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Gt ge Rost he 1985 axwat aneNDT 3 LA VIDA DEL ESPIRITU EI pensar, la voluntad y el juicio en la filosofia y en la politica Traduccién de RICARDO MONTORO ROMERO ~~ FERNANDO VALLESPIN ONA. 51632 ssicoete ‘CENTRO DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES MADRID 1984 os anova ARENDT Por esa misma razéa, quia, equipara io que agus hemos llamado sSpnifcado con el Fine incluso oon el Proposito (Zeck y Absichi): ‘Esta unidad formal suprema, que lose apoya en conceptos de ra on, esa unidad dels cosas conforme a fines. El interes especulati- vo dela razén nos hace consierar toda ordenaci en el mundo co- to si dimanara del propésito de una raz0n suprema» (02). Pero re- fulka que la razon pessigue fines especticn, busca propésitos con- ‘etos evando recurre asus idea lo que hace que ls hombres pien- Sen es la necesidad dela razon humana y su inerés en Dios, la Liber- tad la Inmortalidad, sunque can solo unas paginas mas adelante ad- nite que sel interés meramente especlatvo de la raza» respecto a los tres abjetos de pensamiento mas importantes —da libertad de la ‘voluntad, la iamortaidad de alma y Ye exstencia de Dios— es mini- tio} ext rerpecto seria fel que se emprendiera una fatigosa labor Ge imestgncon tascendental envuca en obsaculs inerinable porque no habria posiblidad de empleer los descubrimlentos que pu- ‘ieranhacerse en ella de forma que se evelara su ildad in conore ton (3), Peso no debemos Ianzarnos a Ia caza de pequefas contra (8). Esto, dese luego, no sino una variseion dela antigua teoriawietafsia de los dos mua os. Se traza una analogia con el cadcter externo de la experiencia Sensril,ysesupone que un espacio interno engloba aquello que cs en nuestro interior, de igual forma que el espacio externa acoge huestos euerpos; y ‘esto de una manera tal, que un asentido interno», a saber, la intuicion de la introspecein, puede concebirse como capaz de averiguar lo que ocurre wali dentro» con la misma ‘xrteza que guia nuestros senidos externos en el mundo exterior. ¥ eno referent al alma, no es del todo desacerada una analog sm lar. Dado que los sentimientos les emociones no se producer por si rismos, sino que son epasionet» susstedss por acontecimientos ex- ‘ernos que afectan al alma y ocasonan determinadas reacciones, 08 parhemata o humoresy estados pasivos del ima, en tanto que expe Fiencasinternas, pueden en verdad abrise al sentido interno dela teospeccién, precisamente porque sla son posible como KANT pre cisara alguna vez, bajo e! supuesto dela experiencia externan (9). So TW Cece te Rate Par. Bs. its 2 HANNAH ARENDT rmisma pasvidad, demi, el echo de no poder ser modificadas por ‘una intencion deliberada, les dota de una impresonanteapariencia de estabilidad. Esta apariencia crea entonces algunas ilusiones de ‘stabllidad, que, a su vez, conduce ala teoria de que el espittu no s6- Toes el maestro de sus actividades propis, sino que también puede ‘gobernar las pasiones del alma —como sel espiritu fuera sa Organo nds clevado. Esta teorla es muy ancigua y encuentra su culminacion as doctrinas extoicas del control de la mente sobre el pacer el dolor; su flaca intrnseea —que alguien pueda sense feliz mien- tras est sendo quemado en el toro de Falars— radiea, en altima instancia, en la idenificacion de alma y esprit, es deci, en atr- Duir al alma y a su pasividad propia la poderosa soberania del es piri [inguin acto mental, y menos atin el ato de pensar, se contenta ‘on su objeto tay come le viene dado. Siempre trasciende lo simple- fete dado por agullo que pueda haber suscitado su atenciOD, ¥ 10 transforma cn logue Petrs Johnnis OLIN, flgsofo franciseano vo" Tuntarisa del siglo xt (10), lam un experimentum suas, experien _del Yo consigo mismo, Dado quela pluralidad es una de las condicio- ‘es existences fundamentals de a vida humana en la icra —hasta tal panto que inter homunes esse, estar entre los hombres, eta para los romanos el sino de estar vivo, de ser conscentes de Is realidad del -amundo y de uno mismo, e winter hominis ese desinere», dejar dees tar ent los hombres, ea sinénimo de la muerte—, el esta soo y te ner relaciones conmigo misma es la caracterstica fundamental dela ‘ida del expirita. Se puede decir del espirta que iene una vida propia slo en le medida en que actualiza esa relacién, en cuyo sen0, exis- tencialmente, la plualidad se reduce a la dualldad ya implicta en tl hecho yl palabra econseieniay, 0 symeidenei conocer: Asse es- ‘ado existencial en el que yo me hago compaia ai mismo, yo To ls maria solitud), para dstinguirlo de «soledad™, donde yo me en- cuentro solo, pero privado no a nleamente dela compapia huma- ra, sino también de mi propia compania potencal. Solo en la sole dad siento que me fata Ia compatia humana, y slo la agus con- Cdencia de tal privacion hace que los hombres existan realmente en el, Cia rm Sone, Pld Mea er mee re LAWIDA DEL esemiTy 93 © singular, y slo en los suetios o en la locura son quiz plenamente onscientes del irresistible