROFESIONALES COMPROMETIDOS CON EL PAÍS
ABORDAN AQUÍ LAS CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LOS ACONTECIMIENTOS Y
BUSCAN PROMOVER SU DISCUSIÓN ENTRE LOS DIFERENTES ACTORES SOCIALES Y
AGENTES ECONÓMICOS.

Las respuestas y sugerencias de los lectores serán bienvenidas. Con esta iniciativa
el CADEP, coherente con su principio de no reflejar intereses sectoriales ni políticos,
espera aportar al debate público análisis objetivos que contribuyan a crear pensamien-
to crítico y a canalizar las demandas ciudadanas.

Asunción, febrero de 2018

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POLÍTICA

JOSÉ CARLOS
ELECCIONES NACIONALES 2018 RODRÍGUEZ
COLORADOS UNIDOS CONTRA
OPOSITORES MENOS UNIDOS

LAS CAMPAÑAS ELECTORALES ESTÁN AHORA EN SU VELOCIDAD DE CRUCERO.


POR UN LADO, EL COLORADISMO ES LA FUERZA PRINCIPAL QUE BUSCA
CONSERVAR LO SUYO, LA MAYORÍA. POR OTRO LADO, ESTÁ EL INTENTO DE ALTERNANCIA
DE LA ALIANZA GANAR. EN LA LARGADA HAY PREFERENCIA COLORADA. COMO
ESCENARIO POSIBLE ESTÁ LA PÉRDIDA DE LA MAYORÍA ABSOLUTA Y FIEL
DE LOS VOTOS REPUBLICANOS. LAS CAMPAÑAS TIENEN LA PALABRA.

Las elecciones internas fueron enconadamente reñidas dentro del coloradismo. Finalmen-
te ganó el candidato con mayor pedigrí colorado, Mario Abdo Benítez, en contra del candi-
dato del gobierno saliente, Santiago Peña. Las internas liberales no fueron muy reñidas.
El candidato Efraín Alegre jugaba a ganador desde el principio, contra su rival Mateo
Balmelli, quien buscaba, sobre todo, defender su notoriedad y conservar el aparato
partidario de su líder, el senador Blas Llano, lo que sólo se consigue en la lidia electoral.

Después de la confrontación interna vinieron los abrazos. El abrazo colorado fue el


primero. Los republicanos no olvidan cómo la división con Lino César Oviedo --que
se había ido de la ANR-- y con Luis Alberto Castiglioni –en la interna— los llevó a la
derrota. Ocurrió contra Fernando Lugo, luego de que el coloradismo había ganado el
Gobierno desde hace más de setenta años, no siempre con votos.

El abrazo liberal vino después. Blas Llano no quiere más litigio, Balmelli menos.
Alegre necesita ahora el apoyo de Llano contra el adversario electoral colorado.
No está en juego solamente el Gobierno. Ni mucho menos. La probabilidad de
una alternancia nacional no es tan probable. Si la mayoría absoluta colorada no
está asegurada, en los hechos, crear una nueva mayoría no colorada, con fuerzas
tan dispares, es muy difícil.

Importa también, junto al Ejecutivo, el parlamento. Tanto el senado como la di-


putación. Y, en segundo lugar, las gobernaciones y sus juntas departamentales.
El poder central, dejando fuera solo el espacio municipal. Las gobernaciones y
otras instancias descentralizadas son correas de transmisión del poder central,
más que poderes locales, pero ahí se anudan intereses locales, influencias, pres-

4 tigios y espacios de poder.

ECONOMÍA Y SOCIEDAD ANÁLISIS DE COYUNTURA MENSUAL


El liberalismo ha hecho una alianza débil, al menos por ahora. Hay 29 listas nacio-
nales para el senado, lo que dice que muchos no colorados ni liberales carecen
de articulación electoral. Muchas de las candidaturas no alcanzarán los votos
necesarios para ganar. Sus votantes no trasformarán sus preferencias en car-
gos electos. Tampoco el Frente Guasu / Fernando Lugo se está concentrando
en articular las candidaturas progresistas que tienen lugar fuera del frente. Por
ejemplo, perduran diferencias entre el Frente Guasu y las fuerzas aglutinadas
alrededor del Mario Ferreiro, el intendente de Asunción.

