“Dejad que los niños vengan a mí” (mt 19,14) Jesús ha dispuesto un

lugar muy especial para los niños y niñas, ha manifestado la

importancia de tener un espíritu disponible a obedecer y servir, por
ello para este tiempo en el que vivimos el triduo pascual se nos invita
a ser personas sencillas que practican la fraternidad y la amistad
sincera.
Los niños y niñas caminan con rectitud de corazón y esto es a lo que
nos invita Jesús, no guardar rencor y dejarnos transformar de su
amor reconociendo cada momento de su vida, en la última cena, su
pasión y muerte, y la gloria de su resurrección. Es un ejemplo vivo
de bondad en el que Dios entrega a su hijo único y amado por la
salvación de toda la humanidad.
Esta propuesta para pascua infantil nos invita a excluir toda maldad
de nuestra vida, renacer en Cristo y con ayuda de su amor
transformar los corazones en fe, esperanza y caridad.
Objetivo: Reconocer la santa Eucaristía como un acto de
celebración y festejo con Jesús.
Brújula: Para iniciar este encuentro el animador entregará a cada
niño y niña una invitación previa, está puede ser el día de la
inscripción a la pascua infantil. La invitación es con el fin de
motivar a los participantes a un encuentro con el amor, en el cual
se va a descubrir un tesoro, que es el misterio de la eucaristía
(pan y vino- cuerpo y sangre de Cristo).

(Anexo1)

El encuentro inicia con una dinámica de grupo en la cual los

niños y niñas se presentarán por su nombre. La dinámica
consiste en que cada participante pronuncia su nombre, al
terminar el animador se ubica en el centro del círculo conformado
por los participantes, eleva una pelota hacía arriba
pronunciando el nombre de otro compañero el cual
debe coger la pelota antes de caer al piso.
Si el participante coge la pelota en el aire
inmediatamente dice el nombre de otro compañero
que igualmente deberá coger la pelota, dado el caso
la pelota toca el piso los participantes salen
corriendo hasta que el compañero atrape la pelota y
dice stop!

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Dado el caso la pelota toca el piso los participantes salen
corriendo hasta que el compañero atrape la pelota y dice stop!
Todos en ese momento quedan congelados como estatuas y uno
debe ser ponchado. A esa persona se le hace una pregunta:
¿Quién te invito a la pascua infantil? ¿Qué te motivo venir a este
encuentro? ¿Cuándo hacemos fiesta? ¿Quiénes participan de la
fiesta? ¿Cómo nos vestimos para la fiesta? ¿Qué comemos en las
fiestas? ¿Que llevamos a la fiesta? ¿Por qué hacemos fiestas?
¿Qué se hace en una fiesta?

Caminemos: El animador divide al grupo en tres equipos, cada

uno se ubicará en una base.
Base 1: La eucaristía
Se tiene preparada una mesa con imágenes referentes a la
eucaristía (pan, uvas, cáliz, biblia, velones, etc), debajo de cada
una de ellas una frase que hace referencia a la gracia que tiene.
Se le entrega a cada niño una imagen con su respectiva frase,
para que la lean y mediten.
 Es dulce como la miel.
 No cuesta nada y lo ofrece todo.
 Llena el corazón de alegría.
 Cambia la tristeza en baile.
 Él es nuestro Pastor y con Él nada nos faltará.

Los niños y niñas pueden participar diciendo una

pequeña reflexión de lo aprendido. Luego, se les
hace lectura de la cita bíblica de mateo 26, 26-29:

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 Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo
partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed,
éste es mi cuerpo.» Tomó luego una copa y, dadas las
gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos, porque ésta
es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos
para perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no
beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo
beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.»"

Se les hace entrega de las partes de un rompecabezas que

forman la frase “La eucaristía una gran fiesta”

(Anexo2)

Base 2: El mandato del amor

El animador tendrá preparada una vasija con agua
y una toalla pequeña, dispondrá a los participantes
a revivir el momento en el que Jesús lava los pies a
los apóstoles.