e windeible horror» de este esta (11) Las actividades mentales misma son testigos, dada su naturalza re- {Mleiva, de esta dualided innerente a la conciencia; ese sujeto agente Fsbo puede estar espiritualmente activo en tanto que vuelve, implica E o-explictament, sobre si mismo. La consi “al wyo pienso» de KaNT—,naturalmente, no sélo acompatia tas las demas represen ‘aciones», sino cualquiera de mis acvidades, en las que, no obstan te, puedo lvidarme de mi mismo. La conciencia como tal, antes de ser actualizada en la esolicitud, slo lepaa sent a idetidad del yo Sey —csay consciente de mi mismo, no como yo me aparezco a ii ‘mismo, nj de lo que sex en mi mismo, sino s6lo del que soy» (12)--. ‘xo garantiza la contnuidad idéntica det Yo através de ls multiplic. dad de las representaciones, experiencas y memorias de tna vida en- tera. EI «yo pienso» expresa ai el wacto que determina tui exsten sda» (13) Las actividades meotals , como veremos mds tarde, espe- cialmente el pensar —el dialogo silencioso del Yo consigo mismo-—, se pueden concebir como la actualizacion de la dualdad original ola separacién entre Yo y yo mismo que es iaherente a toda conciencia, Pero sta simple autopercepcida dela cual sy ¥0, por decilo a ¢onscienfemente eonsiente, no es una actividad al acompafar a (0 Gat lt emis astvdads arate un yoa0y99 totalmente lnc. ie ‘La vida del espritu en la que yo me hago compatia a mi mismo puede sr slenciosa; por la naturalza reflenva de todas aus activida- es no puede ser nunca muda ai olvdarse totalmente de si misma, _ Todo cogitare, cualquiera que seas obje0, eabin cog me xgtare, toda volcion un volo me vee, todo jc es posible, co- smo Monesqutzv cijera alguna ver, gracias aun «retour secret sur ‘mot mémen. Esta reflesvidad paree spunta hacia ta localzacion interior de los acts mentales, elaboraa a partir el principio del es. cio exterior, donde tienen lugar mis actos no mentales. Pero el que ‘sta nterioridad, a cierenia dela intrioridagpasiva dl alm, solo ‘etl yo stn eas Ta elan Jean Gas Bee Lo feu 10. Pas. {iD Crs de i Razin Pre. BIST. Cx. ee voamen Pigs, 59.6 3 unison os HANNAN ARENDT se pueda concebir como centr de actividades, es un aca que tle ne su origen histérico en el descubrimiento, en los primeros silos de fa era crstiana, de la voluntady de las expeiencias del Yo volente oes sblo en tato que dura tal actividad sees consciente de las act vidades del esprit y de st reflexividad. Es como silos mismas ‘os del pensamient, la voluntad oa juilo slo exsiera cuando se piensa, se quiere ose juzza;en estado latene,suponiendo que tal es: {ado existe anes de la sctualizecion, no son aecesibles sla introspec cin. El Yo pensante, del cual soy plenamente conseiente mientras dura la actividad pensante, desaparece como un mero espejismo ‘cuando se vuelve a afirmar el mundo real, ‘Las diferentes actividades mentales que, por definiién, no apare- ‘en, acontecen ea un mundo de fendmenos y 2 eaves de un ser que parscipa de ests fendmenos gracias asus Organosreceptores senso ales, por medio de su habildad y neceidad de aparecerse alos de- ‘mis; de ahi que no pueden hacerse presents si noes mediante una Aeliberada reirada del mundo de los Fendmenos, Nose trata ano de tuna ftirada de! mundo —s6lo el pensamiento, po su tendencia ala srneralizacién, es decir, su especial atencion por lo general frente ao particular, iende a fetirarse completamente del mundo cuanto “na retrada de la presencia del mundo en lo senidos. Todo acto} ‘mental se apoye en la facial qe tiene el expiritu pare tener presen te en si mismo aquelio que esta ausente para los sentidas. La repre-| _setacion el hacer presente aguello queen realidad esta ausente ese ‘inco don del espirtu, y dado que toda nuestra terminalogia mente, se apoya en metifora extraidas dela experiencia visual, este don re- tie el nombre de imaginacion,definida por KANT come wa faculiad ela intuicion incluso fuera dela presencia del objeto (14). La falta | el esprit para acer presente lo que est ausente no se restringe, des de luego, a as imagenes mentales de objets ausetes; en general a memoria almacena y pone ala disposcion del recuerdo lo que 92/n0 2s y Ia voluntad aporta aquello que podra traer el futuro, pero que ‘noes todavia. Solo gracias ala capacidad del esprtu para hacer pre Sente lo que etd ausente podemos dect eno mas» ¥crearnos un pa sado, 0 decir «no todavia, y prepararmos para el futuro. Pero eto Slo fo puede hacer el esprit una vez que se ha retrada del presen {ey de las neceidades de lava cotdiana. As, para movilza la ¥0- (00) canbe a2 7k. NO. avon pet ese 0s iu, el pnt debe apart en nmedintr del da, que sa en ni recved tend n eso pa eens co oie Roce; pucsla vlad soc oupe Stje Sao ee oe, [ts por Geni, dels dopo fuer congue ees Bea’ sac promie La veined tunfrna soa apace Sin alse, por ine, yea otic plore pes {Ss deibcrade 9 aboutmente annus ttre dee pasa sad yparcpucin dels ners mmadatos ly como conapon am postin en mantel papel qual pope Sern eo, oy non secede nde fee ene ls actvdndes