La pluralidad de candidaturas presidenciales, 10 listas, constituye un ritual político,


un acto para la acumulación de prestigios y notoriedades, no siempre un esfuerzo
por prevalecer. Fuera de las candidaturas de Abdo y de Alegre, las otras no tienen
chances de salir victoriosas.

La buena noticia es que hay una pluralidad de focos de militancia. Presentan candi-
daturas mujeres, empresarios, comunicadores, gremialistas campesinos, indepen-
dientes no partidarios, partidos pequeños, movimientos políticos nuevos, artistas,
ecologistas, indígenas, fracciones procedentes de partidos tradicionales, algunas de
las cuales son candidaturas expresivas más que electoralmente efectivas, por lo me-
nos en el corto plazo. Así, las intenciones de votos harán al parlamento más plural.
Eso puede ser bueno, porque algunos mecanismos de poder paralelo y de enrique-
cimiento patrimonialista del parlamento están enquistados en las candidaturas tra-
dicionales. Las políticas redistributivas o de progresividad favorables a la población
vulnerable pueden ganar más parlamentarios.

Esto enfrenta localmente al ‘giro desigualitario’ mundial. Esa ‘epidemia’ conservadora


que en nuestro país tiene un impacto todavía más profundo y negativo, ya que la eco-
nomía y el Estado de Bienestar no han sido implantados aún. Hechos que en cambio
ya tuvieron lugar en los países más prósperos. El Paraguay mantiene todavía esa ‘he-
terogeneidad estructural’ que le impide compartir la prosperidad.

En cuanto a las estrategias, los colorados hacen uso del abrazo, entre el pasado y el pre-
sente, entre las tradiciones autoritarias y las democráticas, entre las partidocracias
y los más empresariales. Las tensiones existen, pero no predominan. Ellos ahora
tienen que ganar los votos de afuera para complementar los de adentro, ese núcleo
de las seccionales que son su base estable.

La Alianza Ganar está unificándose a través de la campaña. La unidad es más sim-


bólica y de voluntades que institucional, aunque su propósito sea venir para que-
darse. Su desafío es crear una unidad con una figura y con gestos de unificación
creíbles y convocantes. Temas convocantes apoyados, si fuera posible, en pro-
gramas efectivos. En términos tangibles falta la participación de los reticentes. Y,
sobre todo, la actuación de Fernando Lugo, quien ahora la está apoyando más ac-
tivamente. Él aparece como el referente más creíble para gerenciar los intereses

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FEBRERO 2018
de la gente común. Lugo es lo que Alegre más necesita, pero también le puede
restar apoyo dentro de las carpas más conservadoras del liberalismo, que no son
numerosas pero tienen poderío. A Efraín Alegre le toca articular esas realidades.

Entre las propuestas de campaña y los proyectos nacionales hay todavía una gran
distancia. Se vota poco al programa de los candidatos. Y no se espera que los
gobiernos tengan mucha capacidad para romper con las inercias negativas y para
definir sus prioridades positivas, ante necesidades abrumadoras y con pocos re-
cursos: cuánto desarrollo, cuánta inclusión, cuánto cuidado ecológico se puede
esperar. Todos ellos asignaturas pendientes y urgentes.

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ECONOMÍA Y SOCIEDAD ANÁLISIS DE COYUNTURA MENSUAL
SOCIAL

VERÓNICA
SERAFINI LOS DESAFIOS SOCIOECONÓMICOS
DEL PRÓXIMO GOBIERNO (II)

EL 24 DE FEBRERO, DÍA DE LA MUJER PARAGUAYA, Y EL 8 DE MARZO, DÍA INTERNACIONAL


DE LA MUJER, SON FECHAS CUYA SIGNIFICACIÓN ADQUIERE CADA VEZ MAYOR RELEVANCIA
CON LA CRECIENTE DISPONIBILIDAD E INFORMACIÓN ESTADÍSTICA QUE PERMITE PONERLES
NÚMEROS A LAS DESIGUALDADES DE GÉNERO EN EL PARAGUAY.