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El equipo se organiza en círculo y se sienta, el animador pasará
por cada uno lavando los pies al terminar les entregará un
corazón de papel de varios colores.
En un lugar especial estará ubicado un corazón grande, puede
elaborarse con icopor, este corazón estará perforado y tendrá una
frase: “Hijo te amo ¿tú me amas? Cada niño y niña reflexionará
sobre el amor que Jesús ha tenido, ofreciendo su vida por la
salvación de sus hijos amados.
Se hace la lectura del Evangelio Juan 13, 34–35:
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los
otros. Que, como yo os he amado, así os améis también
vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois
discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros.

Para finalizar cada niño y niña escribe en el corazón de papel un

propósito para amar a Jesús y lo pegará en el corazón grande,
como señal de entrega.

Base 3: El sacerdocio
El animador tendrá ubicado en una mesa varios elementos
propios de un sacerdote, la estola, el alba, casulla, crucifijo,
cáliz, copón, patena, cleriman, etc. Estos
pueden ser reales o en imágenes.
A medida que los van mostrando a los
participantes y ellos los reconozcan, van
adivinando a que personaje pertenecen esos
elementos. Luego se hace lectura de la cita
bíblica Juan 20, 23:

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 A quienes perdones los pecados les queda perdonados a
quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Cuando se haya descubierto al personaje, se le va a preguntar a
los niños y niñas:
¿Quién es un sacerdote? ¿Qué hace un sacerdote? ¿Por qué es
importante la presencia de un sacerdote?
Se hará entrega de una hoja para colorear los elementos propios
del sacerdote y de la eucaristía.

(Anexo3)

Para finalizar los niños y niñas se dirigen a un caminado de

huellas previamente organizado donde encontraran un regalo, los
animadores vendarán sus ojos y escucharan canciones referentes
a la eucaristía (Lo más grande, lo más sublime; El amor del señor
es maravilloso, etc.).
Con ayuda de un sacerdote se tendrá la presencia del
santísimo expuesto. En ese momento se adorará al
Señor. En caso tal que no pueda asistir un Sacerdote
poner una imagen de Jesús Eucaristía. Con ayuda
de un sacerdote se tendrá la presencia del santísimo
expuesto. En ese momento se adorará al Señor.
En caso tal de no poder, tener una imagen de Jesús.

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A la sombra del árbol: Celebración del ágape.
Se hará una pequeña celebración del ágape, para reconocer la
fracción del pan y el vino. El animador tendrá preparado un
espacio donde se encuentren panes, jugo (vino), frutas, flores,
velas. Se invita a los niños y niñas a ubicarse alrededor. Se
tendrán varios momentos:
1. Orar por los hermanos: Cada niño y niña hará una oración
por el compañero que tiene a su lado.
2. Credo: Todos juntos proclamarán el credo confirmando su
fe, al terminar el animador dice:
“Eres nueva creatura y has sido revestido de Cristo. Esta
vestidura sea signo de tu dignidad de cristiano. Ayudado
por la palabra y el ejemplo de los tuyos, consérvala sin
mancha hasta la vida eterna”.

3. Purificación: El animador preguntará a los niños y niñas a

que se comprometen para renunciar, malas palabras,
desobediencia, pereza en el estudio, etc. Cada uno dirá: Por
medio de este signo hoy muero a… al mismo tiempo que el
animador esparce agua en la cabeza a los participantes.
4. Pan y vino: Se distribuye una porción de pan a cada
participante, luego el animador repite las palabras de Jesús,
mateo 26,26-28:
Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo
bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos,
dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.» Tomó
luego una copa y, dadas las gracias, se la dio
diciendo: «Bebed de ella todos, porque ésta es mi
sangre de la Alianza, que es derramada por
muchos para perdón de los pecados.

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 5. Luz: Para finalizar, el animador enciende una vela como
signo de luz en el mundo e invita a los niños y niñas a ser
personas especiales, llenas del amor de Dios.
Reto para el regreso: Participar de una eucaristía para vivir
cada momento especial y descubrir el amor de Dios en el
sacrificio del altar.

