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DIETAS ESPECIALES

2.1 HIPOPROTEICA.

Indicada para las personas que necesitan reducir su ingesta de proteínas,


por enfermedad renal o hepática anormal para prevenir el empeoramiento de su
enfermedad. Está diseñada para reducir estos metabolitos de nitrógeno y
amoniaco en individuos con enfermedad hepática o insuficiencia renal, y para
reducir la carga de trabajo en el riñón o el hígado. Se centra en la obtención de la
mayor parte de las calorías diarias de una persona a partir de los hidratos de
carbono complejos en lugar de a partir de las proteínas.

2. 2 HIPERPROTEICA

También llamada dieta proteica o dieta de proteínas consiste en consumir


principalmente alimentos ricos en proteínas, reduciendo la ingesta de azúcares y
grasas. Las dietas hiperproteicas deben de ser cuidadosamente utilizadas y tienen
sus indicaciones precisas: desnutrición proteico-energético, síndrome nefrítico si
hay uremia con tratamiento dialítico se incrementan las proteínas (1,5-2 g/kg),
procesos febriles, quemaduras graves, hepatopatías sin encefalopatías, colitis
ulcerativas, convalecencia quirúrgica y enfermedades prolongadas, estados
infecciosos, puérperas y gestantes con riesgo, enfermedades hematológicas,
neuropatías, secuelas de tratamientos oncológicos, sida, politraumatismo, cáncer.

2.3 HIPOCALORICA

Son dietas bajas en calorías y sin azúcar utilizadas en pacientes diabéticos


o con exceso de peso. Se escoge una u otra en función del tipo de diabetes o del
peso de la persona. A los pacientes diabéticos se les da, aproximadamente a las
23h, una colación para evitar hipoglucemias.

2.4 HIPERCALORICA

Si lo que se desea es aumentar de peso como consecuencia de su


delgadez, es fundamental tener en cuenta que la alimentación a llevar a cabo es
una dieta hipercalórica. La dieta hipercalórica no es sólo una dieta alta en calorías.
Es aquella que permite lograr un aumento de peso, mejorando la calidad y
cantidad de lo que se come. La delgadez puede ser constitucional o estar causada
por diversas razones. Siempre que una persona presenta bajo peso deben
analizarse las causas. Estas pueden ser: una alimentación deficiente, pérdida de
apetito, trastornos de absorción intestinal de los nutrientes, enfermedades como
diabetes e hipertiroidismo, enfermedades debilitantes como el cáncer o el sida,
excesiva o exagerada actividad física, situaciones de estrés.
Para llegar al objetivo de aumentar el peso corporal, lo que debe tratarse
prioritariamente es la situación que condujo a tener bajo peso. Entonces así,
teniendo conocimiento de las causas, el próximo paso será corregir la
alimentación.

2.5 HIPOLIPIDICA

Dieta desequilibrada que proporciona menos grasas de la recomendada en


una dieta equilibrada, por lo que aumenta la proporción de proteínas y/o hidratos
de carbono. No tiene que ser necesariamente una dieta hipocalórica. Esta dieta es
utilizda en pacientes con Malabsorción de los lípidos: insuficiencia
pancreática, resección ileal, enteritis rádica, problemas de transporte de lípidos por
la vía linfática: linfoma, linfangiectasia intestina, defecto de depuración
de quilomicrones (dislipemia tipo I o tipo V), pancreatitis, enfermedad de Refsum
(enfermedad neurológica) y otras intolerancias a las grasas: colecistitis, reflujo.

2.6 HIPERLIPIDICA

Esta dieta está orientada a la disminución de grasas saturadas, que en


exceso son dañinas para el organismo, se encuentra indicada en pacientes que no
pueden consumir un bien aporte de HC, en pacientes con enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, pancreatitis, reflujo, gastritis, obesidad, síndrome metabólico,
hiperlipidemias, aterosclerosis, en la cual la energía debe ser obtenida de mono o
poliinsaturados, y se prohíbe el consumo de arroz, pasta, fruta y se restringen las
grasas en un 95%.

2.7 HIPOSODICA

Es una dieta en la que el sodio está restringido. El grado de restricción debe


basarse en la gravedad de la enfermedad y en la respuesta del paciente. Los
alimentos bajos en sodio como las verduras, las legumbres, los frutos secos o las
frutas son ideales para realizar una dieta hiposódica. Si tienes algún problema de
hipertensión, es conveniente realizar una dieta baja en sal para garantizar tu
bienestar. Las dietas con control de sodio se prescriben primariamente para la
prevención y control del edema y para control de la hipertensión. En algunos
casos puede lograrse el objetivo a través del tratamiento dietético, en otros, las
modificaciones introducidas en la dieta representan un factor coadyuvante al
tratamiento farmacológico. Las indicaciones generales son:

 Hipertensión arterial
 Cardiopatías: cirugía cardíaca (postoperatorio), insuficiencia cardíaca
congestiva, cardiopatía isquémica.
 Afecciones renales: síndrome nefrótico, glomerulonefritis
edematógena, insuficiencia renal crónica, insuficiencia renal aguda en fase
oligúrica.
 Cirrosis hepática con ascitis.
 Edema cíclico idiopático.
 Tratamientos prolongados con corticoides

2.8 ALIMENTACION ENTERAL

La alimentación oral es la forma natural de nutrirse, pero hay muchas


circunstancias por las que resulta imposible realizarse, lo cuál nos lleva a recurrir a
las técnicas de nutrición artificial. Así, la nutrición enteral se aplicará a todo
paciente que no pueda o no deba comer normalmente, pero con un sistema
digestivo funcional.

Se puede definir como el ingreso de nutrientes por vía digestiva (estómago


o intestino delgado), con las siguientes condiciones:

1. Empleo de sondas para su administración

2. Supresión de las etapas bucal y esofágica de la digestión.

Pueden derivarse de la patología y valoración nutricional del paciente, y


además de los tipos de dieta y nutriente disponible.

En cuanto a los padecimientos que requieren nutrición entérica y sus causas


destacan: Preparación preoperatoria con dieta elemental, problemas
gastrointestinales con dieta elemental (fístulas, Crohn, colitis ulcerosa,
malabsorción), estados hipermetabólicos (sepsis, traumatismos, quemaduras
extensas, transplante de órganos), alcoholismo, depresión crónica o anorexia
nerviosa, oncoterapia, coma por alteraciones neurológicas, convalecencia de
cirugías o enfermedades graves (cirugía digestiva, maxilofacial, parálisis
bucofaríngea o esofágica.).

2.9 ALIMENTACION PARENTERAL

La nutrición parenteral es la forma intravenosa de aportar un soporte


alimenticio, en aquellos pacientes que por distintas circunstancias poseen un
balance nitrogenado negativo (en el que el aporte proteico es menor al consumo).
El objetivo así será mejorar el estado nutricional del enfermo, para acelerar su
curación. Su uso se restringe por sus complicaciones añadidas, a la existencia de
un estado catabólico o cuando su aparato digestivo no funciona.

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