Si bien la violencia de género es el problema más notorio en la prensa y en el debate pú-


blico, sobre todo cuando ella se expresa en horrendos feminicidios, no menos impor-
tantes son las persistentes desigualdades económicas que las mujeres soportan con
relación a los hombres y entre ellas mismas.

La reducción de la pobreza y una trayectoria firme y sostenida hacia el desarrollo


exigen que las mujeres, quienes representan a la mitad de la población, tengan las
mismas oportunidades en materia económica. Sin embargo, los datos de las en-
cuestas de hogares y de uso del tiempo ponen en evidencia las menores oportunida-
des económicas de las mujeres y las brechas que existen entre las jóvenes y adultas,
indígenas y no indígenas, ricas y pobres.

La inactividad económica afecta más a las mujeres que a los hombres. El 40,8% de
las mujeres se declara inactiva en comparación con el 14,0% de los hombres. En
el sector rural, la proporción disminuye a 12,1% en el caso de los hombres, pero
aumenta a 44,3% en el de las mujeres.

Las restricciones que imponen a las mujeres sus roles tradicionales, la ausen-
cia de servicios de cuidado que faciliten la decisión de entrar al mercado laboral
y, en la edad adulta, la menor cobertura de seguridad social, explican, en mu-
chos casos, los diferentes motivos de inactividad por área y sexo. El 59,7% de
las mujeres señalaron que las razones más importantes son las “labores del

PEI: población en edad de trabajar que señala que no está trabajando ni buscando trabajo. En este artículo se calcula
1

sólo para la población de 18 o más años de edad. Población Económicamente Activa (PEA): conjunto de personas de
10 y más años de edad que en el período de referencia dado, suministran mano de obra para la producción de bienes
y servicios económicos o que están disponibles y hacen gestiones para incorporarse a dicha producción. En este y
en todos los casos se considera a las personas con 18 y más años de edad. Población ocupada: Son las personas en
la fuerza de trabajo que trabajaron con o sin remuneración por lo menos una hora en el período de referencia o que,

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aunque no hubieran trabajado, tenían empleo del cual estuvieron ausentes por motivos circunstanciales. Las personas
ocupadas con remuneración son aquellas que perciben sueldo, salario, jornal u otro tipo de ingreso, compensación en
efectivo y/o en especie. Las personas ocupadas que trabajan sin remuneración en una empresa económica explotada
por otro miembro de la familia con el que conviven se denominan “trabajadores familiares no remunerados”.

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hogar” y los “motivos familiares”; frente a una proporción similar de hombres
que declaró estar “enfermo” y ser “anciano”, “discapacitado”, “jubilado” o “pen-
sionado”. Llama la atención que el “estar estudiando” sea el motivo de inactividad
del 21,0% de los hombres, frente a solo el 12,2% de las mujeres. En el sector rural
adquieren mayor relevancia la enfermedad/discapacidad y las labores del ho-
gar/motivos familiares.

La subutilización de la mano de obra femenina duplica la masculina. Del total de


mujeres que se declararon activas, el 7,9% está desempleada frente al 4,7% de los
hombres. De acuerdo con la Encuesta Permanente de Hogares 2016, el subem-
pleo visible (personas que trabajaron menos de 30 horas semanales queriendo y
estando disponibles para trabajar más tiempo) afecta más a las mujeres (8,9%)
que a los hombres (4,5%). La suma del desempleo y el subempleo da por resulta-
do el nivel de subutilización de la mano de obra en una economía, que llega a casi
el 17% de las mujeres que no encuentra empleo o trabaja menos horas que las
que desea o de las que dispone para trabajar, frente al 9% de los hombres.