Objetivo: Generar un sentido de reflexión frente al sacrificio que

Jesús realizó por nosotros como muestra de su amor.
Brújula: El animador recibe a los niños y niñas a un nuevo
encuentro del camino hacia la pascua, donde se conocerá el
significado del amor de Jesús, un amor hasta el extremo.
El encuentro inicia con una dinámica donde los niños y niñas
están reunidos en círculo, a cada uno se les hace entrega de una
flor; se les invita a que describan como es la flor (colorida, buen
olor, suave, etc.). El animador pregunta: ¿Cómo hacer para que
la flor se conserve así de bonita?
Las respuestas más acertadas serán cuidándola, poniéndole
agua, en conclusión dándole amor.
Así mismo, es Jesús, él nos reconoce como sus hijos
amados y por eso ha entregado todo su amor y
cuidado por nosotros, hasta el punto de morir en la
cruz.
Se invita a los participantes a poner sus flores en una
cruz que previamente estará ubicada en un lugar
especial, todos los niños y niñas van a decorarla.

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 6. Luz: Para finalizar, el animador enciende una vela como
signo de luz en el mundo e invita a los niños y niñas a ser
personas especiales, llenas del amor de Dios.
Reto para el regreso: Participar de una eucaristía para vivir
cada momento especial y descubrir el amor de Dios en el
sacrificio del altar.

Objetivo: Generar un sentido de reflexión frente al sacrificio que

Jesús realizó por nosotros como muestra de su amor.
Brújula: El animador recibe a los niños y niñas a un nuevo
encuentro del camino hacia la pascua, donde se conocerá el
significado del amor de Jesús, un amor hasta el extremo.
El encuentro inicia con una dinámica donde los niños y niñas
están reunidos en círculo, a cada uno se les hace entrega de una
flor; se les invita a que describan como es la flor (colorida, buen
olor, suave, etc.). El animador pregunta: ¿Cómo hacer para que
la flor se conserve así de bonita?
Las respuestas más acertadas serán cuidándola, poniéndole
agua, en conclusión dándole amor.
El animador explicará que la cruz es un signo de
victoria, donde Jesús se ha glorificado. Luego se
recita una oración alusiva al relato de la pasión:

Por nuestro amor murió el señor; en la cruz sus

brazos él abrió y su corazón total entregó; por
amor a todos… murió el señor.

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Caminemos:
Se pregunta a los niños y niñas ¿Qué es el amor? Junto a sus
respuestas el animador hace una reflexión:

Jesús fue desde niño una persona muy buena, respetaba a

sus amigos, obedecía a su mama (Se le puede preguntar a
los niños quién era la madre de Jesús) la Virgen María y
amaba a su Papá (Se le puede preguntar a los niños quién
era el Padre de Jesús) Dios. Cuando Jesús creció, se convirtió
en un hombre que sabía, gracias a lo que le enseño su
mamita La virgen María, lo que era amar y quería enseñarle
a los demás que se podían amar entre ellos y como podían
amar también a Dios. Él hablaba de la verdad y la Justicia,
de cómo podíamos ser buenos y que Dios quería que todos
nosotros fuéramos felices, pero cuando su mensaje de amor
empezó a crecer y ya muchos habían aprendido como amar,
como hablar con Dios y como ser felices, llegaron unas
personas que no tenían un corazón puro y empezaron a
hacerle daño a Jesús y a las personas que lo seguían, pero
Jesús nos amó hasta el extremo por eso no le importó lo que
le podían hacer y continuó enseñando su mensaje para que
pudiéramos conocer a su Padre Dios y pudiéramos ser
felices.
Quienes perseguían y no querían a Jesús se dieron
cuenta que Él no se rendiría y como su amor por
todos era tan grande y puro empezaron a sentir
envidia y no entendían porque muchas personas lo
seguían y lo querían; por esto lo acusaron ante un
emperador diciéndole que Jesús era un hombre
malo, que no respetaba sus leyes y mentía.