i capltu peo cones tnbor es sso Jot nga i esate don cmd ote eke Te nage cine potanes sue ger eae oat Eenconar qe con oss ogueyanoson nal peceracroptnee ‘Sony eer qu se equ pre igi senaa nel treamlogucccapes a eencoe dca poeaorennoe tio addinadoy bible opus cepa nveneade at Smo ta volntady aco, Boreas oq peanac, i lanaor apes, ungce no Sane prt poses Sonny shonin o pars ar a uso de eae unr, See dpe ‘eros pals cigs alos eos pre ove dese ca Sip de operat concours on toma a aor caractzcin que ono de ee proeno prepa Host conten en San AOS Sogn ace renter th suion aoc toon sn clencir nial onde ene ismnedos por uncut semble cs sede dans visser Fis imagen que eprsea (3). Ea ingens tincee Spee tstamcnot, hepa aura eblonea¢pemeninon Sando epi Taga sua co qe fetance ete meas taitgen loge steal lrana ers aire deson icin mien ed smunicton tele Slissaene Socal “Une co esque ermanecter menos 00a dat that lo gr apcect cue feordeners 1), poe no ture (9) Le Miia. Xi, ep. 3. Teaco glen Fates af the Orch ‘Wasuogon D.C 96). Vol 4 SI0. 5 HANNAH ARENDT {LAVIDA DEL ESPIRITU ” 3 entaces aunque no para la flosoia en sentido etrct, la retira- del mundo de fos fendmenos consttaye la unica presondicion | fsencil. Para que podamos pensar en alguien es preciso que 20.086 | et nuestra presencia; mientas permanezcamas con alguien no podre- | mos pensar ni en ni sobre lo qe aél le conciere; el pensar supone ‘Sempre un recuerdo; todo pensamiento'er, en sentido estito, un ‘ge-pensamientoy. Naturalmente, puede ocurrr que comencemos a pensar en alguien o algo todavia presente, encuyo caso nos habramos oma ya sbrepiciament deo que rodeay son compart \gnos como siya estuvieramos ausentes. 2 Estas observaciones dejan entcever por gu el pensamiento, la i + bisquede del significado —frente ala sed de saber, jcluso al saber "Bor si mismo— fue peribida i enudo como alg antnatural; como ~ Hel hombre, cada vez que reflexionaba sin ninguna intencién par~ ticular, trascendiendo la curiosdad natural susctada por las milti= ‘ples maravllas del mero estar ahi del mundo y desu propia existen- a, se lanzara a una actividad contrara a la condicion humana. El ‘pebsamiento como tal, y no s5lo el planteamiento de as «cvestiones itimas», sino toda reflexion que no sirvaal saber y no estégulnda, {Por aeesidades.objetivos.pritiens, est —como ya observara "HEIDEGGER efuora del orden» (lies mas) (19). Interrumpe to- “da accion, toda actividad ordinara, cualquiera que ésa sea, Todo | pensamiento exige un detenerse-y-pensar. Todo lo flacesy absurdas ‘gue podieran haber sido las teoras de is dos mundos,tavieron co: to punto de partida estas experiencasauténieas del Yo pensente. Y ‘puso que todos los Obstéculos del pensamiento pertencsen a mi 4o de los fendmenos Ya todas aquelasexperiencias del sentido co- _miin que vo comparto con las otras personas y que automdticamente _sarantican mi percepcin de la realidad de mi propio ver, en verdad parece como shel pensamiento pudiera parlizarme de forma muy Similar a como un exceso de conciencia puede paralizar el automatis- mo de mis funciones corporales, M'eccomplssement d'un aete qui droit ére réflexif ou ne peut re, com dijera VALERY. Y asian 440 el estado de conciencia al estado de pensamiento, ade: «on ne ourrait rer toute une philosophic que je résumeras ask: Tentot je conde ye rates en a memoria s distin de aul ue sexs fen la representacin del que reeuerda» (17), Por es0 el objeto de pen ,-Samieno es dstinto de a imagen, al igual que la imagen es diferente ‘el objeto sensible y visble del quees su mera representacién. Acar de eta dabe ransformacién es por lo que el pesamiento ude he- cho va ms alli» y raspasa el dominio ée toda imaginacion posible, “qungue nuestra «¢azon proclama la infinidad del nimero, inabarca- ble por la vista, de objetos materiales», 0 «nos ensena que hasia ls renores tomes son divsibles hasta el infiaito» (18) La imagina ‘ln, que transforma un objeto visible en una imagen invisible apta para ser almacenada en el espirit, constituye entonees la condiion Sine qua non para que este recba los objetos de pensamientoadecua- do; pero ests elo comienzan a exstir cuando el espirtu ecuerda tciva y dliberadamente entre lo contenido en el depésito dela memoria, efige aquello que incia sufiientemente su interés para pro ‘oear la concentracion; con esas operaciones aprende a operar ees = pitucon objetosausentesy se prepara para ir eavanzando» hacia la ‘omprension de los objetos que esta siempre ausentes y no pueden te recordados porgue nunca se manifestaron alos sents. Esta tltima clase de objetos de pensamiento —conceptes, ideas, ‘ategoriasy otros— fueron, en efecto, el material especifice de laf losofla «profesional», pero no lay nada en Ia vide ordinaria de las personas que no pueda llegar a ser el alimento del pensamiento, esto fs, sometere [a doble tansformacion mediante la cual et objeto feosorial se converte en un adecuado objeto de pensamiento. Todas las.cuestiones metafiseas que la filsofia fue adoptando como pro- Blemas propios