El trabajo por cuenta propia, el trabajo familiar no remunerado y el empleo doméstico


ocupan al 57,1% de las mujeres, cifra que se eleva al 78,3% en el sector rural.

Estas condiciones laborales: desempleo, subempleo, sobrerrepresentación en el trabajo


familiar no remunerado, en el empleo doméstico y en el trabajo por cuenta propia con-
figuran un escenario de alta precariedad laboral, caracterizado por la exclusión de los
mecanismos de seguridad social.

Muchas mujeres no tienen ingresos propios y las que trabajan ganan menos que los
hombres. Casi un tercio de las mujeres de 15 y más años de edad que no estudia no
cuenta con ingreso propio , frente al 11,7 % de los hombres.

Los ingresos laborales de las personas mayores de 18 años que trabajan son, en pro-
medio, de G 2.229.916. Este ingreso mensual varía ampliamente según el sexo y
el área de residencia, pero, en todos los casos, las mujeres ganan menos que los hom-
bres, así como los/as trabajadores/as del área rural.

Las mujeres inactivas, desempleadas o que trabajan sin remuneración enfrentan


altos riesgos frente a eventos individuales como la separación, la viudez, una en-
fermedad o el envejecimiento.

Sin políticas agropecuarias, laborales, de protección social y cuidado con recur-


sos suficientes que amplíen las oportunidades económicas de las mujeres, es-
pecialmente de las mujeres jóvenes, campesinas y en situación de pobreza, no
habrá posibilidades de reducir la pobreza, de lograr un crecimiento económico
sostenido y, menos aún, de avanzar hacia las metas del desarrollo. Es por eso
que este tema no puede estar ausente del debate político, de los programas
de Gobierno y, sobre todo, de las políticas públicas. Si no se toman iniciativas

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importantes en esa dirección, el Paraguay seguirá estando en los últimos luga-
res de cualquier índice internacional.

ECONOMÍA Y SOCIEDAD ANÁLISIS DE COYUNTURA MENSUAL


ECONOMÍA

DIONISIO
BORDA DESAFIOS ECONÓMICOS
EN TIEMPOS ELECTORALES

EL PARAGUAY SE HA DESTACADO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS POR SU CRECIMIENTO


ECONÓMICO Y SU ESTABILIDAD MACROECONÓMICA EN UN CONTEXTO REGIONAL DIFÍCIL.
SIN EMBARGO, DICHO CRECIMIENTO ESTUVO LIMITADO POR UNA MATRIZ PRODUCTIVA
CONCENTRADORA DE INGRESOS Y POR LA DEBILIDAD DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS PARA
MEJORAR EL BIENESTAR DE LA MAYORÍA DE POBLACIÓN. EN ESTE TIEMPO ELECTORAL,
LA CLASE POLÍTICA TIENE LA OBLIGACIÓN DE PLANTEAR SOLUCIONES REALES
A LOS DESAFÍOS MÁS URGENTES PARA LOGRAR UNA ECONOMÍA MÁS INCLUYENTE,
CON MENOS POBREZA Y DESIGUALDAD.
En los últimos cuatro años, nuestra economía registró un crecimiento promedio anual
de 4%, pero los niveles de la pobreza y de la pobreza extrema no retrocedieron. Quiere
decir que el esperado efecto goteo no ocurrió y que el crecimiento benefició solo a un
núcleo reducido de agentes económicos que no siempre colabora con la preservación
del medio ambiente. La escasa correlación positiva entre el crecimiento económico y
la reducción de la pobreza refleja problemas estructurales serios. Muestra la alta con-
centración de capital y tecnología y la baja demanda de mano de obra en los sectores
dinámicos de la economía, por un lado, y la superpoblación de la fuerza laboral en sec-
tores de baja productividad y escaso crecimiento, por otro.

