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RESUMEN
Resolución total
(sin huella)
Tiempo de recuperación Cicatriz discreta
Tiempo de reparación O O
Rehabilitación Disfunción leve
Deformidad física
O
Perturbación funcional
BIBLIOGRAFIA
RESUMEN
SUMMARY
The author reviews the articles of the new Colombian Penal code
related to individual offences by trauma.
INTRODUCCION
Por otra parte los Decretos números 100, 141 Y 172 de enero de
1980 expidieron el nuevo Código Penal Colombiano que entró en
vigencia un año después, es decir, el 31 de enero de 1981. Por
estos motivos consideramos importante efectuar un estudio que
actualizara los criterios médico-forenses útiles para realizar
dictámenes por lesiones y es, a dicho objetivo, al que corresponde
el presente escrito.
Por su parte el ilustre autor argentino Nerio Rojas dice así: "En
medicina se entiende por lesión una destrucción o alteración en la
anatomía de un órgano, ya sea por un proceso patológico o por un
traumatismo, pero en este último caso, cuando hay sección de
tejidos, se usa, sobre todo, el término de herida. En el lenguaje
jurídico, la palabra lesión tiene un sentido más general; significa
alteración anatómica o perturbación funcional de origen violento o
externo; significa, a la vez, herida y enfermedad; es el daño en el
cuerpo o en la salud, según la expresión legal. Pero es necesario
que alguien, por dolo o culpa, la haya producido, pues lesión es,
además, la calificación de un delito. He tomado la palabra aun en un
sentido más amplio, pues me coloco en la situación de un perito.
Lesión, jurídicamente, es un daño; pero si éste implica la muerte, el
hecho se convierte en otro delito: es homicidio. El perito, en todos
los casos, cualquiera que sea la calificación del acto, tiene un
hecho, objeto de origen traumático para estudiar; ese hecho
concreto se llama genéricamente lesión, aunque se la estudie en un
cadáver" (6).
c) Intención de herir".
a) “El primer elemento de este delito está configurado por toda modi-
ficación orgánica o corporal susceptible de menoscabar o disminuir
la integridad física o mental de la persona que sufre la acción, pues
el bien jurídico que se protege en este delito es la integridad
personal".
EXAMEN PERICIA.L
El artículo 344 del Código de Procedimiento Pena dice: "En casos
de lesiones personales, el funcionario de instrucción ordenará que
se practiquen, a la mayor brevedad, los reconocimientos médicos al
lesionado que fueren necesarios para determinar la naturaleza de
las lesiones, su extensión, dirección y demás circunstancias
peculiares, el arma o instrumento con que fueron causados, y los
efectos que produzcan, teniendo en cuenta lo dispuesto en el
capítulo segundo del título XV del Código Penal. (Título XIII del
nuevo Código). El funcionario adoptará las medidas conducentes
para comparecencia del lesionado ante los médicos, y hará uso de
la policía si fuere indispensable".
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Hemos observado algunos casos en los cuajes la autoridad competente envía el
oficio de solicitud de examen médico-legal, junto con la solicitud de traslado del
recluso, al Director del Penal para que este ordene la salida del sindicado y su
comparecencia ante el perito, llevando entonces la solicitud del examen.
No aconsejamos esta práctica, que se opta supuestamente para agilizar el proceso, pues
hemos podido comprobar que en muchos casos el médico-forense no se encuentra y
entonces el sindicado y el guardián pierden el viaje, en otras oportunidades la atención
del sindicado así enviado desorganiza el trabajo planeado de un Instituto de Medicina
Legal y en no pocos casos aunque el perito este disponible, necesita conocer
previamente los reconocimientos anteriores del sindicado o la copia de la historia clínica
del reconocido y debe mandarlos a regresar posteriormente, tanto al guardián como al
sindicado. Para evitar estas enojosas eventualidades es mejor que la autoridad
competente libre dos oficios distintos, envíe primero uno al perito solicitándole la
practica del examen pericial por lesiones y el otro al director del penal en el cual pone a
disposición del perito al sindicado.
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Pero si se ha optado la práctica que criticamos, en lo posible aconsejamos examinar de
todas formas al recluso y guardar los datos para integrarlos posteriormente en el
dictamen pericial, una vez se conozcan los dictámenes anteriores y la copia de la
historia clínica. En esta forma se le presta un mejor servicio al usuario y se le ahorra un
viaje innecesario, aunque deseado, a veces.
RECONOCIMIENTOS DOMICILIARIOS: Representan otra
excepción, la menos frecuente, a las normas del artículo 344 del
Código de Procedimiento Penal. Como se dijo antes, el Código
ordena la comparecencia del lesionado ante el médico y no
viceversa. Por otra parte, la Resolución ministerial número 4027 del
13 de noviembre de 1979 prohibió la visita de los médicos forenses
a las casas de habitación de los lesionados cuando dijo en su
artículo 3º : "Los médicos legistas no podrán practicar ninguna clase
de reconocimientos médico-legales en la propia residencia de quien
lo necesite, a menos que el médico tratante certifique la
imposibilidad física del traslado del paciente o la contraindicación
médica absoluta que imposibilite su desplazamiento. En todo caso
tales diligencias deberán practicarse en presencia y bajo la
protección de las autoridades de policía".