tienen su punto de patida en experiencias normales . Sin esta facultad de hacer presente lo que est! fusente bajo una forma de-sensoralizada no sera posible ningin 9 proceso ni encadenamiento de pensamiento. El pensar esta as «fue del orden», no slo porque detenga todas is otra actividades, tan ‘necsarias para el hecho de vivir y sobrevivr, sino tambien porque invert todas las relaiones normals: lo que eit cerca y st manifies taidrectament alos sentidos, se halla ahora jos, y lo que est dis- tante devine on ealidad presente. Cuando pienso no me encuentro onde estoy en realidad; no estoy rodeado de objetos percepibles a © Tor sentios, sino de imagenes invisibles para todos ls dems. Es co- “ao sime hubieraeetirado aun pals magico, e pals de los invisible, ‘el que yo no podia saber nada sino esvieradotado de esta facul- tad de recordar ¢ imaginar. El pensamiento aniqula las distanias -eporlesy las espacales. Puedo antcipar e futuro, pensar en & ‘como siya estuviera presente, y recordar el pasado como si todavia ‘po hubiera desapareido. Bula experiencia corvente, el tiempo vel espacio no se dean con- cebir fuera de un continuum que se extiende de lo prximo alo lea no, desde ef ahora hacia el pasado o el futuro, desde el agui hasia ‘ualguier punto cardinal, a derecha c izquierda, adelante y airs, aba y abajo; de abi que se pueda decir, con ciera raz6n, que el pro- {eso de pensamiento no s6lo anula la distancia, sino tambien el espa ‘do y el tempo. En lo que se reflere al espacio, no conozs0 ningin ‘concepto metaisico 0 filosofco que pueda elaionarse con plausibi- lida a esta experiencia; pero estoy casi segura que el mune stans, et estar ahora», lleg6 a set el simbolo de la etemidad de la flosofia ‘medieval —el mune aezerltatis de Duns Escoro— porque ofrecia, ‘una expicacin plausible de las experiencias que acontecian en la me , LA.IDA DEL eseirTU 107 como va djera antes, proviene de «vero, Vere idein, saber eldena, & esi, haber visio, Primero seve, luego se sabe Fpl, pr nga expec obteesgin sto o coke ‘rac sn haberse comet aera las opetactones deacon SiSpenar Dodelapespeta del peace ense po ‘sara, cree Ge ngnieaan ete angle de a neiaon invita yen oft fs senc ol pensuminto eco [So inteas Paros: un mutt vvent 1 doo que habia ch eh Apes dl prantenton (kas (a) esa strate ncn Fabia has cous dnd pepriva de Yo poner para guen syd st sno ern erdndromoeo viene EI'Yo peu 2 por serena Yo veal ao crcosine dev ropa ita fe mundo des tenner dense span de vita som 0 | ine se hiieteaddantaco como sas nmumerals eds Gis consuyen el ando dees enone, qe por su nina pe Sh issn city soca sy sta, hueran et Sb rement sauna ase sempe tvsle que een oa tpi En te plata, ue arc sn conan eon o [tetrad dal mundo por par dela mete spare xt pre: fa aropia dl eptur como un wepleg det sr w weeded ee Scena) Seaverresenel etocceen) la via ciana, a vide los Elo. e ebeouen, wamcure st tee un mundo donde et inate ete To us nd Se pera expe : "in busca Ge semtgo no oes Se al uso normal de fs asia anc, sis aue demas, Slr hve ata nads, mies or pears nc «inerisacs, ence or ‘Ep cpcsainc tans co aufolstuciv. Bn nimi de ‘nos ptunas ene Kas: emo spas noma spn Glu le nt de rason pura a desta algo, haya Che daar de suena, como fsa unsddoaionar) ane Shnprto ta ope ov sgn wo debe dda ua ver oe -Sbyrcomens deg, Enel nares pura cen Pou, Nuts sone hac ona everson nated (2) (i) Now de ee: Homes ido ncapaces de cota referencia (4) Asenie Ausgabe. Vol. XVI 019 ES -Adaplando eto a nuestro propésito: todo pensamiento nace dels 7 108 HANNAH ARENDT (itatcas mis), De aqui se deduce que la tarea de pensar es como le at vor de Penélope, qu cada matana dstelia lo que habia heck la no~ che anterior (43). Pues la necesided de pensar no se deja nunce aca- lar por el discernimiento, supuestamente defintivo, de os csabiosn; so puede ser satisfecha por el pensar, y los pensamientos de ayer so lo pueden satistacer las necesidades en la medida en que se puede aulere repensalos iemos vendo examinando ls carateristias mis elevantes de a actividad del pensar: su forma de reirarse del mundo de los fenome- ‘or sujetoal sentido comin; su tendeneia autodestuctiva en lo rete ent a su Logos; su reflexividad y la concencia de actividad pura ‘que la acompadia, mas el extrafio hecho de que soo mientras du tactvided se ex consiente de ls actividades del esprit, y esto su- pone que el pensamiento mismo nunca puede establecers¢ con rigor ‘como la propiedad o la propiedad més clevada de la especie humana | et hombre se puede definir como «animal parlante>, en el sentido aistotlico de logon echdn,dotado de lenguae, pero no como wan ‘mal pensante, el animal rationale. Ninguna de estas caractritcas ha eseapado aa atencién de os filésofos. Con todo, lo que es curio: 0 er que cuanto mas uprofesionales» y mayor papel jugaron ea rust tradicin de Ia flosofi, tanto mas se inclinaban a inventar {edo tipo de formas y métodos para reierpeetar estas caracersti> eas, de forma que fueran capaces de refuta las objeciones del razo- ‘namiento