El limitado efecto de derrame del crecimiento hubiese sido aún peor si no fuera por
el ingreso de remesas. El efecto multiplicador del dinero enviado por paraguayos re-
sidentes en el exterior ha sido fundamental para morigerar la pobreza, favoreciendo
directamente el consumo familiar de los segmentos de la población menos prote-
gidos. Sin embargo, el beneficio económico de las remesas tiene en contrapartida
efectos sociales negativos porque debilita la familia y el capital social, lo que final-
mente promueve la transmisión intergeneracional de la pobreza.

Con la mayor cobertura de las transferencias monetarias condicionadas y de la


pensión de adultos mayores, también las políticas sociales evitaron un empeora-
miento de la situación. Sin estas transferencias paliativas, la pobreza extrema hu-
biera crecido. A pesar de que, en los últimos años, estos subsidios abarcaron a perso-
nas cuyos ingresos están por encima de la línea de pobreza, desnaturalizándose
el propósito de dichos programas.
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El modelo económico y las políticas sociales actuales son insuficientes para ge-
nerar empleos decentes, ingresos dignos y transferencias de renta más efec-
tivas. La subocupación y el desempleo no se retraen porque el actual creci-
miento económico no es intensivo en mano de obra. Por consiguiente, urge
diseñar e implementar políticas públicas coordinadas que, por un lado, apoyen
a los sectores donde se concentran la ocupación de la mano de obra, como las
mpymes y las pequeñas unidades de producción agrícolas; y, por otro, mejoren
la focalización y cobertura de las transferencias de renta.

Otro desafío es aumentar la cobertura y calidad de la educación, la salud, la pro-


visión de agua, el saneamiento ambiental y la infraestructura vial para mejorar el
bienestar de la gente y la productividad. Mejorar la calidad de vida de la población,
y la capacidad del país de atraer capitales del exterior, pasa por mayores inversio-
nes en capital humano y físico.

El interrogante principal es cómo financiar las inversiones necesarias en educación,


salud, agua, saneamiento e infraestructura vial con el nivel actual de la presión tri-
butaria, que es una de las más bajas del continente. Y esta situación se vuelve más
crítica cuando se toma en cuenta que no podemos acelerar el ritmo de endeuda-
miento del país, ni descuidar los pasivos contingentes y el déficit operativo de las
cajas fiscales que sigue creciendo. La solución no está solo en combatir la evasión
y disminuir los gastos tributarios o exoneraciones fiscales. Esas medidas son muy
limitadas para generar los recursos financieros que se necesitan para encarar con
responsabilidad fiscal los desafíos del aumento de las inversiones públicas.

Para mantener la disciplina fiscal y cumplir con las demandas de más inversiones, el
nuevo liderazgo político deberá, necesariamente, encarar una reforma tributaria que
tenga por objetivos la justicia tributaria y el aumento de las recaudaciones.

Por un lado, las actividades agropecuarias deben tener el mismo tratamiento que los
demás sectores de la economía para el pago del impuesto a la renta corporativa y
del impuesto al valor agregado. No hay razón para mantener el presente régimen de
privilegio, con mayor razón cuando se consideran los efectos colaterales adversos
de las grandes explotaciones agropecuarias en el medio ambiente.

Por otro lado, el impuesto a la renta personal debe ser progresivo como en los demás
países, lo que supone alivianar el peso del tributo para la clase media y aumentar
las tasas a los grupos sociales de altos ingresos.

Estas medidas permitirán recaudar más y dotarán de mayor equidad al sistema


tributario. La adopción de las mismas no implica, desde luego, abandonar el es-
fuerzo de combatir la evasión de impuestos ni dejar fuera de la agenda la necesi-
dad de poner límites a los incentivos fiscales en un país donde rigen ya las tasas
impositivas más bajas de la región.