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Las personas que no querían a Jesús lo acusaron de ladrón y
mentiroso y lo condenaron a morir en una cruz. Jesús acepto morir
por nosotros porque nos amaba y porque sabía que muriendo nos
podía salvar del pecado y podíamos ser felices en el cielo con él.
El animador continúa con la mística del encuentro. Se invita a los
niños y niñas a reconocer los momentos más importantes durante
el camino de Jesús hacia la cruz.
Se les presenta el viacrucis dedicando este momento a la oración,
se invita a caminar con Jesús y recordar cada momento de su vida.

(Anexo 4)

Luego el animador dividirá el grupo en subgrupos según la

cantidad de niños y les entregará varias imágenes del camino hacia
el calvario y explicará de forma breve y representativa cada una de
ellas. Cada sub grupo deberá representar de la manera que
prefieran estos momentos (dramatización, dibujos, mímica,
cuentos, entre otros.)
Para esta actividad solo se les entregará cada una
de las estaciones a los niños y niñas hasta la
estación de la muerte de Jesús, a partir de esta el
animador junto con el equipo de logística se
encargará de la representación y la explicación de
estas últimas estaciones.

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A la sombra del árbol:
Como último momento de la actividad y después de que cada grupo
haya desarrollado su respectiva representación, el animador llevará
a los niños y niñas a un salón diferente del que estaban trabajando
con los ojos vendados, si es posible. Este salón estará decorado del
tal forma que se pueda representar la muerte de Jesús, habrá un
lugar debidamente organizado con objetos como una cruz, un
sudario (Tela suave de color blanco que representa el
descendimiento de Jesús) velas blancas y una estola de color
púrpura. Habrá también música de fondo que permita una
atmosfera de reflexión y que los niños puedan contemplar con
detalle el lugar.
El animador empezará a contar con detenimiento cada una de las
estaciones, a partir de la de la muerte de Jesús, y articulando con
cada una de ellas uno de los objetos ubicados en el salón. Cuando
llegue a la estación de la resurrección no la cuenta de forma directa
sino que les dice a los niños y niñas:
A pesar de que Jesús murió en una cruz por todos nosotros, este
no es el fin de la historia, es solo el comienzo de otra maravillosa
que mañana conoceremos y aprenderemos. Jesús nos ama y
por eso no nos dejó tristes sino esperando una gran noticia….
¿Cuál será esa Gran noticia?

Reto para el regreso:

Realizaremos una carta para alguno de nuestros
amiguitos contándole quien es Jesús y por qué
murió por nosotros, también por medio de esta
carta invitaremos a este amiguito a participar con
nosotros de esta Semana Santa.

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Objetivo: Celebrar de una manera dinámica y desde el valor de la
vida, la resurrección del Señor, de manera que los niños y niñas
puedan experimentar su novedad y alegría.
Brújula: El encuentro inicia con júbilo, por que se celebra que
Jesús ha resucitado y es la esperanza para los cristianos.
El salón estará previamente decorado con globos, banderines, etc.
Se entonarán canciones como:
 Gloria, Gloria, Aleluya
 Lo siento en todo mi ser
 Paséate Nazareno
En este momento, se invitará a los niños a participar con alegría de
las canciones aplaudiendo o haciendo la mímica; realizando hacer
un breve momento de alabanza.
A continuación, se da a cada niño una bomba, allí el pequeño
utilizará la forma de expresión que más le guste, escribiendo,
pensando, dibujando sobre las personas que quiere enviar al Señor
como ofrenda de amor. Al terminar, el animador recoge todas las
bombas y las asegura para el final del encuentro.
Caminemos: Se pregunta a los participantes ¿Qué
es para ustedes resurrección? Se reflexiona en el
grupo con sus opiniones.
Luego se realiza una escena de títeres donde se les
contará, en un contexto vivencial, del evangelio
de SAN MATEO 28-1,7