de sentido comin eno referente ala inutiidad eirealidad de toda la empresa, La gran extension con la que estos fldsofos ex- traron en esas renterpetacions, asi como Ia calidad de sus aru ‘mentos, no se podria explicar sino estvieran digs 2 la famosa ‘mulktud ala que, de todas las maneras, nunca le ha importado ¥ permaneca felizmente ignorant dea argumentacion flosSfica—e ‘ea de haber sido sugeridas, ante todo, por su propio senvido comin y por le propia dda que mevitablementeacompata asa puesta en ts penso. Elmismo KANT, que coafié sus auténticas percepciones sobre Piso, ene Fei, 8, menioenti e Petope, po ene do contra, Bua dl fon Sontag clos placer) span 0 actars se Fp, deni pro Une Ua a ioe ie cre yas pease alae a op, el Yo peste Pe ‘caus marulean 90 ase mama pera) so ur cone > 1A.VIDA DEL ESPIRETU 108 E ediidad pensancea su cuaderno de notas,procainé pablicamente F que habia sentado las bases para todo futuro sistema metafsco, y "HEGEL, el timo y el mas ingenioso eificadorde sistemas, transfor- = mba abolcién que hace el pensamiento de sus propios resultados en E Wenorme potencia de la nepaivide, sn In que jams podria exist movimiento ni desarrollo, El mismo encadenamiento inexorable de los dstintosnivles de desarrollo que gobierna le naturaleza orgé- fica dese a simient al ruto, ene cual cada fase siempre enieza» ¥ anola Ia precedente, gobiera también, para HEGET, la destruccion "el proceso pensante del expritu, con la salvedad de que &te, por el “hecho de estar «mediado por la concienciay la voluntad», or lat a¢- tvidades mentales, puede verse chaciendose a simismo>! wel esplita Js. sino lo que él se hace asi mismo, y se transforma realmente ea Zaguello que él mismo (potencialmente) es, Lo cual, por certo, ‘ea sn contestar la custion sobre quién ha creado la potencaldad eel espii He mencionado a HEGEL porque una buens parte de su'obra F ede entenderse como una continua polémica conta el sentido co- fn, en especial el Prefaci dela Fenomenologia del Espiritu. Ya eh paca temprana (1601) habia afrmado con humor sraculento, sin “dada inqueto todavia por Iz Joven tracia de PLATON y su rea ino- F -ente, queen efecto, wel mando del filosofia es (para el sentido co- ‘mUin) un mundo puesto al revésn (44). E igual que KANT intent re- ‘median el wecindalo de la razOn, es decir, que la razOn, en su ansia, fF conocimiento, se encuentra atrapada por Sus propiasantinomias, HEGEL trat6 de remediar Ia impotencia de la razin kantiana, que © eno podria llegar mae gue aun Idealy no a un Deber ser, y declare ‘qoe Ja razbn seria, mais bien, en virtud dela Idea, das schlechihin ‘Méchtige, la potencia por antonomasia (4). ‘La importancia de HEGEL para nuestro contexto radia en el he- 18 de que al, mis quiza que cualquier otro M6sofo, ihustala guerra ferior entre Ia fllosofiay el sentido comin, y ello porque estaba Igualiiente dotado para la flosofia que para la historia. Sabia quela lntensidad de las expeviencias del Yo pensante odedece a que son act- (Woy wDber dt Ween der Phoiopinchen Ks. Hep! Suerte (45) Pes dr pace Las a, Lepi 917. PLA Pas 6 no HANNAH ARENDT idad pore: ula verdadera esencia del esprit... la acid. Se hace) ‘si mismo fo que esencialmente es; es su propio producto, es su pro-) pia obra». Y es coniciente desu reflexividad: «En esta pasion de a) focién se relaiona solo consgo mismo» (46). incluso admitié tan bign, a su maner, Ia tendenca det esiritu& destruir los resultados de st acelén: was el spirit etd en guera consigo mismo. Debe vem fexse a si mismo como su propio enemigo y formidable obstacu- To» ($7), Pero ests intuciones de a az6n especulativa sobre lo que Inace realmente cuando, sein las apariencas, no esté haciendo ns da, dl las transform6 en elementos de saber dogmitic, tatindolas ‘como resultado de Ia cognein a fin de hacerlas entrar en un sistema “omnicomprensvo donde gozarian dela misma realidad que os resul- tados de ls otras cienias, resultados que, por otra pate, denuncio como productor eeencialmente carentes de significado del razona- ‘mento de sentido comin, 0 como «saber defectuoso>. Y, verdadera- mente, este sistema, con su etricta organizacion arquitecibica, pur ‘de aportar al menos una imagen de realidad las fupivasintuciones 4e a razon especultiva. Si de la verdad hacemos el supremo obleto ‘el pensamieato, se deduce entonces que wlo verdadero slo es real {encanto que sistema; s6lo como tal construccion mental puede se suscepiible de apareoer y de adquirir el minimo de permanencia que txgimos de todo lo que es real como mera proposicién apenas po- dria sobrevivi alo conficos de opiniones. Para asepurarse de he ber eiminado la idea del sentido comin de que el pensar se ozupa de las abstraccionesy de lo irelevante —io que, evidentemente, 20 ee c380—, HEGEL afirmé, manteniendo siempre el mismo espiritu pole tied, que e Sr ex Pensarn (dass das Sein Denker is), que «slo 10 ‘spiritual es lo reab», que solamente exisen aquellas generalidades 9m las que operamos en el pensar (48). "Nadie ha luchado eon mayor determinacion