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INSTITUTO

POLITECNICO
NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE MEDICINA

Hospital General “Lic. Adolfo López Mateos”

GINECOLOGIA Y OBSTETRICIA II

“Ventajas y desventajas del uso de sucedáneos
de leche humana”

DR. TOLENTINO LOPEZ JOSE ADRIAN

Pérez Carrillo Lorena

9cm24

2018 - 2

Introducción
La lactancia materna es sumamente importante para el buen desarrollo del
neonato y lactante. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia
exclusivamente materna durante los primeros seis meses de vida aporta muchos
beneficios tanto al niño como a la madre. Entre ellos: protección frente a las
infecciones gastrointestinales, fuente importante de energía y nutrientes para los
niños de 6 a 23 meses, menos probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad,
mejores resultados en las pruebas de inteligencia y tienen mayor asistencia a la
escuela, inmunidad, entre otros.
Por algunas circunstancias que se mencionarán más adelante, la lactancia
materna no es posible para el binomio y se recurren a medidas de alimentación
diferentes, cómo los sucedáneos de la leche humana o comúnmente llamados
fórmulas. Desafortunadamente, a pesar de la mejora de estas fórmulas, no cubren
en su totalidad los requerimientos de los niños. También en México existe la
tendencia de abandonar la lactancia materna exclusiva por el uso de estas
fórmulas a una edad temprana.
La OMS también ha intervenido con medidas para regular la comercialización
de los sucedáneos de leche humana con el fin de que no se distribuyan
indiscriminadamente y se apoyen medidas para incrementar la tasa de mujeres
que siguen con lactancia materna exclusiva como lo recomendado y
posteriormente lactancia materna más alimentos complementarios cuando son
requeridos.

Lactancia materna
La lactancia materna exclusiva durante 6 meses es la forma de alimentación
óptima para los lactantes. Posteriormente deben empezar a recibir alimentos
complementarios, pero sin abandonar la lactancia materna hasta los 2 años o
más. (OMS)
Aporta toda la energía y los nutrientes que el niño necesita en sus primeros
meses de vida, y sigue cubriendo la mitad o más de las necesidades nutricionales
del niño durante el segundo semestre de vida, y hasta un tercio durante el
segundo año.
Se recomienda que:
• la lactancia se inicie en la primera hora de vida
• el lactante solo reciba leche materna, sin ningún otro alimento ni bebida, ni
siquiera agua
• la lactancia se haga a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera el
niño, tanto de día como de noche
• no se utilicen biberones, tetinas ni chupetes

La lactancia materna exclusiva reduce la mortalidad del lactante por


enfermedades frecuentes en la infancia, tales como la diarrea o la neumonía, y
ayuda a una recuperación más rápida de las enfermedades. Además, fomenta el
desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño de las enfermedades infecciosas
y las enfermedades crónicas gracias a los componentes.
En cuanto a los beneficios para la madre, ayuda a espaciar los embarazos,
reduce el riesgo de cáncer de ovario y mama, aumenta los recursos familiares y
nacionales, es una forma de alimentación segura, y carece de riesgos para el
medio ambiente, también fortalece la relación madre hijo gracias al contacto piel
con piel.

Cuando sea posible, la madre y el bebé deben permanecer juntos y gozar del
respaldo necesario para que el niño reciba la alimentación más
conveniente en función de las circunstancias.
Las familias que están en circunstancias difíciles necesitan especial atención y
apoyo práctico para poder alimentar correctamente a los niños.
Algunos ejemplos de circunstancias difíciles son:
• lactantes prematuros o con bajo peso al nacer
• madres infectadas por el VIH
• madres adolescentes
• lactantes y niños pequeños malnutridos
• familias que estén sufriendo las consecuencias de emergencias complejas

En el caso específico de las mujeres infectadas por el VIH pueden transmitir el


virus a sus hijos durante el embarazo o el parto, y también a través de la leche
materna.
Las pruebas existentes revelan que la administración de antirretrovirales a la
madre infectada por el VIH o al niño expuesto al virus puede reducir de forma
significativa el riesgo de transmisión a través de la leche materna y también
mejorar la salud de la madre. Pero también existe la opción, si se cuenta con la
posibilidad, que otra mujer lo amamante en este caso.
La OMS recomienda actualmente que todas las personas infectadas por el
VIH, incluidas las embarazadas y las madres que amamantan a sus niños, tomen
medicamentos antirretrovirales de por vida en cuanto sepan que han contraído la
infección.
Alimentación complementaria
Alrededor de los seis meses, las necesidades de energía y nutrientes del
lactante empiezan a ser superiores a lo que puede aportar la leche materna, por lo
que se hace
necesaria la introducción de una alimentación complementaria. A esa edad el
niño también está suficientemente desarrollado para recibir otros

alimentos. Si no se introducen alimentos complementarios alrededor de los seis


meses o si son administrados de forma inadecuada, el crecimiento del niño puede
verse afectado. Los principios rectores de una alimentación complementaria
apropiada son:
• Seguir con la lactancia materna a demanda, con tomas frecuentes,
hasta los dos años o más.
• Empezar a los seis meses con pequeñas cantidades de alimentos y
aumentarlas gradualmente a medida que el niño va creciendo.
• Aumentar el número de comidas: dos a tres al día para los lactantes de
6 a 8 meses, y tres a cuatro al día para los de 9 a 23 meses, con uno o
dos refrigerios adicionales si fuera necesario.
• Ofrecer alimentos variados y ricos en nutrientes.
• Durante las enfermedades, aumentar la ingesta de líquidos, incluida la
leche materna, y ofrecerles alimentos blandos y favoritos.

