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Detectan alto nivel de contaminación en algunos ríos y lagos de la Ciudad de Buenos Aires

Cromo, líquidos cloacales, bacterias peligrosas y biotoxicidad. Estas sustancias son parte de algunos de los afluentes
más importantes de la ciudad. Así lo aseguró un estudio de la Universidad de Palermo pedido por el CESBA. El
Riachuelo, Puerto Madero y el Rosedal de Palermo, entre otros, bajo la lupa
21 de marzo de 2017
Un equipo de la Universidad de Palermo analizó para el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires
(CESBA) la calidad de agua de algunos lagos de la Ciudad de Buenos Aires y se encontró con resultados alarmantes
en algunas zonas.
A los distintos lagos se les puso un puntaje en base a un sistema que toma varios parámetros y arroja un número del
0 al 100. La mejor nota se la quedó el lago de 1 hectárea Parque Centenario, con 70,74, lo que indica que el agua es
de buena calidad y completamente apta para usos recreativos, aunque no es potable.
En el otro extremo, uno de los resultados más alarmantes se detectó en Puerto Madero, donde la calidad del agua
es decididamente mala. Para llegar a esa conclusión se tomaron una serie de muestras desde el Puente de la Mujer,
en las que se detectó un valor de microorganismos coliformes totales 110 veces mayor al máximo permitido y de
microorganismos fecales 9.300 veces por encima de lo aconsejado, lo que prueba que el contacto del agua con
líquidos cloacales. La principal bacteria del grupo es la escherichia coli, que es la responsable más frecuente de
infecciones urinarias y gastrointestinales, y que puede causar incluso desde meningitis hasta síndrome urémico
hemolítico.
"La vida acuática se limita a especies muy resistentes. El agua no es apta para el riesgo ni para uso industrial sin
tratamiento. Para consumo humano requiere tratamiento potabilizador intenso. Respecto a los deportes y
recreación, el agua analizada no es apta para inmersión y se debe evitar todo contacto. Sólo es apta para la
navegación en lanchas o embarcación", remarcó el informe.
En los lagos de Palermo se detectaron resultados dispares. La mejor calidad del agua está en el Lago Regatas, que
desde 1990 lo cuida AySA (antes, Aguas Argentinas), aunque los análisis detectaron una alta presencia de cromo,
que podría deberse a la intensa sudestada en fechas próximas a los análisis. Recibió una nota de 60.
Por debajo, con 51 puntos terminó el lago que está frente al Planetario, donde se observa mayor tendencia a arrojar
basura, lo que en 1999 provocó la muerte de gran cantidad de peces. La limpieza está a cargo de Gendarmería y
algunas empresas privadas.
Muy lejos quedó el lago del Rosedal, que apenas obtuvo 35 puntos. El espejo de agua tiene valores de pH
inusualmente elevados, gran cantidad de sólidos totales y bajas cantidades de oxígeno disuelto.
"El deterioro observado en los lagos de uso paisajístico y recreativo podría minimizarse mediante acciones
sencillas como un aireamiento más intenso y un favorecimiento del reciclaje biótico, introduciendo especies cuyos
sistemas de raíces, en forma conjunta con los microorganismos del suelo contribuyan a la purificación del agua",
observó una de las expertas que intervino en el trabajo, Mónica López Sardi.
Naturalmente, los peores resultados se hallaron en el Riachuelo, el tercer río más contaminado del mundo. Los
estudios indicaron que tiene un alto grado de contaminación y peligro biotóxico tanto para las especies que se
deberían desarrollar en sus aguas como para aquellas personas que tengan contacto con el agua. Entre los valores
obtenidos se destacó que el arsénico en sus aguas duplica los valores máximos recomendados.
Situación actual
Página - 10 diciembre, 2010
La situación ambiental de la Cuenca Matanza Riachuelo es muy grave. Alcanza niveles críticos en los
cursos medio y bajo del río y tiene consecuencias directas sobre la salud y la calidad de vida de los
habitantes de la zona.

Años de imprudencia, abandono y desidia han convertido al río y a su zona de influencia en un ícono nacional de la
contaminación e injusticia ambiental.

Como consecuencia de esto, la comunidad ribereña convive con niveles de contaminación y riesgos inadmisibles.
Este alarmante escenario es el producto de la combinación de diversos factores, entre los que se encuentran:

• Inundaciones periódicas: Las inundaciones son provocadas tanto por las grandes precipitaciones como por
las importantes sudestadas, que impulsan desde el Río de la Plata mareas de gran magnitud que penetran por el
río aguas arriba. El riesgo de inundación se incrementa como consecuencia de las bajas cotas del terreno, la
insuficiencia de desagües pluviales y la deficiente descarga de conductos troncales. El agua contaminada inunda
las viviendas, calles y terrenos, poniendo en peligro la salud de la población.