conta lo particular, el eterno tropicza del pensar, el imefutebe etar-ahi de los objets, (gue ningin pensamiento puede aleanzaro expicer. La funcion més levada de la ilosofa radica, segin HEGEL, en eliminar lo contin (6s) eon n Hoy Ta. fea, Rote. Haka Ianpos Nee ork. 198 i. 1) Le Racin on Hesse 6. (G5) Pretec n Penelope de! oi cla) que no est ebro; y dado que c grate, y todo particular, todo lo que existe, es contingente por defini ln. La filosofia opera con lo parccular como parte de un todo, ye , en compania y de acuerdo con nuestros pare, eso 3, en una -Tsinacibnexistencial que efectivamente paaliza el pensar. En radical contraste con todas estas teria, friadas como una ‘Specie de apologia del pensamiento espoculativo, se encuentra co novia observacion,curiosamentedesconectada siempre mal tradi sida, que secontene en el prefacio dela Fenomenolopa que expre- sa directa y asstemiticamente las experienias originales de HEGEL 9m el pensamiento especulatvo: wo verdadero es as el delirio bie io, donde no hay ningin partiipance (ingin pensamiento par~ is paricipante(eada penea- jiento) se disvelve inmeaatamente tan pronto se separa del todo {de a ines de pensamiento de a que forma parte), e delirio equvale eum estado déquieto tasicidae inintrrumpide. Es asi como pa ‘2 HEGEL ela vida misma dela verdad —verdad que ha visto la fel curso del proceso de pensamiento- se manifesta al Yo pensen ‘te. BIYo no sabe, quia, si hombre y mundo son reales, o bien un mero sspeismo —al rspacto véase en especial a flosofia india, solo sabe que esti «vivo, en un estado de exaltacén que linda siempre on la webriedad—, como NIETZSCHE dijera alguna vez. Hasta que nto este sentimiento subyace a todo el esisteman puede evaluarse ‘vando nos lo valvemos a encontrar al final de Ia Fenomenologia: all se contrasta con lo ecarente de vida» el énfais se pone siempre __sobre la vide— y se expresa ex los versos de SCHILLER mal ctedos Desde el eliz de este imperio del espritu/selevantalaespuma de ‘ngitud» (wAus dem Kelce ceses Gestreiches/schaut ihn seine > Unendichkett) m2 HANNAN ARENOT LAVIDA DEL espn us ‘se fini de la guerra. La recreacion ye! juego, a nuestros ojos > las actividades naturales del oro, petenecian, por el contraio, ala He venido hablando de ls particulres rasgos del pensamiento, $MM a-soholla,o falta de oro, ya que sevian para regenera la fuerza de ‘que son aibuibles al radicaismo de su tetirada del mundo. Por el! trabajo del ser amano, ocupada con la atenciOn alas necesidades de Contraro, nil voluntad nie juicio si bien condicionads por la re- la via. flexion previa del pensamiento sobre sus objetor, no devienen nunca "En una parabola aribuida a PrTAGORAS y referida por Diogenes cauuvos de esa feflenion sus objets lo forma Io pati LAERCIO, encontramos este acto de no partcipacin activ, delibera re su lugar en el mundo de los fenémenos, del que eespirityvolente da, en Ine necesiades cotidianas de la vid, bajo su forma mas ant fo juzgante se aleja solo de manera temporaly con la intencién de una fu, quad, y sin duda fa més simple: pronta Wels, Bso es especialmente cero dela voluntad,cuya fase ee ae ec Ge retiada se caraterin por lamas marcada forma de efiesvidad, ere Tees commer ee ‘una vuelta de lg accion sobre si misma: el volo me velle es bastante pasa conte coe Pe + 3s Hos. meors, D : Contemplar (eata), De igual forma, en Ta vida, las perso més caraceristic de la voluntad de lo que es el cogito me cogitare Sn ot ae orm Gon) od ls paneae para el pensamiento. Todo lo que estas actividades tienen en comin, 4 Sees Honsne ani cetate oOs ‘Sn embargo, es una peculiar tronqulidad, 12 ausencia de cualquies, di s ‘Lo que agui se dstingue como ms noble que la competcién por ‘ccidn o perurbacién, el apartamiento del compromiso y de la par la gloriay las ganancias noes, de ninguna manera, una verdad inv ‘alidad de os interesesinmediatos, que, de una u otra forma, mein ‘olucran en el mundo exterior, un apertamiento al que ya me he ref, ‘lee insocesble ala persona comin; y el lugar donde los espectado- res quieren reirarse no es una regién «superior», como PLATON ‘ido antes (pi. 98) como la condi fundamental de tos jt), ‘Historicamente, esta retirada de la accién constituye la més antic” ‘PARMENIDES imaginarian més adelante; estén: en este mundo y su ein condicion puesta al vida del expr, Ens forms primera, of jcoobezan sblo racic en que 00 partipan de que acon, sno Bitaria, se apoya en el descubrimiento de que s6lo el espectador) [tue se imitan a observarlo como si fuera un mero espectéeulo, De la hunea acon, pucde conocer» comprende lo que se ofc ene dalaragrega para epetadores, thet se drivd hugo el ermine pectdculo. Exe decubrimentoconbuy6 desvament a coven Iostico de cri, y basta hace nos Gents de afos, a palabra [ninco de los fosofosgriegos en a superioridad dela vide com- {Gebio>sigficd eau contempla>, que observa algo desde el exte- terplatva, cya condiion mes elemental —a desis de ARISTOTE for desde un Anglo que sapone un punto de visa oelo para