Sucedáneos de leche humana


Desde la segunda mitad del siglo XX a la fecha se han logrado avances
extraordinarios en la manufactura y formulación de los sucedáneos de la leche
humana como la definición de los límites de seguridad de la mayoría de los
nutrimentos, modificaciones en el perfil de proteínas de forma que se asemejen
más a las de la leche humana, uso de grasas vegetales en lugar de la grasa de la
leche de vaca, diversidad en la proporción de los lípidos, con mayor contenido de
ácidos grasos indispensables; adición de ácidos grasos poliinsaturados de cadena
larga y muy larga como el ácido araquidónico y el ácido docosahexaenóico,
indispensables en el desarrollo del sistema nervioso central, la retina y la
respuesta inmune.
Otras innovaciones han sido: la adecuación en el contenido de vitaminas y
nutrimentos inorgánicos; la adición de aminoácidos condicionalmente
indispensables, la adición de nucleótidos y prebióticos.
La Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Europea de
Gastroenterología Hepatología y Nutrición Pediátrica han publicado estándares
para fórmulas infantiles que contienen las concentraciones mínimas para la
mayoría de los nutrimentos necesarios para cubrir los requerimientos del lactante;
incluyen los límites superiores de cada uno para evitar un potencial efecto tóxico.

Existen ciertas situaciones que por prescripción médica es necesario emplear


sucedáneos de leche humana.
• sustitución en lactantes cuyas madres no pueden o no desean amamantar
• suplementación para lactantes cuyas madres desean interrumpir la
lactancia
• complementación cuando la producción de leche materna es insuficiente
para asegurar el crecimiento y desarrollo óptimo del lactante o la madre
desea una alimentación mixta
Algunas fórmulas contienen nucleótidos, que aparentemente tienen un efecto
sobre la respuesta inmune, absorción de hierro, modificación de la microbiota
intestinal y perfil de lípidos; aunque, las evidencias aún no son suficientes.
Existen fórmulas especiales de uso médico y son para alteraciones
específicas:
• prematurez
• intolerancia a la lactosa
• enfermedades alérgicas
• errores innatos en el metabolismo
• síndrome de malabsorción.
Su uso debe ser sólo bajo prescripción
médica.

Se pueden considerar cuatro grupos:


• Fórmulas sin lactosa
• Fórmulas de soya
• Fórmulas con hidrolizados de
proteínas de leche de vaca
• Fórmulas elementales o
monoméricas

Efectos de la fórmula sin lactosa


Un problema a considerar al indicar
fórmulas sin lactosa en la infancia es la posible interferencia con la absorción de
calcio. Se ha objetivado que, aunque la presencia de lactosa en las fórmulas
aumenta la absorción de calcio, esta absorción a partir de una leche sin lactosa es
sin embargo adecuada para cubrir las necesidades de los lactantes a término
cuando el contenido en calcio de la fórmula sin lactosa es similar al de las
fórmulas para lactantes sanos.

Efectos de la fórmula de soya

Su contenido en fitatos y otras fibras termoestables, que pueden disminuir


la absorción de minerales y oligoelementos. Se ha observado tanto en animales
de experimentación como en humanos adultos un efecto negativo en la absorción
de cinc y hierro; y en lactantes una mayor absorción de cinc cuando se eliminaban
fitatos de estas fórmulas. Por ello se recomienda un nivel mínimo de minerales de
leche de vaca. Los fitatos parecen interferir también con el metabolismo del yodo,
además se ha aislado un glucopéptido de la soya que bloquearía la captación
tiroidea de yodo, por lo que se plantean también suplementos de yodo para
contrarrestar estos factores bociogenos.

Tienen un elevado contenido de aluminio, 500 a 2400 ng/ml frente a 4 a 65


ng/ml en leche materna en relación con las sales minerales utilizadas en la
producción de la fórmula y el aluminio del equipo utilizado para ello. Los
problemas que pueden producir son depósito en SNC y hueso y competición por la
absorción de calcio. No debe utilizarse en niños prematuros o con alteraciones
renales porque puede disminuir la mineralización ósea.
Efectos de fórmulas de hidrolizados de leche de vaca
Los hidrolizados tienen una influencia sobre las hormonas
gastrointestinales, por lo que el tiempo de tránsito es distinto dando lugar a
deposiciones líquidas y verdosas.
El transporte de pequeños péptidos y de aminoácidos puede no ser tan
eficaz como cuando han sido hidrolizados por las peptidasas de las
microvillosidades por lo que la absorción de nitrógeno es cuestionable y las
concentraciones de algunos aminoácidos esenciales son menores.
Se recomienda siempre antes de su uso la realización de pruebas
cutáneas y prueba de tolerancia.
Efectos de fórmulas elementales o monoméricas
Se han descrito con su uso déficits vitamínicos (biotina), atrofia intestinal y
gástrica así́ como alteraciones de la microflora colónica.


Bibliografía
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• Guillén-López, Sara, Vela-Amieva, Marcela, Desventajas de la introducción de la leche de vaca en el primer año
de vida. Acta Pediátrica de México [en linea] 2010, 31 (Mayo-Junio) : [Fecha de consulta: 20 de marzo de 2018]
Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=423640323007> ISSN 0186-2391
• E.M. Vásquez-Garibay: Primer año de vida. Leche humana y sucedáneos de la leche humana. Gaceta
Médica de México. 2016;15

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