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ECONOMÍA Y SOCIEDAD ANÁLISIS DE COYUNTURA MENSUAL
Es también imperativo encarar seriamente los problemas de debilidad de la
gestión pública, de escasa coordinación interinstitucional y de poca transparen-
cia de las instituciones públicas. Fortalecer las instituciones del Estado y la jus-
ticia son fundamentales para atraer inversiones y crear condiciones propicias
para el desarrollo de la iniciativa privada. La multiplicidad de organismos del
Gobierno no asegura la eficiencia y racionalidad de la utilización de los recursos
humanos y financieros del Estado. Es necesario fusionar instituciones, evitar la
superpoblación de funcionarios y poner límites a los privilegios salariales para
mejorar la calidad del gasto público. Asimismo, debemos avanzar en la tras-
parencia, el control y la rendición de cuentas para evitar el sometimiento del
Gobierno a partidos políticos o grupos de poder económico.

El próximo Gobierno deberá enfrentar, también, necesidad de una reforma de la


seguridad social para mejorar el servicio de salud, precautelar la solvencia finan-
ciera del sistema y facilitar la utilización del ahorro de largo plazo en el desarrollo
económico. Este desafío es ineludible para resolver los problemas que el Instituto
de Previsión Social viene arrastrando desde hace años.

Es hora de que la clase política deje de permitir que otros estamentos se arroguen el
derecho de administrar el Estado y asuma el compromiso de encarar con seriedad y
patriotismo los desafíos de una economía con alta concentración del ingreso, escasa
regulación del medio ambiente y debilidad de las instituciones públicas.

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FEBRERO 2018
ECONOMÍA

¿HA CAMBIADO EL PATRÓN FERNANDO MASI

DEL COMERCIO EXTERIOR


CON EL BRASIL?

¿ESTAMOS EN LA SENDA DE CONVERTIR AL PARAGUAY EN LA CHINA DE SUDAMÉRICA?,


COMO EXPRESA EL MARKETING OFICIAL, O ¿SEGUIREMOS SIENDO EL PAÍS
INTERMEDIARIO DE PRODUCTOS CHINOS AL MERCOSUR?. LA PRIMERA OPCIÓN IMPLICA
UN PROCESO RÁPIDO DE INDUSTRIALIZACIÓN, PRINCIPALMENTE VIA INDUSTRIAS DE
ENSAMBLE. LA SEGUNDA YA NO ES UNA OPCIÓN SINO UNA TENDENCIA PREDOMINANTE
DEL COMERCIO CON EL BRASIL DESDE HACE TRES DÉCADAS.
Desde la década del 70 del siglo pasado, cuando la presencia brasileña en la economía
paraguaya se volvió muy relevante, el patrón del comercio exterior con el vecino país
era el tradicional de una economía pequeña vinculada a otra grande e industrializada.
Es decir que como economía pequeña y predominantemente agrícola, proveíamos pro-
ductos naturales al Brasil (principalmente soja y algodón) e importábamos todo tipo de
productos manufacturados de ese país.

Dos décadas mas tarde aparecía y se proyectaba con fuerza otro tipo de operación
comercial con el Brasil: la triangulación de productos manufacturados de origen asiá-
tico, europeo y norteamericano. Este comercio que consistía en la importación de
estos productos y en su reexportación al Brasil, tenía valores tres o cuatro veces
superiores a los productos originarios que el Paraguay exportaba tradicionalmente al
Brasil. Es decir que la especialización paraguaya era la reventa de productos extran-
jeros, bajo el régimen de turismo, al Brasil, y no precisamente la de los productos
originarios como el algodón y la soja.

Con la creación del Mercosur se abría la posibilidad de aumentar nuestras ventas


al Brasil, no solo de commodities agrícolas, sino también eventualmente de pro-
ductos manufacturados. Sin embargo, esto no ocurría en forma inmediata. Nues-
tras exportaciones totales no crecían en los años 90 (promedio de US$ 1.000
millones) y el Paraguay destinaba solo alrededor de US$ 400 millones al Brasil de
exportaciones exclusivamente de commodities1.

La situación comenzó a cambiar a partir de los primeros años del nuevo siglo,
cuando se inicia un salto importante de nuestras exportaciones totales de pro-

1221
12
ductos originarios y también un aumento de las exportaciones al Mercosur.
Para el 2017, las exportaciones paraguayas, de productos originarios, al Mer-
1
Datos del Banco Central del Paraguay.

