Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Superar el manicomio
Salud mental y atención psicosocial
Paulo Amarante
Prólogo por Alicia Stolkiner
Celebro la iniciativa editorial de publicar en español este libro de Paulo Amarante, compañero de
ruta e interlocutor privilegiado sobre prácticas en salud mental subjetivantes y promotoras de
derechos. Agradezco que me hayan brindado la posibilidad de prologarlo, que es una manera de
recibir a un amigo. Bienvenido Paulo, una vez más, a nuestro idioma.
Este texto contribuye a fortalecer los vínculos con el pensamiento en salud colectiva de Brasil, cuya
originalidad y potencia nos es tan valiosa. Desde el Laboratorio de Estudos e Pesquisa em Saúde
Mental (LAPS) de la Escola Nacional de Saúde Pública, Fundaçâo Oswaldo Cruz en Río de
Janeiro, Paulo Amarante, y un grupo de colegas desarrollan teorías y promueven prácticas
transformadoras, aportando a la concreción del enlace entre salud mental y derechos humanos en
el contexto de la universalización del derecho a la salud en Brasil. Se trata de una producción que
aúna desarrollo teórico, técnico y decisión política, y que encuentra no pocas resistencias a la par
que convoca alianzas y solidaridades. Baste señalar algunas de sus líneas de investigación:
“Cartografía de los nuevos servicios de salud mental en Brasil”, “Internaciones en Psiquiatría:
propuesta de construcción de Observatorios de Ciudadanía y Protección de Derechos de las
Personas con Trastornos Mentales”, “Locura, Arte y Cultura”, “Salud Mental y Derechos Humanos”,
entre otros.
Paulo Amarante ha sido un gestor fundamental de los Fórum de Saúde Coletiva, Saúde Mental e
Direitos Humanos en su país, a la par que un constante colaborador solidario de los Congresos de
Salud Mental y Derechos Humanos que organiza la Universidad de las Madres anualmente en
Buenos Aires.
En Brasil, el movimiento de salud colectiva logró una articulación innovadora entre producción
teórica multifacética e interdisciplinaria -de notable rigor académico- y el desarrollo de prácticas
político sectoriales transversales. Fue producto de este proceso el reconocimiento de la salud
como derecho en la reforma constitucional de 1988. A su vez, este fue el punto de partida del
desarrollo del Sistema Único de Salud (SUS). Así, Brasil fue el país del subcontinente que, con la
reforma en los ‘90, tendió a la generación de un sistema unificado y universalista, mientras en otros
-tal el caso de Argentina- se profundizaba la brecha de inequidad en el acceso y posibilidades de
asistencia, en el contexto de una reforma basada en la lógica de mercado.
En ese marco se dieron los procesos de transformación en Salud Mental cuya experiencia recoge
este libro y de las que el autor fue protagonista. La creación de los CAPS (Centros de Atención
Psicosocial) acompañó la crítica y limitación a las internaciones prolongadas y deteriorantes en
instituciones manicomiales subsidiadas por el estado.
El libro comienza con una presentación en la que el autor explicita inicialmente el origen de su
implicación con la temática. Luego detalla los objetivos -“hacer reflexionar al lector sobre el proceso
que va desde la psiquiatría y los manicomios a los proyectos actuales de construcción de un nuevo
‘lugar social’ para las personas en sufrimiento mental”- para finalmente introducir de manera
sintética los desarrollos de cada capítulo. En ellos, el recorrido conceptual va historizando el
proceso de constitución del modelo asilar-manicomial y definiendo los alcances del campo de la
salud mental. Luego, en el capítulo 5, “Caminos y Tendencias de las Políticas de Salud Mental y
Atención Psicosocial en Brasil”, los conceptos desarrollados se plasman en el proceso específico
de su país, incluyendo la articulación entre salud mental y el programa de Salud Familiar.
Los desarrollos teóricos son acompañados y sostenidos por experiencias. En el capítulo 4, “Salud
Mental y Atención Psicosocial”, se narra, como ejemplo, la historia de una mujer encerrada en una
celda de uno de aquellos hospicios, olvidada hasta que murió de hambre y frío, cuyo cuerpo,
retirado años después, dejó una huella imborrable en el piso. Antes de que la dirección del hospital
levantara las baldosas como forma de abolir esa silueta impresa, Paulo Amarante y sus
compañeros la fotografiaron y publicaron. La narración apoya en análisis de la facilidad con que,
frente a estas formas extremas, las iniciativas de transformación se han visto reducidas a una
simple reestructuración de modelos de asistencia. Por el contrario, el autor plantea que el
verdadero desafío es superar esta reducción, considerando el campo de la salud mental y de la
atención psicosocial como un proceso complejo que debe recuperar la condición de ciudadanía y
de sujeto de derecho de las personas que han sido atrapadas en los dispositivos manicomiales.
Comparte en ello postulados con el proceso de abolición de las instituciones psiquiátricas en Italia
y retoma algunos de los pensadores de la antipsiquiatría más radical, como Ronald Laing.
No creo necesario adelantar extensamente el texto al lector porque la presentación que hace el
autor es una excelente apertura. Pero desearía agregar una última observación sobre la
integración regional, la configuración de un bloque de países de América Latina. Me refiero a la
integración en su sentido más amplio, a la de la cultura entendida como intercambio y
transformación entre diversos. Una perspectiva que ha abierto posibilidades para el subcontinente.
Ella nos dará en el futuro, espero, la posibilidad de prescindir de las traducciones aunque cada uno
mantenga el territorio de su lengua.