Fragmento de la tesis de María Jimena Schere: “Humor, argumentación polémica

y ficción en la comedia de Aristófanes. Un estudio sobre la función polémica del

par cómico en las obras tempranas” María Jimena

Odiseo y Tersites

En la tradición homérica hay otras escenas significativas que involucran la dinámica del
par cómico, si bien son breves, episódicas y no tienen quizás una influencia comparable
con la del canto IX de Odisea. Una de ellas se desarrolla en el canto II de la Ilíada entre
Agamenón y Odiseo, como polo positivo del par, y Tersites como polo negativo.
Tersites, quien desafía la autoridad del rey Agamenón, recibe un golpe de Odiseo con el
cetro en la espalda y los hombros, y todo el ejército aqueo se ríe festejando la reacción
del héroe (vv. 211-277).
El blanco central de esta escena está claramente representado por la cómica figura de
Tersites1: personaje antiheroico, delineado con rasgos claramente negativos y opuestos
por su caracterización a los valores aristocráticos. Tersites es físicamente feo -en
contraposición a los héroes-, charlatán, irrespetuoso con sus jefes y carente del poder
del que están investidos sus antagonistas (Agamenón y Odiseo).
Uno y otro polo son opuestos, complementarios y constituyen el nudo semántico de este
breve episodio humorístico; por lo tanto, encuadran en el modelo propuesto del par
cómico.
La escena comienza con una clara caracterización negativa de Tersites:

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Los otros se sentaron y se contuvieron en sus lugares.
Solo Tersites, de inmoderadas palabras, aún graznaba,
quien sabía en su entendimiento muchas y desordenadas palabras
para disputar con los reyes insensatamente, pero no con orden,
sino en lo que le parecía que iba a ser ridículo para los argivos;.
1
Sobre el carácter cómico del personaje de Tersites, véase Whitman (1964: 46-48). El autor analiza el
personaje en un sentido diferente al nuestro como antecedente del héroe cómico. Nagy (1979: 262), por
su parte, considera que la épica es fundamentalmente poesía del elogio; sin embargo, el personaje de
Tersites representa, según el autor, al poeta del reproche (blame poet). En definitiva, la épica -sostiene
Nagy- en tanto poesía del elogio, solo puede incluir la poesía del reproche a expensas del blame poet.
Sobre el personaje cómico de Tersites véanse también, entre otros, Thalmann (1988), Hailiwell (1991:
281), Beta (2004: 7-14), Cottone (2005: 113-120), Rosen (2007: 67-116), Keane(2007: 33-34).
y era el hombre más feo que llegó a Ilión
era patizambo y cojo de una pierna; los dos hombros
estaban curvados hacia el pecho; y por arriba
la cabeza era puntiaguda y crecía encima cabello ralo.
Era el más odioso sobre todo para Aquiles y Odiseo,
pues discutía con ellos. Entonces, de nuevo al divino Agamenón
le decía punzantes injurias gritando. Los aqueos
estaban terriblemente irritados y se indignaron en su corazón.
Pero este gritando mucho
peleaba de palabra con Agamenón.
(vv. 211-224)

El retrato de Tersites se opone en todo a la belleza del héroe homérico. La descripción

minuciosa de sus piernas, pasando por sus hombros, hasta su puntiaguda cabeza y su
cabello ralo apunta a destacar la fealdad de su figura y constituye una clara marca de
enunciación que orienta hacia una valoración negativa del personaje. También sus
palabras y su modo de hablar a los gritos conllevan una fuerte carga negativa2.
En el verso 215 se dice que Tersites solía poner en ridículo a los reyes. Sin embargo, la
escena de Ilíada no se focaliza en su imagen de burlador, que además es presentada de
manera negativa, sino que el episodio se centra en ridiculizar su figura en favor de la de
los reyes. En todo caso, el final de la escena en el que Tersites se convierte en objeto de
risa de todo el ejército lo ubicaría en el lugar del burlador-burlado.
El desfavorable retrato de Tersites, que funciona como marco introductorio de su
discurso, predispone desde un comienzo al receptor en su contra y se confirma, luego,
con la opinión de Odiseo y de la tropa: Odiseo lo llamará "hablador sin juicio" (v. 246)
y "el peor de los mortales" v. 248); por su parte, la tropa, que celebra los golpes del
héroe como lo mejor que ha hecho entre los argivos (y. 274), acusa a Tersites de
"calumniador" (v. 275), de tener un "ánimo arrogante" (v. 276), y condena su
enfrentamiento con los reyes (y. 277)3. La arrogancia de Tersites reside, entonces, en
atribuirse una jerarquía que no le corresponde y en atreverse a disputar de igual a igual
con sus superiores. Por último, la reacción de Tersites ante los golpes de Odiseo —
temor y llanto (vv. 268-9)— termina de poner en evidencia su falso heroísmo, que se
limita solo al plano verbal, como se subraya en el verso 224.
En síntesis, en el par homérico Odiseo-Tersites la ridiculización recae exclusivamente
sobre Tersites, que termina escarnecido y se convierte en motivo de risa de todo el
ejército. Del mismo modo, el resto de las marcas de enunciación apuntan a degradarlo:
su caracterización negativa en el marco introductorio de su parlamento, que coincide
con la opinión de Odiseo y de la tropa; su derrota en la disputa contra los reyes; el
comentario aprobatorio del ejército al término de la golpiza y la risa explícita final. Por
todos los aspectos mencionados, esta escena presenta rasgos semejantes a los analizados
en el episodio de Odiseo y el Cíclope: la unidireccionalidad de la risa sobre uno de los

2
Beta (2004: 7-14) señala que Tersites, a diferencia de Néstor y Menelao, es caracterizado en la
Ilíada como un mal orador. Esta visión negativa de su modo de hablar conlleva un juicio
negativo sobre su persona. Beta considera que la relación entre una retórica negativa y la
imagen negativa de un personaje se mantiene en la poesía arcaica y en la comedia antigua
(2004: 14-30). Por el contrario, la retórica positiva, como en el caso de Néstor o Menelao,
genera una imagen valorada del personaje.
3
Los compañeros del ejército se ríen de la golpiza de Tersites "aún afligidos" (v.. 270). A pesar
de esta aclaración, se señala en varias oportunidades la condena del ejército contra la arrogancia
de Tersites (c£ por ejemplo vv. 247y 275-7).
polos de la dupla; las marcas de enunciación favorables al héroe y desfavorables contra
el blanco; la risa manifiesta contra el vencido. Sin embargo, cabe subrayar un aspecto
distintivo que se destaca en la escena de la Ilíada: este episodio toma como objeto de
burla a un individuo sin poder, a un súbdito, que se atreve a enfrentarse a la figura más
importante del ejército aqueo. La baja condición de Tersites se corresponde, por cierto,
con la representación que Platón y Aristóteles realizan del blanco cómico (feo, ignorante
de sí y sin poder).