1. Clase de lesión.
2. Tipo de arma.
3. Incapacidad o enfermedad.
4. Consecuencias o secuelas.
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Hemos observado casos en los cuales no se siguió este procedimiento en el reconocimiento inicial y
luego, cuando era imposible distinguir la antigüedad de las lesiones, el lesionado reclamaba al médico por
no haber tenido en cuenta "estas otras heridas que también me hizo el mismo día".
b) De orden químico. Que causan la lesión o daño por acción de
sustancias químicas que se ponen en contacto con la superficie
corporal o que se ingieren o son colocadas dentro del organismo
por vía parenteral, o por inhalación.
Uribe CualIa dice que en las heridas hay que tener en cuenta unos
factores intrínsecos y otros extrínsecos. Entre los intrínsecos coloca
la longitud, la profundidad, la hemorragia, la clase de tejidos y
órganos interesados, su importancia fisiológica, la regularidad o
irregularidad de los bordes, las pérdidas de sustancia, su unidad o
multiplicidad, la diseminación o confluencia la clase de arma
empleada, la facilidad de infectarse o contaminarse, el peligro en
que se haya puesto la vida del agredido, etc. Al respecto dice:
"Estas son las principales circunstancias que se desprenden de la
misma naturaleza de las heridas y que las harán de mayor a menor
gravedad. Todos estos elementos harán cambiar sustancialmente la
duración del proceso de reparación de las lesiones y por
consiguiente de la incapacidad para el trabajo” (18).
"A nuestro modo de ver, este criterio peca por exagerado y envuelve
una grande injusticia, desde luego que siempre debe existir relación
de causa a efecto, es decir, entre la naturaleza de una herida y sus
consecuencias. Si, por ejemplo, en una herida en que sólo se ha
interesado el espesor de la piel y la experiencia científica demuestra
que suturada oportunamente y haciendo las curaciones del caso,
cicatrizan normalmente en 8 días; si se presenta supuración
abundante, que prolonga el período de cicatrización, esto no puede
cargársele al agresor, puesto que el perito reconocedor debe
apoyarse en las reglas generales de la normalidad de los
fenómenos y no en los hechos excepcionales.
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Desafortunadamente, en nuestro país aún se carece en varios sitios de las facilidades de los laboratorios y
del concurso de médicos especialistas, lo cual dificulta mucho, no sólo el dictamen pericial, sino la misma
conducta terapéutica del caso.
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En no pocos casos hemos observado lesionados Que vienen al Instituto de Medicina Legal o acuden a la
oficina seccional con la herida abierta, manando sangre, en el convencimiento de que en esa forma
obtendrán una incapacidad mayor, que la que les fijarían si se presentan con la herida ya suturada y
tratada científicamente. Aún más, hemos podido detectar procedimientos en los cuales la autoridad
competente ha aconsejado al ofendido "ir a donde los médicos legistas lo más pronto posible, antes de ir
al hospital, para que le pongan más días de incapacidad al ver la herida tan grande que tiene". Esta
situación sólo refleja la gran ignorancia que existe en cuestiones de medicina clínica y de medicina
forense; pues por una parte, la demora en la atención médica adecuada aumenta el riesgo de las
complicaciones, una herida abierta está, más propensa a infectarse y, por otra, la incapacidad médico legal
no se cambia porque el dictamen se realice antes o después de la sutura, puesto que siempre se calcula
con base en la reparación biológica inicial y en los casos poco claros se debe, tal como ya se mencionó,
solicitar la historia clínica.
El asunto es bastante comp1icado y difícil de resolver casi siempre,
puesto que el médico no posee usualmente los elementos de juicio
indispensables para poder contestar objetivamente esta cuestión.
La consulta de la historia clínica del lesionado es de gran utilidad e
dichos casos, sin embargo, algunos de estos ofendidos no
recibieron tratamiento institucional, y entonces la situación perma-
nece confusa. Sin embargo, intentaremos dar algunas pautas muy
generales que pueden ayudar en algo.
Así mismo las equimosis van cambiando de color con el paso del
tiempo, a medida que se degrada la hemoglobina de la sangre;
recién aparecidas son de color rojo, luego pasan a violeta, más
tarde a café rojizo, luego a verdoso para terminar en amarillento.
Giraldo, trae una definición más genérica cuando dice: "Una per-
turbación funcional es una definida alteración fisiológica que coloca
en inferioridad el organismo o altera la homeoestasis" (26).
Hay algunos casos en 1os cuales las lesiones descritas son sufi-
cientemente claras para que el perito no tenga ninguna duda sobre
el tipo de secuela o consecuencia médico-legal que le ocasionó la
lesión; en estos casos procederá a fijar las consecuencias o
secuelas por relación médico-legal.
CONCLUSIONES
a) Clase de lesión;
b) Tipo de arma;
c) Incapacidad médico-forense, y