ECONOMÍA Y SOCIEDAD ANÁLISIS DE COYUNTURA MENSUAL


cosur ha llegado a US$ 1.800 millones, equivalente al 27% del total de expor-
taciones del país2. En el caso de Brasil, las exportaciones alcanzaban a US$
1,212 millones, para el mismo año, representando el 18% de las exportaciones
totales del país.

Las exportaciones al Brasil no solo crecieron, sino que también tuvieron un proce-
so de diversificación. Comenzando con los commodities, el algodón dejó práctica-
mente de exportarse, siendo hoy la carne el principal producto de venta al Brasil,
conjuntamente con los granos de soja. Pero también ha crecido el volumen y va-
lor exportado al Brasil de otros commodities como trigo, maíz, arroz y hasta harina
de mandioca. El Paraguay también comenzó a exportar productos manufactura-
dos al Brasil, diferentes a los agro-alimentarios: textiles, productos del cuero y la
madera, químicos y plásticos, autopartes, productos metalmecánicos, etc..

Para el año 2010, el 34% del total exportado al Brasil de productos originarios con-
sistía en bienes manufacturados. Esta cifra se mantiene más o menos igual en pro-
medio hasta el año 2016. En el 2017, las exportaciones de manufacturas llegan a
la mitad de las exportaciones totales al Brasil. Este crecimiento en la participación
de exportaciones de manufacturas en el total exportado al Brasil, en el 2017, se ha
debido, por un lado, a un aumento del valor exportado en un 16% en relación al año
2016. Por el otro, también se ha reducido drásticamente el total exportado de com-
modities agrícolas al país vecino, en un 32%3.

De todas maneras, en el patrón de exportaciones paraguayas al Brasil se mantiene el


predominio de los commodities agrícolas. Aunque a diferencia de décadas anteriores,
la participación de los commodities ya no es un 100%, sino compartida por bienes ma-
nufacturados que han constituído en los últimos años, un promedio de un tercio y más
de las exportaciones totales de productos originarios al Brasil.

GRÁFICO 1: EXPORTACIONES DE PRODUCTOS ORIGINARIOS AL BRASIL.


PARTICIPACIÓN POR TIPOS DE PRODUCTOS (%)
Industriales Commoditie

78%
66% 66% 66% 68%
59%
55%
50% 50%
45%
41%
34% 34% 34% 32%
27%

2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017

13
Fuente: Elaboración propia con datos de OBEI

2
OBEI. Informe Especial de Comercio Exterior. CADEP. Febrero 2018. :///C:/Users/User/Downloads/Informe%20
Especial%20de%20Comercio%20Exterior%202017%20(1).pdf
3
Datos del OBEI.

FEBRERO 2018
La exportación de manufacturas al Brasil a partir de los años 2000 se inició con
productos básicos y dentro de un régimen común de producción industrial.
Sin embargo, con la promulgación de la ley de la maquila, los productos en-
samblados en este régimen particular fueron incrementando gradualmente su
participación en el total exportado de bienes manufacturados.

Para el 2010, del total exportado por el régimen de maquila, el 42% tenía como
destino el mercado brasileño. Para el 2017, el mercado brasileño ya constituía el
destino del 77% del total exportado por el régimen de maquila. Esta tendencia
también ha ido de la mano con el crecimiento de las exportaciones de este tipo
de manufacturas que para el 2010 se ubicaba en alrededor de US$ 100 millones,
alcanzando un total de US$ 415 millones para finales del 20174.

En relación al total exportado de manufacturas al Brasil, la maquila solo constituía el


17% de ese total para el año 2010. Esta participación se fue incrementando, expe-
rimentando un salto importante a partir del 2014 y alcanzando hoy a participar con
el 53% de todas las manufacturas exportadas por Paraguay al Brasil, equivalente a
US$ 319 millones, como se observa en el siguiente gráfico. En otras palabras, el in-
cremento de exportaciones manufacturadas al Brasil en los últimos años está deter-
minada por la dinámica de la maquila o el ensamble. A su vez, la maquila constituye
el 26% de los productos originarios exportados al Brasil5.