• Altos niveles de contaminación: En el Matanza-Riachuelo parte del volumen de los vertidos contaminantes
es de orden industrial y otra parte corresponde a las aguas servidas domiciliarias. El numero de establecimientos
manufactureros y de servicio supera los 20.000 (1), siendo las curtiembres, frigoríficos, químicas, petroquímicas,
metalúrgicas y galvanoplastias las industrias que generan mayor impacto ambiental.

• Incontrolado desarrollo urbano e industrial: La Cuenca Baja y Media del río Matanza-Riachuelo se
caracteriza por una fuerte concentración de industrias y viviendas asentadas con planificación y ordenamiento
deficientes, así como por la proliferación de villas de emergencia. Esto ha ocasionado un gran deterioro ambiental.
En general la infraestructura urbana es deficiente: los servicios de agua potable sólo alcanzan al 65% de la
población de la Cuenca y apenas el 45% de las viviendas tienen acceso al servicio de cloacas.

Esta breve reseña ocurre en una cuenca que se extiende a lo largo de 80 km de longitud, atraviesa 14 municipios
y cubre un área aproximada de 2.000 km2. En esa región habitan unos 5 millones de personas, potenciales
afectados por la contaminación en sus múltiples formas. Esa población representa casi un 13% de la población
total de la Argentina. Esta cuenca es parte del área metropolitana de Buenos Aires, el sitio más poblado de la
Argentina.

Según los datos publicados por la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) los vuelcos industriales se
conforman de la siguiente manera:

A lo expresado en el gráfico anterior debemos sumarle que el Riachuelo posee niveles de mercurio, zinc, plomo y
cromo 50 veces por encima de los valores legalmente admitidos. Existen en la cuenca más de 100 basurales a
cielo abierto y dos rellenos sanitarios, uno de ellos clausurado. Los asentamientos precarios se encuentran en
situaciones de altísimo riesgo sanitario. Para el caso de “Villa Inflamable” el plomo en sangre de los niños es de 5
veces superior a los niveles por debajo de los cuales se supone que no hay efectos visibles sobre la salud (JICA).
Vale aclarar que el plomo es un metal sumamente tóxico y crece el consenso internacional que señala que no
existen niveles seguros de plomo en el organismo.

(1)Si bien en un principio ACUMAR establecía que había 4.100 industrias, después realizar un nuevo empadronamiento, dos años más
tarde, esta cifra se modificó llegando a aproximadamente 20.000.

(2) Los porcentajes de los diferentes caudales se consideran a partir del caudal promedio de 691.2000 m3/diarios, de la Cuenca Alta
(Desembocadura del Riachuelo), ya que las mayores descargas de residuos cloacales e industriales, se realizan a partir de la cuenca
media.

El caudal promedio diario de la Cuenca Alta (Desembocadura del Riachuelo) se calcula de acuerdo a los datos de 8m3/seg en “Una
Política de Estado para el Riachuelo”, FARN.

Las industrias más contaminantes

Según datos aportados por la SAyDS (Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable) los sectores industriales
de mayor impacto ambiental son las curtiembres, responsables de más del 50% de los contaminantes de origen
industrial, le sigue el sector de frigoríficos con más del 20%. Las plantas vinculadas a la industria del cuero y
pieles suman un total de 251 establecimientos. De ellas, unas 179 son curtiembres, la mayor parte ubicada en
Lanús. Sus principales vertidos contaminantes son sulfuros, materia orgánica, grasas y cromo trivalente.(1)
Muchas de las industrias de la CMR vierten metales pesados que han sido encontrados en las aguas de la Cuenca
en concentraciones superiores a los niveles permitidos.

(1)“Plan Integral Cuenca Matanza Riachuelo”, 2006, SAyDS. Es destacable la diferencia entre la cifra de 2 millones de m3 diarios
provenientes de curtiembres y frigoríficos comparada con la cifra conocida previamente de 88.000 m3 de vertidos industriales. Esta es
una muestra elocuente de la dispersión de cifras que se manejan.
Contaminación
El drama de los residuos y desechos tóxicos

La mayoría de los desechos tóxicos están incorporados en la Ley Nacional Nº 24 051 de Residuos Peligrosos.