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 HISTORIA CON TÍTERES:
Narrador: Erase una vez un domingo, pero no cualquier domingo,
un domingo muy, pero muy especial. ¿Niños quieren saber que
tenía de especial? … pues, los invito a poner mucha atención en
esto:
Una mañana muy soleada en Jerusalén se quedaron de encontrar
dos mujeres muy amigas, una llamada María Magdalena y la otra,
María ¿Cómo se llamaban niños? … ¡sí, muy bien! las dos se
llamaban MARÍA, ellas se encontraron para salir a dar una vuelta
y, a lo largo del camino, pensaron en entrar al sepulcro donde
estaba el cuerpo sin vida de Jesús.
De pronto, María Magdalena miro a la otra María y le dijo:
María Magdalena: María, María está temblando la tierra oh oh oh
oh oh sujétame que me estoy cayendo oh oh oh oh oh...
María: Yo también estoy sintiendo lo mismo. (Las dos muñequitas
títeres se cogen y se balancean)
Narrador: Cuando de pronto una luz hermosa y brillante cubre sus
ojos, y María Magdalena Dice:
María Magdalena: ¡María, María! ¡Mira que ser tan precioso!
María: Si, María magdalena es hermoso, es un ángel, pero mira,
está destapando el lugar donde está Jesús… acerquémonos
Narrador: Curiosamente estas dos mujeres se
acercan hasta donde está el ángel, cuando de
repente escuchan:
Ángel: ¡Vengan! ¡No tengan miedo! yo sé a quién
buscan ustedes, pero les cuento… ¡no está aquí! ¡Ha
resucitado! ¡Está vivo! ¡Vive de nuevo entre nosotros!
vayan y comuníquelo a todo el mundo.

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Narrador: Fue así como María y María Magdalena, casi se van de
espaldas, se abrazaron y, cogidas de la mano, salieron corriendo y
gritando: “¡Está vivo! ¡Está vivo! ¡Ha resucitado!”

A la sombra del árbol: Los cuatro personajes, Juan, Pedro, Judas

y tú, buscan llegar al centro del laberinto, es decir buscan llegar a
Jesús resucitado, pero solo uno lograra hacerlo… ¿quién será?
Mientras van realizando el camino por el laberinto, se cantará al
resucitado! dedicando un momento de alegría y gozo a través de
canciones de alabanza.

(Anexo 5)
Reto para el regreso:
Se invita a los niños y niñas a construir un mensaje del eterno y
verdadero amor de Jesús: ¡Jesús vivo y resucitado por amor a
todos! Este mensaje debe llevarlo a casa y compartirlo en familia.
Se puede realizar una tarjeta.
Jesús muere por nosotros, nos redime de
nuestros pecados y, a su vez, resucita….
resucita en cada corazón…

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 EUCARISTÍA DE RESURECCIÓN
Para iniciar la Sagrada Eucaristía el lugar debe estar previamente
organizado con el sepulcro vacío y las luces apagadas. El animador
relatará o dramatizará el “relato del soldado romano” de Miguel
Cassina: https://www.youtube.com/watch?v=zLiX-S91X7A.
Luego se dará a los niños y niñas bombas, banderines, cintas de
colores, velas etc., como signo de festividad para celebrar que Cristo
ha resucitado. Además se tendrá un momento de alabanza.
Monición inicial:
Hermanitos y hermanitas: Bienvenidos a esta Eucaristía que nos
llena de alegría y gozo.
Durante varias semanas nos hemos venido preparando, en el
tiempo de cuaresma y la celebración de estos tres días del triduo
pascua, para festejar la vida junto a Jesús.
Con él a nuestro lado, y para siempre, todo tiene otro sentido,
terminamos la larga espera de cuaresma, juntos celebramos el paso
de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida y proclamamos juntos
que Jesucristo ha resucitado.
(El sacerdote y los acólitos hacen la procesión de entrada con un
cirio y al paso los niños van encendiendo las velas que los
animadores tienen dispuestas, mientras se entonan cantos)
Monición a las lecturas:

Las lecturas de este día nos relatan un

acontecimiento que los discípulos vivieron: La
resurrección de Jesús.
Le pedimos a Jesús glorificado que en este día de la
Pascua, olvidemos lo que nos impide ser felices.
Hoy, el centro de la fiesta y de nuestro corazón,
debe ser Jesús resucitado.