ague- LES, quc fue el pelmero en ocupare ce elias (9) fe la Sool Torque oman parte cnel espetaelo fo basen eal. La deduce ‘cholo ee oro tly come nosolos io extendemos, el momento dure puede dev de eta temprana distinct ene acin ycom- de descanso Sobrante tas un dia Ge tabajo equ seve para hacer MMe preson es evident: como espetador se puede comprender la «ver- frente alas engencls de la exenciay (50), sino el deliberado acto MME | Gado de aquello que consituye el objeto del expecta; pero el re- deabsenese de reacts ochein) de as actividades ordnarins con Meo qu se habré de pagar ela retada de toda patcpacién en ‘icionada por nuestros deseos coldanos (Hon anaation schol), ME iano. (job at ue cn cnn ye de ‘2 efectos de consumare! ocio (Sehol# agen), verdadero objeto, ast ‘ez, de cualquier otra astvided igual que Ia paz, para ARISTOTELES, pectador oeupa una posicion quele permite contemplar todo juego Pifrual que el ilosof0 es capaa de distinguren el asmos un todo ar- manioso y oxdenado. El actor, como parte del todo, debe desempe- M1, Pensamiento y acck: e espectador ‘GH Ee Pc, 125035, 1345 ate, VI a1. (G5) Pia Wrist «4 Phiouphle etn Lasers ea Late in me ox Big or Cus a. C-Chaerworte Pane, 198 Pa 2 TE) Vil # igo a wen Kine y RAVES Fa. na HANNAH ARENDT ‘har su papel por definicign no es un mero «partcipanten, esté ‘inculado también a lo particular, que slo encuentra su significado ‘imo y la justifeacibn de su existencia « waves de su pertenencia a tn todo. La retirada de coda partcipacion direst, el eolocarse fuera el juego (del festival de la vida), no esas solamente una condicion Daraeljuleio, par ser el érbito final dele competiclon en curso, si ‘no también para la misma comprensidn del sentido del juego. Y, en *\begundo lugar, lo que preecupa al ator esa dose, palabra que sign- fea tanto fama como opinién, pues esa través de la opinin del pi lio ¥ del que juzga como se rea la fama. Le forma et la que apare ‘eat los dems es decsiva para el actos, pero no paral epectader; el primero depend del ume parsoe» del especador (su dake! mo, que "ransmit la doxa a actor); no es su propio dueto, equello que KANT mis ardecalifiearia de autonome; debe comporars tal camo lose pectadoresesperan de d,yes.a ellos a quienes corresponde dar el ve edict final de su triunfo 0 fracaso,— a distancia neesria para el que juzenoe,evidentemente, igual a Ja del filsofo. Aquel no abandons el mundo de los fendments, sind {ue se susrae a toda paricipacion activa, adoptando una posiién de Privlepo desde Ia que contemplar el todo, Ademis, y exo es quizd ‘mis signifeativo, los espectadores ée PITAGORAS forman parte de | un piblicoy, por ello, son algo muy distinto del flésofo, que co-| | mienza su bios theBreticos abandonando la compara de ioe otros nombres y sus inciertas opiniones, sus dasa, que solo son capaces de) ‘expresar un «tue-parece>, Fl veredicto del espectador, aunque impar cial y libre dela presiones del interés yla fama, noes independiente 4e as opiniones de fos otros —al contrario, debe, seein KANT, tenet presente una’ ementalidad amplian. Los espectadores, si bien ajenos ‘as particularidades del actor, no estn solos. Nitampoco son auto suflcientes, como el eds supremo» al que! filofo trata de emilar con el pensamiento y que, come dice PLATON, wes capaz de permane cer ens mismo por su propia virtd, sin necesitar ninguna otra cosa, sino conociéndose y amiindose a si mismo suficintemente» (5). sta distinc entre penser y juzgar no aparecd en escena hasta {a filoofia politica de Kat —o que no tiene nada de sorprendente, ‘ues KANT fue el primero, y sigue slendo el timo, de los grandes 2) Tins, 3, © Hos y ensayos escritos todos al E sepetador noes deteminado por el imperativo categorico de la re {LaviDA Det ESPIRITU us { “lsofos que se ocupd del jicio como una de as actividades bisicas = dl espirtu, Pues el hecho signifcaivo es que, en los dstntos tata al de su vida, el pusto de vista del in prlctica esto es, por la espuesta dela razon ala pregunta «jaué debe hacer? Esta respuesta es moral yafecta al indvidioen evanto ‘ue indviduo, en la plena autonomia dela razén. Como tal, en an Plano moral y prctico, no podrareivindicar nunca el derecho lar balidn politica. Perost este mismo indviduo no acta sino que sei F mita a ser expectador, tendri el derecho de jugar y de aportar un ve~ ‘edico final sobre la Revolucion Francesa, sin otra justifeaciin que ‘sun deseo de participacion que linda en el entuslasmo», ef sumarse a {la weraltacion del piblico al que es0 no le impiean; en otras pala thas, apovare ene dee ros espace, gue tampoco siron ela menor intencin de astra los hecho. ¥en an ttn, few vrei yn or logos de longue ela parti + ton, o que leis a Kata ver la Revolucion Frances como an fenomeno en in Hstoria de a huanidad que no se olvidar Je thse (6, En est confit ente a acion conju, persia Shel ue despues de odo nos buble prosaic lor este ae deen se juzsades, ye uso de obseracion rec, Kat ‘ihe bien a gun aria tia palabra, Soponiendo gael historia fos sinola tise xorica