Por Lara Haure, especial para NOVA


La situación actual en materia de residuos y desechos tóxicos es preocupante, debido por un lado a que la basura
que producen las industrias son altamente contaminantes y, por otro, a que son muy pocas las iniciativas reales que
intentan con prolijidad y profesionalidad menguar los daños ocasionados por los restos nocivos en desuso.
¿De qué hablamos cuando decimos residuos tóxicos?
Los residuos tóxicos van desde envases de pintura, disolventes (desgrasantes, trementina, quitapinturas, tíner),
aceite de motor usado, hasta pilas, baterías, desechos médicos y químicos provenientes de las industrias (entre
otros). Por lo que más allá de la legislación en relación a los plaguicidas hay una inmensidad de desechos tóxicos
(contenedores de sustancias químicas muy dañinas para la salud y el medio ambiente) que quedan por fuera.
La mayoría de ellos están incorporados en la Ley Nacional Nº 24 051 de Residuos Peligrosos, que se constituyó como
el primer estatuto de carácter federal que contemplaba estos desechos. Cabe señalar que la misma fue sancionada
por el Congreso de la Nación el 17 de diciembre de 1991 y promulgada por el Poder Ejecutivo durante los primeros
días de enero de 1992 y que si bien esta normativa dispone que será considerado peligroso: “todo residuo que
pueda causar daño, directa o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el
ambiente en general” la misma tiene más de 24 años; por lo que debería ser revisada entendiendo la vorágine del
sistema productivo y las nuevas tecnologías que al momento de escriturarse la ley aún no existían o no tenían un uso
tan corriente.
Como principales consecuencias de los residuos tóxicos aparece, por un lado, la contaminación del entorno
ambiental (es decir, del suelo, el aire y el agua); sumado a la interacción química de las sustancias en la creación de
nuevos organismos generando mutaciones genéticas que tienden a romper el equilibro de la naturaleza. Y por otro,
las afecciones sanitarias que incluyen: concentración de arsénico, cáncer de piel, de vejiga, de hígado, de próstata y
de pulmón; enfermedades cardiovasculares, irritación de las membranas mucosas y de la piel; bronquitis enfisema,
nefrotoxicidad, problemas de fertilidad; alteraciones neurológicas, hipertensión; sumado a tumores hepáticos y
sanguíneos.
(…Fernando Glenza, integrante de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UNLP, también se focalizó en el
problema de la reutilización de estos plásticos: “La gente usa los productos y después usa los envases para otra cosa
como para guardar agua o los chicos para jugar y eso es realmente un peligro”. Y agregó “o peor: quedan tirados a la
intemperie un montón de tiempo, caen en los arroyos, taponean desagües. (…) Lamentablemente tenemos que
decir que nunca existió un servicio de recolección de basura, al menos aquí, en la zona de las quintas del cordón
frutihortícola platense”.
Respecto de la omnipresencia estatal Glenza aseguró que no sólo que no hay ningún tipo de control en relación a la
basura, sino que lo mismo pasa con los nylon de los invernáculos que se utilizan para hacer cultivo con cobertura o
con las mangueras de riego. En este sentido, advirtió: “El problema del nylon es peor, porque te dura cuanto mucho
5 años. Lo que, al momento del descarte, produce montañas gigantescas de plásticos empapados de pesticidas:
toneladas y toneladas de residuos contaminantes con los que no se sabe qué hacer”.
Para finalizar señaló que “lo mejor sería llegar a una instancia en donde no se usen pesticidas, herbicidas, entonces –
además de producción agroecología- nos evitaríamos el problema de los envases”. Para el mientras tanto aseguró
que “los envases tendrían que ser recogidos o devueltos a quienes los vendieron. Es decir que el que genera el
producto se haga cargo del reciclado del mismo”.
Por último Viviana Ambrosi, encargada del “Proyecto de recuperación de residuos informáticos” de LINTI – CeSPI de
la UNLP, habló con NOVA sobre un proyecto que incentiva la recuperación de restos electrónicos a partir de
dimensionar las problemáticas ambientales y las complicaciones en la salud generadas por dichos residuos.
Según Ambrosi: “Al momento de fabricarse todos estos objetos tienen metales valiosos y preciosos, pero también
otros metales (denominados) pesados que son contaminantes y tóxicos. Y el problema empieza cuando la gente sin
saber lo deja en la calle o lo mete indiscriminadamente con el resto de las basuras. Generalmente cuando el
elemento llega a un basural y empieza el proceso de descomposición –con el agua de lluvia, o con la humedad de
otras sustancias - se genera un lixiviado: se empieza a segregar un líquido sumamente tóxico que penetra en las
napas y termina contaminando el agua”.
Como consecuencia de ello desde la Unidad Académica han decidido poner en marcha este centro de recuperación
para todos los aparatos tecnológicos RAE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) que van desde heladeras,
batidoras hasta equipos de computación en desuso, con el objetivo de reacondicionarlos o al menos de generar así
un pequeño aporte que busca mitigar algunas de las consecuencias de esta problemática.

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