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Lecturas
Primera Lectura
Hechos de los apóstoles 10, 34a. 37-43
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
«Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan
predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me
refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del
Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los
oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en
Jerusalén. Lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo
resucitó al tercer día y nos lo hizo ver, no ha todo el pueblo, sino a
los testigos que él había designado: a nosotros, que hemos comido
y bebido con él después de su resurrección.
Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que
Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los
profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su
nombre, el perdón de los pecados».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Salmo 117
R. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra
alegría y nuestro gozo.

Dad gracias al Señor, porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
Eterna es su misericordia. R.

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 La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa.
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor. R.
La piedra que desecharon los arquitectos,
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente. R.

Segunda Lectura
De la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 1-4
Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes
de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios;
aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto, y nuestra vida está con Cristo escondida en
Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también
vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria.
Palabra de Dios
(Si se cree conveniente se hace las renuncias y renovación de las
promesas bautismales y al orar el credo- cuando se dice resucitó- se
invita a los niños a arrodillarse, a agitar las banderitas o a aplaudir)

Oración de los fieles

Presidente:
A Dios, Padre que ha resucitado a su Hijo Jesús, le
dirigimos nuestras súplicas, diciéndole
confiadamente:
Por la resurrección de tu hijo, escúchanos señor

Diócesis de Sonsón-Rionegro
1. Por la Iglesia. Para que anuncie con claridad la alegría de la
resurrección de Cristo, que sigue vivo entre nosotros. Roguemos
al Señor.
2. Por todos los que ya celebramos el bautismo. Para que vivamos
como verdaderos hijos de Dios. Roguemos al Señor.
3. Por todos los que celebramos la resurrección de Jesús y vivimos
con júbilo esta gran fiesta. Roguemos al Señor.
4. Por todos los que pregonan el amor de Dios. Por los sacerdotes,
religiosos y personas que gastan su tiempo y su vida por hacer
presente a Jesús Resucitado en tantos corazones encadenados
por el egoísmo o el pecado. Roguemos al Señor.
5. Por todos nosotros para que nos dejemos a acompañar de
Cristo vivo y seamos sus testigos con alegría. Roguemos al Señor.

Ofrendas
Pan y vino:
Con el pan y el vino, además de recordar la celebración de la
última Cena, queremos decirle al Señor que, los domingos, aquí
estaremos para llenarnos de su fuerza, de su poder, de su gracia y
de su amor, porque Tú nos llenas de fuerzas y alegría para vivir.
Cartel “cristo vive, ¡aleluya!”:
Con este cartel queremos simbolizar el gran día de
los cristianos. El día de la Resurrección de Cristo.
Que nada ni nadie nos haga olvidar el domingo como
el día de la alegría y de la vida.
Caja de regalo:
Con este regalo queremos dar gracias al Señor,
porque está vivo y ha resucitado con poder.
Sabemos que cada domingo te haces presente entre
nosotros.

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Monición final

“El Señor resucitó” es la gran noticia que hoy celebramos como

algo actual, no es solo un recuerdo, sino que verdaderamente
sucede ahora y en cada uno de nosotros.
Quiero estar siempre en la presencia y compañía de Jesús y
mamita María.

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Anexo 1: Invitación.

Diócesis de Sonsón-Rionegro
Anexo 2: Rompecabezas.

Diócesis de Sonsón-Rionegro
Anexo 3: Elementos de la eucaristía.

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Anexo 4: Viacrucis.
La mejor manera de acompañar a Jesús en su sufrimiento es con
nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros
pecados. Jesús nos invita a acercarnos al sacramento de la
Reconciliación, si no hemos recibido la Primera Comunión podemos
estar en la Eucaristía y pedir perdón por nuestros actos.

¿Por qué acompañar a Jesús? Rezar el Viacrucis es recordar con

amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió para salvarnos
del pecado. Animémonos a cargar con las pequeñas cruces de
cada día y recordemos con frecuencia los pasos de Jesús hasta su
muerte en la cruz.