GRÁFICO 2: EXPORTACIÓN DE MANUFACTURAS AL BRASIL (%)


Maquila Otras manufacturas

100
90
83% 82% 73% 73% 61% 53% 52% 47%
80
70
60
50
40 53%
47% 48%
30
39%
20
27% 27%
10
17% 18%
0
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017

Fuente: Elaboración propia con datos de OBEI y BCP.

14 4

5
Datos del BCP.
Datos del BCP y OBEI.

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Sin embargo, el mayor dinamismo de las ventas externas del Paraguay al Bra-
sil, no se encuentra precisamente en la maquila ni en los commodities agríco-
las, sino en las reexportaciones de productos extranjeros. A pesar de haber
sufrido un descenso en sus operaciones a partir del 2011, la reexportación con-
tinua siendo el main stream de las relaciones comerciales entre Paraguay y Bra-
sil. Una mirada comparativa entre las reexportaciones y las exportaciones de
productos originarios al Brasil, en el periodo 2010-2017 constata que el primer
tipo de operaciones sigue superando al segundo tipo en una relación de, por lo
menos, 3 a 1.

GRÁFICO 3: EXPORTACIONES Y REEXPORTACIONES AL BRASIL


(EN MILLONES DE US$)
Exportaciones registradas a Brasil Reexportaciones
5.000.000
4.500.000
4.000.000
3.500.000
3.000.000
2.500.000
2.000.000
1.500.000
1.000.000
500.000
-
2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017

Fuente: Elaboración propia con datos de OBEI y BCP.

La modalidad de las reexportaciones se convierte en aún mas relevante a la hora de


analizar la balanza comercial entre Paraguay y Brasil. Si el cálculo de esta balanza
comercial se basa en las exportaciones de productos originarios paraguayos y las
importaciones brasileñas, se conserva el déficit histórico comercial del Paraguay
con respecto al Brasil. Para el 2017, por ejemplo, las importaciones brasileñas
alcanzaban a US$ 2,571 millones frente a solo US$ 1,212 millones de exportacio-
nes paraguayas al Brasil. Es decir, un déficit comercial de US$ 1,359 millones con
el Brasil. Sin embargo, si a las exportaciones de productos originarios sumamos
las reexportaciones al Brasil (US$ 3,370 millones), nuestra balanza comercial con
el Brasil es altamente superavitaria, en US$ 2,000 millones6.

Datos de comercio exterior del Banco Central del Paraguay.


6
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Dos conclusiones se pueden extraer de los números del comercio exterior con
el Brasil. Si la comparación es con el comercio exterior de los años 70 y 80
del siglo pasado, claramente hay un cambio en el patrón de nuestro comercio
exterior con el Brasil, principalmente de nuestras exportaciones. No solamente
ahora exportamos un porcentaje interesante de manufacturas al Brasil, sino
que también se ha experimentado una diversificación en los commodities que
vendemos al Brasil. Pero si la comparación es a partir de los 90 cuando un nue-
vo tipo de modalidad, como la reexportación, adquiere fuerza, entonces debe-
ríamos concluir que este patrón no ha cambiado. Porque a pesar que hemos in-
crementado y diversificado nuestras exportaciones de productos originarios al
Brasil, ello no es suficiente para alcanzar al dinamismo de las reexportaciones.

Se hace así evidente que en el Paraguay se debe poner mas esfuerzos para au-
mentar y diversificar la oferta exportable al Brasil. En el período de gobierno que
finaliza este año, se ha puesto mucho el acento sobre la inversión en maquila.
Pero esta no debiera ser la única línea de nuestro relacionamiento comercial con
el Brasil. Es hora que pensemos en una estrategia mas integral para un mejor pro-
vecho de nuestros vínculos con nuestro principal socio comercial.

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