de ns rema ube y nas ela ma asl epetacul dl rato ln ura epuee tr conmovedor or "neato: er een assbrdcayendo, Paes ala atase cone en tna fan cus, aunque os actres no se cansen de lo pues So amos neion~ sv ftian copador a qe ed bastante con solo act, side pode raronalemente ded que ueno Sir fn suid eeramene ual lias mis) 2) Ete sun pasje verdsderamenteslocvent. si atadimos la conviccién de Kan de gut los asintoshumnos sn dos por ‘astcn Gel atraera, ae as es espales de agile qe etn | inmersosen acon emp an epee harana an proptso pe | taent, del mis maners gol easton el arn, e HE | Gan lasonduse a evasion det Exits Absolut sea raconale (63). Der Stee er Fakutens, p87. Werke. Vol. VI. Pgs. 357-36, ($6) “ter dr Camanche cb Wate, Vo. Vi. Bags 1 16 HANNAN AREN: preguntarnos eatonees s todos los actores no son necis, os el es pecticulo, que s6lo se reve al espectador, no podria ser ofrecido fambién por los actos de los necios. Con cerasreservas, mas me ‘os sofistcadas,éta ha sido siempre la seresa opinion de os l6so- fs dela historia, es decir, de aquellos pensadores de la Edad Moder ra que, por primera vez, deciieron tomarse el dominio de los asun~ {os humanos —el fe fom anthrOpdn pragmate, de PLATON— lo suli- slentemeate en serio como para reflexionar sobre ellos. ¢¥ ienen ra 26n? {No es acaso cero que ede as acciones delos hombres general- ‘mente sel resulta ago cstinto de io que proyectany cansigue, al- 120 distinto de lo que saben y quieren»? «Como ejemplo andlozo po: demos citar el de un hombre que por Venganza incendia Ta casa de tro. La accién inmediata consist en aplicar una pequets lana a otro... La sin inmate consist en epleruna pequete Iara ate resultado no estaba comprendido ni en la accién inmedita ti correspondia ala itencion de aguel que lo comenzar... Este ejem- plo muestra solamente c6mo en la aecidn jamediata puede haber Impicadas ras cosas que no estan enlaconcienia nen la voluntad 4el autor» (38) (esas son palabras de HEGEL, pero también pudieron Ihaber sido escritas por KAN). En cualquiera de los 60s cas05,n0 ¢5 Ja acién, sino la contemplacin dela accion lo que revela vig oxra cose, e: decir, el significado del todo, Ese espectador, noel actor, ‘en pose la cave del significado de ios actos humanos —Ios expec tadores de KANT, ete lo deivo,exsen 560 ela dimension pl ral, yas pudo legarauna filosofia politica. El espectader de HEGEL exist esictamente ene singular: el fldsofo deviene el 6raano del Espiritu Absoluto, est flésofo es el mismo HEGEL. Pero inclso Kant, mis conscente dela pleralidad humana que cualquier otto f= lésofo, pudo olvidar convenientemente que, incluso aunque el expec. culo: fuera siempre el mismo, y por lo tento aburrio, e! pico ‘cambia de generacion en generacion; y un muevo publica no tendra ot qué legar campoco a ls misma conclusones heredadas dela tra Aicion, sobre lo que e pueda expresa el juego que ya esta en marcha, ‘Si hablamos de la retirada del espriu como la condicé necesae ria de toda actividad meatal, apenas podemos evita el preguntarnos por el ugar o larepion hacia la que se dirge el acto de retrarse. He GD Woe: Phosopie der Wale, loan {LAVIDA DEL ESPIRITU 7 Eafrontado con cierta extension y quizd prematuramente la accion de erada del juicio heia la posicidn del espectador, porque primero guise suet la cueston en su forma mas simple y evdente, apun- = tando hacia aquellos supuestos donde la region de rerada puede ser ilaramente localizada dentro de nuestro mundo comin, a pesar de a faturalerareflenva de la faclted implica. Alli etén, en Oli ‘en ls hilerasascendentes del teatro o estado, cuidadosamente sepa rides del desarrollo del juegos y el «piblico no involucradon, de KANT, que seguia con epaoer deiiteresado> y una simpatia elindan te con el entsiasmo» los acontecimientos de Paris, podia ser 1een- ‘ontrado en todos los eirulos ineletuales europeos en torn0 los > aos 90 del siglo pasado —aungue KANT mismo, probablemente, Densara en ls masss de Paris ‘Pero, por desgracia, nose puede encontrar tl incusionable ube ‘S6n cuando nos preguntames dénde estamos cuando pensamos 0 ‘queremes, y estamos rodeados, por dcilo asi, por cosas que ya han ‘eviorida tiene sus propiasdificultades, aun admitendo que alma y tspirita son dos cosas distintas, Y la particular naturaleza reflexive ‘ela voluntad, denifcada alpunas veeescon el corazon y considers {casi siempre como el organo mas profundo de nestro Yo, a he cho mis difielcodavia la delimitacin de esta region, En lo referente Alpenser, la cuestn sobre donde estamos cuando pensamossélo p= eee habera suscitado PLATON en El Sofiia (56; ali, después de hs ber ubicado al sofsta, prometib hace lo propio cone flésofo —de- terminate fopar noztos que habia mencionado en disloaos anteio res (S7-—, pero nunca cumplio su promesa. Qui28 poraue, simple tmente, no consiguid completar la tilosia del Saftsie-Polico- Flesofo,o porave hubieralegado ala idea de que la respuesta se (GD Lonepubico, 7,» Fer, 2 \ \ f |

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