1. Jesús es condenado a muerte.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y no
sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: Jesús, fuiste condenado a muerte por el falso testimonio
de otros. Ayúdanos a no levantar falsos testimonios ni a mentir.
Padre nuestro…

2. Jesús carga la cruz.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que
soy un niño y no sé diferenciar el bien del mal,
ayúdame a no ser un pecador.

Diócesis de Sonsón-Rionegro
Reflexión: querido Jesús, aceptaste cargar la cruz por amor a
nosotros. Enséñanos a aceptar con amor nuestras dificultades y a
ayudar a los demás con alegría. Padre nuestro…

3. Jesús cae por primera vez.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y no
sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: querido Jesús, ayúdanos a hacer siempre buenos. Y
cuando cometemos alguna falta, ayúdanos a corregirla. Padre
nuestro…

4. Jesús se encuentra con su madre.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y no
sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: querida mamita maría, queremos ser
niños buenos y no hacerte llorar por nuestras faltas.
Ayúdanos a consolar a todos los que sufren y a
pedirle a papá dios por ellos. Padre nuestro…

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 5. El cirineo ayuda a Jesús a cargar la cruz.
Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y
no sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: Jesús, de ahora en adelante te prometemos presentar
nuestra ayuda, especialmente a papá y a mamá. Danos la gracia
de estar siempre dispuestos como el cirineo. Padre nuestro…

6. La verónica enjuga el rostro de Jesús.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y
no sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: Jesús, queremos tener nuestra alma muy limpia tanto
que tú puedas vivir en ella siempre. Ayúdanos a conseguirlo.
Padre nuestro…

7. Jesús cae por segunda vez.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que
soy un niño y no sé diferenciar el bien del mal,
ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: querido Jesús, caíste en tierra por
segunda vez por el peso de nuestros pecados.

Diócesis de Sonsón-Rionegro
Ayúdanos a arrepentirnos cada vez que nos portemos mal. Padre
nuestro…

8. Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y
no sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: señor, cuando las cosas no nos salen bien muchas
veces lloramos y hacemos sentir mal a los demás. Ayúdanos a no
hacer sufrir a papá y a mamá con nuestros caprichos. Padre
nuestro…

9. Jesús cae por tercera vez.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y
no sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: querido señor, tú nos enseñas que aunque caigamos
muchas veces nos podemos levantar con tu ayuda. Padre
nuestro…

10. Jesús es despojado de su ropa.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que
soy un niño y no sé diferenciar el bien del mal,
ayúdame a no ser un pecador.

Diócesis de Sonsón-Rionegro
Reflexión: Jesús, tú quieres que conservemos nuestros cuerpos
puros e inocentes. Ayúdanos a reflejar siempre tú pureza. Padre
nuestro…

11. Jesús es colgado en la cruz.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y no
sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: querido Jesús, al ser clavado en la cruz perdonaste todos
nuestros pecados. Ayúdanos a hacer obedientes y a no portarnos
mal. Padre nuestro…

12. Jesús muere en la cruz.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y no
sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: querido Jesús, gracias por dar tu vida por nosotros.
Queremos amarte cada día más y que nuestras vidas sean motivo
de alegría para ti. Padre nuestro…

13. Jesús es bajado de la cruz.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que
soy un niño y no sé diferenciar el bien del mal,
ayúdame a no ser un pecador.

Diócesis de Sonsón-Rionegro
Reflexión: mamita maría, con cuanto amor limpiaste las heridas
de tu hijo Jesús. Prometemos amar siempre a los demás, sobre
todo a los que nos molestan y hacen sentir tristes. Padre
nuestro…

14. Jesús es sepultado.

Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí que soy un niño y no
sé diferenciar el bien del mal, ayúdame a no ser un pecador.
Reflexión: Jesús ven a vivir en nuestros corazones, haz que
seamos buenos y te amemos siempre. Padre nuestro…

Oración final.
Papá dios, gracias por darnos a tu hijo Jesús. Llena nuestros
pequeños corazones con tu amor, para ser tan buenos como Jesús
y, como nuestra madre maría, sigamos el camino que nos lleva a
tu reino. Amen

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Anexo 5: Laberinto

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